El liderazgo de las mujeres trabajadoras en el movimiento sindical

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
UNIDAD DE POSTGRADO
El liderazgo de las mujeres trabajadoras en el
movimiento sindical: caso CGTP, período 1995 – 2011
TESIS
Para optar el grado de Magíster en Género, Sexualidad y Políticas
Públicas
AUTOR
Gissela Elizabeth Pisconti Rojas
ASESORA
Alida Isidora Díaz Encinas
Lima – Perú
2015
III
Dedicada:
A mamá y papá por su apoyo siempre, a mi familia por su paciencia y a las
mujeres trabajadoras y dirigentas sindicales, por permitirme ser parte de su
historia y porque sin ellas este trabajo no sería posible.
IV
INDICE GENERAL
CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN
1
1.1 Situación problemática
1.2 Planteamiento del problema
1.3 Justificación
1.4 Objetivos
3
4
5
6
CAPÍTULO II: MARCO CONCEPTUAL
7
2.1 Aspectos epistemológicos
2.2 Antecedentes de investigación
2.3 Base conceptual
7
9
10
CAPÍTULO III: METODOLOGÍA
20
3.1 Metodología
3.2 Hipótesis
20
23
CAPÍTULO IV: LOS ANTECEDENTES DEL
MOVIMIENTO SINDICAL
24
4.1
Movimiento obrero y el sindicato en el Perú
24
4.1.1 El movimiento obrero – sindical
4.1.2 El Movimiento sindical: La Confederación
General de Trabajadores del Perú (CGTP)
4.1.3 Momentos de la presencia de las mujeres
sindicalistas y no sindicalistas
24
31
Mujer, trabajo y participación sindical
47
4.2.1 El movimiento de mujeres
4.2.2 La democratización de los movimientos sociales
4.2.2.1 Mujeres participan en las organizaciones
sindicales
4.2.3 El Sindicato y las mujeres
4.2.3.1 Elementos que influyen en la participación
de las mujeres en el sindicato
4.2.3.2 Poder y la construcción de los liderazgos
en el sindicato
47
56
56
4.2
37
59
63
68
CAPÍTULO V: LOS PERÍODOS ANALIZADOS
76
5.1
5.2
76
88
Período sindical: Juan José Gorriti Valle 1995 – 2006
Período sindical: Mario Huamán Rivera 2006– 2011
V
CAPÍTULO VI: LAS MUJERES Y SU LIDERAZGO EN
LA ORGANIZACIÓN
98
6.1
98
6.2
6.3
6.4
Acceso y ejercicio del poder de las mujeres
trabajadoras
Participación de las mujeres en los espacios
orgánicos
Participación de las mujeres trabajadoras en
otros espacios sindicales
El liderazgo femenino y sus tensiones con las
lógicas masculinas de poder
103
111
118
CAPÍTULO VII: LAS POLÍTICAS DE GÉNERO
Y LAS ACCIONES AFIRMATIVAS
129
7.1
129
129
131
141
158
7.2
7.3
Mujer en el ámbito laboral
7.1.1 De la estabilidad a la flexibilidad laboral
7.1.2 Brechas laborales
Las acciones afirmativas
Lo avanzado en una lógica de institucionalización
de género versus cuarto cerrado
CAPÍTULO VIII: RESULTADOS Y DISCUSIÓN
161
8.1
161
161
8.2
Análisis desde una perspectiva social
8.1.1 Línea de tiempo: Período de Juan José Gorriti
al período de Mario Huamán Rivera, en relación
a la participación y el liderazgo de las mujeres
8.1.2 Factores que influyeron en la participación, liderazgo
y la propuesta de las mujeres en la organización
sindical: CGTP
8.1.3 La negociación de acciones afirmativas de género y
la resistencia de los dirigentes varones
Discusión de las hipótesis
163
167
168
CONCLUSIONES
173
RECOMENDACIONES
177
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES
182
ANEXOS
190
LISTA DE CUADROS
Cuadro 1:
Cuadro 2:
Cuadro 3:
Cuadro 4:
Cuadro 5:
Cuadro 6:
Cuadro 7:
Cuadro 8:
Cuadro 9:
Cuadro 10:
Cuadro 11:
Cuadro 12:
Cuadro 13:
Cuadro 14:
Cuadro 15:
Cuadro 16:
Cuadro 17:
Cuadro 18:
Cuadro 19:
VI
Consejo Directivo Nacional de la Confederación General
de Trabajadores del Perú (CGTP). 1968
Períodos Consejo Nacional de la CGTP. 1971 – 1995
Porcentaje de mujeres trabajadoras en los comités o
consejos ejecutivos de las centrales sindicales del Perú.
2009
Porcentaje de mujeres trabajadoras en los comités o
consejos ejecutivos de las centrales sindicales del Perú.
2011
Tasa de afiliación sindical por sectores. 2011
Periodos Consejo Nacional de la CGTP. 1995 – 2001
Periodos Consejo Nacional de la CGTP. 2001 – 2006
Visión CGTP. 2006
Misión CGTP. 2006
Principios CGTP. 2006
Periodos CGTP. 2006 - 2010
Modelos para incorporar la perspectiva de género. 2011
Consejo Directivo Nacional de la CGTP. 2006 – 2010
Presidencias CGTP. 1971 – 2006
Mujeres en el Consejo de Vigilancia de la CGTP. 2006
Proyecto: Formación, renovación y fortalecimiento
sindical en el Perú para la defensa de los Derechos
Laborales. 2005
Proyecto: Programa Trabajo Digno – FOS Bélgica.
Género e Igualdad de Oportunidades en FENTAP,
FTMMSSP, AGROINDUSTRIA Y SINTTRAHOL. 2008
Proyecto: Incorporación de las políticas de
Transversalización del Enfoque de Género en la
CGTP - Comisiones Obreras - CCOO de Andalucía.
2011
Taller para desarrollar y analizar las propuestas
específicas de género. 2011
VII
LISTA DE GRÁFICOS
Gráfico 1:
Gráfico 2:
Gráfico 3:
Gráfico 4:
Grafico 5:
Gráfico 6:
Gráfico 7:
Gráfico 8:
Gráfico 9:
Estructura orgánica nacional de la CGTP. Años 70 y 80
Esquema período Juan José Gorriti Valle. 1995 – 2006
Esquema período Mario Huamán Rivera. 2006 - 2011
Estructura orgánica de la CGTP. 2011
Estructura orgánica nacional de la CGTP. 2011
Tasa de desempleo de hombres y mujeres. 2005 - 2010
Población en edad de trabajador por sexo. 2005 – 2010
PEA ocupada por ramas de actividad. 2005 - 2010
Esquema ideal de la CGTP – Departamento de la Mujer
VIII
LISTA DE ANEXOS
Anexo 1:
Anexo 2:
Anexo 3:
Anexo 4:
Anexo 5:
Anexo 6:
Anexo 7:
Anexo 8:
Anexo 9:
Anexo 10:
Anexo 11:
Plataforma de Género. 2006
Agenda Laboral de las Mujeres Trabajadoras. 2010
Documentos de política de género. 2011
Mociones varias. 2011
Moción Cuota de Género. 2011
Programa taller propuesta específica de género
Cuadros de la participación de mujeres en las asambleas de la
CGTP
Cuadros de participación de mujeres en los congresos de la
CGTP
Cuadros de composición de la CGTP: regiones y sectores
Logros XIII Congreso Nacional de la CGTP
Formulario de entrevistas realizadas a grupo objetivo - muestra
IX
GLOSARIO DE SIGLAS CLAVE
CGTP
CUT
CATP
CTP
CDUS
PCP
ONG
DL
PEA
CCP
CNA
OIT
CN
SEN
CN
AND
DM
IESI
TLC
CDUS
FEPOMUVES
COMUANDE
SINTRAHOGARP
Confederación General de Trabajadores del Perú
Central Unitaria de Trabajadores
Central Autónoma de Trabajadores del Perú
Confederación de Trabajadores del Perú
Comité de Defensa y Unificación sindical
Partido Comunista Peruano
Organismo No Gubernamental
Decreto Legislativo
Población económicamente activa
Confederación Campesina del Perú
Confederación Nacional Agraria
Organización Internacional de Trabajo
Consejo Nacional
Secretariado Ejecutivo Nacional
Congreso Nacional
Asamblea Nacional de Delegados
Departamento de la Mujer
Instituto de Estudios Sindicales
Tratado de Libre Comercio
Comité de Defensa y Unificación Sindical
Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador
Confederación de Mujeres del Ande
Sindicato de Trabajadoras del Hogar del Perú
X
RESUMEN
La investigación aborda desde un enfoque de derechos humanos y de
género, el proceso de liderazgo seguido por las mujeres en la organización
social. Analiza su precaria incorporación a la Población Económicamente
Activa (PEA) y su posterior integración al movimiento sindical más
representativo del país como es la Confederación General de Trabajadores
del Perú (CGTP).
El trabajo analiza 16 años de vida orgánica de la CGTP1, visibilizando la
flexibilización laboral2 de los años 90, que provoca despidos masivos de
trabajadores y trabajadoras, donde las mujeres se incorporan como nuevas
actoras en el campo del trabajo. Pero que no resuelve la desigualdad laboral
entre las mujeres y los hombres sino que la acrecienta convirtiendo a las
mujeres en mano de obra barata, confinándola a condiciones laborales
precarias, en un contexto donde la demanda fundamental como es la
estabilidad laboral3 es puesta en peligro.
La investigación observa como la reforma laboral del gobierno de Alberto
Fujimori marca el retroceso de un Estado que abdica de su papel regulador y
fiscalizador y que más bien despoja a los trabajadores de sus derechos
laborales fundamentales. Señalando como un hito trágico el asesinato de
Pedro Huilca Tecse por el grupo Colina4 el 18 de diciembre de 1992, a
nueve meses de haber sido elegido secretario general de la CGTP. Situación
y hechos que considera influyen en el debilitamiento de la confederación,
reflejada en la disminución de sus afiliados, que en la década previa a los
años noventa era de 21.9 % y que entre 1995 y 2006 disminuye a 8 % y 5 %.
La tesis toma en cuenta que en el 2003 bajo la dirección de Juan José
Gorriti, siendo responsable Susan Portocarrero de la secretaría de la mujer y
defensa del niño trabajador, se registran hechos importantes con relación a
la participación cualitativa y cuantitativa de las mujeres. Proceso que es
fortalecido por la reestructuración orgánica de la central, donde las
secretarías se transforman en departamentos sindicales y en el que también
se implementa la afiliación sindical directa.
En este contexto, la secretaría de la mujer y defensa del niño trabajador,
elabora su Manual de Organización y Funciones y la I Plataforma Laboral de
Género y los presenta al XII Congreso Nacional de la CGTP en noviembre
1
Confederación General de Trabajadores del Perú. Período analizado 1995 – 2011.
2 Estableció un conjunto de modalidades de contratación temporal que restringían las obligaciones de
los empleadores contratantes. El empleo indirecto se hizo cada vez más común en la economía del
Perú y generaron el corte en las relaciones directas de empleo entre el empleador primario y el
trabajador directo.
3 En los años 70 la característica principal de un trabajador o trabajadora sindicalizado/a era que
tenían estabilidad laboral amparada en la constitución de 1979, la misma que fue reformada a través
de una Asamblea Constituyente en 1993 en el gobierno de Alberto Fujimori.
4 Sicarios del Ejército al mando del Capitán Santiago Martin Rivas.
XI
de 2006. Donde siete mujeres son incorporadas al consejo directivo
nacional5. Y que elige después de 78 años de vida orgánica6 a Carmela
Sifuentes Inostroza como la primera presidenta mujer de su historia7 y a
Gloria Pérez Saavedra como secretaria de la mujer.
Durante el análisis se resalta que con una CGTP reconstituida y con un
nuevo discurso centrado en la recuperación de la democracia y los derechos
perdidos8, el trabajo de la mujer adquiere mayor presencia a través del
acciones del reestructurado departamento de la mujer, que consigue
incorporar a más mujeres en sus comisiones de trabajo, elabora los
sustentos teóricos y políticos de la estrategia de transversalización del
enfoque de género, que logra más mujeres con un discurso argumentado,
que disponen de herramientas como la escuela sindical para mujeres y
también mixtas para hombres y mujeres con este enfoque, donde se
visibiliza la importancia de una afiliación sindical con esta visión. Logrando
que sus derechos y los de otras mujeres de los sectores más precarios del
ámbito laboral, se incluyan como temas específicos en los pliegos y
convenios colectivos a través de la Agenda Laboral de las Mujeres
Trabajadoras9, lo que dinamiza la participación de más mujeres en todas las
instancias de la CGTP, particularmente en sus asambleas nacionales.
La investigación valora como factores decisivos que contribuyen a la
inclusión de la Agenda de Género dentro de la CGTP, las acciones
realizadas por las mujeres del consejo nacional10, por las del departamento
de la mujer y por sus comisiones de trabajo11, así como por el apoyo recibido
de parte del secretariado ejecutivo. Todo lo cual permite que en noviembre
de 2011 presenten al XIII Congreso Nacional Ordinario la moción de Cuota
de Género sustentada por la responsable del departamento12. La misma que
pese a requerir la reforma de los estatutos, se aprueba en la Comisión No.4:
Situación Orgánica y Fortalecimiento de la CGTP, ratificada por la plenaria y
que está pendiente de ser revalidada por un congreso estatutario.
La investigación concluye en que estos 16 años de la CGTP marcan la
promoción, negociación y aprobación de acciones afirmativas inspiradas en
el modelo sindical europeo13, adaptadas al modelo peruano y a los intereses
colectivos de las mujeres trabajadoras. Y que a partir de 2011 comienza una
nueva historia para el movimiento sindical de la CGTP sobre este tema.
5 Consejo Nacional, es la instancia máxima de dirección de la CGTP.
6 Luego de su reconstitución suscitada a finales de los años 60.
7 Carmela Sifuentes Inostroza, presidenta de la CGTP período 2006 – 2011.
8 En el primer gobierno de Alberto Fujimori.
9 La Agenda Laboral de Género fue elaborada en el año 2008 y presentada en acto público.
10 Presidencia, Departamento de la Mujer y otros Departamentos integrados por mujeres.
11 Mujeres representantes de diferentes organizaciones sindicales afiliadas a la CGTP.
12 Gloria Pérez, responsable Departamento de la Mujer 2006 – 2011.
13 Sindicatos de Bélgica, España y Holanda.
XII
ABSTRACT
The Women's Leadership in organizations such as the Trade Union’s, is
analyzed from the perspective of human rights and gender in the present
investigation. Since its intervention in the workplace: the precarious action
and its subsequent integration into the most representative trade union
movement in the country, such as the General Confederation of Workers of
Peru - CGTP.
We traveled through 16 years of the organic life of the CGTP, making visible
the labor reform of the 90’s that marks the start of labor flexibility, causing
massive layoffs of workers and secondly incorporating more strongly to new
actors to the world Labour: Women. This addition does not respond to public
policy to equip participation and working conditions of women and men in this
area and therefore bridge the gaps that support discrimination; This situation
reflects the demand for cheap labor in poor working conditions, backed by
labor unrest, thus losing the main feature of unionized workers or workers /
as: "Job Stability." The labor reform of A. Fujimori government marks the
beginning of the retreat of the state not only in its role as regulator, but also
to oversight of compliance with labor standards as part of the same
government specifically the December 18, 1992, nine months into the
General Secretariat, Peter Huilca was killed by the Colina group, both heavy
blows to the unions originate the weakening of the most visible of the Country
confederation, this is reflected in the declining share of national affiliation in
the decade before the nineties was approximately 21.9% and between 1995
and 2006% the percentage fluctuated between 8% and 5%.
In 2003, under the direction of Juan José Gorriti, important findings were
made in relation to the qualitative and quantitative participation of women, the
responsibility of the Ministry of Women and Child Worker fell on Susan
Portocarrero. In that same year, the organizational restructuring process
starts, from Secretaries to Departments and Trade also implementing direct
affiliation.
The Ministry of Women and Child Workers, adopted its Manual of
Organization and Functions and the First Labour Platform Gender, which was
taken to the XII Congress of the CGTP in November 2006, where 7 women
join the National Executive Council, and after 78 years of organic life, the first
female president is elected in its history; it also chooses Gloria Perez
Saavedra as the new Secretary for women, and it is from this year that the
1 General Confederation of Workers of Perú. Analized period: 1995 – 2011.
2 It established a set of types of temporary contract restricting the obligations of the contracting
employers. Indirect employment became increasingly common in Perú’s economy, generating the cut
in direct employment relationship between the primary employer and direct worker.
3 On the 70’s the mean feature of a unionized worker who had job security was enshrined in the
constitution of 1979, the same as it was reformed through a Constituent Assembly in 1993 in the
government of Alberto Fujimori.
4 Hitmen army under the command of Captain Santiago Martin Rivas.
XIII
CGTP reconstituted and a new discourse centered on the struggle for
restoration of democracy and rights lost, becomes more incident now called
the women's Department of the CGTP, calling women on the commission
structure work. Begin the theoretical and political underpinnings for
developing strategy mainstreaming gender in CGTP, which translates into:
women with a speech argued; tools such as union school for women and
mixed for men and women develop the gender issue; visible the importance
of union membership with gender; building proposals for collective bargaining
rights for women in the specifications and detailed collective agreements on
a work schedule of working women; promoting the participation of more
women in the functional activities organized by the CGTP as National
Assemblies; promoting the union agenda includes those most precarious
sectors of the workplace, which are mostly made up of women.
The development of planned and promoted by the women of the CN of the
CGTP and the department including its working committees, had the political
backing of the national leadership represented by the executive secretariat
actions, so that in November 2011, arriving at XIII National Ordinary
Congress proposing as its core proposal "gender quota" involving the reform
of its statutes, this proposal was presented as a motion supported by the
head of department and approved by the Commission number four: "Organic
status and Strengthening CGTP "and later in the plenary, being willing to be
ratified in the Statutory Congress.
They were 16 years leading the most representative trade union
confederation in the country, focusing on promotion, negotiation and approval
of affirmative action that inspired the European union model applied to the
Peruvian model. In these periods the collective interests of many working
women is one of the main reasons for the trade union movement there were
more important. From the year 2011 begins a new story written for the motion
of the CGTP union on this issue.
5 National Council is the highest level of leadership of the CGTP.
6 After its reconstitution raised in the late 60s.
7 Carmela Sifuentes Inostroza, president of the CGTP period 2006-2011.
8 In the first government of Alberto Fujimori.
9 Labor Gender Agenda was developed in 2008 and presented at a public event.
10 Chair, Department of Women and other women integrated departments.
11 Women representatives of various trade unions affiliated to the CGTP.
12 Gloria Perez, head Department of Women 2006-2011.
13 Unions in Belgium, Spain and the Netherlands
1
EL LIDERAZGO DE LAS MUJERES TRABAJADORAS EN EL
MOVIMIENTO SINDICAL: CASO CGTP, 1995-2011
CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN
La presente investigación aborda el liderazgo de las mujeres trabajadoras y
sindicalistas en una de las organizaciones sindicales más importantes del
país, como es la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP).
Como es conocido, la CGTP es una de las confederaciones sindicales más
antiguas e importantes de nuestro país, de innegable tradición masculina y
patriarcal, características que han estado muy presentes a lo largo de su
proceso de desarrollo y que se expresa en quienes dirigen su accionar,
discurso y reglas formales y no formales.
Dentro de este contexto, la investigación resalta el proceso seguido por un
colectivo de trabajadoras que mediante un trabajo planificado y ordenado
lograron incorporar a más mujeres al mundo sindical, pese al escenario
laboral y social adverso caracterizado por la precariedad y la inestabilidad
laboral de los años 90.
El estudio resalta el trabajo de alianzas desarrollado por estas mujeres para
incorporar tanto a las mujeres que trabajaban en sectores laborales muy
precarios como a las que tenían un trabajo estable, logrando desarrollar
2
instrumentos y herramientas que concretaron una Agenda Laboral de
Género que incluyó sus demandas y permitió visualizar la discriminación y la
desigualdad que sufrían, pero que también enfocó que estos problemas
tenían que ser resueltos por hombres y mujeres.
La investigación se compone de VIII capítulos. Los primeros tres desarrollan
la parte introductoria, el marco conceptual y la metodología. En el capítulo IV
se analizan los antecedentes del movimiento sindical y la relación: mujer,
trabajo y sindicato. En el capítulo V se desarrolla una línea de tiempo de los
periodos de las dirigencias sindicales. En el VI se examina el proceso de
liderazgo obtenido por las mujeres, concluyéndose en el VII con las políticas
de género y las acciones afirmativas conseguidas por ellas y aprobadas por
la CGTP. El capítulo VIII está referido a la discusión de las hipótesis, las
mismas que se comprueban en el desarrollo de la investigación. Las
conclusiones y recomendaciones se encuentran en la parte final del presente
trabajo.
Una de las interrogantes que motiva a la autora de la investigación que
surge de su propio acompañamiento profesional al departamento de la mujer
de la CGTP por siete años consecutivos, es que las investigaciones
históricas si bien contienen los aportes realizados por las mujeres desde los
inicios del movimiento popular, político y sindical en el Perú, éstas no reflejan
los procesos internos vividos y enfrentados por ellas para conseguir lo que
luego la historia les reconoció. De ahí que la investigación resalte la
participación de la mujer dentro de la historia del movimiento sindical y
popular, pero que también detalle el proceso interno individual y colectivo
seguido por las mujeres sindicalistas para conseguir liderazgo y presencia al
interior de la CGTP.
Ése es el aporte fundamental de esta investigación: el análisis de los
procesos individuales transformados en fuerzas colectivas que lograron
influir en la política interna e institucional de la CGTP, plasmadas luego en
agendas sociales con enfoque de género.
3
1.1
Situación y problemática
Como sabemos, las mujeres se incorporaron masivamente al mundo del
trabajo a partir de los años 90. Por lo general, desempeñando ocupaciones
laborales en los sectores más precarios de la economía, sin ningún goce ni
reconocimiento a sus derechos laborales fundamentales.
El sujeto de estudio es la Confederación General de Trabajadores del Perú
(CGTP), la central sindical más antigua e importante del Perú, que agrupa
aproximadamente a un millón y medio de trabajadores y trabajadoras.
Cabe resaltar, que del 100 % de afiliados de la CGTP, las mujeres
representan solo el 25 % - 35 % de sus sindicalizados. Siendo los sectores
más representativos de donde provienen: salud, educación, confecciones,
comercio, agroindustria, limpieza pública, trabajadoras del hogar, etc.
Teniendo en cuenta que el sindicato es el espacio donde se cautela la
protección y promoción de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, y
siendo notorio el incremento de más mujeres en el mundo sindical, es
importante conocer en qué condiciones ingresan al mundo del trabajo y al
sindicato, cómo es que la familia influye en su percepción social y laboral,
cómo es que se fue dando su participación al interior, qué logros obtuvieron
y que otros piensan conquistar.
Es menester, sin embargo, que también se evalúe cómo reaccionó la CGTP
frente a su incorporación y demandas y qué papel cumplieron los dirigentes
nacionales para promover su incorporación, así como saber qué factores
retrasaron su mejor participación.
Las respuestas las encontraremos desde el ámbito académico, utilizando la
metodología de la investigación social.
4
1.2
Planteamiento del problema
Por provenir las mujeres de los sectores laborales más precarios de la
economía, se integran a la organización sindical en condiciones distintas a
las de cualquier otro trabajador. Pese a esta circunstancia, su incorporación
produce cambios paulatinos en la estructura, organización y discurso de la
CGTP.
El problema principal se abre con la pregunta: ¿Cuáles son las reglas
formales o informales de funcionamiento producidos en la CGTP durante el
período 1995 al 2011 para incorporar y darles cuotas de poder a las mujeres
trabajadoras y sindicalistas que permitieron el desarrollo de su liderazgo?
La investigación se enfoca entre los años 1995 y 2011, periodos que
estuvieron bajo la conducción de Juan José Gorriti Valle y Mario Huamán
Rivera.
Problemas específicos
1. ¿Qué factores de liderazgo ejercieron las mujeres sindicalistas para
lograr los cambios producidos en la CGTP durante el período 19952011?
2. ¿Cuál fue el proceso de negociación que tuvieron que formular las
mujeres trabajadoras para enfrentar la resistencia de los dirigentes de
la CGTP?
3. ¿Cuáles fueron las estrategias desarrolladas por las mujeres
trabajadoras y sindicalistas para acceder a espacios de poder dentro
de la CGTP?
5
1.3
Justificación
El presente trabajo constituye un aporte a las ciencias sociales en el Perú,
ya que analiza cómo es que la participación de la mujer fue influyendo en
estos cambios, teniendo en cuenta que la CGTP ha sido y es una
organización patriarcal, machista, creada por y para hombres.
La investigación escudriña al interior de la organización y sus colectivos de
trabajo a fin de saber cómo la participación de la mujer logró estos cambios
en su estructura. Y como es que los pensamientos y acciones de la CGTP
se fueron transformando, creándose las condiciones para que las mujeres
sindicalistas lograran un liderazgo potente, consecuente y argumentado
desde su condición de protagonistas de su propia historia.
El estudio analiza el desarrollo institucional de la CGTP haciendo visibles las
tensiones surgidas frente a las demandas de democratización y participación
reclamados por las mujeres, de forma de comprender el proceso y su lucha
para lograr espacios donde se les reconociera su voz y su presencia.
La investigación aporta al análisis de las estrategias utilizadas por las
mujeres trabajadoras para promover la transversalización del enfoque de
género. Detectándose que el tema no era conocido por la mayoría de las
mujeres y menos por los hombres. Aporta a conocer como la paulatina
asimilación de la mujer al mundo sindical generó procesos internos de
liderazgo que transformaron su vida personal, laboral y familiar.
El propósito central es lograr un acercamiento al proceso vivido por estas
mujeres para lograr su incorporación y participación. Y conocer cómo es que
es que se produjeron estos cambios en la estructura y actitud de la CGTP, a
partir de su afiliación.
6
1.4 Objetivos
El objetivo general de la investigación es analizar los cambios y procesos
organizacionales producidos en la CGTP durante los años 1995 – 2011.
La investigación desarrolla los siguientes objetivos específicos:
•
Identificar elementos: prácticas y reglas generadoras de cambios
producidos en la CGTP para el acceso y poder relacionados a la
participación de las mujeres trabajadoras y sindicalistas.
•
Analizar los procesos de negociación de las mujeres trabajadoras
y sindicalistas en la CGTP.
•
Determinar
las
estrategias
que
desarrollaron
las
mujeres
trabajadoras y sindicalistas para acceder a espacios de poder en
la CGTP.
7
CAPITULO II: MARCO TEÓRICO
2.1 Aspectos epistemológicos
Según Sonia Montesinos: “El género como concepto constituye un
dispositivo sociocultural a través del cual el mundo se divide para hombres y
para mujeres a partir de las diferencias genitales, con lo cual se producen
subjetividades e identidades sociales distintas que nos parecen naturales.
Sin embargo, no se trata de un simple concepto dentro de las ciencias
sociales (…) El género es una epistemología que atraviesa distintas
disciplinas humanas, que nos permite el trabajo conjunto. Pues se trata de
de construir nuevos conocimientos que enriquecen las ciencias sociales. La
epistemología de género abre la posibilidad de generar un conocimiento
sobre una construcción cultural que permea las diferentes disciplinas, con la
esperanza de deconstruir este dispositivo que coloca a las mujeres en
desventaja y que impide una comunicación de tipo horizontal entre hombres
y mujeres en la mayoría de las sociedades”14.
Cuando se trata de analizar y hacer visible la participación de las mujeres en
el movimiento sindical, consideramos que la mirada que funciona mejor es la
de género. Pues nos presenta una polarización entre lo femenino y lo
masculino dentro de un espacio creado y construido por y para hombres.
14
Montesinos Aguirre, Sonia y Obach, Alexandra. (1999). Género y Epistemología: Mujeres y
Disciplinas. LOM Ediciones: Santiago, Chile.
8
Las ciencias sociales han avanzado en la creación de categorías teóricas e
instrumentos metodológicos para explicar cómo se ha constituido a lo largo
de la historia y en las diversas culturas las diferencias jerárquicas entre
varones y mujeres y como es que se reproducen y transforman. Dentro de
este contexto se inscribe la formulación de la categoría de género.
Montesinos plantea que el género fue definido en contraposición a sexo en
el marco de una posición binaria (sexo y género), aludiendo a los aspectos
psico–socioculturales asignados a varones y mujeres por su medio social y
restringiendo el sexo a las características anatomofisiológicas que distinguen
al macho y la hembra de la especie humana15.
El movimiento sindical en general y el peruano en lo específico, es un
movimiento concebido como un espacio netamente masculino, formado por
y para hombres, donde las prácticas y cotidianidad de las relaciones se
desarrollan solo pensando en los hombres trabajadores. El derecho laboral
que rige las relaciones laborales entre el empleador y los trabajadores, fue
construido pensando en las necesidades de los hombres trabajadores.
La historia da cuenta que desde el inicio de la sociedad y la familia, la mujer
estuvo involucrada en el trabajo. Pero su concurso siempre estuvo
invisibilizado. Nuestro país no es ajeno a este aserto. Las estadísticas
confirman que la mujer se incorporó masivamente al mundo del trabajo como
consecuencia de la reforma laboral de los años 90. Pero las condiciones de
su inclusión fueron precarias. De ahí que su ingreso intensivo no tuviera
relación directa con su participación dentro del movimiento sindical, pues
éste seguía siendo un espacio alejado de las mujeres.
A partir de la afiliación sindical de las mujeres y de las demandas que surgen
con su participación, se producen importantes cambios en el movimiento
sindical, reflejados en los dos últimos eventos orgánicos analizados en la
investigación, donde la CGTP asume el compromiso de incluir los derechos
15
Ídem.
9
de la mujer como uno de sus ejes prioritarios de trabajo. Dándose inicio a
una nueva etapa que cobra fuerza por la voluntad política de quienes
ejercían en ese momento el poder en la organización sindical.
La investigación tiene de sustento las siguientes bases teóricas:
• El movimiento obrero y el sindicato en el Perú:
-
El movimiento obrero y sindical.
-
El movimiento sindical: La Confederación General de Trabajadores
del Perú (CGTP).
-
Momentos de la presencia de las mujeres sindicalistas y no
sindicalistas.
• Poder y la construcción de los liderazgos de las mujeres en el
movimiento sindical.
• La democratización de los movimientos sociales:
-
Mujeres
participan
en
las
organizaciones
e
instituciones
masculinizadas: los sindicatos.
2.2 Antecedentes de investigación
Sobre la historia de las mujeres trabajadoras en el movimiento sindical,
existen muchos trabajos de la década de los años 80. Sin embargo, ninguno
de ellos aborda el quehacer interno y cotidiano dentro de una confederación
sindical de primer grado como es la CGTP, materia de esta investigación.
Es importante resaltar que la CGTP es una de las pocas organizaciones
sindicales peruanas y de la región andina, que ha desarrollado acciones
para promover la igualdad de oportunidades en su interior. De ahí que la
investigación resalte las acciones realizadas por el departamento de la mujer
y por la CGTP entre los años 1995 y 2011. Aportando información sobre
10
cómo se generó y vivió el proceso. Especificando las conquistas obtenidas
por las mujeres y las demandas que aún quedan pendientes por resolver.
2.3 Base conceptual
•
Poder
•
Poder político
•
Relaciones de poder
•
Participación de las mujeres y hombres
•
Participación política de las mujeres y hombres
•
El sindicato – organización sindical
•
Espacio patriarcal y jerárquico
•
Género
•
Enfoque de género
•
Liderazgo mujeres sindicalistas
•
Movimientos sociales
•
Trabajo
•
Política de igualdad de oportunidades
•
Política sindical de igualdad de oportunidades
•
Género y clase
Género
El género constituye la característica sociocultural atribuida a las mujeres y
hombres, a partir de sus características biológicas (sexo). A partir de estas
construcciones se han generado diferencias jerarquizadas y relaciones de
poder donde lo masculino tiene mayor predominancia que lo femenino. De
ahí que la categoría género insista en evidenciar que estas diferencias no
tienen una base biológica sino cultural. Por lo tanto, pueden ser modificadas.
11
Scott (1986) define al género como el elemento constitutivo de las relaciones
sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos, y a su vez,
como una forma primaria de relaciones significantes de poder, o por medio
del cual se articula el poder. Con este objetivo señala cuatro elementos
interrelacionados al concepto de género, en los que demuestra los
conceptos sociales y culturales que afectan a la mujer:
• Los símbolos culturalmente disponibles que evocan representaciones
múltiples y dicotómicas. Así, Eva y María presentan modelos
contradictorios de mujer basados en la corrupción e inocencia
respectivamente.
• Los conceptos normativos manifiestan las interpretaciones de los
significados de los símbolos y señalan significados y modelos de ser
mujer y varón.
• Las instituciones como la familia, escuela, trabajo, política, etc.,
representan el contexto en el que los individuos se desarrollan y
refuerzan símbolos y normas.
• La identidad subjetiva y su proceso de construcción, a partir de la
relación entre el sexo y las características percibidas como propias de
determinado género.
Fraser (1998) plantea que el género es una colectividad bivalente, al igual
que la raza, clase y sexualidad, porque tiene dimensiones económicas y
culturales. Señalando que estructura una inequitativa división y distribución
económica. Por ello, plantea que para superar las relaciones jerarquizadas
de género es necesario promover una política de la redistribución
(distribución más justa de bienes y recursos), así como una política del
reconocimiento (respetar las diferencias) integradas en un marco único e
integral.
Las relaciones de jerarquía se establecen a partir del género. Pero también
se entremezclan con las categorías de etnia, raza, clase, edad, orientación
sexual, etc. Y con ello, una interacción simultánea en las esferas
12
económicas, políticas, culturales y otras que producen grados de exclusión,
siendo mayormente afectadas las mujeres jóvenes, indígenas y las mujeres
lesbianas.
Movimientos sociales
Según Giner, Lamo de Espinosa y Torres (1998), el concepto de
movimientos sociales ha sido atribuido a los intentos colectivos para producir
cambios en las instituciones sociales. Remitiéndose sus primeros usos a los
conflictos de clases que se producen en Europa con la revolución industrial.
Según Herreros (2008), un movimiento social es una acción intencionada
(implícita o explícita), con cierto nivel de organicidad de parte de
determinados sectores o segmentos sociales que dirimen sus fuerzas en la
arena pública, cuyos objetivos son incidir en el proceso de decisiones
políticas y conquistar demandas que contribuyan a las transformaciones
sociales, que tienen su origen en la identidad, valores y principios
compartidos, fortalecidos por lazos de solidaridad, que construyen nuevos
sujetos políticos y plantean nuevos temas en la agenda.
Guadalupe (2003) indica que los nuevos movimientos sociales en América
Latina se caracterizan por la fragmentación y dispersión ideológica, política y
organizativa que surgen de la interacción entre los y las militantes de
partidos políticos con los movimientos y alianzas, las activistas de las ONG,
la participación de la cooperación internacional y la confluencia de otros
movimientos.
Bebbington, Scurrah y Bielich (2008) plantean que los movimientos sociales
son amorfos, difusos y heterogéneos. Identificando 10 movimiento sociales
en el Perú: 1) agrario, 2) cocalero, 3) ambiental, 4) industrias extractivas, 5)
feminista, 6) derechos humanos, 7) indígena, 8) sindical, 9) regionales y 10)
mujeres populares. Los que podrían ser clasificados en defensa de
derechos: 1) ambientalista, 2) derechos humanos, 3) indígena, 4) sindical, 5)
regionales. Identidad: 1) cocalero, 2) feminista, 3) indígena. Y en lo que
13
atañe a la entrega de servicios y políticas públicas en: 1) agrario, 2) mujeres
de comedores y 3) vaso de leche. Precisan también que la mayoría de estos
movimientos sociales son incipientes y muchas personas y organizaciones
pertenecen a más de uno. Por ello es que sus fronteras no son totalmente
claras.
Según Bebbington, Scurrah y Bielich (2008), los movimientos sociales
tendrían tres componentes principales:
• Organizaciones populares que representan a los beneficiarios o
afectados/víctimas que son la razón de ser de los movimientos.
• Organizaciones de solidaridad y apoyo, como las organizaciones
internacionales, ONG
nacionales, regionales
y locales
y las
organizaciones religiosas.
• Técnicos, asesores, activistas y simpatizantes que participan a nivel
personal.
De lo expuesto se desprende que no toda acción colectiva conforma un
movimiento social y no todo conflicto expresa el accionar de movimientos
sociales. Pero, no existen movimientos sin acciones (Remy 2008). Por lo que
es necesario diferenciar entre movimientos sociales y campañas. Ya que
estas últimas tienen una corta duración y un objetivo preciso. Una campaña
es por ejemplo: TLC Así No. Otro, el movimiento urbano que tuvo vigencia
durante los años 60 y 70 (Bebbington, Scurrah y Bielich 2008).
Resulta claro que la evolución de los distintos movimientos sociales no son
procesos aislados. Ya que por lo general vienen o han sido impulsados por
otros. En los años 70 los movimientos sociales en el Perú tuvieron mucha
influencia de los partidos de izquierda, que es la cantera de donde provienen
la mayoría de los dirigentes sindicales. En la década de los años 80, el país
sufre la más grave crisis económica, social y política y muchas
organizaciones populares son afectadas por el desempleo y la sobrevivencia
y se desestructuran, afectando al movimiento social. Durante los años 90 la
14
situación del país se agrava por las políticas dictatoriales del gobierno de
Fujimori quien despide masivamente a los trabajadores, elimina la seguridad
en el trabajo y prácticamente cancela la acción social colectiva.
Trabajo
La historia de la familia y la sociedad nos muestra que en las sociedades
preindustriales las actividades productivas y las del hogar no estaban
separadas. La familia intervenía en el trabajo agrícola o artesanal, mientras
que en las ciudades los talleres estaban en las casas y la familia participaba
de diversas maneras dentro del proceso de producción. Esta situación
empieza a cambiar con el desarrollo de la industria moderna que lleva la
producción a las fábricas mecanizadas donde el trabajo era realizado por
personas seleccionadas y no por las familias como unidad. Con el transcurso
del tiempo esta separación fue más tajante, incrementándose la división
entre el hogar y el lugar de trabajo. Cabe resaltar que durante la I Guerra
Mundial, muchas mujeres ingresaron al mundo laboral en sectores que
estaban vinculados a los hombres. Pero cuando la guerra terminó, los
hombres y las mujeres retornaron a sus labores tradicionales.
Según Giddens (1998: 397), el trabajo en todas las culturas, fue la base de
la economía, asumido como la ejecución de tareas con un gasto de esfuerzo
mental y físico que buscaba la producción de bienes y servicios para
resolver las necesidades humanas. En la categoría “ocupación” o “empleo”
precisa que éste es el trabajo o servicio realizado a cambio de un salario
regulado por el sistema económico y las instituciones.
Muchas veces el trabajo es confundido con empleo. Pero el trabajo es una
categoría más general. Levaggi (s/a) toma la definición de empleo de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) referida a la labor que se
realiza y por la que se recibe un salario, sueldo, comisiones, propinas, pagos
a destajo o pagos en especies, sin importar la relación de dependencia. Sea
empleo dependiente-asalariado o si es independiente o autoempleo.
15
La aspiración de los trabajadores siempre ha sido la de contar con un trabajo
decente que satisfaga sus necesidades personales y familiares y les provea
de un norte de futuro y proyección a sus vidas. De acuerdo a la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), el Trabajo Decente es el trabajo que
engendra ingresos adecuados con una protección social apropiada. Esto
significa también un trabajo suficiente. En tal sentido, todos deberían tener
pleno acceso a las oportunidades de obtención de ingresos. El Trabajo
Decente según la OIT, implica tener un empleo productivo y una
remuneración justa, en un marco de libertad, equidad, seguridad y respeto a
la dignidad humana.
El concepto de Trabajo Decente fue propuesto en 1999 en la 87°
Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), precisándose sus componentes: 1) el respeto a los principios
y derechos fundamentales en el trabajo y a las normas laborales
internacionales; 2) oportunidades de empleo e ingresos; 3) protección y
seguridad social; y 4) diálogo social y tripartismo.
La Declaración sobre los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo
de la OIT (1998) plantea cuatro principios que deben cumplir los países
miembros de la OIT, entre ellos el Perú: 1) libertad de asociación y libertad
sindical y derecho de negociación colectiva; 2) eliminación del trabajo
forzoso u obligatorio; 3) abolición del trabajo infantil; y 4) eliminación de la
discriminación en materia de empleo y ocupación.
Los derechos a la libertad de asociación y a la libertad sindical y a la
negociación colectiva, son los primeros principios de esta Declaración.
Representando al mismo tiempo, la mejor herramienta para la defensa y
promoción de los derechos de los trabajadores para mejorar sus condiciones
laborales y de vida.
Las referencias al Trabajo Decente de la OIT están dirigidas al trabajo
productivo, definido como el trabajo realizado fuera de la casa o en el
espacio público que es compensado económicamente. Sin embargo, es
16
necesario visibilizar el trabajo realizado por mujeres en el ámbito doméstico
o en las actividades del cuidado, que no es reconocido como trabajo
productivo, y que tampoco es remunerado.
Debemos notar que en la medida que el trabajo se definió como el resultado
entre quien ofrece un servicio y otro que lo paga, el trabajo doméstico se
hizo invisible sin que se valore su importancia para el desarrollo de la
economía. Pese a que brinda servicios gratuitos que el Estado no provee y
de los que dependen gran parte de la población. Medible en jornadas diarias,
de meses y años, que tiene áreas específicas de aplicación y servicios y
productos de servicios y humanos que mostrar. Pero que no es valorado ni
remunerado, y que tampoco es asumido como desempleo.
Sindicato
Según Giner, Lamo de Espinosa y Torres (1998), el sindicato es una
organización formal constituida por trabajadores que buscan mejorar sus
condiciones laborales y sus vínculos de solidaridad entre ellos.
El sindicato adquiere auge con la industrialización desde principios del siglo
XX convirtiéndose en la forma organizativa predominante del movimiento
obrero para defender sus derechos laborales. Estas organizaciones
luchaban por erradicar la explotación de empleadores sobre los trabajadores
y por eliminar la desigualdad en las que trabajaban las mujeres.
La negociación colectiva es el mecanismo con el que se persigue
democratizar la relación laboral. En el Perú está amparada por el artículo N°
28 de la Constitución Política de 1993 en la que se reconoce los derechos a
la sindicalización, negociación colectiva y libertad sindical. Donde el Estado
tiene a cargo la responsabilidad de promover la solución a los conflictos
laborales, regulando el derecho a la huelga en armonía con el interés social.
Como hace mención Patricia Balbuena en el documento de la Oficina
Regional de la Federación Internacional de la Construcción y la Madera,
17
publicado en Panamá (s/a), los derechos sindicales son la garantía
imprescindible para la existencia y funcionamiento de los sindicatos. Así lo
han entendido las sociedades. De ahí que la libertad sindical, el derecho a la
huelga y la negociación colectiva, estén reconocidos como derechos.
La libertad de asociación y el derecho a organizarse son principios
fundamentales que deben ser ejercidos por los trabajadores y respetados
por los empleadores. En este sentido, Mego y Vásquez (2008: 43), plantea
cuatro requisitos para que los sindicatos cumplan con su objetivo de mejorar
las condiciones laborales de los trabajadores/as:
•
Fortalecimiento organizativo para el ejercicio de un liderazgo
democrático, prácticas éticas y transparentes, mejora de sus
capacidades de negociación, participación permanente de las
mujeres en los cargos directivos que garanticen el cumplimiento
de la agenda de género en las negociaciones presentes y futuras.
•
Sindicatos reconocidos como parte de la sociedad y capaces de
convertirse en una organización efectiva y necesaria para lograr el
equilibrio de poderes entre Estado, empresa y trabajadoras/es,
como mecanismo para el ejercicio de sus derechos.
•
La experiencia de los actuales sindicatos es un valioso
antecedente
para
la
formación
de
nuevos
sindicatos,
especialmente en la agroexportación no tradicional, que es un
sector en crecimiento.
•
El fortalecimiento del liderazgo de las mujeres para que puedan
seguir asumiendo nuevas secretarías generales junto con jóvenes
comprometidos con el cambio y la equidad.
Género y clase
A lo largo de la investigación hemos podido constatar que el término género
y clase no son comprendidos totalmente por los/as dirigentes. Algunos
consideran que género y clase se contraponen. Otros arguyen que se
18
complementan. Y un tercer grupo considera que es necesario que se abra
un debate. La confusión se origina en el desconocimiento de lo que significa
la categoría género.
No todos comprenden que el enfoque de género enriquece los diagnósticos
y acciones sociales, haciendo visible las desigualdades de clase que
impactan de manera diferencial a mujeres y hombres.
Es necesario aclarar que la clase y el género no abarcan grupos
homogéneos. Sin embargo, tienen un valor importante como categorías
específicas porque reflejan las relaciones sociales entre los grupos, así
como las existentes dentro de cada uno de ellos. De ahí que la historia de
las mujeres tenga un eje de clase que las cruza y que tengamos estudios
importantes sobre mujeres trabajadoras, de esposas de los trabajadores, de
mujeres burguesas y de las que pertenecen a la aristocracia16.
El grueso de las investigaciones sobre las relaciones de género que forman
parte del campo del análisis social determina que las prácticas sociales para
la construcción social del género son relevantes para la sociedad. De ahí la
importancia de discutirla junto a las de clase y raza, que no es un tema
nuevo en la historia de nuestra sociedad, Ya que expresa la acción de las
mujeres que luchan por un mundo donde mujeres y hombres contribuyan,
por igual, al desarrollo del hogar, la organización social, la sociedad y el país
en su conjunto.
Joan W. Scott, da cuenta que para construir la historia de la sociedad, es
importante conocer la historia de mujeres y hombres que luchan por un ideal
y un trabajo conjunto17.
16
Bock, Gisela. (2000). La Historia de las Mujeres y la Historia del Género: aspectos de un debate
internacional. Santiago, Chile: Edit. Azul.
17
Scott, Joan W. (1996). El Género: Una categoría útil para el análisis histórico. México:
Coordinación de Humanidades Programa Universitario de Estudios de Género, UNAM. Grupo
Editorial Miguel Ángel Porrua.
19
Sin embargo, la internalización del concepto de género en el movimiento
sindical requiere de un proceso de afirmación, ya que el sindicato expresa
las prácticas que se arrastran por tradición, historia y cultura. Lo que exige
un trabajo ordenado y metódico de las mujeres, quienes no deben perder de
vista que no todas las/os sindicalizadas/os apuestan por la perspectiva de
género, porque no lo consideran importante o porque no lo entienden.
El movimiento sindical comprende mejor ahora que para escribir su historia
como referente de trabajadores/as o de masa social, necesita de la mujer. Lo
que exige que transforme su estructura. Ya que solo así podrá hacer frente a
la incursión de nuevas actoras laborales, surgidas del propio desarrollo
económico y social del país.
Henrietta Moore18, dice: “Reconocer la influencia recíproca entre los
sistemas de género y de clase, así como el hecho de que las diferencias de
género se manifiesten de formas muy distintas en las distintas clases
sociales, no solo ha ayudado a la antropología a entender la evolución de las
relaciones de género, sino que ha fomentado directamente el desarrollo de
nuevos campos de investigación dentro de la disciplina de la antropología
social”.
El debate está aún vigente, no se agota con el presente trabajo.
18
Moore Henrietta. (1999). Antropología y Feminismo. Madrid. Ediciones Cátedra.
20
CAPÍTULO III: METODOLOGÍA
3.1.
Metodología
El tipo de investigación aplicada es la cualitativa. Con ella profundizaremos
en las relaciones entre las y los dirigentes sindicales, a fin de procesar cómo
es que se dan, qué tipo de actitudes están presentes en hombres y mujeres,
de qué forma reaccionan unos y otros, cuánto, como y de qué forma surgen
los liderazgos de las mujeres, si están encaminados o no, si será posible que
se fortalezcan y se desarrollen.
Aplicamos un Diseño de Investigación: Etnográfico (Crítico) 19
“Los diseños etnográficos pretenden describir y analizar ideas, creencias y
significados,
conocimientos
y
prácticas
de
grupos,
culturales
y
comunidades20. La etnografía implica la descripción e interpretación
profunda de un grupo, sistema social o cultural”.21.
El propósito de la investigación etnográfica es describir y analizar lo que las
personas de un sitio (CGTP – movimiento sindical) hacen usualmente. Así
también conocer los significados que le dan a ese comportamiento realizado
bajo circunstancias comunes o especiales.
19
Creswell, John. (2005). Clasificación de Diseño Etnográfico Mc Graw-Hill. (2010). Metodología
de la Investigación. Interamericana Editores S.A. de C.V.
20
Patton, 2002; McLeod y Thomson, 2009.
21
Creswell, 2009.
21
Dentro del diseño etnográfico desarrollaremos el Diseño Crítico
Se basa en el estudio de grupos marginados de la sociedad o de una
cultura. Analiza categorías o conceptos vinculados con cuestiones sociales,
como el poder, la injusticia, la hegemonía, la represión y las víctimas de la
sociedad. Los estudios denominados feministas, se enmarcan dentro del
diseño etnográfico. Ej.; Opresión de las mujeres en el ámbito laboral.
Unidad de análisis
La unidad análisis para el presente trabajo es la Confederación General de
Trabajadores del Perú (CGTP).
Población de estudio
• Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP)
• Mujeres trabajadoras que forman parte del consejo nacional y del
Departamento Nacional de la Mujer Trabajadora de la CGTP
Tamaño de muestra
Muestra general:
45 personas, integrantes del Consejo Nacional de la Confederación General
de Trabajadores del Perú (CGTP), de los períodos sindicales que van de
1995 al 2011, mujeres y hombres.
Muestra específica: Nos referimos a las personas que fueron entrevistadas
(sindicalistas: Mujeres y Hombres)
-
4 Mujeres – integrantes del Consejo Nacional de la CGTP
-
4 Hombres – integrantes del Consejo Nacional de la CGTP
-
12 Mujeres – integrantes del Departamento Nacional de la Mujer
Trabajadora de la CGTP (comisiones de trabajo)
22
Selección de muestra
De acuerdo a sus estatutos, la CGTP cuenta con un consejo nacional,
conformado por 45 personas entre hombres y mujeres, quienes dirigen la
organización sindical. Cuenta con una presidenta mujer que lidera la
organización y con el departamento nacional de la mujer, conformado por
mujeres trabajadoras.
Técnicas de recolección de datos
La metodología aplicada está sustentada en las siguientes técnicas:
1.-
Entrevistas a mujeres sindicalista, a dirigentes sindicales y también a
algunas personas cercanas a los últimos dos períodos de la dirigencia
de la CGTP (exdirigentes/as, exafiliados/as).
2.-
Revisión de fuentes primarias, secundarias, terciarias, revisión de los
siguientes documentos orgánicos:
3.-
2.1.
Estatutos de la CGTP
2.2.
Actas de los congresos ordinarios (2 últimos períodos)
2.3.
Actas de asambleas
2.4.
Actas de secretariados ejecutivos
2.5.
Plataformas de lucha e informes
Cuantificación de la participación de las mujeres en estas instancias
sindicales.
Se prioriza el estudio en dos períodos de dirección sindical, con sus
respectivas ampliaciones:
• Juan José Gorriti: 1995 - 2006
• Mario Huamán: 2006 – 2011
23
Análisis e interpretación de la información
En el proceso cualitativo, la recolección y análisis ocurren prácticamente en
paralelo. El análisis no es estándar, ya que cada estudio obliga a un
esquema de análisis propio.
3.2. Hipótesis
La hipótesis de la investigación se centra en:
La participación más cualitativa de las mujeres trabajadoras y sindicalistas
en la CGTP estaría relacionada a su incursión en el mundo del trabajo en
condiciones adversas como la ocurrida en los años 90.
Las hipótesis secundarias son:
1. Los cambios para el ingreso, participación y permanencia de las
mujeres trabajadoras y sindicalistas en la CGTP se producirían por
una política de igualdad de oportunidades aprobada, establecida o
practicada por la organización.
2. En el desarrollo de los procesos de negociación y las relaciones
dirigenciales entre hombres y mujeres en la CGTP, se trasladarían
prácticas y relaciones de poder del espacio privado al público.
3. Las estrategias implementadas por las mujeres trabajadoras y
sindicalistas para acceder al poder dentro de la CGTP se enmarcarían
en un liderazgo potente, argumentado y consecuente.
24
CAPÍTULO IV: LOS ANTECEDENTES DEL MOVIMIENTO
SINDICAL
4.1.
Movimiento obrero y el sindicato en el Perú
4.1.1. El Movimiento obrero - sindical
Giner, Lamo de Espinosa y Torres (1998) consideran que las luchas de la
clase trabajadora por mejores condiciones laborales y de vida, se
profundizan porque se agravan las condiciones de trabajo y de vida,
impuestas por la industrialización.
Un recuento histórico, nos permite ver que los primeros movimientos obreros
del mundo surgen a raíz de la protesta contra la mecanización industrial
introducida en las fábricas. Uno de ellos son los Trade Unions ingleses de
fines del siglo XVIII, nacidos de las asociaciones de defensa de los
trabajadores manufactureros, consideradas la primera cristalización de la
conciencia de clase y el punto de inicio de lo que luego serían los sindicatos.
Pese a este hecho significativo, en la misma Gran Bretaña surgen entre
1799 y 1800 The Combination Acts por las que se declararan ilegales las
reuniones de grupos de trabajadores organizados y se prohíben las
manifestaciones populares. Abolidas 20 años después, pero que no mellaron
el incremento de afiliación a los sindicatos ni su posterior conversión en
movimiento social masivo (Giddens 1998).
25
En 1824, en Inglaterra se establece por primera vez el derecho a la libre
asociación de los trabajadores, siendo la huelga el principal instrumento de
su lucha y la jornada de las ocho horas de trabajo, la mayor conquista del
movimiento obrero, instituida un 1 de mayo de 1886, tras una huelga de
trabajadores en Chicago (EEUU). No podemos olvidar que la actividad
sindical fue legalizada recién en el último cuarto del siglo XIX y que en 1920,
el 60 % de trabajadores manuales masculinos de Gran Bretaña ya estaban
afiliados a los sindicatos (Giddens 1998).
“Cuando comenzó a desarrollarse la industria moderna los trabajadores de la
mayoría de los países carecían de derechos políticos y tenían escasa
influencia sobre las condiciones de trabajo en las que se encontraban. Los
sindicatos se desarrollaron al principio como medio de contrarrestar el
desequilibrio de poder entre obreros y trabajadores (…) Al principio, los
sindicatos
eran
fundamentalmente
organizaciones
defensivas
que
proporcionaban los medios con los que los trabajadores podían enfrentarse
al abrumador poder que tenían los empresarios sobre sus vidas” (Giddens
1998: pág.406).
De acuerdo a Villavicencio (2010), a finales del siglo XIX se empiezan a
establecer las primeras empresas en el Perú. Paralelamente surgen los
primeros gremios de artesanos, quienes en 1886 se constituyen como la
Confederación de Artesanos de Unión Universal.
Las organizaciones de carácter mutualista fueron hasta los primeros años
del siglo XX, una importante forma de organización de los trabajadores en el
Perú, que desaparecen por el incremento de la proletarización de los
artesanos y el avance del capitalismo y la importación de productos
manufacturados del exterior.
En este momento, las primeras organizaciones sindicales del Perú son
lideradas por la Federación de Obreros Panaderos Estrella del Perú, que se
desafilia del gremio de los artesanos en 1904. Nueve años después, en
1913, las organizaciones sindicales quedan centralizadas en la Federación
26
Obrera Regional Peruana. Y, en 1918, en la Federación Obrera Local de
Lima.
En el Perú, la primera conquista del movimiento sindical fue la jornada de las
8 horas de trabajo, impulsada por la huelga de 1918 convocada por la
Federación Obrera Local de Lima. Un año después, el 19 de enero de 1919
se expide el Decreto Supremo que implanta la jornada de 8 horas de trabajo
en nuestro país.
La conquista de las 8 horas de trabajo: “marca la culminación de un amplio
movimiento de organización y lucha, donde el proletariado se constituye en
la fuerza social con conciencia y capacidad de dirección autónoma frente a
las demás clases sociales” (Sulmont 1980: 22, citado por Villavicencio 2010).
En 1929, el movimiento sindical peruano se organiza en la Confederación
General de Trabajadores del Perú (CGTP), promovida por José Carlos
Mariátegui. Esta central impulsa la mayor parte de los movimientos
huelguísticos de protesta de aquellos años, siendo disuelta por el Decreto
Ley N° 6926 del 12 de noviembre de 1930.
Según Villavicencio (2010), el Estado peruano tuvo respuestas represivas e
intervencionistas frente al movimiento sindical de la época, tanto que recién
en la Constitución de 1933 se les reconoce jurídicamente a los trabajadores
el derecho a constituir sindicatos enmarcados en el derecho general de
asociación (artículo 27). Tres años después, mediante el Decreto Supremo
del 23 de marzo de 1936 queda establecido el derecho al Registro Sindical.
En 1944, se forma la Confederación de Trabajadores del Perú (CTP) bajo la
influencia del APRA, que aglutina a algunas federaciones regionales, de
Lima, el Callao y la zona norte del país, nacidas a comienzos del Siglo XX y
a mediados de la década de los años 40. La CTP logra centralizar a las
federaciones de trabajadores azucareros, mineros del centro, textiles,
gráficos, empleados bancarios, empleados particulares, periodistas, etc.
27
Entre 1945 y 1948, el sindicalismo se reactiva por el dinamismo que alcanzó
la economía durante la Segunda Guerra Mundial, así como por el influjo de
apertura democrática que trajo el triunfo de los países aliados. De acuerdo a
Villavicencio (2010), el número de organizaciones sindicales registradas se
duplicó, difundiéndose el uso del pliego de reclamos, la negociación
colectiva y el derecho a la huelga.
En el Perú, la dictadura del general Odría (1948-1956) se caracterizó por su
fuerte represión al movimiento sindical. Durante el segundo gobierno de
Prado (1956-1962) el país logra un modelo de negociación política avalado
por el movimiento sindical influido por el APRA que enarbolaba los principios
del sindicalismo libre. Sin embargo, las leyes logradas en esta época,
tuvieron un marco de dispersión.
Según Villavicencio (2010), el 3 de mayo de 1961 el Estado emite el Decreto
Supremo N° 009, con el que se reglamenta el Convenio 87 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) referido a la libertad sindical y a
la protección del derecho de sindicalización, ratificado el 9 de diciembre de
1959 mediante la Resolución Legislativa N° 13281. Este decreto y su
modificatoria: el Decreto Supremo N° 021 del 21 de diciembre de 1962, son
las principales normas sobre las que se estructura el sindicalismo en el Perú.
Pese a que las normas dictadas restringieron el campo de aplicación del
Convenio 87 de la OIT, se regularizó el procedimiento de constitución y
reconocimiento de los sindicatos, aunque los trabajadores tuvieron que
enfrentar limitaciones como la reducción del ámbito de las federaciones a
una rama de actividad determinada y enfrentaron requisitos de tener un
número mínimo de afiliados para constituir federaciones y confederaciones,
entre otras. Desde 1962, empezó a regir el salario mínimo vital.
Para enfrentar la influencia nociva del APRA en la Confederación de
Trabajadores del Perú (CTP), diversas organizaciones de izquierda, entre
ellas el Partido Comunista (PCP), promueven la creación de una nueva
central sindical nacional.
28
El 14 de junio de 1968, a pocos meses del golpe militar de Velasco, se forma
la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) que retoma el
nombre de la central fundada por José Carlos Mariátegui en 1929. En este
periodo la CGTP aglutina a los sectores de construcción civil, trabajadores
de la industria metalúrgica, profesores primarios y secundarios, choferes,
pescadores, siderúrgicos de Chimbote y federaciones departamentales de
Arequipa, Cusco y Puno. La CGTP representaba en ese momento a 140 mil
trabajadores (Sulmont 1976).
Durante el gobierno de Velasco, la CTP y el APRA pierden predominio en el
movimiento sindical. Mientras que la CGTP aumenta su influencia y crea
nuevas federaciones, agrupando a las organizaciones que se habían
desafiliado de la CTP. En 1971, la CGTP es reconocida oficialmente.
Representaba en ese momento a más de 400 mil trabajadores.
En contraposición a los logros de la CGTP, el gobierno militar impulsa una
base social propia que avale sus reformas. Con este objetivo impulsa la
conformación de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT). Crea el
Sistema Nacional de Movilización Social (SINAMOS) y constituye en 1972 la
Central de Trabajadores de la Revolución Peruana (CTRP), bajo la influencia
del Movimiento Laboral Revolucionario (MLR) nacido en la Federación de
Pescadores bajo los auspicios del Ministerio de Pesquería. Adicionalmente
constituye en 1973 la Confederación Nacional de Comunidades Industriales
(CONACI), logrando aglutinar a casi 200 mil comuneros. En el sector agrario,
el gobierno de Velasco aprueba el Decreto Ley N° 19400, por el que se
crean nuevas asociaciones de campesinos al margen de los sindicatos. En
1974 se crea la Confederación Nacional Agraria (CNA).
La presencia de nuevos partidos de izquierda al interior del movimiento
laboral genera tensiones dentro de las bases sindicales de la CGTP, cuya
dirigencia apoyaba al gobierno de Velasco Alvarado. Provocando la
desafiliación en 1971 de un sector de maestros, quienes forman el Sindicato
Único de Trabajadores de la Educación Peruana (SUTEP). Situación similar
ocurre con La Federación de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos. Otros
29
sectores no se desafilian de la CGTP, pero muestran su oposición al interior.
Varias más se reestructuran adoptando una línea independiente, tal es el
caso de la Confederación Campesina del Perú que cobra vida a partir de
1973.
Contradictoriamente con el apoyo que la CGTP brindaba al gobierno de
Velasco, los trabajadores y dirigentes enfrentaban la persecución y
despidos. Los Paros Nacionales del 19 de julio de 1977, del 27 y 28 de
febrero de 1978, y los del 23 y 24 de mayo de 1978 son acatados
masivamente por los trabajadores y la población en general.
Como colofón al régimen militar, la Asamblea Constituyente presidida por
Haya de La Torre, establece la Constitución de 1979, donde se reconoce el
derecho a la libertad sindical (artículo N° 61 y Decimoséptima Disposición
General y Transitoria que ratifica el Convenio 151 de la OIT).
Cabe recordar que el sector educación ya tenía estos derechos reconocidos
desde 1964, mediante la Ley N° 15215 (artículo 21, incisos g) y l) y artículo
22). La misma que en su artículo N° 51 marcaba los derechos a la
sindicalización sin autorización previa, a no ser obligado a formar parte de un
sindicato ni impedido de hacerlo, garantizando el desarrollo de las funciones
de los dirigentes sindicales de todo nivel, entre otros.
El artículo N° 52 de esta misma ley, reconocía el derecho de los
trabajadores no dependientes de una relación de trabajo a organizarse para
defender sus derechos, así también los de sindicalización y huelga a los
servidores públicos. Con excepción de los funcionarios del Estado con poder
de decisión o que desempeñaban cargos de confianza, incluyéndose a los
miembros de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Policiales y los magistrados
(artículos N° 61 y N° 243).
En los años 70 durante el régimen de Velasco, los sindicatos eran
organizaciones más ideologizadas y partidarizadas. En los años 80 con
García Pérez, los trabajadores enfrentan la superinflación, el despido y la
30
represión y enfocan sus luchas en la defensa de los derechos laborales.
Durante los años 90, con Fujimori se producen despidos masivos, los
trabajadores
y
los
líderes
sindicales
son
perseguidos,
torturados,
desparecidos y asesinados. El Estado implanta un modelo de relaciones
laborales donde los sindicatos giran alrededor de la empresa o el centro de
trabajo, siendo impedidos del acceso a la negociación colectiva bajo el
pretexto de que debían tener la representación mayoritaria de sus
representados, lo que dificulta la formación de nuevos sindicatos y el
fortalecimiento de los existentes. Según Mego y Vásquez (2008), para que
Fujimori pudiera aplicar su modelo económico neoliberal, necesitaba de
normas de flexibilización laboral que resquebrajaran y destruyeran los
sindicatos, principalmente los del sector público.
Huido Fujimori del Perú, el congreso elige en el 2001 a Valentín Paniagua,
quien ejerce entre el 22 de noviembre de 2000 y el 28 de julio de 2001, una
administración transitoria, Sin embargo, las normas laborales de Fujimori
seguían vigentes.
Entre julio del 2001 y julio de 2006, el gobierno de Alejandro Toledo se
centra en el fomento de la inversión extranjera, la firma de tratados de libre
comercio y la consolidación de la recuperación democrática. Bajo su mando
la economía del Perú crece orientada hacia las exportaciones. Las normas
laborales de Fujimori, sin embargo, tampoco fueron modificadas.
Contradictoriamente al papel que cumplieron los sindicatos en la lucha
contra la dictadura y la recuperación de la democracia, los trabajadores
continuaron con sus derechos conculcados, por lo que se abocan a enfrentar
la tercerización del trabajo, buscando la defensa de los derechos perdidos
más que mejores condiciones laborales. En paralelo, el sector económico
agroindustrial crece significativamente, dando origen a un movimiento obrero
de jóvenes y mujeres, absolutamente precarizados en sus condiciones de
trabajo, que marcan el derrotero en la búsqueda de mejores condiciones
laborales y el enfrentamiento de las desigualdades de género en el sector.
31
De acuerdo al Ministerio de Trabajo y Promoción Social (citado por León
Torres, 2009), el número de trabajadores sindicalizados aumenta: de 83,509
en el 2004, a 128,856 en el 2009. En éste periodo se crean más de 100
organismos sindicales al año. En el año 2011, la afiliación sindical en el
sector público llega al 13.7 % y en el privado al 4.1 %.
Sin embargo, la intemporalidad de la relación laboral produjo que las
empresas no invirtieran en la capacitación de sus trabajadores, y que los
trabajadores no quisieran afiliarse por temor a ser despedidos.
No podemos olvidar que en los años 70, la relación de un trabajador o
trabajadora estaba protegida por la estabilidad laboral. En los años 90, la
clase obrera enfrentaba la inestabilidad en el trabajo, que ponía en peligro la
existencia del movimiento sindical, lo que provoca un sindicalismo inestable.
Según la experta en temas de género Narda Henríquez, la inestabilidad
laboral da origen al surgimiento de la teoría de la informalidad, expresada en
precariedad laboral y debilidad sindical. (N. Henríquez, comunicación
personal, 7 de junio de 2014).
4.1.2
El
movimiento
sindical:
La
Confederación
General
de
Trabajadores del Perú (CGTP)
En el Perú, de acuerdo a lo establecido en la normativa internacional y
nacional sobre Libertad Sindical, se pueden conformar confederaciones con
solo dos federaciones. El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo,
reconoce a cuatro centrales sindicales: 1) la Confederación General de
Trabajadores del Perú (CGTP), 2) la Central Unitaria de Trabajadores (CUT),
3) la Central Autónoma de Trabajadores del Perú (CATP) y 4) la
Confederación de Trabajadores del Perú (CTP).
La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) reúne al mayor
número de trabajadoras y trabajadores afiliados. Aproximadamente a un
32
millón y medio de personas. No contamos con datos desagregados por sexo.
Pero podemos mencionar que hay sectores como educación, salud,
confecciones, comercio, turismo, hotelería, agroexportación, trabajadoras del
hogar, conserveras, enfermeras, trabajo informal o independiente, limpieza
pública, etc., donde la mayoría son mujeres, pero que no están
sindicalizadas, pese a que su presencia llega en estos sectores al 70 %,
mientras que su afiliación a la CGTP es apenas del orden 25 % y 35 %.
En los últimos cinco años, el porcentaje de afiliación de las mujeres en la
CGTP ha crecido en un 10 %. El departamento de la mujer trabajadora se ha
propuesto llegar al 15 % durante los próximos cinco años, hasta lograr una
participación del 50 %, para estar en concordancia con las cifras de
incorporación de la mujer en el ámbito laboral.
La CGTP fue fundada el 17 de mayo de 1929 por José Carlos Mariátegui22,
el gran Amauta peruano, a quien corresponde la autoría del programa y las
metas del primer esfuerzo serio para la creación de una organización
sindical que unifique y dirija a todas las fuerzas obreras del país. A
Mariátegui se le deben el Estatuto y el Programa de Lucha aprobados por el
Comité Organizador. Documentos donde la CGTP se define como una
organización unitaria que recusa los rezagos del sindicalismo tradicional, que
lucha por los derechos de los trabajadores.
Corresponde anotar que la CGTP sufrió el acoso permanente de las
dictaduras de la época. Este es el caso del régimen de Luis Miguel Sánchez
Cerro23, quien la ilegalizó. Idéntico comportamiento tuvo David Samanez
Ocampo24, con los campos de concentración en las selvas de Madre de Dios
donde recluía a los luchadores sociales. De forma similar actuó el régimen
del general Oscar R. Benavides25. Las dictaduras de entonces no solo
22
Ensayista peruano, uno de los pensadores más influyentes en el ámbito de la reflexión sobre la cultura y sociedad de su país.
Destacado activista político, fue además el fundador del Partido Socialista Marxista Peruano y de la CGTP.
23 Presidente del Perú: Derrocó a Leguía y presidió la Junta de Gobierno de marzo de 1930 a marzo de 1931. A fines de 1931
tras un proceso electoral asume la presidencia de la República hasta su asesinato en 1933.
24 Presidente del Perú de marzo a noviembre de 1931. Reemplaza a Sánchez Cerro.
25 Presidente del Perú 1933-1939.
33
reprimieron a la CGTP sino que pretendieron dividir a las fuerzas sindicales
creando organizaciones de fachada y paralelas.
Avanzada la década de los años 30, la CGTP ilegalizada, no pudo continuar
con sus actividades públicas. Sin embargo, logra organizar grupos
clandestinos de trabajadores clasistas que siguen actuando bajo su influjo y
orientación. Recordemos que federaciones tan importantes como la
federación de Arequipa se organiza por esos años y que poco después, en
los años 40, se conforman las uniones sindicales.
Al término del gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1939-1945)26 y con el
fin de la Segunda Guerra Mundial27 en 1945, donde los países ‘aliados’
(Estados Unidos, Inglaterra y la URSS) triunfan sobre el eje nazi fascista
(representado por los países del ‘eje’: Roma, Berlín, Tokio), se crean las
condiciones para la realineación de las fuerzas políticas influidas por un
pujante movimiento obrero internacional que había formado parte de la
resistencia de los pueblos ocupados por el nazismo.
En 1943 bajo esta influencia, los trabajadores reunidos en el Congreso de la
Federación de Trabajadores de Chile, principalmente comunistas, apristas y
de otras tendencias, firman el Acuerdo de Santiago para recomponer la
unidad sindical y dar nacimiento a una sola organización representativa de
los trabajadores y trabajadoras peruanos. Pacto que se sella el 1º de mayo
de 1944 ante la tumba del Amauta José Carlos Mariátegui, pero que no se
concreta por las confrontaciones y luchas surgidas al interior del movimiento
sindical peruano, lo que impide su recomposición unitaria en ese momento.
La conformación del Comité de Defensa y Unificación Sindical (CDUS)
En 1945 asume la presidencia del Perú el Dr. José Luis Bustamante y
Rivero, bajo el amparo del Frente Democrático de Unidad Nacional (FDUN) y
26 Presidente del Perú 1939-1945.
27 9 de mayo de 1945.
34
donde participaban el Partido Aprista28,
el
Partido Comunista29
y
personalidades independientes. Desde sus comienzos, los integrantes de
este frente no se pusieron de acuerdo en el análisis de la coyuntura ni el
programa de gobierno, lo que sumado al sectarismo del APRA produce el
alejamiento de la izquierda, que da origen al surgimiento de corrientes de
opinión y la conformación de nuevos partidos30. Bustamante y Rivero31 es
defenestrado en 1948 por el golpe de Manuel A. Odría32 quien gobierna
desde la sumisión a las empresas extranjeras, imponiendo un régimen
represivo.
Constituyen hitos significativos de esta época, las luchas de los años 50 de
los trabajadores del Cusco lideradas por Emiliano Huamantica Salinas33. Y a
comienzos de los años 60, los levantamientos campesinos de los valles de
La Convención y Lares. En estos años, surge el intento por reorientar la
línea conciliadora y pro oligárquica de la CTP. Pero las bases clasistas
expulsadas por la línea aprista, que en 1962 conforman el Comité de
Unificación y Coordinación para luchar dentro y fuera de la CTP, fracasan.
En respuesta a esta derrota al interior de la CTP, el 28 de setiembre de 1966
se crea el Comité de Defensa y Unificación Sindical (CDUS), con la
participación de 14 federaciones y 45 sindicatos de base. Entre sus
fundadores se cuentan los gremios de construcción civil, el de choferes y la
industria metalúrgica, también los trabajadores del Cusco y Arequipa y la
Federación de Pescadores del Perú. El Secretario General del Sindicato de
Trabajadores de la Compañía Peruana de Teléfonos (SCPT), Enrique Arias
Asián,34 asume la dirección del CDUS, conformando parte de su directiva:
Lázaro Gamboa, Mario Vidal Cabezas, Asunción Suárez, Jorge Rabines
Bartra, Vicente Granadino, José Chávez Canales y Luis Villaverde.
28
Partido Político fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre, en México, mayo de 1924.
Partido Político fundado por José Carlos Mariátegui, el 7 de octubre de 1928.
30
Acción popular, Democracia Cristiana, Social progresismo.
31
Presidente del Perú en 1945, Frente Democrático Nacional.
32
Presidente del Perú de 1950 hasta 1956.
33
Secretario General de la Federación de Trabajadores del Cusco, militante comunista, murió el 6 de
enero de 1964.
34
Dirigente Sindical que participó en la reconstitución de la CGTP el 14 de junio de 1968.
29
35
Cuando los trabajadores y trabajadoras peruanas consideraron que el CDUS
había finalizado su misión por una central sindical autónoma y clasista,
convocan a un congreso nacional que se realiza entre el 9 y el 14 de junio de
1968, donde reconstituyen la Confederación General de Trabajadores del
Perú (CGTP), dándose inicio a una nueva etapa en el desarrollo de las
luchas del movimiento sindical peruano y latinoamericano. En este evento,
tal como se puede apreciar en el Cuadro 1, Oswaldo Delgado es elegido
responsable de la secretaria de asuntos femeninos.
Según la información recogida en las entrevistas, las mujeres en esta época
tenían una importante participación en los sindicatos de la CGTP, pero no
tenían mayor relación con la dirigencia nacional y tampoco participaban en
sus eventos orgánicos nacionales, de ahí que se eligiera a un hombre como
responsable del área de asuntos femeninos35.
35
Área encargada de defender los derechos de las mujeres trabajadoras.
36
Cuadro 1. Consejo Directivo Nacional CGTP. Año 1968
CONSEJO NACIONAL DE LA CGTP. AÑO 1968
. Secretario General: Isidoro Gamarra Ramírez
. Subsecretario General: Delfín Jiménez
. Secretario de Organización: José Chávez Canales
. Secretario de Defensa: Vicente Granadino
. Sec. Propaganda: Gustavo Espinoza Montesinos
. Secretario de Actas: Luis Villaverde
. Secretario de Relaciones Internacionales: Rolando Riega
. Secretario de Economía: Manuel Díaz Salazar
. Secretario Técnico: Jorge Chumbe Huapaya
. Secretario de Cultura: Vladimiro Guevara
. Secretario de Disciplina: Oscar Paredes
. Secretario de Cooperativas: Jorge Mango
. Secretario de Exteriores: Américo Castro
. Secretario de Asuntos Femeninos: Oswaldo Delgado
. Secretaria de Asuntos Estudiantiles: Jorge Villarán
. Secretario de Asuntos Campesinos: Faustino Casavilca
. Secretario de Bienestar Social: Jorge Rojas
. Secretario de Juventudes: Manuel Rivas
Fuente. Estatuto CGTP (2010)
37
Gráfico 1. Estructura Orgánica Nacional de la CGTP. Años 70 y 80.
Fuente. Documento: El proceso de reestructuración en la CGTP: balance y
perspectivas– CGTP
4.1.3 Momentos de la presencia de las mujeres sindicalistas y no
sindicalistas
En este acápite, sobre la base de la información de otras investigadores/as,
reconstruiremos cronológicamente la participación de las mujeres.
De
partida diremos que existen datos que comprueban la importante
participación de las mujeres en el movimiento sindical de la época.
Como comenta Pablo Checa, director ejecutivo del Instituto de Estudios
Sindicales (IESI) y exdirigente de la CGTP, las primeras incursiones de las
mujeres ocurren entre los años 1905 y 1920, en el contexto de dos hitos
históricos trascendentes para el movimiento sindical, político y popular de la
época: la lucha por la jornada de las 8 horas y las del abaratamiento de las
subsistencias, donde destacan Manuela Chaflajo e Irene Salvador,
provenientes de la huelga de jornaleros de Huaura y Sayán. Así también
Evangelina Antay, Dora Mayer y Zoila Aurora Cáceres, recordada por su
38
discurso en un mitin de mujeres donde al tomar la palabra, destaca el hecho
de que tanto hombres como mujeres obreros se unieran en el terreno de la
lucha sindical. (P. Checa, comunicación personal, 7 de junio de 2014).
Como hecho plausible rescatamos el comentario de noviembre de 1918 del
boletín La Protesta donde se reconoce y destaca que las mujeres tuvieron
un papel determinante en la lucha por la Jornada de las 8 horas de Trabajo.
En 1924 Zoila Aurora Cáceres funda la organización Feminismo Peruano, en
cuya Declaración de Principios reclama el derecho de la mujer al voto
político y a la igualdad jurídica, hecho que no tuvo mucha repercusión36,
pero que no la amilana en su campaña a favor del sufragio femenino. El 10
de noviembre de 1931 Cáceres logra la conformación del gremio de
costureras.
En 1927 la poeta Magda Portal participa del grupo de intelectuales que
complotan para derrocar a Leguía. Participando activamente desde su
condición de fundadora de la primera célula de la Alianza Popular
Revolucionaria Americana que en 1928 se convierte en el Partido Aprista
Peruano (PAP). Ella junto a Carmen Rosa Rivadeneira integra el primer
Comité Ejecutivo Nacional del APRA, con la tarea de organizar la sección
femenina del partido.
En 1929 se crean los primeros comités femeninos de la CGTP encargados
de trabajar en el seno de los sindicatos las reivindicaciones de las mujeres.
Un año más tarde, en noviembre de 1930, Celinda Delgado del sector textil,
es elegida secretaria femenina de la Confederación General de Trabajadores
del Perú (CGTP).
En agosto del año 31 se crea el Sindicato de Trabajadoras Telefonistas de la
Compañía Peruana Teléfonos (CPT), asesorado por Zoila Aurora Cáceres
36 Casa de la mujer. Algunas mujeres de la historia del Perú. Disponible en:
http://www.lacasadelamujer.org/index.php?option=com_content&view=article&id=181:algumas-mujeres-de-la-historia-delperu&catid=1:latest-news
39
quien exige mejores condiciones laborales a la International Telephone y
Telegraphe Corporation (ITT).
En diciembre del año 31 se organiza el Frente Único de Solidaridad de
Socorro Rojo Internacional37, conformado por obreros, estudiantes e
intelectuales, y también por mujeres. La primera responsable fue Ángela
Ramos. Participaron también muy activamente: Adela Montesinos, Carmen
Saco, Alicia del Prado, Alicia Bustamante, Celia Bustamante, Carmen
Pizarro, María Argote, Pepita Pizarro, Maximina Argote, Raquel y Estela
Bocangel.
Ese mismo año (1931), Ángela Ramos, periodista y escritora, se incorpora al
Partido Comunista Peruano (PCP), ex Partido Socialista, formante parte de
su comité central. Escribe artículos para La Hoz y El Martillo y El Amauta,
voceros del PCP. Es recluida hasta en dos oportunidades en la cárcel de
mujeres38. Hace campaña por los presos comunes. Lucha contra la Ley de
Vagancia. Se convierte en una activa dirigenta del Socorro Rojo.
En 1933 Alicia del Prado es encarcelada acusada de proselitismo político por
ser militante del Partido Comunista, siendo apresada. Tres años después,
funda Acción Femenina, dirigiendo su trabajo hacia la formación y educación
política de las mujeres militantes de su partido.
La poeta Adela Montesinos fue miembro del Partido Socialista durante los
primeros años de la década del 30. Desarrolla su activismo en el Socorro
Rojo bajo la conducción de Ángela Ramos. Se convierte en líder de las
causas femeninas, participando activamente en mítines y actividades
intelectuales bajo el seudónimo de ‘Alma Moreva´.39
37
Organismo conformado por la CGTP para hacer frente al régimen político de Sánchez Cerro y
brindar ayuda a los presos políticos.
38
García Naranjo, Aida. (2009). Peruanas Notables – Presencia de las Mujeres en los Movimientos
Sociales de los siglos XX y XXI, 1931 – 1970. T.II. Edit. Centro de Derechos y Desarrollo, Lima, Perú.
39
Cristóbal y otros: 1998-9
40
María Jesús Alvarado funda Evolución Femenina, con la que realiza
acciones a favor de la promoción de la mujer en el trabajo, la igualdad
jurídica, el derecho al sufragio, la educación y su acceso a cargos públicos40.
Organiza al mismo tiempo la escuela-taller: Moral y Trabajo donde acoge a
las mujeres de los sectores populares que se prostituían por el abandono, la
falta de educación y la ausencia de oportunidades laborales. Promueve la
escuela de enfermeras y el proyecto de ley de 1913 de los diputados José
Balta y Samuel Payán a fin de incorporar a las mujeres a las sociedades de
beneficencia, proyecto que es desestimado por el legislativo. Que no la
desalienta pues insiste en promover la importancia de esta participación: “No
existe en el Perú –decía- razón alguna para continuar manteniendo a la
mujer rezagada a las últimas filas, olvidada y humillada, excluida de los
cargos públicos, privando así inconsultamente a la sociedad de su benéfico
concurso. Es tiempo ya e imperiosa la necesidad de llamarla a colaborar en
la actividad nacional”41.
No eran tiempos fáciles para el desarrollo de estas ideas, menos para las
acciones
lideradas
por
estas
mujeres.
Muchas
de
ellas
fueron
oprobiosamente estigmatizadas como locas.
María Jesús Alvarado fue deportada por el presidente Leguía, teniendo que
vivir once años de exilio en Argentina. Magda Portal se vio obligada a
renunciar en el II congreso aprista de 1946, porque en las conclusiones se
decía que las mujeres no podían ser miembros activos del partido ya que no
eran ciudadanas en ejercicio. Según reportes estas fueron sus palabras
recordando lo sucedido: “… Me levanté y pedí la palabra. Haya dio un golpe
en la mesa y dijo: No hay nada en cuestión. Insistí con energía que quería
hablar y él volvió a repetir lo mismo. Ante esto, me levanté con un grupo de
mujeres y dije en voz alta: ¡Esto es fascismo! Después me eligieron segunda
secretaria general de partido, pero me quitaron la dirección del Comando de
Mujeres del PAP. No volví nunca más al partido. Fueron veinte años de
40 Ídem 21.
41 Ídem 21.
41
intensa actividad política que me enseñaron mucho y de los cuales no me
arrepiento”.
Elvira Taboada es otra mujer que destacó por su participación en la huelga
de las trabajadoras del servicio telefónico de Lima, donde estuvo al mando
de un grupo de mujeres luchadoras sociales.
Además de las mujeres que nombramos, existieron otras que nunca
publicaron un libro, un artículo, o un poema, pero que formaron parte activa
de estos movimientos. Una de ellas es Teófila Alvirena de Casas, militante
aprista, quien refiriéndose a la época que vivió decía: “en mi tiempo las
mujeres pobres solo podíamos ser lavanderas o cocineras”.
En 1932 aparece en el escenario político la Unión Revolucionaria, partido de
derecha acaudillado por Sánchez Cerro, de corte antiaprista y anticomunista,
que se pronuncia a favor del sufragio femenino. Este tema no formaba parte
de la plataforma del Partido Comunista Peruano.
Como se ha podido apreciar, la mujer ha participado activamente en las
luchas populares y ha contribuido desde sus inicios al desarrollo del
movimiento sindical. Para el dirigente de la CGTP Oscar Alarcón: “Las
mujeres significaron siempre el soporte para las luchas de los trabajadores,
organizaron las ollas comunes, la asistencia social. El trabajo del Socorro
Rojo, era exclusividad de ellas”. (O. Alarcón, comunicación personal, 1ero de
diciembre de 2011).
De similar manera, la mujer participa destacadamente en las luchas del
movimiento sindical y popular de los años 60 y 70, donde la CGTP se
reconstituye y se convierte en la fuerza social más importante del país.
En 1969, la CGTP cuenta dentro de sus afiliados, a los gremios fundadores:
construcción civil, metalúrgicos, pescadores, choferes y departamentales del
sur, y a las federaciones de trabajadores de Bebidas Gaseosas y Similares,
de la Industria Cervecera, de Cueros, Calzados y Afines, entre otras ramas.
42
A nivel regional la CGTP consolida su presencia en Arequipa, Cusco, Puno,
Tacna, Junín y Trujillo.
El 15 de marzo de 1970, la CGTP influenciada mayoritariamente por el PCP
anuncia su respaldo al gobierno de Velasco. Obtiene su reconocimiento legal
en diciembre de 1971. Cuenta en ese momento con 43 federaciones y 170
sindicatos, representativos de más de 400,000 trabajadores.
En esta época es que surgen los comités de amas de casa mineras en la
zona central del país y se organizan dos sindicatos femeninos de gran
importancia para el movimiento sindical: el Sindicato del Consorcio
Electrónico (CONEIL) y el de Confecciones Lolas.
Delia Zamudio Palacios es la primera mujer sindicalizada que ocupa el
cargo más alto de una organización de base: el de secretaria general del
Sindicato de Laboratorios Schering. Ella ingresa como obrera en 1963. Poco
después asume la dirección del sindicato. Es despedida en 1977, luego logra
ser respuesta por el Ministerio de Trabajo, logrando reafirmarse como
dirigenta sindical.
Concepción Quispe es la primera mujer presidenta de una comunidad
campesina que llega al cargo de secretaria de organización de la
Confederación Campesina del Perú (CCP).
Desde sus comienzos el movimiento de mujeres estuvo influenciado por el
accionar de las mujeres de los partidos de izquierda, quienes destacaban en
la lucha gremial y al interior de sus partidos, pero cuyo aporte no era
visibilizado.
Victoria Villanueva fue secretaria general del Sindicato de Obreros y
Empleados de la Pontificia Universidad Católica del Perú (SOEPUCP).
Condujo el primer paro conjunto entre el sindicato y la federación de
estudiantes, logrando los primeros triunfos sindicales para el sector
educativo privado.
43
Por la década de los años 70 surge la presencia de jóvenes mujeres, en su
mayoría sociólogas, antropólogas, economistas, trabajadoras sociales y
maestras, quienes se vinculan con los barrios populares y los gremios
obreros y vecinales, donde forman círculos de trabajo político. En esta época
las mujeres de los partidos de izquierda, renuentes a incluir en su agenda la
lucha por los derechos de las mujeres, discuten si es primero el partido o el
género, con el criterio de que la lucha por los derechos de las mujeres
empezaría cuando triunfara la revolución. Sin embargo, sufrían la
marginación y el poco aprecio a su trabajo, de ahí que muchas de ellas
dirigieran su trabajo hacia la población femenina,
42
logrando abrirse
espacios más allá de los partidos.
En 1986 durante el gobierno de García Pérez, una serie de medidas
económicas y políticas producen el proceso hiperinflacionario más grave de
la historia del país, generando las condiciones para que las dirigentas
populares, feministas y militantes de los partidos políticos confluyan y actúen
de manera conjunta al lado del movimiento sindical y popular. En este
período las empresas quiebran y cierran y se producen despidos masivos.
Lo que da origen a que los empresarios, trabajadores y el gobierno se vean
obligados a coordinar programas para enfrentar la crisis. Este fue el único
momento de la historia reciente donde se estuvo más cerca de un acuerdo
plural entre los diferentes sectores sociales del país.
Como recuerda Gloria Pérez, responsable del departamento de la mujer de
la CGTP de los años 2006 al 2011: “En este período se empiezan a hacer
visibles algunas mujeres como Elsa Baca, muy considerada por la dirección
nacional, pero a la que llamaban solo para resolver cuestiones menores o
realizar alguna actividad puntual. Luego aparecería en escena Sonia
Cuentas, hermana del dirigente minero Hernán Cuentas, quien se vincula a
los asentamientos mineros y que tenía mucha experiencia y manejaba muy
bien el tema político y sindical, pero que no tenía una posición de género. En
la época de Sonia Cuentas y de Elsa Baca, las mujeres dirigentas no
42
Blondet, Cecilia. (1995). El movimiento de mujeres en el Perú. Pp: 103-134. En Perú 1964-1994:
economía, sociedad y política. Serie Perú Problema 24. Editor General Julio Cotler. IEP.
44
disponían de un espacio físico, no contaban con archivos, documentos,
informes o estadísticas, no tenían el apoyo de la dirigencia nacional. No
comenzaba aún la revolución interna dentro de la CGTP”. (G. Pérez,
comunicación personal, 10 de marzo de 2011).
Producto de la debacle económica del régimen de García Pérez, la CGTP
fortalece y enfatiza sus luchas en defensa de los derechos de los
trabajadores, enfrentando debates y disputas internas que persiguen
capturar su control. Pese a estas circunstancias, el sindicato deja de ser una
institución marginal, pues se logra que un 30 % de la PEA adecuadamente
empleada, se afilie.
Entre los años 71 y 90, las mujeres, tal como se muestra en el Cuadro 2,
empiezan a formar parte de la directiva nacional de la CGTP, logrando
sostener su presencia por siete periodos distintos. Dentro de estas mujeres
se encuentran Ana Villasana, Elvira Márquez, Carmen Ottone y Sonia
Cuentas, elegidas miembros de la secretaría de la mujer de la CGTP.
45
Cuadro 2. Periodos. 1971 - 1995
PERIODOS
1971 – 1974
1974 – 1976
1976 - 1978
1978 – 1980
1981 – 1983
1983 – 1987
1987 -1990
1992 - 1995
Presidente:
Presidente:
Presidente:
Presidente:
Presidente:
Presidente:
Presidente:
Presidente:
Isidoro
Isidoro Gamarra
Isidoro
Isidoro
Isidoro
Isidoro
Isidoro
Valentin
Gamarra
Gamarra
Gamarra
Gamarra
Gamarra
Gamarra
Pacho
Secretario
Secretario
Secretario
Secretario
Secretario
Secretario
Secretario
Secretario
General
General:
General
General
General
General:
General:
General:
Gustavo
Gustavo
Eduardo
Eduardo
Eduardo
Valentin
Valentin
Espinoza
Espinoza
Castillo
Castillo
Castillo
Pacho
Pacho
Secretaria de
Secretaria de
Secretaria de
Secretaria de
Secretaria de
Secretaria de
Secretaria
Secretaria
Asuntos
Asuntos
Asuntos
Asuntos
Asuntos
Asuntos
de Asuntos
de Asuntos
Femeninos Ana
Femeninos Ana
Femeninos
Femeninos:
Femeninos:
Femeninos:
Femeninos:
Villasana
Villasana
Elvira
Carmen
Carmen
Sonia
Sonia
(confecciones)
(confecciones)
Marquez
Ottone
Ottone
Cuentas
Cuentas
(FENTUP)
Secretaria
Derechos
Humanos:
Flor de
María López
Secretaria
de Actas y
Archivos:
Frida Rejas
Moran
Fuente. Actas. Archivo CGTP. 1971
Pedro Huilca
Femeninos:
Elsa Baca
46
En opinión de Juan José Gorriti, secretario de relaciones internacionales de
la CGTP, la época vivida durante el gobierno de Alberto Fujimori fue una de
las más duras para el movimiento sindical, pues introdujo la recesión más
grave de la historia, donde las empresas privadas cerraban y los
trabajadores del Estado eran despedidos masivamente bajo el amparo del
Decreto Legislativo 728. (JJ. Gorriti, comunicación personal, 20 de mayo de
2011).
En 1992, a pocos meses de ser elegido secretario general por el IX
Congreso Nacional Ordinario de la CGTP, Pedro Huilca43 es asesinado,
asumiendo interinamente la secretaría general el dirigente iqueño Teódulo
Hernández. Este mismo año es asesinado también Juan Andagua,
secretario de organización de la CGTP. Muchos otros dirigentes sindicales
pasan a la condición de desaparecidos. Para Gorriti, entre diciembre de
1992 y setiembre de 1993, se vivió la peor época del movimiento sindical.
Entre 1993 y 1994, miembros de la dirección nacional de la CGTP son
acusados del asesinato de Pedro Huilca y juzgados por los llamados “Jueces
sin Rostro”44. Durante este tiempo ninguna convocatoria de masas de la
CGTP tuvo acogida. La represión del gobierno contra los dirigentes
sindicales se acrecienta y se hace extensiva al movimiento social.
En diciembre del año 95 se realiza el X Congreso Nacional de la CGTP. La
agenda sindical se centra en la lucha contra el régimen dictatorial de Alberto
Fujimori.45 “En ese momento, el movimiento sindical lucha por la
recuperación de la democracia”, señala el dirigente nacional Juan José
Gorriti. (JJ. Gorriti, comunicación personal, 20 de mayo de 2011).
43
Dirigente sindical asesinado el 18 de diciembre de 1992.
Entre 1992 y 1997, aproximadamente cinco mil presos fueron declarados culpables, en virtud de las
leyes antiterroristas del Perú, tras haber sido juzgados sin las debidas garantías por los denominados
jueces sin rostro. Esta medida dejo de aplicarse en 1997.
45
Presidente del Perú entre 1990 y 2000. El 7 de abril de 2009 la justicia peruana condenó a Fujimori
a veinticinco años de prisión, al hallarlo responsable directo del asesinato de veinticinco personas y de
dos secuestros, crímenes perpetrados durante su primer mandato presidencial.
44
47
4.2.
Mujer, trabajo y participación sindical
4.2.1. El movimiento de mujeres
El movimiento de las mujeres en el Perú es uno de los más amplios y
diversos de América Latina. Con una organización heterogénea, multicultural
y pluriétnico, surgida de las condiciones estructurales que las mujeres han
debido enfrentar, lo que explica la diversidad de su práctica social y
organizativa y por qué no siempre apuntan a una misma dirección.
En este sentido (Virginia Vargas 2008: 35) nos dice: “El movimiento social de
mujeres del Perú no refleja un proceso homogéneo, sino una pluralidad de
procesos que muestran la diversidad de realidades de las mujeres en el
país. En este sentido tal vez sería mejor hablar de varios movimientos
sociales de mujeres”. Vargas destaca que son las mujeres quienes
cuestionan paradigmas tradicionales y la estructura jerárquica de la
sociedad, visibilizando desigualdades asumidas como naturales y no como
construcciones culturales.
Virginia Vargas (2008) identifica que dentro del movimiento de mujeres del
Perú se distinguen tres vertientes que desarrollan sus propias acciones pero
que también se interceptan en muchas ocasiones:
• La vertiente feminista: que identifica y denuncia la existencia de un
sistema de sexo-género en la sociedad que establece relaciones
jerárquicas entre hombres y mujeres.
• La vertiente popular: compuesta por mujeres de barrios populares
urbanos que buscan satisfacer sus necesidades y demandas a partir
de roles tradicionales. Visibilizan estos roles y expresan que éstos no
las marginan del espacio público.
• La vertiente que emerge de los espacios políticos tradicionales
(sindicatos, partidos políticos): mujeres que buscan generar cambios
48
para lograr una mayor participación en la toma de decisiones y el
reconocimiento formal de los derechos de las mujeres.
De acuerdo a lo señalado, las tres vertientes están vinculadas y se
interrelacionan, a pesar de las diferencias de clase, raza o geografía, con
una multiplicidad de percepciones y prácticas complejas y contradictorias.
Un ejemplo es la vertiente popular, que algunas feministas recusan porque
consideran que refuerza la división sexual del trabajo. Otras, en cambio, la
perciben como posibilidades para que la mujer adquiera mayor conciencia
de sus derechos, confianza en sí misma y para que no vean lo doméstico
como su único ámbito de desarrollo.
La percepción sobre la pluralidad surge porque la subordinación de género
afecta a las mujeres de manera distinta sea por raza, etnia, clase y edad, lo
que influye en cómo perciben la subordinación y en cómo luchan en su
contra desde diversos puntos de partida: alimentación, salud, política, etc.
La primera generación de mujeres que busca cambiar esta situación,
aparece a comienzos de la década de 1870 en Lima y Cusco, dentro de un
contexto intelectual muy activo, donde se debaten y difunden las ideas
liberales. Estuvo integrada por mujeres urbanas de clase alta que habían
accedido a la educación, quienes se expresaban a través de la literatura y el
periodismo. Ellas exigían el acceso de las mujeres a la educación.
Destacaron: Mercedes Cabello de Carbonera, Trinidad Henríquez, Clorinda
Matto de Turner y Manuela Gorriti.
La segunda generación de la década de 1890, centra su lucha en el
derecho a la educación y la capacitación técnica para mujeres pobres y la
educación de hogar para mujeres de clase alta. Destacan Teresa Gonzales
de Fanning y Elvira García y García.
Las mujeres que nombramos y otras más, son las pioneras de la primera ola
del feminismo en el Perú, ocurrida entre los años 1780 – 1890. Hacia fines
49
de la década de 1920, surgen otras mujeres en sectores anarquistas,
indigenistas, feministas, trabajadoras, etc.
En los años 70 un contingente masivo de mujeres ingresa a la vida social y
política y participan en los movimientos sociales: campesino, estudiantil,
sindical, de trabajadores agrícolas, entre otros. Las feministas provenientes
de la clase media, enarbolan el acceso de las mujeres a la educación, a la
participación política y luchan por erradicar la pobreza, sin embargo, sus
demandas no tienen acogida. Muchas militantes de izquierda, luchan al
interior de sus partidos para combatir los estereotipos y lograr que su
agenda sea acogida, lo que no ocurre.
A finales de los setenta, las mujeres de izquierda, conscientes de la
subordinación que enfrentaban en sus organizaciones, empiezan a
reivindicar nuevos espacios de realización personal y de actuación política,
coordinando una propuesta feminista. Ese fue el inicio del movimiento
feminista y del movimiento de mujeres en general (Vargas 2008).
Las luchas iniciales de las mujeres feministas estuvieron enfocadas en la
explotación que sufrían los trabajadores pero no en la opresión de la que
eran objeto las mujeres. Reconocían la lucha de los otros sujetos como
lucha propia pero no analizaban cómo esos problemas afectaban a las
mujeres.
Según Vargas (2008), las mujeres percibieron que si ellas no planteaban una
agenda propia, los partidos de izquierda y otras organizaciones continuarían
priorizando la cuestión obrera y las relaciones de producción.
Un punto de quiebre de las relaciones entre el movimiento de mujeres y las
militantes de los partidos de izquierda, se da cuando las feministas colocan
en el debate la sexualidad, tema tabú para las mujeres de los espacios
tradicionales de los partidos de izquierda de la época. Pese a este relativo
punto de quiebre, el movimiento feminista creció y se nutrió de las luchas
generales que llevaban a cabo las mujeres, reconociendo la pluralidad y la
50
legitimidad de los diversos caminos que encontraban para enfrentar la
subordinación.
En la década de los años 80, las mujeres de la vertiente popular crearon y
fortalecieron organizaciones vinculadas a la subsistencia, la salud y el
trabajo comunal junto a otras organizaciones, en varios casos religiosas. Se
organizaron alrededor de los Comedores Populares y los programas del
Vaso de Leche, para resolver la sobrevivencia. Participaron de otras
organizaciones más complejas como la Federación Popular de Mujeres de
Villa El Salvador (FEPOMUVES). Surgidas en 1976, que amplían su
accionar por los años 80 y que se masifican con la crisis de los años 90.
En los sindicatos se empiezan a formar comisiones femeninas para generar
discursos
alternativos
al
feminismo.
“Los
sindicatos
peruanos
han
combinado la orientación clasista muy tradicional con una falta absoluta de
interés por las demandas de las mujeres” (Vargas 2008: 61). A pesar de eso
se constituyen comisiones enfocadas en los derechos de las mujeres.
Algunas mujeres empiezan a ocupar cargos de dirección.
Las mujeres de los partidos impulsan comisiones femeninas lideradas por
ellas mismas. Según Vargas (2008), los partidos políticos y organizaciones
sindicales no lograron comprender la dinámica y autonomía del movimiento
feminista y de mujeres.
Las mujeres campesinas empiezan un proceso de organización al interior de
la Confederación Campesina del Perú (CCP) y de la Confederación Nacional
Agraria (CNA), sin lograr generar una corriente de apoyo, por lo que
buscaron otros espacios para confrontar sus experiencias y cuestionar
algunos aspectos de la situación en la que se encontraban.
Los feminismos buscaron la recuperación de la diferencia y politizar la
subordinación de las mujeres en lo privado y sus efectos en el mundo
público. Con ello se visibilizaron problemas que fueron llamados por su
nombre: violencia doméstica, acoso sexual, entre otros. Desde fines de los
51
años 70, muchas activistas participaron en la creación de centros laborales y
ONG, perfilándose como institucionalidad feminista, criticada como la
onegeización del movimiento feminista en América Latina.
En los años 90 la agenda del movimiento social se centra en el reclamo de la
estabilidad laboral y la recuperación de la democracia, donde las mujeres
incluyen los derechos sexuales y reproductivos, sin por ello dejar de atender
los problemas alimentarios y la demanda de talleres productivos, girando
hacia los problemas de promoción de la mujer y la búsqueda de la igualdad
en la diferencia y la equidad de género (Henríquez 2006).
En la década de los años 90, las feministas hacen incidencia en espacios
regionales y globales, buscando influir en una agenda internacional enfocada
en los derechos humanos, población, desarrollo, etc. También luchan para
que se discuta el pensamiento universal hegemónico instaurado desde lo
masculino. Los estudios de género se empiezan a institucionalizar en las
universidades, lo que promueve la producción de conocimiento y la
formación de nuevos feminismos.
En esta década, sin embargo, se produce la fragmentación y baja intensidad
política de los movimientos sociales, incluido el feminista, haciéndose
visibles las diferencias de concepción, estrategias y formas de poder. Así
como las distintas percepciones como sociedad civil y diferentes posturas
frente al Estado y la academia. Surgiendo identidades específicas de lucha
como los derechos de las mujeres negras, lesbianas, indígenas, jóvenes y
diversos temas de lucha como salud, derechos humanos y violencia. A lo
que se sumaron visiones locales, regionales, nacionales y/o globales, todo lo
cual aportó pero también generó dispersión en el enfoque y la acción.
Para (Vargas 2008: 77) “Cada vertiente tiene sus propias tensiones
relacionadas con los vínculos que establece con otras vertientes, con la
forma como enfrenta las prácticas tradicionales, con los esfuerzos para
evitar la manipulación, con la forma como enfrenta el riesgo del aislamiento,
de establecer la comunicación entre las líderes y las mujeres de base, de su
52
habilidad para negociar las demandas y su interrelación con otros
movimientos y partidos políticos”. Lo que conduce a la necesidad de tender
conectores entre el movimiento feminista con el movimiento popular de
mujeres, con las defensoras de los derechos humanos, los gremios
laborales, alianzas con todas las dimensiones de la exclusión.
Feminismo y mujeres obreras: acuerdos y desacuerdos
En 1919 ocurre la primera movilización feminista de la historia del Perú.
En 1920 surgen mujeres que levantan posturas anarquistas, indigenistas,
feministas y trabajadoras que luchan por los derechos de las mujeres y
hombres trabajadores. Muchas de ellas colaboran con el periódico Labor y la
revista Amauta dirigidas por Mariátegui. De esta forma es que toman
contacto con la CGTP, participando desde su fundación.
El surgimiento del feminismo contemporáneo peruano tiene de origen la
lucha de los partidos de izquierda, el dinamismo de los movimientos sociales
y la lucha en favor de la democracia ocurrida en los años 70. Las mujeres
que le dieron origen, lucharon contra la explotación de los trabajadores y las
trabajadoras, coincidiendo en su ideario y acción con las mujeres obreras.
En los años 80 las feministas levantan las demandas por los derechos
reproductivos y el aborto, mientras que las trabajadoras continúan con su
énfasis en la lucha de clases. Surgen las primeras contradicciones entre los
dos movimientos. Las feministas politizan el malestar de las mujeres
(politizar lo privado), al mismo tiempo que fortalecen su autonomía
organizativa frente a los partidos y el Estado, constituyendo ONG y
colectivos feministas. Con lo que se abren dos corrientes: 1) las feministas
institucionalizadas y 2) las autónomas. Las primeras con diversas formas de
intervención y negociación con otros movimientos y con el Estado. Las
segundas, con una propuesta de cambio fuera del sistema, que no reciben
financiamiento y no interactúan con las instituciones representantes del
patriarcado.
53
Para encontrar la relación entre feminismo y sindicalismo, es útil apelar al
marxismo y su concepción sobre la lucha de clases y la situación de la
mujer. En este sentido, Hartmann, Heidi y Bridge, Amys (1989) consideran
que el marxismo y el feminismo ofrecen explicaciones sobre las
disposiciones sociales de disparidad, racionales y sistemáticas, basadas en
la injusta distribución de la riqueza y la desigualdad social46, donde la
sexualidad se convierte en un proceso social por el que se crean, organizan,
expresan y dirigen las relaciones sociales de género, que crea los seres
sociales que llamamos mujeres y hombres47.
En 1924 José Carlos Mariátegui, que había seguido con atención la
evolución del movimiento femenino en el Perú y en el campo internacional,
escribe el artículo La mujer y La Política publicado por Variedades, en donde
señala: “Uno de los acontecimientos sustantivos del siglo XX es la
adquisición por la mujer de los derechos del hombre”. “La sociedad no se
divide únicamente en clases sino en sexos. El sexo confiere o niega
derechos políticos”.
En otro artículo bajo el título: Las Reivindicaciones Feministas publicado en
Mundial, Mariátegui responde a quienes pretenden satanizar al feminismo,
suscribiendo: “Nadie debe sorprenderse de que todas las mujeres no se
reúnan
en
un
movimiento
feminista
único.
El
feminismo
tiene
necesariamente varios colores, diversas tendencias”, concluyendo: “A este
movimiento no deben ni pueden sentirse extraños ni indiferentes los
hombres sensibles a las grandes conmociones de la época. La cuestión
femenina es una parte de la cuestión humana”.
Años más tarde (antes de su muerte) en Mundial del 18 de octubre de 1929,
a propósito del III Congreso Internacional de la Reforma Sexual, dice: “No
46
47
Ibídem.
Hartmann, Heidi y Bridge, Amys. (1989). Marxismo y feminismo son una sola cosa: Marxismo. En
un artículo publicado en la WEB el 23-11-2004. Feminismo y Marxismo: más de 30 años de
controversias. Publicado por Andrea D Atri. En el problema del marxismo y feminismo también se
cita a MacKinnon, Catharine. (1989). Hacia una teoría Feminista del Estado. Ediciones Cátedra,
Madrid.
54
habrá dentro de poco país civilizado donde no se estudie y siga trabajos por
grupos en los que será siempre indispensable y esencial la presencia de la
mujer. No se estudia en nuestros tiempos la vida de nuestra sociedad, sin
averiguar, sin analizar su base: la organización de la familia, la situación de
la mujer”48.
Lo escrito por José Carlos Mariátegui, ilustra sobre la percepción ideológica
del marxismo sobre la situación de la mujer y la importancia de su
participación. De ahí la preocupación por tratar de comprender el largo
proceso seguido por la CGTP para admitir, promover e incluir las demandas
de las mujeres dentro de su plataforma de lucha, así como su renuencia
para admitir que los conceptos género y clase están vinculados.
Es cierto que la pertenencia a una clase y a un sexo son factores muy
importantes cuando se analiza el campo social. Pero es necesario anotar
que estos componentes no son los únicos. Pues deben tenerse en cuenta
otros factores como la situación de la mujer en una sociedad y época
determinadas, su origen familiar y nacional, su pertenencia a determinada
generación, preferencias sexuales, el estado civil, su nivel cultural, el número
de hijos e hijas, su ideología, creencias religiosas y filiación política.
En la entrevista realizada a Gloria Pérez Saavedra, secretaria de la mujer de
la CGTP entre los años 2006 – 2011, ella refiere: “El enfoque de género en
el movimiento sindical, es un tema que debe ser comprendido desde el
punto de vista ideológico. En la CGTP hay un sector de mujeres que
encuentra contradicción entre género y clase. Yo no encuentro que exista
contradicción, considero que se complementan” (G. Pérez, comunicación
personal, 10 de marzo de 2011).
48
Pineda, Empar. Mariátegui y la izquierda hoy. (algunas reflexiones desde el feminismo). En
Monereo, Perez, Manuel y otros. (1995). Mariátegui 1884-1994 ponencia presentada en el Encuentro
Internacional: Un marxismo para el siglo XXI. Madrid. Ediciones Talasa S.L. Pág. 77-93.
55
Los análisis feministas marxistas estiman que el sistema confina a la mujer a
labor doméstica para convertirla en el ejército de reserva de mano de obra
para los tiempos de crisis o expansión. “La flexibilización del trabajo y la
reducción del gasto público repercutieron en el tejido social, debilitó los
espacios de afiliación sindical y mermó los ingresos familiares. Las mujeres,
que habían logrado en la primera mitad del siglo veinte, mejores niveles
educativos y oportunidades de trabajo, vieron sus logros limitados”
(Henríquez 2006: 14).
Con la flexibilización del trabajo y el desempleo y subempleo masivos, las
mujeres aceptan empleos precarios, inventándose emprendimientos para la
subsistencia. Visibilizándose la feminización de la pobreza y la doble
jornada, lo que trae la redefinición del rol proveedor tradicionalmente
asignado al hombre y la necesidad de analizar cuáles eran los temas
emergentes y los nuevos discursos provenientes de actores que ahora
enfrentaban juntos la crisis económica. 49
Las mujeres incorporadas al mundo del trabajo en condiciones de suma
desventaja, marcan con su participación, una nueva etapa de la sociedad
peruana, influyendo en una percepción distinta del papel de la mujer dentro
de la sociedad, la familia y el movimiento sindical.
Sin embargo, el ingreso masivo de las mujeres al mundo del trabajo ocurrido
en los años 90, no estuvo aparejado con su presencia en el mundo sindical.
Las acciones de la CGTP conocidas como las políticas de igualdad de
oportunidades no habían sido suficientemente comprendidas ni aplicadas al
interior de la central, lo que las obligó a tener que hacerse visibles mediante
su propio liderazgo. Conseguido a partir de la trayectoria en sus
organizaciones de base, en mérito a su propia representatividad sindical.
49
Virginia Vargas, feminista, activista política, defensora de los derechos de las mujeres, fundadora
de la ONG Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.
56
4.2.2 La democratización de los movimientos sociales
4.2.2.1
Mujeres participan en las organizaciones sindicales. Pese a
que durante las últimas décadas más mujeres trabajan fuera de sus casas
incorporadas al mundo laboral, su participación en el movimiento sindical no
se da en igualdad de condiciones, pues los requisitos que se les pide para
participar, difieren de los que se les exige a los hombres para ser dirigentes.
Es evidente que los sindicatos y los partidos políticos reproducen prácticas
internas que favorecen la promoción de los hombres y obstaculizan el de las
mujeres, como por ejemplo, el que sus opiniones no sean tomadas en
cuenta, o que se les discrimine en la designación de tareas, así lo han
expresado las entrevistadas.
En el campo laboral, las mujeres son contratadas para trabajos considerados
‘propios´ de las mujeres vinculado al cuidado y lo doméstico: enfermeras,
trabajadoras del hogar, etc. que responden a la tradicional división sexual del
trabajo (INSTRAW, AECID 2007). En el campo sindical, ocurre lo mismo. A
las mujeres se les restringe que participen en la secretaría de la mujer,
asuntos sociales o se les encarga actividades vinculadas a lo doméstico y al
cuidado. Más no se les promueve en cargos políticos como organización,
defensa, comisiones de negociación colectiva, entre otras.
Barrera y Aguirre (2002, citados por INSTRAW, AECID 2007), identifican
barreras institucionales que bloquean el desarrollo o la capacidad de mando
o dirigencia de las mujeres, justificadas en las creencias de que la mujer es
sujeto para otros, con un rol de madre y esposa que cumplir, que no tiene
deseo de poder social y político o con limitaciones para la obtención de
recursos, impulsar la capacitación, desarrollar liderazgos y promover las
candidaturas de ellas y otras mujeres, entre otros factores.
Cuando la investigación ha encuestado al interior de la organización sindical
sobre el por qué de la poca participación de las mujeres, muchos dirigentes
han expresado que son las mujeres las que no quieren participar en cargos
57
de dirección. Sin embargo cuando se les pregunta a las propias mujeres
sobre lo mismo, ellas dicen que no participan porque los horarios no son los
más adecuados, porque no se toma en cuenta que ellas trabajan dentro y
fuera de la casa (doble rol), porque no se las convoca a tiempo a las
reuniones o porque los hombres no creen que este sea un espacio donde las
mujeres deban participar, entre otras razones.
Estas concepciones indican que los sindicatos avanzan a paso lento en la
implementación de estrategias y acciones para fomentar la promoción de
dirigentas sindicales. Evidencia además, la resistencia de los hombres y
dirigentes a adaptarse y aceptar la nueva composición al interior de sus
organizaciones.
Es evidente que la estructura sindical debe transformarse de manera
profunda para que las mujeres participen y sus liderazgos sean potenciados.
“Si los sindicatos luchan por la erradicación de la explotación de
empleadores sobre los trabajadores, ¿por qué no luchar por erradicar la
dominación y desigualdad que viven las mujeres?” (Balbuena 2009: 43).
Como parte de la estrategia para superar esta situación y lograr que la mujer
se integre, es necesario mejorar los mecanismos de convocatoria, seguridad
y respaldo, favoreciendo que puedan asumir nuevas responsabilidades en el
sindicato y la central, democratizando la vida laboral y sindical.
Parte de las barreras que obstaculizan la democratización sindical, es la
desigual valoración que se tiene sobre la participación de la mujer, a quienes
se les exige más cualidades de trayectoria y experiencia profesional e
incluso probidad moral, que no son otra cosa que métodos disuasivos para
que no participen.
Otro factor limitante es que muchos dirigentes consideran que las demandas
de hombres y mujeres son iguales. Pese a que es ostensible que las
mujeres se ven afectadas en mayor medida por la discriminación económica,
ya que su sueldo, en la mayoría de los casos, es menor al de otro trabajador
58
que realiza la misma labor. Otro factor restrictivo es considerar que hay
trabajos para mujeres y otros para hombres, que la menoscaba en
oportunidades de empleo y acceso a las mismas condiciones laborales y
económicas de que dispone un hombre.
En el campo sindical, los gremios no priorizan la asignación de recursos para
que las mujeres realicen sus trabajos sindicales, dándose más importancia a
los departamentos o secretarías dirigidas por los hombres. De ahí la
importancia de que las mujeres sindicalistas accedan a recursos económicos
y logísticos que les permitan realizar su labor sindical, pues así podrá
promover sus demandas.
La disposición de recursos es un facilitador a
favor de la toma de decisiones individuales y colectivas y la promoción de
cambios.
Muchas mujeres en la actualidad participan en el espacio público pero
siguen haciéndose cargo de las tareas domésticas dentro de la familia, lo
que disminuye significativamente su calidad de vida, ya que disponen de
menos tiempo para dedicarse a las tareas dirigenciales y fortalecer su
capacitación y desarrollo, de ahí que sea necesario que tanto las mujeres
como la familia y la propia organización, promuevan el equilibrio entre la vida
laboral, sindical y la familiar.
Otros factores que impiden la participación de las mujeres, están referidas a
las desigualdades sociales y económicas expresadas en menores niveles
educativos o estudios inconclusos, ya que por lo general son las que menos
satisfacen sus necesidades básicas, lo que impide su acceso a nuevas
oportunidades laborales, la capacitación, el ejercicio de la actividad sindical y
la construcción de su liderazgo, lo que termina alejándolas de las
organizaciones sindicales y políticas.
La promoción de la participación de la mujer corresponde a toda la sociedad.
Debe ser incentivada desde los partidos políticos, el sistema educativo, los
sindicatos y la sociedad en general. Cuando las mujeres participan
socialmente, ejercen sus derechos, fortalecen la democracia.
59
4.2.3. El Sindicato y las mujeres
Según Giner, Lamo de Espinosa y Torres (1998), el sindicato es una
organización formal constituida por trabajadores que tienen como objetivo
mejorar sus condiciones laborales y fortalecer los vínculos de solidaridad
entre ellos. Adquieren auge con la industrialización y se consolidan desde
principios del siglo XX como la organización predominante del movimiento
obrero, representante de los intereses de los trabajadores frente a los de la
empresa u organización.
Para Olga Martín de Hammar50, el sindicato es una organización de suma
importancia cuya principal función es producir la cohesión del grupo social
que lo integra, convirtiéndolo en un factor de presión para la defensa de
derechos frente a las autoridades y empresas multinacionales o la burguesía
nacional.
Según Mego y Vásquez (2008), para que los sindicatos funcionen de manera
efectiva y puedan contribuir a la mejorar de las condiciones laborales de las
personas, es necesario tener en cuenta lo siguiente:
•
Fortalecimiento organizativo para el ejercicio de un liderazgo
democrático, prácticas éticas y transparentes, mejora de sus
capacidades de negociación, participación permanente de las
mujeres en los cargos directivos que garanticen el cumplimiento
de la agenda de género en las negociaciones presentes y futuras.
•
Sindicatos reconocidos como parte de la sociedad y capaces de
convertirse en una organización efectiva y necesaria para lograr el
equilibrio de poderes entre Estado, empresa y trabajadoras/es,
como mecanismo para el ejercicio de sus derechos.
•
La experiencia de los actuales sindicatos es un valioso
antecedente
50
para
la
formación
de
nuevos
sindicatos,
Martín de Hammar, Olga. (2008). La mujer proletaria en América Latina: sindicalismo y luchas. En
Sindicatos; Trabajo; Obreras. América Latina; Perú. Suecia.
60
especialmente en la agroexportación no tradicional, que es un
sector en crecimiento.
•
Fortalecimiento del liderazgo de las mujeres para que puedan
seguir asumiendo nuevas secretarías generales junto con jóvenes
comprometidos con el cambio y la equidad.
Sólo un sindicato que funciona de manera efectiva podrá garantizar la
defensa plena de las condiciones laborales. Su eficiencia organizativa y
política tiene de requisito el concurso directo de la mujer en las bases y en
las directivas, pues sólo así se aplicará la Agenda Laboral de las Mujeres
Trabajadoras, entendida como el marco para la negociación: al interior de la
central, con los empleadores y el Estado, a fin de que se promuevan
políticas públicas que mejoren los derechos laborales y específicamente los
que atañen a las mujeres trabajadoras.
Otra necesidad fundamental es que los sindicatos y las trabajadoras
desarrollen la fortificación de liderazgos para que las mujeres tomen
responsabilidades directivas en todos los niveles. Los procesos de
capacitación, preparación y manejo de información, contribuirán a su
empoderamiento como mujeres y dirigentas, fortalecerán su capacidad para
conducirse con autonomía.
De esta afirmación, surgen dos interrogantes: 1) ¿Requieren los hombres
trabajadores la misma preparación, para poder ejercer un cargo directivo?;
2) ¿Es suficiente que una mujer trabajadora capacitada, preparada y
empoderada, por el simple hecho de ser mujer, defienda sus propios
derechos y los derechos de otras mujeres?
Para responderlas, tenemos de referencia lo dicho por Virginia Vargas51 en
Feminismos en América Latina, cuando a propósito de la frase “es mejor
cuatro mujeres autoritarias que cuatro hombres autoritarios”, concluye
diciendo que un cuerpo de mujer no garantiza una mirada más sensible del
51
Feminista, activista política, defensora de los derechos de las mujeres, fundadora de la ONG Centro
de la Mujer Peruana Flora Tristán.
61
género, por lo que se hace necesario apelar al argumento de la justicia de
género.
Vargas considera que la ausencia de la mujer en espacios de poder como
son las dirigencias sindicales, no contribuye a acortar las brechas de la
discriminación y la desigualdad hacia la mujer, de ahí que su participación al
interior del movimiento sindical se convierta en fundamental. Sin embargo,
considera que la mujer no debe restringir su participación a este campo, que
es necesario amplíe sus horizontes participando dentro de otros sectores
como el de la defensa de los derechos políticos y ciudadanos, donde se
visibiliza y asume como natural la presencia de la mujer.
Los planteamientos de Virginia Vargas son el sustento para acciones
afirmativas como la Cuota de Género. Sin embargo, surge la pregunta de si
las cuotas de participación promueven o promoverán una “política de
presencia” o una “política de ideas”, sustento de la lucha por la
emancipación de la mujer.
Al responderla, Vargas (2008: 108) trae la interrogación de Phillips (1995):
“La pregunta política sería si la lucha cuantitativa por la presencia es
suficiente o si la presencia es un medio para un fin, traer cambios en los
modos, lenguajes y prioridades de la política y, sobre todo, cambios que se
expresen en la ampliación del horizonte democrático”.
En principio es importante asegurar un número creciente de mujeres al
interior
de
las
organizaciones
sindicales
y
sus
dirigencias.
Pero
consideramos que esta “presencia” circunscrita al número, podría terminar
por agotarse, porque la mayor “presencia” o un mayor número de mujeres
dirigentas ya dice de la necesidad de promover cambios, pero no asegura
que estos se den. Por lo resulta necesario combinar este mayor número o
“presencia” de mujeres, con el reforzamiento de su calidad como dirigenta,
capacitada para cumplir con las funciones dirigenciales en su base o en una
confederación.
62
Resulta anecdótico pero es cierto que a las mujeres se les exige prepararse
para ser dirigentes pero a los hombres no. También se les perdona menos
los
errores. Esta discriminación por género
promueve una visión
complaciente frente al accionar de los hombres, que se magnifica cuando
éstos actúan bajo la protección de un partido al interior.
En nuestro entender, las mujeres que se toman en serio el ejercicio real y
efectivo de la dirigencia sindical, se preparan y asumen progresivamente
mayores y mejores cargos, otras en cambio no. Se han visto casos de
mujeres que llegan a las dirigencias sindicales nacionales sin haberse
preparado en su base sindical52, lo que hace que no comprendan la
compleja organicidad de una confederación respecto a un sindicato base.
Teniendo en cuenta la serie de factores adversos que confronta la mujer
para poder incorporarse al movimiento sindical, podemos afirmar que
cuando deciden incorporarse y lo hacen, es porque están dispuestas a
sacrificar proyectos personales, familiares y profesionales, porque han
encontrado en el sindicalismo una forma de vida, real y efectiva al servicio
de los y las demás trabajadoras.
En este sentido, no podemos dejar de analizar como los códigos culturales le
crean a la mujer una desventaja para enfrentar el poder del capital, que
extiende a la producción su rol de madre, que la prolonga en su misión como
reproductora, colocándola en un vértice frágil frente a la manipulación
empresarial.53
En las relaciones de género al interior del sindicato, podemos ver que hay
una relación cordial entre hombres y mujeres dirigentes, pero sin duda ahí se
trasladan actitudes machistas del ámbito privado al público, especialmente
de parte de los hombres, que no tienen en cuenta el respeto y la tolerancia
que merecen sus compañeras mujeres, de quienes se burlan, critican y
52
Base sindical es una organización sindical, sea un sindicato o una federación.
Barrig, Maruja. (1986). La Obreras. Dos mundos: sindicato y familia. Ediciones Mosca Azul.
Barrig, Maruja. (1986). Obreras en la industria farmacéutica. La buena vista y las rápidas manos.
Pág. 59-76 Lima. Editado por la Asociación de Defensa y Capacitación Legal.
53
63
magnifican sus errores, lo que produce de parte de algunas mujeres,
comportamientos sexistas o masculinizados, para enfrentarlos y ser tomadas
en cuenta.
4.2.3.1
Elementos que influyen en la participación de las mujeres
en el sindicato. Como lo hemos mencionado, existe una relación directa
entre la precariedad en el trabajo y las ausencias o limitaciones en derechos
que tienen las mujeres para que se les otorgue la licencia sindical.
Desde el punto de vista de los derechos laborales, la licencia sindical es uno
de los derechos fundamentales del trabajo, reconocida por nuestra
Constitución Política54, en sus leyes nacionales y en instrumentos
internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Las
licencias sindicales son un requisito para poder realizar un trabajo sindical
efectivo, ya que garantiza que el dirigente o dirigenta sindical siga
percibiendo el salario de su centro laboral y pueda realizar el trabajo sindical
y gozar de todas las garantías que este fuero le otorga.
Las mujeres trabajadoras, como ya lo señalamos, son las que realizan los
trabajos
más
precarios:
sin
contrato
de
trabajo,
vacaciones,
ni
gratificaciones, etc. Un gran cúmulo de ellas se ve desfavorecida con la
inexistencia de este derecho, lo que les impide hacer vida sindical e imponer
sus agendas en el movimiento sindical y frente al Estado.
No hay leyes nacionales que promuevan las licencias sindicales de especial
forma para las mujeres. Con ese objetivo, el departamento de la mujer
trabajadora de la CGTP planteó en setiembre de 2011 una propuesta para
mejorar el acceso y ejercicio de este derecho por las mujeres trabajadoras55.
54 Artículo 28, numeral 01, Constitución Política del Perú 1993.
55 Esta propuesta otorgaba incentivos a las empresas que brindaban un mayor número de licencias
sindicales a las mujeres trabajadoras, estas licencias debían ser solicitadas por los sindicatos.
64
El proyecto consideraba una política pública para incrementar el número de
licencias sindicales a los gremios en cuyas juntas directivas hubiera mayor
número de mujeres trabajadoras, planteando que se les otorgara a todas. Se
pensó que esto produciría una mayor presencia de las mujeres en las
directivas y por otro lado, que se abría la posibilidad para que obtuvieran y
ejercieran este derecho.
Según Maruja Barrig, de acuerdo a los estudios realizados, la baja
participación de las mujeres en el movimiento sindical se debe a la exclusión
que ejercen los hombres para impedir el acceso de las mujeres a los cargos
directivos. Señala además otros factores limitantes como el rol de esposa y
madre que cumplen, así como las restricciones que les imponen los
esposos. A esto se suma la necesidad de preservar su ingreso económico
para la subsistencia de la familia, todo cual restringe su participación dentro
de los sindicatos.
Al decir de Barrig
56
y con lo que concuerda la investigación materia de esta
tesis, es que si bien las mujeres participan en los niveles más bajos de la
organización sindical, son las principales movilizadoras de una huelga, ésa
es la historia de la participación de la mujer desde los albores del
sindicalismo.
De las entrevistas realizadas a las mujeres dirigentes del consejo directivo
nacional de la CGTP (2006 – 2011), se desprende que para poder ejercer la
dirigencia sindical, las mujeres se ven obligadas a dejar de lado sus vínculos
personales y afectivos, teniendo que separarse muchas veces físicamente
de sus familias. Sin embargo, es posible percibir que existen muchas
mujeres dirigentes que encuentran en el movimiento sindical y en la
dirigencia, una razón significativa que aporta a sus vidas.
56 Barrig, Maruja. (1986). Obreras en la Industria farmacéutica. La buena vista y las rápidas manos.
Pág. 59-76 Lima. Editado por Asociación de Defensa y Capacitación Legal.
65
Para Carmela Sifuentes, presidenta de la CGTP del periodo 2006 al 2010:
“Si no tuviera que ejercer la dirigencia sindical, mi vida no estaría completa”.
(C. Sifuentes, comunicación personal, 10 de marzo de 2011).
Al decir de Gloria Pérez, secretaria nacional de la mujer: “Estoy en el
movimiento sindical, porque considero que es el mejor lugar para servir a la
gente, para servir a las trabajadoras y trabajadores, mi lucha es por ellas y
ellos”. (G. Pérez, comunicación personal, 10 de marzo de 2011).
Pese a este sentir, los hombres históricamente vieron en la mujer
trabajadora a un competidor. Joan W Scott,
57
señala que las mujeres eran
acusadas de reducir los salarios de las personas trabajadoras en general.
Por ello, “Los sindicatos masculinos obstaculizan la entrada de mujeres en
su seno, o insisten en que, antes de adherirse a los mismos, ganen ya
salarios iguales a los de los hombres. En 1874 los delegados al London
Trade´s Council vacilaron antes de admitir en sus propias filas a una
representante del sindicato de mujeres encuadernadoras, porque la mano de
obra femenina era mano de obra barata”.
Los sindicatos masculinos protegieron sus empleos y salarios, manteniendo
a las mujeres fuera de sus organizaciones y del mercado de trabajo,
tratándolas como sujetos amenazantes más que como aliados. Eran
alejadas con el argumento de que su estructura física biológica determinaba
un destino que residía en su papel de madres y amas de casa, por lo que no
podía ser buena trabajadora. Los sindicalistas se respaldaron en estudios
médicos y científicos para justificar que las mujeres no podían realizar el
trabajo de los varones, considerando incluso que el trabajo como tal, era un
peligro para la moralidad de las mujeres, que podía volver impotentes a los
hombres en su lucha contra el capitalismo.
57
Scott, Joan W. (1993). La mujer trabajadora en el siglo XIX. En Millán, José Antonio.
66
En Francia, entre 1870 y 1880, algunos sindicatos solo aceptaron mujeres si
éstas ganaban los mismos salarios que los hombres de la misma categoría,
era un requisito, pero no un objetivo sindical.
Los sindicatos fueron avalados por leyes proteccionistas por las que el
Estado reducía la jornada de trabajo femenino, eliminando su derecho al
trabajo nocturno, lo que provocó la proliferación del trabajo domiciliario. Las
acciones de los estados se dirigían a impedir el ingreso de la mujer al mundo
laboral, pues se les consideraba ciudadanas de segunda clase.
Hoy en día la visión sobre la participación de la mujer ha cambiado. Si bien
es
cierto sigue el
predominio
de
algunas
prácticas
machistas
y
discriminatorias, la presencia masiva de las mujeres en el mundo del trabajo,
ha obligado a que los sindicatos reformen sus estructuras, promuevan
cambios en la relación laboral, que incluyan en su agenda la mejora de sus
condiciones de trabajo y que las coloquen en espacios claves de dirección,
comprendiendo que esta inclusión las hace ver como organizaciones más
democráticas y de avanzada.
Sin embargo ¿cuánto se corresponden estos hechos con la realidad? No se
tienen estadísticas que permitan valorar el grado de participación de las
mujeres en los consejos nacionales, secretariados o comités ejecutivos de
las confederaciones sindicales.
En el Cuadro Nro. 3 se aprecia que en el año 2006 (antes del mes de
noviembre), el consejo nacional de la CGTP contaba con tres mujeres
dirigentes, apenas un 7 % del total de sus 41 miembros.
67
CUADRO 3: Porcentaje de mujeres trabajadoras en los Comités o
Consejos Ejecutivos de las Centrales Sindicales del Perú. 2006
Organizaciones
Consejo Ejecutivo
Mujeres
%
Hombres
%
Total
%
Total
15
13%
102
87%
117
100%
CGTP
3
7%
38
93%
41
100%
CTP
2
10%
18
90%
20
100%
CATP
3
12%
33
88%
36
100%
CUT
7
35%
13
65%
20
100%
Fuente. BASTIDAS, María y BALBIN, Edgardo, Las mujeres y el trabajo
decente, Lima, ADC, 2011
En el año 2011, la presencia de las mujeres en el consejo nacional de la
CGTP creció a 7 miembros, lo que significó un aumento de un poco más del
50 % respecto al período anterior, logrando un 16 % del total de integrantes
del consejo nacional.
CUADRO 4: Porcentaje de mujeres trabajadoras en los Comités o
Consejos Ejecutivos de las Centrales Sindicales del Perú, 2011
Organizaciones
Consejo Ejecutivo
Mujeres
%
Hombres
%
Total
%
Total
27
29%
66
71%
93
100%
CGTP
7
16.%
38
84%
45
100%
CATP
10
37%
17
63%
27
100%
CUT
10
48%
11
52%
21
100%
Fuente. 3er Plan de Acción Intersindical para la igualdad de oportunidades
entre mujeres y hombres 2013 - 2017. Elaborado por la CGTP, CATP, CUT
apoyo técnico ONU Mujeres y OIT, pág. 2
68
Sobre el número de afiliadas que tiene la CGTP y el movimiento sindical, no
se ha encontrado mucha información que la sustente. En el cuadro Nro. 5,
se refleja que las mujeres representan el 6.8 % del total general de
trabajadores sindicalizados, el 13.7 % dentro de los sindicalizados del sector
público y el 4.1 % del privado.
CUADRO 5: Tasa de afiliación sindical por sectores, 2011
Total de asalariados sindicalizados
Porcentaje de mujeres sindicalizadas
Total
Sector Público
Sector Privado
3585 mil
945 mil
2640 mil
243 mil
129 mil
108 mil
6.8%
13.7%
4.1%
Fuente. PLADES, Estadísticas Laborales Perú 2011: para el análisis del
Trabajo Decente
4.2.3.2
Poder y la construcción de los liderazgos en el sindicato.
Para Sen (1998) el poder es el control y empoderamiento, el proceso de
ganar control, conceptos que están vinculados. Para Ponsati (1993, citado
por Ferullo 2006) el poder es la potencia de una o más voluntades para que
se activen y actúen en un determinado sentido y de un cierto modo. Para
Serrano García y López Sánchez (2008), el poder se caracteriza por una
distribución asimétricamente en tiempo y situaciones limitadas, basado en la
posesión y manipulación de recursos (materiales/simbólicos), evidente
cuando ciertos actos generan resultados intencionados y manifiestos y limita
las alternativas de acción disponibles.
Rowlands (1997) plantea cuatro tipos de poder:
• Poder sobre: cuando una persona o grupo realiza una acción contra
su voluntad mediante la fuerza, el chantaje o la manipulación. Este
tipo de poder es autoritario, ya que no permite el diálogo ni
negociaciones ni tampoco el ejercicio de la libertad.
69
• Poder para: cuando se controla y maneja una situación desfavorable
para que el objetivo pueda ser cumplido. Implica creatividad y
liderazgo para resolver un problema.
• Poder con: cuando las personas u organizaciones potencian su poder
mediante el trabajo en grupo y la construcción de alianzas que
generen un poder colectivo para lograr los objetivos.
• Poder desde dentro: cuando las personas reconocen tener fuerza en
su interior para generar cambios. Este poder solo se lo puede otorgar
la misma persona.
Respecto a la vinculación entre poder y empoderamiento (Rowlands 1997:
224) llama empoderamiento al “conjunto de procesos sicológicos que,
cuando se desarrollan, capacitan al individuo o al grupo para actuar e
interactuar con su entorno de tal forma que incrementa su acceso al poder y
su uso en varias formas”. Lo que de partida implica que las personas
incrementen sus fortalezas, al mismo tiempo que enfrentan las relaciones de
poder existente en sus vidas y en la sociedad.
Estos procesos, sin embargo, son influidos y cambiantes a medida que las
circunstancias y los individuos cambian, siendo diferente para cada individuo
o grupo, dependiendo de su propia experiencia o contexto. Lo que exige el
desarrollo de la confianza, la autoestima, el sentido de la capacidad
individual o grupal para realizar acciones de cambio y dignidad.
Rowlands
(1997:
217),
citando
a
Young
(1993)
plantea
que
el
empoderamiento para las mujeres significa “Asumir el control sobre sus
propias vidas para sentar sus propias agendas, organizarse para ayudar
unas a otras y elevar demandas de apoyo al Estado y de cambio a la
sociedad. El empoderamiento colectivo de las mujeres producirá, sin lugar a
dudas, el empoderamiento individual de las mujeres, pero no solo a nivel de
progreso individual”.
70
Rowlands (1997) plantea, asimismo, tres dimensiones del empoderamiento:
• Dimensión personal: en este nivel el empoderamiento consiste en
desarrollar la confianza y la capacidad individual, así como el
fortalecimiento del sentido de generador de cambios y de “ser” en un
amplio contexto.
• Dimensión de las relaciones cercanas: el empoderamiento implica
desarrollar la habilidad para negociar e influenciar la naturaleza de la
relación y de las decisiones tomadas al interior de dicha relación. Este
empoderamiento no es consecuencia inevitable del empoderamiento
personal o colectivo, en algunos casos es el empoderamiento más
difícil que afrontan las mujeres.
• Dimensión
colectiva:
implica
que
los
individuos
trabajan
conjuntamente para lograr un mayor impacto del que podrían ejercer
individualmente, a partir de la identificación de las
propias
necesidades, estímulo dentro del grupo, desarrollo de liderazgo y
alianzas y redes.
Núñez 2004, (2004, citado en INSTRAW, AECID 2007) vincula el
empoderamiento al liderazgo, señalando que esto implica “el conjunto de
acciones, de relaciones y comunicaciones interpersonales, que permiten a
una persona ejercer diversos niveles de influencia en el comportamiento de
los miembros de un grupo determinado, consiguiendo que este grupo defina
y alcance de manera voluntaria y eficaz sus objetivos”.
Núñez connota la dimensión social al liderazgo, señalando que por ser una
capacidad que tiene que ser desarrollada y potenciada, es un proceso de
aprendizaje personal y colectivo, donde una persona lideresa y democrática
orienta sus esfuerzos y capacidades para facilitar el diálogo y el
convencimiento antes que la imposición, motivando a que las personas
reconozcan y potencien sus capacidades y logros, respetando la diversidad
de opiniones, reconociendo que la participación de otras personas es
71
importante para el cumplimiento de los objetivos de la organización o
institución, entre otras (Núñez 2004, citado en INSTRAW, AECID 2007).
En la actualidad se presentan mitos y prejuicios sobre las mujeres y el poder.
Se cree por ejemplo, que a las mujeres no les interesa el poder, cuando en
realidad sí les interesa, pues saben que solo así podrán resolver los
problemas que afrontan y podrán mejorar sus condiciones de vida. Otros
arguyen que todas las mujeres son iguales, cuando en realidad hay
diferencias por etnia, raza, orientación sexual, edad, etc.
Las mujeres han fortalecido sus liderazgos a través de la participación en
espacios públicos y políticos como los partidos, sindicatos, etc. Esta
participación ha supuesto aprendizajes individuales y colectivos que han
generado intervención directa, control e impacto en la toma de decisiones.
Zimmerman indica que la participación da oportunidades para aprender,
perfeccionar y poner en práctica habilidades relacionadas con la toma de
decisiones y la solución de problemas. Lo que implica una interrelación entre
el sujeto y el colectivo a nivel de acciones y reflexiones (Zimmerman 2000,
citado por Musitu y Buelga 2004).
Para Musitu y Buelga, la participación en procesos de toma de decisión
permite a los miembros controlen asuntos o cuestiones que les interesan o
afectan
directa
o
indirectamente,
adquiriendo
y
perfeccionando
conocimientos y habilidades, aumentando el compromiso individual y
colectivo para el logro de objetivos establecidos, reforzando la vinculación
afectiva entre los miembros, favoreciendo su cohesión grupal (Musitu y
Buelga, 2004).
Es necesario anotar que la participación, en el fuero privado como en el
público, es esencialmente un accionar político, ya que pone en juego
cuestiones relativas al poder, de ahí que todo tipo de participación conlleve
también la redistribución del poder y la inclusión.
72
¿Qué barreras ha enfrentado la mujer para lograr su participación en la
esfera pública? Una primera y constante ha sido la división sexual del
trabajo, entendida como una esfera productiva y remunerada en la que
deben participar los hombres y las mujeres no. Reduciéndolas a la
realización del trabajo doméstico y del cuidado, no remunerado. Otra ha sido
y es la maternidad y paternidad entendidas como valor social, donde la
segunda se equipara a ocupaciones remuneradas que realizan los hombres,
mientras que la primera es asumida como la función natural de la mujer, que
no tiene valor económico.
La división de tareas según el género es la manera más eficiente y racional
para organizar el trabajo, los negocios y la vida social. Esta división del
trabajo generó la ideología de la domesticidad (Scott 1993).
La división sexual del trabajo se estableció bajo la idea de que los salarios
de los varones debían de ser suficientes para la manutención de la familia.
Mientras que el de las mujeres no debía superar lo suficiente para su propia
subsistencia. De ahí que los trabajadores históricamente protegieran sus
empleos y salarios y mantuvieran a las mujeres fuera de sus organizaciones
y del mercado de trabajo.
En Europa y América, en la segunda mitad del siglo XIX, los sindicatos de
trabajadores centraron sus esfuerzos en el establecimiento de un ‘salario
familiar’, según el cual un hombre ganaría lo suficiente para mantenerse a sí
mismo, a su esposa y a sus hijos. Esta reivindicación se convirtió en uno de
los
ideales
del
movimiento
sindicalista
organizado,
mereciendo
la
‘aprobación’ de las nuevas clases medias que ensalzaban las virtudes de
una ‘familia’ donde la esposa e hijos dependieran totalmente del marido y del
padre, principios y valores fuertemente reflejados en la legislación vigente de
la época (Moore 1999: 144 – 145).
La reflexión por la que se llegó a este criterio se basaba en que el salario de
los padres era indispensable para la transformación de los hijos en adultos,
lo que tenía un doble sentido para el hombre: era la compensación a su
73
fuerza de trabajo, pero también el reconocimiento a su condición de creador
de valor económico para la familia. Y en lo que respecta a la mujer, se
justificaba que tuvieran salarios más bajos por suponer que eran menos
productivas o que su producción tenía un valor inferior, accesorio, transitorio
o complementario al trabajo de los hombres.
Durante la revolución industrial del siglo XIX, se apeló a la estructura física y
biológica de las mujeres para impedir su acceso al mundo del trabajo. Se
afirmaba que no estaba hecha para el trabajo productivo sino para que
cumpliera su papel reproductor, que la inhibía de ser una buena trabajadora
y sindicalista, estos criterios se respaldaron en estudios médicos y científicos
(Scott 1993).
La ciudadanía que se les concedía a las mujeres, estaba proyectada desde
su maternidad y la protección que merecían se ponderaba en aras del
interés de la raza humana. “La vulnerabilidad de las mujeres se describía de
muchas maneras: su cuerpo era más débil que el de los hombres y, por
tanto, no debían trabajar tantas horas; el trabajo ‘pervertía’ los órganos
reproductores y afectaba la capacidad de las mujeres para procrear y criar
hijos saludables; el empleo las distraía de sus quehaceres domésticos; los
empleos nocturnos las exponían al peligro sexual en el taller, así como en el
camino hacia y desde el lugar de trabajo; trabajar junto con hombres o bajo
supervisión masculina entrañaba la posibilidad de corrupción moral” (Scott
1993: 123).
La construcción de los conceptos de masculinidad en la clase obrera, se
erigieron sobre la base de un hombre guardián de la moral y la decencia de
las mujeres de su clase. En muchos centros de trabajo los hombres y
mujeres trabajaban en ambientes separados y en turnos diferentes, ya que
se consideraba que si trabajaban juntos la moral se podía ver alterada. Esta
separación expresaba las diferencias del status conferido a hombres y
mujeres. “La organización espacial del trabajo, las jerarquías de los salarios,
la promoción y el estatus, así como la concentración de mujeres en
determinados tipos de empleo y en ciertos sectores del mercado de trabajo,
74
terminó por constituir una fuerza de trabajo sexualmente escindida” (Scott
1993: 118).
Las mujeres, fueron acusadas también de reducir los salarios de las
personas trabajadoras en general. “El rechazo del trabajo asalariado
femenino obedeció a su vez a una lógica económica: el miedo a la
competencia y el desplazamiento de la mano de obra masculina por la
femenina. El carácter competitivo de la mano de obra femenina que
habitualmente recibía un salario muy inferior provocó un manifiesto recelo
obrero” (Nash 1993: 285).
Esta es una de las razones que los sindicatos masculinos usaron para que
las mujeres no ingresaran a los sindicatos.
“En 1874 los delegados al
London Trade’s Council vacilaron antes de admitir en sus propias filas una
representante del sindicato de mujeres encuadernadoras, porque la mano de
obra femenina era mano de obra barata, y muchos delegados no podían
encajar ese hecho’” (Scott 1993: 108).
Los hombres justificaban estos criterios porque consideraban que las
mujeres no tenían compromiso con el trabajo, ya que generalmente
trabajaban cuando eran solteras y dejaban de hacerlo cuando contraían
matrimonio. De ahí que se asumiera con naturalidad que las mujeres
tuvieran empleos mal pagados y poco calificados, puesto que sus
prioridades eran ser madre y esposa. El debate no se enfocaba en la
desigualdad que afrontaban las mujeres dentro del trabajo, sino en cómo
éste podría afectar sus tareas domésticas, la atención a la familia y el
cuidado de los hijos.
En las últimas décadas, se ha creído que la educación de la mujer,
contribuiría a una igualdad con el hombre, en el espacio laboral. Sin
embargo, esto no ha ocurrido. Ya que por lo general el nivel educativo de las
mujeres es menor que el de los varones, y en caso fuera superior, por igual
trabajo, la desigualdad salarial persiste.
75
Pese a todas las trabas señaladas, cada vez más mujeres trabajadoras se
integran a los sindicatos y se convierten en lideresas. Por lo que resulta
necesario que la Agenda de las Mujeres sea incorporada en la agenda del
sindicato y en las negociaciones colectivas, lo que requiere el impulso y
fortalecimiento de alianzas intersectoriales. “Los sindicatos han sido
importantes escuelas de participación y procedimientos democráticos en los
países latinoamericanos. Está dentro de su tradición la capacidad autocrítica
que conduciría a reformas internas para garantizar el acceso cada vez más
amplio de mujeres a puestos de decisión. Surgen nuevas organizaciones de
trabajadores informales, microempresarios/as y trabajadoras del hogar que
sitúan en la agenda temas que los sindicatos han sido lentos para
considerarlos como demandas laborales” (Anderson 2004: 130-131).
Es importante resaltar que la participación de las mujeres en el espacio
público será mayor y mejor cuando se logre una mejor redistribución de las
tareas entre hombres y mujeres en el espacio doméstico. Puesto que las
mujeres desempeñan un doble rol, que atenta contra su participación en el
espacio sindical y político.
76
CAPITULO V: SÍNTESIS DE LOS PERIODOS ANALIZADOS
5.1
Periodo sindical: Juan José Gorriti Valle (1995 – 2006: Dos
períodos)
En los archivos de la CGTP existen pocos documentos que contribuyan a
conocer parte de su historia. Los materiales encontrados datan del año 68,
época en la que se reconstituye.
Juan José Gorriti es elegido como secretario general de la CGTP en el X
Congreso Nacional Ordinario de diciembre de 1995, es reelecto, dirige la
CGTP por dos periodos consecutivos.
La primera etapa de la gestión de Gorriti, se desarrolla dentro de un contexto
de luchas que libraba el movimiento sindical y popular contra la dictadura
cívico-militar de Alberto Fujimori.
Durante el mandato de Juan José Gorriti, son resaltantes dos momentos
sumamente altos de convocatoria, organización y movilización del la CGTP:
el Paro Nacional convocado en el año 97 y la Marcha de los Cuatro Suyos58,
realizadas en alianza con otras fuerzas sociales y partidos políticos.
58
Marcha pacífica de tres días (26, 27 y 28 de julio de 2000) convocada por los partidos políticos, la
sociedad civil entre ellos la CGTP, en contra del tercer gobierno de Alberto Fujimori.
77
El Consejo Nacional Extraordinario del 30 de julio de 1996, incorpora
algunas subsecretarias al consejo directivo nacional. Siendo una de ellas, la
de integración y defensa del niño trabajador a cargo de Elsa Baca59.,
residente en Chiclayo, quien no gozaba de licencia sindical y no podía asistir
a las sesiones del consejo directivo, por lo que se nombra una responsable
alterna suplente, resultando elegida Susan Portocarrero Gonzales, quien sí
gozaba de licencia.60 Ella provenía del sector de trabajadores administrativos
de la educación superior, dirigenta en funciones de la Federación Nacional
de Trabajadores de la Universidad del Perú (FENTUP).
Cuadro 6. Periodos. 1995 – 2001
MUJERES EN EL CONSEJO EJECUTIVO NACIONAL: 1995 – 2001
Secretaria de la Mujer
Elsa Baca Córdova
Secretaria de la Mujer
Susan Portocarrero Gonzales
Fuente. Actas. Archivo CGTP. 1995
En noviembre de 2001 se realiza el XI Congreso Nacional de la CGTP donde
Susan Portocarrero es elegida como secretaria de asuntos femeninos. En la
3era sesión plenaria del evento, se cambia la denominación de esta
secretaría, por el de secretaría de la mujer y defensa del niño trabajador (Art.
30 de los estatutos vigentes en ese momento).
En este congreso, sólo tres mujeres logran ocupar cargos en la dirección
nacional: Ericka Ballón, del sector de agua potable como secretaria de actas
y como responsables de la secretaría de integración de la mujer y defensa
del niño trabajador, Susan Portocarrero de la FENTUP y Julia Falconí del
sector de agua potable – FENTAP.
59
Dirigenta sindical, del gremio de Salud, fue Secretaria General del FENUTSSA, en los años 80;
activa defensora de los intereses gremiales y representante de los trabajadores y trabajadoras.
Condecorada con el Grado de Oficial en el 2001 por el Ministerio de Trabajo.
60
Acta de la III Sesión Plenaria, Congreso Nacional Ordinario X de la CGTP y Acta del Consejo
Nacional de 30 de julio de 1996.
78
Cuadro 7. Períodos. 2001 - 2006
MUJERES EN EL CONSEJO EJECUTIVO NACIONAL: 2001 – 2006
Secretaria de la Mujer
Susan Portocarrero Gonzáles
Secretaria de la Mujer
Julia Falconí Ortíz
Secretaria de Actas y Archivos
Ericka Ballón
Fuente. Actas. Archivo CGTP. 2001
La gestión de Susan Portocarrero resalta por las acciones de unificación
realizadas con otras organizaciones del movimiento sindical y también por el
estrechamiento de sus vínculos con el movimiento sindical de Venezuela y
Bolivia, así como los que propició con las ONG feministas.
Aún cuando la alianza propiciada por Susan Portocarrero con el movimiento
feminista, era fuerte, ella sostenía ideas muy claras sobre el movimiento
feminista. Decía por ejemplo: “La Agenda de trabajo de las mujeres
sindicalistas, va más allá de la simple visión feminista que sesga y que
solamente se dedica al problema de género y de discriminación. La visión
del movimiento sindical y la visión de las mujeres es incluir la lucha de
género en el problema de la lucha de clases, que es como debería tratarse.
Lo que sesga y no hace efectivo el trabajo en ciudadanía, en autoestima y
promoción política de las mujeres, es ésa visión estrecha que como mujeres
del campo popular no compartimos. El trabajo no puede estar abocado
solamente al tema de género, cuando la lucha en el mundo actual es la
lucha de clases y dentro de ella, la lucha de género”. (S. Portocarrero,
comunicación personal, 15 de junio de 2011).
Durante la gestión de Portocarrero, la secretaría de integración de la mujer y
defensa del niño trabajador formó parte de la Mesa de Vigilancia del
Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES)61, del Movimiento de
61
Ahora Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
79
Igualdad de Oportunidades (MIO)62, del Colectivo 25 de Noviembre63 y del
Colectivo Canto a la Vida64, conformados por el movimiento feminista del
Perú. De la misma forma, se tuvo una participación destacada en la
Confederación de Mujeres del Ande (COMUANDE)65, integrada por mujeres
trabajadoras de las confederaciones sindicales de Venezuela, Bolivia,
Ecuador, Colombia y Perú, quienes acuerdan el 22 y 23 de julio de 2006
elaborar las bases de una Propuesta Sindical Andina para la Igualdad de
Oportunidades y unificar criterios para lograrlo, recayendo en el Perú y la
CGTP a través de la secretaria dirigida por Portocarrero, la coordinación de
la COMUANDE. Otro de sus logros fue la conformación del Sindicato de
Trabajadoras del Hogar del Perú (SINTRAHOGARP)66.
Durante este periodo el área de la mujer de la CGTP recibe el apoyo de la
cooperación internacional para fortalecer el enfoque de género en todas y
cada una de las instancias y acciones de la CGTP. Destacando la ONG
Belga, FOS, como la primera organización contribuyente de este proceso. Es
importante subrayarlo ya que esto permitió comenzar acciones de mayor
trascendencia para incrementar la participación de las mujeres y promover el
enfoque de género en la CGTP.
El período de Juan José Gorriti caracterizado por implementar una política
de sindicalismo amplio y alianzas de cooperación con el movimiento sindical
internacional, creó en 1993 el Instituto de Estudios Sindicales (IESI) como
órgano técnico de apoyo para administrar los recursos provenientes de la
cooperación internacional en beneficio de la CGTP y de sus organizaciones
sindicales.
62
Mujeres por la Igualdad de Oportunidades, que tenía por objetivo central promover la ley de
igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres; y defender los derechos de las mujeres.
63
Colectivo feminista que realiza acciones en el marco del Día de la No Violencia contra la Mujer.
64
Colectivo feminista que realiza acciones en el Marco del Día Internacional de la Mujer.
65
Coordinadora de Mujeres Trabajadoras Andinas. Reúne a las mujeres trabajadoras de las
Confederaciones Sindicales de la Región Andina.
66
La primera organización de trabajadoras del hogar se crea en el 2008 bajo el nombre de
SINTTRAHOL. Posteriormente, se crea SINTRAHOGARP. Por problemas sindicales, las fundadoras
del SINTTRAHOL no participan de la nueva organización.
80
El término de la gestión de Gorriti coincide con la derrota a la dictadura y el
retorno a la democracia, con cuyo advenimiento se abren espacios de
diálogo como el Acuerdo Nacional y el Consejo Nacional del Trabajo, donde
las mujeres tuvieron destacada participación.
Congreso Estatutario del 2003 – Proceso de Reestructuración
El Congreso Nacional Estatutario de la CGTP se lleva a cabo en noviembre
del 2003, con el objetivo de adecuar su estructura y acciones a las nuevas
necesidades que enfrentaba en ese momento el movimiento sindical. En
este evento se reforman los estatutos de la CGTP, pero no se incluye la
perspectiva de género. Pese a ello, fue notorio que las mujeres habían
aumentando su participación, siendo ostensible el aporte de Susan
Portocarrero dentro del consejo ejecutivo nacional de la CGTP.
En el congreso nacional se acuerdan cambios estructurales. Las secretarías
se convierten en departamentos sindicales bajo la conducción de un
responsable y se conforman comisiones de trabajo de apoyo a los
departamentos.
El congreso aprueba la afiliación directa de los trabajadores y trabajadoras
que no tenían la posibilidad de constituir un sindicato o afiliarse a uno
existente. La CGTP se reestructura sectorialmente por ramas y también
territorialmente. Se acuerda dar participación equitativa a las mujeres en la
dirección nacional, de acuerdo al volumen de representatividad, entre otras
reformas.
El proceso de reestructuración orgánica de la CGTP se desarrolla entre la
lógica institucional tradicional y la construcción de nuevos patrones de
comportamiento y actuación sindical. El cambio institucional surge, crece y
se desarrolla con una tensa relación entre lo viejo y lo nuevo. Esta situación
crea inercias, resistencias, dudas y rechazos, que el propio proceso debía
resolver para alcanzar el éxito.
81
El proceso de reestructuración, estableció las siguientes etapas, cada una
de ellas con objetivos específicos:
1.- Aprobación del proceso de reestructuración por el XI Congreso Nacional
Legitimar la necesidad del cambio orgánico.
Identificar objetivos iniciales
2.- Establecimiento de la Comisión Nacional Reestructuración Orgánica
Elaboración de un diagnóstico sindical
Identificar inercias sindicales y fuerzas renovadoras
Elaborar la primera propuesta organizativa
3.- Desarrollo de Talleres Descentralizados:
Establecer mecanismos de información
Abrir espacios de debate y discusión
Conferencia Nacional de Organización:
4.- Congreso Estatutario
Discusión y aprobación de la nueva institucionalidad
Desarrollo de Programas Piloto
Mecanismos y espacios de evaluación
Establecer las herramientas del cambio institucional
5.- Implementación de la Reestructuración Organizativa
Establecimiento de Departamentos Nacionales Sindicales
Establecimiento de CGTP Territoriales
Establecimiento de CGTP Sectoriales (de Rama)
Uno de los aspectos innovadores que trajo consigo el proceso de
reestructuración orgánica, fue que la secretaría de la mujer de la CGTP
recibió el apoyo de un soporte técnico profesional, que contribuyó más
adelante a definir la Agenda Sindical de la Mujer Trabajadora.
Otro hecho significativo fue la destacada participación que tuvieron las
delegadas mujeres dentro de la Comisión Nacional de Reestructuración
82
Orgánica, quienes lograron se apruebe un proyecto de estatutos que
incorporaba el artículo con la Cuota Mínima de Género67 del 30 %.
Este documento fue sometido a discusión durante el congreso. Donde las
mujeres consiguieron articularse en una corriente, coordinando sus
intervenciones durante el debate para conseguir la aprobación de la Cuota
de Género. Pese a ello, surge una posición pidiendo el 50 % de
incorporación de las mujeres en todas las instancias de dirección sindical, lo
que genera confusión, aprobándose que la redacción del artículo sobre la
Cuota de Género quedara a cargo de la comisión de redacción. Semanas
después, la secretaría de la mujer de la CGTP alcanza la propuesta del
artículo68 en la que no se menciona el porcentaje de participación para la
mujer. Esta fue una oportunidad que perdieron las mujeres trabajadoras,
pues la propuesta quedó pendiente para que se resuelva en otro evento
estatutario, lo que no garantiza que se cuente con el debate necesario que
implica procesos de transformación al interior de la organización.
Revisando los documentos orgánicos de la CGTP relacionados con este
período, solo hemos encontrado los referidos entre mayo y noviembre de
2006, de ahí el relato más pormenorizado de los hechos y acciones
realizadas en estos años.
67
“Art. 62º.- Se establece una política de inclusión positiva de género, en los órganos de dirección de
la CGTP, como parte del carácter democrático del sindicalismo de clase y de la necesidad de lograr
mecanismos de participación de acuerdo a la realidad de cada organización sindical, mediante una
cuota de género no menor del 30% del total de sus integrantes en las instancias de dirección.
Las CGTP Territoriales y CGTP Sectoriales son las instancias encargadas de aplicar el presente
mecanismo de participación, en los casos en que no hubiere la representación de uno u otro sexo en el
porcentaje señalado, las organizaciones afectadas deberán nombrar una representación no menor al
porcentaje de afiliación registrado”.
68
“Art. 69º.- Se establece una política de inclusión de género en los órganos de
dirección de la CGTP como parte del carácter democrático del sindicalismo de clase y de la necesidad
de lograr mecanismos de participación femenina de acuerdo a la realidad de cada organización
sindical, mediante una cuota equitativa a la afiliación sindical, en las instancias de dirección.
Las CGTP Territoriales y CGTP Sectoriales son las instancias encargadas de aplicar el presente
mecanismo de participación, en los casos en que no hubiere la representación de uno u otro sexo en el
porcentaje señalado, las organizaciones afectadas deberán nombrar una representación no menor al
porcentaje de afiliación registrado”.
83
El trabajo realizado por la secretaría de la mujer y defensa del niño
trabajador, fue intenso y productivo. Las demandas de las mujeres y su
problemática se hicieron visibles, pese a que no provenían de un trabajo
estructurado, pues no se tenían propuestas articuladas ni fundamentadas.
Las acciones de incidencia externa o alianzas realizadas, por ejemplo, con
los frentes de mujeres y estudiantes, así como con las embajadas de
Venezuela y Bolivia, entre otras, tenían prioridad.
En octubre de 2006, con el apoyo de la cooperación internacional, la
secretaría publica el Nro. 1, de la revista Mujer, que no logra
institucionalizarse como un espacio de discusión, análisis y aporte de las
mujeres al movimiento sindical, sino como el relato impreso de las acciones
realizadas por el área.
En paralelo, el equipo de trabajo de la secretaría de la mujer y defensa del
niño trabajador de la CGTP realiza el 18 y 19 de agosto de 2006, el Primer
Taller de Planificación Estratégica con el apoyo de la cooperación
internacional. Evento que contó con la participación de los principales
dirigentes de la CGTP y con la presencia de una delegación importante de
mujeres del sector campesino. Que concluye con la realización del Congreso
de la Federación de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas del
Perú (FEMUCARINAP) que solicitaría su afiliación a la CGTP, pero que por
problemas en su interior, no se concretó. La FEMUCARINAP es hoy una de
las organizaciones de mujeres campesinas más representativas del Perú69.
Durante este período el área contó con facilitadoras externas, retomándose
el vínculo con el movimiento académico. Se planificó el trabajo de la
secretaría dirigido a su fortalecimiento. Se construyeron su misión y visión
para orientar la importancia de la perspectiva de género en todas las
acciones de la CGTP.
69
Ver anexo 3. Ídem.
84
Como otros logros importantes destacan la creación del anteproyecto del
Manual de Organización y Funciones del Departamento de la Mujer - MOF y
la Plataforma de Género de las Mujeres Trabajadoras, presentadas al XII
Congreso Nacional de la CGTP70 de noviembre de 2006, donde el secretario
general de la CGTP Juan José Gorriti y la secretaria de la mujer y defensa
del niño trabajador Susan Portocarrero, no son reelegidos en sus cargos.
Iniciándose de esta manera, una nueva etapa al interior de la CGTP.
El significado del proceso de reestructuración para las mujeres de la
CGTP
En esta parte de la investigación, se han incluyen las opiniones de las
mujeres sobre el proceso de reforma sindical iniciado en el 2003, que dan
cuenta de sus expectativas sobre el tema.
Para Susan Portocarrero Gonzales, Secretaria de la Mujer de la CGTP
(período 2001-2006): “La reestructuración orgánica es un hecho muy
importante para el movimiento sindical peruano, porque marca el inicio del
proceso de reestructuración de la CGTP, que entre otros aspectos significa
ampliar las líneas de acción del gremio y modernizar su estructura orgánica”.
(S. Portocarrero, comunicación personal, 15 de junio de 2011).
En opinión de Portocarrero, la reestructuración que convirtió a las
secretarías en departamentos sindicales, fue beneficiosa ya que trajo la
conformación de comisiones que permitía que otras compañeras se integren,
lo que consolidaba los equipos de trabajo: “Es imposible que una sola
persona pueda abarcar en su integridad todo el conjunto de tareas y
responsabilidades que demanda una secretaría que tiene a cargo dos áreas
como son la mujer y la del niño trabajador” (S. Portocarrero, comunicación
personal, 15 de junio de 2011). Cabe señalar que producto de esta
reestructuración, el área de la atención a la niñez trabajadora fue transferida
al departamento de la juventud trabajadora.
70
Ver anexo 2. Identificar documento: título y página.
85
Para Susan Portocarrero, una conquista importante de la reestructuración
fue el haber conseguido que más mujeres integren las juntas directivas:
“Hemos logrado –decía- incorporar dentro de la dirección nacional a un
porcentaje significativo de mujeres. Ahora estamos promoviendo y exigiendo
la presencia de más compañeras en las diversas instancias de participación
orgánica del gremio, llámese asambleas sectoriales, regionales y nacionales
de la CGTP” (S. Portocarrero, comunicación personal, 15 de junio de 2011).
A juicio de Portocarrero, los debates alrededor de la Cuota de Género no
expresaban necesariamente que la CGTP se estaba modernizando. Para
ella lo más importante era que la mujer fuera reconocida por sus cualidades,
capacidades y por la identificación con su gremio.
De los números 1 y 2 de la revista Mujeres, del 2006, editadas por la
secretaría de la mujer de la CGTP, hemos extraído los testimonios de
Martha Quintanilla y Julia Enríquez, dirigentas del SUTEP y activas
participantes de las comisiones de trabajo de la mujer. Sus opiniones están
referidas a la reforma sindical y el último congreso estatutario de la CGTP.
Para Martha Quintanilla, secretaria de asistencia social del SUTEP: “El
movimiento sindical a partir del proceso de auto reforma sindical, debe
impulsar políticas sindicales de inclusión, promover el mayor número de
mujeres dirigentes que tengan las ideas claras y que miren con perspectivas
los problemas nacionales y el sector que representan. Para lograr este tipo
de aptitudes y de comportamientos, es importante la capacitación de quienes
estén dispuestas a enfrentar los nuevos retos de las sociedades modernas”.
Para Julia Enríquez: “El congreso estatutario de la CGTP es un avance
importante para el movimiento sindical peruano, porque marca un antes y un
después en la lucha de las mujeres por acceder a mayores espacios de
representación y de decisión política. El Conseguir una Cuota de Género
asegura una representación, pero esto no debe estar desligado de la
capacitación
y
cualificación
de
las
responsabilidades de dirección y conducción”.
compañeras
que
asumen
86
No se han encontrado más documentos escritos que sistematicen el aporte
de las mujeres. Lo que queda claro es que en esta etapa, el tema de género
o la igualdad de oportunidades no era una prioridad en la CGTP. ¿Por qué?
es algo que vamos a ir comprendiendo en el desarrollo de la investigación.
Lo que es evidente es que sin las primeras acciones y discursos de las
mujeres de esta época, no se tendrían los logros que se conseguirían luego.
Parte del mérito sobre lo logrado corresponden a Susan Portocarrero y a las
mujeres que la acompañaron en su gestión.
El periodo de Juan José Gorriti se puede resumir de la siguiente forma:
87
ESQUEMA POR PERÍODOS ANALIZADOS
Flexibilidad laboral – nuevos
regímenes laborales – despidos.
Reforma constitucional – rol del
Estado.
Más mujeres en sectores precarios.
No Voluntad Política
Tema de género
desvinculado al
tema político y
sindical.
Pocas alianzas
intra, inter y extra
sindicales.
Confederación General
de Trabajadores del Perú
(CGTP)
Alianzas movimiento
feminista y campesino.
Federaciones
Sectores
Hombres
Sindicatos
Sectores
Mujeres
Secretaría de la
Mujer y Defensa
del Niño
Trabajador
Falta de equipo de
trabajo.
I Taller de Planificación
– 2006.
Sectores
Mixtos
Secretaría de la
Mujer
Subsecretaría de
la Mujer
XII Congreso
Nacional de la
CGTP –
noviembre
2006
Primera
Plataforma de
Género de la
CGTP.
Manual de
Organización
y Funciones
de la
Secretaría de
la Mujer.
Gráfico 2. Esquema período Juan José Gorriti Valle. 1995 – 2006. Fuente.
Elaboración propia
88
5.2.
Período sindical: Mario Huamán Rivera. 2006 – 2011
Mario Huamán Rivera, es elegido secretario general de la CGTP en el XII
Congreso Nacional realizado en noviembre de 2006. Designación que
comparte con su condición de secretario general de la Federación Nacional
de Construcción Civil.
La realización de este congreso destaca tanto por la numerosa asistencia de
delegadas mujeres como también porque se elige a Carmela Sifuentes
Inostroza como presidenta de la CGTP, rompiéndose 78 años de presencia
masculina. Gloria Pérez es elegida como responsable del departamento de
la mujer.
Para efectos del discurrir de la investigación, recordamos que tanto en el
estatuto como en el documento de Planificación Estratégica de la CGTP
vigentes a noviembre de 2006, se establecen las siguientes definiciones:
“La CGTP es una organización sindical de lucha y defensa de los intereses
económicos, sociales y culturales de los trabajadores peruanos en el sistema
capitalista, una herramienta decisiva para conquistar la emancipación total
de la clase trabajadora y sus aliados contribuyendo a la construcción de una
sociedad sin explotados ni explotadores”.
“La CGTP desarrolla todo tipo de acciones y actividades para elevar la
conciencia de clase de los trabajadores e impedir la explotación de nuestro
pueblo”.
“La CGTP asume la responsabilidad de encabezar las luchas del pueblo
peruano, para conquistar mejores niveles de vida, el respeto y la defensa de
las libertades públicas y derechos ciudadanos en una acción sin
claudicaciones, para rescatar el patrimonio nacional, la soberanía y la
dignidad nacional y la total emancipación social política y económica del
Perú”.
89
“La CGTP reconoce, se orienta y basa su práctica en el principio de la lucha
de clases; del cual se deriva la adopción de los siguientes principios: Unidad
clasista,
Centralismo
democrático,
Independencia
política,
Auto
sostenimiento y Solidaridad de clase”.
Cuadro 8. Visión CGTP. Año 2006
Visión CGTP
La CGTP es la central más importante del país, interlocutor válido de los
trabajadores y las trabajadoras, en donde confluyen todas las
organizaciones sindicales y gremiales con igualdad de oportunidades y
equidad de género, que conquista y defiende los derechos laborales,
sociales, políticos y culturales, recogiendo en una plataforma programática
las reivindicaciones más importantes de los trabajadores, trabajadoras y el
pueblo en general.
Fuente. Documento de Planificación Estratégica. 2006
Cuadro 9. Misión CGTP. Año 2006
Misión CGTP
•
•
Ser una organización de grado superior, estructurada a nivel nacional,
representativo de la mayoría de los trabajadores, con capacidad de
propuesta y movilización, por la defensa y la conquista de los
derechos de todos los trabajadores y del pueblo peruano.
Desarrolla la capacitación permanente y contribuye a la generación de
trabajo digno, la transformación del país, el bienestar y la justicia
social para todos los peruanos y peruanas.
Fuente. Documento de Planificación Estratégica. 2006
90
Cuadro 10. Principios. Año 2006
Su orientación ideológica: Sindicalismo clasista
“La lucha no es puramente reivindicativa, como clase trabajadora tenemos
objetivos históricos: luchar por una nueva sociedad. Sin explotadores y
explotados. Eso es el Socialismo: Reconoce la lucha de clase como la Ley
del Desarrollo. Esto en contradicción con el capitalismo”.
Fuente. Estatuto. 2003
Gráfico 4. Estructura Orgánica Central – CGTP. Año 2011. Fuente.
Documento de Planificación Estratégica. 2006
91
Gráfico 5. Estructura Orgánica Nacional – CGTP. Año 2011. Fuente.
Documento de Planificación Estratégica. 2006
El XII congreso destaca por la presencia de un mayor número de delegadas
mujeres.
Mérito
que
corresponde
al
trabajo
realizado
por
Susan
Portocarrero, quien contó con los recursos para asegurar los gastos de las
mujeres delegadas, quienes previamente debían estar acreditadas. Lo que
demuestra que esta participación no se hubiera dado si no hubiera contado
92
con ellos. Lo que refleja que la CGTP no promovía una política institucional
para asegurar la participación de las mujeres, como si lo hacía con los
delegados hombres al proveerles de lo necesario para que pudieran asistir.
Pese al significativo incremento de la participación de mujeres en el XII
Congreso Nacional de la CGTP, su participación quedó expresada solo en el
18 % y 23 %. De ahí que la moción sobre la Cuota de Género, no fuera
discutida, así lo refieren las propias mujeres.
El periodo de Mario Huamán se distingue porque comparte funciones dentro
del secretariado ejecutivo, con Carmela Sifuentes Inostroza, presidenta de la
CGTP. Gloria Pérez es elegida responsable del trabajo con la mujer. Cabe
señalar que la elección de Sifuentes fue difundida solo por un medio de
prensa escrito de Lima, a diferencia de la divulgación que tuvo la elección de
Mario Huamán como secretario general, pese a la diferencia sustantiva entre
la presidencia como máximo cargo político y una secretaria general que
expresa la labor ejecutiva de la central.
Otro hecho importante es que de un total de 45 miembros, el XII Congreso
elige siete mujeres en el consejo ejecutivo nacional.
Cuadro 11. Periodo 2006 – 2010
MUJERES EN EL CONSEJO EJECUTIVO NACIONAL. 2006 – 2010
Presidencia
Carmela Sifuentes Inostroza
Secretaria de la Mujer
Gloria Pérez Saavedra
Secretaria de la Mujer
Herminia Cumapa
Secretaria de Educación
Shua Godoy Falcón
Secretaria de MYPES
Elsa Baldeón Astuhuaman
Secretaria de Economía (alterna)
Julia Falconí
Secretaria de Asunto Agrarios
Cristina Hernández Muchaypiña
Fuente. Actas. Archivo CGTP. 2006
93
Pese a esta victoria, la mayoría de las mujeres elegidas no lograron ejercer
sus cargos por distintos motivos: Cristina Hernández se encontraba en el
interior del país, Julia Falconí no contaba con licencia sindical y Shua Godoy
terminó ausentándose por razones políticas. Sólo tres dirigentas culminaron
su periodo: Carmela Sifuentes como presidenta, Gloria Pérez como
secretaria de la mujer y Elsa Baldeón, como secretaria nacional de las
MYPES, función que luego fuera transferida al departamento de educación y
cultura.
El XII congreso crea también el consejo de vigilancia, encargado de fiscalizar
las acciones del consejo directivo nacional. Organismo conformado por seis
miembros, de los cuales tres eran mujeres. Eduardo Castillo, presidente del
comité, falleció, declarándose la vacancia en el cargo. La presidencia
interina fue ocupada por Elena Mendoza, titular de la comisión de garantías
sindicales.
Este
comité
no
tuvo
funcionamiento
activo
y
menos
transcendencia para el accionar de la CGTP, sin embargo, estas fueron las
mujeres que lo integraron:
• Titular comisión de garantías sindicales (Posteriormente presidenta
interina): Elena Mendoza.
• Titular de comisión de control administrativo y financiero: Josefina
Gabriel R.
• Suplente comisión de control administrativo y financiero: Guadalupe
Trujillo T.
Durante el periodo 2006 – 2010, Gloria Pérez Saavedra71, secretaria del
departamento de la mujer trabajadora, ejerce el liderazgo para la
institucionalización del enfoque de género en la CGTP. Dirigido a promover
una reforma estatutaria para conseguir la aprobación de la cuota mínima del
30 % de participación de las mujeres al interior de los órganos y espacios de
discusión y dirección de la CGTP, entre otras estrategias y acciones
71
Dirigenta sindical del sector educación. Durante su periodo se sentaron las bases para promover de
mayor y mejor forma los derechos de la mujer trabajadora.
94
afirmativas72. Los contenidos de la propuesta fueron: poder, representación,
representatividad, capacitación y relaciones interpersonales.
Pérez Saavedra argumentaba: “Esta propuesta constituye un hecho histórico
en la CGTP, su aprobación fijaría un antes y después en relación a la
participación de las mujeres en el movimiento sindical de Mariátegui”. (G.
Pérez, comunicación personal, 10 de marzo de 2011). Planteamiento que
consiguió que por primera vez se hablara sobre la importancia de la
Estrategia de Transversalización del Enfoque de Género en la CGTP.73
Es necesario anotar que cuando asume el cargo Gloria Pérez, el proyecto
apoyado por la Cooperación Belga, iniciado por Susan Portocarrero, ya se
venía ejecutando.
En diciembre de 2006, a un mes de haber asumido su responsabilidad,
Gloria Pérez realiza con el apoyo de organizaciones no gubernamentales, el
II Taller de Planificación Estratégica y Operativa del departamento, en el que
participan mujeres de diferentes sectores que habían integrado las
comisiones de trabajo en la gestión de Portocarrero.
La dinámica de trabajo de Gloria Pérez fue muy activa. Se terminó de
elaborar el plan de trabajo, con propuestas para que las organizaciones no
gubernamentales, dentro de ellas la OIT, apoyara con recursos al
departamento, en el entendido de que no existía presupuesto destinado para
la mujer desde la CGTP.
Entre los años 2006 y 2008, se realizaron numerosas actividades internas y
externas, dos ellas sumamente trascendentes: 1) El apoyo y aporte a las
discusiones para la construcción del texto de la Ley de Igualdad de
Oportunidades entre Mujeres y Hombres – LIO 28983, que fuera promulgada
72
Es una medida temporal, con el objetivo de promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y
hombres, en este caso en la organización sindical.
73
Promover la igualdad de oportunidades de manera transversal en toda la organización sindical.
95
el 15 de marzo de 2007, y 2) El fortalecimiento de sus vínculos con el
movimiento feminista y académico.
En marzo de 2008, en el marco de la conmemoración del Día Internacional
de la Mujer, el departamento presentó su Propuesta de Transversalización
del Enfoque de Género, que logra el apoyo de Mario Huamán, secretario
general de la CGTP.
El departamento amplía su convocatoria. Realiza talleres de planificación y
otras acciones a través de alianzas. Se trabajan documentos y propuestas
como la Agenda Laboral de las Mujeres Trabajadoras así como otras
referidas al trabajo, la negociación colectiva y el enfoque de género. Se
establecen estrategias para promover una mayor afiliación de mujeres y
otras específicas para las que trabajan en la agricultura, el hogar, las
empresas del agua y para las trabajadoras mineras74. Todas estas acciones
fueron posibles mediante proyectos con la cooperación internacional.
Pese a estos logros, en agosto de 2010 se hace visible la necesidad de
fortalecer las comisiones de trabajo del departamento, con cuyo fin se
organiza el II Encuentro Nacional de Mujeres los días 27 y 28 de agosto de
2010, en el que se reconstituyen las cuatro comisiones donde participaban
18 mujeres.
En paralelo, se perfecciona el Manual de Organización y
Funciones.
Entre el equipo dirigencial y técnico del departamento, se elabora la primera
propuesta de cooperación con las Comisiones Obreras de Andalucía dirigido
a fortalecer a las mujeres de las macro regiones. Este proyecto fue
ejecutado entre marzo de 2011 y febrero de 2013. Gracias a él se pudo
realizar un trabajo previo al XIII Congreso Nacional de la CGTP, que vio sus
frutos en la propuesta de la cuota mínima de participación del 30 % de
74
Se incluyeron las propuestas de género en las organizaciones: Federación Regional de Trabajadores
de Ica - FERTI, Sindicato de Trabajadores del Hogar – SINTTRAHOL, Federación Nacional de
Trabajadores del Agua Potable y Alcantarillado del Perú – FENTAP, Federación Nacional de
Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú - FNTMMSP.
96
mujeres en las instancias de dirección y organización de la CGTP, que
incluía el uso y la aplicabilidad del lenguaje inclusivo.
Otro hecho significativo fue que la revista Mujer cambia su nombre a
Desafíos, siendo impreso su 1er. número en el 2008 gracias al premio
obtenido por el Concurso de Buenas Prácticas Sindicales en Género. Entre
los años 2009 y 2011 la revista no tuvo publicaciones. Su tercer número sale
a la luz recién en el año 2011.
Para Gloria Pérez: “Los logros que se señalan corresponden en primer lugar
a las mujeres, sin embargo estos no hubieran sido posibles sin la voluntad
política de los dirigentes varones”. (G. Pérez, comunicación personal, 10 de
marzo de 2011).
En la medida que la serie de acciones realizadas por el departamento de la
mujer, se corresponden con la gestión a cargo de Mario Huamán, secretario
general, resumimos su período de la siguiente manera:
97
ESQUEMA POR PERÍODOS ANALIZADOS
Flexibilidad laboral – nuevos regímenes
laborales – despidos.
Reforma constitucional – rol del Estado.
Más mujeres en sectores precarios.
Voluntad Política
Confederación
General de
Trabajadores del
Perú (CGTP)
Sectores
Mixtos
Sectores
Hombres
Sectores
Mujeres
Federaciones
Sindicatos
Tema de género
vinculado al tema
político y sindical.
Alianzas
sindicales,
movimiento
feminista,
academia.
Departamento de
la Mujer
Trabajadora
XII
Congreso
Nacional
de la CGTP
noviembre
2011
Equipo de trabajo,
comisiones.
II Taller
Planificación
I CN de Género
I Encuentro
Nacional
I Propuesta Política
de Género
Agenda Laboral
NNCC con Enfoque
de Género
Escuela Sindical
2 Responsables
Comisiones de
Trabajo
Moción reforma
de estatutos,
Cuota de
Género.
Mociones: NCC,
Lenguaje
Inclusivo.
Gráfico 5. Esquema período Mario Huamán Rivera 2006-2011. Fuente.
Elaboración propia.
98
CAPITULO VI: LAS MUJERES Y SU LIDERAZGO EN LA
ORGANIZACIÓN
6.1.
Acceso y ejercicio del poder de las mujeres trabajadoras
En la medida que la participación de la mujer pone en juego cuestiones
relativas al poder establecido, lleva implícita una redistribución del poder y la
inclusión, por lo que es necesario se promuevan servicios estatales que
faciliten la incorporación de la mujer en la actividad productiva y en otras
esferas del espacio público.
Es cierto que se ha avanzado con algunas reformas legislativas como las
licencias por paternidad75, y recientemente los lactarios en el sector público y
privado76. Pero aún no se han logrado restituir los Centros de Cuidado
Infantil (salas-cuna) eliminados en el año 1992. Tampoco se ha logrado que
las mujeres compartan las labores de la casa con la pareja o la familia,
hechos que las alejan de la organización sindical.
Existen sectores como la agroindustria, confecciones y el trabajo doméstico,
donde la presencia de la mujer es significativa, pero en los que laboran en
75
Ley No 29409. Ley que concede el derecho de licencia por paternidad a los trabajadores de la
actividad pública y privada. Publicada en el diario El Peruano el 19.09.2009.
76
Ley Nro. 29896. Ley que establece la implementación de lactarios en las Instituciones del Sector
Público y del Sector Privado promoviendo la Lactancia Materna". Publicada en el diario El Peruano
el 07 de julio de 2012. Establece noventa días hábiles y obliga a implementar “lactarios” en toda
institución pública o privada, en las que laboren 20 o más mujeres en edad fértil, con las
características establecidas en el Decreto Supremo 009-2006 – MIMDES y sus normas
complementarias.
99
condiciones muy precarias, como lo hemos mencionado anteriormente. A
esta situación se agregan trabas culturales y políticas que impiden su
representación y acceso al mundo público en términos de igualdad, porque
no tienen las oportunidades que sí disponen los hombres.
La concepción del sistema basado en el sexo-género permea a la sociedad,
acentúa un machismo que se reproduce en las familias, escuelas, las
relaciones políticas y en el mismo centro de trabajo. La jefatura de los
hogares, es reconocida, por ejemplo, naturalmente a los hombres, mientras
que a las mujeres se les confiere el rol cuando son madres solteras.
Por estas y otras razones la participación sindical de la mujer sigue siendo
muy escasa, en porcentajes que van del 20 % – 30 % del total de
sindicalizados. Estas estadísticas son menores cuando hablamos de
dirigentas sindicales que ocupan cargos de dirección nacional.
La gestión de Gloria Pérez, cuyo fin era lograr la conquista de la
transversalización e institucionalización del enfoque de género al interior de
la CGTP, saltó se enfocó en la aplicación de un plan de igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres. Logrando que el secretario general
Mario Huamán, lo hiciera suyo: “La dirigencia actual considera que la CGTP
está iniciando una nueva época en relación al tema; una etapa de cambio y
de apuesta por incorporar a más mujeres en la organización, esa es la
opinión de los hombres y de las mujeres”. (M. Huamán, comunicación
personal, 22 de noviembre de 2011).
El 27 y 28 de noviembre de 2008 se lleva a cabo la I Conferencia Nacional
sobre Género en la CGTP, donde participan mujeres y hombres de 16
regiones, además de sindicatos y federaciones bases de la CGTP. En esta
conferencia se acuerda que la CGTP debería adoptar políticas y medidas
como la reforma estatutaria, reglamentos y lineamientos que deberían ser
aplicados en todas y cada una de sus bases territoriales y sectoriales.
100
El departamento implementó otras iniciativas como la negociación colectiva
con enfoque de género, la afiliación sindical con énfasis en las mujeres
trabajadoras, las de capacitación focalizada y mixta sobre género y otros
aspectos más, que siguieron abriendo puertas a un mayor y mejor acceso y
ejercicio del poder de las mujeres al interior de la CGTP. Se fortalecieron las
comisiones de trabajo77. Se elaboró la Agenda Laboral de las Mujeres
Trabajadoras78 con las demandas de las trabajadoras y de otras mujeres del
movimiento social.
Al término del periodo analizado79 la CGTP contaba con dos documentos
aprobados sobre el mismo tema: la Plataforma de Género y la Agenda de
Género. A la fecha los esfuerzos están dirigidos a lograr que estos
documentos se conviertan en uno solo y que las demandas contenidas en la
Agenda de las Mujeres y la Plataforma se incluyan como documentos
formales y reales de la organización.
Apuntando en esta dirección, mencionamos que existen tres modelos y
procedimientos útiles para que el movimiento sindical incorpore la
perspectiva de género. Estos ejemplos son una base para que cada
sindicato y organización sindical defina su modelo a seguir, teniendo en
cuenta las características propias a su organización80.
77
Fueron cuatro. Estuvieron integradas por mujeres trabajadoras de diferentes organizaciones
sindicales.
78
Documento histórico que reúne las principales demandas sobre acciones y políticas públicas de las
mujeres trabajadoras antes las diferentes instancias de gobierno. Agenda Laboral de las Mujeres
Trabajadoras: CGTP mayo 2012.
79
Hechos acontecidos en el periodo comprendido entre 2006 – 2010. Y durante el primer año de la
gestión de Mario Huamán Rivera.
80
Bastidas Aliaga, María. (2001). La participación laboral y sindical de las mujeres en el Perú
durante los noventa. Lima. Editado por OIT/ACTRAV/ Oficina Regional para las Américas. 204 pp.
101
Cuadro 12. Modelos para incorporar la Perspectiva de Género. 2011
Modelo Transversal
Modelo Focalizado
Para aplicar este modelo no es
necesario contar con un órgano
definido que desarrolle acciones
a favor de las mujeres o
incorpore la perspectiva de
género en la organización
sindical.
Este modelo plantea la necesidad de contar con una
instancia que desarrolle acciones a favor de las
mujeres trabajadoras. Su ventaja es la claridad y el
fácil manejo para su implementación. No conlleva
dificultades.
Plantea la necesidad de integrar
el enfoque de género como un
eje transversal en toda la
estructura sindical y en la práctica
cotidiana de las distintas áreas
del trabajo sindical a fin de no
aislar el tema.
En los sindicatos esta instancia podría estar ubicada a
nivel de la Secretaría de la Mujer. Desde este espacio
se pueden desarrollar acciones de capacitación,
sensibilización y asesoría a las mujeres trabajadoras,
activistas sindicales y dirigentas, con la finalidad de
proporcionarles herramientas prácticas para fortalecer
sus niveles de participación en la organización sindical
en los espacios de decisión.
Es un modelo complejo y para su
implementación se requiere tener
una clara voluntad política y
mucha claridad para introducir
esta perspectiva en el sindicato.
La posibilidad de poner en
práctica este modelo tiene
restricciones y se corre el
riesgo de que el enfoque de
género, por estar en todas
partes y en ninguna parte a la
vez, no sea incorporado y
nadie se responsabilice de su
cumplimiento.
Modelo Mixto
El modelo combina entre el transversal y
el
focalizado,
planteando
la
institucionalización de un órgano
catalizador
para
garantizar
la
incorporación del enfoque de género en la
organización sindical.
Además se pone énfasis en que el órgano
catalizador también tenga la capacidad de
potenciar a otras áreas.
Una de sus mayores ventajas es que
mantiene el objetivo de influir en el
Conjunto pero se agencia de un ente para
llevar adelante dicha finalidad. Quizá
podría ser la más recomendable para el
caso sindical. 81
A esto podemos agregar que en la CGTP,
existe una instancia o estructura
encargada del trabajo con mujeres
trabajadoras, dirigentas y afiladas, este es
el ahora Departamento de la Mujer
Trabajadora, que de acuerdo a la
propuesta
podría
denominarse
Departamento de Género e Igualdad de
Oportunidades.
Fuente. Elaboración propia
De acuerdo a lo que venimos analizando, podemos concluir que en la CGTP
se viene aplicando el modelo mixto.
Es útil que recordemos que cuando se presenta el Programa para la
Institucionalización del Enfoque de Género (8 de marzo de 2008), se
aspiraba que la aplicación del modelo transversal conduciría a la no
existencia de una estructura específica para el trabajo con mujeres, porque
81
López, I. Cirujano, P. Olmo, A. Sevilla, B. Sánchez, R. (2007). Género y políticas de cohesión
social, conceptos y experiencias de transversalización. Lima. AECI – Fundación Paz y Solidaridad,
PLADES.
102
las políticas de género e igualdad de oportunidades estarían operando en
todos los órganos de la central. 82
Si bien la valoración del trabajo sindical de la mujer ha mejorado, es
innegable que todavía subsisten prácticas discriminatorias de parte de
algunos dirigentes hombres y de algunos afiliados y afiliadas, lo que dificulta
su participación en las esferas de poder de la CGTP como son el consejo
ejecutivo nacional, secretariado ejecutivo, asamblea y congreso nacional.
Pese a lo conseguido, la Plataforma y/o Agenda Laboral de las Mujeres
Trabajadoras elaboradas por el departamento de la mujer, son mencionados
todavía en fechas emblemáticas, requiriéndose que sean incluidos en todo
evento o instancia donde la dirigencia nacional actúe al interior, publique,
promueva y negocie ante las autoridades.
Corresponde resaltar que la experiencia más alta de negociación de las
mujeres trabajadoras con el Estado se da en el año 2009 con la constitución
de las Mesas de Diálogo dirigidas por el gabinete de Jehude Simon, durante
el gobierno de García Pérez. Una conquista fue que el Ministerio de la Mujer
y Desarrollo Social (MIMDES) publicara una resolución reconociendo las
demandas de las mujeres trabajadoras. Y otro logro, la constitución de la
Mesa de Diálogo de Género y Trabajo, proceso que se detuvo con el cambio
de gobierno y sobre el que no se ha hecho ningún esfuerzo por reactivar.
El ejercicio del poder de las mujeres trabajadoras, es limitado, pues la
dirigencia sigue siendo un espacio de hombres y para hombres. En la CGTP,
siete mujeres ocupan cargos dentro consejo nacional83 de un total de 45
integrantes. El departamento de la mujer es el único cargo asignado a las
mujeres. En otras áreas, las mujeres son elegidas responsables segundas o
alternas.
82
Discurso de la Secretaria de la Mujer de la CGTP, Asamblea Nacional, marzo de 2008.
El Consejo Nacional es el órgano ejecutivo de más alto nivel de la CGTP y constituye su junta
directiva.
83
103
6.2.
Participación de las mujeres en los espacios orgánicos
El porcentaje en promedio de las mujeres afiliadas a la CGTP es del 25 % y
35 %. En contraste con su presencia del 70 % en sectores como salud,
educación, confecciones, comercio y agroindustria.
La CGTP está compuesta por 25 CGTP regionales84 y 14 sectoriales85, tal
como lo establece el estatuto vigente. A nivel nacional está conformada por
un secretaría general y una adjunta, la presidencia y dos vice presidencias y
por los departamentos sindicales que conforman la parte ejecutiva, cuyos
dirigentes/as son elegidos/as en el congreso nacional, siendo designados en
cargos específicos por el consejo ejecutivo nacional.
La elección de Carmela Sifuentes como presidenta de la CGTP continúa
siendo el hito más importante de la historia del sindicalismo femenino. Pues
ocurre después de 40 años de la reconstitución de la CGTP y casi a 90 años
de su fundación.
En esta misma ruta de liderazgos exitosos, sobresale la lucha de los y las
trabajadoras de la Federación Departamental de Trabajadores del Cusco
(FDTC), liderados por Martha Quispe, del sector municipal, quien por su
destacada labor al frente de la federación, es interlocutora ante las
autoridades de la región, muy apreciada por la población cusqueña.
En Apurímac, al frente de la CGTP tenemos a Evelyn Cavero, del gremio de
la FENTASE del sector educación. Existen otras mujeres que ocupan los
cargos de secretarias generales en Tacna y Callao y también en otras
organizaciones sectoriales.
84
85
Artículo 20 – Estatuto CGTP.
Artículo 23 – Estatuto CGTP.
104
Cuadro 13. Consejo Directivo Nacional. 2006 – 2010
MUJERES EN EL CONSEJO EJECUTIVO NACIONAL: 2006 – 2010
Presidencia
Secretaria de la Mujer
Secretaria de la Mujer
Secretaria de Educación
Secretaria de MYPES
Secretaria de Economía (alterna)
Secretaria de Asunto Agrarios
Carmela Sifuentes Inostroza
Gloria Pérez Saavedra
Herminia Cumapa
Shua Godoy Falcón
Elsa Baldeón Astuhuaman
Julia Falconí
Cristina Hernández Muchaypiña
Fuente: Elaboración propia
A continuación, presentamos un resumen de los principales cargos y/o
instancias de la CGTP como la presidencia, consejo nacional, departamento
de la mujer, donde se visibiliza la presencia de las mujeres:
a) La Presidencia
De acuerdo a los estatutos de la CGTP, artículo No 41, el presidente
comparte la más alta representatividad política e institucional con el
secretario general.
Sus facultades y competencias son:
• Comparte la representación política de la CGTP
• Propone planes de desarrollo institucional y planes de acción sindical
• Vigila el normal funcionamiento institucional
• Ejerce, conjuntamente con el secretario general, las relaciones con las
instituciones sociales, de empleadores y del estado en sus más altos
niveles de autoridad
• Asiste o delega representatividad a un vicepresidente en los actos e
invitaciones que en forma expresa le sean cursados.
105
En relación a la figura de la presidencia, en el Cuadro No. 14 se detalla el
listado de presidentes/as que ha tenido la CGTP en los últimos 40 años:
Cuadro 14. Presidencias CGTP. 1971 – 2006
PERIODO
1971 – 1974
1974 – 1976
1976 – 1978
1978 – 1980
1981 – 1983
1983 – 1987
1987 – 1990
1992 – 1995
1995 – 2001
2001- 2006
2006 –2011
NOMBRE – PRESIDENTE/A
Presidente Isidoro Gamarra
Presidente Isidoro Gamarra
Presidente Isidoro Gamarra
Presidente Isidoro Gamarra
Presidente Isidoro Gamarra
Presidente Isidoro Gamarra
Presidente Isidoro Gamarra
Presidente Valentín Pacho Quispe
Presidente José Luis Risco
Presidente Mario Huamán
Presidenta Carmela Sifuentes Inostroza
1era presidenta mujer, en toda la historia
de La CGTP
Fuente: Elaboración propia
Como se aprecia en el Cuadro 14, nunca hubo una mujer en el cargo de
mayor jerarquía dentro de la CGTP. Si bien es cierto la figura de Carmela
Sifuentes no es muy conocida, el hecho que haya sido elegida como
presidenta, significa un cambio en la vieja e histórica estructura sindical,
pues la presidencia es el cargo de mayor representación política.
Carmela Sifuentes, ingeniera agrónoma, ex secretaria general de la CGTP
de Cajamarca, empezó como dirigenta estudiantil: “Fue por 1978, desde la
universidad, reclamando por nuestros derechos, cuando veíamos que los
gobiernos nos arremetían y nos querían arrebatar lo que habíamos ganado
como estudiantes. Luego por los años 1984, en el instituto superior
tecnológico donde trabajaba, me eligieron dirigente. Después asumí la
secretaría regional de Cajamarca del Sindicato de Docentes de Educación
Superior (SIDESP), posteriormente fui la secretaria nacional de economía,
106
juventudes y mujer. En la CGTP de Cajamarca me eligieron como secretaria
de organización y luego secretaria general. Posteriormente asumí el de
secretaria técnica del Frente de Defensa del Agua y los Recursos Naturales
de Cajamarca. De esta forma llegué al XII congreso donde fui elegida
presidenta de la CGTP”. (C. Sifuentes, comunicación personal, 10 de marzo
de 2011).
La investigación relata los hechos ocurridos hasta noviembre de 2011. Sin
embargo, es importante resaltar que Carmela Sifuentes ha sido reelegida
como presidenta de la CGTP para el período 2011 y el 2014.
En la entrevista realizada a Carmela Sifuentes, ella expresa que nunca
imaginó ser elegida presidenta de la CGTP: “Hasta ahora no lo puedo creer.
Pero cuando veo que mi elección tiene que ver con la presencia de la mujer
en la CGTP, siento que estoy contribuyendo a abrir un camino para que las
mujeres participen. Eso hace que me sienta muy motivada. Personalmente,
me siento abrumada, pues estoy a cargo de una responsabilidad que
tuvieron Isidoro Gamarra y Mario Huamán. Es un paso a favor que la mujer
asuma una responsabilidad muy grande, no fácil, implica un sacrificio
personal, familiar”. (C. Sifuentes, comunicación personal, 10 de marzo de
2011).
La sorpresa de Carmela por su elección como presidenta de la CGTP nos
lleva a algunas interrogantes: ¿Cómo se deciden los cargos en la alta
dirección de la CGTP?, son por ¿trayectoria sindical?, por ¿influencia
partidaria? ¿Por representación sectorial? ¿Por trabajo real y efectivo en la
base sindical?
Sin duda la elección de Sifuentes es una motivación para que más mujeres
trabajadoras participen, pese a las dificultades aún confrontan. La presencia
de Carmela Sifuentes como presidenta de la central sindical más importante
del país, pone a la luz la voluntad política del movimiento sindical para
fortalecer la participación sindical y política de las mujeres.
107
Corresponde que resaltemos que el discurso de Carmela Sifuentes se ha
enriquecido, pasando del reclamo de los derechos laborales, de corte
básicamente remunerativo, a demandas que incluyen las de su propio
género. No hay duda que la presencia de una mujer en el más alto cargo
político de la CGTP, es uno de los pilares para la promoción y afirmación de
la igualdad de género en el movimiento sindical.
Las facilidades que le brinda la central a Carmela Sifuentes para su trabajo,
corresponden al cargo que detenta. Ella obtuvo su licencia sindical por
gestiones del gobierno regional de Cajamarca, de ahí que pudiera asumir la
representación de los y las trabajadoras en el directorio de ESSALUD.
Actualmente vive en lima.
Al preguntarle por cómo son los vínculos de una mujer cuando es dirigente,
Carmela Sifuentes establece una comparación entre la relación que tuvo con
los dirigentes de su sindicato y los que tiene con los dirigentes de la CGTP:
“En mi sindicato, producto tantos años trabajando juntos, teníamos una
relación muy fraterna. Compartíamos la misma profesión, el mismo ideal,
éramos como hermanos, nos teníamos mucha tanta confianza. En la CGTP,
aún nos estamos conociendo, hay respeto y pero también resistencia, es
parte de un proceso, lo entiendo, pero no lo justifico”. (C. Sifuentes,
comunicación personal, 10 de marzo de 2011).
En la CGTP, los propias mujeres consideran que persisten paradigmas
sobre los roles que las mujeres dirigentas sindicales debieran cumplir dentro
de la organización, dando cuenta que perciben rasgos de machismo.
Sobre el apoyo que reciben las mujeres para la realización de sus
actividades como dirigentas, Sifuentes considera que hay poco interés, que
hay muchos celos, que aún no se da mucha prioridad a los derechos
específicos de las mujeres, que todavía hay estereotipos que son estigmas
que hay que superar. Para Carmela Sifuentes, la CGTP es parte de su vida,
la central de la que siempre escuchó, en la que nunca pensó ocupar el cargo
más alto. Dice también que no hubiera podido desarrollar su labor sindical
108
sin el apoyo de su familia, “el sacrificio no es para mí, es para ellos, para mi
familia”. (C. Sifuentes, comunicación personal, 10 de marzo de 2011).
b) Consejo Nacional
De acuerdo al art. 34 de los estatutos, está compuesto por un presidente/a,
dos vicepresidentes/as, un secretario general, un secretario general adjunto
y 40 miembros/as. Todos son elegidos/as entre los delegados/as plenos
acreditados al congreso. El periodo de mandato de los miembros/as del
consejo nacional será el que dure entre un congreso nacional ordinario y el
siguiente. El consejo nacional es uno de los órganos de dirección,
coordinación y representación de la CGTP.
El Consejo Nacional 1995 – 2006
Corresponde al primer y segundo periodo de Juan José Gorriti, integrado por
dos mujeres que fueron reelectas para el siguiente periodo: Elsa Baca y
Susan Portocarrero.
En el primer periodo de 1995 – 2001 y en el segundo comprendido entre
2001 y 2006, la secretaría de la mujer y defensa del niño trabajador,86 y la
secretaria de actas y archivos estuvieron a cargo de Susan Portocarrero,
Julia Falconí y Erika Ballón, la primera, de la FENTUP y las otras dos de la
FENTAP.
El Consejo Nacional 2006 -2010
Es elegido en el XII Congreso Nacional de la CGTP, donde las mujeres
logran una mayor presencia y articulan su participación, tomando acuerdos
para defender y asegurar su inclusión en las instancias de dirección,
independientemente de los sectores de los que provenían, constituyéndose
86
El nombre de Secretaría de la mujer y defensa del niño trabajador fue cambiado por Departamento
de la Mujer Trabajadora en el congreso de noviembre de 2006.
109
en un solo bloque de mujeres.87 Este consejo lo llegan a integrar seis
mujeres de un total de 45 miembros. El consejo de vigilancia, de un total de
seis dirigentes, tres eran mujeres.
Cuadro 15. Mujeres en el Consejo de Vigilancia de la CGTP. 2006
CARGO
NOMBRE
Titular de comisión de garantías sindicales
Elena Mendoza L.
Titular de comisión de control administrativo y
financiero
Josefina Gabriel R.
Suplente comisión de control administrativo
y financiero
Guadalupe Trujillo T.
Fuente. Elaboración propia
La mayoría de mujeres elegidas no pudieron ejercer sus cargos por razones
personales o familiares o porque no contaban con licencia sindical, una de
las trabas que crea vacios en la representación y que es utilizada como
argumento para no promover la participación de la mujer.
c) Secretaría y/o Departamento de la Mujer
La estructura del trabajo de la mujer, ha ido evolucionando a través del
tiempo y las necesidades. Presentamos un ordenamiento y una secuencia
de lo que esto significó para las mujeres y para la propia CGTP.
87
XII Congreso Nacional Ordinario de la CGTP. Del 22 al 25 de noviembre de 2006. Lima- Perú.
110
• La creación de la Secretaría de Asuntos Femeninos
Luego de la etapa de debilitamiento del movimiento sindical en nuestro país,
la CGTP logra reconstituirse en mayo de 1968. Es allí donde aparece la la
secretaría de asuntos femeninos, en cuyo cargo es elegido Oswaldo
Delgado. De acuerdo a la información recibida, este evento elige a un
hombre porque las mujeres no estaban incluidas en las listas para ocupar
cargos en el consejo directivo.
• El paso de la Secretaría de Asuntos Femeninos a la Secretaría de
la Mujer y Defensa del Niño Trabajador.
La creación de la secretaria de asuntos femeninos data de la década de los
años 60. En el X Congreso Nacional Ordinario de la CGTP (1995) ésta
secretaría es denominada de integración de la mujer y defensa del niño
trabajador, para la que se designa a una dirigente suplente, porque la titular
vivía en Trujillo y no tenía licencia sindical. La responsabilidad recae en
Susan Portocarrero del sector de empleados universitarios, quien se hace
cargo de ella por dos periodos consecutivos, diseñándose durante su gestión
el modelo de lo que sería luego el departamento de la mujer que se
aprobaría en el 2003.
• El paso de la Secretaría de la Mujer y Defensa del Niño
Trabajador al Departamento Nacional de la Mujer Trabajadora.
El Congreso Nacional Estatutario de la CGTP de noviembre de 2003,
acuerda su reestructuración orgánica para hacer más ágil la estructura
sindical de modo de facilitar la participación de los integrantes del consejo,
que cumplían cargos en la dirección en un departamento sindical, creándose
las herramientas de apoyo que necesitaban para cumplir con su labor.
De esta forma las secretarías se convierten en departamentos y éstos
establecen comisiones de trabajo, todo lo cual contribuye al mejoramiento de
111
las condiciones de trabajo, pero también al fortalecimiento del colectivo y la
formación de nuevos liderazgos en su interior.
• El
paso
del
Departamento
de
la
Mujer
Trabajadora
al
Departamento de Género e Igualdad de Oportunidades
El XII Congreso Nacional Ordinario de la CGTP de noviembre del 2006, elige
una nueva junta directiva hasta el año 2010, período que se prorroga por
una año más, hasta noviembre del 2011, donde Carmela Sifuentes Inostroza
es elegida como presidenta de la CGTP.
Gloria Pérez explica que el departamento de la mujer cuenta con dos
dirigentas responsables: una para Lima, a cargo de ella, y otra en Trujillo
donde la responsable es Herminia Cumapa. Informa que el área dispone de
un equipo técnico que apoya en temas específicos y que proyecta
coordinaciones
y
alianzas
con
mujeres
de
organizaciones
no
gubernamentales y con el Estado. (G. Pérez, comunicación personal, 10 de
marzo de 2011).
Si bien son ostensibles las mejoras de las condiciones de trabajo y las de
implementación del departamento, la propuesta de institucionalización del
enfoque de género en la CGTP considera que el departamento debería ser
llamado Departamento de Género e Igualdad de Oportunidades, entendido
como el espacio de hombres y mujeres que apuestan por transformar las
políticas de género dentro de la central.
6.3.
Participación de las mujeres trabajadoras en otros espacios
sindicales
La gestión de Gloria Pérez es meritorio por su aporte al proceso aglutinador
y propositivo para lograr el anteproyecto y luego la aprobación de la Ley de
112
Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres. Proceso que comenzó
en febrero del 2007, que fuera promovido por la comisión de mujeres del
Congreso de la República bajo la presidencia de Rosa María Venegas.
Recordamos que el proyecto consensuó cinco iniciativas legislativas.
Aprobándose con restricciones en lo referido a la cuota de género en las
instancias políticas y sindicales y a los derechos de las personas
homosexuales.
La Ley No. 28983 de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres,
fue promulgada el 15 de marzo de 2007.
El artículo 6, literales f, g y h de la Ley 28983, contiene lo siguiente:
f) Garantizar el derecho a un trabajo productivo, ejercido en condiciones
de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana, incorporando
medidas dirigidas a evitar cualquier tipo de discriminación laboral,
entre mujeres y hombres, en el acceso al empleo, en la formación,
promoción y condiciones de trabajo, y en una idéntica remuneración
por trabajo de igual valor. Se incluye entre los derechos laborales la
protección frente al hostigamiento sexual y la armonización de las
responsabilidades familiares y laborales.
g) Promover la formalización de las trabajadoras y los trabajadores de la
economía informal en las zonas urbanas y rurales.
h) Garantizar un trato no discriminatorio a las trabajadoras del hogar.
Durante la gestión de Pérez, el departamento acrecentó su alianza con el
movimiento feminista representado por las ONGs: Flora Tristán, CEDAL y
Aurora Vivar, con quienes realizó acciones que le permitieron establecer
vínculos con otros sectores de mujeres trabajadoras.
Como sabemos, la ONG Flora Tristán es una organización que apuesta por
la defensa de los derechos humanos de las mujeres, principalmente los
civiles y políticos que abordan los derechos laborales. CEDAL cuenta con
amplia experiencia en lo laboral. Contribuyó con la implementación de los
113
talleres de planificación, reforzando vínculos con las mujeres campesinas.
Aurora Vivar, aportó al trabajo de incidencia con mujeres trabajadoras del
campo, brindando su soporte logístico y organizativo.
Otro factor importante fue la presencia del Instituto de Estudios Sindicales
(IESI), órgano técnico de la CGTP. Con el que se trazaron alianzas políticas
con ONGs y organizaciones sindicales de países europeos, como FOS, LO,
FNV, y CCOO de España88; quienes apoyaron la realización de los
siguientes proyectos:
-
Proyecto: Formación, renovación y fortalecimiento sindical en el Perú
para la defensa de los Derechos Laborales
-
Programa Trabajo Digno – FOS Bélgica
-
Proyecto: Incorporación de las políticas de Transversalización del
Enfoque de Género en la CGTP – Comisiones Obreras de Andalucía
Estos proyectos potenciaron el trabajo en diferentes sectores y áreas,
especialmente donde predominaba el trabajo de la mujer. El componente
relacionado al departamento de la mujer fue contribuir al fortalecimiento de
este trabajo, en áreas priorizadas como Lima, Callao, Arequipa y Cajamarca.
88
FOS, siglas en Nerlandés – Cooperación Belga; LO Noruega – Organización Sindical Noruega;
FNV – Organización Sindical Holandesa; CCOO – Comisiones Obreras – Organización Sindical
Española.
114
Cuadro 16. Proyecto: Formación, renovación y fortalecimiento sindical
en el Perú para la defensa de los Derechos Laborales. 2005
Objetivo
General
Objetivos específicos
Contribuir al
fortalecimien
to de la
estructura de
la CGTP en
su rol de
defensa de
los derechos
laborales
para un
Trabajo
Digno.
Al final de 2007 la
Agenda de las
Mujeres
Trabajadoras de
la CGTP debería
estar incorporada
en las distintas
estructuras y
espacios de
diálogo social de
la CGTP.
Fuente. Elaboración propia
Resultados
Conseguir tres
propuestas sindicales
orientadas al
fortalecimiento interno
del Departamento de la
Mujer de la CGTP para
promover la participación
de la mujer en toda la
estructuras sindical de la
CGTP.
Incidencia pública para:
1) Promover la Ley de
Igualdad de
Oportunidades entre
Hombres y Mujeres, 2)
La ratificación del
Convenio 183 de la OIT
sobre Protección a la
Maternidad. Y 3) La
aprobación de la Ley de
Responsabilidades
Familiares Compartidas.
Plazos
Enero
2005 a
diciembre
2007.
Comentarios
El Departamento de
la Mujer de la
CGTP logró
establecer alianzas
institucionales con
CEDAL, PLADES,
ADC y AAA para la
promoción de los
derechos de la
mujer trabajadora.
También consiguió
articular el trabajo
sindical y social en
torno a la Ley de
Igualdad de
Oportunidades
entre Mujeres y
Hombres y el de
Responsabilidades
Familiares
Compartidas.
115
Cuadro 17. Proyecto: Programa Trabajo Digno – FOS Bélgica. Género e
Igualdad de Oportunidades en FENTAP, FTMMSSP, AGROINDUSTRIA Y
SINTTRAHOL. 2008
Objetivo
General
Objetivos
específicos
Resultados
Contribuir al
fortalecimiento
organizacional
de las
organizaciones
sindicales
priorizadas.
Promover la
importancia del
enfoque de género en
el accionar sindical de
las organizaciones:
FENTAP, FNTMMSP,
SINTTRAHOL,
AGROINDUSTRIA.
Resultado 4,
componente 1:
Las mujeres y jóvenes
habrán fortalecido su
presencia y capacidad
propositiva en la
FENTAP.
Enero 2008 a
diciembre 2010
Resultado 4,
componente 2:
Se habrá visibilizado
las condiciones y
necesidades
específicas de la SST
para las mujeres y
jóvenes trabajadores
del sector minero. Y
las dirigencias
sindicales así como
las autoridades
públicas y de las
empresas se habrán
sensibilizado sobre
dicha situación.
Resultado 4,
componente 3:
La organización
sindical ha analizado
la problemática de
género/ generacional
en el sector de la
agroindustria para la
exportación.
Enero 2008 a
diciembre 2010
Resultado 4,
componente 4:
Dirigencia nacional del
SINTRAHOL está
fortalecida en su
capacidad de
organización de las
trabajadoras del hogar
y en la defensa de sus
derechos laborales.
Enero 2008 a
diciembre 2010
Fuente. Elaboración propia
Plazos
Enero 2008 a
diciembre 2010
Comentarios adicionales
En relación al resultado 4,
componente 1: Tener un
Consejo Directivo Nacional
conformado por el 50% de
mujeres y el 10% de jóvenes, es
una expresión concreta de la
que las mujeres y jóvenes de la
FENTAP, han fortalecido su
presencia y su capacidad
propositiva.
En relación al resultado 4,
componente 2: Se contó con un
diagnostico que además de las
condiciones sobre SST de las
mujeres y jóvenes, brindó pistas
preliminares para la elaboración
de una política institucional
sobre género, así mismo los
talleres
pilotos
sobre
masculinidad desde la visión de
los trabajadores mineros.
La SR Agro Ica, contó:
Un diagnóstico sobre la
situación de las mujeres y
jóvenes en el sector; propuestas
políticas y sindicales para seguir
promoviendo la participación de
más mujeres y jóvenes en el
sector; una propuesta educativa
(guía
de
facilitador/a
y
participante), para capacitar
sobre transversalización de
género a la organización sindical
a partir de la experiencia de
transversalización
del
Departamento de la Mujer de la
CGTP y del diagnóstico
situacional y de contexto de la
SR Agro Ica.
Dirigencia del SINTTRAHOL
avanzó en mejorar su capacidad
de manejo de la organización y
de defensa de los derechos
laborales, mayor afiliación
sindical,
área
legal
en
funcionamiento con equipo legal
y sindical, quienes elaboraron la
propuesta sobre el Registro de
Empleadores.
116
Cuadro
18. Proyecto: Incorporación
de las políticas de
Transversalización del enfoque de género en la CGTP – Comisiones
Obreras – CCOO de Andalucía. 2011
Objetivo
General
Contribuir a
que la
CGTP
realice sus
funciones
sindicales a
favor de la
población
trabajadora
peruana en
igualdad de
condiciones
para los
hombres y
las mujeres.
Objetivos específicos
Inclusión de políticas de
transversalización de
género en la CGTP.
Resultados
Plazos
Comentarios adicionales
Resultado 1:
Lideresas y dirigentas
de los departamentos
de la mujer, de las
organizaciones
sindicales vinculadas
al proyecto y de las
Comisiones de
trabajo del
Departamento de la
Mujer de la CGTP
han fortalecido su
capacidad de gestión,
negociación y
propuesta y para el
acceso a cargos de
decisión.
Marzo 2011
– Febrero
2013
Este fue el primer proyecto de
cooperación dirigido
específicamente a las acciones del
Departamento de la Mujer de la
CGTP.
Resultado 2:
Se ha consolidado el
funcionamiento del
Departamento de la
Mujer Trabajadora de
la CGTP y de sus
comisiones de
trabajo.
Resultado 3:
El Departamento de
la Mujer de la CGTP
ha desarrollado,
promovido, y ha dado
seguimiento al
cumplimento de una
propuesta específica
en el marco de la
lucha por la igualdad
de oportunidades y
política transversal de
género de la CGTP.
El proyecto contribuyó al
departamento de la Mujer, en tres
aspectos fundamentales:
1) Al fortalecimiento de un equipo
de mujeres cuyo proceso de
intervención y mayor incidencia se
dio en el XIII Congreso Nacional
de la CGTP.
2) Con el desarrollo de procesos
de formación, mediante el
desarrollo de las Escuelas
Sindicales e instrumentos
importantes como el Módulo de
Capacitación para uso y manejo de
otros departamentos sindicales
como el de Educación y Cultura.
3) Con la dotación infraestructura
al Departamento de la Mujer de la
CGTP, tales como equipos
informáticos, útiles, y mobiliario de
oficina. A este mejoramiento
también aportaron otras fuentes de
cooperación, esto facilitó el trabajo
de las mujeres.
Fuente. Elaboración propia
Los presupuestos asignados por la cooperación internacional a cada
proyecto, son información reservada del Instituto de Estudios Sindicales
(IESI) y la CGTP. Debemos tener en cuenta que aun sin conocer los montos
asignados, los resultados obtenidos por la CGTP y el departamento, son
ostensibles. Ya que de no haber existido una expresa y tácita voluntad
117
política de parte de la dirigencia nacional para que se gestionen y ejecuten,
este recuento de logros no existiría. Es importante señalar que los proyectos
de cooperación son una confluencia tácita de intereses entre quienes
aportan los recursos y otros que los reciben, sin ello, nada es posible.
Los informes a los cuales hemos tenido acceso, dan cuenta de la serie de
instrumentos políticos construidos con estos apoyos:
•
Agenda Laboral de las Mujeres Trabajadoras: 2010-2012, que agrupa
las principales demandas de las mujeres trabajadoras.
•
Propuesta de Transversalización del enfoque de género (2008),
perfeccionada y presentada en el XIII Congreso Nacional de la CGTP
en el 2011, que contempla la reforma de los estatutos de la CGTP
para establecer la cuota de género del 30%.
•
Acciones Específicas sobre Negociación Colectiva - NNCC (2009):
que considera la inclusión de cláusulas de género con participación
activa de las mujeres en los procesos de negociación colectiva;
modelos de cláusulas de género.
•
Propuesta de Transversalización del Enfoque de Género (2010) en
cuatro sectores: agro, agua, mineros/as, trabajadoras/es del Hogar.
•
Manual de Organización y Funciones que cuenta con una estructura
interna del departamento, con 04 comisiones, integrada por mujeres
trabajadoras de las bases sindicales de la CGTP.
•
Cuatro números de la revista Desafíos.
•
Plan de Acción sobre Género 2007 – 2012 (2007), con siete ejes de
acción: CGTP, CUT, CTP, CATP.
Es importante destacar la visión de una dirigenta como Gloria Pérez, que
delineó puentes entre el movimiento sindical y otros movimientos sociales,
desarrollando alianzas políticas y estratégicas que contribuirían a una mejor
presencia de la mujer dentro del movimiento sindical.
118
Otro logro significativo fueron los vínculos construidos con las mujeres de la
academia quienes a lo largo del periodo en mención, contribuyeron a la
CGTP y al departamento, con propuestas para la transversalización del
enfoque de género, que aportaron y propiciaron el debate en su interior.
6.4
El liderazgo femenino y sus tensiones con las lógicas
masculinas de poder
En esta parte haremos un recuento de las principales dirigentas que
ocuparon la responsabilidad máxima al frente de la secretaría de asuntos
femeninos, de la secretaria de la mujer y defensa del niño trabajador y del
departamento de la mujer trabajadora.
En el periodo previo más cercano a la investigación encontramos a una de
las primeras responsables de la secretaría de asuntos femeninos: Sonia
Cuentas Ancy, elegida por dos periodos, entre 1983 – 1987 y 1987-1995.
Sonia Cuentas fue elegida en 1978 secretaria general del Sindicato de la
Universidad Nacional de Ingeniería (SUTUNI). Ella dice: “Yo he pensado,
después de tiempo, que fui elegida secretaría general por casualidad. Yo
estaba totalmente comprometida con el movimiento, pero nunca hablaba.
Había ingresado a trabajar a la UNI en 1973 y recién el 75 ingresé al
sindicato. El primer trabajo que tuve fue la lucha por la reposición de 15
trabajadores entre ellos nueve eran mujeres, padre y madre de familia”. (S.
Cuentas, comunicación personal, 20 de mayo de 2011).
En 1978 Sonia Cuentas es elegida secretaria general de su sindicato. En
1983 y 1984 es designada dirigenta de la FENTUP y representante de esta
organización dentro de la CGTP. Para Sonia esto fue posible porque había
un momento de apertura para el ingreso de otras corrientes sindicales, pues
119
antes solo ingresaban los partidarios del Partido Comunista Peruano. Dentro
de esta apertura ingresan a la CGTP, el SUTEP y otras federaciones.
Para Sonia Cuentas: “Me animaron para que ingrese, yo no tenía un cargo
en el sindicato de la UNI pero sí en la federación. Acepté representar a la
FENTUP dentro de la CGTP. Luego me comunican que había sido
designada secretaria de asuntos femeninos de la CGTP. Yo sabía que la
CGTP era la gran confederación. No conocía a los compañeros, me
preocupé. Una de las cosas que les decía era que no tenía tiempo, era el
año 1983 y fui reelegida por otro periodo más”. (S. Cuentas, comunicación
personal, 20 de mayo de 2011).
Como muchas mujeres Sonia Cuentas, sobrellevó la resistencia de
compañeros, no muy conformes con su participación en la CGTP. Ella les
respondía que no podía quedar mal frente a la responsabilidad asumida.
Una de sus primeras acciones fue convocar a las secretarías de asuntos
femeninos de las federaciones y los sindicatos para constituir un grupo de
mujeres que apoyaran a la secretaría de asuntos femeninos.
Otras de sus actividades son los encuentros realizados con las mujeres
trabajadoras, para los que logra el apoyo de la presidencia y la secretaría
general de la CGTP. También sus relaciones con el movimiento feminista,
que ella cuidaba que no afectaran su accionar dentro de la CGTP.
La gestión de Sonia Cuentas logra el apoyo de la ONG Aurora Vivar, con
cuyo concurso publica el periódico Mujer Trabajadora. Para ella lo más
valioso era la lucha de hombres y mujeres.
“En mi época nuestra propuesta fue camino al andar. Hasta ahora creo que
ser secretaria de asuntos femeninos de la CGTP es trabajar con las
organizaciones de base de la CGTP. Debería haber una directiva para que
todos los sindicatos tengan una secretaría de asuntos femeninos, no sé si se
ha avanzado. En mi época los compañeros me dejaron hacer, se
involucraron. Yo consideraba que la secretaría era importante. Los
120
compañeros de la CGTP fueron lo suficientemente abiertos, no se
opusieron”. (S. Cuentas, comunicación personal, 20 de mayo de 2011).
En abril de 1992, el Congreso Nacional de la CGTP elige a Sonia Cuentas
como secretaria de solidaridad. En junio del mismo año, con el golpe de
Estado de Fujimori, Sonia Cuentas se ve obligada a salir del Perú.
Susan Portocarrero, proviene del sector educación, fue la responsable del
departamento por dos periodos consecutivos entre 1995 y 2006. Es una
dirigenta sindical con muchas virtudes, las más significativas: la fuerza de su
palabra y su intuición política. Pese a no tener formación en género tuvo
estrechos vínculos de trabajo con el movimiento feminista.
La gestión de Portocarrero destaca por su práctica de sindicalismo abierto a
otros movimientos como el estudiantil, con quienes el 11 de noviembre de
2006, realiza un concierto en el marco del Día de la No Violencia hacia la
Mujer en la Casona de San Marcos. Este evento fue criticado por los
dirigentes hombres y mujeres del comité directivo nacional de la CGTP. A las
que ella respondió: “Las actividades que realiza la secretaría de la mujer, las
decide la responsable con las mujeres que quieran sumarse, si estas
actividades están en concordancia con los objetivos de la central, eso supera
cualquier crítica”. (S. Portocarrero, comunicación personal, 15 de junio de
2011).
Portocarrero logra presentar la I Plataforma de Género ante el XII Congreso
Nacional de la CGTP, que fue aprobada. Este congreso cierra el periodo de
Susan Portocarrero como responsable de la secretaría de la mujer y defensa
del niño trabajador.
Julia Falconí, dirigenta del sector de agua potable, fue la subsecretaria de la
mujer junto a Susan Portocarrero. Fue elegida al mismo tiempo, miembro del
departamento de economía por el XII congreso. Por problemas familiares,
Falconí se aleja del movimiento sindical, lo que no fue entendido por los
dirigentes hombres. Esto fue una buena excusa, según recuerda
121
Portocarrero, para que los hombres dijeran: “No es bueno dar tantos cargos
a las mujeres porque luego no pueden hacerse cargo”. (S. Portocarrero,
comunicación personal, 15 de junio de 2011). El alejamiento de Julia Falconí
fue un hecho excepcional. Ella mantuvo su liderazgo en el sector del agua
potable, que la condujo a ser reelegida por dos periodos consecutivos para
el consejo directivo de la CGTP.
Gloria Pérez, dirigenta proveniente del sector educación, socióloga de
profesión, no tenía formación en género. Es elegida responsable del
departamento el 19 de noviembre de 2006.
Bajo su gestión se promueven relaciones con centrales sindicales de
Argentina, España y Uruguay, países a los que viaja representando a la
CGTP
y al
departamento. Esta experiencia
le
permite incorporar
conocimientos sobre género. A su regreso propone debatir planes de de
transversalización y negociación colectiva con enfoque de género, de
igualdad de oportunidades y la agenda de la mujer trabajadora.
Los ejes de trabajo de su trabajo fueron: a) Promover la primera propuesta
sobre la transversalización e institucionalización del enfoque de género en
las bases de la CGTP, con incidencia en: agroindustria, minería, agua y
trabajadoras
del
hogar;
b)
Fortalecer
alianzas
estratégicas
con
organizaciones de mujeres a nivel de gobierno, sindical y social.
Durante este periodo se construyeron instrumentos, promovieron alianzas.
Se aportó a la construcción de políticas públicas como la Ley de Igualdad de
Oportunidades entre Mujeres y Hombres (Art. 06, literal f, g y h). Se impulsó
la primera propuesta para institucionalizar el enfoque de género en la CGTP.
Se institucionalizaron fechas emblemáticas en la lucha de las mujeres: 8 de
marzo, 25 de noviembre, etc. Se acopió información y comenzó a construirse
la memoria del departamento, consolidándose un equipo interno de mujeres
que apoyara las comisiones de trabajo.
122
Por problemas políticos ajenos al ejercicio de su cargo, Gloria Pérez no es
reelegida. Concluyendo su mandato en el XIII Congreso Nacional de la
CGTP, donde se elige a una nueva responsable.
Herminia Cumapa, asumió la comisión de discriminación laboral del
departamento. Provenía del sector agrario de la provincia de La Libertad y
no gozaba de licencia sindical, por lo que no podía realizar su trabajo en
Lima. Pese a ello se le incluye en las acciones del departamento en la
medida que los recursos lo permitían. Se mantiene aún como dirigenta del
sector agrario.
Las Comisiones de Trabajo, del Departamento de la Mujer de la CGTP:
1.- Comisión de participación sindical y organización sindical
2.- Comisión discriminación laboral y capacitación
3.- Comisión de políticas y alianzas estratégicas
4.- Comisión de difusión
Fueron reconstituidas con el II Encuentro Nacional de Mujeres, del 27 y 28
de agosto de 2010. De las 18 mujeres que las conformaron inicialmente,
quedaron solo 11, a quienes mencionamos por su aporte a la promoción del
trabajo de género y por su contribución al fortalecimiento de los trabajos del
departamento.
Leddy Mozombite, secretaria general del Sindicato de Trabajadoras y
Trabajadores del Hogar de la Región Lima (SINTTRAHOL) que trabaja por la
ratificación del Convenio 189 de la OIT que promueve un Trabajo Decente
para su sector. Leddy es militante del Partido Comunista Peruano (PCP).
Como ella misma dice en su entrevista: “El movimiento sindical requiere
sacrificio, requiere constancia pero sobre todo convicción”. (L. Mozombite,
comunicación personal, 15 de junio de 2011).
Carmen Almeida, secretaria de la mujer del SINTTRAHOL. Apoya las
acciones de su organización y al departamento de la mujer.
123
Elizabeth Laureano, presidenta de la Central de la Mujer Minera,
conformada por las esposas de los trabajadores mineros. Su organización
apoya y brinda soporte moral y logístico a los trabajadores mineros durante
sus jornadas de lucha. Pese a no ser trabajadoras del sector, han logrado
tener derecho a voz y voto en las asambleas, congresos y demás espacios
de la federación minera.
Leddy, Carmen y Elizabeth, integraron la comisión de difusión del
departamento de la mujer trabajadora.
Ana María Lizarraga, secretaria general del Sindicato de Trabajadores/as
de la SUNAT (SUTTSUNAT), recientemente elegida como presidenta de la
Federación de trabajadores Aduaneros y Tributarios del Perú (FENTATP).
Con experiencia en el manejo del tema tributario. Tiene un discurso fuerte y
sostenido y sobretodo argumentado. Cumplió un papel importante en el logro
de los acuerdos del XIII congreso nacional.
Ángela Torres, exsecretaria general del Sindicato de Trabajadores de la
Universidad Cayetano Heredia afiliada a la FENTUP. Con compromiso sobre
el tema de género. Destaca por su solidaridad con los gremios menos
favorecidos. Promueve la creación de un comité de mujeres en la FENTUP.
Integró la comisión de políticas y alianzas estratégicas del departamento.
Dina Mendoza, dirigenta joven del sector de construcción civil.
Fue
secretaria de la mujer de la CGTP Cajamarca. Por motivos ajenos al
accionar sindical, salió de la CGTP y ahora es presidenta del Consejo
Regional de Mujeres de Cajamarca. Ella también formó parte de la comisión
de políticas y alianzas estratégicas del departamento.
Amelia Alegría, secretaria general del Sindicato de Trabajadores/as de la
Biblioteca Nacional. Comenzó a tomar contacto con el departamento en el
2010. Es una dirigenta respetada por las instancias máximas de la CGTP por
la lucha desplegada en su sector.
124
Susana Nostades, secretaria adjunta de la mujer de la Federación de
Trabajadores del Sector Educación (FENTASE). Logró la aprobación de la
cuota del 30 % de participación mínima de las mujeres en su sindicato.
Maritza Saez, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Clínica
Montefiori. Se incorporó al trabajo del departamento en el 2010. Consiguió
aportes en su organización en materia de género y negociación colectiva,
promoviendo cláusulas específicas de género.
Nelly Gestro, secretaria de la mujer del Sindicato Único de Trabajadores
Telefónicos del Perú (SUTTP). Forma parte del departamento desde la
gestión de Susan Portocarrero. Ha realizado un trabajo importante en su
sector, siendo reelegida por dos veces como secretaria de la mujer.
Reyna Concha, exsecretaria de la mujer de la FENTASE y ahora secretaria
de las Mypes de la Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa
(FDTA). Se integra el departamento en la gestión de Susan Portocarrero.
Aporta sus experiencias desde la perspectiva de la educación y el trabajo
sindical con jóvenes. Cuando se integra al departamento, era la secretaria
de la mujer de la FENTASE. Por problemas internos en su organización no
fue reelegida en el cargo.
Sandra Aguilar, secretaria de actas de la Federación de Trabajadores de
Ancash – Chimbote (FESIDETA). Con poca preparación en el tema de
género. Muy comprometida con el trabajo del departamento.
Las dirigentas nombradas, enfrentaron las lógicas masculinas patriarcales y
machistas existentes, aprendiendo a enfrentarlas para seguir avanzando. El
común denominador es que las mujeres llegan a la organización sindical con
las demandas generales que tienen como trabajadoras. Las entrevistadas
señalan que pensaban que bastaba con que el sindicato defendiera sus
derechos laborales de manera general, que no era necesario trazar medidas
específicas para el trabajo con mujeres.
125
Otro de los obstáculos que enfrentan las mujeres para acceder a cargos de
dirección, es que las listas dirigenciales se hacen a último momento. Y que si
existen cuotas de participación de acuerdo a estatutos, su inclusión está
condicionada al número de participantes.
Aún con los avances conquistados por las propias mujeres, se encuentran
resistencias al interior que encasillan el trabajo de género al accionar
exclusivo del departamento de la mujer.
Las dirigentas comentan que muchas veces han tenido que asumir
comportamientos masculinos en su voz, lenguaje y hasta en su vestir, para
ser aceptadas en los espacios manejados por los hombres. Existe el
prejuicio que comportarse ´femeninamente´ es sinónimo de debilidad, mal
manejo y débil discurso. Por lo que algunas mujeres se ven obligadas a
asumir comportamientos típicamente masculinos para ser escuchadas y
tomadas en cuenta en las decisiones importantes.
Los hombres sostienen en el sindicato comportamientos relacionados con la
división
sexual
del
reproductivo–privado.
trabajo:
Tratando
hombres-productivo-público,
a
las
mujeres
como
si
mujeresfueran
un
complemento de la organización.
En la investigación hemos podido conocer que las mujeres que comparten el
poder con los hombres, con excepciones, son aquellas que no tienen un
discurso argumentado y fuerte, sino más bien las que se acomodan a las
condiciones y decisiones existentes. Lo contrario ocurre con las mujeres que
se perfilan como cuadros políticos quienes son estigmatizadas y alejadas de
los cargos de dirección. Hay casos en que el alejamiento de estas mujeres
es aceptado o justificado por alguna característica de su vida personal, lo
que no debería ser tomado en cuenta. Cabe anotar que las dos últimas
responsables de la secretaría de la mujer y del posterior departamento de la
mujer, no fueron reelectas en sus cargos y tampoco en la directiva de la
central.
126
Constituyen logros significativos, el que exista una instancia orgánica para
trabajar la agenda de la mujer. Y que el tema de género esté priorizado por
la cooperación internacional como componente básico de todos los
proyectos de cooperación. La instancia motora de este trabajo ha sido el
departamento de la mujer.
No hay duda que el proceso de cambio dirigido a institucionalizar el enfoque
de género en la CGTP sigue un largo camino. Sin embargo, los cambios
permanentes de responsables de la secretaría, conducen a detenerse o a
tener que tomar un nuevo impulso para seguir avanzando.
Por lo investigado, consideramos que este proceso se ha detenido en la
CGTP.
Queda de parte de la dirigencia tomar las decisiones para que se retome y
refuerce el trabajo, teniendo en cuenta que esta responsabilidad no recae en
una responsable sino en el colectivo de mujeres que forman parte de la
organización, que es importante que los acuerdos establecidas por la CGTP
en materia de género e igualdad de oportunidades deban materializarse y
que esta es una oportunidad para hacerlo.
A manera de ilustrar gráficamente parte de las acciones realizadas por el
departamento y lo que estas significaron para el conjunto de mujeres que
aportaron sus esfuerzos a la consecución de la promoción y participación de
la mujer en la CGTP, alcanzamos un resumen fotográfico.
127
Resumen fotográfico
(Marzo 2008). Conmemoración
del Día Internacional de la
Mujer. Convocada por el
Departamento de la Mujer
Trabajadora de la CGTP.
Carmela Sifuentes, Presidenta
de la CGTP. Mario Huamán
Secretario General y Gloria
Pérez,
responsable
del
Departamento de la Mujer, entre
otros.
(Marzo 2008). Conmemoración
del Día Internacional de la
Mujer. Convocada por el
Departamento de la Mujer de la
CGTP.
(Mayo 2008). Participación de
la CGTP en la Cumbre de los
Pueblos. Secretario General
Mario Huamán, Gloria Pérez,
Secretaria de la Mujer y
mujeres representantes de
diferentes organizaciones de la
sociedad civil.
128
(Agosto 2010). Encuentro Nacional de la Mujer Trabajadora de la CGTP.
Carmela Sifuentes, Presidenta de la CGTP; Mario Huamán, Secretario
General; Gloria Pérez, Secretaria de la Mujer.
(Octubre 2012). Marcha convocada por la CGTP. Elsa Baldeon, Secretaria
de Educación de la CGTP. Angela Torres, integrante de la Comisión de
Políticas y Alianzas del Departamento de la Mujer de la CGTP.
129
CAPITULO VII: LAS POLÍTICAS DE GÉNERO Y LAS
ACCIONES AFIRMATIVAS
7.1.
Mujer en el ámbito laboral
7.1.1 De la estabilidad a la flexibilidad laboral
El norte de todas las luchas del movimiento sindical siempre ha sido la
conquista de la estabilidad laboral. Derecho que se consolida por los años
setenta en el país y que es vulnerado durante la dictadura de Fujimori y sus
normas de flexibilización, afectando de manera más lesiva a las mujeres.
La flexibilización de las normas laborales aplicadas por Fujimori89 condujo a
diferentes formas de contratación. La reforma constitucional del 1993,
confinó los derechos laborales a las leyes del mercado. El Estado quedó
fuera de la regulación laboral entre empleadores/as y trabajadores/as,
pasando a tener un rol de espectador o de mero fiscalizador.
Este proceso vino acompañado de la privatización, con la que se perdieron
muchas de las principales empresas públicas y la posesión de los principales
recursos naturales estratégicos. En este periodo se producen los conocidos
ceses colectivos, que colocan en las calles a miles de trabajadores y
trabajadoras, siendo indemnizados solo alguno/as.
89
Presidente del Perú: 1990 – 1995; 1995 – 2000; intentó gobernar un 3er período.
130
La flexibilización laboral trajo consigo la mano de obra barata, sueldos y
salarios reducidos, creándose una serie de normas que convalidaban
empleos que distaban de ser dignos o decentes.
Se permitió el ingreso de capitales privados en la seguridad social,
reduciéndose el presupuesto para la educación y la salud pública. En
paralelo se produjo la tercerización del empleo a través de los services, que
instauraron regímenes laborales lesivos a los trabajadores, especialmente
en la agroindustria y textiles, entre otros sectores, donde se dan las más
flagrantes violaciones a los derechos humanos y laborales, entre ellos, la
restricción del derecho a la libertad sindical y la negociación colectiva.
Según señala la Oficina Regional de la OIT para los países de América
Latina y el Caribe, las reformas neoliberales efectuadas en Perú y Argentina
fueron las más profundas y extensas de todas las efectuadas en nuestro
continente.
Sin embargo, según la misma fuente, Argentina desde hace algunos años,
ha alternado más de cinco modificaciones para reparar los daños causados
por las extremas medidas de flexibilización y desregulación laboral.
En 1995, en Chile, cuya reforma sirvió de modelo para muchos países del
continente, se procesó una nueva reforma que culminó con la promulgación
del Código de Trabajo90. En nuestro país, hasta la fecha no existe un
consenso en la discusión sobre la ley general del trabajo, cuyo debate no
prospera
por
los
aspectos
irreconciliables
planteados
por
los
empleadores/as.
La reforma laboral flexibilizadora de Fujimori, privilegió modalidades
contractuales, modificando las normas laborales relacionadas con el contrato
y la jornada de trabajo, los horarios, la participación en las utilidades de la
empresa, la sindicalización, la negociación colectiva, etc.
90
CGTP. (2006). Módulo de modalidades de contratación en el Perú. Editado por IESI. Lima
131
En este escenario las mujeres aparecen en los trabajos más precarios, con
pocos o nulos derechos que consolidan las desigualdades de género,
pasando a conformar el 80 % de la llamada economía informal, también
conocida como autónoma, realizada muchas veces sin retribución.
Si a esto le sumamos las formas de contratación que impiden la
sindicalización, las mujeres que trabajan en sectores y labores precarios
como textiles, agroindustria, cuidado del hogar, etc. entre otros, se quedan
sin herramientas para mejorar condiciones de vida y trabajo a través de la
defensa de sus derechos.
7.1.2 Brechas laborales:
Cifras laborales: Las mujeres y el mundo del trabajo en el Perú
En el Perú, dentro del periodo analizado, de un total de 28 millones 220 mil
764 peruanas y peruanos, 13 millones 792 mil 577 eran mujeres y 13
millones 626 mil 717 hombres. En el caso de la población femenina, la
Población en edad para Trabajar (PET) ascendía a 10,7 millones de
personas.
De acuerdo a lo establecido por el INEI, la tasa de desempleo en el año
2010 para las mujeres, era superior a la de los hombres: 4,6 % para
hombres y 6% para las mujeres, tal como se puede apreciar en el cuadro
que proyecta su evolución entre los años 2005 – 2010.
132
Gráfico 6. Perú urbano: Tasa de desempleo de hombres y mujeres, 2005
– 2010. INEI – Encuesta Nacional de Hogares
El 64,5 % del total de la PEA femenina se ubicaba en el sector informal, con
ingresos que bordeaban los S/.379. El número de mujeres en edad de
trabajar es superior al de los hombres (51,6 % del total). Las mujeres que se
encuentran ocupadas representan el 45 % del total. Solo 6,7 millones
mujeres trabajan, de las 10,8 millones que podrían hacerlo.
Gráfico 7. Perú urbano: Población en edad de trabajar por sexo, 2005 –
2010. INEI- Encuesta Nacional de Hogares
133
Esta desigualdad se evidencia más en el nivel de ingresos. Las peruanas en
promedio ganaban mensualmente S/.65.60 por cada S/.100 que reciben los
varones. (Mujer y empleo, buscando la igualdad, 2009). La brecha salarial de
ambos grupos entre los 25 y 44 años es más profunda: los hombres pueden
ganar S/.1.189 y las mujeres S/.814 nuevos soles. Sobre la PEA ocupada
por rama de actividad, encontramos que las mujeres mayormente estaban
ubicadas en servicios.
Gráfico 8. Perú urbano: PEA ocupada por ramas de actividad según
sexo, 2005 – 2010. INEI- Encuesta Nacional de Hogares
Con la apertura comercial y la globalización, las mujeres se insertan a
sectores de exportación, principalmente textiles y confecciones, en los que
se registra una alta participación laboral de las mujeres. Los estudios de
esos años hablaban de la feminización de estas actividades (70 % mujeres),
en los que la pobreza se reproduce debido al déficit de Trabajo Decente.
Las mujeres laboran con extensas jornadas de trabajo, bajos salarios, sin
acceder a la sindicalización y a las negociaciones colectivas, vulneradas en
sus derechos específicos.
134
Nos hemos permitido recoger una caracterización de las condiciones en las
que trabajan las mujeres en sectores específicos del mercado laboral91.
Características actuales de las mujeres en el Perú 92
a. Las Trabajadoras de la Agroindustria:
Luego de la apertura del mercado internacional impulsado por el
neoliberalismo desde mediados de los años 90, la agroindustria comienza a
perfilarse como un sector clave de la economía peruana, desarrollado con
mayor énfasis en las zonas costeras de nuestro país, con el cultivo de
espárragos, alcachofa, paprika, uva y pimiento.
La agroindustria se convirtió en el bastión de las exportaciones nacionales,
otorgando grandes ingresos al Estado. Ica, Trujillo, han sido mostradas
como ejemplos de pleno empleo.
Como antecedente a esta bonanza productiva, el país cuenta con leyes
como la 27360 promulgada en el año 2000 que beneficia doblemente al
empresariado, ya a la par que le disminuye el pago de impuestos, recorta los
beneficios sociales de los trabajadores y trabajadoras, confinándolos a las
peores condiciones de trabajo, vida, salud y plena explotación
Esta penosa situación las confrontan en su mayoría las mujeres trabajadoras
que constituyen el 60 % en este sector, que son aún más explotadas que los
hombres, cuyas edades oscilan entre los 18 a 39 años, que son despedidas
en cuando superan el límite de edad establecido.
Los salarios y condiciones de trabajo no corresponden al discurso de pleno
empleo o de las utilidades que este sector percibe. Ellas trabajan un
promedio de 12 horas diarias, no se les reconocen sus horas extras. La
91
Información tomada del Documento de Sistematización de la CGTP – Departamento de la Mujer.
Período 2006 – 2011.
92
Información recogida del documento presentado por el Departamento de la Mujer Trabajadora en la
I Conferencia Nacional de Género, en el 2008.
135
mayoría de trabajadoras son migrantes y trabajan sin contrato y con menos
salarios.
Se les desconoce el derecho a la maternidad, pues es causal de despido. No
se les considera su condición de mujer y no se les da tratamiento especial
en la etapa de menstruación, embarazo o lactancia. Casos que no son
denunciados por el temor a la pérdida del trabajo y que se refleja en las
entrevistas realizadas, donde un 96 % de un total de 9 personas: 6 mujeres,
3 hombres, consideran que no se dan despidos por maternidad, contra un 4
% que asevera que sí se dan estos despidos. El 68 % de los entrevistados,
por ejemplo, afirma que se cumplen los derechos del pre y post natal
establecido en la Ley Nº 26644 del 27 de junio de 1996 (Ley del Descanso
Pre y Post Natal). El 4 % afirma que sólo se cumple el pre y el post natal. El
2 % que sólo se cumple la hora de lactancia materna. El 26 % que no se
cumple ningún derecho de las mujeres en gestación. Sobre la contratación
de mujeres embarazadas, el 38% que sí se contrata mujeres embarazadas,
el 62 % que no se contrata mujeres embarazadas.93.
Son víctimas de acoso sexual sobre todo las trabajadoras más jóvenes,
quienes son amenazadas con ser despedidas si no acceden a los favores
sexuales que les solicitan los supervisores de dichas empresas.
Respecto a lo citado en el párrafo anterior podemos resaltar que si bien no
se presentan casos o están ocultos por las no denuncias, el 66 % afirma que
no han ocurrido casos en su centro de trabajo. El 4 % asevera que sí se ha
presentado un (1) caso y el 30 % que existen casos pero no se denuncian.
Sin embargo se ha observado durante las entrevistas, expresiones de
incertidumbre sobre el tema, esto puede suponer el ocultamiento del
93
Vásquez Zamora, Guiomar. Resumen de Tesis para Obtener el Grado Académico de: Magister en
Género y Desarrollo por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. (Febrero, 2015). Relaciones
de Género y Condiciones Laborales de Trabajadoras y Trabajadores del Banano Orgánico de los
Centros Poblados de Huangalá y San Vicente de Piedra Rodada, Sullana – Piura, 2010 – 2012, p 32.
.
136
problema y/o aceptación cultural y natural de la misma, tanto de los
trabajadores, las mismas mujeres y los empleadores. Al respecto un
testimonio que sustenta esta afirmación: “…También hay un caso que el
supervisor se enamoró de una trabajadora y ella no le hacía caso y se
molestaba con todos los trabajadores/as”. (Entrevista 1, mujer, 36 años,
trabajadora de la ASPBOH, setiembre 2013).
Sumado a estas condiciones está el diario e ineludible trabajo doméstico que
ellas realizan en sus hogares previo a la realización del trabajo en las
empresas, a lo que se agrega la presión psicológica para seguir atendiendo
a sus hijos(as) infantes y adolescentes a los tiene que dejar con familiares
y/o encargados(as). Algunos testimonios: “En mi casa, cocinamos mis hijas,
o sino yo, mi esposo hace otras cosas, trabaja en el mototaxi en sus días y
horas libres durante la semana”. (Entrevista 6, mujer trabajadora de la
Asociación Huayquiquirá de San Vicente, setiembre 2013). 94
d) Las Trabajadoras de fábricas pesqueras y conserveras
En Chimbote, Santa, Guadalupito, entre otras regiones costeras de nuestro
país, hay centenares de mujeres trabajadoras que son fileteras, cortadoras,
embazadoras
de
productos
marinos,
conocidas
como
las
mujeres
conserveras.
En el 2007, existían 215 empresas distribuidas en 379 plantas ubicadas a lo
largo del litoral peruano, a la par existen 90 plantas informales. Este conjunto
empresarial cuenta con el apoyo y promoción de las organizaciones públicas
de desarrollo y de las asociaciones de empresarios y armadores privados
como es la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP). Más de 100 empresas
se han adherido al Pacto Global de las Naciones Unidas de respeto al medio
ambiente, los derechos humanos y laborales y el rechazo a la corrupción.
94
Ibíd.
137
Al evaluar el trabajo que las mujeres realizan en la industria pesquera para el
consumo humano directo, ellas indican que las tareas de corte y fileteado de
las especies de jurel, caballa, sardina, anchoveta y pota están reservadas
para las mujeres, por sus habilidades para usar el cuchillo o tijeras, lo que
les acarrea el riesgo de heridas y callos en las manos. Las tareas son
efectuadas sobre mesas metálicas en condiciones de humedad. La mayoría
de mujeres trabajan de pie por más de 8 horas. Un 100 % en Chimbote, 97%
en Paita y 57.8 % en Pisco, son trabajadoras mujeres. El 70.6 % desconoce
sus derechos laborales. Solo el 21.2 % sabe que las 8 horas de trabajo es
un derecho.
El 100 % tiene estudios hasta primaria y solo conocen el derecho a la
jubilación. El 75 % conoce el derecho a la gratificación. Un 67 % sabe de la
compensación por tiempo de servicios. El 100 % señala que no están
organizadas en sindicato. Un 73.3 % cree que el sindicato no atiende las
necesidades de las mujeres contra un 23 % que si lo cree. La jornada
mínima es de 10 horas diarias y su salario es S/.2.12 soles la hora y se
calcula según tarifas por limpiar, por eviscerar, filetear, envasar. Ejemplo:
lavar la merluza se paga S/. 0.20 por kilo y eviscerar S/. 0.50 por 7 kilo.
Lavar una tonelada de pota se paga S/. 15.00 y pelar la pota se paga S/.
3.50 soles por kilo. Por filetear merluza se paga S/.0.40 el kilo y por cortar en
trozos S/.0.45 soles el kilo y si es sólido S/.0.80 hasta S/.1.0095.
El 74 % de trabajadoras consideran que sufren discriminación porque sus
salarios no son iguales a lo de los trabajadores pesqueros en el rubro. En
este trabajo las empresas prefieren mujeres jóvenes de zonas rurales. No
ejercen su derecho a la sindicalización, no hay sindicatos en todas las
empresas, por lo tanto no hay libertad sindical y tampoco negociación
colectiva.
95
Texto extraído de documento de trabajo del Departamento de la Mujer de la CGTP – 2011,
Propuesta de Transversalizadión de Género.
138
e.
Las Trabajadoras de Limpieza Pública
Este es uno de los sectores donde un 70 % son mujeres y cuyo régimen
laboral es uno de los más precarios. Trabajan por turnos rotativos durante el
día y la noche, sin tener en cuenta la condición física y seguridad de las
trabajadoras. Tienen salarios mínimos. Muchas de las empresas no cumplen
con el pago de la seguridad social y la CTS. Cuando sufren accidentes en el
trabajo son despedidas y despedidos. Esta labor realizada mayoritariamente
por mujeres, es también un trabajo precario y como tal afecta la vida familiar
y personal de las mujeres.
f.
Las Trabajadoras de la Minería
Este es un sector donde en su gran mayoría laboran hombres y las mujeres
desarrollan trabajos de carácter administrativo, tal como lo demuestra el
estudio realizado por Kim Peter96.
Se encuentra además una significativa y creciente cantidad de mujeres en
las minas informales y en la minería formal a tajo abierto. La organización
sindical minera no toma en cuenta a las mujeres para su pertenencia a la
organización y no piensan aún en organizarlas con fines reivindicativos.
Las mujeres cuentan con La Central de la Mujer Minera, que es la
organización de la esposas de los mineros que juega un importante rol de
apoyo a la federación minera, con voz y voto en sus instancias.
Sin embargo, aún sigue siendo de mucha necesidad y un reto pendiente, la
organización y lucha por los derechos de las mujeres que trabajan
informalmente en la minería y que se encuentran en total desamparo.
96
Estudiante de Ciencias sociales de Bélgica. Realizó en el año 2007 una Pasantía en el Departamento
de la Mujer de la CGTP. Centró su investigación en los diferentes centros mineros del Perú.
139
g.
Las Trabajadoras en los Empleos Formales
Las mujeres trabajadoras tienen mayor peso laboral en el sector público que
en el privado. El 42.6 % de la PEA del sector público lo representan las
mujeres, mientras que en el sector privado solamente el 26.6 %. Estos datos
son similares al promedio nacional en las zonas urbanas y rurales.
La presencia de las mujeres es considerable en sectores como educación y
salud donde llegan a un 70 %. También hay un número apreciable de
mujeres trabajadoras en los municipios y en los gobiernos regionales. Sin
embargo, la mayoría no está sindicalizada Las reivindicaciones que
presentan los sindicatos del sector público carecen del enfoque de género,
por lo tanto las demandas específicas de las mujeres están ausentes de los
tratos bilaterales y directos que estos desarrollan con las autoridades.
h.
Las Trabajadoras de la Economía del Cuidado
Partiendo del concepto del trabajo, podemos decir que existen dos sectores
de mujeres trabajadoras, las remuneradas y las no remuneradas.
El departamento de la mujer trabajadora de la CGTP indagó en los sectores
que albergan a una mayoría de mujeres trabajadoras asalariadas o
remuneradas, estableciendo un incipiente enlace o alianza con las mujeres
dedicadas íntegramente al trabajo del cuidado, que son las que en épocas
de crisis y gran pobreza dieron origen a los Comedores Populares, Vaso de
Leche, Clubes de Madres, que contribuyen a paliar la pobreza pero que
también acercaban a las mujeres a la ciudadanía y a institucionalidad civil y
política.
En este marco y desde la perspectiva del mundo del trabajo, la CGTP vía el
departamento de la mujer, debía identificar y cuantificar el valor del trabajo
no remunerado que realizaban las mujeres, para obligar al Estado a valorar
la economía del cuidado en las cuentas nacionales. Esto valoraría la gran
contribución de las mujeres a la sociedad. Acercaría la democracia e
140
igualdad en el mundo de lo privado y público. Implicaría una gran revolución
pues al modelo de paz, bienestar y democracia que plantean los
trabajadores y trabajadoras, se le añadiría el modelo de la equidad de
género, ya que el cuidado pasaría a ser considerado una actividad de toda la
sociedad, organizada desde el Estado, con políticas de igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres.
De todo lo expresado podemos concluir diciendo que hay mujeres
trabajadoras, especialmente de estos sectores, que no cuentan con un
trabajo digno, que no es realizado en condiciones de igualdad y respeto a la
dignidad personal, que no tienen las mismas facilidades para acceder al
empleo, que sufren discriminación por estar embarazadas o que son
violentadas en sus derechos sexuales cuando son acosadas sexualmente.
El movimiento sindical de la CGTP a través de los diferentes departamentos
sindicales, pero especialmente a través del departamento de la mujer, ha
adoptado la posición política de defender con especial atención a las
mujeres y jóvenes, considerada la población laboral más afectada y
vulnerable.
Pero el panorama es complejo. La situación laboral de las trabajadoras así
como la de los trabajadores, vista de manera conjunta, es compleja. Por lo
tanto se tienen reivindicaciones centrales y principales que giran en torno al
aspecto económico. Dejándose de lado otros aspectos importantes que
afectan la vida de muchas trabajadoras, que en muchos casos está referida
a condiciones mínimas de respeto. Si bien es cierto lo económico es
importante, las demandas tendrían que contener la perspectiva de género,
ya que una de las principales vulneraciones de las mujeres trabajadoras es
la brecha salarial existente, ya que reciben menor salario que el hombre, por
el mismo trabajo realizado.
Las acciones que promueva la CGTP deben estar sustentadas en la
conciliación entre la vida laboral y la vida familiar. Esta es una de las razones
que coloca a las mujeres en desventaja en relación a los hombres, ya que el
141
sistema laboral continúa fomentando la división sexual del trabajo, que
establece roles diferenciados para mujeres y hombres. Considerándose los
realizados por las mujeres como una extensión de los que realizan en el
ámbito privado-doméstico, menos valorado. A diferencia del que ejecutan los
hombres que es considerado productivo, por lo general realizado en el
espacio público.
Dar el mismo valor al trabajo realizado por hombres y mujeres y hacer que
esta concepción y práctica sea adoptada por el sindicato, facilitaría que más
mujeres
dirigentas
sindicales
ocupen
cargos
de
mejor
y
mayor
representación al interior del sindicato.
7.2.
Las acciones afirmativas
La construcción de una acción afirmativa
El Comité para la Igualdad entre Mujeres y Hombres del Consejo de Europa
define la Acción Afirmativa como “una estrategia destinada a establecer
igualdad de oportunidades por medio de unas medidas que permitan
contrastar o corregir aquellas discriminaciones que son el resultado de
prácticas o de sistemas sociales. Se trata de medidas que van más allá del
control de la aplicación de las leyes de igualdad, puesto que su finalidad es
poner en marcha programas concretos para proporcionar a las mujeres
ventajas concretas”97.
María Bastidas Aliaga98, señala que existen diversas formas de poner en
práctica la acción en el Perú, una de ellas está relacionada con el sistema de
cuotas obligatorias mediante legislación. De este modo, por ejemplo, “La ley
de cuotas en el Perú otorga una ventaja a un determinado grupo social. Así
97
Directiva 76/207/CEE. Recomendación, diciembre 1984.
Bastidas Aliaga, María. (2001). La participación laboral y sindical de las mujeres en el Perú
durante los noventa. Lima. Editado por OIT/ACTRAV/ Oficina Regional para las Américas. 204 pp.
98
142
la ley de elecciones municipales no habla de varón o mujer, simplemente se
refiere a uno de los géneros, 25 % de varones o puede ser 25 % de
mujeres”99.
Las cuotas de género son acciones afirmativas que promueven la igualdad
de oportunidades, permiten corregir situaciones que son el resultado de
experiencias o de sistemas sociales discriminatorios, son medidas de
carácter temporal, puesto que una vez que se ha logrado la igualdad de
acceso y de resultados, ya no son necesarias.
a) Las cuotas de participación de las mujeres en la CGTP
La Cuota de Género tiene como propósito procurar alcanzar pisos mínimos
para las mujeres trabajadoras, ayuda a superar los obstáculos que les
impiden contar con su justa proporción en los puestos representación y
decisión del mismo modo que los hombres trabajadores100.
La cuota en la historia
Los estatutos de la CGTP, en el artículo No 69, consignan: “Se establece un
política de inclusión de género en los órganos de dirección de la CGTP como
parte del carácter democrático del sindicalismo de clase y de la necesidad
de lograr mecanismos de participación femenina de acuerdo a la realidad de
cada organización sindical, mediante una cuota equitativa de afiliación
sindical, en las instancias de dirección. Las CGTP territoriales y CGTP
sectoriales son las instancias encargadas de aplicar el presente mecanismo
de participación, en los casos en que no hubiere la representación de uno u
otro sexo en el porcentaje señalado, las organizaciones afectadas deberán
nombrar una representación no menor al porcentaje de afiliación registrado”.
99
Alamo, D. (2000). El empleo y las políticas afirmativas a favor de las mujeres. Propuestas legales
nacionales. En: Eliminando las brechas de la desigualdad. Editado por la Asociación Aurora Vivar.
Lima., 24 pp.
100
Documento de Política de Género, Departamento. de la Mujer Trabajadora CGTP. Noviembre 2011.
143
Aunque a continuación señala: “La necesidad de lograr mecanismos de
participación femenina de acuerdo a la realidad de cada organización
sindical, mediante una cuota equitativa de afiliación sindical, en las
instancias de dirección”. Lo que limita la participación de las mujeres, ya que
no establece un porcentaje mínimo de su participación en las instancias de
dirección y menos en los órganos de dirección de la central como congresos,
asambleas nacionales, consejo directivo nacional y el secretariado ejecutivo.
Los estatutos de la CGTP nunca antes han considerado una cuota de
participación de las mujeres. En la práctica se ha venido aplicando por
costumbre un porcentaje del 30%, que no siempre es respetado por los
sindicatos y federaciones afiliadas a la CGTP. De esa forma es que en un
congreso o una asamblea nacional de delegados y delegadas, podemos
encontrar la participación de las mujeres en un orden del 13 %.
A partir de lo expuesto y comprobado, surge la interrogante: si acaso los
estatutos de la CGTP establecieran una cuota de participación mínima de
mujeres, aplicable en todas las bases sectoriales y regionales, ¿se
incrementaría la participación de mujeres? Las mujeres trabajadoras
afincadas en el departamento de la mujer, consideran que sí. Que si bien las
cuotas tienden a ser medidas afirmativas de carácter transitorio, ellas
sustentan que es necesario aplicarlas al menos en este proceso que viene
iniciando la CGTP, ya que las organizaciones sindicales muchas veces se
rigen por la práctica y las costumbres. Consideran también que el 30 %
aplicado por costumbre es muy poco, que las mujeres deben aspirar a un 50
%, que representaría la paridad.
Podemos afirmar que las cuotas de participación sindical, son necesarias;
pero también van de la mano con la preparación y la capacitación para que
las mujeres ocupen estos espacios. Pues no basta con generar medidas de
participación. Es necesario que existan mujeres realmente preparadas,
concientizadas y sensibilizadas con el tema de género. Es importante tomar
en cuenta que hay mujeres trabajadoras que llegan a la dirigencia sindical
sin estar preparadas y esto sirve de excusa para que algunos dirigentes
144
señalen que las mujeres no deben ocupar estos cargos porque no los
ejercen de la manera que todas y todos esperaban o de acuerdo a los
principios que rigen al sindicalismo.
La cuota en debate
En los periodos analizados encontramos dos momentos en los cuales se
propuso en la CGTP la aprobación de la Cuota de Género.
El primero se desarrolló en el marco del Congreso Estatutario de 2003101;
donde las propias mujeres perdieron la oportunidad de obtener el 30 % de
participación, porque hubo posturas que proponían el 50 %. Esta propuesta
no fue discutida en la plenaria, otorgándoles a las mujeres la posibilidad de
plantear un articulado intermedio, que también perdieron ya que propusieron
la redacción de un artículo que no contemplaba el porcentaje de
participación. Los dirigentes varones avalaron este hecho argumentando que
las propias mujeres no querían la Cuota de Género.
Posteriormente en el año 2011, con un departamento de la mujer,
consolidado, con incidencia política interna y externa, se plantea en el XIII
Congreso Estatutario la reforma de los estatutos y como punto de partida la
cuota mínima de género del 30 % no solo en las instancias de dirección, sino
también en las instancias de ejecución, capacitación e incidencia de la
CGTP.
b) La capacitación como herramienta de poder
De las entrevistas realizadas a las dirigentas y dirigentes sindicales,
podemos indicar que la capacitación es considerada como una herramienta
de poder. Cabe resaltar que el departamento ha logrado establecer las
capacitaciones sobre género dirigidas a mujeres pero también las
capacitaciones mixtas para hombres y mujeres sobre aspectos como
101
Segundo período de Juan José Gorriti 2001 – 2006. El período regular es de 4 años pero en este
caso se amplió en dos más por razones de coyuntura política.
145
estrategias para incluir a las mujeres en los cargos de decisión, derechos
laborales, derechos de las mujeres y otros aspectos vertebrales para el
movimiento sindical como son la negociación colectiva y el dialogo social,
con el fin de incluir a hombres y mujeres en el tema y mejorar su
participación en todos los espacios.
Para Gloria Pérez, dirigenta del departamento del periodo 2006 al 2001: “La
capacitación, la formación es fundamental, no solo de las mujeres sino
también de los hombres, sobre todo de quienes políticamente dirigen la
central, de la presidenta, del secretario general, de los principales dirigentes,
es un poco más difícil, pero se siente en la CGTP esa voluntad, se está
dando lentamente, se dan como estrategias para promover la participación
de las mujeres en la organización sindical, a través de la organización y la
capacitación, incluyendo un permanente proceso de sensibilización y
formación de conciencia de clase”. (G. Pérez, comunicación personal, 10 de
marzo de 2011).
En opinión de las protagonistas recogidas en las entrevistas realizadas, los
temas sobre los cuales consideran deben ser capacitadas son los siguientes:
equidad de género, formación sindical, normativa sobre los derechos de las
mujeres, entre las principales prioridades.
En el sentir de Carmela Sifuentes, presidenta de la CGTP del periodo 2006
al 2011: “Soy defensora de la capacitación, nos empodera en el día a día a
partir de lo que está pasando, de ahí que sea muy importante para las
mujeres”. (C. Sifuentes, comunicación personal, 10 de marzo de 2011)
Para María Anela Bayarri, secretaria de género e igualdad de oportunidades
del período 2006 al 2001 de la Federación Nacional de Trabajadores Agua
Potable (FENTAP): “La capacitación y el intercambio de experiencias, la
socialización, el conocer de cerca la problemática de las mujeres son
estrategias importantes que contribuirán el acercamiento de las mujeres a la
organización sindical”. (M. Bayarri, comunicación personal, 20 de mayo de
2011).
146
Para el dirigente de la escuela sindical de la CGTP, Oscar Alarcón: “Le
corresponde al departamento de la mujer de la CGTP hacer un trabajo de
mayor involucramiento de las mujeres en las actividades de la central, debe
ser el órgano promotor de la capacitación sobre estos temas, el
departamento podría emitir una boletín mensual, una comunicación
organizacional sobre estos temas, para que se difundan, se conozcan y se
respeten”. (O. Alarcón, comunicación personal, 1ero de diciembre de 2011).
Al respecto, consideramos que la capacitación debe ser transversal a todo el
quehacer educativo de la CGTP. No debe ser una labor estricta del
departamento de la mujer, porque la falta de recursos será siempre una
limitante al respecto. Se deben crear instancias de coordinación entre el
departamento de la mujer y el departamento de educación de la central, para
que de esta forma se trace un plan educativo que recoja aspectos desde el
uso del lenguaje de género, hasta capacitaciones especializadas sobre el
tema. Estas capacitaciones deben ser tarea de la CGTP en su conjunto, de
todos los departamentos, aprovechando los recursos propios de la
cooperación internacional a través de los diversos proyectos que se
ejecutan.
c) La afiliación sindical de mujeres
Sobre la composición de la CGTP
Aproximadamente un millón y medio de trabajadores y trabajadoras están
afiliados a la CGTP. No se cuenta con su desagregación por sexo porque no
hay un censo sindical actualizado. Por eso es que solo se puede contar con
las mediciones aproximadas realizadas por el departamento de la mujer
trabajadora durante el período del 2006 al 2011, dirigida a los sectores
precarizados donde se encuentra la mayor participación de mujeres, como
educación, salud, agroexportación, trabajadoras del hogar, conserveras,
enfermeras, trabajadoras por cuenta propia, limpieza pública, entre otras,
donde la sindicalización de la mujer es un gran reto.
147
Dentro de los trabajadores y trabajadoras afiliados a la CGTP, los sectores
más fuertes están en el magisterio, construcción civil, mineros(as), en el
sector agrario agrupados en la Confederación Campesina del Perú (CCP) y
en la Confederación Nacional Agraria (CNA), en las federaciones de agua
potable, luz y fuerza, telefónicos, portuarios, trabajadores estatales, textiles,
salud, alimentos y bebidas, comercio, turismo y hotelería, transportes y
municipales, entre otros.
De acuerdo a los estatutos de la CGTP, su artículo No 20 establece: “La
CGTP se organiza en el plano territorial en CGTP regionales según la
división política del Estado. Cada CGTP regional reproduce según sus
necesidades la estructura orgánica en instancias menores como secciones
provinciales. Las CGTP regionales que deseen conservar su denominación
histórica podrán hacerlo”. 102
Así mismo el artículo No 23, dice: “La CGTP cuenta con CGTP sectoriales.
Estas instancias agrupan a todos los afiliadas/os a través de las actuales
federaciones de rama, sindicatos de empresa o de actividades afines. Las
CGTP
sectoriales
respectivo
establecerán
seccionales
según
su
reglamento
103
.
Sobre la participación y afiliación de las mujeres en la CGTP
Lograr la mayor afiliación de mujeres a la CGTP es un reto propuesto en los
últimos congresos de la CGTP. Trabajar por las mujeres y los jóvenes
constituye otro de los objetivos centrales.
Se ha escrito mucho al respecto sobre estrategias y prioridades que en esta
parte compartiremos. Pero lo cierto es que aún no se ha hecho mucho al
respecto. El factor económico influye en esto ya que no hay recursos
directos de la central para campañas de afiliación masiva. Lo que se hace es
102
103
Véase el Cuadro 10. Estructura Orgánica Nacional de la CGTP. 2011.
Véase del Cuadro 10. Estructura Orgánica Nacional CGTP. 2011.
148
poco y ha sido posible su ejecución por el apoyo de la cooperación
internacional.
Carlos Mejía104, señala que las mujeres necesitan saber de qué modo los
sindicatos pueden ayudarlas y el mejor método es a través de un contacto
personal con un sindicalista. Señala además que muchas mujeres no tienen
claro en qué pueda ayudarlas un sindicato, o ni siquiera saben cuál es el
papel de un sindicato.
Al respecto hace una lista de estrategias:
1.-
Hacer que se discuta en el sindicato, en el lugar de trabajo, temas de
interés para las trabajadoras.
2.-
Tener decisiones o grupos de estudios para ver qué temas son
importantes; llevar a cabo investigación o encuestas.
3.-
Identificar un tema con buenas posibilidades de resolución y
considerar como empezar una campaña sindical para abordarlo.
4.-
Crear un clima de seguridad y confianza.
Cabe resaltar que Mejía105 fue uno de los colaboradores para la elaboración
de la propuesta inicial sobre la Transversalización del Enfoque de Género en
la CGTP, a pedido de la responsable del departamento de la mujer
106
y del
equipo técnico del mismo.
Es cierto que muchas mujeres no están interesadas en formar parte de una
organización sindical. Considerando que formar parte de ella, lejos de
salvaguardarlas en sus derechos, las coloca en situación de vulnerabilidad
en relación a su puesto de trabajo. Por lo que es un reto vincularlo a la lucha
conjunta por los derechos laborales, exigiendo que el Estado cumpla con su
verdadero rol frente a los trabajadores y las trabajadoras.
104
Mejía Alvites, Carlos. (2006). Manual Sindical ¿Cómo hacer campañas de afiliación sindical para
mujeres y jóvenes? Editado por CGTP-IESI. Lima.
105
Carlos Mejía Alvites, sociólogo, investigador del Instituto de Estudios Sindicales y de la CGTP.
106
Gloria Pérez Saavedra, socióloga, dirigente sindical responsable del Departamento de la Mujer de
la CGTP. Período 2006-2011.
149
Según datos aproximados del departamento, las mujeres afiliadas bordean
el 25 % al 35 %. Mientras que su participación laboral llega al 70 % en:
• Salud
• Educación
• Confecciones
• Comercio
• Agroindustria
• Limpieza Pública
• Trabajadoras del Hogar
En el sector salud y educación, las mujeres ya están afiliadas en un alto
porcentaje. En los otros mencionados, la sindicalización todavía es un
proceso, especialmente en aquellos donde las mujeres se enfrentan a
regímenes laborales especiales.
La poca afiliación de mujeres está relacionada con su menor participación en
los espacios orgánicos de la CGTP, como son las asambleas y congresos y
los órganos de dirección.
La participación que lograron las mujeres en el XII Congreso Nacional de
noviembre de 2006, donde fue elegido Mario Huamán107, fue importante a
pesar de solo representar el 13.6 % del total de delegados. Su presencia
contribuyó a que se eligieran siete mujeres de un total de 45 cargos. Sin
embargo, su participación sigue siendo baja.
La participación de las mujeres en los espacios orgánicos, como se puede
observar en el reporte de las últimas asambleas y/o congresos realizados,
fluctúa entre el 15 % y 30 %. Porcentajes que no contribuyen a mejorar su
presencia en los órganos de dirección. Sin embargo, es posible aplicar
estrategias como las que lograron que un 25 % de mujeres llegara al XIII
congreso. Lo que permitió acuerdos importantes en materia de género. A los
107
Consejo Directivo Nacional de la CGTP. 2006 – 2010.
150
que no se hubiera podido arribar si no se hubiera contado con hombres
convencidos de que la participación de las mujeres es necesaria, por
derechos y por justicia.
d) Propuestas y políticas sobre enfoque de género
La propuesta de Reforma de Estatutos: Cuota de Participación Mínima
del 30 % de Participación de las Mujeres. XIII Congreso Nacional de la
CGTP
El 6 de marzo de 2008, durante la conmemoración del Día Internacional de
la Mujer, el departamento de la mujer trabajadora lanza el Programa de
Institucionalización del enfoque de Género en la CGTP. Esta propuesta
consideraba la reforma de los estatutos para normar la cuota mínima de
participación de las mujeres en las instancias de decisión y representación
de la CGTP, en un 30 %.
La propuesta fue discutida en la I Conferencia Nacional sobre Género
realizada el 27 y 28 de noviembre de 2008. Cabe recordar que las
conferencias nacionales son espacios de reunión que semejan una
asamblea nacional de delegados, donde se discute un tema específico y se
plantean políticas al respecto.
A partir de ese año y con miras a lograr su aprobación, se dio inicio a una
campaña dirigida a la cooperación internacional para lograr proyectos que
apoyaran directamente al departamento de la mujer.
El 17 y 18 de octubre de ese mismo año, previo al congreso del año 2011, el
departamento realiza un taller para argumentar de mejor manera la
propuesta que se presentaría al congreso. Se elaboró una estrategia de
intervención y de participación dentro del evento.
El taller consideró los objetivos y documentos que se necesitaban.
151
Cuadro 19. Taller para desarrollar y analizar las propuestas específicas
de género. 2011
Taller de Capacitación para Desarrollar y Analizar las propuestas
específicas de género
Objetivos:
• Reflexionar sobre la situación laboral de las mujeres en el Perú, los obstáculos que
hay para el ejercicio al derecho al trabajo y las condiciones favorables que se tienen
para su garantía y defensa.
• Reflexionar sobre el concepto de transversalización de género y su aplicación en
acciones sindicales.
• Profundizar en el manejo de las propuestas de transversalización del género en la
CGTP y recoger aportes de las participantes.
• Consensuar respecto a la agenda de compromisos mínimos de la CGTP con los
derechos de las mujeres trabajadoras.
• Recoger aportes para la fundamentación de la propuesta específica de género o
propuesta de transversalización de género para la CGTP: Reforma de Estatutos –
Lenguaje Género Sensitivo
Productos esperados:
1.- Un Documento que contenga la propuesta específica de género
2.- Un Plan de Trabajo a 27 días del XIII Congreso Nacional de la CGTP
Fuente. Elaboración Propia
Las mujeres discutieron, argumentaron y aportaron al documento que
contenía la propuesta en materia de género que se presentaría al XIII
Congreso Nacional. Se aprobó un documento y cuatro mociones. A
continuación, la propuesta aprobada.
LA PROPUESTA 108
“Para nosotras y nosotros como central, hablar del enfoque de género nos
puede llevar a muchos fundamentos teóricos que son necesarios para esta
reflexión, pero que bien podrían quedar solo en el discurso de los y las
108
Argumento central de la Propuesta.
152
principales representantes. Creemos que en la CGTP hay condiciones para
saltar del discurso a la práctica, a hechos concretos en el movimiento
sindical. La propuesta contiene acciones, basadas en condiciones que
debemos
asegurar
para
que
este
cambio
se
produzca:
poder,
representación, representatividad, capacitación y relaciones interpersonales.
Institucionalizar algo significa crear normas, procedimientos, reglas,
condiciones para que esto se convierta en práctica cotidiana. Cuando
hablamos de institucionalizar el enfoque de género en la Central, nos
estamos refiriendo a cambios en las acciones y decisiones de la central.
Mirando todo accionar desde una perspectiva igualitaria y de equidad. Esto
es creando condiciones iguales para hombres y mujeres, tomando en cuenta
los problemas específicos de ambos géneros, sin que estas especificidades
se conviertan en discriminación. Apostando porque sean acciones positivas
las que se pongan en marcha para procurar pisos mínimos para los y las
trabajadoras.
Cuando hablamos de género no nos estamos refiriendo solo a las mujeres,
pues el género determina nuestra identidad como mujeres y hombres y
define nuestras funciones vitales. Es el conjunto de características
culturalmente específicas que identifican el comportamiento social de
mujeres y hombres y la relación entre ellos.
A los efectos de esta propuesta, la aplicación del enfoque de género
supondrá generar condiciones de igualdad en la protección, defensa y
ejercicio de los derechos laborales para mujeres y para hombres, en lo que
se refiere al ámbito de la CGTP, porque es el proceso de ser justo con
mujeres y hombres.
Para asegurar esta justicia, muchas veces hay que adoptar medidas para
compensar las desventajas históricas y sociales que impiden que las
mujeres y hombres se beneficien de oportunidades iguales. “La equidad es
el camino hacia la igualdad”. Y esta propuesta intenta crear una nueva
153
cultura en la central basada en la equidad e igualdad entre mujeres y
hombres.
La propuesta contiene líneas que son importantes en esta primera etapa:
denominación, poder, representación, representatividad y capacitación”109.
Propuesta y Negociación de una acción afirmativa
De acuerdo a Paredes (2006), las políticas orientadas hacia la igualdad de
género son las que están dirigidas a eliminar las desigualdades generadas
por los valores tradicionales asignados a las mujeres, corregir las
distorsiones que genera el mercado hacia ellas y ampliar su participación
ciudadana. Estas políticas plantean medidas desde el enfoque de igualdad
de oportunidades, justicia y derechos humanos, tanto para el ámbito privado
como para el público.
De acuerdo a Fraser (1998) para lograr la justicia social y para eliminar las
relaciones jerárquicas de género, son necesarias las siguientes políticas:
• Redistribución: distribución más justa de bienes y recursos. Por
ejemplo, redistribución de empleadores/as a trabajadores/as, de norte
a sur, de ricos a pobres.
• Reconocimiento: respetar la diferencia sea minoría o mayoría
culturalmente. Por ejemplo, reconocimiento de minorías étnicas,
raciales, sexuales, diferencias de género. Se está buscando
desarrollar un nuevo paradigma donde el reconocimiento sea central.
Se entiende que el movimiento sindical lucha por una política de género para
promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el
trabajo y el sindicato, teniendo en cuenta las desiguales condiciones de
acceso, participación y discriminación que afectan a la mujer.
109
Documento del Departamento de la Mujer, presentado el 6 de marzo de 2008, en el marco de las
celebraciones del Día Internacional de la Mujer.
154
Los argumentos a favor de la inclusión del tema, fueron sustentados en
noviembre de 2008 en la I Conferencia Nacional de Género: Las
reivindicaciones de las mujeres y las políticas de género en la CGTP.
A esta conferencia asistieron Mario Huamán Rivera secretario general de la
CGTP y los principales dirigentes del consejo nacional110. La exposición
generó gran debate al interior del evento. Fue respaldado por las diferentes
expositoras invitadas que contribuyeron a su desarrollo, entre ellas Virginia
Vargas, Rocío Villanueva Flores, Silvia Loli, representantes de la OIT, entre
otros y otras111.
La Propuesta estaba dirigida a sensibilizar y a proponer medidas que
eliminaran las desigualdades existentes en la participación de las mujeres en
el movimiento sindical y en el ámbito laboral. Sin embargo, generó opiniones
en contra, especialmente de parte de algunos dirigentes que argüían que en
la CGTP ya se venía aplicando la Cuota de Género112, que ésta era una
tradición contenida en el artículo 69 del estatuto vigente.
El departamento de la mujer comenzó un trabajo de sensibilización sobre el
tema, difundiendo la propuesta en Lima y el interior del país113. El objetivo
era llegar con delegados informados/as al XIII Congreso Nacional de la
CGTP que se realizaría el 16 y 19 de noviembre de 2011. En el mes previo
al congreso, se realiza un taller con dirigentas sindicales y con mujeres de
otras bases sindicales, quienes concretan la siguiente propuesta:
1. Cuota mínima de género: 30% de mujeres en la estructura de la
CGTP que se sustentaba en:
• Argumento Social: Mujeres en cifras
• Argumento de Principios y Derechos: Democracia y derechos
humanos de las mujeres
110
Presidenta, Carmela Sifuentes; Secretario General, Mario Huamán.
Expertas/os en materia de Género e Igualdad de Oportunidades.
112
La Cuota de Género era la principal acción afirmativa que se estaba proponiendo.
113
Organizaciones sindicales que componen la CGTP, sean sindicatos o federaciones.
111
155
• Argumento Jurídico: Legislación Nacional e Internacional
• Argumento Sindical: Lucha sindical
2. Lenguaje Inclusivo
Lenguaje Inclusivo
La propuesta consideraba promover la aprobación de tres mociones:
•
Moción de orden del día: Mayor y mejor participación de las mujeres
en la Negociación Colectiva
•
Moción de orden del día: Mayor y mejor participación de las mujeres
en la Capacitación y Educación Sindical
•
Moción de orden del día: Denominación Departamento Mujer y
Relaciones Interpersonales
El debate se centralizó en la Comisión de Trabajo No. 4: Situación Orgánica
y Fortalecimiento de la CGTP. Las mujeres lideradas por Gloria Pérez,
lograron la aprobación unánime de la plenaria. Se había roto el paradigma
de la tradición, por la legalidad, la norma y la verdadera representación.
Sin embargo, y casi contradictoriamente al liderazgo mostrado por las
mujeres al interior del XIII congreso, la plenaria elige a una nueva directiva
bajo la misma dirección de Mario Huamán. Pero, Gloria Pérez no es
reelecta. Tampoco fueron tomadas en cuenta las otras integrantes de las
comisiones de trabajo del departamento de la mujer. Las razones de la
salida de Gloria Pérez fueron políticas y no atribuibles al trabajo realizado, lo
que generó un malestar colectivo en las mujeres.
De los 45 miembros elegidos en el Consejo Nacional de la CGTP en el XIII
congreso, ocho fueron las mujeres electas: apenas un 18 % del total. De la
directiva anterior solo fueron reelegidas: Carmela Sifuentes como presidenta
y Elsa Baldeón en la secretaría de cultura y educación.
156
Según Anderson (2004), las medidas de promoción de la equidad de género
en los países de América Latina han sido impulsadas por las conferencias
internacionales de las mujeres promovidas por las Naciones Unidas, el
trabajo del movimiento feminista e iniciativas de los propios gobiernos a
favor de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Es
importante que los Estados impulsen políticas que superen las relaciones
jerárquicas de género en el ámbito privado como público, pero también es
necesario replantear la concepción de la mujer como sujeto vulnerable así
como superar el binomio mujer-madre y fortalecer su identidad de
ciudadana.
Consideramos que debemos partir de la afirmación de que las mujeres
trabajadoras son igual “trabajadoras” que los hombres y como tal deben
tener los mismos derechos como ciudadanas que son. Este aspecto es
fundamental para que el sindicato promueva políticas orientadas a modificar
las relaciones jerárquicas que aún persisten. Estas políticas deben promover
una mayor y mejor participación de las mujeres en las instancias donde se
toman las decisiones.
Anderson (2004) precisa que existen amenazas que dificultan promover
políticas de igualdad de oportunidades:
•
Círculo vicioso de la participación: la posición económica
interviene principalmente en el acceso al sistema político.
Participan más las personas que tienen mayor beneficio del
sistema. Si este no funciona a favor, invertir en la
participación no se justificaría.
Por lo general los sindicatos están dirigidos por dirigentes sindicales
provenientes de los gremios más fuertes y con mayor influencia no solo
política sino también económica, que por lo general son reelectos y que
repiten las gestiones. Sus demandas son agenda de la organización, que
benefician a estos mismos sectores. ¿Y dónde queda la participación y las
demandas de las mujeres? Por lo general, no son tomadas en cuenta y si
157
esto continúa, las mujeres seguirán sin ser escuchadas y sus demandas,
quedaran solo en demandas.
Se considera que los intereses en conflicto son los que sostienen las
políticas antidiscriminatorias o de promoción de un grupo excluido,
debilitarían las estructuras de discriminación. Por lo que es un reto buscar
maneras de conciliación de intereses que incluya a los diferentes grupos
marginados o discriminados.
La situación crítica de algunos sectores sometidos a sistemas de
discriminación, está siendo tomada en cuenta por la CGTP, como es el caso
de las trabajadoras del agro, trabajadoras del hogar y otros grupos laborales
integrados en un mayor porcentaje por mujeres. Pero, no es suficiente. La
CGTP debería promover con mayor fuerza su participación, ya que se ha
podido constatar que cuando las dirigentas sindicales se perfilan con una
mayor aceptación dirigencial, capacidad de propuesta y argumentación
incluso política, no son promovidas si no se alinean con los intereses de los
grandes grupos al interior de la central.
Si bien estos sucesos se dan de forma aislada, son producto de los
comportamientos y decisiones de grupos determinados dentro de la
organización, que expresan la resistencia a la promoción efectiva y real de la
igualdad de oportunidades, que pone en contradicción el discurso público
con lo que sucede al interior de la organización.
•
Grupos discriminados deben plantear sus propuestas: los
grupos discriminados pueden identificar sus problemas y
plantear soluciones.
Las mujeres y jóvenes han venido haciendo esfuerzos por concertar y
presentar agendas comunes al interior de la central. Tal es el caso de la
Agenda Laboral de las Mujeres Trabajadoras concretada en el 2008, que
debiera ser debatida internamente y contar con el respaldo de la
organización para que pueda ser negociada públicamente con el gobierno.
158
Pese a que algunos de los aspectos señalados por Anderson han sido
abordados, otros aún no forman parte de la agenda de la central.
Todavía no es posible asegurar, por ejemplo, una línea de continuidad en la
formación y fortalecimiento de los liderazgos conseguidos por las mujeres en
la CGTP. Los cambios dirigenciales realizados al interior del departamento
de la mujer114, marcan un corte en la continuidad. Lo que significa un riesgo
frente a procesos tan importantes e históricos que podrían detenerse. La
aprobación de la cuota mínima de género es un logro parcial. Pero no está
asegurado el camino para que se convierta en norma tácita, ya que esto
requiere no solo de la mención, exige experticia, conocimiento previo y
preparación política para defenderla en los espacios que corresponda. Labor
que en primera instancia corresponde al departamento de la mujer.
La aprobación de la política de género, obliga al diseño de estrategias desde
el departamento nacional de la mujer trabajadora y de toda la organización,
para que pueda implementarse no solo en la dirección nacional, sino en
todas las bases sindicales.
7.3.
Lo avanzado en una lógica de institucionalización de género
versus cuarto cerrado
En los capítulos precedentes hemos reflejado dos etapas en la historia de la
CGTP, desarrolladas entre 1995 y 2011, bajo la dirección de Juan José
Gorriti Valle y Mario Huamán Rivera. A lo largo de este recuento, hemos
podido ver los primeros intentos, las acciones y los logros de las mujeres
trabajadoras para poder desarrollar acciones bajo la perspectiva de género.
Al analizar lo ocurrido durante este proceso, arribamos a las interrogantes:
¿Lo avanzado en materia de género en la CGTP, referido a prácticas
114
Se convirtió en una estructura importante, motora, que enarbolaba y argumentaba acciones.
159
cotidianas y acuerdos institucionales, están dentro de un enfoque transversal
de género, tomando en cuenta los derechos, necesidades y las prioridades
de mujeres y hombres de manera diferenciada? O, en todo caso: ¿Lo
logrado forma parte de acciones aisladas de una instancia que realiza
acciones específicas pero que no son asumidas por el colectivo de la
organización, especialmente por quienes la dirigen, principalmente por los
dirigentes sindicales?
Aún con las dificultades expuestas, creemos que en la CGTP se viene
produciendo lo primero. Al respecto, corresponde recordar una primera
etapa de este proceso, entre los años 1995 y el 2006, donde se plantearon
propuestas iniciales por la lucha de igualdad de género en la CGTP. Pero,
durante este tiempo, la secretaría de la mujer no contaba con recursos,
equipo o con soporte técnico, que le ayudara a argumentar y sustentar a
largo plazo sus acciones y las transformaciones que se requerían. Las ideas
eran innovadoras, pero no se lograban los resultados esperados: impacto,
conciencia, consecuencia y reforma.
Entre los años 2006 y 2011, se procesa una segunda etapa caracterizada
por la implementación de una estrategia inspirada en los avances de la
experiencia internacional sindical en género de Argentina y España.
Durante este período, se trazaron las bases históricas en materia de género
en la CGTP, a la que contribuyó la voluntad política de parte de la directiva
nacional para que se avanzara en el tema.
Gloria Pérez, asumió con liderazgo y con convicción las transformaciones al
interior de la CGTP. La experiencia demostró que no bastaba con ser mujer,
que era necesario ser mujer y estar comprometida con el tema.
Las mujeres que formaron parte de esta etapa, eran líderes natas en sus
propias organizaciones. Es así que encontramos dirigentas sindicales cuya
presencia no se podía ocultar y que salieron del cuarto oscuro a sentar las
160
bases de un proceso mayor y más largo a favor de la institucionalización del
enfoque de género.
Otros logros a destacar son que el departamento de la mujer trabajadora
contó con equipo dirigencial y técnico y recursos. Y que logró ser uno de los
departamentos con mejor infraestructura, lo que contribuía a ser visto como
un espacio atractivo para las mujeres, donde ellas podían llegar y aportar.
Este liderazgo fue afectado por problemas políticos que son necesarios
visibilizar. La responsable del departamento fue acusada en el 2011 de
paralelismo sindical, que no fue probado, pero que la hizo objeto de una
campaña de expulsión, que no trascendió, pero que la sacó del cargo.
Sacrificándose un proceso de institucionalización del enfoque de género que
contaba con propuestas, equipo, recursos. Sobre todo con mujeres
comprometidas con el tema y la transformación.
Lo logrado hasta el momento es histórico y es resultado del esfuerzo de las
dirigentes sindicales que perseguían que los cambios se procesaran de
arriba hacia abajo, reforzando la democracia y la ciudadanía institucionales.
Las demandas contaron con el respaldo de la dirección nacional. Sin
embargo, surgen las interrogantes; ¿Cuáles fueron las razones para este
respaldo? ¿Era convicción en el tema o presión externa?
Es objetivo que la CGTP apostó por la transformación y por la
institucionalización del enfoque de género durante los años 2001 y el 2011.
Sin embargo, la preocupación sigue vigente: ¿Cómo hacerla sostenible en el
tiempo?
La investigación establece en el 2011 un corte histórico, considerando que
en los años venideros, la CGTP logrará consolidar lo avanzado en estos dos
periodos, pese a los obstáculos que se puedan suscitar.
161
CAPITULO VIII: RESULTADOS Y DISCUSIÓN
8.1
Análisis desde una perspectiva social
En este capítulo se aborda un análisis desde la perspectiva de las ciencias
sociales, sobre los aspectos más relevantes de la investigación.
8.1.1. Línea de tiempo: Periodo Juan José Gorriti al Periodo de Mario
Huamán Rivera, en relación a la participación y el liderazgo de
las mujeres
La CGTP de los años 90, a inicios del periodo de Juan José Gorriti (1995 –
2006), era una organización reconstituida, con el objetivo de convertirse
nuevamente en un referente sindical, social y político.
A mediados de esta década, la CGTP recibe los primeros aportes de la
cooperación internacional de España, Bélgica y Holanda, con la finalidad de
promover la defensa de los derechos de los y las trabajadoras y algunos
focalizados en las demandas de las mujeres: dialogo social, aumento de
sueldos, negociación colectiva por rama, las licencias por maternidad y el
derecho a las cunas maternales115, las esterilizaciones forzadas, entre otras.
115
Este derecho fue perdido en la década de los 90, en el primer Gobierno de Alberto Fujimori
Fujimori.
162
Para hacer frente a estas demandas, la CGTP requería hacer cambios en
su interior. En el año 2003 acuerda su reestructuración orgánica, buscando
satisfacer los reclamos de sus afiliados. Recordamos que en estos años, la
agenda sindical se centraba en la recuperación de los derechos laborales
perdidos durante los gobiernos de Alberto Fujimori. Una acción a destacar es
la Marcha de los 4 Suyos116, orientada a impedir la reelección del gobierno.
La plataforma de lucha denunciaba la violación de los derechos humanos,
las ejecuciones forzadas, la corrupción, las esterilizaciones forzadas.
Las mujeres articularon su trabajo bajo la dirección de Susan Portocarrero.
Aunque el discurso político no contenía el enfoque de género. La alianza con
el movimiento feminista era débil. No había claridad en las demandas
específicas de las mujeres. Pero aún así se elaboró un documento
denominado Plataforma de Género de la CGTP presentado al XII Congreso
Nacional de noviembre de 2006.
En el 2006 asume el gobierno García Pérez. En el periodo comprendido
entre los años 2006 y 2011, comienza una etapa de consolidación de la
central bajo la dirección de Mario Huamán. Se abren posibilidades de
diálogo social tripartito y bipartito. La agenda de los y las trabajadoras
comienza a nutrirse de nuevas demandas centradas en las posibilidades de
mejoras a través de políticas públicas. La posibilidad de una ley general del
trabajo se consolida con fuerza. La estructura interna de la CGTP se hace
más dinámica. Se incorpora el soporte técnico a las secretarías de defensa,
organización, prensa y de la mujer trabajadora.
Sin embargo, con el gobierno de García se agudizan las tensiones al interior
de la CGTP.
García Pérez no cumple con sus promesas electorales. La situación de los y
las trabajadoras se vuelve cada vez más vulnerable. Las mujeres
trabajadoras en este periodo logran un acercamiento al gobierno a través de
116
Movilización popular realizada entre el 26 y el 28 de julio de 2000.
163
las mesas de diálogo sobre derechos laborales de las mujeres, que no
prosperan. La CGTP apuesta por una nueva alternativa política. Los partidos
de izquierda respaldan la candidatura de Ollanta Humala Tasso a la
presidencia. En contexto, se sientan las bases teóricas y prácticas para
promover y desarrollar el enfoque de género en la CGTP.
Se institucionalizan fechas importantes como el 8 de marzo, 25 de
noviembre, entre otras. Se construye la Agenda Laboral de Género y la
propuesta de transversalización del enfoque de género con miras a lograr la
reforma de los estatutos. Esta es la época donde se desarrollan y proponen
acciones innovadoras, argumentadas y articuladas para promover la
igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito sindical.
8.1.2. Factores que influyeron en la participación, liderazgo y la
propuesta de las mujeres en la organización sindical: CGTP
La más importante participación de las mujeres en la CGTP se produce entre
los años 2006 – 2011. La misma que estuvo impulsada por factores internos
y externos. Abordaremos algunos de ellos.
1. El perfil político y sindical de quien dirigió el Departamento de la
Mujer de la CGTP
Consideramos que este aspecto es uno de los principales factores que
influyó en los periodos analizados, en uno más que en otro. En los que se
puso de manifiesto la necesidad de que la dirigenta que asumiera la
dirección de esta instancia, tuviera determinado perfil político y sindical.
Quedó claro que no era suficiente que la dirigenta sea mujer. Que se
necesitaba además, una mujer con la capacidad para sostener un discurso
político y sindical, convencida de la importancia de la igualdad de
oportunidades, consecuente con las principios de la organización, que
tuviera la fortaleza y decisión para generar cambios, elaborar propuestas y
164
poder sustentarlas en los espacios de decisiones, convencida de mejorarían
la participación de las mujeres en la organización sindical.
La CGTP es una organización de tercer grado y los logros y aciertos que
tenga serán en beneficio de todas las mujeres trabajadoras y hombres
trabajadores, de sus sindicatos y federaciones. La CGTP no es un sindicato
de base, es una confederación que para poder tener una verdadera
incidencia política y sindical, requiere que los y las dirigentas tengan una
trayectoria sindical sostenida y con determinadas cualidades, algunas de
ellas mencionadas en el párrafo anterior.
El Liderazgo “adecuado” no existe. Lo importante es que la visión sobre el
país y el movimiento sindical, forme parte de la vida y las acciones de los y
las dirigentes. Otro aspecto importante del liderazgo “adecuado” es lograr
institucionalizar los acuerdos de género para que se proyecten más allá de
una gestión, de una dirigencia sindical, de una persona.
La capacitación también constituye un aspecto importante. Para la sicóloga,
experta en género y doctora en sociología, Narda Henriquez, hay que tener
claro qué objetivos tenemos respecto a las capacidades que queremos
fomentar, ya que el liderazgo no lo produce una escuela sino que es el
resultado de un contexto colectivo, en el que influyen muchos factores, no es
automático, es un proceso, de ahí la importancia de saber qué cualidades
promovemos y en qué circunstancias fomentamos un liderazgo democrático,
institucional y menos personalista. (N. Henríquez, comunicación personal, 7
de junio de 2014).
2. La voluntad política de los y las principales dirigentes
Para que los procesos de transformación a favor de la incorporación de la
estrategia de transversalización de género, es importante la voluntad política
expresa y tácita de quienes dirigen la organización. Si no hubiera existido
165
voluntad política, las acciones afirmativas117propuestas por las mujeres, no
se hubieran aprobado. Pero, la voluntad política debe ir acompañada de
hechos
concretos
que
se
sostengan
en
el
tiempo,
ya
que
la
institucionalización del enfoque de género es un proceso a largo plazo, con
avances y retrocesos, con aciertos y desaciertos.
La dirigencia principal de la CGTP en innumerables oportunidades ha
manifestado su voluntad de generar cambios a favor de las mujeres
trabajadoras, pero lo que falta es la consecuencia con lo expresado.
3. El trabajo institucional realizado
El trabajo realizado por el departamento de la mujer logró sustentarse sobre
la base de la planificación y la institucionalización. Las actividades
respondían a un plan estratégico y a un plan de trabajo con objetivos
medibles en el tiempo.
Pocos departamentos sindicales lograron en este tiempo tener esta dinámica
de trabajo. Se realizó también una efectiva rendición de cuentas de los
proyectos de cooperación ejecutados y de los recursos internos recibidos.
Se establecieron fechas conmemorativas vinculadas a la defensa de los
derechos de las mujeres como las del 8 de marzo Día Internacional de la
Mujer y del 25 de noviembre Día de la No Violencia contra la Mujer y otras,
donde se presentaban y recordaban propuestas para mejorar la situación de
las mujeres trabajadoras. Lo que antes se daba por costumbre, ahora era
formal, estaba en la agenda, en el discurso y en la práctica sindical de la
central, desde el departamento de la mujer.
117
Una acción afirmativa es una medida temporal que tiene como objetivo equiparar situaciones de
desigualdad entre mujeres y hombres.
166
4. La política de alianzas interna y externa
Entre el 2006 al 2011 se realizaron políticas de alianza internas y externas.
Esta política fue trazada con los departamentos sindicales para promover la
negociación colectiva con enfoque de género, coordinada con el
departamento de defensa laboral. La afiliación sindical para mujeres se
coordinó con el departamento de organización. Se establecieron agendas
directamente con la presidencia. Estas alianzas fueron acertadas, ya que se
logró el apoyo a las propuestas y acciones del departamento.
Las alianzas externas se trazaron y/o reactivaron con el movimiento
feminista y con la academia, lo que permitió que el departamento contara
con apoyo, aporte y críticas en la construcción de sus propuestas. La
cercanía a la academia permitió que las dirigentas y mujeres se
enriquecieran con la experiencia y conocimiento de mujeres que por largos
años habían venido trabajando el tema de género. Algunas eran feministas,
otras no. Algunas contaban con una trayectoria de trabajo en los partidos de
izquierda, otras formaban parte del mundo estrictamente académico.
El movimiento feminista peruano aportó mucho en este periodo. Pese a los
aciertos y desaciertos con los que se movió esta alianza, apoyaron
decididamente las propuestas de cambio propugnados por el departamento.
5. La cooperación externa: los recursos económicos para las
actividades programadas
En la CGTP así como en el movimiento sindical general, los recursos son
muy pocos. La cotización sindical no es suficiente para poder mantener la
estructura sindical, dificultándose el desarrollo de los planes de trabajo de
los diferentes departamentos sindicales.
De ahí que en la gestión del 2006 – 2011 se buscara apoyo económico
externo proveniente de la cooperación internacional y nacional. Se
presentaron propuestas y se postuló a diferentes concursos, ganándose
167
algunos118. Todo esto con la finalidad de obtener los recursos necesarios
para realizar las actividades planificadas.
Otra estrategia importante fue la realización de actividades puntuales, para
las que se conseguía el aval del secretariado ejecutivo y especialmente del
secretario general, que eran presentados a diferentes organizaciones e
instituciones externas, consiguiéndose de esta manera recursos adicionales
que permitieron el desarrollo del plan de trabajo del departamento de la
mujer.
8.1.3. La negociación de acciones afirmativas de género y la
resistencia de los dirigentes varones
Como ya lo hemos compartido en el párrafo anterior, este mecanismo de
alianzas internas y externas fue el que se utilizó para lograr que se apruebe
la propuesta de la Cuota Mínima de Género del 30 %. Proposición que fue
rebatida por muchos dirigentes varones, quienes argumentaban que no era
necesario colocar un artículo en el estatuto que señalara la cuota mínima de
género en porcentajes, porque esto limitaba el acceso mayoritario de las
mujeres a la organización, que en la CGTP eso no era necesario
Sin embargo, las mujeres eran conscientes que se requería de la
institucionalización del enfoque de género, de la reforma de los estatutos,
para que quedara expresa la voluntad política de cambio en la organización:
Lo que no se nombra no existe, lo que no se norma, no se cumple, fueron
los lemas de partida.
La resistencia frente al cambio está sustentada en las lógicas masculinas de
poder, encubiertas en discursos aparentemente propositivos, pero que en la
práctica ponen en la mira a las mujeres que elaboran, argumentan y
negocian propuestas, a las que luego se les da la espalda.
118
Concurso PARES. En el Perú actuó como contraparte el CMP Flora Tristán. Se entregó una
cantidad de dinero para que se realicen acciones determinadas.
168
Proponer y aprobar una Cuota de Género del 30 % como mínimo de
participación de las mujeres, facilitaría su participación, transformaría las
estructuras, reformaría los espacios de poder creados por y para los
hombres. Algunos dirigentes no estaban y no están preparados para
compartir el poder, que es la materialización más cercana al equilibrio que
debe existir entre la afiliación de las mujeres y su representación sindical en
los espacios de dirección y decisión de las organizaciones, en este caso de
la CGTP.
8.2.
Discusión de las Hipótesis
Hipótesis principal:
Que la participación más cualitativa de las mujeres trabajadoras y
sindicalistas en la CGTP, estaría relacionada a su incursión en el mundo del
trabajo en condiciones adversas como la de los años 90, aserto comprobado
a través del desarrollo de la investigación. Sustentamos esta afirmación, en
los siguientes párrafos.
El periodo de la investigación comprendido entre 1995 y 2011, tiene de
precedente la preciada época de los años 70. Correspondiendo que se anote
que en aquellos años la característica principal de un trabajador o
trabajadora sindicalista, era la condición de ser estable. Caso contrario a lo
ocurrido en la época de los 90, donde la clase obrera sustenta sus
planteamientos teóricos sobre la base la fragilidad de la relación de trabajo,
que trae consigo la debilidad de la clase obrera, debilita su identidad, que
provoca un sindicalismo inestable, producto de la inestabilidad laboral que
afectaba a la mayoría de los trabajadores. Este escenario repercute en la
representación sindical de la CGTP durante esos años.
Pese a ello, la participación de las mujeres en el ámbito laboral se
incrementa. En el año 1995 las mujeres representan el 25 % del total de
169
sindicalizados, llegando en el 2011 al 30 %. Pero este incremento se
relaciona con mujeres que están ocupadas por lo general en trabajos
precarios, con poco reconocimiento de sus derechos y en muchos casos
auto empleadas.
La situación de precariedad laboral en la que trabaja la mujer podría
entenderse como una razón lógica para su no participación en la
organización sindical. Definitivamente en algunos sectores se produce esta
situación. Pero hay otros en los cuales su incorporación al ámbito laboral se
equipara con su participación en sindicatos federaciones y confederaciones.
Lo que la investigación persigue explicar es que la precariedad laboral en la
cual se encuentran las mujeres, puede alejarlas pero también acercarlas a la
organización
sindical.
Alejará
a
aquellas
mujeres
que
no
están
ideológicamente convencidas de que la organización es una herramienta
fundamental en la mejora de sus derechos o que no tienen claro que la
organización y lucha colectiva supera la demanda individual. A la inversa,
acercará a las que si están convencidas de lo contrario.
La incursión de las mujeres en el ámbito laboral en condiciones precarias y
su posterior incorporación al mundo sindical, ocurridos entre 1995 y 2011, ha
jugado un papel importante e influido considerablemente al interior de la
CGTP. Considerándose que esta es la mejor época que ha atravesado el
movimiento sindical de la CGTP en su historia y en el reconocimiento de los
derechos de las mujeres trabajadoras por equidad de género, igualdad de
oportunidades y la transversalización de este enfoque. Que entre otros
logros tangibles puede mostrar a más mujeres dentro de la dirigencia
principal, presidida además, por una mujer.
Las hipótesis secundarias:
Podemos decir en relación a la primera hipótesis secundaria: Los cambios
para el ingreso, la participación y permanencia de las mujeres trabajadoras y
sindicalistas en la CGTP se producirían por una política de igualdad de
oportunidades aprobada, establecida o practicada por la organización.
170
Que la CGTP desde el año 1995 y con mayor fuerza a partir de 2006, ha
desarrollado una serie de acciones importantes en primer lugar para que
más mujeres participen –afiliación sindical con enfoque de género- en
segundo lugar para que más mujeres se capaciten - escuelas sindicales con
enfoque de género-, y en tercer lugar para que más mujeres propongan y
sobretodo argumenten sus propuestas - Negociación Colectiva con enfoque
de género-. Acciones enmarcadas en lo que las mujeres llamaron Política de
Género e Igualdad de Oportunidades de la CGTP.
Cuando este tema comenzó a abordarse en casi todos los espacios de
discusión a nivel público y privado las mujeres sindicalistas comenzaron a
tomar de este contexto lo más conveniente para su organización. Se incidió
políticamente. Se logró el respaldo de la dirigencia nacional, hablando
públicamente de los avances. Se conformó un equipo de trabajo bajo la
estructura de comisiones de trabajo, integrado por todas estas mujeres
representativas de las que hablamos en la investigación y que han sido
señaladas con nombre propio.
Se
construyó
una
plataforma
primero,
luego
una
agenda.
Se
institucionalizaron las conferencias nacionales de género, Los encuentros
nacionales de las mujeres trabajadoras de la CGTP. Se realizaron dos
conferencias nacionales119 y tres encuentros nacionales. Se integró mesas
de trabajo con las diferentes instituciones públicas, con la sociedad civil, se
visibilizó a sectores muy precarios, entre otros aspectos. Pero a todo este
proceso restaba la falta de condiciones necesarias como son las licencias
sindicales, la estructura sindical amigable, la resistencia de algunos
dirigentes sindicales frente a los avances en este tema, lo que originaba un
constante clima de tensión y negociación que en su momento las mujeres
supieron manejar.
119
Las Conferencias Nacionales son espacios orgánicos contemplados en los estatutos de la CGTP.
Dirigentes hombres y mujeres se reúnen para abordar temas específicos y llegar a acuerdos sobre el
particular.
171
Con el convencimiento de que lo logrado en esa época fue por impulso de
mujeres convencidas de la importancia de reformar la estructura sindical y
lograr en la práctica – algo que siempre ha estado en el discurso – una
legítima y representativa participación sindical, se logró que la dirigencia de
la CGTP entendiera que era importante establecer una política sustentada
por acciones afirmativas que puedan abrir las estructuras a estas nuevas
actoras y que no se les siga viendo solo como un componente más de la
organización sino como generadoras de cambios, nuevos discursos y
definiciones.
Podemos decir en relación a la segunda hipótesis secundaria: En el
desarrollo de los procesos de negociación y de las relaciones dirigenciales
entre hombres y mujeres en la CGTP, se trasladarían prácticas y relaciones
de poder del espacio privado al público.
Hemos podido comprobar la existencia de prácticas machistas, patriarcales
o sexistas al interior de la organización, hay dirigentes sindicales que se
resisten a los cambios, a compartir el poder y tratan a las mujeres
protectoramente como lo hacen con sus esposas, hijas, o hermanas,
trasladando muchas prácticas del espacio privado al espacio público que es
el sindicato. Muchas veces son estas malas prácticas que alejan a las
mujeres de la organización, como cuando por ejemplo no se les escucha
cuando hacen uso de la palabra, son acosadas por su forma de vestir al
asistir a una asamblea u otra actividad orgánica o sus intervenciones son
tomadas de manera anecdótica. Al ser tratadas de esta manera por parte de
la dirigencia, se les niega la posibilidad de empoderarse y de ejercer la
autonomía plena en el ejercicio del cargo para el cual ha sido elegida. Está
claro que cuando una mujer habla es menos atendida que cuando un
hombre habla. Esto se ha podido observar en eventos orgánicos como son
las asambleas y los congresos.
Podemos decir en relación a la Tercera hipótesis secundaria: Las estrategias
desarrolladas por las mujeres trabajadoras y sindicalistas para acceder al
172
poder en la CGTP se enmarcarían en un liderazgo potente, argumentado y
consecuente.
Con mujeres realmente convencidas del tema, realmente conscientes de que
lo que demandan son sus derechos como ciudadanas, de que tienen
derecho a compartir el poder y la representación relacionada directamente
con su participación desde una visión paritaria, las propuestas, acciones y
estrategias enmarcadas en esta política, funcionan, la dirigencia principal se
convence y sensibiliza en el marco del desarrollo y ejercicio de un liderazgo
potente, argumentado y consecuente por parte de las mujeres mismas.
Sin estos liderazgos, todo esto cae por sí solo, pues las propuestas no
podrían ser sostenidas en el tiempo. Lo que comprueba que para generar los
cambios en la organización sindical en materia de género son necesarios
dos componentes fundamentales: la primera es contar con mujeres,
lideresas sindicales conscientes de lo importante de sus luchas y la segunda
es contar con una estructura fortalecida con recursos humanos y
económicos. No es posible que los hombres solos sean generadores de los
cambios que favorecen a las mujeres ni viceversa, esto es un trabajo
conjunto.
Pero esta participación en la confederación estaba avalada por el trabajo
realizado por una instancia dentro la estructura sindical que es el
departamento de la mujer trabajadora, quien comenzó a institucionalizar, a
construir organicidad, a buscar la representatividad de sus integrantes:
mujeres y hombres, a crear alianzas y a colocar a la CGTP en un espacio
importante de debate y referencia por los derechos laborales de las mujeres.
173
CONCLUSIONES
En la presente investigación hemos llegado a las siguientes conclusiones:
1. Las mujeres habían reingresado masiva pero precariamente al mundo
del trabajo en la década de los noventa. Entre 1995 y el 2000, bajo el
fenómeno de la flexibilización laboral, periodo en el que las mujeres
participan con mayor incidencia al interior de la CGTP y empiezan a
trabajar para que sus demandas formen parte de la plataforma laboral
y sindical de la organización, lo que produce cambios importantes en
el discurso y en la práctica de los principales dirigentes, que empiezan
a promover el respaldo al trabajo del departamento de la mujer antes
secretaría de la mujer, que avalan sus acciones y promueven el
apoyo de la cooperación internacional al trabajo que iniciaban.
Se institucionalizaron fechas como la conmemoración del 8 de marzo,
Día Internacional de la Mujer y del 25 de noviembre, Día de la No
Violencia contra las Mujeres. El departamento de la mujer trabajadora
contaba con comisiones de trabajo.
La etapa comprendida entre 1995 y 2011 ha sido para la CGTP la
más importante de su historia en lo que atañe al desarrollo de
acciones a favor de la igualdad de oportunidades y la perspectiva de
género. Siendo posible ver al término de 2011 que se habían sentado
las bases para continuar con un trabajo sindical desde esta visión, ya
que se contaba con propuestas y con un equipo de mujeres
convencidas120 que ejercían liderazgos potentes, argumentados y
consecuentes, que habían conseguido tener incidencia interna y
externa.
120
Mujeres integrantes de las comisiones de trabajo del Departamento de la Mujer Trabajadora de la
CGTP.
174
Sobre el liderazgo desarrollado y ejercido
sindicalistas
que
asumieron
la
por las mujeres
responsabilidad
al
frente
del
departamento de la mujer, la investigación, demuestra que no basta
tener un liderazgo individual, que lo fundamental es desarrollar
liderazgos democráticos que fomenten capacidades y respondan a lo
que se quiere lograr como organización, ya que el liderazgo como tal
es consecuencia de un proceso colectivo complejo y enriquecedor, las
mujeres
trabajadoras
y
sindicalistas
no
se
convierten
automáticamente en líder de un momento a otro.
2. Cabe resaltar que si bien es cierto el proceso de logros obtenidos en
materia de género era conocido como la política de género de la
CGTP, esta visión como política interna, no existió como tal. Lo que
se tuvo fueron acciones ordenadas bajo el plan estratégico del
departamento de la mujer, que avanzaba con resultados propios.
Recién en noviembre de 2011 en el XIII congreso nacional, es que la
“política de género” queda refrendada en un documento que contenía
aspectos fundamentales como la aprobación vía reforma estatutaria
de la Cuota de Género del 30 % de participación mínima de las
mujeres trabajadoras en las instancias de dirección y de decisión de
la CGTP, a lo que se agregan otros logros como el uso del lenguaje
inclusivo en los documentos y en el discurso sindical, la incorporación
en la plataforma laboral y sindical de las demandas propias de las
mujeres trabajadoras, entre otros aspectos, que hicieron del XIII
congreso, un evento histórico.
Lo conseguido por las mujeres al interior de la CGTP es producto de
su liderazgo y uno de sus logros ha sido la cuota mínima de género,
aprobada unánimemente en el congreso nacional de noviembre de
2011 y que debería ser ratificada en un congreso estatutario previo al
siguiente congreso nacional de la CGTP. Este constituye una
conquista
histórica
sindicalizadas.
decisiva
para
la
lucha
de
las
mujeres
175
Los logros obtenidos por las mujeres al interior de la CGTP, no eran
ajenos a la dinámica y al influjo que recibió de parte del movimiento
de mujeres y del feminista en particular, que en ese momento
enarbolaba la dicotomía entre el movimiento y partido.
3. Este proceso incluyó transformaciones orgánicas e institucionales que
establecieron reglas de funcionamiento para el respaldo al trabajo de
las mujeres, abriéndoles espacio como interlocutoras válidas en los
eventos orgánicos, presentando la agenda pública de las mujeres
ante las diferentes autoridades, que antes no se había dado porque el
trabajo de la mujer estaba reducido al de asuntos femeninos o de
protección de la niñez, que las alejaba de una negociación clara y
directa por sus derechos a todo nivel de la organización sindical.
Aún con los factores económicos, sociales y políticos que han
afectado la estabilidad en el trabajo, por ende, la capacidad autónoma
de los trabajadores y trabajadoras para sindicalizarse, a lo que se
agrega debilidad de los partidos de la izquierda y la disminución del
número de sus afiliados, la CGTP sigue siendo un referente de lucha
contra el modelo económico y de defensa de los intereses y derechos
de la clase trabajadora. Por lo que se requiere una reflexión que haga
visible los factores adversos que afectan su desarrollo, que refresque
su vinculación con el movimiento popular, la vida cotidiana, con las
mujeres, con las nuevas presencias sociales y políticas, ése es el
desafío. Las políticas de género, se sostendrán en el tiempo si existen
mujeres y hombres convencidos que trabajen por aplicar las acciones
contenidas en ellas, este factor es importante en organizaciones como
la CGTP.
El 2011 marca a la CGTP con nuevos retos por resolver, varios de
ellos relacionados con el mejoramiento de su cercanía con al
movimiento sindical mundial y nacional, con la renovación de sus
métodos organizativos para el fortalecimiento de sus vínculos entre
sindicatos y federaciones y el crecimiento del número de sus afiliados,
176
pese a la pérdida de la condición propia del sindicalismo, como es la
de tener la condición de trabajador o trabajadora estable.
Finalmente, pese a los vacios, errores y quizá la falta de estrategias
adecuadas de parte de las integrantes del equipo de trabajo del
departamento de la mujer de la CGTP, estas mujeres marcaron un
hito en la historia de la CGTP, promovieron y lograron cambios que no
los tienen otras organizaciones sindicales del país ni de la región
andina, que aportaron al aumento de la credibilidad y al discurso
democrático de la central sindical, pero sobre todo, que contribuyeron
a su razón de ser: la defensa de los derechos individuales y colectivos
de los y las trabajadoras.
Una de las grandes lecciones que deja este proceso, es que las
mujeres, hoy más ciudadanas que ayer, a pesar de la desigualdad
que confrontan, aprendieron a que principalmente de ellas depende
mantener su nueva ubicación al interior del movimiento sindical, en
eso se resume el largo camino recorrido.
Durante todo este tiempo, el movimiento de mujeres sindicalistas se
ha visto florecer, nutrido de diferentes discursos y experiencias,
combinando su interés particular con los intereses de las demás
mujeres, incluyendo la voz de otras que muchas veces no pueden
estar para demandar, negociar o simplemente que no pueden soñar o
imaginar una vida mejor.
177
RECOMENDACIONES
1. La primera recomendación, se centra en la importancia de contar
con un equipo de trabajo el mismo que es necesario para promover
políticas y/o acciones sindicales a favor de la igualdad de
oportunidades o la perspectiva de género que deberá estar integrado
por un lado por mujeres lideresas con trayectoria sindical en el
ejercicio de cargos de dirección y por el otro por mujeres trabajadoras
y sindicalistas que provienen de sectores más precarios, que se
nutrirán mutuamente. Esta sinergia haría posible una propuesta
argumentada, potente y centrada en la vulneración de derechos,
apostando a generar cambios en la organización, transformando las
reglas no formales en formales, al interior.
2. La segunda recomendación, está sustentada en las estrategias
utilizadas para generar esos cambios y cómo sostener su desarrollo a
través del tiempo. Para lo que es necesario que las alianzas políticas
y posiciones político partidarias tengan en cuenta lo que es justo,
sustentado en el liderazgo colectivo versus los liderazgos individuales,
personalistas y partidarios o de beneficio particular. Dejándose de
lado los intereses partidarios por los que tienen sustento en los
derechos, que son la característica fundamental de una organización
que lucha por los derechos laborales de las mujeres y hombres, en la
igualdad de oportunidades y en la participación y representación.
Todo ello enmarcado en una política aprobada y desarrollada por la
CGTP, que en este caso sería la política de género e igualdad de
oportunidades.
El movimiento sindical deberá centrar su discurso y acciones en
demostrar la “importancia” y la “utilidad” que tiene el movimiento
sindical para las mujeres y hombres trabajadores. Desarrollando
estrategias que permitan que nuevas generaciones de trabajadoras
accedan al movimiento sindical. Una de estas sería el promover la
178
afiliación sindical solo para mujeres, acompañada de propuestas de
cambios normativos en los regímenes laborales especiales donde
trabajan un mayor número de mujeres. Así también una mayor
protección al fuero sindical, licencias sindicales, entre otras. Es
necesario que se elaboren planes de trabajo con acciones de
capacitación que permitan que las nuevas generaciones sindicales
especialmente las mujeres desarrollen o fortalezcan su ideología
sindical, su concepción sobre sus propios derechos centrados en el
ejercicio de su ciudadanía, combinándolo con la necesidad de
identificarse con la historia y lucha sindical. Por otro lado es necesario
que se destaque la “utilidad” de la organización sindical como un
espacio para desarrollarse como persona, como mujer. Son aspectos
nuevos que debe desarrollar la organización sindical para poder
acoger de mayor y mejor forma a estas nuevas actoras.
3. La tercera recomendación es que reflejada la importancia decisiva
que tiene la voluntad política para la institucionalización de los
acuerdos, especialmente en materia de género. Se tiene de base los
años en que el departamento de la CGTP contó con el apoyo de la
cooperación internacional, que se tradujo en la incorporación de un
equipo de mujeres especializadas y comprometidas con el tema,
además de una mejor disposición de recursos
humanos
y
económicos, todo lo cual configuró el escenario adecuado para que
las mujeres consigan acuerdos políticos y sindicales, más allá de los
cargos,
las
personas
y
la
gestión
misma
y
que
además
permanecieran vigentes en el tiempo. Consecuciones que sin
embargo adolecieron del vínculo directo con la dirección nacional de
la CGTP, federaciones y sindicatos que en su momento no priorizaron
los avances, por diferentes motivos.
Para generar cambios tienen que confluir las personas, el contexto y
la voluntad de generarlos. Las personas deben tener claro que la
lucha por la democracia y el cambio social, debe incluir también la
lucha por las mujeres. Y que en la CGTP los cambios no se lograrán
179
solo conversando con los dirigentes hombres, sino que es necesario
preparar a las mujeres en la necesidad de enlazar las políticas
sindicales y las políticas de género que no se contraponen a la lucha
por la clase, lo que fortalecerá la propuesta y la incidencia política y
contribuirá a que la CGTP se convierta en la organización líder del
movimiento sindical peruano y de la región andina, en los
planteamientos por la igualdad de oportunidades a partir de la teoría
de género.
La experiencia demuestra que el contexto debe ser el adecuado para
proponer e implementar cambios. Pero para que estos se sostengan
en el tiempo, la voluntad política es una pieza clave en el proceso.
Con pocas personas convencidas al comienzo, el trabajo para las
mujeres al interior de la CGTP fue difícil. Sin embargo lograron
convencer a un conjunto de dirigentes del consejo directivo nacional,
que fueron capaces de defender las propuestas de las mujeres y
promover los cambios necesarios para lograr la igualdad de
oportunidades en su interior.
Es así que como producto de la investigación, proponemos lo que
consideramos un esquema ideal de trabajo de una instancia tan
importante y motivadora como es el departamento de la mujer, para
que la incorporación, participación, propuesta de las mujeres
trabajadoras y sindicalistas producto de su liderazgo produzcan los
cambios necesarios para lograr la igualdad de oportunidades entre
mujeres y hombres en la CGTP.
El Gráfico 9: “Esquema Ideal CGTP – Departamento de la Mujer”
propone lo que sería el esquema ideal del trabajo del departamento,
contiene las recomendaciones relacionadas con los factores que
influyeron para diseñar, negociar e implementar cambios al interior de
la CGTP.
180
Quedan muchas tareas pendientes. Lo relatado solo constituye el inicio de
una etapa, que sigue en manos de las propias mujeres y de los propios
hombres integrantes de la CGTP para que continúen el camino de aciertos y
errores, pero que han logrado plasmar en la historia del movimiento sindical
un período importante por la lucha y defensa de los derechos de las mujeres
trabajadoras: afiliadas y dirigentas sindicales, sustentadas en el derecho
constitucional de la igualdad de oportunidades en el movimiento sindical.
181
ESQUEMA IDEAL
Instancia
motivadora
y
generadora
de cambio
Institucionalizar:
Acuerdos
Procesos
Voluntad Política
“Cambio –
institucionalizado”
Confederación General de
Trabajadores del Perú
CGTP
Lograr:
Política de
alianzas
sostenida
Cooperación
Departamento de la
Mujer Trabajadora
Interno
Externo
Responsable
Departamento
Planificar:
acciones/metas.
Unificar: a todas las
mujeres y las demandas.
Construir: Herramientas.
Discurso
fundamentado.
Institucionalizar el enfoque
de género en el
movimiento sindical
Intereses
colectivo.
Voluntad de
cambio.
Organización Sindical:
Mujeres y Hombres
Proponer: Cambios.
Capacitar: Preparar para
el cambio.
Conocimiento:
Tema –Proceso.
Mejores condiciones de
vida y condiciones
laborales: Mujeres
Gráfico 9. Esquema Ideal CGTP – Departamento de la Mujer. Fuente.
Elaboración propia
182
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.
190
ANEXOS
191
ANEXO 1
192
ANEXO 2
193
ANEXO 3
194
195
196
197
198
199
200
201
202
203
204
205
206
207
208
209
210
211
ANEXO 4
212
213
ANEXO 5
214
215
216
ANEXO 6
217
218
219
220
ANEXO 7
221
222
ANEXO 8
223
224
ANEXO 9
225
ANEXO 10
226
227
228
ANEXO 11
FICHA DE RECOLECCION DE DATOS Y MOTIVACION
DIRIGENTAS
Nota: Para Mujeres
1. ¿En qué momento de su vida decidió formar parte de una
organización sindical?
2. ¿Quién le hablo de la organización sindical? ¿Era importante para
Usted formar parte de la organización sindical?
3. En su Sindicato/ Federación: ¿Hay dirigentas mujeres? ¿Qué opinión
tiene del trabajo de las dirigentas mujeres?
4. ¿Cómo se articula el trabajo de las mujeres en su sindicato/
federación?
1. ¿Cuántas mujeres trabajadoras están afiliadas (Si no tiene el dato
exacto, un aproximado) y Cuantas integran el comité ejecutivo de su
sindicato/federación?
2. Sobre la capacitación y formación:
a) Esta Usted interesada en recibir cursos de capacitación y formación
SI (
)
NO (
)
Llenar solo si su respuesta es afirmativa:
En temas como: (ordene por prioridades)
* Equidad de Género
( )
* Formación Sindical
( )
* Normativa Nacional e Internacional sobre los Derechos de las
Mujeres Trabajadoras
( )
3. ¿Cómo es su relación con los dirigentes (hombres) dentro de la
organización? ¿Recibe apoyo de ellos en el ejercicio de su labor
sindical (dirigente /afiliada)?
4. ¿Considera usted que en su organización sindical se toman en cuenta
los derechos específicos de las mujeres trabajadoras? ¿Por qué?
5. ¿Qué significa para Usted la CGTP?
229
Entrevistas aplicadas a otras mujeres
Preguntas
1.-
¿En qué momento de su vida y por qué decidió formar parte de una
organización sindical?
2.-
¿Cómo es su relación con los dirigentes (hombres) dentro de la
organización? ¿Recibe apoyo de ellos en el ejercicio de su labor
sindical como dirigenta o afiliada?
3.-
¿Considera Usted que en su organización sindical se toman en
cuenta los derechos específicos de las mujeres trabajadoras? ¿Por
qué?
4.-
¿Cuáles son las estrategias que considera importantes para promover
la participación de mujeres en la organización sindical?
5.-
¿Qué significa para Usted la organización sindical?
¿Qué significa para Usted la CGTP?
ENTREVISTA: Mujeres y hombres
1.- ¿Cuáles han sido los principales aportes de las mujeres al movimiento
sindical en la historia?
2.- ¿Puede recordar algunos nombres de mujeres?
3.- ¿Cuál es la vinculación entre género y clase?
4.- ¿Por qué cree usted que algunas mujeres sindicalistas anteponen la
lucha de clases a la lucha de género? ¿Existe contradicción?
5.- ¿La participación de las feministas en los partidos de izquierda dejan
algunas lecciones?
6.- ¿Por qué cree Usted que los partidos de izquierda no aceptaron
realmente la participación de las mujeres feministas, sindicalistas en sus
filas?
7.- ¿La lucha de los partidos de izquierda vinculada a la lucha sindical, nos
deja algunas lecciones? ¿Recuerda la presencia de algunas mujeres
sindicalistas en este espacio?
230
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