El deber cuidado frente al derecho a morir

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El deber cuidado frente
al derecho a morir
Mary Susan Carrasco Navarrete*
RESUMEN
Esta investigación tuvo dos objetivos: describir y analizar los dilemas éticos que enfrenta la enfermera en la Unidad
de Cuidados Intensivos (UCI). Se aplicó una metodología cualitativo-descriptiva y se empleó como instrumento
una entrevista semiestructurada a una muestra de nueve enfermeras de UCI de un hospital de Chiclayo (Perú). Los
datos recolectados fueron procesados por análisis de contenido temático, basado en los principios éticos de
Sgreccia. Se llegó al siguiente resultado: el cuidado brindado por las enfermeras de UCI gira en torno a la dignidad
de la persona que debe ser respetada y protegida en todas sus fases del ciclo vital.
Palabras clave: dilemas éticos, cuidar, cuidado, enfermera, cuidados intensivos.
ABSTRACT
The objectives of this research were to describe and analyze ethical dilemmas faced by the nurse in the Intensive
Care Unit (ICU). We applied a qualitative methodology and descriptive and used as a semistructured instrument to
a sample of nine nurses from the ICU of a hospital in Lima (Peru). The collected data were processed by thematic
content analysis, based on ethical principles Sgreccia. It was the following result: the care provided by ICU nurses
focuses on the dignity of the person to be respected and protected at all stages of the lifecycle.
Keywords: ethical dilemmas, caring, care, nurse, intensive care
INTRODUCCIÓN
El avance de la ciencia y la tecnología en el campo
de la Medicina está facilitando un frecuente
perfeccionamiento de los cuidados enfermeros y
sitúa a los profesionales ante dilemas éticos cuya
solución podría afectar la dignidad humana de los
sujetos, en especial, cuando el paciente en estado
crítico se encuentra en una etapa final de su
existencia. En esta etapa,
se produce una
confrontación entre el deber cuidado del
profesional de enfermería y el derecho a morir que
clama el paciente o la familia.
En tales circunstancias, las decisiones adoptadas
por el profesional enfermero exigen calidad
profesional fundamentada en la razón ética, que
valore la dignidad de las personas. Pues a medida
que progresa la ciencia y la tecnología, aumenta su
campo de acción. Por tanto, exige una formación
profesional y un conocimiento del hombre acorde
con su naturaleza espiritual y trascendente. Pastor
asegura que la dignidad del hombre no está en ese
1
avance, sino en el hombre mismo.
Como se argumenta en la investigación cualitativa,
2
realizada por Amaro en el año 2004, “Toma de
decisiones éticas aplicada a la especialidad de
Enfermería”. En este trabajo de investigación, se
señala que no basta tomar en cuenta la dimensión
técnica para evaluar la calidad de la atención de
enfermería, sino que es imprescindible acompañar
este análisis de una valoración de la conducta moral
de los profesionales de la salud.
* Maestría en Ciencias de la Enfermería, Máster en Bioética. E-mail mcarrrasco@usat.edu.pe .
APUNTES DE BIOÉTICA / JULIO 2011
En este sentido, la enfermera que trabaja en las
unidades de cuidados intensivos requiere de una
formación científica y humanística constante, pues
la aparición de nuevas técnicas que fortalecen y
prolongan la calidad de vida traen consigo
situaciones conflictivas como las encontradas en la
investigación realizada por Roser Valls Molins
(2006)3. En este trabajo de investigación, se
identifican los dilemas más frecuentes en los
profesionales de Enfermería. Se destacan, según
prioridad, los siguientes: "Derecho a morir con
dignidad"(28.15%), "Derecho a la información de los
pacientes"(13.59%), "Calidad de los servicios
o f r e c i d o s " ( 13 . 5 9 % ) , " E x p e r i m e n t a c i ó n
humana"(8.73%), seguida de "Calidad de
Vida"(6.79%), "Atención a pacientes difíciles o con
VIH positivo"(5.82%), "Responsabilidad"(5.82%) y
"Atención a los pacientes con dolor"(4.85%). Estos
indicadores podrían verse reflejados en las frases
que la investigadora pudo escuchar: “…está en
muerte cerebral. Hay que administrarle la terapia
mínima”…Si fallece, me avisan para constatar el
fallecimiento…. “Bueno, ya tiene 92 años, ya vivió”, “Se le
debe dejar morir tranquilo”… Se evidencia, pues,
algunas veces, que frente a esta situación los
puntos de vista se contraponen con los de la
familia, pues ellos insisten y refieren: “Haga todo lo
posible por recuperar a mi padre”.
Cabe mencionar que la enfermera, muchas veces,
puede identificar cuando un paciente, según la
evolución de su enfermedad, ya no se va a
recuperar, y considera que el tiempo dedicado a
él podría estar restando el cuidado a otro
paciente con mayores posibilidades de
sobrevivencia. Esto podría conducirla a
cuestionarse: ¿pero si va a morir…, le daré
cuidados mínimos o tendré que cumplir con
todas las indicaciones médicas?
Otras veces, se han escuchado frases como: ¡Pero si
está en muerte cerebral!, ¿por qué lo han instalado al
ventilador? “Estamos ventilando un cadáver”. En
otras oportunidades, frente a la gravedad del
paciente, el médico ordenaba lo siguiente: “Ciérrale la
dopamina; ya no hay nada que hacer”… Pero, según la
valoración de la enfermera, se suscitaba una
contradicción y expresaba: “Parece que se está
recuperando; su Glasgow ha subido a 5,….Intenta
parpadear cuando se le aspira”. Ante estas situaciones, cabría preguntarse: ¿Quién retira el ventilador a una persona en muerte cerebral que no es
donante de órganos? ¿Será correcto retirarlo? ¿Qué
tan ético es seguir cuidando a este paciente en muerte
cerebral? ¿Será importante conocer los dilemas éticos
en el cuidar / cuidado de las enfermeras que laboran
en la Unidad de Cuidados Intensivos?
Ante dicha realidad problemática, se planteó la
siguiente pregunta de investigación: ¿Qué dilemas
éticos en el cuidar / cuidado enfrenta la enfermera
que labora en la Unidad de Cuidados Intensivos
(UCI)? Se consideraron estos dilemas como objeto
de estudio y se establecieron los siguientes
objetivos: describir y analizar los dilemas éticos y la
actitud en el cuidar / cuidado de la enfermera en la
Unidad de Cuidados Intensivos.
41
El deber cuidado frente al derecho a morir / Mary Susan Carrasco Navarrete
METODOLOGÍA
La investigación se abordó desde la perspectiva
cualitativo–descr iptiva. Se descr ibieron,
clasificaron, interpretaron y analizaron los
acontecimientos, hechos y fenómenos relacionados
con dilemas éticos que las enfermeras enfrentan
durante el cuidar/cuidado en la UCI de un Hospital
de Chiclayo. Para ello, se aplicó, previo
consentimiento informado, la entrevista
semiestructurada. Los datos fueron procesados por
Análisis temático, basado en Lupicinio y se procesó
en tres etapas: preanálisis, codificación y
categorización.
ANÁLISIS Y DISCUSIÓN
para vivir y morir como auténticas personas. La
dignidad de la persona humana lleva a considerar al
otro como un ser digno del máximo respeto y
cuidado.4
Por tanto, todos tienen derecho a morir con
dignidad. Esto no significa que las personas se
procuren la muerte cuando se sientan seres
inservibles o como una sobrecarga para los demás.
Pues, cuando se habla de derecho a morir, se refiere
a la forma en la que se ha de morir, rodeado de seres
queridos, en un ambiente familiar, con la
tranquilidad de estar esperando la muerte como
parte de nuestra finitud humana. Sin embargo, hoy
en día, el término derecho a morir se ha tergiversado
y ha ocasionando opiniones contradictorias en
nuestra sociedad y, en especial, en los integrantes
del equipo de Salud.
5
Las enfermeras que laboran en la Unidad de
Cuidados Intensivos (UCI) enfrentan el dilema
ético entre el deber-cuidado frente al derechomorir. Frente a este dilema, muchas veces adoptan
medidas de cuidado vital, acompañando la muerte
digna de la persona. Pues el actuar del profesional
de enfermería gira en torno a la dignidad no solo
en la vida, la muerte o la existencia, sino que va
mucho más allá de las propias consideraciones y de
la apariencia, ya que esta viene implícita en la
condición de ser humano: ¿Quién le da la dignidad
de persona y, por tanto, de todo su quehacer como
ser humano? ¿De dónde procede y a dónde va? ¿A
quién pertenece su vida? Ciertamente, la respuesta a
estas preguntas, condiciona el actuar en todos los
ámbitos, incluyendo lo profesional, determinada
por la legislación y el trato interpersonal, de tal
forma que al ser humano enfermo ya no se lo cuide
por lo que tiene, sino por lo que es, como persona. La
dignidad del ser humano es un valor radical. Por
eso, se le debe brindar un cuidado integral y digno
42
Vico argumenta que la asistencia a bien morir se
basa en el derecho a morir con dignidad, y lleva
consigo el acompañamiento a los moribundos por
medio de una presencia atenta y afectuosa, además
de la mitigación de los dolores que, si bien
disminuyen la conciencia del paciente, permiten
que viva con paz sus últimos momentos.
Por el contario, hay quienes creen que el derecho a
morir se relaciona a una muerte libremente elegida
por el paciente o familiares, secundada por quienes
lo cuidan. A este tipo de muerte, Thomas y Garrido 6
denominan eutanasia. Esta supone la conformidad
con las peticiones libres y reiteradas de una persona
que ve acortada su existencia por circunstancias
físicas o mentales.
De esta manera, todos los problemas éticos
planteados a diario en una Unidad de Cuidados
Intensivos (UCI), como las decisiones concernientes
al inicio o retiro de medios de soporte vital, son en
ciertos casos las más dramáticas y difíciles de
APUNTES DE BIOÉTICA / JULIO 2011
justificar. Las técnicas, aunque resulten altamente
invasivas y supongan serios riesgos para el paciente
por su misma implementación, son validadas por la
práctica clínica bajo estándares establecidos ante
determinadas situaciones biológicas, como técnicas
de mayor beneficio que riesgo. El problema se
presenta cuando la situación del paciente no
permite efectuar este balance, lo cual no es
infrecuente en una UCI, donde las características
del paciente crítico son la complejidad de sus
7
afecciones y la inestabilidad de su estado . Y esto
también se ve reflejado en el cuidado brindado por
la enfermera que las conduce a expresar:
El retiro de algunas terapias, la limitación de los esfuerzos
terapéuticos: ¿cuándo hacerlo?,¿en qué momento debemos o no
hacer el retiro del ventilador mecánico a un paciente
irrecuperable?..., y este se necesita para otro paciente con
posibilidades de recuperación. Allí entonces entras en un
dilema ético,….Es un problema que yo sola no puedo resolver,
una decisión que tengo que tomar, pero que estoy en duda y
necesito confrontarlo con otra persona o un grupo de personas
para que me ayuden a decidir lo que debo hacer... (rosa 3)
En el discurso, podemos evidenciar cómo las
enfermeras intensivistas se cuestionan si deberían o
no proceder al retiro de esfuerzos terapéuticos, pues
poseen el dominio y manejo de tecnologías. Ante
estas situaciones, se sienten impedidas a realizar o
ejecutar una decisión y solicitan ser ayudadas. Al
5
respecto, Vico manifiesta que los profesionales de
la salud son cada día más hábiles en el manejo de los
aparatos y en la utilización de técnicas complejas,
pero a menudo se sienten desprovistos y
desarmados de cara a la angustia y soledad de los
pacientes críticos en fase terminal e incapaces de
decidir lo que deberían realizar, puesto que no han
sido preparados para ello.
Sin embargo, frente al dilema de retirar o no el
ventilador, los sujetos de estudio consideran la
necesidad de favorecer el sentido humano y
religioso del morir, tal como se evidencia en el
siguiente discurso:
….retirar o mantenerlo a este paciente que evoluciona
desfavorablemente y va llegando a muerte cerebral… ya no
tiene probabilidades de vida... … y la indicación dice hay
que retirarlo del ventilador: ya no hay nada que hacer.
Bueno, el principio es de conservar la vida hasta que Dios
decida lo contrario... (geranio -4)
Las enfermeras, sabiendo la imposibilidad de
recuperar a un paciente en muerte cerebral,
reflexionan sobre su cuidado, pues son conscientes
de su deber de conservar la vida hasta la muerte
natural y anteponen una decisión divina como
dueña de la vida hasta finalizarla. Son conscientes
de que el estado crítico del paciente es irreversible
y sería ilógico continuar sosteniendo la vida. Así lo
5
sustenta Vico cuando refiere que no existe
obligación ética de prolongar la vida por el solo
hecho de ser médicamente posible. No todo lo que
43
El deber cuidado frente al derecho a morir / Mary Susan Carrasco Navarrete
es técnicamente posible es éticamente razonable. La
técnica es una posibilidad humana que debe
actualizarse en la medida que conduzca a la
humanización del hombre.
Por otro lado, al asumir el deber de conservar la
vida hasta su muerte natural, las enfermeras
ofrecen un cuidado humanizado, porque tienen en
sus manos a la persona humana en estado muy
crítico que requiere cuidado esmerado. Así, se
expresa en el discurso:
…cuando un paciente está en muerte cerebral, este paciente
todavía es un ser humano y, por tanto, se le debe respetar
hasta lo último como ser humano…se le debe brindar los
cuidados cubriendo sus necesidades básicas….porque…Dios
nos ha dado la vida para protegerla y pienso que el mismo
debe quitarla y no las personas que estamos al cuidado de ese
paciente…. (margarita 9)
Estas expresiones evidencian el dilema interpelado
por las enfermeras, frente a los pacientes con
pronóstico irreversible, sometido a terapia de apoyo
vital, donde se cuestionan, los cuidados y la
tecnología utilizados, los cuales van dirigidos a
incrementar la confortabilidad y el bienestar del
paciente, como cambios posturales, cuidados de la
piel, de la boca, entre otros.
Estas apreciaciones de las enfermeras concuerdan
con Waldow 8 cuando argumenta que toda acción es
buena cuando la actitud de la enfermera tiene como
objetivo lograr el bienestar del otro, su desarrollo y
su plenitud de forma integral y, además, el
profesional de Enfermería no se limita solo a una
acción técnica, en el sentido de ejecutar un
procedimiento, sino también es expresado de forma
actitudinal, relacional, existencial. Pues el ser
humano se confronta consigo mismo solo en
relación con otro ser humano. Se destaca la
consideración de la persona como un todo y
44
constituye un orden ético para la enfermería, de tal
forma que se convierte en un valor profesional y
personal, de central importancia que provee
patrones normativos para gobernar las acciones y
las actitudes en relación a los pacientes.
Igualmente, es importante considerar que durante
el proceso del cuidado es necesario contar con la
disponibilidad de soporte vital, al alcance de
cualquier paciente que ingrese en una UCI. Pero, a
partir de un cierto momento o en determinadas
situaciones, este tratamiento puede tener
consecuencias desfavorables y altamente
maleficentes tanto para el enfermo como para los
familiares. Esto no es difícil de reconocer en
aquellos pacientes en los que se ha logrado
prolongar la vida, pero que se mantienen sin
esperanza de recuperación en la UCI.
Asimismo, si se ha logrado diagnosticar con
razonable certeza la irreversibilidad del estado
crítico de un paciente que ha evolucionado a una
fase terminal, ya no existen, o no deberían existir,
razones para dudar de la moralidad de la no
aplicación de medidas de soporte vital. Es claro que
la decisión está en el cómo se realiza la limitación
terapéutica de modo que se respeten los bienes
ontológicos de la persona humana de la cual
emanan los principios morales 9 y, por tanto, el
profesional de Enfermería deberá seguir brindando
cuidados y acompañamiento al enfermo y a su familia
hasta el final. Pero cuando estos conocimientos son
insuficientes, puede darse el caso en que la enfermera
entre en contradicción frente al tratamiento invasivo
fútil y un cuidado hacia la muerte digna, tal como lo
expresa el siguiente discurso:
…desconectar al paciente…con muerte cerebral…del
ventilador...que prácticamente está esperando la muerte…y
nosotros nos encarnizamos. Pero la otra posibilidad de poder
darle una muerte digna, no someterlo a más procedimientos
APUNTES DE BIOÉTICA / JULIO 2011
invasivos, entubarlo, sobre agregarlo de drogas, hacerle un
drenaje, colocar un catéter, o no invadirlo más, no
maltratarlo , y que la familia en el momento de entrar no lo
vean tan maltratado…(tulipan2)
Una vez más vemos el dilema planteado por las
enfermeras que laboran en la UCI; ellas son
conscientes de la difícil recuperación del paciente y
se cuestionan, frente a la indicación médica, el uso
de tecnologías y procedimientos invasivos. Esto
queda sustentado en lo manifestado por Bermejo10
.El progreso de la técnica diagnóstica y terapéutica
de los últimos 20 años es notablemente beneficiosa,
pues permite la prolongación de la vida,
disminución del dolor, etc.; sin embargo, puede
conllevar a graves inconvenientes y convertir al
enfermo en una máquina corporal averiada, y al
profesional de la salud, en un mecánico, y a
aumentar de forma progresiva la separación entre
ambos; solo se encuentran unidos por aparatos,
tubos y demás instrumentos terapéuticos.
A pesar de lo expresado por el autor, los sujetos de
investigación son seres sensibles, pues en lo posible
cuidan con responsabilidad ética a esos pacientes, se
preocupan por ellos y sus familiares. Asumiendo
esta preocupación como un deber moral y no
únicamente como un sentimiento, Torralba 13 señala
que cuando se tienen en cuenta estos aspectos en el
cuidado, se evitaría caer en el dilema que se expresa
a continuación:
Cuando hay personas con signos de muerte cerebral y nos
indican tratamiento limitado y bueno…nos da pena ver al
paciente que está conectado al ventilador y con
medicamentos…sabiendo que en una muerte cerebral, el
paciente…no va a recuperarse…está en paro
cardiorrespiratorio y, sin embargo, seguimos nosotras con el
ventilador, los medicamentos, y sabemos que ya no cumple
ninguna función. Es un dilema para nosotras el hecho de
seguir administrando todos esos medicamentos y el
procedimiento de mantenerlo con el ventilador mecánico y
nos encontramos en una disyuntiva de retirarlo… (jazmin5).
Las enfermeras expresan sensibilidad frente al
sufrimiento de los pacientes hospitalizados en la
UCI , lo cual les lleva a cuestionarse sobre los
cuidados a las personas diagnosticadas en muerte
cerebral. Ellas persisten en satisfacer necesidades
básicas y piensan que es innecesaria la utilización de
terapias desproporcionadas y fútiles. Además, son
conscientes de que en estos pacientes ya no hay vida
y, por lo tanto, ya no se les debe realizar
procedimientos invasivos que atentan contra la
dignidad de la persona. Pues, a pesar de que ya no
son sujetos de derechos, no significa que no se les
deba proporcionar una muerte digna. Sin embargo,
estas reflexiones cambian cuando este paciente que
está en muerte cerebral es un potencial donante de
órganos, como se evidencia en el discurso:
…cuando el paciente está con muerte cerebral,… ya no hay
vida pero de todas maneras tienes que cuidarlo… ¿quién
retira del ventilador? …Diferente es en el caso de los
donadores de órganos. Tiene que mantenerlo, sobre todo, sus
funciones vitales…que pueden beneficiar a otro ser humano,
por eso, lo tenemos que cuidar... (gardenia 6)
Este discurso muestra los cuidados a estos donantes
cadavéricos en quienes sí se justifica la utilización de
terapias que aseguren la funcionabilidad de los
órganos en donación. Efectivamente, para que los
sujetos de investigación logren tomar una decisión
acertada frente a los dilemas antes mencionados,
deberán contar con fundamentos científicos de sus
acciones, integrar el saber biológico, junto al saber
antropológico y filosófico, que describe la realidad
11
del hombre como ser humano .
La falta de aplicación de medidas de soporte vital o
la suspensión de ellas deben estar en concordancia
45
El deber cuidado frente al derecho a morir / Mary Susan Carrasco Navarrete
a los procesos cuando un paciente entra en estado
irreversible, para su aplicación en un orden
gradual, de forma tal que no exista el “desenchufar”
o el “desconectar” brusco de los pacientes de los
medios de apoyo vital.
Por ello, es importante que los sujetos de investigación
conozcan el proceso de limitación de medios de
apoyo vital. Dicho proceso suele empezar con la
suspensión de relajantes, luego la interrupción de la
infusión de drogas vaso activas, después cada 30
minutos se procederá al retiro de cada uno de los
ítems indicados: patrón de inversión,
inspiración/espiración en la ventilación mecánica,
eliminación de la presión positiva, espiratoria final
hasta llevar la fracción inspirada de oxígeno a 0.21,
disminución de volúmenes respiratorios en un 50% y,
en un paso ulterior, eventual retiro de la ventilación
mecánica. Al aplicar estas secuencias, se produce el
cese de las funciones y no habrá necesidad de retirar la
ventilación mecánica. Lógicamente, se seguirá
evaluando, por si se detecte respuesta en el paciente.
En caso contrario, se continuará la terapéutica, puesto
que en algunos casos se observarán mejorías en los
pacientes, tal como lo menciona Castillo Valery12.
Ahora bien, el contenido del cuidado de la
enfermera no se circunscribe únicamente al
tratamiento médico, sino que se extiende a la ayuda,
en la vida cotidiana del paciente, a la recuperación
de la salud, la promoción y mantener hábitos de
vida saludable o a vivir la muerte con dignidad8. Así
lo demuestran los siguientes discursos:
La actitud de la enfermera debe ser firme cuando se trata de
cortar la vida de forma brusca a un paciente por más que
tenga diagnóstico desfavorable… dejar que siga la secuencia
normal… ,o sea, no avanzar la muerte, no hacerle eutanasia,
porque imagínate si fuéramos nosotros,..Nunca he retirado el
ventilador, solamente se ha sacado a parámetros fisiológicos y
bueno se espera hasta que el organismo diga basta…
46
(gardenia 6)
En este discurso, vemos la postura de las enfermeras
de la UCI quienes defienden la vida y la muerte
natural de los pacientes en estado crítico cuando
ingresan a una fase terminal. Esto se fundamenta en
lo referido por Antón 15, quien detalla que el cuidado
ético conlleva a la interacción, trato humanizado y
contacto moral entre dos personas. Respeto por la
vida y los derechos del ser humano son
circunstancias fundamentales de la enfermería,
cuya misión es cuidar, es decir, proveer de un
servicio específico y diferenciado a la sociedad e
indispensable para la promoción de una vida o
muerte digna. Lo referido también podemos
evidenciarlo en la siguiente expresión:
…desde las 10 p.m. hasta las 2 a.m. estaba reanimando a un
lactante..., se le administraba, atropina, adrenalina hasta
que yo dije: hasta qué hora voy a seguir haciendo esto. El
médico me contestó: hasta que llegue el familiar... porque él
quería que el abuelo lo vea reanimándolo y nunca llegó el
abuelo hasta las 4am...pues hasta esa hora, no le íbamos a
estar colocando la atropina y la adrenalina…yo le dije al
médico: ya no quiero estar aquí. Lo dejé solo
prácticamente(clavel7)...
En este discurso, se puede identificar el actuar de la
enfermera de las Unidades de Cuidados Intensivos.
Se evidencia, pues, el cuidado a través de la
realización de acciones libres y conscientes que
determinan su modo de ser y la conducen a cuidar
con responsabilidad. Conoce los principios, criterios,
valores y derechos humanos dirigidos a defender la
vida, la dignidad de la persona. Y que la enfermedad,
el dolor o el sufrimiento son parte de la existencia
permitidos por un Ser superior, dueño de la vida y de
la muerte. Esta postura adoptada por el profesional de
Enfermería evidencia que la ética está asociada con
frecuencia a comportamientos y acciones, como
afirma Waldow8 , pues la presencia durante el
APUNTES DE BIOÉTICA / JULIO 2011
cuidado, afirma la humanidad del paciente y de la
cuidadora en donde esta se guía por su criterio
profesional y científico6 propio del perfil de la
enfermera intensivista y no solo confronta el saber
científico, sino que se cuestiona y trata en lo posible de
buscar la decisión más idónea para solucionar el
dilema presentado en su ejercicio profesional.
Con respecto a los cuestionamientos planteados por
la enfermera frente a la muerte, se puede decir que
esta es una etapa final del hombre y forma parte de su
vida, a diferencia de otras realidades humanas como
la enfermedad. En este sentido, la reflexión ponderada sobre esto contribuirá a brindar un cuidado humanizado y una muerte digna a la persona doliente.
La muerte digna de la persona en estado crítico queda
fundamentada en lo que Lucas13 expresa: “No debe
ponerse en acto ningún procedimiento para acelerar la
muerte. Se debe evitar toda forma de eutanasia tanto
activa como pasiva. No se está obligado practicar
cuidados extraordinarios, que en algunos casos
podrían derivar en encarnizamiento terapéutico, con
el efecto de atormentar al enfermo y, en algunos casos,
ser ofensivos a su dignidad. No se está obligado a
adoptar medios extraordinarios para prolongar
artificialmente la vida cuando se sabe con certeza de
que el enfermo no tiene ninguna posibilidad de
restablecerse. Sí, está obligado a ofrecer los cuidados
ordinarios para dar al enfermo alivio físico y
psicológico: alimentación, medicinas y analgésicos
adecuados, ayuda a la respiración. La extracción de
órganos para trasplante puede realizarse solo después
de que haya certificado muerte cerebral”.
La vida humana es la vida de una persona, unidad
corpórea espiritual. No solamente es BIOS, pero
tampoco espíritu puro. La vida humana es la vida de
13
un espíritu encarnado . Por consiguiente, cuando
un paciente entra en muerte cerebral, se produce la
pérdida total e irreversible de la unidad funcional
del organismo e imposibilita la capacidad de
integrar y coordinar funciones físicas y mentales,
pero este cese no expresa la globalidad de nuestra
humanidad. Por sí solas, tales funciones no
constituyen el sujeto humano, ni como facultades ni
mucho menos como actos puestos por ellas. En este
sentido, la enfermera debe asumir una decisión
basada en un razonamiento ético y considerar los
siguientes criterios de la muerte cerebral: cese
irreversible de todo el tallo cerebral, con devastación traumática del mismo, con imposibilidad para
mantener la ventilación espontánea y la existencia
de paro cardiocirculatorio prolongado, ausencia de
reflejos desde el punto de vista neurológicos,
comprobado por un lapso de seis horas, y la
imposibilidad de regeneración de las células
cerebrales13. Con estas consideraciones, la decisión
ejecutada será ética. En caso contrario, podrá entrar
en otros dilemas éticos.
CONSIDERACIONES FINALES
Esta investigación resaltó que la dignidad de la persona
debe ser respetada y protegida en todas sus fases del
ciclo vital. El respeto a la dignidad de la persona debe
dirigir el actuar de los profesionales de la salud, en
especial, de las enfermeras que laboran en la Unidad de
Cuidados Intensivos (UCI). Por tanto, se debe cuidar al
ser humano no por la patología, sino por lo que es:
persona de máximo respeto y cuidado. Solo así las
enfermeras de la UCI proporcionarán un ambiente
apto con presencia de familiares e integrantes del equipo de salud y evitarán encontrarse con dilemas. Por otro
lado, no existe el derecho a morir, sino el derecho a morir con dignidad en el caso de las personas en estado de
gravedad rodeada de sus familiares y con la pre-sencia
activa y humanizadora de la enfermera. Cuando no se
consideran estos aspectos, las enfermeras entran en
dilemas y optan por medidas de cuidado vital. Los participantes de la investigación son conscientes de la di-
47
El deber cuidado frente al derecho a morir / Mary Susan Carrasco Navarrete
fícil decisión de iniciar o retirar un apoyo vital, y precisan que las enfermeras intensivistas no solo posean
habilidades cognitivas, sino también destrezas en el
manejo y aplicación de técnicas complejas e integren la
ciencia, tecnología, ética, bioética y humanismo.
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