Venezia 1605 Adriano Banchieri UNA COMEDIA MADRIGALESCA A lrededor del 1600, un barco viaja entre Venecia y Padua. A bordo de este barco se encuentran un vendedor de libros de Florencia, un alemán, un director, cantantes de diversos lugares de Italia, cortesanos, dos judíos, un pescador, un hombre de negocios y un soldado. Una verdadera mezcla de culturas, religiones, lenguas y dialectos. Hay solo una cosa que toda esta gente tiene en común: todos tienen que llegar a Padua. T oda esta gente se concentra en un barco pequeño donde comen, duermen y pasan el tiempo juntos, esperando que no haya disputas. Pero no todo es fácil en una convivencia: no se entienden, todos piensan que el de al lado es extraño, cada persona tienes diferentes costumbres, preferencias y opiniones. ¡Al barco aún le queda mucho recorrido por navegar! A lguien cuenta una historia y otra persona interpreta un poco de música con el afán de romper el hielo. Hey!!! Yo conozco esa canción, ¿Puedo cantarla contigo? Oh no, ahora son dos personas discutiendo sobre el gusto del otro en materia de música. Uno de ellos se burla del dialecto del otro quien, a su vez, se burla de la forma de comer de éste. ¡Qué por favor no empiecen a pelear! Pero la cosa no va tan lejos, al contrario, todos comienzan a reírse, a beber y comienzan a bailar. Cuando llegan al puerto, un milagro parece haber sucedido: todos se han transformado en buenos amigos. Son todos diferentes pero, al mismo tiempo, todos son uno. E sta es la historia de “La Barca di Venetia pero Padova”, un madrigal cómico que data de 1605 de Adriano Banchieri. Un espectáculo pensado para todos los públicos desde los 8 a los 100 años. Desarrollamos una idea particular a este complejo mundo de la barca que, con gran facilidad, se puede transportar a nuestra actualidad cosmopolita. La risa nos demuestra, una vez más, que es una fuerza de unión que rompe con las barreras del bagaje cultural que llevamos: nacionalidades, religiones, idiomas… Si sabemos utilizar esas diferencias en una dirección positiva, éstas pueden crear tolerancia y respeto, aprendiendo del prójimo cosas nuevas que abrirán nuestros ojos. El humor es un factor principal en esta mezcla de culturas, ya que es una característica intrínseca a cada cultura. El público se reconoce en los arquetipos de estos personajes y con estas situaciones, se identifican con sus talentos, sus errores y sus cualidades. T omando la commedia dell´arte como punto de partida, desplazamos esta historia a una línea de crucero de 1920, siendo el Titanic un ejemplo obvio. Esta elección fue tomada por motivos de una atmósfera especial y su fácil paralelismo con un pasado no muy lejano donde todo el público podrá sentirse parte. Aquí no es importante la característica de una máscara de la commedia dell´arte, sino el estilo de interpretación, los cambios de personajes de un personaje a otro realizado por los cantantes, ayudados por las luces y un público involucrado en la escena. El público, después de todo, no son más que pasajeros de este crucero. L a representación comienza cuando la gente comienza a llegar al teatro: vemos a los cantantes y actores en el foyer de prisa llevando maletas para no perder el barco. Intentan encontrar dónde ir, hay discusiones y comienzan las conversaciones con los demás co pasajeros. Algunos de los músicos de la orquesta anuncian la inminente salida del barco, es el momento en que el público sube al barco (auditorio) para un viaje que durará 80 minutos, con muchos cambios de escenas, muchas situaciones divertidas, malentendidos y momentos de gran emoción. ¡Y, por supuesto, música de primera clase!