Hace unos pocos millones de años, lejos de los lugares

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Hace unos pocos millones de años, lejos de los lugares conocidos, en las maravillosas Islas
Galápagos se desarrolló una flora, fauna y naturaleza salvaje que hasta ahora permanece
mayoritariamente endémica. Por ello, visitar estas islas se convierte en una experiencia única e
irrepetible para cualquiera. Para los geólogos, acostumbrados a trabajar con los típicos estratovolcanes como Cotopaxi, Sangay y Tungurahua entre otros mas en el territorio continental,
Galápagos es una tierra extraña y remota. Las Galápagos están ubicadas sobre la cuenca oceánica
más grande del mundo, a mil kilómetros de distancia del continente más cercano y, a primera
vista, a varios cientos de kilómetros de cualquier límite entre placas tectónicas como la fosa
Ecuatoriana cual se encuentra a 40-70 kilómetros desde las playas del litoral.
Galápagos sin embargo existe desde mas tiempo. Aproximadamente algunos 160 millones años
atrás surgió, desde el limite entre en núcleo exterior y el manto inferior, una columna de magma,
mas caliente que su alrededor en el manto, preservando su raíz cruzando todo el manto hasta tocar
y finalmente perforar la corteza oceánica donde generó un volcanismo exótico con diferentes tipos
y morfologías volcánicas desconocidas en el continente. Así, debido que las Galápagos se quedan
ubicadas sobre un inquieto punto caliente, el flujo de magma en forma de lava genera nueva tierra
para estas islas cuales mismas luchan contra la erosión del mar y el suelo para sobrevivir, y
proporcionan al mismo tiempo un hogar para la vida en general y raras especies en particular. Los
extravagantes flujos de lava y varios cientos de volcanes pequeños sobre algunos de los más grandes
volcanes de la Tierra son tan sólo algunas de las muchas y espectaculares características volcánicas
que las Islas Galápagos tienen para ofrecer. Un análisis más detallado revela mucho más.
Tenemos dos decenas de volcanes escudos, como los volcanes El Cumbre en la isla Fernandina,
Cerro Azul, Sierra Negra, Alcedo, Darwin, Wolf y Ecuador en la isla Isabela entre otros de estos
gigantes en las otras islas hacia el oriente del archipiélago. Debido de la alta fluidez y poca
viscosidad de las lavas cuales componen estos volcanes, el volcán Wolf tiene un diámetro de mas
que 85 kilómetros y una altura de casi 5 kilómetros superando la altura del volcán Chimborazo por
mas que el doble midiendo desde la base hasta la cima de estos colosos. Encima de estos volcanes se
encuentran una decena de conos de escorias, cuatro decenas de conos de ceniza, algunas fisuras y
mas de dos mil volcanes chiquititos de tipo cono de salpicadura. Con la diferencia de los volcanes de
tipo escudo, todos los demás tipos de volcanes son mono-genéticos, es decir que son activos solo
una vez por meses, semanas o solo por horas y desde entonces se cesa la actividad para siempre. Sin
embargo el resultado no es nada menos espectacular. Fuentes de lavas alcanzando un kilómetro de
altura, flujos de lava “de película” cuales siguen hasta en la parte submarina, lagunas de lava, entre
otras maravillas geológicas y geodinámicas. Las explosiones producidas por estos volcanes se
caracterizan por su bajo grado de violencia, limitando su actividad casi exclusivamente a los
flujos de lava de diferentes formas y velocidades, así como a la presencia de pequeñas bombas
que igualmente significan un peligro de extensión limitada para los humanos y sus propiedades.
Nuestra comprensión científica de la evolución geológica de las Galápagos continua
desarrollándose, y por lo tanto, quedan muchos misterios por determinar.
La primera vez que uno visita las islas, se siente impulsado a citar la descripción que dio de ellas
su más célebre visitante, Charles Darwin, biólogo y geólogo de profesión, quien dijo “Nada
podría ser más incitante que la primera impresión. Un yacimiento de lava basáltica negra,
resquebrajada, lanzada sobre las más fuertes olas y atravesado por enormes fisuras que dan
pocas señales de vida”. Pero las Galápagos ofrecen mucho más que eso, y no solo a segunda
impresión.
Las Islas Galápagos son uno de los lugares en el planeta donde una gran variedad de plantas
y animales -algunas únicas en el mundo-, han sido la inspiración de muchos en relación al
significado de la vida y de la existencia en general. ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamo s?
¿Por qué es todo como es? Acostumbrados a nuestra imagen de la naturaleza como un
fenómeno que se da por hecho, nos enfrentamos con la capacidad inherente de la vida de
expandirse buscando siempre nuevos terrenos.
Las islas Galápagos están consideradas como el mayor laboratorio natural del mundo. Más de 230
islas, islotes y rocas nacidas de volcanes conforman el archipiélago. Su aislamiento, durante
millones de años, creó ecosistemas únicos en la Tierra. Antes de Darwin, la teoría de la inmunidad
de las especies no era cuestionada. La teoría de la evolución de Darwin cambió el panorama
científico. Cuando Charles Darwin visito las islas, estudió algunas especies, principalmente los
pinzones y las tortugas, y de sus estudios, concluyó que estas especies habían evolucionado de
distintas formas en cada isla. La naturaleza había dispuesto que se adaptase mejor al medio
ambiente para aumentar sus probabilidades de supervivencia.
Charles Darwin mismo escribió en su famoso libro: “Cuando veo estas islas a la vista una
de otra y poseyendo apenas una existencia exigua de animales, residencia de estos pájaros
difiriendo apenas en estructura y llenando el mismo lugar de la Naturaleza, debo sospechar
que son variedades … Si existe el mínimo fundamento para estos comentarios, examinar la
zoología del archipiélago será de mucho valor: ya que estos hechos socavarían la
estabilidad de las especies.” Este frase, mas que todo, revolucionó el mundo conocido de este
tiempo y los resultados de este revolución científica nos persigue, ilumina y guía hasta hoy en
día en las aulas de una población progresiva mientras gente degenerada y en temor de la perdida
de la autoridad religiosa niegan la obvia y lógica evolución de los especies y así el desarrollo de
nuestra propia especie de ser humano.
Pero amenazas para las islas y sus habitantes endémicos hay por lo demás. Las amenazas son al
mismo tiempo los retos de los valientes guardaparques y funcionarios del parque nacional de
Galápagos como de todos nosotros, nacionales como extranjeros. La escueta aplicación de
políticas migratorias, turísticas y ambientales han puesto en riesgo la extraordinaria biodiversidad
del lugar. Amenazas como:
La descontrolada introducción de especies animales, insectos como plantas. Se estima
que alrededor de 1.300 especies, animales y vegetales, han ingresado históricamente a las islas.
Más de 700 plantas extrañas, entre ellas árboles madereros, y de ellas por lo menos 40 compiten
por la luz y el agua con especies endémicas. La invasión agresiva de plantas afuereñas como las
moras, se han convertido en una verdadera plaga para el ecosistema.
La descontrolada expansión y el flujo migratorio de colonos. Según los últimos datos
estadísticos, en la zona urbana de las islas pobladas residen unas 21 mil personas dedicadas a la
pesca y al servicio turístico, y se supone que probablemente mas de 10 mil personas viven en las
islas en forma ilegal.
La poca planificada visita de áreas sensibles y el sobre-turismo es otra amenaza para las
especies endémicas y los ambientes en peligro. 174 mil visitantes anuales de turismo local y
extranjero aportan económicamente al desarrollo del archipiélago pero también dejan su cuota
para el deterioro ambiental.
Para finalizar, derrames de petróleo, y otras sustancias tóxicas, incendios, sobre-pesca
entre otras amenazas incluyendo las naturales, como el fenómeno El Niño, La Niña y cambios
climáticos como el mismo volcanismo dan cuenta en este área.
Sorprendentemente, las Galápagos no son ricas en especies endémicas si se las compara con
Hawai, el Amazonas y otras áreas. Pero lo que hace a la zona de las Galápagos tan rica es la
proximidad y disponibilidad para estudiar los asombrosos animales y plantas como el volcanismo
espectacular que se encuentran allá, ¡como si fuera el laboratorio de una universidad! Así como las
26 especies de pájaro endémicos y colonias de ave marina asombrosas, también tienen muchas
criaturas únicas, incluyendo las tortugas gigantes e iguanas marítimas. Su posición en la corriente
de Humboldt que fluye de la región norte antártica, atrae sustancias nutritivas a la superficie, esto
provoca que las aguas circundantes ricas en pescado y plankton, atraigan a numerosas aves
marinas allá, incluyendo, increíblemente en la línea ecuatorial, Pingüinos. El mundo submarino no
es menos fascinante, y, aunque el agua pueda ser sorprendentemente frío en algunas épocas del
año, habrá una posibilidad para bucear alrededor de los volcanes sumergidos, buscando enormes
manta rayas, tiburones incluyendo tiburones martillo, tiburones ballena, ballenas mismas, tortugas,
lobos marinos, pescado globo y otra vida marina. Según el Plan de Manejo del Parque establece
que la biodiversidad faunística totaliza 137 especies animales de las cuales 108 son de aves, 12 de
mamíferos, 17 reptiles y mas de 500 especies marinas.
Hoy, estos ecosistemas son el sustento de una población local y de visitantes que depende y se
beneficia de ellos. Nosotros, la cuña del conocimiento del país y de la región tenemos no solo el
privilegio mas aun la obligación de investigar las Galápagos en las Galápagos. Las diferentes
ramas ya existentes en nuestra Universidad de las Fuerzas Armadas se podrían expandir conjunto
con nuevas ramas como ciencias marinas, meteorología, oceanografía entre otras con nuestros
aliados estratégicos para erradicar la mas grande amenaza de las Galápagos, de nuestro país y
hasta del mundo entero: La ignorancia. Esperamos y trabajamos en este reto que muy pronto, en
estos días, semanas o meses podremos anunciar la creación de nuestra universidad en las islas
Galápagos para garantizar la preservación y conservación de este paraíso con sabiduría académica.
Muchas gracias por su atención, Dr. Theofilos Toulkeridis investigador docente del Departamento
de Ciencias de la Tierra y de la Construcción, de la Universidad de Fuerzas Armadas ESPE.
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