1. La industria manufacturera en el Estado de México

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Actividad Económica en el
Estado de México
Volumen II
Manufactura e
Industria Automotriz
Gobierno del Estado de México
EDITOR
Secretaría de Desarrollo Económico
Actividad Económica en el
Estado de México
Volumen II
Manufactura e
Industria Automotriz
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2008
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Manufactura e Industria Automotriz
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Actividad Económica en el
Estado de México
Volumen II
Manufactura e
Industria Automotriz
Los cambios económico-territoriales de la
industria manufacturera en el Estado de México
y su zona poniente, 1990-2005
Ryszard Rózga Luter
Facultad de Planeación Urbana y Regional
Renata J. Ruiz Gutiérrez
Facultad de Geografía
Universidad Autónoma del Estado de México
Introducción
E
Se entiende por ZPEM a
aquella conformada por 65
municipios distribuidos en seis
regiones de planeación, excepto las regiones II Zumpango y
III Texcoco, cuyos municipios
se encuentran bajo la influencia de la Zona Metropolitana
de Toluca.
Es importante aclarar que durante los años ochenta y parte
de los noventa, el Estado de
México se dividía en ocho
regiones de planeación (conocida como Regionalización
Única): I Toluca, II Zumpango, III Texcoco, IV Tejupilco,
V Atlacomulco, VI Coatepec
Harinas, VII Valle de Bravo y
VIII Jilotepec.
1
l Estado de México ha venido observando, desde los años
cincuenta y sesenta, un proceso de industrialización heterogéneo y dual. Es decir, se identifican municipios con una
estructura industrial consolidada, principalmente en lo que se refiere a aquellos localizados alrededor del Distrito Federal (zona metropolitana de la ciudad de México). En contraste, el resto presenta
diversos matices, donde algunos municipios tienen fuerte presencia de establecimientos industriales, dentro de los cuales se ubican
principalmente cinco polos de desarrollo industrial: Atlacomulco,
Toluca, Lerma, Tianguistenco y Ocoyoacac, mientras que en otros
persisten unidades productivas tradicionales que hacen uso de los
recursos locales, así como de tecnologías, hoy día precarias.
Particularmente la Zona Poniente del Estado de México (ZPEM)1
presenta un desarrollo industrial con características interesantes
a resaltar:
• Por un lado, aparecen diferentes áreas de industrialización,
como el ya maduro corredor Toluca-Lerma; las áreas de
desarrollo industrial dinámico y múltiple en los municipios
de Atlacomulco, Tianguistenco y Ocoyoacac; el dinámico pero
muy puntual desarrollo industrial en el municipio de Jocotitlán, así como municipios que adquirieron alguna importancia
industrial, pero que no detonaron, como Tenango del Valle,
Tenancingo y El Oro. En este caso, los patrones de localización
9
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
y organización se caracterizan por responder a una lógica de
ubicación, promovida por el gobierno estatal y su política
económica, a través de la promoción de diversos “factores de
localización industrial” para atraer empresas nacionales e internacionales al territorio del Estado de México, específicamente
a los polos de desarrollo de su zona poniente.
• Por otro, existen varios municipios donde el desarrollo industrial se realiza a partir de las micro y pequeñas empresas, con
una estructura económica y territorial de poca importancia.
Aquí los patrones de localización y organización son el resultado de una falta de atención de la política económica estatal a
la búsqueda de alternativas productivas industriales atractivas
para la inversión.
Lo anterior permite plantear algunas suposiciones que sirven de
base para el desarrollo de este trabajo, tales como:
1) El desarrollo industrial en el Estado de México y su zona
poniente presenta un carácter dual, característico de una
economía contemporánea de desarrollo mediano, como la
de nuestro país, donde aparecen indicios de desarrollo industrial moderno, pero con fuerte presencia de industrias
tradicionales.
2) El Estado de México sigue considerándose atractivo para la
inversión industrial, lo que significa que seguirá atrayendo
industrias, especialmente a su zona poniente.
3) En el desarrollo industrial de la zona poniente del Estado
de México se tienen que buscar diferentes alternativas productivas, vinculadas a los diversos objetivos que cumple la
industria en esta zona.
En función de esto, se considera importante analizar, de manera
constante, los cambios económico-territoriales que ocurren en la
industria del Estado de México, especialmente los correspondientes a su zona poniente, aprovechando los resultados de los censos
económicos que conforman ya una serie de datos bastante larga y
confiable para observar los cambios en la estructura, localización
y especialización de la industria manufacturera.
10
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
1. La industria manufacturera
en el Estado de México
1.1. Un esbozo del proceso de
industrialización en la entidad
Después de los años treinta, en México se observó un proceso de
industrialización “moderno” caracterizado por el paso de la producción en talleres artesanales a la producción en fábricas, y de la
comercialización en mercados locales y regionales a la comercialización en el mercado nacional e internacional; por tanto, se reemplazó a las empresas familiares por las sociedades anónimas.
De esta manera, aunque la industrialización moderna en México
se inició en el Porfiriato, el desarrollo industrial más acelerado se
notó a partir de los años cuarenta, donde la industria nacional fue
impulsada por empresarios privados y apoyada por el gobierno,
mediante el decreto de 1941 intitulado: “Fomento de Protección a
las Industrias Nuevas y Necesarias”.
En el caso del Estado de México, su incorporación al proceso de
industrialización nacional se inició activamente en la década de los
cuarenta, dentro del contexto de la política de sustitución de
importaciones.2 Dicha política favoreció la constitución de una
estructura industrial más diversificada, asumiendo un papel principal en la dinámica económica nacional, ya que se pensaba que
la actividad industrial se traduciría en una elevación continua de
la productividad, lo que daría lugar a un conjunto de actividades
dinámicas y eficientes para mejorar el nivel de vida de la población
(Martínez del Campo, 1985: 20).
La política de sustitución de
importaciones tenía como objetivo fundamental incrementar la producción industrial,
con el fin de elaborar en el
país los productos manufactureros que anteriormente se
importaban y que en un futuro
se podrían comercializar hacia
el exterior.
2
Por tanto, a partir de los años cuarenta la industrialización en la entidad ha pasado por diversas etapas, en las que, a través de diversos
mecanismos, se ha dado un fuerte impulso al desarrollo industrial;
es importante rescatar tres: de 1940 a 1960, el inicio de la industrialización moderna; de 1960 a 1975, la etapa de la industrialización media, y de 1975 hasta los años 1990, la industrialización
avanzada o madura (Herrera y Macedo, 1992: 48).
11
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
1.1.1. Inicio de la industrialización moderna:
1940-1960
Esta etapa se inicia con el decreto de la Ley de Protección a las
Industrias Nuevas y Necesarias de 1944, que tenía como objetivo
fundamental atraer nuevos capitales para crear fuentes de producción y de trabajo, situación que se vio aún más favorecida con el
incremento en la construcción de las vías de comunicación y de
obras públicas para facilitar el flujo de materias primas y productos
hacia las industrias y áreas de mercado.
En este sentido, las iniciativas tendientes al fomento del desarrollo
industrial han sido benéficas, principalmente para los municipios aledaños al Distrito Federal, entre los que destacan: Tlalnepantla, Naucalpan, Cuautitlán y Tultitlán, en los que predominaban industrias
textiles, alimenticias, de fibras, hilos y cartón.
De 1946 a 1950, la falta de terrenos adecuados para el establecimiento de las industrias se presentó como uno de los obstáculos más fuertes para la industrialización del estado, pues casi la totalidad de los
lotes que reunían las condiciones necesarias para el establecimiento y
desarrollo de la industria eran de propiedad ejidal, por lo que se requirió realizar una expropiación de dichos terrenos (GEM, 1951).
De 1951 a 1957 se realizaron adiciones a la Ley de Protección a
las Industrias, que consistieron en “exceptuar del pago de impuesto sobre capitales a los intereses procedentes de capitales para el
fomento de la industria y a las ganancias, dividendos, participaciones, intereses sobre obligaciones, bonos, acciones y valores” (Bejar
y Casanova, 1970).
Para el periodo de 1958 a 1963, en el contexto de la Ley de Protección a las Industrias, se otorgaron franquicias de compensación a
las empresas por la ocupación de terrenos, demolición de construcciones y trastornos en la producción. Asimismo, se fomentó el establecimiento de empresas dedicadas a otras actividades que aún no
existían dentro del territorio estatal (empresas automotrices), pues se
pensó que serían estratégicas para el desarrollo futuro de la estructura
económica estatal (GEM, 1963: 68-69). A partir de este sexenio se
presentó la tendencia a diversificar la estructura industrial estatal.
12
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
En 1945 los establecimientos industriales se dedicaban principalmente
a las actividades de alimentos y bebidas (58.44%), confección de
ropa (13.42%), productos no metálicos (12.45%) e industria
de la madera (9.01%), lo que significó una estructura industrial
poco diversificada.
1.1.2. Etapa media del desarrollo industrial:
1960-1975
Con el establecimiento de grandes industrias, como las automotrices,
el Estado de México da inicio a la etapa media de industrialización,
con lo que se fomenta el fortalecimiento de las industrias ya existentes y el establecimiento de empresas en las zonas rurales, ello
con el fin de acoplar el desarrollo industrial a la dinámica agropecuaria de esos lugares. Como se ve en el cuadro 1, éste fue un
periodo decisivo en el desarrollo de la industria mexiquense, donde
la entidad logró posicionarse como la segunda entidad federativa
del país en cuanto al desarrollo de la producción material.
Cuadro 1. Estado de México y otras entidades federativas
Principales características de la industria extractiva y de transformación,
1965, 1970, 1975
Entidad federativa
Número de
Personal
estableciocupado
mientos
Pagos
totales al
personal
ocupado
Valor
agregado
Producción
Bruta Total
Distrito
Federal
(1965)
30.0
33.9
39.5
36.4
36.3
(1970)
24.6
31.1
35.2
33.5
32.1
(1975)
24.9
28.9
31.4
30.5
29.6
Estado de (1965)
5.3
12.1
14.8
15.0
15.1
México
(1970)
7.6
14.5
18.3
19.1
18.7
(1975)
8.8
16.0
19.2
19.8
20.2
10.6
10.7
Nuevo León (1965)
3.6
7.0
9.2
10.1
10.5
11.3
(1970)
3.8
8.0
9.4
11.0
10.7
(1975)
4.0
8.0
5.4
4.5
4.4
4.9
Jalisco
(1965)
6.4
5.7
7.6
6.2
5.4
5.6
(1970)
6.3
7.9
6.8
5.9
6.3
(1975)
Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos.
Secretaría de Industria y Comercio (1967, 1973), Secretaría de Programación y
Presupuesto (1979).
13
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
De 1963 a 1969 se observa una continuidad de la política proteccionista a la industria, presentada en los periodos anteriores, mediante las franquicias fiscales y la reducción de impuestos (GEM,
1969). Así, en lo referente a la estructura industrial predominaban
las empresas dedicadas a sectores tradicionales: la industria textil,
de hilos, alimentos, papel, entre otros; pero también se empezaba
a fomentar el desarrollo de otras actividades que podrían presentar
mayor potencial económico, como el caso de la industria automotriz y el transporte, y que incluso llegó a ser el motor del desarrollo
industrial mexiquense (Sobrino, 1994: 355).
En este periodo se siguió fomentando el desarrollo industrial en
los municipios conurbados al Distrito Federal. Sin embargo, se
intentó revertir el proceso de concentración industrial suscitado
en la zona metropolitana de la ciudad de México y en el corredor
Toluca-Lerma, por lo que se establecieron cinco áreas geoeconómicas
prioritarias, a saber:
1) El Oro-Atlacomulco-Ixtlahuaca
2) La Marquesa-Tianguistenco-Lerma
3) Ocoyoacac-Lerma-Toluca
4) Villa Victoria-Zinacantepec-Almoloya de Juárez
5) Zumpango-Huehuetoca
Con esto se pretendía fomentar el desarrollo industrial de estas
áreas geoeconómicas a través del establecimiento de parques industriales en cada uno de sus municipios integrantes. Así, los parques
industriales comenzaron a establecerse en el Estado de México a
partir de la década de los sesenta, por ejemplo, el caso de Toluca
(1963) y de Cartagena en el municipio de Cuautitlán (1969). En
este sentido, uno de los factores que incidió en el incremento de la
construcción de parques industriales en algunos puntos del territorio
estatal fue la creación, en el ámbito federal, del Fideicomiso de
Conjuntos, Parques y Ciudades Industriales y Centros Comerciales (Fidein) en 1971, que funcionó hasta 1989.
Otro factor que influyó de manera directa en la construcción de
estos parques dentro de la entidad mexiquense fue el decreto federal
de 1972, que otorgaba estímulos, ayudas y facilidades a las industrias, aunado a las acciones llevadas a cabo de 1969 a 1975, en el
que se apoyó el establecimiento de 400 nuevas empresas distribuidas en 19 zonas de desarrollo industrial y 10 parques industriales,
14
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
urbanizados y edificados por el Instituto Auris (Instituto de Acción
Urbana e Integración Social), los cuales generalmente contaban con
la infraestructura requerida.
Cabe resaltar que los parques industriales bajo este contexto pueden
ser concebidos como un mecanismo de articulación del ambiente
urbano-regional. Pero para lograr este cometido, es necesario
coordinar adicionalmente las políticas de transporte, desarrollo de
recursos naturales, fuerza de trabajo, migración, mercados, energéticos y dotación de infraestructura, con la finalidad de apoyar la
producción industrial en los parques (Garza, 1992), situación que
en el caso de la entidad mexiquense no se promovió.
1.1.3. Periodo de industrialización madura:
1975-1990
Durante la segunda parte de la década de los setenta, la industria manufacturera perdió su papel predominante en la estructura
económica estatal, pues comenzaron a prevalecer los servicios.
Pese a ello, el Estado de México seguía siendo la segunda entidad
federativa más industrializada del país, sólo por debajo del Distrito Federal, pues concentraba más de la quinta parte del producto
manufacturero nacional.
A pesar de que en el periodo de referencia se pusieron en marcha
políticas tendientes a la desconcentración territorial de la industria,
en el periodo 1975-1981 se acrecentó aún más la concentración de
industrias en la zona metropolitana de la ciudad de México y en los
municipios de Toluca y Lerma.
Para revertir los desequilibrios presentados en la entidad, se otorgaron facilidades a las empresas que se reubicaran del Distrito Federal a los parques industriales del Estado de México, con esto se
intentó establecer polos de desarrollo industrial que comprendían
a los municipios que contaban con parques industriales instalados:
Lerma, Toluca, Ocoyoacac, Tianguistenco y Atlacomulco; además
de otros, como Aculco, Temascalcingo, Tenancingo y Tejupilco, por
considerarse opciones viables para el crecimiento desconcentrado
de la actividad industrial. En suma, este periodo se caracterizó por
15
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
presentar una importante tendencia hacia el desarrollo industrial
desconcentrado de las áreas tradicionales.
Pareciera ser que este ambiente de desarrollo industrial marchaba
por buen camino, no obstante, empezaba a toparse con un inmenso
problema coyuntural, a partir de un grupo de problemas y declives que amenazaban el avance y desempeño de esta actividad.
Así, la crisis iniciada en los ochenta (1982) frenó drásticamente
el crecimiento de la industria nacional y de manera particular la
construcción de parques industriales, obviamente que algunas entidades industrializadas resintieron más que otras (por las características ya conocidas).
De 1971 a 1976 se desarrollaron anualmente 6.8 parques industriales, en promedio; mientras que de 1977 a 1982, esta cifra se
elevó a 10. Sin embargo, para la década de los ochenta (19831988) se reduce a 3.3 a nivel nacional (Garza, 1992). Esta baja es
atribuida en parte al efecto directo que sufrieron las finanzas públicas y el presupuesto destinado para estos programas, aunado a la salida de capital, la depreciación del peso y el ambiente especulativo
y desequilibrado que minaba los demás sectores de actividad.
Incluso con estos problemas que tendían a acentuarse, el Estado
de México tuvo la fortuna de seguir avanzado en medio de esta
gran marea desequilibrante, con dos parques que en su momento
eran de reciente creación y que incluso fueron calificados como
“exitosos” (Garza, 1992), tal es el caso de San Antonio Buenavista
y Exportec, que conjuntamente con el parque industrial de Colima, observaron un ritmo de ocupación mayor que el resto de
los parques y ciudades industriales del país. Sin embargo, no se
puede aducir éste como un buen momento para el desarrollo de
los parques industriales y de la propia actividad en la entidad, pues
5.5% del total de parques existentes es poco para hablar de un
buen avance general de esta actividad en el Estado de México.
En 1982 se constituyó en la entidad mexiquense el Fideicomiso
para el Desarrollo de Parques y Zonas Industriales (Fidepar), que
tenía como objetivo principal adquirir reservas territoriales en los
polos de desarrollo previamente establecidos para impulsar un desarrollo regional equilibrado y ofrecer espacios industriales que
contaran con la infraestructura y los servicios necesarios para el
establecimiento de diferentes empresas de manera ordenada.
16
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
Cuadro 2. Estado de México
Principales características de los parques industriales, 1986
Parque
industrial
Años de
operación
San Antonio
2
Buenavista
Exportec
2
Cartagena
16
El Coecillo
15
El Oro
10
El Cerrillo
4
Atlacomulco
4
Toluca
7
El Trébol
12
Tianguistenco
15
Tenango
13
Fuente: Garza, 1992: 142.
Tamaño
promedio
del parque
(Hectáreas.)
16
Empresas en
operación y
construcción
Empresas
instaladas
anualmente
14
7
106
63
170
107
55
232
28
52
38
18
5
21
10
1
10
31
16
11
19
18
2.5
1.3
0.6
0.1
2.5
7.7
2.3
0.9
1.2
1.3
A partir de 1983, la creación de parques industriales se concentró en sólo dos municipios del estado: Toluca y Lerma, donde se
crearon cinco parques industriales: Cerrillo I y II, San Antonio
Buenavista y Exportec I y II, ubicados al oriente de la ciudad de
Toluca (Corredor Industrial Toluca-Lerma). Sin embargo, se tiene
que añadir que ya en este periodo la política de desarrollo de los
parques industriales había perdido su ímpetu, y prácticamente, con
algunas excepciones, fue abandonada a partir de 1990.
Este abandono de las políticas no permitió consolidar la madurez
de los parques industriales en el Estado de México, pues lejos de
descentralizar las actividades manufactureras, los diversos mecanismos de fomento y localización industrial tendieron a concentrar a
las unidades productivas nuevamente en aquellos lugares que contaban ya con las condiciones que permitían el desarrollo de las actividades industriales; de esta manera se contribuyó a profundizar las
desigualdades regionales, es decir, se obstaculizó la descentralización industrial de esta entidad. Así queda claro que, por sí mismas,
las políticas de descentralización puestas en marcha en el Estado de
México no pueden avanzar de manera independiente, sino que es
indispensable que se busque la articulación con la planeación nacional, para intentar compatibilizar los objetivos territoriales con el
fomento de los diferentes sectores de actividad económica.
17
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
1.2. Cambios en la estructura económica del
Estado de México
Entre 1990 y 2000 la estructura del Estado de México presenta
dos grandes tendencias en su dinámica; por un lado, una marcada
concentración de la producción en tres grandes sectores: industria
manufacturera, comercio y servicios; y por otro, una disminución
paulatina en la participación de la primera actividad a favor de las
actividades terciarias (cuadro 3).
Cuadro 3. Estado de México
Cambios en la estructura económica según Producto Interno Bruto
(PIB precios corrientes), por gran división, 1990-2004
Año 1990
1995
1999
Gran división
Gran división 1.
Agropecuaria, silvicultura
4.68
2.16
2.18
y pesca
Gran división 2. Minería
0.21
0.26
0.25
Gran división 3. Industria
39.81
33.07
32.41
manufacturera
Gran división 4.
5.94
4.49
4.94
Construcción
Gran división 5.
1.92
0.57
0.66
Electricidad, gas y agua
Gran división 6. Comercio,
24.38
18.89
19.13
restaurantes y hoteles
Gran división 7.
Transporte, almacenaje y
6.32
9.13
9.52
comunicaciones
Gran división 8. Servicios
financieros, seguros,
8.39
16.02
14.45
actividades inmobiliarias y
de alquiler
Gran división 9. Servicios
comunales, sociales y
9.13
17.05
17.06
personales
Cargo por los servicios
(-) 0.78 (-) 1.64
(-) 0.60
bancarios imputados
TOTAL
100.00 100.00
100.00
Fuentes: Salgado, 1993: 226. INEGI (2000b, 2006).
2003
2004
1.56
1.44
0.31
0.37
28.02
28.13
3.12
3.72
0.56
0.54
20.39
20.53
8.99
8.86
15.74
15.16
21.91
21.67
(-) 0.60 (-) 0.42
100.00 100.00
Específicamente se resalta la paulatina disminución en la importancia de la industria manufacturera a largo plazo. Sin embargo,
cabe comentar que ésta sigue conservando su preponderancia y
significancia en toda la estructura económica estatal, donde debe
18
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
ponerse especial interés es en el sector servicios, tanto comunales
como financieros y de los transportes, pues ambos presentan perspectivas y tendencias de crecimiento, ya que su dinámica productiva empieza a ser relevante. Este cambio especialmente es visible en
la primera década de los noventa, provocado probablemente por el
llamado proceso de adelgazamiento de las actividades estrictamente industriales y la búsqueda de crecimiento de algunas actividades
complementarias a la producción industrial, los llamados procesos
de out-sourcing.
En contraparte, notamos que el avance de estas actividades ha
provocado un desplazamiento y disminución del grado de importancia del sector agropecuario, por lo que se asume que esta actividad ya no juega un papel significativo en el desenvolvimiento y
desempeño del aparato productivo estatal, pues ha pasado de ser
un sector comercial a uno de subsistencia y autoconsumo, sin embargo, esto no significa que se está descartando totalmente los pequeños espacios donde esta actividad se desarrolla intensivamente
y con buenos resultados. De tal manera que al agrupar los nueve
subsectores económicos en solamente tres sectores de actividad
básicos (primario, secundario y terciario), se puede observar más
claramente la forma en que está cambiando la estructura productiva de la entidad, pues después de mantener la preponderancia de
la actividad industrial, la dinámica del tercer sector está avanzando rápidamente, por lo que se puede asumir que la economía del
Estado de México está transitando de la industrialización hacia un
proceso de terciarización paulatina, lo que relega casi por completo la actividad agropecuaria.
1.3. Cambios en la estructura de la
industria manufacturera
Particularmente, en lo que se refiere a la estructura de la industria
manufacturera, se tiene que hacer notar que a largo plazo crece la
participación de la industria de sustancias químicas y de productos alimenticios, mientras que la industria de productos metálicos, maquinaria y equipo disminuyen su participación. Las otras
actividades manufactureras presentan pequeños cambios en su
participación, por tanto, al interior de este sector también existen
19
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
polarizaciones sub-sectoriales, pues algunas actividades son las que
dinamizan e incluso mantienen la importancia de este sector, como
se muestra en el cuadro 4.
Cuadro 4. Estado de México
Cambios en la estructura productiva de la industria manufacturera,
según Producto Interno Bruto (PIB precios corrientes), por subsector,
1995-2004
Año
1995
Subsectores industriales
31. Productos alimenticios,
22.57
bebidas y tabaco
32. Textiles, prendas de vestir
7.55
e industria del cuero
33. Industria de la madera y
1.39
productos de madera
34. Papel, productos de papel,
5.67
imprentas y editoriales
35. Sustancias químicas,
18.75
derivados del petróleo,
productos de caucho y
plásticos
6.14
36. Productos de minerales
no metálicos, exceptuando
derivados del petróleo y
carbón
37. Industrias metálicas
5.75
básicas
38. Productos metálicos,
30.72
maquinaria y equipo
39.
Otras
industrias
1.45
manufactureras
Total
Industria 100.00
Manufacturera
Fuentes: INEGI (2000b, 2006).
1999
2003
2004
21.73
26.56
24.95
7.03
7.41
7.14
1.54
1.49
1.37
4.47
3.99
3.94
18.37
19.80
21.53
6.48
7.51
6.84
4.59
4.91
6.89
34.17
26.59
25.53
1.62
1.74
1.81
100.00
100.00
100.00
Esto es reflejo de una especialización industrial muy polarizada en
tres subsectores de la actividad manufacturera, y que en conjunto
concentran más de 70% de la producción del sector:
1) Productos metálicos, maquinaria y equipo
2) Alimentos, bebidas y tabaco
3) Sustancias químicas, derivados del petróleo y plásticos.
20
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
Lo interesante es que el mismo análisis llevado a cabo para los datos
comparables en un periodo más corto arroja resultados similares
(cuadro 5). Así, en el Estado de México, tres subsectores manufactureros siguen siendo considerados como actividades importantes, que no han cambiando sustancialmente su participación en
la aportación al PIB estatal y que son: metalmecánica, industria
alimenticia y química.
Cuadro 5. Estado de México
Participación de los subsectores industriales en el PIB manufacturero,
1996-2004 (Especialización Interna)
Subsectores industriales
31. Productos alimenticios, bebidas
y tabaco
32. Textiles, prendas de vestir e
industria del cuero
33. Industria de la madera y
productos de madera
34. Papel, productos de papel,
imprentas y editoriales
35. Sustancias químicas, derivados
del petróleo y plástico
36. Productos minerales no
metálicos, exceptuando derivados
del petróleo y carbón
37. Industrias metálicas básicas
38. Productos metálicos,
maquinaria y equipo
39. Otras industrias manufactureras
Total Industria manufacturera
Fuente: INEGI (2000b, 2006).
1996
22.28
Participación
1999
2002
21.73
26.34
2004
24.95
7.57
7.03
6.66
7.14
1.27
1.54
1.60
1.37
4.37
4.47
3.94
3.94
17.36
18.37
18.64
21.53
6.34
6.48
7.28
6.84
5.80
33.12
4.59
34.17
4.24
29.61
6.89
25.53
1.54
100.00
1.62
100.00
1.69
100.00
1.81
100.0
A esta situación la denominamos como “especialización interna”.
En este sentido, resulta muy interesante el ejercicio correspondiente al análisis de especialización, también llamado “especialización
externa” que podemos observar al aplicar la técnica de índices de
especialización, que calculamos dividiendo la participación de algún sector económico en una economía del territorio analizado
(Estado de México), entre la participación del mismo sector
económico en la economía del territorio que sirve como marco de
referencia (país). Así, los resultados que presenta el cuadro 6, aunque
resultan bastante interesantes, no se encuentran muy distantes de
los de especialización interna.
21
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Cuadro 6. Estado de México
Especialización industrial del Estado de México en relación con el país,
por subsector manufacturero; 1996-2004
(especialización externa)
Subsectores industriales
1996
0.87
Índice de especialización
1999
2002
2004
0.85
0.91
0.85
31. Productos alimenticios,
bebidas y tabaco
32. Textiles, prendas de vestir e
0.95
0.91
0.94
1.13
industria del cuero
33. Industria de la madera y
0.52
0.61
0.69
0.63
productos de madera
34. Papel, productos de papel,
1.09
1.11
1.05
1.11
imprentas y editoriales
35. Sustancias químicas,
1.08
1.27
1.28
1.46
derivados del petróleo y plástico
36. Productos minerales no
0.97
1.01
1.09
1.06
metálicos, exceptuando derivados
del petróleo y carbón
37. Industrias metálicas básicas
0.95
0.99
1.09
1.11
38. Productos metálicos,
1.17
1.07
0.99
0.90
maquinaria y equipo
39. Otras industrias
0.55
0.58
0.58
0.62
manufactureras
Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (2000b, 2006).
Como vemos, externamente la industria manufacturera del Estado de México se especializa en cuatro sub-sectores, 35: sustancias
químicas; 32: textiles, prendas de vestir e industria del cuero; 37:
industrias metálicas básicas; y 34: papel, productos de papel, imprentas y ediciones. Mientras que los siguientes dos están muy
cercanos a la especialización: 38: productos metálicos, maquinaria
y equipo, y 31: productos alimenticios, bebidas y tabaco.
1.4. Algunos aspectos territoriales del
desarrollo de la industria manufacturera mexiquense
Por otra parte, vale resaltar que la industria del Estado de México
es territorialmente muy polarizada, ya que cuatro regiones consideradas como “importantes” concentran más de 90% del potencial
industrial de la entidad, donde se asienta la mayor parte de las
unidades productivas, mientras que en las cuatro restantes, consideradas “con alguna importancia”, se distribuyen menos de 5% de
la actividad industrial manufacturera (Valle de Bravo, Tejupilco,
Coatepec Harinas y Jilotepec) (cuadro 7).
22
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
Cuadro 7. Estado de México
Distribución territorial de la industria manufacturera según personal
ocupado: regiones económicas más importantes; 1988-2004
Regiones
económicas
I
II
III
V
Toluca Zumpango Texcoco Atlacomulco
Total regiones
económicas
importantes
Total industria
manufacturera
en las regiones
(1988) *
52 729 226 966 86 080
10 615
376 390
(1994)
69 199 240 761 99 458
13 049
422 467
(1999)
88 464 264 097 117 693
8 843
479 097
(2004)
85 532 236 119 104 386
16 398
442 435
Participación
de la industria
manufacturera
en las regiones
en relación con
el total estatal
(%)
98.8
2.8
59.6
22.6
13.8
(1988) *
97.9
3.0
16.0
55.8
23.0
(1994)
1.8
97.9
24.0
18.1
53.9
(1999)
3.6
97.5
23.0
18.8
52.0
(2004)
Fuente: Rózga, 1992 y cálculos propios con base en INEGI (1989, 1994, 1999
y 2004).
Este fenómeno de concentración territorial de la actividad industrial en el Estado de México se ha visto influido por las políticas de
desarrollo de los parques industriales, pues la mayoría de éstos se
concentraron en las zonas nororiente, norponiente y centro de la
entidad (cuadro 8).
Cuadro 8. Estado de México
Principales características de los parques, ciudades y
corredores industriales (PCCI), por grupos de municipios; 1998
Grupos de municipios
Estado de México
Nororiente de la ZMCM
Norponiente de la ZMCM
Centro
Norte
Fuente: Secofi, 1999: 52.
PCCI
Unidades
económicas
Personal
ocupado
42
2 137
129 457
13
13
12
4
841
786
464
46
41 944
38 678
33 190
15 645
23
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Como siguiente aspecto de las desigualdades territoriales se presentan las desproporciones que existen en la entidad en cuanto a su
distribución territorial de la actividad industrial, esta vez mediante
los datos referentes al personal ocupado en la industria manufacturera en los diez principales municipios de la entidad (cuadro 9).
Cuadro 9. Estado de México
Personal ocupado en la industria manufacturera de los diez principales
municipios de la entidad; 1999-2004
Municipio
1999
Estado de México
489 469 100.0%
78 697
16.0
1. Naucalpan de Juárez
73 606
15.0
2. Tlalnepantla de Baz
3. Ecatepec
59 732
12.2
4. Toluca
41 439
8.4
5. Cuautitlán Izcalli
40 474
8.2
6. Nezahualcóyotl
16 892
3.4
7. Tultitlán
16 755
3.4
8. Lerma
14 511
2.9
2.6
9. Atizapán de Zaragoza 13 008
10 309
2.1
10. La Paz
No.
Suma de los diez
365 423
Resto de municipios 124 046
Fuente: INEGI (1999 y 2004).
74.7
25.3
2004
453 832
100.0%
60 714
13.4
62 497
13.8
50 093
11.0
38 883
8.6
35 249
7.8
14 574
3.2
21 026
4.6
15 323
3.4
16 474
3.6
10 293
2.3
325 126
128 706
71.6
28.4
Como se puede observar, el personal ocupado en la industria manufacturera en estos diez municipios comprende más de 71.6% del
total que labora en la industria de los 125 municipios mexiquenses.
Sin embargo, la participación de los primeros tres, pertenecientes
a la zona metropolitana de Toluca, es de 38.2% y de los primeros
cinco (anexando la capital del estado), de 54.6 por ciento.
Por último, podemos presentar como hipótesis que el desarrollo
industrial en el Estado de México presenta un patrón territorial
parecido a lo que llamaríamos “anillos de industrialización”, donde
(Rózga, 2001):
• “El primer anillo” está representado por los municipios conurbados al Distrito Federal, que de manera natural representan
la extensión territorial del desarrollo industrial de la ciudad
de México.
24
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
En este tipo de “anillo” sigue siendo dominante la participación
industrial, observada prácticamente en todos los aspectos (número
de establecimientos, población ocupada, valor agregado, capital
fijo, etc.), aunque cada vez más pierde su preeminencia en favor
del segundo anillo. Las industrias ahí ubicadas son en gran parte
modernas, pero su grado de modernidad, medido, por ejemplo, a
través del indicador de capital por trabajador, es en promedio más
bajo (especialmente de la región III Texcoco), que el de las industrias “del segundo anillo” (especialmente de la región I Toluca). Los
cuatro municipios dominantes de este anillo (Tlalnepantla, Naucalpan, Ecatepec y Cuautitlán Izcalli) presentan una gama bastante
diversificada de industrias (prácticamente están representados todos
los subsectores manufactureros).
• “El segundo anillo” está representado por los municipios de la
zona poniente del Estado de México, a una distancia promedio
de 50 a 70 km del Distrito Federal. Empezando desde el norte,
éstos son: Jilotepec, Atlacomulco, El Oro, Jocotitlán, Toluca,
Lerma, Ocoyoacac, Santiago Tianguistenco, Tenango del Valle
y Tenancingo.
Este anillo se encuentra en expansión; es decir, cada vez más adquiere
mayor importancia, aun cuando su participación en cada uno de
los aspectos estadísticos anteriormente mencionados no sobrepasa
15% (es importante añadir que hace algunos años esta participación no era superior a 10%). También presenta en algunos aspectos
mejores indicadores promedio en lo que se refiere a la modernidad
industrial. Esto último se puede explicar por el hecho de que la industria del segundo anillo no sobrepasa en antigüedad los 25 o 30
años, mientras que la industria del primer anillo en muchos casos
ha superado los 40 años. Además, vale la pena mencionar que en
muchos casos la ubicación de las industrias del segundo anillo fue
resultado de un proceso de desconcentración de las industrias del
primer anillo, incentivadas por políticas gubernamentales, y de las
cada vez más difíciles condiciones de producción en éste.
• “El tercer anillo” está representado por los municipios que se
encuentran a una mayor distancia del D.F. que los anteriores.
En éstos aparecen, de manera puntual, sólo algunas industrias
pequeñas, rara vez medianas, básicamente agroindustrias o
industrias alimenticias, por lo que es difícil decir si podemos
25
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
clasificarlas como “modernas”. En muchos casos se trata más
bien de talleres, frecuentemente familiares, y como hemos
mencionado, básicamente de carácter agroindustrial, que abastecen a la población local de algunos productos de primera
necesidad (panaderías, tortillerías, producción de guaraches, etc.).
Esta gama de industrias en el Estado de México genera una fuerte
heterogeneidad de los municipios; por un lado, se encuentran
aquellos que presentan más altos niveles de vida (los municipios
conurbados al D.F.) y por otro, los municipios con niveles muy
bajos (los municipios del sur y norte del estado).
Asimismo, la ZPEM presenta alta heterogeneidad, donde podemos encontrar áreas de industrialización madura como el corredor
Toluca‑Lerma, áreas de desarrollo industrial dinámico y múltiple, como son los municipios de Atlacomulco, Tianguistenco y
Ocoyoacac, municipios con un dinámico pero puntual desarrollo
industrial como en Jocotitlán, y por último, aquellos municipios
que adquirieron alguna importancia, pero no detonaron en su desarrollo industrial como es el caso de Jilotepec, Tenango del Valle
y Tenancingo.
Por otro lado, tenemos otros tantos municipios donde el desarrollo
industrial se realiza a partir de las micro y pequeñas empresas,
básicamente de la agroindustria, y que en la estructura económica
de sus territorios no muestran ninguna importancia.
2. El desarrollo industrial en la Zona
Poniente del Estado de México
Como se mencionó, esta zona comprende 65 municipios, que concentran 25.9% de la población mexiquense (3 389 585 habitantes). Esto representa una alta desigualdad en la distribución de la
población, ya que prácticamente en la mitad de los municipios de
la entidad habita una cuarta parte del total de la población. Dicha
zona presentó en el periodo de 1980 a 1990 una tasa de crecimiento de 2.9% que, si bien es alta, todavía es superior a la registrada
en el período de análisis anterior (2.6%), lo que nos muestra que
poco a poco su ritmo de crecimiento se va elevando hasta equiparar,
al momento, la del Estado de México (cuadro 10).
26
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
Cuadro 10. Zona poniente del Estado de México
Población total, porcentaje de participación
y tasa de crecimiento media anual; 1980-2000
1980
1990
2000
T.C. 80-90 T.C. 90-00
ZPEM
1 974 957 2 545 315 3 389 585
2.6
2.9
Estado de
13 096
7 564 335 9 815 795
2.6
2.9
México
686
%
26.11
25.9
25.9
Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1980, 1990, 2000).
Asimismo, dentro de la ZPEM, Toluca concentra 19.7% del total de la población, seguido de Metepec, con una participación de
5.7% y San Felipe del Progreso con 5.2% de los habitantes3. Sólo
estos tres municipios en suma concentran 30.6% de la población
de toda el área de estudio, lo que nos muestra desigualdades en la
distribución territorial de la población.
En lo que concierne a las actividades económicas, específicamente
la industria manufacturera, la ZPEM ha registrado un crecimiento, no sólo en su número de establecimientos sino también en la
cantidad de población que ocupa, de lo cual podemos rescatar lo
siguiente (cuadro 11):
• Actualmente la zona concentra 25.6% de los establecimientos
manufactureros del estado (9 055 unidades productivas), participación que ha ido en aumento, ya que en 1989 concentraba
20.3% y en 1994, 22.8 por ciento. Esto puede ser explicado,
por un lado, debido al surgimiento de empresas en el área de
estudio, pero por otro, por la llegada al territorio de empresas
provenientes de otras entidades federativas, principalmente
del D.F.
• Asimismo, en igual situación se presenta el comportamiento
de la población ocupada, ya que en 2004, los 9 055 establecimientos manufactureros ocupaban 24.2% de la población
total de la ZPEM; porcentaje mayor al registrado en periodos
anteriores (1980, 17.8% y 1990, 20.8%).
El 2 de octubre de 2001,
este municipio se divide en
dos (San Felipe del progreso
y San José del Rincón).
3
27
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Cuadro 11. Zona poniente del Estado de México
Participación de los establecimientos manufactureros
y el personal ocupado con respecto al total estatal; 1989-2004
Establecimientos manufactureros
1994
1999
2004 1989 1994 1999 2004
%
%
%
%
ZPEM
2 491 5 163 9 015 9 055 20.3 22.8 25.5 25.6
Estado de 12 279 22 616 35 318 35 343 100.0 100.0 100.0 100.0
México
Población ocupada
ZPEM
67 877 89 680 105 693 109 715 17.8 20.8 21.6 24.2
Estado de 381 048 431 596 489 469 453 832 100.0 100.0 100.0 100.0
México
Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1989, 1994,
1999, 2004).
Zona
1989
A nivel municipal, a partir de estos datos y al aplicar el cálculo del
Índice de especialización local, podemos observar que el área de
estudio se clasifica en cuatro zonas dependiendo de la presencia e
importancia en relación con el total de la población ocupada en la
industria manufacturera, lo que muestra información interesante
en función de la evolución de dichas zonas (mapa 1).
Mapa 1. Municipios de la ZPEM especializados
en la industria manufacturera, 1989-1994
Fuente: elaboración propia a partir de datos estadísticos. INEGI. Censos
económicos (industriales) 1989, 1994, Estado de México.
Como se puede observar en el mapa anterior, dentro de la ZPEM,
en los dos periodos considerados, no se han experimentado grandes cambios, ya que tanto los municipios muy industrializados
28
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
como industrializados siguen siendo los mismos: Toluca, Lerma,
Tianguistenco, Jocotitlán y Atlacomulco.
Sin embargo, para 1999 la información sobre índices de especialización local en la industria manufacturera muestran cambios
significativos que orientan la tendencia hacia un proceso de industrialización más intensivo en otros municipios de la ZPEM, fuera
de los tradicionales centros industrializados, sobre todo en lo que
se refiere a los municipios del norte de la entidad y aquellos localizados al sur del valle de Toluca, cuya actividad industrial es prácticamente a través de talleres familiares, micros y pequeñas empresas
(mapa 2).
Mapa 2. Municipios de la ZPEM especializados
en la industria manufacturera, 1999
Municipios no industrializados
Municipios poco industrializados
Municipios industrializados
Municipios muy industrializados
29
29
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Proceso que se reproduce para 2004, y cada vez con mayor intensidad, con lo que se orienta claramente la conformación de un
corredor industrial desde el valle de Toluca hacia el norte del estado,
incorporándose cada vez más un mayor número de municipios que
anteriormente no figuraban como industrializados. Asimismo, la
pérdida de relevancia manufacturera se puede observar en el caso
del municipio de Toluca que, como bien muestran los datos estadísticos, tiende a orientarse económicamente hacia el sector terciario (mapa 3).
Mapa 3. Municipios de la ZPEM especializados
en la industria manufacturera, 2004
Especialización Industrial en la Zona Poniente
del Estado de México, 2004
Municipios no industrializados
Municipios poco industrializados
Municipios industrializados
Municipios muy industrializados
30
30
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
Pese a este comportamiento, en términos relativos, Toluca y Lerma siguen concentrando casi la mitad de las unidades productivas.
Sin embargo, dicha participación ha ido disminuyendo de años
anteriores a la fecha, ya que en 1988, su concentración era de 64
por ciento y para 2004 se reduce a 49.4 por ciento. Esto permite
suponer un proceso de desconcentración hacia otros municipios de
la zona de estudio o un traslado de establecimientos a otros estados
del país, principalmente de la región centro (cuadro 12).
Cuadro 12. Toluca y Lerma
Porcentaje de participación del personal ocupado en la
industria manufacturera con respecto a la ZPEM; 1989-2004
Municipio
Toluca
Lerma
Total
1989
1994
1999
2004
45.7
18.3
64.0
39.9
15.4
54.8
39.6
13.9
53.5
35.4
14.0
49.4
Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1989, 1994,
1999, 2004).
En el caso de los municipios muy industrializados e industrializados,
estos ofrecen diversos factores de localización (infraestructura, vialidades, mano de obra, cercanía al mercado) y políticas que promueven el desarrollo industrial de la zona, a partir de la ubicación
de empresas de diversos tamaños, capitales y orientación productiva.
Caso contrario al resto de los municipios de la zona poniente,
donde se ubican empresas, principalmente de tamaño pequeño y micro, de capital nacional, y de carácter tradicional.
Lo anterior nos lleva a plantear dos conclusiones: primero, el mapa
muestra claramente la conformación de “los anillos de industrialización”, de los cuales se hizo referencia en apartados anteriores;
segundo, la tendencia a la industrialización de la zona poniente
es claramente observada, aunque muy heterogénea. Así, podemos
encontrar municipios con infraestructura y unidades productivas,
especialmente aquéllos considerados como polos de desarrollo, que
concentran empresas de diferentes tamaños, principalmente medianas y grandes; en contraste de otros, cuyo desarrollo se basa en actividades industriales de corte artesanal, a partir de pequeños talleres
familiares y firmas pequeñas y micro.
31
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
En cuanto a la división de la industria manufacturera en subsectores,
observamos que en la zona de estudio existe gran predominio de
los subsectores: 31 Industria alimenticia, 32 Textil, 35 Industria
química y 38 Industria metalmecánica, quienes concentran a una
buena parte de las empresas y del personal ocupado total, comportamiento que ha sido similar a lo largo del tiempo (cuadro 13).
Cuadro 13. Zona poniente del Estado de México
Participación del personal ocupado por subsector manufacturero
con respecto a la entidad; 1989-2004
ZPEM
31
32
33
1989
16.8
16.2 3.3
1994
19.7
17.1 2.3
1999
20.4
25.4 3.3
2004
20.6
15.5 1.2
Fuente: cálculos propios con base
1999 y 2004).
34
35
36
37
38
2.8 16.1 3.9
0.8
38.8
3.5 14.3 4.0
6.6
30.6
3.8 13.2 3.3
0.2
29.1
6.8 17.6 4.6
1.7
28.6
en datos estadísticos. INEGI (1989,
39
1.3
1.9
1.3
3.4
1994,
En la ZPEM cabe resaltar el caso del subsector 32: industria textil,
ya que en los últimos años, esta actividad presenta fuerte presencia
en lo que se refiere al personal ocupado, especialmente en algunos
municipios, agrupados en dos áreas: la norte y la sur, pese a sus
condiciones de desarrollo, vinculadas con presencia de empresas
micro y pequeñas o talleres familiares, competencia con productos
extranjeros (principalmente chinos), poco productivas, de carácter
artesanal, entre otros (cuadros 14 y 15).
Cuadro 14. Área norte de la zona poniente del Estado de México
Municipios cuyo personal ocupado (más de 50%) realizan actividades
vinculadas al subsector 32 Industria textil, prendas de vestir e industria
del cuero, 1999 y 2004
1999
2004
Municipio
% P.O.
% P.O.
Acambay
59.5
66.1
Aculco
81.7
51.1
Atlacomulco
65.7
33.6
Chapa de Mota
90.1
88.8
Jilotepec
84
46.2
Morelos
92.6
90.4
Polotitlán
60.8
50.3
Soyaniquilpan
90.2
79.0
Temascalcingo
58.2
55.3
Villa del Carbón
58.6
49.3
Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1999 y 2004).
32
32
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
Cuadro 15. Área sur de la zona poniente del Estado de México
Municipios cuyo personal ocupado (más de 50%) realiza
actividades vinculadas al subsector 32 Industria textil,
prendas de vestir e industria del cuero, 1999 y 2004
1999
2004
% P.O.
% P.O.
Almoloya del Río
92.8
92.2
Atizapán
88.5
93.2
Rayón
74.1
91.9
Texcalyacac
53.8
69.6
Municipio
Fuente: cálculos propios con base en datos estadísticos. INEGI (1999 y 2004).
Como se puede observar, en dichos municipios más de la mitad
de la población se dedica a las actividades vinculadas con la industria de la confección, lo que genera al interior de cada área
procesos de producción y comercialización interempresariales e
intrarregionales, mientras que en pocos casos, su ámbito de mercado es nacional.
Es importante resaltar esta situación ya que, por ejemplo, en el
área norte, podríamos suponer la presencia de redes de empresas a
partir de la complementación de ramas productivas como: 3212:
hilado, tejido y acabado de fibras blandas; 3114: fabricación de
tejidos de punto y 3220: confección de prendas de vestir.
Asimismo, resulta relevante mencionar que muchas de estas actividades aparecen como respuesta a la falta de empleo y disminución
de las actividades tradicionales como la agricultura, pesca y ganadería, lo que genera que cada vez mayor número de municipios
se orienten a la producción textil, como los casos en el norte de la
entidad de Ixtlahuaca, Timilpan y Villa Victoria.
Conclusiones
La entidad mexiquense ha seguido una dinámica concentradora del
desarrollo industrial, que ha traído como consecuencia procesos de
heterogeneidad y polarización de su economía. Particularmente,
presenta algunos rasgos característicos:
33
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
1) Es una actividad que, desde hace más o menos cuarenta años,
se considera como importante para la vida económica de la
entidad. Sin embargo, a lo largo de este periodo ha presentado
diferentes tendencias con características particulares: desarrollo
importante en los sesenta, disminución y estabilización de su
posición en el periodo de 1970 a 1990, y una caída a principios de los noventa.
2) Es una industria concentrada, tanto en su estructura por subsectores como territorialmente. En lo que se refiere al primer
aspecto, se tiene que notar que a largo plazo crece la participación de dos actividades, la industria química y la industria
metalmecánica, mientras que la industria alimenticia mantiene
su participación. Otras actividades manufactureras presentan
una disminución en su porcentaje de participación; por tanto,
se considera que al interior de este sector existe polarización
subsectorial.
3) La especialización externa de la industria mexiquense es notable e interesante aunque los resultados no son muy distantes de
los de especialización interna. Como se observó, externamente
la industria manufacturera del Estado de México se especializa
en cuatro subsectores, que son: 35: sustancias químicas; 32:
textiles y prendas de vestir; 37: industrias metálicas básicas; y
34: papel, productos de papel, imprenta y ediciones. Mientras
que otros dos subsectores están muy cercanos de esa especialización, tales como: 38: productos metálicos, maquinaria y
equipo; y 31: productos alimenticios, bebidas y tabaco.
4) Por último, podemos decir que históricamente la industria
manufacturera sigue siendo una actividad territorialmente
muy concentrada y polarizada, pues las cuatro regiones consideradas como más importantes concentran más de 90% del
potencial industrial del Estado de México, mientras que las
cuatro restantes “con alguna importancia” concentran prácticamente el resto de la industria de la entidad. Además de que
diez municipios (ubicados en las ZMCM y ZMT), de un total
de 125 que conforman la entidad, emplean a más de 70% del
total de la fuerza laboral.
34
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
En lo que corresponde a la ZPEM, a pesar de comprender la mitad
de los municipios de la entidad, su participación en la industria manufacturera es mucho menor a la experimentada por la ZMCM, ya
que sólo concentra a una cuarta parte de los establecimientos productivos y del personal ocupado. Sin embargo, en años recientes,
en esta zona se ha estado observando un crecimiento de esta actividad, que bien podría depender de condiciones socioeconómicas y
territoriales endógenas, pero también de procesos externos relacionados con estrategias competitivas de empresas medianas y grandes
localizadas en otros espacios y que encuentran en estos espacios
factores que les permiten su desarrollo (mano de obra, insumos).
Por esta razón, es conveniente seguir monitoreando estos cambios
para avanzar en explicaciones vinculadas con tales fenómenos.
Por otro lado, se pueden observar claros indicios de heterogeneidad
industrial dentro de la ZPEM, dados a partir de la constitución de
tres grandes áreas o micro regiones, cada una con características muy
particulares de producción y localización: la primera comprende los
municipios muy industrializados e industrializados, donde se ubican Toluca, Lerma, San Mateo Atenco y Ocoyoacac; segundo, la
que comprende aquellos municipios considerados poco industrializados, pero cuya presencia local es muy importante, tal es el caso
de Atlacomulco, Jocotitlán, Ixtlahuaca, Tianguistenco (municipios
con mayor peso industrial) y Almoloya del Río, Atizapán, Tenango
del Valle, entre otros (con menor presencia industrial); por último,
hay municipios que carecen de actividad manufacturera.
Así, toda esta dinámica nos habla, en un primer momento, de nuevas tendencias económico-territoriales del desarrollo industrial en
el Estado de México y su zona poniente, desde 1990 a la fecha
que pudieran estar enmarcadas dentro de procesos internacionales
y nacionales que configuran una lógica de organización territorial
de la industria en constante transformación.
En el caso de procesos internacionales, el desarrollo industrial del
Estado de México encuentra nuevos elementos de análisis a tomar
en cuenta en el contexto mundial, éstos son los procesos de reestructuración económica, industrial y de localización o territorial,
que sin duda influyen e influirán en la industria mexiquense.
35
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
En primer lugar, referente a los procesos de reestructuración económica, es importante mencionar la creciente terciarización de la
economía contemporánea que se manifiesta no únicamente en el
incremento de la importancia absoluta y relativa de la producción
y el empleo en el sector servicios, también en un mayor desarrollo
de las ocupaciones terciarias, y que por ejemplo, en relación con la
industria, se observa en aquellos empleos que, aunque correspondan a empresas industriales, no están ligados directamente a las
tareas productivas, sino a otras relacionadas con la administración
y la gestión, o con la venta de productos y el diseño; ocupaciones
que aumentan el componente control y supervisión de procesos,
en detrimento de tareas manuales.
En segundo y tercer lugar, los procesos de reestructuración industrial y de localización se encuentran directamente vinculados. El
primero, entendido como el reemplazo del denominado régimen
de acumulación fordista por el de acumulación flexible que está
comenzando a mostrar cambios en las tendencias económicas y
territoriales que rigieron los procesos de producción y organización de las empresas que, tanto a escala estatal, como nacional y
global, se manifiestan en el fenómeno de la desindustrialización o
en el traslado total o parcial de las empresas localizadas en áreas industriales tradicionales y maduras hacia áreas con escaso desarrollo
industrial, donde se organizan redes productivas conformadas por
una serie de establecimientos pequeños y medianos que cumplen
diversas funciones dentro del ciclo de producción, pero que lo hacen buscando costos menores en mano de obra y producción.
De esta manera, para el caso de la industria mexiquense, los efectos
de estos procesos y los cambios económico-territoriales a ellos
vinculados son claramente manifiestos en un primer momento
sobre el empleo, donde precisamente las industrias intensivas en
mano de obra, son las que se mueven a territorios con costos de
trabajo más bajos.
Por otro lado, también se dejan sentir efectos en la marcada dualidad
de la industria, principalmente en la ZPEM, donde, en términos
de política, se fomentan aquellas áreas industriales tradicionales,
modernas y dinámicas, en detrimento de las actividades sometidas
a técnicas tradicionales, muchas de ellas de producción doméstica, que se encuentran marginadas de las facilidades crediticias y
36
Los Cambios Económico-territoriales de la Industria Manufacturera en el Estado de México
y su Zona Poniente, 1990-2005
la cercanía a los mercados; lo que amplia el desarrollo desigual y
heterogéneo, donde no sólo la desproporcionalidad territorial es
un indicativo de ello, sino también el tamaño de las empresas y sus
características productivas y de organización.
En conclusión, el Estado de México se caracteriza por presentar
condiciones atractivas para la inversión nacional y extranjera, tanto
por su infraestructura física como mano de obra, además de su clima laboral y su cercanía al centro de consumo más grande del país. Sin embargo, el gran reto que tiene el estado es poder mantener
sistemáticamente sus ventajas comparativas y crear otras nuevas,
en un entorno local productivo favorable, en función no sólo de
infraestructura y servicios, sino también de recursos humanos calificados y la promoción de un clima de cooperación y organización
que promueva el desarrollo de redes. Aspectos considerados como
fundamentales para el desarrollo territorial, manifiesto en diversos
casos de América Latina y Europa.
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39
Análisis de los factores del crecimiento regional:
una visión Shift-Share de la economía del
Estado de México
Christian E. Laguna Reyes
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,
Campus Estado de México
Escuela Superior de Economía
Instituto Politécnico Nacional
Introducción
L
a técnica Shift-Share ha sido aplicada tradicionalmente en el
ámbito de la economía regional para explicar la influencia
que tienen los distintos componentes sobre el cambio que
experimenta una magnitud. La idea que subyace en este análisis
es que la variación experimentada por una variable zij (donde el
subíndice i denota el sector y el subíndice j, la región) entre dos
momentos del tiempo, depende de la actuación de tres factores: el
efecto de arrastre que ejerce la evolución de la economía nacional,
la influencia que ejerce el desempeño del sector económico i en su
conjunto y, finalmente, un efecto que viene dado por características
específicas de la región j.
A pesar de que este método ha sido empleado1 para descomponer
el cambio observado en los niveles de empleo o producción de
una región entre periodos determinados, durante años han sido
propuestas correcciones y extensiones al mismo, algunas de las más
relevantes aparecen recabadas en los trabajos de Loveridge y Selting
(1998) o Mayor (2001), entre otros.
Las bases de la técnica ShiftShare fueron desarrolladas en
el trabajo de Dunn (1960).
1
Entre las aportaciones más importantes caben destacar los conceptos
de empleo homotético de Esteban-Marquillas (1972) para perfeccionar la medición del efecto competitivo, o la consideración de los
efectos espaciales (Arcelus, 1984), que se traducen en la posibilidad
de descomposición del efecto competitivo en varios sub efectos.
41
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Otra visión alternativa para superar algunas de las limitaciones del
Shift-Share clásico la constituye la introducción del Shift-Share estocástico a partir de los trabajos de Berzeg (1978, 1984).
Uno de los aspectos sobre los que se han realizado el mayor número
de críticas ha sido la influencia que tiene la elección de los periodos
que se toman como referencia para medir los efectos. Sin embargo, no parece existir una sola opinión acerca de cuál es la mejor
alternativa para resolver este problema; algunas propuestas en este
sentido han consistido en tomar instantes intermedios entre el inicial y el final (Klaassen y Paelinck, 1972) o calcular los efectos año
tras año (Barff y Knight, 1998).
El objetivo principal de este estudio consiste en retomar el análisis
sobre esta cuestión, considerando al análisis Shift-Share como un
problema específico de un método más general de descomposición del cambio temporal con el fin analizar los cambios que han
experimentado las cadenas productivas del Estado de México.
La estructura del trabajo es la siguiente: en la primera parte se
muestra cómo la técnica Shift-Share puede ser entendida como un
caso particular de las posibles soluciones de un problema general
de descomposición del cambio en una variable producto de varios
factores explicativos. La segunda parte ilustra los resultados obtenidos en la sección anterior, descomponiendo el cambio experimentado en el empleo por agrupamientos de sectores2 en el Estado
de México durante el periodo 1988-1998. En la sección tercera se
retoma un método de descomposición general (Fernández y Ramos,
2002a) que depende del comportamiento temporal de los determinantes de la magnitud. En la sección siguiente se ilustra, con el
mismo caso de estudio de la sección 2, la variabilidad existente entre las potenciales soluciones a este problema de descomposición.
Finalmente, se exponen algunas conclusiones de este trabajo.
1. Un problema general de descomposición
Tal como se ha señalado en la parte introductoria, la técnica ShiftShare distingue y cuantifica los distintos componentes que afectan
al cambio en una magnitud zij entre dos instantes de tiempo3, considerando tres efectos generales: nacional, sectorial y regional. 42
La agrupación de los sectores
se retoma de los trabajos de
Dávila (2003b) y Laguna
(2003).
2
La idea que subyace en este
análisis es que la variación
experimentada por una variable zij (donde el subíndice i
denota el sector y el subíndice
j a la región) entre dos momentos del tiempo, depende
de la actuación de tres factores:
el efecto de arrastre que ejerce
la evolución de la economía
nacional, la influencia que
ejerce el desempeño del sector
económico i en su conjunto
y, finalmente, un efecto que
viene dado por características
especificas de la región j. Estos aspectos se sintetizan en la
siguiente expresión:
3
Donde es la tasa de crecimiento de la variable z a nivel
, representa la
nacional,
tasa de crecimiento de dicha
variable en ese sector a nivel
nacional y finalmente ij es
la tasa de crecimiento de zij
entre los dos instantes de
tiempo considerados, 0 y 1,
es decir:
La expresión (1) es la correspondiente al análisis ShiftShare convencional, a partir
de la cuál se distinguen los
tres efectos cuya suma da
como resultado el cambio total en zij:
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
En esta sección se hace notar que este resultado está relacionado
con la descomposición del cambio de una variable dependiente
definida como el producto de diversos factores4.
Así sea la variable zij expresada del siguiente modo:
zij = nsr
(1)
Donde n representa el valor de la magnitud a nivel nacional sin considerar los efectos sectorial y regional; esto es, n = z. Por otra parte,
.
s recoge la influencia de la estructura sectorial, es decir,
Finalmente, r muestra el efecto diferencial propio de la región j,
el cual suponemos, ocasiona que zij tome un valor diferente al valor
sectorial correspondiente al total nacional:
.
Si comparamos el valor de zij en un instante inicial 0 y un instante
final 1, podemos calcular la variación experimentada por zij entre
ambos momentos como:
(2)
Sumando y restando n1s0r0 en (5) se obtiene:
(3)
Cada uno de los miembros del lado derecho de esta última expresión
(3) representa los efectos definidos anteriormente. De este modo
cuantificamos la contribución de n, es decir, el efecto de arrastre
que tiene la economía a nivel nacional como:
(4)
Problemas de este tipo surgen dentro del análisis insumo
producto donde es común la
aplicación de la técnica de
Análisis de Descomposición
Estructural o SDA (Skolka,
1989 y Oosterhaven et al.,
1995).
4
Operando en (3) obtenemos la expresión de EN, esto es, el efecto
de arrastre de la economía nacional, que ofrece la técnica ShiftShare. El resultado es el siguiente:
(5)
43
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Donde
nivel nacional.
denota la tasa de crecimiento de la variable z a
De igual modo el efecto sectorial puede ser obtenido a partir de
la contribución del componente s al cambio total de la manera
siguiente:
(6)
Debe notarse que si sólo considerásemos la influencia de n y s, el
valor que tomaría zij sería zi, por lo que se obtiene el resultado
expresado en (6).
Finalmente, la contribución del componente r, que se considera,
representa el efecto regional:
(7)
Por tanto, se puede concluir que la expresión (3) ofrece los mismos
resultados, en términos de la descomposición de los tres efectos,
que la solución del Shift-Share convencional.
Debe tenerse presente que, partiendo de una magnitud definida
como el producto de n factores explicativos, y aplicando el razonamiento expuesto anteriormente, es posible obtener n! soluciones
distintas para expresar el cambio en dicha magnitud. Así pues, en
nuestro caso, al disponer de tres factores existirían seis posibles
soluciones que expresan el cambio en zij como la suma de las contribuciones respectivas. De estas seis soluciones una de ellas es la
expresada anteriormente, ahora bien, si en la ecuación (3) sumamos
y restamos nos1r1 en lugar de n1soro, mediante las operaciones necesarias se llega a expresar el cambio total como la siguiente suma:
44
(8)
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
Ahora los tres efectos se cuantificarían de la siguiente forma:
(9)
(10)
(11)
Donde *r es la tasa de crecimiento del componente regional entre
los dos periodos considerados5, es decir, el crecimiento de la importancia del sector i en la región j respecto del total del sector a
nivel nacional. Si se razona de la misma forma, la tasa *sr recoge el
incremento conjunto de los efectos sectorial y regional6 y mide
el incremento del peso del sector i en la región j respecto del total
nacional; debe notarse que en esta expresión intervienen tanto el
efecto sectorial como el regional.
Así pues, los tres efectos pueden ser cuantificados por expresiones
diferentes a las planteadas en (5), (6) y (7). El efecto nacional ahora
está determinado a partir de la tasa de crecimiento de zij de la cual
se han eliminado la influencia tanto sectorial como regional. Note
que, pese a que la forma de cuantificarlo es distinta, seguimos midiendo el efecto neto de arrastre que tiene la economía nacional
sobre el sector i en la región j. El efecto sectorial está dado por el
crecimiento conjunto de la especialización sectorial y la influencia
regional de la que se sustrae esta última. Finalmente, el efecto regional se determina a partir del crecimiento del peso del sector i en
la región j en comparación con el total sectorial a nivel nacional.
5
6
Ambas mediciones de los efectos (al igual que las cuatro restantes)
son conceptualmente admisibles y exhaustivas, en el sentido de que
su suma es igual al cambio total y la elección de una u otra alternativa es una decisión arbitraria que conduce a resultados diferentes
con lo que la conclusión del análisis puede diferir notablemente.
En la sección siguiente, y con la intención de ilustrar este aspecto,
se analiza la influencia que tiene la elección de una solución concreta sobre la descomposición al cambio de una magnitud.
45
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
2. Descomposición del cambio del empleo sectorial
en el Estado de México: aplicación de Shift-Share
El objetivo de esta sección es ilustrar los problemas relacionados
con la variabilidad de los resultados que pueden obtenerse cuando
se descompone el cambio total de una magnitud en la suma de tres
efectos. Para ello se analizan los cambios que han experimentado
los agrupamientos industriales detectados en la economía del Estado de México. El número de empleados, así como las variaciones
observadas en el empleo de cada agrupamiento (zij, en miles de
personas), se muestran en el siguiente cuadro:
Cuadro 1. Niveles de empleo y cambio observado
durante el periodo 1998-2003
Estado de México. Agrupamiento
Empleo
1998
Empleo Cambio TMCA
19982003
%
2003
zij
117 109 378
0.1
1. Metalmecánica y automotriz
116 731
2. Minerales no metálicos y otros
119 449
productos metálicos
105 687 -13 762 -2.4
3. Productos químicos*
91 406
87 299 -4 107 -0.9
4. Productos alimenticios
55 906
51 036 -4 870 -1.8
5. Energéticos y derivados*
8 625
19 865 11 240 18.2
6. Textiles
129 492 100 994 -28 498 -4.8
7. Partes de plástico, vidrio y madera
89 342
para la industria electrónica
68 784 -20 558 -5.1
8. Productos de papel y cartón
29 223
32 935 3 712
2.4
9. Insumos para la producción de
81 049
auto partes
77 202 -3 847 -1.0
10. Metales no ferrosos y sus
36 705
productos
42 638 5 933
3.0
11. Productos de cuero
20 284
25 723 5 439
4.9
12. Alimentos para animales
29 022
29 150 128
0.1
Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI.
TMCA=Tasa media de crecimiento anual.
* Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como de la construcción.
A partir de los datos del cuadro 1 se observa un comportamiento
mixto en la capacidad de generación de puestos de trabajo de los
sectores mexiquenses; en términos generales, el Estado sufrió la
pérdida de casi 60 mil puestos de trabajo en cinco años, destacando
la dinámica negativa en los sectores de textiles (cadena 6), en el sector de plástico y vidrio (cadena 7) y en menor medida en el sector
46
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
de minerales no metálicos (cadena 2). En contraste, es notable la
dinámica positiva del sector de energéticos (cadena 5) que ha mostrado una tasa de crecimiento promedio cercana a 20% anual para
todo el periodo.
Cuadro 2. Niveles de producción y cambio observado
durante el periodo 1998-2003
Producción Producción Cambio
1998-2002 TMCA
1998
2002
Estado de México. Agrupamiento
%
1. Metalmecánica y automotriz
2. Minerales no metálicos y otros
productos metálicos
3. Productos químicos*
4. Productos alimenticios
5. Energéticos y derivados*
6. Textiles
7. Partes de plástico, vidrio y madera
para la industria electrónica
8. Productos de papel y cartón
9. Insumos para la producción de
autopartes
10. Metales no ferrosos y sus
productos
11. Productos de cuero
12. Alimentos para animales
30 109 824 29 725 045
-384 779
-0.3
-1,204 403
6 816 000
9 203 123
4 723 669
-517 924
-1.2
4.8
10.6
22.1
-0.7
15 986 628 15 137 796 -848 832
5 859 862 10 339 276 4 479 414
-1.1
12.0
17 410 836 18 311 658
900 822
1.0
5 840 884 5 735 106
3 029 632 7 881 897
3 384 696 5 798 577
-105 778
4 852 265
2 413 881
-0.4
21.1
11.4
20 679 969
25 935 480
14 018 397
2 754 953
15 299 908
19 475 566
32 751 480
23 221 520
7 478 622
14 781 984
Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI.
TMCA=Tasa media de crecimiento anual.
* Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como de la construcción.
En contraste, el valor agregado del Estado de México experimentó
un crecimiento global de más de 30 mil millones de pesos en el
periodo, aunque sectorialmente se observan contrastes. Es notable
el crecimiento de la producción de la cadena 11 (productos de
cuero) y la cadena 5 (energéticos) que han sostenido un ritmo de 20%
anual, del mismo modo cabe destacar al sector de producción de
papel y cartón (cadena 8) que ha sostenido un ritmo de crecimiento
de 12% anual. Asimismo, resalta la caída sostenida que se observa
en la producción de plástico (cadena 7), Minerales no metálicos
(cadena 2) y metalmecánica y automotriz (cadena 1), las cuales
tradicionalmente han sido consideradas como la vocación productiva de la región.
A continuación se analizan los factores que explica el cambio
experimentado por el empleo y el valor agregado regional: el efecto
de arrastre que genera la marcha de la economía mexicana en su
47
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
conjunto, el efecto que tiene la dinámica sectorial y el efecto competitivo propio del estado. Si utilizamos la solución del Shift-Share
clásico, se obtendrán ciertos resultados para los efectos.
Cuadro 3. Análisis del Shift-Share sobre el empleo
(% sobre la TMCA). 1998-2003
Estado de México. Agrupamiento
TMCA Nacional Sectorial Compe%
%
%
titivo %
-0.6
-4.7
5.4
0.1
1. Metalmecánica y automotriz
2. Minerales no metálicos y otros productos
metálicos
-2.4
-0.7
-1.1
3. Productos químicos*
-0.9
-0.6
-5.6
4. Productos alimenticios
-1.8
-0.6
-0.4
5. Energéticos y derivados*
18.2
-0.4
-4.8
6. Textiles
-4.8
-0.7
-2.8
7. Partes de plástico, vidrio y madera para la
industria electrónica
-5.1
-0.7
-4.2
8. Productos de papel y cartón
2.4
-0.6
-0.3
9. Insumos para la producción de autopartes
-1.0
-0.6
5.8
10. Metales no ferrosos y sus productos
3.0
-0.6
2.2
11. Productos de cuero
4.9
-0.6
1.7
12. Alimentos para animales
0.1
-0.6
2.7
Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI.
TMCA=Tasa media de crecimiento anual.
* Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como de la construcción.
-0.7
5.3
-0.7
23.4
-1.4
-0.2
3.3
-6.1
1.5
3.7
-2.0
Cuadro 4. Análisis del Shift-Share sobre la producción
(% sobre la TMCA). 1998-2003
Estado de México. Agrupamiento
1. Metalmecánica y automotriz
2. Minerales no metálicos y otros
productos metálicos
3. Productos químicos*
4. Productos alimenticios
5. Energéticos y derivados*
6. Textiles
7. Partes de plástico, vidrio y madera para
la industria electrónica
8. Productos de papel y cartón
9. Insumos para la producción de autopartes
10. Metales no ferrosos y sus productos
11. Productos de cuero
12. Alimentos para animales
-0.3
18.3
-11.4
Competitivo
%
-7.2
-1.2
4.8
10.6
22.1
-0.7
18.7
16.6
14.7
11.7
18.5
-6.5
-15.0
-6.9
10.3
-13.6
-13.4
3.2
2.7
0.0
-5.5
-1.1
12.0
1.0
-0.4
21.1
11.4
18.6
14.3
17.9
18.4
12.0
14.5
-11,2
-8.6
-0.9
-16.1
-0.5
-6.3
-8.5
6.3
-15.9
-2.7
9.6
3.1
TMCA
%
Nacional Sectorial
%
%
Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI.
TMCA=Tasa media de crecimiento anual.
* Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como de la construcción.
48
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
Como se ha visto en la sección 1, estos resultados son fruto de
expresar el cambio total en las magnitudes (zij) siguiendo las
expresiones que aparecen recogidas en (5), (6) y (7). La elección
de esta solución concreta es una decisión estrictamente arbitraria y
únicamente es una opción que, a priori, no resulta ni más ni menos
aconsejable que las restantes expresiones.
Los resultados que se muestran en el cuadro 3 indican el sentido
y la intensidad de los tres efectos señalados para el empleo en el
Estado de México. Analizando los resultados de la cadena 3 (productos químicos) indican que en la pérdida registrada de aproximadamente 5 000 empleos, los efectos de arrastre de la economía
nacional y los cambios en el industry mix representan -0.6% y
-5.6%, respectivamente, mientras que el efecto competitivo es el
factor más importante, pues supone que explica 5.3% del cambio
total de -0.9% observado. En este caso, el efecto de competitividad
regional compensa parcialmente la dinámica negativa que se observa a nivel nacional y sectorial, lo que lleva a deducir que regionalmente el Estado de México tiene un elemento competitivo que
ha permitido atenuar la pérdida de empleos que de otro modo
habría sido mayor.
Por su parte, en el cuadro 4 es posible observar la descomposición
del crecimiento sectorial regional del nivel de producción. En general el componente relativo al efecto nacional muestra un comportamiento positivo; sin embargo, analizando sectorialmente los
efectos de industria y regional muestran una tendencia mixta. Por
ejemplo, para la cadena 3 (productos químicos), el efecto nacional
explica un 16.6% de la tasa observada de 4.8%, la dinámica sectorial
explica un -15.0% de la misma tasa observada (4.8%), mientras
que el efecto de competitividad regional explica un 3.2 de la tasa de
4.8, de este modo, la suma de los tres efectos (16.6-15.0+3.2=4.8)
explica la variación total, mostrando que, en este caso, la dinámica
de la economía nacional es el elemento conductor principal del
crecimiento de la producción de la industria química del Estado
de México.
Se puede obtener la contribución porcentual de cada efecto calculada
a partir de las expresiones (9), (10) y (11) (cuadro 5).
49
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Cuadro 5. Resultado de una expresión alternativa al Shift-Share clásico.
Análisis sobre el empleo (% sobre la TMCA). 1998-2003
TMCA Nacional Sectorial
%
%
%
Estado de México. Agrupamiento
1. Metalmecánica y automotriz
2. Minerales no metálicos y otros productos
metálicos
3. Productos químicos*
4. Productos alimenticios
5. Energéticos y derivados*
6. Textiles
7. Partes de plástico, vidrio y madera para la
industria electrónica
8. Productos de papel y cartón
9. Insumos para la producción de autopartes
10. Metales no ferrosos y sus productos
11. Productos de cuero
12. Alimentos para animales
Competitivo
%
-0.2
-0.6
-6.6
7.3
1.2
1.4
7.1
-1.3
4.6
-0.6
-0.6
-0.6
-1.0
-0.6
-1.1
-8.0
-0.4
-18.1
-2.7
-0.7
7.7
-0.8
37.3
-1.6
1.2
2.6
1.8
1.5
2.0
7.0
-0.5
-0.7
-0.6
-0.7
-0.7
-0.6
-4.3
-0.3
4.6
2.4
2.1
2.6
-0.2
3.4
-4.9
1.4
3.5
-1.8
Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI.
TMCA=Tasa media de crecimiento anual.
* Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como al de la construcción.
Cuadro 6. Resultado de una expresión alternativa al Shift-Share clásico.
Análisis sobre la producción (% sobre la TMCA). 1998-2003
Estado de México. Agrupamiento
1. Metalmecánica y automotriz
2. Minerales no metálicos y otros
productos metálicos
3. Productos químicos*
4. Productos alimenticios
5. Energéticos y derivados*
6. Textiles
7. Partes de plástico, vidrio y madera para
la industria electrónica
8. Productos de papel y cartón
9. Insumos para la producción de
autopartes
10. Metales no ferrosos y sus productos
11. Productos de cuero
12. Alimentos para animales
TMCA Nacional Sectorial Competitivo
%
%
%
%
-0.3
9.5
-4.4
-5.3
-1.2
4.8
10.6
22.1
-0.7
9.2
10.9
12.8
16.7
9.3
-2.0
-9.1
-4.0
5.4
-5.6
-8.4
2.9
1.8
0.0
-4.5
-1.1
12.0
9.2
13.2
-4.1
-5.8
-6.3
4.6
1.0
-0.4
21.1
11.4
9.8
9.4
16.3
13.0
-0.3
-7.4
-0.3
-3.7
-8.5
-2.4
5.1
2.0
Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI.
TMCA=Tasa media de crecimiento anual.
* Excluye los sectores de electricidad, gas y agua, así como al de la construcción.
Al comparar los resultados obtenidos en cada una de las descomposiciones mostradas en la sección anterior, se puede observar que
la elección de una u otra es relevante sobre las conclusiones a las
que un analista puede llegar. Asimismo, al comparar los cuadros 3
con el 5 y el cuadro 4 con el 6, se observa que las mismas tasas de
50
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
variación reciben una contribución de cada efecto diferente, que
depende de la elección de la técnica de análisis.
Queda clara la variabilidad entre los resultados obtenidos. Además,
debe tenerse en cuenta que sólo se han comparado los resultados
de dos soluciones elegidas del total de las seis posibles alternativas
existentes. Esta debilidad en el análisis se enfatizará en la siguiente
sección, en la que se propone una visión alternativa de la técnica
Shift-Share enmarcándola dentro de un método genérico de descomposición y se mostrará que realmente existe un rango de soluciones posibles todavía mayor que el expuesto hasta aquí.
3. Análisis de descomposición estructural
Siguiendo a Dietzenbacher y Los (1998), el número de formas de
descomposición de una variable z es equivalente a la cantidad n!,
en donde n representa el número de fuentes de cambio. Los autores
encuentran una solución práctica que consiste en presentar los resultados promedio obtenidos de todas las formas de descomposición.
El valor de una variable endógena z esto dada por el producto de un
conjunto de n variables exógenas (o sus determinantes) x1, x2,…,
xn que es:
z = x1 x2… xn. (12)
El supuesto fundamental es que las variables exógenas pueden asumirse como independientes, no solamente en un sentido matemático sino desde el punto de vista teórico. Esto es, cada determinante
puede cambiar sin que su cambio sea necesariamente acompañado
por una variación en los valores de uno o más de sus otros determinantes.
Entonces, la diferencia en z puede ser estudiada en relación con los
cambios a través del tiempo. Sea z0 el valor de z en el periodo inicial
0 y z1 su valor en el periodo final 1 de modo que:
(13)
(14)
51
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Para descomponer el cambio en z es posible utilizar dos enfoques.
En el primero, las proporciones entre el lado izquierdo y el lado
derecho de las ecuaciones (13) y (14) proveen el punto inicial para
una forma de descomposición multiplicativa. El segundo enfoque es
la forma de descomposición aditiva basada en las diferencias entre
el lado izquierdo y el lado derecho de las ecuaciones (13) y (14),
así obtenemos:
Dz = z1 - z0 = x1 x1 ...x1 - x0x0...x0
(15)
El objetivo del análisis de descomposición aditiva es expresar el
valor del lado izquierdo como la suma de los respectivos efectos de
cada determinante xi:
(16)
Para explicar la naturaleza del problema de no individualidad que
surge, se toma el caso en que n = 2. Por conveniencia de notación,
se denota a las variables exógenas por x e y. Por lo tanto tenemos:
z = xy
y
(17)
(18)
Es posible obtener la ecuación equivalente de (16) al sumar y restar
x0y1 en (18) obteniendo:
(19)
y
(20)
El primer término de la derecha en (20) representa el efecto de un
cambio en x sobre z, y el segundo término cuantifica la contribución de cambios en la variable y. El problema surge porque podrían
tenerse diferentes contribuciones si sumamos y restamos x1 y0 en
(18) en lugar de x0 y1. En este caso podríamos obtener:
52
(21)
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
Únicamente se considera
la forma de descomposición
“exhaustiva”, la cual implica que el efecto completo
se atribuye a cambios en los
determinantes exógenos. Un
ejemplo de una forma de descomposición “no exhaustiva”
o “aproximada” es
z = xy0 + x0y + xy.
El último término se conoce
como “efecto interacción”.
En algunos casos, se prefiere la
forma aproximada a la forma
exhaustiva, por ejemplo cuando se puede dar una interpretación económica al término
de interacción. Sin embargo,
si n > 2, la descomposición
aproximada podría contener
un número de términos de
interacción para los cuales no
se encuentra disponible una
interpretación clara o sencilla. En tales casos los autores
recomiendan las formas de
descomposición exhaustiva
(Fernández, 2002a).
7
Entre los casos específicos
se encuentran:
8
Dz = Dx1x0...x0+x1Dx
...x0+...+x11x21...Dxn
2
n 1 2 n
Dz = Dx1x1..x1+x0Dx2...x1+...+x0x0...Dxn
2
n
1
n
1 2
A estas expresiones usualmente se les conoce como
“descomposiciones polares”
porque las expresiones para
los efectos se caracterizan por los
mismos símbolos para todos
los determinantes del lado
derecho e izquierdo del factor
∆xi.
El promedio de las dos descomposiciones polares es muy
cercana a tomar el promedio
de todas las n! formas. También explican que la fórmula
del promedio ponderado es
no exhaustiva si n > 2.
Las contribuciones de los cambios en x e y obtenidas en las expresiones (20) y (21) pueden variar totalmente o solo un poco, escoger
una de ellas es una decisión arbitraria7. Como una decisión práctica,
tradicionalmente se han aplicado soluciones promedio a las expresiones (20) y (21). Dietzenbacher y Los utilizan ponderaciones
promedio, si y solo si, únicamente intervienen dos determinantes:
(22)
donde
y
(23)
En el caso general, en el cual z es el producto de n determinantes,
el número de descomposiciones básicas posibles se incrementa, y es
igual al número de permutaciones para las n variables. Por lo tanto,
podrían obtenerse n! formas para descomponer el cambio en z8,
. La ausencia de una solución única deja una elección arbitraria
para alguna de las n! posibilidades, o la alternativa de obtener una
solución promedio9.
El método basado en rutas se construye con base en los trabajos de
Hoekstra y Van den Bergh (2002), de Harrison (2000), quienes
introducen las ideas básicas de lo que podríamos llamar el método
basado en rutas (PB por sus siglas en inglés Path Based). El sistema
alternativo comienza bajo la premisa de que tanto el valor de z
como el valor de sus determinantes xi observan cambios continuos
a través del tiempo, entre el tiempo 0 y el tiempo 1. Esto puede
representarse como:
(24)
Asumiendo la diferenciabilidad de cada cambio infinitesimal xi(t)
en z esto puede expresarse como:
9
(25)
El cambio total en z puede ser expresado como la suma de todos los
cambios infinitesimales entre el tiempo 0 y el tiempo 1:
53
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
(26)
Los efectos de los determinantes xi pueden ahora escribirse como:
(27)
La ecuación (27) muestra que las derivadas de los determinantes
xi en el tiempo t juegan un papel importante en el tamaño de los
efectos atribuidos a los cambios en esos determinantes. En consecuencia, la elección de las formas funcionales de las funciones xi(t)
= fi(t), o en otras palabras, la especificación de las rutas temporales que las variables siguen entre el periodo inicial y el final, pueden
tener un gran impacto en la medida en que sus efectos conjuntos se
agreguen a la variación de z.
Harrison propone la solución a la cual llega al asumir rutas de las
variables xi como:
(28)
En el caso de dos determinantes, este procedimiento atribuye la
mitad del efecto interacción al primer determinante y la otra mitad
al segundo determinante.
Algunos autores relajan el supuesto de una línea recta, al considerar
formas más flexibles para las funciones fi(t). Para mantener las posibilidades de estimar los parámetros que caracterizan la ruta temporal de las variables, se considera una clase específica de funciones
monotónicas sin puntos de inflexión:
(29)
La ruta temporal de xi podría ser una línea continua si i es igual a
1. La idea básica es que la ruta específica desconocida por el valor
del parámetro i determina las participaciones del efecto interacción
que se atribuye a los distintos determinantes.
Para el caso más general en el que un cambio en z se descompone
en los efectos de n determinantes xi, la expresión para sus contribuciones respectivas para cualquier conjunto posible de n rutas de
54
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
tiempo fue dada en la ecuación (27). Sustituyendo las rutas temporales más específicas asumidas en la ecuación (29) en la ecuación
(27), puede escribirse:
(30a)
(30b)
(30c)
(30d)
El primer término (30a) muestra la contribución más pequeña para
el determinante xi, el cual está dado por su crecimiento Dxi ponderado por los valores iniciales de las otras variables. Además no contiene
ningún término de los efectos de interacción. Los términos restantes
muestran un conjunto de efectos de interacción entre el grupo de
determinantes, también ponderados por los valores iniciales de los
determinantes restantes. La distribución de estos efectos conjuntos
entre los efectos de los determinantes depende de los valores de i.
Existen efectos conjuntos múltiples entre los determinantes.
Específicamente existen
posibilidades de interacción entre xi
y cada uno de los restantes n–1 determinantes,
términos
miden el efecto conjunto de xi con grupos de n–2 determinantes,
etc. Generalizando, en la expresión para el efecto de xi existirán
términos para el efecto conjunto con grupos de k determinantes.
El valor de i es más alto en
comparación al de j, la proporción más grande del efecto interacción atribuido a xi y,
por lo tanto su contribución
al cambio total en la variable
z es mayor.
10
El último término, (30d), muestra la parte de la contribución
conjunta de todos los determinantes hacia el efecto de interacción
atribuido a xi. La importancia de los valores de los parámetros i
para medir las contribuciones de los determinantes se observa en
la ecuación (30)10.
55
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
4. El Shift-Share dentro de un
método general de descomposición
En esta sección se analiza una técnica general de descomposición,
basada conjuntamente en los enfoques de Vogt (1978)11 y Harrison
et al. (2000), para medir la influencia de cambios exógenos sobre
determinadas variables. Se comprobará que la solución a esta técnica genérica consiste en asignar valores a determinados parámetros
desconocidos, además de que, la expresión del Shift-Share clásico
corresponde a una asignación concreta dentro de un amplio rango
de posibilidades.
Se parte de una variable dependiente z cuyo valor es función de
un conjunto de variables explicativas, es decir, z = F(x1, ..., xn). Por
otro lado, se define una variable t que refleja el instante de tiempo
en el que nos encontramos y que oscila entre 0 (periodo inicial) y
1 (periodo final).12 Así podremos medir el incremento registrado
en z como:
(31)
Si la función F es continua13 se puede expresar un cambio infinitesimal en z que se produzca en cualquier instante comprendido
entre el inicial y el final como:
(32)
Asumamos a las variables xi como una función del tiempo; de
modo tal que xi = Hi(t), donde cada una de las Hi(t) es también
una función continua y diferenciable. Teniendo en cuenta (13),
obtenemos:
(33)
De este modo, es posible expresar el cambio total que se produce
en la variable z como el agregado de todos los cambios infinitesimales
en ese intervalo de tiempo:
56
(34)
11
Una alternativa a la utilización del enfoque Shift-Share,
si la relación existente entre
las variables es de carácter
multiplicativo, la constituyen
las técnicas basadas en la utilización de números índices,
en concreto, los denominados índices Divisia (Hoekstra
y Van der Bergh, 1999). Sin
embargo, dichos índices no
consiguen obtener una descomposición exhaustiva del
cambio, ya que en sus expresiones aparece un término
residual.
Aunque estos valores pueden parecer arbitrarios, no
suponen una pérdida de generalidad en el análisis, puesto que podemos concebir esta
variable t como la “proporción de tiempo transcurrido
entre los instantes inicial y
final”.
12
Como sucede en nuestro
caso, dado que hemos supuesto zij = xyw.
13
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
Así, podemos expresar las contribuciones de cada variable exógena
xi al cambio total, esto es,
. La evolución de cada variable
xi a lo largo del tiempo, o dicho en otras palabras, la forma que
toma Hi(t) es un aspecto de gran trascendencia en la cuantificación
de las contribuciones individuales al cambio. Harrison (op. cit.)
también propone la utilización de sendas temporales lineales, es
decir, Hi(t)=xi0+∆xit, debido al “buen comportamiento” y a la fácil
interpretación que éstas presentan.
A partir de los resultados obtenidos en el citado trabajo (Harrison
et al., 2000), es posible generalizar el análisis, concibiendo familias
de sendas temporales de la forma:
(35)
De esta forma, si t está en el instante inicial xi será xi0, mientras que
si t es igual a 1 tomará valor xi1 = x10 + ∆xi , siendo ∆xi la diferencia
entre el valor final y el inicial de xi, es decir, ∆xi = xi1 -xi0. Para simplificar el análisis, pero sin pérdida de generalidad, se supone que
∆xi 0; i=1,2,...,n; también se exige que qi sea positivo ya que,
de este modo, los valores de xi oscilan entre xi0 y xi1, es decir, las
sendas temporales serán monótonas no decrecientes siempre que
∆xi 0. Por lo tanto, se dispone de un número infinito de sendas
temporales para las variables explicativas, definidas para cualquier
valor qi positivo.
Gráfica 1. Probables sendas de expansión temporal entre los
instantes 0 y 1
57
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Entre las sendas “extremas” A y B pueden concebirse infinitas sendas
monótonas no decrecientes como S1, S2, S3,..., estando determinada
su forma concreta por el valor del correspondiente parámetro qi14.
Retomando el problema donde existen tres variables explicativas
para el valor que zij adopta, y aplicado este método general de descomposición, las contribuciones respectivas serían:
(36)
(37)
(38)
La interpretación de estos resultados es bastante intuitiva. Comenzando por el efecto nacional, mientras que en la solución que ofrece el análisis Shift-Share clásico es EN=ns0r0, la expresión (36)
muestra como:
(36a)
Podemos enlazar el planteamiento anterior con la
conceptualización geométrica
de la noción de derivada. Así
pues, el método general permitiría abordar el análisis del
cambio a través de cualquier
dirección curvilínea, esto es,
estaríamos considerando la
derivada según la dirección
de una curva, mientras que
si nos limitamos a considerar
las sendas extremas dicho
cambio sólo puede efectuarse
a través de unas trayectorias
rectilíneas concretas, lo que
podría encuadrarse dentro del
concepto de derivada parcial,
caso particular del anterior.
14
Note que el Shift-Share clásico asigna un valor próximo a cero al
parámetro n.
58
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
El efecto regional según este método general es:
(38a)
En tanto que la solución ofrecida por el Shift-Share es: ERC = n1s1Dr . Es decir, asigna un valor infinitamente grande al parámetro qr.
Por último, en lo que se refiere al efecto sectorial, mediante el uso
del Shift-Share se obtiene: ESC = n1Dsr0, que es el resultado de la
expresión (37) cuando el parámetro qn toma un valor próximo a
cero mientras que simultáneamente qr es infinitamente grande.
(37a)
Por tanto, el problema de descomposición puede ser concebido
como la asignación de valores a parámetros desconocidos. En función de estos valores (en términos relativos) se estará determinando
la contribución de cada uno de los factores al cambio total. Por
ejemplo, si el efecto nacional es cuantificado según la técnica ShiftShare clásica se está suponiendo que este efecto toma el mínimo
59
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
valor de todos los posibles, pues al ser qn muy próximo a 0, no se
consideran las posibles interacciones de este determinante con el
resto. Lo contrario ocurre cuando el Shift-Share cuantifica el efecto
regional, considera que todos los términos de interacción que aparecen en (38) corresponden al factor regional.
Considere también que en un escenario en el que los tres componentes de zij (la variable a escala nacional, el peso nacional del sector
i, y el peso en la región j del sector i) se muevan temporalmente en
la misma dirección, el resultado alcanzado en el Shift-Share clásico
asignará al efecto nacional (EN) el menor valor posible y al mismo
tiempo concede al efecto regional comparado (ERC) su mayor valor;
a menos que los verdaderos valores de los parámetros coincidan exactamente con los que la solución del Shift-Share les otorga, es decir,
a menos que la determinación arbitraria de las sendas temporales
de los efectos coincida con las verdaderas sendas temporales los resultados obtenidos por el Shift-Share habrán estado subestimando
el efecto nacional y sobrestimando el regional15. Por tanto, es pertinente analizar los efectos que explican el crecimiento de una variable
como un intervalo dado por la contribución máxima y mínima de
cada efecto, la cual depende de los valores extremos que se asignen a
cada parámetro qi.
5. Descomposición del cambio en el empleo a
partir del método general
La idea central de este método descansa sobre las sendas temporales
que siguen las variables entre los instantes inicial y final y que son
desconocidas. Si únicamente disponemos de información acerca de
los valores iniciales y finales de las variables explicativas, podemos
concebir un número infinito de sendas temporales que cumplan
el requisito de unir ambos puntos. El problema de la no singularidad de las soluciones surge debido a los múltiples valores que
pueden asumir los coeficientes que definen las sendas temporales.
A partir de las expresiones (36), (37) y (38) y planteando diversas
situaciones donde cada qi tome valores extremos, esto es, tienda a
cero o infinito, pueden delimitarse las contribuciones máximas y
mínimas de cada uno de los tres componentes.
60
15
Esta conclusión contradice
la alcanzada por Barff y Knigth
(1998). En su trabajo se concluye que si la tasa de crecimiento
regional es superior a la nacional, el efecto nacional estará
siendo subestimado, argumento que se emplea para proponer
el “Shift-Share dinámico” como
alternativa. Este resultado no se
mantiene si a nivel nacional la
variable crece y al mismo tiempo el peso sectorial disminuye,
por ejemplo.
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
Estado de México
Cuadro 7. Contribuciones máximas y mínimas de cada efecto al cambio
en el empleo sectorial del Estado de México (% sobre la TMCA)
1. Metalmecánica
y automotriz
 
TMCA
 
 
Nacional
Sectorial
Competitivo
TMCA
 
 
Máximo
Promedio
Mínimo
Máximo
Promedio
Mínimo
Máximo
Promedio
Mínimo
Nacional
Sectorial
Competitivo
 
TMCA
0.1%
Máximo
Promedio
Mínimo
Máximo
Promedio
Mínimo
Máximo
Promedio
Mínimo
 
 
-0.5
-0.6
-0.7
-4.8
-5.5
-6.4
7.3
6.5
5.4
2. Minerales
no metálicos y
otros productos
metálicos
-2.4%
-0.6
-0.6
-0.7
-1.0
-1.1
-1.1
-0.7
-0.7
-0.7
3. Productos
químicos
4. Productos
alimenticios
-0.9%
-1.8%
-0.5
-0.6
-0.8
-5.8
-6.7
-7.8
7.7
6.7
5.4
-0.6
-0.6
-0.6
-0.4
-0.4
-0.4
-0.7
-0.8
-0.8
5. Energéticos y
derivados
6. Textiles
18.2%
-4.8%
7. Partes de
plástico, vidrio
y madera para
la industria
electrónica
-5.1%
-0.6
-0.8
-1.3
-4.9
-10.5
-17.7
37.3
31.1
23.5
-0.4
-0.6
-0.7
-2.6
-2.8
-2.9
-1.4
-1.5
-1.6
-0.6
-0.6
-0.7
-4.2
-4.3
-4.4
-0.2
-0.2
-0.2
-0.5
-0.6
-0.7
-0.3
-0.3
-0.3
3.4
3.4
3.3
9. Insumos para
la producción de
autopartes
-1.0
10. Metales no
ferrosos y sus
productos
3.0%
11. Productos
de cuero
12. Alimentos
para animales
4.9%
0.1%
-0.6
-0.6
-0.7
2.0
1.9
1.7
3.9
3.6
3.4
-0.6
-0.6
-0.7
2.8
2.7
2.5
-1.8
-1.9
-2.1
Máximo
-0.6
-0.6
Nacional
Promedio
-0.6
-0.6
Mínimo
-0.7
-0.7
Máximo
6.0
2.3
Sectorial
Promedio
5.3
2.3
Mínimo
4.4
2.2
Máximo
-4.7
1.5
Competitivo
Promedio
-5.5
1.4
Mínimo
-6.3
1.3
Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI.
TMCA=Tasa media de crecimiento anual.
8. Productos de
papel y cartón
2.4%
61
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
En el cuadro anterior se presentan, acotadas por su valor máximo
y mínimo, las contribuciones de los efectos nacional, sectorial y
regional que explican las variaciones en el empleo para las doce
cadenas productivas regionales del Estado de México. Se observa
que la variabilidad en los resultados es considerable. Note que en
todos los casos la dinámica de la economía nacional ha influido
negativamente en la generación sectorial de empleos en la región.
Por otra parte, la dinámica sectorial influye positivamente en la
generación regional de empleos en las cadenas de insumos de autopartes (cadena 9), metales no ferrosos (cadena 10), productos
de cuero (cadena 11) y alimentos para animales (cadena 12); en el
resto de los sectores la dinámica sectorial negativa contribuye a la
pérdida regional de empleos.
Respecto al componente de competitividad regional se observa un
comportamiento mixto, algunos sectores han ganado empleo por
este componente regional y en otros casos, como en la cadena 9
y 12, la pérdida de competitividad regional anula las ganancias
derivadas de los otros factores (fundamentalmente por el sectorial).
En contraste, la fuerte competitividad regional que muestra la economía mexiquense en las cadenas 1 (metalmecánica y automotriz)
y 5 (energéticos y derivados) compensa los efectos negativos y le
permite tener ganancias netas en empleo, lo cual lleva a inferir la
existencia de elementos puramente regionales que favorecen el
desempeño en la generación de empleo de tales sectores en el Estado de México.
Finalmente, en lo que respecta a la generación de empleo debe
notarse que en la economía mexiquense, las dinámicas sectorial y
regional refuerzan el buen desempeño mostrado por los sectores de
metales no ferrosos (cadena 10) y producto de cuero (cadena 11),
como industrias que, dada la competitividad regional, tienden a
incrementar su presencia relativa dentro de la estructura productiva local.
62
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-share de la Economía del
Estado de México
Cuadro 8. Contribuciones máximas y mínimas de cada efecto al cambio en la producción
sectorial del Estado de México (% sobre la TMCA)
-0.3%
2. Minerales
no metálicos y
otros productos
metálicos
-1.2%
18.3
14.2
9.5
-6.0
-7.2
-9.1
-3.7
-6.3
-8.7
18.7
14.3
9.2
-3.4
-3.8
-4.5
-7.0
-10.8
-14.8
5. Energéticos y
derivados
6. Textiles
22.1%
-0.7%
17.9
14.3
10.2
-7.8
-11.8
-17.4
4.4
3.2
1.7
7. Partes de
plástico, vidrio
y madera para
la industria
electrónica
-1.1%
15.6
13.9
11.7
10.3
7.6
5.4
0.0
0.0
0.0
16.7
14.3
9.3
-7.1
-8.9
-11.4
-2.9
-5.1
-7.1
18.5
14.3
9.2
-5.9
-6.9
-8.6
-4.5
-7.5
-10.3
18.6
14.0
11.7
-4.5
-7.2
-11.1
7.6
5.5
3.3
9. Insumos para
la producción de
autopartes
1.0
10. Metales no
ferrosos y sus
productos
-0.4
11. Productos de
cuero
12. Alimentos
para animales
21.1%
11.4%
16.5
13.9
11.9
-0.2
-0.4
-0.7
9.6
7.1
5.0
15.5
13.9
12.3
-3.3
-4.9
-7.1
3.5
2.6
1.6
1. Metalmecánica
y automotriz
 
TMCA
 
 
Máximo
Promedio
Mínimo
Máximo
Promedio
Mínimo
Máximo
Promedio
Mínimo
Nacional
Sectorial
Competitivo
 
TMCA
 
 
Máximo
Promedio
Mínimo
Máximo
Promedio
Mínimo
Máximo
Promedio
Mínimo
Nacional
Sectorial
Competitivo
 
TMCA
 
 
Máximo
17.9
18.4
Promedio
Nacional
14.3
14.3
Mínimo
9.8
9.4
Máximo
-0.5
-8.4
Promedio
Sectorial
-0.5
-11.1
Mínimo
-0.6
-14.6
Máximo
-8.3
-1.4
Promedio
Competitivo
-11.8
-2.6
Mínimo
-16.2
-3.6
Fuente: elaborado con información de Censos Económicos del INEGI.
TMCA=Tasa media de crecimiento anual.
3. Productos
químicos
4. Productos
alimenticios
4.8%
10.6%
15.6
13.9
12.1
-3.6
-5.3
-7.6
3.2
2.3
1.4
8. Productos de
papel y cartón
12.0%
63
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
En el cuadro 8 se muestran los intervalos para las contribuciones
de cada efecto respecto de la variación en la producción sectorial de
la economía mexiquense. En todos los casos la dinámica nacional
contribuye en forma positiva a la variación de la producción en la
región; sin embargo, tal dinámica positiva se ve anulada por una
dinámica sectorial o regional negativa tal como sucede con los sectores de metalmecánica (cadena 1), minerales no metálicos (cadena
2), textiles (cadena 6), industria electrónica (cadena 7) y metales
no ferrosos (cadena 10).
Cabe destacar que en el sector de energéticos (cadena 5), la aportación del factor regional es nula, por lo que se puede inferir que
la dinámica de crecimiento de la producción local no está influida
por elementos regionales y que por tanto sigue a la inercia del
crecimiento nacional.
Las diferencias en las estimaciones de la participación de cada
componente conducen a considerar que la influencia de algunos de los factores puede ser sub o sobreestimada en el análisis
de la competitividad regional. Frente a tales resultados, es fácil
inferir que las conclusiones obtenidas dependen en gran medida
de la formulación elegida para llevar a cabo el análisis y que esta
decisión es tomada de una forma puramente arbitraria, lo que
implica, a priori y sin información adicional, que cualquiera de
las soluciones posibles es tan válida como las otras. Realmente, el
valor que toma la influencia de cada uno de los tres efectos no es
conocido y únicamente sabemos que estaría comprendido entre
los extremos señalados, dependiendo de los valores que se asignen
a los parámetros (q).
El cálculo de estos ponderadores puede concebirse, entonces,
como un problema de estimación de parámetros desconocidos. Sin
embargo, no es posible aplicar un procedimiento de estimación
convencional sin hacer supuestos adicionales acerca del comportamiento de las variables16. Los métodos basados en la teoría de la
información constituyen una alternativa a las técnicas econométricas
usuales en contextos donde los datos son limitados (Golan et al.,
1996), es decir, una situación como la del problema de estimación
que se plantea.
64
16
Este tipo de supuestos
son los que se emplean en
el Shift-Share estocástico en el
que se parte de la expresión:
rij= 0+1+eij donde 1 es el
parámetro a estimar y eij es
una perturbación aleatoria a
la que se le supone una distribución normal con media
nula, no autocorrelacionada y
homoscedástica.
Análisis de los Factores del Crecimiento Regional: una Visión Shift-Share de la Economía del
estado de México
Suponiendo un escenario en el que se dispone de información
adicional referente al comportamiento de las variables explicativas
entre los instantes inicial y final, sería posible aprovechar tal información para calcular sus respectivas contribuciones al cambio total
de un modo no arbitrario17. Por tanto, el problema de partida se
ha replanteado como una cuestión de estimación de parámetros
desconocidos donde es posible aplicar técnicas econométricas conocidas sin necesidad de realizar supuestos adicionales.
Conclusiones
Este trabajo analiza la técnica clásica del Shift-Share en el marco
de una familia más general de técnicas que permiten medir las
contribuciones de un conjunto de variables explicativas al cambio
en una magnitud dependiente, cuando ésta viene definida como
un producto.
Se comprueba que el problema que trata de resolver el Shift-Share
puede plantearse a partir de la descomposición de una variable
dependiente zij cuyo valor es el producto de tres determinantes.
Así, es posible demostrar que la solución a la que llega el análisis
Shift-Share clásico es simplemente una de las soluciones que se podrían
alcanzar mediante la aplicación del razonamiento aplicado.
Finalmente, se propone la utilización de técnicas de estimación
derivadas de la teoría de la información para el cálculo de las contribuciones de los tres efectos de un modo no arbitrario.
Una utilización de esta clase de técnicas econométricas
dentro de este mismo contexto
de estimación puede verse en
Fernández y Ramos (2002b).
17
Desde la perspectiva de la economía del Estado de México se determina el ritmo de crecimiento del empleo y la producción de las
cadenas productivas regionales, analizando cuál de las dinámicas
juega un papel primordial en el desempeño global de la economía
mexiquense. Dicho análisis ofrece elementos que permitan determinar cómo evoluciona la vocación productiva local, de modo tal
que sea posible orientar una promoción selectiva de la actividad
económica que potencie las ventajas competitivas presentes en la
estructura industrial del Estado de México.
65
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
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67
Especialización y perfil tecnológico de
la manufactura del Estado de México
Yolanda Carbajal Suárez
Pablo Mejía Reyes
Liliana Rendón Rojas
Facultad de Economía
Universidad Autónoma del Estado de México
Introducción
El Estado de México fue hasta principios de los años ochenta un
ejemplo típico del relativo éxito de las políticas de industrialización por sustitución de importaciones. Entre 1940 y 1981, el PIB
estatal creció a una tasa media anual de 10.2%, la cual superaba
con mucho a la media nacional de 6.5 por ciento. Debido a esto,
la producción estatal aumentó su participación en el total nacional
de 2.2 a 11.2% entre 1940 y 19811.
Sin embargo, por tener una industria orientada principalmente a
abastecer el mercado interno, con el consecuente sesgo anti-exportador, el Estado de México enfrentó serias dificultades para adaptarse a los cambios instrumentados a partir de la explosión de la
crisis de 1982. Así, el crecimiento medio del PIB mexiquense durante el periodo de crisis comprendido entre 1982 y 1987 (-0.8%) se
ubicó por debajo de la media nacional (-0.1%).
La información citada más
abajo fue tomada de GermánSoto (2005).
1
Al parecer, esta característica dominaría el desempeño de la producción estatal en el marco del nuevo modelo de desarrollo. Para
efectos de este trabajo se analiza información para varios subperiodos
definidos con base en los siguientes criterios: 1988-1994 corresponde al periodo de estabilización de la economía y a la apertura
comercial unilateral, iniciada con el ingreso de México al Acuerdo
General sobre Aranceles y Comercio en 1986; 1995 es el año de la
peor crisis experimentada por la economía nacional en su historia
69
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
moderna; 1996-2000 es el periodo de mayor éxito del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) medido tanto en
términos de crecimiento de la producción como de las exportaciones, y 2001-2003 se refiere al periodo de estancamiento de la economía estadounidense y, principalmente, del ingreso de China a la
Organización Mundial de Comercio (OMC), lo cual se ha traducido en la penetración de los productos chinos en la gran mayoría
de las economías del mundo y en el desplazamiento de México del
mercado estadounidense. Los datos reflejan que el PIB del Estado
de México se ha ubicado por debajo de la media nacional en todos
los periodos, excepto entre 1996 y 2000 cuando creció en un punto porcentual más2.
La situación es francamente preocupante, sobre todo si consideramos que durante las últimas dos décadas el crecimiento nacional
se ha quedado muy por debajo de los niveles previos a la crisis de
1982 y de las tasas requeridas por una población creciente en busca
de empleo. Más aún, en el periodo reciente de bajo crecimiento
de la economía nacional (0.7%), la economía estatal creció sólo
(0.1%). Como consecuencia de este desempeño, la participación
del PIB estatal en el nacional ha disminuido de 11.2% en 1981 a
10.3 en 2003.
La información sobre la producción manufacturera no indica una
situación sustancialmente distinta. En 1970 la industria manufacturera representaba 48.1% del PIB total del Estado y en 1980,
38.1 por ciento. De 1970-1980 mientras que el PIB estatal crece
a una tasa de 8.6%, el manufacturero lo hace en 6.1 por ciento.
La situación se agrava considerablemente para el periodo de 1980
a 1990 en la que el PIB manufacturero crece a una tasa de 1.9%,
mientras que el PIB total lo hace en 1.6 por ciento.
En 1990 la industria manufacturera estatal participó con 39.1%
en el PIB total nacional, en 1993 con 31.6%, porcentaje que prácticamente se mantiene para el año 2000, en el cual participa con
31.9% en el PIB nacional. En 2000 la participación de la producción manufacturera al PIB total estatal fue de 30.2% y finalmente en 2003 de 30.2 por ciento.
Así como el PIB manufacturero del Estado ha visto disminuida su
participación dentro del PIB total, también ha disminuido su apor-
70
Las tasas de crecimiento del
PIB estatal y nacional durante los periodos 1988-2004,
1995, 1996-2000 y 20012003 fueron 2.4 y 2.9, -8.9
y -6.2, 6.5 y 5.5, y 0.1 y 0.7,
respectivamente.
2
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
tación al PIB manufacturero nacional, ya que en 1993 el PIB estatal
manufacturero mexiquense aportaba 17.39% al PIB manufacturero
nacional en 2000, 16.03% y en 2003, 15.79 por ciento. A pesar
de esta disminución el PIB del sector manufacturero estatal dentro
del total de la manufactura de México, el Estado de México aún
mantiene una gran participación dentro de la economía nacional.
Es interesante hacer notar que a pesar de que el Estado de México
es uno de los más importantes del país, los estudios sobre su economía son todavía relativamente escasos. Entre los que estudian la
dinámica de la industria manufacturera se encuentran los siguientes: Rózga y Madrigal (1998) y Rózga e Iglesias (2004), quienes
analizan la evolución histórica de la manufactura, enfatizando su
concentración sectorial y espacial. Por su parte, Unger (2004) y
Bueno (2004) estudian las limitaciones y posibilidades para la formación de un cluster industrial en el Estado de México para la industria automotriz. Por su parte, Millán (1999) explora las causas
que llevaron al deterioro competitivo de la industria manufacturera
mexiquense y examina su capacidad para adaptarse a las transformaciones del nuevo patrón nacional de desarrollo; destaca que la
mayor parte de las actividades productivas se han enfocado en el
abastecimiento del mercado interno. Finalmente, Rózga (1992)
realiza un estudio que clasifica y analiza la influencia de las industrias modernas sobre el desarrollo territorial y económico del Estado
de México. El estudio concluye que las consideradas industrias modernas son importantes en el estado y que han tenido un efecto
positivo en su desarrollo.
Por otra parte, dos trabajos presentan evidencia similar a la reportada en este trabajo. Rózga e Iglesias (2004) y Aregional (2005) calculan índices de especialización a nivel de subsector para el PIB y la
manufactura del Estado de México para periodos previos a los aquí
considerados. En ese sentido, nuestro estudio amplia y profundiza
los mencionados. Además, a diferencia de los anteriores, emplea
los resultados como evidencia del patrón de especialización que es
necesario reforzar con una política industrial activa.
Así pues, en este documento partimos de la siguiente consideración
como se ha documentado más arriba: el Estado de México ha experimentado serias dificultades para adaptar su estructura productiva al
nuevo modelo de desarrollo, basado en el mercado como asignador
71
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
de recursos y en las exportaciones como motor del crecimiento.
Esto se ha reflejado en la desaceleración del crecimiento de su producción total y manufacturera. Para aprovechar su potencialidad
productiva y retomar a una senda de crecimiento alto, argumentamos, se requiere de la instrumentación de políticas de promoción
que impulsen la producción de sectores específicos en los cuales se
tienen ventajas comparativas de facto. Es decir, en nuestra opinión,
el gobierno puede y debe impulsar los sectores en los que se ha
especializado el Estado de México mediante políticas horizontales
(generales), que beneficien por igual a todas las actividades productivas, y verticales (sectoriales), que vayan orientadas a apoyar la
producción en sectores previamente identificados3.
Para apoyar nuestros argumentos, este documento se encuentra dividido en las siguientes secciones adicionales. En la primera sección
se analiza la estructura de la producción manufacturera del Estado
de México y se identifican los subsectores y ramas de actividad
susceptibles de apoyarse con políticas sectoriales mediante el cálculo
de índices de especialización y de productividad. En la segunda, se
define el perfil tecnológico de la manufactura del Estado de México
y sobre esa base se argumenta a favor de la implementación de
políticas horizontales, por un lado, y verticales sólo para sectores
previamente identificados, por el otro. Finalmente, se definen áreas
de investigación futura que permitan establecer políticas particulares
para sectores específicos y se establecen las conclusiones.
Este enfoque difiere de la
política industrial orientada
a desarrollar sectores objetivo,
definidos con base en criterios
como nivel tecnológico de sus
productos y procesos, generación de empleos o divisas y
presencia de efectos de arrastre o de empuje, entre otros.
Existe una gran cantidad de
ejemplos en los que estas políticas han fracasado, sobre todo
cuando no hay una base previa que asegure un nivel mínimo de certidumbre sobre
el futuro desempeño de estos
sectores. Krugman (1991,
1994) para una amplia exposición de los inconvenientes
de perseguir políticas de esta
naturaleza.
3
1. Especialización manufacturera en el Estado
de México
En esta sección se analizan las características principales de la producción manufacturera del Estado de México. Para ello, primero se
presentan los aspectos metodológicos principales y posteriormente
se aplican para el caso que nos ocupa.
1.1. Metodología
Boisier (1980) señala que la especialización regional puede adoptar dos formas particulares: aquella que se asocia al tamaño de las
actividades regionales, es decir, que una región se especializa en los
72
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
sectores de mayor tamaño, a la cual llama especialización absoluta o
intrarregional, y la especialización relativa o interregional, en la que
la comparación se hace con todas las regiones o con el país, según
la cual una región está especializada en los sectores que en la región
tiene un tamaño relativo mayor que en el país. Aunque damos elementos con respecto a la primera definición, aquí enfatizamos el
segundo enfoque.
Así, en primer lugar se calcula la estructura porcentual de las distintas actividades manufactureras con respecto al personal empleado
y al valor agregado censal bruto. Los cálculos se hacen a tres niveles de desagregación: subsector, rama y subrama de actividad. Con
esta información podemos tener información sobre la especialización intrarregional.
Por su parte, para definir el patrón de especialización de una región
-es decir, conocer cuáles son las actividades que lideran el proceso económico y, por lo tanto, en las que esa región tendría una
eventual presencia de ventajas comparativas- se emplea una de
las técnicas más comunes en la literatura consistente en el cálculo
del cociente de especialización, el cual nos da información sobre la
especialización interregional.
Finalmente, el análisis se complementa con el cálculo del índice
de productividad de la mano de obra, que nos permite comparar
el nivel del producto medio del trabajo en la manufactura regional
con respecto al nacional y saber cuáles actividades regionales tienen
una mayor productividad que el promedio nacional.
La combinación de la información obtenida a partir de los anteriores
indicadores nos permitirá definir las actividades en las que el Estado
de México tiene ventajas comparativas de facto, las cuales podrían
fortalecerse mediante políticas particulares. La lógica que hay detrás
de este argumento es relativamente simple: podemos identificar las
actividades en las que se especializa el estado, pero también aquéllas
en las que es más productivo.
Más aún, con el objeto de caracterizar mejor el patrón de especialización de la manufactura mexiquense e identificar actividades productivas con un mayor potencial de innovación, de transferencia de
tecnología o de empleo de mano de obra altamente calificada, entre
73
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
otros muchos criterios, empleamos las clasificaciones propuestas
por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE) y por Dutrénit y Capdevielle (1993), las cuales se detallan más abajo. Como resultado podemos tener información sobre
el perfil tecnológico tanto de la manufactura mexiquense como de
su patrón de especialización.
Siguiendo a Boisier (1980), podemos definir el cociente de localización (Qij) como:
(1)
donde V eij es el personal ocupado en la actividad i de la región j;
iV eij es el personal total ocupado en la manufactura de la región
j; iV nij es el personal total ocupado en la actividad i de la manufactura nacional, y i jV nij representa al personal total ocupado en la manufactura nacional. Para el cálculo del cociente con
el valor agregado censal bruto, se sustituyen los datos de personal
ocupado por los de valor agregado.
Este índice permite comparar la participación relativa de las actividades regionales y las que se tienen a nivel nacional, lo que permite
tener una medición de la concentración de las actividades económicas de la región, con respecto a las del país en su conjunto. Así,
podemos determinar la especialización interregional con base en
los siguientes criterios: si = 1, el tamaño relativo de la actividad
i en la región j es idéntico al tamaño relativo del mismo sector en
todo el país. En tal caso no se puede afirmar que exista una especialización regional en esa actividad. Si < 1 en la región j, el tamaño
relativo de la actividad i es menor que en el país; tampoco podría
hablarse en tal caso de especialización. Finalmente, si > 1 en la
región j, el tamaño relativo de la actividad i es mayor que en el país
en su conjunto; se trata de una situación de especialización regional
en esa actividad.
Por otra parte, el índice de productividad de la mano de obra, IPtr,
compara el nivel del producto medio del trabajo en la actividad
económica de la región en cuestión con respecto a la del país. La
notación es como sigue:
74
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
(2)
Donde VACBij es el valor agregado censal bruto de la actividad i
de la región j; POij es el personal ocupado en la actividad i de la
región j; VACBir es el valor agregado censal bruto de la actividad
i de la manufactura nacional, y POir es el personal ocupado de la
actividad i de la manufactura nacional. La interpretación del índice
es semejante a la de los cocientes de especialización económica: si
IPtr > 1 la productividad del trabajo de la región es mayor que la de
la nación en la actividad seleccionada; si IPtr < 1 la productividad
del trabajo de la región es menor que el de la nación en la actividad
seleccionada, y si IPtr = 1 la productividad del trabajo de la región y
de la nación es la misma en la actividad seleccionada.
1.2. Patrón de especialización
Los índices descritos en la sección previa se calcularon para la industria manufacturera del Estado de México, empleando datos de
personal ocupado (PO) y valor agregado censal bruto (VA); la información corresponde a 2003 y fue tomada de INEGI (2004).
Los resultados aparecen en el cuadro 1.
En primer lugar, se calcula la estructura porcentual del PO y del
VA a nivel de subsector, lo cual podría considerarse como evidencia
de especialización intrarregional. Así pues, destaca entre todos los
subsectores la industria alimentaria, pues emplea a 18.5% del PO y
genera 21.9% del VA de la manufactura del Estado de México. Con
niveles de participación muy por debajo de los anteriores, destacan la industria del plástico y del hule, la fabricación de productos
metálicos y la industria química, que concentran 8.7, 8.6 y 8.5%
del PO y producen 6.6, 5.0 y 17.1% del VA de la manufactura
estatal, respectivamente. Estos indicadores básicos proporcionan
evidencia preliminar sobre el patrón de especialización que caracteriza a la producción manufacturera local. Sin embargo, como se
ha argumentado en la sección previa, es necesario tener un marco de referencia para saber si existe especialización con respecto
75
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
a otras regiones del país. Para determinar en cuáles actividades se
especializa en Estado de México, a continuación se presentan los
resultados del cálculo de los cocientes de especialización definidos
en la sección previa.
Cuadro 1. Personal ocupado, valor agregado censal bruto, coeficientes
de especialización e índice de productividad a nivel de subsector
Subsector
Cociente de
localización
valor
agregado
censal bruto
Cociente de Valor agrePersonal
localización gado censal ocupado
personal
bruto par- estatal parocupado
ticipación ticipación
porcentual porcentual
Índice de
productividad de la
mano de
obra
BAJA
1
Subsector 311 Industria alimentaria
1.66
1.11
21.95
18.46
1.84
2
Subsector 312 Industria de las bebidas y del tabaco
0.87
0.60
6.77
2.15
1.77
3
Subsector 313 Fabricación de insumos textiles
1.61
2.00
2.38
4.96
1.00
4
Subsector 314 Confección de productos textiles, excepto prendas de
vestir
0.52
0.65
0.31
1.08
1.00
5
Subsector 315 Fabricación de prendas de vestir
0.78
0.77
2.89
8.18
1.24
6
Subsector 316 Fabricación de productos de cuero, piel y materiales
sucedáneos, excepto prendas de vestir
0.30
0.46
0.29
1.28
0.82
7
Subsector 321 industria de la madera
0.70
0.74
0.36
1.24
1.18
8
Subsector 323 Industria del papel
2.30
2.03
5.87
4.47
1.40
9
Subsector 323 Impresión e industrias
conexas
0.89
0.93
1.13
2.34
1.18
0.13
0.45
0.58
0.48
0.36
42.52
44.64
10 Subsector 324 Fabricación de productos derivados del petróleo y del
carbón
Subtotal
Continúa...
76
76
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
Subsector
Cociente de
localización
valor
agregado
censal bruto
Cociente de Valor agrePersonal
localización gado censal ocupado
personal
bruto par- estatal parocupado
ticipación ticipación
porcentual porcentual
Índice de
productividad de la
mano de
obra
BAJA MEDIA
11 Subsector 326 Industria del plástico
y del hule
1.59
1.72
6.55
8.67
1.14
12 Subsector 327 Fabricación de
productos a base de minerales no
metálicos
1.03
1.04
6.87
4.63
1.22
13 Subsector 331 Industrias metálicas
básicas
0.46
1.09
1.32
1.74
0.52
14 Subsector 332 Fabricación de productos metálicos
1.24
1.27
5.03
8.57
1.20
15 Subsector 333 Fabricación de maquinaria y equipo
0.66
1.01
1.60
2.49
0.81
16 Subsector 339 Otras industrias
manufactureras
1.14
0.80
2.35
3.29
1.75
Subtotal
23.71
29.39
ALTA MEDIA
17 Subsector 335 Fabricación de equipo
de generación eléctrica y aparatos y
accesorios eléctricos
0.68
0.95
2.27
3.45
0.89
18 Subsector 336 Fabricación de equipo
de transporte
0.72
0,70
12.31
8,54
1.27
19 Subsector 337 Fabricación de muebles y productos relacionados
0.97
1.22
1.29
4.26
0.99
15.87
16.25
Subtotal
ALTA
20 Subsector 325 Industria química
1.18
1.75
17.11
8.47
0.83
21 Subsector 334 Fabricación de equipo
de computación, comunicación,
medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos
0.16
0.20
0.79
1.26
0.97
Subtotal
Total
Fuente: elaboración propia con base en datos del INEGI.
17.90
9.73
100.00
100.00
77
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Cuando se emplea el PO se puede observar que en 10 de 21 subsectores existe evidencia de especialización, pues en tales casos el
índice correspondiente es mayor que 1.
Es importante hacer notar que estos subsectores emplean a 68.8%
del PO y generan 69.9% de VA de la manufactura estatal. Por su
parte, cuando se toma el VA, los resultados muestran ocho subsectores con índices de especialización mayores a 1, los cuales en
su mayoría coinciden con los identificados utilizando el PO. Los
sectores correspondientes pueden verse en el mismo cuadro 1.
En este caso, los ocho sectores identificados concentran 61.51%
del PO y 68.1% del VA de la manufactura mexiquense. Con el fin
de visualizar mejor los resultados, se han puesto en negritas los subsectores en los que existe evidencia de especialización de acuerdo a
ambos cocientes y en cursivas aquellos en los que sólo uno de los
cocientes es mayor a uno.
En el caso de algunas actividades productivas que se consideran
especialmente importantes para el Estado de México ha sido difícil
establecer patrones de especialización.
Por ejemplo, no hay evidencia de especialización interregional para
los subsectores de fabricación de equipo de transporte y de prendas
de vestir. Sin embargo, si existe cierta evidencia de especialización
intrarregional, ya que estos subsectores emplean 8.5 y a 8.2% del
PO total y contribuyen con 12.3 y 3% al VA manufacturero estatal, respectivamente. Estos datos sugieren la posibilidad de que
la manufactura mexiquense si esté especializada en algunas de las
ramas y subramas que integran a los citados subsectores, a pesar de
no estarlo en el agregado respectivo. Por ello, también calculamos
los cocientes de especialización a estos niveles de desagregación.
En general, los resultados muestran especialización en las distintas
actividades que integran los mencionados subsectores (cuadro 2).
Esta evidencia sugiere la necesidad de realizar el análisis a nivel de
rama y subrama de actividad, lo cual se aborda más adelante. Los índices de productividad de la mano de obra, por su parte,
muestran un desempeño un tanto preocupante de la manufactura
mexiquense: la mano de obra local es más productiva que el promedio nacional solamente en 11 subsectores de los 21 que componen
78
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
la manufactura de la entidad. Al complementar esta evidencia con
la del patrón de especialización, obtenemos que la economía se especializa en cinco de estos 11 subsectores, si tomamos el PO como
variable relevante, y en seis si los cocientes de especialización se calculan con el VA. Es decir, en cinco subsectores (de acuerdo al PO) y
en dos (con base en VA) en los que se especializa la manufactura
mexiquense, la mano de obra local es menos productiva que el
promedio nacional, lo cual debe considerarse al momento de definir políticas de promoción industrial.
Como se ha mencionado más arriba, los cocientes de especialización se calcularon a nivel de rama y subrama de actividad con el
objeto de caracterizar mejor la especialización manufacturera del
Estado de México y de evitar posibles sesgos asociados al uso de
datos muy agregados4. Los resultados para el primer caso se presentan en el cuadro 2.
4
De hecho, este ejercicio
constituye una contribución
adicional si se compara con los
trabajos de Aregional (2005)
y de Rózga e Iglesias (2004),
quienes hacen los mismos
cálculos a nivel de subsector.
Por otra parte, un ejercicio a
nivel de rama puede ser muy
útil en términos de identificar
conglomerados potenciales al
no ser demasiado agregado ni
desagregado.
79
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Cuadro 2. Clasificación de la industria manufacturera
según la intensidad tecnológica industrial
Rama
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
BAJA
Rama 3111 Elaboración de alimentos para animales
Rama 3112 Molienda de granos y de semillas oleaginosas
Rama 3113 Elaboración de azúcar, chocolates, dulces y similares
Rama 3114 Conservación de frutas, verduras y guisos
Rama 3115 Elaboración de productos lácteos
Rama 3116 Matanza, empacado y procesamiento de carne de ganado y aves
Rama 3117 Preparación y envasado de pescados y mariscos
Rama 3118 Elaboración de productos de panadería y tortillas
Rama 3119 Otras industrias alimentarias
Rama 3121 Industria de las bebidas
Rama 3122 Industria del tabaco
Rama 3131 Preparación e hilado de fibras textiles y fabricación de hilos
Rama 3132 Fabricación de telas
Rama 3133 Acabado y recubrimiento de textiles
Rama 3141 Confección de alfombras, blancos y similares
Rama 3149 Confección de otros productos textiles, excepto prendas de vestir
Rama 3151 Tejido de prendas de vestir de punto
Rama 3152 Confección de prendas de vestir
Rama 3159 Confección de accesorios de vestir
Rama 3161 Curtido y acabado de cuero y piel
Rama 3162 Fabricación de calzado
Rama 3169 Fabricación de otros productos de cuero, piel y materiales sucedáneos
Rama 3211 Aserrado y conservación de la madera
Rama 3212 Fabricación de laminados y aglutinados de madera
Rama 3219 Fabricación de otros productos de madera
Rama 3221 Fabricación de celulosa, papel y cartón
Rama 3222 Fabricación de productos de papel y cartón
Rama 3231 Impresión e industrias conexas
Subtotal
BAJA MEDIA
Rama 3241 Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón
Rama 3261 Fabricación de productos de plástico
Rama 3262 Fabricación de productos de hule
Rama 3271 Fabricación de productos a base de arcillas y minerales refractarios
Rama 3272 Fabricación de vidrio y productos de vidrio
Rama 3273 Fabricación de cemento y productos de concreto
Rama 3274 Fabricación de cal, yeso y productos de yeso
Rama 3279 Fabricación de otros productos a base de minerales no metálicos
Rama 3311 Industria básica del hierro y del acero
Rama 3312 Fabricación de productos de hierro y acero de material comprado
Rama 3313 Industria del aluminio
Rama 3314 Industria de metales no ferrosos, excepto aluminio
Rama 3315 Moldeo por fundición de piezas metálicas
Rama 3321 Fabricación de productos metálicos forjados y troquelados
Rama 3322 Fabricación de herramientas de mano sin motor y utensilios de cocina
Rama 3323 Fabricación de estructuras metálicas y productos de herrería
Rama 3324 Fabricación de caldera, tanques y envases metálicos
Rama 3325 Fabricación de herrajes y cerraduras
Rama 3326 Fabricación de alambre, productos de alambre y resortes
Rama 3327 Maquinado de piezas metálicas y fabricación de tornillos
Rama 3328 Recubrimientos y terminados metálicos
Rama 3329 Fabricación de otros productos metálicos
Cociente de Cociente
Valor
localización
de
agregado
Valor
localicensal
agregado
zación bruto Parcensal
Personal ticipación
bruto
ocupado porcentual
Personal Índice de
ocupado productiestatal vidad de
Partici- la mano
pación de obra
porcentual
0.70
1.81
0.33
3.41
3.02
0.78
0.09
1.08
3.10
0.92
0.58
0.55
1.85
2.39
0.56
0.48
2.26
0.64
0.25
0.14
0.36
0.16
0.10
1.59
0.65
1.94
2.52
0.89
0.53
1.46
0.43
0.99
1.46
1.19
0.06
1.18
1.52
0.60
0.59
0.88
2.40
2.51
0.66
0.64
1.87
0.68
0.45
0.19
0.51
0.34
0.14
1.78
0.76
2.12
2.00
0.93
0.40
2.12
0.55
4.22
5.22
0.85
0.01
3.23
5.34
6.06
0.71
0.19
1.76
0.43
0.18
0.13
0.74
2.14
0.01
0.02
0.26
0.02
0.01
0.14
0.21
1.87
3.99
1.13
41.94
0.22
1.16
0.73
1.20
2.71
1.67
0.02
9.01
1.74
2.07
0.08
0.60
3.35
1.00
0.47
0.61
1.60
6.50
0.08
0.06
1.13
0.10
0.04
0.25
0.95
1.18
3.29
2.34
44.16
1.63
1.53
0.96
4.26
1.71
0.81
1.92
1.13
2.52
1.88
1.22
0.77
0.95
1.18
1.05
0.93
1.49
1.16
0.69
0.90
0.87
0.58
0.95
1.10
1.05
1.13
1.56
1.18
0.13
1.59
1.58
0.66
2.18
0.55
0.54
3.58
0.07
0.33
2.90
0.18
1.35
0.43
4.67
0.59
2.07
1.34
1.13
0.71
0.23
1.03
0.45
1.76
1.52
0.51
2.35
0.87
0.37
1.26
0.28
0.84
2.53
0.65
1.54
1.28
2.63
0.85
2.35
1.60
2.02
1.01
1.39
1.29
0.58
5.69
0.87
0.60
2.78
2.18
0.09
1.21
0.04
0.44
0.43
0.09
0.31
0.09
1.71
0.48
0.94
0.32
0.31
0.24
0.13
0.82
0.48
7.36
1.31
0.93
2.10
0.94
0.07
0.59
0.08
0.44
0.50
0.13
0.60
0.26
0.89
2.39
1.17
0.50
0.59
0.81
0.48
1.48
0.36
1.11
1.29
1.58
1.15
0.78
1.79
3.52
0.30
0.49
1.42
0.33
1.08
0.41
2.19
0.85
1.09
1.04
0.69
0.86
0.20
0.99
Continúa...
80
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
Rama
23
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
1
2
3
4
5
6
Rama 3399 Otras industrias manufactureras
Subtotal
ALTA MEDIA
Rama 3251 Fabricación de productos químicos básicos
Rama 3252 Fabricación de hules, resinas y fibras químicas
Rama 3253 Fabricación de fertilizantes, pesticidas y otros agroquímicos
Rama 3255 Fabricación de pinturas, recubrimientos, adhesivos y selladores
Rama 3256 Fabricación de jabones, limpiadores y preparaciones de tocador
Rama 3331 Fabricación de maquinaria y equipo para las actividades agropecuarias, para la construcción y para la industria extractiva
Rama 3332 Fabricación de maquinaria y equipo para las industrias manufactureras
Rama 3333 Fabricación de maquinaria y equipo para el comercio y los servicios
Rama 3334 Fabricación de sistemas de aire acondicionado, calefacción y de
refrigeración
Rama 3335 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria metalmecánica
Rama 3336 Fabricación de motores de combustión interna, turbinas y transmisiones
Rama 3339 Fabricación de otra maquinaria y equipo para la industria en general
Rama 3345 Fabricación de instrumentos de navegación, medición, médicos
Rama 3346 Fabricación y reproducción de medios magnéticos y ópticos
Rama 3351 Fabricación de accesorios de iluminación
Rama 3353 Fabricación de equipo de generación y distribución de energía eléctrica
Rama 3359 Fabricación de otros equipos y accesorios eléctricos
Rama 3361 Fabricación de automóviles y camiones
Rama 3362 Fabricación de carrocerías y remolques
Rama 3363 Fabricación de partes para vehículos automotores
Rama 3365 Fabricación de equipo ferroviario
Rama 3366 Fabricación de embarcaciones
Rama 3369 Fabricación de otro equipo de transporte
Rama 3371 Fabricación de muebles, excepto de oficina y estantería
Rama 3372 Fabricación de muebles de oficina y estantería
Rama 3379 Fabricación de productos relacionados con los muebles
Rama 3391 Fabricación de equipo y material para uso médico, dental y para
laboratorio
Subtotal
ALTA
Rama 3254 Fabricación de productos farmacéuticos
Rama 3259 Fabricación de otros productos químicos
Rama 3341 Fabricación de computadoras y equipo periférico
Rama 3343 Fabricación de equipo de audio y de video
Rama 3344 Fabricación de componentes electrónicos
Rama 3352 Fabricación de aparatos eléctricos de uso doméstico
Subtotal
Total
Fuente: elaboración propia con bas en datos del INEGI.
Cociente de Cociente
Valor
localización
de
agregado
Valor
localicensal
agregado
zación bruto Parcensal
Personal ticipación
bruto
ocupado porcentual
1.40
0.99
1.69
22.04
Personal Índice de
ocupado productiestatal vidad de
Partici- la mano
pación de obra
porcentual
2.54
1.75
26.63
0.41
1.39
1.53
4.00
0.85
0.11
0.87
2.23
2.12
3.28
1.88
0.23
1.75
1.05
0.39
2.76
1.88
0.05
0.96
0.92
0.33
1.46
1.77
0.11
0.58
0.77
0.89
1.50
0.56
0.59
2.27
0.69
0.20
2.64
1.65
0.47
0.40
0.19
0.13
0.70
0.37
0.29
1.06
0.51
0.52
2.11
0.10
1.30
1.14
0.01
0.78
1.22
0.41
0.85
2.30
0.61
0.35
0.07
0.10
0.87
0.86
1.58
0.76
1.71
0.29
1.28
2.04
0.08
1.51
0.99
0.93
1.68
2.87
0.54
0.45
0.09
0.59
1.09
1.65
2.02
0.49
0.15
0.03
0.65
0.18
0.00
0.16
1.17
0.42
5.62
0.53
6.12
0.02
0.00
0.01
0.84
0.15
0.30
0.65
0.18
0.05
0.79
0.61
0.01
0.45
1.08
1.08
1.76
1.08
5.61
0.02
0.00
0.07
3.09
0.62
0.55
0.75
1.53
0.42
1.25
0.69
0.15
0.64
1.51
0.54
0.63
0.99
1.41
0.97
1.00
0.21
0.99
0.64
0.97
1.95
25.60
24.69
1.30
3.07
0.21
0.26
0.03
0.46
1.56
2.36
0.11
0.28
0.06
0.78
7.35
1.92
0.20
0.36
0.06
0.52
10.41
100.0
2.30
0.74
0.12
0.37
0.15
0.84
4.52
100.0
1.03
1.61
2.36
1.16
0.66
0.73
81
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
En primer lugar, y como evidencia de especialización intrarregional, se observa que destacan algunas actividades por su participación en el PO y en el VA. En particular, la elaboración de panadería
y tortilla, la fabricación de productos de plástico, la fabricación de
telas y la fabricación de productos de papel ocupan 9.0, 7.3, 3.3 y
3.2% del PO total y contribuyen con 3.0, 3.6, 10 y 1.6% del VA
total, respectivamente.
Los cocientes de especialización, por otra parte, muestran que, empleando al PO, la manufactura se especializa en 42 de las 84 ramas
y en 33 si los cálculos se realizan con el VA. A su vez, el índice de
productividad muestra que la mano de obra mexiquense es más
productiva a nivel estatal que a nivel nacional en 47 de las 84 ramas. De estas 47 ramas, en 24 existe evidencia de especialización
con base en el PO (es decir, en 18 de las ramas en las que se especializa el Estado de México, la productividad es menor que a nivel
nacional) y en 28 si el criterio es el VA (es decir, en 5 la productividad local es menor que la nacional). También en el cuadro 2 se han
destacado las ramas relevantes en negritas y cursivas.
El análisis se ha llevado a cabo también a nivel de subrama de actividad; los cálculos correspondientes se presentan en el cuadro 3.
Los resultados sugieren especialización en 100 de las 178 subramas
que integran la manufactura mexiquense, cuando se emplea el PO,
y en 79 si se utiliza el VA. Por su parte, el índice de productividad
muestra que en 85 subramas los trabajadores mexiquenses son más
productivos que el promedio nacional. Ahora bien, de estas 85.55
(de 100) subramas están especializadas con base en el PO y 61 (de
79) de acuerdo al VA.
82
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
Cuadro 3. Clasificación de la industria manufacturera según la intensidad
tecnológica industrial
Subrama de actividad
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
Dominado por el proveedor
Subrama 31111 Elaboración de alimentos para animales
Subrama 31121 Elaboración de productos de molinería y manufactura de malta
Subrama 31122 Elaboración de almidones, aceites y grasas vegetales comestibles
Subrama 31123 Elaboración de cereales para el desayuno
Subrama 31131 Elaboración de azúcar
Subrama 31132 Elaboración de chocolate y productos de chocolate a partir
del cacao
Subrama 31133 Elaboración de productos de chocolate a partir del chocolate
Subrama 31134 Elaboración de dulces, chicles y productos de confitería que
no sean de chocolate
Subrama 31141 Congelación de frutas, verduras y guisos
Subrama 31142 Conservación de frutas, verduras y guisos por procesos
distintos a la congelación
Subrama 31151 Elaboración de leche y derivados lácteos
Subrama 31152 Elaboración de helados y paletas
Subrama 31161 Matanza, empacado y procesamiento de carne de ganado y aves
Subrama 31171 Preparación y envasado de pescados y mariscos
Subrama 31181 Elaboración de pan y otros productos de panadería
Subrama 31182 Elaboración de galletas y pastas para sopa
Subrama 31183 Elaboración de tortillas de maíz y molienda de nixtamal
Subrama 31191 Elaboración de botanas
Subrama 31192 Industria del café y del té
Subrama 31193 Elaboración de concentrados, polvos, jarabes y esencias de sabor
Subrama 31194 Elaboración de condimentos y aderezos
Subrama 31199 Elaboración de otros alimentos
Subrama 31211 Elaboración de refrescos y hielo, y purificación de agua
Subrama 31212 Elaboración de cerveza
Subrama 31213 Elaboración de bebidas alcohólicas a base de uva y bebidas
fermentadas
Subrama 31214 Elaboración de bebidas destiladas, excepto de uva
Subrama 31222 Fabricación de productos de tabaco
Subrama 31311 Preparación e hilado de fibras textiles y fabricación de hilos
Subrama 31321 Fabricación de telas anchas de trama
Subrama 31322 Fabricación de telas angotas de trama y pasamanería
Subrama 31323 Fabricación de telas no tejidas
Subrama 31324 Fabricación de telas de punto
Subrama 31331 Acabado de fibras, hilados, hilos y telas
Subrama 31332 Recubrimiento de telas
Subrama 31411 Tejido y confección de alfombras y tapetes
Subrama 31412 Confección de cortinas, blancos y similares
Subrama 31491 Confección de costales y productos de textiles recubiertos y
de materiales
Subrama 31499 Confección de otros productos textiles, excepto prendas de vestir
Subrama 31511 Tejido de calcetines y medias
Subrama 31519 Tejido de otras prendas de vestir de punto
Subrama 31521 Confección de ropa de cuero, piel y materiales sucedáneos
Subrama 31522 Confección de ropa de materiales textiles
Subrama 31599 Confección de accesorios de vestir
Subrama 31611 Curtido y acabado de cuero y piel
Subrama 31621 Fabricación de calzado
Subrama 31699 Fabricación de otros productos de cuero, piel y materiales
sucedáneos
Subrama 32111 Aserrado y conservación de la madera
Subrama 32121 Fabricación de laminados y aglutinados de madera
Cociente de Cociente
Valor
Personal Índice de
localización
de
agregado ocupado productiValor agre- localicensal
estatal vidad de
gado censal zación
bruto
Partici- la mano
bruto
Personal estatal
pación de obra
ocupado Partici- porcenpación
tual
porcentual
0.70
0.76
3.07
0.03
0.00
-0.35
0.53
0.88
2.39
0.12
0.00
0.12
0.40
0.39
1.73
0.00
0.00
0.01
0.22
0.35
0.81
0.01
0.00
0.02
1.63
1.06
1.58
0.30
0.33
-3.77
6.19
0.25
5.09
0.48
0.35
0.19
0.36
0.35
1.50
0.64
0.00
3.71
0.01
1.28
0.00
4.22
0.00
1.20
0.48
3.58
1.72
4.84
0.78
0.09
1.01
1.52
1.05
0.93
4.09
100.18
0.18
3.90
1.09
0.48
1.33
1.21
1.81
1.19
0.06
1.18
1.33
1.16
0.93
1.50
3.16
0.66
2.18
0.63
0.21
1.32
4.03
1.19
0.85
0.01
1.81
0.54
0.88
0.90
0.95
2.71
0.06
0.72
4.31
0.96
0.24
1.33
1.38
1.67
0.02
4.05
0.71
4.25
0.47
0.21
0.53
0.08
0.44
1.73
0.10
0.07
1.75
3.30
0.81
1.92
1.05
1.42
1.12
1.23
3.36
39.10
0.34
2.21
2.13
2.80
1.25
1.16
0.59
0.55
1.46
1.77
0.92
3.82
1.82
5.06
0.56
0.56
0.16
0.95
0.70
0.88
2.04
2.30
2.29
3.90
1.58
6.61
0.28
0.78
0.55
0.55
0.71
0.19
1.00
0.11
0.04
0.61
0.27
0.16
0.02
0.16
0.02
0.17
0.08
0.60
1.97
0.28
0.13
0.97
0.51
0.49
0.05
0.42
0.16
1.51
1.05
0.77
0.88
0.95
0.50
1.21
1.42
0.95
2.50
0.89
0.35
0.78
3.26
1.52
2.19
0.63
0.25
0.14
0.36
0.16
0.68
3.06
1.36
2.85
0.67
0.45
0.19
0.51
0.34
0.11
0.45
0.29
0.04
2.11
0.01
0.02
0.26
0.02
0.45
0.79
0.81
0.14
6.36
0.08
0.06
1.13
0.10
1.42
1.32
1.38
0.95
1.17
0.69
0.90
0.87
0.58
0.10
1.59
0.14
1.78
0.01
0.14
0.04
0.25
0.95
1.10
Continúa...
83
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Subrama de actividad
49
50
51
52
53
54
55
56
Subrama 32191 Fabricación de productos de madera para la construcción
Subrama 32192 Fabricación de productos para embalaje y envases de madera
Subrama 32199 Fabricación de otros productos de madera
Subrama 32211 Fabricación de celulosa
Subrama 32212 Fabricación de papel
Subrama 32213 Fabricación de cartón
Subrama 32221 Fabricación de embases de cartón
Subrama 32222 Fabricación de bolsas de papel y productos celulósicos recubiertos
y tratados
57 Subrama 32223 Fabricación de productos de papelería
58 Subrama 32229 Fabricación de otros productos de papel y cartón
59 Subrama 32311 Impresión
60 Subrama 32312 Industrias conexas a la impresión
Subtotal
BAJA MEDIA
1
Subrama 32411 Refinación de petróleo
2
Subrama 32412 Fabricación de productos de asfalto
3
Subrama 32419 Fabricación de otros productos derivados del petróleo y del
carbón
4
Subrama 32511 Fabricación de petroductos petroquímicos
5
Subrama 32512 Fabricación de gases industriales
6
Subrama 32513 Fabricación de pigmentos y colorantes sintéticos
7
Subrama 32518 Fabricación de otros productos químicos básicos inorgánicos
8
Subrama 32519 Fabricación de otros productos químicos básicos orgánicos
9
Subrama 32521 Fabricación de hules y resinas sintéticos
10 Subrama 32522 Fabricación de libras químicas
11 Subrama 32611 Fabricación de bolsas y películas de plásticos flexible sin soporte
12 Subrama 32612 Fabricación de perfiles, tubería y conexiones de plástico
rigído sin soporte
13 Subrama 32613 Fabricación de laminados rígidos de plástico sin soporte
14 Subrama 32614 Fabricación de espumas y productos de poliestireno
15 Subrama 32615 Fabricación de espumas y productos de uretano
16 Subrama 32616 Fabricación de botellas de plástico
17 Subrama 32619 Fabricación de otros productos de plástico
18 Subrama 32621 Fabricación y revitalización de llantas
19 Subrama 32622 Fabricación de bandas y mangueras de hule y de plástico
20 Subrama 32629 Fabricación de otros productos de hule
21 Subrama 32711 Fabricación de artículos de alfarería, porcelana, loza y
muebles de baño
22 Subrama 32712 Fabricación de productos a base de arcilla para la construcción
23 Subrama 32721 Fabricación de vidrio y productos de vidrio
24 Subrama 32731 Fabricación de cemento para la construcción
25 Subrama 32732 Fabricación de concreto
26 Subrama 32733 Fabricación de tubos y bloques de cemento y concreto
27 Subrama 32739 Fabricación de otros productos de cemento y concreto
28 Subrama 32741 Fabricación de cal
29 Subrama 32742 Fabricación de yeso y productos de yeso
30 Subrama 32791 Fabricación de productos abrasivos
31 Subrama 32799 Fabricación de otros productos a base de minerales no
metálicos
32 Subrama 33111 Industria básica del hierro y del acero
33 Subrama 33121 Fabricación de tubos y postes de hierro y acero de material
comprado
34 Subrama 33122 Fabricación de otros productos de hierro y acero de material
comprado
35 Subrama 33131 Industria del aluminio
36 Subrama 33141 Refinación de cobre y de otros metales no ferrosos
37 Subrama 33142 Laminación secundaria de cobre
84
Cociente de Cociente
Valor
Personal Índice de
localización
de
agregado ocupado productiValor agre- localicensal
estatal vidad de
gado censal zación
bruto
Partici- la mano
bruto
Personal estatal
pación de obra
ocupado Partici- porcenpación
tual
porcentual
0.79
0.89
0.11
0.56
1.09
0.62
0.93
0.06
0.19
0.82
0.47
0.49
0.04
0.21
1.16
7.48
3.20
0.00
0.00
2.88
1.96
1.90
1.69
0.85
1.27
1.75
3.08
0.18
0.32
0.70
1.50
2.07
1.48
1.88
0.89
0.75
1.24
0.12
0.33
0.75
0.97
7.21
0.88
0.95
2.14
2.34
0.91
1.27
0.11
2.28
1.08
0.05
41.94
0.26
0.82
2.17
0.17
44.16
0.56
3.81
1.20
0.92
0.00
1.47
2.72
0.10
1.69
2.15
-0.02
0.14
0.45
0.09
0.13
0.27
-0.05
1.073
1.56
0.00
2.60
0.84
1.06
1.59
1.73
0.63
1.85
1.95
0.02
3.76
2.52
1.41
1.87
2.96
1.10
2.18
2.12
-0.01
0.36
0.22
0.42
0.77
0.91
0.14
1.06
0.33
0.01
0.11
0.24
0.28
0.32
0.74
0.18
1.65
0.40
.0,24
0.85
0.41
0.92
1.05
0.72
0.70
1.05
1.14
2.47
1.19
0.86
3.01
1.22
0.48
4.17
1.29
1.09
2.11
0.93
3.06
3.51
1.31
1.02
2.70
1.29
0.54
0.28
0.22
0.18
1.27
2.34
0.07
0.39
0.41
0.28
0.23
0.24
0.35
1.39
3.11
0.17
0.45
0.69
0.44
1.45
1.57
0.35
1.06
1.15
0.58
1.90
1.23
2.50
0.49
2.18
0.48
0.80
0.72
1.09
0.76
0.09
6.08
1.45
0.50
2.35
0.60
0.75
0.84
1.40
0.36
0.39
4.57
0.82
0.32
2.78
1.54
0.38
0.13
0.14
0.09
0.01
0.94
0.26
0.50
2.10
0.14
0.14
0.39
0.2 7
0.04
0.03
0.25
0.34
1.22
1.15
0.99
1.33
1.06
0.96
2.62
0.29
1.64
2.19
0.07
0.29
0.28
0.80
0.04
0.10
0.08
0.15
0.30
0.45
0.35
0.86
0.34
0.28
0.50
2.90
0.22
0.05
2.53
0.41
0.93
0.43
0.08
0.01
0.50
0.04
0.07
1.42
0.68
0.06
Continúa...
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
Subrama de actividad
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
Cociente de Cociente
Valor
Personal Índice de
localización
de
agregado ocupado productiValor agre- localicensal
estatal vidad de
gado censal zación
bruto
Partici- la mano
bruto
Personal estatal
pación de obra
ocupado Partici- porcenpación
tual
porcentual
Subrama 33149 Laminación secundaria de otros metales no ferrosos
1.65
1.32
0.00
0.01
1.54
Subrama 33151 Moldeo por fundición de piezas de hierro y acero
1.12
1.10
0.17
0.27
1.26
Subrama 33152 Moldeo por fundición de piezas metálicas no ferrosas
1.78
2.31
0.15
0.33
0.95
Subrama 33211 Fabricación de productos metálicos forjados y troquelados
0.43
1.28
0.09
0.26
0.41
Subrama 33221 Fabricación de herramientas de mano sin motor y utensilios
4.67
2.63
1.71
0.89
2.19
de cocina
Subrama 33231 Fabricación de estructuras metálicas
0.59
0.87
0.22
0.51
0.84
Subrama 33232 Fabricación de productos de herrería
0.58
0.85
0.27
1.89
0.85
Subrama 33241 Fabricación de calderas industriales
1.01
1.68
0.05
0.10
0.75
Subrama 33242 Fabricación de tanques metálicos de calibre grueso
1.37
1.98
0.21
0.49
0.85
Subrama 33243 Fabricación de envases metálicos de calibre ligero
2.72
3.05
0.68
0.58
1.10
Subrama 33251 Fabricación de herrajes y cerraduras
1.34
1.60
0.32
0.50
1.04
Subrama 33261 Fabricación de alambre, productos de alambre y resortes
1.13
2.02
0.31
0.59
0.69
Subrama 33271 Maquinado de piezas metálicas para maquinaria y equipo en
0.63
0.99
0.17
0.62
0.79
general
Subrama 33272 Fabricación de tornillos, tuercas, remaches y similares
1.02
1.11
0.07
0.19
1.14
Subrama 33281 Recubrimientos y terminados metálicos
0.23
1.39
0.13
0.48
0.20
Subrama 33291 Fabricación de válvulas metálicas
1.37
1.40
0.53
0.56
1.21
Subrama 33299 Fabricación de otros productos metálicos
0.71
1.22
0.29
0.91
0.71
Subtotal
23.15
25.97
ALTA MEDIA
Subrama 32531 Fabricación de fertilizantes
0.21
0.91
0.02
0.06
0.28
Subrama 32532 Fabricación de pesticidas y agroquímicos, excepto fertilizantes
2.68
3.13
0.36
0.26
1.06
Subrama 32551 Fabricación de pinturas y recubrimientos
4.19
3.35
2.31
1.10
1.55
Subrama 32552 Fabricación de adhesivos y selladores
3.23
3.09
0.45
0.36
1.29
Subrama 32561 Fabricación de jabones, limpiadores y dentífricos
1.45
2.53
1.60
1.14
0.71
Subrama 32562 Fabricación de cosméticos, perfumes y otras preparaciones de
0.26
1.28
0.29
0.63
0.25
tocador
Subrama 32591 Fabricación de tintas para impresión
3.57
3.59
0.27
0.18
1.23
Subrama 32599 Fabricación de otros productos químicos
3.35
2.35
1.65
0.56
1.76
Subrama 33311 Fabricación de maquinaria y equipo agropecuario
0.07
0.11
0.01
0.03
0.83
Subrama 33312 Fabricación de maquinaria y equipo para la construcción
0.18
0.42
0.03
0.07
0.55
Subrama 33313 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria extractiva
0.07
0.24
0.00
0.02
0.35
Subrama 33321 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria de la madera
1.59
1.92
0.00
0.02
1.02
Subrama 33322 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria del hule
0.85
1.41
0.01
0.04
0.74
y del plástico
Subrama 33329 Fabricación de maquinaria y equipo para otras industrias
2.39
2.80
0.39
0.65
1.05
manufactureras
Subrama 33331 Fabricación de maquinaria y equipo para el comercio y los
0.69
1.65
0.19
0.37
0.51
servicios
Subrama 33341 Fabricación de sistemas de aire acondicionado, calefacción y
0.20
0.47
0.13
0.29
0.52
de refrigeración
Subrama 33351 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria
2.11
1.71
0.15
0.18
1.53
metalmecánica
Subrama 33361 Fabricación de motores de combustión interna, turbinas y
0.10
0.29
0.03
0.05
0.42
transmisiones
Subrama 33391 Fabricación de bombas y sistemas de bombeo
1.93
1.44
0.23
0.19
1.65
Subrama 33392 Fabricación de maquinaria y equipo para levantar y trasladar
0.89
1.10
0.10
0.15
0.99
Subrama 33399 Fabricación de otra maquinaria y equipo para la industria
1.19
1.29
0.32
0.45
1.14
en general
Subrama 33451 Fabricación de instrumentos de navegación, medición,
1.14
2.04
0.18
0.61
0.69
médicos y de control
Subrama 33461 Fabricación y reproducción de medios magnéticos y ópticos
0.01
0.08
0.00
0.01
0.15
Subrama 33511 Fabricación de focos
0.89
1.68
0.10
0.29
0.66
Subrama 33512 Fabricación de lámparas ornamentales
0.66
1.29
0.07
0.16
0.63
Subrama 33531 Fabricación de equipo de generador y distribución de energía
1.22
0.99
1.17
1.08
1.51
eléctrica
Subrama 33591 Fabricación de acumuladores y pilas
0.04
0.11
0.01
0.01
0.44
Continúa...
85
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Subrama de actividad
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
1
2
3
4
5
6
7
8
Cociente de Cociente
Valor
Personal Índice de
localización
de
agregado ocupado productiValor agre- localicensal
estatal vidad de
gado censal zación
bruto
Partici- la mano
bruto
Personal estatal
pación de obra
ocupado Partici- porcenpación
tual
porcentual
Subrama 33592 Fabricación de cables de conducción eléctrica
0.18
0.40
0.06
0.14
0.54
Subrama 33593 Fabricación de enchufes, contactos, fusibles y otros accesorios para
0.78
1.69
0.29
0.79
0.57
instalaciones
Subrama 33599 Fabricación de otros productos eléctricos
0.46
0.61
0.06
0.13
0.93
Subrama 33611 Fabricación de autómoviles y camionetas
0.77
1.26
4.75
1.01
0.76
Subrama 33612 Fabricación de camiones y tractocamiones
2.00
3.03
0.87
0.75
0.81
Subrama 33621 Fabricación de carrocerías y remolques
2.30
2.87
0.53
1.08
0.99
Subrama 33631 Fabricación de motores de gasolina y sus partes para vehículos
0.78
2.11
1.13
1.45
0.46
automotores
Subrama 33632 Fabricación de equipo eléctrico para vehículos automotores
0.58
0.18
2.57
1.01
3.92
Subrama 33633 Fabricación de partes de sistemas de direcciones y de sus1.09
1.80
0.43
0.51
0.75
pensión para vehículos
Subrama 33634 Fabricación de partes de sistemas de frenos para vehículos
0.82
1.64
0.19
0.38
0.62
automotrices
Subrama 33635 Fabricación de partes de sistemas de transmisión
0.89
1.52
0.42
0.39
0.72
Subrama 33636 Fabricación de asientos para vehículos automotores
0.19
0.16
0.17
0.23
1.51
Subrama 33637 Fabricación de piezas metálicas troqueladas para vehículos
0.34
0.61
0.11
0.16
0.68
automotrices
Subrama 33639 Fabricación de otras partes para vehículos automotrices
0.60
0.86
1.10
1.49
0.86
Subrama 33651 Fabricación de equipo ferroviario
0.35
0.45
0.02
0.02
0.97
Subrama 33661 Fabricación de embarcacionbes
0.07
0.09
0.00
0.00
1.00
Subrama 33911 Fabricación de equipo de transporte
0.10
0.59
0.01
0.07
0.21
Subrama 33711 Fabricación de cocinas
0.72
0.67
0.06
0.14
1.31
Subrama 33712 Fabricación de muebles, excepto cocinas y muebles de oficina y
0.89
1.12
0.78
2.95
0.98
estantería
Subrama 33721 Fabricación de muebles de oficina y estantería
0.86
1.65
0.15
0.62
0.64
Subrama 33791 Fabricación de colchones
3.16
3.12
0.26
0.50
1.25
Subrama 33792 Fabricación de persianas y cortineros
0.35
0.45
0.04
0.05
0.95
Subrama 33911 Fabricación de equipo y material para uso médico, dental y
0.76
0.49
0.65
0.75
1.95
para laboratorio
Subrama 33991 Metalistería y joyería
0.62
0.57
0.11
0.28
1.34
Subrama 33992 Fabricación de artículos deportivos
0.04
0.10
0.00
0.03
0.56
Subrama 33993 Fabricación de juguetes
0.71
1.04
0.10
0.34
0.84
Subrama 33994 Fabricación de artículos y accesorios para escritura, pintura,
3.57
2.31
0.90
0.85
1.91
dibujo y actividades de oficina
Subrama 33995 Fabricación de anuncios
0.98
1.21
0.08
0.26
1.00
Subrama 33999 Otras industrias manufactureras
1.06
0.87
0.49
0.79
1.49
Subtotal
26.42
26.09
ALTA
Subrama 32541 Fabricación de productos farmacéuticos
1.30
1.56
7.35
2.30
1.03
Subrama 33421 Fabricación de aparatos telefónicos
0.06
0.09
0.01
0.02
0.77
Subrama 33422 Fabricación de equipo de transmisión y recepción de señales
0.86
0.21
0.19
0.09
5.02
de radio, televisión
Subrama 33429 Fabricación de otros equipos de comunicación
0.01
0.03
0.00
0.01
0.41
Subrama 33431 Fabricación de equipo de audio y de video
0.26
0.28
0.36
0.37
1.16
Subrama 33441 Fabricación de componentes electrónicos
0.03
0.06
0.06
0.15
0.66
Subrama 33521 Fabricación de enseres electrodomésticos menores
1.58
1.77
0.38
0.54
1.11
Subrama 33522 Fabricación de apratos de línea blanca
0.16
0.39
0.14
0.31
0.50
Subtotal
8.49
3.78
Total
100.00
100.00
Fuente: elaboración propia con base en datos del INEGI.
86
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
Como se ha argumentado previamente, el patrón de especialización muestra las ventajas comparativas que de facto puede tener
una región. En esta sección se han identificado aquellas actividades
en las que el Estado de México se ha especializado después de años
de transición económica. En nuestra opinión, estas actividades deberían fomentarse mediante una política industrial estatal activa
que no sólo induzca prácticas empresariales que mejoren la eficiencia, sino que favorezca la integración y complementación de
los eslabonamientos productivos que permitan formar conglomerados industriales. Sin embargo, como se observa en los resultados,
la manufactura mexiquense se especializa en una amplia variedad
de actividades, por lo que una política industrial general sería inapropiada. Es más conveniente el diseño de una política industrial
diferenciada, acorde a las características de las distintas actividades
productivas. Con esta idea en mente, en la siguiente sección se analiza el perfil tecnológico del patrón de especialización previamente
identificado con el objeto de proporcionar un criterio que permita
discernir entre medidas de política industrial.
2. Perfil tecnológico del patrón de especialización
2.1. Aspectos conceptuales
Es importante establecer que
aquí hacemos una interpretación de las taxonomías citadas para poder aplicarlas a la
información censal de 2003.
Como es bien sabido, la clasificación de las actividades productivas cambia de un censo a
otro y de un país desarrollado
a uno subdesarrollado. Por
ello, aunque la clasificación
aquí empleada no coincide
exactamente con las taxonomías mencionadas, consideramos que nos dan información
suficiente para caracterizar a la
manufactura mexiquense.
5
6
Véase Aregional (2003) para
información adicional.
Empleamos dos enfoques complementarios para definir el perfil
tecnológico, tanto del total de las actividades productivas de la
manufactura mexiquense como de aquéllas en las que ésta se especializa5. En primer lugar, utilizamos la propuesta de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). Esta metodología se
basa en la definición de indicadores sobre intensidad tecnológicos
que reflejan distintos grados de “producción tecnológica” y “uso
tecnológico”, tales como gastos en investigación y desarrollo (IyD)
divididos entre el valor agregado y entre el nivel de producción, y
gastos en IyD más la consideración del nivel tecnológico de los bienes intermedios y de inversión utilizados divididos entre la producción. Así pues, la OCDE clasifica las actividades manufactureras en
cuatro categorías: a) Alta tecnología, b) tecnología alta-media, c)
tecnología baja-media y d) tecnología baja6.
87
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Por otra parte, se emplea la taxonomía propuesta por Dutrénit y
Capdeville (1993), quienes adaptan la propuesta por Pavitt (1984).
Esta taxonomía tiene por objeto describir y explicar los modelos
sectoriales de cambio tecnológico. Con base en ello, las empresas y
las actividades productivas industriales se agrupan en cuatro sectores
tecnológicos: basado en la ciencia, intensivo en escala, de oferentes
especializados y dominado por el proveedor (véase Dutrénit y
Capdeville, 1993: 647-649)7.
En el sector dominado por el proveedor se ubican las actividades
manufactureras tradicionales, en las que predominan tecnologías
maduras y altamente difundidas (determina un bajo dinamismo
del sector). En general, las empresas son pequeñas, tienen bajos
gastos en investigación y desarrollo (IyD) y carecen de laboratorios
o departamentos de ingeniería. Sus innovaciones tienen origen en
los proveedores de equipo y materiales, en los grandes consumidores,
y en la investigación financiada por el gobierno. Estas actividades
no transfieren innovaciones tecnológicas a otros sectores8.
En el sector intensivo en escala están ubicadas las industrias productoras de bienes con tecnologías maduras, que presentan importantes economías de escala; utilizan tecnologías altamente conocidas
y difundidas, que se caracterizan por un mayor dinamismo tecnológico respecto a las industrias tradicionales. Las empresas son
grandes y cuentan con departamentos de ingeniería de producción
y laboratorios de IyD, fundamentales en la generación de innovaciones incrementales o de aprendizaje y en el desarrollo tecnológico
de sus proveedores9.
En el sector de oferentes especializados predominan empresas relativamente pequeñas que generan una alta proporción de sus innovaciones de proceso. Su actividad innovadora principalmente se
concentra en las innovaciones de producto, usadas en otros sectores.
Las empresas que conciernen a esta industria no realizan importantes gastos en IyD, pero demandan y combinan tecnologías de
punta en materiales, diseño, nuevos bienes, etcétera. Este sector se
caracteriza por la interacción y la realimentación que realiza con
otros sectores, y por el efecto tecnológico multiplicador que tienen
en el conjunto de la economía. La constante actividad de innovación determina un alto dinamismo tecnológico en este sector. La
apropiación de rentas tecnológicas se basa en el diseño, la calidad,
88
7
El criterio para definir estos
sectores es su trayectoria tecnológica, que depende del origen
de su tecnología, del tipo de
relaciones entre proveedores y
usuarios de ésta y de los medios
de apropiación de las rentas de
la misma. El origen de la tecnología puede ser interno a la
empresa y a la industria, cuando hay generación propia, o
externo, cuando se compra la
tecnología.
Las actividades manufactureras características de este
sector son: las textiles, la
madera, las impresiones, los
productos a base de minerales no metálicos y parte de los
alimentos y bebidas.
8
Aquí se localiza la mayor
parte de los bienes de consumo duraderos y las industrias
de proceso continuo, como
la automotriz, la siderurgia, la química orgánica e
inorgánica, los electrodomésticos, los metales no ferrosos,
el cemento y el vidrio.
9
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
el control del know how y, en los mecanismos de interrelación con
sus usuarios. Se protegen de la competencia por medio de patentes
y marcas, de barreras a la entrada asociadas a las relaciones establecidas con los usuarios. La competitividad depende de las habilidades
de la empresa para incorporar mejoras específicas a los bienes de
capital y de la rapidez con que responde a los requerimientos tecnológicos de sus usuarios10.
Finalmente, el sector basado en la ciencia es considerado el más importante en términos de su aportación al cambio tecnológico radical. Las empresas que integran este sector son de gran tamaño y
tienen una intensa actividad de generación tecnológica. Este sector
difunde sus innovaciones de producto a todos los demás sectores
por medio de los bienes finales y los insumos y se realimenta del
sector de oferentes especializados. Obtiene elevados niveles de rentas tecnológicas, asociados a la intensidad de su actividad de generación. Sin embargo, el ciclo de vida del paquete tecnológico es corto,
lo que determina una disminución del periodo de apropiación de
dichas rentas y la necesidad de crear nuevos productos. La apropiación de las rentas tecnológicas está asociada a diferentes mecanismos: know how, IyD, secreto industrial, economías dinámicas del
aprendizaje y uso de patentes11.
2.2. Especialización y perfil tecnológico
Se ubican las actividades
productoras de maquinaria
y equipo, e instrumentos de
medición y control.
10
Está compuesto por actividades productoras de bienes
modernos con alto dinamismo
tecnológico, como la aeroespacial, la atómica, la electrónica,
los armamentos, la química
fina, la farmacéutica, las telecomunicaciones y la informática.
11
Los resultados de la clasificación de la OCDE se presentan en los
cuadros 1, 2 y 3. En ellos aparecen los grupos definidos por este
criterio. En el cuadro 1 se observa que 10 subsectores cuentan con
una intensidad tecnológica baja, seis con baja media, tres con alta
media y sólo dos con alta y que sus participaciones en el PO son
44.6, 29.4, 16.2 y 9.7%, respectivamente, en tanto que sus contribuciones al VA total son 42.5, 23.7, 15.9 y 17.9%, respectivamente.
Nótese que si sumamos las participaciones de los subsectores de intensidad tecnológica “baja”, obtenemos más del cincuenta por ciento
tanto en PO como en VA. Es decir, alrededor de dos terceras partes
de la manufactura mexiquense están conformadas por empresas
con un bajo perfil tecnológico. En el otro extremo, es importante
destacar que menos de 10% del personal ocupado labora en empresas de intensidad tecnológica alta, lo cual refleja un limitado
proceso de derrame tecnológico vía movilidad de personal calificado
y demanda de insumos con elevadas especificaciones tecnológicas.
89
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
La situación no mejora sustancialmente si agrupamos en un solo
rubro a las actividades de intensidad tecnológica alta, pues nos da
que sólo la cuarta parte del personal ocupado está ligado a este
grupo. Por otro lado, destaca también el hecho de que, a diferencia
de los subsectores con intensidades tecnológicas baja o media, los
subsectores de intensidad tecnológica alta tienen una participación
proporcionalmente mayor en el VA (17.9%) que en el PO (9.7%),
lo cual puede estar reflejando una intensidad de capital y productividad del trabajo mayores en general.
Es importante destacar que los subsectores en los que se especializa
la manufactura mexiquense se distribuyen de la siguiente manera
en los distintos grupos arriba señalados: tres en el de intensidad
tecnológica baja, seis en el de baja media, y solo uno en el de alta
media y otro en el de alta. Sólo para ilustrar, nótese que los tres
subsectores de intensidad baja concentran alrededor de 28% del
PO y del VA de la manufactura, en tanto que los valores correspondientes para el único subsector del grupo de tecnología alta son
8.5 y 17.1%, respectivamente.
Por su parte, los resultados a nivel de rama de actividad reflejan
esencialmente el mismo patrón: el número de éstas que cae dentro
de los grupos de intensidad tecnológica baja, baja media, alta media y alta son 28, 23, 28 y 4, respectivamente. Sus participaciones
en el PO y en el VA son 44.2, 26.6, 24.7 y 4.5% y 41.9, 22.0, 25.6
y 10.4%, respectivamente. Por su parte, dentro de estos grupos,
las ramas en las que está especializado el Estado de México suman
28.2, 21.2, 15.7 y 3.0% PO y 29.9, 17.5, 16.4 y 9.3% del VA, respectivamente (véase cuadro 2). Dado que los subsectores que cae
en cada grupo pueden incluir actividades en las que no se especializa
el Estado de México, la suma de los porcentajes respectivos son menores cuando se emplea información a nivel de rama de actividad.
Por último, con respecto a la clasificación de la OCDE, los resultados para las distintas subramas se presentan en el cuadro 3. Se
puede apreciar que el número de subramas correspondientes a los
grupos de intensidad tecnológica baja, baja media, alta media y
alta son 60, 54, 57 y 8%, respectivamente. Sus participaciones en
el PO y en el VA son 44.2, 26, 26.1 y 3.8% y 41.9, 23.2, 26.4 y
8.5%, respectivamente. Dentro de estos grupos, las ramas en las
que está especializado el Estado de México suman 29.9, 21, 21 y
90
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
2.8% del PO y 34.1, 19.5, 21.2 y 7.7% del VA, respectivamente.
Nótese que en este caso también disminuyen las proporciones
correspondientes a los grupos de tecnología alta-media y alta.
Por otra parte, con el objeto de tener una clasificación alternativa
se utilizó la propuesta de Dutrénit y Capdeville (1993). El análisis
se hace a nivel de subrama de actividad para hacer una aproximación a las definiciones de estos autores y poder aplicarla en
nuestro estudio; los resultados aparecen en el cuadro 4. Se puede
apreciar que 84 subramas se ubican en el sector dominado por el
proveedor, 65 en el de intensivo en escala, 18 en el de oferentes
especializados y 11 en el de basado en la ciencia. Sus participaciones en el PO son 54.2, 31.8, 4.4 y 9.2%, respectivamente, en
tanto que los valores correspondientes para el VA son 47.9, 36.4,
2.9 y 12.8, respectivamente. Dentro de estos grupos, las ramas en
las que existe evidencia de especialización suman 37.3, 25.8, 3.1 y
9.2% del PO y 39.1, 28.9, 2 12.8% del VA, respectivamente. Es
interesante observar que el grupo de más alta tecnología, basado
en ciencia, representa un porcentaje mayor de la ocupación y el
VA que el de oferentes especializados.
91
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Cuadro 4. Estado de México: perfil tecnológico, industria manufacturera por
rama de actividad
Subrama de actividad
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
Dominado por el proveedor
Subrama 31111 Elaboración de alimentos para animales
Subrama 32799 Fabricación de otros productos a base de minerales no metálicos
Subrama 31122 Elaboración de almidones, aceites y grasas vegetales comestibles
Subrama 31123 Elaboración de cereales para el desayuno
Subrama 31131 Elaboración de azúcar
Subrama 31132 Elaboración de chocolate y productos de chocolate a partir
del cacao
Subrama 31133 Elaboración de productos de chocolate a partir del chocolate
Subrama 31134 Elaboración de dulces, chicles y productos de confitería que
no sean de chocolate
Subrama 31141 Congelación de frutas, verduras y guisos
Subrama 31142 Conservación de frutas, verduras y guisos por procesos
distintos a la congelación
Subrama 31151 Elaboración de leche y derivados lácteos
Subrama 31152 Elaboración de helados y paletas
Subrama 31161 Matanza, empacado y procesamiento de carne de ganado y aves
Subrama 31171 Preparación y envasado de pescados y mariscos
Subrama 31181 Elaboración de pan y otros productos de panadería
Subrama 31183 Elaboración de tortillas de maíz y molienda de nixtamal
Subrama 31191 Elaboración de botanas
Subrama 31193 Elaboración de concentrados, polvos, jarabes y esencias de
sabor para refrescos
Subrama 31194 Elaboración de condimentos y aderezos
Subrama 31199 Elaboración de otros alimentos
Subrama 31211 Elaboración de refrescos y hielo, y purificación de agua
Subrama 31212 Elaboración de cerveza
Subrama 31213 Elaboración de bebidas alcohólicas a base de uva y bebidas
fermentadas, excepto cerveza
Subrama 31214 Elaboración de bebidas destiladas, excepto de uva
Subrama 31222 Fabricación de productos de tabaco
Subrama 31311 Preparación de hilado de fibras textiles y fabricación de hilos
Subrama 31321 Fabricación de telas anchas de trama
Subrama 31322 Fabricación de telas angostas de trama y pasamanería
Subrama 31323 Fabricación de telas no tejidas
Subrama 31324 Fabricación de telas de punto
Subrama 31331 Acabado de fibras, hilados, hilos y telas
Subrama 31332 Recubrimiento de telas
Subrama 31411 Tejido y confección de alfombras y tapetes
Subrama 31412 Confección de cortinas, blancos y similares
Subrama 31491 Confección de costales y productos de textiles recubiertos y
de materiales sucedáneos
Subrama 31499 Confección de otros productos textiles, excepto prendas de vestir
Subrama 31511 Tejido de calcetines y medias
Subrama 31519 Tejido de otras prendas de vestir y punto
Subrama 31521 Confección de ropa de cuero, piel y materiales sucedáneos
Subrama 31522 Confección de ropa de materiales textiles
Subrama 31599 Confección de accesorios de vestir
Subrama 31611 Curtido y acabado de cuero y piel
Subrama 31621 Fabricación de calzado
Subrama 31699 Fabricación de otros productos de cuero, piel y materiales
sucedáneos
Subrama 32111 Aserrado y conservación de la madera
Subrama 32121 Fabricación de laminados y aglutinados de madera
Subrama 32191 Fabricación de productos de madera para la construcción
Cociente de Cociente Personal
Valor
localización
de
ocupado agregado
Valor agre- localiestatal
censal
gado censal zación
Partici- bruto Parbruto
Personal pación ticipación
ocupado porcen- porcentual
tual
Índice de
productividad de
la mano
de obra
0.70
1.45
3.07
0.03
0.00
-0.35
0.53
0.82
2.39
0.12
0.00
0.12
0.22
0.34
0.81
0.01
0.00
0.02
0.40
0.26
1.73
0.00
0.00
0.01
1.63
2.19
1.58
0.30
0.33
-3.77
6.19
0.25
5.09
0.48
0.36
0.35
0.35
0.19
1.50
0.64
0.00
3.71
0.01
1.28
0.00
1.20
0.00
4.22
0.48
3.58
1.72
4.84
0.78
0.09
1.01
1.05
0.93
100.18
1.21
1.81
1.19
0.06
1.18
1.16
0.93
3.16
1.33
1.38
1.67
0.02
4.05
0.88
0.47
0.53
4.03
1.19
0.85
0.01
1.81
4.25
0.90
2.71
1.75
3.30
0.81
1.92
1.05
1.12
1.23
39.10
0.18
3.90
1.09
0.48
1.33
0.66
2.18
0.63
0.21
1.32
0.08
0.44
1.73
0.10
0.07
0.06
0.72
4.31
0.96
0.24
0.34
2.21
2.13
2.80
1.25
1.16
0.59
0.55
1.46
1.77
0.92
3.82
1.82
5.06
0.56
0.56
0.16
0.95
0.70
0.88
2.04
2.30
2.29
3.90
1.58
6.61
0.28
0.78
0.55
0.17
0.08
0.60
1.97
0.28
0.13
0.97
0.51
0.49
0.05
0.42
0.16
0.55
0.71
0.19
1.00
0.11
0.04
0.61
0.27
0.16
0.02
0.16
0.02
1.51
1.05
0.77
0.88
0.95
0.50
1.21
1.42
0.95
2.50
0.89
0.35
0.78
3.26
1.52
2.19
0.63
0.25
0.14
0.36
0.16
0.68
3.06
1.36
2.85
0.67
0.45
0.19
0.51
0.34
0.45
0.79
0.81
0.14
6.36
0.08
0.06
1.13
0.10
0.11
0.45
0.29
0.04
2.11
0.01
0.02
0.26
0.02
1.42
1.32
1.38
0.95
1.17
0.69
0.90
0.87
0.58
0.10
1.59
0.79
0.14
1.78
0.89
0.04
0.25
0.56
0.01
0.14
0.11
0.95
1.10
1.09
Continúa...
92
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
Subrama de actividad
48
49
50
51
52
53
6
7
8
9
10
11
Subrama 32192 Fabricación de productos para embalaje y envases de madera
Subrama 32199 Fabricación de otros productos de madera
Subrama 32212 Fabricación de papel
Subrama 32213 Fabricación de cartón
Subrama 32221 Fabricación de envases de cartón
Subrama 32222 Fabricación de bolsas de papel y productos celulósicos recubiertos
y tratados
Subrama 32223 Fabricación de productos de papelería
Subrama 32229 Fabricación de otros productos de papel y cartón
Subrama 32311 Impresión
Subrama 32312 Industrias conexas a la impresión
Subrama 32412 Fabricación de productos de asfalto
Subrama 32591 Fabricación de tintas para impresión
Subrama 32621 Fabricación y revitalización de llantas
Subrama 32622 Fabricación de bandas y mangueras de hule y de plástico
Subrama 32629 Fabricación de otros productos de hule
Subrama 32711 Fabricación de artículos de alfarería, porcelana, loza y muebles
de baño
Subrama 32712 Fabricación de productos a base de arcilla para la construcción
Subrama 32732 Fabricación de concreto
Subrama 32733 Fabricación de tubos y bloques de cemento y concreto
Subrama 32739 Fabricación de otros productos de cemento y concreto
Subrama 32741 Fabricación de cal
Subrama 32742 Fabricación de yeso y productos de yeso
Subrama 32791 Fabricación de productos abrasivos
Subrama 33211 Fabricación de produtos metálicos forjados y troquelados
Subrama 33221 Fabricación de herramientas de mano sin motor y utensilios
de cocina metálicos
Subrama 33232 Fabricación de productos de herrería
Subrama 33251 Fabricación de herrajes y cerraduras
Subrama 33261 Fabricación de alambre, productos de alambre y resortes
Subrama 33272 Fabricación de tornillos, tuercas, remaches y similares
Subrama 33281 Recubrimientos y terminados metálicos
Subrama 33299 Fabricación de otros productos metálicos
Subrama 33592 Fabricación de cables de conducción eléctrica
Subrama 33593 Fabricación de enchufes, contactos, fusibles y otros accesorios para
instalaciones eléctricas
Subrama 33599 Fabricación de otros productos eléctricos
Subrama 33791 Fabricación de colchones
Subrama 33792 Fabricación de persianas y cortineros
Subrama 33991 Metalistería y joyería
Subtotal
intensivo en escala
Subrama 32614 Fabricación de espumas y productos de poliestireno
Subrama 32615 Fabricación de espumas y productos de uretano
Subrama 33992 Fabricación de artículos deportivos
Subrama 33993 Fabricación de juguetes
Subrama 33994 Fabricación de artículos y accesorios para escritura, pintura,
dibujo y actividades de oficina
Subrama 33995 Fabricación de anuncios
Subrama 33999 Otras industrias manufactureras
Subrama 31121 Elaboración de productos de molinería y manufactura de malta
Subrama 31182 Elaboración de galletas y pastas para sopa
Subrama 31192 Industria del café y del té
Subrama 32211 Fabricación de culosa
12
13
14
15
16
Subrama 32411 Refinación de petróleo
Subrama 32419 Fabricación de otros productos derivado del petróleo y del carbón
Subrama 32511 Fabricación de productos petroquímicos
Subrama 32512 Fabricación de gases industriales
Subrama 32518 Fabricación de otros productos químicos básicos inorgánicos
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
71
72
73
74
75
76
77
78
79
80
81
82
83
84
1
2
3
4
5
Cociente de Cociente Personal
Valor
localización
de
ocupado agregado
Valor agre- localiestatal
censal
gado censal zación
Partici- bruto Parbruto
Personal pación ticipación
ocupado porcen- porcentual
tual
0.62
0.93
0.19
0.06
0.47
0.49
0.21
0.04
1.96
1.90
0.85
1.69
1.75
3.08
0.32
0.18
1.50
2.07
1.88
1.48
0.75
1.24
0.33
0.12
Índice de
productividad de
la mano
de obra
0.82
1.16
1.27
0.70
0.89
0.75
0.97
7.21
0.88
0.95
1.47
3.57
0.48
4.17
1.29
1.09
2.14
2.34
0.91
1.27
1.69
3.59
1.02
2.70
1.29
0.54
0.26
0.82
2.17
0.17
0.13
0.18
0.17
0.45
0.69
0.44
0.11
2.28
1.08
0.05
0.14
0.27
0.07
0.39
0.41
0.28
0.56
3.81
1.20
0.92
1.07
1.23
0.58
1.90
1.23
2.50
0.49
0.80
0.72
1.09
0.76
0.09
6.08
0.43
4.67
0.50
0.75
0.84
1.40
0.36
0.39
4.57
1.28
2.63
0.50
0.14
0.39
0.2 7
0.04
0.03
0.25
0.26
0.89
0.32
0.38
0.13
0.14
0.09
0.01
0.94
0.09
1.71
1.22
1.33
1.06
0.96
2.62
0.29
1.64
0.41
2.19
0.58
1.34
1.13
1.02
0.23
0.71
0.18
0.78
0.85
1.60
2.02
1.11
1.39
1.22
0.40
1.69
1.89
0.50
0.59
0.19
0.48
0.91
0.14
0.79
0.27
0.32
0.31
0.07
0.13
0.29
0.06
0.29
0.85
1.04
0.69
1.14
0.20
0.71
0.54
0.57
0.46
3.16
0.35
0.62
0.61
3.12
0.45
0.57
0.13
0.50
0.05
0.28
54.21
0.06
0.26
0.04
0.11
47.88
0.93
1.25
0.95
1.34
1.19
0.86
0.04
0.71
3.57
0.93
3.06
0.10
1.04
2.8
0.24
0.35
0.03
0.34
0.85
0.22
0.18
0.00
0.10
0.90
1.57
0.35
0.56
0.84
1.91
0.98
1.06
0.76
1.52
4.09
7.48
1.21
0.87
0.88
1.33
1.50
3.20
0.26
0.79
0.35
0.71
0.21
0.00
0.08
0.49
0.39
0.54
0.95
0.00
1.00
1.49
1.06
1.42
3.36
2.88
0.00
2.72
0.00
2.60
1.06
0.10
2.15
0.02
3.76
1.41
0.09
0.27
0.01
0.11
0.28
-0.02
0.45
-0.01
0.36
0.42
-0.05
1.56
-0.24
0.85
0.92
Continúa...
93
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Subrama de actividad
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
Subrama 32519 Fabricación de otros productos químicos básicos orgánicos
Subrama 32522 Fabricación de fibras químicas
Subrama 32531 Fabricación de fertizantes
Subrama 32561 Fabricación de jabones, limpiadores y dentífricos
Subrama 32599 Fabricación de otros productos químicos
Subrama 32611 Fabricación de bolsas y películas de plástico flexible sin soporte
Subrama 32612 Fabricación de perfiles, tubería y conexiones de plástico
rígido sin soporte
Subrama 32613 Fabricación de laminados rígidos de plástico sin soporte
Subrama 32616 Fabricación de botellas de plástico
Subrama 32619 Fabricación de otros productos de plástico
Subrama 32721 Fabricación de vidrio y productos de vidrio
Subrama 32731 Fabricación de cemento para la construcción
Subrama 33111 Industria básica del hierro y del acero
Subrama 33121 Fabricación de tubos y postes de hierro y acero de material
comprado
Subrama 33122 Fabricación de otros productos de hierro y acero de material
comprado
Subrama 33131 Industria del aluminio
Subrama 33141 Refinación de cobre y de otros metales no ferrosos
Subrama 33142 Laminación secundaria de cobre
Subrama 33149 Laminación secundaria de otros metales no ferrosos
Subrama 33151 Moldeo por fundición de piezas de hierro y acero
Subrama 33152 Moldeo por fundición de piezas metálicas no ferrosas
Subrama 33231 Fabricación de estructuras metálicas
Subrama 33242 Fabricación de tanques metálicos de calibre grueso
Subrama 33243 Fabricación de envases metálicos de calibre ligero
Subrama 33271 Maquinado de piezas metálicas para maquinaria y equipo en
general
Subrama 33351 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria
metalmecánica
Subrama 33361 Fabricación de motores de combustión interna, turbinas y
transmisiones
Subrama 33422 Fabricación de equipo de transmisión y recepción de señales
de radio, televisión y cable
Subrama 33431 Fabricación de equipo de audio y de video
Subrama 33441 Fabricación de componentes eléctricos
Subrama 33461 Fabricación y reproduccción de medios magnéticos y ópticos
Subrama 33511 Fabricación de focos
Subrama 33512 Fabricación de lámparas ornamentales
Subrama 33521 Fabricación de enseres electrodomésticos menores
Subrama 33522 Fabricación de aparatos de línea blanca
Subrama 33531 Fabricación de equipo de generación y distribución de energía
eléctrica
Subrama 33591 Fabricación de acumuladores y pilas
Subrama 33611 Fabricación de automóviles y camionetas
Subrama 33612 Fabricación de camiones y tractocamiones
Subrama 33621 Fabricación de carrocerías y remolques
Subrama 33631 Fabricación de motores de gasolina y sus partes para
vehículos automotrices
Subrama 33632 Fabricación de equipo eléctrico y electrónico para vehículos
automotores
Subrama 33633 Fabricación de partes de sistemas de direcciones y de
suspensión para vehículos automotrices
Subrama 33634 Fabricación de partes de sistemas de frenos para vehículos
automotrices
Subrama 33635 Fabricación de partes de sistemas de transmisión
Subrama 33636 Fabricación de asientos para vehículos automotores
Subrama 33637 Fabricación de piezas metálicas troqueladas para vehículos
automotrices
Cociente de Cociente Personal
Valor
localización
de
ocupado agregado
Valor agre- localiestatal
censal
gado censal zación
Partici- bruto Parbruto
Personal pación ticipación
ocupado porcen- porcentual
tual
1.59
1.87
0.32
0.77
0.63
1.10
0.18
0.14
0.21
0.91
0.06
0.02
1.45
2.53
1.14
1.60
3.35
2.35
0.56
1.65
1.85
2.18
1.65
1.06
1.95
2.12
0.l40
0.33
Índice de
productividad de
la mano
de obra
1.05
0.70
0.28
0.71
1.76
1.05
1.14
2.47
3.01
1.22
2.18
0.48
0.07
0.29
2.11
3.51
1.31
2.35
0.60
0.28
0.80
0.23
1.39
3.11
2.10
0.14
0.08
0.15
0.28
1.27
2.34
2.78
1.54
0.04
0.10
1.45
1.06
1.15
1.15
0.99
0.30
0.45
0.35
0.86
0.28
0.34
0.50
2.90
0.22
0.05
1.65
1.12
1.78
0.59
1.37
2.72
0.63
2.53
0.41
0.93
1.32
1.10
2.31
0.87
1.98
3.05
0.99
0.50
0.04
0.07
0.01
0.27
0.33
0.51
0.49
0.58
0.62
0.43
0.08
0.01
0.00
0.17
0.15
0.22
0.21
0.68
0.17
1.42
0.68
0.06
1.54
1.26
0.95
0.84
0.85
1.10
0.79
2.11
1.71
0.18
0.15
1.53
0.10
0.29
0.05
0.03
0.42
0.86
0.21
0.09
0.19
5.02
0.26
0.03
0.01
0.89
0.66
1.58
0.16
1.22
0.28
0.06
0.08
1.68
1.29
1.77
0.39
0.99
0.37
0.15
0.01
0.29
0.16
0.54
0.31
1.08
0.36
0.06
0.00
0.10
0.07
0.38
0.14
1.17
1.16
0.66
0.15
0.66
0.63
1.11
0.50
1.51
0.04
0.77
2.00
2.30
0.78
0.11
1.26
3.03
2.87
2.11
0.01
1.01
0.75
1.08
1.45
0.01
4.75
0.87
0.53
1.13
0.44
0.76
0.81
0.99
0.46
0.58
0.18
1.01
2.57
3.92
1.09
1.80
0.51
0.43
0.75
0.82
1.64
0.38
0.19
0.62
0.89
0.19
0.34
1.52
0.16
0.61
0.39
0.23
0.16
0.42
0.17
0.11
0.72
1.51
0.68
Continúa...
94
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
Subrama de actividad
64
65
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
Subrama 33639 Fabricación de otras partes para vehículos automotrices
Subrama 33699 Fabricación de otro equipo de transporte
Subtotal
Oferentes especializados
Subrama 33311 Fabricación de maquinaria y equipo agropecuario
Subrama 33341 Fabricación de sistemas de aire acondicionado, calefacción y
de refrigeración, industrial y comercial
Subrama 33711 Fabricación de cocinas
Subrama 33241 Fabricación de calderas industriales
Subrama 33291 Fabricación de válvulas metálicas
Subrama 33312 Fabricación de maquinaria y equipo para la construcción
Subrama 33313 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria extractiva
Subrama 33321 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria de la madera
Subrama 33322 Fabricación de maquinaria y equipo para la industria del hule
y del plástico
Subrama 33329 Fabricación de maquinaria y equipo para otras industrias
manufactureras
Subrama 33331 Fabricación de maquinaria y equipo para el comercio y los
servicios
Subrama 33391 Fabricación de bombas y sistema sde bombeo
Subrama 33392 Fabricación de maquinaria y equipo para levantar y trasladar
Subrama 33399 Fabricación de otra maquinaria y equipo para la industria
en general
Subrama 33451 Fabricación de instrumentos de navegación, medición,
médicos y de control
Subrama 33651 Fabricación de equipo ferroviario
Subrama 33661 Fabricación de embarcaciones
Subrama 33911 Fabricación de equipo y material para uso médico, dental y
para laboratorio
Subtotal
Basado en la ciencia
Subrama 32521 Fabricación de hules y resinas sintéticos
Subrama 32541 Fabricación de productos farmacéuticos
Subrama 32551 Fabricación de pinturas y recubrimientos
Subrama 33421 Fabricación de aparatos telefónicos
Subrama 33712 Fabricación de muebles, excepto cocinas y muebles de oficina y
estantería
Subrama 32513 Fabricación de pigmentos y colorantes sintéticos
Subrama 32532 Fabricación de pesticidas y agroquimicos, excepto fertilizantes
Subrama 32552 Fabricación de adhesivos y selladores
Subrama 32562 Fabricación de cosméticos, perfumes y otras preparaciones de
tocador
Subrama 33429 Fabricación de otros equipos de comunicación
Subrama 33721 Fabricación de muebles de oficina y estantería
Subtotal
Intensivo en escala
Cociente de Cociente Personal
Valor
localización
de
ocupado agregado
Valor agre- localiestatal
censal
gado censal zación
Partici- bruto Parbruto
Personal pación ticipación
ocupado porcen- porcentual
tual
0.60
0.86
1.49
1.10
0.10
0.59
0.07
0.01
31.84
36.39
Índice de
productividad de
la mano
de obra
0.86
0.21
0.07
0.20
0.11
0.47
0.03
0.29
0.01
0.13
0.83
0.52
0.72
1.01
1.37
0.18
0.07
1.59
0.85
0.67
1.68
1.40
0.42
0.24
1.92
1.41
0.14
0.10
0.56
0.07
0.02
0.02
0.04
0.06
0.05
0.53
0.03
0.00
0.00
0.01
1.31
0.75
1.21
0.53
0.35
1.02
0.74
2.39
2.80
0.65
0.39
1.05
0.69
1.65
0.37
0.19
0.51
1.93
0.89
1.19
1.44
1.10
1.29
0.19
0.15
0.45
0.23
0.10
0.32
1.65
0.99
1.14
1.14
2.04
0.61
0.18
0.69
0.35
0.07
0.76
0.45
0.09
0.49
0.02
0.00
0.75
0.02
0.00
0.65
0.97
1.00
1.95
4.44
2.91
1.73
1.30
4.19
0.06
0.89
2.96
1.56
3.35
0.09
1.12
0.74
2.30
1.10
0.02
2.95
0.91
7.35
2.31
0.01
0.78
0.72
1.03
1.55
0.77
0.98
0.84
2.68
3.23
0.26
2.52
3.13
3.09
1.28
0.24
0.26
0.36
0.63
0.22
0.36
0.45
0.29
0.41
1.06
1.29
9.25
0.01
0.86
0.03
1.65
0.01
0.62
9.23
100.00
0.00
0.15
12.83
100.00
0.41
0.64
Fuente: elaboración propia con base en INEGI, 2004.
95
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
En resumen, se aprecia que las mayores proporciones de la producción y el empleo en la manufactura mexiquense están vinculadas a actividades de bajo perfil tecnológico, donde predominan las
tecnologías maduras y altamente difundidas, como por ejemplo en
la industria alimentaria o la textil. Las empresas, generalmente pequeñas, realizan escasos gastos de IyD y no transfieren innovaciones
tecnológicas a otros sectores. Aun cuando la producción la lleven
a cabo empresas grandes (generalmente transnacionales fabricantes
de productos químicos, autopartes y equipo de transporte o piezas
y componentes metálicos), se ofrecen bienes tecnológicamente
maduros, que presentan economías de escala significativas; utilizan
tecnologías difundidas y se caracterizan por un mayor dinamismo
tecnológico respecto a las industrias tradicionales.
Conclusiones
En este capítulo se ha analizado el patrón de especialización de la
industria manufacturera del Estado de México mediante el cálculo
de cocientes de especialización (basados en el personal ocupado y
en el valor agregado censal bruto) para el año 2003. Este ejercicio
nos ha permitido identificar aquellas actividades en las que se especializa el Estado de México y, en ese sentido, en las que tiene una
ventaja comparativa de facto.
Nuestro argumento es que el patrón de especialización resultante
para la manufactura mexiquense se ha definido en el marco de las
profundas transformaciones que han experimentado las economías
nacional y local durante los últimos años, entre las que destacan la
apertura comercial y la reprivatización y desregulación económicas.
Más aún, las crisis económicas de las últimas tres décadas han contribuido a hacer más eficiente a la planta productiva en el sentido
de que solamente las empresas productivas han podido sobrevivir.
Así pues, pensamos que la presencia de ventajas comparativas subyacentes es la que explica el patrón de especialización resultante.
Como se ha mencionado antes, en nuestra opinión, una política
industrial activa debería impulsar preferentemente aquellas actividades en las que existen ventajas comparativas de facto para evitar
los costos de oportunidad vinculados a la asignación de recursos
a sectores objetivo cuyo éxito futuro no está garantizado. Así pues,
96
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
nuestros resultados hacen difícil argumentar en favor de políticas sectoriales para cada una de las actividades identificadas. Sería
más adecuado, entonces, favorecer una política basada en medidas horizontales que beneficien por igual a todas las actividades
productivas. Tal como ha sugerido Mejía (2002), para mejorar la
competitividad del aparato productivo es de fundamental importancia mejorar el marco institucional y regulatorio en que operan
las empresas, aumentar la cantidad y, sobre todo, mejorar la calidad de los factores productivos (capital físico y financiero, infraestructura y mano de obra), desarrollar el espíritu innovador de los
empresarios e impulsar el papel del Estado como coordinador de
información y de toma de decisiones del sector privado.
Un elemento, sin embargo, podría marcar la pauta para diseñar
estrategias de fomento industrial diferenciadas: algunas de las ramas
en las que se especializa el Estado de México presentan índices de
productividad mayores a 1, lo que significa que la mano de obra en
esas actividades es más productiva que el promedio nacional. En
este contexto, pensamos que debería haber una política de impulso
para las actividades que son menos productivas. Si empleamos un
enfoque de mercado, la recomendación de política sería no hacer
nada, ya que eventualmente tales actividades desaparecerían, por lo
que los recursos destinados a apoyarlas serían un desperdicio desde
un punto de vista social. Sin embargo, si aceptamos la presencia
de barreras a la salida (tales como costos hundidos en equipo de
capital o en el know how de la mano de obra y del empresariado),
podríamos aceptar la necesidad de una política que acelere la transferencia de los factores hacia otras actividades más productivas, o
bien, que permita desarrollar ventajas comparativas adicionales sobre las existentes para aumentar la productividad. En el documento
se han identificado claramente estas actividades.
Adicionalmente, en este trabajo se ha caracterizado el perfil tecnológico de la producción manufacturera y del patrón de especialización previamente definido. Nuestros resultados sugieren que el
grueso de las actividades productivas está vinculado a actividades
de bajo perfil tecnológico, donde predominan empresas pequeñas
que emplean tecnologías maduras y altamente difundidas. La situación difícilmente puede cambiar, dado que realizan escasos gastos
en IyD. Incluso, cuando la producción la lleven a cabo empresas
grandes (y muy comúnmente transnacionales), los bienes que se
97
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
ofrecen son tecnológicamente maduros, que presentan economías
de escala significativas, y se utilizan tecnologías difundidas, aunque
estas empresas presentan un mayor dinamismo tecnológico respecto a las industrias tradicionales.
En este caso también cabría una política industrial diferenciada que
favorezca la IyD y la innovación, principalmente de las empresas
ubicadas en actividades de perfil tecnológico alto. El acercamiento
entre universidad y empresa para el desarrollo de tecnología e impulso a la innovación es un aspecto central. La creación de parques
tecnológicos orientados hacia la creación y atracción de empresas
innovadoras es una alternativa cada vez más empleada a nivel internacional, sobre todo en los países desarrollados. Las actividades
tradicionales, por su parte, deberían tener también políticas de fomento, aunque en este caso quizá las políticas horizontales serían
las más adecuadas. Nuestros resultados sugieren una amplia gama de actividades productivas en las que el Estado de México se especializa. De hecho,
en general, hay evidencia de especialización en más de dos terceras
partes de las actividades llevadas a cabo en territorio mexiquense;
sin embargo, debe puntualizarse que nuestros resultados indican la
conveniencia de realizar estudios ulteriores que permitan fortalecer y estimular las actividades vinculadas a los subsectores y ramas
siguientes: industria alimentaria; fabricación de insumos textiles,
industria del papel, del plásticos y hule; fabricación de productos a
base de minerales no metálicos; “piezas metálicas”; pinturas, recubrimientos, adhesivos y selladores; jabones, limpiadores y preparaciones de tocador; maquinaria para la industria manufacturera y el
comercio y los servicios; autotransporte y muebles.
Finalmente, es importante anotar que este estudio puede extenderse
en distintas direcciones. Una primera línea de investigación que
se deriva de nuestros resultados es la determinación de las características de industrias particulares que permitan crear y fortalecer conglomerados industriales. El conocimiento a detalle de las
empresas existentes en territorio mexiquense, así como el análisis
de los encadenamientos productivos, permitiría utilizar una política orientada hacia el fortalecimiento de las interrelaciones
empresariales. Una segunda área de investigación es la determinación
98
Especialización y Perfil Tecnológico de la Manufactura del Estado de México
del perfil tecnológico de empresas en sectores particulares, principalmente en aquellos vinculados a la ciencia, que permita la definición de políticas específicas para el impulso de la innovación y
la IyD.
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Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
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«www. inegi.gob.mx»
100
* Este trabajo ha sido financiado por la Universidad
Autónoma del Estado de
México, a través del Proyecto de Investigación UAEMéx
2326/2006U.
La frontera de producción
representa la máxima cantidad de producto que es alcanzable dados los insumos,
puede obtenerse mediante
procedimientos matemáticos
y econométricos, reconoce
la restricción de que todas las
observaciones deben encontrarse debajo de la frontera
y al menos una debe encontrarse sobre ella (Brufman y
Canay, 2001).
1
La eficiencia económica
puede entenderse en dos
sentidos: eficiencia técnica
y eficiencia en la asignación.
La primera es la capacidad
de una firma para obtener el
máximo producto a partir de
un conjunto de insumos (eficiencia técnica de producto) o el
uso mínimo de insumos para
lograr un determinado nivel
de producto (eficiencia técnica de insumos). La segunda
es la habilidad de la empresa para utilizar insumos en
proporciones óptimas dados sus
precios o generar niveles de
producto óptimos dado un
conjunto de niveles de insumos. Las mejoras en eficiencia técnica son movimientos
hacia “la mejor práctica” o,
alternativamente, la eliminación de ineficiencias tecnológicas y organizacionales.
La eficiencia en la asignación
implica comportamiento hacia la optimización por parte
de los agentes económicos
(OECD, 2001).
Evaluación del cambio en la
productividad manufacturera en el Estado
de México: 1994-2004. Una aplicación
del enfoque de frontera no paramétrico*
Ángel Mauricio Reyes Terrón
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
Universidad de Zaragoza
2
Innovación tecnológica es la
materialización de los avances que se derivan del conocimiento acumulado y que se
concretan en la creación, introducción o venta y difusión
de nuevos y mejores procesos,
procedimientos y productos
en la sociedad (Fernández,
1997).
3
Ricardo Rodríguez Marcial
Facultad de Economía
Universidad Autónoma del Estado de México
Introducción
E
l presente estudio se refiere al cambio en la productividad
total de factores (PTF) en el sector manufacturero del Estado de México entre 1994-2004. El documento presenta
resultados de estimaciones de frontera de mejor práctica1 e intenta
ofrecer evidencia sobre el crecimiento económico observado en la
entidad; con este propósito se recurre, por una parte, a mediciones
de la PTF mediante el índice de Malmquist calculado a través de
la técnica de frontera no paramétrica, esta metodología permite
separar el índice de productividad de Malmquist en dos elementos principales: un índice de cambio en eficiencia2 y uno de cambio tecnológico o innovación3. Estos índices permiten caracterizar
el cambio reciente de la industria mexiquense. Por otra parte, se
muestran los resultados de estimaciones econométricas que corresponden a funciones de producción Cobb-Douglas para los cortes
transversales de los periodos de estudio. Esta segunda perspectiva
permite, en principio, corroborar los hallazgos ofrecidos a partir
de la primera medición de productividad empleada en el estudio
y, muestran reversiones en cuanto a la intensidad en el uso de los
factores de producción: trabajo y capital. El estudio muestra cambios en la productividad y sus componentes durante el subperiodo
101
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
1994-1999 en el que se registró un vigoroso crecimiento económico después del llamado “error de diciembre de 1994”. En contraste,
el subperiodo entre 1999-2004 presentó decaimiento productivo y
recesión en el sector manufacturero mexicano.
En los últimos años, el contexto macroeconómico nacional y la
redefinición de la estrategia de crecimiento han conducido a los
agentes económicos a modificar sus estándares de producción para
volverse más competitivos ante la mayor exposición a mercados
internacionales. En esta dinámica, las empresas e industrias se han
visto en la necesidad de ajustar las plantillas de trabajadores e implementar mejoras productivas y organizacionales que les permitan
elevar la productividad, ya sea a través de la búsqueda de la eficiencia tanto técnica como en la asignación o mediante el cambio tecnológico. El ritmo de estas modificaciones ha estado marcado por
la apertura comercial de la economía mexicana y por la incidencia
de choques en los ciclos económicos. El Estado de México no ha
sido ajeno a este proceso.
El estudio de la industria manufacturera en el Estado de México
cobra relevancia por varias razones; en primer lugar, por el grado
de desarrollo que ha alcanzado este sector en la entidad a lo largo
de las últimas décadas. El Estado de México es actualmente uno
de los más industrializados, su ubicación geográfica le facilita el
intercambio de bienes y servicios tanto con la capital del país
como con el resto de los estados4, dispone además de buena infraestructura carretera y de comunicaciones5. Según cifras del Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), para
1999 el producto manufacturero del Estado de México contribuyó con 32.9% del PIB estatal y representó 16.1% del PIB
manufacturero nacional.
En términos generales, el sector manufacturero es uno de los más
dinámicos de la economía, sus efectos se transmiten hacia otros sectores de actividad afectando a variables como el empleo, los ingresos, las exportaciones e importaciones, los asentamientos humanos
entre otros. La magnitud de estos efectos se asocia a la diversificación productiva, el nivel tecnológico de las diferentes ramas y clases
de actividad manufacturera, la distribución espacial, la estructura
de la propiedad, etc. (Salgado, 1997).
102
El Estado de México se encuentra a sólo cinco horas
por carretera de las costas del
Golfo de México y del Océano
Pacífico y a 10 horas de la
frontera con Estados Unidos
de Norte América.
4
El Estado de México cuenta
con 57 desarrollos industriales, tiene un aeropuerto
para vuelos nacionales en
Atizapán de Zaragoza y uno
internacional en la ciudad de
Toluca (este último maneja
todo el transporte de carga y
todos los vuelos privados que
anteriormente llegaban a la
ciudad de México). De acuerdo con datos de la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes, el Estado de México
cuenta con 7 815 kilómetros
de carreteras revestidas, 5 571
de carreteras de dos carriles y
796 de carreteras de cuatro
carriles, además dispone de 1
284 kilómetros de vías férreas
(fuente:
«http://portal.sct.
gob.mx/SctPortal/».
5
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
No obstante la importancia de la actividad manufacturera de la
entidad mexiquense y de la necesidad de hacer constantemente
evaluaciones sobre su desempeño, existen pocos estudios que hagan referencia a la productividad, la eficiencia y el cambio tecnológico. Este documento pretende cubrir algunos de estos aspectos
tratando de aportar elementos empíricos que enriquezcan la discusión sobre el tema. En este sentido, la evaluación del cambio
en estas variables permite encontrar evidencia relacionada con el
cambio que ha experimentado la productividad total de factores y
sus componentes en el sector manufacturero mexiquense durante
el periodo de estudio.
La frontera de mejor práctica puede determinarse a partir de métodos matemáticos
que recurren a la programación lineal como en el caso
del índice de Malmquist.
Este método es no paramétrico (OECD, 2001).
6
En la sección sobre la metodología se incluye una definición de la función de distancia. Éstas tienen la ventaja de
permitir describir tecnologías
que utilizan múltiples insumos para producir varios
niveles de producto sin tener
que ajustarse necesariamente
a supuestos optimizadores.
Un tratamiento formal de este
concepto puede encontrarse
por ejemplo en Pinilla et al.
(2001), capítulo 6.
7
En general, el análisis tradicional de la productividad y sus componentes implica establecer una función de producción que capture
la influencia de los factores de producción (insumos) sobre el nivel
de producto. Esta construcción se sujeta a una serie de supuestos,
por ejemplo, se asume que las firmas en una industria son técnicamente eficientes, por lo que no existe desperdicio de recursos,
operan bajo rendimientos constantes a escala, poseen conducta
optimizadora e información perfecta sobre los mercados. La poca
flexibilidad de estas condiciones contrasta fuertemente con la realidad como bien observan, por ejemplo, Färe, Grosskopf, Norris y
Zhang (1994); Maudos, Pastor y Serrano (2000); Álvarez (2001),
Lanteri (2004), entre otros.
La necesidad de ajustar los supuestos rígidos a los problemas reales
de producción ha dado paso a nuevas formas de analizar la productividad y sus componentes, así se han empleado aproximaciones
basadas en la programación lineal no paramétrica6 (Färe, Grosskopf,
Norris y Zhang, 1994; Färe, Grosskopf y Lovell, 1994; Färe y
Grosskopf, 1996; Álvarez, 2001) que emplea el índice de Malmquist,
cuyas ventajas radican en que no requiere de una forma funcional
específica para la producción; de hecho, la función de producción
es reemplazada por una idea más general que recibe el nombre de
función de distancia7. Las funciones de distancia son más flexibles,
ya que no requieren de supuestos sobre la conducta optimizadora
de las empresas ni sobre la tecnología de rendimientos constantes
a escala, esto valida la posibilidad de ineficiencias por parte de las
unidades de análisis. Las funciones de distancia permiten la construcción de índices de precios, de cantidad y de productividad de
Malmquist (OECD, 2001).
103
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
La presente investigación se motiva principalmente en algunos estudios que llevan a cabo aplicaciones empíricas de las metodologías
descritas, por ejemplo, a nivel internacional, Färe, Grosskopf, Norris
y Zhang (1994) utilizan el índice de Malmquist para analizar el
crecimiento de la productividad en países de la OECD en el periodo 1979-1988; encuentran que la productividad en los Estados
Unidos de Norteamérica había crecido más que en el resto de los
países de la muestra durante ese periodo, lo que podía explicarse
principalmente por el índice de cambio tecnológico; en cambio,
Japón, que también había mostrado un alto crecimiento en su productividad, debía tales aumentos a cambios en eficiencia. Por otro
lado, Maudos, Pastor y Serrano (2000) separaron el crecimiento
de la productividad del trabajo y el índice de Malmquist mediante
técnicas de frontera no paramétrica en los sectores económicos y
regiones de España entre 1964-1993, sus conclusiones refirieron
diferencias en los componentes estimados en los niveles sectorial
y regional8. De manera similar, se encuentran trabajos que aplican
técnicas de frontera estocástica como en Aigner, Lovell y Schmidt
(1977), Maudos (1996), Maudos, Pastor y Serrano (1998) y, en
México, Guerrero (2004).
El objetivo de este trabajo consiste en identificar aquellos subsectores y clases de actividad industrial que presentan un mejor
desempeño en el Estado de México y establecer si hubo cambios
en los patrones de desempeño entre los subperiodos 1994-1999 y
1999-2004. El desempeño es medido por los índices de cambio en
productividad y sus componentes obtenidos mediante técnicas de
frontera no paramétrica. Estos resultados son contrastados con los
reportados mediante estimaciones de mínimos cuadrados ordinarios
(MCO) para funciones de producción de Cobb-Douglas.
A manera de conjetura se afirma que ocurrieron cambios en los
índices de productividad total de factores, eficiencia y cambio
tecnológico entre los dos subperiodos 1994-1999 y 1999-2004.
El primer intervalo de tiempo, a pesar de haber iniciado con una
crisis a finales de 1994, presentó crecimiento económico vigoroso
que se expresó en el sector manufacturero mexicano y, por consiguiente, en el Estado de México. La mayor demanda (externa y
doméstica) de productos manufactureros en un contexto maduro de
apertura comercial y de competitividad internacional perimitieron
que muchas industrias obtuvieran índicadores de productividad (y
104
Algunos antecedentes bibliográficos sobre la industria
manufacturera en México
pueden encontrarse en aquellos artículos que al intentar
probar diversas hipótesis recurrieron a aproximaciones
de frontera eficiente mediante diferentes métodos, entre
ellos se encuentran los estudios de Blomström (1986b),
Tybout y Westbrook (1995),
Chong-Sup (1997) y Grether
(1999), para una revisión más
detallada de estos estudios véase: Reyes y Bazdresch (2004).
8
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
sus componentes) provechosos. Este apogeo de las manufacturas
favoreció la difusión de tecnología a través del aumento de las inversiones en activos fijos para la producción y la adopción de nueva
tecnología9. En cambio, el segundo lapso, marcado por una caída
en el ritmo del crecimiento económico, se caracterizó por una menor cantidad de industrias con desempeño favorable. La menor
demanda por manufacturas frenó la expansión del sector, se tradujo
en menores flujos de inversión y, en consecuencia, en una marcada orientación del desempeño manufacturero hacia el cambio en
eficiencia y en una escasa o nula disposición al cambio tecnológico.
En ambos subperiodos se confirman los diferenciales en cuanto a
desempeño en subsectores y clases de actividad industrial.
El resto de este documento se encuentra integrado por las siguientes secciones: en la segunda, se describen algunos antecedentes en
la bibliografía que originan el presente estudio. La tercera sección
ofrece una descripción breve de la metodología de frontera no
paramétrica. La cuarta se refiere a los datos y variables utilizados.
El quinto apartado presenta los resultados obtenidos a partir de
la metodología descrita; se revisan los cambios en productividad,
eficiencia y avance tecnológico en los subsectores y clases de actividad manufacturera. Finalmente, se comentan brevemente los
resultados y conclusiones.
1. Antecedentes
E. Helpman (2004: 55)
plantea que el crecimiento
económico es resultado de procesos de acumulación de capital
físico y humano, así como de
mejoras en la productividad
total de factores.
9
La industria manufacturera del Estado de México ha sido objeto
de análisis en muchos estudios. La discusión se ha enriquecido
por las visiones de profesionales de distintos campos y disciplinas
como la historia, la sociología, la economía, entre otras, y por
la variedad de líneas de investigación que se han abierto. En un
intento por agrupar los estudios existentes sobre el tema, pueden
identificarse claramente, por ejemplo, las siguientes categorías:
primeramente destacan los trabajos de investigación que recogen
la historia y evolución de la industrialización mexiquense; enseguida, aparecen aquellos estudios con enfoques sobre desarrollo
regional aplicado; también deben comentarse los estudios de caso
sobre industrias y/o municipios específicos; otro conjunto trata a
la industria del Estado de México en el contexto del proceso de
apertura comercial; finalmente, aparecen investigaciones que se
refieren al desempeño manufacturero.
105
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Los estudios que se centran en la historia del proceso de industrialización mexiquense buscaban, precisamente, documentar y describir los hechos que impulsaron la industrialización en la entidad, sus
efectos y repercusiones como la propia transformación de la estructura productiva, las corrientes migratorias, urbanización acelerada
y la conurbación entre municipios, etc. (Béjar y Casanova, 1970;
Morales, 1988; Instituto Mexiquense de Cultura, 1990; Rózga y
Madrigal, 1998; García, 1998; Aranda, 1990, 1993; González
y Baca, 1994). Esta primera corriente de estudios representa el primer paso en la construcción de la línea de investigación desde una
perspectiva histórica que sólo se limitaba a la descripción de hechos
pasados sin recurrir al análisis técnico para explicar el fenómeno.
Otra oleada de estudios aborda el tema de la industria manufacturera del Estado de México con un enfoque de desarrollo regional
aplicado. Estos trabajos avanzan la parte meramente descriptiva
profundizando en aspectos más específicos al intentar aplicar indicadores, índices diversos y metodologías para esclarecer determinados elementos del desarrollo industrial y regional de la entidad
(Rózga, 1996; Salgado, 1997; entre otros).
Un tercer grupo de trabajos académicos trata a la industria manufacturera del Estado de México, pero particularizando en industrias
o demarcasiones geográficas específicas. Estos estudios de caso se
derivan de investigaciones generales sobre la industria manufacturera del Estado de México; abordan temas muy concretos como la
industria automotriz (Carvajal, 1992; González, 1992a, b; Almonte,
1993), la industria del calzado, etc., o bien, tratan aspectos propios de demarcaciones municipales como San Mateo Atenco, Toluca, Santiago Tianguistenco, Tejupilco, Naucalpan, Tlalnepantla
y otros. Algunos estudios de este tipo se enfocan en problemas de
corredores industriales como el de Toluca-Lerma, Atlacomulco, el
de los municipios conurbados a la zona metropolitana de la ciudad
de México, principalmente (Alonso, 1988; Herrera, 1992; Morales, 1994; Ramírez, 2000). Eventualmente, algunos estudios relativamente recientes han tratado el tema de las primeras fases del
proceso de apertura comercial y su impacto sobre la industria manufacturera en el Estado de México (Villagrana, 1992; González,
1994 y Sobrino, 1994).
106
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
No obstante la relevancia de las contribuciones de historiadores,
sociólogos, administradores públicos y regionalistas del desarrollo al análisis de la industrialización mexiquense, ésta ha estado
relativamente orientada hacia la descripción documental del fenómeno. Muy pocos son los estudios que tratan de evaluar el desempeño manufacturero mexiquense (Sobrino, 1994; Rózga, 1996;
Salgado, 1997, entre otros). En este sentido, existe cierta ausencia
de trabajos de investigación que se enfoquen explícitamente en
evaluaciones que contribuyan a esclarecer el desempeño de este
sector en la entidad y que permitan sugerir determinadas líneas de
política industrial.
Más allá del contexto en el que la entidad mexiquense se ha desenvuelto y de los estudios que dan fe de su evolución, resulta conveniente probar metodologías que estiman fronteras de eficiencia,
con las cuales las diversas unidades de análisis son comparadas a
efecto de establecer aquellas clases industriales manufactureras
que se encuentran sobre dicho límite distinguiéndolas de aquellas
que están por debajo y requieren medidas de política industrial que
favorezcan su desarrollo productivo. En este sentido, se emplean
técnicas de frontera no paramétrica soportadas en métodos de programación lineal. En México, Reyes y Bazdresch (2004) aplican
técnicas de frontera no paramétrica al caso de la industria manufacturera nacional a nivel de subsectores y clases de actividad manufacturera en entidades federativas y regiones; en cambio, Guerrero
(2004) utiliza frontera estocástica a nivel de clases industriales y
municipios. En el siguiente apartado, se describe la metodología
que se aplica en la presente investigación.
2. Metodología
En el proceso de estimación de la PTF han surgido diferentes formas para determinar su magnitud y esclarecer su interpretación
teórica, entre ellas, ha llamado la atención aquella que conjunta
los avances en teoría de la producción con técnicas de programación no paramétrica a través del índice de Malmquist, que ofrece
la ventaja de permitir desagregarla en dos componentes: eficiencia
(catching-up) y cambio tecnológico a lo largo del tiempo; es flexible respecto de los supuestos sobre los rendimientos a escala y la
disponibilidad de insumos y niveles de producto y tiene el atributo
107
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
de que sus resultados no están sesgados bajo condiciones de ineficiencia (Lee et al., 1998; Maudos et al., 2000).
Estas medidas indican el desempeño que tienen las empresas, industrias, entidades o regiones con respecto a una frontera de referencia10 que se construye a partir de cantidades de insumos y
productos. En esta sección se hace una descripción breve de la metodología utilizada para determinar este índice.
Se refiere a The best practice
frontier o tecnología de referencia, frontera de producción o
simplemente tecnología.
10
Los fundamentos del desarrollo del índice mencionado se encontraron en el propio Malmquist (1953), quien planteó índices de
cantidad expresados en términos de funciones de distancia11. Solow
(1957) aisló los desplazamientos de la función de producción
distinguiéndolos de los movimientos que ocurren a lo largo de la
curva, aceptando que tales desplazamientos son hicks neutrales. Farrell
(1957) definió la eficiencia técnica y en precios, considerando rendimientos constantes a escala y que la función de producción eficiente es conocida. La eficiencia técnica de una firma cualquiera
debe compararse con la alcanzada por la firma hipotéticamente
más eficiente asumiendo que los factores se utilizan en proporciones similares. Moorsteen (1961) interpretó las medidas de productividad potencial y eficiencia relativa con base en números índices
ponderados con los precios.
Por su parte, Diewert (1980) revisa métodos econométricos, índices
y la aproximación no paramétrica como formas de soporte analítico en la investigación empírica sobre productividad, advierte que
cualquier método implica cierto margen de error y hace referencia a problemas que pueden presentarse entre cada aproximación
y la variable capital. En un trabajo posterior, Diewert y Parkan
(1983) extienden las pruebas de regularidad no paramétrica sobre
funciones de producción, y las de consistencia a un conjunto de
datos con base en la hipótesis de eficiencia productiva y conducta optimizadora. Las pruebas involucran la solución de problemas
de programación lineal, permiten la construcción de fronteras y
medidas de eficiencia de las unidades de observación individuales
o de la misma firma en diferentes periodos de tiempo; también
permiten la elección de datos para formas funcionales paramétricas
específicas que puede tomar la función de producción12 y pueden
extenderse a mediciones de avance tecnológico.
108
El concepto de función de
distancia es clave en teoría
de números índice debido a
que es la base para construir
el índice de productividad
de Malmquist. Una función de
distancia, orientada hacia el
producto describe el factor en
el que todas las cantidades de
producto pueden incrementarse permaneciendo en el
conjunto de posibilidades de
producción factible dados los
niveles de insumos. Una función de distancia orientada
hacia los insumos indica en
cuánto debe reducirse el uso
de los insumos permaneciendo
en el conjunto de posibilidades de producción factible
dados los niveles de producto
(OECD, 2001).
11
12
Generalmente se hacen
supuestos sobre la función
de producción, en particular,
requiere que las firmas operen
en condiciones de eficiencia; sin embargo, al levantar
este supuesto permitiendo
que las empresas funcionen
con ineficiencia respecto a
su conducta optimizadora y
rendimientos a escala es necesario sustituir la función de
producción por una función
más general: la función de
distancia (OECD, 2001).
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
El surgimiento del índice de Malmquist se encuentra en Caves,
Christensen y Diewert (1982a, b) quienes utilizaron números índices
para encontrar una medida de comparación multilateral en insumos, productos y productividades a partir de una forma funcional translogarítmica y del supuesto de rendimientos constantes a
escala. Posteriormente, estos mismos autores desarrollaron procedimientos para establecer comparaciones con base en índices de
Malmquist en insumos, productos y productividad para estructuras
de producción con rendimientos a escala arbitrarios, utilizaron
funciones de distancia. Demostraron que a partir de la función de
producción translogarítmica, los índices de insumos y productos
de Törnqvist equivalen a la media de dos índices de Malmquist.
La programación lineal capaz de calcular el índice de Malmquist y
su descomposición en congruencia con las medidas de eficiencia de
Farrell (1957) fue desarrollada por Färe et al. (1989)13, definida por
Caves et al. (1982) y Färe et al. (1994) se describe como14:
13
Posteriormente, fue expuesta
en: Färe, Grosskopf, Norris
y Zhang (1994); Färe,
Grosskopf y Lovell (1994);
Färe y Grosskopf (1996),
principalmente.
La forma funcional específica de la función de distancia
es generalmente desconocida,
pero puede asignársele una
forma funcional arbitraria,
con frecuencia se utilizan la
translogarítmica (como en
Caves et al., 1982a) o formas
cuadráticas.
14
Fischer (1923) planteó un
índice ideal como la media
geométrica de los índices de
Paasche y Laspeyres que son
los límites superior e inferior
del índice verdadero. B. Balk
(1993) encontró condiciones
generales bajo las cuales el índice de Malmquist puede calcularse como un cociente del índice
ideal de Fischer.
(1)
Donde:
Medida de PTF orientada al producto.
Función de distancia en los periodos t y t+1.
Este índice compara datos de dos periodos diferentes t y t+1 para
la misma tecnología de referencia en el primer periodo. Puede definirse una productividad semejante pero basada en la frontera del
periodo final:
15
(2)
Así, pueden utilizarse los índices de productividad de Malmquist
para los periodos inicial y final con el fin de construir un índice de
Malmquist “ideal” en el sentido de Fischer15 que sea la media geométrica de los índices de Malmquist anteriores, entonces, se tiene:
109
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
(3)
o:
(4)
El componente fuera del paréntesis indica qué tan lejos se encuentra la producción observada de la máxima producción potencial
entre los periodos t y t+1, el segundo componente que se encuentra
entre corchetes mide el cambio tecnológico entre los dos periodos
evaluados en xt y xt+1.
Si xt=xt+1 y, yt=yt+1, significa que no hubo cambios en la producción
y en los insumos entre los periodos, y el índice de Malmquist será
igual a uno.
En general, mejoras en la PTF a lo largo del tiempo implican un
índice de Malmquist mayor que uno; contrariamente, un deterioro
en la PTF implica un índice de Malmquist menor que uno, similarmente, para sus componentes. Así, mejoras en el componente
del cambio en eficiencia son evidencia de catching-up hacia la frontera, y mejoras en el componente de cambio tecnológico son evidencia de innovación16. Las mejoras en productividad pueden estar
acompañadas por empeoramiento de alguno de los componentes
y viceversa.
La técnica construye una frontera basada en los datos de insumos y
producto de cada clase de actividad industrial por subsector manufacturero del Estado de México. La frontera es la máxima alcanzable. Cada unidad de análisis es comparada con este borde. Cuanto
más cercana está una observación de la frontera, más próxima se
encuentra a lograr la eficiencia. Si una observación se encuentra
en la frontera, entonces se dice que es eficiente, es decir, que se
encuentra en la mejor isocuanta factible. Por otro lado, cuanto más
se desplace este límite hacia afuera y hacia arriba de un periodo a
otro, mayor cambio tecnológico habrá, esto representa el ubicarse
sobre una isocuanta más alejada del origen. Finalmente, al multiplicar (como en la ecuación 4) ambos componentes se obtiene un
índice de la PTF.
110
Para una revisión sobre
la relación entre el índice
de Malmquist y la función de
producción ver: Färe et al.
(1994).
16
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
La innovación desplaza la frontera de posibilidades de producción
hacia afuera y hacia la derecha, también permite el paso de una
isocuanta a otra más alejada del origen. En el largo plazo, la nueva
tecnología va permitiendo el crecimiento de los sectores industriales; sin embargo, a corto plazo, las mejoras en eficiencia también
originan crecimiento de la PTF (Maudos et al., 2000).
3. Datos y variables
La información recopilada para este estudio proviene de los censos
industriales publicados por el INEGI en 1994, 1999 y 2004 para el
Estado de México a nivel de clase de actividad industrial (seis dígitos), se consideraron 264 clases de actividad para el sector manufacturero. La técnica utilizada permitió construir una frontera para
cada uno de los nueve subsectores que integran la industria manufacturera, con ello, a cada clase industrial (a cada observación)
le corresponde un índice de Malmquist de productividad total de
factores y sus respectivos índices de cambio en eficiencia y progreso
tecnológico. Esta base de datos se refinó eliminando aquellas observaciones incompletas y haciendo compatibles las restantes entre
un periodo y otro para posibilitar comparaciones para cada dato
disponible. Así, se contó con un total de 264 observaciones.
Se utilizaron los deflactores
implícitos correspondientes a
cada subsector de actividad
industrial que proporciona el
INEGI.
17
La función de distancia basada en el producto equivale a
la frontera de producción considerando que la frontera proporciona el máximo producto
posible dados los insumos.
18
Las variables utilizadas para calcular el índice de Malmquist y construir fronteras de mejor práctica para cada subsector de actividad
manufacturera para el Estado de México fueron: producción bruta total, personal ocupado, total promedio y activos fijos netos.
Las variables del producto y el capital debieron deflactarse para
capturar sus variaciones reales17. La tecnología de referencia en los
periodos t y t+1 se presenta como una función de distancia en el
producto18. El programa estadístico empleado para llevar a cabo los
cálculos de frontera fue el denominado OnFront.
Los índices de cambio en PTF eficiencia e innovación se relacionaron, mediante tablas de contingencia calculadas a partir de tablas
dinámicas en el programa Excel, con otras variables censales como
la compra de maquinaria y equipo de producción (CMEP), terrenos, construcciones e instalaciones físicas (TCIF) y la formación
bruta de capital fijo (FBCF) total del final del periodo.
111
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
La parte econométrica se estimó como función de producción de
Cobb Douglas estándar a partir de la producción bruta total, personal ocupado total promedio y activos fijos netos. Las estimaciones se efectuaron mediante el paquete estadístico Stata 9.
En la siguiente sección se exponen los resultados de la aplicación de
las dos metodologías propuestas.
4. Resultados
En esta sección se muestran los resultados sobre el desempeño
obtenido por la industria manufacturera del Estado de México,
primero, en términos de índices de cambio en PTF, eficiencia y
avance tecnológico calculados mediante técnicas de frontera no
paramétrica19. En segundo lugar, se presentan los resultados econométricos de modelos de sección cruzada de funciones de producción Cobb-Douglas a partir de los datos censales descritos. Los
resultados principales se describen en las siguientes líneas.
4.1. Resultados de la aproximación de frontera
no paramétrica
Con el propósito de discernir los patrones de comportamiento de
la industria, se procedió a realizar un análisis de los datos en forma
descriptiva a nivel de subsectores y clases de actividad industrial
considerando los dos subperiodos 1994-1999 y 1999-2004. Estos
resultados se asociaron a variables censales de producción e inversión en activos fijos con el objeto de encontrar regularidades y contrastes sectoriales durante ambos segmentos de tiempo.
La información estadística relacionada con los índices de productividad de Malmquist y sus componentes se agrupó en cuatro intervalos de frecuencia de acuerdo con el desempeño de las unidades
de análisis. El primero de tales intervalos recupera índices de entre
0 a 0.5, hace referencia a aquellas observaciones que mostraron
retroceso o decaimiento significativo en cualquiera de los indicadores; el segundo grupo se refiere a índices entre 0.51 a 0.99 y
alude a unidades de análisis que retrocedieron moderadamente o
se estancaron; el tercer grupo, de entre 1 a 1.49, se refiere a aquellas
112
19
Los autores tienen a disposición del lector interesado los resultados detallados
de las tablas de contingencia
construidas a partir de tablas dinámicas mediante el
programa Excel y, por sus
dimensiones, en este documento únicamente se ofrecen
resúmenes de dichos resultados en los gráficos y cuadros.
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
observaciones que se mantienen o ganan productividad, eficiencia
o innovación de manera moderada; el cuarto conjunto, de 1.5 y
más, hace alusión a observaciones que registraron mejoría en cualquiera de las variables mencionadas pero en forma sobresaliente.
Entre 1994 y 1999, el dinamismo manufacturero que se registró
luego del llamado “error de diciembre”, cuya repercusión se resintió en 1995, permitió que aquellos subsectores más diversificados
en términos de clases industriales reunieran el mayor número de
observaciones con desempeño favorable (superior a la unidad) en
PTF y sus componentes, destacan, por ejemplo, los subsectores
de productos metálicos, maquinaria y equipo; textiles, prendas de
vestir e industrias del cuero; productos alimenticios, bebidas y tabaco; y, sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule
y plástico.
En el primer subperiodo, una buena parte de la planta productiva
mexiquense tuvo avances significativos en productividad dado que
del total de observaciones obtenidas, 54.17% se ubicó en los intervalos de desempeño favorables, mientras que 38.26% se registró en
el segmento de índices de desempeño con decaimiento moderado
(entre 0.51 a 0.99). Contrariamente, el segundo subperiodo demarcado por los años de 1999 y 2004 se caracterizó por la ralentización
del ciclo económico mundial que afectó el crecimiento económico y
las inversiones en el sector manufacturero mexicano, una menor proporción de industrias obtuvo índices mayores a uno en PTF, ya que
sólo 36.5% correspondió a los intervalos de resultados aceptables y
48.29% cayeron en el intervalo de retroceso moderado (gráfica 1).
113
Parte ii. Manufactura e Industria Automotriz
Gráfica 1. Índices de cambio en productividad total de factores, eficiencia
y avance tecnológico por intervalo de desempeño (1994-1999)
60%
Productividad total de factores
51.89%
Eficiencia
50%
Cambio tecnológico
38.26%
40%
31.82%
28.79%
30%
30.30%
25.38%
21.59%
20%
10%
23.48%
18.18%
14.39%
7.58%
8.33%
0%
0 a 0.5
0.51 a 0.99
1 a 1.49
1.5 y más
Índices de cambio en productividad total de factores, eficiencia
y avance tecnológico por intervalo de desempeño (1999-2004)
60%
48.29%
50%
Productividad total de factores
44.49%
Eficiencia
30%
20%
38.02%
Cambio
T
l
40%
26.24%
17,87%
15.21%
22.43%
19.77%
15.97%
19.77%
17.87%
14.07%
10%
0%
0 a 0.5
114
0.51 a 0.99
1 a 1.49
1.5 y más
0.00
0.00
0.00
0.38
11.03
3.04
1.52
0.38
1.52
17.87
0.38
2.28
27.76
0.38
44.49
4.94
0.76
1.52
4.18
26.24
4.94
0.00
2.28
0.00
7.60
2.66
1.52
13.69
3.42
48.29
0.00
13.69
0.00
0.00
0.00
9.13
0.38
0.38
3.04
0.38
1.14
1.52
5.70
1.90
15.21
Alimentos, bebidas y tabaco
7.58
17.42
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
0.00
18.18
Madera y productos de la madera
0.00
4.55
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
0.00
3.79
Sustancias químicas, derivados del petróleo y
0.00
15.53
carbón, hule y plástico
Productos minerales no metálicos
0.00
1.89
3.03
3.41
8.33
Industrias metálicas básicas
0.76
0.38
1.14
0.76
3.03
Productos metálicos, maquinaria y equipo
0.00
0.00
24.24
0.76
25.00
Otras industrias manufactureras
0.00
0.76
2.65
0.76
4.17
Total
8.33
21.59
51.89
18.18 100.00
Fuente: cálculos propios con base en información de los Censos Industriales 1994, 1999 y 2004 del INEGI.
17.42
18.18
4.55
3.79
15.53
8.33
3.03
25.00
4.17
100.00
5.32
0.00
0.00
3.80
19.77
4.56
0.00
1.90
0.38
3.80
2.28
1.14
4.94
0.38
19.77
3.42
1.52
0.38
0.76
4.94
3.80
0.76
4.18
0.38
22.43
0.00
0.00
0.00
0.00
17.87
13.31
0.00
1.52
3.04
0.00
1.14
1.90
20.15
0.38
38.02
0.38
11.79
0.38
0.00
1.90
1.14
0.00
4.56
0.00
14.07
8.75
3.80
28.14
5.70
100.00
17.87
13.69
3.42
3.80
14.83
8.75
3.80
28.14
5.70
100.00
17.87
13.69
3.42
3.80
14.83
8.75
3.80
28.14
5.70
100.00
Intervalo del índice de cambio 1999-2004
0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más
Total
1.14
8.37
4.18
4.18
17.87
2.28
6.46
3.04
1.90
13.69
0.00
1.90
0.76
0.76
3.42
0.00
2.28
1.52
0.00
3.80
1.52
7.98
3.80
1.52
14.83
0.38
0.00
1.52
0.76
15.97
1.89
2.65
1.52
0.38
1.14
1.14
10.23
5.30
4.55
1.89
1.89
0.00
31.82
30.30
23.48
Avance tecnológico
6.06
3.79
0.00
4.55
4.55
9.09
4.17
0.38
0.00
1.52
2.27
0.00
2.27
9.85
3.41
9.85
3.41
0.76
0.00
2.27
2.65
1.52
7.58
0.38
25.38
2.27
0.38
4.92
0.38
14.39
1.52
0.76
7.58
1.89
28.79
Eficiencia
4.92
3.41
2.27
2.65
6.06
2.65
6.44
1.52
1.14
5.68
4.17
0.38
7.20
1.89
38.26
0.00
4.92
0.00
0.00
1.52
0.00
0.38
2.65
0.00
7.58
Intervalo del índice de cambio 1994-1999
0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más
Total
1.14
8.71
4.17
3.41
17.42
2.27
7.58
4.92
3.41
18.18
0.38
2.65
0.76
0.76
4.55
0.00
1.52
1.52
0.76
3.79
0.76
4.17
5.68
4.92
15.53
8.33
3.03
25.00
4.17
100.00
Alimentos, bebidas y tabaco
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
Madera y productos de la madera
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
Sustancias químicas, derivados del petróleo y
carbón, hule y plástico
Productos minerales no metálicos
Industrias metálicas básicas
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Otras industrias manufactureras
Total
Alimentos, bebidas y tabaco
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
Madera y productos de madera
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón,
hule y plástico
Productos minerales no metálicos
Industrias metálicas básicas
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Otras industrias manufacturas
Total
Subsector manufacturero
Cuadro 1. Índices de cambio en productividad total de factores y sus componentes por subsector manufacturero e intervalo de desempeño
(Participaciones respecto del total de las observaciones de la muestra)
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 19942004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
115
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Al observar la proporción de clases manufactureras con cambio
en eficiencia favorable, se muestra que, en el primer subperiodo,
53.78% correspondieron a los intervalos de avance moderado y
avance elevado. En contraste, en el segundo subperiodo, esta proporción aumentó a 57.79% lo que da cuenta de una mayor disposición de las industrias hacia el cambio en eficiencia como estrategia
de competitividad ante un entorno productivo adverso (gráfica 1).
Por otro lado, en lo que se refiere al indicador de cambio tecnológico, entre 1994-1999, 70.07% de las actividades se ubicó
conjuntamente en los segmentos de alto desempeño y de desempeño moderado, esto significa que una proporción relevante de industrias manufactureras en el Estado de México realizó, durante
ese lapso, algún tipo de cambio o mejora tecnológica. En general,
la estrategia de las empresas que privilegia la innovación permite un mejor posicionamiento competitivo en el mercado y garantiza ciertas ventajas en un horizonte de tiempo de más largo plazo.
Nuevamente, se distingue que para la fase que va de 1999 a 2004,
la proporción de clases industriales manufactureras con buenos resultados en cuanto a índices de cambio tecnológico cayó a 37.64%
al agregar los dos mejores segmentos de desempeño.
Estos cambios tan drásticos sugieren, por una parte, el predominio
del cambio tecnológico sobre la eficiencia en el periodo de auge
económico, mientras que el cambio en eficiencia fue más frecuente
durante la fase recesiva. Al mismo tiempo, fue más probable encontrar industrias perdedoras orientadas hacia el cambio tecnológico durante el subperiodo de crisis que durante el subperiodo de
crecimiento económico, esto se cumple en el caso específico de las
manufacturas de la entidad mexiquense (gráfica 1).
Al examinar la información en relación con el total general de observaciones (clases de actividad manufacturera), es posible advertir
la forma en que éstas se distribuyen entre los nueve subsectores
manufactureros y los diferentes intervalos y medidas de desempeño. Este criterio permite tener una idea global de toda la industria
y de los subsectores en proporción a su tamaño, lo que facilita el
jerarquizar los resultados distinguiendo la importancia de cada industria y su participación por nivel de desempeño y subperiodo de
tiempo (cuadro 1).
116
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
En el cuadro 1 se observa, por ejemplo, que durante el subperiodo
inicial, 7.58% de las clases industriales del subsector de productos
metálicos, maquinaria y equipo fueron altamente exitosas al caer en
el mejor intervalo de desempeño en cuanto a productividad. Una
proporción similar se registró en el segmento de crecimiento moderado de la misma variable (PTF). En segundo lugar se encuentra
el subsector de sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico, seguido de los subsectores de textiles, prendas
de vestir e industrias del cuero y alimentos, bebidas y tabaco. Esta
situación se modifica en el subperiodo de tiempo final cuando las
proporciones para los mismos segmentos de desempeño e industrias se reducen notablemente. Al mismo tiempo, aumentan las
proporciones de industrias en los intervalos de bajo desempeño.
En el mismo cuadro, de la comparación de la forma en que se distribuyeron las participaciones de clases industriales entre intervalos
de desempeño y subperiodos temporales, se puede apreciar que, en
el caso de algunos subsectores, fue más frecuente encontrar industrias altamente ganadoras orientadas hacia la mayor eficiencia en
el periodo de recesión (segundo subperiodo) que en el primero de
auge, especialmente en los subsectores de productos metálicos, maquinaria y equipo; textiles, prendas de vestir e industrias del cuero;
industrias metálicas básicas y otras industrias manufactureras.
En el indicador de innovación del cuadro 1 se desprende que, en el
subperiodo 1994-1999, el mayor conjunto de industrias se ubicó
en el segmento de buen desempeño moderado donde se acumuló
51.89% de las clases de actividad manufacturera; sobresale la participación del subsector de productos metálicos, maquinaria y equipo
con 24.24% y la del subsector de sustancias químicas, derivados
del petróleo y carbón, hule y plástico con 9.85% de las clases
industriales en el intervalo de desempeño de entre 1 a 1.49. Esto
confirma que durante esa etapa los dos subsectores mencionados
presentaron fuerte capacidad para emprender cambio tecnológico, en seguida debe resaltarse el subsector de textiles, prendas de
vestir e industrias del cuero. En este mismo subperiodo, se verificó
que en siete de los subsectores no ocurrieron casos de actividades manufactureras con agudo decaimiento en innovación, esto da
una idea de la velocidad con la que las unidades económicas debieron ajustarse a las nuevas condiciones de mercado que imponía
117
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
el proceso de apertura comercial del país. Por otro lado, durante el
subperiodo 1999-2004, claramente se aprecia que las industrias con
bajo desempeño estuvieron dispuestas a realizar esfuerzos de innovación, ya que en conjunto sumaron 44.49%. El bajo crecimiento
económico que tuvo lugar entre 2000 y 2003 determinó una baja
orientación innovadora por parte de seis subsectores en el máximo
intervalo de desempeño.
Con el propósito de observar la relevancia de la distribución mostrada en el cuadro 1, se analizó la contribución de las clases de
actividad industrial de los diferentes segmentos de realización en la
producción bruta total real de 1999 y 2004 (final de ambos subperiodos). Los hallazgos demuestran que, para el primer subperiodo, los
sectores con el mejor desempeño en PTF representaron 22.48% del
producto de ese año, en tanto que aquellos que registraron avance
moderado en la misma variable significaron 33.64 por ciento. Así,
de manera conjunta, las actividades manufactureras (a seis dígitos)
con buen desempeño en PTF representaron 56.12% del producto
bruto del final del periodo. En cambio, para el segundo subperiodo, ambas proporciones caen a 14.83 y 25.53%, respectivamente
(gráfica 2). Esto da cuenta de una caída en la frecuencia de clases
industriales manufactureras con ganancia en PTF.
Por otro lado, las clases manufactureras altamente eficientes del primer tramo de tiempo, participaron con 15.33% de la producción;
mientras que las que mostraron eficiencia moderada lo hicieron
con 37.88 por ciento. Al agregar ambas cifras, las clases con buenos resultados en el índice de cambio en eficiencia representaron
53.21% de la producción en 1999. Por el contrario, para el segundo tramo del periodo, las industrias manufactureras mexiquenses
con el más alto desempeño en eficiencia participaron con 31.67%
de la producción en 2004 y las de aumento moderado en el mismo
indicador representaron 32.12% de la producción bruta total, al
sumar ambas participaciones se tiene que las industrias con ganancia en eficiencia participaron con 63.79% de la producción en
2004. Estos cambios claramente confirman la idea de que durante
el primer subperiodo hubo una fuerte disposición hacia el avance
tecnológico y, el segundo, estuvo notoriamente orientado hacia el
cambio en eficiencia.
118
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México: 19942004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
Gráfica 2. Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF, EFI y TEC en la
Producción Bruta total (1994-1999)
70%
62.89%
Productividad total de factores
60%
Eficiencia
Cambio tecnológico
50%
40.42%
41.68%
37.88%
40%
33.64%
30%
22.31%
22.48%
20%
15.33%
11.56%
10%
3.46%
5.11%
3.24%
0%
0 a 0.5
0.51 a 0.99
1 a 1.49
1.5 y más
Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF, EFI y TEC en la Producción
Bruta Total (1999-2004)
60%
55.97%
55.97 %
Productividad total de factores
Eficiencia
50%
Cambio tecnológico
40%
32.12%
30%
23.72%
25.53%
31.67%
25.53%
20%
14.83%
12.48%
14.83%
10%
3.66%
3.66%
0%
0 a 0.5
0.51 a 0.99
1 a 1.49
1.5 y más
Finalmente, en el subperiodo 1994-1999, las actividades con mejor desempeño innovador concentraron 11.56% del producto del
final del periodo y las que observaron desempeño positivo pero
moderado en progreso tecnológico representaron 62.89% de la
producción de ese año. Al sumar estos resultados para innovación,
119
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
la contribución al producto de las industrias innovadoras significó casi 75% de la producción final del periodo. De manera sorprendente, las industrias con desempeño tecnológico sobresaliente
pero del subperiodo 1999-2004 aumentaron su participación en
la producción del final del periodo en 27.02%, y las de aumento
moderado tuvieron una participación de 21.06% en la producción
bruta total de 2004. Al sumar ambas proporciones se obtiene una
participación de 48.08%, que es 15.71 puntos porcentuales menor
respecto del primer subperiodo.
Lo anterior sugiere que en el Estado de México el cambio tecnológico tuvo una participación sinificativamente superior en la
producción bruta durante el subperiodo de auge manufacturero
en tanto que el cambio en eficiencia tuvo un mayor peso relativo
en la producción bruta total durante el subperiodo de recesión
del sector.
El cuadro 2 exhibe la forma en que se repartió la producción bruta total al final de los dos subperiodos de tiempo entre los nueve
subsectores y los cuatro márgenes de desempeño, esto en relación
con el total de las clases manufactureras consideradas. Por ejemplo,
en el indicador de productividad de Malmquist, los subsectores de
alimentos, bebidas y tabaco; papel, productos de papel, imprentas
y editoriales; sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón,
hule y plástico; productos minerales no metálicos y otras industrias
manufactureras aumentaron sus proporciones de participación en
la producción bruta total de 1999 a 2004, como se corrobora al
comparar los totales (columnas verticales de la PTF) del cuadro 2.
En especial, los subsectores de alimentos, bebidas y tabaco y, de
textiles, prendas de vestir e industrias del cuero fueron los únicos
que en el intervalo de desempeño más alto en cuanto a PTF mostraron aumentos en sus participaciones en el producto bruto de
1999 a 2004; el resto de los subsectores experimentó retroceso. En
cambio, se observa que, en general, una mayor proporción de clases
industriales correspondió al segmento de desempeño de decaimiento moderado o pérdida moderada en productividad. Estos hechos
permiten soportar la idea de que en el segundo subperiodo un mayor número de actividades manufactureras tuvo disminuciones de
productividad total de factores.
120
12.91
2.92
0.13
5.00
10.10
1.83
0.96
21.05
1.07
55.97
0.01
0.76
0.90
0.57
3.66
3.03
0.24
0.26
0.91
23.72
10.70
0.00
0.32
0.00
8.27
1.83
0.96
21.05
1.07
55.97
0.14
0.07
0.00
0.00
1.21
8.45
0.03
0.01
3.48
0.19
0.01
0.76
0.90
0.57
3.66
Alimentos, bebidas y tabaco
2.83
20.75
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
0.00
9.12
Madera y productos de la madera
0.00
1.39
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
0.00
6.01
Sustancias químicas, derivados del petróleo y
0.00
22.91
carbón, hule y plástico
Productos minerales no metálicos
0.00
2.73
1.26
0.35
4.34
Industrias metálicas básicas
0.41
0.64
0.87
0.77
2.69
Productos metálicos, maquinaria y equipo
0.00
0.00
30.37
1.65
32.02
Otras industrias manufactureras
0.00
0.64
0.13
0.01
0.78
Total
3.24
22.31
62.89
11.56 100.00
Fuente: cálculos propios con base en información de los Censos Industriales 1994, 1999 y 2004 del INEGI.
20.75
9.12
1.39
6.01
22.91
4.34
2.69
32.02
0.78
100.00
2.34
0.30
2.49
0.29
25.53
5.32
1.58
0.20
2.08
10.93
1.69
0.64
10.72
0..29
32.12
3.27
0.03
0.00
3.61
11.87
2.34
0.30
2.49
0.29
25.53
0.62
0.00
4.10
0.00
14.83
7.60
0.56
0.00
0.00
1.94
0.05
1.14
17.28
0.72
31.67
3.55
5.07
0.00
0.00
3.86
0.62
0.00
4.10
0.00
14.83
4.81
2.02
28.54
1.93
100.00
25.97
5.13
0.33
7.09
24.18
4.81
2.02
28.54
1.93
100.00
25.97
5.13
0.33
7.09
24.18
4.81
2.02
28.54
1.93
100.00
Intervalo del índice de cambio 1999-2004
0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más
Total
0.14
12.91
5.32
7.60
25.97
0.07
2.92
1.58
0.56
5.13
0.00
0.13
0.20
0.00
0.33
0.00
5.00
2.08
0.00
7.09
1.21
10.10
10.93
1.94
24.18
0.03
0.00
0.28
0.01
12.48
0.59
2.49
1.15
0.13
1.13
1.02
18.24
7.91
3.35
0.06
0.71
0.00
41.68
37.88
15.33
Avance tecnológico
11.22
6.70
0.00
5.02
1.82
2.28
1.39
0.00
0.00
0.27
5.74
0.00
0.40
16.01
6.51
5.89
2.27
0.01
0.00
1.64
1.19
2.02
9.10
0.01
22.48
0.11
0.40
2.53
0.00
5.11
2.33
0.26
6.28
0.16
33.64
Eficiencia
7.20
2.49
1.24
5.55
9.16
7.66
2.78
0.13
0.46
11.62
0.82
0.01
14.76
0.61
40.42
0.00
1.57
0.00
0.00
0.50
0.00
0.40
1.88
0.00
3.46
Intervalo del índice de cambio 1994-1999
0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más
Total
0.39
11.49
6.12
2.75
20.75
0.49
4.57
3.90
0.16
9.12
0.05
1.19
0.14
0.01
1.39
0.00
0.47
4.80
0.74
6.01
0.25
6.52
9.66
6.49
22.91
4.34
2.69
32.02
0.78
100.00
Alimentos, bebidas y tabaco
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
Madera y productos de la madera
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón,
hule y plástico
Productos minerales no metálicos
Industrias metálicas básicas
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Otras industrias manufactureras
Total
Alimentos, bebidas y tabaco
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
Madera y productos de madera
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón,
hule y plástico
Productos minerales no metálicos
Industrias metálicas básicas
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Otras industrias manufactureras
Total
Subsector manufacturero
Cuadro 2. Participación porcentual de las observaciones en la producción bruta total por subsector manufacturero e intervalo de
desempeño (participaciones respecto del total de las observaciones de la muestra)
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
121
Parte ii. Manufactura e Industria Automotriz
En lo referente al cambio en eficiencia, los subsectores de sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico y de
productos metálicos, maquinaria y equipo tuvieron un mayor peso
relativo en el producto bruto total de un subperiodo a otro en los
intervalos de desempeño favorable. Esto confirma nuevamente el
predomino de estrategias de crecimiento y de posicionamiento en
el mercado, por parte de las empresas, con base en una mayor eficiencia
técnica y asignativa durante la etapa de crisis (entre 1999-2004) en
las manufacturas del Estado de México.
En el indicador de cambio tecnológico se aprecia, por ejemplo, que
para el subsector de productos metálicos, maquinaria y equipo, las
clases industriales con el más alto desempeño aumentaron su participación en la producción bruta total al final de un subperiodo y
el otro (de 1.65 a 4.10%). En el segundo intervalo de desempeño
(de entre 1 a 1.49) se observa una fuerte caída en la participación de
las actividades en la producción bruta del primer lapso al segundo,
la cual pasa de representar 30.37% de la producción en 1999 a
2.4% en 2004. Esto revela que muchas actividades manufactureras
en este subsector mostraron decaimiento tecnológico en el segundo subperiodo. Algo similar ocurrió en otros subsectores como el
químico o el de metales básicos. Estos hechos manifiestan que, en
el primer tramo de tiempo (de auge manufacturero), hubo una
mayor orientación hacia el avance tecnológico, mientras que en el
segundo (de crisis), la orientación fue marcadamente mayor hacia
el cambio en eficiencia.
Al relacionar la productividad y sus componentes con la formación
bruta de capital fijo y la compra de maquinaria y equipo a nivel de
subsector e intervalo de desempeño fue posible identificar aquellos
en los que tuvieron lugar expansiones de capacidad instalada y/o
adopción de nueva tecnología en los dos subperiodos de tiempo.
De esta forma se observó que, durante el primer subperiodo, una
mayor proporción de industrias (63.12%) con desempeño exitoso
en PTF realizaron inversiones para la FBCF en comparación con la
participación obtenida durante el segundo subperiodo (55.54%).
En los indicadores de eficiencia y cambio tecnológico ocurrió lo
mismo, las magnitudes agregadas de los porcentajes de los intervalos de desempeño favorable fueron superiores durante el primer
subperiodo que durante el segundo (55.46% contra 46.39% para
los índices de eficiencia y de 80.32% contra 48.08% para los índices
122
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
de innovación). Estas cifras refieren mayores inversiones fijas en la
etapa de auge manufacturero y menores en la de crisis (gráfica 3).
Gráfica 3. Participación porcentual de las clases industriales con cambio
en PTF, EFI y TEC en la formación bruta de capital fijo
(1994-1999)
70%
62.77%
Productividad total de factores
60%
Eficiencia
50%
46.95%
Cambio tecnológico
41.53%
37.80%
40%
33.40%
30%
21.59%
19.04%
20%
17.55%
6.75%
10%
3.48%
0.64%
0%
0 a 0.5
0.51 a 0.99
1 a 1.49
1.5 y más
Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF,
EFI y TEC en la formación bruta de capital fijo (1999-2004)
45%
40.20%
40%
Productividad total de factores
35.63%
35%
Eficiencia
35.26%
Cambio tecnológico
28.19%
30%
23.16%
25%
20%
27.02%
26.20%
22.45%
21.06%
20.28%
16.29%
15%
10%
5%
4.26%
0%
0 a 0.5
0.51 a 0.99
1 a 1.49
1.5 y más
123
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Gráfica 4. Participación porcentual de las clases industriales
con cambio en PTF, EFI y TEC en la compra de maquinaria
y equipo (1994-1999)
80%
68.61%
Productividad total de factores
70%
Eficiencia
60%
Cambio tecnológico
48.01%
50%
45.15%
39.49%
40%
34.24%
30%
21.64%
20%
10%
13.72%
9.60%
4.04%
5.76%
0.63%
0%
0 a 0.5
0.51 a 0.99
1 a 1.49
1.5 y más
Participación porcentual de las clases industriales con cambio en PTF,
EFI y TEC en la compra de maquinaria y equipo (1999-2004)
70%
Productividad total de factores
60.41%
60%
Eficiencia
Cambio tecnológico
50%
39.36%
40%
34.11%
30%
18.07%
20%
10%
33.03%
28.47%
19.30%
14.79%
14.64%
17.53%
15.95%
4.34%
0%
0 a 0.5
0.51 a 0.99
1 a 1.49
1.5 y más
Al comparar el peso relativo de las clases de actividad manufacturera en la CMEP de 1999 y 2004 (final de ambos subperiodos),
se encontró que la participación de las actividades con mejora en
cuanto a PTF fue mayor en 1999 (61.73%) en comparación con
2004 (35.25%). Esto significa que las industrias con ganancia en
productividad del subperiodo de auge manufacturero realizaron
más inversiones en CMEP. En lo referente al componente de eficiencia, al sumar la participación de los segmentos de desempeño positivo se confirmó que, al final del subperiodo de crisis manufacturera,
las industrias eficientes representaron 67.14% de estas compras y
en el primer subperiodo la cifra equivalente representó 54.75 por
124
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
ciento. Aunado a esto, las industrias innovadoras de los dos mejores
intervalos de desempeño del subperiodo de auge fueron las que
realizaron las mayores adquisiciones de maquinaria y equipo con
una participación de 77.73% de esta variable contra un 32.17%
al final del subperiodo de crisis manufacurera. Estos hallazgos van
en línea con la hipótesis de que el primer subperiodo (de auge
manufacturero) observó una fuerte orientación hacia el cambio
tecnológico y, en el segundo (de crisis en el sector) predominó la
orientación hacia el cambio en eficiencia (gráfica 4).
El cuadro 3 muestra la manera en que se diseminó la FBCF entre
los grupos de desempeño en cualquiera de los tres indicadores y
subperiodos de tiempo. Por ejemplo, en el subsector de Productos
Metálicos, Maquinaria y Equipo, las actividades sobresalientes en
PTF participaron con 5.14% de la FBCF en 1999 y, para 2004,
esta participación aumentó 8.38%. Esto sugiere que las industrias
altamente competitivas muy probablemente aumentaron sus escalas
de producción al invertir en activos fijos. El segundo segmento de
desempeño en PTF (1 a 1.49) de este mismo subsector registró una
severa caída en su participación en la FBCF del primer subperiodo al segundo, ya que pasó de representar 12.35% de la FBCF en
1999 a 1.47% en 2004. La explicación de esta caída en las inversiones fijas tiene que ver directamente con el estancamiento y crisis
del sector manufacturero mexiquense ocurrida entre 2000 y 2003.
Otro ejemplo interesante corresponde al subsector de sustancias
químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico, donde
las clases industriales con desempeño moderado incrementan su
proporción en la FBCF del primer subperiodo al segundo al pasar
de 11.41% en 1999, a 21.49% en 2004. Estos resultados son congruentes con los hallados en Rózga (1996) quien afirma que las industrias mexiquenses de alta tecnología se ubican en las industrias
metal mecánica y química, preponderantemente. En general, los datos del cuadro 3 relativos a índices de eficiencia y
cambio tecnológico confirman la mayor disposición a innovar durante
la primera fase de tiempo y hacia la mayor eficiencia durante la
segunda. Estos resultados sugieren que, las mayores inversiones en
ampliación de capacidad y en adopción de tecnología ocurrieron
durante la fase de auge de las manufacturas entre 1994-1999 en el
Estado de México.
125
126
0.00
0.00
0.00
5.63
32.59
4.37
0.23
-7.79
0.61
35.63
0.00
2.87
9.46
0.66
16.29
3.03
0.84
0.56
1.10
22.45
9.17
0.00
0.24
0.00
7.50
5.12
1.56
-9.18
1.15
40.20
0.00
3.29
0.00
0.00
0.00
15.02
0.42
0.00
7.21
0.25
-0.01
0.89
1.00
0.61
4.26
Alimentos, bebidas y tabaco
0.58
11.68
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
0.00
9.24
Madera y productos de la madera
0.00
0.86
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
0.00
6.40
Sustancias químicas, derivados del petróleo y
0.00
30.44
carbón, hule y plástico
Productos minerales no metálicos
0.00
4.51
0.95
0.28
5.74
Industrias metálicas básicas
0.06
0.03
1.17
0.52
1.78
Productos metálicos, maquinaria y equipo
0.00
0.00
31.07
2.30
33.38
Otras industrias manufactureras
0.00
0.42
0.06
0.00
0.49
Total
0.64
19.04
62.77
17.55 100.00
Fuente: cálculos propios con base en información de los Censos Industriales 1994, 1999 y 2004 del INEGI.
11.68
9.24
0.86
6.40
30.44
5.74
1.78
33.38
0.49
100.00
3.29
0.00
0.00
0.68
21.06
11.58
0.00
0.08
0.97
4.46
4.52
0.20
-6.08
0.19
26.20
2.33
0.11
0.00
6.61
18.32
2.42
0.64
1.47
0.19
35.26
0.00
0.00
0.00
0.00
27.02
19.65
0.00
0.16
7.21
0.00
0.05
2.06
6.99
0.66
28.19
4.70
2.76
0.00
0.00
10.98
.13
0.00
8.38
0.00
20.28
7.66
3.10
1.68
1.95
100.00
31.22
3.29
0.24
13.82
37.05
7.66
3.10
1.68
1.95
100.00
31.22
3.29
0.24
13.82
37.05
7.66
3.10
1.68
1.95
100.00
Intervalo del índice de cambio 1999-2004
0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más
Total
0.23
16.64
5.50
8.86
31.22
0.54
-0.70
1.39
2.05
3.29
0.00
0.08
0.16
0.00
0.24
0.00
11.81
2.01
0.00
13.82
1.00
13.71
21.49
0.86
37.05
0.05
0.00
0.20
0.00
23.16
0.52
4.74
0.45
0.01
1.21
0.50
18.96
8.61
1.54
0.04
0.45
0.00
37.80
46.95
8.51
Avance tecnológico
6.64
4.46
0.00
5.76
1.79
1.68
0.86
0.00
0.00
0.49
5.91
0.00
0.31
17.36
12.77
2.30
2.32
0.00
0.00
1.39
0.49
1.67
5.14
0.00
21.59
0.03
0.06
4.27
0.00
6.75
4.56
0.05
12.35
0.08
41.53
Eficiencia
5.06
2.72
0.81
6.03
17.31
4.32
2.78
0.05
0.37
10.74
0.70
0.00
13.47
0.41
33.40
0.00
1.41
0.00
0.00
0.98
0.00
0.06
2.42
0.00
3.48
Intervalo del índice de cambio 1994-1999
0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más
Total
0.03
6.82
3.26
1.62
11.68
0.61
4.24
4.34
0.05
9.24
0.02
0.70
0.14
0.00
0.86
0.00
0.37
5.35
0.68
6.40
0.39
6.70
11.41
11.94
30.44
5.74
1.78
33.38
0.49
100.00
Alimentos, bebidas y tabaco
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
Madera y productos de la madera
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón,
hule y plástico
Productos minerales no metálicos
Industrias metálicas básicas
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Otras industrias manufactureras
Total
Alimentos, bebidas y tabaco
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
Madera y productos de madera
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón,
hule y plástico
Productos minerales no metálicos
Industrias metálicas básicas
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Otras industrias manufactureras
Total
Subsector manufacturero
Cuadro 3. Participación porcentual de las observaciones en la formación bruta de capital fijo por subsector manufacturero e
intervalo de desempeño (participaciones respecto del total de las observaciones de la muestra)
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
Los resultados que se presentan en el cuadro 4 son similares a los
del cuadro 3, aunque particularizan con mayor profundidad en la
distribución de la inversión en maquinaria y equipo de producción
entre los segmentos de desempeño. Nuevamente, destacan las proporciones observadas por parte de los intervalos de desempeño medio de los subsectores de productos metálicos, maquinaria y equipo
y sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y plástico seguidos por alimentos, bebidas y tabaco y, textiles, prendas de
vestir e industrias del cuero.
127
128
3.94
0.18
9.33
0.38
39.36
1.41
0.77
0.41
0.75
18.07
6.69
0.00
0.14
0.00
7.90
4.58
1.17
20.40
1.06
60.41
0.00
2.40
20.79
0.68
28.47
9.00
0.00
0.00
5.44
0.17
0.00
0.81
0.67
0.38
4.34
0.00
0.00
0.00
4.55
20.98
11.06
11.19
0.88
7.99
20.59
7.31
1.39
38.99
0.60
100.00
0.00
4.60
0.00
0.00
0.00
0.30
0.69
1.37
0.00
9.60
2.48
3.21
0.00
0.00
1.54
0.34
1.27
4.99
0.00
13.72
Alimentos, bebidas y tabaco
0.56
0.00
11.06
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
0.00
1.54
11.19
Madera y productos de la madera
0.00
0.00
0.88
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
0.00
0.00
7.99
Sustancias químicas, derivados del petróleo y
0.00
3.84
20.59
carbón, hule y plástico
Productos minerales no metálicos
0.00
6.00
1.15
0.17
7.31
Industrias metálicas básicas
0.07
0.02
0.59
0.71
1.39
Productos metálicos, maquinaria y equipo
0.00
0.00
36.13
2.86
38.99
Otras industrias manufactureras
0.00
0.53
0.07
0.00
0.60
Total
0.63
21.64
68.61
9.12 100.00
Fuente: cálculos propios con base en información de los Censos Industriales 1994, 1999 y 2004 del INEGI.
6.23
0.05
14.66
0.09
48.01
Eficiencia
4.37
3.49
0.85
7.49
10.59
0.42
6.58
0.02
0.60
22.92
10.61
0.04
0.57
38.49
45.15
Avance tecnológico
5.90
4.59
7.34
2.31
0.88
0.00
0.57
7.42
0.40
16.35
4.21
3.31
0.03
0.50
8.05
0.75
0.00
16.45
0.52
34.24
1.73
0.00
0.00
0.50
14.64
8.23
0.00
0.03
0.82
3.32
4.20
0.16
11.33
0.13
34.11
2.03
0.05
0.00
5.37
10.84
0.87
0.59
1.42
0.13
19.30
0.00
0.00
0.00
0.00
17.53
11.98
0.00
0.11
5.44
0.00
0.02
1.65
18.24
0.68
33.03
2.49
4.55
0.00
0.00
5.40
0.22
0.00
7.62
0.00
15.95
5.67
2.58
30.11
1.56
100.00
20.22
4.60
0.14
10.81
24.30
5.67
2.58
30.11
1.56
100.00
20.22
4.60
0.14
10.81
24.30
5.67
2.58
30.11
1.56
100.00
Intervalo del índice de cambio 1999-2004
0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más
Total
0.11
10.68
3.66
5.77
20.22
0.05
1.63
1.04
1.88
4.60
0.00
0.04
0.11
0.00
0.14
0.00
9.06
1.75
0.00
10.81
2.31
11.79
9.74
0.46
24.30
0.05
0.00
0.13
0.00
14.79
0.02
0.07
4.08
0.00
5.76
0.00
1.18
0.00
0.00
0.40
0.00
0.07
2.88
0.00
4.04
Intervalo del índice de cambio 1994-1999
0 a 0.5 0.51 a 0.99 1 a 1.49 1.5 y más
Total
0.05
5.75
3.14
2.12
11.06
0.67
4.74
5.72
0.06
11.19
0.02
0.73
0.13
0.00
0.88
0.00
0.50
6.95
0.54
7.99
0.34
4.80
11.05
4.39
20.59
7.31
1.39
38.99
0.60
100.00
Alimentos, bebidas y tabaco
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
Madera y productos de la madera
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón,
hule y plástico
Productos minerales no metálicos
Industrias metálicas básicas
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Otras industrias manufactureras
Total
Alimentos, bebidas y tabaco
Textiles, prendas de vestir e industrias del cuero
Madera y productos de madera
Papel, productos de papel, imprentas y editoriales
Sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón,
hule y plástico
Productos minerales no metálicos
Industrias metálicas básicas
Productos metálicos, maquinaria y equipo
Otras industrias manufactureras
Total
Subsector manufacturero
Cuadro 4. Participación porcentual de las observaciones en la compra de maquinaria y equipo por subsector manufacturero e
intervalo de desempeño (participaciones respecto del total de las observaciones de la muestra)
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
Recapitulando, el análisis de los resultados de frontera no paramétrica indican que en el Estado de México, entre 1994 y 1999,
gran parte de la planta productiva manufacturera reaccionó favorablemente ante las nuevas condiciones impuestas por el proceso de
apertura comercial. En general, las empresas mexiquenses internalizaron el nuevo escenario y se adaptaron con gran velocidad a
la última fase del proceso de apertura comercial enmarcado por
la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN). Este periodo corresponde a uno de apertura avanzada
de la economía mexicana (López-Acevedo, 2002). No obstante,
una reducción del crecimiento económico en Estados Unidos que
se conjuntó con actos terroristas ocurridos en 2001, determinaron
efectos negativos importantes sobre el ciclo económico internacional que, a su vez, repercutieron sobre la industria manufacturera
del Estado de México. Entre 2001 y 2003 las manufacturas mexiquenses experimentaron una fase de estancamiento caracterizada
por una disminución de la producción y por reducciones en las
inversiones en activos fijos.
Durante la primera fase las actividades industriales tendieron hacia
la mejora productiva por la vía del cambio en innovación y no tanto con base en cambio en eficiencia. Los subsectores que encabezan el mejor desempeño fueron: productos metálicos, maquinaria
y equipo; sustancias químicas, derivados de petróleo y carbón, hule y
plástico, principalmente, seguidos por las industrias de alimentos
y textiles. Las industrias metalmecánica y química estuvieron fuertemente orientadas hacia la innovación y concentraron el mayor
número de actividades manufactureras con buena capacidad de
absorción de conocimiento y tecnología, esto es congruente con
lo encontrado en Rózga (1996); por el contrario, el subsector de
madera y productos de la madera estuvo notoriamente encauzado hacia el cambio en eficiencia. Por otra parte, la fase de crisis
manufacturera observó una clara orientación hacia la mejora en
eficiencia y una fuerte caída en las inversiones fijas que alientan
la innovación a través de la ampliación de la escala productiva y
mediante la adopción de nueva tecnología.
4.2. Resultados econométricos
Hasta aquí se ha analizado su desempeño en términos del enfoque
de frontera no paramétrico a través de la aplicación de índices de
129
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Malmquist; sin embargo, resulta conveniente evaluarlo también
bajo la óptica de estimaciones econométricas de funciones de producción Cobb-Douglas. La razón que justifica el uso de este segundo enfoque obedece a que permite robustecer y complementar los
resultados empíricos de la aplicación de los índices descritos.
Al aplicar mínimos cuadrados ordinarios y al utilizar datos de los
Censos Industriales fue posible la realización de un análisis econométrico general de corte transversal para cada uno de los años
1994, 1999 y 2004. Las variables utilizadas en la estimación de
cada función de producción fueron: la producción bruta total (Y),
personal ocupado (L) y activos fijos netos (K) expresadas como logaritmos naturales con el fin de que los coeficientes estimados reflejaran elasticidades con respecto a cada variable. De esta manera fue
posible identificar los cambios en la participación de los factores de
producción utilizados. Las relaciones económicas que se estimaron
pueden ser descritas por la siguiente ecuación:
El modelo se llevó a cabo a partir de las 264 clases de actividad
manufacturera que se consideraron para calcular los índices de
Malmquist en el Estado de México. Los resultados principales se
muestran en el cuadro 5. El poder explicativo de las variables es
aceptable, los coeficientes de correlación tienen los signos esperados y son significativos al 99%, los números entre paréntesis son
errores estándar.
En la ecuación correspondiente a 1994, se observó que un incremento de 1% en el factor trabajo hacía crecer el producto en 0.75
por ciento. Esto sugiere que, al inicio del periodo, la estructura de
la producción manufacturera mexiquense todavía era notablemente intensiva en mano de obra y no tanto en capital físico. Esto indica que la industria en el Estado de México, al inicio del periodo,
había reaccionado con lentitud frente a las primeras etapas del proceso de apertura o bien se encontraba fuertemente orientada, en su
mayoría, hacia los mercados de consumo locales y domésticos. Por
su parte, en ese mismo año, el incremento de una unidad porcentual del capital fijo contribuía únicamente con cerca de 0.37% del
producto, es decir, la mitad de la contribución del factor trabajo.
130
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
Al agregar los coeficientes estimados de los factores trabajo y capital se observa que para 1994, existían rendimientos crecientes a
escala en la función de producción de las manufacturas mexiquenses consideradas a nivel global. Los coeficientes de correlación R2
y su equivalente ajustado son aceptables. Los resultados permiten
inferir que al inicio del periodo existía una mayor ineficiencia en
el uso de los factores en comparación con el observado en el segundo periodo.
Cuadro 5. Industria manufacturera del Estado de México.
Funciones de Producción Cobb-Douglas
Parámetro
1994
Coeficiente
1999
Coeficiente
2004
Coeficiente
Constante
2.5658857**
(0.3621055)
2.427516**
(0.5714174)
0.1193417
(0.1884122)
Trabajo
0.7577445**
(0.0646553)
0.2462785**
(0.0448836)
0.4748391**
(0.0522275)
Capital
0.3687108**
(0.0470359)
0.7259181**
(0.031874)
0.6180342**
(0.0376041)
R-squared
0.8565
0.8997
0.9131
Adjusted R-spuared
0.8554
0.8989
0.9125
F-statistic
779.13
1170.61
1361.49
Prob(F-statistic)
0.0000
0.0000
0.0000
264
263
No. Obs.
264
Los números entre paréntesis son errores estándar.
**Los coeficientes son significativos a 1 por ciento.
Para el segundo corte transversal se aprecia un cambio importante
en el uso de los factores productivos, la importancia relativa del
factor trabajo disminuyó de un periodo al otro mientras que la
del capital aumentó. Un incremento de 1% en el factor trabajo
sólo permitió incrementar el producto en 0.24%, es decir, una
cuarta parte, mientras que el capital tuvo una mayor contribución
(de 0.73%) sobre el producto.
Estos resultados son congruentes con el argumento de que hubo
una tendencia por parte de las empresas manufactureras hacia la
mejora en la productividad a lo largo de este periodo que llevaron a
una reversión en la intensidad en el uso de los factores productivos.
Este fenómeno pudo haber ocurrido ya sea mediante una mayor
eficiencia (o reducción de la ineficiencia entendida como dispendio
131
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
de recursos) y que seguramente implicó el ajuste de las plantillas
de trabajadores y la incorporación de mejoras organizacionales, o
bien, pudo explicarse mediante la adopción de nueva tecnología
por parte de los agentes económicos, es decir, su mayor disposición
hacia la innovación para fortalecer su permanencia en los mercados
locales y domésticos. Cabe destacar que para el segundo periodo,
la suma de los parámetros estimados expresa que la función de
producción tuvo rendimientos ligeramente decrecientes a escala, lo
que también contrasta con lo observado al inicio del periodo.
El tercer corte, correspondiente a 2004, muestra un nuevo cambio
en la intensidad en el uso de los factores de producción. El factor
trabajo mejora su importancia relativa en relación a 1999 y el capital la reduce ligeramente. En el año 2004 un aumento de 1% en los
factores trabajo y capital hacía crecer la producción manufacturera
en 0.47% y 0.62%, respectivamente. Al sumar ambos coeficientes
se obtienen rendimientos constantes a escala.
Resumiendo, los resultados de los modelos econométricos confirman que al inicio del periodo existía un mayor nivel de ineficiencia
en comparación con la observada al final del periodo. Asimismo,
se observa un cambio importante en cuanto al peso relativo de
los factores productivos. En 1994 la producción era relativamente
más intensiva en factor trabajo, mientras que en 1999 y 2004 el
factor trabajo pierde relevancia y, el capital se ubica como el factor
preponderante. Esto confirma que la mejora productiva se debió
en parte a la adopción de nueva tecnología, así como a cambios
organizacionales destinados hacia la eficiencia.
Conclusiones
Este trabajo analizó el cambio experimentado en los índices de productividad total de factores, eficiencia y avance tecnológico en los
subsectores y clases industriales del Estado de México durante el
periodo 1994-2004. El espacio abarcado en el estudio se subdividió
en dos subperiodos comprendidos entre 1994-1999 y 1999-2004;
el primero corresponde a una fase de crecimiento económico; el
segundo fue una etapa de estancamiento y crisis en el sector manufacturero. En el estudio se aplicó la metodología de frontera no paramétrica, a partir de cuyas estimaciones se concluyó lo siguiente:
132
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
En primer lugar, el subperiodo entre 1994 y 1999 fue de auge manufacturero en México y, por ende, en la entidad mexiquense. En general, durante esta fase se encontró que proporciones significativas
de clases industriales mostraron buenos índices de cambio en la
productividad total de factores y sus componentes. Las industrias
con desempeño favorable tuvieron una mayor participación en la
producción bruta total del final del subperiodo. Este episodio estuvo caracterizado por la mayor orientación observada por parte
de las distintas actividades industriales hacia el cambio tecnológico y
en menor medida hacia el cambio en eficiencia. Cabe hacer notar
que el cambio tecnológico constituye una estrategia competitiva
a largo plazo para las empresas e industrias. Las actividades con
cambio tecnológico positivo tuvieron mayor peso en el producto bruto del final del subperiodo en comparación con lo ocurrido durante el segundo. En esta etapa de auge manufacturero las
actividades con avance en cualquiera de los índices considerados
tuvieron mayor relevancia en los rubros de formación bruta de capital fijo y de compra de maquinaria y equipo para la producción,
de hecho, el florecimiento del sector manufacturero mexicano se
manifestó bajo la forma de mayores inversiones y expansiones de
la escala productiva.
Por otra parte, el subperiodo demarcado por los años 1999 y 2004
fue de estancamiento y crisis en el sector manufacturero. Esta fase
se distinguió por la ralentización del ciclo económico mundial, que
afectó el desempeño de la industria manufacturera en México y, en
consecuencia, tuvo un impacto en las manufacturas del Estado de
México. Durante este periodo se observó una menor proporción
de industrias con indicadores de desempeño favorable, además, su
peso relativo en la producción bruta total del final del subperiodo
disminuyó. Es relevante subrayar que, una mayor proporción de
industrias se concentró en el cambio en eficiencia como estrategia
de posicionamiento y permanencia en el mercado considerando
el adverso entorno productivo que se presentó especialmente entre 2001 y 2003. Curiosamente en la etapa de crisis en el sector
manufacturero fue más probable encontrar industrias perdedoras
orientadas hacia el cambio tecnológico en comparación con la fase
de auge de las manufacturas en el caso del Estado de México. Otro
descubrimiento para el segundo subperiodo fue que las industrias
altamente exitosas en cuanto a cambio tecnológico aumentaron su
participación en la producción bruta del final del periodo, pero las
133
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
que observaron desempeño moderado en el mismo indicador redujeron su contribución en la producción del subperiodo de auge al
de recesión y crisis de las manufacturas. Las industrias con buenos
índices de eficiencia tuvieron una mayor contribución en el producto bruto en comparación con lo registrado durante el episodio de
auge en el sector. La fase recesiva estuvo acompañada por la caída
de las inversiones para la adquisición de activos fijos incluyendo
maquinaria y equipo.
Los subsectores manufactureros más relevantes fueron los de productos metálicos, maquinaria y equipo y de sustancias químicas, derivados del petróleo y carbón, hule y plástico, seguidos por los de
alimentos y textiles. Las industrias metalmecánica y química expresaron claramente su mayor dinamismo tendiente hacia la innovación
y concentraron el mayor número de actividades manufactureras
con capacidad de absorción de conocimiento y tecnología. Estos
hallazgos son congruentes a los encontrados en Rózga (1996). Por
el contrario, el subsector de madera y productos de la madera estuvo notoriamente orientado hacia el cambio en eficiencia y hacia la
producción doméstica.
Lo anterior apunta a que un buen desempeño estuvo asociado a
una mayor importancia en términos de producción e inversiones
fijas. Detrás de los cambios ocurridos entre los dos subperiodos
de análisis subyace la capacidad por parte de los agentes económicos de la industria manufacturera para ajustarse, por una parte, al
proceso de apertura comercial avanzado y, luego, a las incidencias
de los ciclos económicos. Al entrar en vigor el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte, las empresas internalizaron los
cambios que requerían ante un escenario de mayor competencia
y ajustaron sus procesos organizacionales y de producción. En la
fase de florecimiento, las empresas adquirieron y adoptaron nueva
tecnología, ampliaron sus escalas productivas y realizaron actividades de investigación y desarrollo de nuevos productos. Posteriormente, cuando la demanda de manufacturas declinó, las empresas
asumieron el choque, redujeron sus escalas de producción, ajustaron
sus plantillas de trabajadores y, para sobrevivir, aumentaron la
productividad por la vía del cambio en eficiencia. Otro resultado
relevante indica que las actividades con decaimiento moderado y
las de avance moderado en cualquiera de los índices de cambio
de Malmquist tuvieron más incentivos a modernizar sus equipos
134
Evaluación del Cambio en la Productividad Manufacturera en el Estado de México:
1994-2004. Una Aplicación del Enfoque de Frontera no Paramétrico
productivos y a incrementar sus acervos de capital fijo para reposicionarse en los mercados.
Por otro lado, los resultados de los modelos econométricos estimados confirman que al inicio del periodo existía una estructura
productiva manufacturera fuertemente intensiva en mano de obra
y no tanto en capital físico. En cambio, al final del periodo, la
industria mexiquense muestra una reversión en la intensidad en
el uso de los insumos productivos, especialmente hacia el final del
periodo, la estructura productiva se encontraba claramente soportada en un uso más intensivo del capital físico en comparación con
el factor trabajo.
Este cambio estructural se debió en parte a la adopción de nueva
tecnología, así como a cambios organizacionales tendientes hacia la
eficiencia. Adicionalmente, se aprecia un cambio en los rendimientos a escala entre un periodo y otro.
Los resultados presentados contribuyen a mostrar evidencia sobre
el desempeño de subsectores y clases industriales en el Estado de
México en un periodo relativamente reciente, muy específico de la
evolución de la industria manufacturera mexiquense.
La agenda de investigación en la lista de temas por analizar en futuros trabajos incluye, primero, la realización de trabajos similares
extendiendo el periodo de estudio, el número de variables y las
regiones de la entidad con el fin de observar cambios en el desempeño intertemporal y geográfico; por ejemplo, valdría la pena
aislar el peso del capital humano para esclarecer su efecto productivo en las manufacturas mexiquenses, en el mismo sentido sería
conveniente medir el efecto de algunas condicionantes geográficas que posiblemente estén contribuyendo con la explicación del
cambio productivo. Otra línea consiste en cruzar los resultados de
crecimiento durante este periodo en las manufacturas del Estado
de México con variables sobre el comercio internacional de la entidad y las de flujos de inversión extranjera directa. Por otro lado, se
observa la necesidad de realizar estudios sobre subsectores, ramas
o clases industriales específicas descendiendo al nivel de industrias
para profundizar aspectos bajo un contexto microeconómico.
135
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
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142
Situación tecnológica y transferencia del
modelo flexible en la industria automotriz
mexicana. Una alternativa metodológica
Rodolfo García Galván
Universidad Autónoma del Estado de México
Introducción
U
no de los grandes problemas que enfrenta la industria
mexicana, sin considerar a las empresas de origen extranjero y las pocas grandes de capital nacional que se han
consolidado, es el tremendo rezago tecnológico convertido en un
obstáculo de grandes dimensiones para alcanzar la competitividad
tan necesitada para tener éxito en los mercados nacional e internacional cada vez más exigentes. En este sentido, las pequeñas y
medianas empresas de capital local o nacional se encuentran en la
disyuntiva de invertir más recursos en investigación y desarrollo o
de asumir un alto riesgo de salir del mercado una vez que enfrentan a sus pares de otros países que están ya inmersas en la carrera
tecnológica.
Como parte de los desafíos que libran las empresas automotrices
para mantenerse y crecer en el mercado, está la disyuntiva de seguir
produciendo con formas tradicionales o paradigmas que poco a
poco están siendo abandonados o aplicar los principios de la flexibilidad productiva como una estrategia para ser más afines a sus
pares ensambladoras.
Por lo anterior, se establece como objetivo de este capítulo evaluar
la adaptación y la aplicación de los principios del modelo productivo flexible y su relación con la situación tecnológica de las distintas
empresas inmersas en el contexto de la industria automotriz en
Toluca-Lerma. Asimismo, se establece como hipótesis de trabajo
143
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
que el estado de la tecnología en las empresas automotrices de la
zona es muy diverso, pero especialmente las pequeñas y medianas
empresas de origen local o nacional enfrentan grandes rezagos al
respecto y la flexibilidad productiva es aplicada de manera parcial
principalmente por las grandes empresas de origen extranjero.
Los fenómenos señalados son abordados a través de una metodología que resulta de la combinación entre los argumentos teóricos
de los modelos productivos y las herramientas propuestas por el
enfoque de redes socio-técnicas adaptado en este trabajo como red
tecno-industrial en la que participan actores productivos heterogéneos y que se compone de tres dimensiones básicas: la simbólica, la
material y la socio-productiva.
El documento se encuentra dividido en tres apartados. En primer
lugar, se hace una introducción de los modelos productivos, delimitando los grandes paradigmas que han existido en la industria
automotriz mexicana. La segunda parte aborda los principales soportes teóricos y metodológicos del enfoque de redes, así como su ensamble con los principios de los modelos productivos. Finalmente,
se presenta el estudio empírico de las empresas automotrices establecidas en la zona industrial de Toluca-Lerma.
1. Esbozo del modelo productivo
Para enmarcar y entender de mejor manera la flexibilidad productiva, que es de las principales categorías de análisis en este trabajo, se comienza por la definición general del modelo productivo
desde una perspectiva interdisciplinaria que hace convergir a la
economía y a la sociología industrial. De este modo, se entiende
como modelo productivo o de industrialización “la combinación
de una base socio-técnica, con determinada inserción en los mercados de productos, de insumos, de la fuerza de trabajo1 y del
dinero, así como determinadas relaciones en términos de políticas
de fomento entre la industria y el Estado” (De la Garza, 1998). En
efecto, cada modelo tiene un tipo de tecnología aplicada, una relación capital-trabajo, y también una relación de los trabajadores,
el capital y el Estado.
Se trata de un concepto que no encaja en las dualidades convencionales de la micro y la macroeconomía, que recurriendo a las
144
Aunque en el pensamiento
económico clásico no se reconoce al trabajo como una
mercancía igual a las otras y,
por lo tanto, sí se puede considerar al mercado de trabajo,
éste funciona con características muy específicas y diferentes, entre las que se considera
el salario como una variable
distributiva y no como un
precio. Recientemente, han
aparecido trabajos teóricos
muy importantes que cuestionan seriamente la existencia del mercado de trabajo. El
libro Macroeconomía para el
Desarrollo, Teoría de la Inexistencia del Mercado de Trabajo,
de Fernando Antonio Noriega (2001) es un claro ejemplo
en ese sentido.
1
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
formas institucionales se define como la complementariedad y la
coherencia entre los principios de gestión, la organización interna
de la firma, sus relaciones con la competencia, su articulación con
las empresas subcontratistas, la relación salarial, y el sistema educativo, sin olvidar la regulación macroeconómica teniendo en cuenta
la historia, las tradiciones socio-culturales, las funciones del Estado
(Boyer y Durand, 1994, en Neffa, 2003); por lo tanto, se considera
como un output que resulta de la combinación entre los aspectos
económicos y sociales.
Por otro lado, el modelo productivo también se puede analizar
desde la perspectiva de la economía institucional, ya que no dice
nada acerca de la teoría de la competencia; además, se concibe la
racionalidad de las decisiones gubernamentales aplicándoles el instrumental de la microeconomía. Así, los agentes miembros del
Estado-gobierno que participan en el modelo tenderán a maximizar distintas formas de utilidad como las reportadas por el poder,
los consumos colectivos y los bienes en especie, entre otros (Jeannot,
1999: 69). Sin embargo, el modelo productivo no sólo diluye las
fronteras entre lo micro y lo macro, también podría ubicarse en la
frontera de la sociología y la economía.
De hecho, en cada país, se construyen nuevos modelos totalmente
originales o se procede a la hibridación con paradigmas exitosos
inherentes a los modos de gestión de las empresas transnacionales
(Boyer y Durand, 1994, en Neffa, 2003). Al menos en México,
desde mediados de los ochenta se ha consolidado un modelo que
contrasta con el de sustitución de importaciones vigente hasta ese
momento, las características del nuevo modelo se resumen en el
siguiente cuadro.
145
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Cuadro 1. Características generales supuestas del modelo de
crecimiento hacia fuera en el ámbito automotriz
Variable
Tecnología
Características
Transferencia de maquinaria y equipo moderno, y
de punta en algunos casos; competitiva internacionalmente; compuesta por sistemas automatizados,
control numérico computarizado, robots, prensas
automáticas y moldeo automático.
Organización de la
Administración interfuncional, producción adelproducción y relaciones gazada y participativa; pocos niveles jerárquicos y
laborales
flexibles; nuevos acuerdos en la fijación salarial
y nuevas modalidades ante la indiscriminada apertura comercial; sindicalismo instrumental y unilineal con poco peso del trabajo en las negociaciones salariales y en las prestaciones.
Características de la
Extracción urbana de nuevas zonas industriales
fuerza de trabajo
con mayor nivel de escolaridad y sin experiencia
previa de trabajo industrial. Se da un gigantesco
crecimiento de la participación femenina sobre
todo en las actividades referidas a la industria
maquiladora.
Fuente: elaboración propia con base en Arnulfo Arteaga (1992: 29-30).
Debe reconocerse que el éxito en la implantación de un modelo
no puede darse por decreto; por lo tanto, para que tengan éxito los
modelos productivos alternativos, deben cumplirse las siguientes
condiciones:
i.
El esfuerzo público y privado en educación, en
investigación y desarrollo, y de modernización de las
infraestructuras económicas y sociales, para asegurar el
buen funcionamiento y la expansión de los mercados;
ii.
La coordinación y el complemento de esfuerzos entre
el sector público, las instancias regionales, locales y
empresarias para la educación y formación permanente
de todos los asalariados y personal de dirección, la
reconversión profesional y el aprendizaje para operar
con las nuevas tecnologías (Neffa, 2003).
La trayectoria histórica de los modelos productivos ha evolucionado
de manera paulatina desde la organización tradicional (familiarartesanal) hasta las novedosas formas de producción flexible que
146
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
comenzaron su aplicación en los países altamente desarrollados y
que ahora se han extendido en todo el mundo.
1.1. De la organización tradicional al taylorismo
La organización tradicional de la producción (tipo artesanal) no
puede considerarse como un modelo productivo porque existe
división del trabajo, pero las funciones de los puestos son flexibles y
están poco familiarizadas; no hay separación estricta entre producción y mantenimiento; se carece de un control de calidad; son escasos los niveles de autoridad; prevalece cierta ambigüedad entre los
niveles de la jerarquía, y el estilo de mando es arbitrario con rasgos
de despotismo o paternalismo en el vértice. Además, la supervisión
no obedece a reglas precisas, no hay trabajo estándar, los canales de
la comunicación interna son directos. También se otorga una gran
importancia a las relaciones personales en el trabajo2 (De la Garza
et al., 1998: 78). Para el caso mexicano se trata esencialmente de
la producción artesanal en la que los procesos se heredan entre los
miembros de la familia.
El primer modelo productivo con bases científicas que sustituye a
la organización tradicional es el taylorismo, para el que la fuente de
riqueza la constituye el trabajo. En esta perspectiva, sólo un aumento
de la productividad del trabajo puede favorecer el desarrollo de la
acumulación del capital. Así, todo dispositivo que permita economizar trabajo acabará imponiéndose (Coriat, 1992: 33-35).
En este modelo se hace énfasis en una economía de movimientos y tiempos de trabajo, en la reducción de los costos unitarios
de producción y en la simplificación e intensificación del trabajo;
esto con la finalidad de incorporar mano de obra poco calificada
(Neffa, 2003).
El autor hace referencia a
esta forma (artesanal) porque todavía puede considerarse como el prototipo de
muchas empresas (talleres)
de tipo familiar-artesanal, en
donde la administración con
bases científicas está ausente.
2
Según Benjamín Coriat (1992: 53), en la concepción taylorista
el salario es un instrumento patronal de estímulo al trabajo y los
trabajadores se especializan en una actividad concreta (Martínez y
Montesinos, 2000), las tareas se separan entre concepción y ejecución, hay un sistema de control y supervisión que no cumple
tareas directamente productivas, y la remuneración se lleva a cabo
según el rendimiento, tomando como base de cálculo al trabajador
promedio (Neffa, 2003).
147
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Finalmente, la perspectiva taylorista comenzó a ser desplazada por
el paradigma fordista que implicó la mecanización de los principios anteriores. De esta forma, el cambio tecnológico (de modelo
productivo) se debió a la estrechez del paradigma taylorista para
asegurar e incrementar la productividad y en efecto las tasas de
ganancia para las empresas.
1.2. Fordismo
Este modelo en algunos casos profundizó los principios tayloristas, acompañándolos de una mecanización extensiva del proceso
productivo y de una especialización mayor del trabajo que en el
largo plazo tuvo como resultado la rutina, el desánimo, la fatiga,
el estrés, etcétera. Su principio fundamental de trabajo era hacer
un taller o una sección de taller por pieza, las máquinas estaban
agrupadas por operaciones y entre cada máquina hay instalados
transportadores. Henry Ford aseguró la subdivisión del propio
trabajo de ejecución y la parcelación; pues, de la máquina universal se pasó a la máquina especializada.
El fordismo también se caracterizaba por la dominación de grandes
empresas organizadas jerárquicamente y la producción masiva de
productos homogéneos, utilizando máquinas-herramientas de propósitos únicos. Aquí la educación pública masiva proporcionaba a
las empresas trabajadores que sabían leer y escribir, y que habían
sido disciplinados para el trabajo (Hollingsworth, 1998, en Neffa,
2003). Esta estrategia del capital es lo que hizo al trabajador un
apéndice de la máquina (Martínez et al., 2000). Este modelo conlleva un elevado grado de mecanización, pero estructurado en un
comienzo sobre la base de máquinas y herramientas de propósitos
únicos a partir de las cuales se estructuró la línea de montaje.
Según Julio César Neffa (2003), el fordismo generó las condiciones para que después de la gran crisis de los años treinta se gestara y consolidara una nueva modalidad de Estado, que asumía de
manera activa varias funciones: productor de los bienes e insumos
que necesitaban las firmas ante las fallas del mercado, prestador de
servicios públicos con tarifas subsidiadas, constructor de la infraestructura económica y social, promotor de la demanda y finalmente
148
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
adoptando la forma de Estado Providencia, cumpliendo un papel
decisivo en cuanto a la reproducción de la fuerza de trabajo, la codificación de la relación salarial y la protección social. Precisamente,
el auge del fordismo fue paralelo a las políticas económicas keynesianas vinculadas con el dirigismo en la economía que poco a poco
fue reemplazado por el paradigma neoclásico y posteriormente por
un enfoque más de centro como la tercera vía (Jeannot, 2000).
La aplicación de esta forma productiva dio como resultado un trabajo simple, repetitivo, desprovisto de interés y poco creativo, que
acompañaba un deterioro de las condiciones y medio ambiente
de trabajo, cuyos indicadores son los accidentes, las enfermedades
profesionales, la excesiva fatiga y, de manera más general, la intensificación del trabajo (Coriat, 1992 y Neffa, 2003).
En el modelo fordista, como principio productivo, también se partía de que el trabajador, que detenta una mayor regulación de su
actividad, era más ineficiente, más conflictivo e incapaz de poner
sus conocimientos al servicio de la organización empresarial. El
supuesto central era “descalificar” al trabajador y al trabajo mismo
(Carrillo, 1993: 92).
Vale la pena recalcar que las megaestructuras empresariales (impulsadas por el fordismo) fueron perdiendo competitividad porque en
el largo plazo se burocratizaron y los representantes de los accionistas (directivos, gerentes y supervisores) constituyeron un grupo de
rentistas empresariales sin iniciativa, por lo que no existió la destrucción creadora a la Schumpeter como señala Fernando Jeannot
(2004).
De acuerdo con Frederico
Rocha (1997), en general
las empresas japonesas son
más pequeñas en escala que
las occidentales (europeas y
estadounidenses) y su producción tiende a ser delgada
(existe mucha subcontratación del proceso productivo),
y eso permite que las estrategias corporativas y la formación de consorcios sean más
comunes en Japón.
3
En la etapa crítica del modelo productivo fordista, cuando la productividad se estancó o disminuyó y las grandes empresas automotrices occidentales (esencialmente estadounidenses y alemanas)
perdieron competitividad y, por lo tanto, disminuyeron su cuota
de mercado; comenzó a emergir un modelo novedoso que se inspiró
principalmente en los principios productivos de las firmas japonesas, y así, gradualmente se pasa del modelo toyotista a la forma más
general que es la flexibilidad productiva3.
149
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
1.3. Modelo de producción flexible
Algunas de las técnicas post-tayloristas que caracterizan la
flexibilidad productiva y que comienzan a generalizarse, lenta
pero progresivamente, a medida que se va constatando su mayor
eficiencia son: 1) la polivalencia en materia de calificaciones, 2) la
flexibilidad en cuanto al uso del tiempo de trabajo y la movilidad
de los trabajadores, 3) la flexibilidad productiva de los medios de
trabajo para adaptarse rápidamente con el objeto de producir series
cortas de productos heterogéneos, 4) el esfuerzo de investigación y
desarrollo para innovar en cuanto a los procesos y productos, y 5)
las técnicas japonesas de organizar las empresas trabajando “justo a
tiempo” en redes con subcontratistas y proveedores (Neffa, 2003).
En lugar de buscar “economías de escala”, se buscan “economías
de variedad”, mediante cambios en la organización interna de la
producción y del trabajo, así como en las relaciones horizontales
o verticales entre las empresas y sus proveedoras o subcontratistas
(que adoptan formas más cooperativas).
De manera general, las dimensiones de la flexibilidad de la organización del trabajo son de tres tipos: a) la numérica, definida como
la capacidad para cambiar sin restricciones el volumen de la mano
de obra de acuerdo a las necesidades cotidianas de la producción;
b) la de proceso, entendida por la capacidad de las empresas para
usar a los trabajadores donde sean necesarios, cuándo y dónde se
requieran, sin restricciones o negociaciones dilatantes; y c) la salarial,
pensada para ajustar el salario a la productividad individual y según
la jornada de trabajo.
Por otro lado, debe aceptarse que con la flexibilidad se le están reduciendo al trabajador los espacios de negociación laboral, al pasar
del momento de la negociación colectiva hacia la centralización del
control por parte de las empresas. En realidad, el modelo flexible
ha dado lugar a la baja de los salarios y las prestaciones de los trabajadores (Arteaga, 1992: 25-26).
En concordancia a lo anterior, Jorge Carrillo (1993: 91) considera
que existen cinco formas de inseguridad que condicionan el trabajo flexible, éstas son: inseguridad en el mercado laboral, en el
empleo, en el puesto de trabajo, en el lugar de trabajo y en los
150
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
ingresos. Además, el movimiento sindical pierde fuerza, representatividad y prestigio, al disminuir el número de sus afiliados como
consecuencia de la desocupación, de los costos sociales que implica
la afiliación, y del cambio de los valores culturales precedentes
(Neffa, 2003).
Para finalizar el apartado, debe remarcarse que la producción flexible surgió como una alternativa para contrarrestar el estancamiento
de la productividad en las plantas y, también como una respuesta a
la crisis energética de los años setenta.
2. Una postura teórico-metodológica híbrida.
El modelo productivo y el enfoque de
las redes sociotécnicas
De acuerdo con las características del objeto de estudio y para un
análisis sencillo de los aspectos tecnológicos de la industria automotriz se propone el concepto de redes tecno-industriales que están comprendidas en las redes sociotécnicas. Éstas son estructuras
tecnológicas y productivas estables, generadas y compuestas por
prácticas humanas, técnicas y productivas que regulan los nexos
entre diversos actores sociales, naturales y productivos.
Para profundizar sobre estas
dimensiones se sugiere revisar tres trabajos previos, uno
de Antonio Arellano (1996)
y dos de quien escribe (2004)
y (2005). Asimismo, para
entender de mejor manera
la lógica de las características más sobresalientes de las
redes sociotécnicas (conectividad, intensidad, estabilidad,
accesibilidad y flujocidad), se
recomienda al lector revisar el
trabajo de Celia Hernández
(2004).
4
Las prácticas mencionadas son híbridas ya que se encuentran mezcladas de manera inseparable y la red tecno-industrial puede ser
analizada a partir de tres dimensiones, la simbólica, la material y la
socio-productiva. La dimensión simbólica está constituida por los
soportes que documentan la retrospectiva, el funcionamiento actual y la prospectiva que en este caso concierne a la industria automotriz de Toluca-Lerma. Por su parte, la dimensión material tiene
que ver con la infraestructura para llevar a cabo la producción y las
actividades referentes a la innovación4. La dimensión socio-productiva comprende las relaciones sociales que se establecen entre
los actores productivos, la organización productiva de las empresas
y los otros actores. También, comprende el rol que juega cada uno
de los actores en el ámbito de la producción.
Las relaciones cliente-proveedor, la coordinación y la cooperación
tecnológicas, la existencia de una política integral de fomento
151
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
tecnológico, la inversión en desarrollo de nuevos productos y procesos, y la búsqueda de nuevos mercados son aspectos centrales de
una red tecno-industrial.
Para este tipo de redes, grosso modo, identificamos actores heterogéneos tales como empresarios (clientes-proveedores), trabajadores,
gobiernos, investigadores-tecnólogos y usuarios de los objetos técnicos. De la misma manera, estos actores son representantes e intermediarios de instituciones como empresas (pequeñas, medianas
y grandes), sindicatos oficiales e independientes, la administración
del gobierno estatal, regional o municipal, los centros de investigación e innovación tecnológica y la universidad estatal.
En esta hibridación se reconoce a los automóviles como objetos
técnicos (OT) alrededor de los cuales existen otros que le dan
soporte al acabado final de dicho artefacto. En efecto, la industria automotriz está considerada como una rama madura pero en
constante transformación; no es para menos porque la invención
del automóvil revolucionó los aspectos económicos y trastocó a la
cultura misma. A la altura de nuestro tiempo, es impensable un
mundo sin la intervención del automóvil en los fenómenos tecnológicos, sociales y económicos de la humanidad.
Este OT es capaz de poner en escena actores e intermediarios
heterogéneos, desde empresas multinacionales hasta microempresas
productoras de las partes más pequeñas y de menor valor, desde
políticas industriales diseñadas por los grandes corporativos y por
las autoridades federales hasta estrategias municipales encaminadas a promover la inversión en las áreas locales, desde científicos y
tecnólogos de los laboratorios tecnológicos ubicados en el lugar de
origen de las multinacionales hasta los laboratorios de adaptación
de tecnología localizados en las plantas industriales desconcentradas pero no descentralizadas en los países de mediano desarrollo,
desde grandes sindicatos corporativizados e independientes hasta
trabajadores al desamparo de las instituciones reconocidas, y desde universidades y centros de investigación que participan en una
relación de pares con las grandes empresas hasta universidades
tecnológicamente pasivas.
El desenvolvimiento productivo de la industria automotriz determina en cierta forma la trayectoria de una larga lista de otras ramas
152
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
económicas. Así, por su posición en el contexto económico-industrial, en muchos países mantener en buena marcha esta actividad
es una prioridad nacional. De hecho, en México la industria automotriz está considerada como una de las ramas líder en la industria
manufacturera.
La industria del automóvil, por sí misma, tiene la capacidad para
poner en circulación diversos dispositivos encaminados a establecer
o adaptar ciertos principios del proceso productivo industrial,
determinar el rumbo de las relaciones laborales, de la organización
del trabajo, de los mecanismos de ajuste en el mercado de trabajo,
de la cultura laboral necesaria para la instrumentación de los principios y del papel que deben jugar los actores e intermediarios locales.
En este trance, tienen lugar intensas mediaciones y negociaciones
entre la ruptura del viejo paradigma productivo y del nuevo, hasta
que entre los actores haya relegamiento y reposicionamiento.
Los objetivos de este trabajo se circunscriben en analizar el estado
de la tecnología en las diversas empresas automotrices de la zona
industrial Toluca-Lerma y en evaluar la adaptación y la aplicación de los principios del modelo productivo flexible en el contexto
productivo de esta industria. Para esto retomamos la estrategia de
Antonio Arellano (1996: 82) aplicada para analizar la investigación
tecnológica en la Universidad Autónoma del Estado de México, la
cual consiste en el estudio, la calificación y la medida en que los
objetivos y metas enunciados de un programa se cumplen y las
razones que se pueden argüir para explicar el grado de su cumplimiento o incumplimiento.
Los principios flexibles han sido objeto de una hibridación en la
que se han mezclado desarrollos o aportaciones endógenas con
innovaciones foráneas; ambas tienen un margen de maniobra según
el espacio que puedan explorar. No obstante, esa hibridación deviene de la transferencia tecnológica que, según Antonio Arellano
(1999: 53), es la etapa de construcción de los OT durante la cual
un proyecto técnico es adaptado y adoptado por vastos sectores de
usuarios o bien se mantiene como pretensión de validez. La transferencia de tecnología es la fase en la cual, siguiendo el enfoque de
controversias y negociaciones, (los sectores involucrados) negocian
los contenidos técnicos y ciertas formas de uso de los OT con los
usuarios, éstos son actores activos del continuum de la innovación.
153
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
En este trabajo, la tecnología no sólo se entiende como la puesta a
punto y operación de OT tangibles, sino como la innovación en la
organización del trabajo, en las relaciones laborales y en los procesos productivos.
Los principios del modelo flexible sobre los que se aborda su adopción y adaptación son polivalencia en materia de calificaciones,
flexibilidad en cuanto al uso del tiempo de trabajo y la movilidad
de los trabajadores, flexibilidad productiva (con base en la demanda), esfuerzo en investigación y desarrollo para innovar procesos
y productos; implantación de técnicas japonesas (justo a tiempo,
subcontratación y relaciones de proveeduría), y rotación de puestos.
Por otro lado, para dejar en claro el proceso de transferencia de la
flexibilidad productiva y laboral, la trayectoria histórica de la industria automotriz en la zona industrial de Toluca-Lerma se divide
en tres momentos. El primero comprende de 1960 hasta mediados
de la década de los ochenta; en este periodo el modo de producción
fordista fue el paradigma productivo y la participación gubernamental en la industria fue muy fuerte. El segundo periodo llega hasta
mediados de la década de los noventa cuando las grandes empresas
ensambladoras y productoras de autopartes se reestructuran tecnológica y productivamente; el mercado doméstico pasa a segundo
término dándose mayor importancia a las exportaciones, también
grandes empresas establecidas en el Distrito Federal se relocalizan
en otras entidades del país. El tercer periodo comprende básicamente la vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del
Norte donde se supone que las grandes empresas arrastrarían a las
pequeñas y medianas en la formación de cadenas productivas competitivas, y con alta calidad de insumos y productos finales. Los
dos últimos momentos tienen que ver con la introducción e instrumentación ampliada del modelo flexible.
Dentro de las características de la red tecno-industrial, la durabilidad implícita en la estabilidad es importante porque la
naturaleza de la red tecno-industrial ha cambiado en la trayectoria
histórica que ha seguido la industria automotriz en Toluca-Lerma;
por lo menos desde mediados de 1980 a la fecha. En este sentido,
algunos actores se han replegado y otros se han redefinido conforme
a los principios productivos adoptados y adaptados. Pero, también
dependiendo de la noción de red, ésta tiene una trazabilidad entendida
154
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
como la naturaleza de los flujos, el sentido de las conexiones, la
frecuencia de las interacciones, la continuidad y estandarización de
relaciones entre actores, la flexibilidad y permeabilidad de la red,
así como su vigencia potencial.
Otro de los objetivos de este trabajo es conectar la noción de modelo productivo con la de redes socio-técnicas; así, esta combinación
lleva a pensar en la noción de red tecno-industrial como un concepto que engloba tanto principios del modelo productivo como
de la teoría del actor red. Al respecto, es oportuno mencionar que
el desenvolvimiento industrial no se circunscribe únicamente a la
modelación del proceso productivo y que tampoco la capacidad
analítica derivada de las redes socio-técnicas responde completamente a los requerimientos del análisis socio-productivo.
Otro punto es que la red tecno-industrial automotriz puede entenderse a partir de las estrategias aplicadas por cada actor, éstos entretejen relaciones con la finalidad de obtener algún beneficio
pecuniario, es decir, como señala Matilde Luna (2003), se trata de
una red estratégica. No está demás mencionar que por un lado las
universidades y los centros públicos de investigación están necesitados de allegarse más recursos propios en la encrucijada de modelos
macroeconómicos que minimizan los gastos en la investigación y
la educación superior.
Por su lado, la negociación entre trabajadores y empresarios se
desprende, para los primeros, del interés por alcanzar una mayor
remuneración a partir del incremento de la producción y la productividad; para los segundos por acumular más capital y penetrar en
un mercado más amplio.
Para finalizar este apartado, sólo resta aclarar que la información
estadística y los datos que son el soporte del análisis empírico fueron
obtenidos de los anexos estadísticos del trabajo de investigación que
se concluyó en 2004, éstos a la vez se obtuvieron de la aplicación
de encuestas a varias empresas automotrices de la zona industrial
Toluca-Lerma, de recorridos y conferencias sobre la producción
de algunas de las más grandes empresas, así como de la revisión de
actas sobre las condiciones de trabajo en las plantas automotrices,
levantadas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Delegación Estado de México.
155
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
3. Análisis empírico de la industria
automotriz en Toluca-Lerma
Como se mencionó en el apartado anterior, en la red tecno-industrial, como un concepto que es el result0ado de la combinación de
la teoría de modelos productivos y del enfoque de redes sociotécnicas, también participan actores heterogéneos y entre éstos destacan las empresas. En la zona industrial de Toluca-Lerma predominan las empresas con capital de origen extranjero, por lo tanto,
son sucursales de las matrices que se encuentran en los países de
origen. De la misma manera, más de la mitad de esas empresas
llegaron a la zona desde 1990 a la fecha, es decir, en la etapa de
conversión productiva y tecnológica de la industria automotriz en
México (cuadro 2).
156
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
Cuadro 2. Características principales de las empresas automotrices encuestadas, 2003
Nombre de la empresa
DURALINER de
México S.A. de C.V.
CATOSA (Carrocerías
Toluca)
Robert Bosch S.A. de
C.V.
Precisión Técnica de
Toluca S.A. de C.V.
Euromex Plastic S.A.
de C.V.
Schrader Bellows Parker
S.A. de C.V.
CFI Mexicana, S.A. de
C.V.
Elring Klinger México
S.A. de C.V.
Johnson Controls,
Autoasientos
NOMATT, S.A. de
C.V.
Plastiglas de México,
S.A. de C.V.
Volvo Trucks de
México, S.A. de C.V.
Daimler-Chrysler, S.A.
de C.V.
Nexxindustrias, S.A.
de C.V.
Principales productos
Composición del capital (%)
Local Nacional Extranjero Matriz
Charolas, tarimas y
90
10
contenedores de polietileno
Construcción de carrocerías 100
Alternadores, marchas y
motores de enfriamiento
Troquelados, troqueles y
maquinados
Inyección de plástico, tapas
y cubo videla
Productos hidráulicos,
neumáticos y
electromecánicos.
Desarrollo de productos
educativos (proyectos)
Cabinas para plantas de
energía
Juntas de motor, juntas de
escape y juntas para aceite
Fundas para asientos de
automóviles
Carretillas hidráulicas,
SD
torres
Lámina acrílica, monómero
de métil, metacrilato
regenerado
Partes para suspensiones,
partes para motor y partes
eléctricas
Ensamble del PT Cruiser y
cajas para ensamble
Piel sintética
100
100
SD
X
X
X
1957
1960
1991
100
X
1996
100
X
1999
100
X
1996
100
X
1997
100
X
1980
SD
100
100
Año de establecimiento
Sucursal Ind.
X
2000
Tipo de empresa
X
1997
X
1970
100
X
1986
100
X
1938
X
2001
SD= sin datos.
Fuente: elaboración propia con base en la aplicación de cuestionarios a las empresas automotrices de Toluca-Lerma
durante septiembre-diciembre de 2003.
157
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
De acuerdo con los insumos que producen las distintas empresas,
es evidente que las pequeñas y medianas se encuentran en los inicios de la cadena productiva, de alguna manera produciendo las
partes de menor valor añadido (cuadros 2 y 3). De este modo, la
trayectoria que ha seguido la industria automotriz en Toluca-Lerma
se asemeja más a una tendencia maquiladora. Si bien se tienen elementos para hablar de una red tecno-industrial, ésta se constituye
esencialmente por empresas pequeñas, medianas y grandes, en la
mayoría de los casos procedentes del mismo país de origen, esto es:
si a la zona llega una empresa ensambladora estadounidense, europea
o japonesa, seguramente sus principales proveedores, que pueden
ser pequeñas o medianas empresas, también serán de capital extranjero. Más aún y siguiendo a Jorge Carrillo y Sergio González
(1999), las empresas de origen extranjero que invierten en investigación y desarrollo, lo hacen con fines de adaptación.
158
Cámara Nacional de la
Industria de la Transformación
Ninguna
Ciudad de México. Fabricación de
autopartes
Ciudad de México. Fabricación de
autopartes mecánicas o eléctricas
Parque Industrial
Toluca 2000, Toluca
Parque industrial
Toluca 2000, Toluca
Parque industrial
Toluca 2000, Toluca
Cámara Nacional de la
Industria de la Transformación
Ciudad de México. Manufactura de
bandas y mangueras industriales y
automotrices
Ciudad de México. Fabricación de
autopartes de hule y hule-metal
Parque industrial,
Lerma
Parque industrial,
Lerma
Cámara Nacional de la
Industria de la Transformación
Cámara Nacional de la
Industria de la Transformación
Zona industrial,
Toluca
Zona industrial,
Toluca
Zona industrial Toluca
SD
Zona industrial,
Toluca
Cámara Nacional de la
Industria de la Transformación
Planta de producción y
oficinas administrativas
principales. Matriz
Planta y oficinas principales.
Matriz
Planta principal con oficinas
administrativas y contables
Planta de producción,
oficinas administrativas y
contables. Sucursal
Mixto y único
Planta y oficinas principales.
Matriz
Planta principal y oficinas
administrativas
Mixto y único
Planta y oficinas auxiliares.
Matriz
Planta de producción y
oficinas auxiliares. Sucursal
Planta y oficinas auxiliares.
Sucursal
Tipo de establecimiento
SD = sin datos.
Fuente: elaboración propia con base en información de la Delegación Federal del Trabajo en el Estado de México. Dirección de Inspección. Subdirección de
Inspecciones de Condiciones Generales de Trabajo y Subdirección de Inspecciones de Seguridad e Higiene.
- Revisión de actas interpuestas durante el año 2003. Resumidas en noviembre-diciembre de 2003.
Trelleborg Servicios, S. A. de
C. V. y Trelleborg YSH, S.
A. de C. V.
Consorcio Industrial
Mexicano de Autopartes,
S. A. de C. V.
Servicios Lagomex, S. R. L.
de C. V.
Daimler Chrysler de
México, S. A. de C. V.
Gates Rubber de México,
S. A. de C. V.
Carrocerías Toluca, S. A. de
C. V.
AUMA Lerma, S. A. de
C. V.
UNISIA Mexicana, S. A.
de C. V.
Zona industrial,
Toluca
Parque industrial,
Lerma
Localización
Asociación industrial de
afiliación
Asociación Mexicana de la
Industria Automotriz
Asociación Mexicana de la
Industria Automotriz
Asociación Mexicana de la
Industria Automotriz
Asociación Mexicana de la
Industria Automotriz
Ciudad de México. Ensamble de camiones,
motores y componentes automotrices
Ciudad de México. Fundición de hierro
gris y nodular para la fabricación de partes
automotrices
Ciudad de México. Fabricación de
todo tipo de ejes, partes y refacciones
automotrices
Ciudad de Toluca Construcción de
carrocerías de diversos tipos de vehículos
Ciudad de México. Fabricación y
comercialización de autopartes
Ciudad de México. Fabricación y comercio
de bombas de agua y bombas de aceite
para motores de combustión interna para
uso automotriz
SD. Estampado y ensamble de vehículos
General Motors de México,
S. de R.L. de C.V.
Nissan Mexicana, S. A. de
C. V.
DANA EJES, S.A. de C.V.
Acta constitutiva y actividad real
Empresa
Cuadro 3. Características de algunas empresas automotrices establecidas en la zona industrial Toluca-Lerma, 2003
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
159
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Con el cambio del modelo macroeconómico de crecimiento y desarrollo que representó un giro en las políticas de fomento industrial, prácticamente se inició un largo proceso de destrucción de
las cadenas productivas, ya que en el periodo de sustitución de importaciones, el país tenía productores en todas las fases del armado
de los automotores, aunque en buena medida, las grandes empresas propiedad del Estado mexicano trabajaran con licencias de las
multinacionales. En efecto, en los años sesenta se pensaba que en
el futuro México podría tener automóviles producidos 100% por
empresas privadas nacionales; por ejemplo, una marca González.
Sin embargo, esa posibilidad, aun hoy en día, es muy lejana a pesar
de que algunos países con semejante nivel de desarrollo lo han logrado como Corea del Sur, India y China.
Por lo anterior, se puede considerar que la configuración de la
red tecno-industrial se encuentra sustancialmente soportada por
las empresas de origen extranjero y eso hace que las conexiones
o la conectividad con otros actores potenciales como la universidad estatal y los institutos tecnológicos sea mínima. Además, si
bien la intensidad de las conexiones se mantiene elevada entre
las empresas (proveedores y clientes), con los otros actores es muy
baja o casi nula; eso tiene que ver con los pocos bienes o servicios
que se pueden intercambiar, esto es muy ilustrativo en el caso de
la universidad estatal y las empresas, pues ya comentamos que la
investigación tecnológica en la universidad podría decirse que está
en su fase embrionaria, de acuerdo con los resultados de las investigaciones de Antonio Arellano (1996) y Claudia Ortega (2000).
En consecuencia, los flujos de información tecnológica que se dan
entre centros de investigación, niveles gubernamentales y empresas
son muy bajos, de ahí la validez de la hipótesis de que la conversión
productiva y tecnológica es diseñada y operada en una proporción
muy elevada por las empresas con capital 100% extranjero.
Pero al interior de la propia estructura industrial, la estabilidad de
las conexiones y los flujos no puede asegurarse en el largo plazo por
dos razones fundamentales, a saber: mientras los actores potenciales, principalmente los centros de investigación y los niveles gubernamentales, que unidos deberían constituir un papel complementario, no se interesen de manera objetiva por mantener o mejorar las condiciones generales de la producción en la zona, algunas
empresas de todos los tamaños saldrán y se ubicarán en otra zona
160
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
industrial del país o en otras regiones del mundo, o simplemente
disminuirán la intensidad de su producción; por otro lado, mientras
los pocos proveedores locales y nacionales que aún participan en la
cadena productiva no se esfuercen en destinar mayores recursos para
innovar sus productos y procesos, y que por esta razón no cumplan
con los requisitos establecidos por las empresas del siguiente nivel
para la contratación de proveedores, estas empresas locales o nacionales podrían salir de la cadena productiva en cualquier momento.
Se establece que existe un doble problema de acceso dinámico
al club de proveedores competitivos en la industria automotriz.
Primero, por el cada vez más reducido ciclo de vida del producto,
las empresas subcontratistas deben trabajar a partir de principios
flexibles impuestos generalmente por las grandes empresas, ésta es
una clara condición de accesibilidad a la cadena productiva. En
segundo lugar, las empresas, sobre todo pequeñas y medianas locales,
pueden autolimitarse y establecerse barreras de entrada a la cadena
(problemas de accesibilidad) al no poner atención y darle poca
importancia a la investigación y al desarrollo (el cuadro 4 es muy
ilustrativo al respecto).
Cuadro 4. Proporción del valor de la producción destinada a la investigación y desarrollo de
nuevos productos en las empresas automotrices
Nombre de la empresa
DURALINER de México S.A. de C.V.
CATOSA (Carrocerías Toluca)
Robert Bosh S.A. de C.V.
Precisión Técnica de Toluca S.A. de C.V.
Euromex Plastic S.A. de C.V.
Schrader Bellows Parker, S.A. de C.V.a
CFI Mexicana, S.A. de C.V.
Elring Klinger México,* S.A. de C.V.
Johnson Controls Autoasientos
NOMATT, S.A. de C.V.
Plastiglas de México, S.A de C.V.
Volvo Trucks de México, S.A. de C.V.
Daimler-Chrysler, S.A. de C.V.
Nexxindustrias, S.A. de C.V.
Proporción destinada a
investigación y desarrollo (%)
2001
10
0
SD
0
0
SD
0
0
0
0
0
0
0
20
2002
10
0
SD
0
0
SD
0
0
0
0
0
0
0
20
2003
10
0
SD
0
0
SD
0
0
0
0
0
0
0
SD
2004
10
0
SD
0
0
SD
0
0
0
0
0
0
0
SD
Proporción destinada a la
adquisición de patentes, marcas
y control de calidad (%)
2001 2002 2003
2004
10
10
10
10
0
0
0
0
SD
SD
SD
SD
8
5
7
7
0
0
15
0
SD
SD
SD
SD
0
0
0
0
0.13
0.16
0.16
0.15
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
ND
SD = sin datos, ND = no disponible.
En el caso de la empresa CATOSA se comentó que ni siquiera tenían recursos para cubrir los costos variables.
* La proporción del valor de la producción destinada a la adquisición de patentes, marcas y control de calidad. Esto fue
especificado por la misma empresa.
a = aunque la empresa señala que lleva a cabo importantes gastos en investigación y desarrollo; y en la adquisición de
patentes, marcas y control de calidad no menciona proporciones.
Fuente: elaboración propia con base en la aplicación de encuestas a las empresas durante septiembre-diciembre de 2003.
161
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Dadas estas condiciones, es loable reconocer que los encadenamientos
productivos con pequeñas y medianas empresas no existen como
tales y que los mayores beneficios obtenidos por el establecimiento
de muchas empresas de origen extranjero están dados por el empleo
que generan y base impositiva que sustentan (García, 2004).
Ahora de manera específica preguntémonos ¿qué pasa con las dimensiones de la red tecno-industrial? Veamos:
3.1. Las dimensiones simbólica, material y
socio-productiva
La dimensión simbólica es muy pobre, ya que no existen documentos narrativos de las políticas tecnológicas, entonces la conclusión es: los gobernantes en todos sus niveles carecen de una imagen
objetivo sobre el tipo de actividad industrial que debería desarrollarse; además, en los últimos años este emplazamiento industrial
(Toluca-Lerma) ha estado perdiendo competitividad respecto a
otras regiones del país y no se diga en el mercado internacional,
las causas de ese retroceso tienen que ver con el incremento en
los costos de producción, los precios poco competitivos, el bajo
crecimiento del mercado interno y las inercias estructurales que
siguen presentándose desde hace más de 20 años, características
que Fernando Jeannot (2004) considera desarrollar para alcanzar
mejores niveles de competitividad.
La actividad industrial en la zona ha retrocedido porque algunas
plantas se han desplazado a otros parques industriales y las grandes
ensambladoras han reducido su capacidad instalada o desde mediados
de los noventa trabajan con paros técnicos5 (General Motors Company
y Nissan Mexicana, 2003).
También se observa escisión en la coordinación de políticas empresariales porque las grandes empresas se encuentran afiliadas a
la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz y las pequeñas
o medianas están aparentemente representadas por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra). De hecho, ninguna de las dos tiene algún documento base para recomendar
objetivos y estrategias en el mediano y largo plazo (cuadro 2).
162
5
En una entrevista en 2003
con un directivo de la planta
Nissan Mexicana de Lerma
señaló que la compañía estaba
analizando la posibilidad de
reducir su producción en este
municipio y fortalecerla en sus
plantas de Aguascalientes, el
argumento principal para esa
decisión fue el incremento en
los costos de producción y en
general la pérdida de competitividad de la zona.
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
Por su lado, los sindicatos siguen aplicando los mismos instrumentos
de presión que utilizaban en los años dorados del fordismo, es decir,
no han cambiado de estrategia cuando los problemas se han hecho
más complejos. A decir verdad, estos actores económicos han perdido capacidad de negociación dando lugar a decisiones unilaterales
por parte de las empresas. Los sindicatos no son capaces de defender,
por ejemplo, una redistribución legítima del producto anteponiendo
y demostrando el desempeño dinámico del producto medio.
En cuanto a otros actores como la universidad estatal, éstos no
tienen mayor interacción con las empresas, ya que el desarrollo
tecnológico en la propia institución no ha despegado. En efecto, la
universidad estatal nunca ha estado ante la necesidad de registrar
alguna patente, lo cual constituye una muestra de la poca capacidad tecnológica con la que cuenta. Aunque existen centros de
investigación, están diseminados y su capacidad es muy reducida,
aunado a que pocos tienen que ver de manera directa con las funciones adheridas a la ingeniería (Arellano, 1996 y Ortega, 2000).
Sobre la dimensión material tampoco hay mucho que decir, como
la mayor parte de las plantas sólo son sucursales de multinacionales
o empresas con presencia nacional, ninguna cuenta con laboratorios y tampoco con los recursos humanos necesarios para llevar
a cabo funciones de investigación o de desarrollo tecnológico, por
lo tanto, la innovación está prácticamente ausente. Así, de 14 empresas encuestadas en la zona industrial, sólo dos empresas realizaron
inversiones en investigación y desarrollo de nuevos productos entre 2001 y 2004; aunque la proporción se incrementa cuando se
considera el control de calidad y las licencias de explotación de
patentes (cuadro 3). Los niveles de gobierno (al menos el estatal
y los locales) no cuentan con centros de investigación tecnológica o institutos de apoyo a la competitividad de las empresas. En
consecuencia, las empresas que se encuentran más rezagadas en el
aspecto tecnológico y por lo tanto las peor ubicadas en el entorno
competitivo nacional e internacional son las pequeñas y medianas
de capital nacional o regional.
La mayor parte de los proveedores de las plantas industriales ubicadas en Toluca-Lerma son mayoritariamente extranjeros y en menor
medida los que tienen cierta presencia en el territorio nacional. Por
163
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
su lado, los proveedores locales son muy pocos y los insumos que
abastecen a los clientes son esencialmente de muy bajo valor agregado donde las normas de control de calidad no son tan estrictas
(cuadro 5). Asimismo, de todos los clientes que tienen las empresas
instaladas en esta zona, ninguno es de capital con origen local; esto
confirma el poquísimo valor agregado de los productores locales
que podrían ubicarse en métodos no alejados de la organización
artesanal, y de nueva cuenta los clientes con capital de origen extranjero encabezan la lista y enseguida los nacionales (cuadro 6).
164
30
30
20
100
100
solventes
Acero
Acero
Acero
Inyección de plástico
Inyección Zamack
Rótulos, bandas y retenes
Acero
Acero
Soldadura
Acero
Acero
Tela y vinil
Tela y vinil
Tela y vinil
Aceros
Bujes
Herramientas
Monomero
COMRECLA
Acero y S.
Aceros en B.C.
Doyca, S.A de C.V.
Técnicos de Alta Producción,
S.A. de C.V.
Bandas y Servicios
Integrados, S.A. d0.e C.V.
INTSEL
PLESA ANAHUAC
INFRA
Thyssnn
Ewald
Seaton
Gorden State
Eláter Textil
Aceros Dondisch, S.A.
MS Metales Sinterizados
Ferretería la Castellana, S.A.
Fenoquimia
.
Partes para carrocería
Partes para transmisión
Partes para diferencial
Volvo Trucks, EE.UU.
Fuller
Meritor
10
40
15
25
20
10
50
15
5
100
50
50
50
80
10
X
X
X
X
X
Local
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Nacional
Origen
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Extranjero
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Ac. Corp.
X
X
X
X
SD
SD
X
X
X
X
X
X
X
X
Licitación
Tipo de relación
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
certificados
Flexible
estándares
de calidad
Procesos
Producción
Mismos
proveedores
Requisitos para contratación de
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
SD
SD
X
X
SD
SÍ
X
X
X
X
NO
tecnológica
productiva y
colaboración
Hay
SD = sin datos.
*Otros requisitos para contratación de proveedores es que éstos trabajen con valor agregado mayor, servicio integral al 100% y atención personalizada.
Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo realizado en Toluca-Lerma durante septiembre-diciembre de 2003.
México, S.A. de C.V.
S.A. de C.V.
Volvo Trucks de
Plastiglas de México,
de C.V.
NOMATT, S.A.
Autoasientos
México, S.A. de C.V.
Jonson Controls
Elring Klinger
de C.V.
CFI Mexicana, S.A.
Parker S.A. de C.V.*
Scharader Bellows
Toluca, S.A. de C.V
Precisión Técnica de
100
SD
SD
ferretería
Piezas de torno
Pinturas, barnices y
PADE
DUPONT
(Carrocerías Toluca)
CATOSA
México, S.A. de C.V.
30
70
SD
Color
Polietileno
Parabrisas y materiales de
Polione
Band B
CITSA
Porcentaje
DURALINER de
suministrado
Principal insumo
Proveedores
Cuadro 5. Características de los principales proveedores de las empresas automotrices de Toluca-Lerma, 2003
Empresa
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
165
166
50
40
10
60
30
10
80
bombas
SD
SD
SD
Juntas
Juntas
Juntas
Vestidura
Refacciones
Europeos
Refacciones
Refacciones
Camionera Diesel-
Texcoco
Tractocamiones
Lamina de alto impacto
Grado Marino
Tubelite
Piedmont
Cuautitlán
Camionera de
Carretillas
Montacargas y torres
Grupo CIFRA
Nestlé
G.E.
Siemens
Braden
General Motors
Ford
Volkswagen
Confort Seal
10
15
20
70
60
SD
SD
30
30
27
SD
SD
SD
80
80
90
marchas
Troquelados
Troquelados
Maquinados
Polvora Pons
Tapa
Tapa
FRL´s, válvulas
Cilindros, kits
Perfiles, válvulas,
CRUMEX
CONFORTSEA
CIMA
Uniliver
Missión Hills
Cloros
Cemex
Ford
Volkswagen
30
60
Alternadores
Varillaje, alternadores y
Volkwagen
General Motors
30
30
de ventas
Porcentaje
Cubiertas
Cubiertas
vendido
Principal producto
Ford
Nissan
Clientes
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Origen
Local Nac. Ext.
X
X
X
X
X
X
SD
SD
SD
X
X
X
X
X
X
SD
SD
X
X
X
X
X
X
SD
SD
X
X
Tipo de relación
Matriz Filial Ind.
X
X
X
X
SD
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
SD
SD
X
X
base a la
competitivos
SD
SD
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
demanda
flexible en
Procesos
X
X
X
X
SD
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
SD
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
abastecimiento certificados
Requerimientos del cliente
Producción Seguridad en el
y precios
Alta calidad
Cuadro 6. Características de los principales clientes de las empresas automotrices de Toluca-Lerma, 2003
SD = sin datos.
Fuente: elaboración propia con base en trabajo de campo realizado durante septiembre-diciembre de 2003.
México, S.A. de C.V.
S.A. de C.V.
Volvo Trucks de
C.V.
Plastiglas de México,
Autoasientos
NOMATT, S.A. de
Johnson Controls
México, S.A. de C.V.
Elring Klinger
de C.V.
CFI Mexicana, S.A.
Parker, S.A. de C.V.
Schrader Bellows
de C.V.
Euromex Plastic, S.A.
Toluca, S.A. de C.V.
Precisión Técnica de
de C.V.
México, S.A. de C.V.
Robert Bosch, S.A.
DURALINER de
empresa
Nombre de la
Parte ii. Manufactura e Industria Automotriz
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
Lo antes descrito es muy claro para señalar que en la zona TolucaLerma no existe un empresariado con iniciativa, dado que su visión
y su proyección sigue siendo muy localista, no se destinan recursos
a la innovación de productos y procesos, y los pocos competidores
locales están siendo desplazados rápidamente y sin mayor resistencia por los proveedores multinacionales (González y García, 2003).
Pero la situación de rezago tecnológico viene dada por la falta de
claridad en la definición de una política industrial, las divergencias
entre los actores potenciales (gobernantes, instituciones públicas
de investigación, empresarios, trabajadores-sindicatos y consumidores) y por la búsqueda de las economías de renta. Además, las
instituciones que realizan investigación como la universidad estatal
no tienen claro si la vinculación universidad-empresa es simplemente firmar convenios para la realización de prácticas profesionales
de sus pasantes o interactuar en igualdad de condiciones con las
distintas empresas para generar un círculo virtuoso de innovación
tecnológica-competitividad.
Un punto importante es que los recursos públicos destinados para
la investigación y desarrollo se encuentran diseminados en varios
pequeños centros de investigación que por sí mismos no tienen
capacidad para emprender grandes proyectos que logren aplicar
la ciencia básica (Arellano, 1996). En consecuencia, podría ser
benéfico el establecimiento de un centro tecnológico interinstitucional y multidisciplinario o multifuncional con la participación
de las empresas, las representaciones de los gobiernos y las instituciones universitarias en la zona Toluca-Lerma. Esto no implicaría extender el de por sí abultado aparato público responsable
de las políticas industriales, pues como se mencionó, el instituto
se formaría por la fusión y readecuación de los pobres centros de
investigación actuales.
Sin duda, el desafío para la industria nacional es alejarse de la búsqueda de rentas, ya que, de acuerdo con Fernando Jeannot (1999:
71), en economías rentísticas como las de México y Argentina existe una gran predominancia de los aspectos de poder sobre las políticas objetivas de fomento a la producción.
Por eso es necesario un gobierno que tienda a las políticas de centro (tercera vía), que busque la innovación institucional y que sea
capaz de cooptar los diversos intereses de los grupos rentísticos en
167
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
beneficio del buen desempeño de la economía y que no sea partidario de ubicar sus estrategias y discurso en los extremos convencionales de derecha e izquierda (Jeannot, 2000).
Para desgracia de la sociedad, en nuestros países han fallado tanto
los agentes económicos privados (empresas) como las instituciones
gubernamentales encargadas de promover y activar el desarrollo
industrial, por eso se requiere un cambio institucional progresivo
que financie los proyectos de los empresarios con iniciativa y no de
los que buscan sólo succionar algo del presupuesto público.
Al igual que las dimensiones simbólica y material, la dimensión
socio-productiva no está mayormente desarrollada como se acaba
de describir, por lo que se hacen indispensables mecanismos donde
se busque una eficiencia asignativa mayor de los recursos públicos y
los privados diseminados en los sindicatos empresariales, así como
la promoción de valores que promuevan la innovación en racimos,
algo así como las oleadas innovadoras que introdujo Schumpeter y
que retoma Fernando Jeannot (2004). Pero esto no se logra sin la
consolidación de principios socio-económicos que verdaderamente
incidan en el desarrollo empresarial competitivo, como la colaboración interempresarial, la coordinación interinstitucional, la confianza
de los agentes participantes y la solidaridad con los clientes o proveedores.
Se requiere que las pequeñas y medianas empresas sean arrastradas
por las grandes o multinacionales a través de un big push para que
se genere un círculo virtuoso de innovación tecnológica y competitividad empresarial. Para que estos requerimientos se cumplan, es
necesaria la intervención de un agente organizador capaz de llegar
a consensos y apaciguar los actores involucrados: el Estado mismo,
pero un Estado-gobierno eficiente y no necesariamente extenso.
3.2. La implementación de
la flexibilidad productiva
En general, lo que se observa en los procesos productivos de la
industria automotriz en la zona industrial de Toluca-Lerma es
la coexistencia de los viejos paradigmas de organización del trabajo con la flexibilidad productiva. En este sentido, sólo las grandes
168
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
empresas han profundizado la flexibilidad; las pequeñas y medianas,
locales o nacionales, siguen trabajando con principios tayloristafordistas, cuyas principales características son: líneas rígidas y verticales de autoridad, nula inversión en innovación tecnológica,
extensas jornadas laborales, poca valorización del factor trabajo,
pocos incentivos y excesivo control de tiempos y movimientos.
Los tipos de flexibilidad que se han instrumentado en las plantas
industriales de las multinacionales son fundamentalmente la numérica y la de proceso. La primera implica mantener bajo contrato
(normalmente eventual) sólo a los trabajadores que se necesiten según los requerimientos de la demanda que cada vez es más flexible
(los paros técnicos son una evidencia clara de la flexibilidad numérica). La segunda tiene que ver con las posibilidades de los directivos y
de los gerentes para ubicar a los trabajadores en los departamentos
de producción que se encuentran saturados de trabajo, aquí las
evidencias coinciden con la polivalencia y la rotación de los trabajadores en el interior de las plantas.
Las limitaciones que impiden una mayor flexibilidad de los procesos productivos se relacionan con los arreglos institucionales y
reglamentarios. Así, una flexibilidad salarial debe enfrentar los preceptos de la legislación laboral en cuanto a las jornadas laborales,
los salarios mínimos y otras prestaciones. En el mismo sentido, la
propia flexibilidad numérica se encuentra limitada por la legislación laboral.
Entre los diversos actores reales y potenciales de la red tecnoindustrial no hay consenso sobre la conveniencia o no de la flexibilidad productiva. En este contexto, las empresas han decidido
de manera unilateral la operación de los principios flexibles hasta
donde los arreglos lo permiten, ya sea de manera formal o por las
lagunas de la misma legislación. Al respecto, durante el periodo de
la sustitución de importaciones, el Estado-gobierno actuaba como
un agente conciliador en las relaciones laborales, por su parte, en
el modelo económico vigente, para el gobierno eso sólo compete a
empresarios y trabajadores (sindicatos).
Aunque el mundo actual está dominado por la retórica de la flexibilidad, en la frase de la nueva cultura laboral, ésta ha tenido poco
éxito en la realidad productiva del país. En efecto, son pocas las
169
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
empresas que han implantado las prácticas de la producción flexible y se trata de empresas multinacionales. En Toluca-Lerma las
empresas pioneras en la instrumentación de la rotación de puestos
o polivalencia, los equipos de trabajo, la subcontratación, el cero
inventario o la técnica justo a tiempo, el control total de calidad
y la política de cero errores en los lotes producidos han sido
General Motors Company, Nissan Mexicana, Robert Bosch y
Daimler-Chrysler6. Estas medidas permitieron el incremento de la
productividad de los trabajadores, pero no así las participaciones
salariales en el producto; por el contrario, en los últimos años, existe mucha capacidad ociosa en las plantas y algunas ensambladoras
como Daimler Chrysler han estado en constantes paros técnicos,
además de que la mayor parte de los trabajadores son eventuales.
En el caso de Nissan Mexicana con plantas en Lerma, si bien aplica
algunas técnicas japonesas de organización de la producción y del
trabajo, éstas son combinadas con prácticas tayloristas, de alguna
manera es una “japonización” a la mexicana.
La interlocución de los sindicatos en la instrumentación del proceso
flexible ha sido nula; las decisiones sobre la forma de organizar las
tareas y los principios implícitos ha tenido como principales representantes a los directivos de las empresas apoyados ampliamente
por la Secretaría del Trabajo y el gobierno estatal.
Ahora bien, si consideramos a la industria automotriz como un
crisol de intereses de agentes económicos y no económicos de la
zona, se tiene que no hay una conexión planeada que redunde en
una mayor coordinación y cooperación; al respecto existen algunos
nexos aislados entre las empresas y la universidad estatal o entre algunas empresas y el gobierno del Estado, pero son muy informales
e inestables.
La intensidad de las relaciones entre los agentes potenciales de la
industria automotriz está poco desarrollada porque desde una perspectiva tripartita (Estado, universidad y empresas), no hay seguimiento puntual de lo que está sucediendo con la industria; los
portadores de los intereses del Estado-gobierno se limitan a inaugurar
nuevas instalaciones, llevar a cabo supervisiones convencionales a
las condiciones de trabajo, regulan las relaciones laborales y hacen
como que controlan la emisión de contaminantes; por su lado, los
170
Un trabajo previo que
aborda detalladamente este
fenómeno es el de Rodolfo
García (2004), sobre todo,
los dos últimos capítulos,
además, en los anexos el
lector puede encontrar los
pormenores estadísticos de
la aplicación de los principios flexibles en las plantas
automotrices localizadas en
Toluca-Lerma.
6
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
directivos de la vinculación universidad estatal-empresas no van
más allá de tomarse un desayuno o una comida con los directivos
empresariales y firmar un convenio o un contrato al que no se le
da seguimiento puntual; y los representantes de las empresas hacen
como que aportan recursos para el desarrollo económico local y
regional pero registran sus actas constitutivas en el Distrito Federal.
Al final de cuentas, en nuestras economías rentísticas siempre se
maneja una doble moral.
Debido a que las conexiones entre actores no son muy intensas,
tampoco hay estabilidad, las relaciones interinstitucionales se manejan como un velo en las actividades productivas de la industria
automotriz, sin que tengan algún efecto en el incremento de la
productividad sistémica o el mejoramiento de la competitividad
con otras regiones o con otros países.
A pesar de que existen las posibilidades de acceder como actores
potenciales, no todas las instituciones han aprovechado esa propiedad de las redes tecno-industriales; pero sin lugar a dudas las
más perjudicadas son las pequeñas y medianas empresas, las cuales no pueden ser parte del selecto grupo de proveedores de las
grandes ensambladoras multinacionales, pero no porque éstas apliquen una discriminación empresarial, sino porque las primeras no
tienen capacidad y no la quieren construir para cumplir con los
requerimientos productivos que se exigen hoy en los mercados
internacionales. Entonces, los flujos de las empresas locales hacia
las multinacionales son lentos y limitados.
Para finalizar, podemos decir que el reto para la industria automotriz de Toluca-Lerma es el mejoramiento del entorno industrial innovador para incrementar sus ventajas competitivas, sin pasar por
alto que esas ventajas las tienen que desarrollar los actores potenciales
ya mencionados y en particular, como lo menciona Fernando Jeannot
(2006: s/p), el Estado-gobierno: “Para desarrollar la ventaja competitiva estructural, el sector público coordina todos los agentes
económicos empezando por él mismo, porque nunca existió ni
existirá la autorregulación del mercado que postula la main current
economy, muy especialmente para hacer equitativo el funcionamiento del propio mercado”.
171
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Conclusiones
En el trabajo se han presentado elementos suficientes para confirmar el rezago tecnológico de la industria automotriz en la zona
industrial de Toluca-Lerma. También se han señalado argumentos
de que en algunas plantas se han instrumentado los principios de
la flexibilidad productiva aunque sea de manera parcial. De este
modo se llega a las siguientes conclusiones:
i. El rezago tecnológico en el que se encuentran las pequeñas
y medianas empresas automotrices en buena medida tiene
que ver con sus empresarios o representantes que carecen de
iniciativa y muestran una enorme aversión al riesgo; también
es consecuencia de la integración de sindicatos empresariales como la Canacintra que se han convertido en buscadores
de rentas presupuestales. Asimismo, instituciones paralelas
como el Estado-gobierno y la universidad-estatal, aunque
son actores potenciales, no han incursionado de manera
profunda con la industria; la primera carece de estrategias
puntuales para el impulso tecnológico y la segunda se limita
a firmar convenios para la realización de prácticas profesionales y, en menor medida, para prestar servicios de asesoría
administrativa o contable, fundamentalmente.
ii. Dada la economía rentística que prevalece en el ámbito
industrial, la dimensión simbólica no ha sido desarrollada
porque hay ausencia de documentos rectores básicos para
la promoción de políticas públicas industriales, la dimensión material es muy limitada, ya que las plantas no tienen
centros de investigación o laboratorios industriales, los de
la universidad se encuentran diseminados y con bajo presupuesto, tampoco hay tecnólogos que hayan patentado
algún producto o proceso. El Estado-gobierno carece de
centros de investigación tecnológica que pudieran apoyar
o empujar a las pequeñas y medianas empresas. En consecuencia, la dimensión socio-productiva también es muy
débil, de modo que las empresas no multinacionales se
encuentran en verdaderos problemas para competir en el
mercado internacional.
172
Situación Tecnológica y Transferencia del Modelo Flexible en la Industria Automotriz
Mexicana. Una Alternativa Metodológica
iii. El paradigma de la producción flexible no se ha instrumentado de manera general, sólo algunos principios que no
implican un enfrentamiento mayor con las inercias productivas y con los propias arreglos institucionales y reglamentarios. Las multinacionales llevan la delantera, pero no
es una transformación a fondo sino acomodos para lograr
una mayor productividad sin que los niveles de bienestar
de los trabajadores se mejoren automáticamente.
iv. Se requiere conjuntar esfuerzos mediante una mayor y mejor
coordinación entre los actores potenciales; apostando a un
Estado-gobierno con innovación institucional y liderazgo.
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175
Las estrategias globales de innovación de
las corporaciones automotrices en la zona
metropolitana de la ciudad de Toluca
Carmen Bueno Castellanos
Universidad Iberoamericana
Introducción
L
as estrategias de innovación tecnológica de las corporaciones automotrices orquestan múltiples interconexiones en
un campo de acción glocalizado. Se trata de una estructura
compleja integrada por nodos y flujos que reacciona en tiempo real
a la dinámica de la economía global, de tal suerte que la generación
de nuevo conocimiento está inmerso en la gestión, el trabajo, la
tecnología, el abastecimiento de diversos insumos y los mercados
dentro de un sistema multifocalizado y a la vez integrado en el
espacio informacional (Castells y Hall, 2001). Para que este sistema optimice sus procesos de innovación requiere de iniciativas
institucionales que propicien la vinculación inter e intra empresa,
así como su relación con el entorno y de esta manera organizar y
garantizar la interacción intensiva entre firmas y otras instituciones.
Sobre esto último, la investigación coordinada por Casalet (2002)
da cuenta de una serie de programas puestos en marcha por gobiernos Federales y locales en diferentes partes del país para formar el
capital humano y desarrollar las capacidades innovadoras del sector productivo. No obstante, aún falta por analizar la manera y la
función que cumplen las instancias innovadoras al interior de las
empresas, en su relación con la cadena proveedora y en su vinculación con el entorno inmediato.
En este ensayo se presentan las estrategias globales de innovación
de las corporaciones automotrices y cómo esto repercute en el tipo
177
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
de vinculación que mantienen en el entorno inmediato. Para analizar esta problemática se toma el caso del corredor industrial de la
zona metropolitana de la ciudad de Toluca (ZMCT). La metodología utilizada es de corte cualitativo y da cuenta de los mecanismos
de vinculación de las firmas que integran el sistema de proveeduría
automotriz, así como de la respuesta de las instituciones locales
para propiciar diversas modalidades de intervención para la innovación. Concretamente se abordan las múltiples interconexiones
intra e inter empresa, en particular, casos específicos de respuesta
de los centros de innovación ubicados en esta región y los proyectos
de vinculación con tecnológicos públicos y privados ubicados en
la ZMCT.
1. Corredor industrial de la zona metropolitana
de la ciudad de Toluca
Los agrupamientos de la industria automotriz en el centro del país
se configuraron como núcleos estratégicos en la década de los sesenta1, cuando se instalan las primeras armadoras en la región de
Toluca-Lerma, a cuyo desarrollo contribuyó la tradición fabril de
la región y la cercanía con la ciudad de México. Este medio siglo ha sido testigo de la respuesta regional a las transformaciones
tecno-espaciales de la producción automotriz. En la primera fase,
Toluca-Lerma albergó un modelo industrial orientado a satisfacer
de manera exclusiva al mercado interno bajo el cobijo de una política económica altamente proteccionista. La planta industrial fue
resguardada de la competencia de la producción externa bajo la
modalidad de sustitución de importaciones. Los capitales transnacionales que fueron convocados a participar en la industrialización
de la zona en ese momento regían su lógica de acumulación a partir
de reciclar la tecnología y los productos en países de la periferia y
así subsidiar la innovación tecnológica en el centro. Producir para
un mercado cautivo hizo que la calidad, los precios, los ritmos y
la productividad no fueran los ingredientes básicos del sostén de la
industria automotriz.
Durante la década de los setenta, los parques industriales ubicados
en el Estado de México se beneficiaron del modelo de desarrollo
industrial del gobierno mexicano que pretendía resolver dos problemas íntimamente ligados en materia económica. Por un lado, el
178
En la región de estudio se
instalaron Nissan en 1961,
General Motors en 1962,
Chrysler en 1968, VAM en
1964, todas, salvo la última,
mantienen operaciones de
los parques industriales
de Toluca.
1
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
modelo de sustitución de importaciones no estaba generando un
mercado interno vigoroso que pudiese sostener, por sí mismo, el
crecimiento del sector productivo. Por otro, el déficit en la balanza de pagos se incrementó gracias, en buena parte, a los manejos
discrecionales de la política económica, esto provocó que se introdujeran nuevos reglamentos para compensar las importaciones.
Se impuso así el incremento de cuotas de contenido local en la
producción automotriz y se exigió que la cuota básica de importaciones se compensara con la exportación de 40% de componentes
fabricados por la industria nacional de autopartes y con 60% de la
producción de empresas ensambladoras instaladas en el país.
Esta nueva reglamentación fue determinante y estratégica para el
inicio de la fase exportadora de la industria automotriz. Las plantas
de General Motors, Chrysler y Nissan en Toluca se dispusieron a
fabricar motores tanto para el mercado doméstico como para exportación. Por su parte, el gobierno mexicano incentivó a empresarios
independientes, incluso el mismo gobierno instaló directamente
paraestatales para surtir a las ensambladoras, lo que resultó en una
especialización en partes metal-mecánicas, que aún sigue vigente.
Los empresarios independientes eran, generalmente, inmigrantes
europeos y estadounidenses, muchos de ellos profesionista que
buscaron apoyo tecnológico en sus países de origen para aprovechar
las oportunidades ofrecidas por el despegue industrial del país.
Otra política federal estratégica que alentó la instalación de plantas armadoras fuera del Distrito Federal fue el Decreto de Descentralización Industrial de 1972. Este surge como herramienta
para resolver los problemas causados por el excesivo incremento de
plantas productivas en la ciudad de México y sus zonas conurbadas y para frenar la fuerza política de sus sindicatos. El Decreto de
1972, aunado a diversas políticas y estímulos fiscales, redundó en
un impulso industrial a varios estados del centro y norte del país
para que capten la reubicación de fábricas. Por tanto, se impulsó el
desarrollo de parques industriales de propiedad pública. Al lado de
campos agrícolas, se instalan en la región Toluca-Lerma los parques
de Cerrillo I y Cerrillo II. Entre los resultados importantes de este
periodo están abrir un espacio para estimular el desarrollo endógeno,
y permitir al “capital nacional” principalmente, al igual que al propio Estado, aventurarse en la proveeduría automotriz.
179
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Preámbulo al cambio de modelo económico por uno de corte neoliberal, orientado a la apertura comercial y a una mayor integración
de México en los mercados internacionales, está el decreto automotriz de 1977. En éste y en otras políticas públicas, se formularon diversas disposiciones gubernamentales que apoyaron la ampliación
de la infraestructura exportadora. Producto de esto, durante la década de los ochenta, se pone en marcha el programa maquilador en
la frontera norte del país para la producción automotriz y el ingreso
de México al GATT (hoy Organización Mundial del Comercio,
OMC) después de un largo debate nacional.
La aceptación de México en los círculos mercantiles derivó en la
permisividad otorgada al capital extranjero (1989), para invertir
en el sector productivo del país, sin ninguna restricción en el porcentaje de participación accionaria2. Como resultado, a mediados
de 1980 y principios de la década de los noventa, se apreció cómo
los diversos estados de la república, sobre todo los localizados en el
centro y norte del país, comenzaron a desarrollar programas para
atraer inversionistas extranjeros. Éstos, además de ofrecer paraísos
fiscales y costos de mano de obra muy reducidos, multiplicaron y
diversificaron los centros educativos y el desarrollo de servicios, de
toda índole. En Toluca-Lerma, proliferaron los centros de capacitación técnica, universidades y tecnológicos para la formación de
recursos humanos, incluso empresas de autopartes, como Bosch
en Toluca, establecieron sus propias escuelas de capacitación para
reclutar a los mejores alumnos.
Asimismo, en este lapso se diseñaron diversas estrategias como el
mejoramiento de la infraestructura carretera en la zona metropolitana de Toluca, no sólo para facilitar la comunicación intrarregional
(Puebla, Estado de México y Distrito Federal) sino para expandir
las conexiones con la naciente zona central de abastecimiento de
autopartes, en los corredores de Querétaro-Celaya, San Luis Potosí
y Aguascalientes, también, para conectar eficientemente a esta gran
región industrial del centro del país con los puertos internacionales del Golfo de México y del Pacífico, y con las vías terrestres de
entrada al mercado occidental más importante: Estados Unidos.
Estos cambios en la política económica de México se enmarcan
también dentro de los cambios estructurales que vive la industria
automotriz estadounidense y europea. Este sector entra en un pro-
180
En la etapa de sustitución
de importaciones, el capital
extranjero tenía un tope de
hasta 49% de las acciones
de una empresa, el resto tenía
que estar en manos de empresarios mexicanos.
2
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
ceso de reestructuración a nivel internacional como respuesta a las
presiones competitivas de las empresas japonesas y a los efectos del
alza del precio del petróleo. Esto resultó en un nuevo paradigma
de producción cada vez más intensivo en capital y tecnología. Se
le conoce como producción flexible o esbelta que requiere para su
óptimo funcionamiento de una novedosa estructura de cadena de
proveeduría, la relocalización de la producción a escala global, la
integración en una lógica de agregación de valor de grandes firmas
y algunas empresas independientes, y de la toma de decisiones
centralizadas en los nodos estratégicos controlados por los llamados
global players.
Esto significa que las grandes corporaciones automotrices son las
responsables de gestar las políticas estratégicas industriales como
el posicionamiento de la oferta automotriz en los diversos nichos
de mercado, la ampliación o reducción de outsourcing (aprovisionamiento externo), las innovaciones tecnológicas en proceso y en
producto, el control y distribución de información estratégica, la
ubicación de sus plantas productivas y el traslado o cierre de plantas y/o líneas de producción, entre otras decisiones medulares de
la lógica global de estas empresas que afectan directamente a las
economías nacionales. Las decisiones de las grandes corporaciones
automotrices son las que determinan la racionalidad operativa de
la cadena de proveeduría y la estructura desterritorializada que
requiere su estrategia de abastecimiento y subcontratación.
Por esto, a partir de la década de los noventa, las plantas automotrices y de autopartes ubicadas en el Estado de México enfrentan
las presiones de la competencia global y los requerimientos de calidad del mercado internacional. Se rompe con la sinergia local
arropada por el fuerte proteccionismo de la política industrial. Tal
descobijamiento provoca tanto la venta de empresas paraestatales
productoras de partes y componentes, así como el cierre de plantas
productoras de capital mexicano o la reconversión de éstas en distribuidoras de autopartes importadas. La sobrevivencia de plantas
productoras, en la mayoría de los casos, se debe a la alianza y/o
incremento en la participación accionaría de socios tecnológicos
extranjeros de reconocimiento global, a la vez que aparecen nuevas
empresas como resultado de la reubicación de plantas ensambladoras y proveedoras a nivel mundial dentro del marco de la firma
de acuerdos comerciales, especialmente la integración regional con
181
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Norteamérica (TLCAN, 1994) y la Unión Europea (UE, 2000)
quienes ofrecen ciertas ventajas arancelarias que hacen de México
un polo de atracción importante en el concierto internacional de la
producción automotriz.
La apertura comercial y hacia la inversión extranjera son consideradas
por el gobierno y en gran medida por el sector empresarial mexicano, el motor central del crecimiento del país. Concretamente
en el caso del Estado de México se han generado más proyectos
orientados a eficientar la gestión administrativa para estimular los
flujos de capital externo y financiar la inversión productiva del sector industrial. En el umbral del siglo XXI se reestructura la administración gubernamental con la apertura del Centro de Atención
Empresarial, del Sistema de Apertura Rápida de Empresas, de los
registros estatal y municipal de trámites en Internet, y el Programa de Simplificación de Registros para la Instalación de Empresas.
Toda la reestructuración está básicamente orientada al fomento de
inversión extranjera o para atraer la instalación de empresas de reconocimiento internacional.
Lo que se puede apreciar hoy día para la zona metropolitana del Estado de México es una mezcla de continuidad y cambio, por lo que
el modelo industrial de origen se traslapa con el proyecto global
de la industria automotriz. Por una parte, se incrementa el número de
ensambladoras en la región con el arribo de Mercedes Benz (1991)
y BMW (1994) al lado de las ensambladoras instaladas en la región
30 años atrás. Por otra, se registran intermitencias y rupturas en la
cadena de proveeduría, pues el abastecimiento de algunas de estas
armadoras proviene casi exclusivamente del extranjero o de otras
regiones del país. No hay empresas de logística que se encarguen de
la coordinación del abastecimiento como ocurre en otros cúmulos
industriales del país, salvo una bodega de refacciones para la Nissan.
Junto a las empresas globales, persisten empresas armadoras de
carrocerías y las productoras de refacciones de modelos antiguos,
que se mantienen al margen de la cadena de proveeduría global. En
este contexto industrial que se caracteriza por la coexistencia de un
modelo que parece arcaico con plantas que responden al actual paradigma técnico-organizacional de la industria automotriz, se albergan
centros de innovación tecnológica que pueden considerarse nodos
estratégicos de la cadena de proveeduría a nivel global y que son el
centro analítico de este capítulo.
182
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
2. De cluster a technoscape
Los estudios industriales por rama y contextualizados permiten ver
las trayectorias específicas de la producción flexible bajo circunstancias históricas particulares. De esta forma se puede apreciar la
concreción de un modelo de desarrollo que aspira como su meta
más apreciada a fomentar parques tecnológicos o tecnópolis (Castells
y Hall, 2001) como espacios proclives a la transmisión y generación
de conocimiento o al menos, concebir la concentración industrial
en territorios específicos como un elemento de ventaja competitiva, al potenciar los recursos de la producción de las economías de
aglomeración (Porter, 1990).
Cual sea el alcance, el modelo ideal está orientado hacia la concentración socio-espacial de unidades productivas multiorganizadas y
respaldadas por instituciones gubernamentales, financieras, comerciales, laborales y educativas, que en conjunto propician un entorno
altamente productivo y que incluso tienden a desarrollar lazos con la
comunidad otorgándole un sello de identidad a las empresas con
su entorno, como resultado de una cultura de colaboración.
La era informacional ha trastocado el modelo cluster antes expuesto.
Ahora se trata de la construcción de redes en un campo o paisaje
tecnológico llamado technoscape (Appadurai, 2003). Es un sistema
de ingeniería social de gran escala mediado por las tecnologías de
la información que, haciendo alusión a la definición de sistemamundo de Wallerstein (1974), posee límites, estructuras, reglas de
legitimación, regulaciones, coherencia y una división extensiva
de trabajo. Como se mencionó anteriormente, la estructura de este
sistema está compuesta por múltiples nodos organizadores de la
información y el conocimiento.
Este technoscape (paisaje o campo tecnológico) se distingue por ser
un constructo de flujos culturales de la economía global, producto
del capitalismo desorganizado al que alude Lash y Urry (1987).
Estos technoscapes dan cabida a la relación cada vez más compleja
entre flujos de capital, insumos, personal capacitado e información, interconectando instituciones de diverso tipo. Este campo
tecnológico desterritorializado, a la vez que promueve incentivos,
crea sus propias restricciones, como se verá en los casos estudiados
(Appadurai, 2003: 33).
183
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
En este campo navegan diferentes actores sociales que para la producción automotriz serían las grandes corporaciones y diferentes
instituciones tanto públicas como privadas. No se trata de un campo tecnológico homogéneo, sino de que los actores sociales involucrados acceden de manera diferenciada a los diversos recursos que
fluyen continuamente en la red.
La participación de las plantas automotrices instaladas en México
al technoscape ha sido un proceso paulatino, comenzó en la década
de los noventa a partir de los programas de certificación que provocó
una transformación de la cultura organizacional al estandarizar los
códigos de comunicación y documentar todas y cada una de las
etapas de los procesos de producción y sus modificaciones. Adicional a esto, la forma de relacionarse también sufrió cambios significativos. Poco a poco se vieron obligadas a participar en una serie
de programas cibernéticos para buscar proveedores, para certificar
la calidad, para estar atentos al mercado, etcétera, al punto que
hoy día, no sólo los ingenieros, diseñadores y administradores de
las armadoras y sus abastecedores se han apropiado de este espacio
virtual, sino también los operarios y personal calificado.
Con base en este espacio tecnológico, los siguientes apartados dan
cuenta de los mecanismos de innovación a partir del análisis de las
estructuras institucionales y arreglos procedimentales de las empresas (Lipshitz y Popper, 2000). Como se afirmó con anterioridad,
la manera en que se transmite y se procesa la información no es un
fenómeno estrictamente económico sino cultural. Esta cultura de
la innovación se manifiesta en normas y comportamientos en la
intercomunicación y en la generación de conocimiento.
A partir del concepto de technoscape se analiza el complejo industrial
de la armadora General Motors ubicado en Toluca y sus múltiples
interacciones en un campo tecnológico desterritorializado. Como
se mencionó anteriormente, en la era informacional, la producción
automotriz se mueve en el espacio de los flujos que rompe con
la dicotomía local-global y, más bien, se concibe como un campo
tecnológico que teje un sistema de ingeniería social complejo, que
arropa a diferentes actores sociales en tres espacios intrafirma, interfirma con las empresas abastecedoras y las instituciones del entorno.
En cada uno de estos espacios se manifiestan diferentes arreglos procedimentales que en conjunto producen conocimiento tangencial
184
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
o estratégico y que se concreta en innovaciones que permiten un
mejor posicionamiento de esta armadora en el mercado mundial.
2.1. La innovación intrafirma
El primer espacio del technoscape es el que se construye al interior
de la firma3. En éste se da un proceso continuo de generación de
conocimiento que va sumando los esfuerzos de múltiples grupos
de trabajadores y empleados a todos los niveles y que se nutre
de relaciones exógenas. Es una dinámica de altísima complejidad
que en modelos de producción flexible se respalda en una estructura de red que rompe con la verticalidad y el anquilosamiento
de organizaciones rígidas y que se moldea para reaccionar con
prontitud al cambio.
De manera esquemática se pueden registrar dos escenarios al interior
de las empresas en donde tienen lugar procesos de innovación: en
el caso de General Motors Toluca se ha implementado una serie
de programas estandarizados que se aplican en toda la firma que
registra los procesos de las rutinas cotidianas. Es un trabajo “hormiga” cuya finalidad es lograr las metas de productividad y calidad
de producto día con día. Esta actividad es responsabilidad de los
equipos o células de trabajo en los espacios de producción y que
resulta de la comunicación intragrupal en el piso de trabajo. Esta
dinámica de trabajo permite detectar y medir la evolución de la
implementación de las mejores prácticas a través de registros minuciosos de la secuencia de los procesos. Estas rutinas cotidianas se
registran en pizarrones a la entrada de cada área de trabajo. De esta
forma, los obreros no sólo hacen seguimiento de su productividad
o de la detección de fallas para cumplir metas de manera aislada,
sino en estos mismos espacios tienen información que les permite
sincronizar sus resultados con las metas prioritarias de la organización derivadas de una planeación estratégica de la corporación.
La firma está compuesta por
una serie de plantas y centros
de investigación ubicados en
diferentes partes del mundo.
3
Un área de trabajo puede contar con uno o varios equipos de
trabajo, que son las células básicas de producción, que están integrados por operarios calificados y profesionistas que reciben
anualmente fuertes cargas de capacitación relacionadas con los
procesos de producción. Estos cursos actualmente se centran en
la programación computarizada, la lectura y análisis de resultados
185
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
monitorizados por alta tecnología y una cuota reducida de esfuerzo físico. A estos cursos se añaden otros, que incentivan en los
trabajadores nuevos patrones de conducta, como son: propiciar
la iniciativa, la participación proactiva, la importancia de la participación grupal y la adaptación a la flexibilidad en la operación.
Como afirmó un ingeniero de una de las plantas del Complejo
de General Motors en Toluca: “Se busca responsabilidad con el
trabajo y ánimo de superación”. En esta capacitación el operario adquiere conocimiento de las ventajas de los registros para lo cual la empresa provee de múltiples instrumentos y de una estructura organizativa armada para estimular
la mejora continua. En cada área hay un espacio para reuniones,
hay computadoras en línea con software especializado para respaldar estos procesos en sinergia con el conjunto de la operación de
la planta y de la firma4, hay pizarrones donde se van registrando
metas anuales, trimestrales, mensuales, semanales y diarias. En General Motors a estos espacios les llaman action center, donde miden
cotidianamente la seguridad, la calidad, el costo y el personal. Los
indicadores propuestos en cada rubro tienen que ver con las metas programadas anualmente y su desenvolvimiento periódico y de
esta manera detectar fallas o visualizar logros5.
La mejora continua es un proceso que resulta de relaciones cara a
cara; son encuentros programados como parte de las rutinas de
trabajo; son relaciones inclusivas de todos los responsables de la
operación y que permiten combinar el conocimiento tácito producto
de experiencias e interpretaciones compartidas con los parámetros
de acción codificados6. En las empresas globales, este conocimiento
no sólo se distribuye al interior de la planta sino que, si se reconoce
su ventaja para toda la corporación, es registrado y transmitido por
la red para el uso de la firma y se convierte en mejores prácticas
para la corporación en su conjunto. En el espacio intrafirma del
technoscape de la industria automotriz, la base de la generación de
este conocimiento está extensamente contextualizado, los involucrados están inmersos y focalizados en una combinación virtuosa de
operación y cambio continuo resultado de la interacción y proximidad en el lugar de trabajo, al mismo tiempo que cuentan con
una infraestructura informacional que les permite en tiempo real
apropiarse de todo el conocimiento que constantemente se sube a
la red.
186
Algunos de estos programas
son manufacturing operating
systems o performance improvement measurement systems.
4
Sobre la manera en que se
llevan a cabo estos procesos
de innovación como resultado de la mejora continua,
Elena Bilbao (2005), en su
tesis doctoral, menciona que
en una de las proveedoras
globales se implementa un
programa llamado copycat
que consiste en que después
de un plan de acción, éste
se narra para que pueda ser
imitado y establecido como
procedimiento. Como vemos
aquí, hay una transferencia
inmediata de conocimiento tácito a un conocimiento
codificado que no sólo se circunscribe a implementar un
reactivo para un caso específico, sino propiciar un efecto
multiplicador, al ser registrado para su utilización en subsecuentes ocasiones.
5
6
Este tema ha sido ampliamente estudiado por Dutrénit et al.
(2000).
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
General Motors, como toda gran corporación, le ha apostado a la
eficiencia del formato en que opera el flujo de información intrafirma
en el technoscape. Esta estructura en red es tecnológicamente exitosa,
pues está respaldada por una metodología de operación e innovación global, a partir de la cual la corporación asegura que todas sus
unidades de producción e innovación mantengan procesos estandarizados de operación, independientemente de la ubicación de
sus plantas y de esta forma puedan participar y acceder a la información necesaria para nutrir la intercomunicación. Estos procesos
de innovación se desarrollan en ambientes cibernéticos donde toda
la información está codificada (especificaciones del proceso y del
producto, requerimiento, mediciones, materiales). El technoscape
opera por medio de una lingua franca, lo que permite armonizar la
comunicación y mantener una disciplina férrea en la metodología
utilizada para optimizar las intervenciones grupales.
El segundo proceso da cuenta de proyectos específicos de innovación. Estos proyectos se llevan a cabo principalmente en centros de
investigación tecnológica ubicados en Europa y Estados Unidos;
no obstante, México comienza a participar en estos nodos de innovación, tal es el caso del Centro de Ingeniería de GM en Toluca7.
En este centro se diseñó la nueva versión del Chevy y el Aztec.
También está el Centro Nacional de Nissan, ubicado igualmente
en el corredor industrial Toluca-Lerma, donde hay 450 diseñadores.
Dos centros de innovación creados en los últimos años dan cuenta
de que estamos frente a un reordenamiento de la estructura corporativa de la industria automotriz y de un posicionamiento estratégico
de las plantas ubicadas en la ZMCT.
Cabe aclarar que General
Motors sólo tiene seis centros
de ingeniería en el mundo,
entre ellos Brasil, China y
Estados Unidos.
7
Hay también experiencias de innovación sobre todo de proceso
en el ensamble final que se desarrolla en el país, pues México es
un fuerte exportador de autotransporte ensamblado para todo el
mundo. Muchas veces son rectificaciones o ajustes a algo existente.
Estas son innovaciones más acotadas, periféricas o secundarias. No
obstante, son proyectos donde se ponen en práctica los procesos
más dinámicos de flexibilización. Se integran equipos funcionales de manera estratégica y coyuntural, integrados por diferentes
áreas con competencias específicas. El objetivo es reunir “talentos”
ubicados en diversas secciones de la planta y en algunos casos de
diversas unidades productivas de la corporación, tales como los
departamentos de ingeniería de diseño y de producción, calidad,
187
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
materiales, finanzas, mercadotecnia, compras, desarrollo de proveedores, etc. Aquí no importa el puesto o la jerarquía que se tenga
en la empresa, sino las competencias y capacidades de liderazgo
para llevar a cabo proyectos que pueden desarrollarse en periodos
específicos, que en los casos estudiados oscilaban entre una semana
hasta tres años.
Algunas veces estos proyectos surgen ante la necesidad de respuesta
a una falla detectada por los trabajadores en el proceso mismo de
producción y que requiere de una intervención más integral. O
bien son reactivos a ciertos reclamos del cliente, registrados por
los centros de mantenimiento de los distribuidores. Estos equipos
se integran por una célula encargada de la intervención directa y
otros de apoyo. Los integrantes entran y salen según convenga al
proyecto y además se nutre del expertise de los proveedores directos
e indirectos y de instituciones del entorno, como son los centros
educativas en tramos específicos.
En los proyectos especiales, el reto es generar sinergia para que se
produzca conocimiento de alto valor a través de la interacción inter
e intrafirma. Un informante que trabajaba en uno de los centros de
innovación en Toluca comentó que el reclutamiento para ingresar
al centro fue global. Él entró a una página web donde participó en
una convocatoria para una plaza en diseño de exteriores. Después
de una selección internacional de los candidatos, ingresaron un
turco, un brasileño, un alemán y un mexicano. Posteriormente ingresaron un español, un coreano, un francés y tres mexicanos. Esto
da cuenta del ambiente global en el que se ubican los procesos de
innovación de estas compañías. Él considera que lo más importante en la selección fueron los exámenes donde se medían sus habilidades profesionales, así como su capacidad de reacción a la solución de problemas y no tanto su trayectoria; también reconoce que
para ser parte de estos equipos de innovación cuenta la creatividad
y “tener taladrada la calidad”, esto es, hacer las cosas bien desde la
primera vez. El conocimiento se va adquiriendo en los programas
permanentes de capacitación tanto en México como en otras partes
del mundo, la asistencia a ferias8 y el aprendizaje que conlleva la
participación en los proyectos encomendados.
Al integrarse en estas secciones estratégicas de las plantas, ellos firman un contrato de secrecía altamente penalizado dado que sólo
188
Villavicencio (2002) analiza
los canales de acceso a información, incluyendo el acceso a
la red y de la asistencia a ferias.
8
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
el personal dedicado estrictamente a la innovación tiene acceso a
áreas restringidas9 e informes confidenciales de las firmas. Como
comenta el informante, “es como entrar a una logia”. Los integrantes de estos equipos tienen prohibido sacar planos o archivos electrónicos, introducir cámaras, hablar de estos proyectos fuera de las
zonas restringidas y de la planta y les proveen de claves especiales
para ingresar y almacenar la información privilegiada.
Estos procesos de innovación por proyecto han generado en ocasiones la integración de equipos de alto desempeño integrados virtualmente10. Esto significa que no requieren de la comunicación
cara a cara, sino participan en un ambiente cibernético que hace
factible la comunicación en tiempo real. En este technoscape no
interviene la empatía personal sino la combinación de expertise.
Quienes han participado en estos proyectos argumentan que la
corporación se ha encargado de generar ambientes desterritorializados, que les son comunes a los integrantes de una misma corporación, donde coinciden valores, conceptos, prácticas y una suerte
de lenguaje estandarizado, integrado por tecnicismos y acrónimos
que “universaliza” las formas de comunicación.
La manera en que están integrados estos equipos de alto desempeño pretenden abstraer a los participantes de referentes étnicos, religiosos, o cualquier otro que haga alusión a una identidad de origen
y sólo prevalezca el referente profesional y la motivación de participar en esta innovación virtual. Como comentó un informante: “En
estos equipos no hay segundones, somos los seleccionados, nuestra
respuesta tiene que ser magnífica, competitiva y a la vanguardia
de las tendencias novedosas. Nuestro compromiso es crear para el
futuro, para lo que va a estar en el mercado en tres años”. En todos
los casos, la participación en estos equipos funcionales de alto desempeño va generando una suerte de reputación compartida a la vez
que formando estereotipos de liderazgo global.
9
Una de estas áreas restringidas son los departamentos de
medición.
Marieta Baba y Hilary
Ratner (2003) han desarrollado estudios sobre la integración de estos equipos en
diversas partes del mundo.
10
No obstante, el espacio intrafirma del technoscape está inmerso en
un proceso de construcción cultural sujeto a una serie de tensiones,
desde las empatías personales hasta algunas variantes en el estatus
adquirido con el tiempo o por el nivel de capacitación y/o expertise
que resulta en cierta asimetría en las relaciones de poder. El determinismo tecnológico se pone a prueba cuando en la estructura de
este espacio virtual se llegan a gestar innovaciones estratégicas. Uno
189
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
de los informantes comentó que en la integración de estos equipos
funcionales hay una necesidad de cabildeo y negociación porque es
difícil, por ejemplo, conciliar los puntos de vista de un ingeniero o
diseñador con quien hace el estudio de costos. Las tensiones se disipan cuando están conscientes del tiempo con el que cuentan para
llegar a resultados y la capacidad del líder del proyecto de llegar a
acuerdos intragrupales.
El technoscape de las ensambladoras automotrices se mueven en un
juego de sinergias y tensiones específicas en las relaciones intrafirma
cuya dinámica ha dado lugar a una gran fuerza innovadora de la
industria automotriz. Es la corporación a su interior que controla
los nodos estratégicos del technoscape porque tienen el panorama
completo del producto y de su posicionamiento en el mercado. Las
diversas instancias de innovación integran una maquinaria pesada
con fuertes amortiguadores que le permite caminar ágilmente, y es
la que acoge a los proveedores y a las instituciones del entorno en
espacios delimitados. En todo este sistema, el conocimiento avanza
exponencialmente, por eso en el autotransporte se pueden apreciar
cambios tecnológicos a ritmos acelerados.
2.2. La innovación interfirma
A continuación se presentará la relación proveedor-abastecedor dentro del technoscape, que al igual que el espacio intrafirma se mueve
básicamente dentro de un campo organizativo desterritorializado y
que depende para su operación de una infraestructura tecnológica
compartida. Hay una gama de propósitos para llevar a cabo una
relación interfirma. El complejo de General Motors en Toluca, al
igual que todas las armadoras globales, mantiene una interacción
para la innovación focalizada con sus proveedores, ya sea por modificaciones de procesos o especificaciones en el producto. Es decir, el
proveedor mantiene una continua comunicación dentro del espacio
de flujo de información disponible en el technoscape que combina con periodos de interacción personalizada. Esta comunicación
interempresa es exclusiva del tramo del proceso que le compete al
proveedor, de acuerdo con el subproducto ya sea una autoparte
(i.e. rines) o un sistema modular (sistema de enfriamiento). Cuando
la relación se da cara a cara, el proveedor puede acceder al proceso
de producción de la ensambladora a través de “los gusanos” que son
tubos de plástico para ingresar al área que le corresponde, o bien
190
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
tienen salas de junta donde se expone la pieza o el módulo y ahí
se analiza. Este cuidado en la confidencialidad marca las formas de
interacción y vinculación parcial y específica para la generación
de conocimiento a nivel comprador-abastecedor.
En estas relaciones de innovación predomina la cultura de servicio,
bajo el lema “el cliente es primero”. Las empresas proveedoras deben tener una comunicación permanente con las ensambladoras y
generalmente acompañan este proceso de muy diversas maneras:
integrando equipos de ingeniería simultánea junto con el cliente
en una suerte de “aventura compartida”. Para estos proyectos no
se necesita de una colaboración cara a cara, sino que se diseña un
plan para que la mayoría de las tareas se lleve a cabo en un ambiente informacional, es decir, propiamente en el technoscape, y haya
encuentros esporádicos cuando esto sea necesario. La pregunta a
contestar en futuras investigaciones es ¿la mediación tecnológica
pone obstáculos a la riqueza de la intersubjetividad para compartir
conocimiento tácito, o bien, para estos propósitos este conocimiento es intrascendente?
11
Covisint es un consorcio
donde participan General
Motors, Daimler Chrysler,
Ford y las proveedoras de módulos Delphi, Jonson Control y Lear. Es una propuesta
más ambiciosa que tuvo sus
antecedentes en el EDI (Electronic Data Interchange).
Bilbao (2005) describe
cómo funciona esta subasta
electrónica. La aplicación
de este espacio cibernético
en una empresa mexicana es
analizada en este texto.
12
El technoscape es precisamente la plataforma virtual a través de la
cual los proveedores pueden mantener comunicación continua
con la ensambladora. Es el escenario para el intercambio de información, para la coordinación de procesos de innovación y para la
negociación comercial. Los proveedores obtienen información de
los ciclos de producción de las armadoras, estudios de prospectiva
sobre el futuro del mercado, o bien tendencias de cambios tecnológicos. Un ejemplo de un sinnúmero de productos cibernéticos
que existen en el mercado es la conformación de un espacio virtual que se diseñó recientemente en 2003, para que productores de
partes, materiales y módulos puedan acceder a la cadena de proveeduría, sobre todo de las armadoras norteamericanas, llamado
Covisint11. El technoscape se convierte en un sistema de ingeniería
social que permite tener control sobre la calidad y eficiencia de la
proveeduría para fortalecer los sistemas de proveeduría de plantas
ensambladoras norteamericanas por todo el mundo, como es el
caso del Complejo General Motors ubicados en Toluca.
A Covisint acceden los candidatos a proveedores que participan en
una subasta electrónica global. El acceso al consorcio Covisint12 es
por invitación, aquí se lleva a cabo el proceso de aprobación del
191
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
abastecimiento de los insumos que se requieren para la producción
automotriz. Los integrantes del consorcio pueden tener una visibilidad compartida de los oferentes de productos y tecnología. En
este espacio monitorean el historial de los proveedores y así pueden
tener certeza de sus competencias para responder a las necesidades
de las ensambladoras en calidad, volumen y precio. Estas plataformas
virtuales han transformado las relaciones de proveeduría, donde el
contacto personal se suple por un conocimiento codificado y certificado de las capacidades productivas de los proveedores.
Hay diversos tramos en el proceso de diseño y producción donde
se combina la interacción en el espacio de los flujos con la relación
cara a cara; por ejemplo, en los ajustes del proceso y del producto, la elaboración del prototipo, el diseño de los herramentales, en
las primeras corridas hasta la entrega del producto en planta para
detectar posibles errores. El technoscape no ha sustituido del todo
a la comunicación directa. Hay empresas abastecedoras de General
Motors, sobre todo de acabados que han creado la figura del “hombres garantía”13, éstos se convierten en el vínculo estratégico en el
último tramo, y juegan el papel de interlocutor entre las empresas.
Su observación y diagnóstico in situ permite definir las responsabilidades de cada empresa en la corrección de las fallas y de esta manera reaccionar de manera expedita a la mejora continua. La figura
del “hombre garantía” da cuenta de la necesidad de la relación cara
a cara y de una suerte de intercambio de conocimiento tácito para
lograr una mejor armonización de la relación inter-empresa.
De igual forma, estas colaboraciones interfirma pueden tener alcances muy ambiciosos, que comienzan desde la concepción de “la
misión del producto”, esto es, las primeras ideas y especificaciones,
hasta la concreción de éste. En estos casos, la abastecedora tiene que
demostrar su viabilidad productiva, es decir, si cuenta con la infraestructura para responder a las exigencias de la armadora, desde su
capacidad de producción, maquinaria adecuada o posibilidad de
invertir en nueva infraestructura, personal debidamente capacitado en procesos flexibles. Estas exigencias son iguales tanto para los
grandes proveedores globales como para la proveeduría más local. Hay proyectos en los cuales la ensambladora ofrece un fuerte
soporte técnico, que llega a incluir el préstamo de maquinaria
en comodato y la asistencia de su personal. Mientras dure la rela-
192
Para más información sobre
los hombres garantía, consultar
las tesis doctorales en antropología social de Elena Bilbao
(2005) y Martha Díaz (2006).
13
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
ción comercial, la ensambladora tiene derechos sobre la propiedad intelectual de los herramentales de la abastecedora, y de esta
forma, controla el “pirataje” tecnológico. Incluso hay proyectos
de coinversión que se dan exclusivamente con los proveedores
globales. En todos los casos, hay un fuerte flujo de información
técnica entre proveedor-abastecedor a través del technoscape. El
único punto que no se somete a este intercambio es el precio final
del producto esperado por la ensambladora. Esto último se ha
convertido en el punto neurálgico para la viabilidad de ingresar a
la cadena de proveeduría.
Hay otras ocasiones en que la ensambladora delega al proveedor
la solución del proyecto sin compromiso alguno de sostener la relación comercial, incluso licitando el mismo proyecto a más de
una empresa. Esto puede generar gran tensión, pues el riesgo recae
exclusivamente en la proveedora, lo que implica una fuerte inversión en la investigación y diseño del proyecto sin tener la garantía
de llegar a un acuerdo comercial con la armadora (Bilbao, 2005).
En este caso se puede apreciar que existe un patrón de interacción
de las armadoras norteamericanas, incluyendo General Motors,
que selectivamente incorpora al technoscape la información que le
sea favorable en la relación comprador-proveedor, generando una
asimetría en el acceso y manejo del conocimiento estratégico.
El Dr. Allen Batteau (2004)
lo utiliza para analizar el servicio en compañías de aviación.
14
En cualquiera de las modalidades de la relación interfirma, se ha
desarrollado una fuerte interdependencia entre ensambladoras y
proveedoras, al punto de generar sistemas empalmados estrechamente (tightly coupled systems)14. A pesar de generar espacios cibernéticos en donde los códigos de comunicación son estandarizados, las
relaciones interfirma experimentan las tensiones del contacto de
culturas corporativas diferenciadas. La capacidad de respuesta puede tener sus obstáculos, resultado del acceso diferenciado a recursos de diversa índole, por los ritmos organizacionales, o bien por la
empatía entre las culturas de las firmas o unidades productivas que
entran en contacto. Como afirma Baba y Ratner (2003), el desarrollo
cognitivo entre los integrantes es crítico para los resultados de estas
intervenciones. El acoplamiento siempre experimenta un proceso
evolutivo cuyo ritmo de ajuste depende de la compatibilidad de
expectativas y formas de actuar de los integrantes. A pesar de que
el technoscape es un espacio construido para no dar cabida al azar,
como se ha mencionado anteriormente. Estos ambientes estructurados
193
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
globalmente entran en tensión con factores locales que retan la
efectividad de la comunicación informacional.
En estas relaciones interfirma se puede percibir una suerte de
“darwinismo empresarial” en donde a base de un proceso de selección han sobrevivido los más aptos, desapareciendo o dejando en
circunstancia de alta vulnerabilidad a los que menos recursos tienen. Esto se manifiesta en que los primeros afianzan relaciones de
largo plazo al firmar convenios por vida-año del modelo, mientras
los pequeños saben que están compitiendo con otras empresas para
alcanzar contratos por orden de compra. En estas circunstancias,
las empresas que no pertenecen a grandes corporaciones se ven
expuestas a una alta exposición al riesgo, esto confirma que el
technoscape no ha procurado condiciones de interacción más igualitarias, sino, por el contrario, agudiza las desigualdades, producto
del acceso diferenciado de los recursos.
En el technoscape, la confianza interempresarial es relativa, puesto
que la ensambladora demuestra su posición jerárquica superior al
mantener un continuo monitoreo y auditoría de sus proveedores, y
al mismo tiempo exigir la validación de las certificaciones externas.
Además, las ensambladoras imponen una cierta normatividad, ritmos de respuesta, ajustes de precios y cambios tecnológicos.
3. Innovación y contexto
Si bien hasta el momento se analizó la estrategia de innovación
de General Motors en Toluca tomando como nivel explicativo las
políticas de esta firma en el plano global y cómo esto repercute en
relaciones inter e intraempresa en un ambiente desterritorializado,
hay otro espacio de interacción que tiene que ver con la infraestructura institucional en lo local.
El entorno inmediato tiene el compromiso de satisfacer las necesidades de soporte del capital global. Es imperativo contar con
ciertas condiciones básicas para que las firmas globales funcionen
“glocalmente”. Las relaciones con el entorno inmediato exigen de
la disponibilidad de comunicaciones eficientes, tanto físicas (carreteras, aereopuertos, acceso a puertos marítimos y equipamiento urbano) como telecomunicaciones, además de una serie de servicios
194
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
de apoyo a la producción como bancos, aduanas, mensajería, etc.
De igual forma es importante que el gobierno local ofrezca garantías de estabilidad laboral y eficiencia administrativa y fiscal, así
como la disponibilidad de recursos humanos con un nivel escolar
medio o técnico, sobre todo en plantas industriales cuya actividad
principal es la producción.
La educación superior es también importante aunque, como se
pudo constatar en apartados anteriores, el personal altamente calificado se consigue en el ambiente cibernético. No obstante, una
infraestructura educativa adecuada es “un gancho” para la inversión extranjera. Según datos de la SEP, el Estado de México ha
tenido un crecimiento muy significativo en el número de escuelas
media superior y superior. Las primeras pasaron en dos décadas (de
1985 a 2005) de 93 a 1 077 y las segundas de 4 a 318. Además,
algunas empresas, como Bosch en Toluca, establecen sus propias
escuelas de capacitación para reclutar a los mejores alumnos. Esto
da cuenta de la alta densidad institucional ofertada en el campo de
la educación en este estado del país.
En este ensayo, con el propósito de analizar la relación empresa/
contexto para la innovación, se presentará la comparación entre
dos tecnológicos ubicados en la ZMCT, uno privado15 y otro público16. La finalidad es dar cuenta de la participación diferenciada en
el technoscape. En lo general, los tecnológicos públicos se centran
en la formación de nuevos cuadros tanto en programas de licenciatura como de educación continua. El punto más recurrente de
vinculación empresa/tecnológico es el programa de prácticas profesionales en algunas de las grandes corporaciones ubicadas en los
parques industriales de la ZMCT. Este tipo de programas no tienen una clara perspectiva de vinculación para la innovación, sino
son vistos por las corporaciones como un servicio a la comunidad
y se convierten en programas asistencialistas.
Se trata del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Toluca.
15
El Tecnológico de Estudios
Superiores de Tianguistenco
se ubica en una zona que
combina actividades agrícolas e industriales.
16
Tanto el tecnológico público como el privado cumplen con la misión de formar ingenieros, diseñadores, administradores y otras
carreras de educación superior requeridas en el sector productivo.
No obstante, la infraestructura física, tecnológica y de recursos humanos que repercute en la calidad de la formación que respalda el
título obtenido muestra diferencias significativas.
195
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Las universidades y tecnológicos públicos ubicados en la ZMCT,
en general, aún presentan esquemas organizativos autoritarios rígidos,
verticales, anquilosados, atomizados, carentes de una verdadera
cultura de vinculación y servicio que inhiben la reacción expedita
a las necesidades de innovación de las grandes corporaciones. Al
haber tanta distancia en las culturas institucionales, la posibilidad
de convergencia en intereses es muy limitada, pues se trata tanto
de estructuras organizacionales como expectativas y prácticas de
vinculación disímbolas.
Los tecnológicos públicos son proyectos a nivel federal que surgen
a raíz de la firma del TLCAN hace aproximadamente 15 años para
responder a la carencia de profesionistas en áreas técnicas17. Estos
institutos reciben 50% de su financiamiento del presupuesto federal
y otro tanto del estatal. Los municipios en donde se construyen
estos tecnológicos se encargan de brindar un terreno de al menos
20 hectáreas y todos los servicios. La cuota de alumnos ha crecido
exponencialmente, esto denota que efectivamente están cubriendo
una demanda latente de jóvenes que aspiran a una carrera, pero
que no contaban con escuelas de educación superior en sus lugares
de residencia. El que fue visitado pasó de 500 alumnos en 2001
a 1 200 alumnos en 2005, procedentes de diversos municipios
aledaños a la ciudad de Toluca.
Si bien uno de los motivos para el surgimiento de estos tecnológicos era estrechar la vinculación con las grandes empresas extranjeras,
como respuesta a los acuerdos comerciales supranacionales, por
falta de una infraestructura adecuada y de implementar planes y
programas que coadyuvaran a hacer de esta vinculación una oportunidad para la innovación, la vinculación entre General Motors,
así como de otras empresas globales, con estos institutos del gobierno se fue acotando a programas de vinculación a través de
prácticas profesionales o servicio social de los alumnos con mejores promedios. El alumno acude a la empresa por tres a cinco
horas semanales por un periodo no mayor a un semestre en proyectos muy específicos. El fin principal de estas prácticas, según
un directivo de este tecnológico, es poderse titular y suplir la falta
de capacitación en laboratorios con infraestructura adecuada en
los propios institutos.
196
El tecnológico público visitado tenía las carreras de
ingeniería mecánica, ingeniería en sistemas y contador
público.
17
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
En el mejor de los casos, estos alumnos reciben un pago simbólico
como becarios y después de un tiempo hay una remota posibilidad
de obtener un empleo en posiciones intermedias de corte operativo. Como afirmó la responsable de vinculación de este tecnológico,
“nuestros alumnos sí meten las manos”, esto es, los forman para
tener un puesto operativo. La mínima posibilidad de ser contratados por las empresas globales también da cuenta de la capacidad
de absorción de la gran industria de los miles de profesionistas que
están expulsando al mercado de trabajo estos tecnológicos. Esta
circunstancia ha exigido el replanteamiento de la propuesta inicial que era generar un capital humano bien capacitado para la
entrada de la inversión extranjera en la región. Como resultado
del impacto tan poco significativo de posicionar a los egresados
en los sectores globales, estos tecnológicos han optado por formar
ingenieros, contadores, administradores interesados en poner sus
propios negocios a nivel local, ya sea escritorios de contabilidad o
talleres mecánicos, una suerte de autoempleo profesionalizante. El
perfil de ingreso es el joven con una formación escolar deficiente,
cuya familia se dedica al campo, al pastoreo o mantiene un taller de
producción doméstico y para quienes el hecho de que algún miembro de la familia pueda acceder a la educación superior significa un
anhelo de movilidad social.
En el primer semestre del
2006 les pagaban 80 pesos
por hora, más las prestaciones
obligatorias.
18
La percepción de las grandes corporaciones es que los programas
formativos no están acordes con los requerimientos de la industria
globalizada. Al hacer un recorrido en uno de estos tecnológicos,
es evidente que no es solamente un problema de la calidad de los
programas, sino la falta de aulas, pues algunas aún son improvisadas; los laboratorios no cuentan con equipo. Hasta ahora sólo
han construido salones asignados para tal propósito, además de
no haber profesores de tiempo completo. Estos tecnológicos sólo
tienen personal académico-administrativo y contratan por sueldos
ínfimos18 a profesores que imparten sus clases en aula y en el mejor
de los casos en un centro de cómputo donde tienen paquetería de
software comercial y una biblioteca con libros de texto. Cuando
se les comentó de la posibilidad de levantar una campaña de
procuración de fondos, el director mencionó que la estructura legal de estos institutos tecnológicos no admite donativos; en este
sentido, su posibilidad de obtener el apoyo de las empresas para
fortalecer la infraestructura queda cancelada. No obstante y a pesar
197
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
de estas deficiencias, directivos de General Motors consideran que
los alumnos de estos tecnológicos están dispuestos a sacar el mayor
provecho de sus prácticas profesionales, a la vez que la firma obtiene un beneficio, pues ponen a estos alumnos a resolver problemas
de la operación cotidiana que no son estratégicos ni prioritarios
para la política global de la empresa por ser muy acotados a las
rutinas locales. Por esto, en general, la vinculación de General Motors
Toluca con los institutos tecnológicos públicos se mantiene al margen del technoscape y sólo en casos excepcionales, los resultados se
suben al campo tecnológico virtual para ser socializado a nivel de
firma y aprovechado globalmente.
La situación del tecnológico privado es diametralmente opuesta.
En primer lugar, tiene implícita una cultura institucional para formar
nuevos líderes en la lógica empresarial, gestando en su interior una
identidad con las corporaciones globales. Éste va tejiendo redes
intercampus para ofrecer ventajas competitivas en su vinculación
con el sector productivo ubicado en el país. Ese tecnológico ha
puesto gran hincapié en la vinculación con la industria automotriz.
Concretamente ha integrado un cluster virtual, de esta manera, ha
construido su propio technoscape entre todos los campus que están
cerca de los parques industriales donde hay mayor concentración
de la producción automotriz, con lo que están concentrando a un
cúmulo de expertos en el tema en el espacio cibernético. Concretamente el campus de Toluca tiene varios programas de vinculación con la empresa, se distinguen tres: el proyecto de incubadoras,
los posgrados con una fuerte especialización en la industria automotriz y el Centro de Desarrollo Tecnológico (Cedetec). El primero
es un programa donde se acompaña a las empresas pequeñas de
reciente creación en su primera fase por un periodo de seis meses
hasta que “se estabiliza el sistema”, (comentario de un profesor de
este tecnológico). El proyecto incubadora le ayuda a estas empresas
en el manejo de su administración, producción y mercado. Además,
les provee instrumentos, como manuales electrónicos de calidad a
precios accesibles para su certificación.
Este tecnológico es la única institución académica del país que
cuenta con una maestría en ingeniería automotriz que sólo acepta
a alumnos bilingües y con cierta práctica profesional. Es una formación orientada a la investigación aplicada, que ofrece incluso
198
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
prácticas profesionales en el extranjero19. Este tipo de proyectos
demuestra el liderazgo de este tecnológico privado en el entorno
educativo de la ZMCT.
De todas las unidades que integran este campus, el Centro de
Desarrollo Tecnológico es la instancia de mayor vinculación con el
sector público y el sector privado. Tiene seis laboratorios relacionados con la industria automotriz20, un centro integrado de manufactura y otro de investigación en mecatrónica automotriz. Cuenta
con una estructura flexible que permite que se ofrezcan programas
formativos ad hoc a las necesidades del cliente; son cursos de capacitación o diplomados muchas veces virtuales tanto para operarios
como para el resto de la jerarquía administrativa y manufacturera.
También tiene programas de consultoría. En caso de no contar con
la planta académica que responda de manera expedita a estas exigencias, este tecnológico contrata a los académicos de otras universidades o consultores independientes para proyectos específicos.
La empresa Robert Bosch
que lleva varias décadas en
Toluca ofrece la posibilidad
de prácticas profesionales en
el Centro de Diseño y Desarrollo de Sistemas de Inyección de Combustible en
Alemania.
19
Estos laboratorios se especializan en ingeniería mecánica,
máquinas y herramientas, materiales, automatización, ingeniería automotriz, diseño y análisis asistido por computadora.
20
En 2001 hubo una donación
de 30 millones de dólares en
salas de cómputo (work stations) y licencias de software
especializadas para el diseño
e interacción por computadora.
21
Se han generado opciones
para almacenamiento, desempañante para las ventanas,
economía de combustibles.
22
Uno de los proyectos más ambiciosos del Cedetec es su vinculación para la innovación con el Centro de Ingeniería de General
Motors que, junto con tres grandes empresas de sistemas de información, tiene un programa global llamado PACE, que se comenzó
a implementar en 2001 en diferentes partes del mundo, entre ellas
Australia, Corea, China, Canadá, Brasil, Suecia, Alemania, Estados
Unidos, México. Hasta ahora hay registradas 34 universidades, de
las cuales cinco están en México. De estas últimas, sólo una es pública. Para formar parte de las universidades PACE se requiere de la
certificación de los programas docentes, pero además los ex alumnos que trabajan en puestos de liderazgo en estas corporaciones
han promovido esta vinculación.
Las cuatro empresas que integran el programa PACE hacen donativos millonarios en software, salas de cómputo (work stations)21 y la
capacitación de sus profesores en el uso de estos programas con el
compromiso de impartir cursos sobre su aplicación y participar en
proyectos de innovación.
PACE anualmente formula proyectos de innovación de partes específicas22. Hasta el año pasado todavía eran proyectos que generalmente se desarrollaban por una sola universidad del consorcio de
universidades registradas. Sin embargo, en 2006 PACE arrancó el
199
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
primer macro-proyecto a escala global para el desarrollo de un vehículo, donde participan 12 universidades en todo el mundo. Las
universidades mexicanas al vincularse a este tipo de proyectos están
transformando radicalmente los procesos de aprendizaje; participan en espacios de innovación propiamente desterritorializados
que rompen con barreras de tiempo y espacio, y cruzan culturas
y los integra en uno de los iconos del technoscape que es la manufactura digital. Con esto se universaliza la innovación y permite
estrechar la vinculación entre universidad y empresa en los nodos
donde se está generando conocimiento.
Las empresas por su parte comienzan el proceso de capacitación y
reclutamiento de líderes desde las propias aulas, y sobre todo absorben ideas frescas en la definición de nuevos productos y procesos,
resultado de la integración de equipos virtuales interuniversitarios
que continuamente se están renovando. Este programa es lo más
cercano a lo que las universidades mexicanas han llegado en procesos de innovación global. En cada proyecto, las ensambladoras
ofrecen ciertos inputs para que las universidades reaccionen. Comienzan por ofrecer “la misión del proyecto” que son especificaciones mínimas a partir de las cuales los diferentes equipos integrados
por profesores y alumnos de cada universidad hacen su propuesta.
Para este tecnológico privado, la participación en el technoscape de
la industria automotriz es mucho más tangencial y limitada que en
el caso de la relación inter e intraempresa. La comunicación con
los gestores del proyecto en la ensambladora se concreta a contestar algunas preguntas específicas a lo largo del proceso, a cambio
las universidades se ven obligadas a ofrecer informes parciales y
la presentación final. Entre las universidades hay un arreglo para
subdividirse el proyecto, se agendan sesiones virtuales una vez a
la semana y se ofrece la posibilidad de “chatear” con los alumnos
involucrados. El alcance de estos proyectos de vinculación es retroalimentar de ideas y prospectos, sin la influencia o “contaminación”
que ejerce el participar en una cultura corporativa. Se reconoce que
algún proyecto elaborado por las universidades fue exitoso cuando
al analizarse por la ensambladora y proveedores selectos consideran
su pertinencia. Su aceptación permite que pase a otras fases del
proceso de innovación que dan cuenta de la concreción del diseño
de prototipos, análisis de viabilidad financiera y los subsecuentes
pasos hasta su producción. En todos estos tramos, las universida-
200
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
des no participan en el technoscape, solamente entregan el proyecto
inicial, la gran idea.
En este apartado se pudo constatar que a pesar del vertiginoso
crecimiento de instituciones de educación media y superior públicas en el Estado de México, su vinculación y participación en el
technoscape de las empresas global es aún marginal. Su capacidad de
generar espacios de innovación se ve básicamente limitada por la
falta de infraestructura y una planta de profesores adecuada. Por el
contrario, el tecnológico privado estudiado ha gestado una sólida
estructura institucional y arreglos procedimentales a partir de una
organización flexible y una infraestructura adecuada que sirven de
alimentadores de nuevas ideas al torrente innovador del technoscape
y que son aún casos excepcionales en el país.
3.1. Reflexiones sobre política pública
La integración del Complejo General Motors localizado en la
ZMCT en el technoscape global de esta firma da cuenta de un campo virtual que está estructurado con una serie de compuertas que
permiten el flujo de información, incluso permite la retroalimentación interactiva con sus proveedores y con el entorno. No obstante,
esta interacción interempresa es acotada a nodos específicos donde
se gesta el conocimiento estratégico. Las instituciones educativas del
contexto son excluidas en lo general de este proceso, sólo instituciones educativas privadas de corte empresarial han iniciado la vinculación en procesos de innovación y en la formación de líderes.
Las ensambladoras concentran el núcleo estratégico de la innovación y estimulan un proceso selectivo tanto con sus abastecedores
como con el entorno. Los invitados al festín del conocimiento llegaron a este punto a través de un proceso de larga duración. Se trata de empresas que han transformado sus ambientes de trabajo y su
cultura organizacional para reaccionar eficazmente a los procesos
de innovación. Los abastecedores con mayores recursos de toda índole en el plano global son los que entran en proyectos estratégicos
de innovación, compartiendo información privilegiada en tramos
específicos. Las universidades, a través del capital humano que han
formado y que ha logrado posicionarse en los escaños de liderazgo,
han comenzado a tejer, para el caso de México, vínculos estratégicos como alimentadores de ideas frescas dentro de un technoscape.
201
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Este último abre espacios para inducir a las nuevas generaciones en
una cultura de la innovación transcultural, propiamente global.
Si pudiésemos elaborar una metáfora del technoscape a partir del
análisis de lo que acontece en la ZMCT, este paisaje o campo tecnológico tendría la forma de un túnel por su hermetismo y concentración de conocimiento. El túnel tendría compuertas exclusivas
para dar entrada en ciertos tramos a los proveedores. El tamaño de
las compuertas variaría de acuerdo a la importancia estratégica del
proyecto o la fortaleza institucional del proveedor. Además, tendría ventanitas para que las ideas innovadoras de las universidades
puedan penetrar.
En estos procesos de innovación se puede constatar una suerte de
darwinismo social, en donde las empresas locales tienen que entrar
en un proceso de inversión y cambio de alto riesgo para participar de
manera vulnerable en el technoscape o paisaje tecnológico, en tanto
que los institutos tecnológicos regionales son excluidos por no contar
con infraestructura adecuada y esquemas de vinculación flexibles.
Después de lo presentado en este ensayo, la posibilidad de pensar
la innovación delimitada a cadenas de proveeduría locales sería una
perspectiva miope, pues no se puede ignorar la complejidad del sistema de innovación de esta industria a escala global que se mueve
dentro de un campo tecnológico cibernético y, por tanto, desterritorializado. No obstante, la emergencia en unos cuantos años de
centros de innovación da cuenta del reacomodo de los nodos de
innovación de la industria automotriz. La ZMCT podría pensarse
como punta de lanza para incentivar la generación de nuevas ideas
en las instituciones de educación superior del entorno. Se requiere
no sólo fomentar un programa de vinculación para la innovación
con las grandes corporaciones, sino con las empresas locales que
requieren de una transformación en la forma de operar para ser
competitivas y así coadyuvar a reducir la brecha entre el sector productivo de pequeña empresa.
Esto último se podría realizar a través de un plan de incubadora a
cargo de las instituciones de educación superior, sobre todo las públicas, para capacitar en la cultura de calidad, mejora continua y justo a tiempo. La calidad requiere de la apropiación de prácticas que
eduquen a visualizar, medir con precisión, detectar errores, graficar
202
Las Estrategias Globales de Innovación de las Corporaciones Automotrices en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de Toluca
avances, llevar a cabo una inspección secuencial que resulte en el
registro sistemático permanente de los procesos y de la producción.
Esta fuerte carga en procesos codificados para la mejora continua
lleva implícita una cultura de trabajo centrada en la innovación.
Además, con el fin de apalancar este proceso, el gobierno tiene que cambiar los estatutos legales de los tecnológicos públicos
para que sea posible fondear la investigación; de lo contrario, los
recursos federales y estatales van a ser siempre incipientes. A la
par es necesario proponer incentivos para que el sector financiero
pueda presentar esquemas viables de financiamiento para el equipamiento de alta tecnología de la empresa nacional. En suma,
el desarrollo industrial integral de la ZMCT requiere formular
paquetes atractivos que otorguen mayor capacidad de respuesta a
la empresa local y a los centros educativos en un entorno productivo totalmente globalizado.
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204
Acerca de los Autores
Carmen Bueno Castellanos
Directora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de
la Universidad Iberoamericana desde 1999. Doctora en Ciencias
Sociales por la Universidad Iberoamericana (1993), y miembro del
Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 2. Trabaja las siguientes
líneas de investigación: 1. Globalización. 2. Antropología del
trabajo. Ha escrito diversos artículos y capítulos de libro sobre
los temas de globalización desde el enfoque antropológico y
antropología de la industria. Ha coordinado diversos libros, entre
los que destacan: 1. Espacios globales, UIA y Plaza y Valdés, México,
2006 (en colaboración con Margarita Pérez Negrete); 2. El auto
global, UIA, UAM, BUAP, CONACYT, 2005 (en colaboración
con Huberto Juárez y Arturo Lara), 3. Tecnología y Cultura 2003,
Anthrops y UIA, 2003, pp. 117-148 (en colaboración con María
Josefa Santos).
Yolanda Carvajal Suárez
Maestra en Estudios Urbanos y Regionales por la Universidad
Autónoma del Estado de México (2004) y Profesora de la Facultad
de Economía, UAEMéx. Trabaja las líneas de investigación:
1. Economía industrial. 2. Desarrollo regional. Recientemente ha
publicado: 1. “Especialización manufacturera en el Estado de México:
consideraciones para una política sectorial”, en Memoria del Cuarto
Seminario Internacional de la Red Iberoamericana de Investigadores en
Globalización y Territorio, bahía Blanca, Argentina, 2006; 2. Antología
Especialización económica, Facultad de Economía, UAEMéx.
Laura Elena del Moral Barrera
Doctora en Ciencias por el Colegio de Postgraduados (2003) y
miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel 1 (2005).
Investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad
Autónoma del Estado de México, dentro de la cual se desempeña
como profesora de tiempo completo. Trabaja las siguientes líneas
de investigación: 1. Economía Agrícola. 2. Comercio Exterior
y 3. Desarrollo Regional. Entre sus recientes publicaciones se
205
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
encuentran: 1. “El mercado de la carne de cerdo en canal en
México”, en Análisis Económico. UAM, núm. 50, 2007, por
publicarse (en colaboración con Miguel Ángel Díaz Carreño y
Pablo Mejía Reyes); 2. “Importaciones totales y de carne de cerdo
en México en el contexto del TLCAN: un enfoque de corrección
de error”, en Ciencia Ergo Sum, UAEMéx, vol. 12, núm. 3, 2007,
por publicarse (en colaboración con Miguel Ángel Díaz Carreño y
Pablo Mejía Reyes).
Rodolfo García Galván
Responsable del área de planeación y proyectos en la Dirección de
Control Escolar de la UAEMéx. Maestro en Estudios Urbanos y
Regionales por la Universidad Autónoma del Estado de México
(2004). Sus líneas de investigación son: 1.Teoría del actor-red,
2. Teoría de la firma. 3. Economía del cambio tecnológico.
Entre sus recientes publicaciones se encuentran: 1. “El enfoque
de redes socio-técnicas como herramienta metodológica para los
estudios territoriales de la tecno-industria”; en Quivera, núm. 2,
UAEMéx-FaPUR, Toluca, 2005, pp. 8-40; 2. “Redes sociotécnicas
en la industria automotriz. El caso del corredor Toluca-Lerma”;
en Libro Colectivo sobre Redes, por publicarse, en coautoría con
Sergio González, 2006; 3. Producción flexible para el crecimiento y el
empleo en la industria manufacturera y automotriz, en coautoría con
Eduardo Rodríguez, STPS, México, 2006.
Christian E. Laguna Reyes
Maestro en Economía Regional por el Centro de Investigaciones
Socioeconómicas de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Actualmente es profesor del Departamento de Finanzas y Economía
en el Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México y
en la ESE del IPN. Sus líneas de investigación son: 1. Comercio
Internacional. 2. Economía Regional. 3. Insumo producto. Entre sus
recientes publicaciones se encuentran: 1. “Medición de los factores
del crecimiento regional: una visión alternativa a las técnicas ShiftShare aplicada al análisis de la economía del Estado de México”,
en Tiempo Económico. Revista Universitaria de Economía, UAM
Azcapotzalco, 2006; 2. “El monopolio, una nota didáctica (I).
Fijación de precios y equilibrio del monopolio”, en Contribuciones
a la Economía, publicación electrónica de la Universidad de Málaga,
2006, «http://www.eumed.net/cuersecon/colaboraciones»; 3. “El
modelo de insumo-producto. Principios básicos y extensiones”,
206
Acerca de los Autores
en Contribuciones a la Economía, publicación electrónica del a
Universidad de Málaga, 2003, «http://www.eumed.net/cuersecon/
colaboraciones» 
Pablo Mejía Reyes
Profesor de la Facultad de Economía, UAEMéx. Doctor en
Economía por la Universidad de Manchester, Reino Unido
(2001). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel
1. Líneas de investigación: 1. Crecimiento económico nacional y
estatal (evidencia empírica e implicaciones de política pública). 2.
Fluctuaciones económicas (la experiencia nacional e internacional).
3. Econometría aplicada (modelaje no lineal). Entre sus recientes
publicaciones se encuentran: 1. “La sincronización de los ciclos
económicos de México y Estados Unidos”, en Investigación
Económica, FE-UNAM, núm. 258, 2006, 45, pp. 15-45 (con Elías
E. Gutiérrez Alva y Claudia A. Farías Silva); 2. “Los claroscuros de
la sincronización internacional de los ciclos económicos: evidencia
sobre la manufactura de México”, en Ciencia Ergo Sum, UAEMéx,
vol. 13, núm. 2, 2006, pp. 133-142 (con Elías E. Gutiérrez Alva y
José A. Pérez Díaz); 3. “Comercio exterior y fluctuaciones cíclicas
en la producción de cerveza en México”, en Estudios Económicos
Regionales y Sectoriales, vol. 5, núm. 2,EAAED, España, 2005, pp.
81-110 (con Liliana Rendón Rojas).
Liliana Rendón Rojas
Profesora de asignatura en la Facultad de Economía, UAEMéx.
Maestra en Ciencias Sociales por el Colegio Mexiquense (2003).
Trabaja la línea de investigación: Desarrollo Municipal. Labora en
el Departamento de Estudios y Políticas de empleo de la Secretaría
del Trabajo del Estado de México. Coautora con Pablo Mejía
Reyes del artículo: “Comercio exterior y fluctuaciones cíclicas
en la producción de cerveza en México”, en Estudios Económicos
Regionales y Sectoriales, vol. 5, núm. 2, julio-diciembre de 2005,
pp. 81-110.
Ángel Mauricio Reyes Terrón
Miembro del Grupo de Investigación en Modelización Econométrica Regional y Estudiante de Doctorado en Economía (20052007) en el Departamento de Análisis Económico, Facultad de
Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Zaragoza,
España. Es Maestro en Economía por el Centro de Investigación y
207
Volumen ii: Manufactura e Industria Automotriz
Docencia Económicas (2000). Líneas de investigación: 1. Economía de los mercados, presupuesto y gasto público en México. 2.
Ciencia y tecnología. Entre sus publicaciones recientes se encuentran: 1. El cambio en la productividad manufacturera en México:
1994-1999. El enfoque de los índices de Malmquist en industrias,
estados y regiones, en coautoría con Carlos Bazdresch Parada, Documento de Trabajo no. 313, CIDE, A. C. México, mayo de 2005;
2. El estudio de las derramas de la inversión extranjera directa en
la industria manufacturera mexicana. Una nota histórica, en coautoría con David Romo Murillo y Carlos Bazdresch Parada, Documento de Trabajo núm. 305, CIDE, A. C. México, octubre de
2004; 3. Productividad total de factores y reducción de costos en la
industria manufacturera mexicana, 1994-1999, en coautoría con
Armando Nevárez Sida, en Economía, Sociedad y Territorio, El Colegio Mexiquense, A. C., vol. IV, núm. 16, julio-diciembre de 2004,
pp. 697-721.
Ricardo Rodríguez Marcial
Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Economía de la
UAEMéx. Maestro en Economía por el Centro de Investigación
y Docencia Económicas (CIDE), A. C. (1986). Sus líneas de
investigación son: 1. Economía monetaria. 2. Economía industrial
del Estado de México. Entre sus recientes publicaciones se
encuentran: 1. “El efecto del ‘corto’ sobre la inflación en México”,
en Memorias del 8° Coloquio de Investigación, Coordinación de
Investigación y Estudios Avanzados, UAEMéx, Toluca, 2003, pp.
44-45; 2. “Inflación y política monetaria” en Revista Con-Texto
Económico, núm. 2, Facultad de Economía, UAEMéx, Toluca.
Óscar Manuel Rodríguez Pichardo
Investigador de la UAEMéx. Doctor en Ciencias Sociales y Políticas
(mención honorífica) por la Universidad Iberoamericana (2005). Sus
líneas de investigación son: 1.Acumulación Industrial. 2. Desarrollo
Regional. 3. Mercados Laborales. Algunas publicaciones: 1.”Análisis
de la acumulación de capital industrial y la constitución de los
mercados interregionales de trabajo entre la Zona Metropolitana
del Municipio de Toluca y la Zona Metropolitana de la Ciudad de
México1960-2000” (por publicarse, en colaboración con Yolanda
Albarrán Olvera); 2. Caracterización de los mercados de trabajo en
la Zona Metropolitana del Municipio de Toluca 1995-2005 (en
proceso de publicación). Última investigación: “La distribución
208
Acerca de los Autores
territorial de la acumulación industrial metropolitana y sus efectos
en los mercados de trabajo en la Ciudad de México 1985-2004”
(por publicarse).
Ryszard Rózga Luter
Investigador de la Facultad de Planeación Urbana y Regional de la
UAEMéx y de la Universidad Autónoma Metropolitana. Doctor en
Ciencias Económicas por la Universidad de Polonia. Sus líneas de
investigación son: 1. Economía regional e industrial. 2. Economía
de la innovación científica y tecnológica. Entre sus publicaciones
más recientes se encuentran: 1. “La importancia de la dimensión
regional de la investigación científica y tecnológica y su reflejo en
PECyT 2000-2006”, en Aportes, año VII, núm. 20, Facultad de
Economía/BUAP, 2002, pp. 67-86; 2. “Innovación científica y
tecnológica como eje de los procesos socioeconómicos y territoriales
contemporáneos y su lugar en la investigación y docencia del
posgrado de la CyAD”, en Espacio y Diseño, vol. Especial, núm.
114, CyAD/UAM-X, pp. 30-39; 3. “Tres niveles conceptuales
de comprensión de planeación: planeación, planeación general,
planeación territorial y planeación urbana y regional”, en Carreño
et al. (coords.), Planeación en México, región y ambiente, Toluca,
FAPUC/UAEMéx, 2002.
Renata J. Ruiz Gutiérrez
Profesora de la Facultad de Geografía de la UAEMéx. Licenciada
en Planeación Urbana por la Universidad Autónoma del Estado
de México (1995). Sus líneas de investigación son: 1. Redes
empresariales. 2. Entornos innovadores. 3. Desarrollo industrial.
Entre sus publicaciones recientes se encuentran: 1. “Redes formales
e informales de innovación en la región metropolitana de Toluca;
un elemento para el análisis de los entornos innovadores”, en
Quivera, núm. 1, Facultad de Planeación, UAEMéx, 2006; 2.
Nuevas tendencias económicas y territoriales de desarrollo industrial
en la zona poniente del estado de México, UAEMéx, Toluca, 2005
(en coautoria con Ryszard Rózga Luter).
209
Índice
Los cambios económico-territoriales de la industria manufacturera
en el Estado de México y su zona poniente, 1990-2005
Introducción
1. La industria manufacturera en el Estado de México
1.1. Un esbozo del proceso de industrialización en la entidad
1.1.1. Inicio de la industrialización moderna: 1940-1960
1.1.2. Etapa media del desarrollo industrial: 1960-1975
1.1.3. Periodo de industrialización madura: 1975-1990
1.2. Cambios en la estructura económica del Estado de México
1.3. Cambios en la estructura de la industria manufacturera
1.4. Algunos aspectos territoriales del desarrollo de la industria manufacturera mexiquense
2. El desarrollo industrial en la zona poniente del Estado de México
Conclusiones
Bibliografía
9
11
11
12
13
15
18
19
22
26
33
37
Análisis de los factores del crecimiento regional: una visión shift-share
de la economía del Estado de México
Introducción
41
1. Un problema general de descomposición
42
2. Descomposición del cambio del empleo sectorial en el
Estado de México: aplicación de Shift-Share
46
3. Análisis de descomposición estructural 51
4. El Shift-Share dentro de un método general de descomposición
56
5. Descomposición del cambio en el empleo a partir del método general
60
Conclusiones
65
Bibliografía
66
Especialización y perfil tecnológico de la manufactura del Estado de México
Introducción
1. Especialización manufacturera en el Estado de México
1.1. Metodología
1.2. Patrón de especialización
2. Perfil tecnológico del patrón de especialización
2.1. Aspectos conceptuales
2.2. Especialización y perfil tecnológico
69
72
72
75
87
87
89
Conclusiones
Bibliografía
Evaluación del cambio en la productividad manufacturera en el Estado de México:
1994-1999. Una aplicación del enfoque de frontera no paramétrico
Introducción
1. Antecedentes
2. Metodología
3. Datos y variables
4. Resultados
4.1. Resultados de la aproximación de la frontera no paramétrica
4.2. Resultados econométricos
Conclusiones
Bibliografía
Situación tecnológica y transferencia del modelo flexible en
la industria automotriz mexicana. Una alternativa metodológica
Introducción
1. Esbozo del modelo productivo
1.1. De la organización tradicional al taylorismo
1.2. Fordismo
1.3. Modelo de producción flexible
2. Una postura teórico-metodológica híbrida.
96
99
101
105
107
111
112
112
129
132
136
143
144
147
148
150
El modelo productivo y el enfoque de las redes sociotécnicas
151
3. Análisis empírico de la industria automotriz en Toluca-Lerma
3.1. Las dimensiones simbólica, material y socio-productiva
3.2. La implementación de la flexibilidad productiva
Conclusiones
Bibliografía
156
162
168
172
173
Las estrategias globales de innovación de las corporaciones automotrices
en la zona metropolitana de la ciudad de Toluca
Introducción
1. Corredor industrial de la zona metropolitana de la ciudad de Toluca178
2. De cluster a technoscape
2.1. La innovación intrafirma
2.2. La innovación interfirma
3. Innovación y contexto
3.1. Reflexiones sobre política pública
Bibliografía
Acerca de los autores
177
183
185
190
194
201
203
205
Actividad Económica en el Estado de México.
Manufactura e Industria Automotriz
bajo la coordinación de
Laura Elena del Moral Barrera, Óscar Manuel Rodríguez
Pichardo y Pablo Mejía Reyes,
se imprimió en Organización Impresora y Editora S.A. de C.V.,
Vicente Guerrero 120, La Urbana Ixhuatepec, C.P. 54140,
Ecatepec de Morelos, Estado de México,
en el mes de junio de 2008.
La edición consta de 5000 ejemplares y estuvo al cuidado del
Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal.
Coordinación de Redacción: Blanca Leonor Ocampo.
Diagramación y Diseño: Khady Ulloa Durand,
Erick Cruz Guadarrama.
Concepto Editorial: Hugo Ortíz.
Coordinador Editorial: Valentín Iturbe Posadas.
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