revista 067 - Colegio de Abogados de La Plata

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revista del
colegio de abogados
de la plata
Hecho el depósito que previene la Ley Nº 11.723
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ISSN: 0328-4700
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A los efectos de posibilitar que el lector ofrezca sus impresiones, opiniones, sugerencias
o aportes a los autores de los trabajos que se publican; se pone a disposición nuestro
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revista del colegio
de abogados de la plata
Diciembre de 2006. Año XLVI Nº 67
FELIPE PEDRO VILLARO
Director
AUTORIDADES DEL COLEGIO DE ABOGADOS DEL
DEPARTAMENTO JUDICIAL LA PLATA
CONSEJO DIRECTIVO
Presidente
Dr. Pedro Martín AUGÉ
Vicepresidente 1º
Dr. José Alberto UCIN
Vicepresidente 2º
Dr. Rubén Lelio CARAMELLI
Secretario General
Dr. Hernán Ariel COLLI
Prosecretaria
Dra. Rosario Marcela SANCHEZ
Tesorera
Dra. Nydia Norma VAZQUEZ
Protesorero
Dr. Martín Jorge LASTRE
Vocales Titulares
Dr. Javier Marcelo PERCOW
Dr. Roberto Francisco EPELE
Dr. Juan José LOSINNO
Dra. Ana María AGUIAR
Dr. Juan Carlos MARTÍN
Vocales Suplentes
Dr. Daniel Guillermo CEPPI
Dr. Fernando Pablo LEVENE
Dra. Ana Carolina SANTI
Dra. Bárbara Leticia RUBIO
Dr. Franco Osvaldo Luis GAMBINO
Dr. Diego RODRIGUEZ
Dr. Juan Guillermo SLEET
Dr. Federico Javier ESCOBARES
Dr. Germán Ariel JAUREGUI
Dra. María Florencia CONDOMI ALCORTA
TRIBUNAL DE DISCIPLINA
Presidente
Dr. Alfredo Vicente SANUCCI
Vicepresidente
Dr. Alfredo INSÚA
Secretario
Dr. Juan Eduardo CANIGGIA
Vocales titulares
Dr. Guillermo BORDAGARAY
Dra. Nora Noemí CHEBEL
Vocales Suplentes
Dr. Pablo Benito MARIN
Dr. Vicente Santos ATELA
Dr. Ángel Carlos CARBALLAL
Dra. Rosana FIORITTI
Dra. Graciela Beatriz AMIONE
COMISIÓN DE PUBLICACIONES
Presidente
Dra. Ana Carolina SANTI
Miembros
Dra. Patricia BERMEJO
Dra. Gladys Mabel CARDONI
Dra. Cristina E. DELUCCHI
Dra. Gabriela DI GIROLAMO
Dra. Rita GAJATE
Dr. Armando NERY
Dra. Mariela PISCHEDDA
Dra. Sara Esther ROZAS
Dr. Alfredo Daniel RUBIO
Dra. María Eugenia SCANAVINO
Dr. Felipe Pedro VILLARO
SUMARIO
Sobre el ejercicio de la abogacía y la Enseñanza del derecho.......... 9
Augusto Mallo Rivas
Mediación Penal................................................................................... 17
Rosario Sánchez
Los supuestos de Obligaciones Extracontractuales
Internacionales en el Derecho Europeo............................................. 27
Liliana Etel Rapallini*
Los Sistemas de la Unidad y Pluralidad en Materia Sucesoria....... 33
Alfredo M. Mendoza Peña
El Derecho de Corrección de los Padres ........................................... 51
María Franca Alessio
Carta abierta a un Órgano Jurisdiccional en Extinción.................. 61
Javier Percow
El Principio de la Dignidad................................................................. 65
Eduardo Giorlandini y Juan Carlos Giorlandini
Pactos sobre Herencias Futuras.......................................................... 75
Jorge Oscar Perrino
Comentario de la ley 26.086................................................................ 89
Ricardo Daniel Sosa Aubone
“La Cooperación Jurisdiccional Internacional y la lucha
contra el Tráfico Ilegal del Patrimonio Cultural (arqueológico)
y Natural (paleontológico)................................................................... 153
Ezequiel Héctor Imanoni
Interpretación del artículo 123 de la Constitución Provincial
de Buenos Aires. Estudio particular del caso “Solá”........................ 175
Ivan Darío Tenaglia
Sobre la Potestad Constitucional de Selección del Consejo
de la Magistatura de la Provincia de Buenos Aires........................... 213
Luis Alberto Salessi
Buenas razones para leer un reciente caso de la Corte
Norteamericana sobre libertad de creencia....................................... 217
Miguel Ángel Benedetti
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU... 223
María Jimena Sáenz
Algunas reflexiones sobre el Homicidio Culposo y por qué no
sobre el aborto...................................................................................... 245
María Constanza Fonrouge
El suelo y el ambiente.......................................................................... 257
Marina Laura Lanfranco Vazquez
Trabajo y Ambiente Rural.................................................................. 273
Rodolfo Nápoli
Las grandes huelgas ferroviarias en Argentina................................. 279
Luis A. Raffaghelli.
Las Controversias entre Argentina y Uruguay ante la Corte
Internacional de Justicia y ante el Sistema de Solución de
Controversias del Mercosur................................................................ 281
Rita Gajate
SOBRE EL EJERCICIO DE LA ABOGACÍA Y LA
ENSEÑANZA DEL DERECHO
Augusto Mallo Rivas
SUMARIO: 1. Introducción. 2. Aptitud habilitante del título universitario. 3. Conclusiones
I. Introducción
La educación no es una mercancía. Para la Argentina, la misma concierne a
su rango como Nación; también, a su supervivencia. Por lo tanto, no es uno entre
otros problemas; es la cuestión fundamental de nuestro modo de ser civilizados.
Así mismo, de garantizar la perfectibilidad y perduración de esa civilización, con
todo lo que esto implica. Es, pues, una estrategia de alta política. Su tratamiento
excede el tema de estas páginas, pero es menester dejar sentado que, sobre cualquier interés que pudiera existir, por ejemplo profesional, gremial, de la industria
del conocimiento, u otro, ha de prevalecer de manera excluyente, como principio,
Esta breve nota tiene como origen la idea de aportar algunas reflexiones a las tan interesantes que se hicieron en la mesa convocada por el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, en la sede del
Colegio Departamental en La Plata, el día 25 de noviembre de 2005, con la presencia e intervención de las
autoridades del Colegio y su Presidente Pedro Augé, cuya jornada se denominó “La educación legal bajo
la lupa: el acceso a la profesión (la habilitación), un tríptico problemático: educación, incumbencias y
ejercicio profesional”. En la misma se escucharon las intervenciones de los Doctores Francisco Berhabe
(por el Colegio de Abogados de Quilmes, quien destacó la importancia de la libertad en el ejercicio de la
profesión), Fernando J. J. Varela (del Colegio de Abogados de La Plata quien volvió sobre el importante
asunto de la educación como res mercatoria), Carlos Andreucci (Presidente de la Federación Argentina
de Colegios de Abogados, quien destacó las consecuencias del ejercicio transnacional y sus consecuencias
en el país a la luz de la actual situación jurídica) y Carlos A. Botassi (Decano de la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales de la UNLP, quien desarrolló las orientaciones de la facultad en orden a la preparación
de los abogados).
Ésta es una grave cuestión en la cual nuestro país se mueve, contradictoriamente, entre una tradición que
niega esto con, la adhesión al Tratado de Marrakesch. Sobre el punto adhiero a lo que reiteradamente ha
manifestado el Doctor Varela en trabajos y conferencias relacionados con las actividades del Colegio de
Abogados de La Plata, v. gr. su trabajo en el número XXI de la Revista del Colegio de Abogados de la
Provincia de Buenos Aires, pág. 20 y 21).
SOBRE EL EJERCICIO DE LA ABOGACÍA Y LA ENSEÑANZA DEL DERECHO
el interés de la Nación pues como dijo Nicolás Avellaneda, “No hay nada en la
Nación superior a la Nación misma”.
Este es el punto de partida que ha de alcanzar a todas las cosas relacionadas.
Por eso también lo es de las cuestiones que hoy preocupan con relación al ejercicio
de la abogacía.
2. Aptitud habilitante del título universitario
Entre las cuestiones mencionadas, las más acuciantes y polémicas son: la aptitud habilitante del título universitario; la posibilidad de la certificación periódica
de los saberes de los abogados; y las incumbencias inherentes a tal título.
Al debatir sobre estos asuntos –de ordinario- no se hace capítulo sobre la
situación universitaria actual. Necesariamente esa omisión afectará a las conclusiones, en razón que en la misma está involucrado aquel principio. Al comenzar a
hablar de algo, es menester que se haga el planteo de cuales son las condiciones en
las cuales se habla. Esto es así porque las características del sistema universitario
son, usualmente, consideradas a priori (con error) como satisfactorias; o tratadas
como si lo fueran, eludiendo un análisis veraz sobre ese punto. En particular esto
es así con relación a la enseñanza del derecho; el curso de las consideraciones motivadas por la posibilidad de que los abogados deberían certificar periódicamente
la suficiencia de sus conocimientos para los fines del ejercicio profesional tiende
a darles un perfil de prevaleciente índole práctica; pero la naturaleza del problema
lo excede. Por otra parte, los intereses de los abogados en sí mismos requieren una
visión de conjunto para que sus conclusiones tengan basamento incuestionable. Y
es que el tópico merece un análisis (que por las características de este documento
habrá de ser somero).
Entre las cuestiones principales, en primer lugar, se encuentra el problema de
la enseñanza y los saberes que atañen al derecho. Pero la enseñanza del derecho
hoy tiene entre nosotros supuestos problemáticos que inciden en su desempeño
desfavorablemente; los cuales son muchos. Sin embargo ha de ser tenido en con
Así lo ha considerado DERRIDA Jaques “El monologuismo del otro”, ed. Manatial, 1997, passim.
De esto me he ocupado desde años atrás, esforzándome en ser realista al momento de tratar de los asuntos
involucrados (ver Segunda Reunión de Decanos de las Facultades de Derecho oficiales y privadas de la
Argentina, Fores, Buenos Aires, 1976, págs. 24 y 25); particularmente durante la reorganización de los
estudios de estas carreras en la Universidad Notarial Argentina y en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de La Plata, cuando ocupé su rectorado y su decanato, respectivamente.
El primer asunto concierne a la cantidad de facultades de derecho oficiales y privadas que existen en
el país. Su distribución territorial muestra deficiencias notorias; cabe preguntarse si en muchos lugares
existen profesores de rango universitario para atender a todas las asignaturas del derecho. El asunto hoy
se ve incidido (de modo que debiera preocupar) por los estudios a distancia y por el nivel de su calidad.
La enseñanza del derecho a distancia, si se compartiera mi opinión, puede ser entendida como inapropiada para la enseñanza de grado pues no es válido que se la habilite donde es innecesaria por razón de la
10
Augusto Mallo Rivas
sideración que toda solución ha de partir de un punto: construir, corregir, respetar
lo que existe; no en malbaratar el tiempo en nuevas actitudes fundacionales que
dan por sentado que todo lo que ahora exista no tiene valor, o que los claustros
proximidad de centros de estudios; y porque cualquier carrera de grado clama porque sea enseñada con
el sistema presencial. Un sistema tecnológico no logrará jamás emular el contacto humano del alumnado
con un maestro; simplemente porque un maestro enseñará por lo que diga y como lo diga, por los matices
de sus palabras, por sus gestos y actitudes, por todo lo que su personalidad y su trayectoria representen; y
porque un maestro, al enseñar, no está comerciando. En cambio, el sistema puede ser útil para cursos de
actualización y perfeccionamiento de en un postgrado.
En el aspecto financiero, el presupuesto de las más de las universidades es elemental; esto incide tanto en
lo inadecuado de los ámbitos que –en general- son edificios antiguos, no adaptados a las circunstancias
actuales, o mal mantenidos; en el atraso irrecuperable de las colecciones en las bibliotecas; en la parvedad
de los servicios que se prestan a los alumnos; en las misérrimas retribuciones que, en término medio, se
pagan al profesorado.
Un insólito resultado de estas circunstancias es que se ha perdido de vista lo que debe ser la enseñanza de
grado y de postgrado. La proliferación de los denominados “cursos de promoción” (en los cuales suele
ocurrir que no se enseña con la debida integridad las asignaturas) ha provocado la consecuencia que esas
“lagunas” quedan a la deriva de los acontecimientos y que, en el mejor de los casos, algunos piensan que
tales deficiencias serán cubiertas en los cursos de postgrado; lo cual es una falacia.
Estas carencias de recursos patrimoniales y culturales han desmedrado la historia fundacional universitaria
y a sus tradiciones. Esas circunstancias otrora honrosas han caído en la indiferencia.
El acceso de los estudiantes al sistema universitario es uno de los más graves problemas, particularmente,
porque los más que ingresan carecen de aptitudes y habilidades, siendo su grave defecto la carencia de
preparación para pretender el status de universitarios. Ésta también tiene relación con el generalizado
desinterés de la juventud actual por las cuestiones públicas, sociales y culturales. Todo lo que sea practicar
un esfuerzo adecuado no integra el cuadro de los hechos habituales y naturales. El estudiante no se plantea,
ni nadie se le indica, que una vocación es un particular esfuerzo que lo mueve a transformar los objetivos
de su vida (vocación, etimológicamente quiere decir “llamado”, y no una simple preferencia). Particularmente en lo que toca al derecho, la universidad no debiera ignorar que la mayoría de quienes estudian
estas disciplinas, y otras clásicas, lo asumen sin convencimiento. En otro aspecto, una circunstancia, a
mis ojos muy grave y reprochable, es que quienes ingresan a la universidad no son advertidos de cuales
son las características propias del ejercicio profesional en un determinado lugar; creo que si un ingresante
a una facultad de derecho conociera oportunamente cúal es el exorbitante número de la matrícula, cúales
son las condiciones competitivas en las que deberá ejercer, cúales las de la demanda de los servicios
profesionales y cúales las de los ingresos por honorarios, hoy desistirían de hacer la carrera.
Todo esto, a su vez, incide claramente en un espíritu que es ajeno a la consecución de la calidad; en un
modo de facilidades que se han hecho hábito, vicioso y lesivo, en el cual se desarrollan los educandos;
también en el hecho que para muchos el ejercicio de la cátedra es un recurso de mero prestigio cuando no
económico, por lo cual sus clases carecen de rigor y calidad y la relación con los alumnos es pobre.
El acceso a las cátedras es otro problema grave en sí mismo. Para solucionarlo no hay un método consagrado mejor que el concurso, con todos sus defectos. Acontece que, muchas veces, las cátedras han sido
provistas por la necesidad de que los cursos sean atendidos.
Los planes de estudio del derecho y los programas destinados a implementarlos carecen de flexibilidad. No
se los renueva tempestivamente. Al decir cum granus salis de un distinguido Profesor cuyo nombre omito,
“los programas crecen por aluvión”; paulatinamente pierden actualidad y, en los mismos, figuran tópicos
anacrónicos a la par que se omiten cuestiones vigentes. Las bibliografías no son actuales; muchas veces
citan obras que no es posible hallar, por lo cual no son un apoyo adecuado para los alumnos. La literatura
ha sido substituida por apuntes de autores anónimos cuando no irresponsables de sus constancias, y por
un abrumador desarrollo de fotocopias no recomendadas por la cátedra. Los exámenes muchas veces,
dada la multitud de inscriptos, son tomados de manera que los profesores no integran un jurado, lo cual
es gravísimo visto desde la elemental perspectiva que la comisión examinadora es la garantía pública para
la sociedad de que un alumno será aprobado si ha adquirido los conocimientos necesarios para que, como
abogado pueda defender la libertad, la dignidad y el honor, y el patrimonio de los habitantes del país.
11
SOBRE EL EJERCICIO DE LA ABOGACÍA Y LA ENSEÑANZA DEL DERECHO
docentes son ineficaces, o que los claustros de estudiantes deben ser sometidos de
modo hostil, o que los antecesores en la función han actuado definidamente mal.
Por el contrario, los profesores son siempre los protagonistas de la más cara de las
instituciones de un país; bien o mal, según los casos, representan a la cultura de
una nación. Deben ser preservados, amparados, respetados, estimulados; también
han de ser exigidos para los mejores resultados, en un clima que haga justicia a
su dignidad de tales. El sistema universitario argentino funciona sobre la base de
instituciones añejas. Lo hace relativamente bien a partir de una suerte de “inercia
institucional” de lo ocurrido en épocas mejores, y del esfuerzo de los más de los
profesores; muchas de tales instituciones reclaman un remozamiento, pero, en términos generales, el mismo está atrasado en aspectos en los cuales otras naciones
(entre las que nuestro país, en otro tiempo, ha sido contado) han prosperado en
grado comparativamente superlativo.
En los estudios de derecho, la idea de su perfectibilidad indica que habrá que
darse unos contenidos humanísticos significativos para la formación cultural de
quienes han decidido profesar en el arte de la asistencia a la justicia (con particular
referencia a la moral ) o en el del ejercicio de la función judicial. Es menester
cultivar la sensibilidad por la justicia en el alumnado, su comprensión de que la
misma es la plenitud de la ley y el más alto de los valores morales. Cuando se
tratare de universidades privadas esas enseñanzas han de estar relacionadas a las
raíces éticas y culturales de los movimientos que están en su base; así, por ejemplo,
las universidades católicas han de estructurar la gestión y los planes de estudio a
partir de las leyes de la nación en armonía con la Encíclica “Ex Cordae Eclesial”.
Ese es un aspecto que debiera llevar a que las universidades privadas tuvieran una
explícita, clara y difundida profesión referida a su ética y a sus principios filosóficos
y humanísticos, como instrumento de su transparencia para quien eligiera a una
institución para formarse en la misma.
3. Conclusiones
Volviendo a las cuestiones preocupantes indicadas al inicio, es claro que en el
plano académico una graduación solamente puede ser conferida por una universidad. En el plano profesional, más allá de lo que hoy dispone la ley, la habilitación
parte del supuesto que la adquisición del cúmulo de conocimientos, experiencias
y habilidades que supone el ejercicio profesional se da de manera suficiente y
satisfactoria (es decir, que sin más es posible establecer si el educando posee o no
la cantidad necesaria de conocimiento que lo invisten como un experto, si tiene
o no oficio). En el cuadro de disciplinas usuales en las facultades se advierte que
se limita la preocupación a algún entrenamiento en lo que concierne al proceso.
Art. 1º, primer párrafo in fine de las Normas de Ética Profesional, ley 5177 t. o. vigente.
12
Augusto Mallo Rivas
Pero no acontece otro tanto con la determinación de si el alumno ha logrado o no
incorporar conocimientos referidos a la práctica de las disciplinas (v. gr., en orden
a los contratos, a los procesos mercantiles, a las cuestiones del transporte, o los
seguros, o los Bancos, etc., etc.). Sin que se resuelva esto, la decisión sobre si un
título universitario es adecuadamente habilitante para el ejercicio profesional será,
siempre, una cuestión mal planteada. A todo lo cual añado que es indispensable
una enseñanza en profundidad de las reglas de ética, para que se aprenda que de
lo que se trata es de la excelencia y no del éxito; que no cualquier vía es válida
profesionalmente.
No se puede pensar, sensatamente, que las mutaciones del derecho positivo
y las de sus grandes cuestiones teóricas se han estudiado de una vez para siempre.
De allí que Eduardo Couture recomendó estudiar de modo permanente, pues de
otro modo cada día el graduado será menos abogado.
Es un deber moral actualizarse en aquellas cuestiones que conforman esa
suerte de especialización pragmática, derivada de la práctica de la profesión, de lo
que constituye el núcleo de las actividades que cada cual desarrolla como modus
vivendi. En esencia, eso no es una especialización; se trata de que el abogado limita
su actividad a una o más ramas del derecho. Y esto es un hecho a considerar.
La certificación periódica de conocimientos debiera ser hecha en ámbitos
universitarios, no en colegios o asociaciones profesionales. No basta la sagacidad,
el conocimiento de las oficinas recónditas, y de las personas influyentes o que decidan; o cosas por el estilo. El que no estudia e investiga los fundamentos jurídicos
de los casos a los cuales se dedica10, se aproxima cada día a las fronteras de la mala
praxis11. Esto toca la médula del asunto. Esto es simplemente así porque es necesario
que estén sometidos a controles académicos rigurosos, insospechables. Lo que ha
de ser tenido en consideración es aquel abogado que se presentare a certificar sus
conocimientos y tratara de mostrar lo bien cimentado que esté su oficio, porque
COUTURE, Eduardo: Decálogo del Abogado.
El punto RD 2-105 B de las Reglas de ética de los Abogados del Estado de New Cork instituye: “Un
abogado que es reconocido como especialista en una rama particular del derecho por una autoridad que
tenga competencia para ello según las leyes de este Estado en lo relativo a la materia de la especialización
de los abogados, puede declarar su especialización propia, pero siempre de conformidad con las reglas
dictadas por tal autoridad”.
En las Reglas de ética de los Abogados del Estado de New Cork se establece que: “A) Un abogado no debe:
1) Tratar un asunto cuando supiere o debería saber que no tiene competencia para tratarlo, sin asociarse
con un abogado competente en la materia. 2) Tratar un asunto sin tener en el caso dado una preparación
adecuada”. –etc., etc. – (Art. RD 6-101.)
10
Goldscmidt Werner: con elegante brevedad, dijo palabras memorables en oportunidad de abrir el ciclo
anual de actividades en la Universidad Notarial sobre la investigación y la enseñanza y la investigación
y el ejercicio de la profesión: ver Revista Notarial (del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos
Aires) nª 883, págs. 1177 a 1179, La Plata, 1985.
11
El tópico de la mala praxis ha sido comentado recientemente de modo excelente por Mosset Iturraspe
Jorge en “Responsabilidad del abogado”, nota a fallo in re: M., R. A. c. A., D. L. y otro, en la Ley, diario
del día 22 de febrero de 2006, pág. 5 y ss.
13
SOBRE EL EJERCICIO DE LA ABOGACÍA Y LA ENSEÑANZA DEL DERECHO
esto es lo que concierne al interés general; no se presentará a concursar una cátedra
ni a validad su calidad académica; no se trata de someter, en grado de necesidad,
a los letrados a cursos obligatorios u otras tareas, con evaluaciones metódicas
pedagógicamente establecidas. La certificación ha de ser una ponderación seria
de las preocupaciones del abogado que se someta al sistema, pero de una gran
flexibilidad. Por ejemplo, si él publica en revistas con referato, o profesa como
un docente de aquilatada trayectoria, o sus actividades referidas a su participación
en la comunidad del conocimiento han sido sopesadas por tribunales académicos,
naturalmente que esto no tendría sentido que no fuera considerado para los fines
profesionales. Si participa en congresos, o jornadas, o paneles y goza de buena
fama pública de la seriedad y responsabilidad de sus conocimientos, bastaría en
la generalidad de los casos para dejar satisfechas esas exigencias. Si presentare a
consideración de quienes debieran expedirse a estos respectos sus escritos judiciales o administrativos, y de todo ello resultara una actividad profesional digna, no
habría que perturbarle con cosas propias de otras profundidades. Y así las cosas;
todo con gran seriedad (toda vez que el ejercicio profesional compromete tantas
cosas importantes que no es menester repetir aquí, pero que tanto tienen que ver
con ética reglada como mandamiento legal); pero, como dije, con gran flexibilidad;
y sin ventajes para nadie12.
Una de las cuestiones que derivarían de todo esto, es que, esa certificación
serviría para habilitar por un lapso reglamentario al letrado para el ejercicio de la
profesión; pero la pregunta es: ¿habilitarlo como abogado generalista o especialista? Hoy es raro que un letrado ejerza en todos los campos del derecho13. Si se
lo fuera a habilitar como generalista es palmario que unas exigencias rigurosas de
una certificación periódica referida a la o las ramas del derecho que ejerciera habitualmente tendría poco sentido (salvo que se considerare, por ejemplo, que si es
un distinguido laborista, naturalmente podrá ser también un eficiente maritimista);
aquí será necesario explorar su gestión personal y el conocimiento de las principales
actualizaciones de los conocimientos aplicables a las varias ramas del derecho. Si
se lo habilitare como especialista, secamente, acontecería que un abogado reputado
como asesor de Bancos no podría hacer esa simple sucesión, que casualmente es el
asunto más importante que le ha tocado en la vida, por lo cual o debiera convocar
a un especialista en derecho sucesorio –y participar los honorarios-; o no tomar
el asunto. Porque hay que ser realista: en general en nuestro medio al menos, el
concepto de especialista es tópico a discutir: por ejemplo puede que en un caso
hipotético ignorare que es el interés asegurable, pero conociera minuciosamente
12
Las estructuras burocráticas debieran ser establecidas en una convención entre el Colegio y ciertas universidades.
13
Es decir, casi seguramente aquel profesional ha limitado su actividad a unas ramas del derecho vinculadas
–derecho penal, o patrimonial, o matrimonial, o administrativo y toda sus respectivas periferias y ciencias
complementarias.
14
Augusto Mallo Rivas
todas las circulares de los organismos de recaudación14. El punto de la especialidad
convocará a mostrar sus conocimientos en las raíces jurídicas de tal especialidad.
No es menester extenderse en consideraciones para advertir que si la certificación
cerrara el campo al ejercicio profesional, quien la infringiera tomando un asunto
cuya materia fuera ajena a sus estudios habituales correría el riesgo de una sanción
disciplinaria, cuando no, el riesgo de una condena por mala praxis (¡qué decir a este
respecto con relación a profesionales de otras carreras a quienes se les considerare
titulares de competencias que no incumban a su diploma!)
6. Por último, cabe decir que las incumbencias profesionales de un diploma
conciernen a la naturaleza de su materia y a la intensidad de los estudios dedicados
a la misma. Por lo cual las leyes no debieran considerarlas como competencias,
asignadas en función de una distribución de políticas dictadas por una racionalización
(interesada o no). Si bien ocurre que han existido y existen out siders en campos
académicos propios de muchas profesiones no se debe aceptar la posibilidad que
ellos, como poseedores de particulares y profundos conocimientos de las cuestiones que conciernen a otra profesión, puedan practicar profesionalmente porque
esto siempre importará un alto riesgo social. Aclárese aquí que dado el sistema
universitario según el cual un graduado en una disciplina puede hacer maestrías o
especialidades o doctorados en otras (v. gr. un físico como doctor en filosofía) es
menester se tenga en cuenta que la habilitación profesional no resulta sino de las
carreras de grado, no de los postgrados15. Si se admitiera una mal entendida libertad
para que graduados en otras profesiones ejercieran aspectos que conciernen a la
abogacía, podría darse que de esto derivara toda una problemática de dura solución,
porque esos cuasi abogados no debieran escapar a los rigores de lo disciplinario16;
además, sobrevendría un indeseable auge de la mala praxis indeseable17.
La consultoría jurídica, el asesoramiento en cuestiones legales, todo lo que
concierna con procesos y el ejercicio profesional del litigio son ámbitos de parti-
14
Aquí una anécdota ilustrativa: cierto día, quizá de 1961 1962, estaba por comenzar en la vieja sala de
profesores de la Facultad de Derecho de la UNLP una reunión del Instituto de Derecho del Trabajo. Entre
algunos de quienes habíamos llegado comenzó una conversación sobre si era más conocedor del problema
de los “minutos verdes” un abogado gremialista o uno que defendía habitualmente a las empresas. El
Profesor Mario Deveali escuchaba. En un momento se acodó en la mesa y tomó su cabeza entre sus manos,
cerrando los ojos. Un instante después, con su voz grave y plena dijo con su acentuado dejo italiano: “¡Ma
no! ¡Primo se es abogado y dopo se podrá ser especialista! ¡Para ser especialista hay que conocer, antes,
todo el derecho!”. El debate terminó allí.
15
En realidad, una especialización está necesariamente vinculada a la idea de la profundización de los conocimientos enderezada al ejercicio profesional; una maestría a la investigación, y un doctorado al nivel
superior de la cultura universitaria. De ello surge que, en esencia, una especialización obtenida por quien
no tiene el título de grado vinculado no significa ninguna posibilidad de su habilitación profesional.
16
Art. 116 y sig. de la ley 5177 t. o. vigente.
17
Ver nota 11.
15
SOBRE EL EJERCICIO DE LA ABOGACÍA Y LA ENSEÑANZA DEL DERECHO
cular naturaleza que dicen relación por su idiosincrasia con la abogacía desde los
orígenes de nuestra tradición18.
Va de suyo, entonces, que los entusiasmos por las proclamadas solidaridades
internacionales que resultan de tratados económicos deberán ser sostenidas con
recato, pues todos los excesos son dañosos19.
18
Es notable la importancia que en Atenas tuvo la enseñanza de la retórica (Aristóteles: “El Arte De La
Retórica”, libro I, cap. 10, ed. Eudeba, Bs. As. 1966, pág. 102 y ss.) así como los estudios de oratoria en
Roma (Boissier, Gastón: “Tácito”, Apéndice primero sobre “Las escuelas de declamación en Roma”,
pág. 198 y ss.; cicerón: “Diálogos del Orador”, con prefacio de Marcelino Menéndez y Pelayo, passim, ed. Mirasol, BS. As. 1967). El mal manejo del idioma y la pobreza de lenguaje en los alumnos que
ingresan a la universidad es un factor que impide toda posibilidad de conceptualización, lo cual determina
el fracaso de los educandos. Hoy la importancia del idioma no es considerada como un tópico que merece
tratamiento cuidadoso; se lo da por sabido, lo cual es una actitud de esencial negligencia por parte del
sistema de educación; se ha olvidado la inmensa significación que el lenguaje tiene para ejercicio y el
pensamiento del derecho. Las facultades de derecho tienen la carga de profundizar lo idiomático a partir
del hecho que en ello consiste la herramienta esencial de la profesión. Si un universitario es aquél que
piensa, es obvio que el objeto primordial de la enseñanza es el aprender a pensar.
19
Es necesario considerar que, en la compleja e inmensa urdimbre de relaciones entre el derecho y la economía, no se puede aseverar que las primacías de política educacional habrán de estar al servicio de la
economía, porque la vida de una sociedad es más que las actividades económicas que existieren; lo cual
por obvio no ha menester que sea demostrado. El fin del derecho es la justicia; fuera del plano moral, el
problema de la justicia no pertenece a otras disciplinas; cuando los economistas se refieren a los aspectos
morales se están refiriendo a los fundamentos filosóficos de una determinada orientación (Así, v. gr.,
Mestmäcker Ernst: “La mano visible del derecho: derecho y economía en Adam Smith”; en www.
cepchile.cl/dms/archivo. El distinguido jurista, autor de la nota, es Director del Instituto Max Planck de
Hamburgo para Derecho Privado, Extranjero e Internacional, y profesor de Derecho Privado y Comercial de la Universidad de Bielefeld, Alemania). Su relación con tales otras aludidas materias –pese a su
importancia- no es sino referencial.
16
MEDIACIÓN PENAL
LEY EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES ( 13.433)
Rosario Sánchez*
SUMARIO: 1. Aplicar criterios de oportunidad. 2. Características propias de la Mediación Penal. 3. Desarrollo del Sistema de Mediación Penal. 4. Implementación de la Mediación Penal en
la Provincia de Buenos Aires. 5. Resultados de la Resolución de Conflictos Víctima-Victimario
Mediante Mediación en otros países. 6. Conclusión.
Antes de comenzar el desarrollo del presente trabajo quisiera manifestarle al
lector que mi propósito solo es analizar algunos aspectos sobre este particular campo
de la mediación, y que mi único objetivo es dar mi mirada como mediador intentando
colaborar desde dicho rol en el desarrollo de una vía realmente diferente y eficaz
para solucionar los conflictos, cuyo fin último es contribuir a generar paz social.
1. Aplicar criterios de oportunidad
Hablar de Mediación Penal significa que se ha flexibilizado el principio de
legalidad para dar paso a la aplicación del principio de oportunidad, y ello es lo que
consagra el dictado de la reciente ley en la Provincia de Buenos Aires.
Este gran paso que se ha dado resultaba más que necesario. La morigeración al
principio de legalidad viene siendo sostenido desde largo tiempo atrás por dogmáticos en la materia como el Dr. Julio Maier al manifestar: “El derecho procesal penal
reduce la vigencia del principio de legalidad entendido como persecución penal
* Directora del Instituto y Centro de Mediación del Colegio de Abogados de La Plata, Abogada, Mediadora
Matriculada en el Ministerio de Justicia de la Nación ( nro. 2918), Presidente del Centro de Estudios de
Mediación y Negociación. Miembro titular del Consejo Directivo del Colegio de Abogados de La Plata.
Docente del Postgrado en Mediación en la Universidad Nacional de La Plata y Facultad de Psicología de la
Universidad Católica Argentina. Capacitadora en Mediación en el Colegio de Abogados de La Plata, Colegio
de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, y Organizaciones No Gubernamentales. Reside y trabaja en
la ciudad de La Plata. Email: romsa@ciudad.com.ar
17
MEDIACIÓN PENAL. LEY EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES ( 13.433)
necesaria y obligatoria apoyando a su opuesto, el principio de oportunidad aún en
aquéllos países que han defendido la legalidad. La ciencia empírica verificó hace
tiempo la utopía práctica que se esconde tras el principio de legalidad, decisiones
informales pero reales de los particulares y de los órganos de persecución penal
del estado, ello provocó la necesidad de racionalizar estas decisiones poniéndolas
en manos de los órganos con responsabilidad política, a fin de evitar la persecución en aquellos casos en que esa decisión resulte apoyada por algún fundamento
plausible, determinado por la ley. Por otra parte señala que resulta imposible para
la organización estatal ocuparse de todas las infracciones reales a las normas penales que se cometen, y con el mismo celo, razón por la cual en aras de la eficacia
de la persecución penal en aquéllos casos importantes que la merecen, la decisión
ha concluido permitiendo el funcionamiento de una decisión política responsable
acerca de los casos en los cuales se puede evitar la persecución penal. Ello incluso
supera algunos inconvenientes de la aplicación de un sistema penal a casos límite de
delincuencia o conducta desviada (adecuación social del hecho, mínima infracción,
mínima culpabilidad), pues cualquier descripción normativa por su carácter abstracto, supera el universo de los casos pensados por el legislador, evita contrasentidos
en su aplicación , mientras que la mediación penal permite aplicar al transgresor
medidas no penales que se adecuen mejor, en el caso para alcanzar los fines que
persigue el derecho penal, provocando el menor daño posible al infractor”.
Es oportuno señalar las numerosas ventajas que se pueden obtener para los
distintos participantes del conflicto de la adecuada aplicación de este marco normativo:
Para la víctima:
- Posibilidad de que el infractor rectifique su conducta y que ésta beneficie
tanto a la victima como a la comunidad.
- La oportunidad de que tanto victima como victimario tengan un encuentro
personal y que la víctima exprese sus sentimientos y pensamientos.
- La opción de pedir y recibir una disculpa.
- La oportunidad de convertir al victimario en personalmente responsable
ante la victima.
- Un remedio para sentir que se ha hecho justicia.
- El medio de alcanzar un modo de conclusión que le traerá paz al ánimo.
Para el victimario:
- La oportunidad para enmendarse y rectificar el mal infligido en vez de
resultar castigado.
- La posibilidad de participar en la decisión sobre el modo de restauración
que se brindará a la victima y de negociar un acuerdo de restitución factible
de cumplir.
18
Rosario Sánchez
- En casos apropiados, cuando el victimario no es peligroso a la comunidad
la única oportunidad de evitar la persecución penal, el prontuario criminal
o el encarcelamiento a cambio de rectificar el agravio a la víctima.
Para la comunidad:
- La disminución del impacto de la delincuencia al aumentar la reparación
de pérdidas.
- La reducción de la incidencia del crimen repetitiva a través de la comprensión de los victimarios acerca de lo que significa haber lastimado a una
persona.
- El otorgamiento de un marco apropiado para mantener la paz en la comunidad en situaciones en que la ofensa se constituye en parte de una relación
interpersonal de conflictividad continuada o en que es probable que la
víctima y victimario vuelvan a tener contacto en el futuro.
Para el sistema judicial:
- Importante disminución del tiempo que generalmente requiere procesar las
ofensas penales dentro del sistema adversarial tradicional.
- El incremento de la comprensión y sentido de pertenencia de la comunidad
respecto de justicia criminal o juvenil, como resultado del compromiso y
participación de las víctimas y voluntarios.
- La justicia restauradora traslada a la justicia de una ofensa contra una entidad abstracta como el estado, hacia un completo encuentro humano entre
la víctima, victimario y la comunidad, de tal modo que las características
significativas de la experiencia criminal puedan ser tratadas y asumidas
adecuadamente.
Para lograr que este sistema funcione de manera eficaz es necesario tener en
cuenta algunas limitaciones que la aplicación de la mediación penal tiene y tomar
indefectiblemente recaudos necesarios para su implementación, entre los que me
permito señalar:
- La mediación no es apta para todas las víctimas y todos los infractores.
- No está destinada a solucionar masivamente la reincidencia.
2. Características propias de la Mediación Penal
1. Inexistencia de relación previa: en principio, aunque no siempre, ocurre
entre extraños que no tienen relación previa.
2. Desequilibrio de poder: es habitual el desequilibrio de poder inherente a la
relación víctima-victimario: hay una persona perjudicada y un infractor.
19
MEDIACIÓN PENAL. LEY EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES ( 13.433)
3. Reuniones preliminares separadas: estas reuniones se realizan separadas a
fin de explicitar el procedimiento, obtener credibilidad y asistirlos en prepararse
para el encuentro frente a frente. En definitiva se busca crear una relación de confianza de ambos partícipes con el mediador antes de tener la reunión conjunta para
lograr una mejor comunicación y que disminuyan las sesiones separadas una vez
comenzada la misma.
4. Modo de estar en disputa: La cuestión de la inocencia o culpabilidad no se
media ni hay expectativas de que las víctimas del delito acuerden por menos de lo
que necesitan para enjugar sus pérdidas.
5. Acento en el diálogo y la empatía: La investigación llevada a cabo ha demostrado que los acuerdos de restitución son menos importantes para las víctimas
de delitos que la oportunidad de hablar directamente con el ofensor para explicar
como se sintieron en relación al crimen.
6. Neutralidad- Imparcialidad: se ve morigerada en este caso en función de la
particular situación de una de las partes que en este caso es la víctima.
7. Confidencialidad: toda la información obtenida por los mediadores se mantendrá en forma confidencial no pudiendo revelarla a terceras personas ajenas al ámbito de la mediación, para cumplir con dicho compromiso se firmará un acuerdo.
8. Voluntariedad: Las partes deben acceder y continuar en el proceso libremente
y habiendo el ofensor comprendido la acción delictiva.
3. Desarrollo del Sistema de Mediación Penal
Existen diversos pasos pero dentro del modelo tradicional de relación víctimavictimario puede resumirse el procedimiento del siguiente modo:
a. Fase de admisión: Tiene por objeto identificar qué casos son apropiados para
la mediación víctima-victimario. La víctima tiene que estar dispuesta a participar y
enfrentar la situación estableciendo un vínculo con el autor del hecho y el victimario
tiene que ser una persona susceptible de rehabilitación. Debe existir cierto marco
de seguridad para la víctima.
b. Fase de preparación de la mediación: el trabajo preparatorio puede ser
arduo y llevar varias sesiones de pre-mediación a fin de que cada uno piense,
explore sus sentimientos y sepa qué va a querer decir cuando esté frente al otro;
se tiende a lograr que los participantes entiendan el sentido de hacerse cargo y a
tomar responsabilidades.
c. Fase de Mediación: es el momento del enfrentamiento cara a cara y es crucial para determinar si es conveniente completar el intento propuesto, ya que en
los programas que reciben derivación de los jueces el acuerdo pasa a formar parte
del expediente al integrar los registros oficiales del tribunal; el encuentro se lleva
a cabo en un lugar neutral donde se sientan cómodos los intervinientes y luego de
haber logrado la confianza y legitimación suficiente la mediación se desarrollará
20
Rosario Sánchez
en reuniones conjuntas. En esta fase se concluye con acuerdo o no, en el primer
caso el contenido del compromiso puede ser variado, así puede consistir en pago en
dinero a la víctima, trabajo efectuado por el infractor en su favor, trabajo para una
institución de caridad, inscripción del infractor en un programa de tratamiento, etc.
Debe atenderse para ello a la situación de la víctima y la evaluación del victimario,
su situación social y personal. En definitiva el acuerdo se instrumenta teniendo en
cuenta los intereses y requerimientos de la víctima y las posibilidades reparatorias
del infractor, pues se trata de arribar a soluciones realistas y cumplibles. En caso de
que no exista acuerdo la mediación culmina con un informe que se eleva al fiscal
y continúa la causa penal.
d. Fase de Seguimiento: Cuando se arriba a un acuerdo se realiza un seguimiento posterior que tiene por objeto no sólo el control de cumplimiento sino que
refuerza la responsabilidad de quien debe dar cuenta de lo hecho, humaniza más aún
el proceso, permite la renegociación si existen problemas posteriores, da oportunidad
de reconciliación, etc. Si el infractor no cumple con lo establecido en el acuerdo el
magistrado interviniente puede imponer la sanción penal, la cual se evaluará según
el caso y el estado del proceso criminal en que se halla efectuado la derivación a
mediación, pudiendo estar o no determinada previamente.
4. Implementación de la Mediación Penal en la Provincia de
Buenos Aires
Para poder implementar la ley de Mediación Penal en la Provincia de Bs. As.
los operadores del sistema deben considerar que se encuentran frente a conflictos
complejos motivo por el cual no solo deben tener entrenamiento en Mediación
sino conocer el Derecho Penal, saber gestionar escaladas de violencia, y tener
conciencia de las consideraciones éticas y legales implicadas en la mediación en
casos criminales, en virtud de los fuertes sentimientos referidos a la necesidad de
castigar a los individuos que violan las leyes penales.
Para dedicarse a colaborar con la solución de conflictos de esta naturaleza lo
primero que se deberá tener en cuenta es que la posible solución alternativa que
se ofrece mediante la aplicación de la ley de Mediación Penal no es una más, sino
que precisamente es alternativa a una condena penal, que en algunos casos puede
implicar la pérdida de la libertad, lo que finalmente lo llevaría a su estigmatización
social.
El mediador debe tener conciencia de ello, y si bien debe conocer las posibles
consecuencias no debe estereotipar ni categorizar a las personas como víctima/
victimario u ofensor y victima, porque como bien señala el profesor Neuman,
uno recién en la sala de mediación descubre quién realmente es víctima y quien
es victimario.
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MEDIACIÓN PENAL. LEY EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES ( 13.433)
El mediador deberá tener en cuenta que existe un conflicto de índole compleja
que ha ingresado mediante una tipificación penal, hecho éste que conlleva que
necesariamente el mediador conozca Derecho Penal.
Precisamente por ello lo primero que deberá hacer el mediador es que la persona
que infraccionó la ley tome conciencia de ello y se responsabilice por su accionar,
entendida esta responsabilidad como la necesidad del supuesto ofensor de reparar
las cuestiones que puede haber afectado al otro, sin que ello implique que en el proceso de mediación se juzgue, se condene, absuelva, se victimice o se castigue a las
personas involucradas. Deberá evitar la búsqueda de la verdad material ya que son
las partes quienes propondrán soluciones que satisfagan sus intereses, obviamente
con el debido cuidado de parte del mediador que no se vulnere el orden público.
La necesidad de otorgar realmente una solución a dicha conflictiva es lo que
lleva a reflexionar acerca de la responsabilidad con la que se debe implementar la
aplicación de ley de Mediación Penal, ello es muy importante ya que la finalidad es
precisamente que sea una alternativa para las partes y no un accesorio a la condena
penal donde realmente las partes sientan que se encuentran ante un nuevo método
que atienda sus verdaderos y reales intereses y necesidades.
Es importante destacar que este sistema llevado a cabo con recursos materiales
suficientes y recursos humanos idóneos dá muy buenos resultados, citando solo a
modo de ejemplo los siguientes.
5. Resultados de la Resolución de Conflictos Víctima-Victimario
Mediante Mediación en otros países.
En primer lugar se determinó que la justicia restitutiva es una alternativa
genuina y de sentido común a la respuesta retributiva. La idea reconciliatoria parte
de que debe darse un peso igual a los intereses y necesidades de las víctimas, de
los victimarios y de la comunidad, y que deben reafirmarse y reconstruirse las
relaciones.
Algunos relevamientos realizados en programas que aplican esta justicia
restitutiva (Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Japón y España), ofrecen los
siguientes datos:
- El 60 % o más de la víctimas a quienes se ofrece participar en una sesión
de encuentro con el victimario, eligen hacerlo.
- Los participantes experimentan que la Mediación tiene el efecto de humanizar el sistema de justicia en cuanto a la respuesta que ofrece en relación al
crimen, tanto hacia las víctimas como hacia los infractores, especialmente
juveniles.
- Más del 90 % de las mediaciones terminan con acuerdo escrito de restitución.
En los programas juveniles de derivación policial, 57 % de los acuerdos se
22
Rosario Sánchez
conforman por una explicación o disculpa; el 25 % involucra reparación
material, generalmente indemnización y trabajo comunitario.
Más del 90 % de los acuerdos de restitución se cumplen de conformidad a sus
términos. En los programas de British Columbia, Canadá, la tasa de cumplimiento
de estos acuerdos ha llegado al 100 %.
En encuestas posteriores a la Mediación el 85 % de las víctimas y el 80 % de
los victimarios dejó constancia de estar satisfecho con los resultados de las sesiones
de Mediación y sentir que se había hecho justicia.
La mayoría de las víctimas que tuvieron miedo a ser revictimizadas, antes de
la Mediación un 25 %, después de esta solo el 10 % permaneció con el temor de
volver a ser víctima del mismo infractor.
Las tasas de reincidencia son comúnmente más bajas que en los casos criminales que han ido a prisión. Los infractores juveniles que participaron en el procedimiento de Mediación cometieron subsiguientemente menor cantidad y hechos
menos serios, en comparación con los ofensores similares que fueron tratados
dentro del sistema de justicia juvenil tradicional. Así en Cataluña, España, solo el
9 % reincidió, o se que únicamente reincidieron un 91 % de los jóvenes infractores
que participan del programa.
Los infractores ven a la mediación tan exigente como otras opciones constitutivas de respuesta de los tribunales a la conducta delictiva y algunos la consideran
más trabajosa que la de aparecer ante los tribunales, lo cual se adecua a la noción
de responsabilidad por su conducta.
El proceso de mediación tiene fuerte apoyo de jueces y oficiales del sistema
de justicia criminal y esta cada vez más institucionalizado en materia juvenil.
De todos los elementos expuestos he analizado algunos aspectos y surgen
breves comentarios acerca de la Ley de Mediacion Penal en la Provincia de Buenos
Aires (Ley 13.433).
El art. 5 establece que el Equipo de las Oficinas de Resolución Alternativa
de Conflictos contará con un equipo especializado en métodos alternativos de Resolución de Conflictos, y que estará a cargo de uno de lo abogados miembros del
equipo. Se considera que dada la complejidad de los conflictos que se abordan el
mediador debe ser abogado, quien deberá estar formado no solo en métodos RAC
sino en Derecho Penal.
El art. 6 in fine prevé que no puede admitirse una nueva Mediación cuando
se hubiere incumplido un trámite anterior. Aplicándose el mismo se desvirtúa el
principio de la Mediación que es solucionar los problemas mediante la comunicación y donde la voluntad de las partes es elemental. De este modo se perjudicaría a
la nueva víctima ya que se le cercenaría la posibilidad de utilizar este mecanismo
y se estaría considerando a la Mediación sólo como un beneficio para el infractor.
Estimo que ante el incumplimiento del acuerdo bastará con que continúe ese proceso
penal en dicha causa.
23
MEDIACIÓN PENAL. LEY EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES ( 13.433)
El art. 7 prevé que el presente régimen será aplicable hasta el inicio del debate.
Si bien este concepto implica una flexibilización del principio de legalidad y pone
mayor énfasis en el de oportunidad es conveniente que se efectué este proceso
lo más temprano posible a fin de no posicionar más rígidamente a las partes. Es
muy importante la difusión de la existencia de este servicio para educar a la gente
y que es necesario el compromiso de los abogados patrocinantes y el equipo de
mediadores.
El art. 9 establece que se podrá citar a las partes por cualquier medio fehaciente. Dada la naturaleza de esta institución se recomienda efectuar la misma por un
medio distinto de la citación policial o carta documento ya que las mismas resultan
intimidatorias y desnaturalizan de este modo el carácter voluntario del proceso.
El art. 17 establece que si se llega a un acuerdo las partes no podrán dejar
constancia de sus manifestaciones motivo por el cual se deberá analizar la forma de
suspender la prescripción, ello en virtud que se puede labrar un acuerdo, incumplirse
y ya encontrarse prescripta la acción civil.
El art. 22 establece que la Oficina Central de Mediación de la Procuración
General tendrá a cargo la capacitación técnica. Se recomienda que los programas
de capacitación y los capacitadores reúnan recaudos similares a los que solicita el
Ministerio de Justicia de la Nación mediante la Resolución 284/98 para habilitar a
la Institución como entidad Formadora, debiendo quienes capaciten no sólo tener
la formación teórica sino prácticas en conflictos complejos.
Además de las observaciones puntualmente señaladas sería importante considerar en la reglamentación:
- Establecer puntualmente como se llevará a cabo el procedimiento con cada
una de las fases.
- Seguimiento en caso de arribarse a un acuerdo.
- Las incompatibilidades del mediador y su equipo.
- Obtener el consentimiento informado de las partes.
- Disponer que las mediaciones se realicen en un ámbito reservado.
6. Conclusión
Con todo lo manifestado podría concluir que la ley de Mediación Penal implementada en forma correcta podrá ser un excelente mecanismo de solución de
controversias y control social donde los justiciables encuentren respuestas rápidas
y diferentes a los viejos mecanismos existentes, pero reitero se deberá ser muy
cuidadoso en su implementación que indefectiblemente deberá contar con recursos
materiales suficientes y operadores del sistema debidamente formados para realizar
una tarea tan compleja , ya que andar un camino inverso implicaría no solo afectar
la institución Mediación sino que lejos de proporcionar una alternativa al justicia24
Rosario Sánchez
ble nuevamente se sentiría revictimizado por el propio sistema que hoy crea un
mecanismo diferente para solucionar el conflicto penal.
Bibliografía:
- ADLER Daniel Eduardo : El principio de oportunidad y el inicio del proceso penal
a traves del Ministerio Público. Revista la ley T. 1993 A. Sección. Doctrina.
- BINDER Alberto. Criminal: de la formulación a la praxis. Editorial AADHOC.
- Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires.
- GUARIGLIA Fabricio A. : Facultades discrecionales del Ministerio Público.
- HIGHTON ELENA, Gladys S. ALVAREZ, Carlos G. Gregorio Resolucion alternativa de disputas y sistema penal.
- Ley de Ministerio Público (12.061).
- LOPEZ FAURA Norma V. Mediación Penal en infractores: una utopía en Argentina en Revista La Ley . Suplemento de Resolución Alternativa de Conflictos
de fecha 18 de setiembre de 1999.
- MAIER Julio, El Ministerio Público Fiscal y El Proceso Penal.
- MOORE Christopher: El Proceso de Mediación. Editorial GRANICA.
- NEUMAN Elías: La Mediación en Materia Penal.
- NUÑEZ Ricardo, Derecho Penal Argentino: Fundamentos Políticos del Derecho
Penal Argentino.
- TULA Antonio; Cataluña y la Mediación en materia penal de menores. En
Revista La Ley. Suplemento de Resolución Alternativa de Conflictos de fecha 9
de Abril de 1999.
25
26
LOS SUPUESTOS DE OBLIGACIONES
EXTRACONTRACTUALES INTERNACIONALES EN EL
DERECHO EUROPEO
Liliana Etel Rapallini*
SUMARIO: 1. Introducción. 2. Análisis del Documento “Roma II”. 3. Conclusión. 4. Referencias
de Investigación
1. Introducción
El tópico de las obligaciones extra contractuales u obligaciones “ex lege”
ha merecido complejidad en su tratamiento tanto en los ordenamientos de fuente
nacional como en los de naturaleza internacional o regional.
Dirimir jurisdicción internacionalmente competente tanto como ley aplicable
ha sufrido notorio olvido en el tema, siendo el sistema de “lex causae” el escuetamente convocado como regla de solución. Por este sistema los diversos aspectos
que componen a estas obligaciones quedan subsumidos en el derecho del Estado
en donde el hecho generador de responsabilidad aconteció; es de hacer notar que
la necesidad de “calificar” sea entendida como búsqueda de un concepto jurídico o
bien como la de “ubicación en categorías”, será la primer actitud metodológica al
analizar el caso y que a raíz de ello si el punto de partida es precisar si nos encontramos o no frente a una obligación y en su caso la pertenencia a una especie, la
conclusión será el indicativo de la existencia o no de responsabilidad civil o penal
o de ambas, extremos conectados por eficiente nexo de causalidad.
*
Directora del Instituto de Derecho Internacional Privado del Colegio de Abogados de La Plata
27
LOS SUPUESTOS DE OBLIGACIONES EXTRACONTRACTUALES ...
Evidentemente, el legislar sobre el tema ha sido y sigue siendo una cuestión
difícil de abordar incluso en el espacio jurídico europeo.
A mediados del año 2002 la Comisión Europea presenta el Anteproyecto de
Reglamento sobre la ley aplicable a las obligaciones bajo estudio, cuerpo que puede
sintetizarse como un desplazamiento del tradicional criterio de “lex causae” hacia
la conexión que personalice la responsabilidad internacional a través de la conexión
“residencia habitual” con ciertas notas propias y otras cercanas a las concepciones
tradicionales.
Si bien el perfil de estas obligaciones es la ausencia de la autonomía de la
voluntad como motor, el documento introduce a la misma con incipiente trato y
tenor limitado.
La idea del referido anteproyecto comienza con el elaborado en 1972 para
la otrora Comunidad Económica Europea siendo otra fuente de mayor cercanía el
trazado en 1998 por el Grupo Europeo de Derecho Internacional Privado.
En ese entonces y sobre todo antes de la década del noventa, el Derecho Comunitario Derivado y el Derecho Internacional Privado se presentaban como ramas
prácticamente aisladas y en cierta oponibilidad aún cuando la técnica codificatoria
sea semejante y el primero reconozca sus raíces en el segundo.
Como sabemos, los Tratados o Acuerdos Marco formadores del acervo comunitario europeo en el estamento denominado “originario”, progresivamente
orientaron la creación de la faz “derivada”. Es así como el Tratado de Amsterdan
encauza la partición como una seudo unidad bajo la idea de “comunitarización
del Derecho Internacional Privado” lo cual implica la necesidad de convivencia y
diálogo normativo. Si bien constituyó un avance, también es de reconocer que las
soluciones prácticas alcanzadas no responden en muchos casos a criterios jurídicos
sino que reconocen un fuerte ingrediente de carácter político. Convengamos en que
la Unión Europea se identifica como una comunidad de derecho de manera que los
principios en los que se asienta revisten especial importancia.
Llegamos así, al nuevo documento creado en 2002 que se lo conoce como
“Roma II” por ser el que le sucede al primigenio y aún vigente Convenio de Roma
sobre Ley Aplicable a las Obligaciones Contractuales de 19 de junio de 1980, que
excluye de su texto a las mentadas extra contractuales.
En la presente entrega y a través de un somero análisis del documento, refiriendo
aquellas notas peculiares que aporta procuro informar sobre los avances habidos
en un tópico por cierto sombrío como antes lo advirtiera.
2. Análisis del Documento “Roma II”
Una ventaja metodológica que ofrece es conjugar en un mismo cuerpo tanto
a las de naturaleza lícita como a las que devienen de hechos ilícitos. De manera
que estamos frente a un proyecto específico por su objeto pero genérico por su
28
Liliana Etel Rapallini
tratamiento dado que aborda obligaciones extra contractuales en general y no determinadas especies como las derivadas del vínculo alimentario o de los accidentes
de tránsito.
Empero, la naturaleza lícita o ilícita de la obligación subyacente quedará
comprendida en el ya reiterado sistema de “lex causae” vale decir aquel que deriva la calificación hacia el ordenamiento del Estado donde se originó el vínculo
generador.
Interesante es la inclinación por la “lex loci delicti” como regla determinante
de ley aplicable a la responsabilidad extra contractual derivada de un hecho ilícito;
conexión netamente territorial que puede ofrecer cierta dificultad en las situaciones
llamadas “a distancia” donde el daño se expande afectando a más de un ordenamiento; para estos supuestos se opta por aquel derecho en donde se produjo el “daño
directo” no interesando el o los ordenamientos de otros países donde se produzcan
consecuencias indirectas. Sintetiza la adopción aludida, una prudente y equitativa
búsqueda de la mayor gravitación de la figura planteada.
A su vez, el hallazgo de dicha solución constata el apoyo al principio de
proximidad procesal –“favor laesi”- pues el juez aplicará automáticamente la ley
indicada y no necesariamente la más favorable a la víctima como lo propicia el
derecho alemán y el derecho italiano, las cuales pueden resultar lo suficientemente
ajenas al juez que entiende en el caso considerando que el referido principio propicia
una mejor administración de justicia mediante una mayor proximidad del litigio a
los tribunales que conocen del asunto.
El axioma territorial frente al “caso internacional” no es regla de solución
absoluta y de unánime acatamiento; por ello “Roma II” incorpora conexiones
subsidiarias para regular a los hechos ilícitos inclinándose por la ley de la residencia
habitual común del autor y de la víctima constituyendo así una regla de acumulación
fáctica por la que se requiere una primaria concordancia.
Con esta inclusión se nacionaliza una situación de contacto con derecho extranjero siendo por ello una regla más de neto corte territorialista, cuya razón se justifica
diciendo que con ella se prioriza el medio social común de las partes; sin embargo,
no deja de ser un criterio parcial o por lo menos sumido en la casuística pues la
exigencia radica en concordancia nacional –que ambas partes residan en un mismo
Estado- y no concordancia entre un ordenamiento nacional y uno extranjero.
Como tercer criterio y con carácter de excepción se refuerza el principio de
proximidad pues es facultad del juez apartarse de la ley indicada por considerar que
la optada responde con mayor propiedad a las circunstancias del caso; en suma, lo
que se propende es traer a colación una ley con mayor vinculación.
El espacio destinado al ejercicio de la autonomía de la voluntad es limitado
pues convengamos que se admite en cuanto a eventuales conflictos entre las partes
y que las mismas en la gran mayoría de los casos no se conocen.
29
LOS SUPUESTOS DE OBLIGACIONES EXTRACONTRACTUALES ...
De esta manera la elección es amplia en principio, pues puede serlo a favor
de cualquier ley estatal de entre aquellas formadoras del Acuerdo pero como toda
cuestión delicada y que requiere de la máxima certeza, dicha manifestación debe
efectuarse en forma expresa y no tácita encontrando su mayor limitación en que
la elección de ley aplicable no debe afectar derechos de terceros de manera de no
enervar o tergiversar su ejercicio. Claro está que las limitaciones al vuelco de la
autonomía de la voluntad tienden a respaldar supuestos como pueden serlo los
intereses en juego de las compañías aseguradoras.
3. Conclusión
Si bien constituye un avance en la materia, el texto de Roma II es de dificultosa
adhesión por su mismo contenido; quizás el motivo sea la pretensión abarcativa en
exceso del documento, pero sin por ello poder agotar el tratamiento del instituto.
No obstante constituye un aporte novedoso que enriquece las tradicionales
reglas de manejo del Derecho Internacional Privado.
A mi entender, el calificativo de ser un documento en demasía “abarcativo”
se centra en abordar aristas penales cuando éstas deben estar comprendidas en un
tratamiento separado, de carácter autónomo. Si al legislar se hubiera limitado a través
de una norma a indicar el ordenamiento encargado de dar “cuadratura jurídica” a la
obligación y luego de ello dar tratamiento a los aspectos o consecuencias civiles,
considero que se hubiera estado frente a una posición “apetecible”, tentadora para
su adhesión por parte de los países de la Unión.
Bajo la impronta de la política legislativa del “doble esfuerzo” que implica
legislar en paridad a otros espacios jurídicos, la conferencia Permanente de la OEA
a través de su reunión de jurisconsultos adeuda en su agenda el tratamiento de las
obligaciones extra contractuales de manera que factiblemente “Roma II” sea una
de sus fuentes de inspiración.
Pero no olvidemos que un espacio jurídico con pretensión de uniformidad y
aún más cercano como lo es el Mercado Común del Sur, se encuentra parcialmente
en lista de espera. Sucede que desde el 25 de julio de 1996 queda hecho el Protocolo de San Luis en Materia de Responsabilidad Civil emergente de Accidentes de
Tránsito, tema sumamente delicado pero de importante contemplación entre países
que forman parte de un bloque integrado, de manera que es visible un acercamiento
al tema.
30
Liliana Etel Rapallini
4. Referencias de Investigación
- BORRÁS, Alegría: “La proyección externa de la comunitarización del Derecho
Internacional Privado: los datos del problema”. La Ley, nº 5611. Madrid, 13 de
enero de 2002.
- DÍEZ MORENO, Fernando: “Manual de Derecho de la Unión Europea”. Ed.
Civitas. Madrid, 2002. Página 79 y siguientes
- FERNÁNDEZ MASIÁ, Enrique: “Primeras consideraciones sobre el Anteproyecto de Reglamento sobre la ley aplicable a las obligaciones extra contractuales” (Roma II). AC, nº 34. Madrid, septiembre de 2003.
- http://www.europa.eu.int/comm/justice_home/unit/civil/consultation/index_
es.htm.
- RAPALLINI, Liliana Etel: “Tratamiento de las obligaciones extra contractuales
en el Derecho Internacional Privado, Regional y Comunitario Argentino”. ED.
Buenos Aires, diario del 16 de mayo de 2003.
31
32
LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN
MATERIA SUCESORIA
Con especial atención al tratamiento del
sucesorio internacional argentino- español*
Alfredo M. Mendoza Peña.
SUMARIO: 1.- Introducción. 2.- La sucesión mortis causa. 3.- Sistemas de ley aplicable. 4.Jurisdicción. 5.- Situación en Argentina. 6.- Situación en España. 7.- La sucesión internacional
argentino-española. 8.- Conclusión. 9.- Bibliografía.
1.- Introducción
Al igual que sucediera hace ya muchos años, cuando los españoles venían
a la Argentina en búsqueda de un futuro prometedor, en los últimos tiempos las
condiciones socio-económicas vividas en Argentina produjeron el proceso inverso,
es decir el retorno de muchos de esos españoles a su tierra natal. Pero fundamentalmente comenzó un movimiento migratorio sin precedentes de argentinos hacia
España, en su gran mayoría jóvenes con las mismas esperanzas o desesperanzas de
aquellos que vinieron a la Argentina a mediados del siglo pasado.
Este movimiento inmigratorio, de suma trascendencia social, no deja de ser
de importancia para el derecho tanto desde el punto de vista público, debido a la
obtención de la doble nacionalidad argentina-española por parte de muchos de los
inmigrantes en su condición de descendientes de españoles; como así también para
el Derecho Internacional Privado.
*
Trabajo distinguido con el IX Premio de Derecho Privado “Castán Tobeñas” de la Academia Aragonesa de
Jurisprudencia y Legislación (España 2005).
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LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN MATERIA SUCESORIA
Como se expusiera precedentemente, los emigrantes en su gran mayoría son
jóvenes que han dejado su familia, amistades y en muchos casos bienes en la
Argentina.
Las relaciones jurídicas que puedan existir entre las personas que han emigrado
con las que se encuentran en el país, como así también con respecto a los bienes
situados en territorio argentino, son objeto del Derecho Internacional Privado. A
modo de ejemplo pueden darse casos de filiación, restitución de menores, matrimonio y sucesiones, entre los que existirá la nota común de internacionalidad, es
decir la concurrencia de elementos extranjeros en dichas relaciones jurídicas y dos
ordenamientos jurídicos nacionales diferentes en miras de regirlas.
La idea del presente trabajo gira en torno al instituto de la sucesión hereditaria
desde el punto de vista del Derecho Internacional Privado y de cómo los distintos
ordenamientos jurídicos, con especial dedicación los de Argentina y España, atienden
dicho instituto desde esta especial óptica del derecho.
2.- La sucesión mortis causa
En sentido gramatical, suceder es entrar una persona o cosa en lugar de otra.
Jurídicamente, significa continuar el derecho de que otro era titular. Una transmisión
se ha operado; el derecho que ha pertenecido a uno ha pasado a otro.
Como refiriera al comienzo, el objeto de estudio del presente trabajo es la
transmisión que opera a la muerte del titular de derechos, es decir la llamada sucesión mortis causa vista desde la perspectiva internacional.
Ahora bien, es necesario distinguir los distintos fundamentos o concepciones
hereditarias que fueran origen y el fundamento de las hoy existentes.
Un somero esbozo señala que el derecho aplicable a la sucesión por causa de
muerte se determina sobre la base de la concepción rectora en materia de bienes
o puntualmente, en materia de regímenes patrimoniales tanto en la órbita de los
supuestos internos o domésticos trasladables a lo internacional .
Es así, como el derecho puede distinguir entre bienes muebles e inmuebles
ubicando sus raíces en la concepción feudal. Un correlato entre los bienes considerados “ut singuli” y la individualidad de ley aplicable cualquiera fuere su naturaleza,
traerá aparejado un sistema de pluralidad de leyes. Por el contrario, la tradicional
acepción jurídica de patrimonio como universalidad jurídica conlleva unidad de ley
aplicable. Y es precisamente el legislador quien procura a través de las conexiones
idóneas volcarse por priorizar los bienes a través de la “lex rei sitae”; o bien centrar
en la persona -en el tema bajo estudio el causante- los diversos aspectos que com
Borda, Guillermo A.: Tratado de Derecho Civil Argentino. Sucesiones T. I, p. 9. Ed. Perrot 1958.
Wolff, Martín: Derecho Internacional Privado. Ed. Bosch. Barcelona, 1958. Página 539 y siguien-
te.
34
Alfredo M. Mendoza Peña
ponen al instituto en particular, por medio de las variables que ofrece el “estatuto
personal”, léase domicilio, residencia, nacionalidad.
Sobre estos pilares la historia de la ciencia jurídica ofrece vertientes que constituyen, como dijera, los sistemas hoy adoptados por los ordenamientos jurídicos
nacionales:
I. Doctrina Romana: En el derecho romano primitivo se tenía la idea de la
continuación de la persona del causante en el heredero. Ello respondía a la necesidad
de que una vez muerto el paterfamilias, era indispensable que se ocupara inmediatamente su lugar a efectos de que el culto familiar no se interrumpiese, recibiendo
también el heredero los bienes.
Las características de este sistema importaban: la libertad absoluta del testador, la responsabilidad ilimitada (ultra vires) del heredero, la subsidiariedad de
la sucesión ab intestato que constituye la voluntad general que entra en juego en
ausencia de una manifestación expresa del causante, entre otras.
En consecuencia el patrimonio era único y por lo tanto se regía por una única
ley, dando así nacimiento a la teoría de la Unidad en materia de sucesiones.
II. Doctrina Germánica: Los pueblos germanos seguían una idea diferente
a los romanos en cuanto a la transmisión mortis causa, no suponía una transmisión
de la persona sino un reparto de bienes relictos entre determinadas personas de un
grupo familiar o tribu.
Las características de este sistema importaban un escaso ámbito para las disposiciones de última voluntad, conceptualización del patrimonio como un conjunto de
bienes aislado, la responsabilidad limitada (intra vires) del heredero por las deudas
del causante, entre otras.
Estas ideas fueron las que propiciaron el sistema de la pluralidad o fraccionamiento.
3.- Sistemas de ley aplicable
En el punto anterior hemos referenciado los antecedentes históricos en que
se fundamenta la institución hereditaria. De los mismos derivan tres diferentes
sistemas en lo que respecta a la determinación del derecho aplicable, aunque en
honor a la verdad son dos y como consecuencia de la combinación de éstos surgiría
el tercero, a saber:
I.- Sistema de la Unidad (extraterritorialista): Significa, desde la óptica
del Derecho Internacional Privado, que se aplicará una sola ley a la sucesión, es
Hooft, Eduardo R.: “Sucesiones en el Derecho Internacional Privado del MERCOSUR”. LL 2005-A,
p. 1427.
Boretto, Mauricio: “El problema de la unidad y pluralidad sucesoria en el Derecho Argentino”.
JA 2001-II, p. 883-904.
35
LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN MATERIA SUCESORIA
decir que una sola ley determinará la forma y las personas a las cuales se ha de
transmitir el patrimonio del causante, derivación ello, de la concepción romana de
la herencia.
Para este sistema no importa la naturaleza de los bienes, en el sentido de si los
mismos son inmuebles, muebles de situación permanente o muebles que la persona
lleva consigo, como así tampoco su lugar de situación o localización. Todos se
regirán por una sola ley, para lo cual se utiliza un punto de conexión personal, sea
el domicilio, la residencia o la nacionalidad.
Gran defensor del sistema de la unidad y como conexión idónea el último
domicilio del causante fue F.K. Savigny, quien sostenía que las leyes sucesorias
pertenecen a los estatutos personales, ya que tienen por objeto a la persona y sólo se
ocupan de los bienes accesoriamente. Este doctrinario sostenía que el patrimonio,
considerado como una unidad, es un objeto ideal de un contenido enteramente indeterminado, por lo que se encuentra en todas y en ninguna parte, y por consiguiente
no puede asignársele un locus rei sitae.
Es importante destacar que F.K. Savigny defendía el sistema de la unidad con
relación al patrimonio, es decir cómo debía ser considerado y tratado, ya que con
relación a los bienes considerados en sí mismos este autor sostenía, como principio
general, que se debía aplicar la ley del lugar de su situación sin diferenciar los bienes
muebles de los inmuebles, amén de las excepciones. En palabras del doctrinario ...
“el que quiere adquirir o ejercitar un derecho sobre una cosa, se transporta con esta
intención, al lugar que ella ocupa; y para esa especial relación jurídica se somete
voluntariamente al derecho de la localidad. Así, pues, cuando se dice que los derechos reales se juzgan según el derecho del lugar en que la cosa se encuentra, lex rei
sitae, se parte del mismo principio que cuando se aplica al estado de las personas
la lex domicilii. Este principio es la sumisión voluntaria”.
Los fundamentos a favor de la unidad, pueden sintetizarse en los siguientes
puntos:
a.- Lo que se transmite por sucesión es un patrimonio y éste constituye una
unidad, por lo tanto una sola ley debe regirla.
b.- La sucesión ab intestato es una interpretación que la ley hace de la voluntad
ausente del difunto, el sistema de la pluralidad conduce al absurdo de atribuirle
diferentes voluntades.
c.- Las dificultades prácticas que supone el sistema de la pluralidad al exigir
la apertura de tantas sucesiones como bienes existan diseminados en diferentes
Estados, lo que puede llevar muchas veces a que un sujeto sea admitido como
heredero en un país por una ley hereditaria y a la vez excluido de esa misma
sucesión en otro país por otra ley.
Savigny: Sistema del Derecho Romano T. IV. P. 288.
36
Alfredo M. Mendoza Peña
Pero no todo es tan simple como parece, como anteriormente expusiéramos
el sistema de la unidad descansa en la idea de la personalidad de la ley pudiendo el
legislador utilizar la conexión domicilio, residencia o nacionalidad.
En el contacto entre estos dos sistemas al regir una sucesión internacional,
pueden existir inconvenientes (ej. nacional de un país que rige la sucesión por la
ley del domicilio, tiene domicilio en otro Estado que regula la sucesión por la ley
de la nacionalidad).
Sin perjuicio del tema del “reenvío”, que más adelante abordaremos, se han
ensayado y de hecho se utilizan ciertos institutos como es el professio iuris, a efectos
de salvar dichos inconvenientes. A través del referido principio se le da la posibilidad al causante de elegir la ley aplicable pero con limitaciones, como ser el Orden
Público Internacional. La professio iuris se encuentra plasmada legislativamente en
el artículo 90.2 de la Ley de Derecho Internacional Privado de Suiza de 1987 y en
el artículo 46.2 de la Ley de Derecho Internacional Privado Italiana de 1995.
En definitiva el sistema de la unidad busca evitar el fraccionamiento de la
herencia multiestatal, a través de una conexión personal que conceda una solución
uniforme.
Ejemplos de legislaciones adheridas al sistema de la unidad y como conexión
el domicilio encontramos en Argentina, Chile, Guatemala, Nicaragua y Noruega;
mientras que la conexión nacionalidad es utilizada por las leyes de España, Alemania, Italia, Polonia, Portugal, entre otras.
II.- Sistema del Fraccionamiento o pluralidad (territorialista): Supone la
aplicación de tantas leyes como bienes existan diseminados en diferentes países.
Este sistema encuentra su origen en la concepción germánica feudal de la
sucesión, utilizando un punto de conexión real, la lex rei sitae, de esta manera la
sucesión se regirá por la ley territorial del lugar donde se encuentren los bienes,
no importando la naturaleza jurídica de los mismos, es decir si son muebles o
inmuebles.
Los fundamentos a favor de la pluralidad, pueden sintetizarse en los siguientes
puntos:
a.- Al ser la propiedad inmobiliaria una de las bases del Estado, el régimen de
los bienes inmuebles interesa al orden público y en consecuencia la ley que rija la
transmisión será la del lugar donde están situados y no una ley extranjera.
b.- La pluralidad se traduce en la facilidad y economía en el trámite a efectos
de evitar tener que liquidar los bienes manejándolos desde largas distancias.
c.- Al abrirse tantos sucesorios como bienes del causante existan en diferentes
países, los acreedores y herederos domiciliados en los mismos podrían obtener una
Castellano Ruiz, Esperanza: “Reenvío, Unidad de la Sucesión y Armonía Internacional de
soluciones en el Derecho Sucesorio”. www.javeriana.edu.co
37
LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN MATERIA SUCESORIA
adecuada protección a sus intereses, gracias a la publicidad impuesta por las leyes
locales del lugar donde tramita el proceso sucesorio.
Ejemplos de legislaciones adheridas al sistema de la pluralidad absoluta son
los Tratados de Derecho Civil Internacional de Montevideo 1889 y 1940.
III.- Sistema Mixto: Este tercer sistema nace como una combinación de los
dos anteriores, dándose dentro del mismo diferentes soluciones.
Así algunos ordenamientos jurídicos, caso de los países anglosajones y del
derecho francés, utilizan la conexión lex rei sitae, tanto para los bienes muebles
como inmuebles, pero si bien para estos últimos se aplicará la ley del lugar de su
situación real, con respecto a los bienes muebles se parte de la ficción que su lugar
de situación es el del último domicilio de su dueño, en el caso del causante.
Es decir nace de una concepción vinculada al sistema de la pluralidad, pero se
aplicará la ley personal a los bienes muebles, mientras que a los inmuebles se les
aplicará la de su situación. Esto nos llevará a que, en el caso de que el patrimonio
del de cujus esté integrado solamente por bienes muebles, se aplique solamente la
ley personal del domicilio. Mientras que si el patrimonio está compuesto de bienes
inmuebles, se aplicarán tantos derechos como bienes en distintos Estados existan.
Por otro lado la mayoría de la jurisprudencia de ciertos países (vr. Argentina),
que no obstante estar adheridos legislativamente al sistema de la unidad, someten
a los bienes inmuebles y muebles de situación permanente a la ley del lugar de su
situación, quedando en consecuencia la ley personal (domicilio o nacionalidad) para
regir sólo los bienes muebles que la persona lleva consigo, los de uso personal o
los que están destinados a ser vendidos o transportados.
Por último, encontramos una tercera posición que parte del sistema romano
puro de la herencia (unidad), pero corregido por otra ley más próxima a la sucesión internacional determinada por las normas de conflicto del Estado de situación
de los bienes inmuebles (derecho alemán) o del Estado del último domicilio del
causante (derecho suizo). Esta posición busca salvar el conflicto de sistemas que
puede surgir cuando el juez, con jurisdicción internacionalmente competente para
atender en una relación jurídica internacional, debe optar por la aplicación de una
norma de Derecho Internacional Privado de un país o de otro.
En conclusión dependerá de la técnica legislativa utilizada por el legislador
para establecer los diferentes puntos de conexión que llevarán consecuentemente a
la adopción de alguno de los diferentes sistemas expuestos, sin perjuicio de la inter-
Estos tratados en sus artículos 45 establecen que: « La misma ley de situación rige : a.) la capacidad de
la persona para testar (suprimido por el TDCIM 1940), b.) la del heredero o legatario para suceder, c.) la
validez y efectos del testamento, d.) los títulos y derechos hereditarios de los parientes y cónyuge supérstite,
e.) la existencia y proporción de las legítimas, f.) la existencia y montos de los bienes reservables, g.) en
suma todo lo relativo a la sucesión legítima o testamentaria».
Castellano Ruiz, Esperanza, obra citada.
38
Alfredo M. Mendoza Peña
pretación que surja de la jurisprudencia. Esta opción dependerá de las condiciones
sociales, culturales y políticas de cada Estado en un momento particular.
4.- Jurisdicción
Una de las principales búsquedas o sectores del Derecho Internacional Privado
consiste en determinar el juez competente para entender frente a una relación jurídica
privada internacional. Esta elección gravitará de manera esencial en la determinación de la ley aplicable por ese mismo juez para resolver la cuestión, como así
también en la efectividad extraterritorial del decisorio obtenido, por lo que es de
suma importancia determinar cómo estos sistemas gravitan en el tema.
No está de más dejar en claro que lo expuesto en párrafos anteriores es de
aplicación en cuanto a la determinación de la ley aplicable, es decir en cuanto a qué
derecho será el llamado a regir la sucesión internacional, si el indicado por un punto
de conexión personal (domicilio, residencia o nacionalidad) o uno real (lex rei sitae
o lugar de situación del bien), o si por último será un sistema mixto, aplicando para
ciertos bienes un punto de conexión personal y para los demás uno real.
Pero en lo que respecta a la jurisdicción (determinar el juez nacional con
jurisdicción internacionalmente competente para atender en un caso de sucesión
internacional), los sistemas expuestos no generan tantas discusiones y divergencias
como lo hacen con respecto a la ley aplicable.
Muy por el contrario, las circunstancias usadas como puntos de conexión para
determinar la jurisdicción competente pueden variar de los utilizados para indicar
la ley que va a regirla, cuestión que en última instancia dependerá de la técnica
legislativa empleada.
Así puede darse el caso que se aplique la ley del último domicilio del causante
para regir a la sucesión, pero que sean competentes los jueces de los Estados donde
se encuentran situados los bienes del causante. O por el contrario, que sea competente el juez del último domicilio del causante pero se siga el sistema pluralista y
por lo tanto se apliquen tantas leyes como bienes existan diseminados en diferentes
países. O por último una combinación de ambos, es decir que, sin perjuicio de cual
sea la ley aplicable, sea competente el juez del último domicilio o el del lugar de
situación de los bienes.
5.- Situación en Argentina
Si bien no existe divergencia en cuanto a que Vélez Sársfield adopta las ideas
romanas sobre el tratamiento de la sucesión (sobre todo a través de las influencias
de Aubry y Rau), grande es la discusión entre los doctrinarios internacionalistas y
39
LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN MATERIA SUCESORIA
civilistas acerca de la adhesión del codificador al sistema de la unidad o pluralidad
en cuanto a la determinación de la ley aplicable en materia sucesoria.
Algunos de los fundamentos en que se basan los distintos doctrinarios para
defender sus posturas pueden sintetizarse de la siguiente manera:
I.- En favor de la unidad: Sostienen estos autores, en su gran mayoría doctrinarios del Derecho Internacional Privado, que el codificador adhirió al sistema
de la unidad plasmando dicha circunstancia en la redacción del artículo 3.283 del
Código Civil que establece: “El derecho de sucesión al patrimonio del difunto, es
regido por el derecho local del domicilio que el difunto tenía a su muerte, sean los
sucesores nacionales o extranjeros”. En verdad la posición radica en el entendimiento
dado al concepto o calificación otorgada por el codificador al instituto sucesorio
en sí mismo, volcado como transmisión de la totalidad de bienes y derechos del
causante, vale decir una concepción netamente universalista.
Se sostiene que en la nota del referido artículo, el codificador hace mención a
que la fuente inspiradora para la redacción del mismo fue F. K. Savigny, defensor
del sistema de la unidad.
Por otro lado se defiende el sistema de la unidad en la sucesión en el hecho que
con ésta se transmite la herencia, un ente ideal que constituye una universalidad y
se traspasa en bloque, no pudiéndose confundir esta transmisión con la que opera
a título particular (art. 10 CC, principal argumento sostenido a favor del sistema
de la pluralidad), que considera a los bienes en su individualidad regulándolos por
la ley de su situación o por la ley personal, dependiendo de la naturaleza de los
mismos.
En definitiva, representando el instituto de la sucesión un todo indivisible, no se
lo puede fraccionar sometiéndolo a la regulación de distintas leyes a consecuencia
de algo puramente contingente como es la radicación de los bienes del difunto en
distintos países.
Entre los autores sostenedores de que Vélez Sársfield adhirió al sistema de
la unidad en cuanto a la determinación de la ley aplicable a la sucesión podemos
citar a W. Goldschmidt, L. E. Rapallini, V. N. Romero del Prado, C. M. Vico, entre
otros.
Un aporte actual de las bondades del sistema de la “unidad” lo constituye
el propender a la protección del patrimonio de causantes que fallecen con último
domicilio en el extranjero al ser de aplicación una conexión personal.
II.- En favor de la pluralidad: Por otro lado los civilistas sostienen que
el artículo 3.283 del Código Civil solamente se aplicaría a los bienes muebles,
mientras que los inmuebles se regirán por la ley del lugar de su situación, ello por
BORETTO, Mauricio, obra citada.
40
Alfredo M. Mendoza Peña
interpretación de lo establecido en el artículo 10 del Código Civil que dice: “Los
bienes raíces situados en la República Argentina son exclusivamente regidos por
las leyes del país, respecto a su calidad de tales, a los derechos de las partes, a la
capacidad de adquirirlos, a los modos de transferirlos, y a las solemnidades que
deben acompañar esos actos...”.
Algunos van más allá, y sobre la base de lo normado por el artículo 11 del Código Civil cuya parte pertinente establece: “Los bienes muebles que tienen situación
permanente y que se conservan sin intención de transportarlos, son regidos por las
leyes del lugar en que están situados...”, sostienen que el ámbito del artículo 3.283
del Código Civil quedaría destinado exclusivamente para regir los bienes muebles
sin situación permanente, o sea aquellos que la persona lleva consigo o son de su
uso personal o están destinados a ser vendidos o transportados.
Es decir, que frente a una sucesión internacional donde el acervo hereditario
esté compuesto por bienes inmuebles y muebles de situación permanente diseminados en diferentes Estados, no se aplicará solo la ley del último domicilio del
causante (artículo 3.283 del Código Civil), sino, sobre la base de lo estipulado en
los artículos 10 y 11 del mismo cuerpo legal, tantas leyes como bienes existan en
diferentes Estados.
Fundamentan los sostenedores del sistema de la pluralidad en parte de la nota
del artículo 3.283 del Código Civil que establece: “...Puede llamarse una excepción
a este principio general (regir la sucesión por la ley del último domicilio del causante), lo que está dispuesto respecto a la transmisión de los bienes raíces que forman
una parte del territorio del Estado, y cuyo título debe ser siempre transferido en
conformidad a las leyes de la República, art. 10 de este Código”. Hay que recordar
que las notas carecen de la imperatividad que ofrece el texto de ley.
Si bien estos argumentos han sido refutados de manera brillante por la doctrina
internacional privatista, la jurisprudencia ha preferido seguir este criterio porque
de esta manera, al tratarse en su mayoría de sucesiones cuyo acervo hereditario
estaba compuesto por bienes situados en Argentina, aplicaban el conocido y familiar derecho argentino (lex fori) evitando “aventurarse” en la aplicación de la ley
extranjera (lex causae).
Por otro lado la ratificación por parte de Argentina de los Tratados de Derecho
Civil Internacional de Montevideo de 1889 y 1940, que liga a este país con Bolivia,
Colombia y Perú por el primero y con Paraguay y Uruguay por el segundo, refuerza la posición pluralista al adherir ambos al sistema de la pluralidad para regir la
sucesión internacional (artículos 45)10.
Es de destacar cómo los referidos Tratados han influido en la interpretación
de casos, aún en los supuestos de sucesiones internacionales donde el contacto se
producía entre países no ratificantes de los mismos.
10
Ver nota 6.
41
LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN MATERIA SUCESORIA
Entre los autores sostenedores del sistema mixto y de la pluralidad encontramos
a Borda, Fornieles, Maffia, entre otros.
No obstante lo expuesto en los párrafos anteriores es de importancia destacar
que el Proyecto de Código de Derecho Internacional Privado11 establece en su artículo 119 que: “Sucesión por causa de muerte: La sucesión por causa de muerte se
rige por el derecho del domicilio del causante al tiempo de su muerte”, ratificando
la adhesión de la doctrina internacional privatista al sistema de la unidad.
III.- Jurisdicción: En materia de sucesión el codificador al momento de
redactar el Código Civil adoptó la técnica legislativa del paralelismo, es decir la
utilización del mismo punto de conexión, en este caso el domicilio del causante al
momento de su fallecimiento, para determinar tanto ley aplicable (art. 3.283 CC)
como jurisdicción competente (art. 3.284 CC).
Así el artículo 3.284 del Código Civil establece que: “La jurisdicción sobre la
sucesión corresponde a los jueces del lugar del último domicilio del difunto.....”.
Pero al igual que sucede con respecto al artículo 3.283 CC, la interpretación
no es tan pacífica. Así encontramos que algunos autores ven la posibilidad de una
jurisdicción concurrente u otra conexión habilitante de jurisdicción emanada de lo
normado por el artículo 3.285 CC que establece: “Si el difunto no hubiere dejado
más que un solo heredero, las acciones deben regirse ante el juez del domicilio de
este heredero, después que hubiere aceptado la herencia”.
Sin embargo tanto la gran mayoría de la doctrina como la jurisprudencia han
entendido que este supuesto no habilita al juez del domicilio del único heredero a
entender en la sucesión internacional, sino solamente en el supuesto de prórroga
de jurisdicción una vez abierta la sucesión en el último domicilio del causante y
declarado heredero el peticionante de este beneficio o con relación a las acciones
personales que se dirijan contra el heredero único aceptante de la herencia12.
Por otro lado, y al igual que en lo que respecta a ley aplicable, los Tratados
de Montevideo de 1889 y 1940 utilizaron el sistema de la pluralidad en materia de
jurisdicción, otorgándole competencia a los distintos jueces de los países donde
11
Texto concluido por la Comisión creada por la Resolución M.J. y D.H. 191/2002 e integrada por los Dres.
Miguel Ángel Ciuro Caldani, Eduardo Leopoldo Fermé, Berta Kaller de Orchansky, Rafael Manóvil, María
Blanca Noodt Taquela, Beatriz Pallarés, Alicia Mariana Perugini Zanetti, Horacio Daniel Piombo, Julio
Rivera, Inés Mónica Weinberg de Roca, Amalia Uriondo de Martinoli.
12
En tal sentido se ha resuelto: “El artículo 3.285 del CC sólo fija la jurisdicción del juez al que corresponde
entender en las acciones personales que se dirijan contra el heredero único aceptante de la herencia, pero
no señala un principio distinto sobre la competencia judicial para el trámite sucesorio, que es la que resulta
del último domicilio. CC0002 LM 270 RSI-90-2 I 10-9-2002. Odera Eberto Raúl y otra s/ Sucesión y
“El art. 3.285 del Código Civil no resulta aplicable al presente caso, ya que el mismo fija la jurisdicción
del juez a quien corresponda entender en las acciones personales que se dirijan contra el heredero único
aceptante, sin establecer un principio distinto sobre la competencia judicial para el trámite sucesorio. A ello
cabe agregar que aún así y a los efectos de verificar la existencia de un único heredero, su determinación
estaría dada por medio del dictado de la declaratoria de herederos, la que necesariamente debe gestionarse
ante el juez del último domicilio del causante”. CC0001 QL 7662 RSI-331-4 I 7-12-2004. “Perez, Mario
Nicolás s/ Sucesión Ab-Intestato“.
42
Alfredo M. Mendoza Peña
existieran bienes del causante, lo que lleva a que en el supuesto de una sucesión
internacional donde Argentina tenga contacto con países ratificantes de los referidos
Tratados, existirá la posibilidad cierta de que la sucesión internacional sea abierta por
ante cualquiera de los jueces de los países donde se encuentren bienes relictos13.
Por último, es de importancia destacar que reconocidos doctrinarios del Derecho Internacional Privado sostienen la necesidad y conveniencia, a la que adhiero,
de la utilización de normas indirectas compuestas de carácter alternativas que
posibiliten la concurrencia de jurisdicción, rechazando de plano que ello suponga
un “forum shopping”14.
Es más, algunos doctrinarios, sostenedores del sistema de la unidad, ven viable
la jurisdicción concurrente con el articulado actual15.
El corolario de ello se ve en el artículo 42 del Proyecto de Código de Derecho
Internacional Privado que establece: “Sucesiones: Son competentes para entender
en la sucesión por causa de muerte los tribunales del último domicilio del causante
o los del lugar de situación de los bienes hereditarios respecto de éstos”.
Reitero que estas ideas no suponen un sistema de pluralidad o fraccionamiento
de la ley a aplicar a una sucesión, sino por el contrario dar una mayor posibilidad
al heredero de acceder al reconocimiento de sus derechos.
IV.- Jurisprudencia: Más allá de la discusión doctrinaria es de importancia
examinar cómo los jueces argentinos han interpretado y aplicado el articulado
del Código Civil.
En lo que respecta a la ley aplicable la mayoría de la jurisprudencia argentina,
haciéndose eco de lo sostenido por la doctrina civilista, adhirió al sistema mixto, es
decir aplicar el derecho del último domicilio del causante a los bienes muebles y la
ley del lugar de situación a los inmuebles16, lo que produjo sentencias poco felices
desde la perspectiva del Derecho Internacional Privado y del derecho todo17.
13
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16
17
Estos Tratados en sus artículos 66 y 63 respectivamente establecen que: “Los juicios a que de lugar la
sucesión por causa de muerte, se seguirán ante los jueces de los lugares en que se hallen situados los bienes
hereditarios”.
Rapallini, Liliana E.: Temática de Derecho Internacional Privado. Cuarta Edición Actualizada y
Profundizada”. Ed. Lex 2002 p. 230. Sostiene la autora que: “... por razones de índole práctica sería conducente la revisión de la normativa existente proponiendo la ampliación de los puntos de conexión para
apertura del sucesorio en el país a través de una norma de jurisdicción concurrente con carácter alternativo
en sus conexiones, así por ejemplo que sea competente el juez argentino para entender en la apertura de
un sucesorio cuando en el país opere: el último domicilio del causante o su última residencia habitual o
existan bienes muebles o inmuebles del causante o se trate de un heredero con domicilio efectivo en la
República”.
Boggiano, Antonio: Derecho Internacional Privado T I, pág 1.026 y ss. Ed. Abeledo-Perrot 1991.
Sostiene este autor que los jueces argentinos serían competentes cuando existan en el país bienes del
causante, ello aplicando por analogía lo normado por los artículos 63 y 66 de los Tratados de Derecho
Internacional Civil de 1889 y 1940 de Montevideo (fraccionamiento procesal).
CC 2° Cap., 20-XI-1940, JA T° 72, p. 812 ; CC 1° Cap., 1-X-1941 LL T° 25, p. 116 ; CN Civil, Sala D.
22-VI-1954 LL T° 75, p. 413.
C. C 2° Cap. LL T° 54, p. 413 «Grimaldi, Miguel s/ Sucesión», si bien en el mismo existen cuestiones
43
LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN MATERIA SUCESORIA
Algunos jueces han ido más allá aplicando la ley del lugar de su situación a
los bienes muebles de situación permanente, dejando en consecuencia un margen
ínfimo a la aplicación de la ley del último domicilio, dado que cada vez es mayor
la calificación de lo que se entiende por bienes de situación permanente.
No obstante han existido casos donde se ha sostenido y defendido el sistema
de la unidad. Así se puede citar el caso “Gomez, Carlos s/ Sucesión”, en el cual
el juez argentino aplicó a la sucesión de una persona con último domicilio en el
Estado de Florida (EEUU) y con relación a un inmueble sito en Argentina, como
parte del acervo hereditario, el derecho del Estado de Florida, es decir la aplicación
del derecho del último domicilio del causante18.
En cuanto a la jurisdicción competente para entender en la sucesión internacional se ha referenciado en el punto anterior el criterio seguido por la jurisprudencia
argentina.
6.- Situación en España
I.- Ley aplicable: Al igual que el ordenamiento jurídico argentino, el español sigue la concepción romanística de la sucesión y en consecuencia adopta el
sistema de la unidad en cuanto a la ley aplicable a la misma, principio éste que se
encuentra plasmado en el artículo 9.8 del Código Civil que establece: “La sucesión
por causa de muerte se regirá por la ley nacional del causante al momento de su
fallecimiento, cualesquiera que sean la naturaleza de los bienes y el país donde se
encuentren...”.
Desde el punto de vista del Derecho Internacional Privado se desprende del
texto del artículo antes citado la permanencia fiel a la concepción personalista y
universal de la sucesión19.
La redacción no ha dado lugar a discusiones, quedando explícitamente plasmado su alineación al sistema de la unidad. No obstante ello parte de la doctrina
española lo critica20.
que hacen a la parte general del Derecho Internacional Privado como es la cuestión previa y principal y
la calificación, es de importancia en este tema. El caso es una sucesión internacional donde el causante
con último domicilio en Italia deja como acervo sucesorio un bien inmueble y un depósito bancario en
Argentina. La heredera era la hija adoptiva del causante, también con domicilio en Italia. El fallo le reconoce vocación hereditaria con respecto al depósito bancario por la aplicación de la ley del domicilio,
pero le desconoce la misma por aplicación de la ley Argentina (lugar de situación del bien) debido a que
en nuestro país no receptaba el instituto de la adopción al tiempo que la misma es otorgada en Italia.
18
Juz. Civ. Cap. 1/04/1986, LL 1987-A, p. 336-348. Con comentario de Gustavo Alberto Pardo. «Un análisis
de casos de sucesión internacional».
19
González Campos, Julio y otros: Derecho Internacional Privado. Ed. Eurolex. Madrid, 1995.
Página 395.
20
Castellano Ruiz, Esperanza, obra citada. Esta autora critica el hecho de que el artículo no permite la posibilidad de la autonomía de la voluntad del causante a través de la técnica de la professio iuris.
44
Alfredo M. Mendoza Peña
Si bien no caben dudas de que el sistema seguido por el derecho español es el
de la unidad, España tuvo que ceder en pos de la pluralidad en materia de inmuebles a efectos de proteger el principio de efectividad. Así, desde antaño existen
convenios bilaterales en los que se adopta el criterio de regir los bienes inmuebles
de una sucesión por la ley del país donde están situados (Tratado con Rusia 1873,
con Bélgica 1878 y con Grecia 1919, entre otros).
En cuanto a la nacionalidad, punto de conexión utilizado por la norma contenida
en el artículo 9.8 del Código Civil, ésta puede suponer un problema de conflicto
móvil en el caso de personas con dos o más nacionalidades. A efectos de solucionar
este inconveniente el legislador español fijó un momento temporal determinado, el
de la muerte del causante, evitando de esta manera el posible conflicto.
Por último, con relación al reenvío el artículo 12.2 del Código Civil establece:
“La remisión al derecho extranjero se entenderá hecha a su ley material, sin tener
en cuenta el reenvío que sus normas de conflicto puedan hacer a otra ley que no
sea la española”.
Del texto del referido artículo se desprende que el mismo prohíbe el reenvío,
es decir, al momento de determinar el juez nacional con competencia internacional
a cargo del caso cual será el derecho a regir la relación jurídica, deberá primeramente observar si existe algún tratado o convención aplicable. En el supuesto de
que no exista fuente normativa internacional deberá recurrir a las normas indirectas
o de conflicto de su propio ordenamiento jurídico que le indicarán cuál es la ley
aplicable al caso concreto.
Una vez que individualizó el ordenamiento jurídico el juez deberá resolver la
cuestión con las leyes de fondo de ese derecho.
El Código Civil español no le permite al juez, ya establecido el derecho
aplicable a la relación jurídica internacional por indicación de su norma indirecta,
tomar la norma de conflicto de ese otro ordenamiento jurídico extranjero a efectos
de reenviar a un tercer país, pero sí le permitirá regresar al derecho español.
O sea que sí está permitido el reenvío en el derecho internacional español,
siempre y cuando sea de regreso al propio derecho español, caso contrario, es decir
de remisión a un tercer país, será regulada la relación jurídica internacional por el
derecho indicado por la ley española.
II.- Jurisdicción: En materia de sucesión el legislador español, a diferencia
del argentino ha utilizado la técnica de la discordancia, es decir la utilización de un
punto de conexión distinto para determinar qué ley se aplica y qué juez es competente frente a una sucesión internacional.
Así como viéramos en párrafos anteriores el legislador español optó, a efectos
de regular la sucesión internacional, por una norma indirecta bilateral simple con
Asimismo entiende que se trata de un precepto anticuado que se traduce en un alejamiento del principio
de proximidad y libre desarrollo de la personalidad.
45
LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN MATERIA SUCESORIA
un punto de conexión personal (nacionalidad del causante al momento de su fallecimiento art. 9.8 CC), mientras que para determinar el juez competente utilizó una
norma indirecta unilateral compuesta de carácter alternativo.
Esta norma indirecta unilateral (por cuanto sólo capta la posibilidad de jurisdicción española) compuesta (dado que contiene más de un punto de conexión) y
de carácter alternativo (donde a través de la disyunción “o” se da opción de jurisdicción a efectos de la apertura de la sucesión) se encuentra plasmada en el artículo
22.3 de la Ley Orgánica 6/1985 del 1° de Julio, del Poder Judicial que establece:
“En el orden civil, los juzgados y tribunales españoles serán competentes: ...3...
en materia de sucesiones, cuando el causante haya tenido su último domicilio en
territorio español o posea bienes inmuebles en España”.
Este tipo de normas, como anteriormente sostuviera, posibilitan a las personas
un mejor acceso a la justicia.
7.- La sucesión internacional argentino-española
I.- Fuente convencional: Sobre el tema no existe normativa convencional
internacional que relacione a los dos países.
Sin embargo la “Convención de la Haya sobre ley aplicable a las sucesiones
por causa de muerte” (del 1° de Agosto de 1989), la cual al no estar actualmente en
vigor ni en España ni en Argentina escapa al análisis del objeto del presente, hace
que por su importancia destaque sus principales lineamientos. Así esta Convención brega por el principio de la unidad sucesoria, a través de una norma indirecta
compuesta de carácter alternativa y subsidiaria combinando puntos de conexión
personales (residencia habitual y nacionalidad)21.
Sin embargo la unidad de ley aplicable sostenida por el texto de la Convención
contiene excepciones, tal el caso de determinados inmuebles que estarán sometidos
a los regímenes sucesorios del Estado donde se encuentren situados -ello en razón
de su destino económico, familiar o social- como así también el caso de la sucesión
del Estado22.
21
Artículo 3: “1. La sucesión se regirá por la ley del Estado en que el difunto tuviera su residencia habitual
en el momento de su fallecimiento, si en ese momento fuera nacional de dicho Estado. 2. La sucesión
también se regirá por la ley del Estado en que el difunto tuviera su residencia habitual en el momento de
su fallecimiento, si hubiera residido en dicho Estado durante un período no inferior a cinco años inmediatamente anterior a su fallecimiento. Sin embargo, en circunstancias excepcionales, si el difunto tuviera
en el momento de su fallecimiento vínculos manifiestamente más estrechos con el Estado del que en ese
momento fuera nacional, se aplicará la ley de este último Estado. 3. En los demás casos, la sucesión se
regirá por la ley del Estado del que el difunto fuera nacional en el momento de su fallecimiento, salvo si
en ese momento el difunto tuviera vínculos más estrechos con otro Estado, en cuyo caso se aplicará la ley
de este último”.
22
Artículo 15: “La ley aplicable en virtud del Convenio no impedirá la aplicación de los regímenes sucesorios particulares a los que estén sometidos por la ley del Estado en cuyo territorio se encuentren situados
determinados inmuebles, empresas u otras categorías especiales de bienes, en razón de su destino eco-
46
Alfredo M. Mendoza Peña
En lo que respecta al reenvío en su artículo 17 la Convención adopta el llamado
“sistema de la referencia mínima”. Es decir, cuando la norma indirecta contenida en
el artículo 3 nos envía a un ordenamiento jurídico determinado, será de aplicación
el derecho de fondo de ese Estado en particular a efectos de resolver la cuestión,
sin incluir las normas indirectas o de conflicto que nos podrían reenviar a otro
ordenamiento jurídico diferente, aunque con algunas excepciones23.
II.- Cuestiones emergentes del contacto: Tal como expresáramos en los puntos anteriores, existen semejanzas en cuanto a la adhesión al sistema de la unidad
por parte de los ordenamientos pertenecientes a ambos países, aún con la utilización
de diferentes puntos de conexión. Así el ordenamiento jurídico argentino utiliza un
punto de conexión personal domiciliario, mientras que España, no obstante emplear
también un punto de conexión personal, utiliza la variante de la nacionalidad.
Si bien las normas de derecho internacional privado internas de cada ordenamiento jurídico nos llevan, a través de distintos caminos, al sistema de la unidad,
las discordancias doctrinarias y jurisprudenciales, sobre todo en Argentina, nos
conducen al interrogante de si en el caso de existir bienes inmuebles relictos en
uno y otro Estado, se aplicaría una o varias leyes.
Es decir, frente a una sucesión internacional de una persona con último domicilio en España y propietaria de bienes muebles e inmuebles situados Argentina,
abierta por ante los Tribunales argentinos, ¿los jueces aplicarán una sola ley?, o
¿por la existencia de bienes de diversa naturaleza les aplicarán leyes diferentes?
Asimismo si esa persona es de nacionalidad argentina, ¿el juez argentino aplicará
la ley española o sobre la base de lo normado por el artículo 9.8 del Código Civil
español y mediante la figura del reenvío aplicará el derecho argentino?
En el mismo supuesto pero que el sucesorio sea abierto ante los Tribunales
españoles ¿éstos aplicarán derecho argentino o por lo establecido en el artículo 12.2.
del Código Civil podrán “regresar” al derecho español y aplicar éste?
El problema no gravita sobre la aplicación de uno u otro derecho a la sucesión, sino sobre la posibilidad de un posterior reconocimiento de los decisorios
emanados de un país en otro, ello en pos de la seguridad jurídica en las relaciones
internacionales.
nómico, familiar o social” y el artículo 16: “Cuando, según la ley aplicable en virtud del Convenio, no
hubiera heredero ni legatario instituido en una disposición por causa de muerte, ni persona física llamada
por la ley a suceder, la aplicación de dicha ley no será obstáculo al derecho de un Estado o de una entidad
designada por la ley de dicho Estado a apropiarse de la parte del caudal relicto que se encuentre situada
en su territorio”.
23
Artículo 17: “A efectos del presente Convenio, y sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 4.º, se entenderá
por "ley" el derecho vigente en un Estado, con exclusión de sus normas de conflicto de leyes” y artículo 4:
“Si la ley aplicable en virtud del artículo 3.º fuera la de un Estado no contratante y las normas de conflicto
de dicho Estado remitieran, para toda o parte de la sucesión, a la ley de otro Estado no contratante que
aplicaría su propia ley, la ley aplicable será la de este último Estado”.
47
LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN MATERIA SUCESORIA
Y ello es así porque puede darse el caso de que un juez argentino no reconozca
una decisión tomada por un juez español en un proceso sucesorio donde ha aplicado
derecho de su país sobre un inmueble sito en la República Argentina, no obstante
ser el causante de nacionalidad española y tener domicilio en dicho país.
Estos interrogantes, que dependerán del criterio seguido por el juzgador a cargo
del proceso sucesorio, podrían ser solucionados a través de la firma de convenios
bilaterales que dieran una solución concreta al tema.
Otra cuestión de gran importancia es la doble nacionalidad española-argentina
y de cómo ello puede llegar a influir en las relaciones jurídicas internacionales
para la determinación de la ley aplicable en el caso de la utilización del punto de
conexión nacionalidad.
De esta manera, a efectos de resolver la cuestión, será la “nacionalidad efectiva” del interesado la que se tendrá en cuenta, es decir la nacionalidad del país
donde el individuo tiene su residencia habitual, el centro de sus intereses, sus lazos
familiares, su participación en la vida pública, el apego mostrado por él e inculcado
a sus hijos24.
No obstante y como se mencionara en párrafos anteriores, en el caso específico
del tema de estudio, el artículo 9.8 del Código Civil Español solucionó el conflicto
móvil que supone el punto de conexión nacionalidad, mutable por naturaleza, en
personas con doble o más nacionalidades a través de la determinación de un momento temporal fijo.
Pero para mayor abundamiento existe entre Argentina y España el “Convenio
de nacionalidad”, firmado en Madrid el 14 de Abril de 1969 y modificado en el
año 2001 por el “Protocolo Adicional entre la República Argentina y el Reino de
España”, suscripto en Buenos Aires, el 6 de marzo de 2001 y aprobado por Ley
25.625, sancionada el 17 de julio de 2002 y promulgada el 9 de agosto de 2002,
que da solución al tema.
8.- Conclusión
El proceso migratorio argentino hacia España ha generado el surgimiento de
innumerables relaciones jurídicas internacionales que caen bajo la óptica y regulación del Derecho Internacional Privado de ambos países.
Es el objeto de esta rama del derecho bregar por el respeto del derecho extranjero y la regulación adecuada a los efectos de la seguridad jurídica y la efectividad
de los decisorios fuera de sus fronteras.
Por otro lado entiendo que de aquí a pocos años, y a consecuencia del referido
proceso migratorio, el tema sucesorio cobrará especial importancia.
24
Corte Internacional de Justicia, caso: “Nottebohm” Recueil, 1955, p. 22.
48
Alfredo M. Mendoza Peña
Por ello y a efectos de armonizar soluciones y evitar decisiones contradictorias en casos similares sobre todo, como se expusiera en párrafos anteriores, por
la diversidad de criterios en la materia tanto en la doctrina como la jurisprudencia
argentina, sería conveniente la firma de tratados o convenios bilaterales entre Argentina y España.
Dichos tratados deberían delinear en un primer término pautas claras de determinación del derecho aplicable a los bienes que integran el acervo sucesorio, en especial en materia de bienes inmuebles y bienes muebles de situación permanente.
Como había puesto de manifiesto precedentemente, mi adhesión al sistema de
la unidad en materia de ley aplicable, aún ante la existencia de bienes inmuebles en
otro país, me llevará a propender la conservación como espíritu de la legislación y
por texto normativo a la universalidad sucesoria en la arista de derecho aplicable.
Por otro lado el Convenio debería establecer también pautas sobre publicidad,
sobre todo en materia de inmuebles, a través de la obligatoriedad de publicación
de edictos u otra forma de publicidad, de manera de proteger los derechos de los
terceros, acreedores o no del causante, del país donde no se ha abierto el proceso sucesorio pero donde existen bienes situados pertenecientes a la masa hereditaria.
Asimismo estimo conveniente que el convenio regule la cuestión testamentaria
de manera de abarcar todo el instituto de la sucesión y no solamente la sucesión ab
intestato. De esta manera podría crearse un organismo binacional de registración
de testamentos cuando el mismo disponga sobre bienes situados en ambos países
y el testador sea nacional o posea domicilio en alguno de ellos.
Por último y en pos del derecho de acceso a la justicia, se hace imperiosa la
urgente necesidad de reforma de las normas indirectas o de conflicto sobre jurisdicción sucesoria en el ordenamiento argentino, a efectos de incluir nuevos puntos
de conexión que faciliten a los herederos proximidad y accesibilidad al proceso
sucesorio.
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49
LOS SISTEMAS DE LA UNIDAD Y PLURALIDAD EN MATERIA SUCESORIA
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50
EL DERECHO DE CORRECCIÓN DE LOS PADRES
María Franca Alessio*
SUMARIO: 1. Introducción. 2. El uso de castigo corporal como medio de corrección. 3. Derecho
Nacional. 4. Derecho Comparado. 5. Conclusión.
1.Introducción
En este punto, se trata de hacer una introducción al análisis de hasta donde
el deber de corrección de los padres hacia sus hijos, deja serlo y se convierte en
maltrato infantil, el que se configura mediante toda conducta, que por acción u
omisión, produce un daño físico y/o psíquico en una persona menor, afectando el
desarrollo de su personalidad.
Si bien en principio, los padres tienen el deber de cuidar y vigilar a sus hijos,
pero esto no significa negarle al niño un margen de libertad y de autodeterminación
de acuerdo con cada etapa de su desarrollo .Los conflictos que pueden manifestarse
por las voluntades antinómicas de los padres y los hijos son resueltos por muchos
progenitores, o sus sustitutos, mediante la imposición por la fuerza física cuando
otros mecanismos de persuasión han fracasado.
Los principales elementos de socialización de los niños en el contexto familiar
se producen dependiendo del vínculo que se establezca entre padres e hijos, mediante
la imitación (ejemplo de los padres), la comunicación, la fijación de límites y reglas
de convivencia, ejerciendo así una función orientadora y disciplinada.
La manera en que reaccionan los padres al enfrentar los problemas, ya sea
consigo o con los demás, es el primer modelo de formación de los hijos, quienes
aprenden de esas formas de comportamiento, actitudes y valores.
* Subdirectora del Instituto de Derecho de Familia y Sucesiones del CALP
Grosman-Mesterman, Maltrato al Menor, Ed.Universidad,Pág.421.
51
EL DERECHO DE CORRECCIÓN DE LOS PADRES
La prevención del maltrato infantil comienza con la vida del niño en una familia democrática. La igualdad entre el hombre y la mujer en la pareja conyugal,
la participación y cooperación de ambos en las funciones familiares, la tolerancia
y respeto hacia el otro, la solución de los conflictos mediante el diálogo y la negociación, son todas condiciones que alejan los comportamientos violentos. Si en la
relación entre padres e hijos, los niños y adolescentes son respetados como personas,
es decir, aceptados como seres diferentes con sus propias características, deseos e
inclinaciones; sin son escuchados y su voz es tomada en cuenta, tal como lo impone
la Convención sobre los Derechos del Niño en su art. 12, no se creará el campo
propicio para la coerción. Reconocer al niño como un sujeto de derechos.
El niño se forma una idea de si mismo, a través de la idea que tienen sus padres de él y se valora según como lo califican los demás. Así, aprende a valorarse
y considerarse traduciéndolo en su autoestima.
El ejercicio de la autoridad de los padres debe tener en cuenta la personalidad
del hijo, sus necesidades e inclinaciones en cada una de las fases de su desarrollo.
El deber de educación comprende el respeto a la autonomía del menor. A la forma
de respeto “unilateral” que une a un inferior con un superior, es posible contraponer
el respeto mutuo, fundado en la colaboración y participación que operará de manera
distinta en las sucesivas fases del desarrollo del menor.
Hay que buscar para los niños ideales de equilibrio, de nobleza, de riqueza
y de responsabilidad. La tarea de educar en la libertad es tan delicada y difícil
como importante y para ello, la sociedad en su conjunto y las familias deben estar
concientizadas y entrenadas para prevenir la violencia familiar y sobre todo el
maltrato infantil.
2.-El uso del castigo corporal como medio de corrección
El maltrato infantil puede ser físico o emocional. El maltrato físico, definido
como cualquier acto de fuerza que produzca un daño en el cuerpo o en la salud con
o sin dolor. El maltrato emocional , constituido por formas mas sutiles, que crean
situaciones en las cuales los niños viven aterrorizados, agredidos verbalmente,
menospreciados o rechazados.
El castigo corporal es definido como el uso intencional de la fuerza, con lesiones
físicas o sin ellas, para infligir dolor en un niño, con el objeto de corregir o controlar
una conducta. Su finalidad especifica es la corrección, independientemente de las
consecuencias. Forma parte de los métodos sociales y familiares sancionatorios
con fines correctivos.
2
Grosman Cecilia, Violencia Familiar, Ed.Rubinzal Culzoni, Pág.168
Grosman-Mesterman, Maltrato al Menor, Ed.Universidad,Pág.423
Grosman Cecilia, Violencia Familiar, Ed.Rubinzal Culzoni, Pág.167
52
María Franca Alessio
Este uso de la fuerza física que va desde la cachetada, golpes, empujones y/o
lesiones graves que pueden provocar la muerte, provocando las siguientes consecuencias que son los indicadores que el niño muestra: temor al contacto con los
adultos, comportamientos agresivos o retraimientos no propios de la edad, cambios
en el rendimiento escolar( distracciones, falta de concentración) y en lo social (no
se interesa por el juego o juega poco).No habla con la familia, frecuentes quejas de
dolores (cabeza, estómago, etc.), falta de atención en la salud en general.
El castigo corporal lesiona la autoestima de los niños generando una autopercepción negativa, les hace sentir soledad, tristeza y abandono, incorporando una
visión negativa de los demás y de la sociedad. Asimismo, interfiere en su proceso de
aprendizaje, en el desarrollo sensorial y de la inteligencia, no aprende a razonar.
Los padres que propinan esos castigos se muestran desinteresados por el niño,
ofrecen explicaciones ilógicas, no convincentes, contradictorias, o no las tienen
sobre las lastimaduras de los niños, intentan ocultarlas. Habitualmente utilizan
una disciplina inapropiada para la edad y condición del niño. No puede dominar
sus impulsos. Tiene poca autoestima, poseen una personalidad rígida con falta de
afecto y no recurren a los sistemas de ayuda social. En algunos casos, esos padres
que aplican el castigo, tienen ansiedad, sentimiento de culpa, aunque consideren
correcto su aplicación .
Al analizarse la personalidad de los autores del delito, se advertía que resultaban
ser sujetos caracterizados por su hostilidad, conducta agresiva, intolerancia, frustración y conflictos interiores frecuentemente provocados por su propia situación en la
infancia, separación de los padres, agresiones habituales por parte de éstos, etc.
El maltrato infantil y el marital constituyen una de las mas serias disfunciones
de la familia, ya que no sólo le impiden cumplir con el cometido que le es propio,
sino que la pueden transformar en un sistema desintegrador de los miembros que la
componen. Se trata de un conflicto social que estalla en el interior del grupo primario
mas íntimo por lo que suele adquirir una gran intensidad. La familia se transforma
de un ámbito de bienestar, que beneficia tanto a quienes la forman como a la sociedad en general, en un ámbito de malestar que provoca disfunciones familiares
y sociales. El surgimiento y desarrollo de personalidades violentas se encuentra
estrechamente relacionado con el fracaso o abandono por parte de la familia de sus
funciones normativas, aun cuando mantenga las denominadas nutritivas.
El castigo corporal obstaculiza la comunicación entre padres e hijos, y se
deterioran los vínculos emocionales y afectivos generando modelos familiares
disfuncionales.
Actualmente, se conoce que el castigo corporal es una forma errada de educar
y conlleva el riesgo de dañar emocionalmente al niño. Se debe propiciar, otras formas de diálogo y corrección que promuevan acciones adecuadas para que los niños
Grosman, Cecilia, El castigo corporal y el derecho de corrección de los padres ,ED 88-890.Carranza Casares, Carlos, Revista de Derecho de Familia nº 17, Ed. Abeledo Perrot, pág.169
53
EL DERECHO DE CORRECCIÓN DE LOS PADRES
puedan educarse sin violencia. Se debería establecer a la instrucción y el diálogo
como otras de las formas de establecer los límites para las relaciones paterno-filiales,
en lo interno de cada familia.
3.-Derecho Nacional
En nuestro ordenamiento jurídico el art. 278 del C. Civil (Texto según la ley
23.264, art. 4) lo regula diciendo: “Los padres tienen la facultad de corregir o hacer
corregir la conducta de sus hijos menores. El poder de corrección debe ejercerse
moderadamente, debiendo quedar excluidos los malos tratos, castigos o actos que
lesionen o menoscaben física o psíquicamente a los menores. Los jueces deberán
resguardar a los menores de las correcciones excesivas de los padres disponiendo
su cesación y las sanciones pertinentes, si correspondieren.”
La reformulación del art. 278 excluye el castigo como forma de ejercer la
facultad de corrección que tienen los padres hacia sus hijos, pues no puede suponerse “que la ley acepte de modo implícito, como medio educativo causar un daño
en el cuerpo o en la salud del menor”, y por otra parte hay coincidencia en que el
trato adecuado del niño basado en el amor es mas eficaz para la sana formación
de los hijos.
La “moderación” como condición del ejercicio del derecho-deber de corrección,
puede asumir diversos sentidos según los valores que se estimen respetables en un
momento dado. El término no define los contenidos concretos a través de los cuales
la acción disciplinaria será considerada “moderada”, razón por la cual los jueces,
como los destinatarios de la norma, seleccionarán los medios adecuados conforme
a su estimativa axiológica.
En el ejercicio de la facultad de corregir debe descartarse de las familias, la
estructuración verticalista y autoritaria que facilitan el abuso de poder impregnados
en las prácticas de sus miembros, que pone énfasis en los deberes de los subordinados
y nunca en los derechos. Resaltando de esa manera una relación de subordinación,
en la que el niño se encuentra en estado de indefensión frente a su propia familia.
La facultad de corregir del padre debe estar dirigida a cuidar del interés del
hijo, como sujeto de derecho y no como objeto de su propiedad. Las normas que
regulan los derechos y obligaciones de los padres hacia sus hijos, tiene por finalidad
el cuidado de los mismos y nunca legitimar el abuso de autoridad parental.
Hoy, casi ningún padre se mostraría a favor de una pedagogía que tuviera
como referencia el dicho “la letra con sangre entra”. Pero, al menos privadamente,
Bueres, Alberto, Código Civil y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial,1B
Familia, Ed. Hamurabi, pág.205.
Grosman, Cecilia, El castigo corporal y el derecho de corrección de los padres, ED 88-pág.898.
54
María Franca Alessio
no pocos consideran una fórmula pedagógica positiva pegar “un buen bofetón a
tiempo” a sus hijos.
La prohibición absoluta establecida por el art. 278 de todo castigo físico por
leve que sea. Es indudable que cualquier golpe por ínfimo que sea, implica un menoscabo físico, y por lo tanto el progenitor que lo lleva a cabo viola la ley. En tal
caso, los jueces deberán resguardar a los menores de las correcciones de los padres,
disponiendo su cesación y las sanciones que correspondieren.
El art. 278 tiene como correlato la sanción del art. 307 del C.Civil que dice:”
El padre o madre quedan privados de la patria potestad:... inc. 3 por poner en peligro la seguridad, salud física o psíquica o la moralidad del hijo, mediante malos
tratamientos, ejemplos perniciosos, inconducta notoria, delincuencia”.- Si alguno
de los padres pierde la patria potestad o es suspendido en su ejercicio, continuará
ejerciéndola el otro; y si lo fueran ambos, los menores quedaran sujetos a las disposiciones sobre la tutela.
Ello, puede tener consecuencias en los derechos sucesorios entre ascendientes
y descendientes, como lo establecen los siguientes artículos: 3747 :Los ascendientes pueden desheredar a sus descendientes legítimos o naturales por las causas
siguientes:1º.Por injurias de hecho... 2º. Si el descendiente ha atentado contra la vida
del ascendiente. La simple amenaza no es bastante. 3º. Si el descendiente ha acusado
criminalmente al ascendiente de delito que merezca pena de cinco años de prisión
o trabajos forzados , y el art.3748 que dice: “ El descendiente puede desheredar al
ascendiente por las dos últimas causas del articulo anterior”. Siguiendo el tradicional
concepto de autoridad paternal, el Código no ha admitido que las vías de hecho que
el padre toma contra su hijo autoricen a éste a desheredarlo. Sin embargo, correspondería preguntarse hasta que punto el criterio es sostenible; porque si bien es cierto
que los padres tienen la facultad de corregir o hacer corregir moderadamente a sus
hijos (art.278) ello, no descarta que aquellos puedan incurrir en malos tratamientos
previstos en el art.307 como causa de privación de la patria potestad.
Las convenciones internacionales a las que nuestro país adhirió y ratificó, en
forma legislativa para después, a partir de 1994, incorporarlas a la Constitución
Nacional, marcan las pautas fundamentales respecto de la cuestión.
La Declaración Universal de Derechos Humanos (ONU,1948) establece el deber de comportarse fraternalmente con sus semejantes (art.1º), que ninguna persona
puede ser sometida a tratos crueles, inhumanos o degradantes (art.5º), y subraya la
importancia de la familia y el derecho a la protección (art.16º).
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (1948) expresa el deber de toda persona de convivir con los demás de modo tal de que todas
y cada una puedan formar y desenvolver íntegramente su personalidad (art. XXIX),
y el deber de asistir, alimentar, educar y amparar a sus hijos menores de edad, y
Zannoni, Eduardo, Manual de derecho de las sucesiones, 4º edición actualizada y ampliada Ed.Astrea,
pág.102.
55
EL DERECHO DE CORRECCIÓN DE LOS PADRES
el de estos últimos de honrar a sus padres y asistirlos, alimentarlos y ampararlos
cuando lo necesiten (art. XXX).
La Convención Interamericana de Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica, 1969, ley 23.054), resalta el derecho a la integridad física, psíquica y
moral de toda persona (art.5º); la protección de la familia como elemento natural
y fundamental de la sociedad (art.17); la protección del niño como sujeto de derechos (art.19); y la necesidad de tutela judicial efectiva de los derechos enumerados
(art.25).
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ONU,
1966,ley 23313) también garantiza la protección de la familia y las condiciones de
existencia de sus integrantes (art.10 y 11).
La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer (ONU,1979, ley 23.179)compromete a los Estados a eliminar
toda forma de discriminación contra la mujer (arts.1º,2º y 3º) y a tomar medidas
apropiadas para modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y
mujeres en orden a eliminar prejuicios y las prácticas que estén basados en la idea
de inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos (art.5º).
La Convención sobre los Derechos del Niño (ONU,1989, ley 23.849) compromete a los Estados partes asegurar la protección y el cuidado de los niños,
respetando el derecho de los padres (arts.2º y 3º); la protección contra toda forma
de explotación o abuso sexual (art.34) y contra tratos crueles, inhumanos o degradantes (art.37 inc.a); y determina la obligación de los Estados de proveer los
medios para la recuperación de los niños que hayan sufrido algún tipo de daño
físico o psicológico (art.39)10.
El deber de educar y formar al nuevo miembro de la sociedad descarta todo
acto que pueda serle nocivo, que atente contra su mente, salud o vida. Fuera de
tales límites, existirá un abuso del derecho. Dentro de este contexto es necesario
ubicar el derecho de corrección. Éste, al igual que los demás derechos emanados de
la patria potestad, sólo es acordado en provecho del hijo. La prerrogativa paterna
de corregir tiene pues, como primer límite objetivo, su utilidad para la formación
del menor11.
4.-Derecho Comparado
Hay dos modelos de legislar sobre el tema:
I.-Tradicional: Algunos países que admiten el castigo moderado y razonable
como por ejemplo:
10
11
Fleitas Ortiz de Rozas ,Abel y Roveda, Eduardo, Manual de Derecho de Familia, Lexis Nexis,
pág.481.
Grosman, Cecilia, El castigo corporal y el derecho de corrección de los padres, ED 88-pág. 891.
56
María Franca Alessio
a) España: El Código Civil Español en el Libro I: Titulo VII-De las relaciones
paterno-filiales, Capítulo Primero, Disposiciones generales, en el Art. 154 establece:
“Los hijos no emancipados están bajo la potestad de sus progenitores. La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos, de acuerdo con su personalidad,
y comprende los siguientes deberes y facultades: 1.-Velar por ellos, tenerlos en su
compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral.- 2.-Representarlos y administrar sus bienes.-Si los hijos tuvieren suficiente juicio deberán
ser oídos siempre antes de adoptar decisiones que les afecten.
Los padres podrán en el ejercicio de su potestad recabar el auxilio de la autoridad. Podrán también corregir razonable y moderadamente a los hijos.” Con relación
a este último párrafo el Consejo de Europa ha instado a España a que erradique de
su legislación cualquier ٌfórmula ambigua que de cobertura legal al castigo físico a
los niños. Aún cuando el Código Penal castiga como falta o delito cualquier tipo de
violencia contra las personas, incluidos los hijos no emancipados bajo la potestad
del padre o la madre, pero ese artículo del Código Civil no cierra del todo la vía
del castigo físico. Esa ambigüedad debería desaparecer de la legislación española,
para que España respete plenamente la Convención de los Derechos de Niño, que
prohíbe taxativamente cualquier tipo de violencia contra menores. La bofetada ni
es pedagógica para los hijos, ni terapéutica para los padres. No pocas veces, es un
signo de manifiesto de falta de autoridad.
En la España actual, ya son cosas del pasado los correazos del padre o los
zapatillazos de la madre, pero una mayoría de españoles todavía cree que es imprescindible dar alguna vez un buen azote a los hijos. No hacerlo, puede ser considerado
incluso un efecto malsano de una educación en exceso permisiva y complaciente.
Haciendo un análisis de la película “El Bola”, el padre del niño maltrado, era
un hombre autoritario, que no conversaba, sólo se comunicaba dando órdenes (Ej.
Hoy cortate el pelo), la relación que mantenía con su hijo era solamente unilateral,
no dialogaba con su esposa, hijo y madre conviviente, existía siempre la tensión
de la violencia verbal o física.
El niño debía satisfacer los deseos de su padre con inmediatez, sin cuestionamiento alguno, con temor al castigo siempre amenazante. Consideraba que al hijo
lo debía educar desde el rigor, sin un ánimo de afectuosidad que le pudiera hacer
perder autoridad, propinándole castigos corporales feroces, para reafirmar quien
era el que mandaba en la casa.
b) Francia: La ley sanciona a quien voluntariamente inflija golpes o ejerza violencia sobre un menor de 15 años, agrava las penas si tales actos fuesen habituales
y también si el autor es uno de los padres o una persona que tiene autoridad sobre
el niño (art.312,Cód. Penal).Sin embargo, la ley excluye las violencias ligeras, las
57
EL DERECHO DE CORRECCIÓN DE LOS PADRES
cuales, si no provocan una incapacidad mayor de 8 días, son reprimidas como una
contravención12.
c)Cuba: Si bien ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño, hasta
el momento no ha adecuado su legislación a los parámetros de la Convención. El
Código de Familia autoriza a los padres a reprender y corregir, adecuada y moderadamente, a los hijos que se encuentran bajo su patria potestad (art.86). La misma
facultad la establece para los tutores (art.152). No hay información relacionada
al castigo corporal. Tampoco existe normas especiales sobre protección de los
derechos del niño. La organización Save the Children Suecia-Programa Regional
para América Latina y el Caribe, recomienda la derogación de las normas cuya
interpretación puede llevar a la vulneración del derecho a la integridad física y
psicológica de los niños. Refiere específicamente a los mencionados artículos del
Código de Familia.
II.-Prohibición absoluta del castigo corporal: Algunos países han abolido
el castigo corporal absolutamente como por ejemplo:
a) Suecia: fue el primer país del mundo que prohibió toda forma de castigo
corporal contra los menores de edad. En 1979 adicionó el Código de Paternidad y
Guarda Crianza, indicando que las personas menores de edad tienen derecho a ser
cuidados, a estar seguros y a tener un buen desarrollo, adicionalmente señalaron
que necesitan ser tratados con respeto a su individualidad y no deben ser sometidos
al castigo corporal, ni a ningún otro trato humillante. La Comisión multidisciplinaria sobre Derechos de las personas menores de edad señaló que los mismos se
encuentran en una situación de vulnerabilidad en relación a los adultos y por este
motivo su desarrollo debe garantizarse con una infancia y adolescencia sin violencia
y sin el castigo corporal.
La ley sueca que entró en vigor el 1 de julio de 1989 (C.ch.6,art1) prohíbe
infligir a los niños castigos corporales, ni siquiera los mas ligeros, u otros tratamientos humillantes13.
b) Finlandia: La abolición del castigo corporal formó parte de una reforma a
la Ley de Menores y a la Ley de Familia, considerando que los niños deben considerarse en un marco de comprensión, seguridad y amor, donde no cabe el castigo
corporal, ni pueden ser humillados de ninguna forma.
c) Dinamarca: En mayo de 1997, se aprobó una enmienda a la custodia y
cuidado parental de las personas menores de edad, definiendo que tienen derecho
a ser cuidados y a estar seguros por lo que deben tratarse con respeto como individuos y no deben ser sometidos a castigos corporales, ni a ninguna otra forma de
humillación, porque consideraron que la custodia parental implica la obligación
de proteger al niño contra la violencia física y psicológica, así como de cualquier
otro tipo de humillación.
12
13
Grosman-Mesterman, Maltrato al Menor, Ed.Universidad, Pág.364
Grosman-Mesterman, Maltrato al Menor, Ed.Universidad, Pág.365
58
María Franca Alessio
d) Noruega: En enero de 1987 se realizó una enmienda a la Ley de Padres e
Hijos, estableciendo que las personas menores de edad no deben ser expuestas a
violencia física o a cualquier trato que atente contra su salud física o mental.
e) Austria: En marzo en 1989, el Parlamento de Austria aprobó una reforma a
la Ley de Familia que estableció como ilegal el uso de la violencia o causar sufrimiento físico o mental a personas menores de edad.
f) Alemania: En julio del 2000 agregó una nueva norma en su Código Civil
y establece que las personas menores de edad tienen derecho a un desarrollo sin
violencia. Adicionalmente se estableció que el castigo corporal, el daño psicológico
y otras medidas humillantes contra personas menores de edad son prohibidos. Han
realizado una campaña pública para acompañar la reforma de le ley y motivar a
los padres a educar a sus hijos bajo regímenes no violentos, para que crezcan sin
el uso de la fuerza, con la expectativa de romper el ciclo de la violencia y reducir
el abuso infantil, trabajando de manera interdisciplinaria.
g) Italia: En 1996 la Corte Suprema de Roma estableció la prohibición del uso
de la violencia con propósitos educativos, entendiendo que la expresión corrección
de los niños denota una descalificación hacia ellos , considerándola una expresión
anacrónica y descontextualizada. La propuesta buscaba eliminar las connotaciones
de jerarquía y autoritarismo, e introducir ideas de compromiso y responsabilidad
social caracterizada por una posición de iguales entre maestro y estudiante en cuanto
al respeto personal.
5.-Conclusión
La violencia familiar y dentro de ella el maltrato infantil físico, no es privativo
de una clase social, se da en todos los niveles, la diferencia es que en las clases mas
pobres se evidencia mas que en las otras, pues no se trata de que grado de nivel
socioeconómico se tenga, el que a veces pueden ser un agravante, si no de falta de
conocimiento por parte de los padres de cuales son las funciones que tienen a su
cargo, y no son sólo las legisladas, sino también, las que son producto del afecto,
de la finalidad de su función en la familia, como la contención entre sus miembros,
la trasmisión de valores, la protección del grupo de los factores sociales externos
que la agreden permanentemente hasta su destrucción.
Por ello, se considera fundamental que cada familia y dentro de ella los padres,
asuman el rol que les corresponde, pero se necesita que se hagan campañas de
concientización desde políticas públicas para erradicar la violencia en las familias,
haciendo hincapié fundamentalmente en que se educa y se corrige desde el amor
hacia los hijos, a través del diálogo, el consenso, y también el disenso, pero con el
respeto mutuo que debe imperar en las relaciones paterno-filiales.
Se debe terminar con las creencias y teorías basadas en la educación tradicional cuyo objetivo es romper la voluntad del niño para convertirlo en un ser dócil
59
EL DERECHO DE CORRECCIÓN DE LOS PADRES
y obediente, para dar lugar a una educación en la que se tenga en cuenta la voz, el
sentimiento y la personalidad del niño, para que así vaya adquiriendo autonomía
conforme a su edad, para que finalmente sea un adulto responsable, seguro, respetuoso de si y de los demás. Logrando cambiar la historia de origen de maltrato,
si la hubo para construir una historia distinta para sus hijos, evitando el traspaso
de generación en generación del maltrato físico, como modo de educar y corregir
a los niños.
60
CARTA ABIERTA A UN ÓRGANO JURISDICCIONAL EN
EXTINCIÓN
Javier Percow */
-“Fotografiemos, pues son tan incrédulos, que si no lo ven no lo creerán”.
Juan Filloy – Op Oloop (novela de 1934)
El poder judicial, el órgano jurisdiccional en la esfera del derecho penal tiende
a extinguirse, y en su retirada normativa, provoca su lógico devenir, la caída del
principio constitucional del debido proceso.
El código de procedimiento penal de la Provincia de Buenos Aires amaina
las facultades y funciones del órgano jurisdiccional, entreviendo entre las partes la
posibilidad de dar solución al conflicto criminal suscitado.
El Juez de Garantías sólo entiende en las escasas oportunidades que le brinda el Código y sólo a requerimiento de los partícipes. Su acto de decisión queda
constreñido a las propuestas elevadas por los contendientes.
Los artículos 398 y 404 del C.P.P.B.A. prevén la regulación de los institutos
del juicio abreviado y de la suspensión del juicio a prueba, donde con la información procesal ordenada y recepcionada unilateralmente por el Titular de la acción
en la etapa de Instrucción (artículo 56 de la Ley del Ministerio Público nº 12.061Legajo), se arriba a un acuerdo entre las partes que obliga ineluctablemente a los
magistrados intervinientes a su homologación lisa y llana “salvo discrepancia
insalvable sobre la calificación”
Son ínfimas las disputas que llegan al debate probatorio, a la configuración
del litigio, a la contrariedad de la prueba, a la decisión judicial autónoma de apreciación.
*
Abogado litigante, Docente Universitario y ex-Director del Área Académica del Colegio de Abogados de
La Plata
61
CARTA ABIERTA A UN ÓRGANO JURISDICCIONAL EN EXTINCIÓN
Este trato ritual entre las partes, agrupa por un lado al Ministerio Público
Fiscal y a la víctima en disponibilidad de la acción persecutoria y al imputado en
contraria oposición.
La corriente del derecho procesal penal que se impone en nuestro Código con
el mote de garantista, controvierte la inclinación que la doctrina civilista moderna
tiende a brindarle al magistrado en su compromiso y participación procesal.
La disputa patrimonial en litigio judicial permitió observar en el transcurso
del tiempo, que la imparcialidad supuesta en el magistrado ausente, en verdad
acrecentaba una diferencia real que se apreciaba en la desigualdad manifiesta de
los contrincantes.
¿Cuál es el sitio que le cabe a los magistrados en el nuevo paradigma que el
código de procedimiento penal impone a la Provincia de Buenos Aires?
El principio de legalidad procesal (artículo 71 del C.P.), que parecía introducirse como regla de fondo en el código penal, fue perdiendo espacio en favor de
las corrientes ritualistas y provinciales.
El titular de la venganza pública, junto a la victima poseen amplias facultades
de disponibilidad sobre la demanda penal
El Fiscal dicta el auto de convocatoria del imputado al proceso (artículo 308
del C.P.P.B.A.), le recepciona declaración, reúne las piezas de convicción probatoria, desecha las que le parece impertinente ofrecida por la parte contraria, ordena
reconocimientos en rueda, merita el grado de responsabilidad de los intervinientes,
archiva el expediente (artículo 268, 273 del C.P.P.B.A.), todos ellos sin la posibilidad
de control por el órgano jurisdiccional.
Cuenta para ello con el auxilio de la fuerza pública y con el deber de colaboración de los organismos públicos o privados para la sustanciación de la investigación.
Es Dueño y Señor de la etapa instructiva durante el proceso. Si bien el contenido
de las causas es público, el fiscal se arroga su tenencia y conservación material.
El imputado no cuenta durante la etapa instructiva con ninguna de las facultades
que le otorga el código procesal al representante de la sociedad en el proceso. No
posee el auxilio de la fuerza pública, ni una oficina de mandamientos y notificaciones, ni la tenencia de la causa. Se le presenta una incomunicación con los peritos
oficiales y sus vías de acceso jurisdiccional son tan estrechas como las breves
facultades acordadas al Juez de Garantías (artículo 23 del C.P.P.)
La sensación real y efectiva que brinda el contacto con el Código de Procedimiento Penal, es que sólo se varió el viejo rol del “juez-inquisidor” por un nuevo
personaje, el “fiscal-inquisidor”, el cual administra el proceso de un modo más
autócrata y arbitral que el que se contemplaba en la antaña estampa del magistrado
instructor del código de Jofré con su alteraciones (verbigracia, artículos 56, 56 bis,
151, 152, 273, 308, entre otros.)
62
Javier Percow
Han variado los actores y sus papeles estelares, pero no se han modificado
los principios inquisitorios que la reforma de 1.998 pregonaba como lema de abolición. El derecho procesal de la Provincia no reúne las condiciones de un sistema
acusatorio, sigue siendo un proceso inquisitorio dirigido en la actualidad por otro
protagonista actoral: el Fiscal.
Las partes en un juicio previo, el litigio en contradicción abierta, sólo se puede
rescatar en un grupo minúsculo de causas en trámite.
Es decir, la plenitud de los principios que compusieron la identidad de la
reforma (Ver nota de elevación del proyecto de ley de reforma), solo se aprecian
en un reducidísimo número de expedientes, en las demás ocasiones -causa que no
llegan a debate-, el fiscal decide -sin respeto a la contrariedad o juicio previo-, el
destino de los imputados y la desdicha de la víctima.
La distinción entre el juez de sentencia y juez de instrucción, enaltecida por la
reforma procesal (Reglas Mínimas), se ve derruida con la probabilidad –bastante
frecuente-, de que el Juez de Garantías dicte condena en el supuesto del juicio
abreviado, es decir, que el magistrado que ordena el allanamiento y detención del
imputado -medidas cautelares de la etapa de la instrucción-, dicte sentencia con elementos “probatorios” reunidos omnímodamente por el Fiscal -los cuales la defensa
no pudo contrariar en su introducción- (artículo 284 ter. del C.P.P.).
Cualquier observador mínimamente avezado en las prácticas del rito criminal,
podrá imaginar que los concordatos de pena signados entre Goliat y un tercero que
no es David, resultan fructíferos para el primero. Así es la comunidad igualitaria
entre el Ministerio Público Fiscal y el reo.
El Juez de Garantías, guardián de la paridad entre los contendientes, él que
auspiciaba la contradicción abierta y llana entre las partes, se ve constreñido –luego
de las modificaciones procesales introducidas por la ley provincial nº 13.260- a
seguir los criterios sustentados por el Titular de venganza.
El juicio previo en nuestros tiempos, y en territorio de la Provincia de Buenos
Aires es sólo una bravuconada.
¡Adiós Juez Natural!
La Plata, 30 de agosto de 2.006.
63
64
EL PRINCIPIO DE LA DIGNIDAD
Eduardo Giorlandini
Juan Carlos Giorlandini
Nota bene
El presente trabajo comprende el principio de dignidad de la persona
humana, de la persona laboral, del trabajo y del mundo del trabajo, según la
Doctrina Social Cristiana.
SUMARIO: 1. Introducción. 2. Dignidad. Concepto. 3. Fuente de Derecho y fuente del contrato
de trabajo. 4. Desconocimiento de la dignidad. 5. Naturaleza, cultura y civilización. 6. El Derecho
debe nutrirse en la dignidad de la persona. 7. La dignidad del trabajo
1. Introducción
Hemos tratado de componer una glosa de documentos de la denominada
“Doctrina Social Cristiana” o “Doctrina Social de la Iglesia”.
La interpretación de la Doctrina se ha realizado sin incorporar componentes que
no hayan sido considerados y tratados en tales documentos, que, en el presente, son
citados en forma genérica; en casos, han sido transcriptos los conceptos en forma
literal e íntegra, por la importancia de su contenido.
No está incluido aquí el cúmulo de propuestas de la Doctrina con respecto a la
empresa, por lo que afirmar el respeto a los derechos de la persona laboral implica
sostener también el que corresponde a los empresarios que es trabajador y, como
persona natural, está comprendida en el concepto de dignidad, uno de cuyos signos
es la igualdad, como elemento de la justicia.
La empresa, estructura e institución, es una comunidad que merece ser preservada en un marco de libertad responsable, es decir, orientada hacia el bien común.
65
EL PRINCIPIO DE LA DIGNIDAD
Los contenidos de la Doctrina han sido reconocidos en el Derecho de gran
parte del mundo. Los principios generales del Derecho en su totalidad tienen que
ver con la dignidad de la persona, aunque la misma dignidad reconocida en particular se haya elevado a la grada de principio general del Derecho y sobre la base
de que todos, formando una estructura, constituyen por tal un sistema que debe ser
considerado, interpretado y explicado en su conjunto y en sus categorías:
- Ontológico,
- De respeto,
- Solidaridad,
- Efectividad,
- Inviolabilidad de la persona humana,
- Autonomía de la persona humana y
- De mayor felicidad (según varias teorías)
En el Derecho del trabajo y de la seguridad social existen principios, legislados y no; la ciencia jurídica argentina ha continuado la tradición de denominar
principios del derecho social también a las derivaciones de los principios; empero,
tales productos no tienen menor entidad por dicha causa, al contrario conllevan
la virtud de vigorizar las fuentes del contrato de trabajo (ver mi libro Fuentes de
regulación del contrato de trabajo).
A medida que más se desconoce la dignidad de la persona, en el mundo de la
ciencia jurídica se fortalecen los mecanismos propios de los derechos humanos.
Asimismo, el concepto de dignidad se extiende y es elevado a la cúspide del sistema de principios, como sucede en grupos y comunidades intermedias: parte del
sindicalismo obrero y del cooperativismo. No hace mucho en el Teatro Fundación
Astengo, de Rosario, se reunieron representantes de 380 instituciones (mutuales,
cooperadoras, centros parroquiales, clubes, asociaciones sindicales, cooperativas,
entidades de derechos humanos, medios de comunicación obrera, etcétera). Invocaron la dignificación de la persona humana porque nuestros habitantes tienen una
vocación de progreso humano nacida en la cultura del trabajo.
La Declaración de la Conferencia Episcopal Argentina de San Miguel (77º
Asamblea Plenaria), de abril de 1999, señaló un objetivo: “…justicia para todos,
en particular para los pobres y necesitados”.
Destacó:
“...el amor solidario cuyo fruto es la paz...” “la existencia de desequilibrios
económicos, muchas veces fruto de pautas internacionales, que perturban y degradan
las relaciones sociales”.
Asimismo, declaró:
“...El principio de no discriminación, tan valorado como expresión de la
dignidad humana, también debe aplicarse a la participación de las riquezas”, me66
Eduardo Giorlandini Y Juan Carlos Giorlandini
diante “el trabajo honesto y su justa retribución…” “…los rostros de la pobreza y
la exclusión, como consecuencia de criterios exclusivamente economicistas, son
una afrenta moral que hiere a la humanidad”. “Las falencias en relación a la salud
pública, la educación, el trabajo y la seguridad, lejos de cualquier instrumentación
política partidaria, deben ser asumidas con la grandeza de una cuestión de Estado
que compromete a todos y cada uno en su esfuerzo diario, según el grado de responsabilidad que le compete en la sociedad”.
2. Dignidad. Concepto
Las definiciones y acepciones que contiene el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, no son suficientes para considerar la dignidad de
la persona y del trabajo humano, pues, en este tema, existen elementos importantes
que son inherentes a la condición de la criatura y entendidos como principios superiores a los que puedan emerger de la etimología y la semántica.
Interesa, entonces, el punto de vista de la teología, la filosofía y la ciencia
jurídica, en particular, si es que se trata del progreso y la hominización mediante
el orden jurídico.
Borges había señalado que los españoles enriquecían el idioma agregando
sinónimos. Yo creo que las acepciones son generalmente pocas y que a veces se
pierde, en el Diccionario citado, el centro de interés, aunque lo que puede servir es
la noción de “dignidad”, `calidad de digno` y que “digno” significa `que merece
algo en sentido favorable`, pero no `adverso`, en los términos de la mencionada
fuente. En otras palabras, según el Diccionario también es digno lo que merece
algo en contra, o desfavorable.
Por consiguiente: ¿Qué es lo que merecen la persona y su trabajo? Respeto.
¿Por qué merecen respeto? Porque la persona humana tiene una naturaleza dotada
de inteligencia y voluntad libre y, ergo, derechos y deberes que al ser universales
e inviolables, son absolutamente inalienables y, por otro lado, para los creyentes,
el ser humano es hijo y amigo de Dios; Dios es el fundamento de la dignidad y la
persona humana es coheredera con Cristo, con derechos y deberes, uno de los que
es el comportamiento humanista, el humanismo cristiano y no el humanismo ateo
con sus consecuencias conocidas históricamente. El humanismo cristiano establece
el respeto a la dignidad del trabajador no como sujeto del trabajo ni como objeto
de la economía. La primacía corresponde al trabajo y no al capital.
3. Fuente de Derecho y fuente del contrato de trabajo
Teniendo la dignidad tal significación y diversidad de implicancias se puede
inferir que es fuente de Derecho (objetivo) y fuente de regulación del contrato de
67
EL PRINCIPIO DE LA DIGNIDAD
trabajo, del que también emergen sus derechos (subjetivos) en armonía con el orden
jurídico laboral y el orden jurídico nacional.
En nuestra Constitución de la Nación Argentina se encuentran comprendidos
los fundamentos expuestos líneas arriba, en cuanto a reconocimiento de la dignidad
se refiere. El Preámbulo declara que Dios es “fuente de toda razón y justicia” y el
capítulo de “Declaraciones, Derechos y Garantías” reconoce a la persona humana;
su objeto es el respeto de los derechos de todos los habitantes, como personas. El
Preámbulo es fuente del Derecho.
Así, la dignidad es el contenido de un principio superior, implícitamente reconocido en el ordenamiento jurídico-positivo de la comunidad nacional y, por lo
tanto, de un cuadro de principios derivados y específicos dentro del orden jurídico
laboral, en casos no establecidos en forma expresa en las leyes y si en el plexo de
principios presentados en la doctrina. Por el contrario, de modo creciente, la legislación lesiona constantemente la dignidad del trabajador y del trabajo humano,
por lo cual carece de juricidad y se consolida por ignorancia, complicidad o por
el predominio de una economía que somete a la persona para que ésta la sirva con
productividad cada vez mayor, en aras de una mayor rentabilidad y de disminución
del costo de producción y de otros costos relacionados con el sistema de seguridad
social. Las consecuencias de lo afirmado son variadas y patéticas.
4. Desconocimiento de la dignidad
El sistema capitalista, tal como se manifiesta histórica y contemporáneamente,
desconoce o desmerece el respeto al ser humano y a la persona laboral en especial
y lo instala en un sistema que no es neoliberal sino neoautoritario, una dictadura
económica, injusta, inhumana, no ostensible.
Quienes generan la afectación de la dignidad son personas. “Homo homini
lupus” se traduce de dos modos: “el hombre es el lobo del hombre”, o “el hombre
es un lobo para con el hombre”. La frase está contenida en Asinaria o La comedia
de los asnos, de Tito Maccio Platuo (que vivió aproximadamente entre los años 251
y 184 antes de Cristo), aunque es común que se le atribuya a Thomas Hobbes.
Se trata de una minoría de personas, en el contexto de la población del mundo;
encontraron justificación filosófica y científica en el liberalismo. A ellos se debe el
estado actual de la civilización y la cultura. Esto se deduce de la realidad, es decir
de la Historia. No es suficiente la aprobación de la ONU, del código de Conducta
de las Empresas Transnacionales, porque la naturaleza, hábitos y políticas de éstas
no se altera. Falta la revolución cultural que revalorice a la persona y reconozca la
dignidad, lo que se está latente en la Doctrina Social de la Iglesia, en los pensadores
humanistas cristianos, o en el concepto de Albert Schweitzer; valioso o bueno es
aquello que contribuye al despliegue sostenido de las facultades específicas de la
persona y fomenta la vida.
68
Eduardo Giorlandini Y Juan Carlos Giorlandini
Esto es: hominización: la persona no se realiza a sí mismo si no es superándose,
de manera que así queda explicada la frase de Pascal:
“El hombre supera infinitamente al hombre”.
5. Naturaleza, cultura y civilización
La persona laboral merece respeto no por lo que produce sino, además de lo
expuesto, por su capacidad de creación y de participación y por lo que actúa en pro
de la transformación de la naturaleza.
Ello es sumamente relevante. Si cultura es todo lo que tenga el sello de la persona humana, lo que muestra ostensiblemente la presencia activa de ésta, se advierte
que todo lo que fue transformado, la naturaleza modificada, es una consecuencia del
trabajo humano; el trabajo humano acumulado históricamente es la nota distintiva
de la civilización. Sin embargo, los lineamientos de los procesos de transformación
histórica no fueron concebidos por la persona laboral (dependiente, económica,
técnica y jurídicamente, cuando no sometida a esclavitud o servidumbre), cuyas
inteligencia y voluntad fueron desmerecidas: primero fue esclavo, luego siervo y
finalmente asalariado dependiente, sujeto a una economía sin rostro humano y, hoy,
sometido a un sistema neoautoritario, una economía que opera como dictadura que
no se ve, no se palpa, que asegura una apariencia de orden jurídico desarrollado y
óptimo en general –y un orden laboral flexibilizado gradualmente de modo negativo- que proclama derechos como nunca se proclamó en la Historia, en cuanto a la
persona en general, pero que cada vez es más difícil ejercitar, por la identificación
que se hace del mercado con el Derecho, dentro de éste o, tácticamente, fuera.
El respeto a que obliga la dignidad específica, en lo laboral, alcanza a la
persona que trabaja –dependiente, autónoma, informal o que no trabaja mediando
causa razonable o que pone a disposición del empleador su fuerza de trabajo y
capacidad de creación y participación culturales y que comprende a todo el mundo
del trabajo. Como consecuencia de ello, el Derecho debe inteligirse como medio
destinado a preservar esa idea y desestimar toda forma normativa que no atienda a
una economía sin rostro humano. El concepto de “mundo del trabajo” extiende el
concepto de trabajador y tiene además alcance planetario.
6. El Derecho debe nutrirse en la dignidad de la persona
Puede observarse cómo el Derecho (objetivo) abreva en el respeto a la dignidad
cuando asegura los derechos elementales y tradicionales de la persona natural y
los aumenta con reconocimientos diversos: al considerar la dignidad como límite
a la libertad de prensa, o al admitir la objeción de conciencia, el acoso sexual o la
protección del medio ambiente, dando una brevísima muestra. Empero, se arriba a
69
EL PRINCIPIO DE LA DIGNIDAD
ésto cuando se recurre a los órganos del Poder Judicial; el particular se ve obligado
a promover acciones judiciales; de otro modo su derecho no tiene realidad y efectivización, al no funcionar el “poder de policía”, esto es, el conjunto de facultades
del órgano público para controlar el cumplimiento del orden jurídico y asegurar
los derechos y garantías de la Constitución.
En materia laboral, el mercado gana terreno al orden laboral protectorio,
propio del galantismo clásico y el ser laboral se ve impelido a la disminución de
las condiciones de trabajo para acceder a un puesto de trabajo o para mantener la
fuente de ocupación.
La paradoja estriba en que –como hace mucho lo había declarado la Iglesia
“crece la conciencia de la excelsa dignidad de la persona humana” (Gandium et
Spes). La Iglesia es pecadora, dijo Juan Pablo II y, en su historia milenaria ha tenido
que vivir en medio de vicisitudes, conflictos y diversa estructuras sociales, desde la
esclavitud hasta el proletariado, pero siempre se esforzó para defender la dignidad
humana, que es –como lo asumió Juan XXIII- principio capital de la Doctrina Social
Católica y es el gran mensaje que anuncia al mundo; proclama que “...el individuo
es necesariamente el fundamento, causa y fin de todas las instituciones…”
El individuo, por el ejercicio de su libertad, al afirmar su Fe, se eleva a un
orden sobrenatural, igualmente razón de su dignidad, que el legislador debe respetar
oyendo “...al anuncio potente que desde la cuna de Belén resuena en los oídos de los
hombres hasta los últimos confines de la tierra en un tiempo en que esta dignidad
está más dolorosamente rebajada (Benignitas et Humanitas)”.
El derecho debe abrevar en la dignidad porque sin dignidad no hay paz ni otros
valores, que constituyen un sistema y merecen estimación en su conjunto. Cuando
nos olvidamos o apartamos de las estructuras axiológicas nos olvidamos o apartamos de nuestra conciencia, nos descuidamos a nosotros mismos y en este caso nos
inclinamos hacia lo práctico y técnico; nos capacitamos para competir, no para ser
mejores y es eso lo que nos enseña e impone el mismo Derecho, particularmente
con la flexibilización como es concebida.
En la dignidad está inserta la libertad porque ésto es lo que nos permite estar en
manos de nuestro albedrío y ser así dueños de nuestras acciones. Hablo de la libertad
con responsabilidad, es decir, usada como facultad pasional para obrar el bien.
Más, el Estado tiene un débito social y debe tutelar la vida de todos por igual; a
nadie le está permitido violar impunemente la dignidad, o poner trabas en la marcha
del perfeccionamiento humano.
Para asegurar la plenitud de derechos y valores jurídicos y humanos el poder
del Estado debe limitarse; así se conforma el Estado de Derecho y el constitucionalismo social (anteposición del interés social, con los derechos sociales en especial,
y racionalización del poder estadual para favorecer los derechos subjetivos).
Toda regulación jurídica debe respetar la dignidad de todos, sin discriminación alguna; comprende a quienes no eran el camino y a los que se equivocan o
desvían.
70
Eduardo Giorlandini Y Juan Carlos Giorlandini
Pero la dignidad relativamente se pierde cuando “...la conciencia se va entreteniendo por el hábito del pecado (Gaudium et Spes)”.
Así y todo la ley debe mantener derechos dentro de cada situación humana
y jurídica.
El liberalismo lesiona a la dignidad porque subordina ésta a la producción,
en virtud del horizonte puramente material en que se inscribe y en el que pretende
colocar a la persona laboral. El utilitarismo jurídico afecta a la dignidad humana.
Queda comprendido en tales signos el comunismo del siglo XX como el nazismo
y el fascismo. Todos los totalitarismos, despotismos y autoritarismos son enemigos
de la dignidad humana.
La democracia debe ser plena y la justicia debe ser social en el sentido de
una adecuada distribución de la riqueza y de las condiciones de vida, libertad y
trabajo.
“Las normas jurídicas positivas, reguladoras de la propiedad privada, pueden
modificar y conceder un uso más o menos limitado”.
La propiedad privada, en lo posible, debe otorgarse a todos (Mater et Magistra),
además del derecho al uso de los bienes de la tierra (id.). La propiedad debe tener
una función social (Pío XII). El derecho al uso de los bienes de la tierra prevalece
sobre el de la propiedad privada o pública y admite ésta principalmente en función
social y en función de la paz social (Santo Tomás y encíclica Laborem exercens,
Juan Pablo II). El derecho de propiedad es relativo.
“...Desde este punto de vista, pues, en consideración del trabajo humano y
del acceso común a los bienes destinados al hombre, tampoco conviene excluir
la socialización, en las condiciones oportunas, de ciertos medios de producción
(Laborem exercens)”.
La Doctrina Social Cristiana (Laborem exercens) propone ideas acerca de la
copropiedad de los medios de trabajo, la participación de los trabajadores en la gestión y, en los beneficios del llamado “accionariado” del trabajo y otros semejantes.
La socialización no se entiende como “mero paso de los medios de producción a
la propiedad del Estado, dentro del sistema colectivista” sino un sentido de copropiedad. Debe “...retribuirse al trabajador con un salario establecido conforme a las
normas de la justicia y que, por lo mismo, según las posibilidades de la empresa,
le permita, tanto a él como a su familia, mantener un género de vida adecuado a la
dignidad… (Pío XII, Mensaje del 1 de junio de 1941)”.
En el ordenamiento de la economía le cabe al poder del Estado el papel de
coordinación, desanimar el egoísmo y favorecer un mejor equilibrio de la vida
económica. Pío XII, en su Radiomensaje de Navidad de 1942, expresó: “...Se despierta la conciencia de un ordenamiento jurídico que extiende su mano protectora
y vindicativa aún sobre los inviolables derechos del hombre y los proteja contra
los ataques de todo poder humano”.
71
EL PRINCIPIO DE LA DIGNIDAD
Asimismo, que asegure derechos que son universales e inviolables y que no
pueden desconocerse por ningún concepto (id.). La persona tiene derecho a la
existencia, a la integridad corporal y a los medios para un decoroso nivel de vida:
alimento, vestido, vivienda, descanso, asistencia médica y servicios que debe prestar
el Estado (Juan XXIII, Pacem in Terris).
“...De lo cual se sigue que el hombre posee también el derecho a la seguridad personal en caso de enfermedad, invalidez, viudez, vejez, paro y, por último,
cualquier otra eventualidad que le prive, sin culpa suya, de los medios necesarios
para su subsistencia” (id.).
“...También es un derecho del hombre el acceso a los bienes de la cultura.
Por ello, es igualmente necesario que reciba una instrucción fundamental común y
una formación técnica o profesional de acuerdo con el progreso de la cultura en su
propio país” (id.). Están comprendidos “los más altos grados de estudio”.
Con los derechos económicos está unido el de exigir tales condiciones de
trabajo que no debiliten las energías del cuerpo, no comprometan la integridad
moral, ni dañen el normal desarrollo de la juventud; en lo que se refiere a la mujer,
hay que darle la posibilidad de trabajar en condiciones adecuadas a las exigencias
y los deberes de esposas y madres (Rerum Novarum, Pacem in Terris).
Corresponde, igualmente, la defensa legítima de los propios derechos de la
persona humana, que tiene el inalienable derecho a la seguridad jurídica, protegido
contra todo ataque arbitrario (Pacem in Terris), como por ejemplo es la discriminación, la negación de derechos subjetivos públicos o privados, o de la posibilidad
de participación en la familia, la empresa, las asociaciones y entidades intermedias
y órganos del poder político.
De todo ello surge que no deben ser disminuidos los derechos y las condiciones de trabajo ya adquiridos y los beneficios de la política social y del sistema de
seguridad social.
7. La dignidad del trabajo
Sin perjuicio de admitirse la dignidad de la persona y de reconocerse el principio de la personalidad en forma plena, se asume la dignidad del trabajo, como
actividad; y su producto, como resultado, que refleja su personalidad. Nótese que
el trabajo del dependiente es personal, intuitu personae, y que implica un derecho
personal, tan patrimonial y moral como el derecho de autor, protegido por las leyes
específicas, denominadas “de propiedad intelectual”, aunque medie un contrato
de trabajo; me refiero a una substancia común para conocer con más amplitud el
significado del trabajo humano, que tiene la impronta de la persona.
Además de haberse creado a imagen y semejanza de Dios es colaboradora
de Dios, comprendido el trabajo humano en el sentido de la encíclica Laborem
exercens, como toda labor del hombre en y para el mundo; tiene el mandato cultu72
Eduardo Giorlandini Y Juan Carlos Giorlandini
ral y el de participar en la construcción del mundo, para lo cual no existe trabajo
inferior o subalterno, lo que es sostenido por el cristianismo y por el judaísmo. Los
apóstoles fueron trabajadores y Cristo nació como hijo de un artesano y trabajó en
el taller paterno.
Más todavía, debe reconocerse dignidad, en forma total, al mundo del trabajo,
en sentido universal y planetario, y sostenerse por ello la necesidad imperiosa de
humanización del Derecho y del mundo laboral. La dignidad del trabajo exige que
tenga prioridad sobre el capital (Laborem exercens), a todo nivel empresarial y
económico.
Podríamos aquí hacer, por lo ya dicho, una diferenciación: la dignidad de la
persona y en especial la dignidad de la persona en el mundo del trabajo y en el
trabajo y del producto de su trabajo. Los instrumentos y demás elementos y condicionamientos del mundo del trabajo deben subordinarse a la persona laboral, que
es la determinante de los procesos socio-económicos, tecnológicos, productivos,
organizativos y de todas las estructuras económicas y los ordenamientos políticos
(Laborem exercens). De esto pueden extraerse numerosas observaciones sobre
aspectos tecnológicos, selección de personal, etcétera, dada la espiritualidad del
trabajo. No hay en todo esto fundamentación alguna en función de fines que no
sean al servicio del hombre.
73
EL PRINCIPIO DE LA DIGNIDAD
74
PACTOS SOBRE HERENCIAS FUTURAS
Jorge Oscar Perrino*
La tendencia en algunas legislaciones a incorporar la sucesión contractual
creemos que amerita el análisis de las desventajas y ventajas de la misma lo
que haremos a continuación.
SUMARIO: 1. Sucesión Concepto. 2. Sucesión traslativa y sucesión constitutiva. 3. Sucesión
entre vivos y sucesión mortis causa. 4. Clases de sucesión mortis causa. 5. Sucesión contractual.
6. Los pactos sucesorios en el derecho comparado. 7. Pactos sucesorios en el derecho argentino.
8. Sanción a los pactos de herencias futuras. 9. Supuesto de contrato simultáneos sobre bienes
presentes y otros que dependen de una sucesión aun no diferida 10. Jurisprudencia argentina sobre
pactos sucesorios. 11. El proyecto del código civil unificado con el código de comercio redactado
por la comisión designada por decreto 685/95. 12. Consideraciones finales.
1. Sucesión concepto:
der.
La voz sucesión, del latín successio-onis, significa, acción y efecto de suce-
A su vez suceder tiene su origen en el latín succedere, que significa seguir
una persona a otra .
Ahora bien, la adquisición de un derecho puede nacer en cabeza del titular
o puede haber existido con anterioridad y ser consecuencia de la transmisión del
titular anterior.
*
Director del Instituto de Derecho Civil del CALP. Profesor Titular de Derecho de Familia y Sucesiones
(Cátedra II) de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de La Plata.
Pequeño Larousse ilustrado p 962 Ed. Larousse Buenos Aires 1994.
Pequeño Larousse ilustrado p 962 Ed. Larousse Buenos Aires 1994.
75
Pactos sobre herencias futuras
A la primera la denominamos adquisición originaria y a la segunda adquisición
derivada.
Toda adquisición derivada importa una sucesión.
No obstante bueno es recordar que en la doctrina han existido autores que consideran que existe sucesión tanto en la adquisición derivada como en la originaria.
Así lo ha sostenido Dernburg quien afirmó que en la adquisición originaria el
derecho del sucesor subsiste por sí; sin derivar su fuerza del derecho del predecesor.
El usucapiente adquiere la propiedad que antes competía a otro por efectos de la
posesión continua y la buena fe. No apoya su derecho en el de su predecesor.
Similar criterio sustentó Windschied, quien afirmó que “la expresión suceder…viene usada aun cuando alguno con un derecho de nueva creación, sub-entra
en el lugar de uno hasta ahora titular.
No participamos de esta concepción pues consideramos que en la adquisición
originaria por su naturaleza no existe sucesión pues no media ningún tipo de derivación, por el contrario hay una constitución nueva de la relación.
Como sostiene Maffia la adquisición originaria se caracteriza por la ausencia
de una relación de hecho que vincule a dos sujetos por cuanto el nexo se establece
en forma directa entre el sujeto adquirente y el derecho adquirido.
Vélez Sarsfield adoptó el criterio que sustentamos cuando dispuso en el art.
3262 del CCiv. “Las personas a las cuales se transmitan los derechos de otras
personas, de tal manera que en adelante puedan ejercerlos en su propio nombre,
se llaman sucesores. Ellas tienen ese carácter, o por la ley, o por voluntad del
individuo en cuyos derechos suceden”.
Por tanto sucesión importa, como sostiene Zannoni, “la sustitución de un sujeto
por otro en la titularidad del derecho sobre el objeto de una relación jurídica”.
Cicu considera que hay sucesión cuando cambia el sujeto permaneciendo el
derecho subjetivo o la obligación.
Igual criterio sustenta Von Tuhr cuando sostiene que el derecho subjetivo
guarda su identidad no obstante el cambio del titular, pues no se substituye un
DERNBURG, Heinrich “Pandette” (Dir. delle obb.) t I Iª parte párrafo 81, trad. it., Torino-Milano, 1903.
Edit. Fratelli.Bocca
WINDSCHIED, Bernardo “Diritto delle pandette” t I 193 nota 5 Turin Edit. Unione Tipográficaurinese.
1925
BOFFI BOGGERO, Luis. voz Sucesiones Enciclopedia Jurídica Omeba t XXV p 938. Editorial Bibliográfica Argentina. 1968.
MAFFÍA, Jorge O. Manual de Derecho Sucesorio p 1 T I 3ª Edición, Edit. Depalma .Buenos Aires
1987
ZANNONI, Eduardo A. Derecho Civil. Derecho de las Sucesiones t 1 p 41 Edit. Astrea, 4º edición. Buenos
Aires 1997
CICU, Antonio “Derecho de las Sucesiones” Parte general. Publicaciones del Real Colegio de España
en Bolonia 1961
76
Jorge Oscar Perrino
derecho nuevo al antiguo, sino que el derecho del titular nuevo debe considerarse
idéntico al del precedente.
El Codificador consagra lo antes expuesto en el art. 3270: “Nadie puede transmitir a otro sobre un objeto, un derecho mejor o más extenso que el que gozaba;
y recíprocamente, nadie puede adquirir sobre un objeto un derecho mejor y más
extenso que el que tenía aquel de quien lo adquiere”.
Se acoge de esta manera la sentencia del Digesto, ley 54, título 17, libro 50
“Nemo plus iuris ad alium transferre potest quam ipse haberet”.
De igual forma manteniendo el concepto adoptado Vélez Sarsfield dispuso
en el art. 3276 CCiv: “Las disposiciones tomadas por el propietario de la cosa
relativamente a los derechos comprendidos en la propiedad, son obligatorias para
el sucesor”.
En similar sentido se establece en los artículos: 3277: La violencia, el error,
el dolo y las irregularidades de que adolezca el título del que trasmite un derecho,
pueden igualmente ser invocados contra el sucesor y 3278: Un derecho revocable
desde que se constituyó, permanece revocable en poder del sucesor.
2. Sucesión traslativa y sucesión constitutiva
En la sucesión derivada, el contenido objetivo del derecho existente pasa al
nuevo titular pudiendo comprender la totalidad del mismo, tal el supuesto de la
compraventa de un inmueble en cuyo caso nos encontramos ante una sucesión
traslativa.
Por el contrario la transmisión puede tener un carácter mas restringido, es
decir de menor extensión que el que tiene sobre el bien, por ejemplo la constitución de un derecho real de usufructo, tratándose este supuesto de una sucesión
constitutiva10 .
3. Sucesión entre vivos y sucesión mortis causa
La sucesión entre vivos tiene su causa eficiente en los actos jurídicos cuya
eficacia no está sujeta a la muerte del titular del derecho transmitido, sino que la
misma es contemporánea a la celebración del negocio, no obstante que sus efectos
puedan quedar diferidos a una condición o modalidad.
En tal sentido dispone el art. 947 CCiv.: “Los actos jurídicos cuya eficacia no
depende del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emanan, se llaman en este
Código actos entre vivos, como son los contratos. Cuando no deben producir efecto
VON TUHR, Andreas. Derecho Civil Vol.I -1, p 273 traducción Tito Ravá. Buenos Aires Depalma
1946- 1948
10
OERTMAN, Paul. Introducción al Derecho Civil ps 182-183. Edit. Labor S.A. Barcelona 1933
77
Pactos sobre herencias futuras
sino después del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad emanan, se denominan
disposiciones de última voluntad, como son los testamentos”.
La sucesión mortis causa tiene como causa eficiente la muerte de la persona a
suceder. A partir de la muerte opera la apertura y la transmisión de la herencia, causándose ello en mismo instante, no habiendo entre ellos ningún intervalo de tiempo
por cuanto son indivisibles afirma el Codificador en la nota el art. 3282 CCiv.
A partir de la muerte, por tanto, debe establecerse el destino de las relaciones
subsistentes de las que era titular la persona de cuya sucesión se trata como expresa
el aforismo latino” is de cuius successione agitur” y de allí que se denomine al
causante como “de cuius”11.
La sucesión mortis causa ha generado en la historia del derecho doctrinas encontradas primero en cuanto a su procedencia o no, y luego respecto de la forma en
que debe operar la misma, esto es, considerando al heredero como continuador de
la persona del causante lo que ha derivado en el régimen de sucesión en la persona
o si por el contrario debe abandonarse este criterio y adoptar el régimen de sucesión
en los bienes. De ello se deriva si el heredero lo es a título universal o particular,
todo lo cual analizaremos.
4. Clases de sucesión mortis causa
Según sea la causa eficiente del llamamiento existen en el derecho tres clases
de sucesión mortis causa:
a) Legítima. Es aquella diferida por la ley
b) Testamentaria: es la diferida por la voluntad unilateral del causante.
c) Contractual: es aquella diferida por la voluntad conjunta del causante y
uno o varios terceros interesados o de estos entre si mediante la retransmisión o
renuncia de sus derechos.
5. Sucesión contractual
La sucesión contractual se estructura a través de los pactos sucesorios.
Maffía lo define como “la convención mediante la cual el causante organiza
su sucesión de acuerdo con otros interesados, o éstos, estipulando entre si en vida
del causante, transfieren o abdican sus derechos”12 .
La sucesión contractual exige la reunión de tres requisitos. 1) que se formalice
respecto de una herencia futura, es decir una sucesión no abierta. 2) que el objeto
del contrato esté vinculado a dicha sucesión comprendiendo la totalidad de su haber
MAFFÍA, Jorge O. Manual…cit t I p 2, ZANNONI, Eduardo A. Derecho Civil. Derecho de las Sucesiones
cit t 1 p 48.
12
MAFFÍA, Jorge O- Manual … cit t I. p 8.
11
78
Jorge Oscar Perrino
o un bien singular de la misma. 3) que su celebración tenga su fundamento en la
existencia de un derecho hereditario.
Comprende diversas figuras:
a) Pacto sucesorio institutivo. Es aquél que tiene por objeto constituir a una
o varias personas como herederos o legatarios.
El instituido por el pacto puede ser uno de los otorgantes y asimismo los otorgantes recíprocamente o aun mas un tercero que no ha intervenido en el acto.
Argumenta Sánchez Aristi que se celebra a fin de asegurar la continuidad y
evitar la fragmentación de las propiedades familiares, en particular las agrarias y al
mismo tiempo tiene la ventaja de la seguridad que ha de proporcionar al heredero
instituido porque a diferencia del testamento el pacto sucesorio no es revocable
unilateralmente por el causante13.
Por lo demás, sostiene el nombrado autor, “el heredero contractual, habida
cuenta de esa seguridad, tiene un incentivo para contribuir a conservar y mejorar
el bien o bienes objeto de atribución a su favor, incluso en vida del propio causante”.
b) Pacto sucesorio de renuncia. Es también denominado pacto renunciativo
y es aquel celebrado antes de la apertura de la sucesión, por el cual una persona
abdica total o parcialmente, gratuita u onerosamente de la herencia futura del otro
celebrante.
c) Pacto sucesorio de disposición. Denominado también dispositivo, es aquel
en el que una persona efectúa una negociación con un tercero respecto de bienes de
una persona viva que espera recibir a titulo de heredero (pactum hereditate tertii).
Corresponde tener en consideración que el causante no forma parte del pacto.
Los pactos sucesorios no han sido bien vistos por la mayoría de las legislaciones, aunque en la actualidad se intenta su admisión e inclusive están legislados
en algunos códigos de influencia germánica.
Se argumentan en su disfavor:
1) Que este tipo de contratos es odioso e inmoral y contrario a las buenas
costumbres porque se especula con la muerte de una persona y alienta el interés de
su pronto acaecimiento, es decir el votum mortis14.
Se ha intentado responder a este argumento sosteniendo que igualmente en la
sucesión testamentaria el instituido heredero puede desear que la muerte se produzca prontamente y por tanto no pueda sustraerse al votum mortis máxime que,
contrariamente a lo que ocurre con la sucesión contractual, sobre su institución
estará siempre el riesgo del posible cambio en la voluntad del testador.
13
SÁNCHEZ ARISTI, Rafael. Pactos Sucesorios.1. principal, Sucesiones: Política del Derecho, p 4
-document.php?id=133 Internet14
SALVAT, Raymundo. Tratado de Derecho Civil Argentino. Fuente de las obligaciones t I nº 121 p 114
y ss. MAFFÍA. Manual… cit cit. t I p 9.
79
Pactos sobre herencias futuras
No participamos de este criterio pues en muchos casos el instituido o el legatario
ignora dicha designación por que lo mal puede estar afectado por el votum mortis.
Pero aún cuando tuviere conocimiento de ello no ignora que es de la esencia del
testamento su carácter de revocable, por lo que mas que desear la muerte intentará
si tiene interés, continuar observando un proceder que amerite el mantenimiento
de la institución.
2) Que constituyen un peligro porque no se puede descartar la utilización de
medios criminales para provocar la muerte15.
3) Que es atentatoria contra la libertad de testar pues quien lo suscribe tiene
limitada la misma por haber suscripto este tipo de convenio.
En efecto el pacto sucesorio conculca la libertad de disponer por testamento
y su facultad de revocación, pues por su carácter no bastaría la sola voluntad del
causante para dejarlo sin efecto.
Ello así porque el pacto sucesorio se caracteriza por su irrevocabilidad, dado
su carácter contractual, siendo de aplicación en la especie el principio romano pacta
sunt servanda (los pactos deben ser cumplidos).
No obstante se ha argumentado que la libertad de testar no tiene en este tiempo
la amplitud y trascendencia jurídica que tenía en otras épocas porque está sometida
a numerosas limitaciones que comparadas con las que se derivan de la celebración
de un pacto sucesorio éstas resultan pequeñas frente a aquéllas.
Por lo demás se considera que la limitación de la libertad de testar por haber
celebrado el pacto sucesorio se encuentra ampliamente compensada por la ampliación de la libertad contractual que importa la facultad de celebrar ese pacto.
4) Que se constituirían en un medio para afectar la legítima de los herederos
forzosos
5) Que en orden a la naturaleza del objeto teniendo en cuenta su carácter de
futuro y eventualmente indeterminado hasta que se produzca la muerte del causante,
los bienes que éste hubiera adquirido con posterioridad a la celebración del contrato
integrarían el haber en atención a la fuerza expansiva de la vocación sucesoria.
6) Que afecta la espontaneidad en la formación de la voluntad testamentaria
pues el pacto sucesorio se constituiría en un obstáculo insalvable para ejercer la libertad testamentaria todas las veces que así lo crea conveniente hasta su muerte.
El prohijamiento de los pactos sucesorios se fundamenta en quienes alientan
su regulación en la necesidad de otorgar una amplia facultad de disposición al causante para disponer por causa de muerte evitando en todo lo posible la existencia
de restricciones.
Ello como se advierte tiene una íntima vinculación con el principio de autonomía que no sólo se propone como paradigma para el Derecho de Familia sino
también en el marco del Derecho de las Sucesiones.
15
SALVAT, Raymundo. Tratado… Fuente de las obligaciones cit t I nº 121 p 115 y ss.
80
Jorge Oscar Perrino
6. Los pactos sucesorios en el derecho comparado
El estudio del tema en el derecho comparado permite advertir dos grandes
tendencias. Los códigos de los países latinos desestiman el pacto sucesorio, mas
aún lo prohíben expresamente.
Así el Código Civil Español en el Art. 1271 dispone: “Pueden ser objeto de
los contratos todas las cosas que no están fuera del comercio de los hombres, aun
las futuras.
Sobre la herencia futura no se podrá, sin embargo, celebrar otros contratos
que aquellos cuyo objeto sea practicar entre vivos la división de un causal conforme
al art.1056…”.
Sin embargo, los derechos civiles forales de España admiten los pactos sucesorios.
En tal sentido corresponde señalar el pacto institutivo que regula el art. 67 del
Código de Sucesiones por Causa de Muerte de Cataluña (CSC).
Igualmente registra el instituto del heredamiento en el que se admite que
mediante capitulaciones matrimoniales sean otorgados por un tercero en beneficio
de los contrayentes (arts. 71/89 CSC); o por éstos a favor de sus hijos (arts. 90/98
CSC); o a favor de ambos recíprocamente (arts. 99 y 100 CSC).
Con igual criterio la Ley del Derecho Civil Foral del País Vasco en los arts.
74 a 83 regula el pacto sucesorio institutivo.
En similar línea legislativa el Fuero Nuevo de Navarra (FNN) reconoce la
validez de los pactos institutivos, renunciativos y también la tercera categoría de
los mismos, ésto es los dispositivos (arts. 155 y ss. FNN).
Asimismo, en Aragón se admiten los pactos sucesorios de carácter institutivos
tanto de naturaleza universal como particular pudiendo resultar beneficiarios uno de
los otorgantes o ambos (arts. 70/81 de la Ley de Aragón de Sucesiones por Causa
de Muerte –LASCM-).
También se admiten los pactos renunciativos de la herencia futura conforme
lo regula el art. 84 de LASCM.
Por otra parte, la Ley de Derecho Civil de Galicia legisla la materia con mucha
amplitud, pues admite cuatro tipos de pactos sucesorios: 1) el usufructo voluntario
universal de viudedad (arts. 118/127 LDCG); 2) el pacto de mejora (arts. 128 y
129 LDCG); 3) el pacto denominado “derecho de labrar y poseer” (arts. 130/133
LDCG), y 4) las apartaciones (arts. 134 y 135 LDCG).
El Código Civil Italiano dispone igualmente en el art. 458: “Es nula toda
convención por la que alguien dispone de los derechos que le pueden corresponder
eventualmente sobre la sucesión no abierta, o la renuncia a los mismos”
El Código Civil Francés en el art. 791 prohíbe la renuncia o aceptación de
herencias futuras cuando establece: “No se puede, ni tan siquiera en capitulaciones
81
Pactos sobre herencias futuras
matrimoniales, repudiar la herencia de una persona viva, ni enajenar los eventuales
que se puedan tener a esa herencia”.
También el Código Civil de Bolivia dispone en el Art. 1002 que:” La herencia
se defiere por la ley o por voluntad del de cujus manifestada en testamento...”.
En el art. 1004 sanciona con nulidad los contratos sobre sucesiones futuras
disponiendo: “Es nulo todo contrato por el cual una persona dispone de su propia
sucesión. Es igualmente nulo todo contrato por el cual una persona dispone de los
derechos que puede esperar de una sucesión no abierta, o renuncia a ellos, salvo
lo dispuesto en los dos artículos que siguen.”
No obstante contiene excepciones a dicha prohibición, autorizándolos en dos
supuestos:
a) Cuando el contrato solo comprometa la porción disponible y cuando no tenga
el titular herederos forzosos en cuyo caso podrá disponer todo o parte de su propia
sucesión. En tal sentido el art. 1005 establece: “art. 1005.- (Excepción al contrato
sobre sucesión futura):”Es válido el contrato por el cual una persona compromete
la parte o porción disponible de su propia sucesión. No teniendo herederos forzosos,
podrá disponer por contrato de la totalidad o parte de su propia sucesión”.
b) Cuando el contrato se celebre entre cónyuges conviniéndose y se pacte
que el sobreviviente pueda adquirir el negocio o comercial propio del premuerto;
o el equipo profesional y sus instalaciones donde ambos cónyuges trabajaban en
el momento de la muerte del de cujus; o uno o varios bienes muebles personales
del cónyuge fallecido, determinados en su naturaleza; o el inmueble, y su mobiliario, ocupado como vivienda por los esposos en el momento de la muerte del de
cujus. Así lo dispone el art. Art. 1006.- (Contratos de adquisición preferente entre
cónyuges). “Es válido el contrato por el cual los cónyuges convienen en que el
sobreviviente pueda adquirir el negocio y comercial propio del premuerto; o el
equipo profesional y sus instalaciones donde ambos cónyuges trabajaban en el
momento de la muerte del de cujus; o uno o varios bienes muebles personales del
cónyuge fallecido, determinados en su naturaleza; o el inmueble, y su mobiliario,
ocupado como vivienda por los esposos en el momento de la muerte del de cujus.
En todos estos casos el beneficiario pagará el valor apreciado el día en que se
haga efectiva esta facultad”.
En cambio ha tenido recepción en códigos de raíces germánica. Tal ejemplo
del Código Alemán y del Código Suizo.
El primero de ellos regula los pactos institutivos en los §§ 2274 a 2302 BGB
(Bürgerliches Gesetzbuch -Código civil alemán-), y los pactos renunciativos en
los §§ 2346 a 2352 BGB.
El § 311b BGB prohíbe los pactos sucesorios dispositivos, salvo si son celebrados entre dos futuros herederos y comprende la porción de la legítima de uno
a favor del otro. El pacto institutivo tienen entre sus efectos la irrevocabilidad de
lo estipulado (§ 2289.1 BGB). Por tanto será ineficaz cualquier disposición de
82
Jorge Oscar Perrino
última voluntad del causante que sea posterior al pacto sucesorio en tanto afecte
el derecho del designado.
Por su parte el Código Suizo permite en el art. 494 que una persona celebre
un pacto sucesorio obligándose a dejar su herencia o un legado, a su co-contratante
o a un tercero.
Empero faculta al causante a ejercer su derecho a disponer de sus bienes,
permitiendo la impugnación de las mismas en tanto contradigan lo estipulado en
el pacto.
En el art. art. 495 del CC suizo se regula el pacto renunciativo celebrado entre
el causante y uno de sus herederos. Cabe agregar que la renuncia del heredero puede
ser gratuita u onerosa.
7. Pactos sucesorios en el Derecho argentino
Nuestro derecho desestimó la sucesión contractual y los pactos sucesorios.
En efecto sólo admite como causa eficiente de la sucesión la voluntad del
testador (sucesión testamentaria) y la voluntad de la ley (sucesión legítima).
En tal sentido dispone el art. 3280 CCiv: “La sucesión se llama legítima,
cuando sólo es deferida por la ley, y testamentaria cuando lo es por voluntad del
hombre manifestada en testamento válido. Puede también deferirse la herencia de
una misma persona, por voluntad del hombre en una parte, y en otra por disposición de la ley”.
En la nota al citado artículo el Codificador expresamente dice: “no hay pues
sucesión universal por contratos. Es permitido a los cónyuges en las convenciones
nupciales hacerse algunas ventajas, pero nunca contratar su sucesión…”.
A su vez el art. 1175 CCiv prohíbe los pactos sobre herencias futuras cuando
establece: “No puede ser objeto de un contrato la herencia futura, aunque se celebre con el consentimiento de la persona de cuya sucesión se trate; ni los derechos
hereditarios eventuales sobre objetos particulares”.
Ello guarda íntima correlación con lo normado en los artículos 3311 y 3312,
que establecen: “3311. Las herencias futuras no pueden aceptarse ni repudiarse.
La aceptación y la renuncia no pueden hacerse sino después de la apertura de la
sucesión. 3312. El heredero presuntivo que hubiere aceptado o repudiado la sucesión de una persona viva, podrá sin embargo aceptarla o renunciarla después de
la muerte de esa persona”.
En la nota al art. 3311 el Codificador explicita aun mas el alcance de la norma cuando expresa:“Es una consecuencia del artículo, que deben ser prohibidos
los contratos sobre sucesiones futuras, no sólo a los herederos y a los terceros,
sino también a aquél de cuya sucesión se trate, en el sentido de que la facultad
de disponer de sus bienes por un acto de última voluntad, no puede ser objeto de
83
Pactos sobre herencias futuras
un contrato. Así, el acto por el cual una persona vende a otra los valores que ella
tuviese el día de su fallecimiento, es nulo”.
En consonancia con lo establecido el art. 848 CCiv. prohíbe transigir sobre
herencias futuras estableciendo: “No puede haber transacción sobre los derechos
eventuales a una sucesión, ni sobre la sucesión de una persona viva”.
LLambías consideró una directiva innecesaria, pues reitera lo que dispuso el
art. 1175 CCiv16.
Igualmente el art. 1449 CCiv. prohíbe la cesión de la esperanza de sucesión,
al establecer: “Es prohibida la cesión de los derechos de uso y habitación, las
esperanzas de sucesión, los montepíos, las pensiones militares o civiles, o las que
resulten de reformas civiles o militares, con la sola excepción de aquella parte que
por disposición de la ley, pueda ser embargada para satisfacer obligaciones”.
Esta disposición guarda una evidente congruencia con lo dispuesto en el art.
1175 CCiv.
Sin embargo la prohibición no reviste en nuestro derecho un carácter absoluto
pues reconoce algunas limitaciones que pasaremos a analizar.
1) El texto original del art. 1217 CCiv. al regular las convenciones matrimoniales, en el inciso 4º admitió “Las donaciones que los esposos se hagan de los
bienes que dejaren por su fallecimiento”, el que había sido objetado por parte de
la doctrina por considerar que admitía la sucesión contractual que se encontraba
prohibida. Este inciso fue derogado por la ley 17.711.
2) Los artículos 3514 a 3538 CCiv. regulan la partición que pueden efectuar
el padre, la madre o demás ascendientes entre sus descendientes.
En el art. 3604 CCiv reformado por ley 17.711 se admite el pacto de reconocimiento de onerosidad, cuando trata de la enajenación que hiciere el testador
a favor de uno de los herederos forzosos con cargo de una renta vitalicia o con
reserva de usufructo.
3) En el art. 1654 CCiv, se reguló el pacto de exclusión de herederos en la
continuación de la sociedad constituida por el causante. En el texto originario el
inc. 3 admitía como válida la estipulación “que la totalidad de las ganancias, y aun
de las prestaciones a la sociedad, pertenezca al socio o socios sobrevivientes”. La
misma fue derogada por la ley 17.711.
La Ley de Sociedades 19.550, fulmina con nulidad una estipulación de este
tipo en el art. 13 inc. 4: “Son nulas las estipulaciones siguientes: ..4º Que la totalidad de las ganancias y aun las prestaciones a la sociedad, pertenezcan al socio
o socios sobrevivientes”.
El actual inc. 3º (antes 4º) permite estipular: “Que por fallecimiento de cualquiera de los socios, sus herederos sólo tengan derecho a percibir como cuota de
16
LLAMBÍAS, Jorge J. Código Civil Anotado. Obligaciones t II p 830 Ed. Abeledo Perrot. Buenos Aires
1979
84
Jorge Oscar Perrino
sus ganancias una cantidad determinada, o que el socio o socios sobrevivientes
puedan quedar con todo el activo social, pagándole una cantidad determinada.
Empero la aplicación de esta estipulación, no podrá afectar la legítima de los herederos forzosos. Además será invocable en cualquier caso el derecho que acuerda
el artículo 1198 respecto de las circunstancias imprevistas sobrevinientes”.
8.- Sanción a los pactos de herencias futuras
Los contratos sobre herencias futuras son nulos de nulidad absoluta, pues
afectan el orden público.
En consecuencia no son pasibles de confirmación (art. 1047 CCiv.) y no pueden
quedar cubiertos por prescripción.
9. Supuesto de contratos simultáneos sobre bienes presentes y
otros que dependen de una sucesión aun no diferida
El Codificador previó del supuesto del acápite, en el art. 1176 que dispone:
Los contratos hechos simultáneamente sobre bienes presentes, y sobre bienes que
dependen de una sucesión aún no deferida, son nulos en el todo, cuando han sido
concluidos por un solo y mismo precio, a menos que aquél en cuyo provecho se ha
hecho el contrato consienta en que la totalidad del precio sea sólo por los bienes
presentes.
Del análisis del artículo se desprende que ha de tratarse de un contrato en el
que la operación se haya concluido por un solo y único precio que resulte no factible
de separar, circunstancia que acarrea la nulidad.
Ahora bien, si la parte beneficiaria presta el consentimiento en el sentido de
que la totalidad del precio lo ha sido únicamente por los bienes presentes, será
válido el contrato solamente respecto de los mismos, no así en relación con la
herencia futura.
Es decir, sería un supuesto éste de cláusulas contractuales separables, por lo
que es admisible de cumplirse las condiciones mencionadas en el párrafo anterior la
nulidad parcial, pues nos encontraríamos frente a dos contratos distintos celebrados
en un mismo instrumento.
10. Jurisprudencia argentina sobre pactos sucesorios
Nuestros tribunales han tenido oportunidad de expedirse en la materia. En tal
sentido la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Garantías en lo Penal
de Necochea el 28 de octubre de 2003 confirmó la resolución de primera instancia
85
Pactos sobre herencias futuras
al considerar que, el convenio por el cual el causante reconocía la deuda que mantenía con la actora y donde se establecía que la misma iba a ser abonada con dos
inmuebles de su propiedad, luego de su fallecimiento, constituía un pacto sucesorio,
inválido en nuestro ordenamiento.
Consideró que “el instrumento esgrimido por la actora para solicitar escrituración contiene un verdadero pacto sucesorio, conclusión que fundo en el análisis
gramatical de su texto, la conducta de la actora y en la prueba colectada ponderada en base a las reglas de la sana crítica, es decir las aconsejadas por el buen
sentido aplicado con recto criterio, extraídas de la lógica, basadas en la ciencia,
la experiencia, y en la observación…”
Sostuvo: “Nuestro Código Civil nulifica el pacto sucesorio edictando que
no puede ser objeto de un contrato la herencia futura aunque se celebre con el
consentimiento de la persona de cuya sucesión se trate; ni los derechos hereditarios eventuales sobre objetos particulares por considerárselos contratos odiosos
e inmorales que especulan con la muerte de una persona y que, aceptárselo, se
constituirían en un medio para violar las normas imperativas sobre legítima (doct.
arts. 848, 1175, 1449, 3311, 3312, 3599, 3618 Cód. Civil; Llambías, “Código Civil
Anotado”, t. III- A- p. 84) nulidad que adquiere el carácter de absoluta (arts. 1044
y 1047 Cód. Civil)”17.
A su vez la Cámara 1ª de Apelaciones en lo Civil y Comercial de La Plata,
sala II el 18 de septiembre de 1979 resolvió: “Los principios inherentes al derecho
hereditario obstan a la declaración de pérdida de la vocación hereditaria en el
juicio declarativo de culpabilidad autorizado por el art. 71 bis de la ley 2.393…,
ya que la sucesión -sea legítima o testamentaria- se abre con la muerte del autor de
la sucesión o por la presunción de muerte en los casos prescriptos por la ley y las
herencias futuras -art. 3311. Cód. Civil- no pueden aceptarse, ni repudiarse”18.
Por su parte la CNCiv Sala G el 12 de agosto de 1980 sostuvo: “La obligación
asumida por el demandado en una carta dirigida a su hermana, en el sentido de
pagar a una sobrina de ambos -la actora- una suma de dinero de propiedad de la
destinataria, una vez producido el fallecimiento de ésta, aun cuando dicha prestación
tuviera como origen la atención física y espiritual de su tía, encuadra en lo preceptuado por el art. 1175 del Cód. Civil que veda los pactos sobre herencias futuras,
ya que se convino el cuidado de aquéllas a pagarse con dinero de su herencia y
después de su fallecimiento. Por ello, la actora carece de acción para reclamar el
cumplimiento de la obligación referida, que debe reputarse nula”.
En los considerandos se merituó que “El Codificador ha sido muy estricto en
la prohibición de contratar sobre herencias futuras y vemos sentado este principio
en el art. 1175 del Cód. Civil, que se repite en los arts. 848, 1449, 3599, 3618 y
CCiv. Com. y Garantias en lo Penal de Necochea. 28/10/2003 LLBA 2004, 671
17
18
LL On line.
86
Jorge Oscar Perrino
3311 entre otros. El fundamento de esta disposición legal es de índole moral, resulta
chocante admitir la legitimidad de pactos en los cuales se especula con la muerte de
una persona (Borda, “Obligaciones”, t. II, p. 187, ed. 1976). Salvat enseña (“Fuentes
de las Obligaciones”, t. I, p. 114. ed. 1957) que estas convenciones resultan odiosas
e inmorales porque la parte que se beneficia está interesada en la muerte del dueño
de la herencia, de lo cual infiere que aquellas resultan, además, peligrosas porque
pueden llevar al beneficiario a valerse de procedimientos criminales para apresurar el
fallecimiento del de cujus. Agrega además este autor que estos contratos constituyen
una forma fácil de violar las disposiciones legales sobre la legítima hereditaria, que
se ha querido poner a cubierto de todo compromiso19.
11. El Proyecto de Código Civil unificado con el Código de
Comercio redactado por la comisión designada por decreto
685/95
El proyecto de mención mantiene el criterio del Código Civil,. Disponiendo
en el art. 951: “La herencia futura no puede ser objeto de los contratos ni tampoco
pueden serlo los derechos hereditarios eventuales sobre objetos individuales, salvo
disposición legal expresa…”
12. Consideraciones finales
La sucesión contractual ha sido correctamente desestimada por el Codificador
y por quienes proyectaron la reforma del Código Civil, pues si bien el principio de
la autonomía de la voluntad es considerado en nuestro país “un principio general
del Derecho de Fuente Constitucional (XVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil.
Buenos Aires 1997), en el Derecho Sucesorio y en el Derecho de Familia tiene una
manifiesta restricción.
En tanto el derecho sucesorio encuentra su fundamento en el derecho natural como afirma Santo Tomás de Aquino: “es de derecho natural que los padres
alleguen riquezas para los hijos y que éstos sean sus herederos”20, deviene francamente inaceptable que se desnaturalice el mismo posibilitando pactos sucesorios
que puedan desbaratar el derecho a suceder y atenten a la subsistencia económica
de la familia.
A mayor abundamiento debe tenerse presente que la Convención Internacional
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial en el art.5 inc
d) VI reconoce como derecho civil particular el derecho a heredar.
19
20
LL 1981 t 6 p 336
Tomás de Aquino. Summa Theológica Suple., q 67, a 1.
87
88
Comentario de la ley 26.086
modificatoria de la ley de concursos y
quiebras 24.522
Ricardo Daniel Sosa Aubone*
SUMARIO: 1. Introducción. La ley 24.522 y modificaciones posteriores en orden a la problemática laboral. 2. Piso de marcha para las relaciones laborales. 3. Las modificaciones introducidas
por la ley 26.086.
1. Introducción. La ley 24.522 y modificaciones posteriores en
orden a la problemática laboral
La ley de concursos y quiebras 24.522 procuró alinear los aspectos laborables de la crisis empresaria con los principios de flexibilización propiciados por
el Poder Ejecutivo Nacional -desde 1991- a través de los Ministerios de Trabajo
y Economía.
Desde el gobierno se expresaba que los aspectos pendientes de la reforma
laboral resultan esenciales para concretar la transformación y modernización
* Profesor Adjunto Ordinario de Derecho Comercial II de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la
U.N.L.P.
Prosecretario de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
La flexibilización de las relaciones laborales se realizó partiendo de la base que el transcurso del tiempo
había generado un exceso de protección a los trabajadores que se volvía en su contra, y que si se las hacía
más elásticas, de manera que permitan un mayor dinamismo y sirvan al desarrollo empresario, ello iba a
provocar un mayor empleo (“mantenimiento de la fuente de trabajo y la estabilidad laboral”).
El gobierno veía -o por lo menos eso era lo que decía- a la flexibilización laboral como instrumento de
crecimiento de la producción y del empleo.
Esto es el mecanismo de discusión de los convenios colectivos de trabajo, el rol de las asociaciones
profesionales en estas negociaciones, y la disponibilidad o no de algunas de las normas de la L.C.T. en
dichas negociaciones.
89
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
económica de las empresas del país, y para alentar la productividad y la creación
de nuevos empleos en ellas, y aún de nuevas empresas.
Tal es así que en el mensaje de elevación al Congreso se expresó que la nueva
ley persigue -entre otros objetivos-: “El tratamiento particular de las relaciones
laborales, simplificando trámites en materia de verificación, incorporando normas
en materia de fuero de atracción, y brindando una mayor elasticidad en la negociación de la relación laboral, en los casos de empresas que atraviesen por la crisis
concursal”.
Agregando más puntualmente que “...el proyecto propicia autorizar a renegociar las condiciones del contrato de trabajo dentro de la empresa en crisis cesando,
a tal efecto, el orden público laboral en lo que hace a los aspectos de la relación
económica laboral. Desde antaño, se ha advertido que resulta sumamente dificultoso
obtener el saneamiento de la crisis empresaria, si las partes más directamente interesadas, y claves del aspecto funcional y dinámico del desenvolvimiento empresario
-empresario y trabajadores- se hallan limitados por un orden público rígido que les
impida toda capacidad de movimiento o de renegociación. Numerosas soluciones
de crisis, en grandes empresas, han tenido principio de solución, en otros países, a
partir de la posibilidad de renegociación de las condiciones laborales, dentro de un
amplio margen de libertad que ha previsto la legislación aplicable”.
Y concluía diciendo que la flexibilización dispuesta “...ha hecho prevalecer el
principio de mantenimiento de la fuente de trabajo y la estabilidad laboral, sobre
un utópico principio de mantenimiento de las condiciones laborales que, con el
transcurso del tiempo y la crisis, producen mayores perjuicios a los trabajadores,
que cualquier otra solución que permita la recuperación de la empresa”.
La crisis que se desató hacia fines del 2001, que se exteriorizó a partir de la
fuga de depósitos y pérdida de reservas del sistema financiero, y que terminó con
el régimen de convertibilidad que nos rigió desde marzo de 1991, tuvo entre otras
respuestas la modificación del régimen concursal a través de las leyes 25.563 y
25.589. Esta última norma cambió el rumbo que trazaba la ley de concursos en
orden a las relaciones laborales, al injertar en dicha normativa -en respuesta a la
problemática de las fábricas de empresas quebradas que fueron tomadas por su
El legislador -en un contexto de sobrevaluación de la moneda local y de privatización de empresas nacionales- intentó atraer inversiones extranjeras, para lo cual adoptó como estrategia quitar ciertas protecciones
que permitieran al trabajador (en realidad “al empleador”) moverse con mayor agilidad a fin de mantener
el empleo (en realidad a fin de mantener “la empresa”).
Aunque en puridad el “costo argentino” estaba más vinculado a los focos de corrupción existentes que a
la mayor protección legislativa con que contaba el trabajador.
Por suerte la supresión del orden público laboral que contenía el proyecto no pasó el tamiz de la legislatura.
Para ello hubiera sido conveniente que los acreedores laborales estén representados en el Comité de
Acreedores (en principio, de todos los acreedores, el laboral en actividad es el que más procura que se
mantenga la empresa); que no sólo el trabajador sufra rebajas en sus ingresos, también el Estado a través
de quitas o rebajas impositivas a las empresas concursadas.
90
Ricardo Daniel Sosa Aubone
personal- la posibilidad de que la empresa sea explotada por una cooperativa de
trabajo (art. 190, segundo párrafo), lo cual al prolongarse en el tiempo resultaba
difícil de digerir frente a la única salida posible: una ley expropiatoria en beneficio
de los trabajadores que se agruparon en la cooperativa. En la ley 24.522 primaba
un criterio que podríamos calificar de “economicista” y de tinte “liberal” en orden
a las relaciones laborales; dicha norma dio paso a la continuación de la empresa
y a la preservación de la fuente de trabajo -lo que es positivo- aunque con una
deficiente técnica.
Consecuentemente, la ley de concursos y quiebras 24.522 seguía estando
conformada por una serie de disposiciones que permitían la reducción de los
derechos del trabajador (la suspensión de los convenios colectivos en el concurso
preventivo, la posibilidad de renunciar al privilegio, el carácter excepcional de la
continuación de la explotación en la quiebra, la suspensión y posterior extinción
del contrato por la quiebra donde el adquirente de la empresa no es considerado
sucesor del fallido), sacar al trabajador de su juez natural (fuero de atracción), o
que consagraban derechos que no habían sido instrumentados de manera que se
hagan realmente operativos (convenio de crisis, pronto pago laboral, posibilidad
de continuar los juicios laborales de conocimiento, ejecución de la sentencia de
verificación del crédito privilegiado no comprendido en el acuerdo homologado
“ante el juez que corresponda de acuerdo a la naturaleza de sus créditos”); aunque
presentaba un parche que iba a contrapelo de los principios que habían inspirado
tales normas al consagrar la posibilidad de que los trabajadores actúen en el período de continuidad bajo la forma de una cooperativa de trabajo (art. 190, segundo
párrafo, texto según ley 25.589) y permitir extender el plazo para la continuación
(art. 190, último párrafo, texto según ley 25.589).
Ahora bien, el exceso de trabajo del fuero comercial capitalino sumado a la
opción que consagraba el art. 21, inc. 1, L.C. al permitir continuar los procesos
de conocimiento en trámite en lugar de verificar -lo cual generaba una mayor tramitación para el juez del concurso- generó una reacción a favor de la creación de
nuevos órganos que se sumó a un viejo reclamo sectorial: devolver la competencia
de los juicios laborales a la Justicia del Trabajo. En su origen, la ley 26.086 (B.O.
11/4/2006) es la respuesta a dicha problemática, ya que modifica los efectos del
fuero de atracción estableciendo como principio que los procesos de conocimiento
en trámite y los juicios laborales están excluidos del mencionado fuero, salvo que el
actor opte por suspender el procedimiento y verificar su crédito en sede concursal.
Además expresa que en el concurso preventivo la atracción se produce a partir
Los organismos jurisdiccionales que se vieron realmente colmados de procesos de conocimiento en trámite
fueron los juzgados nacionales en lo comercial.
En la provincia de Buenos Aires los juzgados en lo civil y comercial no se han visto desbordados por los
procesos de conocimiento que han tenido que continuar en virtud del concurso preventivo del demandado.
91
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
de la publicación de edictos; que el acreedor laboral no será considerado tardío si
dedujere verificación dentro de los seis meses de haber quedado firme la sentencia;
que los procesos en los que el concursado sea parte de un litisconsorcio pasivo necesario quedan excluidos del fuero de atracción; y -como cláusula transitoria- que
a los juicios de conocimiento excluidos que se encuentren radicados ante el juez
concursal le serán aplicadas de inmediato las modificaciones introducidas debiendo
ser remitidas al juez natural dentro de los quince (15) días.
1.1. La realidad frente a la ley 24.522
A las palabras del legislador de la ley 24.522 (disminuir la crisis empresaria,
mayor productividad y empleo) se las llevó el viento. A más de diez años de la
sanción de dicha ley todavía estamos esperando que se cumpla alguno de los objetivos trazados por el legislador.
Nos negamos a pensar que la ley 24.522 traduce una opinión de disfavor hacia el personal dependiente. Frente al drama del desempleo creciente, el gobierno
anunció -aunque ingenuamente- que uno de los factores que impedían superar dicha
situación era la rígida protección legislativa del personal10. Quiso dar un giro copernicano en un terreno complicado -debido a la multiplicidad de factores en juego-11 y
terminó legislando en forma inexperta: de la protección excesiva a los trabajadores
que consagraba el dec. ley 19.551/72 se pasó a una gran desprotección12.
Ver mensaje de elevación del Poder Ejecutivo nacional que antecedió al proyecto enviado al Senado,
cuyos párrafos más salientes han sido transcriptos precedentemente.
Del mensaje de elevación, punto I (Consideraciones generales), 5, se extraen los siguientes objetivos: a)
simplificar trámites en materia de verificación; b) la posibilidad de renegociar las condiciones de trabajo
cuando la empresa se concursa preventivamente; y c) la desvinculación del adquirente de la empresa en
marcha.
La “ganancia” que generó dicha norma sigue siendo de unos pocos, entre los cuales no encontramos a los
trabajadores.
Decimos ingenuamente, ya que la forma en que se reguló importa desconocer que la regulación del contrato
de trabajo debe limitar la autonomía de la voluntad de las partes, a fin de asegurar ciertas condiciones
mínimas de protección que hacen a la dignidad del hombre y a la paz social.
10
Nos remitimos a lo ya expuesto.
11
ROUILLON, Adolfo (“Antecedentes Parlamentarios”, pág. 429), expresa que cuando se habla de concursos
o se encara el grave problema de la insolvencia -sobre todo de la mediana empresa para arriba- se enfrenta
una dificultad en la que confluyen numerosos intereses, debiéndose tratar de buscar un punto de equilibrio
entre los intereses del deudor, de los acreedores, de los trabajadores, del Estado y de la comunidad toda.
Normalmente estos intereses están contrapuestos y, como es difícil dar a cada uno lo que aspira porque
la insolvencia es el mundo de la escasez, el hecho de imaginar una ley de concursos que deje satisfechos
a todos quienes tienen intereses encontrados es claramente una utopía.
12
En este último sentido se expresan -entre otros- Osvaldo J. MAFFIA (“Manual de concursos”, t. I, ed.
La Rocca, Bs. As., 1997, pág. 234), quien considera con razón que el reproche que merece un extremo
no legitima el extremo opuesto: lo valioso está en el medio; LORENTE, Javier Armando, (“Nueva ley
de concursos y quiebras”, págs. 20 y 21), para quien se ha perdido la prudencia que debe inspirar una
norma que resuelve conflictos de políticas legislativas tan importantes como las de la conservación de
la empresa en el marco de la apertura y desregulación propiciadas por el modelo económico vigente por
un lado, y la defensa de los derechos de los trabajadores, por el otro; y que si bien los trabajadores deben
92
Ricardo Daniel Sosa Aubone
2. Piso de marcha para las relaciones laborales
Antes de introducirnos al análisis de las distintas disposiciones de la ley 26.086,
se impone analizar el sustento normativo de las relaciones laborales para alejarnos
de modificaciones irreflexivas que desconocen la historia del derecho laboral.
2.1. Garantías de índole constitucional
Los derechos del trabajador encuentran protección constitucional en el art. 14
bis de la Constitución Nacional13.
Mientras el art. 14 bis esté incorporado al derecho constitucional y, por ende,
sea de jerarquía suprema, subsistirá la necesidad de mantener tanto un derecho
autónomo y particular como un foro igualmente especializado para atender los
reclamos propios de una relación paradigmática -como es la laboral-, diferenciados tanto uno como otro de la legislación fondal y de los tribunales ordinarios con
competencia civil14.
Y ello no puede ser desvirtuado por el régimen concursal, por más que esté
reservado al Congreso Nacional (art. 72, inc. 12, C.N.).
A su vez, la ley 24.285 (B.O. 29/12/93), que ratifica el convenio 173 de la
Confederación Internacional del Trabajo relativa a la protección de los créditos
laborales en caso de insolvencia del empleador, y que tiene rango constitucional
(conf. art. 75, inc. 22 in fine, Const. Nac.), es una norma que también conforma la
plataforma constitucional de los créditos laborales.
2.2. Orden público laboral15
El orden público laboral impide que se modifiquen o deroguen las normas
imperativas en perjuicio del trabajador (aunque permite que se modifiquen a favor
del mismo). Opera como un piso mínimo por debajo del cual las partes no pueden
acordar válidamente condiciones de trabajo en perjuicio del trabajador.
participar directamente en la solución preventiva, no es justo que sean la variable de ajuste del empresario
y de la empresa; MAZA-LORENTE, Créditos laborales en los concursos, Astrea, Bs. As., 1996, pág. 22
y siguientes.
13
Sin perjuicio del arts. 75 inc. 23 y 16, C.N., que aseguran la igualdad de oportunidades, y de trato y goce
de los derechos constitucionales.
14
FERNANDEZ MADRID, citado por Fernando Martín FLORES, en Práctica judicial del proceso concursal, JUNYENT BAS-MOLINA SANDOVAL, Coordinadores, ed. Abaco, 2005, pág. 272.
15
La noción de orden público -que es referible a ámbitos tan disímiles como el penal, el administrativo,
el internacional, el económico y el derecho privado- ha sido señalada por la doctrina como de difícil y
problemática configuración y en no pocos casos se ha tildado a las concepciones existentes como poseídas
de vaguedad e imprecisión (SPOTA, Alberto G., “Instituciones de Derecho Civil. Contratos”, t. I, ed.
Depalma, Bs. As., 1974, pág. 29).
Resulta de un conjunto de principios de orden superior, políticos, económicos, morales y algunas veces
religiosos, a los cuales una sociedad considera estrechamente vinculada la existencia y conservación de la
93
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
Así se dispone la nulidad de toda convención de partes que suprima o reduzca
los derechos reconocidos por la ley16, cuya irrenunciabilidad queda consagrada (art.
12, L.C.T.)17. Igual sanción le cabe a toda cláusula que modifique en perjuicio del
trabajador normas imperativas consagradas por leyes o convenciones colectivas de
trabajo (art. 13). Y el art. 14 determina también la nulidad cuando se haya procedido con simulación o fraude a la ley laboral, de donde cuando al amparo de una
figura que aparenta legalidad se obtiene un resultado prohibido ese orden público
impone el deber del órgano jurisdiccional de remover esos mecanismos simulados
o fraudulentos reponiendo las cosas al estado que corresponde (SCBA, L. 68.416,
3/10/2001, DJBA 161-248, del voto en minoría del Dr. de Lázzari; L. 74.740,
12/12/2001, DJBA 162-118, del voto en minoría del Dr. de Lázzari; L. 73.385,
24/9/2003, del voto del Dr. de Lázzari que no hizo mayoría)18.
Nadie duda que, en principio, las partes se ven impedidas de modificar hacia
abajo los mínimos inderogables establecidos por la ley (v.gr. salario mínimo vital
y móvil), los estatutos particulares y las convenciones colectivas de trabajo (v.gr.
salario de convenio). El problema se plantea cuando se modifican ciertos aspectos
del contrato de trabajo que superan dicha base. Por un lado están quienes sostienen
como principio la invalidez de dichas convenciones, sobre la base de una interpreta-
organización social establecida (SALVAT). Expresa el bien común, y en él interactuan elementos sociales,
culturales, económicos y políticos.
El art. 21 del Código Civil establece que los particulares no pueden dejar sin efecto en sus convenciones
“... las leyes en cuya observancia estén interesados el orden público y las buenas costumbres”.
Consecuentemente, el orden público es una limitación a la autonomía de la voluntad individual, impuesta
por la ley.
Ahora bien, el orden público laboral tiene características distintivas propias del orden público en general,
ya que tiene como norte la protección de la parte más débil del contrato: el trabajador.
16
Esto es la L.C.T., los estatutos profesionales o las convenciones colectivas.
17
El concurso del empleador generalmente viene precedido por una serie de acuerdos celebrados con los
trabajadores con motivo del cese de la relación laboral, imponiéndose analizar en sede concursal los efectos
de los pagos efectuados al trabajador en ocasión de ellos (ver en este sentido: CSN, 23/8/88, “Gatari,
Alfredo c/Cometarsa Construcciones Metálicas S.A.”, D.T. XLIX-A, 583; SCBA, L. 40.230, 10/12/91,
Ac. y Sent. 1991-IV, 44).
Por regla, y más allá de la casuística, se trata de supuestos en los que el análisis deberá realizarse a la luz
de los distintos valores en juego: de un lado, el orden público laboral, del otro, la necesidad de evitar un
enriquecimiento sin causa, sin olvidar desde ya el mecanismo de pago que establece la legislación laboral
-y que las deficiencias que pudieren existir en tal sentido muchas veces se proyectan sobre la validez
del mismo-, y los límites que los términos de la insinuación imponen a la hora de determinar el pasivo
concursal.
Es necesario analizar si el acuerdo -sin perjuicio de respetar el principio de cosa juzgada- con el dependiente
materializa un aprovechamiento inicuo o por el contrario una regulación armónica mediante la cual se ha
alcanzado una justa composición de los derechos e intereses de las partes (art. 15, L.C.T.).
El tema se torna más delicado frente a los acuerdos de reducción remuneratoria.
18
Pero esa labor requiere en algunos casos que resulte verificada la situación que la norma contempla para
aplicar la sanción, esto es, que la voluntad se encuentra viciada por haber mediado simulación o fraude,
94
Ricardo Daniel Sosa Aubone
ción amplia del art. 12, L.C.T.19; y por el otro se encuentran quienes postulan que las
partes del contrato individual de trabajo tienen cierto poder para configurar su propia
relación en tanto no adopten disposiciones menos favorables para el trabajador que
la de las leyes laborales, convenios colectivos y laudos con eficacia de tales o, en
general de normas laborales imperativas. Por encima del piso establecido a favor del
trabajador por las normas imperativas, pueden, en principio, disponer libremente,
por lo cual puede producirse una reducción de la remuneración, siempre que no se
la fije por debajo del mínimo imperativo que exista por ley, convenio colectivo o
laudo con eficacia de convenio20. Esta última es la postura sostenida por la SCBA,
que en la causa L. 33.085, del 31/7/84 (“Berretta, Salvador Américo c/Drago Berretta y Cía. s/Despido”, DJBA 127-365; Ac. y Sent. 1984-I, 372; D.T. 1984-B,
1812; TySS. 1985, 123)21, dijo que el trabajador que admitió se le cambie de tareas
dejando de cobrar el plus retributivo que devengaba por sus anteriores funciones,
al continuar el vínculo en las nuevas condiciones contractuales, sólo tiene derecho
a percibir la remuneración fijada para aquellas en las cuales efectivamente prestó
servicios, máxime que en el caso no significó establecer condiciones menos favorables que las impuestas por el orden público laboral, sin transgresión del principio
de irrenunciabilidad de los derechos del trabajador (arts. 7, 9 y 12 L.C.T.).
Sentado ello, cabe preguntarse si el orden público laboral sufre alguna mutación
frente al concurso o quiebra del empleador. La respuesta afirmativa se impone, ya
que el orden público laboral tiene características propias que lo distinguen del orden
público en general22, y frente al concurso -preventivo o liquidativo- del empleador
se estará frente a una nueva silueta del concepto de orden público23.
19
20
21
22
23
que -v.gr.- lo que se presenta como “acuerdo voluntario” es en realidad encubierto despido, importando
inadmisible quebrantamiento de prerrogativas irrenunciables.
Cuando decimos en algunos casos, excluimos aquellas situaciones prohibidas por la ley (v.gr. horarios
superiores al máximo legal o sueldos inferiores al mínimo vital y móvil), en donde la irrenunciabilidad
se evidencia claramente y la cuestión podría decirse que adquiere un tinte objetivo.
El acto fraudulento al que alude el art. 14 L.C.T. no requiere para su concreción la concurrencia de la
voluntad viciada del trabajador. Se trata, objetivamente, del intento fraudulento de eludir las normas
imperativas del orden público laboral.
Ahora bien, lo enunciado no debe entenderse como reafirmación o aval de ninguna naturaleza para determinadas concepciones que en definitiva tienden a minorizar la justa protección de los trabajadores, sino
que propiciamos abandonar los extremos que llevan siempre a abuso.
Siempre se torna necesario promover la dignidad humana; defender los valores sociales del trabajo, a fin
de constituir una sociedad libre, justa y solidaria; erradicar la pobreza y marginación; y promover el bien
de todos en el marco de la Justicia Social.
Tesis amplia, cuyos adherentes son referenciados por ETALA, Carlos Alberto, El orden público laboral
y la modificación del contrato de trabajo, D.T. 2003-A, 617 y 762.
Tesis restringida, que ya sido desarrollada por ETALA en el trabajo citado.
Ver además: SCBA, L. 33.961, 20/11/84, Ac. y Sent. 1984-II, 325; D.T. 1985-A, 497; L.35.966, 17/6/86,
Ac. y Sent. 1986-II, 102; L. 57.862, 6/8/96.
Ver nota número 15.
V.gr. suspensión convenios colectivos (art. 20, L.C.), renuncia al privilegio (art. 43, L.C.), insinuación
ante el juez del concurso (arts. 32, 21 inc. 5, 56, 132, 133, 200 y 202, L.C.).
95
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
2.3. Principios del derecho del trabajo
En material laboral y de seguridad social rigen ciertos principios que tienen
como norte la tutela de la parte más débil del contrato de trabajo -el trabajador-, tales
como el principio protectorio; los de irrenunciabilidad; conservación o continuidad
de la relación laboral; justicia social; gratuidad de las actuaciones en beneficio del
trabajador; primacía de la realidad; indemnidad; progresividad; e igualdad24.
El juez que entienda en las relaciones laborales del concursado no debe permanecer indiferente ante el cuadro de principios que ilustran el derecho del trabajo25.
Ahora bien, la falta de especialización del juez concursal en temas de derecho
laboral -el que cada vez se torna más complejo- puede gravitar negativamente en
la aplicación de tales principios.
2.4. Situación de dichos principios en el proceso concursal
El juez concursal no debe permanecer ajeno a los principios enunciados precedentemente26.
En especial, debe:
24
Ver en torno a tales principios SOSA AUBONE, Ricardo Daniel, “Ley de procedimiento laboral de la
provincia de Buenos Aires”, t. I, págs. 29 y siguientes, punto 6.
25
Ver en este sentido: FLORES, Fernando Martín, “Los principios del Derecho del Trabajo, en Práctica
judicial del proceso concursal”, ed. Abaco, Bs. As., 2005, JUNYENT BAS-MOLINA SANDOVAL,
Coordinadores, pág. 277.
26
El problema se puede plantear cuando se entienda que las leyes concursales organizan un sistema cerrado,
y que el principio de igualdad impide un trato diferencial hacia los trabajadores.
Sobre tal base se ha expresado que en el proceso concursal no son aplicables sin más los principios del
derecho del trabajo (favor respecto de la existencia del contrato y aplicación de la interpretación más
favorable al trabajador), por lo que la verificación puede ser rechazada si no se cuenta con suficiente respaldo probatorio (CNCom., sala A, 16/12/2002, “Látigo S.A. s/conc. prev. s/inc. rev. por Cristoff, Benito
C.”, L.L. 2003-E, 946, 43.772-S). En el caso el incidente de revisión fue rechazado porque el trabajador
incidentista no estaba registrado y sólo produjo la declaración de un testigo, habiendo desistido de otro.
En el proceso universal, de neto carácter publicístico, además de los intereses privados surgen otros en los
cuales el interés general desempeña un papel trascendente (CNCom., sala A, 20/8/2003, “Club Atlético
Huracán s/Conc. prev. s/inc. verif. Por Femminella”, cit. por PESARESI, Guillermo M., Jurisprudencia
laboral en los concursos, Lexis N° 003/400642).
En respuesta a ello, destacamos que nuestro derecho no es un sistema cerrado de normas, sino que está
orientado al bien común. Además, el principio de igualdad no es absoluto.
Además, no hay peor desigualdad que tratar igual a los desiguales.
Por último el juez esta obligado a aplicar la constitución e impedir su violación (arts. 14 bis y 17, C.N.).
La CNCom., sala E, 24/11/2003, en los autos “Interviass S.R.L. s/conc. prev. s/inc. de verif. por: Cabrera
de Baez de Santa Cruz, Virginia S. y otros” (sup. Conc. y quiebras L.L. julio 2004, pág. 83), aplicó la
directiva del art. 9 segundo párrafo, L.C.T. y la presunción del art. 23, L.C.T. (prestación de servicios hace
presumir la existencia del contrato de trabajo).
Consecuentemente propiciamos -en la medida que el tramo del proceso concursal lo permita- la aplicación
de los arts. 9, L.C.T. (aplicación de la norma más beneficiosa, in dubio pro operari); 20, L.C.T. (beneficio
de gratuidad del trabajador), 55, L.C.T. (inversión carga de la prueba ante la no exhibición de los libros),
57, L.C.T. (presunción a favor del trabajador ante la falta de contestación de las intimaciones relativas al
cumplimiento o incumplimiento del contrato de trabajo) -que en el tramo voluntario del procedimiento de
verificación, que va de la apertura hasta la resolución del art. 36, tiene limitada aplicación-.
96
Ricardo Daniel Sosa Aubone
a) Asegurar el acceso a la justicia. Asegurar el acceso a la justicia del trabajador
-para lo cual el legislador lo excluyó del arancel de $ 50 (32, L.C.)- permitiendo
la plena consagración del principio de gratuidad que emerge del art. 20, L.C.T. -lo
cual impide que se le aplique al trabajador el segundo párrafo del art. 120, L.C. o se
coarte su facultad de peticionar imponiéndole el pago de la tasa de justicia- y hace
que se permita su representación a través de una carta poder (arts. 18, C.N.; 15 y
39 inc. 3 Const. Prov. Bs. As.; 20, L.C.T.; 1 y 2, ley 12.20027; 85, C.P.C.C.)28.
b) Tener en cuenta el carácter alimentario del salario. Tener en cuenta el carácter alimentario del crédito del trabajador, cuya tutela especial ha establecido el
legislador concursal a través de los arts. 16 y 183 (pronto pago), 241 inc. 2 y 246
inc. 1 (privilegio especial y general)29.
No debe perderse de vista que “lo que lleva al dependiente a ‘enajenar’ su
fuerza productiva, es la obtención de un rédito por sus servicios, que tiene carácter
alimentario y que goza de una privilegiada tutela legal (arts. 103, 115, 124, 128 y
concs., L.C.T.), compatible con el principio protectorio de la disciplina laboral”
(Pose, Carlos, La mora salarial y la ausencia del país del empleador, D.T. 1991-A,
255) (TTrab. Nº 2, Lanús, 11/11/98, “Barro, Luis E. y otros c/Curtiembre Frecia y
Cía. S.R.L.”, D.T. 1999-B, 1324/1325); y que dado carácter alimentario, la espera
excesiva importa denegación.
El apego excesivo al texto de las normas sin apreciar las circunstancias particulares de cada caso no se aviene con la cautela con que los jueces deben juzgar
las peticiones relativas a créditos de naturaleza asistencial y alimentaria (Fallos,
27
La ley provincial 12.200 (B.O.P. 16/12/98), establece la gratuidad de las actuaciones en sede administrativa
y judicial de los reclamos de origen laboral y de seguridad social, cualquiera sea el tipo de relación de
empleo y el fuero ante el que se intente (art. 1); y determina que en sede jurisdiccional los trabajadores
tendrán acordado el beneficio de litigar sin gastos, con todos sus alcances, de pleno derecho, declarándolos
exentos del pago de tasas por servicios administrativos y/o judiciales (art. 2).
28
Se plantea el interrogante respecto de la suficiencia de la carta poder en sede concursal, ya que en el proceso
laboral el trabajador puede hacerse representar mediante simple carta poder autenticada por funcionario
judicial o secretario de los Tribunales del Trabajo (arts. 23, ley 11.653 y 36, ley 18.345), lo que constituye
una excepción al principio general establecido en el art. 1184 del Código Civil que establece que deben
ser hechos en escritura pública “Los poderes generales o especiales que deban presentarse en juicio, ...”
(inc. 7°).
En base al principio de gratuidad que pesa sobre todo reclamo laboral (art. 20, L.C.T.), que ha sido receptado por la legislación concursal al eximir al trabajador del arancel (art. 32 in fine, L.C.), debe admitirse
la representación del trabajador a través de una carta poder, dada de conformidad con la ley del lugar de
otorgamiento. Por otra parte, no sería razonable que se le exigiera al trabajador que ha otorgado carta
poder y ha promovido la pertinente acción judicial donde se tuvo por acreditada la personería invocada,
que por efecto del concurso o quiebra del empleador deba realizar un nuevo acto de apoderamiento. Tal
solución concuerda con el principio de gratuidad para el trabajador en los procedimientos judiciales, al
tiempo que deja a cubierto la forma pública del apoderamiento.
29
Ello impone analizar la propuesta de pago efectuada a los quirografarios laborales, a los efectos de su
razonabilidad.
97
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
289:185; 306:1715; 317:638, entre otros) (CSN, 7/5/98, “Cioffi, Orlando c/Lotería
Nacional de Beneficencia y Casinos y otro”)30.
Como consecuencia del carácter alimentario del salario y su incorporación al
patrimonio del trabajador (art. 17, C.N.) y que prima el principio protectorio (art.
14 bis, C.N.), la rebaja salarial que pueda implicar la aplicación del art. 20, L.C.
podría tornarse irrazonable y por ende inconstitucional.
c) Tener en cuenta que tratándose de créditos laborales, la carga de la prueba
se rige por las normas laborales (art. 273, inc. 9, L.C.). En efecto, el art. 273 establece que “Salvo disposición expresa contraria de esta ley, se aplican los siguientes
principios procesales: ... 9) La carga de la prueba en cuestiones contradictorias, se
rige por las normas comunes a la naturaleza de la relación de que se trate”, esto es
por las normas de la L.C.T. (arts. 931, 52 a 55), C.P.C.C. (art. 396) y de la ley de
procedimiento laboral 11.653 -en cuanto sea aplicable- (art. 39)32.
Consecuentemente, la falta de exhibición, a requerimiento judicial, del libro,
registro o planilla u otros elementos de contralor previstos por los arts. 52 y 54, será
tenida como presunción iuris tantum a favor de las afirmaciones del trabajador -o
sus causahabientes- sobre las circunstancias que debían constar en tales asientos (art.
55, L.C.T.), lo que implica una inversión de la carga probatoria (CNTrab., sala IX,
29/3/99, “Balott, Domingo c/ Orígenes Administradora de Fondos de Jubilaciones
y Pensiones”, D.T. 1999-B, 2292)33.
30
Expresa Augusto Mario Morello: “En materia de justicia de protección (seguridad social, laboral, menores, etc.) la Corte acentúa el consejo a los jueces: actuar con extrema cautela, con máxima prudencia,
impedir que las exigencias formales frustren el derecho a amparar (de carácter alimentario asistencial o en
donde el interés del menor -de su cuidado, formación y salud- sean determinantes) y afirmar los valores
y principios jurídicos de esa raigambre (constitucional)” (El proceso justo, ed. Platense, cap. XXIII).
En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha expresado que en la inteligencia de normas
de seguridad social, el puro rigor de los razonamientos debe ceder ante la necesidad de que no se desnaturalicen jurídicamente los fines que las inspiran, por lo que el resultado al que llega la interpretación
debe ser tenido en cuenta primordialmente (CSN, 26/10/93, “Guaimas de Agüero, Victorina c/Caja de
Previsión Social de la Provincia de Salta”).
31
Con excepción del supuesto de una acción de accidente de trabajo fundada en el derecho común, donde
no rige el art. 9, L.C.T.
32
El 1er. párrafo del art. 39 de la ley 11.653, determina que ante la ausencia de la documentación legal que
deba llevar el empleador -o su imperfección- incumbirá al empleador la prueba en contra de las afirmaciones del trabajador, cuando éste prestare declaración jurada sobre los hechos que debieron consignarse
en los mismos.
Y en torno al monto o el cobro de la remuneración, establece que la prueba corresponderá al empleador, sin
exigir -a diferencia del supuesto del primer párrafo- declaración jurada ni requerimiento judicial previo.
En consecuencia, la inversión de la carga de la prueba consagrada por el art. 39 de la ley 11.653 opera
respecto de: a) los hechos que debieron consignarse en los libros y demás documentación legal no exhibida
a requerimiento judicial o que no reúnan las exigencias legales, siempre que se preste declaración jurada
sobre dichos hechos; y b) el monto o el cobro de remuneraciones en dinero o en especie, controvertidos
judicialmente (sin necesidad de prestar declaración jurada alguna).
33
En sentido concordante se ha dicho que corresponde verificar el crédito por comisiones y viáticos reclamado
por un viajante de comercio, si el empleador incumplió con la obligación de presentar libros prevista en el
98
Ricardo Daniel Sosa Aubone
Ahora bien, si por aplicación de la presunción que resulta del art. 55 de la
L.C.T. se debiera hacer lugar a las cifras expresadas en el escrito de demanda sin
que exista prueba fehaciente respecto de dichos guarismos, cabe considerar si los
resultados finales se adecuan a la realidad económica vigente.
Por ello la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha calificado como arbitraria
la proyección lisa y llana del art. 55 de la L.C.T. sobre la suma denunciada cuando
no se advierte la debida proporción entre esa remuneración y la tarea cumplida
en ausencia de elementos que posibiliten desentrañar su justificación en el caso
concreto (conf. CSN, 17/7/86, “Ortega, Carlos c/Seven Up Concesiones S.A.I.C.”,
Fallos, 308:1078)34.
Tampoco se aplica el art. 375, C.P.C.C.B.A. -377 C.P.C.C.N.- en su plenitud,
tratándose de la prueba de los extremos de hecho que hagan al rechazo de las causales de despido que invoca el trabajador (v.gr. arts. 245, 247, L.C.T.), ya que el
juez concursal debe resguardar la protección contra el despido arbitrario (art. 14
bis, C.N.), que garantiza al trabajador una indemnización tarifada.
3. Las modificaciones introducidas por la ley 26.08635
3.1. Modificación del artículo 1° (establece un informe de la sindicatura sobre el pasivo laboral, el pasivo laboral pronto pagable y
los efectos de la suspensión del convenio colectivo)
ARTÍCULO 1° - Modifícase el inciso 11) del artículo 14 de la Ley N° 24.522,
el que quedará redactado de la siguiente forma:
“Inciso 11.- Correr vista al síndico por el plazo de DIEZ (10) días, el que se
computará a partir de la aceptación del cargo, a fin de que se pronuncie sobre:
art. 10 de la ley 14.564, toda vez que dicha omisión da lugar a la aplicación de la presunción del art. 55,
L.C.T. (CNCom, sala B, 5/11/2003, “Villarreal, David s/inc. de verif. en Cofarquil Ltda. s/Quiebra”).
34
La Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa “Ortega, Carlos c/Seven Up Concesiones S.A.I.C.”,
10/7/86, Fallos, 308:1078, ha expresado que, aunque los arts. 55 de la L.C.T., 56 de la ley 18.345 y 165
del Cód. Procesal crean una presunción a favor de las afirmaciones del trabajador y facultan, en verdad, a
los magistrados a fijar el importe del crédito de que se trate, esto debe hacerse por “decisorio fundado” y
“siempre que su existencia esté legalmente comprobada”, teniendo presentes los salarios mínimos vitales
y móviles y las retribuciones habituales de la actividad. Vale decir que es deber del juez el “control de
razonabilidad” de la remuneración invocada, conforme pautas objetivas y el salario mínimo vigente a la
fecha del reclamo.
Ver en este sentido: CNTrab., sala I, sent. def. 63.942, 21/10/93, “Aimetta, J. C. c/Grassi, E. A. s/Despido;
30/11/2001, “Vulcano, Orlando J. c/Altergarten S.A.”, D.T. 2002-A, 507; 9/10/2002, “Leguizamón, Luis
M. c/Chiné, Silvana I. y otros”, D.T. 2003-A, 825; ídem, sala II, 25/2/97, “Orona, Alfredo D. c/Club
Atlético Huracán s/Despido”.
35
La Ley fue sancionada el 22 de mayo de 2006. Se promulgó por Decreto 391/06 el 10 de abril de 2006.
En tipo itálico se transcriben los artículos de la ley 26.086 realizando una transcripción textual del Boletín
Oficial (Número 30.884 del martes 11 de abril de 2006).
99
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
a) Los pasivos laborales denunciados por el deudor;
b) Previa auditoría en la documentación legal y contable, informe sobre la
existencia de otros créditos laborales comprendidos en el pronto pago;
c) Situación futura de los trabajadores en relación de dependencia ante la
suspensión del convenio colectivo ordenada por el artículo 20”.
COMENTARIO: en virtud de lo normado por el inc. 11 del art. 14, L.C., el
síndico, dentro de los diez (10) días de aceptado el cargo, debe presentar un informe
sobre: a) el pasivo laboral denunciado por el deudor, indicando -en su caso- los
créditos pronto pagables; b) los créditos laborales comprendidos en el pronto pago
no denunciados; y c) situación de los trabajadores ante la suspensión del convenio
colectivo de trabajo.
Dicho informe es necesario en el concurso preventivo y eventual en la quiebra.
En el concurso preventivo es necesario ya que la ley lo establece en forma
expresa -si no hay acreedores laborales o trabajadores en relación de dependencia,
igual debe presentar el informe destacando tal circunstancia-36, debiendo contener
-en su caso- un listado con los créditos susceptibles de pronto pago37. En la quiebra
es eventual, ya que si bien la ley no dice nada en torno a su presentación, el juez
como director del proceso (art. 274, L.C.) puede ordenar que el síndico presente
dentro de los diez (10) días de notificado un informe sobre los pasivos laborales y
los créditos laborales susceptibles de pronto pago38. Además, dicho informe puede
ser presentado en forma oficiosa por el síndico (art. 275, L.C.).
La no presentación del informe -frente a la imposición legal- constituye una
falta que, según las circunstancias del caso, puede motivar desde un apercibimiento
o multa, hasta la remoción del síndico (arts. 14 incs. 11 y 12, 255, L.C.). El informe presentado en forma extemporánea debe ser igualmente tenido en cuenta, sin
perjuicio de la responsabilidad del síndico39.
Dejando de lado los problemas operativos que puede presentar la producción
del informe precitado cuando el concursado no brinda información o se carece de
documentación suficiente, el informe que establece el inc. 11 “a” y “b” del art.
36
Lo mismo si no existen créditos susceptibles de pronto pago ni trabajadores comprendidos por un convenio
colectivo de trabajo.
37
El síndico debe presentar el informe por más que el juez no se lo requiera en el auto de apertura. Sin
perjuicio de ello, la sentencia de apertura debe contener la orden al síndico de presentar el informe del
art. 14, inc. 11, L.C., dentro de los diez (10) días de aceptado el cargo. El plazo se cuenta en días hábiles
judiciales (art. 273, inc. 2, L.C.) a partir del día siguiente a la aceptación del cargo.
La gran cantidad de acreedores es un supuesto de justifica la prolongación del trámite (art. 273, in fine,
L.C.), en cuyo caso el juez puede extender el plazo para la presentación del informe.
38
En cuyo caso pasaría a ser un informe necesario por disposición judicial. En la quiebra no se podría incluir
lo requerido por el inciso “c” ya que no se aplica la suspensión de los convenios colectivos del art. 20.
39
Salvo que el síndico haya sido removido antes de la presentación, y dicho auto estuviera firme.
100
Ricardo Daniel Sosa Aubone
14, L.C. es sumamente positivo, ya que permite conocer debidamente el pasivo
laboral del concursado, tratar en igual medida a todos los trabajadores y hace más
operativo el pronto pago.
La redacción de la norma es sumamente criticable. En primer lugar porque no
se trata de una vista al síndico como erróneamente la califica el legislador, sino de
un informe que debe presentar la sindicatura, para lo cual cuenta con un plazo de
diez (10) días de la aceptación del cargo40.
En segundo término porque cuando en el punto “a” alude a “Los pasivos
laborales denunciados por el deudor”, esto es los incluidos en la nómina del art.
11 inc. 5, L.C., pierde de vista que los mismos pueden ser quirografarios (v.gr.
remuneraciones que excedan los seis meses, intereses que excedan los dos años) y
privilegiados (arts. 241 inc. 2 y 246 inc. 1, L.C.), y que sólo los créditos privilegiados
son susceptibles de pronto pago, por lo que carece de sentido incluir en el informe a
los créditos excluidos del pronto pago. Máxime cuando en el inciso siguiente (“b”)
se refiere a “...la existencia de otros créditos laborales comprendidos en el pronto
pago” (créditos pronto pagables no denunciados)41.
Por ello el informe sobre “Los pasivos laborales denunciados por el deudor”
(punto “a”) se debe limitar al análisis42 de los créditos laborales denunciados en la
nómina del inciso 5 del art. 11, L.C., indicando cuales resultan pronto pagables, lo
cual impone el previo análisis sobre si ha transcurrido el plazo de prescripción43.
40
Si fuera una vista o un traslado, cuando el juez por error o ignorancia omitiera la orden, el síndico no
tendría obligación legal de expedirse. Además, tratándose de los incisos “b” y “c” no se trata de una vista
o traslado.
Si el expediente no está en letra al momento en que el síndico se apersona en mesa de entradas a fin de
aceptar el cargo, siendo que ello no obsta a la aceptación del cargo ni al retiro de una copia del escrito de
presentación en concurso preventivo y de la documentación acompañada, el plazo corre igual. Empero, si
ni el principal ni el legajo de copias estuvieran a disposición del síndico al momento de la aceptación del
cargo y tampoco tuviera acceso a las copias del pedido de concurso, debe dejar constancia de tal circunstancia en el libro de notas -o por medio de un escrito si no se le permitiere por no ser día de nota- a fin de
que el plazo le empiece a correr el primer día de nota una vez que tome conocimiento que el expediente
esté en letra. No sería correcto sostener que el síndico no debe aceptar el cargo si el expediente no está en
letra, ya que se trata de una obligación legal cuyo incumplimiento puede traer aparejado que se deje sin
efecto la designación y que se lo excluya del listado.
41
El punto “a” pide que se informe todo tipo de pasivo laboral (pronto pagables o no), y en el “b” limita
el informe a los créditos laborales sin denunciar no comprendidos en el pronto pago. La mayor amplitud
requerida en el punto “a” no encuentra justificación alguna, con lo que no cabe sancionar al síndico por
omitir tal información.
Tratándose de concursos que cuenten con la certificación contable del art. 11 incs. 3 y 5, L.C., será muy
difícil que el síndico encuentre otros créditos laborales susceptibles de pronto pago no denunciados.
42
Lo cual requiere analizar la correspondencia existente entre los acreedores laborales denunciados por el
deudor y sus registros legales o contables, que no estén controvertidos o no exista duda sobre su origen o
legitimidad; para lo cual se impone previamente estudiar la suficiencia y regularidad de los registros del
empleador.
43
Si en los libros y/o documentación contable del deudor figuran deudas laborales ficticias, es difícil que
ello sea advertido por el síndico en el breve lapso que cuenta para presentar el informe.
101
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
En tercer lugar -tal vez para balancear desaguisados- en el punto “a” del inc. 11
no le requiere al síndico una “Previa auditoria en la documentación legal y contable”
para pronunciarse sobre los pasivos laborales denunciados, a diferencia del punto “b”
que sí lo establece. Si nos atenemos estrictamente a las palabras de la ley, en el punto
“a” el síndico se debe limitar al análisis de los créditos incluidos en la nómina del
art. 11 inc. 5, L.C. creyéndole al deudor -sin compulsar su documentación-, mientras
que el punto “b” le pide al síndico que se refiere a los créditos no denunciados que
sean pronto pagables -previa compulsa-, lo que no es razonable44.
Una interpretación racional de la norma (CSN, Fallos 300:417; 302:1209, 1284;
303:248; 314:1446, entre otros) determina que a fin de cumplimentar con los puntos
“a” y “b” el síndico debe realizar un previo análisis de los libros y documentación
del concursado, ya que un informe serio sobre el pasivo laboral denunciado por el
deudor no puede prescindir del análisis de los libros y documentos del concursado.
Sino sería muy fácil fabricar acreedores laborales (bastaría con incluirlos en la
nómina, y ni hablar si hay fondos disponibles)45.
El legislador pide que dicho informe contenga -en su caso- un listado con un
detalle de los créditos pronto pagables (arg. art. 16, 3er. párrafo, L.C.).
El informe que emerge del punto “c” (situación futura de los trabajadores en
relación de dependencia ante la suspensión del convenio ordenada por el art. 20),
es útil para saber cuál podrá ser el sacrificio de los trabajadores a raíz de la suspensión del convenio46. A fin de evitar pronunciamientos en abstracto, es conveniente
que se realice una vez que se haya aplicado la suspensión dispuesta por el art. 20 y
sobre la base de lo acontecido. De lo contrario dicho informe no pasará de ser un
mero vaticinio sobre qué normas del convenio colectivo aplicable podrían dejar de
aplicarse a los trabajadores del empleador concursado47.
44
La auditoría debe entenderse como compulsa de la documentación. Por más que se trate de un concurso
que cuente con la certificación contable de los incs. 3 y 5 del art. 11, L.C., el síndico debe compulsar -o
si se quiere “auditar”- igual los libros y documentación del concursado, expresando en primer término su
suficiencia y regularidad.
45
Puede asimismo valerse de todos los elementos de juicio que estime útiles, tal como la documentación
que le haya arrimado algún acreedor laboral, o las constancias de actuaciones administrativas o judiciales.
Y, al igual que en el supuesto del art. 33, en caso de negativa a suministrarlos o retaceo de información,
puede el síndico solicitar al juez de la causa las medidas pertinentes -intimación a entregar los libros y/o
documentos, orden de secuestro de los libros y documentación, orden de comparendo por la fuerza pública,
etc.-.
46
La suspensión del convenio tiende a reducir el costo laboral -lo cual tiene como piso el mínimo legal-.
Además hay ciertas normas que hacen a la seguridad e higiene del trabajador (provisión de botines protectores, casco, guantes, jornada reducida, etc.) que no pueden dejar de aplicarse.
47
En el concurso de una línea de colectivos (“El Halcón S.A.”, que tramitó ante el Juzgado Civil y Comercial Nro. 7 de Quilmes), no hubo rebaja salarial alguna ya que el gremio tomó medidas de fuerza que
impidieron su concreción.
Por lo que puede haber algún concurso donde la suspensión del convenio emergente del art. 20 no haya
sido aplicada.
Además, cuando la rebaja está por encima del mínimo legal, muchas veces su contorno dependerá del
arbitrio del empleador concursado, que suele no rebajar los salarios hasta el límite.
102
Ricardo Daniel Sosa Aubone
En el informe el síndico deberá dictaminar: a) cuál es el convenio colectivo
aplicable; b) sobre los contratos individuales que se hayan celebrado con los trabajadores; y c) si la rebaja salarial que puede provocar -o provoca- la suspensión
del convenio afecta el salario mínimo vital y móvil más la parte proporcional del
SAC -y si existen contratos individuales que puedan verse afectados-, en cuyo caso
habrá de estarse a dicho piso48. El problema se plantea frente a los asalariados que
perciben un salario superior. El juez del concurso sabrá, en virtud de dicho informe,
que a los trabajadores se les ha rebajado -o se les podrá rebajar- el salario en un 20%,
30%, 40%, 50%, etc.; que normas del convenio no pueden ser objeto de suspensión
ya sea por no tener para el síndico contenido patrimonial o hacer a la seguridad e
higiene del trabajador (v.gr. provisión de elementos de seguridad, limitación horaria,
etc.); cual es la opinión del síndico en cuanto a las normas del convenio que están
incorporadas a los contratos individuales; cual es la opinión del síndico en cuanto a
la intangibilidad del salario. Lamentablemente no se ha establecido un mecanismo
para paliar las rebajas sustanciales, o remediar de alguna manera la situación de
los trabajadores frente a la suspensión del convenio y vigencia de la L.C.T. y el
contrato individual49.
La ley no contempla que el precitado informe deba ser notificado a los interesados ni que pueda ser objeto de observaciones. Sólo expresa que el juez deberá
decidir sobre el pronto pago de los créditos que surjan del mismo “dentro de los
48
Si bien el informe no es vinculante, de oficio o a petición del interesado y previa sustanciación, el juez
deberá disponer que el salario se ajuste a dicho piso.
49
Sobre orden público laboral ampliar con lo expuesto en el punto 2.2.
Si partimos de la base que el interés da la medida de la acción, cabe concluir sin hesitación alguna que al
legislador no le interesa la suerte de los trabajadores “ante la suspensión del convenio colectivo ordenada
por el artículo 20”. De lo contrario hubiera instrumentado alguna norma que pudiera evitar abusos o pusiera
algún límite.
La Sección 1113 (Rechazo de los convenios colectivos de trabajo) de la ley de quiebras de Estados
Unidos (Bankruptcy Code), establece que el deudor concursado en posesión o administración de sus
bienes, podrá asumir o rechazar un convenio colectivo de trabajo, sólo de acuerdo a las disposiciones de
esta sección, deberá: a) realizar una propuesta al representante autorizado de los empleados cubiertos por
dicho convenio, basada en la información más completa y confiable que esté disponible al momento de su
confección, que contemple las necesarias modificaciones en beneficio y protección de los empleados, que
resulten necesarias para permitir la reestructuración de los pasivos del deudor, y que tome los recaudos
para que todos los acreedores, el deudor y todas las partes afectadas, sean tratadas justa y equitativamente;
y b) suministrarle al representante de los empleados, toda la información relevante que sea necesaria para
evaluar la propuesta. El deudor deberá mantener, a intervalos razonables, reuniones con el representante
autorizado para conferenciar de buena fe, intentando alcanzar las modificaciones a dicho convenio que
resulten mutuamente satisfactorias. c) El tribunal deberá aprobar la solicitud para rechazar un convenio
colectivo de trabajo, sólo si considera que: la propuesta cumple con los recaudos mencionados, el representante de los empleados se ha negado a aceptar dicha propuesta sin una buena causa. El tribunal fijará
una audiencia y dictaminar sobre dicha solicitud de rechazo dentro de los treinta días de la fecha de la
audiencia. Si el tribunal no se expide, el deudor podrá extinguir o alterar las disposiciones del convenio
colectivo de trabajo con el dictamen del tribunal pendiente sobre dicha solicitud. El juez podrá autorizar
cambios provisorios durante el período en el cual el convenio continúa su vigencia, luego de la notificación de la audiencia si resultare esencial para la continuación o para evitar daños irreparables a la masa
concursal.
103
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
diez días de emitido”. Por “emisión” entendemos “presentación” en la secretaría
correspondiente. Si el expediente no está en letra no es posible que empiece a correr dicho plazo, el que se debe contar a partir de que vence el plazo para efectuar
observaciones. Ello es así ya que en virtud del derecho de defensa en juicio (art. 18,
C.N.) y de la primacía constitucional (art. 31, C.N.), corresponde hacer saber por
nota la presentación de dicho informe, lo cual permitirá -rige el plazo genérico de
cinco días- escuchar a los interesados (deudor concursado, acreedores concursales,
trabajador) antes del vencimiento del plazo para resolver, sin que corresponda dar
traslado de las observaciones presentadas ni imprimir otro trámite al informe de
los incisos “a” y “b” que no sea un “agréguese” a fin de no desnaturalizar el procedimiento, ya que si se generan dudas razonables o se introducen cuestiones que
requieren un marco de conocimiento mayor ello obstará a la procedencia del pronto
pago50. En cuanto al informe del inciso “c”, corresponde, frente a la existencia de
controversia, que se imprima el trámite de los incidentes de los arts. 280 a 287,
L.C. a fin de zanjar la problemática que pueda plantearse en torno a la suspensión
del convenio colectivo que pueda emerger del art. 20, L.C.
3.2. La modificación del inciso 11 del art. 14 deja sin regulación expresa la constitución del primer comité provisorio de acreedores
El inciso 11 del art. 14 establecía que en el auto de apertura el juez debía disponer la constitución de un comité provisorio de acreedores, integrado por los tres
acreedores quirografarios de mayor monto, denunciados por el deudor.
Dicha disposición no era aplicable en los pequeños concursos (art. 289,
L.C.).
Al modificarse el inciso 11 del art. 14, queda sin regulación legislativa expresa
la constitución del primer comité provisorio, y deja sin sentido la remisión contenida
en el 6to. párrafo del art. 26051.
50
Si el juez no hubiera dispuesto traslado alguno y el expediente hubiera quedado a despacho para resolver,
la posibilidad de contralor por parte de los interesados se verá sumamente dificultada, y limitada -en la
mayoría de los casos- a la interposición de un recurso de apelación que, por concederse en relación, no
admite la producción de prueba en alzada. Si a ello se agrega que la resolución que admite el pronto pago
hace cosa juzgada material, estaremos -cuando no se ha dispuesto el traslado al concursado- frente a un
decisorio que no ha observado el debido proceso.
51
Se podría interpretar que al haberse modificado el inc. 11 del art. 14 ha perdido virtualidad el primer comité
provisorio, quedando sin sentido la remisión que hace el art. 16 al comité cuando ello ocurre antes de la
resolución del art. 42 y la remisión que hace el 6to. párrafo del art. 260 al comité previsto en el art. 14, inc.
11. Consideramos que dicha interpretación no es valiosa, frente a la mayor amplitud en la investigación
e información que debe primar en este proceso, ya que su actuación no viene a desnaturalizar el trámite.
Por otra parte no debe perderse de vista que el último párrafo del art. 16 -texto según ley 26.086- sigue
aludiendo al comité de acreedores.
Hay quienes sostienen que se ha derogado la constitución del primer comité provisorio junto con la declaración de apertura del concurso, con lo cual el comité provisorio recién debe ser designado por primera
vez en la oportunidad del artículo 42, L.C. (al dictarse la resolución sobre categorización). Ver en este
104
Ricardo Daniel Sosa Aubone
Empero la presencia del comité precitado es necesaria en los grandes concursos,
pues es requerida su opinión para los actos sujetos a autorización (art. 16, L.C.,
texto conforme art. 3 ley 26.086), la redacción del art. 260 no ha sido modificada, y
el segundo párrafo del art. 42 sigue aludiendo al primer comité provisorio. Por ello
consideramos que en el auto de apertura el juez debe conformar el primer comité
provisorio de acreedores con los tres acreedores quirografarios de mayor monto.
3.3. Modificación del artículo 2 (establece un informe mensual de la
sindicatura sobre la evolución de la concursada, existencia de fondos
disponibles y el cumplimiento de normas legales y fiscales)
ARTÍCULO 2° - Incorpórase como inciso 12) del artículo 14 de la Ley N°
24.522, el siguiente:
12.- “El síndico deberá emitir un informe mensual sobre la evolución de la
empresa, si existen fondos líquidos disponibles y el cumplimiento de las normas
legales y fiscales”.
COMENTARIO: en virtud de lo normado por el inc. 12 del art. 14, L.C., el
síndico debe presentar un informe mensual sobre: a) la evolución de la empresa,
b) si existen fondos líquidos disponibles y c) el cumplimiento de normas legales y
fiscales. Ello fundamentalmente a fin de hacer operativo el pronto pago laboral52.
Si no hay acreedores laborales o empresa carece de sentido una presentación
mensual que se limite a informar el cumplimiento de normas legales y fiscales por
parte del concursado ya que la finalidad de la norma es tornar operativo el pronto
pago laboral. En este caso corresponde que el síndico requiera al juez que se lo
exima.
Si el concursado no brinda las informaciones que el síndico le requiera o incurre en falsedad, se lo puede -previa sustanciación- separar de la administración
-o limitar la medida a un coadministrador, veedor o interventor controlador- (art.
17, L.C.)53.
El informe debe ser presentado a mes vencido dentro de los cinco (5) días
hábiles de finalizado cada mes (arg. art. 273 inc. 1, L.C.).
sentido: MOLINA SANDOVAL, Carlos A., Una modalidad informativa “adicional” del síndico concursal,
L.L. ejemplar del 11/5/2006.
En este caso, podría designarse un comité provisorio ad hoc para el supuesto que sea necesaria su intervención en virtud de lo normado por el art. 16.
52
Expresa el décimo primer párrafo del art. 16, L.C., que el informe mensual de la sindicatura incluirá las
modificaciones necesarias, si existen fondos líquidos disponibles, a los efectos de abonar la totalidad de
los prontos pagos o modificar el plan presentado.
53
Sin perjuicio de ello se puede: a) intimar al concursado que informe bajo apercibimiento de separarlo de
la administración (art.17, L.C.); b) ordenar el comparendo del concursado, haciéndolo comparecer por la
fuerza pública en caso de ausencia injustificada (art. 274 inc. 1, L.C.); c) ordenar la presentación de los
libros y/o documentos que hacen al pasivo laboral concursal, bajo el apercibimiento precitado (art. 274,
inc. 2, L.C.); disponer la interdicción de viaje al exterior (art. 275, inc. 3, L.C.).
105
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
Consideramos que el informe sobre la evolución de la empresa -salvo que se
hayan producido cambios en el régimen de explotación, en cuyo caso deben ser
informados- se debe limitar a informar el carácter deficitario o no de la explotación,
ya que ir más allá no es compatible con el tiempo asignado para su presentación.
En cuanto a la existencia de fondos disponibles, hubiera sido mejor requerir
la existencia de “fondos líquidos disponibles por haberse cumplido con las normas
legales y fiscales pertinentes”, y no como se hizo, ya que el dinero en caja no siempre
está disponible -v.gr. embargo proveniente de un juicio promovido por un acreedor
posconcursal, dinero destinado al pago de aportes, salarios, etc.54.
Si la empresa sigue siendo deficitaria y/o no cumple con las normas “legales
y fiscales”, puede llegar a entenderse que ello importa un perjuicio evidente para
los acreedores y motivar que el juez separe al deudor de la administración (art. 17,
L.C.).
Además, conforme el 10mo. párrafo del art. 16, el síndico debe efectuar un
plan de pago proporcional a los créditos y sus privilegios.
El 11mo. párrafo de dicha norma establece que en el control e informe mensual la sindicatura debe incluir las modificaciones necesarias, si existen fondos
disponibles, a los efectos de abonar la totalidad de los prontos pagos o modificar
el plan presentado.
La referencia al “cumplimiento de las normas legales y fiscales” es de mucha
amplitud. Dejando de lado el hecho que todas las normas fiscales son legales, consideramos que se hace referencia al cumplimiento de las normas legales referentes al
funcionamiento de la empresa (registración del personal, pago de sueldos, cumplimiento de normas de seguridad e higiene del trabajo, pago de aportes, cumplimiento
de las normas fiscales -pago correcto y puntual de impuestos, presentación correcta
y puntual de declaraciones juradas, etc.-). Frente al incumplimiento de tales normas,
se pueden aplicar previa sustanciación las medidas que establece el art. 17, L.C.
La ley no contempla que el informe se sustancie, debiendo el juez disponer
su agregue sin sustanciación salvo cuando el mismo sea el puntapié inicial para
las medidas del art. 17.
3.4. Modificación del artículo 3 (nueva regulación del pronto pago
laboral)
ARTÍCULO 3° - Modifícase el artículo 16 de la Ley N° 24.522, el que quedará
redactado de la siguiente forma:
“Artículo 16.- Actos Prohibidos. El concursado no puede realizar actos a
título gratuito o que importen alterar la situación de los acreedores por causa o
título anterior a la presentación55.
54
55
Sobre fondos disponibles ampliar con lo expuesto en el punto 3.4.9.1.
Este párrafo no ha sido objeto de modificación alguna.
106
Ricardo Daniel Sosa Aubone
Pronto pago de créditos laborales. Dentro del plazo de 10 días de emitido el
informe que establece el artículo 14 inciso 11) el juez del concurso autorizará el pago
de las remuneraciones debidas al trabajador, las indemnizaciones por accidentes
de trabajo o enfermedades laborales y las previstas en los artículos 132 bis, 232,
233 y 245 a 254, 178, 180 y 182 de la Ley N° 20.744; artículo 6° a 11 de la Ley
N° 25.013; las indemnizaciones previstas en la Ley N° 25.877, en los artículos 1°
y 2° de la Ley N° 25.323; en los artículos 8°, 9°, 10, 11 y 15 de la ley N° 24.013;
en el artículo 44 y 45 de la Ley N° 25.345 y en el artículo 16 de la Ley N° 25.561,
que gocen de privilegio general o especial, y que surjan del informe mencionado
en el inciso 11 del artículo 14.
Para que proceda el pronto pago de crédito no incluido en el listado que establece el artículo 14 inciso 11), no es necesaria la verificación del crédito en el
concurso ni sentencia en juicio laboral previo.
Previa vista al síndico y al concursado, el juez podrá denegar total o parcialmente el pedido de pronto pago mediante resolución fundada, sólo cuando se tratare
de créditos que no surgieren de los libros que estuviere obligado a llevar el concursado, existiere duda sobre su origen o legitimidad, se encontraren controvertidos o
existiere sospecha de connivencia entre el peticionario y el concursado.
En todos los casos la decisión será apelable.
La resolución judicial que admite el pronto pago tendrá efectos de cosa juzgada
material e importará la verificación del crédito en el pasivo concursal.
La que lo deniegue, habilitará al acreedor para iniciar o continuar el juicio de
conocimiento laboral ante el juez natural.
No se impondrán costas al trabajador en la solicitud de pronto pago, excepto
en el caso de connivencia, temeridad o malicia.
Los créditos serán abonados en su totalidad, si existieran fondos líquidos disponibles. En caso contrario y hasta que se detecte la existencia de los mismos por parte
del síndico se deberá afectar el 1% mensual del ingreso bruto de la concursada.
El síndico efectuará un plan de pago proporcional a los créditos y sus privilegios.
En el control e informe mensual que la sindicatura deberá realizar, incluirá las
modificaciones necesarias, si existen fondos líquidos disponibles, a los efectos de
abonar la totalidad de los prontos pagos o modificar el plan presentado56.
Actos sujetos a autorización. Debe requerir previa autorización judicial para
realizar cualquiera de los siguientes actos: los relacionados con bienes registrables;
los de disposición o locación de fondos de comercio; los de emisión de debentures
con garantía especial o flotante; los de emisión de obligaciones negociables con
56
Se han subrayado las modificaciones introducidas por la ley 26.086.
107
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
garantía especial o flotante; los de constitución de prenda y los que excedan de la
administración ordinaria de su giro comercial57.
La autorización se tramita con audiencia del síndico y del comité de acreedores;
para su otorgamiento el juez ha de ponderar la conveniencia para la continuación
de las actividades del concursado y la protección de los intereses de los acreedores”58.
3.4.1. Pronto pago laboral
El derecho de pronto pago de los acreedores laborales, es una vía rápida y
simplificada de cobro -y por ende de inserción en el pasivo concursal- que disponen
los trabajadores respecto de ciertos créditos privilegiados, que ha sido consagrada
en los arts. 16 y 183, de la ley 24.522, sobre la base de la naturaleza alimentaria
de sus créditos59.
La ley 24.285 (B.O. 29/12/93), que ratifica el convenio 173 de la Conferencia
Internacional del Trabajo relativa a la protección de los créditos laborales en caso
de insolvencia del empleador, y que tiene rango constitucional (conf. art. 75, inc.
22 in fine, Const. Nac.), le da un fundamento constitucional a este instituto.
La reforma producida por la ley 26.086 no ha variado el carácter excepcional
del instituto, por lo cual no corresponde ampliar el elenco de créditos pronto pagables a través de una interpretación analógica. Sigue siendo necesario que se trate de
créditos que posean privilegio especial o general otorgado por la ley concursal.
3.4.2. Créditos susceptibles de pronto pago en el concurso preventivo.
El art. 16 de la ley 24.522 establece que “...el juez del concurso autorizará el
pago de las remuneraciones debidas al trabajador, las indemnizaciones por accidentes de trabajo o enfermedades laborales y las previstas en los artículos 132 bis,
232, 233 y 245 a 254, 178, 180 y 182 de la Ley N° 20.744; artículo 6° a 11 de la
Ley 25.013; las indemnizaciones previstas en la Ley N° 25.877, en los artículos 1°
y 2° de la ley N° 25.323; en los artículos 8°, 9°, 10, 11 y 15 de la Ley N° 24.013;
en el artículo 44 y 45 de la Ley 25.345 y en el artículo 16 de la Ley N° 25.561, que
gocen de privilegio general o especial...”60.
57
59
Este párrafo no ha sido objeto de modificación alguna.
Este párrafo no ha sido objeto de modificación alguna.
El pronto pago ha sido ideado para aquellos supuestos de rápida comprobación, cuya determinación no
requiere de un proceso de cognición profundo.
60
La metodología utilizada es criticable por dos razones: primero, porque hace referencia a normas concretas
-en lugar de expresar indemnización por preaviso, despido, etc.- cuya modificación y/o derogación puede
dejar sin efecto el pronto pago asignado; y en segundo término porque una enumeración tan puntillosa
genera dudas en cuanto a los supuestos no incluidos expresamente. Además, las indemnizaciones agravadas
que incorpora la reforma generalmente generan gran litigiosidad y su determinación excede el estrecho
marco de conocimiento que impone el pronto pago, lo cual hará que la ampliación sea más efectista que
real.
58
108
Ricardo Daniel Sosa Aubone
Habida cuenta de ello, encuadran en el pronto pago las siguientes prestaciones61:
1) Remuneraciones por 6 (seis) meses62.
2) Indemnización por accidentes de trabajo o enfermedades laborales.
3) Sanciones conminatorias por retención indebida de aportes del art. 132
bis, L.C.T.63.
4) Indemnización sustitutiva del preaviso de los arts. 232, L.C.T.; y 6, ley
25.01364.
Cabe analizar si corresponde incluir a las demás indemnizaciones por preaviso,
tal como las reguladas en los estatutos particulares (v.g. periodista profesional: arts.
43 incs. a y b, 45 y 83, ley 12.908; trabajador agrario: art. 132, ley 22.248; encargado de casas de renta: art. 6 de la ley 12.981), ya que la norma antes se refería a
la indemnización sustitutiva del preaviso y ahora alude a las indemnizaciones de
los arts. 232, 233, L.C.T. y 6, ley 25.013, lo cual autorizaría a concluir -sumado
al carácter restrictivo que impera en la materia- que el legislador ha limitado los
supuestos de pronto pago tratándose del preaviso65.
5) Indemnización por integración del mes del despido del art. 233, L.C.T.
En cuanto a la inclusión de los estatutos especiales, nos remitimos a lo expuesto
en el punto anterior.
6) Indemnización por antigüedad o despido sin causa del art. 245 L.C.T. y 7 y
8, ley 25.013. Engloba los supuestos de los arts. 95 (despido injustificado en los contratos a plazo fijo); 214, 215 y 216 (despido o no reincorporación del trabajador que
tiene reserva del empleo por prestar el servicio militar y convocatorias especiales,
o por desempeñar cargos electivos), situación de despido frente a la transferencia,
arrendamiento o cesión del establecimiento (art. 226, 227, L.C.T.).
61
62
63
64
65
El juez sólo debe verificar que el crédito cuyo pronto pago se solicita encuadre en la enumeración legal,
sin que quepa analizar el carácter alimentario del mismo.
Sólo son pronto pagables seis (6) meses de remuneraciones, ya que los períodos posteriores no gozan de
privilegio.
El art. 132 bis de la L.C.T., agregado por el art.43 de la ley 25.345 (ley antievasión), instituyó una sanción conminatoria mensual a favor del trabajador afectado cuyo empleador no hubiera ingresado total o
parcialmente los aportes retenidos.
Antes de la modificación de la ley 26.086 no se trataba de un crédito pronto pagable en el concurso preventivo.
Los arts. 6 a 11 de la ley 25.013 fueron derogados por la ley 25.877, lo cual limita la aplicación del pronto
pago a los supuestos precitados que hayan acontecido durante la vigencia de la norma.
Antes de la modificación impuesta no existía tal interrogante. Siendo que el primer párrafo del art. 2 de
la L.C.T. establece que las disposiciones de dicho régimen se aplican en cuanto resulten compatibles con
las situaciones regidas por los estatutos especiales, cabe analizar en cada caso particular si la indemnización por preaviso establecida por la L.C.T. -o de la ley 25.013 (art. 5)- es compatible con la naturaleza y
modalidades de la actividad, o si ha sido expresa o tácitamente excluida.
Ampliar con lo expuesto en el punto 6.
109
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
También comprende a las indemnizaciones por antigüedad o despido previstas
en estatutos especiales66. Si bien una exégesis literal y restrictiva del art. 16 de la
ley 24.522 nos llevaría a interpretar que sólo comprende las indemnizaciones por
despido de los arts. 245 a 254 de la L.C.T., con lo que quedarían afuera las indemnizaciones por despido previstas en los estatutos especiales, sobre la base de lo normado
por los arts. 16 (igualdad ante la ley) y 14 (igual remuneración por igual tarea) de
la Constitución Nacional y ley 24.285 que ratifica convenio 173 de la Conferencia
Internacional del Trabajo, lo establecido por el primer párrafo del art. 2, L.C.T. y
5, ley 25.013, a fin dar a cada uno lo suyo y no consagrar soluciones disvaliosas,
corresponde considerar comprendidas en el pronto pago a todas las indemnizaciones
derivadas de la extinción incausada del contrato de trabajo que tengan la naturaleza
del art. 245 cuando se trate de regímenes no comprendidos en la L.C.T.
También comprende el interés a que es condenado el empleador por considerarse su conducta temeraria y maliciosa en virtud de lo normado por el art. 9 de la ley
25.013, conforme lo establece expresamente el art. 16, texto según ley 26.08667.
7) Indemnización por despido indirecto y por extinción del contrato de trabajo
por fuerza mayor o falta o disminución de trabajo (Indemnización por despido
indirecto -art. 246, L.C.T.-; por extinción del contrato de trabajo por fuerza mayor
o falta o disminución de trabajo -art. 247, L.C.T.-; por fuerza mayor, falta o disminución de trabajo -art. 10, ley 25.013-).
8) Indemnización por extinción del contrato de trabajo por muerte del trabajador (art. 248, L.C.T.).
9) Indemnización por extinción del contrato de trabajo por muerte del empleador (art. 249, L.C.T.).
10) Indemnización por extinción del plazo de duración del contrato (arts. 95
y 250, L.C.T.).
11) Indemnización por extinción del contrato de trabajo por quiebra del
empleador.(art. 251, L.C.T., texto según ley 24.522)68.
66
Por ejemplo: indemnización por antigüedad del trabajador agrario (art. 132, ley 22.248); indemnización
por despido del periodista profesional (art. 45, ley 12.908); indemnización por antigüedad del chofer
particular (art. 10, ley 12.867); indemnización por despido del encargado de casas de renta y propiedad
horizontal (art. 10, ley 12.981); indemnización del viajante de comercio (ley 15.546); indemnización por
ruptura de contrato de trabajo celebrado bajo las modalidades promovidas por la ley nacional de empleo
(arts. 39 y 95, ley 24.013; fondo de desempleo de la ley 22.250 para los trabajadores de la industria de la
construcción, que según el art. 15 de dicha ley reemplaza al régimen de preaviso y despido contemplados
en la L.C.T.).
67
Antes de la modificación de la ley 26.086 no se trataba de un crédito pronto pagable en el concurso
preventivo.
68
Si la quiebra del empleador se debiera a causas no imputables al mismo -lo que deberá determinar el
juez de la quiebra conforme el art. 251 L.C.T.- no procede el pago del preaviso y la integración del mes
de despido, por tratarse de un supuesto que escapa a la voluntad del empleador.
Se trata de un supuesto bastante improbable en el marco de un concurso preventivo, pero posible a raíz
del instituto de la conversión del art. 90 de la ley 24.522, que permite solicitar la conversión de la quiebra
110
Ricardo Daniel Sosa Aubone
12) Indemnización por extinción del contrato de trabajo por jubilación del
trabajador. Se trata de la indemnización por no mantenimiento de la relación laboral
del trabajador en trámite de jubilación (art. 252, L.C.T.); y de la indemnización por
despido del trabajador jubilado (art. 253, L.C.T.).
13) Indemnización por extinción del contrato de trabajo por incapacidad o
inhabilidad del trabajador (art. 254, L.C.T.).
14) Indemnización de despido por causa de embarazo (art. 178, L.C.T.)69.
15) Indemnización de despido por causa de matrimonio (art. 182, L.C.T.)70.
16) Incremento indemnizatorio del 30% por despido discriminatorio (art. 11,
ley 25.013)71.
17) Indemnizaciones previstas en la ley 25.87772.
18) Incremento indemnizatorio del despido -para relaciones laborales no
registradas o registradas deficientemente- contempladas por los arts. 1 y 2, ley
25.32373.
19) Incrementos indemnizatorios de los arts. 8, 9, 10, 11 y 15 de la ley 24.013
(régimen nacional de empleo)74.
20) Indemnización por falta de entrega de constancias y certificados del último
párrafo del art. 80, L.C.T., texto según ley 25.34575.
69
70
71
72
73
74
75
en concurso preventivo dentro de los diez (10) días contados a partir de la última publicación edictual; o
también puede tratarse de un crédito de una quiebra anterior que haya concluido.
Antes de la modificación de la ley 26.086 no se trataba de un crédito pronto pagable en el concurso
preventivo.
El art. 16, texto según ley 26.086, alude a la indemnización prevista en los arts. 180 y 182, L.C.T. -que
están en el capítulo III, titulado ‘De la prohibición del despido por causa de matrimonio’- de los cuales
sólo alude a un supuesto indemnizatorio el segundo de dichos artículos, por lo que la referencia a la
indemnización prevista en el art. 180 carece de sentido.
Antes de la modificación de la ley 26.086 no se trataba de un crédito pronto pagable en el concurso preventivo.
Antes de la modificación de la ley 26.086 no se trataba de un crédito pronto pagable en el concurso
preventivo.
Antes de la modificación de la ley 26.086 no estaban contemplados como créditos pronto pagables.
Antes de la modificación de la ley 26.086 no se trataba de un crédito pronto pagable en el concurso
preventivo.
Estos incrementos se disponen cuando el empleador no ha registrado o ha registrado deficientemente
al empleado. Antes de la modificación de la ley 26.086 no se trataban de créditos pronto pagables en el
concurso preventivo.
El art. 16, texto según ley 26.086, establece el pronto pago de las indemnizaciones establecidas “...en el
artículo 44 y 45 de la ley N° 25.345...”. Con respecto a la indemnización del art. 45 de la ley 25.345 no
existe ningún problema. Ahora bien, tratándose de la indemnización del art. 44 de la ley precitada, como
dicha norma no contempla indemnización alguna a favor del trabajador -hace referencia a la remisión de
las actuaciones a la AFIP, a sanciones a las autoridades judiciales o administrativas y a la inoponibilidad
de los acuerdos a los organismos de recaudación de la seguridad social-, no corresponde tenerla en cuenta
a los efectos del pronto pago al trabajador. No es razonable entender que la norma consagra el pronto
pago de los aportes que requieran los organismos de recaudación de la seguridad social que invoquen la
inoponibilidad de los acuerdos conciliatorios, transaccionales o liberatorios homologados por la autoridad
administrativa o judicial, ya que además de tratarse de situaciones que exceden el ámbito del pronto pago,
111
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
21) Incremento indemnizatorio del art. 16 de la ley 25.56176.
22) Sumas resultantes de pacto de cuota litis de créditos comprendidos (CNCom., sala D, 7/2/97, “Transportes Unidos Coop. de Seguros Ltd. s/Liquidación
forzosa s/Incidente de verificación por Giustiniano, Jorge”).
3.4.3. Créditos excluidos de pronto pago en el concurso preventivo
No comprende:
1) Fondo de desempleo77. Por no ser remuneración ni estar enumerado expresamente por el art. 16 de la ley 24.52278.
2) Subsidios familiares. Por no ser remuneración ni estar enumerado expresamente por la ley79.
3) Remuneraciones por más de seis meses. Debido a que encontrándose expresamente incluidas las remuneraciones por seis meses como créditos con privilegio
especial (art. 241, inc. 2°, ley 24.522) y general (art. 246, inc. 1°, ley 24.522), no
cabe extender la preferencia respecto de las remuneraciones que excedan dicho
lapso sirviéndose de la frase “cualquier otro derivado de la relación laboral” que
expresa la última parte del inciso 1° del art. 246 -que es el que enumera los créditos con privilegio general-, ya que el legislador desde el principio ha limitado su
composición.
4) Indemnización por vacaciones no gozadas (art. 156, L.C.T.), ya que se trata
de una indemnización y no de una remuneración.
5) Los intereses, por no estar expresamente enumerados en el artículo 16 de
la ley 24.52280.
La cuestión ha sido controvertida respecto de los intereses por dos años contados a partir de la mora respecto de los créditos enumerados en el artículo 16, ya
que si bien gozan de privilegio (arts. 241, inc. 2° y 246, inc. 1°, ley 24.522), su
76
77
78
79
80
se tratará de créditos que no van a surgir del informe mencionado por el inciso 11 del artículo 14, ya que
no se trata de un pasivo laboral sino de la seguridad social.
Antes no estaban contemplados como créditos pronto pagables en el concurso preventivo.
Antes de la modificación de la ley 26.086 no se trataba de un crédito pronto pagable en el concurso
preventivo.
Salvo que se tratare de importes correspondientes al fondo de desempleo que fija el estatuto del personal
de la construcción, ley 22.250, que constituye un patrimonio inalienable e irrenunciable del trabajador, no
pudiendo ser embargado, cedido ni gravado y que reemplaza al régimen de preaviso y despido contemplado
en la L.C.T. (conf. art. 15, ley 22.250). Si los aportes al fondo de desempleo se hubieran hecho efectivos,
basta la entrega de la libreta respectiva, puesto que los fondos allí depositados no son del concursado.
En igual sentido: MAZA-LORENTE, op. cit., pág. 47.
En contra: IGLESIAS, “Concursos”, p. 76; WILLIAMS, “El concurso preventivo”, p. 490.
En igual sentido: MAZA-LORENTE, op. cit., pág. 47, quien cita la opinión concordante de ALLENDEMARIANI DE VIDAL.
En contra: IGLESIAS, “Concursos”, p. 76; WILLIAMS, “El concurso preventivo”, p. 490.
En contra: SCMendoza, sala I, 26/7/95, con voto de la Dra. Kemelmajer de Carlucci, E.D. 26/12/95, pág.
11; IGLESIAS, “Concursos”, p. 76; Cám. Civ. y Com. 1ra., sala I, Mar del Plata, causa 105.543, 2/4/98,
Juba B1351570.
112
Ricardo Daniel Sosa Aubone
carácter accesorio no hace que formen parte de la deuda como un todo homogéneo
(conf. SCBA, Ac. 33.140, 23/7/85, Ac. y Sent. 1985-II, 195; L.L. 1986-B, 363). Es
que la condena a pagar intereses es una obligación distinta a la del pago del capital
(SCBA, L. 36.675, 16/6/87, Ac. y Sent. 1987-II, 383).
Es indiscutido, en cambio, la no inclusión de los intereses por más de dos años
de todo crédito de origen laboral desde la mora, ya que los arts. 242 inc. 2 y 246
inc. 1 de la ley 24.522 limitan los intereses como créditos privilegiados a los dos
años, y tal crédito carece de privilegio.
6) Costas judiciales y los honorarios del letrado del trabajador. Por no estar
enumeradas expresamente en el art. 16 de la ley 24.52281.
7) Asignaciones no remunerativas. Gratificaciones graciables que no son normales, habituales, que no llevan aportes ni son consideradas remuneración.
8) Beneficios sociales (servicios de comedor, vales del almuerzo hasta un tope,
reintegros documentados de gastos de medicamentos y gastos médicos, provisión
de ropa de trabajo, reintegros documentados de gastos de guardería, provisión de
útiles escolares y guardapolvos, cursos de capacitación, gastos de sepelio), ya que
conforme el art. 103 bis L.C.T. son prestaciones de la seguridad social sin carácter
remunerativo.
9) Indemnización 1er. y 4to. párrafo art. 212 L.C.T. (despido por incapacidad
definitiva del trabajador). Por ser una indemnización que no se encuentra específicamente mencionada en el art. 16.
10) Salarios por suspensión regular (art. 223 bis, L.C.T.).
11) Indemnización especial por violación del fuero sindical establecida por
la ley de garantía de la actividad sindical, ya que no se trata de una remuneración
sino de una indemnización especial, no encuadra en los arts. 245 L.C.T., ni 7 ley
25.013, y no está comprendida en la enumeración del art. 16 ley 24.522.
12) Créditos no concursales (de causa o título posterior a la presentación del
deudor en concurso preventivo) (art. 32, ley 24.522).
13) Porción quirografaria del crédito laboral. El pronto pago sólo procede
respecto de créditos privilegiados.
14) Deudas alcanzadas por la prescripción.
15) Demás créditos no enumerados por el art. 16, L.C.
3.4.4. Créditos susceptibles de pronto pago en la quiebra. Créditos comprendidos
La ley 26.086 no ha variado la redacción del art. 183 de la ley 24.522, el que
textualmente establece: “... Las deudas comprendidas en los artículos 241, inciso 4° 82
81
En cuanto a los honorarios del letrado del trabajador, es un rubro que ha sido admitido por algunos
fallos.
82
Léase 241 inc. 2°. Debido a un error se hace referencia al inciso 4° referido a los privilegios especiales
que gozan de la facultad de requerir concurso especial (arts. 126 y 209), en lugar del inciso 2° que es
el que se refiere a los créditos laborales. Los autores coinciden en que se trata de un error del legislador
(MAZA-LORENTE, op. cit., pág. 55; CARCAVALLO, op. cit., pág. 3; IGLESIAS, op. cit., pág. 221;
VITOLO, Daniel Roque, “Comentarios a la ley de concursos y quiebras”, Ad Hoc, Bs. As., 1996, pág.
426; GARCIA MARTINEZ, Roberto, “Derecho Concursal”, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1997, pág. 457;
RIVERA, Julio César, “Instituciones de Derecho Concursal”, t. II, Rubinzal-Culzoni, 1997, 202, nota
113
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
y 246, inciso 1°, se pagarán de inmediato con los primeros fondos que se recauden
o con el producido de los bienes sobre los cuales recae el privilegio especial, con
reserva de las sumas para atender créditos preferentes. Se aplican las normas del
artículo 16 segundo párrafo.”
Si se parte de la base que los créditos pronto pagables en la quiebra son aquellos que tienen privilegio, la gama de créditos comprendidos en el pronto pago es
más amplia en la quiebra, ya que en este proceso basta que el crédito concursal sea
laboral y que tenga privilegio83.
3.4.5. Trámites (según si figura en el informe de la sindicatura o no)
Se trata de una incidencia típica o autónoma, ya que su tramitación esta regulada específicamente en el art. 16 que se impone frente a las normas genéricas que
establecen para los incidentes los arts. 280 y siguientes de la ley concursal.
El legislador -aunque con una técnica criticable- consagró la existencia de
dos trámites distintos:
22; SOSA AUBONE, Ricardo Daniel, “Ley de procedimiento laboral de la provincia de Buenos Aires”,
t. I, pág. 236).
Ello a pesar de la interpretación restrictiva que cabe respecto de los rubros objeto del pronto pago, pues
tiene relevancia lo normado por los arts. 16 de la Const. nac. (igualdad ante la ley), 14 (igual remuneración
por igual tarea) y ley 24.285 que ratifica contenido 173 de la Confederación Internacional del Trabajo
y conforme el inc. 22 del art. 75 de la Const. Nac. tiene jerarquía constitucional. Lo contrario sería dar
pie a una solución notoriamente disvaliosas, y que choca sin lugar a dudas contra el fin querido por el
legislador. No debe olvidarse que es regla de hermenéutica de las leyes atender a la armonía que ellas
deben guardar con el orden jurídico restante y con las garantías de la Constitución, y que en casos no
expresamente contemplados ha de preferirse la inteligencia que favorece y no la que dificulte aquella
armonía y los fines perseguidos legislativamente. Por ello, no es siempre método recomendable el atenerse
estrictamente a las palabras de la ley, ya que el espíritu que las nutre es lo que debe rastrearse en procura
de una interpretación racional, que avente el riesgo de un formalismo paralizante, debiéndose buscar en
todo tiempo una valiosa interpretación de lo que las normas, jurídicamente, han querido mandar, de suerte
que la admisión de soluciones notoriamente disvaliosas, pudiéndose arbitrar otras de mérito opuesto, no
resulta compatible con el fin común de la tarea legislativa como de la judicial (CSN, Fallos, 300:417;
302:1209, 1248; 303:248 y sus citas; ídem, 24/11/84, D.T. 1984-A, 322).
MORELLO-TESSONE-KAMINKER, “Códigos Procesales”, t. VIII, 1998, pág. 506 y BARBIERI, Pablo
C., “Relaciones laborales en la nueva ley de concursos”, Bs. As., ed. Universidad, 1996, págs. 89 y 90
toman la interpretación literal del artículo 183, con lo que excluyen a los créditos con privilegio especial
del pronto pago en la quiebra.
La CNCom., sala E, en la causa “Banco Español del Río de La Plata Ltdo. S.A. s/Quiebra s/Inc. de pronto
pago por Martínez, Ricardo”, del 5/9/95, se expresa en este sentido, diciendo que sólo los rubros amparados
con privilegio general de la ley 24.522 (art. 246, inc. 1) gozan del beneficio de pronto pago en razón de
los términos expresos de los arts. 183 y 16 de la ley concursal.
Se ha perdido una oportunidad para corregir el error precitado.
A su vez, ha quedado desajustada la remisión que realiza dicha norma al art. 16, segundo párrafo, ya que
en realidad se aplican -en lo pertinente- los párrafos segundo a octavo.
83
El juez sólo debe verificar que el crédito cuyo pronto pago se solicita encuadre en la enumeración legal, esto
es que tenga privilegio general o especial, sin que quepa analizar el carácter alimentario del crédito.
Comprende capital e intereses por dos años (en el concurso preventivo es un tema discutible la inclusión
de los intereses).
No se entiende cuál es la razón por la cual el legislador amplió en la quiebra el elenco de créditos laborales susceptibles de pronto pago ni por qué pasó de una enumeración pormenorizada (art. 16) -que ha
suscitado más de una controversia- a una expresión genérica. Postulamos la unificación de los créditos
pronto pagables en el concurso preventivo y la quiebra, a favor de todos aquellos que gocen de privilegio
general y/o especial.
114
Ricardo Daniel Sosa Aubone
a) PRONTO PAGO DE OFICIO, sobre la base de la inclusión del crédito en
el listado que contiene el informe del inc. 11 art. 1484. El juez dentro de los diez
(10) días de presentado el informe del art. 14, inc. 11, L.C., debe decidir sobre la
procedencia del pronto pago de los créditos comprendidos85. No requiere petición
del interesado por lo que debe ser impulsada por el juez de oficio86, el legislador
no contempla traslado previo al deudor concursado87.
84
No requiere verificación ni sentencia en juicio laboral. La decisión es apelable. La decisión que admite
el pronto pago hace cosa juzgada material e importa la verificación del crédito en el pasivo concursal. La
que lo deniegue, habilita al acreedor a iniciar o continuar el juicio de conocimiento laboral ante el juez
natural.
Si observamos los arts. 18 y 31, C.N., el trámite debería ser del siguiente modo: a) el juez hace saber
el informe por nota y por el plazo de cinco días; b) las observaciones presentadas no se sustancian ni
se pueden abrir a prueba, simplemente se agregan ya que de lo contrario se estaría desnaturalizando el
trámite (si las observaciones arrojan dudas o generan hechos controvertidos que requieren de prueba ello
obsta al pronto pago); y c) el juez resuelve sobre el pronto pago de los créditos incluidos en el informe
y las observaciones presentadas en el plazo de diez días contados a partir del vencimiento del plazo para
efectuar observaciones.
85
La norma expresa que el juez “autorizará” el pago en lugar de decir que lo “ordenará”, con sustento en
que el pronto pago es una excepción a la prohibición de pago que pesa sobre el deudor. Ahora bien, no es
una mera autorización, ya que si así lo fuera la efectivización del pronto pago quedaría sujeta a la voluntad
del deudor, sino que es una orden.
86
Legitimación. En el régimen de la ley 24.522 y antes de la reforma efectuada por la ley 26.086, la facultad
de ordenar de oficio el pronto pago era un tema opinable. En el primer tomo de la obra Ley de Procedimiento Laboral de la Provincia de Buenos Aires (pág. 246, notas 371 y 372), sostuvimos con sustento en
el carácter excepcional del instituto que el juez no estaba legitimado. Dada la redacción imperativa de
la norma (“Dentro del plazo de 10 días de emitido el informe que establece el art. 14 inc. 11, el Juez del
concurso autorizará el pago de las remuneraciones debidas al trabajador, ...”), tratándose de los trabajadores
que figuran en el listado que presentó el síndico, el juez está obligado a resolver sobre la procedencia del
pronto pago aunque el trabajador no tome la iniciativa al respecto. Si se trata de créditos laborales que no
figuran en el listado, sin perjuicio de las facultades del juez para motorizar que el informe del síndico sea
completo o impulsar las aclaraciones o análisis que sean necesarios, también podría actuar de oficio.
La normativa de concursos y quiebras anterior, decreto ley 19.551/72, establecía en su artículo 17 que el
juez “debe autorizar el pago de los salarios, etc.”; y por ello se entendió que la expresión “debe” hacía
referencia a que el juez estaba obligado a afrontar y resolver este problema, aunque ni el convocatario ni
el síndico tomen la iniciativa al respecto (conf. QUINTANA FERREYRA, Francisco, “Concursos. Ley
19.551”, Astrea, 1ra. reimpresión Bs. As., 1988, pág. 232; ZAVALA RODRIGUEZ, “Código de Comercio”, t. VII, pág. 280; CAMARA, Héctor, “Las relaciones laborales frente al concurso del empresario”,
RDCO 1978-553). Como la nueva norma contiene tal imperativa orden de pago, corresponde que el juez
motorice de oficio la concreción del pronto pago de los trabajadores que figuran en el informe del síndico
y disponga las medidas tendientes a su pago igualitario.
Respecto de la organización sindical, la misma podría ejercer la representación de todos sus integrantes
en virtud de lo establecido por el art. 31 inc. “a” de la ley 23.551. El dec. 467/88, reglamentario de la
ley 23.551, establece en su art. 22 que basta la conformidad escrita del trabajador para que actúe el ente
gremial. Con lo cual será suficiente la solicitud del sindicato acompañada con las conformidades de sus
representados (si bien la ley no requiere certificación de firma es conveniente a fin de evitar dilaciones
que el pedido cuente con tal certificación).
La facultad de ordenar el pronto pago de oficio, da paso a la legitimación del propio deudor para requerirlo. Al respecto, cabe destacar que en el Anteproyecto de Reformas de la ley 24.522 (Comisión Res.
Ministerio de Justicia de la Nación 89/97), al modificar el art. 16, se establecía que el pronto pago puede
ser formulado por el deudor y por el acreedor laboral.
87
Si bien la norma no establece para este supuesto el traslado al concursado, el mismo se impone (art. 18,
C.N.), por el plazo de cinco días (art. 273, inc. 1, L.C.).
115
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
Si el crédito no surge de los libros legales que debe llevar el concursado,
existiere duda sobre su origen o legitimidad, se encontraren controvertidos o existiere sospecha de connivencia entre el peticionario y el concursado, el juez podrá
denegar el pronto pago88.
Si dentro de los diez (10) días de presentado el informe -y una vez vencido
el plazo para contestar el traslado que se hubiera conferido- el juez no se hubiere
expedido, sin perjuicio de la facultad del síndico de impulsar el trámite, el interesado
podrá pedir que se resuelva o requerir el pronto pago conforme el procedimiento
del párrafo siguiente.
Este trámite no perime ya que forma parte del principal (art. 277, L.C.) y debe
ser impulsado de oficio por el juez y el síndico (arts. 274 y 275, L.C.).
b) PRONTO PAGO A PEDIDO DE PARTE, sobre la base de créditos laborales
no incluidos en el listado que contiene el informe del inc. 11 del art. 1489. Requiere
petición del interesado, de la cual corre traslado al síndico y al concursado por cinco
días90, debiendo denegarlo el juez cuando se trata de créditos que no surgen de los
libros que estuviere obligado a llevar el concursado, existiere duda sobre su origen
o legitimidad, se encontraren controvertidos o existiere sospecha de connivencia
entre el peticionario y el concursado91.
El trabajador deberá efectuar el pedido en el juzgado donde tramite el concurso
(arts. 21, 132 y 278, ley 24.522; 6 inc. 1°, C.P.C.C.), observando en lo pertinente
los requisitos de los artículos 330 del C.P.C.C. (aplicable conf. art. 278, L.C.) y 32
de la ley concursal92, del cual se dará traslado al síndico y al concursado por cinco
días hábiles judiciales93. El traslado se debe ordenar por cédula (arts. 281 de la ley
24.522 y 135 inc. 1° y 338 del C.P.C.C.).
88
89
90
91
92
93
Ampliar con lo expuesto en el punto 3.4.8.
Tratándose de los créditos no incluidos en el informe del síndico, tales causales obstarían a la procedencia
del pronto pago ya que se hará sumamente difícil que exista un crédito omitido por el síndico que surja
de la documentación del concursado a fin de ser pronto pagable. No sucede lo mismo con respecto a los
créditos incluidos en el listado, respecto de los cuales no se ha establecido tales supuestos obstativos.
La diferencia apuntada permite que ciertos créditos que difícilmente surjan de los libros y documentación
del empleador concursado, tal como las indemnizaciones por accidentes del trabajo o despido, puedan ser
objeto de pronto pago. Lo mismo cuando existan oposiciones infundadas.
Tratándose de un trabajador a quien se le ha denegado el pronto pago de oficio cabe permitirle la posibilidad que promueva el pronto pago a pedido de parte.
Rige el plazo genérico del art. 273 inc. 1, L.C.
Antes el plazo era de diez (10) días.
Ampliar con lo expuesto en el punto 3.4.8.
Ser un acreedor de causa o título a la presentación en concurso preventivo (art. 32 para el concurso preventivo) o de la declaración de quiebra (art. 200 respecto de la quiebra); indicar monto, causa y privilegio,
acompañando los títulos justificativos de su pedido (léase toda la prueba documental, como ser fotocopias
certificadas de la causa laboral o del expediente administrativo, recibos de haberes, etc.). No es admisible
el ofrecimiento de prueba testimonial, confesional ni informativa.
Debe además brindar pautas sobre la existencia y exigibilidad del crédito (conf. Cám. Civ. y Com. 1ra.,
sala II, Mar del Plata, causa 97.236, RSD. 75/96, 21/3/96).
En el concurso preventivo el traslado al deudor concursado es indiscutible ya que éste no ha perdido
116
Ricardo Daniel Sosa Aubone
El síndico debe emitir su dictamen dentro de los cinco (5) días hábiles judiciales
de notificado (arts. 16 y 273 incs. 1 y 2, ley 24.522), expresando si se trata o no de
un crédito comprendido e indicar, en su caso y luego de las comprobaciones que
correspondan, el monto por el cual procede, en cuyo caso el juez -si lo dictaminado
es ajustado a derecho- ordenará el pago94.
Es aplicable el plazo de gracia que establecen los códigos procesales locales95.
Este trámite es susceptible de perención (art. 277, L.C.), es conveniente que
tramite por separado y debe ser impulsado por el peticionante, sin perjuicio de las
facultades del juez y del síndico.
El trámite es similar en la quiebra, ya que el art. 183 L.C. remite al art. 1696, la
diferencia está en que en la quiebra el informe del art. 14 inc. 11 no es una exigencia
legitimación procesal, puesto que conserva la administración de su patrimonio bajo la vigilancia del síndico
(art. 15). En la quiebra, pese a que el fallido pierde la legitimación procesal (art. 110), como el fallido
puede hacerse parte en los incidentes de revisión y de verificación tardía, y el pronto pago viene a ser un
medio -aunque excepcional- de insinuación en el pasivo, debe permitirse su participación en el trámite.
Ello ha sido consagrado por el art. 16, texto según ley 26.086, al disponer expresamente el traslado al
concursado.
Como el pronto pago no genera costas, no corresponde -en la Provincia de Bs. As.- el pago del anticipo
previsional establecido por la ley 6716. A ello se suma la naturaleza alimentaria del crédito tutelado, que se
trata de una incidencia y no un incidente y que puede llegar a eximir al trabajador de la carga de verificar.
Por tales razones tampoco corresponde el pago del bono ley 8480.
Al ser una incidencia de origen laboral tampoco corresponde el pago de la tasa de justicia.
94
El síndico a fin de efectuar tal labor tiene las facultades y deberes del art. 275 de la ley concursal que se
correspondan con la naturaleza abreviada del pronto pago. Debe realizar todas las compulsas necesarias
en los libros y documentos del deudor. Puede, asimismo, valerse de todos los elementos de juicio que
estime útiles y, en caso de negativa a suministrarlos, solicitar al juez de la causa las medidas pertinentes
(arg. art. 33, ley 24.522).
El síndico debe aconsejar que no se admita el pedido de pronto pago si se configuran las siguientes
causales que enumera el art. 16 -más allá de los supuestos de falta de legitimación, crédito no comprendido y extemporaneidad del pedido-: a) que alguno de los créditos objeto del pronto pago no surja de
la documentación legal y contable del empleador (v.g. libro del art. 52, L.C.T.; libro del art. 6 de la ley
11.544 donde se registran las horas extras; libro del art. 10 de la ley 14.546 respecto de los viajantes de
comercio); b) cuando el crédito resulte controvertido; c) que existan dudas sobre su origen o legitimidad;
d) que exista sospecha de connivencia dolosa entre el trabajador y el concursado.
Sin perjuicio de la responsabilidad del síndico, la no presentación del informe en tiempo no impide su
presentación posterior ya que se trata de un informe necesario a cargo de un funcionario del concurso.
95
Los arts. 124, 3er. párrafo, del Código Procesal Civil y Comercial de Nación y de la Provincia de Bs. As.
establecen como plazo de gracia el día hábil inmediato al vencimiento y dentro de las dos primeras horas
del despacho; lo que es admitido por la jurisprudencia y la doctrina mayoritarias.
Respecto de la aplicación del plazo de gracia en el concurso puede consultarse el fallo plenario de la Cám.
Apel. Civ. y Com. Rosario, del 1/10/82, publicado en J.A. 1982-IV, 562.
96
En realidad el art. 183 remite a las normas del art. 16, segundo párrafo. Tal remisión es incompleta, ya
que también se refieren al trámite del pedido de pronto pago los párrafos tercero a decimoprimero. Por
otra parte es muy poco lo que se puede aplicar del segundo párrafo (los créditos pronto pagables en la
quiebra no son los que enumera el segundo párrafo, para la quiebra no se ha establecido el informe que
el art. 14 inc. 11 prevé para el concurso preventivo), el que además se refiere al supuesto de pronto pago
impulsado de oficio.
117
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
legal -por lo que sólo estará presente cuando haya sido ordenado por el juez o haya
sido presentado de oficio por el síndico-.
3.4.6. Innecesariedad de verificación previa. Posibilidad de acumular vías
en sede concursal
Conforme el tercer párrafo del artículo 16 de la ley 24.522 -aunque con una
técnica criticable-97, para la procedencia del pronto pago no es necesaria la verificación o insinuación del crédito en el proceso concursal; tampoco hace falta sentencia
en juicio laboral98; ni figurar en el listado de créditos pronto pagables que surja del
informe que establece el art. 14 inc. 11 para el concurso preventivo.
Sin perjuicio de ello, como la denegatoria total o parcial coloca al trabajador
ante la posibilidad de verificar su crédito en sede concursal, ante el supuesto que se
prefiera utilizar esta última vía y a fin de aventar los riesgos que puede implicar la
ausencia de participación en el acuerdo, conviene que si se está a tiempo se realice
tal trámite simultánea o independientemente al de pronto pago99.
Si el trabajador que tiene juicio de conocimiento iniciado lo continúa luego que
comienza el fuero de atracción, habrá hecho uso de la opción que brinda la legislación
concursal, no pudiendo ir contra sus propios actos y pretender verificar tempestiva
o tardíamente. Pese a ello, en virtud de lo que establece el 7mo. párrafo del art. 16
podrá solicitar el pronto pago, en cuyo caso se debe suspender la tramitación del
97
La técnica legislativa es objetable ya que cuando expresa “Para que proceda el pronto pago de crédito no
incluido en el listado que establece el artículo 14 inciso 11), no es necesaria la verificación del crédito en
el concurso ni sentencia en juicio laboral previo”, deja sin regulación expresa el supuesto de los créditos
incluidos en el listado, los cuales tampoco requieren de verificación ni sentencia laboral previa.
98
Durante la vigencia de la ley 19.551 y del art. 266 de la L.C.T. -esto es hasta agosto de 1995-, se discutieron tales aspectos.
99
El pronto pago es una vía excepcional de cobro que puede intentarse simultánea o independientemente del
pedido de verificación, aunque sin acumular ambos pedidos ya que tienen trámite diferente y la acumulación
de ambas acciones sería impropia a tenor del art. 87, inciso 3ro. del C.P.C.C., aplicable conforme el art.
278 de la ley 24.522.
La solución que propiciamos, no exenta de crítica ya que hay quienes pueden opinar que elegida una vía
queda cerrada la otra, es la que mejor se amolda a la legislación concursal que, como normativa que regula
la crisis patrimonial muchas veces se sale de los moldes tradicionales (posibilidad que el trabajador tenga
sobre un mismo crédito privilegio especial y general, el órgano sindical es parte, reducción de honorarios
en Cámara de oficio, plazos que se cuentan a partir del dictado de la resolución y no de su notificación,
novación de origen legal, recursos que tramitan por vía incidental, etc.), y hace que las soluciones concursales sean difíciles de digerir. Por otra parte, si no se silencia la utilización de ambas vías y dada la
celeridad con que se puede resolver el pronto pago, no existiría inconveniente alguno. Es más, en lugar
de generar un dispendio jurisdiccional, si consideramos la situación en forma global -considerando lo
actuado ante el juez concursal y natural- habría un mayor ahorro de actividad judicial.
En este último sentido Vítolo ha expresado que si con anterioridad a presentar una solicitud de pronto
pago el acreedor laboral hubiera presentado su solicitud de verificación de crédito en los términos del
art. 32, L.C., aquella deberá ser rechazada, en la medida en que la elección de esta última vía inhabilita
el procedimiento de pronto pago que -justamente- es un sistema de escape al proceso verificatorio por
consistir en una mera autorización de pago (VITOLO, Daniel Roque, “Desaciertos en materia concursal:
la ley 26.086”, L.L. ejemplar del 10/5/2006, pág. 5).
118
Ricardo Daniel Sosa Aubone
proceso de conocimiento ante el juez natural, el que podrá continuar sólo frente a
un pronunciamiento denegatorio.
3.4.7. No es necesario que existan fondos disponibles para que pueda
ordenarse el pronto pago
El art. 16, texto según ley 26.086, de la ley 24.522, establece que los créditos
serán abonados en su totalidad si existieran fondos líquidos disponibles. En caso
contrario y hasta que se detecte la existencia de los mismos se deberá afectar el
1% mensual del ingreso bruto de la concursada. El síndico efectuará un plan de
pagos proporcional.
Consecuentemente no es necesaria la existencia de fondos disponibles para
tramitar y/o ordenar el pronto pago100.
3.4.8. Resolución judicial
Dijimos que el legislador estableció dos trámites diferentes: a) Pronto pago
de oficio; y b) Pronto pago a pedido de parte.
En el primer supuesto el juez debe resolver dentro de los diez (10) días de
presentado el informe -el que no es vinculante-. Ahora bien, como dicho informe
-el que es de presentación necesaria en el concurso preventivo y eventual en la
quiebra- se debe hacer saber a los interesados y éstos deben tener la posibilidad de
ser escuchados (arts. 18 y 31, C.N.)101, si el juez hubiera ordenado correr traslado
del informe, el plazo se debe contar a partir del vencimiento de la oportunidad para
que se puedan efectuar observaciones.
Tratándose del segundo supuesto (crédito no incluido en un informe favorable
de la sindicatura), de la petición del interesado se corre traslado al concursado y a
la sindicatura por cinco días. Esta última debe presentar un dictamen fundado sobre
la procedencia del crédito y privilegio invocado. Dentro de los diez (10) días de
presentado el dictamen del síndico -el que no es vinculante- el juez debe resolver
(arts. 34, inc. 3 “b”, C.P.C.C.; 16 y 278, ley 24.522) sobre la procedencia del pedido,
admitiendo o denegando, total o parcialmente, el pronto pago (debe establecer el
monto por el cual prospera y el privilegio). La resolución judicial deberá ser fundada,
expresa innecesariamente el cuarto párrafo del art. 16, ya que la fundamentación
es un requisito constitucional que emerge del art. 18 de la Constitución Nacional
y cuya necesidad establecen, bajo pena de nulidad, el inciso 4° del art. 34 y el art.
161 del C.P.C.C.
Las únicas102 causales para la denegatoria -las cuales resultan aplicables en
ambos supuestos- son:
100
Ampliar en el punto 3.4.9.1.
Ampliar con lo expuesto en la nota 71.
102
Decimos las únicas ya que el cuarto párrafo del art. 16 establece que “...el juez podrá denegar total o
101
119
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
a) “créditos que no surgieren de los libros que estuviere obligado a llevar el
concursado”, por lo que si el trabajador no está registrado ello obstará a la procedencia del pronto pago. Lo mismo si estuviere registrado con diferente categoría,
labores o antigüedad. Si el empleador no llevare o presentare los libros pertinentes
ello también impedirá el pronto pago, sin que corresponda aplicar presunción legal
alguna103.
b) “existiere duda sobre su origen o legitimidad”. La duda puede surgir de
cualquier circunstancia razonable que torne incierta o insegura la admisión del
crédito o amerite un marco de conocimiento mayor, tal como la falta de un adecuado respaldo documental del crédito, la irregularidad de los libros o registraciones
del empleador, la existencia de alguna controversia o contradicción, lo expresado
por los demás trabajadores con motivo de la verificación de sus créditos o al pedir
pronto pago, lo manifestado por otro acreedor o el propio deudor, la insuficiencia
de la prueba rendida, y/o el dudoso origen del pretenso crédito.
c) “se encuentren controvertidos”. La controversia puede ser judicial (juicios
en trámite) o extrajudicial (controversia en sede administrativa, o a través del intercambio epistolar o telegráfico cursado entre las partes). A su vez la controversia
la puede plantear no sólo el propio deudor concursado, sino también el síndico u
otro acreedor que como tercero interesado tiene derecho a intervenir en el trámite
(arg. arts. 90, C.P.C.C. y 278, ley 24.522), puesto que tanto el concurso como la
quiebra deben permitir un contralor recíproco de los acreedores. Es necesario que
la controversia sea fundada en motivaciones objetivas y concretas. No corresponde
la controversia consistente en la mera negativa. El juez debe admitir el pronto pago
cuando considere que las objeciones son manifiestamente infundadas. Si la controversia se limita al importe del crédito, el juez debe, en su caso, admitir el pronto
pago hasta el importe aceptado. De lo contrario, bastaría cualquier oposición para
no permitir el pronto pago, lo que no sólo desnaturalizaría el instituto y enervaría
el cobro de un crédito de carácter alimentario, sino que consagraría una situación
de abuso del derecho que ningún juez debe permitir (art. 1071, Código Civil).
IGLESIAS (op. cit., pág. 56), entiende que la controversia está referida a antes
de la formulación del reclamo de pronto pago o al tiempo de la formulación de la
opinión del síndico; el cuestionamiento -agrega- atañe a la sustancia del crédito y
no a la procedencia del beneficio104.
parcialmente el pedido de pronto pago por resolución fundada, sólo cuando ...” -el subrayado es de nuestra
autoría- y a continuación hace referencia a los supuestos que obstan a su procedencia.
103
No es aplicable la presunción que emerge del art. 55, L.C.T.; ni la del art. 39 de la ley de procedimiento
laboral 11.653.
104
Si bien dicha interpretación constituye una salida elegante frente a la controversia que pueden llegar a
plantear aquellos deudores inescrupulosos y de mala fe, con el único propósito de eludir el pago; creemos
que si la ley no distingue no corresponde realizar tal distinción. La solución también puede encontrarse a
través de la figura del abuso del derecho (art. 1071, Código Civil).
120
Ricardo Daniel Sosa Aubone
d) “existiere sospecha de connivencia entre el peticionario y el concursado”105.
Ello a fin de evitar situaciones de fraude respecto de los demás acreedores, que se
verán perjudicados frente a la exageración del pasivo.
3.4.9. Resolución judicial. Situación frente a la admisión del pronto pago.
Forma de satisfacción del crédito
Corresponde distinguir los casos de concurso preventivo y quiebra.
3.4.9.1. Satisfacción del pronto pago en el concurso preventivo.
Establece el noveno párrafo del artículo 16 que los importes objeto de pronto
pago “serán abonados en su totalidad, si existieran fondos líquidos disponibles.
En caso contrario y hasta que se detecte la existencia de los mismos por parte del
síndico se deberá afectar el 1% mensual del ingreso bruto de la concursada”.
La ley expresa que el pronto pago debe pagarse en su totalidad si existen fondos
líquidos disponibles. Fondos líquidos disponibles parece aludir a dinero en caja
disponible. Si bien el dinero que ingresa a la caja del deudor pierde individualidad
y podría, por ello, ser considerado disponible, consideramos que la “disponibilidad”
se obtiene de detraer en un período determinado -que debería ser mensual (arg.
art. 11 inc. 12, L.C.)- los egresos y pagos necesarios para el mantenimiento de la
actividad -lo que incluye el cumplimiento de las normas “legales” y “fiscales”- de
los ingresos totales. Pretender tal precisión interpretativa en una norma plagada de
imprecisiones para arribar a un resultado disvalioso no se ajusta a derecho.
La suma destinada al pronto pago no puede ser retaceada por el crédito adeudado al cocontratante cuyo contrato continúa106; siendo que tal continuación debe
ser requerida por el propio deudor concursado, éste debe arbitrar los medios para
su satisfacción sin perjuicio de los derechos del acreedor laboral, máxime cuando
dicho cocontratante puede requerir todo lo adeudado, a diferencia del crédito pronto
105
Antes la norma hacía referencia a la connivencia dolosa entre el trabajador y el concursado. La nueva
redacción no produce cambio alguno en los supuestos que obstan al pronto pago.
106
Tal disputa se puede dar con otros créditos, tal como los de causa o título posterior al concurso y/o con
créditos originados en la tramitación del concurso.
VITOLO, Daniel Roque, Desaciertos en materia concursal: la ley 26.086, cit. expresa que la afectación de
los fondos líquidos existentes para efectivizar el pago de los prontos pagos autorizados importan -conforme
la ley 26.086- neutralizar la caja -tomada esta expresión en un sentido amplio de disponibilidad y medios
de pago- con que el deudor enfrenta el desarrollo de su actividad empresarial durante el proceso de crisis.
Según la nueva norma legal -al menos eso se desprendería de su redacción- todos los fondos líquidos que
sean necesarios para hacer frente al pago de los créditos cuyo pronto pago haya sido autorizado por el
tribunal deben afectarse a tal fin. Culmina expresando el citado autor que la reforma concursal afecta y
amenaza con paralizar la actividad del deudor concursado mientras tramita el proceso judicial de crisis,
al privarlo del manejo de los fondos que hacen al mantenimiento del giro de su actividad para pagar a
ciertos acreedores laborales -no a todos- en forma inmediata, preferente, y sin limitación alguna de monto
que no sea la “existencia de fondos líquidos”.
Nos permitimos disentir con tal autorizada opinión, ya que la norma alude a “fondos líquidos disponibles”,
término que equivale a la expresión de la norma en su redacción anterior “resultado de la explotación”. La
referencia a fondos líquidos “disponibles” viene a poner un límite a la afectación de la caja del deudor.
121
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
pagable que generalmente se realiza a través de pagos parciales107. Tampoco con el
comportamiento del deudor que, realizando pagos y/o compras que van más allá
del mantenimiento de la actividad, hace que no exista dinero en caja.108.
Si los créditos laborales, a pesar de haber sido ordenado su pronto pago por el
juez, no son satisfechos por no existir fondos para abonarlos, entonces el trabajador
no podrá recurrir ni a la ejecución directa ni a la ejecución forzada o embargo sobre
los bienes del deudor, pues ello no está autorizado por el art. 16 L.C. (conf. RIVERA, Cuestiones laborales en la ley de concursos, p. 62); tampoco puede solicitar
la quiebra del empleador, ya que se trata de créditos concursales respecto de los
cuales habrá que estar a las resultas del acuerdo.
Si el concursado no cumple la orden judicial, el juez en virtud de lo normado
por el art. 17 debería nombrar un interventor recaudador (también puede separarlo
de la administración, o nombrar un coadministrador, lo que debe ocurrir sólo cuando
fuere indispensable conforme art. 224 C.P.C.C.), a fin de que tales funcionarios se
ocupen de atender dicho pago.
Si los fondos para satisfacer el pronto pago son insuficientes se impone una
distribución a prorrata (arg. arts. 243, último párrafo y 249, L.C.)109.
Si un acreedor laboral tiene el trámite pendiente de resolución, a fin de asegurar
su cobro puede pedir que se formulen reservas en los términos del art. 220 de la
ley concursal, sin perjuicio de las adecuaciones que deba efectuar el síndico para
abonar los créditos no contemplados en un principio110.
Ahora bien, una vez homologado el acuerdo preventivo alcanzado por el deudor
con sus acreedores, el crédito privilegiado del trabajador reconocido con pronto
pago y que no estuviere comprendido en el acuerdo homologado, podrá ejecutar
107
VITOLO, Daniel Roque, Comentarios a la ley de concursos y quiebras, Ad Hoc, Bs. As., 1996;págs.
99/100.
RIVERA, op. cit., pág. 240 dice que el resultado de la explotación ha de ser entendido como las ganancias
que deja la actividad empresaria; que deben existir fondos líquidos sobrantes después de satisfechas las
necesidades de la explotación, aquellas sin las cuales la actividad se paralizaría (pago de salarios, servicios,
impuestos, insumos, etc.).
108
De lo contrario la existencia de fondos disponibles dependerá de la voluntad del deudor quien al manejar
su “caja” puede realizar pagos y compras de bienes y servicios de manera que no le quede dinero disponible.
109
En cierto caso, frente al perjuicio que podría irrogar para otros acreedores preferentes (v.g. Banco Central,
cuyo crédito tiene un privilegio absoluto conforme el art. 54 de la ley 21.528) y a fin de no eludir la ley del
dividendo propia del proceso colectivo, se ha diferido el pronto pago laboral para la oportunidad en que
quede determinado el orden de preferencias entre los distintos acreedores concurrentes y que se concrete el
proyecto de distribución de fondos (Cám. Civ. y Com. 2da., sala I, causa B-83.033, RSD. 57/97, 27/2/97,
“Femminella, Ana María s/Incidente de pronto pago en autos Cía. Plafin s/Quiebra”).
110
Es posible que un concursado tenga varios trabajadores titulares de créditos susceptibles de pronto pago
y que los mismos ejerciten sus derechos con la misma celeridad; razón por la cual habiendo pedidos
pendientes, el síndico y el juez deben bregar por una distribución equitativa.
122
Ricardo Daniel Sosa Aubone
su crédito ante el juez laboral que corresponda111. También podrá pedir la quiebra
del deudor (art. 57, L.C.).
3.4.9.2. Satisfacción del pronto pago en la quiebra
Establece el artículo 183 de la ley 24.522 que las deudas comprendidas en el
pronto pago, “se pagarán de inmediato con los primeros fondos que se recauden
o con el producido de los bienes sobre los cuales recae el privilegio especial, con
reserva de las sumas para atender créditos preferentes”.
No puede solicitar un embargo o ejecutar los bienes del concurso112.
A los efectos del pronto pago, el momento en el cual se efectúa el pago está
vinculado a la existencia de fondos disponibles, pues su ausencia provoca una
imposibilidad material de efectivizarlo. Sin embargo, obtenidas las sumas necesarias, se debe proceder de inmediato a la satisfacción aún parcial. No obstante,
la extensión de ese pago se subordina al cálculo provisorio que debe efectuar el
síndico para determinar los créditos que eventualmente tengan privilegios similares
o superiores al insinuado113.
Por ello y siendo que el derecho del pronto pago de los créditos laborales
no modifica el régimen de privilegios concursales en cuanto a su rango y asiento,
sino que se limita a determinar una preferencia de mero orden temporal (Cám.
Civ. y Com. 1ra., sala II, Mar del Plata, causa 100.995, RSD. 159/97, 10/6/97), es
necesario que en la quiebra se determine cada rubro objeto del pronto pago y el
privilegio que tiene, a fin de satisfacer o deducir los créditos preferentes; lo que
puede complicar notablemente el trámite del pronto pago en la quiebra hasta tornar
inaplicable el instituto.
3.4.10. Resolución judicial. Situación frente al rechazo del pronto pago
El art. 16 expresa que la denegatoria del pronto pago -una vez firme- habilita al
trabajador para iniciar o continuar el proceso de conocimiento ante el juez natural,
salvo que opte por verificar su crédito ante el juez concursal114.
111
En cuyo caso, si el crédito del trabajador no estuviera comprendido en el acuerdo para privilegiados, podrá
obtener alguna medida cautelar (v.g. embargo) contra su empleador concursado (arg. art. 57, ley 24.522),
por más que se trate de un crédito preconcursal y que dicha medida comprometa su giro empresario, ya
que al haber recuperado la acción individual y cesar el fuero de atracción, ello no conculca el régimen
específico establecido por la ley concursal.
112
Un embargo sobre bienes del concurso constituye una cautela inapropiada en un régimen concursal, en
el cual la seguridad de que se pague a cada acreedor lo que legítimamente le corresponde, no depende de
la traba de una medida precautoria (CNCom., sala C, 6/7/79, “Sánchez, Angel c/Ferroductil S.A.”, L.L.
1980-A, 36, con nota de Francisco Migliardi).
113
El juez como director del proceso (arts. 34 inc. 5, C.P.C.C. y 274, ley 24.522), sobre la base de las
circunstancias particulares de los pedidos en trámite, debe disponer -salvo cuando se pueda perjudicar
la situación de otros acreedores preferentes- ciertas medidas para lograr una distribución equitativa (v.g.
pago a prorrata y reserva para los pedidos en trámite).
114
Sin perjuicio de ello, como el trabajador está facultado -tal como ya lo expresáramos- para iniciar la
123
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
Cuando se observe morosidad en los tribunales laborales, lo cual puede verse
agravado merced al concurso del empleador y a la reducción remuneratoria que
emerge de la aplicación del tercer párrafo del art. 21115, habrá que analizar seriamente
la conveniencia de verificar en sede concursal.
3.4.11. Costas
No corresponde la imposición de costas,116 ya que el pronto pago no constituye un incidente genérico del arts. 280 y siguientes, asimilándose a un pedido
de verificación en término que requiere la mera comprobación del síndico117. Por
ello no genera costas, sin perjuicio de la facultad de los letrados del trabajador
de requerir regulación de honorarios, ya que sus labores no pueden presumirse
gratuitos ni inoficiosos.
Ahora bien, en el caso que el pronto pago no proceda por connivencia, temeridad o malicia procede la imposición de costas al trabajador (conf. 8vo. párrafo
art. 16, texto según ley 26.086).
3.4.12. Apelación de la resolución que concede o deniega el pronto pago
La decisión es apelable establece expresamente el 5to. párrafo del art. 16,
texto según ley 26.086118.
Si el pronto pago es admitido -sea de oficio o a pedido de parte- podrá apelar
el deudor y el síndico119. Si es denegado, el derecho le corresponderá al acreedor
peticionante120. Conforme lo dispuesto por el art. 273 inc. 4, L.C., el recurso se debe
conceder en relación y con efecto suspensivo.
115
116
117
118
119
120
verificación tempestiva antes o en forma contemporánea al pronto pago -para la eventualidad que este
último no sea procedente y a fin de escapar a la problemática del tardío- se puede dar la situación que la
opción haya sido ejercida antes que el pronunciamiento denegatorio quede firme.
Ahora bien, cuando el trabajador inició o continuó el proceso de conocimiento luego de la vigencia del fuero
de atracción, se estará frente a un supuesto donde ya se habrá hecho uso de la opción, no correspondiendo
que luego de la denegatoria vuelva sobre sus propios pasos y pretenda verificar en sede concursal.
Ver lo expuesto al respecto en el comentario a la reforma a dicho artículo.
En igual sentido: MAZA-LORENTE, op. cit., pág. 63, parág. 28; RIVERA, Julio César, Instituciones de
Derecho Concursal, t. II, pág. 203; RIVERA-ROITMAN-VITOLO, Ley de concursos y quiebras, t. III,
p.
El legislador el instrumentar el pronto pago lo hizo asimilándolo a un proceso de trámite voluntario, ya
que no permite una verdadera contradicción.
Antes la ley no contemplaba en forma expresa la apelación, habiéndose suscitado divergencias en cuanto
a la posibilidad de apelar la resolución que admite o deniega el pronto pago.
El síndico es parte en virtud del art. 275, in fine, L.C., y tiene legitimación en el caso que se haya decidido
la admisión del pronto pago en forma contraria a su dictamen.
La legitimación del síndico para interponer recurso de apelación es un tema no exento de polémica, ya
que hay quienes sostienen que el síndico en su carácter de órgano del concurso no es parte.
Tratándose del deudor, si la resolución que admite el pronto pago de oficio es pronunciada sin haberle
dado intervención, no cabe aplicar el art. 272 del C.P.C.C. Si la apelación del deudor siembra la menor
duda, ello seguramente obstará al pronto pago en esta instancia.
El Dr. Junyent Bas, en su exposición del día 18 de julio del año 2006 en un Seminario sobre Derecho
124
Ricardo Daniel Sosa Aubone
3.4.13. Notificación de la resolución que admite o deniega el pronto
pago
La resolución que admite el pronto pago se debe notificar por cédula ya que
tiene carácter definitivo (arts. 135 inc. 12, C.P.C.C. y 278, L.C.121). La SCBA sostiene que debe notificarse por cédula lo decidido en los incidentes incoados en los
procesos concursales por tratarse de sentencias interlocutorias y por aplicación de
lo previsto en el art. 135 inc. 12 del Código Procesal Civil y Comercial (SCBA, Ac.
73.617, 12/9/2001, del voto en minoría del Dr. Pettigiani, “Pirola, Dante Alberto y
Rosillo, Adrianne Elizabeth s/Incidente de revisión en autos Bahi-Cred S.A. Conc.
Preventivo”, DJBA 161-196; Ac. 74.853, 16/6/2004, conforme voto del Dr. Pettigiani
que recibió la adhesión de los Dres. Hitters, Negri, de Lázzari y Roncoroni, “Fisco
de la Provincia de Buenos Aires s/Incidente de verificación de crédito en García
Paz, Angel y otros. Concurso preventivo. Recurso de queja”122).
3.4.14. Oportunidad para peticionar el pronto pago.
Sin perjuicio del supuesto de prescripción de la deuda, que obstaría al pronto
pago, la solución es diferente tratándose de concursos y quiebras.
3.4.14.1. Oportunidad de peticionar el pronto pago en el concurso preventivo.
El pedido debe deducirse dentro de los dos (2) años de la presentación en
concurso, o dentro de los seis (6) meses de haber quedado firme la sentencia obtenida en un proceso de conocimiento, pues vencido dichos plazos prescriben las
acciones del acreedor (art. 56, ley 24.522123), y hasta la resolución que luego de
homologado el acuerdo declara la conclusión del concurso en los términos del art.
59 de la ley concursal.
Concursal realizado en La Plata, expresó que si el pronto pago de oficio es rechazado, la resolución es
inapelable ya que al interesado le queda la vía del pronto pago a pedido de parte.
Ahora bien, como la norma expresa que la resolución es apelable en todos los casos, se podría entender
que la apelación procede tanto cuando la denegatoria es en el trámite de oficio como cuando se la obtiene
en el pronto pago a pedido de parte.
Por otra parte hay quienes podrían sostener que frente a la denegatoria del pronto pago de oficio no queda
la posibilidad de peticionar el pronto pago a pedido de parte.
121
Hay quienes sostienen que debe notificarse por cédula sobre la base que se trata de resoluciones que ponen
fin a un incidente dentro de un proceso concursal (Cám. Civ. y Com. 1ra., sala II, Mar del Plata, 31/3/98,
RSI. 228/98, “Fernández, Gladys s/Incidente de pronto pago e/a Enzo SAIC s/Pedido de quiebra”).
122
El art. 296 inc. 5 de la ley 19551 -cuyo contenido mantiene la nueva ley 24522- establece que sólo la
citación a las partes se efectúa por cédula debiendo realizarse las restantes por nota o tácitamente (SCBA,
Ac. 73.617, 12/9/2001, por mayoría, “Pirola, Dante Alberto y Rosillo, Adrianne Elizabeth s/Incidente de
revisión en autos Bahi-Cred S.A. Conc. Preventivo").
Sobre tal base, en dicha causa y por mayoría la SCBA había considerado -doctrina que hoy no está vigenteque la resolución que ponía fin a un incidente en materia concursal debía notificarse por nota.
123
Si bien el juez no puede disponer de oficio la prescripción de la deuda, es deber del síndico acusar la
prescripción.
125
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
Es que el beneficio de pronto pago que prevé la ley concursal sólo tiene
utilidad durante el período que transcurre entre la presentación en concurso y la
homologación del concordato. Pasado ese período, carece de sentido hablar de
“pronto pago”, pues, o bien se trata de un crédito quirografario, sujeto a las reglas
del acuerdo, que no puede ser reclamado por esta vía, sino en el tiempo y en la forma
que éste determina124, o bien se trata de un crédito privilegiado que es inmediatamente exigible y que no requiere de la figura de la citada norma para ser liquidado
inmediatamente125, sin perjuicio de la previa verificación del crédito conforme a las
reglas de concurrencia del juicio universal (CNCom., sala A, 28/2/97, “Industrias
Tameyfu s/Conc. prev. s/Inc. pronto pago Contreras Dante”, L.L. 1997-C, 1007,
J.Agrup. caso 11.661; ídem, sala C, 31/3/97, “Penn Controls S.A. s/Conc. prev.
s/Inc. Bergler, Enrique”).
3.4.14.2. Oportunidad de peticionar el pronto pago en la quiebra.
En la quiebra, el pronto pago procede respecto de los primeros fondos que
se recauden o con el producido de los bienes sobre los cuales recae el privilegio
especial (art. 183, L.C.). Siendo que diez (10) días después de aprobada la última
enajenación, el síndico debe presentar el informe final y el proyecto de distribución
(art. 218, L.C.), y que el pronto pago importa un cobro anticipado, no es razonable
requerir el pronto pago en la etapa del informe final y proyecto de distribución, es
decir después de aprobada la última enajenación o de clausurado el procedimiento
por falta de activo.
Después de presentado el proyecto de distribución, el acreedor peticionante
del pronto pago sólo tendrá derecho a participar de los dividendos de las futuras
distribuciones complementarias, en la proporción que corresponda al crédito total
no percibido (art. 223, L.C.).
3.5. Modificación del artículo 4 (nueva regulación del fuero de atracción en el concurso preventivo)
ARTÍCULO 4° - Sustitúyese el artículo 21 de la Ley N° 24.522 y sus modificatorias, por el siguiente:
“Artículo 21: Juicios contra el concursado. La apertura del concurso produce,
a partir de la publicación de edictos, la suspensión del trámite de los juicios de
conocimiento patrimonial contra el concursado por causa o título anterior a su
124
Si los créditos objeto de pronto pago están comprendidos en el acuerdo homologado, carece de sentido
la continuación del trámite de pronto pago puesto que habrá que estar al contenido del acuerdo (arts. 55,
56, 57, L.C.).
125
Los créditos laborales con privilegio podrán “...ejecutar la sentencia de verificación (léase sentencia de
pronto pago) ante el juez que corresponda, de acuerdo con la naturaleza de sus créditos” (es decir ante el
juez laboral, que es el juez natural).
126
Ricardo Daniel Sosa Aubone
presentación, y su radicación en el juzgado del concurso. No podrán deducirse
nuevas acciones con fundamento en tales causas o títulos.
Quedan excluídos en los efectos antes mencionados:
1. Los procesos de expropiación, los que se funden en las relaciones de familia
y las ejecuciones de garantías reales;
2. Los procesos de conocimiento en trámite y los juicios laborales, salvo que
el actor opte por suspender el procedimiento y verificar su crédito conforme lo
dispuesto por los artículos 32 y concordantes;
3. Los procesos en los que el concursado sea parte en un litis consorcio pasivo
necesario.
En estos casos los juicios proseguirán ante el tribunal de su radicación originaria o ante el que resulte competente si se trata de acciones laborales nuevas.
El síndico será parte necesaria en tales juicios, excepto en los que se funden en
relaciones de familia, a cuyo efecto podrá otorgar poder a favor de abogados
cuya regulación de honorarios estará a cargo del juez del concurso, cuando el
concursado resultare condenado en costas, y se regirá por las pautas previstas en
la presente ley126.
En los procesos indicados en los incisos 2) y 3) no procederá el dictado de
medidas cautelares127. Las que se hubieren ordenado, serán levantadas por el juez del
concurso, previa vista de los interesados. La sentencia que se dicte en los mismos
valdrá como título verificatorio en el concurso.
En las ejecuciones de garantías reales no se admitirá el remate de la cosa gravada ni la adopción de medidas precautorias que impidan su uso por el deudor, si no se
acredita haber presentado el pedido de verificación del crédito y su privilegio”.
3.5.1. Concursos y quiebras. Fuero de atracción
El fuero de atracción emergente de la apertura de un concurso preventivo o la
declaración de quiebra, es un instituto de orden público -y aplicable de oficio- que
produce el desplazamiento de la competencia del juez natural, atendiendo a razones de seguridad jurídica y economía procesal. En virtud del mismo, se suspende
la tramitación de las causas de contenido patrimonial contra el concursado en las
respectivas jurisdicciones a fin de su remisión al juez del concurso128.
126
El juez del concurso se puede negar a cumplir cualquier medida ordenada por otro juez en las condiciones
expuestas, tal como, por ejemplo, una rogatoria que implicase alguna injerencia respecto de bienes del
concursado (CSN, Fallos 306:546 y 310:1041, cit. por HEREDIA, op. cit., pág. 546, nota 13).
127
En este sentido -y con anterioridad a la modificación de la ley 26.086- se ha dicho que es inadmisible
el dictado de una medida precautoria en sede laboral frente al estado concursal del deudor, ya que los
acreedores deben buscar la tutela de su crédito a través del procedimiento universal (CNTrab., sala II,
22/3/96, “López, Mario R. c/Cocarsa Cía. de Carniceros S.A.”, D.T. 1996-B, 1793).
128
Ello permite que dicho magistrado pueda ejercer una tutela efectiva (v.g. depurar el pasivo, pagar lo
más posible, proceso único con mayor economía de costos, superación de la crisis ya sea liquidando la
empresa y pagando a los acreedores en pie de igualdad o conservando la empresa a través de un acuerdo
que le permita volver in bonis al mercado) sobre todas las obligaciones del deudor (pasivo concursal) y
127
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
Además de atraer las causas patrimoniales donde el concursado sea demandado impide deducir nuevas acciones de contenido patrimonial contra el mismo por
causa o título anterior a la presentación en concurso preventivo (art. 21, L.C.) o de
la declaración de quiebra (132, L.C.).
3.5.2. Fuero de atracción en el concurso preventivo. Régimen anterior
Con el régimen de la ley de concursos anterior 19.551 (art. 22), mientras cierta
doctrina comercialista había interpretado que el concurso preventivo suspendía los
juicios laborales (Camara, Héctor, El concurso preventivo y la quiebra, Depalma,
Bs. As., 1980, t. I, págs. 509/512); la jurisprudencia laboral, en cambio, había considerado que pese a la apertura del concurso no se debía suspender ni paralizar el
trámite laboral, ni impedirse la iniciación de juicios de conocimiento con título o
causa anterior a la presentación del deudor en concurso preventivo (CNTrab., sala
I, 23/8/73, E.D. 53-164; ídem, sala III, 29/6/73, J.A. 1973-20-155; ídem, sala VI,
31/5/73, J.A. 1973-20-153. En igual sentido: dictamen del Procurador de la CSN,
L.L. 151-399).
Dicha cuestión fue luego superada con la sanción de la ley 20.744, que estableció en el art. 265 la exclusión del fuero de atracción para los procesos laborales.
La suspensión del proceso se producía recién cuando terminaba la etapa de conocimiento, allí cesaba la competencia del juez laboral y el acreedor que pretendía
ejecutar la sentencia contra el concursado debía concurrir al juez concursal129.
Ahora bien, la ley de concursos y quiebras 24.522 derogó el art. 265 de la
ley 20.744 (L.C.T.) (art. 293), y dispuso que el acreedor laboral frente al concurso
preventivo de su empleador quedaba sujeto al fuero de atracción salvo respecto de
la acción por accidente de trabajo promovida conforme la legislación especial en
la materia, que podían deducirse o continuarse hasta la sentencia (sólo su ejecución
debe tramitar en sede concursal) (art. 21, inc. 5).
La ley 26.086 volvió a poner las cosas en su lugar, estableciendo como principio que los juicios laborales están excluidos del fuero de atracción salvo que el
actor opte por verificar en sede concursal.
sobre todos sus bienes (activo del concurso), en aras de procurar una satisfacción igualitaria de los créditos
(principio de igualdad).
129
Ello en concordancia con el criterio asumido por la Corte Suprema de Justicia Nacional, en el sentido
de que los juicios, una vez dictada la sentencia, deben ser remitidos a los jueces que intervienen en los
procesos con fuero de atracción, para que en ellos se efectivice la resolución recaída conforme a las leyes
que rigen la sucesión, quiebra o concurso del deudor (CSN, 28/4/55, “Palazzasi, J. c/Lactona s/Quiebra”,
D.T. 1955-601). En igual sentido, la Suprema Corte de Buenos Aires se pronunció declarando la constitucionalidad de la disposición análoga de la ley 5178 (art. 6°, inc. e]), que había sustraído al fuero de
atracción en caso de muerte, incapacidad, quiebra o concurso del demandado, las acciones que sean de
competencia de la Justicia del Trabajo, que se iniciarán o continuarán en esa jurisdicción (D.T. 11-659).
128
Ricardo Daniel Sosa Aubone
Habida cuenta de ello, el art. 5° de la ley 11.653, en cuanto establece que no
se ven alcanzadas por la quiebra o concurso del demandado las acciones laborales
que tramiten ante los Tribunales del Trabajo, ha recobrado virtualidad.)130.
3.5.3. Fuero de atracción en el concurso preventivo. Regulación legal131
El primer párrafo del art. 21 de la ley 24.522, texto según ley 26.086, establece que la apertura del concurso produce a partir de la publicación de edictos132 la
atracción -esto es suspensión del trámite ante el juez natural y su radicación ante el
juez del concurso- al juzgado del concurso de todos los juicios de contenido patrimonial contra el concursado por causa o título anterior a su presentación133; y -por
130
No es ocioso destacar que la ley de concursos y quiebras dictada por el Congreso de la Nación, en el
marco de las facultades concedidas en el art. 75 inc. 12 de la Constitución Nacional, conforma el plexo
jurídico de rango superior consagrado en el art. 31 de la Carga Magna, por lo que las disposiciones locales
que entren en contradicción con aquel precepto carecen de eficacia (CSN, 26/8/97, “Piñero, Marcelo F.
c/Tomar S.A. y otros”, L.L. ejemplar del 5/3/98, pág. 6).
Ello así, porque si bien las provincias cuentan con facultades para darse sus propias instituciones y por
ende, para legislar sobre procedimientos, ello es sin perjuicio de las disposiciones reglamentarias que dicte
el Congreso, cuando considere del caso prescribir formalidades especiales para el ejercicio de determinados
derechos en los Códigos fundamentales que le incumbe dictar (CSN, Fallos 247:524).
Además, la ley concursal constituye un ordenamiento con numerosas normas de orden público, en particular
aquellas referidas a la asignación de competencia de los tribunales, que tienden a preservar los principios
liminares de la seguridad jurídica, la igualdad de situación y tratamiento de los interesados y a impedir el
posible dictado de decisiones opuestas; consecuentemente, los tribunales no pueden, so pena de afectar la
debida administración de justicia, ignorar la existencia de tales normas vigentes, si no media una expresa
declaración de validez (del dictamen del Procurador General de la CSN, causa sobre Competencia N°
406. XXXIV, “Peralta, Rosa Nicolina c/Cía. Gral. Fabril Financiera S.A. s/Despido”).
131
La regulación del fuero de atracción en el concurso preventivo se completa con lo normado en el artículo
133 que es aplicable por analogía (arg. art. 16, C.Civil).
En este sentido se expresan: NEGRE DE ALONSO, Liliana Teresita, Los acreedores laborales en el proceso
concursal, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1992, pág. 20; HEREDIA, Pablo D., Tratado exegético de derecho
concursal, v. 1, Abaco, Bs. As., 2000, pág. 550, con cita de la CSN, Fallos 310:1041; 310:2674.
132
Antes el fuero de atracción se producía con la apertura, ahora es un efecto del auto de apertura que se
produce “a partir de la publicación de edictos”, esto es desde la primera publicación de edictos.
Ahora bien, la publicación de edictos está a cargo del deudor y “debe realizarse dentro de los cinco días
de haberse notificado la resolución” expresa erróneamente el segundo párrafo del art. 27, L.C., ya que el
síndico no es designado en la resolución de apertura sino por sorteo en una audiencia que se fija en el auto
de apertura (arts. 14 inc. 2 y 253 inc. 4, L.C.). Por ello el plazo para publicar edictos nunca puede correr
a partir del auto de apertura ya que los edictos deben contener el nombre y domicilio del síndico (art. 27,
L.C.), siendo razonable interpretar que el plazo de cinco días para publicar edictos comienza a contarse
a partir de que el síndico acepta el cargo.
En el APE la suspensión se produce a partir del auto que ordena publicar edictos (art. 72, L.C.), y en la
quiebra el fuero de atracción se produce a partir del auto de apertura (art. 132, L.C.).
133
Si los créditos reclamados son algunos anteriores y otros posteriores a la apertura del concurso preventivo
del demandado, no resulta aplicable a todos ellos lo establecido en el art. 21 de la ley 24.522 por lo cual el
tribunal donde tramitó el juicio deberá determinar cuáles son anteriores y cuáles posteriores al concurso a
efectos de establecer la competencia (SCBA, Ac. 86.700, 5/2/2003, “Soria, Lorena de los Angeles c/Traful
Exportadora S.A. s/Indemnización”).
Si el origen y la causa del crédito es posterior a la presentación en concurso, el actor se encuentra impedido
de reclamar en el concurso conforme lo dispuesto por el art. 32 de la ley 24.522, por lo que las actuaciones
129
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
lógica consecuencia- que no se pueden deducir nuevas acciones con fundamento
en tales causas o títulos.
Consecuentemente, antes de la primera publicación de edictos se pueden iniciar
juicios de contenido patrimonial contra el concursado134.
En el párrafo siguiente expresa que “Quedan excluidos de los efectos antes
mencionados: ...” los procesos de expropiación, los juicios de familia, las ejecuciones
de garantías reales, los procesos de conocimiento en trámite, los juicios laborales
de conocimiento135 y los procesos en los que el concursado sea parte de un litis
consorcio pasivo necesario136.
Consecuentemente, se pueden iniciar ante el juez natural juicios de expropiación, juicios de familia (divorcio, adopción, alimentos, régimen de visitas, etc.),
ejecución de garantías reales (ejecución hipotecaria y prendaria), juicios laborales
(de conocimiento) y acciones de conocimiento donde el concursado sea codemandado necesario. Salvo tales supuestos, no se podrán iniciar nuevos juicios contra el
concursado. A excepción de los juicios de familia el síndico será parte necesaria en
los procesos excluidos a cuyo efecto podrá otorgar poder a favor de abogados137 cuya
regulación de honorarios estará a cargo del juez del concurso cuando el concursado
134
135
136
137
deben continuar en el tribunal de origen (CSN, 20/3/2003, C.536.XXXVIII, “González c/Exp. Esteban
Echeverría s/Daños y perjuicios”).
Cabe analizar si tal acreedor post concursal, puede agredir -ya sea en forma preventiva o ejecutiva- el
patrimonio del concursado. Es indudable que puede solicitar la quiebra del concursado (arts. 77 inc. 2, 78,
79, 80, 83, ley 24.522). También puede ejercitar tales acciones y trabar medidas cautelares y/o ejecutar
bienes de acuerdo a las reglas de la ejecución individual, en cuyo caso el juez de la ejecución individual
debe notificar el juez concursal que por ley es juez inhibiente (conf. art. 13, inc. 8, ley 24.522).
Los iniciados con posterioridad a la primera publicación de edictos que sean de causa o título anterior -a
excepción de los juicios laborales- habrán violado la prohibición emergente del art. 21, L.C. siendo lo actuado inoponible al juez del concurso, a cuyo efecto habrá que efectuar el pertinente planteo de nulidad.
No podrá invocarse cosa juzgada ya que no se estará frente a una sentencia dictada en un proceso regular,
sino en uno viciado formal y sustancialmente.
La nulidad de lo actuado debe ser resuelta por el juez del concurso, lo cual responde a los principios de
unidad y universalidad del concurso (art. 1, L.C.). No obsta a lo expuesto que se haya declarado concluido el concurso preventivo en virtud del art. 59, L.C., ya que el juez como director del proceso conserva
competencia sobre las cuestiones aún no resueltas.
Si bien la norma alude a “los juicios laborales” es obvio que se refiere a los juicios laborales de conocimiento, ya que la ejecución sólo se puede realizar ante el juez del concurso.
Habida cuenta de ello, el art. 5° de la ley de procedimiento laboral bonaerense 11.653, en cuanto establece
que no se ven alcanzadas por la quiebra o concurso del demandado las acciones laborales que tramiten
ante los Tribunales del Trabajo, ha recobrado virtualidad.
Ahora bien, cuando la sentencia adquiera firmeza se suspenderá la ejecución contra el concursado pudiéndose seguir el trámite ante el juez natural contra el o los litisconsorte/s no concursado/s, sin perjuicio de
la posibilidad de verificar la sentencia en sede concursal.
Si se trata de un litisconsorcio facultativo se aplica el art. 133, L.C.
Será difícil que el síndico consiga abogados en jurisdicciones donde no actúa ni tiene conocidos, máxime
cuando no hay posibilidad de pagar anticipos o adelantos y la regulación se realizará sobre porcentajes
pequeños y a muy largo plazo. Ello seguramente incidirá en forma negativa en la calidad de la tarea
desempeñada.
130
Ricardo Daniel Sosa Aubone
resultare condenado en costas138 tomando las pautas de la ley concursal -si bien
la ley de concursos no establece pautas específicas al respecto, cabría acudir a las
disposiciones para el caso de acuerdo homologado -art. 266, L.C.: del 1 al 4%- o
a las de honorarios en incidentes -art. 287, L.C.: “de acuerdo a lo previsto para los
incidentes en las leyes arancelarias locales”139.
Cuando la ley hace referencia a que el síndico es parte necesaria, está estableciendo un supuesto de intervención necesaria u obligada que se puede dar en
cualquier estado del juicio, incluso posterior a que la sentencia adquiera firmeza140.
138
Sobre la base del principio de “proporcionalidad” en materia de honorarios y de igualdad de tratamiento
de los acreedores en materia concursal, no sería ajustado a derecho interpretar que sólo a los abogados
contratados por el síndico para intervenir en los procesos de conocimiento se les regulará honorarios
sobre la base de las pautas de la ley concursal, y que a los demás les podría regular el juez de la acción
individual a fin de que luego puedan solicitar su verificación en sede concursal por tal importe. En tal
caso, la regulación ante el juez natural deberá -a fin de insertarse en el pasivo concursal- ser ajustada a
las pautas de la ley concursal al igual que acontece con los letrados que tuvo que contratar el síndico.
139
En cuyo caso, mientras el juez laboral, sobre la base de la ley arancelaria local, le hubiera regulado al
letrado del síndico aproximadamente un 18% del monto del juicio, el juez del concurso, con las pautas
del art. 287 L.C. fijaría dicho honorario en no más de un 4%.
Si bien la ley establece que el síndico podrá otorgar poder a favor de abogado cuya regulación de honorarios
estará a cargo del juez del concurso cuando el concursado resultare condenado en costas, lo cual limita la
reducción remuneratoria que impone la ley de concursos al letrado del síndico -y dificulta enormemente
la elección de dicho profesional por parte de éste, que puede terminar requiriendo la actuación del agente
fiscal de la respectiva jurisdicción (arg. art. 258, L.C.) o de un defensor oficial (con sustento en la carencia
de recursos)-, cabe analizar la situación de los demás profesionales a quienes les ha regulado honorarios el
juez de la acción individual, en un pronunciamiento que sólo tiene efecto de “título verificatorio”, razón
por la cual y en virtud del principio de proporcionalidad el juez del concurso podría rebajar los honorarios
a fin de nivelar -hacia abajo- la retribución de todos los profesionales intervinientes cuando la misma
está a cargo del concurso.
140
El legislador siguió el modelo del art. 275 in fine que establece que “El síndico es parte en el proceso
principal, en todos los incidentes y en los demás juicios de carácter patrimonial en los que sea parte el
concursado, salvo los que deriven de relaciones de familia en la medida dispuesta por esta ley” y que
legitima desde el punto de vista procesal al síndico para intervenir en el proceso.
No se aplica el límite que establecen los códigos locales para los supuestos de intervención necesaria u
obligada. La citación se hace en la forma dispuesta por el los arts. 338 y siguientes del C.P.C.C. y suspende
el procedimiento hasta su comparecencia o hasta el vencimiento del plazo que se le hubiere señalado para
comparecer (con la ampliación por la distancia que corresponda). La sentencia dictada después de la intervención del síndico lo afectará como a los litigantes principales (cosa juzgada material, inmutabilidad),
aunque no puede ir contra la normativa de orden público que establece la legislación concursal (limitación
de intereses, igualdad de tratamiento). La resolución que admite la intervención del síndico es inapelable.
La que la deniegue es apelable por ser equiparable a una sentencia definitiva. La intervención del síndico
no puede retrogradar el juicio. Si la intervención es admitida por el juez de la acción individual antes de
la apertura a prueba, el síndico tendrá amplia oportunidad de defensa (podrá contestar la demanda, ofrecer
prueba, etc.). Si la intervención es admitida en un estado avanzado del proceso, siendo que la sentencia
habrá de afectarlo habrá que permitir que ofrezca y produzca pruebas, en cuyo caso el juez deberá como
director del proceso dictar las medidas pertinentes tendientes a acomodar el proceso a esta nueva intervención, pudiendo incluso requerirle que dictamine una vez producida la prueba.
Siendo que el art. 21 establece que “el síndico será parte necesaria” si se hubiere ocultado o silenciado la
tramitación de dicho proceso y se hubiese omitido la citación de la sindicatura a partir de la publicación
de edictos la sentencia podrá ser pasible de nulidad (aunque ello está bastante limitado, ya que siendo
revisable la sentencia por parte del síndico ante el juez de la quiebra, no habría agravio para ello).
131
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
La sentencia que se dicte en los procesos de conocimiento en trámite, en los juicios
laborales y en los procesos en los que el concursado sea parte de un litisconsorcio
pasivo necesario “valdrá como título verificatorio en el concurso”, lo cual significa
que la sentencia que se dicte en el proceso individual de conocimiento no tiene valor
verificatorio sino que es un título idóneo para lograr la verificación141, pudiendo ser
objeto de revisión por parte de aquellos sujetos que no participaron -o no tuvieron
oportunidad para ello- en el proceso.
Por ello el concurso preventivo del empleador no suspende los juicios laborales,
salvo en la etapa de ejecución142. Una vez firme la sentencia laboral -o la del proceso
de conocimiento que continuó ante el juez natural- dicho pronunciamiento valdrá
como título verificatorio en sede concursal (art. 21, L.C., texto según ley 26.086)143.
El pedido de verificación no se considerará tardío144, si, no obstante haberse excedido el plazo de dos años previsto en el art. 56, L.C., se dedujere dentro de los seis
(6) meses de haber quedado firme la sentencia.145 Tratándose de los procesos de
conocimiento en trámite -laborales o no- permite al accionante optar por suspender
el procedimiento y verificar conforme el art. 32 y concordantes.
Los procesos de conocimiento -excepto los juicios laborales que sí se pueden
iniciar ante el juez natural- no se pueden iniciar a partir de la publicación de edictos.
Los que se hayan iniciado hasta la publicación de edictos proseguirán ante el juez
natural con intervención del síndico en su condición de parte necesaria, salvo que
el actor opte por verificar en sede concursal.
141
MOLINA SANDOVAL, C. A., El cambio de las reglas de juego en el fuero de atracción concursal, E.D.
10/4/2006.
142
Ello sin perjuicio de lo apuntado en la nota 140.
143
La sentencia hará cosa juzgada material respecto de las partes. No así para los acreedores concursales -o
para el síndico cuando no haya tenido intervención- para quienes no rige la inmutabilidad de lo decidido.
144
El hecho de que no se lo considere tardío, no es suficiente para eludir los efectos del art. 223 si no estuviere
comprendido en el proyecto de distribución.
145
El acreedor laboral debe acompañar copia certificada o testimonio de la sentencia recaída en el juicio
laboral de conocimiento, con certificación de que está firme (o requerir la remisión de la causa al juez
del concurso). Al solicitar la verificación de su crédito, ello no implica la apertura de un nuevo proceso
de conocimiento, sino que el síndico debe comprobar si el o los créditos invocados son de causa o título
anterior -es decir si el crédito es concursal-, la legitimación del acreedor, si transcurrió el plazo de prescripción de dos años del art. 56 L.C. (v.g. si no se presentó a verificar luego de los dos años de que la
sentencia dictada en sede laboral quedó firme), si se debió iniciar la acción individual por haber concluido
el concurso (art. 56, L.C.), que los intereses que manda liquidar la sentencia del juez laboral no violen lo
normado por el art. 19, L.C. (suspensión de intereses) o denunciar algún supuesto de fraude procesal (la
cosa juzgada cede frente al proceso fraudulento), con lo cual no se avanzará sobre etapas precluídas ni se
violará el principio de cosa juzgada y, salvo el supuesto de denuncia fraude, seguramente la verificación
tramitará como de puro derecho. Al solicitar la verificación en forma tardía el acreedor laboral debe invocar
el privilegio pretendido -en cuanto a la renuncia del privilegio laboral es aplicable lo normado por el art.
43, L.C.-, siendo conveniente pedir la exención de costas cuando se dedujere dentro de los seis (6), ya que
en dicho supuesto no se la podrá considerar tardía y la aplicación del principio de gratuidad emergente
del art. 20, L.C.T.
132
Ricardo Daniel Sosa Aubone
Una vez publicados los edictos, si el actor continuó la tramitación de la acción
individual habrá hecho uso de la opción y operado la preclusión al respecto, no
siendo es válido que luego pretenda verificar en sede concursal. Ello importaría ir
contra sus propios actos146. Ahora bien, siendo indiscutible que la opción se puede
realizar en el plazo que fija el juez para verificar en término, cabe analizar ello puede
acontecer luego de dicho plazo. Si nada se ha dicho por más que el expediente no
haya tenido trámite alguno, como se trata de un juicio que no ha sido suspendido,
al vencer el plazo para verificar se habrá cerrado la oportunidad de optar147.
3.5.4. Supuesto de la ejecución contra un litisconsorte no concursado
Ya se ha expresado que los procesos en los que el concursado sea parte de un
litisconsorcio pasivo necesario están excluidos del fuero de atracción (art. 21, 2do.
párrafo, punto 3, L.C. -texto según ley 26.086).
Ahora bien, cuando la sentencia adquiera firmeza se suspenderá la ejecución
contra el concursado pudiéndose seguir el trámite ante el juez natural contra el o
los litisconsorte/s no concursado/s, sin perjuicio de la posibilidad de verificar la
sentencia en sede concursal.
3.5.5. El fuero de atracción una vez homologado el acuerdo
Una vez homologado el acuerdo, el acreedor privilegiado no comprendido en
el acuerdo podrán ejecutar la sentencia de verificación ante el juez que corresponda,
de acuerdo con la naturaleza de sus créditos (art. 57, L.C.)148.
Si se tratase de un trabajador, el juez natural en la Provincia de Buenos Aires
es el Tribunal del Trabajo (art. 2 de la ley 11.653), en la Ciudad Autónoma serán
los Juzgados Nacionales del Trabajo (art. 20, ley 18.345).
Si el crédito privilegiado149 estuviera en trámite de verificación, deberá concluir
el mismo y una vez que tenga resolución verificatoria firme, podrá ejecutar dicha
sentencia ante el juez natural150.
146
Aunque podría requerir el pronto pago, en cuyo caso el proceso se suspende y si obtuviera resolución
desfavorable, una vez firme dicho pronunciamiento recién entonces podría proseguir el juicio laboral de
conocimiento.
147
En cuanto a la posibilidad de que los demás acreedores intervengan en el trámite, la situación es similar
respecto de la verificación tardía, donde a través de la figura de la intervención de los terceros en el proceso
(arts. 90 y sgts. C.P.C.C.), se puede dar cabida al interés de los acreedores en participar, sin perjuicio de
la aplicación del art. 54 del C.P.C.C. en orden a la unificación de personería. Por último, los acreedores
concursales concurrentes podrán contar con la posibilidad de apelar la resolución que ponga fin al incidente
(art. 285, ley 24.522).
148
Ello en concordancia con lo expresado por el art. 59 de la ley 24.522, que en su primer párrafo dice: “Una
vez homologado el acuerdo, y tomadas y ejecutadas -en su caso- las medidas tendientes a su cumplimiento,
el juez debe declarar finalizado el concurso, dando por concluida la intervención del síndico”.
149
Cuando en este punto se hace referencia al crédito privilegiado, se alude al que no está comprendido en
el acuerdo homologado, ya que el acuerdo necesariamente debe comprender a los créditos quirografarios
y eventualmente a los que posean privilegio general y/o especial.
150
La conclusión del concurso de la demandada por la homologación del acuerdo celebrado no tiene la aptitud
133
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
Si no se hubiere presentado en sede concursal y estuviere exceptuado del fuero
de atracción -tal como la ejecución de garantías reales- tiene la acción individual (de
conocimiento o de ejecución) sin necesidad de pasar por el tamiz del concurso.
Si se tratare de un crédito privilegiado no exceptuado de la atracción concursal, siguiendo la jurisprudencia de la CSN que expresa que el fuero de atracción
recién culmina a partir de la resolución que declara concluído el concurso derivado
del cumplimiento del mismo (ver, entre otros, CSN, 20/3/2003, C.353.XXXVIII,
“Aranda c/Expreso Cañuelas s/Daños”), debe requerir verificación ante el juez del
concurso a través de la acción individual que corresponda, con intervención del
síndico, y siempre que no haya transcurrido el plazo de prescripción emergente de
la legislación común o concursal151.
Además de intentar el cobro, el acreedor privilegiado podrá pedir la quiebra
del deudor en los términos del art. 80, segundo párrafo (conf. art. 57, in fine, ley
24.522).
3.5.6. Medidas cautelares
Establece el anteúltimo párrafo del art. 21, L.C., que en los procesos de conocimiento en trámite y en los juicios laborales que se inicien o continúen ante el
juez natural y que en los procesos en los que el concursado sea parte de un litisconsorcio pasivo necesario que continúen ante el juez natural, no procederá el dictado
de medidas cautelares y que las que se hubieren ordenado serán levantadas por el
juez del concurso, previo traslado a los interesados (síndico, acreedor embargante
y concursado en el caso que él no lo haya solicitado y el levantamiento sea impulsado por el juez).
La norma consagra la inoponibilidad al juez del concurso de las cautelares
dictadas por los jueces naturales, posibilitando su levantamiento por el juez concursal
lo cual permite preservar el activo y responde al principio de universalidad.
de sustraer a las causas por créditos anteriores a la apertura del mismo de las implicancias, alcances y
resultados derivados del cumplimiento del acuerdo y de potenciales verificaciones tardías (conf. arts. 55,
56, 59, 63, 64 y conc. ley 24.522) (SCBA, L. 76.970, 2/8/2000, “Soria, Angela M. c/Clínica San Ramón
S.A. s/Daños y perjuicios”).
151
Ello en base al artículo 56 de la ley 24.522, en la parte que expresa que “El pedido de verificación tardía
debe deducirse por incidente mientras tramite el concurso, o concluido éste por la acción individual que
corresponda, dentro de los dos (2) años de la presentación en concurso”.
“Si el título verificatorio fuera una sentencia de un juicio tramitado ante un tribunal distinto que el del
concurso, por tratarse de una de las excepciones previstas en el artículo 21, el pedido de verificación no
se considerará tardío, si, no obstante haberse excedido el plazo de dos años previsto en el párrafo anterior,
aquél se dedujere dentro de los seis meses de haber quedado firme la sentencia”.
“Vencidos esos plazos prescriben las acciones del acreedor, tanto respecto de los otros acreedores como
del concursado, o terceros vinculados al acuerdo, salvo que el plazo de prescripción sea menor”.
Ello más allá de que sea lógico interpretar que declarada la conclusión del concurso (art. 59, L.C.) sea
lógico concluir que ya no será necesaria tal determinación en sede concursal (conf. art. 56, 6to. párrafo,
L.C.), postura que seguramente chocará con la concepción de que todos los créditos que se insinúen contra
el patrimonio del concursado deben pasar irremediablemente por el tamiz del concurso.
134
Ricardo Daniel Sosa Aubone
Es indiscutible que el art. 21 se refiere a las que recaen sobre los bienes que
conforman el activo concursal152. Si se trata de una cautela que no afecta los bienes
que conforman el activo del concurso -v.gr. la reinstalación del delegado gremial
en su puesto de trabajo, un embargo sobre un bien excluido del activo, un embargo
requerido por un acreedor de causa o título posterior-, no ingresa en la prohibición
de la norma.
3.5.7. Ejecución de garantías reales
En las ejecuciones de garantías reales -que se pueden iniciar o continuar ante
el juez natural- no procederá el dictado de medidas cautelares y no se admitirá el
remate de la cosa gravada ni la adopción de medidas precautorias que impidan su
uso por el deudor, si no se acredita -en la ejecución especial- haber presentado el
pedido de verificación del crédito y su privilegio153.
3.6. Modificación del artículo 5 (nueva regulación del plazo para
verificar en forma tardía)
ARTÍCULO 5° - Sustitúyese el artículo 56 de la Ley N° 24.522 y sus modificatorias, por el siguiente:
“Artículo 56: Aplicación a todos los acreedores. El acuerdo homologado
produce efectos respecto de todos los acreedores quirografarios cuyos créditos se
hayan originado por causa anterior a la presentación, aunque no hayan participado
en el procedimiento.
También produce iguales efectos respecto de los acreedores privilegiados
verificados, en la medida en que hayan renunciado al privilegio.
Son absolutamente nulos los beneficios otorgados a los acreedores que excedan
de lo establecido en el acuerdo para cada categoría.
Socios solidarios. El acuerdo se extiende a los socios ilimitadamente responsables, salvo que, como condición del mismo, se estableciera mantener su responsabilidad en forma más amplia respecto de todos los acreedores comprendidos en él.
Verificación tardía. Los efectos del acuerdo homologado se aplican también
a los acreedores que no hubieran solicitado verificación, una vez que hayan sido
verificados154.
152
En el régimen anterior las medidas cautelares trabadas con anterioridad se mantenían, esto es no se levantaban por regla, la cual cedía cuando recaían sobre bienes necesarios para continuar con el giro ordinario
del concursado.
Ahora, por regla, las medidas cautelares que se hubiesen dictado “...serán levantadas por el juez del
concurso, ...” (art. 21, L.C.).
153
Lo cual se puede acreditar con la constancia de recepción del pedido por parte de la sindicatura, con un
certificado que expida la sindicatura o con copia certificada del informe individual.
154
La norma anterior aclaraba erróneamente “o declarados admisibles”. La supresión de dicha frase en nada
varía la situación de los verificantes tardíos.
135
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
El pedido de verificación tardía debe deducirse por incidentes mientras tramite
el concurso o, concluido éste155, por la acción individual que corresponda, dentro
de los dos años de la presentación en concurso.
Si el título verificatorio fuera una sentencia de un juicio tramitado ante un
tribunal distinto que el del concurso, por tratarse de una de las excepciones previstas
en el artículo 21, el pedido de verificación no se considerará tardío, si, no obstante
haberse excedido el plazo de dos años previsto en el párrafo anterior, aquél se
dedujere dentro de los seis meses de haber quedado firme la sentencia156.
Vencidos esos plazos prescriben las acciones del acreedor, tanto respecto de
los otros acreedores como del concursado, o terceros vinculados al acuerdo, salvo
que el plazo de prescripción sea menor.
Cuando la verificación tardía tramite como incidente durante el concurso,
serán parte en dicho incidente el acreedor y el deudor, debiendo el síndico emitir
un informe una vez concluido el período de prueba.
Los acreedores verificados tardíamente no pueden reclamar de sus coacreedores lo que hubieren percibido con arreglo al acuerdo, y el juez fijará la forma
en que se aplicarán los efectos ya ocurridos, teniendo en cuenta la naturaleza de
las prestaciones”.
3.6.1. Verificación tardía157
El acuerdo homologado se plica a todos los acreedores concursales158 de carácter quirografario159 y a los privilegiados comprendidos160.
Los efectos del acuerdo homologado se aplican también a los acreedores quirografarios -y a los que tuvieren privilegio general y estuvieran comprendidos en
un acuerdo con tales acreedores- que no hubieran solicitado verificación, una vez
que hayan sido verificados161.
155
157
158
159
160
Dicha coma es agregada por la ley 26.086.
Párrafo incorporado por la ley 26.086.
Siendo que sólo dicha temática ha sido modificada del art. 56, se limitará el análisis a tal aspecto.
Esto es de causa o título anterior a la presentación del deudor pidiendo su concurso preventivo.
Comprende a los que hubieren renunciado al privilegio, en la parte renunciada.
Tratándose de acreedores con privilegio general, se requiere mayoría absoluta de acreedores que representen las 2/3 partes del capital computable dentro de cada categoría (arts. 44 y 45, L.C.).
Tratándose de acreedores con privilegio especial, se requiere la aprobación de la totalidad de los acreedores
a los que alcance (art. 44, L.C.).
161
Comprende a los disidentes y ausentes.
156
136
Ricardo Daniel Sosa Aubone
El pedido de verificación tardía162 debe deducirse por incidente mientras tramite
el concurso o, concluido éste por la acción individual que corresponda163, dentro
de los dos (2) años de la presentación en concurso164. Si el título verificatorio fuera
una sentencia en un juicio tramitado ante un tribunal distinto que el del concurso
por tratarse de una de las excepciones previstas en el artículo 21, el pedido de verificación no se considerará tardío, si, no obstante haberse excedido el plazo de dos
años previsto en el párrafo anterior, aquél se dedujere dentro de los seis meses de
haber quedado firme la sentencia. Vencidos esos plazos prescriben las acciones del
acreedor, tanto respecto de los otros acreedores como del concursado, o terceros
vinculados al acuerdo, salvo que el plazo de prescripción sea menor (art. 56, 7mo.
párrafo, ley 24.522, texto según ley 26.086)165.
El acreedor no tempestivo que solicite su verificación dentro de los seis (6)
meses de haber quedado firme la sentencia de conocimiento, no será considerado
162
La verificación presentada una vez vencido el plazo para verificar en término que se fija en la sentencia
de apertura (art. 14, inc. 3, L.C.) -sin que corresponda aplicar el plazo de gracia de las dos horas por
desnaturalizar el proceso concursal-, se considera tardía.
En ambas acciones se le debe correr traslado al síndico, sin perjuicio del informe de la sindicatura una
vez concluido el período de prueba (arts. 56 y 275 último párrafo, L.C.).
El verificante tardío generalmente no participa en la negociación del acuerdo pese a que el mismo una
vez homologado le es oponible y suele cargar con las costas pese a tener la condición de ganancioso
(salvo cuando ha estado excluido del fuero de atracción o se da otra situación de excepción que justifique
apartarse de la regla precitada).
163
En la verificación tardía que se realice hasta la conclusión que se dispone una vez homologado el acuerdo
(arts. 56 y 59, L.C.), rigen las reglas de los incidentes de los arts. 280 a 287, L.C. Luego la verificación
tardía tramita por la acción individual que corresponda -que no es la de los arts. 280 a 287, L.C.- ante el
juez del concurso (art. 56, L.C.).
164
O del pedido de conversión de quiebra en concurso preventivo.
En el supuesto infrecuente en que hubieren transcurrido dos años entre la presentación y la apertura del
concurso preventivo, no corresponde la aplicación de dicho plazo, ya que para su vigencia se requiere
que una sentencia de apertura. En dicho supuesto el plazo se debe contar desde el dictado de la sentencia
de apertura ya que hubo imposibilidad legal que haya comenzado con anterioridad.
Cuando la aplicación de dicho plazo luzca irrazonable por haber transcurrido un lapso considerable entre
la fecha de presentación y la efectiva apertura del concurso, máxime cuando dicha demora pueda ser
imputada en gran medida al concursado, corresponde que el juez se aparte de su aplicación por afectación
de los arts. 17 y 18, C.N.
165
La aplicación del plazo de dos (2) años que establece el art. 56, L.C., viene a reducir los plazos de
prescripción que puedan corresponder respecto de las deudas del concursado, ya que todos los plazos de
prescripción liberatoria que no se hubieren cumplido a los dos años de la presentación se habrán de tener
por cumplidos.
El plazo de prescripción establecido en el art. 56 de la ley 24.522 rige para el caso de los concursos preventivos y no cuando se trata de quiebras, no correspondiendo su aplicación analógica en dicho proceso,
debiendo ser de interpretación estricta y aplicación limitada, razón por la cual no rige tratándose de las
verificaciones tardías en la quiebra (conf. Cám. Civ. y Com. San Isidro, sala I, RSI. 117/2001, 13/3/2001,
“Garnero, Orfelio s/Quiebra s/Incidente de verificación tardía por Alvarez”; Cám. Civ. y Com. Junín, RSD.
186/41, 15/6/2000, “Fisco de la Prov. de Bs. As. c/Ortega, Carlos s/Quiebra s/Incidente de verificación
tardía”).
Ahora bien, si los dos años transcurrieron durante la tramitación del concurso preventivo, la prescripción
ya ocurrida no puede ser purgada por la declaración de quiebra posterior.
137
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
tardío en cuanto a la imposición de costas, en cuyo caso no corresponde -salvo
petición manifiestamente improcedente- que se le impongan las costas, en cuyo
caso al no existir condena en costas contra un tercero no corresponde que le regulen
honorarios al síndico ni a su letrado patrocinante por la labor desempeñada. En lo
demás, sufrirá las mismas penurias que cualquier verificante tardío, en especial la
de no haber participado en la negociación que le es oponible.
El plazo de seis (6) meses precitado es un plazo de prescripción que viene
a ampliar el plazo de prescripción de dos años que contemplaba la norma166. Lo
único que determina es la situación del verificante no tempestivo por haber tenido
que tramitar un juicio de conocimiento a quien no considera tardío en cuanto a la
imposición de costas, en cuyo caso no corresponderá que le regulen honorarios al
síndico ni a su letrado patrocinante por la labor desempeñada. En lo demás, sufrirá
las mismas penurias que cualquier verificante tardío, en especial la de no haber
participado en la negociación que le es oponible.
El plazo de prescripción que establece el art. 56 de la ley 24.522 resulta susceptible de ser interrumpido por actuaciones laborales seguidas ante un juez competente
(Cám. 2da., sala II, La Plata, causa 91.206, RSD. 123/99, 26/5/99).
Ello es así por tratarse de un plazo de prescripción que es susceptible de
suspensión (arts. 3966, 3979, 3980, 3981, 3982 bis, 3983, Código Civil) y de
interrupción (arts. 3986, 3991, Código Civil; 257, L.C.T.) en tanto y en cuanto se
trate de un juicio laboral no comprendido en el fuero de atracción (v.g. juicio de
conocimiento laboral). El plazo de dos años quedará suspendido hasta que quede
firme la sentencia laboral que pone fin a la causa, ya que a partir de ahí se estará
en condiciones de verificar en sede concursal, oportunidad en que comenzará -o se
reiniciará en su caso- el plazo de dos años del art. 56.
Siendo que el inicio de una acción de conocimiento exceptuada del fuero de
atracción interrumpe de manera continua el plazo de prescripción bienal del art.
56 hasta la sentencia firme, puede darse el caso que a pesar de haber transcurrido
el plazo de seis meses desde la sentencia firme aún no haya transcurrido el precitado plazo de dos años, en cuyo caso la verificación será considerada tardía (por
haber sido presentada luego de los seis meses), sin perjuicio de que tratándose del
trabajador se pueda requerir la aplicación del beneficio de gratuidad y de pobreza
166
Si bien se podría decir que la ley 26.086 ha ampliado en seis (6) meses el plazo de prescripción de dos
(2) años que establece el art. 56, cabe tener presente que ambos plazos tienen distintas fechas de arranque
(uno la fecha del propio pedido de concurso preventivo y otro la fecha en que la sentencia ha quedado
firme) y que en la práctica serán pocos los casos en que dicha ampliación se torne operativa.
En efecto, si partimos de la base que la extensión se aplica a los procesos de conocimiento exceptuados de
la atracción y que tales juicios desde su inicio hasta la sentencia interrumpen de manera continua el plazo
de prescripción, salvo en el supuesto excepcional que hayan transcurrido más de dos años entre la fecha
de presentación y la publicación de edictos -momento en que se hace efectiva la excepción y consiguiente
interrupción- cuando la sentencia queda firme recién estaremos en condiciones de contar o de terminar
de contar -según el caso- los dos (2) años, por lo que en la práctica y en la mayoría de los casos no habrá
extensión alguna del plazo.
138
Ricardo Daniel Sosa Aubone
emergente de los arts. 20, L.C.T.; 21 inc. 4, ley 24.557; 254 del Código Fiscal de
la provincia de Buenos Aires; 1 y 2, Ley Provincial 12.200.
Vencidos esos plazos prescriben las acciones del acreedor, tanto respecto de
los otros acreedores como del concursado, o terceros vinculados al acuerdo, salvo
que el plazo de prescripción sea menor (art. 56, 8vo. párrafo, L.C.).
Cuando la verificación tardía tramite como incidente durante el concurso,
serán parte en dicho incidente el acreedor y el deudor, debiendo el síndico emitir
un informe una vez concluido el período de prueba (art. 56, 9no. párrafo, L.C.).
Los acreedores verificados tardíamente no pueden reclamar a sus coacreedores lo que hubieren percibido con arreglo al acuerdo, y el juez fijará la forma en
que se aplicarán los efectos ya ocurridos, teniendo en cuenta la naturaleza de las
prestaciones (art. 56, 10mo. párrafo, L.C.).
3.7. Modificación del artículo 6 (la suspensión de las acciones en
el APE se produce a partir de la resolución que ordena publicar edictos)
ARTÍCULO 6° - Sustitúyese el artículo 72 de la Ley N° 24.522 y sus modificatorias, por el siguiente:
“Artículo 72: Requisitos para la homologación. Para la homologación del
acuerdo deben presentarse al juez competente, conforme lo dispuesto en el artículo
3°, junto con dicho acuerdo, los siguientes documentos debidamente certificados
por contador público nacional:
1. Un estado de activo y pasivo actualizado a la fecha167, del instrumento168
con indicación precisa de las normas seguidas para su valuación;
2. Un listado de acreedores con mención de sus domicilios, monto de los
créditos, causas, vencimientos, codeudores, fiadores o terceros obligados y responsables; la certificación del contador debe expresar que no existen otros acreedores
registrados y detallar el respaldo contable y documental de su afirmación169;
3. Un listado de juicios o procesos administrativos en trámite o con condena
no cumplida, precisando su radicación170;
167
Textual del Boletín Oficial. La coma está mal puesta.
La norma parece aludir a un instrumento realizado en un solo acto, con olvido de que el acuerdo puede
realizarse en diferentes instrumentos y oportunidades, en cuyo caso si las firmas hubieran sido puestas en
fechas distintas habrá que determinar el activo y el pasivo al momento de la última conformidad. Hubiera
sido mucho más razonable que el activo y pasivo deban ser determinados a la fecha de presentación, tal
como sucede en el acuerdo preventivo judicial, máxime cuando se han equiparado los efectos en ambos
concursos.
169
En el acuerdo preventivo extrajudicial no se abre un proceso de verificación a fin de que concurran todos
los acreedores que pretendan cobrarle al deudor, ya que los acreedores son determinados a través del
listado del inciso 2° -cuando no hay oposición- o por el procedimiento de oposición del art. 75.
170
Cabe entender que se refiere a las acciones de contenido patrimonial -esté determinado o no-, quedando
excluidos los procesos que no tengan tal carácter. Cabe comprender las acciones en donde el concursado
168
139
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
4. Enumerar precisamente los libros de comercio y de otra naturaleza que lleve
el deudor, con expresión del último folio utilizado a la fecha del instrumento171;
5. El monto de capital que representan los acreedores que han firmado el
acuerdo, y el porcentaje que representan respecto de la totalidad de los acreedores
registrados del deudor172:
Ordenada la publicación de los edictos del artículo 74173, quedan suspendidas
todas las acciones de contenido patrimonial contra el deudor, con las exclusiones
dispuestas por el art. 21174”.
171
172
173
174
sea demandado o reconvenido, y aquellas en las que a pesar de revestir la condición de actor exista condena
en su contra tal como la imposición de costas o la imposición de alguna multa.
Esta exigencia rige para quienes tienen la obligación de llevar libros (v.gr. comerciantes matriculados,
sociedades regularmente constituidas, empleadores, etc.). La carencia de libro o las irregularidades que se
puedan constatar en la forma en que son llevados, máxime en aquellos supuestos en los que no se pueda
contar con la documentación respaldatoria, puede obstar a la homologación, ya que el juez debe evitar
situaciones de abuso o fraude.
No debe perderse de vista que el acuerdo homologado afecta a los acreedores no adherentes y provoca la
novación de los créditos comprendidos, por lo que se debe ser estricto a la hora de analizar la suficiencia
o regularidad de la contabilidad del deudor.
Lo de “acreedores registrados” no debe ser interpretado en un sentido restringido, como vinculado únicamente a los que aparecen en los registros contables, sino en un sentido amplio, comprensivo de todos
aquellos que surjan de cualquier base documental que el contador pueda compulsar y certificar en su
existencia (HEREDIA, Pablo, Tratado Exegético de Derecho Concursal, t. 2, pág. 590).
Se ha subrayado la modificación dispuesta por la ley 26.086. Antes la suspensión se producía desde el
momento de la presentación del pedido de homologación del acuerdo preventivo extrajudicial. Ahora,
una vez que el juez tenga por cumplidos los recaudos formales y sustanciales del art. 72, hará conocer
mediante edictos la presentación del acuerdo para su homologación (art. 74), lo cual da paso a la eventual
interposición de una acción impeditiva de homologación (oposición del art. 75).
Tratándose del fuero de atracción en el concurso preventivo judicial el art. 21 establece que el fuero de
atracción comienza “a partir de la publicación de edictos”. En cambio, tratándose del concurso preventivo
extrajudicial “Ordenada la publicación de edictos del art. 74, quedan suspendidas todas las acciones de
contenido patrimonial contra el deudor”.
La suspensión de acciones de contenido patrimonial se debe mantener sólo hasta que se homologue el
acuerdo o rechace la petición. Después, habrá que analizar si el acreedor en cuestión esta comprendido
en el acuerdo o no a fin de analizar si la suspensión se mantiene.
La norma excluye a los procesos de expropiación, los que se funden en relaciones de familia, las ejecuciones
de garantías reales, los procesos de conocimiento en trámite y los juicios laborales de conocimiento, y los
procesos en los que el concursado sea parte de un litis consorcio pasivo necesario.
No tiene sentido suspender las acciones promovidas por acreedores con privilegio especial no adherentes al
acuerdo, ni de los acreedores con privilegio general si no existe acuerdo para esta clase de acreedores.
Cabe comprender en la suspensión a los pedidos de quiebra en trámite respecto de los acreedores comprendidos (es decir de causa o título anterior a la presentación y comprendidos en la presentación).
La presentación a homologación del acuerdo preventivo extrajudicial no produce la suspensión legal
de intereses tal como acontece en el concurso preventivo judicial, sin perjuicio de lo que puedan haber
pactado las partes.
El objetivo de la norma es generar una especie de “paragua” de protección para que las partes puedan,
mientras dura el trámite, realizar todos los acuerdos con la mayor celeridad posible pero dentro de un
marco de protección normativa (de la exposición del Dr. Juan Anich, con motivo del debate parlamentario
de la ley 25.589).
140
Ricardo Daniel Sosa Aubone
3.8. Modificación del artículo 7 (nueva regulación del fuero de
atracción en la quiebra)
ARTÍCULO 7° - Sustitúyese el artículo 132 de la Ley N° 24.522 y sus modificatorias, por el siguiente:
“Artículo 132: Fuero de atracción. La declaración de quiebra atrae al juzgado
en el que ella tramita, todas las acciones judiciales iniciadas contra el fallido por
las que se reclamen derechos patrimoniales. Salvo las ejecuciones de créditos con
garantías reales, quedan exceptuados de este principio los casos indicados en el
artículo 21 inciso 1) a 3) bajo el régimen allí previsto.
El trámite de los juicios atraídos se suspende cuando la sentencia de quiebra
del demandado se halle firme; hasta entonces se prosiguen con el síndico, sin que
puedan realizarse actos de ejecución forzada175”.
3.8.1. Fuero de atracción en la quiebra. Regulación legal176
El primer párrafo del art. 132 de la ley 24.522, texto según ley 26.086, establece que la declaración de quiebra produce la atracción -esto es suspensión del
trámite ante el juez natural y su radicación ante el juez del concurso- al juzgado del
concurso de todos los juicios de contenido patrimonial contra el fallido por causa
o título anterior a la declaración; y -por lógica consecuencia- que no se pueden
deducir nuevas acciones con fundamento en tales causas o títulos.
Los juicios atraídos ven suspendida su tramitación una vez que la sentencia de
quiebra se encuentre firme, debiendo en caso de continuar proseguir con la intervención del síndico sin que puedan realizarse actos de ejecución forzada.
Quedan excluidos del fuero de atracción los procesos de expropiación, los
juicios de familia, los procesos de conocimiento en trámite, los juicios laborales de
conocimiento y los procesos en los que el concursado sea parte de un litis consorcio
pasivo necesario177.
175
En consecuencia, inmediatamente de dictado el auto de quiebra quedan suspendidos los procesos de contenido patrimonial contra el fallido, salvo los procesos de expropiación, los que se funden en relaciones de
familia, los procesos de conocimiento en trámite, los juicios laborales y los procesos en los que el fallido
sea parte de un litisconsorcio pasivo necesario.
A su vez, la declaración de quiebra produce la inaplicabilidad de las cláusulas compromisorias pactadas
con el deudor, salvo que antes de dictada la sentencia se hubiere constituido el tribunal de árbitros o
arbitradores (art. 134, L.C.).
176
Ampliar con lo expuesto en el comentario al art. 21, L.C., ya que el art. 132 establece que “Salvo las
ejecuciones de créditos con garantías reales, quedan exceptuados de este principio los casos indicados en
el art. 21 incisos 1) a 3) bajo el régimen allí previsto”, con lo cual se aplica el mismo régimen de excepción
que en el concurso preventivo (salvo claro está en el caso de las ejecuciones de créditos con garantías
reales que sí son atraídos y tienen como contrapartida la posibilidad de pronto pago a través del concurso
especial que regulan los arts. 126 y 209, L.C.).
177
En cuanto a las acciones de simulación o fraude respecto de los actos realizados por el deudor en perjuicio
de sus acreedores, que son acciones de conocimiento tendientes a la recomposición del patrimonio del
deudor concursado o fallido -quien conforma un litisconsorcio pasivo necesario- cabe excluirlas de la
141
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
Consecuentemente, se pueden iniciar ante el juez natural juicios de expropiación, juicios de familia (divorcio, adopción, alimentos, régimen de visitas, etc.),
juicios laborales (de conocimiento) y acciones de conocimiento donde el concursado
sea codemandado necesario. Salvo tales supuestos, no se podrán iniciar nuevos
juicios contra el concursado. A excepción de los juicios de familia el síndico será
parte necesaria en dichos procesos a cuyo efecto podrá otorgar poder a favor de
abogados cuya regulación de honorarios -cuando corresponda- estará a cargo del
juez del concurso.
La operatividad del fuero de atracción de la quiebra respecto de los procesos
laborales depende de la voluntad del actor, quien tiene el derecho de opción consagrado por el art. 21, párrafo segundo, inc. 2°.
Ahora bien, si el crédito laboral es de causa o título posterior al decreto de
quiebra y no se trata de un crédito comprendido en el art. 240 de la ley 24.522 (gastos del concurso), no estará sujeto al fuero de atracción y si bien podrá continuar
en sede laboral, no podrá agredir los bienes objeto de desapoderamiento (bienes
presentes al momento de la quiebra, los que ingresen en virtud de las acciones de
recomposición patrimonial y los que adquiera hasta la rehabilitación del fallido).
Tratándose de personas físicas, se podrán agredir los bienes adquiridos a partir de
la rehabilitación (es decir al año del decreto de quiebra).
3.9. Modificación del artículo 8 (nueva regulación del fuero de atracción en la quiebra cuando el fallido es codemandado)
ARTÍCULO 8° - Sustitúyese el artículo 133 de la Ley N° 24.522 y sus modificatorias, por el siguiente:
“Artículo 133: Fallido codemandado. Cuando el fallido sea codemandado, el
actor puede optar por continuar el juicio ante el tribunal de su radicación originaria, desistiendo de la demanda contra aquél, sin que quede obligado por costas
y sin perjuicio de solicitar la verificación de su crédito.
Existiendo litisconsorcio pasivo necesario en el que el fallido sea demandado, el juicio debe proseguirse ante el tribunal originario, continuando el trámite
con intervención del síndico a cuyo efecto podrá extender poder a letrados que lo
excepción legal (esto es se suspenden y se atraen al juez del concurso), ya que en tales juicios la sentencia
no habrá de constituir título verificatorio alguno puesto que no es susceptible de verificación (si la acción
es rechazada y hay condena en costas, la regulación estará a cargo del juez del concurso; y la acción es
procedente, se habrá incrementado el activo del concurso), a lo que se agrega que en la quiebra dejan de
ser “individuales” para convertirse en “colectivas” (el síndico asume legitimación, pasan a beneficiar -o
perjudicar en caso de condena en costas- a todos los acreedores concursales). Una interpretación contraria
daría paso a la multiplicidad de criterios en orden a la recomposición del activo en la quiebra y menoscabaría el principio de atracción pasiva del proceso falencial.
Ampliar con lo expuesto por Luis A. Porcelli, Acciones por simulación y fraude en la reforma concursal
de la ley 26.086, L.L. 17/5/2006, quien realiza un pormenorizado análisis de la temática en el concurso
preventivo y la quiebra.
142
Ricardo Daniel Sosa Aubone
representen y cuya remuneración se regirá por lo establecido en el artículo 21. El
acreedor debe requerir verificación después de obtenida sentencia. El acreedor
debe requerir verificación después de obtenida sentencia178.
Si una entidad aseguradora hubiera sido citada en garantía y se hubiera
dispuesto su liquidación de conformidad a lo establecido en la Ley N° 20.091, el
proceso continuará ante el tribunal originario, con intervención del liquidador de
la entidad o de un apoderado designado al efecto. La sentencia podrá ejecutarse
contra las otras partes intervinientes en el proceso que resultaren condenadas a
su cumplimiento, sin perjuicio de solicitarse la verificación del crédito ante el juez
que intervenga en el proceso de liquidación179”.
3.9.1. Fallido codemandado
a) Litisconsorcio facultativo. El legislador a través del art. 133 de la ley 24.522
permite que el accionante pueda -siempre que se trate de un supuesto de litisconsorcio facultativo- desistir de proseguir la acción contra el codemandado concursado
a fin de continuar el proceso contra los demás codemandados ante el juez natural
y verificar ante el juez concursal, decisión que puede tener ciertos inconvenientes
cuando el desmembramiento de la obligación principal puede terminar frustrando
y/o perjudicando la procedencia de la acción contra los restantes codeudores.
El desistimiento del proceso lo podrá realizar en cualquier estado de la causa
anterior a la sentencia (arts. 278, L.C.; 304, C.P.C.C.B.A./C.P.C.C.N.), aunque
sin necesidad de la conformidad de la contraria -razón por la cual no corresponde
traslado alguno- sin que se le puedan imponer las costas por el desistimiento y sin
perjuicio de la posibilidad de solicitar la verificación en sede concursal.
El litisconsorcio facultativo se caracteriza por el hecho de responder a la libre
y espontánea voluntad de las partes que intervienen en el proceso. Por lo tanto, no
viene impuesto por la ley o por la naturaleza de la situación jurídica controvertida,
sino que se halla autorizado por razones de economía procesal y de certeza en la
aplicación del derecho, a fin de evitar la dispersión procesal o el pronunciamiento
de sentencias contradictorias. La característica esencial del litisconsorcio facultativo reside en la circunstancia de que cada uno de los litisconsortes se encuentra en
condiciones de invocar una legitimación procesal autónoma. De ello se sigue que, a
diferencia de lo que ocurre en los casos de litisconsorcio necesario, tanto el resultado
178
Y, si se trata de un litisconsorcio pasivo cuasi-necesario, pues se invoca la existencia de una obligación
solidaria (conf. PALACIO, Lino, Derecho Procesal Civil, t. III, pág. 218), y la restante codemandada no
se encuentra fallida, el trámite debe proseguir ante el juez concursal por aplicación de lo dispuesto por el
párr. 2° art. 133, ley 24.522, a los fines dispuestos por dicha norma.
179
Este último párrafo es una innovación de la ley 24.522 y pone fin a una larga discusión en torno a los
efectos que produce la liquidación judicial de una entidad aseguradora sobre los juicios de conocimiento,
en especial daños y perjuicios en los que la aseguradora ha sido citada en garantía.
143
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
del proceso cuanto el contenido de la sentencia definitiva pueden ser distintos con
respecto a cada uno de ellos180, tal como sucede con los obligados solidarios.
Consecuentemente, tratándose de un litisconsorcio facultativo la operatividad
del fuero de atracción se encuentra sujeta a la voluntad del actor. Si el actor desiste
del proceso contra el fallido, la causa seguirá su trámite ante el juez de la acción
individual y la sentencia que allí se dicte no hará cosa juzgada en sede concursal
sin perjuicio de su valor probatorio. Una vez que haya desistido, podrá solicitar la
verificación de su crédito en sede concursal. Si el actor no desiste del fallido codemandado, el proceso debe radicarse ante el juez de la quiebra pudiendo continuar con
intervención del síndico siempre que se trate de un juicio de conocimiento181, y una
vez firme la sentencia, la misma valdrá como pronunciamiento verificatorio182.
b) Litisconsorcio necesario. Existe litisconsorcio necesario cuando la eficacia
de la sentencia se halla subordinada a la circunstancia de que la pretensión procesal
sea propuesta por varias personas, o frente a varias personas, o, simultáneamente,
por o frente a varias personas. A este tipo de litisconsorcio se refiere el art. 89
del C.P.C.C. en tanto dispone que “cuando la sentencia no pudiese pronunciarse
útilmente más que con relación a varias partes, éstas habrán de demandar o ser
demandadas en un mismo proceso” (PALACIO, Lino E., Derecho Procesal Civil,
T. III, Abeledo-Perrot, Bs. As., 5ta. Reimpresión, 1991, pág. 207).
Puede provenir de la ley, tal como en el caso de las tercerías, ya que éstas, de
acuerdo con el art. 101 del C.P.C.C. deben sustanciarse con quienes revisten en el
proceso principal la calidad de embargante y embargado.
Otras veces, la necesidad del litisconsorcio se halla determinada por la misma
naturaleza de la relación o situación jurídica controvertida. Procede cuando se halla
en tela de juicio una relación o estado jurídico que es común e indivisible con respecto a una pluralidad de sujetos. En tales hipótesis, sería inútil (inutiliter data), el
pronunciamiento judicial que no se dictase frente a todas ellas, por cuanto es obvio
que si el estado jurídico es uno e inescindible con relación a varios, no se concibe
que la modificación de la correspondiente relación o estado jurídico se opere sólo
respecto de algunos183.
Entre el litisconsorcio necesario y el litisconsorcio facultativo -al que aludimos
más adelante-, se suele admitir un tipo intermedio: el litisconsorio necesario impropio o cuasi-necesario, que se verifica cuando, existiendo varias personas eventualmente legitimadas para interponer una determinada pretensión, o para oponerse a
180
Conf. PALACIO, op. cit., T. III, págs. 219/222.
Si se tratara de un juicio ejecutivo, no puede continuar ni contra el fallido ni contra los restantes codemandados. El actor, si quiere continuar, debe desistir del proceso contra el fallido conforme el procedimiento
del art. 133, primer párrafo, L.C.
182
Si la sentencia es dictada en un supuesto excluido por otro juez que no es el de la quiebra el pronunciamiento
valdrá como título verificatorio. Si es dictada por el juez de la quiebra debe valer como pronunciamiento
verificatorio.
183
Conf. PALACIO, op. cit., T. III, págs. 207/208.
181
144
Ricardo Daniel Sosa Aubone
ella, la sentencia es susceptible de afectarlas a todas por igual, aún en el supuesto
de que no hayan participado o no hayan sido citadas al correspondiente proceso.
No se exige, por lo tanto, como ocurre en el supuesto de litisconsorcio necesario,
que todas esas personas demanden o sean demandadas en forma conjunta184.
El litisconsorcio pasivo cuasi necesario no exige que todos los litisconsortes
pasivos sean demandados, pero si se interponen pretensiones en procesos separados,
corresponde la acumulación y resolución simultánea de las mismas (conf. PALACIO,
Lino E., Derecho Procesal Civil, T. III, Abeledo Perrot, Bs. As., 1976, pág. 219).
La situación del litisconsorcio pasivo necesario es igual en la quiebra que en
el concurso preventivo: el juicio sigue ante el juez de la acción individual, aunque
debe citarse al síndico a fin de que se presente a hacer valer sus derechos, pudiendo
dicho funcionario otorgar poder a un abogado para que lo represente y cuya remuneración estará a cargo del juez del concurso. Una vez que la sentencia esté firme,
el actor debe requerir verificación sirviendo la sentencia como título verificatorio
(que no es un pronunciamiento verificatorio).
c) Entidad aseguradora. Si una entidad aseguradora hubiera sido citada en
garantía y se hubiera dispuesto su liquidación de conformidad a lo establecido en
la ley 20.091, el proceso continuará ante el tribunal originario (juez de la acción
individual), para lo cual será necesario citar al liquidador de la entidad, quien podrá
designar un letrado apoderado al efecto. La sentencia firme podrá ejecutarse contra
las otras partes intervinientes en el proceso que resultaren condenadas a su cumplimiento, sin perjuicio de solicitarse la verificación del crédito ante el juez que intervenga en el proceso de liquidación (la sentencia vale como título verificatorio).
3.9.2. Influencia de la quiebra sobre los procesos laborales
La declaración de quiebra no atrae al juzgado en el que ella tramita los juicios
laborales en etapa de conocimiento (arts. 21, 132 y 133, ley 24.522), que sean de
causa o título anterior a la declaración de quiebra, salvo que el actor opte por suspender el procedimiento y verificar su crédito conforme lo dispuesto en los arts.
32 y cctes185.
184
Conf. PALACIO, op. cit., T. III, págs. 217/218, quien considera que encuadra dentro de este tipo, la
pretensión tendiente al cumplimiento de una obligación solidaria, aunque el caso reviste la particularidad
de que si bien la cosa juzgada recaída en el juicio es invocable por los acreedores, es inoponible a los
codeudores que no fueron parte en el juicio. En cambio, los codeudores pueden invocar la cosa juzgada
contra el coacreedor que fue parte en aquél (art. 715, Código Civil).
Este tercer tipo es resistido por algunos autores, máxime cuando por no encajar en la clasificación que
realiza el legislador viene a complicar las cosas.
185
En la quiebra el fuero de atracción es más fuerte que en el concurso preventivo, ya que se atraen las
ejecuciones con garantías reales. Empero, el acreedor hipotecario tiene la posibilidad de realizar el bien
hipotecado o prendado a través del concurso especial (arts. 126, segundo párrafo y 209, ley 24.522).
En la quiebra los bienes objeto del desapoderamiento no pueden ser agredidos por acreedores de causa o
título posterior al auto declarativo de quiebra (arts. 1, 106, 107, 109, 110, 125, 126, 132, 133, 177, 200,
234, 235, 236 y 237, ley 24.522), quienes no pueden agredir los bienes que el fallido tenía al momento
145
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
Los juicios atraídos recién suspenden su trámite cuando la sentencia de quiebra
se halle firme. Hasta entonces, su trámite seguirá con la necesaria intervención del
síndico sin que se puedan realizar actos de ejecución forzada (arts. 110, 132 y 275
último párrafo, ley 24.522)186.
Si el trabajador hubiera optado por verificar, el juicio laboral atraído no debe
ser recaratulado ni computado como una causa más para el juzgado ya que se trata
de un juicio que no es posible continuar y que ha sido remitido ad effectum videndi
et probandi.
3.9.3. Finalización del fuero de atracción
El fuero de atracción emergente de la quiebra finaliza si la misma concluye por
haber prosperado un recurso de reposición contra la sentencia de quiebra (art. 94,
L.C.) o ante el levantamiento de la quiebra sin más trámite (art. 96, L.C.), supuestos
en los cuales la revocación de la sentencia de quiebra hace cesar los efectos del
concurso (art. 98, L.C.), razón por la cual, una vez firme dicha resolución, cesa el
fuero de atracción. Lo mismo ocurre, tratándose del avenimiento (arts. 225, L.C.),
pago total (228, L.C.), carta de pago (art. 229, 1er. Párrafo, L.C.) o inexistencia
de acreedores (art. 229, 2do. párrafo, L.C.), que son modos de conclusión de la
quiebra, donde cesan los efectos de la misma, lo que implica el agotamiento de la
competencia del juez de la quiebra por haber culminado el fuero de atracción.
3.9.4. Efectos de la sentencia laboral
Con anterioridad a la reforma de la ley 26.086, se había expresado que en el
ámbito laboral, la decisión judicial que impone que los intereses sean computados hasta el momento del efectivo pago se efectúa sin perjuicio de que el juez de
la quiebra disponga en definitiva sobre tal concepto al momento de determinar
las modalidades con que los créditos serán satisfechos en “moneda de quiebra”
(CNTrab., sala VI, 31/10/97, “Paz, Mario A. c/Mauras S.A., Alberto suc.”, D.T.
1998-A, 717).
El estado de quiebra no obsta a la actualización monetaria e intereses sin perjuicio de lo que en definitiva resuelva el juez comercial que es el único competente
para entender, una vez declarada la falencia, con los referidos aditamentos del
crédito ya que la resolución del Tribunal del Trabajo no tiene eficacia de cosa juzde la declaración de quiebra, los que ingresen a su patrimonio a través de las acciones de recomposición
patrimonial y los que adquiera hasta la rehabilitación; y sólo pueden actuar respecto de los bienes que el
fallido adquiera a partir de su rehabilitación.
186
Una vez radicado el juicio ante el juez de la quiebra se debe notificar por cédula a las partes su nueva
radicación y al síndico a fin de que tome la intervención que corresponda. La falta de intervención del
síndico una vez que ha sido debidamente notificado sólo importa darle por perdido a dicho funcionario
concursal el derecho que para hacerlo tenía, sin que quepa su declaración de rebeldía y sin perjuicio de
la responsabilidad que le quepa al citado funcionario.
146
Ricardo Daniel Sosa Aubone
gada material ante el proceso concursal (CNTrab., sala VI, causa 47.287, 31/12/81,
“Bernardini c/Banco Oddone S.A.”; ídem, 31/10/97, “Paz, Mario A. c/Mauras S.A.
Alberto suc.”, D.T. 1998-A, 717)187.
Ahora, como la sentencia dictada por el juez de la acción individual sólo tiene
valor de “título verificatorio”, admite una discusión mayor en el ámbito concursal,
puesto que es revisable por quienes no intervinieron en el proceso.
3.10. Modificación del artículo 9 (aplicación en el tiempo)
ARTÍCULO 9° - Cláusula transitoria. Los juicios excluidos por el art. 21,
que a la fecha de entrada en vigencia de esta ley se encuentren radicados ante el
juez concursal le serán aplicadas de inmediato las modificaciones introducidas
por esta ley a la competencia material, debiendo ser remitidas las actuaciones a
la justicia originariamente competente dentro de los QUINCE (15) días hábiles.
Quedan exceptuados aquellos casos en los que en el expediente se hubiera dictado
el llamado de autos para sentencia, los créditos de pronto pago y aquellos juicios
en los que se hubiera optado por la verificación del crédito según lo previsto por
el artículo 21, inciso 1° de la Ley N° 24.522.
3.10.1. Aplicación del nuevo fuero de atracción a los juicios laborales en
trámite
El art. 9 de la ley 26.086 establece como cláusula transitoria que la modificación
dispuesta al fuero de atracción es de aplicación inmediata y que los juicios excluidos
por el art. 21 que a la fecha de entrada en vigencia se encuentren radicados ante el
juez concursal deben ser remitidos a la justicia originariamente competente dentro
de los quince (15) días hábiles188.
Consecuentemente, los siguientes procesos: ejecuciones de garantías reales,
procesos en que el concursado integre un litisconsorcio pasivo necesario, procesos
de conocimiento -incluidos los laborales-, que hubieren sido remitidos a la justicia
187
Aún cuando la demandada se encuentre en quiebra, corresponde al juez laboral disponer los intereses
que se van a aplicar al monto de condena desde que cada suma resulta exigible hasta el efectivo pago, sin
perjuicio de las medidas que al respecto pudiere adoptar el juez interviniente en sede comercial. Por otra
parte, corresponde incluir en el monto de condena intereses, en razón que en sede comercial se puede
declarar la conclusión de la quiebra por pago total, u otra causa y “si existe remanente pagarse los intereses
suspendidos a raíz de la declaración de quiebra, considerando los privilegios” (art. 228, ley 24.522, en
su parte pertinente) pues, de no haberse establecido en sede laboral el pago de los intereses corridos, no
habría causa para su percepción (CNTrab., sala I, 26/2/99, “Navarro, Mateo G. c/Frigorífico Minguillón
S.A.”, D.T. 1999-A, 1141).
Otro argumento a favor de la condena de intereses por parte del juez laboral sin atenerse al límite establecido por la ley concursal, es la posibilidad que el art. 90 de la ley 24.522 le brinda al fallido de solicitar la
conversión de la quiebra en concurso preventivo, en cuyo supuesto varía el “dies a quo” para la liquidación
de intereses.
188
La aplicación inmediata dispuesta rige para los hechos que están in fieri o en curso de desarrollo al tiempo
de su sanción (art. 3, Código Civil).
147
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
concursal en virtud del fuero de atracción y que a la fecha de entrada en vigencia de
la ley 26.086 se encuentren ante dicho fuero, deben ser devueltos al juez originario
(juez de la acción individual).
La remisión de las actuaciones al juez originario constituye materia de orden
público, por lo cual, ni las partes, ni los funcionarios públicos pueden dejar de lado
sus disposiciones189.
Siendo que el art. 9° de la ley 26.086 sólo alude al art. 21 (fuero de atracción
en el concurso preventivo), sin hacer referencia al art. 132 (fuero de atracción en la
quiebra), cabe preguntarse si el régimen transitorio se aplica en la quiebra tratándose
de los procesos en que el concursado integre un litisconsorcio pasivo necesario o de
procesos de conocimiento -incluidos los laborales-, supuestos que ahora y conforme
el nuevo régimen legal se encuentran excluidos del fuero de atracción. Siendo que
la última parte del primer párrafo del art. 132 establece que en la quiebra se aplica
el mismo régimen de excepción -salvo tratándose de las ejecuciones de créditos con
garantías reales- que en el concurso preventivo, la respuesta es afirmativa.
3.10.2. Supuestos particulares de aplicación del fuero de atracción
El juez del concurso no deberá remitir las causas al juez competente conforme
la acción individual (juez originario) en los siguientes casos:
a) Autos para sentencia: cuando en el expediente se hubiera dictado el llamamiento de autos para sentencia, debido el avanzado estado procesal, en cuyo caso
no existe justificación alguna para el cambio de radicación.
Si el expediente estuviere a despacho para el dictado de autos para sentencia o
en un estado similar -v.gr. certificación actuarial previo al autos para sentencia- la
solución debería ser la misma, ya que la remisión no encontraría otro justificativo
que no sea el de quitarse trabajo de encima.
b) Pronto pago no resuelto: cuando se trate de procesos en los que se requieran
créditos respecto de los cuales se ha requerido el pronto pago. Si se ha peticionado
el pronto pago laboral, hasta que no se obtenga un pronunciamiento admitiendo o
denegando -total o parcialmente- el pronto pago no se podrá devolver la causa al
juzgado de origen. Si se ha hecho lugar al mismo y la resolución está firme, tendríamos un pronunciamiento verificatorio, en cuyo caso, si la causa no es necesaria a fin
de peticionar ante el juez del concurso se la puede devolver al juez originario ya que
carecería de sentido mantener la causa ante el juez concursal190. Si el pronto pago
ha sido desestimado, la resolución está firme y no se ha requerido la verificación
en sede concursal, corresponde remitir inmediatamente el proceso de conocimiento
189
Tampoco podrá alegarse preclusión ni la aplicación de lo resuelto con anterioridad. Ello, claro está, sin
perjuicio de lo expuesto en el punto 3.10.2.
190
Que muchas veces no tiene espacio para su archivo.
148
Ricardo Daniel Sosa Aubone
laboral al juez natural (juez de la acción individual, juez originariamente competente) para su continuación.
c) Verificación en sede concursal conforme art. 21 inc. 1: Cuando se hubiera
optado por verificar conforme el art. 21 inc. 1, L.C.
La norma alude a la verificación tempestiva o tardía que hubiere realizado el
actor cuyo juicio de contenido patrimonial contra el concursado haya sido atraído. Si
el actor no hubiere intentado verificar en sede concursal, el juicio de conocimiento
debe ser remitido al juez natural (juez de la acción individual, juez originariamente
competente) inmediatamente (dentro de los 15 días hábiles de la entrada en vigencia
de la ley 26.086) para su continuación.
Si el actor hubiera optado por continuar y se hubiera permitido dicha posibilidad, también corresponde la devolución inmediata -salvo que se haya dictado
“autos para sentencia” o esté para su dictado-.
Si bien la norma remite al concurso preventivo, la solución es aplicable en la
quiebra, en especial en aquellos casos donde se haya permitido la continuación del
proceso de conocimiento en sede falencial191.
3.10.3. Aplicación del resto de las modificaciones de la ley 26.086
La modificación producida por la ley 26.086 no puede alterar los actos cumplidos hasta su entrada en vigencia -respecto de los cuales ha operado el “consumo
jurídico” a raíz de la preclusión de etapas y actos cumplidos bajo el imperio de la
ley anterior-192, pero en términos generales y sin perjuicio de soluciones particulares
para casos especiales, se aplica a los actos a cumplirse en el futuro.
En consecuencia la ley 26.086 es aplicable a los concursos en trámite cuidando
de no afectar actos concluidos o derechos adquiridos. No debe perderse de vista que
las modificaciones introducidas por dicha norma no tienen efecto retroactivo (art.
3, Código Civil), lo cual está estrechamente vinculado con la seguridad jurídica.
Conforme lo normado por el art. 3 del Código Civil, en virtud del cual la nueva
normativa se aplica a: a) las nuevas situaciones o relaciones jurídicas que se creen
a partir de su vigencia; b) los hechos que estén in fieri o en curso de desarrollo al
191
La posibilidad de continuar el proceso de conocimiento en sede falencial, por aplicación extensiva del
art. 21 inc. 1, L.C., es negada por la mayoría de la doctrina y jurisprudencia, que interpretan -con razónrestrictivamente dicha excepción y niegan, por tanto, su aplicación analógica.
192
Así se ha dicho que lo que no puede juzgarse de acuerdo con la ley nueva son las consecuencias ya consumadas de los hechos pasados, que quedan sujetos a la ley anterior, pues juega la noción de consumo
jurídico (SCBA, L. 68.478, 28/4/98, “Rodil, Ernesto H. c/ E.S.E.B.A. S.A. s/Diferencia bonificación Conv.
Colectiva 36/75”).
149
Comentario de la ley 26.086. modificatoria de la ley de...
tiempo de su sanción193. En estos casos no hay retroactividad, ya que la nueva ley
sólo afecta a las consecuencias que se produzcan en el futuro194.
Así se ha dicho, que la aplicación de la nueva ley a las consecuencias de las
relaciones y situaciones jurídicas en trámite, no permite alcanzar etapas procesales ya iniciadas y que, por formar parte de una serie de actos ordenados, que se
vinculan el uno con el otro no admiten la variación de las reglas hasta que culmine
el estadío en curso. Este es el único medio de compatibilizar la posibilidad de la
aplicación inmediata de la ley con las garantías constitucionales que aseguran el
derecho de propiedad y el de defensa en juicio, ya que éstas se verían alteradas si la
nueva normativa procesal fuera aplicable en forma inmediata e indiscriminada a los
procesos en trámite (conf. Cám. Civ. y Com. 1ra., sala II, La Plata, causa 224.962,
RSD. 211/96, 24/10/96, “Sanatorio Argentino s/Quiebra”)195.
193
Así se ha dicho que: Las nuevas disposiciones legales resultan aplicables de manera inmediata a una
situación en curso, pues no afecta las consecuencias consumadas de hechos pasados. El art. 3 del Código
Civil consagra la aplicación inmediata de la ley nueva, que rige para los hechos que están in fieri o en
curso de desarrollo al tiempo de su sanción (SCBA, B. 50.818, 19/9/89, “Inmar S.A. c/Provincia de Buenos
Aires s/Demanda contencioso administrativa”, Ac. y Sent. 1989-III, 460).
Las nuevas disposiciones legales resultan aplicables de manera inmediata a las situaciones en curso de
desarrollo al tiempo de su sanción (SCBA, B. 50.955, 8/5/90, “Construcciones La Plata S.A. c/ Provincia
de Buenos Aires (O.S.B.A.) s/Demanda contencioso administrativa”).
El art. 3 del Código Civil consagra la aplicación inmediata de la ley nueva, que rige para los hechos que
están in fieri o en curso de desarrollo al tiempo de su sanción (SCBA, Ac. 37.392, 27/10/87, “S., N. Z.
C/A., J. A. s/Incidente de rendición de cuentas y liquidación sociedad conyugal”, L.L. 1988-A, 333, J.A.
1989-III, 757; Ac. y Sent. 1987-IV, 445, DJBA 134-89; SCBA, Ac. 39.909, 27/8/91, “T. J. B. c/ T. De T.,
R. E. s/ Divorcio”, E.D. 147-226; J.A. 1993-I, 717; Ac. 47.006, 27/4/93, “López, Osvaldo y otros c/ El
Puente S.A. de Transportes s/Impugnación decisión de asamblea, etc. Incidente medida cautelar”; Ac.
51.831, 20/9/94, “M. de G., D. R. c/ S., S. s/Nulidad de adopción”, DJBA 147-303; E.D. 161-50; Ac. y
Sent. 1994-III, 721; Ac. 55.341, 6/8/96, “R., C. c/ A., A. V. y otros s/ Reclamación de estado”).
El art. 3 del Código Civil establece que las leyes se aplican a partir de su entrada en vigencia aún a las
consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes, es decir que consagra la aplicación
inmediata de la legislación nueva, que rige para los hechos que están in fieri o en curso de desarrollo al
tiempo de su sanción (SCBA, Ac. 60.659, 10/3/98, “Delhec S.R.L. c/ Loureiro, Delfor y otros s/ Acción
de responsabilidad”; Ac. 63.120, 31/3/98, “G., V. s/Adopción”, J.A. 1998-IV, 29).
194
SCBA, 27/10/87, “Salto, Nora Z. c/Amarosi, Jorge A.”, J.A. 1989-III, 757, cit. por Bueres-Highton, op.
cit., pág. 11.
El art. 3 del C.C. consagra la aplicación inmediata de la ley nueva, que rige para los hechos que están in
fieri o en curso de desarrollo al tiempo de su sanción (SCBA, Ac. 37.392, 27/10/87, L.L. 1988-A, 333; Ac.
39.909, 21/8/91, E.D. 147-226; Ac. 45.304, 10/3/92, J.A. 1993-II, 256; Ac. 47.006, 27/4/93, Ac. 51.831,
20/9/94, DJBA 147-303; Ac. 55.341, 6/8/96; Ac. 60.659, 10/3/98).
195
En este sentido también se dijo que: Las situaciones jurídicas que podrían generarse con posterioridad
a la vigencia de la nueva ley deben ser reguladas por ella en todos sus aspectos. Los hechos in fieri, o
en curso de desarrollo son alcanzados por el nuevo régimen, por no tratarse de hechos cumplidos bajo
la legislación anterior y por tanto, cuando se aplica la nueva ley no se ocurre en retroactividad (SCBA,
B. 55.286, 8/4/97, “Castiñeiras, Daniel Humberto c/ Banco de la Provincia de Buenos Aires s/Demanda
contencioso administrativa”).
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que el legislador podrá hacer que la ley nueva
destruya o modifique un mero interés, una simple facultad o un derecho en expectativa ya existente; los
jueces, investigando la intención de aquél podrán, a su vez, atribuir a la ley ese mismo efecto. Pero ni el
legislador ni el juez pueden, en virtud de una ley nueva o de su interpretación, arrebatar o alterar un derecho
150
Ricardo Daniel Sosa Aubone
En consecuencia, si bien en principio se puede pregonar la aplicación de la ley
26.086 a todos los procesos en trámite, rigiendo sus disposiciones para los hechos
que están in fieri o en curso de desarrollo al tiempo de su vigencia, tal pauta se ha de
aplicar con la debida atención a las particularidades del caso concreto y observando
respecto de ciertos principios fundamentales, con el fin de evitar situaciones de
absurdo o arbitrariedad, que atentarían -sin remedio- contra los valores de justicia,
seguridad y orden. Es por ello que se debe ser cauto con los pronunciamientos
genéricos de aplicación de una nueva ley a los procesos en trámite, observando en
cada caso y en qué medida tal aplicación es posible de manera ordenada196.
patrimonial adquirido al amparo de la legislación anterior. En ese caso, el principio de no retroactividad
deja de ser una simple norma legal para confundirse con el principio constitucional de la inviolabilidad de
la propiedad (CSN, Fallos 138:47; 152:268; 155:156; 167:5; 172,21, entre otros). Cuando la Constitución
Nacional reconoce y garantiza, en su art. 17, el derecho de propiedad, otorga a este vocablo un significado
que excede al puramente civilista, atendiendo al campo de los derechos reales, para abarcar, tal como lo
ha sostenido la Corte Suprema, a todos los intereses apreciables en dinero que el hombre pueda poseer
fuera de sí mismo, fuera de su vida y de su libertad (Fallos 145:307). En suma el bien jurídico tutelado
comprende a todos los bienes susceptibles de valor económico (conf. GONZALEZ CALDERON, Juan
A., Curso de Derecho Constitucional, ed. Kraft, Bs. As., 1958, p. 254, cit. en el voto del Dr. Laclau en
CFed. Seg. Social, sala III, 11/4/2002, “Bellini, Víctor E. c/Caja de Retirados, Jubilados y Pensionados
de la Policía Federal”, D.T. 2002-A, 1309).
196
Aquí hemos seguido expresiones que fueran vertidas por el Dr. Crespi, integrante de la Cám. Civ. y Com.
2da., sala I, La Plata, con motivo de su voto en la causa B. 83.334, RSD. 356/97, del 19/12/97, “Idigoras,
Ricardo Gregorio s/Incidente de liquidación de bienes”, con motivo de analizar la aplicación de la nueva
ley de concursos y quiebras 24.522.
151
152
LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL
Y LA LUCHA CONTRA EL TRÁFICO ILEGAL DEL
PATRIMONIO CULTURAL (ARQUEOLÓGICO) Y NATURAL
(PALEONTOLÓGICO)
Ezequiel Héctor Imanoni *
SUMARIO: 1.- Introducción. 2.- Problemática en la Argentina. 3.- El régimen tutelador del Derecho Argentino para con los bienes culturales y naturales. 4.- Fuente convencional internacional
referida a la protección del patrimonio cultural y natural. 5.- Régimen creado en derecho comparado en materia de restitución y devolución de bienes culturales. 6.-Bondades de la cooperación
internacional también aplicable a la tutela efectiva del patrimonio analizado. 7.- Conclusión.
8.- Bibliografía de consulta
1.- Introducción
Abordar la problemática que involucra a esta clase de patrimonio plantea un
conglomerado de cuestiones complejas, todas interrelacionadas y de relevancia.
Elementos sociales, políticos, económicos y hasta bélicos, han conspirado sin ningún tipo de dudas contra este acervo invalorable para los pueblos –diría más bien
“para la comunidad universal”- y que hoy más que nunca se ve ostensiblemente
amenazado.
Entre los innumerables desmanes que comete el hombre, aparece el tráfico
ilegal de bienes culturales y naturales. La práctica no es nueva; sabemos que con
diferentes matices y a lo largo de los siglos, países y regiones han sido víctimas
del despojo. Tomemos como ejemplo lo sucedido en Egipto en manos de los reyes
Nabucodonosor II de Babilonia y el rey Asaradón de Asiria, o el caso que ofrece
Europa Occidental durante el siglo V que fue saqueada por el Rey de los hunos:
* Miembro del Instituto de Derecho Internacional Privado del Colegio de Abogados de La Plata
153
LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
Atila; o también lo acaecido en Oriente, en donde Gengis Khan elegido rey de los
mongoles en el año 1196, impuso una política de expansión y dominación sobre
China y Asia Central que facilitó el saqueo y pillaje de los bienes referidos.
Posteriormente, los procesos de colonización desplegados en los continentes
de África, América del Sur y Asia también contribuyeron al pillaje nefasto del
patrimonio cultural y natural.
En la actualidad, este accionar tan reprochable ha evolucionado de manera
notable a punto tal que hasta la tecnología es muchas veces funcional a la rapiña y
el tráfico ilegal. Estamos frente a un negocio muy lucrativo para aquellos comerciantes inescrupulosos que muchas veces se valen de las personas carecientes; en
especial, son involucradas las que viven en los Estados de origen donde se localizan
los objetos o piezas arqueológicas y/o los restos paleontológicos.
En este contexto, el Derecho Internacional Privado tanto como el Público y la
Cooperación Internacional juegan un rol vital, sea en el combate de esta práctica
como en la búsqueda constante de institutos que permitan una ágil restitución de
los objetos y restos descriptos.
Encomiable tarea por cierto, que generalmente se ve obstaculizada por factores
de diversa etiología tales como el desplazamiento fuera del Estado de origen de los
bienes jurídicos que se intenta tutelar a veces como resultado de una compra por un
tercero de buena fe o bien, por la permanencia prologada de los objetos en el país
importador que culmina en indebida apropiación.
Si bien el tema amerita de interés para todo Estado y para todo hombre, peculiarmente países como Argentina formadora de un vasto territorio mayor como es
América Latina, sufre invasora ablación de su acervo arqueológico y paleontológico
no sólo por las riquezas que alberga sino por lo novedoso aún de sus existencias.
La codicia y la soberbia humana es el móvil de tan infausto flagelo. El derecho
como ciencia intenta prevenir y sancionar. Como advirtiera, se trata en relación a
los bienes culturales de una conducta milenaria; empero, mucho es lo que falta por
hacer. Veamos entonces, algunos aportes realizados tanto en el orden interno como
en el internacional y la importancia que representa en este sentido la Cooperación
Internacional.
2.- Problemática en la Argentina
La República Argentina contiene uno de los principales yacimientos mundiales
de fósiles en lo que respecta a la frecuencia temporal que abarca sus yacimientos
fosilíferos, la continuidad y productividad de los mismos y la variedad temática que
1
Según datos de la UNESCO, este mercado negro mueve anualmente cifras que son sólo superadas por
la comercialización de drogas y el tráfico de armas. Información dada en el diario “La Nueva Provincia”
de Bahía Blanca. Edición del día 4 de diciembre de 2003.
154
Ezequiel Héctor Imanoni
involucran. Por ello, el robo y saqueo de restos fósiles de dinosaurios y minerales de
la Patagonia y de las regiones del centro y noroeste del país, (las dos últimas ricas
en piezas arqueológicas) se han incrementado notablemente en los últimos años; el
fenómeno obedece básicamente al “negocio”, por cierto sumamente rentable, que
significa para los traficantes de piezas paleontológicas y objetos arqueológicos las
operaciones citadas. Desde ya, se trata de piezas tan estimadas por coleccionistas
de todo el globo que llegan a pagar cientos y hasta miles de dólares estadounidenses
por ellas.
A modo de ejemplo, y teniendo en cuenta que se trata de un mercado clandestino que mayoritariamente recorre Estados subdesarrollados y termina blanqueado
en países centrales, se han detectado huevos de dinosaurio de origen argentino y
en especial extraídos de la cuenca de Neuquén, que han llegado a sobrevaluarse
por conservar el embrión, de manera que se han vendido en casas de subastas de
Nueva York por valores cercanos a los 50.000 dólares exentos de cargas tributarias
por no considerarse bienes registrables pues obviamente, son parte de un “mercado
negro”.
El patrimonio paleontológico saqueado no tiene distinción, se comercializan
por igual restos de invertebrados como de paleobotánica como lo son “las espinas
de araucarias y troncos fosilizados, los equinodermos y lo que se pueda sacar de
animales superiores en tamaño, como cuadrúpedos que constituyen los artículos
más problemáticos y mas buscados.”
En cuanto al modus operandi de esta práctica del pillaje podemos citar las
más importantes: a) el saqueo propiamente dicho; b) “la simulación científica”; c)
el robo de museos. Pasemos a considerarlas someramente:
a) El “saqueo” es realizado por los huaqueros, muchas veces con necesidades
básicas insatisfechas que ven en esta “actividad” una forma de subsistencia. Los
valores de las piezas se fijan de acuerdo a las sucesivas modas: ahora son muy buscados los huevos de dinosaurio y los objetos tallados en piedra. Un huaquero puede
sacar unos cincuenta pesos, aproximadamente diecisiete dólares por una caja llena
de puntas de flecha construídas por grupos de cazadores recolectores que habitaron
esta región de América Latina aproximadamente 15.000 años antes del presente y
que al final del circuito se venden por Internet a 30 dólares cada una.
2
3
4
5
Región natural , que se extiende en Argentina desde el Río Colorado hacia el sur a través de las provincias
de Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, Tierra del Fuego y varias islas del Atlántico Sur. La parte
central está constituida por extensas mesetas áridas formadas por un sustrato cristalino cubierto de capas
de materiales sedimentarios marinos y continentales. Enciclopedia Clarín. Editorial Visor Enciclopedias
Audiovisuales S.A. 1999. Buenos Aires – Argentina.
Formado por las provincias de Mendoza, San Juan, La Rioja y Catamarca.
FERRINO Abel. Representante del Comité Argentino de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales.
Lugareños que saquean “yacimientos” paleontológicos y sitios “arqueológicos” abiertos previamente por
los científicos.
155
LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
Muchas veces se trata de descendientes de aborígenes y casi siempre pobres
que acceden a extraer piezas y objetos de estos espacios que conocen, para luego
vendérselas a acopiadores primarios que los visitan periódicamente o les encargan
vestigios u objetos específicos. Estos acopiadores a continuación limpian las piezas,
las seleccionan y eligen las que son negociables. El material llega a los grandes acopiadores, que finalmente colocan el producido de la rapiña, ya sea utilizando medios
tecnológicos impersonales o bien valiéndose de contactos propios en el circuito
ilegal, hasta caer en manos de compradores nacionales como internacionales.
b) En el supuesto de la “simulación” suelen ser individuos que visitan los
establecimientos rurales simulando que van a cazar o haciéndose pasar como arqueólogos que quieren estudiar los suelos en busca de “sitios”, aunque también hay
chacareros (estancieros o propietarios de campos) venidos a menos que exploran
sus tierras con maquinaria vial pesada como retroexcavadoras.
c) En el caso del robo, citamos como ejemplo el perpetrado en diciembre de
2004 en el Museo “Rosendo Pascual” de la ciudad patagónica de San Carlos de
Bariloche (Provincia de Río Negro), en donde desconocidos se llevaron un huevo de
dinosaurio entre otros objetos, según denunció su Director Sr. Rodolfo Corsolini.
En esta misma época, también fue víctima de un hecho de robo el Museo
Regional de Valcheta en la provincia de Río Negro, donde los ladrones se llevaron
agua fosilizada y restos de huevo de un dinosaurio patagónico.
Anteriormente, en el año 2002 se perpetró un hecho similar, esta vez en el Museo de Miramar (Provincia de Buenos Aires) en el que los sujetos se apropiaron de un
cráneo de megaterio. Los hechos son cada vez más graves, porque se ejecutan con
estudio y precisión. Resulta claro que estamos frente a traficantes por encargo.
Sobre quienes son los compradores en este multimillonario mercado, se
encuentran regiones y países centrales como Estados Unidos de América, Europa
Occidental (siendo Suiza el país más dinámico) y en Asia, donde puede citarse a
Japón como un país muy interesado, y en el que tienen muy buena colocación las
piezas arqueológicas del imperio incaico encontradas en el noroeste argentino. Entre
los centros mundiales de compra y venta de material paleontológico, uno de los
principales se halla en Denver y otras ciudades de Arizona y Colorado (EE. UU.)
como sedes de las ferias de fósiles más grandes del mundo. Una de las metodologías empleadas es la comercialización a través de la Internet , como lo realiza la
empresa de Colorado Springs denominadas Extinctions Inc.
Pero también es posible adquirir fósiles en una subasta pública, como la que la
casa Guernsey´s organizó en 2002 en Nueva York, con algo más de trescientos lotes;
6
7
Mamífero fósil del orden de los desdentados, del tamaño de un elefante. Poseía una cabeza sin dientes ni
colmillos. Era herbívoro. Vivió a principios del Cuaternarios y en las grandes pampas sudamericanas, de
donde proceden todos los restos hallados. Enciclopedia Clarín. Visor Enciclopedias Audiovisuales S.A.
1999. Buenos Aires – Argentina.
Sitios Web: www.fossil-plants.com; www.dinostore.com, www.naturestore.com; www.paleoguy.com
156
Ezequiel Héctor Imanoni
sucede que en Estados Unidos, a diferencia de Argentina, las piezas paleontológicas
pertenecen al dueño de las tierras en las que fueron halladas siendo su comercio
totalmente lícito. Sin embargo, siempre hay sospechas de que en ciertos remates
también se ofrecen piezas que fueron contrabandeadas desde Estados como China,
Mongolia y Argentina, entre los principales países afectados.
Es muy difícil establecer a ciencia cierta la dimensión de esta hemorragia.
A juzgar por los decomisos y secuestros llevados a cabo en los últimos 7 años
en nuestro país, en el marco de las tareas desarrolladas por organismos como la
Policía Aeronáutica Nacional a través de su División de Protección del Patrimonio
Cultural, la Gendarmería Nacional Argentina, la agencia local de Organización
Internacional de Policía Criminal (OIPC-INTERPOL), se deduce que la pérdida
ha sido muy grande.
3.- El régimen tutelador del Derecho Argentino para con los bienes
culturales y naturales
Partiendo de la pirámide normativa de Kelsen, debemos destacar que el marco
rector está dado por el principio de la supremacía de la Constitución Argentina,
prevista en su artículo 31. Así entendida, la previsión normativa en materia de
protección se plasma en el artículo 41 de nuestra Carta Magna cuando dice: “…Las
autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de
los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y culturales y de la
diversidad biológica, y a la información y educación ambientales. Corresponde a
la Nación dictar normas que contengan los presupuestos mínimos de protección, y
a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas alteren las
jurisdicciones locales”.
Por su parte el Código Civil Argentino establece en su artículo 2.340 inciso
9º que “quedan comprendidos entre los bienes públicos: las ruinas y yacimientos
arqueológicos y paleontológicos de interés científico” y por lo tanto, gozan de los
atributos de ser inalienables, imprescriptibles e inembargables.
Debemos hacer una breve mención de la hoy derogada Ley Nacional Nº 9.080
de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, sancionada en el año
1911, que resultó muy novedosa para la época, y por la cual se declaraba que los
yacimientos arqueológicos y paleontológicos eran propiedad de la Nación, autorizando sólo las exploraciones que tuvieran fines de investigación científica.
8
“Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados
con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las autoridades de cada provincia están
obligadas conformarse a ellas, no obstante cualquiera disposición en contrario que contengan las leyes o
constituciones provinciales…”
157
LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
Esta ley permitió especialmente la protección de los descubrimientos realizados
por los profesionales de la materia con sede en la Capital Federal y en la ciudad
de La Plata, (capital de la Provincia de Buenos Aires) y que a principios de siglo,
campaña a campaña, advertían impotentes como desaparecía literalmente el fruto
de sus hallazgos.
Más cercano en el tiempo, el 25 de julio de 2003 se sanciona la Ley Nº 25.743
de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, la cual reemplaza a
la ley citada en el párrafo anterior. Previo al análisis más riguroso debe destacarse
que la norma vigente establece la propiedad del Estado sobre estos bienes, incluso
los que estén en poder de particulares; prohíbe las exportaciones y obliga a los
responsables de una excavación a denunciar cada descubrimiento.
En cuanto al objeto de la misma, el artículo 1º prevé que es la preservación,
protección y tutela del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico, al que considera
a su vez, como integrante del Patrimonio Cultural de la Nación, con destino de
aprovechamiento científico y cultural del mismo.
La ley igualmente se encarga de definir al Patrimonio Arqueológico como el
conjunto de “las cosas muebles e inmuebles o vestigios de cualquier naturaleza que
se encuentren en la superficie, subsuelo o sumergidos en aguas jurisdiccionales, que
puedan proporcionar información sobre los grupos socioculturales que habitaron el
país desde épocas precolombinas hasta épocas históricas recientes”.
Y en relación al Patrimonio Paleontológico, expresa que forman parte del
mismo “los organismos o parte de organismos o indicios de la actividad vital de
organismos que vivieron en el pasado geológico y toda concentración natural de
fósiles de un cuerpo de roca o sedimentos expuestos en la superficie o situados en
el subsuelo o bajo las aguas jurisdiccionales”.
Existen reguladas facultades exclusivas del Estado Nacional; entre la principal
vale destacar el ejercicio de la tutela mediante la adopción de medidas tendientes
a la preservación y divulgación del patrimonio referido, como así también la de
ejercer la defensa en el ámbito internacional mediante la preservación y sanción
de las importaciones y exportaciones ilegales. Para ello, deberá instrumentar las
acciones necesarias a fin de gestionar “la devolución” dice el texto, de los bienes
arqueológicos y/o paleontológicos al país de origen que correspondan.
Los organismos nacionales competentes instituidos como Autoridad de Aplicación de la presente ley son: en materia arqueológica el Instituto Nacional de
Antropología y Pensamiento Latinoamericano, el cual funciona en la órbita de la
Secretaría de Cultura de la Nación. Y en materia paleontológica, realiza lo propio el
Museo de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” dependiente de la Secretaría
de Ciencia y Tecnología de la Nación. Ambos tienen por funciones, según el artículo
5º del texto legal: a) Crear y organizar el Registro Nacional de Yacimientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos y el Registro Nacional de Yacimientos y Restos
Paleontológicos, con la información que se requerirá a las jurisdicciones locales”.
b) Crear un Registro Nacional de Infractores y Reincidentes.
158
Ezequiel Héctor Imanoni
La ley también habilita a las provincias, en sus respectivas jurisdicciones, a
ejercer similares funciones. Sin embargo, también se regula el deber de éstas de
comunicar al organismo nacional competente aquellas autorizaciones otorgadas
para el traslado fuera del país de colecciones y objetos arqueológicos o restos paleontológicos, para permitir la adopción de medidas necesarias en aquellos casos
en los que deba gestionar su recuperación y retorno al país.
El artículo 9º recepta, con matices y en relación al dominio, la regulación
que también preveía la Ley Nº 9080. El texto vigente 9º instaura que “los bienes
arqueológicos y paleontológicos son del dominio público del Estado nacional, provincial o municipal, según el ámbito territorial en que se encuentren, conforme lo
establecido en los artículos 2339 y 2340 inciso 9º del Código Civil y por el artículo
121 y concordantes de la Constitución Nacional”.
Una cuestión de trascendencia, en miras a combatir seriamente el tráfico
ilícito, tanto de material fósil como arqueológico, es sin dudas su identificación
previa. Por ello, la ley también crea un registro oficial, en donde los dueños de los
predios en que se encuentren yacimientos arqueológicos o paleontológicos, así
como toda persona que los ubicare, tiene el deber de denunciarlos ante el organismo
competente para su registro. Asimismo, y de acuerdo al artículo 13º “toda persona
física o jurídica que practicase excavaciones con el objeto de efectuar trabajos de
construcción, agrícolas, industriales, u otros de índole semejante, está obligado a
denunciar el descubrimiento del yacimiento y de cualquier objeto arqueológico o
resto paleontológico que se encontrare en las excavaciones, siendo responsable de
su conservación hasta que el organismo competente tome intervención y se haga
cargo de los mismos”.
Las colecciones u objetos inscriptos en el registro oficial, sólo podrán ser
transferidos a título gratuito por herencia o bien por donación a instituciones científicas o museos públicos. En cuanto a los propietarios de colecciones o de restos
paleontológicos u objetos arqueológicos, los mismos no podrán enajenarlos por título
oneroso sin ofrecerlos en forma fehaciente y con carácter prioritario al Estado, ya
sea nacional, provincial, según corresponda (artículos 18º y 19º). Se declara nula
toda enajenación realizada con violación de los artículos anteriores, imponiéndose
la pena de multa y el secuestro de los bienes involucrados.
En concordancia, las prospecciones son con fines científicos; la norma impone
un régimen de concesiones, que en el caso de que el solicitante sea un investigador
o institución científica extranjera se exigirá, además, que trabaje con una institución
científica estatal o universitaria argentina y la autorización del Gobierno Nacional
en orden a su competencia. No es redundante advertir que todo lo descubierto,
referido a los restos y objetos señalados, en el proceso de investigación pertenecen
9
“Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al Gobierno Federal, y el que
expresamente se haya reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación.”
159
LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
al dominio público del Estado Nacional o Provincial o al Gobierno Autónomo de
Buenos Aires, según corresponda.
Pero qué sucede con las transgresiones a los términos de la ley. En este aspecto
las penalidades previstas atento a la gravedad de las mismas, pueden ser de apercibimiento, multa, decomiso de los materiales arqueológicos, paleontológicos y/o
los instrumentos utilizados para cometer la infracción, suspensión o caducidad de
la concesión, inhabilitación, clausura temporaria o definitiva (esta última cuando
se trate de ventas llevadas a cabo en establecimientos comerciales).
En cuanto a las personas que sin solicitar concesión realicen tareas de remoción y/o excavación en esta clase de yacimientos, se prevé la pena de multa y
decomiso, incluso aunque los bienes se encuentren en posesión de terceros que
aleguen adquisición de buena fe. Cuando por el grado de deterioro hubiera pérdida
irreparable para el patrimonio cultural del Estado, podrá imputárseles el delito de
daño (conforme los artículos 183 y 184 inciso del Código Penal).
Será reprimido de un mes a un año de prisión o reclusión y con inhabilitación
especial de hasta tres años, el que realizare por sí u ordenare realizar a terceros
tareas de prospección, remoción o excavación en yacimientos arqueológicos y
paleontológicos. La ley es más dura a la hora de combatir el tráfico y comercio
ilegal de este patrimonio, puesto que reprime “con prisión de dos (2) meses a dos
(2) años y con inhabilitación especial de hasta cinco (5) años, el que transportare,
almacenare, comprare, vendiere, industrializare o de cualquier modo pusiere en el
comercio piezas, productos o subproductos provenientes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos nacionales e internacionales” (artículo 48).
El legislador también previó la regulación del traslado lícito, entendiendo por tal
aquél que se realiza previa autorización del organismo local competente, en calidad
de préstamo a los fines de su investigación o para la difusión del conocimiento en
el extranjero (artículos 50 y 51), no pudiendo ser trasladados fuera del territorio
nacional con fines de intercambio, canje o donación (artículo 52).
“La tentativa de exportación e importación al territorio nacional de piezas,
productos o subproductos provenientes de yacimientos arqueológicos y paleontológicos, será pasible de las penas previstas para el delito de contrabando establecidas
en los artículos 863 y concordantes del Código Aduanero”. (artículo 49).
En la aplicación de la presente ley también interviene el Comité de Lucha contra
el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, organismo creado con la participación de la
Policía Federal y Aeronáutica Argentina, la Gendarmería Nacional, la Prefectura
Naval Argentina, la Secretaría de Cultura de La Nación y el Consejo Internacional
de Museos (ICOM). Es claro que la aplicación rigurosa de las penalidades correspondientes, entre otras, contribuirán a la protección de esta riqueza que distingue
al país y que ha venido siendo arrasado desde hace ya mucho tiempo.
Tampoco debemos desconocer que algunas provincias, a través de sus constituciones y leyes locales, establecen para sí el dominio de este patrimonio. Tal es
160
Ezequiel Héctor Imanoni
el caso de la provincia patagónica de Río Negro, que por Ley Nº 791 declara como
patrimonio provincial todo elemento que por sus características tanga un valor
histórico, arqueológico o paleontológico, a cuya instancia, han sido secuestrados
por la Policía Aeronáutica Nacional cantidades importantes de fósiles que iban a
ser sacados de la provincia por turistas, utilizando el aeropuerto local.
La provincia patagónica de Chubut, con fecha 14 de julio de 2004, sancionó
la Ley Nº 4.630 de Protección Cultural y Natural. En ella se define al mismo como
el conjunto de bienes de existencia actual que así reconocidos por la comunidad,
hacen a la identidad provincial por constituir el testimonio, legado y sustento de la
memoria histórica. La ley también se ocupa en su artículo 2º, de definir los bienes
culturales como “aquellos cuyo soporte material sirve como testimonio o documento
para el conocimiento de procesos culturales del pasado”, y bienes naturales como
“aquellos lugares delimitados que tienen valor científico o paisajístico, excepcional o que por sus características deben preservarse como lugares testigos para las
generaciones futuras”. A fin de identificar debidamente los bienes patrimoniales la
ley ordena la creación de un Registro Provincial de Sitios, Edificios y Objetos de
Valor Cultural y Natural.
A nivel sancionatorio, se establecen multas para aquellos que modifiquen, alteren o realicen aprovechamientos y/o cualquier acción que sea susceptible de afectar
la conservación y/o preservación de bienes declarados culturales o naturales.
A dos años de la sanción de la Ley Nº 25.743, son innumerables los decomisos
y secuestros de restos paleontológicos y arqueológicos llevados a cabo en nuestro
país. En materia paleontológica el Museo de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (Autoridad de Aplicación de la ley en materia paleontológica) ha clasificado
2.675 ejemplares, que son parte de la “LISTA ROJA DE ARGENTINA”10, la cual
contiene los principales fósiles que están siendo traficados. Los mismos se encuentran en armarios repletos en el museo. Hay restos de mamíferos, equinodermos,
cangrejos, tribolites, placas de gliptodonte y leños petrificados de varios millones
de años. Todas estas piezas forman parte del primer inventario que se hace en la
República Argentina con objetos recuperados en el marco de 14 causas judiciales
iniciadas entre junio de 2003 y junio de 2005. Sin embargo, se estima que es una
cantidad muy baja en relación al volumen total de piezas que estarían siendo traficadas al extranjero.
En concordancia, debemos seguir trabajando para evitar una nueva frustración (como lo fue la Ley 9.080), siendo el modo más adecuado el cumplimiento
fiel de la ley, indispensable para vivir en una sociedad civilizada y democrática.
El hilo conductor para su cumplimiento efectivo y sin retaceos vendrá de la mano
de la educación. Mientras tanto en nuestro país, el patrimonio paleontológico por
10
Elaborada con piezas y ejemplares en peligro, según lo establece el Decreto de creación del Comité Argentino de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales. Es un organismo deliberativo que depende de
la Secretaría de Cultura de la Nación y tiene por función sugerir políticas de protección y conservación.
161
LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
ejemplo, en mayor o menor medida, seguirá siendo objeto de la depredación y la
apropiación indebida.
4.- Fuente convencional internacional referida a la protección del
patrimonio cultural y natural
Argentina ha adherido mediante la sanción de la Ley Nº 21.836 del año 1973,
a la Convención sobre Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural,
adoptada por la Conferencia General de la UNESCO (Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) en París, el 16 de noviembre
de 1972.
La idea de crear un movimiento a nivel internacional para la protección de los
sitios en otros países surgió después de la Primera Guerra Mundial. El origen de
la Convención del Patrimonio Mundial se remonta a 1959, cuando la construcción
de la presa de Asuán en Egipto amenazó con hacer desaparecer los impresionantes
monumentos de Nubia, un auténtico tesoro de la civilización egipcia. La comunidad internacional se conmovió ante tal posibilidad y tomó conciencia del desastre
que supondría para toda la humanidad, y no sólo para Egipto y Sudán, la pérdida
irreparable de tales tesoros. En 1959 la UNESCO hizo un llamamiento a todo el
mundo para la salvación de los monumentos de Nubia. El llamamiento tuvo éxito
y se pudo recuperar gran parte del patrimonio que se encontraba en peligro.
El costo de la campaña ascendió a los 80 millones de dólares. Alrededor de
50 países donaron la mitad de dicha cantidad, lo cual demostraba la importancia
de la responsabilidad compartida y la toma de conciencia de la mayor parte de los
países y de sus gobernantes en la conservación de sitios culturales de excepcional
importancia. El éxito que tuvo esta campaña condujo a otras de salvaguardia, como
por ejemplo la de Venecia (Italia), Moenjodaro (Pakistán), Borobudur (Indonesia),
etc.
Entre los aspectos significativos de la Convención se destaca la creación
de un esquema de cooperación internacional para la protección y conservación
del patrimonio tanto cultural como natural, considerado como “valor universal
excepcional”. Ya sea desde el plano histórico, artístico, científico o estético; los
bienes involucrados son “únicos e irremplazables”. Todos los países poseen sitios
y monumentos de interés local o nacional pero para que este “patrimonio nacional”
sea considerado también “patrimonio mundial” tiene que ser patrimonio de “valor
universal excepcional”.
La declaración de un bien “patrimonio de la humanidad” es un privilegio y
un prestigio para el país, para sus responsables políticos y culturales y para los
ciudadanos más directamente relacionados con el referido “Bien Patrimonio de
la Humanidad”. Pero al mismo tiempo es una gran responsabilidad, ya que deben
mantener su conservación y protección así como profundizar en su estudio con
162
Ezequiel Héctor Imanoni
el fin de que su Bien pueda contribuir a la educación integral de otras personas y
pueblos.
Hasta la fecha, han adherido a ella 176 Estados aproximadamente, y se han
procedido a inscribir en la “Lista del Patrimonio Mundial” alrededor de 754 sitios
distribuidos de la siguiente manera: 582 son culturales, 149 son naturales y los
restantes mixtos. Se crea en el ámbito de la convención (artículo 8º) el Comité del
Patrimonio Mundial.
En relación a los Estados Parte, el instrumento multilateral acuerda dos
principios rectores como son: que a cada Miembro le incumbe primordialmente la
obligación de identificar, proteger, conservar, revalorizar, rehabilitar y transmitir
a las generaciones futuras el patrimonio cultural y natural situado en su territorio;
debiendo comprometerse a adoptar las medidas jurídicas, científicas, técnicas,
administrativas y financieras adecuadas.
En segundo término, los Estados Parte reconocen que la comunidad internacional tiene el deber de cooperar en la protección del patrimonio cultural y natural
localizado en sus territorios.
En 1980 celebra su primer reunión el Comité Intergubernamental para la
Promoción del Retorno de Bienes Culturales hacia sus Países de Origen o su
Restitución en caso de Apropiación Ilícita. El mismo se creó ante la inexistencia
de mecanismos internacionales de restitución. Actualmente está compuesto por 22
Estados Miembros.
Sus atribuciones (artículo 4º de su estatuto) son entre otras las siguientes:
• Investigar los medios y procedimientos para facilitar las negociaciones
bilaterales con miras a la restitución o al retorno de los bienes culturales a sus países
de origen cuando las negociaciones se realicen de conformidad con las condiciones
estipuladas en el artículo 9º;
• Promover la cooperación multilateral y bilateral con miras a la restitución
de los objetos señalados a sus países de origen;
• Estimular una campaña de información del público sobre la naturaleza, la
amplitud y el alcance real del problema de la restitución o del retorno de los bienes
culturales a sus países de origen.
Es un órgano consultivo, no obstante está facultado para desarrollar funciones
de mediador. Los Estados Miembros pueden presentar ante el Comité solicitudes de
restitución o retorno de bienes culturales, pero sólo tras haber comprobado que las
negociaciones bilaterales se encuentran estancadas o han caído en el fracaso.
Un tema de relevancia para la comunidad internacional ha sido, en relación a
la restitución, el financiamiento de las tareas desarrolladas por el Comité. El tema a
resolver es que, en la mayoría de los casos los Estados más afectados por el pillaje
y saqueo son periféricos o subdesarrollados, sin muchas posibilidades económicas
de sostener en el tiempo el arduo trabajo que impone la restitución o retorno de los
objetos o restos de que han sido despojados. Es así como en el año 1999 la UNES163
“LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
CO creó el Fondo del Comité Intergubernamental, el cual se nutre con fondos y
aportes de distinta naturaleza. De este modo su objetivo central es el de facilitar la
restitución efectiva de los objetos y piezas culturales obtenidos indebidamente a los
Estados de donde provienen. No menos importante es el respaldo del Comité para
con los Estados Miembros en la lucha contra el tráfico ilícito. Asimismo contribuye a costear los gastos de los peritajes técnicos de los bienes, gastos de transporte
y seguro, como así también a la capacitación de los profesionales de los museos
pertenecientes a los países de origen de los bienes.
5.- Régimen creado en derecho comparado en materia de
restitución y devolución de bienes culturales
Existen tres tratados multilaterales abarcativos, en mayor o menor medida, de
los diferentes Estados de la comunidad internacional. Todos ellos tienen por objeto
garantizar de la manera más cabal posible la protección internacional del patrimonio
cultural. Los mismos son:
-La Convención de la UNESCO sobre las Medidas que Deben Adoptarse para
Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad
Ilícita de Bienes Culturales (14 de noviembre de 1970).
-El Convenio elaborado por el Instituto Internacional para la Unificación del
Derecho Privado (UNIDROIT) sobre Bienes Culturales Robados o Importados
Ilícitamente (24 de junio de 1995). El mismo complementa la Convención de la
UNESCO en el ámbito del derecho privado, permitiendo a los Estados y los particulares propietarios de un bien robado o exportado ilícitamente que presenten
una demanda ante un tribunal extranjero. Efectivamente, este convenio no tiene
por objeto resolver las cuestiones relativas a la propiedad de los bienes culturales
(cuya incumbencia le corresponde netamente al Derecho Internacional Privado),
pero sí en lo referente a permitir a través de una acción procesal creada al efecto, la
restitución y/o devolución de esta clase de bienes obtenidos mediante el robo o la
exportación ilegal. Las previsiones que contempla este convenio tiene semejanzas
con las contenidas en el ordenamiento comunitario europeo en la materia, es decir,
la Directiva 93/7/CEE.
El Convenio de 1995 se aplica cuando el bien cultural es reclamado mediante
una solicitud internacional, ya sea de restitución o de devolución en el marco de
una exportación ilegal. Cabe señalar que el Convenio bajo análisis no “califica”11
11
“Calificar es definir los elementos de una norma de remisión con sujeción a un ordenamiento jurídico o
bien a un criterio doctrinario elaborado. Bien sabemos, entonces, que todos los sistemas legales confieren
un carácter jurídico particular a las relaciones reguladas por el derecho; de acuerdo a la caracterización
vista, la búsqueda consiste en otorgar la verdadera acepción de los vocablos en cuestión. Se trata pues, de
una calificación del lenguaje legal elaborado. Pág. 65 RAPALLINI, Liliana Etel. “Temática de Derecho
Internacional Privado” – Cuarta Edición Actualizada y Profundizada. 2002. Editorial Lex. La Plata-Argentina.
164
Ezequiel Héctor Imanoni
que debe entenderse por el término “Reclamación Internacional”. Sin embargo se
pueden hacer las siguientes consideraciones: en la hipótesis de una reclamación
por “devolución de bienes culturales exportados ilegalmente”, siempre revestirá el
rótulo de “internacional” puesto que mediante ella se exige la devolución desde un
Estado contratante con destino a un tercer Estado contratante. Y en la hipótesis de
“restitución de bienes culturales robados”, ante el silencio del convenio, el ordenamiento interno de cada país calificará cuando la reclamación será internacional.
Conforme los artículos 8º y 10º, las reclamaciones se gestionarán ante las autoridades
de los Estados parte en el Convenio.
Con relación a los bienes robados, el convenio se aplicará según lo prevé el
artículo 10º 1.a- cuando el mismo haya sido robado del territorio de un Estado
contratante, para lo cual el bien robado debió ser objeto del cruce de una frontera
internacional. En lo referente a los bienes exportados ilegalmente, para la aplicación
del Convenio, se requiere que los mismos hayan sido trasladados desde el territorio
del Estado requirente (Parte del Convenio) y se haya producido una violación o
menoscabo del ordenamiento interno de ese Estado Parte (ello a lo previsto por los
artículos 5.1 y 10.2 del Convenio).
Debe destacarse que el artículo 1º y 2º contienen normas directas12 de suma
utilidad. El artículo 2º establece que se entiende por bien cultural, “a los efectos
del presente Convenio” “aquellos que por razones religiosas o seculares, revistan
importancia para la arqueología, la prehistoria, la historia, la literatura, el arte la
ciencia”. Lo mismo podemos advertir del análisis del artículo 1º según el cuál se
entiende por “bien cultural exportado ilegalmente” aquél que ha sido “desplazado
del territorio de un Estado Parte en contravención de las normas de su Derecho que
regulan la exportación de los bienes culturales con el fin de proteger su patrimonio
cultural”. De esta manera se evade la interpretación con arreglo al derecho interno
de cada uno de los Estados involucrados.
A diferencia del caso anterior, el Convenio no califica qué se entiende por “bien
cultural robado”. La razón se centra en los profundos contrastes entre las legislaciones de los Estados Miembros. La definición de robo varía significativamente de un
país u otro. Sin embargo, el artículo 3.2 del Convenio en análisis impone una norma
12
“Las normas directas o de aplicación inmediata que interesan al Derecho Internacional Privado son las
de origen convencional tendiendo a lograr un derecho uniforme entre los Estados adheridos al Tratado o
Convención. Esta modalidad es hoy muy empleada en la nueva codificación generando normas llamadas
autónomas o uniformes que resuelven puntualmente un escabroso tema como lo es el de las calificaciones…” “Como ejemplo puede aportarse el artículo 2º de la Convención Interamericana Sobre Restitución
Internacional de Menores al decir que: “para los efectos de esta Convención se considera menor a toda
persona que no haya cumplido dieciséis años” siendo así regla de solución sobre el punto.” Pág. 57.
RAPALLINI, Liliana Etel. “Temática de Derecho Internacional Privado” – Cuarta Edición Actualizada
y profundizada. 2002. Editorial Lex. La Plata – Argentina.
165
“LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
indirecta o de remisión13 para evitar el “saqueo de las excavaciones arqueológicas”.
Así, “a los efectos del presente convenio, los bienes culturales procedentes de excavaciones ilegales o los procedentes de excavaciones legales que sean retenidos
ilegalmente se considerarán robados cuando ello sea compatible con el Derecho
del Estado en que se realizó la excavación”.
Por su parte, y según el artículo 3.1, el convenio estipula que no importa
que el bien sea de propiedad privada o pública, es indistinto para la norma que el
actual poseedor del bien cultural se trate de un adquiriente de buena o de mala fe,
no interesa el país donde se encontraba el bien cuando fue adquirido por su actual
poseedor, ni el país donde se encontraba el bien cultural cuando fue robado, ni el
país de residencia del propietario del bien cultural que ha sido robado. Procede la
inmediata restitución del bien con la sola condición de que el demandante pruebe
que ha sido objeto de un robo de dicho bien cultural.
A su turno, el capítulo III regula un supuesto diferente, como es el relativo a la
exportación de bienes culturales en infracción a normas de exportación de un Estado
Parte. Su devolución puede solicitarla, exclusivamente, un Estado contratante, para
lo cual deberá dirigirse a un “tribunal o a otra autoridad competente” de otro Estado
contratante. Va de suyo que el requirente debe ser el Estado agraviado, es decir,
aquel cuyas normas de exportación de bienes culturales han sido violadas. En el
mismo sentido, se destaca que el Convenio no proporciona más protección que la
que provee el Estado de origen a su propio patrimonio (bienes culturales).
En cuanto a la efectivización de la devolución, la misma operará cuando converjan las siguientes circunstancias: a) el bien debe ser un “bien cultural ilegalmente
exportado” desde el Estado contratante requirente, b) Debe acreditarse un perjuicio
significativo de ciertos intereses concretos (artículo 5.3):
-la conservación material del bien o de su contexto.
-la integridad de un bien complejo.
-la conservación de información de carácter científico o histórico, entre otros,
relativas al bien.
-la utilización tradicional o ritual del bien por una comunidad tribal o autóctona
reviste o acredita que el bien reviste una importancia cultural significativa para el
Estado requirente.
Resuelta la devolución del bien cultural, la misma se llevará a cabo respecto
del Estado requirente, siempre que se pague al poseedor del bien cultural expor
13
“…Ubicándolas no sólo dentro de un Tratado, Pacto o Convención internacional sino también dentro de
los ordenamientos locales, toda vez que una norma sea receptora de un supuesto contacto con el derecho
extranjero…” Son de remisión porque su estructura nos permite derivarnos a un ordenamiento extranjero,
vale decir, salir de la esfera de la territorialidad. Y son indirectas en la medida que nos otorgan una solución inmediata al caso, solo el contexto del mismo nos dará la respuesta”. Pág. 54. RAPALLINI, Liliana
Etel. “Temática de Derecho Internacional Privado” – Cuarta Edición Actualizada y profundizada. 2002.
Editorial Lex. La Plata – Argentina.
166
Ezequiel Héctor Imanoni
tado en forma ilegal una indemnización (régimen establecido en el artículo 6º del
Convenio).
Tema medular es el concerniente a la autoridad que conocerá la acción de
restitución o devolución interpuesta. El artículo 8.1 del convenio dispone que las
mismas podrán presentarse “ante los tribunales u otras autoridades competentes
del Estado contratante en que se encuentre el bien cultural”. Se trata de una regla
uniforme de competencia judicial internacional. El juez competente será el del lugar
de situación del bien (regla forum rex sitae), regla muy práctica por cierto, puesto
que elimina las cuestiones de reconocimiento y ejecución de decisiones extranjeras,
siendo el juez competente el que ejecute directamente la resolución dispuesta.
No obstante, debe advertirse que el actor (demandante) también puede interponer su acción ante los tribunales o jueces de otros Estados distintos al país donde se
encuentra el bien, para lo cual puede valerse de la solicitud de medidas cautelares
(reguladas por el artículo 8.3 del Convenio) a fin de asegurar el cumplimiento de
la futura resolución judicial.
-La Convención de la UNESCO sobre Protección del Patrimonio Cultural
(Subacuático 2 de noviembre de 2001). La misma aún no ha entrado en vigor.
-El Primer Protocolo para la Protección de Bienes Culturales en Caso de
Conflicto Armado (1954).
También existen otros instrumentos que si bien no comprometen a los Estados
en forma directa, contribuyen a luchar contra el tráfico de bienes culturales y naturales. Es el caso del Código de Deontología elaborado por el ICOM, y el Código
Internacional de Ética para Marchantes de Bienes Culturales.
Observando el Derecho Comunitario Europeo, vemos como ha tratado de dar
soluciones lo más efectivas posibles a este fenómeno. Así surgió del seno del Consejo
la Directiva 93/7/CEE, con fecha 15 de marzo de 1993, relativa a la restitución de
los bienes culturales que hayan salido del territorio de un Estado miembro. Esta
norma comunitaria, inspirada en los trabajos preparatorios que permitieron la redacción final del Convenio de UNIDROIT de 1995, prevalece sobre el segundo en
tanto el ámbito de aplicación sea coincidente, en aquellas relaciones que vinculen a
los Estados de la Unión Europea. La aludida directiva, establece una obligación de
restitución de los bienes que hayan salido de forma ilegal del territorio de un Estado
miembro, obligación que recae en el poseedor o tenedor del bien, y correlativamente
una obligación de cooperación y concertación que recae sobre el Estado miembro
en cuyo territorio se encuentra el bien cultural. El incumplimiento de la obligación
de restitución otorga al Estado requirente una acción de restitución, ejercitable ante
los Tribunales competentes del Estado requerido.
El derecho de presentar una demanda de restitución queda exclusivamente
reservado a los Estados miembros. El propietario privado de un bien cultural no
puede iniciar contra el poseedor más acciones que las previstas por el derecho
común. La acción de restitución prescribe en un plazo de 75 años contados a partir
167
“LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
de la fecha en que el bien cultural haya salido ilegalmente del territorio del Estado
miembro demandante, salvo que los bienes formen parte de colecciones públicas o
sean bienes eclesiásticos, en cuyo caso la acción es imprescriptible.
Posteriormente, con fecha 17 de febrero de 1997, mediante la Directiva 96/100/
CE del Parlamento Europeo y del Consejo, se modifica la Directiva 93/7/CEE,
siendo esta última incorporada al ordenamiento jurídico español mediante la Ley
NC 36/1994 de fecha 23 de diciembre de 1994.
6.-Bondades de la cooperación internacional también aplicable a
la tutela efectiva del patrimonio analizado
La cooperación de los Estados es una actitud imprescindible para salvaguardar la coexistencia de los mismos. El Estado contemporáneo ha tomado funciones
que requieren para su cumplimiento de la cooperación de los demás. La expansión
material del Derecho Internacional lleva al Estado a abarcar campos que antes le
eran extraños; ello constituye una de las características más salientes de la evolución de las últimas cinco décadas. A través de este instituto, los Estados intentan
solucionar sus problemas comunes a partir de la actual estructura de la comunidad
internacional. Desde su libertad, soberanía e igualdad jurídica, los Estados cooperan
como presupuesto del mantenimiento de su existencia, respetándose unos a otros y
cooperando en la búsqueda de la satisfacción a intereses que les son comunes.
Cada vez quedan comprendidos más campos dentro del Derecho Internacional
Público. Con ello se limita el ámbito de la competencia exclusiva de los Estados
soberanos a la vez que se amplía el de la cooperación.
Los Estados se auxilian y socorren bilateralmente, pero también en forma multilateral, como es en el marco de las organizaciones interestatales o supranacionales.
El embate del multilateralismo es cada vez mayor, la razón se centra básicamente
en el surgimiento de nuevos intereses comunes que reclaman el establecimiento
de nuevos mecanismos de acción conjuntos. La existencia de estas organizaciones
asegura en alguna medida, la permanencia y continuidad de la cooperación internacional.
El nuevo Derecho Internacional Público se halla caracterizado por la obligación, y porqué no el derecho, de los Estados a cooperar. Según la declaración de la
Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas sobre los principios
de Derecho Internacional Público relativos a la cooperación, del 24 de octubre de
1970, esta obligación comprende los siguientes campos: mantenimiento de la paz
y de la seguridad, respeto e imposición de los derechos humanos y eliminación de
todas las formas de discriminación racial; organización en los campos de la economía, política social, cultural, técnica y comercio, en armonía con los postulados de
168
Ezequiel Héctor Imanoni
la igualdad soberana y de la no intervención; cooperación con vistas a la ejecución
de los estatutos de la ONU.
A su vez, la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA), según
su artículo 40, basa los planes de la integración regional en función de la existencia
de un orden social justo y de ayuda mutua entre los Estados. También la ONU,
mediante la Carta de Derechos y Deberes Económicos aprobada por los Estados, se
establecen principios rectores que han de intervenir en la cooperación internacional,
a saber: consulta previa entre Estados, existencia de acuerdo bilateral o multilateral,
reciprocidad y no discriminación.
Una definición de meridiana claridad es la siguiente: “El instituto puede
definirse como un mecanismo de ayuda entre los Estados, tendiente a afianzar los
principios de certeza y seguridad jurídica, inspirado en el principio de efectividad
de los decisorios emanados de autoridades nacionales competentes; el `acto cooperativo` relaciona entonces a un Estado llamado Requirente y a otro Requerido quien
prestará la colaboración necesaria para el cumplimiento del objeto encomendado
bajo las máximas de reciprocidad e igualdad de trato procesal”14.
En la práctica, el instituto de la cooperación internacional o auxilio jurídico
internacional ha demostrado ser muy eficaz en procesos civiles y penales internacionales.
Doctrinarios como Liliana Rapallini, comprenden que la expresión “jurídico”
puede resultar en este campo, escasa, ello en virtud de que el “acto cooperativo” no
ha de ser siempre requerido por una autoridad judicial, por lo que se lo debe llamar
“jurisdiccional”, pues bien así quedan habilitadas autoridades competentes de otra
naturaleza, como pueden ser administrativas o diplomáticas.
La cooperación jurisdiccional internacional así concebida, constituye un
mecanismo de ayuda entre Estados, que tiene por finalidad afianzar los principios
de seguridad jurídica y de certeza, mediante por ejemplo, el reconocimiento de los
decisorios emanados de autoridades locales y que requieren ser cumplidos fuera de
su territorio, esto es, fuera del ámbito territorial del Estado requirente.
Consideramos las ventajas que representa la utilización de este instituto en la
lucha contra el tráfico ilegal del patrimonio arqueológico y paleontológico, logrando
tanto la devolución como la restitución de los objetos y de restos apropiados indebidamente de las entrañas de los Estados de origen, los cuales han sufrido y sufren
la trasgresión de sus ordenamientos jurídicos internos en la materia (en muchos
casos son normas de orden público).
Caracterizan a la cooperación jurisdiccional internacional las siguientes notas:
14
RAPALLINI, Liliana Etel. “Temática de Derecho Internacional Privado” Pág. 351 y 35.3 – Cuarta
Edición Actualizada y profundizada. 2002. Editorial Lex. La Plata – Argentina.
169
“LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
*constituye una justicia de acompañamiento: en la medida en que la fuente
que lo recepta no es exclusiva ni excluyente, sino más bien complementaria; su
aplicación puede ser conjunta con la condición de que no exista contradicción en
el contenido.
*Conlleva una jurisdicción internacional propia: es decir, guarda independencia
de la jurisdicción que entiende o va a entender en una acción principal presente o
futura de la cual hubiera emanado el requerimiento de cooperación.
*No implica una “jurisdicción internacional futura” en el Estado requerido,
el hecho de haber dado cumplimiento a una rogatoria no involucra a la autoridad
exigida en el sentido de que deba dar curso a otras sobrevinientes.
*Se trata de una jurisdicción “derivada o atribuida”: visto que la autoridad
requerida es convocada para dar cumplimiento al objeto del acto cooperativo conforme la necesidad del requirente.
Ahora bien, la cooperación jurisdiccional internacional como ya ha sido considerada, constituye una efectiva vía de comunicación entre Estados, que ve realzado
su potencial si se la analiza con el prisma de la integración, es decir aplicada a una
región o bloque de integración. En este sentido vale destacar que un proceso de
integración requiere por añadidura de supuestos jurídicos uniformes, los cuales
surgen como consecuencia de la unificación del derecho aplicable llamado a regir
en el plano comunitario.
Son ejemplos en la materia de cooperación, las Convenciones de La Haya sobre
Proceso Civil de 1954, sobre Notificaciones Judiciales y Extrajudiciales en Materia
Civil y Comercial de 1955, y sobre Prueba del año 1970. También merece citarse
la Convención de Bruselas de 1968, y más cercano en el tiempo la Convención de
Lugano del 16 de septiembre de 1988 sobre Competencia Judicial y Ejecución de
Sentencias.
En referencia a nuestro ámbito regional, el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) que tiene por Estados Miembros a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay,
cuenta con los siguientes instrumentos jurídicos comunitarios en la materia de
cooperación internacional, como son:
*El Protocolo de Cooperación y Asistencia Judicial en Materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa (Las Leñas, 1992).
*El Protocolo de Medidas Cautelares (Ouro Preto, 1994).
Este bloque de integración, formado por “países de origen” a los efectos del tráfico ilícito del patrimonio arqueológico y paleontológico, carece en la actualidad de
instrumentos de cooperación que permitan la restitución o devolución de los bienes
ya referidos. No obstante, su utilidad se vería plasmada sólo frente a terceros países,
puesto que como dije, los países del bloque tienen de común en todo caso, poseer
en sus territorios valorados objetos arqueológicos y restos paleontológicos.
Si hay que bregar, desde el ámbito en el que corresponda participar a cada sujeto, por alcanzar el marco normativo idóneo que vincule a los Estados apropiadores
170
Ezequiel Héctor Imanoni
y a los Estados de origen mediante la cooperación internacional para contrarrestar
el así el flagelo del saqueo y robo del patrimonio cultural y natural.
7.- Conclusión
De acuerdo a lo apreciado en este humilde trabajo, la comunidad internacional en las últimas décadas se ha movilizado ante la depredación cultural y
natural descripta. Sin embargo el camino por recorrer aparece arduo y extenso.
Un elemento fundamental, sino el más importante que parece ser una utopía, es la
concientización, tanto de las sociedades de los países de origen (muchas veces con
necesidades básicas insatisfechas, reconozco que el tema es muy complejo y, si se
quiere en pugna frente a cuestiones relativas a los Derechos Humanos), como de
los países centrales, que no perciben acabadamente el valor inconmensurable que
para la humanidad tienen estos bienes.
Por ello es importante que la sociedad toda tome conciencia e incorpore a
sus vidas el concepto de patrimonio considerado como estructura colectiva. El
patrimonio es un concepto unido al de Patria y al de nacionalidad, necesario para
entender como propio algo que en principio no tiene tal carácter, ya que no forma
parte del acervo individual del ciudadano.
En este sentido debe comprenderse que los objetos, piezas, restos y lugares
que conforman el patrimonio en sus diferentes facetas, constituyen algo único: el
patrimonio cultural, en el cual se transforman cuando el saber humano los incorpora
al universo gnoseológico.
No quiero dejar de citar un pensamiento del Dr. Eduardo E. Tonni15 quien ha
expresado: “Legislación sin educación es voluntarismo inconducente. Si el proceso
educativo no ha influido en la mayoría de la sociedad, la acción protectora de la
legislación es ineficaz… Sin educación, la defensa del patrimonio concluye en un
objeto romántico que sólo interesará a una porción pequeña de la sociedad y por lo
tanto ineficaz en el contexto general”.
En el plano jurídico, aparece innegable la necesaria la armonización normativa
entre los diferentes niveles de protección internacional con el de los ordenamientos
internos de los Estados, situación que permitirá el fortalecimiento real y cultural
(llámense restos paleontológicos y objetos arqueológicos respectivamente) existente
en el territorio de los diferentes Estados; y soluciones concretas al flagelo hoy potenciado del tráfico ilegal internacional de restos fósiles y objetos arqueológicos.
En el ámbito de América Latina propicio la creación de un Registro Único del
Patrimonio Cultural y Natural, sea a través de Protocolos, Convenciones o Tratados
Multilaterales, a través de los Bloques de Integración creados, vgr. MERCOSUR,
16
Paleontólogo de la División Paleontología Vertebrados. Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Paseo
del Bosque s/nº. C.P: (1900) La Plata. Provincia de Buenos Aires. República Argentina.
171
“LA COOPERACIÓN JURISDICCIONAL INTERNACIONAL Y LA LUCHA...
o a crearse, buscando de esta manera una adecuada identificación de los mismos.
Así, en caso de que sean robados los objetos arqueológicos o restos paleontológicos
y/o ultrajados los sitios y yacimientos respectivos, los Estados requirentes previa
localización de los mismos, y valiéndose de la Cooperación Jurisdiccional Internacional, pueda llevar a cabo la restitución rápida del patrimonio arqueológico y
paleontológico de que fueron despojados.
8.- Bibliografía de consulta
- Boletín Oficial de la Nación Argentina.
- Brotóns, Antonio Remiro – Riquelme Cortado, Rosa M. – Orihuela
Calatayud, Esperanza – Diez Hochleitner, Javier – Pérez Prat
Durbán, Luis. “Derecho Internacional” 1997. Editorial Cobra S.L. Madrid
– España.
- Bonaparte, José F. “El Triásico de San Juan – La Rioja Argentina y sus
Dinosaurios”. 1997. Editorial Talleres Gráficos de Digital Tech S.R.L. – Buenos
Aires – Argentina.
- Calvo Caravaca, Alfonso Luis. “Derecho Internacional Privado y Convenio UNIDROIT, de 24 de junio de 1995 Sobre Bienes Culturales Robados o
Exportados Ilegalmente”. Diario La Ley Nº 6.056, Año XXV. 7 de julio de 2004,
Ref. ªD-149. España
- Conforti, Benedetto, “Derecho Internacional”. Edición en Español Revisada
y Anotada por Raúl E. Vinuesa. 1995. Editorial Impresiones Avellaneda S.A.
Buenos Aires – Argentina.
- García Cano, Sandra. “Evolución de las Técnicas de Cooperación Internacional Privado”. En Boletín Mexicano de Derecho Comparado. Instituto de
Investigaciones Jurídicas. Año I:38, Nº 122. Enero/Abril de 2005. – México.
- Rapallini, Liliana Etel. “Temática de Derecho Internacional Privado” –Cuarta
Edición Actualizada y Profundizada. 2002. Editorial Lex. –La Plata- Argentina.
- Rapallini, Liliana Etel. “La Cooperación Internacional Aplicada a la Integración”. Revista de Derecho del MERCOSUR. Año I:3, Nº5, Octubre de 1999.
- Tonni, Eduardo P. “Patrimonio Paleontológico: Reflexiones y Legislación en
Argentina” 2004. Revista del Consejo Profesional de Ciencias Naturales de la
Provincia de Buenos Aires. Año 1 – Nº 1. La Plata. Buenos Aires – República
Argentina.
- Sitio Web del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), dependiente de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva – Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. República Argentina.
- Sitio Web del Diario “Río Negro”. Editorial Río Negro S.A. Provincia de Río
Negro. República Argentina.
172
Ezequiel Héctor Imanoni
- Sitio Web de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura: www.portal.unesco.org
- Universitat de Girona, European And Comparative, Private Lae Page.
- Información suministrada por el Dr. Rosendo Pascual, Paleontólogo, Jefe de la
División Científica de “Paleontología Vertebrados” del Museo de Ciencias Naturales dependiente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad
Nacional de La Plata. Provincia de Buenos Aires. Argentina.
173
174
Interpretación del artículo 123 de la
Constitución Provincial de Buenos Aires.
Estudio particular del caso “Solá”
Ivan Darío Tenaglia
Al Espíritu Santo
que guía mis pasos, y para que lo siga haciendo.
A mis padres.
A mis profesores y maestros.
SUMARIO: 1. Prólogo. 2. Introducción. 3. “123” por partida doble. 4. Las reeleciones de gobernadores en el derecho público provincial. Juicio crítico sobre nuestro texto constitucional: avistaje
de la jurisprudencia de la Corte Nacional y Provincial. 5. Las reelecciones de gobernadores e
Intendentes en nuestra Provincia. Pantallazo histórico y opinión. 6. Precisión sobre la naturaleza
jurídica institucional del Vicegobernador que reemplaza al Gobernador. 7. Nuestra opinión. ¿Cómo
se debe interpretar la Constitución Provincial?. 8. Conclusiones. 9. Colofón
“Sin interpretación no hay doctrina jurídica” (Viglius Aytta van Zwichem).
1. Prólogo
El autor de este trabajo, además de ser un ferviente cultor del Derecho Público
Provincial, con marcada especialidad en el Derecho Municipal, entre cuyas obras se
destacan los libros “Elementos de Derecho Municipal Argentino” y “Ley Orgánica
de las Municipalidades de la Provincia de Buenos Aires” (que constituye el más
completo, minucioso, razonado y fundado estudio sobre el Decreto-Ley 6769/58
Dato: El vicegobernador Felipé Solá asume como Gobernador el 3 de enero de 2002 por renuncia del
Gobernador Carlos Ruckauf.
175
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
y sus modificatorios), es un querido colega y prestigioso miembro del Instituto de
Derecho Público, Provincial y Municipal del Colegio de Abogados de la Plata, que
tengo el honor de dirigir.
La presente obra que me complazco en prologar, representa un muy exhaustivo
análisis del tema relativo a las reelecciones en la Constitución de la Provincia de
Buenos Aires, con especial referencia al caso que se presenta con el actual titular
del Poder Ejecutivo Provincial.
Luego de algunas consideraciones sobre los alcances de la interpretación constitucional, el Dr. Iván Darío TENAGLIA –sin poder ocultar su innegable posición a favor de la autonomía municipal– puntualiza el hecho casual que el número del articulo
de la Constitución Provincial que plantea el debate sobre la reelección del Gobernador (123), coincide con el de la Carta Magna Nacional que manda a las provincias a
asegurar la autonomía de sus municipios y que ha abierto importantes debates interpretativos sobre el incumplimiento de algunas de ellas (entre la que se encuentra la
de Buenos Aires) a materializar en sus constituciones ese régimen autonómico a nivel
local.
El presente trabajo además de estar ilustrado con notas y citas de importantes
juristas de nuestro medio, hace un completo análisis comparativo no sólo de artículos similares de otras constituciones provinciales, sino también de numerosas
leyes fundamentales de naciones hermanas, sin omitir oportunas referencias a fallos
jurisprudenciales de nuestros más altos tribunales provincial y nacional.
En síntesis, la obra constituye un trascendente aporte al Derecho Público Provincial, sobre un tema por demás controvertido y que no se encuentra debidamente
clarificado en nuestro texto constitucional.Como muchas otras cuestiones jurídicas
son opinables, esta no escapa a la regla. Se podrá o no estar de acuerdo con la
interpretación dada por el autor al tema en debate, pero lo que no podrá dejar de
reconocerse es que las posiciones vertidas en el mismo están profusa y seriamente
fundamentadas.
La Plata, septiembre de 2006.
Dr. Carlos Hugo PRADERIO
2. Introducción
2..1. Sobre la admisible interpretación de la Constitución.
Eduardo García Maynez –citado por Jorge Ulises Carmona Tinoco, en el
Diccionario de la Real Academia Española – dice que interpretación –“acción y
1
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, 21ª edición Madrid, Espasa
Calpe, 1922).
176
Ivan Darío Tenaglia
efecto de interpretar”– término que proviene del latín interpretare, significa: “Explicar o declarar el sentido de una cosa y sobre todo de textos faltos de claridad”.//
2. Traducir de una lengua a otra, sobretodo cuando se hace oralmente.// 3. Explicar
acertadamente o no, acciones, dichos o sucesos que pueden ser entendidos de distintos modos.// 4. Representar una obra teatral cinematográfica, etc.// 5. Ejecutar una
pieza musical mediante cantos o instrumentos.// 6. Ejecutar un baile con propósito
coreográfico.// 7. Concebir, ordenar o expresar de un modo personal la realidad.
Y culmina diciendo que interpretar “es desentrañar el sentido de una expresión”. Es decir, no tanto lo que significa ni tampoco el sentido que le dieron los
que lo escribieron, sino la valoración que hoy tiene a los ojos de la realidad social.
Aunque se opta por determinar a la interpretación “como la actividad por la cual se
determina el sentido de ciertos acontecimientos, signos o expresiones significativas,
objetivamente plasmados”.
Yendo a lo jurídico, y reconociendo que la interpretatio iuris que carece del
rango de materia de estudio en las facultades de Derecho, no como ocurre con la
Medicina que se nutre de la semiología médica.
La interpretación constitucional, no sólo puede ser realizada por el poder
Judicial, puede hacerla el Ejecutivo e incluso el Legislativo; la puede practicar
el propio Pueblo o la opinión de los juristas, con una salvedad –y, una situación
especial a considerar–, se trata de una norma de rango superior en la estructura
jurídico normativa, se trata de la superley que le otorga la supremacía por sobre
todas las demás normas legales.
2
3
4
Carmona Tinoco, Jorge Ulises, “La interpretación judicial constitucional”. México, editado por:
Instituto de Investigaciones Jurídicas y Comisión Nacional de Derechos Humanos, 1996.
Esta "tendencia a construir una teoría general de la interpretación del derecho- hermenéutica iuris- se
manifestó con un empuje extraordinario en el humanismo jurídico del quinientos", nos recuerda Adolfo
Plachy aduciendo una carta que el jurista Viglius Aytta van Zwichem le dirige a Amerbach en junio de 1532
indicándole que "sin la interpretación no hay doctrina jurídica: todo se resume en encontrar un método
justo de la interpretación". Ya entonces este humanismo jurídico intentaba: 1) "profundizar y- perfeccionar
el método de interpretación en numerosos campos, con implicaciones casuísticas y, por consiguiente, en
el campo práctico, operativo" y 2) "construir una doctrina hermenéutica más o menos sistemática. A la
par de una preocupación de "carácter puramente jurídico" existía una clara conciencia de la necesidad
de una teoría general de la interpretación que, según G.F. Meier (1757), lograría enseñar el "uso justo de
los semantemas", facilitaría "la adquisición de todo el arte, ciencia, nociones y verdad"; tendría como
efecto benéfico liberar "de las supersticiones" y proporcionaría la "seguridad en el ejercicio de los tipos
especiales de la investigación".
En el mismo sentido de una interpretación jurídica de varios actores, Luis Moisset de Espanés, Interpretación
del derecho e interpretación de hechos, Reflexiones a raíz del "valorismo judicial". Comercio y Justicia,
Semanario Jurídico Nº 12, 26/9/77. Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, en
http://www.acader.unc.edu.ar
Ilustremos lo expuesto con lo estudiado por el constitucionalista Néstor Pedro Sagüés quien analiza las
preferencias que ha tenido el tribunal cimero nacional en cuanto intérprete final de la Constitución Nacional. El autor dice: Pero otros fallos indican que interpretar a la Constitución no es interpretar una ley
ordinaria, dado que la primera sienta bases normativas generales que fijan el marco de posibilidades del
legislador y están destinadas a gobemar la vida de las generaciones futuras, mientras que un código, en
cambio, aspira a prever todas las contingencias posibles (CSJN, Fallos, 321:2767). En algunos pronun-
177
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
Pero ello, no resulta óbice para aplicar los mismos métodos de interpretación
que se tienen para dilucidar la télesis de una ley.
Se trata pues de una tarea harto delicada por cuanto tendríamos que dar algunos pasos de menos porque estamos ante una pendiente resbaladiza, máxime por
la escasa nitidez del texto que nos va a ocupar en este artículo.
Podríamos afiliarnos a cualquiera de las escuelas que están en boga doctrinariamente para interpretar la constitución provincial (por un lado la objetivista o subjetivista, o bien, el criterio exegético, gramatical, teleológico, histórico o sociológico
sin intención de agotar el catálogo) pero con las exigencias de la realidad social, y
el dinamismo que lleva insito el derecho como manifestación de esa realidad que
a modo de cinta fílmica se va sucediendo en el tiempo, nos cae mejor a nuestras
vistas el criterio objetivista, esto es siguiendo el sentido lógico objetivo de la ley
como expresión del derecho. Es decir, los textos legales tienen una significación
propia implícita en los signos que los constituyen e independiente de la voluntad
real o presunta de sus autores, al penetrar la ley en la vida social adquiere matices
diversos de aquellos que le fueron asignados en su creación.
La ley muchas veces es más inteligente que el legislador.
Y todo ello sirve para la aplicación judicial de los textos constitucionales,
como así también para la complementación de los mismos con normas legales
que, coadyuven a dar luminosidad y justeza a los casos sometidos a tratamiento
concreto.
Pero como pórtico a lo que viene, es importante instaurar el primer amojonamiento de las sucesivas ideas que nos permitimos esbozar, por ello es vital tener
muy en cuenta que “Por encima de lo que las leyes parecen decir literalmente, es
propio de la función judicial interpretarlas indagando lo que ellas dicen jurídicamente. Para ello resulta indispensable recurrir a las demás normas que integran el
ordenamiento jurídico, lo que no puede ser obviado por los magistrados con motivo
5
6
7
ciamientos la Corte subraya que al interpretar la Constitución deben evitarse "distingos más menudos,
surgidos de ramas del derecho ocupadas centralmente en asuntos infraconstitucionales, cuando pueden
producir a una fragmentación de las cláusulas constitucionales que desnaturalice su contenido o imponga
diferenciaciones innecesarias, cuando, no perturbadoras, de su comprensión" (CSJN, Fallos, 314:595,
"Nación Argentina c. Arenera El Libertador', considerando 10). En otras decisiones la Corte enseña que
una directriz interpretativa, como la necesidad de una exégesis evolutiva de las normas jurídicas, es más
acentuada para el caso de una Constitución (CSJN, "KOT SRL", Fallos, 241:291). Vide Sagüés, Néstor
P., Interpretación constitucional y alquimia constitucional. (El arsenal argumentativo de los tribunales
supremos), publicado en La Justicia Constitucional de Bolivia 1998-2003, CAECI, (2003), p. 177-199.
Idem, ibídem.
“…una interpretación que en procura de un pensamiento objetivado contenido en la ley, la generalmente
designada mens legis, en oposición al pensar subjetivo, puro acto psicológico del legislador empírico que
la hace, o mens legislatoris, y que sólo secundariamente debe interesar al intérprete. Vide El hecho del
derecho, de L. Cabral de Moncada, José Brandao, José Vilanova, Vilhelm Lundstedt y Karl Olivecrona,
Editorial Losada S.A., Buenos Aires, 1956, p. 34.
Idem, ibídem.
178
Ivan Darío Tenaglia
de sus posibles imperfecciones técnicas, desde que no cabe prescindir de la ratio
legis y del “espíritu de la norma” .
Como se podrá observar magüer hemos expuesto sobre la interpretación más
arriba, ello no es obstáculo para que entrando en el terreno de la pura lógica, completemos este análisis con la construcción y la sistematización que son las operaciones mentales que restan para realizar una obra de investigación íntegra. También
debemos recurrir a la gramática, a la profunda (titengrammatik) determinante del
sentido de un término, en contraposición a la superficial (oberflachengrammatik),
que sólo atiende “a lo que el oído puede percibir”.
Por ello el derecho como ordenamiento jurídico es una ciencia hermenéutica
interdisciplinaria.
3. “123” por partida doble
Pero, apeándonos a lo nuestro ¿será coincidencia del destino, casualidad o
causalidad que el artículo 123 cual texto constitucional provincial, dé lugar –por
un lado– a debates interpretativos en relación a la reelección de los gobernadores y
“vice” en nuestra provincia, y –por otro– en su versión constitucional nacional, a la
omisión o el incumplimiento de algunas provincias de la obligación de materializar
la ansiada autonomía municipal?
Recordemos que a nivel nacional ese mismo artículo previene lo siguiente,
en juego armónico con el artículo 5º: “Cada provincia dicta su propia constitución,
conforme a lo dispuesto por el artículo 5° asegurando la autonomía municipal y
reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo,
económico y financiero”.
Un mismo “número” para dos cuestiones cruciales que son motivo de disputas, de posicionamientos, de planteos, de congresos, de especulaciones políticas y
mezquindades que poco tienen que ver con los sanos principios constitucionales y
los más altos intereses del Estado y la Nación. Dejemos ahora el comentario de la
obligación incumplida en materia municipal en la provincia de Buenos Aires y, vayamos de lleno al tema de las reelecciones del Gobernador y del Vicegobernador.
3.1. El artículo 123 de la Constitución Provincial. Paráfrasis
El artículo 123 de la Constitución Provincial reza lo siguiente: “El Gobernador
y el Vicegobernador pueden ser reelectos o sucederse recíprocamente, por un nuevo
8
9
SCJBA, B 55740, S, 21-10-1997, Juez Laborde (SD) in re “Fiscal de Estado c/ Provincia de Buenos
Aires (P. EJEC.) Coadyuvante: Rico Roca, Omar Raúl s/ Demanda contencioso administrativa”.
Wittgenstein citado por Vernengo, Roberto, “La interpretación literal de la ley”, Abeledo
Perrot, p. 76, Buenos Aires 1971. Y citando a Chomsky (ob. Cit. P. 76) dice que el sentido dependerá
fundamentalmente de la forma sintáctica de la llamada estructura profunda del enunciado.
179
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
período”. “Si han sido reelectos o se han sucedido recíprocamente, no pueden ser
elegidos para ninguno de ambos cargos, sino con intervalo de un período”.
3.1.1. Análisis del primer párrafo
Aquí se denota la idea de la reelección por un nuevo período, es decir el Gobernador siendo electo nuevamente Gobernador y el Vicegobernador siendo electo
nuevamente Vicegobernador. También se determina la posibilidad de la sucesión
(electiva) recíproca: es decir siendo en el segundo mandato el Gobernador electo
Vicegobernador y, el Vicegobernador electo Gobernador. En otras palabras la
inversión de la fórmula. Este esquema literal no permite la reelección indefinida
para nadie.
Gráficamente: 1) Primer mandato: A-B
Posibilidades de un segundo mandato: B-A o
A-B
Habrá que pensar como hipótesis de perfeccionamiento en nuestra Constitución provincial, sobre una posible postulación de Solá con posterioridad en 2011
a vicegobernador, lo que equivaldría a un abuso de poder, y ello debe reformarse
constitucionalmente porque la propia constitución lo estaría permitiendo.
3.1.2. Análisis del segundo párrafo
Además en el segundo párrafo la propia constitución provincial determina que:
“Si han sido reelectos o se han sucedido recíprocamente, no pueden ser elegidos
para ninguno de ambos cargos, sino con intervalo de un período”.
Gráficamente: 1) Si en el primer mandato A-B, y siendo en el segundo A-B,
no pueden ser reelegidos para ninguno de los dos cargos, sino con intervalo de un
período.
2) Si en el primer mandato A-B, y siendo en el segundo B-A,
no pueden ser reelegidos para ninguno de los dos cargos, sino con intervalo de un
período.
Pero, vayamos segmento a segmento del mismo párrafo.
A) Electividad como condición.
-“Si han sido reelectos...”
Cuando el texto constitucional reza “Si han sido reelectos...” se refiere a la
reelección del cargo en el que se encontraba, es decir, el Gobernador como Gobernador y el Vicegobernador como Vicegobernador. Cosa que acá no se ha dado
porque Solá no ha sido reelecto en 2003 como Vice gobernador, cumpliéndose
el primer período para Gobernador el 10 de diciembre de 2007. Detengamos la
marcha en este punto, reelecto significa ser elegido nuevamente, apuntando a la
electividad popular como fundamento. Y aquí Solá no ha sido elegido por el pueblo
180
Ivan Darío Tenaglia
nuevamente. A ello se refiere ad literam este párrafo y se ha querido referir en su
espíritu el constituyente.
-“...o se han sucedido recíprocamente...”
Tampoco ha habido una sucesión (electiva) recíproca como lo prohíbe la
segunda alternativa del segundo párrafo.
El término sucesión hay que delimitarlo. Se trata de una sucesión por elección
no por reemplazo causada por accidente institucional. Por ello debe explicarse que
lo que Solá realizó no es una sucesión, sino un reemplazo en lenguaje propio. La
sucesión hay que entenderla como está expuesta: que uno u otro se hayan presentado
en la boleta electoral y fueren electos en el cargo que no han ejercido anteriormente,
es decir el Gobernador como “Vice”, y el “Vice” como Gobernador.
Y acá se da la siguiente situación fáctica: el Vicegobernador Solá completó el
período legal de Ruckauf como Gobernador. Una sola es la oportunidad en que Solá
fue candidato elegido Gobernador (período 2003-2007), en la anterior oportunidad
completó un mandato de dos años luego de la época crítica que vivió el país; mientras
que Carlos Ruckauf integró el gabinete del Presidente Duhalde.
Por otro lado, la constitución describe el caso de la sucesión recíproca, adjetivando con el calificativo “recíproca” el sustantivo “sucesión”.
De lo que habla la constitución es de una situación normal, nada dice sobre
el ejercicio del cargo de Gobernador habiendo sido Vicegobernador y sin haber
culminado su período legal. Mal puede tenérselo como mandato de Gobernador,
inclusive no habiendo sido candidato a Gobernador sino a Vicegobernador, como
lo desbrozamos infra. Y “recíproco” es “que se da o se dirige a otro y que a su vez
se recibe de éste en la misma medida” o bien, “mutuamente, con igual correspondencia”.
Sobre este punto no debe haber elucubraciones.
Nada dice la Constitución sobre el caso de un reemplazo “simple”, “no
recíproco” y tampoco de un reemplazo que resulta menor de “a medias”, para
el caso de acefalía por renuncia y para completar el mandato por una anomalía
institucional.
Por ello, la cuestión es simple, en este caso no puede computársele el año y más
de medio de ese que no era su período, como período completo y tampoco como
Gobernador, cuando fue elegido originalmente como Vicegobernador. Porque como
ha dicho el doctor León Arslanián recientemente por un medio gráfico, si hubiera
tenido un día en el cargo de gobernador por “equis” cuestiones que se plantearen
¿no podría acceder a un nuevo mandato porque se le computaría todo un mandato
completo? La aberración y falta de razonabilidad saltan a la vista.
La luminiscencia de esta cuestión o un acercamiento al alumbramiento que
estamos buscando -aunque se defina sobre la acegalía definitiva y total del Poder
Ejecutivo-, está otorgada por el segundo párrafo del artículo 126 de la misma Constitución Provincial, en su penúltimo párrafo, que dice: “Si la vacante tuviere lugar
181
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
en la primera mitad del período en ejercicio se procederá a elegir Gobernador y
Vicegobernador en la primera elección de renovación de la Legislatura que se realice,
quienes completarán el período constitucional correspondiente a los mandatarios
reemplazados”. Está a las claras del día que el Vicegobernador vino a completar
el mandato de un Gobernador renunciante, faltando menos de dos años es decir
superando temporalmente la primera mitad del período gubernativo.
Si hubiera ocurrido de otro modo (caso en el que no está comprendido el
actual Gobernador porque no se dió una acefalía total y definitiva a la vez) –antes
de la primera mitad– se hubiera convocado a elecciones para elegir una nueva
fórmula. En este caso, en igual sentido se significó en la Constitución cordobesa10,
la que habla de la convocatoria a elecciones dentro de los treinta días para “llenar
el período corriente...”
Y aunque algunos dirán que nuestra Constitución debe autointerpretarse,
cosa que compartimos, sin perjuicio de ello traemos a nuestra mesa de trabajo el
texto cordobés porque nuestro artículo 123 es idéntico al artículo 136 de aquella
constitución.
Además la propia Constitución bonaerense (art. 126) se encarga de mencionar para el caso de acefalía por muerte renuncia o destitución del Gobernador, lo
siguiente: “… cuando no exista Vicegobernador o del Vicegobernador (su acefalía)
que hubiese asumido definitivamente las funciones de Gobernador, el Poder Ejecutivo, será desempeñado por el Vicepresidente primero del Senado, pero dentro
de los treinta días de producida la vacante se reunirá la Asamblea Legislativa y
designará de su seno un Gobernador interino, quien se hará cargo inmediatamente
del Poder Ejecutivo”.
Desagregándolo, cuando el Vicegobernador se hace cargo del Poder Ejecutivo
Provincial asume definitivamente las funciones de Gobernador. Llamativamente
la Constitución no habla de nuevo Gobernador, simplemente “el que asume como
Gobernador”. En síntesis opinamos del mismo modo que González Calderón quien
dice que “...para la Constitución (nacional) es período el lapso de tiempo que ella
establece para la duración del Presidente en su cargo... de modo que un interinato
no es un período presidencial, lo repito una vez más, pues un período son seis
años”11.
10
Acefalía simultánea. Artículo 135.- En caso de separación o impedimento simultáneo del Gobernador
y Vicegobernador, el mando es ejercido por el Presidente Provisorio del Senado, y en su defecto por el
Presidente de la Cámara de Diputados, quien convoca dentro de treinta días a la Provincia a una nueva
elección para llenar el período corriente, siempre que de éste falten cuanto menos dos años, y que la separación o impedimento del Gobernador o Vicegobernador fuese permanente. En el caso de procederse
a una nueva elección, ésta no puede recaer sobre quien ejerce el Poder Ejecutivo.
Sentido similar le da el constituyente rionegrino (texto de 1988) al estatuirlo en su artículo 180, incisos 2
y 5, hablando de sucesión “hasta el término del mandato”.
11
Vide Derecho Constitucional Argentino –Historia, Teoría y Jurisprudencia de la Constitución– Tomo III,
pág. 297. Ed. J. Lajouane y Cía., 1923, nota 55 de la pág. 315.
Citado en Alternativas de la acefalía presidencial, Comunicación del académico Dr. Fernando N. Barrancos
182
Ivan Darío Tenaglia
-“…para ninguno de ambos cargos…”, esta expresión está unida literaria e
intelectivamente a las dos primeras condiciones, es decir “si fueren reelectos” o “se
sucedieren recíprocamente”, no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos,
sino con intervalo de un período”. En otra perspectiva no se debe desinsacular el
segmento “para ninguno de ambos cargos…” y hacerlo valer autónomamente ante
una situación como la que tratamos de desbrozar.
Ese problema de interpretación no se presenta en el texto neuquino que estatuye: “El gobernador y el vicegobernador podrán ser reelectos por un nuevo período
inmediato posterior, no pudiendo volver a ser elegidos para ninguno de esos cargos
sino con el intervalo de un período legal” 12.
Al extraerse las condiciones cuyo cumplimiento exige el texto, queda limpio
de otras potenciales derivaciones.
B) Legitimidad de origen.
Hay que hacer el distingo entre la legitimidad de origen, obtenida por el voto
popular en ejercicio de su soberanía y una legalidad constitucional de naturaleza
derivada, sucedánea de la inicial que prevé el texto constitucional en estudio para
salvar la continuidad institucional de la Provincia. No puede entenderse una
mutación del origen que tuvo el Vicegobernador, al efecto de la consideración y
aplicación de lo dispuesto en la letra del artículo en investigación.
Huelga recordar que la accesoriedad queda manifiesta por el acaecimiento
fortuito de la renuncia de un Gobernador. Acentuando esa accesoriedad el constituyente neuquino, entre otros, estampa la palabra “defecto”; para significar que “El
Poder Ejecutivo será desempeñado por un ciudadano con el título de gobernador o
en su defecto por un vicegobernador elegido al mismo tiempo, en la misma forma
y por igual período que el gobernador13.
Aquí lo principal es que Solá fue electo Vicegobernador y su actitud de aceptar
el cargo de gobernador es accesoria y prefijada como remedio institucional de sustituto natural del Gobernador, máxime –como se dijo– cuando se hizo en tiempo menor
de la segunda mitad del período. Si se nos permite el término es un “completador”
del período legal, no es el gobernador electo, es un Vicegobernador electo. Con esa
lógica, se explaya el constituyente de Pernambuco en Brasil al escribir que “será
completado el mandato en caso de vacancia del Gobernador o del Vicegobernador
ocurrida doce meses antes del término legal del mandato”14.
y Vedia, en sesión privada de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, el 27 de octubre de
2004
12
Constitución de Neuquén, Reelección, Artículo 208.
13
Gobernador, Artículo 200. Igualmente el artículo 145 de San Luis, art. 62 de la Santa Fe, art. 124 de
Jujuy.
14
Vide Constitución de Pernambuco, de 1989, artículo 36. Para el caso de impedimento o ausencia del
gobernador y del Vice o renuncia de los dos, ejercerán sucesivamente el cargo el presidente de la Asamblea
Legislativa y el Presidente del Tribunal de Justicia, agregando § 5º - Em qualquer dos casos, o sucessor
exercera o cargo pelo prazo que faltar para completar o quadriênio. En similar sentido las constituciones
183
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
Sobre la naturaleza jurídica constitucional de haber asumido, el Vicegobernador, definitivamente y hasta completar el mandato de las funciones de Gobernador
–adelantando algunas ideas que luego reforzamos–, podemos significar que se trata
de una institución no esperada por supuesto, y por lo tanto es probable su no previsión
constitucional. La mente humana es muy perfecta, pero también muy perfectible. El
legislador o bien el constituyente perfecto es un mito15, y en la Provincia de Buenos
Aires esto se ha comprobado.
Se trató de una anomalía constitucional por acefalía definitiva. En Estados
Unidos, en algunos textos constitucionales16 es común leer los términos “llenarán
la vacante” (del gobernador) (shall fill the vacancy) y “Elegirán a tal sucesor para
el término no vencido del cargo vacante” (Such successor shall be elected for the
unexpired term of the vacant office).
-Refutación de la opinión contraria.
Hay una doctrina respetable y no compartible por cierto, que adelanta posiciones en el sentido de que si juró como Gobernador es Gobernador, así hubiera
estado un día en el poder, y creemos que eso no es así. El acto formal del juramento
como Gobernador debe ser interpretado con el sustractum material del tiempo en
que ese representante estuvo en el poder. Y aquí permítasenos una disquisición.
La propia Constitución analiza el desdoblamiento del mandato en dos etapas (a
la “primera mitad” se refiere el artículo 126 de nuestra Constitución provincial)
bien diferenciadas para el caso del Vicegobernador que se hace cargo del Ejecutivo Provincial. Si la acefalía es con anterioridad al cumplimiento de dos años de
mandato, es decir la mitad del mandato debe someterse a elecciones nuevamente
el cargo, con lo que estaría la Constitución dándole prevalencia a la necesidad de
volver a legitimar a alguien en el poder que va extender su mandato más allá de dos
años, del mismo modo ocurre con los Intendentes. Y si la acefalía del gobernador
se produce después de la primera mitad, ese Vicegobernador vendrá a completar
el período hasta su término legal.
Este fraccionamiento en dos tiene asidero no sólo en el derecho público interno17 sino que también el derecho externo comparado, así al menos es tratado por el
constituyente paraguayo (texto de 10 de julio de 1940) en su artículo 58.
de Paraiba (1989-2005) en su artículo 83, 2º, y de Amapá (texto actualizado 2006), en su artículo 118,
parág. 7º y la de Maranhao, art. 61, 2º.
15
En el mismo sentido, Sagüés, N. P., op. cit.
16
Vide Constitución de Ohio, de 1851 y enmienda de 2005, artículo 3, parág. 18.
17
Por caso, el constituyente santafesino en su artículo 67, determina que “En caso de muerte, destitución,
renuncia o inhabilidad física o mental sobreviniente del vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo,
lo sustituye el presidente provisional del Senado mientras se procede a nueva elección, la que no puede
recaer en este último, para completar el período. La convocatoria debe hacerse dentro del plazo de diez
días y la elección realizarse en término no mayor de noventa días. No procede nueva elección si el resto
del período no excede de un año y medio”.
184
Ivan Darío Tenaglia
También ello ocurre en Bolivia (constitución de 1945 y 1947), art. 91 y en
Colombia (Constitución de 1886 y sus reformas) en su artículo 127.
Analicemos algunos textos de Estados Unidos. Un criterio novedoso surge de
la lectura de la Constitución de Missouri (de 1874 y 2005, Artículo IV, Sección 17),
y que es el que se reclama que esté en nuestra provincia y que nuestros constituyentes no previnieron, es el siguiente: “El Gobernador y los que están en su línea
sucesoria, es decir el Teniente Gobernador, el Secretario de Estado, el Tesorero
de Estado son elegidos por el término de cuatro (4) años para cada uno”. Y continúa prescribiendo que “no se elegirá a ninguna persona Gobernador o Tesorero
más de dos veces, y ninguna persona que haya ejercido el cargo de Gobernador
o de Tesorero, o ha actuado como Gobernador o Tesorero, más de dos años de un
término al cual eligieron a alguna otra persona al cargo de Gobernador…”. En el
mismo sentido lo dispone la Constitución de Nevada (art. V, Sección 3, de 1864,
enmienda de 1970).
El tiempo, como sustractum material está descripto constitucionalmente, y no
puede atribuírsele la misma naturaleza jurídica política a uno que a otro. El actual
Gobernador Solá no cumplió el mandato in totum de Gobernador, por más que
haya jurado como Gobernador completó un mandato del Gobernador que renunció.
En otra palabras no puede dar igual completar (verbo utilizado en la Constitución
del Brasil de 1946, en su artículo 79 inciso 2º) el mandato que ejercer un período
completo, o bien si se hubiera dado la hipótesis de renuncia del gobernador en el
primer medio tramo del mandato, hubo sido sometido a las urnas y vuelto a ser
elegido el mismo Solá como Gobernador, la cuestión sería bien distinta y allí sí
estaría inhabilitado.
Otro dato es determinar qué se entiende por período desde el quantum, lo que
no es poca cosa a la luz de la manda constitucional provincial que prescribe que
“El Gobernador y el Vicegobernador durarán cuatro años en el ejercicio de sus
funciones, y cesarán en ellas en el mismo día en que expire el período legal, sin
que evento alguno pueda motivar su prorrogación por un día más, ni tampoco que
se les complete mas tarde” (art. 122).
Creemos necesario que aquí debemos comentar la normativa con cierto grado
de especialidad, criterio que ha aplicado la Corte Nacional in re “Mario Acosta” al
decir que "los términos de la ley deben interpretarse de acuerdo con el sentido propio,
de conformidad con la técnica legal empleada en el ordenamiento jurídico en el que
dicha ley se inserta (CSJN, Fallos 320:2136, con cita de Fallos 295:376)18.
Que nuestro país se haya manejado muchas veces con “ficciones jurídicas”
para favorecer a algunos funcionarios o representantes populares al momento de
jubilarlos en un franco ejercicio del in dubio pro jubilado, no quiere decir que esa
ficción deba gobernar los designios institucionales de un país o de una provincia.
18
Sagüés, op. cit.
185
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
La aplicación de lo que sostienen, llevaría a decir que una misma persona hubo
prestado fictíciamente servicios por ocho años, habiendo cumplido materialmente
solamente cuatro. Ello se entiende al sumársele a Solá un mandato de gobernador
y otro de vicegobernador, desde 2003 a 2007.
Por lo tanto si Solá anteriormente no hubo sido elegido Gobernador sino Vicegobernador, no puede a todo evento endilgársele al propio Vicegobernador –lo que
fue una prestación de servicio al estado provincial, haber asumido una responsabilidad delicada en ese momento de la historia argentina y que, en lugar de premiarlo,
se lo castiga muy a contrario de sus derechos subjetivos públicos– computándosele
menos de medio término legal, como uno entero. En ese entremezclado de “deber
ser” y “ser”, entre ideal y realidad, entre moral y política, entre filosofía y política19,
pareciera ser que gana terreno entre nosotros, y digo para toda la ciudadanía, la
idea de no reconocimiento a los que trabajan, a los inteligentes, a los honestos, a
los que prestan un servicio a la Patria.
O acaso, ¿tenía razón Bernardo de Monteagudo cuando en los albores de la
Patria proclamaba que “acá hay muchos que aman a la Patria, pero habemos pocos
patriotas”?. Indudablemente hay un sentimiento mediocre que anima la voluntad,
opinión y decisión de algunos políticos y probables intérpretes de las normas
constitucionales.
4. Las reeleciones de gobernadores en el derecho público provincial.
Juicio crítico sobre nuestro texto constitucional: avistaje de la
jurisprudencia de la Corte Nacional y Provincial
Por su lado, nuestro derecho público a modo ejemplificativo nos sirve de cotejo, y para confirmar el aserto que se trata de una materia poco previsible para un
texto constitucional, más reservada a las anomalías propias que puedan preverse y
prescribirse a través de una ley de acefalía, que no es nada más ni nada menos que
la reglamentación de la sucesión institucional del gobernador o del vicegobernador
y su descendencia en el poder político. Infra detallamos algunos conceptos.
Hay textos que fijan desde la reelección indefinida (La Rioja, art. 117, Formosa,
(art. 132), Santa Cruz (art. 144) hasta el extremo de la no reelección ni la sucesión
recíproca, salvo el intervalo de un período (Misiones, art. 110).
Los textos que encontramos son variados pero no pocos siendo similares al
texto provincial bonaerense, así Córdoba (art. 136), Tierra del Fuego (art. 126), Río
Negro (art. 175), Santiago del Estero (art. 139) y San Luis (art. 175), tratan el tema
y tampoco prevén la anomalía que estudiamos.
19
Ortega, escinde Política, el uso de las cosas, de Filosofía, el ser de las cosas. Vide ¿Qué es el derecho?
López Lastra ,Julio E. Librería Editora Platense, La Plata, 1971, p. 162.
186
Ivan Darío Tenaglia
Un texto que no deja lugar a dudas aunque no prevé tampoco el caso “Solá”,
es el texto constitucional de Salta. Así dispone en su artículo 140: “Duran en sus
funciones cuatro años y no pueden ser elegidos más de dos veces consecutivas para
desempeñarse como Gobernador o Vicegobernador de la Provincia respectivamente.
Con el intervalo de un período pueden ser elegidos nuevamente. Cesan en sus funciones el mismo día en que expira el período legal sin que por ninguna causa pueda
prorrogarse ni completarse”. También sin demasiados ditirambos el constituyente
sanjuanino prescribió: “El Gobernador y el Vicegobernador duran cuatro años en el
ejercicio de sus funciones y pueden ser reelegidos consecutivamente una sola vez.
El Gobernador y el Vicegobernador reelectos no pueden postularse para el período
siguiente como miembros del Poder Ejecutivo”20.
En el derecho externo también hay disposiciones normativas que son bastante
sencillas como la que dispone la constitución del estado de Paraná en Brasil (2001):
“O Governador e o Vice-Governador de Estado exercerão o cargo por quatro anos,
podendo ser reeleitos para um único período subseqüente”21.
Pero aquí el problema no ha sido por la absoluta sencillez e insuficiencia, sino
que por buscar un texto que ahorra palabras y no reiterar otras se queda a mitad
del camino descriptivo e incluso de la intención más omnicomprensiva que se dice
–por parte de los defensores de la inconstitucionalidad de la reelección– tuvieron
los constituyentes. Pero también nos cabe el interrogante si no es mejor despegarse
de la voluntad presunta del legislador cuando el texto se nos presenta oscuro22. Y
antes de adentrarnos a la acción pretoriana es preciso advertir que la maleabilidad
de las normas constitucionales –que ocurre en muchos países–, en efecto, “hace
cierta la posibilidad de diferentes y hasta contrapuestos criterios sobre las mismas
cuestiones. No hay nada fijo o exacto en la interpretación constitucional, y ello
se traduce en que, concretamente en los países de Derecho Civil, cada juez, o al
menos los que ejerzan la última instancia en cada sector del ordenamiento jurídico,
20
Constitución de San Juan, Artículo 175º. Vide Art. 82.
22
Sagüés, op. y aut. cit., estudia lo que ha dicho la Corte nacional sobre los casos en que la Constitución
presenta defectos, incoherencias o imprecisiones del texto. En CSJN, Fallos, 322:1699, se destaca v. gr.,
que cuando la expresión literal presenta imperfecciones técnicas, dudas o ambigüedades jurídicas, o admite
razonables distinciones, el juez debe recurrir a la ratio legis, ya que no es el espíritu de la ley el que debe
subordinarse a las palabras de la norma, sino éstas a aquí, máxime cuando la ratio legis se vincula con
principios constitucionales que siempre han de prevalecer en la interpretación de las leyes.
Aunque sea un interpretación por debajo de la grada que comprende la Suprema Corte Provincial, es conducente citar lo siguiente: “Cuando una ley es clara, toda interpretación debe comenzar por la ley misma,
y debe ser aplicada en el sentido que resulte de sus propios términos, aun cuando pareciere injusta. Ni el
juez ni el intérprete pueden eludir la aplicación de una ley clara, so pretexto de penetrar en su espíritu.
Es lo que comúnmente se expresa con el adagio "dura lex sed lex " Vide JZ0000 TO, 552, RSD-163-99,
S, 16-11-1999, Juez Ripodas (SD) in re A., E. S. s/ infracción art. 74 dec. ley 8031/73. Aquí estamos en
presencia de una falencia en el texto constitucional de allí nuestra humilde intervención doxal.
21
187
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
podría respaldar distintos criterios sobre un mismo precepto supremo y aplicarlo a
discreción en los asuntos de los cuales conozca”23.
En otro caso, el Tribunal explica que no cabe apartarse del sentido "inequívoco"
de las palabras (CSJN, Fallos, 248:111), con lo que parece resultar posible tal no
seguimiento si los vocablos fuesen multívocos24.
Así se ha dicho en "Avico c. de la Pesa" (CSJN, Fallos, 172:21), un fallo líder
en el asunto, emitido en 1934, que puntualizó, siguiendo a Ballot-Baupré, que eran
elogiables los jueces que "habían sabido no solamente aplicar la ley cuando era
oscura sino completarla cuando era deficiente, suplirla cuando les parecía muda,
y adaptar el texto, liberal y humanamente, a las realidades y exigencias de la vida
moderna, sin rezagarse a buscar obstinadamente cuál había sido, hace cien años, el
pensamiento de los autores del código al redactar tal o cual artículo - (el subrayado
es nuestro, V, también "Chocobar", Fallos, 319:3266, considerando 14). Igualmente,
en "Femiández Orquin" destacó que "el excesivo apego al tradicionalismo jurídico
ha sido catalogado como uno de los más serios obstáculos al éxito de la promoción
de la expansión económica y de la justicia social" (CSJN, Fallos, 264:416)25.
La interpretación histórica26 (repudiada en CSJN, Fallos, 313:1513) y la
estática27(dejada de lado in re Kot sobre amparo, CSJN, Fallos, 241:291) atentan
contra el progreso y la actualización que nos deparan los nuevos vientos de la
realidad social argentina.
Lo cierto es que el texto que tenemos, además de insuficiente, presenta múltiples variaciones a ojos vista sobre su real contenido.
A fuer de observación y crítica, el mismo problema nos ofrece el artículo 90
de la Constitución Nacional porque es exactamente igual salvando la diferencia
lógica de los cargos en los niveles provincial con el nacional (Presidente y Vicepresidente).
Y sobre el tema de que el actual Gobernador Solá vino a completar el mandato
y no fue el gobernador de origen desde 2001 a 2003, revisemos algunos textos
provinciales.
Entendiendo por período legal todo el mandato, es decir. los cuatro (4) años (o
en el peor de los casos para nuestra posición más de dos (2) años), el derecho público
interno a modo comparativo nos ofrece un artículo interesante. La Constitución
de Misiones (artículo 112) trata la acefalía y estatuye que “En caso de acefalía el
cargo de Gobernador será ejercido interinamente por el Presidente de la Cámara de
Representantes, quien dentro del término de cinco días convocará a elecciones para
reemplazarlo...”, y agrega lo que para nosotros se convierte en importante: “...siem23
Cánova González, Antonio (Profesor de pregrado y postgrado en las Universidades Católica Andrés
Bello y Central de Venezuela, 1997-1999) en ¿Es necesaria la revisión por el tribunal constitucional de
las decisiones judiciales? (un tema pendiente de discusión entre los juristas iberoamericanos)
24
Sagüés, op. y aut. cit
25
Idem, ibídem.
26
Idem, ibídem.
27
Idem, ibídem.
188
Ivan Darío Tenaglia
pre que faltare más de dos años para completar el período constitucional. Si faltare
menos de dos años, la Cámara de Representantes convocada especialmente dentro
del mismo plazo, procederá a elegir Gobernador y Vice-Gobernador por mayoría
absoluta de la totalidad de sus miembros”28. Como se notará nunca puede tomarse
un año y medio como período constitucional completo y es más, avanza el mismo
texto sobre lo expuesto más arriba en el sentido de la posibilidad de completar el
mandato del renunciante en el caso nuestro.
Otras constituciones provinciales también en algunos casos, en honor a una
literatura más elogiable, estipulan sobre la duración del mandato completo de los
representantes populares. Por caso al describir el período de duración de los diputados en sus funciones, de cuatro años, la Constitución de Chubut (art. 127) hace
la salvedad para los “reemplazantes que completan un mandato”29.
Como se puede percibir también se enuncian las palabras “por todo el resto
del período” en cuanto a la sustitución del Gobernador o del Vicegobernador. De
igual modo se introduce –en Estados Unidos–, en la Constitución de Montana, lo
siguiente: “Si el cargo del gobernador llega a quedar vacante por causa de muerte,
de la dimisión, o de la destitución, el teniente del gobernador será gobernador por
el resto del término, excepto en la forma que se prevé en esta constitución30.
5. Las reelecciones de gobernadores e intendentes en nuestra
Provincia. Pantallazo histórico y opinión
Hasta la Reforma de 1994, y por imperio de la Constitución provincial de
1934 los únicos reelegibles eran los legisladores, así lo disponía el artículo del
texto constitucional. Conocida ha sido por todos la frustrada reforma de 1990 que
incluía la posibilidad de la reelección del Gobernador Antonio Cafiero, plebiscito
28
Constitución de la Provincia de Misiones de 1958.
Constitución de Chubut de 1994. Artículo 149.- El Gobernador y el Vicegobernador duran cuatro años en
sus funciones, cesan el mismo día que explica el período sin que evento alguno pueda motivar su prórroga.
Pueden ser reelectos o sucederse recíprocamente únicamente por un nuevo período consecutivo. Si han
sido reelectos o se han sucedido recíprocamente, no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos
sino con un período de intervalo.
Reemplazo. Artículo 150.- En caso de fallecimiento, destitución, renuncia, suspensión, enfermedad o
ausencia, las funciones de Gobernador son desempeñadas por el Vicegobernador por todo el resto del
período en los tres primeros casos o hasta que cese el impedimento, en los tres últimos. Sucesión. Artículo
151.- En caso de impedimento o ausencia del Vicegobernador en las circunstancias del artículo anterior,
ejerce el Poder Ejecutivo el Vicepresidente Primero de la Legislatura y en defecto de éste, el Vicepresidente
Segundo, quienes prestan juramento de ley al tomar posesión de ese cargo. En caso de impedimento definitivo o renuncia del Gobernador o Vicegobernador y restando más de dos años para terminar el período
de gobierno, quien ejerza el Poder Ejecutivo convoca a elecciones de Gobernador y Vicegobernador a fin
de completar el período, para una fecha que no exceda de noventa días de haberse hecho cargo. Si faltasen
menos de dos años pero más de tres meses, la elección de Gobernador para completar el período la efectúa
la Legislatura de su seno, por mayoría absoluta de votos en la primera votación y a simple pluralidad en
la segunda. En tal caso, el electo debe reunir las condiciones requeridas para ser Gobernador.
30
Sección 14. 6. Sucesión.
29
189
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
negativo de la ciudadanía que obligó a archivar la ley 10.859 de reforma integral
a la vetusta y anacrónica Constitución de 1934.
Por ello, se volvió a insistir a través de un plebiscito que resultó favorable al
entonces Gobernador Eduardo Duhalde sobre su posibilidad de ser reelecto, previo
a la convención Constituyente de 1994.
En el trasluz del derecho público argentino y visto de modo vertical los cuatro
cargos ejecutivos constitucionalmente creados son el Presidente, los Gobernadores,
el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los Intendentes.
Por ello, nos inquirimos qué pasa en las Municipalidades con nuestros Intendentes, y qué dice nuestra Constitución Provincial sobre sus respectivas reelecciones.
Lo que ocurre es conocido por todos, hay intendentes municipales que han
sido reelegidos en varias oportunidades porque está permitido legalmente (art. 3
de la LOM), o al menos no ha habido –según quien escribe conozca– impugnación
alguna de incumplimiento de las condiciones legales y constitucionales para ser
candidato y para ser reelectos. Pero de hecho, en nuestra inmensa geografía y en
la gran mayoría de los municipios se han reelegido –por más de un período– a los
Intendentes.
Por citar algunos casos, en Lanús, San Isidro, Olavarría, Junín, Saladillo, entre
otros municipios, sus intendentes han estado más de dos mandatos consecutivos
en el poder político local.
Son casos paradigmáticos cuya existencia echan por tierra los principios de
periodicidad de funciones, e incluso de la democracia participativa no oligárquica,
que tanto nos costó conseguir teóricamente y de lo que tanto se ha hablado. Porque fijémonos en esto: hemos salido de la dictadura encarnada por los militares y
estamos en presencia de otra forma despótica de gobierno, oligárquico, dinástico
y con halo principesco que se ha instalado en nuestras municipalidades, hasta
que alguien se digne a comprender correctamente las normas constitucionales o
bien hasta que se reforme de una vez por todas la Constitución de la Provincia de
Buenos Aires. Incluso, esa praxis, quizá no tanto por su culpa directa sino por la
falta de un funcionamiento adecuado de las instituciones de control de los órganos
constituidos y en gran medida por la apatía e indiferencia que muestra a diario la
ciudadanía por las cosas públicas y más aún por la política propiamente dicha. Y
en esa combinación y de este modo, se nos han ido preciosos veintitrés años de
democracia constitucional, democracia formal, democracia ni siquiera literal, que
no alcanza a cubrir las expectativas, ideales y necesidades de la ciudadanía desde
el punto de vista de una vida democrática plena, en sentido material, participativa
y “gobernante” (Georges Burdeau).
Sobre el segundo punto, nuestra Constitución nada dice al respecto, es más,
ninguna constitución anterior a la de 1934 –si mal no recuerdo– previó la reelección
ni del Intendente ni de los concejales.
190
Ivan Darío Tenaglia
Si hay algo que queda firme es que las reelecciones como algunos otras
cuestiones o materias, deben ser definidos por el propio texto constitucional en
forma nítida que no dejen lugar a resquicio alguno, y si lo hubiera será tarea de la
doctrina, la Legislatura (eventualmente) y de los jueces desentrañar el sentido en
forma dinámica e integradoramente la cuestión sub examine.
Pero adentrándonos en esta cuestión de los intendentes, cómo pueden ser reelectos, lo mismo que los concejales si la Constitución Provincial, cuando se ocupa
del tema de las Municipalidades nada dice al respecto? Y es más, cuando se debatió
el tema de la posibilidad de que sean reelegidos los intendentes, el proyecto fue
rechazado, aprobándose el que ya tenía la Comisión y que es el hoy vigente. Era
un proyecto del convencional Alberto Fonrouge que fue introducido en la Comisión respectiva de la Convención Constituyente y que además de la reelección del
Intendente propiciaba la limitación de la duración del cargo a dos años31.
De modo que el actual artículo 191 inciso 5º (que era el mismo que aquél
artículo 207 base 7º de la Constitución provincial de 1889), reza: “La Legislatura
deslindará las atribuciones y responsabilidades de cada departamento, confiriéndoles las facultades necesarias para que ellos puedan atender eficazmente a todos
los intereses y servicios locales, con sujeción a las siguientes bases:” (…) “5a.- El
ciudadano a cargo del departamento ejecutivo durará cuatro años en sus funciones.
Para desempeñar este cargo se requiere ciudadanía en ejercicio y las condiciones
necesarias para ser concejal”.
Como se puede observar nada hace pensar a alguien que lea aquel texto constitucional que el Intendente pueda ser reelecto, ni tampoco los concejales.
Más luego por Ley Orgánica de las Municipalidades 468732 se legisló la reelección del Intendente por un solo período, que es una contemplación –si bien no
contemplada constitucionalmente– que guardaba una prudencia lógica, al coincidir
ahora con lo dispuesto constitucionalmente para el gobernador y para el Presidente
de la Nación, aplicando un criterio extensivo pero no libérrimo.
Hay muchos ejemplos para los casos en los que el constituyente no ha querido
que ocurra una situación, así lo ha manifestado, aunque advirtamos que estamos
combinando normas de distintos caracteres o efectos, es decir, las de organización
con las de condiciones del ejercicio del mandato, pero todas constitucionales al fin
y todas sometidas al mismo grado de valoración para su validez o invalidez por
los jueces de turno. Por ejemplo, en el caso de los extranjeros para ocupar el cargo
de concejales limitándolos a que no excedan la tercera parte del número total del
cuerpo (art. 191, base 6º), la exigencia de constituir una asamblea con mayores
contribuyentes para la creación o aumento de impuestos (art. 193, inciso 2º); para
Vide Tenaglia, Iván Darío, Ley Orgánica de las Municipalidades de la Provincia de Buenos Aires,
Platense, 2000, p. 15..
32
Artículo 11: El Intendente podrá ser reelegido una sola vez. Después de un período de intervalo podrá ser
elegido nuevamente.
31
191
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
graficar hay temas en los que el constituyente ha determinado limitaciones y cuando
no ha sido su voluntad permitirlo lo ha prohibido expresamente. Ello merece un
tratamiento orgánico y sistemático y no aislado de un artículo en particular33.
Por ello es que compartimos, que la inconsecuencia o falta de previsión del
legislador no se presumen34.
En el derecho externo, como ser en Nicaragua, se instituyó la no reelegibilidad
del Presidente de la Nación y también del que haya ejercido “la Presidencia de la
República accidentalmente durante cualquier tiempo de los últimos seis (6) meses
del período”35.
Si se hubiera estimado conveniente prohibir la situación que se plantea y
resumiendo en el llamado caso “Solá”, pacíficamente se pudo haber expuesto una
fórmula similar a la precitada. Y no se lo hizo.
Este último –aunque en la grada de la Legislatura– puede ser el criterio que
han tenido los legisladores democráticos (que ejercieron el mandato con posterio33
La interpretación sistemática u orgánico-armonizante es aquella que atiende a la totalidad de los preceptos
de una norma (en particular, de la constitución, que posee "unidad sistemática": CSJN, "Chedid", Fallos,
320:74), asi como su enlace con todas las del ordenamiento jurídico (en particular, con las que disciplinan
la misma materia) y, de modo que mejor se adecuen al espirítu y a las garantías de la constitución nacional
(CSJN, Fallos, 314:445, 321:730, 324:4349). Es una fórmula que descarta la interpretación aislada de
un precepto jurídico (CSJN, "Carrefour c. A.N.M.A.T.", Fallos 324:4367, del dictamen del Procurador
General de la Nación compartido por la Corte Suprema, con cita también de Fallos 320:783).
La interpretación orgánica o sistemática es particularmente destacada por la Corte Suprema respecto de
la Constitución. Ninguna de sus cláusulas puede ser interpretada solitariamente, desconectándolas del
todo que compone, sino que cabe entenderlas integrando las normas dentro de la unidad sistemática de
la Constitución, comparándolas, coordinándolas y armonizándolas de tal forma que haya congruencia
y relación entre ellas. En ese contexto, cada precepto recibe y "confiere su inteligencia de y para todos
los demás" (CSJN, Fallos, 320:875, "Gauna", considerando 14 y 15). Cabe, pues, en la exégesis de la
constitución, superar las antinomias, y entender a la constitución como un todo coherente (CSJN, Fallos,
315:71, "Unión de Fuerzas Sociales'). En materia de derechos constitucionales, corresponde por ello
también ser interpretados armónicamente, para hallar un marco de correspondencia reciproca (CSJN,
Fallos, 324:975).
34
Vide Fallos, 316:1319; 324:2153 y 3876. Sagüés, Néstor P., ob. y aut. cits.
35
Vide artículo 186 de la Constitución de Nicaragua, sancionada el 1º de noviembre de 1950. En el mismo
rumbo la Constitución de Panamá (1946 y reformada en 1956), artículo 153 que reza: “No podrá ser elegido
Presidente: 1º. El ciudadano que llamado a ejercer la Presidencia por falta absoluta o temporal del titular,
la hubiere ejercido en cualquier tiempo durante los dos años inmediatamente anteriores al período para
el cual se hace la elección”. Perú también en su magno texto (de 1933 con sus reformas de 1936, 1939,
1940 y 1955) contempla cosa similar al estatuir que “Son inelegibles Presidente y Vicepresidentes de la
república: (...) 2º) El ciudadano que, por cualquier título ejerce la Presidencia de la República al tiempo
de la elección. Costa Rica, en literatura más exigente aún, consagra (Constitución de 1949), artículo
132: “No podrá ser elegido Presidente ni Vicepresidente: 1) El que hubiere servido a la Presidencia en
cualquier lapso dentro de los ocho años anteriores al período para cuyo ejercicio se verificare la elección,
ni el vicepresidente o quien lo sustituya, que la hubiere servido durante la mayor parte de cualquiera de
los períodos que comprenden los expresados ocho años. 2) El vicepresidente que hubiera conservado esa
calidad en los doce meses anteriores a la elección, y quien en su lugar hubiera ejercido la Presidencia por
cualquier lapso dentro de ese término”. Ecuador (Constitución de 1946 y 1948), artículo 85: “No podrán
ser elegidos para Presidente de la República: (...) c) El que al tiempo de la elección se hallare en ejercicio
de la Presidencia de la República, el que la hubiere ejercido dentro de los seis meses inmediatamente
anteriores a aquélla,...”.
192
Ivan Darío Tenaglia
ridad a 1958) al permitir la vigencia del artículo 3º (posibilidad de reelección de
Intendente y concejales) del decreto ley 6769/58. Aunque no la comparto porque
esa cuestión si no fue prohibida, debió ser interpretada con alguna restricción no
cayendo en permisiones que resulten ad aeternum. Un paso más adelante y a favor
de la posibilidad de la reelección del Vicegobernador que completó el mandato por
la renuncia del Gobernador y que luego fue electo Gobernador.
Es una situación bien distinta el caso de los intendentes, que tiene como antecedente histórico (en constituciones y leyes) la no reelegibilidad de los mismos ni
de los Concejales y mal puede una ley otorgar derechos que la propia constitución
no otorgó; más bien los tenía vedados en su espíritu cuando se trató el tema. La
Corte Suprema de Justicia de la Nación ha aplicado en muchos de sus fallos esta
interpretación de la voluntad del legislador o del constituyente recurriendo a sus
debates parlamentarios36.
Ocurre en forma distinta con el caso que analizamos, sin perjuicio que tampoco
es demasiado claro, más bien no se contempla el caso concreto, lo que sí sabemos
es que puede ser reelecto una vez.
Eso está claro, y para culminar, no puede tomarse el relevo de menos de dos
años como el ejercicio de un mandato completo, que es lo que exige la Constitución
Provincial para prohibir la reelección por dos veces (vide más arriba donde la propia
Constitución en su artículo 126 nos describe la existencia de dos períodos en que
se divide el mandato del Gobernador y el del Vice).
La Suprema Corte de Justicia Provincial37 ha utilizado un método de interpretación extensivo o analógico cuando se configura una situación objetiva de
36
CSJN, Fallos, 323:3386, incluso de debates los habidos en el recinto: Fallos, 21 0:531. Tales debates
contribuyen para detectar la "interpretación auténtica" de la norma: Fallos, 313:1333), en particular de la
constitucional (cfr. CSJN, Fallos, 319:3264, considerando 10, "Chocobar", con mención a la convención
reformadora de 1957 y lo debatido en el plenario de ella); o la exposición de motivos de la ley, "un valioso
criterio interpretativo acerca de la intención de sus autores" (CSJN, Fallos, 316:1793; 318:1894, considerando 6°). También ha tenido en cuenta los despachos de las comisiones legislativas o constituyentes,
así como la exposición de su miembro informante (CSJN, Fallos, 33:228 y 100:337) En ciertos casos la
Corte condiciona la aplicación del respeto pleno a la voluntad del legislador, a que ella sea "indudable"
(CSJN, Fallos, 324:2153). Vide Sagüés, Néstor Pedro,
37
SCJBA, B 62014, S, 9-2-2005, Juez Soria (SD) in re T. J. L. c/ Caja de Previsión Social para Abogados
de la Provincia de Buenos Aires s/ Demanda contencioso administrativa. En la oportunidad dijo el tribunal
cimero provincial que “La ley 6716 vigente al tiempo de la muerte de la afiliada, así como la ley 11.625
que la modificó a partir del 19-02-95, no contiene norma alguna que regule lo atinente a la prescripción
liberatoria del pago de los haberes pensionarios”. Dictado por mayoría de fundamentos (Soria-Negri-Roncoroni-de Lázzari-Pettigiani-Hitters-Kogan). Recordemos que el artículo 171 de la Constitución Provincial
dispone lo siguiente: “Las sentencias que pronuncien los jueces y tribunales letrados, serán fundadas en el
texto expreso de la ley; y a falta de éste, en los principios jurídicos de la legislación vigente en la materia
respectiva, y en defecto de éstos, en los principios generales del derecho, teniendo en consideración las
circunstancias del caso”.
En el mismo sentido: “Ha dicho nuestro superior Tribunal, que la analogía es un método de interpretación
y aplicación de la ley legalmente inobjetable y que, con las debidas precauciones - mencionando entre
ellas una pronunciada similitud aunque no sean idénticas - puede conducir a resultados fructuosos. En
punto a decidir sobre lo que es justo, acudir a la analogía, importa el inexcusable cumplimiento de una
193
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
ausencia de regulación específica, fundando lo expuesto en los artículos 171 de la
Constitución provincial y en el artículo 16 del Código Civil.
Entre “constitución formal” y “constitución material” entre “constitución real”
y “constitución jurídica”, entre “documento o papel escrito” y “realidad” debe haber
una actividad dialógica de construcción permanente, y el reenvío debe ser mutuo. Y
como el texto constitucional y su vida institucional constituyen respectivamente un
todo racional –con su lógica interna– y real que determinan y otorgan peculiaridad al
sistema político, muchas veces es menester recurrir a la experiencia de cuál ha sido
la interpretación de tal o cual norma para encuadrar a otra de similares contenidos
internos y afectación de intereses y derechos públicos subjetivos.
El precedente de los intendentes –en franca “luz verde” a las reelecciones de
los intendentes por entendimiento laxísimo de la norma 191, base 5º– se yergue
como una dura barrera de franquear por los que defenestran en todos los idiomas las
posibilidades de la reelección del Gobernador en las circunstancias que estudiamos.
Es un precedente que va a cumplir cincuenta años de práctica.
Dos apreciaciones más. Hay quienes por un lado, disfrutan o hacen la vista
gorda del hecho que una ley (Decreto Ley 6769/58) puede incluir reelecciones
negadas por el propio espíritu de los constituyentes de 1934, para el caso de los
Intendentes y concejales y, por el otro, para el caso en que existiera una ley interpretativa del artículo en cuestión y que posibilite la reelección del “caso Solá”,
se opondrían a rajatablas invitando a pelea como si se tratara de un delito de lesa
humanidad porque para ellos es inconstitucional. Recordemos, la situación del caso
Solá constitucionalmente hablando es más aceptable que la que ellos disfrutan o
dejan hacer o pasar.
Ellos cometen un doble error, alegan su propia torpeza contraviniendo el sabio
precepto del derecho romano (nemo turpitudinem allegare est potest) y entran en
una franca contradicción (lo qui dixit de uno negat de altero). ¿Hasta cuándo vamos
a seguir en nuestro país con los hábitos pendulares, de a veces “todo” y a veces
“nada”, o lo que es peor aún, para algunos, algunas veces “todo” y para otros, en
las mismas veces “nada”?
6. Precisión sobre la naturaleza jurídica institucional del
Vicegobernador que reemplaza al Gobernador
Es necesario adentrarnos en la figura del Vicegobernador, cargo que ejerció el
actual Gobernador Solá desde 1999 hasta enero de 2002.
necesidad hermenéutica, para llenar los vacíos de una regulación específica”. CC0001 SM, 51975, RSD51975-3, S, 26-8-2003, Juez Gallego (SD) in re Villamea Enrique Ruben c/ Ricot Milciades Eduardo
s/ Daños y perjuicios s/ inc. Levantamiento de embargo. (Votantes: Gallego-Sirven-Lami). La Suprema
Corte de Justicia provincial ha resuelto recurrir a la “analogía” en ciertos casos, como ejemplo: SCJBA,
B 62014, S, 9-2-2005, Juez Soria (SD) in re “T. J. L. c/ Caja de Previsión Social para Abogados de la
Provincia de Buenos Aires s/ Demanda contencioso administrativa”.
194
Ivan Darío Tenaglia
Y centrémonos en lo que significa el término “Vice”. Por empezar, el vocablo
“vicepresidente” –muy emparentado por paralelismo de las formas–, que para la
Real Academia Española se trata de la “persona que hace o está facultada para hacer las veces del presidente”, como así también válido es recordar que el elemento
composicional “vice” –del latín vice, ablativo de “vicis”, vez- significa “en vez de”
o “que hace las veces de” (Diccionario de la Lengua Española, p. 1480) 38.
Dicha referencia lingüística nos conecta directamente con la que podríamos
denominar función natural o primordial del Vicegobernador, cual es, reemplazar
al gobernador en el ejercicio de su cargo que, encuentra su cauce reglamentario
en la propia Constitución de que se trate o incluso en la ley de acefalía. Todo por
anomalías que se suceden en el ejercicio de la función pública.
En las provincias, por herencia del sistema presidencialista nacional, cumple
exactamente la misma función que en la Nación. O mejor dicho, dos funciones
primordiales, por una lado ser el reemplazante natural del Gobernador y por otro,
ser presidente nato del Senado.
Sin duda que la figura del Vicegobernador como la del vicepresidente es darle
fortaleza al sistema político efectuándose un reemplazo rápido para la completación del mandato ante cualquier eventualidad. Se siguió el criterio constitucional
norteamericano porque ello no estaba contemplado en el Proyecto de Juan Bautista
Alberdi.
Pero observemos que, además de su naturaleza “híbrida” sin desconocer que
también se lo ubica como “miembro del Poder Legislativo” (Bidart Campos), la
doctrina política y constitucional, argentina (Miguel A. Ekmedjián y González
Calderón) y extranjera (John Adams), le otorga una importancia relativa mientras
no cumpla el rol de presidente o de gobernador, en suma, es un representante “de
reserva” cuya principal misión es reemplazar al presidente en caso de vacancia
transitoria o definitiva de éste”39.
Joaquín V. González40 también resaltó su función de sustituto del propio
presidente, sin someter al pueblo a una nueva agitación electoral o interrumpir la
marcha de los negocios públicos.
Como dijimos, es menos que un suplente porque actúa en la medida en que
se produzca un accidente institucional en cabeza del Poder Ejecutivo que es el
Presidente o el Gobernador.
38
Vicepresidente -Realidad o ficción-, por Real Sergio Eduardo, Universidad del Salvador, Univerista di
Pisa, maestría en ciencia de la legislación, 2001.
39
EKMEDJIÁN, Miguel A. “Manual de la Constitución Argentina”, p. 482. En el mismo sentido Story y
Fiske, citados por Arrechea, Alfonso, El Poder Ejecutivo de la Nación, en Historia y Derecho Constitucional, USAL.
40
Manual de la Constitución Argentina, Angel Estrada y Cía, S.A editores, p. 533
195
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
Tampoco es bueno definir o conceptualizar al Gobernador por su accidente41
(el que completa el mandato), confundiendo a este con su esencia, o al sustantivo
con su adjetivo, falacia o generalización que precipita distintas conclusiones.
Como ocurre con los triángulos, las notas variables de los individuos de una
misma especie son accidentales. El Diccionario de la Real Academia Española trae
las siguientes acepciones de “accidente”: a) cualidad o estado que aparece en algo
sin que sea parte de su esencia o naturaleza; b) suceso eventual; c) acción de que
involuntariamente resulta daño para personas o cosas; d) casualidad, contingencia.
"Accidental" es un "síntoma grave que se presenta inopinadamente durante una
enfermedad, sin ser de los que la caracterizan".
Como dice un autor, “la definición por los accidentes traiciona el concepto,
como ocurre cuando se define la democracia por la educación y la seguridad social.
Si definiéramos las aves como vertebrados que vuelan, no serían aves ni los pingüinos ni el Pato Donald, pero podrían serlo Dumbo y los murciélagos”. Como se verá
infra la naturaleza accidental del reemplazante del Gobernador o del Presidente,
es tratada constitucionalmente en otros países. Así en Nicaragua42 y Ecuador43, en
el plano nacional.
El quid del caso Solá es determinar si lo dicho es verdad y se la mantiene, o
bien, no es verdad y por lo tanto no se la mantiene como tal. Y aquí juega un papel
fundamental el quantum de esa actividad institucional desplegada, no por capricho
nuestro, sino porque la misma constitución provincial, como muchas en nuestro
país y en el derecho externo, dividen el tratamiento del período legal del mandato
del gobernador que generalmente es de cuatro años, en dos mitades iguales o el
del presidente, que es de seis, en tres. Así tenemos prescripción constitucional del
mandato en “antes de los dos años” y “después de los dos años”. Tema que nos
parece crucial para determinar si a Solá se le atribuye la categoría de gobernador
completo o gobernador suplente.
Como la constitución no prevé si el suplente queda engrillado en la normativa
estudiada, y para el caso de haber transcurrido menos de dos años, la propia constitución dispone un mecanismo de nueva legitimación a través del voto popular.
Y por el contrario, de completar el mandato del renunciante hasta los cuatro años
habiendo pasado los dos primeros años de su término original44, podemos inferir
41
Accidente (del latín accidere=sobrevenir a) es lo que particulariza las cosas, lo añadido, lo sobrevenido.
El accidente puede faltar, no es necesario para el concepto; es contingente, yuxtapuesto.
42
Vide artículo 186 de la Constitución de Nicaragua, sancionada el 1º de noviembre de 1950.
43
Vide artículo 90 de la Constitución de Ecuador de 1946 y 1948
44
Es la locución empleada en la Constitución de Montana, de 1972, en su Sección 6. 1. (último párrafo)
“Then, a governor and lieutenant governor shall be elected to fill the remainder of the original term”.
Sección 6. Vacante en oficina. (1) Si el cargo del Teniente del gobernador llega a quedar vacante por su
sucesión del cargo del gobernador, o por su muerte, dimisión, o inhabilidad según lo determinado por la
ley, el gobernador designará a una persona cualificada al servicio en ese cargo para el resto del término.
Si el gobernador elegido y el teniente del gobernador elegido llegan a ser incapaces servir en el cargo de
196
Ivan Darío Tenaglia
llanamente que no se trata de un gobernador, sino de un Vicegobernador que completa el mandato de otro que renunció.
Sobre el caso que estudiamos, de la misma forma que para la vacancia del
vicepresidente en el nivel nacional, estamos en presencia de un caso no contemplado, de una mal denominada “laguna del derecho” escrito, incompletitud que
debe discernirse con el auxilio de todo el ordenamiento jurídico y la experiencia
constitucional.
Nuestra Suprema Corte de Justicia Provincial tiene sentado que “[S]i no existe
laguna u oscuridad legal alguna no hay necesidad de llegar por vía de interpretación
a resolver un supuesto que no hubiera sido contemplado, correspondiendo aplicar
la norma legal en el sentido que resulta de su propio contenido”45. Y aquí estamos
en presencia al menos de un caso sometido a tarea hermenéutica delicada. Kelsen46
ha expuesto que las lagunas de la ley no existen, que el orden jurídico no puede
tener lagunas y que tal concepción es una ficción, puesto que el Juez debe crear la
ley que falta, actuando como un legislador.
En el caso, el legislador podría actuar en consecuencia.
7. Nuestra opinión. ¿Cómo se debe interpretar la Constitución
Provincial?
Hasta antes de Hans Kelsen –escribe Ariel Álvarez Gardiol– se tenía la idea,
según toda teoría de la Interpretación, de que para todo caso existía la solución
correcta, por lo que la interpretación requería sólo de encontrar el método adecuado
para dilucidarla. Continúa el autor argentino precisando que Kelsen, a través de la
teoría del ordenamiento jurídico, ve la interpretación como un problema de voluntad,
mucho más que de cognición. Para Kelsen, dice Álvarez, la norma es un marco de
posibilidades con varios contenidos jurídicos potenciales y aplicables todos ellos
como factibles. Es un marco, abierto o no, de posibilidades, pero siempre jurídicamente aceptables todas ellas. La determinación de la solución correcta (elegida), en
ningún caso pertenece a la teoría del derecho, sino a la política jurídica. De allí que
encorsetar a la norma subexámine en una concepción rígida e insuficiente –porque no
contiene en su descripción positiva la situación mentada– sería injusto y estaríamos
deteniendo y petrificando el derecho como si se tratara de un lecho de piedra.
gobernador, la sucesión a los cargos respectivos estará en la manera prevista por la ley para el período
hasta la elección general siguiente. Entonces, un gobernador y el teniente del gobernador serán elegidos
para llenar el resto del término original.
45
SCJBA, B 54750, S, 26-9-1995, Juez Rodríguez Villar (SD) in re Gattari, Carlos María c/ Provincia de
Buenos Aires (Reg. Propiedad) s/ Demanda contencioso administrativa. Vide AyS 1995 III, 737 (Rodríguez
Villar-Laborde-Negri-Salas-Hitters)
46
Kelsen, Hans, “Teoría General del Derecho y del Estado”, Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México, México 1995, p. 176.
197
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
Esto se incardina a pedir de boca con un pensamiento metafórico que relampaguea en nuestras mentes de la posición tomista y realista del derecho y sus normas:
“Quisiera parangonar nuestros Códigos a las pirámides de Egipto. Quizá muchos
turistas fijan sus ojos en aquellas piedras, admirando su disposición y su grandiosidad, sin pensar, y quizá sin saber, que toda esa soberbia mineral está únicamente
para proteger…y para esconder un puñado de cenizas más o menos faraónicas.
Así es el derecho. Las piedras sepulcrales son más visibles que las momias de los
reyes; las inscripciones son más locuaces que los cadáveres; las palabras son más
abundantes que las cosas”47.
Reconozcamos la politicidad del derecho48 y sus normas, la pertenencia a
un sistema más onmicomprensivo de figura poliédrica y compleja, multíciple, de
naturaleza sociológica.
De allí, deslumbrémonos con la vida y movimiento que ostenta una constitución. Esta Constitución que puede sin mayores esfuerzos calificarse de “política”
–más aún en el tópico que estudiamos– está viva, late y habla a la par de toda la
ciudadanía; y está bien que así sea, porque “más que en los mármoles y en los
bronces una constitución debe estar en el corazón de los ciudadanos” (Jean Jacques
Rousseau).
Sin hesitación la Constitución es autosuficiente, se autointerpreta, o en palabras
más justas otorga de por sí los elementos, términos y palabras que fueron inscriptas por los propios constituyentes. Pero ¿qué ocurre cuando la Constitución no ha
previsto alguna situación o la ha previsto a medias, o en su fórmula escrita deja
atrapadas situaciones reales impidiendo, negando o simplemente no contemplando
una situación que la constitución real hace salir a la luz, inalcanzable de abrazar
en un artículo constitucional, simplemente por aquello que la constitución política
o la constitución real siempre nos traerá casos inimaginables o bien que los constituyentes creyeron ocioso describir porque pudieron haber pensado que incurrían
en un exceso de reglamentación?
Sencillamente es donde el hecho, lo fáctico se enfrenta, roza o colisiona con lo
jurídico, en forma total, parcial o mínimamente, empañando la transparencia que
podría llegar a tener la fórmula jurídica cuando define alguna institución.
Y a fuer de sinceridad, nuestra provincia, nuestra república, están plagadas
de estas “subitaneidades del tránsito” (Ortega y Gasset), de estas accidentalidades
que desnutren, hacen endeble y opacan la brillantez de ideas y concepciones que
pueden contemplarse en un texto constitucional.
47
Graneris, Giuseppe, “Contribución tomista a la filosofía del derecho”, Editorial Universitaria de
Buenos Aires, Buenos Aires, 1977, p. 32
48
“Esta es la llamada teoría de la politicidad del derecho. Ella tiene el mérito de poner en evidencia que la
naturaleza de animal político, que se reconoce al hombre, es la causa principal que postula el surgimiento
del derecho (como ordenamiento)”. Idem, ibídem, p. 38.
198
Ivan Darío Tenaglia
Por citar algunos casos del “facto institucional” (concepto acuñado por Rafael Bielsa y citado por Humberto Quiroga Lavié), hay instituciones que debieran
prescribirse constitucionalmente y que al no ser previstas, se lo hace por leyes, por
decretos, o sencillamente no se lo hace por ninguna normativa y funcionan porque
funcionan, justificándose por obra y arte del remanido dicho “...y estamos en la
Argentina”. Es como que estas cosas están internalizadas en nuestras mentalidades
e incluso en nuestras creencias.
Surge una interpretación propia que amenaza la estrictez de un texto constitucional y otra impropia, de extensión más generosa, dando rienda suelta a una opinión
integradora, extensiva que no tiene solamente en cuenta el texto literal sino también
el espíritu del constituyente, las otras normas constitucionales –y su correspondiente
aplicación– los antecedentes y por qué no, abrir la ventana a otras constituciones
provinciales a modo comparativo, incluso el cotejo doctrinario y legal del sistema
que rige a los otros referentes del sistema político que ejercen funciones ejecutivas
como lo son el Presidente y los Intendentes.
Porque en definitiva ¿qué es lo que el constituyente no ha considerado conveniente sobre las reelecciones de los gobernadores o la del propio Presidente de la
Nación? Que estos no estén en el ejercicio del poder político y en un mismo cargo
–o bien en uno u otro cargo sucediéndose electivamente en forma recíproca– por más
de ocho (8) años. Es decir lo suficiente para realizar un programa y plan de gobierno
como se ha debatido en la Convención Constituyente Provincial de 1994. Ese ha
sido el juicio de valor –trascendente al orden jurídico positivo–, prejurídico, ético,
cultural e incluso ideológico del propio legislador forjándole una posición peculiar a
un respecto. Este es el mensaje subliminal que puede intuirse en la letra de la Constitución, de la propia bonaerense y de las provincias de nuestra inmensa geografía
que han contemplado esta “no re-reelección” si se nos permite el vocablo.
Y aquí cuando analizamos el caso concreto del Gobernador Solá no se da exactamente esa situación si el mismo es reelecto; en otras palabras no se da en forma
completa, porque lo que la voluntad prohibitiva o limitativa del constituyente recién
se haría carne cuando Solá cumpla ocho (8) años como Gobernador, es decir los
dos primeros años de un nuevo mandato, si se entiende que el año y más de medio
que completó corresponden al mandato del entonces renunciante Ruckauf. Ello en
el hipotético caso que sean aceptados los menos de dos años como Gobernador y
no como Vicegobernador. Así y todo, muy a nuestro pesar inteligible, la mensura
del tema continúa siendo endeble.
Pero allí resulta medio período de más en cabeza del pretendido Gobernador,
y es eso lo que no se puede prohibir en honor a una praxis interpretativa inteligente
y de “derecho viviente” 49.
49
OrteGa y Gasset, José, citado por Morello, Augusto Mario, “Constitución y Proceso”, Librería
Editora Platense, La Plata, 1998, p. 282.
199
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
Seguimos inquiriéndonos ¿Se puede prohibir de antemano y dos años antes de
que ocurra que el Gobernador cumpla los ocho años en su mandato, interpretando la
Constitución en ese sentido, o lo que sería lo mismo, no permitiéndole ser candidato
a Gobernador por un período entero? Para decirlo de otro modo: ¿La Constitución
debe inteligirse en el sentido restrictivo prohibitivo o en sentido realista contemplando un caso no previsto dejando paso a otra decisión de un órgano público con
competencia legislativa o judicial que interprete heterónomamente a la propia
constitución, aceptando incluso que se trata de una interpretación impropia?
Realmente estamos en un aprieto y en esta situación hay que decidirse doctrinariamente por sí o por no, o bien, cosa que escogemos en este libelo, describir –a
modo enunciativo pero con una aproximación bastante a lo taxativo– los caminos
que tiene el gobierno provincial para resolver la cuestión del “caso Solá”.
El principio de igualdad ante la ley –dice Hans Kelsen en su libro La Justicia50–, no significa otra cosa sino que los órganos encargados de la aplicación del
derecho no han de hacer distinción alguna que no esté estipulada por el derecho
a aplicar. Ello se encuentra debidamente garantizado por nuestra Constitución al
ingresar ratificando el sistema del Pacto de San José de Costa Rica, sobre derechos
políticos en su artículo 2351.
No perdamos de vista que cualquier ciudadano goza de derechos públicos subjetivos, y prohibirlos significa una injusticia susceptible de acción y proceso judicial
del que la sufra, asumiendo una doble base de sustentación jurídico constitucional
en los artículos 19 del texto nacional y 25 del texto provincial. Nos referimos al
principio de legalidad. Tampoco obviemos so pena de flagrante discriminación que
50
Kelsen, Hans, “La Justicia”, Editorial Leviatán.
Derechos Políticos 1. Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades. a) de
participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente
elegidos; b) de votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio universal
e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores, y c) de tener
acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su país. 2. La ley puede reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunidades a que se refiere el inciso anterior, exclusivamente por
razones de edad, nacionalidad, residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental, o condena, por
juez competente, en proceso penal.
Nuestra Corte Nacional ha establecido que “igualdad ante la ley, tanto quiere decir como deber ser, igual la
ley para los iguales en iguales circunstancias (Fallos: 200-428; 294-83), ya que "el criterio de las semejanzas
y las diferencias de las circunstancias y de las condiciones, cuando se aplica a los hechos que son objeto de
examen en cada caso particular, se convierte en un medio eficaz y seguro para definir y precisar el contenido
real de la garantía de la igualdad" (Fallos: 149-217). De allí que "la igualdad ante la ley, consiste en que
no se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que se concede a otros en iguales
circunstancias" (Fallos: 16-118; 155-96; 286-97), por lo que, su doctrina judicial reiterada hasta nuestros
días, (Fallos: 321-2181 y 2353) puede reseñarse diciendo: "El ordenamiento jurídico debe establecer las
lógicas distinciones y clasificaciones que la discreción y sabiduría les inspire, y que se basen en objetivas
razones de diferenciación. Las clasificaciones o agrupamientos en categorías, no deben ser arbitrarias; ni
importar ilegítima o injusta persecución o indebido beneficio o privilegio a favor de personas o grupos; ni
deben estar inspiradas en propósito de hostilidad contra determinadas personas, clases o grupos, aunque
su fundamento sea opinable" (Vide Haro, Ricardo, La razonabilidad y las funciones de control, Ius et
Praxis Año 7 No 2: 179 - 186, 2001).
51
200
Ivan Darío Tenaglia
estamos en presencia de una potencial pretensión de un ciudadano con sus derechos
y garantías constitucionales, ¿o ser el actual Gobernador le mengua el vigor de las
normas constitucionales que protegen los derechos individuales?; pareciera ser que
inmanentemente se tuviera un sentimiento de dejar pasar la situación, lo que equivale
a una interpretación negativa, mermando sin duda aquel vetusto pero siempre latente
adagio del cuarto concilio toledano del siglo XV de res sacra hominis52.
En suma, el precedente de la experiencia institucional de los Intendentes debe
ser tomado en cuenta como tal y en dirección una interpretación integradora53 de
constitución bonaerense.
7.1. Resumen de los supuestos contemplados constitucionalmente
En suma, y para decirlo en términos prácticos y sin que ello signifique un
formulismo matemático, podemos significar que lo que la Constitución prescribe
y estatuye es lo siguiente:
-Supuestos no prohibidos
Antecedentes: Ruckauf-Solá. 1999-2003.
Solá-Giannettasio. 2003-2007.
Posibilidad: Solá-“X”. 2007-2011.
Posibilidad: “X”-Solá. 2007-2011.
Tampoco la Constitución Provincial prohíbe que alguien que fuera Gobernador o Vicegobernador, si no hubieran sido reelectos en sus cargos respectivos o se
sucedieron entre ellos recíprocamente, puedan acceder a Vice o a Gobernador con
intervalo de un período legal entre mandato y mandato.
-Supuestos prohibidos
Lo que la Constitución prohibiría, serían las siguientes hipótesis:
Antecedentes 1999-2003: Ruckauf-Solá.
2003-2007: Solá-Ruckauf.
Posibilidad: 2007-2011: Solá-Ruckauf o Ruckauf-Solá.
Otra posibilidad prohibida sería: Una nueva fórmula con Solá en 2011 si
hubiera sido reelecto en 2007.
Difícil sería aventurar cuál podría ser la interpretación final de la Corte Provincial y eventualmente de la Nacional, luego de haber leído y estudiado el interesante trabajo del Dr. Néstor Pedro Sagüés, que en forma obligadamente reiterada
hemos citado en este escrito. Y así dice: “En rigor de verdad, con un catálogo de
52
En el debate de la constituyente se incursionó en la probable proscripción del entonces gobernador Duhalde, vide Honorable Convención Constituyente p. 1842.
53
Goldschmidt Werner entiende que la más importante aportación de Geny al tema de la Interpretación
es su distinción entre interpretación en sentido estricto e integración. Por eso recalca que Geny sostuvo
que si bien la interpretación de una norma debe inspirarse en la voluntad de su autor, si no hallamos norma
alguna, entonces se procederá a la integración y a la creación de una nueva norma que ha de ser justa. 201
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
criterios argumentativos como el señalado, difícilmente puede conjeturarse cuál
es la respuesta medianamente posible que daría una Corte Suprema o un Tribunal
Constitucional a un problema de interpretación constitucional”.
“No obstante, debe alertarse que los criterios interpretativos dispares no son
tan infrecuentes en el mundo de la jurisdicción constitucional, y que el valor seguridad jurídica es muy importante, pero que también hay otros que satisfacer en
el ámbito del derecho”54.
Para cerrar este punto, la Constitución, su texto, no perece ni se fractura porque
se suscite una interpretación de lo que ella no tiene previsión pudiendo haberla
tenido, y siempre que no se violen sus principios.
7.2. Enunciación de otro camino y texto posibles
Como precedente tengamos a nuestra vista el texto de la Ley Nacional de
acefalía que avanza en interpretar el artículo 90 de la Constitución federal –semejante a nuestra bonaerense y sobre la imposibilidad de reelecciones– al extraer la
prohibición a que están sometidos el Presidente y Vicepresidente. Recordemos lo
que dice el artículo 90 de la constitución federal: “ El presidente y vicepresidente
duran en sus funciones el término de cuatro años y podrán ser reelegidos o sucederse
recíprocamente por un solo período consecutivo. Si han sido reelectos o se han
sucedido recíprocamente no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos,
sino con el intervalo de un período”. Y la ley precitada55, en directa reglamentación
de aquélla determina: “El funcionario que ha de ejercer el Poder Ejecutivo en los
casos del artículo 1° de esta ley actuará con el título que le confiere el cargo que
ocupa, con el agregado “en ejercicio del Poder Ejecutivo”.
Y agrega –en su artículo 4º–: La determinación recaerá en un funcionario
que reúna los requisitos del artículo 89 de la Constitución Nacional, y desempeñe
alguno de los siguientes mandatos populares electivos: Senador Nacional, Diputado
Nacional o Gobernador de Provincia. En caso de existir Presidente y Vicepresidente
de la Nación electos, éstos asumirán los cargos acéfalos. El tiempo transcurrido
desde la asunción prevista en este artículo hasta la iniciación del período para el
que hayan sido electos, no será considerado a los efectos de la prohibición prevista
en el último párrafo del artículo 90 de la Constitución Nacional.
Para el caso del artículo 4° el funcionario designado para ejercer la Presidencia
de la Nación o el Presidente y Vicepresidente electos deberán prestar el juramento
que prescribe el artículo 93 de la Constitución Nacional ante el Congreso y en su
ausencia, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (Texto según ley 25.716
art. 5 B.O:(8-1-03)). Y su Artículo 1º: En caso de acefalía por falta de Presidente y
54
55
Vide op. y aut. cits.
Ley nacional de acefalía 20972, en su Artículo 6°. Artículo 4º según Ley 25716 art. 4, publicada (B.O:
8-1-03).
202
Ivan Darío Tenaglia
Vicepresidente de la Nación, el Poder Ejecutivo será desempeñado transitoriamente
en primer lugar por el Presidente Provisorio del Senado, en segundo lugar por el
Presidente de la Cámara de Diputados y a falta de éstos, por el Presidente de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, hasta tanto el Congreso reunido en Asamblea,
haga la designación a que se refiere el artículo 88 de la Constitución Nacional.
Del mismo cuño y contenido es la constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en su manda 98 y su ley de acefalía concordante con las ya citadas56.
Pensamos que la propia constitución permite que se redacte un párrafo en la
ley de acefalía provincial (Ley Nº 12086) que contenga, a modo de inclusión de un
tema no previsto y tampoco prohibido (por ende permitido), lo siguiente: “Cuando asumiere un representante popular en reemplazo del Gobernador por acefalía
definitiva o transitoria de éste después de pasada la primera mitad del período
constitucional, se entenderá que ha cumplido ese período del cargo que tuvo origen
por votación popular; y para el supuesto de asumir antes de transcurrida la primera
mitad del mismo período, los que fueren elegidos por el pueblo para gobernador y
vicegobernador y cumplieren hasta que expire su término legal, se entenderá que
han cumplido los períodos constitucionales de Gobernador y Vicegobernador”.
De esa forma se llenaría el “bache”, vacío (o “laguna”) que la propia constitución, para algunos juristas, es de difícil comprensión en la dirección que le estamos
imprimiendo. Pareciera resurgir la tarea del legislador como “señor del Derecho”57,
y por insuficiencia del constituyente sin que fuere menester recurrir a la función
jurisdiccional para dilucidar un posible entuerto.
Creemos que con esto, no se cambia ni la letra ni el espíritu de la constitución, pero si así resultare habremos de apelar a las reformas de las instituciones,
en este caso por la vía de la reforma constitucional, porque “las cosas son como
son hasta que dejan de serlo”58.
56
Ley de acefalía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Nº 305. Artículo 6º: En todos los casos previstos
en esta ley, el ejercicio del Poder Ejecutivo es interino y no se considera mandato a los fines de lo dispuesto
en el primer párrafo del artículo 98 de la Constitución de la Ciudad; en tal sentido, la persona que lo ejerce
actúa con el título que le confiere el cargo que ocupa con el agregado "en ejercicio del Poder Ejecutivo"
y, durante dicho desempeño, goza de licencia en su mandato en la Legislatura.
57
Zagrabelsky, citado por Cánova González, Antonio (Profesor de pregrado y postgrado en las Universidades Católica Andrés Bello y Central de Venezuela, 1997-1999) en ¿Es necesaria la revisión por
el tribunal constitucional de las decisiones judiciales? (un tema pendiente de discusión entre los juristas
iberoamericanos) quien se refiere “a la pérdida por el legislador del título de “señor del Derecho”, que
hasta ahora, en el viejo continente al menos, ostentaba sin discusión, al verse forzado a compartir con los
jueces, quienes siempre habían permanecido sumisos a sus mandatos, la función primordial en el devenir
de la sociedad de pronunciar normas jurídicas”
58
Morello, Augusto Mario, siguiendo una concepción de Heráclito de Efeso, quien apuntó que “lo único
permanente es el cambio”, en Modernización y calidad de las instituciones, Librería Editora Platense, La
Plata, 2004, p.124.
203
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
8. Conclusiones
8.1. Un primer juicio sobre el artículo 123 es que pareciera decir otra cosa a
lo que hemos expuesto si se lo lee y oye en una primera lectura.
8.2. Los constituyentes no se encargaron de explicar en el debate el tema de
las posibles acefalías del Gobernador, más bien se preocuparon por apoyar o refutar
la posible reelección de Duhalde. Ello se hizo intercambiando posiciones políticas
antagónicas nutridas por citas de próceres y líderes políticos, más que en la técnica
constitucional propiamente dicha.
8.3. No puede computársele a Solá, quien ejerció el cargo de menos de dos
años de Gobernador por renuncia del Gobernador anterior, como un mandato completo. Además, creo que no se le pueden ni siquiera hacer valer como dos años de
gobernador, aunque lo hubiere ejercido, pues no fue una situación querida por el
pueblo ni por él mismo aceptar en tan súbitos e inesperados momentos de la realidad
institucional provincial. Además la ciudadanía lo eligió como Vicegobernador y no
como Gobernador, de modo que el estatus de “vice” le deviene legitimado por la
voluntad popular, soberanía en cabeza del pueblo que bien se encarga nuestro texto
magno constitucional provincial de encuadrar enfáticamente al decir que “Todo
poder emana del pueblo...” en su artículo 2º. Ahora, como lo decimos, habiendo
cumplido un deber público patrio, cual es el hacerse cargo, poner el hombro, actuar
como bombero, como más guste llamársele, lo que merecería una ventaja o plus a
favor ¿resulta ser que todo el ordenamiento jurídico se le vuelve en contra? También
el constituyente quiso que si la acefalía era antes de la primera mitad debía legitimarse nuevamente por voluntad popular (art. 126), lo que echa por tierra la idea de
entender el mandato como completo, del “vice” que suple la acefalía.
El razonamiento hermenéutico debe ser justo, debe ser dinámico, debe ser
práctico, pero por sobre todas las cosas debe ser inteligente, sin transgredir los
principios pétreos de la misma constitución. Y aquí de seguro decimos, no hay
violación a ningún mandato constitucional ancestral, ni moderno.
El actual gobernador cumplió sus primeros cuatro años como Vicegobernador
y va a cumplir otros cuatro como gobernador. En el primer período sustituyó al gobernador Ruckauf por su renuncia, pero no porque el pueblo lo hubiera así querido
–principio de soberanía popular– sino por un mecanismo de remedio institucional
que la misma constitución provincial prevé para el mantenimiento normal de las
instituciones democrático constitucionales. Y es a ese principio de la soberanía
popular, al que hay que remitirse.
No puede asimilársele la característica de ser elegido Gobernador en el primer
período porque no lo fue. En otras palabras en lugar de agradecérsele el servicio
prestado por asumir en una situación emergente se le endilga el cumplimiento de
un mandato constitucional como Gobernador. Nadie, ni la propia Constitución al
preverlo, puede con sano principio lógico exigir un plus de voluntad política ins204
Ivan Darío Tenaglia
titucional a un suplente como lo es el Vicegobernador que asume por defecto del
Gobernador, y después extraerle la virtud transitada para revertirla contra su propia
esencia y su legitimación originaria.
Reforzando lo dicho, la propia Constitución determina en su articulado que el
mandato es de cuatro (4) años y que existen dos etapas en que podría dividirse el
mismo, por lo tanto un mandato no puede equivaler a un período. Además de ello,
muchas veces hemos aprendido y enseñado que el vicepresidente de la Nación –para
graficar su función– era un representante popular que estaba esperando en el “banco
de suplentes” como en un partido de fútbol, y aquí rige lo mismo para el caso de la
segunda mitad que complete el período, el titular es titular y el suplente, es suplente.
En otras palabras es adecuado hablar de un cargo originario y otro derivado, de uno
esencial y otro accidental, de uno principal y otro accesorio.
8.4. No ha habido sucesión recíproca con inversión de las fórmulas gubernativas
como lo exige el texto constitucional.
Por lo tanto la situación del Vicegobernador que ejerce el Poder Ejecutivo
Provincial por dimisión del Gobernador, con la posterior presentación (del propio
primer Vicegobernador) y habiendo sido electo Gobernador, no está prevista constitucionalmente, tampoco está negada. La idea de los constituyentes fue prever a
modo de cerrojo que se repitieran más de dos veces las fórmulas aunque fueran
invertidas; cosa que no se da en el asunto meditado.
8.5. Concretamente lo que ha prohibido la Constitución y prohíbe es más de
una reelección de la fórmula aunque estuviera invertida.
La inteligencia de la prohibición sobre la permanencia ininterrumpida en el
poder político a nivel mundial es mensurable por años, y lo que no han querido los
constituyentes es que se estuviera más de ocho (8) años en el cargo de gobernador,
como generalmente lo especifican también la mayoría de las constituciones provinciales. En el caso de Solá, cumpliría esos ocho años recién en los dos primeros
del mandato próximo, y como es una cuestión no inscripta prohibitivamente –ni
tampoco negada en el espíritu de los constituyentes– debe permitírsele. Esta idea
muy a nuestro pesar, y si triunfara la posición de que Solá cumplió esos dos años
imputables al cargo de Gobernador.
8.6. En resumidas cuentas se trata de un artículo (el 123 de la Constitución
Provincial) que no ostenta una redacción prístina, por lo tanto deja lugar a dudas;
pero desde ya esta situación que nos presenta este caso y en cuanto a su dilucidación
es mucho más acorde con los postulados constitucionales que la que otorga la Ley
Orgánica de las Municipalidades vigente a concejales e Intendentes municipales en
texto de franca colisión contra constitutione. Estamos en presencia, una vez más,
en que “la realidad” (del sistema político y sus protagonistas) supera a “la imaginación” (de los constituyentes). Y en esto la interpretación legislativa o judicial de
modo extensivo o analógico con otras instituciones públicas es factible, cuando no
hubiere una regulación específica.
205
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
8.7. La posición contraria para tener éxito debe desbordar el examen puramente
semántico, y no coadyuva a su dirección el propio espíritu de los constituyentes,
menos aún las situaciones análogas. Por donde se mire, en lo restrictivo (literalliteral) o en lo armónico (literal-reenvíos-realidad) del conjunto sistemático de
normas constitucionales conducen a una conclusión favorable.
8.8. Cobra relieve trascendental el artículo 16 del Código Civil argentino
–de aplicación a las normas constitucionales–, porque la fraseología de la norma
es incompleta, porque sus palabras, ni el espíritu de la ley son claros, debemos
“atender a los principios de leyes análogas”. “Y si aún la cuestión fuere dudosa, se
resolverá por los principios generales del derecho, teniendo en consideración las
circunstancias del caso”.
8.9. Lo ideal sería que una Constitución sea lo más perfecta posible, y no
existan hesitaciones que pueden dar lugar al nacimiento de enconos o pasionismos
estériles entre partidos políticos y protagonistas de la actividad política provincial,
pero es el texto que tenemos.
8.10. Es un camino posible la sanción de una ley que de la misma forma que
lo fueron la ley 4687 y el decreto ley 6769/58 –leyes orgánicas de las municipalidades– y a la usanza de la ley de acefalía nacional (art. 4, último párrafo) que pudieron
interpretar la mismísima constitución provincial y nacional respectivamente. ¿Por
qué no puede existir una posibilidad de sancionar una ley que prevea lo que no
está dicho constitucionalmente y quedó demostrado y sugerido por el artículo 126
de la propia constitución: “que si un funcionario gobierna menos de la mitad de un
período no puede computársele un período completo, y a la inversa si lo sobrepasa
debe ser tenido como período completo”?
8.11. Otra vía puede ser la enmienda (siguiendo la normativa constitucional
que prevé, luego de su sanción, un plebiscito ratificatorio tal cual se contempla en
el artículo 207 de la Carta Magna Provincial) de la Constitución en ese artículo para
elucidarlo, o bien convocar a una convención constituyente para su reforma. Más
allá de todo, siempre estará vigente la frase del juez norteamericano Hüghes que
son los jueces los que dicen lo que es y lo que dice la propia Constitución, como
últimos guardianes ejercitando la función de control.
8.12. Una opinión o decisión contraria genera una discriminación negativa
contra el que lo peticione, contrario al espíritu del artículo 16 de la Constitución
Nacional y provincial correspondiente –y su respectiva jurisprudencia– tema tan
importante en una democracia; tanto ello así resulta –aceptando desde ya su carácter
genérico– que en la Carta Constitucional de España de 1837 se expresaba, como
primera proclamación histórica, lo siguiente: "Todos los españoles son admisibles
a los empleos y cargos públicos según sus méritos y capacidad". Esta consigna aun
perdura en la actual Constitución hispana.
8.13. Por lo tanto habrá que estar a lo que se interprete judicialmente, porque si
Solá se presenta nuevamente podría existir una impugnación con mayor posibilidad
206
Ivan Darío Tenaglia
de interpretación favorable (del artículo constitucional 123), que el escenario que
nos presenta el artículo 3 de la Ley Orgánica de las Municipalidades (Decreto-Ley
6769/58) a favor de los Intendentes –y agravado ello por la veda impuesta por los
constituyentes de 1934–. De allí que un texto legal puede ensayarse desde la mira
de precisar si el primero fue o no un mandato completo, a caballo de la experiencia
institucional de los intendentes que, a modo de razonamiento reflejo de abajo hacia
arriba, motiva una práctica por analogía. Aquí, para la sanción de la mentada norma
legal se corre con la ventaja, que los constituyentes de 1994, no previeron la anomalía
institucional que estamos analizando para aplicarla al caso concretamente, y por lo
tanto tampoco la prohibieron. Allí es donde gana vuelo la presente recomendación,
que aparece realizable en honor al Dios mitológico griego Hermes.
9. Colofón
“Luis Jiménez de Asúa, catedrático de Derecho Penal español, comentaba que
en oportunidad de sancionarse la Constitución de la república Española de 1958
en su calidad de constituyente propuso un artículo que fue aprobado por el cuerpo.
Luego de unos días, y en su ausencia, se generó un debate en la Asamblea sobre el
sentido y el alcance del texto propuesto. Ante ello, y no alcanzándose acuerdo, varios
convencionales resolvieron trasladarse hasta el bufete de don Luis para preguntarle
qué había querido decir con el proyecto votado. La respuesta fue tajante: “¡No sé!
Ahí está el artículo y a él deben ustedes remitirse”59.
Interesantes palabras de Kelsen (en op. cit.) nos conllevan a decir o a preguntarnos si esto que observamos como una posibilidad es justicia absoluta. Y desde ya
decimos que no, que no es justicia absoluta porque para ello debiera haber estado
todo escrito constitucionalmente, pero tampoco el hombre puede ser perfecto y
para eso está la integración de lo que el derecho dice o debiera decir cuando se lo
escribió, sancionado leyes. Pero no podemos negar que con lo escrito nos hallamos
en buena compañía, porque constituciones perfectas no hay y que eso es hermoso
sueño de la humanidad. Por eso “debo conformarme con la justicia relativa: tan
sólo puedo decir qué es para mí la justicia”. Por ello debemos conformarnos con
este texto de completividad relativa que es motivo para reavivar una vez más el
debate y hacernos pensar a aquellos que pretendemos hacer un culto de la ciencia
de la libertad que es la democracia y cuyo punto axial es la tolerancia.
Con esto reflexionamos que el espíritu constituyente sirve o vale cuando está
manifiestamente debatido y escrito, sino hay que orientar la interpretación a un
criterio integrador y que no sea ni restrictivo ni extensivo, sino razonable –porque
no olvidemos que la Constitución está por encima de todos pero no para entorpecer
el desarrollo normal de las instituciones democráticas sino para ser permeable a
esos estímulos que a diario nos exigen la libertad y la justicia. Con nuestra opinión
59
Citado por Masnatta, Héctor, en La Reforma de la Constitución, Rubinzal-Culzoni, editores, 1994,
p.19).
207
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
creemos cumplir con la actualización de la norma formal con lo que se materializa
“en lo real”, hacia una orientación de lo que plasma el texto circunscripto.
Desde ya que los gobernantes deben preocuparse por la modificación de las
instituciones en su sentido de organización para mejorar, no sólo en la parte referida
a las cláusulas que estipulen creación o continuación de derechos políticos para los
propios gobernantes –por supuesto evaluando si ello es razonable o conveniente
al interés público–; sino que también lo que más favorezca al pueblo como una
verdadera reforma del estado que tenga como centro al municipio, unidad jurídico
política olvidada en nuestra provincia desde el punto de mira constitucional. Porque
darle valor al municipio no es otra cosa que darle jerarquía al propio pueblo, porque
aquél es una extensión orgánica de éste.
Concretando, una reforma en la propia constitución que abarque todas las
materias posibles y susceptibles de recibir un aggiornamiento, incluida esta interpretación del caso “Solá”, es más que necesaria. Aboguemos todos por una
modernización de las instituciones todas y vivamos los cambios más adaptados a
la voluntad comunitaria.
Para que “caigan los cortinados” antes de la publicación del presente tuve la
oportunidad de leer un diario, lo que me llevó a pensar que el ciudadano de carne y
hueso no debe estar muy preocupado en estos intríngulis de la vida constitucional
argentina, magüer no desconocemos la importancia y relevancia de un texto constitucional como norma rectora de una comunidad organizada. Y volviendo a esa
lectura del diario, en su última página pude observar estas importantes apreciaciones
en un pequeño espacio para el humor: “Ciertos humanos están preocupados por la
posible extinción de las ballenas; y la pobre ballena está preocupada por la muy
posible extinción del humano por el humano”60
60
Diario Página 12, 6 de septiembre de 2006, p. 36. La frase pertenece a Miguel Rep.
208
Ivan Darío Tenaglia
APÉNDICE
CONSTITUCIÓN DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
PARTE PERTINENTE
SECCIÓN QUINTA
PODER EJECUTIVO
CAPÍTULO I
DE SU NATURALEZA Y DURACIÓN
Artículo 119.- El Poder Ejecutivo de la Provincia será desempeñado por un
ciudadano, con el titulo de Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.
Artículo 120.- Al mismo tiempo y por el mismo período que se elija Gobernador, será elegido un Vicegobernador.
Artículo 121.- Para ser elegido Gobernador o Vicegobernador, se requiere:
1°.- Haber nacido en territorio argentino o ser hijo de ciudadano nativo, si
hubiese nacido en país extranjero.
2°.-Tener treinta años de edad.
3°.-Cinco años de domicilio en la Provincia con ejercicio de ciudadanía no
interrumpida, si no hubiese nacido en ella.
Artículo 122.- El Gobernador y el Vicegobernador durarán cuatro años en
el ejercicio de sus funciones, y cesarán en ellas en el mismo día en que expire el
período legal, sin que evento alguno pueda motivar su prorrogación por un día más,
ni tampoco que se les complete mas tarde.
Artículo 123.- El Gobernador y el Vicegobernador pueden ser reelectos o
sucederse recíprocamente, por un nuevo período. Si han sido reelectos o se han
sucedido recíprocamente, no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos,
sino con intervalo de un período.
Artículo 124.- En caso de muerte, destitución, renuncia, enfermedad, suspensión o ausencia del Gobernador, las funciones del Poder Ejecutivo serán desempeñadas por el Vicegobernador, por todo el resto del período legal, en los tres primeros
casos, o hasta que haya cesado la inhabilidad temporaria, en los tres últimos.
Artículo 125.- Si la inhabilidad temporaria afectase simultáneamente al Gobernador y al Vicegobernador, el Vicepresidente primero del Senado se hará cargo
del Poder Ejecutivo, hasta que aquella cese en uno de ellos. Dicho funcionario
también se hará cargo del Poder Ejecutivo, cuando en el momento de producirse
la enfermedad, suspensión o ausencia del Gobernador, no exista Vicegobernador,
o cuando al producirse la muerte, destitución o renuncia del Gobernador, el Vicegobernador estuviera afectado de inhabilidad temporaria, o cuando la inhabilidad
209
Interpretación del artículo 123 de la Constitución ...
temporaria, afectase al Vicegobernador en ejercicio definitivo de las funciones de
Gobernador.
Artículo 126.- En el caso de muerte, destitución o renuncia del Gobernador,
cuando no exista Vicegobernador o del Vicegobernador que hubiese asumido definitivamente las funciones de Gobernador, el Poder Ejecutivo, será desempeñado por
el Vicepresidente primero del Senado, pero dentro de los treinta días de producida
la vacante se reunirá la Asamblea Legislativa y designará de su seno un Gobernador
interino, quien se hará cargo inmediatamente del Poder Ejecutivo.
El Gobernador interino deberá reunir las condiciones establecidas en el artículo
121 y durará en sus funciones hasta que asuma el nuevo Gobernador.
Si la vacante tuviere lugar en la primera mitad del período en ejercicio se procederá a elegir Gobernador y Vicegobernador en la primera elección de renovación
de la Legislatura que se realice, quienes completaran el período constitucional
correspondiente a los mandatarios reemplazados.
El Gobernador y el Vicegobernador electos tomarán posesión de sus cargos
el primer día hábil posterior a la integración de las Cámaras con la incorporación
de los legisladores electos en la misma elección.
Artículo 127.- Si la acefalía se produjese por muerte, destitución o renuncia del
Gobernador interino, se procederá como ha sido previsto en el artículo anterior.
Artículo 128.- En los mismos casos en que el Vicegobernador reemplaza al
Gobernador, el Vicepresidente del Senado reemplaza al Vicegobernador.
Artículo 129.- La Legislatura dictará una ley que determine el funcionario que
deberá desempeñar el cargo provisoriamente para los casos en que el Gobernador,
Vicegobernador y Vicepresidente del Senado no pudiesen desempeñar las funciones
del Poder Ejecutivo.
Artículo 130 .- El Gobernador y el Vicegobernador en ejercicio de sus funciones, residirán en la Capital de la Provincia y no podrán ausentarse del territorio
provincial por más de treinta días sin autorización legislativa.
Artículo 131.- En el receso de las Cámaras sólo podrán ausentarse por un
motivo urgente de interés público y por el tiempo indispensable, dando cuenta a
aquellas oportunamente.
Artículo 132.- Al tomar posesión del cargo, el Gobernador y el Vicegobernador
prestarán juramento ante el Presidente de la Asamblea Legislativa en los términos
siguientes: "Juro por Dios y por la Patria y sobre estos Santos Evangelios, observar y hacer observar la Constitución de la Provincia, desempeñando con lealtad y
honradez el cargo de Gobernador (o Vicegobernador). Si así no lo hiciere, Dios y
la Patria me lo demanden".
Artículo 133.- El Gobernador y el Vicegobernador gozan del sueldo que la ley
determine, no pudiendo ser alterado en el periodo de sus nombramientos. Durante
éste no podrán ejercer otro empleo ni recibir otro emolumento de la Nación o de
la Provincia.
210
Ivan Darío Tenaglia
CAPÍTULO II
ELECCIÓN DE GOBERNADOR Y VICEGOBERNADOR
Artículo 134.- La elección de Gobernador y Vicegobernador será hecha directamente por el pueblo, por simple mayoría de votos; cada elector votará el nombre
de un ciudadano para Gobernador y el de otro ciudadano para Vicegobernador.
Artículo 135.- La elección tendrá lugar conjuntamente con la de senadores y
diputados del año que corresponda.
Artículo 136.- La Junta Electoral practicará el escrutinio y remitirá constancia
del mismo al Gobernador de la Provincia y al Presidente de la Asamblea Legislativa.
Artículo 137.- Una vez que el Presidente de la Asamblea Legislativa haya
recibido comunicación del escrutinio, convocará a la Asamblea con tres días de
anticipación, a fin de que este Cuerpo tome conocimiento del resultado y proclame y
diplome a los ciudadanos que hayan sido elegidos Gobernador y Vicegobernador.
En caso de empate, la Asamblea resolverá por mayoría absoluta de votos cual
de los ciudadanos que hayan empatado debe desempeñar el cargo. Esta sesión de
Asamblea no podrá levantarse hasta no haber terminado su cometido.
Artículo 138.- El Presidente de la Asamblea Legislativa comunicará el resultado de la sesión a que se refiere el artículo anterior, a los ciudadanos electos y al
Gobernador de la Provincia.
Artículo 139.- Los ciudadanos que resulten electos Gobernador y Vicegobernador, deberán comunicar al Presidente de la Asamblea Legislativa y al Gobernador
de la Provincia, la aceptación del cargo dentro de los cinco días siguientes a aquél
en que les fue comunicado su nombramiento.
Artículo 140.- Aceptado que sea el cargo de Gobernador y Vicegobernador por
los ciudadanos que hayan resultado electos, el Presidente de la Asamblea Legislativa
fijará y les comunicará la hora en que habrán de presentarse a prestar juramento el
primer día hábil posterior a la integración de las Cámaras. Igual comunicación se
hará al Gobernador de la Provincia.
Artículo 141.- Corresponde a la Asamblea Legislativa conocer en las renuncias
del Gobernador y Vicegobernador electos.
Artículo 142.- Aceptadas que sean las renuncias del Gobernador y Vicegobernador electos, se reunirá la Asamblea Legislativa y designará Gobernador interino en
las condiciones y por el tiempo establecido en el Artículo 126. Pero si sólo hubiese
sido aceptada la renuncia del Gobernador electo o del Vicegobernador electo, aquel
de los dos que no hubiese renunciado, o cuya renuncia no hubiese sido aceptada,
prestara juramento y se hará cargo del Poder Ejecutivo, sin que se proceda a realizar
una nueva elección.
Artículo 143.- Una vez aceptado el cargo, el Gobernador y Vicegobernador
electos gozarán de las mismas inmunidades personales de los senadores y diputados.
211
212
SOBRE LA POTESTAD CONSTITUCIONAL DE SELECCIÓN
DEL CONSEJO DE LA MAGISTATURA DE LA PROVINCIA
DE BUENOS AIRES
Luis Alberto Salessi*
Con relación a la elección de los miembros del Poder Judicial, el artículo 175
de la Constitución provincial establece a la letra que “Será función indelegable del
Consejo de la Magistratura seleccionar los postulantes mediante procedimientos
que garanticen adecuada publicidad y criterios objetivos predeterminados de evaluación”.
Esta atribución constitucional, esta competencia, esta medida de poder, esta
facultad exclusiva y excluyente, esta potestad; ha sido entendida en forma dispar
por el poder judicial provincial, llamado a juzgar en distintas causas originadas
por concursantes que se han agraviado de la selección efectuada por el Consejo (v.
Causas B. 59.168; 26.241; 60.921; 60.418, etc. de la SCJBA y 6656; 3281; 11.231,
etc., del Juz. Cont. Adm. Nº 1 de esta ciudad).
La síntesis del tema es la siguiente: ¿debe, el Consejo, además de cumplir
los actos establecidos por la constitución, la ley y el reglamento, “fundar” el acto
de la terna? Esto es, ¿debe decir, explicar, por qué elige a quienes terna? O lo que
es igual, ¿debe decir por qué motivos los prefiere a los demás postulantes que se
encuentran en iguales condiciones, en cuanto pueden ser ternados?
Desde el punto de vista conceptual, es evidente que no es lo mismo reseñar
los actos cumplidos, que fundar una elección. Esto está fuera de duda. Lo que se
controvierte es qué conclusiones se extraen de esta circunstancia.
Una aproximación poco cautelosa al tema induce al error de suponer que la
respuesta está contenida en la pregunta misma, de tal modo, que se concluye en exigir
una fundamentación que en el acto de emitir la terna, está formalmente ausente.
*
Miembro del Instituto de Derecho Constitucional.del CALP.
213
SOBRE LA POTESTAD CONSTITUCIONAL DE SELECCIÓN DEL CONSEJO...
Propongo, pues, un enfoque que permita superar lo académico y formal para
recobrar la sustancia que dimana de la Constitución.
No me parece que pueda haber una gran discrepancia respecto de que los
textos a los que me he referido son sumamente preceptivos, en cuanto indican a los
Consejeros qué deben hacer para incluir a un candidato en una terna.
La integración del Consejo y la obligatoriedad del cumplimiento de ciertos
requisitos son, pues, el avance constitucional sustancial, en tanto se ha quitado la
competencia –siempre entendida como una medida de poder- al Poder Ejecutivo
y se la ha acordado al Consejo de la Magistratura, en cuanto a la selección de los
jueces. Este desplazamiento es parcial, porque el Consejo formula una terna y el
Poder Ejecutivo selecciona de ella a quien habrá de proponer para el pertinente y
necesario acuerdo del Senado.
No existe una exigencia normativa de una “fundamentación” adicional para
la selección. O dicho de otro modo: la tal “fundamentación” no está, en el caso
concreto, exigida ni por la constitución, ni por la ley, ni por el reglamento.
Esta especificidad de las normas que crean y regulan el funcionamiento del
Consejo, desplaza la norma genérica del derecho administrativo que exige la fundamentación de los actos de ese carácter.
Es el caso que ha receptado la Corte Suprema con relación al Organo colegiado universitario (conf. C.S.J.N. sentencia del 16 de noviembre de 2004 recaída
en autos “Dr. Caiella interpone rec. directo art. 32 ley 24.521 c/ resolución del H.
Cons. Sup. de la U.N.L.P.), en tanto, en el caso del Consejo, el voto que se emite
“eligiendo” a un candidato entre otros, se autosostiene o autofundamenta o lleva
el fundamento ínsito, en el acto mismo de elegir.
Pero todo indica que es necesario, aún, un mayor esclarecimiento del tema
para que pueda ser debida y adecuadamente aprehendido.
En cumplimiento de ese objetivo, señalemos, que una vez que se ha atribuido
por la Constitución una facultad “política” a un Organo, como lo es la de elegir
a los jueces, la revisión judicial queda limitada al mero control de legitimidad. O
dicho de otro modo: si se ha cumplido con las exigencias formalmente impuestas
por el orden legal, no es posible que el Juez supla al Consejo en la elección de los
candidatos.
Pero existe una tendencia a suponer que la elección puede ser equivocada. Y
siendo ello así, esta misma suposición, que, me apresuro a señalar, no es la acertada,
lleva a reclamar la corrección judicial del error.
Digo que no es acertado suponer que “alguien” pueda decirle a los consejeros
cuándo se equivocan en la selección de un juez y cuándo no; cuándo aciertan y
cuando no lo hacen.
El deslizamiento al error se produce como consecuencia de suponer que la
elección de los jueces debe o puede hacerse con un criterio de sumas y restas: he
rendido el mejor examen; poseo la mayor antigüedad; he publicado más que ninguno;
214
Luis Alberto Salessi
los demás tienen menos antecedentes académicos; nadie se ha destacado tanto en
la defensa de los derechos humanos; soy el mejor.
Si se comprendiese que la elección se realiza entre iguales, entre pares, todos
en condiciones de ser elegidos, muchos pleitos se ahorrarían.
Y admitiendo que quienes llegan a la instancia de ser ternados, todos ellos,
tienen las condiciones necesarias para serlo, no se entiende que pueda o deba fundamentarse por qué se prefiere a tres.
Tratándose de mujeres lindas y hombres guapos, ¿por qué ella prefiere a éste
y él prefiere a aquélla?
¿Qué es más importante, treinta años de ejercicio libre de la profesión de
abogado o treinta años de carrera judicial?
¿Es preferible el académico a quien se ha dedicado de lleno y solamente al
ejercicio de la profesión?
En fin y para no aburrirlos, los jueces a sus sentencias y los consejeros a sus
elecciones.
215
216
BUENAS RAZONES PARA LEER UN RECIENTE CASO DE
LA CORTE NORTEAMERICANA SOBRE LIBERTAD DE
CREENCIA
Miguel Ángel Benedetti*
SUMARIO: 1. Prefacio. 2. Marco normativo constitucional y legal. 3. Ámbito jurisprudencial.
4. Uso práctico y teórico de los derechos.
1. Prefacio
Este mero prefacio intenta sugerir algunas razones contextuales y comparativas
para la lectura del fallo de la Suprema Corte de EE.UU. del 21 de febrero de 2006
(en adelante: caso “UDV”) que a continuación es reseñado y luego traducido del
inglés al español por María Jimena Sáenz.
Va de suyo, que el tinte de fugaz actualidad del mentado caso impide predecir
si hará época. En todo caso, ese no es el objetivo que nos hubimos planteado desde
el Instituto de Derecho Constitucional (CALP) en cuyo ámbito ya hubo sido analizado. Simplemente, nos parece que invita a reflexionar sobre diferentes aspectos
constitucionales que comprometen el debate democrático robusto y desinhibido, a
partir de una singular cuestión fáctico-jurídica que involucra a un discreto grupo
que se alinea en lo que se conoce como “Nuevos Movimientos Religiosos”.
* Director del Instituto de Derecho Constitucional del CALP
Abreviatura del subrayado de su carátula completa: “Attonery Gonzalez et al vs. O Centro Espirita Benficente Uniao Do Vegetal”. Su cita provisoria: 546 US. (2006).
La autora es miembro del Instituto de Derecho Constitucional (CALP).
El material que ahora se publica exterioriza la producción del inicio de una línea de investigación del
Instituto durante el año 2006 en torno al test estricto de constitucionalidad, habiendo servido de base a un
alentador debate habido en la Reunión “semi-ampliada” del jueves 27 de abril de 2006.
Para esta categorización (sustituta de la estigmatizante “secta”), véase: CAROZZI, María Julia. “Tendencias
217
BUENAS RAZONES PARA LEER UN RECIENTE CASO DE LA CORTE...
A primera vista, se confirma lo que dijera un influyente autor en el sentido
que hasta un de “problema mínimo, en apariencia” pueden aflorar importantes
cuestiones “de teoría general de derecho y de la ciencia política”. Sin embargo,
para nuestra presente realidad, ese minimalismo es más aparente que real en este
fallo extranjero. En efecto, aunque la causa solo involucre a escasos miembros de
un lejano e insular movimiento religioso, no se trata de un “problema” alejado ni
pequeño. Desde la vuelta a la democracia a la fecha se ha visibilizado en Argentina
una rica diversidad religiosa, no sólo a partir de la registración de “900” grupos
religiosos minoritarios, sino también ante varias y extendidas manifestaciones de
“religiosidad popular”.
Sin perjuicio de ello, es indudable que estamos en presencia de un caso de
relevancia constitucional, portador de significativas precisiones hacia el interior de
temáticas clásicas (sustantivas y procedimentales), por momentos, un tanto novedosos para nuestro medio. En efecto, en el caso “UDV” –al través de su literalidad
y especialmente del trabajo que aquí se prologa- se vuelve a plantear la central
cuestión del control de constitucionalidad en su trascendente modalidad estricta
por oposición al más tradicional y flexible; la técnica del abandono del precedente
y su restablecimiento por medio una infrecuente ley regulatoria de aquel control
más exigente, hasta la confianza y legitimidad del actuar de un tribunal supremo.
Entrelazado con todo ello, se plantea el impacto negativo que puede provocar en
materia de derechos humanos una regulación estatal aparentemente neutral, lo cual
nos instala en la sustancial temática del alcance del derecho que aquí catalogamos
comprensivamente como “libertad de creencia”. A su turno, la peculiaridad que
muestra ese clásico derecho en el caso “UDV” es que se cruza con la prohibición
de un estupefaciente como la ayahuasca (en el caso, mencionada como hoasca)
- sustancia elaborada en base a plantas que sólo florecen en la Amazonia y de uso
ancestral por varios pueblos indígenas- atento que es utilizada con fines rituales
en el estudio de los nuevos movimientos religiosos en América Latina: Los últimos 20 años”, en Sociedad
y Religión, 1993, 10: 3-23.
LINARES, Juan Francisco. Razonabilidad de las leyes. El ´debido proceso´ como garantía innominada
en la Constitución Argentinas. Astrea de R.Depalma y Hnos., Buenos Aires, 2ª actualizada, 1970, p.4.
Recuérdese que esa tesis doctoral comienza con un estudio comparado del derecho estadounidense.
Véase diario Clarín, domingo 23/04/06, “Informe Especial” sobre “La fe de los argentinos” (pp.32/35).
Existen estudios empíricos sobre esta cuestión en Argentina: FRIGERIO,Alejandro. ´La invasión de las
sectas´: El debate sobre Nuevos Movimientos Religiosos en los medios de comunicación en Argentina”,
en Sociedad y Religión, 1993, 10: 24-55. FRIGERIO,Alejandro (compilador). El pentecostalismo en la
Argentina. Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1994.
Para quien se interese por esta cuestión, véase: FORNI,Floreal. “Reflexión sociológica sobre el tema de
la religiosidad popular”, en Sociedad y Religión, 1986, 3: 4-24; SERMAN,Pablo. “El pentecostalismo y
la religiosidad de los sectores populares”, en SVAMPA,Maristella (ed.). Desde abajo: La transformación
de las identidades sociales. Biblos, Buenos Aires, 2000, pp. 155-180.
Para información sobre la ayahuasca -término quechua que significa “soga del ahorcado” o “enredadera
del alma”- como bebida sagrada embriagante en sus muchos aspectos (geográficos, históricos, botánicos,
médicos, rituales, míticos, étnicos) véase el importante libro de etnobotánica de SCHULTES,Richard
218
Miguel Ángel Benedetti
y ceremoniales por un reducido grupo religiosos oriundo de aquellas comarcas y
emigrado a los EE.UU., precisamente cuando éste se encuentra en una cruzada
–entre otras- contra las drogas.
Señalado lo anterior, permítasenos sistematizar algunas razones preliminares
para leer tanto las anotaciones especiales al caso “UDV” como su traducción.
Así, desde una perspectiva contextual-comparativa con clivaje en nuestro aquí y
ahora, proponemos ordenarlas en tres niveles distintos e interrelacionados: marco
normativo constitucional y legal (2); ámbito estrictamente jurisprudencial (3); uso
práctico y teórico de los derechos (4).
2. Marco normativo constitucional y legal
Siendo bien conocida la gran diferencia en materia religiosa entre la Constitución de Filadelfia y la nuestra, no es difícil concluir que la llamada free exercise
clause de la 1ª Enmienda -que se interpreta en el caso “UDV”- no otorga mayor
protección que la conferida por nuestro bloque de constitucionalidad a la libertad
de creencia10. En tal sentido, si podemos hablar de semejanzas supremas -aún
cuando cada sistema constitucional ostente distinta técnica normativa- es por demás aprovechable el razonamiento contenido en el foráneo asunto11. En el punto
3 volvemos sobre esto.
En cambio, a nivel infraconstitucional surgen notorias y disvaliosas diferencias para dicha libertad en Argentina. Incomparablemente más protectoria resulta
la novedosa norma federal norteamericana sobre cultos que se aplica en el caso
Evans-HOFMANN,Albert. Plantas de los Dioses. Orígenes del uso de los alucinógenos. Fondo de Cultura
Económica, México, 1993, Cap. “Banisteriopsis Ayahuasca”, pp.120-127. Se agradece la contribución de
esta bibliografía especial a Javier M.Percow, ex Director del Área Académica del Colegio de Abogados
La Plata, en ocasión de participar en la discusión de la reunión del Instituto referida en nota 2.
Basta recordar las supervivencias en nuestro texto constitucional actual de cierta preferencia por el “culto
Católico Apostólico Romano” (art. 2) o la mención de la “Santa Sede” (art. 75,inc.22,párr.1ª,parte 1ª in
fine), no obstante las varias modificaciones en la materia producidos por la reforma constitucional de
1994: eliminación de la inadmisible “conversión de ellos (indios) al catolicismo” y del recaudo para ser
Presidente y Vice de pertenecer a esa “comunión” como la modificación de la única fórmula de juramento
para ocupar esos cargos y las supresiones de cláusulas sobre patronato.
10
Utilizamos esta comprensiva denominación para incluir la tradicional “libertad de cultos” receptada en
los arts.14 y 20 del texto histórico constitucional, con más las variadas fórmulas utilizadas por ciertos
instrumentos de derechos humanos con rango constitucional desde la reforma de 1994: “libertad de
conciencia y de religión” (art.12 CADH), “libertad de pensamiento, de conciencia y de religión” (arts.18
DUDH y PIDCyP), “derecho de libertad religiosa y de culto” (art.III DADyDH); más la obligación estatal
genérica de no discriminación “por motivos de religión” (en todos los instrumentos citados salvo en la
DADyDH que dice “credo”). Además de formar parte del “núcleo duro” de derechos (art.27.2 CADH y
art.4.2 PIDCyP), y la protección específica para la “minorías étnicas y religiosas” (art.27 PIDCyP).
11
Parece dar este uso a fallos norteamericanas sobre libertad religiosa, una constitucionalista al analizar
la cuestión de los menonitas en Argentina (GELLI,María Angélica. “El caso de los menonitas: entre el
derecho a la libertad y los deberes del Estado en materia educativa”, en: L.L. t.1998-C, p.1111-1113).
219
BUENAS RAZONES PARA LEER UN RECIENTE CASO DE LA CORTE...
frente a la insostenible sobrevivencia en Argentina de normas supuestamente
reglamentarias de “cultos no católicos” emanadas de la última dictadura militar
y aun vigente en este siglo XXI12. Es demasiado claro para extenderse más sobre
dicha comparación. Mientras tanto, coexistiendo con esa rémora normativa, cabe
computar como positivo algunos avances legislativos argentinos contra discriminaciones “por motivos religiosos”13.
3. Ámbito jurisprudencial
En lo estrictamente judicial, vale destacar que el presente caso emana de una
prestigiosa Corte extranjera en momentos en que se ha planteado su carácter conservador14. Claro que ello no ha impedido que en algunas ocasiones haya desplegado
un rol protectorio frente al avasallamiento de ciertos derechos15. Por nuestra parte,
pensamos que el caso “UDV” es uno de estos últimos, con el agregado que es redactado por el flamante Chief Justice of the United States, John Roberts, reemplazante
del fallecido Rehnquist.
En este punto es pertinente recordar la irrefutable constatación de que los
fallos de esa Supreme Court, desde antiguo, vienen siendo un canon interpretativo
para nuestro máximo tribunal rioplatense.16 Contra cualquier apariencia, no se está
insinuando ni la conveniencia ni la necesidad de abrevar en las fuentes de los antecedentes jurisprudenciales norteamericanos sobre el punto (por otra parte, tan bien
reseñados en el trabajo que aquí se prologa). Mucho menos, que se deba copiarlo
o imitarlo en provecho del supuesto prestigio autoritativo de aquella Corte. Las
12
La “ley” de facto nº 21.745 (ADLA, Tº XXXVIII-A, p.85) que crea el Registro de Cultos no-católicos
(B.O. 15/11/78); y el “Decreto” de facto nº 2037/79 (ADLA, Tº XXXIX-C, p.2570) que reglamenta a
aquella (B.O. 04/09/79).
13
La Ley nº23.592 de 1988 (L.A. tº 1988-C, p.3136); en esta línea puede incluirse la inclusión de días no
laborales para quienes profesen “la religión judía” (Ley nº24.571 de 1995 –L.A. Tº 1995-C, p.3138- modificada por Ley nº 26.089 de 2006) o “la religión musulmana” (Ley nº 24.757 de 1996, B.O. 2/1/97).
14
Véase el erudito y reflexivo trabajo de GARGARELLA, Roberto. “¿Una contrarrevolución exitosa?
18 años de la Corte de Rehnquist” (J.A. tº 2004-IV, p.909). Como muestra recuérdese el criticable voto
mayoritario redactado por Rehnquist en el caso Estados Unidos v. Humberto Alvarez Machain de 1992
(su texto traducido y comentado al pie por varios autores argentinos en: E.D. tº 148, p.155/195).
15
I.e.: Texas v. Johnson -491 US. 397 (1989)- y Hustler Magazine v. Falwell -485 US.46 (1988)- ambos
citados por Gargarella (Ob.cit., p.915)-; el caso Hustler también se cita en Consid.3º de la disidencia de
E. Petracchi en el caso Cancela v. Artear de 1998 (Fallos: 321: 2637, p. 2657).
16
“…sin caer por esto dentro de la clásica polémica entre Alberdi y Sarmiento acerca del valor o la obligatoriedad de la doctrina y la jurisprudencia de aquel país …, no sería empero prudente subestimar los
valiosos elementos de interpretación y aplicación que allí sirvieron para aquilatar el alcance de los preceptos
constitucionales relacionados … esta Corte Suprema tiene dicho en cuanto a la importancia y practicidad
de la doctrina y la jurisprudencia norteamericana, que ´…podemos y debemos utilizar en todo aquello
que no hayamos querido alterar por disposiciones peculiares´(Fallos: 19:231)…” (voto mayoritario en
caso Merck Química Argentina de 1948. Fallos: 211:193).
220
Miguel Ángel Benedetti
lecturas que se sugieren, como dijimos, solo procuran enriquecer y reactualizar la
reflexión sobre los específicos tópicos. Invitar a “leer” no necesariamente implica
su aplicación in situ.
Aclarado ello, si del caso “UDV” pasamos al plano de nuestra jurisprudencia
constitucional, sin intentar trazar un paralelismo específico entre ambas Cortes,
no es demasiado alentadora la protección dispensada a los grupos religiosos de
connotaciones insulares en nuestro país. Al respecto, podemos decir que estamos
en presencia de una “inadecuada jurisprudencia federal argentina”17, atento algunos fallos donde estuvieron involucradas creencias no católicas18. Frente a esa
constatación vernácula, otra es la evaluación al tratarse de cuestiones vinculadas
al catolicismo19. Para morigerar esta demasiado simplista divisoria de aguas jurisprudencial, es oportuno destacar los valiosos votos vertidos en materia de creencias
por el entonces ministro Enrique S. Petracchi en diversos casos: Sejean (Fallos:
308:2268), Portillo (Fallos: 312:469), y Bahamondez (Fallos: 316:479)20.
4. Uso práctico y teórico de los derechos
Para ir finalizando esta presentación, todavía encontramos plausible las lecturas
del traducido caso UDV y su anotación, si nos animásemos a pensar en alternativos
usos de la mirada constitucional, tanto para los enfoque teóricos como para la práctica postulación ante los tribunales. En otras palabras, se replantea la convicción
de que no hay motivos para subestimar la “polivalencia táctica del razonamiento
jurídico” para utilizar el sugerente subtitulado de una interesante obra21. Como dijimos, en el fallo norteamericano, aparece implicado bajo el blindaje de la preferida
libertad de creencia la aparentemente alejada temática del uso de estupefacientes
17
La expresión entrecomillada es usada por la mayoría de la Corte Federal de nota anterior.
En diversas áreas temáticas es clara la desconsideración a esas creencias:
-inscripción en registro de cultos: caso La Misión de la Luz Divina de 1978 (Fallos: 300:1263);
-expulsión de extranjeros: caso Carrizo Coito de 1980 (Fallos: 302:604).
-objeción de conciencia: caso Lopardo de 1982 (Fallos: 304:1524).
19
En especial, se observa en el área matrimonial: casos Presbítero Correa de 1893 (Fallos: 53:188), Dillon de
Carbonell de 1982 (Fallos: 304: 1139), Rybar de 1992 (Fallos: 315:1294). En forma aislada, el catolicismo
se presentó en el área del derecho del réplica: caso Ekmedkjian de 1992 (Fallos: 315:1492).
20
En el primer caso de 1986, según su voto; en el segundo de 1989, en voto mayoritario con Carlos S. Fayt
y Jorge A.Bacqué; en el tercer caso de 1993, en voto disidente con Augusto C. Belluscio. Como se observa
en este rápido muestreo, es interesante advertir que a medida que cambia el elenco de la Corte Federal,
su actual Presidente ha mantenido una misma línea decisoria en lo religioso-constitucional.
21
TRAZEGNIES GRANDA, Fernando de. Ciriaco de Urtecho: Litigante por amor. Reflexiones sobre la
polivalencia táctica del razonamiento jurídico. Pontifica Universidad Católica del Perú, Lima, 1989. Allí
se revela un sorprendente expediente de victoriosa manumisión a fines del siglo XVIII en Perú colonial,
donde un criollo de pocos recursos solicita a un juez colonial la emancipación de una esclava negra, propiedad de un rico mercader, con el único argumento que podía ser escuchado en esa época: estar unido a
esa esclava por el vínculo del sagrado matrimonio y que de no hacerse lugar a su petición, se dificultaría
su vida con su esposa.
18
221
BUENAS RAZONES PARA LEER UN RECIENTE CASO DE LA CORTE...
prohibidos en intersección con ancestrales costumbres de indígenas amazónicos.
Ante esta polifacética cadena de temas tan diversos -sólo a título ejemplificativo
del uso polivalente de los derechos- bien se puede pensar –y actuar- a través del
prisma del derecho de creencia –tan propio del constitucionalismo clásico- para
resolver complejas cuestiones que afectan a “los pueblos indígenas argentinos22”,
sin perjuicio de su protección por vía de los recientemente reconocidos derechos
colectivos especiales y preexistentes. Los unos no excluyen a lo otro; al contrario,
suman, complementan, refuerzan.
Luego de este giro prologal, ya es hora de pasar al material que se publica en
torno al caso “UDV” de 2006. ¡Buena lectura!
22
Así llamados por la Constitución Nacional (art.75,inc.17,párr.1º in fine).
222
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema
Corte de EE.UU
“O Centro Espirita Beneficente Uniao Do
Vegetal” (UDV)
Balance sensible de intereses estatales especiales y ejercicio de
libertad de creencia de minorías religiosas
María Jimena Sáenz*
SUMARIO: 1. Hechos del caso. 2. Síntesis de “la catedral jurisprudencial” sobre libertad de
creencia en EE.UU. 3. Después del caso “Smith”: La ley de “Restablecimiento de la Libertad de
Culto”. 4. Hacia la resolución del caso. 5. Anexo: traducción del fallo.
1. Hechos del caso:
El grupo religioso (o “secta” en palabras de la Corte), “Uniao do Vegetal”
(UDV), con base en la selva amazónica de Brasil y de reciente desembarco en
Norteamérica, congrega a unos 130 seguidores que reciben su comunión bebiendo
un té sagrado cuya preparación involucra ayahuasca. Como sustancia alucinógena,
la ayahuasca, se encontraba regulada por la “Ley Federal de Substancias Contro-
* Miembro del Instituto de Derecho Constitucional del CALP
Sentencia de 21 de febrero de 2006 (su traducción en Anexo). Su cita provisoria es: 546 US. (2006). Su
texto en inglés en sitio oficial del tribunal: http://www.supremecourtus.gov/opinions/05pdf/04-1084.
pdf.
Este grupo religioso tiene base en Santa fe (Estado de Nuevo México). Esta locación fronteriza, agregaría
otro matiz conflictivo al caso.
223
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
ladas”, listada en su Anexo I y sujeta a las mayores restricciones que incluían la
prohibición total –y consecuente sanción- de importación, uso o consumo excepto
dentro del estrictamente regulado uso para la investigación científica.
En 1999, inspectores de la aduana de los EE.UU. interceptan un barco con cargamento de la sustancia prohibida ayahuasca, destinado a la UDV. Una subsiguiente
investigación revela que la UDV había recibido anteriormente similar cargamento
de 14 barcos. Los oficiales federales de aduana secuestran la carga y advierten a la
UDV de las consecuentes sanciones ante el ilícito cometido.
Estos actos del Gobierno Federal, basados en dicha ley, son percibidos por la
UDV como obstaculizaciones y cercenamientos a expresiones religiosas, protegidas
por la 1era Enmienda de la Constitución de los EE.UU. y la “Ley de restauración
de la libertad de culto”(RFRA, por sus siglas en inglés), sancionada por el Congreso
Federal en 1993, en base a lo cual solicitan a los tribunales de distrito la exención
de la prohibición –y consecuentes sanciones- respecto de la importación y consumo
del té, mediante una “preliminary injuction”.
La Corte interviene por certiorari luego que el pedido de la UDV supera con
éxito la Corte de Distrito, y la Corte de Apelaciones del 10mo circuito.
Los términos del debate quedaron circunscriptos de la siguiente manera:
admitido y asumido por el gobierno federal que el consumo del té sagrado a base
de ayahuasca por la UDV constituía un sincero ejercicio de prácticas religiosas, el
caso quedó enmarcado en la discusión sobre las implicancias y alcances de la protección la libertad de culto frente a leyes de aplicación general que incidentalmente
obstaculizan prácticas religiosas. Esto último, a pesar de no ser éste su objetivo y,
Adoptada por el Congreso Federal norteamericano como título II de la “Ley de prevención del abuso
y control de las drogas” de 1970, base legal de la regulación de la fabricación, importación, posesión,
distribución y consumo de ciertas drogas en EEUU y originalmente, instrumento de reglamentación e
implementación de la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU (NY-1961). Posteriormente, y
a partir de la firma de la Convención sobre substancias psicotrópicas (ONU 1971), la Ley fue modificada
para acomodarla a estas nuevas exigencias internacionales.
Esta ley federal clasifica las substancias en 5 anexos basándose en su potencial para el abuso y la generación
de hábitos adictivos, la posibilidad de que tengan un aceptado uso médico, y su potencial dañino para la
salud. Las substancias del Anexo 1, están catalogadas como de alto potencial de abuso, imposibilidad de
uso médico, y conllevan un elevado riesgo a la salud.
ENMIENDA UNO: “El Congreso no hará ley alguna por la que adopte una religión como oficial del Estado
o se prohíba practicarla libremente, o que coarte la libertad de palabra o de imprenta, o el derecho del
pueblo para reunirse pacíficamente y para pedir al gobierno la reparación de “agravios”(énfasis nuestro);
aplicable también a los Estados vía 14ava Enmienda.
Las injuctions o “órdenes judiciales”, son un instituto procesal norteamericano sin par exacto en el derecho
argentino. Resulta una orden judicial que manda a una de las partes a hacer o dejar de hacer un determinado
acto o actos, como opuesto a una sanción pecuniaria, mediante las cuales el Estado establece límites a la
confrontación y suele usarse como instrumento de regulación de gran atractivo en base a su especificidad,
que permite contemplar las circunstancias particulares de la situación y regularla con precisión. Fue común
su uso para regular los piquetes durante enfrentamientos laborales, así como durante la era de los derechos
civiles. Ver FISS,Owen. Injuctions. The Foundation Press, 1984; y del mismo autor, “El caracter indócil
de la política” en Revista Lecciones y Ensayos, UBA, Nro. 80, Año 2005, p.41-62.
224
María Jimena Sáenz
en las que el Estado tiene un especial interés de cumplimiento general por regular
materias especialmente sensibles como el tráfico de drogas y la protección de la
salud de los ciudadanos.
Antes de pasar a los argumentos concretos de ambas partes y resolución de
la Suprema Corte, resulta necesario hacer una breve reseña de: i) la jurisprudencia
suprema norteamericana en la materia; y ii) la particular historia de la RFRA, a lo
que dedicaremos las siguientes secciones.
2. Síntesis de “la catedral jurisprudencial” sobre libertad de
creencia en EE.UU.:
2.1. La libertad de culto, protegida de manera conjunta con la libertad de expresión en el texto de la 1era. Enmienda de la Constitución de Filadelfia, constituye uno
de los núcleos fuertes de las llamadas “libertades preferidas”. La robusta protección
que les brinda el marco de esa cláusula dio lugar a la construcción, a partir de los
casos “Sherbert v. Verner (1963)” y “Winsconsin v. Yoder (1972)”, de un estándar
estricto de escrutinio judicial de las leyes que cercenasen expresiones religiosas.
Este estándar o test exigía al Estado demostrar un interés urgente, especial o de
fuerza mayor que sustente no sólo la ley de manera general y categórica, sino: i) la
“necesidad o el interés de fuerza mayor” de su aplicación específica a la persona/s
implicadas en la práctica religiosa que se ve “sustancialmente obstaculizada” por
dicha ley, y ii) que esa obstaculización sea la manera menos restrictiva de alcanzar
el especial interés estatal.
Este test judicial estricto, permitía acomodar y proteger el ejercicio de la
libertad de culto que podía verse cercenada no sólo a partir de leyes con el objeto
de coartar determinado culto, sino también por leyes generales, que aún siendo
neutrales frente a los distintos credos, incidentalmente obstaculizaran las prácticas
de determinados grupos religiosos como efecto concreto no contemplado en el
proceso deliberativo.
Suele dividirse esta cláusula en: establishment clause (“el Estado no hará ley alguna que establezca una
religión oficial”) y la que aquí nos interesa, la free exercise clause (“o que prohiba la libre práctica de la
fe”).
En el caso, una agencia estatal (organismo de aplicación de los beneficios federales de compensación
por desempleo) había negado los beneficios a un miembro de la Seventh-Day Adventist Church (Iglesia
Adventista del Séptimo Día) que se había negado a trabajar el día sábado, día sabático según su credo,
medida finalmente descalificada por la Corte en base al test estricto que requiere demostrar un interés estatal
de fuerza mayor vinculado de manera necesaria y específica a la obstaculización de la libertad de culto
en el caso concreto, no bastando la prueba de un interés general que sustente la ley ni la comprobación
de su neutralidad aparente frente a los distintos credos.
En “Winsconsin v. Yoder”, la Corte balanceó el interés en el libre ejercicio de culto del grupo religioso
Amish, con el interés general del gobierno en establecer un régimen de educación obligatorio, permitiendo
eximir a los niños amish de determinada edad de dicha educación ante la inexistencia de prueba sobre el
interés especial estatal en mantener a los amish dentro de dicho régimen.
225
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
Este criterio jurisprudencial se mantuvo con contadas excepciones hasta el año
1990 en que se resolvió el caso “Smith” que reinterpreta la línea jurisprudencial
anterior, y marca un punto de inflexión en la jurisprudencia norteamericana en
materia de libertad de culto.
En este caso, la Agencia estatal que implementaba el beneficio de compensación
por desempleo había denegado tal beneficio a dos miembros de la Iglesia de Nativos Americanos que habían sido despedidos como empleados de una organización
privada de rehabilitación de drogadicciones por haber consumido peyote durante
una ceremonia religiosa, consumo que se hallaba prohibido por las leyes penales
del Estado de Oregon.
En el entendimiento de que la ley que prohibía el consumo de substancias
psicotrópicas, en la que se basaba la denegatoria estatal, estaba dentro de las competencias constitucionales del Estado de Oregon; que existía un claro interés estatal
que sostenía dicha ley que abarcaba la protección de la salud y la lucha contra las
drogas, y que; siendo que la ley no tenía el objetivo de obstaculizar actividades religiosas sino que la obstaculización era incidental y marginal al objetivo de la norma,
la Corte estima que la denegatoria del beneficio de desempleo es constitucional.
Como suplemento argumentativo requerido para dejar de lado los precedentes que
establecía el “test del interés estatal de fuerza mayor”, la Corte primero distingue el
caso de “Smith y otro”, de “Sherbert” en el sentido de que lo que está en cuestión
en el caso bajo análisis no es una medida estatal con alcances particulares como la
denegatoria del beneficio de desempleo –como era el caso en “Sherbert”-, sino una
ley de alcances generales –que establece sanciones penales- sobre la que se funda
la misma medida particular estatal.
Tratándose de una ley de aplicabilidad general, neutral a las creencias religiosas
ya que no pretende regularlas, ni tampoco regular la comunicación de esas ideas o el
derecho a criar a los hijos en ellas, la libertad de culto no puede servir para relevar
a los individuos de las obligaciones emanadas de ella. De otro modo, “la obligación
de los ciudadanos de cumplir la ley se tornaría contingente a su coincidencia con
las creencias religiosas de las personas, permitiendo que cada persona creyente se
transforme en una ley para sí mismo10” y se“generaría un estado de anarquía que
aumentaría en proporción directa con el grado de diversidad de creencias religiosas
que albergue un Estado. Siendo que USA es precisamente una sociedad pluralista
y cosmopolita, que valora y protege la divergencia religiosa, el estricto test del
“interés estatal urgente” en materia de leyes neutrales de aplicabilidad general, no
es un lujo que pueda costear, ya que casi toda ley interferiría de alguna manera con
el ejercicio de la libertad religiosa11”.
10
“Employment Div., Ore. Dept. of Human Res. v. Smith” , 494 US. 872 (1990). Traducción, nuestra.
Ibidem.
11
226
María Jimena Sáenz
Por otro lado-dice la Corte- las leyes, están (y deben estar) hechas para gobernar acciones, y por esto no pueden interferir con creencias religiosas y opiniones,
distinto es el caso que no involucra sólo creencias sino también prácticas. Permitir
la excepción de la obligación legal de realizar o abstenerse de ciertas acciones en
base a las creencias religiosas, haría de las doctrinas religiosas profesadas una ley
superior a la ley estatal, y en efecto, cada ciudadano sería su propia ley.
2.2. Estos criterios de revisión judicial pueden enmarcarse en un espectro
conceptual más amplio que incluye: i) una determinada concepción de la función
de la revisión judicial de las leyes frente a los poderes políticos; ii) una determinada
concepción de lo que implica/significa ejercer una religión; y iii) una postura acerca
del presupuesto de neutralidad del derecho en general y la necesidad de contemplar
las “diferencias relevantes”.
i) La concepción sobre el rol del poder judicial que parece subyacer al test
estricto de revisión, implica una cierta desconfianza en la regla de la mayoría que
rige la actividad democrática parlamentaria y un énfasis en la protección de las
minorías-en este caso religiosas- que, por ser “insulares y discretas”, no tienen voz
en los procesos deliberativos y consecuentemente no ven sus intereses contemplados
en las leyes generales. La revisión judicial, vista desde esta perspectiva, tiende a
corregir estas falencias en los procesos democráticos, exigiendo un análisis judicial más profundo que penetre en la apariencia de neutralidad de leyes generales,
en tanto afecten intereses constitucionalmente protegidos de “minorías discretas
e insulares”12.
De manera contraria, el test laxo establecido desde “Smith”, mantiene al Poder
Judicial en su lugar de órgano no democrático representativo, estableciendo un
control minimalista y haciendo primar la voluntad del legislador expresada en las
leyes, a menos que las mismas tengan el objetivo de obstaculizar o regular ciertas
creencias religiosas.
ii) Esta cuestión se refiere a las formas de entender el objeto de la protección
de la 1era enmienda que influirá en el alcance que se le otorgue a la protección en
sí misma. En este sentido pueden distinguirse por lo menos dos formas de entender
la libertad de culto:
-Una primera, consiste en considerar que el ejercicio de la religión protegido
constitucionalmente incluye sostener determinadas creencias y profesarlas, de manera que exige como contrapartida la no interferencia del Estado en esta actividad
mental, que se vería satisfecha ante la no persecución de determinados credos o
la no imposición de conversión. La sentencia “las leyes están hechas para regular
12
Un desarrollo de este criterio, a partir de la célebre nota al pie de página Nro.4 del Juez Stone en “Carolene
Products” de 1938, en ELY,John H. Democracia y desconfianza. Siglo del Hombre, Bogotá, 1997, p.99 y
ss.
227
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
acciones y no creencias religiosas u opiniones, por tanto no pueden constitucionalmente interferir o regularlas, distinta es la cuestión que involucra a las prácticas13”
es una apretada síntesis de esta concepción, que por lo general coincide con el
criterio laxo de revisión judicial.
-Una segunda forma más razonable y abarcativa de entender la protección
de la libertad de culto, toma al ejercicio de la religión como performance. En este
caso sostener un credo implica sostener determinadas creencias, profesarlas y el
ejercicio de determinadas prácticas o actividades en espacios consagrados y/o con
objetos consagrados, que merecen igual protección que las mentes de los participantes tomadas individualmente. En este caso, vulnera la protección que brinda la
1era enmienda, todo acto estatal que impida, restrinja u obstaculice estas prácticas
tanto de manera mediata a partir de la ocupación del espacio (un ejemplo sería la
realización de tareas de construcción y señalización de carreteras por el Estado en
un cementerio ancestral, medida que afectaría a grupos indígenas que verían obstaculizado su lugar ceremonial con consecuencias devastantes para el ejercicio de
su culto14) o el impedimento de utilizar objetos o materiales requeridos (como es
el caso de UDV); como de manera inmediata, prohibiendo la práctica en sí (es el
caso de la prohibición penal de la poligamia aún a quienes su culto se los exige15).
En general, esta concepción coincide con el criterio del test estricto de revisión
judicial. iii) Del balance entre la consideración de la neutralidad de las leyes generales
sopesada con la consideración de las “diferencias relevantes” devendrá la amplitud
que se le dé a la protección que establece la 1er enmienda. En este sentido vale distinguir primero dos tipos de acción estatal que obstaculicen actividades religiosas:
medidas de aplicación particular (por ej. Actos de agencias estatales) y medidas
de aplicación general (caso de las leyes). En tanto las primeras, por ser de aplicación particular, sólo pueden exigir la demostración de un interés estatal urgente
específicamente relacionado con la persona en ejercicio de su libertad religiosa;
las segundas resultan más conflictivas. El test laxo de constitucionalidad requerirá
examinar primero si la ley tiene como objeto obstaculizar una práctica religiosa. La
amplitud variará según cuál sea la concepción que se adopte sobre lo que incluye
el libre ejercicio. El caso paradigmático de una concepción restrictiva sería el de
una ley que prohíba profesar determinadas creencias en público. Una concepción
más amplia, descalificaría también una ley que tenga por objeto la prohibición de
arrodillarse ante determinado altar.
13
“Smith”, op cit.
Ejemplo tomado del planteo en “Lyng v. Northwest Indian Cemetery Protective Assn.”, 485 US. 439
(1988), en el que la Corte deniega el pedido del grupo indígena.
15
Ejemplo tomado del caso “Reynolds v. United Status” 98 US. 145, 161-167 (1879). En el que la Corte no
exime de la sanción penal a los practicantes religiosos.
14
228
María Jimena Sáenz
Los casos más complejos resultan cuando se trata de una ley neutral respecto
de las creencias pero que residualmente cercena una determinada práctica imponiendo o prohibiendo a creyentes una conducta contraria a su credo. Estos casos
obligan a balancear los intereses estatales con el derecho a la libre práctica de un
culto. Por ejemplo, es el caso de leyes impositivas que obligan a pagar impuestos
a personas cuyos credos consideran el apoyo a toda actividad estatal un pecado (o
el apoyo a determinadas actividades estatales como la guerra); leyes que establecen
un sistema educativo obligatorio para los niños hasta cierta edad que se impone a
los grupos religiosos insulares, como los amish; o sanciones penales generales al
consumo de drogas que prohíben a comunidades indígenas consumir las substancias
sagradas que exigen sus ceremonias ancestrales. En estos casos el segundo paso
del test laxo exigirá al Estado probar un interés general en la aplicación de esa ley.
Siguiendo los ejemplos, un interés en la recaudación de impuestos, en establecer la
educación obligatoria, y en prohibir el consumo de psicotrópicos sin el objetivo de
obstaculizar sustancialmente el libre ejercicio, sorteará la veda de la 1era enmienda,
independientemente de que de su aplicación al caso concreto resulte un perjuicio
a determinada persona o grupo religioso. El test estricto se muestra más sensible ante las diferencias relevantes, penetrando en la neutralidad de la ley y exigiendo del Estado la demostración de un
interés específico en no eximir a determinada persona/s de los efectos incidentales
de una ley general que obstaculice sustancialmente la práctica religiosa. Exigirá,
entonces, al Estado probar un interés no sólo en la aplicación general de la ley, sino
en la aplicación en concreto a determinados creyentes o, lo que es lo mismo la vinculación del interés estatal en el cumplimiento general vinculado al caso particular,
de manera que resulte la consecuencia necesaria de no permitir la excepción. Ante
una ley que imponga el pago de tributos cuestionada por un determinado grupo
religioso, el Estado deberá probar un interés de fuerza mayor en la imposibilidad
de eximir a este grupo del pago sin que el sistema tributario sufra detrimentos
serios, o, un interés estatal concreto en no eximir a los amish de la ley que impone
un período de educación obligatorio.
3. Después del caso “Smith”: La ley de “Restablecimiento de la
Libertad de Culto”:
Ante el cambio jurisprudencial producido a partir del caso “Smith”, que deja
de lado el test estricto de revisión que obliga al Estado a probar un interés de fuerza
mayor en la aplicación de una medida o ley que vulnere de manera sustancial el
libre ejercicio y la inexistencia de vías paralelas menos lesivas, el Congreso Federal responde tres años después con la sanción de la “Ley de restablecimiento de la
libertad de culto” que tiene, sorprendentemente como único propósito declarado
229
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
restablecer las reglas jurisprudenciales vigentes antes de “Smith”, que establecían
el test del “interés de fuerza mayor” tal como fue aplicado en los casos “Sherbert”
y “Yoder16”. Esta ley puede verse como una regulación del control de constitucionalidad judicial de las leyes, y una manera de acomodar la regla de la mayoría de
las democracias modernas, con la protección de las minorías, estableciendo contornos híbridos entre el poder judicial, su actividad de control y el poder político
por antonomasia y la tarea parlamentaria.
4. Hacia la resolución del caso:
Al versar el caso sobre la hermenéutica de la primer enmienda, su alcance e implicancias, teniendo en cuenta los vericuetos de la historia reciente de su tratamiento
por la Corte Suprema y la delimitación de estándares de control a modo legislativo
por el Congreso, “UVD” presentaba un especial interés para diversas comunidades
religiosas –en especial minoritarias- que habían presentado un memorial en calidad
de Amicus Curiae conjuntamente17 ante la corte de apelaciones.
La opinión de la Corte elaborada por su Presidente, Roberts, luego del relato
de los hechos, realiza una casi obligada narración retrospectiva sobre la doctrina
de “Smith”, que convalidaba como no contrarias a la 1era. Enmienda las obstaculizaciones a prácticas religiosas impuestas por leyes de aplicabilidad general, y la
respuesta del congreso con la sanción de la RFRA que establece la prohibición de
restricciones a la libertad de ejercicio por el Estado aún mediante leyes de aplicación general, salvo el caso en que se demuestre i) un “interés de fuerza mayor” en
la aplicación de tal ley general a la persona/s en cuestión y ii) que esa sea la vía
menos lesiva para asegurar tal interés estatal.
El gobierno alegaba que la prohibición de importación y consumo de la
ayahuasca, era la manera menos lesiva de lograr tres objetivos estatales indiscutibles
de fuerza mayor: i) proteger la salud y seguridad de los miembros de la UDV; ii)
prevenir la expansión del consumo de tal droga a la comunidad para usos recreativos;
iii) cumplir con obligaciones internacionales provenientes de la Convención de la
ONU sobre psicotrópicos de 1971, de la cual la ley general de sustancias controladas
era una reglamentación y medio para su implementación.
Sobre el punto i) los jueces inferiores habían considerado la prueba equitativamente balanceada, ya que tanto la UDV como el Gobierno habían ofrecido
razonable evidencia sobre los efectos riesgosos y no riesgosos para la salud de
la sustancia. Respecto de ii) -la expansión de su uso- el gobierno mostró interés
16
RFRA, Sec.2 b. “Congressional declaration of purposes”.
Firman el memorial: The Christian Legal Society, The National Association of Evangelicals, Clifton
Kirkpatrick as the Stated Clerk of the General, Assembly of the Presbyterian Churchi (USA), and The
Queens Federation of Churches.
17
230
María Jimena Sáenz
especial en el aumento del uso ilícito de drogas, en especial de la categoría que
incluye a la ayahuasca, y la UDV enfatizó en lo reducido del mercado de esa droga,
la escasa cantidad importada por la iglesia y la ausencia de peligro de expansión
y diversificación en el pasado. También consideraron estos jueces que iii) era
improcedente por no encuadrarse la ayahuasca entre las substancias alcanzadas
por la Convención Internacional. Encontrándose balanceada la prueba, el interés
estatal de fuerza mayor no se encontró debidamente demostrado para justificar la
obstaculización del libre ejercicio de la UDV.
Ante la Corte, el Gobierno no discutió sobre la apreciación de la prueba realizada por la corte de apelaciones –incluso admitió el “empate probatorio”-, pero
agregó nuevos argumentos en su defensa:
i) Las razones del legislador: Por el potencial altamente dañino de la sustancia
bajo discusión, en base a lo cual ésta fue incluida en el régimen más restrictivo
correspondiente al Anexo 1 de la Ley de sustancias controladas, esa lista no admite
excepción alguna. El régimen establecido por esta ley es un régimen “cerrado”,
que no puede funcionar en general sin el rigor y alcance necesario incompatible
con la posibilidad de crear excepciones mediante la vía judicial. “El efecto que
produciría en el público en general la creación judicial de excepciones –dice el
Gobierno- sería el de desconfiar de la peligrosidad de esas sustancias ponderadas
por legislador, y la gente creería, que en definitiva, las sustancias no eran tan peligrosas como preveía la ley”.
La Corte, siguiendo el estándar estricto de control, señala que no basta con
esgrimir las generalidades de la Ley de sustancias controladas, ni la extrema peligrosidad de la sustancia que funda el genérico interés estatal en prevenir daños a la
salud, para demostrar que la prohibición de consumo con fines religiosos que afecta
las prácticas de la UDV resulta esencial para alcanzar esos intereses generales y
categóricos. Más aún, esta conclusión se ve reforzada por el mismo texto de la Ley,
que autoriza a “crear excepciones en la medida que sean consistentes con la salud
y seguridad pública”. Y de hecho, una excepción legal (y también establecida por
el Poder Ejecutivo) ha sido establecida hace 35 años respecto del uso religioso del
peyote por la Iglesia de Nativos Americanos. Excepción que fue extendida en 1994
a todos los miembros de tribus nativas americanas.
En vistas de esta excepción creada por el congreso, la Corte no encuentra
fundamento para distinguir la excepción hecha para el uso religioso de una sustancia controlada por miles y millares de indígenas practicando su fe y el de un
pequeño grupo de 150 miembros de la UDV practicando la suya. Sin embargo, una
segunda cuestión es alegada por el Gobierno: existe una diferencia sustancial entre
el establecimiento de excepciones por los poderes políticos y las establecidas por
el poder judicial, de modo que de la posibilidad de que una excepción legislativa
sea consistente con la Ley de sustancias controladas, no se sigue que también lo
231
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
sean las excepciones judiciales. En este sentido especifica que el régimen estricto y
cerrado de la ley, no podría funcionar “si estuviera sujeta a la voluntad judicial de
crear excepciones18”, y, si se estableciese esta excepción de uso religioso permitido,
no habría manera de frenar la generalización de excepciones en el futuro19”. La
Corte, frente a este argumento, recuerda que fue voluntad del legislador también,
al sancionar la RFRA, darle a los tribunales la función de “balancear el ejercicio de
la libertad de cultos y los intereses fuertes del estado” precisamente estableciendo
un estándar de control minucioso: la posibilidad de la creación de excepciones
vía judicial es precisamente la manera en que funciona la protección que brinda
la RFRA (art. 1c). Y prosigue la Corte: “El rol del Congreso excepcionando el
uso del peyote –y también el del poder ejecutivo- confirma que el interés fundado
detrás de la prohibición estricta de consumo de sustancias del Anexo 1 de la Ley
Federal de sustancias controladas no impide de manera absoluta el establecimiento
de excepciones; y la RFRA claramente resalta la obligación de los tribunales de
considerar la necesidad de excepciones siguiendo el estándar estricto que pautó en
su texto el Congreso20”.
ii) La nueva apelación al interés estatal en el cumplimiento de obligaciones
internacionales sobre todo tendientes a la lucha contra la droga, es rechazada por la
Corte por diferentes motivos que las instancias inferiores. En base al test estricto, la
mera demostración del interés genérico en el cumplimiento de obligaciones internacionales, no explica cuales serían las consecuencias internacionales negativas de
eximir a la UDV de la aplicación general. En este sentido, no alcanza con la mera
existencia de la Convención para demostrar que existe un interés estatal especial
para no permitir la exceptuación del consumo religioso que realiza la UDV.
Finalmente, no encontrándose cumplida la carga del Estado de demostrar su
interés urgente y especial vinculado de manera necesaria al impedimento de acomodar el reclamo basado en la 1er enmienda y la RFRA, la Corte norteamericana
confirma la decisión de los tribunales inferiores de exceptuar a la UDV del régimen
general de la Ley de substancias controladas.-
5. Anexo: Traducción del Fallo
Traducción del caso “Gonzalez Attorney General, et al. V. O Centro Espirita
Beneficente Uniao do Vegetal et al.21”, 21 de febrero de 2006, Suprema Corte de los
18
20
21
19
Caso “UDV”, op cit.
Ibidem
Ibidem.
Traducción en colaboración con el Instituto de Derecho Constitucional (CALP) de M. Jimena Sáenz.
232
María Jimena Sáenz
Estados Unidos. Voto de la mayoría expresado por el Presidente de la Corte Roberts.
El ministro Alito no tomó parte de la consideración o decisión de este caso.
“Una secta religiosa con origen en la selva amazónica, recibe su comunión
tomando un té sagrado, preparado con plantas de esa región, que contiene un alucinógeno regulado por la Ley Federal de Sustancias Controladas. El Gobierno ha
concedido que esta práctica constituye un sincero ejercicio de la religión, pero, de
todas maneras, solicita se impida a la pequeña rama americana de la secta amazónica
continuar con estas prácticas, sobre la base de que la Ley Federal de substancias
controladas prohíbe todo tipo de uso del alucinógeno. La secta solicita el bloqueo
de la prohibición y consecuentes sanciones que pesan sobre el té sagrado mediante
una preliminary injuction.
Funda su pedido en la Ley de Reestablecimiento de la Libertad de Cultos de
1993, que prohíbe al Gobierno Federal limitar o restringir sustancialmente el libre
ejercicio de la religión de las personas, salvo que “demuestre que el establecimiento
de esa limitación” constituye el medio menos lesivo de perseguir un interés estatal
urgente. 42 U.S.C 2000bb-1(b). La Corte de Distrito concedió la medida, sentencia que fue posteriormente confirmada por la Corte de Apelaciones. Llega a este
Tribunal la petición de revisión del Gobierno vía Certiorari. Ante esta Corte, el
pedido del Gobierno está centrado en la existencia de un interés especial y urgente
en la aplicación uniforme de la Ley Federal de Sustancias Controladas que impide
el establecimiento de excepciones a la prohibición de consumo del alucinógeno,
de manera de poder acomodar tal interés estatal y el ejercicio sincero de la religión
de la secta amazónica. Esta Corte concluye que el Gobierno no ha demostrado lo
exigido expresamente por el Congreso en la Ley de Reestablecimiento de la Libertad
de Cultos, y confirma el otorgamiento de la preliminary injuction.
I.
En “Employenment Div. Dept. Of Human Resourses of Ore. V. Smith” (U.S
872- 1990-), esta Corte sostuvo que la cláusula de libre ejercicio de la 1er Enmienda
no prohíbe a los Gobiernos dictar leyes de aplicación general que incidentalmente
restrinjan el ejercicio de prácticas religiosas. En “Smith”, rechazamos un pedido
contra un estatuto del Estado de Oregon que denegaba beneficios compensatorios
por desempleo a consumidores de estupefacientes, incluyendo esta prohibición
general a miembros de la Iglesia de Nativos Americanos que consumían peyote en
sus prácticas religiosas. Id., at 890. En este caso, dejamos de lado la interpretación
de la cláusula constitucional de libre ejercicio sostenida anteriormente en Sherbert
v. Verner, 374 U.S 398 (1963), y sostuvimos que la Constitución no requiere de
los jueces que realicen un análisis particularizado y minucioso de las limitaciones
religiosas incidentales que resultan de leyes de aplicación general prima facie
constitucionales. Id., at 883-890.
233
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
El Congreso respondió a este pronunciamiento de 1990 con la sanción de la
Ley de Reestablecimiento de la Libertad de Cultos de 1993 (en adelante RFRA), que
adopta un estándar de protección similar al dejado de lado en “Smith”. A la luz de
la RFRA, el Gobierno Federal está impedido de imponer limitaciones sustanciales
a las prácticas religiosas, “aún si estos límites resultan de una ley de aplicación
general”. La única excepción reconocida requiere que el Gobierno pase el “test
estricto” demostrando que i) existe un interés estatal urgente que requiere la restricción impuesta sobre el libre ejercicio ii) que esa restricción resulta la alternativa
menos lesiva para alcanzar ese interés estatal especial. (RFRA 1b)
La persona que vea cercenado su derecho al libre ejercicio del culto en violación al RFRA “puede alegar esa violación como pedido o defensa en un proceso
judicial y obtener adecuado remedio”.(RFRA 1c).
La Ley Federal de Sustancias Controladas, regula la importación, manufactura, distribución y consumo de sustancias psicotrópicas. Esta ley clasifica las
substancias en 5 anexos en base a su potencial para generar adicción, la existencia
de aceptación de uso médico-terapéutico y su peligrosidad y daño para la salud.
Las sustancias listadas en el Anexo 1 de la ley, están sujetas a las mayores restricciones que incluyen la prohibición total de importación y de consumo, excepto
su uso limitado dentro de proyectos de investigación estrictamente regulados. La
ley incluso autoriza la imposición de sanción criminal por la simple posesión de
estas sustancias, y penaliza directamente “la posesión con la intención de procesar,
distribuir o facilitar” esas sustancias.
El “Centro Espirita Beneficente Uniao do Vegetal” (en adelante UDV) es una
secta cristiana espiritista de origen y base en Brasil, con una rama en América de
aproximadamente 130 individuos. Es central para su credo recibir comunión bebiendo hoasca (se pronuncia “wass-ca” en inglés), un té sagrado preparado con 2
plantas que crecen en la región amazónica. Una de las plantas, psychotria viridis,
contiene dimethyltryptamine (en adelante, DMT), un alucinógeno cuyos efectos se
exacerban con alcaloides de la otra planta, banisteriopsis caapi. El DMT, así como
“todo material, compuesto, mezcla o preparación que contiene cualquier cantidad
de DMT”, está listado en el Anexo 1 de la Ley Federal de Sustancias Controladas
y, por tanto sujeto a los más estrictos controles.
En 1999, oficiales de la Aduana de los Estados Unidos interceptaron un barco
con cargamento de hoasca destinado a la UDV. La investigación subsiguiente reveló
que UDV ya había recibido 14 cargamentos con anterioridad. Con esta evidencia,
los inspectores de aduana procedieron a secuestrar el cargamento y prevenir sobre
la aplicación de las sanciones.
Frente a esta situación, la UDV solicita judicialmente una preliminary injuction, con el objetivo de bloquear la medida de fuerza estatal y exceptuarse de las
sanciones, alegando que la aplicación de la Ley Federal de sustancias controladas
al uso sacramental de la hoasca viola la RFRA.
234
María Jimena Sáenz
En una de las audiencias, el Gobierno admitió que en el caso, la aplicación de
la Ley Federal de Sustancias Controladas limitaba sustancialmente el libre ejercicio
del credo de los miembros de la UDV. Pero igualmente cuestionó, que esta violación
se encuadrase en la RFRA porque la aplicación de la Ley Federal en este caso era
el medio menos lesivo de avanzar en pos de tres intereses estatales especiales y
urgentes: i)proteger la salud y seguridad de los miembros de la UDV; ii) prevenir
la expansión del uso y consumo de hoasca, del realizado por la pequeña iglesia
hacia la comunidad para usos recreacionales; y iii) cumplir con las obligaciones
internacionales provenientes de la Convención de la ONU sobre psicotrópicos de
1971, de la cual la ley general de sustancias controladas era una reglamentación y
medio para su implementación.
La Corte de Distrito recibió la prueba de ambas partes en cuanto a los riesgos
para la salud de la hoasca y la potencialidad de expansión de consumo a la comunidad para usos no religiosos. El Gobierno presentó evidencia sobre los efectos de
la hoasca, o del DMT en general, y su potencialidad para causar reacciones psicotrópicas, irregularidades cardíacas y otros efectos negativos en interacción con
otras drogas. La UDV, produjo su prueba acompañando estudios que documentan
la no peligrosidad del uso religioso de la hoasca, y evidencia que minimiza los
riesgos que causa a la salud alegados por el Estado. Con respecto a la posibilidad
de la expansión y diversificación del uso de este alucinógeno, el Gobierno presentó
estadísticas sobre el aumento del uso ilícito de alucinógenos en general y manifestó
su interés en los casos del DMT y la hoasca en particular. UDV enfatizó en la cantidad relativamente pequeña de hoasca que importan y la ausencia de problemas
de expansión en el pasado.
La Corte de Distrito concluyó que la prueba de ambas partes en cuanto a los
riesgos a la salud y el peligro de expansión y diversificación del uso, tenían igual
peso y estaba balanceada. Ante la existencia de este “empate probatorio”, aquella
Corte estimó que el Gobierno no había logrado demostrar contundentemente la
existencia de un interés urgente y especial que justificara lo que él mismo había
admitido como limitación sustancial al sincero ejercicio de la fe de los miembros de
la UDV. Asimismo, el Tribunal distrital, rechazó el alegado interés estatal urgente en
el cumplimiento de las obligaciones internacionales provenientes de la Convención
de ONU de 1971, por estimar que ésta no incluye a la hoasca de manera expresa.
Con estos fundamentos la Corte dio lugar a la preliminary injuction solicitada
por la UDV para continuar con su práctica de comunión sacramental, liberando el
control estatal sobre la importación y consumo de hoasca. Igualmente se estableció
que debía informarse y prevenir a los miembros más vulnerables de la UDV sobre
los posibles efectos negativos del uso del alucinógeno, así como abría la posibilidad
al Gobierno de pedir ante los tribunales un remedio o suspensión de la autorización
de uso religioso de hoasca en caso de i) que se reúna evidencia sobre la afectación
235
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
severa a la salud de miembros de UDV por el consumo de hoasca o ii)que se verifique
que un cargamento de la UDV contiene cantidades altas de DMT.
El Gobierno apeló esta decisión, que fue confirmada por la Corte de Apelaciones
del 10mo circuito, y llega a esta Corte vía certiorari.
II.
A pesar de que la petición del Gobierno ante esta Corte discurre sobre el potencial dañino y la posibilidad de expansión del uso del alucinógeno, no cuestiona
expresamente el análisis de la prueba ni las conclusiones sobre este piso fáctico “empatado o balanceado” efectuadas por la Corte de Apelaciones. Incluso, admitiendo
la existencia del empate en la prueba, el Gobierno cuestiona que esta situación no
es base suficiente para hacer lugar a la preliminary injuction e impedir el control
estatal sobre el alucinógeno. Planteados así los términos, esta Corte revisará en lo
que sigue la decisión de la Corte de Apelaciones a los fines de establecer si existió
abuso o discrecionalidad.
El Gobierno comienza su petición con una cuestión procesal. Invoca el principio según el cual la parte peticionante de una medida preliminar carga con la
prueba de verosimilitud en el derecho, y agrega que en el caso, la Corte de Apelaciones perdió de vista este principio, haciendo lugar a la medida en base a un
mero “empate probatorio”, que resulta insuficiente dada la carga que pesaba sobre
la peticionante UDV.
El voto mayoritario de Corte de Apelaciones desestimó correctamente este
argumento en el entendimiento de esta Corte, por haber aceptado el Gobierno –ya
ante la Corte de Distrito- la existencia prima facie de un caso encuadrable en la
RFRA (en este sentido admitió i) que la práctica de la comunidad religiosa UDV
constituía un sincero ejercicio de la libertad de culto y ii) que la aplicación del
control estatal establecido en la Ley Federal de sustancias controladas constituía
un límite sustancial a dicha práctica). La prueba que la Corte de Distrito encontró
balanceada se refería entonces, no al derecho alegado por la UDV, sino a dos de
los intereses estatales urgentes alegados por el Gobierno como defensa, intereses
cuya prueba pesa sobre el Gobierno según lo exige la RFRA.
La UDV, efectivamente demostró que el ejercicio de su práctica religiosa se vio
restringida sustancialmente; y el Gobierno no alcanzó a demostrar que la aplicación
de esta restricción podría justificarse por un interés estatal urgente y especial. Sin
importar que se trate en el caso de una preliminary injuction, la carga de ofrecer
prueba contundente del interés estatal urgente pesa sobre el Gobierno, inversión
probatoria que se vuelve indudable en el caso, dado que involucra la RFRA donde
el Congreso Federal expresamente decide establecer un test estricto de control sobre
las actividades estatales que restrinjan el libre ejercicio.
236
María Jimena Sáenz
III.
La segunda línea argumentativa del Gobierno se centra en la estructura y
fines de la Ley Federal de sustancias controladas. El Gobierno advierte que la
fundamentación de la clasificación de las sustancias en el Anexo 1 de la Ley en
base a “su potencial adictivo y dañino para la salud”, “la inaceptabilidad de uso
terapéutico en los EEUU” e incluso “la peligrosidad de su consumo bajo estricto
control médico”, son razones que por sí mismas excluyen cualquier consideración
de excepciones particulares, como la que exige la UDV. Y prosigue en la argumentación alegando que el “régimen cerrado” de prohibición absoluta de consumo de
estos alucinógenos establecido en la Ley Federal..,, no puede funcionar con el rigor
que requiere, si estuviera sujeta y abierta a las excepciones que el poder judicial
estableciese. Según el Gobierno, si se establece esta excepción de uso religioso,
no habría manera de frenar la generalización de estas excepciones, y el público en
general vería este hecho como un cuestionamiento al fundamento de la prohibición
de consumo establecida en la Ley, es decir creería que en definitiva si pueden hacerse
tantas excepciones, esas sustancias no resultaban tan peligrosas ni dañinas como el
legislador consideró. A la luz de estos argumentos, el Gobierno considera que no
es razonable contemplar el impacto de excepcionar a la UDV de las sanciones y el
control estatal que establece la legislación federal, porque esta Ley en particular
sirve a un propósito estatal y simplemente no admite excepciones.
A.
La RFRA, y el test estricto que adopta, requiere de un análisis más pormenorizado que la afirmación categórica del Gobierno. RFRA requiere que el Gobierno
demuestre la vinculación lógica entre la realización del “interés estatal urgente” y
la limitación particular impuesta sobre la persona o grupo religioso. Es decir, exige
la demostración de la existencia de un interés estatal urgente no sólo de manera
general y categórica, sino además la imposibilidad de realizar este interés estatal
acomodando/excepcionando el libre ejercicio religioso de la persona/grupo. Esto
debido a que el legislador federal en la RFRA adoptó expresamente el test estricto
de control “ así como estaba establecido en Sherbert v. Verner y Wisconsin v. Yoder” . En cada uno de esos casos, esta Corte penetró en las formulaciones generales
de existencia de un interés estatal urgente en el cumplimiento generalizado de
mandatos estatales, para analizar pormenorizadamente la existencia de un interés
estatal concreto en no excepcionar a los peticionantes del caso. En “Yoder”, por
ejemplo, permitimos excepcionar a los niños amish del mandato legal de cumplir
con un período obligatorio de educación. En aquella oportunidad reconocimos la
existencia de un fuerte interés estatal en la educación, pero sostuvimos que “aún
admitiendo la validez de este interés en la generalidad de los casos, era necesario
examinar de que manera excepcionar a los amish impedía la realización de ese
interés estatal general.”406 U.S at 213,221 (énfasis de la Corte). La Corte en aquel
237
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
momento, agregó que el Estado “debía demostrar con más particularidad cómo se
vería afectado su fuerte interés estatal en la educación si se aceptara la excepción
requerida por los amish” (Id. At 236- énfasis de la Corte)
En “Sherbert”, la Corte hizo lugar a un pedido particular de excepcionar por
motivos religiosos a un empleado despedido porque su credo le impedía trabajar los
días sábados, del régimen estatal que les denegaba beneficios de compensación por
desempleo. En el caso, la Corte explicó, que esta decisión no implicaba la existencia
de un derecho constitucional a los beneficios de compensación por desempleo “ a
todas las personas cuyas creencias religiosas hayan sido causa del despido” 347
U.S, at 410 (énfasis de la Corte); y se distinguió como aspecto relevante del caso
en cuestión “en el cual las convicciones religiosas del empleado había sido la causa
de transformarlo en un miembro no activo laboralmente de la sociedad” (Ibid; ver
también “Smith”: “El test estricto exige una determinación caso por caso de la
cuestión, sensible a los hechos de cada petición en particular”).
Fuera del ámbito de la libertad de ejercicio de prácticas religiosas, la Corte ha
señalado que “el contexto es relevante” cuando se trata de aplicar el test estricto.
“Grutter v. Bollinger”, 539 U.S 306, 327(2003), y enfatizó que “el test estricto no
sólo toma en cuenta las diferencias relevantes como cuestión incidental , sino que
de hecho, ese es su principal propósito”Adarand Constructors, Inc. v. Peña, 515
U.S 200,228 (1995).
B.
A la luz del análisis pormenorizado del interés estatal urgente y especial que
exige la RFRA, la mera invocación estatal de las características generales de las
sustancias del Anexo 1 indicadas en la Ley Federal de Sustancias Controladas, no
alcanza para superar con éxito el test. Es verdad, por supuesto, que sustancias de ese
Anexo, como el DMT son extremadamente peligrosas. (ver por ej. “Touby v. United
States”, 500 U.S 160,162 (1991). Sin embargo, no existe indicio alguno de que el
Congreso, al clasificar el DMT, haya considerado el interés religioso de la UDV
en utilizar esa sustancia en sus prácticas religiosas y/o los perjuicios particulares
que invoca ese grupo en esta petición. El punto que se refiere a la peligrosidad y
el potencial dañino del uso-consumo religioso de hoasca por la UDV, ya ha sido
tratado en etapas anteriores del proceso y la Corte de Distrito ha concluido que el
Gobierno no alcanzó a demostrar su interés de fuerza mayor en prevenir esos daños.
Esa Corte señaló que no ignoraba “que la rama legislativa del poder político había
decidido clasificar al DMT en el Anexo 1 de la ley teniendo en cuenta su potencial
adictivo y dañino para la salud, y la no aceptación de uso terapéutico en los EEUU,
ni siquiera bajo estricto control médico. Pero sin embrago, la determinación del
Congreso de listar al DMT dentro del Anexo 1, no provee razones para fundamentar
la concreta restricción estatal al derecho de libre ejercicio de los miembros de la
UDV, de acuerdo a lo que exige la RFRA para habilitar estas limitaciones.
238
María Jimena Sáenz
Esta conclusión es reforzada por el texto mismo de la Ley Federal de substancias controladas. Esta Ley contiene una autorización al Procurador general
para “relevar del requisito de registración a ciertos productores, distribuidores, o
dispensarios, si lo considera consistente con la salud y seguridad pública”. El hecho
de que la Ley considere que la exención de ciertas personas puede ser coherente y
consistente con la salud y seguridad pública, indica que las razones del Congreso
para clasificar al DMT en el Anexo 1 como extremadamente peligrosas, no tienen
el peso que el Gobierno pretende darle a los efectos de superar el test indicado por
la RFRA.
De hecho, otra excepción a sido establecida a la prohibición de todo uso/consumo de substancias del Anexo 1, esta vez especialmente relacionada con el uso
religioso. Desde hace 35 años, existe una excepción legal en cuanto al uso sagrado de
peyote –otra sustancia del Anexo 1- que realiza la Comunidad religiosa de Nativos
Americanos. Excepción que el Congreso extendió en 1994 a todos los miembros
de Comunidades indígenas reconocidas. Todo lo que el Gobierno alegó sobre el
DMT contenido en la hoasca – que clasificándola como sustancia del Anexo 1, el
Congreso ha determinado que tiene potencial altamente dañino- se aplicaría en
igual medida a la mescalina contenida en el peyote, pero tanto el Ejecutivo como el
Congreso han exceptuado al uso religioso de esta última sustancia de la aplicación
de la Ley Federal de Sustancias Controladas. Si es posible permitir el consumo
religioso de peyote por millones de nativos americanos, de manera consistente con
las razones del Congreso para regular de manera estricta este tipo de sustancias
extremadamente peligrosas, es difícil que esas mismas razones impidan considerar
similar excepción para el consumo religioso de hoasca por un escaso grupo de 130
miembros de UDV.
El Gobierno responde este punto, explicando que existe una diferencia sustancial entre los Nativos americanos y los miembros de UDV por “existir una relación
especial entre los EEUU y las tribus indígenas”, pero no explica que es lo especial en
esta relación que justifique un tratamiento disímil del Congreso hacia ambos grupos
religiosos. Es decir, si cualquier sustancia del Anexo 1 es siempre extremadamente
peligrosa en cualquier cantidad y sin importar para qué y cómo se use, qué es lo
especial en la relación del Estado con las tribus indígenas que permite justificar
que éstas consuman peyote. Nada relacionado con el status político especial de
las tribus los hace inmunes a los efectos nocivos sobre la salud de dichas drogas,
ni tampoco nos dá criterios distintivos para afirmar que el uso religioso que ellos
realizan no se expandirá a la sociedad o se diversificará.
El Gobierno afirma aquí, que de la consistencia con la Ley Federal de una
excepción legislativa que habilite el uso religioso del peyote por los nativos americanos, no se sigue que esta Ley tolere excepciones judiciales. Pero recordemos, que la
RFRA contempla plenamente esta actividad de los tribunales, y esa es precisamente
la manera de funcionar de la RFRA. (art.1c). El rol del Congreso excepcionando el
239
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
uso del peyote –y también el del poder ejecutivo- confirma que el interés fundado
detrás de la prohibición estricta de consumo de sustancias del Anexo 1 de la Ley
Federal de sustancias controladas no impide de manera absoluta el establecimiento
de excepciones; y la RFRA claramente resalta la obligación de los tribunales de
considerar la necesidad de excepciones siguiendo el estándar estricto que pautó en
su texto el Congreso.
C.
La excepción correctamente establecida para el uso religioso del peyote también
hace caer la manifestación del Gobierno sobre la imposibilidad de hacer excepciones por motivos religiosos al “régimen cerrado” de la Ley Federal de Sustancias
Controladas sin obstaculizar su efectividad general. Sin embargo, la excepción del
peyote ha sido establecida desde que entró en vigencia la Ley Federal y no existe
evidencia de que haya obstaculizado la efectividad y aplicación regular de esta ley
a los no-indígenas.
El Gobierno se refiere a precedentes anteriores a Smith para reforzar su
argumento del interés estatal en la aplicación uniforme de leyes generales que
frenaría el establecimiento de excepciones por motivos religiosos protegidos por
la 1ra Enmienda. Estos casos se presentan a otra luz para esta Corte. En ellos, no
se establece que un interés en la aplicación uniforme de las leyes justifique una
restricción sustancial al ejercicio de prácticas religiosas; por el contrario, en estos
casos, después de realizar el escrutinio estricto, se explica de manera razonada por
qué no es posible acomodar excepciones concretas frente a ese interés en la aplicación uniforme. En “United States v. Lee” (455 U.S 252 –1982), por ejemplo, la
Corte rechaza un pedido de exención de la obligación de pago de aportes a la caja
de seguridad social, enfatizando que “el mandato de participación obligatoria es
indispensable para asegurar la subsistencia del sistema de seguridad social” y que
“ese sistema no podría funcionar con el establecimiento de eximisiones de pago
debido a que la aplicación de los fondos recaudados contradice creencias religiosas de los contribuyentes”. En “Braunfeld v. Brown” (366 U.S 599 –1961), esta
Corte denegó un pedido de excepción a la manda legal de cerrar los comercios los
días domingo, en parte porque tales excepciones podrían darle a los peticionantes una ventaja económica sobre sus competidores que deben cerrar ese día”. El
fundamento central de “de establecer un día uniforme de descanso para todos los
trabajadores y comerciantes” se vería seriamente afectado con el establecimiento
de excepciones. Estos casos demuestran que es posible alegar el interés estatal
especial en el cumplimiento uniforme de sus mandatos o programas, siempre que
ofrezca además evidencia de cómo es imposible acomodar las excepciones que
se peticionen sin comprometer a la vez la posibilidad de realizar los objetivos del
programa o mandato.
240
María Jimena Sáenz
En este caso, el argumento del interés en la aplicación uniforme alegado por el
Gobierno es diferente, la excesiva generalidad de su planteo en este caso es tal, que
haría imposible acomodar cualquier planteo protegido la 1er Enmienda y la RFRA.
El planteo del Gobierno sigue la línea de lo históricamente alegado por los burócratas: “si hago una excepción para ti, tendré que hacerla para todos los demás, así que,
no haremos excepción alguna”. El problema es que la RFRA funciona ordenando
una consideración pormenorizada de los pedidos de excepción, bajo un escrutinio
estricto incluso para la leyes de aplicación general. El Congreso a determinado que el
test que establecía en esta ley, “es una forma eficaz de establecer balances sensibles
entre la libertad de cultos y los intereses estatales especiales”. Esta determinación
legislativa estuvo apoyada en nuestras decisiones; por ejemplo en “Sherbert” rechazamos una afirmación categórica y general similar a la esgrimida en este caso, por
no ser más que una “mera posibilidad” la especulación estatal de “que los pedidos
de exceptuación fraudulentos realizados por peticionantes inescrupulosos alegando
objeciones religiosas a la obligación de trabajo los días sábados” iban a conducir a
desabastecer los fondos estatales para los beneficios de desempleo.
Esta Corte no tiene dudas acerca de la existencia de casos en los que la necesidad y el interés en la aplicación uniforme de leyes y/o programas precluye el
reconocimiento de excepciones bajo el estándar pautado en la RFRA. Pero sería
inimaginable pensar que este caso es uno de esos casos, dada la ya añeja excepción establecida para el uso religioso del peyote a la Ley Federal de sustancias
controladas, y el hecho notorio de que el mismo Congreso ha sancionado la RFRA
en respuesta a una decisión de esta Corte donde se denegaba un pedido fundado
en el derecho al uso sagrado de una “sustancia controlada”. Además, el Gobierno
no ha demostrado que la excepción del régimen de sustancias controladas pedida
por la UDV, pudiera causar un daño u obstaculización severa a la implementación
de la política de control estatal, como sí lo había demostrado en oportunidad de
“Lee”, “Hernández” y “Braunfeld”. El Gobierno no alcanzó a convencer a la Corte
de Distrito de que la existencia de grave peligro para la salud por el consumo del
alucinógeno o el peligro de expansión y diversificación del uso religioso constituían
un interés urgente y especial del Estado que justificaba la prohibición del uso de
hoasca por la UDV. No puede compensar esta insuficiencia argumentativa tampoco
ante esta Corte, alegando que no pueden establecerse excepciones en base a la
RFRA a la Ley Federal de sustancias controladas.
IV.
Ante la Corte de Distrito, el Gobierno también afirmó la existencia de un interés
especial en el cumplimiento de las obligaciones internacionales emanadas de la Convención de la ONU de 1971 sobre psicotrópicos. Esta Convención, suscripta por los
EEUU e implementada por la Ley Federal de Sustancias Controladas, compromete
a los Estados signatarios a prohibir el uso de alucinógenos, incluido el DMT.
241
Mapa de lectura de la sentencia de la Suprema Corte de EE.UU.
La Corte de Distrito rechazó este planteo por considerar que el régimen de la
Convención no alcanzaba a la hoasca. Esa corte se basó en el comentario oficial a
la Convención donde se señala que “el Anexo 1 de la Convención no incluye materiales alucinógenos naturales” y que “plantas como esa, no están incluidas en esa
lista” La Corte consideró que la hoasca, como las plantas con las que estaba hecho
el té sagrado, es diferente al DMT, de manera que podía considerársela alcanzada
por las pautas de la Convención.
Esta Corte no coincide con este argumento. La Convención establece que “las
preparaciones están sujetas a las mismas medidas de control que las sustancias
psicotrópicas de las que están hechas” y define “preparación” como “ cualquier
solución o mezcla, en cualquier estado físico, que contenga una o más sustancias
psicotrópicas”. La hoasca, es una “solución o mezcla” que contiene DMT, el hecho
de que esté preparada en base a un proceso simple de remojo de plantas en agua,
como opuesto a los procesos más complejos de preparación, no cambia su calidad
de “solución o mezcla” alcanzada por la Convención. Por otro lado, el que se trate
de plantas que como tales no estarían alcanzadas por la Convención, no es relevante
desde el momento en que la UDV las importa y las consume no en su forma natural
sino después de procesarlas remojándolas en agua, es decir como “solución”.
Aún así, el hecho de que la hoasca esté alcanzada por las prohibiciones internacionales, no implica que la mera existencia de la Convención demuestra un interés
estatal especial y urgente en la aplicación de la Ley Federal de sustancias controladas
al caso del consumo sagrado de la UDV. En este punto el Gobierno no demostró
las consecuencias internacionales negativas de establecer la excepción requerida
por los peticionantes. Lo único que ha demostrado, a partir de las declaraciones de
dos funcionarios, es la importancia de cumplir con obligaciones internacionales y
de mantener la posición ejemplar de los EEUU en la lucha internacional contra las
drogas. Esta Corte no tiene dudas sobre la validez de estos intereses, como tampoco
la tiene sobre el interés general de proteger la salud y seguridad pública que sostiene
a la Ley Federal de sustancias controladas, pero siguiendo a la RFRA, la invocación
de dichos intereses generales sin más, no resulta suficiente.
El Gobierno invoca repetidamente las razones del Congreso para sancionar
la Ley Federal de Sustancias Controladas, pero olvida que el Congreso también
ha tenido buenas razones para sancionar la RFRA. Estas razones están vinculadas
al reconocimiento de que, aún las leyes aparentemente neutrales a las creencias
religiosas pueden incidentalmente obstaculizar algunas prácticas sacramentales
tanto como las leyes dirigidas expresamente a restringir o limitar algún credo. En
este razonamiento estableció legislativamente el test estricto de revisión para que
los tribunales determinen un equilibrio sensible entre la libertad de culto y los
intereses estatales urgentes.
No tenemos ninguna razón para decir que la tarea que nos encomienda el
Congreso en la RFRA sea sencilla. –de hecho, las graves dificultades señaladas por
242
María Jimena Sáenz
el Gobierno en este caso también habían sido señaladas por esta Corte al afirmar
que el test estricto que ahora se nos exige legislativamente no era un requisito que
nos imponía la Constitución. (ver Smith) Pero el Congreso ha determinado finalmente que sean las cortes las que establezcan balances sensibles, mediante el test
estricto de control que le impone al Gobierno demostrar no sólo un interés urgente,
sino también la imposibilidad de realizar estos intereses acomodando a la práctica
religiosa específica que se ve restringida.
Siguiendo el criterio que nos impone este test estricto establecido por el legislador, esta Corte concluye que la decisión de las cortes inferiores no es errada cuando
establece que el Gobierno ha fallado en demostrar su interés urgente y especial para
no eximir el uso sacramental de la hoasca que realiza la UDV.
Confirmamos la decisión de la Corte de Apelaciones del 10mo circuito, y el
caso es remitido para continuar con el procedimiento respetando esta decisión.”
243
244
COMENTARIO A FALLO: Fraguas, Erika L. Y otros s/
sobreseimiento
Algunas reflexiones sobre el Homicidio
Culposo y por qué no sobre el aborto
María Constanza Fonrouge
SUMARIO: 1. Análisis general. 2. Doctrina del fallo judicial.-
1.- Análisis General
El Código Penal argentino contempla, en el Título 1, Libro II (Parte Especial),
una serie de figuras delictivas que reúne bajo una misma y común denominación:
“Delitos contra las personas”.
Los Capítulos de que se compone el Título, seis en total, agrupan estructuras
delictivas diferentes que se distinguen entre ellas, inclusive, por su diversa naturaleza: algunas configuran delitos de resultado y otras de peligro para la vida o la
integridad física de los individuos.
De esta manera se puede deducir que la ley penal argentina ha empleado el
concepto persona en su sentido más restringido de persona física, comprensivo de
su salud mental o psicológica.
Únicamente la vida y la integridad física del individuo son los bienes jurídicos
protegidos en esta parte del Código Penal.
El concepto de persona empleado por la ley debe ser entendido como persona
de existencia visible, esto es, como “todo ente que presenta signos característicos
de humanidad, sin distinción de cualidades o accidentes” (art. 51, Cód. Civil).
245
COMENTARIO A FALLO: Fraguas, Erika L. Y otros s/ sobreseimiento
Los delitos contra la vida humana en nuestro Código Penal admite la siguiente
clasificación: por un lado, están los delitos de homicidio, con los cuales se tutela
la vida humana después de verificado el proceso de nacimiento (vida humana
independiente), con penas más graves y, por otro lado, están los delitos de aborto,
que abarcan a la vida humana en formación (vida humana dependiente), con penas
más leves.
El bien jurídicamente protegido en los delitos contra la vida es la vida humana misma. La tutela jurídico-penal de la vida no aparece aquí como una cuestión
exenta de dificultades, ya que aún en la actualidad continúa el debate acerca de cuál
debe ser, no sólo la línea divisoria entre el aborto y el homicidio, sino también la
determinación precisa del comienzo de la vida.
En el aborto, se discute si el marco de protección penal debe partir desde que
se produce el fenómeno de la fecundación del óvulo (teoría de la fecundación) o
desde la implantación del óvulo ya fecundado en el útero de la mujer (teoría de la
anidación). Como es de suponer, la adopción de una u otra teoría habrá de producir
consecuencias prácticas muy diferentes en orden a la tipificación del delito. En el
homicidio, en cambio, la materia de discusión gira alrededor de la determinación
del momento del nacimiento del ser humano.
La vida de la persona carecía en nuestro país antes de la reforma de 1994 –al
menos en forma expresa- de reconocimiento constitucional, a diferencia de cómo
sucede con otras legislaciones del mundo. No obstante, algún sector doctrinario
creía encontrar ese reconocimiento legal en el ámbito de los llamados derechos
implícitos del art. 33, Constitución nacional, tesis que entendemos, en el marco legal
de entonces, absolutamente discutible, inclusive por su propia generalización.
En verdad, la Constitución nacional no hacía referencia expresa a la vida
humana como objeto de protección jurídica fundamental. Sin embargo, la opinión
común de nuestra doctrina entendía que la vida constituye el bien jurídico de mayor
importancia, no sólo porque el atentado contra ella es irreparable, sino porque es
también la condición absolutamente necesaria para sentir su grandeza y disfrutar
de los restantes bienes.
En la actualidad y por imperio de la mentada reforma de 1994, el derecho a
la vida tiene consagración constitucional a través de la incorporación de los tratados y acuerdos internacionales sobre derechos humanos al texto fundamental, los
cuales, según se establece en el art. 75, inc. 22, tienen “jerarquía constitucional,
superior a las leyes”. De este modo, el constituyente argentino ha otorgado jerarquía
constitucional a un número cerrado de tratados sobre derechos humanos (nueve
en total), siguiendo los pasos de otras constituciones de países latinoamericanos,
como, por ej., Colombia y Perú, derecho supranacional que garantiza el derecho a
la vida de toda persona, en general, a partir de la concepción. Declaración Universal de Derechos Humanos, Declaración americana de los Derechos y Deberes del
246
María Constanza Fonrouge
Hombre, Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de
Costa Rica-, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El derecho a la vida:
Se discute, sin embargo, en el marco teórico, el contenido del derecho a la
vida, esto es, si este derecho debe entenderse sólo en un sentido físico-biológico
o si, por el contrario, tiene también un contenido valorativo. Para un sector de la
doctrina, la vida constituye un concepto puramente naturalístico, que se determina
conforme a criterios biológicos y fisiológicos.
En esta postura, destaca el profesor Rodríguez Mourullo, que al decir que
el concepto constitucional de vida es un puro concepto naturalístico, se quiere
subrayar que la existencia o inexistencia de vida no se puede hacer depender de
valoraciones sociales y que, en cuanto se cumplan los correspondientes presupuestos bio-fisiológicos, hay que reconocer la presencia de vida, cualquiera que sea
el estado, condición y capacidad de prestación social de su titular. Esta posición,
parcialmente exacta desde una primera perspectiva, pues todo análisis que se
pretenda hacer sobre la vida debe partir –necesariamente- de un dato esencial de
tipo físico biológico, desde nuestro punto de vista resulta incompleta a la hora de
ensayar un marco de protección jurídico-penal de alcance generalizador e integral
del derecho a tutelar. Por ello, nos parece que un estudio sobre el derecho a la
vida no puede prescindir de un enfoque o análisis de tipo valorativo o social, en
cuanto también constituye –como se ha puesto de relieve en el ámbito doctrinario
el soporte de la dignidad, la libertad y de los demás derechos fundamentales. El
derecho penal, observa Muñoz Conde, contempla la vida humana como un fenómeno bio-sociológico inseparablemente unido. Un enfoque totalizador de la vida
humana se compone no sólo de elementos bio-fisiológicos –configurativos de una
realidad indiscutible-, sino también de elementos valorativos, que permitan una
inserción del hombre en la cúspide del sistema. La vida humana, dijimos en otro
lugar, no es sólo un mero hecho biológico desprovisto de toda valoración objetiva.
Encarna una realidad verificable en todo su curso vital. La vida, en suma, es un
complejo programa vital, es pura energía, cuya importancia radica en proporcionar
al hombre sus propias metas, por las cuales poder decir, al final, que valió la pena
ser vivida. De otro modo, difícilmente podrían explicarse casos como el aborto,
la participación en el suicidio, la eutanasia, etcétera. El derecho a la vida debe ser
entendido como derecho a una vida digna, lo que sólo es posible concebir a partir
de un juicio de valor. Por ello, la vida constituye el valor de más alto rango en la
escala axiológica y permite inferir que, cualquiera sea la concepción que de ella se
tenga, es seguro que no debe existir hombre alguno sobre la tierra que pueda negar
o minimizar, a la hora del crepúsculo, la magnitud de su grandeza.
247
COMENTARIO A FALLO: Fraguas, Erika L. Y otros s/ sobreseimiento
El comienzo de la vida:
Uno de los problemas fundamentales que se plantea la dogmática en el plano
del bien jurídico tutelado en los delitos contra la vida humana es, precisamente y
por un lado, determinar el momento en que comienza un nivel mínimo de protección
penal de la vida humana independiente, es decir, desde cuándo la vida humana se
transforma de dependiente en independiente y, por ende, desde cuándo el derecho
penal debe intervenir en la tutela de ella, sea a través del tipo de aborto o de homicidio; y, por otro lado, determinar el límite máximo de protección que coincide con
la muerte de la persona. Antes de la reforma al Código Penal por la ley 24.410 de
1995, que derogó el delito de infanticidio que estaba previsto en el art. 81, inc. 2º
del Cód. Penal, la doctrina había determinado el criterio de distinción entre el aborto
y el homicidio a partir de la interpretación de la expresión “durante el nacimiento”
que describía la fórmula de aquel tipo penal derogado. Suprimida esta figura y, por
ende, desaparecida la referencia legal para fijar los límites entre la vida dependiente
e independiente, hay que concluir forzosamente en que dicha delimitación viene
dada por el “nacimiento” del ser humano, por cuanto es sólo a partir de este hecho
biológico que queda fijado el límite mínimo de la vida humana independiente, o,
como señala Gracia Martín, porque es la condición necesaria e indispensable de la
autonomía de vida. El límite máximo queda marcado por la muerte de la persona
humana, última frontera con el delito de homicidio. La desaparición del infanticidio
como figura atenuada de homicidio, como bien señalan Breglia Arias y Gauna, ha
creado una difícil situación en torno a la distinción entre el aborto y el homicidio,
que debe ser manejada a través de una cuidadosa interpretación de los tipos penales
involucrados para evitar que en la praxis, por la gravísima pena prevista para los
casos de muerte del niño por la madre (infanticidio), se derive hacia situaciones de
verdadera justicia. Tanto es así que alguna cualificada doctrina ha llegado a admitir
que la eliminación del infanticidio no ha cambiado la interpretación que debe darse
a la cuestión, que debe ser la misma que se sostenía antes de su derogación, es decir,
que el homicidio puede cometerse durante el momento del parto. El problema que se
presenta, como puede verse, reside en determinar el preciso momento en que comienza el nacimiento de la persona, esto es, cuándo el ser humano deja de ser feto para
convertirse en una criatura ya nacida, cuestión que ha dado lugar a una controversia
doctrinaria que aún dista mucho de finalizar. Un sector doctrinario entiende que el
nacimiento comienza con los trabajos de parto (contracciones o dolores) y culmina
con la separación de la criatura del vientre de la madre; si esta separación fuera la
derivación de una intervención quirúrgica (cesárea), el comienzo del nacimiento
estaría dado por el momento en que el niño empieza a ser extraído (Soler, Fontán
Palestra, Terán Lomas, Laje Anaya, Varela, Donna, etc). Según Hurtado Pozo, esta
concepción predomina entre los juristas suizos y alemanes. Para Breglia Arias y
Gauna es suficiente con la aparición del cuerpo del niño al exterior, total o parcialmente. Finalmente, para González Rus la vida es independiente cuando puede ser
248
María Constanza Fonrouge
directa e inmediatamente lesionada, es decir, cuando la expulsión haya llegado a
un punto en el que es posible matar directamente al producto de la concepción. En
nuestra opinión, el comienzo del nacimiento se produce en el preciso momento en
que comienza el proceso de expulsión de la criatura del seno materno, configurando
este instante el límite mínimo en que tiene inicio la vida humana independiente,
mientras que el límite superior se verificará al quedar separada totalmente del cuerpo
de la madre independientemente de que se produzca el corte del cordón umbilical o
que se constaten otros signos vitales. A partir de este momento, la muerte del niño
configurará homicidio.
El Código Penal tutela la vida humana desde su concepción en el seno materno
y hasta que se produzca su desaparición con la muerte natural. Esta afirmación,
discutible desde un enfoque axiológico y político-criminal garantista de los derechos
de los individuos, permite fijar –por un lado y desde tal perspectiva- el punto de
partida de la vida humana y, al mismo tiempo, por otro lado, permite determinar
los límites de la protección legal.
Sin embargo, un enfoque a partir de un derecho penal pluralista y democrático,
fundado en el respeto pleno de las garantías y seguridades ciudadanas, propias de
un estado de derecho, sugiere –de lege ferenda- fijar como inicio de la vida humana
el momento en que se produce la anidación del óvulo fecundado en el útero de la
mujer, pues es a partir de dicho momento –como entiende la más moderna doctrinaque se tiene mayor certeza en el desarrollo de la vida humana. El Código Penal, al
reprimir el aborto lo hace no porque el feto sea persona en sentido técnico-jurídico
(que lo es, claro está), sino porque es portador de vida humana. La controversia
desatada en el marco de la doctrina sobre la personalidad del nasciturus sólo puede
tener alguna relevancia en el campo del derecho civil, no del penal.
El aborto:
El Código Penal argentino, como tantos otros ordenamientos, no define el
aborto; sólo se ha limitado a clasificar en distintas figuras, tipos descriptivos de
conductas destructoras de la vida humana en formación. La noción ha quedado
librada a la doctrina y jusriprudencia. Desde nuestro punto de vista, el aborto puede
ser definido como la interrupción del proceso fisiológico de la gravidez, con la consecuente muerte del feto, ocurrida con posterioridad a la anidación del óvulo. ¿Por
qué exigimos la anidación del óvulo como acontecimiento previo a la configuración
del aborto? Las razones son varias. La problemática de la anidación surge como
consecuencia de los avances de la moderna medicina, que puso en crisis la teoría
tradicional de la fecundación, frente al debate suscitado acerca del límite mínimo
del comienzo de la vida como objeto material del delito de aborto. Actualmente, la
opinión predominante en el desarrollo teórico europeo entiende que el límite mínimo
del delito de aborto está fijado a partir de la anidación del óvulo en el útero de la
249
COMENTARIO A FALLO: Fraguas, Erika L. Y otros s/ sobreseimiento
madre (Bajo Fernández, Muñoz Conde, Bustos Ramírez, García Vitoria, Laurenzo
Copello, Cobo del Rosal, Carbonell Mateu, Luttger, Roxin, etc).
La exigencia de la anidación como punto de partida del proceso de gestación
y, por consiguiente, del proceso de aborto, significa una real y eficaz protección
jurídico-penal de la persona por nacer, pues es solo a partir de esa circunstancia
que puede afirmarse con cierto grado de exactitud el comienzo de la vida. En tanto
no se produzca la fijación del huevo fecundado en la matriz, no podría afirmarse
inequívocamente la existencia de un embarazo cuya interrupción sea abortiva. La
protección penal antes de la anidación, como pone de relieve Roxin, se asentaría
en gran parte en lo imaginario. Estrictas razones de seguridad jurídica, propias de
un estado de derecho, aconsejan la adopción de este criterio. A favor de la teoría de
la anidación se han expuesto, entre otros, los siguientes argumentos:
a) Hasta el momento en que ocurre la anidación, el embrión no tiene contacto
fijo con el organismo materno, motivo por el cual sólo existe un 50% de probabilidad
de su implantación en el útero y otro 50% que, por causas naturales, no llegue a
anidarse. Por ello, si toda destrucción del óvulo fecundado fuera el aborto, surgiría
el problema de demostrar, precisamente, si ese óvulo fecundado murió como consecuencia de maniobras abortivas o por causas naturales.
b) Si se admitiera que la vida tiene comienzo con la fecundación habría que
considerar aborto la destrucción del óvulo fecundado en el laboratorio (fecundación
in Vitro), como también la interrupción del embarazo extrauterino.
c) La teoría de la anidación amplía el campo de acción de los medios anticonceptivos, cuya irrelevancia penal –destaca Muñoz Conde- se deduce que no
inciden en la vida ya surgida. Precisamente uno de los medios anticonceptivos
más utilizados es el dispositivo intrauterino DIU, que actúa evitando la anidación
del óvulo fecundado 259. En este mismo sentido, subraya Laurenzo Copello que
de fijarse el comienzo de la protección penal en la fecundación, la utilización de
dispositivos intrauterinos (DIU) como medio de control de la natalidad quedaría
comprendida dentro de las conductas prohibidas por la norma ya que, como es
sabido, dichos dispositivos no impiden la concepción sino la anidación del óvulo
fecundado en el útero materno. A todo esto, agrega que, de admitirse la protección
penal del nasciturus a partir de la fecundación, las conductas abortivas ocurridas
durante el período anterior a la anidación no podrían castigarse sino como tentativa
imposible, pues los medios científicos actualmente disponibles no permiten probar
el embarazo en dicha etapa inicial, a lo que se debe agregar que la propia mujer
sólo puede sospechar su estado de embarazo, pero desconoce si el mismo realmente
se ha producido. De manera entonces que en el período que termina en el preciso
momento en que se produce la anidación (calculado científicamente entre 7 y 14 días
después de la fecundación), sólo cabrá responsabilidad penal por las consecuencias
remanentes que la acción abortiva pudo haber causado (por ej., lesiones, muerte,
etc.) Ahora bien, el momento en que la conducta punible deja de ser aborto para
250
María Constanza Fonrouge
configurar un homicidio está dado por el nacimiento de la persona. Producido éste,
sólo es concebible un homicidio; antes, sólo aborto. Son presupuestos del delito de
aborto:
1) Estado de embarazo o preñez. Debe existir una mujer realmente embarazada,
lo cual presupone la presencia de un feto. Existe preñez desde que el semen viril
fecunda el óvulo femenino y este anida en la matriz. Por lo tanto, queda descartado
el falso embarazo (o embarazo aparente).
Carece de relevancia que al embarazo se llegue a través de un proceso natural o por inseminación artificial, quedando excluidos los casos de fecundación in
Vitro aún en fase de laboratorio. La ingestión de productos anticonceptivos o el
empleo de otros medios tendientes a evitar el embarazo, se encuentran al margen
del Código Penal.
2) Vida y muerte del feto. El feto debe estar con vida en el momento en que se
producen las maniobras abortivas, sin que importen sus condiciones de viabilidad.
En la doctrina española se exige, como requisito del objeto material del delito de
aborto, la viabilidad intrauterina del producto de la concepción, esto es, la capacidad del desarrollo fisiológico para nacer vivo, pero no su viabilidad extrauterina,
entendida ésta como la capacidad orgánica para vivir separado del claustro materno
265. La tesis, entre nosotros, no tendría cabida, pues el feto, por más inviable que
sea (por otra parte, estado de muy dudoso pronóstico), tiene protección legal y su
destrucción configura el delito que estamos analizando. Idéntica conclusión cabe
para los casos de embarazos ectópicos, en los que el óvulo fecundado anida y se
desarrolla fuera de la cavidad uterina y cuyo producto se considera no viable.
Al resultado muerte se puede llegar –señala Laje Anaya- porque la persona
por nacer ha muerto en el vientre de la madre, o ha sido privada de la vida en la
expulsión o a consecuencia de ella, mediante un procedimiento abortivo. La muerte
del feto antes de la acción abortiva.
2. Doctrina del fallo:
Llega a consideración del tribunal el recurso de apelación interpuesto por la
querella contra el auto por el cual se decretó el sobreisimiento de Erika Liliana
Fraguas, Inés Alicia Miraglia, Mariela Marinelli, Claudia Daniela Omar, Lidia
Delia De la Peña, Mónica Ines Rafetto, Mónica Patricia Novello y Carlos Eduardo
García. Por el hecho ocurrido cuando E.E.M ingresó al hospital Santojanni, el
día 25 de septiembre de 2005 a las 20.05 horas con diagnóstico de embarazo de
39 semanas y 6 días, rotura prematura de membranas, líquido claro de 3 horas de
evolución. En dicha ocasión se constataron movimientos fetales positivos, latidos
fetales positivos, dinámica uterina negativa, membranas rotas, líquido amniótico
Buompadre, Jorge. “Derecho Penal. Parte Especial”
251
COMENTARIO A FALLO: Fraguas, Erika L. Y otros s/ sobreseimiento
claro, cefálico móvil, afebril, TA 100/60, FC 84 por minuto. Al día siguiente fue
controlada a las 10, 11, 12, 13 y 20.45 horas. El día 27 fue controlada a lo largo
del día y a las 14.40 ingresó al centro obstétrico, trayéndola en silla de ruedas el
camillero; su diagnóstico polisistolia e hiperdinamia oportunidad en que no se
auscultaron latidos fetales por Pinard.- Se decidió realizar operación cesárea. El
diagnóstico fue herpertonía uterina, desprendimiento de placenta normoinserta, feto
muerto e inminencia de rotura uterina. La imputación estuvo dirigida a la omisión
de inducir el parto dentro de las 24 horas de producida la internación de la mujer
y el escaso control médico.
A.- Solución:
En el Sr. Juez Filozof, votante en primer término del Tribunal dejo en claro
“que los elementos de prueba obrantes en el legajo señalan que los profesionales
intervinientes en la atención de E. E. M. no han obrado con ánimo de causar alguna muerte, no actuaron con violencia (ni siquiera es imputado tamaño obrar),
descartándose de plano la figura del artículo 87 del texto sustantivo (que debe
denominarse preterintencional)”
Tengo para mí, según lo prescripto por el art. 87 del C. P. que los elementos de
este delito son el ejercicio de la violencia física o psíquica sobre el cuerpo o hacia
la mujer –que en el caso no se advierte-; una mujer en estado de embarazo- como
se da en el caso presentado- y la muerte del feto más la inexistencia de dolo de
aborto por parte del autor. Lo manifestado precedentemente descarta a mí entender
de modo irrefutable la aplicación de dicha normativa.
Con posterioridad a ello, el magistrado expone que “la destrucción culposa
del feto no encuentra previsión en el cuerpo criminal argentino…”
Al respecto considero que, si bien es cierto por un lado, la imposibilidad de
encuadrar la conducta descripta en el caso como aborto preterintencional, y que el
aborto culposo carece de tipificación penal, no lo es menos que el aborto puede ser
definido como la interrupción del proceso fisiológico de la gravidez, con la consecuente muerte del feto, es decir que es interrumpir el desarrollo del feto durante el
embarazo. Con esta definición pretendo preguntarme si es realmente lo que ocurrió
en el caso presentado, es decir partir de lo que realmente es el “aborto”.
Asimismo, alude a que “…sólo puede existir homicidio a partir que el ser humano naciente pueda ser visto separado del seno materno”. No cabe duda en torno
a que cuando se da muerte injustamente a una persona después del nacimiento se
comete el delito de homicidio, mientras que el aborto se tipifica cuando se da muerte
antes del nacimiento. Pero, es dable preguntarse qué delito se comete cuando la
muerte se produce durante el nacimiento, es decir cuando la vida intrauterina está
pronta a finalizar y aún no se ha dado comienzo a la vida fuera del útero.
Diccionario de la lengua española 2005 Espasacalpe S. A., Madrid
252
María Constanza Fonrouge
Ciertamente, como mencioné con anterioridad el problema se presenta debido
a que el aborto culposo no está contemplado por la legislación penal argentina.Ahora bien no resulta de ningún modo absurdo sostener como lo hubo Bacigalupo que durante el nacimiento ya se es persona, o inclinarse por lo manifestado por
Donna “el comienzo de la vida humana coincide con el comienzo del nacimiento,
lo que ocurre con las contracciones expulsivas o con el comienzo de la primera
incisión cesárea”.
Por su parte Creus “no se requiere que se mate al ya nacido sino que basta que
se mate al sujeto durante el nacimiento, por lo cual la mayor parte de la doctrina
ha considerado que el nacimiento, como momento a partir del cual estaremos en
presencia de un homicidio, se da en el comienzo del parto natural o cuando faltan
esos dolores, con el inicio del procedimiento de provocación artificial de aquel o
de extracción quirúrgica del feto”.
A mí entender el nacimiento comienza con los trabajos de parto ya sean
contracciones o dolores y culmina con la separación de la criatura del vientre de
la madre. Esto conlleva a sostener –desde mi punto de vista- que sí de haberse
evidenciado en la mujer el llamado “comienzo de parto”, aún sin la consecuente
expulsión, estaríamos frente a la presencia de un homicidio durante el nacimiento.
Resulta de suma importancia, ante tal afirmación, la exigencia indispensable del
“trabajo de parto”, de lo contrario efectivamente caeríamos en la atipicidad de la
conducta descripta.
En segundo término votó la Dra. María Laura Garrigós de Rebori, quien ha
concordado con los argumentos que minuciosamente expresó el Dr. Filozof en su
exposición, por lo que pasaré a analizar la postura disidente.
Por su parte el Sr. Juez Rodolfo Argerich sostiene en su exposición “…hasta
las posiciones que sostienen que el homicidio es aplicable desde las primeras contracciones de parto, basándose centralmente en que el nacimiento es un proceso,
tal como podía extraerse de la figura del infanticidio derogada por ley 24.410 (tal
el caso de Soler, Donna o Bacigalupo).
En coincidencia con esta última postura cabe en principio rebatir el argumento
de que sólo se puede ser sujeto pasivo de la figura del homicidio desde el total desprendimiento del seno materno, ya que la disposición contenida en el código civil
sólo fija el momento en el cual la persona adquiere definitivamente derechos que
hubiere recibido durante el embarazo, particularmente derechos patrimoniales, más
nada autoriza, se entiende, a concluir que dicha disposición marque un momento de
relevancia en el derecho penal, del cual claramente, receptando leyes superiores,
surge que la persona existe desde antes. Una vez que el ser vivo “comienza a nacer”,
puede concluirse entonces que el embarazo ha finalizado, al menos su gestación.
Bacigalupo, Enrique, “Estudios sobre la parte especial del Derecho Penal”, Madrid 1990
Donna, Edgardo. “Derecho Penal. Parte especial” ed. Actualizada.
Creus, Carlos. “Derecho Penal. Parte Especial”.
253
COMENTARIO A FALLO: Fraguas, Erika L. Y otros s/ sobreseimiento
No se advierte qué cambio biológico se produce en la persona que autorice a una
menor protección legal…”
Como previamente he anticipado al reflexionar entorno a la votación de la
mayoría, adhiero sin vacilación alguna a la postura que indica que el nacimiento
abarca todo el período comprendido entre el comienzo de los primeros dolores,
contracciones, que continúa con la expulsión hasta su finalización. Entiendo que
la muerte del naciente se ha producido “durante el nacimiento”, por lo que estamos
en presencia de un homicidio.
Ahora bien, falta pues analizar en sí el delito de homicidio culposo, imprudente,
en que habrían incurrido los médicos.
Conforme lo describe el juez instructor, la imputación está dirigida a la omisión
de inducir al parto dentro de las 24 horas de producida la internación de M. (25 de
septiembre de 2003) y al escaso control médico en el período comprendido entre
las 08:20 y las 14:40 del 27 de septiembre de 2003.
Ello, no significa afirmar que de haberse inducido con antelación el parto o el
mayor control efectuado sobre la parturienta hubiera evitado con certeza el final
luctuoso, sino que con esto pretendo decir que la omisión o violación del deber de
cuidado no está íntimamente relacionado con la seguridad, la certeza, pero sí con
la potencial capacidad, pericia de evitar el resultado o al menos lograr la reducción
del riesgo del mismo.
Creo que en el caso concreto, demasiado hincapié se ha dado en pautar las diferencias existentes entre el delito de aborto y el de homicidio, discutir sobre cuando
comienza la vida, cuando se es persona, provocando de algún modo la inobservancia
de sí el médico pudo actuar en forma correcta siguiendo los acertados pasos del arte
de la medicina en esa especial actividad que se estaba desarrollando.
Se tendría que haber analizado pruebas que demuestren que los médicos tenían
la posibilidad de actuar de otra manera en ese preciso momento, poniendo de algún
modo en evidencia el nexo causal de este acontecer con la muerte.
Vale mencionar que según Carrara el homicidio es culposo cuando la muerte
ha sido ocasionada por un hombre con un acto que no estaba dirigido a lesionar la
persona y del cual podría preverse, más no fue previsto, que podía determinar aquel
triste efecto. Como dice Bettiol, la impericia no sólo se presenta sustancialmente
como una imprudencia calificada, sino como un caso de temeridad profesional, por
ejemplo, el médico cirujano que pretende ejecutar una operación difícil y riesgosa
aún sabiendo que no está a la altura de la tarea. En suma la impericia es la falta o
insuficiencia de aptitudes para el ejercicio de una profesión o arte que importa un
desconocimiento de los procedimientos más elementales, por ejemplo el médico
que se equivoca de diagnóstico o comete fallos groseros de técnica operatoria.
Carrara, Francesco. Derecho Criminal. Ed. Depalma. Bs. As. 1945. vol. III
Bettiol, Giuseppe. “Derecho Penal. Parte General”, Temis, Bogotá, 1965.-
254
María Constanza Fonrouge
Como enseña Núñez, por su lado, la impericia no se identifica necesariamente con
cualquier error o ignorancia en el ejercicio de la actividad. No basta con decir en
el campo médico, que hubo un error de diagnóstico para que haya culpa, sino que
debe tratarse de un error que, cayendo fuera del marco de lo opinable y discutible,
sea grosero e inadmisible por obedecer a una falta de saber mínimo.
Jescheck, cuando dice que la culpabilidad sólo es posible formularla así: “El
autor, en una situación en la que se encontraba, habría podido actuar de otra manera en el sentido de que, según nuestra experiencia de la persona, otro en su lugar,
aplicando la fuerza de voluntad que posiblemente le haya faltado al autor, habría
actuado de otra manera en la correcta situación”.
Por último considero de suma importancia para dirimir diversas cuestiones que
se nos presenta con respecto a la aplicabilidad normativa las siguientes palabras
de Mir Puig: “La letra de la ley no ofrece más que el punto de partida y el límite
máximo de la interpretación de la norma. La letra de la ley traza únicamente un
marco, dentro del cual el jurista ha de “concretar” el preciso alcance de la norma,
en base a las exigencias del sector de la realidad objeto de regulación el llamado
“proceso de concreción de la norma10”.
Ahora bien, son los jueces los llamados a “concretar” el alcance de la norma.
B- Resumen de resultados:
I. - el nacimiento comienza con los trabajos de parto (contracciones o dolores)
y culmina con la separación de la criatura del vientre de la madre.II. - que la muerte del naciente se ha producido “durante el nacimiento”, por
lo que estamos en presencia de un homicidio
III.- se tendría que haber analizado pruebas que demuestren que los médicos
tenían la posibilidad de actuar de otra manera en ese preciso momento, poniendo
de algún modo en evidencia el nexo causal de este acontecer con la muerte.IV.- Se debería haber verificado si el autor en la situación en la que se encontraba, hubiese podido actuar de otra manera, para determinar la culpabilidad.-
Núñez, Ricardo “Tratado de Derecho Penal”, Lerner, 1971.
Jescheck Hans Heinrich, Tratado de Derecho Penal, Parte General, Ed. Comares-Granada 1993
10
Mir Puig Santiago, El Derecho Penal en el Estado Social y Democrático de Derecho, Ed. Tecnos
1990
255
256
El suelo y el ambiente
Algunas reflexiones sobre fuentes históricas
y normativas referentes a la protección,
preservación y/o conservación del suelo y del
ambiente
Marina Laura Lanfranco Vazquez*
“…se ha tomado conciencia de que el desarrollo económico no puede estar
desligado de la protección ambiental”
“Cada visión se está convirtiendo en nuevos derechos que están
resquebrajando el marco jurídico prevaleciente construido en torno al
principio de la individualidad y del derecho privado, de la misma forma que
esos pilares de racionalidad económica se resquebrajan frente a lo real de la
naturaleza y los sentidos de la cultura” Enrique Leff.
Sumario: 1. Introducción. 2. Antecedentes normativos internacionales. 3. ¿Que entendemos por
ambiente? 4. La normativa ambiental relativa al Uso del Suelo de la República Argentina y de la
Provincia de Buenos Aires. 5. Algunas reflexiones finales. 6. Bibliografía.
*
Abogada FCJyS de la UNLP, Auxiliar Docente en Derecho de la Navegación y Derecho Agrario de la
FCJyS de la UNLP, Becaria de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires
– CIC- 2006.
Considerando del Pacto Federal Ambiental firmado por el Señor Presidente de la Nación Argentina, por
los Señores Gobernadores de las Provincias y el Señor Intendente de la Ciudad de Buenos Aires el 5 de
julio de 1993
LEFF, Enrique La ecología política en América Latina. Un campo en construcción, p. 31
257
El suelo y el ambiente
1. Introducción
En el presente trabajo indagaremos en algunas cuestiones referentes a la
historia ambiental. En principio, y desde el punto de vista histórico, tomaremos
algunos documentos internacionales que han dado inicio a una conciencia ambiental.
Luego haremos referencia a cuestiones atinentes al uso del suelo y finalmente nos
dedicaremos a analizar la normativa que lo regula en la República Argentina y en
particular en la Provincia de Buenos Aires.
Para la realización de este análisis, veremos como tratan estos temas las diversas
disciplinas, y como se enriquece el abordaje jurídico medioambiental ya que reconocemos que la protección ambientalmente sustentable del recurso suelo (urbano
y rural) requiere necesariamente de una hermenéutica integradora de la normativa
y de su efectiva aplicación con variables sociales y productivas. A partir de este
entendimiento, abordaremos la problemática que reviste una enorme complejidad,
y a los efectos de comprenderla ampliamente, superando los enfoques parcializados
que lideran los puntos de vista de cada una de las ciencias que lo tratan de manera
aislada, acercamos aportes que consideramos de elevada importancia y que participan del “Medio Natural y (d)el Medio Social que conforman la noción ambiente”,
siendo lo ambiental “transversal, (…) holístico y sistémico”.
2. Antecedentes normativos internacionales
En otras oportunidades hemos mencionado que la conciencia occidental respecto de la protección del ambiente aparece de manera muy reciente en el tiempo.
Algunos autores no le otorgan antigüedad más allá del año 1965 en el mundo,
años más, años menos. En general, la mayoría de ellos consideran que comenzó
alrededor del año 1970. La mencionada década ha sido emblemática en muchos
aspectos y en el que nos ocupa especialmente. A nivel internacional, se logró llevar
adelante la celebración de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia
Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas la que tuvo lugar en la
Ciudad de Ramsar 1971 (conocida más comúnmente como la Convención de Ramsar
de 1971). Los doctrinarios consideran que éste es el Primer Convenio Internacional
sobre temáticas ambientales referentes a la conservación y uso racional del ambien
Hipótesis de trabajo de una investigación mas abarcativa del tema de investigación “Historia ambiental del
uso del suelo urbano y rural de la Provincia de Buenos Aires. Una perspectiva jurídica” Beca de Estudio
CIC 2006.
TORIBIO, Alicia y SORUCO DE MADRAZO, Cristina Las instituciones académicas y su contribución
al desarrollo sustentable en Revista Theomai, Numero Especial. Argentina, 2005 p.5.
MIRANDA, Marisa, Temas agroambientales Edit. de la UNLP Argentina 1997, p. 20
CENICACELAYA, M. La Protección del Medio Ambiente en las Nuevas Constituciones Provinciales,
en Protección del Medio Ambiente, Edit. de la UNLP, Argentina 1992, p. 33.
258
Marina Laura Lanfranco Vazquez
te. A su vez, en el mismo año 1971 se creó el Programa Intergubernamental sobre
el Hombre y la Biosfera – Man and the Bisophere - MAB – de la UNESCO, cuyos
objetivos tuvieron en miras lograr desde sus inicios “una base racional (para) la
utilización y conservación de los recursos de la biosfera y para el mejoramiento de
las relaciones entre el hombre y el medio”. Asimismo, se estableció que el enfoque
para abordar las problemáticas ambientales debía integrar las disciplinas naturales
y sociales, diseñándose 14 campos de acción, entre ellos destacamos especialmente
el 3º campo MAB, el que se refería directamente a los “efectos de las actividades
humanas y los métodos de utilización del suelo sobre las tierras de pastoreo: sabanas
y praderas (desde las regiones templadas a las áridas)”. Entonces ya se reconocía el
efecto de la actividad del hombre como un factor de incidencia en la modificación
del ambiente, en su beneficio y en su perjuicio10.
En el año 1972, se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio
Ambiente Humano –CNUMA- la que puso por escrito algunos elementos de los que
podemos llamar participantes de una conciencia mundial respecto de la utilización
racional de los recursos naturales y la preservación y mejoramiento del “medio
ambiente humano”. La Declaración de Estocolmo, (instrumento que emanó de la
Conferencia y que lleva el mismo nombre), no reviste carácter vinculante, para los
Estados, sólo los insta a la conservación del ambiente humano, el medio del hombre. Aunque posteriormente el uso lo llevó a “medio ambiente” a secas, entendido
en los términos de la Conferencia, esta se refirió al medio ambiente humano, y las
declaraciones emanadas de la misma lo hicieron de igual forma. En el principio
1 de la Declaración se determinó que “el hombre tiene derecho fundamental a la
libertad, la igualdad y el disfrute de condiciones de vida adecuadas en un medio
de calidad tal que permita llevar una vida digna y gozar de bienestar, y tiene la
solemne obligación de proteger y mejorar el medio ambiente para las generaciones presentes y futuras11”. Vemos aquí uno de los primeros orígenes de lo
que hoy conocemos como sustentabilidad ambiental el que en la actualidad es un
concepto totalizador, transversal, que introduce en el campo jurídico un entendimiento de ética intergeneracional que engendra efectos jurídicos12. Fue necesario
LINGUA, G. y BENZAQUEN, L. La Convención sobre los Humedales (Ramsar, Iran 1971) Sección IV.
Argentina, p. 205.
Revista a/mbiente Publicación de la CEPA Centro de Estudios y Proyectación del Ambiente Nº 36 Sección
MAB Argentina 1983 p. 1.
Del Programa MAB UNESCO. Además, desde un punto de vista fisonómico se consideró que el territorio
de la región pampeana de la República Argentina está constituido a por sabanas y grandes pastizales. En
MORELLO J., Et. Al, Urbanización y consumo de tierra fértil. Revista ciencia Hoy, Nº 55 Argentina
2000, p. 50
10
Revista a/mbiente, Op. Cit. P. 2
11
Principio 1 de la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano
celebrada en Estocolmo entre el 5 y 16 de junio de 1972.
12
En este sentido, Cenicacelaya mencionaba el cambio en el entendimiento ambiental en la época recono
259
El suelo y el ambiente
mucho tiempo de elaboración luego de Estocolmo, para que los Estados realicen
su proceso de concientización e internalización de los principios generales del
Derecho Ambiental.
Entre otras elaboraciones de gran importancia en el campo internacional, y casi
a finales del año 1982, nuevamente a iniciativa de las Naciones Unidas, se dictó la
Carta Mundial de la Naturaleza, uno de los documentos determinantes para el estudio
de estos temas, reconociendo al hombre como parte de la naturaleza, el que a su
vez, deberá tener una línea de acción liderada por principios morales respetuosos
del ambiente, mantener el equilibrio y calidad de la naturaleza así como también
conservar los recursos de los que saca provecho para si y para las generaciones
futuras, reiterando postulados y principios ya establecidos en Estocolmo. La Carta
Mundial de la Naturaleza, ya mencionada, fue aprobada por Asamblea General de
las Naciones Unidas en el año 1982, la que sin referirse expresamente a términos
como desarrollo sustentable o sostenible, incluía dentro de su texto ideas tendientes
a la “…conservación de los recursos naturales, en beneficio de las generaciones
presentes y futuras13”.
Actualmente, nos encontramos transitando el paradigma de la sustentabilidad
ambiental, el que ha ido ganando terreno a nivel internacional a partir de la elaboración de los documentos internacionales antes mencionados, destacando de entre
ellos la Cumbre celebrada en la Ciudad de Río de Janeiro, Brasil del año 1992,
conocida como la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y
Desarrollo –CNUMAD-. La mencionada Conferencia reconoce como antecedente
inmediato al Informe “Nuestro Futuro Común” elaborado en el año 1987 por la
Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (también conocido como
“Informe Brundtland”), configurando para muchos autores, éste uno de los primeros y determinantes documentos que se refieren a la sustentabilidad ambiental,
entendida en términos actuales.
Volviendo a la Cumbre de Río, (también conocida como ECO `92), podemos
observar que emanaron ciertos elementos que revisten carácter vinculante para los
Estados participantes de la misma, como por ejemplo el Convenio sobre Biodiversidad y el Convenio Marco sobre Cambio Climático (UNFCCC) obligatorios para
los Estados parte y otros documentos no vinculantes como la Declaración de Río
y la Declaración de principios de forestas. A su vez se establecieron acciones en la
conocida Agenda 21, que también emanó de esta Conferencia. Poco después, en el
año 1994, se firmó un Convenio, en el marco nuevamente de las Naciones Unidas
que trataba sobre Lucha contra la Desertificación y la Sequía, el que generó programas de acción en diversos países en el tema, no siendo la Argentina la excepción.
ciéndose la responsabilidad por los derechos en cabeza de generaciones futuras. CENICACELAYA, Op.
Cit. p. 33.
13
Carta Mundial de la Naturaleza, dictada el 28 de octubre de 1982 por Resolución aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas 5º párrafo.
260
Marina Laura Lanfranco Vazquez
En nuestro país, se puso en funcionamiento un Programa de Acción Nacional de
Lucha contra la Desertificación en el ámbito de la Secretaría de Recursos Naturales
y Desarrollo Sustentable de la Nación que comenzó en 1995 con la elaboración
del Programa (PAN).
Para terminar con esta enumeración en el año 2002, se celebró en Johannesburgo, Sudáfrica, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable, la que reafirmando los postulados elaborados en los anteriores documentos internacionales
mencionados, y refiriéndose a nuevos conceptos tales como “protección ambiental
a nivel local, nacional, regional y global14”, a las diferencias y las “disparidades globales15”, así como también la dignidad humana, seguridad alimentaria, transferencia
de tecnología, el hambre crónico, la desnutrición, la corrupción, las enfermedades
endémicas, etc16, actualizó y puso en debate internacional el tema ambiental. A su
vez, se evidenciaron grandes problemáticas vinculadas con el desarrollo sustentable,
y básicamente con el ambiente y con el hombre. Para muchos estas declaraciones
han quedado sólo en eso, relativizando la importancia de la Cumbre y de sus resultados arrojados.
A continuación, y a los efectos de agrupar la normativa internacional mencionada anteriormente en la temática medioambiental acompañamos un cuadro
con algunos de los acuerdos internacionales sobre el tema en general y específicos
respecto del suelo17.
Año
1971
1971
1972
1972
1972
1982
1987
Convenio - Informe – Programa
Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas.
Programa Intergubernamental sobre el Hombre y la Biosfera – Man and the
Bisophere - MAB – UNESCO.
Informe Club de Roma y MIT: Los límites del crecimiento.
Declaración sobre Medio Ambiente Humano. Conferencia de Estocolmo
organizado por Naciones Unidas – Res. 2398-XXIII-.
Programa Naciones Unidas para el Medio Ambiente – PNUMA -.
Carta Mundial de La Naturaleza Resolución Asamblea General Naciones
Unidas 37/7 (no vinculante).
Informe “Nuestro Futuro Común” de la Comisión Mundial sobre medio
ambiente y desarrollo. Informe Bruntland.
14
Del punto 5 del capítulo “Desde Nuestros Orígenes al Futuro” de la Declaración de Johannesburgo sobre
Desarrollo Sustentable 2002.
15
Del punto 15 del capítulo “De Estocolmo a Río de Janeiro a Johannesburgo”, de la Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo Sustentable 2002.
16
De los puntos 17, 18 y 19 del Capitulo “Nuestro Compromiso con el Desarrollo Sustentable” de la Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo Sustentable 2002.
17
El cuadro referenciado, no constituye la enumeración de la totalidad de los convenios existentes en la
materia, sino algunos de los considerados de importancia para el presente análisis.
261
El suelo y el ambiente
1992
1994
2002
Conferencia de las Naciones Unidas sobre El Medio Ambiente y Desarrollo
Río de Janeiro. (De aquí surgen: la Declaración de Río, Declaración de principios de forestas, Convenio marco sobre cambio climático, Convenio sobre
Biodiversidad y la Agenda 21.
Convenio de las Naciones Unidas sobre lucha contra la desertificación y la
sequía.
Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible realizada en Johannesburgo
(Conocida como Rió + 10)
Fuente: elaboración propia en base a www.dsostenible.com.ar/acuerdos/index.html.
(27.10.2006)
En nuestros días, observamos que el paradigma de la sustentabilidad se ha desarrollado a lo largo de todo el globo, ganando entera aceptación. Esta sustentabilidad
esta entendida a partir de tres variables que la condicionan: el ambiente, la sociedad
y la economía. De más esta decir que la influencia de la tercera característica que
hemos mencionado, (la económica) ha predominado a lo largo de la historia, es
la que predomina en la actualidad y lo hace cada vez con más vigor18. Si bien nos
encontramos a 14 años de su abierta proclamación en Eco ´92, aun vemos la casi
imposibilidad para muchos Estados de su puesta en práctica. Las razones varían
según los Estados y la condición de desarrollo económico, existiendo grandes dificultades en materia de sanción y/o aplicación de la normativa protectoria de los
recursos naturales, interna e internacional. Para complejizar aún más la cuestión,
evidenciamos que el sistema productivo de un grupo, región o sociedad, está definido en función del sistema político – económico imperante y en la actualidad,
estos conceptos trascienden las jurisdicciones estatales hacia entendimientos de
tipo subregiones, regionales e incluso global19.
Habiendo realizado una síntesis histórico – normativa de la producción
internacional, nos dedicaremos en el siguiente acápite al análisis conceptual multidisciplinario.
3. ¿Que entendemos por ambiente?
Necesariamente para las distintas disciplinas que lo estudian, el concepto de
ambiente no significa lo mismo. Es un vocablo que encierra muchos y diversos
entendimientos y lecturas. Según Valls, el idioma español no tiene un término único
para definir la palabra ambiente. Este deviene de environment, vocablo anglosajón
18
FERNÁNDEZ, Roberto Las Ciudades en la Crisis de la Sustentabilidad. Puntos de inflexión entre la
ciudad histórica y la ciudad futura. Revista Theomai. Argentina. 2006, p. 6
19
LEFF Enrique Op. Cit., p. 33.
262
Marina Laura Lanfranco Vazquez
que significa entorno, medio ambiente.20 Esta palabra ha tomado como fuente al
verbo francés environner que quiere decir en nuestro idioma rodear, circundar, estar
alrededor de, apareciendo luego, en el idioma francés la palabra environnement
la que se traduce al castellano como medio ambiente o ambiente2122. A su vez se
menciona que la mayor elaboración doctrinaria sobre el tema se ha realizado mayoritariamente en idioma inglés, con lo cual, al traducirse al español, fue necesario
reunir dos palabras que contengan la completa significación del término environment. Así en nuestro idioma se utiliza el término medio ambiente, el que incluye
las ideas de rodear y circundar con los factores condicionantes del término en su
idioma originario23, aunque para algunos especialistas consideran que la suma de
las dos palabras resulte redundante.
Miranda, nos explica que ambiente deriva del latín ambiens-bientis y esto se
refiere a lo que rodea o se encuentra cerca24. Los diccionarios de los años 1950 y
1960 en la voz ambiente, consideraban al mismo en su primera acepción, como
el “fluido que rodea un cuerpo25”, acepción que continúa manteniéndose y que en
general los especialistas dan como primera definición del término. A continuación,
Miranda nos enuncia ciertos conceptos de ambiente como el dado por Foguelman y
Brailovsky los que entienden al “ambiente como un sistema surgido de la interacción de los subsistemas sociales, económicos y ecológicos susceptible de provocar
efectos sobre seres vivos y las sociedades humanas” y el dado por Cano, respecto
de entorno, definiéndolo como “el medio donde el hombre existe26”.
El Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el Ambiente – LINTA – de
la Comisión de Investigaciones Científicas –CIC - de la Provincia de Buenos Aires,
ha desarrollado un concepto de ambiente que mantiene desde hace varios años.
En los Anales que publica el organismo, se acuerda una noción de ambiente que
“orienta” las investigaciones que se desarrollan en él. “El ambiente es el sistema
complejo que incluye seres humanos y sus actividades, así como “cosas” tangibles
o no, naturales o no, que lo integran, a lo que se suman los incontables vínculos
20
21
22
23
24
25
26
De la voz environment tomada del Diccionario Cambridge Klett Cambridge University Press, 781. A
su vez el Collins Dictionary of Law define a la environment policy, que puede traducirse como policía
ambiental, la que existe en el ámbito legal de las Comunidades Europeas, p. 149.
VALLS, Mario F. Manual de Derecho Ambiental Eugeman Editor, Argentina 2001, p. 23.
Así también lo entiende el Diccionario Español – Francés; Francés – Español, en las voces environner y
environnement 2000 Ultra, México, p. 100
VALLS, Op. Cit. p. 24
MIRANDA, Marisa Los recursos naturales en el derecho agrario. Librería Editora Platense, Argentina
1994, p. 15.
Conf. Voz ambiente del Diccionario Hispánico Universal Tomo I W.M.Jackson Inc. Ediciones Argentina
1953, y Diccionario Enciclopédico Ilustrado Gran Omeba Tomo I, Edit. Bibliográfica Omeba, Argentina
1968. Es de importancia destacar que en la Edición Argentina del año 1968 de la Enciclopedia Jurídica
Ameba Tomo I A, de la Editorial Bibliográfica Omeba, no se encontraba citada la voz ambiente, con lo
cual se puede inferir la escasa o nula importancia del tema en el plano jurídico de la época.
MIRANDA, Op. Cit. p. 16.
263
El suelo y el ambiente
establecidos entre estos elementos. (…) estos interaccionan sin pausa, complicando
singularmente el problema27”.
Desde la ecología, se nos acerca un concepto, dado por la Beltrami la que entiende que “Ambiente (…), es el conjunto de condiciones que rodean al ser vivo:
el sustrato, los factores químicos y físicos, el clima y las otras especies animales y
vegetales. (…) el concepto de ambiente incluye al de medio, porque es mucho más
amplio. Cuando se habla de medio ambiente, entonces, se hace mención al entorno
vital de un organismo28”. Vemos a continuación la enunciación particularizada
que hace del hombre en el medio ambiente y la importancia que reviste dentro del
mismo, tal como mencionáramos anteriormente en cuanto a las modificaciones que
puede producirle “El ser humano es la especie que logró adaptar el ambiente a sus
necesidades por medio del desarrollo de tecnologías y culturas. Pero no tuvo ni
tiene en cuenta las limitaciones naturales de su entorno. Si bien las actividades del
hombre no pueden eliminarse, al tomar conciencia del peligro que representan, es
posible regularlas29”. Y aquí se centra el principal trabajo del Derecho Ambiental,
y de la doctrina que lo nutre.
Así vemos desde la ciencia del derecho y en un punto de vista conceptual se
entiende que “el ambiente… es… un sistema integrado que tiene un punto natural
de equilibrio. El hombre integra ese sistema y soporta separadamente la influencia
de cada uno de esos componentes, influencia que registra distinta intensidad y
oportunidad según su elemento. A nivel de gobierno se refleja en la política que se
adopta…30”. El ambiente se encuentra íntimamente unido a los organismos que lo
integran, y éste debe estudiarse en Derecho Ambiental según el mencionado autor,
en referencia permanente con el “ambiente de la persona31”. El derecho para Valls,
no lo ha tenido en cuenta, y considera que la normativa argentina se refiere “al ambiente abstrayéndolo del individuo”, y no con el criterio que entiende debe seguirse.
En este sentido no todos los especialistas están de acuerdo en esta postura, muchos
consideran que la normativa ambiental tiene un corte netamente antropocéntrico32.
Según Pigretti, en aparente contradicción con lo antes mencionado “los esquemas
legales vigentes han tratado de regular la relación hombre-hombre, conforme a la
tradición romanística, que luego fue retomada por el pensamiento liberal… (En
este sentido las relaciones son) esencialmente patrimoniales33”. Continua diciendo
el mencionado autor que, “el derecho civil y el derecho agrario estarían desa-
27
29
30
31
32
33
28
Anales LINTA 2001 Edición CIC Argentina 2001 p. 177
BELTRAMI, Carolina R. La contaminación. El equilibrio en peligro. Logseller. Argentina. 2001, p. 15
Ibidem, p. 17.
VALLS, Op. Cit. p. 28.
Ibidem, p. 25
MIRANDA, Op. Cit. p.16.
PIGRETTI, Eduardo A. Derecho Ambiental Ediciones Gráficas del Sur. Argentina. (2004) p. 22
264
Marina Laura Lanfranco Vazquez
rrollando únicamente un derecho entre personas individuales…34”, y en función
de esto mencionamos la característica antropogénica de la legislación argentina.
Actualmente, el derecho debería responder a otro tipo de necesidades relacionales,
desprendiéndose de las relaciones personales, hombre a hombre, y “creemos que
se perfila una relación hombre-grupo que aun no tiene recepción adecuada del derecho... (El derecho)… brindo su técnica al hombre individualmente considerado.
Pero no pudo regular el conjunto…35”.
Respecto de Derecho Ambiental, Cafferatta menciona que ésta es una disciplina
jurídica en “pleno desarrollo y evolución (constituido por un) conjunto de normas
regulatorias de relaciones de derecho público o privado tendientes a disciplinar las
conductas en orden al uso racional y conservación del medio ambiente, en cuanto
a la prevención de daños al mismo, a fin de lograr el mantenimiento del equilibrio
natural, lo que redundará en una optimización de la calidad de vida36”, citando
también a Cano, se menciona que el “derecho ambiental es una novísima disciplina
de matiz desconcertante: de contenido predominantemente social, es considerado
como un derecho personalísimo y un derecho subjetivo privado/público con base
constitucional37” y citando también a Ojeda Meste, el “derecho ambiental es extremadamente joven, tanto en lo doctrinario como en lo normativo y…. que sobre
todo en los países no desarrollados padece de raquitismo de eficiencia38”. Parece
que es hora de que este derecho se nutra imperiosamente en defensa de nuestro
ambiente.
Acercándonos al análisis que haremos en el siguiente acápite respecto de nuestro país, en el año 1993 se celebró entre el Presidente de la Nación Argentina, los
gobernadores de las provincias y el Intendente de la ciudad de Buenos Aires el Pacto
Federal Ambiental. En él, se establecieron importantísimas cuestiones referentes a
los temas que nos ocupan, con lo cual, antes de la reforma constitucional de 1994
la que ha consagrado con jerarquía constitucional el derecho deber al ambiente
sano, inaugurando un nuevo capítulo en materia ambiental en la Argentina, un año
antes las provincias y la Nación ya se habían puesto de acuerdo en las siguientes
consideraciones: la “preservación, conservación, mejoramiento y recuperación del
ambiente son objetivos de acciones inminentes… desde el momento en que se ha
tomado conciencia de que el desarrollo económico no puede estar desligado de la
protección ambiental. …. Esta situación compromete, no sólo a todos los estratos
gubernamentales de la República, sino también, a cada uno de los ciudadanos,
cualquiera sea su condición social o función. Hace indispensable crear mecanis34
36
Ibidem, p. 22.
Ibidem, p. 23
Caferatta, Nestor A. El principio de prevención en el derecho ambiental. En Revista de Derecho
Ambiental Nro. 0, Lexis Nexis. Argentina. (2004) p. 9
37
Ibidem, p. 10
38
Ibidem, p 11.
35
265
El suelo y el ambiente
mos federales que la constitución contempla39”. A continuación, la Nación y las
Provincias acuerdan: “1….promover políticas ambientalmente adecuadas en todo
el territorio nacional, que agilicen y den mayor eficiencia a la preservación del
ambiente teniendo como referencia los postulados del Programa 21 aprobado por
CNUMAD ´92. 2. promover a nivel provincial la unificación y/o coordinación de
todos los organismos que se relacionen con la temática ambiental, concentrando en
el máximo nivel posible la fijación de las políticas de recursos naturales y medio
ambiente. … V en materia de desarrollo de una conciencia ambiental, los Estados
signatarios se comprometen a impulsar y adoptar políticas de educación, investigación científico tecnológica, capacitación, formación y participación comunitaria
que conduzcan a la protección y preservación del ambiente….40”. Con lo cual no
podemos decir que los organismos del Estado se encontraban en esos momentos
ajenos a las problemáticas ambientales acuciantes en la República y en el mundo,
y evidenciadas desde poco más de veinte años en el plano internacional, en donde
la Argentina también se encontraba participando.
4. La normativa ambiental referente al Uso del Suelo de la
República Argentina y de la Provincia de Buenos Aires
En otras oportunidades nos hemos referido a que en la República Argentina
son las provincias las que ejercen el dominio originario de los recursos naturales
existentes en sus territorios, con lo cual es competencia de éstas el dictado de las
normas referentes a la regulación de los mismos por constituir materia no delegada
en el Estado Nacional (Art. 41, 75, 121 y 124 de la Constitución Nacional y 1 y 28 de
la Constitución de la Provincia de Buenos Aires). La Nación tiene la competencia de
dictar normas sobre presupuestos mínimos tendientes a la preservación, protección
y gestión adecuada y sustentable del ambiente (Art. 41 C. N., Ley 25675/02). En
este sentido, se dictó la Ley General del Ambiente, N ° 25675/02 (Decreto Reglamentario 2415/02), legislando sobre los antes mencionados presupuestos mínimos.
Se entiende por presupuesto mínimo lo consagrado por el Art. 41 de la Constitución
Nacional y cualquier norma de tutela ambiental para el territorio nacional (Art.
6), fijándose a su vez, la política ambiental nacional, sus disposiciones gozan de
operatividad, revistiendo características de orden público y es aplicable en todo el
Territorio de la Nación (Art. 3).
La Provincia de Buenos Aires por su parte, reformó su constitución provincial
incluyendo en su Art. 28 el derecho deber al ambiente sano, garantizando la preservación, conservación y recuperación de los recursos con la facultad de planificar el
aprovechamiento racional e instrumentar políticas de conservación y recuperación
39
40
Considerando del Pacto Federal Ambiental de 1993.
Pacto Federal Ambiental de 1993, texto oficial.
266
Marina Laura Lanfranco Vazquez
de los recursos. En virtud de las competencias no delegadas a la Nación que antes
hemos mencionado, dictó el Decreto Ley 8912/77, (T.O. Dec. 3389/87 y modificatorias) que trata sobre el Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo, el Código
Rural de la Provincia de Buenos Aires (Decreto Ley 10081/83 y modificatorias,
Libro I “Del Suelo”) y la Ley 11723 sobre Medio Ambiente, fijando por su parte,
la política ambiental provincial y sus presupuestos mínimos.
De la aplicación de las normas actualmente debería lograrse un adecuado uso,
conservación y recuperación de los suelos de la Provincia, en términos sustentables,
pero vemos que los resultados que se arrojan no son los esperados. Convergen
diferentes razones para que esto no suceda. La técnica legislativa en algunos casos
no es apropiada, da lugar a posibilidades de utilización irracional (como el caso
de la prohibición de la decapitación de suelos, prohibición que se fue atenuando a
medida que las normas que la prohibían lo fueron autorizando en algunos casos,
ampliándose las posibilidades de la actividad extractiva: Art. 50 Código Rural, Art.
94, 106 inc. C, Ordenanza 9.231 sobre Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo
para el Partido de La Plata).
Es el Decreto Ley 8912/77 el que legisla respecto del Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo de la Provincia de Buenos Aires regulando el uso, ocupación,
subdivisión y equipamiento del suelo (Art. 1). En él se establecen los objetivos
fundamentales del ordenamiento territorial como la preservación y ordenamiento
del ambiente; la prohibición genérica de actos que lo degraden y la mitigación de las
acciones ya producidas; el abastecimiento de las necesidades sociales que requieran
el menor costo (en principio económico) por medio de la creación de condiciones
adecuadas, la preservación del interés natural, paisajístico, histórico, educativo; la
promoción del uso racional de los recursos; la puesta en funcionamiento de los
mecanismos legales, administrativos y económico – financieros en favor de las comunas para salvaguardar los intereses de la comunidad (entendidos aparentemente en
términos ambientales); posibilitar la participación de esta última en el ordenamiento
territorial y fomentar la conciencia ambiental comunitaria (Art. 2).
Según lo establecido en el Art. 70 del Decreto Ley 8912 la responsabilidad
primaria respecto del ordenamiento territorial recae en cabeza de los Municipios.
Los Municipios entonces, son los encargados de delimitaran su territorio clasificándolo en áreas rurales, urbanas y complementarias – y subáreas de las anteriores-,
espacios y zonas de usos específicos - distritos y subdistritos de los anteriores - de
acuerdo a las necesidades de cada área o subárea, aplicando el criterio de zonificación, al que Pigretti califica como de “relativamente moderno41” criterio por
medio del cual la legislación establecerá el uso que se le dará al suelo (Art. 5, 6,
7, 8 y 9). Son los Municipios, los encargados de establecer estos criterios de uso
41
PIGETTI, Op. Cit, p. 79
267
El suelo y el ambiente
urbano, rural o específico, con las posibilidades, restricciones y condicionamientos
del mismo. (Art. 10, 25, 27).
Respecto del suelo rural, debe analizarse conjuntamente con las anteriores
normas el Código Rural de la Provincia de Buenos Aires (Ley 10.081/83)42. El
mismo establece en su Libro II del Suelo, Título III Conservación de la Propiedad
Rural, un Capítulo Único en el que se declara de interés público la conservación
del suelo agrícola, su mantenimiento y mejora de la capacidad productiva (Art.
47), estableciendo para ello las regiones o áreas de suelos erosionados, agotados
y degradados.
Estudios técnicos determinan que por decapitación del suelo se puede llegar a
perder la capacidad productiva del mismo en más de un 70 % siendo prácticamente
irrecuperable y definitiva (la recuperación del mismo, que no implica en ningún
caso volver al estado anterior a la degradación, puede llevar miles de años), sobre
todo en explotaciones que generen cavas o canteras43. El Instituto de Geomorfología
y Suelos de la Universidad Nacional de La Plata determinó que al 2002 existen
más de 70 cavas en el Partido de La Plata, de las cuales la mayoría se encuentran
inactivas, y un gran número de las más nuevas comenzaron la actividad de manera
clandestina44. Diez años atrás, ya se había relevado la superficie del mismo Partido
y partiendo de la existencia de un 66% de “suelos de máxima aptitud agrícola…
su potencialidad se ve fuertemente reducida en la actualidad por la afectación a los
usos industrial y urbano, actividades extractivas (canteras), empleo de técnicas de
labranza poco apropiadas y excesivo uso de agroquímicos45”.
Previo al dictado del Decreto Ley 8912/77 (el que fuera sancionado en período
de gobierno burocrático autoritario), existieron otras normas que trataban sobre el
uso de la tierra, y más especialmente respecto de la propiedad agraria. El espíritu
ambiental de la normativa dictada entonces, no tendía a la protección, uso y conservación de los recursos. Algunos doctrinarios de la época mencionaban que el
Decreto Ley 8912/77, fue dictado con una intención “evidentemente continuadora
y complementaria46” del Código Rural entonces vigente de 1970, el que fuera
modificado posteriormente por la ley 10.081/83, texto que permanece aun vigente,
y que debe articularse con el antiguo Decreto Ley 8912/77, el que ha querido ser
modificado en varias oportunidades, preparándose varios proyectos para su refor42
43
45
44
46
El Código Rural vigente de la Provincia de Buenos Aires sancionado por el 10.081 en el año 1983 el que
tiene además algunas modificaciones introducidas por leyes posteriores (10.462, 11.477, 12.063, 12.257
y 12.608) derogó al Código Rural de 1970 sancionado por ley 7616, el que a su vez había derogado al
anterior código (ley 469 de 1965).
Observatorio de la Calidad de Vida, La Plata Edit. de la UNLP. Argentina 2002, p. 55
Ibidem, p 56.
TOMASSI, Cesar Diagnóstico Sintético del Estado Actual del Partido de La Plata, en Protección del
Medio Ambiente Edit. de la UNLP, Argentina 1992, p. 30.
DE ARENAZA, Emilio E. Contaminación del medio rural, en Derecho Agrario y Recursos Naturales
Abeledo Perrot. Argentina. 1983p.111
268
Marina Laura Lanfranco Vazquez
ma integral, pero éstos no han logrado hasta el momento aprobación por parte del
congreso provincial. Esta misma doctrina consideraba de manera muy positiva lo
establecido en el Dec Ley 8912/77, constituyendo una de las mas completas regulaciones legales del recurso suelo y “configurando una de las estructuras jurídicas
de mayor relevancia en cuanto a la defensa y preservación de los suelos, tanto en el
orden nacional como internacional47”. Además de otras consideraciones, continúa
diciendo el mismo autor que el Dec Ley 8912/77 ha tratado al recurso suelo con
un “criterio preservacionista integral”, contemplando situaciones que comprenden
al resto de los recursos naturales48. Es importante destacar que no todos los doctrinarios de la época han visto tantos atributos dentro del articulado del Decreto Ley
8912/77. Menos aun la doctrina actual, a casi 30 años de su promulgación.
5. Algunas reflexiones finales
Si bien es cierto que existe degradación natural de los suelos, ésta se ve terriblemente agravada por los factores antrópicos que antes mencionamos. Las normas
trabajadas sobre la realidad jurídica y fáctica existente, si son abordadas desde una
perspectiva ambiental, pueden arrojar resultados pasibles de ser conseguidos a
largo plazo siempre y cuando exista un proyecto de trabajo integrador e interdisciplinario. Reiteramos que las políticas públicas de protección y gestión ambiental,
necesariamente deben ser pensadas a largo plazo, mas aún si lo que se busca es
la recomposición del ambiente. El Ing. Barros nos habla a cerca de los cambios
climáticos provenientes de factores antrópicos, y se refiere a que “aun cuando el
hombre formalmente es parte de la biosfera, su actividad puede tener efectos tan
decisivos como para que sea considerado un forzamiento externo. Este forzamiento
consiste en la modificación de las propiedades de la superficie terrestre… (y entre
otras)… La alteración de la superficie terrestre. Mediante la construcción de ciudades
y embalses, la deforestación y los cambios de la cubierta vegetal, se modifica la
reflexión de la luz y se afecta el balance hídrico49”.
La visión antropocéntrica tan marcada en muchos de los juristas y doctrinarios
y en la legislación analizada en el presente trabajo respecto de los recursos naturales,
esta idea instrumental de naturaleza – objeto en función o al servicio del hombre, no
parece sostenible en el tiempo, ni soporta ningún análisis desde esta perspectiva. La
naturaleza no es de propiedad del hombre, sino que forma parte de ella y entendido
el tema en esos términos, debe desarrollar su vida sin devastarla como ha venido
haciendo a lo largo de la historia50. En el Congreso Internacional de Derecho Rural
47
48
49
Ibidem, p. 110
Ibidem, p 110
BARROS, Vicente El cambio climático global. Libros del Zorzal. Argentina. 2004, p. 38
50
GOMEZ HERAS, José Maria (compilador) Ética del medio ambiente. Problemas, perspectivas e historia
269
El suelo y el ambiente
y Derecho Ambiental, celebrado en 1994, el Dr. Giletta dijo que en los últimos 25
años del siglo XX, la pampa húmeda perdió “mas de cinco millones de hectáreas
de tierras fértiles… influyendo notablemente la intervención del hombre en forma
activa o en forma pasiva”51.
El abordaje histórico de la temática se ve enriquecido de la comparación de
las normas del pasado con las actuales, y en ese sentido Pigretti considera que
“las formas en que se puede perturbar la vida en la actualidad, no pudieron ser
consideradas en los códigos del pasado, en razón de que es ahora que se ha tomado
conciencia y es posible medir las alteraciones de todo tipo que pueden originarse
en condiciones provocadas por el moderno accionar humano52”.
Existen diversos tipos de políticas tendientes a favorecer la utilización del
recurso suelo, algunas de corte conservacionista, que proponen gestiones racionales
de utilización y aprovechamiento de los recursos naturales53, las que no son incompatibles con un favorable desarrollo económico de La Nación o la Provincia, pero
si se presentan incompatibles con los mandatos del modelo económico imperante
actualmente.
Frente al planteo histórico de los elementos es difícil buscar un uso sustentable
económico y ecológico en igual medida, que encuentre asidero en el paradigma
neoliberal del que formamos parte a nivel global. Debe cambiarse la conciencia
ambiental, y tal como propone Leff lograr una verdadera “racionalidad ambiental54”.
Miranda siguiendo esta idea, explica que esta racionalidad ambiental propuesta
surgirá de la conjunción de “normas, intereses, valores, significaciones y acciones55”
tendientes a la protección y adecuado uso de los recursos naturales y en general del
ambiente. Pero como esto aún no está sucediendo, es en esta línea de ideas que
Valls, menciona que nos encontramos en una etapa de verdadera “postergación
ambiental56”.
Los interrogantes se presentan en torno a si la utilización racional de los recursos es posible en el marco de una economía neoliberal en la que importa producir
más, más rápido y a menor costo. La variable ambiental, entendida en términos
económicos neoliberales, no parece un parámetro a tener en cuenta, por ello las leyes
protectorias de los recursos naturales, quedan en el plano discursivo y sirven para
el estudio meramente teórico del tema, pero no se llevan a la práctica. ¿Los bienes
Edit. Tecnos. España 1997, p. 11.
GILETTA, Francisco Concentración parcelaria, en Congreso Internacional de Derecho Rural y Derecho
Ambiental Dr. Guillermo Garbarini Islas, publicado por la Universidad del Museo Social Argentino.
Argentina. 1994
52
PIGRETTI, Op. Cit, p 21.
51
53
FOLCH, Ramón Diccionario de Socioecologia Edit. Planeta. España 1999.
54
LEFF, Enrique (Compilador) Ciencias sociales y formación ambiental Edit. Gedisa España 1994.
MIRANDA, Marisa 1997, Op. Cit, p. 21.
Valls, Op. Cit, p 76.
55
56
270
Marina Laura Lanfranco Vazquez
y servicios ambientales, en estos términos han entrado en el mercado, justamente
como bienes y servicios, tal como propone el Protocolo de Kyoto y la OMC pero,
a qué costo?, ¿Podemos decir que sigue siendo una sustentabilidad en términos
económicos? Claro está que no lo es en ambientales. ¿Y en términos sociales?
Para intentar responder los anteriores interrogantes no basta el abordaje único
de una ciencia determinada, por más especializada que fuera en temas ambientales.
Claramente el derecho no es autosuficiente en este campo. Por ello, consideramos
necesaria la realización de un abordaje interdisciplinario para el tratamiento de
la presente problemática, el que debe contener en principio un análisis histórico,
sociocultural y normativo. Desde el punto de vista jurídico, una interpretación
sistémica y transversal de las normas aplicables al ambiente y al suelo en particular, vinculada desde una perspectiva protectoria, dará como resultado una mejor
consideración o concientización en términos sustentables del suelo y en general,
del medio ambiente.
6. Bibliografía:
- Anales Linta 2001 Edición CIC Argentina 2001
-. BARROS Vicente El cambio climático global. Libros del Zorzal. Argentina.
2004
- BELTRAMI, Carolina R. La contaminación. El equilibrio en peligro. Logseller.
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- LEFF Enrique La ecología política en América Latina. En campo en construcción. 2003
271
El suelo y el ambiente
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VALLS, Mario F. Manual de Derecho Ambiental Ugerman Editor Argentina.
2001
272
TRABAJO Y AMBIENTE RURAL
Rodolfo Nápoli
SUMARIO: 1. Introducción. 2. Las condiciones de trabajo y el ambiente rural. 3. Conclusiones.
1. Introducción
El Derecho del Trabajo Rural o Agrario, como parte sustancial del Derecho
del Trabajo y de la Seguridad Social, se haya inexorablemente ligado a los recursos
naturales básicos como el suelo, agua, aire, clima, vida silvestre, etc. Así como a su
equilibrada interacción, y preservación. Pero además, también se desenvuelve en
la producción de alimentos y sus derivados con la intervención de los trabajadores
rurales y sus empleadores, productores o empresarios, y los fabricantes de insumos,
maquinarias y distintas tecnologías aplicables a dicho ámbito.
El uso racional de los recursos naturales implica mantener el equilibrio ecológico de los distintos ecosistemas donde se desenvuelve la producción rural. De
igual forma, que se atiende a esos recursos, se deben proteger la salud y el bienestar
del trabajador y su familia. El ambiente rural de trabajo posee implicancia directa
con las condiciones de trabajo. Uno y otra forman distintas caras de una misma
moneda, y los derechos y deberes del trabajador y empleador interactúan con la
naturaleza.
Los viejos conceptos sobre higiene y seguridad en el trabajo se entrelazan con
los modernos preceptos de derecho ambiental, el Codex Alimentaruis de la FAO,
sobre la calidad e inocuidad de los alimentos, relacionados con la protección de la
salud de los consumidores y las prácticas equitativas en el comercio alimentario.
Así, la aplicación de nuevas técnicas en la agricultura, la ganadería, forestal, frutihorticultura y demás actividades, con la expansión extraordinaria de la producción,
han traído aparejados nuevos problemas que alteran las condiciones y el ambiente
273
TRABAJO Y AMBIENTE RURAL
de trabajo. La biotecnología y la genética aplicadas tanto en la agricultura como
en la ganadería revolucionaron la producción rural. El uso de fertilizantes, semillas
trangénicas, siembra directa, agroquímicos contra las plagas, maquinarias computarizadas, la investigación genética en la cría de animales, la introducción de nuevas
razas bovinas, alimentos balanceados, medicina veterinaria, etc. Forman una nueva
situación en el ambiente rural.
Paralelamente los productores se organizan por diversas actividades con el
fin de promover y proteger sus producciones y se generan nuevas formas de comercialización e inversión dentro de las cadenas agroalimentarias y los llamados
agronegocios.
Se desarrollan producciones agroalimentarias no tradicionales en la Argentina
como frutas de carozo, frutas tropicales y subtropicales, frutas finas y distintos berrys,
frutas secas, especias y hierbas aromáticas y medicinales, lombricompuestos, carnes
de conejos, ranas, caracoles, iguana, llamas, carnes de caza silvestre, piscicultura,
etc. Los relacionados con la vestimenta como la obtención de fibras especiales de
la cría en cautiverio de camélidos (guanaco, alpaca, llama y vicuña). Dentro de los
servicios se registra el creciente desarrollo del turismo rural, así también el desarrollo
de las “rutas alimentarias” y del “turismo ecológico”.
El Movimiento Obrero Organizado, a través de la C.G.T. también se encuentra
desarrollando acciones para intervenir en forma plena en las cuestiones relacionadas
con las condiciones y medio ambiente de trabajo, así como en la defensa nacional
de los recursos naturales y el trabajo argentino.
El derecho al ambiente tiene en nuestro país estatus constitucional dentro
de los nuevos derechos incluidos en la reforma de 1994. Así por el artículo 41º
“Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto
para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, y tienen el
deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de
recomponer, según lo establezca la ley. Las autoridades proveerán a la protección
de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación
del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y
educación ambientales…”
La adjetivación de este derecho (“sano, equilibrado, apto para el desarrollo
humano…”), es la fórmula con la que la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente
y Desarrollo ha definido al “desarrollo sustentable”. Este último, también llamado
“sostenible” configura un tipo o modelo de desarrollo duradero que haga posible
la vida de los seres humanos, de la fauna y de la flora en nuestro planeta tierra y
enmarcado en el entorno ambiental que hace las veces de hábitat.
274
Rodolfo Nápoli
2.- Las condiciones de trabajo y el ambiente rural.
Por imperativo constitucional, “El trabajo en todas sus formas gozará de la
protección de las leyes las que asegurarán al trabajador: a)condiciones dignas y
equitativas de trabajo…” (art. 14º bis CN). Estas condiciones dignas se refieren
a la prestación en sí del servicio, y se vincula con la propia dignidad humana
empañada en el trabajo y con el plexo de valores constitucionales; pero a su vez,
se compone de un conjunto de derechos concretos como un ambiente de trabajo
salubre y sin riesgos graves que afecten la integridad psico-física del trabajador;
también a que se preserven el respeto y la moral del trabajador/ra; que los métodos
de trabajo no impliquen tareas penosas o forzadas; la jornada de trabajo limitada;
el descanso y las vacaciones pagas; la retribución justa; igual remuneración por
igual tarea; participación en las ganancias de la empresa; la protección contra el
despido arbitrario.
Las condiciones dignas y equitativas apuntan a un aspecto material u objetivo:
lugar, ambiente, y modo de trabajo; y a otro personal o subjetivo: situación personal
del trabajador derivadas de la edad, maternidad, capacidad plena o disminuída,
capacitación profesional, etc.
Como bien lo expresa Capón Filas, “Cabe entender por condiciones y medio
ambiente de trabajo (CYMAT), un conjunto de elementos que inciden directa o
indirectamente en la salud de los trabajadores, entendida como plenitud psicofísica
y social (OMS). Tales elementos interactúan según el siguiente esquema: a)modo
de producción. 1.clasificación ocupacional, 2. carga física, psíquica y mental del
trabajo, 3. ambiente de trabajo, 4.higiene y seguridad laboral, 5.adecuación ergonómica, 6.repercusiones tecnológicas, 7.incidencia mutua entre vida y trabajo;
b)organización del proceso de trabajo. 8.relaciones profesionales en la empresa,
9.participación de los trabajadores en la toma de decisiones, 10. tiempo de trabajo
tanto en lo que respecta a la duración de la vida activa como en lo referente a la
jornada laboral, 11.mecanismos de estabilidad en el empleo, 12.nuevas formas
de organización del trabajo (tareas ampliadas, rotadas, enriquecidas, equipos
semiautónomos); c)distribución del resultado. 13.régimen de remuneraciones,
14.participación en las utilidades, 15.participación en el capital a mero título de
trabajo. Entre los quince elementos, la conciencia de los trabajadores ha seleccionado, como valiosos: estabilidad, jornada de trabajo, remuneración, participación
de la toma de decisiones”.
Cabe apuntar que se encuentran vigentes normas internacionales de aplicación
directa (Art. 75 incs. 22º y 24º C.N.) referidas a nuestro tema: el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, artículo 7º “Los Estados partes en
el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al goce de condiciones de
trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren en especial… b) La seguridad y
la higiene en el trabajo… c) El descanso, el disfrute del tiempo libre, la limitación
275
TRABAJO Y AMBIENTE RURAL
razonable de las horas de trabajo… “Artículo 11º a) Mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de alimentos mediante la plena utilización de los
conocimientos técnicos y científicos, la divulgación de principios sobre nutrición y
el perfeccionamiento o la reforma de los regímenes agrarios de modo que se logre
la explotación y la utilización más eficaces de las riquezas naturales”. También
el Convenio Nº 184º de la OIT (ley 25.739) sobre la Seguridad y la Salud en la
Agricultura; el reglamento de Higiene y Seguridad para la actividad rural Decreto
Nº 617/97. La Declaración Socio-Laboral del MERCOSUR, artículos 13º sobre el
Diálogo Social, y el 17º la Salud y Seguridad en el Trabajo. “1. Todo trabajador
tiene el derecho a ejercer sus actividades en un ambiente de trabajo sano y seguro,
que preserve su salud física y mental y estimule su desarrollo y desempeño profesional. 2. Los Estados Parte se comprometen a formular, aplicar y actualizar, en
forma permanente y en cooperación con las organizaciones de empleadores y de
trabajadores, políticas y programas en materia de salud y seguridad de los trabajadores y del medio ambiente del trabajo, con el fin de prevenir los accidentes de
trabajo y las enfermedades profesionales, promoviendo condiciones ambientales
propicias para el desarrollo de las actividades de los trabajadores”.
Sobre el régimen nacional de trabajo agrario, el dec. Ley 22.248/80, en el Título
IIIº de disposiciones generales, el Capítulo Iº organismos normativos, mediante
el sistema de negociación colectiva de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario
(CNTA), se fija entre las atribuciones de esta Comisión, (Art. 86 inc. H) “Adecuar
la aplicación de las normas de higiene y seguridad en el trabajo al ámbito rural.”, el
inciso I)”Proponer un sistema de medicina preventiva a cargo del Estado, adaptado
a las características zonales”. También en lo referido a los llamados trabajadores
rurales no permanentes, el inciso c) Establecer las modalidades especiales de
trabajo en las distintas actividades cíclicas, estacionales u ocasionales…”. Con
esto último, entendemos un criterio amplio donde deben incluírse la acción normativa convencional sobre condiciones de trabajo y ambiente, dignas y salubres,
integradas al equilibrio de la naturaleza de ese ámbito rural. En otros capítulos del
mismo régimen, se dispone acerca de determinadas condiciones como la vivienda
y alimentación (arts. 92 a 95), e Higiene y seguridad (arts. 97 a105).
Otro importante tema para velar por el efectivo cumplimiento de las condiciones
de trabajo y su relación con el medio ambiente, lo constituye la incorporación de
representantes sindicales en seguridad y ambiente. Así lo entendió la Confederación
Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOLS), en el decimoctavo
congreso mundial celebrado en Miyazaki, Japón, (5 a 10 de dic. De 2004). Así,
en la resolución final “Enfoques de la Salud y Seguridad en el Trabajo para los
sindicatos en el siglo XXI”, punto 5. “El congreso reafirma que una de las medidas
que ha demostrado resultar más eficaces para reducir lesiones y enfermedades es la
participación de los trabajadores/as y sus representantes en todos los aspectos de la
salud y seguridad. La mayor protección que garantizan los sindicatos constituye un
276
Rodolfo Nápoli
importante beneficio de la afiliación sindical. El derecho a afiliarse a un sindicato
confiere igualmente el derecho a la salud y seguridad en el trabajo.”, punto 8º a)hace
todo lo posible para que el derecho a un trabajo decente, sano y seguro sea reconocido
como un derecho inalienable para todos los trabajadores y trabajadoras y piedra
angular de una sociedad civilizada”, y el inc. C)”promoverle establecimiento de
un nuevo instrumento promocional de la OIT sobre salud y seguridad en el trabajo,
basándose en las conclusiones de la discusión mantenida durante la Conferencia
Internacional del Trabajo sobre ese tema en 2003, que promovería el concepto
de la cultura preventiva de salud y seguridad, el derecho de los trabajadores y
trabajadoras a contar con representantes sindicales en materia de seguridad,
que tengan libre acceso a los lugares de trabajo, y la protección frente a posibles
represalias por plantear preocupaciones relativas a la seguridad”.
La última reforma laboral de la ley 25.877 (B.O. 19/3/2004), en el Título
IIIº, Cap. Iº donde se crea el Sistema Integral de Inspección del Trabajo y de
la Seguridad Social, por el artículo 32º sobre las facultades de los inspectores,
podrán, (inc. D) “Clausurar los lugares de trabajo en los supuestos legalmente
previstos y ordenar la suspensión inmediata de tareas que –a juicio de la autoridad
de aplicación- impliquen un riesgo grave e inminente para la salud y la seguridad
de los trabajadores…” También en estos casos, al trabajador le asiste el derecho de
negarse a prestar servicios en esas condiciones peligrosas para su salud. (Art. 1204
Cód. Civil). No olvidemos que el empleador tiene un deber de seguridad que está
implícito en todo contrato de trabajo.
3. Conclusiones
Podemos extraer las siguientes conclusiones:
a) En todo trabajo rural interactúan los recursos naturales, los ecosistemas y
sus equilibrios junto al trabajador y los medios y sistemas productivos. Así que el
medio ambiente natural y de trabajo se relacionan directamente con las condiciones
de trabajo, por lo tanto, la preservación y el equilibrio de uno se corresponde con
las condiciones dignas, seguras y salubres del otro.
b) Que a fin de lograr el cumplimiento de las normas de higiene, seguridad, y
de preservación del medio ambiente de trabajo, deberá promoverse la participación
de delegados gremiales en seguridad y medio ambiente de trabajo.
Bibliografía
- Bidart Campos , Germán J.. “Manual de la Constitución Reformada” to.
IIº Ed. Ediar S. A. año 2000
- Capón Filas , Rodolfo E. “MERCOSUR y Negociación Colectiva transnacional. II. Sentido de las condiciones y medio ambiente de trabajo” Libro de
277
TRABAJO Y AMBIENTE RURAL
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1992.
- Pigretti, Eduardo A. “Derecho de los Recursos Naturales” Ed. La Ley
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Internacionales, Documentos.
- Perón, Juan D. “Modelo Argentino para el Proyecto Nacional”, Obras Completas T. XXVIIº 1974, Ed. Docencia. La Plata, 7 de noviembre de 2005
278
Las grandes huelgas ferroviarias en Argentina
Luis A. Raffaghelli
“El ferrocarril es una de las invenciones más trascendentales de la
humanidad. La aplicación de la fuerza expansiva del vapor a una máquina
móvil que circula sobre un camino artificial, constituido por dos carriles de
acero, es el punto de partida de una era en que el hombre pone a su servicio
a los elementos inorgánicos para constituir fuerzas cooperadoras de su
actividad en su incansable voluntad de dominio”
(Raúl Scalabrini Ortiz, Historia de los Ferrocarriles Argentinos, fragmentos
Bs. As. 1948)
El gremio ferroviario, su historia y sus luchas, son un reflejo esencial de
nuestro país.
En su trayectoria, desde lo legal, se pasa del sindicato de oficio, de base, al
sindicato de actividad, promocionado por el Estado. El que para crecer y sostenerse
se acostumbró y priorizó esa relación en lugar de su propia fuerza y base social.
Evidencia del cambio del avance tecnológico, de la máquina a vapor a la diesel
y luego a la eléctrica.
Como pocos servicios públicos las políticas del Estado expresan su estrategia como Nación –dependiente o independiente- y su rol en el desarrollo social y
económico.
El peronismo como movimiento popular y la figura de su creador tuvieron una
incidencia innegable en el pasado y presente del país que nadie puede discutir, aún
sus más acérrimos enemigos. Su influjo, sobre todo en la década 1945-55, también
atravesó el gremio ferroviario, que, según su adhesión o no, dividió sus aguas.
279
Las grandes huelgas ferroviarias en Argentina
Las huelgas ferroviarias, no obstante excepto en el período antes citado,
siempre reflejaron una férrea y disciplinada voluntad de sus protagonistas en dos
sentidos: uno amplio y estratégico en defender al ferrocarril como fundamental
para el progreso nacional; y otro específico, el de ser respetados en su dignidad
como hombres de trabajo.
280
LAS CONTROVERSIAS ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY
ANTE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA Y ANTE
EL SISTEMA DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS DEL
MERCOSUR
Rita Gajate*
SUMARIO: 1. Las pasteras M´Bopicua y Orion Metsä. 2. Las posiciones de ambas partes. 3. El
fallo de La Haya sobre la Medida Cautelar solicitada por Argentina. 4. El laudo del Sistema de
Solución de Controversias del MERCOSUR sobre los cortes de ruta. 5. Conclusiones.
1. Las pasteras M´Bopicua y Orion Metsä
El tema en análisis presenta un actual dinamismo que dificulta su abordaje
breve y en profundidad. El objeto del presente trabajo es entonces sólo presentar
el conflicto y ofrecer una descripción de los pronunciamientos tanto de la Corte
Internacional de Justicia de La Haya y del laudo del Sistema de Solución de Controversias del MERCOSUR.
Las firmas en cuestión se caracterizan por la producción de pasta de celulosa en
base a la madera del eucalipto. Se han localizado en las proximidades de Fray Bentos,
donde el Río Uruguay hace un codo y donde desagüa el Río Negro de la cuenca del
Uruguay. Fray Bentos se sitúa frente a la ciudad argentina de Gualeguaychú.
La base del conflicto se origina en los predecibles efectos dañosos sobre ámbitos
de jurisdicción argentina de la actividad propia de las papeleras.
* Directora del Instituto de Derecho de la Integración Latinoamericana del C.A.L.P. Docente e Investigadora
del Instituto de Integración Latinoamericana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Facultad
de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata.
281
LAS CONTROVERSIAS ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY ANTE LA...
La firma M´Bopicua de ENCE, es de origen español. Se trata de una empresa
forestal ibérica. También su capital se compone con aportes de origen norteamericano. Desarrolla una actividad transformadora integral de maderas. No solamente
se dedica a la fabricación de pasta de celulosa sino también tiene hectáreas de bosques de eucalipto en el Uruguay. Es la primera propietaria uruguaya y la segunda
suministradora mundial de celulosa de eucaliptos.
Tiene dos divisiones: la división forestal y la división celulosa. La primera
se creó en el año 1999 estando plenamente operativa en el año 2003. Posee un polígono industrial muy importante con una terminal logística que aproximadamente
insume unos 800 mil metros cúbicos anuales de pasta astillada de madera. Cubre
casi 200 mil hectáreas forestadas, vende también a papeleras argentinas y exporta
desde Fray Bentos con puerto propio y Zona Franca. La división celulosa es la que
empezaría a funcionar en la nueva planta.
La pasta celulosa de eucaliptos puede producirse utilizando dos procesos. La
modalidad Totaly Chlorine Free (TCF) blanquea la pasta sin compuestos de cloro,
solo con oxígeno y agua oxigenada. El método Elemental Chlorine Free (ECF) se
desarrolla básicamente libre de cloro elemental, blanqueada con sulfato de dióxido
de cloro. Esta empresa utiliza ambos métodos en diferentes plantas, también en
sus plantas españolas. Genera, asimismo, electricidad para sus procesos y dedica
recursos a la innovación y mejoramiento de procesos industriales para aplicar directamente a la producción de la celulosa.
La actividad que la empresa M´Bopicuá tiene prevista es la producción de unas
500 mil toneladas de pasta celulosa por año en la planta que se esta construyendo a
12 Km. de Fray Bentos. ENCE estimó en 40 años la actividad que va a desarrollar
en este lugar y ha definido que lo hará con el método también llamado “Kraft” o
sistema ECF. El total del proyecto asciende a 660 millones de dólares, con una
posible inversión del Banco Mundial de 200 millones.
Esta empresa ha obtenido por parte del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento
Territorial y Ambiente, una autorización previa a la que otorgará la Dirección de
Medio Ambiente. Se le ha impuesto como condición para esta autorización tres
obligaciones: la presentación de un plan ejecutivo, la presentación de un estudio
de impacto ambiental total sobre la obra y un plan de gestión ambiental.
Esta autorización fue cuestionada por la Argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), organismo creado por el Tratado del Río Uruguay.
Esta comisión esta formada por funcionarios de ambos países. La delegación argentina con fecha 17 de octubre de 2003 cuestionó la autorización dada.
La empresa Orion Metsä – Botnia Ab es de origen finlandés. Es la segunda
productora de pasta de celulosa en Europa. Tiene cinco plantas en Finlandia. Su
www.ence.es
www.metsabotnia.com.es
282
Rita Gajate
producción anual es de 2,7 millones de toneladas, también blanqueadas con ambos
procesos dependiendo de la planta. Consume 13 millones de metros cúbicos de
madera industrial por año. En octubre de 2003 anunció su instalación en la zona a
la cual no hemos referido.
La inversión programada es mucho mayor que la de M´Bopicuá ENCE. Se ha
anunciado un desembarco de 1200 millones de dólares. Con esta cifra se transformaría en la primera inversión de Uruguay. Asimismo se tramita una posible financiación
del Banco Mundial por 200 millones de dólares. Tiene previsto producir un millón
de toneladas de pasta por año en la planta Orión, situada muy cerca de Fray Bentos,
a cuatro Km. También posee puerto propio y Zona Franca.
Planea el inicio de la actividad para el 2008. Estima su radicación por un
período de 40 años de instalación. Está empleando para su producción unos 4000
obreros. No obstante, es de destacar que cuando ambas plantas estén en funcionamiento solamente la ocupación será de 300 obreros en cada planta.
El fundamento por el cual se ha elegido el lugar de radicación estriba en que
allí es donde desagüa el Río Negro y donde hace un codo el Río Uruguay provocando
que las aguas corran con mayor fuerza y con mayor volumen. El total de su proceso
productivo insume un 85% de agua en el proceso, es decir que ENCE y Botnia Ab
usaran unos 1000 litros de agua por segundo, o sea 86 millones de litros por día.
Botnia Ab ya cuenta con los certificados ISO 9000 e ISO 14000, HCACP –Análisis de riesgos en puntos críticos de control- y RECS –Sistema de certificación de
energía renovable-. Asimismo, esta empresa halló autorización por el MVOTMA
–Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente-, también
sujeto al compromiso de contenidos que se han especificado en su resolución para
que esta empresa desarrolle los controles pertinentes. Argentina ha cuestionado
esta autorización.
2. Las posiciones de ambas partes
2.1. A favor de Uruguay y por la instalación de las pasteras en el sitio
escogido
La producción maderera y de pasta celulosa en base a eucaliptos, es una política
que el estado uruguayo ha promovido durante muchos años. Hace más de 20 años
que Uruguay promueve planes de forestación intensiva. El eucalipto es una madera
que se recupera rápidamente. Uruguay subsidia esta producción.
El mercado global latinoamericano del papel se encuentra en expansión.
DIARIO LA NACIÓN. Notas 782030 y 782046. www.lanacion.com.ar
283
LAS CONTROVERSIAS ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY ANTE LA...
Argentina, a su vez, tiene producción de pasta de celulosa. Posee 400 plantas
con igual e inferior tecnología. Varias de ellas se encuentran instaladas a la vera
del Río Paraná, por ejemplo “Pasta Celulósica Piray”. Paraguay no ha contradicho
esta situación.
El impacto económico que esta inversión tiene en el Uruguay es lo más significativo. El emprendimiento en esta producción es el 3,2 % del producto bruto
uruguayo y será del 2,5% por año de producción a plena capacidad. Posibilitará un
alza del 1,3% del índice de empleo del Uruguay y compensara el 22% del déficit
comercial que pesa en forma recurrente sobre este país.
El gobierno uruguayo asegura que la calidad del río se mantendrá intacta y
entiende que los cortes de ruta son ilegales, primitivos y que deben cesar porque
producen un daño económico que ha sido calculado en 200 millones de dólares
anuales.
2.2. A favor de Argentina, para evitar contaminación y por otra localización de las pasteras
Los argumentos a favor de la posición argentina, se fundamentan en que si bien
es cierto que nuestro país tiene estas 400 fábricas de pasta celulosa, su producción
es significativamente menor. Se encuentran distribuidas de modo distante entre sí,
en realidad Argentina sostiene que la radicación de estos mega emprendimientos
debió haber sido en el embalse Paso del Palmar, que queda a 60 Km. de la cuenca
del Río Negro.
El problema, en la visión argentina, radica en conocer cuáles serán los controles para el blanqueo de la pasta. De los dos métodos, en la UE a partir del 2007 se
prohibirá el procedimiento con cloro elemental. Lo que Argentina solicita es que el
método de blanqueo que se utilice sea el que a niveles internacionales se aprueba
por las normas ISO 9000 y 1400.
La contaminación ambiental es una consecuencia ineludible. Las empresas
verterán monóxido de carbono, dióxido de azufre, dióxido de cloro, residuos de
plomo, cadmio y arsénico entre otros químicos.
Las dioxinas, turanos y compuestos fenólicos clorados son altamente tóxicos
y activos fisiológicamente. No se degradan fácilmente y se acumulan en los tejidos
grasos del organismo. Contaminan carnes y lácteos por exposición.
Se estima una depreciación en inmuebles rurales urbanos que se producirá en
las zonas contiguas, calculable en no menos de un valor de 14 años de producción
de las plantas, aproximadamente unos 813 millones de U$S. Habrá que adicionar
costos en materia de salud, expectativa de vida y limitaciones comerciales.
www.wcm.org.uy/bulletin/fr/local.html.Uruguay
Informe Argentino del Grupo de Alto Nivel 31/01/06. www.mrecic.gov.ar
284
Rita Gajate
Los compuestos organoclorados (AOX) están presentes en los efluentes por
fabricación de celulosa. Las descargas previstas son de 6 mg/l. El gobierno argentino
las observó por no cumplir con la normativa uruguaya que prevee =,75 mg/l o de
=,2 mg/l usando un principio precautorio.
En el área escogida para la radicación de las pasteras se concentra el 90%
de la producción pesquera de argentina. Es un área de cría. Se trata de 4500 toneladas anuales. En la zona se siembra y es sitio de larvas. Los puestos de trabajo
que ganarán los uruguayos son los que los argentinos perderán por afectación del
turismo y la pesca.
Los ambientalistas argentinos, los pobladores de Gualeguaychú y la “Asamblea Ciudadana Ambiental” entendieron que la presión social y política es el único
método para frenar la instalación de las papeleras.
Existen dudas y preocupación acerca de la capacidad del DINAMA – Dirección Nacional de Medio Ambiente- del Uruguay para poder controlar los efluentes,
ya que su titular Alicia Torres ha reconocido que se necesitarán crear laboratorios
especiales.
Habrá un innegable impacto sobre el lado argentino: cargas de material de
construcción de 40 toneladas en 580 camiones diarios ya han producido cambios
ambientales evidentes.
La forestación – desforestación en la zona de colinas producirá un escurrimiento
de aguas de lluvia que provocará inundaciones en el lado argentino.
3. El fallo de La Haya sobre la Medida Cautelar solicitada por
Argentina
El fallo fue dado el 13 de julio de 2006. La Corte Internacional de Justicia
estuvo constituida por quince miembros, la votación resultó 14 votos contra 1. La
cuestión que se ha resuelto es el planteo por parte de Argentina de una Medida
Cautelar –Prohibición de Innovar-, encontrándose aún pendiente de resolución el
tema de fondo.
Argentina presenta el 4 de mayo su solicitud, tanto la de fondo de la cuestión
como su solicitud cautelar, entendiendo que Uruguay ha violado obligaciones establecidas en Estatuto del Río Uruguay. Dicha violación resulta de la autorización de
la construcción y la eventual puesta en funcionamiento de dos plantas de pasta de
celulosa sobre el Río Uruguay y los efectos de dichas actividades sobre la calidad de
ZLATA DRNAS DE CLÉMENT. “El diferendo de las celulósicas de Fray Bentos a la luz del Derecho
Internacional”. Revista de Derecho Ambiental Nº6 2006. Lexis Nexis, Bs. As.
Pérez Arrate. “Impacto de las plantaciones forestales en Uruguay”. Revista Biodiversidad. Octubre
2000. www.ecoportal.net/content/view/full/15929
Estatuto del Río Uruguay firmado el 26/02/1975 y en vigor desde el 18/09/1976.
285
LAS CONTROVERSIAS ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY ANTE LA...
las aguas del río Uruguay y su zona de influencia. Tres elementos constitutivos de
la violación en cuestión: la autorización de la construcción, la construcción misma
y la eventual puesta en funcionamiento de estas dos plantas de papeleras.
El tratado del Río Uruguay en su artículo 7º define la frontera entre Argentina
y Uruguay y prevee un régimen común para la utilización del río.
La competencia de la Corte es consecuencia de lo estipulado en el artículo 60
del Estatuto que dispone que “toda controversia acerca de la interpretación o aplicación del Tratado que no pudiere solucionarse por negociaciones directas, podrá
ser sometida por cualquiera de las partes a la Corte Internacional de Justicia”.
El Estatuto del Río Uruguay tiene como objeto establecer los mecanismos comunes y necesarios para la utilización racional y óptima del río por parte de ambos
Estados. Regula, entre otras actividades, la conservación, utilización y explotación
de los recursos naturales del río. Asimismo establece obligaciones relativas a la
prevención de la contaminación y la responsabilidad derivada de los daños emergentes de la contaminación.
El estatuto crea la CARU –Comisión Administradora del Río Uruguay- y
establece un procedimiento obligatorio, de información y consultas previas ante
obras que afecten la navegación, el régimen del río y la calidad de las aguas.
Argentina cuestiona las autorizaciones que el estado uruguayo otorgó, no
obstante haberse contradicho este tema en la CARU y no haberse encontrado allí
un acuerdo válido.
Uruguay autoriza unilateralmente a las dos empresas. Primeramente el 9/10/03
a la sociedad española ENCE a emprender la construcción de una planta de celulosa
en los alrededores de Fray Bentos, sin respetar el procedimiento en el seno de la
CARU. Pese a los reclamos argentinos, Uruguay agrava la situación autorizando
en febrero de 2005 a la empresa finlandesa Metsä Botnia a construir una segunda
planta de pasta celulosa en las proximidades de M´Bopicuá. Se conoce –asimismoque una tercera planta tramita su autorización.
3.1. La posición argentina
La posición argentina considerada en el fallo plantea que:
1. Las plantas de celulosa CMB y Orion atentan contra la preservación del
medio ambiente del Río Uruguay y su zona de influencia.
2. La DINAMA –Dirección Nacional de Medio Ambiente del Uruguay- consideró que los proyectos generan riesgo de producir impacto negativo sobre el
medio ambiente.
3. Argentina sostiene que los proyectos son intrínsecamente contaminantes:
el 90 % de la producción pesquera –más de 4.500 tn anuales- se encuentra en la
zona de influencia; el volumen de los efluentes que se proyectan verter sobre el río
Estatuto del Río Uruguay, artículos 7 a 13.
286
Rita Gajate
afectará a las poblaciones urbanas y no se han tomado las medidas precautorias
necesarias para prevenir y reducir estos impactos tanto por los efluentes líquidos,
gaseosos y sólidos.
4. Argentina entiende que las Negociaciones Directas han fracasado luego de
12 reuniones del Grupo Técnico de Alto Nivel sin arribar a ningún acuerdo10.
5. Ante los diferentes reclamos ENCE sólo suspendió por 90 días las obras y
Orion sigue adelante y comenzará a funcionar en 2007.
Las conclusiones de la presentación argentina sostienen que Uruguay ha faltado
a las obligaciones que le incumben en virtud del Estatuto de 1975 y otras normas del
Derecho Internacional, entre ellas: la obligación de tomar todas las medidas necesarias para la utilización racional y óptima del río Uruguay; la obligación de informar
previamente a la CARU y a la Argentina; el no respetar los procedimientos previstos
en el capítulo II del Estatuto y no haber tomado todas las medidas necesarias para
preservar el medio acuático e impedir la contaminación, proteger la biodiversidad
y la pesca y no haber elaborado un estudio ambiental completo y objetivo.
Con su comportamiento el Uruguay ha comprometido su responsabilidad
internacional en relación a Argentina. Uruguay está obligado a cesar dicho comportamiento ilícito y respetar en el futuro las obligaciones que le incumben. Se debe reparar integralmente el daño causado por el incumplimiento de sus obligaciones.
El contenido de la solicitud de Medida Cautelar11 presentada por Argentina
se fundamenta en los derechos que pretende salvaguardar, se fundan en el Estatuto
de 1975 y de los principios y normas de Derecho Internacional. Particularmente
se reclama que:
1.Uruguay respete las obligaciones previstas en el Estatuto de 1985 para las
obras suficientemente importantes para afectar el Río Uruguay y la calidad de sus
aguas;
2.Uruguay no autorice ni emprenda la construcción de obras susceptibles de
causar perjuicios sensibles al río –bien jurídico protegido-;
3.Se proteja a las poblaciones ribereñas argentinas que viven en proximidad a
las obras o en su zona de influencia para que vivan en un ambiente sano, no sufran
daños a la salud, daños económicos o de cualquier otra naturaleza derivados de la
construcción de las plantas.
La configuración del perjuicio para Argentina radica en “la puesta en funcionamiento de las plantas de celulosa CMB y Orion que causará perjuicio sensible
en la calidad de aguas del río Uruguay y un perjuicio sensible transfronterizo
para la Argentina. Este perjuicio resulta de la elección del sitio ,la tecnología seleccionada y la técnica prevista para el tratamiento de efluentes líquidos, sólidos
y gaseosos”12.
10
12
11
Realizadas entre el 3/08/05 y el 30/01/06
Artículos 41 del Estatuto de la Corte y 73 de su reglamento.
Literal del fallo en análisis.
287
LAS CONTROVERSIAS ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY ANTE LA...
Las consecuencias dañosas de las actividades descriptas serían de una naturaleza tal que no podrían ser simplemente reparadas a través de una indemnización
pecuniaria u otra material. La puesta en funcionamiento de las plantas, previo al
dictado de la sentencia definitiva provocaría perjuicios graves e irreversibles para
la preservación del medioambiente del río Uruguay y sus zonas de influencia y sus
habitantes vecinos. Consagraría la actuación de Uruguay como un “hecho consumado” y privaría a la Argentina de una evaluación global y objetiva del impacto
ambiental a fin de determinar si las plantas pueden ser construidas o si ellas deberían
ser ubicadas en otro lugar.
Las medidas cautelares solicitadas se presentaron con carácter urgente. Y
consistieron en: solicitar la suspensión inmediata de todas las autorizaciones de las
plantas CMB y Orion, la suspensión de los trabajos de construcción, la petición de
que Uruguay coopere de buena fe con Argentina para asegurar la utilización racional
del río protegiendo el medio acuático e impidiendo la contaminación.
Asimismo se peticionó que Uruguay se abstenga de tomar otra medida unilateral respecto de las plantas antes de la sentencia definitiva y que se abstenga de
tomar toda medida que pueda agravar, extender o tornar más difícil la solución de
la presente controversia.
Entre los fundamentos de la petición destacamos que Argentina observa que
el artículo 41 del Estatuto de 1975 impone 2 obligaciones sustantivas: que el Uruguay evite la contaminación y que el Uruguay tome medidas de acuerdo con los
estándares internacionales de control.
Argentina entiende que hay obligaciones de índole procesal que no se respetaron como: la notificación a la Argentina antes del comienzo de los trabajos,
el derecho de la Argentina de expresar su punto de vista, el derecho a que la CIJ
resuelva la controversia antes de que la construcción se lleve a cabo.
Nuestro país planteó que conoce la jurisprudencia de la CIJ en el sentido de
que las Medidas Cautelares son justificables únicamente en caso de urgencia. En
el caso existe un riesgo razonable de que el daño que se ha descripto pueda ocurrir
antes del juzgamiento sobre el fondo.
La suspensión de las obras es el único medio para evitar que la construcción
sea un hecho consumado. La suspensión debería imponerse a fin de evitar agravar
perjuicios económicos y sociales. Esta suspensión podría evitar que no se prejuzguen
los derechos de las partes.
La Presidencia del Uruguay aceptó la suspensión y la solicitó a las firmas
ENCE y Botnia el 11 de marzo de 2006, no obstante se opuso a la concesión de
las Medidas Cautelares.
288
Rita Gajate
3.2. La posición uruguaya
La contestación uruguaya rechaza la solicitud argentina sosteniendo que es
infundada y que la adopción de tales medidas tendría consecuencias desastrozas e
irreparables para el Uruguay.
Cuestiona la jurisdicción de la CIJ para valorar los posibles efectos futuros y
en relación al Turismo y otras actividades económicas. Sostiene que Uruguay ha
demostrado su firme voluntad de aplicar a las dos plantas las normas internacionales
más rigurosas en materia de control de la contaminación. Entiende que ha cumplido
el artículo 41 del Estatuto. Sostiene que el Estatuto no otorga “derecho de veto” a
ninguna de las partes sobre la realización de proyectos industriales.
La cuestión fue resuelta, en su visión, con el Acuerdo entre Ministros de
Relaciones Exteriores de ambos países13. En ese acuerdo se habría establecido
que la Planta CMB sería construida conforme el proyecto uruguayo. Uruguay
proporcionaría a Argentina la información necesaria y la CARU controlaría su
funcionamiento.
Uruguay entiende que no existe peligro inminente o actual, de forma que no
se cumplen los requisitos de riesgo de daño irreparable y urgencia.
De sus fundamentos destacamos los siguientes:
1. Uruguay argumenta que ha realizado los estudios de impacto ambiental así
como también controles de regulación en estrictas condiciones de otorgamiento de
licencias impuestos por el derecho uruguayo para la construcción y funcionamiento
de ambas plantas. Garantías todas de que no causarán daño en el Río Uruguay.
2. Sostiene que las plantas Orion y CMB poseen tecnología más moderna y
menos contaminante que las plantas argentinas.
3. Considera que las plantas no estarán en funcionamiento antes de agosto
de 2007 y junio de 2008 y que aún resta cumplimentar numerosas condiciones
incluyendo el permiso de la DINAMA por lo que no hay gravedad ni peligro en lo
inmediato para cumplir con la condición de inminencia o urgencia.
4. Si la situación cambiara siempre es posible para Argentina someter a la CIJ
una nueva solicitud de medidas cautelares sobre la base de hechos nuevos.
Debe distinguirse entre la construcción de las plantas y su puesta en funcionamiento. Argentina ha señalado sólo el peligro de la puesta en funcionamiento y
no el de su construcción. Argentina señaló que le ha afectado la construcción en
la depreciación inmobiliaria y la disminución del turismo pero no aportó pruebas
de ello. Uruguay sostiene que de todos modos la CIJ no tiene jurisdicción en este
caso.
Uruguay tiene la libertad de elegir correr el riesgo de su construcción y de
tener que desmantelar las plantas en caso que la decisión de la Corte en el fondo
13
Acuerdo Interministerial del 2/03/2004.
289
LAS CONTROVERSIAS ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY ANTE LA...
de la cuestión le fuere adversa. La adopción de las Medidas Cautelares solicitadas
por Argentina le causarían gravamen irreparable.
Los proyectos emprendidos son de desarrollo económico sustentable en su
propio territorio. Valora el impacto económico entendiendo que representarán un
incremento del 2% en el PBI con un ingreso de U$S 350 millones por año.
3.3. Considerandos y decisión de la Corte Internacional de Justicia
La CIJ consideró que la cuestión es de su competencia en el fondo del asunto y
que asimismo puede expedirse sobre la medida cautelar. Ha determinado que tiene
competencia respecto del artículo 60 del estatuto de 1975.
La solicitud argentina puede dividirse en dos partes: la relativa a la suspensión
de las autorizaciones y de la construcción y la relativa a medidas conducentes a fin de
asegurar la cooperación de las partes y evitar el agravamiento de la controversia.
La Corte ha decidido dejar para la etapa de fondo la cuestión acerca de si el
Uruguay no cumplió plenamente con la disposición del Capítulo II del Estatuto de
1975 al autorizar la construcción de las dos plantas. Asimismo, la Corte cree que
si se determina que el Uruguay incumplió esta violación puede ser remediada al
considerar el fondo del asunto.
Los jueces entendieron que no deben examinar en esta instancia la cuestión
sobre la interpretación del Estatuto en relación a la necesidad del acuerdo de Argentina para la construcción.
Respecto de los derechos de carácter sustantivos invocados por la Argentina,
han manifiestado:
“El medio ambiente no es una abstracción, sino el espacio donde viven los
seres humanos y del cual dependen su calidad de vida y salud, así como las futuras
generaciones. La obligación general que tienen los Estados de controlar que las
actividades desarrolladas dentro de los límites de su jurisdicción o bajo su control
respeten el medio ambiente de los otros Estados o en zonas que carecen de jurisdicción nacional forma parte del cuerpo normativo del derecho internacional del
medio ambiente14”.
No obstante las constancias del caso no tienen ningún elemento que prueben
que la decisión del Uruguay de autorizar la construcción de las plantas generaría un
riesgo inminente de perjuicio irreparable para el medio acuático del río Uruguay o
para los intereses económicos y sociales de las poblaciones ribereñas establecidas
en el margen argentino del río.
La CIJ ha entendido que Argentina no proveyó pruebas de las que surja que
la contaminación que eventualmente generaría la puesta en funcionamiento de las
14
Literal del fallo, con fundamento en la “Licitud de amenaza o del empleo de armas nucleares”. Opinión
Consultiva Hungría Eslovaquia. 1996
290
Rita Gajate
plantas sería de tal naturaleza que podría causar perjuicio irreparable al Río Uruguay. Incumbe a la CARU velar por la calidad de las aguas.
El riesgo de contaminación no tiene carácter ya que las plantas no comenzarán
a actuar sino hasta agosto de 2007 –Orion- y junio de 2008 –CBMLa Corte no está convencida de que los derechos reivindicados por Argentina no
podrán ser protegidos si la Corte decidiera no ordenar en este estado la suspensión
de la autorización de construir las plantas de pasta celulosa.
El Uruguay asume necesariamente el conjunto de riesgos ligados a toda decisión
de fondo que la Corte pudiera emitir en una instancia ulterior.
“Si fuera establecido que la construcción de las obras conlleva un menoscabo a
un derecho, no podemos ni debemos excluir a priori la posibilidad de una decisión
judicial que disponga el cese de los trabajos o la modificación o desmantelamiento
de las obras15”.
La Corte requiere a las Partes que cumplan con el Estatuto que impone a las
Partes proporcionar a la CARU los recursos necesarios y la información esencial
para sus operaciones. Asimismo ha requerido que las Partes cumplan de buena fe
los procedimientos de consulta y cooperación previstos en el Estatuto de 1975 y se
abstengan de cualquier acción que pueda hacer más difícil la controversia.
El fallo ha dejado establecido que la presente decisión no prejuzga sobre su
competencia en el fondo del caso u sobre cuestiones de admisibilidad de la solicitud
Argentina y deja inalterable el derecho de nuestro país de presentar medidas cautelares basándose en hechos nuevos. La Corte encuentra que las circunstancias ahora
planteadas no habilitan a que pueda hacer uso de su poder para disponer medidas
cautelares según el artículo 41 del estatuto.
4. El laudo del Sistema de Solución de Controversias del
MERCOSUR sobre los cortes de ruta
La actitud de los vecinos de Gualeguaychú de cortar las vías de tránsito entre
Argentina y Uruguay como manifestación de protesta por la construcción de las
plantas dio lugar al reclamo presentado por el Uruguay ante el Sistema de Solución
de Controversias del MERCOSUR, por afectar un derecho esencial de los acuerdos
de integración cual es la libre circulación de los factores de producción.
Esta circunstancia se prolongó durante muchos días, semanas e incluso muchos
meses y motivó, a juicio del Uruguay, daños económicos sustanciales a su economía,
en particular en su temporada veraniega.
Manifiesta el gobierno uruguayo en su demanda, que el gobierno argentino
estuvo omiso en tomar las actitudes debidas para que cesaran los cortes de ruta en
15
Literal del fallo con fundamento en “Finlandia c. Dinamarca. 1991. Medidas Cautelares”.
291
LAS CONTROVERSIAS ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY ANTE LA...
el entendimiento de que los mismos constituyen una violación al articulo 1º del
tratado de Asunción16, donde se establece la libertad de circulación de los factores
de la producción. Este artículo refiere a otro del Anexo del mismo tratado en el
que se establece la necesidad de que no existan restricciones de ningún tipo y de
cualquier naturaleza a esa libre circulación.
Planteados así los hechos, se genera el proceso ante el tribunal Ad Hoc del
MERCOSUR, el cual produjo su laudo el 7 de septiembre de 2006.
Procuraré sintetizar las argumentaciones de las partes y los considerandos y
decisión de este laudo que ha sido favorable al Uruguay.
El reclamo uruguayo está basado en el corte de la libre circulación establecido en el Tratado de Asunción y la omisión del gobierno argentino para suspender
sus efectos.
La presentación uruguaya del 3 de julio de 2006 fundamenta su reclamación
en los cortes, en territorio argentino de rutas de acceso a puentes internaciones que
comunican con Uruguay, dispuestos por movimientos ambientalistas argentinos en
protesta por la construcción de plantas de celulosa sobre el Río Uruguay. Los cortes
en la ruta 136, de acceso al puente internacional General San Martín comenzaron el
19 de diciembre de 2005 y, con suspensiones, se extendieron hasta el 2 de mayo de
2006. Los cortes en la ruta 135, de acceso al puente internacional General Artigas,
comenzaron el 30 de diciembre de 2005 y con suspensiones, se extendieron hasta
el 18 de abril de 2006.
La presentación uruguaya sostiene que las autoridades argentinas omitieron
tomar las medidas apropiadas para hacer cesar los cortes de ruta pese a que el número de manifestantes era reducido. Según la representación del Uruguay, tanto el
gobierno nacional argentino como el provincial de Entre Ríos fluctuaron entre el
tímido ejercicio de disuasión e inaceptables manifestaciones de complacencia.
La República Oriental del Uruguay entiende que los referidos cortes de ruta
le ocasionaron importantes daños y perjuicios así como a sectores y agentes económicos de este país, fundamentalmente vinculados a negocios de exportación e
importación, turismo y transporte terrestre de pasajeros y mercaderías.
La presentación uruguaya solicitó al Tribunal Arbitral que decida que Argentina ha incumplido sus obligaciones derivadas de los artículos 1º y 5º del TA, 2º
y 10º párrafo 2 del Anexo I de dicho Tratado, artículos II, III y IV del Protocolo
de Montevideo sobre Comercio de Servicios así como principios y disposiciones
del Derecho Internacional aplicables a la materia y que, asimismo, la República
Argentina, de reiterarse los impedimentos a la libre circulación, adopte las medidas
apropiadas para prevenir y/o hacer cesar tales impedimentos y garantice la libre
circulación con Uruguay.
16
TRATADO DE ASUNCIÓN. Art. 1ºy Anexo I, Artículo 2º, lit. b.
292
Rita Gajate
La defensa argentina consideró que el reclamo del Uruguay ha carecido
de objeto en virtud de que, a la fecha de la demanda, los cortes de ruta habían
cesado. Hizo referencia a que en las etapas previas a la controversia, Uruguay en
las negociaciones directas, se había comprometido a mantener un diálogo bilateral
franco y exhaustivo.
La opinión argentina es que los cortes de ruta no se tradujeron en perjuicios
desde el punto de vista del comercio bilateral ni del turismo, en virtud de que
ambos rubros, en el período de los cortes, lejos de disminuir aumentaron a favor
del Uruguay.
La representación argentina entiende que los agentes económicos que utilizaban
los puentes, tampoco pueden invocar perjuicios por cuanto los cortes de ruta eran,
en general, anunciados con antelación y así podían dirigirse a vías alternativas de
comunicación entre los dos países.
Según la República Argentina, las circunstancias determinaron una contraposición entre los derechos de libre expresión del pensamiento y de reunión, por un
lado, y el derecho a la libre circulación de bienes, por otro. Se debe tener presente
que las normas internacionales en materia de Derechos Humanos vigentes en la
República Argentina, tienen rango constitucional, mientras que las normas de Integración revisten rango legal.
La representación de la República Argentina funda su opinión en que los
Derechos Humanos pueden justificar una restricción al ejercicio de los derechos
consagrados por un Tratado de Integración17.
Concluyen los argumentos argentinos diciendo que la libre circulación no esta
operativa completamente en el MERCOSUR porque la zona de libre comercio no
está 100 % perfeccionada. Las restricciones que no deben existir en una zona de
libre comercio sólo son de carácter gubernamental y por tanto no lo constituyen
las manifestaciones de ciudadanos en un puente. Los actos de los particulares no
son imputables al gobierno.
El laudo desestimó la argumentación argentina en relación a considerar
abstracto el planteo uruguayo. El Tribunal consideró que el peligro del daño o la
amenaza persiste aún.
En cuatro de sus párrafos, del 111 al 115 establece claramente que hubo una
violación de la normativa MERCOSUR, que se ha quebrado al principio de la libre
circulación, que los cortes son una restricción a la misma, que no importa que la
libre circulación sea completada perfectamente en el MERCOSUR.
En el Capítulo III del fallo, en sus Conclusiones, entre otros argumentos de
valía, destacamos los siguientes.
17
Fundamenta esta posición en la invocación al fallo Schemidberger del TJCE el 12 de junio de 2003,
asunto C/112/00. En el caso se cortó la circulación por la manifestación de ambientalistas austríacos que
protestaban por la circulación de camiones por una ruta austríaca.
293
LAS CONTROVERSIAS ENTRE ARGENTINA Y URUGUAY ANTE LA...
La conducta debida por la Parte Reclamada ante estos hechos, surge del compromiso de asegurar y mantener la libre circulación en el ámbito del MERCOSUR,
lo que implica la obligación de aplicar los medios necesarios para el logro de dicho
objetivo.
El Tribunal ha concluido que no ha habido por parte del gobierno argentino
intencionalidad discriminatoria para perjudicar el tráfico comercial con el Uruguay.
La buena fe debe presumirse y de la prueba acompañada no se desprende que el
gobierno de la parte reclamada haya promovido o alentado la actitud asumida por
los vecinos.
No obstante, la elección de la conducta debida no depende del propósito de la
parte, por bien intencionada que la misma fuera, sino de la efectividad de las medidas
adoptadas para obtener el resultado requerido, cumpliendo con los compromisos
asumidos internacionalmente.
El Estado federal de la parte reclamada responde aún por las acciones u omisiones de los gobiernos provinciales que pudieran implicar incumplimientos de las
obligaciones internacionales asumidas por ese país.
Finalmente establece que la comprobación que una medida nacional ha violado el derecho del MERCOSUR no entraña más que una obligación de adecuarse
a ese derecho. Las normas del MERCOSUR no obligan a una parte incumplidora
a reparar el eventual daño causado con su medida ilícita.
La decisión final del Tribunal acoge parcialmente la pretensión de la parte reclamante. Declara que la ausencia de las debidas diligencias que la parte reclamada
debió haber adoptado para prevenir, ordenar, o en su caso corregir los cortes de
las rutas que unen a la República Argentina con la República Oriental de Uruguay,
realizados por los vecinos de la ribera argentina del río Uruguay y que han sido
reseñados, no son compatibles con el compromiso asumido por los Estados Partes
en el Tratado Fundacional del MERCOSUR, de garantizar la libre circulación de
bienes y servicios entre los territorios de sus respectivos países.
Desestimando parcialmente la pretensión de la parte reclamante, el Tribunal
declara que, en atención a las circunstancias del caso, no resulta procedente en
derecho que el mismo Tribunal Ad Hoc adopte o promueva determinaciones sobre
conductas futuras en la parte reclamada.
5. Conclusiones
El conflicto persiste sobre el cierre de este artículo. Ni el fallo de la Corte Internacional de Justicia, ni el laudo del Tribunal Ad Hoc del MERCOSUR han resuelto
la problemática planteada. Sólo han mitigado en parte los entredichos cruzados.
ENCE ha anunciado su cambio de localización e incluso publicitado su establecimiento en la ribera vecina a la misma ciudad de Buenos Aires. Los reclamos
ambientalistas no parecen sólo circunscribirse a la localidad de Gualeguaychú.
294
Rita Gajate
Mientras tanto en la Corte de La Haya sigue tramitando el fondo de la cuestión
con la esperanza de encontrar allí un pronunciamiento que aborde la problemática
ambiental y se pronuncie sobre lo atinente a la calidad de las aguas del Río Uruguay.
Los cortes de ruta se repiten en el nuevo verano sin hallar el logro de su objetivo.
En nuestra opinión, sin una visión desde la Integración Regional, el conflicto
no hallará solución. Sólo cuando se comprenda que la problemática revelada aquí
es común a todos los países del MERCOSUR podrán desarrollarse propuestas
superadoras y convenientes a todos los miembros de este proceso en curso.
295
Se terminó de imprimir en el mes de diciembre de 2006
en los talleres gráficos Servicop de Editorial Universitaria de La Plata
50 Nº 742 • (1900) La Plata | Tel/Fax (0221) 421 3314 / 425 1742
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296
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