NEWSLETTER LABORAL JUNIO 2014 Alcohol y drogas en el ámbito laboral LUPICINIO RODRIGUEZ Socio Director PATRICIA ARIAS Responsable Departamento Laboral La regulación española sobre los exámenes médicos para la detección de alcohol o drogas realizados a los trabajadores en el ámbito laboral cuenta con una gran protección hacia los mismos, limitando su control en aquellos casos en los que, debido al tipo de trabajo que desempeñen, pueda suponer un riesgo para su salud y por esta razón se debe verificar la misma mediante controles periódicos, o porque debido al puesto desempeñado por el trabajador, pueda generar riesgos tanto para el mismo como para terceros. El artículo 54.2 letra f) del Estatuto de los Trabajadores establece como causa de despido disciplinario: “La embriaguez habitual o toxicomanía si repercute habitualmente en el trabajo”. Atendiendo a la letra del citado artículo, dos son los requisitos que han de concurrir para que se pueda proceder a la extinción contractual en estos supuestos: (i) que dicho comportamiento se lleve a cabo de manera habitual y (ii) que incida o repercuta negativamente en la prestación de servicios. No obstante lo anterior, en algunos sectores productivos en los que la actividad se puede catalogar de peligrosa, podemos encontrarnos normas sectoriales que tipifican el consumo de dichas sustancias como falta muy grave pudiéndose por tanto acometer el despido disciplinario sin necesidad de exigir habitualidad en este comportamiento. En cuanto a la posesión de estupefacientes por parte de los trabajadores en el centro de trabajo, habrá que diferenciar dos supuestos: Que se halle una cantidad importante de droga guardada en las instalaciones de la empresa. En este caso e independientemente de que la posesión de estas sustancias suponga una incidencia negativa o perjuicio en la actividad profesional del trabajador, será causa de despido disciplinario (TSJ Cantabria 25-2-00, EDJ 5191) No será en cambio causa de despido la posesión de estupefacientes por parte de los trabajadores para consumo propio, siempre y cuando éstas no afecten de manera significativa y directa al orden laboral (TSJ Madrid 13-2-1991, Rec 4013/90, TSJ Málaga 7-10-1993. Rec 573/93). En cuanto a la regulación de los controles médicos en los que se puede detectar este tipo de consumos, el artículo 22 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales establece que nadie puede ser obligado a realizar exámenes médicos, a no ser que la actividad a desarrollar requiera seguridad o pueda provocar efectos negativos en la salud del trabajador. MADRID | BARCELONA | BILBAO | VALLADOLID | DUBAI De este carácter voluntario, sólo se exceptuarán, previo informe de los representantes de los trabajadores, (i) aquellos casos en los que la realización de reconocimientos sea necesaria para evaluar los efectos de las condiciones de trabajo sobre la salud de los trabajadores, (ii) para verificar si el estado de salud del trabajador puede constituir un peligro para el mismo, para los demás trabajadores o para otras personas relacionadas con la empresa y (iii) cuando esté establecido en una disposición legal en relación con la protección de riesgos específicos y actividades de especial peligrosidad. Por tanto, cuando hay señales obvias de que un empleado no está en las condiciones adecuadas para desempeñar su trabajo o ha establecido un patrón de comportamiento peligroso en el trabajo, se le puede solicitar que se someta a una prueba para detectar si hay sustancias tóxicas en su organismo, sin que la sumisión a dicha prueba revista carácter obligatorio. Para llevar a cabo este tipo de controles, se recomienda realizar un protocolo de actuación para los trabajadores con adicción al alcohol u otras drogas creando un Comité de Salud y Seguridad para tratar este tipo de casos en los que existe riesgo no sólo para el trabajador, sino incluso para terceros. Es necesario, para proceder a la realización del protocolo, documentar las alteraciones de la conducta del trabajador percibidas por sus compañeros de trabajo, supervisores, representantes de los trabajadores o cualquier persona de la empresa que tenga conocimiento directo de esta circunstancia. no puede conllevar la pérdida de empleo, a no ser que esté obligado a someterse a dichos controles porque su profesión o la actividad que desarrolle esté considerada como “peligrosa”, en cuyo caso la negativa podría ser causa de despido por desobediencia en el trabajo. Por otra parte, tanto los trabajadores que estén obligados a someterse a dichos controles por el tipo de actividad que desarrollan como los que se sometan voluntariamente a los mismos deben conocer que su finalidad es la averiguación del consumo de drogas y que un resultado positivo en el consumo de estas sustancias puede generar la extinción de su contrato de trabajo. Finalmente, hay que destacar que “El reconocimiento médico en la relación laboral no es un instrumento del empresario para un control dispositivo de la salud de los trabajadores, como tampoco una facultad que se le reconozca para verificar la capacidad profesional o la aptitud psicofísica de sus empleados como un propósito de selección de personal o similar. Su eje descansa en un derecho del trabajador a la vigilancia de su salud. Por tanto, debe existir la conformidad libre, voluntaria e informada del trabajador para la vigilancia y protección de su salud frente a los riesgos del trabajo” TC Sentencia núm. 196/2004 de 15 de noviembre RTC\2004\196. Como contraste a la excesiva protección que la legislación y jurisprudencia española otorga a los trabajadores, hemos podido constatar que la regulación normativa de estos controles no es tan pro operario en otros países. A modo de ejemplo podemos destacar lo siguiente: En países europeos como Países Bajos, Noruega y Francia, sólo los trabajadores en puestos importantes en materia de seguridad deben someterse a este tipo de controles en alguna de sus formas. De hecho en Francia, sólo los médicos de empresa pueden decidir respecto a la realización de las pruebas, no el empleador. En Reino Unido, el Jefe de la Policía Británica, Bernard Hogan-Howe propuso la realización de chequeos obligatorios en las empresas. Esta propuesta –muy orientada a la detección del uso de cocaína por parte de los profesionales- llevaría aparejado el despido disciplinario en caso de reincidencia. Una vez documentada la actitud del trabajador, se procedería a la comunicación por escrito a la Direccción del Centro de trabajo donde éste preste servicios y al Servicio de Prevención de Riesgos laborales, solicitando la valoración del trabajador. Por su parte, el Servicio de Prevención deberá citar al trabajador para que se someta a un examen del estado de salud, con las garantías necesarias de confidencialidad, en el que se evaluará el grado de aptitud para su puesto de trabajo. En el caso de que el trabajador no acuda a la cita, será requerido por el Comité de Salud y Seguridad, y en caso de una nueva negativa, por la Dirección de la empresa. Pero en todo caso, estos controles deberán ser autorizados por el propio trabajador y su negativa MADRID | BARCELONA | BILBAO | VALLADOLID | DUBAI Por su parte, en Estados Unidos, desde que se promulgó la “Ley federal para un lugar de trabajo libre de drogas” en 1987, los controles para detectar el consumo de sustancias tóxicas han ido aumentando año tras año. Esta Ley exige que las empresas que obtienen contratos o subvenciones federales cuenten con lugares de trabajo libres de drogas, y anima a los empleadores a formular políticas en materia de abuso de tales sustancias, y a impartir formación al respecto en el lugar de trabajo. Por esta razón, se van extendiendo cada vez más los chequeos aleatorios que van, desde las industrias de alta seguridad – transporte, centrales nucleares, por ejemplo- a otros sectores menos orientados o sensibles a la seguridad Para finalizar, entre las grandes compañías existen diferentes posturas acerca de este tema. En concreto, por lo que se refiere a Microsoft, la compañía realiza este tipo de controles médicos al azar cada 30 días. Las pruebas suelen ser mediante análisis de orina e incluso del folículo del pelo o la saliva. En cambio, ExxonMobil, que somete a este tipo de controles a todos sus potenciales empleados antes de contratarlos, sin embargo no realiza ningún examen de seguimiento para detectar este tipo de consumos después de la contratación. Por lo que respecta a Wal-Mart, también realiza pruebas de drogas antes de la contratación de sus empleados, pero después de la misma el seguimiento no es tan riguroso. A lo anterior hay que añadir que las grandes corporaciones requieren que los posibles candidatos a un empleo se realicen un análisis de drogas antes de ser seleccionados, como medida de elección de los aspirantes a un puesto de trabajo. La última compañía a la que hacemos mención es Vado, cuya política de detección de consumo de drogas y alcohol no queda aún muy definida, pero lo cierto es que está tomando medidas para asegurara que el personal de la empresa está libre del consumo de estas sustancias. Por tanto, la política de empleo en EE.UU., no sólo es más permisiva a la hora de realizar controles médicos a sus empleados para la averiguación del consumo de drogas, sino que esta medida puede ser utilizada como sistema de selección de personal, para elegir a los candidatos que optan por un puesto de trabajo. Por lo que se refiere a la política que ha seguido la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la última década referida a detectar el consumo de drogas, la misma se ha centrado en un cambio hacia la prevención del abuso de sustancias en el lugar de trabajo, y contempla la definición de los problemas relacionados con el consumo de drogas y de alcohol como problemas de salud que deben tratarse del mismo modo que otras cuestiones de índole sanitaria. PARA MÁS INFORMACIÓN LUPICINIO RODRIGUEZ SOCIO DIRECTOR lrj@lupicinio.com +34 91 436 00 90 PATRICIA ARIAS RESPONSABLE DPTO. LABORAL pat@lupicinio.com +34 91 436 00 90 MADRID | BARCELONA | BILBAO | VALLADOLID | DUBAI