Dr OSVALDO MAXIMO BEZZI …, Como lo señala su Ley Orgánica -Decreto Ley 8.019/73i- la Asesoría General de Gobierno es elii órgano que presta al Poder Ejecutivo, Dirección General de Escuelas y Entes descentralizados, el asesoramiento jurídico para la toma de las resoluciones. También -y a título de colaboración- lo hace para algunos casos de los Intendentes municipales. Pero, ¿qué es el dictamen? Alguna doctrina (Marienhoff) sostiene que es un acto de la Administración; es decir, un acto jurídico unilateral, con efectos mediatos, indirectos y reflejos, criterio que comparto. Otra (Eduardo García de Enterría) entiende que es un acto administrativo. En síntesis, es un juicio u opinión que forma parte de! procedimiento administrativo y contribuye positivamente a la vigencia de la legalidad. En realidad, en la Provincia, en su Ley de Procedimiento Administrativo 7.647 se lo considera comprendido en el primer supuesto, estableciéndose en su Art. 87 junto con las medidas preparatorias, informes y vistas, que no son recurribles, en tanto que el principio general es que "Toda decisión administrativa final, interlocutoria o de mero trámite que lesione un derecho o interés legítimo de un administrado o importe una transgresión de normas legales o reglamentarias o adolezca de vicios que la invaliden, es impugnable mediante los recursos establecidos en este capítulo" (Art. 86). El dictamen puede ser facultativo u obligatorio. Es decir, cuando la L.P.A. establece que debe requerirse el asesoramiento jurídico de la Asesoría General de Gobierno, como lo señalan expresamente los artículos 57 y 123 de la citada L.P.A., y también en otras leyes administrativas, la decisión final sólo puede adoptarse con ese previo dictamen, que, consecuentemente, pasa a ser un requisito esencial del acto administrativo. En los demás casos es facultativo, como sucede en la consideración de los recursos de revocatoria que la Ley indica que deben resolverse sin sustanciación, salvo medidas para mejor proveer y que la Administración en estos casos estima necesario oír al Asesor General de Gobierno, sobre todo cuando se plantean cuestiones jurídicas. Los dictámenes de la Asesoría General de Gobierno no son vinculantes para el órgano administrativo, es decir, no están obligados a aceptar el criterio que se aconseja, pero la L.P.A. señala concretamente que cuando se separe del criterio seguido en las actuaciones precedentes o del dictamen de órganos consultivos, el acto administrativo final deberá ser motivado y contendrá una relación de hechos y fundamentos de derecho que sostengan la disidencia (Art. 108 inc. c)). La historia del Derecho Romano nos enseña la importancia del dictamen. Así Justiniano dejó establecido: "Responso, prudentium sunt sententias et opiniones eorum, quibus permisum eratjus condere". Se trataba de que las respuestas de las cuestiones de derecho de los jurisconsultos que gozaban del jus publicae respondendi, daban origen a nuevas reglas jurídicas y desde el Emperador Augusto se concedió a los titulares de este derecho la facultad de que sus dictámenes, sobre puntos de derecho, prevalecieran o tuvieran una autoridad superior a los expedidos por los jurisconsultos que no tenían este privilegio. El Emperador Adriano dispuso que cuando hubiera unanimidad sobre un punto entre los jurisconsultos que gozaban del jus publicae respondendi, el juez debía atenerse al dictamen de ellos; pero si había divergencia, podía seguir la opinión considerada la más acertada. En algunos casos particulares, la legislación local establece el carácter vinculante de un dictamen como es el de la Comisión Legislativa Bicameral creada por Ley 11.184, en cuyo Art. 39 se determina esa situación para que el Poder Ejecutivo resuelva en función de las conclusiones de dicha Comisión. Por su parte, Manuel María Diez sostuvo con respecto a los dictámenes calificados como vinculantes que "Pero no puede aceptarse que la administración activa deba ceñirse estrictamente a los pareceres de los cuerpos consultivos; solamente cabría aceptar que no se tomase una resolución contraria" (El Acto Administrativo, ps. 45/46). Marienhoff (Tratado, T. I, p. 96/ 97) enseña que los dictámenes "obligatorios son los que si bien la Administración está obligada a solicitar, no está obligada a conformarse a ellos. Los vinculantes serían los que la Administración está obligada a requerir y a aceptar sus conclusiones". El maestro desarrolla sus fundamentos opuestos al criterio de autores como Presutti y expresamente señala sus consideraciones que nos permitimos transcribir en lo esencial. "Los órganos consultivos no realizan funciones que impliquen una "expresión de voluntad", "no emiten manifestación de voluntad", es decir, no deciden; sus funciones son únicamente de valoración técnica. En dos palabras: se limitan a dictaminar, aconsejando, asesorando. Estos dictámenes constituyen actos "internos" de la Administración; de ahí las siguientes consecuencias: a) no tienen fuerza ejecutoria, pues no son "actos administrativos" strictu sensu; b) no constituyen un acto jurídico: no obligan al órgano ejecutivo. Si el dictamen fuere acogido por el órgano ejecutivo, la substancia de dicho dictamen se tornará obligatoria, pero esto no por obra del dictamen en sí, sino como consecuencia del acto administrativo que emita la Administración activa aceptando dicho dictamen. Para muchos autores, dichos dictámenes constituyen un mero hecho administrativo; pero estimo que, si bien no estamos en presencia de un "acto administrativo", strictu sensu, estamos en presencia de algo más que de un simple "hecho administrativo": trátase de un "acto de administración". Finalmente señalamos la forma en la que se producen estos dictámenes que normalmente es escrita, pero excepcional mente el Sr. Asesor General de Gobierno . puede expedirse en forma oral, como sería el caso en las reuniones de Gabinete. La Asesoría General de Gobierno es, pues, un exponente relevante de la Administración consultiva i El decreto Ley Nº 8019/73, quedo derogado por la Ley de Ministerios Nº 13.757 B.O. del 6/12/07, que incluye a la Asesoría General de Gobierno en sus artículos 37 a 45, los que quedaron reglamentados por el Decreto Nº 2178/08