El acabose TONISAVSKY MIGUEL BRIEVA PERIÓDICO PARA ACABAR CON EL MUNDO DE UNA VEZ POR TODAS DESCUBREN POLÍTICOS QUE ANDAN A CUATRO PATAS MALAGÓN ¿EL ESLABÓN PERDIDO? El hallazgo de cargos políticos que se desplazan a cuatro patas en los alrededores del Congreso de los Diputados ha devuelto la esperanza a los investigadores empeñados en encontrar un vínculo entre los primeros homínidos y los políticos autóctonos. EL CIENTÍFICO W.M. CHESTERFIELD SIENTE EN LAS RODILLAS LA CERCANÍA DE ESTOS APOCALIPSIS COTIDIANOS NASE EL MUNDO SE ACABA DOS O TRES VECES A LA SEMANA, SEGÚN UN ESTUDIO POR SALVA BONET NUESTRO CORRESPONSAL EN SYRACUSE nte la noticia de que el próximo fin del mundo se prevé para noviembre de este año, según la profecía del señor Crispín, hemos querido recabar la opinión del famoso profesor William Morris Chesterfield, físico jubilado de la Universidad de Strawberry Checkenberger (Oak City, Utah) y eterno aspirante al Premio Nobel. “Je, je, je”, fue su primera respuesta entre dientes, “me parece, cuando menos, sorprendente anunciar como novedad el próximo fin del mundo, cuando mis investigaciones han demostrado que éste se acaba dos o tres veces por semana, y estas conclusiones las he publicado hace ya doce años”. Ante nuestra perplejidad, y tras confesar nuestra ignorancia, el profesor Chesterfield accedió a explicarnos su teoría: “Efectivamente, el Universo es altamente inestable a nivel subatómico, y cada poco tiempo todas sus partículas se disgregan, de modo que ahí se acaba todo, amigo mío; sin embargo, en micromilésimas de segundo las partículas se recomponen, y vuelven a dar nacimiento A El simpático profesor Chesterfield atendiéndonos en su hora del bocadillo. a otro Universo. Éste es el típico momento en que se nos pierden unas gafas que sabíamos que teníamos en la cómoda, o que de pronto nos quedamos en blanco y no atinamos a seguir con lo que estábamos diciendo: ¡es que el Universo ya es distinto, y se delata en pequeños detalles que varían por completo! Se ha dado, incluso, el caso de personas que han desaparecido del mapa en uno de estos Cambios de Realidad, como ocurrió con mi querida esposa Florence en un lejano verano de 1967...” Al parecer, éste fue el suceso que movió al profesor a desarrollar su teoría, sumado al disgusto cotidiano de perder sus gafas o quedarse alelado en clase. “Además, fue determinante darme cuenta de que tengo una capacidad especial para detectar con unas horas de antelación estos fenómenos ‘apocalípticos-genesíacos’: cada vez que se van a producir, se me enmohecen las articulaciones de una forma muy desagradable. Cuando esto ocurre, me digo: ‘Billy, prepárate y agarra bien las gafas”. Chesterfield, desde el pequeño laboratorio cedido por la Universidad en un pequeño cuartillo de la limpieza, donde, aún jubilado, sigue entregado a la investigación, es franco con este corresponsal y duda de la predicción que suscribimos desde aquí: “ignoro qué cálculos matemáticos ha podido realizar Mr. Crispis, o si es posible que posea una percepción articular como la mía, aunque me resulta increíble que pueda aplicarse tan a largo plazo y con esa precisión”. (Artículo publicado en la página www.irreverendo.com)