214-2005, 19-2006 Ac. Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las doce horas con veintiún minutos del día dieciséis de octubre de dos mil seis. Los presentes procesos constitucionales acumulados de hábeas corpus fueron iniciados, el primero por los licenciados José Balmore Zelaya Hernández y Edwin Perla Prudencio, a favor del señor Santos Benito Argueta, y el segundo por el licenciado Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala a favor del señor Luís Enrique Argueta Argueta, quienes están siendo procesados en el Juzgado Primero de Instrucción de la ciudad de Sonsonate, por los delitos de Robo Agravado y Privación de Libertad. Leído el proceso y considerando: I.- Los impetrantes señalan que los favorecidos se encuentran privados ilegalmente de su libertad por los motivos que a continuación se señalan: 1.- Los licenciados Zelaya Hernández y Perla Prudencio, con respecto a la situación jurídica del señor Santos Benito Argueta, sostienen lo siguiente: Los hechos ocurrieron el día catorce de junio de dos mil dos; a partir de esa fecha, el ente acusador obtuvo información proporcionada por las víctimas -dos números de ONI de la Policía Nacional Civil-, la cual originó que en el mes de diciembre de dos mil dos, se realizaran reconocimientos por fotografías en los agentes policiales a quienes supuestamente pertenecían los números de ONI. En mayo de dos mil tres, se realizaron otros reconocimientos por fotografía, sin que hasta la fecha se haya efectuado un reconocimiento en rueda de persona, lo cual produce una violación clara a los artículos 211 y 215 del Código Procesal Penal, pues los mismos establecen que el reconocimiento por fotografía sólo procede cuando la persona no esté presente ni pueda ser habida; circunstancia que no se aplica al presente caso, pues a partir de los números de ONI obtenidos con anterioridad, los agentes de la Policía Nacional Civil pudieron haber sido citados para que comparecieran a un reconocimiento de persona; y es que "si el orden numérico de identificación policial sirvió de base para el reconocimiento de fotografía, lo mismo hubiera sido para un reconocimiento de persona que es el mas adecuado para una investigación de identificación". Los impetrantes citan doctrina penal en materia de prueba, con la finalidad de reclamar que el hecho de no haberse realizado un reconocimiento en rueda de persona al ahora favorecido, siendo este reo presente, transgrede su derecho de defensa material. En vista que los hechos ocurrieron el día catorce de junio de dos mil dos, el primer reconocimiento -el cual se realizó seis meses después- tuvo un resultado negativo pues no se reconoció al favorecido; el segundo reconocimiento -el cual se realizó once meses después de sucedidos los hechos, en mayo de dos mil tres- tuvo un resultado positivo. En tal sentido y mediante los elementos de la sana crítica, es que la efectividad de la memoria once meses después- va a ser completamente diferente; "mas cuando un reconocimiento por fotografía nunca contiene la plenitud de elementos tales como color de piel, estatura real, complexión física, ticks nerviosos. Por lo anterior es que debió haberse practicado un reconocimiento en vivo". Sostienen, que los reconocimientos de los cuales se objeta, se realizaron bajo la figura de un anticipo de prueba, participando en ambas diligencias los mismos testigos, violentándose de esta manera el artículo 214 del Código Procesal Penal, el cual exige que los testigos no tengan contacto entre ellos; en ese sentido, se ha generado una contaminación. Siguen diciendo: "(...) cuando a todo esto debe de tomarse en cuenta que a pesar que los reconocimientos de fotografía se hicieron bajo la figura del anticipo de prueba, no dejaba de constituir un acto de investigación, de ahí que no debe perderse de vista el grado de influencia que la policía haya generado en la víctimas, por que los reconocientes estarán siempre actuando bajo una suerte presión sugestiva (...)". En razón de todo lo anterior, concluyen sus argumentos diciendo que por el grado de contaminación en las diligencias aludidas, así como la falta de reconocimiento en rueda de persona, se genera una afectación procesal insubsanable, transgrediendo con ello los derechos contenidos en los artículos 2, 11 y 12 de la Constitución, en relación con los artículo 211 y 214 del Código Procesal Penal, lo cual se traduce en una violación al derecho de defensa material. 2.- El licenciado Wilfredo Ernesto Gutiérrez Ayala, con relación a la situación jurídica del señor Luís Enrique Argueta Argueta, alega que se ha configurado una violación constitucional del derecho al debido proceso y a la presunción de inocencia, pues la autoridad judicial que impuso la medida cautelar, sostuvo que en los delitos investigados no procede la aplicación de medidas sustitutivas a la detención provisional, ya que así lo regula el artículo 294 del Código Procesal Penal, situación que riñe con los tratados internacionales. Con lo anteriormente descrito -sigue diciendo el peticionario-- se observa que las instancias judiciales han denegado aplicar lo acordado en un tratado vigente. II.- En la forma prescrita por la Ley de Procedimientos Constitucionales, se nombró Jueces Ejecutores para ambos procesos, quienes respectivamente manifestaron lo siguiente: El primero de ellos sostuvo que se han violentado las garantías procesales del señor Santos Benito Argueta, en virtud de haberse inobservado lo contenido en los artículos 211 y 215 del Código Procesal Penal y 193 numeral 3°, 11 y 13 de la Constitución, pues no era procedente realizar un anticipo de prueba, ya que los imputados, siendo miembros de la corporación policial, pudieron haber sido citados para un reconocimiento en rueda de persona. El segundo Juez Ejecutor exteriorizó que efectivamente existe violación a principios constitucionales, ya que no se puede privar de libertad a una persona sin antes tener elementos suficientes que lleven a determinar su detención provisional; además, no puede haber una exhibición de fotografías antes de haberse cometido el delito, por lo que no existiendo elementos suficientes que indiquen que el procesado hubiera participado en el ilícito penal, es procedente que se la apliquen medidas sustitutivas. III.- Una vez exteriorizados los extremos de las quejas propuestas, así como lo informado por los Jueces Ejecutores, resulta acertado iniciar el análisis de los actos reclamados, en el orden apuntado en el romano "I" de la presente resolución. Así, esta Sala considera que el primer punto argüido se refiere a la violación al derecho fundamental de libertad del señor Santos Benito Argueta, en virtud que el Juez de paz de la ciudad de Izalco decretó detención provisional en su contra, tomando como base para dicha decisión unos reconocimientos por fotografía realizados como anticipo de prueba en el Juzgado Primero de Paz de la ciudad de Sonsonate; reconocimientos que según los peticionarios fueron llevados a cabo con inobservancia a derechos fundamentales. Previo a iniciar el análisis de constitucionalidad del presente acto sujeto a control, esta Sala considera necesario aclarar lo siguiente: el presente fallo, no está orientado a dirigir la investigación del proceso penal instruido en contra del señor Santos Benito Argueta, ni mucho menos a establecer la procedencia o no de una diligencia de naturaleza probatoria como lo es la realización de un reconocimiento en rueda de persona, pues ellos son aspectos de conocimiento exclusivo de los jueces competentes en materia penal, y no puede ser este Tribunal, bajo pena de extralimitarse en su competencia, el que determine el curso de la investigación del delito así como la pertinencia de la diligencia judicial aludida; por el contrario y en virtud que el reconocimiento por fotografía se realizó como un anticipo de prueba, esta Sala -en aras de proteger el derecho fundamental de libertad del favorecido puede verificar si dicho acto procesal contó con una motivación adecuada. Lo anterior -como se dijo-, en virtud que la diligencia procesal aludida, sirvió de base para que el Juez de paz de la ciudad de Izalco decretara detención provisional en contra del señor Argueta y otro. En vista de lo expuesto y ante lo reclamado, esta Sala considera necesario exponer algunas consideraciones sobre los puntos siguientes: 1) la diligencia de reconocimiento por fotografía; 2) la figura del anticipo de prueba; 3) la prueba prohibida y la jurisprudencia de esta Sala en relación a esta clase de prueba. 1.- El artículo 215 del Código Procesal Penal, cuyo epígrafe se denomina "RECONOCIMIENTO POR FOTOGRAFÍA"; reza lo siguiente: "Cuando sea necesario reconocer a una persona que no esté presente ni pueda ser habida, se exhibirá su fotografía a quien efectúe el reconocimiento, junto con otras semejantes de distintas personas. En lo demás se observarán las disposiciones precedentes". La diligencia contenida en la disposición aludida suele realizarse en sede policial o fiscal mediante la presentación de uno o varios álbumes de fotografías de distintas personas entre las que figura la del sospechoso o imputado; no obstante ello, en la fase de instrucción, el reconocimiento por fotografía puede realizarse bajo la modalidad de prueba anticipada, ya que el paso del tiempo puede convertir la diligencia de reconocimiento en un acto irreproducible en el juicio oral, aparte de que, al consistir el reconocimiento en una declaración testifical, pueden darse circunstancias que obliguen al apersonamiento anticipado del testigo, por existir temor fundado de que se ocultará o ausentará del lugar de residencia. Es de anotar, que el precepto normativo enunciado exige que el reconocimiento por fotografía se realice cuando la persona a reconocer no esté presente ni pueda ser habida, o lo que es lo mismo, cuando no sea posible hacer una rueda de reconocimiento por no estar identificado el imputado, no existir un sospechoso o, existiendo imputado, se encuentra en ignorado paradero. 2.- Conviene ahora exteriorizar algunas consideraciones sobre el Anticipo de Prueba. El artículo 270 Pr. Pn., que regula el "Anticipo de Prueba", establece: "En todo momento que fuere necesario practicar actos o diligencias tales como registros, pericia, inspecciones y otros que por su naturaleza o características sean considerados como definitivos e irreproducibles, o cuando deba recibirse una declaración que, por algún obstáculo difícil de superar, se presuma que no será posible incorporarse durante la vista pública, cualquiera de las partes podrá requerir al juez que lo realice. El juez, si considera que el acto es ejecutable, lo realizará citando a todas las partes, sus defensores o mandatarios, quienes tendrán derecho de asistir, con todas las facultades previstas respecto de su intervención en las audiencias. El imputado detenido será representado, a todos los efectos, por su defensor, salvo que pida intervenir personalmente. Si por la naturaleza o urgencia del acto, la citación anticipada hace temer la pérdida de elementos de prueba, excepcionalmente, el Juez lo practicará únicamente con la citación del Fiscal y de un Defensor Público. Dicha diligencia se realizará aun sin la presencia de una de cualquiera de las partes si han transcurrido tres horas posteriormente al señalamiento por el Juez, sin perjuicio de la responsabilidad penal que transcribe el Art. 313 del Código Penal. En los casos de delitos relacionados con el crimen organizado, se entenderá necesaria la práctica de cualquiera de las diligencias mencionadas en este Artículo. Cuando el juez rechace la solicitud, el peticionante podrá acudir directamente a la cámara, solicitando que ordene la realización del acto. La cámara resolverá dentro de las veinticuatro horas según su urgencia". La figura del anticipo de prueba, se construye a partir de una excepción al principio procesal de inmediación, el cual se cristaliza mediante el desarrollo del juicio oral ante el tribunal que ha de juzgar. En ese sentido, es de hacer notar que existen hechos probatorios de imposible reproducción en el momento del juicio oral que ameritan su aseguramiento como medios de prueba. Por eso, la normativa procesal penal establece un procedimiento especial para la práctica de la prueba bajo la inmediación del juez de paz o de instrucción, con estricta observancia de una serie de garantías procesales. La doctrina ha desarrollado, respecto a la validez de la prueba anticipada, varios requisitos, a saber: la irreproductibilidad del acto, las reglas del procedimiento de la prueba anticipada, la lectura de las actas durante la vista pública. Con relación al caso sub iúdice, se vuelve indispensable hacer énfasis en el segundo requisito doctrinal para la validez de la prueba anticipada, el cual obliga a que ésta se practique conforme a las reglas del procedimiento, que en nuestro ordenamiento se han establecido en los artículos 270 y 271 Pr. Pn. Así, el fiscal podrá pedir las diligencias que considere útiles para la investigación de la verdad, y la autoridad juzgadora a quien va dirigida esa petición, en virtud de la excepcionalidad al principio de inmediación y de acuerdo al deber de motivación que instituye el artículo 130 Pr. Pn., deberá emitir en forma de auto debidamente motivado, resolución judicial aceptando o rechazando la práctica de la prueba anticipada, donde deberán ser citadas las partes -defensores, acusadores, etc -, para que asistan a la realización del acto. En razón de lo expuesto, debe tenerse en cuenta lo siguiente: para que la persona contra quien se pretenda realizar un reconocimiento por fotografía bajo la modalidad de un anticipo de prueba, no vea conculcados derechos constitucionales, es preciso que la decisión de la autoridad judicial que autoriza la realización de dicha diligencia, esté debidamente motivada. Lo dicho en los párrafos que anteceden, hace necesario plasmar el contenido del citado artículo 130 del Código Procesal Penal, cuyo epígrafe establece la "FUNDAMENTACIÓN" y a su letra reza lo siguiente: "Es obligación del juzgador o tribunal fundamentar, bajo pena de nulidad, las sentencias, los autos y aquellas providencias que lo ameriten. La fundamentación expresará con precisión los motivos de hecho y de derecho en que se basan las decisiones tomadas, así como la indicación del valor que se le otorga a los medios de prueba. La simple relación de los documentos del procedimiento o la mención de los requerimientos de las partes no sustituirán en ningún caso a la fundamentación". Y es que, este Tribunal ha reiterado en su jurisprudencia que el derecho de defensa comprende el derecho a obtener de las autoridades judiciales resoluciones motivadas. 3.- Básicamente, la prueba prohibida se define como aquella que se obtiene con infracción de derechos fundamentales; de ello se advierte, que ésta constituye un límite al poder punitivo del Estado, y adquiere un doble carácter negativo: por un lado su prohibición constitucional y por el otro su ineficacia procesal; la primera en atención a que la investigación y penalización de un delito no puede hacerse mediante una violación a normas constitucionales, sino que debe ser en total respeto de los derechos y garantías fundamentales; y la segunda, referida a la no producción de efectos jurídicos por haberse obtenido -la prueba- en contravención a lo establecido en la Constitución; y es que, si bien existe dentro del proceso penal el principio de libertad probatoria -según el cual dentro de éste, todo se puede probar y por cualquier medio- el mismo no puede alcanzar extremos tales que permita al juzgador valorar prueba obtenida en violación a derechos fundamentales o garantías constitucionales. 4.- En relación a la prueba prohibida, ya esta Sala se ha pronunciado, v.gr. sentencia emitida en el proceso de hábeas corpus número 6-H-95 de fecha 29/08/95 en la que se estimó "(...) las garantías judiciales forman parte del principio de la legalidad en el Derecho Probatorio: la proposición, admisión, recepción y valoración de la prueba debe ser apegada a la ley, y el respeto a las garantías judiciales son requisitos esenciales para que la prueba sea tenida como tal sentencia del proceso de hábeas corpus número 2092000 de fecha 15/03/01 que estableció: "... nuestra Constitución, hace referencia en cuanto a que en el sistema salvadoreño se deben tomar en cuenta además de los valores, los fines y hacer aplicación de éstos en conjunto, toda la estructura estatal; aún cuando no sean expresamente y en detalle señalados por la Constitución, pues su obligación devendrá de su mismo carácter de fundamentadora y orientadora; sin que escape entonces de ese actuar necesariamente limitado por el respeto a los derechos y garantías fundamentales la Policía Nacional Civil, con sus respectivas Divisiones especializadas, en la prevención y represión del delito; la Fiscalía General de la República, en la dirección de la investigación del delito y el Órgano Judicial en el juzgamiento del mismo; siendo completamente contrario a esos límites la obtención de ese tipo de prueba; y máxime cuando de ella se haga depender de manera directa la fundamentación que lleve a privar otro derecho fundamental -la libertad personal. -" IV.- Luego de haberse expuesto los criterios doctrinarios y jurisprudenciales respecto a las diligencias de reconocimiento por fotografía, el anticipo de prueba y de cómo los elementos probatorios recabados en contravención a la Constitución, constituyen una clara vulneración a los derechos fundamentales de la persona que lo sufre; esta Sala realizará un estudio para determinar si en el caso sub iúdice ha existido o no la infracción constitucional argüida, por lo que resulta necesario plasmar los aspectos fundamentales del expediente administrativo llevado en la Unidad de delitos contra el patrimonio privado de la Fiscalía General de la República, así como del proceso penal instruido en contra del favorecido, que guarden relación directa con la vulneración constitucional alegada: a) Al folio 343 del expediente administrativo, consta escrito de fecha ocho de noviembre de dos mil dos, suscrito por la Agente Auxiliar del Fiscal General de la República, mediante el cual solicita al Juez Primero de Paz de la ciudad de Sonsonate, realice un anticipo de prueba consistente en un reconocimiento por fotografías en los señores Santos Benito Argueta y Luís Enrique Argueta Argueta. Dicha diligencia es solicitada bajo el siguiente argumento: "(...) consta en las entrevistas de los ofendidos y testigos las características físicas de los sujetos que participaron en los hechos que se investigan, así como número de ONI, diligencias con las cuales presumiblemente se a (sic) podido identificar a dos personas más (...)". b) Al folio 347, auto de las quince horas del día veinticinco de noviembre de dos mil dos. En dicho auto, el Juez Primero de Paz de Sonsonate admite la solicitud de anticipo de prueba y señala para la práctica de dicha diligencia las nueve horas del día dos de diciembre de dos mil dos. c) Al folio 350, 356, 362, 368, 377 y 380, corren agregadas las actas de fecha dos de diciembre de dos mil dos, mediante las cuales se hizo constar la diligencia de reconocimiento por fotografía como anticipo de prueba- en los favorecidos Luís Enrique Argueta Argueta y Santos Benito Argueta, arrojando todos un resultado negativo, es decir que los sospechosos no fueron reconocidos por los ofendidos, señores Eduardo Francisco Góchez Monterrosa, Ricardo José Ángel Góchez Artiga y Jorge Alberto Gómez. d) Al folio 273, escrito de fecha nueve de mayo de dos mil tres, suscrito por el Agente Auxiliar del Fiscal General de la República mediante el cual solicita al Juez Primero de Paz de la ciudad de Sonsonate, realice un anticipo de prueba consistente en un reconocimiento por fotografías en los señores Santos Benito Argueta y Luis Enrique Argueta Argueta. Dicha diligencia se solicita en base a lo siguiente: "(…) es necesario para agotar el anticipo de prueba señalado realizar el reconocimiento por parte del testigo Jorge Adalberto Ávila (...)". e) Al folio 274, auto de las quince horas con cuarenta minutos del día nueve de mayo de dos mil tres. En dicho auto, el Juez Primero de Paz de Sonsonate admite la solicitud de anticipo de prueba y señala para la práctica de dicha diligencia las diez horas del día dieciséis de mayo de dos mil tres. f) Al folio 277 y 283, actas de fecha dieciséis de mayo de do mil tres, mediante las cuales se asientan los reconocimientos de fotografías realizados en contra de los favorecidos; en dichas diligencias se aprecia que el ofendido Jorge Adalberto Ávila sí reconoció a los señores Argueta Argueta y Argueta. g) Del folio 395 al folio 402, consta la resolución administrativa de las quince horas del día quince de noviembre de dos mil cinco, emitida por la sub regional de Sonsonate de la Fiscalía General de la República, División de la Defensa de los Intereses de la Sociedad, Unidad de Delitos contra el Patrimonio Privado. En dicha resolución, la representación fiscal decretó detención administrativa en contra del favorecido por contar -entre otros elementos de prueba- con los anticipos de prueba realizados en el Juzgado Primero de Paz de Sonsonate. h) Del folio 19 al folio 31 del proceso penal, acta de las once horas y cuarenta minutos del día doce de diciembre de dos mil cinco, en la cual consta la celebración de la audiencia inicial realizada en contra del señor Santos Benito Argueta y otro. En la audiencia mencionada, la Jueza de Paz de la ciudad de Izalco decretó detención provisional en contra del procesado y otro, por haberse establecido la coautoría de los imputados en base a lo siguiente: "(...) Por lo que a criterio de la suscrita existe una probabilidad positiva en la coautoría de los imputados ARGUETA y ARGUETA ARGUETA, en la comisión del ilícito penal que se les atribuye por parte de la representación fiscal; al tener los imputados un dominio funcional del hecho con una correspondiente distribución de roles; ya que las victimas señalaron a los imputados como los sujetos que momentos antes les habían robado sus pertenencias y dicha aseveración es confirmada dentro de las presentes diligencias pues se cuentan con los respectivos reconocimientos en rueda por fotografía realizados en la humanidad de los ahora imputados, por parte del Juzgado Primero de Paz de la ciudad de Sonsonate, los cuales dieron como resultado que el señor JORGE ADALBERTO AVILA, reconoció a los señores LUÍS ENRIQUE ARGUETA ARGUETA y SANTOS BENITO ARGUETA ARGUETA (sic), y el señor JORGE ALBERTO GOMEZ, reconoció al señor LUÍS ENRIQUE ARGUETA ARGUETA, con lo cual no los auto incrimina pero de acuerdo al sistema de valoración de la sana crítica, el presente caso amerita que pase a las siguientes etapas procesales, a fin de que el caso se siga investigando, por existir elementos probatorios suficientes como los antes mencionados", ( subrayado suplido). Exteriorizados los pasajes procesales vinculados con el acto alegado, debe tenerse en cuenta que en el caso sub examine, específicamente en los literales "b" y "e" del presente apartado, se aprecia que el Juez Primero de Paz de la ciudad de Sonsonate admitió las peticiones de reconocimientos por fotografías -como anticipo de prueba- sin razonar sus decisiones, pues únicamente se limitó a señalar día y hora para la realización de dichas diligencias. De lo anterior, esta Sala logra evidenciar que las resoluciones mediante las cuales la autoridad judicial aludida autorizó la realización de los reconocimientos fotográficos, no contaron con una mínima motivación, produciéndose dichas diligencia sin razonar porqué éstas debían ser realizadas bajo la modalidad de un anticipo de prueba. Y es que, al tratarse de un acto de naturaleza irreproducible, el cual, como se dijo, implica una excepción al principio de inmediación, el Juez de Paz, al momento de admitir dichas diligencias, debió dejar evidenciada tal situación. En ese sentido, las decisiones judiciales en que se admitió la realización de los reconocimientos por fotografía, no contaron con una exposición de las razones tenidas en consideración para creer que las mismas debían realizarse bajo esa modalidad; en consecuencia, se ha producido una afectación a los derechos de defensa y seguridad jurídica del señor Santos Benito Argueta; y en vista que dichas diligencias sirvieron de base para decretar la detención provisional en su contra, el derecho fundamental de libertad del favorecido ha sido restringido mediante una flagrante violación a derechos constitucionales. De lo anterior se infiere que tanto la representación fiscal al momento de emitir las órdenes de captura administrativas, así como la Jueza de Paz de la ciudad de Izalco, al decretar instrucción formal con detención provisional en contra del favorecido, tomaron en cuenta para determinar la participación delincuencial y así restringir su derecho fundamental de libertad, los reconocimientos por fotografías realizados como anticipo de prueba en el Juzgado Primero de Paz de Sonsonate; y al haber sido realizados -los reconocimientos fotográficos- en contravención al derecho de defensa y seguridad jurídica, por carecer de la motivación necesaria, el acto jurisdiccional mediante el cual se priva de su derecho de libertad al señor Argueta, degenera en un acto contrario a la Constitución. Por lo que, demostrada la existencia de vulneraciones constitucionales, las cuales inciden directamente en el derecho fundamental de libertad física del señor Santos Benito Argueta, es que este Tribunal considera oportuno declarar que la privación de libertad sufrida por el favorecido ha menoscabado su derecho fundamental de defensa y de seguridad jurídica, debiendo ponerse en inmediata libertad. Ahora bien, evidenciada la violación constitucional al derecho de libertad física del señor Argueta, esta Sala considera necesario hacer la siguiente aclaración: Visto que en el proceso penal igualmente está siendo procesado el señor Luís Enrique Argueta Argueta y que además, el acto declarado inconstitucional también había sido decretado en su contra, es preciso hacer extensivo los efectos del presente fallo y ordenar inmediatamente su libertad. Finalmente, se alegó violación constitucional del derecho al debido proceso y a la presunción de inocencia, pues la autoridad judicial que impuso la medida cautelar, sostuvo que en los delitos investigados no procede la aplicación de medidas sustitutivas a la detención provisional, ya que así lo regula el artículo 294 del Código Procesal Penal, situación que riñe con los tratados internacionales. En vista que se ha reconocido la vulneración constitucional al derecho de defensa y a la seguridad jurídica de los señores Santos Benito Argueta y Luís Enrique Argueta Argueta, y además se ha establecido la concurrencia de prueba ilícita respecto a la imputación de los favorecidos, este Tribunal considera improductivo pronunciarse sobre el segundo aspecto planteado, pues, aún cuando se reconociera que el Juez de la causa hubiese denegado la sustitución de la detención provisional bajo el argumento del artículo 294 Pr. Pn., se inferiría que el basamento: de la apariencia de buen derecho, hacía alusión a elementos contaminados a efecto de sostener la imputación y restricción de libertad de los beneficiados, de manera que la detención provisional -igualmente- carecería de carácter constitucional. Por todo lo antes expuesto de conformidad a lo dispuesto en el artículo 2 inciso 1° y 12 inciso 1° deja Constitución, este Tribunal RESUELVE: a) comprobada la infracción constitucional al derecho de defensa y seguridad jurídica del los señores Santos Benito Argueta y Luís Enrique Argueta Argueta, pónganseles inmediatamente en libertad debiendo garantizarse su comparecencia al proceso mediante la medida cautelar que la autoridad judicial respectiva estime a bien imponer; b) certifíquese esta resolución y remítase junto a la certificación del proceso penal, a la Sala de lo Penal de esta Corte; c) notifíquese y d) archívese el presente hábeas corpus. A. G. CALDERON----------------V. DE AVILES------------------- J. N. CASTANEDA S --------------J. ENRIQUE ACOSTA------------- M. CLARA-------------------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN----------- S. RIVAS DE AVENDAÑO--------------RUBRICADAS.