SEGUNDO ANÁLISIS DE TEXTO Curso: Cooperativismo Asociativismo y Economía Solidaria Alumnos: Romina Arévalo Chiara Di Fabio Joaquín Echeverria Germán Michelena Fiorella Muñoz Fecha: 26 de Agosto 2015 Elsa Gatti en el libro Entre el placer de enseñar y el deseo de aprender (2005) prefiere hablar de modelos pedagógicos, para explicar las diferentes formas que se ponen en juego en una situación de aula. Nos parece pertinente comentarlas para describir como tomaremos a la formación aunque la autora parte del aula universitaria para reflexionar. Los modelos pedagógicos tienen calidad de constructores teóricos, trascienden el escenario donde operan en tanto implican definiciones y opciones que son políticas y éticas. Para la autora hay un Modelo centrado en la enseñanza, el segundo Modelo centrado en el aprendizaje y por último el Modelo centrado en la formación. En el modelo centrado en la enseñanza (Gatti, 2005) el estudiante es colocado en el lugar del que no sabe, la importancia es asignada a los contenidos y supone la antelación de la teoría sobre la práctica. En cambio para el Modelo centrado en el aprendizaje lo más importante en una situación educativa no es lo que se enseña sino lo que se aprende. El docente es solo un facilitador, en un proceso dinámico. Siguiendo a la autora (2005) el Modelo centrado en la Formación, está íntimamente ligado con la forma, cada uno se va formando a medida que va encontrando su propia forma. Nos interesa pensar a la formación en cooperación de los cooperativistas sin confundirla con la enseñanza o el aprendizaje, pero si integrándolas. Entendemos a la experiencia compartida en colectivos como mediadora de la formación, dado que se inscribe en una historia individual del cooperativista que es atravesada por múltiples determinaciones, ya sean familiares, generacionales, societales, culturales. La formación para nosotros va a tener que ver con la multidimensionalidad del individuo, y sus esferas, lo consciente, lo inconsciente, lo afectivo y lo intelectual, entre otras (Gatti, 2005). Por otra parte tomaremos los aportes de Ardoino (2005), quien toma una postura similar respecto al significado de formación, hace una distinción la cual será tomar debido a su pertinencia. Dicho autor, realiza una distinción entre formación inicial y formación continua. La primera refiere a la escuela y universidad, en donde se utilizan contenidos previamente seleccionados, se construyen programas y se integran a la currícula, por lo tanto estos contenidos son universales, mejor dicho, científicamente universales. La segunda distinción que hace, formación continua, refiere a lo que se da también en la escuela, universidad y trabajo pero concibiéndola como una formación a la cual le corresponde, conlleva, una experiencia. La misma no es universal, sino que particularmente se expresa en cada individuo de diferentes maneras tomando sus complejidades propias, está enraizada en la experiencia. Es por ello que creemos pertinente concebir la formación en cooperación de la segunda manera planteada por el autor, ya que como se dijo, el cooperativista posee una experiencia personal, un camino, siguiendo con la idea de Ardoino, que será la que lo forme de cierta manera en cooperación. La experiencia que el mismo tenga dará cuenta de su formación. Cualquier formación que el cooperativista tenga sin duda tendrá su correlato en la experiencia.