Formación valórica, eje central de la buena convivencia Actualmente asistimos a una realidad, que cada vez más supera la ficción, sobretodo en el ámbito de la sana convivencia escolar. El fenómeno del bullying, definido como “conducta de persecución física o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro, al que elige como victima de repetidos ataques. Esta acción negativa e intencionada, sitúa las victimas en posiciones de las cual difícilmente puede salir por sus propios medios” (Dan Olweus 1993). Se ha posicionado en el centro de la discusión, debido al aumento de sus denuncias y las consecuencias trágicas para algunos adolescentes que lo han padecido. A pesar que la violencia está presente en diferentes ámbitos de nuestra vida, desde tiempos pretéritos, cuando esta sucede dentro o entorno al colegio, aparece el concepto Bullying, que proviene del inglés “bull” que significa toro. Este animal es asociado a una figura de fuerza y superioridad, que se traduce en la circunstancia de poder ejercer un predominio sobre los demás. El mayor grado de desarrollo de la consciencia emotiva y social a llevado a las autoridades chilenas a centrar su preocupación en este fenómeno, que parece seguir un progresivo crecimiento. Los datos existentes al respecto nos revelan una realidad innegable, la ultima encuesta nacional de violencia escolar, realizada por el Ministerio del Interior (2007), señalo que el 40% de los estudiantes ha sufrido algún tipo de violencia o acoso al interior de sus colegios, datos que en la actualidad presentan un considerable aumento. La legislación chilena entorno al tema es bastante limitada, es por eso que en los últimos días la posibilidad de legislar entorno a este fenómeno se ha vuelto urgente, debido a la necesidad de generar políticas que apunten a la prevención y la reparación tanto física como emocional de aquellos que se hayan visto envueltos en eventos de este tipo. Como grupo junto con sumarnos a la reflexión del tema y analizar el proyecto enviado por el gobierno para la discusión en el poder legislativo, hemos revisado las distintas propuestas entorno al tema, tales como el Reglamento de Convivencia Escolar (Septiembre 2010) enviado por el Ministerio de Educación a los distintos establecimientos educacionales. Alguna de las ideas más importantes de este proyecto son aumentar la responsabilidad de los establecimientos en estos eventos, (multas en dinero) además de favorecer la ayuda a las victimas tanto psicológica como económicamente. Uno de los puntos rescatables es la creación de un comité de Sana Convivencia Escolar, conformado por un representante de cada estamento involucrado proceso educativo, organismo que tiene la finalidad de detectar y prevenir la presencia del acoso escolar. Sin embargo a pesar de estar de acuerdo con todas las medidas anteriores creemos que hace falta, poner el énfasis en la prevención, para tal propósito planteamos la necesidad de incorporar en todos los establecimientos educacionales una asignatura de formación valórica orientada hacia una buena convivencia escolar y social, la que debe tener la característica de ser obligatoria, instituida desde la enseñanza básica y dirigida por un profesional competente en el área, además de dejar espacio para la flexibilidad y la puesta en practica de asignatura de acuerdo a cada establecimiento, obedeciendo a las distintas necesidades de cada uno de ellos. Consideramos que las primeras etapas de la vida son fundamentales en el desarrollo del carácter y la personalidad de los individuos, por lo tanto una adecuada formación axiológica a temprana edad, puede favorecer la sana convivencia. Por lo tanto proponemos una modificación a la Ley General de Educación, con la finalidad de hacer obligatoria la implementación de esta nueva asignatura.