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Poder Judicial de la Nación
42.680
“Vilallonga,
Martín Raúl
s/sobreseimiento”
Juzg. N/ 9
Sec. N/ 18
Reg. N/ 533
////////////nos Aires, 9
de junio de 2009.
Y VISTOS Y CONSIDERANDO:
Llegan las presentes actuaciones a conocimiento del tribunal
en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público Fiscal
contra la resolución de fs. 110/2vta. que dispuso sobreseer a Martín Raúl
Vilallonga (art. 336, inciso 3/, del Código Procesal Penal de la Nación).
El Señor juez instructor consideró que correspondía
desvincular a Vilallonga en estas actuaciones a partir de la resolución recaída en
el marco de la causa 8134/08 donde se dispuso dejar sin efecto la extradición de
Carlos Ahumada Kurtz desde que había sido sobreseído por la justicia de
Guanajuato, México, en el juicio de garantías que se le seguía por el delito de
fraude procesal.
El incidentista se agravia pues considera que la conducta
desplegada por Villalonga encuadraría dentro de la figura de encubrimiento
prevista en el artículo 277, primera parte, del Código Penal. Y, al tratarse de un
tipo penal de comisión inmediata, debe tenerse en cuenta que al momento del
hecho enrostrado el pedido de captura se encontraba vigente y que en nada lo
afecta la circunstancia de que posteriormente se lo haya sobreseído en la causa
que se le seguía en jurisdicción mexicana.
La causa se inició el día 30 de mayo de 2008 en virtud del
procedimiento desplegado por personal del Departamento Interpol de la Policía
Federal Argentina a raíz del pedido de captura internacional que registraba
Carlos Ahumada Kurtz. Luego de que personal policial solicitara la presencia del
nombrado a través del portero eléctrico de su vivienda de la calle Riobamba y
que transcurriera más de media hora de espera, habría sido hallado dentro del
vehículo que manejaba Martín Vilallonga -el espacio destinado a baúl-, en el
momento en que salía del garage perteneciente a ese domicilio.
Los Dres. Jorge Luis Ballestero y Eduardo R. Freiler
dijeron:
El comportamiento de Vilallonga hallaría, prima facie,
encuadre legal en el artículo 277 del Código Penal. La discusión se centra en
decidir si la resolución adoptada el 11 de julio de 2008, que dejó sin efecto el
pedido de captura de Kurtz luego de que obtuviera el amparo y protección de la
Justicia de la Unión, tornaría en atípica la conducta que se le enrostra.
La figura en cuestión se encuentra ubicada dentro del título:
“Delitos contra la administración pública” y establece: Art. 277: 1.- “Será
reprimido... el que, tras la comisión de un delito ejecutado por otro, en el que
no hubiere participado: a) Ayudare a alguien a eludir las investigaciones de la
autoridad o a sustraerse a la acción de ésta”.
Se trata, pues, de un delito autónomo, independiente del
principal, aunque sí conexo con éste en la medida en que exige determinados
presupuestos, a saber: “que haya habido un delito anterior, cometido por un
tercero; que la acción haya sido ejecutada sin la existencia de promesa anterior;
sin haber participado en el delito; y después de la comisión del mismo” (ver El
delito de encubrimiento, Alberto Millán, ED. Abeledo - Perrot, ed. 1970, pág.
48).
En el presente caso, no escapa a los suscriptos que la
conducta que habría sido desplegada por el imputado lo fue precisamente en el
marco de la actuación llevada a cabo por personal del mencionado departamento
policial a raíz del pedido de captura internacional que registraba Kurtz por
encontrarse involucrado en un proceso penal en México, lo que habría producido
la lesión al bien jurídico tutelado por el código de fondo. La circunstancia
posterior, en cuanto al sobreseimiento dispuesto en la causa de extraña
jurisdicción, no tiene incidencia en el encubrimiento enrostrado.
Poder Judicial de la Nación
Al respecto, la doctrina enseña: “...el delito de encubrimiento
es, ..., una ofensa a la administración de justicia; consiste en trabar o
entorpecer esa acción por entrometimiento. Ahora bien, la función desplegada
por la justicia en un proceso, el objeto mismo del procedimiento, no es el de
castigar, sino el de esclarecer y declarar la verdad. Esa es la condición previa
a todo pronunciamiento condenatorio o absolutorio, y eso es lo que el
entrometimiento perjudica y lo que la ley quiere tutelar. De ello se deduce que
es indiferente para la existencia del encubrimiento el hecho de que se favorezca
un sujeto que, en definitiva, deberá ser absuelto en el proceso” (Sebastián Soler,
Derecho Penal Argentino, Tomo V, ED. Tea, ed. 1992).
Por otra parte se ha dicho que :“Lo que interesa es que en el
momento de ejecutarse el encubrimiento esté expedita la persecución penal del
delito, cualesquiera que, en este caso, sean los resultados respecto de la
responsabilidad y castigo de los perseguidos. [...] ..., no ponen ni quitan respecto
de la existencia del delito anterior, ni la licitud o ilicitud del hecho, ni la
culpabilidad del autor o partícipe, ni la punibilidad del delito. Pero debe estar
comprobada la existencia de un hecho que aparezca con las formas exteriores
de un delito, cometido en el país o en el extranjero, pero que sea aplicable a
nuestra ley penal.” (Ricardo Nuñez, Tratado de Derecho Penal Argentino, Tomo
V Vol. II, pág. 176/7, Ed. Marcos Lerner Editora Córdoba, ed. 1992).
En dicha inteligencia, consideramos que la conducta
enrostrada a Vilallonga resulta, en principio, típica, lo que conduce a revocar el
sobreseimiento y avanzar en el sentido propiciado por la Fiscalía.
El Dr. Eduardo Farah dijo:
Tras haber relevado lo acontecido a lo largo de este proceso,
entiendo que es otra la decisión que corresponde adoptar.
Tengo en cuenta para ello que, como bien señala el a quo en
el decisorio traído a estudio, una vez determinada la inexistencia de una
conducta penalmente reprochable a Ahumada Kurtz, el hecho endilgado a
Villalonga no es pasible de encuadre bajo el tipo del encubrimiento, por carecer
de uno de sus elementos objetivos, esto es, el delito previo.
Como señala Creus en punto al delito previo, “tiene que ser
un delito que realmente haya existido: el favorecimiento del perseguido por un
delito inexistente o en el que no haya intervenido él, no es típico” (CREUS,
Carlos, “Derecho Penal – Parte Especial”, Tomo 2, 2da. Edición, Ed. Astrea,
Buenos Aires, 1988, p. 352. El resaltado es propio). En la misma dirección se ha
expedido la Cámara Nacional de Casación Penal, al señalar que más allá de ser
un delito autónomo, el encubrimiento requiere, como presupuesto, otro hecho
ilícito preexistente (conf. Sala III CNCP, “Fontalba Mesa, Neres de Jesús y otros
s/recurso de casación”, reg. 343.96, rta. el 24/10/1996). Se ha dicho además
que“el artículo 277 del Código Penal (…) exige la existencia de un delito
anterior debidamente comprobado, entendiéndose por delito anterior cualquier
hecho típico, antijurídico y culpable, previo al encubrimiento”
(Cámara de
Acusación de la Provincia de Córdoba, Causa “Butori, Raúl Aldo”, citada en
DONNA, Edgardo Alberto, “Delitos contra la Administración Pública” 2da.
Edición Actualizada, Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe, 2008, p. 525, las
bastardillas son propias).
En esa inteligencia, no considero que el hecho endilgado a
Villalonga sea típico en los términos de la primera parte del art. 277 del Código
Penal. Sin perjuicio de ello, cabe destacar que tampoco comparto la opinión del
Sr. Juez de Grado en punto a que la conducta desplegada por el encartado no
encuadra en figura legal alguna; en efecto, corresponde orientar la pesquisa en
torno a la posible infracción por parte de Villalonga al segundo inciso del
artículo 241 del código de fondo, que reprime la conducta de quien impide o
estorba a un funcionario público cumplir un acto propio de sus funciones.
Repárese en que, según surge de las constancias obrantes en el legajo, el
encartado habría pretendido impedir a los agentes policiales llevar a cabo las
tareas para las cuales fueron comisionados por el titular del Juzgado Federal N/
9 en el marco de la causa 8.134/08, caratulada “Ahumada Kurtz, Carlos Agustín
s/extradición”. Respecto de este delito, tiene dicho la doctrina que “es todo
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impedimento o estorbo al acto funcional que no se haya realizado con los medios
previstos para el atentado y la resistencia (…) Así, se ha considerado que,
comúnmente, los medios comisivos serán astucias, ardides, trampas (…)”
(CREUS, Carlos, “Derecho Penal – Parte Especial”, Tomo 2, 2da. Edición, Ed.
Astrea, Buenos Aires, 1988, p. 233. En idéntico sentido, D'ALESSIO, Andrés
José “Código Penal Comentado y Anotado”, Tomo 2, Ed. La Ley, Buenos Aires,
2004, p. 775).
Por lo expuesto, voto por revocar la resolución apelada en
todo cuanto decide y ha sido materia de recurso, debiendo profundizarse la
pesquisa en el sentido indicado ut supra.
Por todo lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
REVOCAR la resolución obrante a fs. 110/12 vta. en todo
cuanto decide y fue materia de apelación.
Regístrese, hágase saber y devuélvase a la anterior instancia,
sirviendo la presente de muy atenta nota de envío.
Fdo: Dres. Jorge Luis Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah.
Ante mí: Sebastián Casanello.
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