Una nueva prueba detecta las cepas resistentes del VIH Bioética y pastoral de la vida / Consecuencias del Sida y de las enfermedades venéreas Por: Sinsida | Fuente: sinsida.com El desarrollo de cepas resistentes a los fármacos es uno de los principales motivos por los que fracasa la terapia contra el sida. Esto podría ayudar a los expertos a elegir el tratamiento más adecuado. Los virus resistentes a los fármacos aparecen en color verde. El desarrollo de cepas resistentes a los fármacos es uno de los principales motivos por los que fracasa la terapia contra el sida. Una nueva prueba, desarrollada por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke (EEUU), permite identificar estas cepas en la sangre del infectado. La herramienta podría ayudar a los expertos a elegir el tratamiento más adecuado para cada paciente e impulsar el hallazgo de medicinas más eficaces. Esta prueba, la más eficaz de las que existen hasta la fecha, detecta las mutaciones y los cambios genéticos que se producen en el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), lo que puede servir a los científicos para comprender cómo el virus desarrolla constantemente resistencias. El doctor Feng Gao, profesor de medicina y uno de los artífices de este descubrimiento, que se publicará en el número de febrero de la revista ‘Nature Methods’, explica que "los genes del VIH mutan fácilmente y el virus se reproduce muy rápido, por lo que la mayoría de los infectados tienen muchas formas diferentes del virus en su organismo". Según Gao, "en algunos casos las cepas mutadas adquieren nuevas propiedades que las hacen más resistentes a los fármacos utilizados normalmente contra la infección". El trabajo señala que una cepa que desarrolla resistencias crecerá más rápidamente que las otras y se replicará hasta convertirse en la más prominente en el organismo del paciente. Por lo tanto, la terapia terminará fracasando. La prueba de los investigadores de Duke examina los genes de las cepas del VIH y busca mutaciones. Para evaluar su eficacia, el equipo analizó las muestras sanguíneas de tres grupos distintos de pacientes: los que nunca habían recibido tratamiento antirretroviral, los que habían sido tratados pero en la actualidad no tomaban nada y aquellos que estaban en terapia pero ésta no era completamente eficaz. 1.000 veces más sensible Después de procesar las muestras sanguíneas y de aislar el material genético de cada una de ellas, los autores añadieron etiquetas fluorescentes para identificar los genes. Las de color verde identificaban aquellos genes mutados que podían desarrollar resistencias mientras que las de color rojo señalaban los genes que no habían mutado. Gracias a un complejo sistema informático los investigadores podían contar el número de moléculas rojas y verdes en cada muestra. De esta forma vieron que el test era capaz de detectar una mutación del virus entre 10.000 genes no mutados, un nivel de sensibilidad 1.000 veces mayor que las pruebas que existen ahora en el mercado para detectar resistencias. La nueva prueba también puede detectar si una molécula tiene más de una mutación, algo muy útil para saber qué cepas del virus se han vuelto resistentes a múltiples fármacos y no sólo a uno. La Universidad de Duke ya dispone de una patente provisional para esta tecnología y los investigadores están pensando en establecer una nueva compañía para impulsar su desarrollo o bien ceder la licencia a una empresa ya existente.