La paz es tan fugaz

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Lunes, 19 DE Octubre DE 2009
Copyright © 2009 The New York Times
Una selección semanal ofrecida por
Relájese,
es solo
estrés
A medida que se les va encogiendo el hábitat de hielo marino, estas
criaturas se ven obligadas a estar
cada vez más apretadas, lo que
eleva la adrenalina y la ansiedad
a niveles peliVENTANA
grosos. El mes
pasado, The
Times informó
que en una colonia cerca de
Icy Cape, Alaska, los ánimos
se caldearon y
131 morsas fueron aplastadas en una estampida
llena de pánico.
Las morsas no son las únicas
que reaccionan exageradamente
al estrés. En las aguas primordiales, en un ecosistema que se
derrite o en un mercado de trabajo
que colapsa, los animales están
estructurados como para luchar
o huir cuando las sustancias químicas del cerebro y las hormonas
pierden eficiencia debido a amenazas reales o imaginarias.
Por desgracia, los humanos
tenemos el talento de exagerar las
imaginarias. Igual que las ratas
de laboratorio apiladas en jaulas
repletas, los humanos ansiosos corren el riesgo de desarrollar patrones de pensamiento compulsivos y
dolencias físicas.
Algunos de esos patrones
compulsivos persisten durante el
sueño. Con la desaceleración de la
economía, los dentistas estadounidenses están notando un aumento
simultáneo del rechinamiento
dentario, una actividad muscular
subconsciente relacionada con
el estrés. La mayoría de los afectados no son conscientes del problema, hasta que se les rompe un
diente, informó The Times.
Una vez más, la culpa la tienen
tanto nuestros ancestros primordiales como nuestro sistema financiero moderno.
“El estrés, ya sea real o aparente, hace que se liberen en el cuerpo
las hormonas que regulan la lucha
o huida”, dijo al Times el Matthew
Messina, dentista de Cleveland.
“Esas hormonas del estrés liberadas movilizan energía, causan
actividad isométrica, que es movimiento muscular, porque esa energía acumulada tiene que liberarse
de alguna manera”.
Recesión o no, según la revista
del Times, es posible que, entre los
que rechinan los dientes, algunos
estén “conectados a la inquietud”
desde el nacimiento. Jerome Kagan, profesor de psicología de la
Universidad de Harvard, estudia
los rasgos de personalidad de un
grupo de individuos desde el año
1989, cuando todos eran bebés.
La paz es
tan fugaz...
Tyler Hicks/Getty Images
El presidente Obama sigue esforzándose por resolver temas que bullían bajo la superficie cuando un soldado de la
Alianza del Norte celebraba la derrota de los talibanes en Kabul, en 2001.
Un periodista
recuerda el
momento en que
la victoria estuvo
al alcance de
la mano en
Afganistán.
Parece haber
pasado hace
mucho tiempo.
Sigue en la página III
DINERO Y NEGOCIOS
Unos lucran al
hundirse otros.
IV
Washington
más poderoso del mundo abatirse sobre
esde el techo de una casa de
el primitivo ejército de soldados vestidos
adobe que dominaba la llanura
con harapos y sandalias, nunca se nos
somalí, las explosiones blancas a
ocurrió que, tantos años después, Estados
la distancia, el resplandor rojizo del fuego
Unidos seguirían tratando de encontrar la
de artillería y el ocasional estruendo
forma de ganar, ni si podría hacerlo.
que resonaba en el valle anunciaron
peter El viaje de la aldea de Topdara hasta
el comienzo de la guerra de Estados
baker la Casa Blanca es un relato ejemplar
Unidos en Afganistán.
sobre los límites del poder y la imaENSAYO
En lo relativo a las municiones, sin
ginación.
embargo, esa fría noche de octubre
Eso quedó planteado en el país en
fue muy oscura. Se nos advirtió que no
términos descarnados cuando el presidenusáramos linternas ni prendiéramos cite Obama ganó el Nobel de la Paz apenas
garrillos, que ni siquiera permitiéramos
horas antes de reunirse con sus asesores
que se viera el brillo de nuestros teléfonos
en la Sala de Situación para analizar la
satelitales para no atraer el fuego talibán.
intensificación de una guerra que aún no
La única otra luz a la vista procedía de los
se ganó. Las lecciones de los últimos ocho
faros de una larga serie de vehículos que
años sugieren que, no importa qué deciatravesaban el valle, alejando a los civiles
sión tome Obama ni lo que piense el comité
del bombardeo.
del Nobel en Oslo, Obama muy bien puede
Eso fue hace ocho años, y esa noche,
Sigue en la página II
mientras observábamos la fuerza del país
D
ciencIA Y tecnología
A luz obra perdida
de Da Vinci.
V
I ntel ig enc IA: ¿Q u i én d e be ría se r el p resi d ente d e l a U E?. Pág i na III.
ARTE Y ESTILO
¿Son auténticos los
objetos de Kahlo?
VI
II
Lunes, 19 DE Octubre DE 2009
el mundo
Defenderse no basta en
una guerra, sino ganar
Ahora que está reevaluando
como luchar en Afganistán, el presidente Obama debería tener en
cuenta lo siguiente: en tiempos de
guerra, el pueblo ha sostenido un
reloj de arena frente a cada uno de los
últimos presidentes
para que pudiera
medir su paciencia.
eNSAYO
Existe una sola
manera segura de
impedir que la arena se acabe:
obtener la victoria, o por lo menos
demostrar que se están haciendo
progresos.
“La opinión pública ha sido siempre una preocupación en todas las
guerras de Estados Unidos, más
allá de que estas fueran consideradas largas o cortas, o nobles o
innobles”, dijo Peter D. Feaver,
profesor de ciencia política en la
Universidad Duke en Durham, Carolina del Norte, que trabajó en el
Consejo de Seguridad Nacional en
tiempos del presidente George W.
Bush. “Siempre está en juego”.
Hay momentos en que la opinión
pública puede iniciar guerras y
dictar su evolución. En otros momentos, las guerras son impuestas
a un país. Pero una vez emprendidas, el hambre de progreso en la
batalla debe ser satisfecha.
En el primer año de participación estadounidense en la Segunda
Guerra Mundial, Gran Bretaña y
Estados Unidos no se ponían de
acuerdo en cuanto a dónde atacar
primero. Winston Churchill y sus
asesores militares discutían con
los oficiales estadounidenses que
querían invadir Francia en 1943,
diciendo que todavía era demasiado arriesgado; preferían atacar
en el Mediterráneo. El presidente
Franklin D. Roosevelt cedió, pero
Graham
bowley
sintió que era necesaria una ofensiva contra Alemania. De manera
que juntos, él y los británicos pusieron en marcha los desembarcos
en África del Norte en noviembre
de 1942. Después de un año de
pérdidas desalentadoras en el
Pacífico, los desembarcos le dieron
a Roosevelt la posibilidad de decir
que se había emprendido la lucha
contra el Eje. Los estadounidenses
pudieron solidarizarse –y lo hicieron– con esa noticia y, asimismo,
con la noticia de las victorias en
otros lugares que pronto se producirían.
A comienzos de esta década, la
misma impaciencia por alguna
acción y un deseo de ver a las tropas estadounidenses en el terreno
fueron tangibles en las semanas
posteriores a los ataques en Nueva
York y Washington el 11 de septiembre de 2001. Siguió luego la veloz y muy bien recibida participación de los estadounidenses junto a
los rebeldes de la Alianza del Norte
contra los talibanes en Afganistán,
y esas fuerzas expulsaron rápidamente a los talibanes de Kabul.
Pero no hubo una victoria decisiva contra Osama bin Laden o sus
lugartenientes. De ahí que, a la larga, la falta de blancos fáciles y de
victorias llamativas en Afganistán
se convirtiera en un problema que
fermentó y ahora debe ser afrontado por un nuevo presidente, del
mismo modo que Vietnam estaba
fermentando cuando Lyndon Johnson se lo pasó a Richard Nixon.
Sin una victoria temprana, no todo está perdido, por supuesto; pero
a la opinión pública hay que saber
tratarla. Churchill es un ejemplo
de un líder que superó una profunda impopularidad y tuvo que luchar por su supervivencia política.
Eliot Elisofon/Time & Life Pictures — Getty images; abajo, Bert Hardy/Getty Images
En noviembre de
1942, Franklin D.
Roosevelt puso
norteamericanos
en la ofensiva
en el norte de
África, izquierda.
En 1950, arriba,
Harry Truman
hizo lo mismo en
Inchon, Corea
del Sur.
Lo que lo salvó una y otra vez fue
su don para comunicarse con su
pueblo. Los británicos se unieron a
él, en un primer momento, después
de Dunquerque y durante la Batalla de Inglaterra, pero luego debió
enfrentar los desastres en Grecia,
Singapur y otros lugares hasta que
Estados Unidos entró en la guerra,
así como las mociones “de censura” de la Cámara de los Comunes.
“Al igual que el presidente Obama, se apoyaba en su oratoria”,
dijo Andrew Roberts, historiador
británico, autor de Masters and
Commanders. “Todos escuchaban
sus emisiones a las 21 en la BBC.
Su discurso del 11/9/1941 fue una
hazaña absoluta”.
Pero a la larga, lo que contó fue
el avance en el campo de batalla.
Desde el punto de vista británico,
según Roberts, solo cuando los soviéticos empezaron a repeler a los
invasores alemanes, los británicos
pudieron ver un camino razonable
hacia la victoria –bombardeando
ciudades alemanas, eludiendo a la
Luftwaffe y cubriendo el avance de
Rusia, dijo.
Tras ocho años de guerra, la paz real es tan fugaz
Viene de la página I
terminar su gestión pasados cuatro u ocho años sin que haya paz en
Afganistán.
Cubrir la guerra desde sus comienzos en Afganistán hasta esta
coyuntura crítica en Washington
supone tratar de reconciliar un
caos de imágenes e impresiones,
ninguna de las cuales proporciona
las respuestas fáciles que Obama
quiere encontrar. Después de todo,
el presidente entró en funciones en
busca de una estrategia, elaboró
una y luego, seis meses después,
decidió descartarla y buscar otra.
Parece estar tomando ideas que
se propusieron año tras año con un
éxito limitado. Si fuera simple, por
supuesto, ya alguien habría logrado hacerlo.
Tal vez eso debería haber sido
evidente desde el primer momento, y en ciertos sentidos lo fue.
Para quienes estábamos en Moscú
cuando se produjeron los atentados del 11 de septiembre de 2001,
el clishé sobre el ingobernable e
inconquistable cementerio de los
imperios no era una abstracción
teórica sino la historia real de una
generación de rusos que envejecían. De todos modos, salimos de
Moscú y otros puntos del globo
rumbo al inclemente Afganistán
para ver si las cosas podían hacerse de otra manera.
Un viejo helicóptero soviético
que piloteaban rebeldes afganos
trasladó a un grupo de nosotros
desde Dushanbe, Tayikistán,
sobre la majestuosa Hindu Kush,
hasta el corazón del Valle de Panjshir, el bastión de la Alianza del
Norte que combatía al gobierno
talibán de Kabul.
Ya había periodistas europeos
en el lugar, pero pasarían unos
días antes de que aparecieran
otros estadounidenses y más
hasta la llegada de la CIA, si bien
nunca vimos a sus miembros. Para
los no iniciados, se trataba de una
escena bíblica, una meseta polvorienta con gente curtida que vivía
sin electricidad, agua corriente ni
muebles.
Los siguientes ocho meses en
Afganistán y Pakistán proporcionarían todo tipo de indicios
respecto de la situación imposible
en la que acababan de aterrizar
los Estados Unidos. Si bien la gue-
rra estadounidense comenzó la
noche del 7 de octubre de 2001 con
el bombardeo al norte de Kabul, a
esa altura los afganos ya se encontraban en guerra de forma más o
menos constante desde hacía más
de veinte años. Uno de los primeros
días en el Valle de Panjshir, algunos
afganos nos llevaron a conocer a un
comandante de la Alianza del Norte
En Afganistán
no hay líneas
claras.
en el frente. Su base era una serie
de construcciones de adobe con
un pozo y un par de morteros de 81
milímetros rodeados de proyectiles
usados. “¿Quieren escuchar a los
talibanes?”, nos preguntó.
Tomó un aparato de radio conectado mediante un cable a una batería de auto japonesa y cambió de
frecuencia apenas un día después
de lanzar proyectiles contra el otro
bando.
“¿Todos tus amigos están bien?”,
preguntó el comandante rebelde
por radio.
“Sí, todos mis amigos están
bien”, contestó el combatiente talibán del otro lado.
Hablaron unos minutos antes de
cortar la comunicación. “Era mi
amigo”, explicó el comandante rebelde. “Pero ahora es mi enemigo.”
La idea de líneas claras y definiciones precisas no sirve en Afganistán.
La rapidez con que se desalojó
a los talibanes del poder en Kabul
ocultó lo difícil que sería expulsarlos de Afganistán. Al Qaeda era
una organización extranjera, pero
los talibanes, por más crueles y
despóticos que pudieran ser, formaban parte de la cultura. Cuando
nos veíamos acosados por las granadas que lanzaban los militantes
o por los bombardeos nocturnos,
las presunciones geopolíticas de
las capitales occidentales parecían
algo muy lejano.
Estados Unidos trató de conseguir algo en lo que habían fracasado los británicos y los soviéticos,
y lo hicieron mediante un tipo de
Esto coincide con los hallazgos
de Feaver y Christopher Gelpi, que
estudiaron los efectos de la guerra
en la opinión pública. Su conclusión es que si bien el aumento de
los costos financieros y de las víctimas socava el ánimo, la ausencia
de un avance claro es lo que en realidad disminuye el apoyo –y una
victoria clara lo levanta.
De todos modos, una guerra prolongada puede, en algunos casos,
continuar todavía después de que
el ánimo popular se ensombrece, si
se la considera inevitable.
guerra diferente, con pocas tropas
estadounidenses en el lugar y brindando sobre todo apoyo aéreo a la
Alianza del Norte. En Afganistán
había tan pocos soldados estadounidenses, que no vimos ninguno
en los primeros seis meses que
pasamos en el país. La atención se
desplazó luego a Irak, pero mientras tanto aumentó la cantidad de
tropas y bases.
Al Qaeda desapareció en su mayor parte, pero los talibanes y las
distintas milicias que llamamos
talibanas persisten. Las preguntas que escuchamos plantear
ahora en la Sala de Situación no difieren mucho de las que hacíamos
hace ocho años: ¿Cuáles son los intereses estadounidenses en Afganistán? ¿Cómo pueden conseguirse? ¿Quiénes son nuestros amigos
y quiénes nuestros enemigos, y
cómo podemos diferenciarlos
entre sí? ¿Y cuáles son las consecuencias de la derrota? Tal vez la
más importante de las preguntas
sea: Mientras la medalla del Nobel
lo observa en la Casa Blanca en el
transcurso de los próximos tres
o tal vez siete años, ¿el hombre al
que se proclamó pacificador terminará por entender qué significa
la paz en una tierra que carece de
ella? ¿Se ganará el premio que ya
recibió?
The New York times se p ublica semanalmente en los siguientes diarios: sÜddeutsche zeit ung, alemania ● Cl arín, Argentina ● DER STANDARD, Austria ● l a r a zón, bolivia ● folha, br asil
l a segunda, chile ● EL ESPECTADOR, COLOMBIA ● delo, eslovenia ● El país, españa the korea times, estados unidos ● novoye russkoye slovo, estados unidos ● manil a b ulletin, filipinas
le monde, francia ● 24 saati, georgia ● eleftherotypia, grecia ● prensa libre, Guatemala ● THE asian age, India ● la repubblica, Italia ● Asahi Shimbun, japón ● el norte, mural Y reforma, méxico
la prensa, panamá ● The observer, reino unido ● listin diario, república dominicana ● rumania libera, rumania ● novaya gazeta, rusia ● united daily news, taiwán ● el observador, uruguay
III
Lunes, 19 DE Octubre DE 2009
el mundo
Ahora, el blanco
de los chistes es Obama
inteligencIA/roger cohen
Una voz para Europa
Nueva York
La Unión Europea ha caído en
un desánimo prolongado. Las
potencias que la impulsaron,
Francia y Alemania, en cuya reconciliación se basaba la idea de
Europa, han perdido interés por
el proyecto al que dieron vida. El
sueño inicial de crear un “Estados
Unidos de Europa” ha dado paso a
una extraña agrupación de 27 países con nociones diferentes de lo
que debería ser la UE.
No digo esto para menospreciar
los logros europeos. Desterrar la
guerra del continente y crear una
moneda común, el euro, no son
hazañas baladíes. La Unión es un
portento económico aunque siga
siendo un pigmeo político. Sus
tribulaciones son consecuencia
del éxito: la unificación de Europa
tras el fin de la Guerra Fría reunió
a potencias difusas con prioridades divergentes en un bloque difícil de manejar.
Aun así, ¡basta ya! “Una unión
cada vez más estrecha” era el
objetivo declarado de los padres
fundadores de la UE; desde hace
años, esa búsqueda se ha paralizado. Ahora, con la aprobación
irlandesa del Tratado de Lisboa,
la Unión tiene a su alcance los medios para asumir un papel político
más destacado mediante la elección de un presidente fuerte.
Sugiero que, antes de tomar su
decisión, la UE se fije en Estados
Unidos. Por suerte, ni Millard Fillmore ni Warren Harding fueron el
primer presidente estadounidense. Por el contrario, ese papel le
correspondió a George Washington, y el resto es historia.
Naturalmente, la UE no es una
nación nueva que emerge de una
guerra de independencia para
sumarse a un mundo sumido en el
caos. Está en paz y sus instituciones esenciales están a salvo. Pero
el lugar que ocupe en la escena
mundial se definirá en gran medida por el carácter y el peso de su
primer dirigente.
Pues bien, siento gran respeto
por Herman Van Rompuy y JeanClaude Juncker, y en principio no
tengo nada en contra de países
pequeños como su Bélgica y su
Luxemburgo natales. Pero si la
UE, en nombre de un compromiso mal encaminado, elige como
primer presidente a un personaje
poco conocido, estará tomando la
senda de Fillmore-Harding hacia
el ridículo.
He estado examinando a los posibles candidatos para el puesto
—el presidente tendrá un mandato de dos años y medio— y la única
opción creíble parece la de Tony
Pueden enviar sus comentarios a
intelligence@nytimes.com.
WASHINGTON — ¿El presidente Obama tiene problemas con los
cómicos nocturnos?
Es probable que no se haya
dado cuenta o que no le importe.
Después de todo,
está inmerso en su
tan mentado “plato
lleno” de presuntos
“momentos definiENSAYO
torios” de su presidencia: una decisión definitoria sobre Afganistán,
una batalla legislativa definitoria
sobre el sistema de salud, y varias
cosas definitorias más.
Sin embargo, tal vez haya un
conjunto más sutil de episodios
“definitorios” que se le presentan
a Obama en las salas de las comedias televisivas, que antes eran
en su mayor parte relativamente
amables con él. Los chistes sobre
Obama se endurecen. Ya no se
limitan a bromas gentiles sobre el
perro Bo, las orejas grandes, sus
malas condiciones para el boliche
y las cumbres de cerveza.
Un episodio conspicuo (si no “definitorio”) ocurrió el 3 de octubre
en el programa Saturday Night
Live, en una sátira ambientada en
el Despacho Oval. El presidente
(que interpretaba Fred Armisen)
defendía su gestión ante críticos
que lo habían acusado de convertir
Estados Unidos “en algo parecido
a la Unión Soviética o la Alemania
nazi.” No tanto, protestaba el mandatario.
“Si se analiza mi gestión, queda
muy claro lo que hice hasta ahora”,
dijo, “o sea, nada”.
El guión continuaba mostrando
a Obama/Armisen chequeando la
lista de cosas que había prometido
hacer: cerrar la cárcel de Guantánamo, reorganizar el sistema de
salud. Todas estaban marcadas
como no cumplidas.
Desde un comienzo se elogió a
Obama por considerársele alguien
que “tiene buena recepción nocturna”, cuyo humor irónico y modesto
se adapta bien a la sensibilidad del
género.
Fue el primer presidente en ejercicio que apareció como invitado
de Jay Leno y David Letterman,
los conductores del programa televisivo nocturno más popular de
Estados Unidos.
“No se puede ignorar su influencia”, dice Dan Pfeiffer, vicedirector de comunicaciones de la Casa
Blanca. “Suelen ser importantes
indicadores de tendencias”.
Pero los indicadores recientes
podrían resultar sombríos.
Hay una proliferación de chistes
que alimentan “o se alimentan de”
un viejo relato resucitado contra
el presidente que se remonta a la
Mark
Leibovich
thierry roge/reuters
Tony Blair goza del poder estelar necesario para liderar a la
todavía fraccionada UE.
Blair, un político que, a su manera,
tiene el mismo talento (y defectos) que Bill Clinton. La elección
de Blair sería una declaración de
intenciones serias.
Y eso es algo necesario. En
los próximos años hará falta un
fuerte liderazgo estratégico para
determinar el papel europeo en
Afganistán; la relación de Europa
con Rusia y una China en auge;
la participación de Europa en la
reforma de instituciones como
Naciones Unidas, el naciente G-20
y la OTAN; la contribución de Europa a los esfuerzos de no proliferación nuclear; y la voz de Europa
en el cambio climático y la recuperación económica. Europa no es
sólo un bloque comercial, sino que
es un ejemplo del poder de la democracia liberal, que ha inspirado
a vecinos y agrupaciones como el
Mercosur latinoamericano. Un líder debe proyectar este mensaje.
En el plano interno, el liderazgo
de Blair garantizaría que Reino
Unido siga firmemente involucrado en la UE, aunque el euroescéptico David Cameron se convierta
en primer ministro. También
ayudaría a forjar acuerdos entre
los países ex comunistas de Cen-
troeuropa, a los que les preocupa
una Europa federal, y los miembros más antiguos, que no albergan esos escrúpulos.
La oposición a Blair se centra
en su apoyo a la guerra de Irak.
Fue una guerra mal gestionada
e ilegítima; pero si Blair hubiera
abandonado a Estados Unidos, poco quedaría de la alianza transatlántica que es la roca militar sobre
la que se construyó la UE. Más importante que la retrospección ahora es garantizar una Europa con
un liderazgo lo suficientemente
fuerte como para darle un rumbo
al continente.
Otro hombre que ha pensado
profundamente en Europa es el
ex ministro alemán de Asuntos
Exteriores Joschka Fischer, que,
al igual que el primer ministro
francés François Fillon y el ministro de Exteriores sueco Carl Bildt, constituye una opción viable
como nuevo ministro de Asuntos
Exteriores para flanquear al presidente.
Lo último que la Unión necesita
es un “¿Quién?” como respuesta a
sus opciones. Sólo hay una posibilidad de dar una primera impresión.
campaña del año pasado, cuando
tanto John McCain como Hillary
Clinton trataban de pintar a Obama como un orador atractivo pero
un mal ejecutor.
Hace poco, el cómico Jon
Stewart anticipó el tema de Saturday Night Live del “no hacer nada”
en su noticiero satírico nocturno
The Daily Show.
Comenzó como una habitual
yuxtaposición de videoclip de
Stewart en la que Obama (y sustitutos) prometía poner fin a la
política militar de expulsar a gais
y lesbianas. Continuó con clips de
los meses siguientes del secretario de Defensa, Robert Gates, y
el asesor nacional de seguridad,
Jim Jones, diciendo que todavía no
habían abordado la reversión de la
política y citando el “plato lleno” de
Obama.
Acto seguido, Stewart, exasperado con un hombre al que había
apoyado, levantó las manos y le
imploró al presidente que hiciera
algo. “¿Y todo eso que pusiste en
tu plato?”, dijo Stewart. “Es hora
de comer, hermano. Así es como se
vacía el plato”.
Luego de una carcajada y del
aplauso del público, Stewart le recordó a Obama: “Usted es el presidente de los Estados Unidos”. Sonó
como algo entre un llamado a la
acción liberal y un grito de ayuda.
Jeff Nussbaum, que escribe
chistes y discursos demócratas,
no coincide en que la comedia
nocturna sea un importante indicador del espíritu cultural actual.
“Para usar un término económico,
es más bien un indicador retrospectivo”, dice, y “para bien o para
mal, los cómicos ahora tienen más
material”.
La mayoría de los chistes que los
programas nocturnos hacen sobre
el presidente estadounidense, no
son personales.
“Los chistes siguen siendo en su
mayor parte sobre cosas como la
forma en que los medios se concentran en Obama o lo que la oposición
dice de él”, dice Bob Lichter, del
Centro de Medios y Asuntos Públicos de la Universidad George
Mason en Virginia, que analiza los
temas del humor de los programas
nocturnos desde 1988.
Lichter opina que es prematuro
decir si la sátira de Saturday Night
Live es un “presagio o algo marginal” en la forma en que los cómicos
tratarán al presidente Obama.
En todo caso, proporcionó una
articulación cómica de un mensaje
que tiene posibilidades devastadoras: “El peligro es que se vaya
a definir a Obama en términos de
inacción y de no estar a la altura de
las expectativas”, agrega.
Las bromas
sobre el
presidente
Obama se
han ido
endureciendo.
Obama visitó
el noticiero
satírico de Jon
Stewart en
2007.
Relájese, es solo estrés
Viene de la página I
Una integrante del grupo, conocida como Baby 19, atrajo su
atención desde el comienzo. Era
inquieta y temerosa y se mostraba confundida ante cambios de
cualquier tipo, ya fueran sonidos,
paisajes o personas nuevas. Como muchos otros bebés excesivamente reactivos que Kagan estuPara comentarios, escriba a
nytweekly@nytimes.com.
dió, Baby 19 creció y se convirtió
en una muchacha impresionable
con un trastorno de ansiedad
social y una idea constante de
fatalidad inminente.
Las tomografías del cerebro
de estas personas revelan una
hiperactividad de la amígdala, el
centro del cerebro relacionado,
como era de sospechar, con las
respuestas primitivas de lucha o
huida.
La buena noticia es que podemos revertir esos patrones com-
pulsivos de manera persistente.
A diferencia de las infortunadas morsas estresadas de Icy
Cape, algunos de los sujetos excesivamente reactivos del doctor
Kagan recurrieron a una terapia
cognitiva que reorientó sus patrones de pensamiento alejándolos
de la opresión constante del
miedo y la ansiedad. “Las luchas
internas me tironearon durante
años hasta que pude relajarme y
calmarme”, escribió uno a la sabia edad de 13 años.
Jason DeCrow/Associated Press
IV
Lunes, 19 DE Octubre DE 2009
dinero y negocios
¿Qué pasa cuando las compañías pasan “de mano en mano”?
POR JULIE CRESWELL
Durante la mayor parte de los
133 años transcurridos desde su
fundación en una pequeña ciudad
de Wisconsin, Simmons Bedding
Company disfrutó de una historia
ilustre.
Presidentes han dormido sobre
sus colchones a bordo de los aviones Air Force One, en sus anuncios
han aparecido Henry Ford y H. G.
Wells, y la misma Eleanor Roosevelt exaltó las virtudes del colchón
Simmons Beautyrest.
Su historia reciente también ha
sido digna de mención, pero por un
motivo diferente.
Simmons dice que muy pronto se
declarará en bancarrota, como parte de un acuerdo al que llegaron sus
propietarios actuales para vender
la compañía (la séptima ocasión en
que ha sido vendida en poco más de
dos décadas) tras haber sido propiedad, durante breves periodos, de un
desfile de distintos grupos de inversión, conocidos como empresas de
capital privado, que intentan comprar compañías subvaluadas, principalmente con dinero prestado.
Para muchos de los inversionistas
de la compañía, la venta será un desastre. Se anticipa que tan solo sus
tenedores de bonos perderán más
de US$575 millones. El desplome de
la compañía también ha devastado
a empleados como Noble Rogers,
quien trabajó 22 años en Simmons, la
mayoría en una fábrica en la afueras
de Atlanta. Rogers es uno de los mil
empleados, más de una cuarta parte
de la fuerza laboral, que fueron despedidos el año pasado.
Sin embargo, la firma Thomas
H. Lee Partners, de Boston, no solo
ha salido bien, sino que ha obtenido
ganancias. El grupo inversionista,
que compró a Simmons en el 2003,
recabó cientos de millones de dólares de Simmons en dividendos
especiales. También se pagó a sí
misma millones de dólares más
por concepto de honorarios, primero por comprar la compañía y
después por ayudar a dirigirla.
Los bancos de inversión de Wall
Street también han sacado provecho. Ganaron millones de dólares
por ayudar a concertar las adquisiciones y por vender los bonos
que hicieron posible dichos tratos.
En total, las diversas empresas de
capital privado que han sido propietarias de Simmons han obtenido
alrededor de US$750 millones en
ganancias de la empresa a través
de los años.
“Tantas personas resultaron perjudicadas
porque pensaron que esta era una gran
compañía para la cual trabajar y planeaban
pasar el resto de sus vidas aquí”.
NOBLE ROGERS
Despedido de Simmons Bedding, después de 22 años.
david walter banks para The New York Times;
(IZQ.) REGISTROS DE LA COMPAÑÍA SIMMONS, CENTRO DE ARCHIVOS, MUSEO NACIONAL DE HISTORIA de eu, INSTITUTO SMITHSONIANO
Cómo es que tanta gente pudo
ganar tanto dinero con una compañía llevada a la bancarrota, es una
historia típica de estos tiempos financieros, así como ejemplo de un
fenómeno creciente en el terreno
corporativo estadounidense.
Con cada paso que daban, los
compradores endeudaban más a
Simmons. Los financistas pedían
cada vez más dinero prestado para
pagar precios cada vez más altos
por la compañía, lo que le permitía
a cada dueño anterior vender a cantidades rentables.
Mas ese peso agobió a una compañía por lo demás sana. Hoy, Simmons tiene una deuda de US$1 mil
300 millones, en comparación con
solo US$164 millones, en 1991.
Los inversionistas privados
pudieron comprar compañías como Simmons con dinero prestado
y aportar relativamente escaso
efectivo propio. Entonces, al poco
tiempo, a menudo solicitaban más
préstamos y usaban los activos de
la compañía como garantía. Para
los financieros, las recompensas
eran enormes.
No importaba que la compañía
terminara con deudas muy superiores a su valor. Los inversionistas
que compraron esa deuda prácticamente no están recibiendo nada con
el nuevo trato.
Durante los 22 años que Rogers
trabajó en Simmons, la compañía
pasó de una empresa de capital
privado a otra, y cuando Rogers se
convirtió en presidente del sindicato local en la planta, vio poca diferencia en el piso de producción.
Entonces, en la primavera del
2008, cuando la economía había
comenzado a afectar las ventas,
Simmons despidió al turno de noche en la planta en Mableton, en las
afueras de Atlanta. Y el 18 de septiembre de ese año, reunió a los em-
pleados para decirles que cerraría
la planta.
“Después de que ocurrió eso, la
gente realmente se las vio difíciles”,
recordó Rogers.
Simmons es una de cientos de
compañías que fueron adquiridas
por empresas de capital privado a
principios de esta década, durante el repunte más importante de
adquisiciones corporativas que ha
visto el mundo.
Una cantidad desproporcionada
de las compañías adquiridas durante ese frenesí hoy batallan con
deudas enormes. Más de la mitad
de las aproximadamente 220 empresas que se han declarado en moratoria de algún tipo en los pagos de
sus deudas este año son o fueron en
algún momento propiedad de, o controladas por, empresas de capital
privado, de acuerdo con analistas
en Standard & Poor’s. Ejecutivos
en THL responden que Simmons
fue víctima de tiempos económicos
difíciles, no de una mala administración o exceso de deuda.
Los problemas de Simmons, dijo
Scott A. Schoen, copresidente de
la firma quien fue integrante del
consejo de Simmons, son resultado
enteramente de una desaceleración
económica “sin precedentes e imprevisible” que ha sacudido a toda
la industria de camas.
Simmons espera salir de la bancarrota en manos de dos empresas
nuevas de capital privado. Una es
Ares Management, propietaria del
gigante de los colchones Serta.
“Simmons ha sido una gallina de
los huevos de oro. Ha generado mucho dinero para mucha gente”, dijo
David Perry, editor ejecutivo de
Furniture/Today. “Sin embargo,
existe el creciente interrogante en
la industria de cuántas veces más
puede repetirse esto. ¿Cuánto jugo
queda por exprimir?”.
Tolere la frustración de no haber ascendido
P. Acaba de ser pasado por alto para un ascenso que cree que se merecía. Se siente impactado, pero no
quiere manejar equivocadamente
la situación. ¿Qué debe hacer?
R. Primero, cálmese. Es posible
que sienta como si le hubieran sacado el aire, pero necesita tiempo
para poner esta decisión en perspectiva y analizarla.
Si se siente dominado por la emoción, trate de decir muy poco al
principio porque podría terminar
haciendo algo contraproducente,
indicó John Beeson, fundador de
la empresa de consultoría Beeson
Consulting, en Manhattan.
“Su jefe probablemente se siente
culpable y no esté preparado para
darle buenas razones por la decisión”, añadió Beeson. “Solo diga:
‘estoy decepcionado. No debato la
decisión, pero me gustaría regre-
sar en unos cuantos días y que se
me diera alguna retroalimentación
que me ayude a manejar mi trayectoria’. Eso le dice a su jefe que no
se da por vencido y que quiere más
información para mejorar”.
pragmática”, afirmó Ana Dutra,
directora ejecutiva del grupo
Korn/Ferry International’s Leadership and Talent Consulting, en
Chicago.
P. Después
hablar de la decisión, ¿debe tratar
de convencerlo para que reconsidere?
R. No. Necesita considerar la decisión como definitiva. Lo que ahora
quiere es retroalimentación, apuntó Jane S. Goldner, consultora de
administración y autora de Driven
to success: A 10-point checkup for
achieving high performance in business (Dedicado al éxito: Una revisión de 10 puntos para lograr un
alto desempeño en los negocios).
de haberse calmado,
¿cuál es la mejor manera de averiguar por qué no se consiguió el
ascenso?
R. Primero, responda algunas preguntas básicas. ¿Estaba consciente de la posibilidad de que alguien
más obtendría el ascenso? ¿Qué
tan importante era este ascenso para usted? ¿Y cómo le va a la
compañía en general? ¿Acaso fue
la única persona que no obtuvo un
ascenso este año?
“Las respuestas a estos interrogantes le permitirán comprender
la decisión de una manera muy
P. Cuando se reúna con su jefe para
P. ¿Cómo maneja su ira y frustración mientras trabaja con miras a
la próxima oportunidad de ascenso?
R. Manejar esos sentimientos es
vital, porque la negatividad en
la oficina puede ser mortal para
una trayectoria, comentó Shawn
Achor, asistente de la cátedra de
psicología en la Universidad de
Harvard y director ejecutivo de
Aspirant, empresa de consultoría
administrativa, en Cambridge,
Masachusets.
Achor estudia los efectos de las
actitudes positivas y negativas en
el desempeño laboral. Dice que las
personas que tienen una actitud
amargada comienzan a destruir
sus sistemas de apoyo social en
el trabajo y a perder sus lazos con
sus compañeros. “Entonces, se
convierten en la persona tóxica del
equipo”, señaló.
eilene zimmerman
chris reed
V
Lunes, 19 DE Octubre DE 2009
ciencia y tecnología
¿Cuál es el beneficio de las
mascotas en los enfermos?
POR CARLA BARANAUCKAS
Abundan las anécdotas sobre
los beneficios que la compañía
de animales tiene en la salud
humana, así sean animales de
servicio, de terapia o mascotas
familiares. Sin embargo, se han
realizado pocos estudios a fondo
al respecto.
Ahora, el Instituto Nacional
Eunice Kennedy Shriver de Salud
Infantil y Desarrollo Humano,
parte de los Institutos Nacionales
de Salud de Estados Unidos, emprende un esfuerzo para estudiar
si estos animales pueden tener un
efecto tangible sobre el bienestar
de los niños.
En sociedad con el Centro
Waltham para la Nutrición de
Mascotas (parte de la compañía
Mars, que fabrica dulces y alimento para mascotas), en Inglaterra, el instituto de salud infantil
Hay estudios que
exploran cómo se da
la interacción.
busca propuestas de estudios que
“se enfoquen en la interacción entre humanos y animales”.
En particular, busca aquellos
que aborden cómo estas interacciones afectan al desarrollo y la
salud típicos, y si brindan beneficios terapéuticos y de salud pública.
Cuando Chad, un perro labrador amarillo, empezó a vivir con
la familia de Claire Vaccaro, en
Manhattan, la primavera pasada,
ya jugaba un papel importante.
Como perro de servicio para autistas, llegó a la familia para ayudar a proteger a Milo, el hijo de 11
años de Vaccaro, especialmente
en público, donde con frecuencia
hacía berrinches o trataba de
huir.
Igual que muchos animales de
compañía, Chad tuvo un efecto
inmediato, el tipo de efecto que es
perceptible, pero que aún no ha sido del todo comprendido a través
de estudios científicos.
Melissa A. Nishawala, direc-
tora clínica del servicio de gama
autista en el Centro de Estudios
Infantiles, de la Universidad de
Nueva York, dijo que observó “un
cambio prominente y notorio” en
Milo, aun cuando el perro simplemente estaba sentado en el consultorio. “Me empezó a narrar
cosas como nunca lo había hecho
antes”, comentó, al agregar que
la mayoría de ellas eran sobre el
perro.
Los cambios han sido tan profundos que Vaccaro y Nishawala
empezaban a hablar sobre retirarle gradualmente a Milo algunos de sus medicamentos.
Valerie Maholmes, quien dirige
investigaciones sobre desarrollo
y conducta infantiles en el instituto de salud infantil, señaló que
en una reunión de amplio alcance
para abordar los beneficios de las
mascotas sobre la salud, en 1987,
los Institutos Nacionales de Salud
“concluyeron que necesitaban
realizarse muchas más investigaciones”, particularmente sobre el
desarrollo infantil.
Otras sesiones confirmaron la
necesidad de hacer investigaciones, pero la mayoría de los estudios se enfocaba en interacciones
negativas, como las formas en
las que las mascotas propagan
enfermedades, apuntó James A.
Griffin, subdirector de desarrollo
y comportamiento infantiles del
instituto.
Mientras tanto, el Centro
Waltham ha ampliado su propia
investigación para llevar a cabo
estudios sobre la interacción entre humanos y animales, declaró
Catherine E. Woteki, directora
global de asuntos científicos para
Mars Inc.
La gente que trabaja con animales espera que las investigaciones
respalden sus observaciones.
En el Hospital Infantil de Orange County, en el sur de California,
por ejemplo, docenas de voluntarios habitualmente llevan a sus
perros para visitar a los pacientes. Por lo general, los niños que
son atendidos por enfermedades
graves sienten tristeza, ansiedad
o depresión. “Los perros los alegran”, dijo Emily Grankowski,
supervisora del programa de
terapia con mascotas, en ese hospital.
michal czerwonka para the new york times
Los animales pueden ayudar a curar enfermedades. En la foto,
Tommy Conforti, paciente de cáncer, y Lady, perro de terapia.
PROYECTO DEL GRUPO KALPA
Maurizio Seracini cree que La batalla de Anghiari, de Da Vinci, permanece detrás de un mural.
Da Vinci está oculto tras un muro
POR JOHN TIERNEY
FLORENCIA, Italia — Si cree,
al igual que Maurizio Seracini, que
la máxima pintura de Leonardo da
Vinci está oculta dentro de un muro del ayuntamiento de Florencia,
existen dos técnicas esenciales para hallarla. Como siempre, Da Vinci
anticipó ambas.
Primero, hay que concentrarse
en la batería de dispositivos tecnológicos. Tras detectar lo que
parecía ser una pista para llegar a
la pintura de Da Vinci dejada por
otro artista del siglo XVI, Seracini
encabezó un equipo internacional
de científicos para elaborar un
mapa de cada milímetro del muro
y el cuarto que lo rodea, con lásers,
radar, luz ultravioleta y cámaras
infrarrojas.
“A Leonardo le encantaría ver
cuántos medios científicos se emplean para buscar su obra maestra
más célebre”, expresó Seracini,
mientras contempla el muro en el
que espera hallar, de aquí a un año,
la pintura intacta.“Creo que todo
este equipo de alta tecnología que
vamos a implementar lo fascinaría”.
Seracini se encontraba en el
grandioso recinto ceremonial del
Palazzo Vecchio conocido como el
Salón de los 500, centro de la política renacentista, cuando Da Vinci y
Miguel Ángel recibieron el encargo
de decorarlo con murales de victorias militares florentinas.
Ese día, en julio del 2009, aún era
un punto neurálgico de la política,
como lo demostró la repentina aparición de Matteo Renzi, nuevo alcalde de Florencia, quien se trasladaba
de prisa de su oficina a un auto que
lo esperaba.
Seracini actuó rápidamente para
interceptar al séquito del edil. TamJessica Donati contribuyó
con información desde Roma.
bién estaba deseoso por recurrir a
la segunda estrategia esencial para recuperar una obra de Da Vinci
en Florencia: hallar al mecenas
correcto.
Profesor de ingeniería de la Universidad de California, en San Diego, Seracini había iniciado su búsqueda más de tres décadas antes.
En 1975, tras estudiar ingeniería en
Estados Unidos, volvió a su nativa
Florencia y examinó el Salón de los
500 con un estudioso de Da Vinci,
Carlo Pedretti.
Estaban en busca de La batalla
de Anghiari, la pintura de mayor tamaño jamás emprendida por Leo-
Dispositivos que
habrían fascinado
al mismo Leonardo.
nardo. Aunque nunca la concluyó
—el artista la abandonó en 1506—
dejó una escena central de soldados
y caballos en choque que fue encomiada como un estudio inédito de
anatomía y movimiento.
Luego desapareció. Durante la
remodelación del salón, en 1563, el
arquitecto y pintor Giorgio Vasari cubrió los muros con frescos de
victorias militares de los Médici,
quienes habían retomado el poder.
La pintura de Da Vinci quedó casi
en el olvido.
Sin embargo, en 1975, cuando Seracini estudiaba una de las escenas
de batalla de Vasari, su vista cayó
en un banderín con dos palabras,
“Cerca Trova”, equivalentes a
“busca y encontrarás”. ¿Acaso se
trataba de un indicio de Vasari de
que había algo oculto abajo?
Mediante la toma de fotos infra-
rrojas y de mapear el salón con láser, el equipo de Seracini descubrió
la ubicación de las puertas y las
ventanas antes de la remodelación
de Vasari. El plano reconstruido,
aunado a documentos del siglo XVI,
bastaron para ubicar el sitio pintado por Da Vinci.
El nuevo análisis arrojó que este sitio se hallaba justo en la pista
“Cerca Trova”. Un escaneo con
radar arrojó la aún mejor noticia
de que Vasari no había colocado su
obra directamente encima de la de
Da Vinci, sino que había levantado
nuevos muros de ladrillo para sostener sus murales y se había tomado la molestia especial de dejar un
pequeño colchón de aire tras una de
dichas secciones de ladrillos, la sección detrás del “Cerca Trova”.
En el 2005, Seracini solicitó ayuda durante una conferencia científica y se le sugirió que proyectara
neutrones a través del fresco, sin
dañarlo. Con ayuda de físicos estadounidenses, la agencia italiana
de energía nuclear y universidades
holandesas y rusas, Seracini desarrolló dispositivos para detectar los
químicos característicos utilizados
por Da Vinci. Desarrollar esta tecnología resultó difícil, pero no tan
retador como los años que se requirió obtener la autorización para
usarla.
Seracini se declaró optimista respecto de La batalla de Anghiari, en
caso de que realmente se encuentre
allí.
“La ventaja es que tiene 5 siglos
de estar tapado”, explicó al respecto. “Ha estado protegido del medioambiente, del vandalismo y de las
malas restauraciones. No anticipo
que esté muy deteriorado”.
Si acaso tiene razón, entonces tal
vez Vasari le haya hecho un favor a
Da Vinci al tapar el mural y cuidar
de dejar aquel enigmático banderín
encima del tesoro.
VI
Lunes, 19 DE Octubre DE 2009
arte y estilo
Relanzan estuches de
CDs con colecciones
consideradas de lujo
POR DANIEL J. WAKIN
En estos últimos años, las cajas
con recopilaciones de música clásica han estado llegando al mercado
prácticamente sin solución de continuidad.
Brilliant Classics, entre otros,
lanzó voluminosas colecciones de
Mozart (170 CD) y Bach (155 CD)
completos. Naxos está lanzando
este año una gran parte de la obra
de Haydn para el segundo centenario de su muerte: los cuartetos para
cuerdas completos, sinfonías, sonatas para piano, conciertos y misas.
Este mes, el lanzamiento del estuche del violoncelista Yo Yo Ma
incluye solamente 90 discos. Pero
es asombroso por otras razones.
Primero, Ma está vivo y no necesita una conmemoración póstuma.
Muchos de los discos, aunque la
mayor parte de la colección fue remasterizada, todavía se consiguen.
El lujoso embalaje, con un librito en
tapa dura de 312 páginas, forrado
en terciopelo y con la foto realizada
por Annie Leibovitz, no contradice
el estilo prosaico de Ma. Más asombroso todavía es el precio de lista:
US$ 789.
En cambio, los lanzamientos recientes de las cajas de recopilaciones de los Beatles rondan los US$
200. Claro que puede afirmarse que
Ma es uno de los intérpretes clási-
Sony está lanzando un
juego de 90 discos de Yo
Yo Ma, como parte de
la creciente presencia de
las colecciones de música
destinadas a atraer a
compradores de más edad.
cos más famosos del mundo. En su
interpretación, combina un carisma extraordinario, oficio musical y
virtuosismo técnico.
¿Pero US$ 789?
“Para mí, es ganga”, dijo Alex
Miller, gerente y vicepresidente
primero de Sony Masterworks,
señalando que el costo por CD
no supera los US$10. “El mercado también parece considerarlo
así”. Las empresas asociadas que
distribuirán la caja en el exterior
ya compraron tres mil 500 copias,
dijo. La fecha de lanzamiento es
el 27 de octubre, pero los compradores pueden ordenar la caja por
anticipado a través del sitio de Ma
en Internet, yo-yoma.com, y los
primeros 200 recibirán una nota
y una fotografía en papel brillante
firmada por el violoncelista (“una
oportunidad única en la vida”, dice el sitio). Las cajas también han
resultado ser populares como compras de empresas para regalos em-
hiroyuki ito PARA The New York Times
Por US$789, Yo Yo
Ma remasterizado y
en envase de lujo.
presariales. Miller explicó que el
proyecto fue idea suya, no de Ma.
“Fue una forma no solo de honrar
sus 30 años con Sony, sino de volver
atrás y recobrar para el público
contemporáneo esos discos que
están en el mercado y nunca fueron
reexaminados”. ¿Sony espera ganar dinero con este lanzamiento?
Según Miller, “la intención fue honrar una carrera singular”.
Por supuesto, las cajas con recopilaciones existen desde hace tiempo. Sin embargo, el hecho de que su
presencia se incremente tiene en la
actualidad razones particulares.
Las empresas discográficas están tratando de atraer a compradores de más edad, con más dinero
para gastar y más capacidad de
concentración.
Ahondando un poco más, la di-
gitalización hizo que la música
grabada pasara de ser una “cosa”
a ser una colección de datos. El envase es irrelevante, dijo Evan Eisenberg, autor de “The Recording
Angel”, un estudio sobre el impacto
cultural de la música grabada. De
todos modos, el impulso a adquirir
y tener un objeto, y a coleccionarlo,
persiste. Una caja “preserva algo”,
dijo Eisenberg. “Preserva un tiempo que queremos recordar, en el
que queremos permanecer. Sugiere
permanencia y solidez y un refugio
contra el paso del tiempo, y la fugacidad y el deterioro”.
Discuten sobre la autencidad de objetos de Frida Kahlo
POR ELISABETH MALKIN
SAN MIGUEL DE ALLENDE,
México — En un cuarto trasero
refundido detrás de una galería de
antigüedades en esta ciudad montañesa, hay un santuario a la pintora Frida Kahlo.
Una docena de pinturas compiten por espacio en la pared. Un baúl
exhibe, dobladas, las tradicionales
blusas oaxaqueñas conocidas como
huipiles que Kahlo favorecía. Carpetas contienen copias de páginas
de apuntes garabateados al amanecer y cartas nunca enviadas, llenas
de ira y pasión para su esposo, el
muralista Diego Rivera.
La pregunta es si alguno de estos
objetos perteneció a Kahlo.
Carlos Noyola, comerciante de
arte y antigüedades que adquirió la
colección, afirmó que ha demostrado que sí lo son. Hay mil 200 artículos, que valen una fortuna si fueran
de Kahlo.
Sin embargo, la publicación por
Princeton Architectural Press de
un lustroso libro de arte en Estados
Unidos sobre la colección ha movilizado a un diverso grupo de expertos
en México, EE. UU. y Europa, que
afirma que los objetos son falsos. A
fines de septiembre, el fideicomiso
del Gobierno mexicano que controla los derechos reservados de la
obra de Kahlo interpuso una denuncia contra Noyola. El fideicomiso
también investiga recursos legales
en EE. UU. para detener la venta de
los libros.
Ninguno de los expertos ha ido a
San Miguel de Allende y basan sus
opiniones en reproducciones de
esos artículos. Mary-Anne Martin,
comerciante neoyorquina de arte
latinoamericano, señaló en un men-
Museo Frida Kahlo, México
Un dibujo atribuido a
Frida Kahlo, parte de la
colección de un comerciante;
arriba, página de un diario
autentificado de Kahlo.
Princeton Architectural Press
saje de correo electrónico que había
“visto fotografías de muchas de las
obras en esta colección” y había “leído sobre la procedencia y todo el material proporcionado”. Agregó, “con
base en el estilo y la ejecución de las
pinturas y los dibujos, el carácter y
el contenido de las cartas, recetas
y páginas de diarios, le puedo decir
que son falsos”.
El libro, Finding Frida Kahlo,
programado para publicarse el 1 de
noviembre, contiene ilustraciones
suntuosas de muchos artículos en la
colección. Incluye una larga entrevista con Noyola y su esposa, Leticia
Fernández. A partir del 2004, indicó
la pareja, le compró los artículos a
un abogado de la Ciudad de México,
quien les dijo que los adquirió de un
tallador de madera que había elaborado marcos para Kahlo.
Ella le tenía tanta confianza al
tallador que le dio varias maletas y
cajas llenas de sus posesiones más
íntimas. Los Noyola localizaron
una fotografía del artesano, Abraham Jiménez López, que aparece
en el libro.
Para autentificar la obra acudieron con Ruth Alvarado, nieta de
Rivera, quien murió hace dos años.
También consultaron a tres artistas que estudiaron y trabajaron con
Kahlo y Rivera en los 40.
En la colección Noyola, casi todas
las piezas llevan la firma “Frida
K.”, rara vez vista en la colección
de documentos almacenados en el
Museo Frida Kahlo.
La fotógrafa Lola Álvarez Bravo tomó fotografías de la obra de
Kahlo y no hay una sola imagen de
ninguna de las obras en la colección
Noyola en ese archivo fotográfico,
señaló Jay Oles, profesor de historia del arte en la Universidad Wellesley, en Massachusetts, y quien
ha escrito sobre Kahlo.
Jennifer Thompson, directora
editorial de Princeton Architectural
Press, dijo que no había consultado
a expertos externos antes de firmar
el libro porque tenía confianza en los
pasos que había tomado Noyola para autentificar las obras.
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