El rol del psicologo clínico en el ámbito penitenciário. Por el Dr. Mánuel Sáponáro El quehacer del psicólogo clínico inserto en un marco institucional responde a las normativas propias de su campo así como a las del lugar de su inserción. El presente trabajo intenta delimitar el espacio que la institución penitenciaria ofrece al psicólogo clínico. Introducción El quehacer del psicólogo clínico inserto en un marco institucional responde a las normativas propias de su campo así como a las del lugar de su inserción. El entrecruzamiento de ambas no siempre es claro y es en sus fundamentos legales, en sus normativas, que encontraremos una guían a nuestra práctica. Resulta particularmente difícil en el ámbito penitenciario donde se entrecruzan diversos discursos y abordajes a su población. También en él, dos campos dentro de la psicología conviven como es el de criminología y la psicología clínica. Dentro del actuar del psicólogo, se puede diferenciar el ámbito clínico, del jurídico. El ámbito clínico está relacionado al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad en salud mental, mientras que el ámbito jurídico esta relacionado a la inserción del discurso psicológico dentro del campo de la justicia. Por ello dentro de la psicología jurídica se pueden diferenciar campos de aplicación como el forense, el criminológico, etc. Esta sub especialización esta responde al campo de su aplicación. De ser en el ámbito clínico hablaríamos de niños, adultos, etc. Cada ámbito refiere a un recorte cada vez más específico de la población permitiendo una mejor especialización en el mismo, mejorando las técnicas a utilizar y los resultados. El presente trabajo intenta delimitar el espacio que la institución penitencia ofrece al psicólogo clínico así como su campo de intervención. Para ello se abordaran las normativas de las leyes que rigen dicha institución y que tengan implicancia en el quehacer diario del psicólogo. 1. De la institución penitencia y la salud. Según el capítulo 1 de la Ley Orgánica del Servicio Penitenciario Federal (2), el SPF se define como una fuerza de seguridad de la Nación ¨destinada a la custodia y guarda de los procesados, y a la ejecución de las sanciones penales privativas de libertad, de acuerdo con las disposiciones legales y reglamentarias en vigor¨. La inserción en el campo penitenciario de la salud puede encontrarse en el artículo 58 de la ley 24660 (3). Allí refiere que ¨el régimen penitenciario deberá asegurar y promover el bienestar psicofísico de los internos. Para ello implementara medidas de prevención, recuperación y rehabilitación de la salud¨. De esta manera, la inserción del ámbito de la salud en el servicio penitenciario, tiene como fin garantizar un derecho de asistencia las personas privadas de su libertad dentro del ámbito Penitenciario que tiene como fin custodiar la guarda de los ciudadanos procesador y la ejecución de las sanciones penales de los condenados. Es decir, se diferencia del sistema penitenciario como fuerza de seguridad (ejecución de sanciones penales) con la cual convive y se articula. En esta misma línea encontramos la referencia en el Plan Estratégico de Salud Integral en el Servicio Penitenciario Federal (1) del año 2013 que refiere en el punto 2 que: ¨la salud es un derecho para nuestro pueblo y su cuidado es un deber indelegable para el Estado. Las personas privadas de su libertad y a resguardo del Servicio Penitenciario Federal conservan ese derecho¨. Además, Ley 24660 (3) en el capítulo IX artículo 143 refiere que ¨el interno tiene derecho a la salud. Deberá brindársele oportuna asistencia médica integral, no pudiendo ser interferida su accesibilidad a la consulta y a los tratamientos prescriptos. Los estudios diagnósticos, tratamientos y medicamentos indicados, le serán suministrados sin cargo¨. En particular, en el caso que nos compete como psicólogos clínicos, nuestra tarea está enmarcada dentro del campo de la salud por la Ley Nacional de Salud Mental (26657) (6) que refiere: Artículo 1º: ¨La presente ley tiene por objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se encuentren en el territorio nacional, reconocidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos, con jerarquía constitucional….¨ En su artículo 6º: ¨Los servicios y efectores de salud públicos y privados, cualquiera sea la forma jurídica que tengan, deben adecuarse a los principios establecidos en la presente ley¨.