La Madre Como Moduladora De Los Afectos El recién nacido y su madre constituyen desde el principio un sistema de comunicación afectiva en el cual la progenitora juega un papel trascendental en la modulación de los estados afectivos del bebé. Así es que las mamás que resultan empáticas a leer las expresiones emocionales de sus bebés muestran una clara tendencia y aptitud para sintonizar sus propias respuestas afectivas para modular el estado emocional del bebé. En el momento en que el bebé y la madre se sintonizan surge un vínculo afectivo. Es decir una relación activa, afectuosa y recíproca entre dos personas; su interacción refuerza la unión; por lo que es importante el fortalecimiento del vínculo afectivo para que la madre pueda funcionar como una moduladora y contenedora de afectos. ¿Cómo es que se desarrolla el vínculo afectivo? Durante la interacción de un bebé con su madre el “pequeño” construye un pensamiento sobre lo que puede esperar de ella, así que los diferentes tipos de vínculo emocional, lo llevaran a distintas representaciones cognitivas y a diferentes expectativas. El vínculo afectivo de seguridad evoluciona a partir de la confianza, ( ceder es el movimiento de la confianza) la cual permite al niño explorar el mundo desde una base segura y desde una perspectiva que implica a la madre como base segura que contiene y modula los afectos. Los bebés tienen una predisposición innata para enlazarse en comunicaciones sincronizadas con sus padres: a) Inician y mantienen una interacción elemental con la madre mediante expresiones corporales limitadas. b) Expresan sus componentes afectivos primarios como placer, displacer, frustración e irritabilidad. c) Ofrecen signos que nos indican su necesidad de ser contenidos. d) Inician una relación continente-contenido. e) Su conducta es organizada por medio de la regulación afectiva de la madre.. f) Se opone a la manifestación de mensajes abruptos, equivocados ó agresivos de mamá. Cuando una madre va otorgándole significados a los estados del hijo (que intenta de inmediato atender los componentes afectivos primarios, mediante su función de contención), los va recibiendo, interpretando, equilibrando y modulando de acuerdo a los indicios que su bebé le da para comprenderlo. La regulación de los estados afectivos del bebé se manifiesta como actividades primarias maternas. En muchas ocasiones es el bebé quien puede contener a la madre para que no se fragmente y haga uso de su proceso mental el cual la habilita a digerir lo que le está pasando a ella, de manera que fortalece su sentido de Sí misma y es capaz por lo tanto de brindar confort al bebé. Es así como mamá es la moduladora de los afectos en el bebé, por lo tanto es de vital importancia que nos demos el tiempo de observar y sentir a nuestro bebé, para entender que es lo que le pasa e irle modulando sus afectos.