Manos al suelo y a relajarte: Yoga Jóvenes / Revista SÍ Por: Revista Si | Fuente: Revista Si Uno de los errores más difundidos hoy en día en torno a los “métodos orientales”, y más en particular el yoga, es creer que se trata de simples métodos de relajación o de ejercicios gimnásticos muy aptos para descargar al hombre moderno de su tensión psicológica, afectiva, laboral, etc., sin caer en la cuenta de que conllevan todo un trasfondo filosófíco-religioso y que su fin no es una simple relajación física y psíquica, sino un vaciamiento de tí mismo, es decir, olvidando que tu felicidad humana y emocional están precisamente en la ayuda a los demás. Veamos si te identificas con esto: ¡Buenos días! Vamos, vamos. Muévete, que ya es hora. Ponte en pie. Eso es, muy bien. Así estás perfecto, bien recto. Eso, recto. Ahora relájate... Expira larga y relajadamente. Excelente. Vamos a comenzar. Cada movimiento debe durar unos segundos, no más. Primero tienes que inspirar lentamente y extender el cuerpo, inclinándote un poco hacia atrás con los brazos levantados. Estupendo. En segundo lugar tienes que tocar con las palmas de la mano el suelo y expirar. Al inicio cuesta un poco, pero ya verás como cada día será más fácil. El tercer ejercicio consiste en inspirar alargando la musculatura de las piernas. Magistral, magistral. En este momento te conviene formar un triángulo entre tu cuerpo y el suelo; para ello simplemente ponte en posición de 90º y deja que tus manos toquen el suelo. De acuerdo. Pero eso sí, ahora no debes respirar. Nada de respirar, debes contener la respiración. Muy bien. Repite el ejercicio número dos y expira. En este momento debes levantarte lentamente, como en el primer movimiento, siempre inspirando. Ya está. Finalmente relájate y expira con las manos unidas junto al pecho, como rezabas cuando eras niño. ¡Felicidades! ¡Ya saludaste al sol! Has cumplido tus obligaciones sociales con la gran estrella caliente. Ya verás... ¡Tu día será una joya!? En realidad hay muchos sistemas como éste para que tu vida sea feliz. En efecto, es urgente expulsar fuera todas las tensiones. Este mundo da vértigo y, o ponemos los medios, o nos vamos a morir de tanto nervio. ??¡Hola! ¿Cómo fue el día? ¿Bien? De cualquier modo, seguro que ahora te sientes un poco tenso tras el trajín de la jornada. ¿Sí?, pues bueno, ¡a esto hay que ponerle una solución! Antes de cenar tienes que resolverlo. ¡Al suelo! Vamos, al suelo, siéntate. Cierra los ojos. Relájate. Elige un color como el verde. ¿Te gusta el verde? Sino, puedes escoger el color azul, el lavanda o el violáceo. Nada de escoger el rojo, el amarillo o el naranja. ¿OK? ¿Ya tienes el color? De acuerdo, ahora imagínate una esfera de ese color y visualízala. Sigue visualizándola. No la pierdas. Sigue con ella y entra en profunda paz... ¿Qué tal? ¿Relajado? ¿A que sientes un silencio interior? Bien. Ahora lentamente deja ir la esfera, que se desvanezca; vuelve a la realidad... suavemente, suavemente. Relajado, ¿eh???Durante tres meses debes hacer lo mismo. Ahora bien, si lo prefieres, luego puedes cambiar a otra técnica: el control de la respiración, el imaginarte un dibujo, la observación de la uña del pulgar, etc. Lo que sea, pero tú relájate. Esto es lo importante, que te relajes. ¡Ah! Y no te lo había dicho, ¿verdad? Pero como es posible que no te lo haya dicho antes, si es lo fundamental de todo esto. Ahí te va: dicen que con estos ejercicios entras en la visión omni-comprensiva del universo y re-descubres tu estado original divino. ¡En serio! ¡No te veo muy convencido! Sí, hombre; es muy sencillo. Según los maestros de yoga, en siete puntos bien precisos de tu columna vertebral, también llamados chakras, reside la energía divina de tu interior. Estos puntos son: sahasrara, bindu, ajna, vishuddhi, anahata, manipura, swadhisthana, muladhara. Pues bien, estos ejercicios “yóguicos” dicen que estimulan esta energía divina de los chakras y la ponen en camino hacia el Uno, hacia la divinidad; así te conviertes en un cuerpo divino, en un hombre-dios. ??¡No me dirás que esto no lo sabías! ¿Que no lo sabías? ¿Pensabas que era un simple ejercicio de relajamiento? No, no. Si esto es lo central de todo el rollo del yoga. El relajamiento es un añadido, lo importante es que te dicen que te vuelves dios, ¿me entiendes? Dicen que te unes con el dios y te vuelves dios. Tal cual. Así que... nada de creerte que sólo es para sentir burbujitas y relajar el cuerpo, ¿eh? Nada, el rollo es otro. Precisamente por esto se dice que esto no es compatible con el cristianismo. ¿O qué te creías tú? Esto es para los hindúes o para los budistas... Los cristianos rezamos otras cosas y preferimos otros desayunos... Esta disciplina oriental junto con otros pensamientos como “tengo la oportunidad de autosuperarme en la rueda karmica”, “si en esta vida no soy lo suficientemente bueno y capaz, en la próxima lo seré”, “mi vida es miserable por que el lo quiere”, “estoy pagando mi deuda karmica”, son evidencias de la irresponsabilidad, la desconfianza, el egoísmo y el vacío espiritual manifiesto entre los jóvenes de hoy a donde el sitio de los valores perdidos es ocupado por el egocentrismo y las relaciones narcisistas. ¿A poco te vas al polo norte a tomar el sol? mas bien nos vamos a Acapulco o a la Costa del Sol, entonces ¿Por qué buscar la plenitud en la vaciedad del yoga? ¿Que cómo te vas a relajar si no puedes hacer yoga? Yo no sé, ¿no te gusta nadar o correr un poco? Esto relaja bastante, ¡ya lo creo! Pero con el yoga ¡ojo!, que comienzas concentrando la respiración y acabas con turbante... Entonces sí que se cumple el dicho: “salió peor el remedio que la enfermedad”.. ¿Qué te pareció el artículo? ¿Te gustó?, comparte con nosotros tu opinión: contacto@siparajovenes.com