El avance rápido que trajo el Proyecto Genoma Humano, aunado al desarrollo de nuevas tecnologías, imprimió una nueva faceta a la medicina, denominada la era genómica o medicina personalizada. Según el Consejo Americano de Asesores en Ciencia y Tecnología, la medicina personalizada se refiere "al ajuste del tratamiento médico a las características individuales de cada paciente" (Bolouri, 2011). La medicina personalizada se inició en la década de 60, con el descubrimiento del receptor de estrógeno y la introducción de la terapia antiestrogénica en el tratamiento del cáncer de seno. La prueba para la clasificación del receptor de la hormona se tornó un importante factor de estratificación para el tratamiento y pronóstico de la enfermedad. Aproximadamente, cuarenta años más tarde, fue anunciada la "Nueva era de la Medicina Personalizada", prometiendo medicamentos con blancos individualizados a partir de cada perfil genético (Langreth & Waldhoz, 1999). Verdaderamente, en esa época fue introducido el anticuerpo monoclonal trastuzumab (Herceptin, Genentech, CA, USA), con blanco específico para la proteína HER2 de las células tumorales. Del mismo modo, la prueba diagnóstico para la inmunohistoquímica de la proteína HER2 marcó significativamente el tratamiento personalizado o como prefieren otros, estratificado o individualizado (Trusheim et al., 2007; Jorgensen, 2008). Existen muchas razones por las cuales la medicina personalizada puede contribuir para conocer mejor y tratar las patologías modernas. Prácticamente todas las enfermedades poseen un componente genético, que puede ser preponderante en algunas, como la fibrosis cística, hemofilia y algunos tipos de cánceres (tumores hereditarios). En ese caso, se habla en predisposición y generalmente un gen de alta expresividad está involucrado en la etiopatogénesis de cada una de ellas. Por otro lado, en las enfermedades modernas, como la diabetes, obesidad, hipertensión, la genética interactúa con el ambiente (modo y estilo de vida, hábito de fumar, tipo de dieta, etc). En ese caso, se habla en susceptibilidad, en que varios genes de baja o media expresividad están involucrados, juntamente con otros factores, razón por la cual esas enfermedades también son referidas como complejas. Sin embargo, la medicina realizada en la actualidad aún es considerada generalista, aunque esté en transición para la etapa de estratificación, con vistas a la personalización. Según Jorgensen (2008) es un paso inteligente donde la medicina basada en evidencias se enlaza a la medicina genómica, donde el paciente es visto con mirada "genética", estando ahí considerados sus procesos metabólicos y sus respectivas proteínas involucradas. De ese modo, la medicina genómica busca identificar las causas de las enfermedades existentes (pruebas diagnósticos); detectar marcadores de susceptibilidad a enfermedades futuras (pruebas predictivas) y prenunciar la eficacia de un determinado tratamiento medicamentoso propuesto (pruebas pronósticos). Esta última aplicación es referida como farmacogenómica y constituye seguramente, uno de los beneficios tangibles de la nueva era. Se puede afirmar que la medicina personalizada es un cambio de paradigma, es decir, está abolida la prescripción de "un medicamento que sirva a todos" para "el medicamento adecuado, en la dosis adecuada para el paciente determinado" (Miller et al., 2011). Actualmente, el 50% o más de los pacientes no obtienen el efecto terapéutico deseado para muchas drogas clínicamente relevantes. Con el advenimiento del segmento genómico, la terapéutica puede presentar mejores resultados, inclusive con la minimización de efectos colaterales (Brown, 2011). La reciente aprobación de la prueba genética para reducir los efectos adversos de la administración del medicamento warfarina, demuestra que los exámenes farmacogenéticos pueden acelerar la adopción de la medicina personalizada dirigida a la decisión de diagnóstico y tratamiento, atrayendo con eso, la atención de las empresas de seguro médico (Ofili & Sproles, 2011). Del mismo modo, pruebas genéticas para la detección del alelo HLA-B*5701 antes del tratamiento con abacavir y la prueba de expresión para el receptor EGF antes de la terapia con gefitinib ya forma parte de la rutina de la clínica médica (Hoffmann et al., 2011). Con relación a las pruebas predictivas, para identificar que variante genética está asociada a una enfermedad específica, es capaz de proporcionar la detección precoz de grupos de riesgo lo que, a su vez, aportaría nuevas oportunidades de intervención y prevención. La medicina personalizada también puede ser capaz de reducir los costos de la investigación, cuyo enfoque tradicional está centrado en modelos animales para el estudio de enfermedades humanas, con ensayos a largo plazo y demasiado costosos. Con la era genómica, es posible entender cada vez mejor como un compuesto químico interactúa con el material genético, permitiendo a los investigadores a descubrir las proteínas específicas como blanco en el tratamiento de enfermedades (Brown, 2011). Sin embargo, es imperativo considerar las implicaciones éticas, legales y sociales de los estudios genéticos, así como de las nuevas pruebas ofrecidas. No puede pasarse por alto el impacto emocional del paciente al recibir un resultado que indique riesgo elevado para desarrollar una enfermedad. Del mismo modo, ese impacto también debe tenerse en cuenta, cuando el resultado muestra un riesgo bajo para una misma enfermedad, ya que la persona que lo recibe, puede tener su confianza renovada y redoblada, al punto de cambiar (para hábitos no deseables) su comportamiento y estilo de vida. Además de eso, existe la preocupación psicosocial por la estigmatización y discriminación por parte de los empleadores y planos de salud. Falta inclusive, entrenamiento adecuado de los profesionales de salud con relación a esa nueva área de la medicina, principalmente en lo referente a la interpretación de los resultados. Los factores de riesgo para enfermedades complejas pueden ser particularmente complicados y confusos, muchas veces conduciendo a interpretaciones extremas, por parte del paciente o de su cuidador. Esfuerzos conjuntos entre biólogos moleculares, genetistas, clínicos, bioestaticistas y autoridades del gobierno son bienvenidos. Referencias Bibliográficas Bolouri H. Personalized Medicine: a decade of promising research. InSpine, 6(4):1-12, 2011. Brown S. Medical genomics: what we really need to know. InSpine, 6(4):15-17, 2011. Hoffmann W, Krafczyk-Korth J, Völzke H, Fendrich K, Kroemer H. Towards a unified concept of individualized medicine. Personalized Medicine, 8 (2): 111-113, 2011. Jorgensen JT. Are we approaching the post-blockbuster era? Pharmacodiagnostics and rational drug development. Expert Review of Molecular Diagnostics, 8:689-695, 2008. Langreth R, Waldholz M. New era of personalized medicine- targeting drugs for each unique genetic profile. Oncologist, 4:426-427, 1999. Miller I, Ahston-Chess J, Spolders H, Fert V et al. Market access challenges in the EU for high medical value diagnostic tests. Personalized Medicine, 8 (2): 137-148, 2011. Ofili E, Sproles D. The healthcare reform act, comparative effectiveness research and personalized medicine. Personalized Medicine, 8 (2): 133-135, 2011. Trusheim MR, Berndt ER, Douglas FL. Stratified medicine: strategic and economic implications of combining drugs and clinical biomarkers. Nature Rev Drug Discov, 6:287-293, 2007. WWW.CENTRODEGENOMAS.COM.BR - TEL. 11 5079 9593 NTO: R. Leandro Dupré, 967 - Vl. Clementino - São Paulo / SP. ADM: R. Afonso Celso, 469 - Vl. Mariana - São Paulo / SP. Todas las ediciones están disponibles para consulta e impresión en el www.cartamolecular.com.br Autor: Nívea D. Tedeschi Conforti - Edición: Natasha Vilhena - Producción: Aldeia Brasil Certificações: