Lunes, 19 DE Octubre DE 2009 Copyright © 2009 The New York Times Una selección semanal ofrecida por Relájese, es solo estrés A medida que se les va encogiendo el hábitat de hielo marino, estas criaturas se ven obligadas a estar cada vez más apretadas, lo que eleva la adrenalina y la ansiedad a niveles peliVENTANA grosos. El mes pasado, The Times informó que en una colonia cerca de Icy Cape, Alaska, los ánimos se caldearon y 131 morsas fueron aplastadas en una estampida llena de pánico. Las morsas no son las únicas que reaccionan exageradamente al estrés. En las aguas primordiales, en un ecosistema que se derrite o en un mercado de trabajo que colapsa, los animales están estructurados como para luchar o huir cuando las sustancias químicas del cerebro y las hormonas pierden eficiencia debido a amenazas reales o imaginarias. Por desgracia, los humanos tenemos el talento de exagerar las imaginarias. Igual que las ratas de laboratorio apiladas en jaulas repletas, los humanos ansiosos corren el riesgo de desarrollar patrones de pensamiento compulsivos y dolencias físicas. Algunos de esos patrones compulsivos persisten durante el sueño. Con la desaceleración de la economía, los dentistas estadounidenses están notando un aumento simultáneo del rechinamiento dentario, una actividad muscular subconsciente relacionada con el estrés. La mayoría de los afectados no son conscientes del problema, hasta que se les rompe un diente, informó The Times. Una vez más, la culpa la tienen tanto nuestros ancestros primordiales como nuestro sistema financiero moderno. “El estrés, ya sea real o aparente, hace que se liberen en el cuerpo las hormonas que regulan la lucha o huida”, dijo al Times el Matthew Messina, dentista de Cleveland. “Esas hormonas del estrés liberadas movilizan energía, causan actividad isométrica, que es movimiento muscular, porque esa energía acumulada tiene que liberarse de alguna manera”. Recesión o no, según la revista del Times, es posible que, entre los que rechinan los dientes, algunos estén “conectados a la inquietud” desde el nacimiento. Jerome Kagan, profesor de psicología de la Universidad de Harvard, estudia los rasgos de personalidad de un grupo de individuos desde el año 1989, cuando todos eran bebés. La paz es tan fugaz... Tyler Hicks/Getty Images El presidente Obama sigue esforzándose por resolver temas que bullían bajo la superficie cuando un soldado de la Alianza del Norte celebraba la derrota de los talibanes en Kabul, en 2001. Un periodista recuerda el momento en que la victoria estuvo al alcance de la mano en Afganistán. Parece haber pasado hace mucho tiempo. Sigue en la página III DINERO Y NEGOCIOS Unos lucran al hundirse otros. IV Washington más poderoso del mundo abatirse sobre esde el techo de una casa de el primitivo ejército de soldados vestidos adobe que dominaba la llanura con harapos y sandalias, nunca se nos somalí, las explosiones blancas a ocurrió que, tantos años después, Estados la distancia, el resplandor rojizo del fuego Unidos seguirían tratando de encontrar la de artillería y el ocasional estruendo forma de ganar, ni si podría hacerlo. que resonaba en el valle anunciaron peter El viaje de la aldea de Topdara hasta el comienzo de la guerra de Estados baker la Casa Blanca es un relato ejemplar Unidos en Afganistán. sobre los límites del poder y la imaENSAYO En lo relativo a las municiones, sin ginación. embargo, esa fría noche de octubre Eso quedó planteado en el país en fue muy oscura. Se nos advirtió que no términos descarnados cuando el presidenusáramos linternas ni prendiéramos cite Obama ganó el Nobel de la Paz apenas garrillos, que ni siquiera permitiéramos horas antes de reunirse con sus asesores que se viera el brillo de nuestros teléfonos en la Sala de Situación para analizar la satelitales para no atraer el fuego talibán. intensificación de una guerra que aún no La única otra luz a la vista procedía de los se ganó. Las lecciones de los últimos ocho faros de una larga serie de vehículos que años sugieren que, no importa qué deciatravesaban el valle, alejando a los civiles sión tome Obama ni lo que piense el comité del bombardeo. del Nobel en Oslo, Obama muy bien puede Eso fue hace ocho años, y esa noche, Sigue en la página II mientras observábamos la fuerza del país D ciencIA Y tecnología A luz obra perdida de Da Vinci. V I ntel ig enc IA: ¿Q u i én d e be ría se r el p resi d ente d e l a U E?. Pág i na III. ARTE Y ESTILO ¿Son auténticos los objetos de Kahlo? VI II Lunes, 19 DE Octubre DE 2009 el mundo Defenderse no basta en una guerra, sino ganar Ahora que está reevaluando como luchar en Afganistán, el presidente Obama debería tener en cuenta lo siguiente: en tiempos de guerra, el pueblo ha sostenido un reloj de arena frente a cada uno de los últimos presidentes para que pudiera medir su paciencia. eNSAYO Existe una sola manera segura de impedir que la arena se acabe: obtener la victoria, o por lo menos demostrar que se están haciendo progresos. “La opinión pública ha sido siempre una preocupación en todas las guerras de Estados Unidos, más allá de que estas fueran consideradas largas o cortas, o nobles o innobles”, dijo Peter D. Feaver, profesor de ciencia política en la Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte, que trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional en tiempos del presidente George W. Bush. “Siempre está en juego”. Hay momentos en que la opinión pública puede iniciar guerras y dictar su evolución. En otros momentos, las guerras son impuestas a un país. Pero una vez emprendidas, el hambre de progreso en la batalla debe ser satisfecha. En el primer año de participación estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña y Estados Unidos no se ponían de acuerdo en cuanto a dónde atacar primero. Winston Churchill y sus asesores militares discutían con los oficiales estadounidenses que querían invadir Francia en 1943, diciendo que todavía era demasiado arriesgado; preferían atacar en el Mediterráneo. El presidente Franklin D. Roosevelt cedió, pero Graham bowley sintió que era necesaria una ofensiva contra Alemania. De manera que juntos, él y los británicos pusieron en marcha los desembarcos en África del Norte en noviembre de 1942. Después de un año de pérdidas desalentadoras en el Pacífico, los desembarcos le dieron a Roosevelt la posibilidad de decir que se había emprendido la lucha contra el Eje. Los estadounidenses pudieron solidarizarse –y lo hicieron– con esa noticia y, asimismo, con la noticia de las victorias en otros lugares que pronto se producirían. A comienzos de esta década, la misma impaciencia por alguna acción y un deseo de ver a las tropas estadounidenses en el terreno fueron tangibles en las semanas posteriores a los ataques en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001. Siguió luego la veloz y muy bien recibida participación de los estadounidenses junto a los rebeldes de la Alianza del Norte contra los talibanes en Afganistán, y esas fuerzas expulsaron rápidamente a los talibanes de Kabul. Pero no hubo una victoria decisiva contra Osama bin Laden o sus lugartenientes. De ahí que, a la larga, la falta de blancos fáciles y de victorias llamativas en Afganistán se convirtiera en un problema que fermentó y ahora debe ser afrontado por un nuevo presidente, del mismo modo que Vietnam estaba fermentando cuando Lyndon Johnson se lo pasó a Richard Nixon. Sin una victoria temprana, no todo está perdido, por supuesto; pero a la opinión pública hay que saber tratarla. Churchill es un ejemplo de un líder que superó una profunda impopularidad y tuvo que luchar por su supervivencia política. Eliot Elisofon/Time & Life Pictures — Getty images; abajo, Bert Hardy/Getty Images En noviembre de 1942, Franklin D. Roosevelt puso norteamericanos en la ofensiva en el norte de África, izquierda. En 1950, arriba, Harry Truman hizo lo mismo en Inchon, Corea del Sur. Lo que lo salvó una y otra vez fue su don para comunicarse con su pueblo. Los británicos se unieron a él, en un primer momento, después de Dunquerque y durante la Batalla de Inglaterra, pero luego debió enfrentar los desastres en Grecia, Singapur y otros lugares hasta que Estados Unidos entró en la guerra, así como las mociones “de censura” de la Cámara de los Comunes. “Al igual que el presidente Obama, se apoyaba en su oratoria”, dijo Andrew Roberts, historiador británico, autor de Masters and Commanders. “Todos escuchaban sus emisiones a las 21 en la BBC. Su discurso del 11/9/1941 fue una hazaña absoluta”. Pero a la larga, lo que contó fue el avance en el campo de batalla. Desde el punto de vista británico, según Roberts, solo cuando los soviéticos empezaron a repeler a los invasores alemanes, los británicos pudieron ver un camino razonable hacia la victoria –bombardeando ciudades alemanas, eludiendo a la Luftwaffe y cubriendo el avance de Rusia, dijo. Tras ocho años de guerra, la paz real es tan fugaz Viene de la página I terminar su gestión pasados cuatro u ocho años sin que haya paz en Afganistán. Cubrir la guerra desde sus comienzos en Afganistán hasta esta coyuntura crítica en Washington supone tratar de reconciliar un caos de imágenes e impresiones, ninguna de las cuales proporciona las respuestas fáciles que Obama quiere encontrar. Después de todo, el presidente entró en funciones en busca de una estrategia, elaboró una y luego, seis meses después, decidió descartarla y buscar otra. Parece estar tomando ideas que se propusieron año tras año con un éxito limitado. Si fuera simple, por supuesto, ya alguien habría logrado hacerlo. Tal vez eso debería haber sido evidente desde el primer momento, y en ciertos sentidos lo fue. Para quienes estábamos en Moscú cuando se produjeron los atentados del 11 de septiembre de 2001, el clishé sobre el ingobernable e inconquistable cementerio de los imperios no era una abstracción teórica sino la historia real de una generación de rusos que envejecían. De todos modos, salimos de Moscú y otros puntos del globo rumbo al inclemente Afganistán para ver si las cosas podían hacerse de otra manera. Un viejo helicóptero soviético que piloteaban rebeldes afganos trasladó a un grupo de nosotros desde Dushanbe, Tayikistán, sobre la majestuosa Hindu Kush, hasta el corazón del Valle de Panjshir, el bastión de la Alianza del Norte que combatía al gobierno talibán de Kabul. Ya había periodistas europeos en el lugar, pero pasarían unos días antes de que aparecieran otros estadounidenses y más hasta la llegada de la CIA, si bien nunca vimos a sus miembros. Para los no iniciados, se trataba de una escena bíblica, una meseta polvorienta con gente curtida que vivía sin electricidad, agua corriente ni muebles. Los siguientes ocho meses en Afganistán y Pakistán proporcionarían todo tipo de indicios respecto de la situación imposible en la que acababan de aterrizar los Estados Unidos. Si bien la gue- rra estadounidense comenzó la noche del 7 de octubre de 2001 con el bombardeo al norte de Kabul, a esa altura los afganos ya se encontraban en guerra de forma más o menos constante desde hacía más de veinte años. Uno de los primeros días en el Valle de Panjshir, algunos afganos nos llevaron a conocer a un comandante de la Alianza del Norte En Afganistán no hay líneas claras. en el frente. Su base era una serie de construcciones de adobe con un pozo y un par de morteros de 81 milímetros rodeados de proyectiles usados. “¿Quieren escuchar a los talibanes?”, nos preguntó. Tomó un aparato de radio conectado mediante un cable a una batería de auto japonesa y cambió de frecuencia apenas un día después de lanzar proyectiles contra el otro bando. “¿Todos tus amigos están bien?”, preguntó el comandante rebelde por radio. “Sí, todos mis amigos están bien”, contestó el combatiente talibán del otro lado. Hablaron unos minutos antes de cortar la comunicación. “Era mi amigo”, explicó el comandante rebelde. “Pero ahora es mi enemigo.” La idea de líneas claras y definiciones precisas no sirve en Afganistán. La rapidez con que se desalojó a los talibanes del poder en Kabul ocultó lo difícil que sería expulsarlos de Afganistán. Al Qaeda era una organización extranjera, pero los talibanes, por más crueles y despóticos que pudieran ser, formaban parte de la cultura. Cuando nos veíamos acosados por las granadas que lanzaban los militantes o por los bombardeos nocturnos, las presunciones geopolíticas de las capitales occidentales parecían algo muy lejano. Estados Unidos trató de conseguir algo en lo que habían fracasado los británicos y los soviéticos, y lo hicieron mediante un tipo de Esto coincide con los hallazgos de Feaver y Christopher Gelpi, que estudiaron los efectos de la guerra en la opinión pública. Su conclusión es que si bien el aumento de los costos financieros y de las víctimas socava el ánimo, la ausencia de un avance claro es lo que en realidad disminuye el apoyo –y una victoria clara lo levanta. De todos modos, una guerra prolongada puede, en algunos casos, continuar todavía después de que el ánimo popular se ensombrece, si se la considera inevitable. guerra diferente, con pocas tropas estadounidenses en el lugar y brindando sobre todo apoyo aéreo a la Alianza del Norte. En Afganistán había tan pocos soldados estadounidenses, que no vimos ninguno en los primeros seis meses que pasamos en el país. La atención se desplazó luego a Irak, pero mientras tanto aumentó la cantidad de tropas y bases. Al Qaeda desapareció en su mayor parte, pero los talibanes y las distintas milicias que llamamos talibanas persisten. Las preguntas que escuchamos plantear ahora en la Sala de Situación no difieren mucho de las que hacíamos hace ocho años: ¿Cuáles son los intereses estadounidenses en Afganistán? ¿Cómo pueden conseguirse? ¿Quiénes son nuestros amigos y quiénes nuestros enemigos, y cómo podemos diferenciarlos entre sí? ¿Y cuáles son las consecuencias de la derrota? Tal vez la más importante de las preguntas sea: Mientras la medalla del Nobel lo observa en la Casa Blanca en el transcurso de los próximos tres o tal vez siete años, ¿el hombre al que se proclamó pacificador terminará por entender qué significa la paz en una tierra que carece de ella? ¿Se ganará el premio que ya recibió? The New York times se p ublica semanalmente en los siguientes diarios: sÜddeutsche zeit ung, alemania ● Cl arín, Argentina ● DER STANDARD, Austria ● l a r a zón, bolivia ● folha, br asil l a segunda, chile ● EL ESPECTADOR, COLOMBIA ● delo, eslovenia ● El país, españa the korea times, estados unidos ● novoye russkoye slovo, estados unidos ● manil a b ulletin, filipinas le monde, francia ● 24 saati, georgia ● eleftherotypia, grecia ● prensa libre, Guatemala ● THE asian age, India ● la repubblica, Italia ● Asahi Shimbun, japón ● el norte, mural Y reforma, méxico la prensa, panamá ● The observer, reino unido ● listin diario, república dominicana ● rumania libera, rumania ● novaya gazeta, rusia ● united daily news, taiwán ● el observador, uruguay III Lunes, 19 DE Octubre DE 2009 el mundo Ahora, el blanco de los chistes es Obama inteligencIA/roger cohen Una voz para Europa Nueva York La Unión Europea ha caído en un desánimo prolongado. Las potencias que la impulsaron, Francia y Alemania, en cuya reconciliación se basaba la idea de Europa, han perdido interés por el proyecto al que dieron vida. El sueño inicial de crear un “Estados Unidos de Europa” ha dado paso a una extraña agrupación de 27 países con nociones diferentes de lo que debería ser la UE. No digo esto para menospreciar los logros europeos. Desterrar la guerra del continente y crear una moneda común, el euro, no son hazañas baladíes. La Unión es un portento económico aunque siga siendo un pigmeo político. Sus tribulaciones son consecuencia del éxito: la unificación de Europa tras el fin de la Guerra Fría reunió a potencias difusas con prioridades divergentes en un bloque difícil de manejar. Aun así, ¡basta ya! “Una unión cada vez más estrecha” era el objetivo declarado de los padres fundadores de la UE; desde hace años, esa búsqueda se ha paralizado. Ahora, con la aprobación irlandesa del Tratado de Lisboa, la Unión tiene a su alcance los medios para asumir un papel político más destacado mediante la elección de un presidente fuerte. Sugiero que, antes de tomar su decisión, la UE se fije en Estados Unidos. Por suerte, ni Millard Fillmore ni Warren Harding fueron el primer presidente estadounidense. Por el contrario, ese papel le correspondió a George Washington, y el resto es historia. Naturalmente, la UE no es una nación nueva que emerge de una guerra de independencia para sumarse a un mundo sumido en el caos. Está en paz y sus instituciones esenciales están a salvo. Pero el lugar que ocupe en la escena mundial se definirá en gran medida por el carácter y el peso de su primer dirigente. Pues bien, siento gran respeto por Herman Van Rompuy y JeanClaude Juncker, y en principio no tengo nada en contra de países pequeños como su Bélgica y su Luxemburgo natales. Pero si la UE, en nombre de un compromiso mal encaminado, elige como primer presidente a un personaje poco conocido, estará tomando la senda de Fillmore-Harding hacia el ridículo. He estado examinando a los posibles candidatos para el puesto —el presidente tendrá un mandato de dos años y medio— y la única opción creíble parece la de Tony Pueden enviar sus comentarios a intelligence@nytimes.com. WASHINGTON — ¿El presidente Obama tiene problemas con los cómicos nocturnos? Es probable que no se haya dado cuenta o que no le importe. Después de todo, está inmerso en su tan mentado “plato lleno” de presuntos “momentos definiENSAYO torios” de su presidencia: una decisión definitoria sobre Afganistán, una batalla legislativa definitoria sobre el sistema de salud, y varias cosas definitorias más. Sin embargo, tal vez haya un conjunto más sutil de episodios “definitorios” que se le presentan a Obama en las salas de las comedias televisivas, que antes eran en su mayor parte relativamente amables con él. Los chistes sobre Obama se endurecen. Ya no se limitan a bromas gentiles sobre el perro Bo, las orejas grandes, sus malas condiciones para el boliche y las cumbres de cerveza. Un episodio conspicuo (si no “definitorio”) ocurrió el 3 de octubre en el programa Saturday Night Live, en una sátira ambientada en el Despacho Oval. El presidente (que interpretaba Fred Armisen) defendía su gestión ante críticos que lo habían acusado de convertir Estados Unidos “en algo parecido a la Unión Soviética o la Alemania nazi.” No tanto, protestaba el mandatario. “Si se analiza mi gestión, queda muy claro lo que hice hasta ahora”, dijo, “o sea, nada”. El guión continuaba mostrando a Obama/Armisen chequeando la lista de cosas que había prometido hacer: cerrar la cárcel de Guantánamo, reorganizar el sistema de salud. Todas estaban marcadas como no cumplidas. Desde un comienzo se elogió a Obama por considerársele alguien que “tiene buena recepción nocturna”, cuyo humor irónico y modesto se adapta bien a la sensibilidad del género. Fue el primer presidente en ejercicio que apareció como invitado de Jay Leno y David Letterman, los conductores del programa televisivo nocturno más popular de Estados Unidos. “No se puede ignorar su influencia”, dice Dan Pfeiffer, vicedirector de comunicaciones de la Casa Blanca. “Suelen ser importantes indicadores de tendencias”. Pero los indicadores recientes podrían resultar sombríos. Hay una proliferación de chistes que alimentan “o se alimentan de” un viejo relato resucitado contra el presidente que se remonta a la Mark Leibovich thierry roge/reuters Tony Blair goza del poder estelar necesario para liderar a la todavía fraccionada UE. Blair, un político que, a su manera, tiene el mismo talento (y defectos) que Bill Clinton. La elección de Blair sería una declaración de intenciones serias. Y eso es algo necesario. En los próximos años hará falta un fuerte liderazgo estratégico para determinar el papel europeo en Afganistán; la relación de Europa con Rusia y una China en auge; la participación de Europa en la reforma de instituciones como Naciones Unidas, el naciente G-20 y la OTAN; la contribución de Europa a los esfuerzos de no proliferación nuclear; y la voz de Europa en el cambio climático y la recuperación económica. Europa no es sólo un bloque comercial, sino que es un ejemplo del poder de la democracia liberal, que ha inspirado a vecinos y agrupaciones como el Mercosur latinoamericano. Un líder debe proyectar este mensaje. En el plano interno, el liderazgo de Blair garantizaría que Reino Unido siga firmemente involucrado en la UE, aunque el euroescéptico David Cameron se convierta en primer ministro. También ayudaría a forjar acuerdos entre los países ex comunistas de Cen- troeuropa, a los que les preocupa una Europa federal, y los miembros más antiguos, que no albergan esos escrúpulos. La oposición a Blair se centra en su apoyo a la guerra de Irak. Fue una guerra mal gestionada e ilegítima; pero si Blair hubiera abandonado a Estados Unidos, poco quedaría de la alianza transatlántica que es la roca militar sobre la que se construyó la UE. Más importante que la retrospección ahora es garantizar una Europa con un liderazgo lo suficientemente fuerte como para darle un rumbo al continente. Otro hombre que ha pensado profundamente en Europa es el ex ministro alemán de Asuntos Exteriores Joschka Fischer, que, al igual que el primer ministro francés François Fillon y el ministro de Exteriores sueco Carl Bildt, constituye una opción viable como nuevo ministro de Asuntos Exteriores para flanquear al presidente. Lo último que la Unión necesita es un “¿Quién?” como respuesta a sus opciones. Sólo hay una posibilidad de dar una primera impresión. campaña del año pasado, cuando tanto John McCain como Hillary Clinton trataban de pintar a Obama como un orador atractivo pero un mal ejecutor. Hace poco, el cómico Jon Stewart anticipó el tema de Saturday Night Live del “no hacer nada” en su noticiero satírico nocturno The Daily Show. Comenzó como una habitual yuxtaposición de videoclip de Stewart en la que Obama (y sustitutos) prometía poner fin a la política militar de expulsar a gais y lesbianas. Continuó con clips de los meses siguientes del secretario de Defensa, Robert Gates, y el asesor nacional de seguridad, Jim Jones, diciendo que todavía no habían abordado la reversión de la política y citando el “plato lleno” de Obama. Acto seguido, Stewart, exasperado con un hombre al que había apoyado, levantó las manos y le imploró al presidente que hiciera algo. “¿Y todo eso que pusiste en tu plato?”, dijo Stewart. “Es hora de comer, hermano. Así es como se vacía el plato”. Luego de una carcajada y del aplauso del público, Stewart le recordó a Obama: “Usted es el presidente de los Estados Unidos”. Sonó como algo entre un llamado a la acción liberal y un grito de ayuda. Jeff Nussbaum, que escribe chistes y discursos demócratas, no coincide en que la comedia nocturna sea un importante indicador del espíritu cultural actual. “Para usar un término económico, es más bien un indicador retrospectivo”, dice, y “para bien o para mal, los cómicos ahora tienen más material”. La mayoría de los chistes que los programas nocturnos hacen sobre el presidente estadounidense, no son personales. “Los chistes siguen siendo en su mayor parte sobre cosas como la forma en que los medios se concentran en Obama o lo que la oposición dice de él”, dice Bob Lichter, del Centro de Medios y Asuntos Públicos de la Universidad George Mason en Virginia, que analiza los temas del humor de los programas nocturnos desde 1988. Lichter opina que es prematuro decir si la sátira de Saturday Night Live es un “presagio o algo marginal” en la forma en que los cómicos tratarán al presidente Obama. En todo caso, proporcionó una articulación cómica de un mensaje que tiene posibilidades devastadoras: “El peligro es que se vaya a definir a Obama en términos de inacción y de no estar a la altura de las expectativas”, agrega. Las bromas sobre el presidente Obama se han ido endureciendo. Obama visitó el noticiero satírico de Jon Stewart en 2007. Relájese, es solo estrés Viene de la página I Una integrante del grupo, conocida como Baby 19, atrajo su atención desde el comienzo. Era inquieta y temerosa y se mostraba confundida ante cambios de cualquier tipo, ya fueran sonidos, paisajes o personas nuevas. Como muchos otros bebés excesivamente reactivos que Kagan estuPara comentarios, escriba a nytweekly@nytimes.com. dió, Baby 19 creció y se convirtió en una muchacha impresionable con un trastorno de ansiedad social y una idea constante de fatalidad inminente. Las tomografías del cerebro de estas personas revelan una hiperactividad de la amígdala, el centro del cerebro relacionado, como era de sospechar, con las respuestas primitivas de lucha o huida. La buena noticia es que podemos revertir esos patrones com- pulsivos de manera persistente. A diferencia de las infortunadas morsas estresadas de Icy Cape, algunos de los sujetos excesivamente reactivos del doctor Kagan recurrieron a una terapia cognitiva que reorientó sus patrones de pensamiento alejándolos de la opresión constante del miedo y la ansiedad. “Las luchas internas me tironearon durante años hasta que pude relajarme y calmarme”, escribió uno a la sabia edad de 13 años. Jason DeCrow/Associated Press IV Lunes, 19 DE Octubre DE 2009 dinero y negocios ¿Qué pasa cuando las compañías pasan “de mano en mano”? POR JULIE CRESWELL Durante la mayor parte de los 133 años transcurridos desde su fundación en una pequeña ciudad de Wisconsin, Simmons Bedding Company disfrutó de una historia ilustre. Presidentes han dormido sobre sus colchones a bordo de los aviones Air Force One, en sus anuncios han aparecido Henry Ford y H. G. Wells, y la misma Eleanor Roosevelt exaltó las virtudes del colchón Simmons Beautyrest. Su historia reciente también ha sido digna de mención, pero por un motivo diferente. Simmons dice que muy pronto se declarará en bancarrota, como parte de un acuerdo al que llegaron sus propietarios actuales para vender la compañía (la séptima ocasión en que ha sido vendida en poco más de dos décadas) tras haber sido propiedad, durante breves periodos, de un desfile de distintos grupos de inversión, conocidos como empresas de capital privado, que intentan comprar compañías subvaluadas, principalmente con dinero prestado. Para muchos de los inversionistas de la compañía, la venta será un desastre. Se anticipa que tan solo sus tenedores de bonos perderán más de US$575 millones. El desplome de la compañía también ha devastado a empleados como Noble Rogers, quien trabajó 22 años en Simmons, la mayoría en una fábrica en la afueras de Atlanta. Rogers es uno de los mil empleados, más de una cuarta parte de la fuerza laboral, que fueron despedidos el año pasado. Sin embargo, la firma Thomas H. Lee Partners, de Boston, no solo ha salido bien, sino que ha obtenido ganancias. El grupo inversionista, que compró a Simmons en el 2003, recabó cientos de millones de dólares de Simmons en dividendos especiales. También se pagó a sí misma millones de dólares más por concepto de honorarios, primero por comprar la compañía y después por ayudar a dirigirla. Los bancos de inversión de Wall Street también han sacado provecho. Ganaron millones de dólares por ayudar a concertar las adquisiciones y por vender los bonos que hicieron posible dichos tratos. En total, las diversas empresas de capital privado que han sido propietarias de Simmons han obtenido alrededor de US$750 millones en ganancias de la empresa a través de los años. “Tantas personas resultaron perjudicadas porque pensaron que esta era una gran compañía para la cual trabajar y planeaban pasar el resto de sus vidas aquí”. NOBLE ROGERS Despedido de Simmons Bedding, después de 22 años. david walter banks para The New York Times; (IZQ.) REGISTROS DE LA COMPAÑÍA SIMMONS, CENTRO DE ARCHIVOS, MUSEO NACIONAL DE HISTORIA de eu, INSTITUTO SMITHSONIANO Cómo es que tanta gente pudo ganar tanto dinero con una compañía llevada a la bancarrota, es una historia típica de estos tiempos financieros, así como ejemplo de un fenómeno creciente en el terreno corporativo estadounidense. Con cada paso que daban, los compradores endeudaban más a Simmons. Los financistas pedían cada vez más dinero prestado para pagar precios cada vez más altos por la compañía, lo que le permitía a cada dueño anterior vender a cantidades rentables. Mas ese peso agobió a una compañía por lo demás sana. Hoy, Simmons tiene una deuda de US$1 mil 300 millones, en comparación con solo US$164 millones, en 1991. Los inversionistas privados pudieron comprar compañías como Simmons con dinero prestado y aportar relativamente escaso efectivo propio. Entonces, al poco tiempo, a menudo solicitaban más préstamos y usaban los activos de la compañía como garantía. Para los financieros, las recompensas eran enormes. No importaba que la compañía terminara con deudas muy superiores a su valor. Los inversionistas que compraron esa deuda prácticamente no están recibiendo nada con el nuevo trato. Durante los 22 años que Rogers trabajó en Simmons, la compañía pasó de una empresa de capital privado a otra, y cuando Rogers se convirtió en presidente del sindicato local en la planta, vio poca diferencia en el piso de producción. Entonces, en la primavera del 2008, cuando la economía había comenzado a afectar las ventas, Simmons despidió al turno de noche en la planta en Mableton, en las afueras de Atlanta. Y el 18 de septiembre de ese año, reunió a los em- pleados para decirles que cerraría la planta. “Después de que ocurrió eso, la gente realmente se las vio difíciles”, recordó Rogers. Simmons es una de cientos de compañías que fueron adquiridas por empresas de capital privado a principios de esta década, durante el repunte más importante de adquisiciones corporativas que ha visto el mundo. Una cantidad desproporcionada de las compañías adquiridas durante ese frenesí hoy batallan con deudas enormes. Más de la mitad de las aproximadamente 220 empresas que se han declarado en moratoria de algún tipo en los pagos de sus deudas este año son o fueron en algún momento propiedad de, o controladas por, empresas de capital privado, de acuerdo con analistas en Standard & Poor’s. Ejecutivos en THL responden que Simmons fue víctima de tiempos económicos difíciles, no de una mala administración o exceso de deuda. Los problemas de Simmons, dijo Scott A. Schoen, copresidente de la firma quien fue integrante del consejo de Simmons, son resultado enteramente de una desaceleración económica “sin precedentes e imprevisible” que ha sacudido a toda la industria de camas. Simmons espera salir de la bancarrota en manos de dos empresas nuevas de capital privado. Una es Ares Management, propietaria del gigante de los colchones Serta. “Simmons ha sido una gallina de los huevos de oro. Ha generado mucho dinero para mucha gente”, dijo David Perry, editor ejecutivo de Furniture/Today. “Sin embargo, existe el creciente interrogante en la industria de cuántas veces más puede repetirse esto. ¿Cuánto jugo queda por exprimir?”. Tolere la frustración de no haber ascendido P. Acaba de ser pasado por alto para un ascenso que cree que se merecía. Se siente impactado, pero no quiere manejar equivocadamente la situación. ¿Qué debe hacer? R. Primero, cálmese. Es posible que sienta como si le hubieran sacado el aire, pero necesita tiempo para poner esta decisión en perspectiva y analizarla. Si se siente dominado por la emoción, trate de decir muy poco al principio porque podría terminar haciendo algo contraproducente, indicó John Beeson, fundador de la empresa de consultoría Beeson Consulting, en Manhattan. “Su jefe probablemente se siente culpable y no esté preparado para darle buenas razones por la decisión”, añadió Beeson. “Solo diga: ‘estoy decepcionado. No debato la decisión, pero me gustaría regre- sar en unos cuantos días y que se me diera alguna retroalimentación que me ayude a manejar mi trayectoria’. Eso le dice a su jefe que no se da por vencido y que quiere más información para mejorar”. pragmática”, afirmó Ana Dutra, directora ejecutiva del grupo Korn/Ferry International’s Leadership and Talent Consulting, en Chicago. P. Después hablar de la decisión, ¿debe tratar de convencerlo para que reconsidere? R. No. Necesita considerar la decisión como definitiva. Lo que ahora quiere es retroalimentación, apuntó Jane S. Goldner, consultora de administración y autora de Driven to success: A 10-point checkup for achieving high performance in business (Dedicado al éxito: Una revisión de 10 puntos para lograr un alto desempeño en los negocios). de haberse calmado, ¿cuál es la mejor manera de averiguar por qué no se consiguió el ascenso? R. Primero, responda algunas preguntas básicas. ¿Estaba consciente de la posibilidad de que alguien más obtendría el ascenso? ¿Qué tan importante era este ascenso para usted? ¿Y cómo le va a la compañía en general? ¿Acaso fue la única persona que no obtuvo un ascenso este año? “Las respuestas a estos interrogantes le permitirán comprender la decisión de una manera muy P. Cuando se reúna con su jefe para P. ¿Cómo maneja su ira y frustración mientras trabaja con miras a la próxima oportunidad de ascenso? R. Manejar esos sentimientos es vital, porque la negatividad en la oficina puede ser mortal para una trayectoria, comentó Shawn Achor, asistente de la cátedra de psicología en la Universidad de Harvard y director ejecutivo de Aspirant, empresa de consultoría administrativa, en Cambridge, Masachusets. Achor estudia los efectos de las actitudes positivas y negativas en el desempeño laboral. Dice que las personas que tienen una actitud amargada comienzan a destruir sus sistemas de apoyo social en el trabajo y a perder sus lazos con sus compañeros. “Entonces, se convierten en la persona tóxica del equipo”, señaló. eilene zimmerman chris reed V Lunes, 19 DE Octubre DE 2009 ciencia y tecnología ¿Cuál es el beneficio de las mascotas en los enfermos? POR CARLA BARANAUCKAS Abundan las anécdotas sobre los beneficios que la compañía de animales tiene en la salud humana, así sean animales de servicio, de terapia o mascotas familiares. Sin embargo, se han realizado pocos estudios a fondo al respecto. Ahora, el Instituto Nacional Eunice Kennedy Shriver de Salud Infantil y Desarrollo Humano, parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, emprende un esfuerzo para estudiar si estos animales pueden tener un efecto tangible sobre el bienestar de los niños. En sociedad con el Centro Waltham para la Nutrición de Mascotas (parte de la compañía Mars, que fabrica dulces y alimento para mascotas), en Inglaterra, el instituto de salud infantil Hay estudios que exploran cómo se da la interacción. busca propuestas de estudios que “se enfoquen en la interacción entre humanos y animales”. En particular, busca aquellos que aborden cómo estas interacciones afectan al desarrollo y la salud típicos, y si brindan beneficios terapéuticos y de salud pública. Cuando Chad, un perro labrador amarillo, empezó a vivir con la familia de Claire Vaccaro, en Manhattan, la primavera pasada, ya jugaba un papel importante. Como perro de servicio para autistas, llegó a la familia para ayudar a proteger a Milo, el hijo de 11 años de Vaccaro, especialmente en público, donde con frecuencia hacía berrinches o trataba de huir. Igual que muchos animales de compañía, Chad tuvo un efecto inmediato, el tipo de efecto que es perceptible, pero que aún no ha sido del todo comprendido a través de estudios científicos. Melissa A. Nishawala, direc- tora clínica del servicio de gama autista en el Centro de Estudios Infantiles, de la Universidad de Nueva York, dijo que observó “un cambio prominente y notorio” en Milo, aun cuando el perro simplemente estaba sentado en el consultorio. “Me empezó a narrar cosas como nunca lo había hecho antes”, comentó, al agregar que la mayoría de ellas eran sobre el perro. Los cambios han sido tan profundos que Vaccaro y Nishawala empezaban a hablar sobre retirarle gradualmente a Milo algunos de sus medicamentos. Valerie Maholmes, quien dirige investigaciones sobre desarrollo y conducta infantiles en el instituto de salud infantil, señaló que en una reunión de amplio alcance para abordar los beneficios de las mascotas sobre la salud, en 1987, los Institutos Nacionales de Salud “concluyeron que necesitaban realizarse muchas más investigaciones”, particularmente sobre el desarrollo infantil. Otras sesiones confirmaron la necesidad de hacer investigaciones, pero la mayoría de los estudios se enfocaba en interacciones negativas, como las formas en las que las mascotas propagan enfermedades, apuntó James A. Griffin, subdirector de desarrollo y comportamiento infantiles del instituto. Mientras tanto, el Centro Waltham ha ampliado su propia investigación para llevar a cabo estudios sobre la interacción entre humanos y animales, declaró Catherine E. Woteki, directora global de asuntos científicos para Mars Inc. La gente que trabaja con animales espera que las investigaciones respalden sus observaciones. En el Hospital Infantil de Orange County, en el sur de California, por ejemplo, docenas de voluntarios habitualmente llevan a sus perros para visitar a los pacientes. Por lo general, los niños que son atendidos por enfermedades graves sienten tristeza, ansiedad o depresión. “Los perros los alegran”, dijo Emily Grankowski, supervisora del programa de terapia con mascotas, en ese hospital. michal czerwonka para the new york times Los animales pueden ayudar a curar enfermedades. En la foto, Tommy Conforti, paciente de cáncer, y Lady, perro de terapia. PROYECTO DEL GRUPO KALPA Maurizio Seracini cree que La batalla de Anghiari, de Da Vinci, permanece detrás de un mural. Da Vinci está oculto tras un muro POR JOHN TIERNEY FLORENCIA, Italia — Si cree, al igual que Maurizio Seracini, que la máxima pintura de Leonardo da Vinci está oculta dentro de un muro del ayuntamiento de Florencia, existen dos técnicas esenciales para hallarla. Como siempre, Da Vinci anticipó ambas. Primero, hay que concentrarse en la batería de dispositivos tecnológicos. Tras detectar lo que parecía ser una pista para llegar a la pintura de Da Vinci dejada por otro artista del siglo XVI, Seracini encabezó un equipo internacional de científicos para elaborar un mapa de cada milímetro del muro y el cuarto que lo rodea, con lásers, radar, luz ultravioleta y cámaras infrarrojas. “A Leonardo le encantaría ver cuántos medios científicos se emplean para buscar su obra maestra más célebre”, expresó Seracini, mientras contempla el muro en el que espera hallar, de aquí a un año, la pintura intacta.“Creo que todo este equipo de alta tecnología que vamos a implementar lo fascinaría”. Seracini se encontraba en el grandioso recinto ceremonial del Palazzo Vecchio conocido como el Salón de los 500, centro de la política renacentista, cuando Da Vinci y Miguel Ángel recibieron el encargo de decorarlo con murales de victorias militares florentinas. Ese día, en julio del 2009, aún era un punto neurálgico de la política, como lo demostró la repentina aparición de Matteo Renzi, nuevo alcalde de Florencia, quien se trasladaba de prisa de su oficina a un auto que lo esperaba. Seracini actuó rápidamente para interceptar al séquito del edil. TamJessica Donati contribuyó con información desde Roma. bién estaba deseoso por recurrir a la segunda estrategia esencial para recuperar una obra de Da Vinci en Florencia: hallar al mecenas correcto. Profesor de ingeniería de la Universidad de California, en San Diego, Seracini había iniciado su búsqueda más de tres décadas antes. En 1975, tras estudiar ingeniería en Estados Unidos, volvió a su nativa Florencia y examinó el Salón de los 500 con un estudioso de Da Vinci, Carlo Pedretti. Estaban en busca de La batalla de Anghiari, la pintura de mayor tamaño jamás emprendida por Leo- Dispositivos que habrían fascinado al mismo Leonardo. nardo. Aunque nunca la concluyó —el artista la abandonó en 1506— dejó una escena central de soldados y caballos en choque que fue encomiada como un estudio inédito de anatomía y movimiento. Luego desapareció. Durante la remodelación del salón, en 1563, el arquitecto y pintor Giorgio Vasari cubrió los muros con frescos de victorias militares de los Médici, quienes habían retomado el poder. La pintura de Da Vinci quedó casi en el olvido. Sin embargo, en 1975, cuando Seracini estudiaba una de las escenas de batalla de Vasari, su vista cayó en un banderín con dos palabras, “Cerca Trova”, equivalentes a “busca y encontrarás”. ¿Acaso se trataba de un indicio de Vasari de que había algo oculto abajo? Mediante la toma de fotos infra- rrojas y de mapear el salón con láser, el equipo de Seracini descubrió la ubicación de las puertas y las ventanas antes de la remodelación de Vasari. El plano reconstruido, aunado a documentos del siglo XVI, bastaron para ubicar el sitio pintado por Da Vinci. El nuevo análisis arrojó que este sitio se hallaba justo en la pista “Cerca Trova”. Un escaneo con radar arrojó la aún mejor noticia de que Vasari no había colocado su obra directamente encima de la de Da Vinci, sino que había levantado nuevos muros de ladrillo para sostener sus murales y se había tomado la molestia especial de dejar un pequeño colchón de aire tras una de dichas secciones de ladrillos, la sección detrás del “Cerca Trova”. En el 2005, Seracini solicitó ayuda durante una conferencia científica y se le sugirió que proyectara neutrones a través del fresco, sin dañarlo. Con ayuda de físicos estadounidenses, la agencia italiana de energía nuclear y universidades holandesas y rusas, Seracini desarrolló dispositivos para detectar los químicos característicos utilizados por Da Vinci. Desarrollar esta tecnología resultó difícil, pero no tan retador como los años que se requirió obtener la autorización para usarla. Seracini se declaró optimista respecto de La batalla de Anghiari, en caso de que realmente se encuentre allí. “La ventaja es que tiene 5 siglos de estar tapado”, explicó al respecto. “Ha estado protegido del medioambiente, del vandalismo y de las malas restauraciones. No anticipo que esté muy deteriorado”. Si acaso tiene razón, entonces tal vez Vasari le haya hecho un favor a Da Vinci al tapar el mural y cuidar de dejar aquel enigmático banderín encima del tesoro. VI Lunes, 19 DE Octubre DE 2009 arte y estilo Relanzan estuches de CDs con colecciones consideradas de lujo POR DANIEL J. WAKIN En estos últimos años, las cajas con recopilaciones de música clásica han estado llegando al mercado prácticamente sin solución de continuidad. Brilliant Classics, entre otros, lanzó voluminosas colecciones de Mozart (170 CD) y Bach (155 CD) completos. Naxos está lanzando este año una gran parte de la obra de Haydn para el segundo centenario de su muerte: los cuartetos para cuerdas completos, sinfonías, sonatas para piano, conciertos y misas. Este mes, el lanzamiento del estuche del violoncelista Yo Yo Ma incluye solamente 90 discos. Pero es asombroso por otras razones. Primero, Ma está vivo y no necesita una conmemoración póstuma. Muchos de los discos, aunque la mayor parte de la colección fue remasterizada, todavía se consiguen. El lujoso embalaje, con un librito en tapa dura de 312 páginas, forrado en terciopelo y con la foto realizada por Annie Leibovitz, no contradice el estilo prosaico de Ma. Más asombroso todavía es el precio de lista: US$ 789. En cambio, los lanzamientos recientes de las cajas de recopilaciones de los Beatles rondan los US$ 200. Claro que puede afirmarse que Ma es uno de los intérpretes clási- Sony está lanzando un juego de 90 discos de Yo Yo Ma, como parte de la creciente presencia de las colecciones de música destinadas a atraer a compradores de más edad. cos más famosos del mundo. En su interpretación, combina un carisma extraordinario, oficio musical y virtuosismo técnico. ¿Pero US$ 789? “Para mí, es ganga”, dijo Alex Miller, gerente y vicepresidente primero de Sony Masterworks, señalando que el costo por CD no supera los US$10. “El mercado también parece considerarlo así”. Las empresas asociadas que distribuirán la caja en el exterior ya compraron tres mil 500 copias, dijo. La fecha de lanzamiento es el 27 de octubre, pero los compradores pueden ordenar la caja por anticipado a través del sitio de Ma en Internet, yo-yoma.com, y los primeros 200 recibirán una nota y una fotografía en papel brillante firmada por el violoncelista (“una oportunidad única en la vida”, dice el sitio). Las cajas también han resultado ser populares como compras de empresas para regalos em- hiroyuki ito PARA The New York Times Por US$789, Yo Yo Ma remasterizado y en envase de lujo. presariales. Miller explicó que el proyecto fue idea suya, no de Ma. “Fue una forma no solo de honrar sus 30 años con Sony, sino de volver atrás y recobrar para el público contemporáneo esos discos que están en el mercado y nunca fueron reexaminados”. ¿Sony espera ganar dinero con este lanzamiento? Según Miller, “la intención fue honrar una carrera singular”. Por supuesto, las cajas con recopilaciones existen desde hace tiempo. Sin embargo, el hecho de que su presencia se incremente tiene en la actualidad razones particulares. Las empresas discográficas están tratando de atraer a compradores de más edad, con más dinero para gastar y más capacidad de concentración. Ahondando un poco más, la di- gitalización hizo que la música grabada pasara de ser una “cosa” a ser una colección de datos. El envase es irrelevante, dijo Evan Eisenberg, autor de “The Recording Angel”, un estudio sobre el impacto cultural de la música grabada. De todos modos, el impulso a adquirir y tener un objeto, y a coleccionarlo, persiste. Una caja “preserva algo”, dijo Eisenberg. “Preserva un tiempo que queremos recordar, en el que queremos permanecer. Sugiere permanencia y solidez y un refugio contra el paso del tiempo, y la fugacidad y el deterioro”. Discuten sobre la autencidad de objetos de Frida Kahlo POR ELISABETH MALKIN SAN MIGUEL DE ALLENDE, México — En un cuarto trasero refundido detrás de una galería de antigüedades en esta ciudad montañesa, hay un santuario a la pintora Frida Kahlo. Una docena de pinturas compiten por espacio en la pared. Un baúl exhibe, dobladas, las tradicionales blusas oaxaqueñas conocidas como huipiles que Kahlo favorecía. Carpetas contienen copias de páginas de apuntes garabateados al amanecer y cartas nunca enviadas, llenas de ira y pasión para su esposo, el muralista Diego Rivera. La pregunta es si alguno de estos objetos perteneció a Kahlo. Carlos Noyola, comerciante de arte y antigüedades que adquirió la colección, afirmó que ha demostrado que sí lo son. Hay mil 200 artículos, que valen una fortuna si fueran de Kahlo. Sin embargo, la publicación por Princeton Architectural Press de un lustroso libro de arte en Estados Unidos sobre la colección ha movilizado a un diverso grupo de expertos en México, EE. UU. y Europa, que afirma que los objetos son falsos. A fines de septiembre, el fideicomiso del Gobierno mexicano que controla los derechos reservados de la obra de Kahlo interpuso una denuncia contra Noyola. El fideicomiso también investiga recursos legales en EE. UU. para detener la venta de los libros. Ninguno de los expertos ha ido a San Miguel de Allende y basan sus opiniones en reproducciones de esos artículos. Mary-Anne Martin, comerciante neoyorquina de arte latinoamericano, señaló en un men- Museo Frida Kahlo, México Un dibujo atribuido a Frida Kahlo, parte de la colección de un comerciante; arriba, página de un diario autentificado de Kahlo. Princeton Architectural Press saje de correo electrónico que había “visto fotografías de muchas de las obras en esta colección” y había “leído sobre la procedencia y todo el material proporcionado”. Agregó, “con base en el estilo y la ejecución de las pinturas y los dibujos, el carácter y el contenido de las cartas, recetas y páginas de diarios, le puedo decir que son falsos”. El libro, Finding Frida Kahlo, programado para publicarse el 1 de noviembre, contiene ilustraciones suntuosas de muchos artículos en la colección. Incluye una larga entrevista con Noyola y su esposa, Leticia Fernández. A partir del 2004, indicó la pareja, le compró los artículos a un abogado de la Ciudad de México, quien les dijo que los adquirió de un tallador de madera que había elaborado marcos para Kahlo. Ella le tenía tanta confianza al tallador que le dio varias maletas y cajas llenas de sus posesiones más íntimas. Los Noyola localizaron una fotografía del artesano, Abraham Jiménez López, que aparece en el libro. Para autentificar la obra acudieron con Ruth Alvarado, nieta de Rivera, quien murió hace dos años. También consultaron a tres artistas que estudiaron y trabajaron con Kahlo y Rivera en los 40. En la colección Noyola, casi todas las piezas llevan la firma “Frida K.”, rara vez vista en la colección de documentos almacenados en el Museo Frida Kahlo. La fotógrafa Lola Álvarez Bravo tomó fotografías de la obra de Kahlo y no hay una sola imagen de ninguna de las obras en la colección Noyola en ese archivo fotográfico, señaló Jay Oles, profesor de historia del arte en la Universidad Wellesley, en Massachusetts, y quien ha escrito sobre Kahlo. Jennifer Thompson, directora editorial de Princeton Architectural Press, dijo que no había consultado a expertos externos antes de firmar el libro porque tenía confianza en los pasos que había tomado Noyola para autentificar las obras.