BOLETÍN JURÍDICO NÚMERO 13 OFICINA ASESORA JURÍDICA Diciembre de 2008 Doctor Mario Mejía Cardona Superintendente Nacional de Salud, Doctora María Elisa Morón Bauté Secretaria General (E) Superintendencias Delegadas Doctor Juan Carlos Sánchez Hoyos Superintendente Delegado Para la Generación y Gestión de los Recursos Económicos para Salud, Doctor Claudio Rafael Gómez Martínez Superintendente Delgada para la Atención en Salud, Doctora Leonor Arias Barreto. Superintendente Delegada para la Protección al Usuario y la Participación Ciudadana, Doctor Claudio Rafael Gómez Martínez Superintendente Delegado para las Medidas Especiales: Doctora María Emma Orozco Espinosa Superintendencia Delegada para la Función Jurisdiccional y de Conciliación Jefes de Oficina Nancy Rocío Valenzuela Torres Oficina Asesora Jurídica (E.) Olga Mireya Morales Torres Planeación Colaboradores Oficina Asesora Jurídica Simón Bolívar Valbuena María Yolanda Castro Contreras ÍNDICE I- NORMAS ► Ley 1250 de 2008: DISMINUYE MONTO DE COTIZACIÓN AL RÉGIMEN CONTRIBUTIVO DE SALUD DE LOS PENSIONADOS. En un 12% quedó establecido el porcentaje contributivo. Se adiciona un inciso al artículo 204 de la Ley 100 de 1993, modificado por el artículo 10 de la Ley 1122 de 2007 y se adiciona un parágrafo al artículo 19 de la Ley 100 modificado por el artículo 6 de la Ley 797 de 2003 el cual señala que las personas independientes cuyos ingresos mensuales inferiores o iguales a 1 salario mínimo legal mensual vigente, que registren dicho ingreso conforme al procedimiento que determine el Gobierno Nacional no estarán obligadas a cotizar para salud durante los próximos 3 años a partir de la vigencia de esta Ley. Diario Oficial 47186 de 2008. - ► Ley 1252 de 2008: DICTADAS NORMAS PROHIBITIVAS EN MATERIA AMBIENTAL, REFERENTES A LOS RESIDUOS Y DESECHOS PELIGROSOS. El objetivo es regular y velar por la protección de la salud humana y el ambiente. Teniendo en cuenta lo establecido en el Convenio de Basilea y sus anexos, se asumirá la responsabilidad de minimizar la generación de residuos peligrosos en la fuente, optando por políticas de producción más limpia; proveyendo la disposición adecuada de los residuos peligrosos generados dentro del territorio nacional, así como la eliminación responsable de las existencias de estos dentro del país. Así mismo, se regula la infraestructura de la que deben ser dotadas las autoridades aduaneras y zonas francas y portuarias, con el fin de detectar de manera eficaz la introducción de estos residuos y se amplían las sanciones que trae la Ley 99 de 1993. Diario Oficial 47186 de 2008. ► Decreto 4671 de 2008 DIRECCIONES DEPARTAMENTALES DE SALUD Y DISTRITAL DE BOGOTÁ CONTINUARÁN AUTORIZANDO EL EJERCICIO DE LAS PROFESIONES DE SALUD. Se amplían los plazos señalados en el Decreto 860 de 2008. Se había señalado un plazo de 9 meses para que de una parte, las Direcciones Departamentales de salud y Distrital de Bogotá continúen realizando las actividades de inscripción, registro y autorización del ejercicio de las profesiones y ocupaciones del área de la salud y de otra, para que el Ministerio de la Protección Social continúe expidiendo las tarjetas profesionales de los médicos, las autorizaciones para el ejercicio de la especialidad médica de Anestesiología y Reanimación en todo el territorio nacional y los permisos transitorios para el personal extranjero de la salud que venga al país en misiones científicas o asistenciales de carácter humanitario, respectivamente, indicando que durante ese término le corresponde a dicho Ministerio reglamentar el Registro Único Nacional del Talento Humano en salud, RUNTHS, y expedir las demás reglamentaciones pertinentes sobre la materia. Como el Ministerio de la Protección Social constató que tales reglamentaciones no pudieron ser expedidas en el plazo previsto, se ha decidido ampliar el plazo por un año más. Diario Oficial 47200 de 2008. ► RESOLUCIÓN NÚMERO 1776 DE 2008 – SNS POR MEDIO DE LA CUAL SE DETERMINA LA ESCALA DE SANCIONES Y PROCEDIMIENTOS POR INCUMPLIMIENTO A LOS PRECEPTOS SEÑALADOS EN EL ARTÍCULO 9° DE LA LEY 1146 DE 2007. II- CONCEPTOS ► DIRECCIÓN DE IMPUESTOS Y ADUANAS NACIONALES – DIAN. Concepto 006063 (045) de 2008 LOS EXÁMENES MÉDICOS PRACTICADOS PARA LA SALUD HUMANA SE ENCUENTRAN EXCLUIDOS DEL IMPUESTO SOBRE LAS VENTAS. Se debe tener en cuenta que los exámenes en las facetas preventiva, reparadora y mitigadora, tales como los de laboratorio, radiología, oftalmología, optometría, terapia del lenguaje, fisioterapia, bacteriología, psicología y demás, se encuentran excluidos del impuesto sobre las ventas, aún cuando su práctica obedezca a requisitos de carácter laboral, educativo, administrativo y otros. ► PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN – PGN Concepto 4665 de 2008 DEMANDA NO LOGRARÍA CUESTIONAR LA OBLIGACIÓN DE COTIZAR PROPORCIONALMENTE A LA SEGURIDAD SOCIAL CUANDO SE PERCIBA INGRESOS DOBLES. Demanda de inconstitucionalidad contra el parágrafo del artículo 5° de la Ley 797 de 2003. La norma apunta al favorecimiento del cotizante para que sea la sumatoria de las cotizaciones la base que sirve para liquidar el monto de su pensión, en aquellos eventos en los cuales un mismo cotizante tiene varios empleadores, realiza varias actividades o ejecuta varios contratos en un mismo periodo de tiempo. Sin embargo, exige que para que opere esta sumatoria, las cotizaciones para salud deben haberse realizado proporcionalmente sobre la misma base de las cotizaciones para pensión. La norma entonces, no puede ser interpretada en la forma en que lo hacen los demandantes porque ella se halla referida al monto de las cotizaciones para la obtención del derecho a la pensión, pero, de la exigencia impuesta respecto de la relación cotizaciones para pensión y cotizaciones para salud, no puede deducirse que ella entraña el desconocimiento de los derechos invocados o como lo afirman en la conclusión de cada uno de los cargos, que la norma “quita la pensión a los trabajadores” de cuya interpretación errada infieren la existencia de una serie de violaciones que afectan los derechos de los trabajadores. ► SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD. CELEBRACIÓN DE CONTRATOS CON PERSONAS SEÑALADAS EN LA LISTA OFAC (LISTA CLINTÓN) ► SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD. ESE REGIMEN PRESUPUESTAL ► SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD. GLOSAS Y RECOBROS ► SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD - SNA JUNTAS DIRECTIVAS ESE Y ASOCIACIONES DE USUARIOS ► SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD. ANTIGÜEDAD EN EL SISTEMA III - JURISPRUDENCIA CORTE CONSTITUCIONAL ► Sentencia T 1116 Expediente T 1984121 de 2008 LOS TRATAMIENTOS PARA ATENDER DROGADICCIÓN CRÓNICA, DEBEN SER ASUMIDOS POR LAS EPS ► Sentencia T 1075 Expediente T 1960263 de 2008 EJÉRCITO NACIONAL VIOLÓ DERECHOS DE SOLDADO RETIRADO AL NO PRESTARLE ATENCIÓN MÉDICA A TRASTORNO PSICOLÓGICO AGUDO SUFRIDO EN SERVICIO. ► Sentencia C 1063 Expediente D 7246 de 2008 CORTE CONSTITUCIONAL SE PRONUNCIA SOBRE EL EJERCICIO DE LAS PROFESIONES Y OCUPACIONES DEL TALENTO HUMANO EN SALUD. ► Sentencia T 999 Expediente T 1941560 de 2008 JUEZ DE TUTELA ORDENÓ A EPS COLMÉDICA EL SUMINISTRO DE PRÓTESIS AUDITIVA Y AURICULAR OSTEOINTEGRADA A PACIENTE QUE LA REQUERÍA. ► Sentencia T 1000 Expediente T 1940507 de 2008.- LOS CONFLICTOS RELACIONADOS CON LA POSIBILIDAD DE ELEGIR LA EPS A AFILIARSE DEBEN SER RESUELTOS POR LA SUPERSALUD Y NO POR JUEZ DE TUTELA. CONTENIDO I- NORMAS DIARIO OFICIAL No. 47186 DE 2008 CONGRESO DE LA REPÚBLICA LEY 1250 (noviembre 27 de 2008) por la cual se adiciona un inciso al artículo 204 de la Ley 100 de 1993 modificado por el artículo 10 de la Ley 1122 de 2007 y un parágrafo al artículo 19 de la Ley 100 de 1993 modificado por el artículo 6° de la Ley 797 de 2003. El Congreso de Colombia DECRETA: Artículo 1°. Adiciónese el siguiente inciso al artículo 204 de la Ley 100 de 1993, modificado por el artículo 10 de la Ley 1122 de 2007, el cual se entenderá incluido a continuación del actual inciso primero, así: “Artículo 204. Monto y distribución de las cotizaciones (…) “La cotización mensual al régimen contributivo de salud de los pensionados será del 12% del ingreso de la respectiva mesada pensional”, la cual se hará efectiva a partir del primero de enero de 2008”. Artículo 2°. Al artículo 19 de la Ley 100 de 1993, modificado por el artículo 6° de la Ley 797 de 2003, adiciónese un parágrafo del siguiente tenor: “Parágrafo. Las personas a las que se refiere el presente artículo, cuyos ingresos mensuales sean inferiores o iguales a un (1) salario mínimo legal mensual, que registren dicho ingreso conforme al procedimiento que para el efecto determine el Gobierno Nacional, no estarán obligadas a cotizar para el Sistema General de Pensiones durante los próximos 3 años a partir de la vigencia de la presente ley, no obstante de lo dispuesto en este parágrafo, quienes voluntariamente decidan cotizar al sistema general de pensiones podrán hacerlo. Durante este lapso, el Gobierno Nacional evaluará los resultados de la aplicación del presente parágrafo y presentará a consideración del Congreso las iniciativas que considere viables para facilitar el acceso a esquemas de protección ‘Económica’ para la vejez de esta franja poblacional”. Artículo 3°. Vigencia. La presente ley rige a partir de la fecha de su publicación y deroga de manera expresa toda disposición anterior que le sea contraria. El Presidente del honorable Senado de la República, Hernán Francisco Andrade Serrano. El Secretario General del honorable Senado de la República, Emilio Otero Dajud. El Presidente de la honorable Cámara de Representantes, Germán Varón Cotrino. El Secretario General de la honorable Cámara de Representantes, Jesús Alfonso Rodríguez Camargo. REPUBLICA DE COLOMBIA - GOBIERNO NACIONAL Publíquese y cúmplase. Dada en Bogotá, D. C., a 27 de noviembre de 2008 ÁLVARO URIBE VÉLEZ El Ministro de Hacienda y Crédito Público, Oscar Iván Zuluaga Escobar. El Ministro de la Protección Social, Diego Palacio Betancourt DIARIO OFICIAL No. 47186 DE 2008 CONGRESO DE LA REPÚBLICA LEY 1252 (noviembre 27 de 2008) por la cual se dictan normas prohibitivas en materia ambiental, referentes a los residuos y desechos peligrosos y se dictan otras disposiciones. El Congreso de Colombia DECRETA: CAPITULO I Objeto, principios, prohibición, tráfico e infraestructura Artículo 1º. Objeto. La presente ley tendrá como objeto regular, dentro del marco de la gestión integral y velando por la protección de la salud humana y el ambiente, todo lo relacionado con la importación y exportación de residuos peligrosos en el territorio nacional, según lo establecido en el Convenio de Basilea y sus anexos, asumiendo la responsabilidad de minimizar la generación de residuos peligrosos en la fuente, optando por políticas de producción más limpia; proveyendo la disposición adecuada de los residuos peligrosos generados dentro del territorio nacional, así como la eliminación responsable de las existencias de estos dentro del país. Así mismo, se regula la infraestructura de la que deben ser dotadas las autoridades aduaneras y zonas francas y portuarias, con el fin de detectar de manera eficaz la introducción de estos residuos y se amplían las sanciones que trae la Ley 99 de 1993 para quien viole el contenido de la presente. Artículo 2º. Principios. Con el objeto de establecer el alcance y contenido de la presente ley, se atenderán los siguientes principios: 1. Atender con debida diligencia la prohibición del ingreso y tráfico de residuos peligrosos provenientes de otros países. El Estado será responsable frente a la entrada de mercancías que con otra nominación pretenda introducir cualquier forma de residuo o desecho peligroso y sancionará, de acuerdo con la ley, a las personas que con su conducta intenten ingresar desechos peligrosos bajo otra nominación. 2. Minimizar la generación de residuos peligrosos mediante la aplicación de tecnologías ambientalmente limpias y la implementación de los planes integrales de residuos peligrosos. 3. Prohibir la generación, almacenamiento o eliminación de residuos o desechos peligrosos en ecosistemas estratégicos o importantes del país en áreas protegidas o de sensible afectación ecológica, zonas de influencia de humedales o zonas de protección o recarga hídrica dulce o en mares u océanos. 4. Diseñar planes, sistemas y procesos adecuados, limpios y eficientes de tratamiento, almacenamiento, transporte, reutilización y disposición final de residuos peligrosos que propendan al cuidado de la salud humana y el ambiente. 5. Implementar estrategias y acciones para sustituir los procesos de producción contaminantes por procesos limpios, inducir la innovación o reconversión tecnológica, las buenas prácticas de manufactura o la transferencia de tecnologías apropiadas, formar los recursos humanos especializados de apoyo, estudiar y aplicar los instrumentos económicos adecuados a las condiciones nacionales para inducir al cambio en los procesos productivos y en los patrones de consumo. 6. Ejercer una política de producción más limpia como estrategia empresarial, a fin de generar una conciencia y responsabilidad social que incluya el trabajo conjunto entre el Estado, la empresa, la Academia y la comunidad para su diseño y ejecución, que involucre la información pública como pilar de la gestión integral de los residuos peligrosos. 7. Aprovechar al máximo los residuos peligrosos susceptibles de ser devueltos al ciclo productivo como materia prima, disminuyendo así los costos de tratamiento y disposición final. 8. Desarrollar planes y actividades acordes con la Política Ambiental para la Gestión Integral de Residuos o Desechos Peligrosos que resuelvan los graves problemas que conllevan la generación y el manejo inadecuado de los residuos peligrosos. 9. Aumentar la riqueza, fomentando la creación de fuentes de ingresos y de empleos, elevando la competitividad de los sectores y mejorando el desempeño ambiental de todos los actores y sectores sociales que generan y manejan residuos peligrosos. 10. Desarrollar esfuerzos nacionales y sectoriales que permitan la eliminación de existencias de residuos peligrosos en desuso y abandonados que representen riesgos para la salud humana y el ambiente. 11. Gestionar internacionalmente el procesamiento y disposición final de residuos peligrosos que no estén dentro de las posibilidades de la tecnología nacional. 12. Generar modelos eficientes de gestión de residuos peligrosos, que con apoyo de la ingeniería y la tecnología disponible, se aproximen a la realidad ambiental del país y sirvan como herramientas de prevención, vigilancia y contingencia. Artículo 3°. Definiciones. Además de las definiciones contempladas en el Decreto 4741 de 2005 expedido por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y sus anexos, se tendrán en cuenta las siguientes: Desastre: Es un hecho natural o provocado por el hombre que afecta negativamente a la vida o al ambiente, desembocando con frecuencia en cambios permanentes a las sociedades humanas, ecosistemas y el ambiente en general. Emergencia: Es una situación producida por un desastre que puede ser controlado localmente sin necesidad de añadir medidas o cambios en el proceder. Aparece cuando, en la combinación de factores conocidos, surge un fenómeno o suceso que no se esperaba, eventual, inesperado y desagradable, el cual puede causar daños o alteraciones negativas no deseadas en la salud humana y el ambiente, sin exceder la capacidad de respuesta de la comunidad afectada. Existencias: Son todos aquellos residuos peligrosos utilizados como materia prima para un proceso industrial, que no han sido consumidos en su totalidad y permanecen abandonados o en desuso dentro de las instalaciones del generador o en enterramientos. Gestor de residuos peligrosos: Persona natural o jurídica que presta los servicios de recolección, transporte, tratamiento, aprovechamiento o disposición final de residuos peligrosos dentro del marco de la gestión integral y cumpliendo con los requerimientos de la normatividad vigente. Gestión interna: Es la acción desarrollada por el generador que implica la cobertura, planeación e implementación de todas las actividades relacionadas con la minimización, generación, segregación, movimiento interno, almacenamiento y/o tratamiento de residuos peligrosos dentro de sus instalaciones. Gestiónexterna:Eslaaccióndesarrolladaporelgestorderesiduospeligrosos que implica la cobertura y planeación de todas las actividades relacionadas con la recolección, transporte, tratamiento, aprovechamiento y/o disposición final de residuos peligrosos fuera de las instalaciones del generador. Hidrocarburos de desecho: Compuestos orgánicos formados por carbono e hidrógeno que hayan sido usados y como resultado de tal uso esté contaminado con impurezas físicas o químicas. Residuo peligroso: Es aquel residuo o desecho que por sus características corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas, inflamables, infecciosas o radiactivas, puede causar riesgos, daños o efectos no deseados, directos e indirectos a la salud humana y el ambiente. Así mismo, se considerarán residuos peligrosos los empaques, envases y embalajes que estuvieron en contacto con ellos. Residuo nuclear: Residuo peligroso que contiene elementos químicos radiactivos producto de un proceso nuclear, como la fisión nuclear. El residuo también puede generarse durante el procesamiento de combustible para los reactores o armas nucleares o en las aplicaciones médicas como la radioterapia o la medicina nuclear. Además, es una sustancia no reutilizable ni reciclable que contiene una cantidad de radionúclidos (elementos radiactivos) tal que su vertimiento, dispersión o exposición, pueden tener repercusiones directas e indirectas en la salud humana y el ambiente. Se suelen clasificar por motivos de gestión en: Residuos desclasificables (o exentos): No poseen una radiactividad que pueda resultar peligrosa para la salud de las personas o el medio ambiente en el presente o para las generaciones futuras. Residuos de baja actividad: Poseen radiactividad gamma o beta en niveles menores a 0,04 GBq/m3 si son líquidos, 0,00004 GBq/m3 si son gaseosos o la tasa de dosis en contacto es inferior a 20 mSv/h si son sólidos. Solo se consideran de esta categoría si su vida media es inferior a 30 años. Deben almacenarse en almacenamientos superficiales. Residuos de media actividad: Poseen radiactividad gamma o beta con niveles superiores a los residuos de baja actividad, pero inferiores a 4 GBq/m3 para líquidos, gaseosos con cualquier actividad o sólidos cuya tasa de dosis en contacto supere los 20 mSv/h. Al igual que los residuos de baja actividad, solo pueden considerarse dentro de esta categoría aquellos residuos cuya vida media sea inferior a 30 años. Deben almacenarse en almacenamientos superficiales. Residuos de alta actividad o alta vida media: Todos aquellos materiales emisores de radiactividad alfa y aquellos materiales emisores beta o gamma que superen los niveles impuestos por los límites de los residuos de media actividad. También todos aquellos cuya vida media supere los 30 años. Deben almacenarse en Almacenamientos Geológicos Profundos (AGP). Vida media: Es el promedio de vida de un núcleo antes de desintegrarse. Se representa con la letra griega (T) tau. Artículo 4°. Prohibición. Queda prohibida la introducción, importación o tráfico de residuos o desechos peligrosos al territorio nacional por parte de cualquier persona natural o jurídica, de carácter público o privado. De igual forma, será prohibida la disposición o recepción final de residuos peligrosos en rellenos sanitarios que no cumplan con la capacidad o condiciones físicas y técnicas adecuadas para tal fin. Artículo 5°. Tráfico ilícito. Quien pretenda introducir carga en la cual se detecte la presencia de residuos peligrosos al territorio nacional o introduzca ilegalmente esta carga, deberá devolverla inmediatamente, de acuerdo con la legislación aduanera y con una estricta supervisión por parte de las autoridades ambientales competentes o quien haga sus veces, sin perjuicio de las sanciones penales a que haya lugar. En caso de presentarse una emergencia relacionada con el transporte de residuos peligrosos introducidos ilegalmente dentro del territorio nacional, que ponga en riesgo inminente a la salud humana o el ambiente, la multa o sanción debe ajustarse de acuerdo con las evaluaciones del impacto generado. Artículo 6°. Reglamentación. El Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial reglamentará el contenido de la presente ley y podrá definir como residuos o desechos peligrosos aquellos que contengan otras sustancias, elementos o compuestos diferentes a los precedentes, bajo criterios complementarios o concurrentes para su clasificación. No obstante, atenderá la clasificación propuesta en los sistemas de la Organización de Naciones Unidas, los Convenios Internacionales sobre la materia y las organizaciones especializadas, tanto nacionales como internacionales. CAPITULO II Responsabilidad Artículo 7°. Responsabilidad del generador. El generador será responsable de los residuos peligrosos que él genere. La responsabilidad se extiende a sus afluentes, emisiones, productos y subproductos, equipos desmantelados y en desuso, elementos de protección personal utilizados en la manipulación de este tipo de residuos y por todos los efectos ocasionados a la salud y al ambiente. Artículo 8°. Responsabilidad del fabricante, importador y/o transportador. El fabricante, importador y/o transportador de un producto o sustancia química con características peligrosas, para los efectos de la presente ley, se equiparará a un generador, en cuanto a la responsabilidad por el manejo de los embalajes, transporte o movilización, almacenamiento hasta su descarga y recepción en el destino final, residuos del producto o sustancia y elementos de protección personal utilizados en la manipulación de este tipo de residuos. Artículo 9º. Subsistencia de la responsabilidad. La responsabilidad integral del generador, fabricante, importador y/o transportador, subsiste hasta que el residuo peligroso sea aprovechado como insumo o dispuesto finalmente en depósitos o sistemas técnicamente diseñados que no represente riesgos para la salud humana y el ambiente. Artículo 10. Responsabilidad del receptor. El receptor del residuo peligroso asumirá la responsabilidad integral del generador una vez lo reciba del transportador y haya efectuado o comprobado el aprovechamiento o disposición final del mismo. Parágrafo 1°. Mientras no se haya efectuado y comprobado el aprovechamiento o disposición final de residuo peligroso por parte de la autoridad ambiental competente o quien haga sus veces, el receptor es solidariamente responsable con el generador. Parágrafo 2°. La responsabilidad de que trata este artículo incluye el monitoreo, el diagnóstico y remediación del suelo, de las aguas superficiales y subterráneas y sus interacciones con la salud humana y el ambiente en caso de que se presente contaminación por estos residuos. Artículo 11. Contenido químico no declarado. El generador continuará siendo responsable en forma integral por los efectos ocasionados a la salud o al ambiente de un contenido químico o biológico no declarado al receptor y a la autoridad ambiental. CAPITULO III Otras disposiciones Artículo 12. Obligaciones. Es obligación del generador de los residuos peligrosos: 1. Realizar la caracterización físico-química y/o microbiológica de los mismos, conforme con lo establecido en el RAS (Resolución 1060 de 2000, Título F) y demás procedimientos vigentes, a través de laboratorios especiales debidamente autorizados por las autoridades ambientales competentes o quien haga sus veces, para identificar el grado de peligrosidad de los mismos. 2. Informar a las personas naturales o jurídicas que se encarguen del almacenamiento, recolección y transporte, aprovechamiento, tratamiento o disposición final de los mismos. 3. Formular e implementar Planes de Gestión Integral de Residuos Peligrosos con su respectivo plan de contingencia, para garantizar la minimización, gestión, manejo integral y monitoreo de los residuos que genera. 4. Garantizar que el envasado o empacado, embalado o encapsulado, etiquetado y gestión externa de los residuos peligrosos que genera, se realice conforme a lo establecido por la normatividad vigente. 5. Poseer y actualizar las respectivas hojas de seguridad del material y suministrar a los responsables de la gestión interna, los elementos de protección personal necesarios en el proceso. 6. Capacitar al personal encargado de la gestión interna en todo lo referente al manejo adecuado de estos desechos y en las medidas básicas de precaución y atención de emergencias. 7. Registrarse ante la autoridad ambiental competente y actualizar sus datos en caso de generar otro tipo de residuos de los reportados inicialmente. 8. Las demás que imponga la normativa ambiental colombiana. Artículo 13. Exportación. Solamente podrán ser exportados del territorio nacional aquellos residuos peligrosos que por su complejidad no puedan ser tratados ambiental y sanitariamente dentro del territorio colombiano. Para este caso, el generador, transportador y receptor de residuos peligrosos, deberán cumplir con lo establecido en el Convenio de Basilea y demás normatividad vigente que regule la materia. Artículo 14. Existencias, enterramientos de residuos peligrosos y maquinaria contaminada en desuso. El Gobierno Nacional, junto con la autoridad ambiental competente o quien haga sus veces, tendrán que desarrollar esfuerzos intersectoriales, nacionales e internacionales para tratar, eliminar y disponer las existencias y enterramientos de residuos peligrosos, además de la maquinaria y elementos que hayan tenido contacto con estos para proteger los recursos naturales y propender al derecho a un ambiente sano. Artículo 15. Hidrocarburos de desecho. La utilización de residuos de hidrocarburos, entre los cuales se encuentran los aceites lubricantes de desecho para la generación de energía, solo se permitirá si son generados en el país y con el cumplimiento de las condiciones y requisitos establecidos por las autoridades competentes. El Gobierno Nacional establecerá mecanismos que permitan impulsar la utilización de este tipo de tecnologías y su respectiva reglamentación. Artículo 16. Vigilancia y control. La autoridad ambiental competente o quien haga sus veces, en coordinación con las autoridades sanitarias, policivas, de comercio exterior y de aduanas, según sea el caso, tendrán que cumplir las funciones propias de prevención, inspección, vigilancia y control, en concordancia con lo establecido en la presente ley y demás disposiciones de la legislación ambiental colombiana. Artículo 17. Sanciones. En caso de violación de las prohibiciones definidas en la presente ley, las autoridades impondrán las sanciones administrativas, penales o disciplinarias a que haya lugar, sin perjuicio de la responsabilidad que sea imputable por impactos o daños originados al medio ambiente, la salud humana, la integridad física y la vida de los habitantes. Tipos de sanciones. El Ministerio del Medio Ambiente y las Corporaciones Autónomas Regionales, impondrán al infractor de las normas sobre protección ambiental o sobre manejo de aprovechamiento de recursos naturales renovables mediante resolución motivada, según la gravedad de la infracción, los siguientes tipos de sanciones y medidas preventivas: 1. Sanciones: a) Multas diarias hasta por una suma equivalente a 300 salarios mínimos mensuales, liquidados al momento de dictarse la respectiva resolución; b) Suspensión del registro o de la licencia, la concesión, permiso o autorización; c) Cierre temporal o definitivo del establecimiento, edificación o servicio respectivo y revocatoria o caducidad del permiso o concesión; d) Demolición de la obra, a costa del infractor, cuando habiéndose adelantado sin permiso o licencia y no habiendo sido suspendida, cause daño evidente al medio ambiente o a los recursos naturales renovables; e) Decomiso definitivo de productos o productos utilizados para cometer la infracción. 2. Medidas preventivas: a) Amonestación verbal o escrita; b) Decomiso preventivo de individuos o especímenes de fauna o flora de productos e implementos utilizados para cometer la infracción; c) Suspensión de obra o actividad, cuando de su prosecución pueda derivarse daño o peligro para los recursos naturales renovables o la salud humana o cuando la obra o actividad se haya iniciado sin el respetivo permiso, concesión, licencia o autorización; d) Realización, dentro de un término perentorio, de los estudios y evaluaciones requeridas para establecer la naturaleza y características de los daños, efectos e impactos causados por la infracción, así como las medidas necesarias para mitigarlas o compensarlas. Parágrafo 1°. El pago de las multas no exime al infractor de la ejecución de las obras o medidas que hayan sido ordenadas por la entidad responsable del control ni de la obligación de restaurar el medio ambiente y los recursos naturales renovables afectados. Parágrafo 2°. Las sanciones establecidas por el presente artículo se aplicarán sin perjuicio del ejercicio de las acciones civiles y penales a que haya lugar. Parágrafo 3°. Para la imposición de las medidas y sanciones a que se refiere este artículo, se estará al procedimiento previsto por el Decreto 1594 de 1984 o al Estatuto que lo modifique o sustituya. Parágrafo 4°. En el caso del departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, las sanciones contempladas en los artículos 28, 29 y 35 de la Ley 47 de 1993, se aplicarán, sin perjuicio de las previstas en este artículo. Artículo 18. Vigencia y derogatorias. La presente ley rige a partir de la fecha de su promulgación y deroga las disposiciones que le sean contrarias. El Presidente del honorable Senado de la República, Hernán Francisco Andrade Serrano. El Secretario General del honorable Senado de la República, Emilio Otero Dajud. El Presidente de la honorable Cámara de Representantes, Germán Varón Cotrino. El Secretario General de la honorable Cámara de Representantes, Jesús Alfonso Rodríguez Camargo. REPUBLICA DE COLOMBIA – GOBIERNO NACIONAL Publíquese y cúmplase. Dada en Bogotá, D. C., a 27 de noviembre de 2008. ÁLVARO URIBE VÉLEZ El Ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Juan Lozano Ramírez. DIARIO OFICIAL No. 47200 DE 2008 MINISTERIO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL DECRETO 4671 (diciembre 10 de 2008) por medio del cual se amplían los plazos señalados en el Decreto 860 de 2008. El Presidente de la República de Colombia, en ejercicio de las facultades constitucionales y legales, en especial las conferidas por el numeral 11 del artículo 189 de la Constitución Política y en desarrollo de la Ley 1164 de 2007, y CONSIDERANDO: Que los artículos 1° y 2° del Decreto 860 de 2008, señalaron un plazo hasta de nueve (9) meses para que de una parte, las Direcciones Departamentales de Salud y Distrital de Bogotá continúen realizando las actividades de inscripción, registro y autorización del ejercicio de las profesiones y ocupaciones del área de la salud y de otra, para que el Ministerio de la Protección Social continúe expidiendo las tarjetas profesionales de los médicos, las autorizaciones para el ejercicio de la especialidad médica de Anestesiología y Reanimación en todo el territorio nacional y los permisos transitorios para el personal extranjero de la salud que venga al país en misiones científicas o asistenciales de carácter humanitario, respectivamente, indicando que durante ese término le corresponde a dicho Ministerio reglamentar el Registro Único Nacional del Talento Humano en Salud, RUNTHS, y expedir las demás reglamentaciones pertinentes sobre la materia; Que el Ministerio de la Protección Social ha convocado la participación de los diferentes colegios, asociaciones y agremiaciones, para concertar las condiciones que regirán las mencionadas actividades, constatando que tales reglamentaciones no pudieron ser expedidas en el plazo previsto, requiriéndose en consecuencia, ampliar los plazos para tal fin; Que los colegios de profesionales para que asuman las funciones públicas delegadas a que se refiere la Ley 1164 de 2007, deben contar con la capacidad tecnológica, técnica y administrativa para el manejo del RUNTHS y la expedición de la Tarjeta de Identificación Única Nacional, así como adelantar procesos adicionales de capacitación, socialización y puesta a prueba de los mecanismos e instrumentos que garanticen el correcto funcionamiento del RUNTHS, lo cual a la fecha no se ha desarrollado, DECRETA: Artículo 1°. Ampliar en un (1) año más, los términos establecidos en los artículos 1° y 2° del Decreto 860 de 2008. Artículo 2°. El presente decreto rige a partir de la fecha de su publicación. Publíquese y cúmplase. Dado en Bogotá, D. C., a 10 de diciembre de 2008. ÁLVARO URIBE VÉLEZ El Ministro de la Protección Social, Diego Palacio Betancourt. SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD RESOLUCIÓN NÚMERO ( 1776 12 DIC. 2008 DE 2008 ) POR MEDIO DE LA CUAL SE DETERMINA LA ESCALA DE SANCIONES Y PROCEDIMIENTOS POR INCUMPLIMIENTO A LOS PRECEPTOS SEÑALADOS EN EL ARTÍCULO 9° DE LA LEY 1146 DE 2007. EL SUPERINTENDENTE NACIONAL DE SALUD, En ejercicio de sus facultades legales y, en especial, de las señaladas en el artículo 9° de la ley 1146 de 2007, y CONSIDERANDO: La Constitución Política de Colombia garantiza el derecho a la salud como un derecho fundamental, el cual comprende, entre otros, el poder acceder a sus servicios de manera oportuna, eficaz y con calidad, entendiendo que la primera condición para poder garantizar el derecho de toda persona al acceso a los servicios de salud en los términos constitucionales (art. 49, C.P.) es, precisamente, que exista un conjunto de personas e instituciones que presten tales servicios (EPS, IPS y EPS-S). En tal sentido, y como bien lo ha recalcado la Corte Constitucional (Sentencia T760 de 2008), para que efectivamente toda persona pueda acceder a los servicios de salud, al Estado le corresponde, por mandato constitucional (art. 49, CP), cumplir, entre otras, las siguientes obligaciones: (i) organizar, (ii) dirigir y (iii) regular la prestación de los servicios de salud; (iv) establecer las políticas para la prestación de los servicios por las entidades privadas, y ejercer (v) su vigilancia y (vi) control; (vii) establecer las competencias de la Nación, las entidades territoriales y los particulares y (viii) determinar los aportes a su cargo en los términos y condiciones señalados en la Ley. En este contexto, corresponde al Estado ser garante del derecho a la salud de los colombianos y, dentro de este derecho, del derecho a la salud sexual y reproductiva y los derechos de las víctimas de violencia sexual. Lo anterior, máxime que en el ámbito nacional la violencia sexual está priorizada como un evento de interés en salud pública (Acuerdo 117 del Ministerio de Salud, Resolución 412 de 2000, Política Nacional en Salud Sexual y Reproductiva), por lo cual debe ser objeto de atención oportuna y seguimiento, de tal manera que se garantice su control. La violencia sexual es definida como un evento de interés en salud pública por su impacto sobre el individuo, su familia y la sociedad. A las víctimas de violencia sexual se les vulneran múltiples derechos humanos y, en particular, los derechos sexuales y reproductivos. La violencia sexual constituye una de las expresiones más críticas de discriminación. Por tanto, la violencia sexual ha sido preocupación de la comunidad internacional, de los gobiernos y de los movimientos de los derechos humanos. Preocupación que se ha expresado en una serie de instrumentos jurídicos internacionales y nacionales que dan soporte legal a las acciones institucionales de promoción, prevención y atención de las diferentes formas de violencia sexual. Son, entre otros, instrumentos jurídicos internacionales los siguientes: La Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación de la mujer (CEDAW); la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; La Convención Interamericana para Prevenir, Castigar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. Son instrumentos jurídicos nacionales, entre otros, los siguientes: Ley 294 de 1996; Ley 012 de 1991; Ley 100 de 1993; Ley 360 de 1997; Ley 470 de 1998; Ley 679 de 2001; Ley 704 de 2001; Ley 747 de 2002; Ley 765 de 2002; Ley 800 de 2003; Ley 1098 de 2006; Ley 906 de 2004. Pese al marco normativo, el abordaje de la violencia sexual y el acceso a la atención desde el sector salud presenta múltiples barreras que impiden a los niños, niñas, jóvenes, mujeres, hombres víctimas de violencia sexual acceder a los servicios de salud. Estas barreras tienen que ver con problemas de aseguramiento, por las siguientes causas: (i) Desconocimiento de las instituciones de los procedimientos para activar las acciones de protección y atención de las personas víctimas de violencia sexual; (ii) No se considera la violencia sexual como una urgencia; (iii) Exigencia de pagos compartidos por parte de las IPS, ignorando la gratuidad establecida por la Ley 360 de 1997, para la atención de víctimas de violencia sexual. Barreras administrativas para el ingreso al sistema de atención en salud, tales como: (i) La persona no aparece en la base de datos que acrediten su condición de afiliados al SGSSS; (ii) No autorización de la atención por parte de quien actúa como asegurador (EPS, antes territoriales, regímenes especiales); (iii) Desactualización de la información contenida en la base de datos sobre la condición de afiliación al sistema de las víctimas; (iv) Ausencia o cruce de información entre las bases de datos. Barreras de atención, tales como: (i) Falta de integralidad en el manejo requerido; (ii) asignación de citas tardías, con intervalos prolongados, generando el riesgo de que la persona desista de la atención o presente complicaciones físicas, emocionales y mentales; (iii) la atención se realiza en sitios que no garantizan la privacidad; (iv) vulneración de la dignidad de las víctimas. Barreras socioeconómicas, tales como la exclusión del POS de algunos medicamentos y servicios. Otras barreras, tales como falta de documento de identidad y documentos en manos del agresor. Debe, asimismo, recabarse como las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud, públicas y privadas, deben garantizar la disponibilidad de los elementos necesarios para la toma de muestras y evidencias, y la cadena de custodia en la atención integral a víctimas de violencia sexual (Resolución 412 de 2000, Ley 906 de 2004). Es, igualmente, obligación de las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud en la atención integral a víctimas de violencia sexual, así como las de (i) Garantizar la atención a la víctima de violencia sexual; (ii) Dar aviso a la policía judicial; (iii) Garantizar de forma permanente la disponibilidad de elementos para la toma, embalaje y rotulado adecuado de evidencias; (iii) No cobrar copagos ni cuotas moderadoras, en tanto la atención de víctimas de violencia sexual debe ser gratuita. Tal y como lo ha sostenido el “Protocolo para el abordaje integral de la violencia sexual desde el sector salud” publicado por la Secretaría Distrital de Salud en convenio con el Fondo Población de Naciones Unidas, UNFPA, la violencia sexual es una urgencia y, por tanto, cuando una persona es detectada o hace consulta por posible violencia sexual, debe brindarse atención inmediata, independiente del tiempo de los hechos. Según el documento en cita: “Es una urgencia particular, dado que altera la integridad física, funcional y/o psíquica (…) en diversos grados de severidad, comprometiendo la vida o funcionalidad de la persona, y (…) por tanto requiere de la protección inmediata de los servicios de salud, a fin de conservar la vida y prevenir consecuencias críticas presentes o futuras”. La persona víctima de violencia sexual tiene derecho a información sobre las entidades que puedan ayudarla, sobre los procedimientos jurídicos a que haya lugar dado el delito. Tiene derecho a que se recoja y preserve la evidencia médico legal, que puede ser usada en un proceso penal (la historia clínica puede servir de prueba en un proceso penal, así como las muestras que se recuperen durante el examen). Tiene derecho al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual. Derecho al tratamiento de las lesiones que se deriven del hecho y a consejería por parte de personal calificado para ellos y su familia. Y derecho a ser tratada con respeto y privacidad en todas las actuaciones médicas y legales. Acorde con todo lo anterior, es deber del Estado crear las reglas necesarias para que las diferentes entidades e instituciones del sector de la salud garanticen efectivamente la prestación de los servicios que sean requeridos por las personas víctimas de violencia sexual dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud, posibilitando, de esta forma, la implementación de las políticas públicas de salud (Sentencia T-760 de 208; C. Const.). La Ley 1146 de 2007, “Por medio de la cual se expiden normas para la prevención de la violencia sexual y atención integral de los niños, niñas y adolescentes abusados sexualmente”, ordena en su capitulo III, artículo 9°, la atención integral en salud del niño, niña y adolescente víctima de abuso sexual, indicando que en casos de abuso sexual a niños, niñas y adolescentes, el Sistema General en Salud, tanto público como privado, así como los hospitales y centros de salud de carácter público, están en la obligación de prestar atención médica de urgencia e integral en salud a través de profesionales y servicios especializados. La misma normativa faculta a la Superintendencia Nacional de Salud para determinar la escala de sanciones y procedimientos dentro de los principios de celeridad y eficacia, a fin de que se cumplan efectivamente los preceptos consagrados en el artículo 9º, referente a la atención integral del niño, niña y adolescente víctima de abuso sexual. En consecuencia, la Superintendencia Nacional de Salud como entidad rectora del Sistema de Inspección, Vigilancia y Control del Sistema de Inspección, Vigilancia y Control del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Ley 1122 de 2007), procede, mediante el presente acto administrativo, a dar cumplimiento al mandato del legislador plasmado en el parágrafo del artículo 9º de la Ley 1146 de 2007. En mérito de lo expuesto, RESUELVE: ARTÍCULO PRIMERO.- La Superintendencia Nacional de Salud, previa solicitud de explicaciones, podrá imponer, en caso de violación a los preceptos contenidos en el artículo 9º de la Ley 1146 de 2007, a las Entidades Promotoras de Salud, EPS, Instituciones Prestadoras de Salud, IPS, y Entidades Promotoras de Salud de Salud del Régimen Subsidiado, EPS-S, por una sola vez, o en forma sucesiva, multas en las siguientes cuantías a favor del Tesoro Nacional. a) Multa de 1 a 2000 salarios mínimos legales mensuales vigentes a la fecha de la comisión del hecho, a las EPS, IPS, EPS-S, que nieguen la atención de manera inmediata como una urgencia médica del niño, niña y adolescente víctima de abuso sexual o que durante la atención médica de urgencia no realicen una adecuada evaluación física y psicológica del niño, niña o adolescente víctima de abuso, teniendo cuidado de preservar la integridad de las evidencias. b) Multa de 1 a 1800 salarios mínimos legales mensuales vigentes a la fecha de la comisión del hecho, a las EPS, IPS, EPS-S, que incumplan el precepto de recoger de manera oportuna y adecuada las evidencias, siguiendo las normas de la cadena de custodia, o de practicar de inmediato las pruebas forenses, patológicas y psicológicas necesarias para adelantar el proceso penal correspondiente. c) Multa de 1 a 1600 salarios mínimos legales mensuales vigentes a la fecha de la comisión del hecho, a las EPS, IPS, EPS-S, que se nieguen a la provisión de antirretrovirales en caso de violación y/o riesgo de VIH/Sida, o a la realización de exámenes y tratamientos de enfermedades de transmisión sexual adquiridas con ocasión del abuso del niño, niña y adolescente víctima de abuso sexual. d) Multa de 1 a 1200 salarios mínimos legales mensuales vigentes a la fecha de la comisión del hecho, a las EPS, IPS, EPS-S, que se abstengan de dar aviso inmediato a la policía judicial y al ICBF. PARÁGRAFO 1. Las EPS, IPS, EPS-S, contarán con un término máximo de cinco (5) días hábiles para dar respuesta a la solicitud de explicaciones de que trata el presente artículo, contados a partir del recibo de la comunicación. PARÁGRAFO 2. La reiteración de la falta acarreará la revocatoria o suspensión del certificado de autorización que se le otorgue a la Empresa Promotora de Salud de régimen contributivo o subsidiado, mediante providencia debidamente motivada. ARTÍCULO SEGUNDO.- La presente Resolución rige a partir de su publicación en el Diario Oficial. PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE. MARIO MEJÍA CARDONA Superintendente Nacional de Salud (E) Proyectó: Simón Bolívar Valbuena Revisó: Karina Vence Peláez CONCEPTOS DIRECCIÓN DE IMPUESTOS Y ADUANAS NACIONALES – DIAN Concepto No. 006063 (045) (Bogotá D.C., 24 de noviembre de 2008) Ref: Consulta radicado número 003212 de 13/11/2008 Doctora FABIOLA ALBA MUÑOZ Coordinadora Jurídica Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas Carrera 4 No 73-15 Bogotá, D.C. Tema Impuesto sobre las ventas Descriptores Servicios excluidos Servicios para la salud humana Fuentes Formales Estatuto Tributario, art. 476 Cordial saludo Dra. Fabiola Alba: Damos respuesta a la consulta de la referencia, en la cual solicita aclarar el Concepto número 000238 del 5 de noviembre de 2008, que sustituyó el numeral 2.1. del Capítulo I "Servicios excluidos" del Título IV del Concepto Unificado del Impuesto sobre las Ventas No. 0001 del 19 de junio de 2003, en cuanto se señaló que están gravados con el impuesto sobre las ventas, entre otros servicios, la auditoría médica, o examen de las actividades realizadas en determinado campo con el objeto de efectuar el diagnóstico o evaluación de su situación. De conformidad con el artículo 19 de Decreto 4048 de 2008, esta Dirección es competente para absolver las consultas escritas que se formulen sobre la interpretación y aplicación de las normas tributarias de carácter nacional, aduaneras y cambiarias en lo de competencia de la Dirección de Impuestos Aduanas Nacionales. En el Concepto 000238, acogiendo la jurisprudencia reiterada de la Honorable Corte Constitucional, este Despacho concluyó que para efectos de lo previsto en el numeral 1° del artículo 476 del Estatuto Tributario, "Se entienden por servicios de salud aquellos que en forma directa recaen sobre la persona humana, en sus facetas preventiva, reparadora y mitigadora". En este contexto debe entenderse que los servicios gravados a los que alude el concepto en cuestión son las labores de auditoría o evaluaciones sobre actuaciones médicas u otras actividades en determinado campo con el objeto de efectuar el diagnóstico o evaluación de una situación y que no se refieren a los exámenes sobre las personas que encuadran dentro del concepto de servicios de salud. En consecuencia los exámenes médicos practicados para la salud humana, en las facetas preventiva, reparadora y mitigadora, tales como los de laboratorio, radiología, oftalmología, optometría, terapia del lenguaje, fisioterapia, bacteriología, psicología y demás, se encuentran excluidos del impuesto sobre las ventas, aún cuando su práctica obedezca a requisitos de carácter laboral, educativo, administrativo y otros. En los anteriores términos se complementa el Concepto No. 000238 de noviembre 5 de 2008. Atentamente, CAMILO ANDRÉS RODRÍGUEZ VARGAS Director de Gestión Jurídica PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN CONCEPTO No. 4665 (25 de noviembre de 2008) Bogotá, D.C. Señores MAGISTRADOS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL E. S. D. REF.: Demanda de inconstitucionalidad contra el parágrafo del artículo 5° de la Ley 797 de 2003 “por la cual se reforman algunas disposiciones del sistema general de pensiones previsto en la Ley 100 de 1993 y se adoptan disposiciones sobre los Regímenes Pensiónales exceptuados y especiales” Actores: CIRO ANTONIO ROJAS AGUDELO y ORLANDO NEUSA FORERO Magistrado Ponente: Dr. MANUEL JOSÉ CEPEDA Expediente No. D-7350 De conformidad con lo dispuesto en los artículos 242, numeral 2o, y 278, numeral 5o, de la Constitución, procedo a rendir concepto en relación con la demanda instaurada ante esa Corporación por los ciudadanos CIRO ANTONIO ROJAS AGUDELO Y ORLANDO NEUSA FORERO, quienes en ejercicio de la acción pública consagrada en los artículos 40, numeral 6o, y 242, numeral 1o, de la Constitución Política, han solicitado a la Corte Constitucional declare la inconstitucionalidad del parágrafo del artículo 5° de la Ley 797 de 2003, publicada en el Diario Oficial No. 46.461 de 23 de noviembre de 2006, cuyo texto es siguiente: LEY 797 DE 2003 (enero 29) Diario Oficial No. 445079 de 29 de enero de 2003 Por la cual se reforman algunas disposiciones del sistema general de pensiones previsto en la Ley 100 de 1993 y se adoptan disposiciones sobre los Regímenes Pensiónales exceptuados y especiales” EL CONGRESO DE COLOMBIA DECRETA: ARTÍCULO 5o. El inciso 4 y parágrafo del artículo 18 de la Ley 100 de 1993 quedarán así: Artículo 18. Base de Cotización. La base para calcular las cotizaciones a que hace referencia el artículo anterior, será el salario mensual. El salario base de cotización para los trabajadores particulares, será el que resulte de aplicar lo dispuesto en el Código Sustantivo del Trabajo. El salario mensual base de cotización para los servidores del sector público, será el que señale el gobierno, de conformidad con lo dispuesto en la Ley 4a. de 1992. El límite de la base de cotización será de veinticinco (25) salarios mínimos legales mensuales vigentes para trabajadores del sector público y privado. Cuando se devenguen mensualmente más de veinticinco (25) salarios mínimos legales mensuales vigentes la base de cotización será reglamentada por el gobierno nacional y podrá ser hasta de 45 salarios mínimos legales mensuales para garantizar pensiones hasta de veinticinco (25) salarios mínimos legales. Las cotizaciones de los trabajadores cuya remuneración se pacte bajo la modalidad de salario integral, se calculará sobre el 70% de dicho salario. En todo caso, el monto de la cotización mantendrá siempre una relación directa y proporcional al monto de la pensión. PARÁGRAFO 1o. En aquellos casos en los cuales el afiliado perciba salario de dos o más empleadores, o ingresos como trabajador independiente o por prestación de servicios como contratista, en un mismo período de tiempo, las cotizaciones correspondientes serán efectuadas en forma proporcional al salario, o ingreso devengado de cada uno de ellos, y estas se acumularán para todos los efectos de esta ley sin exceder el tope legal. Para estos efectos, será necesario que las cotizaciones al sistema de salud se hagan sobre la misma base. En ningún caso el ingreso base de cotización podrá ser inferior a un salario mínimo legal mensual vigente. Las personas que perciban ingresos inferiores al salario mínimo legal mensual vigente, podrán ser beneficiarias del Fondo de Solidaridad Pensional, a efectos de que éste le complete la cotización que les haga falta y hasta un salario mínimo legal mensual vigente, de acuerdo con lo previsto en la presente ley. Los textos subrayados constituyen las disposiciones acusadas. 1. Planteamientos de la demanda Los actores aducen que la disposición impugnada vulnera los artículos 1°, 2°, 3°, 6°, 13, 29, 48, 83, 189 y 338 de la Constitución Política, referidos al carácter y fines del Estado Social de Derecho, a la soberanía popular, a la proyección de la responsabilidad de los particulares y de los servidores públicos, a la igualdad, el debido proceso, al carácter y garantías de la seguridad social, al ejercicio del derecho de propiedad y sus límites, al principio de buena fe a la institución presidencial y las funciones del Presidente de la República como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Suprema autoridad Administrativa y a la competencia de las Corporaciones Públicas para establecer los tributos y contribuciones parafiscales. Para sustentar los cargos argumentan que: 1.1. La oposición entre la disposición acusada y los fundamentos y objetivos del Estado Social de Derecho referidos en la Carta Política se advierte prima facie porque en aquella se atenta contra la dignidad de los trabajadores en su mínimo vital al “quitarles” el derecho a la pensión por no haber cotizado en la misma proporción al Sistema de Seguridad Social en Salud. Se vulneran, en consecuencia los artículos 1, 2, 5 y 6 de la Carta. 1.2. De conformidad con la Jurisprudencia Constitucional los recursos parafiscales no pueden destinarse a un fin diferente al establecido en la ley que los crea ni utilizarse para el beneficio de un sector distinto de aquel que soporta el gravamen. Los recursos parafiscales de las cotizaciones para la pensión de jubilación que son retornados al trabajador en cuanto no se le reconozca el derecho a la pensión por no haber realizado los aportes para la salud, no cumplen la finalidad de atender el mínimo vital y las necesidades de manutención en una etapa posterior de su vida. Así mismo, al negarse la pensión por la causa anotada, el trabajador pierde el subsidio que otorga el Estado por cada pensión reconocida (Gaceta del Congreso 350 de 2002) con lo cual el Estado se apropia de tales recursos a costa de evadir el pago del subsidio a la pensión del régimen de prima media. Se vulneran así, los artículos 58 y 338 de la Carta Política. 1.3. El artículo 83 de la Constitución Nacional refiere a la presunción de buena fe; al no hacer el trabajador, la persona independiente o el contratista los aportes para salud y, como consecuencia de ello, se predica por parte de las autoridades que son “evasores de la seguridad social” a quienes debe negarse la pensión, de ahí surge una presunción de que han actuado de mala fe, presupuesto que es contrario a lo establecido en la norma constitucional. 1.4. La norma demandada viola la igualdad por cuanto comporta una discriminación que se manifiesta de dos maneras: en primer lugar, porque, mientras a los trabajadores afiliados al régimen de ahorro individual con solidaridad se les exige cotizar para salud sobre los aportes adicionales al salario, ello es, en los casos del trabajador independiente o del contratista, a los afiliados al Seguro Social no se les permite hacer aportes adicionales para mejorar la pensión y se les exige cotizar para salud sobre la misma base o sobre una base superior de aquella que sirve como fuente para las cotizaciones de pensión, a estos últimos, además, se les “quita” la pensión si no cotizaron para salud. En segundo lugar, por cuanto mientras a los trabajadores asalariados el “patrono” les contribuye con las dos terceras partes para los aportes a salud, sobre los trabajadores independientes y los contratistas recae la obligación de pagar el equivalente al 100% para el mismo fin. 1.5. El artículo 5° de la Ley 797 de 2003, no amplía sino que elimina el derecho a la seguridad social que tiene quien cotizó el número de semanas exigido para pensión y llega a la edad requerida. La norma demanda viola el artículo 48 porque para “quitar” la pensión a los trabajadores el legislador no goza de amplia libertad configurativa, por el contrario, la norma constitucional ordena ampliar progresivamente la cobertura de la seguridad social. Dado que el derecho a la seguridad social es progresivo, cualquier limitación que establezca el tránsito legislativo es inconstitucional. Las medidas restrictivas deben estar plenamente justificadas y compensadas en el desarrollo de los derechos fundamentales y en todo caso, las restricciones impuestas al goce de un derecho no pueden superar el desarrollo de las bondades introducidas en otros derechos. Como la medida de “quitar” la pensión a la población no impulsa el desarrollo económico y social del país y, tampoco tal medida está compensada con el desarrollo de otros derechos, la reforma es regresiva y no se encuentra motivada. 1.6. El artículo 22 de la Declaración establece: Universal de los Derechos Humanos “Toda persona como miembro de una sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener…la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad”. El artículo 9° del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, aprobado mediante la Ley 74 de 1968 indica: “Los Estados partes en el presente pacto reconocen el derecho de toda persona a la seguridad social”. El artículo 16 de la declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana en Bogotá en 1948, dice: “Toda persona tiene derecho a la seguridad social que le proteja contra las consecuencias de la desocupación, de la vejez, y de la incapacidad que, proveniente de cualquier otra causa ajena a su voluntad, le imposibilite física o mentalmente para obtener los medios de subsistencia”. La violación establecida por el parágrafo del artículo 5° de la Ley 797 de 2003, reglamentada por el parágrafo del artículo 3° del Decreto 510 de 2003, contradice prima facie las declaraciones citadas porque “quitan”, en vez de proteger, los medios de subsistencia para que una persona de la tercera edad pueda tener un ingreso que le permita el mínimo de subsistencia digna. 2. Problema jurídico Corresponde al Ministerio Público establecer si frente a la obligación de cotizar proporcionalmente a la seguridad social, la exigencia legal establecida en el parágrafo 1° del artículo 5° de la Ley 797 de 2003, según la cual las cotizaciones realizadas para los efectos pensiónales que hagan los trabajadores que cuentan con dos o más empleadores o los independientes o contratistas que realizan dos o más actividades o ejecutan dos o más contratos en un mismo periodo de tiempo, deben coincidir con los aportes hechos para la salud, a efectos de que la suma de tales cotizaciones sirva como base para fijar el monto de la pensión, afecta derechos de los trabajadores protegidos por la Carta Política. Sobre el particular el Procurador General de la Nación considera lo siguiente: 3. De los requisitos que, conforme a jurisprudencia constitucional deben reunir las demandas de constitucionalidad en relación con los cargos propuestos a efectos de evitar decisiones inhibitorias 3.1. La Procuraduría reitera lo expresado en conceptos anteriores en el sentido que la jurisprudencia constitucional ha señalado, en forma reiterada, que el concepto de la violación, uno de los requisitos establecidos en el artículo 2 del Decreto 2067 de 1991, se cumple cuando la demanda expresa en forma cierta, clara, específica, pertinente y suficiente, las razones por las cuales la norma constitucional se considera vulnerada. Estas condiciones son presupuestos materiales cuya inobservancia hacen inepta la demanda[1]. Ha dicho la Corte sobre la certeza que ella existe cuando la demanda recae sobre una proposición jurídica real y existente en el ordenamiento jurídico, no sobre un contenido normativo deducido por el actor, ello es, derivado exclusivamente de su criterio subjetivo, o sobre un contenido en disposiciones sobre las cuales no recae la acción. La claridad hace referencia a la existencia de un hilo conductor en la argumentación que permita a la Corte comprender qué se demanda y cuáles son las razones en que se apoya la petición de inconstitucionalidad. El concepto de violación es específico cuando plantea un cuestionamiento constitucional concreto contra la norma demandada, que permita la confrontación racional y directa entre ella y el texto constitucional presuntamente vulnerado. Por ello, es inadmisible decidir sobre la constitucionalidad de una disposición legal con base en argumentos ambiguos, amplios, indirectos, gaseosos y globales que no guardan conexidad concreta y directa con la norma legal que se acusa. [2] Los cargos además, deben ser pertinentes, es decir, de naturaleza constitucional, no legal, ni doctrinaria ni basados en supuestas aplicaciones de la ley. Por último, es preciso la Corte que el actor debe presentar argumentos suficientes de tal forma que hagan sospechar de la constitucionalidad de la norma impugnada y por lo tanto provoquen un pronunciamiento de la Corte Constitucional. [1] Sentencias C-645 de 2000, C-1052 y C-1255 de 2001, C-831 de 2002, C-562 de 2004 y C-1154 de 2005, entre otras. [2] Auto de Sala Plena A-032 de 2005 “este parámetro pretende que el cargo realizado sea efectivamente de inconstitucionalidad y que sus fundamentos sean específicos, determinados, concretos, precisos y particulares en relación a la norma acusada”. 3.2. De acuerdo con la doctrina y jurisprudencia nacionales, los cargos formulados contra las disposiciones que, presuntamente vulneran un ordenamiento superior, deben deducirse del contenido mismo de la norma acusada, en el específico caso de los juicios de constitucionalidad, aquéllos deben fluir del texto de la ley, pues de otra manera, tales cargos sólo harán parte del imaginario de las personas y, en tal virtud, no es dable a la Corte ocuparse de los mismos. A este respecto, ha dicho la Corte Constitucional: "La acción pública de inconstitucionalidad no puede entablarse contra una norma jurídica por lo que en ella no se expresa, sino que tiene lugar únicamente respecto del contenido de la disposición acusada". (Sentencia C-073 de 1996). Frente a eventos en los cuales la formulación de cargos no se desprende del contenido mismo de la norma, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha sido unánime en afirmar que allí no se presenta un vicio de inconstitucionalidad, sino que estamos frente a una ineptitud de la demanda que conduce a una inhibición para hacer pronunciamiento de fondo, pues se carece del objeto mismo de análisis de los cargos, tal como lo exigen las normas que regulan el procedimiento en los juicios de constitucionalidad que se surten ante esa Corporación (Decreto 2067 de 1991). 4. La demanda carece de los requisitos de certeza y suficiencia que deben reunir los cargos para que la controversia planteada tenga la idoneidad que exige el juicio de constitucionalidad. El texto del artículo 5° de la Ley 797 de 2003, modificatorio del artículo 18 de la Ley 100 de 1993, incorporado dentro del capítulo correspondiente a las normas reguladoras del Régimen de Seguridad Social en Pensiones, titulado “Base de cotización” contiene los parámetros a tener en cuenta, de conformidad con las distintas normas vigentes respecto de los aportes que han de tomarse en cuenta por las distintas entidades para el reconocimiento de dicha prestación, el monto apreciable en el caso de las personas que devengan un salario integral y el límite a tales cotizaciones. El parágrafo de la citada disposición, dentro del cual se encuentran los segmentos acusados, aclara como se conforma la base de la liquidación: (i) en el caso de las personas que tienen dos o más empleadores en un mismo periodo de tiempo; y, (ii) en el de las personas que tienen dos o mas ingresos como trabajadores independientes o contratistas en un mismo período de tiempo. Para tales casos prevé que cada cotización debe hacerse de manera proporcional al salario o ingreso devengado sin exceder el monto establecido para tales efectos en cada uno de los empleos o actividades. La norma apunta al favorecimiento del cotizante para que sea la sumatoria de las cotizaciones la base que sirve para liquidar el monto de su pensión, en aquellos eventos en los cuales un mismo cotizante tiene varios empleadores, realiza varias actividades o ejecuta varios contratos en un mismo periodo de tiempo. Sin embargo, exige que para que opere esta sumatoria, las cotizaciones para salud deben haberse realizado proporcionalmente sobre la misma base de las cotizaciones para pensión. La norma entonces, no puede ser interpretada en la forma en que lo hacen los demandantes porque ella se halla referida al monto de las cotizaciones para la obtención del derecho a la pensión, pero, de la exigencia impuesta respecto de la relación cotizaciones para pensión y cotizaciones para salud, no puede deducirse que ella entraña el desconocimiento de los derechos invocados o como lo afirman en la conclusión de cada uno de los cargos, que la norma “quita la pensión a los trabajadores” de cuya interpretación errada infieren la existencia de una serie de violaciones que afectan los derechos de los trabajadores. Tan ilógicas resultan las conclusiones obtenidas por los demandantes que el parágrafo 1° del artículo 15 de la Ley 797 prevé, para los trabajadores independientes, que la base mínima de sus cotizaciones para efectos pensiónales debe ser el salario mínimo. En consecuencia, si llegare a resultar que el trabajador dependiente tiene más de un empleador o el independiente o contratista que ejercen más de una actividad o desarrolla más de un contrato en un mismo periodo de tiempo, no realizaron los aportes para salud en la forma exigida en la norma demandada, la consecuencia sería que el monto de su pensión se tasaría sobre un solo ingreso equivalente al salario mínimo, pero no como lo afirman los demandantes que la ley, por virtud de la exigencia que se dejó explicada, les quita el derecho a la pensión a los trabajadores. Así, evidencia el Ministerio Público que los cargos están edificados sobre una falsa premisa que surge de la errónea interpretación del parágrafo del artículo 5° de la Ley 797 de 2003, modificatorio del artículo 18 de la Ley 100 de 1993, es decir, que los cargos no surgen del contenido normativo que se demanda y, en consecuencia, son inexistentes por lo que, en armonía con la jurisprudencia constitucional se impone un pronunciamiento inhibitorio de la Corte Constitucional en el presente caso. 5. Conclusión En mérito de lo expuesto, este Despacho solicita a la Corte Constitucional INHIBIRSE para hacer un pronunciamiento de fondo sobre los cargos propuestos contra las expresiones “o ingreso como trabajador independiente o por la prestación de servicios como contratista, en un mismo período de tiempo”, “o ingreso devengado” y “Para estos efectos, será necesario que las cotizaciones al sistema de salud se hagan sobre la misma base” contenidas en el parágrafo 1° del artículo 5° de la Ley 797 de 2003, modificatorio del artículo 18 de la Ley 100 de 1993, dada la ineptitud sustancial de la demanda. Señores Magistrados, EDGARDO JOSE MAYA VILLAZON Procurador General de la Nación SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD NURC: 4039-1-0423978 REFERENCIA: Celebración de contratos con personas señaladas en la Lista OFAC (Lista Clinton) Con ocasión a su solicitud, radicada en la Superintendencia Nacional de Salud con el Nurc 4039-1-0423978, me permito indicar lo siguiente: Como es bien sabido, los contratos que celebren las aseguradoras para la prestación de los servicios de salud están regidos por la normas del derecho civil y comercial. Y en la medida en que en nuestra legislación civil los principios de la autonomía de la voluntad y la libertad contractual rige la celebración y extinción de las obligaciones y negocios jurídicos, ellos resultan aplicables expresamente al desarrollo de las actividades tanto de las entidades " "aseguradoras" como las " prestadoras". Así las cosas, es claro que la facultad de celebrar o no un determinado contrato es de la órbita exclusiva de los contratantes, dada la autonomía para decidir al respecto, la cual no obstante, está atemperada o sujeta a la acreditación de razones objetivas que respalden tal decisión, en tanto que lo decidido conlleva riesgos jurídicos. Siendo esto así, es apenas natural que sean los contratantes los llamados a valorar en cada caso concreto, las implicaciones que tiene la contratación con instituciones incluidas en la llamada "Lista Clinton", teniendo en cuenta el grado de riesgo que resulta consustancial a ello. Así pues, si bien la legislación patria reconoce el principio de libertad contractual, la presencia de ciertos riesgos hace factible que las entidades puedan abstenerse de celebrar contratos con potenciales usuarios incluidos en la Lista Clinton, en tanto existen razones objetivas y razonables para ello. La anterior posición ha sido admitida por la Corte Constitucional en sentencia SU157 del 10 de marzo de 1999, en la cual advirtió que: " si la entidad bancaria colombiana desea mantener relaciones comerciales con personas de esa nacionalidad, no debe ofrecer sus servicios a los presuntos "traficantes de narcóticos ""; como en la sentencia T- 468 de 2003, en que advierte que: "...la vinculación jurídica con las personas allí incluidas traería graves consecuencias económicas para la banca colombiana" Como se advierte de lo dicho por el tribunal de cierre de la justicia constitucional colombiana, la inclusión de una persona en la lista Clinton es una causal razonable y objetiva que justifica la decisión de la banca de no realizar operaciones con ella, situación que, en opinión de esta Oficina, resulta aplicable en el caso del sector salud. Siendo así las cosas, la Oficina Asesora Jurídica de la Superintendencia de Salud observa que si bien no existe ninguna disposición constitucional, legal, reglamentaria o administrativa que prohíba la celebración de contratos de esta índole con personas incluidas en la lista OFAC (Lista Clinton) existen razones objetivas que deben ser considerada por COOMEVA MEDICINA PREPAGADA S.A para apreciar el riesgo de dicha contratación. No obstante, se repite, tales consideraciones son de la órbita de los contratantes. Ahora bien, esta Oficina Asesora Jurídica opina que, con el fin de prevenir el lavado de activos, y evitar que se filtren dineros de organizaciones criminales, sería recomendable no celebrar contratos con personas que aparezcan señaladas en la Lista Clinton, lista que contiene, a escala internacional, las personas que, en alguna forma, han estado vinculadas a actividades criminales o de testa ferrato, pues una entidad que se encuentre en esta condición genera desconfianza del público y aumenta el riesgo de su actividad comercial. El anterior concepto se emite de conformidad con el artículo 25 del C.C.A. Cordialmente, Karina Vence Peláez Jefe De Oficina Asesora Jurídica SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD NURC: 8002-1-0407516 REFERENCIA: Empresas Sociales del Estado – Régimen Presupuestal. Con relación a la consulta de la referencia, esta Oficina Asesora Jurídica en cumplimiento a lo señalado en el artículo 9º del Decreto 1018 de 2007 le manifiesta que antes de dar respuesta a lo solicitado en su consulta es pertinente señalar: En cuanto a las EMPRESAS SOCIALES DEL ESTADO Tal como lo consagra el artículo 83 de la Ley 489 de 1998, las Empresas Sociales del Estado son entidades públicas descentralizadas por medio de las cuales el Estado presta directamente los servicios de salud. A su vez, el artículo 194 de la Ley 100 de 1993 señaló que la prestación de servicios de salud en forma directa por la nación o por las entidades territoriales, se hará principalmente a través de las Empresas Sociales del Estado, que constituyen una categoría especial de entidad pública descentralizada, con personería jurídica, patrimonio propio y autonomía administrativa, creadas por la Ley o por las asambleas o concejos. De acuerdo a lo señalado en el numera 6 del artículo 195 de la ley en mención se considera que las Empresas Sociales del Estado son entidades de naturaleza pública, que están sujetas, por regla general, al régimen jurídico de las personas de derecho público, salvo en materia de contratación, donde se aplican normas de derecho privado, sin perjuicio de la observancia a los principios de la contratación pública. En su artículo 195 numerales 7 y 8 ibídem, prevé el régimen presupuestal de las Empresas Sociales del Estado al señalar: “7. El régimen presupuestal será el que se prevea, en función de su especialidad, en la ley orgánica del presupuesto, de forma que adopte un régimen de presupuestarían con base en el sistema de reembolso contra prestación de servicios, en los términos previstos en la presente ley”. “8. Por tratarse de una entidad pública podrá recibir transferencias directas de los presupuestos de la Nación o de las entidades territoriales. (negrilla y subrayado fuera del texto). En materia presupuestal se debe tener en cuenta lo dispuesto en: El Decreto 111 de 1996 denominado Estatuto Orgánico de Presupuesto, en su artículo 71 instituyó que todos los actos administrativos que afecten las apropiaciones presupuestales deberán contar con certificados de disponibilidad previos que garanticen la existencia de apropiación suficiente para atender estos gastos. Igualmente, estos compromisos deberán contar con registro presupuestal para que los recursos con él financiados no sean desviados a ningún otro fin. En este registro se deberá indicar claramente el valor y el plazo de las prestaciones a las que haya lugar. Esta operación es un requisito de perfeccionamiento de estos actos administrativos. En consecuencia, ninguna autoridad podrá contraer obligaciones sobre apropiaciones inexistentes, o en exceso del saldo disponible, o sin la autorización previa del Confis o por quien éste delegue, para comprometer vigencias futuras y la adquisición de compromisos con cargo a los recursos del crédito autorizados. El artículo 73 del citado Estatuto ordena que, la ejecución de gastos del Presupuesto General de la Nación debe realizarse por medio del Programa Anual Mensualizado de Caja; por lo cual el manejo presupuestal de las Empresas Sociales del Estado debe ceñirse a lo dispuesto en dicho Estatuto El Decreto 568 de 1996, artículos 19 y 20 ARTICULO 19. El certificado de disponibilidad es el documento expedido por el jefe de presupuesto o quien haga sus veces con el cual se garantiza la existencia de aprobación presupuestal disponible y libre de afectación para la asunción de compromisos. Este documento afecta preliminarmente el presupuesto mientras se perfecciona el compromiso y se efectúa el correspondiente registro presupuestal. En consecuencia, los órganos deberán llevar un registro de éstos que permita determinar los saldos de aprobación disponible para expedir nuevas disponibilidades. ARTICULO 20. El registro presupuestal es la operación mediante la cual se perfecciona el compromiso y se afecta en forma definitiva la aprobación, garantizando que ésta no será desviada a ningún otro fin. En esta operación se debe indicar claramente el valor y el plazo de las prestaciones a las que haya lugar. Igualmente se debe tener en cuenta lo dispuesto en el Decreto 4730 de 2005, el cual reglamenta las normas orgánicas del presupuesto junto con la Resolución 036 de mayo de 1998, del Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Ahora bien, retomando el régimen legal aplicable a las E.S.E, el Decreto 1876 de 1994 en su capitulo II consagró que en la organización de las Empresas Sociales del Estado se incluirán tres áreas, así: "a) DIRECCION: conformada por la Junta Directiva y el Gerente y tiene a su cargo mantener la unidad de objetivos e intereses de la organización en torno a la Misión y Objetivos institucionales; identificar las necesidades esenciales y las expectativas de los usuarios, determinar los mercados a atender, definir la estrategia del Servicio, asignar recursos, adoptar y adaptar normas de eficiencia y calidad controlando su aplicación en la gestión institucional, sin perjuicio de las demás funciones de dirección que exija el normal desenvolvimiento de la entidad. b) ATENCION AL USUARIO: Es el conjunto de unidades orgánico-funcionales encargadas de todo el proceso de producción y prestación de Servicios de Salud con sus respectivos procedimientos y actividades, incluyendo la atención administrativa demandada por el usuario. Comprende la definición de políticas institucionales de atención, el tipo de recursos necesarios para el efecto, las formas y características de la atención, y la dirección y prestación del servicio. c) DE LOGÍSTICA: Comprende las Unidades Funcionales encargadas de ejecutar, en coordinación con las demás áreas, los procesos de planeación, adquisición, manejo, utilización, optimización y control de los recursos Humanos, Financieros, Físicos y de Información necesarios para alcanzar y desarrollar los objetivos de la Organización y, realizar el mantenimiento de la planta física y su dotación."(Subrayado fuera del texto) El citado capitulo estableció que los órganos de dirección de estas empresas estatales están conformados por la Junta Directiva y el Gerente; estableciendo las funciones de la Junta Directiva así: “Sin perjuicio de las funciones asignadas a las juntas directivas por Ley, Decreto, Ordenanza o Acuerdo u otras disposiciones legales, ésta tendrá las siguientes: 1. Expedir, adicionar y reformar el Estatuto Interno. 2. Discutir y aprobar los Planes de Desarrollo de la empresa Social. 3. Aprobar los Planes Operativos Anuales. 4. Analizar y aprobar el proyecto de presupuesto anual, de acuerdo con el Plan de Desarrollo y el Plan Operativo para la vigencia. 5. Aprobar las modificaciones de tarifas y cuotas de recuperación que proponga el Director o Gerente, para ajustarse a las políticas tarifarias establecidas por las autoridades competentes en el sistema general de seguridad social en salud, en sus distintos ordenes. 6. Aprobar la planta de personal y las modificaciones a la misma, para su posterior adopción por la autoridad competente. 7. Aprobar los Manuales de Funciones y Procedimientos, para su posterior adopción por la autoridad competente. 8. Establecer y modificar el Reglamento Interno de la Empresa Social. 9. Analizar los Informes Financieros y los informes de ejecución Presupuestal presentados por el Gerente y emitir concepto sobre los mismos y sugerencias para mejorar el desempeño institucional. 10. Supervisar el cumplimiento de los planes y programas definidos para la Empresa Social. 11. Servir de voceros de la Empresa Social ante las instancias políticoadministrativas correspondientes y ante los diferentes niveles de Dirección del Sistema de Salud, apoyando la labor del Gerente en este sentido. 12. Asesorar al Gerente en los aspectos que este considere pertinente o en los asuntos que a juicio de la Junta lo ameriten. 13. Diseñar la política, de conformidad con las disposiciones legales, para la suscripción de los Contratos de Integración Docente asistencial por el Gerente de la Empresa Social. 14. Elaborar terna para la designación del responsable de la Unidad de Control Interno. 15. Fijar honorarios para el Revisor Fiscal. 16. Determinar la estructura orgánica-funcional de la entidad, y someterla para su aprobación ante la autoridad competente. 17. Elaborar terna de candidatos para presentar al Jefe de la respectiva Entidad Territorial para la designación del Director o Gerente”.(negrilla fuera del texto) El artículo 4° del Decreto 139 de 1996 consagró entre otras como funciones del Gerente de Empresas Social del Estado y de Director de Institución Prestadora de Servicios de Salud Pública del primer nivel de atención, así como a los Gerente de Empresas Social del Estado y de Director de Institución Prestadora de servicios de Salud Pública del segundo y tercer nivel de atención además de las definidas en la Ley, Ordenanza o Acuerdo, las siguientes: (...) 7. Velar por la utilización eficiente de los recursos humanos, técnicos y financieros de la entidad y por el cumplimiento de las metas y programas aprobados por la Junta Directiva. 8. Presentar para aprobación de la Junta Directiva del plan trianual, los programas anuales de desarrollo de la entidad y el presupuesto respectivo, de acuerdo con la Ley Orgánica de Presupuesto y las normas reglamentarias. (…) 10. Organizar el sistema contable y de costos de los servicios y propender por la eficiencia utilización del recurso financiero. Por lo cual, es claro concluir que las Empresas Sociales del Estado a través de su Gerente o Director por expreso mandato legal deben presentar para aprobación de la Junta Directiva del plan trianual, los programas anuales de desarrollo de la entidad y el presupuesto respectivo, de acuerdo con la Ley Orgánica de Presupuesto y las normas reglamentarias, a través de una planeación de la cual no puede ser ajena la contratación. Se entiende como etapa de planeación aquella en la cual se define la necesidad del objeto, el esquema de seguimiento, la infraestructura necesaria para su ejecución y los recursos financieros, así como el reconocimiento, la evaluación y la distribución de los riesgos que conlleva su ejecución. La etapa precontractual es aquella que se inicia con la identificación de la necesidad del bien o servicio hasta el perfeccionamiento del contrato respectivo Respecto al tema de la planeación, la Constitución Política la alude como parte de la institucionalización en cabeza de cada una de las autoridades; es así como la Honorable Corte en Sentencia C-1051 de 2001 Expediente D-3469 definió la planeación “como un instrumento mediante el cual se definen las políticas a implementar para el cumplimiento de los fines y cometidos estatales, señalando los elementos indispensables para la ordenada ejecución de las obras y la prestación de los servicios en un período determinado, evitando la improvisación y procurando el aprovechamiento máximo de los recursos disponibles. La planeación, en términos de la Corte, "es una disciplina que sirve para alcanzar, en tiempos y condiciones predecibles, resultados también predecibles, es '... un cálculo situacional sistemático y articulado en distintos plazos', que precede y preside la acción del sujeto planificador, el cual, en consecuencia, solo puede ser uno con capacidad suficiente de acción y decisión." Planear implica la realización previa de un diagnóstico de la realidad, con el fin de determinar las acciones prioritarias a realizar. De este modo, "la elaboración de ese diagnóstico debe propender la búsqueda de la realidad objetiva con miras a la elaboración del "plan", el cual debe ser uno y único, fundamentado en un solo concepto de tiempo y una sola racionalidad, de manera tal que sea viable la construcción de modelos analíticos, basados en las relaciones sistemáticas causa-efecto, que permitan predecir acertadamente, pues es precisamente la capacidad de predicción la que determina la viabilidad del alcanzar las metas y objetivos propuestos." Igualmente, se debe tener en cuenta que la Constitución Política ha señalado en su artículo 209 que:”La función administrativa está al servicio de los intereses generales y se desarrolla con fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y publicidad, mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración de funciones". El Código Contencioso Administrativo consagró: “Artículo 2 "Los funcionarios públicos tendrán en cuenta que la actuación administrativa tiene por objeto el cumplimiento de los cometidos estatales como lo señalan las leyes, la adecuada prestación de los servicios públicos y la efectividad de los derechos e intereses de los administrados, reconocidos por la ley". "Artículo 3°. Las actuaciones administrativas se desarrollarán con arreglo a los principios de economía, celeridad, eficacia, imparcialidad, publicidad y contradicción y, en general, conforme a las normas de esta parte primera." Se colige que este último precepto regula el alcance y contenido de cada uno de los principios mencionados; razón por la cual las Empresas Sociales del Estado deberán ajustar su actividad contractual a los principios rectores de la función pública y si bien es cierto que están sometidos al derecho privado por disposición legal, han sido dotadas de herramientas especiales para garantizar determinados fines, obviamente dentro de la órbita del interés general que mueve a la administración al contratar, ajustándose como ya se anotó a la Ley Orgánica de Presupuesto y las normas reglamentarias. De lo visto se desprende, que la Junta Directiva como máximo organismo de dirección de las Empresas Sociales del Estado debe mantener la unidad de objetivos e intereses de la organización en torno a la misión y objetivos institucionales; identificando las necesidades esenciales y las expectativas de los usuarios, determinando a la vez los mercados a atender, definiendo la estrategia del Servicio, así como asignar recursos, adoptar y adaptar normas de eficiencia y calidad controlando su aplicación en la gestión institucional. Ahora bien, con relación al tema objeto de consulta, tenemos que al artículo 67 de la Ley 715 reza: “ATENCIÓN DE URGENCIAS. La atención inicial de urgencias debe ser prestada en forma obligatoria por todas las entidades públicas y privadas que presten servicios de salud a todas las personas. Para el pago de servicios prestados su prestación no requiere contrato ni orden previa y el reconocimiento del costo de estos servicios se efectuará mediante resolución motivada en caso de ser un ente público el pagador. La atención de urgencias en estas condiciones no constituye hecho cumplido para efectos presupuestales y deberá cancelarse máximo en los tres (3) meses siguientes a la radicación de la factura de cobro.” De la norma anteriormente transcrita para su aplicación se puede concluir : 1. Va dirigida a la Empresa Promotora de Salud, habida cuenta quien es el sujeto que reconoce el costo de los servicios que se presta por concepto de urgencias. 2. Se refiere a la atención inicial de urgencias derivada de la prestación de los servicios de salud, más no de la contratación de servicios de personal y adquisición de bienes. 3. Que la atención de urgencias no constituye hecho cumplido para efectos presupuestales; contrario a la contratación de personal y adquisición de bienes, la cual obligatoriamente debe ajustarse a los parámetros señalados en la Ley de Presupuesto Orgánico Por lo cual, no es dable, que por carecer de planeación previa en materia de contratación de servicios de personal y adquisición de bienes y con el objeto de obviar los procedimientos de la etapa precontractual y presupuestal los cuales son de obligatorio cumplimiento como se desprende la normatividad citada se este estudiando la posibilidad de recurrir a lo preceptuado en el artículo 67 de la Ley 715 de 2001, más aún cuando la citada disposición normativa se refiere a la prestación de servicios de salud generada de la atención de urgencias. El anterior concepto se expide de conformidad con lo consagrado en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo. Cordialmente, Karina Vence Peláez Jefe De Oficina Asesora Jurídica SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD NURC: 8000-1-0428512 REFERENCIA: Glosas y Recobros Con relación a los documentos allegados a este Despacho por la Superintendencia Delegada para la Atención en Salud, esta Oficina Asesora Jurídica en cumplimiento a lo consagrado en el artículo 9o del Decreto 1018 de 2007, le manifiesta que no es competencia de esta Oficina Asesora Jurídica determinar la responsabilidad de la cobertura de todos los costos de los servicios, incluidos el material que se requirió para la atención de la paciente Juana María Pedrozo Peñaranda. No obstante, este Despacho en términos denominaciones glosas y recobros señala: generales respecto a las Es pertinente precisar que con relación a los diferentes actores que intervienen en la generación, el recaudo, presupuestación, giro, administración, custodia o protección y aplicación de los recursos deben cumplir sus obligaciones, en forma tal que no se afecte el derecho de ninguno de los actores a recibir el pronto pago de los servicios a su cargo y fundamentalmente a que se garantice el acceso y la prestación efectiva de los servicios de salud a la población del país. RESPECTO AL TEMA DE GLOSAS Tenemos como marco normativo: 1. DECRETO 723 DE 1997 ARTICULO 2o. Las entidades promotoras de salud y los prestadores de servicios de salud podrán convenir la forma de contratación y pago que más se ajuste a sus necesidades e intereses, tales como la capitación, el pago por conjunto de atención integral (protocolos), el pago por actividad, o la combinación de cualquier forma de éstas. En todo caso deberán establecer la forma de presentación de las facturas, con sujeción a lo dispuesto en el artículo 5o. de Decreto 183 de 1997, los términos para el pago de los servicios una vez éstas se presenten y un procedimiento para la resolución de objeciones a las cuentas. ARTICULO 3o. DEL PAGO POR CONJUNTO DE ATENCIÓN INTEGRAL O PAGO POR ACTIVIDAD. Cuando en los contratos se pacte por conjunto de atención integral por actividad y no se establezcan los términos para el pago, deberá observarse el siguiente procedimiento: 1. Numeral modificado por el artículo 38 del Decreto 50 de 2003, en lo que se refiere a las ARS. A partir de la fecha de entrada en vigencia del presente Decreto, las entidades promotoras de salud deberán comunicar a los prestadores de servicios el período del mes en el cual recibirán las facturas o cuentas de cobro. Este período sera de diez (10) días calendario. 2. Numeral modificado por el artículo 39 del Decreto 50 de 2003, en lo que se refiere a las ARS. La entidad promotora de salud tendrá un plazo de veinte (20) días calendario, contados a partir del vencimiento del período anterior, para revisar integralmente la cuenta y aceptarla u objetarla. 3. En caso de no objeción, la entidad promotora de salud deberá cancelar la cuenta dentro de los diez (10) días calendario siguientes al vencimiento del plazo estipulado en el numeral precedente. 2. DECRETO 046 de 2000 ARTICULO 8o. Modificase el artículo 4o. del Decreto 723 de 1997, el cual quedará así: "Artículo 4o. Pago a las instituciones prestadoras de servicios de salud y pago de objeciones. Las entidades promotoras de salud, cualquiera sea su naturaleza como entidades sujetas a lo previsto en el Decreto 723 de 1997, las administradoras del régimen subsidiado, las entidades que administren planes adicionales, las entidades que administren recursos del seguro obligatorio de tránsito y las demás que administren recursos de la seguridad social, deberán cancelar íntegramente la parte de las cuentas que no hubieran sido glosadas, en los términos contractuales, como condición necesaria para que la institución prestadora de servicios de salud esté obligada a tramitar y dar alcance a las respectivas glosas formuladas de la cuenta, siempre que la factura cumpla con las normas establecidas por la Dirección de Impuestos Nacionales. Se considera práctica no autorizada la devolución de una cuenta de cobro o factura de servicios sin el correspondiente pago de la parte no glosada, en los términos contractuales. La fecha de radicación de la factura debe corresponder a la fecha en la que esta se presentó por primera vez, ajustada a los requisitos formales antes mencionados, a partir de esta fecha correrán los términos establecidos en el Decreto 723 de 1997 para aceptar o glosar las facturas. La radicación de la factura no implica la aceptación de la misma. Las instituciones prestadoras de servicios de salud tendrán la obligación de aclarar ante las entidades promotoras de salud y demás a que aluden el inciso anterior, las glosas debidamente fundamentadas, dentro de los veinte (20) días siguientes a su comunicación formal. El saldo frente a las correspondientes glosas será cancelado en la medida en que estas sean aclaradas. PARÁGRAFO 1o. Parágrafo derogado por el artículo 52 del Decreto 50 de 2003. PARÁGRAFO 2o. Las disposiciones establecidas en el Decreto 723 de 1997, aplicarán a las entidades que deban administrar recursos de la seguridad social y deban cancelar en su relación contractual o legal, obligaciones a las instituciones prestadoras de servicios de salud. PARÁGRAFO 3o. Las entidades promotoras de salud, administradoras del régimen subsidiado y entidades que administren planes adicionales, deberán recibir facturas de las instituciones prestadoras de servicios de salud, durante 20 días del mes, incluido el mes de diciembre. PARÁGRAFO 4o. Parágrafo modificado por el artículo 5 del Decreto 783 de 2000. Las entidades promotoras de salud y entidades que administren planes de medicina prepagada y planes complementarios, deberán constituir una provisión sobre el ciento por ciento de los servicios hospitalarios autorizados y no cobrados hasta por un plazo de cinco (5) meses, fecha a partir de la cual se desmontará la provisión, en caso de no existir la correspondiente factura de cobro. La provisión, la cual tendrá plenos efectos contables, fiscales y tributarios se constituirá dentro del mes siguiente a que se emita la autorización y se llevará al costo médico. Esta provisión deberá estar plenamente constituida al 1o. de diciembre del año 2000, siendo obligatorio iniciar su constitución a partir del 1o. de febrero del mismo año. De esta forma, las entidades deberán afectar su estado de pérdidas y ganancias con la constitución y reversión de provisiones en los términos expuestos. Las entidades promotoras de salud y entidades que administren planes adicionales de que trata este artículo, podrán utilizar en forma alternativa instrumentos técnicos para el cálculo de la provisión debidamente aprobados por la revisoría fiscal que reflejen en forma plena el criterio expuesto en este parágrafo, con demostrada eficacia a la luz de la realidad operativa, financiera y contable de la institución. Las entidades de medicina prepagada deberán acreditar el margen de solvencia establecido en el Decreto 882 de 1998 y ajustarse a la provisión consagrada en el presente artículo. PARÁGRAFO 5o. Las entidades promotoras de salud y entidades que administren planes adicionales, deberán adelantar una revisión íntegra de la cuenta, antes de proceder a sus glosas. PARÁGRAFO 6o. Las autorizaciones que emita la entidad promotora de salud o entidad que administre planes adicionales son de su plena responsabilidad frente al período que se emite, sin que sean procedentes correcciones retroactivos que afecten a la institución prestadora frente a servicios prestados. PARÁGRAFO 7o. Las entidades promotoras de salud que autoricen la atención hospitalaria de un usuario, son responsables del pago de la cuenta mientras el usuario deba permanecer hospitalizado como consecuencia de la respectiva autorización. En el evento en que durante el proceso de atención hospitalaria derivada de la autorización otorgada por la Entidad Promotora de Salud, el empleador deje de cumplir con su obligación de cotizar, la entidad promotora de salud no podrá eludir el pago de sus obligaciones contraídas frente a la institución prestadora de servicios de salud o trasladar a la Institución Prestadora de Servicios de Salud la responsabilidad de cobro al empleador. La entidad promotora de salud tendrá acción de repetición conforme las disposiciones legales. En ningún caso será procedente el pago de sumas frente a las instituciones prestadoras de servicios de salud, por parte de la Entidad Promotora de Salud con fecha anterior a la establecida en la autorización expedida por la entidad Promotora de Salud, sin perjuicio de las normas especiales en materia de atención inicial de urgencias” Articulo 8 inciso 3 estableció "Las instituciones prestadoras de servicios de salud tendrán la obligación de aclarar ante las entidades promotoras de salud y demás a que aluden el inciso anterior, las glosas debidamente fundamentadas, dentro de los veinte (20) días siguientes a su comunicación formal. El saldo frente a las correspondientes glosas será cancelado en la medida en que estas sean aclaradas." DECRETO 1281 DE 2002 ARTÍCULO 7o. TRÁMITE DE LAS CUENTAS PRESENTADAS POR LOS PRESTADORES DE SERVICIOS DE SALUD. Además de los requisitos legales, quienes estén obligados al pago de los servicios, no podrán condicionar el pago a los prestadores de servicios de salud, a requisitos distintos a la existencia de autorización previa o contrato cuando se requiera, y a la demostración efectiva de la prestación de los servicios. Cuando en el trámite de las cuentas por prestación de servicios de salud se presenten glosas, se efectuará el pago de lo no glosado. Si las glosas no son resueltas por parte de la Institución Prestadora de Servicios de Salud, IPS, en los términos establecidos por el reglamento, no habrá lugar al reconocimiento de intereses, ni otras sanciones pecuniarias. En el evento en que las glosas formuladas resulten infundadas el prestador de servicios tendrá derecho al reconocimiento de intereses moratorios desde la fecha de presentación de la factura, reclamación o cuenta de cobro. Las cuentas de cobro, facturas o reclamaciones ante las entidades promotoras de salud, las administradoras del régimen subsidiado, las entidades territoriales y el Fosyga, se deberán presentar a más tardar dentro de los seis (6) meses siguientes a la fecha de la prestación de los servicios o de la ocurrencia del hecho generador de las mismas. Vencido este término no habrá lugar al reconocimiento de intereses, ni otras sanciones pecuniarias." Se colige que, las disposiciones normativas antes relacionada son claras en establecer el procedimiento aplicable para la formulación y pago de las glosas u objeciones, que hace la E.P.S., a la facturación presentada por la IPS, correspondiente a la prestación de los servicios en salud. Téngase en cuenta que si las glosas u objeciones presentadas a las facturas son plenamente aclaradas dentro del término establecido por la ley, ante la E.P.S. respectiva o las entidades que contempla el inciso 1 del artículo 8 del Decreto 046/2000, dichas glosas deberán ser canceladas por estas entidades a medida que vayan siendo aclaradas. Si por el contrario, las glosas u objeciones presentadas a la facturación, no son válidamente aclaradas ante la entidad promotora de salud o demás entidades a las cuales deba cobrarse la prestación del servicio, la IPS deberá asumir los costos de tales servicios. Por último, le recuerdo que de conformidad con los Decretos 723 de 1.997 y el 046 del 2000 entre la entidad Aseguradora y la Institución Prestadora de Servicios se debió establecer la forma de presentación de las facturas, los términos para el pago de los servicios y un procedimiento para la resolución de objeciones de las cuentas; el cual debe ser agotado y ajustarse a lo estipulado dentro de las cláusulas contractuales. EN CUANTO AL TEMA DE RECOBROS Debe tenerse en cuenta que el Ministerio de Salud hoy Ministerio de la Protección Social ha establecido los procedimientos para que las EPS, ARS y EA realicen recobro al FOSYGA por los siguientes conceptos: • • Recobros por medicamentos no POS: Artículo 8 del acuerdo 83 de 1997, Resolución 5061, Resolución 2312 de 1998, Acuerdo 110 de 1998. Recobros por Fallos de Tutela tanto en medicamentos como en prestación de servicios no incluidos dentro del POS, en contra de las Entidades Promotoras de Salud, Entidades Adaptadas y Administradoras de Servicios de salud: Artículo 8 del acuerdo 83 de 1997, Acuerdo 72 y 74 de 1997, Artículo 61 del Decreto 806 de 1998, resolución 5061 de 1997, Resolución 2312 de 1998, Acuerdo 110 de 1998, Resolución 5261 de 1994. Ahora bien, el Ministerio de la Protección Social, de conformidad con lo establecido en el artículo 13 del Decreto-Ley 1281 de 2002, mediante Resolución No.2399 de 2006, establecía el procedimiento ante el Fosyga por concepto de por concepto de suministro de medicamentos no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud, POS y de fallos de tutela, fijando así los parámetros legales para su reconocimiento o rechazo e igualmente las causales de devolución. De lo anterior, es claro concluir que el recobro ante el Fondo de Solidaridad y Garantía, Fosyga, solo procede por concepto de medicamentos, servicios médicos y prestaciones de salud no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud, POS, autorizados por Comité Técnico Científico y por fallos de tutela. Se precisa que a partir de la vigencia de la Ley 1122 de 2007, el Decreto 4747 de 2007 y la Resolución 3047 de 2008 regulan aspectos relacionados entre los prestadores de servicios de salud y las entidades responsables del pago de los servicios de salud de la población a su cargo, derogando en su artículo 30 el Decreto 2759 de 1991, el Decreto 723 de 1997, los artículos 9o, 10, 11 y 12 del Decreto 3260 de 2004 y las demás disposiciones que le sean contrarias. La Honorable Corte Constitucional mediante Sentencia T-760 de 2008, respecto a los recobros adujo: ·(…) El adecuado financiamiento de los servicios de salud no contemplados en el POS depende entonces, del correcto flujo de recursos por parte del Estado para cubrir el pago de los recobros que reglamentariamente sean presentados por las entidades que garantizan la prestación del servicio. En la medida en que tales costos no están presupuestados por el Sistema dentro del monto que recibe la entidad aseguradora de la prestación del servicio de salud por cuenta de cada uno de sus afiliados o beneficiarios (UPC, unidad de pago por capitación), su falta de pago atenta contra la sostenibilidad del sistema, y en tal medida, al acceso a la prestación de los servicios de salud que se requieran con necesidad. Al ser las entidades encargadas de garantizar la prestación del servicio (EPS), o incluso las instituciones prestadoras de salud (IPS), las que suelen asumir los costos de la demora de los pagos de los recobros, se genera además, una presión sobre éstas para dejar de autorizar la prestación de servicios de servicios no contemplados en el POS. Así pues, en la medida que la capacidad del Sistema de Salud para garantizar el acceso a un servicio de salud depende de la posibilidad de financiarlo sin afectar la sostenibilidad del Sistema, el que no exista un flujo de recursos adecuado para garantizar el acceso a los servicios de salud que se requieran con necesidad, no incluidos dentro de los planes de servicio, obstaculiza el acceso a dichos servicios. Con relación al cumplimiento oportuno de los fallos de tutela y al derecho al recobro de servicios médicos no cubiertos por el plan de beneficios ante el Fosyga, se plantean, a su vez, tres conjuntos de órdenes. En primer lugar, órdenes para no supeditar a la decisión sobre eventual revisión por parte de la Corte la fecha de ejecutoria de la sentencia que amparó el derecho a la salud. En este caso se ordenará al Ministerio de la Protección Social y al administrador fiduciario del Fosyga que adopten medidas para garantizar que el procedimiento de recobro por parte de las Entidades Promotoras de Salud ante el Fosyga sea ágil con miras a asegurar el flujo de recursos necesario para proteger efectivamente el derecho en el sistema. Dentro de estas medidas por lo menos se tendrán en cuenta las siguientes, cuando se trate de servicios de salud cuya práctica se autorizó en cumplimiento de una acción de tutela: (i) la entidad promotora de salud deberá cumplir inmediatamente la orden de protección del derecho a la salud y podrá iniciar el proceso de recobro una vez el fallo se encuentre en firme, bien sea porque la sentencia de instancia no fue impugnada, bien sea porque se trata de la sentencia de segunda instancia, sin que la autorización del servicio de salud y el procedimiento de recobro pueda ser obstaculizado con base en el pretexto del proceso de revisión que se surte ante la Corte Constitucional; (ii) no se podrá establecer que en la parte resolutiva del fallo de tutela se debe autorizar el recobro ante el Fosyga como condición para autorizar el servicio médico no cubierto por el POS ni para reconocer el derecho al recobro de los costos que la entidad no estaba legal ni reglamentariamente obligada a asumir. La EPS debe acatar oportunamente la orden de autorizar el servicio de salud no cubierto por el POS y bastará con que en efecto el administrador del Fosyga constate que la entidad no se encuentra legal ni reglamentariamente obligada a asumirlo de acuerdo con el ámbito del correspondiente plan de beneficios financiado por la UPC; (iii) en el reembolso se tendrá en cuenta la diferencia entre medicamentos de denominación genérica y medicamentos de denominación de marca, sin que pueda negarse el reembolso con base en la glosa ‘Principio activo en POS’ cuando el medicamento de marca sea formulado bajo las condiciones señaladas en el aparatado 6.2.1 de esta providencia. En segundo lugar, órdenes encaminadas a que se adopte un Plan de Contingencia que permita el pago de los recobros atrasados para asegurar el flujo de recursos en las EPS como una medida para garantizar la prestación de los servicios de salud a los usuarios de manera oportuna y el goce efectivo de su derecho a la salud. En este sentido se ordenará al Ministerio de la Protección Social y a Fidufosyga 2005, que si aún no lo han hecho, diseñen un Plan de Contingencia para (i) adelantar el trámite de las solicitudes de recobro que están en mora y (ii) efectuar los pagos de las solicitudes de recobro en las que se verificó el cumplimiento de los requisitos de las resoluciones vigentes que están en mora. Este plan deberá señalar: (i) metas específicas para el cumplimiento de la presente orden, (ii) un cronograma para el cumplimiento de las órdenes y (iii) las acciones que se llevarán a cabo para el cumplimiento de las metas, individualizando en cada caso el responsable de su cumplimiento. El Plan deberá ser presentado antes de la fecha indicada en la parte resolutiva de esta providencia ante el Comité de Verificación creado por el Consejo de Estado y ante la Corte Constitucional y deberá ser ejecutado en su totalidad antes de la fecha indicada en la parte resolutiva de esta providencia. En caso de que no se efectúe el reembolso oportunamente de a lo menos el 50% de las solicitudes de recobro, operará un mecanismo de compensación general para dicho 50%. El resto del monto (50%) deberá haber sido cancelado en su totalidad antes de la fecha indicada en la parte resolutiva de esta providencia. En caso de que posteriormente se verifique que el Fosyga no estaba obligado a realizar determinado reembolso, se deberán adoptar las medidas para compensar esos recursos a cargo de la respectiva EPS. Sobre el cumplimiento del Plan de Contingencia el Ministerio de Protección Social y el administrador del Fosyga, presentarán un informe cada dos meses al Comité mencionado de Verificación mencionado. En tercer lugar, órdenes para corregir las fallas en el sistema de financiación de servicios médicos que se requieran con necesidad y no estén cubiertos por el POS. Con esta medida se busca estabilizar el flujo de recursos hacia el cubrimiento de los servicios de salud con miras a garantizar la satisfacción del derecho a la salud de los usuarios y la asignación oportuna de recursos para la atención eficiente de las necesidades y prioridades de la salud. Se ordenará al Ministerio de Protección Social que tome las medidas necesarias para que el sistema de verificación, control y pago de las solicitudes de recobro funcione de manera eficiente, y que el Fosyga desembolse prontamente los dineros concernientes a las solicitudes de recobro. El Ministerio de Protección Social podrá definir el tipo de medidas necesarias. Éstas podrán consistir, por ejemplo, en cambios de tipo gerencial, tales como la contratación de personal que ayude a evacuar las solicitudes de acuerdo al sistema actual, o en el rediseño del sistema de recobro. Entre los requisitos que se exigen para efectuar los recobros hay un primer grupo de documentos generales, los cuales deben aportarse una sola vez hasta que se presenten cambios en los mismos relacionados con aspectos como la existencia y representación de las entidades o el listado de precios de los proveedores. Adicionalmente, se deben presentar documentos relacionados con el caso concreto por el que se solicita el recobro, los cuales difieren si los servicios médicos suministrados fueron ordenados por el Comité Técnico Científico o por un fallo de tutela. Cuando el recobro obedece a una decisión de tutela, la solicitud de recobro debe ir acompañada de: la primera copia del fallo de tutela con constancia de ejecutoria, factura de venta del proveedor, certificado de semanas cotizadas cuando la tutela sea por incumplimiento de períodos mínimos de cotización, copia del acta del CTC que negó el servicio, si fuera el caso y un documento que evidencie la prestación del servicio de salud al paciente. Por su parte, cuando el recobro se origina en una autorización del Comité Técnico Científico, la solicitud de recobro debe incluir: copia del acta del comité técnico científico, copia de la factura de venta, copia de la fórmula médica, y un documento que evidencie la prestación del servicio de salud al paciente." Finalmente, de conformidad con las funciones contenidas en el artículo 17 del Decreto 1018 de 2007, a la Circular 049 de 2008 y a la Resolución 1291 de 2008, para los fines pertinentes se dio traslado a la Superintendencia Delegada de Atención en Salud de esta Entidad. El anterior concepto se expide de conformidad con lo dispuesto en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo. Cordialmente, Karina Vence Peláez Jefe De Oficina Asesora Jurídica SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD NURC: 8035-1-0362489 REFERENCIA: Juntas Directivas ESE y Asociaciones de Usuarios Con toda atención, procedo a dar respuesta a su solicitud de concepto jurídico relacionado con la conformación y elección de las Asociaciones o Alianzas de Usuarios. En primer lugar, se procede a hacer una relación de las disposiciones que regulan las asociaciones de usuarios o alianzas de usuarios. El Articulo 156 de la ley 100 de 1993 en el literal h establece: " Los afiliados podrán conformar alianzas o asociaciones de usuarios que los representaran ante las Entidades Promotoras de Salud y las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud". Así mismo el parágrafo del Articulo 157 señala: "Podrán establecerse alianzas o asociaciones de usuarios, las cuales serán promovidas y reglamentadas por el Gobierno Nacional con el fin de fortalecer la capacidad negociadora, la protección de los derechos y la participación comunitaria de los afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud. Estas agrupaciones de usuarios podrán tener como referencia empresas, sociedades mutuales, ramas de actividad social y económica, sindicatos, ordenamientos territoriales u otros tipos de asociación, y podrán cobrar una cuota de afiliación". El artículo 10 del Decreto 1757 de 1994 define las alianzas y asociaciones de usuarios así: " La Alianza o Asociación de Usuarios es una agrupación de afiliados del régimen contributivo y subsidiado, del Sistema General de Seguridad Social en Salud, que tienen derecho a utilizar unos servicios de salud, de acuerdo con su sistema de afiliación que velaran por la calidad del servicio y la defensa del usuario. Todas las personas afiliadas al Sistema General de Seguridad Social en Salud podrán participar en las instituciones del Sistema formando Asociaciones o alianzas de Usuarios que los representaran ante las instituciones prestadoras de servicios de salud y ante las Empresas Promotoras de Salud, del orden público, mixto y privado. PARAGRAFO 1o. Las instituciones prestadoras de servicios de salud, sean públicas, privadas o mixtas, deberán convocar a sus afiliados del régimen contributivo y subsidiado, para la constitución de Alianzas o Asociaciones de Usuarios. Para tal efecto las Instituciones Prestatarias de servicios de Salud dispondrán de un término de seis (6) meses a partir de la vigencia del presente Decreto. PARAGRAFO 2o. Las Empresas Sociales del Estado, convocaran dentro del mismo plazo de seis (6) meses a los usuarios que hayan hecho uso del servicio durante el último año, para la constitución de la Asociación de Usuarios. ARTICULO 11. CONSTITUCION DE LAS ASOCIACIONES Y ALIANZAS DE USUARIOS. Las Asociaciones de Usuarios se constituirán con un número plural de usuarios, de los Convocados a la Asamblea de Constitución por la respectiva institución y podrán obtener su reconocimiento como tales por la autoridad competente, de acuerdo con las normas legales vigentes. La Alianzas garantizarán el ingreso permanente de los diferentes usuarios. ARTICULO 12. REPRESENTANTES DE LAS ALIANZAS DE USUARIOS o ASOCIACIONES DE USUARIOS. Las alianzas o asociaciones de usuarios elegirán sus representantes en asamblea general, y entre los elegidos de estas si hubieren varias asociaciones o alianzas de usuarios, para periodos de dos (2) años. Para el efecto, sus instancias de participación podrán ser: 1. Un (1) representante ante la Junta Directiva de la respectiva Empresa Promotora de Salud pública y mixta. 2. Un (1) representante ante la Junta Directiva de la Institución Prestataria de Servicios de Salud de carácter hospitalario, pública y mixta. 3. Un (1) representante ante el Comité de Participación Comunitaria respectivo. 4. Un (1) representante ante el Consejo Territorial de Seguridad Social, elegido con forme a las normas que regulen la materia. 5. Dos (2) representantes ante el Comité de Ética Hospitalaria, de la respectiva Institución Prestataria de Servicios de Salud, pública o mixta. EI Decreto 1416 DE 1990 en el artículo 2° define a las asociaciones de usuarios: ARTICULO 20. ASOCIACIONES DE USUARIOS. Cualquier número plural de ciudadanos que utilicen servicios de salud, podrá constituir asociaciones de usuarios y obtener su reconocimiento como tales por la autoridad competente, de acuerdo con las normas legales vigentes, para los efectos de participar en los Comités de Participación Comunitaria EI Decreto 1485 de 1994, en su artículo 14 establece que las alianzas o asociaciones de usuarios que se constituyan, de conformidad con la Ley, sobre la base de empresas, sociedades mutuales, ramas de actividad social y económica, sindicatos, ordenamientos territoriales u otros tipos de asociación, tendrán como objetivo el fortalecimiento de la capacidad negociadora, la protección de los derechos de los usuarios y la participación comunitaria de los afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud. Se pregunta si vencido el tiempo el periodo por el que fueron elegidos los integrantes de las Juntas Directivas en el sector de la comunidad la asociación de usuarios debe cambiarse o la Junta directiva de la ESE. EI artículo 12 del Decreto 1757 de 1994, establece que las alianzas o asociaciones de usuarios elegirán sus representantes en asamblea general, y entre los elegidos de estas si hubieren varias asociaciones o alianzas de usuarios, para periodos de dos (2) años. Para el efecto, sus instancias de participación podrán ser entre otras, la siguiente: "2. Un (1) representante ante la junta directiva de la institución prestadora de servicios de salud de carácter hospitalario, pública y mixta. (…)" De otra parte, el 3er inciso del artículo 9 del Decreto 1876 de 1994, establece que los miembros, de la junta directiva de la empresa social del Estado respectiva, tendrán un periodo de tres (3) años en el ejercicio de sus funciones y podrán ser reelegidos. Ahora bien, respecto del periodo del representante de las alianzas o asociaciones de usuarios ante la junta directiva de una empresa social del Estado, la Sección Quinta de Ia Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado en Sentencia de fecha 16 de octubre de 2003, señaló: "(...) Es indudable que en relación con el periodo de los representantes de las alianzas o asociaciones de usuarios en las juntas directiva de las empresas sociales del Estado existe una contradicción normativa para lo que debe definirse cuál es la aplicable al caso. Para ello es necesario acudir a las reglas de interpretación de la ley previstas en los artículos 72 del Código Civil 2 y 3 de la Ley 153 de 1887. En efecto al tenor de lo dispuesto en los artículos 72 del C6digo Civil y 2 de la Ley 153 de 1887 la ley posterior prevalece sobre la ley anterior. Sin embargo, en este asunto ocurre que los Decretos 1876 y 1757 de 1994 fueron expedidos y publicados en mismo día pues se expidieron el 3 de agosto de ese año y se publicaron el 5 de agosto siguiente, por lo que el único criterio que puede servir como fundamento para definir cuál es posterior es el número del diario oficial en el que se publicaron. Así, el Decreto 1876 de 1994 aparece publicado en un número posterior pues fue publicado en el Diario Oficial número 41480 mientras que el Decreto 1757 de 1994 lo fue en el Diario Oficial número 4177 Por ello, podría decirse que el Decreto 1876 de 1994 es posterior y por ende debe aplicarse. No obstante lo anterior se tiene que el artículo 3 de la Ley 153 de 1887 señale otra regla de interpretación, según la cual una ley especial prima sobre la ley general. Con base en ello, se encuentra que el artículo 12 del Decreto 1757 de 1994 es norma especial mientras que el artículo 9 del Decreto 1876 de 1994 es norma general, pues la primera regula específicamente el periodo de los representantes de las alianzas o asociaciones de usuarios en las juntas directivas de las empresas sociales del Estado, mientras que la segunda regula de manera general el periodo para todos los miembros de esas juntas. Por ello, la norma aplicable seria el artículo 12 del Decreto '1757 de 1994. (...) Así las cosas, se tiene que para los miembros de las juntas directivas de las empresas sociales del Estado existen dos periodos diferentes EI primero, específicamente señalado en dos (2) años para los representantes de las alianzas o asociaciones de usuarios, establecido en el artículo 12 del Decreto 1757 de 1994 y, el segundo, de tres (3) años para los demás miembros de la junta directiva de las empresas sociales del Estado, según la regIa general establecida en el artículo 9 del Decreto 1876 de 1994. Luego, se concluye que el periodo del representante de las alianzas o asociaciones de usuarios en la junta directiva del Hospital San Bernardo del Municipio de Filadelfia es de dos (2) años". De esta forma y teniendo en cuenta lo expresado por el Consejo de Estado en la Providencia anteriormente transcrita, se tiene frente a lo consultado por usted, que dando aplicación al principio general de interpretación de la Ley, según el cual la norma especial prevalece sobre la general, el periodo del representante de las alianzas o asociaciones de usuarios ante la Junta directiva de una empresa social del Estado, es de dos (2) años. Lo de convocar a los usuarios que hayan hecho uso de los servicios durante el último año es solo una estrategia para su constitución. o es un requisito que permanece y se renueva cada vez que finalicen los 2 años de funcionamiento, por lo cual es necesario reactivarla, fortalecerla, actualizarla a través de una asamblea. La conformación de las asociaciones de usuarios, se promueve a efectos de su constitución y una vez conformada deberá la misma alianza o asociación velar por el ingreso permanente de los diferentes usuarios. Lo cual implica que cada dos años no debe fundarse una nueva asociación de usuarios, sino que su renovación se predica exclusivamente de que exista un número plural de usuarios y que sus representantes sean elegidos por en asamblea general por la misma asociación de usuarios. Son hábiles los miembros de la asociación de usuarios que ya se les haya vencido el periodo de los 2 años para elegir y ser elegidos, sin que hayan demandado servicio de salud durante el último año. o que no hayan participado en la última asamblea en la que se reactivó, fortaleció o actualizó. Son los últimos usuarios de la asociación más los anteriores. De conformidad con el régimen de inhabilidades e incompatibilidades, solamente se Ie aplicará dicho régimen mientras los miembros de las asociaciones de usuarios, mientras ostenten la calidad de miembros de las mismas. EI hacer parte de la asociación de usuarios de un hospital de nivel ll y III, es decir, recibir y demandar acciones de promoción de la salud, les da la condición de usuarios permanentes, por lo cual, no será necesario haber hecho uso o demandado servicios de atención a las personas de tipo clínica, durante el último año para darle el reconocimiento de usuario activo y con derecho a elegir y ser elegido. Las acciones de Promoción y Prevención se prestan básicamente en las ESE nivel I, pero como clasificarían las actividades de Participación social implementadas por la ESE del Nivel l y II, que hacen parte fundamental del componente de Promoción de Salud. Le da el carácter de usuario a la persona que hace use de las actividades de Promoción de la salud, independientemente del nivel de atención de la EPS un usuario tiene dicha calidad indistintamente que acceda a los servicios del Plan Obligatorio de Salud, por actividades de promoción y prevención, servicios de medicina general, especializada o de urgencias. Adicionalmente, se considera como usuario a las personas que utilicen los servicios que ofrece el Plan Obligatorio de Salud o Planes en los diferentes niveles de atención. Los Miembros fundadores o que inicialmente la constituyeron y que han desarrollado una dinámica propia alrededor de la problemática de calidad de los servicios de salud y de la defensa de los derechos y deberes de los usuarios, les da meritos, reconocimiento y valoración por la gestión realizada y los habilita técnica, jurídica y socialmente para aspirar y ser elegido ante cualquiera de las instancias en las que tiene la asociación de usuarios, sin que hayan demandado servicios de salud clínicos. EI hecho de que la asociación de usuarios cuente con Personería Jurídica, que ventajas o desventajas de la frente a su desarrollo organizacional y su gestión en cumplimiento de sus funciones definidas en el Decreto 1757 de 1994. Qué comparación podríamos hacer frente a las asociaciones de usuarios que no tienen personería jurídica. En cuanto al reconocimiento que debe efectuarse sobre las alianzas o asociaciones de usuarios, debe señalarse que, de conformidad con el artículo 40 del Decreto Ley 2150 de 1995, se suprimió el reconocimiento de personerías jurídicas. AI respecto dicho artículo precise: "Suprímese el acto de reconocimiento de personería jurídica de las organizaciones civiles, las corporaciones, las fundaciones, las juntas de acción comunal y de las demás entidades privadas sin ánimo de lucro". EI parágrafo del mismo artículo así mismo, señaló: " Con sujeción a las normas previstas en este capítulo, el Gobierno Nacional reglamentara la forma y los plazos dentro de los cuales las personas jurídicas de derecho privado actualmente reconocidas se inscribirán en el registro que lleven las cámaras de comercio". Es decir, su legalidad la da el acta de constitución, organizada por la asamblea de conformación. Por su parte, el artículo 1 ° del Decreto 427 de 1996, establece con respecto al registro de las personas jurídicas sin ánimo de lucro, que: ". Las personas jurídicas sin ánimo de lucro de que tratan los artículos 40 a 45 y 143 a 148 del Decreto 2150 de 1995 se inscribirán en las respectivas Cámaras de Comercio en los mismos términos, con las mismas tarifas y condiciones previstas para el registro mercantil de los actos de las sociedades comerciales... " EI artículo 3° del decreto citado supra alude al registro de personas jurídicas sin ánimo de lucro como a las entidades privadas del sector salud de que trata la Ley 100 de 1993, las cuales se encuentran definidas en el artículo 155. AI observar tanto las funciones de las asociaciones o alianzas de usuarios y su conformación, se puede concluir que estas se encuadran dentro de las personas jurídicas sin ánimo de lucro que se registran ante las Cámaras de Comercio de acuerdo con lo previsto en el Decreto-Ley 2150 de 1995 y a lo señalado en el artículo 2° del Decreto 427 de 1996, y le corresponderá a la Cámara de Comercio respectiva proceder a registrar su personería jurídica. Si bien es cierto que el Decreto 1757 de 1994 contempla que el reconocimiento legal de una Asociación de Usuarios de EPS, podrá obtenerse a través de la autoridad competente, cabe recordar que al tenor de lo dispuesto en el artículo 40 del Decreto 2150 de 1995, se suprime el acto de reconocimiento de personería jurídica a las organizaciones civiles, las corporaciones y las fundaciones, entre otras. Así las cosas, reconocer la existencia de la persona jurídica, no es admisible, en el entendido que el reconocimiento jurídico se producirá con el simple registro ante la Cámara de Comercio con jurisdicción en el domicilio principal de la persona jurídica que se constituye Las asociaciones de usuarios son espacios abiertos es decir el libro de inscripciones debe permanecer en el área de Participación Social, que le permita a los usuarios voluntaria y libremente inscribirse, posterior a la asamblea en la que se constituyo, renovó, reactivo o fortaleció y sumarse a las actividades programadas por la asociación de usuarios, o es un grupo que se cierra y se abre cada dos años. Es una obligación de las Instituciones del Sistema General de Seguridad Social en Salud, garantizar la participación ciudadana social en todos los ámbitos que les corresponda. Es una obligación de las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud adelantar los mecanismos para convocar a sus afiliados en el régimen contributivo y/o subsidiado para que se constituyan las asociaciones o alianzas de usuarios. De conformidad con lo establecido en el artículo lo de la resolución 5261 de 1994 En materia de atención de urgencias, les corresponde prestarlas a todas las entidades sean públicas o privadas, sin que se requiera de autorización previa por parte de la Entidad Promotora de Salud o sin que exista convenio alguno, ser precisa que dicha atención se brindara a las personas que incluso no se encuentren afiliadas al sistema. Es así como las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud recibirán de las EPS el pago correspondiente según las tarifas pactadas o las establecidas para el SOA T. En el evento en que la Institución Prestadora de Servicios de Salud no pertenezca a la red de prestadores de la EPS, debe informar la atención de los afiliados en el servicio de urgencias en las 24 horas siguientes al ingreso del paciente, o en su defecto remitir dicha información según los intervalos de tiempo que se hayan pactado entre las 2 instituciones. Bajo que parámetros se definen la condición de usuario de una ESE: a) Contrato de afiliación con una EPS del régimen contributivo y/o subsidiado y que la ESE tenga a su vez contrato de prestación de servicios de salud con la aseguradora, b) Personas sisbenizadas e identificadas a través de este estudio socio económico y clasificado como pobre y vulnerable de los niveles I, II y II las cuales deben ser atendidas en los hospitales de la RED Pública. C) otros. Las Empresas Sociales del Estado deberán prestar los servicios de salud a la población que lo requiera y dependiendo de los recursos que tenga a disposición para ofrecer a una determinada población. Así lo establece el artículo 4° del Decreto 1876 de 1994. Se precisa además que los servicios de salud se prestaran de manera directa por la nación o por las entidades territoriales, a través de las Empresas Sociales del Estado. Cuando se va a designar al profesional del sector científico de la institución de cualquier disciplina de la salud, quienes pueden participar en el proceso. A) Solo los de planta de cargos. B) Los de contrato de prestación de servicios profesionales a la ESE C) Los dos anteriores. De conformidad con el artículo 6° del Decreto 1876 de 1994, señala que las juntas directivas de las empresas sociales del Estado de los órdenes nacional y territorial, estarán integradas así: "Una tercera parte de sus miembros serán representantes del sector político administrativo, otra tercera parte representara al sector científico de la salud y la tercera parte restante será designada por la comunidad". Para el caso de la consulta, de conformidad con el numeral 2° del artículo 7° del Decreto 1876 de 1994, se establece: " Los dos (2) representantes del sector científico de la salud, los cuales serán designados uno mediante elección por voto secreto, que se realizara con la participación de todo el personal profesional de la institución, de área de la salud cualquiera que sea su disciplina. EI segundo miembro será designado entre los candidatos de las ternas propuestas por cada una de las asociaciones científicas de las diferentes profesiones de la salud que funcionen en el área de influencia geográfica de la empresa social del Estado" EI Ministerio de la Protección Social, mediante concepto número 24585 de fecha 23 de noviembre de 2004, se pronunció con respecto a las personas que se encontraban facultadas para elegir y ser elegidos como representantes del sector científico, al respecto señaló: Aclarado lo anterior, vale la pena señalar que el numeral 2 del artículo 7 del Decreto 1876 de 1994, indica que la elección objeto de consulta se hará con la participación de todo el personal profesional del área de la salud de la institución y en este orden de ideas, esta oficina considera que por profesional del área de la salud, ha de entenderse aquella persona que ha obtenido su titulo en un programa de pregrado correspondiente a cualquiera de las profesiones indicadas en el Decreto 971 de 2001 y las Leyes 212 de 1995 y 528 de 1999. Ahora bien, frente al caso de que los contratistas o profesionales en servicio social obligatorio puedan elegir y ser elegidos como representantes del sector científico de la institución ante su junta directiva, esta oficina ha considerado que si bien es cierto el Decreto 1876 de 1994 no restringe dicha participación, en aras de garantizar la continua representación del sector científico ante la junta directiva de la institución, debe ser elegido como representante un profesional de planta de la entidad. EI anterior criterio se expone, si se tiene en cuenta que el contratista o profesional en servicio social obligatorio no tiene un vinculo permanente con la entidad, ya que muchas veces la duración de la relación contractual con la entidad o del servicio social obligatorio no coincide con el periodo fijado para ser representante ante la junta directiva, quedando acéfala dicha representación cuando el contratista o profesional en servicio social obligatorio se desvincula de la institución. Así las cosas esta oficina considera que en el proceso de elección del representante del sector científico de una empresa social del Estado ante su junta directiva, solo puede participar eligiendo y siendo elegido el personal profesional de planta de la entidad y en este orden de ideas, cualquier estipulación interna de la entidad en la cual se permita la participación de personal no profesional o que no pertenezca al área de salud, no podrá ser aplicado, por contrariar lo dispuesto en el Decreto 1876 de 1994, Con base en los anteriores presupuestos se establece que la normatividad que regula la conformación de las Juntas Directivas de las Empresas Sociales del Estado, no hacen ninguna distinción entre el personal profesional de la salud de la Empresa Social del Estado (Planta o vinculados mediante Contrato de Prestación de Servicios) para que sean elegidos y/o participen en la elección de los representantes que integran el sector científico de la salud de la Junta Directiva de una Empresa Social del Estado. Los profesionales del área de la salud de cualquier disciplina que prestan sus servicios a una ESE a través de una Cooperativa de Trabajo Asociado, pueden participar en el proceso de elección del representante del sector científico ante la Junta Directiva de la misma. Con base en los anteriores presupuestos se establece que la normatividad que regula la conformación de las Juntas Directivas de las Empresas Sociales del Estado, no distinguió entre el personal de planta y el personal que se desempeña en la institución bajo la modalidad de contrato de prestación de servicios. Sin embargo, por vía de interpretación se considera que el personal de planta de la entidad tiene un carácter de permanencia que no limitaría el ejercicio de sus funciones como miembro de la Junta Directiva en representación del sector científico. Luego entonces, para contestar su pregunta, la norma que regula la elección de los integrantes del sector científico de una Empresa Social del Estado, no se restringió la participación de los aspirantes a representante del sector científico, se deberán atender en primer lugar los estatutos de la entidad y el régimen de inhabilidades e incompatibilidades previstos en la Ley a efectos de establecer si dichos candidatos cumplen con los requisitos para la representación a la que aspiran ocupar como miembros de la Junta Directiva de la ESE. Como se estableció anteriormente, se deben atender el cumplimiento de los requisitos previstos en el Decreto 1876 de 1994, en especial dar cumplimiento a lo previsto en el numeral 3° artículo 8° del Decreto antes citado. Son hábiles los miembros de la asociación de usuarios que ya se les haya vencido el periodo de 2 años. Como quiera que el artículo 12 del Decreto 1757 de 1994 el periodo de elección de los representantes de las asociaciones de usuarios es de 2 años sin que se contemple prórroga alguna y se reitera que el régimen de inhabilidades de los miembros de las Juntas Directivas de las Empresas Sociales del Estado, se aplican a sus integrantes mientras desempeñen el cargo y no mientras no se encuentren desempeñando las funciones propias del cargo. EI anterior concepto se emite de conformidad con el artículo 25 del C.C.A. Cordialmente, Karina Vence Peláez Jefe De Oficina Asesora Jurídica SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD NURC: 8002-1-0405543 REFERENCIA: Antigüedad en el Sistema Con relación a la consulta de la referencia, esta Oficina Asesora Jurídica en cumplimiento a lo establecido en el artículo 9º del Decreto 1018 de 2007 le manifiesta: Es necesario aclarar que no se trata de una nueva afiliación al Sistema, sino de un traslado, lo cual implica la continuidad en la prestación del servicio de salud, conservando sus derechos , períodos de cotización o semanas; por lo cual al no ser una nueva afiliación no hay interrupción de la antigüedad ni afecta la continuidad en el servicio de salud(numeral 4 del artículo 152 y numeral 3 del artículo 159 de la Ley 100 de 1993) Conforme lo estipula el artículo 56 del Decreto 806 del 1998, concordante con el artículo 42 del Decreto 1406 de 1999, el traslado de entidad administradora produce efectos sólo a partir del primer día calendario del segundo mes siguiente a la fecha de presentación de la solicitud y el reconocimiento de prestaciones hasta el día anterior a aquél en que surjan las obligaciones para la nueva entidad. Ahora bien, para los efectos del presente artículo, se entenderá por traslado efectivo el momento a partir del cual el afiliado queda cubierto por la nueva entidad en los términos anteriormente definidos. De las disposiciones normativas, se concluye que: 1. El traslado surte efectos jurídicos para la nueva EPS a partir del primer día calendario del segundo mes siguiente a la fecha de presentación de la solicitud debidamente formulada; en consecuencia, las obligaciones para la EPS SUSALUD surgen a partir del 01 de octubre de 2007 fecha en la cual se hace efectivo el traslado. 2. La EPS de la cual se traslada, para el caso COMFENALCO ANTIOQUIA EPS S, tiene a su cargo la prestación de los servicios de salud hasta el día anterior a aquél en que surjan las obligaciones para la nueva EPS, ya que esta asume sus obligaciones a partir de la fecha en que hace efectivo el traslado. 3. Teniendo en cuenta que en su comunicación informa que se trata de una trabajo ocasional (servicio domestico) se debe tener en cuenta lo consagrado en el artículo 30 del Acuerdo 244 de 2003, modificado por el artículo 1 del Acuerdo 304 de 2005, en el sentido de que cuando el afiliado ingrese al régimen contributivo con posterioridad a su afiliación al régimen subsidiado, deberá informar a la entidad territorial en un plazo máximo de quince (15) días para que esta proceda a suspender su afiliación y la de su grupo familiar. Dicha suspensión se mantendrá hasta por un (1) año. 4. COMFENALCO ANTIOQUIA EPS S estaba en la obligación de prestarle los servicios a la menor Verónica Yamile Chasoy Zapata y de realizar el pago por los servicios prestados hasta el 12 de septiembre de 2007, más aún cuando tal como usted lo manifiesta la citada EPS S compenso según certificado expedido por la Dirección Local de Medellín; surgiendo obligaciones para la EPS SUSALUD a partir del 01 de octubre de 2007, fecha en la cual se hizo efectivo el traslado; razón por la cual su Institución con base en las consideraciones efectuadas por este Despacho debe verificar las fechas durante las cuales se prestó el servicio médico a la menor, toda vez que no obra información ni prueba de la fecha que se requirieron dichos servicios. Por último respecto a la exigencia de períodos mínimos de cotización el literal h) del artículo 14 de la Ley 1122 de 2007 dispuso que: “No habrá períodos mínimos de cotización o períodos de carencia superiores a 26 semanas en el Régimen Contributivo. A los afiliados se les contabilizará el tiempo de afiliación en el Régimen Subsidiado o en cualquier EPS del Régimen Contributivo, para efectos de los cálculos de los períodos de carencia. Concordante con la Circular 20 de 2007, expedida por el Ministerio de la Protección Social en la cual se señaló: “En consecuencia, los períodos mínimos de cotización establecidos en el artículo 164 de la Ley 100 de 1993, en concordancia con el artículo 61 del Decreto 806 de 1998, han sido modificados en cuanto al número de semanas se refiere. Por lo anterior, para tener derecho a la atención en salud en las enfermedades de alto costo descritas a continuación, el afiliado requerirá 26 semanas de afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud, sin que se exija el cumplimiento de este requisito en un período determinado. Grupo 1. Aquellas definidas como catastróficas o ruinosas de nivel IV en el Plan Obligatorio de Salud. Grupo 2. Enfermedades que requieran manejo quirúrgico de tipo electivo, y que se encuentren catalogadas en el Manual de Actividades, Intervenciones y Procedimientos -Mapipos, como del grupo ocho (8) o superiores. Para quienes no cumplen con las 26 semanas que la nueva ley fija como requisito para periodos mínimos de cotización se sigue aplicando lo dispuesto en el parágrafo del artículo 61 del Decreto 806 de 1998 que señala: “Parágrafo. Cuando el afiliado sujeto a períodos mínimos de cotización desee ser atendido antes de los plazos definidos en el artículo anterior, deberá pagar un porcentaje del valor total del tratamiento, correspondiente al porcentaje en semanas de cotización que le falten para completar los períodos mínimos contemplados en el presente artículo. Cuando el afiliado cotizante no tenga capacidad de pago para cancelar el porcentaje establecido anteriormente y acredite debidamente esta situación, deberá ser atendido él o sus beneficiarios, por las instituciones públicas prestadoras de servicios de salud o por aquellas privadas con las cuales el Estado tenga contrato. Estas instituciones cobrarán una cuota de recuperación de acuerdo con las normas vigentes”. (…) Las Entidades Promotoras de Salud, contabilizarán el tiempo de afiliación tanto en el régimen subsidiado como en el contributivo, independientemente de la EPS en la cual estuviere afiliado el usuario, para calcular los períodos de carencia.”(negrilla y subrayado fuera del texto) De lo citado se infiere que: • A partir de la vigencia de la Ley 1122 de 2007, el acceso a la prestación de algunos servicios de alto costo fue modificado en cuanto al número de semanas se refiere, no pudiendo ser superiores a 26 semanas. • Los períodos mínimos de cotización sólo pueden exigirse cuando se trate de procedimientos quirúrgicos de electivo, no cuando el afiliado los requiere con carácter urgente. El anterior concepto se expide de conformidad con el artículo 26 del Código Contencioso Administrativo. Cordialmente, Karina Vence Peláez Jefe De Oficina Asesora Jurídica III - JURISPRUDENCIA CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia T-1000/08 Bogotá D.C., catorce (14) de octubre de dos mil ocho (2008). Referencia: expediente T-1940507 Acción de tutela instaurada por Heliana Astrid Marín Henao contra el Instituto de Seguros Sociales Magistrado Ponente: Dr. HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO La Sala Octava de Revisión de la Corte Constitucional integrada por los Magistrados Jaime Araujo Rentería, Clara Inés Vargas Hernández y Humberto Antonio Sierra Porto, quien la preside, en ejercicio de sus competencias constitucionales y legales, específicamente las previstas en los artículos 86 y 241 numeral 9º de la Constitución Política y en los artículos 33 y siguientes del Decreto 2591 de 1991, ha proferido la siguiente SENTENCIA Dentro del proceso de revisión del fallo de tutela proferido por el Juzgado Civil del Circuito de Girardota en la acción de tutela instaurada por Heliana Astrid Marin Henao contra el Instituto de Seguros Sociales. I. ANTECEDENTES El pasado catorce (14) de diciembre de dos mil siete (2007), la ciudadana Heliana Astrid Marin Henao interpuso acción de tutela ante el Juzgado Civil del Circuito de Girardota, solicitando el amparo de sus derechos fundamentales a la salud en conexidad con la vida digna, a la seguridad social y a la igualdad, los cuales, en su opinión, han sido vulnerados por el Instituto de Seguros Sociales. De acuerdo con la solicitud de tutela y las pruebas obrantes en el expediente, la accionante sustenta su pretensión en los siguientes Hechos 1.- Heliana Astrid Marin Henao, de 20 años de edad, estaba afiliada al régimen contributivo en salud como beneficiaria de su padre, Hernando Marín Acevedo, en el Instituto de Seguros Sociales (folio 1, cuaderno 1). 2.- Señala que en el mes de febrero de 2007 ingresó a trabajar a la empresa ITASA, razón por la cual solicitó, el 17 del mismo mes, su retiro al Instituto de Seguros Sociales y su afiliación a la EPS SUSALUD como cotizante. 3.- El 29 de octubre de 2007, la EPS SUSALUD envió a la peticionaria una comunicación en la que le indica que “aunque usted se encuentra afiliado a SUSALUD, su afiliación o la de algún miembro de su grupo familiar, no cumple con las normas establecidas por la ley para continuar afiliado, por lo tanto, las personas relacionadas a continuación deben permanecer afiliadas a la EPS ISS y los pagos de los cotizantes aquí relacionados deben realizarse a dicha EPS a partir del mes en curso” (folio 5, cuaderno 1). A continuación estaba relacionado el nombre de la accionante y su número de cédula. En el mismo escrito, la EPS SUSALUD le indicó que “con el fin de solucionar la situación, se envió un nuevo comunicado a la EPS Seguro Social solicitando la permanencia de la afiliación en SUSALUD pero el ISS emitió respuesta reiterando la negación” (folio 5, cuaderno 1). 4.- Dice la accionante que, después de esta noticia, se dirigió personalmente al Instituto de Seguros Sociales a solicitar el retiro para lo cual llenó un formato de retiro de beneficiario. Añade la peticionaria que, una vez surtido este procedimiento, puso en conocimiento de la EPS SUSALUD el retiro; sin embargo, le indicaron que debía aportar una carta del ISS en la cual se certificara esta información. Ante ello, señala, se dirigió nuevamente al ISS pero una funcionaria le dijo que definitivamente no era posible su traslado por lo que no le darían ninguna certificación. Solicitud de Tutela 5.- Con fundamento en los hechos narrados, la ciudadana Heliana Astrid Marin Henao solicitó la protección de sus derechos a la salud en conexidad con la vida digna, a la seguridad social y a la igualdad que considera han sido vulnerados al negarse la entidad demandada a permitirle su retiro como beneficiaria y su traslado como cotizante a la EPS SUSALUD. Respuesta de la entidad demandada 6.- Mediante escrito recibido el día 11 de enero de 2008, el Instituto de Seguros Sociales expresó que la peticionaria se encuentra registrada en su sistema, con tarjeta de identidad, como beneficiaria del señor Hernando de Jesús Marín, sin novedad de traslado. Frente a los hechos que motivan el presente proceso señaló que “a la EPS del Seguro Social, por disposición de la Superintendencia Nacional de Salud, le ha sido retirada su licencia de funcionamiento lo cual impide la libre movilidad de los afiliados hacia otra EPS, así como de nuevos afiliados a nuestra entidad y dicha movilidad se dará en los términos establecidos por el Decreto 055 de 2007 una vez el gobierno nacional determine a cual. De igual forma se debe tener en cuenta que con la Resolución 263 de marzo 26 de 2007 de la Superintendencia Nacional de Salud suspendió la movilidad en el sistema de salud para los ingresos y egresos a la EPS Seguro Social, por lo anterior todo afiliado al ISS que desee trasladarse debe esperar que se dé nuevamente la libre movilidad”. Decisiones judiciales objeto de revisión Sentencia de instancia única 7.- El Juzgado Civil del Circuito de Girardota, después de hacer algunas consideraciones generales sobre el derecho a la libre escogencia en el sistema general de seguridad social en salud basadas en la jurisprudencia de esta Corte, resolvió no tutelar los derechos fundamentales de la demandante y declarar improcedente la acción de tutela, mediante providencia fechada el día 22 de enero de 2008. El despacho afirmó que la peticionaria cuenta con tres medios para lograr la protección de los derechos fundamentales que estima vulnerados por el ISS y no los ha ejercido: (i) no ha dirigido al ISS un derecho de petición; (ii) no ha hecho uso de los recursos de ley frente a la comunicación recibida por SUSALUD y, por último, (iii) no ha acudido a los organismos de control de las EPS, tales como la Superintendencia de Salud. Además, señala el despacho, la peticionaria no expuso ningún argumento que fundamente un perjuicio irremediable que haga viable la procedencia de la tutela, tales como una enfermedad o mala prestación o suspensión del servicio de salud, y tampoco se desprende éste del expediente pues los puede seguir recibiendo por parte de ISS. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS Competencia 1.- Esta Corte es competente para revisar el presente fallo de tutela de conformidad con lo previsto en los artículos 86 y 241 de la Constitución Nacional, el Decreto 2591 de 1991 y las demás disposiciones pertinentes. Problema jurídico 2.- En atención a lo expuesto, esta Sala de Revisión debe determinar si el Instituto de Seguros Sociales vulneró los derechos fundamentales a la salud, a la seguridad social y a la igualdad de Heliana Astrid Marin Henao al negarse la entidad demandada a permitirle su retiro como beneficiaria y su traslado como cotizante a la EPS SUSALUD. 3.- A fin de resolver el asunto, la Sala se debe pronunciar previamente sobre la procedencia de la acción de tutela en el caso concreto, específicamente sobre la existencia de otros mecanismos judiciales para la protección de los derechos fundamentales presuntamente vulnerados y la configuración de un perjuicio irremediable. Procedencia de la acción de tutela 4.- El inciso tercero del artículo 86 de la Constitución dispone que la acción de tutela “sólo procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que aquélla se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable”. En aplicación de esta norma, esta Corporación ha sostenido en forma reiterada que la tutela tiene un carácter subsidiario y que solamente procederá cuando no existen otros medios de defensa judicial a través de los cuales se pueda solicitar la protección de los derechos fundamentales que se consideran vulnerados, cuando el medio judicial alternativo es claramente ineficaz para la defensa de esos derechos, o cuando se acredite un perjuicio irremediable, caso en el cual la tutela procederá como mecanismo transitorio con el fin de evitarlo1[1]. Así mismo, esta Corporación ha señalado que, cuando exista un mecanismo judicial alterno, el juzgador sólo podrá considerar que el amparo no procede en forma directa cuando verifique que (i) de conformidad con las circunstancias específicas del caso, el mecanismo judicial alterno ofrece el mismo grado de eficacia que la acción de tutela en cuanto a la protección de los derechos fundamentales vulnerados o amenazados y (ii) la tutela no se está interponiendo como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable, situación que no necesariamente debe ser mencionada en el escrito que hace las veces de demanda, sino que puede ser advertida por el mismo juez con ocasión del análisis del caso.2[2] 5.- El juez de primera instancia negó el amparo debido a que, a su juicio, la peticionaria cuenta con otros medios de defensa judicial para lograr la protección 1[1] 2[2] Sentencia T-1112 de 2005. Sentencia T-098 de 2008. de los derechos fundamentales que estima vulnerados por el ISS. Concretamente señala tres mecanismos: (i) dirigir al ISS un derecho de petición; (ii) interponer los recursos de ley frente a la comunicación recibida por SUSALUD; y (iii) acudir a los organismos de control de las EPS, tales como la Superintendencia de Salud. A continuación la Sala analizará cada uno de estos medios con el fin de determinar si, en el caso concreto, constituyen un mecanismo idóneo y eficaz para la protección de los derechos fundamentales de la peticionaria, teniendo en cuenta sus condiciones particulares, caso en el cual la acción de tutela sería improcedente. 6.- En cuanto a la interposición de un derecho de petición ante el ISS, esta Sala considera que la accionante ya agotó este mecanismo. Consta en el expediente que el padre de la peticionaria, Hernando Marín Acevedo, dirigió, el 8 de noviembre de 2007, una solicitud de retiro de beneficiario al Instituto de Seguros Sociales pues en su calidad de cotizante era la persona que lo debía pedir (folios 4 y 1, cuaderno 1). La solicitud presentada nunca fue respondida por el Instituto de Seguros Sociales. El hecho de que en esta solicitud no se haya consignado la advertencia expresa de que se hacía en virtud del artículo 23 de la Constitución no le quita su carácter de derecho de petición pues ni la norma mencionada ni el artículo 5 del Código Contencioso Administrativo (CCA) exigen esta formalidad, además, la solicitud cumple con todos los requisitos prescritos en esta última disposición. Tampoco es relevante el hecho de que el requerimiento se haya realizado a través de un formato ya que el artículo 5 de CCA consagra que “Las autoridades podrán exigir, en forma general, que ciertas peticiones se presenten por escrito. Para algunos de estos casos podrán elaborar formularios para que los diligencien los interesados, en todo lo que les sea aplicable, y añadan las informaciones o aclaraciones pertinentes”. 7.- En relación con la posibilidad de interponer los recursos de ley frente a la comunicación recibida por SUSALUD, la Sala considera que este mecanismo no resulta idóneo para la protección de los derechos fundamentales de la peticionaria pues, como consta en la referida comunicación (folio 5, cuaderno 1), la negativa del traslado no proviene de esta entidad, sino del Instituto de Seguros Sociales, razón por la cual la interposición de tales recursos resulta inocua. 8.- Pasa ahora la Sala a analizar la posibilidad, planteada por el juez de primera instancia, de acudir a la Superintendencia Nacional de Salud para lograr la protección de los derechos fundamentales de la peticionaria. Cabe señalar que el legislador (Ley 1122/07 art. 41) confirió a la Superintendencia Nacional de Salud facultades jurisdiccionales para adelantar procedimientos, con las facultades propias de un juez, que resuelvan mediante fallo en derecho, algunas controversias entre las entidades promotoras en salud (o entidades que se les asimilen) y sus usuarios. La competencia en tal materia fue circunscrita a controversias relativas a: (i) negativa de reconocimiento de prestaciones del derecho a la salud contenidas en los planes obligatorios, cuando dicha negativa amenace la salud del(a) usuario(a); (ii) reconocimiento de gastos económicos por concepto de atención de urgencias autorizadas por las EPS, en instituciones (IPS) con las que éstas no tengan contrato, o porque las EPS nieguen dicho reconocimiento por incapacidad, imposibilidad, negativa injustificada o negligencia demostrada; (iii) problemas de multiafiliación; y (iv) conflictos relacionados con la posibilidad de elegir libremente EPS y/o trasladarse dentro del Sistema General de Seguridad en Salud3[3]. Por lo anterior, se puede concluir que, en los casos de conflictos relacionados con la posibilidad de elegir libremente EPS y/o trasladarse dentro del Sistema General de Seguridad en Salud, se debe agotar en principio el mecanismo establecido por el legislador en el artículo 41 de la Ley 1122 de 2007. Esto, previa consideración de la eficacia que dicho procedimiento puede prodigar en el caso concreto. Pues, tal como sucede con los demás derechos fundamentales cuya protección procede por mecanismos jurídicos distintos a la acción de tutela, se debe analizar en cada caso particular si el mecanismo en cuestión resulta eficaz e idóneo, o si por el contrario su utilización puede derivar en la configuración de un perjuicio irremediable que autorizara la interposición de una tutela por la urgencia de la protección4[4]. Esta Sala considera que, en este caso, la vía ante la Superintendencia Nacional de Salud constituye un mecanismo judicial idóneo y eficaz para proteger los derechos fundamentales de la peticionaria pues, aunque los términos legales para el trámite ante la Superintendencia son mayores que los de la acción de tutela (30 días), no se advierte en este caso una urgencia o una condición particular de la peticionaria que haga viable la protección. Además, la peticionaria no expone, ni se desprende del expediente, ningún argumento que fundamente un perjuicio irremediable pues la peticionaria siguió afiliada al ISS, y ahora a la NUEVA EPS, entidad que por lo tanto tiene la obligación de prestarle el servicio de salud, y que en ningún momento se lo ha suspendido o negado. También advierte la Sala que las razones que motivaron la negativa de traslado por parte del Instituto de Seguros Sociales han desaparecido pues, según el escrito de contestación de la acción de tutela por parte del ISS, la movilidad de los usuarios sería restaurada una vez el Gobierno Nacional determinara la EPS a la cual se trasladarían los afiliados en salud del ISS (folio 11, cuaderno 1), y ello ya se hizo por medio de la Resolución 371 del 3 de abril de 2008 en la que la Superintendencia Nacional de Salud autorizó el funcionamiento de la NUEVA EPS y ordenó el traslado de todos los afiliados en salud del ISS a esta institución, por lo 3[3] Ley 1122 de 2007: “Artículo 41. Función jurisdiccional de la Superintendencia Nacional de Salud. Con el fin de garantizar la efectiva prestación del derecho a la salud de los usuarios del Sistema General de Seguridad Social en Salud y en ejercicio del artículo 116 de la Constitución Política, la Superintendencia Nacional de Salud podrá conocer y fallar en derecho, con carácter definitivo y con las facultades propias de un juez, en los siguientes asuntos: a) Cobertura de los procedimientos, actividades e intervenciones del plan obligatorio de salud cuando su negativa por parte de las entidades promotoras de salud o entidades que se les asimilen, ponga en riesgo o amenace la salud del usuario; b) Reconocimiento económico de los gastos en que haya incurrido el afiliado por concepto de atención de urgencias en caso de ser atendido en una IPS que no tenga contrato con la respectiva EPS cuando haya sido autorizado expresamente por la EPS para una atención específica y en caso de incapacidad, imposibilidad, negativa injustificada o negligencia demostrada de la Entidad Promotora de Salud para cubrir las obligaciones para con sus usuarios; c) Conflictos que se susciten en materia de multiafiliación dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud; d) Conflictos relacionados con la libre elección que se susciten entre los usuarios y las aseguradoras y entre estos y las prestadoras de servicios de salud y conflictos relacionados con la movilidad dentro del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Parágrafo 1°. La Superintendencia Nacional de Salud sólo podrá conocer y fallar estos asuntos a petición de parte. No podrá conocer de ningún asunto que por virtud de las disposiciones legales vigentes deba ser sometido al proceso de carácter ejecutivo o acciones de carácter penal. Parágrafo 2°. El procedimiento que utilizará la Superintendencia Nacional de Salud en el trámite de los asuntos de que trata este artículo será el previsto en el artículo 148 de la Ley 446 de 1998.” T-1078-07, T-1080-07, T-097-08, T-098-08 y T-216-08. En el mismo sentido, la sentencia C-119-08 que analizó la constitucionalidad del artículo 41 de la ley 1122 de 2007. 4[4] tanto la peticionaria puede solicitar a la NUEVA EPS su traslado a SUSALUD EPS. De acuerdo con lo anterior, la Sala de Revisión confirmará el fallo de primera instancia proferido por el Juzgado Civil del Circuito de Girardota en la acción de tutela instaurada por Heliana Astrid Marin Henao contra el Instituto de Seguros Sociales. III. DECISION En mérito de lo expuesto, la Sala de Revisión de la Corte Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución, RESUELVE Primero.- CONFIRMAR por las razones expuestas la sentencia proferida en el proceso de la referencia por el Juzgado Civil del Circuito de Girardota en el sentido de DECLARAR IMPROCEDENTE la acción de tutela interpuesta por Heliana Astrid Marin Henao contra el Instituto de Seguros Sociales. Segundo.- Por Secretaría líbrese la comunicación prevista en el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991. Notifíquese, comuníquese, publíquese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase. HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO Magistrado JAIME ARAUJO RENTERIA Magistrado Ausente en comisión CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ Magistrada MARTHA VICTORIA SÁCHICA DE MONCALEANO Secretaria General CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia T-999/08 Bogotá D.C., catorce (14) de octubre de dos mil ocho (2008). Referencia: expediente T-1. 941.560 Acción de tutela instaurada por Ana Teresa Chacón Gómez contra COLMÉDICA E. P. S. Magistrado Ponente: Dr. HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO. La Sala Octava de Revisión de la Corte Constitucional integrada por la magistrada Clara Inés Vargas Hernández y los magistrados, Jaime Araújo Rentería y Humberto Antonio Sierra Porto, quien la preside, en ejercicio de sus competencias constitucionales y legales, específicamente las previstas en los artículos 86 y 241 numeral 9º de la Constitución Nacional y en los artículos 33 y siguientes del Decreto 2591 de 1991, profiere la siguiente: SENTENCIA. I. ANTECEDENTES. La ciudadana Ana Teresa Chacón Gómez instauró acción de tutela contra la E. P. S. COLMÉDICA con fundamento en los siguientes: Hechos. 1. Relata la actora que se encuentra afiliada como cotizante a COLMÉDICA E. P. S. desde noviembre de 1999. (Expediente a folio 1). 2.- Manifiesta que padece CARCINOMA ESCAMOCELULAR INFILTRANTE DE PABELLÓN AURICULAR IZQUIERDO. (Expediente a folio 1). 3.- Expone que en el año 2005 le practicaron una cirugía denominada ARICULECTOMÍA IZQUIERDA MASTOIDECTOMÍA SIMPLE Y CANOPLASTIA. (Expediente a folio 1). 4.- Aduce que su médico tratante, Vicente Rodríguez, le ordenó en el año 2006 el IMPLANTE DE PRÓTESIS AUDITIVA OSTEOINTEGRADA BAHA Y PRÓTESIS AURICULAR OSTEOINTEGRADA (VISTA FIX) y relata que sólo pudo lograr que le practicaran la intervención gracias a la orden emitida por el Juzgado 36 Civil Municipal de Bogotá. (Expediente a folio 1). 5.- Alega que no obstante haber ordenado la cirugía, el Juzgado no concedió el tratamiento integral por ella solicitado en la tutela. (Expediente a folio 1). (Expediente a folio 1). 6.- Indica que a partir de lo establecido por su médico tratante, el procedimiento efectuado requiere un seguimiento prolongado de la siguiente manera: “‘4) LA PACIENTE REQUIERE CONTROLES MENSUALES DE SUS PRÓTESIS Y CADA CUATRO AÑOS DEBE CAMBIARSE LA PRÓTESIS CONSERVANDO TODA LA SUPRAESTRUCTURA DE SOPOTE.” (Expediente a folio 2). 7.- Señala cómo justamente en vista de lo prolongado del tratamiento, la prótesis instalada ya no resulta funcional y, según lo determinado por el médico tratante, debe ser elaborada una nueva prótesis. (Expediente a folio 2). 8.- Esgrime que el costo de la nueva prótesis es de $6’000.000.oo y dice que dada la precaria situación económica en la que se encuentra no puede asumir su costo. Relata que se desempeña como Asistente en la Universidad de los Andes y devenga un salario mensual de $ 1.100.000.oo por lo que le resulta imposible asumir de manera particular los costos del “insumo que se sabe [debe] recibir para preservar [su] salud y vida digna.” (Expediente a folio 2). 9.- Agrega, por último, que la entidad demandada se negó mediante documento de negación de servicios de salud o medicamentos No 21210559 del 8 de enero de 2008 a suministrar la prótesis por considerar que no estaba incluida en el POS. Solicitud de Tutela. 10.- Con fundamento en los hechos narrados, la ciudadana Ana Teresa Chacón Gómez solicitó la protección de sus derechos constitucionales fundamentales a la salud y a la vida en condiciones de calidad y de dignidad que considera fueron vulnerados por la entidad demandada al negarse tal entidad a suministrarle la nueva prótesis prescrita por el médico tratante necesaria para el restablecimiento pleno de su derecho constitucional fundamental a la salud. Pruebas relevantes que obran en el expediente. 11.- En el expediente constan las siguientes pruebas: - Copia del denuncio realizado bajo juramento por la ciudadana Ana Teresa Chacón Gómez ante la Policía Metropolitana de Bogotá, mediante la cual manifiesta que el día 26 de octubre de 2007 en la ciudad de Bogotá se le extraviaron los siguientes documentos o elementos: “Billetera café que contenía la cédula de ciudadanía, carnéts (sic) de afiliación a EPS Colmédica de Juan Felipe Castañeda, María Camila Castañeda, mis hijos, y el mío, contraseña de solicitud de nueva cédula de ciudadanía, tarjeta débito de cuenta de ahorros de conavi, copia contrato de celular Movistar 3158457542.” (Expediente a folio 10). - Copia del carné de afiliación de Ana Teresa Gómez a la E. P. S. COLMÉDICA (Expediente a folio 11). - Copia de la orden médica firmada por el médico tratante Vicente Rodríguez Montoya, fechada el día 21 de diciembre de 2007 mediante la cual se prescribe el procedimiento elaboración de nueva prótesis y se establece lo siguiente: “Paciente sometida a implante BAHA y prótesis auricular ancladas al hueso, Agosto 06. Adaptación de prótesis auricular y audífono osteointegrados posteriormente, una vez lograda osteointegración. Los pacientes con prótesis auricular requieren elaboración de una prótesis auricular (back-up), pues siempre existe posibilidad de deterioro (normal por el uso) de la prótesis. Ya se está empezando a notar algún deterioro de la prótesis actual.” (Expediente a folio 12). - Copia de la orden médica emitida el día primero de febrero de 2006 por el médico tratante en la que consta lo que se transcribe a continuación. “Paciente con diagnóstico de carcinoma escamocelular infiltrante de pabellón auricular izquierdo, sometida a AURICULECTOMÍA izquierda mastoidectomía simple y canaloplastia, en Noviembre 10 de 2005. El proceso previo a cirugía sufrió sobreinfección de conducto auditivo externo y oído medio, sufriendo pérdida completa de membrana timpánica y cadena osicular, con la consecuente hipoacusia conductiva máxima. La paciente requiere para su rehabilitación auditiva y facial, la implantación para osteointegración de tornillos de titanio para soportar prótesis auditiva (BAHA) y prótesis de pabellón auricular osteointegradas. Procedimiento bajo anestesia general, ambulatorio, Hospital San Ignacio. Requerirá posteriormente elaboración de prótesis auricular.” (Expediente a folios 4-5). - Copia de solicitud de servicios médicos en el que se pide la elaboración de una nueva prótesis auricular. (Expediente a folios 14-15) - Copia de formato de negación de servicios emitida por COLMÉDICA E. P. S. el día 8 de febrero de 2008 mediante el cual se determina que el procedimiento solicitado no estaba autorizado en MAPIPOS: Acuerdo 8/94 CNSSS Art. 7º Lit. Ñ; DECRETO 806/98; ART. 10; RESOL. 5261/94 MINSALUD art. 18 TERCER LITERAL I. (Expediente a folio 16). - Copia de la cotización BAHA-VISTAFIX emitido por el Director Comercial de TECHBIÓNICA S. A. en el que se establece que el valor de l prótesis auricular es de seis millones de pesos. (Expediente a folio 17). - Copia de la parte resolutiva comunicada por el Juzgado Treinta y Seis Civil Municipal el día 28 de junio de 2006 en la que se establece lo siguiente: “Comunico a Usted que por PROVIDENCIA DEL VEINTIUNO DE JUNIO DE DOS MIL SEIS, que en su parte resolutiva dice: PRIMERO: TUTELAR LOS DERECHOS FUNDAMENTALES A LA SEGURIDAD SOCIAL A LA SALUD EN CONEXIDAD CON LA VIDA que le asisten A LA SEÑORA ANA TERESA CHACÓN GÓMEZ. SEGUNDO: ORDENAR A COLMÉDICA E. P. S. QUE EN EL IMPRORROGABLE TÉRMINO 48 HORAS EXPIDA LA AUTORIZACIONES REQUERIDAS PARA EL SUMINISTRO DE LA PRÓTESIS AURICULAR OSTEOINTEGRADA BAHA Y PRÓTESIS AURICULAR OSTEOINTEGRADA (VISTA FIX). TERCERO. SEÑALAR QUE COLMÉDICA E. P. S. PUEDE REPETIR CONTRA EL FONDO DE SOLIDARIDAD Y GARANTÍA DEL SISTEMA DE SEGURIAD SOCIAL INTEGRAL EN SALUD FOSYGA los costos que por cumplimiento de este fallo tenga que cubrir por fuera de sus obligaciones legales, dentro del término de treinta días siguientes a la fecha en que se presente la respectiva cuenta de cobro, con el lleno de los requisitos legales. CUARTO: NOTIFÍQUESE por el medio más rápido esta decisión a los intervinientes en esta tutela y en caso que no sea impugnada oportunamente remítase la actuación a la HONORABLE CORTE CONSTITUCIONAL PARA SU EVENTUAL REVISIÓN.” (Expediente a folio 18) - Copia del comprobante de pago expedido por la Universidad de los Andes (periodo noviembre de 2007) en donde consta que la peticionaria recibe un salario neto de $836.517.oo. (Expediente a folio 20). Respuesta de la parte demandada. 12.- En los antecedentes de la sentencia emitida por el Juzgado Setenta y Cuatro Penal Municipal de Bogotá se lee lo siguiente: “En auto de fecha 11 de enero de 2008 se dispuso avocar el conocimiento sobre las diligencias y en consecuencia, ordenar el traslado del escrito de tutela firmado por la señora ANA TERESA CHACÓN a aquellas entidades que se entendían vinculadas. La orden en particular, estaba dirigida a la EPS COLMÉDICA. El traslado se cumplió mediante oficio calendado 14 de enero del año que corre y que se lee a folio 24 del C. O. Del oficio acusó recibo la entidad accionada según se puede constatar con el sello de recibido del 15 de enero de 2008, firmado por quien se llamó ‘Jessica’ sobre las 10.25 A. M. No obstante el conocimiento que tuvo la entidad sobre la Acción, a la fecha de ésta sentencia, ad portas del vencimiento de los términos para decidir, no se pronunció. En consecuencia, el despacho da aplicación al contenido del artículo 20 del Decreto 2591 de 1991, y procede a dictar sentencia bajo la premisa del allanamiento de la Entidad al contenido de la demanda.” (Expediente a folio 18.) Decisiones judiciales objeto de revisión. 13.- Mediante sentencia emitida el día 23 de enero de 2008 el Juzgado Setenta y Cuatro Penal Municipal de Bogotá resuelve tutelar los derechos a la seguridad social en conexión con la dignidad humana y la vida de la peticionaria. Sustentó su decisión en los siguientes motivos. El Juzgado consideró que en el caso sub examine la reclamación efectuada por la peticionaria no estaba encaminada a “conseguir autorización y provisión de un procedimiento, actividad o medicamento del cual dependa su más inmediata [supervivencia].” Encontró el Juzgado que la actora se podía “desenvolver laboral y familiarmente dentro de los límites normales.” Incluso podía constatarse su vinculación a la Universidad de los Andes donde se desempeñaba como Asistente. Más adelante añadió, que en el trámite de tutela había oficiado al médico tratante para que fuera él mismo quien especificara “acerca de la pertinencia, urgencia y necesidad de la petición elevada por la actora.” Puso de presente, también, cómo mediante escrito fechado el día 6 de enero de 2008 el médico tratante había efectuado una relación pormenorizada de los motivos médicos por los cuales “se dispuso la implantación de la prótesis auricular en la señora Chacón Gómez sobre el año 2006, señalando de contera, que aquella a lo largo de éste tiempo [había] mostrado una óptima recuperación funcional del pabellón izquierdo y una muy buena aceptación y desenvolvimiento personal, familiar y social.” Manifestó adicionalmente que si bien era cierto, la vida y existencia de la peticionaria no se encontraba bajo amenaza, no lo era menos, que “en el evento de negarse el reemplazo de la actual prótesis, las consecuencias para la dignidad de la señora Chacón Gómez [podían] ser irreparables.” Empero, el a quo se abstuvo de autorizar la provisión de la prótesis cada vez que la peticionaria lo necesitara. II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS. Competencia. 1.- Esta Corte es competente para revisar el presente fallo de tutela de conformidad con lo previsto en los artículos 86 y 241 de la Constitución Nacional, el Decreto 2591 de 1991 y las demás disposiciones pertinentes. Planteamiento del caso concreto y presentación del problema jurídico. 2. En el caso objeto de revisión a la ciudadana, Ana Teresa Chacón Gómez, quien padece CARCINOMA ESCAMOCELULAR INFILTRANTE DE PABELLÓN AURICULAR IZQUIERDO, le fue prescrito por su médico tratante el implante de una prótesis auditiva osteointegrada BAHA y prótesis auricular osteointegrada (VISTA FIX). Ante la negativa por parte de la entidad demandada, acudió a la tutela y el Juzgado 36 Civil Municipal de Bogotá ordenó a Colmédica E. P. S. que efectuara los tramites necesarios para autorizar el implante. Como lo manifestó mediante concepto el médico tratante, el procedimiento prescrito supone la necesidad de implantar nueva prótesis dado que las prótesis sufren desgaste con el paso del tiempo. Respecto de la segunda prótesis, pese a existir constancia médica expedida por su médico tratante respecto de la necesidad de la misma para garantizar la salud y la vida en condiciones de calidad y de dignidad de la actora, también tuvo la ciudadana Chacón Gómez que acudir a la tutela para que se le concediera la autorización a fin de efectuar el procedimiento para el implante de la prótesis. La ciudadana trabaja como asistente en la Universidad de los Andes y devenga la suma de $1.100.000.oo -$836.000.oo netos – por lo cual carece de capacidad de pago para pagar el implante cuyo costo asciende a la suma de $6.000.000.oo, tal como aparece probado en el expediente. El Juzgado de Instancia concedió la tutela. Argumentó que si bien era cierto en el caso sub judice la negación del procedimiento solicitado no afectaba la salud funcional de la peticionaria, se proyectaba de manera negativa en otras facetas de su salud, como lo son, aspectos psíquicos, sociales y emocionales. Encontró que negar la provisión de la prótesis significaba desconocer la importancia que tenía este procedimiento para que la actora pudiese llevar una vida en condiciones satisfactorias de calidad y de dignidad. Se rehusó, no obstante, a ordenar el tratamiento integral. 3.- En atención a lo expuesto, esta Sala de Revisión debe determinar si en el caso concreto una Empresa Promotora de Salud desconoce los derechos constitucionales fundamentales a la salud, a la vida en condiciones de dignidad y de calidad así como la protección especial que merecen las personas que padecen enfermedades catastróficas – como el cáncer – al negarse a autorizar la reposición de la prótesis requerida por la peticionaria y prescrita por el médico tratante, dadas las condiciones especificas de su situación y la necesidad de la prótesis para el restablecimiento de su salud. El derecho a la salud como garantía iusfundamental 4.- Una de los signos más notables del Estado Social de Derecho (artículo 1° superior) se relaciona con el compromiso asumido por la organización estatal consistente en brindar protección a los derechos económicos, sociales y culturales. Como ha sido señalado de manera abundante en la jurisprudencia de esta Corporación, por medio de estas garantías se materializa el propósito que animó el tránsito del Estado de Derecho, anclado en una concepción puramente formal de las libertades, hacia este nuevo modelo en el cual se reconoce el trasfondo económico y social que subyace la totalidad de las relaciones presentes en el ordenamiento, del cual depende, en último término, la posibilidad real de goce de tales libertades. 5.- En tal sentido, el objetivo al cual se hace alusión con la cláusula Estado social de derecho consiste en ofrecer un acceso material al conjunto de derechos reconocidos en los textos constitucionales, pues por motivo de la profunda escisión entre economía y derecho –la cual había sido concebida como la fórmula ideal para la realización de las libertades de las personas, se hizo evidente la necesidad de enmendar las rupturas del tejido social que habían surgido como consecuencia de la liberalización total del mercado que, a su vez, había apartado a buena parte de la población de la oportunidad de ejercer sus libertades fundamentales. El Estado Social de Derecho emerge, entonces, como el resultado de una acentuada reformulación de los instrumentos para la consecución de la libertad y, hasta cierto punto, de una nueva reflexión acerca del concepto mismo de libertad que pretende ser amparada en las democracias constitucionales. 6.- En este contexto, los derechos sociales, económicos y culturales adquieren una innegable importancia como condición, en la mayoría de los casos insustituible, para la efectiva puesta en vigencia de las libertades, motivo por el cual la realización de los supuestos que los hagan posible constituye uno de los asuntos más relevantes que deben ser atendidos no sólo por el Estado, sino por la sociedad en conjunto. 7.- El texto constitucional colombiano da fe de la enorme importancia que adquieren los derechos económicos, sociales y culturales – tales como el derecho a la salud, a la educación, a la alimentación, a la vivienda, al reconocimiento y protección de la diversidad étnica y cultural - . Así, por ejemplo, en relación con la salud el artículo 49 de la Constitución Nacional le asigna una doble connotación – derecho constitucional fundamental y servicio público5[1]-. En tal sentido, todas las personas deben poder acceder al servicio de salud y al Estado le corresponde organizar, dirigir, reglamentar y garantizar su prestación de conformidad con los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad6[2]. 8.- En este orden, el artículo 49 de la Constitución Nacional dispone que le "[c]orresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación del servicio de salud a los habitantes [y] (...) establecer las políticas de prestación de servicio de salud por entidades privadas y ejercer su vigilancia y control." Esta facultad que la Constitución le otorga de manera amplia a las instituciones estatales y a los particulares comprometidos con la garantía de prestación del servicio público de salud está conectada con la realización misma del Estado Social de Derecho y con los propósitos derivados del artículo 2º de la Constitución7[3]. 9.- Inicialmente, la jurisprudencia constitucional aplicó la distinción doctrinal de conformidad con la cual al ser de contenido prestacional y al formar parte de los denominados derechos de segunda generación, esto es, de los derechos sociales económicos y culturales, la salud no era un derecho constitucional fundamental y, por consiguiente, no podía ser protegido ese derecho por vía de tutela. Pronto la Corte varió su jurisprudencia y amplío los alcances del derecho a la salud. Con apoyo en este nuevo horizonte de comprensión, admitió que en aquellos eventos en los cuales la no protección del derecho a la salud implicara, a su vez, desconocer el derecho a la vida o a la dignidad humana, entonces, el derecho a la salud podía ser amparado acudiendo, para tales efectos, a la acción de tutela. Más adelante, sostuvo la jurisprudencia constitucional que existían situaciones como aquella en la que se encuentran las niñas y los niños, cuyos derechos por orden del artículo 44 superior merecen una protección especial y en las que se hallan algunas personas por motivo de sus limitaciones físicas, psíquicas, sensoriales o económicas (artículo 13 superior) – en las que el derecho a la salud se tornaba autónomo y podía ser protegido acudiendo a la tutela. Empero, tales matizaciones dejaron en parte sin resolver el interrogante sobre el eventual carácter iusfundamental que el derecho a la salud puede revestir. En relación con el derecho a la salud, esta Corporación ha señalado que este es un derecho fundamental de tipo asistencial, porque requiere para su efectividad de normas presupuéstales, procedimentales y de organización que hagan viable su eficacia en la práctica. Ver sentencia T-544 de 2002 y T-304 de 2005, entre otras. 6[2] Al respecto, consultar sentencias C-577 de 1995 y C-1204 de 2000. 7[3] “Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. / Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.” 5[1] 10.- Como ocurre con el conjunto de derechos económicos, sociales y culturales, en contra de dicho reconocimiento se suelen oponer razones de diferente índole que, en últimas, apuntan en especial al elemento prestacional que los distingue como el obstáculo más importante para su estructuración como derechos fundamentales amparables por vía de tutela. Con el propósito de analizar la validez de tales argumentos, la Sala encuentra preciso realizar un breve examen del mencionado enfoque. 11.- En primer lugar, con fundamento en la clasificación ampliamente difundida por la doctrina y por la jurisprudencia, según la cual el proceso histórico que permitió la consolidación de los derechos humanos enseña una categorización de éstos en concordancia con las demandas exigibles, se ha sostenido que el derecho a la salud no contiene una pretensión de contenido fundamental en la medida en que éste hace parte de los derechos de segunda generación, los cuales por su raigambre puramente prestacional no son objeto de protección por vía de amparo. En armonía con tal consideración, sólo aquellos derechos que en estricto sentido amparan la libertad de las personas, mediante el establecimiento de esferas de autodeterminación dentro de las cuales no es legítima la intervención del Estado ni de terceros, son considerados verdaderos derechos fundamentales. 12.- La Corporación ha encontrado dos objeciones en relación con esta formulación, las cuales se conectan entre sí: (i) en primer término, ha señalado la imprecisión de esta categorización de los derechos fundamentales en la medida en que la distinción por generaciones de dichas garantías sólo explica de manera rigurosa tales derechos como producto histórico, sin ahondar de manera suficiente en la manera en que éstos deben ser satisfechos, puesto que en ningún caso su cumplimiento depende de la observación exclusiva de un deber, bien de abstención o de prestación. En tal sentido, en sentencia T-557 de 2006 la Corte Constitucional señaló cómo resulta preciso constatar “que esta distinción no deja de ser artificial en muchos [aspectos], y desconoce pronunciamientos efectuados en el seno de la comunidad internacional en el sentido que todos los derechos humanos, tanto civiles y políticos como económicos sociales y culturales, son indivisibles e interdependientes8[4]”. (ii) En segundo lugar, sumado al elemento histórico aludido, se observa que esta idea trae consigo una insostenible simplificación del contenido de los derechos fundamentales pues su adopción supone aceptar que la totalidad de las libertades clásicas se consiguen mediante mandatos de abstención; mientras que las garantías sociales imponen en todos los casos deberes de prestación. Al contrario, al examinar con detenimiento la estructura de los derechos fundamentales se concluye que éstas son garantías de doble vía, dado que reclaman obligaciones de ambos tipos. Así ocurre, a manera de ejemplo, en el caso de los derechos políticos, los cuales a pesar de encontrarse inscritos dentro de la categoría de los derechos de primera generación –esto es, de abstención-, reclaman la más alta participación del Estado mediante el establecimiento de la estructura organizacional y electoral que los hace posibles. A su vez, el derecho a la conservación de la identidad cultural indígena9[5] –derecho cultural de tercera generación- impone al Estado el despliegue de un conjunto de actividades y la adopción de un grupo de medidas para procurar su garantía eficaz en la práctica. Por las razones anotadas, tal diferenciación entre derechos de abstención –de primera generación- y derechos prestacionales –de segunda generación- como criterio de reconocimiento de los derechos fundamentales, no constituye un elemento válido para negar de manera terminante el carácter fundamental a los derechos sociales y de manera específica 8[4] [Cita del aparte trascrito] Cfr. Inter. Alia. Comité de Derechos Económicos sociales y culturales, Observación General 2, Medidas internacionales de asistencia técnica, 1990. Párrafo 6; Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Observación General 3, La índole de las obligaciones de los Estados Partes, 1990, Párrafo 8. 9[5] Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo al derecho a la salud. 13.- De otra parte, como se indicó atrás, son varios los instrumentos internacionales que reconocen el derecho de las personas a la salud10[6]. El artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos afirma en su párrafo 1º que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.” El artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales contiene, a su turno, una de las disposiciones más completas y exhaustivas sobre el derecho a la salud. En su párrafo 1º determina que los Estados partes reconocen “el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental’, mientras que en el párrafo 2 del artículo 12 se indican, a título de ejemplo, diversas ‘medidas que deberán adoptar los Estados Partes a fin de asegurar la plena efectividad de este derecho.” La Observación General 14 del Comité de Naciones Unidas sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales con fundamento en la cual el Comité fijó el sentido y los alcances de los derechos y obligaciones derivados del Pacto, recordó que: “la salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos humanos. Todo ser humano tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud que le permita vivir dignamente.” (Subrayas fuera de texto)11[7].” La Observación 14 del Comité enfatizó, de otro lado, la necesidad de realizar una interpretación amplia del concepto de salud contenida en el párrafo 1º, artículo 12 del Pacto sobre Derechos Sociales, Económicos y Culturales. Recomendó el Comité prestar atención al precepto contenido en el párrafo segundo del mismo artículo pues sólo de ese modo era posible reconocer que: “la salud abarca una amplia gama de factores socioeconómicos que promueven las condiciones merced a las cuales las personas pueden llevar una vida sana, y hace ese derecho extensivo a los factores determinantes básicos de la salud, como la alimentación y la nutrición, la vivienda, el acceso a agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, condiciones de trabajo seguras y sanas y un medio ambiente sano12[8].” Mediante la Observación General 14, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales destacó, por lo demás, que el derecho a la salud supone la existencia de cuatro elementos sin la presencia de los cuales no podría sostenerse que se está garantizando la efectividad del derecho a la salud. Estos elementos son: disponibilidad13[9], accesibilidad14[10], aceptabilidad15[11] y calidad16[12]. El derecho a la salud se reconoce en el inciso iv) del apartado e) del artículo 5 de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, de 1965; en el apartado f) del párrafo 1 del artículo 11 y el artículo 12 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, de 1979; así como en el artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989. Varios instrumentos regionales de derechos humanos, como la Carta Social Europea de 1961 en su forma revisada (art. 11), la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, de 1981 (art. 16), y el Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1988 (art. 10), también reconocen el derecho a la salud. Análogamente, el derecho a la salud ha sido proclamado por la Comisión de Derechos Humanos, así como también en la Declaración y Programa de Acción de Viena de 1993 y en otros instrumentos internacionales.” 11[7] Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas, Observación General 14, (artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales), (22º período de sesiones, 2000), U.N. Doc. E/C.12/2000/4 (2000). 12[8] Ibíd. 13[9] Esto es, la presencia del “número suficiente de establecimientos, bienes y servicios públicos de salud y centros de atención de la salud, así como de programas.” El Comité admite que la naturaleza misma de estos establecimientos, bienes y servicios puede estar determinada por 10[6] 14.- Según lo establecido en el Pacto sobre Derechos Sociales, Económicos y Culturales la salud es, pues, un derecho fundamental que envuelve – como sucede también con todos los demás derechos fundamentales -, prestaciones de orden económico orientadas a garantizar de modo efectivo la eficacia de estos derechos en la práctica. A ese respecto es muy clara la Observación 14 cuando admite que el Pacto “establece la aplicación progresiva y reconoce los obstáculos que representan los limitados recursos disponibles.” Lo anterior no significa, sin embargo, que la salud deje de ser un derecho fundamental. Justamente en este sentido, agrega la Observación General 14, el Pacto también impone a los Estados Partes diversas obligaciones de efecto inmediato. 15.- En este punto emerge con claridad el reconocimiento de la salud como diferentes factores dentro de los cuales se cuenta también el nivel de desarrollo del Estado Parte. Subraya, sin embargo, cuáles son los servicios básicos de salud que deben ser incluidos con independencia de ese nivel de desarrollo. Al respecto, indica lo siguiente: “[c]on todo, esos servicios incluirán los factores determinantes básicos de la salud, como agua limpia potable y condiciones sanitarias adecuadas, hospitales, clínicas y demás establecimientos relacionados con la salud, personal médico y profesional capacitado y bien remunerado habida cuenta de las condiciones que existen en el país, así como los medicamentos esenciales definidos en el Programa de Acción sobre medicamentos esenciales de la OMS.” Ibíd. 14[10] Es decir, que las personas puedan ingresar a los establecimientos de salud y hacer uso efectivo de los bienes y servicios de salud sin que se presente ningún tipo de discriminación. A juicio del Comité, lo anterior supone asegurar, de una parte, que los sectores más vulnerables y marginados de la población no sean discriminados respecto de su posibilidad de hacer uso de los establecimientos, bienes y servicios de salud. Toda suerte de discriminación – sea ella de género, origen, raza o condición social, cultural o económica – queda terminantemente prohibida. En opinión del Comité, la accesibilidad implica, de otra parte, garantizar el acceso físico en el sentido de procurar las condiciones para que los establecimientos, bienes y servicios de salud estén al alcance de todas las personas con independencia del lugar geográfico que habiten. Con ello se trata de proteger de manera especial a sectores vulnerables o marginados tales como “las minorías étnicas y poblaciones indígenas, las mujeres, los niños [y las niñas], [las y] los adolescentes, las personas mayores, las personas con discapacidades y las personas con VIH/SIDA. La accesibilidad también implica que los servicios médicos y los factores determinantes básicos de la salud, como el agua limpia potable y los servicios sanitarios adecuados, se encuentran a una distancia geográfica razonable, incluso en lo que se refiere a las zonas rurales. Además, la accesibilidad comprende el acceso adecuado a los edificios para las personas con discapacidades.” La accesibilidad conlleva asimismo a establecer condiciones por medio de las cuales se haga factible el acceso a la salud de quienes carecen de los suficientes recursos económicos para tales efectos. Así,“los establecimientos, bienes y servicios de salud deberán estar al alcance de todos. Los pagos por servicios de atención de la salud y servicios relacionados con los factores determinantes básicos de la salud deberán basarse en el principio de la equidad, a fin de asegurar que esos servicios, sean públicos o privados, estén al alcance de todos, incluidos los grupos socialmente desfavorecidos. La equidad exige que sobre los hogares más pobres no recaiga una carga desproporcionada, en lo que se refiere a los gastos de salud, en comparación con los hogares más ricos.” (Subrayas fuera del texto original).La accesibilidad comporta, del mismo modo, el derecho a estar informados en forma suficiente sobre los establecimientos, bienes y servicios de salud y, en tal sentido, a “solicitar, recibir y difundir información e ideas acerca de las cuestiones relacionadas con la salud. Con todo, el acceso a la información no debe menoscabar el derecho de que los datos personales relativos a la salud sean tratados con confidencialidad.” Ibíd. 15[11] Este requisito se cumple, según el Comité, cuando los establecimientos actúan y los bienes y servicios se prestan de manera que se asegure el respeto por la ética médica y por las diferencias culturales, esto es, cuando se obre bajo cánones “respetuosos de la cultura de las personas, las minorías, los pueblos y las comunidades, a la par que sensibles a los requisitos del género y el ciclo de vida,” y se conciban los servicios de tal modo que garanticen, en forma simultánea, el respeto por el principio de confidencialidad. 16[12] De conformidad con lo establecido por el Comité en la Observación General 14, los establecimientos, bienes y servicios de salud no sólo han de ser aceptables, mirados desde un enfoque cultural, sino “también apropiados desde el punto de vista científico y médico y ser de buena calidad. Ello requiere, entre otras cosas, personal médico capacitado, medicamentos y equipo hospitalario científicamente aprobados y en buen estado, agua limpia potable y condiciones sanitarias adecuadas.” (Subrayas fuera del texto original).Ibíd. derecho fundamental, en la medida en que implica un compromiso orientado a cumplir con un conjunto de prestaciones específicas que pueden ser amparadas por vía de tutela. Dichos niveles básicos, toda vez que comprometen la dignidad del ser humano, no pueden ser concebidos como el resultado baldío de postulados programáticos carentes de significado jurídico, pues en realidad resumen una obligación impostergable que se enmarca en un ordenamiento constitucional encaminado a brindarle a la salud un lugar preponderante dentro de los valores defendidos por la Norma de Normas. Justo en la dirección indicada con antelación, la Corte Constitucional ha acentuado en jurisprudencia reciente que la salud es un derecho constitucional fundamental17[13] y le corresponde al Estado, tanto como a los particulares comprometidos con la prestación del servicio público de salud, desplegar un conjunto de tareas, actividades o actuaciones encaminadas a garantizar el debido amparo de este derecho cuyo contenido ha sido paulatinamente precisado por la jurisprudencia constitucional, como tendrá la Sala ocasión de indicar más adelante. 16.- Ahora bien, ha acentuado la Corporación asimismo que la salud no es un derecho amparable prima facie por vía de tutela. La garantía de este derecho implica el reconocimiento de que su faceta prestacional obliga al Estado a racionalizar la asignación de inversión suficiente para que su garantía tenga un alcance integral, frente a la necesidad de sostenimiento que tiene también el amparo de otros derechos. Y esto dentro de un contexto de recursos escasos como el colombiano. De otra parte, al igual que numerosos enunciados normativos de derechos constitucionales, el derecho constitucional a la salud tiene la estructura normativa de principio - mandato de optimización – y supone, en esa medida, una doble indeterminación, normativa y estructural, la cual debe ser precisada por quien ejerce la tarea de interpretación, verbigracia, mediante la determinación de las prestaciones que lo definen. En este contexto, es preciso tanto racionalizar su prestación satisfactoria a cargo de los recursos que conforman el sistema de salud en Colombia, como determinar en qué casos su protección es viable mediante tutela. 17.- En esa misma línea argumentativa, la protección del derecho constitucional fundamental a la salud está prima facie en cabeza del Legislador y de la Administración mediante la adopción de políticas así como de un conjunto de medidas, actuaciones o actividades orientadas a garantizar la debida y efectiva protección de este derecho. Ahora bien, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha establecido que el amparo por vía de tutela del derecho constitucional fundamental a la salud procede cuando se trata de: (i) falta de reconocimiento de prestaciones incluidas en los planes obligatorios, siempre que su negativa no se haya fundamentado en un criterio estrictamente médico y, (ii) falta de reconocimiento de prestaciones excluidas de los planes obligatorios, en situaciones en que pese a la necesidad de garantizarlas de manera urgente, las personas no acceden a ellas a causa de la incapacidad económica para asumirlas. En estos eventos, el contenido del derecho a la salud no puede ser identificado con las prestaciones de los planes obligatorios. 18.- A su turno, la urgencia de la protección del derecho a la salud se puede dar en razón a que o bien se trata de un sujeto que merece especial protección constitucional (niños y niñas, población carcelaria, adultos mayores, personas que padecen enfermedades catastróficas, entre otros), o bien se trata de una situación Consultar entre otras, Corte Constitucional. Sentencia T-016 de 2007; T-173 de 2008; T-60 de 2008. 17[13] en la que se puedan presentar argumentos válidos y de suficiente relevancia constitucional, que permitan concluir cómo la falta de garantía del derecho a la salud implica un desmedro o amenaza de otros derechos fundamentales de la persona, o un evento manifiestamente contrario a lo que ha de ser la protección del derecho constitucional a la salud dentro de un Estado Social y Constitucional de Derecho. Así, el derecho a la salud debe ser amparado en sede de tutela cuando se verifiquen los criterios mencionados con antelación. 19.- No resulta pues razón suficiente, en caso de presentarse las situaciones descritas, que a las personas se les prive de reclamar y, de esta suerte, se les impida acceder a prestaciones excluidas de los planes obligatorios por el sólo hecho de no tener cómo asumir su costo. De un lado, esta Corporación ha definido el principio de justicia que procura que los servicios de la medicina se brinden en la sociedad equitativamente entre la población, “… que es una expresión específica del derecho de igualdad en el campo de la salud (C. N. arts 13 y 49)”18[14]. De otro, el inciso final del artículo 13 de la Constitución de 1991, establece una clara obligación en cabeza del Estado de proteger especialmente a personas en condiciones desfavorables, incluso de índole económica. Y, la protección que el juez de tutela brinda en estos casos, no es más que el cumplimiento de dicha obligación. 20.- En este lugar resulta preciso advertir, de nuevo, que así como ocurre con la totalidad de los derechos fundamentales, el derecho a la salud se encuentra vinculado con otras garantías en virtud del nexo profundo que comparten estas libertades, el cual les comunica el norte ideológico que comparten, que no es otro distinto, a obtener la cabal realización del principio de dignidad humana. De este modo, el derecho a la salud guarda una estrecha relación con los derechos fundamentales a la integridad personal y a la vida en condiciones de calidad y de dignidad, entre otros. Puestas así las cosas, es necesario resaltar que dicha relación de articulación tan sólo indica la unidad de propósito que recorre el conjunto de derechos reunidos bajo el signo de los derechos fundamentales. Lo anterior significa que la alteración de una determinada garantía –en este caso, el derecho a la salud- de manera ineluctable concluye en la afectación de otros derechos que la rodean. 21.- Por tal razón, en todos los casos se presenta una relación de conexidad con derechos de diferente orden, tal como se hace evidente al suponer una violación cualquiera de un derecho fundamental específico, en cuyo caso se observa que, sin importar la garantía particular en la cual se piense, tal infracción coincide con una vulneración del derecho a la dignidad humana –Vgr. Libertad de locomoción – dignidad humana; derecho a la educación – dignidad humana; derecho al debido proceso – dignidad humana. La anterior consideración pone de presente en el caso particular del derecho bajo estudio que el carácter fundamental del derecho a la salud no puede depender de una alegada relación de conexidad con otros derechos fundamentales pues dicha exigencia trae consigo dos proposiciones que suscitan serios reparos: (i) en primer lugar, por esta vía se niega la naturaleza iusfundamental del derecho a la salud, en la medida en que se demanda la acreditación de un vínculo con un derecho del cual sí se pueda predicar efectivamente tal carácter; (ii) en segundo término, como ha sido señalado en esta providencia, en cierta medida tal requisito es un contrasentido dado que una vulneración de un derecho fundamental –cualquiera sea éste- en todos los casos trae consigo la alteración de otras garantías, por lo que en estos eventos siempre se presenta una relación de conexidad. 22.- Esclarecida esta cuestión inicial sobre la cual se apoyan las consideraciones restantes, esta Sala se aparta de la línea jurisprudencial según la cual el derecho 18[14] Corte Constitucional. Sentencia. SU-337 de 1999. a la salud no es derecho fundamental sino bajo ciertas circunstancias en las que, bien sea por motivo del sujeto de quien se predica – niños y niñas, adultos mayores - o en virtud de la conexidad con otro derecho o con la dignidad humana, el derecho a la salud se torna fundamental19[15]..De acuerdo con la línea de pensamiento expuesta y que acoge la Sala en la presente sentencia, la fundamentabilidad de los derechos no depende – ni puede depender – de la manera como estos derechos se hacen efectivos en la práctica. Los derechos todos son fundamentales pues se conectan de manera directa con los valores que las y los Constituyentes quisieron elevar democráticamente a la categoría de bienes especialmente protegidos por la Constitución. Estos valores consignados en normas jurídicas con efectos vinculantes marcan las fronteras materiales más allá de las cuales no puede ir la acción estatal sin incurrir en una actuación arbitraria (obligaciones estatales de orden negativo o de abstención). Significan, de modo simultáneo, admitir que en el Estado social y democrático de derecho, no todas las personas gozan de las mismas oportunidades ni disponen de los medios – económicos y educativos - indispensables que les permitan elegir con libertad aquello que tienen razones para valorar. De ahí el matiz activo del papel del Estado en la consecución de un mayor grado de libertad, en especial, a favor de aquellas personas ubicadas en un situación de desventaja social, económica y educativa. Por ello, también la necesidad de compensar los profundos desequilibrios en relación con las condiciones de partida mediante una acción estatal eficaz (obligaciones estatales de carácter positivo o de acción). Caso Concreto 23.- En el asunto sub examine a la peticionaria le fue practicada una cirugía denominada ARICULECTOMÍA IZQUIERDA MASTOIDECTOMÍA SIMPLE Y CANOPLASTIA para contrarrestar un carcinoma escamocelular infiltrante de pabellón auricular izquierdo. En proceso previo a la cirugía, la actora sufrió sobreinfección del conducto auditivo externo y del oído medio. Como consecuencia de lo anterior, se produjo la pérdida completa de la membrana timpánica y de la cadena osicular y se ocasionó una hipoacusia conductiva máxima. La ciudadana Ana Teresa Chacón Gómez tuvo que ser sometida a un procedimiento de rehabilitación auditiva y facial. En tal sentido, se le practicó tratamiento tendiente a implantar – para obtener la osteointegración – tornillos de titanio encaminados a soportar una prótesis auditiva denominada también BAHA y una prótesis de pabellón auricular osteointegradas. Estos procedimientos todos, fueron prescritos por su médico tratante, tal como consta en la orden médica que aparece a folio 13 del expediente. 24.- Una vez prescrito el procedimiento, la peticionaria acudió a la E. P. S. COLMÉDICA a fin de obtener la autorización para la práctica de la cirugía bajo anestesia general ambulatoria, como consta en la fórmula expedida por el médico tratante (Expediente a folio 13). La E. P. S. negó la práctica del procedimiento con el argumento de conformidad con el cual, dicha intervención no estaba prevista en el POS. Ante la negativa de la E. P. S., la ciudadana Chacón Gómez acudió a la tutela y el Juzgado 36 Civil Municipal de Bogotá le confirió el amparo. No obstante, el a quo se abstuvo de ordenar a la E. P. S. el suministro de la prótesis cada vez En reiterado número de veces la Corte Constitucional ha estimado que “el derecho a la salud, si bien [es] un derecho prestacional, adquiría el carácter de derecho fundamental [en el evento en que estuviera] en conexión inescindible con el derecho a la vida o a la vida en condiciones dignas. Así, cuando la insatisfacción del derecho a la salud [comprometía] la vida misma de su titular, o su vida en condiciones dignas, la acción de tutela [era] el mecanismo idóneo de protección. Pero, adicionalmente, la jurisprudencia ha estimado que el derecho a la salud adquiere una connotación especial cuando su titular es una persona de la tercera edad, circunstancia que refuerza el que su protección proceda mediante la acción de tutela. Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T-1016 de 2005. En esa misma dirección, consultar, entre muchas otras, las sentencias SU-111 de 1997 y SU-225 de 1998 así como la T-958 de 2001. 19[15] que ella se desgaste – lo que para el caso específico en el que se encuentra la peticionaria, significó disminuir su protección, puesto que el procedimiento ordenado por el médico tratante requiere la reposición de la prótesis en el evento en que ella se deteriore. Así lo manifestó el médico tratante cuando fue oficiado por el Juzgado Setenta y Cuatro Penal Municipal – al que debió acudir nuevamente la peticionaria para que por vía de tutela se le autorizara la reposición de la prótesis -. El a quo interrogó al galeno sobre “el grado de urgencia respecto del reemplazo de la prótesis”, así como acerca del “grado de funcionalidad y la regularidad en que ésta debía ser sustituida” tanto como respecto de la urgencia y de la necesidad del reemplazo de la prótesis. Así mismo le solicitó que rindiera informe atinente a las consecuencias médicas que se desprenderían en el evento en que se distanciara en el tiempo el reemplazo de la prótesis. 25.- Por considerarlo de especial relevancia para la resolución del caso bajo examen, estima la Sala pertinente transcribir en extenso la respuesta emitida por el médico tratante: “1.- La señora Ana Teresa Chacón sufrió la presencia de carcinoma escamocelular de pabellón auricular, que hizo necesaria su extirpación completa en noviembre 10 de 2005 para garantizar sobreherida. Además sufrió pérdida de la membrana timpánica y la cadena de huesecillos por infección concomitante. Una vez se obtuvo seguridad de no recidiva de carcinoma se programó cirugía reconstructiva, implantes de titanio para soportar pabellón auricular protésico y otro implante de titanio para soportar ayuda auditiva (audífono) anclado al hueso, (sistema BAHA) procedimiento que se llevó a cabo con éxito el 9 de Agosto de 2006. La paciente goza de rehabilitación auditiva excelente con el sistema BAHA y tiene muy buena rehabilitación funcional y estética con pabellón auricular protésico. Las prótesis auriculares tienden a deteriorarse con el uso y requiere la elaboración de una nueva. Cada vez que se deteriore la que posea será necesario contar con una nueva por lo cual se suplirá siempre una de repuesto, mientras se elabora una nueva. 2.- El grado de funcionalidad de la prótesis se mide por ejemplo en la capacidad de soportar anteojos o en la posibilidad de presentarse en su trabajo y en su círculo social pasando desapercibida. Si no tuviera prótesis tendría que cargar con la desventaja de verse amputada de su pabellón auricular izquierdo. Esto puede acarrear problemas psicológicos y afectar la salud y el desempeño del paciente. La prótesis debe ser sustituida en promedio cada año, pero esto puede ser más frecuente, según la calidad de la elaboración. De todas formas la prótesis es un elemento delicado y se puede dañar fácilmente a pesar de los cuidados requeridos. 3.- Por lo explicado anteriormente, obviamente es urgente y necesario el reemplazo de la prótesis. 4.- En el evento de distanciarse el reemplazo de la prótesis, como se explicó en el numeral 3, la paciente puede presentar dificultades sociales, laborales, familiares, psicológicas y por tanto de salud en general.” 26.- En el caso concreto existe, pues, una orden expresa del médico tratante en la que se explican de manera detallada los motivos por los cuales resulta indispensable reponer la prótesis cada vez que la misma se deteriora – lo que según el cálculo efectuado por el médico tratante puede ocurrir cada seis meses o cada año -. Considera la Sala que se trata de una exigencia descrita de manera clara y precisa por el médico tratante. Como lo señaló el galeno, la prótesis en el caso de la ciudadana Chacón Gómez tiene un objetivo principal cual es evitar que la actora se vea amputada del pabellón auricular izquierdo, lo que incide de modo directo y contundente en el restablecimiento completo de su salud. 27.- Vale la pena destacar aquí la argumentación utilizada por el a quo mediante la cual subrayó la necesidad de partir de un concepto amplio de salud que no comprendiera únicamente aspectos funcionales sino que abarcara al mismo tiempo otros aspectos de igual importancia. Luego de citar en extenso la sentencia T-959 de 2005 y de mencionar otras sentencias emitidas por la Corte Constitucional en sede de tutela, llegó al siguiente corolario: “La conclusión obligada del extracto anterior, no es otra que, por vía de jurisprudencia ya se ha establecido una subregla que por su misma naturaleza está a la altura de un precedente y, en consecuencia, es de obligatoria observación y cumplimiento. La regla puede ser aquella según la cual (i) respetando la necesidad de cumplir con los estándares internacionales que prescriben la obligación del Estado de garantizar la salud de sus habitantes, hasta el máximo posible; (ii) respetando el principio de funcionalidad de la prótesis y ortesis y (iii) respetando la dignidad personal como aquel principio que atraviesa de manera trasversal la lectura e interpretación de la carta de derechos constitucionales, las prótesis auditivas, auriculares y similares deben ser autorizadas y proveídas por las entidades particulares encargadas por delegación, de la prestación el servicio de salud. / En este sentido, como quiera que la señora CHACÓN GÓMEZ está reclamando mediante ésta Acción la entrega de la prótesis del oído izquierdo y ésa reclamación se enmarca dentro de los supuestos de derecho antes esbozados, no puede menos el despacho que concluir que aquella, en beneficio de sus derecho a la vida, salud, dignidad humana, tiene derecho a que la EPS COLMÉDICA le autorice y provea de la prótesis a la que se ha hecho referencia. En consecuencia, la decisión final de esta tutela será la de ORDENAR a la EPS accionada, que dentro de las setenta y dos horas (72) horas siguientes a la notificación de ésta sentencia, entre a autorizar la provisión de la prótesis en las condiciones y con las especificaciones reclamadas por el médico tratante.” Así frente a posturas dirigidas a acentuar que en casos como este se trata de prescripciones encaminadas a mejorar aspectos meramente estéticos pero no a conjurar un mal relacionado con una faceta funcional de su salud, el a quo consideró pertinente subrayar, como lo ha hecho también la Corte Constitucional en múltiples oportunidades, que el concepto de salud abarca no solo aspectos funcionales sino también matices psíquicos, emocionales y sociales. No obstante, se abstuvo el a quo de autorizar el suministro de la prótesis cada vez que la actora lo requiera y al hacerlo no tuvo en cuenta el concepto emitido por el médico tratante en el que se destaca de manera especial la necesidad de reponer la prótesis siempre que ella se desgaste. Esto no sólo reviste urgencia respecto del restablecimiento de la salud funcional de la peticionaria sino de otros aspectos de su salud tan importantes como los son la faceta psíquica, social y emocional. 28.- La Corte Constitucional ha sostenido que la protección del derecho constitucional fundamental a la salud debe interpretarse en un sentido amplio. En ese orden, ha afirmado la Corporación que la salud no puede comprenderse partiendo de un enfoque parcial, y debe repararse las distintas facetas que lo configuran, a saber, el aspecto físico o funcional, el psíquico, el social y el emocional. En la sentencia T-659 de 2003 abordó la Corte un asunto semejante al que está bajo su consideración en la presente sentencia20[16]. En aquella ocasión opinó la Corte que la salud no se identificaba sólo con: 20[16] En ese entonces el actor, padre de un menor, instaura acción de tutela en contra de la E.P.S. Compensar pues estima que esa entidad vulneró los derechos fundamentales de su hijo al negarse a realizarle el procedimiento quirúrgico Ginecomastia Pubertal Bilateral que su hijo “requiere con urgencia, en razón que el niño esta en crecimiento y se verá afectado tanto emocionalmente como “un estado de bienestar físico o funcional. Incluye también el bienestar psíquico, emocional y social de las personas21[17]. Todos estos aspectos contribuyen a configurar una vida de calidad e inciden fuertemente en el desarrollo integral del ser humano. El derecho a la salud se verá vulnerado no solo cuando se adopta una decisión que afecta el aspecto físico o funcional de una persona. Se desconocerá igualmente cuando la decisión adoptada se proyecta de manera negativa sobre los aspectos psíquicos, emocionales y sociales del derecho fundamental a la salud.” En la sentencia T-307 de 2006 también resolvió la Corte un caso similar y al referirse al derecho a la salud estableció22[18]: “Insiste la Sala respecto de la necesidad de partir de un concepto amplio de salud. Esto no solo se desprende de la Constitución leída en su conjunto así como de lo consignado en la jurisprudencia constitucional sino que se ve reforzado por lo establecido en el ámbito internacional. Así lo expresa la observación 14 del Comité de Naciones Unidas sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales mediante la cual el Comité fija el sentido y los alcances de los derechos y obligaciones derivados del Pacto. Por medio de la Observación 14 recordó el Comité sobre el Pacto de Derechos sociales, Económicos y Culturales que “la salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos humanos. Todo ser humano tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud que le permita vivir dignamente.” (Subrayas en el texto original). (…) Lo dicho por el Comité mediante la Observación 14 cobra especial relevancia en el presente asunto. El Comité insiste en que el derecho fundamental debe entenderse como “un derecho al disfrute de toda una gama de facilidades, bienes, servicios y condiciones necesarios para alcanzar el más alto nivel posible de salud.” La observación 14 del Comité enfatiza la necesidad de realizar una interpretación amplia del concepto de salud contenida en el párrafo 1º, artículo 12 del Pacto sobre Derechos Sociales, Económicos y Culturales.” 29.- Bien vale la pena citar aquí un poco más en extenso algunos de los argumentos utilizados por la Corte Constitucional para apoyar su decisión cuando emitió la sentencia T-307 de 2006 mencionada más arriba. Es importante esta sociológicamente si no se soluciona rápidamente el problema.” La entidad demandada también alegó que se trataba de una cirugía estética no cobijada por el POS y que por consiguiente los derechos fundamentales del menor no habían sido desconocidos. 21[17] “Para la Sala en casos como el presente, la omisión de la E.P.S. accionada en autorizar la realización de la cirugía del menor (...) constituye vulneración a su derecho a la salud en conexidad con la vida en condiciones dignas de las cuales forma parte el derecho del niño y los adolescentes al desarrollo integral y armónico y a la protección oportuna, (artículos 44 y 45 de la C.P.) lo que de suyo implica la plena atención medica para que su crecimiento físico y su equilibrio psíquico sean los que normalmente correspondan a su edad y al sexo a que pertenece. No se puede alegar la no inclusión en el P.O.S. de determinado tratamiento estético cuando se evidencia que la carencia del mismo afecta la vida en condiciones dignas del menor y si bien la cirugía que requiere no compromete aspectos funcionales, si puede afectar la salud integral incluyendo la faceta psicológica del menor.” 22[18] En ese caso se trataba de un niño al que la E. P. S. había negado autorizar la intervención quirúrgica (Otoplastia) que se le había recetado al menor para corregir el defecto que sufría en sus orejas. Dada la situación enfrentada por el menor caracterizada por las burlas y agresiones constantes por parte de adultos y de compañeros en el barrio y en el colegio que lo condujeron a aislarse y a adoptar un conjunto de conductas agresivas y depresivas, la Corte estimó que esas circunstancias afectaban el desarrollo integral del menor y su calida de vida. Llegó a la conclusión, según la cual, de realizarse la cirugía en el caso concreto, podría incluso a afectarse de modo grave la salud integral del menor. referencia por cuanto resume algunas de las intervenciones de especialistas de distintas Facultades de Medicina del País entorno al concepto integral de salud. “La garantía del derecho a la salud incluye varias facetas: una faceta preventiva dirigida evitar que se produzca la enfermedad, una faceta reparadora, que tiene efectos curativos de la enfermedad y una faceta mitigadora orientada a amortiguar los efectos negativos de la enfermedad. En este último caso, ya no se busca una recuperación pues esta no se puede lograr. Se trata, más bien, de atenuar, en lo posible, las dolencias físicas que ella produce y de contribuir, también en la medida de lo factible, al bienestar psíquico, emocional y social del afectado con la enfermedad. En relación con la faceta preventiva, se garantiza el derecho a la salud cuando se hace todo lo necesario para evitar que las personas incurran en situaciones de riesgo que perjudique su salud integral. Se atienden distintos aspectos con la idea de prevenir dolencias y enfermedades y con el propósito de prolongar la vida así como de obtener un beneficio para las personas tanto desde el punto de vista físico, psíquico, social y emocional. Así las cosas, cuando la personas se encuentran en una situación de riesgo se deben tomar todas las cautelas posibles de modo que se evite provocar una afectación de la salud en alguno de esos aspectos. Las EPS no solo deben actuar allí donde se ha presentado la enfermedad. Deben ante todo prevenir que se llegue a esta situación o al menos hacer lo posible para que la salud no se vea afectada en la totalidad de sus aspectos. (Énfasis dentro del texto original). Gran parte de las enfermedades no se originan en una disfunción física o funcional sino son motivadas por presiones que provienen del medio ambiente social y producen estrés: sentimientos de abandono, baja autoestima, aislamiento, burlas, inconformidad con la propia imagen, depresión, agresividad. Estas presiones comienzan a manifestarse desde la infancia más temprana y a partir de ese mismo momento es preciso reaccionar. Solo de esa forma se garantiza la faceta preventiva del derecho a la salud. Con ello se evita, de modo simultáneo, llegar a situaciones irreversibles que implican altos costos económicos, sociales y emocionales.” 30.- A partir de lo expuesto, es factible afirmar que para la jurisprudencia constitucional la salud no equivale únicamente a disponer de un estado de bienestar físico o funcional. Debe a un mismo tiempo garantizarse el bienestar psíquico, emocional y social pues todos estos factores contribuyen a procurar a las personas una vida en condiciones de dignidad y de calidad. Tanto el Estado como los particulares que intervienen en la prestación del servicio público de salud desconocen el derecho constitucional a la salud cuando adoptan una medida que no solo afecta el bienestar físico o funcional de las personas sino que se proyecta de modo negativo en su bienestar psíquico, social y emocional. 31.- De conformidad con los lineamientos jurisprudenciales reseñados, encuentra la Sala que en el caso bajo examen se está ante un procedimiento recomendado por el médico tratante y orientado a reestablecer la salud de la peticionaria en sus aspectos funcionales, psíquicos, emocionales y sociales. No es factible catalogar el procedimiento como algo suntuario o cosmético. A partir del concepto emitido por el médico tratante- que obra como medio de prueba en el expediente -, es factible constatar que la actora padeció cáncer, motivo por el cual fue necesario extirparle completamente el pabellón auricular y que la prótesis que debe implantarse para restablecerle su apariencia normal se deteriora con el uso y debe ser reemplazada mínimo cada seis meses, máximo, cada año. 32.- Teniendo en cuenta las pruebas allegadas al expediente fue factible comprobar asimismo que la peticionaria carece de la capacidad de pago para asumir el costo de las prótesis por lo cual al abstenerse el a quo de ordenar a la entidad demandada que suministre la prótesis cada vez que – de conformidad con la prescripción y condiciones médicas – lo requiera, disminuyó la protección del derecho constitucional fundamental a la salud de la peticionaria. Por esa razón la Sala confirmará parcialmente el fallo del a quo teniendo en cuenta los motivos expuestos en la presente providencia. Ordenará a la E. P. S. que autorice la provisión de la prótesis prescrita a la ciudadana Ana Teresa Chacón Gómez, por su médico tratante, cada vez que lo requiera de conformidad con las condiciones y especificaciones médicas y atendiendo las características concretas de su situación. 33.- Ahora bien, la Corte Constitucional en reiterada jurisprudencia ha señalado que la inaplicación de la legislación que regula las exclusiones y limitaciones del Plan Obligatorio de Salud no procede de manera automática23[19], sino que debe llevarse a cabo siempre que se cumplan las siguientes condiciones24[20]: -Que el/la paciente esté afiliado (a) a la empresa prestadora de salud de la que reclama la atención. -Que la falta de medicamento o tratamiento excluido por la reglamentación legal o administrativa, amenace el desconocimiento de derechos constitucionales fundamentales. -Que se trate de un medicamento, tratamiento, prueba clínica o examen diagnóstico que no pueda ser sustituido por uno de los contemplados en el POS o que, pudiendo sustituirse, el sustituto no obtenga el mismo nivel de efectividad que el excluido del plan, siempre que ese nivel de efectividad sea el necesario para proteger el mínimo vital del paciente. -Que el tratamiento o el procedimiento haya sido ordenado por el profesional de la empresa prestadora de salud en la que está afiliado el paciente. -Que esté demostrado que el paciente no puede sufragar el costo del medicamento o tratamiento requerido, y que no pueda acceder a él por ningún otro sistema o plan de salud. 34.- Como se desprende de las pruebas allegadas al expediente, en el asunto sub examine se cumplen a cabalidad los requisitos jurisprudenciales mencionados con antelación. Nos encontramos, por consiguiente, ante un caso en el que la E. P. S. COLMÉDICA está obligada a prestar el servicio de salud en los términos prescritos por el médico tratante y, en consecuencia, la E. P. S. debe autorizar el suministro de la prótesis ordenada cada vez que la peticionaria la requiera según las prescripciones médicas y dada su situación particular. 35.- De todos modos, con el fin de preservar el equilibrio financiero, debe recordarse en este lugar que la E. P. S. tiene derecho a repetir contra el Estado, específicamente contra el FOSYGA. Ha de advertirse, sin embargo, que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 14 literal j de la Ley 1122 de 200725[21], Véase Corte Constitucional. Sentencia T-328 de 1998. Véanse, Corte Constitucional. Sentencias SU-111 y SU-480 de 1997, T-236, T-283 y T-560 de 1998, entre otras. 25[21] “ART. 14.— Organización del Aseguramiento. Para efectos de esta ley entiéndase por aseguramiento en salud, la administración del riesgo financiero, la gestión del riesgo en salud, la articulación de los servicios que garantice el acceso efectivo, la garantía de la calidad en la prestación de los servicios de salud y la representación del afiliado ante el prestador y los demás actores sin perjuicio de la autonomía del usuario. Lo anterior exige que el asegurador asuma el riesgo transferido por el usuario y cumpla con las obligaciones establecidas en los Planes Obligatorios de Salud. / Las Entidades Promotoras de Salud en cada régimen son las responsables 23[19] 24[20] si la E. P. S. se opone al suministro de la prótesis – el cual en el caso bajo examen no debe someterse a concepto de Comité Técnico Científico por cuanto, como consta en el concepto emitido por el médico tratante, no existe duda alguna sobre su necesidad – y obliga a la peticionaria a acudir a la tutela, debe cubrir por partes iguales con el FOSYGA los costos. III. DECISIÓN. En mérito de lo expuesto, la Sala Octava de Revisión de la Corte Constitucional, administrando justicia en nombre del Pueblo y por mandato de la Constitución, RESUELVE: PRIMERO.- REVOCAR PARCIALMENTE, con fundamento en las razones expuestas en las consideraciones de la presente sentencia, el fallo emitido el día 23 de enero de 2008 por el Juzgado Setenta y Cuatro Penal Municipal de Bogotá. SEGUNDO.- ORDENAR a la E. P. S. COLMÉDICA que suministre a la ciudadana Teresa Chacón Gómez la prótesis auditiva osteointegrada BAHA y prótesis auricular osteointegrada (VISTA FIX) – de conformidad con la prescripción, condiciones y especificaciones establecidas por su médico tratante – cada vez que ello sea indispensable para el restablecimiento de su salud. TERCERO.- AUTORIZAR a la E. P. S. COLMÉDICA para repetir contra el FOSYGA, por el 50% de la suma de dinero invertida en el cumplimiento de la orden emitida en este fallo de conformidad con lo señalado en el artículo 14 literal j de la Ley 1122 de 2007. CUARTO.- ADVERTIR a la E. P. S. COLMÉDICA la E. P. S. que en el evento en el que se oponga al suministro de la prótesis - que en el caso bajo examen no debe someterse a concepto de Comité Técnico Científico por cuanto, como consta en el concepto emitido por el médico tratante, no existe duda alguna sobre su necesidad – y obligue a la peticionaria a acudir a la tutela, debe cubrir por partes iguales con el FOSYGA los costos. LÍBRENSE por Secretaría las comunicaciones de que trata el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991, para los efectos allí contemplados. Notifíquese, comuníquese, insértese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase. HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO de cumplir con las funciones indelegables del aseguramiento. Las entidades que a la vigencia de la presente ley administran el régimen subsidiado se denominarán en adelante Entidades Promotoras de Salud del Régimen Subsidiado (EPS). Cumplirán con los requisitos de habilitación y demás que señala el reglamento. / A partir de la vigencia de la presente ley el Sistema tendrá las siguientes reglas adicionales para su operación: / j) En aquellos casos de enfermedad de alto costo en los que se soliciten medicamentos no incluidos en el plan de beneficios del régimen contributivo, las EPS llevarán a consideración del Comité Técnico Científico dichos requerimientos. Si la EPS no estudia oportunamente tales solicitudes ni las tramita ante el respectivo Comité y se obliga a la prestación de los mismos mediante acción de tutela, los costos serán cubiertos por partes iguales entre las EPS y el Fosyga. El Ministerio de la Protección Social reglamentará el presente artículo, dentro de los seis (6) meses posteriores a la entrada en vigencia de la presente ley. En todo caso, cuando el Fosyga haga el reconocimiento, el pago se hará sobre la base de las tarifas mínimas definidas por la Comisión de Regulación en Salud.” Consultar también Corte Constitucional. Sentencia C-463 de 2008. Magistrado Ponente JAIME ARAÚJO RENTERÍA Magistrado Ausente en comisión CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ Magistrada MARTHA VICTORIA SÁCHICA DE MONCALEANO Secretaria General CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia T-990/08 Bogotá, D.C., diez (10) de octubre de dos mil ocho (2008). Referencia: expediente T-1943991 Acción de tutela interpuesta por Martha Lucia Serna en representación de su hija Diana Carolina Lamprea contra la EPS del Instituto del Seguro Social (hoy Nueva EPS). Magistrada Ponente: Dra. CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ La Sala Novena de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los Magistrados Clara Inés Vargas Hernández, Jaime Araújo Rentería y Manuel José Cepeda Espinosa, en ejercicio de sus competencias constitucionales y legales, profiere la siguiente SENTENCIA dentro del proceso de revisión del fallo proferido por el Juzgado Sexto Civil del Circuito de Santiago de Cali, en el trámite de la acción de tutela iniciada por Martha Lucia Serna en representación de su hija Diana Carolina Lamprea contra la EPS del Instituto del Seguro Social (hoy Nueva EPS). I. ANTECEDENTES. La accionante, interpuso acción de tutela contra la EPS referenciada, por considerar que dicha entidad vulnera los derechos fundamentales de su hija a la salud, a la vida y a la seguridad social, al no permitirle acceder a unos procedimientos de medicina alternativa recetados por un medico no adscrito a la institución. Para fundamentar su solicitud, narró los siguientes: 1. Hechos. 1. Comenta que su hija es menor de edad y que el 15 de febrero de 2008 se encontraba afiliada a la EPS del SEGURO SOCIAL en calidad de beneficiaria, cumpliendo de esta manera el requisito para ser atendida por las patologías que padece. 2. Afirma que su hija ha venido padeciendo de tiempo atrás “PARALISIS CEREBRAL”, la cual le ha limitado sus funciones normales. 3. Sostiene que “el Dr Fernando Villegas”, emitió una orden en donde tenía que proceder a realizar “MEDICINA BIOLOGICA, TERAPIA LASER, TERAPIA NEURAL Y HOMESINIATRIA EN AUTOSANGUIS Y SUEROTERAPIA”, para poder mejorar la salud de su hija que no puede valerse por si misma. 4. Posteriormente procedió a enlistar que su hija padece de: - Desconexión con el medio externo No obedecimiento de ordenes Insomnio hasta por 4 noches seguidas Trastornos de la memoria - Llanto inmotivado Desorientación temporal, personal y espacial Depresión Aislamiento 5. Considera que la enfermedad de su hija está catalogada como catastrófica de alto costo y que no posee los recursos para sustentarla. 6. Señala que hace tiempo conoció al referido médico Villegas especialista en medicina alternativa “el cual la valoró y comenzó a realizarle tratamientos alternativos que hoy en día la tienen en buenas condiciones de salud”. Agrega que según el medico Villegas “la única posibilidad para poder encontrar la rehabilitación total de su enfermedad es continuar con los tratamientos de medicina alternativa” 7. Explica que la Resolución 5261 de 1994 en el artículo 5º contempla: “ARTICULO 5o. CONSULTA MEDICA GENERAL O PARAMEDICA. Es aquella realizada por un médico general o por personal paramédico y se considera como la puerta de entrada obligatoria del afiliado a los diferentes niveles de complejidad definidos para el Sistema de Seguridad Social en Salud. Se establece que de acuerdo a las frecuencias nacionales, un usuario consulta normalmente al médico general en promedio dos (2) veces por año; a partir de la tercera consulta se establecerá el cobro de cuotas moderadoras de acuerdo con el reglamento respectivo, salvo cuando se trate de casos de urgencia o para inscritos en programas con guías de atención integral. Las Entidades Promotoras de Salud podrán permitir la utilización de medicinas alternativas siempre y cuando estas se encuentren autorizadas para su ejercicio y cuando medie previa solicitud del paciente.” 8. Afirma que la EPS del Seguro Social siempre le ha tratado la patología a su hija, pero que los tratamientos no han tenido efecto alguno. 9. Considera que la EPS se ha negado a dar la cobertura correspondiente al tratamiento de medicina alternativa, ya que se trata de una enfermedad catastrófica de alto costo aduciendo que tiene limitaciones de cobertura. Por lo tanto, pregunta que si la Resolución 5261 autoriza el uso de la medicina alternativa, ¿por qué razón la EPS se niega a suministrarla si se encuentra dentro del POS? 10. Expone que el médico alternativo referenciado “ha llegado a la conclusión científica de que la menor requiere ser manejada de forma permanente y continúa con medicamentos especializados, terapias alternativas especializadas. Por cuanto según él manifiesta esta es la única opción de vida digna que tiene a fin de poder lograr un desarrollo que le permita lograr una determinada independencia y de terminar de una vez por todas con sus crisis compulsivas severas”. “(…) con los tratamientos de medicina alternativa la menor podrá recuperar de manera normal su salud, evitar riesgos que pongan en peligro su vida y su integridad física, restablecer sus actividades normales como cualquier ser humano.” Por todo lo expuesto, solicita que se ordene el cubrimiento total e integral de las enfermedades que aquejan a la niña así no se encuentren cubiertas por el POS y que específicamente se disponga ordenar al Seguro Social la realización de “MEDICINA BIOLOGICA, TERAPIA LASER, TERAPIA NEURAL Y HOMESINIATRIA EN AUTOSANGUIS Y SUEROTERAPIA, COMO TAMBIEN EXAMENES, TERAPIAS Y TODO LO QUE SE LLEGUE A NECESITAR PARA LA RECUPERACIÓN DURANTE TIEMPO INDEFINIDO”. 2. Trámite procesal. El 25 de de marzo del presente año, el Juzgado Sexto Civil del Circuito de Santiago de Cali, ordenó correr traslado de la acción de tutela al Instituto del Seguro Social, entidad que vencido el término para tal efecto, no hizo pronunciamiento alguno acerca de la acción de tutela presentada en su contra. II. DECISIÓN JUDICIAL OBJETO DE REVISIÓN. Sentencia única de instancia. El 7 de abril de 2008, el Juzgado Sexto Civil del Circuito de Santiago de Cali, denegó el amparo solicitado. Para el Juez único de instancia, después de analizar los requisitos relacionados con la procedencia de la acción de tutela y jurisprudencia de esta corporación ateniente al derecho a la salud y los requisitos para la autorización de procedimientos no POS, manifestó: “Aplicados estos presupuestos al caso que convoca nuestra atención, se advierte que por lo menos salta a la vista dos de dichos requisitos no se cumplen: El procedimiento solicitado fue prescrito por un profesional particular no adscrito a la entidad accionada y la actora tampoco probo su incapacidad económica; análisis al cual le agregamos que tampoco se advierte que este en peligro la vida de la paciente por la falta de dicho tratamiento y especialmente porque la accionada nunca ha dejado de prestarle los servicios de salud que la accionante demanda pues de las copias de las copias de la historia de la historia clínica se puede apreciar que se le está brindando el tratamiento ordenado por los médicos especialistas”. Posteriormente agregó: “Si bien es cierto, que aquella es una menor de edad y que por su patología indudablemente es una persona en condiciones de debilidad manifiesta, particularidades que darían lugar a pensar que por ello asistiría razón a su pedimento, en aplicación de la prevalencia de los derechos de los menores (articulo 44C.P) y el Art 13 ibídem, no es menos cierto que sin existir la adecuada comprobación de la eficiencia y seguridad de la medicina alternativa, la cual se acredita por el INVIMA, mal se podría someter a una menor a un tratamiento experimental con consecuencias hasta ahora desconocidas”. Por ultimo, ponderando que el seguro social le estaba prestando la atención requerida, ordenó: “Reconvenir a la entidad accionada SEGURO SOCIAL EPS para que en el evento que tenga contratado programa de medicina alternativa acreditada estudie la viabilidad de remitir a la paciente DIANA CAROLINA LAMPREA”. La sentencia no fue impugnada. III. Pruebas. Del material probatorio que obra en el expediente, la Sala destaca lo siguiente: Concepto y cotización del médico Fernando Villegas en el que ordena los tratamientos solicitados por la accionante (folios 5, 6 y7). Escrito por medio del cual la señora Serna solicita a la EPS accionada el suministro de los servicios médicos alternativos (folio 9). Fotocopia de respuesta de la entidad a la solicitud (folio 8). Fotocopias de los documentos de identificación de la señora Serna y su hija (folios 10 y 11). Historia clínica de la joven Diana Carolina Lamprea Serna (folios 12 a 35). Registro civil de nacimiento de la joven Diana Carolina Lamprea Serna (folio 42). IV. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS. 1. Competencia. Esta Corte es competente para conocer el fallo materia de revisión, de conformidad con lo establecido en los artículos 86 y 241-9 de la Constitución Política y en los artículos 31 a 36 del Decreto 2591 de 1991. 2. Legitimación por activa. La presente acción fue ejercida por la señora Martha Lucia Serna, en representación de su hija Diana Carolina Lamprea Serna. Al respecto ha sostenido la Corte: “A la luz de lo señalado en el artículo 86 de la Constitución Política, y el artículo 10 del Decreto 2591 de 1991, toda persona puede promover acción de tutela, cuando encuentre que sus derechos constitucionales fundamentales resultan vulnerados o amenazados, por la acción u omisión de una autoridad pública o de un particular en los casos definidos por la ley, para lo cual el ordenamiento jurídico prevé cuatro posibilidades para proceder a su ejercicio: (i) en forma directa, (ii) por medio de un representante legal (caso de los menores de edad, los incapaces absolutos y los interdictos), (iii) a través de un apoderado judicial o (iv) por intermedio de un agente oficioso”. (Subrayado fuera del texto original). En el caso objeto de revisión, la señora Serna manifestó actuar en representación de su hija Diana y está probado que ésta al momento de la interposición de la acción de tutela era menor de 18 años (nacida el 16 de marzo de 1990) 26[1]. Además, tiene un diagnostico de “parálisis cerebral” lo que efectivamente la imposibilita para ejercer su propia defensa, motivo por el cual en el presente caso la agencia oficiosa resulta procedente. 3. Problema jurídico Teniendo en cuenta los antecedentes planteados, procede esta Sala de Revisión, a determinar si se vulneran o no, los derechos fundamentales a la vida, a la salud y a la seguridad social de Diana Carolina Lamprea Serna, por no recibir el servicio de medicina alternativa por parte del Instituto del Seguro Social (hoy Nueva EPS), para la practica de medicina biológica, terapia láser, terapia neural y homesiniatria en autosanguis y sueroterapia”, para el tratamiento de la enfermedad denominada, “parálisis cerebral”. Para dar respuesta a este problema, la Sala estudiará la jurisprudencia de esta Corporación relacionada con: (i) el derecho a la salud como derecho fundamental y su protección constitucional; (ii) la necesidad de determinación del servicio 26[1] La Corte ha explicado que si se trata de agenciar derechos de menores de edad no se aplica el rigorismo procesal consistente en imponer al agente oficioso el deber de “manifestar en la solicitud de tutela que el afectado en su derecho fundamental no está en condiciones de promover su propia defensa, aparte de que ello es obvio tratándose de los niños. En consecuencia, tratándose de la protección de los derechos fundamentales de los niños, la Constitución impone objetivamente la necesidad de su defensa, sin que interese realmente una especial calificación del sujeto que la promueve.” (Auto Nº 006 de 1996). médico por un médico adscrito a la entidad accionada y por ultimo; (iii) la solución del caso concreto. 4. El derecho a la salud como derecho fundamental. Reiteración de jurisprudencia. Inicialmente la jurisprudencia de la Corte Constitucional se caracterizó por diferenciar los derechos susceptibles de protección mediante la acción de tutela y los derechos de contenido meramente prestacional. En relación con el derecho a la salud, se consideró que para ser amparado por vía de tutela, debían tener conexidad con el derecho a la vida, la integridad personal y la dignidad humana. Igualmente se protegía como derecho fundamental autónomo tratándose de los niños, en razón a lo dispuesto en el artículo 44 de la constitución, y se protegía el ámbito básico cuando el tutelante era un sujeto de especial protección. A partir de la sentencia T-858 de 2003, la Corte consideró que el derecho a la salud es fundamental de manera autónoma cuando se puede concretar en una garantía subjetiva derivada de las normas que rigen el derecho a la salud. En tal medida consideró que siempre que se requiera el acceso a un servicio de salud, contemplado en los planes obligatorios, procede concederlo por tutela. En efecto, las EPS tienen el deber de garantizar la prestación de los servicios de salud incluidos en el plan obligatorio de salud, POS, entendido éste como el “conjunto básico de servicios de atención en salud a que tiene derecho, en caso de necesitarlos, todo afiliado al régimen contributivo que cumpla con las obligaciones establecidas para el efecto y que está obligada a garantizar a sus afiliados las entidades promotoras de salud, EPS”.27[2] (Subrayado fuera del texto original). Lo anterior está fundamentado en el artículo 8 del Decreto 806 de 1998, que contempla que las entidades promotoras de salud deben garantizar la prestación de los servicios contenidos en el plan obligatorio de salud, POS, del régimen contributivo en condiciones de “calidad, oportunidad y eficiencia, con cargo a los recursos que les reconoce el sistema general de seguridad social en salud por concepto de la unidad de pago por capitación, UPC, las cuotas moderadoras y los copagos definidos por el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud”. (Subrayado fuera del texto original). Con posterioridad, la Corte le ha reconocido a la salud el carácter de derecho fundamental autónomo. Sin embargo también ha reconocido que la fundamentalidad de un derecho no implica, necesariamente, que todos los aspectos cobijados por éste son tutelables, pues dado que los derechos no son absolutos pueden ser limitados de conformidad con los criterios de razonabilidad y proporcionalidad fijados por la jurisprudencia y por cuanto la posibilidad de exigir el cumplimiento de las obligaciones derivadas de un derecho fundamental y la procedencia de hacerlo por una acción de tutela son cuestiones diferentes y separables28[3]. En efecto, en la Sentencia T-016 de 2007, la Sala Séptima de Revisión de esta Corporación, desarrolló el criterio jurisprudencial sostenido por esta Corte, sobre el carácter fundamental de todos los derechos sin distinguir si se trata de derechos políticos, civiles, sociales, económicos o culturales, así como que dicha fundamentalidad tampoco debe derivar de la manera como estos derechos se hacen efectivos en la realidad. Al respecto se señaló: 27[2]Artículos 28[3] 162 y 177 Ley 100 de 1993, artículo 7 Decreto 806 de 1998. Ver sentencia T-016 de 2007. “De acuerdo con la línea de pensamiento expuesta y que acoge la Sala en la presente sentencia, la fundamentalidad de los derechos no depende –ni puede depender- de la manera como estos derechos se hacen efectivos en la práctica. Los derechos todos son fundamentales pues se conectan de manera directa con los valores que las y los Constituyentes quisieron elevar democráticamente a la categoría de bienes especialmente protegidos por la Constitución. Estos valores consignados en normas jurídicas con efectos vinculantes marcan las fronteras materiales más allá de las cuales no puede ir la acción estatal sin incurrir en una actuación arbitraria (obligaciones estatales de orden negativo o de abstención). “Significan de modo simultáneo, admitir que en el Estado social y democrático de derecho no todas las personas gozan de las mismas oportunidades ni disponen de los medios –económicos y educativos- indispensables que les permitan elegir con libertad aquello que tienen razones para valorar. De ahí el matiz activo del papel del Estado en la consecución de un mayor grado de libertad, en especial, a favor de aquellas personas ubicadas en situación de desventaja social, económica y educativa. Por ello, también la necesidad de compensar los profundos desequilibrios en relación con las condiciones de partida mediante una acción estatal eficaz (obligaciones estatales de carácter positivo o de acción)”. Subrayado fuera del texto original. Acertadamente, la jurisprudencia de la Corte, para establecer la fundamentalidad del derecho a la salud, se ha apoyado de instrumentos internacionales de distinto orden,29[4] por ejemplo por lo estipulado en la Observación No. 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que establece: “La salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos humanos. Todo ser humano tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud que le permita vivir dignamente. La efectividad del derecho a la salud se puede alcanzar mediante numerosos procedimientos complementarios, como la formulación de políticas en materia de salud, la aplicación de los programas de salud elaborados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la adopción de instrumentos jurídicos concretos”. ” Subrayado por fuera del texto original. En el mismo sentido, la Constitución de 1991, contempla estos criterios cuando en el artículo 49, estipula: “La atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud”. “Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a los habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad. También, establecer las políticas para la prestación de servicios de salud por entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control”. Subrayado por fuera del texto original. Entre otros: la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, de 1965; en el apartado f) del párrafo 1 del artículo 11 y el artículo 12 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, de 1979; así como en el artículo 24 de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989. Varios instrumentos regionales de derechos humanos, como la Carta Social Europea de 1961 en su forma revisada (art. 11), la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, de 1981 (art. 16), y el Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1988 (art. 10), también reconocen el derecho a la salud. Análogamente, el derecho a la salud ha sido proclamado por la Comisión de Derechos Humanos, así como también en la Declaración y Programa de Acción de Viena de 1993 y en otros instrumentos internacionales. 29[4] Enfatizando la protección constitucional del derecho a la salud como derecho fundamental, la Sentencia T-200 de 2007, menciona las dimensiones de amparo de este derecho, para lo cual estableció: “…En abundante jurisprudencia esta Corporación ha señalado que la protección ofrecida por el texto constitucional a la salud, como bien jurídico que goza de especial protección, tal como lo enseña el tramado de disposiciones que componen el articulado superior y el bloque de constitucionalidad, se da en dos sentidos: (i) en primer lugar, de acuerdo al artículo 49 de la Constitución, la salud es un servicio público cuya organización, dirección y reglamentación corresponde al Estado. La prestación de este servicio debe ser realizado bajo el impostergable compromiso de satisfacer los principios de universalidad, solidaridad y eficiencia que, según dispone el artículo 49 superior, orientan dicho servicio30[5]. En el mismo sentido, como fue precisado por esta Sala de revisión en sentencia T-016 de 2007, el diseño de las políticas encaminadas a la efectiva prestación del servicio público de salud debe estar, en todo caso, fielmente orientado a la consecución de los altos fines a los cuales se compromete el Estado, según lo establece el artículo 2° del texto constitucional. “(ii) La segunda dimensión en la cual es protegido este bien jurídico es su estructuración como derecho. Sobre el particular, la jurisprudencia de esta Corporación ha señalado que el derecho a la salud no es de aquellos cuya protección puede ser solicitada prima facie por vía de tutela31[6]. No obstante, en una decantada línea que ha hecho carrera en los pronunciamientos de la Corte Constitucional, se ha considerado que una vez se ha superado la indeterminación de su contenido –que es el obstáculo principal a su estructuración como derecho fundamental- por medio de la regulación ofrecida por el Congreso de la República y por las autoridades que participan en el Sistema de Seguridad Social; las prestaciones a las cuales se encuentran obligadas las instituciones del Sistema adquieren el carácter de derechos subjetivos…”. Negrillas fuera del texto original. En efecto, la Corte ha considerado que en materia de amparo del derecho fundamental a la salud por vía de tutela, una vez adoptadas las medidas de orden legislativo y reglamentario orientadas a determinar cuáles son las prestaciones obligatorias en salud y a trazar las vías de acceso a la seguridad social, si se cumplen los requisitos previstos en estos escenarios, todas las personas sin excepción pueden acudir a la acción de tutela para lograr la efectiva protección de su derecho constitucional fundamental a la salud cuando quiera que este derecho se encuentre amenazado de vulneración o haya sido conculcado. Es por este motivo que la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha sido constante y enfática en afirmar que tratándose de la negación de un servicio, medicamento o procedimiento incluido en el Plan Obligatorio de Salud (P.O.S.), en el Plan Obligatorio de Salud Subsidiado (POSS), en el Plan de Atención Básica (PAB), en el Plan de Atención Complementaria (PAC) así como ante la no prestación de servicios relacionados con la obligaciones básicas definidas en la Observación No. 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, puede acudirse directamente a la tutela para lograr su protección.32[7] A pesar de la razonabilidad, que persigue fines constitucionalmente valiosos, en la determinación de un plan obligatorio en el que se encuentran los procedimientos a cargo del sistema, tales dispositivos legales generan controversias en términos de derechos fundamentales para eventos precisos. En efecto, la armonía entre las normas que regulan el plan obligatorio y los preceptos constitucionales se ve comprometida en los casos en que el usuario del servicio de salud requiere de un Sentencias C-577 de 1995 y C-1204 de 2000. Sentencia T-557 de 2006. 32[7] Ver sentencia T-016 de 2007 30[5] 31[6] procedimiento o medicamento necesario para la conservación de su vida en condiciones dignas o su integridad física que, no obstante, se encuentra excluido del POS. Ante la existencia de esa posibilidad fáctica, la Corte ha definido subreglas jurisprudenciales precisas sobre los requisitos que deben cumplirse para que el juez constitucional, ante la situación especifica, proceda a inaplicar las normas que definen el contenido del plan obligatorio y, en su lugar, ordene el suministro de la o las prestaciones excluidas. En este sentido, la jurisprudencia constitucional ha previsto que la acción de tutela es procedente para lograr una orden de protección de esta naturaleza cuando concurran las siguientes condiciones: “i) [Que] Que la falta del medicamento, tratamiento o diagnóstico amenace o vulnere los derechos fundamentales a la vida o la integridad personal del afiliado, lo cual debe entenderse no sólo cuando existe inminente riesgo de muerte sino también cuando la ausencia de ellos afecta las condiciones de existencia digna”. ii) [Que] el medicamento o procedimiento excluido no pueda ser reemplazado por otro que figure dentro del POS o cuando el sustituto no tenga el mismo nivel de efectividad que el excluido; iii) [Que] el paciente no tenga capacidad de pago para sufragar el costo de los servicios médicos que requiera y no pueda acceder a ellos a través de ningún otro sistema o plan de salud; y iv) [Que] estos últimos hayan sido prescritos por un médico adscrito a la entidad de seguridad social a la cual esté afiliado el accionante.”33[8] No obstante, en relación con el cumplimiento del primer requisito, la intensidad de su comprobación debe modularse para el caso en que los afectados sean sujetos de especial protección. Ello debido a la protección especial que la constitución les brinda y al carácter fundamental que tiene el derecho a la salud. Desde esta perspectiva, el requisito en comento resultará acreditado cuando la ausencia de la prestación médico asistencial involucre una afectación del bienestar físico, mental o social de las personas que por mandato constitucional cuentan con una protección especial. 5. Las prestaciones o servicios médicos excluidos del POS deben ser ordenados por un médico adscrito a la entidad accionada, salvo que se vulnere el derecho al diagnostico. Reiteración de jurisprudencia. Esta Corporación ha reiterado que la acción de tutela prosperará contra una entidad prestadora de salud, si el servicio médico que se solicita fue ordenado por un médico adscrito a la EPS o IPS que se demanda. En consecuencia, no es válida para efectos de obligar a una entidad, la orden médica expedida por un médico particular no vinculado a la misma, dado que si el accionante decide acudir a un médico diferente a los que están adscritos a la institución en la que se encuentra afiliado, como consecuencia de ello en principio la accionada está legitimada para denegar el servicio solicitado. Respecto al requisito del médico tratante adscrito a la entidad demandada la Corte en Sentencia T-378 de 2000, consideró: “(…) La atención y la intervención quirúrgica debe ser determinada por el médico tratante, entendiendo por tal el profesional vinculado laboralmente a la respectiva Los anteriores criterios se pueden ver plasmados en las Sentencias T-648/07, T-1007/07, T139/08, T-144/08, T-517/08, T-818/08, entre otras. 33[8] EPS, y que examine, como médico general o como médico especialista, al respectivo paciente. Y consecuencialmente es tal médico quien dirá si se práctica o no la operación. Por consiguiente la orden de tutela que dé el Juez tiene que tener como punto de referencia lo que determine el médico tratante. Y no se puede ordenar directamente por el juez la práctica de la operación, salvo que ya el médico tratante lo hubiere señalado, pero la EPS no cumpliera tal determinación médica”. En el mismo sentido la Sentencia T-488/06, al estudiar un caso donde el tratamiento no fue ordenado por el médico tratante del actor, la Corte expresó: “(…) Para que el amparo solicitado prospere es necesario que se aprecie que en realidad existió la negativa de una Empresa Promotora de Salud a suministrar lo pretendido por el accionante, para así poder alegar la vulneración de un derecho fundamental. En consecuencia, el juez de tutela no puede entrar a dar órdenes con base en supuestas negativas u omisiones, en aras de la protección pedida pues, sólo le es dado hacerlo si existen en realidad las acciones u omisiones de la entidad demandada y solo en la medida en que ellas constituyan la violación de algún derecho fundamental. “En el caso sub judice, la fórmula médica que sirve de sustento para la solicitud de amparo no proviene del médico tratante del peticionario, sino de un galeno particular que lo atendió en consulta privada, costeada por sus propios medios, circunstancia que conlleva, en la práctica judicial, a concluir en principio que tal presupuesto no se encuentra satisfecho y, por ende, no pueden prosperar las pretensiones del accionante”. Posteriormente, esta Sala de Revisión en la Sentencia T-763/07, estudió la solicitud de un stent carotídeo para el tratamiento de una patología cardiaca, encontrando que la orden estaba dada por un médico no adscrito a la entidad accionada, denegó el amparo diciendo: “(…) la orden médica que sirve de sustento para la solicitud de amparo no proviene de un médico vinculado a la EPS del peticionario, sino de un médico particular que lo atendió en consulta privada, costeada por sus propios medios. Lo anterior permite a esta Sala concluir que por no cumplirse el presupuesto de la orden médica expedida por un médico adscrito a la entidad accionada, requisito decantado en la parte considerativa de esta sentencia, no puede prosperar el amparo de tutela, tal como lo consideró el juez de segunda instancia”. Así, para que prospere el amparo de tutela en materia de salud, es necesario que se cumplan todos los requisitos exigidos por la jurisprudencia de esta Corporación en materia de salud mencionados en esta sentencia, entre ellos que quien ordena o prescriba el servicio médico este adscrito o pertenezca a la EPS que se demanda. Por tanto, no se puede obligar a las entidades prestadoras de salud a asumir un tratamiento que ha sido prescrito por un médico particular no adscrito a la misma.34[9] De esta manera el juez de tutela no puede ordenar a las entidades la realización de un servicio médico o la autorización de un medicamento recetado por un médico particular, salvo que se demuestre que ha existido una violación del derecho al diagnostico y que la persona tuvo que acudir a un médico externo para obtener la orden respectiva. 35[10] En concordancia con lo dicho teniendo los exámenes de diagnóstico una íntima relación con el derecho fundamental a la salud y a la vida en condiciones dignas, 34[9] Para ampliar el tema de la subregla estudiada ver sentencias: SU-480/97, T-665/97, T-378 /00, T-749/01, T-262/02, T-900/02, T-1125/02, T-434/04, T-002/05, T-038/05, T-469/06 y T-028/07 entre otras. 35[10] Sentencias T-304/05, T-835/05 y T-1041/05, entre otras. es evidente que su no práctica puede deteriorar el estado de salud de una persona e incluso ocasionar la muerte cuando no se realizan oportunamente. De lo anterior se desprende la importancia del derecho al diagnóstico, pues la práctica de exámenes de esta naturaleza permite a los médicos marcar los derroteros a seguir para combatir una enfermedad, aplicando el tratamiento acorde con las condiciones del paciente y su padecimiento. En síntesis, las EPS no están obligadas a suministrar un servicio médico que no fue recetado por uno de los médicos adscritos a las mismas, salvo que se desconozca el derecho al diagnóstico anteponiendo razones de índole administrativa para omitir o hacer nugatoria su práctica, toda vez que si se determina a tiempo la enfermedad que padece una persona y las causas que la originan se puede llegar a mejorar el estado de salud de un individuo, circunstancias que se verificaran en cada caso concreto. 6. Caso concreto. 6.1. Conforme a los antecedentes y consideraciones planteadas, procede esta Sala de Revisión, a determinar si se vulneran o no, los derechos fundamentales a la vida, a la salud y a la seguridad social de Diana Carolina Lamprea Serna, por no recibir el servicio de medicina alternativa por parte del Instituto del Seguro Social (hoy Nueva EPS), para la practica de “medicina biológica, terapia láser, terapia neural y homesiniatria en autosanguis y sueroterapia”, para el tratamiento de la enfermedad denominada, “parálisis cerebral”. La accionante considera que los distintos procedimientos que la EPS accionada ha realizado para conjurar la parálisis cerebral de su hija han fracasado, por lo tanto acudió a un medico que a través de medicina alternativa ha logrado que su enfermedad prospere en buenas condiciones y que según el criterio del mismo, la única posibilidad para poder encontrar la rehabilitación total de su enfermedad es la de continuar con los procedimientos de medicina alternativa. Argumenta que la Resolución 5261 de 1994 en el artículo 5º contempla que las medicinas alternativas se encuentran dentro del POS, por ello solicita que se ordene el cubrimiento total e integral de las enfermedades que aquejan a su hija. La entidad accionada, no hizo pronunciamiento alguno acerca de la acción de tutela presentada en su contra. El Juez único de instancia denegó el amparo solicitado, en la medida que el procedimiento solicitado fue prescrito por un profesional particular no adscrito a la entidad accionada, del mismo modo expuso que la actora tampoco probo su incapacidad económica, ni probo que este en peligro la vida de la paciente por la falta de dicho tratamiento y especialmente porque la accionada nunca ha dejado de prestarle los servicios de salud. Así mismo, consideró que no existe prueba adecuada sobre la comprobación de la eficiencia y seguridad de la medicina alternativa, corriendo riesgo someter a la paciente a un tratamiento experimental con consecuencias hasta ahora desconocidas. 6.2. De entrada la Sala observa que el presupuesto exigido por la jurisprudencia de la Corte relativo a que la orden sea prescrita “por un médico adscrito a la entidad de seguridad social a la cual esté afiliado el accionante”, en el presente caso no se cumple ya que en el expediente reposa el dictamen36[11] de un médico particular el cual no esta adscrito al Instituto del Seguro Social, (hoy Nueva EPS). 36[11] Folios 5, 6 y 7. Sobre la base de está prueba, se puede expresar que en el caso sub judice, la orden médica que sirve de sustento para la solicitud de amparo no proviene de un médico vinculado a la EPS de la peticionaria, sino de un médico particular que la atendió en consulta privada, costeada por sus propios medios. Lo anterior permite a esta Sala concluir que por no cumplirse el presupuesto de la orden médica expedida por un médico adscrito a la institución demandada, requisito decantado en la parte considerativa de esta sentencia, no puede prosperar el amparo de tutela, tal como lo consideró el juez único de instancia. Adicionalmente, frente a la cuestión planteada por la accionante en el escrito de tutela relativo a que la medicina alternativa se encuentra dentro del POS, la Sala advierte que la interpretación dada por la peticionaria no puede prosperar ya que el artículo 5º de la Resolución 5261 de 1994 dispone de manera facultativa que las “ (…) entidades Promotoras de Salud podrán permitir la utilización de medicinas alternativas siempre y cuando estas se encuentren autorizadas para su ejercicio y cuando medie previa solicitud del paciente.” De la lectura de la norma, se desprenden tres presupuestos; (i) el correspondiente a la potestad que tienen las entidades de permitir la utilización de estos tipos de medicina; (ii) que dichos procedimientos alternativos se encuentren autorizados para su ejercicio; y (iii) que medie previa solicitud de la paciente. Si bien en el presente caso la accionante agotó el trámite relativo a solicitar al ISS que autorizara para su hija “medicina biológica, terapia láser, terapia neural y homesiniatria en autosanguis y sueroterapia”, para el tratamiento de la enfermedad denominada, “parálisis cerebral”37[12], la entidad demandada le respondió que dichos procedimientos no podían ser otorgados, en la medida que se encontraban por fuera del POS. De la respuesta se colige que dentro de su potestad la EPS accionada no presta los servicios de medicina alternativa, descartándose el presupuesto exigido por la Resolución 5261 de 1994. De otra parte, el concepto del medico particular obrante en el expediente no sustenta cuales son los beneficios que se derivan de los tratamientos alternativos ofrecidos por él. De esta forma para la Sala no existe seguridad sobre los efectos segundarios que dicho tratamiento pueda tener en la salud de la paciente, del mismo modo no se conoce que eficacia o que efectividad tengan para tratar una enfermedad de orden cerebral coma la de la niña Diana Carolina, respecto al costo-beneficio, es decir según el galeno en la cotización anexa a su concepto dice que el tratamiento láser y la medicina biológica tienen un precio de ($4.500.000) cada mes, que la terapia neural y homeosiniatria en autosanguis ($1.400.000) cada mes y que la sueroterapia por paquete integral ($600.000)38[13], sin especificar ni argumentar cuales son las bondades de dichos procedimientos. 6.3. Ahora, tampoco se vulnera el derecho al diagnostico que podría ser la única razón para ordenar la autorización de un servicio medico ordenado por un medico no adscrito a la entidad demandada, ya que como lo indicara la accionante cuando manifestó “el SEGURO SOCIAL EPS siempre le ha tratado su enfermedad”, lo anterior tiene sustento en el amplio acervo médico probatorio39[14] que indica que la entidad ha prestado los servicios autorizados por el Estado, para diagnosticar y tratar la patología de Diana Carolina, por lo tanto dicho derecho no se desconoce teniendo como consecuencia que la subregla del médico tratante no se pueda dúctilizar para ordenar el servicio solicitado. Folio 9. Folio 7. 39[14] Folios 12 a 35. 37[12] 38[13] 6.4. En armonía con lo expresado, esta Corporación tiempo atrás ya se había pronunciado sobre la procedencia de autorización de medicinas alternativas por medio de la acción de tutela, al respecto en la Sentencia T-076 de 1999 la Corte estudió la solicitud de una señora que presentaba una complicación cervical que le generaba dolores lumbares muy fuertes, de los cuales no se había podido recuperar satisfactoriamente a pesar de los tratamientos a que era sometida por parte de su EPS, por ello pedía ser remitida a un doctor especialista en medicina alternativa ubicado en la ciudad de Popayán. En esa ocasión a pesar de que los jueces de instancia concedieron el amparo de lo solicitado, la Corte lo revocó manifestando que la inquietud de la autorización de medicina alternativa “(…) requiere necesariamente partir de reflexiones mucho más profundas que las planteadas por los jueces de instancia en su oportunidad, quienes aduciendo prevalencia constitucional del derecho a la vida y a la salud, omitieron la debida ponderación de los derechos de ambas partes en la resolución del conflicto que nos ocupa. “En efecto, tal y como se expresó en el acápite superior, la protección efectiva del derecho a la vida y a la salud en relación con entidades como las E.P.S, se encuentra sometida a una estructura administrativa y legal, que el Legislador ha considerado idónea para el ejercicio efectivo de los requerimientos y necesidades de la población, de conformidad con las obligaciones del Estado Social del Derecho. “El juez constitucional, entonces, no puede desconocer a priori esos criterios operativos y jurídicos en el caso objeto de estudio, porque tales fundamentos sirven para estructurar la naturaleza de la protección y de las órdenes efectivas que se deben impartir en cada circunstancia específica. Sostener, sin fundamentar, el argumento de la prevalencia del derecho a la vida y omitir el debido análisis hermenéutico que se requiere para definir los alcances de cada una de las disposiciones jurídicas, puede poner en peligro la protección de otros derechos constitucionales y restarle efectividad a los procedimientos o sistemas que se erigen con el fin de consolidar el derecho a la vida y a la salud, que precisamente se pretenden proteger. Posteriormente, recordó que las obligaciones que tienen los médicos son de medio y no de resultado, porque si bien se deben buscar las opciones médicamente viables para tratar de lograr la total recuperación de la salud de una persona, no se puede asegurar infaliblemente que dicha recuperación va a ser finalmente efectiva. A no ser que los organismos competentes del Estado a través de las investigaciones pertinentes acrediten e incluyan dentro del POS los procedimientos de medicina alternativa. En la Sentencia T-076/99, frente al compromiso y la obligación que tienen los organismos del Estado para todo tipo de procedimiento que se incluye en el POS, la Corte puntualizó: “ (…) para que un tratamiento sea incluido en el P.O.S, es necesario que su eficacia sea comprobada por las autoridades de Salud, que se reconozca internacionalmente como un tratamiento idóneo y que no se configuren las circunstancias descritas en la lista de exclusiones, de manera tal que su práctica sea debidamente acreditada, confiable y segura. Es comprensible entonces, que se requiera igualmente que los profesionales dentro del Servicio de Salud posean una idoneidad médica comprobada y se sometan a las normas de calidad y a los controles que existan para el efecto. “(…) es importante observar que algunos tratamientos específicos, han sido excluidos del Plan Obligatorio de Salud, como son los procedimientos, intervenciones o guías de atención integral que no tengan por objeto contribuir al diagnóstico, tratamiento o rehabilitación de la enfermedad; los cosméticos, estéticos o suntuarios y los que no estén definidos por el Consejo Nacional de Seguridad Social en salud. Entre los anteriores, se encuentran los tratamientos no reconocidos por asociaciones médicas o científicas a nivel mundial, y aquellos de carácter experimental, así como los que involucren drogas o sustancias experimentales para cualquier tipo de enfermedad. “Por lo tanto, si un tratamiento en esas condiciones no ha sido acreditado médicamente e incluido dentro del P.O.S., no puede ser exigido por parte de ningún paciente debido a razones obvias de seguridad, pues sin la debida aprobación se puede poner en peligro la vida de los pacientes y de muchas personas”. Subrayados por fuera del texto original. 6.5. En este orden de ideas, se concluye que los derechos fundamentales a la vida y a la salud de Diana Carolina Lamprea Serna no se encuentran en peligro ni fueron vulnerados por la EPS accionada, en la medida que el procedimiento demandado no fue ordenado por un médico adscrito a la EPS accionada. Como también que no se tiene certeza sobre la seguridad y efectividad que los procedimientos de medicina alternativa solicitados tengan en la salud de la paciente, ni la idoneidad que los organismos del Estado hayan señalado para este tipo de servicios médicos alternativos. En consecuencia, la Sala confirmará la sentencia única de instancia dictada por el Juzgado Sexto Civil del Circuito de Santiago de Cali que denegó el amparo de los derechos fundamentales invocados por la peticionaria. V. DECISION En mérito de lo expuesto, la Sala Novena de Revisión de la Corte Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución Política, RESUELVE: PRIMERO.- CONFIRMAR por las razones y en los términos de esta sentencia, el fallo proferido el 7 de abril de 2008 por el Juzgado Sexto Civil del Circuito de Santiago de Cali, que denegó el amparo solicitado por Martha Lucia Serna en representación de su hija Diana Carolina Lamprea. SEGUNDO. LÍBRESE por Secretaría General las comunicaciones de que trata el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991, para los efectos allí contemplados. Cópiese, notifíquese, comuníquese e insértese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase. CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ Magistrada Ponente JAIME ARAÚJO RENTERÍA Magistrado Ausente en comisión MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA Magistrado CORTE CONSTITUCIONAL SENTENCIA N° T-1075 de 2008 Bogotá, D.C., treinta y uno (31) de octubre de dos mil ocho (2008) Sala Segunda de Revisión Referencia: Expediente T-1960263 Acción de tutela instaurada por María Deisy Muñoz de Acosta contra el Ministerio de Defensa y el Ejército Nacional. Magistrado Ponente: Manuel José Cepeda Espinosa Teniendo en cuenta que el problema jurídico que suscita la presente acción de tutela ya ha sido objeto de otros pronunciamientos por parte de esta Corporación, la Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional decide reiterar lo dispuesto por la jurisprudencia para este tipo de casos. Por tal razón, de acuerdo con sus atribuciones constitucionales y legales, la presente sentencia será motivada brevemente. 1 1. El 21 de mayo de 2008, la accionante interpuso tutela en contra del Ejército Nacional, en nombre de su hijo, Carlos Eduardo Acosta Muñoz, por considerar que esa Institución le viola los derechos a la salud y a la vida al negarse a garantizarle el acceso a un tratamiento de salud que requiere, en razón a sus afecciones de carácter mental. La madre alega que su hijo fue reclutado en condiciones normales de salud, pero que cuando se lo entregaron a ella y a su esposo, a los pocos días de la incorporación, se encontraba gravemente afectado en su salud mental. 2 La situación continuó los días 1 Con base en lo dispuesto por el Decreto 2591 de 1991 (artículo 35), la Corte Constitucional ha señalado que las decisiones de revisión que se limiten a reiterar la jurisprudencia pueden "ser brevemente justificadas". Así lo ha hecho en varias ocasiones, entre ellas, por ejemplo, en las sentencias T-549 de 1995 (MP Jorge Arango Mejía), T-396 de 1999 (MP Eduardo Cifuentes Muñoz), T-054 de 2002 (MP Manuel José Cepeda Espinosa), T-392 de 2004 (MP Jaime Araujo Rentería), T959 de 2004 (MP Manuel José Cepeda Espinosa), T-689 de 2006 (MP Jaime Córdoba Triviño), T-1032 de 2007 (MP Mauricio González Cuervo) y T-366 de 2008 (MP Manuel José Cepeda). 2 Al respecto, la madre del joven dice en la acción de tutela lo siguiente: "[cllejo como antecedente que mi hijo bachiller se presentó como todos los de su promoción a la convocatoria realizada por el Ejército Nacional en la fecha 30 de enero de 2003, fecha en la cual salió como sobrante, a lo cual procedió mi hijo a siguientes de forma similar y más grave aún.3 Posteriormente, cuando fue valorado médicamente, se le diagnosticó un trastorno psicológico agudo.4 Desde entonces, a pesar del grave impacto que tiene esta situación, el Ejército Nacional se ha negado a prestarle la ayuda médica que requiere.5 A su juicio, solicitar su recibo para pagar la tarjeta militar, recibo N° 059 0018593 que fue emitido por el Ministerio de Defensa Nacional de la fecha 26 de abril de 2004, teniendo plazo para pagar hasta el 25 de junio de 2004, posteriormente al no poder pagar la libreta militar, el comenzó a trabajar en la carpintería del señor Maximiliano González como auxiliar de carpintería, posteriormente en los primeros días de agosto de 2007, fue retenido en un retén del ejército, en ese retén lo remitieron para San Cristóbal en ese batallón, revisaron el sistema y le dijeron que podía ir ya que él tenía que pagar la libreta, al día siguiente lo cogieron y lo llevaron al distrito militar número 3, que se presentara el día 21 de agosto de 2007 en el Coliseo Cañisales, en este lugar la médica del ejército le dijo que él se encontraba apto para prestar servicio militar y que se presentara en la fecha 21 de agosto de 2007, para ser incorporado en las filas del Ejército Nacional. En la fecha fue ubicado en el batallón Baraya, unidad apostada en el municipio de Ubala, Cundinamarca, en la fecha de 22 de agosto de 2007. El papá del soldado, señor Luis Eduardo Acosta Rodríguez, lo llamó en varias ocasiones para constatar el estado y preguntarle qué necesitaba y poder sustentar sus necesidades, mi hijo comentó que todo le había dado el ejército, que solo necesitaba un candado, unas tijeras, un cortaúñas. El sábado 25 de agosto de 2007, por comentarios del Teniente Chaparro dice 'que al momento de acostarse uno de los compañeros notó la ausencia del soldado Acosta, mi hijo, el mencionado Teniente dio la orden, buscar al soldado, encontrándolo en un potrero dormido', para el domingo 26 de agosto del 2007, la familia del soldado en la visita constató el siguiente estado: Lo encontraron dormido, el comandante lo llamó y le dijo Acosta, le llegó visita, el no reaccionó normalmente, presentaba movimientos lentos. Lo mandaron a que se vistiera, el se colocó el pantalón del camuflado, posteriormente se colocó una pantaloneta, el lentamente se la quitó, posteriormente él se estaba colocando las medias, procedió a colocarse la primera en el pie izquierdo, después se estaba colocando la otra media en el mismo pie. El Teniente le dijo que se la estaba poniendo en el mismo pie, le ordenó que se la quitara y que se vistiera bien, al colocarse las botas lentamente, el comandante le dijo que se moviera un poco, posteriormente se movilizó para el otro costado de la cama y él se comenzó a desvestir para acostarse. El Teniente le dijo, Acosta, le llegó su mamá y su papá, tiene visita. Él nuevamente tuvo la reacción de desvestirse para acostarse y el Teniente nuevamente le ordenó atender nuestra visita. Mi esposo se le acercó y le dijo, Carlitos, qué le pasa. Y él le contestó nada, nada él se paró, mi esposo lo tomó y se dirigió hacia mí y me saludó, posteriormente yo le pregunté qué le pasa, y el nuevamente me dijo nada. El Teniente le dijo, Acosta se quiere ir para la casa, y él le dijo que sí. Mi hijo estaba muy nervioso, que se había alterado, nos dijo que era conveniente sacarlo de ahí y llevarlo para la casa, que de pronto viendo a su familia él reaccionaría. Cuando estaba vestido salió, comenzó sin que se le ordenara hacer flexiones de pecho a ponerse firme, el estaba muy inquieto trotando, caminando, el Teniente ordenó la salida del soldado. Al firmar mi hijo, firmó la salida con la mano temblorosa al colocar su huella tocó ayudarle para que pudiera fijara la mano. Posteriormente manifestó que no se quería ir y después dijo que sí en el :recorrido de transporte de Ubala hasta Soacha, mi hijo presentaba la misma reacción. El domingo 26, en el hogar del soldado, éste reaccionó nerviosamente, con ademanes, al preguntársele qué estaba ,haciendo, contestaba que manejando, luego le preguntamos qué sentía, nos contesto que cansancio, que le pesaban los ojos, tenía desespero y tenía como una alegría en todo el cuerpo. En urgencias del Hospital Mario Galán Yanguas, el médico lo vio y le puso un sedante y luego le dio una cita prioritaria, remitiéndolo para el día siguiente con el psiquiatra. Mi esposo madrugó y se la dieron para el día 4 de septiembre." 3 Sostiene al respecto la acción de tutela: "Con ese sedante él durmió normalmente y luego, el día lunes 27 de agosto a las 6:30 am se despertó normal, él me miró y me reconoció, me saludo y él ya tenía su mirada .fija, luego saludo a otros familiares, realizó actividades de acicalado y otras normalmente, desayunó normalmente, a los 15 minutos después de desayunar, nuevamente presentó reacción, estaba rígido, le sudaban las manos, llegó el papá y le dijo que se acostara, pero continuaba muy inquieto, moviendo las diferentes extremidades de su cuerpo constante sin poder dormir (...) estando en su habitación nos dimos cuenta que se orinó en la cama, posteriormente lo llevamos al baño y lo dejamos boca abajo, lo voltearon y nuevamente reaccionó su cuerpo con los mismo movimientos, adicionalmente su boca tenía saliva y se comenzó a molestar la boca, a mover los ojos bruscamente en tres otros movimientos." 4 De acuerdo con la tutela, la valoración médica se dio en los siguientes términos: "Lo llevamos al Hospital Mario Gaitán Yanguas por urgencia, lo vio el médico y le ordenaron una remisión para el especialista en psiquiatría, por no tener cupo de atención en instituciones hospitalarias cercanas a Soacha, la única institución que le concedió la atención en esta especialización fue el Hospital San Rafael de Girardot y hasta ahora [... el] soldado, se encuentra en la misma condición. Mi hijo fue remitido a la unidad mental del Hospital de Girardot, en urgencias le diagnosticaron Trastorno psicológico agudo. Posteriormente me lo entregaron, parecía que tenía actitudes normales, pero siendo dependiente de la droga ácido valpróico, levlevomepromacina y clozapina, la última es un medicamento controlado." 5 Dice al respecto la acción de tutela "Trató de trabajar durante la dos primeras semanas de noviembre del la Institución no tiene la obligación de prestarle el servicio de salud, porque para el momento del retiro del joven, éste no había sido adecuadamente ' incorporado' ; aún no era un soldado regular. 6 2. El 12 de junio de 2008, la Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá decidió que negaba la tutela, por considerar que no se había demostrado adecuadamente dentro del proceso la violación del derecho a la salud de Carlos Eduardo Acosta Muñoz por parte del Ejército Nacional. A su juicio, la madre del joven en cuestión nunca probó la relación que existía entre su hijo y el Ejército, ni tampoco probó haber solicitado los servicios de salud en cuestión, ni mucho menos, que la institución los hubiese negado. El juez considera que el hijo de la accionante debe tratar de buscar ayuda en las Instituciones del Estado del Sector de la salud, pero no en el Ejército Nacional. El 16 de junio de 2008, días después de proferido el fallo del Tribunal, el Ejército Nacional remitió copia de los documentos en los cuales se había dejado registro del Estado de salud mental del joven Acosta Muñoz durante su etapa de incorporación. El fallo no fue impugnado. 3. El 5 de agosto de 2008, el Defensor de Pueblo insistió a la Corte Constitucional que seleccionara para revisión el caso de la referencia. De acuerdo con el Defensor, de los documentos aportados al proceso por el Ejército Nacional después de proferido el fallo de instancia, "se deduce que el joven Acosta Muñoz al momento de ingresar al batallón Baraya no presentaba quebrantos de salud mental, pues éstos surgieron en el momento en que se encontraba bajo la responsabilidad del Ejército Nacional. El Ejército hizo entrega del joven a su familia, sólo cuando evidenciaron que tenía comportamientos por fuera de los parámetros normales. Al respecto ha dicho la Corte: 'la jurisprudencia constitucional ha establecido que aún cuando la patología encuentre su causa en situaciones anteriores a la prestación del servicio militar, si ella se ha agravado en forma sustancial como consecuencia de las actividades que realizó el afectado durante su permanencia en la unidad militar que corresponda o en razón de situaciones que se presentaron en el tiempo que duró su acuartelamiento y siempre que el padecimiento haya sido debidamente informado a las autoridades de sanidad encargadas de la realización del examen, el Estado está obligado a dispensar a esta persona los servicios médicos necesarios para lograr la recuperación de la salud del afectado.' (Sentencia T-411 de 2006)." 2007, no llegó a la casa, se perdió, al otro día llamó y resultó que se encontraba en el batallón Baraya en la Unidad de Sanidad, más precisamente con los soldados discapacitados. A la fecha ¡ni hijo no puede trabajar ni estudiar. En cuanto al ejército nacional, su respuesta es que no se hacen responsables de la atención médica de mi hijo y que él presuntamente no era soldado ya que no había jurado bandera, que después de tres meses sí, que mi hijo se encontraba en el ejército en un proceso de adaptación." 6 Para el Ejército, "como el mismo actor (sic) lo narra en su escrito de tutela, fue convocado el 22 de agosto de 2007, por lo que a partir de esa fecha se le comenzó a realizar el proceso de determinación de su capacidad psicofísica, evidenciándose su no aptitud al presentar una enfermedad común, por lo que no llegó a ostentar la calidad de soldado regular." 4. La jurisprudencia constitucional ha "garantizado especialmente el derecho fundamental a la salud de aquellas personas que se encuentran en una relación de sujeción, como por ejemplo, las personas vinculadas a las Fuerzas Armadas o las personas privadas de la libertad."7 Concretamente, con relación a las personas vinculadas a las fuerzas armadas, la Corte ha reiterado que 'tienen derecho a recibir la atención en salud que requiere para que le sea tratada una afección grave, cuando (i) al ingresar a la Institución castrense no la padecía, y (ii) así lo demuestren los exámenes médicos practicados por el propio Ejército durante el proceso de incorporación. '8 En el presente caso se verifican las circunstancias valoradas por la jurisprudencia, a saber, (i) el hijo de la accionante ingresó a la institución sin la grave afección a su salud que ahora padece —trastorno psicológico agudo—y (II) así lo demuestran los exámenes médicos practicados por el propio Ejército Nacional. En efecto, el hijo de la accionante fue convocado 9 el 21 de agosto de 2007, momento en el cual es evaluado médicamente e 'ingresa' en la Institución. Permanece en relación de sujeción con el Ejército hasta el domingo 26 de agosto del mismo año, momento en que la familia lo visita y se entera de la situación mental en la que se encuentra su hijo. 10 Dentro de la documentación allegada al proceso después del fallo de instancia, se encuentra una evaluación a la salud mental del joven Carlos Eduardo Acosta Muñoz, realizada el 21 de agosto de 2007 por el Ejército. En el reporte expedido por el psicólogo evaluador, al joven se le declara apto para prestar el servicio militar." 11 Posteriormente, cinco días después, se produce un nuevo informe, en cual se le declara no apto. 12 La Sala precisa que la regla constitucional reiterada en la presente sentencia, depende del momento en el cual la persona ingresa al Ejército, esto es, a partir del momento en el cual entra en relación de sujeción, no depende del momento a partir del cual la persona es 'incorporada' a la institución. En consecuencia, la Sala reitera la jurisprudencia constitucional citada, por lo que considera que el Ejército Nacional violó el derecho a la salud de Carlos Eduardo Acosta Muñoz al haberle negado el acceso a los servicios de salud que permitan valorar adecuadamente su actual estado y superarlo, en la medida de las posibilidades. Por tanto, se ordenará al Ejército Nacional que si 7 Corte Constitucional, sentencia T-760 de 2008 (MP Manuel José Cepeda Espinosa). 8 En tales términos retomó la jurisprudencia constitucional la sentencia T-824 de 2002 (MP Manuel José Cepeda Espinosa). En este, caso se resolvió ordenar a la Dirección de Sanidad del Ejército Nacional que dentro de las 48 horas siguientes a la notificación fallo, se continuaran prestando los servicios de salud requeridos por el accionare para superar una grave afección mental. La sentencia ha sido reiterada, entre otros casos, en las sentencias T-1010 de 2003 (MP Álvaro Tafur Galvis), T-1134 de 2003 (MP Jaime Araujo Rentería), T-956 de 2003, T-581 y T738 de 2004 (MP Clara Inés Vargas Hernández), T-095 de 2006 (MP Manuel José Cepeda Espinosa) y T-063 de 2007 (MP Humberto Antonio Sierra Porto). 9 El Ejército Nacional no controvierte la narración que hace la madre del joven en la acción de tutela, respecto a cómo se 'llevaron' a su hijo; ver la nota al pie número seis (6) de la presente sentencia. 10 Al respecto, ver la narración de hecha por la madre del joven en la acción de tutela, citada en la nota al pie número dos (2) de la presente sentencia. "Expediente, cuaderno principal, folio 62. 12 Expediente, cuaderno principal, folios 63 y 64. aún no lo ha hecho, en el término de 48 horas valore el estado de salud mental del joven Acosta Muñoz y suministre los servicios de salud que el médico tratante considere que aquél requiere. En mérito de lo expuesto, la Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo, y por mandato de la Constitución Política, RESUELVE: Primero.- Revocar la sentencia proferida por la Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá, que negó la tutela, dentro del proceso de la referencia, y en su lugar, tutelar el derecho a la salud de Carlos Eduardo Acosta Muñoz. Segundo.- Ordenar al Ejército Nacional por intermedio de la Secretaría General, que si aún no lo ha hecho, dentro de 48 horas, contadas a partir de la notificación de la presente sentencia, deberá autorizar la valoración médica de la salud mental de Carlos Eduardo Acosta Muñoz por parte de médicos especialistas y, posteriormente, garantizarle el acceso a los servicios de salud que requiera, de acuerdo con el concepto de dichos médicos. Tercero.- La Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá notificará esta sentencia dentro del término de cinco días después de haber recibido la comunicación, de conformidad con el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991. Cuarto.- Líbrese por Secretaría General la comunicación prevista en el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991. Notifíquese, comuníquese, publíquese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase. MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA Magistrado JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO Magistrado RODRIGO ESCOBAR GIL Magistrado MARTHA VICTORIA SACHICA MÉNDEZ Secretaria General CORTE CONSTITUCIONAL SENTENCIA T-1116 de 2008 Bogotá, D.C., siete (07) de noviembre de dos mil ocho (2008) Sala Segunda de Revisión Referencia: Expediente T-1984121 Acción de tutela instaurada por Gustavo León Erazo, en representación de Gloria Patricia Erazo Andrade, contra EPS Sanitas. Magistrado Ponente: MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA La Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por los magistrados, Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño y Rodrigo Escobar Gil, en ejercicio de sus competencias constitucionales y legales, ha proferido la siguiente SENTENCIA en el proceso de revisión del fallo proferido, en primera instancia, por el Juzgado Trece Civil Municipal de. Cali, y en segunda instancia por el Juzgado Doce Civil del Circuito de Cali, dentro de la acción de tutela iniciada por Gustavo León Erazo, en representación de Gloria Patricia Erazo Andrade, contra EPS Sanitas., El expediente de la, referencia fue escogido para revisión por medio del Auto de agosto uno (01) 'de dos mil ocho (2008) proferido por la Sala de Selección Número Ocho. Teniendo en cuenta que el problema jurídico que suscita la presente acción de tutela ya ha sido objeto de otros pronunciamientos por parte de esta Corporación, la Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional decide reiterar lo dispuesto por la jurisprudencia para este tipo de casos. Por tal razón, de acuerdo con sus atribuciones constitucionales y legales, la presente sentencia será motivada brevemente. 1 1. Gustavo León Erazo interpuso acción de tutela en representación de su mamá Gloria Patricia Erazo Andrade, contra EPS Sanitas por considerar que esta entidad ha vulnerado sus derechos fundamentales a la seguridad social en salud en conexidad con la vida en condiciones dignas. Relata que tras la muerte de su papá, su mamá ha desarrollado una fuerte dependencia al alcohol que la han llevado "a tener comportamientos suicidas y agresivos y perderse varios días del trabajo y de la casa". Indica que después de encontrarla "tirada en la calle" la llevaron a la organización Mente Sana. Dicha entidad señaló que Gloria Patricia Erazo Andrade debía ser internada en una institución especializada en " manejo de sustancias y siquiátrica" . Afirma que carece de recursos económicos para cubrir en tratamiento de su mamá y que la entidad accionada tampoco presta el servicio. Con base en lo anterior solicita: " ( ...) que a través del Fondo de Solidaridad y Garantía FOSYGA, me sea concedido este servicio para el pago del tratamiento y el pago de la incapacidad ya que mi señora madre es la que sostiene nuestro hogar" 2. El proceso correspondió en primera instancia al Juzgado Trece Civil Municipal de Cali. Ante éste intervino EPS Sanitas para señalar que lo ordenado a Gloria Patricia Erazo Andrade, "tratamiento de psiquiatría prolongado por presentar alcoholismo", no hace parte de los servicios incluidos en el POS y se encuentra explícitamente excluido por el literal j del artículo 18 de la Resolución 5261. También intervino ante el Juez la Coordinadora del Grupo de Acciones Constitucionales que indicó: "El Ministerio de la Protección Social y el FOSYGA, son entes rector el primero y una cuanta el segundo, que carecen • de obligatoriedad de prestar servicios de salud, debido a que el Estado delegó en las EPS la obligación de prestar servicios a sus afiliados. Por lo expuesto, solicito se exonere al Ministerio de la Protección Social — FOSYGA, de las responsabilidades que se endilgan en la presente acción." 3. El 28 de febrero de 2008, el juzgado profirió sentencia denegando el amparo por considerar que no se cumplían los requisitos de la agencia oficiosa: "el petente aún cuando dijo actuar como agente oficioso de su señora madre Gloria Patricia Erazo Andrade, en el memorial de tutela no manifestó ni demostró por ningún medio la imposibilidad de ésta de adelantar directamente la solicitud para la defensa de los derechos fundamentales de éste, estimados vulnerados con el incumplimiento de las órdenes para el tratamiento de rehabilitación especializada en el manejo de sustancias y 1 Con base en lo dispuesto por el Decreto 2591 de 1991 (articulo 35), la Corte Constitucional ha señalado que las decisiones de revisión que se limiten a reiterar la jurisprudencia pueden "ser brevemente justificadas". Así lo ha hecho en varias ocasiones, entre ellas, por ejemplo, en las sentencias T-549 de 1995 (MP Jorge Arango Mejía), T-396 de 1999 (MP Eduardo Cifuentes Muñoz), T-054 de 2002 (MP Manuel José Cepeda Espinosa), T-392 de 2004 (MP Jaime Araujo Renteria), T325 de 2007 (MP Rodrigo Escobar Gil) y T-390 de 2007 (MP Manuel José Cepeda Espinosa). siquiatría; esto significa que el fundamento de legitimación para actuar como agente oficioso no je constituyó". La tutela fue impugnada. 4. El 6 de mayo de 2008, el Juzgado Doce Civil del Circuito de Cali, confirmó la decisión de primera instancia. Si bien el Juez consideró que no existía falta de legitimación para interponer la acción de tutela estimó que no se cumplían los requisitos constitucionales para inaplicar el POS ya que: "la señora Gloria Patricia Erazo Andrade, no se le está vulnerado su derecho fundamental a la seguridad social en conexidad con la vida, pues no se denota un riesgo inminente que puede correr la paciente con la no autorización del tratamiento" y agregó: "no obra dentro del trámite constitucional que la orden haya sido expedida por el médico tratante adscrito a la entidad" 5. Mediante Auto proferido el 12 de Septiembre de 2008 este despacho solicitó información relacionada con el caso. En la parte resolutiva de esa providencia se ordeñó: "Primero.- A través de la Secretaría de esta Corporación SOLICITAR a EPS Sanitas, Cali, que en el término de cinco (05) días hábiles siguientes a la comunicación de este auto, se sirva: 1. Indicar a la Sala cómo se encuentra conformado en grupo familiar de Gloria Patricia Erazo Andrade. 2. Indicar a la Sala si actualmente apoya o desarrolla alguna iniciativa de prevención de uso de sustancias psicoactivas de acuerdo con lo señalado en la estrategia C, línea de política numero 1, de las estrategias para mejorar la salud mental del Plan Nacional de Salud Pública del Ministerio de Protección Social. 3. Indicar a la Sala si le ha brindado algún tipo de atención a Gloria Patricia Erazo Andrade relacionado con su problema de alcoholismo. Segundo.- ORDENAR a la Secretaría General de esta Corporación que ponga en conocimiento al Ministerio de la Protección Social, a la gobernación del Valle del Cauca y la alcaldía de Cali el contenido del expediente de tutela T1984121, para que dentro de los cinco días siguientes a la notificación del presente Auto, dichas entidades se pronuncien acerca de las pretensiones y del problema jurídico que plantea la aludida acción de tutela. Tercero.- .A través de la Secretaría de esta Corporación SOLICITAR al Ministerio de Protección Social que en el término de cinco (05) días hábiles siguientes a la comunicación de este auto, se sirva: 1. Indicar a la Sala si existen en el país actualmente programas para la recuperación de personas con problemas de adicción a sustancias psicoactivas. 2. Indicar a la Sala qué programas para la recuperación de personas con problemas de adicción a sustancias psicoactivas han sido establecidos en cumplimiento del literal e, líneas 2 y 3, de las estrategias para mejorar la salud mental, de la Política Nacional de Salud Pública. 3. Indicar a la Sala cuáles programas se encuentran actualmente en funcionamiento para la recuperación de personas con problemas de adicción a sustancias psicoactivas en el Departamento del Valle del cauca, con el apoyo, coordinación, dirección, acompañamiento o vigilancia de ese Ministerio. 4. Indicar a 14 Sala cuáles programas se encuentran actualmente en funcionamiento para la recuperación de personas con problemas de adicción a sustancias psicoactivas en el Departamento del Valle del cauta, con el apoyo,' coordinación, dirección, acompañamiento o vigilancia de ese Ministerio. Cuarto.- A través de la Secretaría de esta Corporación SOLICITAR al a la gobernación del Valle del Cauca y a la alcaldía de la ciudad de Cali que en el término de cinco (05) días hábiles siguientes a la comunicación de este auto, se sirva: 1. Indicar a la Sala si existen en el en la entidad territorial actualmente programas para la recuperación de personas con problemas de adicción a sustancias psicoactivas. Especificando cada programa, su contenido y los responsables de desarrollarlo. 2. Indicar a la Sala si le ha brindado algún tipo de atención a Gloria Patricia Erazo Andrade relacionado con su problema de alcoholismo, dentro de los programas a cargo del ente territorial." En respuesta a estas solicitudes se recibieron diferentes escritos que se relacionan a continuación y que serán trascritos en los apartes pertinentes de la providencia: • Escrito presentado el 23 de septiembre de 2008 por la Gobernación del Valle del Cauca, Secretaría departamental de Salud. • Escrito presentado el 25 de septiembre de 2008 por la Alcaldía del Cali. • Escrito presentado el 20 de octubre de 2008 por el Ministerio de la Protección Social, Oficina Asesora Jurídica y de Apoyo Legislativo. • Escrito presentado el 23 de octubre de 2008 por EPS Sánitas. 6. Recientemente esta Corporación, en la sentencia T-814 de 2008 (MP Rodrigo Escobar Gil), recogiendo la jurisprudencia constitucional en la materia, afirmó que la atención en salud que se requiera para tratar efectivamente un problema de drogadicción crónica, debe ser brindada por el Sistema integral de, seguridad social en salud, bien a través de las empresas promotoras de salud de los regímenes contributivo y subsidiado o mediante instituciones públicas o privadas que tengan convenio con el Estado. Lo anterior, se justifica en que "quien sufre de fármacodependencia es un sujeto de especial protección estatal, pues a la luz de la Carta Política y de la jurisprudencia constitucional, se trata de una persona que padece una enfermedad que afecta su autonomía y autodeterminación, pone en riesgo su integridad personal 'y perturba su convivencia familiar, laboral y social. "2 2 En esa oportunidad la Corte estudió el caso de un joven que había buscado atención médica por padecer una adicción crónica a la marihuana. Para identificar la; procedencia del amparo constitucional en cada caso concreto, la Corte también reiteró la necesidad de verificar el cumplimiento de algunos requisitos fijados en la jurisprudencia constitucional: (1) que la falta de medicamento o, tratamiento requerido afecte el derecho a la vida en condiciones dignas; (2) que éste haya sido ordenado por un médico adscrito a la E.P.S. a la que se encuentra afiliado el accionante, (3) que no pueda ser reemplazado por otro incluido dentro del Plan Obligatorio de Salud, bajo las similares condiciones de eficiencia y calidad y (4) que la persona que solicita el servicio de salud no cuente con la capacidad económica suficiente para cubrir el costo de éste con cargo a sus propios recursos. 7. En el presente caso no se cumplen dos de los requisitos señalados antes, ya que (2) el tratamiento para alcoholismo no fue ordenado por un médico tratante adscrito a la entidad3 y, (3) su empleador le ha brindado atención eficiente y de calidad, dentro del programa de la Oficina de Seguridad Social, que según consta en el expediente, ha contribuido de manera efectiva a la recuperación de Gloria Patricia Erazo Andrade. Dentro de las pruebas solicitadas en el expediente se ofició a la Alcaldía de Cali para que informara al despacho sobre la existencia de programas para la prevención y el tratamiento de la adicción a sustancias psicotrópicas, de acuerdo con los lineamientos del Plan Nacional de Salud Pública. Además de referirse a este tema, en su intervención la Alcaldía de Cali explicó cuál había sido el acompañamiento brindado a la accionante en calidad de empleador de la misma. Desde que la Alcaldía de Cali identificó el problema de alcoholismo de Gloria Patricia Erazo Andrade ha desarrollado las siguientes actividades: (i) la remitió a la Dirección de Desarrollo Administrativo, Grupo de Seguridad Social, en donde fue evaluada por médicos especialistas que iniciaron un proceso de acompañamiento con la familia, convocando y comprometiendo al núcleo familiar del la accionante 4 (ii) esta Dirección, a su vez, remitió a la accionante a la EPS "Valoración siquiátrica, desintoxicación hospitalaria y terapia de mantenimiento personal y familiar". La EPS efectivamente autorizó valoración por psiquiatría, 5 aún cuando negó el tratamiento de desintoxicación por alcoholismo. (iii) La Alcaldía de Cali trasladó a la accionante al Área de Seguridad Social para poder efectuar un seguimiento más cercano, reinició el seguimiento con el grupo familiar 6 y exploró diferentes alternativas terapéuticas para la patología de la accionante con asesoría de profesionales especializados. 7 Finalmente, se inició tratamiento con el Hospital Universitario del Valle que en informe presentado el 28 de Agosto de 2008 señala: "La paciente continúa asistiendo al Centro de Atención Día de manera cumplida; 1' cumple con las tareas asignadas y ha tenido buena 3 Folios 6 y 7, cuaderno 2. Folio 58, cuaderno 3. 5 Folio 55, cuaderno 3. 6 Folio 28, cuaderno 3. 7 Folio 16, cuaderno 3. 4 integración con el grupo. ¡I En cuanto a su enfermedad la paciente ha presentado una buena evolución con adquisición de conciencia acerca de su enfermedad; niega consumo desde días previos al ingreso al programa. I I Su funcionamiento global ha mejorado. Se continuará con igual manejo. "8 En el mismo sentido, con fecha de julio 3 de 2008, el Coordinador de Seguridad Social Integral presenta un informe al Hospital Siquiátrica Universitario del Valle, en el que indica: "La Coordinación de Seguridad Social, en colaboración con el Comité de Medicina Preventiva de Trabajo le reasignó funciones propias de su trabajo que no le generen desplazamientos fuera de su área de trabajo. I¡ Dentro del desempeño de sus funciones en el horario establecido de lunes a viernes de 1:30 a 5:30 PM no hemos evidenciado recaída o agudización de su patología desde el momento en que dio inicio al tratamiento con ustedes (...) ".9 Por las anteriores razones, reiterando la jurisprudencia constitucional, la Corte negará el amparo solicitado por Gloria Patricia Erazo Andrade. 8. Con todo, esta Sala llama la atención sobre el hecho de que el Plan Nacional de Salud Pública, adoptado por el Decreto 3039 de 2007, define la adicción de sustancias psicoactivas como un problema de salud pública, en las etapas de prevención y tratamiento, involucrando en su prestación al nivel nacional, los entes territoriales y las EPS. Sin embargo, las respuestas allegadas a este despacho demuestran que en ninguno de esos niveles ha cumplido con sus obligaciones en esta materia. 9. El Plan Nacional de Salud Pública fijó entre los Objetivos de las Prioridades Nacionales en Salud para el Periodo 2007 — 2010, la de mejorar la salud mental. La primera meta nacional dentro de este objetivo indica: "Adaptar los planes territoriales. a la política nacional de salud mental y de reducción del consumo de sustancia psicoactivas en 100% de las entidades territoriales (Línea de base: 0%. Fuente: direcciones territoriales de salud 2006)." Dentro de las Estrategias para mejorar la salud mental, la Línea de política número 1, llamada Promoción de la salud y la calidad de vida, incluye varios ítems relacionados con la formulación e implementación de políticas relacionadas con la reducción del consumo de sustancias psicoactivas: a. Conformación de mecanismos de coordinación y articulación local intersectorial para la formulación y seguimiento de las políticas y planes de salud mental y de reducción del consumo de sustancias psicoactivas. (...) c. Apoyar las iniciativas actuales para la salud mental y reducción de sustancias psicoactivas otros actores locales, la construcción conjunta de nuevas propuestas, buscando sinergias y sincronías junto a las 8 9 Folio 1, cuaderno 3. 9 Folio 2, cuaderno 3. entidades promotoras de salud EPS, Ministerio de Educación, Ministerio del, Interior y Justicia, Ministerio de Cultura y Deporte, secretarías de desarrollo social, personerías, organizaciones internacionales y organizaciones de base comunitaria. Por su parte, las Líneas de política números 2 y 3, llamadas Prevención de los riesgos y recuperación y superación de los daños en la salud, incluyen ya no sólo aspectos relacionados con la prevención sino también con el tratamiento: a. Incorporación del componente de salud mental y de reducción del consumo de sustancias psicoactivas en otros programas sociales y de salud pública relevantes tales como: Atención Integral de las Enfermedades Prevalentes de la Infancia AIEPI, familias en acción, comedores comunitarios, programas de crecimiento y desarrollo, escuelas de familia y escuelas saludables, programas para desplazados. b. Promover la conformación de una red comunitaria en salud mental y prevención del consumo de sustancias psicoactivas que favorezca el tratamiento integral en salud mental, participación de la familia y grupos de auto' ayuda. (...) c. Garantizar el acceso a diagnóstico temprano y tratamiento, y al suministro de medicamentos. 10. Ahora bien, el Ministerio de Protección Social en su intervención ante este despacho, señaló sobre el desarrollo del Plan Nacional de Salud Pública: "este Ministerio ha venido adelantando las siguientes acciones para garantizar el acceso al diagnóstico temprano y al tratamiento y al suministro de medicamentos (...) • Guías de atención de urgencias en salud mental (en trámite de impresión.) • Guías de atención en salud mental en situaciones de emergencias y desastres (En validación). • Guías de atención de trastornos de mayor prevalencia: Depresión, Ansiedad, Alcoholismo, Suicidio, Trastornos de Conducta y Aprendizaje de niños (En elaboración ) • Modelo de estrategia de atención primaria en salud mental para el SGSSS (en elaboración) • Instrumentos de Tamizaje en salud mental, para la identificación temprana de problemas de salud mental y consumo de drogas (En validación)" Sin embargo, sobre la existencia de programas para la recuperación de personas con problemas de adicción a sustancias psicoactivas, señaló: "El Departamento del Valle (Secretaría de Salud Departamental) mediante convenios interadministrativos de prestación de servicios con la ESE Hospital Psiquiátrico Universitario del Valle, cuenta con el contrato 0051 de febrero 25 de 2008 (...)II De igual manera, el Departamento del Valle mediante convenio interadministrativo de prestación de servicios con el Hospital Universitario del Valle, Evaristo García (...) se destinan para prestación de servicios de salud mental (...) 11 Finalmente y para la atención de pacientes crónicos de larga estancia, el Departamento del Valle cuanta con contratos de prestación de servicios con los Hospitales siquiátricas de Pasto: San Rafael y Nuestra señora del Perpetuo Socorro (...)." Por su parte, la Gobernación del Valle del Cauca indicó: "La Secretaría Departamental de Salud del Valle del Cauca, no tiene programa como tal para atender a personas con problemas de alcoholismo (...)." La Alcaldía de Cali, si bien demostró un amplio y efectivo programa en relación con la salud ocupacional de sus empleados, indicó que actualmente carece de programas en funcionamiento para la ciudadanía sobre tratamiento y prevención de consumo de sustancias psicoactivas, en el marco del Plan Nacional de Salud Pública: "A la fecha no existe una atención específicamente dirigida a problemáticas de atención en sustancias psicoactivas lo que plantea hacer acuerdos con las EPS para acciones parciales que son complementadas por las familias o fondos de bienestar de las empresas que facilitan los recursos para esta atención. Es importante resaltar que en el orden nacional se esta estudiando en la CRES (Comisión de Regulación en Salud) la inclusión de eventos de Salud Mental (Entre otras el consumo de sustancias psicoactivas) en la UPC del POS. Y en el nivel Municipal se está construyendo el Modelo de Atención en Salud Mental, que se articula a uno de los productos del Plan Municipal Cali Actuando frente a las Drogas: A Diciembre de 2011 (...)." Finalmente, sobre éste mismo punto EPS Sanitas afirmó: "las EPS estamos trabajando armónicamente con el Ministerio de Protección Social y con los entes territoriales en la construcción del Plan de Salud, que está realmente en fase de documentación. (...)" Lo anterior muestra que el Ministerio de la Protección Social, los entes territoriales involucrados y la Entidad Promotora de Salud, han desarrollado, por lo menos incipientemente, la Política Nacional de Salud Pública en los componentes relacionados con la prevención y la recuperación de problemas relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, desconociendo las obligaciones fijadas en este sentido en dicha política. Esto resulta aún mas preocupante si se tiene en cuenta que para la ejecución del Plan Nacional de Salud Pública existen recursos destinados y que la situación, según el diagnóstico del propio Plan Nacional de Salud, es crítica: "En cuanto al abuso y dependencia de sustancias psicoactivas, este mismo estudio muestra que la prevalencia de vida de trastornos por sustancias psicoactivas en mayores de 18 años es del 10,6%, siendo el abuso de alcohol el principal problema con una prevalencia de vida de 6,7%, lo que indica que uno de cada 15 colombianos abusa del alcohol. Por otra parte, una de cada 100 personas abusa de sustancias ilegales y una de cada 200 tiene dependencia de éstas; siendo las drogas de mayor prevalencia de vida la marihuana en un 11,1%, seguida de la cocaína en 3,7% y los tranquilizantes en 2,6%. I De particular interés, resulta el consumo de sustancias psicoactivas entre los jóvenes ,escolarizados entre, los 12 y 17 anos de edad. Los estudios en este subgrupo de población muestran altas prevalencias de vida de consumo de cigarrillo (51,4 hombres y 41,8 mujeres) y alcohol (77,9 en hombres y 72,5 en mujeres), con un promedio de edad de inicio para estas dos sustancias de 12,7 años (…)”. Por estas razones, en la parte resolutiva de esta providencia se prevendrá a estas instituciones para que, en el menor tiempo posible, de acuerdo con sus competencias, desarrollen el Plan Nacional de Salud Pública, particularmente en lo relacionado con el Objetivo 4. En mérito de lo anterior, la Sala Segunda de Revisión de la Corte Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución, RESUELVE Primero.- Confirmar la sentencia proferida por el Juzgado Doce Civil del Circuito de Cali que negó la tutela de los derechos fundamentales de Gloria Patricia Erazo Andrade por las razones expuestas en la parte motiva de esta providencia. Segundo.-. Prevenir al Ministerio de Protección Social, a la Gobernación del Valle del Cauca, a la Alcaldía de Cali y a EPS Sanitas, para que, en el menor tiempo posible, desarrollen el Plan Nacional de Salud Pública en los que se refiere al Objetivo 4, de acuerdo con sus competencias. Tercero.- Para garantizar la efectividad de la acción de tutela, el Juzgado Trece Civil Municipal de Cali notificará esta sentencia dentro del término de cinco días después de haber recibido la comunicación, de conformidad con el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991 Cuarto.- Líbrese por Secretaría General la comunicación prevista en el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991. Cópiese, notifíquele, comuníquese, publíquese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cúmplase. MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA Magistrado JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO Magistrado RODRIGO ESCOBAR GIL Magistrado MARTHA VICTORIA SACHICA MÉNDEZ Secretaria General CORTE CONSTITUCIONAL Sentencia C-1063/08 Bogotá, D.C., veintinueve (29) de octubre de dos mil ocho (2008) Referencia: expediente D-7246 Demandante: Nixon Torres Carcamo Ley 1164 de 2007, artículos 18, parcial, 23 parcial, 24, parcial y 25. Magistrado ponente Dr. MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA La Sala Plena de la Corte Constitucional, en cumplimiento de sus atribuciones constitucionales y de los requisitos y de los trámites establecidos en el Decreto 2067 de 1991, ha proferido la siguiente, SENTENCIA I. ANTECEDENTES En ejercicio de la acción pública consagrada en el artículo 241 de la Constitución, el ciudadano Nixon Torres Carcamo presentó acción de inconstitucionalidad para que declare inexequible los artículos 18, parcial, 23 parcial, 24, parcial y 25 de la Ley 1164 de 2007. La demanda fue admitida por el Magistrado ponente mediante auto de 25 de abril de 2008. II. NORMAS DEMANDADAS A continuación se transcribe el texto de las normas acusadas, resaltando las partes demandadas: LEY 1164 de 2007 por la cual se dictan disposiciones en materia del Talento Humano en Salud CAPÍTULO IV DEL EJERCICIO DE LAS PROFESIONES Y DE LAS OCUPACIONES DEL TALENTO HUMANO EN SALUD Artículo 18. Requisitos para el ejercicio de las profesiones y ocupaciones del área de la salud. Las profesiones y ocupaciones del área de la salud se entienden reguladas a partir de la presente ley, por tanto, el ejercicio de las mismas requiere el cumplimiento de los siguientes requisitos: 1. Acreditar una de las siguientes condiciones académicas: a) Título otorgado por una institución de educación superior legalmente reconocida, para el personal en salud con formación en educación superior (técnico, tecnólogo, profesional, especialización, magíster, doctorado), en los términos señalados en la Ley 30 de 1992, o la norma que la modifique adicione o sustituya; b) Certificado otorgado por una institución de educación no formal, legalmente reconocida, para el personal auxiliar en el área de la salud, en los términos establecidos en la Ley 115 de 1994 y sus reglamentarios; c) Convalidación en el caso de títulos o certificados obtenidos en el extranjero de acuerdo a las normas vigentes. Cuando existan convenios o tratados internacionales sobre reciprocidad de estudios la convalidación se acogerá a lo estipulado en estos. 2. Estar certificado mediante la inscripción en el Registro Único Nacional. Parágrafo 1°. El personal de salud que actualmente se encuentre autorizado para ejercer una profesión u ocupación contará con un periodo de tres (3) años para certificarse mediante la inscripción en el Registro Único Nacional. Parágrafo 2°. Quienes a la vigencia de la presente ley se encuentren ejerciendo competencias propias de especialidades, subespecialidades y ocupaciones del área de la salud sin el título o certificado correspondiente, contarán por una sola vez con un período de tres años para acreditar la norma de competencia académica correspondiente expedida por una institución legalmente reconocida por el Estado. Parágrafo 3°. Al personal extranjero de salud que ingrese al país en misiones científicas o de prestación de servicios con carácter humanitario, social o investigativo, se le otorgará permiso transitorio para ejercer, por el término de duración de la misión, la cual no debe superar los seis (6) meses. En casos excepcionales y debidamente demostrados el término señalado en el presente artículo podrá ser prorrogado de acuerdo con el programa a desarrollar y la reglamentación que para tal efecto se expida. Este permiso será expedido directamente por el Ministerio de la Protección Social o a través de los colegios de profesionales que tengan funciones públicas delegadas de acuerdo a la reglamentación que para el efecto expida el Ministerio de la Protección Social. Parágrafo 4°. En casos de estado de emergencia sanitaria legalmente declarada, el Ministerio de la Protección Social, podrá autorizar en forma transitoria, el ejercicio de las profesiones, especialidades y ocupaciones, teniendo en cuenta para este caso las necesidades del país y la suficiencia del talento humano que se requiere para garantizar un adecuado acceso a los servicios de salud. […] Artículo 23. Del Registro Único Nacional del Talento Humano en Salud. Créase el Registro Único Nacional del Talento Humano en Salud consistente en la inscripción que se haga al Sistema de Información previamente definido, del personal de salud que cumpla con los requisitos establecidos para ejercer como lo señala la presente ley, proceso con el cual se entiende que dicho personal se encuentra certificado para el ejercicio de la profesión u ocupación, por el período que la reglamentación así lo determine. En este registro se deberá señalar además la información sobre las sanciones del personal en salud que reporten los Tribunales de Ética y Bioética según el caso; autoridades competentes o los particulares a quienes se les deleguen las funciones públicas. Artículo 24. De la identificación única del Talento Humano en Salud. Al personal de la salud debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación única Nacional del Talento Humano en Salud, la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley. El valor de la expedición de la Tarjeta Profesional será el equivalente a cinco (5) salarios diarios mínimos legases vigentes a la fecha de la mencionada solicitud. Artículo 25. Recertificación del Talento Humano en Salud. Para garantizar la idoneidad permanente de los egresados de los programas de educación en salud, habrá un proceso de recertificación como mecanismo para garantizar el cumplimiento de los criterios de calidad del personal en la prestación de los servicios de salud. El proceso de recertificación por cada profesión y ocupación, es individual y obligatorio en el territorio nacional y se otorgará por el mismo período de la certificación. Parágrafo 1°. El proceso de recertificación de los profesionales será realizado por los colegios profesionales con funciones públicas delegadas de conformidad con la reglamentación que para los efectos expida el Ministerio de la Protección Social quien ejercerá la segunda instancia en estos procesos. En caso de que una profesión no tenga colegios con funciones públicas delegadas estas serán efectuadas por el Ministerio de la Protección Social. Parágrafo 2°. Una vez establecido el proceso de recertificación las Instituciones que presten servicios de salud deberán adoptar las medidas necesarias para que el personal de salud que labore en la entidad, cumpla con este requisito.” III. DEMANDA Nixon Torres Carcamo presentó acción de tutela contra los artículos 18, 23 y 24, parciales, y 25, integralmente, de la Ley 1164 de 2007, sobre el talento humano en salud, por considerar que dichas normas violan los artículos 53, 13, 25 y 26 de la Constitución Política. La demanda se estructura con base en tres argumentos. En primer lugar, considera que las disposiciones acusadas violan los artículos 53 y 13 de la Constitución Política, porque atentan contra “la estabilidad en el empleo y los derechos adquiridos del los trabajadores en el sector salud, toda vez que el sinnúmero de profesionales, técnicos y auxiliares que hoy están vinculados tanto en el sector público o privado desarrollando labores propias del campo de la salud, y que se encuentran acreditados para el desempeño de sus actividades, constituyéndose el estar desarrollando hoy normalmente sus labores en un derecho adquirido.” Para la demanda, la obligación de certificarse, para poder continuar desarrollando su profesión u oficio, se ven sometidos a “la imposición de unos nuevos requisitos para poder seguir desarrollando su actividad […] se les impone la obligatoriedad de demostrar que son aptos para el trabajo que han venido desarrollando y para los nuevos pensum académicos y las horas de práctica que se les exige para poder graduarse […] deben someterse a otros requerimientos académicos que si no los aprueban, no pueden desarrollar la profesión u oficio, para [el] que previamente ya [se] habían habilitado.” Se trata entonces, se sostiene, de un trato discriminatorio que viola la igualdad. Para la demanda, “las normas demandadas someten a un trato discrimina[torio] a los trabajadores del sector salud, ya sean profesionales técnicos o auxiliares, toda vez que a diferencia de distintas áreas laborales del sector público o privado, son sometidos de forma periódica a un procedimiento legal de certificarse o recertificarse, para poder seguir desarrollando sus profesiones u ocupaciones […]”. En segundo lugar, considera que las normas acusadas violan el derecho al trabajo (artículo 25 de la Constitución Política). A su juicio, al ser éste un derecho fundamental, goza de la protección del Estado en todas sus modalidades. Menos aún, por supuesto, le es dado al Estado obstaculizar el derecho “estableciendo requisitos que trastocan la posibilidad de que los trabajadores de la salud, puedan seguir trabajando”. Finalmente, el demandante considera que las normas acusadas violan el artículo 26 de la Constitución Política, “en el sentido que desde la regulación legal para el ejercicio de las profesiones u ocupaciones en el sector salud, se establecen mayores restricciones para escoger profesión en este sector, en la medida que para el ejercicio de profesiones y ocupaciones en las ciencias de la salud, con respecto a las demás profesiones u ocupaciones de otras áreas laborales y del conocimiento, no se hace exigible requisito distinto de idoneidad, como el de cumplir con unos pensum académicos y horas de prácticas necesarias para obtener título o certificación de profesión u oficio, a partir de los apartes demandados, es necesario, adicional de obtener un título de formación, certificarse o recertificarse para el ejercicio de la respectiva profesión u oficio, limitando el desarrollo de este derecho fundamental, a escoger libremente profesión u oficio. || Además, con los aspectos demandados de la Ley 1164 de 2007, se limita la libertad de escogencia de la profesión u oficio por parte de las nuevas generaciones de jóvenes colombianos, al establecérseles como requisito permanente y de forma periódica, que para poder ejercer una profesión u oficio en el sector salud, deben certificarse y recertificarse en su idoneidad, cuando en otras profesiones y oficios está exigencia es inexistente.” La demanda solicita que se declare la inconstitucionalidad del parágrafo 1 del numeral 2 del artículo 18, los apartes de los artículos 23 y 24 demandados, y el artículo 25 de la Ley 1164 de 2007. IV. INTERVENCIONES 1. Ministerio de la Protección Social El Ministerio de la Protección Social, por medio de apoderado, participó en el proceso de la referencia para defender la constitucionalidad de las disposiciones legales acusadas. En primer lugar, el Ministerio establece cuál fue el origen y sentido de la norma. Señala que su aparición se propició como una respuesta a la recomendación del estudio Plan Multidisciplinario para la modernización de la educación, capacitación y entrenamiento en salud de 2002, en el cual se advierte, entre otras cosas, que “(…) se requiere diseñar y poner en marcha mecanismos para institucionalizar la recertificación periódica de especialistas como un instrumento de carácter obligatorio que promueva la actualización permanente de conocimientos, destrezas y competencias profesionales en función de asegurar niveles altos de aptitud profesional.”40[1] Para el Ministerio, los cambios científicos y tecnológicos que se dan dentro de las profesiones del área de la salud y la producción de nuevo conocimiento, demandan la actualización permanente del personal de salud, por lo que la recertificación es un mecanismo mediante el cual el Estado garantiza la idoneidad de dicho personal a lo largo de su ejercicio. El demandante alega que se viola el derecho al trabajo porque se dificulta la realización de las profesiones y ocupaciones, en la medida que se priva del 40[1] En el estudio Plan a largo plazo Los recursos humanos en Colombia, balance, competencias y perspectivas, del Ministerio (2002), indicó al respecto: “Certificación es el proceso por el cual una universidad aprobada por el gobierno avala, mediante el otorgamiento de un diploma y acta de grado, que un estudiante ha cursado los programas de preparación y que cumplió con los requisitos exigidos por ella. La recertificación es el resultado de un acto por el que una entidad competente, a merced de criterios preestablecidos, asegura que un profesional de las salud debidamente inscrito y previamente certificado, mantiene actualizados sus conocimientos y habilidades y ha desarrollado sus actividades profesionales dentro del marco ético adecuado, propios de la especialidad o actividad que desarrolla.” derecho a ejercer la propia labor como consecuencia del incumplimiento de la recertificación obligatoria. El Ministerio considera que las normas acusadas no violan la Constitución Política “por el solo hecho de cumplir con la obligación que tiene el Estado de ejercer el control y vigilancia sobre el ejercicio de las profesiones con más impacto y riesgo social, adviértase que el sector de la salud es el campo con más compromiso en la comunidad, toda vez que interviene en la salud humana y por ende en la vida e integridad de las personas.” A su juicio, “mal podría estimarse que la recertificación busca la restricción de la profesión o limita el derecho al trabajo, pues al rompe se vislumbra que su único fin es asegurar que un profesional de la salud debidamente inscrito y previamente certificado, mantiene actualizados sus conocimientos y habilidades y ha desarrollado sus actividades profesionales dentro del marco ético adecuado, propios de la especialidad o actividad que desarrolla, objetivo en el cual nada interviene la capacidad económica de los profesionales o dedicados al sector de la salud o la alta oferta de talento humano, pues la obligación de todo individuo idóneo es la actualización de sus conocimientos la excelente praxis de su ocupación. Así, no puede disfrazarse la impericia, la negligencia o el desconocimiento en la supuesta protección de derechos fundamentales que en nada resultan vulnerados y sí por el contrario que garantizan a la sociedad, beneficiaria al final, del ejercicio adecuado de una profesión u ocupación que incide en su vida y su salud. Finalmente, el Ministerio considera que los requisitos exigidos no constituyen una nueva causal de despido justo, como lo sugiere el demandante. Considera que esta posición se da en tanto se “confunde las causales de justa causa de despido con las exigencias técnicas para el ejercicio de la profesión, la cual demanda la calidad técnica en la prestación de un servicio, y que desde la misma Constitución Política se establece por razones de la prevalencia del interés general. Igualmente, se debe traer a colación las causales de justa causa de terminación del contrato establecidas en los artículos 62 y 63 del Código Sustantivo del Trabajo, donde en el literal A, numeral 13 se refiere que constituye justa causa ‘la ineptitud del trabajador para realizar la labor encomendada’. Luego entonces, la causal que determina la terminación del contrato unilateralmente, en razón a la ineptitud, entendida esta como la inhabilidad, falta de aptitud o de capacidad para ejercer un trabajo, cobija todos los escenarios donde se predique la falta de idoneidad del trabajador. Así pues, si el personal de salud, se profesión u oficio, no cumple con las calidades exigidas en la ley para el ejercicio de la misma, no es apto para realizar la labor encomendada. Ello se adecua a la justa causa ya establecida en la ley y no constituye la configuración de una nueva justa causa de despido.” 2. Intervenciones ciudadanas Varios ciudadanos participaron en el proceso de la referencia para solicitar a la Corte Constitucional que declarara inexequibles las normas acusadas por la demanda, con base en los mismos tres argumentos en que ella se sustenta. Estos escritos, iguales entre sí, fueron presentados por doscientas personas, en su mayoría mujeres. Adicionalmente, Luz Mariela Agudelo Álvarez, en su calidad de Presidenta de la Junta Directiva Nacional de ANDEC (Asociación Nacional de Enfermeras Certificadas), también apoyó la demanda, con base en los mismos argumentos.41[2] En resumen estos tres argumentos son: (i) considerar que las disposiciones acusadas violan los artículos 53 y 13 de la Constitución Política, porque atentan contra “la estabilidad en el empleo y los derechos adquiridos del los trabajadores en el sector salud (…)”; (ii) considerar que las normas acusadas violan el derecho El expediente consta de un cuaderno principal y seis cuadernos adicionales con las más de 200 intervenciones ciudadanas. 41[2] al trabajo (artículo 25 de la Constitución Política) al establecer “requisitos que trastocan la posibilidad de que los trabajadores de la salud, puedan seguir trabajando”; y (iii) considerar que las normas acusadas violan el artículo 26 de la Constitución Política, “en el sentido que desde la regulación legal para el ejercicio de las profesiones u ocupaciones en el sector salud, se establecen mayores restricciones para escoger profesión en este sector (…)”. V. CONCEPTO DEL PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN El Procurador General de la Nación participó en el proceso de la referencia, mediante el concepto N° 4564, para solicitar la inexequibilidad parcial de una de las normas acusadas, la exequibilidad condicionada de una de ellas y la exequibilidad simple para el resto de ellas. Concretamente, solicita que se declare inexequible la expresión ‘y obligatorio’ del artículo 25 de la Ley 1164 de 2007; que se declare exequible el parágrafo 1º y el numeral 2º del artículo 18 de la misma Ley, ‘bajo el entendido que la inscripción ante el Registro Único Nacional del personal de la salud será en forma voluntaria; y, finalmente, declarar exequible la expresión “por el periodo que la reglamentación así lo determine” contenida en el artículo 23, y la frase “debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación Única Nacional del Talento Humano en Salud, la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley” que se encuentra en el artículo 24 de la Ley 1164, por los cargos de la demanda. 1. El Procurador General de la Nación considera que la exigencia de la certificación y recertificación de los profesionales y técnicos de la salud en forma periódica y obligatoria, repentinamente, vulnera el derecho al trabajo y la libertad de ejercer profesión u oficios a los que integran o desean integrar dicho sector, además de poner en riesgo la posibilidad de garantizar a las personas el goce efectivo del derecho a la salud, por falta de profesionales. Para sustentar su posición, el Procurador retoma el concepto con el cual participó dentro de otro proceso de constitucionalidad [Expediente D-7182, demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 10, literal (d) y parágrafo 1 (parcial), y los artículos 24 (parcial) y 25 de la Ley 1164 de 2007], por considerar que los cargos son “idénticos a los que se anidan en el expediente actual”. En aquella ocasión, a propósito de los cargos contra los artículos 24 y 25 de la Ley 1164 de 2007, se conceptuó que “(…) si bien la intención del legislador de proveer la mejor formación, capacitación e idoneidad de los profesionales de la salud es un fin legítimo y constitucional, en especial porque esta finalidad redunda en el mejoramiento del servicio y en la atención de calidad para la población en general, la aprobación de la recertificación sin un exigente análisis del entorno laboral de los médicos, las barreras para su capacitación, la oferta real educativa, su costo, flexibilidad académica, diversidad, plantean serios inconvenientes en la aplicación y eficacia de la ley.”42[3] Luego de citar la importancia que en el control constitucional tiene la valoración de la ‘aplicación de la ley’43[4] y de resaltar los aspectos que sobre el talento humano Señaló al respecto el Procurador: “(…) el accionante concatena razones sólidas de gran contundencia sobre los efectos que acarrearía la aplicación del requisito obligatorio de la recertificación periódica, si a la par, tal exigencia no es acompañada de una política pública educativa que diversifique, amplíe, controle, la oferta de educación en el área de la medicina. || Las pruebas documentales presentadas por parte del accionante delatan carencias profundas en el análisis que el legislador debió realizar para prevenir, medir y disminuir, en el previsible impacto social que la ley traería en el sector salud y en últimas a la sociedad en general.” 43[4] El concepto del Procurador cita la sentencia C-160 de 1999. 42[3] dejó de lado la ley demandada,44[5] el director del Ministerio Público sostuvo en aquella ocasión que “(…) la magnitud y prontitud de los cambios deseados por el legislador respecto al mejoramiento de la calidad y desempeño del talento humano en salud, no pueden actuar como excusa para que su inserción en el ordenamiento jurídico se libere del entorno social, económico, educativo, que rodea a la población profesional que debe su cumplimiento.” Para el Procurador, “el legislador no realizó una adecuada ponderación entre la finalidad de la ley y la idoneidad de las medidas implementadas para la obtención de tales fines. Es así que la obligatoriedad impuesta en la recertificación obligatoria, sin una política pública educativa para el sector de la salud, que se encuentre en plena armonía con la ley, podría generar efectos contrarios a los que inspiran al legislador. De modo que los sanos principios insertos en la Ley como equidad, solidaridad, ética, integralidad, concertación, unidad, efectividad (art. 2º) se ven falseados por las condiciones que en un marco coercitivo hace recaer, en la parte más débil, el profesional de la salud, la responsabilidad del correcto funcionamiento de servicios en los que interactúan otros grupos como las Entidades Prestadoras de Salud, y sectores, como el educativo (…)”. En conclusión, el Procurador consideró “que la recertificación obligatoria, sin el marco normativo adecuado para su debido cumplimiento, por parte de los profesionales de la salud, pone en riesgo derechos sociales que implican a toda la sociedad, como lo son los artículos 48 y 49 constitucionales.” Adicionalmente, sostuvo que “desde la óptica del usuario del servicio de salud, se lograría, también, el efecto no deseado: la disminución del número de profesionales para atender las necesidades de las personas que requieren de los servicios médicos. Lo que desconoce el acceso a la atención de la salud como un servicio público a cargo del Estado, y la garantía ‘a todas las personas al acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud’ (art. 49 de la Carta).” Con base en las razones anteriores, el Procurador solicita a la Corte Constitucional que declare la inexequibilidad de la expresión ‘y obligatorio’ contenida en el artículo 25 de la Ley 1164 de 2007. 2. Con relación a los otros cargos que presenta el ciudadano Nixon Torres en su demanda contra el parágrafo 1º y el numeral 2º del artículo 18; la expresión “por el periodo que la reglamentación así lo determine” contenida en el artículo 23, y la frase ‘debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación única Nacional del Talento Humano en Salud, la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley’ que se encuentra en el artículo 24, el Procurador considera que éstos pierden sentido “en caso de ser acogida la solicitud que previamente ha hecho este despacho a la Corte Constitucional en el sentido de declarar inconstitucional la palabra ‘y obligatorio’ del artículo 25 de la Ley 1164 de 2007.” Al respecto, el concepto sostiene lo siguiente, 44[5] Dice el concepto citado por el Procurador: “En el presente caso, de los argumentos ofrecidos por el accionante se logran deducir algunos de los temas que debieron ser analizados e incorporados en la ley como elementos que integran el talento humano: 1. Un estudio sobre la oferta educativa a nivel de postgrado y doctorado del sector de la salud en el que se analizaran los criterios de admisión, la oferta real de cupos, su calidad, como instrumento para determinar si el sector se encuentra en capacidad de atender, respetando los altos criterios de calidad que inspiran a la ley, la indiscutible demanda de capacitación que ordena la misma para los profesionales de la salud. || 2. Determinar, en la misma ley, la prohibición del uso de prácticas discriminatorias como criterio de selección para la admisión a los programas de salud, en especial respecto a la edad, género, condición social o económica. || Sobre este último aspecto el legislador debió proponerse metas específicas en cuanto a la ampliación y diversificación de la oferta educativa superior ofrecida por las Universidades Públicas. || 3. Establecer criterios específicos orientadores para los Colegios Profesionales en el ejercicio de las facultades públicas delegadas. || 4. Establecer políticas de movilidad educativa para los estudiantes y docentes del área de salud mediante la creación de convenios y acuerdos entre Universidades Públicas y Privadas, nacionales e internacionales.” “(…) la principal derivación de la lectura propuesta por el Ministerio Público a la Corte Constitucional es que todas las normas de la Ley 1164 que hacen mención de la recertificación para los profesionales a la salud se verán reinterpretadas bajo la luz que busca imprimirle la ley de talento humano al gremio, pero, bajo el entendido que las condiciones de calidad e idoneidad que deben caracterizar a dichos profesionales y técnicos es deseable, siempre y cuando suceda en forma gradual, concertada y facultativa para los involucrados.” En consecuencia, respecto a la expresión “por el periodo que la reglamentación así lo determine” contenida en el artículo 23, y la frase “debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación Única Nacional del Talento Humano en Salud, la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley” que se encuentra en el artículo 24 de la Ley 1164, el Ministerio Público solicita la exequibilidad por los cargos de la demanda. VI. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS 1. Competencia De conformidad con lo dispuesto en el artículo 241, numeral 4º, de la Constitución Política, la Corte Constitucional es competente para conocer y decidir definitivamente sobre las demandas de inconstitucionalidad contra normas de rango legal, como las acusadas. 2. Reiteración de jurisprudencia El problema jurídico planteado en la presente demanda ya fue resuelto por la Corte Constitucional en un proceso previamente decidido. 2.1. En efecto, en la demanda de la referencia plantea el siguiente problema jurídico: ¿desconoce el legislador el derecho a la salud de todos y el derecho al trabajo y la libertad de escoger profesión u oficio de las personas que laboran en el sector de la salud, al crear un sistema de certificación y recertificación obligatorio en el sector? 2.2. Concretamente, el demandante alega que tales derechos constitucionales son violados por el legislador, (i) al establecer como ‘requisito para ejercer las profesiones y ocupaciones del área de la salud’ estar ‘certificado mediante la inscripción en el Registro Único Nacional’, dando un plazo de 3 años a las personas actualmente autorizadas para certificarse (numeral 2 y parágrafo 1° del artículo 18 de la Ley 1164 de 2007); (ii) al indicar que la reglamentación será la que defina el período durante el cual las profesiones y las ocupaciones (artículo 23 de la Ley 1164 de 2007); (iii) al crear un mecanismo de identificación único para la profesiones y ocupaciones de la salud, ligado al proceso de certificación y recertificación profesional obligatorio impuesto por la propia ley (artículo 24 de la Ley 1164 de 2007); y finalmente, (iv) al establecer un proceso de recertificación obligatorio, definido y creado por el Ministerio de la Protección Social (artículo 25 de la Ley 1164 de 2007). Cosa juzgada respecto del artículo 25, en su integridad, y el artículo 24, en una de sus partes 2.3. Recientemente, en la sentencia C-756 de 2008, la Corte Constitucional estudió una demanda en contra de varias normas de la Ley 1164 de 2007, por cargos parecidos a los estudiados en el presente proceso.45[6] La demanda planteó dos problemas jurídicos, a saber, (i) “¿la imposición del proceso de recertificación de los profesionales en salud debe ser regulado mediante ley estatutaria?” y (ii) “¿la recertificación obligatoria, individual y periódica desconoce los derechos al trabajo y a escoger profesión de los profesionales de la salud?” 2.4. Con relación al primero de los problemas, según el cual, el Congreso de la República no podía regular las profesiones y ocupaciones del sector de la salud, mediante una ley aprobada con el trámite legislativo ordinario (esto es, entre otros requisitos, que la propuesta cuente con el respaldo, al menos, de la mayoría simple de cada Cámara), sino con el trámite de ley estatutaria (esto es, al menos con el voto favorable de la mayoría absoluta de cada Cámara), la Corte Constitucional encontró válido el reclamo presentado por la demanda analizada en la sentencia C-756 de 2008. 2.4.1. Siguiendo su jurisprudencia al respecto, la Corte Constitucional decidió que “las disposiciones acusadas (…) fueron aprobadas mediante ley ordinaria a pesar de que regulaban el núcleo esencial de los derechos a ejercer la profesión y al trabajo de los profesionales de la salud, por lo que debían ser tramitadas mediante ley estatutaria.” 2.4.2. Para la Corte las normas de la Ley 1164 de 2007 analizadas en la sentencia en cuestión, crean una regulación que “toca el núcleo esencial de los derechos fundamentales a ejercer las profesiones en las áreas de la salud y al trabajo”, por tres razones. (i) “Esos derechos fundamentales se identifican con la autorización que el Estado brinda a su titular de desempeñar la profesión después de acreditar el cumplimiento de requisitos y condiciones para obtener el título de idoneidad. Entonces, como las normas acusadas se dirigen a restringir el ejercicio de la profesión previamente autorizada, es claro que el proceso de recertificación posterior al grado toca el núcleo esencial del derecho.” (ii) “El mínimo de contenido del derecho a ejercer la profesión está relacionado con la facultad que tiene el profesional de desempeñar trabajos relacionados con la disciplina que escogió para desarrollar su vida económica, social y espiritual. De este modo, si la ley somete al profesional a un proceso de recertificación como único instrumento para continuar el ejercicio de la profesión, es lógico que se refiere al núcleo esencial de los derechos fundamentales consagrados en los artículos 25 y 26 de la Constitución”. (iii) “Tanto el derecho al trabajo como al ejercicio profesional se caracterizan por imponer al Estado garantías que no sólo faciliten su desempeño, sino que permitan márgenes razonables de estabilidad, pues es lógico que el ejercicio de un trabajo o un empleo profesionalmente calificado otorga tranquilidad y relativa seguridad para proveer las necesidades y para realizar las aspiraciones económicas personales y familiares de su titular. […] el proceso de recertificación objeto de estudio podría impedir el ejercicio de la profesión y podría generar el retiro del empleo de los profesionales en las áreas de la salud, lo cual también demuestra que, desde esa perspectiva, la regulación de ese título de idoneidad refiere el núcleo esencial de los derechos fundamentales al trabajo y al ejercicio de la profesión.” 2.4.3. Así pues, por esas razones, la Corte Constitucional decidió en la sentencia C-756 de 2008 que el “legislador ordinario no era competente para regular el proceso de recertificación sobre la idoneidad del personal de salud con educación superior, en tanto que ésta atañe al núcleo esencial de derechos fundamentales y, por lo tanto, esa regulación está sometida a la reserva de ley estatutaria, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 152, literal a, de la Constitución.” En 45[6] En la sentencia C-756 de 2008 (MP Marco Gerardo Monroy Cabra), la Corte estudió una demanda contra los artículos 10, literal d y parágrafo 1º (parcial), 24 (parcial) y 25 de la Ley 1164 de 2007. consecuencia, resolvió declarar la inexequibilidad de la totalidad del artículo 25; del literal d) del artículo 10 y de la expresión “e implementar el proceso de recertificación dentro de los seis (6) meses siguientes a la expedición de la presente ley”, contenida en el parágrafo 1º del artículo 10 de la Ley 1164 de 2007 y de la expresión “y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley” del artículo 24 de la misma ley. Teniendo en cuenta esta decisión, la Corte no entró a estudiar y analizar el segundo problema jurídico planteado por la demanda en aquella ocasión. 2.5. Las normas de la Ley 1164 de 2007 que fueron demandadas en el presente proceso se pueden dividir en dos grupos. Aquellas que ya fueron estudiadas por la Corte Constitucional y sobre las cuales existe una decisión de fondo en la sentencia C-756 de 2008 acerca de su exequibilidad, y aquellas sobre las cuales no existe tal tipo de pronunciamiento, pero sí pueden ser analizadas a la luz de lo establecido en dicho precedente constitucional. 2.5.1. Dentro del primer grupo se encuentran los artículos 24 y 25 de la Ley 1164 de 2007, en los cuales existe una decisión de fondo, y por tanto, lo que le corresponde a la Corte es estarse a lo resuelto. 2.5.1.1. El artículo 25, que contempla el proceso de ‘recertificación del Talento Humano en salud’ fue demandado en su integridad, tanto en el presente proceso (D-7246), como en aquel que dio lugar a la sentencia C-756 de 2008 (D-7182). En la medida que en esta sentencia se resolvió, entre otras cosas, declarar la inexequibilidad de la totalidad del artículo 25, corresponde a la Corte estarse a lo resuelto en aquella decisión judicial. Así se decidirá en la parte resolutiva. 2.5.1.2. El artículo 24, que crea la Tarjeta de ‘identificación única del Talento Humano en Salud’, fue demandado parcialmente también en el presente proceso (D-7246) y en aquel que dio lugar a la sentencia C-756 de 2008 (D-7182). No obstante en dicha ocasión se demandó una parte menor del texto de la que se estudia en el presente proceso, como se muestra a continuación; Proceso D-7182 (sentencia C-756 de 2008) Artículo 24. De la identificación única del talento humano en salud. Al personal de la salud debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación Única Nacional del Talento Humano en Salud, la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley. El valor de la expedición de la Tarjeta Profesional será el equivalente a cinco (5) salarios diarios mínimos legales vigentes a la fecha de la mencionada Proceso D-7246 (sentencia C-XXX de 2008) Artículo 24. De la identificación única del talento humano en salud. Al personal de la salud debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación Única Nacional del Talento Humano en Salud, la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley. El valor de la expedición de la Tarjeta Profesional será el equivalente a cinco (5) salarios diarios mínimos legales vigentes a la fecha de la mencionada solicitud. solicitud. Es decir, en la demanda analizada en la sentencia C-756 de 2008, sólo se cuestionó la constitucionalidad de que el legislador dispusiera que la tarjeta de identificación del talento humano en salud, debiera ser actualizada de acuerdo con el proceso de recertificación. En la segunda demanda se cuestiona esa misma parte del artículo y, adicionalmente, la exigencia de que la tarjeta de identificación tenga como requisito el estar ‘debidamente certificado’, así como la existencia misma de la tarjeta, en los términos de la Ley 1164 de 2007. En la medida que la Corte Constitucional en la sentencia C-756 de 2008 resolvió, entre otras cosas, declarar inexequible la expresión “y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley” del artículo 24, la norma debe ser reconsiderada en su versión actual, a saber, Artículo 24.– De la identificación única del talento humano en salud. Al personal de la salud debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación Única Nacional del Talento Humano en Salud, la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación. El valor de la expedición de la Tarjeta Profesional será el equivalente a cinco (5) salarios diarios mínimos legales vigentes a la fecha de la mencionada solicitud. Teniendo en cuenta que el nuevo proceso de certificación y recertificación de las profesiones y oficios del área de la salud introducido por la Ley 1164 de 2007 fue declarado inconstitucional, es claro que la expresión ‘debidamente certificado’ del artículo 24 ya no hace referencia a ese proceso de recertificación declarado inexequible. Debe pues entenderse, que esa ‘debida certificación’ hace referencia al sistema actualmente vigente para cada una de las profesiones u oficios respectivos. De forma similar, la vigencia de la tarjeta a la cual se hace referencia en el artículo, ya no puede entenderse que está ligada al proceso de recertificación. Así pues, el sentido según el cual el artículo 24 acusado podía constituir una violación al derecho al trabajo y a la libertad de escoger profesión u oficio, por condicionar el desempeño de quienes laboran en el área de la salud dejó de existir con ocasión a la sentencia C-756 de 2008. En conclusión, teniendo en cuenta que la demanda de la referencia acusaba el sentido normativo del artículo 24 de la Ley 1164 de 2007 antes de que éste hubiese sido declarado inconstitucional, y que tal sentido normativo fue declarado inexequible luego de dicha decisión judicial, la Corte Constitucional se estará a lo resuelto en la sentencia C-756 de 2008, con relación a la expresión ‘y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley’ contenida en el artículo 24 de la Ley 1164 de 2007, pero declarará exequible la expresión ‘debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación Única Nacional del Talento Humano en Salud, contenida en el mismo artículo, por los cargos analizados. No obstante, la expresión “la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación” será declarada inexequible puesto que alude específicamente a la consecuencia directa de un sistema de recertificación: la vigencia definida del certificado. Por lo tanto, será el legislador estatutario el que habrá de regular la vigencia de los certificados cuando diseñe un sistema de recertificación. Aplicación del precedente a los artículos 18 y 23 acusados. 2.5.2. El segundo grupo de normas acusadas es el de aquellas que también se refieren al proceso de recertificación del talento humano en salud, pero que no fueron estudiadas o analizadas en la sentencia C-756 de 2008; a saber, los artículos 18 y 23 de la Ley 1164 de 2007, ambos acusados parcialmente. 2.5.2.1. El artículo 18 de la Ley 1164 de 2007 establece dos requisitos para el ejercicio de las profesiones y ocupaciones del área de la salud. Estar acreditado académicamente de acuerdo a lo allí indicado (numeral 1 del artículo), y ‘estar certificado mediante la inscripción en el Registro Único Nacional’ (numeral 2 de la misma norma). El primero de los requisitos consiste en que la persona demuestre que obtuvo un título o un certificado, en una institución de educación formal o no formal, nacional o extranjera.46[7] El segundo de los requisitos consiste en estar inscrito en el registro único nacional. 2.5.2.2. De acuerdo con el artículo 23 de la Ley 1164 de 2007, se crea el Registro Único nacional del talento humano, consistente en ‘la inscripción que se haga al Sistema de Información previamente definido, del personal de salud que cumpla con los requisitos establecidos para ejercer como lo señala la presente ley, proceso con el cual se entiende que dicho personal se encuentra certificado para el ejercicio de la profesión u ocupación, por el período que la reglamentación así lo determine. En este registro se deberá señalar además la información sobre las sanciones del personal en salud que reporten los Tribunales de Ética y Bioética según el caso; autoridades competentes o los particulares a quienes se les deleguen las funciones públicas.’ Así, el Registro Único que la Ley 1164 de 2007 crea, es el mecanismo mediante el cual (i) se identifica e individualiza a cada persona que ejerce una profesión u ocupación en el área de la salud, (ii) se verifica que haya cumplido con el requisito académico, (iii) se verifica que se haya ‘recertificado’ –o simplemente certificado, si se trata de la primera vez en la vida que se inscribe la persona en el Registro– y (iv) se hace pública esa información. El Registro es, en gran medida, la herramienta concebida por el legislador para implementar y hacer efectivo el nuevo proceso de recertificación a las personas que laboran en el área de la salud. La estrecha relación que existe entre el Registro y el proceso de recertificación se evidencia, por ejemplo, en el hecho de que la inscripción en el mismo sólo tiene una vigencia temporal, por el tiempo que se haya recertificado a la persona. Esta regla difiere de la legislación que actualmente regula el ejercicio de dicha profesión, que no somete el ejercicio de las profesiones y los oficios en el área de la salud a procesos de recertificación. 2.5.2.3. La demanda acusa a las dos normas citadas –los artículos 18 (parcial) y 23 de la Ley 1164 de 2007– de violar los derechos al trabajo y a la libertad de escoger profesión u oficio. Acusa al artículo 18 de exigir a quien ejerza las profesiones y ocupaciones de la salud ‘estar certificado mediante la inscripción en el Registro Único Nacional’ (numeral segundo), y de obligar al ‘personal de salud que actualmente se encuentre autorizado para ejercer una profesión u ocupación’ a certificarse en ‘un periodo de tres (3) años […] mediante la inscripción en el Registro Único Nacional’. Por otra parte, acusa al artículo 23 de la misma ley, que crea el Registro Único, por considerar que permite a la reglamentación, mediante Ley 1164 de 2007, artículo 18, numeral 1° ‘Acreditar una de las siguientes condiciones académicas: (a) Título otorgado por una institución de educación superior legalmente reconocida, para el personal en salud con formación en educación superior (técnico, tecnólogo, profesional, especialización, magíster, doctorado), en los términos señalados en la Ley 30 de 1992, o la norma que la modifique adicione o sustituya; (b) Certificado otorgado por una institución de educación no formal, legalmente reconocida, para el personal auxiliar en el área de la salud, en los términos establecidos en la Ley 115 de 1994 y sus reglamentarios; (c) Convalidación en el caso de títulos o certificados obtenidos en el extranjero de acuerdo a las normas vigentes. Cuando existan convenios o tratados internacionales sobre reciprocidad de estudios la convalidación se acogerá a lo estipulado en estos.’ 46[7] el proceso de recertificación, limitar, permanente o temporalmente, la autorización para ejercer una profesión u oficio en el área de la salud. 2.5.2.4. Ahora bien, en la medida en que la Corte Constitucional declaró inexequible el proceso recertificación oficial periódica, creado por la Ley 1164 de 2007 en el sector de la salud, quedan sin sustento las normas de esa misma Ley, (i) que convierten en prerrequisito del ejercicio de las profesiones y oficios de la salud el cumplimiento de dicho proceso de recertificación (artículo 18, numeral 2° y parágrafo 1°), y (ii) que obligan a que el registro único que se haga de los profesionales indique el tiempo por el cual la persona se encuentra recertificado para desempeñar su profesión u oficio. Así pues, siguiendo el precedente según la cual el legislador ordinario no era competente para regular el proceso de recertificación sobre la idoneidad del personal de salud –en tanto que ésta atañe al núcleo esencial de derechos fundamentales y, por lo tanto, esa regulación está sometida a la reserva de ley estatutaria–, esta Corporación considera que las normas acusadas violan la Constitución. 2.5.2.5. Al proferir la sentencia C-756 de 2008, la Corte Constitucional fue clara en señalar que la inconstitucionalidad del proceso de recertificación que había contemplado la Ley 1164 de 2007 sobre el talento humano en salud, obedece a que se reguló por una ley ordinaria –no por una ley estatutaria- el núcleo del derecho fundamental citado puesto que la consecuencia de la ausencia de recertificación es la exclusión del ejercicio de la profesión, ocupación u oficio. Dijo al respecto la sentencia, “(…) la Sala reitera que la inconstitucionalidad que se ha constatado de la consagración de la recertificación para los profesionales de la salud no reside en el hecho de que el legislador hubiere excedido su facultad de inspección y vigilancia sobre las profesiones o que la Corte no hubiere reconocido la potestad para exigir títulos de idoneidad cuando el ejercicio de las mismas genera riesgos sociales, puesto que podría ser válido constitucionalmente que el legislador cambie, modifique o renueve los requisitos para el ejercicio de una profesión. El problema de las disposiciones acusadas se circunscribe al hecho de que fueron aprobadas mediante ley ordinaria a pesar de que regulaban el núcleo esencial de los derechos a ejercer la profesión y al trabajo de los profesionales de la salud, por lo que debían ser tramitadas mediante ley estatutaria.” No se trata pues de un reproche contra una determinada medida legislativa, sino contra el hecho de que ésta sea adoptada por el Congreso sin contar con el respaldo de la mayoría absoluta de ambas cámaras, y de acuerdo a las formalidades propias del trámite de una ley estatutaria. Por lo tanto, compete al legislador estatutario decidir si establece un sistema de recertificación con miras a verificar que quienes se graduaron hace varios, o muchos años, han actualizado sus conocimientos y mantienen las condiciones de idoneidad profesional en el ámbito de la salud. También compete al legislador estatutario configurar las características del sistema de recertificación y determinar las consecuencias de no obtener dicha recertificación. Así pues, si el legislador estatutario decide crear un sistema de recertificación, corresponderá a éste definir, entre otras cosas, lo que se refiere a fijar los plazos de vigencia de dicha certificación. En conclusión, la Corte Constitucional se estará a lo resuelto en la sentencia C756 de 2008 que declaró la inexequibilidad de la totalidad del artículo 25 de la Ley 1164 de 2007, y de la expresión ‘y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley’ contenida en el artículo 24 de la misma Ley. Declarará exequible la expresión ‘debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación Única Nacional del Talento Humano en Salud’ contenida en el mismo artículo 24, por los cargos analizados. Y, finalmente, declarara inexequibles el numeral 2° y el parágrafo 1° del artículo 18 de la Ley 1164 de 2007, la expresión ‘, por el período que la reglamentación así lo determine’, contenida en el artículo 23 de la misma Ley y la expresión ‘, la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación’ contenida en el artículo 24, también de la Ley 1164 de 2007. VII. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, la Sala Plena de la Corte Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la Constitución, RESUELVE Primero.- ESTARSE A LO RESUELTO en la sentencia C-756 de 2008, en cuanto a la declaración de inexequibilidad de la totalidad del artículo 25 de la Ley 1164 de 2007, y de la expresión y será actualizada con base en el cumplimiento del proceso de recertificación estipulado en la presente ley’ contenida en el artículo 24 de la misma Ley. Segundo.- DECLARAR EXEQUIBLE la expresión ‘debidamente certificado se le expedirá una tarjeta como Identificación Única Nacional del Talento Humano en Salud’ contenida en el artículo 24 de la Ley 1164 de 2007, por los cargos analizados en la presente sentencia. Tercero.- DECLARAR INEXEQUIBLES el numeral 2° y el parágrafo 1° del artículo 18 de la Ley 1164 de 2007; así como las expresiones ‘por el período que la reglamentación así lo determine’, contenida en el artículo 23 de la misma Ley y ‘, la cual tendrá una vigencia definida previamente para cada profesión y ocupación’ contenida en el artículo 24, también de la Ley 1164 de 2007. Cópiese, notifíquese, comuníquese, insértese en la Gaceta de la Corte Constitucional, cúmplase y archívese el expediente. HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO Presidente JAIME ARAUJO RENTERÍA Magistrado MANUEL JOSÉ CEPEDA ESPINOSA Magistrado JAIME CÓRDOBA TRIVIÑO Magistrado RODRIGO ESCOBAR GIL Magistrado MAURICIO GONZALEZ CUERVO Magistrado Impedimento aceptado MARCO GERARDO MONROY CABRA Magistrado NILSON PINILLA PINILLA Magistrado CLARA INÉS VARGAS HERNÁNDEZ Magistrada MARTHA VICTORIA SACHICA MENDEZ Secretaria General ***