No. 80: Estudio de los resultados de la Asamblea Constituyente y el

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"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
ESTUDIO DE LOS RESULTADOS DE
LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE
Y EL REFERÉNDUM SOBRE
AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES
Primera edición, agosto 2006
D.L. Nº 4 - 1 - 1422 - 06
©FUNDEMOS
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La Paz - Bolivia
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"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
CONTENIDO
Presentación .......................................................................................... 7
BAJO EL SIGNO DEL CAMBIO. EL CONTEXTO
IDEOLÓGICO-POLÍTICO DE LAS CAMPAÑAS
A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE
Fernando Molina Monasterios ........................................................11
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE:
¿HASTA DÓNDE GANÓ EL MAS?
Jimena Costa Benavides ......................................................... 37
LOS RESULTADOS DEL REFERÉNDUM
SOBRE LAS AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES
María Teresa Zegada Claure ..........................................................71
ANÁLISIS DE LA ELECCIÓN DE LA ASAMBLEA
CONSTITUYENTE Y DEL REFERÉNDUM
SOBRE AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES
Salvador Romero Ballivián .......................................................... 111
5
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"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
la realización de ambos eventos electorales. Se trató de dos procesos
electorales inéditos: por un lado, fue la primera vez que se eligió a
una Asamblea Constituyente mediante sufragio universal; por otro
lado, se trató del primer referéndum convocado por iniciativa popular.
P R E S E N T A C I Ó N
En marzo de 2006, gracias a un amplio acuerdo entre el gobierno
y la oposición, el Parlamento aprobó la ley especial de convocatoria
a la Asamblea Constituyente y de manera simultánea aprobó la ley
para el referéndum sobre las autonomías departamentales. Se trató de
un importante pacto político que dio curso a dos de los temas centrales
de la agenda política boliviana de los últimos años.
Ambos procesos electorales, importantes para el futuro del país,
deben ser estudiados de manera atenta. Ese es el propósito del número
80 de Opiniones y Análisis que se inscribe en una historia más amplia
pues se integra en una serie de trabajos sobre el comportamiento del
electorado boliviano que FUNDEMOS ha realizado de manera
sistemática en todos los procesos electorales, desde la municipal de
1995 hasta la elección general de 2005. En total cerca de diez números
han estudiado el comportamiento de los ciudadanos así como de las
fuerzas políticas a lo largo de más de una década y las implicaciones
de los resultados.
En efecto, desde que se planteó a principios de los años 1990,
la exigencia para la convocatoria a la Asamblea Constituyente ganó
progresivamente espacio hasta convertirse en un punto de consenso
de la mayoría de las organizaciones políticas, sociales y regionales
como demostró su inclusión en casi todos los programas de los partidos
para la presidencial de 2005. Al mismo tiempo, una vez que fue
propuesto por los cívicos de Santa Cruz, el referéndum sobre las
autonomías departamentales también ganó legitimidad. Ambos
procesos se reforzaron mutuamente y por ello el Parlamento los
consideró de manera conjunta estableciendo para el 2 de julio de 2006
Para este número se invitaron a cuatro reconocidos especialistas
para que analicen, desde distintos ángulos, los principales resultados
de los procesos electorales del 2 de julio. Abre el número Fernando
Molina, autor de varios libros y director de Pulso, con “Bajo el signo
del cambio. El contexto ideológico-político de las campañas a la
Asamblea Constituyente”, artículo en el cual analiza la preferencia de
una mayoría del electorado por el cambio holista, lo que favoreció la
campaña del MAS y dificultó las de la oposición. Concluye su texto
con un estudio de los riesgos del holismo. María Teresa Zegada, con
una amplia experiencia docente en la Universidad de San Simón,
presenta “Los resultados del referéndum sobre las autonomías
departamentales”, realizando un estudio detallado de los antecedentes
y de los resultados del referéndum por áreas geográficas. La politóloga
Jimena Costa efectúa un análisis de todo el proceso de la Asamblea
Constituyente, desde la ley de convocatoria hasta las perspectivas que
7
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"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
se abren luego de su instalación a principios de agosto de 2006. Cierra
el volumen, Salvador Romero Ballivián, doctor en sociología política
y presidente de la Corte Nacional Electoral. En su texto, enlaza el
estudio de los resultados de los comicios de representantes a la
Asamblea y los del referéndum, mostrando las estrechas vinculaciones
entre ambos procesos.
Con este nuevo volumen, FUNDEMOS aporta nuevamente una
reflexión plural para la comprensión del comportamiento de los
ciudadanos y de las instituciones, brindando a todos los lectores
interesados en los asuntos públicos una mirada amplia sobre la
evolución política en Bolivia.
Ivonne Fernández Weisser
DIRECTORA EJECUTIVA NACIONAL
DE FUNDEMOS
Hartwig Meyer-Norbisrath
REPRESENTANTE DE LA FUNDACIÓN
HANNS SEIDEL PARA EL MERCOSUR
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"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
BAJO EL SIGNO DEL CAMBIO. EL CONTEXTO
IDEOLÓGICO-POLÍTICO DE LAS CAMPAÑAS A LA
ASAMBLEA CONSTITUYENTE
Otra similitud muy significativa entre ambos grupos de datos
es la siguiente: Cuando la derecha predomina, lo hace con pocos
partidos (ADN, MNR y ADN-MIR), en tanto que la izquierda logra
resultados todavía importantes (sobre todo en 1985), pero
completamente dispersos, repartidos entre un sinfín de agrupaciones
medianas y pequeñas; en realidad, ya vive su desbande. Lo mismo
ocurre en los últimos años: el dominio de la izquierda lo ejerce un
solo partido, el MAS, mientras que la oposición, especialmente la
tradicional, ha implosionado.
Fernando Molina Monasterios*
Las elecciones de julio de 2006, para conformar la Asamblea
Constituyente, y las presidenciales de diciembre de 2005, son, en
sentido ideológico, el reverso de las que se produjeron en 1985 y 1989,
inaugurando la institución del voto libre dentro del nuevo periodo
democrático boliviano. El siguiente cuadro mostrará esto claramente:
Corrientes ideológicas prevalecientes
en dos grupos de elecciones (porcentaje)
Elecciones
Izquierda y centroizquierda
Derecha y centroderecha
1985
41,6
58,4
1989
26,9
73,1
2005
57,4
42,6
2006
58,6
41,4
Izquierda y centroizquierda: MIR, MNRI, MNRI-1, MNR-V, PS-1, FPU, IU, MRTK,
MRTKL, POR, FULKA, CONDEPA, AS, MAS, MBL, TRADEPA, AYRA, USTB.
Derecha y centroderecha: ADN, MIR-ADN, MNR, PDC, FSB, FNP, AUR, ARENA,
MIN, PODEMOS, ADN-UCS, UCS, APB, ASI, CDC, CN, MACA, UN, FREPAB.
Elaboración propia con datos de Salvador Romero, Geografía Electoral de Bolivia
y la CNE.
*
Fernando Molina (La Paz, 1965) es un permanente animador del debate
intelectual boliviano con sus libros y artículos sobre historia y crítica del
pensamiento contemporáneo. Es autor de cinco obras, entre ellas Crítica de las
11
Pese a la teoría de Guillermo Lora en sentido de que “las
elecciones no significan nada”, en realidad, como siempre han
reconocido los estudios políticos, inclusive los de orientación marxista,
los fenómenos electorales son un termómetro de las actitudes y
expectativas políticas de la población. Es indispensable, por supuesto,
tomar en cuenta el efecto distorsionante de las campañas, sin olvidar
sin embargo que éstas potencian o atenúan las tendencias ya existentes,
no las crean. Nada es más difícil que hacer campaña en contra de la
corriente, por más dinero que se tenga, como seguramente han podido
comprobar en este tiempo los estrategas de PODEMOS, UN y el MNR.
El contraste electoral que hemos descrito expresa, en el fondo,
la oposición de dos grupos diferentes de valores y de deseos. En los
años ochenta, el electorado buscaba sobre todo la estabilidad, tanto
ideas políticas de la nueva izquierda boliviana (2003) y Evo Morales y el retorno
de la izquierda nacionalista (2006). Ha publicado varios ensayos sobre la materia
que trata este artículo, el marketing político, uno de ellos en Opiniones y
Análisis. Fue subdirector del diario La Prensa, director del semanario Nueva
Economía, y actualmente dirige el semanario de análisis Pulso, y es columnista
de La Nación de Santiago de Chile. Sus publicaciones han recibido varios
premios de instituciones nacionales e internacionales.
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"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
en la acepción económica de esta palabra, muy importante luego de
un lustro de inflación e hiperinflación, como en su acepción política,
después de las múltiples convulsiones mineras y campesinas que dieron
luz a la democracia, pero que también desgastaron al primer gobierno
izquierdista de este régimen (la UDP, que estuvo en el poder entre
1982 y 1985), y extenuaron al país. Sobre este cansancio se levantó
la derecha, cuyos objetivos gubernamentales eran la estabilización de
los precios, la reforma y el fortalecimiento de la precaria
institucionalidad estatal, y la aplicación de la fuerza legal en cuanto
fuera necesario para apaciguar al país. Estos propósitos le alcanzaron
para gobernar los siguientes 15 años.
que quiere lo nuevo sin detenerse a pensar en si será mejor o no, ni
tampoco en la autenticidad de lo que se presenta como original (razón
por la cual muchas antiguallas pasan como grandes novedades).
Desde el año 2000, en cambio, la aspiración más importante
y más general es exactamente la opuesta a la de los años 80: se trata
del cambio. La priorización de este nuevo valor –a consecuencia de
la administración venal y camarillera del proyecto liberal de los noventa,
y de la crisis económica de fines de esa década– nos ha puesto bajo
el signo de la izquierda, tendencia que, como es sabido, ha hecho del
cambio su principal, o único, caballo de batalla.
Como he dicho en otra parte1, aquello que une a las diversas
facciones de la izquierda boliviana, agrupadas hoy bajo la sigla del
MAS, es el rechazo a la sociedad tal como la dejó el “neoliberalismo”,
es decir, la necesidad de cambiar de “modelo” social. Fuera de esto
–por ejemplo en cuanto a la exacta arquitectura que debería tener una
sociedad “post-neoliberal”– el grado de acuerdo es muy bajo. Se
apuesta por el cambio, aunque haya discrepancias sobre el contenido
de éste. Lo que por cierto corresponde con el sentimiento de la gente,
1
“Siete tesis sobre el gobierno de Evo Morales”, separata del semanario Pulso
358, del 27 de julio de 2006.
13
Por tanto, y este es mi punto, el cambio que está a la orden
del día no es “cambio” en el sentido lato del término, es decir, una
modificación de cualquier dimensión y laya de las condiciones dadas,
sino uno de índole muy particular, que llamaré, siguiendo a Popper,
“holista”. Éste no sólo promete reformas, sino un borrón y cuenta nueva
social, capaz de terminar con un pasado que se considera desgraciado
y vil, y de fundar una nueva era y una “ciudad celestial” (que, aunque
cada quien imagine a su manera, se considera siempre como un lugar
de emancipación y prosperidad).
Este es en realidad el tipo de cambio –de dimensiones casi
religiosas– al que está asociada la izquierda. En su sentido más general,
en cambio, también forma parte del arsenal de las demás corrientes.
Esto es bastante obvio. Es fácil ver, por ejemplo, que la derecha
boliviana realizó una gran cantidad de transformaciones, algunas de
ellas mucho más difíciles, creativas y anticonformistas de lo que se
podría pensar, durante los años ochenta y noventa del siglo pasado.
Sin embargo, éstas no tuvieron en la mayoría de los casos un sentido
holista (aunque las del primer gobierno de Sánchez de Lozada se
acercaron bastante a ello). Fueron más bien, por lo común, cambios
“reformistas” y, por tanto, según algunas personas, cambios menores
o incluso despreciables. Esta moderación de la derecha explica que
se la suela considerar, sin exclusiones, reacia a cualquier innovación,
es decir, una fuerza reaccionaria.
Orrin Klap habló de sociedades abiertas y sociedades cerradas
a las novedades, a las señales externas, a la transformación de su modo
14
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
de vida. En mi opinión, las sociedades siempre están, mentalmente,
tanto abiertas como cerradas, aunque de forma selectiva. Rechazan
determinados estímulos, mientras que admiten otros. En una época
desaprueban el sindicalismo, que asocian con la inflación, mientras
que dan la bienvenida y aplauden a instituciones nuevas, aunque
también corporativas, como los comités de vigilancia. En otra se cierran
al comercio y a la influencia cultural de Estados Unidos, pero no a
los de Venezuela o Cuba. Esto demuestra que el cambio, en sentido
lato, está siempre presente, es la condición natural de desenvolvimiento
de una sociedad. La estabilidad es una forma de cambio, también,
cuando remplaza a un pasado anárquico. Únicamente hay que considerar
como típicos de las sociedades en crisis, y de la izquierda2, los cambios
de carácter holista; los cuales, a la vez, se ponen sobre el tapete cuando
esta tendencia, por una serie de razones, destaca del conjunto de las
fuerzas políticas y toma el timón del Estado.
este cambio se desea completo, radical, una anulación antes que una
superación de las políticas vigentes, lo que calza perfectamente con
el MAS, un partido de las clases desposeídas, opuesto al status quo;
mientras que resulta en último término extraño para los partidos de
derecha y centroderecha, porque contradice sus intereses básicos.
El problema adaptativo de PODEMOS, UN y el MNR
Un cálculo político elemental, podría decirse que “a primera
vista”, y desprovisto de consideraciones filosóficas, ha llevado a los
derechistas PODEMOS y MNR, y al centroderechista UN, a tratar de
montar, ellos también, la ola del cambio. Esto ha ocurrido sobre todo
en los meses previos a las elecciones de diciembre de 2005.
Pero este intento enfrenta una dificultad: no toma en cuenta
cuál es la clase de cambio que reclama la población, y que éste ya
ha sido, además, encomendado a Evo Morales. Como hemos dicho,
Tal es el problema de PODEMOS, UN y el MNR: la
imposibilidad de radicalizarse en la medida en que lo requieren los
tiempos actuales, porque sería contra natura, porque les quitaría la
razón de ser, y last but not least, porque nadie les creería3. (Por otra
parte, esto también explica el éxito de Evo Morales, a quien sí se cree
con la capacidad y la posibilidad de consumar esta ilusión colectiva:
una gestión que ponga al país patas arriba).
Por tanto, la estrategia adaptativa de estos partidos no puede
ir más allá de la proposición de cambios formales y mercadotécnicos.
PODEMOS ha dado el mejor ejemplo de ello al escoger unos colores
y unos símbolos partidistas tradicionalmente usados por la izquierda,
el rojo y la estrella, y al formular, en diciembre de 2005, un programa
de gobierno fuertemente estatista, aunque siempre en el marco del
respeto a la propiedad y los derechos de los inversionistas nacionales
y extranjeros. Ha hablado también de “nacionalización”, en respuesta
a la principal consigna del MAS, la nacionalización del gas, pero
reduciéndola a la “nacionalización de los beneficios” de esta industria,
cuyos ingresos prometió mejorar negociando precios más altos con los
países compradores. Y planteó que el Estado recuperara la mitad de
las acciones de las empresas ex estatales que en los años noventa se
3
2
La izquierda de los países del tercer mundo, por cierto, porque la izquierda
de los países desarrollados y de muchos países en desarrollo es ahora firmemente
reformista.
15
Una prueba, podríamos decir que grosera, de esto que decimos está siendo
suministrada actualmente por el comportamiento de algunos dirigentes del MIR,
que pugnan, sin ningún éxito, por convertirse en simples cajas de resonancia
del MAS.
16
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
pusieron en fideicomiso para financiar la pensión anual de los mayores
de 65 años, el Bonosol, con el fin de utilizar estos recursos en otros
programas. Por su parte, UN, que inicialmente se había manifestado
en contra de la nacionalización, poco después la incorporó a su
programa, aunque en una versión más moderada que la del MAS. Y
el MNR, como ya había comenzado a hacer en las elecciones de 2002,
abandonó el discurso semi-liberal que le había sido característico
durante la década anterior.
que la oposición cosecha sus votos principalmente a consecuencia de
la preocupación y el temor de su electorado por el cambio holista que
defiende el MAS. Es un voto esencialmente conservador5.
Pero estas ofrendas al nuevo dios colectivo fueron despreciadas
por los fieles, que las consideraron insuficientes para aplacar su furia
por la decadencia económica y moral del país, y que ellos necesitaban
expresar de una manera mucho más contundente, es decir, en el 54
por ciento entregado al MAS.
La verdadera fuente electoral de la oposición
Es difícil saberlo a ciencia cierta, pero mi hipótesis es que poco
del caudal electoral de la oposición se debe a las concesiones
programáticas y estéticas realizadas por sus partidos miembros. Por
supuesto, está claro que actualmente no es posible reivindicar la
tradición de la “democracia pactada” que permitió la alternancia de
los partidos derechistas en el poder durante los años noventa, y que
más bien renegar, o cuando menos distanciarse significativamente de
esta tradición se ha convertido en la condición sine qua non para hacer
política4. Sin embargo, más allá de este requisito básico, la verdad es
4
El no haber comprendido esto del todo, y haber presentado listas con algunos
candidatos “tradicionales”, perjudicó seriamente a PODEMOS y UN en las
elecciones de 2005. Cfr. mi artículo “El triunfo de la cultura populista”, en
Opiniones y Análisis 77.
17
Desde comienzos de la década que los estudios de opinión
muestran la formación de dos grupos de electores en Bolivia: los
“furiosos”, que se pronuncian por el cambio radical, y los “asustados”,
que intentan contener a los otros con un voto de resistencia, de oposición.
Es evidente que PODEMOS y el MNR se apoyan sobre todo en los
“asustados”, en ese 20 a 30 por ciento de la población que, según un
estudio de la Corte Nacional Electoral6, tiene la más baja participación
política, es decir, se involucra menos en las luchas sociales
contemporáneas, y al mismo tiempo está más descontento con la
democracia, la cual probablemente entiende como un espacio de
desorden, irracionalidad, conflicto, y, justamente, de cambio.
Como puede suponerse, este contingente está compuesto
principalmente por los bolivianos de nivel socio-económico más alto,
lo que explica los exiguos resultados electorales obtenidos por la
oposición en las zonas más pobres: el campo, los barrios populosos,
el occidente del país.
5
En especial el que favorece a PODEMOS y al MNR. El caso de UN es más
complicado, como ya señalé en el artículo ya citado. En teoría, UN podría
canalizar una parte del voto por el cambio, puesto que no ha sido identificado
como un partido conservador. Sin embargo, en la práctica –en parte por los
rasgos de su liderazgo, en parte por los errores de sus campañas– no logra atraer
este voto. Y tampoco es votado por los conservadores, que prefieren una opción
más claramente alineada en contra del MAS, es decir, a PODEMOS. Esta es
la causa del pequeño siete por ciento logrado por UN en las dos elecciones
últimas.
6
Unidad de Análisis e Investigación de la CNE, Cultura política y democracia
en Bolivia – Segundo estudio nacional, La Paz, Garza Azul, diciembre de 2004.
18
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Y es un contingente minoritario. Los “asustados” son en este
momento bastante menos que los “furiosos”, o, para decirlo de una
forma que conviene mejor a mis intenciones, los creyentes en el cambio
radical son muchos más que los que solamente admitirían algunos
cambios limitados y específicos, pues aunque preferirían ver jubilados
a los viejos políticos, de tan triste memoria, y, por supuesto, una nueva
conducta política más sincera y honrada, y más nacionalista, no
aceptarían ir más allá de eso.
conmover e inspirar, y no sólo de protestar. Deberá dejar de hacer
política basada en las encuestas, que la llevan engañosamente a
concentrarse en cuestiones como las polémicas sobre los símbolos
patrios o sobre la influencia de Chávez o sobre los gastos electorales,
que son registradas más fácilmente por las estadísticas, pero que
resultan finalmente estériles, pues no afectan profundamente la vida
de los bolivianos, no “les llegan al corazón”. En lugar de esto, tendría
que comenzar a hacer política para revolucionar las encuestas, y esto
significa pensar en el mediano y en el largo plazo antes que en las
siguientes elecciones. Una actitud así exige que la oposición reflexione
sobre su verdadera fuente de poder electoral y político, y elabore un
discurso en consonancia, por encima del fácil expediente de seguir la
inclinación al cambio como se pueda.
De lo dicho hasta aquí se puede sacar algunas interesantes
conclusiones. En primer lugar, que la orientación “anti-masista” de la
oposición no es una decisión que ésta pueda tomar o dejar, sino el
resultado inevitable de las condiciones políticas. La oposición no
renovaría las fuentes de su poder, ni satisfaría a quienes confían en
ella, si se limitara a propagandizar un conjunto de reformas parciales,
y no hiciera lo principal, esto es, chocar contra la concepción del cambio
que trata de desarrollar el MAS. Que hasta ahora haya hecho esto último
de una manera torpe, primitiva, reaccionaria, etc., es otra cuestión. Lo
que cuenta es que no puede dejar de hacerlo, no puede dejar de cruzar
su espada con la del MAS, aunque así se lo sugieran algunos analistas
bien intencionados, pero que ignoran lo que la política pone en juego.
Si siguiera su consejo, la oposición tendría que pasar por alto el carácter
excepcional del momento político presente, la emergencia en que se
encuentra el sistema político y económico boliviano, justamente desde
que, y porque se abrió la posibilidad de un cambio de tipo holista.
Esto se puede decir mejor de la siguiente forma. Si la oposición
quiere prevalecer algún día, deberá vencer intelectual y políticamente
al MAS, no tiene alternativa. Por tanto, está obligada a luchar
-democráticamente– contra este partido. Pero esto no es suficiente.
También es necesario que plantee esta lucha de una mejor manera, sin
la superficialidad con que lo ha estado haciendo. Deberá ser capaz de
Una experiencia aleccionadora, por ejemplo, fue la de
PODEMOS en los comicios de diciembre de 2005. Debería haberle
enseñado a este partido que enfrentar al MAS no puede entenderse como
desafiarlo a una “carrera de dos hombres”, lo que en Bolivia llamamos
“estrategia de polarización”. Si, como hemos dicho, el electorado
conservador es minoritario, esta estrategia siempre conducirá a la
derrota, aunque simultáneamente logre mejorar un poco la
concentración de los votos opositores. En efecto, en 2005, cuando la
“estrategia de polarización” se desplegó en todos sus alcances,
PODEMOS obtuvo el 28 por ciento de los votos, y el MAS el 54 por
ciento. En 2006, cuando la intensidad de la polarización había bajado,
PODEMOS cayó al 15,3 por ciento… pero también lo hizo el MAS,
aunque en menor proporción, al 50,7 por ciento. Otras agrupaciones,
tanto de derecha como de izquierda, obtuvieron los porcentajes faltantes.
En teoría, lo ideal para la oposición sería que el electorado contestatario,
hoy mayoritario, se dividiera entre el MAS y otra opción de izquierda,
por ejemplo la que podría surgir de la expansión en escala nacional
de la AS de René Joaquino.
19
20
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
¿Realmente se ansía un cambio holista?
Contra lo que he dicho hasta aquí se puede argumentar que la
premisa de la que parto (la demanda mayoritaria de un cambio holista,
cuya realización se asigna, en este caso, a la Asamblea Constituyente)
no está comprobada. ¿Existe realmente esta demanda?, ¿o se trata de
una presunción infundada?
Una encuesta del PNUD, por lo menos tal como la interpreta
Antonio Araníbar Arce7, parece testificar en mi contra. Indica, en la
parte más contradictoria respecto a mi tesis, que el 42 por ciento de
los bolivianos, la mayoría, cree que es mejor modificar parcial y no
totalmente la Constitución. Por el cambio total se pronuncia solamente
el 33 por ciento. Por otra parte, el 62 por ciento de la población preferiría
que la Asamblea adoptara “soluciones de consenso”, y sólo el 29 por
ciento “soluciones propuestas por la mayoría”.
Son resultados interesantes, pero que deben tomarse con
cuidado. En primer lugar, los niveles de conocimiento (“¿Conoce usted
la Constitución?”) que esta encuesta detecta son extraordinariamente
altos (61 por ciento dice conocer “algo” la Constitución) y distintos
de la mayor parte de los estudios de opinión sobre temas políticos que
conozco. En segundo lugar, que la Constitución se vuelva a redactar
en algunos o en todos sus artículos no necesariamente concluye alguna
cosa sobre la magnitud de los cambios que la nueva redacción
introducirá. Otros resultados de esta misma encuesta nos informan
7
“¿Qué esperan los bolivianos de la Constituyente?”, en el semanario Pulso 359,
del 4 de agosto. La encuesta se llama “Percepciones sobre la Constitución y
la Asamblea Constituyente” y se realizó antes de las elecciones de julio con
3.300 personas de todo el país.
21
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
mejor al respecto. Así, tenemos que los ciudadanos menosprecian los
derechos civiles y políticos, como el derecho de reunión o de voto,
que además son los que tienen por más garantizados, y consideran más
importantes los derechos económicos y sociales, al trabajo, la educación
y la salud, aquellos con los que no cuentan. Coincidentemente, piensan
que la Asamblea debe ocuparse de garantizar estos derechos, así como
de distribuir la tierra y de asegurar la propiedad de los recursos
naturales. Todo esto apunta a un cambio holista, a un debate sobre
la propiedad, que por cierto está entre los valores menos apreciados
en la escala de los bolivianos, según se desprende del estudio. La
inclinación holista también surge con bastante claridad de las respuestas
sobre qué esperan los ciudadanos de la Constituyente y la nueva
Constitución. Leemos entonces expectativas como: “Mejor vida para
mis hijos”, “que cambie mi vida”, “prosperidad para todos”, “que Evo
cambie el país”, que también parecen convocar a la panacea.
Aquí hay que tomar en cuenta la opinión del experto en opinión
pública Julio Córdova, quien llegó a la conclusión de que una consigna
tan popular como la Asamblea Constituyente no es sin embargo
comprendida por la población que la victorea, excepto en lo que ella
tiene de promesa de renovación del sistema político, es decir, de método
para volcar la página de la política boliviana, tan aborreciblemente
mancillada por la conducta de los militantes de los partidos llamados
“tradicionales”.
Pero la mejor confirmación del holismo de las masas la
encontramos en “la mejor encuesta” de todas las que existen, los
comicios mismos. En julio, al menos 50,7 por ciento de los bolivianos
apoyaron un discurso abiertamente holista, “refundacional”,
maximalista, que fue el discurso de los candidatos del MAS, quienes
propusieron que la Asamblea, elevándose por encima de los demás
22
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
poderes, no sólo renovara la Constitución, sino la legislación entera
del país. El mejor emisor de este discurso fue el propio gobierno, que,
por boca de sus portavoces, alentó una Asamblea Constituyente que
“produzca un nuevo Estado, una nueva república”, y que, en cuanto
a la “búsqueda de la igualdad y del ejercicio soberano sobre los recursos
naturales”, no tenga “ningún límite”, porque de lo contrario se estaría
“maquillando el destino de la patria”8. Durante toda la campaña, tanto
con prácticas legítimas como con otras non sanctas9, el gobierno
propició un cambio holista, total, que liberara al presidente Morales
de la “prisión” de las leyes y las instituciones actuales. Recordemos
que en el congreso de cocaleros que lo reeligió como dirigente, en
febrero de 2006, Morales declaró que “la Asamblea Constituyente
servirá para cambiar, porque yo a veces me siento prisionero de las
leyes neoliberales; quiero hacer algo y me dicen que es ilegal hacerlo
mediante decreto; quiero hacer otra cosa y es inconstitucional porque
todo lo que piensa el pueblo es inconstitucional; por eso quiero decir
que me siento prisionero de las leyes bolivianas”. Y que poco antes
de la instalación de esta institución, repitió que debía servir para
“cambiar las leyes enemigas”. Pues bien, no otro que éste fue el
propósito que obtuvo el mayor respaldo electoral, y que probablemente
será el que se imponga en la Asamblea10.
Sin embargo, el resultado de la encuesta del PNUD sobre la
gran demanda de “consensos” en la Asamblea, indica algo importante:
si bien la mayoría de la gente desea un cambio holista, no lo quiere
de forma violenta. En esto coincide con muchos otros estudios, que
también muestran la vocación deliberativa, antes que revolucionariomilitar, de los bolivianos. Éstos, pese a su alto índice de participación
en actividades políticas semi-ilegales, como los bloqueos de calles y
caminos, muestran un también alto rechazo al conflicto social11.
8
“La Constituyente es fundacional y parirá una nueva República”, entrevista del
ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, con la periodista Mery Vaca,
de La Razón, 1º de marzo de 2006.
9
Como el uso de los recursos del Estado para su campaña, denunciada por varias
fuerzas opositoras y admitida parcialmente por los observadores internacionales.
10
Por supuesto, este propósito, que aquí llamamos reiteradamente “cambio
holista”, no significa alterar la bandera, el himno o los límites departamentales,
como espero haber logrado explicar hasta aquí, sino algo mucho más general,
ambiguo y también más profundo. Por ello, el rechazo de la mayoría de los
encuestados del PNUD a las ideas mencionadas no afecta nuestra conclusión.
23
Pero esto no nos debe llevar a engaños: no sabemos cómo
reaccionaría la mayoría (en la Asamblea y fuera de ella) si tuviera que
escoger entre su necesidad y su ansiedad de cambios (reales o
simbólicos) de gran rango, y su preferencia por el consenso. Lo más
probable es que, en tal caso, lo primero predominara sobre lo segundo.
Por qué deberíamos oponernos a un cambio holista
Los cambios holistas se desprenden de una concepción mecánica
de la sociedad12, que la considera el resultado de un diseño premeditado
de los hombres, o, en la tradición ilustrada, de un “contrato o pacto
social” libremente acordado en algún momento del pasado. En el caso
nuestro, puesto que se ambiciona un “nuevo pacto social”, su celebración
no se ubica en el pasado sino en el futuro, en una sala de conferencias
en Sucre.
11
Seligson, Moreno y Shwarz, Auditoría de la democracia 2004, La Paz, USAID
Bolivia, 2005. De ahí que, de todos los métodos políticos que le resultan
ideológicamente aceptables, el MAS haya elegido el electoral.
12
Algunos autores la llaman, con más cortesía, “constructivista”.
24
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Esta concepción es uno de los excesos del racionalismo. En
realidad, el tal “contrato social” nunca se ha dado, históricamente
hablando. Sólo una parte muy pequeña de las instituciones de la
sociedad responden a la acción intencional de un grupo de
“constructores”. La mayor parte, desde el lenguaje y la familia, hasta
las empresas y los procedimientos administrativos, se han desarrollado
de una manera “orgánica”, es decir, por la conjunción en el tiempo
de una suma de decisiones conscientes, acciones circunstanciales,
inercias, hábitos y sobre todo por azar. No sólo contó lo intencional,
sino también los resultados no intencionales de las decisiones tomadas
originalmente. En los términos de la física moderna, se podría decir
que las instituciones sociales no han sido nunca sistemas lineales (una
causa, una consecuencia), sino más bien sistemas no lineales (una
causa, muchas consecuencias, algunas de ellas imprevisibles). Son
organizaciones imperfectas, que tienden a la entropía. Incluso las que
fueron fabricadas en un escritorio, como las superintendencias
encargadas de la regulación del mercado, una vez que salieron del
cascarón, pronto perdieron su carácter predeterminado, y por tanto
absolutamente previsible, y se convirtieron, como las demás, en
organismos “vivos”, dinámicos, cambiantes, y, en consecuencia, en
parte impredecibles. De ahí que ahora resulte tan difícil desmontarlas
de un plumazo, como el MAS creía que se podía lograr antes de
convertirse en gobierno.
es tomar en cuenta que las instituciones existentes no son simplemente
un designio de una corriente ideológica (“el neoliberalismo”), una clase
social o incluso una casta étnico-cultural, sino también de una continua
interacción con la realidad, con las necesidades públicas, con la lucha
de intereses, y que, por tanto, representan un equilibrio que hay que
tener cuidado de no romper, o que se debe reproducir en toda institución
nueva que se decida crear13.
Si esto es así, la consecuencia lógica que podemos inferir es
que, como dice Popper, los cambios holistas no nos convienen (desde
un punto de vista puramente práctico). Si no podemos tener la seguridad
de que nuestras intenciones se materializarán perfecta o incluso
adecuadamente, entonces lo más prudente es evitar los cambios
radicales, descomunales, sobre los cuales siempre tendremos menor
control. Sin que esto exija que seamos conservadores, nuestra obligación
25
Una segunda razón práctica para oponerse a los cambios holistas
es que provocan mucho dolor a quienes deben soportarlos. Pensemos
sino en cualquier revolución –que es el cambio holista por
excelencia–, y en todas sus víctimas. Puede argumentarse, claro, que
este sufrimiento es el precio que hay que pagar por el advenimiento
de una nueva sociedad, un “nuevo pacto”, que finalmente asegure la
paz y el bienestar para todos. Pero se trata de un trueque muy dudoso:
el sacrificio de la generación presente por una promesa de la que, como
hemos visto, no es posible estar seguros, ya que siempre habrá
desarrollos imprevisibles.
También se puede argumentar, en contra de lo que decimos,
que los únicos que lamentarán el cambio serán “los opresores”, aquellos
que viven actualmente a costa de los demás, y que, por tanto, se lo
tienen merecido. Esta sería una respuesta no democrática, ciertamente.
Pero no intentemos todavía esbozar una réplica de principio en contra
de ella. No nos salgamos del ámbito de lo pragmático. Digamos más
bien, de nuevo, que no es posible predecir los efectos de los cambios
sociales, por ejemplo en orden a que sólo sean dañinos para algunos
13
No hacerlo fue justamente el error de algunas reformas de los años noventa
que tenían un sentido holista, y que por esto se constituyeron en una causa
de graves problemas en los años posteriores.
26
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
y no para otros. Lo usual es que el castigo de un grupo ocasione una
reacción de éste que a la larga generalice la violencia, como pudimos
ver, de manera horrible, en las grandes crisis políticas del siglo veinte.
Entonces se comenzó actuando contra la burguesía, o contra el “capital
judío”, y se terminó en conflagraciones gigantescas, en el asesinato
de ricos y pobres, judíos y gentiles, culpables e inocentes.
Quien pretenda que sus propios valores y fines son los mejores
y por tanto no hay otra cosa que convertirlos en la guía de la colectividad,
puede escorar fácilmente hacia el totalitarismo. Ya hemos comprobado,
en el comunismo y el fascismo, a dónde conducen los intentos de
imponer una verdad ética sobre los demás, cuando en ética puede haber
razón, pero no verdad. Los fines humanos son distintos y, algunos de
ellos, incompatibles entre sí. La lucha por una sociedad perfecta,
vaciada solamente en determinados valores, choca violentamente contra
esta realidad. No debe intentarse, por tanto; es preciso rechazar los
cambios holistas. Más bien debe buscarse una sociedad abierta, que
garantice una búsqueda plural, una coexistencia de fines como la que
se expresa en las instituciones democráticas bolivianas actuales, y que
por eso hay que reformar, sí, pero no borrar del mapa.
Punto aparte. Además de estas observaciones de carácter
práctico en contra de los cambios holistas, existe otra de principio,
y es la siguiente: Solamente intentará imponer sus fines
“ilimitadamente” quien crea que éstos son los mejores, de modo que
su amplia difusión asegure un mejor sitio para la sociedad. Pero, ¿qué
certeza se puede tener de algo así? Como ya decía John Stuart Mill,
no podemos saber, con certeza, qué valores y qué fines le convienen
indiscutiblemente al ser humano. Esto, en primer lugar, porque los
valores y los fines se oponen entre sí. Es imposible dirimir
científicamente entre los valores14. Por ejemplo, es imposible elegir
de forma indisputable entre esa igualdad cuya búsqueda es la prioridad
de esta época, y la libertad de trabajar, lucrar y por tanto “desigualarse”.
O entre la solidaridad con los pobres y el derecho de propiedad. O
entre…
15
Esto no significa, sin embargo, que la razón no tenga ningún papel en una
discusión de valores. La razón es una guía. Nos enseña, por ejemplo, que
debemos tener a la vida por encima de todo lo demás, pues sin ella el resto
es inútil. O que debemos rechazar algunos fines, no porque sean irracionales
–pues en muchas ocasiones no podemos saberlo–, sino porque son inhumanos.
De ahí nuestra adscripción a la declaración de derechos humanos. La razón
también nos enseña a estimar por encima de otros muchos, los valores que
posibilitan que la búsqueda plural de los fines disímiles se pueda dar en la
sociedad, es decir, a preferir los valores democráticos.
27
Las implicaciones político-geográficas del 2 de julio
La victoria del MAS el 2 de julio fue importante no sólo por
el resultado nacional (que, como ya sabemos, fue del 50,7 por ciento
de los votos), sino por la importantísima presencia de este partido en
Santa Cruz (26 por ciento) y Tarija (40 por ciento)15, es decir, en un
área del país en la que siempre, incluso en los tiempos de crisis,
predominó lo que el experto en temas electorales (y hoy presidente
de la Corte Electoral), Salvador Romero, llama “el voto del orden”16.
15
También en Pando (37 por ciento), pero, como veremos, esto parece deberse
sobre todo a un fenómeno local, antes que a las transformaciones estructurales
de las que hablaremos en lo que sigue.
16
Todos los datos electorales históricos que siguen están tomados del libro de
Romero, Geografía electoral de Bolivia, La Paz, Fundemos, 1993 [3era ed.,
2003].
28
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Tomemos en cuenta que las primeras elecciones ganadas por
el MNR desde el llano, en 1951, que causaron escándalo a la sociedad
bienpensante de entonces, la cual las anuló (lo que indica que no había
podido manipular sus resultados), estas elecciones concedieron al
partido de Víctor Paz el 42,9 por ciento de la votación, una cifra pequeña
en comparación con los récord de Evo Morales en 2005 y 2006.
Además, el partido “del orden” de entonces, el PURS, no perdió su
hegemonía en Pando, Tarija, Beni, donde obtuvo más del 50 por ciento,
y ganó en Chuquisaca, entonces mucho más “aseñorada” que ahora,
con el 42 por ciento, y también, aunque apenas, en Santa Cruz (con
el 37 por ciento). (Este último dato parece indicar que la raigambre
cruceña del MNR se remonta a esta época).
menos en Cochabamba, pudo sin embargo vencer en Pando, Beni, Santa
Cruz y Tarija, donde los partidos de derecha lograron entre 2/3 y 3/
4 de la votación. Y la UDP de 1980 fue el mayor logro de la izquierda
antes de que el MAS irrumpiera en la historia. Después vino un golpe
de Estado y, cuando éste acabó, en 1982, la UDP gobernó con el
Parlamento elegido en las elecciones citadas, sin decidirse a convocar
a unos nuevos comicios que quizá la hubieran colocando en la posición
en la que ahora está el MAS (algo que, claro, ya no se sabrá). Cuando
la UDP salió del poder, en 1985, la izquierda estaba vencida y fue
vencida, como ya hemos visto: los partidos que formaban parte de la
coalición de gobierno apenas llegaron al 15 por ciento de los votos.
Y la derrota, como se adivinará, fue mucho mayor en el oriente.
En suma, que la mítica elección que sirvió de antesala a la
revolución de 1952 fue sin embargo “menos victoria” que ésta última
del MAS. O, para decirlo, con más precisión: fue una victoria mucho
más occidental. Es cierto que después, ya el MNR en el poder, el apoyo
oriental al régimen nacionalista se hizo mayor; pero, según dice Romero,
allí las preferencias electorales nunca sufrieron una influencia tan
drástica del voto universal y del sufragio femenino como la que se
dio en el oeste. La causa es evidente: se trata de una región más
homogénea en cuanto a su nivel económico, su composición de clases,
sus diferencias étnicas, una región en la que hay pocos indígenas y
la mayoría es hispanohablante, goza de un mayor nivel cultural, etc.
Por eso, la incorporación de nuevos electores en 1956 fue menor,
respecto a los que había en la democracia calificada del pasado, que
la de las zonas indígenas del país.
Existen noticias de las revoluciones francesa y rusa sobre dos
tendencias electorales: la de las capitales, que apoyaba las posturas
más radicales, y la del interior, más conservadora, que seguía las
decisiones de sus principales ciudades con un retraso de meses. Hay
varios puntos de contacto entre esta dicotomía y la boliviana. El
bautizado por Romero como “voto de protesta”, el cual favorece a la
izquierda, proviene principalmente de las grandes concentraciones
humanas, de las “provincias altas”, que siempre han sido las más
pobladas del país. Y en especial de La Paz, donde la izquierda ha
obtenido sus más grandes victorias (aunque también perdió en ella,
en los momentos en que su pensamiento dejaba de apasionar a la gente).
El “voto de protesta” tiene correlación, además, con el uso de las
lenguas autóctonas, un menor nivel socio-económico y cultural, etc.
Por eso es más fuerte en el occidente.
Tampoco la UDP, el frente izquierdista que campeó en las
elecciones de 1980 obteniendo más del 50 por ciento en los
departamentos occidentales (60 por ciento en La Paz), y sólo un poco
Sin embargo, con el paso del tiempo el esquema orienteoccidente es cada vez menos útil para expresar este fenómeno. En este
siglo el “voto de protesta” adquirió más fuerza en dos ciudades, Santa
29
30
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Cruz y Tarija, y en algunos poblados del oriente y el sur, aunque todavía
es precario en la generalidad de las áreas rurales. Las razones de esta
transformación son obvias: el enorme crecimiento poblacional de estos
sitios, que crea una psicología más moderna en sus habitantes, y por
lo tanto un aumento de las expectativas populares (sobre este tema
puede leerse con provecho el libro Ciudades y pobreza de Roberto
Laserna)18. Y, además, el aporte ideológico de la migración occidental
e indígena, que es la principal causa del crecimiento de la población.
Dos elecciones, dos tendencias (en porcentaje)
Podemos decir, entonces, que la brecha electoral entre el
occidente y el oriente se está cerrando. Un analista entrevistado por
la prensa lanzó la hipótesis de que el MAS introdujo en Santa Cruz
y Tarija “cabeceras de playa”. En realidad, los resultados electorales
muestran que Santa Cruz y Tarija han cambiado estructuralmente, que
un tercio y un cuarto de sus poblaciones, respectivamente, poseen una
psicología distinta a la que tradicionalmente prevaleció. Estas porciones
no sólo votaron por el MAS, lo que quizá podría considerarse pasajero,
sino que lo hicieron por el “No” a las autonomías, lo que constituye
una verdadera ruptura respecto al ambiente imperante en ambas
regiones. Esto indica que si bien la diferencia se expresa ahora a través
del MAS, seguirá existiendo cuando el MAS pase a la historia. Y
seguramente se extenderá.
En cambio, en el Beni, donde no ha habido cambios serios en
la sociedad patriarcal y agraria, el MAS no ha hecho un papel comparable
con el estándar. (Sí en Pando, pero al parecer por obra de un fenómeno
local, producto de su alianza con un grupo pandino de ideología poco
definida y gran predicamento).
18
La Paz, IESE-UMSS/ASDI/Plural, 2005.
Resultados departamentales a la A.C.,
aproximados por ideología
La Paz
Derecha
Izquierda
Cochabamba
Derecha
Izquierda
Oruro
Derecha
Izquierda
Potosí
Derecha
Izquierda
Chuquisaca
Derecha
Izquierda
Tarija
Derecha
Izquierda
Santa Cruz
Derecha
Izquierda
Beni
Derecha
Izquierda
Pando
Derecha
Izquierda
Resultados departamentales en el
referéndum
25,8
74,2
Sí
No
26,6
73,4
32,7
67,3
Sí
No
36,9
63,1
32,1
67,9
Sí
No
24,5
75,4
28,1
71,9
Sí
No
27,2
72,7
37,7
62,3
Sí
No
37,7
62,2
55.9
44,1
Sí
No
60,7
39,2
72,5
27,5
Sí
No
71,6
28,3
76,9
23,1
Sí
No
73,8
26,1
61,7
38,3
Sí
No
57,6
42,3
Izquierda: MAS, MBL, TRADEPA y otros.
Derecha: PODEMOS, MNR, UN, ADN y otros.
31
32
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Las transformaciones de las sociedades cruceña y tarijeña no
están ocurriendo sin grandes dolores. En algunos casos, los actores
tradicionales reaccionan ante ellas con una mezcla de negación y
rechazo. Se producen arrebatos de racismo, por ejemplo. Y políticas
que se basan en el deseo reaccionario de retroceder la historia, de dar
un golpe de Estado, de devolver a los inmigrantes a sus lugares de
origen, de parar los flujos de personas. Todo lo cual, lógicamente, está
destinado al fracaso. Las transformaciones continuarán
inevitablemente, porque responden al desarrollo y a la creciente
complejidad de la sociedad.
una fuente de inestabilidad política para el país. Tendremos así una
suerte de “fuego cruzado”, desde El Alto y Santa Cruz, en contra de
la democracia. Al fin y al cabo, algunos movimientos de estas ciudades
tienen en común su crítica a la sociedad moderna (de un capitalismo
precario, que tanto genera beneficios como nuevos problemas) que
pugna por aparecer en Bolivia.
Esto significa que la política cruceña y la tarijeña (y la clase
de campañas que será necesario llevar a cabo en estos departamentos)
cambiarán notablemente en los próximos años. Conforme aumente la
presión poblacional, la lucha de clases se exacerbará. La izquierda
obtendrá más triunfos locales, y esto estimulará una discusión intelectual
e ideológica que hasta ahora ha sido característica del occidente.
Aparecerán, en consonancia, nuevos grupos y nuevos líderes. Así estas
regiones, las más ricas del país, se prepararán para conducirlo en el
futuro. Lo harán de manera diferente, sin duda, porque las condiciones
del occidente no se repetirán de manera mecánica. Pero la
modernización, que tantos efectos está teniendo en el estilo de vida,
la cultura, las formas de organización de cruceños y tarijeños (sobre
todo de los primeros), comenzará a expresarse también en la política.
Hasta aquí las novedades del 2 de julio. Han modificado algunas
de nuestras certezas, pero –y hay que tener cuidado con este error–
no las han anulado completamente. El MAS se ha convertido en la
principal fuerza de Santa Cruz y Tarija, la segunda de Pando, y la gente
que ha votado por este partido ha tenido el valor de decir “No” en
un contexto sumamente adverso; sin embargo, en parte éste es un efecto
visual. Si los grupos opositores hubieran postulado a la Asamblea juntos
–o menos separados– el resultado habría sido similar al del año 1985:
un tercio para el MAS, y dos tercios para la coalición de derecha, es
decir, la misma relación que en estas regiones se dio respecto a las
autonomías: alrededor del 70 por ciento por el “Sí”, y un 30 por ciento
por el “No”. Por tanto, las regiones orientales del país continúan
teniendo, y así también será en el futuro, una visión distinta de Bolivia
y la política que la que prevalece en el occidente. Por eso ahora, por
ejemplo, la prédica del cambio holista tiene en ellas menos influencia
que en el resto del país, lo que seguramente las convertirá en cuarteles
de la resistencia frente a los posibles excesos de la Asamblea
Constituyente.
Estos hechos seguramente serán la fuente de varios movimientos
románticos, es decir, con la mirada puesta en el pasado, en el orden
agrario-tradicional que antes mantenía en su sitio la estructura social.
La “Nación Camba” es solamente el primero de ellos. Por supuesto,
la carga destructiva de estas manifestaciones, que ciertamente se dan
en todas las sociedades en veloz transformación, será probablemente
La gran pregunta de este momento es si esta resistencia será
beneficiosa para el país, es decir, si permitirá librar a Bolivia del
sufrimiento relacionado con el cambio radical, sin causarle al mismo
tiempo el dolor propio de los intentos de detener completamente el
proceso de cambio, intento que también es de índole holista. Detener
33
34
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
al país en algún estadio de su historia, por miedo a los problemas que
conlleva el progreso, es una aspiración tan descomunal y utópica como
la de “voltear la tortilla” y comenzar de nuevo. Ambas sólo pueden
traer “sangre, sudor y lágrimas” a la nación. Y es que, hoy como ayer,
el mejor camino para Bolivia es el de los cambios parciales, audaces
pero controlables, y tan seriamente planeados y ejecutados como se
pueda. Los cuales requieren, por supuesto, como condición
indispensable, una sociedad y un sistema político capaces de tolerarlos
y alentarlos.
35
36
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS
DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE:
¿HASTA DÓNDE GANÓ EL MAS?
su magnífica heterogeneidad, sino por la presencia significativa de
mujeres. ¿Cuánto ganó o perdió el principal partido oficialista?, es la
pregunta que trataré de responder a continuación, tomando como base
de datos, no sólo los resultados oficiales de los dos últimos comicios
proporcionados por la Corte Nacional Electoral, sino también el material
hemerográfico que señala día a día la acción gubernamental, además
de algunos de los innecesariamente extensos discursos del presidente
Morales.
Jimena Costa Benavides*
Introducción
El último semestre representa uno de los más ricos de los
tiempos democráticos que nos ha tocado vivir. Los que sufrimos las
dictaduras valoramos significativamente los avances de la democracia,
y la posibilidad de que la oposición gane una elección transparente
es un rasgo de democracia consolidada. Pero al ver el entorno andino
–a Venezuela en concreto-, también se presenta el temor de que esa
institucionalidad democrática sea utilizada para fines autoritarios.
En Bolivia se acaba de instalar una asamblea constituyente, la
más diversa de la historia, no sólo por la presencia de indígenas en
*
Licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad Mayor de San Andrés.
Maestría en Ciencias Sociales con mención en Análisis Político (FLACSO).
Maestría en Gestión de Políticas Públicas en Maestrías Para El Desarrollo,
Harvard Institute For International Development, Universidad Católica
Boliviana. Candidata egresada del Doctorado en Estudios Culturales
Latinoamericanos de la Universidad Simón Bolivar. Postdoctorada del Programa
de Cultura, Política y Transformaciones Sociales en tiempos de Globalización
de la Universidad Central de Venezuela. Autora de varios trabajos de
investigación. Ha escrito artículos para diferentes medios de prensa, actualmente
es columnista de análisis políticos en varios medios escritos de prensa. Es
consultora e investigadora.
37
Sin restar mérito alguno a los trascendentales avances en
términos de la inclusión que ha producido el triunfo del MAS en
diciembre del año pasado y más aún, con el triunfo de julio de 2006,
tampoco debe olvidarse que estos hechos no hubiesen sido posibles
sin el proceso de construcción y consolidación de la democracia en
Bolivia impulsado por el movimiento popular desde la década de los
setenta e institucionalizado gradualmente –con luces y sombras- por
los hoy llamados “partidos tradicionales”, los cuales a pesar de sus
errores posibilitaron una lenta pero gradual apertura del sistema político
desde la inclusión de Ministros de Estado como Isaac Maydana Quisbert,
Mauricio Mamani Pocoata, Simón Yamapara Guarachi, Tomasa Yarhui
Jacome, Esther Balboa o de la presencia de Víctor Hugo Cárdenas en
la Vicepresidencia de la República. La presencia de todos ellos, si bien
por si misma no implica la apertura del sistema es la antesala a una
representación congresal más plural que luego se tradujo en la fuerza
parlamentaria de las bancadas del MAS y del MIP en la legislatura
2002-2005.
El katarismo abrió el sistema democrático a la participación
indígena, el indianismo hoy presente junto a las diversas visiones
nacionalistas, populistas e izquierdistas al interior del MAS recoge esos
frutos y se enfrenta a dos posibilidades claras: utilizar la
38
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
institucionalidad democrática del Estado boliviano para democratizar
la sociedad o utilizar esa institucionalidad para imponer una visión
etnocéntrica de tintes autoritarios. El reto del principal partido del
gobierno es el de superar las posturas autoritarias y excluyentes
características de nuestra cultura política, promover una verdadera
reforma ideológica mirando más allá de los intereses, del poder, y
culminar la tarea que no pudo concluir la Revolución del 52, construir
una sola nación de ciudadanos iguales.
de indiferencia en la legislatura anterior, los actuales parlamentarios
fueron capaces de consensuar –en breve plazo- una Ley que por sus
propias características impedía que alguna de las fuerzas en competencia
lograra los dos tercios, es más, ni siquiera podían lograrlo ganando
en todos los departamentos y en todas las circunscripciones1, de tal
modo que la oferta de lograr el 80% de los votos que hizo el presidente
Morales en diversas oportunidades no era más que un buen deseo,
basado en el desconocimiento del efecto de la fórmula electoral aprobada
por su propia bancada en el Congreso.
Las condiciones para llevar a cabo tal propósito no pueden ser
más favorables: un apoyo popular que se mueve entre el 65% y el 80%,
una comunidad internacional predispuesta a ampliar el apoyo dada la
legitimidad del líder en un entorno democrático, y una oposición casi
inexistente, sin liderazgo y carente de propuesta con capacidad
interpelatoria. La recuperación de la confianza en la democracia ha
subido significativamente con el nuevo escenario político, de acuerdo
a las “Cifras acerca de percepciones y valores” publicadas por el ILDIS
se encuentra en un 86,8%, y de acuerdo a la “Auditoría de la democracia
2006” de LAPOP el 66,2% de los bolivian@s piensan que la mejor
forma de gobierno es la democracia y el 54,6% está satisfecho con
la democracia. Ese incremento vital debe decirle al MAS que aún
ganando puede perder si mantiene esa peligrosa línea de imposición
autoritaria de criterios.
1.
La Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente y el
efecto del sistema electoral aprobado
Lo primero que se puede concluir de la Ley de convocatoria
a la asamblea constituyente de 6 de marzo de 2006, es que hay cambios
positivos en el sistema político. Después de innumerables ejemplos
39
Con buena predisposición, podría suponerse que la aceptación
de tal fórmula por el MAS tuvo que ver con un interés en la participación
plural de las fuerzas políticas, sin embargo, las declaraciones posteriores
de representantes del gobierno llevan a pensar que más bien fue
ingenuidad política en la negociación con la oposición ante la premura
de cumplir con la oferta presidencial durante la campaña electoral y
el discurso de posesión ante un conjunto de autoridades internas y
externas nunca antes visto.
Ahora bien, para lograr mayor número de escaños el MAS se
vio obligado a establecer alianzas con líderes locales que al mismo
tiempo hacen de la organización política aún más heterogénea, sobre
todo en las alianzas en Pando y en Tarija, pactos que si bien le permiten
lograr presencia en los departamentos llamados de la “media luna”,
al mismo tiempo hacen del MAS una organización ideológicamente
más plural y menos radical. Como señala Claus Offe: las alianzas que
1
El ganador en los 9 departamentos obtendría 18 asambleístas y el ganador en
las 70 circunscripciones obtendría 140 asambleístas. Los dos tercios implican
170 representantes.
40
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
produce la competencia obligan a las organizaciones políticas a
renunciar a algunos postulados ideológicos y a flexibilizar posiciones2.
en el padrón electoral en ese momento era de 3.671.152 electores, de
los cuales 2.077.770 se encuentran en las 30 circunscripciones de
sección capital más El Alto, y que tienen asignados apenas 90 escaños,
y solamente 1.593.382 habitantes se encuentran en provincias y cuentan
con 120 escaños uninominales, produciendo la mencionada
desproporcionalidad a favor de dicha población. El cuadro 1 muestra
la distribución de población por circunscripción uninominal según
sección capital o sección de provincia, y la información completa se
encuentra en el ANEXO 1.
Este hecho puede ser visto como positivo desde la oposición
y como negativo desde el interior del MAS, en todo caso queda claro
que mientras mayor la diversidad ideológica al interior de una
organización política más complicada la definición consensuada de
metas colectivas y especialmente más difícil la definición de la
orientación de las políticas públicas desde el poder ejecutivo, esto claro,
si se supone que las alianzas no son estrictamente instrumentales y
no tienen como único fin mantenerse en el poder, sino el de promover
un verdadero cambio en el sistema político y en el conjunto social.
Cuadro 1
Inscritos
Más allá del efecto de las alianzas establecidas por el MAS para
incrementar el margen de votación de las elecciones de diciembre
pasado, es importante hacer notar que el efecto del sistema electoral
aprobado produce una desproporcionalidad en la representación sobre
el sistema general: la sobre representación de la población de provincias,
respecto a la población de las principales ciudades y capitales de
departamento.
Tomando como base el número total de inscritos para votar en
las elecciones de diciembre -elección inmediatamente anterior a la
decisión tomada en el Congreso para la asignación de tres escaños por
cada circunscripción uninominal-, muestra que la población inscrita
2
En el trabajo denominado “Partidos Políticos y Nuevos Movimientos Sociales”,
Claus Offe plantea que la competencia política tiene al menos tres efectos sobre
los partidos competitivos: 1) La pérdida de radicalismo de la ideología del
partido; 2) El establecimiento de coaliciones reduce el alcance de los
planteamientos políticos fundamentales; y 3) Se incrementa la heterogeneidad
estructural y cultural del partido. Editorial Sistema, Madrid. Páginas 62 a 65.
41
Total población inscrita en Padrón (2005)
3.671.152
Población Circunscripciones capitales + El Alto 2.077.770 (57%)
Población Circunscripciones de Provincia
1.593.382 (43%)
Escaños
Uninominales para
la Constituyente
210
90 (43%)
120 (57%)
Si a ese dato le añadimos la variable de la acelerada
concentración de la población en el ámbito urbano que en el Censo
Nacional de Población y Vivienda de 2001 ya se encontraba en el 63%
y que ya se encuentra cerca del 70%, podría afirmarse que la
desproporcionalidad es aún mayor. Está claro pues, que distintos
sistemas electorales crearán diferentes composiciones en la cámara de
representantes. El sistema electoral no es neutral, sino que está elaborado
en función a los intereses de las fuerzas políticas en juego, y tienen
efectos indirectos o psicológicos sobre la orientación del
comportamiento electoral, ya que por ejemplo, en lugar de votar por
el partido de su preferencia los ciudadanos pueden votar por el que
tiene mayores posibilidades de ganar.
42
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Algunas de las consecuencias políticas del sistema electoral de
mayoría relativa -como el aplicado en la elección de constituyentes
uninominales-, son adversas para el sistema general. Por ejemplo,
Maurice Duverger afirma que tiende al bipartidismo; para Sartori el
sistema uninominal mayoritario facilita el bipartidismo y obstaculiza
el multipartidismo; para Arendt Liphart todos los sistemas electorales
son desproporcionados pero recomienda los proporcionales ya que los
mayoritarios favorecen sólo a los partidos más grandes3.
para la asamblea de que todos los representantes sean elegidos en
circunscripción uninominal por sistema de mayoría simple.
Gráfica 1
Porcentaje de votos del MAS
53,74
60
20
43
18
3
Constituyentes
2006
Generales
2005
Municipales
2004
Municipales
1999
2.
Torrens, Xavier. “Los Sistemas Electorales”, en Manual de Ciencia Política,
Caminal, Miquel (Coordinador), Editorial Tecnos, Madrid, 1996. Páginas 364
a 368.
50,74
0
Por supuesto, en última instancia, los sistemas electorales son
el resultado de las circunstancias históricas que rodean un sistema
político determinado, de los intereses partidistas según la correlación
de fuerzas existentes y de la concepción que subyace sobre la
democracia, de modo que no es sorprendente la propuesta del oficialismo
3
20,96
40
Generales
2002
En resumen, los sistemas mayoritarios como el aplicado,
favorecen la hegemonía de dos partidos principales en el parlamento
–en este caso el MAS y PODEMOS- y el control del gobierno por un
único partido –el MAS-, disuaden una numerosa concurrencia de
partidos e impiden una excesiva fragmentación en la representación.
Por el contrario son los sistemas electorales proporcionales los que
producen mayor justicia distributiva en el sistema de partidos y permiten
reflejar la pluralidad social, incorporan los derechos políticos de las
minorías y ofrecen un mayor grado de competitividad, es decir, que
sobre todo en sociedades pluriculturales como la nuestra deberían ser
estos la mejor opción de los decisores que diseñan la institucionalidad,
si el objetivo es mejorar la representatividad de las autoridades electas.
De cualquier modo, la formula les dejó una cómoda mayoría,
pero no el control de la asamblea, de modo que si tomamos como
parámetro las expectativas del oficialismo, podría decirse que el MAS
perdió porque en lugar de alcanzar los anhelados dos tercios disminuyó
su caudal de votos. Sin embargo, el que se haya repetido la mayoría
absoluta es un dato fundamental que habla de la consolidación del
partido más grande del sistema actual que ha tenido un acelerado
crecimiento en menos de una década y que se constituye en un hito
de la política nacional al haber logrado los dos tercios en elecciones
confiables y transparentes. La gráfica 1 muestra la votación del MAS
desde que heredaron la sigla registrada por David Añez Pedraza.
Los resultados de las urnas
En diciembre el Movimiento al Socialismo logró el 53,74 %
de los votos en la elección más importante del periodo democrático
44
31
juni-10
ener-10
0
10
20
9
29
30
50
60
70
40
46
febr-10
14
11
7
20
7
abri-10
4
mayo-10
5
19
15
23
69
73
75
62
45
80
La primera vez se produjo en 1985 cuando se llevaron a cabo elecciones
generales adelantadas después de que la masiva marcha de mineros y otros
sectores a la sede de gobierno durante el gobierno de la Unión Democrática
y Popular, y que culminó con el recorte del mandato de Hernán Siles y la
convocatoria a elecciones, que dieron paso a la estabilidad del régimen
democrático.
90
4
marz-10
66
75
81
Apoyo al Presidente Morales
El apoyo al presidente Morales puede observarse en el Informe
de Opinión Pública Regular del mes de Julio de 2006 que publica
Equipos Mori, con una muestra representativa urbana y rural en los
departamentos de La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija
con una base de 1.000 entrevistados. La gráfica 2 permite observar
los mencionados resultados.
Gráfica 2
El MAS bajó su votación en un 3,02%, de modo que el efecto
natural del desgaste de gestión empieza a sentirse, pero no es
trascendente. Sin embargo, dada la alta legitimidad de Evo Morales
de acuerdo a las encuestas de opinión pública, podría no sólo haberse
repetido sino mejorado el triunfo de diciembre, de modo que podría
inferirse que la baja confirme que más allá del apoyo al MAS o a Evo
Morales que hizo la mayoría con su voto en diciembre, el apoyo de
la sociedad boliviana es sobre todo apoyo al proceso de cambio, que
se percibe de manera más nítida en el Poder Legislativo pero que es
más sutil en la gestión del Poder Ejecutivo y mucho menos en la figura
presidencial que tiende a reproducir las limitaciones de la -cuando
menos- poco democrática cultura política boliviana.
Aprueba
No aprueba
NS/NC
contemporáneo. La importancia radica no solamente en el dato de la
mayoría absoluta y en la posibilidad del avance en la inclusión de
sectores distantes del sistema político, sino en el hecho de que por
segunda vez una severa crisis política se resuelve por la vía institucional
con el recorte de mandato y la convocatoria anticipada a elecciones
generales4.
juli-10
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
4
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Por último, la votación no se traduce mecánicamente en igual
número de escaños, eso depende –una vez más- del sistema electoral
aplicado y en el caso actual, el MAS disminuye su votación pero
mantiene la misma proporción de escaños que le dieron las urnas en
diciembre, incluso con un leve incremento del 0,2%. La gráfica 3
muestra la comparación entre los resultados electorales y la asignación
de escaños de las elecciones de diciembre de 2005 y las de julio de
2006.
Más allá de la pequeña baja, lo importante es que el MAS sigue
siendo el partido más grande del actual sistema de partidos políticos
en Bolivia. El problema que debe resaltarse, es que las alianzas que
hacen del principal partido de gobierno una entidad más flexible,
también disfrazan una disminución mayor respecto al voto de diciembre,
es decir, que si le restamos las alianzas en Pando y Tarija esta cifra
podría disminuir al menos un 2 o 3% más, de modo que en los hechos
la tendencia a la baja sería de alrededor de un 1% mensual.
Gráfica 3
Votación del MAS 2005-2006
50,72
Votos
53,7
Escaños
53,5
Escaños
53,74
Votos
60
0
Elecciones Generales
Elección de
Constituyentes
El MAS gana, pero pierde, ¿por qué?, existen diversas razones,
entre ellas, una de peso probablemente sea la ruta etnicista cada vez
más clara, que deja de lado a un importante sector de apoyo al MAS
y que le dio el triunfo en áreas urbanas: el voto mestizo, el apoyo del
cholo. Intencionalmente o no, la polarización racializada entre indios
y no indios, por plantearlo de manera simple, impide al MAS mantener
la capacidad interpelatoria que pudo tener en la campaña de diciembre
y que le permitía persuadir a la diversidad bajo el discurso del cambio.
En ese sentido, sin menospreciar la significativa mayoría
absoluta que le da el triunfo al MAS, el MAS pierde, porque pierde
gradualmente apoyo de sectores mestizos que reivindican la inclusión,
el respeto y las oportunidades de los indígenas, pero que no se auto
identifican como tales.
3.
El balance positivo
La asamblea de constituyentes es la más diversa y colorida de
toda la historia nacional, no sólo por la presencia indígena, sino por
la diversidad de lo indígena –también hay representantes de tierras
bajas, aún más subalternizados que los de las tierras altiplánicas- y
47
48
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
lo mestizo. La diversidad puede ser analizada desde distintos puntos
de vista, algunos de los cuales trataré de incorporar a continuación.
La diversidad de la asamblea muestra que junto a la mayoría
indígena de la población existe una vital variedad de mestizos digna
de ser festejada, y si bien comparto el deseo del Señor Presidente de
que en lugar de q’aras y t’aras deberían haber bolivianos con los mismos
derechos y deberes5, se olvidó mencionar a los indios, se olvidó que
también deberían sentirse bolivianos y que todos deberíamos vernos
antes que nada como ciudadanos iguales, con iguales derechos y
también con iguales obligaciones.
a.
La composición de la Asamblea
Son 254 asambleistas, ya que faltó designar al segundo
uninominal por PODEMOS en la circunscripción 52 en Santa Cruz
donde ganó. Juntos pueden considerarse como el inicio de un real y
verdadero proceso de inclusión, son 71 representantes menores de 35
años (28%) y suman 182 los menores de 45 años (72%) lo que muestra
el primer cambio significativo, como se observa en la gráfica 4.
Gráfica 4
Si seguimos la visión racializada que realiza Don Evo Morales
al mirar la realidad nacional, sobre la base de las fotografías, nombres,
apellidos, procedencias y ocupaciones de los constituyentes 6, el
siguiente ejercicio podría mostrarnos una distribución en la que los
asambleistas electos, en su mayoría serían blanco-mestizos, o dicho
sencillamente cholos, unos más claritos y otros más morenos, pero la
mayoría cholos al fin.
Distribución porcentual por edades
50
40
30
Cuadro 2
44
Indios
T’haras
Q’haras
28
20
20
10
0
7,4
0,4
21-35
36-45
46-55
49
56-65
Fuente:
CHUQUI LA PAZ
5
7
3
28
15
15
23
50
CBBA ORURO POTOSÍ TAR STA. CRUZ
10
7
6
3
4
12
5
11
4
6
13
8
12
13
33
35
20
29
20
43
BENI PANDO TOTAL
2
2
46
1
2
72
17
10
136
20
14
254
%
18,1
28,4
53,5
100
Elaboración propia basándose en publicación de La Razón, sábado 5 de
agosto de 2006.
66 o +
5
Entrevista a Evo Morales Ayma: “Sueño con un país sin q’aras ni t’aras".
Publicada en La Razón, el sábado 5 de agosto de 2006 en el Suplemento El
Tsunami Político. Página 13.
6
Suplemento de La Razón del sábado 5 de agosto de 2006: “Los constituyentes
de la refundación”.
50
7
5
6
6
Sin información
2
Ganaderos
2
Ex Policías
24
Egresados/as
y estudiantes
Perfil de los constituyentes
Maestros
49
Dirigentes
sociales
2
Costureras
18
8
Comerciantes
2
Amas de casa
El grupo cuantitativamente más grande es el de los abogados,
y si le sumamos el conjunto de profesionales de otras disciplinas
veremos que 109 de los constituyentes (43%) tienen algún título
universitario. El segundo grupo más importante, es el de los dirigentes
sindicales, campesinos y vecinales -en ese orden-, que suma un total
de 49 representantes (19%).
Campesinos/as
51
Otros
profesionales
51
52
0
10
20
30
40
50
60
70
58
Abogados/as
Gráfica 5
15
Técnicos
En todo caso, la diversidad es una fiesta y también se refleja
en las diversas ocupaciones de los miembros del grupo colegiado, como
puede observarse en la gráfica 5.
Transportista
El cuadro es un simple ejercicio de distribución en base a los
criterios planteados, y tratando de agruparlos en base a las diferencias
fenotípicas que las fotografías permiten ver, por supuesto es sólo un
ejercicio y no dice nada de la auto identificación de cada quién, en
todo caso muestra que más allá de la presencia blanco-mestiza en esta
asamblea la representación aún no refleja la composición étnica del
país. La pregunta que queda es si necesariamente un cholo debe
representar a los cholos, si un blanco a los blancos –si es que quedan
blancos puros- y si un indio debe representar a los indios –si es que
quedan indios puros-, o más bien deberíamos tener un conjunto de
representantes nacionales que no restrinjan su visión a las diferencias
fenotípicas y culturales, sino capaces de pensar la totalidad de manera
integral, como una sola comunidad política. Eso es lo que no pudieron
lograr los representantes de generaciones anteriores, ojalá los actuales
lo logren. Ese sería el mayor triunfo no sólo del MAS sino del país
entero, por supuesto ese cambio no pasa sólo y exclusivamente por
un cambio en el sistema político sino también por un cambio ideológico
radical en la sociedad.
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Varios
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Ahora bien, la diversidad en edades, profesiones, rasgos y
colores, más que un triunfo del MAS es un triunfo del país, del proceso
de más de veinte años de democratización institucional y social, es
un cambio del sistema y no sólo de gobierno. El MAS gana pero es
el conjunto nacional el principal beneficiario de que este hecho político
jurídico sea legitimado por los pluri-multi.
Gráfica 6
Cuota de participación de mujeres
80
66,3
60
b.
La cuota de participación de mujeres
40
33,7
20
La Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente incluyó
la alternancia Hombre-Mujer, Mujer-Hombre en las listas de candidatos,
decisión vital para que la presencia de mujeres alcance el 30% señalado
en la Ley de Cuotas. De este modo por primera vez en una instancia
nacional existe una participación de mujeres del 33,7%, como muestra
la gráfica 6. ¿Cuál el significado de superar esa cuota mínima?. Los
efectos positivos no son inmediatos, requieren tiempo, pero en el
mediano plazo pueden producir: 1) una selección activa de mujeres
cualificadas en las organizaciones políticas que aspiran a lograr cargos
electivos; 2) un considerable número de mujeres que lograrán incidir
en las normas y en la cultura política; 3) que las mujeres tengan la
posibilidad de ejercer influencia en el proceso de toma de decisiones
en su condición de particulares, o como representantes de puntos de
vista específicos de grupos de mujeres7.
7
Dahlerup, Drude (2002): “El uso de cuotas para incrementar la representación
política de la mujer”. IDEA International, Suecia. Página 171.
53
0
Mujeres
Hombres
Además de lo señalado, el nombramiento de Silvia Lazarte
como Presidenta de la Directiva de la asamblea es un avance
significativo en cuanto a discriminación positiva, pero este hecho
simbólico no necesariamente se traduce en una inclusión de las
reivindicaciones de las mujeres en el debate constituyente, ya que la
cultura patriarcal y el discurso etnicista probablemente sigan siendo
predominantes. Hasta el presente la mayor presencia de mujeres en
el legislativo después de la aprobación de las cuotas no ha modificado
significativamente los temas que se tratan y en general las mujeres
han sido más o menos “confinadas” a las comisiones vinculadas al rol
de la maternidad, digamos que la reforma ideológica es aún tan
incipiente que parece poco probable que en el corto plazo se nombre
a una mujer cabeza de la Comisión de Energía e Hidrocarburos.
54
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Por otra parte, no debe olvidarse que la amplia mayoría del MAS
en el poder legislativo no ha contribuido a incrementar la cuota de
mujeres, al contrario se establece una disminución del 21,5% a un 14%,
lo que muestra que si bien se producen avances significativos en cuanto
a la inclusión de pueblos indígenas respecto a las mujeres ha habido
un retroceso. Por eso, hay que aplaudir la idea de incluir la alternancia,
que ojalá se traduzca no solamente en una mayor presencia de mujeres
o en una presidencia simbólica, sino en una cualificación del debate
constituyente desde las distintas miradas.
basándose en sus propios criterios, y por tanto a desmarcarse de sus
siglas y bancadas. En este sentido, ninguna de las fuerzas políticas
representadas tiene el control sobre sus asambleístas, en el mejor de
los casos tienen influencia sobre ellos, aunque las señales del oficialismo
son claras: los masistas deben seguir fielmente las orientaciones que
defina el partido, de lo contrario recibirán sanciones de sus
correspondientes organizaciones de base.
c.
Los políticos profesionales y los nuevos actores de la
política
La diversidad de esta asamblea también presenta rasgos
negativos, muestra que varios de ellos como líderes legítimos de sus
localidades aceptaron ser candidatos porque la posibilidad de ganar
representaba un tentador ingreso fijo y estable que –mucho más allá
de la responsabilidad con el país- les permitirá por ejemplo, cubrir sus
deudas, como manifestó una ganadora por el MAS en una entrevista
del noticiero de la mañana de Bolivisión del 5 de agosto.
Un cambio significativo es la cantidad de caras nuevas en la
política, lo que no necesariamente significa que lo nuevo sea mejor.
Del total de representantes apenas se encuentra una decena de políticos
profesionales, como es el caso de Hormando Vaca Diez, Samuel Doria
Medina, Sergio Medinaceli, Oscar Zamora, Román Loayza, Guillermo
Richter y José Bailaba, que se constituyen en los posibles operadores
políticos de las diferentes bancadas en la construcción de consensos.
Se los critica mucho, pero debe reconocerse que están donde están y
se mantienen ahí debido a que saben hacer política. En el resto,
encontramos nuevos actores que por ende, no tienen idea de las lides
que les esperan, cuya acción puede estar basada en muy buenas
intenciones, pero que también pueden ser víctimas de la manipulación
de los más duchos, dentro y fuera de la asamblea.
4.
También debe tomarse en cuenta que al no ser políticos
profesionales y en general, al no ser militantes orgánicos de las fuerzas
a las que representan, tienen la oportunidad de actuar por cuenta propia,
Más allá de la enorme importancia de la inclusión, debe tomarse
en cuenta que la tarea de la asamblea no es sólo la de producir
legitimidad, sino la de diseñar un nuevo orden institucional que sea
55
56
El MAS ganó el mayor número de escaños (137), sin embargo
para poder lograrlo se vio obligado a establecer alianzas con líderes
locales que garantizaban ganar la elección en la circunscripción pero
que no necesariamente son militantes orgánicos –los mejores cuadros
ya se incluyeron en las listas de diciembre-, lo que al mismo tiempo
significa, que al abrirse demasiado puede perder el control, por ejemplo
¿podrá con la gente de–“Chiquitin” Becerra?. El MAS ganó en votos,
pero perdió capacidad de control de su bancada.
El balance negativo
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
mejor que el que está en vigencia. Ello requiere de capacidades y la
más importante de todas es la tolerancia, la posibilidad de ver al otro
como diferente, no como superior o inferior, y sobre todo no como
adversario, y es muy difícil y hasta imposible ser tolerante cuando el
fin de la asamblea constituyente es entendido como la posibilidad de
superar el “empate histórico” a favor de la fuerza política insurgente,
cuando la asamblea es considerada como un espacio que permite
fortalecer el presidencialismo, profundizar el centralismo y garantizar
el control del poder en el largo plazo manipulando la institucionalidad,
y no como una asamblea deliberante que debe articular múltiples
visiones de mundo en una sola Constitución que sea validada, y por
ende, luego respetada por todos.
que no está con el MAS no está con el cambio, y sobre todo, si no
eres “evista” no estás con el pueblo.
Las señales que ha dado el MAS entre el 2 de julio y el 6 de
agosto no son las más auspiciosas y no dan muestra alguna de la
intención de que en la asamblea se definan consensos que aseguren
no sólo la viabilidad de las decisiones, sino sobre todo que garanticen
que no se repita la imposición de unas visiones sobre otras como se
hizo siempre en el pasado cercano. Más bien se percibe una recurrente
amenaza de usar la asamblea no para “refundar” el país, sino para
“refundir” a la fragmentada y débil oposición carente de propuestas
a través de la imposición de la mayoría sobre las minorías, es más,
en su mensaje del 5 de agosto al Congreso el presidente Morales dio
amplias muestras de que ha retornado la lógica de suma “0”: “Alguno
que está aquí y no está aplaudiendo seguramente le va afectar [la lucha
contra la corrupción], por eso no está aplaudiendo”8, afirmación que
muestra una postura de: el que no está conmigo está en mi contra, el
Puede parecer anecdótico, pero son numerosas las afirmaciones
y amenazas del presidente y algunos miembros del gabinete que
muestran que el predominio de orientaciones autoritarias no es ni fue
privilegio de gobiernos anteriores, sino más bien -lamentablementeun rasgo de la cultura política boliviana. Cambian las personas pero
los comportamientos se repiten, lamentablemente con su mantenimiento
no sólo pierde el MAS, sobre todo pierde el país. Algunos de estos
comportamientos negativos son los que analizaré a continuación.
8
Palabras de S.E. Presidente de la República Evo Morales Ayma. Informe a la
Nación desde “La Casa de la Libertad”, Sucre, 5 de agosto de 2006. Página
13.
57
Esta visión obtusa de la enorme oportunidad que tiene en sus
manos puede llevar al oficialismo a perder de vista que si la mayoría
está con el MAS, probablemente no sea por ser el MAS o por ser Evo
Morales, sino y especialmente por que la mayoría está con el cambio,
por eso la nueva Constitución debería implicar un verdadero cambio
e incluir las múltiples posturas, ser al menos intercultural, no solamente
para no caer en errores del pasado sino sobre todo para que la
institucionalidad se respete una vez aprobada en el Referéndum
vinculante antes de su promulgación.
a.
La búsqueda de los dos tercios
El gobierno advirtió al país y aseguró a sus adherentes que
lograría no sólo el control de los dos tercios, sino que apostó a lograr
el 80% de los votos, lo cual obviamente era imposible dadas las
características de la Ley de Convocatoria. La cruda realidad del 50,74%
llevó a un proceso de negociación con diversas fuerzas para tratar de
garantizar el control de la asamblea a través de una renovación de la
58
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
democracia pactada, con la elemental diferencia de que en el pasado
era casi una necesidad imperativa del ganador para poder gobernar ante
la ausencia de mayoría absoluta (Ver Anexo 3). Ninguno de los
gobiernos democráticos tuvo las condiciones del MAS, no sólo en tanto
a legitimidad sino especialmente por la expectativa internacional
generada, factor que no sólo es sistemáticamente desaprovechado sino
que por el contrario, la cabeza del gobierno el presidente Morales ha
pasado de ser el indígena y líder sindical que llega al poder a través
de las urnas dando muestras de la consolidación del régimen
democrático en el corazón de América, a ser el miembro del trío de
gobiernos anti imperialistas de perfil autoritario junto a Hugo Chávez
y a Fidel Castro.
incapacidad del gobierno de diferenciar los roles de Asamblea
Constituyente y de Poder Legislativo, y sobre todo la imposibilidad
de pensar el proceso decisional como un espacio de deliberación y
generación de consensos desde posiciones plurales lleva al intento de
capturar los dos tercios. Para bien del país no lo lograron, pero por
supuesto tienen un año por delante para seguirlo intentando.
Al no haber alcanzado el porcentaje deseado para imponer las
decisiones oficialistas sobre el conjunto de la asamblea, el gobierno
se concentró en la búsqueda de los dos tercios de votos a través de
una remoción de la democracia pactada al mejor estilo de la detestable
“Mega” coalición de Banzer que juntó chicha con limonada para
garantizar la imposición de criterios y luego acabó dependiendo de
unos cuantos votos de UCS y del caprichoso Jhonny Fernandez. La
59
b.
Las “pruebas piloto”
Durante el proceso electoral se realizaron dos “pruebas piloto”
para asegurar la reproducción del MAS en el poder: la propuesta de
incorporación de la reelección inmediata en la nueva Constitución para
buscar la continuidad de Evo Morales en el sillón presidencial; y la
afirmación de que la asamblea debería contar con poderes absolutos,
es decir, quedar por encima de los poderes constituidos, al mejor estilo
chavista. Ambas propuestas incluían el cálculo político del control de
los dos tercios y la posibilidad de librarse de la casi inexistente pero
no deseada oposición en el Congreso.
Después de la votación se realizaron dos pruebas más, esta vez
realizadas directamente por el presidente de la República: en un
encuentro en la localidad de Ucureña los primeros días de agosto,
Morales amenazó con cerrar el Congreso si no aprobaban la Ley de
Tierras propuesta por el Ejecutivo; y luego, el 6 de agosto en el discurso
de inauguración de la asamblea volvió a insistir en la necesidad de
que ésta tenga poderes absolutos.
Los cuatro ejemplos no pueden sino considerarse como intentos
autoritarios que van en contra de la posición institucional que el MAS
adoptó durante todo el periodo previo, cuando era oposición. Si bien
60
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
sus representantes no podían estar al margen de una cultura política
con rasgos autoritarios dominante en el proceso ideológico boliviano,
de cualquier manera, el discurso de cambio los obliga a actuar de
manera diferente. Probablemente, estos imperdonables deslices se
traduzcan en una baja más acelerada del apoyo al Presidente, y
posteriormente y dependiendo de los resultados de gestión
gubernamental que tendrán que empezar a mostrar, la cómoda mayoría
se vaya diluyendo sin haber sido verdaderamente aprovechada.
Todos éstos datos, permiten pensar la posibilidad de una
intromisión del Poder Ejecutivo sobre la asamblea, lo que puede
producir la deslegitimación del cuerpo de constituyentes, y en particular
de los resultados de su trabajo, ya que si bien se mantiene la mayoría
a favor del MAS la polarización política y regional aún no ha sido
resuelta como lo muestra el mapa del referéndum sobre autonomías.
Por eso, es fundamental que el gobierno respete el voto ciudadano y
las atribuciones que la Ley les confiere a los representantes
constituyentes elegidos y se mantenga solamente brindando orientación
a su bancada, no así decidiendo por ella.
c.
La intromisión del Poder Ejecutivo
En las semanas posteriores a la votación se percibió una clara
división entre los asambleistas del MAS y los demás, a partir de la
cuestionada actuación de la REPAC a cuyos eventos sólo tenían acceso
los representes oficialistas y donde sólo podían difundirse visiones
acordes a las del gobierno. Por otra parte, diversas organizaciones se
volcaron a las mismas actividades pero abiertas al conjunto de
representantes de todas las fuerzas políticas, pero los asambleístas del
MAS estuvieron ausentes. Ese fue un primer dato negativo.
Más adelante y ante la imposibilidad de la captura de los dos
tercios, el proceso de negociación para la conformación de la directiva
de la asamblea tuvo tropiezos, los que fueron resueltos con la intromisión
del Vicepresidente de la República, quién facilitó la organización de
la Comisión ad. hoc. que posesionó a los constituyentes.
Después del 6 de agosto, se presentaron públicamente diversos
comentarios sobre una mayor dedicación de la Presidenta de la
Asamblea, Silvia Lazarte a visitar el despacho presidencial antes que
a sus tareas en la Directiva.
61
d.
La cultura política
democratización
como
obstáculo
a
la
Muchos de los aspectos negativos aquí señalados y adscritos
al MAS y a su cabeza más visible el Presidente Morales, no son
exclusividad del gobierno actual, más bien son parte de una cultura
política dominante poco democrática y con diversos matices
autoritarios. Por supuesto, debe comprenderse que ha cambiado el
partido de gobierno y no el Estado completo, también debe tomarse
en cuenta que esos rasgos negativos de la cultura política son
compartidos por indios, t’aras y q’aras, y por supuesto, debe quedar
claro que los cambios ideológicos son lentos y no pueden producirse
en apenas un semestre. Pero a pesar de esas consideraciones, el discurso
de cambio y de cuestionamiento al sistema “tradicional” de partidos
por parte del gobierno y del presidente nos llevan a ser más exigentes
en la evaluación.
Por eso, con una presencia demasiado extensa de gobiernos
autoritarios en la historia contemporánea reciente de hace apenas dos
62
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
décadas, se hace imprescindible que el MAS acelere el proceso de
cambio ideológico dando el ejemplo.
o el Canciller que quiere decidir qué podemos o no leer los bolivianos”–
como los arios en la segunda guerra mundial-, o el Ministro de Educación
que quiere imponer el aprendizaje de una lengua nativa, el país pierde,
y el MAS pierde, pierde la oportunidad de representar un verdadero
cambio en la política nacional. En todo caso, han pasado apenas seis
meses y todavía quedan cuatro años y medio para rectificar los errores
iniciales.
e.
Las expectativas alrededor de “Hogwarts”
Para terminar, una preocupación recurrente es la inflación de
expectativas alrededor de la asamblea constituyente. Por razones obvias,
me ha parecido más pertinente referirme a ella como “Hogwarts” -la
escuela para magos a la que asiste Harry Potter-, ya que demasiados
bolivianos suponen que la asamblea es una convención de hechiceros,
magos y brujas con sus correspondientes varitas, que desaparecerán
la pobreza, el racismo, la dependencia y los autoritarismos de un sólo
pase.
Probablemente, aunque los actuales constituyentes cumplan su
tarea de manera óptima, siempre quedará un gran margen entre el
producto que logren y lo que la mayoría de la sociedad esperaba de
ellos. Por eso, es vital que el proceso sea acompañado con una
participación ciudadana sistemática e informada, propositiva y realista
para que no caigamos luego en un desencantamiento colectivo que deje
el sabor de que la nueva institucionalidad no es suficiente.
A modo de conclusiones: ¿hasta dónde ganó el MAS?
El MAS ganó en las urnas. El país ganó con la inclusión, pero
cada vez que se manifiestan los rasgos autoritarios de sus líderes: el
presidente que quiere clausurar al Congreso, o el Vicepresidente que
se entromete en asuntos de la asamblea, o la REPAC que excluye de
su “capacitación” a los representantes de las demás fuerzas políticas,
63
64
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Bibliografía
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representación política de la mujer”, en Mujeres en el Parlamento.
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constituyentes de la refundación”.
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Selligson, Mitchel (2006): Auditoria de la democracia. Informe
Bolivia 2006. USAID, LAPOP, Ciudadanía, La Paz.
8.
Torrens, Xavier (1996): “Los Sistemas Electorales”, en Manual de
Ciencia Política, Caminal, Miquel (Coordinador), Editorial Tecnos,
Madrid.
65
66
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
ANEXO 1
CONCENTRACIÓN DE LA POBLACIÓN EN LAS DIEZ
CIUDADES PRINCIPALES
Circuns.
1
2
7
8
9
10
11
13
14
15
16
23
24
25
32
33
37
38
45
46
50
51
52
53
54
55
61
66
70
Descripción
Capital Sucre
Capital Sucre
Sección Capital Provincia Murillo La Paz
Sección Capital Provincia Murillo La Paz
Sección Capital Provincia Murillo La Paz
Sección Capital Provincia Murillo La Paz
Sección Capital Provincia Murillo La Paz
Cuarta Sección, Provincia Murillo El Alto
Cuarta Sección, Provincia Murillo El Alto
Cuarta Sección, Provincia Murillo El Alto
Cuarta Sección, Provincia Murillo El Alto
Sección Capital Provincia Cercado Cochabamba
Sección Capital Provincia Cercado Cochabamba
Sección Capital Provincia Cercado Cochabamba
Sección Capital Provincia Cercado Oruro
Sección Capital Provincia Cercado Oruro
Sección Capital Provincia Tomás Frías Potosí
Sección Capital Provincia Tomás Frías Potosí
Primera Sección Provincia Cercado Tarija
Primera Sección Provincia Cercado Tarija
Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz
Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz
Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz
Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz
Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz
Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz
Sección Capital Provincia Gral. José Ballivián Beni
Sección Capital Provincia Nicolás Suárez Pando
Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz
Inscritos en Padrón
53958
53942
83721
114830
83634
100836
103730
69836
69006
121551
111499
92294
71478
62441
41746
34634
46630
38153
47087
38341
78401
71664
92291
74070
71654
56102
43838
14655
69153
2011175
Total:
Fuente: Elaboración propia sobre datos oficiales de las Elecciones Generales 2005
de la CNE.
67
ANEXO 2
Perfil profesional-laboral
Abogado/a
Administrador de empresas
Ama de casa
Arquitecto/a
Auditor/a
Campesino/a
Comerciante
Comunicador/a Social
Contador/a
Costurera
Cristiano
Demógrafo
Dirigente ASOFAMD
Dirigente campesino
Dirigente sindical
Dirigente vecinal
Economista
Egresado/a de la Univ.
Empresario/a
Enfermera
Estudiante
Ex Alcalde
Ex Concejal
Ex Policía
Filósofo
Fisioterapeuta
Ganadero/a
Ingeniero/a
Lingüista
Maestro/a
Mama Talla
Mecánico
Médico
Pedagogo/a
Fr.Ab.
58
4
2
1
2
18
8
7
3
2
1
1
1
18
29
1
8
16
1
2
8
1
1
2
1
1
2
8
1
15
1
1
3
2
68
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Periodista
Politólogo/a
Secretaria
Socióloga
Técnico
Transportista
Sin información
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
4
2
1
1
6
5
6
255
Fuente: Elaboración propia sobre Publicación de La Razón, 5/8/06.
ANEXO 3
Porcentaje de votos del ganador de elecciones generales
60
53,74
50
40
31,22
35,08
34,05
28,56
30
23,07
22,26
22,46
1997
2002
20
10
0
1979
Elección
1980
Gobierno
1985
1989
1993
Porcentaje obtenido en las Partidos miembros
urnas por el ganador
2005
Número de % Alianza en
aliados el Congreso
1985
Pacto por la
democracia
ADN (28,56%)
MNR, ADN
2
54,98
1989
Acuerdo
Patriótico
MNR (23,07%)
MIR, ADN, CONDEPA
3
53,36
MNR (35,08%)
MNR, MRTKL, UCS,
MBL
4
51,16
7
72,18
1993
1997
MNR-MRTKL
Mega Coalición
ADN, MIR, NFR, PDC,
UCS, CONDEPA, KND
ADN (22,26%)
MNR, MIR, NFR, UCS,
69
2002
MNR-MIR
MNR (22,46%)
MBL, PS-1
7
68,06
2005
MAS-MSM
MAS-MSM (53,74%)
MAS, MSM
2
53,74
70
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
LOS RESULTADOS DEL REFERÉNDUM
SOBRE LAS AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES
La crisis social y política que se desencadenó en el país a partir
del año 2000 derivó en un proceso de profunda inestabilidad
institucional. A partir del año 2002, se produjeron dos procesos de
sucesión presidencial y una elección adelantada, en medio de
permanentes movilizaciones y conflictos sociales. En octubre del 2003,
cuando Carlos Mesa asumió el mando del país, los movimientos sociales
impusieron una agenda de pacificación que implicaba, por una parte,
la modificación de la Ley de Hidrocarburos mediante la convocatoria
a un Referéndum que defina el destino de los recursos naturales, y
por otra la convocatoria a una Asamblea Constituyente que permita
una transformación estructural del Estado. Más adelante, se incorporó
en dicha agenda, la demanda proveniente del oriente boliviano de
procesar la implantación de las autonomías departamentales. Mesa
cumplió parcialmente la primera demanda mediante la realización del
Referéndum sobre el destino de los hidrocarburos, pero luego fue
forzado a renunciar sin cumplir con los otros componentes de la agenda
nacional.
María Teresa Zegada Claure*
El origen del Referéndum sobre las autonomías
La convocatoria al Referéndum sobre las autonomías deviene
fundamentalmente de dos procesos históricos: uno relacionado con el
profundo cuestionamiento a la estructura estatal que acompañó el
proceso de crisis y conflictos sociales que vivió el país desde el año
2000; y el otro, como consecuencia del desarrollo histórico de la
demanda autonómica del oriente boliviano que, en los últimos años,
fue nuevamente impulsada por el movimiento cívico y se reposicionó
en el escenario nacional para avanzar hacia sus objetivos estratégicos1.
*
Licenciatura en Sociología, Magíster en Ciencias Políticas. Actualmente,
docente e investigadora de la Universidad Mayor de San Simón. Autora de
varios artículos y libros, entre los que se destacan: “El proceso de transición
democrática en Bolivia: 1982-1985”; “Democratización Interna de los Partidos
Políticos en Bolivia”; “Política, cultura y etnicidad en Bolivia” (coautoría);
“Ejemonías: Democracia representativa y liderazgos locales” (coautoría); “La
representación territorial de los partidos políticos en Bolivia”; “Estructura
organizativa y relaciones de poder en los partidos políticos”.
1
Este trabajo incorpora algunos insumos de la investigación en curso, que se
realiza en el marco de la Convocatoria “Autonomías departamentales y
fortalecimiento del Estado Nacional” auspiciada por el Programa de
Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB), 2006.
71
Hacia mediados del 2005, asumió la Presidencia Eduardo
Rodríguez, Presidente en ejercicio de la Corte Suprema de Justicia,
con el mandato político específico de convocar a elecciones generales
adelantadas para Presidente, Vicepresidente y Congreso, convocar a
elección de Prefectos (concurrente con la elección general) para
diciembre del 2005, y la convocatoria al Referédum por las autonomías
junto a la elección de Constituyentes a mediados del año 2006, este
acuerdo político permitió una salida constitucional a la crisis así como
establecer con claridad el cronograma de la agenda de conflictos
proveniente de oriente y occidente del país.
En la coyuntura crítica de conflictos mencionada, no estuvieron
presentes solamente los movimientos populares que tradicionalmente
72
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
se enfrentaron a los gobiernos de turno, la irrupción del movimiento
cívico cruceño con la demanda de las autonomías, abrió un nuevo frente
de conflictos para el aparato estatal y que, en términos societales
significó una suerte de reequilibrio de las relaciones de fuerza regional
entre el oriente y el occidente del país.
sobre el destino de los recursos hidrocarburíferos, que, desde su
perspectiva afectaba los intereses regionales de Santa Cruz, ya que en
esta región se encuentran importantes yacimientos.
En relación con la demanda de las autonomías departamentales,
quienes han construido el discurso regional cruceño sostienen que el
oriente del país fue sistemáticamente marginado del Estado centralista,
y por tanto, exigen una nueva relación que implique un inédito pacto
entre esta región y el Estado. Si revisamos rápidamente la historia
constatamos que, si bien las zonas del oriente boliviano fueron de
interés secundario para los primeros gobiernos republicanos durante
el siglo XIX, hacia la primera mitad del siglo XX se inician los primeros
planes de acercamiento e incorporación de estas zonas geográficas al
Estado mediante planes de desarrollo integral como el Plan Boham
por ejemplo, en la década de los cuarenta; después, con la revolución
del 52, se inicia la denominada “Marcha al Oriente” propiciada por
el Estado que implicaba un conjunto de estrategias de desarrollo
económico y de colonización del Oriente del país. También en los años
70 y 80, particularmente sectores económicos y financieros de Santa
Cruz fueron beneficiados con políticas estatales orientadas a resolver
sus necesidades concretas.
En realidad, las demandas del Comité Pro-Santa Cruz cobraron
vigor hacia principios de la década de los ochenta junto con el
advenimiento de la democracia representativa, y estuvieron orientadas
básicamente hacia la profundización de la descentralización políticoadministrativa, para lo cual lograron el apoyo de otros comités cívicos
del país. Sin embargo, a partir del año 2003 asumieron una posición
mucho más contundente como consecuencia de la discusión nacional
73
El año 2004, se reunieron representantes de los comités cívicos
de 8 departamentos del país, incluido El Alto (con excepción de Oruro
y Potosí) en Santa Cruz, y aprobaron el Manifiesto Cívico a la Nación
denominado “Autonomías departamentales para una nueva Bolivia”,
en el que exigían “que se reconozca al pueblo boliviano su derecho
a expresarse respecto a las autonomías departamentales mediante un
referéndum, como decisión vinculante para los miembros de la
Asamblea Constituyente”. Demandaban que el Referéndum nacional
debía realizarse de manera paralela a las elecciones municipales
programadas para diciembre de ese año, o en su caso, en el mes de
abril del 20052.
Como no hubo una respuesta positiva del gobierno, el Comité
Cívico cruceño aprobó una propuesta de la brigada parlamentaria de
ese departamento, para demandar la convocatoria a un Referéndum
autonómico departamental vinculante y, con el fin de viabilizar y
garantizar su realización, se conformó el denominado Consejo Preautonómico conformado por personalidades del departamento.
Paralelamente, el movimiento regional cruceño emitió un
documento de propuesta denominado “Autonomías departamentales.
Descentralización fiscal financiera”3 de amplia difusión pública que
2
La Razón, 19 agosto, 2004.
3
El autor de esta propuesta fue Mario Galindo, y circuló como separata de un
periódico de circulación nacional: “Autonomías departamentales.
Descentralización fiscal financiera”. La Paz, Separata de FES-ILDIS, Comité
Pro Santa Cruz, FULIDED, 2004.
74
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
proponía la constitución de gobiernos departamentales elegidos por
voto directo, la conformación de su propio parlamento o asamblea
departamental y la descentralización de atribuciones y competencias,
así como establecer políticas públicas y establecer tributos acordes con
un Estatuto Autonómico como instrumento normativo regional que
regule el funcionamiento de las autonomías; concretamente proponía
dejar para la administración del Estado central el 33,33% de los ingresos
generados por concepto de recaudaciones nacionales, mientras el saldo
(66,67) quedaría en manos de las regiones para cubrir las competencias
transferidas a los gobiernos departamentales. En definitiva, los
gobiernos autónomos, también denominados “niveles subnacionales”,
se quedarían con el 66,67% de los recursos provenientes de la
recaudación tributaria de los impuestos nacionales (IVA, IT, RC-IVA,
IU, ICE, IVE, ITGB), el Gravamen Aduanero Consolidado (GAC), el
Impuesto Especial a los Hidrocarburos (IEH), el Impuesto a las
Transacciones Financieras (ITF) y otros por crearse; y finalmente, de
este 66,67 por ciento administrado por los gobiernos autónomos, se
destinaría el 10 por ciento para la conformación de un Fondo de
Compensación de las Autonomías Departamentales, un cinco por ciento
para las universidades del departamento y un 20 por ciento para los
municipios. Esta propuesta evidentemente despertó muchas reacciones
en el resto del país.
provisional”. En ese contexto, y con el fin de evitar la apertura de un
nuevo frente de conflictos, el Presidente Mesa se comprometió con
el movimiento regional a convocar a un Referéndum vinculante sobre
las autonomías para el 10 de abril de ese año, la elección de prefectos
y finalmente, a retroceder en las medidas económicas asumidas por
el gobierno que habían causado malestar en sectores económicos
cruceños. A pesar de esta decisión del gobierno, la dirigencia cruceña
no retrocedió en sus propósitos y continuó con sus movilizaciones.
A principios del 2005, las determinaciones de la entidad cívica
serían secundadas por un conjunto de movilizaciones y medidas de
presión; de esta manera, en el mes de enero junto a varios sectores
movilizados en la región en rechazo a medidas gubernamentales que
afectaban sus intereses y en contra del gobierno de Mesa, se inició
la movilización a favor de las autonomías y, entre otras medidas, se
definió la realización de un gran cabildo departamental para fines de
ese mes y se convocó a la constitución de un “gobierno autónomo
75
El cabildo cruceño se realizó el 28 de enero del 2005 con un
gran despliegue logístico y la asistencia de aproximadamente 300.000
personas, en dicho evento, entre discursos de rechazo al gobierno y
de exacerbación de los intereses regionales, se aprobó la conformación
de una Asamblea Provisional Autonómica que coordinaría la
transferencia progresiva de recursos, paralelamente se establecieron
mecanismos que garanticen la próxima realización de un Referéndum
vinculante.
Cabe puntualizar que, varias organizaciones sociales cruceñas
rechazaron la posición del Comité Cívico y se mantuvieron al margen
del Cabildo y las movilizaciones descritas, es el caso de las
organizaciones indígenas como la Coordinadora de Pueblos Étnicos,
la Federación Departamental de Mujeres Campesinas, el Movimiento
Sin Tierra, la Federación Departamental de Colonizadores y la
Organización Indígena Chiquitana, que sugerían abordar el tema de
las autonomías en el marco de la Asamblea Constituyente4.
4
La Razón, 27 de enero, 2005.
76
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
A pesar de que ambos temas, la Asamblea Constituyente y el
Referéndum por las autonomías mantienen una estrecha relación, pues
precisamente la Constituyente es el escenario de concreción de las
propuestas autonómicas, se fueron constituyendo en discursos
antagónicos o alternativos, y derivó en muchos casos en confrontaciones
internas entre organizaciones sociales del departamento.
para conformar un gobierno propio, realizar una constituyente regional,
o finalmente, apelar a la resistencia civil si es que no eran escuchados
por las instituciones estatales en un plazo determinado.
Nuevamente, ante la falta de respuestas concretas por parte del
gobierno, la dirigencia cívica cruceña decidió avanzar en la definición
de los aspectos técnicos y políticos del proyecto de Ley de convocatoria
del Referéndum Autonómico, y paralelamente, inició el proceso de
recolección de firmas para respaldar la Iniciativa Ciudadana que dé
curso a la convocatoria. Después de algunos meses, los dirigentes del
Comité Pro Santa Cruz y la Brigada Parlamentaria entregaron
formalmente 6.000 libros a la Corte Nacional Electoral, que contenían
alrededor de 421.000 firmas y, luego de su correspondiente depuración
dio curso a la demanda cruceña de convocatoria a un Referéndum sobre
autonomías.
Es preciso señalar que el movimiento cívico cruceño mantuvo
dos estrategias paralelas en el transcurso de sus movilizaciones. Por
una parte, acudía a los distintos canales institucionales para lograr sus
objetivos, como la elaboración técnica de propuestas y de sus estatutos
autonómicos o el cumplimiento de requisitos formales para acceder
a la convocatoria al Referéndum; pero por otra, amenazaba
permanentemente con medidas de facto en caso de que esta primera
vía no prosperara, por ejemplo insistían en que si el Parlamento no
aprobaba su propuesta de Ley de Convocatoria, el movimiento cruceño
se “autoconvocaría” a Referéndum desestimando los canales y
limitaciones legales establecidas, del mismo modo en repetidas
ocasiones amenazaron con constituir su propia Asamblea Departamental
77
De esta manera, lograron posicionar sus demandas en el marco
de conflictos sociales del país, y por ello, en junio del 2005, cuando
asume la presidencia Eduardo Rodríguez se incluye entre los temas
prioritarios tanto la convocatoria a la elección de prefectos
departamentales como al Referéndum vinculante por las autonomías.
La elección de prefectos que se realizó junto a la elección de Presidente,
Vice-presidente y Congreso en diciembre de 2005 fue el primer paso
efectivo en el proceso de descentralización estatal. Con un marco legal
inadecuado (la Ley de Descentralización Administrativa de 1995) y
forzando la interpretación del artículo 109 de la Constitución Política
del Estado, mediante la aprobación de una Ley interpretativa (No.
3090), se cambió la figura del Prefecto como autoridad directamente
designada por el Presidente de la República y se estableció su
designación, previa elección por voto popular. Más allá de los resultados
políticos, en términos institucionales ha implicado un profundo desfase
normativo, pues se trata de autoridades electas por voto popular, pero
con estructuras normativas regidas por la lógica de la delegación de
poder desde el gobierno central. En ese sentido, en los últimos meses
se han realizado esfuerzos por incorporar modificaciones a la actual
legislación para establecer con mayor claridad las competencias
prefecturales y su relación con el gobierno central.
Cabe señalar, que se han sumado a la demanda autonómica de
Santa Cruz, las propuestas de otros movimientos regionales como el
de Tarija, Beni y Pando, introduciendo algunos matices. La localización
territorial de los recursos gasíferos en el departamento de Tarija cobró
importancia geo-política, constituyéndose la dirigencia cívica tarijeña,
78
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
en un aliado estratégico para exigir el Referéndum autonómico. Por
otra parte, también se han pronunciado otros comités cívicos como el
de Chuquisaca con planteamientos de descentralización distintos, por
ejemplo, este comité plantea la “regionalización del desarrollo en un
estado unitario” que se basa fundamentalmente en una mayor
desconcentración económica administrativa y una mayor
descentralización política “a partir de la integralidad de tres
departamentos, una mancomunización que les permita tratar temas de
interés común”5.
En cambio, los movimientos cívicos de occidente no respaldaron
la propuesta de Santa Cruz y se pronuncian por la integridad territorial
y por las autonomías con unidad que, en su criterio, deben plantearse
en el marco de la Constituyente: “no estamos de acuerdo con la posición
de los cívicos del oriente, cuando plantean que el Gobierno debe
convocar primero a un referéndum en el que se consulte a la población
qué tipo de autonomía quiere, porque eso le resta importancia a la
Asamblea Constituyente, que es la instancia en la que se debe discutir
el tema”, señalaron.
Finalmente, y aunque desde perspectivas diferentes a la del
movimiento cívico cruceño, también están presentes en el actual debate
sobre las autonomías y el ordenamiento territorial del país, las
propuestas de otros sectores como los pueblos originarios e indígenas,
los municipios, instituciones sociales, académicas y otros, que han
ampliado el debate y, en algunos casos, buscan una posible salida
democrática y concertada a las visiones confrontadas sobre el tema.
5
La Razón, 17 septiembre, 2004.
79
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
El Referéndum como mecanismo democrático
La incorporación en la reforma constitucional del 2004 de las
figuras jurídicas del Referéndum, la Iniciativa Legislativa Ciudadana
y la Asamblea Constituyente como mecanismos democráticos
complementarios a la elección periódica de autoridades, se ha
constituido en una respuesta a la necesidad expresada por la sociedad
boliviana, de ampliar las formas de participación democrática.
En relación con el Referéndum, el antecedente histórico más
importante fue la consulta ciudadana realizada el año 1931 durante
el gobierno de Daniel Salamanca en el cual, entre otras cosas, se
aprobaron las autonomías departamentales y universitarias. Sin
embargo, no tuvo mayor impacto porque la Ley de descentralización
administrativa que se elaboró como resultado del Referéndum, fue
vetada por el Presidente de la República. Pero además se trató de un
evento realizado en el marco de una democracia restringida, por tanto
sus resultados también carecieron de suficiente legitimidad.
El otro antecedente inmediato fue el Referéndum sobre el gas
realizado en julio del 2004 durante el gobierno de Carlos Mesa. Se
trató de la primera consulta ciudadana con esas características, y en
la cual los sectores sociales se sentían particularmente involucrados
pues la iniciativa había provenido precisamente de la presión de los
movimientos sociales por participar directamente en las decisiones y
en rechazo a la política gubernamental de Sánchez de Lozada respecto
del destino de los recursos naturales. Sin embargo, esta experiencia
tuvo más efectos políticos –plebiscitarios para el gobierno de Mesaque estratégicos en relación con el motivo de la consulta. Pues si bien
el Referéndum dio como resultado un apoyo mayoritario a las preguntas
establecidas, luego, el Parlamento se arrogó la responsabilidad de
80
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
“interpretar” los resultados y durante aproximadamente diez meses se
debatió el alcance de las preguntas, pero sobre todo los proyectos de
Ley presentados al parlamento por los distintos partidos, dejando de
lado el carácter decisorio y vinculante de la consulta ciudadana.
que tendrán por objeto, en su jurisdicción territorial, disponer libremente
de sus recursos, elegir a sus autoridades y darse su propia
administración, con el fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes
de cada departamento y del país”.
Una diferencia procedimental sustancial entre el Referéndum
sobre las autonomías y el Referéndum sobre los hidrocarburos es que,
en ese caso, implicaba su aplicación inmediata –que como vimos, de
todas maneras no sucedió-, mientras que el Referéndum sobre las
autonomías es vinculante a la Asamblea Constituyente, es decir que
otorga a este escenario el poder para la consideración y definición de
las características de las autonomías y está sujeto a la aprobación de
una nueva Constitución Política del Estado.
El contenido de dicha pregunta, fue sin embargo cuestionado
por distintos sectores sociales sobre todo en la parte referida a la libre
disponibilidad de sus recursos, y fue objeto de largos debates
parlamentarios, hasta que finalmente, se logró consensuar una nueva
pregunta que fue incorporada en el tenor de la Ley de Convocatoria
al Referéndum vinculante sobre las autonomías (Ley No. 3365 de 6
de marzo de 2006) y que en su artículo 4 establece: “¿Está usted de
acuerdo, en el marco de la unidad nacional, en dar a la Asamblea
Constituyente el mandato vinculante para establecer un régimen de
autonomía departamental, aplicable inmediatamente después de la
promulgación de la nueva Constitución Política del Estado en los
Departamentos donde este Referéndum tenga mayoría, de manera que
sus autoridades sean elegidas directamente por los ciudadanos y reciban
del Estado Nacional competencias ejecutivas, atribuciones normativas
administrativas y los recursos económicos financieros que les asigne
la nueva Constitución Política del Estado y las Leyes?
Con todo, nos encontramos en un proceso de construcción
democrática que se verifica en un proceso de aprendizaje permanente,
así como en la creación y aplicación de nuevas instituciones que
permiten profundizar el ejercicio de la ciudadanía. En ese sentido,
consideramos que tanto la aplicación del Referéndum como la
realización de la Asamblea Constituyente comportan esa
responsabilidad compartida.
La Ley de Convocatoria: las dos versiones de la pregunta
El proceso de recolección de firmas propiciado por el Consejo
Pre-autonómico en el departamento de Santa Cruz, para respaldar la
demanda de convocatoria al Referéndum, fue realizado con base en
la petición expresa al Congreso Nacional de que “se convoque a un
referéndum nacional vinculante departamentalmente que defina y
establezca la constitución en el país de autonomías departamentales
con transferencia efectiva de competencias y atribuciones, las mismas
81
La pregunta aprobada por el Congreso evidentemente eliminó
las aristas más fuertemente cuestionadas del texto, sin embargo, su
excesiva amplitud y ambigüedad podrían generar nuevamente diversas
“interpretaciones” discursivas en el seno de la constituyente,
desvirtuando el sentido de la consulta popular, de manera similar a
la experiencia anterior.
Al mismo tiempo, la Ley de Convocatoria establece con claridad
en sus artículos 2 y 5 el carácter vinculante del Referéndum para los
82
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
departamentos en que triunfe el SI: “El presente Referéndum, como
manifestación directa de la soberanía y voluntad popular, tendrá
Mandato Vinculante para los miembros de la Asamblea Constituyente.
Aquellos Departamentos que, a través del presente Referéndum, lo
aprobaran por simple mayoría de votos, accederán al régimen de las
autonomías departamentales inmediatamente después de la
promulgación de la nueva Constitución Política del Estado”. En relación
con los resultados del Referéndum establece: “Los resultados del
Referéndum Nacional Vinculante a la Asamblea Constituyente, serán
adoptados por simple mayoría de votos válidos. Los Departamentos
que así lo aprueben accederán a las Autonomías Departamentales, una
vez promulgada la nueva Constitución Política del Estado”.
Una mirada exhaustiva a dichas propuestas –que se acercan a
un centenar- permite constatar que el debate sobre las autonomías en
el país se ha instalado en el discurso social y político nacional. Al mismo
tiempo, se verifica que no existen dos o tres propuestas alternativas
o confrontadas, sino múltiples miradas sobre el tema, provenientes de
visiones de país distintas y de matrices discursivas diversas que se
cristalizan en propuestas también diferentes.
Debate autonómico y proceso preelectoral
La coincidencia de las campañas electorales por los candidatos
a la Constituyente y por el voto en el Referéndum, opacó el debate
sobre el tema de las autonomías y priorizó la discusión de las propuestas
electorales de los distintos candidatos.
Los temas críticos comunes en que inciden las propuestas son
básicamente los siguientes: el ordenamiento territorial, es decir la
discusión sobre la definición de las unidades territoriales, pues mientras
unas buscan la preservación de las actuales (departamentos, provincias,
municipios y cantones), otras cuestionan dichos límites y proponen la
creación de nuevas unidades o entidades territoriales tomando en
cuenta, por ejemplo, referentes étnico-culturales e históricos; afinidad
y continuidad territorial o estrategias de desarrollo, por ejemplo plantean
la creación de Unidades Territoriales Indígenas Autónomas, la
conformación de macro regiones como la región amazónica, la región
chaqueña u otras.
Sin embargo, desde hace varios años, se han ido construyendo
un conjunto de visiones y propuestas sobre las autonomías en el país
en el marco de la futura reforma del Estado, sobre todo provenientes
de pueblos indígenas, organizaciones cívicas y regionales, y de otras
organizaciones de la sociedad civil como el movimiento de mujeres,
los empresarios, la iglesia y diversas ONG’s que han cobrado
importancia al calor del debate pre-constituyente. También se han
generado propuestas en el ámbito político estatal como las prefecturas,
los municipios o instancias específicas del gobierno central.
Otro tema está referido al orden político-institucional en que
cuestionan aspectos de la actual estructura estatal y por tanto proponen
nuevas configuraciones institucionales tanto en sus estructuras internas
como en su relación con el gobierno central; así encontramos propuestas
de conformación de gobiernos departamentales –Ejecutivo y
Legislativo- con autoridades electas por voto directo, otras que proponen
la configuración de unidades organizativas comunitarias basadas en
usos y costumbres y formas tradicionales de administración política,
por ejemplo en relación con la elección de autoridades mediante
asambleas o la institucionalización de la rotación de cargos. Finalmente,
otro tema común considerado en las propuestas autonomistas es el
83
84
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
referido a las atribuciones y competencias para las instancias
descentralizadas y aquellas que se conservan como privativas del
gobierno central. Sobre todo, en las propuestas de los pueblos indígenas,
se establece que el dominio originario de los recursos estratégicos es
de las naciones y pueblos indígenas o en algunos casos del Estado,
pero en todo caso, para su exploración o explotación, se plantean
proceso de consulta obligatoria a las organizaciones sociales del lugar
para participar efectivamente en la toma de decisiones sobre el destino
de los beneficios6.
autonómico así como la posibilidad de diálogo y construcción de
propuestas más integrales ha pasado a un segundo plano priorizando
la simplificación de la confrontación y desvirtuando la importancia del
tema en la futura reforma del Estado.
Si bien este conjunto de reflexiones y propuestas están siendo
presentadas por las distintas organizaciones a la Asamblea
Constituyente, no han sido recogidas de la forma esperada en el proceso
preelectoral y de debate previo a la realización del Referéndum.
Debemos establecer con claridad que tanto el origen de la
iniciativa del Referéndum –que como dijimos fue del movimiento
cívico cruceño- como el carácter de la pregunta, -que hace referencia
concretamente a las autonomías departamentales- le ha otorgado un
carácter unívoco y unidimensional a la consulta, por lo tanto, se ha
producido una confrontación ideológica y discursiva entre la posición
a favor de las autonomías embanderada por los movimientos cívicos,
y apoyada por algunos prefectos e instituciones sociales y la posición
de los movimientos sociales contrarios al movimiento regional cruceño,
junto al gobierno del MAS y los pueblos indígenas que han expresado
su rechazo a las autonomías. En consecuencia, la riqueza del debate
6
Esta confrontación ideológica ha llegado a tal extremo de
trivialización que, mientras desde un frente se asociaba el apoyo a las
autonomías a una estrategia de los partidos opositores de rechazo al
gobierno del Presidente Morales, desde el otro frente, se vinculaba el
apoyo a las autonomías con el mero beneficio que extraería la oligarquía
cruceña con los resultados. Ni una ni otra posición evidentemente han
favorecido a un debate serio y constructivo sobre el tema ni a una
orientación efectiva al voto ciudadano.
En consecuencia, el voto por las autonomías en el Referéndum
ha estado influido por este tipo de razonamientos y consignas, y
estrechamente vinculado a la votación por los candidatos a la
Constituyente como podremos constatar más adelante en el análisis
de los resultados.
Al respecto, los partidos y candidatos a la Constituyente han
incluido en sus propuestas integrales aspectos referidos al tema
autonómico, aunque no de manera muy precisa. El siguiente cuadro
permite graficar y comparar algunas de las principales propuestas de
candidaturas que se presentaron a nivel nacional:
“Estado, nación y autonomías: procesos discursivos hacia la Asamblea
Constituyente” Proyecto de investigación en curso, en el marco de la
Convocatoria Autonomías departamentales y fortalecimiento del Estado. PIEB,
2006.
85
86
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Cuadro 1. Posiciones políticas respecto de las autonomías
Agrupación política
Posición respecto de las autonomías
Movimiento al Socialismo
(MAS)
Propone un modelo de descentralización flexible en
el marco de un Estado multinacional que concentra
la propiedad y control de los recursos estratégicos;
estableciendo como unidades territoriales los
municipios, los territorios indígenas, las provincias
y los departamentos.
Poder Democrático Social
(PODEMOS)
Unidad Nacional (UN)
Reconoce tres niveles territoriales autónomos: los
departamentos, los municipios y otros territorios
subnacionales reconocidos por los Documentos
Base de las autonomías, en que se eligen autoridades
por voto directo y se establecen un conjunto de
competencias específicas. Se basan en un Estado
unitario y complejo.
Propone distintos grados y características de las
autonomías tanto para los departamentos, como
para los municipios de más de 5.000 habitantes y
para los territorios indígenas. Plantean que las
relaciones deben regirse por los principios de
simplicidad, eficiencia y subsidiariedad. Se basan
en el principio de “autonomías con solidaridad”.
Concertación Nacional (CN)
Plantea una transformación profunda en la
estructura del Estado que no se limite a los
departamentos sino que, responda a la diversidad
existente en el país.
Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR)
Propone un Estado nacional autonómico unitario,
central y democrático, que reconozca la mayor parte
de las entidades autónomas posibles.
87
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
T r a n s f o r m a c i ó n
Democrática Patriótica
(TRADEPA)
Establece un Estado unitario con autonomías
departamentales y municipales limitadas por un
estado central, una sola constitución, una política
integradora, un solo Ejército Nacional y una sola
policía, regidos por leyes uniformes y generales,
respetando el derecho de los gobiernos regionales
para su propia legislación correspondiente con el
desarrollo regional.
Movimiento Bolivia Libre
(MBL)
Propone la conformación de municipios
autonómicos indígenas en que se reconozcan los
derechos fundamentales, usos y costumbres y
formas de elegir autoridades.
Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR)
Sostiene un proceso autonómico gradual que
comienza con la elección de un gobernador y una
Asamblea Legislativa bajo los principios de
equidad y solidaridad con los departamentos que
tienen menos ingresos.
Movimiento AYRA
Plantea la descentralización departamental y
provincial a través de las subprefecturas. Propone
dividir al país en tres regiones: la occidental, la
oriental y la región sur.
Elaboración propia en base a documentos de propuestas de los partidos y agrupaciones
políticas. Elecciones 2006.
En todos los casos se propone una transformación de las
estructuras estatales tendiente a la consolidación de las autonomías,
las divergencias y los matices se producen en relación con las unidades
territoriales descentralizadas, la conformación gubernamental y las
competencias. Algunas de las propuestas son simplemente enunciados
88
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
generales y orientaciones respecto del tema, otras en cambio están más
elaboradas; sin embargo, más allá de las propuestas puntuales y en
relación directa con el Referéndum, algunos partidos políticos y
candidaturas adoptaron una posición abierta a favor o en contra de las
autonomías. Es el caso de PODEMOS que realizó una campaña abierta
por el SI, o el caso del MAS que expresó públicamente su desacuerdo
con las autonomías departamentales e instruyó el voto en contra de
esa opción en el Referéndum.
También cabe mencionar que varias organizaciones sociales,
más allá del proceso de elaboración y discusión de sus propias
propuestas, asumieron una posición determinada en torno al
Referéndum por las autonomías. Es el caso de los movimientos cívicos
de los departamentos del Oriente y Tarija que realizaron campañas a
favor de las autonomías, así como de Cochabamba y Chuquisaca, que
hacia el final del proceso de campaña, asumieron algunas medidas para
impulsar este proceso como la convocatoria a marchas y asambleas
o declaraciones públicas. Las entidades empresariales en determinado
momento también apoyaron a las autonomías, en cambio otras
organizaciones sociales como el movimiento Patria y Soberanía o la
CSUTCB, expresaron su rechazo abierto a las autonomías de cara al
Referéndum.
Por otra parte, también algunos Prefectos apostaron por el SI
a las autonomías, particularmente aquellos políticamente opositores al
gobierno, son los casos de las prefecturas de Cochabamba, La Paz,
Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Las prefecturas del oriente realizaron
campañas más abiertas y elaboradas por el SI, mediante la organización
de eventos y marchas de apoyo con el fin de buscar adhesiones. Mientras
que en La Paz y Cochabamba, si bien expresaron abiertamente su apoyo
a las autonomías, no invirtieron demasiado tiempo y recursos en dicha
campaña.
El gobierno central, a través del Presidente de la República
expresó su posición contraria a las autonomías porque señaló que este
proceso sólo beneficiaría a las oligarquías cruceñas, aunque el
Vicepresidente sostuvo que el gobierno mantendría una posición de
“neutralidad racional” respecto al tema. Por su parte, el Vice-Ministerio
de Descentralización presentó una propuesta que contempla la división
del país en 40 regiones, según criterios de continuidad territorial y
lingüística basándose en las actuales secciones municipales,
conformando mancomunidades y respetando los límites
departamentales. También varios municipios se han pronunciado en
favor o en contra de las autonomías, por ejemplo en Tarija la adhesión
de los municipios fue unánime.
89
Junto al discurso por las autonomías también se desarrollaron
algunos discursos que exacerbaron el regionalismo, poniendo en riesgo
una resolución nacional e integradora del problema. Frecuentemente
en sus discursos, dirigentes cívicos cruceños e inclusive el Prefecto
de ese departamento revelaron la posibilidad de que, en caso de no
ser atendidos en sus demandas autonómicas por la vía legal, asumirían
acciones de hecho asumiendo sus propias determinaciones o
desacatando directrices provenientes del gobierno central.
Cabe resaltar que, sobre todo en las campañas de apoyo a las
autonomías, las posiciones y debates asumieron un carácter
estrictamente regional. Por ejemplo, en el caso de Santa Cruz,
claramente los esfuerzos del movimiento cívico así como del Concejo
Pre-autonómico y demás sectores que se adhirieron a la campaña,
optaron por intensificar sus acciones solamente en los límites de dicho
departamento, con la expectativa particular de que los resultados del
Referéndum vayan a beneficiar a los habitantes exclusivamente de esa
90
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
región, lo cual denota una ausencia de visión nacional en sus objetivos
y estrategias. Algo similar ha acontecido en Beni y Tarija.
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Los resultados de la votación
Participación electoral
Esta orientación localista de las campañas en favor de las
autonomías, como es obvio, no tuvo impacto en los departamentos en
que no se realizaron acciones específicas por parte de sus propios
actores regionales. A diferencia de los sectores que se oponían a la
autonomía que más bien lanzaron consignas a nivel nacional y que
llegaron a través de los medios o las organizaciones de base al conjunto
del territorio nacional.
Finalmente, cabe destacar en esta campaña el rol de los medios
de comunicación. A diferencia de anteriores procesos electorales no
hubo la tendencia a difundir permanentemente encuestas preelectorales,
más bien se orientaron a dar una cobertura específica a los candidatos
y sus propuestas electorales en espacios de entrevistas y de debates.
No obstante, al menos a nivel nacional, no se pudo percibir un debate
importante en los medios de comunicación respecto del tema de las
autonomías y del propio Referéndum. Por su parte, la Corte Nacional
Electoral realizó una interesante y novedosa campaña educativa
mediática en relación con la aplicación de ambos instrumentos
democráticos: la Asamblea Constituyente y el Referéndum vinculante.
Por su parte, las campañas mediáticas propiciadas por los
partidos se iniciaron tarde y se intensificaron recién días antes de la
elección, además de que, si bien ambos procesos tenían alcance nacional,
las campañas de los partidos y agrupaciones políticas adoptaron más
bien un carácter regional y local, tanto para demandar el voto por sus
candidatos departamentales y de las circunscripciones, como algún
pronunciamiento relacionado con las autonomías.
91
El primer elemento que cabe destacar es la importante
participación ciudadana en este proceso eleccionario, que alcanzó al
84,5% de participación de ciudadanos registrados en el actual padrón
electoral, equiparable a la asistencia electoral en las elecciones
nacionales del 2005. El Referéndum del 2004 convocado por el
Presidente Carlos Mesa sobre el destino de los hidrocarburos contó
con la participación del 60% de los inscritos; hay que aclarar, sin
embargo que recién después de esta consulta nacional se inició el
proceso de depuración del padrón electoral en el país, por tanto es
necesario tomar esta relación con la debida cautela.
En el evento electoral de julio del 2006 se llevaron a cabo dos
procesos concurrentes que despertaron, por separado, expectativas y
sobre todo merecieron el impulso de sectores e intereses sociales
determinados; por una parte, de los movimientos populares, indígenas
y originarios que desde hace varios años demandaron la realización
de la Asamblea Constituyente como una oportunidad histórica para
transformar el Estado boliviano; y por otro, de los propulsores de las
autonomías que apostaron a que el Referéndum autonómico otorgue
legitimidad y legalidad al proceso iniciado con la recolección de firmas
hace más de un año atrás. Así, además de las tendencias naturales de
participación del electorado, recibieron el impulso de estas
motivaciones y expectativas. El nivel de ausentismo en el Referéndum
alcanzó a un promedio nacional de 15,5%; los niveles más bajos de
abstención se registran en La Paz, Oruro e inclusive Cochabamba (entre
el 13% y el 14%) y el más alto en el departamento de Potosí con el
19%. El resto, como se puede verificar en el siguiente cuadro oscilan
entre 16% y 17%.
92
Fuente:
Cuadro No. 2.
Participación y abstención electoral en el Referéndum
Corte Nacional Electoral: Resultados 2006: Asamblea Constituyente y Referéndum sobre
autonomías. Documento de Información Pública No. 3, La Paz, 2006.
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
93
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Ahora bien, resulta interesante comparar los votos válidos para
el Referéndum, que ascienden al 92,9% en relación a los mismos votos
válidos para la elección de constituyentes que, en votación simultánea,
alcanzan solamente al 83,2%. Mientras para el Referéndum entre
blancos y nulos apenas sobrepasan el 7% (220.995 votos), para la
elección de constituyentes, los votos blancos y nulos ascienden a casi
al 17% del total (525.964 votos) ocupando el segundo lugar en la
preferencia ciudadana después del MAS. Estos datos demuestran que
la población tenía una opción mucho más definida –desinformada o
no- respecto de su posición en el Referéndum, que respecto de su voto
por las candidaturas político partidarias.
La relación entre votos blancos y nulos es bastante parecida,
es decir no existe una diferencia que llame la atención, aunque los votos
blancos son levemente superiores a los nulos (pero en ambos casos
se trata de porcentajes muy reducidos en relación con la votación
válida). Tampoco las diferencias en el voto blanco y nulo son
significativas en la comparación entre los distintos departamentos, se
podría decir que se mantiene una votación constante.
El dato de la participación electoral es importante porque más
allá del precepto constitucional de la obligatoriedad del voto, denota
una asistencia disciplinada de la población a la convocatoria electoral
así como un interés en que su opinión sea tomada en cuenta. De alguna
manera, la apertura de escenarios de participación y representación han
sido promovidas por la lucha de los movimientos y sectores sociales
populares, y por tanto existe una suerte de apropiación de estos espacios,
y en el caso del Referéndum, ha sido un proceso además impulsado
por las regiones, sobre todo del oriente del país. En todo caso, demuestra
que ambos procesos han motivado la participación y asistencia
ciudadana de manera ordenada y transparente tanto en la votación,
94
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
como en su procesamiento; e incluso, más allá de los propios resultados,
es un paso importante en el proceso de construcción y consolidación
democrática en el país.
Gráfico 1
Resultados nacionales del Referéndum
El sí y el no por las autonomías
Esta suerte de equilibrio en la votación nacional entre el NO
y el SI, en que la distancia de uno y otro respecto del 50% es
aproximadamente entre 7 (57,6%) y 8 puntos porcentuales (42,4%),
demuestra básicamente dos cosas. En primer lugar, que el tema de las
autonomías ha logrado un importante posicionamiento a nivel nacional
sobre todo durante los últimos años, y con seguridad es un proceso
que, más allá del contenido y alcance que adopte –departamental,
municipal, indígena o un grado mayor o menor de descentralización-, ha abierto un proceso de reforma estatal que encaminará
al país hacia nuevas formas de administración territorial. En segundo
lugar, denota que existe un importante porcentaje de la población que
se resiste al discurso autonomista, quizás por el origen de la iniciativa
que se ha ubicado fundamentalmente en una zona geográfica del país,
el tipo de pregunta sobre la cual se votó en la elección, o bien, por
la asociación directa entre las autonomías y el beneficio solamente
regional y sectorial de los recursos naturales que, si bien están ubicados
en determinadas zonas geográficas, son consideradas como patrimonio
nacional.
Fuente:
Corte Nacional Electoral: Resultados 2006: Asamblea Constituyente y
Referéndum sobre autonomías, Documento de Información Pública No.
3, La Paz, 2006.
En todo caso, la mayoría relativa obtenida por el NO, revela
una oposición mayoritaria en el país a este cambio, que en todo caso,
deberá procesarse en los marcos de la Asamblea Constituyente. No
olvidemos que la decisión sobre las autonomías, si bien involucra
95
96
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
intereses regionales y sectoriales, va a implicar fundamentalmente un
debate político que comporta también intereses políticos coyunturales
y partidarios, por tanto está sujeto a la composición y correlación de
fuerzas al interior de la Constituyente así como a la capacidad de
negociación y concertación de los actores que la conforman.
Gráfico 2
Referéndum Nacional Vinculante 2006
Mayor votación por Sección Municipal
SI
NO
Si asociamos esto resultados electorales con la ubicación
geográfica del voto, constatamos que la votación mayoritaria por el
SI se concentra precisamente en las zonas geográficas que corresponden
a los departamentos del oriente boliviano, como Santa Cruz, Beni y
Pando, en tanto que el NO se ubica en la parte occidental, es decir
La Paz, Oruro y Potosí como también en Cochabamba. De acuerdo
al mapa siguiente, los departamentos del Sur del país, es decir Tarija
y Chuquisaca contienen zonas en las que ha triunfado el NO pero otras
en que se ha impuesto el SI, por tanto se ven opciones mayoritarias
combinadas; por otra parte, la opción por el SI a las autonomías habría
invadido mayoritariamente la zona norte del departamento de La Paz
(fundamentalmente la zona tropical amazónica), así como la opción
mayoritaria en contra de las autonomías habría invadido la zona
occidental del departamento de Santa Cruz, además de algunos
municipios en todo el país en que ha triunfado la opción contraria a
la tendencia mayoritaria departamental.
Una mirada muy ligera a este mapa nos llevaría a concluir que
el país ciertamente estaría dividido en dos mitades respecto de su
adscripción a las autonomías, por una parte la denominada “media luna”
y por otra el occidente; sin embargo, una mirada más minuciosa a la
información que realizaremos a continuación, nos permite relativizar
esta afirmación y por el contrario, constatar que ha habido importantes
votaciones contrarias a la ganadora en los distintos departamentos y
zonas geográficas del país.
97
Fuente:
Corte Nacional Electoral: Resultados 2006: Asamblea Constituyente y
Referéndum sobre autonomías, Documento de Información Pública No.
3, La Paz, 2006.
98
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Las autonomías en la votación departamental
Como se pudo constatar, las campañas electorales en favor de
las autonomías fueron mucho más contundentes en determinados
departamentos del país, justamente en aquellos donde surgió la iniciativa
autonómica y en los que, desde hace varios años, se vienen construyendo
consensos, con distinta intensidad, respecto de esta posibilidad de
transformación estatal.
Cuadro 3.
El Sí y el No por las autonomías por departamentos
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Pando que ascienden al 60% y al 57% respectivamente. En estos cuatro
departamentos el voto por el NO oscila entre el 42% en Pando, que
es de porcentaje más alto y el 26% en el Beni, que son cifras reveladoras
porque denotan una importante oposición y resistencia a esta medida.
Mientras que, una relación inversamente proporcional y levemente más
elevada se presenta en los otros cinco departamentos donde la votación
en favor del NO se ubica en un orden del 75% en Oruro y un 73%
en Potosí y La Paz, y en menor medida en Cochabamba y Chuquisaca
donde el NO alcanza al 63% y 62% respectivamente. En estos
departamentos en que triunfó el NO, la opción contraria, es decir, la
votación a favor de las autonomías, alcanzó a una media de 30%. La
mayor votación por el SI en esos departamentos es de 37% y 36% en
Chuquisaca y Cochabamba y la menor votación llega al 24% en Oruro
y al 26% en La Paz y Potosí.
No debemos olvidar que si bien el Referéndum tuvo carácter
nacional porque se aplicó en todo el territorio, sus implicancias son
departamentales, no sólo porque la iniciativa ciudadana surgió en un
departamento del país, sino también porque en la pregunta se establece
el carácter departamental de su vinculatoriedad. Por lo tanto, y de
acuerdo a los resultados, el régimen autonómico que se establezca en
la nueva carta magna será aplicable a cuatro de los nueve departamentos
del país, aquellos en los que el SI obtuvo mayoría.
Fuente:
Corte Nacional Electoral: Resultados 2006: Asamblea Constituyente y
Referéndum sobre autonomía, Documento de Información Pública No. 3,
La Paz, 2006.
De acuerdo con la tabla anterior, la votación por el SI claramente
se concentra mayoritariamente en los departamentos de Beni y Santa
Cruz con el 73% y 71% de los votos, y en menor grado en Tarija y
Otro elemento que es preciso resaltar en esta lectura
departamental de los datos, es la sobreposición geográfica que se ha
presentado en la votación del Referéndum con respecto de la votación
por los constituyentes; así, el MAS logró mayoría en los 6 departamentos
en que triunfó el NO, con excepción de Santa Cruz donde si bien el
MAS logró ventaja sobre los demás partidos, triunfó rotundamente el
SI por las autonomías. En los otros tres departamentos existe una
99
100
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
asociación entre el SI por las autonomías y la votación por la oposición
política al actual gobierno, es decir una votación mayoritaria por las
agrupaciones, PODEMOS, MNR y otros.
Considerando la totalidad de municipios del país, constatamos
que en la mayoría de los casos –en el 73.2% de los municipios- ganó
la opción de rechazo a las autonomías, en cambio sólo en el 24.9%
triunfó el SI, lo cual quiere decir que, existe un rechazo mayoritario
en los municipios pequeños y que cuantitativamente la votación
afirmativa se ha concentrado en los municipios más grandes, vale decir
en las ciudades capital de departamento. En los departamentos de La
Paz y Cochabamba, el SI ganó apenas en un municipio, en el caso de
Cochabamba se trata de la ciudad capital y en La Paz de un municipio
pequeño, que puntualizaremos más adelante. En Oruro, Potosí, Beni
y Pando, el triunfo mayoritario en todos los municipios por una u otra
opción fue absoluta, en los dos primeros casos por el NO y en los dos
segundos por el SI.
¿Cómo se votó al interior de los departamentos?
Una lectura más detallada de la votación a nivel de secciones
municipales permite constatar importantes diferencias en las influencias
políticas y posicionamientos regionales traducidos en el
comportamiento electoral.
Cuadro 4.
El SI y el NO por número de municipios en cada
departamento
Departamento
No. Municipios en No. Municipios en Total municipios
que gana el SI
que gana el NO
Chuquisaca
La Paz
Cochabamba
Oruro
Potosí
Tarija
Santa Cruz
Beni
Pando
3
1
1
0
0
6
43
19
15
25
80
44
35
38
5
13
0
0
28
81
45
35
38
11
56
19
15
Total
88
240
328
Fuente:
Elaboración propia en base a datos de la Corte Nacional Electoral.
Resultados 2006: Asamblea Constituyente y Referéndum sobre
autonomías. Documento de Información Pública No. 3, La Paz, 2006.
101
A continuación realizaremos una lectura más minuciosa por
departamentos. En el departamento de Chuquisaca en general triunfa
el NO, pero en las secciones municipales de Monteagudo y Huacareta
de la provincia Hernando Siles, y Macharetí en la provincia Luis Calvo
triunfa el SI. En general en esta última provincia las brechas de votación
entre el SI y el NO no son importantes, a diferencia del resto de
provincias del departamento de Chuquisaca donde el triunfo del NO
es contundente. Es importante considerar el caso de las secciones de
provincia geográficamente ubicadas en el Chaco que de alguna manera
se encuentran involucradas en el proyecto del décimo departamento
y en la propuesta autonómica de la región chaqueña, coincidentemente
en los tres departamentos que involucra esta región (Chuquisaca, Tarija
y Santa Cruz) la población de estas zonas ha expresado una importante
votación en favor de las autonomías, es el caso concreto de algunas
secciones de las provincias Luis Calvo y Hernando Siles del
departamento de Chuquisaca. No deja de llamar la atención el hecho
de que en las secciones de provincia de ese departamento donde triunfó
102
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
el SI, la votación para constituyentes le ha otorgado un importante
triunfo al MAS, por tanto se ha verificado una suerte de voto cruzado.
En la ciudad capital el MAS obtuvo 101.014 votos, mientras
PODEMOS alcanzó 49.457 y UN 26.899, si comparamos estas cifras
con el voto por las autonomías, éstas lograron un respaldo de 116.444
votos, que podrían asimilarse en gran medida al voto por la oposición
política al gobierno y promovidos además por el actual prefecto Manfred
Reyes Villa, que realizó una campaña –aunque tardía- en favor de las
autonomías. Cochabamba ha sido durante varios procesos electorales
el bastión del actual partido gobernante, precisamente porque en el
trópico cochabambino se ha gestado el liderazgo de Evo Morales y,
en esta elección, como en las anteriores se ha reproducido el apoyo
a este partido así como el rechazo a las autonomías, que en el área
rural cochabambina fue fortalecido por la consigna de los sindicatos
agrarios a través de la centrales y subcentrales campesinas.
En el caso de La Paz la diferencia de votos por el SI y el NO
es abismal en todas las secciones de provincia del departamento, con
excepción de Ixiamas y San Buenaventura en la provincia Iturralde,
en que en el primer caso triunfa el SI, y en el segundo la diferencia
es mínima a favor del NO. Si comparamos con la votación por
constituyentes constatamos que en esas secciones de provincia, tanto
como en las otras ganó el MAS, el voto favorable a las autonomías
pueden responder a la ubicación geográfica de estas zonas hacia el norte
y oriente del departamento.
Cabe destacar el triunfo contundente del NO en la ciudad de
El Alto donde logra el 80.2% de los votos, no hay que olvidar que
en esa ciudad se genera la gran movilización que destituye a Sánchez
de Lozada, demanda la nacionalización de los hidrocarburos y la
Asamblea Constituyente y, más adelante, propicia posiciones radicales
de presión a los gobiernos de turno. La votación obtenida por los
candidatos del MAS es también absolutamente contundente en esa
ciudad.
En Cochabamba se impuso el rechazo a las autonomías. El
triunfo por el SI se produjo solamente en la ciudad capital, con una
diferencia de alrededor de 3.000 votos en relación con el NO; en el
resto de las secciones municipales triunfó el NO. Las provincias donde
el triunfo del NO es más contundente son Ayopaya, Chapare, Tapacarí,
Carrasco, Mizque, Bolívar y Tiraque, en el resto, la votación por el
rechazo, alcanza a los sumo a duplicar o triplicar al voto afirmativo
por las autonomías.
103
Cuadro 5.
El SI y el NO por ciudades capital de departamento
Ciudad capital
Sucre
La Paz
Cochabamba
Oruro
Potosí
Tarija
Santa Cruz
Trinidad
Cobija
Si
42.179
162.325
116.444
30.301
23.372
49.149
320.549
26.311
6.281
%
46,8%
40,6%
50,7%
29,9%
40,7%
71,5%
75,7%
76,4%
54,0%
No
48.018
237.273
113.391
71.138
33.998
19.568
102.785
8.137
5.347
%
53,2%
59,4%
49,3%
70,1%
59,3%
28,5%
24,3%
23,6%
46,0%
Total
90.197
399.598
229.835
101.439
57.370
68.717
423.334
34.448
11.628
Total
776.911
54,9%
639.655
45,1%
1.416.566
Fuente:
Elaboración propia en base a datos de la Corte Nacional Electoral.
Resultados 2006: Asamblea Constituyente y Referéndum sobre autonomías,
Documento de Información Pública No. 3, La Paz, 2006.
104
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
El caso de Oruro es el más significativo de rechazo a las
autonomías. Por una parte es evidente la importante presencia del MAS
en ese departamento pero también, es junto a Potosí, una de las regiones
económicamente más deprimidas del país –a pesar de su potencial
minero-, confirmando quizás la tesis de que las regiones más deprimidas
serían más propensas al centralismo (Cfr. Barragán, Rosana). En este
departamento absolutamente en todas las secciones municipales triunfó
el NO con una importante mayoría respecto del SI. En la ciudad capital,
el triunfo del NO logra el 70,1% de los votos, y si comparamos con
el voto por los constituyentes, constatamos que la población también
apoyó mayoritariamente al MAS, seguido de lejos por PODEMOS y
CN, -mientras el MAS logra casi 47.000 votos, los otros alcanzan a
9.000 y 8.000 votos.
opción, la otra obtiene también una votación importante, por ejemplo
en Entre Ríos, El Puente o en Carparí la votación es muy pareja. En
la provincia Gran Chaco también el SI logra importante votación, y
consideramos que está relacionada con la sensibilidad de estas zonas
respecto del proyecto de la autonomía de la región chaqueña que
mencionamos con anterioridad. En la ciudad capital, claramente se
presenta el triunfo en favor de las autonomías, en esa sección municipal,
el MAS obtuvo una votación similar a la del NO (alrededor de 19.000
votos), por debajo del porcentaje obtenido por el frente Camino al
Cambio (alianza MNR-FRI) que logró 21.000 votos, mientras
PODEMOS no llegó a los 11.000 votos. Esta alianza también logró
triunfar en Bermejo, mientras el MAS se impuso en el resto de los
municipios incluso en los que ganó el SI, lo cual demuestra que hubo
también voto cruzado entre la opción por las autonomías y la votación
por los asambleístas en algunas secciones municipales.
Al igual que en Oruro, en el departamento de Potosí, la victoria
por el NO es contundente, y con excepción de las provincias Tomás
Frías y Villazón (donde el NO dobla la votación por el SI), en el resto
de las secciones municipales se establece una diferencia de entre cuatro
y seis veces más. En relación con la ciudad capital, la diferencia entre
el SI y el NO es de aproximadamente 10.000 votos, el rechazo a las
autonomías alcanza a 34.000 votos. Cabe también resaltar que en la
ciudad capital, el MAS logra poco más de 21.000 votos, en tanto que
Alianza Social de René Joaquino alcanza a 13.000 votos, en todo caso,
los votos en rechazo a las autonomías son superiores al voto de apoyo
al MAS en la ciudad capital.
El caso de Tarija es quizás el más atípico, porque al interior
del departamento presenta una importante variedad en la votación por
el SI y por el NO. Así, mientras en seis municipios se impone el SI
en cinco ganó el NO. Las diferencias sin embargo entre unos y otros
no son importantes, es decir, en los municipios en que triunfa una
Santa Cruz presenta una importante mayoría en favor de las
autonomías, ha sido la región que, desde hace varios años ha impulsado
esta demanda y en los últimos meses ha realizado una intensa campaña
por el SI en todas las provincias del departamento. Si bien la diferencia
respecto del NO es importante en la mayoría de las secciones
municipales del departamento, en algunas ha ganado la opción por el
NO y en otras las distancias se acortan. En el municipio de Yapacaní
por ejemplo, se ha impuesto el NO con una diferencia importante, así
como en la Colonia Japonesa, ambas de la provincia Ichilo. El NO
también ha triunfado en la sección Santa Rosa del Sara de la provincia
Sara. En el caso de la provincia Cordillera donde existen votaciones
muy cercanas entre el SI y el NO, el NO se ha impuesto por algunos
votos en Lagunillas y con mayor diferencia en Gutiérrez; al igual que
en Fernández Alonso y en San Pedro pertenecientes a la provincia
Obispo Santiesteban.
105
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"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Al interior de la provincia Ñuflo Chavez, el NO triunfó en los
municipios de San Julián, San Antonio de Lomerío y Cuatro Cañadas,
así como en la provincia Manuel María Caballero que comprende los
municipios de Comarapa y Saipina. El SI se impuso en las secciones
municipales de la provincia Guarayos, aunque perdió por poca
diferencia en el municipio El Puente. En general, de un total de 56
municipios, el SI ha triunfado en 43 mientras en 13 se ha impuesto
el NO. Sin embargo, como señalábamos más arriba, las diferencias en
muchos casos son mínimas. Se podría decir que los triunfos
contundentes del NO se verifican en Yapacaní, y en menor medida
en cuatro municipios más (en que gana por el doble de votos). Si
cruzamos esta información con la votación obtenida por los candidatos
a la Constituyente, constatamos que existe una relación directa entre
el voto por el NO y el voto por los candidatos del MAS, así en Yapacaní
ha triunfado el MAS muy lejos de los otros partidos, como también
en Colonia Japonesa, Santa Rosa del Sara, San Julián y otras en que
también ha triunfado el NO. Pero por otra parte, es curioso constatar
que en varios otros municipios ha triunfado el MAS pero también el
apoyo a las autonomías, es el caso de El Torno, varios municipios de
la provincia Ichilo y de Cordillera donde claramente ha existido un
voto cruzado. Al igual que en los otros dos departamentos mencionados
anteriormente, consideramos que merecen un tratamiento especial en
el análisis, las secciones de provincia pertenecientes al Chaco, que han
tenido una importante votación a favor de las autonomías y al cual
se suma el voto de la provincia Cordillera, y particularmente de Camiri.
A nivel de la ciudad capital, el voto por el NO rebasa los 102.000 y
el voto por el MAS es cercano a 90.000, por tanto, se podría afirmar
que existe un porcentaje de la población que apoya al MAS pero
mayoritariamente a las autonomías.
En el departamento del Beni, tanto en la ciudad capital como
en los demás municipios ha triunfado el apoyo a las autonomías, y
en todos los casos se registra una importante diferencia respecto de
la opción por el NO. En los municipios en que se verifica una menor
distancia entre el SI y el NO son San Borja, Puerto Rurrenabaque y
San Andrés. Si establecemos una comparación con la votación por los
candidatos a la constituyente, verificamos que precisamente este partido
ha ganado en los mismos municipios en que el NO tiene mayor votación
proporcional que en los otros. En el caso de San Ignacio de Moxos
sin embargo, el MAS ha obtenido el primer lugar en la votación, por
poco más de 100 votos, en relación con PODEMOS, pero en esta
población se ha impuesto el SI por más de 1.000 votos. En la ciudad
capital, el voto a favor de las autonomías triplicó a la votación contraria,
en tanto que PODEMOS le dobló la votación al MAS que ocupó el
tercer lugar después del MNR.
107
108
En el caso de Pando, la opción por el SI ha ganado en la totalidad
de las secciones de provincia que componen este departamento, sin
embargo, a diferencia de Santa Cruz o Beni, la relación entre el SI
y el NO en general no muestra distancias muy importantes. La relación
con la votación por los candidatos a la constituyente demuestra que
si bien PODEMOS ha ganado tanto en la ciudad capital como en los
demás municipios, las diferencias con respecto al MAS no son muy
importantes, y en aquellos lugares en que este partido logra mayor
votación coinciden con aquellos en que la votación por el NO resulta
más relevante.
En términos generales, del total de votos válidos a nivel nacional
para el Referéndum vinculante, que alcanzan a 2.917.329, casi la mitad
(el 48,5%) están concentrados en las ciudades capital, es decir
1.416.566; el resto están ubicados en municipios más pequeños. Ahora
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
bien, si sólo se toman los votos de apoyo a las autonomías se infiere
que de un total de 1.237.312 personas que votaron por el SI,
aproximadamente el 63% es decir 776.911 votos están ubicados en las
ciudades capital del país, mientras el 37% en otros municipios.
Por tanto, el actual desafío para los constituyentes es no
solamente respetar los resultados del Referéndum, sino también incluir
en la discusión el conjunto de propuestas que han elaborado los distintos
actores políticos y sociales sobre el tema, que por su carácter diverso
y en muchos casos confrontado, implican el esfuerzo de encontrar
puntos de coincidencia y espacios de negociación que permitan obtener
un resultado concertado.
Del total de votos en contra de las autonomías que ascienden
a 1.680.017, un total de 639.655 corresponde a las ciudades capital
es decir el 38,1% y el 61,9% al resto de los municipios. Esta lectura
confirma una vez más que el voto en rechazo a las autonomías está
concentrado en los municipios pequeños y en el área rural, y el voto
favorable se concentra en las ciudades capital.
En todo caso, quizás la conclusión más importante de una
lectura pormenorizada de los resultados de la elección es que, más allá
de la aparente media luna que divide al país, en todas las provincias
y secciones municipales existe una combinación de visiones a favor
y en contra de un reordenamiento territorial del país, el sello y la
orientación de estas reformas, como de muchas otras, está en manos
de los constituyentes.
La actual discusión sobre el alcance del Referéndum, es decir
su carácter nacional o departamental carece de sentido, pues si bien
la convocatoria al reciente Referéndum (Ley 3365, de 6 de marzo de
2006) se acogió a la Ley de Convocatoria al Referéndum (Decreto
Supremo N° 27449, de 13 de abril de 2004), y tuvo alcance nacional,
es obvio que la lógica de la iniciativa, la campaña y sus resultados
son de carácter regional.
Los nuevos desafíos en relación con las autonomías
El debate sobre las autonomías queda abierto en el país, así
como el proceso de reformas estatales en que nos encontramos
embarcados; es deseable que su resolución sea producto de la
deliberación, los acuerdos y las decisiones en los marcos de Asamblea
Constituyente, y luego sean acatados y asumidos por la sociedad civil
en su conjunto.
El próximo paso más importante en relación con los resultados
del Referéndum, tal y como establece la Ley de convocatoria, es su
discusión y resolución en el seno de la Asamblea Constituyente. El
artículo 5 de dicha Ley establece que los resultados del Referéndum
Nacional son vinculantes a la Asamblea Constituyente, y son de
aplicación en los departamentos que así lo aprobaren, una vez
promulgada la nueva constitución Política del Estado.
Existe sin embargo, un valor simbólico en el voto que se orienta
en dos direcciones: en primer lugar, hacia la profundización
democrática, y en segundo lugar, a la constatación de que existen
diversas opciones, que como vimos, no se reducen a dos, sino que son
múltiples y confrontadas, pero conllevan al mismo tiempo la posibilidad
de ser articuladas en una opción común e integradora que refleje la
realidad actual.
109
110
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
ANÁLISIS DE LA ELECCIÓN DE LA ASAMBLEA
CONSTITUYENTE Y DEL REFERÉNDUM SOBRE
AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES
la Constitución aprobada por la Convención de 1880, bajo el impacto
de la derrota en la guerra del Pacífico, tuvo una duración mayor. Fue
reemplazada en 1938, poco después de concluida la guerra del Chaco,
incorporándose principios sociales. Con casi cuarenta años de vigencia,
la Constitución de 1967 es la segunda más longeva de la historia
boliviana y tuvo dos reformas (1994, 2004) que incorporaron nuevas
instituciones (Defensoría del Pueblo, Tribunal Constitucional, etc.) o
buscaron ampliar los ámbitos de decisión ciudadana (introducción de
las diputaciones uninominales, del referéndum, etc.). Se trataron de
reformas ejecutadas de acuerdo a las reglas fijadas en la misma
Constitución, lo que constituía una situación sin precedentes. Sin
embargo, los pedidos de cambios completos, de convocatoria a una
nueva Asamblea Constituyente, se expresaron en varias oportunidades:
en el momento del retorno a la democracia, a inicios de los años 1990,
en la presidencial de 2002. Finalmente, en medio de una severa crisis
política y social, en 2005 el Congreso fijó fecha para elegirla: el
domingo 2 de julio de 2006.
Salvador Romero Ballivián*
Introducción
Bolivia tiene una larga tradición de Asambleas Constituyentes:
en especial durante el siglo XIX sirvieron para dar un aspecto legal
y legítimo a gobiernos surgidos de la fuerza y la vigencia de esos textos
constitucionales no solía extenderse más allá de una década. Recién
*
Salvador Romero Ballivián obtuvo la licenciatura, la maestría y el doctorado
(2002) en sociología política en el Instituto de Estudios Políticos de París.
Catedrático en la Universidad Católica Boliviana y en la Universidad Mayor
de San Andrés (desde 1995), ha dictado clases en postgrados y maestrías en
varias universidades. Vocal de la Corte Departamental Electoral de La Paz
(1995-1998), fue nombrado Vocal de la Corte Nacional Electoral en 2004.
Desempeñó la Vicepresidencia de esta institución y luego fue elegido Presidente
(2006).
Ha publicado los siguientes libros: El tablero reordenado: análisis de la
presidencial 2005 (2006), En la bifurcación del camino: análisis de los
resultados de la Municipal 2004 (2005), Geografía electoral de Bolivia (2003,
dos ediciones previas), Razón y sentimiento: la socialización política y las
trayectorias electorales de la elite boliviana (2003), Participación y abstención
electoral en Bolivia (2003, coautor), Reformas, conflictos y consensos (1999),
Electores en época de transición (1995). Tiene artículos sobre asuntos políticos
en periódicos, revistas y libros de Bolivia, Brasil, Chile, España, Francia y
Paraguay; ha dictado conferencias en Bolivia, Colombia, Cuba, Estados Unidos,
Francia, Perú y República Dominicana.
111
Por su parte, el referéndum constituye una práctica menos
arraigada en la política boliviana. La consulta de 1931, poco analizada
y sin posteridad, introdujo un “valioso aporte de reformas al acervo
constitucional” en opinión de uno de los mayores especialistas de la
materia, Ciro F. Trigo1. Incorporó el hábeas corpus, la autonomía
universitaria, el carácter improrrogable del mandato presidencial y la
descentralización administrativa. Sólo a comienzos del siglo XXI,
aumentaron las voces pidiendo que la ciudadanía pueda definir asuntos
a través de referendos y esa figura fue incluida en la Constitución en
1
Ciro Félix Trigo, Derecho constitucional boliviano. Buenos Aires: Cruz del sur,
1952, p. 149 – 151.
112
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
2004. Ese mismo año, el presidente Mesa fue el primero en convocar
a un referéndum para definir la política energética del país. Pocos meses
después, mediante la recolección de casi 300.000 firmas, las
organizaciones cívicas de Santa Cruz consiguieron la convocatoria a
un referéndum de iniciativa popular sobre las autonomías
departamentales. Si ese mecanismo de democracia directa era novedoso,
no puede afirmarse lo mismo del tema sobre el cual debía pronunciarse
el electorado: las autonomías departamentales hacían referencia a
combates regionales profundamente enraizados en la historia del país,
como ya había demostrado el primer referéndum, cuya ley orgánica
de administración departamental fue vetada por el presidente Daniel
Salamanca o la lucha de Santa Cruz por las regalías petroleras en los
años de la revolución nacional. Fruto de un acuerdo político y regional,
se fijó fecha para el referéndum: el domingo 2 de julio de 2006.
constituye el fruto de un acuerdo político, social y regional establecido
en 2005 y confirmado en 2006. Sin embargo, ambos procesos tienen
historias distintas.
El propósito de este artículo es ofrecer una explicación de los
principales resultados de la elección de representantes a la Asamblea
Constituyente y del referéndum sobre autonomías departamentales.
Para cumplir con ese objetivo, es necesario ofrecer primero el contexto
general que antecedió la convocatoria a ambos procesos, luego presentar
las candidaturas que compitieron y explicar el desarrollo de la campaña,
reservando un lugar especial a los principales debates. Sólo con esos
elementos es posible comprender adecuadamente los resultados de los
comicios, analizados tanto en sus líneas generales como en su
distribución regional, sociológica y política.
I.
Los dos procesos electorales de 2006: historia de un acuerdo
político, social y regional
La realización simultánea de la elección de la Asamblea
Constituyente y del referéndum sobre autonomías departamentales
113
Después de una grave crisis económica, social y política que
sacudió a Bolivia a principios de los años 1980, la elección de 1985
marcó un momento de inflexión. Se trató de una elección de
realineamiento2 pues redefinió las políticas públicas y reconstruyó el
sistema partidario por dos décadas. En efecto, por un lado, el Gobierno
de Víctor Paz Estenssoro impulsó una política a contramano de la
lanzada por la Revolución de 1952: promovió la iniciativa privada,
redujo el papel del Estado y apuntó a consolidar las instituciones
representativas. Estas líneas, junto con el multiculturalismo,
constituyeron la base de un amplio consenso entre los principales
actores políticos y sociales de Bolivia durante veinte años 3. Los
gobiernos sucesivos se mantuvieron en esa orientación, por supuesto
con matices distintos.
Por otro lado, los resultados de los comicios de 1985
estructuraron un sistema de partidos que se articuló alrededor de tres
grandes actores: el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR),
cuyo liderazgo fue asumido por Gonzalo Sánchez de Lozada, y que
triunfó en tres elecciones (1989, 1993, 2002); Acción Democrática
Nacionalista (ADN), fundada por Hugo Banzer, ganador de los comicios
de 1985 y 1997; y el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR)
2
Pierre Martin, Comprendre les évolutions électorales. Paris : Presses de Sciences
Po., 2000.
3
Salvador Romero Ballivián, “Los tres ejes del consenso” en Opiniones y Análisis
(23), 2005, p. 153-167.
114
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
que si bien no se impuso en ninguna elección ejerció la Presidencia
con Jaime Paz Zamora (1989-1993). Esos partidos tuvieron un papel
dominante aunque debieron compartir la votación con Conciencia de
Patria (CONDEPA) y Unión Cívica Solidaridad (UCS), que a partir
de 1989 recibieron el voto de los sectores insatisfechos con los
resultados de la política económica liberal.
decretado para frenar los dos primeros movimientos5. A partir de ese
momento, y durante por lo menos un lustro, el Estado se encontró a
la defensiva frente a conflictos cada vez más numerosos y violentos6.
Los movimientos sociales, sin tener una dirección unificada, varias
veces hicieron coincidir sus protestas para arrancar mayores
concesiones. Por último, el armazón político se debilitó. El Gobierno
de Banzer coincidió con un incremento significativo de críticas al
sistema de partidos percibido como privilegiado y excluyente. La
sucesión de pactos entre partidos y la multiplicación de escándalos de
corrupción restaron legitimidad a los partidos. Ciertamente la renuncia
de Banzer, obligada por razones de salud, abrió un paréntesis con la
llegada al gobierno de su vicepresidente, Jorge Quiroga (2001-2002).
Un cambio en el estilo político, una elevada popularidad y el inicio
de la campaña electoral de 2002, generaron un clima social y político
más apaciguado.
Las elecciones que siguieron a la de 1985 se desarrollaron en
tiempos de “política normal”, confirmando la tendencia dejada por los
comicios de 1985. No obstante, esa superficie lisa se resquebrajó a
partir del año 2000. Bolivia sintió el impacto de la crisis económica
regional (devaluación del real brasileño, “corralito” a los depósitos en
Argentina, fuga de capitales en Uruguay, etc.) que contrajo los niveles
de crecimiento y de inversión, aumentó el desempleo, acentuó la
insatisfacción social de grupos que figuraron entre los perdedores del
viraje liberal. La legitimidad de la economía de mercado, sustentada
en sus rendimientos, quedó cuestionada a raíz de unos años de
crecimiento bajo e incluso de retroceso en el ingreso per cápita del
PIB (–1,9% en 1999, –0,1% en 2000 y –0,9% en 20014).
La fragilidad en el campo económico se extendió a los asuntos
sociales. Abril de 2000 constituyó un momento de quiebre: el gobierno
de Banzer capituló ante la convergencia de bloqueos campesinos en
el altiplano dirigidos por Felipe Quispe, una revuelta popular en
Cochabamba exigiendo la expulsión de una empresa transnacional
encargada del aprovisionamiento de agua potable (“guerra del agua”)
y una huelga policial que determinó el fracaso del Estado de sitio
4
George Gray Molina, “La economía más allá del gas” en Pulso, 16 de septiembre
de 2005, p. 4.
115
En ese contexto, se celebró la Elección Presidencial de 2002.
En ella, dos candidaturas pusieron en el tapete de discusión elementos
novedosos. Por un lado, Alberto Costa Obregón, que partió primero
en las encuestas, enarboló la Asamblea Constituyente como un
mecanismo de refundación del Estado y de la sociedad. La propuesta
tenía antecedentes: en su versión más contemporánea fue promovida
por la marcha indígena de tierras bajas de 1990. Sin embargo, tuvo
una escasa acogida y el sistema partidario prefirió la ruta de los acuerdos
para reformar la Constitución de 1967: en 1994 se aprobó un primer
5
Álvaro García, Raquel Gutiérrez, Raúl Prada, Luis Tapia, Tiempos de rebelión.
La Paz: Muela del Diablo, 2001, 242 p.
6
Roberto Laserna, La democracia en el ch’enko. La Paz: Milenio, 2004, p. 4347.
116
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
conjunto de cambios que incluyó la creación de la Defensoría del
Pueblo, del Tribunal Constitucional, del Consejo de la Judicatura y
de los diputados uninominales. En la gestión de Quiroga, se aprobó
un segundo paquete de modificaciones, destinadas a facilitar la
participación directa de la ciudadanía. Así, se incorporaba el referéndum
o la iniciativa legislativa ciudadana pero se descartaba la Asamblea
Constituyente7.
con respecto a la capitalización de las empresas públicas, propuso
superar la crisis económica en el marco del libre mercado, recuperar
la autoridad del Estado y atacar la corrupción. Igualmente, el MIR,
dirigido por Paz Zamora, conservó el cuarto puesto de la presidencial
precedente (15,1%). A la vez, el escenario se halló modificado de
manera profunda con el derrumbe de CONDEPA y UCS, los partidos
críticos con el neoliberalismo en los años 1990, el revés de la gobernante
ADN (3,1%) y el ascenso de partidos que canalizaron el descontento
con el estancamiento económico, las dificultades sociales y la crisis
política de los años previos. El MAS, dirigido por el líder de los
cocaleros Evo Morales, ocupó el segundo lugar (19,4%), un resultado
inesperado para un movimiento que comenzó la campaña con
ambiciones modestas y una baja intención de voto. Su jefe tuvo un
discurso beligerante de defensa de la hoja de coca, de denuncia de la
Capitalización y del imperialismo norteamericano. El MAS pasó apenas
por delante de Reyes Villa de NFR (19,4%), que pretendió agrupar
a los insatisfechos con un mensaje de renovación de hombres antes
que de políticas. Por último, con un mensaje aguerrido y de tintes
étnicos, el Movimiento Indio Pachakuti (MIP) de Felipe Quispe registró
un nivel histórico para el katarismo (5,9%), reflejo del rechazo del
altiplano paceño al liberalismo.
El éxito inicial de Costa provocó que varios candidatos, entre
ellos Jaime Paz y Manfred Reyes Villa, copiasen la propuesta. Sin
embargo, el jefe de Libertad y Justicia cometió varios errores que
hicieron naufragar su proyecto y aunque al final el tema de la Asamblea
perdió relevancia, quedó como una promesa de transformación.
Paralelamente, René Blattmann, organizó su campaña alrededor de la
necesidad de promover el referéndum como un instrumento de decisión
popular en asuntos centrales. Tampoco tuvo buenos resultados
electorales pero contribuyó a consolidar la incorporación de este
mecanismo de democracia en la Constitución y despertó el interés de
varios actores políticos por el referéndum.
La elección de 2002 fue ganada por el MNR, otra vez encabezado
por el ex presidente Sánchez de Lozada (20,8%)8. Acompañado por
el prestigioso periodista Carlos Mesa, el jefe del MNR defendió el
balance de su primera administración, si bien guardó un perfil bajo
7
Programa de Reforma Constitucional para la participación ciudadana, 11
volúmenes, 2001.
8
Fundemos, Elección presidencial 2002 en Opiniones y Análisis (57), 2002, 222
p.; Carlos Borth, Silvia Chávez, Elecciones 2002. La Paz: Fundemos, 2003,
196 p.
117
El resultado de la elección indicó que los votantes tendieron
a dividirse en dos segmentos de peso más o menos equivalente: los
satisfechos con el balance de las políticas públicas de los 15 años
previos, agrupados detrás del MNR, del MIR, de ADN e incluyendo
ciertos segmentos de NFR, y los descontentos, que votaron por el MAS,
el MIP, en parte, NFR, además de organizaciones pequeñas como L
y J, CONDEPA o el Partido Socialista (PS). Mientras que los primeros
tuvieron relativamente bien definidas sus opciones desde el inicio de
la campaña –lo que se ilustró con el escaso movimiento de las
118
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
intenciones de voto para el MNR o el MIR–, los otros pasaron de la
indecisión a la búsqueda del mejor candidato. Primero se inclinaron
por Alberto Costa Obregón de L y J, luego por Reyes Villa de NFR
y en la recta final se dividieron entre el jefe de NFR y Morales del
MAS.
polarizadas, con visiones antagónicas sobre la economía, la sociedad,
la cultura y la política boliviana10.
Los comicios echaron por tierra los consensos dominantes desde
1985: legitimidad indiscutida de la democracia representativa y
primacía de la economía de mercado, aunque los enfoques
multiculturales –otro eje importante de los consensos– se fortalecieron
en variantes conflictivas que dieron a la cuestión étnica un peso
significativo9. Lejos de ser una singularidad boliviana, la política
latinoamericana se ha caracterizado en los últimos años del siglo XX
por un reforzamiento de las corrientes críticas con el liberalismo
económico, a veces también escépticas con las instituciones de la
democracia representativa, y por el descrédito de los partidos
gobernantes (también denominados “tradicionales”). Así, si la década
de 1990 favoreció a los defensores de políticas de apertura económica,
a principios del siglo XXI los comicios fueron ganados por los
adversarios de esas ideas: Hugo Chávez en Venezuela, Lula en Brasil,
Néstor Kirchner en Argentina, Lucio Gutiérrez en Ecuador. En Bolivia,
la elección de 2002 pareció ir a contramano de ese movimiento pero
aún a pesar del triunfo de Sánchez de Lozada, la confianza en los
mecanismos económicos liberales continuó declinando y el sistema
partidario moderado y de alianzas que se afianzó a partir del “pacto
por la democracia” suscrito en 1985 por el MNR y ADN, se descompuso
y dio paso a un sistema de partidos de tendencias centrífugas y
9
Rafael Loayza, Halajtayata. La Paz: Fundemos, 2004, 197 p.
119
En ese contexto difícil, Sánchez de Lozada organizó un gobierno
de coalición con el MIR y UCS, al cual se sumó luego NFR. Su segunda
administración enfrentó problemas desde el inicio. Si en 1993 llegó
con un porcentaje alto, una amplia legitimidad social y política, una
alianza social y geográfica de envergadura, en 2002 triunfó con un
marcador bajo, a pesar de la férrea oposición de los principales centros
del conflicto social y político de los años precedentes, vale decir de
las áreas de pequeña propiedad agrícola, de las regiones cocaleras, de
los barrios populares de las capitales del occidente y centro del país.
Su éxito tuvo un sabor paradójico pues era uno de los políticos más
resistidos a raíz del proceso de Capitalización: no gozó de un estado
de gracia ni siquiera cuando se posesionó11. La primera vez, recibió
un país que vivía tiempos de “política normal” y con crecimiento
económico; su segunda presidencia empezó arrastrando un
estancamiento económico y dificultades políticas y sociales. Luego,
mientras que en 1993 el MNR era claramente la cabeza del gobierno
y sus aliados tenían escasos medios para presionarlo, la segunda vez
el MNR compartió el gobierno con el MIR, un partido cuya talla no
difería significativamente de la suya y que consiguió una presencia
fuerte en el Poder Ejecutivo. Su capacidad de dirección disminuyó y
la legitimidad de la alianza en la sociedad fue baja por la vinculación
establecida entre pactos partidarios y “cuoteo” de cargos públicos12.
10
René A. Mayorga, “La crisis del sistema de partidos políticos: causas y
consecuencias” en IDEA, Partidos políticos en la región andina: entre la crisis
y el cambio. Lima: IDEA, 2004, p. 27-49.
11
Según las encuestas de Apoyo, Opinión y Mercado, la aprobación a Sánchez
de Lozada comenzó en 46% y, un año después, se redujo a 21%. La Prensa,
2 de noviembre de 2003.
120
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Finalmente, en su primer gobierno, Sánchez de Lozada contó con un
programa ambicioso y una cómoda mayoría parlamentaria para
ejecutarlo; en el segundo, propuso un plan de reacción ante una crisis
social, económica y política y su bancada no representaba ni un tercio
del total del Congreso.
satisfacer las demandas sociales, desprovista de una agenda política.
La situación no mejoró con el ingreso de NFR a la coalición en agosto
de 2003.
El perfil de ambas gestiones difirió por razones inherentes al
MNR y también por causas externas. Ocho años antes, el MNR tuvo
como principal oposición a un disuelto Acuerdo Patriótico, cuya visión
del país compartía numerosos aspectos y cuyos integrantes (MIR-ADN)
se encontraban golpeados por la derrota. En cambio, después de la
primera Presidencial del siglo XXI, el MAS, su principal contendiente,
vivió su segundo lugar como una victoria, buscó federar a otras
organizaciones políticas y sociales detrás suyo, no concibió su acción
limitada al Congreso y en casi todos los temas tomó concepciones
opuestas a las del MNR.
Después de un comienzo lento, con pocas medidas, disputas
frecuentes en la coalición y enfrentamientos con los movimientos
sociales próximos al MAS, en febrero de 2003, para encarar el déficit
fiscal, Sánchez de Lozada aplicó un impuesto sobre los salarios que
provocó un estallido de violencia: fuerzas policiales amotinadas
chocaron con militares, oficinas públicas, sedes partidarias y comercios
fueron asaltados. El saldo de víctimas superó la treintena y dejó
desarmado al Gobierno, obligado a retirar su medida y recomponer
el gabinete con la salida de las figuras más polémicas como Carlos
Sánchez Berzaín, ministro de la Presidencia. La gestión del MNR se
estancó, impotente para aprobar sus instrumentos económicos o
12
Jimena Costa, Gonzalo Rojas, Informe de Milenio sobre el acontecer político
en Bolivia (7). La Paz: Milenio, 2004, p. 11.
121
En septiembre de 2003 se encadenó una serie de conflictos que
derivaron, el mes siguiente, en la renuncia de Sánchez de Lozada a
la Presidencia. En el altiplano se produjeron bloqueos organizados por
grupos afines a Quispe. En Sorata quedaron atrapados turistas, liberados
por fuerzas del orden que luego se enfrentaron con campesinos en
Warisata. La muerte de varios campesinos exacerbó los ánimos en El
Alto donde se expresaron las primeras manifestaciones y huelgas
urbanas en las que se mezclaron el repudio a la muerte de civiles,
protestas contra las medidas de la alcaldía de El Alto y la oposición
a la venta del gas a Estados Unidos a través de un puerto chileno, un
plan que dirigentes sindicales y de izquierda acusaban a Sánchez de
Lozada de querer ejecutar. La situación empeoró cuando al bloqueo
de caminos se sumó el paro del transporte y la ruptura del
aprovisionamiento de gasolina en El Alto y La Paz por la acción de
los manifestantes alteños.
La represión para restablecer el aprovisionamiento de
hidrocarburos dejó un balance trágico, con la muerte de decenas de
personas en El Alto. El rechazo al Gobierno aumentó y la movilización
que se organizó en los barrios de El Alto se reprodujo en otras ciudades
del occidente y centro de Bolivia así como en los distritos mineros.
El conflicto desplazó la consigna de la protesta de la oposición a la
venta del gas a través de Chile a la exigencia de la renuncia de Sánchez
de Lozada. La movilización popular encontró apoyo en sectores de clase
media, encabezados por la ex Defensora del Pueblo Ana María Romero,
que se sumaron al pedido de dimisión a través de la instalación de
piquetes de huelga de hambre. Frente a la envergadura de la represión,
122
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
el vicepresidente Mesa rompió políticamente con el gobierno y algunos
ministros renunciaron.
íntegra en la administración del nuevo gobierno pero influyó en su
conducta y en el comportamiento de otros actores. En efecto, Mesa
se comprometió a organizar un referéndum, ahora vinculante, sobre
la política energética, replantear la Ley de Hidrocarburos, aprobada
en la primera gestión de su antecesor y preparar una Asamblea
Constituyente. Este acontecimiento fue percibido como mucho más que
la redacción de una nueva Constitución, fue considerado como el punto
de inicio de un país distinto. Por último, Mesa señaló que gobernaría
sin partidos, disolviendo de hecho la coalición que sustentó a Sánchez
de Lozada.
Acorralado y debilitado, Sánchez de Lozada prometió organizar
un referéndum no vinculante y por departamentos sobre el gas y
convocar a una Asamblea Constituyente. La propuesta fue considerada
extemporánea por los actores movilizados y la situación continuó
deteriorándose: aunque los enfrentamientos y la represión prácticamente
cesaron, la sede de gobierno se encontraba cercada, amenazada por
la llegada de nuevos grupos de trabajadores, en especial mineros de
Oruro, desabastecida de alimentos, sin actividades públicas o privadas.
Sin apoyos y abandonado por sus socios políticos, Sánchez de
Lozada renunció y fue sucedido por su vicepresidente Carlos Mesa.
El desenlace redujo la tensión: las medidas de presión fueron levantadas
y la calma retornó al país. Sin embargo, las jornadas marcaron un
profundo cambio de rumbo en la política boliviana.
La caída de Sánchez de Lozada resquebrajó el modelo que
encarnó: supremacía de la economía de mercado con presencia del
capital extranjero, democracia representativa con un papel central de
los partidos y participación activa de los tecnócratas en las políticas
públicas. En cambio, ganaron legitimidad las tesis que exigían un papel
activo del Estado en la economía, el final del monopolio partidario
para la representación y se exaltaron modos de participación y de acción
alejados de la democracia liberal representativa. Este conjunto
heterogéneo de ideas, algunas de las cuales como el nacionalismo
económico se enraízan en una historia larga13, no plasmó de manera
13
Roberto Laserna, La democracia en el ch’enko, op. cit., p. 49-78.
123
Mesa se apoyó en una elevada popularidad que provino de la
ruptura con su predecesor y que se mantuvo durante toda su gestión,
de una apertura a las demandas que se cristalizaron en octubre de 2003,
de la habilidad para transmitir su mensaje y de su decisión de gobernar
sin partidos. Las críticas a las prácticas partidarias se convirtieron en
frases comunes y se desgastaron los liderazgos de las fuerzas que
gobernaron. El MNR quedó sin su jefe, cuyo papel en la dirección no
pudo ser asumido plenamente por sus sucesores, Javier Campero y
Mirtha Quevedo; Quiroga se distanció de ADN; del MIR se
desprendieron Unidad Nacional (UN), de Samuel Doria Medina y Plan
Progreso (PP), de José Luis Paredes. NFR se hundió en una severa
crisis luego de su corta participación en la administración de Sánchez
de Lozada. Las bancadas parlamentarias perdieron su habitual disciplina
y cohesión, las figuras partidarias más populares procuraron un juego
más autónomo y fuertes tendencias centrífugas golpearon a la mayoría
de los partidos. Sólo el MAS, firme opositor a los gobiernos liberales,
salió intacto de los aprietos que sufrió el sistema de partidos tras los
sucesos de octubre de 2003: en las Municipales de diciembre de 2004,
aunque con menos de 20%, se impuso, avanzó de manera considerable
con respecto a 1999 y apareció como la única fuerza de alcance nacional
124
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
mientras que los partidos “tradicionales” sufrieron, en grados distintos,
una disminución fuerte con respecto a los comicios municipales
anteriores, dejando además la impresión de un paisaje político nacional
fragmentado14.
Empero, en la corta campaña, el debate sobre la legalidad del referéndum
ocupó más tiempo que la discusión sobre los temas planteados. Los
partidos se mostraron desinteresados –con excepción del MAS que
apoyó el “sí” en las tres primeras preguntas y el “no” en las dos
últimas17. El Gobierno se encontró casi sin contendores al frente,
incluso ayudado por los sectores sindicales más radicales que
amenazaban con boicotear la consulta, lo que volcó a los sectores
moderados hacia el “sí”.
Con la iniciativa, a inicios de 2004, Mesa impulsó la reforma
a la Constitución que contempló, entre otras medidas, la inclusión del
referéndum, el fin del monopolio partidario para la presentación de
candidaturas y la posibilidad de convocar una Asamblea
Constituyente15.
Decidido a asentar su legitimidad y cumplir con su agenda, el
Gobierno convocó a una consulta popular para decidir la política
energética16. Se trató de un proceso singular, era el primer referéndum
en Bolivia en más de 70 años, ponía a prueba uno de los mecanismos
de la democracia directa recientemente incorporados en la Constitución
y abordaba uno de los asuntos más polémicos de los años precedentes.
14
Un análisis de la elección puede encontrarse en Fundemos, en Opiniones y
Análisis (73); Salvador Romero Ballivián, En la bifurcación del camino: análisis
de la Elección Municipal 2004. La Paz: Corte Nacional Electoral, 2005, 119
p.; Hugo Carvajal, Miguel Ángel Pérez, ¿Una nueva realidad política? La Paz:
Fundemos, 2005, 262 p.
15
La reforma a la Constitución exige que una legislatura apruebe una ley con
las modificaciones (lo que se hizo en la gestión de Quiroga) y que la siguiente
la ratifique: sólo después de cumplirse ese procedimiento, la Constitución se
encuentra reformada.
16
Sobre el referéndum, se puede consultar: Corte Nacional Electoral, El referéndum
2004 en Bolivia. La Paz: Corte Nacional Electoral, 2004, 115 p.; Luis Tapia,
Por el sí, por el no. La Paz: Corte Nacional Electoral, 2004, 127 p.; Fundemos,
El referéndum en Bolivia en Opiniones y Análisis (68), 2004, 200 p.; Fundemos,
Referéndum: resultados y alcances en Opiniones y Análisis (70), 2004, 220p.
125
El referéndum concluyó en una paradoja. El Gobierno obtuvo
el apoyo para el “sí” en las cinco preguntas pero, en pocas semanas
el Parlamento rechazó los proyectos de ley remitidos por el Poder
Ejecutivo, supuestamente con la interpretación correcta de las
respuestas afirmativas. El Congreso optó por elaborar una norma
propia, bajo la dirección del MAS, apuntando a un incremento de los
impuestos y obligando a las empresas transnacionales a adecuarse a
la nueva ley. La pérdida de control de la agenda política por parte del
Gobierno y de la definición de los ejes de la Ley de Hidrocarburos
se produjo como consecuencia de la popularidad de la propuesta de
nacionalización en la opinión pública. Los parlamentarios, aunque
representaban a partidos en crisis, se atrevieron a desbordar al Gobierno
pues se encontraban en sintonía con la aspiración popular. La
independencia de los Poderes Legislativo y Ejecutivo viró a favor del
Parlamento, convertido en el Primer Poder del Estado, tal cual reza
la doctrina política clásica, a pesar de su baja legitimidad social. Así,
17
La activa campaña del MAS dejó una huella clara sobre la geografía del
referéndum y constituyó la primera actuación de la estructura del MAS en una
consulta electoral luego de la Presidencial de 2002. Ningún otro partido
aprovechó el referéndum para movilizar a su militancia, optando a menudo por
un tibio apoyo al “sí” en la mayoría de las preguntas.
126
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
la victoria en las urnas ni afianzó de manera durable la legitimidad
del Gobierno ni le permitió diseñar la nueva política energética del
país.
la autonomía departamental. En una masiva concentración, en el
“Cabildo de la autonomía” el movimiento regional exigió un referéndum
para adoptar la autonomía y la primera elección de prefectos
departamentales19. El gobierno aceptó la demanda aunque hubo que
aguardar la aprobación de una ley para convocar a la elección prefectural
para agosto de 2005 mientras que el Comité Cívico de Santa Cruz reunió
las firmas suficientes para convocar mediante iniciativa popular a un
referéndum sobre las autonomías departamentales. Con esas decisiones,
la región cruceña, principal polo económico de Bolivia, encontró un
contrapeso a las demandas de las zonas occidentales, centradas
principalmente en la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Durante el primer semestre de 2005, Mesa fracasó en el intento
por recuperar la iniciativa, lo que incluso llevó a reiteradas amenazas
de dimisión. El Gobierno encontró una fuerte resistencia en el
Parlamento así como en los sectores sindicales y en los movimientos
sociales que presionaban para obtener la satisfacción de sus demandas
aprovechando el debilitamiento del Estado. Estos grupos reforzaron
su poder pero esa influencia no fue de la mano de una unificación de
organizaciones dispares en su estructura, sus fines y tácticas. Ni el
Gobierno, con una pequeña bancada afín en el Parlamento, ni los
partidos en el Congreso consiguieron avanzar en la aprobación de una
ley especial de convocatoria a la Asamblea Constituyente: se
presentaron muchos proyectos pero ninguno generó consenso y tampoco
ninguna organización política se encontraba en condiciones de articular
una mayoría alrededor de su propuesta.
Por último, a medida que el juego partidario perdía consistencia,
la cuestión regional, siempre presente en Bolivia18, generó nuevas y
profundas líneas de conflicto. Molestas con el activo papel del MAS
en la definición de la política energética, con la actitud ambigua del
gobierno frente a las empresas petroleras, con el papel influyente de
los movimientos sociales en la toma de decisiones del Poder Ejecutivo
y con la desatención a sus demandas, las instituciones de Santa Cruz
asumieron una posición severa con Mesa y enarbolaron la bandera de
18
José Luis Roca, Fisonomía del regionalismo boliviano. La Paz: Plural, 1999,
350 p.; Fernando Calderón, Roberto Laserna (coord.), El poder de las regiones.
La Paz: CERES-CLACSO, 1985, 268 p.
127
Esa evolución cada vez más tensa perjudicó a Mesa, confrontado
a la aprobación de una ley de Hidrocarburos que no le satisfacía
mientras que aumentaban las movilizaciones populares que exigían la
nacionalización. La posición gubernamental se debilitó cuando Mesa
anunció otra vez su decisión de renunciar. Los bloqueos en La Paz,
los cortes en el suministro de gas, las amenazas de varios sectores
sociales generaron otra vez una situación complicada: el Congreso,
reunido en Sucre, decidió dar curso a la sucesión constitucional. Sin
embargo, ni el presidente del Senado Hormando Vaca Díez ni el de
la Cámara de Diputados Mario Cossío, pudieron asumir la Presidencia.
Ambos debieron renunciar a su derecho pues la ciudad de Sucre se
encontró bloqueada por mineros y campesinos decididos a impedir que
miembros de la antigua coalición de Gobierno ejerzan la Presidencia.
Así se allanó el camino para que Eduardo Rodríguez Veltzé, Presidente
de la Corte Suprema de Justicia, se convierta en el sucesor de Mesa.
De manera simultánea, el Parlamento fijó para el domingo 2 de Julio
19
Discurso de Rubén Costas, presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz,
“Cabildo de verdad”, La Razón, 29 de enero de 2005.
128
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
de 2006 la realización simultánea de una Asamblea Constituyente y
de un referéndum sobre autonomías departamentales, uniendo dos
pedidos que venía de vertientes diferentes pero que se volvieron viables
en la medida que se desarrollasen de manera paralela.
votaciones significativas en el este y el sur, tierras de las fuerzas
conservadoras. El voto crítico con el desempeño de la economía de
mercado y con los principales actores de la democracia representativa,
antes disperso entre varios partidos, se concentró detrás del MAS que
monopolizó la aspiración al cambio. El segundo lugar fue ocupado por
el ex presidente Quiroga al frente de PODEMOS, una alianza de
agrupaciones ciudadanas y partidos. Recibió el apoyo de la mayoría
de las tierras bajas y logró una buena votación citadina. En un tercer
distante lugar se ubicó Samuel Doria Medina, encabezando a UN. Para
los partidos relevantes de las elecciones anteriores, la presidencial de
2005 constituyó una experiencia amarga: el MNR quedó relegado al
cuarto lugar, con el peor resultado de su historia; el MIR, ADN y UCS
no se presentaron aunque muchos de sus cuadros colaboraron con
PODEMOS; NFR y MIP perdieron su personalidad por quedar con
menos de 3% de los sufragios. Fue, por lo tanto, ante una oposición
dispersa y golpeada por los resultados que Morales se posesionó como
presidente en un ambiente de fuertes expectativas nacionales e
internacionales.
Rodríguez organizó su gabinete sin figuras partidarias para
asegurar la neutralidad de su administración en la tarea que le fijaba
la Constitución: organizar nuevos comicios presidenciales y dirigir un
corto gobierno de transición. Sin embargo, existía un amplio consenso
en el país en torno a que la elección no podía limitarse a elegir un
presidente y un vicepresidente únicamente para completar el período
constitucional y que más bien se necesitaban comicios generales que
permitiesen conocer las expectativas de la ciudadanía y establecer
nuevas correlaciones de fuerza política. El Parlamento modificó la
Constitución en ese sentido y sólo después Rodríguez convocó a la
Elección General para diciembre de 2005. Para la misma fecha se
postergó la elección de Prefectos.
Los comicios generales se caracterizaron por un repunte de la
participación, por una victoria de proporciones históricas por parte del
MAS y el derrumbe de los partidos “tradicionales”20. El dato saliente
fue, sin duda, el triunfo con mayoría absoluta de los sufragios válidos
obtenida por el binomio Morales – García pues ese resultado nunca
se había producido desde el retorno a la democracia. El MAS acaparó
la mayoría de la votación en las regiones occidentales y centrales,
consiguió un amplio respaldo urbano y, aunque perdió, consiguió
20
Para un análisis de esos comicios: Salvador Romero Ballivián, El tablero
reordenado: análisis de la presidencial 2005. La Paz: Corte Nacional Electoral,
2006, 117 p.; Fundemos, Elección general 2005 en Opiniones y análisis 77,
2006, 183 p.
129
El gobierno se encaminó rápidamente a dar cumplimiento a sus
promesas electorales, prestando una atención particular a la
convocatoria de la Asamblea Constituyente.
II.
La ley especial de convocatoria a la Asamblea Constituyente
y la ley del referéndum sobre autonomías departamentales
Una de las primeras acciones del gobierno fue aprobar pronto
la ley especial de convocatoria a la Asamblea Constituyente y con ella
la del referéndum sobre autonomías departamentales, realizando de
forma simultánea los dos procesos electorales, tal cual como se acordó
en 2005. La primera de las normas exigía un acuerdo con la oposición
130
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
pues la Constitución indica que la convocatoria a la Asamblea debe
contar con la aprobación de los 2/3 de los parlamentarios. La mayoría
congresal del MAS era por sí misma insuficiente para obtener ese nivel
pero sí aseguraba que su propuesta sirviese como base del acuerdo,
logrado en negociaciones encabezadas por el vicepresidente García.
A inicios de marzo, por unanimidad, el Parlamento aprobó las leyes
para que se organicen los dos procesos.
reuniese la mayoría absoluta de los sufragios pero encontró un
mecanismo para quebrar la restricción: encontró aliados, en particular
el MBL, dispuestos a que líderes del MAS usen esas siglas en los
bastiones azules21.
Para la Asamblea Constituyente, se definió que se elegirían 255
representantes, 5 por cada departamento y 210 en circunscripciones
territoriales. Si bien se insistió en el hecho que ninguna fuerza política
podía conseguir sola la mayoría de 2/3 en la Asamblea, barrera mínima
para aprobar el nuevo texto constitucional, el modelo electoral aprobado
tenía una inspiración mayoritaria. Esta característica no era tan evidente
en la franja departamental, en la cual incluso existían cortapisas para
la mayoría al disponer que el ganador lograría 2 de los 5 representantes
y las fuerzas siguientes, en la medida que superasen la barrera de 5%,
1 elegido cada una. Sin embargo, los asambleístas escogidos en la
circunscripción departamental no llegaban ni al quinto del total de
miembros.
En las circunscripciones, la situación variaba. Para facilitar los
acuerdos, se optó por mantener las 70 circunscripciones usadas en los
comicios de 2005, evitando así ingresar en un terreno muy delicado
que casi hizo zozobrar esa elección cuando hubo que reasignar
diputaciones por región. Se decidió que el vencedor recibiría 2 de los
3 constituyentes elegidos en cada circunscripción. En todos los casos
en los cuales el triunfador quedaría por debajo de los 2/3 de los votos
válidos, el sistema electoral le asignaba una prima mayoritaria: de lejos
se trataba del caso de figura más frecuente. El oficialismo fracasó en
su intento por entregar los 3 representantes a la organización que
131
El efecto mayoritario sirvió de manera modesta al MAS, que
logró una proporción de asambleístas casi equivalente a su votación
(53.7% contra 50.7%) aunque el porcentaje creció gracias a los
representantes del MBL (56.8%). Quedó, por lo tanto, cerca de los
2/3 necesarios para aprobar la nueva Constitución. Paradójicamente
el gran beneficiario del sistema resultó PODEMOS que con 15.3% de
los sufragios logró 23.5% de los escaños, aprovechando la
sobrerepresentación parlamentaria de los departamentos del norte y del
este, sus bastiones. Como sucede con los modelos mayoritarios, los
desfavorecidos resultaron las organizaciones minoritarias, en especial
si no tenían sólidos terrenos regionales.
Para el referéndum, los parlamentarios definieron la siguiente
pregunta: “¿Está usted de acuerdo, en el marco de la unidad nacional,
en dar a la Asamblea Constituyente el mandato vinculante para
establecer un régimen de Autonomía Departamental, aplicable
inmediatamente después de la promulgación de la nueva Constitución
Política del Estado en los departamentos donde este Referéndum tenga
mayoría, de manera que sus autoridades sean elegidas directamente
por los ciudadanos y reciban del Estado Nacional competencias
ejecutivas, atribuciones normativas administrativas y los recursos
económicos – financieros que les asigne la nueva Constitución Política
del Estado y las Leyes?” La redacción difería en por lo menos dos
21
“El MAS se presta otras siglas para hegemonizar la Asamblea” en La Prensa,
27 de marzo de 2006.
132
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
puntos de la propuesta inscrita en los libros en los cuales las instituciones
cívicas cruceñas recolectaron firmas para el referéndum por iniciativa
ciudadana. Por un lado, se eliminó que los departamentos podrían
“disponer libremente de sus recursos” y por otro lado se suprimió la
característica de que se trataba de un “referéndum nacional vinculante
departamentalmente”. Esta idea parecía estar implícita en la nueva
pregunta pero se convirtió en objeto de debate en la recta final de la
campaña cuando desde el oficialismo se señaló que una victoria del
“no” a nivel nacional liberaba a la Asamblea de cualquier obligación,
independientemente del resultado en tal o cual departamento. Como
sucedió con el referéndum sobre la política energética, consideraciones
legales sobre las características del referéndum o sobre sus alcances
ocuparon un espacio importante en desmedro de la discusión sobre el
fondo de la consulta.
lo hizo en pacto con el FRI (Camino al Cambio) y en Santa Cruz con
la agrupación A–3.
III.
Los partidos y las candidaturas
La elección de la Asamblea Constituyente llegó a los pocos
meses de las elecciones de diciembre de 2005, generales y prefecturales,
por lo que era previsible que hubiesen pocas novedades en las fuerzas
en presencia aunque en total 25 organizaciones o alianzas se registraron.
Esta cifra tan elevada se explica por la posibilidad de inscribir candidatos
en un solo departamento.
Por supuesto, este era el grupo con mayores expectativas
electorales: el MAS apuntaba a repetir la mayoría absoluta e incluso
Morales se animó a pedir un apoyo superior a los 2/3 de los votos.
A pesar de la ausencia de encuestas en la campaña, su favoritismo no
fue desmentido en ningún momento, respaldado por su éxito en la
municipal de 2004 y la presidencial de 2005. Para los comicios,
recondujo su alianza con el MSM de Juan del Granado. Por su parte,
la alianza PODEMOS también fue suscrita por casi todos los integrantes
de la coalición de 2005 pero la derrota en la presidencial dejó secuelas
que generaron tensiones internas. La organización aspiraba a mantener
su papel de principal opositor, conciente que no tenía opciones de
revertir la correlación de fuerzas instalada en diciembre. UN afirmaba
su voluntad de mejorar su posición y consolidar el tercer puesto logrado
en la presidencial. Por último, el MNR, el partido más importante de
la segunda mitad del siglo XX, buscaba confirmar que continuaba
siendo una organización nacional importante, capaz de recuperarse de
la crisis que le supuso la renuncia de Sánchez de Lozada. Las fuertes
disputas internas que se dieron en 2005 parecieron quedar superadas.
El MAS, PODEMOS, UN y el MNR, las cuatro organizaciones
que conservaron su personalidad jurídica luego de la contienda
presidencial, volvieron a competir y lo hicieron en los 9 departamentos
buscando confirmar su vocación nacional. Una mención especial merece
el MNR que se registró con su sigla en 7 regiones y en 2 se presentó
bajo la misma modalidad de alianza que en la prefectural: en Tarija
Varios partidos denominados “tradicionales” se lanzaron al
ruedo luego de haber optado por un repliegue en la elección general
aunque a veces apoyaron implícitamente a la candidatura de Quiroga.
Fue el caso del MIR que se movilizó en todo el país; de ADN, presente
en 6 departamentos con sigla propia y en los restantes en alianzas
formales (con UCS en Santa Cruz bajo el nombre Alianza Andrés
Ibáñez) o informales; del MBL que participó en 6, a veces al servicio
del MAS (cf. sección precedente) y de UCS que trabajó en 3 regiones.
A diferencia del grupo precedente, las aspiraciones eran más modestas:
133
134
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
conseguir cierta presencia en la Asamblea Constituyente a partir de
algunos bastiones o simplemente mantener la personalidad jurídica,
sin la amenaza de la barrera del 3% que rige para los comicios
presidenciales, pero en riesgo si no se toma parte en dos procesos
electorales consecutivos.
con escasa o ninguna experiencia en una lid electoral, dirigentes
vencidos en los comicios de Diciembre de 2005 o cuadros intermedios
a los que se les abrió una oportunidad. A título de ejemplo, en el caso
de los intelectuales, pueden mencionarse a Roberto Aguilar, Carlos
Romero, Raúl Prada (MAS), Jorge Lazarte, Julio Aliaga (UN), José
A. Quiroga (MBL). Las más de las veces figuraron en la franja
departamental o en circunscripciones urbanas. Entre los candidatos
desafortunados de diciembre de 2005 se puede nombrar a Freddy
Soruco, Oscar Sandoval (en las listas del MNR y aliados), Gilbert
Méndez, Gonzalo Barrientos, Sergio Medinaceli, (PODEMOS).
Asimismo, la Asamblea brindó un campo a políticos con amplia
trayectoria pero ausentes en esas elecciones, como Guillermo Richter,
Oscar Zamora, Oscar Sandoval (del MNR y aliados), Román Loayza,
José Bailaba (MAS), etc. Con la excepción de Samuel Doria Medina,
jefe de UN, los principales de los dirigentes del UN, PODEMOS, MAS
o MNR decidieron no pelear un espacio en la Asamblea. En el caso
de los dirigentes medios, se brindaron facilidades a líderes sindicales,
en especial en el MAS.
El resto de las organizaciones se dividía entre formaciones
debutantes y agrupaciones regionales (en ciertos casos, ambas
categorías se superpusieron). Al primer grupo pertenecían AYRA, CN
o TRADEPA: habían conseguido su personalidad jurídica en los meses
precedentes y, si bien no partían entre los favoritos, confiaban en elegir
representantes y se animaron a competir en varios departamentos. En
el segundo grupo se contaban 11 agrupaciones, vale decir casi la mitad
de todos los competidores. Entre las más relevantes se puede citar a
aquellas dirigidas por alcaldes de capitales o por prefectos: el MCSFA
en Oruro (Edgar Bazán), AS en Potosí (René Joaquino) o APB en Santa
Cruz (Rubén Costas). Tenían personalidad sólo en un departamento
y en él registraron sus candidatos, confiando en su arrastre regional
para lograr representantes en la Asamblea.
En general, los partidos optaron por conformar sus listas con
tres tipos de candidatos: intelectuales afines al proyecto ideológico pero
El cuadro se presentó especialmente crítico para las formaciones
“tradicionales”, con un crédito bajo social y político, impotentes para
conservar a sus cuadros más exitosos que buscaron opciones en tiendas
con mejores perspectivas, desprovistas de recursos para llevar adelante
sus campañas. Para el MIR, la situación fue difícil, pues el partido
se encontraba a la deriva luego de la renuncia de Jaime Paz a la jefatura
y la conformación de una endeble dirección colegiada; en ADN se
reagruparon militantes próximos a Banzer y dirigentes críticos con
Quiroga; en UCS, se hizo evidente la ausencia de liderazgo, igual que
en el MBL en los departamentos donde presentó sus propios cuadros
y no los del MAS. Sólo en ocasiones excepcionales estas organizaciones
reclutaron candidatos independientes, más bien apelaron a militantes
135
136
La designación de candidatos tuvo complicaciones o facilidades
distintas según los grupos a los cuales pertenecían los partidos. Para
las organizaciones más fuertes, la selección de candidatos fue una tarea
compleja. Sus cuadros más conocidos habían ganado puestos en
comicios recientes (la municipal de Diciembre de 2004, la general y
la prefectural de Diciembre de 2005) o desempeñaban, en el caso del
MAS, altas funciones públicas. No mostraron mayor interés en cambiar
sus cargos por un curul en la Asamblea.
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
comprometidos que hicieron campaña en condiciones adversas. Entre
los más destacados figuran Guido Camacho, Juan J. Padilla (ADN),
Raúl Araoz, Jorge Barrientos, Fátima Zegarrundo, Millán Ribera (MIR),
Franz Barrios, Edgar Cueto (MBL).
De la presentación de los candidatos, se pueden extraer varias
conclusiones. La primera es que las listas incorporaron una cantidad
muy importante de debutantes, facilitada por la sucesión de escrutinios
en el año y medio anterior que entregaron cargos, quebraron carreras
o dejaron con recursos estrechos a muchos aspirantes. Esa afirmación
general es, por supuesto, compatible con el hecho que la Asamblea
ofreció una nueva oportunidad a políticos profesionales que tuvieron
escasa suerte en los procesos electorales de 2005. Luego, se debe
mencionar que la inclusión de intelectuales, académicos o abogados,
fue un rasgo característico de muchas listas: las organizaciones sintieron
que la Asamblea Constituyente podía ser un ambiente natural en
previsión de discusiones teóricas y en el cual habían pocas parcelas
de poder en juego. Al final, se eligió una cantidad alta de abogados,
un rasgo que se presentaba en los Parlamentos de los primeros años
de la democracia, y que se fue perdiendo a menudo que otros grupos
reforzaban su influencia, como los comunicadores o los hombres
provenientes del área rural gracias a las diputaciones uninominales.
En el caso de las formaciones recientes, los lugares centrales
de las listas fueron ocupados por los jefes, algunos verdaderos
debutantes, otros, provenientes de partidos desaparecidos, con una
mayor experiencia electoral. TRADEPA, formación fundada por
militares en retiro, y CN, con una fuerte presencia evangélica,
presentaron caras nuevas, ya fuesen las de sus dirigentes o de candidatos
invitados. El primer partido incluyó a 14 ex militares en sus listas.
Sin embargo, ni el uno ni el otro se cerraron a políticos con un recorrido
previo (Félix Cárdenas de CN fue ex candidato presidencial en 1993).
En AYRA, hubo una proporción mayor de candidatos que hicieron
armas en otros partidos (Víctor H. Canelas, José Luizaga).
Finalmente, las agrupaciones regionales se separaron en aquellas
que presentaron listas presididas por sus jefes fundadores y las que
inscribieron candidatos que no eran sus máximos líderes. Las primeras
eran dirigidas por políticos que no tenían en ese momento funciones
públicas pero que habían ocupado sitiales importantes en la política
nacional (diputaciones) o local (concejalías), como Jerjes Justiniano
(ASI), Jaime Cuentas (MAR) o Félix Vásquez (MOP). Jugaban todas
sus cartas para recuperar un liderazgo político regional y siempre
encabezaron la franja departamental. Las otras, a menudo instrumentos
políticos de los alcaldes de las capitales, pusieron sus estructuras al
servicio de dirigentes que eran afines a los fundadores y buscaban
afianzar su dinamismo local. Fue el caso del MCSFA, de AS y, en
cierta medida, de APB que, en Santa Cruz, promovió a dirigentes
cívicos.
137
IV.
Una campaña electoral corta y desabrida
A partir de 2004, Bolivia ingresó en una etapa de campañas
electorales cortas, diferentes de las más largas y preparadas que
caracterizaron la década de 1990. Ello se explicó por la situación tensa
e incierta que vivió el país, por el carácter inesperado de varios
comicios, como los generales y prefecturales de 2005, convocados de
manera anticipada y por el cambio de algunas reglas que hicieron más
breve y restrictivo el tiempo de la propaganda a través de los medios
masivos de comunicación.
Sin embargo, es probable que ninguna de las campañas anteriores
hubiese comenzado de forma tan tardía y con tan escaso entusiasmo
138
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
que llamó la atención de los analistas y de los medios. Varias causas
explican esa situación. La primera proviene de la cercanía entre la
elección presidencial y la de la Asamblea Constituyente. Esa proximidad
temporal afectó de muchas maneras a las organizaciones políticas. Las
puso ante el reto de conducir otra vez una campaña cuando aún no
se habían extinguido las pasiones y las emociones de la contienda
presidencial, la más importante del sistema político boliviano. Tuvieron
dificultades para encontrar candidatos experimentados. Tampoco les
fue fácil lograr recursos después de una elección general bastante
costosa: además, el financiamiento público, restringido a apenas 0.7
por mil contra 1.25 por mil en 2005, benefició sólo a cuatro formaciones
(MAS, PODEMOS, UN, MNR). Los fondos privados estuvieron menos
disponibles que en oportunidades anteriores. Esas complicaciones
logísticas explican, en parte, la cantidad récord de renuncias a
postulaciones que se presentaron, cerca de 700. Los reemplazos no
alcanzaron a cubrir todas las vacancias.
especial después de una sucesión acelerada de procesos electorales y
esa apatía era compartida por los medios23.
Luego, no debe desconocerse el impacto profundo dejado por
la presidencial: los partidos, tanto los del oficialismo como los de la
oposición, sentían que existían escasas posibilidades de modificar las
correlaciones de fuerza establecidas en Diciembre de 2005. Por último,
la militancia mostró un escaso interés en colaborar con candidatos poco
conocidos y que podían ofrecer poco a cambio del esfuerzo; si la
situación fue más complicada para las organizaciones derrotadas en
Diciembre de 2005, ni siquiera el MAS estuvo exento del retraimiento
de sus bases22. La atonía de la campaña no puede atribuirse únicamente
a los partidos: en la ciudadanía tampoco se manifestaba una atención
Más allá de ese análisis, se puede señalar que la campaña tuvo
dos fases claramente distintas: en la primera, el acento se colocó en
la Asamblea Constituyente, en la segunda, el interés se centró en el
referéndum sobre las autonomías departamentales, consulta que
despertó una polémica abierta. Además, recubriendo toda esta campaña
electoral, se desarrolló la acción intensa del gobierno: la
“nacionalización” de la industria petrolera, los programas sociales
(alfabetización, campañas de salud, etc.) y los lazos con Caracas y La
Habana constituyeron puntos de referencia para el oficialismo y la
oposición.
Apenas promulgada la ley de convocatoria para la Asamblea
Constituyente y la del referéndum sobre autonomías departamentales,
se abrió el tiempo de la campaña pero ella comenzó de manera muy
fría. En efecto, a diferencia de una elección general o municipal, las
organizaciones no tenían candidatos decididos de antemano y en el
caso del referéndum, no parecían existir posiciones diferentes al “sí”,
opción en la cual parecían converger las principales fuerzas políticas,
sociales y regionales. Sin embargo, la situación apenas cambió cuando
las formaciones registraron sus candidatos pues los aparatos se
desplegaron poco y se presentaron pocas propuestas. Ni siquiera cuando
se abrió la posibilidad legal de difundir propaganda a través de los
23
22
“Los frentes encuentran a su militancia poco entusiasmada” en La Prensa, 10
de abril de 2006.
139
Sólo a título de ejemplo, se puede mencionar que los habituales suplementos
electorales de los periódicos aparecieron muy tardíamente: la mayor parte de
la campaña fue cubierta en los espacios habituales.
140
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
medios de comunicación, las organizaciones buscaron de inmediato
promover sus candidatos o sus ideas24.
La oposición también eludió el terreno constitucional. Lo hizo
de dos maneras. Por un lado, PODEMOS casi no mencionó el proyecto
de Constitución que había elaborado en 2005 y como consideró que
era difícil atacar las medidas oficialistas, en especial la nacionalización
dada su elevada popularidad, concentró sus ataques en la “injerencia”
del presidente venezolano Hugo Chávez. Señaló que el gobierno seguía
dócilmente el modelo venezolano o cubano, procurando reproducir un
efecto parecido al que favoreció el triunfo de García sobre Umala en
Perú. Denunció la activa campaña publicitaria de la compañía
venezolana PEDEVESA, se colocó como guardián de los símbolos
patrios, de la religión cuando las relaciones entre el gobierno y la Iglesia
tomaron un giro tenso y de la propiedad privada individual, sugiriendo
que existía un riesgo de reproducir las medidas cubanas. Por su parte,
UN repitió el ejercicio de la presidencial de 2005 y mostró a Doria
Medina como un empresario preocupado por el empleo, capaz de
encontrar soluciones económicas para una de las inquietudes prioritarias
de los bolivianos. Finalmente, las otras organizaciones mostraron un
perfil discreto, con escasa presencia en los debates, en las campañas
y en los medios, procurando asegurar el voto de los bastiones regionales
o sociales que creían más afines.
En realidad, la campaña se situó lejos de la discusión de los
planteamientos constitucionales. El MAS decidió poner el acento en
la popularidad de Morales y en su trabajo gubernamental para solicitar
que el voto por representantes a la Asamblea sirviese para consolidar
los cambios ejecutados, exhibidos como el cumplimiento de las
promesas de renovar la política y adoptar otro modelo de desarrollo,
dos de los ejes centrales de la campaña presidencial de 2005. El MAS
buscó que la elección constituyese la oportunidad de confirmar el apoyo
conseguido en esa elección y refundar Bolivia sobre bases más
incluyentes. En esta estrategia, la “nacionalización” de la industria
petrolera, decidida en mayo con la toma militar de los campos petroleros,
ocupó un papel central. Esta medida era presentada como el claro
ejemplo de la voluntad de Morales de modificar las reglas del juego
económico, de poner límites a la inversión privada, en particular
extranjera, de romper con la herencia liberal, de cumplir con el
nacionalismo económico que contribuyó a su victoria en la presidencial.
La “nacionalización” logró un masivo respaldo ciudadano. Otras
acciones proselitistas reforzaron esta lógica: la propaganda
gubernamental –antes que la del MAS- apuntó a demostrar el
compromiso social de las nuevas autoridades, expresado en los
programas de alfabetización o las operaciones gratuitas practicadas por
médicos cubanos. La idea de la ruptura con el pasado fue una de las
líneas maestras de la campaña del MAS y abarcó los asuntos políticos,
con una atención especial a la denuncia de supuestos casos de
corrupción.
24
Como se desprende de la exposición, los partidos optaron por
poner en la primera línea sus siglas y a sus principales dirigentes,
dejando en un lugar secundario a los candidatos a la Asamblea,
normalmente poco conocidos por los votantes.
Esa campaña de baja intensidad dejó en un lugar aún menos
privilegiado la discusión sobre las autonomías departamentales,
discutidas y promovidas únicamente en Santa Cruz y, en menor medida,
“La campaña empezó débil por la falta de recursos y propuestas” en La Razón,
3 de mayo de 2006.
141
142
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
en Tarija o Beni25. Sin embargo, esa situación se modificó de forma
completa cuando el presidente Morales anunció a pocas semanas que
respaldaría el “no” en la consulta. Rompía así el amplio consenso que
se perfilaba en la consulta, aunque por supuesto esa uniformidad de
criterios ocultaba grados distintos de compromiso: entusiasta y militante
en muchas regiones del oriente y del sur, distante en varias áreas del
centro y occidente del país.
ciudadanas expresadas en Diciembre de 2005 aunque con matices
significativos (mapa 1). Entre los datos generales, se debe señalar que
la participación se mantuvo en el mismo elevado nivel, que el aumento
de competidores fragmentó una votación que estuvo muy concentrada
en la presidencial y que una fracción del electorado se sintió poco
atraído por una contienda en la que no intervinieron los principales
dirigentes partidarios, lo que aumentó los votos blancos y nulos. En
el estudio por organizaciones, el MAS volvió a imponerse con la
mayoría absoluta de los votos válidos, con un porcentaje ligeramente
por debajo del conseguido por Morales, triunfando en siete
departamentos. Sin embargo, la comparación de la votación sobre los
votos emitidos –vale decir contemplando blancos y nulos- muestra un
retroceso más importante. La consigna del MAS a favor del “no” en
el referéndum marcó de manera profunda la geografía del referéndum,
como se desprende del mapa 2. Los lugares de las fuerzas opositoras
se mantuvieron sin modificaciones: PODEMOS conservó su segundo
lugar, vencedor en Beni y Pando, pero vio su votación reducida casi
a la mitad, en tanto que el MNR y UN permanecieron con votaciones
bastante estables. Los partidos denominados “tradicionales” ratificaron
que pasan por un momento crítico, con un apoyo muy bajo. Las
organizaciones que se anotaron para la Asamblea y que no compitieron
en la presidencial consiguieron parcelas de votación pequeñas, sin
superar 3.5% de los sufragios.
El viraje presidencial concentró toda la atención del final de
la campaña en el destino del referéndum; la Asamblea Constituyente
pasó definitivamente a un segundo lugar. A pesar de ciertas reservas,
como la expresada por el vicepresidente García que optó por una
postura más neutral, el MAS terminó alineándose sobre la decisión
de Morales y acusó a la propuesta de autonomías departamentales de
ser un instrumento para consolidar los privilegios de la oligarquía
cruceña. El oficialismo pidió un voto por sus representantes y por el
“no” en el referéndum. El MAS quedó en una posición bastante solitaria
pues PODEMOS, UN, el MNR o el MIR proclamaron abiertamente
su apoyo a las autonomías, sumándose a las instituciones cívicas de
Santa Cruz o de Beni, a la mayoría de los prefectos y a varias de las
agrupaciones de raigambre regional, que expresaron su compromiso
con el proyecto descentralizador. El debate generó un antagonismo
fuerte en las semanas previas al domingo 2 de julio.
V.
Los principales resultados de la Asamblea Constituyente se
encuentran resumidos en el Cuadro 1 en tanto que los del referéndum
figuran en el Cuadro 2.
Resultados
Sin duda, la principal característica de los resultados de la
elección de la Asamblea Constituyente es que confirmó las preferencias
25
“El referéndum autonómico se queda en segundo plano” en La Razón, 4 de
mayo de 2006.
143
144
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Mapa 1
Resultados del referéndum sobre autonomías departamentales
2006
Mapa 2
Mayor votación por sección municipal
SI
NO
145
146
147
Todos los porcentajes que se citan a continuación están calculados sobre los votos emitidos que reflejan
de forma más exacta que los votos válidos las preferencias e inclinaciones del conjunto del electorado.
Se incluyen los resultados del MNR (59.239 votos, 2.2% de los votos válidos), del MNR – A-3 en
Santa Cruz (101.753; 3.9%) y del MNR–– FRI en Tarija (35.580; 1.3%).
26
27
+ 9.3
+ 0.1
13.3
3.4
84.5
-
137 / 53.7%
60 / 23.5%
8 / 3.1%
18 / 7.0%
5 / 1.9%
2 / 0.7%
3 / 1.1%
1 / 0.3%
8 / 3.1%
13 / 5.0%
- 7.5
- 13.7
- 1.3
+ 0.3
42.2
12.7
5.9
6.2
2.9
2.0
1.8
1.8
1.2
1.2
0.8
3.9
50.7
15.3
7.2
7.5
3.5
2.4
2.2
2.1
1.5
1.4
1.0
4.7
- 3.0
- 13.2
- 0.6
+ 1.6
-
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
MAS
1.322.656
PODEMOS
399.668
UN
187.706
MNR y aliados27
196.572
CN
93.248
ASP
63.565
APB
57.906
ASI
56.906
MIR
39.983
TRADEPA
37.684
MBL
27.658
Otras agrupaciones
124.085
y partidos
Blancos
417.399
Nulos
108.565
Participación
3.133.602
Evolución
Cantidad y
2005-2006 en porcentaje de
votos emitidos representantes
en la Asamblea
(puntos)
Evolución
2005-2006 en
votos válidos
(puntos)
Porcentaje Porcentaje
sobre votos sobre votos
emitidos26
válidos
Votos
obtenidos
Partido
Cuadro 1.
Resultados de la Elección de la Asamblea Constituyente 2006 (franja
departamental)
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Cuadro 2
Resultados del referéndum sobre autonomías departamentales
2006
Opción
No
Sí
Votos blancos
Votos nulos
Participación28
Votos
Porcentaje sobre los
votos válidos
1.680.017
1.237.312
117.368
103.627
3.138.324
Porcentaje sobre los
votos emitidos
57.5
42.4
-
39.4
53.5
3.7
3.3
100.0
La participación electoral, el Padrón y la depuración
La presidencial de 2005 había marcado un punto muy elevado
de participación (84.5%) tanto en la historia del país, al ser el porcentaje
más elevado del último cuarto de siglo, como en una perspectiva
internacional comparada. Sin embargo, esa tasa quedó opacada por la
polémica que se generó alrededor de la depuración de los ciudadanos
que no habían sufragado en los comicios precedentes29. Los procesos
electorales de 2006 repitieron la marca precedente, 84.5% de
participación sobre los votantes habilitados.
28
La participación en la elección de representantes a la Asamblea Constituyente
y en el referéndum tendría que ser idéntica pero en algunas oportunidades las
actas de escrutinio y cómputo consignan, por pequeños errores en las sumas,
cantidades diferentes de votantes para los dos procesos.
29
Sobre el asunto, Salvador Romero Ballivián, El tablero reordenado.
148
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Por supuesto, la primera explicación de ese porcentaje, en
relación a los eventos electorales previos a la presidencial de 2005,
se encuentra en el hecho que la Corte Nacional Electoral contaba con
un Padrón debidamente actualizado, pues luego de la elección de 2005
se depuró nuevamente a las personas que no sufragaron y no prosperó
la propuesta, un tiempo considerada por el Congreso, de reincorporar
a todos los depurados. De esa manera, la base de datos no cargaba
con el peso de cientos de miles de fallecidos y cientos de miles de
emigrantes definitivos que disminuían de manera mecánica los niveles
de participación en comicios precedentes. El Padrón quedó conformado
por 3.731.376 registrados. El ligero incremento con respecto a 2005
(+1.1%) se debe a la proximidad temporal de ambos procesos pero
disimula una evolución fuerte de las cifras: se eliminaron los registros
de más de medio millón de abstencionistas de 2005 y se inscribieron
en las notarías casi 700.000 electores.
se mantuvieron como los lugares con menor abstención en tanto que
en las áreas rurales, en particular pobres y aisladas, ese indicador subió.
El nivel de participación merece ser subrayado, no tanto porque
contraste con la impresión de apatía que percibían los medios en la
ciudadanía sino porque se produjo un semestre después de la
presidencial, la elección que recibe la mayor atención de parte del país
y que además fue considerada fundamental para resolver la grave crisis
por la que atravesaba Bolivia. Esa participación señala que los votantes
consideraron que la Asamblea Constituyente y el referéndum sobre las
autonomías departamentales constituían procesos de primer orden para
el futuro del país.
No menos importantes son los factores políticos. Otra vez, las
regiones occidentales y centrales acudieron a las urnas en una
proporción mayor que el este y el sur. En los últimos años, la iniciativa
política tendió a concentrarse en las tierras altas: allí se produjeron
las movilizaciones que forzaron las renuncias de Sánchez de Lozada
y de Mesa, los sectores populares organizados exhibieron su poder,
los planteamientos insistentemente promovidos definieron la agenda
política del país (Asamblea Constituyente, nacionalización de los
hidrocarburos, redefinición del modelo económico, etc.) y el candidato
favorito de la región, Morales, conquistó una victoria histórica. La
politización y el sentimiento de fuerza que generaron esos procesos
fortalecieron el deseo de participar. Algunos de los centros de mayor
actividad política del país así como los bastiones del MAS registraron
niveles de participación muy elevados, con una asistencia superior al
86% (La Paz, El Alto, la mayoría de las provincias del altiplano, los
distritos mineros).
La participación se explicó por factores sociales y políticos.
Entre los primeros, destacaron los factores estructurales que la
favorecen, vale decir la existencia de mejores condiciones de vida, de
amplia difusión del castellano, de acceso a la información política y
de mayor densidad de los medios de comunicación. Así, las ciudades
A la inversa, en la mayoría de las regiones inclinadas por los
partidos tradicionales, la asistencia tendió a situarse por debajo de la
media nacional. Ya se observó este comportamiento desde el referéndum
sobre la política energética convocado por Mesa, cuando la participación
en el norte y el este fue poco intensa: el ambiente político, social y
económico se encontraba dominado por ideas poco implantadas en la
región. Hubo un retraimiento político frente a la evolución política
nacional quizá no siempre aceptada o compartida, agravado por los
problemas de liderazgo en los partidos que ejercieron el Gobierno y
que tenían una posición dominante en la zona, así como por los ataques
al modelo de desarrollo socioeconómico regional basado en la iniciativa
149
150
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
privada y la inversión extranjera. En los baluartes del MNR o de
PODEMOS fue frecuente que la participación, si bien alta, llegase con
dificultad a 80%, como sucedió en provincias de Beni, Pando, la
Chiquitania o el Chaco.
en 2005. Esa proporción sólo puede compararse con la observada en
elecciones legislativas para diputados uninominales, cuando la franja
inferior de la papeleta no es marcada por segmentos significativos del
electorado (en 2005, uno de cada cuatro votantes optó por no escoger
candidatos, estableciendo el record nacional). Sin embargo, a diferencia
de lo que sucede en los comicios generales, cuando hay más votos
blancos en la parte inferior de la papeleta, esta vez hubo un porcentaje
menor de votos blancos en la franja de candidatos territoriales (12.2%).
La comparación entre los datos de 2005 y de 2006 arroja luces
suplementarias que al mismo tiempo matizan los análisis precedentes.
La participación tendió a declinar en los bastiones del MAS (-1.9 en
el departamento de Oruro, -0.5 en Potosí, -0.3 en Cochabamba) donde
probablemente algunas franjas del electorado oficialista consideraron
innecesario desplazarse dada la amplia ventaja del partido
gubernamental. En cambio, la participación tendió a mejorar en áreas
menos proclives al MAS, como Santa Cruz y Beni (+1 y +0.7 puntos
respectivamente). Aquí, la participación fue alentada menos por la
Asamblea Constituyente que por el referéndum sobre la autonomía
departamental. En una y otra región, las instituciones cívicas, los grupos
empresariales, la mayoría de las fuerzas políticas desplegaron esfuerzos
y recursos para conseguir una alta participación en el referéndum,
presentado como decisivo para el futuro local así como un espacio de
resistencia a las políticas que se anticipan. La hipótesis se corrobora
cuando se comprueba que los incrementos mayores se dieron en la
ciudad de Santa Cruz o la Chiquitania, donde el “sí” triunfó con holgura.
Dada la experiencia acumulada por los votantes en la votación
con una papeleta dividida en dos franjas (1997, 2002, 2005), las
campañas de información y la diferencia en la cantidad de sufragios
blancos en ambas partes de la papeleta (1.1 puntos), la explicación
para el alto porcentaje se encuentra en variables políticas. La elección
de la Asamblea Constituyente tuvo características inéditas, no sólo
porque era la primera de su tipo, sino sobre todo por la ausencia de
figuras y líderes conocidos. La presidencial es el momento en el cual
los máximos dirigentes de las organizaciones políticas entran al ruedo
y son conocidos por la mayoría de los votantes; para la municipal puede
afirmarse algo parecido aunque en un plano local, en tanto que para
la primera prefectural los contendientes más fuertes tenían tras suyo
una larga carrera en alcaldías, diputaciones, comités cívicos cuando
no en la misma Presidencia de la República.
El estudio de los resultados exige, antes de ingresar a considerar
los datos de cada organización, un análisis de los sufragios blancos
que alcanzaron a 13.3% de los votos emitidos en la franja departamental.
Se trata de un nivel que, sin ser excepcional, es muy elevado: duplica
la cantidad máxima alcanzada en una presidencial, triplica la registrada
En cambio, para la Asamblea, las listas fueron a menudo
encabezadas por hombres de poca notoriedad pública: intelectuales,
cuadros partidarios, etc. Concientes de esa dificultad, tanto Morales
como Quiroga multiplicaron sus apariciones públicas para compensarla.
Sin embargo, para ciertos votantes se trató de una experiencia
desconcertante tener que pronunciarse sobre nombres que les resultaban
muy poco familiares, más aún teniendo en cuenta la frialdad o la tibieza
151
152
Los votos blancos
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
de las campañas. Ninguna región o clase social escapó de este
comportamiento pero el cuadro descrito fue especialmente cierto en
las áreas rurales, y en especial en las zonas más aisladas, con menos
vínculos con la política nacional o departamental, con escasa presencia
de los medios. En algunas regiones, inclusive se contaron más de 25%
de papeletas sin marcas, como en ciertos municipios del centro de
Chuquisaca, del noroeste de La Paz, del oeste de Cochabamba, del norte
y centro de Potosí o del centro de Oruro. En esas regiones, con
costumbre de voto blanco, la sigla partidaria fue insuficiente para
convencer a los electores. Siguiendo con una lógica clásica, en las
ciudades disminuyó la proporción de sufragios blancos y en ellas, los
barrios más favorecidos marcaron las cotas mínimas (por ejemplo, 6.7%
en la circunscripción 9 de La Paz contra 12.2% en la 16 de El Alto).
especial al MAS que había logrado una posición dominante en los
espacios rurales del occidente y centro de Bolivia, donde mayor
densidad alcanzaron los sufragios blancos. Desprovisto de su líder
nacional, Evo Morales, el partido mantuvo sin duda su supremacía pero
no convenció a todos sus seguidores de apoyar candidatos poco
conocidos. Es la alta proporción de sufragios blancos que explica, por
un lado, que el MAS perdiese casi 8 puntos cuando se compara la
votación del partido en 2005 y 2006 sobre los emitidos y, por otro
lado, que conservase casi el mismo nivel cuando se estudian únicamente
los votos válidos, que excluyen los blancos y nulos.
Esa actitud de distancia ante candidatos departamentales poco
conocidos, se repitió frente a candidatos de circunscripción territorial
pero en una proporción menor, a contracorriente de lo que ocurre en
la elección general cuando los candidatos a diputados sí resultan
bastante menos familiares para los votantes. Incluso para la Asamblea,
muchos dirigentes experimentados prefirieron jugar sus propias cartas
en una circunscripción antes que postular en las listas departamentales:
en distritos disputados por líderes conocidos, el nivel de votos blancos
se contrajo de manera significativa en comparación con los datos
regionales, como sucedió en la circunscripción 52 de Santa Cruz (5.3%)
donde lidiaron Ernesto Avila, Hormando Vaca Díez, Alfonso Moreno
o Angel Sandoval. En esos lugares, la disputa pareció menos impersonal
y abstracta.
Si una parte importante del voto blanco se explica por la débil
notoriedad de los candidatos y una cierta incertidumbre sobre los
alcances del trabajo de la Asamblea Constituyente, en el referéndum
la figura se presentó bajo características más sencillas para el electorado.
Paradójicamente, más allá de la complejidad de la pregunta, varias
veces subrayada, el referéndum ofreció un abordaje más simple para
los votantes: el asunto parecía reducirse a decir “sí” o “no” a las
autonomías departamentales pero con un poderoso tamiz partidario,
el MAS se inclinó con fuerza por el “no” en tanto que la mayoría de
los grupos opositores respaldó sin ambigüedades el “sí”. La posición
gubernamental tendió a convertir el referéndum en un plebiscito sobre
el Presidente y el MAS: esa claridad ayudó a contraer los votos blancos
a un nivel por debajo del promedio histórico, apenas 3.7%.
El alza del voto en blanco afectó a todas las organizaciones
como se demostró en la contracción de los votos recibidos por los
partidos que compitieron en 2005 y en 2006 pero penalizó de manera
Los sufragios blancos alcanzaron su cota más baja en los
departamentos donde habitualmente ellos tienen un peso menor, lo que
esta vez coincidía con las áreas en las cuales la discusión sobre el fondo
del referéndum (las autonomías departamentales) alcanzó su punto
mayor. Los únicos departamentos con un porcentaje menor a la media
nacional fueron Pando, Santa Cruz y Beni (2.1%, 2.8% y 3.1%
153
154
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
respectivamente). Es pertinente subrayar que en el oriente, la votación
en blanco subió en los lugares que se sintieron sometidos a presiones
contradictorias, política por parte de la campaña del MAS y regional
por parte de las organizaciones cívicas del lugar: los votos blancos
pudieron duplicar el promedio departamental en los municipios de
colonización agrícola, bastiones del MAS en Santa Cruz. Se comprobó
uno de los primeros hallazgos de la sociología política: las presiones
contradictorias suelen provocar un retraimiento a la hora de tomar
decisiones.
En otras áreas, el voto en blanco siguió un patrón más común,
aumentando en provincias rurales pobres (5.6 en Chuquisaca y Potosí,
con picos superiores a 10% en Uncía, Colquechaca, Ravelo, Pocoata,
etc.). Allí también se sumó una cierta indiferencia ante el resultado
de un referéndum sobre el cual los votantes disponían de una
información limitada sobre las probables consecuencias del triunfo de
una u otra opción.
El voto nulo comparte algunas características con el sufragio
blanco, pero también guarda especificidades pues exige una actitud
más activa de parte del votante (la anulación de la papeleta con signos,
palabras, frases) que el voto blanco. Los votos nulos sumaron 3.4%
de los emitidos en la Asamblea Constituyente y 3.3% en el referéndum,
cifras similares a las obtenidas en la presidencial (3.3%) y en la
legislativa (2.9%) de 2005. La misma distribución departamental
muestra pocas variantes. Su estabilidad en el tiempo y a lo largo de
procesos electorales tan variados sugiere que el voto nulo es
relativamente impermeable a los vaivenes de la coyuntura, a la oferta
de los candidatos, a la agenda de los asuntos debatidos: expresa una
fuerte distancia con el sistema político.
155
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
La hegemonía del MAS y el triunfo del “no”
Victorioso en la presidencial de 2005 con un triunfo de
características inéditas, el MAS encaró la elección de la Asamblea
Constituyente en posición de fuerza. En efecto, el proceso electoral
se dio en la etapa más propicia de un ciclo gubernamental, vale decir
en la fase inicial que corresponde al “estado de gracia” cuando la
popularidad de las nuevas autoridades se encuentra en el cenit30. El
caso boliviano ejemplificó esa proposición: la popularidad del
presidente Morales se mantuvo a lo largo del primer semestre de gestión
siempre por encima de 2/3 de aprobación, llegando incluso a rebasar
80%31.
Varias medidas contaron asimismo con elevados niveles de
respaldo: la “nacionalización” de la industria petrolera, la reducción
de los sueldos de la alta administración pública, la ejecución de
programas sociales en educación y salud, la misma convocatoria a la
Asamblea Constituyente. Este conjunto de acciones le sirvió al MAS
para subrayar que sí cumplía con las promesas de campaña y que por
lo tanto el partido era distinto a los demás. Al mismo tiempo, el gobierno
se beneficiaba con una coyuntura económica propicia y un ambiente
social apaciguado. Finalmente, el gobierno insistió en que constituía
el inicio de una nueva etapa en la vida republicana, dominada por los
sectores populares; insistió que la gestión de Morales saldaba una deuda
30
Cf. sobre el asunto, Jean Luc Parodi, "La double consultation de mars 1992"
en Philippe Habert, Pascal Perrineau. Colelte Ysmal, Le vote éclaté. Paris: Le
Figaro - FNSP, 1992, p. 269 -285.
31
La popularidad de Morales osciló entre 69% y 81%, de acuerdo a los datos
de Mori.“Nacionalización eleva aprobación a Evo; los prefectos descienden”
en El Deber, 22 de junio de 2006.
156
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
histórica permitiendo que los indígenas dirijan los principales poderes
del Estado. La Asamblea debía permitir refundar el país desde sus
cimientos, otorgando un espacio prioritario a los “sectores sociales”
y a los “indígenas”32.
provinieron, como se mencionó en la sección precedente, de la
importancia de los sufragios blancos antes que de la rivalidad de otras
organizaciones.
La elección sirvió para confirmar la fuerza del oficialismo. El
MAS pidió un voto de confianza para consolidar los cambios en la
Asamblea y adquirió una posición hegemónica en el escenario
partidario, una figura sin equivalente en las dos décadas previas. La
comparación con el caso más próximo revela la singularidad del MAS:
en 1993, Sánchez de Lozada venció con un tercio de los sufragios y
repitió ese nivel en la municipal organizada un semestre después, en
tanto que la principal fuerza opositora bordeaba el quinto de los votos.
En 2006, el MAS conquistó 42.2% de los sufragios y distanció con
30 puntos a PODEMOS, vale decir que el porcentaje es mayor en casi
10 puntos al del MNR en 1993 y triplica con holgura la votación de
la principal fuerza de oposición.
La distribución de los votos siguió la huella dejada por la
presidencial, es decir la mayor densidad de sufragios por el MAS se
dio en el occidente y el centro del país, donde ganó con mayoría absoluta
de sufragios válidos. El respaldo se acentuó en las áreas rurales donde
no es exagerado señalar que no tuvo competidores, salvo en situaciones
contadas, como el norte de Potosí donde el MOP exhibió su fortaleza
o algunas provincias de Oruro que alentaron a los evangélicos de CN.
La formación superó los 3/4 de los sufragios válidos en muchos
municipios del altiplano, donde ya no sufrió la competencia del MIP,
de Cochabamba, del centro de Chuquisaca. Si complicaciones tuvo el
MAS para concentrar una mayor cantidad de sufragios, ellas
32
“Evo propone una Constituyente para reordenar a Bolivia de cero” en La Razón,
8 de febrero de 2006.
157
Una prueba adicional del dominio del MAS en las zonas rurales
se observó en la elección de los representantes de circunscripciones
territoriales. En lugares de clara supremacía partidaria, estableció
acuerdos con organizaciones para que postulen a dirigentes del MAS,
lo que le permitía ganar la totalidad de los asambleístas de la
circunscripción. Esa táctica exigía un fino trabajo de información y
de instrucción para asegurar el primer lugar del MAS y el segundo
de la formación aliada, a la que a menudo no se le dio más que lo
indispensable para asegurar ese puesto. Bajo ese formato, el MBL
ocupó el segundo lugar en las circunscripciones 27, 28, 29, 30 y 31
de Cochabamba, eligiendo en sus listas a dirigentes emblemáticos del
MAS como Margarita Terán. Por supuesto, en la franja departamental,
el MBL recibió un apoyo mínimo.
Las causas de ese resultado se encuentran en una historia larga
y en factores estructurales. El MAS conquistó el voto del campesinado
pobre, de lengua aymara o quechua, dedicado a una agricultura poco
rentable y con una movilidad social limitada. En ese sector, la mayoría
de los sindicatos, asociaciones y comunidades cuentan con una activa
presencia de dirigentes del MAS. Los agricultores se sintieron
identificados con Morales, lo apoyaron de manera decidida para que
acceda a la Presidencia y respaldaron sus primeras acciones estatales
otorgándole victorias claras.
De la misma manera, las áreas de debilidad permanecieron casi
idénticas, concentradas en el norte, el este y el sur, aunque con
movimientos alcistas que deben destacarse. El triunfo de Morales abrió
un escenario nuevo que alentó a ciertos sectores populares de esas
158
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
regiones a distanciarse de las organizaciones tradicionales, a menudo
bien vinculadas con las elites locales. El activismo del modesto aparato
del MAS se encontró igualmente estimulado y se le abrieron
perspectivas de alianza y de reclutamiento de candidatos que antes
probablemente no tenía. Al primer caso corresponden las mejorías
obtenidas en Beni o Tarija, departamentos donde estrechó lazos con
organizaciones campesinas o de raíz étnica. Al segundo, corresponde
la evolución en Pando, donde el MAS progresó de 19.8% a 32.3%,
pasando además del tercer al segundo puesto. En la Amazonia, el
oficialismo se benefició de la alianza establecida con el MAR de Miguel
Becerra, que en la prefectural fue apenas derrotado por Leopoldo
Fernández, principal figura política de la región.
la caída sólo por razones ligadas a la situación cruceña. En forma
general, varias capitales se distanciaron del MAS: se pueden añadir
los ejemplos de La Paz (-9.6 puntos) o Cochabamba (-8.9). Aunque
no en la misma proporción que las áreas rurales, en 2005 las ciudades
se sumaron al MAS; en 2006, le retacearon su apoyo, probablemente
por la convergencia de dos factores. Por un lado, la elección precedente
mostró que el apoyo se dirigía más al binomio Morales – García que
a la estructura que no pudo repetir los mismos niveles de votación en
las diputaciones uninominales o las prefecturas. Por otro lado, en
especial en sectores de clase media y alta, las idas y venidas en las
declaraciones de las principales autoridades, los ataques a la Iglesia
o a las instituciones autónomas, fueron mal recibidos y se tradujeron
en una reducción del apoyo a los candidatos del MAS. En los barrios
urbanos populares, si bien el MAS mantuvo holgados triunfos hubo
también un desgaste: así, en El Alto, perdió 12.2 puntos pero ganó
con 61.7%.
En esos tres departamentos, el MAS reunió más votos y un
porcentaje superior que en la presidencial, lo que establece una clara
diferencia con el caso de Santa Cruz, en el cual, sin embargo, su victoria
alcanzó una resonancia nacional. En Santa Cruz, incluso el MAS
descendió de 31.4% a 23%: su triunfo se explicó por el retroceso todavía
mayor de PODEMOS. El partido gubernamental no pudo evitar que
una parte de su base simpatizase con las propuestas autonomistas de
APB o con el mensaje también de izquierda de ASI de Jerjes Justiniano;
esa transferencia se facilitó por la campaña a favor del “no” en el
referéndum, contrario al mayoritario sentimiento regional, y por las
disputas internas que incluso terminaron con la expulsión de varios
líderes33.
En ese sentido, no sorprende que el descenso más fuerte se
produjese en la capital (de 29.5% a 20.4%) pero sería reductor explicar
33
“El MAS expulsa a Vidal Quenta y a Adriana Gil” en El Deber, 7 de mayo
de 2006.
159
De las principales fuerzas políticas, el MAS fue la única que
se pronunció por el “no” en el referéndum sobre las autonomías
departamentales. La posición de Morales desconcertó al comienzo a
parte del aparato del MAS, en especial el cruceño, pero terminó siendo
acatado por un partido que valora la disciplina. En esas condiciones,
el “sí” y el “no” tendieron a ser escogidos menos en función a la
pregunta planteada que con respecto a la opinión sobre el gobierno
de Morales. Sus partidarios privilegiaron el “no”, sus adversarios el
“sí”, lo que da cuenta del notorio cambio de las inclinaciones de
ciudades como La Paz, Sucre, Oruro o Cochabamba, inicialmente bien
predispuestas hacia la autonomía34.
34
“El Sí para las autonomías gana en 9 de 10 ciudades” en La Razón, 5 de mayo
de 2006.
160
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
En este sentido, el resultado del referéndum constituyó
simplemente otra prolongación de la elección presidencial de 2005,
de la misma manera que la elección de la Asamblea Constituyente.
La correlación entre la votación por el MAS en 2005 y el “no” es
significativa y lo es todavía más para la correlación con la votación
del MAS en 2006. El análisis muestra que en ningún caso se presentó
un “voto cruzado”, de regiones apoyando simultáneamente al MAS
y al “sí” pues un caso como el de Santa Cruz confirma la cercanía
de ambas votaciones (23% y 27.3% respectivamente).
Asamblea Constituyente, PODEMOS logró apenas la mitad del apoyo.
Asimismo, a pesar de un descenso del oficialismo, creció la ventaja
del MAS con respecto a la principal fuerza opositora hasta una treintena
de puntos.
Tal como ocurrió en la presidencial de 2005, PODEMOS ocupó
el segundo lugar. La comparación puede extenderse hasta comprobar
que los bastiones, geográficos o sociológicos, tendieron a mantenerse
así como las áreas de debilidad. Sin embargo, el nivel alcanzado en
los dos comicios difiere de manera importante: con respecto a la
presidencial, cuando obtuvo más de un cuarto de los sufragios, en la
Los mejores resultados de PODEMOS se dieron en la Amazonía,
Beni, la Chiquitanía. En esas regiones se combinan factores que han
permitido un sólido anclaje del MNR y ADN, ahora PODEMOS. Son
áreas a menudo aisladas y con poca población, donde las elites ejercen
un dominio amplio y legítimo sobre las principales actividades
económicas, la hacienda ganadera o la barraca recolectora de castaña,
y sobre la mayoría de las facetas de la vida pública, donde el contacto
entre distintas clases es más fácil gracias al uso compartido del español,
a una socialización más abierta que sin embargo no borra las distancias
entre grupos, donde las pautas de vida no han sido alteradas por la
llegada de inmigrantes de tierras altas y donde el nivel de vida muestra
que se trata de las áreas favorecidas del país. A esas características,
se añade la fuerza de las redes políticas tejidas por los dirigentes de
ADN, mayoritariamente adheridos al proyecto de PODEMOS. Por lo
tanto, los porcentajes obtenidos en esas regiones se inscriben en una
historia larga antes que en las particularidades de la campaña de 2006.
El proselitismo de los candidatos de PODEMOS afianzó las preferencias
previas: la alianza hizo hincapié en temas que tenían eco en esas áreas.
Denunció los proyectos gubernamentales sobre la redistribución de
tierras, un asunto polémico y delicado en Santa Cruz y, en grado menor,
Beni. Promovió de forma clara el “sí” en el referéndum, entrando en
sintonía con las principales organizaciones cívicas, empresariales y las
autoridades políticas locales, alineándose sobre la identidad regional,
a menudo desconfiada del centralismo. Sin embargo, no era el único
portavoz de esa opción: la mayoría de las fuerzas opositoras apostó
por el “sí” y varias de ellas tenían un sesgo regional incluso más
161
162
No obstante, se tiene que mencionar que casi siempre el “no”
superó la votación del MAS. Si bien la confianza en el MAS explicó
ampliamente el voto por el “no” en el referéndum, esta opción se
encontró reforzada por fracciones de simpatizantes de la oposición o
de organizaciones minoritarias de izquierda, indigenistas o nacionalistas
que tampoco aprobaban la autonomía departamental. Esa brecha fue
especialmente significativa en Potosí u Oruro, donde no sólo otras
fuerzas lograron apoyo sino que existe una desconfianza hacia las elites
cruceñas, percibidas como el portaestandarte de las propuestas
económicas liberales, la defensa de los privilegios sociales y la cercanía
con la derecha.
El segundo lugar de PODEMOS
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
marcado, como APB o MACA en Santa Cruz. Así se explica que si
hay una elevada correlación entre la votación de PODEMOS y el “sí”,
ella no alcanza el mismo nivel que la registrada entre el “no” y el MAS.
política de PODEMOS, por lo que la votación por los candidatos
territoriales superó la reunida en la franja departamental, la situación
típica en los partidos grandes es que los candidatos centrales, por
ejemplo los presidenciales, reúnan bastantes más votos que los
candidatos de circunscripción. Por otro lado, la disminución sancionó
el planteamiento opositor. Es probable que la defensa de los símbolos
patrios, de la fe, de la moral familiar no fuesen juzgados como las
respuestas más satisfactorias ante las políticas gubernamentales,
desfasadas de sus principales inquietudes. Además, la diversificación
de la oferta en 2006 jugó principalmente en las ciudades: los nuevos
rivales concentraron sus esfuerzos proselitistas en las ciudades y dejaron
de lado las áreas rurales, sentidas muy apegadas al MAS.
La figura no es exactamente la misma en las capitales y las
principales ciudades. Sin duda, las clases medias y altas apoyaron más
que en promedio a PODEMOS, prosiguiendo un respaldo expresado
en la presidencial. La imagen técnica y profesional de sus dirigentes
continuó pesando así como la crítica a las políticas del MAS, a la
intensificación de los vínculos con Caracas y La Habana, dos modelos
políticos y económicos percibidos con inquietud, a las amenazas sobre
el sector privado. En la misma dirección jugó el voto por el “sí” en
los barrios acomodados de La Paz o de Cochabamba: esa opción ganó
en las circunscripciones 9, del sur de La Paz, 23 y 24, en el norte y
centro de Cochabamba. El “sí” sirvió también para expresar la
solidaridad con el movimiento cívico cruceño, juzgado como uno de
los mayores contrapesos al gobierno de Morales. Esos elementos no
pueden pasar por alto la fuerte caída urbana registrada por Podemos
en las capitales: si en 2005, todas se situaron por encima del promedio
nacional, no fue el caso en 2006 por los bajos porcentajes conseguidos
en La Paz, Oruro, Potosí y en otras ciudades las pérdidas excedieron
los 18 puntos (Tarija, Santa Cruz, además de los casos mencionados
de Oruro y Potosí).
Pueden haber causas específicas para dar cuenta del descenso,
como la candidatura de Doria Medina en La Paz que acaparó una parte
importante de los votos opositores, disputando directamente la clientela
de PODEMOS. Sin embargo, resalta el desaliento de los segmentos
medios y altos, tanto con las candidaturas como con la estrategia de
la alianza opositora. En varios departamentos, las listas estuvieron
encabezadas por figuras que no satisficieron las expectativas de la base
163
Las provincias pobres del occidente y del centro del país,
habitadas por un campesinado de lengua aymara o quechua, dedicado
a una agricultura poco rentable, opuesto a las políticas económicas
liberales, espacios poco inclinados por la candidatura de Quiroga en
2005, contrajeron su caudal de apoyo. Dados los bajos niveles de
partida, a veces menores a 5%, las reducciones fueron poco importantes
en términos absolutos, pero en muchos casos suficientes para perder
en esos espacios el segundo puesto nacional: ante ASP en el altiplano
paceño, contra CN en el de Oruro, frente al MOP o AS en los distritos
rurales de Potosí. Sin una estructura partidaria mínima en esas áreas
rurales en la presidencial, PODEMOS volvió a encontrar dificultades
para convencer a los agricultores, más aún porque ante el reforzamiento
de las identidades étnicas promovido por Morales, la organización
careció de contrapropuestas o de líderes rurales populares. Similares
problemas confrontó en las colonias agrícolas de Santa Cruz y en los
barrios de inmigrantes recientes de la mayoría de las capitales
departamentales.
164
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
Por lo expuesto, el parentesco de las estructuras de 2005 y de
2006 no oculta el retroceso sufrido por PODEMOS entre ambos
procesos. El caudal de apoyo se contrajo a la mitad. Las pérdidas no
se distribuyeron de manera homogénea en el territorio. Hubo zonas
donde el retroceso se sintió menos: ellas corresponden a los bastiones
más sólidos de la derecha, Pando, Beni, la Chiquitania. La elección
general había mostrado un aparato bien estructurado, con candidatos
localmente bien implantados: allí, la supremacía de PODEMOS se
resintió poco en la Asamblea Constituyente. De los departamentos
donde Quiroga consiguió un amplio apoyo, sólo Tarija se distinguió
en 2006 por un bajo apoyo a los candidatos de PODEMOS para la
Asamblea, con un décimo de los sufragios.
presidencial de 1993 en la cual el AP cayó claramente ante el MNR,
en la municipal que la siguió, el MIR y ADN retrocedieron hasta niveles
bajos.
En el resto del país, PODEMOS sufrió pérdidas importantes,
en especial en el occidente, como ilustran los departamentos de La
Paz, Potosí y Oruro, donde la votación disminuyó respectivamente de
16.9% a 6.3%, de 21.9% a 6.9% y de 23% a 6.4%. Las dificultades
de PODEMOS se acentuaron en los departamentos en los cuales partía
en desventaja y que constituyen los bastiones del MAS. En esas
regiones, los votantes de Quiroga se sintieron desconcertados por la
amplitud de la derrota, dudaron por la firme legitimidad de Morales
y optaron por acercarse a otras organizaciones opositoras. En algunos
lugares, PODEMOS tuvo la competencia de formaciones que lo habían
apoyado en la presidencial: aunque fuese en proporciones pequeñas,
el MIR, UCS o ADN rescataron sufragios (sólo a título de ejemplo,
en Chuquisaca esos partidos acumularon más de 8% de los votos
válidos). En otras zonas, el frente opositor enfrentó a agrupaciones con
buen anclaje local, como los evangélicos de CN en Oruro o Chuquisaca,
AS en Potosí, los autonomistas de APB en Santa Cruz. El voto que
se concentró en 2005 detrás de Quiroga tendió a fragmentarse. Se trata
de un proceso frecuente luego de severas derrotas electorales: tras la
165
UN: Mismas cifras, otra geografía
Para UN, la elección de la Asamblea Constituyente pareciera
no traer novedades mayores con respecto a los comicios generales pues
los niveles se asemejan: 5.9% en 2006 contra 7.2% en 2005. Sin
embargo, el semestre transcurrido cambió profundamente la geografía
de la organización que trasladó sus bastiones de Pando y Santa Cruz
hacia La Paz. Estos cambios tan bruscos en la implantación territorial
son lo suficientemente excepcionales como para merecer ser destacados:
en la historia democrática del país sólo puede señalarse un precedente,
el de UCS, entre 1993 y 1997 para no referirse a la trayectoria municipal
de esa organización, aún más volátil. Desde su debut en la municipal
de 2004, el partido todavía no ha conseguido crear una base territorial
firme ni afianzarse en una clase social, lo que no significa que no existan
algunos rasgos sociológicos estables, como la mejor aceptación urbana,
con una punta en sectores altos y medios.
El desplazamiento geográfico corroboró que la buena votación
conseguida por Doria Medina en 2005 en Santa Cruz y Pando en la
presidencial debió más a su política de alianzas (con M. Becerra de
la agrupación MAR en Pando, con Dabdoub y Roberto Fernández en
Santa Cruz) que a una estructura partidaria con arraigo regional, capaz
de asegurarle resultados mínimos en cada consulta. Para la Asamblea,
esos pactos desaparecieron: Becerra decidió aproximarse al MAS en
tanto que los líderes cruceños participaron poco en el proceso electoral.
Así, UN quedó reducido a sus propias fuerzas, con candidatos poco
166
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
influyentes: logró 1.3% en Santa Cruz, su peor resultado departamental,
y 5.1% en Pando (contra 11.8% y 22.1% respectivamente). En el primer
departamento, su proselitismo se vio además trabado por la masiva
renuncia de sus candidatos35.
(Cochabamba, Quillacollo, Viacha). Sin embargo, antes que en las
capitales, UN logró un mejor desempeño en las ciudades intermedias
y pequeñas. Para la ilustración sirve el ejemplo del departamento de
Potosí (3%): en la capital consiguió 3.8%, porcentaje rebasado en
Tupiza, Llallagua, Villazón (entre 4.1% y 7.4%). El símil con UCS
resulta otra vez pertinente pues la organización fundada por Max
Fernández tenía una fortaleza en las ciudades medianas, en las cuales
las obras sociales alcanzan su mayor impacto, perdiendo su efecto en
las capitales, mejor provistas de servicios, y en las áreas rurales,
difíciles de cubrir por su dispersión. La comparación concluye allí pues
la base electoral de UN se asienta en estratos medios y altos antes que
en los grupos populares gracias al perfil de oposición moderada
adoptado por Doria Medina, la propuesta de planteamientos que
pretenden ser técnicamente serios y bien fundados.
En este último departamento, la caída fue menos significativa
en Cobija y más profunda en las áreas rurales, donde más se sintió
la ausencia de cooperación de MAR: en esas zonas despobladas, careció
de operadores políticos. Así, si en el municipio de El Sena, UN había
ganado con mayoría absoluta en 2005, para la Asamblea descendió
a 3.3%. Con ese declive, el este y el sur definieron espacios poco
atraídos por la propuesta de UN. No consiguió penetrar en tierras donde
la estructura de PODEMOS y del MNR es todavía fuerte, capaz de
reunir a la mayoría de los adversarios del oficialismo.
En las regiones rurales más pobres del occidente y del centro
del país, al igual que en 2005, tampoco logró un apoyo significativo.
Las debilidades observadas en la presidencial volvieron a manifestarse:
desarrollo limitado del aparato partidario, candidatos poco conocidos
y atención limitada a los asuntos rurales en la propuesta programática.
El escaso tiempo que separó los procesos electorales no permitió
superarlas. La estrategia partidaria basada en la difusión de propuestas
a través de los medios también tuvo una audiencia escasa en zonas
rurales con una escasa densidad de emisoras de radio o canales de
televisión.
Por el contrario, los porcentajes tendieron a elevarse en los
centros urbanos, en algunos de los cuales superó su promedio nacional
y en un puñado de ellos reunió más de un décimo de los sufragios
35
“Renuncia colectiva de candidatos en UN” en El Deber, 16 de mayo de 2006.
167
Por último, rasgo también notado desde la municipal de 2004,
UN se implantó en los municipios donde trabajan las empresas de
cemento de Doria Medina que, por su talla, juegan un papel relevante
en la economía y la sociedad de sus regiones. Viacha es el mejor ejemplo
de una figura que se repite en El Puente, Warnes e inclusive en Sucre.
Si los resultados nacionales de 2005 y de 2006 se asemejan
a pesar del abrupto descenso en Pando y Santa Cruz es porque fueron,
en parte, compensados por el progreso en el departamento de La Paz.
Allí, UN pasó de 6.3% a 10.6%, en particular gracias al aporte de la
capital (17.4%), ciudad en la cual casi duplicó el apoyo inicial, contando
con un buen apoyo de los distritos de clase alta y media; en los barrios
populares, a veces quedó aventajado por el ex mayor David Vargas
de ASP. Ese aumento se debió menos a la fuerza de la estructura
partidaria que a la presencia de Doria Medina como cabeza de lista
departamental (mientras que el jefe del partido consiguió 109.677
168
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
votos, los candidatos constituyentes sólo llegaron a 75.949). La
postulación del fundador del partido aseguró una buena dinámica a
la campaña, no sólo porque permitió una concentración de los recursos
de campaña en esa región sino porque muchos votantes sintieron que
su participación en la Asamblea podía reforzar las corrientes opositoras
al MAS: ninguno de los otros candidatos tenía el mismo elevado perfil
político de Doria Medina.
sumatoria de estos tres frentes. Los datos de 2006 tienden a repetir
los observados en la prefectural antes que los de la presidencial: los
mejores porcentajes fueron logrados por las alianzas en tanto que el
MNR como tal sólo consiguió sobresalir en Beni, donde incluso recortó
la ventaja establecida por PODEMOS en la presidencial, merced a una
votación relativamente homogénea en todo el departamento.
La diáspora del MNR
En la presidencial de 2005, el MNR consiguió un resultado
paradójico: al mismo tiempo que obtenía su peor porcentaje, en muchos
círculos se consideraba que había triunfado al haber mantenido la
personalidad jurídica. Comparado con otros partidos denominados
“tradicionales”, el MNR demostró nuevamente que estaba mejor
preparado pues contaba con algunos candidatos populares, una
estructura funcional en muchas regiones y una militancia dispuesta a
respaldar a la organización en un período de crisis. Más allá de los
elementos mencionados, la elección de la Asamblea Constituyente
confirmó que el MNR ha pasado de ser una fuerza nacional, la más
importante de la segunda mitad del siglo XX, a una organización
regional, asentada en Beni, la Chiquitania, el Chaco, Tarija.
Para la Asamblea Constituyente, el MNR optó por repetir el
mismo esquema de la elección prefectural, cuando se presentó en tres
grupos distintos: el MNR como tal en 7 departamentos, la alianza
MNR– A3 en Santa Cruz (presentó como prefecto a Freddy Soruco,
otra vez cabeza de lista) y el pacto MNR – FRI en Tarija (dirigido
por Mario Cossio en 2005, para la Asamblea la lista fue llevada por
Oscar Zamora, jefe del FRI). El estudio se realiza a partir de la
169
En el departamento de Tarija tuvo una buena actuación. La
alianza MNR – FRI obtuvo 23.9% de los votos gracias al respaldo
principalmente de la capital (29.5%) y Bermejo (28.7%). La coalición
aprovechó la grave crisis regional de PODEMOS y el desplome del
MIR para constituirse en la principal organización de oposición al
MAS, apoyada por la buena imagen de Cossio. Sin embargo, no debe
desconocerse que una fracción importante de los votantes tarijeños se
encontró incómoda con la oferta de la oposición: en un departamento
poco acostumbrado al voto en blanco, este llegó a 20.3% y en la capital
a 13%, cifra inédita. No fueron, en efecto, las áreas de tradicional voto
en blanco las que más aportaron a esa media departamental, como
Yunchará (16.7%) sino municipios como Yacuiba (36.9%) o
Villamontes (27.7%). La cabeza de lista, el experimentado Zamora,
con más de cuatro décadas de actividad política, convenció menos que
los candidatos de circunscripción.
Igualmente importante fue el desempeño en Santa Cruz, donde
el pacto MNR – A3 reunió 14.7%. La candidatura de Soruco consiguió
triunfos en varias provincias de la Chiquitania, una zona de antigua
implantación del MNR, y un apoyo importante en la capital (15.8%).
Fuera de ese espacio, su fuerza es irrelevante: muy pocos
electores lo respaldaron en las provincias del occidente y del centro
del país, casi sin diferencia entre áreas rurales y urbanas, lo que borra
170
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
el sello citadino que imprimió Sánchez de Lozada a la votación del
MNR. De hecho, no consiguió un solo representante por La Paz, Oruro,
Potosí, Cochabamba y Chuquisaca, como tampoco tuvo parlamentarios
por esos distritos. En ninguno de esos departamentos llegó a 4%.
su papel de opositor al gobierno de Morales, conservó cuadros activos
y los resultados más bien alentadores de la prefectural o de la
presidencial de 2005 ayudaron a movilizar nuevamente a simpatizantes
y votantes.
Las heridas abiertas por la última gestión de Sánchez de Lozada
en las áreas campesinas, en las minas, en los barrios pobres de las
ciudades están lejos de haber cicatrizado: el partido permanece asociado
con la represión de clases populares, con medidas rechazadas, en
especial la Capitalización de las empresas públicas, con prácticas
censuradas de acción política. En esas condiciones, cualquier campaña
se realizaba en condiciones muy adversas. La comparación de las cifras
de 2005 y de 2006 muestra, además, un declive en la mayoría de esas
regiones, a pesar de los mínimos niveles de partida (en las ciudades
de La Paz y Cochabamba perdió 1.2 puntos aunque en ninguna de ellas
había conseguido 3% en la presidencial). La base electoral del MNR,
movilizada en la presidencial por un marcado sentimiento de identidad,
de apego a la sigla y al color partidarios, apareció menos comprometida.
Votó en una proporción menor por los candidatos de la organización
y no conservó con la misma convicción el voto en línea que dio un
sello singular a la votación presidencial, legislativa y prefectural del
MNR en 2005. También es posible que la sucesión de resultados
adversos comience a desgastar la confianza de ese electorado en los
departamentos donde la imagen negativa del MNR llega a sus cotas
más altas.
Breves conclusiones
El partido se replegó sobre el noreste y el sur de Bolivia, sus
bastiones, aquellos que permanecieron al margen de los acontecimientos
de octubre de 2003, observan con mirada crítica la evolución reciente
del país y permanecen con pautas de vida tradicionales. En esas
regiones, la estructura del MNR sufrió poco, se vio beneficiado con
Los resultados de la elección de la Asamblea Constituyente sólo
pueden entenderse a la luz de los comicios presidenciales y prefecturales
de 2005 pues, en gran medida, los prolongan y los ratifican. En efecto,
el MAS confirmó su nuevo papel dominante en el sistema partidario
boliviano al conseguir la mayoría absoluta de los sufragios válidos
aunque, sin la candidatura de Morales, no logró convencer, de la misma
manera que en 2005, a su base para que lo respalde de forma compacta
y cerrada. Muchos electores se refugiaron en el voto en blanco pero
no dieron señales de alejarse del MAS para privilegiar otra opción.
La elección de constituyentes y el triunfo del “no” sirvieron para
mostrar que la gestión de Morales todavía conserva una amplia base
popular, sustentada en medidas como la “nacionalización” de la
industria petrolera y la ejecución de proyectos sociales. Al mismo
tiempo, indicó que en las ciudades se empezó a sentir cierto desencanto
con la actuación gubernamental. En las filas opositoras, a pesar del
descenso registrado por PODEMOS, no se alteraron las posiciones
definidas por los comicios pasados: la alianza dirigida por Quiroga
conservó el segundo lugar, superando a UN y al MNR que quedaron
como partidos de fuerzas equivalentes. Esta permanencia ratifica que
la presidencial de 2005 ha jugado el papel de “elección de
realineamiento”, vale decir que ha establecido pautas de un sistema
de partidos reordenado por un tiempo relativamente prolongado y
permitido una reorientación significativa de las políticas públicas. La
171
172
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
elección previa que desempeñó ese mismo lugar fue la presidencial
de 1985.
David Vargas de ASP en La Paz o Félix Vásquez del MOP en Potosí.
El peso de ambos grupos se mantiene equilibrado.
Esa prolongación de los datos de 2005 se explica por una parte
por el escaso tiempo que pasó entre los dos comicios y la posibilidad
de que se introduzcan cambios era aún más limitada pues la presidencial
es considerada en Bolivia como el escrutinio fundamental. Por otro
lado, la breve y deslavada campaña no permitió que descollasen figuras
individuales: la adscripción partidaria de los candidatos constituyó, por
lo tanto, un elemento central para la decisión de los votantes. Esa
afirmación se encuentra corroborada por la cercanía de las votaciones
en la franja departamental y de circunscripción territorial para la
mayoría de los partidos en la mayoría de los departamentos.
La elección de 2006 ha marcado igualmente el final del ciclo
político de varios de los partidos relevantes del período de la
“democracia pactada”: el MIR, ADN, UCS o MBL no llegaron ni a
2% en Bolivia ni en la mayoría de los departamentos donde compitieron.
Desprovistos de sus jefes fundadores, con aparatos regionales
disgregados, sin recursos económicos para sostener candidaturas poco
conocidas, conducidas por cuadros intermedios, y con una imagen
negativa, estas organizaciones sufrieron su peor derrota histórica.
Aunque comparte algunas de las características descritas arriba, el
MNR parece encontrarse en otra situación, conservando un núcleo duro
a la par que limitado de electores.
El papel preponderante del MAS y la polarización que ha
generado su gobierno, han servido para mantener los dos bloques
electorales, ya visible desde las últimas elecciones. El uno, concentrado
casi exclusivamente detrás del MAS, ayer disconforme con las políticas
públicas, se encuentra hoy expectante e ilusionado con las medidas
que adopte la gestión de Morales. El otro bloque, compuesto por
electores de PODEMOS, UN, MNR, MIR o ADN, tiende a juzgar
críticamente las nuevas orientaciones, preocupado por el destino del
sector privado en el sentido amplio, de las instituciones autónomas,
opuesto a la exaltación e imposición de símbolos “indígenas”. Si las
elecciones de 2005 agruparon el voto de este bloque en tres partidos
(PODEMOS, UN, MNR), en 2006 la tendencia fue a la fragmentación,
sobre todo en desmedro de PODEMOS y de UN, que no lograron
revertir el declive electoral que afecta a las organizaciones que
gobernaron entre 1985 - 2005. Entre estos dos grupos pueden ubicarse
pequeños núcleos electorales cercanos al gobierno pero que en 2006
optaron por apoyar a figuras independientes del MAS, como el ex mayor
173
Si los partidos con larga trayectoria quedaron ante ese escenario
complicado, la situación no fue mucho más auspiciosa para las
organizaciones noveles, en especial aquellas de alcance nacional como
TRADEPA o AYRA. La mayoría de ellas quedó con porcentajes bajos
y, en el mejor de los casos, con una mínima presencia en la Asamblea.
La figura mejoró para las formaciones de implantación regional, con
líderes locales experimentados, como el MOP en Potosí o APB en Santa
Cruz.
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"OPINIONES Y ANÁLISIS"
"OPINIONES Y ANÁLISIS"
La presente edición se terminó de imprimir
en el mes de agosto de, 2006 en los Talleres de
Artes Gráficas Editorial "Garza Azul"
Teléfono 2232414 - Casilla 12557
La Paz - Bolivia
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