ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTES Y HUMANIDADES 401204: Filosofía Moderna Act No.1: Revisión de Presaberes EL NACIMIENTO DE LA MODERNIDAD Historia del pensamiento y cristianismo Javier Álvarez Cuando veo los cielos, obra de tus dedos, la Luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿qué es el hombre para que tengas del él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites? Le has hecho poco menor que a los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies. Salmo 8: 3-6. El Renacimiento: La aspiración humanista de una razón autónoma Junto con el desarrollo de la ciencia y de la técnica, las características principales de la época moderna fueron, sin duda, los descubrimientos geográficos que llevaron al hombre al Nuevo Mundo, la emancipación progresiva del poder político respecto al poder religioso y el énfasis puesto en el ser humano como centro y referente de toda forma de conocimiento. En este tiempo, como consecuencia de la Reforma protestante y la Contrarreforma católica, se configuró también un nuevo mapa religioso y político de Europa que tuvo importantes repercusiones ideológicas. La más importante de ellas fue que, al final de este apasionante período de la historia, el pensamiento filosófico y la fe, tan profundamente asociados en el pasado, erminaron por divorciarse y enfrentarse en una pugna permanente que ha constituido, hasta tiempos muy recientes, la razón fundamental de la separación absoluta entre las creencias religiosas y el cada vez mas desarrollado conocimiento científico y tecnológico. Aunque pueden hacerse ciertas matizaciones, la mayoría de los estudiosos consideran que, desde el punto de vista de la filosofía, el pensamiento moderno se inició en el Renacimiento con dos notas peculiares: el humanismo y la revolución científica. El Racionalismo y el Empirismo fueron los dos movimientos filosóficos subsiguientes que culminaron con la filosofía ilustrada del idealismo. Como muchos autores han señalado, la modernidad significó el triunfo de la racionalidad humana sobre los condicionamientos religiosos previos. El Renacimiento, que dio comienzo de un modo decisivo a la modernidad, estuvo 1 ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTES Y HUMANIDADES 401204: Filosofía Moderna Act No.1: Revisión de Presaberes marcado por el sello de lo humano. En él, el hombre pasó a ser el centro referencial y valorativo de todo el Universo y la realidad dejó de ser contemplada desde la perspectiva de lo divino. Este cambio trascendental que supuso el Renacimiento y sus repercusiones en el desarrollo de la historia humana han sido claramente señalados por Moisés González: El punto de partida del pensamiento y del mundo moderno no podemos ni debemos en justicia situarlo en el siglo XVII como si fuese posible que de un escolasticismo decadente y petrificado pudiese surgir de pronto la filosofía y la ciencia moderna que representan Descartes y Galileo. Fueron los hombres del Renacimiento los que, al declinar la concepción medieval, iban a romper con las tradiciones clericales de la Edad Media permitiendo que emergieran otras fuerzas, otros impulsos, nuevos fermentos culturales que cambiarían la actitud ante la realidad y la forma de comprender la relación del hombre con la misma, transformándose el modo de pensar y apareciendo, en consecuencia, nuevos métodos, nuevos horizontes que iban a producir un radical vuelco en la cultura occidental. 1 Aunque el término «Renacimiento» ya había sido empleado por Vasari en el año 1550, su sentido moderno se debe principalmente a la aportación teórica de Burkhardt quien, en el siglo XIX, acuñó el término «Renacimiento» para definir ese movimiento de renovación espiritual y del saber que iba a romper de una forma definitiva con la visión medieval del mundo. La misma palabra «Renacimiento» conllevaba además la idea de una vuelta a la antigüedad greco-latina en el transcurso de la cual el hombre se sintió renacer a un pasado clásico y glorioso, que había sido lamentablemente olvidado a lo largo de los siglos tenebrosos de la ya legendaria Edad Media. Sea cual sea la posición que se tome respecto al concepto y valor del Renacimiento, lo que resulta innegable es que existe una importante dificultad para dar una definición y caracterización general del Renacimiento que sea precisa tanto temporal como espacialmente pues, para empezar, éste se vivió, en cada país, en un momento histórico distinto y con unas características peculiares y bien diferenciadas. A pesar de ello, si puede decirse con certeza que el centro a partir del cual se expandió este movimiento fueron las ciudades italianas de Florencia, Venecia, y Roma y que el eje articulador y común de todo este movimiento fue la recuperación cultural de la antigüedad greco-latina. 2 ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTES Y HUMANIDADES 401204: Filosofía Moderna Act No.1: Revisión de Presaberes En efecto, el proceso tendente hacia la restauración de la literatura antigua, iniciado en Italia por Petrarca, provocó en todo el espíritu europeo un sentimiento de profunda admiración hacia la cultura clásica. Todo este recorrido vital culminaría con el anhelo de comprender e interpretar al hombre bajo el prisma de una luz completamente nueva. De este modo, al haber sido minada la gran síntesis filosófica realizada por la escolástica tomista en el siglo XIII, se produjo en el Renacimiento una especie de vacío filosófico que coincidió con el descubrimiento simultáneo de los poetas de la antigüedad, Homero y Hesíodo, también de autores trágicos como Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes, de historiadores como Herodoto y Tucídides y especialmente de pensadores y filósofos tanto griegos como latinos. Al mismo tiempo puede observarse como la concepción del individuo autónomo fue reemplazando de forma paulatina a la perspectiva teocéntrica que había imperado en la época del Medievo, según la cual el ser humano era entendido fundamentalmente como una criatura sometida a una continua relación de dependencia respecto a su creador. En el Renacimiento, por el contrario, los pensadores comenzaron a sentir de una forma completamente nueva la influencia del pensamiento griego y a valorar al hombre por encima de todas las cosas. En este proceso de recuperación del hombre de la Antigüedad clásica, desde el punto de vista de la filosofía, se dieron tres corrientes de pensamiento fundamentales: el platonismo, el misticismo y el aristotelismo. En primer lugar, los pensadores platónicos intentaron conciliar la tradición de la filosofía greco-latina con la religión cristiana, desarrollando su trabajo de una forma especial en la Academia de Florencia que había sido fundada por el famoso mecenas Cosme de Médicis. Entre los pensadores de esta corriente destacó de modo singular el filósofo neoplatónico Marcilio Ficino. Él creía que el pensamiento de Platón era la mismísima antesala de la revelación cristiana. En la exaltación del ser humano y su dignidad, Ficino creyó encontrar el camino que permitía el retorno del hombre a Dios. Para él existían tres formas fundamentales de conocimiento: en primer lugar la proporcionada por los sentidos, en segundo lugar la que proveniente de la razón deductiva pretendía ir un poco más allá de estos y, finalmente, la contemplación. Esta última vía era precisamente la que posibilitaba al hombre la intuición de la divinidad. Gracias a ella el hombre podía elevarse hasta su Creador o, usando 3 ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTES Y HUMANIDADES 401204: Filosofía Moderna Act No.1: Revisión de Presaberes su libertad esencial, rechazar esa posibilidad y quedarse en lo meramente sensible y animal. En Marcilio Ficino, perteneciente además a la tradición mágico-hermética, se encuentra también el concepto de hombre como límite y fusión de dos horizontes, el material y el espiritual. En la misma línea, para Pico della Mirandola, cultivador de la cábala y perteneciente igualmente a la escuela neoplatónica, no existía criatura alguna superior en esencia y en dignidad al ser humano pues este fue hecho a imagen y semejanza de Dios. El platonismo de Pico se hizo patente en su célebre definición del hombre 4