LESIONES EN EL BALONCESTO “Gasol sufre una rotura parcial de metatarsiano y no jugará la final”. Así titulaban la mayoría de los periódicos españoles y la prensa internacional sus portadas en el año 2006 cuando se disputaba el Mundobasket de Japón. Aún así, sin la ayuda de uno de los mejores jugadores de baloncesto españoles de la historia, España se hizo con el oro ante Grecia y comenzó una época dorada para el baloncesto español. El baloncesto, como lo conocemos en la actualidad, fue creado por un profesor de educación física canadiense llamado James Naismith. Se practica en una cancha, que puede estar cubierta o al aire libre, con dos canastas y con dos equipos de 5 participantes regidos por una serie de reglas. El objetivo principal es encestar la pelota en la canasta. Se juegan 4 tiempos de 10 minutos cada uno y es uno de los deportes más populares y practicados por deportistas amateurs junto con el fútbol. Las características de este deporte, donde se producen aceleraciones y desaceleraciones bruscas, saltos, cambios de dirección, etc. determinan las lesiones que se producen en el baloncesto. Las estadísticas demuestran que las patologías más frecuentes se producen en las rodillas y en los tobillos por torsión o por una fuerza lateral, siendo la más habitual el esguince de tobillo. Vamos a repasar las lesiones más comunes en los jugadores de baloncesto según la zona del cuerpo. Si comenzamos por el pie son muy habituales las metatarsalgias, es decir, el dolor en los metatarsianos, ya que, aproximadamente, el 60% de las personas que miden por encima de 1,95 cm tienen el pie cavo (el arco plantar muy pronunciado), esto hace que los metatarsianos estén muy verticales y la sobrecarga del salto los hace particularmente dolorosos llegando a provocar incluso la fractura de los mismos. Por la misma razón, son usuales las talalgias y las fascitis plantares ( la fascia en una especie de tela que cubre la musculatura plantar) ya que la planta del pie está muy solicitada y soporta una gran tensión. Tendinopatías en el tibial posterior, anterior, peroneos y tendón de Aquiles son muy frecuentes en estos jugadores. Un tipo de lesión menor son los dolores en el dorso del pie provocados, fundamentalmente, por pisotones de otro jugador. Como anteriormente hemos señalado son muy frecuentes, las lesiones de tobillos, por ser una región muy vulnerable, principalmente las lesiones ligamentosas correspondientes al ligamento lateral externo. En la rodilla destaca, por encima de cualquier otra, la “rodilla del saltador” que se refiere a las tendinopatías en el tendón y ligamento rotuliano debido al mecanismo repetitivo del salto ya que son están estructuras las que soportan la mayor parte de la tensión. En la rodilla se producen, también, problemas meniscales por las torsiones que soporta la rodilla en los cambios direccionales que realizan los participantes durante el encuentro. En el muslo son comunes las roturas fibrilares y los famosos “bocadillos”, es decir, contusiones producidas por golpes directos que generan un edema muscular. En el miembro superior, la peor parte se la llevan los dedos de las manos que sufren capsulitis (inflamaciones de las capsulas que rodean las articulaciones), luxaciones (fundamentalmente del pulgar y dedo medio), artritis traumáticas por golpes con la pelota en los robos de balón o en la recepción de un pase, fracturas del escafoides ( un pequeño hueso de la muñeca) por caídas sobre la mano y luxaciones de hombro también por caídas. En la cabeza son frecuentes las heridas inciso-contusas en cejas, labios y mentón, fracturas de los dientes y fracturas –luxaciones de los huesos de la nariz. Las lesiones más habituales en el tronco son las lumbalgias y hernias discales en esta zona por sobrecargas y caídas tras desequilibrios en los saltos. Como se puede comprobar son múltiples y variadas las lesiones propias del baloncesto. Algunas de ellas no se pueden prevenir por los propios lances del juego pero con un buen calentamiento (aunque el partido se dispute entre amigos) y una serie de estiramientos, en este caso, tanto de miembros inferiores como de miembros superiores por la obvia implicación de los mismos, antes y después del partido nos van a ayudar a evitar muchas lesiones. ¡Y………qué gane el mejor!