FORMACIÓN PARA LA DIMENSIÓN AFECTIVO-SEXUAL 1. Introducción general 2. Teniendo en cuenta que lo afectivo siempre lleva implícito lo sexual, el título “afectivo-sexual” pudiera resultar redundante; a pesar de ello, hemos optado por éste para hacer hincapié en la sexualidad de nuestra corporalidad que tiñe de manera específica toda nuestra afectividad. Las nuevas problemáticas que presenta la cultura exigen hoy atender de manera específica a esta dimensión de la formación. 3. Este aspecto se ha vuelto especialmente urgente ante los resultados que han arrojado los estudios hechos en torno a las motivaciones que están detrás de las salidas de muchos de nuestros compañeros que han dejado la Compañía en los últimos años. 4. Para nosotros como formadores jesuitas, la tarea principal que se nos ha encomendado está relacionada con el desarrollo espiritual y el crecimiento integral de nuestros formandos a diversos niveles y en distintas dimensiones. 5. Lo afectivo sexual es en estos momentos de nuestra historia, una dimensión de especial importancia en la formación, dado lo que el joven debe afrontar y vivir en su contexto social, como también en su mundo interior y exterior. 6. Vivimos en una sociedad que no brinda suficiente contención a las personas en todo lo que se refiere a la vida sexual. Hoy la contención debe provenir del mismo sujeto y de la adhesión que viva respecto a determinados valores. En la misma ciudad conviven muchos códigos y grupos heterogéneos. La integración no viene de fuera o promovida desde fuera. La persona debe hacer la integración de distintos códigos y referentes en grupos distintos en los que se relaciona y participa1. 7. Comprendemos aquí lo afectivo como la dimensión que abarca los sentimientos, las emociones, lo corporal, los vínculos y las relaciones que tiene el joven tanto consigo mismo, como con Dios y con los demás. Otros aspectos como lo cognitivo, lo psicosomático, los estados de ánimo, lo motivacional, etc. pertenecen también al mismo contexto pero para el propósito de este documento no tendrán la primacía de nuestra atención. 8. La formación que promueve la Compañía de Jesús para sus miembros busca, entre otras cosas, fomentar y acompañar la integración afectiva 1 Benjamín González Buelta recogía que en nuestros jóvenes coexisten dimensiones medievales, modernas y postmodernas. Son muchachos que tienen una religiosidad popular proveniente de sus abuelos, se mueven en el mundo moderno que parece regir los procesos académicos y en la cultura postmoderna que manejan los medios de comunicación. en todas las dimensiones de la vida. Se busca desencadenar seis procesos de integración fundamentales, como persona, como creyente, como jesuita, como profesional y como apóstol en cuerpo. 2 2 Aquí seguimos al plan de formación de la Provincia Mexicana. Cuando en la Introducción cap. IV hablan de “Los procesos de formación” especifican el significado de los seis perfiles: persona, creyente, jesuita, profesional, apóstol y de cuerpo. Transcribimos literalmente lo que afirma el plan mencionado. “Perfil de persona. El proceso de ser persona es central porque es un solo sujeto el que experimenta todo lo que reviste la formación. Se trata entonces del proceso de constituirse en un sujeto que esté disponible al resto de procesos. Este perfil podemos describirlo con los siguientes rasgos: capacidad de trabajo y responsabilidad y toma de decisiones; autodirección y orientación; compromisos definitivos; manejo de la culpabilidad; Confianza en sí mismo; Buenos sentimientos en relación a sí mismo; Aceptación realista de los límites que la realidad pone a los deseos, sin frustración; aceptación de la condición humana en toda su contingencia, sin dejarse vencer por la realidad; capacidad de indignación ética y creatividad utópica para responder con solidaridad humana; capacidad de gustar la vida y saber descansar; apertura a la amistad y disponibilidad para encontrarse con el otro y disfrutar su presencia como un tú libre y diferente, sin dependencias ni deseo de controlar. Perfil de creyente. En este proceso queremos señalar el crecimiento del sujeto como seguidor de Jesucristo en la Iglesia. El proceso creyente del Jesuita puede describirse con las siguientes características: tener a Dios como absoluto y haber sido tocado por la experiencia del misterio de Dios; experimentarse pecador y llamado al seguimiento de Jesús pobre y humilde, como compañero que comparte su misma misión; ser un hombre de discernimiento, sensible y dócil al Espíritu, al que, en actitud de contemplativo en la acción, le es natural buscar y hallar la voluntad de Dios; estar identificado afectiva y proféticamente con la Iglesia y, con ella, compartir los gozos y esperanzas del mundo actual; ser un hombre de fe que, en medio de las dificultades, mantiene la esperanza. Perfil de Jesuita. Aunque ser jesuita es objetivo de toda formación y está implicado en los otros procesos, cuando hablamos aquí del perfil del Jesuita, queremos señalar el dinamismo de asimilación del carisma y del modo nuestro de proceder propio de la Compañía. Ya han sido descritas varias características a propósito de nuestra identidad. Aquí mencionamos algunas: Conciencia y convicción de ser un pecado llamado al seguimiento de Jesús, bajo el signo de la cruz, con una opción por los pobres y en la libertad de los hijos de Dios; asunción de la misión del servicio de la fe y promoción de la justicia en la pertenencia al cuerpo y la vida de los votos en la Compañía; capacidad de recrear el carisma ignaciano para ajustarlo a las necesidades de cada época y cultura. Perfil de profesional. Con el proceso de profesional hacemos referencia a que el ministerio instruido exige del Jesuita una manera atingente y eficaz de habérselas con el hombre, el mundo y Dios. El momento teórico-reflexivo afecta a la unidad estructural del ser-jesuita al hacer del sistema un sistema abierto que se retroalimenta de las posibilidades teóricas recibidas en orden a una mayor comprensión del hombre, del mundo y de Dios que le llevarán a una praxis amorosa comprometida con la salvación. Los rasgos de este perfil son: estructura de pensamiento para abordar y responder, en diálogo cultural, a los problemas de la época y al contexto particular en que se encuentre; capacidad de análisis para ubicarse en la realidad social que se vive en cada apostolado y desarrollar su aporte con pertinencia; capacidad de reflexionar con profundidad teológica la acción de Dios y sustentarla atropológicamente; definición clara del horizonte particular de su futura especialización y proyección apostólica; capacidad de comunicar la experiencia de fe y la Buena Nueva del Reino; apertura y diálogo con otras disciplinas y puntos de vista. Perfil de apóstol. Con este proceso queremos señalar el itinerario de crecimiento y consolidación del apóstol Jesuita en el desarrollo de sus talentos en el contexto de nuestro carisma y en su entrega al servicio en la misión corporativa. En esa medida, podemos describir el perfil del Jesuita apóstol con las siguientes características: apertura compasiva a las realidades humanas, sociales, culturales, religiosas y materiales para entregarse a ellas con generosidad y buscar su transformación; sensibilidad, solidaridad y opción por los pobres, para trabajar con decisión a favor de ellos al modo de Jesús; capacidad de asumir la misión que se le encomienda y de identificarse con ella con responsabilidad y disponibilidad para ser enviado en el servicio de la fe y la promoción de la justicia; capacidad de diálogo y articulación con otros al conformar un trabajo en equipo; discreción y pertinencia en cuanto al uso de sus capacidades, según sea el mayor servicio; dispuesto a responder a las necesidades de la realidad, y a integrarse al Plan Estratégico de la Provincia; capacidad, disposición y entusiasmo para comunicar el Evangelio y la espiritualidad ignaciana. Perfil de Cuerpo. Queremos señalar aquí el proceso de incorporación del Escolar al cuerpo que se va dando en complementariedad dinámica. Esto le irá posibilitando dar lo mejor de sí con la clara conciencia de que su esfuerzo se suma al de otros, a los que se debe como compañeros de Jesús. Esto supone la realización de las siguientes características: que tenga amigos o compañeros en el Señor; que sepa sobrellevar cristiana y fraternalmente empatías, antipatías y diversidad de temperamentos en el trato y convivencia con los demás; que sepa estar inserto en la vida de una comunidad apostólica, con 2 9. Esa integración debe realizarse en los cuatro ámbitos que se consideran propios de la vida de todo jesuita, a saber: vida espiritual, vida comunitaria, intelectual y apostólica. Según las etapas de la formación tomarán relevancia uno u otro de los ámbitos. 10. A lo que apunta el proceso de formación afectivo-sexual es que los jesuitas puedan vivir su consagración religiosa y vida celibataria, no meramente como disponibilidad funcional y disciplinaria, sino como un camino que posibilita una relación vital y profunda con Dios y los hermanos. En este sentido, debemos subrayar que la energía sexual puede ser canalizada hacia la vida espiritual. La continencia sexual es una opción válida como camino hacia Dios. No es un asunto de tiempo o de disponibilidad apostólica, sino que lo fundamental es una forma de canalizar la energía con miras a la búsqueda de Dios que se verifica como realización personal y entrega generosa al prójimo. El celibato no es funcional; el motivo fundamental es espiritual, una forma de profundizar la comunión con Dios. El desafío es cómo promover una espiritualidad que incorpore y no ignore la dimensión sexual de todo ser humano. 2. Elementos fundamentales a tener en cuenta para un buen proceso formativo 11. Selección de candidatos 12. Este aspecto ha sido particularmente recalcado por el P. General en su carta sobre vocaciones de 1997 y retomada en su alocución a la decimotercera asamblea de la CPAL en Santiago de Chile el 25 de abril de 20063: 13. Nuestros formadores 14. En la provincia debe de haber un equipo de formadores que convenga criterios comunes y lleve adelante el plan de formación de la provincia. 15. Posibilitar procesos de inducción para los nuevos formadores. 16. Ofrecer algunos instrumentos psicológicos de autoconocimiento a los formadores. 17. Posibilidad de trabajar la propia historia psico-sexual. 18. Conocer los talleres que se dan a los formandos y participar en ellos en la medida en que el facilitador lo crea conveniente. 19. Participar en el curso de formadores organizado por la CPAL u otros que se ofrezcan. discernimiento y atención a las necesidades de las personas y de la misión; que se vea integrado en la Provincia y corresponsable de su marcha; que esté identificado con la Compañía universal; que muestre apertura a otros en la Iglesia y en el mundo; que sea capaz de aportar al cuerpo y recibir de él.” (pags. 2024) 3 El P. General en su alocución a la Conferencia de Provinciales en Santiago de Chile decía que los candidatos a la Compañía debían ser: personas sanas, equilibradas, de vida sacramental, que hayan enfrentado y asumido los aspectos oscuros de su vida y su sexualidad; jóvenes que amen a la Iglesia y crean en su renovación, con capacidad intelectual para cumplir la formación académica exigida por nuestra misión apostólica. ( cfr. Alocución del P. General en Santiago de Chile, Mayo 2006) 3 20. Que haya convicción en el equipo de formadores sobre el valor y la necesidad de diversos talleres. 21. Conocer los documentos públicos y confidenciales de la Compañía referentes a la castidad. 22. Que el formador cuente con un par en la casa con quien hablar. 23. Contar con un asesor o profesional con quien compartir. 24. Que los formadores tengan una buena formación teológica. 25. Plan de formación Provincial 26. Se considera fundamental que las Provincias tengan un proyecto o plan de formación incluso en la dimensión afectivo-sexual. La coherencia de criterios entre los formadores es fundamental para el buen desarrollo de los estudiantes. Los formadores deben asumir el marco y la planificación que la provincia establece. 27. Ese plan general para la formación debería contener básicamente: un marco general de la formación, la consideración particular de cada una de las etapas y su gradualidad, un equipo de formadores que pueda implementar el plan, y algunas actividades concretas que lo posibiliten. Entre otras, consideramos importante señalar la realización de talleres y seminarios que brinden información y dinámicas que permitan la verbalización de sus inquietudes y problemáticas. 28. Plan de vida personal y comunitaria que promueva naturalmente la integración afectiva 29. Tiene que haber ciertas estructuras de vida comunitaria que promuevan ciertos hábitos que reflejen con claridad las prioridades de la Compañía de Jesús. Los espacios de encuentro y vida común deben ser cuidados según la etapa en que se encuentren. Tiene que haber un estilo de vida pautado por un plan de vida comunitario que promueva lo que la Compañía considera fundamental para el proceso de formación. Debe haber cosas que no pueden entrar en discusión como por ejemplo, el tiempo para la oración personal y la misa diaria. La disciplina y el orden a nivel personal y comunitario se consideran fundamentales para el buen desarrollo de las dimensiones antes señaladas. 30. En las etapas iniciales ciertas normas y estructuras pueden ser vividas como externas o ajenas. Sabemos que la persona tiene que pasar por una heteronomía para llegar a una verdadera autonomía. Salir de la norma o de la distribución comunitaria supone un diálogo con el formador que se considera oportuno y formativo. 3. Indicadores de una vida afectivo-sexual básicamente sana. 31. Caminando hacia la madurez. Indicadores que tienen una gradualidad según las etapas de formación y las edades de las personas. 4 32. Tener una capacidad básica para adaptarse interior y exteriormente. Ser capaces de hacer cambios y desacomodarse. Ser capaces de apoyarse en la propia mismidad en distintos contextos y situaciones. 33. Asumir la propia realidad objetiva y responsablemente. Personas que no vuelquen lo propio en el exterior. Que no tiendan estructuralmente a buscar todas las causas de los propios conflictos en los otros o en las circunstancias. 34. Capacidad de aplazar, posponer o de no necesitar la gratificación inmediata de las propias necesidades y deseos. Capacidad de elaborar las propias frustraciones. 35. Plasticidad en el uso de los mecanismos de defensa. Los mecanismos de defensa más comunes son: proyección, racionalización, compensación, intelectualización, negación, evitación. 36. Capacidad de interesarse por la vida y querer muchas personas, ideas y lugares. 37. Capacidad para la soledad para sostener y contener lo propio. Logra estar solo quién ha sido o es suficientemente acompañado. 38. Hombres de deseos y esperanza para favorecer la creatividad, el entusiasmo y la construcción de alternativas para mejorar lo existente y el desarrollo de las propias potencialidades. 4. Desarrollo afectivo sexual a lo largo de las etapas de formación Etapa Criterios Actividades Formadores Otros Pre-noviciado - Madurez propia de la edad - Conocimiento inicial de su historia afectivo-sexual - Sana capacidad de relacionarse interpersonalmente con ambos sexos - Gusto y capacidad para la vida comunitaria - Disposición para el trabajo en equipo - Capacidad inicial de confiar su proceso a otra persona con transparencia - Disposición de salir de sí mismo: vocación a la vida - Capacidad de independencia de la familia - Psicodiagnóstico integral de la personalidad y seguimiento según cada caso - Autobiografía, historia afectivosexual - Taller de sexualidad: información y lenguaje básicos, tematización de su propia experiencia afectivo-sexual4 - Experiencia en una comunidad jesuita - Participación en algún apostolado - Compartir la experiencia personal en grupo - Tener experiencias de convivencia grupal - Tener claro el mapa afectivo-sexual propio - Manejar conceptos básicos de psicosexualidad - Capacidad de indagar en la historia de las personas con respeto pero sin ingenuidad - Capacidad de conocer empáticamente el mundo del joven y al joven concreto - Contar con un equipo de psicólogos y psiquiatras competentes Noviciado - A partir de la experiencia de los Ejercicios Espirituales dar un salto cualitativo en el autoconocimiento y aceptación - Curso sobre la castidad en la Compañía - Retomar la - Manejar la - Equipo de transferencia y la formación contratransferencia con - Apertura empática a presencia de 4 Kevin Flaherty ofrece un taller sobre esto. 5 afectivo-sexual - Desarrollar una sana autoestima - Valoración y experiencia positiva del celibato en la Compañía - Descubrir y trabajar los bloqueos afectivo-sexuales - Experiencia de la soledad como fuente de creatividad - Asumir y elaborar la propia orientación sexual - Integrar el cuerpo a la experiencia espiritual - Capacidad de establecer relaciones de amistad profundas con los compañeros - Capacidad de criticar y de asumir críticas constructivamente - Encaminarse a una capacidad sana de renuncia y abnegación - Voluntad de optar por la Compañía de manera definitiva - Capacidad comprobada para trabajar en equipo - Capacidad comprobada para vivir en comunidad - Capacidad de establecer nuevas relaciones afectivas - Capacidad de asumir rupturas afectivo-sexuales - Capacidad de establecer relaciones gratuitas - Aprender a descansar individual y comunitariamente - Aprender a querer a la Compañía - Aprender a tener una relación afectiva y personal con Dios Postnoviciado: - Capacidad de presentarse escolares socialmente como jesuita (juniorado y - Capacidad de asumir una vida filosofado) y rutinaria hermanos - Capacidad de crecer en el señorío de sí mismo - Establecer relaciones afectivas desde su identidad como jesuita - Cuando se recuperen las relaciones afectivas anteriores hacerlo desde la nueva identidad como jesuita - Manejar situaciones de coqueteo, relaciones románticas, enamoramiento - Tomar conciencia y hacerse responsable de límites personales y profesionales - Asumir una vida de dimensión afectivosexual a través de un taller apropiado - Desarrollar actividades que promuevan la psicomotricidad y la creatividad (deporte, danza, disciplinas orientales, etc.) - Realizar experiencias de corrección fraterna - Compartir con jesuitas formados que den testimonio de una sana integración de lo afectivo-sexual - Auto- y heteroevaluación diferentes orientaciones sexuales - Convivir cercanamente con los novicios - Actualización constante sobre la sensibilidad y visión del mundo de los jóvenes - Capacidad para manejar diferencias y conflictos comunitarios - Capacidad de confrontar con claridad y cercanía - Informar adecuadamente al superior de la nueva etapa sobre cada formando un jesuita mayor que edifique a los novicios - Taller de límites profesionales - Acompañamiento profesional en caso necesario - Experiencias de corrección fraterna - Experiencias de discernimiento personal compartido - Diseñar un claro proyecto comunitario - Diseñar un claro proyecto personal de vida - Auto- y heteroevaluación - Actividades que desarrollen la - Presencia cercana - Contar con un del superior equipo de - Manejar la psicólogos y transferencia y la psiquiatras contratransferencia competentes - Apertura empática a diferentes orientaciones sexuales - Actualización constante sobre la sensibilidad y visión del mundo de los jóvenes - Capacidad para manejar diferencias y conflictos comunitarios - Capacidad de confrontar con 6 responsabilidad profesional psicomotricidad y la claridad y cercanía - Saber descansar individual y creatividad - Informar comunitariamente (deporte, danza, adecuadamente al - Procesar posibles situaciones disciplinas superior de la nueva de desclasamiento social orientales, etc.) etapa sobre cada - Capacidad de dialogar sobre - Desarrollo de una formando posibles abusos de internet sensibilidad estética - Estar informado - Crecer en el amor a la (música, literatura, sobre las Compañía pintura, etc.) Tecnologías de - Desarrollar una relación afectiva - Planear descansos y Información y y personal con Dios vacaciones Comunicación comunitarias (TICs) para no - Taller sobre uso de demonizarlas medios de - Atender al comunicación rendimiento sexualizados académico como un indicador de la integración afectivosexual - Capacidad de diálogo con los cuestionamientos que surgen de la filosofía En los últimos - Crecer en la capacidad para - Ayudar al formando años del irse haciendo cargo de su a hacerse más postnoviciado propio proceso afectivo-sexual responsable de su parece - Asumir la responsabilidad por el proceso afectivoimportante propio comportamiento sexual afectivo-sexual Magisterio: - Desarrollar lazos afectivos con - Taller sobre el - Asegurar un escolares y compañeros de comunidad de protocolo sobre responsable por hermanos otras generaciones abuso sexual de parte de la provincia - Capacidad de trabajar en niños del seguimiento de equipo (con otros jesuitas y con - Taller sobre cultura los maestrillos laicos y laicas) corporativa - Capacidad del - Capacidad de enfrentar y ignaciana superior local de dialogar el éxito y el fracaso (liderazgo, asumir su rol como - Capacidad de integrarse a un pedagogía formador trabajo no diseñado por él ignaciana, - Capacidad de la - Establecer una relación comunicación)5 comunidad de profesional con sus jefes, - Encuentros acompañar al compañeros de trabajo, periódicos de maestrillo subalternos y destinatarios de maestrillos - Asegurar un su trabajo - Psicodiagnóstico al acompañamiento - Capacidad de apasionarse inicio del último año espiritual frecuente apostólicamente de magisterio6 - Capacidad de - Capacidad de llevar con - Diseñar un claro acoger la serenidad la soledad inherente proyecto comunicación sobre al celibato comunitario la vida afectivo- Capacidad de mantener una - Diseñar un claro sexual del maestrillo relación afectiva y personal con proyecto personal Dios de vida - Capacidad de crecer en amor a - Auto- y la Compañía como cuerpo heteroevaluación apostólico y a la Iglesia con sus límites 5 6 Explicar a la comunidad que va a recibir un maestrillo su responsabilidad de cara a éste En Chile, México y Colombia se hacen talleres así. Se trata de algo similar a lo que hace la Provincia de Colombia al inicio de la teología. 7 Teología - Disponibilidad para dialogar sobre el duelo por las rupturas afectivas que supone el fin del magisterio, las posibles “regresiones”, y sobre el reto de volver a una casa de formación - Asumir proactivamente los estudios de teología - Enfrentar el temor de lo definitivo de la ordenación - Capacidad de mantener una relación afectiva madura con la Iglesia jerárquica - Establecer relaciones de intimidad - Profundizar la relación afectiva, personal y comunitaria con Dios especialmente en la celebración de la eucaristía Neosacerdocio (primeros cinco años) - Capacidad de realizar un - Realizar encuentros - Señalar cursos y ministerio gratuito periódicos de neotalleres de - Capacidad de dialogar sobre la sacerdotes formación desilusión y el desencanto que - Cursos y talleres de permanente en el puede aparecer formación ámbito afectivo- Capacidad de formular y permanente en el sexual compartir los conflictos ámbito afectivo- Sensibilidad del afectivos derivados del nuevo sexual superior local a la acceso a la intimidad de las - Taller de problemática del personas y a las tensiones de transferencia, neo-sacerdote las nuevas responsabilidades contratransferencia, - Asegurar un - Capacidad de presentarse involucramiento responsable por socialmente como ministro afectivo8 parte de la provincia ordenado del seguimiento de - Búsqueda activa de los neo-sacerdotes acompañamiento espiritual - Hacerse responsable de su formación continua en el ámbito afectivo-sexual - Capacidad de mantener una relación afectiva y personal con Dios 7 8 - Compartir la - Capacidad de experiencia del acompañar a un magisterio y de lo jesuita más maduro que supone volver a una casa de formación - Mes Arrupe: tratar los documentos confidenciales de la Compañía sobre la castidad y el celibato - Seguimiento del Mes Arrupe (incluir una retroalimentación grupal) - Preparación para el ministerio de la reconciliación (Ad Audiendas) - Taller sobre acompañamiento espiritual7 - Cursos de moral sexual en el estudio de la teología - Diseñar un claro proyecto comunitario - Diseñar un claro proyecto personal de vida - Auto- y heteroevaluación Varias provincias ofrecen cursos al respecto. Colombia tiene uno. 8 Tercera probación - Enteramente reconociendo tanto bien recibido, EN TODO AMAR Y SERVIR 9