Discurso del Rector Álvaro Rojas Marín en ceremonia en la que asumió su nuevo mandato por el período 2014 – 2018 Talca, 6 de mayo de 2014 Estimados colegas, funcionarios, estudiantes acompañan, queridos amigos de la Corporación, que nos Me corresponde una vez más asumir el mandato que me entregara nuestra comunidad académica; de dirigir por un nuevo período el desarrollo y destino de nuestra querida Universidad de Talca. Agradezco muy sinceramente la adhesión mayoritaria expresada en la elección del mes de marzo pasado, la confianza en mi depositada y las innumerables manifestaciones de afecto, respaldo y amistad de muchos de Uds. La ocasión que nos congrega tiene también mucho de simbólico por cuanto a) es esta la sexta vez que tengo el privilegio de dirigir el desarrollo de nuestra comunidad universitaria, b) también, por el importante grado de adhesión obtenido que se expresa en un apoyo de más del 75% de apoyo c) y también, tal como lo dijera públicamente durante la campaña, por ser esta, mi última postulación al cargo de Rector. Será este mi último período como Rector de nuestra Universidad. 1 Han sido ya dos largas décadas en las que he estado a la cabeza de este maravilloso proyecto colectivo que inspira a la comunidad de la Universidad de Talca, en estos años he comprometido lo mejor de mis capacidades en la noble tarea de conducir los sueños y esperanzas que movilizan a esta maravillosa comunidad universitaria. En sus distintas etapas se ha logrado comprometer el trabajo de numerosos directivos, que también han hecho lo propio en aras de nuestro progreso y posicionamiento institucional. A todos ellos quiero expresarle mi afecto y gratitud. Juntos hemos trabajado con esmero y con una gran motivación. Mi gestión como Rector se inició, hace ya 23 años, un día 1° de Abril de 1991. En esa fecha culminaba un proceso de cambios al interior de nuestra Institución, que apuntaban a la renovación, sobre la base del expediente democrático, de la mayoría de las autoridades de la Corporación. Con anterioridad se habían elegido Decanos, se había constituido el nuevo Consejo Académico, se habían elegido los representantes académicos y externos de la Junta Directiva. Fue un período tenso y lleno de complejidades. Una mayoría de nuestra comunidad deseaba iniciar un proceso de normalización democrática de la Universidad, después de 10 años de intervención mediante el expediente de autoridades y rectores designados o delegados. El país había iniciado el complejo camino de la transición democrática, el sistema universitario hacía lo mismo y al interior 2 de nuestra comunidad - una de las últimas en normalizarse - se debatía si la transición podía hacerse con el que fuera hasta ese entonces el Rector Delegado o bien, debíamos iniciar un proceso democrático de generación de nuevas autoridades, que devolviera el gobierno universitario a su comunidad, norma de la mayoría de las universidades del mundo occidental. Entonces, al igual que en esta elección, fui candidato único, luchando contra la abstención y los votos blancos, que simbolizaban la mantención de un statu – quo. Asumía entonces, con una mayoría de un 53% de los votos, la conducción de la Universidad, con una nueva Junta Directiva y un elenco de directivos superiores y decanos, recientemente renovados, en el mismo proceso. La Universidad de ese entonces disponía de una superficie física de unos 25.000 mts.2, distribuidos en dos Campus: a) Norte (Ex – sede la Universidad de Chile) y b) Sur (ex – sede de la Universidad Técnica del Estado). El presupuesto corporativo de ese año fue de US$ 9 millones, con un aporte fiscal equivalente al 38% del presupuesto total. Nuestra Universidad ofrecía entonces sólo 6 programas de pregrado, no existían programas de postgrado. Había matriculado 600 alumnos en Primer Año y contaba con una matrícula total de 2.600 estudiantes. Importante resulta destacar que la fracción del AFD que recibía respecto a la distribución total dentro de las Universidades del CRUCH, equivalía a un 1,8% del total. Con 220 académicos, en distintas modalidades de contratación y un número similar de funcionarios profesionales y 3 administrativos, Universidad, iniciábamos una nueva era de nuestra Éramos pequeños pero llenos de entusiasmo y con sólidas convicciones, dispuestos a construir, aquí, en el Chile profundo, en la región más rural del país, la región con los indicadores socioeconómicos más desfavorecidos de la geografía nacional, una gran Universidad. Queríamos “convertirnos en un modelo de Universidad Pública del Estado de Chile”, como lo proclamáramos públicamente el año 1995. Decíamos entonces, que queríamos construir un sueño expresado en una obra que superara al discurso. Una obra en la que se expresara con claridad nuestro sentido ético de la función pública y una expresión de lo que entendíamos por progreso, sentido ético que permanece invariable hasta el día de hoy: la ética de la excelencia, la de hacer las cosas bien, por cuanto entendíamos que el Estado no tiene argumentos para entregar, educación de mala calidad a aquellos jóvenes que concurren a sus aulas. Un sentido ético de la excelencia que nos comprometía con especial disciplina, por cuanto formábamos a las nuevas generaciones de jóvenes, que históricamente habían visto postergadas sus posibilidades de estudio. 4 Es más, la ya reconocida sentencia de que muchos de nuestros estudiantes correspondían a la primera generación que asistía a la Universidad, fue acuñada por primera vez por nosotros, ya en la década del 90. Añorábamos construir una obra que fuera un modelo para sus iguales; toda vez que nos proponíamos ser interlocutores válidos en Chile y en el mundo entero. Un paradigma universitario, que pudiera recuperar el espíritu de la formación pública superior: democrática, excelente y prestigiada, un espacio al que concurren sólo los mejores, los líderes de la sociedad del futuro. Una institución capaz de darles también un sentido ético a sus integrantes; una institución que los humanice y que los hiciera sensibles, una institución en que el alimento diario fuera la verdad, el progreso y la tolerancia. Queríamos construir una obra en la que se expresara con claridad también nuestro sentido del progreso, No sólo nuestro, sino que por sobre todo orientado a las personas que comparten con nosotros un espacio vital: la Región del Maule, la zona centro – sur de nuestro país. Históricamente relegada de las estructuras de oportunidades de nuestro país, un vasto espacio geográfico, que exportó por décadas a la Metrópoli, el recurso más escaso de toda sociedad; la inteligencia de sus jóvenes. 5 Queríamos contribuir al progreso de nuestro territorio, de nuestras ciudades, definidas como de desarrollo intermedio, A su economía, a la conciencia de sus potencialidades, Al progreso humano y cultural de todos los habitantes vinculados a la “Maulinidad”, cuna de la identidad de nuestro país. Estos temas nos convocaban, Necesitábamos construir una Universidad que no podía perder perfil por atender oportunidades coyunturales y menos por centrarse en atender divagaciones estériles. Es por ello que desde muy temprano nuestra Universidad tuvo claro que su misión era formar a la juventud, los hombres del mañana, en las mejores condiciones que nos fuera posible lograr. Su misión era contribuir al desarrollo científico, tecnológico, cultural y humano de este espacio geográfico, y así fuimos progresando, quién puede negar, que la década del 90 fue de avance y progreso. El presupuesto del año 2000, era ya de US$ 21 millones, en términos reales, lo habíamos duplicado en menos de una década, también, Duplicamos el número de programas de pregrado ofrecidos por la Corporación, incursionando en temas de una mayor complejidad técnica, como por ejemplo las Ciencias del Derecho, la Odontología, las Ciencias de la Ingeniería, Psicología entre otros. 6 la matrícula de primer año creció en un 80%, también la matrícula total, la que respecto al 1991, aumentó en un 60%. La infraestructura física se duplicó (50.000 mts.2), se daba inicio a nuestros primeros programas de Magister, un 60% de nuestros académicos tenían un postgrado formal y se ejecutaba un total de 14 proyectos Fondecyt. La discusión del nuevo milenio, trajo a todas las instituciones renovación y la oportunidad de repensar y ajustar sus estrategias de desarrollo. Cambiábamos de siglo y de milenio, no podíamos seguir iguales. Es precisamente en ese contexto reflexivo, el que nos llevó a conjugar la palabra excelencia con otro concepto: el Liderazgo. y ese espíritu es el que precisamente se recoge en el Plan Estratégico 2004, cuando se establece que la aspiración corporativa es la de construir una Universidad de excelencia que nos conduzca a liderar el sistema universitario nacional”. Eran años difíciles para el sistema universitario público. El país ya tomaba nota de la explosiva expansión de la Educación Superior privada, con escasas regulaciones que orientaran su crecimiento, que controlaran normas básicas de calidad, que regularan los procesos de compra y venta que se daban en un sistema definido legalmente como “sin fines de lucro”. 7 El centralismo tomaba un nuevo aire, en todos los ámbitos, especialmente en la concentración de capital humano avanzado en la metrópoli. La matrícula de la educación superior crecía exponencialmente, particularmente en Santiago, los programas de pregrado se commoditizaban. Y tal vez un rasgo que se arrastraba de la década anterior, se hizo nítido y evidente con el comienzo del siglo; un rasgo que hoy día esta presente en la discusión pública: la enseñanza universitaria se transformó en un área de negocios y emprendimiento; de inversión con rentabilidad semi - asegurada por las políticas públicas; un subsector de la economía, que atrajo no sólo inversión de los grandes grupos económicos nacionales, sino que también a la inversión extranjera. El liderazgo entonces actuaba como un testimonio, que al Estado y a sus instituciones le era posible, le estaba permitido, desarrollar proyectos de calidad y con capacidad de trascendencia. En nuestra opinión la Excelencia, que perfectamente puede ser un atributo intimista, no era suficiente, sino se le asociaba al Liderazgo, que conlleva al reconocimiento. No era suficiente que se supiera que la Universidad de Talca hacía las cosas bien; era menester promover e irradiar nuestros logros. 8 Nuestro modelo de gestión, nuestra dotación de capital humano avanzado, nuestras innovaciones en el ámbito del pregrado expresadas en un nuevo modelo educativo, la vinculación con el medio, logrado principalmente a través de la transferencia tecnológica y de la extensión cultural, la calidad de nuestra infraestructura y tecnología, entre tantas otras dimensiones, debían ser objeto de estudio y observación. un liderazgo que en un buen sentido plantea la permanente exigencia de mantener la posición; la compleja tarea de la preeminencia y la renovación en el cambiante escenario de la Educación Superior. Excelencia y Liderazgo son elementos indisolubles en períodos de incerteza, como lo es el escenario de la formación universitaria, Excelencia y Liderazgo para el sector estatal son conceptos copulativos en períodos de sospecha y declinación de lo público Excelencia y Liderazgo es una condición sine qua non para la defensa de la identidad en tiempos, en que se diluye en complejos procesos globales, Queridos colegas, estimados amigos Hemos avanzado notablemente en estas últimas décadas, todos nosotros, desde la posición en las que nos corresponde trabajar en la construcción de esta maravillosa obra, que es 9 nuestra Universidad de Talca, la hemos visto crecer, desarrollarse y madurar. La sabemos ahora más grande, más compleja, a ratos menos escrutable y comprensible, pero los costos del progreso, que tanto nos duelen, a veces se deben pagar. Pero con todo, nuestra adhesión al proyecto corporativo perdura se mantiene vivo e incólume. Nuestra pequeña comunidad de ayer se yergue hoy vigorosa con atributos nuevos, que cambian su carácter original, pero que no modifican el motor fundamental de nuestro desarrollo, que no es otra cosa que el compromiso y esmero que cada uno de los miembros de nuestra comunidad pone en la construcción de este gran proyecto colectivo llamado Universidad de Talca. Compromiso y esmero que se traduce en algunos breves indicadores, • esos 2.600 alumnos de pregrado del año 1991, se han transformado en cerca de 9.000 y ahora, 1.400 de postgrado. • Las 6 carreras de pregrado de antes son hoy día 26. • El nivel de formación de postgrado de nuestro cuerpo académico se incrementó del 60% al 92%. • los US$ 9 millones de presupuesto del año 1991, se han transformado el año 2013 en US$135 millones • nuestra participación en el porcentaje del AFD que se distribuye dentro de las Universidades del CRUCH es hoy un 6,4%, es decir, se incrementó 3,5 veces, quedando en el 10 cuarto lugar nacional detrás de las Universidades de Chile, Pontificia Universidad Católica de Santiago y de Concepción, crecimiento que es única y exclusivamente atribuible a los indicadores de productividad incluidos en el cálculo del 5% variable de este aporte • La infraestructura se cuadruplicó y se acerca ya a los 105.000 mts.2, distribuidos ahora en 5 Campus. • Hemos acreditado el 80% de los programas de doctorado, el 83% de los programas de Magister y prácticamente el total de las carreras de pregrado, posible de acreditar, con un promedio de 5,4 años. Cinco carreras acreditarlas. al no tener egresados, no es posible aún • Cerca de 1.000 funcionarios académicos, profesionales administrativos trabajan en nuestra institución. • y Ejecutamos 43 proyectos Fondecyt, el triple de antaño. Nuestro cuerpo de investigadores activos se empina por sobre los 100 académicos. En fin podríamos seguir, el relato podría ser muy largo: Esta Universidad Estatal, localizada en una Región que exhibe contradicciones muy profundas en términos sociales, económicos, culturales, que la localizan en el ranking en el penúltimo o antepenúltimo lugar del país, se presenta hoy al conjunto del sistema, • Con un modelo de Gestión, caracterizado por una estructura ágil y eficaz, proclive a la innovación, que ha privilegiado la inversión en capital humano avanzado, como foco de su desarrollo corporativo. 11 Una institución en la que la gestión estratégica ha acompañado durante dos décadas su quehacer, permitiendo visualizar con claridad sus oportunidades. La gestión de la calidad por su parte, cuenta con sólidos mecanismos de aseguramiento, los que se expresan en la coherencia de su desarrollo institucional, así como también en una alta tasa de acreditación de todos sus programas. Una Universidad en la que la gestión económica y financiera ha hecho posible disponer de recursos de inversión autónomos, que han provisto, tanto a sus estudiantes de una óptima infraestructura y tecnología de aprendizaje, como a sus académicos y técnicos de condiciones de trabajo de primer nivel. • Una Institución que dispone de un modelo formativo por competencias; una innovación hoy traspasada a todo el sistema universitario, iniciada formalmente hace una década. Un modelo que centra el proceso de aprendizaje en el estudiante y que se hace cargo de la naturaleza de la nueva matrícula, proveniente en el caso de la Universidad de Talca, en un 91% de establecimientos municipales y subvencionados pertenecientes en más de un 75% a familias de los tres primeros quintiles de ingreso. Un modelo que tiene una estrecha vinculación con las comunidades escolares y con el mercado laboral, que junto con permitir una formación integral, con valores cívicos y sociales, desarrolla en sus estudiantes un conjunto de competencias y aptitudes que les permiten desempeñarse satisfactoriamente en escenarios diversos de trabajo de manera autónoma y flexible. 12 • Una Institución en la que el 52% de sus profesores tienen nivel de formación de doctorado, cifra similar al promedio del sistema universitario español. Esta alta concentración de capital humano avanzado, junto con constituir un sólido sustento de la formación de pregrado, ha permitido desarrollar capacidades de investigación, innovación y transferencia tecnológica, Seis programas de doctorado vigentes, uno recientemente aprobado, 15 programas de Magíster, cerca de 300 publicaciones en revistas de corriente principal, siete solicitudes de patente en Chile y tres en el extranjero, diversos centros especializados de investigación y diez centros tecnológicos en estrecha vinculación con el sector productivo, dan cuenta de las capacidades desarrolladas por la Universidad de Talca en Ciencia y Tecnología. • Una Institución que cuenta con una sólida Vinculación con el Medio, expresada en un consistente proyecto de extensión cultural, en el que destaca la existencia de dos centros culturales (Talca y Curicó), cuatro salas de exposiciones, un vasto programa de teatro, conciertos, cine y video, una reconocida Editorial Universitaria (20 títulos anuales), una orquesta infantil y juvenil, coro universitario y de niños, Conservatorio Musical, el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, una Pinacoteca de más de 2.000 obras de los más connotados artistas nacionales, el Parque de Esculturas más relevante de regiones, entre otros, dimensionan el rol de la Universidad en los temas de la cultura. Las tres radioemisoras universitarias (AM y FM) y el único canal de televisión digital (Campus TV) son también instancias efectivas de vinculación con la comunidad. 13 Producto de su quehacer formativo, la Clínica Jurídica, el Centro de Psicología Aplicada, el taller de Titulación de la Escuela de Arquitectura, la Clínica Odontológica, la Clínica Kinésica y Fonoaudiológica, además del programa de Telemedicina han establecido una férrea vinculación con la sociedad del Maule. Complementa lo anterior las diversas actividades desarrolladas por la Dirección de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) en el ámbito de la gestión municipal de las Regiones del Libertador Bernardo O´Higgins y del Maule, a través de un programa de inserción profesional de recién egresados. El esfuerzo por concentrar el desarrollo territorial en zonas alejadas de las estructuras de oportunidades regionales, articulando para ello el sentir de las comunidades y las capacidades humanas instaladas en la Universidad, nos llevó a la creación de un innovador instrumento de desarrollo territorial, que se expresa en el HUB Maule Costa (Constitución)(1) inaugurado formalmente ayer. Esta Institución de Excelencia y Líder ha logrado hacerse un espacio robusto en el amplio y confuso panorama de la educación superior chilena. Pero podríamos hablar muchas horas sobre nosotros mismos, no es la idea, es mejor que examinemos ahora, cómo nos ven?, cómo la comunidad nacional percibe nuestro trabajo?, Estimada comunidad universitaria, Tenemos una responsabilidad, nos observan, nos admiran, nos respetan, en la cotidianidad de nuestro trabajo despertamos sentimientos que los percibo auténticos, 14 podemos colegir con nitidez que hay enormes expectativas respecto a nuestro desarrollo La aspiración que por años nos hemos impuesto, “transformarnos en la Universidad modelo del sistema público nacional, de excelencia y líder”, la hemos alcanzado, pero no por ello podemos dejarnos estar. Con esfuerzo, perseverancia y con ideas muy claras hemos construido una obra en la que se expresa con claridad nuestro sentido ético de la función pública y del progreso, que además. hemos sabido transmitir. Pero esa responsabilidad que tenemos nos obliga, hoy más que nunca, a meditar con extrema cautela cada uno de nuestros próximos pasos, a examinar las ideas que seguirán inspirando nuestras acciones, así como también, profundizar en los principios, valores y virtudes que son los elementos constitutivos y distintivos de nuestra cultura institucional, aquellos que proyectan nuestro quehacer y que, junto con caracterizar nuestro espíritu, deben ser capaces de permear a quienes ven en nuestra esencia las claves fundamentales del ser universitario. Los desafíos de nuestra Corporación y las virtudes a cultivar son dos temas centrales que requieren de una permanente reflexión. Pienso, que la Universidad de Talca debe asumir un compromiso más efectivo en la tarea del desarrollo regional. 15 La Universidad de Talca no se agota en sí misma, es frente a la sociedad y su entorno. Cumple no sólo un rol formativo y aportador, sino que también normativo, no a través de preceptos, sino que a través de su testimonio. La Región requiere de una presencia más decisiva de la Universidad para estructurar su desarrollo. . Pero junto con ello debe esforzarse por modernizarse, por buscar nuevas alianzas, con quienes discuten y trabajan los temas transversales que interesan a los investigadores del mundo, los cuales tienen estrecha correspondencia con las problemáticas de inicio del Siglo XXI: Cambio Climático, Energías Renovables, Objetivos del Milenio, Economía del Agua, Electro-movilidad, Nanotecnologías, Mega ciudades, Seguridad Alimentaria, Procesos de Migración, Identidades Culturales, entre otros. Estos temas se abordan desde todas las perspectivas de las ciencias, estableciéndose en torno a ellos sólidas redes de cooperación. Debemos asumir con entereza el cultivo de esos temas al que convergen todos los universitarios del mundo, que no son otra cosa, que los grandes temas de la Humanidad. Pero no sólo eso, también el cultivo de aquellas áreas temáticas en las cuales disponemos de ventajas objetivas de localización, o bien, por la concentración de nuestro capital humano avanzado hemos alcanzado la excelencia necesaria para impactar el mundo de las ciencias. Debemos profundizar nuestra vocación formadora, hoy más que nunca, nuestros estudiantes requieren de las mejores capacidades orientadoras de sus docentes. Para ellos somos 16 arquetipos de referencia del ser profesional; debemos entregarles a ellos todas las claves que conocemos para un desempeño exitoso. En este sentido, sabemos que el crecimiento y desarrollo de nuestra Universidad no puede sustentarse exclusivamente en la materialidad de sus edificios y la tecnología de sus instalaciones. Con el devenir de los años, hemos sido capaces de construir un espacio de identidad común, que debemos seguir forjando y cuidando. Ese espacio de identidad común nos ha permitido forjar un espíritu colectivo y una cultura propia, reconocible. Todos quienes nos hemos comprometido con el proyecto de la Universidad de Talca, para transformarla en un actor relevante del desarrollo cultural, científico y tecnológico de Chile, no debemos perder de vista el sentido público de nuestro quehacer. Éste nos invita a establecer un ideal educativo, que debe tener una debida distancia de la tendencia profesionalizante y utilitarista que tan fuertemente se ha instalado en nuestra sociedad. Nuestro ideal educativo debe centrarse también en los grandes temas de la cultura, la democracia y la modernidad. Asimismo, nos debe inducir a promover una discusión elevada de los temas regionales y nacionales, a examinar las vinculaciones y relaciones de nuestro país con el sistema económico y político internacional y a velar por la preservación del medio ambiente y el mejoramiento de las condiciones de vida de todos los chilenos, entre otros aspectos. 17 El pertenecer a esta Comunidad, cualquiera sea el trabajo que desarrollemos, nos establece exigencias de orden operativo que regulan nuestras rutinas laborales y compromisos para con la institución. Queridos colegas, finalizo mis palabras reiterando que, como Comunidad Universitaria asumimos un compromiso ineludible con la excelencia, que debe gobernar la mente de todos los integrantes de nuestra Comunidad, el compromiso con la excelencia, lo asumimos ante todos aquellos que contribuyen a financiar nuestro trabajo, postergando alternativas de uso de alto impacto social, pero por sobre todo el compromiso es con nuestros estudiantes, que creen en nuestra Institución y que llegan a ella a formarse en la excelencia y valores, buscando oportunidades para un futuro mejor, En esta ocasión de iniciar un nuevo mandato como Rector de la Universidad, junto con comprometer mi mejor esfuerzo en continuar conduciendo a nuestra querida Corporación por el camino virtuoso de la excelencia, los invito a meditar en la trascendencia que tiene el trabajo de cada uno de Uds., hay un país entero que anhela y sueña la existencia de muchas Universidades de Talca, como medio virtuoso para hacer a nuestro país, cada día más grande, más desarrollado y con mejores condiciones de vida para todos sus habitantes, 18 especialmente para aquellos más postergados Al concluir mis palabras quisiera agradecer a todos aquellos que hacen posible la cotidianidad de mi trabajo, al equipo directivo por su compromiso y excelencia, a los funcionarios y profesionales localizados en la Casa Central de la Universidad, que día a día aportan lo mejor de sus capacidades. pero también, y muy especialmente, a mi familia, sin su respaldo e incondicional apoyo no habría tenido la fuerza para superar los días aciagos que en este tipo de cargo se tienen y la inspiración que me aporta el brillo de sus ojos. A mi esposa Clarita, mi especial reconocimiento por su paciencia, su consejo sabio y por darme el optimismo de saber que cada nuevo día es una razón suficiente para alegrarse. Muchas Gracias 19