Del Sen. Antonio Mejía Haro, del Grupo Parlamentario del

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Del Sen. Antonio Mejía Haro, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, la
que contiene proyecto de decreto por el que se reforma el segundo párrafo de la fracción I del
artículo 76 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
SE TURNÓ A LAS COMISIONES UNIDAS DE PUNTOS CONSTITUCIONALES; Y DE ESTUDIOS LEGISLATIVOS.
Documento en Tramite
Sinopsis:
Propone reformas a la Constitución Política, para que el Senado dentro de sus facultades exclusivas y en
ejercicio de las mismas este obligado a ratificar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas
que el Ejecutivo Federal suscriba, mediante las dos terceras partes del Pleno de la Cámara de Senadores,
para darle mayor legitimidad a la firma que haya realizado el Ejecutivo Federal.
El que suscribe, Antonio Mejía Haro, integrante de la LXI Legislatura, con fundamento en el
artículo 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos, y por lo
dispuesto en los artículos 8, fracción I; 164 y demás aplicables del Reglamento del Senado
de la República, someto a la consideración de esta H. Asamblea la siguiente Iniciativa con
Proyecto de Decreto por el que se reforma el segundo párrafo de la fracción I del artículo 76
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en base a las siguiente:
EXPOSICION DE MOTIVOS
El artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, señala que los tratados son fuente
de derecho internacional. Estos instrumentos internacionales son los más antiguos ya que se
remontan hasta antes de nuestra era, desde Mesopotamia y Egipto.
Por su parte, la Convención de Viena, sobre el derecho de los tratados, establece en su artículo 2
que los tratados son:
“Un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el Derecho
Internacional ya conste en un instrumento único, o en dos o más instrumentos conexos y
cualquiera que sea su denominación particular”.
En este sentido, cabe señalar que México es el país que más tratados y acuerdos comerciales ha
firmado de forma acelerada, unilateral y, en muchos casos, de manera desventajosa; actualmente
tenemos once tratados comerciales vigentes de los cuales seis son Bilaterales y cinco
Multilaterales, lo que nos coloca como una de las economías más abiertas del mundo.
Sin embargo, esta extensa red de acuerdos comerciales tiene dos grandes objetivos: el primero de
ellos es estimular la captación de nuevos flujos de Inversión Extranjera Directa, al otorgar a las
empresas e inversionistas de los países socios un marco seguro de inversión, un acceso
preferencial al mercado mexicano y toda una serie de ventajas comparativas que incrementan el
atractivo del país para exportar; el segundo objetivo es estimular el crecimiento del sector
exportador mexicano, al ofrecerle un acceso preferencial a un amplio número de mercados y al
permitirle importar una mayor gama de insumos y bienes de capital a precios competitivos.
A pesar de los supuestamente augurados beneficios, que tendría la firma de un Tratado Comercial,
entre 2001 y 2011 hemos descendido en competitividad de la posición 42 a la 66; sin dejar de
precisar que en el 2008, el déficit de la balanza comercial agroalimentaria superó los 6 mil millones
de dólares; siendo, por lo tanto, el sector agropecuario el más desfavorecido con dichos tratados.
Tan graves han sido los tratados comerciales para el campo, que basta con observar la
participación del déficit agroalimentario en el déficit total, que en el 2009 fue del 62 por ciento.
Con base en lo que hemos venido precisando, en cuanto a la importancia económica que tiene un
tratado internacional e influencia que ejercen sobre la vida de nuestro país, y en concordancia con
lo resuelto el 11 de mayo de 1999 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde establece
que dichos tratados internacionales se ubicaran jerárquicamente por encima de las Leyes
Federales y en un segundo plano respecto de la Constitución Federal; es que consideramos
urgente y necesario, que la ratificación de cualquier tratado deba ser avalada por las dos terceras
partes del Pleno de esta Cámara de Senadores, para darle mayor legitimidad a la firma que haya
realizado el Ejecutivo Federal.
Cumpliendo así con la facultad de legislar en la materia, misma que le fue conferida en la fracción I
del artículo 76 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que textualmente cita
Artículo 76. Son facultades exclusivas del Senado:
I.
Analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal con base en los informes
anuales que el Presidente de la República y el Secretario del Despacho correspondiente rindan al
Congreso.
Además, aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que el Ejecutivo Federal
suscriba, así como su decisión de terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar
reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos;
II. a XII.
A manera de ejemplo, cabe destacar, que el Congreso de Argentina, dentro de sus atribuciones
constitucionales, establece que la ratificación de un tratado debe ser avalada por las dos terceras
partes de los integrantes de cada cámara.
Es necesario que el Senado tome las providencias necesarias, para que estos instrumentos
internacionales, no sean ratificados a la ligera, pues como ya se señaló son de gran importancia y
pueden trastocar los intereses de los diversos sectores de la vida nacional, en tal virtud, debemos
considerar dentro del texto constitucional, que la votación para ratificarlos sea de las dos terceras
partes de votos, con ello podríamos lograr que se hiciera un ejercicio exhaustivo de razonamiento
para determinar la conveniencia o no de avalar los tratados internacionales que suscribe el
Ejecutivo.
Por lo anteriormente expuesto me permito someter a su consideración la presente iniciativa con
proyecto de
DECRETO
Único.- Se reforma el segundo párrafo de la fracción I del artículo 76 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los siguientes términos:
Artículo 76. Son facultades exclusivas del Senado:
I.
Analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo Federal con base en los informes
anuales que el Presidente de la República y el Secretario del Despacho correspondiente rindan al
Congreso.
Además, aprobar por las dos terceras partes del número total de votos, los tratados
internacionales y convenciones diplomáticas que el Ejecutivo Federal suscriba, así como su
decisión de terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular
declaraciones interpretativas sobre los mismos;
II. a XII.
TRANSITORIOS
ÚNICO. El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial
de la Federación.
SUSCRIBE
Sen. Antonio Mejía Haro
Dado en el Salón de Sesiones del Senado de la República, a los 26 días del mes de abril del año
dos mil once.
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