VOTO PARTICULAR QUE FORMULA EL MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ EN RELACIÓN CON EL AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014. 1. En sesión de veintitrés de septiembre de dos mil quince, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió el amparo directo en revisión 4227/2014, por mayoría de cuatro votos, en el sentido de revocar la sentencia recurrida y conceder el amparo al quejoso. 2. Para dar las razones que me llevaron a votar en contra del fallo, haré una breve reseña de los antecedentes del caso por ser relevantes para exponer mi punto de vista, y de los motivos dados por la mayoría. I.- Antecedentes. 3. El actor demandó en la vía ordinaria civil, la indemnización por responsabilidad civil objetiva, así como por daño moral, derivadas de un accidente automovilístico en el que estuvo involucrado un vehículo de la sociedad demandada, del cual derivó la incapacidad total permanente para trabajar del actor, así como la pérdida de su sentido del olfato. De la demanda conoció el Juez Segundo Civil de Primera Instancia del Distrito Judicial de El Oro Hidalgo, con residencia en Atlacomulco, Estado de México, quien admitió y radicó la demanda. AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR 4. Al contestar la demanda, la parte demandada opuso la excepción de prescripción de la acción, con el argumento de que habían transcurrido los dos años previstos en el artículo 7.178 del Código civil del Estado de México. 5. El Juez de primera instancia, al dictar la sentencia definitiva acogió la excepción de prescripción, lo que fue confirmado en apelación. 6. En contra de tal determinación, el actor presentó demanda de amparo directo, en la que hizo valer la inconstitucionalidad del artículo 7.178 del Código Civil del Estado de México, de la cual conoció el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, cuyos integrantes resolvieron negar la protección federal solicitada. En la revisión interpuesta contra la sentencia de amparo directo subsiste el tema de la inconstitucionalidad de leyes. II.- Razones de la mayoría 7. En la ejecutoria de la que disiento, luego de considerar incorrecta la determinación de no analizar de fondo el tema de constitucionalidad, se arribó a la conclusión de que el artículo 7.178 del Código Civil del Estado de México se debe interpretar de manera conforme con la Constitución, a fin de considerar que se apega a ésta en la medida en que se considere que el plazo de prescripción de dos años es aplicable cuando los derechos afectados son de carácter patrimonial, mas no cuando se afecten derechos tan fundamentales como la vida, la salud y/o la integridad personal. Al respecto, se determina que en el caso concreto el derecho afectado supera un mero daño patrimonial (al haberse visto involucrado el derecho a la integridad personal), razón por la que no debe atenderse al plazo de prescripción de dos años, sino a la regla general de cinco años, contenida en el artículo 2 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR 7.474 del mismo ordenamiento, decisión que la mayoría respalda en las siguientes afirmaciones: – La distinción normativa establecida en los artículos 7.178 y 7474 del Código Civil del Estado de México, al prever el segundo como regla general de prescripción la de cinco años, y el primero la de dos años para las acciones provenientes de responsabilidad civil, está plenamente justificada en la diferencia en la causa de las obligaciones, pues la regla general tiene lugar en el ámbito de obligaciones contractuales donde las obligaciones están definidas y es factible la prueba a pesar del transcurso del tiempo; a diferencia de la regla especial, que deriva de obligaciones extracontractuales donde las obligaciones no aparecen definidas y las pruebas tienden a ser efímeras. – No basta que esa diferencia en los plazos de prescripción sea razonable, antes bien, es necesario que la propia norma (al interior) sea proporcional con el fin que se busca a través de la declaración de prescripción, relativa a proteger al demandado al evitarle una prolongada espera e incertidumbre jurídica; para lo cual el legislador debió tener en cuenta la naturaleza del derecho en que el actor sustenta su pretensión. – Al respecto, se sostiene que la comisión de un acto ilícito o una responsabilidad civil objetiva puede afectar diferentes tipos de derechos, cuyo daño puede ser de diversa gravedad e intensidad1; de ahí que, si el enunciado normativo no considera esa diferencia 1 En ocasiones, se dijo, el daño sólo trascenderá a aspectos meramente materiales que no dejan de ser de índole pecuniario, es decir la afectación recaerá en un derecho de carácter meramente patrimonial, mientras que en otras, el daño recaerá directamente en la persona, afectando derechos fundamentales que van más allá de lo material, como lo es el derecho a la salud, el cual puede verse afectado en diverso grado e intensidad, pues la afectación a la salud o a la integridad personal, puede ser leve, grave, temporal o definitiva, así puede ser leve y temporal, cuando se sufren lesiones no graves que necesariamente van a sanar; o pueden ser graves y temporales, cuando a pesar de poner en riesgo la vida se acaba por recuperar completamente la salud e integridad; o bien, graves y definitiva, cuando se genera una secuela permanente, como la pérdida de un órgano, una función o una extremidad. 3 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR de grados, la sanción impuesta (prescripción) no necesariamente es proporcional con el fin que busca. – Si bien todos los derechos son importantes, no se puede negar que unos son de mayor entidad, al ser indispensables para el ejercicio de otros, de manera que requieren una mayor protección. El más fundamental de esos derechos –se dijo– es el derecho a la vida, pues de éste depende el ejercicio del resto de los derechos, ya sean fundamentales o patrimoniales. – En consecuencia, si el daño que se produce perjudica el derecho a la vida u otros derechos fundamentales (salud o integridad personal), esa afectación no se puede comparar con la que se refiere a derechos meramente patrimoniales pues, en aquél caso, por razón de orden lógico, el afectado primero se preocupa por recuperar, en la medida de lo posible, su salud y su integridad, y luego, por demandar la reparación del daño causado. En cambio, quienes sólo sufren una afectación a derechos patrimoniales, no tienen esa preocupación, y por lo mismo, están en posibilidad de demandar de manera casi inmediata dicha reparación, por ende, debe concluirse que el plazo de dos años prescrito en la norma impugnada, para que opere la prescripción, sólo es proporcional con el fin que se busca cuando el daño que genera la pretensión del actor se sustenta únicamente en derechos de naturaleza patrimonial, no así cuando el daño se resiente en derechos tan fundamentales como la vida, la salud y/o la integridad personal. – Sobre la base de lo anterior, si en el caso se reclamó la reparación del daño con sustento en la afectación de un derecho tan fundamental como la integridad personal, no puede aplicarse el plazo de prescripción de dos años, sino que debe acudirse a la 4 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR regla general de cinco años; de ahí que la decisión mayoritaria es en el sentido de conceder el amparo para el efecto de que la autoridad responsable inaplique la disposición que prevé dos años para la prescripción, acuda a la regla general y, con plenitud de jurisdicción, resuelva lo conducente. III.- Razones del disenso 8. Considero que el ejercicio interpretativo que dio lugar a la conclusión alcanzada adolece de algunos inconvenientes, pues se apoya en varias premisas que considero inexactas: Primera. El legislador debió distinguir los diferentes tipos de daño generados por el hecho ilícito y, a partir de ello, fijar los plazos de prescripción de acuerdo con el grado de afectación, de manera que la ley debe dar un mayor plazo para ejercer las acciones correspondientes a quienes resienten afectación a sus derechos fundamentales y una menor dilación a los que solamente ven dañados sus derechos patrimoniales. Segunda. El plazo de dos años previsto por el legislador no es razonable o proporcional cuando se han afectado derechos fundamentales. Tercera. Las normas impugnadas no distinguen el tipo de derechos afectados, por ende, dado lo irrazonable del plazo, cabe realizar su interpretación conforme e inaplicarlas. 9. A partir de lo anterior y por razón metodológica, expondré las razones de mi disenso a partir de las interrogantes siguientes: 5 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR – ¿Deben distinguirse los derechos afectados con la comisión del hecho ilícito para resolver cuándo sí debe aplicarse el plazo de dos años y cuándo no? – ¿El plazo de dos años es razonable cuando se trata de la afectación de derechos fundamentales? – ¿La interpretación conforme de una norma legal lleva a su inaplicación? Primera interrogante: ¿Deben distinguirse los derechos afectados con la comisión del hecho ilícito para resolver cuándo sí debe aplicarse el plazo de dos años y cuándo no? 10. Encuentro que la respuesta a tal interrogante es negativa. 11. El fundamento objetivo de la prescripción radica en el hecho de que una prolongada incertidumbre jurídica es contraria al interés social, la incorporación de esa institución a nuestro sistema jurídico atiende a la necesidad de que no permanezcan inciertas indefinidamente las deudas; sin la prescripción, ningún deudor podría estar tranquilo, ni aun después de haber pagado el importe de su crédito; de ahí que la limitación del ejercicio tardío de los derechos constituye una exigencia de la seguridad jurídica. En ese sentido, la prescripción no se dirige a proteger a quien tardíamente ejerce una acción, según los derechos que estén en juego. Esa institución se dirige a evitar la indefinición en el ejercicio del derecho. 12. La razón última de la prescripción radica, entonces, en la espera a que razonablemente puede ser sometido el deudor o sujeto pasivo; esta espera de la pretensión tiene que poseer una duración razonable, dadas las circunstancias, pues la sumisión a una espera indefinida o excesivamente prolongada es inadmisible. En tal virtud, sin perjuicio 6 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR del interés general, a través de la prescripción se tutela un interés individual muy concreto, el interés del sujeto pasivo (deudor). Se considera injusto, y por ello inadmisible, que una persona quede expuesta a pretensiones tardías. 13. Pero, ¿a qué atienden los diferentes plazos de prescripción?, ¿por qué unos son más breves y otros más amplios? 14. Es el conocimiento o desconocimiento de la existencia de la obligación por parte del sujeto pasivo y el tipo de obligación de que se trate, lo que da lugar a los diferentes plazos previstos en la ley. Así, los derechos de crédito presuponen una relación jurídica entre el favorecido y el perjudicado por la prescripción. El acreedor, a quien la prescripción afecta, y el deudor, que se beneficia con ella, se encuentran ligados por una previa relación jurídica, que condiciona en cierta manera el recíproco ejercicio de derechos y cumplimiento de obligaciones. 15. Lo anterior explica por qué los plazos de prescripción, tratándose de obligaciones de carácter contractual, son más amplios (tales obligaciones son las que se ubican en la regla general de cinco años prevista en la legislación mexiquense) pues si en la prescripción se protege el interés del sujeto pasivo de no verse expuesto a reclamaciones antiguas, de las cuales ha perdido la memoria, porque el silencio ha creado una objetiva y razonable confianza de que el derecho o la facultad ya no serían ejercidos, es claro que el conocimiento cierto de que tiene una deuda es difícil de pasar inadvertido por el sujeto pasivo, además de que, seguramente, la conservación de las pruebas del adeudo o de un cumplimiento parcial o total es más probable. 7 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR 16. Esto no ocurre cuando se trata de obligaciones derivadas de una relación extracontractual (o responsabilidad aquiliana) en donde, por principio de cuentas, la persona que cometió el acto ilícito, no tiene un conocimiento real y objetivo de que su conducta haya generado obligaciones de las que en algún momento pueda ser requerido (por ejemplo, del pago de alguna indemnización), es más, la misma situación de que pueda enderezarse una acción de ese tipo es incierta. En este caso, la conservación de cualquier prueba se torna, hasta cierto punto, un tanto más complicada y bien puede afirmarse que el obligado no necesariamente ha de recordar por un lapso prolongado los detalles de su actuación, de manera que se justifica que se imponga un plazo menor para que opere la prescripción y que no se considera razonable que se ubique en el mismo plazo prolongado de cinco años que se aplica a las obligaciones contractuales, porque, se insiste, la prescripción no tiene la finalidad de proteger los derechos del actor, antes bien, la doctrina generalizada la considera como una sanción por el abandono del derecho, encaminada a lograr la seguridad en las relaciones jurídicas derivadas de actos contractuales o extracontractuales. 17. Con base en lo anterior, considero inexacta la proposición formulada en la sentencia mayoritaria, en el sentido de que, en el contenido del artículo 7.178 del Código Civil del Estado de México, que regula el plazo de prescripción en caso de responsabilidad civil extracontractual, el legislador debió distinguir los diferentes tipos de daño generados por el hecho ilícito y, a partir de ello, fijar diferentes plazos de prescripción de acuerdo con el grado de la afectación sufrida por el titular de la acción, de manera que –según la mayoría– la ley debe dar un mayor plazo para ejercer las acciones correspondientes a quienes resienten afectación a sus derechos fundamentales y una menor dilación a los que solamente ven dañados derechos patrimoniales. 8 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR 18. La justificación que consta en esa decisión radica en que las personas que se ubican en los supuestos del artículo 7.178 del Código Civil para el Estado de México, se encuentran en desventaja porque quienes sufren una afectación a derechos tan fundamentales como lo es la vida, la salud y la integridad personal, por razón lógica, primero se preocupan por recuperar, en la medida de lo posible, su salud y su integridad y luego, por demandar cualquier prestación derivada del daño causado, en cambio, quienes sólo sufren una afectación a derechos patrimoniales no tienen esa preocupación y, por lo mismo, están en posibilidad de demandar casi de manera inmediata dicha reparación. 19. La razón de mi disenso descansa en que, desde mi punto de vista, no es el tipo de daño el que justifica el mayor o menor plazo para que opere la prescripción porque, por un lado, la norma no se dirige a proteger al actor ni a garantizar su derecho de acceso a la jurisdicción, antes bien, ese plazo obedece a la espera a que razonablemente puede ser sometido el deudor o sujeto pasivo; además, porque, ante la falta de un plazo diferente, necesariamente debe acudirse a la regla general y esa manera de proceder lleva a desatender el objetivo que se buscaba con el establecimiento de plazos más breves para el caso de responsabilidades extracontractuales. 20. En adición a lo anterior, cabe destacar que en todos los casos en que, con motivo de la comisión de un acto ilícito se genera la responsabilidad civil extracontractual de una persona, queda claro que el sujeto pasivo de ese acto y que es el que ha de demandar la reparación de los daños, conoce que se le causó un quebranto, tiene la certeza de que lo ha sufrido y puede demandar lo que estime justo; sin embargo, el sujeto que ha causado el daño no tiene la certidumbre de que ha der ser demandado, por ello es que el legislador estimó 9 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR necesario el establecimiento del plazo razonable de dos años, como límite para entablar la demanda respectiva. 21. Ahora, si con motivo de la mayor o menor entidad del daño causado, la persona afectada por la comisión del acto ilícito se ve imposibilitada para presentar la demanda por responsabilidad civil, esa situación no debe impactar en el plazo concedido, antes bien, la cuestión a dilucidar cuando sucede ese supuesto específico, será determinar a partir de cuándo debe contabilizarse el plazo de dos años, en cuyo caso el juzgador deberá partir de la base de que el legislador no prevé situaciones extraordinarias y entonces valorar si, ante la excepcionalidad del caso, por ejemplo, no debe iniciar el cómputo a partir de que se causó el daño sino a partir del momento en que el actor estuvo en posibilidad de entablar la demanda. 22. En todo caso, estimo que debieron tomarse en cuenta otros elementos para evidenciar que, la aplicación indiscriminada de la norma, sin valorar la existencia de alguna imposibilidad del actor para presentar su demanda antes de que feneciera el plazo de prescripción o razonar por qué éste debió empezar a contarse a partir de una fecha posterior a la en que se causó el daño, sí puede dar lugar a que ésta se estime inconstitucional; sin embargo, dado que no hubo una valoración de ese tipo que me permitiera adoptar una posición bajo ese análisis, es que no puedo compartir el sentido del proyecto. Segunda interrogante: ¿El plazo de dos años es razonable cuando se trata de la afectación de derechos fundamentales? 23. Considero que sí. 10 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR 24. Aun en el caso en que el análisis sobre la posible transgresión al principio de igualdad, se realice exclusivamente respecto de las personas que se ubican en el plazo de prescripción de dos años (por intentar acciones derivadas de una responsabilidad civil extracontractual), sobre las cuales, en efecto, el legislador no estableció una diferencia normativa atendiendo al daño sufrido (de menor entidad como la patrimonial o de mayor envergadura como la salud, la vida o la integridad personal), no me parece que se justifique la interpretación de inconstitucionalidad que se propone. 25. En relación a esto, encuentro que inclusive en el supuesto de que en el artículo 7.178 del Código Civil mexiquense debiera dar plazos de prescripción diferentes (de acuerdo a los daños que haya ocasionado la persona que incurrió en responsabilidad civil extracontractual), me parece que el plazo de dos años es proporcional y cubre, de manera razonable, todos los posibles supuestos, es decir, sea que solamente se hayan producido daños patrimoniales o bien que éstos hayan sido en la persona del demandante (salud, vida, sentimientos, etcétera), pues si bien ese plazo puede parecer excesivo para quien solamente ocasionó daños patrimoniales, durante el cual el autor del hecho ilícito deberá estar a la expectativa de que pueda ser demandado, constituye un lapso adecuado para quien causó daños de mayor relevancia; de ahí que, si la prescripción negativa se funda en la necesidad que el interés social tiene de que no permanezcan inciertas indefinidamente las deudas, opino que el plazo de dos años es apto para cubrir los múltiples supuestos que pueden generarse a partir de la responsabilidad civil extracontractual. 26. En ese sentido, estimo que la disposición no admite alguna interpretación que pueda considerarse inconstitucional pues, en todo caso, sobre la base de que el legislador prevé situaciones ordinarias, su aplicación se verificará en contextos comunes, en el entendido de 11 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR que, cuando se presenten situaciones extraordinarias en las que haya habido imposibilidad jurídica o material para el ejercicio del derecho, obviamente la norma no deberá ser aplicable o bien, el plazo empezará a transcurrir a partir de que el afectado esté en posibilidad de formular el reclamo correspondiente. Tercera interrogante: ¿En este caso, cabe una interpretación conforme que lleve a la inaplicación de la norma? 27. Finalmente, sobre la propuesta de una interpretación conforme del artículo, opino que el ejercicio que en ese sentido se realiza en la sentencia mayoritaria corresponde a una verdadera declaratoria de inconstitucionalidad que, en su caso, debió dar lugar a la expulsión de la norma del sistema. 28. En efecto, la mayoría de los Señores Ministros que integran la Primera Sala consideró que el artículo 7.178 del Código Civil del Estado de México debía establecer un trato diferenciado para los sujetos pasivos del acto ilícito, según los daños sufridos; luego, dado que la norma no hace tal distinción, la consecuencia lógica era declarar su inconstitucionalidad en ejercicio del control de constitucionalidad concentrado (ante la petición expresa del recurrente), pero no me parece válido afirmar una supuesta interpretación conforme y, a partir de ello inaplicar la disposición, por lo siguiente: 29. La interpretación conforme puede entenderse en sentido amplio o en sentido estricto. En el primer caso, el objeto del ejercicio hermenéutico es el orden jurídico en su totalidad; de manera que el juzgador debe interpretarlo a la luz y conforme a los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los cuales el Estado mexicano sea parte, favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia; en el segundo caso, el objeto de 12 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR interpretación es la norma, en el entendido de que invariablemente, debe partirse de la base de que dicha disposición normativa admite varias interpretaciones jurídicamente válidas, en cuyo caso y a partir de la presunción de constitucionalidad de las leyes, el juzgador debe preferir aquélla que se ajuste en mayor medida a los derechos humanos establecidos en la Constitución y en los tratados internacionales en los que el Estado mexicano sea parte, para evitar incidir o vulnerar el contenido esencial de estos derechos. 30. Ahora, solamente en caso de que esas alternativas no sean posibles, el juzgador debe inaplicar la norma. 31. Según la dinámica apuntada, la inaplicación de la disposición solamente ocurre cuando ésta es contraria a la Constitución o a los Tratados Internacionales de derechos humanos en los que el Estado mexicano sea parte, pues la interpretación conforme siempre va a dar lugar a que el operador jurídico aplique efectivamente la norma pero bajo la interpretación que se estime ajustada al respeto de los derechos humanos2. 32. En el caso analizado por esta Primera Sala, de cuya resolución final difiero, la norma cuestionada no admite dos interpretaciones, pues ésta es contundente en disponer que: “la acción para exigir la reparación de los daños causados, prescribe en dos años contados a partir del día en que se haya causado el daño”; de manera que, introducir un elemento como es la afirmación de que los daños a los que se refiere esa norma son los patrimoniales, no constituye ya una “interpretación” pues conlleva la adición de elementos que la norma no contiene; asimismo, sostener que tal disposición no contempla la situación especial en que se encuentran los sujetos que han sufrido daños a derechos fundamentales o de mayor envergadura y que, por 2 Tales consideraciones son acordes con lo que resolvió el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el asunto Varios 912/2010. 13 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4227/2014 VOTO PARTICULAR ende, no debe aplicarse a ese tipo de casos, implica que implícitamente se ha reconocido su inconstitucionalidad, pues de realizarse una genuina interpretación conforme llevaría a aplicar la disposición bajo la interpretación que se estime ajustada a derecho; sin embargo, ello no ocurrió en el caso, pues la decisión final fue acudir a la regla general de prescripción de cinco años. 33. Por las razones apuntadas, disiento de la conclusión que alcanzó la mayoría de la Sala en la presente sentencia. _______________________________________ MINISTRO JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ _________________________________ LIC. JUAN JOSÉ RUIZ CARREÓN SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA PRIMERA SALA MCM/RMMG 14