Cinco claves para trabajar la autoestima en familia

Cinco claves para trabajar la autoestima en
familia
La pre-adolescencia y la adolescencia son etapas protagonizadas por cambios físicos, mentales,
emocionales y sociales que el niño no siempre sabe cómo gestionar. Uno de los efectos de esta
rápida maduración es la pérdida de autoestima, un problema que puede derivar en trastornos
psicológicos más graves si el adolescente no es capaz de superarlo. En cambio, un niño con buena
autoestima se siente bien consigo mismo, logra mejores resultados en el ámbito escolar,
afronta los problemas, pide ayuda si lo necesita y establece relaciones saludables con los que le
rodean. Te proponemos cinco consejos para trabajar la autoestima en el ámbito familiar y ayudar a
tu hijo a que se convierta en un adulto responsable, equilibrado e independiente.
CINCO CLAVES PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA
1. Establece momentos y espacios de comunicación. Con la pre-adolescencia el niño tiende
a alejarse de los padres, se aísla e incluso puede llegar a mostrar rechazo. Esta actitud no es
más que una barrera defensiva y nace de su incapacidad para entender lo que le sucede,
pero puede generar una sensación de soledad que repercute en su estado de ánimo y en su
autoestima. Por eso el diálogo es el primer paso para comprender a tu hijo en esta etapa,
acercarte a él y recuperar su confianza. Escúchale siempre que te cuente algo, trata de
entenderle y ofrece tus consejos con paciencia y cariño. No insistas en que hable si no quiere
hacerlo, pregunta con tacto y respeta su intimidad. Para facilitar el diálogo, puedes
aprovechar momentos de convivencia en familia, como las comidas, y fomentar el
encuentro en los lugares comunes de la casa. Además, es importante que paséis tiempo
juntos y compartáis actividades que le gusten, para crear un clima de seguridad y
complicidad en el que el niño se sienta a gusto y comparta sus emociones, pensamientos,
preocupaciones o problemas. Estos artículos pueden darte algunas ideas y consejos para
mejorar la comunicación con el niño:
- Claves para hablar con nuestros hijos adolescentes
- The secret to speaking ‘teen’
- Consejos para hablar con los hijos adolescentes
2. Deja que evolucione por sí mismo. El diálogo y los consejos son importantes, pero la
autoestima se construye sobre todo con las propias experiencias, el esfuerzo y el trabajo
para lograr lo que queremos, los retos enfrentados y los fallos superados. No sobreprotejas a
tu hijo, deja que tome decisiones y se responsabilice de ellas, se equivoque y rectifique,
resuelva problemas y saque sus conclusiones de todo ello. Como cuando aprendió a andar,
observa siempre y presta atención a cada paso para apoyarle cuando lo necesite, pero deja
que camine solo. Este artículo (en inglés) del terapeuta estadounidense Todd Kestin ofrece
algunas claves para saber cómo dar al niño o adolescente un margen de libertad y
autonomía.
3. Recurre al cariño y al refuerzo positivo. En este momento en el que la autoestima se
tambalea, el niño da mucha importancia a lo que piensan los demás de él. Debes enseñarle a
que sea independiente y no se deje juzgar por quienes le rodean, pero, al mismo tiempo, es
esencial que se sienta querido y apoyado por las personas que realmente le importan y que
estarán siempre a su lado: su familia. El niño debe tener claro que, al margen de que se
equivoque o falle, aunque le castiguen o le regañen, el cariño de sus padres es incondicional.
Mantén la calma, evita los enfados desmedidos ante una conducta inadecuada y no muestres
rechazo ante aquello que tu hijo comparta con sinceridad. En cambio, escucha, respeta y dale
tu opinión, explícale por qué está mal o bien lo que piensa o hace y reacciona siempre de
forma positiva ante un buen gesto, una decisión acertada, el esfuerzo o las conductas
responsables y adultas. Si le demuestras confianza en sus posibilidades lograrás que
también él crea en sí mismo. Estas cuarenta frases motivadoras o estas siete cosas que
nunca debería oír un niño pueden servirte de inspiración.
4. Anímale a preocuparse por los demás. A veces el adolescente se siente en mitad de un
huracán, rodeado de fuerzas que le empujan en muchas direcciones diferentes. Y él siempre
está en el ojo del huracán. Por eso puede ser muy beneficioso que le ayudes a desplazar el
foco hacia otro lado. La autoestima mejora cuando dejamos de centrarnos en nosotros
mismos y dirigimos la mirada hacia los que nos rodean y nos necesitan, cuando somos
conscientes de la suerte que tenemos y experimentamos la satisfacción de ayudar a otra
persona. Buscad juntos posibilidades de voluntariado para niños y jóvenes, como estas. Hay
opciones muy sencillas, tanto presenciales como virtuales, que permiten conjugar diversos
intereses, edades y posibilidades. Tu hijo no solo mejorará su autoestima, sino que
además se formará en valores. Algunas webs para más información son:
- Web joven de Manos Unidas
- Cruz Roja Juventud
- Red de Jóvenes de Greenpeace
- Cooperación Internacional
- Haces falta
5. Ayúdale a desarrollar sus fortalezas y combatir sus debilidades. Una de las cuestiones
que más desorientan y minan la autoestima del adolescente es la inseguridad y la falta de
autoconocimiento. Puedes ayudar a tu hijo a crear su identidad fomentando sus intereses y
las habilidades, animándole a seguir el camino que le interesa y le hace feliz, involucrándote
cuando emprenda un nuevo reto y demostrando tu apoyo y orgullo cuando logre un avance.
Evita comparaciones o exigencias excesivas, no desprecies ningún talento y dale
estrategias y herramientas para superar las áreas que se le resisten. De este modo
reforzarás sus capacidades y, al mismo tiempo, le animarás a esforzarse para superar sus
debilidades y convertirlas en oportunidades de mejora. Al reconocer de forma sincera sus
fortalezas y talentos le estarás ayudando a construir una imagen de sí mismo real y
positiva, a desterrar miedos y negatividad y mirar hacia el futuro. Este artículo habla de
educar a niños y adolescentes emocionalmente inteligentes y da pautas para trabajar el
autoconocimiento, la automotivación o la responsabilidad.