ISSN: 0366-3272 Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 107, 2013, 39-46 Bioacumulación de arsénico en tejidos animales por consumo de aguas contaminadas experimentalmente* Arsenic bioaccumulation in animal tissues after consumption of contaminated water experimentally Amparo Herrera, Javier Pineda, y M. Teresa Antonio Departamento Fisiología (Fisiología animal II). Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Complutense de Madrid 28040 Madrid mantonio@bio.ucm.es Recibido: 14-diciembre-2011. Aceptado: 17-enero-2013. Publicado online: 24-enero-2013. Palabras clave: Arsénico, Bioacumulación, Gestación, Lactancia, Crías, Antioxidantes, Laboratorio Keywords: Arsenic, Bioaccumulation, Gestation, Lactation, Pups, Antioxidant, Laboratory Resumen El consumo de aguas contaminadas con arsénico (As) produce la acumulación de este en los tejidos, provocando daños en los organismos que se encuentran expuestos a él. El objetivo de nuestro trabajo es conocer qué cantidades de As pueden llegar a acumularse en los tejidos y cómo se distribuyen en el organismo tras el consumo directo de aguas contaminadas, o indirecto, a través de la placenta y la leche materna; así como la influencia que la administración de un suplemento vitamínico tendría sobre la bioacumulación del compuesto. Para ello, tomamos dos grupos de ratas Wistar gestantes, cuya agua de bebida fue contaminada con arsenito sódico en una dosis de 50 ppm o con una mezcla de arsénico y el suplemento vitamínico (vitamina C, E y zinc). Al final de la lactancia, se extrajeron los órganos y se cuantificó la cantidad de As acumulado utilizando un método colorimétrico basado en el protocolo de Gutzeit (Merck). Según los resultados obtenidos, la bioacumulación de As es significativamente mayor en las madres; en cuanto a su distribución, parece tener una clara preferencia por el bazo, frente a hígado, riñón y cerebro. Por último, el suplemento vitamínico administrado a las madres parece ser el responsable de una disminución del 30% en la cantidad de As acumulado. Abstract Arsenic (As) is a metalloid widely distributed worldwide. This element appears in rocks of the Earth´s crust, where it passes to groundwater depending on changes in pH, oxygen concentration and temperature of the water percolating through the ground. The use of this water results in the accumulation of As in plant and animal tissues, entering in the food chain and causing damage to the organisms that are exposed to it. In humans, consumption of this water is associated with the appearance of certain types of cancer, cardiovascular and metabolic diseases and nervous system and reproductive function disorders. The aim of our study was to determine what amount of As may be accumulated in tissues after consumption of contaminated water directly, or indirectly through the placenta and breast milk, and investigate the influence that vitamin supplementation would have on the bioaccumulation of this element. For this purpose, we polluted the drinking water of pregnant Wistar rats with sodium arsenite at a dose of 50 mg / l during the period of gestation and lactation. The other group, in addition of the dose of arsenic, has been administered an antioxidant supplement consisting of vitamin C (2000 mg/l), vitamin E (500 mg/l) and zinc (20 mg/l). At the end of lactation (postnatal day 21), the organs were dissected: liver and spleen of mothers, and liver, spleen, kidney and brain of the pups. These organs were mineralized by dry digestion; they were maintained at 600650 °C until were reduced to ashes. These ashes were resuspended in 10% sulfuric acid for the quantification of arsenic using a colorimetric method based on the Gutzeit protocol (Merck). According to the results obtained, about the distribution of arsenic in the body of the pups, we observed that the arsenic tends to accumulate preferentially in the spleen compared to the organs of the study (Fig. 3). This result could be explained on the basis of the capacity of this element to bind itself to red blood cells, and the spleen being the primary organ of clearance of the latter. * Presentado en la XIX Bienal RSEHN, UCLM, Toledo 2011. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 107, 2013 40 A. Herrera, J. Pineda, M.T. Antonio On another note, the bioaccumulation of As is significantly higher in mothers than in pups (Fig. 1), which shows only 10-20% of the total accumulated by their mothers; a possible explanation is that the pups have only received As through the placenta and during the 21 days of lactation excreted part of the arsenic accumulated. Finally, the antioxidants administered to mothers seems to be responsible for a 30% decrease in the amount of As accumulated in comparison to the mother who only received arsenic in drinking water (Fig. 2). This result suggests that the antioxidants we have administered have a barrier effect on the absorption of arsenic and they could facilitate its metabolism and excretion, thus reducing the levels of this toxic in the organism. 1. Introducción El arsénico (As) es un elemento metaloide perteneciente al grupo VA de la tabla periódica. Su rango de oxidación abarca desde -3 hasta +5, lo que le permite combinarse con un gran número de elementos formando compuestos tanto orgánicos como inorgánicos (Sprando, 2007). Presenta una amplia distribución en el medio, ya que se encuentra formando parte de la corteza terrestre en una proporción estimada de 3,4 ppm, pudiendo aparecer en estado puro, o lo que es más frecuente, en combinación con más de 150 minerales distintos, siendo el más común la arsenopirita (FeAsS) (Fowler et al., 2007). La mineralización de la roca y la actividad de algunos microorganismos provocan la solubilización del arsénico, por lo que su presencia en el agua a muy bajas concentraciones (menos de 1-2 µg/l) es frecuente (Duker et al., 2005). Sin embargo, en algunas ocasiones, la concentración de arsénico en las aguas puede incrementarse de forma significativa, como sucede en los acuíferos de zonas ricas en mineral de azufre o en sedimentos de origen volcánico donde se han registrado concentraciones superiores a los 12 mg/l; muy por encima del límite de los 10 µg/l de As que establece la OMS como seguro para aguas de consumo humano (Who, 2011). Determinados cambios en las características físico-químicas del medio pueden favorecer la solubilización de este arsénico inmovilizado en las rocas (Fowler et al., 2007; Sharma & Sohn, 2009); condiciones reductoras, cambios en el pH, un aumento de la concentración de carbonato o la actividad microbiana favorecen la disolución de sales de arsénico como el arsenito sódico o el arseniato en las aguas (Sharma & Sohn, 2009). Las masas de agua más afectadas por este fenómeno son los acuíferos, donde se han notificado concentraciones de hasta 5 ppm de arsénico (Who, 2001). Además de este aporte natural de arsénico al agua, encontramos un aporte de origen antropogénico que ha desequilibrado y acelerado el ciclo biogeoquímico de este elemento (Roy & Saha, 2002). El uso de pesticidas y herbicidas elaborados a partir de compuestos de arsénico y, sobre todo la actividad minera, suponen un aporte extra de este mineral al suelo (Fowler et al., 2007), el cual será lavado por las aguas de escorrentía alcanzando así lagos y cursos fluviales, o filtrado a través de las capas del suelo hasta alcanzar los acuíferos. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 107, 2013 El arsénico se distribuye por la superficie de todo el planeta, por lo que se citan casos de aguas contaminadas en numerosos lugares: Bangladesh, India, Taiwán, Vietnam, China, Argentina, México, Chile, USA, etc. (Brinkel et al., 2009; Naraharisetti et al., 2009). La región más afectada del planeta es el delta del Ganges, entre Bangladesh y la zona oeste de Bengala donde se estima que más del 50% de los pozos que abastecen a la población se encuentran contaminados (Maiti & Chatterjee, 2000) y el número de personas que se abastece de ellos podría superar los 100 millones (Who, 1999). Si consideramos todos los territorios afectados del planeta, aproximadamente el 5% de la población mundial consume agua con cantidades de arsénico superiores a las recomendadas por la OMS (Xu et al., 2008). El consumo de estas aguas produce la acumulación de As en tejidos animales y vegetales, entrando así en la cadena trófica y provocando daños en los organismos que se encuentran expuestos a él. Estos daños varían mucho en función de la especie, el tiempo de exposición al tóxico, su concentración y la forma química en la que este se encuentre (Who, 2001). En poblaciones humanas, la principal vía de exposición es a través del agua de bebida contaminada con especies de As, siendo las más frecuentes arsenitos y arsenatos, resultando los primeros una de las formas más tóxicas de este elemento (Fowler et al., 2007). El agua es considerada la principal fuente de intoxicación, pero también se han producido numerosos envenenamientos por el consumo de alimentos, como peces y crustáceos marinos y dulceacuícolas, leche y carne procedentes de ganado criado en áreas contaminadas, o cereales cultivados en estas mismas regiones (Smith et al., 2000; Castro & Méndez, 2008; Xi et al., 2010). El consumo durante períodos de tiempo prolongados de cantidades moderadas de arsénico, da lugar al desarrollo de un síndrome conocido como arsenicosis, patología cuyos síntomas más significativos son: alteraciones de la piel (hiperqueratosis), aparición de diversos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, alteraciones del sistema nervioso y de la función reproductora (Vizcaya-Ruiz et al., 2009; Saha & Ghosh, 2009). Estos síntomas suelen aparecer tras el consumo de aguas con concentraciones de unos 0.05 mg/l, durante períodos de cinco a diez años (Who, 1999). Este síndrome no se manifiesta de igual forma en todas las zonas afectadas aunque la Bioacumulación de arsénico en tejidos animales por aguas contaminadas concentración de arsénico del agua sea la misma, ya que la dieta parece jugar un importante papel en el desarrollo de la enfermedad (Smith et al., 2000); en el caso de la India, el recrudecimiento de la enfermedad se ha relacionado directamente con la carencia de vitaminas A y C (Aragonés et al., 2001). El efecto positivo que parecen ejercer los antioxidantes como las vitaminas C, E y otros (Kadirvel et al., 2007), los ha convertido en uno de los tratamientos recomendados por la OMS para paliar el efecto de esta enfermedad en las áreas más afectadas como Bangladesh ya que pueden contrarrestar el principal mecanismo de acción del tóxico: la producción de radicales libres en la célula generando en esta estrés oxidativo con el consiguiente daño a ADN, proteínas, membranas y demás estructuras biológicas (Smith et al., 2000). En muchos de los países afectados, el índice de natalidad es muy elevado y la rente per cápita muy baja, lo cual implica que son muchas las mujeres en estado de gestación o lactancia que se encuentran expuestas a elevados niveles de arsénico cada día para las que se deben buscar soluciones económicas y accesibles. El incremento del consumo de alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas y verduras, podría ayudar a paliar los efectos de la exposición al tóxico; por lo que un sencillo gesto como es el cambio en los hábitos alimenticios de las mujeres de la zona afectada podría servir para paliar sus síntomas y los de su descendencia. A pesar del problema existente, son escasos los estudios realizados para analizar qué cantidad de arsénico es absorbida por la madre y en qué proporción pasa al individuo en desarrollo; así como el papel que juega la administración de vitaminas, en la absorción y acumulación del tóxico. Por tanto, el objetivo del presente trabajo es ampliar la información existente acerca de qué cantidades de As pueden llegar a acumularse en determinados órganos tras el consumo directo de aguas contaminadas por parte de las madres, o indirecto, a través de la placenta y la leche materna en el caso de las crías; así como la influencia que la administración de un suplemento vitamínico podría tener sobre la acumulación del metaloide. 2. Material y Métodos 2.1 Animales El estudio fue realizado en ratas Wistar (Rattus norvegicus B.) distribuidas por Harlan Interfauna Ibérica S.A. Los animales fueron atendidos por personal especializado conforme a las normas de la “Guía para el Cuidado y el Uso de Animales de Laboratorio” del National Institutes of Health; se mantuvieron en las instalaciones del CAI Animalario de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense con ciclo de luz invertida y temperatura constante en torno a 21°C, 41 dieta para hembras en periodo de cría suministrada por Panlab y agua, administrados ad libitum. Se seleccionaron hembras jóvenes de 200250 g de peso para ser cruzadas con los machos; para determinar el primer día de gestación se realizó un frotis vaginal para verificar la presencia de espermatozoides. En este momento (día 1 de gestación), los animales fueron divididos en tres grupos a cada uno de los cuales se administró un tratamiento diferente disuelto en el agua de bebida: - Grupo 0: o control; no recibe ningún tratamiento. - Grupo 1: reciben una dosis de 50 mg/l (50 ppm) de arsénico en forma de arsenito sódico (Merck). - Grupo 2: reciben la misma dosis de arsénico que el grupo 1 combinada con una dosis de antioxidantes compuesta por 20 mg/l de Zn en forma de cloruro de cinc (Panreac) + 500 mg/l de vitamina E (Solgar) + 2 g/l de vitamina C (Redoxon). Las cantidades ingeridas por cada animal se calcularon según la siguiente fórmula: dosis ingerida (mg⁄(kg⁄día) = consumo agua (ml⁄día)×concentración tóxico o vitamina (mg/l) Peso corporal (g) El tratamiento se prolongó a lo largo del período de gestación (21 días) y lactancia (21 días). En el día 42, los animales fueron sacrificados y se extrajeron los siguientes órganos: hígado y bazo de las madres; e hígado, bazo, riñón y cerebro de las crías, los cuales fueron congelados a -20°C hasta su procesamiento. 2.2 Preparación de las muestras Se disgregaron unos 200 mg de tejido en un mortero junto con 0,5 ml de solución de nitrato magnésico al 20% y 10 mg de óxido de magnesio para evitar la evaporación del arsénico acumulado en la muestra, y se dejó secando en estufa a 60 ºC durante 2 horas. A continuación, las muestras se mineralizaron por digestión seca en horno mufla, permaneciendo a 600 ºC durante 6 horas. Las cenizas obtenidas se resuspendieron con ácido sulfúrico al 10% para la cuantificación del As contenido en las mismas. 2.3 Cuantificación de arsénico Se utilizó el kit comercial Merckoquant® para la cuantificación de arsénico (Merck). Se trata de un método colorimétrico semicuantitativo. La técnica, se basa en que el arsénico tri- o pentavalente (arsenitos y arseniatos), en presencia de cinc, se combinan con un ácido fuerte formando hidruro de arsénico gas. La reacción del gas con el bromuro de mercurio fijado en las tiras reactivas provoca la aparición de coloración amarillo-parda tanto más Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 107, 2013 A. Herrera, J. Pineda, M.T. Antonio 42 intensa cuanto mayor sea la cantidad de arsénico desprendido por la muestra. AsIII/V + Zn + HA- AsH + HgBr 2.4 Análisis de datos Los datos fueron analizados con el paquete estadístico Statgraphics Centurion XV®. Se realizó un análisis de la varianza (ANOVA) para corroborar si las diferencias establecidas por los distintos factores (vía de exposición, tratamiento, órgano) eran o no significativas. 3. Resultados Las dosis de cada uno de los tratamientos consumidos por las madres durante la gestación y lactancia se muestran en la Tabla I. Tabla I. Dosis media ingerida diariamente por las madres, durante la gestación y la lactancia; los datos se expresan en mg /kg peso /día. Los datos se muestran como media ± desviación estándar. – Mean dose consumed daily by mothers during pregnancy and lactation (mg/kg body weight/ day). All values are expressed as mean ± SD. Dosis recibida Gestación Lactancia Grupo 0 - - - Grupo 1 As 4.41 ± 0.92 11.05 ± 3.51 As 5.18 ± 1.16 11.53 ± 3.59 Zn 2.07 ± 0.46 4.61 ± 1.43 Vitamina C Vitamina E 207.21 ± 46.28 51.80 ± 11.57 461.32 ± 143.45 Grupo 2 Figura 1. Comparación entre la cantidad de arsénico (expresada en µg/g de tejido) acumulada por madres y crías en bazo (Fig.1a) e hígado (Fig. 1b). Los datos se muestran como media ± error estándar; ** p-valor < 0.01. – Comparison between the amounts of arsenic (mg/g of tissue) accumulated by mothers and pups in the spleen (Fig. 1a) and in the liver (Fig. 1b). All values are expressed as mean ± SEM; **p-value < 0.01. 115.33 ± 35.86 Se analizó la acumulación de As en función de la vía de exposición al tóxico: directa a través del agua de bebida en el caso de las madres, o indirecta, a través de la placenta y la leche materna como sucede en las crías. Vemos en la Figura 1 como las madres muestran un incremento de la concentración de arsénico altamente significativo (p < 0,01) en dos de los órganos analizados e independientemente del tratamiento administrado: F = 68,95; F = 76,23 para el bazo del grupo tratado con arsénico o arsénico + antioxidantes, respectivamente (Fig. 1a); y F = 45,54; F = 99,21 en el caso del hígado de los mismos grupos (Fig. 1b). Con respecto al efecto del tratamiento antioxidante administrado, en la Figura 2 se muestra como las madres del grupo que recibió el doble tratamiento, han acumulado una cantidad signifiBol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 107, 2013 Figura 2. Comparación entre la cantidad de arsénico (expresada en µg/g de tejido) acumulada por las madres en bazo e hígado, en función del tratamiento recibido. Los datos se muestran como media ± error estándar; * p-valor < 0.05. – Comparison between the amounts of arsenic (mg/g of tissue) accumulated by mothers in the spleen and in the liver, depending on the treatment received. All values are expressed as mean ± SEM; * p-value < 0.05. Bioacumulación de arsénico en tejidos animales por aguas contaminadas Figura 3. Distribución del arsénico acumulado por las crías en los distintos órganos; expresado en µg As/g de tejido. Los datos se muestran como media ± error estándar; ** p-valor < 0.01. – Distribution of arsenic accumulated by pups in various organs (mg As / g of tissue). All values are expressed as mean ± SEM; ** p-value < 0.01. cativamente menor (p < 0,05) de arsénico tanto en hígado como en bazo (F = 5,62 y F = 6,06), con respecto a las que sólo recibieron el tóxico. No sucede lo mismo en las crías donde el tratamiento con antioxidantes no parece tener ningún efecto sobre la bioacumulación del metaloide (Fig. 3). En cuanto a la distribución del arsénico en el organismo de las crías (Fig. 3), se observa como el tóxico muestra una preferencia altamente significativa (p < 0,01; F = 66,68) por órganos como el bazo o el riñón, frente al hígado o el cerebro. 4. Discusión La acumulación de arsénico en el organismo se encuentra condicionada por la vía de exposición, resultando la toma directa por vía oral muy efectiva para la absorción del tóxico (Fowler et al., 2007; Flora et al., 2009). Según algunos estudios, en el epitelio intestinal se absorbe entre un 70-90% del As ingerido; esta cantidad varía en función de si se coadministra o no con alimentos, así como de la naturaleza de los mismos (Hughes et al., 2009), registrándose los valores más altos en animales que habían permanecido en ayunas horas antes de la ingesta del tóxico (Who, 2001). En este caso, el As les fue administrado directamente a las madres a través del agua de bebida y dada la cantidad de As acumulado en sus órganos, parece que la absorción del metaloide en el intestino ha sido elevada; especialmente durante el período de lactancia, momento en el cual duplicaron su ingesta de agua y, por consiguiente, la de arsénico. Sin embargo, las crías analizadas muestran valores casi un 80% más bajos que los de sus madres. La explicación podemos encontrarla en el 43 hecho de que reciben el tóxico a través la placenta o de la leche materna, según del momento del desarrollo en que nos encontremos, por lo que la eficacia con la que el tóxico alcance el organismo dependerá de su capacidad para atravesar estas barreras. La placenta, parece ser fácilmente travesada por el As (Who, 2001; Fowler et al., 2007), ya que las cantidades de As registradas en la sangre de la madre son muy similares a las encontradas en el cordón umbilical del individuo en desarrollo (Concha et al., 1998). Otros autores aseguran que las cantidades de As acumuladas por la placenta son muy superiores a las encontradas en cualquiera de los órganos del feto, por lo que podría tener un leve efecto barrera (Devesa et al., 2006). En cualquier caso, este es el momento de su desarrollo en el que más expuesto se encuentra el individuo, pudiendo llegar a producirse graves malformaciones en el feto o incluso abortos (Raqib et al., 2009). Tras la realización de algunos estudios epidemiológicos, se concluyó que en el caso de la leche materna, la cantidad de As excretada supone apenas un 20% del As transportado en sangre (Concha et al., 1998; Xi et al., 2010); por lo que la exposición al tóxico que sufre el lactante en este momento crucial de su desarrollo, es mínima. Por esta razón, la OMS recomienda a las mujeres residentes en las zonas más afectadas por la contaminación, amamantar a sus hijos durante el mayor tiempo posible (Concha et al., 1998), a fin de proporcionarles un alimento seguro durante las primeras etapas de su desarrollo cognitivo, disminuyendo así la incidencia del retraso en el aprendizaje y otras disfunciones asociadas a la exposición directa al As en niños de muy corta edad (Akhtar et al., 2007). Así pues, el momento en el que más As consume la madre coincide con el período de lactancia, etapa en la cual el individuo en desarrollo se encuentra más protegido; esto explicaría por qué la cantidad de tóxico que llega a acumularse en el organismo de las crías es inferior a la acumulada por sus madres, las cuales se encuentran expuestas permanentemente y de forma directa al arsénico. Se han observado significativas diferencias entre la cantidad de As acumulada por las madres que recibieron un suplemento vitamínico con respecto a las que no fueron suplementadas, registrándose en las primeras valores un 30-40% más bajos, a pesar de que la cantidad de tóxico ingerida es muy similar en ambos grupos. La explicación a este suceso podemos encontrarla en los beneficios que la ingesta de los antioxidantes proporciona al organismo de la madre. El principal mecanismo de toxicidad del As parece ser la generación de radicales libres que oxidan y degradan las estructuras celulares (Pi et al., 2002). La vitamina C es muy conocida por su capacidad para reducir a las especies reactivas oxidantes evitando así que estas hagan diana en lípidos, ADN o proteínas; la vitamina E cumple Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 107, 2013 44 una función muy similar, jugando un papel destacado en la protección de las membranas celulares, gracias a su naturaleza liposoluble (Córdova et al., 2009). Además, algunos autores consideran que estas sustancias podrían ejercer una influencia beneficiosa sobre las enzimas implicadas en la detoxificación y eliminación de sustancias xenobióticas (Flora et al., 2011). Esta mejora del estado celular reduciendo el estrés oxidativo generado por el As, junto con la facilitación de los mecanismos celulares de detoxificación que promueven las vitaminas C y E, constituirían una posible explicación respecto a por qué los animales que han ingerido el complejo vitamínico han acumulado menos As en sus tejidos. En cuanto al cinc (Zn), además de actuar como cofactor de enzimas antioxidantes como la superóxido dismutasa (Llanos & Ronco, 2009), fomenta la movilización del As acumulado en los tejidos (Misbahuddin et al., 2006), por lo que el enriquecimiento de la dieta con este elemento contribuiría a reducir la concentración del tóxico en los órganos. Con respecto a las crías, no se observan diferencias significativas en la cantidad de As acumulado según hayan recibido o no el suplemento vitamínico, pero sí en la acumulación del tóxico en los distintos órganos. El As llega a través de la placenta o de la leche materna, y se distribuye por todo el organismo viajando unido a las membranas de los eritrocitos; desde aquí es absorbido por las células de los distintos tejidos a través de un sistema activo de transporte (Aposhian et al., 2004). Dentro de la célula, el As es metilado como primera fase de su detoxificación para su posterior excreción a través de la orina en forma de arsénico orgánico metilado (DMA o MMA) (Fowler et al., 2007). Sin embargo, no todo el As ingerido es eliminado, acumulándose en distintos órganos o estructuras ricas en puentes disulfuro como la queratina de las uñas o el pelo (Sprando et al., 2007). En cuanto a su distribución entre los distintos órganos, el tóxico muestra especial afinidad por el bazo (Cui & Okayasu, 2008), órgano encargado del reciclaje de los eritrocitos envejecidos o dañados (Schmits & Pfreundschuh, 2002); cuando el As se une a las membranas de los eritrocitos oxida los lípidos que las conforman, haciendo que pierdan flexibilidad y su funcionalidad (Aggarwal et al., 2009; Saha & Ghosh, 2009), por lo que al llegar al bazo estas células son retenidas para su destrucción y reciclaje, acumulándose en el órgano el As que contenían. El riñón es el siguiente órgano en el que se acumulan grandes cantidades de As (Cui & Okayasu, 2008). La principal vía de excreción del tóxico se produce a través de la orina; así, si la cantidad de As que llega al órgano es demasiado elevada o lo hace en forma de As inorgánico cuya solubilidad en la orina es más baja que la de las formas orgánicas metiladas, el metaloide se acumulará en el órgano (Fowler et al., 2007). Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 107, 2013 A. Herrera, J. Pineda, M.T. Antonio En comparación con el bazo o el riñón, la cantidad de As acumulada por el hígado o el cerebro es mucho más baja (Cui & Okayasu, 2008). Ambos órganos, tienen una elevada capacidad para metilar el As inorgánico, especialmente el hígado (Xi et al., 2010). Las formas metiladas del arsénico (DMA, MMA) son más fáciles de excretar que el As inorgánico por lo que su eliminación en estos órganos resulta más efectiva (Fowler et al., 2007). En el caso del cerebro, a este hecho, se añade la presencia de la barrera hematoencefálica; si bien algunos autores consideran que durante las primeras etapas del desarrollo fetal, cuando se encuentra aún en estado inmaduro, permite el paso del As al embrión (Jin et al., 2006), una vez formada se incremente su eficacia (Jin et al., 2006; Xi et al., 2010), lo que disminuye el grado de exposición al tóxico que sufre el cerebro. En futuros trabajos, resultaría interesante realizar la cuantificación de las distintas especies de As presentes en cada órgano, a fin de comprobar, entre otras cosas, la eficacia de los procesos de metilación de cada uno de los tejidos analizados. 5. Conclusiones La cantidad de As en los órganos de las crías es muy inferior a la acumulada por sus madres, cuyo organismo disminuye de forma más o menos eficaz la transmisión del tóxico a las crías. La toma de suplementos vitamínicos por parte de la madre, no sólo ayuda a combatir los efectos perniciosos del tóxico, sino que además favorece la eliminación del As y dificulta su acumulación en los tejidos. Dentro del organismo de las crías, el As tiende a acumularse preferentemente en el bazo, seguido del riñón; siendo el hígado y el cerebro los órganos que menos tóxico acumulan en sus tejidos. Agradecimientos Los autores desean mostrar su agradecimiento a las profesoras Dolores Trigo Aza (Departamento de Zoología y Antropología Física) y Esther Pérez Corona (Departamento de Ecología) de la Universidad Complutense por facilitarnos los medios necesarios para poder llevar a cabo la metodología empleada en este trabajo. También a Guillermo Frontera, por su ayuda en la revisión del resumen en inglés del manuscrito. Y a los revisores que con sus sugerencias contribuyeron a mejorar la calidad del manuscrito. Bibliografía Aggarwal, M., Naraharisetti, S.B. & Sarkar, S.N. 2009. Effects of subchronic coexposure to arsenic and endosulfan on the erythrocytes of broiler chickens: a biochemical study. Archives of Envi- Bioacumulación de arsénico en tejidos animales por aguas contaminadas ronmental Contamination and Toxicology, 56(1): 139-148. Akhtar, N., Islam, M., Mannan, M.A., Misbahuddin, M., Khandker, S. & Ahmad, A. 2007. 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