La Hoja del Coleccionista

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Hoja
del
Octubre 2014 Coleccionista
etiquetas de vino
Museo de Etiquetas del Vino de Jerez Siglo XIX
más de 15.000 e quetas impresas entre 1854‐1954, de las que sólo están expues‐
tas 8.000, procedentes de Jerez de la Fron‐
tera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda, algunas de ellas desapare‐
cidas en la actualidad. www.grupogarvey.com
web@grupogarvey.com
Horarios
Bodegas Garvey de Jerez de la Frontera ha añadido un nuevo atrac vo para los visi‐
tantes a sus instalaciones: una colección única de más de 15.000 e quetas de vino de Jerez, correspondientes a diversas épo‐
cas. Las bodegas de Jerez cons tuyen una de las visitas más solicitadas de la locali‐
dad gaditana. El museo de e quetas de vino cuenta con ‐ De lunes a viernes: De 9:00 a
14:00
Precios
La colección, perteneciente a D. José Sal‐
daña Trigo quien traspasó el legado a Bo‐
degas Garvey, está agrupada por temas y bodegas, siendo posi‐
ble, además, admirar una colección de bote‐
llas pintadas a mano del siglo XIX Información
Bodegas Grupo Garvey.
Ctra. N‐IV. Circunvala‐
ción
Teléfono y Fax: 956 319
650.
‐ De lunes a viernes: 5 € /
adulto y 3 € / niños y fines de
semana y fes vos: 6 € / adul‐
to y 4 € / niños
Congost
jugetes
Tal y como hemos comentado ampliamente en anteriores artículos de esta
misma web, las personas que ahora
tenemos algo más de treinta años gozamos de una infancia llena de juguetes de calidad.
No solamente muchos de estos juegos
y juguetes estaban bien realizados en
lo que hace referencia a su construcción física, es decir, con plásticos y
materiales de calidad, sino que además disponían de un componente pedagógico importante, siendo los años
que van de la década de los sesenta
hasta principios de los ochenta una
edad de oro para los llamados “juegos
educativos”, gracias a los cuales
aprender resultaba de todo menos
aburrido.
Dentro de la categoría de juegos educativos o instructivos, podíamos encontrar desde el "Electro L" de Airgam
hasta el propio Tente de Exin, pasando por excelentes productos de muchas otras marcas como por ejemplo
Comansi, Famosa, Puch y como no,
también la marca protagonista de esta
serie de artículos: Congost.
Aunque las comparaciones son odio-
jugetes
sas, pues nunca son del todo acertadas y exactas, para hacernos una idea
de cómo era Congost podríamos compararla con la Exin de sus primeros
años. Es decir, ambas empresas surgen en la época de recuperación de la
post-guerra, inicialmente estuvieron
ubicadas en el área metropolitana de
Barcelona (y de hecho no demasiado
lejos la una de la otra), compartieron
mercado durante muchos años y las
dos basaban sus productos en juegos
educativos o que precisaban de cierta
habilidad de sus pequeños propietarios para su consecución.
Aparte de estos puntos en común, y
algunos más que se irán descubriendo
a lo largo de este artículo, ambas empresas son totalmente diferentes, siendo la historia de Congost y la de su
fundador realmente apasionante.
En lo que hace referencia a los juegos
fabricados por esta marca, a grandes
rasgos se podrían dividir en dos grandes grupos: los desarrollados por la
propia Congost y los que fabricó/
distribuyó de terceros como por ejemplo de la gigante Mattel.
Acerca del primer grupo de juegos,
destacar algunos como el titulado
"Rescate
espacial",
con el cual
el pequeño
o pequeña
jugadora
necesitaba
grandes
dosis de
precisión,
potenciando
la capacidad
motriz de
los más pequeños además que servía
para aumentar su capacidad de concentración. En este aspecto diríamos
que Congost se asemejaba bastante a
la Exin de los inicios, pues ambas fabricaban muchos y variados juegos de
estas características.
Otra cosa eran los productos que fabricó y distribuyó Congost como la muñeca Barbie o la figura de acción “Big
Jim”, los cuales eran patentes de Mattel, los cuales aunque contaban con
una calidad extraordinaria, no eran
exactamente lo mismo que los productos gestados y desarrollados por la
propia Congost. Y también de Mattel,
no cabe olvidar le Blandi Blubb, que
aun a pesar de ser un juguete divertido
y en cierto modo inédito a todo lo que
existía en aquel entonces en el mercado, era producto de otro estilo de juegos bastante alejado de la línea propia
de Congost, pensado también para un
consumidor americano con preferencias y gustos diferentes al ibérico.
Es por esta razón que en este artículo
nos intentaremos centrar en la marca
Congost en sí y los juguetes de cosecha propia que comercializó con bastante éxito durante muchos años. Pero
sin duda alguna sería muy difícil com-
prender la historia de Congost sin antes conocer el carácter emprendedor
de su fundador, el señor Lluis Congost.
Lluis Congost, fundador de la compañía juguetera que llevaría su nombre,
nació el año 1913 en una población de
la provincia de Girona.
Siendo de pequeño un chico bastante
inquieto, ya desde muy joven demostró una gran capacidad para el diseño
y sobretodo unas dotes realmente excelentes para el cálculo, habilidades
que en el futuro le serían imprescindibles para su trabajo.
Pero no avancemos acontecimientos y
quedémonos todavía con el Sr. Lluis
Congost de pequeño, pues con pocos
años, y suponemos que fascinado por
los incipientes avances en lo que a
aviación se refiere, nuestro protagonista de pequeño ya diseño y construyó su propio avión-planeador con materiales muy simples, como por ejemplo cañas y sábanas.
jugetes
Según nos explicó la propia familia del
señor Congost, con los que tuvimos la
suerte de hablar mientras preparábamos esta serie de artículos, el "piloto"
de pruebas de este aeroplano tan artesanal fue un mozo que trabajaba en la
casa de los Congost. Desconocemos
gran parte de los detalles del vuelo
que este buen hombre hizo convencido por el joven Lluis y si el aterrizaje
fue más bien plácido o con algún que
otro problema, pero lo importante es
que el avión voló durante algunos instantes a una altura de siete metros,
cosa que no está nada mal considerando la juventud de su diseñador y la
dificultad en aquel entonces en encontrar guías o manuales a la hora de
construir un planeador, por pequeño y
simple que fuera.
Dicha anécdota viene a ilustrar excelentemente el carácter emprendedor
que el señor Lluis tenía ya de bien
pequeño, y como no, nos muestra
también ciertas dotes de persuasión
que tenía para convencer al trabajador
involucrándolo en dicha aventura.
Pasaron algunos años y durante la
jugetes
Guerra Civil Española nuestro protagonista fue incorporado a filas, participando en contra de su voluntad en
dicha carnicería. Mientras estaba en la
enfermería curándose de diversas heridas, aprovechó la ocasión para escaparse saltando un muro del hospital en
el que estaba recluido. Consecuencia
de un mal cálculo, tuvo la desgracia de
romperse una pierna aunque esto no
fue impedimento para que continuara
su huida hacia la casa de sus padres
en Girona.
Después de alguna que otra aventura
y llegado a su casa, pudo ocultarse el
resto del tiempo que duró el conflicto
bélico, impidiendo de esta forma que
los militares lo apresaran culpándolo
de desertor, cargo que equivalía a un
severo castigo y corriendo serio peligro su propia vida.
No obstante, este hecho no le impidió
seguir sus estudios gracias a una dinamo que él mismo se construyó y
que le generaba la electricidad suficiente para encender una bombilla e
incluso hacer funcionar una radio con
la cual fue siguiendo los acontecimientos que se iban sucediendo en el exterior.
Finalizada la Guerra Civil Española
Lluis Congost pudo continuar de forma
normal sus estudios especializándose
en ingeniería. Tal y como se ha comentado, nuestro protagonista era un
estudiante espléndido, tanto fue así
que gracias a una conferencia que dio
ante publico sobre el tema que estudiaba le sirvió para convalidar ni más
ni menos que dos cursos de los estudios que realizaba, pudiendo completar así su carrera de Ingeniero Industrial en Barcelona a mediados de los
años cuarenta.
Finalizados sus estudios trabajó para
la compañía Pegaso realizando trabajos de ingeniería para algunos camiones que justo en aquella época la firma
estaba empezando a producir. Hay
que hacer notar que los talleres de la
marca Pegaso estaban situados en
Barcelona y eran los mismos que unos
años atrás habían sido propiedad de la
marca Hispano-Suiza, caída en des-
gracia durante la Guerra Civil Española al producir motores para aviones del
bando republicano.
Pero el señor Congost continuaba
siendo el muchacho inquieto de siempre y gracias a su experiencia como
ingeniero entró a trabajar en la marca
de motocicletas Motor-Rex como diseñador y constructor de los motores de
la marca, montando algunas unidades
las cuales iban destinadas a competición con el ánimo de promocionar la
marca entre el público. Precisamente
una de estas motocicletas compitió
pilotada por la que sería su propia esposa.
Paralelamente, como trabajo curioso,
también decir que Lluis estuvo al cargo del mantenimiento de una colección de relojes propiedad de un importante coleccionista.
La compañía Congost
Amante de la ingeniería, al señor Congost le encantaban una cosa por encima de las otras, los juguetes que fabricaría gracias a la constitución de la
empresa que llevaría precisamente su
propio apellido: Congost.
Xylomatic de la marca CongostFundada en los años cincuenta, la empresa
Congost inicialmente estaba ubicada
en la calle Numancia número 73 de
Barcelona aunque al cado de unos
años trasladó sus instalaciones hasta
la población de Prenafeta, cerca de
Montblanc (Tarragona). Dicho traslado
se realizó a causa de una importante
ampliación de producción en la firma,
la cual explicaremos un poco más
adelante.
Los primeros juegos realizados por
Congost eran bastante sencillos, utilizándose de forma abundante el porexpan dada su facilidad a la hora de manipularlos. Aparte que para el consumidor final resultaba bastante económico.
En esos primeros juegos uno de los
temas recurrentes era el militar, como
por ejemplo casamatas con soldados
en su interior que disparaban o bien
un juego en que el protagonista principal era una batería antiaérea. Ciertamente estos eran juegos de una época en la que el recuerdo de la guerra
todavía estaba muy presente y se
jugetes
quiera o no, estos productos se vendían bastante bien. No obstante, el
señor Lluis tomó conciencia de que el
juguete había de tener grandes cualidades pedagógicas y que los juguetes
que él inventaba podían servir para
algo más que como entretenimiento de
los más pequeños.
Según recuerdan sus descendientes,
en los primeros años de la empresa su
propietario realizaba los prototipos de
los juguetes en su propio domicilio.
Además, como detalle curioso e indicador de hasta que punto era una empresa familiar en esos inicios, comentar que la propia esposa de Lluis fue
una de las primeras comerciales de la
compañía.
Aparte de la calidad con la que Congost fabricaba sus juguetes, estos tenían un claro componente educativo a
la vez que, tal y como se ha comentado anteriormente, desarrollaba la capacidad motriz de los más pequeños.
Como ejemplo de estas características
podemos citar varios de sus juegos
educativos como “Rescate espacial” o
jugetes
su derivación “Lem 200”. Otro de los
juegos conocidos de Congost y desarrollados por la misma empresa fue
“Auto Cross”, que consistía en una
consola que simulaba un tablero de
mandos de automóvil con su volante y
cambio de marchas incluido combinado con un circuito en el cual, el objetivo principal consistía en “pilotar” correctamente un pequeño coche y procurar que se mantuviera dentro de los
límites del circuito. Estamos como no
en los años sesenta y setenta, una
época de esplendor para el juguete
nacional y también para la propia compañía.
Otros reconocidos juegos de la época
son el "Xylomatic", un pequeño instrumento musical basado en el xilofón, el
"Bingo Congost" con su particular sistema para evitar que se perdieran las
bolas del bingo o "Los Imposibles" que
se trataba de una colección de pequeños juegos en los que a destreza era
primordial para lograr resolver cada
uno de los enigmas que nos presentaba el juguete.
Y es que verdaderamente Congost se
tomaba muy en serio la pedagogía en
sus juegos, existiendo referencias
como “Auto Escuela Congost”, consistente en un circuito urbano por el
cual, mediante imanes situados bajo
un tablero con patas, el pequeño/a
podía conducir su coche por su superficie respetando a rajatabla las
señales de tránsito dibujadas en la
parte superior, aprendiendo de esta
forma tan divertida las señales de
circulación. Por cierto, comentar que
los vehículos de “Auto Escuela Congost” no eran fabricados por la propia
compañía, sino que utilizaba modelos
de la marca de miniaturas Eko con
algunas modificaciones estructurales y
que los convierten actualmente en piezas muy buscadas. Hay que decir que
Eko era una proveedora habitual de
Congost en lo que hace referencia a
coches miniatura usados en sus juegos.
Los técnicos de Congost llegaban a
desarrollar entre ocho y nueve juegos
nuevos cada año,
aunque muy a menudo el número de juegos nuevos que veían
la luz anualmente era
solo cinco. La rentabilidad y diversos filtros
internos de la propia
empresa eran los responsables de esta
reducción de juegos.
La puesta a punto de
un juguete finalizaba
cuando chicos y chicas de la edad a
quien iban destinados
los juguetes los probaban y los técnicos
valoraban los pros y
los contras. En un
principio este trabajo se realizaba de
forma muy sencilla, facilitando estos
juegos a un pequeño grupo de niños
para que ellos mismos los probasen.
Con el tiempo se fue profesionalizando el proceso, invitando a los chicos y
chicas a visitar un recinto preparado
para su observación gracias a grandes
espejos que en verdad eran cristales
en cuya parte posterior técnicos apuntaban cada una de las reacciones de
los pequeños.
Congost y sus alianzas internacionales
Aproximadamente en 1975 la norteamericana Mattel, una de las principales multinacionales jugueteras a nivel
mundial decidió entrar en el mercado
español, creando una efectiva cabeza
de puente que le permitiría introducir
los productos en un mercado cerrado
aunque realmente apetitoso.
Para desempeñar tal difícil labor, eligió
jugetes
una empresa constituida que fuera
capaz de desarrollar los planes que
Mattel tenía previstos para ella y fue
precisamente Congost la elegida, convirtiéndose en distribuidora pero sobretodo también en fabricante de productos Mattel.
Así pues, uno de los principales juguetes que fabricó y distribuyó Congost en
aquella época fueron las figuras de
acción “Big Jim” y “Barbie” en 1978
(del proyecto Barbie se venia concretando desde 1975). Otro de los juegos
creación de Mattel que distribuyó Congost fue el recordado “Blandy Blubb”,
una especie de masa viscosa verde
que se guardaba en un bote de plástico del tamaño de un baso y que simulaba un bote de basura redondo al
estilo americano.
Ante la duda de si Congost fabricó o
bien solo distribuyó juegos de Mattel
en España que tuvimos a la hora de
plantearnos este artículo, la respuesta
de personas muy cercanas a la empresa es que efectivamente Congost
fabricaba con moldes alquilados de la
propia Mattel aunque con el tiempo
pudo utilizar moldes propios.
Tal y como comentábamos, Congost
fabricó la muñeca Barbie la cual era
idéntica a la versión americana pues
estaba realizada inicialmente con los
mismos moldes. A propósito, comentar
que a menudo algunos grandes almacenes realizaban "pases de modelos"
con muñecas Barbie como protagonistas y con vestidos diseñados por los
modistos y modistas más conocidos
del país.
Aunque el acuerdo con Mattel permitió
a Congost vender sus productos en el
exterior, sobretodo en Estados Unidos,
Congost poco a poco fue perdiendo
personalidad, absorbida por los productos externos que ella misma fabricaba y distribuía.
Evidentemente se continuaban desarrollando y comercializando juegos
propios, pero sin duda los que mejores
resultados económicos daban eran los
procedentes de Mattel. Barbie de por
sí era un gran producto que todavía
hoy funciona estupendamente (no olvidemos que fue Congost la primera empresa en dar a conocer la muñeca en
España). No obstante, son los números económicos los que mandan en
una empresa y resultaba más rentable
fabricar y distribuir un producto rodado
que investigar, diseñar y poner a punto uno de propio. A pesar de esto,
Congost siguió creando sus propios
juegos, aunque el ritmo de novedades
al año fuera menor.
Pero este no fue el único pacto comercial con una empresa reconocida a
nivel mundial, sino que también creó
alianzas con la juguetera Tomy y con
Revell, marca con la cual tendría una
relación de unos doce años. Congost
también tendría otras licencias muy
conocidas y sobretodo fructíferas, como Disney o Barrio Sésamo.
Durante esta época de expansión,
Congost abrió una fábrica en Francia,
creando para ella la marca “Congost
France, S.A.”, la cual disponía de la
misma capacidad que la fabrica matriz
catalana, así como delegaciones en
Estados Unidos e incluso en Alemania.
Transformación en épocas de crisis
Logotipo de la nueva Congost No obstante, llegarían para todas las marcas
jugueteras nacionales épocas de crisis
y Congost no sería una excepción a
ello, además que dicho periodo coincidiría con diversos sucesos infortunados que decidieron el futuro devenir
de la marca.
En el año 1990 fallecería el señor Lluis
Congost después de dos años de merecida jubilación, aunque es justo comentar que durante este periodo estuvo todavía activo, pues continuaría
diseñando y desarrollando juguetes
incluso para otras marcas como por
ejemplo Famosa, aunque desgraciadamente pocos verían la luz debido a
los malos tiempos que el sector atra-
jugetes
vesaba. Otro de los factores negativos
para la firma Congost fue el paulatino
deterioro de relaciones con Mattel, la
cual finalmente dejó plantada a Congost abandonándola a su suerte.
Debido a la condición de sociedad
anónima de la empresa catalana y de
que la familia Congost no poseía la
mayor parte del capital de la empresa,
el resto de socios acordó dar un brusco golpe de timón a la nave y reorientar la empresa hacia otra actividad,
también relacionada con artículos de
plástico pero sin nada que ver con juguetes.
Fue así como la empresa cambió de
nombre, pasando de “Lluis Congost,
S.A.” a “Congost Plastic, S.A.”, adquiriendo nuevas instalaciones en Santa
Eulalia de Ronçana (Barcelona) y fabricando equipamiento plástico para la
industria, como por ejemplo contenedores, bandejas, etc… Aunque no todo cambió, pues esta nueva empresa
(que en el momento de escribir este
artículo todavía está en activo) tam-
bién adoptó el clásico logotipo de la
marca.
Pero curiosamente la marca “Lluis
Congost, S.A.” tampoco desaparecería
del todo, ya que Tecnitoys (la misma
empresa que fabrica actualmente Scalextric) adquiriría la denominación integrándola en su grupo de empresas y
declarándola como una empresa de
fabricación de juguetes mecánicos en
general ideados por un departamento
propio de creación en productos de
electrónica y modalismo. Dicha marca
cuenta en la actualidad con una veintena de personas empleadas.
Agradecimientos
Por último comentar que no fue nada
fácil reunir información sobre la firma
Congost para la realización de este
artículo, y tal trabajo hubiera resultado
casi imposible a no ser por la ayuda
que nos ofrecieron los propios descendientes del señor Lluis Congost. Así
pues, es justo dar un merecido agradecimiento a estas personas por la
atención que nos prestaron y agradecer también las historias que nos contaron, permitiéndonos confeccionar un
perfil aproximado del carácter del fundador de la empresa.
http://www.rosaspage.com
Congost: Rescate Espacial (año 1969)
El objetivo del juego era el de realizar
un rescate de los 3
tripulantes de la
capsula espacial
(mediante el famoso sistema de congost de imanes)
dirigiendo el helicóptero, y dejarlos
sanos y salvos en
la barca de salvamento.
Congost seguía sorprendiendo en sus
juguetes.
¿Un juguete que recreaba un salvamento marítimo de la tripulación de
una capsula espacial?
jugetes
Congost lo fabricaba.
Congost se había superado...Este fué
uno de los mejores juguetes que fabricó Congost, y todavía tiene muchos
seguidores que lo recuerdan con cariño y algunos todavía lo desean.
Cada tripulante
incorpora un pequeño imán que se
adhiere a la
"cuerda de salvamento" imantada
que tiene colgando
el helicóptero...posteriormente también otro imán
en la barca permite dejarlos en ella.
Tres mandos rotativos permiten controlar al helicóptero (velocidad, altura y
ruta). Congost seguía realizando juguetes de habilidad y destreza, cosa
que permitía horas y horas de juego
incansable entre los niños de aquellas
épocas.
El sistema de pilas, que se incorporaban en la base del brazo del helicóptero, permitía ofrecer el contrapeso perfecto para operar con el juguete. Tal
como se indica en las instrucciones,
no todas las pilas funcionaban bien,
solamente las blindadas "en aquellos
tiempos" permitían jugar correctamente al juego.
La realidad es que había que poseer
gran destreza, que con el tiempo se
adquiría para jugar con el.
Quién tenia este juego era la envidia
de todo el vecindario...
LA BUHARDILLA DE POL
http://
labuhardilladepol.blogspot.com.es
Congost: Magic Tren (años 70)
Mediante una manivela
que se le va dando vueltas, se puede poner en
funcionamiento la maquina de tren que irá dando
vueltas y pasando por la
"estación-garaje" del cual
irán saliendo los diferentes vagones (6) y acoplandose a la máquina.
jugetes
También hay una palanca
que se accionaba para
que los vagones
(mediante un ingenioso
sistema de imanes en la
base) salieran automáticamente del garaje para acoplarse.
Un juguete si es de Congost, es
apuesta segura por la innovación y la
calidad de los juguetes. Una de las
casas jugueteras que optaron por
realizar diversos juguetes educativos y enseñar a los más pequeños, incluyendo la habilidad como
base.
Lluis Congost es el artífice, fundador y padre de la gran casa juguetera en los años 50 que inicialmente se ubicó en la C. Numancia
nº 73 de Barcelona, para posteriormente trasladarse a Tarragona.
Posteriormente podremos centrarnos en las casas jugueteras. Pero
vamos a hablar de este juguete
llamado Magic Tren.
La facilidad para poder divertirse
con una cosa tan simple, pero a la
vez tan bonita se pone de manifiesto en este juguete.
El sistema de meterse en el garaje era
un poco más basto...siendo uno mismo
y con precisión milimétrica, ajustarlo
en la entrada del garaje y mediante la
palanca delantera pulsarla para meterlos dentro.
Verdaderamente los juguetes de Congost eran una obra maestra y con simples ideas hacian que los niños "hoy
mayores" pusieran en práctica su ingenio y habilidad a la vez que se disfrutaba.
http://
labuhardilladepol.blogspot.com.es
“Los mejores de Congost”
de fabricación que ofrecía el plástico y
otros avances tecnológicos como la
aplicación de la electrónica para que
los juguetes tuvieran un mayor realismo. El fundador de la marca intuyó
muy pronto que los juguetes tenían
que ser algo más que un puro entretenimiento para los más pequeños.
Congost se fundó en 1963, en Barcelona, de la mano creativa y emprendedora del ingeniero industrial Luis Congost
(Banyoles, 1917-Barcelona, 1989). Lo
que nació como una empresa familiar
se convirtió, en poco tiempo, una de
las grandes marcas en nuestro país.
jugetes
Del 16 de julio al 19 de octubre de
2014 "LOS MEJORES CONGOST" en
el Museo del Juguete de Cataluña, de
Figueres. Una exposición para recordar los juguetes que marcaron toda
una época.
Congost fue una de las marcas relevantes del mundo del juguete en Cataluña entre los años 60 y 80 del siglo
XX. Tal es así que es
casi imposible encontrar,
en todo el Estado español, un niño que no haya
jugado con algún Congost durante las décadas
de 1960 a 1980.
La buena reputación de
que gozaba la empresa
se debía a la calidad material, la calidad estética
y la calidad pedagógica y
educativa de sus productos.
Desfiladero supo aprovechar las oportunidades
El éxito empresarial animó a sus directivos a abrir una nueva planta en Hospitalet de Llobregat en 1970 y una fábrica en Montblanc (Tarragona) en
1977 Congost producía, comercializaba y distribuía sus propios juguetes
pero también buscó alianzas con fabricantes extranjeros. Así, en 1974 firmó
un acuerdo con Mattel (Barbie, Big Jim
o el Blandi Blub) y en 1979 se asoció
con la estadounidense Revell con
quien creó kits de montaje y modelismo.
Los planes de expansión internacional
llevaron a la empresa a conceder en
1975 licencias de fabricación de sus
juguetes a Epoch Toys & Games
(Japón), a Spears and Sons
(Inglaterra) y en Las Jouët Rattionels
(Francia); ya crear en 1979, bajo el
nombre de Congost-France, una fábrica en Rivesaltes (Rosellón).
La muerte de Luis Congost y los años
de crisis de la industria del juguete
supusieron el cierre de la empresa en
1992.
Las piezas que conforman esta exposición forman parte del fondo del museo y han sido dadas a la Fundación
del Museo del Juguete de Cataluña /
Figueras por:
Marc Batlle Izard, Concepción Blasco
Masip, Jaume Carol Queraltó, Enrique
Clusa Tejerina,
Jordi Coll, Pascal Comelade, Francisco Daban Hijazo, Josep Maria Joan
Rosa,
Marina Laball Vehí, Alfonso Martínez
Puig, Montserat Mas Codina, Emilia
Labrador Buisan,
Jordi y Cristina Peris Gallardo, José
Vilà Castaño
Ferias - mercados - desembalajes - mercados de trueque
agenda
octubre
agenda
octubre
agenda
octubre
octubre
agenda
compro - vendo
Medalla del Salón Náutico Medalla Subirachs Sr. Lluis Bonamusa Tel: 932.033.289 agenda
exposiciones
Numismática de la Corona Catalano-Aragonesa medieval (785-1516)
Miquel Crusafont
i Sabater
libro
Es la mayor auto‐
ridad en cuanto a
moneda catala‐
na. De hecho ha
dedicado parte
de su vida a la
inves gación de
la numismá ca
catalana, publi‐
cando infinidad
de ar culos y los
principales catá‐
logos que usan
todos los que se
acercan a este
po de piezas.
El obje vo de este libro es el de ofrecer
un manual manejable, ú l y preciso para
poder clasificar correctamente las mone‐
das acuñadas en Cataluña, al principio y
más adelante en los diferentes países que
se fueron incorporando al conjunto que
hoy conocemos con el
nombre de Corona Cata‐
lano‐Aragonesa. Las citas
bibliográficas que se han
incorporado nos dan la
información complemen‐
taria necesaria a la perso‐
na que quiera profundizar
un aspecto concreto.
Siempre que es posible se
sigue el criterio cronológico, intercalando
las ramas paralelas a los puntos más cer‐
canos, pero sin fraccionarlas por reina‐
dos, con los que no pueden coincidir siem‐
pre con exac tud.
En la catalogación se han hecho constar
los pesos y diámetros de las monedas así
como la composición química o el conjun‐
de u lizar la propia de cada reino, es
decir, la catalana para Cataluña, Mallor‐
ca y Valencia y la castellana para Ara‐
gón. Para los dominios italianos se da la
catalana si es documentada, seguida de
la italiana.
Biblioteca Sant Antoni‐Joan Oliver
C/Comte Borrell, 44‐46
to de plata o bien oro. También se amplía
al máximo la descripción de detalles en
aquellos casos de piezas que por su rare‐
za o situación histórica representan un
momento clave o se deducen de ellas da‐
tos más importantes para la historiogra‐
a en general o más específicamente nu‐
mismá ca.
En la edición de este libro, simultánea‐
mente en catalán y castellano, han deci‐
dido u lizar una nomenclatura unificada
para designar países, reyes y nombres de
las monedas, a fin de evitar la doble
transcripción. Se ha adoptado el criterio
08015 Barcelona
Tel. 933 297 216
Fax. 933 296 728
h p://www.bcn.cat/bibjoanoliver
DATOS DEL LIBRO
Nº de páginas: 434 págs.
Encuadernación: Tapa dura
Editoral: VICO
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 946717851516
El Troc ‐ La hoja del Coleccionista, es una nueva publicación inicia va promovida
por El Troc—Bole n de coleccionismo
Par mos del trabajo previo realizado por EL TROC, en los úl mos años y recupe‐
ramos la cabecera de una publicación que se hizo, hace varios, por el promotor
de encuentros, ferias y exposiciones, Julián Arteaga de Madrid. “La hoja del Coleccionista”.
Esta nueva publicación nace con la idea de dar a conocer el máximo de actos de
Coleccionismo que se realizan en el país y presentar inicia vas de coleccionismo
(Museos, exposiciones, colecciones, WEBS, …)
Este bole n se distribuirá por Internet mediante lista de distribución creada por
El TROC.
Más información: eltroc@eltroc.org www.eltroc.org
Si quieres colaborar en la difusión del bole n puedes hacerlo ayudando a sufra‐
gar los gastos de la WEB. 1/4 de página 10 Euros, 1/2 página 15 Euros, página
portada 25 Euros.
El TROC Bole n de coleccionismo—c/Elkano 24 bajos 08004—Barcelona Correo electrónico eltroc@eltroc.org h p://www.eltroc.org 
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