lección 3 los paisajes naturales de la tierra

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LECCIÓN 3
LOS PAISAJES NATURALES DE LA TIERRA
ÍNDICE:
1. Tipos de paisajes.
2. Los paisajes de clima cálido.
1. La selva.
2. La sabana
3. Desiertos cálidos
3. Los paisajes de clima templado
1. El bosque mediterráneo
2. El bosque atlántico
3. Paisajes de clima continental: pradera y taiga
4. Los paisajes de clima frío
1. Los desiertos fríos. La tundra
2. Paisajes de alta montaña
1.- Tipos de paisajes.
¿Qué hace diferentes los paisajes de nuestro planeta? ¿A qué se debe tanta diversidad?
Observando imágenes de diferentes paisajes, podemos establecer 3 tipos fundamentales si
nos fijamos en los elementos predominantes:
A) Paisajes en los que dominan los elementos no vivos ( abióticos), como desiertos, zonas
heladas, altas montañas, etc.
B) Paisajes en los que los elementos vivos naturales (bióticos) son los predominantes y
ocultan a la vista a los no vivos, como selvas, bosques y formaciones vegetales densas.
C) Paisajes humanizados, en los que predominan los elementos antrópicos sobre los
naturales, como zonas cultivadas o de repoblación forestal, ciudades, autopistas o
aeropuertos.
Otra posible clasificación atendería a la función que, desde el punto de vista humano,
se desarrolla en cada paisaje:
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•
Paisajes naturales. En ellos, por diferentes factores, la presencia humana es difícil y,
por tanto, el hombre no los ha transformado. En ocasiones el hombre ha protegido
algunos espacios para preservar sus valores geológicos, vegetales o de fauna.
•
Paisajes rurales. En estos territorios se desarrolla la función de la producción de
alimentos y otras materias primas. El hombre ha sustituido la vegetación natural para
cultivar especies que sirven a sus intereses, modificando el paisaje original.
•
Paisajes urbanos. Son zonas en las que se concentra la población y en las que la
actividad humana ha transformado completamente el paisaje original.
Los factores que influyen sobre el paisaje
Sobre todos estos tipos de paisajes influye un factor que estudiaremos en la lección 4: el
clima. Adelantemos su definición: Es la sucesión habitual de tipos de tiempo en un lugar
determinado. Relacionados con el clima, hemos de citar también la latitud, la altitud, la
influencia marina, los suelos y la orientación.
Otro factor importante es el tipo de rocas y sus formas de relieve, que constituyen el
marco mineral del paisaje y que le dan forma.
Finalmente, la actividad humana puede transformar los paisajes naturales modificando la
vegetación y la fauna, introduciendo cultivos o ganado, o, incluso, cambiando el relieve.
Dependiendo de la capacidad tecnológica y del tiempo, las sociedades humanas han intervenido
en el paisaje, generando nuevas formas y favoreciendo unas determinadas especies.
2.- Los paisajes de clima cálido.
•
Localización: entre los 30º N y los 30º S, en torno al Ecuador y entre los
Trópicos de Cáncer y Capricornio.
•
Climas: ecuatorial, tropical y desértico. Temperaturas medias elevadas y
precipitaciones muy abundantes cerca del Ecuador que serán escasas cerca de
los Trópicos.
2.1.- LA SELVA
Es la formación vegetal característica de los paisajes con clima ecuatorial:
•
precipitaciones muy abundantes, por encima de los 2000 l/m², constantes durante
todo el año. Los ríos son muy caudalosos.
•
temperaturas elevadas, casi sin variaciones, por encima de 22ºC de temperatura media
en cada mes. Aquí no hay invierno.
Las elevadas temperaturas y la humedad constante favorecen el crecimiento de una
vegetación siempre verde. Los árboles alcanzan alturas de 40 m y los arbustos son muy
densos. A ras de suelo, adonde casi no llega la luz, crecen multitud de hierbas, musgos y
hongos, proporcionando alimento y cobijo a una enorme variedad de seres vivos: 2/3 de la
biodiversidad de nuestro planeta reside en las selvas. En ellas hay miles de especies aún por
descubrir.
Muchos científicos afirman que la selva es “la mayor farmacia del planeta” y que el remedio
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para muchas de las enfermedades actuales está en las sustancias que pueden extraerse de los
vegetales de estas zonas.
En zonas algo más alejadas del Ecuador o de mayor altitud, donde en algunos meses llueve
menos, aparecen bosques, también muy densos, pero con menor desarrollo vertical: son las
junglas, propias de áreas con clima tropical húmedo.
La selva es un territorio en el que es muy difícil la presencia humana. Tribus primitivas
habitan en la selva formando grupos poco numerosos, nómadas, que viven de la caza, la pesca y
la recolección (como en el Paleolítico) y, en ocasiones, del cultivo de pequeñas parcelas que
abandonan cuando desciende su fertilidad: es la agricultura itinerante. Pueblos que habitan en
la selva son: los pigmeos, en África, o los yanomamis en la selva amazónica.
2.2.- LA SABANA.
Cerca de los Trópicos el clima sigue siendo cálido y registra una disminución de las
precipitaciones; se distinguen dos estaciones: una lluviosa y otra seca. Cuantos más meses
dure la estación seca, más difícil es la existencia de la vegetación, que debe adaptarse a la
escasez de humedad. La formación vegetal característica de los climas tropicales con estación
seca es la sabana, en la que se encuentran árboles a menudo separados unos de otros y
extensas praderas de hierbas altas que crecen en la estación húmeda.
En las sabanas viven grandes herbívoros, como elefantes, rinocerontes, jirafas, cebras,
búfalos, avestruces, etc que se trasladan siguiendo el crecimiento de las hierbas de las que se
alimentan. Estos herbívoros atraen a grandes depredadores como leones o leopardos.
En las sabanas africanas habitan pueblos pastores como los masai, que antiguamente eran
fieros guerreros. Viven en poblados fijos, y se trasladan buscando pastos para sus ganados.
Mientras los hombres cuidan la seguridad del grupo, las mujeres construyen las casas y
ordeñan las vacas y los niños y ancianos acompañan a los rebaños.
2.3.- DESIERTOS CÁLIDOS.
En amplias zonas cercanas a los Trópicos se dan climas desérticos:
•
En ellos las precipitaciones son muy escasas, con totales anuales por debajo de
250l/m². Los ríos sólo llevan agua cuando se registran lluvias.
•
Las temperaturas son muy elevadas durante el día, pero las noches son frías porque la
ausencia de humedad hace que se pierda el calor rápidamente. La diferencia entre la
temperatura máxima y la mínima de un día puede llegar a 50ºC.
•
Los desiertos cálidos se localizan en zonas donde son frecuentes las altas presiones en
la atmósfera, pues en los anticiclones las precipitaciones son raras o inexistentes.
•
La vida es muy difícil en los desiertos y los seres vivos se concentran en los lugares
donde las aguas subterráneas afloran en superficie: son los oasis.
Algunos pueblos se han adaptado a la dura vida en el desierto, como los tuareg en el
Sahara. Son los hombres azules, por el color de sus ropas. Viven de la ganadería de camellos y
cabras, así como del comercio.
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3.- Los paisajes de climas templados
En las zonas de latitudes medias (entre los 30º y 60º Norte y Sur) el clima registra
variaciones en las precipitaciones y las temperaturas a lo largo del año, de modo que pueden
distinguirse una estación más cálida (el verano), otra más fría (el invierno) y dos de transición
(la primavera y el otoño).
Asimismo las precipitaciones son más o menos abundantes dependiendo de factores como la
latitud, la altitud o la orientación de cada territorio. Estas variaciones se reflejan en la
vegetación natural, que debe adaptarse a condiciones como la existencia de una estación seca
en unos casos, a precipitaciones constantes en otros, y a temperaturas muy variadas.
Las zonas templadas del planeta son favorables a la vida humana, por lo que buena parte de
la población mundial se concentra en estas áreas, lo que ha provocado que el hombre haya
modificado profundamente estos paisajes.
3.1.- EL BOSQUE MEDITERRÁNEO.
Recordemos algunas características del clima mediterráneo:
•
El verano es cálido y seco.
•
Los inviernos son suaves cerca del mar y fríos en zonas alejadas de la influencia marina.
•
Las precipitaciones son más frecuentes en las estaciones de transición: primavera y
otoño.
Por tanto la vegetación está adaptada a periodos secos y a épocas más húmedas y frías. Los
árboles más frecuentes son las encinas y, donde llueve algo más, los alcornoques. Ambas
especies tienen hojas perennes pequeñas y duras, escasa altura, troncos rugosos y gran
resistencia al frío y al calor.
En las zonas de clima mediterráneo donde se ha eliminado el bosque, suelen crecer
arbustos como la jara, la genista o el madroño, y plantas aromáticas como el tomillo o el
romero.
Muchos paisajes mediterráneos han sido transformados por el hombre para instalar
cultivos, construir pueblos y ciudades y desarrollar actividades como la industria, los
transportes o el turismo. Para ello se ha eliminado la vegetación natural, que se conserva en
áreas reducidas.
Los ríos mediterráneos suelen tener caudales poco abundantes, y su régimen es
irregular, llegando a secarse si el verano es largo y seco, mientras que pueden provocar
inundaciones si las precipitaciones de otoño o primavera son muy intensas.
3.2.- EL BOSQUE ATLÁNTICO.
Las zonas templadas en las que llueve durante todo el año tienen clima oceánico, con una
importante influencia del mar, de donde llegan frecuentemente borrascas que dejan
precipitaciones abundantes. Las temperaturas en invierno no son excesivamente frías y los
veranos suaves.
En estas áreas la vegetación natural más frecuente es el bosque oceánico, formado por
especies que necesitan humedad y resisten bastante bien el frío, como las hayas y los robles.
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Son árboles de gran tamaño, caducifolios, pues pierden la hoja en otoño, y ayudan a formar
suelos ricos en materia orgánica.
Las zonas templadas de clima oceánico están densamente pobladas, por lo que las
actividades humanas han reducido considerablemente las extensiones de bosque atlántico. En
ocasiones, por tala o incendio, ha desaparecido el bosque de robles o hayas, surgiendo
entonces extensiones pobladas de arbustos muy espesos, que forman las landas. Si los
hombres eliminan también la landa, aparecen prados que se aprovechan como pasto para el
ganado.
Frecuentemente, los árboles naturales han sido sustituidos por otros para aprovechar sus
frutos, como el castaño, o su madera, como los pinos o los eucaliptos.
Los ríos de estos paisajes debido a la cantidad y la frecuencia de las precipitaciones son
caudalosos y de régimen regular. Pueden registrar crecidas cuando las precipitaciones son muy
intensas o en primavera, con la fusión de las nieves.
3.3.- PAISAJES DE CLIMA CONTINENTAL.
El clima continental se encuentra en regiones del hemisferio Norte, bien situadas más
cerca del Círculo Polar Ártico, o bien lejos de la influencia de las masas de aire oceánicas. En
estas zonas las precipitaciones son moderadas, concentradas en el verano, y, en otras
estaciones, en forma de nieve. Los inviernos son largos, secos y muy fríos, con temperaturas
medias mensuales por debajo de 0ºC. En cambio, los veranos, más húmedos, son calurosos.
Por ello, los ríos se hielan durante los meses invernales y, al llegar la primavera y aumentar
las precipitaciones, aumentan mucho su caudal provocando el desbordamiento de los cauces.
Dependiendo de la duración de la estación fría, podemos distinguir dos paisajes naturales de
clima continental:
a) Las praderas y estepas:
Las áreas de clima continental que registran más precipitaciones (entre 600 y 800 l/m²
al año) están cubiertas de extensas praderas herbosas, que servían de alimento a grandes
manadas de herbívoros como bisontes o cérvidos.
En muchos territorios estas praderas se han transformado en las áreas de mayor
producción de cereales (trigo, avena, cebada o maíz) del mundo. En otros, es la ganadería la
actividad predominante.
b) La taiga o bosque boreal.
Es un bosque continuo con especies como abedules y, sobre todo, coníferas, como los
abetos, muy resistentes al frío y a inviernos largos y secos.
Se extiende por amplias zonas del Norte de América, Asia y Europa, entre las praderas y
las zona polares.
4.- LOS PAISAJES DE CLIMAS FRÍOS
4.1.- LOS DESIERTOS FRÍOS:
Ocupan áreas del interior de los continentes, aisladas de la influencia del mar por
cadenas montañosas y, frecuentemente, a elevadas altitudes. Como veremos en el tema
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siguiente, las precipitaciones en los desiertos fríos son menores, incluso, que en los desiertos
cálidos, por debajo de 200 l/m² al año. Y los inviernos son largos y muy fríos, con
temperaturas que permanecen en torno a -50ºC durante meses.
Son paisajes con vegetación escasa que resultan difícilmente habitables por el hombre.
Sólo algunos establecimientos mineros o algunos pueblos nómadas ganaderos ocupan estos
territorios.
4.2.- La tundra:
Es la formación vegetal, compuesta por musgos, líquenes y escasos arbustos, sin árboles,
y que sobrevive sobre suelos permanentemente helados que se encharcan durante los cortos
veranos. Ocupa grandes extensiones, alrededor de 1/5 de las tierras emergidas, en América,
Asia, Europa y la Antártida, en latitudes limítrofes con las zonas cubiertas permanentemente
por el hielo. También se encuentran formaciones vegetales semejantes en áreas elevadas,
como el Tíbet.
En las zonas de tundra sobreviven algunos pueblos nómadas, pastores de renos como los
lapones del Norte de Escandinavia o los nenet de Siberia.
4.3.- Paisajes de alta montaña:
La altitud provoca la disminución de las temperaturas, por lo que en las grandes cadenas
montañosas de nuestro planeta se dan condiciones que dan lugar a paisajes originales.
Los paisajes de alta montaña se caracterizan por la distribución en pisos, según la altitud,
de diferentes especies vegetales más o menos resistentes al frío, el viento y la nieve, hasta
alcanzar cierto nivel en el que la escasez de oxígeno, la elevada incidencia de radiación solar y
las bajas temperaturas hacen imposible el crecimiento vegetal.
Las variaciones estacionales en las zonas de alta montaña son muy grandes. Las
precipitaciones suelen ser abundantes y, durante el invierno, en forma de nieve. Las
temperaturas son frescas en los cortos veranos y frías o muy frías en las demás estaciones,
por lo que la nieve cubre a menudo gran parte de los paisajes de montaña.
En las zonas bajas se dan bosques caducifolios, con especies como el haya o el abedul. Por
encima de estos encontramos los bosques de coníferas, abetos y pinos, más resistentes al
frío. Más arriba crecen extensiones de arbustos de poca altura y formas redondeadas,
adaptados a resistir temperaturas muy bajas y fuertes vientos. Por encima encontraremos
prados que sólo se despejan de nieve durante los veranos.
En los países desarrollados y en las cordilleras más altas del planeta, las áreas de montaña
reciben multitud de visitantes aficionados a alguno de los deportes relacionados con la
montaña. Las estaciones de esquí o la presencia de turismo deportivo han modificado
profundamente los paisajes y, sobre todo, la forma de vida de las zonas de montaña.
En latitudes tropicales, la alta montaña comienza en altitudes superiores a los 4000 m,
mientras que en las cordilleras más alejadas del Ecuador las condiciones de alta montaña se
dan en cotas más bajas.
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