El Sindicato de Secretarios Judiciales ha presentado en el Ministerio de Justicia un escrito, solicitando que inste al llamado Ilustre Colegio Nacional de Secretarios Judiciales para que deje de utilizar dicha denominación y adapte su configuración jurídica a cualquiera de las instituciones previstas en la legalidad vigente, ya que el SiSeJ entiende que aquélla entidad carece de soporte legal para ser considerado como tal. El SiSeJ, desde su constitución, se ha venido cuestionando la supervivencia del denominado Colegio Nacional de Secretarios Judiciales tras la promulgación de la Ley de Colegios Profesionales, de la Constitución Española y de las Leyes Orgánicas de Libertad Sindical y del Poder Judicial. Por ello, ha considerado oportuno plantear al Ministerio de Justicia la cuestión para que resuelva en consecuencia. No pretendemos la desaparición del colectivo que se aglutina bajo esa denominación, sino que se transforme en una de las entidades legalmente previstas para la representación de los funcionarios públicos, en aras a lograr la efectiva negociación colectiva, y deje de atribuirse la representación unitaria del Cuerpo de Secretarios Judiciales. Destacamos algunos de los argumentos que sustentan nuestra pretensión. El Colegio Nacional de Secretarios Judiciales fue creado en virtud del Decreto del Ministerio de Justicia de 2 de marzo de 1944 (Boletín Oficial nº 76, de 16 de marzo), en sustitución de los Colegios de las Audiencias Territoriales, creados a su vez por el artículo 47 del Real Decreto 140 de 1 de junio de 1911 por el que se dictaron reglas para la Reorganización del Cuerpo de Escribanos de actuaciones. 1 Por Orden del Ministerio de Justicia de 26 de septiembre de 1944 (Boletín Oficial 276 de 2 de octubre), se dictaron las Normas para el funcionamiento del Ilustre Colegio Nacional de Secretarios Judiciales, que en su artículo 1º establecía textualmente: El Colegio Nacional de Secretarios Judiciales es una Corporación de Derecho público que asume la representación de todos los Secretarios de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción... Por su parte, su artículo 2º rezaba en los siguientes términos: El Colegio estará integrado por todos los Secretarios de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, quedando sujetos, en el orden profesional, a la disciplina del mismo. En sus distintos capítulos se regulaban los fines del Colegio, su Comisión Ejecutiva y Delegaciones, facultades de su Presidente, Secretario y Tesorero, sus ingresos, biblioteca y revista, carné y honores y finalmente contenía dos disposiciones transitorias. Dichas normas fueron objeto de modificación por el Decreto 725 de 5 de noviembre de 1954 (BOE de 29 de noviembre) por el que se reorganiza el Colegio Nacional de Secretarios de Juzgados de Primera Instancia, donde sus artículos 1º y 2º tienen una redacción muy similar a la antes transcrita, de las que cabe realizar una primera afirmación: El Colegio Nacional asume la representación de todos los Secretarios Judiciales y su integración en el mismo es obligatoria para los Secretarios Judiciales de Primera Instancia e Instrucción. En este estado de cosas se publica la Ley 2/1974, de 13 de febrero (BOE 40, de 15 de febrero), sobre Colegios Profesionales. La configuración jurídica de los Colegios Profesionales no podía en modo alguno adaptarse a la función del Secretario Judicial, ya que el artículo 2º de la referida Ley 2/1974, de Colegios Profesionales establece que el ejercicio de las profesiones colegiadas se realizará en régimen de libre competencia y estará sujeto, en cuanto a la oferta de servicios y fijación de su remuneración, a la Ley sobre Defensa de la Competencia y a la Ley sobre Competencia Desleal. El citado precepto es totalmente incompatible con la forma de acceso y retribuciones de nuestro del Cuerpo Superior Jurídico de Secretarios Judiciales. A mayor abundamiento, el artículo 3 de la Ley 9/1987 establece con carácter general 2 que es requisito indispensable para el ejercicio de las profesiones colegiadas hallarse incorporado al Colegio correspondiente. La promulgación de la Constitución Española de 1978 supone un cambio radical en la situación legislativa sobre la materia. En primer término por cuanto se reconoce el derecho general de asociación , excluida en la Ley de 1964 para los funcionarios públicos, y se reconoce el derecho de sindicación de éstos, con las limitaciones previstas en el propio texto constitucional. Asimismo, el artículo 36 de la norma constitucional determina que la Ley regulará las peculiaridades propias del régimen jurídico de los Colegios Profesionales y el ejercicio de las profesiones tituladas. La Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical, que reconoce con carácter general el derecho de sindicación de los funcionarios públicos y la Ley 9/1987, de 12 de junio, de órganos de representación, determinación de las condiciones de trabajo y participación del personal al servicio de las administraciones públicas, que se dictó en cumplimiento del mandato contenido en el art. 103.3 de la C.E, vino a determinar que el único órgano de representación de los funcionarios públicos se residencia en las Juntas de Personal y en las Mesas Sectoriales. Por ello, tras la entrada en vigor de la expresada Ley 9/1987, y por si había alguna duda al respecto, el Colegio Nacional de Secretarios Judiciales, ya no podía ser considerado como tal, ya que a tenor de lo se establecía en el artículo 1. 3 de la Ley de Colegios Profesionales, aquél no podía ostentar la repesentación exclusiva de los Secretarios Judiciales, porque la misma se incardinaba en las referidas Juntas de Personal. Conscientes de esta situación, y a la vista de lo dispuesto en la Disposición Adicional Segunda de la Ley de Colegios Profesionales, que establecía que los Estatutos y demás disposiciones que regulan los Colegios de Funcionarios actualmente existentes se adaptarán en cuanto sea posible a lo establecido en la presente Ley, recogiendo las peculiaridades exigidas por la 3 función pública que ejerzan sus miembros, se produjo une modificación en el Reglamento del CNSJ el 1 de enero de 1993, y más recientemente, el 25 de octubre de 2004. La propia Disposición Adicional Segunda determina que estos Estatutos, cualquiera que sea el ámbito de los Colegios, y de los Consejos Generales, serán aprobados en todo caso por el Gobierno, a través del Ministerio correspondiente. Desconocemos si el llamado Colegio Nacional de Secretarios Judiciales ha obtenido en algún momento la correspondiente aprobación, pero es evidente que su actual Reglamento Interno contraviene lo dispuesto, no sólo en la Ley de Colegios Profesionales, sino también en la LOPJ y el Reglamento Orgánico de Secretarios Judiciales. Por no ser exhaustivos en la numeración de todas y cada una de las normas que entendemos contravienen la normativa vigente sobre la materia, destacamos algunos aspectos de las mismas. El artículo 1 del citado Reglamento sigue considerando al Colegio Nacional de Secretarios Judiciales como una corporación de derecho público que asume la representación profesional y democrática de todos los Secretarios Judiciales, cualquiera que sea su categoría, que se hallen afiliados al mismo. En principio, existe una clara trasgresión de lo preceptuado en el artículo 3 de La Ley de Colegios Profesionales, que exige la colegiación obligatoria para el ejercicio de una determinada profesión, lo que le convierte en Corporación de derecho público y le atribuye, en consecuencia, la representación profesional de ese colectivo. Pero el Reglamento, consciente de que la normativa vigente no contempla ni regula la obligatoriedad de colegiación de los Secretarios Judiciales, no sólo no la establece, sino que además dicha representatitividad la reduce a sus “afiliados”. Ni siquiera utiliza la terminología correcta que sería “colegiados”. Una entidad que solo representa a sus afiliados, no puede considerarse, por tanto, una corporación de derecho público en los términos previstos en la Ley 2/1974. 4 Su artículo 14, entre las competencias que atribuye a su Comisión Ejecutiva, en el apartado 18, encomienda la siguiente: Formar y conservar los expedientes de los Secretarios, con notas de sus vicisitudes, méritos y servicios, así como de las correcciones disciplinarias y, en su caso, de las sanciones que se les impusieren, a cuyo fin los jueces y Tribunales dirigirán a la Junta las comunicaciones oportunas. El apartado 16 del mismo artículo reza asimismo en los siguientes términos: Velar porque todos los Secretarios Judiciales, colegiados o no, así como sus sustitutos, cumplan los deberes de sus cargos, pudiendo obtener informaciones sobre su conducta profesional, dando cuenta en su caso al Ministerio de Justicia. Tales preceptos, en ningún caso han podido ser aprobados por el Ministerio de Justicia, ya que no sólo exceden a las previsiones legales, sino que vulneran los más elementales derechos a la intimidad. No existe una derogación expresa de dicha Corporación, pero resulta evidente que nos encontramos ante un supuesto de derogación tácita, ya que un Colegio Profesional, preconstitucional, tan sólo tendría sentido si la colegiación fuera obligatoria por ser el único instrumento que garantizara los intereses de los destinatarios de nuestra función, pero en nuestro caso, al tratarse de un ejercicio profesional al servicio de la propia Administración e integrado en una organización administrativa y por tanto de carácter público, esa garantía es asumida por la propia Administración, por lo que en ningún caso puede atribuirse al llamado Colegio Profesional ese control de legalidad de nuestra actuación frente a terceros. Por ello, el SiSeJ entiende que: la representación profesional de los Secretarios Judiciales corresponde a los Sindicatos y Asociaciones profesionales y no a ningún Colegio Profesional, porque si así lo hubiese querido el legislador lo habría hecho, tal y como ha sucedido al regular otras profesiones; que la entidad que está utilizando el nombre de Ilustre Colegio Nacional de Secretarios Judiciales, está haciéndolo indebidamente por no 5 corresponder dichas siglas con la realidad jurídica de lo que la Ley de Colegios Profesionales entiende como tales; que esta actuación puede, y de hecho produce, confusión, por cuanto se da la apariencia, frente a los propios Secretarios Judiciales y frente a la sociedad, de ser una Corporación de Derecho público que representa e integra a todos los Secretarios Judiciales, cuando lo cierto es que sólo ostenta la representación de una parte de los mismos Por todo el, Sindicato de Secretarios Judiciales ha solicitado del Ministerio de Justicia que 1º.-Compruebe si el Reglamento Interno del llamado Ilustre Colegio Nacional de Secretarios Judiciales, de 25 de octubre de 2004 ha sido objeto de aprobación por ese Ministerio de Justicia. 2º.-Que si así ha sido, deje sin efecto la referida aprobación por ser contraria a las Leyes Orgánicas y Ordinarias citadas. 3º.-Que en consecuencia, en uno u otro caso, inste a dicha entidad a que deje de utilizar dicha denominación y adapte su configuración jurídica a cualquiera de las fórmulas que contempla nuestro Reglamento Orgánico dentro de la legalidad vigente. Valencia a 21de mayo de 2007 6