LA OPERACIÓN MINCEMEAT (CARNE PICADA): LA LEYENDA DEL HOMBRE QUE NUNCA EXISTIÓ El último gran héroe británico de la Segunda Guerra Mundial lleva 53 años enterrado en el cementerio de Huelva bajo una identidad falsa. Glyndwr Michael, un vagabundo de 34 años, ganó su última batalla siendo ya un cadáver. Analfabeto y enfermo mental, Michael terminó con su gris existencia londinense tomando una dosis letal de matarratas. Justo tres meses después, el 30 de abril de 1943, su cuerpo, disfrazado bajo la identidad del mayor William Martin, un supuesto oficial de la marina británica cargado de comprometedores documentos secretos, fue encontrado flotando en las aguas de una playa de Huelva por un pescador. Los aliados, sabiendo que aunque España era oficialmente neutral en la Segunda Guerra Mundial en realidad tenía muchas conexiones con Alemania, prepararon esta operación para engañar al Abwehr, el servicio secreto alemán sobre un desembarco aliado en Sicilia (1943), haciéndoles creer que sería por Grecia. Tras su muerte, el vagabundo fue conservado en hielo seco hasta el engaño. Se le metieron en la cartera mapas, órdenes, y hasta falsas cartas personales, en las que decía a su novia cuando se iban a casar... Vamos, que todo estaba pensado al detalle. Cuando el cuerpo fue encontrado por el pescador, éste avisó a la Guardia Civil, y las buenas relaciones de amistad entre el gobierno de Franco y Alemania hicieron el resto: en cuestión de horas el cuerpo fue entregado a la inteligencia alemana y la noticia ya estaba en Berlín. Los alemanes cayeron en la trampa y concentraron sus tropas en Grecia, dejando Sicilia desprotegida, lo que cambió el curso de la guerra.