282-CQCM-12 CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA

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282-CQCM-12
CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San
Salvador, a las once horas veinte minutos de ocho de enero de dos mil trece.
Por recibido el oficio número 1922, de fecha catorce de diciembre del año recién pasado,
procedente del Juzgado Quinto de lo Civil y Mercantil, juntamente con el Proceso Común de
Terminación de Contrato, promovido por “UNOPETROL EL SALVADOR, SOCIEDAD
ANÓNIMA”, por medio de sus apoderados licenciados Carlos Mauricio G. S., Janneth Carolina
B. C. y Oscar Mauricio H. S., contra don CARLOS ANTONIO A. M., constando de diecisiete
piezas que contienen 3522 folios útiles,
escrito mediante el cual se interpone recurso de
apelación suscrito por el doctor Arturo Ramiro M. A. y boleta de presentación del mismo.
Tome nota la Secretaría del lugar y medio electrónico señalado por el apelante para recibir
notificaciones a fs. 147 p.p.
Respecto del recurso de apelación interpuesto por el doctor M. A., como apoderado de
don Carlos Antonio A. M., este Tribunal formula las siguientes consideraciones:
I.
ASPECTOS PREVIOS.
La apelación es un recurso ordinario que tiene por finalidad el re-examen de las
infracciones procesales y sustantivas contra resoluciones de primera instancia, a través de un
procedimiento único con el que el tribunal competente (ad quem) ejercita una potestad de
jurisdicción similar a la desplegada por el órgano inferior (a quo). Es
un
remedio
procesal
encaminado a lograr que un órgano superior en grado, en relación al que dictó una resolución que
se estima es injusta, la anule, revoque o reforme total o parcialmente.
Dicho recurso encuentra su asidero legal en el Art. 508 CPCM, el cual a su letra REZA:
“Serán recurribles en apelación las sentencias y los autos que, en primera Instancia, pongan
fin al proceso, así como las resoluciones que la ley señale expresamente.”
II. DE LA APELACIÓN INTERPUESTA.
El doctor M. A., en su escrito de mérito manifiesta que interpone recurso de apelación de
la sentencia pronunciada por el señor Juez Quinto de lo Civil y Mercantil a las quince horas de
veintisiete de noviembre del año recién pasado, expresando que el fundamento de su recurso es
la infracción de una serie de normas de carácter sustantivo y procesal; menciona entre otros, la
ilegitimidad de la personalidad de Distribuidora Shell de El Salvador, S.A, y la de sus
procuradores, señalando otros procesos judiciales expresando que hay error en la valoración de
las pruebas, sin concluir ni especificar en ningún punto en concreto.
Al respecto, el inciso segundo del Art. 511 CPCM, a su letra REZA: “En el escrito de
interposición del recurso se expresarán con claridad y precisión las razones en que se funda el
recurso, haciendo distinción entre las que se refieran a la revisión e interpretación del derecho
aplicado y las que afecten a la revisión de la fijación de los hechos y la valoración de las
pruebas. Los pronunciamientos impugnados deberán determinarse con claridad.”
En la exposición de motivos del Código Procesal Civil y Mercantil, se expresó una
diferencia en la forma en como se interpone el recurso de apelación en relación a lo que disponía
el Código de Procedimientos Civiles derogado, diciendo “... que ya no basta con decir “apelo de
la sentencia pronunciada para ante la Cámara…” sino que debe razonarse el por qué de la
apelación. Ello desde luego, resulta beneficioso para un proceso más transparente y de alguna
manera evita la interposición de recursos maliciosos que algunas veces se hacen únicamente con
el propósito de dilatar el mismo…”
III. ANÁLISIS Y CONCLUSIONES.
Este recurso tiene por finalidad revisar: primero, la aplicación de normas que rigen el
proceso; segundo, los hechos fijados y probados en la valoración; tercero, el derecho aplicado
para resolver las cuestiones objeto del debate; y cuarto, la prueba que no hubiera sido admitida.
Por ello, don Juan Carlos C. G., en el artículo sobre el recurso de apelación del Código
Procesal Civil y Mercantil
comentado, en la página 566 EXPRESA: “El escrito de
interposición ha de agotar toda la carga argumentativa necesaria, pues el apelante no
dispondrá de otro momento para formular sus pretensiones. Por tanto, tras identificar la
resolución objeto del recurso, la parte apelante -actor o demandado en la primera instanciadeberá articular de manera clara y separada, cada uno de los motivos que fundamenta su
impugnación. Por tanto cada motivo contendrá: a) la especificación de cuál se trata (si
infracción procesal o de fondo, y en este último caso, si es inherente a la prueba o a la
aplicación del derecho material); b) el pasaje o pasajes de la resolución que se considera
afectada por cada motivo; c) la descripción de los hechos que originan cada infracción; y d)
los razonamientos estrictamente jurídicos que sustentan la censura en ese punto de la
resolución impugnada, con análisis del precepto o preceptos infringidos (procesales o
sustantivos) por inaplicación o aplicación errónea…” (Destacado es nuestro)
Es decir, que en el escrito de apelación debe especificarse la resolución de la cual se apela,
con expresión de los pronunciamientos cuya revocación o reforma se pretende, se trata de
delimitar desde un principio el concreto objeto del recurso, tanto en lo que se refiere a la
resolución o actuación procesal que lo motiva como en lo concerniente a lo que deba ser materia
de debate entre las partes. La apelación supone la atribución del tribunal ad quem de la
competencia funcional para el conocimiento del proceso en la fase de recurso, pero las
posibilidades de actuación de este Tribunal no se extienden a resolver de nuevo sobre todas las
cuestiones planteadas y decididas en primera instancia, sino solamente respecto de aquellas que
le sometan las partes en base al subprincipio “tamtum devolutum quantum appellatum”.
Consecuentemente, la determinación del objeto de la apelación consistirá en una
reducción de lo que fue materia de la primera, de modo que el apelante limitará la impugnación a
uno o varios pronunciamientos del auto o sentencia apelada o alguna parte de ellos, o a una
actuación infractora de normas o garantías procesales, en la medida en que le resulten gravosas.
Siendo obligación del Tribunal Ad quem, pronunciarse sobre la admisión o no del trámite del
recurso. Por ello, se examina su competencia, la recurrabilidad de la resolución, los requisitos de
postulación, forma y contenido, y la observancia del plazo. La motivación del recurso resulta
esencial para que la Cámara pueda conocer los motivos de impugnación de que es objeto la
resolución apelada, a la vez que permite que el apelado pueda contrargumentar frente a los
alegatos del apelante y ejercer en consecuencia, adecuadamente su derecho de defensa en la
segunda instancia con plena aplicación de los principios de contradicción e igualdad.
El incumplimiento del apelante de motivar el recurso, conlleva la inobservancia de un
requisito procesal esencial para el correcto desarrollo del derecho a la tutela judicial efectiva en la
fase de recurso, cuya omisión permitirá acordar la inadmisión del recurso, sin entrar al fondo de
la pretensión impugnatoria.
Analizado que ha sido el escrito de interposición del recurso de apelación interpuesto por
el doctor Méndez Azahar, como apoderado de don Carlos Antonio A. M., esta Cámara advierte
que el mismo no reúne los requisitos que exige el Art. 511 CPCM, ya que omite manifestar la
revisión o interpretación equivocada del derecho aplicado, el pasaje o pasajes de la sentencia que
se considera afectado por cada motivo, la fijación de los hechos o en qué consiste la errónea
valoración de las pruebas, es decir que, no ha señalado concretamente cual es la infracción en
que incurrió el Juez A-quo y en qué parte de la sentencia la realizó. Por lo tanto, lo así propuesto
en el escrito de apelación no tiene por finalidad revisar lo ordenado en el Art. 510 del mismo
cuerpo legal.
Doctrinalmente, la formalización del recurso que exige el Art. 511 precitado, es una carga
procesal impuesta al recurrente, como requisito esencial para la admisibilidad del mismo, pues es
en esta fase que tiene que agotar la carga argumentativa necesaria para formular sus pretensiones,
ya que el apelante no dispondrá de otro momento; por tanto luego de identificar la resolución
objeto de la apelación debe articular de manera clara y separada cada uno de los motivos en que
fundamenta su impugnación. Y al no haber cumplido con tal exigencia, no existe formalización,
mucho menos si omite identificar el motivo específico en el que deberá recaer la revisión, lo que
imposibilita a esta Cámara entrar a conocer, si efectivamente, la sentencia le ha ocasionado algún
agravio.
La fundamentación de la apelación debe ser hecha en forma clara y precisa, y no mediante
una imputación vaga hacia la resolución impugnada, siendo una necesidad que funde el recurso
en alguno o algunos de los motivos estrictamente tasados por la ley; en el presente caso, el
recurrente no ha realizado esta fundamentación en la forma anteriormente prescrita, por lo que el
recurso deviene en inadmisible.
En virtud que se denegará la admisión de la alzada y para los efectos del Art. 513 CPCM,
considera esta Cámara que en el sub júdice no existe abuso del derecho por parte del recurrente,
puesto que el recurso de apelación, se interpuso de una resolución apelable y fue planteado dentro
del plazo, y el hecho de no haberse fundamentado apropiadamente deviene de un error excusable.
En consecuencia, y de conformidad a las razones expuestas y disposiciones citadas, esta
Cámara RESUELVE:
1°) DECLÁRASE INADMISIBLE el recurso de apelación interpuesto por el doctor
Arturo Ramiro M. A., como apoderado de don CARLOS ANTONIO A. M., habida cuenta de las
consideraciones anteriores;
2°) Omítase la imposición de multa a que se refiere la parte final del inciso primero del
Art. 513 CPCM, en base a las razones expuestas. Y,
3°) Oportunamente, devuélvase la pieza principal al Tribunal de origen, con certificación
del presente, para los fines de rigor. HÁGASE SABER.
PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.
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