805124. . Primera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo CIII, Pág. 579. ASEGURAMIENTO DEL OBJETO DEL DELITO (CAUSAHABIENTES DEL ACUSADO). No es cierto que el quejoso sea causahabiente del declarado formalmente preso por el delito de fraude, si adquirió de un extraño a la secuela penal, el inmueble de que se trata; quizá se haya consumado la venta de una cosa ajena, al transmitir al quejoso la propiedad de dicho inmueble, pero los dos actos jurídicos no convierten al segundo adquiriente en causahabiente del delincuente, así, pues, el quejoso es extraño al procedimiento penal, en términos de la fracción IX del artículo 107 constitucional, puesto que no ha tenido el carácter de acusado, en ese procedimiento; no se presume su coparticipación en el delito; porque además no adquirió de quien ha sido declarado formalmente preso, sino de un tercero, y porque no se la ha hecho saber la causa legal del procedimiento. Ahora bien, conforme a la jurisprudencia visible bajo el título: "ASEGURAMIENTO DEL OBJETO DEL DELITO.", de la página 318 del Apéndice al Tomo XCVII del Semanario Judicial de la Federación; "El aseguramiento de los objetos que constituyen la materia del delito, puede llevarse a cabo, sin necesidad de juicio previo, cuando se encuentran en poder del mismo acusado, o de algún causahabiente suyo, que puede ser considerado como inodado en la ejecución de los actos criminosos; pero cuando se encuentran en poder de un tercero de buena fe, es necesario vencer en juicio a dicho poseedor"; y si el quejoso compró con un testimonio de escritura que adquirió en propiedad con fecha anterior al aseguramiento y registró el documento antes del mismo haciéndose constar en tal documento que los predios pasaban a la propiedad del adquirente, lo mismo que la posesión; como además se ostentó en su demanda de amparo el quejoso como propietario, y los ocupantes de los predios explicaron que eran sus inquilinos, y en la diligencia en que se ejecutó el auto de aseguramiento, se hizo constar que quedaban notificados los inquilinos, del proveído indicado; resulta incuestionable que del título de propiedad se desprende la presunción de la posesión de que disfrutaba el quejoso, presunción corroborada con lo asentado en el acta de referencia; y no es lícito requerir una prueba suplementaria de la posesión, en estos casos, en términos de la jurisprudencia visible en la página 858 bajo el título: "ESCRITURAS PUBLICAS.", del Apéndice al Tomo XCVII, del Semanario Judicial de la Federación. Amparo penal en revisión 2000/48. Sandoval Castillo Antonio. 20 de enero de 1950. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Luis G. Corona. La publicación no menciona el nombre del ponente. -1-