"OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" ESTUDIO DE LOS RESULTADOS DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y EL REFERÉNDUM SOBRE AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES Primera edición, agosto 2006 D.L. Nº 4 - 1 - 1422 - 06 ©FUNDEMOS Calle Hermanos Manchego No. 2441 Teléfonos: 2440846 - 2440642 Telefax: 2433539 Casilla: 2302 Correo electrónico: fundemos@entelnet.bo Diseño de Tapa: Susana Machicao Impresión: Editorial "Garza Azul" Teléfono 2232414 Casilla 12557 La Paz - Bolivia La Paz - Bolivia "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" CONTENIDO Presentación .......................................................................................... 7 BAJO EL SIGNO DEL CAMBIO. EL CONTEXTO IDEOLÓGICO-POLÍTICO DE LAS CAMPAÑAS A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Fernando Molina Monasterios ........................................................11 ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE: ¿HASTA DÓNDE GANÓ EL MAS? Jimena Costa Benavides ......................................................... 37 LOS RESULTADOS DEL REFERÉNDUM SOBRE LAS AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES María Teresa Zegada Claure ..........................................................71 ANÁLISIS DE LA ELECCIÓN DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y DEL REFERÉNDUM SOBRE AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES Salvador Romero Ballivián .......................................................... 111 5 6 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" la realización de ambos eventos electorales. Se trató de dos procesos electorales inéditos: por un lado, fue la primera vez que se eligió a una Asamblea Constituyente mediante sufragio universal; por otro lado, se trató del primer referéndum convocado por iniciativa popular. P R E S E N T A C I Ó N En marzo de 2006, gracias a un amplio acuerdo entre el gobierno y la oposición, el Parlamento aprobó la ley especial de convocatoria a la Asamblea Constituyente y de manera simultánea aprobó la ley para el referéndum sobre las autonomías departamentales. Se trató de un importante pacto político que dio curso a dos de los temas centrales de la agenda política boliviana de los últimos años. Ambos procesos electorales, importantes para el futuro del país, deben ser estudiados de manera atenta. Ese es el propósito del número 80 de Opiniones y Análisis que se inscribe en una historia más amplia pues se integra en una serie de trabajos sobre el comportamiento del electorado boliviano que FUNDEMOS ha realizado de manera sistemática en todos los procesos electorales, desde la municipal de 1995 hasta la elección general de 2005. En total cerca de diez números han estudiado el comportamiento de los ciudadanos así como de las fuerzas políticas a lo largo de más de una década y las implicaciones de los resultados. En efecto, desde que se planteó a principios de los años 1990, la exigencia para la convocatoria a la Asamblea Constituyente ganó progresivamente espacio hasta convertirse en un punto de consenso de la mayoría de las organizaciones políticas, sociales y regionales como demostró su inclusión en casi todos los programas de los partidos para la presidencial de 2005. Al mismo tiempo, una vez que fue propuesto por los cívicos de Santa Cruz, el referéndum sobre las autonomías departamentales también ganó legitimidad. Ambos procesos se reforzaron mutuamente y por ello el Parlamento los consideró de manera conjunta estableciendo para el 2 de julio de 2006 Para este número se invitaron a cuatro reconocidos especialistas para que analicen, desde distintos ángulos, los principales resultados de los procesos electorales del 2 de julio. Abre el número Fernando Molina, autor de varios libros y director de Pulso, con “Bajo el signo del cambio. El contexto ideológico-político de las campañas a la Asamblea Constituyente”, artículo en el cual analiza la preferencia de una mayoría del electorado por el cambio holista, lo que favoreció la campaña del MAS y dificultó las de la oposición. Concluye su texto con un estudio de los riesgos del holismo. María Teresa Zegada, con una amplia experiencia docente en la Universidad de San Simón, presenta “Los resultados del referéndum sobre las autonomías departamentales”, realizando un estudio detallado de los antecedentes y de los resultados del referéndum por áreas geográficas. La politóloga Jimena Costa efectúa un análisis de todo el proceso de la Asamblea Constituyente, desde la ley de convocatoria hasta las perspectivas que 7 8 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" se abren luego de su instalación a principios de agosto de 2006. Cierra el volumen, Salvador Romero Ballivián, doctor en sociología política y presidente de la Corte Nacional Electoral. En su texto, enlaza el estudio de los resultados de los comicios de representantes a la Asamblea y los del referéndum, mostrando las estrechas vinculaciones entre ambos procesos. Con este nuevo volumen, FUNDEMOS aporta nuevamente una reflexión plural para la comprensión del comportamiento de los ciudadanos y de las instituciones, brindando a todos los lectores interesados en los asuntos públicos una mirada amplia sobre la evolución política en Bolivia. Ivonne Fernández Weisser DIRECTORA EJECUTIVA NACIONAL DE FUNDEMOS Hartwig Meyer-Norbisrath REPRESENTANTE DE LA FUNDACIÓN HANNS SEIDEL PARA EL MERCOSUR 9 10 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" BAJO EL SIGNO DEL CAMBIO. EL CONTEXTO IDEOLÓGICO-POLÍTICO DE LAS CAMPAÑAS A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Otra similitud muy significativa entre ambos grupos de datos es la siguiente: Cuando la derecha predomina, lo hace con pocos partidos (ADN, MNR y ADN-MIR), en tanto que la izquierda logra resultados todavía importantes (sobre todo en 1985), pero completamente dispersos, repartidos entre un sinfín de agrupaciones medianas y pequeñas; en realidad, ya vive su desbande. Lo mismo ocurre en los últimos años: el dominio de la izquierda lo ejerce un solo partido, el MAS, mientras que la oposición, especialmente la tradicional, ha implosionado. Fernando Molina Monasterios* Las elecciones de julio de 2006, para conformar la Asamblea Constituyente, y las presidenciales de diciembre de 2005, son, en sentido ideológico, el reverso de las que se produjeron en 1985 y 1989, inaugurando la institución del voto libre dentro del nuevo periodo democrático boliviano. El siguiente cuadro mostrará esto claramente: Corrientes ideológicas prevalecientes en dos grupos de elecciones (porcentaje) Elecciones Izquierda y centroizquierda Derecha y centroderecha 1985 41,6 58,4 1989 26,9 73,1 2005 57,4 42,6 2006 58,6 41,4 Izquierda y centroizquierda: MIR, MNRI, MNRI-1, MNR-V, PS-1, FPU, IU, MRTK, MRTKL, POR, FULKA, CONDEPA, AS, MAS, MBL, TRADEPA, AYRA, USTB. Derecha y centroderecha: ADN, MIR-ADN, MNR, PDC, FSB, FNP, AUR, ARENA, MIN, PODEMOS, ADN-UCS, UCS, APB, ASI, CDC, CN, MACA, UN, FREPAB. Elaboración propia con datos de Salvador Romero, Geografía Electoral de Bolivia y la CNE. * Fernando Molina (La Paz, 1965) es un permanente animador del debate intelectual boliviano con sus libros y artículos sobre historia y crítica del pensamiento contemporáneo. Es autor de cinco obras, entre ellas Crítica de las 11 Pese a la teoría de Guillermo Lora en sentido de que “las elecciones no significan nada”, en realidad, como siempre han reconocido los estudios políticos, inclusive los de orientación marxista, los fenómenos electorales son un termómetro de las actitudes y expectativas políticas de la población. Es indispensable, por supuesto, tomar en cuenta el efecto distorsionante de las campañas, sin olvidar sin embargo que éstas potencian o atenúan las tendencias ya existentes, no las crean. Nada es más difícil que hacer campaña en contra de la corriente, por más dinero que se tenga, como seguramente han podido comprobar en este tiempo los estrategas de PODEMOS, UN y el MNR. El contraste electoral que hemos descrito expresa, en el fondo, la oposición de dos grupos diferentes de valores y de deseos. En los años ochenta, el electorado buscaba sobre todo la estabilidad, tanto ideas políticas de la nueva izquierda boliviana (2003) y Evo Morales y el retorno de la izquierda nacionalista (2006). Ha publicado varios ensayos sobre la materia que trata este artículo, el marketing político, uno de ellos en Opiniones y Análisis. Fue subdirector del diario La Prensa, director del semanario Nueva Economía, y actualmente dirige el semanario de análisis Pulso, y es columnista de La Nación de Santiago de Chile. Sus publicaciones han recibido varios premios de instituciones nacionales e internacionales. 12 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" en la acepción económica de esta palabra, muy importante luego de un lustro de inflación e hiperinflación, como en su acepción política, después de las múltiples convulsiones mineras y campesinas que dieron luz a la democracia, pero que también desgastaron al primer gobierno izquierdista de este régimen (la UDP, que estuvo en el poder entre 1982 y 1985), y extenuaron al país. Sobre este cansancio se levantó la derecha, cuyos objetivos gubernamentales eran la estabilización de los precios, la reforma y el fortalecimiento de la precaria institucionalidad estatal, y la aplicación de la fuerza legal en cuanto fuera necesario para apaciguar al país. Estos propósitos le alcanzaron para gobernar los siguientes 15 años. que quiere lo nuevo sin detenerse a pensar en si será mejor o no, ni tampoco en la autenticidad de lo que se presenta como original (razón por la cual muchas antiguallas pasan como grandes novedades). Desde el año 2000, en cambio, la aspiración más importante y más general es exactamente la opuesta a la de los años 80: se trata del cambio. La priorización de este nuevo valor –a consecuencia de la administración venal y camarillera del proyecto liberal de los noventa, y de la crisis económica de fines de esa década– nos ha puesto bajo el signo de la izquierda, tendencia que, como es sabido, ha hecho del cambio su principal, o único, caballo de batalla. Como he dicho en otra parte1, aquello que une a las diversas facciones de la izquierda boliviana, agrupadas hoy bajo la sigla del MAS, es el rechazo a la sociedad tal como la dejó el “neoliberalismo”, es decir, la necesidad de cambiar de “modelo” social. Fuera de esto –por ejemplo en cuanto a la exacta arquitectura que debería tener una sociedad “post-neoliberal”– el grado de acuerdo es muy bajo. Se apuesta por el cambio, aunque haya discrepancias sobre el contenido de éste. Lo que por cierto corresponde con el sentimiento de la gente, 1 “Siete tesis sobre el gobierno de Evo Morales”, separata del semanario Pulso 358, del 27 de julio de 2006. 13 Por tanto, y este es mi punto, el cambio que está a la orden del día no es “cambio” en el sentido lato del término, es decir, una modificación de cualquier dimensión y laya de las condiciones dadas, sino uno de índole muy particular, que llamaré, siguiendo a Popper, “holista”. Éste no sólo promete reformas, sino un borrón y cuenta nueva social, capaz de terminar con un pasado que se considera desgraciado y vil, y de fundar una nueva era y una “ciudad celestial” (que, aunque cada quien imagine a su manera, se considera siempre como un lugar de emancipación y prosperidad). Este es en realidad el tipo de cambio –de dimensiones casi religiosas– al que está asociada la izquierda. En su sentido más general, en cambio, también forma parte del arsenal de las demás corrientes. Esto es bastante obvio. Es fácil ver, por ejemplo, que la derecha boliviana realizó una gran cantidad de transformaciones, algunas de ellas mucho más difíciles, creativas y anticonformistas de lo que se podría pensar, durante los años ochenta y noventa del siglo pasado. Sin embargo, éstas no tuvieron en la mayoría de los casos un sentido holista (aunque las del primer gobierno de Sánchez de Lozada se acercaron bastante a ello). Fueron más bien, por lo común, cambios “reformistas” y, por tanto, según algunas personas, cambios menores o incluso despreciables. Esta moderación de la derecha explica que se la suela considerar, sin exclusiones, reacia a cualquier innovación, es decir, una fuerza reaccionaria. Orrin Klap habló de sociedades abiertas y sociedades cerradas a las novedades, a las señales externas, a la transformación de su modo 14 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" de vida. En mi opinión, las sociedades siempre están, mentalmente, tanto abiertas como cerradas, aunque de forma selectiva. Rechazan determinados estímulos, mientras que admiten otros. En una época desaprueban el sindicalismo, que asocian con la inflación, mientras que dan la bienvenida y aplauden a instituciones nuevas, aunque también corporativas, como los comités de vigilancia. En otra se cierran al comercio y a la influencia cultural de Estados Unidos, pero no a los de Venezuela o Cuba. Esto demuestra que el cambio, en sentido lato, está siempre presente, es la condición natural de desenvolvimiento de una sociedad. La estabilidad es una forma de cambio, también, cuando remplaza a un pasado anárquico. Únicamente hay que considerar como típicos de las sociedades en crisis, y de la izquierda2, los cambios de carácter holista; los cuales, a la vez, se ponen sobre el tapete cuando esta tendencia, por una serie de razones, destaca del conjunto de las fuerzas políticas y toma el timón del Estado. este cambio se desea completo, radical, una anulación antes que una superación de las políticas vigentes, lo que calza perfectamente con el MAS, un partido de las clases desposeídas, opuesto al status quo; mientras que resulta en último término extraño para los partidos de derecha y centroderecha, porque contradice sus intereses básicos. El problema adaptativo de PODEMOS, UN y el MNR Un cálculo político elemental, podría decirse que “a primera vista”, y desprovisto de consideraciones filosóficas, ha llevado a los derechistas PODEMOS y MNR, y al centroderechista UN, a tratar de montar, ellos también, la ola del cambio. Esto ha ocurrido sobre todo en los meses previos a las elecciones de diciembre de 2005. Pero este intento enfrenta una dificultad: no toma en cuenta cuál es la clase de cambio que reclama la población, y que éste ya ha sido, además, encomendado a Evo Morales. Como hemos dicho, Tal es el problema de PODEMOS, UN y el MNR: la imposibilidad de radicalizarse en la medida en que lo requieren los tiempos actuales, porque sería contra natura, porque les quitaría la razón de ser, y last but not least, porque nadie les creería3. (Por otra parte, esto también explica el éxito de Evo Morales, a quien sí se cree con la capacidad y la posibilidad de consumar esta ilusión colectiva: una gestión que ponga al país patas arriba). Por tanto, la estrategia adaptativa de estos partidos no puede ir más allá de la proposición de cambios formales y mercadotécnicos. PODEMOS ha dado el mejor ejemplo de ello al escoger unos colores y unos símbolos partidistas tradicionalmente usados por la izquierda, el rojo y la estrella, y al formular, en diciembre de 2005, un programa de gobierno fuertemente estatista, aunque siempre en el marco del respeto a la propiedad y los derechos de los inversionistas nacionales y extranjeros. Ha hablado también de “nacionalización”, en respuesta a la principal consigna del MAS, la nacionalización del gas, pero reduciéndola a la “nacionalización de los beneficios” de esta industria, cuyos ingresos prometió mejorar negociando precios más altos con los países compradores. Y planteó que el Estado recuperara la mitad de las acciones de las empresas ex estatales que en los años noventa se 3 2 La izquierda de los países del tercer mundo, por cierto, porque la izquierda de los países desarrollados y de muchos países en desarrollo es ahora firmemente reformista. 15 Una prueba, podríamos decir que grosera, de esto que decimos está siendo suministrada actualmente por el comportamiento de algunos dirigentes del MIR, que pugnan, sin ningún éxito, por convertirse en simples cajas de resonancia del MAS. 16 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" pusieron en fideicomiso para financiar la pensión anual de los mayores de 65 años, el Bonosol, con el fin de utilizar estos recursos en otros programas. Por su parte, UN, que inicialmente se había manifestado en contra de la nacionalización, poco después la incorporó a su programa, aunque en una versión más moderada que la del MAS. Y el MNR, como ya había comenzado a hacer en las elecciones de 2002, abandonó el discurso semi-liberal que le había sido característico durante la década anterior. que la oposición cosecha sus votos principalmente a consecuencia de la preocupación y el temor de su electorado por el cambio holista que defiende el MAS. Es un voto esencialmente conservador5. Pero estas ofrendas al nuevo dios colectivo fueron despreciadas por los fieles, que las consideraron insuficientes para aplacar su furia por la decadencia económica y moral del país, y que ellos necesitaban expresar de una manera mucho más contundente, es decir, en el 54 por ciento entregado al MAS. La verdadera fuente electoral de la oposición Es difícil saberlo a ciencia cierta, pero mi hipótesis es que poco del caudal electoral de la oposición se debe a las concesiones programáticas y estéticas realizadas por sus partidos miembros. Por supuesto, está claro que actualmente no es posible reivindicar la tradición de la “democracia pactada” que permitió la alternancia de los partidos derechistas en el poder durante los años noventa, y que más bien renegar, o cuando menos distanciarse significativamente de esta tradición se ha convertido en la condición sine qua non para hacer política4. Sin embargo, más allá de este requisito básico, la verdad es 4 El no haber comprendido esto del todo, y haber presentado listas con algunos candidatos “tradicionales”, perjudicó seriamente a PODEMOS y UN en las elecciones de 2005. Cfr. mi artículo “El triunfo de la cultura populista”, en Opiniones y Análisis 77. 17 Desde comienzos de la década que los estudios de opinión muestran la formación de dos grupos de electores en Bolivia: los “furiosos”, que se pronuncian por el cambio radical, y los “asustados”, que intentan contener a los otros con un voto de resistencia, de oposición. Es evidente que PODEMOS y el MNR se apoyan sobre todo en los “asustados”, en ese 20 a 30 por ciento de la población que, según un estudio de la Corte Nacional Electoral6, tiene la más baja participación política, es decir, se involucra menos en las luchas sociales contemporáneas, y al mismo tiempo está más descontento con la democracia, la cual probablemente entiende como un espacio de desorden, irracionalidad, conflicto, y, justamente, de cambio. Como puede suponerse, este contingente está compuesto principalmente por los bolivianos de nivel socio-económico más alto, lo que explica los exiguos resultados electorales obtenidos por la oposición en las zonas más pobres: el campo, los barrios populosos, el occidente del país. 5 En especial el que favorece a PODEMOS y al MNR. El caso de UN es más complicado, como ya señalé en el artículo ya citado. En teoría, UN podría canalizar una parte del voto por el cambio, puesto que no ha sido identificado como un partido conservador. Sin embargo, en la práctica –en parte por los rasgos de su liderazgo, en parte por los errores de sus campañas– no logra atraer este voto. Y tampoco es votado por los conservadores, que prefieren una opción más claramente alineada en contra del MAS, es decir, a PODEMOS. Esta es la causa del pequeño siete por ciento logrado por UN en las dos elecciones últimas. 6 Unidad de Análisis e Investigación de la CNE, Cultura política y democracia en Bolivia – Segundo estudio nacional, La Paz, Garza Azul, diciembre de 2004. 18 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Y es un contingente minoritario. Los “asustados” son en este momento bastante menos que los “furiosos”, o, para decirlo de una forma que conviene mejor a mis intenciones, los creyentes en el cambio radical son muchos más que los que solamente admitirían algunos cambios limitados y específicos, pues aunque preferirían ver jubilados a los viejos políticos, de tan triste memoria, y, por supuesto, una nueva conducta política más sincera y honrada, y más nacionalista, no aceptarían ir más allá de eso. conmover e inspirar, y no sólo de protestar. Deberá dejar de hacer política basada en las encuestas, que la llevan engañosamente a concentrarse en cuestiones como las polémicas sobre los símbolos patrios o sobre la influencia de Chávez o sobre los gastos electorales, que son registradas más fácilmente por las estadísticas, pero que resultan finalmente estériles, pues no afectan profundamente la vida de los bolivianos, no “les llegan al corazón”. En lugar de esto, tendría que comenzar a hacer política para revolucionar las encuestas, y esto significa pensar en el mediano y en el largo plazo antes que en las siguientes elecciones. Una actitud así exige que la oposición reflexione sobre su verdadera fuente de poder electoral y político, y elabore un discurso en consonancia, por encima del fácil expediente de seguir la inclinación al cambio como se pueda. De lo dicho hasta aquí se puede sacar algunas interesantes conclusiones. En primer lugar, que la orientación “anti-masista” de la oposición no es una decisión que ésta pueda tomar o dejar, sino el resultado inevitable de las condiciones políticas. La oposición no renovaría las fuentes de su poder, ni satisfaría a quienes confían en ella, si se limitara a propagandizar un conjunto de reformas parciales, y no hiciera lo principal, esto es, chocar contra la concepción del cambio que trata de desarrollar el MAS. Que hasta ahora haya hecho esto último de una manera torpe, primitiva, reaccionaria, etc., es otra cuestión. Lo que cuenta es que no puede dejar de hacerlo, no puede dejar de cruzar su espada con la del MAS, aunque así se lo sugieran algunos analistas bien intencionados, pero que ignoran lo que la política pone en juego. Si siguiera su consejo, la oposición tendría que pasar por alto el carácter excepcional del momento político presente, la emergencia en que se encuentra el sistema político y económico boliviano, justamente desde que, y porque se abrió la posibilidad de un cambio de tipo holista. Esto se puede decir mejor de la siguiente forma. Si la oposición quiere prevalecer algún día, deberá vencer intelectual y políticamente al MAS, no tiene alternativa. Por tanto, está obligada a luchar -democráticamente– contra este partido. Pero esto no es suficiente. También es necesario que plantee esta lucha de una mejor manera, sin la superficialidad con que lo ha estado haciendo. Deberá ser capaz de Una experiencia aleccionadora, por ejemplo, fue la de PODEMOS en los comicios de diciembre de 2005. Debería haberle enseñado a este partido que enfrentar al MAS no puede entenderse como desafiarlo a una “carrera de dos hombres”, lo que en Bolivia llamamos “estrategia de polarización”. Si, como hemos dicho, el electorado conservador es minoritario, esta estrategia siempre conducirá a la derrota, aunque simultáneamente logre mejorar un poco la concentración de los votos opositores. En efecto, en 2005, cuando la “estrategia de polarización” se desplegó en todos sus alcances, PODEMOS obtuvo el 28 por ciento de los votos, y el MAS el 54 por ciento. En 2006, cuando la intensidad de la polarización había bajado, PODEMOS cayó al 15,3 por ciento… pero también lo hizo el MAS, aunque en menor proporción, al 50,7 por ciento. Otras agrupaciones, tanto de derecha como de izquierda, obtuvieron los porcentajes faltantes. En teoría, lo ideal para la oposición sería que el electorado contestatario, hoy mayoritario, se dividiera entre el MAS y otra opción de izquierda, por ejemplo la que podría surgir de la expansión en escala nacional de la AS de René Joaquino. 19 20 "OPINIONES Y ANÁLISIS" ¿Realmente se ansía un cambio holista? Contra lo que he dicho hasta aquí se puede argumentar que la premisa de la que parto (la demanda mayoritaria de un cambio holista, cuya realización se asigna, en este caso, a la Asamblea Constituyente) no está comprobada. ¿Existe realmente esta demanda?, ¿o se trata de una presunción infundada? Una encuesta del PNUD, por lo menos tal como la interpreta Antonio Araníbar Arce7, parece testificar en mi contra. Indica, en la parte más contradictoria respecto a mi tesis, que el 42 por ciento de los bolivianos, la mayoría, cree que es mejor modificar parcial y no totalmente la Constitución. Por el cambio total se pronuncia solamente el 33 por ciento. Por otra parte, el 62 por ciento de la población preferiría que la Asamblea adoptara “soluciones de consenso”, y sólo el 29 por ciento “soluciones propuestas por la mayoría”. Son resultados interesantes, pero que deben tomarse con cuidado. En primer lugar, los niveles de conocimiento (“¿Conoce usted la Constitución?”) que esta encuesta detecta son extraordinariamente altos (61 por ciento dice conocer “algo” la Constitución) y distintos de la mayor parte de los estudios de opinión sobre temas políticos que conozco. En segundo lugar, que la Constitución se vuelva a redactar en algunos o en todos sus artículos no necesariamente concluye alguna cosa sobre la magnitud de los cambios que la nueva redacción introducirá. Otros resultados de esta misma encuesta nos informan 7 “¿Qué esperan los bolivianos de la Constituyente?”, en el semanario Pulso 359, del 4 de agosto. La encuesta se llama “Percepciones sobre la Constitución y la Asamblea Constituyente” y se realizó antes de las elecciones de julio con 3.300 personas de todo el país. 21 "OPINIONES Y ANÁLISIS" mejor al respecto. Así, tenemos que los ciudadanos menosprecian los derechos civiles y políticos, como el derecho de reunión o de voto, que además son los que tienen por más garantizados, y consideran más importantes los derechos económicos y sociales, al trabajo, la educación y la salud, aquellos con los que no cuentan. Coincidentemente, piensan que la Asamblea debe ocuparse de garantizar estos derechos, así como de distribuir la tierra y de asegurar la propiedad de los recursos naturales. Todo esto apunta a un cambio holista, a un debate sobre la propiedad, que por cierto está entre los valores menos apreciados en la escala de los bolivianos, según se desprende del estudio. La inclinación holista también surge con bastante claridad de las respuestas sobre qué esperan los ciudadanos de la Constituyente y la nueva Constitución. Leemos entonces expectativas como: “Mejor vida para mis hijos”, “que cambie mi vida”, “prosperidad para todos”, “que Evo cambie el país”, que también parecen convocar a la panacea. Aquí hay que tomar en cuenta la opinión del experto en opinión pública Julio Córdova, quien llegó a la conclusión de que una consigna tan popular como la Asamblea Constituyente no es sin embargo comprendida por la población que la victorea, excepto en lo que ella tiene de promesa de renovación del sistema político, es decir, de método para volcar la página de la política boliviana, tan aborreciblemente mancillada por la conducta de los militantes de los partidos llamados “tradicionales”. Pero la mejor confirmación del holismo de las masas la encontramos en “la mejor encuesta” de todas las que existen, los comicios mismos. En julio, al menos 50,7 por ciento de los bolivianos apoyaron un discurso abiertamente holista, “refundacional”, maximalista, que fue el discurso de los candidatos del MAS, quienes propusieron que la Asamblea, elevándose por encima de los demás 22 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" poderes, no sólo renovara la Constitución, sino la legislación entera del país. El mejor emisor de este discurso fue el propio gobierno, que, por boca de sus portavoces, alentó una Asamblea Constituyente que “produzca un nuevo Estado, una nueva república”, y que, en cuanto a la “búsqueda de la igualdad y del ejercicio soberano sobre los recursos naturales”, no tenga “ningún límite”, porque de lo contrario se estaría “maquillando el destino de la patria”8. Durante toda la campaña, tanto con prácticas legítimas como con otras non sanctas9, el gobierno propició un cambio holista, total, que liberara al presidente Morales de la “prisión” de las leyes y las instituciones actuales. Recordemos que en el congreso de cocaleros que lo reeligió como dirigente, en febrero de 2006, Morales declaró que “la Asamblea Constituyente servirá para cambiar, porque yo a veces me siento prisionero de las leyes neoliberales; quiero hacer algo y me dicen que es ilegal hacerlo mediante decreto; quiero hacer otra cosa y es inconstitucional porque todo lo que piensa el pueblo es inconstitucional; por eso quiero decir que me siento prisionero de las leyes bolivianas”. Y que poco antes de la instalación de esta institución, repitió que debía servir para “cambiar las leyes enemigas”. Pues bien, no otro que éste fue el propósito que obtuvo el mayor respaldo electoral, y que probablemente será el que se imponga en la Asamblea10. Sin embargo, el resultado de la encuesta del PNUD sobre la gran demanda de “consensos” en la Asamblea, indica algo importante: si bien la mayoría de la gente desea un cambio holista, no lo quiere de forma violenta. En esto coincide con muchos otros estudios, que también muestran la vocación deliberativa, antes que revolucionariomilitar, de los bolivianos. Éstos, pese a su alto índice de participación en actividades políticas semi-ilegales, como los bloqueos de calles y caminos, muestran un también alto rechazo al conflicto social11. 8 “La Constituyente es fundacional y parirá una nueva República”, entrevista del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, con la periodista Mery Vaca, de La Razón, 1º de marzo de 2006. 9 Como el uso de los recursos del Estado para su campaña, denunciada por varias fuerzas opositoras y admitida parcialmente por los observadores internacionales. 10 Por supuesto, este propósito, que aquí llamamos reiteradamente “cambio holista”, no significa alterar la bandera, el himno o los límites departamentales, como espero haber logrado explicar hasta aquí, sino algo mucho más general, ambiguo y también más profundo. Por ello, el rechazo de la mayoría de los encuestados del PNUD a las ideas mencionadas no afecta nuestra conclusión. 23 Pero esto no nos debe llevar a engaños: no sabemos cómo reaccionaría la mayoría (en la Asamblea y fuera de ella) si tuviera que escoger entre su necesidad y su ansiedad de cambios (reales o simbólicos) de gran rango, y su preferencia por el consenso. Lo más probable es que, en tal caso, lo primero predominara sobre lo segundo. Por qué deberíamos oponernos a un cambio holista Los cambios holistas se desprenden de una concepción mecánica de la sociedad12, que la considera el resultado de un diseño premeditado de los hombres, o, en la tradición ilustrada, de un “contrato o pacto social” libremente acordado en algún momento del pasado. En el caso nuestro, puesto que se ambiciona un “nuevo pacto social”, su celebración no se ubica en el pasado sino en el futuro, en una sala de conferencias en Sucre. 11 Seligson, Moreno y Shwarz, Auditoría de la democracia 2004, La Paz, USAID Bolivia, 2005. De ahí que, de todos los métodos políticos que le resultan ideológicamente aceptables, el MAS haya elegido el electoral. 12 Algunos autores la llaman, con más cortesía, “constructivista”. 24 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Esta concepción es uno de los excesos del racionalismo. En realidad, el tal “contrato social” nunca se ha dado, históricamente hablando. Sólo una parte muy pequeña de las instituciones de la sociedad responden a la acción intencional de un grupo de “constructores”. La mayor parte, desde el lenguaje y la familia, hasta las empresas y los procedimientos administrativos, se han desarrollado de una manera “orgánica”, es decir, por la conjunción en el tiempo de una suma de decisiones conscientes, acciones circunstanciales, inercias, hábitos y sobre todo por azar. No sólo contó lo intencional, sino también los resultados no intencionales de las decisiones tomadas originalmente. En los términos de la física moderna, se podría decir que las instituciones sociales no han sido nunca sistemas lineales (una causa, una consecuencia), sino más bien sistemas no lineales (una causa, muchas consecuencias, algunas de ellas imprevisibles). Son organizaciones imperfectas, que tienden a la entropía. Incluso las que fueron fabricadas en un escritorio, como las superintendencias encargadas de la regulación del mercado, una vez que salieron del cascarón, pronto perdieron su carácter predeterminado, y por tanto absolutamente previsible, y se convirtieron, como las demás, en organismos “vivos”, dinámicos, cambiantes, y, en consecuencia, en parte impredecibles. De ahí que ahora resulte tan difícil desmontarlas de un plumazo, como el MAS creía que se podía lograr antes de convertirse en gobierno. es tomar en cuenta que las instituciones existentes no son simplemente un designio de una corriente ideológica (“el neoliberalismo”), una clase social o incluso una casta étnico-cultural, sino también de una continua interacción con la realidad, con las necesidades públicas, con la lucha de intereses, y que, por tanto, representan un equilibrio que hay que tener cuidado de no romper, o que se debe reproducir en toda institución nueva que se decida crear13. Si esto es así, la consecuencia lógica que podemos inferir es que, como dice Popper, los cambios holistas no nos convienen (desde un punto de vista puramente práctico). Si no podemos tener la seguridad de que nuestras intenciones se materializarán perfecta o incluso adecuadamente, entonces lo más prudente es evitar los cambios radicales, descomunales, sobre los cuales siempre tendremos menor control. Sin que esto exija que seamos conservadores, nuestra obligación 25 Una segunda razón práctica para oponerse a los cambios holistas es que provocan mucho dolor a quienes deben soportarlos. Pensemos sino en cualquier revolución –que es el cambio holista por excelencia–, y en todas sus víctimas. Puede argumentarse, claro, que este sufrimiento es el precio que hay que pagar por el advenimiento de una nueva sociedad, un “nuevo pacto”, que finalmente asegure la paz y el bienestar para todos. Pero se trata de un trueque muy dudoso: el sacrificio de la generación presente por una promesa de la que, como hemos visto, no es posible estar seguros, ya que siempre habrá desarrollos imprevisibles. También se puede argumentar, en contra de lo que decimos, que los únicos que lamentarán el cambio serán “los opresores”, aquellos que viven actualmente a costa de los demás, y que, por tanto, se lo tienen merecido. Esta sería una respuesta no democrática, ciertamente. Pero no intentemos todavía esbozar una réplica de principio en contra de ella. No nos salgamos del ámbito de lo pragmático. Digamos más bien, de nuevo, que no es posible predecir los efectos de los cambios sociales, por ejemplo en orden a que sólo sean dañinos para algunos 13 No hacerlo fue justamente el error de algunas reformas de los años noventa que tenían un sentido holista, y que por esto se constituyeron en una causa de graves problemas en los años posteriores. 26 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" y no para otros. Lo usual es que el castigo de un grupo ocasione una reacción de éste que a la larga generalice la violencia, como pudimos ver, de manera horrible, en las grandes crisis políticas del siglo veinte. Entonces se comenzó actuando contra la burguesía, o contra el “capital judío”, y se terminó en conflagraciones gigantescas, en el asesinato de ricos y pobres, judíos y gentiles, culpables e inocentes. Quien pretenda que sus propios valores y fines son los mejores y por tanto no hay otra cosa que convertirlos en la guía de la colectividad, puede escorar fácilmente hacia el totalitarismo. Ya hemos comprobado, en el comunismo y el fascismo, a dónde conducen los intentos de imponer una verdad ética sobre los demás, cuando en ética puede haber razón, pero no verdad. Los fines humanos son distintos y, algunos de ellos, incompatibles entre sí. La lucha por una sociedad perfecta, vaciada solamente en determinados valores, choca violentamente contra esta realidad. No debe intentarse, por tanto; es preciso rechazar los cambios holistas. Más bien debe buscarse una sociedad abierta, que garantice una búsqueda plural, una coexistencia de fines como la que se expresa en las instituciones democráticas bolivianas actuales, y que por eso hay que reformar, sí, pero no borrar del mapa. Punto aparte. Además de estas observaciones de carácter práctico en contra de los cambios holistas, existe otra de principio, y es la siguiente: Solamente intentará imponer sus fines “ilimitadamente” quien crea que éstos son los mejores, de modo que su amplia difusión asegure un mejor sitio para la sociedad. Pero, ¿qué certeza se puede tener de algo así? Como ya decía John Stuart Mill, no podemos saber, con certeza, qué valores y qué fines le convienen indiscutiblemente al ser humano. Esto, en primer lugar, porque los valores y los fines se oponen entre sí. Es imposible dirimir científicamente entre los valores14. Por ejemplo, es imposible elegir de forma indisputable entre esa igualdad cuya búsqueda es la prioridad de esta época, y la libertad de trabajar, lucrar y por tanto “desigualarse”. O entre la solidaridad con los pobres y el derecho de propiedad. O entre… 15 Esto no significa, sin embargo, que la razón no tenga ningún papel en una discusión de valores. La razón es una guía. Nos enseña, por ejemplo, que debemos tener a la vida por encima de todo lo demás, pues sin ella el resto es inútil. O que debemos rechazar algunos fines, no porque sean irracionales –pues en muchas ocasiones no podemos saberlo–, sino porque son inhumanos. De ahí nuestra adscripción a la declaración de derechos humanos. La razón también nos enseña a estimar por encima de otros muchos, los valores que posibilitan que la búsqueda plural de los fines disímiles se pueda dar en la sociedad, es decir, a preferir los valores democráticos. 27 Las implicaciones político-geográficas del 2 de julio La victoria del MAS el 2 de julio fue importante no sólo por el resultado nacional (que, como ya sabemos, fue del 50,7 por ciento de los votos), sino por la importantísima presencia de este partido en Santa Cruz (26 por ciento) y Tarija (40 por ciento)15, es decir, en un área del país en la que siempre, incluso en los tiempos de crisis, predominó lo que el experto en temas electorales (y hoy presidente de la Corte Electoral), Salvador Romero, llama “el voto del orden”16. 15 También en Pando (37 por ciento), pero, como veremos, esto parece deberse sobre todo a un fenómeno local, antes que a las transformaciones estructurales de las que hablaremos en lo que sigue. 16 Todos los datos electorales históricos que siguen están tomados del libro de Romero, Geografía electoral de Bolivia, La Paz, Fundemos, 1993 [3era ed., 2003]. 28 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Tomemos en cuenta que las primeras elecciones ganadas por el MNR desde el llano, en 1951, que causaron escándalo a la sociedad bienpensante de entonces, la cual las anuló (lo que indica que no había podido manipular sus resultados), estas elecciones concedieron al partido de Víctor Paz el 42,9 por ciento de la votación, una cifra pequeña en comparación con los récord de Evo Morales en 2005 y 2006. Además, el partido “del orden” de entonces, el PURS, no perdió su hegemonía en Pando, Tarija, Beni, donde obtuvo más del 50 por ciento, y ganó en Chuquisaca, entonces mucho más “aseñorada” que ahora, con el 42 por ciento, y también, aunque apenas, en Santa Cruz (con el 37 por ciento). (Este último dato parece indicar que la raigambre cruceña del MNR se remonta a esta época). menos en Cochabamba, pudo sin embargo vencer en Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija, donde los partidos de derecha lograron entre 2/3 y 3/ 4 de la votación. Y la UDP de 1980 fue el mayor logro de la izquierda antes de que el MAS irrumpiera en la historia. Después vino un golpe de Estado y, cuando éste acabó, en 1982, la UDP gobernó con el Parlamento elegido en las elecciones citadas, sin decidirse a convocar a unos nuevos comicios que quizá la hubieran colocando en la posición en la que ahora está el MAS (algo que, claro, ya no se sabrá). Cuando la UDP salió del poder, en 1985, la izquierda estaba vencida y fue vencida, como ya hemos visto: los partidos que formaban parte de la coalición de gobierno apenas llegaron al 15 por ciento de los votos. Y la derrota, como se adivinará, fue mucho mayor en el oriente. En suma, que la mítica elección que sirvió de antesala a la revolución de 1952 fue sin embargo “menos victoria” que ésta última del MAS. O, para decirlo, con más precisión: fue una victoria mucho más occidental. Es cierto que después, ya el MNR en el poder, el apoyo oriental al régimen nacionalista se hizo mayor; pero, según dice Romero, allí las preferencias electorales nunca sufrieron una influencia tan drástica del voto universal y del sufragio femenino como la que se dio en el oeste. La causa es evidente: se trata de una región más homogénea en cuanto a su nivel económico, su composición de clases, sus diferencias étnicas, una región en la que hay pocos indígenas y la mayoría es hispanohablante, goza de un mayor nivel cultural, etc. Por eso, la incorporación de nuevos electores en 1956 fue menor, respecto a los que había en la democracia calificada del pasado, que la de las zonas indígenas del país. Existen noticias de las revoluciones francesa y rusa sobre dos tendencias electorales: la de las capitales, que apoyaba las posturas más radicales, y la del interior, más conservadora, que seguía las decisiones de sus principales ciudades con un retraso de meses. Hay varios puntos de contacto entre esta dicotomía y la boliviana. El bautizado por Romero como “voto de protesta”, el cual favorece a la izquierda, proviene principalmente de las grandes concentraciones humanas, de las “provincias altas”, que siempre han sido las más pobladas del país. Y en especial de La Paz, donde la izquierda ha obtenido sus más grandes victorias (aunque también perdió en ella, en los momentos en que su pensamiento dejaba de apasionar a la gente). El “voto de protesta” tiene correlación, además, con el uso de las lenguas autóctonas, un menor nivel socio-económico y cultural, etc. Por eso es más fuerte en el occidente. Tampoco la UDP, el frente izquierdista que campeó en las elecciones de 1980 obteniendo más del 50 por ciento en los departamentos occidentales (60 por ciento en La Paz), y sólo un poco Sin embargo, con el paso del tiempo el esquema orienteoccidente es cada vez menos útil para expresar este fenómeno. En este siglo el “voto de protesta” adquirió más fuerza en dos ciudades, Santa 29 30 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Cruz y Tarija, y en algunos poblados del oriente y el sur, aunque todavía es precario en la generalidad de las áreas rurales. Las razones de esta transformación son obvias: el enorme crecimiento poblacional de estos sitios, que crea una psicología más moderna en sus habitantes, y por lo tanto un aumento de las expectativas populares (sobre este tema puede leerse con provecho el libro Ciudades y pobreza de Roberto Laserna)18. Y, además, el aporte ideológico de la migración occidental e indígena, que es la principal causa del crecimiento de la población. Dos elecciones, dos tendencias (en porcentaje) Podemos decir, entonces, que la brecha electoral entre el occidente y el oriente se está cerrando. Un analista entrevistado por la prensa lanzó la hipótesis de que el MAS introdujo en Santa Cruz y Tarija “cabeceras de playa”. En realidad, los resultados electorales muestran que Santa Cruz y Tarija han cambiado estructuralmente, que un tercio y un cuarto de sus poblaciones, respectivamente, poseen una psicología distinta a la que tradicionalmente prevaleció. Estas porciones no sólo votaron por el MAS, lo que quizá podría considerarse pasajero, sino que lo hicieron por el “No” a las autonomías, lo que constituye una verdadera ruptura respecto al ambiente imperante en ambas regiones. Esto indica que si bien la diferencia se expresa ahora a través del MAS, seguirá existiendo cuando el MAS pase a la historia. Y seguramente se extenderá. En cambio, en el Beni, donde no ha habido cambios serios en la sociedad patriarcal y agraria, el MAS no ha hecho un papel comparable con el estándar. (Sí en Pando, pero al parecer por obra de un fenómeno local, producto de su alianza con un grupo pandino de ideología poco definida y gran predicamento). 18 La Paz, IESE-UMSS/ASDI/Plural, 2005. Resultados departamentales a la A.C., aproximados por ideología La Paz Derecha Izquierda Cochabamba Derecha Izquierda Oruro Derecha Izquierda Potosí Derecha Izquierda Chuquisaca Derecha Izquierda Tarija Derecha Izquierda Santa Cruz Derecha Izquierda Beni Derecha Izquierda Pando Derecha Izquierda Resultados departamentales en el referéndum 25,8 74,2 Sí No 26,6 73,4 32,7 67,3 Sí No 36,9 63,1 32,1 67,9 Sí No 24,5 75,4 28,1 71,9 Sí No 27,2 72,7 37,7 62,3 Sí No 37,7 62,2 55.9 44,1 Sí No 60,7 39,2 72,5 27,5 Sí No 71,6 28,3 76,9 23,1 Sí No 73,8 26,1 61,7 38,3 Sí No 57,6 42,3 Izquierda: MAS, MBL, TRADEPA y otros. Derecha: PODEMOS, MNR, UN, ADN y otros. 31 32 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Las transformaciones de las sociedades cruceña y tarijeña no están ocurriendo sin grandes dolores. En algunos casos, los actores tradicionales reaccionan ante ellas con una mezcla de negación y rechazo. Se producen arrebatos de racismo, por ejemplo. Y políticas que se basan en el deseo reaccionario de retroceder la historia, de dar un golpe de Estado, de devolver a los inmigrantes a sus lugares de origen, de parar los flujos de personas. Todo lo cual, lógicamente, está destinado al fracaso. Las transformaciones continuarán inevitablemente, porque responden al desarrollo y a la creciente complejidad de la sociedad. una fuente de inestabilidad política para el país. Tendremos así una suerte de “fuego cruzado”, desde El Alto y Santa Cruz, en contra de la democracia. Al fin y al cabo, algunos movimientos de estas ciudades tienen en común su crítica a la sociedad moderna (de un capitalismo precario, que tanto genera beneficios como nuevos problemas) que pugna por aparecer en Bolivia. Esto significa que la política cruceña y la tarijeña (y la clase de campañas que será necesario llevar a cabo en estos departamentos) cambiarán notablemente en los próximos años. Conforme aumente la presión poblacional, la lucha de clases se exacerbará. La izquierda obtendrá más triunfos locales, y esto estimulará una discusión intelectual e ideológica que hasta ahora ha sido característica del occidente. Aparecerán, en consonancia, nuevos grupos y nuevos líderes. Así estas regiones, las más ricas del país, se prepararán para conducirlo en el futuro. Lo harán de manera diferente, sin duda, porque las condiciones del occidente no se repetirán de manera mecánica. Pero la modernización, que tantos efectos está teniendo en el estilo de vida, la cultura, las formas de organización de cruceños y tarijeños (sobre todo de los primeros), comenzará a expresarse también en la política. Hasta aquí las novedades del 2 de julio. Han modificado algunas de nuestras certezas, pero –y hay que tener cuidado con este error– no las han anulado completamente. El MAS se ha convertido en la principal fuerza de Santa Cruz y Tarija, la segunda de Pando, y la gente que ha votado por este partido ha tenido el valor de decir “No” en un contexto sumamente adverso; sin embargo, en parte éste es un efecto visual. Si los grupos opositores hubieran postulado a la Asamblea juntos –o menos separados– el resultado habría sido similar al del año 1985: un tercio para el MAS, y dos tercios para la coalición de derecha, es decir, la misma relación que en estas regiones se dio respecto a las autonomías: alrededor del 70 por ciento por el “Sí”, y un 30 por ciento por el “No”. Por tanto, las regiones orientales del país continúan teniendo, y así también será en el futuro, una visión distinta de Bolivia y la política que la que prevalece en el occidente. Por eso ahora, por ejemplo, la prédica del cambio holista tiene en ellas menos influencia que en el resto del país, lo que seguramente las convertirá en cuarteles de la resistencia frente a los posibles excesos de la Asamblea Constituyente. Estos hechos seguramente serán la fuente de varios movimientos románticos, es decir, con la mirada puesta en el pasado, en el orden agrario-tradicional que antes mantenía en su sitio la estructura social. La “Nación Camba” es solamente el primero de ellos. Por supuesto, la carga destructiva de estas manifestaciones, que ciertamente se dan en todas las sociedades en veloz transformación, será probablemente La gran pregunta de este momento es si esta resistencia será beneficiosa para el país, es decir, si permitirá librar a Bolivia del sufrimiento relacionado con el cambio radical, sin causarle al mismo tiempo el dolor propio de los intentos de detener completamente el proceso de cambio, intento que también es de índole holista. Detener 33 34 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" al país en algún estadio de su historia, por miedo a los problemas que conlleva el progreso, es una aspiración tan descomunal y utópica como la de “voltear la tortilla” y comenzar de nuevo. Ambas sólo pueden traer “sangre, sudor y lágrimas” a la nación. Y es que, hoy como ayer, el mejor camino para Bolivia es el de los cambios parciales, audaces pero controlables, y tan seriamente planeados y ejecutados como se pueda. Los cuales requieren, por supuesto, como condición indispensable, una sociedad y un sistema político capaces de tolerarlos y alentarlos. 35 36 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE: ¿HASTA DÓNDE GANÓ EL MAS? su magnífica heterogeneidad, sino por la presencia significativa de mujeres. ¿Cuánto ganó o perdió el principal partido oficialista?, es la pregunta que trataré de responder a continuación, tomando como base de datos, no sólo los resultados oficiales de los dos últimos comicios proporcionados por la Corte Nacional Electoral, sino también el material hemerográfico que señala día a día la acción gubernamental, además de algunos de los innecesariamente extensos discursos del presidente Morales. Jimena Costa Benavides* Introducción El último semestre representa uno de los más ricos de los tiempos democráticos que nos ha tocado vivir. Los que sufrimos las dictaduras valoramos significativamente los avances de la democracia, y la posibilidad de que la oposición gane una elección transparente es un rasgo de democracia consolidada. Pero al ver el entorno andino –a Venezuela en concreto-, también se presenta el temor de que esa institucionalidad democrática sea utilizada para fines autoritarios. En Bolivia se acaba de instalar una asamblea constituyente, la más diversa de la historia, no sólo por la presencia de indígenas en * Licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad Mayor de San Andrés. Maestría en Ciencias Sociales con mención en Análisis Político (FLACSO). Maestría en Gestión de Políticas Públicas en Maestrías Para El Desarrollo, Harvard Institute For International Development, Universidad Católica Boliviana. Candidata egresada del Doctorado en Estudios Culturales Latinoamericanos de la Universidad Simón Bolivar. Postdoctorada del Programa de Cultura, Política y Transformaciones Sociales en tiempos de Globalización de la Universidad Central de Venezuela. Autora de varios trabajos de investigación. Ha escrito artículos para diferentes medios de prensa, actualmente es columnista de análisis políticos en varios medios escritos de prensa. Es consultora e investigadora. 37 Sin restar mérito alguno a los trascendentales avances en términos de la inclusión que ha producido el triunfo del MAS en diciembre del año pasado y más aún, con el triunfo de julio de 2006, tampoco debe olvidarse que estos hechos no hubiesen sido posibles sin el proceso de construcción y consolidación de la democracia en Bolivia impulsado por el movimiento popular desde la década de los setenta e institucionalizado gradualmente –con luces y sombras- por los hoy llamados “partidos tradicionales”, los cuales a pesar de sus errores posibilitaron una lenta pero gradual apertura del sistema político desde la inclusión de Ministros de Estado como Isaac Maydana Quisbert, Mauricio Mamani Pocoata, Simón Yamapara Guarachi, Tomasa Yarhui Jacome, Esther Balboa o de la presencia de Víctor Hugo Cárdenas en la Vicepresidencia de la República. La presencia de todos ellos, si bien por si misma no implica la apertura del sistema es la antesala a una representación congresal más plural que luego se tradujo en la fuerza parlamentaria de las bancadas del MAS y del MIP en la legislatura 2002-2005. El katarismo abrió el sistema democrático a la participación indígena, el indianismo hoy presente junto a las diversas visiones nacionalistas, populistas e izquierdistas al interior del MAS recoge esos frutos y se enfrenta a dos posibilidades claras: utilizar la 38 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" institucionalidad democrática del Estado boliviano para democratizar la sociedad o utilizar esa institucionalidad para imponer una visión etnocéntrica de tintes autoritarios. El reto del principal partido del gobierno es el de superar las posturas autoritarias y excluyentes características de nuestra cultura política, promover una verdadera reforma ideológica mirando más allá de los intereses, del poder, y culminar la tarea que no pudo concluir la Revolución del 52, construir una sola nación de ciudadanos iguales. de indiferencia en la legislatura anterior, los actuales parlamentarios fueron capaces de consensuar –en breve plazo- una Ley que por sus propias características impedía que alguna de las fuerzas en competencia lograra los dos tercios, es más, ni siquiera podían lograrlo ganando en todos los departamentos y en todas las circunscripciones1, de tal modo que la oferta de lograr el 80% de los votos que hizo el presidente Morales en diversas oportunidades no era más que un buen deseo, basado en el desconocimiento del efecto de la fórmula electoral aprobada por su propia bancada en el Congreso. Las condiciones para llevar a cabo tal propósito no pueden ser más favorables: un apoyo popular que se mueve entre el 65% y el 80%, una comunidad internacional predispuesta a ampliar el apoyo dada la legitimidad del líder en un entorno democrático, y una oposición casi inexistente, sin liderazgo y carente de propuesta con capacidad interpelatoria. La recuperación de la confianza en la democracia ha subido significativamente con el nuevo escenario político, de acuerdo a las “Cifras acerca de percepciones y valores” publicadas por el ILDIS se encuentra en un 86,8%, y de acuerdo a la “Auditoría de la democracia 2006” de LAPOP el 66,2% de los bolivian@s piensan que la mejor forma de gobierno es la democracia y el 54,6% está satisfecho con la democracia. Ese incremento vital debe decirle al MAS que aún ganando puede perder si mantiene esa peligrosa línea de imposición autoritaria de criterios. 1. La Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente y el efecto del sistema electoral aprobado Lo primero que se puede concluir de la Ley de convocatoria a la asamblea constituyente de 6 de marzo de 2006, es que hay cambios positivos en el sistema político. Después de innumerables ejemplos 39 Con buena predisposición, podría suponerse que la aceptación de tal fórmula por el MAS tuvo que ver con un interés en la participación plural de las fuerzas políticas, sin embargo, las declaraciones posteriores de representantes del gobierno llevan a pensar que más bien fue ingenuidad política en la negociación con la oposición ante la premura de cumplir con la oferta presidencial durante la campaña electoral y el discurso de posesión ante un conjunto de autoridades internas y externas nunca antes visto. Ahora bien, para lograr mayor número de escaños el MAS se vio obligado a establecer alianzas con líderes locales que al mismo tiempo hacen de la organización política aún más heterogénea, sobre todo en las alianzas en Pando y en Tarija, pactos que si bien le permiten lograr presencia en los departamentos llamados de la “media luna”, al mismo tiempo hacen del MAS una organización ideológicamente más plural y menos radical. Como señala Claus Offe: las alianzas que 1 El ganador en los 9 departamentos obtendría 18 asambleístas y el ganador en las 70 circunscripciones obtendría 140 asambleístas. Los dos tercios implican 170 representantes. 40 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" produce la competencia obligan a las organizaciones políticas a renunciar a algunos postulados ideológicos y a flexibilizar posiciones2. en el padrón electoral en ese momento era de 3.671.152 electores, de los cuales 2.077.770 se encuentran en las 30 circunscripciones de sección capital más El Alto, y que tienen asignados apenas 90 escaños, y solamente 1.593.382 habitantes se encuentran en provincias y cuentan con 120 escaños uninominales, produciendo la mencionada desproporcionalidad a favor de dicha población. El cuadro 1 muestra la distribución de población por circunscripción uninominal según sección capital o sección de provincia, y la información completa se encuentra en el ANEXO 1. Este hecho puede ser visto como positivo desde la oposición y como negativo desde el interior del MAS, en todo caso queda claro que mientras mayor la diversidad ideológica al interior de una organización política más complicada la definición consensuada de metas colectivas y especialmente más difícil la definición de la orientación de las políticas públicas desde el poder ejecutivo, esto claro, si se supone que las alianzas no son estrictamente instrumentales y no tienen como único fin mantenerse en el poder, sino el de promover un verdadero cambio en el sistema político y en el conjunto social. Cuadro 1 Inscritos Más allá del efecto de las alianzas establecidas por el MAS para incrementar el margen de votación de las elecciones de diciembre pasado, es importante hacer notar que el efecto del sistema electoral aprobado produce una desproporcionalidad en la representación sobre el sistema general: la sobre representación de la población de provincias, respecto a la población de las principales ciudades y capitales de departamento. Tomando como base el número total de inscritos para votar en las elecciones de diciembre -elección inmediatamente anterior a la decisión tomada en el Congreso para la asignación de tres escaños por cada circunscripción uninominal-, muestra que la población inscrita 2 En el trabajo denominado “Partidos Políticos y Nuevos Movimientos Sociales”, Claus Offe plantea que la competencia política tiene al menos tres efectos sobre los partidos competitivos: 1) La pérdida de radicalismo de la ideología del partido; 2) El establecimiento de coaliciones reduce el alcance de los planteamientos políticos fundamentales; y 3) Se incrementa la heterogeneidad estructural y cultural del partido. Editorial Sistema, Madrid. Páginas 62 a 65. 41 Total población inscrita en Padrón (2005) 3.671.152 Población Circunscripciones capitales + El Alto 2.077.770 (57%) Población Circunscripciones de Provincia 1.593.382 (43%) Escaños Uninominales para la Constituyente 210 90 (43%) 120 (57%) Si a ese dato le añadimos la variable de la acelerada concentración de la población en el ámbito urbano que en el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2001 ya se encontraba en el 63% y que ya se encuentra cerca del 70%, podría afirmarse que la desproporcionalidad es aún mayor. Está claro pues, que distintos sistemas electorales crearán diferentes composiciones en la cámara de representantes. El sistema electoral no es neutral, sino que está elaborado en función a los intereses de las fuerzas políticas en juego, y tienen efectos indirectos o psicológicos sobre la orientación del comportamiento electoral, ya que por ejemplo, en lugar de votar por el partido de su preferencia los ciudadanos pueden votar por el que tiene mayores posibilidades de ganar. 42 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Algunas de las consecuencias políticas del sistema electoral de mayoría relativa -como el aplicado en la elección de constituyentes uninominales-, son adversas para el sistema general. Por ejemplo, Maurice Duverger afirma que tiende al bipartidismo; para Sartori el sistema uninominal mayoritario facilita el bipartidismo y obstaculiza el multipartidismo; para Arendt Liphart todos los sistemas electorales son desproporcionados pero recomienda los proporcionales ya que los mayoritarios favorecen sólo a los partidos más grandes3. para la asamblea de que todos los representantes sean elegidos en circunscripción uninominal por sistema de mayoría simple. Gráfica 1 Porcentaje de votos del MAS 53,74 60 20 43 18 3 Constituyentes 2006 Generales 2005 Municipales 2004 Municipales 1999 2. Torrens, Xavier. “Los Sistemas Electorales”, en Manual de Ciencia Política, Caminal, Miquel (Coordinador), Editorial Tecnos, Madrid, 1996. Páginas 364 a 368. 50,74 0 Por supuesto, en última instancia, los sistemas electorales son el resultado de las circunstancias históricas que rodean un sistema político determinado, de los intereses partidistas según la correlación de fuerzas existentes y de la concepción que subyace sobre la democracia, de modo que no es sorprendente la propuesta del oficialismo 3 20,96 40 Generales 2002 En resumen, los sistemas mayoritarios como el aplicado, favorecen la hegemonía de dos partidos principales en el parlamento –en este caso el MAS y PODEMOS- y el control del gobierno por un único partido –el MAS-, disuaden una numerosa concurrencia de partidos e impiden una excesiva fragmentación en la representación. Por el contrario son los sistemas electorales proporcionales los que producen mayor justicia distributiva en el sistema de partidos y permiten reflejar la pluralidad social, incorporan los derechos políticos de las minorías y ofrecen un mayor grado de competitividad, es decir, que sobre todo en sociedades pluriculturales como la nuestra deberían ser estos la mejor opción de los decisores que diseñan la institucionalidad, si el objetivo es mejorar la representatividad de las autoridades electas. De cualquier modo, la formula les dejó una cómoda mayoría, pero no el control de la asamblea, de modo que si tomamos como parámetro las expectativas del oficialismo, podría decirse que el MAS perdió porque en lugar de alcanzar los anhelados dos tercios disminuyó su caudal de votos. Sin embargo, el que se haya repetido la mayoría absoluta es un dato fundamental que habla de la consolidación del partido más grande del sistema actual que ha tenido un acelerado crecimiento en menos de una década y que se constituye en un hito de la política nacional al haber logrado los dos tercios en elecciones confiables y transparentes. La gráfica 1 muestra la votación del MAS desde que heredaron la sigla registrada por David Añez Pedraza. Los resultados de las urnas En diciembre el Movimiento al Socialismo logró el 53,74 % de los votos en la elección más importante del periodo democrático 44 31 juni-10 ener-10 0 10 20 9 29 30 50 60 70 40 46 febr-10 14 11 7 20 7 abri-10 4 mayo-10 5 19 15 23 69 73 75 62 45 80 La primera vez se produjo en 1985 cuando se llevaron a cabo elecciones generales adelantadas después de que la masiva marcha de mineros y otros sectores a la sede de gobierno durante el gobierno de la Unión Democrática y Popular, y que culminó con el recorte del mandato de Hernán Siles y la convocatoria a elecciones, que dieron paso a la estabilidad del régimen democrático. 90 4 marz-10 66 75 81 Apoyo al Presidente Morales El apoyo al presidente Morales puede observarse en el Informe de Opinión Pública Regular del mes de Julio de 2006 que publica Equipos Mori, con una muestra representativa urbana y rural en los departamentos de La Paz, El Alto, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija con una base de 1.000 entrevistados. La gráfica 2 permite observar los mencionados resultados. Gráfica 2 El MAS bajó su votación en un 3,02%, de modo que el efecto natural del desgaste de gestión empieza a sentirse, pero no es trascendente. Sin embargo, dada la alta legitimidad de Evo Morales de acuerdo a las encuestas de opinión pública, podría no sólo haberse repetido sino mejorado el triunfo de diciembre, de modo que podría inferirse que la baja confirme que más allá del apoyo al MAS o a Evo Morales que hizo la mayoría con su voto en diciembre, el apoyo de la sociedad boliviana es sobre todo apoyo al proceso de cambio, que se percibe de manera más nítida en el Poder Legislativo pero que es más sutil en la gestión del Poder Ejecutivo y mucho menos en la figura presidencial que tiende a reproducir las limitaciones de la -cuando menos- poco democrática cultura política boliviana. Aprueba No aprueba NS/NC contemporáneo. La importancia radica no solamente en el dato de la mayoría absoluta y en la posibilidad del avance en la inclusión de sectores distantes del sistema político, sino en el hecho de que por segunda vez una severa crisis política se resuelve por la vía institucional con el recorte de mandato y la convocatoria anticipada a elecciones generales4. juli-10 "OPINIONES Y ANÁLISIS" 4 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Por último, la votación no se traduce mecánicamente en igual número de escaños, eso depende –una vez más- del sistema electoral aplicado y en el caso actual, el MAS disminuye su votación pero mantiene la misma proporción de escaños que le dieron las urnas en diciembre, incluso con un leve incremento del 0,2%. La gráfica 3 muestra la comparación entre los resultados electorales y la asignación de escaños de las elecciones de diciembre de 2005 y las de julio de 2006. Más allá de la pequeña baja, lo importante es que el MAS sigue siendo el partido más grande del actual sistema de partidos políticos en Bolivia. El problema que debe resaltarse, es que las alianzas que hacen del principal partido de gobierno una entidad más flexible, también disfrazan una disminución mayor respecto al voto de diciembre, es decir, que si le restamos las alianzas en Pando y Tarija esta cifra podría disminuir al menos un 2 o 3% más, de modo que en los hechos la tendencia a la baja sería de alrededor de un 1% mensual. Gráfica 3 Votación del MAS 2005-2006 50,72 Votos 53,7 Escaños 53,5 Escaños 53,74 Votos 60 0 Elecciones Generales Elección de Constituyentes El MAS gana, pero pierde, ¿por qué?, existen diversas razones, entre ellas, una de peso probablemente sea la ruta etnicista cada vez más clara, que deja de lado a un importante sector de apoyo al MAS y que le dio el triunfo en áreas urbanas: el voto mestizo, el apoyo del cholo. Intencionalmente o no, la polarización racializada entre indios y no indios, por plantearlo de manera simple, impide al MAS mantener la capacidad interpelatoria que pudo tener en la campaña de diciembre y que le permitía persuadir a la diversidad bajo el discurso del cambio. En ese sentido, sin menospreciar la significativa mayoría absoluta que le da el triunfo al MAS, el MAS pierde, porque pierde gradualmente apoyo de sectores mestizos que reivindican la inclusión, el respeto y las oportunidades de los indígenas, pero que no se auto identifican como tales. 3. El balance positivo La asamblea de constituyentes es la más diversa y colorida de toda la historia nacional, no sólo por la presencia indígena, sino por la diversidad de lo indígena –también hay representantes de tierras bajas, aún más subalternizados que los de las tierras altiplánicas- y 47 48 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" lo mestizo. La diversidad puede ser analizada desde distintos puntos de vista, algunos de los cuales trataré de incorporar a continuación. La diversidad de la asamblea muestra que junto a la mayoría indígena de la población existe una vital variedad de mestizos digna de ser festejada, y si bien comparto el deseo del Señor Presidente de que en lugar de q’aras y t’aras deberían haber bolivianos con los mismos derechos y deberes5, se olvidó mencionar a los indios, se olvidó que también deberían sentirse bolivianos y que todos deberíamos vernos antes que nada como ciudadanos iguales, con iguales derechos y también con iguales obligaciones. a. La composición de la Asamblea Son 254 asambleistas, ya que faltó designar al segundo uninominal por PODEMOS en la circunscripción 52 en Santa Cruz donde ganó. Juntos pueden considerarse como el inicio de un real y verdadero proceso de inclusión, son 71 representantes menores de 35 años (28%) y suman 182 los menores de 45 años (72%) lo que muestra el primer cambio significativo, como se observa en la gráfica 4. Gráfica 4 Si seguimos la visión racializada que realiza Don Evo Morales al mirar la realidad nacional, sobre la base de las fotografías, nombres, apellidos, procedencias y ocupaciones de los constituyentes 6, el siguiente ejercicio podría mostrarnos una distribución en la que los asambleistas electos, en su mayoría serían blanco-mestizos, o dicho sencillamente cholos, unos más claritos y otros más morenos, pero la mayoría cholos al fin. Distribución porcentual por edades 50 40 30 Cuadro 2 44 Indios T’haras Q’haras 28 20 20 10 0 7,4 0,4 21-35 36-45 46-55 49 56-65 Fuente: CHUQUI LA PAZ 5 7 3 28 15 15 23 50 CBBA ORURO POTOSÍ TAR STA. CRUZ 10 7 6 3 4 12 5 11 4 6 13 8 12 13 33 35 20 29 20 43 BENI PANDO TOTAL 2 2 46 1 2 72 17 10 136 20 14 254 % 18,1 28,4 53,5 100 Elaboración propia basándose en publicación de La Razón, sábado 5 de agosto de 2006. 66 o + 5 Entrevista a Evo Morales Ayma: “Sueño con un país sin q’aras ni t’aras". Publicada en La Razón, el sábado 5 de agosto de 2006 en el Suplemento El Tsunami Político. Página 13. 6 Suplemento de La Razón del sábado 5 de agosto de 2006: “Los constituyentes de la refundación”. 50 7 5 6 6 Sin información 2 Ganaderos 2 Ex Policías 24 Egresados/as y estudiantes Perfil de los constituyentes Maestros 49 Dirigentes sociales 2 Costureras 18 8 Comerciantes 2 Amas de casa El grupo cuantitativamente más grande es el de los abogados, y si le sumamos el conjunto de profesionales de otras disciplinas veremos que 109 de los constituyentes (43%) tienen algún título universitario. El segundo grupo más importante, es el de los dirigentes sindicales, campesinos y vecinales -en ese orden-, que suma un total de 49 representantes (19%). Campesinos/as 51 Otros profesionales 51 52 0 10 20 30 40 50 60 70 58 Abogados/as Gráfica 5 15 Técnicos En todo caso, la diversidad es una fiesta y también se refleja en las diversas ocupaciones de los miembros del grupo colegiado, como puede observarse en la gráfica 5. Transportista El cuadro es un simple ejercicio de distribución en base a los criterios planteados, y tratando de agruparlos en base a las diferencias fenotípicas que las fotografías permiten ver, por supuesto es sólo un ejercicio y no dice nada de la auto identificación de cada quién, en todo caso muestra que más allá de la presencia blanco-mestiza en esta asamblea la representación aún no refleja la composición étnica del país. La pregunta que queda es si necesariamente un cholo debe representar a los cholos, si un blanco a los blancos –si es que quedan blancos puros- y si un indio debe representar a los indios –si es que quedan indios puros-, o más bien deberíamos tener un conjunto de representantes nacionales que no restrinjan su visión a las diferencias fenotípicas y culturales, sino capaces de pensar la totalidad de manera integral, como una sola comunidad política. Eso es lo que no pudieron lograr los representantes de generaciones anteriores, ojalá los actuales lo logren. Ese sería el mayor triunfo no sólo del MAS sino del país entero, por supuesto ese cambio no pasa sólo y exclusivamente por un cambio en el sistema político sino también por un cambio ideológico radical en la sociedad. "OPINIONES Y ANÁLISIS" Varios "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Ahora bien, la diversidad en edades, profesiones, rasgos y colores, más que un triunfo del MAS es un triunfo del país, del proceso de más de veinte años de democratización institucional y social, es un cambio del sistema y no sólo de gobierno. El MAS gana pero es el conjunto nacional el principal beneficiario de que este hecho político jurídico sea legitimado por los pluri-multi. Gráfica 6 Cuota de participación de mujeres 80 66,3 60 b. La cuota de participación de mujeres 40 33,7 20 La Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente incluyó la alternancia Hombre-Mujer, Mujer-Hombre en las listas de candidatos, decisión vital para que la presencia de mujeres alcance el 30% señalado en la Ley de Cuotas. De este modo por primera vez en una instancia nacional existe una participación de mujeres del 33,7%, como muestra la gráfica 6. ¿Cuál el significado de superar esa cuota mínima?. Los efectos positivos no son inmediatos, requieren tiempo, pero en el mediano plazo pueden producir: 1) una selección activa de mujeres cualificadas en las organizaciones políticas que aspiran a lograr cargos electivos; 2) un considerable número de mujeres que lograrán incidir en las normas y en la cultura política; 3) que las mujeres tengan la posibilidad de ejercer influencia en el proceso de toma de decisiones en su condición de particulares, o como representantes de puntos de vista específicos de grupos de mujeres7. 7 Dahlerup, Drude (2002): “El uso de cuotas para incrementar la representación política de la mujer”. IDEA International, Suecia. Página 171. 53 0 Mujeres Hombres Además de lo señalado, el nombramiento de Silvia Lazarte como Presidenta de la Directiva de la asamblea es un avance significativo en cuanto a discriminación positiva, pero este hecho simbólico no necesariamente se traduce en una inclusión de las reivindicaciones de las mujeres en el debate constituyente, ya que la cultura patriarcal y el discurso etnicista probablemente sigan siendo predominantes. Hasta el presente la mayor presencia de mujeres en el legislativo después de la aprobación de las cuotas no ha modificado significativamente los temas que se tratan y en general las mujeres han sido más o menos “confinadas” a las comisiones vinculadas al rol de la maternidad, digamos que la reforma ideológica es aún tan incipiente que parece poco probable que en el corto plazo se nombre a una mujer cabeza de la Comisión de Energía e Hidrocarburos. 54 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Por otra parte, no debe olvidarse que la amplia mayoría del MAS en el poder legislativo no ha contribuido a incrementar la cuota de mujeres, al contrario se establece una disminución del 21,5% a un 14%, lo que muestra que si bien se producen avances significativos en cuanto a la inclusión de pueblos indígenas respecto a las mujeres ha habido un retroceso. Por eso, hay que aplaudir la idea de incluir la alternancia, que ojalá se traduzca no solamente en una mayor presencia de mujeres o en una presidencia simbólica, sino en una cualificación del debate constituyente desde las distintas miradas. basándose en sus propios criterios, y por tanto a desmarcarse de sus siglas y bancadas. En este sentido, ninguna de las fuerzas políticas representadas tiene el control sobre sus asambleístas, en el mejor de los casos tienen influencia sobre ellos, aunque las señales del oficialismo son claras: los masistas deben seguir fielmente las orientaciones que defina el partido, de lo contrario recibirán sanciones de sus correspondientes organizaciones de base. c. Los políticos profesionales y los nuevos actores de la política La diversidad de esta asamblea también presenta rasgos negativos, muestra que varios de ellos como líderes legítimos de sus localidades aceptaron ser candidatos porque la posibilidad de ganar representaba un tentador ingreso fijo y estable que –mucho más allá de la responsabilidad con el país- les permitirá por ejemplo, cubrir sus deudas, como manifestó una ganadora por el MAS en una entrevista del noticiero de la mañana de Bolivisión del 5 de agosto. Un cambio significativo es la cantidad de caras nuevas en la política, lo que no necesariamente significa que lo nuevo sea mejor. Del total de representantes apenas se encuentra una decena de políticos profesionales, como es el caso de Hormando Vaca Diez, Samuel Doria Medina, Sergio Medinaceli, Oscar Zamora, Román Loayza, Guillermo Richter y José Bailaba, que se constituyen en los posibles operadores políticos de las diferentes bancadas en la construcción de consensos. Se los critica mucho, pero debe reconocerse que están donde están y se mantienen ahí debido a que saben hacer política. En el resto, encontramos nuevos actores que por ende, no tienen idea de las lides que les esperan, cuya acción puede estar basada en muy buenas intenciones, pero que también pueden ser víctimas de la manipulación de los más duchos, dentro y fuera de la asamblea. 4. También debe tomarse en cuenta que al no ser políticos profesionales y en general, al no ser militantes orgánicos de las fuerzas a las que representan, tienen la oportunidad de actuar por cuenta propia, Más allá de la enorme importancia de la inclusión, debe tomarse en cuenta que la tarea de la asamblea no es sólo la de producir legitimidad, sino la de diseñar un nuevo orden institucional que sea 55 56 El MAS ganó el mayor número de escaños (137), sin embargo para poder lograrlo se vio obligado a establecer alianzas con líderes locales que garantizaban ganar la elección en la circunscripción pero que no necesariamente son militantes orgánicos –los mejores cuadros ya se incluyeron en las listas de diciembre-, lo que al mismo tiempo significa, que al abrirse demasiado puede perder el control, por ejemplo ¿podrá con la gente de–“Chiquitin” Becerra?. El MAS ganó en votos, pero perdió capacidad de control de su bancada. El balance negativo "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" mejor que el que está en vigencia. Ello requiere de capacidades y la más importante de todas es la tolerancia, la posibilidad de ver al otro como diferente, no como superior o inferior, y sobre todo no como adversario, y es muy difícil y hasta imposible ser tolerante cuando el fin de la asamblea constituyente es entendido como la posibilidad de superar el “empate histórico” a favor de la fuerza política insurgente, cuando la asamblea es considerada como un espacio que permite fortalecer el presidencialismo, profundizar el centralismo y garantizar el control del poder en el largo plazo manipulando la institucionalidad, y no como una asamblea deliberante que debe articular múltiples visiones de mundo en una sola Constitución que sea validada, y por ende, luego respetada por todos. que no está con el MAS no está con el cambio, y sobre todo, si no eres “evista” no estás con el pueblo. Las señales que ha dado el MAS entre el 2 de julio y el 6 de agosto no son las más auspiciosas y no dan muestra alguna de la intención de que en la asamblea se definan consensos que aseguren no sólo la viabilidad de las decisiones, sino sobre todo que garanticen que no se repita la imposición de unas visiones sobre otras como se hizo siempre en el pasado cercano. Más bien se percibe una recurrente amenaza de usar la asamblea no para “refundar” el país, sino para “refundir” a la fragmentada y débil oposición carente de propuestas a través de la imposición de la mayoría sobre las minorías, es más, en su mensaje del 5 de agosto al Congreso el presidente Morales dio amplias muestras de que ha retornado la lógica de suma “0”: “Alguno que está aquí y no está aplaudiendo seguramente le va afectar [la lucha contra la corrupción], por eso no está aplaudiendo”8, afirmación que muestra una postura de: el que no está conmigo está en mi contra, el Puede parecer anecdótico, pero son numerosas las afirmaciones y amenazas del presidente y algunos miembros del gabinete que muestran que el predominio de orientaciones autoritarias no es ni fue privilegio de gobiernos anteriores, sino más bien -lamentablementeun rasgo de la cultura política boliviana. Cambian las personas pero los comportamientos se repiten, lamentablemente con su mantenimiento no sólo pierde el MAS, sobre todo pierde el país. Algunos de estos comportamientos negativos son los que analizaré a continuación. 8 Palabras de S.E. Presidente de la República Evo Morales Ayma. Informe a la Nación desde “La Casa de la Libertad”, Sucre, 5 de agosto de 2006. Página 13. 57 Esta visión obtusa de la enorme oportunidad que tiene en sus manos puede llevar al oficialismo a perder de vista que si la mayoría está con el MAS, probablemente no sea por ser el MAS o por ser Evo Morales, sino y especialmente por que la mayoría está con el cambio, por eso la nueva Constitución debería implicar un verdadero cambio e incluir las múltiples posturas, ser al menos intercultural, no solamente para no caer en errores del pasado sino sobre todo para que la institucionalidad se respete una vez aprobada en el Referéndum vinculante antes de su promulgación. a. La búsqueda de los dos tercios El gobierno advirtió al país y aseguró a sus adherentes que lograría no sólo el control de los dos tercios, sino que apostó a lograr el 80% de los votos, lo cual obviamente era imposible dadas las características de la Ley de Convocatoria. La cruda realidad del 50,74% llevó a un proceso de negociación con diversas fuerzas para tratar de garantizar el control de la asamblea a través de una renovación de la 58 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" democracia pactada, con la elemental diferencia de que en el pasado era casi una necesidad imperativa del ganador para poder gobernar ante la ausencia de mayoría absoluta (Ver Anexo 3). Ninguno de los gobiernos democráticos tuvo las condiciones del MAS, no sólo en tanto a legitimidad sino especialmente por la expectativa internacional generada, factor que no sólo es sistemáticamente desaprovechado sino que por el contrario, la cabeza del gobierno el presidente Morales ha pasado de ser el indígena y líder sindical que llega al poder a través de las urnas dando muestras de la consolidación del régimen democrático en el corazón de América, a ser el miembro del trío de gobiernos anti imperialistas de perfil autoritario junto a Hugo Chávez y a Fidel Castro. incapacidad del gobierno de diferenciar los roles de Asamblea Constituyente y de Poder Legislativo, y sobre todo la imposibilidad de pensar el proceso decisional como un espacio de deliberación y generación de consensos desde posiciones plurales lleva al intento de capturar los dos tercios. Para bien del país no lo lograron, pero por supuesto tienen un año por delante para seguirlo intentando. Al no haber alcanzado el porcentaje deseado para imponer las decisiones oficialistas sobre el conjunto de la asamblea, el gobierno se concentró en la búsqueda de los dos tercios de votos a través de una remoción de la democracia pactada al mejor estilo de la detestable “Mega” coalición de Banzer que juntó chicha con limonada para garantizar la imposición de criterios y luego acabó dependiendo de unos cuantos votos de UCS y del caprichoso Jhonny Fernandez. La 59 b. Las “pruebas piloto” Durante el proceso electoral se realizaron dos “pruebas piloto” para asegurar la reproducción del MAS en el poder: la propuesta de incorporación de la reelección inmediata en la nueva Constitución para buscar la continuidad de Evo Morales en el sillón presidencial; y la afirmación de que la asamblea debería contar con poderes absolutos, es decir, quedar por encima de los poderes constituidos, al mejor estilo chavista. Ambas propuestas incluían el cálculo político del control de los dos tercios y la posibilidad de librarse de la casi inexistente pero no deseada oposición en el Congreso. Después de la votación se realizaron dos pruebas más, esta vez realizadas directamente por el presidente de la República: en un encuentro en la localidad de Ucureña los primeros días de agosto, Morales amenazó con cerrar el Congreso si no aprobaban la Ley de Tierras propuesta por el Ejecutivo; y luego, el 6 de agosto en el discurso de inauguración de la asamblea volvió a insistir en la necesidad de que ésta tenga poderes absolutos. Los cuatro ejemplos no pueden sino considerarse como intentos autoritarios que van en contra de la posición institucional que el MAS adoptó durante todo el periodo previo, cuando era oposición. Si bien 60 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" sus representantes no podían estar al margen de una cultura política con rasgos autoritarios dominante en el proceso ideológico boliviano, de cualquier manera, el discurso de cambio los obliga a actuar de manera diferente. Probablemente, estos imperdonables deslices se traduzcan en una baja más acelerada del apoyo al Presidente, y posteriormente y dependiendo de los resultados de gestión gubernamental que tendrán que empezar a mostrar, la cómoda mayoría se vaya diluyendo sin haber sido verdaderamente aprovechada. Todos éstos datos, permiten pensar la posibilidad de una intromisión del Poder Ejecutivo sobre la asamblea, lo que puede producir la deslegitimación del cuerpo de constituyentes, y en particular de los resultados de su trabajo, ya que si bien se mantiene la mayoría a favor del MAS la polarización política y regional aún no ha sido resuelta como lo muestra el mapa del referéndum sobre autonomías. Por eso, es fundamental que el gobierno respete el voto ciudadano y las atribuciones que la Ley les confiere a los representantes constituyentes elegidos y se mantenga solamente brindando orientación a su bancada, no así decidiendo por ella. c. La intromisión del Poder Ejecutivo En las semanas posteriores a la votación se percibió una clara división entre los asambleistas del MAS y los demás, a partir de la cuestionada actuación de la REPAC a cuyos eventos sólo tenían acceso los representes oficialistas y donde sólo podían difundirse visiones acordes a las del gobierno. Por otra parte, diversas organizaciones se volcaron a las mismas actividades pero abiertas al conjunto de representantes de todas las fuerzas políticas, pero los asambleístas del MAS estuvieron ausentes. Ese fue un primer dato negativo. Más adelante y ante la imposibilidad de la captura de los dos tercios, el proceso de negociación para la conformación de la directiva de la asamblea tuvo tropiezos, los que fueron resueltos con la intromisión del Vicepresidente de la República, quién facilitó la organización de la Comisión ad. hoc. que posesionó a los constituyentes. Después del 6 de agosto, se presentaron públicamente diversos comentarios sobre una mayor dedicación de la Presidenta de la Asamblea, Silvia Lazarte a visitar el despacho presidencial antes que a sus tareas en la Directiva. 61 d. La cultura política democratización como obstáculo a la Muchos de los aspectos negativos aquí señalados y adscritos al MAS y a su cabeza más visible el Presidente Morales, no son exclusividad del gobierno actual, más bien son parte de una cultura política dominante poco democrática y con diversos matices autoritarios. Por supuesto, debe comprenderse que ha cambiado el partido de gobierno y no el Estado completo, también debe tomarse en cuenta que esos rasgos negativos de la cultura política son compartidos por indios, t’aras y q’aras, y por supuesto, debe quedar claro que los cambios ideológicos son lentos y no pueden producirse en apenas un semestre. Pero a pesar de esas consideraciones, el discurso de cambio y de cuestionamiento al sistema “tradicional” de partidos por parte del gobierno y del presidente nos llevan a ser más exigentes en la evaluación. Por eso, con una presencia demasiado extensa de gobiernos autoritarios en la historia contemporánea reciente de hace apenas dos 62 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" décadas, se hace imprescindible que el MAS acelere el proceso de cambio ideológico dando el ejemplo. o el Canciller que quiere decidir qué podemos o no leer los bolivianos”– como los arios en la segunda guerra mundial-, o el Ministro de Educación que quiere imponer el aprendizaje de una lengua nativa, el país pierde, y el MAS pierde, pierde la oportunidad de representar un verdadero cambio en la política nacional. En todo caso, han pasado apenas seis meses y todavía quedan cuatro años y medio para rectificar los errores iniciales. e. Las expectativas alrededor de “Hogwarts” Para terminar, una preocupación recurrente es la inflación de expectativas alrededor de la asamblea constituyente. Por razones obvias, me ha parecido más pertinente referirme a ella como “Hogwarts” -la escuela para magos a la que asiste Harry Potter-, ya que demasiados bolivianos suponen que la asamblea es una convención de hechiceros, magos y brujas con sus correspondientes varitas, que desaparecerán la pobreza, el racismo, la dependencia y los autoritarismos de un sólo pase. Probablemente, aunque los actuales constituyentes cumplan su tarea de manera óptima, siempre quedará un gran margen entre el producto que logren y lo que la mayoría de la sociedad esperaba de ellos. Por eso, es vital que el proceso sea acompañado con una participación ciudadana sistemática e informada, propositiva y realista para que no caigamos luego en un desencantamiento colectivo que deje el sabor de que la nueva institucionalidad no es suficiente. A modo de conclusiones: ¿hasta dónde ganó el MAS? El MAS ganó en las urnas. El país ganó con la inclusión, pero cada vez que se manifiestan los rasgos autoritarios de sus líderes: el presidente que quiere clausurar al Congreso, o el Vicepresidente que se entromete en asuntos de la asamblea, o la REPAC que excluye de su “capacitación” a los representantes de las demás fuerzas políticas, 63 64 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Bibliografía 1. Dahlerup, Drude (2002): “El uso de cuotas para incrementar la representación política de la mujer”, en Mujeres en el Parlamento. Más allá de los números. IDEA International, Suecia. 2. Equipos Mori (2006): Informe de Opinión Pública Regular. Julio de 2006. 3. Morales, Evo (2006a): “Sueño con un país sin q’aras ni t’aras”. Entrevista publicada en La Razón, el sábado 5 de agosto de 2006 en el Suplemento El Tsunami Político. Página 13. 4. La Razón, Suplemento del sábado 5 de agosto de 2006: “Los constituyentes de la refundación”. 5. Morales, Evo (2006b): Palabras de S.E. Presidente de la República Evo Morales Ayma. Informe a la Nación desde “La Casa de la Libertad”, Sucre, 5 de agosto de 2006. 6. Offe, Claus (1988): “Partidos Políticos y Nuevos Movimientos Sociales. Editorial Sistema, Madrid. 7. Selligson, Mitchel (2006): Auditoria de la democracia. Informe Bolivia 2006. USAID, LAPOP, Ciudadanía, La Paz. 8. Torrens, Xavier (1996): “Los Sistemas Electorales”, en Manual de Ciencia Política, Caminal, Miquel (Coordinador), Editorial Tecnos, Madrid. 65 66 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" ANEXO 1 CONCENTRACIÓN DE LA POBLACIÓN EN LAS DIEZ CIUDADES PRINCIPALES Circuns. 1 2 7 8 9 10 11 13 14 15 16 23 24 25 32 33 37 38 45 46 50 51 52 53 54 55 61 66 70 Descripción Capital Sucre Capital Sucre Sección Capital Provincia Murillo La Paz Sección Capital Provincia Murillo La Paz Sección Capital Provincia Murillo La Paz Sección Capital Provincia Murillo La Paz Sección Capital Provincia Murillo La Paz Cuarta Sección, Provincia Murillo El Alto Cuarta Sección, Provincia Murillo El Alto Cuarta Sección, Provincia Murillo El Alto Cuarta Sección, Provincia Murillo El Alto Sección Capital Provincia Cercado Cochabamba Sección Capital Provincia Cercado Cochabamba Sección Capital Provincia Cercado Cochabamba Sección Capital Provincia Cercado Oruro Sección Capital Provincia Cercado Oruro Sección Capital Provincia Tomás Frías Potosí Sección Capital Provincia Tomás Frías Potosí Primera Sección Provincia Cercado Tarija Primera Sección Provincia Cercado Tarija Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz Sección Capital Provincia Gral. José Ballivián Beni Sección Capital Provincia Nicolás Suárez Pando Sección Capital Provincia Andrés Ibañez Santa Cruz Inscritos en Padrón 53958 53942 83721 114830 83634 100836 103730 69836 69006 121551 111499 92294 71478 62441 41746 34634 46630 38153 47087 38341 78401 71664 92291 74070 71654 56102 43838 14655 69153 2011175 Total: Fuente: Elaboración propia sobre datos oficiales de las Elecciones Generales 2005 de la CNE. 67 ANEXO 2 Perfil profesional-laboral Abogado/a Administrador de empresas Ama de casa Arquitecto/a Auditor/a Campesino/a Comerciante Comunicador/a Social Contador/a Costurera Cristiano Demógrafo Dirigente ASOFAMD Dirigente campesino Dirigente sindical Dirigente vecinal Economista Egresado/a de la Univ. Empresario/a Enfermera Estudiante Ex Alcalde Ex Concejal Ex Policía Filósofo Fisioterapeuta Ganadero/a Ingeniero/a Lingüista Maestro/a Mama Talla Mecánico Médico Pedagogo/a Fr.Ab. 58 4 2 1 2 18 8 7 3 2 1 1 1 18 29 1 8 16 1 2 8 1 1 2 1 1 2 8 1 15 1 1 3 2 68 "OPINIONES Y ANÁLISIS" Periodista Politólogo/a Secretaria Socióloga Técnico Transportista Sin información "OPINIONES Y ANÁLISIS" 4 2 1 1 6 5 6 255 Fuente: Elaboración propia sobre Publicación de La Razón, 5/8/06. ANEXO 3 Porcentaje de votos del ganador de elecciones generales 60 53,74 50 40 31,22 35,08 34,05 28,56 30 23,07 22,26 22,46 1997 2002 20 10 0 1979 Elección 1980 Gobierno 1985 1989 1993 Porcentaje obtenido en las Partidos miembros urnas por el ganador 2005 Número de % Alianza en aliados el Congreso 1985 Pacto por la democracia ADN (28,56%) MNR, ADN 2 54,98 1989 Acuerdo Patriótico MNR (23,07%) MIR, ADN, CONDEPA 3 53,36 MNR (35,08%) MNR, MRTKL, UCS, MBL 4 51,16 7 72,18 1993 1997 MNR-MRTKL Mega Coalición ADN, MIR, NFR, PDC, UCS, CONDEPA, KND ADN (22,26%) MNR, MIR, NFR, UCS, 69 2002 MNR-MIR MNR (22,46%) MBL, PS-1 7 68,06 2005 MAS-MSM MAS-MSM (53,74%) MAS, MSM 2 53,74 70 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" LOS RESULTADOS DEL REFERÉNDUM SOBRE LAS AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES La crisis social y política que se desencadenó en el país a partir del año 2000 derivó en un proceso de profunda inestabilidad institucional. A partir del año 2002, se produjeron dos procesos de sucesión presidencial y una elección adelantada, en medio de permanentes movilizaciones y conflictos sociales. En octubre del 2003, cuando Carlos Mesa asumió el mando del país, los movimientos sociales impusieron una agenda de pacificación que implicaba, por una parte, la modificación de la Ley de Hidrocarburos mediante la convocatoria a un Referéndum que defina el destino de los recursos naturales, y por otra la convocatoria a una Asamblea Constituyente que permita una transformación estructural del Estado. Más adelante, se incorporó en dicha agenda, la demanda proveniente del oriente boliviano de procesar la implantación de las autonomías departamentales. Mesa cumplió parcialmente la primera demanda mediante la realización del Referéndum sobre el destino de los hidrocarburos, pero luego fue forzado a renunciar sin cumplir con los otros componentes de la agenda nacional. María Teresa Zegada Claure* El origen del Referéndum sobre las autonomías La convocatoria al Referéndum sobre las autonomías deviene fundamentalmente de dos procesos históricos: uno relacionado con el profundo cuestionamiento a la estructura estatal que acompañó el proceso de crisis y conflictos sociales que vivió el país desde el año 2000; y el otro, como consecuencia del desarrollo histórico de la demanda autonómica del oriente boliviano que, en los últimos años, fue nuevamente impulsada por el movimiento cívico y se reposicionó en el escenario nacional para avanzar hacia sus objetivos estratégicos1. * Licenciatura en Sociología, Magíster en Ciencias Políticas. Actualmente, docente e investigadora de la Universidad Mayor de San Simón. Autora de varios artículos y libros, entre los que se destacan: “El proceso de transición democrática en Bolivia: 1982-1985”; “Democratización Interna de los Partidos Políticos en Bolivia”; “Política, cultura y etnicidad en Bolivia” (coautoría); “Ejemonías: Democracia representativa y liderazgos locales” (coautoría); “La representación territorial de los partidos políticos en Bolivia”; “Estructura organizativa y relaciones de poder en los partidos políticos”. 1 Este trabajo incorpora algunos insumos de la investigación en curso, que se realiza en el marco de la Convocatoria “Autonomías departamentales y fortalecimiento del Estado Nacional” auspiciada por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB), 2006. 71 Hacia mediados del 2005, asumió la Presidencia Eduardo Rodríguez, Presidente en ejercicio de la Corte Suprema de Justicia, con el mandato político específico de convocar a elecciones generales adelantadas para Presidente, Vicepresidente y Congreso, convocar a elección de Prefectos (concurrente con la elección general) para diciembre del 2005, y la convocatoria al Referédum por las autonomías junto a la elección de Constituyentes a mediados del año 2006, este acuerdo político permitió una salida constitucional a la crisis así como establecer con claridad el cronograma de la agenda de conflictos proveniente de oriente y occidente del país. En la coyuntura crítica de conflictos mencionada, no estuvieron presentes solamente los movimientos populares que tradicionalmente 72 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" se enfrentaron a los gobiernos de turno, la irrupción del movimiento cívico cruceño con la demanda de las autonomías, abrió un nuevo frente de conflictos para el aparato estatal y que, en términos societales significó una suerte de reequilibrio de las relaciones de fuerza regional entre el oriente y el occidente del país. sobre el destino de los recursos hidrocarburíferos, que, desde su perspectiva afectaba los intereses regionales de Santa Cruz, ya que en esta región se encuentran importantes yacimientos. En relación con la demanda de las autonomías departamentales, quienes han construido el discurso regional cruceño sostienen que el oriente del país fue sistemáticamente marginado del Estado centralista, y por tanto, exigen una nueva relación que implique un inédito pacto entre esta región y el Estado. Si revisamos rápidamente la historia constatamos que, si bien las zonas del oriente boliviano fueron de interés secundario para los primeros gobiernos republicanos durante el siglo XIX, hacia la primera mitad del siglo XX se inician los primeros planes de acercamiento e incorporación de estas zonas geográficas al Estado mediante planes de desarrollo integral como el Plan Boham por ejemplo, en la década de los cuarenta; después, con la revolución del 52, se inicia la denominada “Marcha al Oriente” propiciada por el Estado que implicaba un conjunto de estrategias de desarrollo económico y de colonización del Oriente del país. También en los años 70 y 80, particularmente sectores económicos y financieros de Santa Cruz fueron beneficiados con políticas estatales orientadas a resolver sus necesidades concretas. En realidad, las demandas del Comité Pro-Santa Cruz cobraron vigor hacia principios de la década de los ochenta junto con el advenimiento de la democracia representativa, y estuvieron orientadas básicamente hacia la profundización de la descentralización políticoadministrativa, para lo cual lograron el apoyo de otros comités cívicos del país. Sin embargo, a partir del año 2003 asumieron una posición mucho más contundente como consecuencia de la discusión nacional 73 El año 2004, se reunieron representantes de los comités cívicos de 8 departamentos del país, incluido El Alto (con excepción de Oruro y Potosí) en Santa Cruz, y aprobaron el Manifiesto Cívico a la Nación denominado “Autonomías departamentales para una nueva Bolivia”, en el que exigían “que se reconozca al pueblo boliviano su derecho a expresarse respecto a las autonomías departamentales mediante un referéndum, como decisión vinculante para los miembros de la Asamblea Constituyente”. Demandaban que el Referéndum nacional debía realizarse de manera paralela a las elecciones municipales programadas para diciembre de ese año, o en su caso, en el mes de abril del 20052. Como no hubo una respuesta positiva del gobierno, el Comité Cívico cruceño aprobó una propuesta de la brigada parlamentaria de ese departamento, para demandar la convocatoria a un Referéndum autonómico departamental vinculante y, con el fin de viabilizar y garantizar su realización, se conformó el denominado Consejo Preautonómico conformado por personalidades del departamento. Paralelamente, el movimiento regional cruceño emitió un documento de propuesta denominado “Autonomías departamentales. Descentralización fiscal financiera”3 de amplia difusión pública que 2 La Razón, 19 agosto, 2004. 3 El autor de esta propuesta fue Mario Galindo, y circuló como separata de un periódico de circulación nacional: “Autonomías departamentales. Descentralización fiscal financiera”. La Paz, Separata de FES-ILDIS, Comité Pro Santa Cruz, FULIDED, 2004. 74 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" proponía la constitución de gobiernos departamentales elegidos por voto directo, la conformación de su propio parlamento o asamblea departamental y la descentralización de atribuciones y competencias, así como establecer políticas públicas y establecer tributos acordes con un Estatuto Autonómico como instrumento normativo regional que regule el funcionamiento de las autonomías; concretamente proponía dejar para la administración del Estado central el 33,33% de los ingresos generados por concepto de recaudaciones nacionales, mientras el saldo (66,67) quedaría en manos de las regiones para cubrir las competencias transferidas a los gobiernos departamentales. En definitiva, los gobiernos autónomos, también denominados “niveles subnacionales”, se quedarían con el 66,67% de los recursos provenientes de la recaudación tributaria de los impuestos nacionales (IVA, IT, RC-IVA, IU, ICE, IVE, ITGB), el Gravamen Aduanero Consolidado (GAC), el Impuesto Especial a los Hidrocarburos (IEH), el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) y otros por crearse; y finalmente, de este 66,67 por ciento administrado por los gobiernos autónomos, se destinaría el 10 por ciento para la conformación de un Fondo de Compensación de las Autonomías Departamentales, un cinco por ciento para las universidades del departamento y un 20 por ciento para los municipios. Esta propuesta evidentemente despertó muchas reacciones en el resto del país. provisional”. En ese contexto, y con el fin de evitar la apertura de un nuevo frente de conflictos, el Presidente Mesa se comprometió con el movimiento regional a convocar a un Referéndum vinculante sobre las autonomías para el 10 de abril de ese año, la elección de prefectos y finalmente, a retroceder en las medidas económicas asumidas por el gobierno que habían causado malestar en sectores económicos cruceños. A pesar de esta decisión del gobierno, la dirigencia cruceña no retrocedió en sus propósitos y continuó con sus movilizaciones. A principios del 2005, las determinaciones de la entidad cívica serían secundadas por un conjunto de movilizaciones y medidas de presión; de esta manera, en el mes de enero junto a varios sectores movilizados en la región en rechazo a medidas gubernamentales que afectaban sus intereses y en contra del gobierno de Mesa, se inició la movilización a favor de las autonomías y, entre otras medidas, se definió la realización de un gran cabildo departamental para fines de ese mes y se convocó a la constitución de un “gobierno autónomo 75 El cabildo cruceño se realizó el 28 de enero del 2005 con un gran despliegue logístico y la asistencia de aproximadamente 300.000 personas, en dicho evento, entre discursos de rechazo al gobierno y de exacerbación de los intereses regionales, se aprobó la conformación de una Asamblea Provisional Autonómica que coordinaría la transferencia progresiva de recursos, paralelamente se establecieron mecanismos que garanticen la próxima realización de un Referéndum vinculante. Cabe puntualizar que, varias organizaciones sociales cruceñas rechazaron la posición del Comité Cívico y se mantuvieron al margen del Cabildo y las movilizaciones descritas, es el caso de las organizaciones indígenas como la Coordinadora de Pueblos Étnicos, la Federación Departamental de Mujeres Campesinas, el Movimiento Sin Tierra, la Federación Departamental de Colonizadores y la Organización Indígena Chiquitana, que sugerían abordar el tema de las autonomías en el marco de la Asamblea Constituyente4. 4 La Razón, 27 de enero, 2005. 76 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" A pesar de que ambos temas, la Asamblea Constituyente y el Referéndum por las autonomías mantienen una estrecha relación, pues precisamente la Constituyente es el escenario de concreción de las propuestas autonómicas, se fueron constituyendo en discursos antagónicos o alternativos, y derivó en muchos casos en confrontaciones internas entre organizaciones sociales del departamento. para conformar un gobierno propio, realizar una constituyente regional, o finalmente, apelar a la resistencia civil si es que no eran escuchados por las instituciones estatales en un plazo determinado. Nuevamente, ante la falta de respuestas concretas por parte del gobierno, la dirigencia cívica cruceña decidió avanzar en la definición de los aspectos técnicos y políticos del proyecto de Ley de convocatoria del Referéndum Autonómico, y paralelamente, inició el proceso de recolección de firmas para respaldar la Iniciativa Ciudadana que dé curso a la convocatoria. Después de algunos meses, los dirigentes del Comité Pro Santa Cruz y la Brigada Parlamentaria entregaron formalmente 6.000 libros a la Corte Nacional Electoral, que contenían alrededor de 421.000 firmas y, luego de su correspondiente depuración dio curso a la demanda cruceña de convocatoria a un Referéndum sobre autonomías. Es preciso señalar que el movimiento cívico cruceño mantuvo dos estrategias paralelas en el transcurso de sus movilizaciones. Por una parte, acudía a los distintos canales institucionales para lograr sus objetivos, como la elaboración técnica de propuestas y de sus estatutos autonómicos o el cumplimiento de requisitos formales para acceder a la convocatoria al Referéndum; pero por otra, amenazaba permanentemente con medidas de facto en caso de que esta primera vía no prosperara, por ejemplo insistían en que si el Parlamento no aprobaba su propuesta de Ley de Convocatoria, el movimiento cruceño se “autoconvocaría” a Referéndum desestimando los canales y limitaciones legales establecidas, del mismo modo en repetidas ocasiones amenazaron con constituir su propia Asamblea Departamental 77 De esta manera, lograron posicionar sus demandas en el marco de conflictos sociales del país, y por ello, en junio del 2005, cuando asume la presidencia Eduardo Rodríguez se incluye entre los temas prioritarios tanto la convocatoria a la elección de prefectos departamentales como al Referéndum vinculante por las autonomías. La elección de prefectos que se realizó junto a la elección de Presidente, Vice-presidente y Congreso en diciembre de 2005 fue el primer paso efectivo en el proceso de descentralización estatal. Con un marco legal inadecuado (la Ley de Descentralización Administrativa de 1995) y forzando la interpretación del artículo 109 de la Constitución Política del Estado, mediante la aprobación de una Ley interpretativa (No. 3090), se cambió la figura del Prefecto como autoridad directamente designada por el Presidente de la República y se estableció su designación, previa elección por voto popular. Más allá de los resultados políticos, en términos institucionales ha implicado un profundo desfase normativo, pues se trata de autoridades electas por voto popular, pero con estructuras normativas regidas por la lógica de la delegación de poder desde el gobierno central. En ese sentido, en los últimos meses se han realizado esfuerzos por incorporar modificaciones a la actual legislación para establecer con mayor claridad las competencias prefecturales y su relación con el gobierno central. Cabe señalar, que se han sumado a la demanda autonómica de Santa Cruz, las propuestas de otros movimientos regionales como el de Tarija, Beni y Pando, introduciendo algunos matices. La localización territorial de los recursos gasíferos en el departamento de Tarija cobró importancia geo-política, constituyéndose la dirigencia cívica tarijeña, 78 "OPINIONES Y ANÁLISIS" en un aliado estratégico para exigir el Referéndum autonómico. Por otra parte, también se han pronunciado otros comités cívicos como el de Chuquisaca con planteamientos de descentralización distintos, por ejemplo, este comité plantea la “regionalización del desarrollo en un estado unitario” que se basa fundamentalmente en una mayor desconcentración económica administrativa y una mayor descentralización política “a partir de la integralidad de tres departamentos, una mancomunización que les permita tratar temas de interés común”5. En cambio, los movimientos cívicos de occidente no respaldaron la propuesta de Santa Cruz y se pronuncian por la integridad territorial y por las autonomías con unidad que, en su criterio, deben plantearse en el marco de la Constituyente: “no estamos de acuerdo con la posición de los cívicos del oriente, cuando plantean que el Gobierno debe convocar primero a un referéndum en el que se consulte a la población qué tipo de autonomía quiere, porque eso le resta importancia a la Asamblea Constituyente, que es la instancia en la que se debe discutir el tema”, señalaron. Finalmente, y aunque desde perspectivas diferentes a la del movimiento cívico cruceño, también están presentes en el actual debate sobre las autonomías y el ordenamiento territorial del país, las propuestas de otros sectores como los pueblos originarios e indígenas, los municipios, instituciones sociales, académicas y otros, que han ampliado el debate y, en algunos casos, buscan una posible salida democrática y concertada a las visiones confrontadas sobre el tema. 5 La Razón, 17 septiembre, 2004. 79 "OPINIONES Y ANÁLISIS" El Referéndum como mecanismo democrático La incorporación en la reforma constitucional del 2004 de las figuras jurídicas del Referéndum, la Iniciativa Legislativa Ciudadana y la Asamblea Constituyente como mecanismos democráticos complementarios a la elección periódica de autoridades, se ha constituido en una respuesta a la necesidad expresada por la sociedad boliviana, de ampliar las formas de participación democrática. En relación con el Referéndum, el antecedente histórico más importante fue la consulta ciudadana realizada el año 1931 durante el gobierno de Daniel Salamanca en el cual, entre otras cosas, se aprobaron las autonomías departamentales y universitarias. Sin embargo, no tuvo mayor impacto porque la Ley de descentralización administrativa que se elaboró como resultado del Referéndum, fue vetada por el Presidente de la República. Pero además se trató de un evento realizado en el marco de una democracia restringida, por tanto sus resultados también carecieron de suficiente legitimidad. El otro antecedente inmediato fue el Referéndum sobre el gas realizado en julio del 2004 durante el gobierno de Carlos Mesa. Se trató de la primera consulta ciudadana con esas características, y en la cual los sectores sociales se sentían particularmente involucrados pues la iniciativa había provenido precisamente de la presión de los movimientos sociales por participar directamente en las decisiones y en rechazo a la política gubernamental de Sánchez de Lozada respecto del destino de los recursos naturales. Sin embargo, esta experiencia tuvo más efectos políticos –plebiscitarios para el gobierno de Mesaque estratégicos en relación con el motivo de la consulta. Pues si bien el Referéndum dio como resultado un apoyo mayoritario a las preguntas establecidas, luego, el Parlamento se arrogó la responsabilidad de 80 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" “interpretar” los resultados y durante aproximadamente diez meses se debatió el alcance de las preguntas, pero sobre todo los proyectos de Ley presentados al parlamento por los distintos partidos, dejando de lado el carácter decisorio y vinculante de la consulta ciudadana. que tendrán por objeto, en su jurisdicción territorial, disponer libremente de sus recursos, elegir a sus autoridades y darse su propia administración, con el fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes de cada departamento y del país”. Una diferencia procedimental sustancial entre el Referéndum sobre las autonomías y el Referéndum sobre los hidrocarburos es que, en ese caso, implicaba su aplicación inmediata –que como vimos, de todas maneras no sucedió-, mientras que el Referéndum sobre las autonomías es vinculante a la Asamblea Constituyente, es decir que otorga a este escenario el poder para la consideración y definición de las características de las autonomías y está sujeto a la aprobación de una nueva Constitución Política del Estado. El contenido de dicha pregunta, fue sin embargo cuestionado por distintos sectores sociales sobre todo en la parte referida a la libre disponibilidad de sus recursos, y fue objeto de largos debates parlamentarios, hasta que finalmente, se logró consensuar una nueva pregunta que fue incorporada en el tenor de la Ley de Convocatoria al Referéndum vinculante sobre las autonomías (Ley No. 3365 de 6 de marzo de 2006) y que en su artículo 4 establece: “¿Está usted de acuerdo, en el marco de la unidad nacional, en dar a la Asamblea Constituyente el mandato vinculante para establecer un régimen de autonomía departamental, aplicable inmediatamente después de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado en los Departamentos donde este Referéndum tenga mayoría, de manera que sus autoridades sean elegidas directamente por los ciudadanos y reciban del Estado Nacional competencias ejecutivas, atribuciones normativas administrativas y los recursos económicos financieros que les asigne la nueva Constitución Política del Estado y las Leyes? Con todo, nos encontramos en un proceso de construcción democrática que se verifica en un proceso de aprendizaje permanente, así como en la creación y aplicación de nuevas instituciones que permiten profundizar el ejercicio de la ciudadanía. En ese sentido, consideramos que tanto la aplicación del Referéndum como la realización de la Asamblea Constituyente comportan esa responsabilidad compartida. La Ley de Convocatoria: las dos versiones de la pregunta El proceso de recolección de firmas propiciado por el Consejo Pre-autonómico en el departamento de Santa Cruz, para respaldar la demanda de convocatoria al Referéndum, fue realizado con base en la petición expresa al Congreso Nacional de que “se convoque a un referéndum nacional vinculante departamentalmente que defina y establezca la constitución en el país de autonomías departamentales con transferencia efectiva de competencias y atribuciones, las mismas 81 La pregunta aprobada por el Congreso evidentemente eliminó las aristas más fuertemente cuestionadas del texto, sin embargo, su excesiva amplitud y ambigüedad podrían generar nuevamente diversas “interpretaciones” discursivas en el seno de la constituyente, desvirtuando el sentido de la consulta popular, de manera similar a la experiencia anterior. Al mismo tiempo, la Ley de Convocatoria establece con claridad en sus artículos 2 y 5 el carácter vinculante del Referéndum para los 82 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" departamentos en que triunfe el SI: “El presente Referéndum, como manifestación directa de la soberanía y voluntad popular, tendrá Mandato Vinculante para los miembros de la Asamblea Constituyente. Aquellos Departamentos que, a través del presente Referéndum, lo aprobaran por simple mayoría de votos, accederán al régimen de las autonomías departamentales inmediatamente después de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado”. En relación con los resultados del Referéndum establece: “Los resultados del Referéndum Nacional Vinculante a la Asamblea Constituyente, serán adoptados por simple mayoría de votos válidos. Los Departamentos que así lo aprueben accederán a las Autonomías Departamentales, una vez promulgada la nueva Constitución Política del Estado”. Una mirada exhaustiva a dichas propuestas –que se acercan a un centenar- permite constatar que el debate sobre las autonomías en el país se ha instalado en el discurso social y político nacional. Al mismo tiempo, se verifica que no existen dos o tres propuestas alternativas o confrontadas, sino múltiples miradas sobre el tema, provenientes de visiones de país distintas y de matrices discursivas diversas que se cristalizan en propuestas también diferentes. Debate autonómico y proceso preelectoral La coincidencia de las campañas electorales por los candidatos a la Constituyente y por el voto en el Referéndum, opacó el debate sobre el tema de las autonomías y priorizó la discusión de las propuestas electorales de los distintos candidatos. Los temas críticos comunes en que inciden las propuestas son básicamente los siguientes: el ordenamiento territorial, es decir la discusión sobre la definición de las unidades territoriales, pues mientras unas buscan la preservación de las actuales (departamentos, provincias, municipios y cantones), otras cuestionan dichos límites y proponen la creación de nuevas unidades o entidades territoriales tomando en cuenta, por ejemplo, referentes étnico-culturales e históricos; afinidad y continuidad territorial o estrategias de desarrollo, por ejemplo plantean la creación de Unidades Territoriales Indígenas Autónomas, la conformación de macro regiones como la región amazónica, la región chaqueña u otras. Sin embargo, desde hace varios años, se han ido construyendo un conjunto de visiones y propuestas sobre las autonomías en el país en el marco de la futura reforma del Estado, sobre todo provenientes de pueblos indígenas, organizaciones cívicas y regionales, y de otras organizaciones de la sociedad civil como el movimiento de mujeres, los empresarios, la iglesia y diversas ONG’s que han cobrado importancia al calor del debate pre-constituyente. También se han generado propuestas en el ámbito político estatal como las prefecturas, los municipios o instancias específicas del gobierno central. Otro tema está referido al orden político-institucional en que cuestionan aspectos de la actual estructura estatal y por tanto proponen nuevas configuraciones institucionales tanto en sus estructuras internas como en su relación con el gobierno central; así encontramos propuestas de conformación de gobiernos departamentales –Ejecutivo y Legislativo- con autoridades electas por voto directo, otras que proponen la configuración de unidades organizativas comunitarias basadas en usos y costumbres y formas tradicionales de administración política, por ejemplo en relación con la elección de autoridades mediante asambleas o la institucionalización de la rotación de cargos. Finalmente, otro tema común considerado en las propuestas autonomistas es el 83 84 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" referido a las atribuciones y competencias para las instancias descentralizadas y aquellas que se conservan como privativas del gobierno central. Sobre todo, en las propuestas de los pueblos indígenas, se establece que el dominio originario de los recursos estratégicos es de las naciones y pueblos indígenas o en algunos casos del Estado, pero en todo caso, para su exploración o explotación, se plantean proceso de consulta obligatoria a las organizaciones sociales del lugar para participar efectivamente en la toma de decisiones sobre el destino de los beneficios6. autonómico así como la posibilidad de diálogo y construcción de propuestas más integrales ha pasado a un segundo plano priorizando la simplificación de la confrontación y desvirtuando la importancia del tema en la futura reforma del Estado. Si bien este conjunto de reflexiones y propuestas están siendo presentadas por las distintas organizaciones a la Asamblea Constituyente, no han sido recogidas de la forma esperada en el proceso preelectoral y de debate previo a la realización del Referéndum. Debemos establecer con claridad que tanto el origen de la iniciativa del Referéndum –que como dijimos fue del movimiento cívico cruceño- como el carácter de la pregunta, -que hace referencia concretamente a las autonomías departamentales- le ha otorgado un carácter unívoco y unidimensional a la consulta, por lo tanto, se ha producido una confrontación ideológica y discursiva entre la posición a favor de las autonomías embanderada por los movimientos cívicos, y apoyada por algunos prefectos e instituciones sociales y la posición de los movimientos sociales contrarios al movimiento regional cruceño, junto al gobierno del MAS y los pueblos indígenas que han expresado su rechazo a las autonomías. En consecuencia, la riqueza del debate 6 Esta confrontación ideológica ha llegado a tal extremo de trivialización que, mientras desde un frente se asociaba el apoyo a las autonomías a una estrategia de los partidos opositores de rechazo al gobierno del Presidente Morales, desde el otro frente, se vinculaba el apoyo a las autonomías con el mero beneficio que extraería la oligarquía cruceña con los resultados. Ni una ni otra posición evidentemente han favorecido a un debate serio y constructivo sobre el tema ni a una orientación efectiva al voto ciudadano. En consecuencia, el voto por las autonomías en el Referéndum ha estado influido por este tipo de razonamientos y consignas, y estrechamente vinculado a la votación por los candidatos a la Constituyente como podremos constatar más adelante en el análisis de los resultados. Al respecto, los partidos y candidatos a la Constituyente han incluido en sus propuestas integrales aspectos referidos al tema autonómico, aunque no de manera muy precisa. El siguiente cuadro permite graficar y comparar algunas de las principales propuestas de candidaturas que se presentaron a nivel nacional: “Estado, nación y autonomías: procesos discursivos hacia la Asamblea Constituyente” Proyecto de investigación en curso, en el marco de la Convocatoria Autonomías departamentales y fortalecimiento del Estado. PIEB, 2006. 85 86 "OPINIONES Y ANÁLISIS" Cuadro 1. Posiciones políticas respecto de las autonomías Agrupación política Posición respecto de las autonomías Movimiento al Socialismo (MAS) Propone un modelo de descentralización flexible en el marco de un Estado multinacional que concentra la propiedad y control de los recursos estratégicos; estableciendo como unidades territoriales los municipios, los territorios indígenas, las provincias y los departamentos. Poder Democrático Social (PODEMOS) Unidad Nacional (UN) Reconoce tres niveles territoriales autónomos: los departamentos, los municipios y otros territorios subnacionales reconocidos por los Documentos Base de las autonomías, en que se eligen autoridades por voto directo y se establecen un conjunto de competencias específicas. Se basan en un Estado unitario y complejo. Propone distintos grados y características de las autonomías tanto para los departamentos, como para los municipios de más de 5.000 habitantes y para los territorios indígenas. Plantean que las relaciones deben regirse por los principios de simplicidad, eficiencia y subsidiariedad. Se basan en el principio de “autonomías con solidaridad”. Concertación Nacional (CN) Plantea una transformación profunda en la estructura del Estado que no se limite a los departamentos sino que, responda a la diversidad existente en el país. Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Propone un Estado nacional autonómico unitario, central y democrático, que reconozca la mayor parte de las entidades autónomas posibles. 87 "OPINIONES Y ANÁLISIS" T r a n s f o r m a c i ó n Democrática Patriótica (TRADEPA) Establece un Estado unitario con autonomías departamentales y municipales limitadas por un estado central, una sola constitución, una política integradora, un solo Ejército Nacional y una sola policía, regidos por leyes uniformes y generales, respetando el derecho de los gobiernos regionales para su propia legislación correspondiente con el desarrollo regional. Movimiento Bolivia Libre (MBL) Propone la conformación de municipios autonómicos indígenas en que se reconozcan los derechos fundamentales, usos y costumbres y formas de elegir autoridades. Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) Sostiene un proceso autonómico gradual que comienza con la elección de un gobernador y una Asamblea Legislativa bajo los principios de equidad y solidaridad con los departamentos que tienen menos ingresos. Movimiento AYRA Plantea la descentralización departamental y provincial a través de las subprefecturas. Propone dividir al país en tres regiones: la occidental, la oriental y la región sur. Elaboración propia en base a documentos de propuestas de los partidos y agrupaciones políticas. Elecciones 2006. En todos los casos se propone una transformación de las estructuras estatales tendiente a la consolidación de las autonomías, las divergencias y los matices se producen en relación con las unidades territoriales descentralizadas, la conformación gubernamental y las competencias. Algunas de las propuestas son simplemente enunciados 88 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" generales y orientaciones respecto del tema, otras en cambio están más elaboradas; sin embargo, más allá de las propuestas puntuales y en relación directa con el Referéndum, algunos partidos políticos y candidaturas adoptaron una posición abierta a favor o en contra de las autonomías. Es el caso de PODEMOS que realizó una campaña abierta por el SI, o el caso del MAS que expresó públicamente su desacuerdo con las autonomías departamentales e instruyó el voto en contra de esa opción en el Referéndum. También cabe mencionar que varias organizaciones sociales, más allá del proceso de elaboración y discusión de sus propias propuestas, asumieron una posición determinada en torno al Referéndum por las autonomías. Es el caso de los movimientos cívicos de los departamentos del Oriente y Tarija que realizaron campañas a favor de las autonomías, así como de Cochabamba y Chuquisaca, que hacia el final del proceso de campaña, asumieron algunas medidas para impulsar este proceso como la convocatoria a marchas y asambleas o declaraciones públicas. Las entidades empresariales en determinado momento también apoyaron a las autonomías, en cambio otras organizaciones sociales como el movimiento Patria y Soberanía o la CSUTCB, expresaron su rechazo abierto a las autonomías de cara al Referéndum. Por otra parte, también algunos Prefectos apostaron por el SI a las autonomías, particularmente aquellos políticamente opositores al gobierno, son los casos de las prefecturas de Cochabamba, La Paz, Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Las prefecturas del oriente realizaron campañas más abiertas y elaboradas por el SI, mediante la organización de eventos y marchas de apoyo con el fin de buscar adhesiones. Mientras que en La Paz y Cochabamba, si bien expresaron abiertamente su apoyo a las autonomías, no invirtieron demasiado tiempo y recursos en dicha campaña. El gobierno central, a través del Presidente de la República expresó su posición contraria a las autonomías porque señaló que este proceso sólo beneficiaría a las oligarquías cruceñas, aunque el Vicepresidente sostuvo que el gobierno mantendría una posición de “neutralidad racional” respecto al tema. Por su parte, el Vice-Ministerio de Descentralización presentó una propuesta que contempla la división del país en 40 regiones, según criterios de continuidad territorial y lingüística basándose en las actuales secciones municipales, conformando mancomunidades y respetando los límites departamentales. También varios municipios se han pronunciado en favor o en contra de las autonomías, por ejemplo en Tarija la adhesión de los municipios fue unánime. 89 Junto al discurso por las autonomías también se desarrollaron algunos discursos que exacerbaron el regionalismo, poniendo en riesgo una resolución nacional e integradora del problema. Frecuentemente en sus discursos, dirigentes cívicos cruceños e inclusive el Prefecto de ese departamento revelaron la posibilidad de que, en caso de no ser atendidos en sus demandas autonómicas por la vía legal, asumirían acciones de hecho asumiendo sus propias determinaciones o desacatando directrices provenientes del gobierno central. Cabe resaltar que, sobre todo en las campañas de apoyo a las autonomías, las posiciones y debates asumieron un carácter estrictamente regional. Por ejemplo, en el caso de Santa Cruz, claramente los esfuerzos del movimiento cívico así como del Concejo Pre-autonómico y demás sectores que se adhirieron a la campaña, optaron por intensificar sus acciones solamente en los límites de dicho departamento, con la expectativa particular de que los resultados del Referéndum vayan a beneficiar a los habitantes exclusivamente de esa 90 "OPINIONES Y ANÁLISIS" región, lo cual denota una ausencia de visión nacional en sus objetivos y estrategias. Algo similar ha acontecido en Beni y Tarija. "OPINIONES Y ANÁLISIS" Los resultados de la votación Participación electoral Esta orientación localista de las campañas en favor de las autonomías, como es obvio, no tuvo impacto en los departamentos en que no se realizaron acciones específicas por parte de sus propios actores regionales. A diferencia de los sectores que se oponían a la autonomía que más bien lanzaron consignas a nivel nacional y que llegaron a través de los medios o las organizaciones de base al conjunto del territorio nacional. Finalmente, cabe destacar en esta campaña el rol de los medios de comunicación. A diferencia de anteriores procesos electorales no hubo la tendencia a difundir permanentemente encuestas preelectorales, más bien se orientaron a dar una cobertura específica a los candidatos y sus propuestas electorales en espacios de entrevistas y de debates. No obstante, al menos a nivel nacional, no se pudo percibir un debate importante en los medios de comunicación respecto del tema de las autonomías y del propio Referéndum. Por su parte, la Corte Nacional Electoral realizó una interesante y novedosa campaña educativa mediática en relación con la aplicación de ambos instrumentos democráticos: la Asamblea Constituyente y el Referéndum vinculante. Por su parte, las campañas mediáticas propiciadas por los partidos se iniciaron tarde y se intensificaron recién días antes de la elección, además de que, si bien ambos procesos tenían alcance nacional, las campañas de los partidos y agrupaciones políticas adoptaron más bien un carácter regional y local, tanto para demandar el voto por sus candidatos departamentales y de las circunscripciones, como algún pronunciamiento relacionado con las autonomías. 91 El primer elemento que cabe destacar es la importante participación ciudadana en este proceso eleccionario, que alcanzó al 84,5% de participación de ciudadanos registrados en el actual padrón electoral, equiparable a la asistencia electoral en las elecciones nacionales del 2005. El Referéndum del 2004 convocado por el Presidente Carlos Mesa sobre el destino de los hidrocarburos contó con la participación del 60% de los inscritos; hay que aclarar, sin embargo que recién después de esta consulta nacional se inició el proceso de depuración del padrón electoral en el país, por tanto es necesario tomar esta relación con la debida cautela. En el evento electoral de julio del 2006 se llevaron a cabo dos procesos concurrentes que despertaron, por separado, expectativas y sobre todo merecieron el impulso de sectores e intereses sociales determinados; por una parte, de los movimientos populares, indígenas y originarios que desde hace varios años demandaron la realización de la Asamblea Constituyente como una oportunidad histórica para transformar el Estado boliviano; y por otro, de los propulsores de las autonomías que apostaron a que el Referéndum autonómico otorgue legitimidad y legalidad al proceso iniciado con la recolección de firmas hace más de un año atrás. Así, además de las tendencias naturales de participación del electorado, recibieron el impulso de estas motivaciones y expectativas. El nivel de ausentismo en el Referéndum alcanzó a un promedio nacional de 15,5%; los niveles más bajos de abstención se registran en La Paz, Oruro e inclusive Cochabamba (entre el 13% y el 14%) y el más alto en el departamento de Potosí con el 19%. El resto, como se puede verificar en el siguiente cuadro oscilan entre 16% y 17%. 92 Fuente: Cuadro No. 2. Participación y abstención electoral en el Referéndum Corte Nacional Electoral: Resultados 2006: Asamblea Constituyente y Referéndum sobre autonomías. Documento de Información Pública No. 3, La Paz, 2006. "OPINIONES Y ANÁLISIS" 93 "OPINIONES Y ANÁLISIS" Ahora bien, resulta interesante comparar los votos válidos para el Referéndum, que ascienden al 92,9% en relación a los mismos votos válidos para la elección de constituyentes que, en votación simultánea, alcanzan solamente al 83,2%. Mientras para el Referéndum entre blancos y nulos apenas sobrepasan el 7% (220.995 votos), para la elección de constituyentes, los votos blancos y nulos ascienden a casi al 17% del total (525.964 votos) ocupando el segundo lugar en la preferencia ciudadana después del MAS. Estos datos demuestran que la población tenía una opción mucho más definida –desinformada o no- respecto de su posición en el Referéndum, que respecto de su voto por las candidaturas político partidarias. La relación entre votos blancos y nulos es bastante parecida, es decir no existe una diferencia que llame la atención, aunque los votos blancos son levemente superiores a los nulos (pero en ambos casos se trata de porcentajes muy reducidos en relación con la votación válida). Tampoco las diferencias en el voto blanco y nulo son significativas en la comparación entre los distintos departamentos, se podría decir que se mantiene una votación constante. El dato de la participación electoral es importante porque más allá del precepto constitucional de la obligatoriedad del voto, denota una asistencia disciplinada de la población a la convocatoria electoral así como un interés en que su opinión sea tomada en cuenta. De alguna manera, la apertura de escenarios de participación y representación han sido promovidas por la lucha de los movimientos y sectores sociales populares, y por tanto existe una suerte de apropiación de estos espacios, y en el caso del Referéndum, ha sido un proceso además impulsado por las regiones, sobre todo del oriente del país. En todo caso, demuestra que ambos procesos han motivado la participación y asistencia ciudadana de manera ordenada y transparente tanto en la votación, 94 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" como en su procesamiento; e incluso, más allá de los propios resultados, es un paso importante en el proceso de construcción y consolidación democrática en el país. Gráfico 1 Resultados nacionales del Referéndum El sí y el no por las autonomías Esta suerte de equilibrio en la votación nacional entre el NO y el SI, en que la distancia de uno y otro respecto del 50% es aproximadamente entre 7 (57,6%) y 8 puntos porcentuales (42,4%), demuestra básicamente dos cosas. En primer lugar, que el tema de las autonomías ha logrado un importante posicionamiento a nivel nacional sobre todo durante los últimos años, y con seguridad es un proceso que, más allá del contenido y alcance que adopte –departamental, municipal, indígena o un grado mayor o menor de descentralización-, ha abierto un proceso de reforma estatal que encaminará al país hacia nuevas formas de administración territorial. En segundo lugar, denota que existe un importante porcentaje de la población que se resiste al discurso autonomista, quizás por el origen de la iniciativa que se ha ubicado fundamentalmente en una zona geográfica del país, el tipo de pregunta sobre la cual se votó en la elección, o bien, por la asociación directa entre las autonomías y el beneficio solamente regional y sectorial de los recursos naturales que, si bien están ubicados en determinadas zonas geográficas, son consideradas como patrimonio nacional. Fuente: Corte Nacional Electoral: Resultados 2006: Asamblea Constituyente y Referéndum sobre autonomías, Documento de Información Pública No. 3, La Paz, 2006. En todo caso, la mayoría relativa obtenida por el NO, revela una oposición mayoritaria en el país a este cambio, que en todo caso, deberá procesarse en los marcos de la Asamblea Constituyente. No olvidemos que la decisión sobre las autonomías, si bien involucra 95 96 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" intereses regionales y sectoriales, va a implicar fundamentalmente un debate político que comporta también intereses políticos coyunturales y partidarios, por tanto está sujeto a la composición y correlación de fuerzas al interior de la Constituyente así como a la capacidad de negociación y concertación de los actores que la conforman. Gráfico 2 Referéndum Nacional Vinculante 2006 Mayor votación por Sección Municipal SI NO Si asociamos esto resultados electorales con la ubicación geográfica del voto, constatamos que la votación mayoritaria por el SI se concentra precisamente en las zonas geográficas que corresponden a los departamentos del oriente boliviano, como Santa Cruz, Beni y Pando, en tanto que el NO se ubica en la parte occidental, es decir La Paz, Oruro y Potosí como también en Cochabamba. De acuerdo al mapa siguiente, los departamentos del Sur del país, es decir Tarija y Chuquisaca contienen zonas en las que ha triunfado el NO pero otras en que se ha impuesto el SI, por tanto se ven opciones mayoritarias combinadas; por otra parte, la opción por el SI a las autonomías habría invadido mayoritariamente la zona norte del departamento de La Paz (fundamentalmente la zona tropical amazónica), así como la opción mayoritaria en contra de las autonomías habría invadido la zona occidental del departamento de Santa Cruz, además de algunos municipios en todo el país en que ha triunfado la opción contraria a la tendencia mayoritaria departamental. Una mirada muy ligera a este mapa nos llevaría a concluir que el país ciertamente estaría dividido en dos mitades respecto de su adscripción a las autonomías, por una parte la denominada “media luna” y por otra el occidente; sin embargo, una mirada más minuciosa a la información que realizaremos a continuación, nos permite relativizar esta afirmación y por el contrario, constatar que ha habido importantes votaciones contrarias a la ganadora en los distintos departamentos y zonas geográficas del país. 97 Fuente: Corte Nacional Electoral: Resultados 2006: Asamblea Constituyente y Referéndum sobre autonomías, Documento de Información Pública No. 3, La Paz, 2006. 98 "OPINIONES Y ANÁLISIS" Las autonomías en la votación departamental Como se pudo constatar, las campañas electorales en favor de las autonomías fueron mucho más contundentes en determinados departamentos del país, justamente en aquellos donde surgió la iniciativa autonómica y en los que, desde hace varios años, se vienen construyendo consensos, con distinta intensidad, respecto de esta posibilidad de transformación estatal. Cuadro 3. El Sí y el No por las autonomías por departamentos "OPINIONES Y ANÁLISIS" Pando que ascienden al 60% y al 57% respectivamente. En estos cuatro departamentos el voto por el NO oscila entre el 42% en Pando, que es de porcentaje más alto y el 26% en el Beni, que son cifras reveladoras porque denotan una importante oposición y resistencia a esta medida. Mientras que, una relación inversamente proporcional y levemente más elevada se presenta en los otros cinco departamentos donde la votación en favor del NO se ubica en un orden del 75% en Oruro y un 73% en Potosí y La Paz, y en menor medida en Cochabamba y Chuquisaca donde el NO alcanza al 63% y 62% respectivamente. En estos departamentos en que triunfó el NO, la opción contraria, es decir, la votación a favor de las autonomías, alcanzó a una media de 30%. La mayor votación por el SI en esos departamentos es de 37% y 36% en Chuquisaca y Cochabamba y la menor votación llega al 24% en Oruro y al 26% en La Paz y Potosí. No debemos olvidar que si bien el Referéndum tuvo carácter nacional porque se aplicó en todo el territorio, sus implicancias son departamentales, no sólo porque la iniciativa ciudadana surgió en un departamento del país, sino también porque en la pregunta se establece el carácter departamental de su vinculatoriedad. Por lo tanto, y de acuerdo a los resultados, el régimen autonómico que se establezca en la nueva carta magna será aplicable a cuatro de los nueve departamentos del país, aquellos en los que el SI obtuvo mayoría. Fuente: Corte Nacional Electoral: Resultados 2006: Asamblea Constituyente y Referéndum sobre autonomía, Documento de Información Pública No. 3, La Paz, 2006. De acuerdo con la tabla anterior, la votación por el SI claramente se concentra mayoritariamente en los departamentos de Beni y Santa Cruz con el 73% y 71% de los votos, y en menor grado en Tarija y Otro elemento que es preciso resaltar en esta lectura departamental de los datos, es la sobreposición geográfica que se ha presentado en la votación del Referéndum con respecto de la votación por los constituyentes; así, el MAS logró mayoría en los 6 departamentos en que triunfó el NO, con excepción de Santa Cruz donde si bien el MAS logró ventaja sobre los demás partidos, triunfó rotundamente el SI por las autonomías. En los otros tres departamentos existe una 99 100 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" asociación entre el SI por las autonomías y la votación por la oposición política al actual gobierno, es decir una votación mayoritaria por las agrupaciones, PODEMOS, MNR y otros. Considerando la totalidad de municipios del país, constatamos que en la mayoría de los casos –en el 73.2% de los municipios- ganó la opción de rechazo a las autonomías, en cambio sólo en el 24.9% triunfó el SI, lo cual quiere decir que, existe un rechazo mayoritario en los municipios pequeños y que cuantitativamente la votación afirmativa se ha concentrado en los municipios más grandes, vale decir en las ciudades capital de departamento. En los departamentos de La Paz y Cochabamba, el SI ganó apenas en un municipio, en el caso de Cochabamba se trata de la ciudad capital y en La Paz de un municipio pequeño, que puntualizaremos más adelante. En Oruro, Potosí, Beni y Pando, el triunfo mayoritario en todos los municipios por una u otra opción fue absoluta, en los dos primeros casos por el NO y en los dos segundos por el SI. ¿Cómo se votó al interior de los departamentos? Una lectura más detallada de la votación a nivel de secciones municipales permite constatar importantes diferencias en las influencias políticas y posicionamientos regionales traducidos en el comportamiento electoral. Cuadro 4. El SI y el NO por número de municipios en cada departamento Departamento No. Municipios en No. Municipios en Total municipios que gana el SI que gana el NO Chuquisaca La Paz Cochabamba Oruro Potosí Tarija Santa Cruz Beni Pando 3 1 1 0 0 6 43 19 15 25 80 44 35 38 5 13 0 0 28 81 45 35 38 11 56 19 15 Total 88 240 328 Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Corte Nacional Electoral. Resultados 2006: Asamblea Constituyente y Referéndum sobre autonomías. Documento de Información Pública No. 3, La Paz, 2006. 101 A continuación realizaremos una lectura más minuciosa por departamentos. En el departamento de Chuquisaca en general triunfa el NO, pero en las secciones municipales de Monteagudo y Huacareta de la provincia Hernando Siles, y Macharetí en la provincia Luis Calvo triunfa el SI. En general en esta última provincia las brechas de votación entre el SI y el NO no son importantes, a diferencia del resto de provincias del departamento de Chuquisaca donde el triunfo del NO es contundente. Es importante considerar el caso de las secciones de provincia geográficamente ubicadas en el Chaco que de alguna manera se encuentran involucradas en el proyecto del décimo departamento y en la propuesta autonómica de la región chaqueña, coincidentemente en los tres departamentos que involucra esta región (Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz) la población de estas zonas ha expresado una importante votación en favor de las autonomías, es el caso concreto de algunas secciones de las provincias Luis Calvo y Hernando Siles del departamento de Chuquisaca. No deja de llamar la atención el hecho de que en las secciones de provincia de ese departamento donde triunfó 102 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" el SI, la votación para constituyentes le ha otorgado un importante triunfo al MAS, por tanto se ha verificado una suerte de voto cruzado. En la ciudad capital el MAS obtuvo 101.014 votos, mientras PODEMOS alcanzó 49.457 y UN 26.899, si comparamos estas cifras con el voto por las autonomías, éstas lograron un respaldo de 116.444 votos, que podrían asimilarse en gran medida al voto por la oposición política al gobierno y promovidos además por el actual prefecto Manfred Reyes Villa, que realizó una campaña –aunque tardía- en favor de las autonomías. Cochabamba ha sido durante varios procesos electorales el bastión del actual partido gobernante, precisamente porque en el trópico cochabambino se ha gestado el liderazgo de Evo Morales y, en esta elección, como en las anteriores se ha reproducido el apoyo a este partido así como el rechazo a las autonomías, que en el área rural cochabambina fue fortalecido por la consigna de los sindicatos agrarios a través de la centrales y subcentrales campesinas. En el caso de La Paz la diferencia de votos por el SI y el NO es abismal en todas las secciones de provincia del departamento, con excepción de Ixiamas y San Buenaventura en la provincia Iturralde, en que en el primer caso triunfa el SI, y en el segundo la diferencia es mínima a favor del NO. Si comparamos con la votación por constituyentes constatamos que en esas secciones de provincia, tanto como en las otras ganó el MAS, el voto favorable a las autonomías pueden responder a la ubicación geográfica de estas zonas hacia el norte y oriente del departamento. Cabe destacar el triunfo contundente del NO en la ciudad de El Alto donde logra el 80.2% de los votos, no hay que olvidar que en esa ciudad se genera la gran movilización que destituye a Sánchez de Lozada, demanda la nacionalización de los hidrocarburos y la Asamblea Constituyente y, más adelante, propicia posiciones radicales de presión a los gobiernos de turno. La votación obtenida por los candidatos del MAS es también absolutamente contundente en esa ciudad. En Cochabamba se impuso el rechazo a las autonomías. El triunfo por el SI se produjo solamente en la ciudad capital, con una diferencia de alrededor de 3.000 votos en relación con el NO; en el resto de las secciones municipales triunfó el NO. Las provincias donde el triunfo del NO es más contundente son Ayopaya, Chapare, Tapacarí, Carrasco, Mizque, Bolívar y Tiraque, en el resto, la votación por el rechazo, alcanza a los sumo a duplicar o triplicar al voto afirmativo por las autonomías. 103 Cuadro 5. El SI y el NO por ciudades capital de departamento Ciudad capital Sucre La Paz Cochabamba Oruro Potosí Tarija Santa Cruz Trinidad Cobija Si 42.179 162.325 116.444 30.301 23.372 49.149 320.549 26.311 6.281 % 46,8% 40,6% 50,7% 29,9% 40,7% 71,5% 75,7% 76,4% 54,0% No 48.018 237.273 113.391 71.138 33.998 19.568 102.785 8.137 5.347 % 53,2% 59,4% 49,3% 70,1% 59,3% 28,5% 24,3% 23,6% 46,0% Total 90.197 399.598 229.835 101.439 57.370 68.717 423.334 34.448 11.628 Total 776.911 54,9% 639.655 45,1% 1.416.566 Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Corte Nacional Electoral. Resultados 2006: Asamblea Constituyente y Referéndum sobre autonomías, Documento de Información Pública No. 3, La Paz, 2006. 104 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" El caso de Oruro es el más significativo de rechazo a las autonomías. Por una parte es evidente la importante presencia del MAS en ese departamento pero también, es junto a Potosí, una de las regiones económicamente más deprimidas del país –a pesar de su potencial minero-, confirmando quizás la tesis de que las regiones más deprimidas serían más propensas al centralismo (Cfr. Barragán, Rosana). En este departamento absolutamente en todas las secciones municipales triunfó el NO con una importante mayoría respecto del SI. En la ciudad capital, el triunfo del NO logra el 70,1% de los votos, y si comparamos con el voto por los constituyentes, constatamos que la población también apoyó mayoritariamente al MAS, seguido de lejos por PODEMOS y CN, -mientras el MAS logra casi 47.000 votos, los otros alcanzan a 9.000 y 8.000 votos. opción, la otra obtiene también una votación importante, por ejemplo en Entre Ríos, El Puente o en Carparí la votación es muy pareja. En la provincia Gran Chaco también el SI logra importante votación, y consideramos que está relacionada con la sensibilidad de estas zonas respecto del proyecto de la autonomía de la región chaqueña que mencionamos con anterioridad. En la ciudad capital, claramente se presenta el triunfo en favor de las autonomías, en esa sección municipal, el MAS obtuvo una votación similar a la del NO (alrededor de 19.000 votos), por debajo del porcentaje obtenido por el frente Camino al Cambio (alianza MNR-FRI) que logró 21.000 votos, mientras PODEMOS no llegó a los 11.000 votos. Esta alianza también logró triunfar en Bermejo, mientras el MAS se impuso en el resto de los municipios incluso en los que ganó el SI, lo cual demuestra que hubo también voto cruzado entre la opción por las autonomías y la votación por los asambleístas en algunas secciones municipales. Al igual que en Oruro, en el departamento de Potosí, la victoria por el NO es contundente, y con excepción de las provincias Tomás Frías y Villazón (donde el NO dobla la votación por el SI), en el resto de las secciones municipales se establece una diferencia de entre cuatro y seis veces más. En relación con la ciudad capital, la diferencia entre el SI y el NO es de aproximadamente 10.000 votos, el rechazo a las autonomías alcanza a 34.000 votos. Cabe también resaltar que en la ciudad capital, el MAS logra poco más de 21.000 votos, en tanto que Alianza Social de René Joaquino alcanza a 13.000 votos, en todo caso, los votos en rechazo a las autonomías son superiores al voto de apoyo al MAS en la ciudad capital. El caso de Tarija es quizás el más atípico, porque al interior del departamento presenta una importante variedad en la votación por el SI y por el NO. Así, mientras en seis municipios se impone el SI en cinco ganó el NO. Las diferencias sin embargo entre unos y otros no son importantes, es decir, en los municipios en que triunfa una Santa Cruz presenta una importante mayoría en favor de las autonomías, ha sido la región que, desde hace varios años ha impulsado esta demanda y en los últimos meses ha realizado una intensa campaña por el SI en todas las provincias del departamento. Si bien la diferencia respecto del NO es importante en la mayoría de las secciones municipales del departamento, en algunas ha ganado la opción por el NO y en otras las distancias se acortan. En el municipio de Yapacaní por ejemplo, se ha impuesto el NO con una diferencia importante, así como en la Colonia Japonesa, ambas de la provincia Ichilo. El NO también ha triunfado en la sección Santa Rosa del Sara de la provincia Sara. En el caso de la provincia Cordillera donde existen votaciones muy cercanas entre el SI y el NO, el NO se ha impuesto por algunos votos en Lagunillas y con mayor diferencia en Gutiérrez; al igual que en Fernández Alonso y en San Pedro pertenecientes a la provincia Obispo Santiesteban. 105 106 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Al interior de la provincia Ñuflo Chavez, el NO triunfó en los municipios de San Julián, San Antonio de Lomerío y Cuatro Cañadas, así como en la provincia Manuel María Caballero que comprende los municipios de Comarapa y Saipina. El SI se impuso en las secciones municipales de la provincia Guarayos, aunque perdió por poca diferencia en el municipio El Puente. En general, de un total de 56 municipios, el SI ha triunfado en 43 mientras en 13 se ha impuesto el NO. Sin embargo, como señalábamos más arriba, las diferencias en muchos casos son mínimas. Se podría decir que los triunfos contundentes del NO se verifican en Yapacaní, y en menor medida en cuatro municipios más (en que gana por el doble de votos). Si cruzamos esta información con la votación obtenida por los candidatos a la Constituyente, constatamos que existe una relación directa entre el voto por el NO y el voto por los candidatos del MAS, así en Yapacaní ha triunfado el MAS muy lejos de los otros partidos, como también en Colonia Japonesa, Santa Rosa del Sara, San Julián y otras en que también ha triunfado el NO. Pero por otra parte, es curioso constatar que en varios otros municipios ha triunfado el MAS pero también el apoyo a las autonomías, es el caso de El Torno, varios municipios de la provincia Ichilo y de Cordillera donde claramente ha existido un voto cruzado. Al igual que en los otros dos departamentos mencionados anteriormente, consideramos que merecen un tratamiento especial en el análisis, las secciones de provincia pertenecientes al Chaco, que han tenido una importante votación a favor de las autonomías y al cual se suma el voto de la provincia Cordillera, y particularmente de Camiri. A nivel de la ciudad capital, el voto por el NO rebasa los 102.000 y el voto por el MAS es cercano a 90.000, por tanto, se podría afirmar que existe un porcentaje de la población que apoya al MAS pero mayoritariamente a las autonomías. En el departamento del Beni, tanto en la ciudad capital como en los demás municipios ha triunfado el apoyo a las autonomías, y en todos los casos se registra una importante diferencia respecto de la opción por el NO. En los municipios en que se verifica una menor distancia entre el SI y el NO son San Borja, Puerto Rurrenabaque y San Andrés. Si establecemos una comparación con la votación por los candidatos a la constituyente, verificamos que precisamente este partido ha ganado en los mismos municipios en que el NO tiene mayor votación proporcional que en los otros. En el caso de San Ignacio de Moxos sin embargo, el MAS ha obtenido el primer lugar en la votación, por poco más de 100 votos, en relación con PODEMOS, pero en esta población se ha impuesto el SI por más de 1.000 votos. En la ciudad capital, el voto a favor de las autonomías triplicó a la votación contraria, en tanto que PODEMOS le dobló la votación al MAS que ocupó el tercer lugar después del MNR. 107 108 En el caso de Pando, la opción por el SI ha ganado en la totalidad de las secciones de provincia que componen este departamento, sin embargo, a diferencia de Santa Cruz o Beni, la relación entre el SI y el NO en general no muestra distancias muy importantes. La relación con la votación por los candidatos a la constituyente demuestra que si bien PODEMOS ha ganado tanto en la ciudad capital como en los demás municipios, las diferencias con respecto al MAS no son muy importantes, y en aquellos lugares en que este partido logra mayor votación coinciden con aquellos en que la votación por el NO resulta más relevante. En términos generales, del total de votos válidos a nivel nacional para el Referéndum vinculante, que alcanzan a 2.917.329, casi la mitad (el 48,5%) están concentrados en las ciudades capital, es decir 1.416.566; el resto están ubicados en municipios más pequeños. Ahora "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" bien, si sólo se toman los votos de apoyo a las autonomías se infiere que de un total de 1.237.312 personas que votaron por el SI, aproximadamente el 63% es decir 776.911 votos están ubicados en las ciudades capital del país, mientras el 37% en otros municipios. Por tanto, el actual desafío para los constituyentes es no solamente respetar los resultados del Referéndum, sino también incluir en la discusión el conjunto de propuestas que han elaborado los distintos actores políticos y sociales sobre el tema, que por su carácter diverso y en muchos casos confrontado, implican el esfuerzo de encontrar puntos de coincidencia y espacios de negociación que permitan obtener un resultado concertado. Del total de votos en contra de las autonomías que ascienden a 1.680.017, un total de 639.655 corresponde a las ciudades capital es decir el 38,1% y el 61,9% al resto de los municipios. Esta lectura confirma una vez más que el voto en rechazo a las autonomías está concentrado en los municipios pequeños y en el área rural, y el voto favorable se concentra en las ciudades capital. En todo caso, quizás la conclusión más importante de una lectura pormenorizada de los resultados de la elección es que, más allá de la aparente media luna que divide al país, en todas las provincias y secciones municipales existe una combinación de visiones a favor y en contra de un reordenamiento territorial del país, el sello y la orientación de estas reformas, como de muchas otras, está en manos de los constituyentes. La actual discusión sobre el alcance del Referéndum, es decir su carácter nacional o departamental carece de sentido, pues si bien la convocatoria al reciente Referéndum (Ley 3365, de 6 de marzo de 2006) se acogió a la Ley de Convocatoria al Referéndum (Decreto Supremo N° 27449, de 13 de abril de 2004), y tuvo alcance nacional, es obvio que la lógica de la iniciativa, la campaña y sus resultados son de carácter regional. Los nuevos desafíos en relación con las autonomías El debate sobre las autonomías queda abierto en el país, así como el proceso de reformas estatales en que nos encontramos embarcados; es deseable que su resolución sea producto de la deliberación, los acuerdos y las decisiones en los marcos de Asamblea Constituyente, y luego sean acatados y asumidos por la sociedad civil en su conjunto. El próximo paso más importante en relación con los resultados del Referéndum, tal y como establece la Ley de convocatoria, es su discusión y resolución en el seno de la Asamblea Constituyente. El artículo 5 de dicha Ley establece que los resultados del Referéndum Nacional son vinculantes a la Asamblea Constituyente, y son de aplicación en los departamentos que así lo aprobaren, una vez promulgada la nueva constitución Política del Estado. Existe sin embargo, un valor simbólico en el voto que se orienta en dos direcciones: en primer lugar, hacia la profundización democrática, y en segundo lugar, a la constatación de que existen diversas opciones, que como vimos, no se reducen a dos, sino que son múltiples y confrontadas, pero conllevan al mismo tiempo la posibilidad de ser articuladas en una opción común e integradora que refleje la realidad actual. 109 110 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" ANÁLISIS DE LA ELECCIÓN DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Y DEL REFERÉNDUM SOBRE AUTONOMÍAS DEPARTAMENTALES la Constitución aprobada por la Convención de 1880, bajo el impacto de la derrota en la guerra del Pacífico, tuvo una duración mayor. Fue reemplazada en 1938, poco después de concluida la guerra del Chaco, incorporándose principios sociales. Con casi cuarenta años de vigencia, la Constitución de 1967 es la segunda más longeva de la historia boliviana y tuvo dos reformas (1994, 2004) que incorporaron nuevas instituciones (Defensoría del Pueblo, Tribunal Constitucional, etc.) o buscaron ampliar los ámbitos de decisión ciudadana (introducción de las diputaciones uninominales, del referéndum, etc.). Se trataron de reformas ejecutadas de acuerdo a las reglas fijadas en la misma Constitución, lo que constituía una situación sin precedentes. Sin embargo, los pedidos de cambios completos, de convocatoria a una nueva Asamblea Constituyente, se expresaron en varias oportunidades: en el momento del retorno a la democracia, a inicios de los años 1990, en la presidencial de 2002. Finalmente, en medio de una severa crisis política y social, en 2005 el Congreso fijó fecha para elegirla: el domingo 2 de julio de 2006. Salvador Romero Ballivián* Introducción Bolivia tiene una larga tradición de Asambleas Constituyentes: en especial durante el siglo XIX sirvieron para dar un aspecto legal y legítimo a gobiernos surgidos de la fuerza y la vigencia de esos textos constitucionales no solía extenderse más allá de una década. Recién * Salvador Romero Ballivián obtuvo la licenciatura, la maestría y el doctorado (2002) en sociología política en el Instituto de Estudios Políticos de París. Catedrático en la Universidad Católica Boliviana y en la Universidad Mayor de San Andrés (desde 1995), ha dictado clases en postgrados y maestrías en varias universidades. Vocal de la Corte Departamental Electoral de La Paz (1995-1998), fue nombrado Vocal de la Corte Nacional Electoral en 2004. Desempeñó la Vicepresidencia de esta institución y luego fue elegido Presidente (2006). Ha publicado los siguientes libros: El tablero reordenado: análisis de la presidencial 2005 (2006), En la bifurcación del camino: análisis de los resultados de la Municipal 2004 (2005), Geografía electoral de Bolivia (2003, dos ediciones previas), Razón y sentimiento: la socialización política y las trayectorias electorales de la elite boliviana (2003), Participación y abstención electoral en Bolivia (2003, coautor), Reformas, conflictos y consensos (1999), Electores en época de transición (1995). Tiene artículos sobre asuntos políticos en periódicos, revistas y libros de Bolivia, Brasil, Chile, España, Francia y Paraguay; ha dictado conferencias en Bolivia, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Francia, Perú y República Dominicana. 111 Por su parte, el referéndum constituye una práctica menos arraigada en la política boliviana. La consulta de 1931, poco analizada y sin posteridad, introdujo un “valioso aporte de reformas al acervo constitucional” en opinión de uno de los mayores especialistas de la materia, Ciro F. Trigo1. Incorporó el hábeas corpus, la autonomía universitaria, el carácter improrrogable del mandato presidencial y la descentralización administrativa. Sólo a comienzos del siglo XXI, aumentaron las voces pidiendo que la ciudadanía pueda definir asuntos a través de referendos y esa figura fue incluida en la Constitución en 1 Ciro Félix Trigo, Derecho constitucional boliviano. Buenos Aires: Cruz del sur, 1952, p. 149 – 151. 112 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" 2004. Ese mismo año, el presidente Mesa fue el primero en convocar a un referéndum para definir la política energética del país. Pocos meses después, mediante la recolección de casi 300.000 firmas, las organizaciones cívicas de Santa Cruz consiguieron la convocatoria a un referéndum de iniciativa popular sobre las autonomías departamentales. Si ese mecanismo de democracia directa era novedoso, no puede afirmarse lo mismo del tema sobre el cual debía pronunciarse el electorado: las autonomías departamentales hacían referencia a combates regionales profundamente enraizados en la historia del país, como ya había demostrado el primer referéndum, cuya ley orgánica de administración departamental fue vetada por el presidente Daniel Salamanca o la lucha de Santa Cruz por las regalías petroleras en los años de la revolución nacional. Fruto de un acuerdo político y regional, se fijó fecha para el referéndum: el domingo 2 de julio de 2006. constituye el fruto de un acuerdo político, social y regional establecido en 2005 y confirmado en 2006. Sin embargo, ambos procesos tienen historias distintas. El propósito de este artículo es ofrecer una explicación de los principales resultados de la elección de representantes a la Asamblea Constituyente y del referéndum sobre autonomías departamentales. Para cumplir con ese objetivo, es necesario ofrecer primero el contexto general que antecedió la convocatoria a ambos procesos, luego presentar las candidaturas que compitieron y explicar el desarrollo de la campaña, reservando un lugar especial a los principales debates. Sólo con esos elementos es posible comprender adecuadamente los resultados de los comicios, analizados tanto en sus líneas generales como en su distribución regional, sociológica y política. I. Los dos procesos electorales de 2006: historia de un acuerdo político, social y regional La realización simultánea de la elección de la Asamblea Constituyente y del referéndum sobre autonomías departamentales 113 Después de una grave crisis económica, social y política que sacudió a Bolivia a principios de los años 1980, la elección de 1985 marcó un momento de inflexión. Se trató de una elección de realineamiento2 pues redefinió las políticas públicas y reconstruyó el sistema partidario por dos décadas. En efecto, por un lado, el Gobierno de Víctor Paz Estenssoro impulsó una política a contramano de la lanzada por la Revolución de 1952: promovió la iniciativa privada, redujo el papel del Estado y apuntó a consolidar las instituciones representativas. Estas líneas, junto con el multiculturalismo, constituyeron la base de un amplio consenso entre los principales actores políticos y sociales de Bolivia durante veinte años 3. Los gobiernos sucesivos se mantuvieron en esa orientación, por supuesto con matices distintos. Por otro lado, los resultados de los comicios de 1985 estructuraron un sistema de partidos que se articuló alrededor de tres grandes actores: el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), cuyo liderazgo fue asumido por Gonzalo Sánchez de Lozada, y que triunfó en tres elecciones (1989, 1993, 2002); Acción Democrática Nacionalista (ADN), fundada por Hugo Banzer, ganador de los comicios de 1985 y 1997; y el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) 2 Pierre Martin, Comprendre les évolutions électorales. Paris : Presses de Sciences Po., 2000. 3 Salvador Romero Ballivián, “Los tres ejes del consenso” en Opiniones y Análisis (23), 2005, p. 153-167. 114 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" que si bien no se impuso en ninguna elección ejerció la Presidencia con Jaime Paz Zamora (1989-1993). Esos partidos tuvieron un papel dominante aunque debieron compartir la votación con Conciencia de Patria (CONDEPA) y Unión Cívica Solidaridad (UCS), que a partir de 1989 recibieron el voto de los sectores insatisfechos con los resultados de la política económica liberal. decretado para frenar los dos primeros movimientos5. A partir de ese momento, y durante por lo menos un lustro, el Estado se encontró a la defensiva frente a conflictos cada vez más numerosos y violentos6. Los movimientos sociales, sin tener una dirección unificada, varias veces hicieron coincidir sus protestas para arrancar mayores concesiones. Por último, el armazón político se debilitó. El Gobierno de Banzer coincidió con un incremento significativo de críticas al sistema de partidos percibido como privilegiado y excluyente. La sucesión de pactos entre partidos y la multiplicación de escándalos de corrupción restaron legitimidad a los partidos. Ciertamente la renuncia de Banzer, obligada por razones de salud, abrió un paréntesis con la llegada al gobierno de su vicepresidente, Jorge Quiroga (2001-2002). Un cambio en el estilo político, una elevada popularidad y el inicio de la campaña electoral de 2002, generaron un clima social y político más apaciguado. Las elecciones que siguieron a la de 1985 se desarrollaron en tiempos de “política normal”, confirmando la tendencia dejada por los comicios de 1985. No obstante, esa superficie lisa se resquebrajó a partir del año 2000. Bolivia sintió el impacto de la crisis económica regional (devaluación del real brasileño, “corralito” a los depósitos en Argentina, fuga de capitales en Uruguay, etc.) que contrajo los niveles de crecimiento y de inversión, aumentó el desempleo, acentuó la insatisfacción social de grupos que figuraron entre los perdedores del viraje liberal. La legitimidad de la economía de mercado, sustentada en sus rendimientos, quedó cuestionada a raíz de unos años de crecimiento bajo e incluso de retroceso en el ingreso per cápita del PIB (–1,9% en 1999, –0,1% en 2000 y –0,9% en 20014). La fragilidad en el campo económico se extendió a los asuntos sociales. Abril de 2000 constituyó un momento de quiebre: el gobierno de Banzer capituló ante la convergencia de bloqueos campesinos en el altiplano dirigidos por Felipe Quispe, una revuelta popular en Cochabamba exigiendo la expulsión de una empresa transnacional encargada del aprovisionamiento de agua potable (“guerra del agua”) y una huelga policial que determinó el fracaso del Estado de sitio 4 George Gray Molina, “La economía más allá del gas” en Pulso, 16 de septiembre de 2005, p. 4. 115 En ese contexto, se celebró la Elección Presidencial de 2002. En ella, dos candidaturas pusieron en el tapete de discusión elementos novedosos. Por un lado, Alberto Costa Obregón, que partió primero en las encuestas, enarboló la Asamblea Constituyente como un mecanismo de refundación del Estado y de la sociedad. La propuesta tenía antecedentes: en su versión más contemporánea fue promovida por la marcha indígena de tierras bajas de 1990. Sin embargo, tuvo una escasa acogida y el sistema partidario prefirió la ruta de los acuerdos para reformar la Constitución de 1967: en 1994 se aprobó un primer 5 Álvaro García, Raquel Gutiérrez, Raúl Prada, Luis Tapia, Tiempos de rebelión. La Paz: Muela del Diablo, 2001, 242 p. 6 Roberto Laserna, La democracia en el ch’enko. La Paz: Milenio, 2004, p. 4347. 116 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" conjunto de cambios que incluyó la creación de la Defensoría del Pueblo, del Tribunal Constitucional, del Consejo de la Judicatura y de los diputados uninominales. En la gestión de Quiroga, se aprobó un segundo paquete de modificaciones, destinadas a facilitar la participación directa de la ciudadanía. Así, se incorporaba el referéndum o la iniciativa legislativa ciudadana pero se descartaba la Asamblea Constituyente7. con respecto a la capitalización de las empresas públicas, propuso superar la crisis económica en el marco del libre mercado, recuperar la autoridad del Estado y atacar la corrupción. Igualmente, el MIR, dirigido por Paz Zamora, conservó el cuarto puesto de la presidencial precedente (15,1%). A la vez, el escenario se halló modificado de manera profunda con el derrumbe de CONDEPA y UCS, los partidos críticos con el neoliberalismo en los años 1990, el revés de la gobernante ADN (3,1%) y el ascenso de partidos que canalizaron el descontento con el estancamiento económico, las dificultades sociales y la crisis política de los años previos. El MAS, dirigido por el líder de los cocaleros Evo Morales, ocupó el segundo lugar (19,4%), un resultado inesperado para un movimiento que comenzó la campaña con ambiciones modestas y una baja intención de voto. Su jefe tuvo un discurso beligerante de defensa de la hoja de coca, de denuncia de la Capitalización y del imperialismo norteamericano. El MAS pasó apenas por delante de Reyes Villa de NFR (19,4%), que pretendió agrupar a los insatisfechos con un mensaje de renovación de hombres antes que de políticas. Por último, con un mensaje aguerrido y de tintes étnicos, el Movimiento Indio Pachakuti (MIP) de Felipe Quispe registró un nivel histórico para el katarismo (5,9%), reflejo del rechazo del altiplano paceño al liberalismo. El éxito inicial de Costa provocó que varios candidatos, entre ellos Jaime Paz y Manfred Reyes Villa, copiasen la propuesta. Sin embargo, el jefe de Libertad y Justicia cometió varios errores que hicieron naufragar su proyecto y aunque al final el tema de la Asamblea perdió relevancia, quedó como una promesa de transformación. Paralelamente, René Blattmann, organizó su campaña alrededor de la necesidad de promover el referéndum como un instrumento de decisión popular en asuntos centrales. Tampoco tuvo buenos resultados electorales pero contribuyó a consolidar la incorporación de este mecanismo de democracia en la Constitución y despertó el interés de varios actores políticos por el referéndum. La elección de 2002 fue ganada por el MNR, otra vez encabezado por el ex presidente Sánchez de Lozada (20,8%)8. Acompañado por el prestigioso periodista Carlos Mesa, el jefe del MNR defendió el balance de su primera administración, si bien guardó un perfil bajo 7 Programa de Reforma Constitucional para la participación ciudadana, 11 volúmenes, 2001. 8 Fundemos, Elección presidencial 2002 en Opiniones y Análisis (57), 2002, 222 p.; Carlos Borth, Silvia Chávez, Elecciones 2002. La Paz: Fundemos, 2003, 196 p. 117 El resultado de la elección indicó que los votantes tendieron a dividirse en dos segmentos de peso más o menos equivalente: los satisfechos con el balance de las políticas públicas de los 15 años previos, agrupados detrás del MNR, del MIR, de ADN e incluyendo ciertos segmentos de NFR, y los descontentos, que votaron por el MAS, el MIP, en parte, NFR, además de organizaciones pequeñas como L y J, CONDEPA o el Partido Socialista (PS). Mientras que los primeros tuvieron relativamente bien definidas sus opciones desde el inicio de la campaña –lo que se ilustró con el escaso movimiento de las 118 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" intenciones de voto para el MNR o el MIR–, los otros pasaron de la indecisión a la búsqueda del mejor candidato. Primero se inclinaron por Alberto Costa Obregón de L y J, luego por Reyes Villa de NFR y en la recta final se dividieron entre el jefe de NFR y Morales del MAS. polarizadas, con visiones antagónicas sobre la economía, la sociedad, la cultura y la política boliviana10. Los comicios echaron por tierra los consensos dominantes desde 1985: legitimidad indiscutida de la democracia representativa y primacía de la economía de mercado, aunque los enfoques multiculturales –otro eje importante de los consensos– se fortalecieron en variantes conflictivas que dieron a la cuestión étnica un peso significativo9. Lejos de ser una singularidad boliviana, la política latinoamericana se ha caracterizado en los últimos años del siglo XX por un reforzamiento de las corrientes críticas con el liberalismo económico, a veces también escépticas con las instituciones de la democracia representativa, y por el descrédito de los partidos gobernantes (también denominados “tradicionales”). Así, si la década de 1990 favoreció a los defensores de políticas de apertura económica, a principios del siglo XXI los comicios fueron ganados por los adversarios de esas ideas: Hugo Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina, Lucio Gutiérrez en Ecuador. En Bolivia, la elección de 2002 pareció ir a contramano de ese movimiento pero aún a pesar del triunfo de Sánchez de Lozada, la confianza en los mecanismos económicos liberales continuó declinando y el sistema partidario moderado y de alianzas que se afianzó a partir del “pacto por la democracia” suscrito en 1985 por el MNR y ADN, se descompuso y dio paso a un sistema de partidos de tendencias centrífugas y 9 Rafael Loayza, Halajtayata. La Paz: Fundemos, 2004, 197 p. 119 En ese contexto difícil, Sánchez de Lozada organizó un gobierno de coalición con el MIR y UCS, al cual se sumó luego NFR. Su segunda administración enfrentó problemas desde el inicio. Si en 1993 llegó con un porcentaje alto, una amplia legitimidad social y política, una alianza social y geográfica de envergadura, en 2002 triunfó con un marcador bajo, a pesar de la férrea oposición de los principales centros del conflicto social y político de los años precedentes, vale decir de las áreas de pequeña propiedad agrícola, de las regiones cocaleras, de los barrios populares de las capitales del occidente y centro del país. Su éxito tuvo un sabor paradójico pues era uno de los políticos más resistidos a raíz del proceso de Capitalización: no gozó de un estado de gracia ni siquiera cuando se posesionó11. La primera vez, recibió un país que vivía tiempos de “política normal” y con crecimiento económico; su segunda presidencia empezó arrastrando un estancamiento económico y dificultades políticas y sociales. Luego, mientras que en 1993 el MNR era claramente la cabeza del gobierno y sus aliados tenían escasos medios para presionarlo, la segunda vez el MNR compartió el gobierno con el MIR, un partido cuya talla no difería significativamente de la suya y que consiguió una presencia fuerte en el Poder Ejecutivo. Su capacidad de dirección disminuyó y la legitimidad de la alianza en la sociedad fue baja por la vinculación establecida entre pactos partidarios y “cuoteo” de cargos públicos12. 10 René A. Mayorga, “La crisis del sistema de partidos políticos: causas y consecuencias” en IDEA, Partidos políticos en la región andina: entre la crisis y el cambio. Lima: IDEA, 2004, p. 27-49. 11 Según las encuestas de Apoyo, Opinión y Mercado, la aprobación a Sánchez de Lozada comenzó en 46% y, un año después, se redujo a 21%. La Prensa, 2 de noviembre de 2003. 120 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Finalmente, en su primer gobierno, Sánchez de Lozada contó con un programa ambicioso y una cómoda mayoría parlamentaria para ejecutarlo; en el segundo, propuso un plan de reacción ante una crisis social, económica y política y su bancada no representaba ni un tercio del total del Congreso. satisfacer las demandas sociales, desprovista de una agenda política. La situación no mejoró con el ingreso de NFR a la coalición en agosto de 2003. El perfil de ambas gestiones difirió por razones inherentes al MNR y también por causas externas. Ocho años antes, el MNR tuvo como principal oposición a un disuelto Acuerdo Patriótico, cuya visión del país compartía numerosos aspectos y cuyos integrantes (MIR-ADN) se encontraban golpeados por la derrota. En cambio, después de la primera Presidencial del siglo XXI, el MAS, su principal contendiente, vivió su segundo lugar como una victoria, buscó federar a otras organizaciones políticas y sociales detrás suyo, no concibió su acción limitada al Congreso y en casi todos los temas tomó concepciones opuestas a las del MNR. Después de un comienzo lento, con pocas medidas, disputas frecuentes en la coalición y enfrentamientos con los movimientos sociales próximos al MAS, en febrero de 2003, para encarar el déficit fiscal, Sánchez de Lozada aplicó un impuesto sobre los salarios que provocó un estallido de violencia: fuerzas policiales amotinadas chocaron con militares, oficinas públicas, sedes partidarias y comercios fueron asaltados. El saldo de víctimas superó la treintena y dejó desarmado al Gobierno, obligado a retirar su medida y recomponer el gabinete con la salida de las figuras más polémicas como Carlos Sánchez Berzaín, ministro de la Presidencia. La gestión del MNR se estancó, impotente para aprobar sus instrumentos económicos o 12 Jimena Costa, Gonzalo Rojas, Informe de Milenio sobre el acontecer político en Bolivia (7). La Paz: Milenio, 2004, p. 11. 121 En septiembre de 2003 se encadenó una serie de conflictos que derivaron, el mes siguiente, en la renuncia de Sánchez de Lozada a la Presidencia. En el altiplano se produjeron bloqueos organizados por grupos afines a Quispe. En Sorata quedaron atrapados turistas, liberados por fuerzas del orden que luego se enfrentaron con campesinos en Warisata. La muerte de varios campesinos exacerbó los ánimos en El Alto donde se expresaron las primeras manifestaciones y huelgas urbanas en las que se mezclaron el repudio a la muerte de civiles, protestas contra las medidas de la alcaldía de El Alto y la oposición a la venta del gas a Estados Unidos a través de un puerto chileno, un plan que dirigentes sindicales y de izquierda acusaban a Sánchez de Lozada de querer ejecutar. La situación empeoró cuando al bloqueo de caminos se sumó el paro del transporte y la ruptura del aprovisionamiento de gasolina en El Alto y La Paz por la acción de los manifestantes alteños. La represión para restablecer el aprovisionamiento de hidrocarburos dejó un balance trágico, con la muerte de decenas de personas en El Alto. El rechazo al Gobierno aumentó y la movilización que se organizó en los barrios de El Alto se reprodujo en otras ciudades del occidente y centro de Bolivia así como en los distritos mineros. El conflicto desplazó la consigna de la protesta de la oposición a la venta del gas a través de Chile a la exigencia de la renuncia de Sánchez de Lozada. La movilización popular encontró apoyo en sectores de clase media, encabezados por la ex Defensora del Pueblo Ana María Romero, que se sumaron al pedido de dimisión a través de la instalación de piquetes de huelga de hambre. Frente a la envergadura de la represión, 122 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" el vicepresidente Mesa rompió políticamente con el gobierno y algunos ministros renunciaron. íntegra en la administración del nuevo gobierno pero influyó en su conducta y en el comportamiento de otros actores. En efecto, Mesa se comprometió a organizar un referéndum, ahora vinculante, sobre la política energética, replantear la Ley de Hidrocarburos, aprobada en la primera gestión de su antecesor y preparar una Asamblea Constituyente. Este acontecimiento fue percibido como mucho más que la redacción de una nueva Constitución, fue considerado como el punto de inicio de un país distinto. Por último, Mesa señaló que gobernaría sin partidos, disolviendo de hecho la coalición que sustentó a Sánchez de Lozada. Acorralado y debilitado, Sánchez de Lozada prometió organizar un referéndum no vinculante y por departamentos sobre el gas y convocar a una Asamblea Constituyente. La propuesta fue considerada extemporánea por los actores movilizados y la situación continuó deteriorándose: aunque los enfrentamientos y la represión prácticamente cesaron, la sede de gobierno se encontraba cercada, amenazada por la llegada de nuevos grupos de trabajadores, en especial mineros de Oruro, desabastecida de alimentos, sin actividades públicas o privadas. Sin apoyos y abandonado por sus socios políticos, Sánchez de Lozada renunció y fue sucedido por su vicepresidente Carlos Mesa. El desenlace redujo la tensión: las medidas de presión fueron levantadas y la calma retornó al país. Sin embargo, las jornadas marcaron un profundo cambio de rumbo en la política boliviana. La caída de Sánchez de Lozada resquebrajó el modelo que encarnó: supremacía de la economía de mercado con presencia del capital extranjero, democracia representativa con un papel central de los partidos y participación activa de los tecnócratas en las políticas públicas. En cambio, ganaron legitimidad las tesis que exigían un papel activo del Estado en la economía, el final del monopolio partidario para la representación y se exaltaron modos de participación y de acción alejados de la democracia liberal representativa. Este conjunto heterogéneo de ideas, algunas de las cuales como el nacionalismo económico se enraízan en una historia larga13, no plasmó de manera 13 Roberto Laserna, La democracia en el ch’enko, op. cit., p. 49-78. 123 Mesa se apoyó en una elevada popularidad que provino de la ruptura con su predecesor y que se mantuvo durante toda su gestión, de una apertura a las demandas que se cristalizaron en octubre de 2003, de la habilidad para transmitir su mensaje y de su decisión de gobernar sin partidos. Las críticas a las prácticas partidarias se convirtieron en frases comunes y se desgastaron los liderazgos de las fuerzas que gobernaron. El MNR quedó sin su jefe, cuyo papel en la dirección no pudo ser asumido plenamente por sus sucesores, Javier Campero y Mirtha Quevedo; Quiroga se distanció de ADN; del MIR se desprendieron Unidad Nacional (UN), de Samuel Doria Medina y Plan Progreso (PP), de José Luis Paredes. NFR se hundió en una severa crisis luego de su corta participación en la administración de Sánchez de Lozada. Las bancadas parlamentarias perdieron su habitual disciplina y cohesión, las figuras partidarias más populares procuraron un juego más autónomo y fuertes tendencias centrífugas golpearon a la mayoría de los partidos. Sólo el MAS, firme opositor a los gobiernos liberales, salió intacto de los aprietos que sufrió el sistema de partidos tras los sucesos de octubre de 2003: en las Municipales de diciembre de 2004, aunque con menos de 20%, se impuso, avanzó de manera considerable con respecto a 1999 y apareció como la única fuerza de alcance nacional 124 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" mientras que los partidos “tradicionales” sufrieron, en grados distintos, una disminución fuerte con respecto a los comicios municipales anteriores, dejando además la impresión de un paisaje político nacional fragmentado14. Empero, en la corta campaña, el debate sobre la legalidad del referéndum ocupó más tiempo que la discusión sobre los temas planteados. Los partidos se mostraron desinteresados –con excepción del MAS que apoyó el “sí” en las tres primeras preguntas y el “no” en las dos últimas17. El Gobierno se encontró casi sin contendores al frente, incluso ayudado por los sectores sindicales más radicales que amenazaban con boicotear la consulta, lo que volcó a los sectores moderados hacia el “sí”. Con la iniciativa, a inicios de 2004, Mesa impulsó la reforma a la Constitución que contempló, entre otras medidas, la inclusión del referéndum, el fin del monopolio partidario para la presentación de candidaturas y la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente15. Decidido a asentar su legitimidad y cumplir con su agenda, el Gobierno convocó a una consulta popular para decidir la política energética16. Se trató de un proceso singular, era el primer referéndum en Bolivia en más de 70 años, ponía a prueba uno de los mecanismos de la democracia directa recientemente incorporados en la Constitución y abordaba uno de los asuntos más polémicos de los años precedentes. 14 Un análisis de la elección puede encontrarse en Fundemos, en Opiniones y Análisis (73); Salvador Romero Ballivián, En la bifurcación del camino: análisis de la Elección Municipal 2004. La Paz: Corte Nacional Electoral, 2005, 119 p.; Hugo Carvajal, Miguel Ángel Pérez, ¿Una nueva realidad política? La Paz: Fundemos, 2005, 262 p. 15 La reforma a la Constitución exige que una legislatura apruebe una ley con las modificaciones (lo que se hizo en la gestión de Quiroga) y que la siguiente la ratifique: sólo después de cumplirse ese procedimiento, la Constitución se encuentra reformada. 16 Sobre el referéndum, se puede consultar: Corte Nacional Electoral, El referéndum 2004 en Bolivia. La Paz: Corte Nacional Electoral, 2004, 115 p.; Luis Tapia, Por el sí, por el no. La Paz: Corte Nacional Electoral, 2004, 127 p.; Fundemos, El referéndum en Bolivia en Opiniones y Análisis (68), 2004, 200 p.; Fundemos, Referéndum: resultados y alcances en Opiniones y Análisis (70), 2004, 220p. 125 El referéndum concluyó en una paradoja. El Gobierno obtuvo el apoyo para el “sí” en las cinco preguntas pero, en pocas semanas el Parlamento rechazó los proyectos de ley remitidos por el Poder Ejecutivo, supuestamente con la interpretación correcta de las respuestas afirmativas. El Congreso optó por elaborar una norma propia, bajo la dirección del MAS, apuntando a un incremento de los impuestos y obligando a las empresas transnacionales a adecuarse a la nueva ley. La pérdida de control de la agenda política por parte del Gobierno y de la definición de los ejes de la Ley de Hidrocarburos se produjo como consecuencia de la popularidad de la propuesta de nacionalización en la opinión pública. Los parlamentarios, aunque representaban a partidos en crisis, se atrevieron a desbordar al Gobierno pues se encontraban en sintonía con la aspiración popular. La independencia de los Poderes Legislativo y Ejecutivo viró a favor del Parlamento, convertido en el Primer Poder del Estado, tal cual reza la doctrina política clásica, a pesar de su baja legitimidad social. Así, 17 La activa campaña del MAS dejó una huella clara sobre la geografía del referéndum y constituyó la primera actuación de la estructura del MAS en una consulta electoral luego de la Presidencial de 2002. Ningún otro partido aprovechó el referéndum para movilizar a su militancia, optando a menudo por un tibio apoyo al “sí” en la mayoría de las preguntas. 126 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" la victoria en las urnas ni afianzó de manera durable la legitimidad del Gobierno ni le permitió diseñar la nueva política energética del país. la autonomía departamental. En una masiva concentración, en el “Cabildo de la autonomía” el movimiento regional exigió un referéndum para adoptar la autonomía y la primera elección de prefectos departamentales19. El gobierno aceptó la demanda aunque hubo que aguardar la aprobación de una ley para convocar a la elección prefectural para agosto de 2005 mientras que el Comité Cívico de Santa Cruz reunió las firmas suficientes para convocar mediante iniciativa popular a un referéndum sobre las autonomías departamentales. Con esas decisiones, la región cruceña, principal polo económico de Bolivia, encontró un contrapeso a las demandas de las zonas occidentales, centradas principalmente en la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Durante el primer semestre de 2005, Mesa fracasó en el intento por recuperar la iniciativa, lo que incluso llevó a reiteradas amenazas de dimisión. El Gobierno encontró una fuerte resistencia en el Parlamento así como en los sectores sindicales y en los movimientos sociales que presionaban para obtener la satisfacción de sus demandas aprovechando el debilitamiento del Estado. Estos grupos reforzaron su poder pero esa influencia no fue de la mano de una unificación de organizaciones dispares en su estructura, sus fines y tácticas. Ni el Gobierno, con una pequeña bancada afín en el Parlamento, ni los partidos en el Congreso consiguieron avanzar en la aprobación de una ley especial de convocatoria a la Asamblea Constituyente: se presentaron muchos proyectos pero ninguno generó consenso y tampoco ninguna organización política se encontraba en condiciones de articular una mayoría alrededor de su propuesta. Por último, a medida que el juego partidario perdía consistencia, la cuestión regional, siempre presente en Bolivia18, generó nuevas y profundas líneas de conflicto. Molestas con el activo papel del MAS en la definición de la política energética, con la actitud ambigua del gobierno frente a las empresas petroleras, con el papel influyente de los movimientos sociales en la toma de decisiones del Poder Ejecutivo y con la desatención a sus demandas, las instituciones de Santa Cruz asumieron una posición severa con Mesa y enarbolaron la bandera de 18 José Luis Roca, Fisonomía del regionalismo boliviano. La Paz: Plural, 1999, 350 p.; Fernando Calderón, Roberto Laserna (coord.), El poder de las regiones. La Paz: CERES-CLACSO, 1985, 268 p. 127 Esa evolución cada vez más tensa perjudicó a Mesa, confrontado a la aprobación de una ley de Hidrocarburos que no le satisfacía mientras que aumentaban las movilizaciones populares que exigían la nacionalización. La posición gubernamental se debilitó cuando Mesa anunció otra vez su decisión de renunciar. Los bloqueos en La Paz, los cortes en el suministro de gas, las amenazas de varios sectores sociales generaron otra vez una situación complicada: el Congreso, reunido en Sucre, decidió dar curso a la sucesión constitucional. Sin embargo, ni el presidente del Senado Hormando Vaca Díez ni el de la Cámara de Diputados Mario Cossío, pudieron asumir la Presidencia. Ambos debieron renunciar a su derecho pues la ciudad de Sucre se encontró bloqueada por mineros y campesinos decididos a impedir que miembros de la antigua coalición de Gobierno ejerzan la Presidencia. Así se allanó el camino para que Eduardo Rodríguez Veltzé, Presidente de la Corte Suprema de Justicia, se convierta en el sucesor de Mesa. De manera simultánea, el Parlamento fijó para el domingo 2 de Julio 19 Discurso de Rubén Costas, presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, “Cabildo de verdad”, La Razón, 29 de enero de 2005. 128 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" de 2006 la realización simultánea de una Asamblea Constituyente y de un referéndum sobre autonomías departamentales, uniendo dos pedidos que venía de vertientes diferentes pero que se volvieron viables en la medida que se desarrollasen de manera paralela. votaciones significativas en el este y el sur, tierras de las fuerzas conservadoras. El voto crítico con el desempeño de la economía de mercado y con los principales actores de la democracia representativa, antes disperso entre varios partidos, se concentró detrás del MAS que monopolizó la aspiración al cambio. El segundo lugar fue ocupado por el ex presidente Quiroga al frente de PODEMOS, una alianza de agrupaciones ciudadanas y partidos. Recibió el apoyo de la mayoría de las tierras bajas y logró una buena votación citadina. En un tercer distante lugar se ubicó Samuel Doria Medina, encabezando a UN. Para los partidos relevantes de las elecciones anteriores, la presidencial de 2005 constituyó una experiencia amarga: el MNR quedó relegado al cuarto lugar, con el peor resultado de su historia; el MIR, ADN y UCS no se presentaron aunque muchos de sus cuadros colaboraron con PODEMOS; NFR y MIP perdieron su personalidad por quedar con menos de 3% de los sufragios. Fue, por lo tanto, ante una oposición dispersa y golpeada por los resultados que Morales se posesionó como presidente en un ambiente de fuertes expectativas nacionales e internacionales. Rodríguez organizó su gabinete sin figuras partidarias para asegurar la neutralidad de su administración en la tarea que le fijaba la Constitución: organizar nuevos comicios presidenciales y dirigir un corto gobierno de transición. Sin embargo, existía un amplio consenso en el país en torno a que la elección no podía limitarse a elegir un presidente y un vicepresidente únicamente para completar el período constitucional y que más bien se necesitaban comicios generales que permitiesen conocer las expectativas de la ciudadanía y establecer nuevas correlaciones de fuerza política. El Parlamento modificó la Constitución en ese sentido y sólo después Rodríguez convocó a la Elección General para diciembre de 2005. Para la misma fecha se postergó la elección de Prefectos. Los comicios generales se caracterizaron por un repunte de la participación, por una victoria de proporciones históricas por parte del MAS y el derrumbe de los partidos “tradicionales”20. El dato saliente fue, sin duda, el triunfo con mayoría absoluta de los sufragios válidos obtenida por el binomio Morales – García pues ese resultado nunca se había producido desde el retorno a la democracia. El MAS acaparó la mayoría de la votación en las regiones occidentales y centrales, consiguió un amplio respaldo urbano y, aunque perdió, consiguió 20 Para un análisis de esos comicios: Salvador Romero Ballivián, El tablero reordenado: análisis de la presidencial 2005. La Paz: Corte Nacional Electoral, 2006, 117 p.; Fundemos, Elección general 2005 en Opiniones y análisis 77, 2006, 183 p. 129 El gobierno se encaminó rápidamente a dar cumplimiento a sus promesas electorales, prestando una atención particular a la convocatoria de la Asamblea Constituyente. II. La ley especial de convocatoria a la Asamblea Constituyente y la ley del referéndum sobre autonomías departamentales Una de las primeras acciones del gobierno fue aprobar pronto la ley especial de convocatoria a la Asamblea Constituyente y con ella la del referéndum sobre autonomías departamentales, realizando de forma simultánea los dos procesos electorales, tal cual como se acordó en 2005. La primera de las normas exigía un acuerdo con la oposición 130 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" pues la Constitución indica que la convocatoria a la Asamblea debe contar con la aprobación de los 2/3 de los parlamentarios. La mayoría congresal del MAS era por sí misma insuficiente para obtener ese nivel pero sí aseguraba que su propuesta sirviese como base del acuerdo, logrado en negociaciones encabezadas por el vicepresidente García. A inicios de marzo, por unanimidad, el Parlamento aprobó las leyes para que se organicen los dos procesos. reuniese la mayoría absoluta de los sufragios pero encontró un mecanismo para quebrar la restricción: encontró aliados, en particular el MBL, dispuestos a que líderes del MAS usen esas siglas en los bastiones azules21. Para la Asamblea Constituyente, se definió que se elegirían 255 representantes, 5 por cada departamento y 210 en circunscripciones territoriales. Si bien se insistió en el hecho que ninguna fuerza política podía conseguir sola la mayoría de 2/3 en la Asamblea, barrera mínima para aprobar el nuevo texto constitucional, el modelo electoral aprobado tenía una inspiración mayoritaria. Esta característica no era tan evidente en la franja departamental, en la cual incluso existían cortapisas para la mayoría al disponer que el ganador lograría 2 de los 5 representantes y las fuerzas siguientes, en la medida que superasen la barrera de 5%, 1 elegido cada una. Sin embargo, los asambleístas escogidos en la circunscripción departamental no llegaban ni al quinto del total de miembros. En las circunscripciones, la situación variaba. Para facilitar los acuerdos, se optó por mantener las 70 circunscripciones usadas en los comicios de 2005, evitando así ingresar en un terreno muy delicado que casi hizo zozobrar esa elección cuando hubo que reasignar diputaciones por región. Se decidió que el vencedor recibiría 2 de los 3 constituyentes elegidos en cada circunscripción. En todos los casos en los cuales el triunfador quedaría por debajo de los 2/3 de los votos válidos, el sistema electoral le asignaba una prima mayoritaria: de lejos se trataba del caso de figura más frecuente. El oficialismo fracasó en su intento por entregar los 3 representantes a la organización que 131 El efecto mayoritario sirvió de manera modesta al MAS, que logró una proporción de asambleístas casi equivalente a su votación (53.7% contra 50.7%) aunque el porcentaje creció gracias a los representantes del MBL (56.8%). Quedó, por lo tanto, cerca de los 2/3 necesarios para aprobar la nueva Constitución. Paradójicamente el gran beneficiario del sistema resultó PODEMOS que con 15.3% de los sufragios logró 23.5% de los escaños, aprovechando la sobrerepresentación parlamentaria de los departamentos del norte y del este, sus bastiones. Como sucede con los modelos mayoritarios, los desfavorecidos resultaron las organizaciones minoritarias, en especial si no tenían sólidos terrenos regionales. Para el referéndum, los parlamentarios definieron la siguiente pregunta: “¿Está usted de acuerdo, en el marco de la unidad nacional, en dar a la Asamblea Constituyente el mandato vinculante para establecer un régimen de Autonomía Departamental, aplicable inmediatamente después de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado en los departamentos donde este Referéndum tenga mayoría, de manera que sus autoridades sean elegidas directamente por los ciudadanos y reciban del Estado Nacional competencias ejecutivas, atribuciones normativas administrativas y los recursos económicos – financieros que les asigne la nueva Constitución Política del Estado y las Leyes?” La redacción difería en por lo menos dos 21 “El MAS se presta otras siglas para hegemonizar la Asamblea” en La Prensa, 27 de marzo de 2006. 132 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" puntos de la propuesta inscrita en los libros en los cuales las instituciones cívicas cruceñas recolectaron firmas para el referéndum por iniciativa ciudadana. Por un lado, se eliminó que los departamentos podrían “disponer libremente de sus recursos” y por otro lado se suprimió la característica de que se trataba de un “referéndum nacional vinculante departamentalmente”. Esta idea parecía estar implícita en la nueva pregunta pero se convirtió en objeto de debate en la recta final de la campaña cuando desde el oficialismo se señaló que una victoria del “no” a nivel nacional liberaba a la Asamblea de cualquier obligación, independientemente del resultado en tal o cual departamento. Como sucedió con el referéndum sobre la política energética, consideraciones legales sobre las características del referéndum o sobre sus alcances ocuparon un espacio importante en desmedro de la discusión sobre el fondo de la consulta. lo hizo en pacto con el FRI (Camino al Cambio) y en Santa Cruz con la agrupación A–3. III. Los partidos y las candidaturas La elección de la Asamblea Constituyente llegó a los pocos meses de las elecciones de diciembre de 2005, generales y prefecturales, por lo que era previsible que hubiesen pocas novedades en las fuerzas en presencia aunque en total 25 organizaciones o alianzas se registraron. Esta cifra tan elevada se explica por la posibilidad de inscribir candidatos en un solo departamento. Por supuesto, este era el grupo con mayores expectativas electorales: el MAS apuntaba a repetir la mayoría absoluta e incluso Morales se animó a pedir un apoyo superior a los 2/3 de los votos. A pesar de la ausencia de encuestas en la campaña, su favoritismo no fue desmentido en ningún momento, respaldado por su éxito en la municipal de 2004 y la presidencial de 2005. Para los comicios, recondujo su alianza con el MSM de Juan del Granado. Por su parte, la alianza PODEMOS también fue suscrita por casi todos los integrantes de la coalición de 2005 pero la derrota en la presidencial dejó secuelas que generaron tensiones internas. La organización aspiraba a mantener su papel de principal opositor, conciente que no tenía opciones de revertir la correlación de fuerzas instalada en diciembre. UN afirmaba su voluntad de mejorar su posición y consolidar el tercer puesto logrado en la presidencial. Por último, el MNR, el partido más importante de la segunda mitad del siglo XX, buscaba confirmar que continuaba siendo una organización nacional importante, capaz de recuperarse de la crisis que le supuso la renuncia de Sánchez de Lozada. Las fuertes disputas internas que se dieron en 2005 parecieron quedar superadas. El MAS, PODEMOS, UN y el MNR, las cuatro organizaciones que conservaron su personalidad jurídica luego de la contienda presidencial, volvieron a competir y lo hicieron en los 9 departamentos buscando confirmar su vocación nacional. Una mención especial merece el MNR que se registró con su sigla en 7 regiones y en 2 se presentó bajo la misma modalidad de alianza que en la prefectural: en Tarija Varios partidos denominados “tradicionales” se lanzaron al ruedo luego de haber optado por un repliegue en la elección general aunque a veces apoyaron implícitamente a la candidatura de Quiroga. Fue el caso del MIR que se movilizó en todo el país; de ADN, presente en 6 departamentos con sigla propia y en los restantes en alianzas formales (con UCS en Santa Cruz bajo el nombre Alianza Andrés Ibáñez) o informales; del MBL que participó en 6, a veces al servicio del MAS (cf. sección precedente) y de UCS que trabajó en 3 regiones. A diferencia del grupo precedente, las aspiraciones eran más modestas: 133 134 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" conseguir cierta presencia en la Asamblea Constituyente a partir de algunos bastiones o simplemente mantener la personalidad jurídica, sin la amenaza de la barrera del 3% que rige para los comicios presidenciales, pero en riesgo si no se toma parte en dos procesos electorales consecutivos. con escasa o ninguna experiencia en una lid electoral, dirigentes vencidos en los comicios de Diciembre de 2005 o cuadros intermedios a los que se les abrió una oportunidad. A título de ejemplo, en el caso de los intelectuales, pueden mencionarse a Roberto Aguilar, Carlos Romero, Raúl Prada (MAS), Jorge Lazarte, Julio Aliaga (UN), José A. Quiroga (MBL). Las más de las veces figuraron en la franja departamental o en circunscripciones urbanas. Entre los candidatos desafortunados de diciembre de 2005 se puede nombrar a Freddy Soruco, Oscar Sandoval (en las listas del MNR y aliados), Gilbert Méndez, Gonzalo Barrientos, Sergio Medinaceli, (PODEMOS). Asimismo, la Asamblea brindó un campo a políticos con amplia trayectoria pero ausentes en esas elecciones, como Guillermo Richter, Oscar Zamora, Oscar Sandoval (del MNR y aliados), Román Loayza, José Bailaba (MAS), etc. Con la excepción de Samuel Doria Medina, jefe de UN, los principales de los dirigentes del UN, PODEMOS, MAS o MNR decidieron no pelear un espacio en la Asamblea. En el caso de los dirigentes medios, se brindaron facilidades a líderes sindicales, en especial en el MAS. El resto de las organizaciones se dividía entre formaciones debutantes y agrupaciones regionales (en ciertos casos, ambas categorías se superpusieron). Al primer grupo pertenecían AYRA, CN o TRADEPA: habían conseguido su personalidad jurídica en los meses precedentes y, si bien no partían entre los favoritos, confiaban en elegir representantes y se animaron a competir en varios departamentos. En el segundo grupo se contaban 11 agrupaciones, vale decir casi la mitad de todos los competidores. Entre las más relevantes se puede citar a aquellas dirigidas por alcaldes de capitales o por prefectos: el MCSFA en Oruro (Edgar Bazán), AS en Potosí (René Joaquino) o APB en Santa Cruz (Rubén Costas). Tenían personalidad sólo en un departamento y en él registraron sus candidatos, confiando en su arrastre regional para lograr representantes en la Asamblea. En general, los partidos optaron por conformar sus listas con tres tipos de candidatos: intelectuales afines al proyecto ideológico pero El cuadro se presentó especialmente crítico para las formaciones “tradicionales”, con un crédito bajo social y político, impotentes para conservar a sus cuadros más exitosos que buscaron opciones en tiendas con mejores perspectivas, desprovistas de recursos para llevar adelante sus campañas. Para el MIR, la situación fue difícil, pues el partido se encontraba a la deriva luego de la renuncia de Jaime Paz a la jefatura y la conformación de una endeble dirección colegiada; en ADN se reagruparon militantes próximos a Banzer y dirigentes críticos con Quiroga; en UCS, se hizo evidente la ausencia de liderazgo, igual que en el MBL en los departamentos donde presentó sus propios cuadros y no los del MAS. Sólo en ocasiones excepcionales estas organizaciones reclutaron candidatos independientes, más bien apelaron a militantes 135 136 La designación de candidatos tuvo complicaciones o facilidades distintas según los grupos a los cuales pertenecían los partidos. Para las organizaciones más fuertes, la selección de candidatos fue una tarea compleja. Sus cuadros más conocidos habían ganado puestos en comicios recientes (la municipal de Diciembre de 2004, la general y la prefectural de Diciembre de 2005) o desempeñaban, en el caso del MAS, altas funciones públicas. No mostraron mayor interés en cambiar sus cargos por un curul en la Asamblea. "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" comprometidos que hicieron campaña en condiciones adversas. Entre los más destacados figuran Guido Camacho, Juan J. Padilla (ADN), Raúl Araoz, Jorge Barrientos, Fátima Zegarrundo, Millán Ribera (MIR), Franz Barrios, Edgar Cueto (MBL). De la presentación de los candidatos, se pueden extraer varias conclusiones. La primera es que las listas incorporaron una cantidad muy importante de debutantes, facilitada por la sucesión de escrutinios en el año y medio anterior que entregaron cargos, quebraron carreras o dejaron con recursos estrechos a muchos aspirantes. Esa afirmación general es, por supuesto, compatible con el hecho que la Asamblea ofreció una nueva oportunidad a políticos profesionales que tuvieron escasa suerte en los procesos electorales de 2005. Luego, se debe mencionar que la inclusión de intelectuales, académicos o abogados, fue un rasgo característico de muchas listas: las organizaciones sintieron que la Asamblea Constituyente podía ser un ambiente natural en previsión de discusiones teóricas y en el cual habían pocas parcelas de poder en juego. Al final, se eligió una cantidad alta de abogados, un rasgo que se presentaba en los Parlamentos de los primeros años de la democracia, y que se fue perdiendo a menudo que otros grupos reforzaban su influencia, como los comunicadores o los hombres provenientes del área rural gracias a las diputaciones uninominales. En el caso de las formaciones recientes, los lugares centrales de las listas fueron ocupados por los jefes, algunos verdaderos debutantes, otros, provenientes de partidos desaparecidos, con una mayor experiencia electoral. TRADEPA, formación fundada por militares en retiro, y CN, con una fuerte presencia evangélica, presentaron caras nuevas, ya fuesen las de sus dirigentes o de candidatos invitados. El primer partido incluyó a 14 ex militares en sus listas. Sin embargo, ni el uno ni el otro se cerraron a políticos con un recorrido previo (Félix Cárdenas de CN fue ex candidato presidencial en 1993). En AYRA, hubo una proporción mayor de candidatos que hicieron armas en otros partidos (Víctor H. Canelas, José Luizaga). Finalmente, las agrupaciones regionales se separaron en aquellas que presentaron listas presididas por sus jefes fundadores y las que inscribieron candidatos que no eran sus máximos líderes. Las primeras eran dirigidas por políticos que no tenían en ese momento funciones públicas pero que habían ocupado sitiales importantes en la política nacional (diputaciones) o local (concejalías), como Jerjes Justiniano (ASI), Jaime Cuentas (MAR) o Félix Vásquez (MOP). Jugaban todas sus cartas para recuperar un liderazgo político regional y siempre encabezaron la franja departamental. Las otras, a menudo instrumentos políticos de los alcaldes de las capitales, pusieron sus estructuras al servicio de dirigentes que eran afines a los fundadores y buscaban afianzar su dinamismo local. Fue el caso del MCSFA, de AS y, en cierta medida, de APB que, en Santa Cruz, promovió a dirigentes cívicos. 137 IV. Una campaña electoral corta y desabrida A partir de 2004, Bolivia ingresó en una etapa de campañas electorales cortas, diferentes de las más largas y preparadas que caracterizaron la década de 1990. Ello se explicó por la situación tensa e incierta que vivió el país, por el carácter inesperado de varios comicios, como los generales y prefecturales de 2005, convocados de manera anticipada y por el cambio de algunas reglas que hicieron más breve y restrictivo el tiempo de la propaganda a través de los medios masivos de comunicación. Sin embargo, es probable que ninguna de las campañas anteriores hubiese comenzado de forma tan tardía y con tan escaso entusiasmo 138 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" que llamó la atención de los analistas y de los medios. Varias causas explican esa situación. La primera proviene de la cercanía entre la elección presidencial y la de la Asamblea Constituyente. Esa proximidad temporal afectó de muchas maneras a las organizaciones políticas. Las puso ante el reto de conducir otra vez una campaña cuando aún no se habían extinguido las pasiones y las emociones de la contienda presidencial, la más importante del sistema político boliviano. Tuvieron dificultades para encontrar candidatos experimentados. Tampoco les fue fácil lograr recursos después de una elección general bastante costosa: además, el financiamiento público, restringido a apenas 0.7 por mil contra 1.25 por mil en 2005, benefició sólo a cuatro formaciones (MAS, PODEMOS, UN, MNR). Los fondos privados estuvieron menos disponibles que en oportunidades anteriores. Esas complicaciones logísticas explican, en parte, la cantidad récord de renuncias a postulaciones que se presentaron, cerca de 700. Los reemplazos no alcanzaron a cubrir todas las vacancias. especial después de una sucesión acelerada de procesos electorales y esa apatía era compartida por los medios23. Luego, no debe desconocerse el impacto profundo dejado por la presidencial: los partidos, tanto los del oficialismo como los de la oposición, sentían que existían escasas posibilidades de modificar las correlaciones de fuerza establecidas en Diciembre de 2005. Por último, la militancia mostró un escaso interés en colaborar con candidatos poco conocidos y que podían ofrecer poco a cambio del esfuerzo; si la situación fue más complicada para las organizaciones derrotadas en Diciembre de 2005, ni siquiera el MAS estuvo exento del retraimiento de sus bases22. La atonía de la campaña no puede atribuirse únicamente a los partidos: en la ciudadanía tampoco se manifestaba una atención Más allá de ese análisis, se puede señalar que la campaña tuvo dos fases claramente distintas: en la primera, el acento se colocó en la Asamblea Constituyente, en la segunda, el interés se centró en el referéndum sobre las autonomías departamentales, consulta que despertó una polémica abierta. Además, recubriendo toda esta campaña electoral, se desarrolló la acción intensa del gobierno: la “nacionalización” de la industria petrolera, los programas sociales (alfabetización, campañas de salud, etc.) y los lazos con Caracas y La Habana constituyeron puntos de referencia para el oficialismo y la oposición. Apenas promulgada la ley de convocatoria para la Asamblea Constituyente y la del referéndum sobre autonomías departamentales, se abrió el tiempo de la campaña pero ella comenzó de manera muy fría. En efecto, a diferencia de una elección general o municipal, las organizaciones no tenían candidatos decididos de antemano y en el caso del referéndum, no parecían existir posiciones diferentes al “sí”, opción en la cual parecían converger las principales fuerzas políticas, sociales y regionales. Sin embargo, la situación apenas cambió cuando las formaciones registraron sus candidatos pues los aparatos se desplegaron poco y se presentaron pocas propuestas. Ni siquiera cuando se abrió la posibilidad legal de difundir propaganda a través de los 23 22 “Los frentes encuentran a su militancia poco entusiasmada” en La Prensa, 10 de abril de 2006. 139 Sólo a título de ejemplo, se puede mencionar que los habituales suplementos electorales de los periódicos aparecieron muy tardíamente: la mayor parte de la campaña fue cubierta en los espacios habituales. 140 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" medios de comunicación, las organizaciones buscaron de inmediato promover sus candidatos o sus ideas24. La oposición también eludió el terreno constitucional. Lo hizo de dos maneras. Por un lado, PODEMOS casi no mencionó el proyecto de Constitución que había elaborado en 2005 y como consideró que era difícil atacar las medidas oficialistas, en especial la nacionalización dada su elevada popularidad, concentró sus ataques en la “injerencia” del presidente venezolano Hugo Chávez. Señaló que el gobierno seguía dócilmente el modelo venezolano o cubano, procurando reproducir un efecto parecido al que favoreció el triunfo de García sobre Umala en Perú. Denunció la activa campaña publicitaria de la compañía venezolana PEDEVESA, se colocó como guardián de los símbolos patrios, de la religión cuando las relaciones entre el gobierno y la Iglesia tomaron un giro tenso y de la propiedad privada individual, sugiriendo que existía un riesgo de reproducir las medidas cubanas. Por su parte, UN repitió el ejercicio de la presidencial de 2005 y mostró a Doria Medina como un empresario preocupado por el empleo, capaz de encontrar soluciones económicas para una de las inquietudes prioritarias de los bolivianos. Finalmente, las otras organizaciones mostraron un perfil discreto, con escasa presencia en los debates, en las campañas y en los medios, procurando asegurar el voto de los bastiones regionales o sociales que creían más afines. En realidad, la campaña se situó lejos de la discusión de los planteamientos constitucionales. El MAS decidió poner el acento en la popularidad de Morales y en su trabajo gubernamental para solicitar que el voto por representantes a la Asamblea sirviese para consolidar los cambios ejecutados, exhibidos como el cumplimiento de las promesas de renovar la política y adoptar otro modelo de desarrollo, dos de los ejes centrales de la campaña presidencial de 2005. El MAS buscó que la elección constituyese la oportunidad de confirmar el apoyo conseguido en esa elección y refundar Bolivia sobre bases más incluyentes. En esta estrategia, la “nacionalización” de la industria petrolera, decidida en mayo con la toma militar de los campos petroleros, ocupó un papel central. Esta medida era presentada como el claro ejemplo de la voluntad de Morales de modificar las reglas del juego económico, de poner límites a la inversión privada, en particular extranjera, de romper con la herencia liberal, de cumplir con el nacionalismo económico que contribuyó a su victoria en la presidencial. La “nacionalización” logró un masivo respaldo ciudadano. Otras acciones proselitistas reforzaron esta lógica: la propaganda gubernamental –antes que la del MAS- apuntó a demostrar el compromiso social de las nuevas autoridades, expresado en los programas de alfabetización o las operaciones gratuitas practicadas por médicos cubanos. La idea de la ruptura con el pasado fue una de las líneas maestras de la campaña del MAS y abarcó los asuntos políticos, con una atención especial a la denuncia de supuestos casos de corrupción. 24 Como se desprende de la exposición, los partidos optaron por poner en la primera línea sus siglas y a sus principales dirigentes, dejando en un lugar secundario a los candidatos a la Asamblea, normalmente poco conocidos por los votantes. Esa campaña de baja intensidad dejó en un lugar aún menos privilegiado la discusión sobre las autonomías departamentales, discutidas y promovidas únicamente en Santa Cruz y, en menor medida, “La campaña empezó débil por la falta de recursos y propuestas” en La Razón, 3 de mayo de 2006. 141 142 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" en Tarija o Beni25. Sin embargo, esa situación se modificó de forma completa cuando el presidente Morales anunció a pocas semanas que respaldaría el “no” en la consulta. Rompía así el amplio consenso que se perfilaba en la consulta, aunque por supuesto esa uniformidad de criterios ocultaba grados distintos de compromiso: entusiasta y militante en muchas regiones del oriente y del sur, distante en varias áreas del centro y occidente del país. ciudadanas expresadas en Diciembre de 2005 aunque con matices significativos (mapa 1). Entre los datos generales, se debe señalar que la participación se mantuvo en el mismo elevado nivel, que el aumento de competidores fragmentó una votación que estuvo muy concentrada en la presidencial y que una fracción del electorado se sintió poco atraído por una contienda en la que no intervinieron los principales dirigentes partidarios, lo que aumentó los votos blancos y nulos. En el estudio por organizaciones, el MAS volvió a imponerse con la mayoría absoluta de los votos válidos, con un porcentaje ligeramente por debajo del conseguido por Morales, triunfando en siete departamentos. Sin embargo, la comparación de la votación sobre los votos emitidos –vale decir contemplando blancos y nulos- muestra un retroceso más importante. La consigna del MAS a favor del “no” en el referéndum marcó de manera profunda la geografía del referéndum, como se desprende del mapa 2. Los lugares de las fuerzas opositoras se mantuvieron sin modificaciones: PODEMOS conservó su segundo lugar, vencedor en Beni y Pando, pero vio su votación reducida casi a la mitad, en tanto que el MNR y UN permanecieron con votaciones bastante estables. Los partidos denominados “tradicionales” ratificaron que pasan por un momento crítico, con un apoyo muy bajo. Las organizaciones que se anotaron para la Asamblea y que no compitieron en la presidencial consiguieron parcelas de votación pequeñas, sin superar 3.5% de los sufragios. El viraje presidencial concentró toda la atención del final de la campaña en el destino del referéndum; la Asamblea Constituyente pasó definitivamente a un segundo lugar. A pesar de ciertas reservas, como la expresada por el vicepresidente García que optó por una postura más neutral, el MAS terminó alineándose sobre la decisión de Morales y acusó a la propuesta de autonomías departamentales de ser un instrumento para consolidar los privilegios de la oligarquía cruceña. El oficialismo pidió un voto por sus representantes y por el “no” en el referéndum. El MAS quedó en una posición bastante solitaria pues PODEMOS, UN, el MNR o el MIR proclamaron abiertamente su apoyo a las autonomías, sumándose a las instituciones cívicas de Santa Cruz o de Beni, a la mayoría de los prefectos y a varias de las agrupaciones de raigambre regional, que expresaron su compromiso con el proyecto descentralizador. El debate generó un antagonismo fuerte en las semanas previas al domingo 2 de julio. V. Los principales resultados de la Asamblea Constituyente se encuentran resumidos en el Cuadro 1 en tanto que los del referéndum figuran en el Cuadro 2. Resultados Sin duda, la principal característica de los resultados de la elección de la Asamblea Constituyente es que confirmó las preferencias 25 “El referéndum autonómico se queda en segundo plano” en La Razón, 4 de mayo de 2006. 143 144 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Mapa 1 Resultados del referéndum sobre autonomías departamentales 2006 Mapa 2 Mayor votación por sección municipal SI NO 145 146 147 Todos los porcentajes que se citan a continuación están calculados sobre los votos emitidos que reflejan de forma más exacta que los votos válidos las preferencias e inclinaciones del conjunto del electorado. Se incluyen los resultados del MNR (59.239 votos, 2.2% de los votos válidos), del MNR – A-3 en Santa Cruz (101.753; 3.9%) y del MNR–– FRI en Tarija (35.580; 1.3%). 26 27 + 9.3 + 0.1 13.3 3.4 84.5 - 137 / 53.7% 60 / 23.5% 8 / 3.1% 18 / 7.0% 5 / 1.9% 2 / 0.7% 3 / 1.1% 1 / 0.3% 8 / 3.1% 13 / 5.0% - 7.5 - 13.7 - 1.3 + 0.3 42.2 12.7 5.9 6.2 2.9 2.0 1.8 1.8 1.2 1.2 0.8 3.9 50.7 15.3 7.2 7.5 3.5 2.4 2.2 2.1 1.5 1.4 1.0 4.7 - 3.0 - 13.2 - 0.6 + 1.6 - "OPINIONES Y ANÁLISIS" MAS 1.322.656 PODEMOS 399.668 UN 187.706 MNR y aliados27 196.572 CN 93.248 ASP 63.565 APB 57.906 ASI 56.906 MIR 39.983 TRADEPA 37.684 MBL 27.658 Otras agrupaciones 124.085 y partidos Blancos 417.399 Nulos 108.565 Participación 3.133.602 Evolución Cantidad y 2005-2006 en porcentaje de votos emitidos representantes en la Asamblea (puntos) Evolución 2005-2006 en votos válidos (puntos) Porcentaje Porcentaje sobre votos sobre votos emitidos26 válidos Votos obtenidos Partido Cuadro 1. Resultados de la Elección de la Asamblea Constituyente 2006 (franja departamental) "OPINIONES Y ANÁLISIS" Cuadro 2 Resultados del referéndum sobre autonomías departamentales 2006 Opción No Sí Votos blancos Votos nulos Participación28 Votos Porcentaje sobre los votos válidos 1.680.017 1.237.312 117.368 103.627 3.138.324 Porcentaje sobre los votos emitidos 57.5 42.4 - 39.4 53.5 3.7 3.3 100.0 La participación electoral, el Padrón y la depuración La presidencial de 2005 había marcado un punto muy elevado de participación (84.5%) tanto en la historia del país, al ser el porcentaje más elevado del último cuarto de siglo, como en una perspectiva internacional comparada. Sin embargo, esa tasa quedó opacada por la polémica que se generó alrededor de la depuración de los ciudadanos que no habían sufragado en los comicios precedentes29. Los procesos electorales de 2006 repitieron la marca precedente, 84.5% de participación sobre los votantes habilitados. 28 La participación en la elección de representantes a la Asamblea Constituyente y en el referéndum tendría que ser idéntica pero en algunas oportunidades las actas de escrutinio y cómputo consignan, por pequeños errores en las sumas, cantidades diferentes de votantes para los dos procesos. 29 Sobre el asunto, Salvador Romero Ballivián, El tablero reordenado. 148 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Por supuesto, la primera explicación de ese porcentaje, en relación a los eventos electorales previos a la presidencial de 2005, se encuentra en el hecho que la Corte Nacional Electoral contaba con un Padrón debidamente actualizado, pues luego de la elección de 2005 se depuró nuevamente a las personas que no sufragaron y no prosperó la propuesta, un tiempo considerada por el Congreso, de reincorporar a todos los depurados. De esa manera, la base de datos no cargaba con el peso de cientos de miles de fallecidos y cientos de miles de emigrantes definitivos que disminuían de manera mecánica los niveles de participación en comicios precedentes. El Padrón quedó conformado por 3.731.376 registrados. El ligero incremento con respecto a 2005 (+1.1%) se debe a la proximidad temporal de ambos procesos pero disimula una evolución fuerte de las cifras: se eliminaron los registros de más de medio millón de abstencionistas de 2005 y se inscribieron en las notarías casi 700.000 electores. se mantuvieron como los lugares con menor abstención en tanto que en las áreas rurales, en particular pobres y aisladas, ese indicador subió. El nivel de participación merece ser subrayado, no tanto porque contraste con la impresión de apatía que percibían los medios en la ciudadanía sino porque se produjo un semestre después de la presidencial, la elección que recibe la mayor atención de parte del país y que además fue considerada fundamental para resolver la grave crisis por la que atravesaba Bolivia. Esa participación señala que los votantes consideraron que la Asamblea Constituyente y el referéndum sobre las autonomías departamentales constituían procesos de primer orden para el futuro del país. No menos importantes son los factores políticos. Otra vez, las regiones occidentales y centrales acudieron a las urnas en una proporción mayor que el este y el sur. En los últimos años, la iniciativa política tendió a concentrarse en las tierras altas: allí se produjeron las movilizaciones que forzaron las renuncias de Sánchez de Lozada y de Mesa, los sectores populares organizados exhibieron su poder, los planteamientos insistentemente promovidos definieron la agenda política del país (Asamblea Constituyente, nacionalización de los hidrocarburos, redefinición del modelo económico, etc.) y el candidato favorito de la región, Morales, conquistó una victoria histórica. La politización y el sentimiento de fuerza que generaron esos procesos fortalecieron el deseo de participar. Algunos de los centros de mayor actividad política del país así como los bastiones del MAS registraron niveles de participación muy elevados, con una asistencia superior al 86% (La Paz, El Alto, la mayoría de las provincias del altiplano, los distritos mineros). La participación se explicó por factores sociales y políticos. Entre los primeros, destacaron los factores estructurales que la favorecen, vale decir la existencia de mejores condiciones de vida, de amplia difusión del castellano, de acceso a la información política y de mayor densidad de los medios de comunicación. Así, las ciudades A la inversa, en la mayoría de las regiones inclinadas por los partidos tradicionales, la asistencia tendió a situarse por debajo de la media nacional. Ya se observó este comportamiento desde el referéndum sobre la política energética convocado por Mesa, cuando la participación en el norte y el este fue poco intensa: el ambiente político, social y económico se encontraba dominado por ideas poco implantadas en la región. Hubo un retraimiento político frente a la evolución política nacional quizá no siempre aceptada o compartida, agravado por los problemas de liderazgo en los partidos que ejercieron el Gobierno y que tenían una posición dominante en la zona, así como por los ataques al modelo de desarrollo socioeconómico regional basado en la iniciativa 149 150 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" privada y la inversión extranjera. En los baluartes del MNR o de PODEMOS fue frecuente que la participación, si bien alta, llegase con dificultad a 80%, como sucedió en provincias de Beni, Pando, la Chiquitania o el Chaco. en 2005. Esa proporción sólo puede compararse con la observada en elecciones legislativas para diputados uninominales, cuando la franja inferior de la papeleta no es marcada por segmentos significativos del electorado (en 2005, uno de cada cuatro votantes optó por no escoger candidatos, estableciendo el record nacional). Sin embargo, a diferencia de lo que sucede en los comicios generales, cuando hay más votos blancos en la parte inferior de la papeleta, esta vez hubo un porcentaje menor de votos blancos en la franja de candidatos territoriales (12.2%). La comparación entre los datos de 2005 y de 2006 arroja luces suplementarias que al mismo tiempo matizan los análisis precedentes. La participación tendió a declinar en los bastiones del MAS (-1.9 en el departamento de Oruro, -0.5 en Potosí, -0.3 en Cochabamba) donde probablemente algunas franjas del electorado oficialista consideraron innecesario desplazarse dada la amplia ventaja del partido gubernamental. En cambio, la participación tendió a mejorar en áreas menos proclives al MAS, como Santa Cruz y Beni (+1 y +0.7 puntos respectivamente). Aquí, la participación fue alentada menos por la Asamblea Constituyente que por el referéndum sobre la autonomía departamental. En una y otra región, las instituciones cívicas, los grupos empresariales, la mayoría de las fuerzas políticas desplegaron esfuerzos y recursos para conseguir una alta participación en el referéndum, presentado como decisivo para el futuro local así como un espacio de resistencia a las políticas que se anticipan. La hipótesis se corrobora cuando se comprueba que los incrementos mayores se dieron en la ciudad de Santa Cruz o la Chiquitania, donde el “sí” triunfó con holgura. Dada la experiencia acumulada por los votantes en la votación con una papeleta dividida en dos franjas (1997, 2002, 2005), las campañas de información y la diferencia en la cantidad de sufragios blancos en ambas partes de la papeleta (1.1 puntos), la explicación para el alto porcentaje se encuentra en variables políticas. La elección de la Asamblea Constituyente tuvo características inéditas, no sólo porque era la primera de su tipo, sino sobre todo por la ausencia de figuras y líderes conocidos. La presidencial es el momento en el cual los máximos dirigentes de las organizaciones políticas entran al ruedo y son conocidos por la mayoría de los votantes; para la municipal puede afirmarse algo parecido aunque en un plano local, en tanto que para la primera prefectural los contendientes más fuertes tenían tras suyo una larga carrera en alcaldías, diputaciones, comités cívicos cuando no en la misma Presidencia de la República. El estudio de los resultados exige, antes de ingresar a considerar los datos de cada organización, un análisis de los sufragios blancos que alcanzaron a 13.3% de los votos emitidos en la franja departamental. Se trata de un nivel que, sin ser excepcional, es muy elevado: duplica la cantidad máxima alcanzada en una presidencial, triplica la registrada En cambio, para la Asamblea, las listas fueron a menudo encabezadas por hombres de poca notoriedad pública: intelectuales, cuadros partidarios, etc. Concientes de esa dificultad, tanto Morales como Quiroga multiplicaron sus apariciones públicas para compensarla. Sin embargo, para ciertos votantes se trató de una experiencia desconcertante tener que pronunciarse sobre nombres que les resultaban muy poco familiares, más aún teniendo en cuenta la frialdad o la tibieza 151 152 Los votos blancos "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" de las campañas. Ninguna región o clase social escapó de este comportamiento pero el cuadro descrito fue especialmente cierto en las áreas rurales, y en especial en las zonas más aisladas, con menos vínculos con la política nacional o departamental, con escasa presencia de los medios. En algunas regiones, inclusive se contaron más de 25% de papeletas sin marcas, como en ciertos municipios del centro de Chuquisaca, del noroeste de La Paz, del oeste de Cochabamba, del norte y centro de Potosí o del centro de Oruro. En esas regiones, con costumbre de voto blanco, la sigla partidaria fue insuficiente para convencer a los electores. Siguiendo con una lógica clásica, en las ciudades disminuyó la proporción de sufragios blancos y en ellas, los barrios más favorecidos marcaron las cotas mínimas (por ejemplo, 6.7% en la circunscripción 9 de La Paz contra 12.2% en la 16 de El Alto). especial al MAS que había logrado una posición dominante en los espacios rurales del occidente y centro de Bolivia, donde mayor densidad alcanzaron los sufragios blancos. Desprovisto de su líder nacional, Evo Morales, el partido mantuvo sin duda su supremacía pero no convenció a todos sus seguidores de apoyar candidatos poco conocidos. Es la alta proporción de sufragios blancos que explica, por un lado, que el MAS perdiese casi 8 puntos cuando se compara la votación del partido en 2005 y 2006 sobre los emitidos y, por otro lado, que conservase casi el mismo nivel cuando se estudian únicamente los votos válidos, que excluyen los blancos y nulos. Esa actitud de distancia ante candidatos departamentales poco conocidos, se repitió frente a candidatos de circunscripción territorial pero en una proporción menor, a contracorriente de lo que ocurre en la elección general cuando los candidatos a diputados sí resultan bastante menos familiares para los votantes. Incluso para la Asamblea, muchos dirigentes experimentados prefirieron jugar sus propias cartas en una circunscripción antes que postular en las listas departamentales: en distritos disputados por líderes conocidos, el nivel de votos blancos se contrajo de manera significativa en comparación con los datos regionales, como sucedió en la circunscripción 52 de Santa Cruz (5.3%) donde lidiaron Ernesto Avila, Hormando Vaca Díez, Alfonso Moreno o Angel Sandoval. En esos lugares, la disputa pareció menos impersonal y abstracta. Si una parte importante del voto blanco se explica por la débil notoriedad de los candidatos y una cierta incertidumbre sobre los alcances del trabajo de la Asamblea Constituyente, en el referéndum la figura se presentó bajo características más sencillas para el electorado. Paradójicamente, más allá de la complejidad de la pregunta, varias veces subrayada, el referéndum ofreció un abordaje más simple para los votantes: el asunto parecía reducirse a decir “sí” o “no” a las autonomías departamentales pero con un poderoso tamiz partidario, el MAS se inclinó con fuerza por el “no” en tanto que la mayoría de los grupos opositores respaldó sin ambigüedades el “sí”. La posición gubernamental tendió a convertir el referéndum en un plebiscito sobre el Presidente y el MAS: esa claridad ayudó a contraer los votos blancos a un nivel por debajo del promedio histórico, apenas 3.7%. El alza del voto en blanco afectó a todas las organizaciones como se demostró en la contracción de los votos recibidos por los partidos que compitieron en 2005 y en 2006 pero penalizó de manera Los sufragios blancos alcanzaron su cota más baja en los departamentos donde habitualmente ellos tienen un peso menor, lo que esta vez coincidía con las áreas en las cuales la discusión sobre el fondo del referéndum (las autonomías departamentales) alcanzó su punto mayor. Los únicos departamentos con un porcentaje menor a la media nacional fueron Pando, Santa Cruz y Beni (2.1%, 2.8% y 3.1% 153 154 "OPINIONES Y ANÁLISIS" respectivamente). Es pertinente subrayar que en el oriente, la votación en blanco subió en los lugares que se sintieron sometidos a presiones contradictorias, política por parte de la campaña del MAS y regional por parte de las organizaciones cívicas del lugar: los votos blancos pudieron duplicar el promedio departamental en los municipios de colonización agrícola, bastiones del MAS en Santa Cruz. Se comprobó uno de los primeros hallazgos de la sociología política: las presiones contradictorias suelen provocar un retraimiento a la hora de tomar decisiones. En otras áreas, el voto en blanco siguió un patrón más común, aumentando en provincias rurales pobres (5.6 en Chuquisaca y Potosí, con picos superiores a 10% en Uncía, Colquechaca, Ravelo, Pocoata, etc.). Allí también se sumó una cierta indiferencia ante el resultado de un referéndum sobre el cual los votantes disponían de una información limitada sobre las probables consecuencias del triunfo de una u otra opción. El voto nulo comparte algunas características con el sufragio blanco, pero también guarda especificidades pues exige una actitud más activa de parte del votante (la anulación de la papeleta con signos, palabras, frases) que el voto blanco. Los votos nulos sumaron 3.4% de los emitidos en la Asamblea Constituyente y 3.3% en el referéndum, cifras similares a las obtenidas en la presidencial (3.3%) y en la legislativa (2.9%) de 2005. La misma distribución departamental muestra pocas variantes. Su estabilidad en el tiempo y a lo largo de procesos electorales tan variados sugiere que el voto nulo es relativamente impermeable a los vaivenes de la coyuntura, a la oferta de los candidatos, a la agenda de los asuntos debatidos: expresa una fuerte distancia con el sistema político. 155 "OPINIONES Y ANÁLISIS" La hegemonía del MAS y el triunfo del “no” Victorioso en la presidencial de 2005 con un triunfo de características inéditas, el MAS encaró la elección de la Asamblea Constituyente en posición de fuerza. En efecto, el proceso electoral se dio en la etapa más propicia de un ciclo gubernamental, vale decir en la fase inicial que corresponde al “estado de gracia” cuando la popularidad de las nuevas autoridades se encuentra en el cenit30. El caso boliviano ejemplificó esa proposición: la popularidad del presidente Morales se mantuvo a lo largo del primer semestre de gestión siempre por encima de 2/3 de aprobación, llegando incluso a rebasar 80%31. Varias medidas contaron asimismo con elevados niveles de respaldo: la “nacionalización” de la industria petrolera, la reducción de los sueldos de la alta administración pública, la ejecución de programas sociales en educación y salud, la misma convocatoria a la Asamblea Constituyente. Este conjunto de acciones le sirvió al MAS para subrayar que sí cumplía con las promesas de campaña y que por lo tanto el partido era distinto a los demás. Al mismo tiempo, el gobierno se beneficiaba con una coyuntura económica propicia y un ambiente social apaciguado. Finalmente, el gobierno insistió en que constituía el inicio de una nueva etapa en la vida republicana, dominada por los sectores populares; insistió que la gestión de Morales saldaba una deuda 30 Cf. sobre el asunto, Jean Luc Parodi, "La double consultation de mars 1992" en Philippe Habert, Pascal Perrineau. Colelte Ysmal, Le vote éclaté. Paris: Le Figaro - FNSP, 1992, p. 269 -285. 31 La popularidad de Morales osciló entre 69% y 81%, de acuerdo a los datos de Mori.“Nacionalización eleva aprobación a Evo; los prefectos descienden” en El Deber, 22 de junio de 2006. 156 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" histórica permitiendo que los indígenas dirijan los principales poderes del Estado. La Asamblea debía permitir refundar el país desde sus cimientos, otorgando un espacio prioritario a los “sectores sociales” y a los “indígenas”32. provinieron, como se mencionó en la sección precedente, de la importancia de los sufragios blancos antes que de la rivalidad de otras organizaciones. La elección sirvió para confirmar la fuerza del oficialismo. El MAS pidió un voto de confianza para consolidar los cambios en la Asamblea y adquirió una posición hegemónica en el escenario partidario, una figura sin equivalente en las dos décadas previas. La comparación con el caso más próximo revela la singularidad del MAS: en 1993, Sánchez de Lozada venció con un tercio de los sufragios y repitió ese nivel en la municipal organizada un semestre después, en tanto que la principal fuerza opositora bordeaba el quinto de los votos. En 2006, el MAS conquistó 42.2% de los sufragios y distanció con 30 puntos a PODEMOS, vale decir que el porcentaje es mayor en casi 10 puntos al del MNR en 1993 y triplica con holgura la votación de la principal fuerza de oposición. La distribución de los votos siguió la huella dejada por la presidencial, es decir la mayor densidad de sufragios por el MAS se dio en el occidente y el centro del país, donde ganó con mayoría absoluta de sufragios válidos. El respaldo se acentuó en las áreas rurales donde no es exagerado señalar que no tuvo competidores, salvo en situaciones contadas, como el norte de Potosí donde el MOP exhibió su fortaleza o algunas provincias de Oruro que alentaron a los evangélicos de CN. La formación superó los 3/4 de los sufragios válidos en muchos municipios del altiplano, donde ya no sufrió la competencia del MIP, de Cochabamba, del centro de Chuquisaca. Si complicaciones tuvo el MAS para concentrar una mayor cantidad de sufragios, ellas 32 “Evo propone una Constituyente para reordenar a Bolivia de cero” en La Razón, 8 de febrero de 2006. 157 Una prueba adicional del dominio del MAS en las zonas rurales se observó en la elección de los representantes de circunscripciones territoriales. En lugares de clara supremacía partidaria, estableció acuerdos con organizaciones para que postulen a dirigentes del MAS, lo que le permitía ganar la totalidad de los asambleístas de la circunscripción. Esa táctica exigía un fino trabajo de información y de instrucción para asegurar el primer lugar del MAS y el segundo de la formación aliada, a la que a menudo no se le dio más que lo indispensable para asegurar ese puesto. Bajo ese formato, el MBL ocupó el segundo lugar en las circunscripciones 27, 28, 29, 30 y 31 de Cochabamba, eligiendo en sus listas a dirigentes emblemáticos del MAS como Margarita Terán. Por supuesto, en la franja departamental, el MBL recibió un apoyo mínimo. Las causas de ese resultado se encuentran en una historia larga y en factores estructurales. El MAS conquistó el voto del campesinado pobre, de lengua aymara o quechua, dedicado a una agricultura poco rentable y con una movilidad social limitada. En ese sector, la mayoría de los sindicatos, asociaciones y comunidades cuentan con una activa presencia de dirigentes del MAS. Los agricultores se sintieron identificados con Morales, lo apoyaron de manera decidida para que acceda a la Presidencia y respaldaron sus primeras acciones estatales otorgándole victorias claras. De la misma manera, las áreas de debilidad permanecieron casi idénticas, concentradas en el norte, el este y el sur, aunque con movimientos alcistas que deben destacarse. El triunfo de Morales abrió un escenario nuevo que alentó a ciertos sectores populares de esas 158 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" regiones a distanciarse de las organizaciones tradicionales, a menudo bien vinculadas con las elites locales. El activismo del modesto aparato del MAS se encontró igualmente estimulado y se le abrieron perspectivas de alianza y de reclutamiento de candidatos que antes probablemente no tenía. Al primer caso corresponden las mejorías obtenidas en Beni o Tarija, departamentos donde estrechó lazos con organizaciones campesinas o de raíz étnica. Al segundo, corresponde la evolución en Pando, donde el MAS progresó de 19.8% a 32.3%, pasando además del tercer al segundo puesto. En la Amazonia, el oficialismo se benefició de la alianza establecida con el MAR de Miguel Becerra, que en la prefectural fue apenas derrotado por Leopoldo Fernández, principal figura política de la región. la caída sólo por razones ligadas a la situación cruceña. En forma general, varias capitales se distanciaron del MAS: se pueden añadir los ejemplos de La Paz (-9.6 puntos) o Cochabamba (-8.9). Aunque no en la misma proporción que las áreas rurales, en 2005 las ciudades se sumaron al MAS; en 2006, le retacearon su apoyo, probablemente por la convergencia de dos factores. Por un lado, la elección precedente mostró que el apoyo se dirigía más al binomio Morales – García que a la estructura que no pudo repetir los mismos niveles de votación en las diputaciones uninominales o las prefecturas. Por otro lado, en especial en sectores de clase media y alta, las idas y venidas en las declaraciones de las principales autoridades, los ataques a la Iglesia o a las instituciones autónomas, fueron mal recibidos y se tradujeron en una reducción del apoyo a los candidatos del MAS. En los barrios urbanos populares, si bien el MAS mantuvo holgados triunfos hubo también un desgaste: así, en El Alto, perdió 12.2 puntos pero ganó con 61.7%. En esos tres departamentos, el MAS reunió más votos y un porcentaje superior que en la presidencial, lo que establece una clara diferencia con el caso de Santa Cruz, en el cual, sin embargo, su victoria alcanzó una resonancia nacional. En Santa Cruz, incluso el MAS descendió de 31.4% a 23%: su triunfo se explicó por el retroceso todavía mayor de PODEMOS. El partido gubernamental no pudo evitar que una parte de su base simpatizase con las propuestas autonomistas de APB o con el mensaje también de izquierda de ASI de Jerjes Justiniano; esa transferencia se facilitó por la campaña a favor del “no” en el referéndum, contrario al mayoritario sentimiento regional, y por las disputas internas que incluso terminaron con la expulsión de varios líderes33. En ese sentido, no sorprende que el descenso más fuerte se produjese en la capital (de 29.5% a 20.4%) pero sería reductor explicar 33 “El MAS expulsa a Vidal Quenta y a Adriana Gil” en El Deber, 7 de mayo de 2006. 159 De las principales fuerzas políticas, el MAS fue la única que se pronunció por el “no” en el referéndum sobre las autonomías departamentales. La posición de Morales desconcertó al comienzo a parte del aparato del MAS, en especial el cruceño, pero terminó siendo acatado por un partido que valora la disciplina. En esas condiciones, el “sí” y el “no” tendieron a ser escogidos menos en función a la pregunta planteada que con respecto a la opinión sobre el gobierno de Morales. Sus partidarios privilegiaron el “no”, sus adversarios el “sí”, lo que da cuenta del notorio cambio de las inclinaciones de ciudades como La Paz, Sucre, Oruro o Cochabamba, inicialmente bien predispuestas hacia la autonomía34. 34 “El Sí para las autonomías gana en 9 de 10 ciudades” en La Razón, 5 de mayo de 2006. 160 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" En este sentido, el resultado del referéndum constituyó simplemente otra prolongación de la elección presidencial de 2005, de la misma manera que la elección de la Asamblea Constituyente. La correlación entre la votación por el MAS en 2005 y el “no” es significativa y lo es todavía más para la correlación con la votación del MAS en 2006. El análisis muestra que en ningún caso se presentó un “voto cruzado”, de regiones apoyando simultáneamente al MAS y al “sí” pues un caso como el de Santa Cruz confirma la cercanía de ambas votaciones (23% y 27.3% respectivamente). Asamblea Constituyente, PODEMOS logró apenas la mitad del apoyo. Asimismo, a pesar de un descenso del oficialismo, creció la ventaja del MAS con respecto a la principal fuerza opositora hasta una treintena de puntos. Tal como ocurrió en la presidencial de 2005, PODEMOS ocupó el segundo lugar. La comparación puede extenderse hasta comprobar que los bastiones, geográficos o sociológicos, tendieron a mantenerse así como las áreas de debilidad. Sin embargo, el nivel alcanzado en los dos comicios difiere de manera importante: con respecto a la presidencial, cuando obtuvo más de un cuarto de los sufragios, en la Los mejores resultados de PODEMOS se dieron en la Amazonía, Beni, la Chiquitanía. En esas regiones se combinan factores que han permitido un sólido anclaje del MNR y ADN, ahora PODEMOS. Son áreas a menudo aisladas y con poca población, donde las elites ejercen un dominio amplio y legítimo sobre las principales actividades económicas, la hacienda ganadera o la barraca recolectora de castaña, y sobre la mayoría de las facetas de la vida pública, donde el contacto entre distintas clases es más fácil gracias al uso compartido del español, a una socialización más abierta que sin embargo no borra las distancias entre grupos, donde las pautas de vida no han sido alteradas por la llegada de inmigrantes de tierras altas y donde el nivel de vida muestra que se trata de las áreas favorecidas del país. A esas características, se añade la fuerza de las redes políticas tejidas por los dirigentes de ADN, mayoritariamente adheridos al proyecto de PODEMOS. Por lo tanto, los porcentajes obtenidos en esas regiones se inscriben en una historia larga antes que en las particularidades de la campaña de 2006. El proselitismo de los candidatos de PODEMOS afianzó las preferencias previas: la alianza hizo hincapié en temas que tenían eco en esas áreas. Denunció los proyectos gubernamentales sobre la redistribución de tierras, un asunto polémico y delicado en Santa Cruz y, en grado menor, Beni. Promovió de forma clara el “sí” en el referéndum, entrando en sintonía con las principales organizaciones cívicas, empresariales y las autoridades políticas locales, alineándose sobre la identidad regional, a menudo desconfiada del centralismo. Sin embargo, no era el único portavoz de esa opción: la mayoría de las fuerzas opositoras apostó por el “sí” y varias de ellas tenían un sesgo regional incluso más 161 162 No obstante, se tiene que mencionar que casi siempre el “no” superó la votación del MAS. Si bien la confianza en el MAS explicó ampliamente el voto por el “no” en el referéndum, esta opción se encontró reforzada por fracciones de simpatizantes de la oposición o de organizaciones minoritarias de izquierda, indigenistas o nacionalistas que tampoco aprobaban la autonomía departamental. Esa brecha fue especialmente significativa en Potosí u Oruro, donde no sólo otras fuerzas lograron apoyo sino que existe una desconfianza hacia las elites cruceñas, percibidas como el portaestandarte de las propuestas económicas liberales, la defensa de los privilegios sociales y la cercanía con la derecha. El segundo lugar de PODEMOS "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" marcado, como APB o MACA en Santa Cruz. Así se explica que si hay una elevada correlación entre la votación de PODEMOS y el “sí”, ella no alcanza el mismo nivel que la registrada entre el “no” y el MAS. política de PODEMOS, por lo que la votación por los candidatos territoriales superó la reunida en la franja departamental, la situación típica en los partidos grandes es que los candidatos centrales, por ejemplo los presidenciales, reúnan bastantes más votos que los candidatos de circunscripción. Por otro lado, la disminución sancionó el planteamiento opositor. Es probable que la defensa de los símbolos patrios, de la fe, de la moral familiar no fuesen juzgados como las respuestas más satisfactorias ante las políticas gubernamentales, desfasadas de sus principales inquietudes. Además, la diversificación de la oferta en 2006 jugó principalmente en las ciudades: los nuevos rivales concentraron sus esfuerzos proselitistas en las ciudades y dejaron de lado las áreas rurales, sentidas muy apegadas al MAS. La figura no es exactamente la misma en las capitales y las principales ciudades. Sin duda, las clases medias y altas apoyaron más que en promedio a PODEMOS, prosiguiendo un respaldo expresado en la presidencial. La imagen técnica y profesional de sus dirigentes continuó pesando así como la crítica a las políticas del MAS, a la intensificación de los vínculos con Caracas y La Habana, dos modelos políticos y económicos percibidos con inquietud, a las amenazas sobre el sector privado. En la misma dirección jugó el voto por el “sí” en los barrios acomodados de La Paz o de Cochabamba: esa opción ganó en las circunscripciones 9, del sur de La Paz, 23 y 24, en el norte y centro de Cochabamba. El “sí” sirvió también para expresar la solidaridad con el movimiento cívico cruceño, juzgado como uno de los mayores contrapesos al gobierno de Morales. Esos elementos no pueden pasar por alto la fuerte caída urbana registrada por Podemos en las capitales: si en 2005, todas se situaron por encima del promedio nacional, no fue el caso en 2006 por los bajos porcentajes conseguidos en La Paz, Oruro, Potosí y en otras ciudades las pérdidas excedieron los 18 puntos (Tarija, Santa Cruz, además de los casos mencionados de Oruro y Potosí). Pueden haber causas específicas para dar cuenta del descenso, como la candidatura de Doria Medina en La Paz que acaparó una parte importante de los votos opositores, disputando directamente la clientela de PODEMOS. Sin embargo, resalta el desaliento de los segmentos medios y altos, tanto con las candidaturas como con la estrategia de la alianza opositora. En varios departamentos, las listas estuvieron encabezadas por figuras que no satisficieron las expectativas de la base 163 Las provincias pobres del occidente y del centro del país, habitadas por un campesinado de lengua aymara o quechua, dedicado a una agricultura poco rentable, opuesto a las políticas económicas liberales, espacios poco inclinados por la candidatura de Quiroga en 2005, contrajeron su caudal de apoyo. Dados los bajos niveles de partida, a veces menores a 5%, las reducciones fueron poco importantes en términos absolutos, pero en muchos casos suficientes para perder en esos espacios el segundo puesto nacional: ante ASP en el altiplano paceño, contra CN en el de Oruro, frente al MOP o AS en los distritos rurales de Potosí. Sin una estructura partidaria mínima en esas áreas rurales en la presidencial, PODEMOS volvió a encontrar dificultades para convencer a los agricultores, más aún porque ante el reforzamiento de las identidades étnicas promovido por Morales, la organización careció de contrapropuestas o de líderes rurales populares. Similares problemas confrontó en las colonias agrícolas de Santa Cruz y en los barrios de inmigrantes recientes de la mayoría de las capitales departamentales. 164 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" Por lo expuesto, el parentesco de las estructuras de 2005 y de 2006 no oculta el retroceso sufrido por PODEMOS entre ambos procesos. El caudal de apoyo se contrajo a la mitad. Las pérdidas no se distribuyeron de manera homogénea en el territorio. Hubo zonas donde el retroceso se sintió menos: ellas corresponden a los bastiones más sólidos de la derecha, Pando, Beni, la Chiquitania. La elección general había mostrado un aparato bien estructurado, con candidatos localmente bien implantados: allí, la supremacía de PODEMOS se resintió poco en la Asamblea Constituyente. De los departamentos donde Quiroga consiguió un amplio apoyo, sólo Tarija se distinguió en 2006 por un bajo apoyo a los candidatos de PODEMOS para la Asamblea, con un décimo de los sufragios. presidencial de 1993 en la cual el AP cayó claramente ante el MNR, en la municipal que la siguió, el MIR y ADN retrocedieron hasta niveles bajos. En el resto del país, PODEMOS sufrió pérdidas importantes, en especial en el occidente, como ilustran los departamentos de La Paz, Potosí y Oruro, donde la votación disminuyó respectivamente de 16.9% a 6.3%, de 21.9% a 6.9% y de 23% a 6.4%. Las dificultades de PODEMOS se acentuaron en los departamentos en los cuales partía en desventaja y que constituyen los bastiones del MAS. En esas regiones, los votantes de Quiroga se sintieron desconcertados por la amplitud de la derrota, dudaron por la firme legitimidad de Morales y optaron por acercarse a otras organizaciones opositoras. En algunos lugares, PODEMOS tuvo la competencia de formaciones que lo habían apoyado en la presidencial: aunque fuese en proporciones pequeñas, el MIR, UCS o ADN rescataron sufragios (sólo a título de ejemplo, en Chuquisaca esos partidos acumularon más de 8% de los votos válidos). En otras zonas, el frente opositor enfrentó a agrupaciones con buen anclaje local, como los evangélicos de CN en Oruro o Chuquisaca, AS en Potosí, los autonomistas de APB en Santa Cruz. El voto que se concentró en 2005 detrás de Quiroga tendió a fragmentarse. Se trata de un proceso frecuente luego de severas derrotas electorales: tras la 165 UN: Mismas cifras, otra geografía Para UN, la elección de la Asamblea Constituyente pareciera no traer novedades mayores con respecto a los comicios generales pues los niveles se asemejan: 5.9% en 2006 contra 7.2% en 2005. Sin embargo, el semestre transcurrido cambió profundamente la geografía de la organización que trasladó sus bastiones de Pando y Santa Cruz hacia La Paz. Estos cambios tan bruscos en la implantación territorial son lo suficientemente excepcionales como para merecer ser destacados: en la historia democrática del país sólo puede señalarse un precedente, el de UCS, entre 1993 y 1997 para no referirse a la trayectoria municipal de esa organización, aún más volátil. Desde su debut en la municipal de 2004, el partido todavía no ha conseguido crear una base territorial firme ni afianzarse en una clase social, lo que no significa que no existan algunos rasgos sociológicos estables, como la mejor aceptación urbana, con una punta en sectores altos y medios. El desplazamiento geográfico corroboró que la buena votación conseguida por Doria Medina en 2005 en Santa Cruz y Pando en la presidencial debió más a su política de alianzas (con M. Becerra de la agrupación MAR en Pando, con Dabdoub y Roberto Fernández en Santa Cruz) que a una estructura partidaria con arraigo regional, capaz de asegurarle resultados mínimos en cada consulta. Para la Asamblea, esos pactos desaparecieron: Becerra decidió aproximarse al MAS en tanto que los líderes cruceños participaron poco en el proceso electoral. Así, UN quedó reducido a sus propias fuerzas, con candidatos poco 166 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" influyentes: logró 1.3% en Santa Cruz, su peor resultado departamental, y 5.1% en Pando (contra 11.8% y 22.1% respectivamente). En el primer departamento, su proselitismo se vio además trabado por la masiva renuncia de sus candidatos35. (Cochabamba, Quillacollo, Viacha). Sin embargo, antes que en las capitales, UN logró un mejor desempeño en las ciudades intermedias y pequeñas. Para la ilustración sirve el ejemplo del departamento de Potosí (3%): en la capital consiguió 3.8%, porcentaje rebasado en Tupiza, Llallagua, Villazón (entre 4.1% y 7.4%). El símil con UCS resulta otra vez pertinente pues la organización fundada por Max Fernández tenía una fortaleza en las ciudades medianas, en las cuales las obras sociales alcanzan su mayor impacto, perdiendo su efecto en las capitales, mejor provistas de servicios, y en las áreas rurales, difíciles de cubrir por su dispersión. La comparación concluye allí pues la base electoral de UN se asienta en estratos medios y altos antes que en los grupos populares gracias al perfil de oposición moderada adoptado por Doria Medina, la propuesta de planteamientos que pretenden ser técnicamente serios y bien fundados. En este último departamento, la caída fue menos significativa en Cobija y más profunda en las áreas rurales, donde más se sintió la ausencia de cooperación de MAR: en esas zonas despobladas, careció de operadores políticos. Así, si en el municipio de El Sena, UN había ganado con mayoría absoluta en 2005, para la Asamblea descendió a 3.3%. Con ese declive, el este y el sur definieron espacios poco atraídos por la propuesta de UN. No consiguió penetrar en tierras donde la estructura de PODEMOS y del MNR es todavía fuerte, capaz de reunir a la mayoría de los adversarios del oficialismo. En las regiones rurales más pobres del occidente y del centro del país, al igual que en 2005, tampoco logró un apoyo significativo. Las debilidades observadas en la presidencial volvieron a manifestarse: desarrollo limitado del aparato partidario, candidatos poco conocidos y atención limitada a los asuntos rurales en la propuesta programática. El escaso tiempo que separó los procesos electorales no permitió superarlas. La estrategia partidaria basada en la difusión de propuestas a través de los medios también tuvo una audiencia escasa en zonas rurales con una escasa densidad de emisoras de radio o canales de televisión. Por el contrario, los porcentajes tendieron a elevarse en los centros urbanos, en algunos de los cuales superó su promedio nacional y en un puñado de ellos reunió más de un décimo de los sufragios 35 “Renuncia colectiva de candidatos en UN” en El Deber, 16 de mayo de 2006. 167 Por último, rasgo también notado desde la municipal de 2004, UN se implantó en los municipios donde trabajan las empresas de cemento de Doria Medina que, por su talla, juegan un papel relevante en la economía y la sociedad de sus regiones. Viacha es el mejor ejemplo de una figura que se repite en El Puente, Warnes e inclusive en Sucre. Si los resultados nacionales de 2005 y de 2006 se asemejan a pesar del abrupto descenso en Pando y Santa Cruz es porque fueron, en parte, compensados por el progreso en el departamento de La Paz. Allí, UN pasó de 6.3% a 10.6%, en particular gracias al aporte de la capital (17.4%), ciudad en la cual casi duplicó el apoyo inicial, contando con un buen apoyo de los distritos de clase alta y media; en los barrios populares, a veces quedó aventajado por el ex mayor David Vargas de ASP. Ese aumento se debió menos a la fuerza de la estructura partidaria que a la presencia de Doria Medina como cabeza de lista departamental (mientras que el jefe del partido consiguió 109.677 168 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" votos, los candidatos constituyentes sólo llegaron a 75.949). La postulación del fundador del partido aseguró una buena dinámica a la campaña, no sólo porque permitió una concentración de los recursos de campaña en esa región sino porque muchos votantes sintieron que su participación en la Asamblea podía reforzar las corrientes opositoras al MAS: ninguno de los otros candidatos tenía el mismo elevado perfil político de Doria Medina. sumatoria de estos tres frentes. Los datos de 2006 tienden a repetir los observados en la prefectural antes que los de la presidencial: los mejores porcentajes fueron logrados por las alianzas en tanto que el MNR como tal sólo consiguió sobresalir en Beni, donde incluso recortó la ventaja establecida por PODEMOS en la presidencial, merced a una votación relativamente homogénea en todo el departamento. La diáspora del MNR En la presidencial de 2005, el MNR consiguió un resultado paradójico: al mismo tiempo que obtenía su peor porcentaje, en muchos círculos se consideraba que había triunfado al haber mantenido la personalidad jurídica. Comparado con otros partidos denominados “tradicionales”, el MNR demostró nuevamente que estaba mejor preparado pues contaba con algunos candidatos populares, una estructura funcional en muchas regiones y una militancia dispuesta a respaldar a la organización en un período de crisis. Más allá de los elementos mencionados, la elección de la Asamblea Constituyente confirmó que el MNR ha pasado de ser una fuerza nacional, la más importante de la segunda mitad del siglo XX, a una organización regional, asentada en Beni, la Chiquitania, el Chaco, Tarija. Para la Asamblea Constituyente, el MNR optó por repetir el mismo esquema de la elección prefectural, cuando se presentó en tres grupos distintos: el MNR como tal en 7 departamentos, la alianza MNR– A3 en Santa Cruz (presentó como prefecto a Freddy Soruco, otra vez cabeza de lista) y el pacto MNR – FRI en Tarija (dirigido por Mario Cossio en 2005, para la Asamblea la lista fue llevada por Oscar Zamora, jefe del FRI). El estudio se realiza a partir de la 169 En el departamento de Tarija tuvo una buena actuación. La alianza MNR – FRI obtuvo 23.9% de los votos gracias al respaldo principalmente de la capital (29.5%) y Bermejo (28.7%). La coalición aprovechó la grave crisis regional de PODEMOS y el desplome del MIR para constituirse en la principal organización de oposición al MAS, apoyada por la buena imagen de Cossio. Sin embargo, no debe desconocerse que una fracción importante de los votantes tarijeños se encontró incómoda con la oferta de la oposición: en un departamento poco acostumbrado al voto en blanco, este llegó a 20.3% y en la capital a 13%, cifra inédita. No fueron, en efecto, las áreas de tradicional voto en blanco las que más aportaron a esa media departamental, como Yunchará (16.7%) sino municipios como Yacuiba (36.9%) o Villamontes (27.7%). La cabeza de lista, el experimentado Zamora, con más de cuatro décadas de actividad política, convenció menos que los candidatos de circunscripción. Igualmente importante fue el desempeño en Santa Cruz, donde el pacto MNR – A3 reunió 14.7%. La candidatura de Soruco consiguió triunfos en varias provincias de la Chiquitania, una zona de antigua implantación del MNR, y un apoyo importante en la capital (15.8%). Fuera de ese espacio, su fuerza es irrelevante: muy pocos electores lo respaldaron en las provincias del occidente y del centro del país, casi sin diferencia entre áreas rurales y urbanas, lo que borra 170 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" el sello citadino que imprimió Sánchez de Lozada a la votación del MNR. De hecho, no consiguió un solo representante por La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca, como tampoco tuvo parlamentarios por esos distritos. En ninguno de esos departamentos llegó a 4%. su papel de opositor al gobierno de Morales, conservó cuadros activos y los resultados más bien alentadores de la prefectural o de la presidencial de 2005 ayudaron a movilizar nuevamente a simpatizantes y votantes. Las heridas abiertas por la última gestión de Sánchez de Lozada en las áreas campesinas, en las minas, en los barrios pobres de las ciudades están lejos de haber cicatrizado: el partido permanece asociado con la represión de clases populares, con medidas rechazadas, en especial la Capitalización de las empresas públicas, con prácticas censuradas de acción política. En esas condiciones, cualquier campaña se realizaba en condiciones muy adversas. La comparación de las cifras de 2005 y de 2006 muestra, además, un declive en la mayoría de esas regiones, a pesar de los mínimos niveles de partida (en las ciudades de La Paz y Cochabamba perdió 1.2 puntos aunque en ninguna de ellas había conseguido 3% en la presidencial). La base electoral del MNR, movilizada en la presidencial por un marcado sentimiento de identidad, de apego a la sigla y al color partidarios, apareció menos comprometida. Votó en una proporción menor por los candidatos de la organización y no conservó con la misma convicción el voto en línea que dio un sello singular a la votación presidencial, legislativa y prefectural del MNR en 2005. También es posible que la sucesión de resultados adversos comience a desgastar la confianza de ese electorado en los departamentos donde la imagen negativa del MNR llega a sus cotas más altas. Breves conclusiones El partido se replegó sobre el noreste y el sur de Bolivia, sus bastiones, aquellos que permanecieron al margen de los acontecimientos de octubre de 2003, observan con mirada crítica la evolución reciente del país y permanecen con pautas de vida tradicionales. En esas regiones, la estructura del MNR sufrió poco, se vio beneficiado con Los resultados de la elección de la Asamblea Constituyente sólo pueden entenderse a la luz de los comicios presidenciales y prefecturales de 2005 pues, en gran medida, los prolongan y los ratifican. En efecto, el MAS confirmó su nuevo papel dominante en el sistema partidario boliviano al conseguir la mayoría absoluta de los sufragios válidos aunque, sin la candidatura de Morales, no logró convencer, de la misma manera que en 2005, a su base para que lo respalde de forma compacta y cerrada. Muchos electores se refugiaron en el voto en blanco pero no dieron señales de alejarse del MAS para privilegiar otra opción. La elección de constituyentes y el triunfo del “no” sirvieron para mostrar que la gestión de Morales todavía conserva una amplia base popular, sustentada en medidas como la “nacionalización” de la industria petrolera y la ejecución de proyectos sociales. Al mismo tiempo, indicó que en las ciudades se empezó a sentir cierto desencanto con la actuación gubernamental. En las filas opositoras, a pesar del descenso registrado por PODEMOS, no se alteraron las posiciones definidas por los comicios pasados: la alianza dirigida por Quiroga conservó el segundo lugar, superando a UN y al MNR que quedaron como partidos de fuerzas equivalentes. Esta permanencia ratifica que la presidencial de 2005 ha jugado el papel de “elección de realineamiento”, vale decir que ha establecido pautas de un sistema de partidos reordenado por un tiempo relativamente prolongado y permitido una reorientación significativa de las políticas públicas. La 171 172 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" elección previa que desempeñó ese mismo lugar fue la presidencial de 1985. David Vargas de ASP en La Paz o Félix Vásquez del MOP en Potosí. El peso de ambos grupos se mantiene equilibrado. Esa prolongación de los datos de 2005 se explica por una parte por el escaso tiempo que pasó entre los dos comicios y la posibilidad de que se introduzcan cambios era aún más limitada pues la presidencial es considerada en Bolivia como el escrutinio fundamental. Por otro lado, la breve y deslavada campaña no permitió que descollasen figuras individuales: la adscripción partidaria de los candidatos constituyó, por lo tanto, un elemento central para la decisión de los votantes. Esa afirmación se encuentra corroborada por la cercanía de las votaciones en la franja departamental y de circunscripción territorial para la mayoría de los partidos en la mayoría de los departamentos. La elección de 2006 ha marcado igualmente el final del ciclo político de varios de los partidos relevantes del período de la “democracia pactada”: el MIR, ADN, UCS o MBL no llegaron ni a 2% en Bolivia ni en la mayoría de los departamentos donde compitieron. Desprovistos de sus jefes fundadores, con aparatos regionales disgregados, sin recursos económicos para sostener candidaturas poco conocidas, conducidas por cuadros intermedios, y con una imagen negativa, estas organizaciones sufrieron su peor derrota histórica. Aunque comparte algunas de las características descritas arriba, el MNR parece encontrarse en otra situación, conservando un núcleo duro a la par que limitado de electores. El papel preponderante del MAS y la polarización que ha generado su gobierno, han servido para mantener los dos bloques electorales, ya visible desde las últimas elecciones. El uno, concentrado casi exclusivamente detrás del MAS, ayer disconforme con las políticas públicas, se encuentra hoy expectante e ilusionado con las medidas que adopte la gestión de Morales. El otro bloque, compuesto por electores de PODEMOS, UN, MNR, MIR o ADN, tiende a juzgar críticamente las nuevas orientaciones, preocupado por el destino del sector privado en el sentido amplio, de las instituciones autónomas, opuesto a la exaltación e imposición de símbolos “indígenas”. Si las elecciones de 2005 agruparon el voto de este bloque en tres partidos (PODEMOS, UN, MNR), en 2006 la tendencia fue a la fragmentación, sobre todo en desmedro de PODEMOS y de UN, que no lograron revertir el declive electoral que afecta a las organizaciones que gobernaron entre 1985 - 2005. Entre estos dos grupos pueden ubicarse pequeños núcleos electorales cercanos al gobierno pero que en 2006 optaron por apoyar a figuras independientes del MAS, como el ex mayor 173 Si los partidos con larga trayectoria quedaron ante ese escenario complicado, la situación no fue mucho más auspiciosa para las organizaciones noveles, en especial aquellas de alcance nacional como TRADEPA o AYRA. La mayoría de ellas quedó con porcentajes bajos y, en el mejor de los casos, con una mínima presencia en la Asamblea. La figura mejoró para las formaciones de implantación regional, con líderes locales experimentados, como el MOP en Potosí o APB en Santa Cruz. 174 "OPINIONES Y ANÁLISIS" "OPINIONES Y ANÁLISIS" La presente edición se terminó de imprimir en el mes de agosto de, 2006 en los Talleres de Artes Gráficas Editorial "Garza Azul" Teléfono 2232414 - Casilla 12557 La Paz - Bolivia 173 174