SAN MANUEL BUENO, MÔRTIR INTRODUCCIà N Miguel de Unamuno

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SAN MANUEL BUENO, MÔRTIR
Miguel de Unamuno
INTRODUCCIÃ N
San Manuel Bueno, Mártir, es una novela corta considerada por no pocos crÃ−ticos como la más
caracterÃ−stica y perfecta dentro de la narrativa del autor. Por su fecha 1931 recoge las reflexiones del
Unamuno viejo ante problemas que no habÃ−an dejado de atenazarle.
Unamuno advierte que el problema de esta novela es “el pavoroso problema de la personalidad, si uno es lo
que es y seguirá siendo lo que es”. En este libro se afronta directamente el problema de la inmortalidad
personal, es saber si moriremos del todo o no. Don Manuel el párroco de Valverde de Lucena, es el
personaje central de la novela y una de las más complejas criaturas de ficción creadas por Unamuno. La
novela se organiza en torno a su lucha interior y a su comportamiento para con el pueblo. En don Manuel se
condensan además muchos de los problemas que inquietaron a Unamuno durante su vida.
• PEQUEÃ A RESEÃ A DEL AUTOR
Miguel de Unamuno (1864-1936), filósofo y escritor español, considerado por muchos como uno de los
pensadores españoles más destacados de la época moderna y miembro de la generación del 98.
Vida
Nacido en Bilbao, Unamuno estudió en la Universidad de Madrid donde se doctoró en FilosofÃ−a y Letras
con la tesis titulada CrÃ−tica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca (1884), que
anticipaba sus posturas contrarias al nacionalismo vasco de Sabino Arana. Fue catedrático de griego en la
Universidad de Salamanca desde 1891 hasta 1901, en que fue nombrado rector. En 1914 fue obligado a
dimitir de su cargo académico por sus ataques a la monarquÃ−a de Alfonso XIII; sin embargo, continuó
enseñando griego. En 1924 su enfrentamiento con la dictadura de Miguel Primo de Rivera provocó su
confinamiento en Fuerteventura (Islas Canarias). Más tarde se trasladó a Francia, donde vivió en exilio
voluntario hasta 1930, año en que cae el régimen de Primo de Rivera. Unamuno regresó entonces a su
cargo de rector en Salamanca, que no abandonarÃ−a hasta su muerte. Aunque al principio fue comprensivo
con la sublevación del Ejército español que enseguida encabezó el general, Francisco Franco, pronto
les censuró públicamente: en un acto celebrado en la Universidad de Salamanca, su comentario
“venceréis, pero no convenceréis”
Obra
Unamuno fue poeta, novelista, autor teatral y crÃ−tico literario. Durante su juventud simpatizó con el
socialismo, escribiendo varios artÃ−culos para el periódico El Socialista, donde mostraba su preocupación
por la situación de España, siendo en un primer momento favorable a su europeización, aunque
posteriormente adoptarÃ−a una postura más nacionalista. Esta preocupación por España (que reflejó en
su frase “¡Me duele España!”) se manifiesta en sus ensayos recogidos en sus libros En torno al casticismo
(1895
Juegan un papel fundamental la idea de la inmortalidad (que darÃ−a sentido a la existencia humana) y de un
dios (que debe ser el sostén del hombre) son un enfrentamiento entre su razón, que le lleva al escepticismo
y su corazón, que necesita desesperadamente de Dios. Aunque sus dos grandes obras sobre estos temas son
Del sentimiento trágico de la vida (1913) y La agonÃ−a del cristianismo (1925), toda su producción
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literaria está impregnada de esas preocupaciones. Su narrativa comienza con Paz en la guerra (1897), donde
desarrolla la “intrahistoria” galdosiana, y continúa con Niebla (1914) —que llamó nivola, en un intento de
renovar las técnicas narrativas—. La tÃ−a Tula y San Manuel Bueno, mártir (1933). Entre su obra
poética destaca El Cristo de Velázquez (1920
2. ARGUMENTO
Angelita Carballina nos narra la historia de San Manuel Bueno, el párroco del pueblo, muy famoso
entre las gentes por su bondad y fe. Lázaro, el hermano de Ôngela y de ideas progresistas, llega al
pueblo. AsÃ−, se crean opiniones contrapuestas entre Lázaro y Don Manuel. San Manuel le cuenta su
secreto: no tiene fe. AsÃ− se hacen grandes amigos, haciendo feliz al pueblo.
Antes de morir, Don Manuel, acaba diciéndole a Lázaro que su mayor deseo, aunque el no crea en ello, es
que la gente esperanza, que sea feliz. Por ello, el nunca contó a nadie sus verdaderos sentimientos. San
Manuel muere, y después Lázaro le sigue, muriendo al poco tiempo.
4. ANÔLISIS DE LA NOVELA
1. EL TEMA CENTRAL : LA ALTERNATIVA ENTRE LA VERDAD TRÔGICA Y MENTIRA
CONSOLADORA. (Expóngase los argumentos que desarrolla la obra y coméntese en contraste con
otras posturas del mismo Unamuno)
a)ARGUMENTOS QUE DESARROLLA LA OBRA
La obra gira en torno a la religiosidad y a la creencia. Más concretamente entre la oposición de posturas: el
creer y el no creer en Dios. Todos los argumentos que desarrolla la obra pueden ser resumidos en estos. La
religión tiene una finalidad clara, y para San Manuel era la de procurar al pueblo la felicidad; para ello les
convencÃ−a de la vida eterna, la resurrección y la existencia de Dios. Los argumentos de San Manuel
Bueno, Mártir se desarrollan por medio de las ideas de los personajes:
• Los creyentes, es decir, el pueblo y entre este Ôngela. La narradora de la novela y el pueblo
ensalzan la figura de San Manuel como se de un semidiós se tratase. El pueblo está entusiasmado
con su párroco que les lleva por buen camino. A través del creen en Dios ciegamente y en la vida
eterna. Ôngela, sin embargo, notará algo raro en San Manuel, que luego será corroborado cuando
se entere de su secreto y aunque seguirá creyendo, sus dudas hacia la fe aumentarán. San Manuel, a
pesar de su no-creencia, seguirá siendo para ella su padre espiritual.
• Por otro lado, está la figura de Lázaro. Influido por las ideas de América y de la ciudad, es
progresista y no creyente. Este es otro de los argumentos de Unamuno. Ã ste necesita los ideales de
Lázaro para oponerse (al principio) a San Manuel. Hay que decir que Lázaro tiene mucho juego en
la novela y pasa de apoyar la “verdad trágica” a decantarse por la “felicidad ilusoria” cuando se crea
esa complicidad entre él y San Manuel(este le cuenta su verdadera forma de pensar). Le acaban
convenciendo los argumentos del cura ( que no son creer sino hacer que los demás crean para que
sean felices) y a la muerte de éste sigue haciendo las labores de S. Manuel.
• En el medio de los creyentes y no creyentes, de estas dos figuras opuestas, aparece San Manuel. Su
verdadero objetivo es hacer feliz al pueblo aunque para ello tenga que mentir. La mentira y la verdad
es otro de los grandes argumentos de la obra San Manuel es partidario de tener “engañado” y hacer
que el pueblo crea en Dios , de darles lo que piden con tal de que vivan en paz. Sin embargo San
Manuel no puede ocultar su verdad mucho más tiempo y se apoya en Lázaro, que al principio no
entiende por qué San Manuel proclama la fe en Dios si no está de acuerdo con ella. Pero San
Manuel convence a Lázaro diciendo que no hay por qué angustiar al pueblo con su verdad. Este
es el principal tema de la obra. Piensa que si confÃ−a al pueblo su incredulidad le sumirÃ−a en una
desgracia: creyendo són más felices.
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• Otro argumento clave podÃ−a ser el amor que tiene el párroco hacia el pueblo y su sacrificio para
procurarles la felicidad.
• También se podrá destacar el contraste entre el pueblo y la ciudad. Lázaro trae nuevas ideas de
la Américas acerca de la religión, educación , etc. Siente que su madre y Ôngela están
perdiendo el tiempo en un pueblo cerrado como es Valverde de Lucerna.
b)CONTRASTE CON UNAMUNO
Unamuno, tenia dos grandes obsesiones que se plantearan a lo largo de toda la obra: la inmortalidad y la fe. Se
desarrollaran estos temas con San Manuel, personaje principal, que encarna la duda entre si creer y no creer.
Es un contraste y paradoja muy unamuniana: San Manuel , alguien sin fe se convierte en un ejemplo a seguir
por todo el pueblo, y es además alguien no creyente quien les enseña a tener fe.
En la novela no se sabe si las opiniones de Unamuno son las mismas con las que dota el pensamiento de San
Manuel se debate en la novela entre la posibilidad de “matar al pueblo con la verdad trágica o
proporcionarles una felicidad ilusoria”. Juega en la novela San Manuel, (y por lo tanto Unamuno) con la
célebre frase de Marx” La religión el opio del pueblo”.”Démosle opio, y que duerma y que sueñe”
piensa San Manuel. Esta postura aleja mucho a Unamuno de sus ideas juveniles acerca de la sociedad y de la
moral: “La verdad antes que la Paz” y “ Hay que despertar y agitar las conciencias”. AquÃ− entre sus
pensamientos juveniles y su pensamiento en la novela vuelven a reflejar las antÃ−tesis y contradicciones tan
propias de Unamuno.
Unamuno, ante su angustia frente a la Nada después de la muerte tiene una necesidad y esperanza de un
dios. “Su razón le niega la inmortalidad, aunque su corazón se la imponga desesperadamente” . De ahÃ−
todos sus conflictos; Unamuno necesita una cierta evidencia porque quiere creer.
2- DON MANUEL BUENO. (Su personalidad; técnicas con que se construye el personaje).
Don Manual Bueno es el párroco de un pueblo llamado Valverde de Lucerna . Es a la vez padre espiritual
de Ôngela Carballino (personaje - narrador de la novela).En asta aldea, múltiples hechos muestran a D.
Manual como un santo vivo de carne y hueso, rechazando importantes cargos eclesiásticos para quedarse en
la aldea
Don Manuel Bueno, era un hombre alto, delgado y erguido ; habÃ−a en sus ojos toda la hondura del Lago de
la aldea. “Su maravilla” - dicen todos los del pueblo, era su voz : tenÃ−a una voz divina con la que
conmovÃ−a al pueblo.
HacÃ−a muchas obras buenas como:
• Reducir los padres a sus hijos ( de esto podemos contar un caso de la novela : La tÃ−a rabona, tÃ−a
de Ôngela, quedó embarazada. Don Manuel le “encasqueta” el hijo a su antiguo novio, aunque en
este caso no era de él.
• Arreglar matrimonios rotos
• Consolar a los amargados
• Dar sermones ( Uno de los temas más frecuentes en sus sermones era contra la mala lengua).
En el aspecto psicológico, se muestra muy claro el temor del personaje a la soledad y al estar sin nada que
hacer, lo que le permitirÃ−a pensar en sÃ− mismo y es lo que intenta evitar, ya que si lo hiciera no podrÃ−a
continuar con la farsa.
Para el pueblo era una figura ejemplar y a seguir por eso a su muerte su fanatismo es tal que se llevan prendas,
o cosas sin importancia como si fueran reliquias.
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En la novela encontramos una estrecha relación entre la figura de son Manuel y la de Jesucristo, Por lo
pronto, ambos tienen el mismo nombre: Manuel (Emmanuel) es también el nombre de Cristo, Emmanuel
quiere decir “Dios con nosotros”.
El párroco pide a Ôngela, en la última comunión general que reparte, que rece por Jesucristo, y
recordemos también la tremenda confesión de don Manuel a Lázaro: “Mas de uno de los más grandes
santos, acaso el mayor, habÃ−a muerto sin creer en la otra vida”. Hay muchos episodios que ponen de relieve
el parecido entre don Manuel y Cristo. En esta ocasión, la acción del párroco nos recuerda la curación de
un paralÃ−tico en la piscina: “En la noche de San Juan, la más breve del año solÃ−an y suelen acudir a
nuestro lago todas las pobres mujerucas, y no pocos hombrecillos, que se creen poseÃ−dos, endemoniados, y
que parece no son sino histéricos y a las veces epilépticos, y Don Manuel emprendió la tarea de hacer
él de lago, de piscina probática y tratar de aliviarles y si era posible de curarles...”
A pesar de que para el pueblo es un gran párroco, tiene un tremendo secreto que si lo confesase, no podrÃ−a
vivir con esa verdad el pueblo. No tiene fe ni cree en Dios. Aun asÃ− muere diciendo misa.
La idea de que un eclesiástico no tuviera fe era vieja en Unamuno(ya habÃ−a conocido otro caso).
San Manuel niega todos los bienes materiales y solamente se permite dar felicidad a su pueblo.
3- PERSONAJES SECUNDARIOS (Ôngela, Lázaro, Blasilio... Personalidad, función, técnicas de
caracterización )
Los personajes que entraman la obra, no se pueden decir que sean personajes de carne y hueso, sino almas: un
cura, una muchacha, un hombre y un idiota. El autor no nos dice si sus cuerpos eran altos o bajos, fuertes o
débiles. Pueden ser como se quiera. Apenas nos dice el sexo, las personas no son hombres y mujeres, sino
padres e hijos y es esta una de las caracterÃ−sticas de su obra. La tragedia de las cuatro almas de la novela de
Unamuno es la preocupación del autor. Un sacerdote que enseña a creer a todo un pueblo, que hubiera
hecho creer a todo el mundo y que, sin embargo, no cree, o no sabe si cree, o no sabe sé lo que cree es o no
fe.
• Ôngela Carballino
Es la narradora de la novela. A través de ella conocemos la vida de San Manuel. La escribe cuando
un obispo pretende la beatificación de la figura de San Manuel . Aún asÃ−, Ôngela ya a sus
cincuenta años, no revela, ni al obispo, el secreto del famoso párroco.
Su padre murió cuando ella era sólo una niña. A sus diez años, fue internada en un colegio de
religiosas en las que hizo grandes amistades. A sus 15 años termina y vuelve a su aldea natal, Valverde
de Lucerna. A los 24 años, Lázaro, su hermano, llega a esta aldea con el propósito de llevarse a
Ôngela y a su madre a Madrid.
RELACIà N ÔNGELA-SAN MANUEL
Ôngela Carballino, es una ferviente admiradora de Don Manuel. Desempeña diversas funciones y de ahÃ−
la complejidad de su figura. Ôngela es narradora, mensajera, confesante, confesora, testigo, ayudante e
hija-madres del protagonista.
Ôngela tiene además una función confesante desde el principio, pues confesión es su relato. La
confesante se convierte en confesora. Ôngela sabe ya, por boca de Lázaro el secreto de Don Manuel. Es ella
quien hace la pregunta fundamental: “¿cree usted?” de donde y después de la sobreentendida respuesta
negativa, se deriva la cuestión o petición última del sacerdote: “y ahora, Angelina, en es nombre del
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pueblo, ¿me absuelves?”. Don Manuel se siente culpable de ocultar a los feligreses su incredulidad, de
mantenerles en el engaño. Necesita ser perdonado y solicita el perdón de quien en ese momento representa
al pueblo, que sin vacilara le absuelve.
La relación paternofilial de Don Manuel y Ôngela, en el texto es explicita y acorde a las realidades
presentadas: “padre espiritual” de la muchacha es el párroco, padre de su espÃ−ritu, en el sentido de
engendrarlo y formarlo según lo conocemos. Pero, conforme va introduciéndose la hija en el alma del
padre y descubriendo en sus sombras y repliegues la necesidad de consuelo va transformándose y
adaptándose a las exigencias de su nuevo papel. Siente afecto maternal por el padre y por ser madre,
además de ser pueblo, para consolarle, lo absuelve, cuando salen de la iglesia después de darle la
absolución, “se le estremecÃ−an las entrañas maternales”.
Este personaje también tiene en su nombre un valor simbólico: Ôngela significa “mensajera” y
tiene relación con la palabra evangelista. En la obra es propiamente ella la que nos transmite el texto,
el mensaje.
• Lázaro:
Lázaro es el hermano de Ôngela, que está viviendo en América. Es uno de los afortunados
(desafortunados para otros) que está viviendo en el “nuevo mundo”.
A los 24 años, Lázaro llega a Valverde de Lucerna con el propósito de llevarse a su madre y a su
hermana a Madrid. Cuando su madre muere, le promete que rezará por ella. Esto hace, en parte, una
contraposición respecto a sus ideales : de ideas progresistas y anticlericales.
Se hace muy amigo de Don Manuel Bueno, y por el fruto de esta amistad ,San Manuel le cuenta su
secreto. Piensa igual que el, pero tiene engañado al pueblo para la felicidad de éste.
Se llega a dar una complicidad absoluta entre Lázaro y San Manuel. En cierto modo, su dependencia
llega a ser tal que cuando San Manuel muere, Lázaro se muere (al poco tiempo) con él. Incluso llega
a convertirse a las ideas de San Manuel (no a las de la religiosidad sino a que es mejor convertirse
aparentemente para dar gusto al pueblo; y asÃ− lo hace. Lázaro se convierte y el pueblo alaba la
buena acción de San Manuel, quue se supone la llevado por buen camino).
Este personaje también tiene en su nombre un valor simbólico : él mismo se relaciona
explÃ−citamente con el “resucitado” del evangelio.
• Blasillo:
Una caracterÃ−stica fundamental en Unamuno es el amor que sentÃ−a hacia los disminuidas mentales, los
tontos, parece que arranca de una experiencia personal. En la novela el personaje de fe inocente es Blasillo, el
tonto del pueblo. Blasillo repite como un eco, sin entenderlas, las palabras de son Manuel: “Dios mÃ−o, Dios
mÃ−o, ¿por qué me has abandonado?”. Incluso muere al mismo tiempo que don Manuel. Blasillo
representa el grado máximo de la fe ciega, inocente, que don Manuel desea y predica para su pueblo.
4- ESTRUCTURA EXTERNA, INTERNA Y ARTE DEL RELATO.
• El texto se divide en un único capÃ−tulo, aunque hay una serie de fragmentos separados.
Por ello, en cuanto a su estructura externa, la novela está dividida en 25 fragmentos que se llaman
secuencias. Las 24 primeras secuencias son el relato de Ôngela, la última es una especie de epÃ−logo del
autor.
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• En la estructura interna cabe distinguir tres partes, seguidas del epÃ−logo del autor:
I Secuencia 1-8. Son las noticias preliminares sobre don Manuel, que Ôngela nos transmite de oÃ−das y
mientras está estudiando en el colegio de monjas,.
II Secuencia 9-20. Es el cuerpo central del relato, a partir del regreso de Ôngela al pueblo, primero, y de
Lázaro, después. Con ello la narración recibe un nuevo impulso que nos lleva hasta el descubrimiento
del secreto del santo. Termina esta parte con la muerte del sacerdote.
III Secuencia 21-24. Final del relato de Ôngela
Secuencia 25. EpÃ−logo del autor.
Dentro de la estructura interna podÃ−amos incluir la idea del tiempo que transcurre durante el relato. Ciertas
anortaciones nos dan la idea de paso del tiempo, cabe destacar las citaciones de la edad de Ôngela. Hay
algunos saltos en el tiempo, como por ejemplo: “aquellos años pasaron como un sueño”, y en el inicio de
la secuencia 18: “E iba corriendo el tiempo”. La novela parece abarcar unos 20 años. Desde los 15-17 de
Ôngela hasta los 30-35 que podrÃ−a tener cuando muere Lázaro.
ARTE DEL RELATO
Unamuno escribe el relato con gran maestrÃ−a: Al principio se van definiendo los personajes y después,
notamos algo oculto en San Manuel por las reflexiones de Ôngela y también de Lázaro. Al final, se
rompe el suspense cuando conocemos su secreto..
Toda la acción es conducida por el diálogo, que le da gran viveza a la narración.
Los diálogos requieren una especial atención a la hora de analizar la novela, por ejemplo, la confesión que
don Manuel le hizo a Lázaro de su agonÃ−a, no nos llega directamente de un diálogo entre los dos, sino en
una confesión de Lázaro a Ôngela cuando Lázaro, movido de su honradez, se ve obligado a explicar
cómo y por qué su conversión ha sido un engaño. Dialogo dentro del recuerdo de otro dialogo. Con lo
que resulta que no eran tres, como equivocadamente creÃ−amos, los personajes que ocupan la escena en la
memoria de Ôngela Carballino, sino apenas dos, Ôngela y Lázaro. El resto de la participación de San
Manuel se limita al diálogo de Angela y Lázaro. Una cosa original: “EL DIÔLOGO DENTRO DEL
DIÔLOGO”
Unamuno al escribir la novela utiliza el recurso llamado de manuscrito encontrado (de estirpe cervantina). El
relato no está puesto en boca del autor, ni tampoco en don Manuel, sino en labios de una muchacha, Ôngela
Carballino, que va envejeciendo a lo largo de él. De este modo el protagonista está visto desde fuera de
sÃ− mimo, como un prójimo también.
Desde el primer párrafo de la novela, constan el nombre y la función narrativa de Ôngela Carballino:
“quiero dejar aquÃ− consignado, a modo de confesión y sólo Dios sabe, que no yo, con que destino, todo lo
que sé y recuerdo de aquel varón matriarcal...”. Ôngela se atiene a las circunstancias y dichos. Por eso
induce a confiar en su palabra. Ôngela habla desde el principio al fin en un tono que tanto se ajusta a las
situaciones como las constituye del modo -en forma- que el lector la enfrenta, oÃ−mos su voz, aun si en lo
escrito se intercalan otras, incluida la de Don Manuel. Siendo ella enlace único entre lector e incidente
novelado. Habla de los personajes en la novela y desde ella, pero a un lector situado fuera, al otro lado de la
página.
El ambiente (espacio y tiempo) juega un papel importante en el arte del relato.
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Valverde de Lucena no es un lugar histórico sino intrahistórico, como lo es también el tiempo en el que
transcurre la historia, es decir, que ésta no tiene lugar hoy ni lo tuvo ayer, o lo tendrá mañana, sino que
se desarrolla en un tiempo que podrÃ−amos llamar siempre. El relato está enmarcado por la palabra Ahora
que abre la novela y que también la cierra, pues las últimas reflexiones de Ôngela tienen lugar al hilo de
un “Y ahora...”. El tiempo de la novela transcurre entre estos dos ahoras tan inconcretos.
El paisaje y su simbolismo también son dignos de mención. Valverde de Lucena es una aldea que no
forma parte del mundo, de la historia, sino de la intrahistoria. “Escenario hay en San Manuel Bueno, mártir
-dice Unamuno en el prólogo- sugerido por el maravilloso y tan sugestivo lago de San MartÃ−n de
Castañeda, en Sanabria, al pie de las ruinas de un convento de bernardos y donde vive la leyenda de una
ciudad, Valverde de Lucerna, que yace en el fondo de las aguas del lago.”
Unamuno utiliza además la leyenda de la villa sumergida con una doble intención simbólica. Esa villa
“sumergida en el lago espiritual de nuestro pueblo” representa el recuerdo de los muertos de la aldea, el
recuerdo de aquellos que han hecho posible la vida que hoy tiene el pueblo. “Don Manuel se sumerge en el
lago de la fe de los que murieron, para que ellos sostengan la suya”.
Pero además de esta dimensión social, la leyenda de la villa sumergida tiene otro simbolismo individual
centrado en la propia figura de don Manuel. Se nos dice que “habÃ−a En sus ojos toda la hondura azul de
nuestro lago” y recuérdense sobre todo las palabras de Ôngela:
“Yo creo.. que en el fondo del alma de nuestro don Manuel hay también sumergida, ahogada, una villa y
que alguna vez se oyen sus campanadas”.
La montaña, el lago.. HabrÃ−a que evitar atribuir un solo significado a cada uno de estos elementos. La
montaña no significa siempre lo mismo y el lago tampoco porque en la novela hay dos maneras de entender
el mundo: la de los creyentes y la de los que poseen la verdad. El lago y la montaña no tienen el mismo
significado para unos y para otros.
5- EL ESTILO DE UNAMUNO EN SAN MARTà N BUENO, MÔRTIR
En cuanto al estilo podemos decir que hay una gran intensidad emocional, la gran densidad de ideas, el gusto
por las paradojas, sin pasar por alto el lirismo de ciertos momentos.
La novela no es sólo un marco conceptual sino que explica el uso importante del pretérito imperfecto y la
imprecisa referencia a un ahora en el que se desarrolla la trama. Casi desde el principio del relato, en cuanto
Ôngela Carballino empieza a describirnos cómo solÃ−an ser la vida de Valverde de Lucena y la de don
Manuel en su relación constante, domino, monótono y obsesionante, el imperfecto. Leemos, por ejemplo,
que la población de Valverde de Lucena solÃ−a acudir al lago las noches de San Juan, acudÃ−a a misa,
cantaba a coro, o que lo más de los habitantes “no querÃ−an morirse” sino cogidos de la mano de don
Manuel, el cual, por su parte “trabajaba manualmente”, “solÃ−a hacer la pelotas para que jugaran los mozos”,
se interesaba en los embarazos, “solÃ−a acompañar al médico en su visita”...
El imperfecto es el tiempo obligado para la descripción de acciones pasadas. “Gracias al imperfecto nos
adentramos imaginariamente en la continuidad invariable de un modo de vida eterna o intrahistórico”. La
realidad de lo narrado se nos mantiene a una distancia imprecisa. Las acciones de don Manuel y de sus hijos
espirituales como lo cotidiano, lo de siempre sin ahora especÃ−fico. Pero seguimos sin tener noción exacta
del tiempo en que todo ocurre.
6- NARRADORA Y AUTOR ANTE EL PROBLEMA DE LA OBRA.
La acción - narrada por Ôngela Carballino, mujer devotÃ−sima de D. Manuel- es una exposición de
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las doctrinas del autor sobre la angustia y el sentimiento trágico de la vida.
El protagonista, sacerdote cuya abnegada entrega al prójimo le ha proporcionado una justa forma de
santo, después de discutir con Lázaro - hermano de Ôngela, progresista y liberal- , y de confesarle
sus dudas acerca de la vida eterna, muere bendiciendo al pueblo e instándole a conservar la fe.
• El martirio de D. Manuel está en la angustia del querer creer ,en la contradicción entre el
caudillaje del sacerdote que lleva su pueblo hacia Dios y sus dudas acerca de la existencia de la
vida eterna.
• PROBLEMA DE LA SALVACIà N; La salvación de Lázaro y San Manuel tiene un
desdoblamiento: Por una parte Ôngela, quien cree firmemente que se murieron creyendo no
creer en la inmortalidad. Pero sin creer creerlo, es decir todavÃ−a tenÃ−an esa esperanza
aunque la negaran. Por otra parte, lo que piensa el autor. Ya habÃ−amos dicho que Unamuno
quiere creer, necesita de un Dios, pero su razón se lo niega. Parece que en el epÃ−logo se
decanta con dudas hacia la esperanza.
VALORACIÃ N
En principio, la novela es bastante breve de fácil lectura y comprensión. No habÃ−a visto ninguna otra
situación parecida ni en una novela, ni en nada y dudo sinceramente que hoy pueda existir. Un San Manuel
en el mundo actual es un poco incomprensible, ya que nadie hoy en dÃ−a rechaza su felicidad, su libertad de
expresión y su bienestar personal para dedicarse únicamente a procurar la felicidad para el pueblo.
Solamente los voluntarios de las ONG lo hacen, aunque sin dedicarse por completo a ello, y cobrando una
cierta “recompensa”. También dudo que alguien finja ser eclesiástico sólo para contentar a la gente. Por
ello, pienso que San Manuel para ayudar a la gente no tiene porqué disfrazarse de párroco. Por ello pienso
como al principio lo hacÃ−a Lázaro: “ La verdad ante todo”. Y con lo que dice san Manuel “ Opio,
démosle opio para que duerma ...” tampoco estoy de acuerdo. Si que son felices creyendo, pero también
lo pueden ser preguntándose a sÃ− mismos por qué deben creer. Si deciden creer, se respetará; pero han
decidido por ellos mismos. AsÃ− estoy más de acuerdo con la postura que adoptó Unamuno en su
juventud: “Hay que agitar las conciencias”. No hay que conformarse con creer a ciegas, con lo que la
religión nos aporta.
Libro de texto, Literatura de COU
à NDICE
*Introducción
• AUTOR
• ARGUMENTO-BREVE RESUMEN
• ANÔLISIS DE LA OBRA
• El tema central
• San Manuel Bueno
• Personajes secundarios
• Estructura externa, interna y arte el relato
• El estilo de Unamuno
• El problema de la obra
5.VALORACIÃ N
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