El sintetismo de la forma

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SUR
Arte
VIERNES 2 DE NOVIEMBRE DE 2007
Vivir laCultura
65
EXPOSICIÓN
La Fundación Picasso explora las influencias
de los Nabis en la obra del genio malagueño
El sintetismo
de la forma
ENRIQUE CASTAÑOS ALÉS
LOS NABIS. PROFETAS
EN SU TIERRA
oObra: Pintura, grabado y escultura.
oLugar: Sala de exposiciones de la
Fundación Picasso (Plaza de la Merced, 13).
oFecha: Hasta el 13 de enero de 2008.
oHorario: De lunes a domingo, de 9.30 a
20.00 horas (festivos cerrado).
A muestra de la Fundación
Picasso dedicada a los Nabis
alcanza un nivel prácticamente desconocido en Málaga en lo que atañe a exposiciones
institucionales, pero no sólo por
la calidad de las piezas exhibidas,
sino por abordar un grupo de pintores de extraordinaria importancia para comprender el cambio de la sensibilidad estética en
Francia y en el occidente de Europa en el último decenio del siglo
XIX y el primero del XX, injustamente olvidados. Al mismo tiempo, se contextualiza una de las
menos estudiadas influencias del
joven Picasso.
L
Los Nabis fueron un grupo de
pintores surgido hacia el otoño de
1888 en París que hay que situar
en el ambiente estético y cultural
del simbolismo francés de la
penúltima década del siglo XIX.
El movimiento simbolista fue
anunciado por los poetas, como lo
verifica el ‘Manifiesto simbolista’
de Jean Moréas, de 1886, y, después, pasa a los pintores. Los poetas simbolistas, que se agrupan
en torno a Mallarmé, quieren,
como dice Moréas, «revestir la
Idea de una forma perceptible».
La auténtica realidad residía para
ellos en el reino de la imaginación
y la fantasía.
La revolución estética de los
Nabis tiene su preámbulo en la
localidad bretona de Pont Aven,
durante el verano de 1888, cuando, en primer lugar, Gauguin
conoce los trabajos del joven Émile Bernard, quien, ya en 1887, se
estaba acercando a una composición en sus cuadros radicalmente geométrica, y que en ese verano de 1888 emprende una bús-
VANGUARDIA. La muestra recorre las obras de este grupo que rompió con la pintura académica. / SUR
La realidad residía
para ellos en el reino
de la imaginación
y de la fantasía
queda de la «síntesis» de la forma,
esto es, de la posibilidad de simplificar la forma mediante la
supresión de la profundidad y el
empleo de colores planos, encerrados en un contorno delimitado por gruesas líneas negras, al
modo de las figuras de las vidrieras medievales, lo que se ha llamado ‘cloisonismo’.
El segundo episodio fue, ese
mismo verano, la lección de «sintetismo» y de libertad cromática
que le dio Gauguin a Paul Sérusier en el Bois d’Amour: «¿Cómo
ves este árbol? –había dicho Gauguin– ¿Es ciertamente verde? Usa
el verde entonces, el más hermoso verde de tu paleta. Y esa sombra, ¿más bien azul? No temas pintarla tan azul como te sea posible».
Reencuentro en París
Cuando Sérusier regresó a París,
reveló el nombre de Gauguin a sus
compañeros de la Académie
Julian, mientras les mostraba la
envoltura de una caja de cigarros
en que podía verse un paisaje, luego llamado ‘Talismán’. Entre ellos
estaban Maurice Denis, Pierre
Bonnard, Henri Gabriel Ibels y
Paul Ranson. En agosto de 1890,
en la revista ‘Art et Critique’, fue
donde publicó Denis su célebre
definición: «Es conveniente recordar que un cuadro –antes de llegar a ser un caballo de guerra,
una mujer desnuda o una anécdota cualquiera– es esencialmente una superficie plana
cubierta con colores organizados
de acuerdo con cierto orden».
Los primeros Nabis solían reunirse en el estudio de Ranson.
Poco después se les agregaron
otros artistas: Rippl-Ronaï, KerXavier Roussel, Édouard Vuillard,
Aristide Maillol, Félix Vallotton,
Jan Verkade y Georges Lacombe.
También se acercó a ellos Eugène
Carrière, muy amigo de Rodin. De
todos ellos esta preciosa muestra
de Málaga nos ofrece obras maravillosas.
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