La delgada línea entre la memoria y el olvido “Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nadie la ha visto, aunque la mirara desde el crepúsculo del día hasta el de la noche, toda una vida entera” Jorge Luis Borges, Funes el Memorioso. IntraMed entrevista al neurocientífico Iván Izquierdo, uno de los más destacados investigadores en el tema “memoria” en el mundo. Izquierdo Iván: es un conocido cientifico brasileño y pionero en el estudio de la neurobiologia de la memoria y del aprendizage. Nació en 1937 en Buenos Aires, Argentina, completó el curso de Medicina en 1961 y obtuvo su doctorado en Farmacologia en 1962, siempre po la Universidad de Buenos Aires (UBA). Por algunos años actuó como docente en la Universidad Nacional de Cordoba (UNC), Argentina, pero, en función de una confluencia de factores, tanto politicos ( la dictadura argentina) cuanto personales (su matrimónio, Ivone, es de Brasil), sa ha cambiado a Brasil en el comienzo de los años setenta, y, desde 1978, vive en Porto Alegre, estado del Rio Grande do Sul, Brasil. Por más de veinte años, dirigió el "Centro de Memoria" del Departamento de Bioquimica, ICBS, Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS), donde ha tenido una gran influencia sobre toda una generación de jóvenes cientificos: há formado 42 doctores a lo largo de los años, la mayor parte de los cuales hy trabajan en Universidades en Brasil y en el exterior. Recientemente se jubiló en la universidad publica y se transferió a la Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul (PUCRS), en donde sigue con su labor de investigación basica y de formación de futuros científicos. Ivan Izquierdo ha hecho numerosas contribuciones originales para la comprensión de las bases celulares del almacenamiento y evocación de la memoria. • Entrevista: ¿Cuál ha sido su historia como profesional e investigador? Empecé a trabajar en un garage del antiguo Instituto de Biología y Medicina Experimental, en la calle Costa Rica, con B.A. Houssay, en enero de 1957. En marzo pasé a trabajar en el Instituto de Anatomía General y Embriología de la Facultad de Medicina de la UBA, con Roberto Mancini. Me hice muy amigo de él y de don Eduardo De Robertis, amistad que duró mucho más allá de sus muertes. Por consejo de ambos, ya que mi interés era hacer Neurofarmacología y ellos no hacían, pasé dos años en el laboratorio de mi padre, Juan A. Izquierdo, en la Facultad de Far-macia y Bioquímica. Con él hice mi tesis doctoral. De 1962 a 1964 estuve con una beca de la UBA en UCLA, donde trabajé y aprendí mucho con José P. Segundo y John D. Green. En 1964 volví a la Facultad de Farmacia de la UBA, primero como jefe de Trabajos Prácticos y después Profesor Adjunto. En 1966 gané un concurso de Titular en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba. En 1966 creé y luego dirigí su Departamento de Farmacología que fue el más productivo del país y sigue siendo importante. Formé 7 profesores de universidades argentinas o extranjeras. Tuve la suerte de ----------------------------------------------------------------------------------------------------------www.intramed.net Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2006 Página 1 trabajar junto con Otto A. Orsingher, una gran científico y mejor persona. En 1973 me fui al Brasil: primero como Profesor de Farmacología y más tarde de Neuroquímica en la Universidad de Rio Grande do Sul. Con licencia, estuve de 1975 a 1978 en la Escola Paulista de Medicina. Formé más de 30 profesores de universidades brasileras. Me jubilé de ahí en 2003 y fui contratado por la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUCRS), donde fundé el Centro de Memoria, que dirijo actualmente. El Centro congrega investigadores de varios países y es el más productivo de América Latina. Trabajé de 1957 a 1959 en Endocrinología y desde 1959 en Neurociencias. Descubrí varios de los mecanismos fundamentales de la formación de memorias, la diferenciación entre memorias de corta y larga duración, y la dependencia de estado endógena. Soy el científico más citado de América Latina desde hace 10 o 15 años. Miembro de varias academias (inclusive la National Academy of Sciences) y he recibido 38 premios, 25 de ellos internacionales. ¿De qué manera su historia personal lo condujo a interesarse por los temas de la memoria y el olvido? No sé. Tal vez de tanto leer a Borges, desde hace más de 50 años. Tal vez de tanto ob-servar las cosas, de las que uno se acuerda o se olvida, a veces casi simultáneamente. ¿Cuál es su definición de estos términos -memoria y olvido-? La de todos. Memoria es la adquisición, almacenamiento y evocación de informaciones. Olvido es la pérdida de la memoria en general o de alguna memoria específica. ¿Es el olvido una condición necesaria para la memoria? Sí. Lo demuestra por el absurdo el cuento “Funes el memorioso”, de Borges. Funes es un hombre que puede recordar un día entero de su vida, pero para hacerlo requiere otro día entero de su vida, del primer al último milisegundo. Como eso es imposible, debe existir (y existe) el olvido. Para dar lugar a que se hagan otras memorias, en primer lugar. Para no vivir el infierno de recordar todo, de lo cual la mayor parte o no queremos o no nos sirve. • Las emociones, el inconsciente, las palabras ¿De qué modo las emociones influyen en la selección de contenidos de la memoria? ----------------------------------------------------------------------------------------------------------www.intramed.net Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2006 Página 2 No hay memoria sin emociones. Los humanos tenemos emociones todo el tiempo; o débiles, como cuando dormimos, o fuertes, como cuando estamos enamorados o asustados. Las emociones influyen siempre; las fuertes, mucho más. Es casi imposible olvidar una memoria adquirida bajo una gran emoción: todos los argentinos sabemos qué estábamos haciendo y con quien estábamos y dónde cuando nos enteramos de la muerte de Perón, o cuando Argentina ganó el mundial de 1986, o cuando nos casamos o nació algún hijo nuestro. ¿Es el inconciente un "sustantivo" o un "adjetivo"? ¿Qué designa ese término? Es un adjetivo. Antiguamente se pensó que no, pero ningún estudio ha podido encontrar un lugar que se llame “el inconciente”; todo indica firmemente que tal lugar no existe. Hay también, y quizá básicamente, un error de traducción. Nuestros psicólogos, traductores y periodistas, si han leído a Freíd, lo han hecho en inglés; lengua en la cual no existe el artículo neutro. “The” unconscious, en inglés, puede y debe traducirse por “lo” inconsciente, y no por “el” inconsciente. Otra cosa es en alemán. El término designa la condición de las cosas que nuestra consciencia (consciousness, no conscience) no registra; aquello que aprendemos, percibimos o olvidamos sin saber. ¿De qué modo la resultante de lo que recordamos y lo que olvidamos nos hace ser lo que somos? Del único modo posible. La pregunta se auto-responde, con solo pensarlo un poco… No somos lo que no recordamos, y mucho de lo que olvidamos (no todo) es porque así lo quisimos. Como el nombre de aquel lugar de La Mancha. ¿Cómo describiría el estado actual de los conocimientos acerca de los mecanismos neurobiológicos de estos procesos? Ha habido enormes progresos en los últimos 5 o 10 años, pero nos falta mucho por saber aún. ¿Qué aspectos permanecen aún desconocidos al respecto? Me llevaría días enumerarlos. Básicamente, le diría que dos cosas: a) traducir lo mucho que hemos aprendido sobre estos temas a nivel de biología molecular en términos fisiológicos ----------------------------------------------------------------------------------------------------------www.intramed.net Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2006 Página 3 b) traducir estos, después, a términos psicológicos o comportamentales. ¿Cuáles son sus interrogantes actuales? Porqué ciertas memorias se evocan solo en ciertos y determinados estados hormonales, neurohumorales y emocionales. Cómo mejorar la extinción de las memorias malas; por ejemplo, aquellas que nos causan estrés post-traumático, que es insoportable. Cómo mejorar la persistencia de la memoria una vez formada, principalmente en los viejos. Desarrollar un buen modelo animal para la depresión y otro para la enfermedad de Alzheimer. Cómo tratar la enfermedad de Alzheimer. • La diversidad de perspectivas: ¿obstáculo o facilitador? “Cuando se enferman, hay que ver lo rápido que van a la farmacia a reduccionarse con un remedio” ¿Considera Ud que la coexistencia entre perspectivas teóricas diversas que analizan los mismos fenómenos es posible? Yo no me preocupo con teorías sino con realidades. Los resultados de los experimentos confirman o no las ideas que llevan a uno a hacerlos; podemos llamarlas hipótesis. Si las confirman, tendremos un resultado, más que una teoría. Si no, habrá que aparecer con otra idea, otra hipótesis. El mundo funciona así. Nuestra vida y nuestra muerte son eventos, fruto de resultados de lo que somos o hacemos. No hay teoría que les sirva. ¿Por qué cree Ud que algunas orientaciones resisten o descalifican el conocimiento científico respecto de la psiquis como un saber "reduccionista"? Por ignorancia. Por pensamiento mágico o pseudos-teológico, como los de Al Qaeda. Por miedo a la realidad. Cuando se enferman, hay que ver lo rápido que van a la farmacia a reduccionarse con un remedio. ¿De qué forma las posiciones filosóficas, espirituales o culturales influyen en el estudio de los fenómenos de la mente? De todas las formas posibles. Vivimos en medio de –yo no diría posiciones, sino otra vez “ideas” – ideas filosóficas, espirituales y culturales. No hay quien escape a ello, si es humano. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------www.intramed.net Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2006 Página 4 ¿Debe un científico ser un hombre culto o informado? Sin duda. Si no, será necesariamente un mal científico. ¿Detrás de qué sueños va usted por la vida? Ah, de tantos… Todos mis sueños, eso sí, son sueños de amor. ¿Qué quisiera recordar y qué olvidar? Quisiera recordar lo bueno, principalmente los amores de los seres y cosas que quiero y que he querido. Y extinguir o reprimir lo malo: los momentos malos y las personas que le han hecho daño a mí y a las personas y cosas que quiero o he querido. Conste que digo “extinguir” o “reprimir”; o sea, dos procesos que nuestro cerebro usa para tornar memorias menos accesibles al recuerdo. Olvidar no quiero; porque no me gustaría repetir encuentros con momentos, lugares o personas que me han hecho mal a han hecho mal a quienes quiero. Como cualquier ser humano, quiero reprimir mis memorias de Hitler durante la mayor parte del tiempo. Pero no olvidarlo, porque ahí corremos el riesgo de repetirlo. Como bien dijo George Santayana. ¿Cuál su posición respecto del dualismo mente/cuerpo? No existe; la mente es un producto, una función y una característica del cerebro y del cuerpo. Ya el alma es otra cosa, que no debe confundirse con la mente, por favor. O, para ser riguroso conceptualmente, por amor de Dios. El alma es una entidad (quizás una entelequia) que usamos para comunicarnos con Dios o con el concepto que de Él tengamos. No hay quien no tenga un “ersatz” de Dios, hasta el ateo más empedernido. Su no-creencia en Dios pasa a convertirse en su creencia en la nocreencia, y así ad infinitum. No hay como escapar de ese Sofisma Magno. La mente hace, transforma y reprime, extingue u olvida memorias. El alma no se dedica a esos procesos neuroquímicos. La mente puede enfermarse, pero no el alma. Un esquizofrénico podrá o no entrar en el so called Reino de los cielos. Es posible que muchos san-tos hayan sido esquizofrénicos y hayan alucinado. Una mente puede deprimirse o ponerse ansiosa, y un buen remedio puede ayudarle a salir de eso. El alma no se deprime, no sufre de ansiedad y no se trata con remedios. Pueden coexistir una mente enferma y un alma noble. O una mente brillante con un alma abominable, como supongo debe haber sido el caso de Hitler o Stalin. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------www.intramed.net Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2006 Página 5