Afectan a la humanidad… ¿Por qué tantos Terremotos? Los terremotos son fenómenos totalmente devastadores, pero más devastadores son las consecuencias que dejan en la humanidad, este gran movimiento brusco acaba con la tranquilidad de muchos habitantes del planeta tierra. ¤Greicy Farias P odría parecer que los devastadores terremotos que han sacudido a la tierra en los últimos años, como el de Haití y Chile, reflejan un incremento en la actividad sísmica del planeta, pero no es así. En realidad, estos fenómenos forman parte de un patrón constante que se ha visto desde los 1990, cuando comenzaron los registros geológicos. Según el Inspección Estados servicio de Geológica de Unidos (USGS) muestran que desde 1900 ha habido cada año en el mundo unos 18 “importantes” terremotos (con una magnitud de entre 7,0 y 7,9) y un gran terremoto (de magnitud 8,0 o mayor). “No ha habido más terremotos en el mundo” dijo a BBC Ciencia el profesor Francisco Vidal Sánchez, sismólogo investigador del Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada. “Los terremotos son proceso condicionados en el tiempo en cada zona y si vemos la distribución a escala global podríamos considerarlos como un proceso aleatorio”. Lo que si es un hecho, afirman los expertos, es que estos fenómenos son cada vez más devastadores. Pero no porque la tierra se sacuda más, sino por el incremento en la densidad de población que vive en las zonas de riesgo. Es decir, la percepción de que estos fenómenos están en aumento y que cada vez son más destructores se debe a que el público sólo en entera de los terremotos que devastan a zonas pobladas, como el caso de Haití y Chile. Y sin embargo la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) actualmente detecta entre 12.000 y 14.000 sismos cada año y muchos de estos de grandes magnitudes. LOS QUE “HACEN” NOTICIA “A escala global los terremotos destructores –que son los que hacen “noticia”- a veces parecen agruparse en el tiempo porque ocurren en zonas pobladas” explica Héctor Fuenmayor Gerente de Redes Hidrometeorológicas de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis). “Pero hay ocasiones en las que ocurren más terremotos y no necesariamente son tan destructores porque no tienen un efecto en las personas”. Otro factor es la mejora en la comunicación global. Hace sólo unas décadas en el mundo no se enteraba de un gran terremoto en China o Indonesia, por ejemplo, sino hasta unos días o semanas después que había ocurrido. Y para entonces la noticia quedaba relegada a las páginas interiores de los diarios, si acaso se informaban de ella. Hoy en día gracias a internet, las redes sociales y los noticieros que trabajan las 24 horas, la información puede llegar a todo el mundo de forma casi inmediata. Otra explicación por la que parecería que los terremotos están en aumento es porque es los últimos 20 años se han logrado detectar más de estos fenómenos debido al incremento en el numero de estaciones de sismógrafos en el mundo y en la mejora en la comunicación global. Según el USGS, en 1931 operaban en el mundo 350 estaciones. Hoy en día, hay más de 4.000 sismógrafos y los datos que recogen pueden viajar rápidamente a través del planeta vía satélite, computadoras e internet. “Las estadísticas geológicas nos dicen que los grandes terremotos, como este de chile o el de Sumatra de 2004, son fenómenos que ocurren con una frecuencia de uno cada año”, explica Héctor Fuenmayor. “Pero también pueden pasar cinco años sin ningún terremoto fuerte y después ocurran cuatro o cinco seguidos en diferentes partes del mundo”. Menos no es más Según el experto, Héctor Fuenmayor otra creencia común –y errada- sobre los terremotos es que si en una zona de riesgo no han ocurrido movimientos de la tierra durante mucho tiempo, pronto ocurrirá un sacudimiento de gran magnitud. La quiescencia –o falta de actividad sísmica- no necesariamente significa que tiene que ocurrir un gran terremoto. Porque un incremento o disminución en la actividad sísmica a menudo forma parte de la variación natural en la sismicidad de la zona. “Se ha visto en una irregularidad en diferentes lugares del mundo”, dice Fuenmayor. LOS PEORES TERREMOTOS EN AMÉRICA LATINA A continuación le ofrecemos un recuento de los peores terremotos registrados en la región a partir de 1960. Haití: 12 de Enero de 2010 Costa Rica: 09 de Enero de 2009 Este sismo ha sido el más fuerte registrado en la zona desde 1770. Sus efectos fueron devastadores, con un saldo de muertos de más de 150.000. El epicentro estuvo a 15 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital, y según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo tuvo una magnitud de 7,0. Al menos 34 personas murieron en un sismo de magnitud 6,2 en la escala de Ritcher, con epicentro a 32 kilómetros de la capital, San José. Se trató del temblor más intenso en las cercanías del volcán Póas en los últimos 150 años. El desastre dejo más 250.000 heridos y a un millón de personas sin hogar. Perú: 15 de Agosto de 2007 El Salvador: 13 de Enero de 2001 Un terremoto de magnitud 7,9 cuyo epicentro se situó en la costa central del país, a unos 45 kilómetros de Chincha Alta, causando la clic muerte a 519 personas y dejando a más de 300.000 sin hogar. Un sismo de magnitud 7,6 en la escala de Richter en las costas salvadoreñas, provocó una gran devastación en gran parte del país. El mayor impacto se registró en la colonia “Las Colinas” de Santa de Tecla. También provocó que cerca de 200 personas quedaron sepultadas y cientos más murieron. México: 19 de Septiembre de 1985 Guatemala: 04 de Febrero de 1976 Un terremoto golpeó la capital mexicana en 1985 y dejó un saludo de al menos 9.500 personas muertas. El país centroamericano fue sacudido por un sismo de magnitud 7,6 en la escala de Richter. Se calcula que aproximadamente 25.000 personas perdieron la vida. Perú: 31 de mayo de 1970 Chile: 22 de Mayo de 1960 Un terremoto en los Andes peruanos provoca un desprendimiento de tierra que entierra la ciudad de Yungay y mata a unas 66.000 personas. El “terremoto de Valdivia” fue el movimiento telúrico jamás registrado: marcó 9,5 de magnitud en la escala Richter y dejó más de 2.000 muertos. A consecuencia del temblor se generaron varias olas gigantes o tsunamis que borraron del mapa a ciudades enteras de la costa chilena y causaron victimas mortales a cientos de kilómetros de distancia: 138 muertos en Japón, 61 en Hawaii y 32 en Filipinas .