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Horacio Elizondo: "El deporte es cultura"
Profesor de Educación Física y ex árbitro internacional de fútbol, Horacio Elizondo tuvo una carrera muy destacada como
árbitro en los mundiales. Le gusta mucho la literatura, y también escribe. Durante el último Mundial, uno de los diarios más
importantes de la prensa alemana ?para presentarlo en el país como el árbitro que dirigiría el partido inaugural? publicó
tres poesías suyas. ?Algo muy gratificante?, dice Elizondo.
Hoy coordina los Programas Deportivos Jurisdiccionales de la Secretaría de Deportes de la Presidencia de la Nación, lugar
desde donde viene trabajando para la no violencia en el deporte. Uno de los programas se llama ?Tribuna para todos?,
donde intentan que a través del juego y de las propias experiencias de los chicos puedan internalizar esos valores. "Algo muy
distinto de trabajar este tema en un contexto áulico, donde el docente diserta acerca de algún valor y el alumno trata de
incorporar estos valores a través de la palabra".
De ese programa nos habla Horacio Elizondo, un profesional apasionado por todo lo que hace.
—Este programa de Educación en Valores y Espectáculos Deportivos, de
alcance nacional, es importantísimo dada la violencia que se percibe en la sociedad ?y en el fútbol
en particular? en nuestro país, y por lo que acabo de ver en este encuentro los chicos están muy
interesados en estas actividades. ¿Cuáles son sus objetivos principales?
—Lo que estamos haciendo es un trabajo de refuerzo de contenidos que ya figuran en el currículo escolar:
los docentes siempre trabajan el problema de la violencia con los chicos. Pero lo que intentamos con este
programa es que los chicos incorporen los valores para la no violencia a través del juego, de sus propias
experiencias, de lo convivido con esos valores, para que sea más eficaz y verdaderamente internalicen
esos valores. Es algo muy distinto de trabajar este tema en un contexto áulico, donde el docente diserta
acerca de algún valor y el alumno trata de incorporar estos valores a través de la palabra.
Además, el Programa tiene un efecto multiplicador, porque el objetivo es que los alumnos que ya
pasaron por estas experiencias sean el año siguiente los capacitadores de sus propios compañeros de
grados inferiores.
Estamos convencidos de que el niño tiene un rol educativo. Porque hoy hemos llegado a un punto tan
grande de descreimiento entre los adultos, que cuando un adulto impone un límite a otro adulto en
general se encuentra inmerso en un trasfondo de desconfianza y de no creer en el otro. Aunque se sepa
que ese límite es justo, se sospecha alguna otra intención por detrás. En cambio, muy distinto es lo que
sucede cuando es el niño el que le impone una actitud reflexiva al adulto, lo lleva a que se plantee que
muchas veces lo que dicen (los adultos) no es lo que hacen. Algo muy común entre los adultos, que
provoca un doble discurso en el niño.
—Me recuerda a un cartel que vi en un Parque Nacional: ?No olvides que siempre puede estar
mirándote un niño?.
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—Claro, el niño está en una etapa de aprendizaje, y siempre está alerta para ver qué es lo que uno dice y
qué es lo que finalmente hace.
—¿Cuál es la forma de trabajo con los docentes y los chicos?
—Se empieza con el trabajo en talleres con los docentes. Tratamos de no usar la palabra capacitación:
nosotros nos consideramos agentes facilitadores, porque el docente está totalmente capacitado para hacer
esto y muchas cosas más, sólo le proponemos más herramientas, nuevas actividades y contenidos a fin
de que le sirvan para la construcción de sus propios proyectos en conjunto con los niños. Porque es un
proyecto abierto, no rígido; tiene una forma, pero cada escuela puede aportar lo suyo, que es lo que más
nos interesa.
En los distintos viajes que hicimos recorriendo escuelas del país hemos visto cómo se articulan entre las
diferentes áreas para trabajar en el proyecto (directoras, porteras, profesores de música, educación física,
etc.). Porque además lo que impulsamos es que los chicos trabajen con los distintos actores sociales de
su comunidad, para que escuchen cuál es la responsabilidad de cada actor social.
—¿Podría contarnos de alguna experiencia concreta en escuelas?
—Por ejemplo, en una escuela de Mendoza hicieron un video donde los chicos mostraban cómo fueron
trabajando a lo largo del proyecto. Grabaron un partido de fútbol, el movimiento de las hinchadas,
registraron todo. Y luego, a partir de ese material en video, trabajaron el tema de las hinchadas, fueron
viendo cómo se pensaron el colorido de las banderas, la música y los cantos para el partido de fútbol,
con qué cantos comenzaron y con cuáles terminaron, es decir cómo se usaron el lenguaje y los valores
en las canciones, cómo se trabajó el juego limpio dentro del partido a partir de los acuerdos previos que
habían elaborado. Dejaron fuera la figura del árbitro y establecieron acuerdos previos entre los equipos
para las cuestiones reglamentarias del juego y para autoevaluarse dentro del partido. Porque nosotros
propusimos que sólo hubiera la figura de un mediador fuera del juego, que no actuara solamente sobre el
partido sino también viendo los valores que se ponían en juego dentro de la cancha, si se habían
respetado los acuerdos previos, etcétera. Es decir, trabajaron con los valores desde los distintos ángulos
dentro y fuera del juego, para que el niño viera la importancia del valor humano, y que no solamente
hace falta en la sociedad un niño con más conocimientos y destrezas, sino un niño que también
incorpore valores positivos y que sea un ser íntegro.
Los chicos se dividieron los roles: algunos fueron relatores del partido y comentaristas de radio y entre
todos reflexionaron sobre las cosas que ellos expresaban a través de la transmisión, cómo enfocaban el
concepto del deporte. Porque también se trabaja el tema del deporte para que entiendan que el otro no es
un rival o un enemigo; si no, se simboliza el deporte como una batalla, y en la guerra se neutraliza y se
aniquila; el deporte es algo muy diferente. El deporte tiene que estar basado en un concepto de
autosuperación: sin el otro no tengo con quién jugar, el otro es igual a mí.
Para mí el deporte es cultura. Muchos hablan de cultura por un lado y del deporte por otro, y en la
cultura entran muchas cosas que la gente tiende a separar. Quizás lo que hay que hacer es acercar las
distintas partes que conforman la cultura, que se encuentran distanciadas. Por ejemplo, mi equipo de
trabajo en la Secretaría de Deportes es interdisciplinario. La mayoría de la gente piensa que todos somos
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profesores de Educación Física y deportistas, pero hay gente de Ciencias de la Educación, psicólogos y
una directora de cine, para que desde las distintas miradas aporten sus propuestas y los programas sean
más ricos.
—¿Cuál es el alcance y la proyección del Programa?
—Empezamos trabajando con chicos de 11 y 12 años, que están en la pubertad, porque vimos que los
chicos ya muchísimo antes de entrar en la adolescencia se encuentran en una situación como de cóctel
explosivo, que lleva al púber hasta la puerta de la adolescencia en un estado de mucha violencia.
Entonces había que empezar ya en la pubertad, y no en la adolescencia. La idea es impulsarlo luego en la
secundaria.
En estos cuatro meses que lleva el Programa participaron 40 escuelas del país, como experiencia piloto
para ver qué cosas tienen que modificarse, y ojalá que el año próximo todas las escuelas del país puedan
estar trabajando con este Programa.
—Hay algunas experiencias recientes con similares objetivos, como la campaña ?Leer también es
una pasión?, en la que trabajan en conjunto el Ministerio de Educación y la Secretaría de
Deportes, el programa ?Hinchadas ciudadanas? y otros. ¿Cuál es el balance que hacen en
términos de resultados a corto plazo, y cuáles son as expectativas a largo plazo?
—Además de los que menciona, también desde la Secretaría de Deportes articulamos con tres sectores, el
Ministerio de Educación, el Programa Educación en Valores en Espectáculos Deportivos, y el Ministerio
de Desarrollo Social para ampliar el Programa Tren Sanitario (un tren que recorre el interior de la
República Argentina), que este último ministerio lleva adelante. Incluimos el vagón del deporte en ese
tren, y en todos los pueblos y ciudades a los que llega el tren trabajamos desde un foro interdisciplinario
de salud y actividad física, hasta seminarios de recreación y el buen uso del tiempo. Todos esos
encuentros tuvieron muy buenos resultados.
?Hinchadas ciudadanas? es un programa impulsado por las secretarías de Deportes y de Cultura. Se trata
de introducir en los entretiempos de los partidos de primera división un espectáculo artístico, como una
forma de inclusión para que las hinchadas puedan empezar a compartir algo en común y dejar de verse
como rivales e insultarse, para poder disfrutar de algo placentero juntos. Obviamente, sin comunicar los
objetivos explícitamente intentamos llevar a las hinchadas hacia ese terreno.
—¿Y cómo resultó? En los partidos donde ya lo hicieron ¿se registraron incidentes?
—Lo hicimos en el último Boca-River, cuando tocó Kapanga; en el último partido de Argentinos JuniorsRacing, en el que tocó La Chilinga, y la gente lo disfrutó muchísimo: las dos hinchadas aplaudieron y no
hubo registros de incidentes en ninguno de los dos partidos. Pero esto no quiere decir que no haya más
violencia en el fútbol: es sólo aportar un granito de arena con los distintos programas, porque si todos
sumaran su granito de arena tendríamos una montaña de arena.
—Y si tuviera que definir cuáles son los valores principales a cultivar en los niños y la gente en
general ¿cómo lo haría?
—Yo creo que todos los valores que tienen que ver con el ser ciudadano, con el ser democrático, con la
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paz, todos los valores que se infunden desde el deporte que se asemejan mucho a los valores para la
buena convivencia dentro de la sociedad. Pero conceptuar el valor es más difícil, la escala de valores es
múltiple y diversa.
—Como profesor de Educación Física y ex árbitro, ¿cómo explicaría la importancia del deporte en
la educación de los niños? ¿Se le da un lugar relevante en la escuela?
—Yo creo que es vital. Todavía la Argentina no llegó al momento de maduración de saber qué es lo
importante del deporte. A fines de la década del 40 y principios del 50 el deporte en la Argentina era una
política de Estado. Hoy ya no lo es porque hemos pasado por tantas urgencias y tantas otras necesidades
que el deporte se dejó bastante de lado. Hoy la Argentina, de cara al 2008, tiene una deuda pendiente con
la sociedad, porque tenemos un país donde los habitantes tienen una idiosincrasia deportiva, pero se está
pasando cada vez más al concepto de espectador de deportes, en lugar de personas activas practicando
deportes. Y creo que es por la falta de ofertas para la gente y sobre todo para los jóvenes y los niños.
Uno de los caminos es acrecentar la práctica del deporte en el sistema educativo; casi la mayoría de
nuestros niños están allí y el deporte debe pasar por ahí.
—¿Qué cambios habría que introducir para el área de Educación Física? ¿Cuáles son los
obstáculos que han identificado para el desarrollo del deporte en la escuela?
—Yo creo que las escuelas habría que prepararlas porque no existe una buena infraestructura para hacer
deportes. Las escuelas fueron pensadas de manera tal que la educación física tenía una mínima
participación. Hay que agregarles a las escuelas muchísima estructura en materia deportiva, sobre todo
en las escuelas que se encuentran dentro de barrios de bajos recursos y en las villas de emergencia: allí
habría que reforzar y ampliar la infraestructura para que se realicen deportes, porque es la única oferta a
la que pueden acceder los jóvenes.
—Hablar de la violencia en el fútbol es hablar de las conductas de distintos actores, tanto dirigentes
como jugadores, árbitros, hinchas, periodistas, que de distintas maneras generan o contribuyen a
la cultura de la violencia en el fútbol. Por ejemplo, los periodistas escriben cosas como ?grupo de
la muerte? para referirse a la primera ronda de selecciones con las que tuvo que enfrentarse la
Argentina en el último Mundial, o hablan de ?la guerra en el fútbol?. Y si hablamos de los árbitros
¿cuál es la autoridad del árbitro dentro y fuera del campo de juego (la tribuna, en este último
caso)?
—Empezando por el caso de los periodistas, lo que quiero agregar es que el nombrar de esas formas al
fútbol es emparentarlo con la guerra, es la deshumanización del deporte, y cuando nos deshumanizamos
generamos más violencia.
Respecto del árbitro, claramente tiene incidencia dentro del juego, pero en lo que sucede en la tribuna
durante el partido el árbitro no tiene incidencia. El árbitro puede suspender un partido solamente cuando
el jefe del operativo de seguridad le dice que no puede ofrecer garantías al partido. Luego el árbitro
informa lo que sucedió en el partido al Tribunal de Disciplina, y es el Tribunal el que decide qué pasa
luego con los puntos de ese partido. En lo que sí tiene incidencia el árbitro, como actor social, es en
tratar de hacer las cosas lo mejor posible y estar capacitado.
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—¿Cómo educar a los distintos actores sociales para la mejor convivencia en el ámbito del fútbol?
—Yo creo que para terminar o paliar la violencia en los espectáculos de fútbol nos tenemos que sentar en
una misma mesa los máximos responsables de los distintos actores sociales, y que cada uno exprese sus
necesidades y sus responsabilidades. A partir de ahí, trazar entre todos un plan general para combatir la
violencia. Hablar sobre lo que puede aportar cada uno, mejorar desde su lugar, o decir qué es lo que
necesita de cada sector. Esto hasta ahora no ha sucedido y es el puntapié inicial; si esto no sucede es
muy difícil que el esfuerzo de un solo sector produzca un cambio: tienen que estar todos.
Tecnología y arbitraje
—Respecto al uso de la tecnología para el arbitraje en los deportes, en el rugby, por ejemplo, ya se
implementa dentro del campo de juego algo que no se ha incorporado en el fútbol todavía, y que
sólo se piensa utilizar para controlar si la pelota entró o no según la línea del arco, y no en otras
situaciones. ¿Qué opina al respecto, y por qué hay resistencia a incorporar la tecnología dentro del
juego? ¿No colaboraría para una mayor transparencia en los resultados, ante el error o la duda
humanos?
—En el rugby la tecnología se usa sólo cuando el árbitro pide el video-rep, cuando tiene dudas acerca de
si la pelota fue apoyada o no fue apoyada, lo que en el fútbol sería gol o no gol.
En el fútbol, hacer dos meses, se inició un ensayo propiciado por la FIFA en la segunda división de la
liga inglesa, donde también ponen una cámara en el arco para ver si la pelota ingresa o no. Con esta
prueba se busca evaluar si es conveniente que el método se convierta en una regla general en el fútbol.
Hoy en día hay avances en la incorporación de la tecnología en el fútbol, los árbitros tienen
intercomunicadores entre ellos para tener un diálogo más rápido, por ejemplo; son avances que se fueron
dando y creo que también se pondrá definitivamente la cámara en el arco para ver si fue o no gol, hasta
creería que ya estará para el Mundial de Sudáfrica.
Pero creo que también lo que se tiene que evaluar es si demasiada incorporación de la tecnología sirve
realmente o termina desnaturalizando el juego; hay que hacer un equilibrio entre los factores. De todas
formas, al menos en cuestión de transparencia, al implementarse la cámara en el arco habrá un punto
menos a discutir dentro del partido.
Pero hay un chiste de Fontanarrosa que es muy gráfico al respecto. Figura en el libro Semblanzas
deportivas: están en Alemania, en el futuro, en un estadio que se inaugura, y se invitó a todos los
presidentes de las distintas asociaciones de fútbol a la inauguración. Ya no hay árbitros, ni asistentes
dentro de la cancha, sino que están dentro de una torre. Ya no se habla en plural sino en singular, es una
sola persona que tiene infinidad de monitores para ver la jugada desde distintos ángulos dentro de la
torre. Y por una pantalla gigante aparece la sanción del fallo con mucho color y música y los jugadores
se van guiando por esa pantalla, que también es la que ve al mismo tiempo el público. Y de repente
estalla la torre (y siendo Fontanarrosa nadie muere, todos quedan chamuscados) y todos se preguntan:
¿qué pasó con tanto estadio tecnológico?, ¿estalla? Y sí, dice uno, así como nosotros tuvimos este
avance de la tecnología, los hinchas también han avanzado: nos acaban de tirar un misil.
Fecha: Octubre de 2007
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