Unidad 1. Abordajes de la Historia. Conceptos históricos. ¿Qué es la HISTORIA? “La Historia estudia la historia de la humanidad” esto significa que la palabra que utilizamos en español tiene dos significados, todo lo pasado es “historia” y la disciplina que estudia ese pasado se llama igual, aunque lo diferenciamos por escribirlo con mayúscula, Historia. Puede decirse entonces que la Historia (con mayúscula, la disciplina) estudia la historia (con minúscula, el pasado). La Historia es el estudio del pasado de la humanidad. La disciplina Historia se encarga de conocer, estudiar e investigar el pasado de la humanidad en determinado tiempo y espacio. La Historia no solo busca describir como se vivió en el pasado porque eso sólo serían crónicas de acontecimientos ya ocurridos, sino que pretende explicar las causas y consecuencias del fenómeno histórico estudiado, los motivos por qué y cómo ocurrieron esos acontecimientos del pasado además de los efectos y resultados que produjo. Explicando las causas y consecuencias de un proceso histórico podemos entender por qué ocurrieron, qué otras alternativas existieron y eventualmente en la actualidad tratar de mejorar algunos aspectos aprendiendo de la historia. El tiempo histórico. El tiempo que estudia la Historia se percibe como cambiante, multiforme y confuso (como el presente) pero el historiador procura saber de la época más cosas de las que sabían quienes las vivían (entre otros motivos porque conoce el desenlace de los hechos), no en los detalles, sino en las explicaciones generales que identifican y definen la época. De ahí la dificultad de hacer Historia de los hechos vividos. El tiempo es inseparable de la Historia, pero el tiempo histórico no es el mismo que el físico. Para los historiadores el tiempo es el principio y el fin de sus investigaciones. El tiempo histórico no es unidimensional. El tiempo de los historiadores es el que viven los individuos, el de su organización social y económica. La permanencia de unas determinadas estructuras es lo que determina los períodos históricos y su evolución. Permanencia y movimiento en el tiempo es lo que interesa a los historiadores. La permanencia y evolución de unas estructuras en un espacio es lo que determina las categorías temporales que delimita el historiador. El tiempo histórico no tiene un valor universal, ni incide de la misma manera en todas las sociedades, ni simultáneamente. Existen períodos de tiempo en los que el número de acontecimientos importantes, o al menos conocidos, es mayor que en otras, y parece que tienen más importancia. Son los períodos de cambio. En general, los hechos más lejanos abarcan más años y se consideran menos importantes que los más cercanos, en el creer popular. Para Braudel existen tres categorías históricas: el tiempo corto, medio y largo. El tiempo corto es el que afecta a los acontecimientos, a la medida de los individuos, a la vida cotidiana. Es el tiempo del cronista y del periodista. Esto, independientemente de la transcendencia histórica que tengan. La caída del muro de Berlín, por ejemplo. Es la historia de los acontecimientos, que no suelen tener en cuenta las estructuras económicas y sociales en las que tienen lugar. El tiempo medio es la duración de la coyuntura. Este tiempo está plagado de acontecimientos. Sin embargo, es también un lapso breve caracterizado por el movimiento, y que se desarrolla durante la vida de una persona. Como por ejemplo una crisis económica, la transición española o una guerra. La variedad de duraciones efectivas es mucho mayor. El tiempo largo es el que corresponde a las estructuras, aquellas realidades históricas que permanecen por debajo de los acontecimientos y de las coyunturas y que no se modifican con un sólo acontecimiento. Permanecen durante varias generaciones. En estas condiciones se crean Estados, países, etc., como el franquismo, el comunismo en Rusia, pero también modos de entender la sociedad, la política y las relaciones económicas. Los cambios de una estructura a otra son lentos y afectan a multitud de acontecimientos importantes, por lo que no es fácil determinar con exactitud y definitivamente cuándo comienzan y cuándo acaban. También son de larga duración los modos de producción y las edades históricas. Estas estructuras permanecen por debajo de cambios de Estado y creaciones de países. Son los tiempos del Antiguo Régimen, la Edad Antigua o la época capitalista. El movimiento es muy lento, si bien está determinado por situaciones coyunturales. En realidad instituciones creadas en otras épocas pueden perpetuarse más allá de ellas: como la familia, la Iglesia, el Ejército, etc. Aunque cambian su naturaleza para dar respuesta a los nuevos tiempos. Parece que lo que más lentamente cambia son las estructuras mentales, y las formas de interpretar y comprender el mundo, que incluye desde la religión a la filosofía, pasando por los mitos, la literatura, el arte, etc. Los diferentes enfoques de las estructuras que definen las distintas épocas han tenido como consecuencia la creación de numerosos modelos de periodización histórica. Para mirar. http://www.aularagon.org/files/espa/ON_Line/Historia/Historia_Intro/xxxhistoria_index.h tm Modelos de periodización histórica. Uno de los problemas a los que se enfrenta el historiador es el de la objetividad de las fechas. El calendario es fundamental en esto, y este es una convención que se ha cambiado en algunas ocasiones. No todos utilizamos el mismo calendario. Están vigentes los calendarios chinos, musulmanes o hebreos. El calendario juliano, creado en el 43 a.C. por Julio César, estuvo vigente, en algunas partes del mundo, hasta el siglo XX. Aunque es cierto que el calendario más universal, y oficialmente aceptado por todos, es el calendario gregoriano, creado en 1582 por el papa Gregorio XIII, y aceptado desde entonces en toda Europa occidental. Otros intentos de crear calendarios, como el célebre calendario republicano de la Revolución francesa, han fracasado, y es que es muy difícil cambiar la costumbre. Pero todos los calendarios son arbitrarios. El actual toma como año 1 el supuesto año en el que nació Jesucristo. Sin embargo, por muy importante que sea esta fecha para los cristianos no es, objetivamente, una fecha relevante, no deja de ser una convención. Pero la importancia de un calendario unánimemente aceptado es vital para localizar los hechos de la historia en el tiempo, un tiempo reconocido por todos. El tiempo pasado es un objeto demasiado amplio y diverso como para estudiarlo en conjunto como una sola unidad, por lo que los historiadores lo han tratado de dividir en diferentes escalas temporales, épocas, siglos, décadas, en las cuales aparecen como temas de estudio diferentes hechos que definen unos y otros. La historiografía tradicional ha dividido el tiempo pasado en edades. Existen dos períodos básicos: la Prehistoria, tiempo anterior a los documentos escritos, y la Historia. La Prehistoria se divide en: Paleolítico, antes del descubrimiento de la agricultura, la ganadería y la artesanía; Mesolítico período de transición; y Neolítico, después del descubrimiento de la agricultura, la ganadería y la artesanía. Por su parte la Historia se divide en: Edad Antigua, desde las primeras culturas de las que tenemos documentos escritos hasta la caída del Imperio romano; Edad Media, desde la caída del Imperio romano hasta el descubrimiento de América y la caída de Constantinopla; Edad Moderna, desde el descubrimiento de América hasta la revolución industrial y la Revolución francesa; y Edad Contemporánea, desde la Revolución francesa hasta la actualidad. A esta escala, es el modo de producción lo que aparece como objeto de estudio. Evidentemente, esta periodización es arbitraria y eurocéntrica, pero es la más utilizada. Sin embargo, no es la única manera de dividir la historia. Algunos textos utilizados en clase: “La historia es la ciencia de los hombres en el tiempo…” Marc Bloch. “El objetivo de la historia no es hacer revivir el pasado, sino comprenderlo…”Pierre Vilar. “Pero es inútil esforzarse por comprender el pasado si no se sabe nada del presente” Marc Bloch. “El hombre no se acuerda del pasado; siempre lo reconstruye. Arranca del presente y a través de él, siempre, conoce e interpreta el pasado”. Lucien Febvre. “Todo el mundo está de acuerdo en que los hechos en la historia son siempre seleccionados, moldeados y tal vez deformados por el historiador que los observa”. Eric Hobsbawn. “Una nueva historia total deberá ocuparse de todos los hombres y mujeres en una globalidad que abarque tanto la diversidad de los espacios y de las culturas como la de los grupos sociales”. Josep Fontana. Para reflexionar y contestar… El 28 de junio de 1992, el presidente francés Francois Mitterrand se desplazó súbitamente, sin previo aviso y sin que nadie lo esperara, a Sarajevo escenario central de una guerra en los Balcanes que en lo que quedaba de años se cobraría quizás 150.000 vidas. Su objetivo era hacer patente a la opinión mundial la gravedad de la crisis de Bosnia. En verdad, la presencia de un estadista distinguido, anciano y visiblemente debilitado bajo los disparos de las armas de fuego y de la artillería fue muy comentada y despertó una gran admiración. Sin embargo, un aspecto de la visita de Miterrand pasó prácticamente inadvertido, aunque tenía una importancia fundamental: la fecha. ¿Por qué había elegido el presidente de Francia esa fecha para ir a Sarajevo?... Tomado de: Eric Hobsbawm. Historia del Siglo XX. Editorial Crítica. Páginas 12 y 13. Ejercicio. 12345- ¿Cuál es la diferencia entre Historia e historia? Averigua cuáles son las fuentes de la Historia y explícalas. Las Ciencias Auxiliares también colaboran con la Historia, ¿cuáles son y cómo lo hacen? En este material se mencionan diferentes periodizaciones, ¿podrías sintetizarlas? Con qué acontecimiento se inician los calendarios: 6789- Musulmán. Hebreo. Cristiano. ¿Para qué sirve la historia? ¿Quiénes son sus protagonistas? Luego de responder en grupo, leer los textos (que aparecen aquí debajo) y comentarlos. Elaborar un informe sobre las conclusiones a las que llegaron. Textos para reflexionar un poco más: 1- ¿Para qué sirve la historia? “Papá, explícame para qué sirve la historia”, pedía hace algunos años a su padre, que era historiador, un muchachito allegado mío… Algunos pensarán que es una fórmula ingenua; por el contrario, me parece del todo pertinente. El problema que plantea el muchacho con la embarazosa desenvoltura de esta edad implacable es nada menos que el de la legitimidad de la historia.”Marc Bloch. Extraído de Sánchez Prieto, S. ¿Y qué es la historia? Reflexiones epistemológicas para profesores de secundaria, Madrid: Ed. Siglo XXI, 1995. 2- Comprender y conocer. “… hay que comprender el pasado para conocer el presente… “Comprender” es imposible sin “conocer”. La historia debe enseñarnos, en primer lugar, a leer un periódico. Es decir a situar cosas detrás de las palabras…” Pierre Villar: Iniciación al vocabulario del análisis histórico, Barcelona: Ed. Crítica 1980. 3- Los diálogos de la historia. “La Historia es un proceso continuo de interacción entre el historiador y sus hechos, un diálogo sin fin entre el presente y el pasado”. E.H.Carr. Citado por Jesús Bentancourt Díaz en Criterios históricos modernos, Montevideo: Ed. Banda Oriental, 1973. 4- ¿Quiénes son los protagonistas de la historia? “El protagonista de la historia, es el hombre en sociedad. Son los hombres en una actitud que incluye a los héroes, y a los genios, pero también a los obreros, los campesinos y los indigentes”. J. Fontana. La historia de los hombres. 2001.