Ministerio de Educación de la EQUIPO TÉCNICO Provincia de Jujuy CONCURSO ANTECEDENTESPARA PARA CUBRIR CONCURSODE DE OPOSICIÓN OPOSICIÓN YYANTECEDENTES CUBRIR CARGOS EDUCACIÓN INICIAL CARGOSDE DESUPERVISORES SUPERVISORESDE DENIVEL NIVELDE INICIAL Y PRIMARIO Y Y Módulo I LA SUPERVISIÓN ESCOLAR EN CONTEXTOS DE CONTEMPORANEIDAD EN EL AÑO DEL BICENTENARIO DEL ÉXODO JUJEÑO Equipo Técnico PRIMARIO Y SUPERVISOR DE EDUCACIÓN FÍSICA FISICA SUPERVISOR PROVINCIAL DE EDUCACIÓN 1 EQUIPO TÉCNICO Gobernador de la Provincia de Jujuy DR. EDUARDO ALFREDO FELLNER Ministro de Educación de la Provincia de Jujuy LIC. RODOLFO ALEJANDRO TECCHI Secretaria de Gestión Educativa PROF. RUFINO LIZÁRRAGA Secretario de Planeamiento Educativo DR. SERGIO EDUARDO RODRIGO GONZÁLEZ GALÁN Secretario de Infraestructura ARQ. JULIO MARTÍNEZ Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva ING. ERNESTO EISEMBERG Dirección Gral. de Administración y Finanzas C.P.N. MARCELO GARZÓN 2 EQUIPO TÉCNICO COORDINACIÓN GENERAL: ESP. ANGEL MIRANDA REDACCIÓN: PROF. SARA YONY ROBLES ASISTENCIA TÉCNICA: LIC. BEATRIZ ELVA GONZALEZ LIC. GLADIS NORMA RODRIGUEZ PROF. LUCRECIA PROMADACHE PROF. ALDO A. PONCE CORRECTOR DE ESTILO: LIC. HÉCTOR HUGO ESPINOSA DISEÑO OMAR R. VELÁSQUEZ ASISTENTES RUBÉN CEJAS JUAN CAMARGO 3 EQUIPO TÉCNICO INTRODUCCIÓN EQUIPO TÉCNICO En este primer módulo, al que denominamos “la supervisión escolar en contextos de contemporaneidad” girará alrededor de los siguientes contenidos: La construcción política de la escolarización. Nuevas articulaciones entre estado y sociedad Corrientes contemporáneas en educación. Las transformaciones del presente y su impacto en la educación. La nueva cuestión Social. El Rol del Supervisor escolar en el marco de los desafíos actuales. Para abordar estos contenidos te proponemos en primer lugar que realices una lectura general de los textos que a continuación te presentaremos. Reúnete con tu grupo de estudio y analiza, discute y construye tus propios argumentos con respecto al rol del supervisor, para ello, te proponemos el logro de los siguientes objetivos: 4 @ Analizar las nuevas vinculaciones entre estado, sociedad y educación. @ Explicar los procesos de construcción de las políticas educativas contemporáneas. @ Caracterizar el impacto de las nuevas configuraciones sociales en el orden simbólico de las instituciones educativas @ Caracterizar el rol del supervisor en los contextos políticos, sociales y educativos actuales. LA CONSTRUCCIÓN POLÍTICA DE LA RELACIONES EQUIPONTUEVAS ÉCNICO ESCOLARIZACIÓN. ENTRE ESTADO Y SOCIEDAD. 1. Los nuevos contextos de la escolarización En el año 1999, Inés Aguerrondo1 expresaba que “En las últimas décadas de este siglo asistimos a una serie de procesos que configuran lo que indudablemente puede reconocerse como un cambio de era. La era industrial nacida a la luz de la Revolución Francesa, de la revolución científica y de la revolución industrial, está dando paso a otra era ¿posmoderna? ¿pos-industrial? Hoy el problema es cómo se construye una opción superadora, cómo se construye la nueva democracia ¿Qué nueva forma debe adoptar hoy “el gobierno del pueblo para el pueblo”? ¿Qué condiciones humanas deben desarrollar quienes serán los ciudadanos de esta nueva sociedad? Para contestar estos interrogantes, encontramos que existe una abundante literatura sobre las nuevas formas que asume la organización social, la que se ha visto enriquecida por aportes críticos muy significativos. Desde el punto de vista productivo, existe consenso en reconocer que la rápida y profunda transformación tecnológica, así como la globalización y la competencia exacerbada por conquistar mercados, están modificando los patrones de producción y de organización del trabajo. Estaríamos pasando de un sistema de organización basado en la división del trabajo, en jerarquías piramidales destinadas a la producción masiva, a un sistema orientado al consumo diversificado y basado en una organización en redes, donde se otorgan amplios poderes de decisión a las unidades locales. Las ideas de fábricas flexibles, adaptables a mercados cambiantes tanto en volúmenes como en especificaciones, de equipos multipropósito, de plantas multiproductos, de innovación y de mejora continua de los productos, de polivalencia del personal, de distribución homogénea de la inteligencia y de formas combinadas de competencia y asociación, son 1 AGUERRONDO, Inés: En la nueva sociedad del conocimiento, la educación hace la diferencia. Publicado en OEI - Programas - Desarrollo y Administración - Sala de lectura 5 EQUIPO TÉCNICO todos conceptos habituales en los análisis actuales sobre la organización del trabajo. Lo explicitado hasta el momento, muestra una de las puntas del iceberg. Esto es, desde la perspectiva económica y particularmente desde la producción y el trabajo se produjeron cambios que, se constituyeron en transformaciones afectando todos los órdenes de la vida y de la sociedad, lo que daría lugar a hacer referencia a un antes y un después de los cambios. Ahora bien ¿Cuándo comenzaron a gestarse los cambios? ¿Cómo se desarrollaron? Para responder a estos interrogantes y otros que se nos pueden presentar diremos que, desde mediados de los ’70 se produjo lo que se dio en llamar un cambio epocal, una mutación de las características del capitalismo nacional industrial (modelo desustitución de importaciones, nacional-popular y desarrollismo) que caracterizó la viejacuestión social, dando lugar al surgimiento de la “globalización” que configura unmundo de economías más abiertas, sobre todo en lo financiero, comercial. Entonces, de estas sociedades industriales, de pleno empleo, asalariadas, taylo-fordistas, se pasó a sociedades postindustriales, de servicios, de información, más heterogéneas, desiguales y post-fordistas-toyotistas, donde primaron los procesos de deslocalización de la producción, tercerización y desnacionalización de las empresas, caracterizadas por una lógica de bajar los costos y, sobre todo, los costos laborales/salariales. En este cambio epocal, del que nuestro país no está ausente, otro aspecto de significación fue el pasaje de sociedades muy reguladas por los Estados nacionales -con burguesías y actores nacionales como gremios, iglesias, fuerzas armadas, movimiento estudiantil, entre otros- donde el Estado tenía una cierta capacidad de regular la economía, lo social y lo político a sociedades que podríamos llamar post-nacionales en sentido del debilitamiento de los Estados para regular sus economías; y de la creciente importancia de redes con poder trasnacional vinculado a organismos multilaterales (FMI, OMC, BANCO MUNDIAL) y empresas, también trasnacionales con influencia en las políticas de los Estados así como los grandes medios de comunicación. Al mismo tiempo, se establece la 6 EQUIPO TÉCNICO configuración de bloques regionales -NAFTA, UE, ASEAN, MERCOSUR, etc.lo que significó una cesión de poder o de competencia de los Estados nacionales y una cierta configuración de poder global a través del G7 – G8 , que comenzaron a ejercer un liderazgo en la orientación del proceso de globalización. Pilar Pozner, expresa que el mundo muta, cambia y se transforma aceleradamente, el volumen del cambio denota que estamos frente a una nueva revolución tecnológica que impacta en el mundo productivo, social, y político. Esta denominada tercera revolución mundial, (que se expande desde finales del siglo XX) impacta más allá de los confines de los cambios productivos. Esta revolución tecnológica constituye un punto de inflexión y de ruptura, esencialmente, de tipo social y cultural, que se impone con tal energía que mixtura tanto valores, instituciones como creencias de la vida personal y social. La tercera revolución tecnológica desató nuevas formas de organización productiva ya que generó innovaciones y desarrollo en: La robótica, las tecnologías de la información, la biotecnología y los nuevos materiales. La automatización de los procesos productivos. La incorporación de la microelectrónica en el ámbito de los procesos industriales, de las comunicaciones y los servicios. La manipulación de las especies vegetales y animales y sus desarrollos. El descubrimiento de materiales nuevos y su extensa introducción en diversos ámbitos de la vida y de la producción, desatando nuevos formatos de organización socioproductiva. A continuación iniciaremos el análisis de estos cambios, la gestación de los mismos, las consecuencias que generaron y cómo estos contribuyeron a la formación de los procesos de escolarización. 7 EQUIPO TÉCNICO 2. La construcción política de la escolarización Tomando como base el texto de Guillermina Tiramonti2, abordaremos el momento de constitución de los sistemas educativos nacionales con el propósito de comprender los procesos e instituciones que estuvieron asociados a su surgimiento y cómo el proceso de escolarización se fue modificando como producto de los cambios que están produciéndose en el orden mundial y en nuestra región en particular. En general, los diferentes diagnósticos señalan que se produjo una fractura entre la escuela y la nueva condición de "globalizado" que tiene el orden mundial. Desde este punto de vista todo ha cambiado menos la escuela. Es ésta, entonces, la que debe ser sometida a un proceso de innovación que la acople al orden globalizado. Expresa Tiramonti que la situación "crítica" del sistema educativo –o, si se quiere, de la institución escolar- es compartida por una red de instituciones que conformaron el entramado propio de la "modernidad" otorgándole a la sociedad moderna los dispositivos de regulación y control social que requería su dinámica. “La era de la globalización erosiona este entramado societal, modificando sus relaciones, sus funciones y sus posiciones relativas, cambiando el contexto en el que se desenvuelven y el conjunto de demandas a las que se ven sometidas. En definitiva, la globalización rompe el entramado de experiencias que conformaron lo que llamamos la vida moderna, y pareciera que el conjunto de instituciones y personas que conformaban esta red son liberadas o expulsadas de las seguridades que otorgaban este modo de vida”3. Continúa expresando la autora de referencia que “la escuela, como partícipe de este entramado moderno, sufre como "crisis" la ruptura de los lazos que la articulaban funcionalmente con otro conjunto institucional 2 Tiramonti, Guillermina: La Escuela, de la Modernidad a la Globalización. Módulo 1. Año 2012. Cátedra Pedagogía I. Universidad de Tucumán. 3 Tiramonti, Guillermina: op. Cit. 8 EQUIPO TÉCNICO propio de la modernidad: el Estado y la constitución de las fronteras nacionales, una determinada definición del conocimiento y el saber, la conformación de una sociedad meritocrática y la consolidación de la familia nuclear, conformaron la red institucional que reguló y normalizó el modo de vida moderno.” LA MODERNIDAD COMO CONTEXTO DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS NACIONALES Los Sistemas Educativos Nacionales son un producto de la modernidad y surgen asociados al conjunto de instituciones y procesos que son propios de ese momento histórico. Pasaremos revista a estos procesos e instituciones señalando su asociación con la constitución de los Sistemas Educativos Nacionales. Tal vez sea en este punto donde se registra una transformación más contundente. La modernidad plantea una reversión en el sentido del poder y otra en la organización del poder. En cuanto al sentido del poder, éste pasó de tener una direccionalidad descendente a una ascendente. Durante el Medioevo y el absolutismo (siglos XI al XVIII), el poder político se fundamentó en un principio metafísico o natural que le otorgaba al poder de los que mandaban una direccionalidad descendente: era Dios o el Orden Natural el origen y la fuente de su poder. Dado que éste era el origen del poder, estaba fuera del alcance de los hombres cuestionar la legitimidad del mandato y realizar acciones destinadas a cambiar tanto las cabezas del gobierno como el contenido de sus mandatos. Las democracias modernas construyeron un sentido ascendente para el poder político cuando depositaron la soberanía en el ciudadano. Si el poder se origina en el pueblo y resulta de la voluntad contractual de los ciudadanos -tal como lo planteaban Hobbes, Locke y Rousseau4- entonces 4 Thomas Hobbes (1588-1679), John Locke (1632-1704) y Jean-Jacques Rousseau (1712-1778) son citados por la profesora Tiramonti en tanto los tres filósofos, se pueden incluir dentro de una corriente de pensamiento político moderno conocida como contractualismo. Esto no 9 EQUIPO TÉCNICO estos mismos ciudadanos tienen la posibilidad de cuestionar tanto el orden social como el político. El sistema carece del sustento legitimador que antes le proporcionaba la religión o la tradición dando lugar al orden social y político. “La modernidad consiste en la ruptura con la fundamentación trascendente y en la reivindicación de la realidad social como un orden determinado por los hombres. Los individuos se hacen irremediablemente cargo de organizar su convivencia. Se trata de un proceso de secularización mediante el cual se pasa de un orden recibido a un orden producido por los propios hombres: "el mundo deja de ser un orden predeterminado de antemano al cual debamos someternos y deviene objeto de la voluntad humana" (Lechner,1990:157). La cuestión de la legitimidad del poder fue atendida por la modernidad a través de la constitución de una red escolar destinada a socializar a las nuevas generaciones en los principios, los valores y las reglas del nuevo orden, de modo que éste fuera internalizado y “naturalizado”. Así, los valores que guiaron la acción escolar y la definición que la escuela hizo del "buen ciudadano" tuvieron este propósito legitimador. El tema de la formación ciudadana es central para la temática que estamos tratando. La idea del ciudadano estaba asociada al principio de la dignidad individual que se contraponía al del honor estamental propio de la edad media. Desde esta "individualidad", el sujeto se relacionaba con el poder a través del lazo de representación. Esta articulación -a su vez- lo constituía en un sujeto de derecho, o sea, en poseedor de un conjunto de derechos otorgados por la ley, cuyo cumplimiento debía ser garantizado por el poder. De esta forma, se consideró y se valoró la extensión de la educación al conjunto de la población como un medio para concretar los propósitos mencionados. Así, en Europa, el principio de educación elemental para las clases bajas surgió en el marco de la consolidación del absolutismo ilustrado. En significa que hayan tenido una orientación política común, sino que los tres usaron una sintaxis o estructura conceptual similar en sus planteos sobre el poder y la sociedad. Tanto Hobbes como Locke y Rousseau ubican el origen de la sociedad y el fundamento del poder político en un contrato, es decir, en un acuerdo tácito o expreso que -actuando como regulador y garante de los intercambios entre los hombres significaría el fin de un estado de naturaleza y el inicio del estado social y político. 10 EQUIPO TÉCNICO Dinamarca y Prusia, por ejemplo, las escuelas elementales aparecieron a principios del siglo XVIII; Prusia, especialmente llegó a promulgar una ley de educación básica y se proveyeron recursos para su sostén. Estas experiencias constituyeron antecedentes para la conformación de los sistemas educativos nacionales. Sin embargo, el verdadero debate alrededor de la cuestión de la educación ciudadana se dio entre el clero y la autoridad política. En Europa, la enseñanza estuvo durante siglos en manos del clero y -por lo tantosometida a la autoridad religiosa. Los Estados absolutistas -y luego los Estados Nacionales- disputaron con el clero la autoridad sobre las escuelas y el derecho a controlar la enseñanza. En la Argentina, el debate que precedió a la promulgación de la Ley 14205 ilustra muy bien las tensiones existentes entre el Estado Nacional -que se proponía desplegar una acción educativa a su cargo, de contenido laico- y los sectores asociados al clero que reivindicaban para la Iglesia el derecho de definir parámetros religiosos para la educación elemental. Como ya hemos señalado la formación del Estado Nacional estuvo muy ligada a la constitución de los Sistemas Educativos Nacionales. La escuela, además de atender a las exigencias de legitimidad del nuevo orden político, estuvo llamada a promover en las nuevas generaciones el sentido de pertenencia a un espacio social determinado, que era el nacional y que se compartía con otros "ciudadanos", iguales en esta pertenencia e inclusión. El ritual patriótico que caracterizó a la escuela moderna también tenía como finalidad anclar la pertenencia a un territorio nacional organizado por el Estado. La conformación del Estado Moderno supuso la organización de una administración que requirió la formación de funcionarios idóneos. La creación y desarrollo de la escuela media en la Argentina estuvo asociada a esta necesidad de proveer al Estado de cuadros para el aparato administrativo burocrático. Asimismo, los sectores de las clases, 5 Ley 1420. Ley de Educación Común, sancionada en Argentina el 8 de julio de 1884, y que dispuso que la instrucción elemental sería universal, obligatoria, gratuita, gradual y laica. 11 EQUIPO TÉCNICO inicialmente bajas, se diferenciaron y constituyeron, luego, en clase media a través de la estrategia de la educación, de esta forma, encontraron en el Estado no sólo un espacio de inserción laboral sino también vías de acceso a recursos de poder que les estaban vedados por su condición material. En América Latina fue el Estado el primer propulsor de la educación y -en el caso específico de nuestro país- este esfuerzo estatal incluyó e integró a vastos sectores de la población. Por supuesto que la inclusión generó también exclusión. Muchos fueron expulsados de un modo u otro de la escuela, no incorporados a la red escolar o incluidos en circuitos de baja calidad. El Estado Nacional se fue convirtiendo no sólo en el principal agente prestador de educación, sino también en el gran dador de sentido a la tarea de educar. La educación y las credenciales, que a través de ella se podían obtener, se transformaron así en un requisito necesario para alcanzar y legitimar determinadas inserciones laborales y posiciones sociales. De esta manera se construyó un nexo entre educación o nivel educativo de las personas y ocupación laboral, que no existía previamente. A partir de esta vinculación, el sistema educativo se constituyó en un instrumento central de la selección social, en la medida que sus certificados y credenciales comenzaron a ser utilizados por el mercado para definir y justificar los puestos de trabajo a ser asignados. El talento individual para los negocios o para la educación, las profesiones o las artes, conformó una nueva sociedad de hombres llegados por sí mismos, que lograron -de este modo- emanciparse de su condición de origen y acceder a posiciones expectantes, tanto en la administración del Estado como en los negocios privados, en las ciencias y las artes. Se trataba de una sociedad montada sobre el valor de la propiedad, del dinero, el éxito personal y la capacidad de obtenerlo. Todo ello conformaba un patrón civilizatorio al cual había que adaptarse para poder usufructuar las oportunidades que brindaba el Estado y la sociedad de esos momentos. La sociedad del mérito no anuló –entonces- el valor de los recursos culturales y sociales para abrirse camino y obtener las credenciales del 12 EQUIPO TÉCNICO mérito, pero sí abrió oportunidades para todos aquellos que deseasen o pudiesen adaptar sus estrategias a las exigencias del nuevo patrón civilizatorio. Rotos los lazos del Antiguo Régimen6 la sociedad moderna -a comienzos del siglo XIX- se encontró ante el problema de incorporar a estos individuos en una red de instituciones que regularan sus conductas y los "fijaran" en la trama social. Castells en su texto (1997) "La metamorfosis de la cuestión social" da cuenta del largo proceso de disciplinamiento al que es sometida la clase trabajadora para ajustar su conducta al trabajo de la fábrica. Así mismo, nos muestra el desarrollo de un doble proceso: por un lado, la paulatina incorporación de la población a una relación de trabajo dependiente que culmina con lo que el autor llama la "sociedad salarial", en la que el conjunto de la población se integra a la red de relaciones sociales que se anudan alrededor del trabajo. El segundo proceso que tipifica Castells es el de la estatización de la asistencia a los indigentes, ancianos y enfermos que no pueden valerse por sí mismos y que en el antiguo régimen eran objeto de la caridad de la comunidad o de las órdenes religiosas. Los cambios en el campo político y social en algunos casos precedieron (Francia) y en otros acompañaron (Inglaterra) el desarrollo industrial. La fase industrial se abrió con el auge de la maquinaria motriz que se conoce como revolución industrial. El desarrollo del industrialismo estuvo acompañado por un desarrollo paralelo de las ciencias y tuvo un profundo impacto en la conformación de una nueva sociedad, caracterizada por la constitución del proletariado urbano como consecuencia de la vertiginosa emigración del campo que generaba la sustitución de una economía agraria por otra industrial; la consolidación de la burguesía como clase dominante y la constitución de lo que ha dado en llamarse la sociedad burguesa y -con ella- la entronización del ideal de familia burguesa de la que ya hicimos referencia. 6 Se denomina Antiguo Régimen al conjunto de costumbres e instituciones políticas y económicas existentes en Francia y en Europa hasta fines del siglo XVIII, es decir, hasta el quiebre producido por la Revolución Francesa. 13 EQUIPO TÉCNICO No todos los países entraron al mismo tiempo en este proceso de industrialización. Había una parte del mundo que ascendía al poderío industrial, mientras la otra quedaba rezagada. Pero ambos fenómenos no estaban desconectados. Nada parecía más natural que el que los países menos adelantados se limitaran a producir alimentos y quizás minerales, cambiando tales productos por la manufactura inglesa o de otros países de Europa occidental. Latinoamérica se incorporó a la economía capitalista y al intercambio mundial de bienes como productora de materias primas y compradora de productos manufacturados, de modo que su inserción fue periférica y mantuvo, hasta la década del ‘20, una economía basada en la agricultura. El crecimiento de la Argentina de fines del siglo XIX y primeras décadas del XX se sostuvo por sus exportaciones de granos y carnes; en el mismo período, el crecimiento de Brasil se sustentó en las exportaciones de café. La Primera Guerra Mundial y la Crisis del ‘30 generaron cambios en la estructura productiva de los países de América Latina. Países como Brasil y Argentina, durante esa época, iniciaron un proceso de industrialización por sustitución de importaciones que consistió en la producción nacional de bienes de consumo (alimentos, bebidas, textiles y algunos rubros de la electrónica) logrados gracias a la ampliación de la demanda local, sostenida por el previo avance de la economía exportadora. Desde esta perspectiva, Argentina fue considerada como un país de modernización temprana en la región (HalperínDonghi, 1992), tanto por haber adoptado rápidamente una organización social y política "moderna" (sistema de partidos políticos, organización sindical, organización burocrática, desarrollo de un sistema educativo público y formación de un aparato financiero y comercial) como por haber iniciado, también tempranamente, el proceso de industrialización. El desarrollo industrial estuvo doblemente asociado a los sistemas educativos. Por una parte, la organización escolar aportó al disciplinamiento de sus alumnos acorde con las necesidades de la producción industrial (la asistencia diaria a la escuela durante un número determinado de horas, la permanencia en el banco de trabajo, la necesidad 14 EQUIPO TÉCNICO de autorización para movilizarse, etc., anticipaban las exigencias del trabajo fabril). Por otro lado, el desarrollo industrial generó demandas en cuanto a la calificación de la mano de obra en general y, en especial, exigió nuevas especializaciones de tipo técnico que se diferenciaban claramente de las orientaciones humanistas clásicas. En el caso argentino, la conformación del sistema educativo nacional estuvo claramente asociada a la consolidación del Estado Nacional y a un proyecto de dominación basado en la extensión de la ciudadanía al conjunto de la población. La fortaleza de la propuesta estatal neutralizó todo esfuerzo de conformación de circuitos alternativos. Los trabajos realizados por Dora Barranco en 1990 y de Juan Suriano (2001) muestran justamente los intentos frustrados del socialismo y el anarquismo por formar y luego mantener sus propias instituciones educativas. Ana Bertoni (1996) mostró, por otra parte, las tensiones que generó la instalación de las escuelas extranjeras en territorio nacional a fines del siglo XIX. Con esto queremos señalar la importancia que le fue otorgada a la escuela como espacio de conformación de la ciudadanía o, dicho de otra manera, como dispositivo para la incorporación de la población a un determinado sistema de creencias y para la construcción de la representación del espacio de lo nacional y del sentido de pertenencia al mismo. La escuela, de esta forma, se constituyó en el instrumento que eligió la modernidad para incorporar en la población este conjunto de valores "civilizatorios". La idea del progreso a la cual estuvo asociada el valor del ahorro, del esfuerzo personal, del sacrificio presente en favor de un logro futuro, la valoración del conocimiento científico como la llave para dominar la naturaleza, impregnaron la propuesta pedagógica de la modernidad. La igualdad fue también un valor instalado por la modernidad. La instalación del valor de la igualdad no está exenta de contradicciones. La igualdad política, la igualdad de derechos del conjunto de la ciudadanía entra en tensión con las tendencias desigualadoras del mercado capitalista. Hay aquí una tensión entre "la igualdad política" y la "desigualdad material" que atraviesa toda la modernidad y que fue resuelta de modos diversos por 15 EQUIPO TÉCNICO las diferentes sociedades. Los Estados de Bienestar7 que se generaron en los países del Norte de Europa después de la Segunda Guerra Mundial tensionaron la vara a favor de una mayor correspondencia entre la igualdad material y la simbólica. La paulatina incorporación de los derechos sociales a los civiles y políticos amplió el espectro de cuestiones que debían ser atendidas por el Estado. De allí en más, el bienestar ciudadano se transformó en un asunto concerniente a las políticas públicas. Los populismos fueron, en América Latina, Estados de Bienestar a la Criolla (Golbert, 1988). Vargas en Brasil, Perón en la Argentina, por mencionar algunos, realizaron una serie de reformas destinadas al reconocimiento de los derechos del trabajador y a la constitución (y regulación) de los sindicatos en activos participantes del juego político. En el caso del Peronismo esto estuvo acompañado de una mejora de la participación obrera en la distribución de la riqueza y de la construcción de una red de seguridad social que incluía seguro de la vejez y de la salud. En este último caso combinando recursos del Estado y aportes de los propios trabajadores. La igualdad fue un valor fundante de la escuela moderna. Según la propuesta moderna, la “fractura” entre la desigualdad real y la igualdad simbólica podía ser saldada a partir de la escuela, pues la escuela era la encargada de ofrecer una misma educación al conjunto de la población y con ello dar una "igual oportunidad" de educarse a ricos y pobres. Generar igualdad donde había desigualdad fue un mandato fuerte para la escuela moderna. Mandato que debía ser sostenido a la par y en contradicción con el de acreditar el mérito, que exigía un ejercicio de selección y diferenciación. La escuela moderna estuvo y está montada en esta tensión 7 Estado de bienestar. A partir de la gran crisis de los años 30 y más específicamente después de la Segunda Guerra Mundial, se pone en marcha en los países occidentales un sistema de solidaridad social que apunta a "corregir las injusticias del capitalismo espontáneo". En este nuevo sistema, el Estado será paulatinamente considerado como responsable del progreso social de la población; es la idea del "Estado de providencia", "Estado de Bienestar" o "Estado Benefactor". La generalización de nuevos métodos de trabajo (taylorismo y fordismo) trajo como consecuencia un importante incremento de la productividad. A través del gasto público, el Estado favoreció la adaptación del consumo de masas al incremento de la productividad, sosteniendo sistemáticamente la demanda. El sistema de bienestar social, las prestaciones sociales y la redistribución del ingreso -al aumentar el poder de compra de los asalariados a través del salario directo o indirectoprovocaron una importante mutación en el modo de vida de los sectores más desfavorecidos (consumo de masas), incorporándolos al proceso de acumulación capitalista. Esta política ha tenido una proyección parcial y discontinua en los países latinoamericanos, que emprendieron un proceso tardío de industrialización. Por otra parte, a partir de los años ’70, el modelo del Estado de Bienestar resultó cuestionado en muchos aspectos instrumentales por las orientaciones político-económicas prevalecientes en el mundo desarrollado. (extraído de Di Tella, Torcuato et. al. (2001) Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas, Bs. As., Emecé, pág. 238) 16 EQUIPO TÉCNICO entre la reproducción de la desigualdad existente y la generación de oportunidades que permitan la emancipación de la condición de origen. En la estructura social argentina se manifiesta muy claramente esta acción contradictoria de la escuela. La constitución de las clases medias se realizó a partir de la inclusión y promoción escolar de miembros de los sectores más bajos de la población. La escuela pública incorporó y promocionó a estos grupos al mismo tiempo que dejó afuera o expulsó a otros que no disponían de los recursos simbólicos o materiales que les exigía la escuela. Este doble juego de inclusión y promoción por un lado, y exclusión y reproducción por el otro, es constitutivo de la escuela de la modernidad. A diferencia de las ciencias filosóficas de antiguo cuño, la ciencia experimental moderna viene desarrollándose desde los tiempos de Galileo Galilei en un marco metodológico de referencia que por su forma genera un saber técnicamente utilizable. De allí la funcional articulación entre ciencia y tecnología y la ilusión de un mundo en continuo progreso a partir del desarrollo de esta dupla. La ciencia experimental y el método denominado científico se constituyeron en el parámetro de la validación de todo conocimiento. La idea de que había un sólo camino posible para acceder al saber y que esta metodología era proporcionada por las Ciencias Naturales es el principio en el que se sostiene el positivismo, que tuvo gran influencia en la propuesta de constitución del sistema educativo nacional. Desde esta postura epistemológica, el método de las ciencias naturales permite acceder a "la verdad", que como tal, se presenta como única y sólo refutable a partir de una comprobación controlada por la metodología científica. La escuela es, en la modernidad, la institución organizada para la transmisión de la verdad, científicamente comprobada. De esta manera, la institución escolar es doblemente depositaria de la verdad: posee el método científico para la transmisión de un conocimiento validado científicamente. 17 EQUIPO TÉCNICO Con lo expuesto hasta el momento hemos intentado dar cuenta del conjunto de elementos y fenómenos que se articulan y anudan para conformar lo que se denomina "la modernidad", a la que está asociado el surgimiento y desarrollo de la llamada escuela moderna. En las últimas décadas se han acumulado tantos cambios en las diferentes dimensiones de lo social, y las transformaciones que estos cambios han generado son de tal radicalidad, que los cientistas sociales han planteado que estamos frente a una nueva "era" que es necesario conceptualizar. En este sentido podemos afirmar que son múltiples los enfoques y perspectivas con que los científicos están abordando los nuevos fenómenos en su intento de hacer inteligible el mundo en que vivimos. En el próximo apartado se intentará mostrar los cambios que creemos más relevantes para repensar el lugar de la escuela, sin otra pretensión que la de abrir una serie de temas a la discusión que luego serán retomados desde diferentes perspectivas a lo largo del curso. 18 EQUIPO TÉCNICO NUEVAS ARTICULACIONES ENTRE ESTADO Y SOCIEDAD EQUIPO TÉCNICO Durante las últimas décadas fuimos testigos de transformaciones fundamentales, tanto en las relaciones entre los estados y sus sociedades nacionales como en los patrones de organización económica y política en el plano internacional. Fenómenos como la desregulación y apertura de mercados, el ajuste del Estado y la economía, la desocupación y flexibilización laboral, la privatización de empresas y servicios públicos, la descentralización administrativa y la integración regional, redefinieron los roles tradicionales del estado nacional -principalmente sus funciones benefactoras y empresarias- replanteando a la vez el papel del mercado, la empresa privada, los actores y espacios sub- y supra-nacionales. Estos procesos contribuyeron a conformar distintas modalidades de un capitalismo desorganizado y difuso, pero hegemónico respecto de otras formas de organización económica. A la vez, la historia reciente registra oleadas democratizadoras, luchas por nuevos derechos sociales, desequilibrios cada vez más profundos entre pobres y ricos (se trate de países o de clases sociales), recrudecimiento de la xenofobia y los fundamentalismos religiosos, son fenómenos que también han contribuido a transformar radicalmente las relaciones sociopolíticas dentro de, y entre, estados nacionales. Estos procesos volvieron a poner en el centro del debate la problemática del Estado, que fuera tratada por literatura especializada en los años ‘70, y prácticamente desapareciera de la agenda académica de los 80, desplazada por los temas de la democracia y el renacimiento de la sociedad civil. A fines de esa década y, sobre todo, a lo largo de los ‘90, el Estado regresó como problema de investigación y acción, pero sobre todo a partir de la constatación de que su dimensión y formas de intervención estaban sufriendo una transformación profunda. 19 EQUIPO TÉCNICO Oscar Oszlak, realiza profundos análisis acerca de los procesos de evolución y transformación del Estado, llegando a expresar que, la etapa que aún no se ha iniciado en la mayoría de las experiencias nacionales es la "difícil", la de "rehabilitación" post-operatoria, es decir, lograr un mejor Estado -no sólo más chico-, tecnológica y culturalmente más avanzado, contemplando el fortalecimiento de aquéllas instituciones y programas que promuevan nuevos equilibrios en los planos de la redistribución del ingreso y del poder social, priorizando, además, los necesarios cambios, incluyendo especialmente los mecanismos de participación ciudadana en esos niveles. Reducir el contenido y alcances de la intervención estatal; disminuir el número de unidades organizativas y contraer el tamaño de la dotación de personal, son acciones muy concretas que marcan, de alguna manera, a los proyectos de reforma del estado en los ’90, diferenciándolos de experiencias previas. La reforma del Estado aparece como un complemento indispensable de una transformación en el plano de la organización social y económica, que resulta mucho más significativa y le otorga sentido. Se trata, en el fondo, de un profundo replanteo del rol y la agenda del estado, así como de sus relaciones con la sociedad civil. Oszlak reconoce que la reforma del estado está relacionada con la implementación de nuevas estrategias y nuevos resultados. Una de las reglas más visibles que gobiernan las relaciones estadosociedad -y la que mayor atención ha recibido en los trabajos sobre la reforma del estado- es la relativa al esquema de división social del trabajo, además de la responsabilidad asumida por las provincias y el sector privado en la producción de bienes y servicios de los que antes se ocupaba el estado nacional. Con la finalidad de interpretar las transformaciones que se están produciendo, convendría observar las interacciones estado-sociedad en términos de una triple relación, que tome en cuenta los tres tipos de vínculos a través de los cuales, en última instancia, se dirimen los 20 EQUIPO TÉCNICO contenidos de la agenda social vigente y las formas de resolución de las cuestiones que la integran (Oszlak y O'Donnell, 1976). Estas relaciones apuntan a, decidir cómo se distribuyen, entre ambas instancias, la gestión de lo público, los recursos de poder y el excedente social, mostrando a la vez sus conexiones recíprocas y su vinculación con las características del modelo de organización económica y reproducción social que subyace a esos procesos. La agenda estatal representa el "espacio problemático" de una sociedad, el conjunto de cuestiones no resueltas que afectan a uno o más de sus sectores -o a la totalidad de los mismos- y por lo tanto, constituyen el objeto de la acción del estado y su dominio funcional. Las políticas que éste adopta son, en el fondo, tomas de posición de sus representantes e instituciones frente a las diversas opciones de resolución que esas cuestiones vigentes admiten teórica, política o materialmente. La vigencia de esas cuestiones, es decir, su continuada presencia en la agenda, revela la existencia de tensiones sociales, de conflictos no resueltos y de actores movilizados en torno a la búsqueda de soluciones que expresen sus particulares intereses y valores. El rol del Estado en cada momento histórico podría concebirse como una expresión político-ideológica de esa agenda vigente. Sería, en cierto modo, una decantación de las políticas o tomas de posición predominantes y de su consecuencia. Así como en el siglo XIX era preciso generar condiciones de "orden" bajo las cuales pudiera prosperar la actividad económica, la consigna de los ‘90 tenía características similares: demostrar, mediante una serie de decisiones genéricamente denominadas "ajuste", que se estaba apuntando a crear un horizonte de previsibilidad, de permanencia de ciertas reglas del juego, que supuestamente deberían inducir a los agentes económicos a realizar la denominada "revolución productiva". Obviamente, la agenda no se agotó en estas dos grandes cuestiones. Una tercera, surgida e instalada firmemente en la escena pública a fines del siglo pasado, fue la "cuestión social", es decir, los conflictos alrededor de la 21 EQUIPO TÉCNICO equitativa distribución del ingreso, la riqueza y las oportunidades, suscitados a raíz de las tensiones y contradicciones sociales generadas por el orden capitalista que se iba conformando. Esta nueva manifestación del rol estatal en la morigeración del conflicto social, se tradujo en programas y políticas que apuntaron -entre otros objetivos- a la reducción de la pobreza, al logro de mejores condiciones de trabajo y negociación laboral, en fin, a la preservación de la salud, la institución de regímenes de previsión social o la extensión de la educación a las capas más desposeídas de la población, acciones que fueron definiendo los rasgos característicos del denominado Estado de Bienestar. En consecuencia, la agenda de cuestiones socialmente problematizadas y el papel del estado nacional en su resolución, han sufrido una profunda mutación cuantitativa y cualitativa. Al respecto Oszlak expresa que “Mi argumento central es que este proceso debe interpretarse no sólo en términos funcionales –es decir, "de qué debe ocuparse el estado nacional"sino también desde la perspectiva de "quién decide de qué hay que ocuparse" y "cuánto le cuesta a quién". LAS RELACIONES ENTRE EL ESTADO Y LA SOCIEDAD El autor, antes citado, plantea que se observan a las relaciones estadosociedad en tres planos diferentes: en el funcional o de la división social del trabajo; en el material o de la distribución del excedente social; y en el de la dominación o de la correlación de poder. En el caso de las relaciones funcionales, ambas esferas tienen responsabilidades exclusivas pero también comparten un ámbito de intervención común (servicios educativos, de transporte, de investigación y desarrollo) que exige, por parte del estado, no sólo la prestación de los servicios a su cargo sino también -según los casos- diversas formas de regulación y promoción de la actividad privada. 22 EQUIPO TÉCNICO En el plano fiscal y redistributivo, cada sector participa en la distribución del excedente social, sin embargo, los recursos que el Estado nacional extrae de la sociedad, los devuelve a través de gastos, transferencias o inversiones que favorecen a determinados sectores, cumpliendo un papel redistributivo. Por último, en las relaciones de dominación, también se representan simbólicamente los recursos de poder que pueden movilizar el Estado y la sociedad, distinguiéndose una zona común que pretende expresar el espacio de legitimación del poder por parte de la sociedad y que, en tanto se mantiene, puede considerarse como recurso de poder del Estado. Asimismo, a estas tres relaciones fundamentales entre el Estado y la sociedad, es necesario tener en cuenta la dimensión externa al espacio nacional, denominadas también variables del contexto internacional, las que inciden sobre las relaciones dentro de, y entre las relaciones, afectando en última instancia los contenidos de la agenda de cuestiones socialmente problematizadas. Esto es, los impactos de la globalización, la internacionalización del Estado y la integración regional, así como a los actores institucionales que operan en ese ámbito supranacional, desencadenando procesos que inciden sobre la distribución del poder, los recursos materiales y la gestión pública de los países. Si bien las relaciones en cada uno de estos planos están gobernadas por reglas de juego propias, esas reglas están subordinadas, a su vez, a otras de orden superior, que resultan de los vínculos que se establecen entre las tres relaciones consideradas. Planteado así el juego, el resultado es previsible, aunque no inevitable: una menor presencia del Estado en la gestión de los asuntos sociales, unida a una menor capacidad de extracción y asignación de recursos, tenderían a debilitar aún más su posición de poder frente a los sectores económicamente dominantes de la sociedad. El cuadro resulta aún más complejo cuando se considera que este conjunto de relaciones, a su vez, se ve crecientemente condicionado por los 23 EQUIPO TÉCNICO procesos de globalización, integración económica e internacionalización del Estado, cuya influencia en cada uno de los planos analizados no puede minimizarse. Tanto el poder para definir las cuestiones que integrarán la agenda estatal, los esquemas adoptados para gestionarla y las posibilidades de obtener y asignar los recursos necesarios para resolver las cuestiones que la integran, se hallan fuertemente influenciados por decisiones y acciones adoptadas por múltiples actores supranacionales, se trate de gobiernos extranjeros, medios de comunicación, organismos de financiamiento externo, inversores, terroristas, narcotraficantes, instancias regionales o mundiales para la compatibilización de políticas económicas, de cooperación, de defensa, etc. GLOBALIZACION, INTERNACIONALIZACION E INTEGRACION Las transformaciones de las relaciones Estado-sociedad han coincidido con una serie de procesos en el ámbito internacional cuyo impacto sobre el escenario político y socioeconómico de los países no puede subestimarse. Tres conceptos estrechamente vinculados entre sí intentan dar cuenta de estas transformaciones: globalización, internacionalización del Estado e integración regional. Oszlak sostiene que la globalización es a las explicaciones deterministas lo que la integración regional a las voluntaristas debido a que las fuerzas que explican la globalización son mucho más abarcativas, poderosas y complejas que las que gobiernan el comercio internacional. Existe, hoy, una "agenda mundial" que se compone -entre otras- de cuestiones relativas a las migraciones, el medio ambiente, el terrorismo, la corrupción, el tráfico de estupefacientes, la revolución comunicacional, los movimientos de capital golondrina y los mercados financieros on-line. Todas estas cuestiones tienen un elemento en común: borran las fronteras nacionales, que se vuelven móviles y porosas o, simplemente, se disuelven ante las nuevas formas que adopta el intercambio e interrelación entre fuerzas y actores tan poderosos. La globalización representa, entonces, la complejidad y la incertidumbre. Para los Estados nacionales, supone la necesidad de 24 EQUIPO TÉCNICO contrarrestar algunos de sus efectos, de anclar algunas de las reglas que gobiernan esta nueva dinámica, en un intento por ganar previsibilidad y visibilidad de consecuencias. Se trata de una lucha desigual porque, en última instancia, la nueva agenda mundial parece originarse, en gran parte, en las nuevas modalidades que ha adquirido el sistema capitalista como patrón dominante de organización social, lo cual sobrepasa la capacidad de control individual por parte de un determinado estado nacional8.En este contexto, la integración regional puede ser vista como una manifestación de voluntarismo no resignado, como una concatenación de acciones deliberadas y conjuntas, llevadas a cabo por dos o más estados nacionales para resolver algunas de las restricciones o efectos indeseables de una globalización tan determinante. En tal sentido, la integración no sería una manifestación más de la globalización sino, justamente, su opuesto, es decir, un intento de ordenar fronteras adentro, el impacto de un mundo sin fronteras. Con lo analizado hasta momento intentamos mostrarles que no es posible hablar de la educación sin tener en cuenta los contextos, particularmente lo social y político, ya que mientras el primero demanda conocimientos, habilidades y destrezas para vivir en cada momento histórico; desde el punto de vista político esas necesidades son satisfechas a partir del diseño de políticas educativas que se hacen efectivas mediante el decidir, hacer y diseñar estrategias que responden a esas demandas. A continuación les proponemos realizar la siguiente actividad con el propósito de afianzar y construir sus propias opiniones fundadas frente a las temáticas desarrolladas. Actividad: 8 En términos históricos, éste no es un fenómeno nuevo. La "Gran Transformación" que tan bien describiera Polanyi; las dudas que se plantearon los propios protagonistas de este proceso -los Científicos Mexicanos, el Olimpo Costarricense, la Generación del 80 en Argentina- acerca de su verdadera influencia; o, incluso, las interpretaciones del marxismo y la teoría de la dependencia sobre el carácter determinante de la lógica capitalista, son coincidentes en relativizar el papel los "hombres providenciales" en la construcción de nuevos modos de organización y convivencia social. 25 EQUIPO TÉCNICO a) De los temas analizados hasta el momento les proponemos que realices un mapa conceptual con ideas y/o conceptos que consideran relevantes. b) Coherente con los tiempos que estamos viviendo, en los que la tecnología de la información tiene un rol más que importante, les proponemos que compartas tu trabajo a través de la utilización del correo electrónico, creando foros interactivos o grupos de discusión sobres los temas analizados. c) Formula opiniones en relación al impacto de las transformaciones políticas, sociales y económicas en el ámbito educativo. 26 CORRIENTES CONTEMPORÁNEAS QUIPO ÉCNICO EDUCACIÓN . QUIPO ÉCNICO E E T T EN Cuando hablamos de educación implica hacer referencia a diferentes perspectivas de análisis, cuestión que no es sencilla. Al respecto Mercedes Leal expresa que hablar de educación es una tarea compleja y discutible por cuanto se trata de abordar una esfera de estudio que presenta: Diferentes niveles de análisis para su abordaje: nivel macro educativo, nivel institucional y nivel micro educativo. Distintos planos de explicación respecto de lo que “es la educación” (el plano de la complejidad de las prácticas educativas) y lo que “debería ser la educación” (el plano normativo) y el plano que tiene que ver con las utopías a cerca de la educación (carácter utópico). Una polémica no resuelta en cuanto a si la disciplina que estudia la educación (la pedagogía) constituye o no un quehacer científico. Polémica a la que llamaremos discusión epistemológica. Diferentes enfoques o teorías que explican la educación. A continuación comenzaremos a realizar algunas precisiones con respecto a las dimensiones de análisis. DIFERENTES NIVELES DE ANÁLISIS DE LA EDUCACIÓN Los diferentes niveles de análisis refieren al hecho de que se puede analizar la educación considerándola a partir de tres niveles: Nivel macro educativo: focaliza a la educación en el contexto de la sociedad. Estudia el modo en que ésta se relaciona con las diferentes esferas o subsistemas que componen la sociedad. (Dimensión cultural, política, social y económica). En tal sentido, el análisis de los sistemas escolares y la educación como política pública, expresan en gran medida esta dimensión. Nivel Institucional: analiza a la institución escolar y estudia todos los procesos educativos que se desarrollan en la misma: su organización, el currículum (proyecto educativo de la institución), la dinámica y cultura institucional, entre otras temáticas. 27 EQUIPO TÉCNICO Nivel micro educativo: aborda el estudio de los procesos de enseñanza aprendizaje y los protagonistas que lo encarnan, la relación pedagógica, la clase o el aula como un ecosistema, las propuestas áulicas, etc. A partir de lo expuesto sostenemos que los diferentes niveles expresados se articulan dinámicamente con la finalidad de abordar la complejidad de la cuestión educativa. En términos generales lo que sucede en el mundo de las estructuras y el sistema educativo en su conjunto (nivel macro), repercute en la vida cotidiana de las instituciones (nivel institucional y micro), del mismo modo en que los procesos educativos que se desarrollan en las escuelas y en el aula inciden en las estructuras y el sistema educativo. Estamos diciendo entonces que, no existe una relación lineal entre lo pretendido (por ej. los propósitos de cualquier proyecto político o los fines declarados de una política educativa determinada) y el “hacer de las escuelas” o “mundo de las prácticas”, por cuanto estas relaciones (la articulación entre política educativa y las prácticas) están mediadas por intencionalidades, voluntades e intereses de individuos particulares y grupos sociales que interactúan en todos los espacios educativos (funcionarios del Sistema Educativo, directivos, docentes, alumnos, padres, etc.). La afirmación realizada nos estaría indicando que es muy difícil y sino hasta imposible comprender los hechos educativos si no es desde una perspectiva dialéctica, es decir, como un proceso a través del cual un hecho, cambio o situación generada en alguno de los niveles, repercute e incide en los otros. En los niveles de análisis antes explicitados, ya se anticipan los diferentes planos de abordaje de la educación. La problemática educativa también puede ser explicada a partir de su “idealidad” y desde su “realidad”. Es decir, una cuestión son los fines educativos declarados y otra los fines cumplidos. Estaríamos haciendo alusión a la diferencia entre “el deber ser” de la educación y lo que “es la educación”. Desde el deber ser (plano normativo y prospectivo) se podría definir a la educación como un conjunto de prácticas e instituciones que tienen objetivos específicos de aprendizaje. Sin embargo no siempre lo que se “hace en las prácticas” se ajusta a los objetivos que se han fijado para ellas. Ello depende de un conjunto de 28 EQUIPO TÉCNICO aspectos y factores de diferente índole: pedagógicos, políticos, socio históricos, económicos, por mencionar algunos. Dicho de otro modo, el deber ser de la educación es un ideal que puede ser compartido, tener mucho o poco consenso entre todos los actores intervinientes en lo educativo, a diferencia de las prácticas que son la manifestación genuina de la actuación y acciones de las personas y de la trama de relaciones de actores sociales diversos con puntos de vista e intereses iguales o contrapuestos. Por ejemplo, puede ocurrir que un proceso de reforma educativa pretenda la modificación de las prácticas tradicionales de los docentes y se invierta en recursos humanos y materiales con este propósito, sin embargo, por diferentes aspectos que intervienen en el complejo proceso de implementación de la política de reforma, dicho objetivo no logra materializarse. Puede ser que los propósitos de la reforma (como deber ser) no sean compartidos por los actores, o que los recursos invertidos sean insuficientes o que a los actores les resulte difícil modificar lo que hacen por temor al cambio, entre otros. Asumimos entonces a la educación como una práctica social e histórica particular que está en proceso de construcción permanente. Como un hacer educativo–no neutro- realizado en situaciones pedagógicas concretas que tiene diferentes objetivos entre los cuales se espera que forme sujetos que respondan a las demandas sociales de cada época histórica. Entonces, si hablamos de la educación como una práctica socio- histórica, estamos aludiendo a las diferentes expresiones educativas existentes desde su origen y fundamentalmente a “la escuela” o a los procesos de escolarización que se construyen en la Modernidad. A continuación mostraremos que “no siempre se consideró al conocimiento pedagógico de la misma manera” por ende a la concepción de educación así como el “hacer educación” la que siempre estuvo orientada al 29 EQUIPO TÉCNICO desarrollo de determinados contenidos, a los que podemos llamar “cultura” o “saber”9. LA EDUCACION Y SU FUNCION SOCIAL A medida que los sistemas de enseñanza fueron difundiéndose con una fuerza sin precedentes en los Estados Modernos las concepciones educativas y la configuración de la escuela se fueron modificando. Hacia fines del siglo XIX, a partir del surgimiento de la Sociología como ciencia, y fundamentalmente a partir de los aportes de Emile Durkheim10. Se le otorga al “hacer educativo” un papel social de importancia: garantizar la integración moral de la sociedad y la cohesión social, a partir de la adhesión de los ciudadanos a un conjunto de ideas y hábitos compartidos. Así surge un nuevo monopolio: el Estado Moderno como autoridad política y la idea de Nación como referente común para la construcción de una nueva identidad colectiva. Teniendo en cuenta lo expresado podemos afirmar que, las preocupaciones del contexto socio histórico que explican la necesidad de una escuela universal a cargo del Estado son: La vigencia de una sociedad en proceso de profundas y rápidas transformaciones que genera una creciente diferenciación social. La hegemonía del Capitalismo Industrial como organización económica y como forma social y modo de vida que plantea nuevos desafíos a la organización de la sociedad. El auge del Estado Liberal. La pérdida de las funciones de integración y cohesión social que hasta ese momento estaban a cargo de la Iglesia. 9 La cultura o saber es un concepto que encierra una pluralidad de contenidos (conocimientos, normas, habilidades, valores, etc.). Una es la cultura, en sentido amplio, acumulada por la humanidad y disponible en una sociedad y otra es la "cultura escolar" subconjunto de la primera y es la que constituye el programa escolar. (Tenti Fanfani, Emilio, 20019. 10 Sociólogo francés, (1858- 1917) que comienza a abordar al saber pedagógico como una rama particular de la Sociología. 30 EQUIPO TÉCNICO La expansión y difusión de visiones “científicas de la sociedad” contrapuestas a las visiones trascendentes de la religión. El positivismo y funcionalismo Desde una perspectiva filosófica y teniendo en cuenta las afirmaciones realizadas diremos que el Positivismo, como corriente filosófica, sintetiza perspectivas conceptuales adoptadas históricamente en la educación occidental desde principios del Siglo XIX. En este punto resulta necesario dejar en claro que los postulados teóricos del positivismo son los que dan sustento al enfoque funcionalista en educación, a tal punto que algunos autores explican que el funcionalismo es un producto sociológico del positivismo. Los postulados del funcionalismo son: La sociedad es concebida como un todo organizado, como algo distinto y superior a la suma de conciencias individuales, en donde el elemento común de toda la existencia social es la solidaridad y la comunión moral. Los hombres son concebidos como criaturas con deseos ilimitados, no se sacian cuando sus necesidades han sido satisfechas, por lo tanto necesitan que la sociedad se ocupe de formar al “ser social” capaz de llevar una vida moral y social “que se oponga al ser egoísta y asocial que acaba de nacer” La educación tiene la función de formar el “ser social” para así asegurar el orden social (fidelidad de los ciudadanos a la nación) y evitar el “vacío moral” de la sociedad en proceso de transformación. Además de esta función de adaptación social otorgada a la educación, Durkheim añade la función de diferenciación social como requisito para lograr la articulación orgánica de las distintas funciones sociales:“No podemos y no debemos entregarnos todos al mismo género de vida; según nuestras aptitudes, tenemos funciones diferentes que cumplir, y es necesario 31 EQUIPO TÉCNICO que nos pongamos en armonía con aquella que nos incumbe. No estamos todos hechos para reflexionar. Son necesarios hombres de sensación y de acción. Inversamente, también es necesario que los haya aquellos cuya labor sea la de pensar”. (Durkheim, Emile) Recordemos que estas ideas de sociedad, de hombre y de educación se inscriben en una sociedad particular: la sociedad capitalista industrial cuyas transformaciones en la organización del trabajo traen aparejado modificaciones importantes en la organización social y fundamentalmente en la “estratificación social”, esto es mayor diferenciación entre los hombres de una misma sociedad los ubica en diferentes estratos sociales. LA ESCUELA MODERNA DEL POSITIVISMO FUNCIONALISTA Con las ideas de base antes señaladas, las orientaciones positivistas y funcionalistas definen un sentido a las prácticas educativas, un modo de relación con el conocimiento, una forma de enseñanza y de aprendizaje. En cuanto a su “sentido” proponen una escuela que forme para la “adaptación de los sujetos al ambiente social en el que se encuentran”. Tal como expresa Durkheim en su obra, la escuela tiene el papel fundamental de promover la unidad moral de los individuos puesto que cualquier sociedad ya sea primitiva o moderna tiende a degenerarse y a deteriorarse con el correr del tiempo. Es por ello que la restauración de ese “orden moral” va a ser la función de la educación. La educación así concebida concurrirá a cumplir su función de socialización metódica y temprana de las jóvenes generaciones. Para dar cumplimiento a esta pretensión, la educación debe institucionalizarse y universalizarse en la institución escuela que será considerada el mejor dispositivo con que cuenta la sociedad para la adaptación social. Así, esta institución debe asegurar el cumplimiento de la función social de la escuela a través de la transmisión de la cultura y a partir del ejercicio de su poder coercitivo. La concepción de conocimiento escolar está influenciada por la creencia positivista del progreso indefinido de las sociedades como producto del 32 EQUIPO TÉCNICO desarrollo de las ciencias. En este sentido, proponen una escuela científica que se oponga a la escuela medieval cuyos saberes se basaban en la transmisión de la fe. Los conocimientos válidos ahora serán aquellos considerados útiles, claros, evidentes, objetivos, neutrales desde el punto de vista ideológico y universales, organizados bajo una forma disciplinar enciclopédica11. La enseñanza positivista exalta la figura del docente depositario del saber y la verdad. Es el artífice de la gran obra de instrucción y de la transmisión de los conocimientos acumulados por la humanidad. Es el mediador entre el alumno y el conocimiento; es el encargado de simplificar y graduar las dificultades para presentar el conocimiento ordenado. En este modelo pedagógico se refuerza la concepción de un sujeto alumno sin saberes previos como “tabula rasa”, por lo tanto la adquisición de conocimiento se realiza en función de estímulos externos y asociaciones internas, a partir de sistemáticos métodos de repetición y memorización. Las críticas más frecuentes que se le han hecho al estructural funcionalismo, es que se trata de una teoría conservadora, que considera que son funcionales los factores que preservan la existencia de un determinado sistema, independientemente de las características del mismo (sistemas excluyentes, injustos, inequitativos, etc.). Además explican las diferencias sociales solo a partir de los esfuerzos individuales. CONSECUENCIA PEDAGOGICAS DE LAS CORRIENTES POSITIVISTA Y FUNCIONALISMO Por la concepción organicista de la sociedad y del sistema educativo, las que interpretaban los fenómenos educativos sólo apoyándose en la evidencia empírica y en la experimentación cuantificable, se dejaban de lado la comprensión de la complejidad que encierran los procesos educativos en tanto procesos que involucran comportamientos individuales y sociales. 11 La forma disciplinar enciclopédica alude al formato de organización de los contenidos de enseñanza. Esta, al estilo de una enciclopedia va presentando un "cúmulo" de información descontextualizada (datos, conceptos, ideas, etc.) que imposibilita mostrar sus relaciones. Los programas escolares sobrecargados de hechos y datos aislados entre sí, parcelados en asignaturas, son un ejemplo del enciclopedismo. 33 EQUIPO TÉCNICO Por dicha concepción y en el afán de confrontar al alumno con los grandes ideales de la humanidad, impulsaron modos de organización de los contenidos de la educación de corte enciclopédicos y métodos educativos que se caracterizaban por una “pretendida” objetividad y neutralidad. No obstante, la importancia que le confirieron a la educación como un instrumento estrechamente unido a la política -universalización educativa, escuela única a cargo del Estado-, posibilitó que esta se institucionalizara y que la escuela pudiera constituirse como una de las instituciones sociales con mayor poder estructurante. No obstante el análisis crítico realizado, corresponde destacar que bajo este modelo de escuela se expanden los sistemas educativos nacionales y se inicia un largo proceso de consolidación de la educación pública, universal, gratuita a cargo del Estado. Otra cuestión que merece ser señalada es que, si bien algunas propuestas de reforma que se impulsan a lo largo del siglo XX, constituyen aportes pedagógicos relevantes y renovadas concepciones sobre “el hacer educativo”, pero no logran configurar otro formato de escuela ni de Sistema Educativo como aparato estatal. LAS DEFINICIONES DE LA EDUCACION Cuando se estudia históricamente la manera en que se han formado y desarrollado los sistemas educativos, es posible percibir que esto dependía estrechamente de la religión, de la organización política, del nivel de desarrollo de las ciencias, del Estado, de la industria, etcétera. Si se los separa de todas esas causas históricas, se tornan incomprensibles. Para definir la educación, tenemos, que contemplar los sistemas educativos que existen o que han existido, relacionar los unos con los otros, poner de relieve los caracteres que tienen en común. El conjunto de esos caracteres constituirá la definición tras la cual andamos. Andando el camino, hemos logrado determinar ya dos elementos. Para que haya educación, es necesaria la presencia de una generación de adultos y una generación de jóvenes, así como de una acción ejercida por los 34 EQUIPO TÉCNICO primeros sobre los segundos. Nos queda por definir la naturaleza de dicha acción. No existe; por así decirlo, sociedad alguna en la que el sistema educacional no presente un doble aspecto: es, a la vez, único y múltiple. Es múltiple, porque de buenas a primeras, tenemos que reconocer que hay tantos tipos diferentes de educación como sectores sociales diferentes hay en la sociedad. ¿Acaso no vemos cómo la educación varía según las clases sociales o las zonas de residencia? La que se imparte en la ciudad no es la misma que la que recibe la gente del campo, la del burgués, en la época renacentista, no era igual a la del obrero. En el transcurso de nuestra historia, se ha ido constituyendo todo un conjunto de ideas sobre la naturaleza humana, sobre la importancia de nuestras diversas facultades, sobre el derecho y el deber, sobre la sociedad y el individuo, sobre el progreso, la ciencia, el arte, etc., que constituyen la base misma de nuestro espíritu nacional; toda educación, tanto la del rico como la del pobre, tanto la que lleva a las carreras liberales como la que prepara a cargos industriales, tiene por objeto el de grabarlas en las conciencias. De lo expuesto resulta que cada sociedad se labra un cierto ideal de hombre, de lo que debe ser éste tanto desde el punto de vista intelectual como físico y moral; que ese ideal es, en cierta medida, el mismo para todos los ciudadanos de un país; que a partir de un determinado punto, se diferencia según los ámbitos particulares que toda sociedad alberga: en su seno. Es ese ideal, a la vez único y diverso, el que representa el polo de la educación. Esta tiene por tanto, por misión la de suscitar en el niño: 1. Un cierto número de estados físicos y mentales que la sociedad a la que pertenece considera que deben existir en cada uno de sus miembros para ser desarrollados. 2. Ciertos estados físicos y mentales que el grupo social específico (casta, clase, familia, profesión) determina que deben existir en todos aquellos miembros que la conforman. 35 EQUIPO TÉCNICO Por consiguiente, es la sociedad, en su conjunto, y cada ámbito social específico, los que determinan ese ideal que la educación realiza. La sociedad no puede subsistir más que si existe entre sus miembros una homogeneidad suficiente: la educación perpetúa y refuerza dicha homogeneidad, fijando por adelantado en los niños las similitudes esenciales que requiere la vida colectiva. Por otra parte, sin una cierta diversidad toda cooperación resultaría imposible: la educación asegura la persistencia de dicha diversidad necesaria, diversificándose por sí mismo y especializándose de acuerdo a los contextos sociohistóricos de cada momento. Llegamos, por lo tanto, a la fórmula siguiente: La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre aquéllas que no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos, intelectuales y morales que exigen de él tanto la sociedad política en su conjunto como el medio ambiente específico al que está especialmente destinado. Como consecuencia de lo anterior podemos determinar el Carácter social de la educación. De la definición que precede resulta que la educación consiste en una socialización metódica de la joven generación. Se puede decir que en cada uno de nosotros existen dos seres que, aún cuando son inseparables a no ser por abstracción, no dejan de ser distintos. El uno, está constituido por todos los estados mentales que no se refieren más que a nosotros mismos y a los acontecimientos de nuestra vida privada: es lo que se podría muy bien denominar el ser individual. El otro, es un sistema de ideas, de sentimientos y de costumbres que expresan en nosotros, no nuestra personalidad, sino el grupo o los grupos diferentes en los que estamos integrados; tales son las creencias religiosas, las opiniones y las prácticas morales, las tradiciones nacionales o profesionales, las opiniones colectivas de todo tipo. Su conjunto constituye el ser social. El formar ese ser en cada uno de nosotros, es el fin de la educación. 36 EQUIPO TÉCNICO Por otra parte, es a través de esto que se manifiesta más claramente la importancia de su papel y la fecundidad de la acción educativa. En efecto, no tan sólo ese ser social no viene dado del todo en la constitución primitiva del hombre, sino que no es el resultado de un desarrollo espontáneo. A cada nueva generación, la sociedad se encuentra en presencia de un terreno casi virgen sobre el que se ve obligada a edificar partiendo de la nada. Es necesario que, por las vías más rápidas, al ser egoísta y asocial que acaba de nacer, superponga ella otro, capaz de llevar una vida moral y social. Esta es en esencia la labor de la educación, y nos percatamos de inmediato de toda su grandeza. A modo de conclusión, podemos afirmar que el hombre no puede ser lo que es si no es a través de la educación. El individuo, al optar por la sociedad, opta a la vez por sí mismo. La acción que ejerce sobre él, especialmente a través de la educación, no tiene en absoluto por objeto y por efecto el de constreñirlo, disminuirlo y desnaturalizarlo, sino, muy al contrario, el de ensalzarlo y de convertido en un ser verdaderamente humano. LA EDUCACION DESDE LOS POSTULADOS CRITICOS Paralelamente a las propuestas teóricas y a los proyectos educativos Positivistas y Funcionalistas, se desarrollaron otras teorías de extracción marxista que se oponen, tanto a las ideas centrales de estas teorías, como a sus concepciones educativas, las que sostienen: Que la sociedad está atravesada por conflictos. Dichos conflictos resultan de las diferencias de intereses de los grupos sociales que componen la sociedad. Sostienen que la escuela, al tener un carácter universal, que favorece la igualdad de oportunidades educativas y el carácter reproductor, estaría desconociendo la capacidad de promover el cambio social, la existencia de las relaciones de poder y de conflicto 37 EQUIPO TÉCNICO Conciben a los procesos educativos como prácticas político-culturales complejas y contradictorias que presentan espacios de autonomía relativa para impulsar los cambios sociales. Los distintos momentos históricos en que se fue gestando la Pedagogía y los diferentes enfoques epistemológicos y sociológicos que la fundamentaron, fueron dando lugar a diversas concepciones educativas. Para poder realizar una distinción de dichas concepciones seguiremos el pensamiento de Sabiani12 quien realiza una revisión de las principales teorías educativas agrupándolas en dos grupo según como comprenden y explican el problema de la Marginalidad. “Se percibe fácilmente que ambos grupos explican la cuestión de la marginalidad a partir de determinada manera de entender las relaciones entre educación y sociedad”13. A continuación, presentaremos un cuadro que establece las diferencias entre ambos grupos de teorías: 38 12 DermevalSabíani12“Las Teorías de la Educación y el Problema de la Marginalidad En América Latina” en Revista Argentina de Educación, Año II, Numero 3. 13 Saviani, Dermeval: Op. Cit EQUIPO TÉCNICO EJE DE ANÁLISIS TEORÍAS NO CRÍTICAS TEORÍAS CRÍTICAS SOCIEDAD Armoniosa y tiene por función la integración de las personas. Está marcada por la división entre grupos o clases antagónicos que se relacionan sobre la base de fuerzas expresadas a través de las condiciones de producción de la vida material HOMBRE Racional. La razón explica los fenómenos sociales y naturales. Ser concreto social, su naturaleza se desarrolla y revela en la historia. Es entendida como un fenómeno inherente a la propia estructura de la sociedad, por lo tanto es dependiente de la estructura social MARGINALIDAD Fenómeno accidental que afecta individualmente a un número más o menos grande de sus miembros. Es considerada un desvío de la sociedad y por lo tanto es necesario corregirla. El grupo o clase que detenta mayor fuerza se convierte en dominante apropiándose de los resultados de la producción social y tendiendo, en consecuencia, a relegar a los demás a la condición de marginados. Refuerza la dominación y legitima la marginación. 39 Debe corregir las distorsiones de la marginalidad. EDUCACIÓN La remite a condicionantes objetivas, o sea, a determinantes sociales, a la estructura socioeconómica que condiciona la forma de manifestación del fenómeno educativo que Es homogeneizadora por lo tanto refuerza los lazos sociales para promover la cohesión y garantizar la integración de todos los individuos al cuerpo social. Produce marginación cultural. ESCUELA Tiene la función de reproducir la ideología dominante de la sociedad Cumple la función de reforzar la dominación y legitimar la marginación. Cumple la función de reforzar la dominación y legitimar la marginación. CONOCIMIENTO Consideran que el conocimiento se logra a partir de métodos científicos propios de cada área del conocimiento. En una realidad objetiva debe ser estudiado en procesos históricos a través de sus contradicciones. No es neutro. TEORIAS REPRODUCTIVISTAS EQUIPO TÉCNICO En este grupo de teorías surgen las siguientes escuelas de pensamiento a cerca de la educación: La Escuela Tradicional: de la que ya hicimos referencia ampliamente. La Escuela Nueva La Escuela Tecnicista La Escuela Nueva Las críticas a la pedagogía tradicional formuladas a partir de fines del siglo pasado fueron dando origen a otra teoría de la educación. Esta teoría mantenía la creencia en el poder de la escuela y en su función de igualación social. Por lo tanto, quedaban en pie las esperanzas de que se pudiese corregir la distorsión expresada en el fenómeno de la marginalidad, a través de la escuela. 40 Si la escuela no venía cumpliendo esa función, el hecho se debía a que el tipo de escuela implantada -La escuela tradicional- era inadecuada. Toma cuerpo, entonces, la pedagogía nueva, que comienza por efectuar críticas a la pedagogía tradicional esbozando una nueva manera de interpretar la educación y ensayando imponerla, primero, a través de experiencias restringidas; después, defendiendo su generalización en el ámbito de los sistemas escolares. Según esa nueva teoría, la marginalidad deja de ser vista predominantemente desde el excluido (marginado), esto es, el no dominio de conocimientos. El marginado ya no es, propiamente, el ignorante, sino el rechazado. Alguien está integrado no cuando es ilustrado sino cuando se siente aceptado por el grupo y, a través de él, por la sociedad en su conjunto. Es interesante notar que algunos de los principales representantes de la pedagogía nueva se convirtieron a la pedagogía a partir de la preocupación por los "anormales", Decroly y Montessori. Al concepto de "anormalidad biológica" construida a partir de la constatación EQUIPO TÉCNICO de deficiencias neurofisiológicas se asocia el concepto de "anormalidad psíquica" detectada a través de los tests de inteligencia, de personalidad, etc., que comienzan a multiplicarse. Se forja, entonces, una pedagogía que aboga por un tratamiento diferencial a partir del "descubrimiento" de las diferencias individuales. Es un "gran descubrimiento": los hombres son esencialmente diferentes; no se repiten; cada individuo es único. Por lo tanto, la marginalidad no puede ser explicada por las diferencias entre los hombres, cualesquiera que ellas sean: no sólo diferencias de color, de raza, de credo o de clase, lo que ya era defendido por la pedagogía tradicional; sino también diferencias en el dominio del conocimiento, en la participación en el saber, en el desempeño cognitivo. Marginados son los "anormales", esto es, los desajustados y desadaptados de todos los matices. La educación, en tanto factor, de igualación social será, pues, un instrumento de corrección de la marginalidad en la medida en que cumpla la función de ajustar, de adaptar los individuos a la sociedad, inspirando en ellos el sentimiento de aceptación de los demás y por los demás. Esta manera de entender la educación, en comparación con la pedagogía tradicional desplazó el eje de la cuestión pedagógica, del intelecto hacia el sentimiento; del aspecto lógico hacia el psicológico; de los contenidos cognitivos hacia los métodos o procesos pedagógicos; del profesor hacia el alumno; del esfuerzo hacia el interés; de la disciplina hacia la espontaneidad, del directivismo hacia el no-directivismo; de la cantidad hacia la calidad; de una pedagogía de inspiración filosófica centrada en la ciencia de la lógica hacia una pedagogía de inspiración experimental basada principalmente en las contribuciones de la biología y de la psicología. En suma, se trata de una teoría pedagógica que considera que lo importante no es aprender, sino aprender a aprender. Para funcionar de acuerdo con la concepción arriba expuesta, obviamente, la organización escolar debía pasar por una sensible reformulación. Así, en lugar de clases confiadas a maestros que dominaban las grandes áreas del conocimiento, la escuela debería agrupar a los alumnos según áreas de intereses originados en su actividad libre. Tal aprendizaje sería una consecuencia espontánea del ambiente estimulante y 41 EQUIPO TÉCNICO de la relación viva que se establecería entre los alumnos, entre éstos y el maestro. Para ello, cada maestro tendría que trabajar con pequeños grupos de alumnos, sin lo cual la relación interpersonal, esencia de la actividad educativa, quedaría dificultada; y en un ambiente estimulante, dotado de materiales didácticos ricos, biblioteca de aula, etc. En suma, la fisonomía de las escuelas cambiaría su aspecto sombrío, disciplinado, silencioso y de paredes opacas, adoptando un clima alegre, movido, bullicioso y multicolor. La "Escuela Nueva" se organizó, básicamente, en forma de escuelas experimentales o como núcleos poco comunes, muy bien equipados y circunscriptos a pequeños grupos de élite. Mientras tanto, el ideario de la Escuela Nueva que había sido ampliamente difundido, penetró en las cabezas de los educadores generando consecuencias también en las amplias redes escolares oficiales organizadas en forma tradicional. Corresponde señalar que tales consecuencias fueron más negativas que positivas, ya que, provocando el aflojamiento de la disciplina y la despreocupación por la transmisión de conocimientos, acabó por prestar poca atención a la enseñanza destinada a las capas populares las que, muy frecuentemente, tienen en la escuela el único medio de acceso al conocimiento elaborado. Como contrapartida, la "Escuela Nueva" perfeccionó la calidad de la enseñanza destinada a las élites. Se ve, pues, que paradójicamente, en lugar de resolver el problema de la marginalidad, la "Escuela Nueva" lo agravó. En efecto, al enfatizar la "calidad de la enseñanza", desplazó el eje de preocupación del ámbito político (relativo a la sociedad en su conjunto) al ámbito técnico— pedagógico (relativo al interior de la escuela) cumpliendo, al mismo tiempo, una doble función: mantener la expansión de la escuela dentro de límites soportables por los intereses dominantes y desarrollar un tipo de enseñanza adecuado a esos intereses. Es a ese fenómeno que se denomina "mecanismo de recomposición de la hegemonía de la clase dominante". Pedagogía Tecnicista 42 EQUIPO TÉCNICO Al finalizar la primera mitad del siglo XX, la Escuela Nueva presentaba señales visibles de haber perdido el ímpetu renovador inicial, a tal punto que se tornó común la concepción según la cual la pedagogía nueva era portadora de todas las virtudes y de ningún defecto, mientras que la pedagogía tradicional era portadora de todos los defectos y de ninguna virtud. Mientras esto ocurría en el ámbito de la pedagogía, el escenario de posguerra mostraba el inicio de un ciclo de expansión capitalista sin precedentes que conduciría a los países más avanzados a una etapa superior de industrialización, y a los países de desarrollo intermedio como Argentina a procesos de industrialización por sustitución de importaciones. Estos últimos, aunque más débiles y modestos que los operados en los países centrales, alcanzaron para cambiar la fisonomía de sus respectivas sociedades. En el caso argentino hablamos de un período que se extiende desde mediados de los `30 hasta 1974. En todo ese lapso, caracterizado por la expansión económica, desde el punto de vista de las políticas públicas, se buscó afanosamente articular el sistema escolar con las necesidades del sector productivo, de manera de alcanzar una alianza estratégica que permitiese desarrollar un modelo de industrialización basado en la producción de bienes con alto contenido tecnológico y empleo intensivo de recursos humanos calificados. Es en este marco que, desde fines de los `50 se articula una nueva teoría educacional: la pedagogía tecnicista. Esta Pedagogía tendrá como preocupación central convertir a la escuela en un instrumento eficaz para la incorporación efectiva de grandes masas de trabajadores al proceso de producción. De este modo, principios tales como los de productividad, eficacia, calidad y competitividad serán los pilares sobre los que se levantará. Lo fundamental no es ni el maestro, ni el alumno, lo importante es la planificación rigurosa de los procesos pedagógicos que tienen lugar al interior de las escuelas en forma análoga a la de unidades de producción fabril. 43 EQUIPO TÉCNICO A partir del presupuesto de neutralidad científica e inspirada en los principios de racionalidad, eficiencia y productividad, esta pedagogía propone el reordenamiento del proceso educativo de manera de tornarlo objetivo y operacional. Aquí es el trabajador quien debe adaptarse al proceso de trabajo, ya que este fue objetivado y organizado en forma parcelada. En esas condiciones, el trabajador ocupa su puesto en la línea de montaje y ejecuta determinada parte del trabajo necesario para producir determinados objetos. El producto es, pues, una consecuencia de la forma en que está organizado el proceso. La unión de las acciones de diferentes sujetos produce, así, un resultado con el cual ninguno de los sujetos se identifica y que, por el contrario, les es extraño. El fenómeno mencionado (que Marx llamó alienación) buscó planificar la educación de modo de dotarla de una organización racional capaz de minimizar las interferencias subjetivas que pudieran poner en riesgo su eficiencia. Para ello, era necesario operacionalizar los objetivos y, por lo menos en ciertos aspectos, mecanizar el proceso. De ahí la proliferación de propuestas pedagógicas tales como el enfoque sistemático, la microenseñanza, la tele-enseñanza, la instrucción programada, las máquinas de enseñar, etc. De ahí, también, la parcelación del trabajo pedagógico con especialización en funciones, postulándose la introducción en el sistema de enseñanza de técnicos de los más diferentes matices. De ahí, finalmente, la programación del sistema de enseñanza a partir de esquemas de planeamientos previamente formulados a los cuales se debe ajustar las diferentes modalidades de disciplinas y prácticas pedagógicas. La educación, desde el modelo tecnicista será concebida, pues, como un subsistema cuyo funcionamiento eficiente es esencial para el equilibrio del sistema social del que participa. Su base de sustentación teórica se desplaza hacia la psicología conductista, la ingeniería del comportamiento, cibernética, que tienen en común una inspiración filosófica neoposítivista y el enfoque sociológico funcionalista. 44 EQUIPO TÉCNICO Se trata de un modelo educativo que se estructura a partir de objetivos operacionales, y cuyo correlato es la evaluación sumativa de corte mecanicista (prueba de alternativa única, falso y verdadero, asociación o apareo, espacios a completar con respuestas únicas, y otros más), como estrategia de comprobación o medición de los objetivos logrados en el proceso. Como bien podemos observar, a este mecanicismo corresponde una respuesta propia de la memoria mecánica y en cuyo éxito o fracaso tiene una buena cuota de participación el azar, la buena o mala suerte del alumno o la capacidad visual del alumno para avizorar respuestas más allá de los límites físicos de su pupitre. A la teoría pedagógica expuesta corresponde una reorganización de las escuelas que pasan por un creciente proceso de burocratización. Efectivamente, se considera que es necesario racionalizar el proceso educativo y para ello se requiere necesario actuar planificadamente. Para ello era necesario bajar instrucciones minuciosas sobre cómo proceder con vistas a que los diferentes agentes cumpliesen cada cual las tareas específicas asignadas a cada uno en el amplio espectro en que se fragmenta el acto pedagógico. El control sería hecho básicamente a través del cumplimiento de formularios. El magisterio pasó entonces a ser sometido a un pesado y sofocante ritual, con resultados visiblemente negativos. En verdad, la pedagogía tecnicista, al intentar transferir a la escuela la forma de funcionamiento del sistema fabril, perdió de vista la especificidad de la educación, ignorando que la articulación entre escuela y proceso productivo se da de modo indirecto y a través de complejas mediaciones. Además, en la práctica educativa, la orientación tecnicista se cruzó con las condiciones tradicionales predominantes en las escuelas y con la influencia de la pedagogía nueva que ejerció un poderoso atractivo sobre los educadores. En esas condiciones, la pedagogía tecnicista acabó por aumentar el caos en el campo educativo generando tal nivel de discontinuidad, de heterogeneidad y de fragmentación, que prácticamente impidió el trabajo pedagógico. Con esto, el problema del fracaso para asegurar la escolarización de los sectores sociales más desfavorecidos sólo tendió a agravarse: el contenido de la enseñanza fue aún más escaso y la 45 EQUIPO TÉCNICO relativa ampliación de oportunidades se tornó irrelevante frente a los altos índices de deserción y repitencia. Retomando lo que hasta el momento desarrollamos y con la idea de recuperar los fundamentos que sostienen estos argumentos diremos que frente al ingenuo optimismo de las primeras teorías y el profundo pesimismo de las segunda surgen un tercer grupo de Teorías que, reconociendo y comprendiendo las relaciones existentes entre sociedad y educación, ven posible acercar propuestas pedagógicas superadoras, que puedan transformar la realidad social. Teorías Crítico Creativas Estas teorías “realizan sus aportes a partir de los años ‘80 y son identificadas como Teorías Crítico transformativas, llamadas también crítico creativas, las que se caracterizan por enfatizar el carácter dialéctico de las tendencias reproductoras y transformadoras de la escuela. Consideran que dicha institución, si bien presenta una tendencia a reproducir el “orden social dominante”, también puede constituirse en una institución con autonomía relativa, capaz de promover situaciones que contribuyan a la transformación social”14. Como venimos expresando, la escuela tradicional dio respuestas a las necesidades y requerimientos de las sociedades agrarias e industrializadas. Enseñó a leer y a escribir; impartió normas básicas de ortografía, de urbanidad y algoritmos aritméticos esenciales. Pero detrás de ese programa encubierto, el verdadero y esencial papel consistió en dotar de trabajadores obedientes y rutinarios a las fábricas, al agro y a las instituciones de la “segunda ola” (Toffler, 1993). Reforzó la sumisión con el castigo, el grito y la vara; enseñó la rutina mediante planas y algoritmos interminables. Aparece, así, la pedagogía crítica como una propuesta alternativa que pretende provocar transformaciones en el sistema educativo. Aunque no constituye un campo teórico unificado, se constituye como un cuerpo de 14 Leal, Mercedes, Robin, Sergio Robín, TEORÍAS CRITICAS Cát Teoría de la Educación Fac. Filosofía y Letras. UNT. 2007 46 EQUIPO TÉCNICO ideas comunes formuladas y difundidas por autores tales como Paulo Freire, Henry Giroux, Peter McLaren, Michael Apple y otros. Este grupo de teorías se caracterizan por enfatizar el carácter dialéctico de las tendencias reproductoras y transformadoras de la escuela. Consideran que ésta, si bien presenta una tendencia a reproducir el “orden social dominante”, también puede constituirse en una institución con autonomía relativa, capaz de promover situaciones que contribuyan a la transformación social”15. La concepción tradicional de la enseñanza involucra un concepto de aprendizaje neutral, transparente y apolítico. En la pedagogía crítica, en cambio, se concibe el aprendizaje como un proceso vinculado a los conceptos de poder, política, historia y contexto. Se promueve un compromiso con formas de aprendizaje y acción en solidaridad con los grupos subordinados y marginados, con centro en el autofortalecimiento y en la transformación social. Henry Giroux propone que los docentes puedan adquirir la categoría de intelectuales transformadores para lograr que “lo pedagógico sea más político y lo político más pedagógico”, lo que significa insertar la enseñanza directamente en la esfera política, en tanto representa una lucha por la determinación de significados en un contexto de relaciones de poder, y utilizar una forma de pedagogía que involucre intereses políticos de naturaleza liberadora. Ubicamos a Giroux dentro del paradigma de la acción, al que denomina interaccionismo simbólico. El interaccionismo simbólico explica que la interacción se manifiesta en el individuo y en los grupos, interacción que se construye desde una perspectiva evolutiva, es decir, histórica. Concibe lo social como el marco de la interacción simbólica de individuos y determina que la comunicación es un proceso social por excelencia, ya que a través de ella se constituyen simultánea y coordinadamente los grupos y los individuos. Sobre la base de los principios mencionados Giroux elabora la 15 Leal, Mercedes, Robin, Sergio Robín: Universidad Nacional de Tucumán. 2007 47 EQUIPO TÉCNICO teoría de la resistencia, que surge como reacción contra las teorías reproduccionistas. La teoría de la resistencia, critica la unidireccionalidad en la transmisión de ideologías a través del sistema educativo. El sistema educativo, desde esta perspectiva es un espacio utilizado por las clases dominantes para la transmisión de su cultura y para asegurar la reproducción de las posiciones sociales privilegiadas. Tanto Giroux como Mac Laren, sostienen que la hegemonía es una forma de dominación que ejerce el control social a partir del uso de instrumentos ideológicos (sistema educativo, medios de comunicación) para imponer una determinada y única visión del mundo sobre los dominados. Ésta no sólo actúa en el nivel de las representaciones mentales, sino también en las prácticas cotidianas para captar e interpretar la realidad social. La hegemonía cultural e ideológica estructura y aportan valores dominantes a una forma socialmente definida de pensar y actuar. En cuanto a las relaciones de poder en el interior de la escuela, lo primero que se estructura es la cuestión del Estado en relación a lo que las escuelas deben enseñar, cómo deben estar organizadas y a quiénes deben atender. En este sentido, se distinguen dos tipos de actos y frente a los procesos de dominación se generan dos procesos: Contestación Resistencia La resistencia hace referencia a actitudes y acciones sociales contrahegemónicas que intentan debilitar la clasificación entre categorías sociales. Éstas se dirigen contra el poder dominante y aquellos que lo ejercen, mientras que las contestaciones hacen referencia a protestas, demandas, y provocaciones orientadas contra los principios del control escolar. Frente a ambos procesos surgen ciertos problemas: primero, es cuestionable considerar los principios de clasificación como criterios de diferenciación de las actitudes y acciones educativas. Por ejemplo, supondría que una alteración de los contenidos del currículum (lo que se enseña) es una acción más contrahegemónica que una modificación en la 48 EQUIPO TÉCNICO forma de interacción en el aula (nivel de participación del alumnado). Segundo, permite entender la intencionalidad de las “contestaciones”, pero no permite entender la razón por la cual estas intenciones no tienen efectos contrahegemónicos. Podemos ver, a través de esta apretada síntesis, cómo las formas de dominación actúan en interés del Estado, pero, al mismo tiempo, las escuelas son suficientemente autónomas para ofrecer resistencia: hay escuelas alternativas y profesores progresistas. Los profesores no se forman todos con la misma orientación, tenemos una serie de ideologías trabajando. Nos enfrentamos al desafío del Estado que dispone de la poderosa fuerza de restringir lo que podemos hacer, pero a pesar de ello, podemos ofrecer resistencia. La teoría de la resistencia amplia la posibilidad de lucha más allá de las condiciones materiales de existencia (no se puede etiquetar o predeterminar que un niño no va a aprender porque venga de un determinado contexto sociocultural). Los estudiantes vienen a las escuelas con modelos de significados en sus cuerpos y en sus mentes, con categorías organizadoras de su visión del mundo. Traen experiencias históricas y culturales que dan un sentido de voz, lugar e identidad. El currículum, la enseñanza y la pedagogía crítica tienen que incorporar lo que nosotros llamamos una política de la diferencia, en el sentido de que la gente que lee el mundo de forma diferente produce distinta visiones de él. Giroux considera a los profesores como intelectuales transformativos, con la capacidad potencial de transformación de un grupo sociológicamente considerado como hegemónico (tanto por su origen de clase, como por su socialización profesional). Tratar a todos los estudiantes de la misma manera es ignorar las experiencias vividas que los constituyen. Eso es verdadera violencia hacia ciertos estudiantes, porque se los deja fuera de la historia, fuera del aprendizaje. No tener voz es no tener poder. La teoría de la resistencia, al dotar de una verdadera autonomía relativa a nivel cultural, constituye una aproximación más dialéctica al estudio de la 49 EQUIPO TÉCNICO realidad escolar y a las contradicciones incorporadas en los procesos de reproducción de clases, género y etnia. Sin embargo, los mismos autores de la resistencia reconocen las limitaciones del cambio educativo para el cambio social, y apuntan hacia el desarrollo de estrategias colectivas a nivel de comunidad para promover e instalar los cambios. En nuestra opinión es imprescindible dotar y afianzar en el sujeto en formación, la capacidad de reflexionar, decidir y actuar con autonomía. Ser autónomo es disponer de la libertad de elaborar los principios de nuestras propias acciones mediante una reflexión personal. La persona que es autónoma vive según las reglas que ha elaborado o adoptado después de examinarlas críticamente. También compartimos la idea de que el docente como mediador cultural transfiere a sus alumnos consciente o inconscientemente, además de contenidos pragmáticos sus formas particulares de pensar, sentir y valorar la realidad. Si en vez de crear las posibilidades en el aula para la crítica, la problematización y la producción de saberes, los transmite como verdades absolutas que el alumno debe retener y volcar tal cual en las evaluaciones, es esperado que “formará” un individuo dependiente e incapaz de tomar decisiones propias. No se debe homogeneizar, hoy se hace necesario respetar las diferencias, darle la voz permitiendo que participen y no sean sujetos pasivos, como sucedía en la educación bancaria. La formación axiológica del alumno no puede darse en forma dependiente de los otros contenidos curriculares, ni del testimonio vivo de sus formadores; los alumnos deben poder relacionar los conocimientos con la realidad en que se mueven. Desde otra perspectiva de análisis, y poniendo sobre el tapete los procesos ideológicos que sostienen la pedagogía tradicional, Foucault afirma que el poder, lejos de concentrarse en el poder del Estado, circula como micropoderes o microfísicas (Foucault, 1992b, 2003). En otras palabras, el poder no se encuentra en manos de una persona o grupo particular –por ejemplo, la clase capitalista–, sino que se ejerce de manera relacional y transversal a todo el cuerpo social. De ahí que analice las 50 EQUIPO TÉCNICO diversas formas de ejercicio del poder y las posibilidades de oponerse a él, en tanto, donde existe el ejercicio de poder, existe, a su vez, oposición y antagonismo a ese poder (Foucault, 1996: 64; Sauquillo, 1987: 196-198). Existe una diferencia en la definición del poder entre el enfoque marxista (en particular, el más ortodoxo) y el enfoque foucaultiano. Mientras que en la teoría de Marx y Engels el poder se concentra en el Estado, en tanto “máquina para la opresión de una clase por otra”, en la teoría de Foucault el poder no es ejercido de manera macro por el Estado capitalista sobre el obrero, sino que se trata de un poder micro (por lo general no observable), que circula a través de las instituciones y las prácticas. De ahí que Foucault no se centre en el examen de la violencia de la clase capitalista que mediante la propiedad privada esclaviza a la clase obrera, sino que analiza la circulación del poder en instituciones como los hospitales, los manicomios, las escuelas y las cárceles. Como dijimos, ello se debe a que en toda relación social hay siempre relaciones de poder, es decir, que toda relación entre los hombres es política. La teoría de Foucault analiza, como dijimos, los micropoderes que circulan en el orden social. Por ello, el pensador francés afirma que todo saber implica poder y todo poder, un saber específico. En otras palabras, todo discurso está atravesado por relaciones inherentes de poder. Sin embargo, para ejercer ese poder se requiere un saber específico que le otorgue una autoridad fundada y legitimada. Así, saber y poder son dos caras de una misma moneda. En palabras de Foucault: hay que admitir más bien que el poder produce saber (y no simplemente favoreciéndolo porque lo sirva o aplicándolo porque sea útil); poder y saber se implican directamente el uno al otro; no existe relación de poder sin constitución correlativa de un campo de saber, ni de saber que no suponga y no constituya al mismo tiempo unas relaciones de poder. Teniendo en cuenta las reflexiones realizadas por Giroux y Foucault; como expresáramos anteriormente, Freire plantea que la educación bancaria, es unidireccional y vertical, debido a que el diálogo entre el maestro y el alumno es nulo, puesto que se concibe a los educandos como depositarios del saber acumulado por parte de los docentes. Así el educador es el que sabe, los educandos los que no saben; el educador es el que piensa, 51 EQUIPO TÉCNICO los educandos los objetos pensados; el educador es el que habla, los educandos los que escuchan dócilmente (Freire, 2008: 74). Por eso dice Freire que la educación bancaria es necrófila, pues termina por archivar al hombre, sirviendo para su domesticación y su pasiva adaptación. La domesticación consiste en imponer el saber al educando, que permanece pasivo, sin derecho a opinión. El educador es el que sabe, el único que posee conocimientos. El conocimiento es una donación de aquellos que se juzgan sabios a los que se juzgan ignorantes. La ignorancia se encuentra siempre en el otro. Por eso educar no va más allá de colocar información en la cabeza de los educandos como quien coloca monedas en un banco, y cuanto más se dejen llenar, mejores educandos serán. El aprendizaje por lo tanto, consiste en la memorización mecánica de los contenidos con los que son llenados los estudiantes. Esta forma de aprendizaje lleva a los educandos a vivir una cultura del silencio y no de la palabra, la palabra se vacía de la dimensión concreta que debería poseer y se transforma en una palabra hueca, en un verbalismo alienado y alienante (Freire, 2008: 71), pues el educador en vez de comunicarse hace comunicados que el educando memoriza y repite, de ahí que sea la memoria y no la reflexión, la ingenuidad y no la criticidad las que se desarrollan en el educando. Es así que el hombre tiene la ilusión de actuar, sin embargo no hace otra cosa que someterse a los que actúan y convertirse en una parte de ellos. Vemos así, que esta educación solo puede satisfacer los intereses de los opresores, pues de este modo los educandos están mejor adaptados para su mejor dominación y más lejos estarán de transformar la realidad. Cuanto más se les imponga pasividad, tanto más tenderán a adaptarse al mundo en vez de transformarlo. La educación bancaria es, por tanto, un instrumento de opresión. Freire propone la educación problematizadora, la cual es considerada como un acto cognoscente, dialógico y liberador. Esta educación establece, entre ambos una corriente de diálogo por la cual tanto el docente como el educando son educandos y educadores a la vez, es decir que ambos son sujetos cognoscentes. El educando es un investigador crítico en diálogo con 52 EQUIPO TÉCNICO el educador; el educando es un sujeto que comprende y descubre la realidad, reflexiona y se problematiza como ser en el mundo y con el mundo. Por tanto, educando y educador hacen de la acción educativa un acto creador y transformador. Por medio de este sistema de horizontalidad, en la educación, los hombres se sienten sujetos de su pensar, discutiendo su pensar, su propia visión del mundo, manifestada, implícita o explícitamente, en sus sugerencias y en las de sus compañeros (2008: 147). La dialogicidad se convierte en la esencia de la educación como práctica de libertad, y destruye la pasividad del educando, promoviendo la colaboración, la unión, la organización y la síntesis cultural. Entonces, la construcción del conocimiento se dará en función de la reflexión que no deberá ser una mera abstracción. Freire sostiene que la educación debe ser el medio a través del cual llegue a constituirse en un “sujeto”, que se “construya como persona”, que transforme el mundo, que sea capaz de establecer relaciones de reciprocidad con los otros para construir su cultura y su historia. Y las personas sólo pueden participar activamente en la historia, en la sociedad, si descubren que pueden cambiarla, crearla. Esto requiere una toma de conciencia. En esto consiste el objeto primario de la educación. Hay que provocar una actitud crítica, de reflexión que lance a la acción. En definitiva, la educación que propone Freire es, eminentemente problematizadora, o sea fundamentalmente crítica, virtualmente liberadora, que exige reflexión, análisis y transformación, con una actitud dialógica que no se detiene en el verbalismo o el mensaje formal, sino que exige acción; y esto es lo más importante. Si hay algo que no se puede negar es que la educación puede ser problematizadora (liberadora) o bancaria (opresora), en cualquier lado, espacio y tiempo. De ahí que no importe dónde o con qué instrumento o medio (escuela, familia, Red -Internet-) eduquemos, sino para qué y cómo lo hacemos. En el caso de la tecnología, evidentemente no es ella por sí misma la que agrega valor al proceso educativo, sino es la forma en la que ella es 53 EQUIPO TÉCNICO utilizada o aprovechada para desarrollar y enriquecer el proceso de enseñanza y aprendizaje. Freire toma la idea de Mounier (Mounier, 2002, p. 437) y afirma que la educación no mira esencialmente ni al ciudadano, ni al profesional, ni al personaje social. No tiene como función rectora hacer unos ciudadanos conscientes, unos buenos patriotas, pequeños fascistas, pequeños comunistas o pequeños mundanos. Tiene como misión despertar personas capaces de vivir y de comprometerse como personas. Freire propone que a, a través de la educación, se debe llegar a un encuentro del hombre consigo mismo, a partir de la situación límite de los analfabetos. La liberación del oprimido es la liberación de todos los hombres. Certeramente, lo afirma: “La pedagogía del oprimido, que busca la restauración de la intersubjetividad, aparece como la pedagogía del hombre.” (Freire, 1992, 52) Porque no hay liberación si no es con los demás y por eso se educa (para la libertad) con el otro, en el diálogo y la interacción. En realidad, la educación liberadora practica y prepara para la expresión de los sujetos que ha de ser necesariamente en relación con los demás hombres, sin coacciones, sin la verticalidad que se interpone a menudo entre ellos. En este sentido, el pedagogo freiriano hace un enorme esfuerzo por colocarse en el lugar ajeno y adoptar una visión del mundo, tal vez, novedosa para él. Esto supone la eliminación de las barreras que impiden la comunicación con el prójimo, la humildad socrática de asumir que el otro enseña, que el otro también es maestro. En esto, la pedagogía de Freire debe mucho a autores como Buber, Marcel, Mounier, Jaspers. Todos, enfatizan que, frente al individuo que se educa en soledad, el hombre es fundamentalmente relación. La cualidad más específicamente humana en él es la cualidad relacional, su carácter dialógico, sólo desde el diálogo puede el hombre ir conociéndose como ser en permanente reconstrucción en un mundo también en continua reelaboración. Como afirma el filósofo latinoamericano Dussel, la pedagogía de Freire “es una pedagogía planetaria que se propone el surgimiento de una conciencia ético-crítica. Su acción educadora tiende, entonces, no sólo a un mejoramiento cognitivo, aun de las víctimas sociales, o afectivo pulsional, sino a la producción de una conciencia ético-crítica que se origina 54 EQUIPO TÉCNICO en las mismas víctimas por ser los sujetos históricos privilegiados de su propia liberación. El acto pedagógico crítico se ejerce en el sujeto mismo y en su praxis de transformación: la liberación así es el ‘lugar’ y el ‘propósito’ de esta pedagogía.” (Dussel, 2002, 439) Debe ser así porque toda imposición bancaria, toda relación vertical entre los hombres, a juicio de Freire, aleja al hombre de sí mismo y enajena a los sujetos educandos, constituyendo un no-diálogo. (Freire, 1992, 75-99) El auténtico diálogo horizontal se presenta como la alternativa educativa que prepara y anticipa la utopía de una humanidad en consonancia consigo misma, en la que las personas hablen y, sobre todo, se escuchen. Delval (1991) y Reich (1993) concuerdan en la tesis de que hoy en día no existe la escuela para afrontar los retos necesarios del mañana en ningún país del mundo. Delval es muy claro en la generalización del problema. Al respecto dice: “Así pues, podemos afirmar que el tipo de enseñanza que se proporciona en la mayoría de las escuelas, incluidas las de los países más desarrollados, tiene como objetivo la producción de individuos sumisos y contribuye al mantenimiento del orden social, es en muchos aspectos una preparación para el trabajo dependiente y alienado, por lo que limita los cambios sociales y constituye un freno al potencial creativo de los individuos”. (Delval, 1989, p. 32) Sobre este tema, Jesús Palacios16 expone que a partir de la terminación de la Segunda Guerra Mundial la crisis de la escuela no ha hecho más que acentuarse. Guillermina Tiramonti17expresa que esta crisis se caracteriza de muy diferentes modos: como pérdida de significación social de los procesos que suceden al interior de la escuela; como desfasaje entre la cultura escolar y la cultura imperante en el conjunto de la sociedad; en relación a las dificultades de la escuela para proporcionar una formación acorde con las nuevas exigencias del mercado y de la ciudadanía. 16 Palacios, Jesus: op. Cit. Titular Ordinaria de la Cátedra de Política Educativa, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata. 17Profesora 55 EQUIPO TÉCNICO En general, los diferentes diagnósticos señalan un hiato entre la escuela y la nueva condición de "globalizado" que tiene el orden mundial. Desde este punto de vista todo ha cambiado menos la escuela. Es ésta entonces la que debe ser sometida a un proceso de innovación que la acople al orden globalizado. Desde nuestro punto de vista la situación "crítica" del sistema educativo –o, si se quiere, de la institución escolar- es compartida por una red de instituciones que conforman el entramado propio de la "modernidad" otorgándole a la sociedad moderna los dispositivos de regulación y control social que su dinámica requiere. La era de la globalización rompe el entramado de experiencias que conformaban lo que llamábamos la vida moderna, y pareciera que el conjunto de instituciones y personas que constituían esa red son liberadas o expulsadas de las seguridades que otorgaba este modo de vida. La escuela, como partícipe de este entramado moderno, sufre como "crisis" la ruptura de los lazos que la articulaban funcionalmente con otro conjunto institucional propio de la modernidad: el Estado y la constitución de las fronteras nacionales, una determinada definición del conocimiento y el saber, la conformación de una sociedad meritocrática y la consolidación de la familia nuclear, constituyeron la red institucional que reguló y normalizó el modo de vida moderno. La lentitud de la escuela para adecuarse a las significativas transformaciones presentadas en la sociedad contemporánea no debe extrañarnos, ya que los cambios educativos suelen presentarse con un profundo retraso en el tiempo, que en algunos casos alcanza hasta los cien años, como puede claramente desprenderse del irónico eufemismo de “Escuela Nueva”, pero divulgado y consolidado entre los maestros y las instituciones educativas en tiempos recientes. Esta lentitud de la escuela contrasta con la creciente velocidad con la cual los descubrimientos científicos logran incidir y transformar las prácticas cotidianas. Es muy importante destacar esta posición, porque entre los maestros latinoamericanos pareciera existir una fuerte convicción de que los agudos problemas que afronta la educación contemporánea son propios del 56 EQUIPO TÉCNICO subdesarrollo y de debilidades propias del “tercer mundo”. Resulta fácil contraargumentar esta afirmación. La escuela tradicional entró en crisis en Colombia, en América Latina y en el mundo entero. Y entró en crisis porque dejó de ser una respuesta a las nuevas situaciones sociales, económicas y políticas del mundo contemporáneo. Se requiere, como brillantemente lo denominaba un Congreso Mundial en Didáctica celebrado en La Coruña (España), ‘’Volver a pensar la educación”18. ¿Cuáles son entonces, los nuevos retos que seguramente tendrá que abordar la educación en el comienzo del nuevo milenio? ¿Hacia dónde tendremos que enfocar las nuevas escuelas? ¿Qué fines deberá abordar la educación en la nueva centuria? Como puede entenderse, estas son preguntas demasiado complejas sobre las cuales falta reflexión y discusión amplia entre la comunidad académica, preguntas que la pedagogía ahora comienza a abordar. Por ello, expresa Julián De Zubiría Samper, “nos permitimos formular algunos retos para las escuelas del futuro y que la pedagogía y la escuela deberán abordar en las próximas décadas”. Algunos de los desafíos que el autor considera que enfrentaremos son: El desarrollo competencias. Hoy por hoy debería hablarse de tres tipos de competencias: analíticas o cognitivas, socioafectivas, personales o valorativas y finalmente, unas competencias prácticas (De Zubiría, 2005b). Dada esta caracterización, cualquier propuesta de cambio en educación debería abordar las tres dimensiones humanas. Con enorme agudeza, Drucker (1994) considera que el cambio más grande que se presentará en las escuelas del futuro estará asociado al compromiso que ésta realizará frente a padres y alumnos para obtener resultados. Hace algunos años, Virginia Gutiérrez de Pineda, una de las más importantes investigadoras nacionales, especializada en el tema de la familia preguntaba: Si todo cambia, ¿por qué no lo hace la familia? Tres décadas después, su pregunta perdió vigencia y, parafraseándola, habría 18 Varios. Volver a pensar la educación. Dos volúmenes. Ediciones Morata. Madrid. 1995 57 EQUIPO TÉCNICO que preguntarse: Si todo cambia, ¿por qué no lo hace la escuela? Merani preguntaba hace treinta años atrás: ¿Por qué, si sabemos todo lo que sabemos sobre el aprendizaje, no cambia la escuela? ¿Será que algún día la ilusión de una escuela que ayude a humanizar al hombre podrá realizarse? ¿Estaremos entonces cerca de crear una escuela que forme individuos más pensantes, más amorosos y más actuantes? Por lo pronto, hemos dado el primer paso: comprender que hay que volver a pensar la educación. El segundo paso dependerá de cada uno de nosotros. En este segundo eje de estudio sobre este primer módulo nuestra aspiración fue presentar algunas reflexiones acerca del estado de situación de la educación actual, desde una perspectiva teórica. Desde esta perspectiva, hicimos un reconto histórico sobre las teorías educativas a fin de que podamos identificar y reconocer a donde nos encontramos situados y cuál es el horizonte que debemos ponernos en esto de construir el rol de supervisor, en tal sentido, les proponemos las siguientes actividades: Actividades: Reúnase con su grupo de estudio y analice el estado de situación de cada una de las escuelas a su cargo, a partir de las teorías de la educación estudiadas y desarrolle las siguientes consignas de trabajo: a) Elabore cinco categorías de análisis para describir cada una de las teorías, en un cuadro comparativo. b) Identifique los rasgos de las teorías educativas en la realidad de la escuela objeto de estudio. c) Elaboren un informe de no más de dos páginas sobre las conclusiones arribadas y las propuestas de superación, para que las escuelas analizadas respondan a los desafíos actuales. 58 LAS TRANSFORMACIONES DEL PRESENTE EQUIPO TÉCNICO Y SU IMPACTO EN LA EDUCACIÓN. LA NUEVA CUESTIÓN SOCIAL. Feijoó19, describe la coyuntura de los ’90, la cual aún en el presente se manifiesta de modos diversos, expresando que los cambios producidos promovieron el surgimiento de una nueva pobreza en un nuevo país, haciendo una comparación implícita con un país que ya no está. La diferencia fundamental -y fundacional- entre el viejo país y el actual se refiere al descentramiento paulatino de relaciones sociales alrededor de las cuales se organiza la vida de la población, entre las que se destaca fundamentalmente el trabajo, cuya centralidad llevó a algunos investigadores a acuñar el término “sociedad salarial” para referirse a aquella en que el trabajo era fundante de las relaciones entre las personas, debido a su carácter de fuente primordial de constitución de la identidad y la subjetividad. En ese viejo país la gente era fundamentalmente lo que hacía en el mundo del trabajo y ese hacer en el mundo del trabajo era el principio organizador de la vida cotidiana. Como siempre lo fue, el trabajo era fuente de generación de recursos para la satisfacción de las necesidades básicas, pero también, en el caso argentino, una apuesta a un mundo con un horizonte temporal de más largo plazo, en el que se habla de un premio intergeneracional -de padres a hijos- constituido por la movilidad social. El progreso surgía de priorizar el gasto en vivienda, educación, salud y ya que los tiempos de satisfacción de cada una de esas demandas eran diferentes, encontraba su retribución en un ciclo histórico largo, en un momento en que el tiempo, como horizonte de vida era patrimonio de todos. Los que se apartaban de este modelo acumulativo eran mirados críticamente por imprevisión, codicia, voluntad de parecer en lugar de ser y en último caso, cuestionados por hipotecar el futuro en relación con el presente. El desarrollo de ese modelo de vida no tuvo lugar en el vacío sino colocado en lo que hoy los sociólogos post ajuste denominan “redes de seguridad”, las cuales, en lugar de haber sido construidas intencionalmente tal como se las reclaman hoy, para paliar los efectos de la caída, formaban 19 María del C. Feijoó: Nuevo país, nueva pobreza. 59 EQUIPO TÉCNICO parte de una trama que sostenía el progreso y que se habían desarrollado en una compleja dinámica entre actores. También la familia desempeñó un rol importante ya que como “unidad mediadora entre el individuo y la estructura social” fue soporte de sus miembros cuando surgían problemas en la inserción en el mercado de trabajo o en la vida comunitaria. Se trata de tres elementos sistémicamente integrados, esto es: 1. El Mercado de trabajo disponible para satisfacer las demandas de la familia. 2. El Estado como proveedor de consumos colectivos. 3. La Acción comunitaria para complementar o sustituir la acción del Estado allí donde era insuficiente, llegaba tarde o no atendía la demanda debido a sus particularidades o por su rápida expansión. Ese viejo país fue descripto hasta el cansancio por la literatura, el tango, la dramaturgia, el humor, y aunque lleno de luces y sombras se ha sobre significado a partir de su simplificación. Pero que existió, existió, y el repaso individual de millones de trayectorias personales y familiares le da consistencia de hecho histórico sociológico y de experiencia personal. Esa imagen puede ser puesta en cuestión por otras trayectorias que no alcanzaron a desarrollar el camino del progreso y fueron más bien hacia el fracaso pero que en todo caso, constituyeron relatos marginales y expresaron cierta configuración de procesos ad hoc, fácilmente explicables en sus particularidades. La herencia fundamental que dejó ese país, además del bienestar de sus habitantes, se expresa en ciertas maneras de nombrar lo que hoy muestran su obsolescencia; obreros, clase trabajadora, barrio obrero, cultura popular, sacrificio, ahorro, son categorías y conductas que hoy apenas nombran las ilusiones concretas de pequeños segmentos del nuevo país. Ante la desestructuración actual, ante la existencia legitimada de tribus urbanas de diferentes rasgos y preferencias, hay un intercambio extraño en ese viejo mundo que identificaba lugares que proporcionaban seguridad y transparencia a la vida social, pública y privada, aunque, a la vez, tendían a 60 EQUIPO TÉCNICO constituir nichos de los que era difícil salir o en los que el costo que se pagaba por ello era demasiado alto. En fin no era fácil ser diferente y la diversidad que hoy tanto valoramos era a veces, un estigma. Ese mundo urbano tenía un escenario privilegiado: el barrio, el barrio suburbano, tanto en la ciudad de Buenos Aires como en los alrededores y en los grandes centros urbanos del interior, surgido primeramente alrededor de centros productivos, talleres, fábricas, comercios y servicios y, posteriormente, separado de estos emplazamientos como resultado de políticas espontáneas de ocupación del espacio urbano o de políticas planificadas de construcción de viviendas de interés social, que fueran separando crecientemente el lugar de trabajo del lugar de residencia, entre otras cosas, como resultado de las mismas transformaciones de los procesos productivos y del cambio de escala de las mismas. El barrio porteño, expresa Feijoó, es hoy también recuerdo melancólico de tangueros y aunque sobrevive debilitado, no lo hace en carácter de centro de interacción social casi monopólico, como ocurrió en el pasado. Sin embargo, la apelación al barrio como principio organizador de la cotidianidad y de las relaciones sociales no parece haber sido fácilmente sustituido por otros escenarios. Esto no quiere decir que algunas zonas de la actual conflictividad social —drogadicción desocupación, escasez de recursos—, no estén presentes en este nuevo relato del barrio, sino que lo están en clave de problemas que desencadenan convergencia de voluntades e intereses compartidos para su superación. Entiéndase bien, no-acción colectiva de sujetos orientados grupalmente hacia un fin compartido, sino, ahora, construcción de tramas entre Individualidades orientadas a ayudar a los que están en crisis y escaso desarrollo organizativo orientado al “bien común”, como sólo ocurría en el viejo barrio, en el que, cuando moría un vecino, circulaba automáticamente la lista para pagar mancomunadamente los gastos de sepelio. Los valores, clave de ese viejo universo, ya lo hemos dicho, están representados, en primer término, por el esfuerzo personal. En segundo término en este sistema de valores aparece la solidaridad, orientada hacia las emergencias personales y para el desarrollo de la infraestructura y la 61 EQUIPO TÉCNICO red de sociabilidad local, y en último término, la caridad o beneficencia para todos aquellos que, habiendo ya caído, requerían la mano amiga de los que podían dar. Todos ellos eran gestos espontáneos de sujetos que organizados con mayor o menor nivel de liderazgo, constituían la urdimbre de esas redes de seguridad de las que hoy carecemos. Y, como ya hemos dicho, conformaban la acción colectiva. De forma muy sintética tratamos de mostrar Argentina de 70 años del siglo XX, una sociedad homogénea, sociedad de iguales, sociedad congelada en el recuerdo. Pero lo central es que se trataba de un mundo autoasistido en el sentido de que se producía y reproducía en el contexto de su propio ámbito de vida, aunque con cambiante presencia estatal según el momento histórico, y no necesitaba de vínculos estrechos con el mundo de los poderosos, cuya denominación mutó a lo largo del tiempo: conservadores, clase alta, oligarquía. Cuando se desplazaba en el ajedrez social -movilidad social ascendente-, esa sociedad lo hacía moviéndose más bien grupalmente constituyendo grupos que ascendían consagrando así el éxito de proyectos individuales y de proyectos también colectivos. En fin, sociedad homogénea en el interior de cada uno de los dos -valga la simplificación- amplios segmentos que la formaban: diferentes entre ellos e integrada, en el sentido de su dinámica. En suma, ya en los ’70 se produce el ascenso de esta ideología neoliberal, que plantea que la resolución de los conflictos se debe dar por la vía de “menos Estado, más mercado”. Finalmente, a comienzos de los ‘90 se va a producir la hegemonía del capital concentrado y de este modelo de dominación a nivel nacional y global que, en el sentido gramsciano, constituye hegemonía, al postular, como válida para todo el mundo, una concepción que interesaba a determinados países o sectores: el modelo neoliberal. El modelo neoliberal dio lugar a la flexibilización y desregulación del trabajo que concebía al mismo como mercancía y costo y no como una relación social y subjetiva. 62 EQUIPO TÉCNICO Como ya expresáramos, existe abundante literatura sobre la situación sociopolítica y económica producto del cambio epocal, sin embargo, consideramos cerrar este primer análisis retomando palabras del García Delgado quien expresa “Todo esto hace a la hegemonía del pensamiento neoliberal. Esta idea del pensamiento único, de naturalismo, de determinismo, fue muy penetrante en casi todos los sectores del campo popular. Esta nueva cuestión social tomó por sorpresa a casi todos los actores y, en particular, al movimiento obrero”. El cambio epocal dio lugar al proceso centrado en el pasaje de una sociedad de integración, a la actual, de tendencias excluyentes, del bienestar cambien a la pobreza, de la apropiación personal del tiempo histórico a un presente perpetuo, de la homogeneidad interclases y grupos sociales a un grado de heterogeneidad inédito en nuestra historia contemporánea, reemplazada por otra sociedad donde reina la diversidad en cada uno de los dos sectores que la integran, que ya no son sólo diferentes sino profunda e insalvablemente desiguales, y que se muestra desintegrada en relación con su funcionamiento. En este proceso de cambio y transformación la familia y la infancia no quedaron ausentes. Pero, ¿por qué pensar hoy, aquí en las transformaciones en la familia y la infancia? En principio porque estas transformaciones tocan de lleno a la escuela: si los niños y sus familias se transforman, la relación de los docentes, los directivos, la escuela en general con esos niños y esas familias también cambian y presentan nuevos obstáculos y desafíos. Necesitamos pensar estas transformaciones porque los nuevos obstáculos ya no se pueden comprender a partir de las representaciones con la que contamos hasta ahora20. Cuando comenzamos a pensar en los vínculos entre la escuela y la familia, inmediatamente advertimos que, cada vez la escuela necesita más del apoyo de los padres pero que la relación con las familias es cada vez más difícil; que los chicos son cada vez más inquietos, y que es cada vez más difícil llevar a cabo la tarea que el profesor se propone hacer en el aula. Pero si 20 Aguirre, Elina: Transformaciones en la niñez y en las configuraciones familiares. La construcción de vínculos en el mundo actual 63 EQUIPO TÉCNICO bien podemos registrar los mismos fenómenos, la posibilidad de enfrentarlos depende de la lectura que hagamos de ellos. Es decir, no es lo mismo si los pensamos desde la perspectiva de lo que “debería ser”, y nos desgastamos intentando restituir las condiciones anteriores, que si los pensamos desde “lo que hay”, es decir, desde la búsqueda de nuevos sentidos para entender las circunstancias actuales. Consideramos que es difícil encontrar soluciones a problemas que se derivan de las situaciones hasta el momento planteadas, por ello es que, tomando el texto de Aguirre, compartiremos algunas ideas a cerca de las relaciones vinculares entre familia y escuela con el propósito de prepararnos y pensar los problemas desde otras perspectivas. La familia tradicional La familia tradicional estaba constituida como una estructura21 (familia nuclear burguesa) en la que cada uno de sus miembros ocupaba un lugar determinado: el lugar del padre, el de la madre y el lugar de los hijos. Y lo más significativo es que, más allá de las personas, esos lugares y sus funciones ya estaban prefigurados. La función del padre era básicamente una función de autoridad, encargada de hacer cumplir la ley, lo que se dice “poner límites” en el lenguaje cotidiano, la madre cumplía la función materna, es decir, cuidar a los hijos. Es importante aclarar que esa estructura es la institución. Pero ¿qué pasa si esa institución, esa estructura comienza a debilitarse, a disolverse? La institución pierde la capacidad de prescribir una forma y una función a la familia. Y en la medida en que la familia deja de ser ese sistema fijo de relaciones, las prácticas familiares cambian su estatuto. La familia contemporánea Los importantes cambios sociales y culturales ocurridos durante el siglo XX impiden hablar de la familia desde el modelo ya caracterizado, puesto que, las formas de constituirse familia son diversas. 21 Una estructura se compone de lugares relacionados entre sí. A cada lugar le corresponde una función específica. Estos lugares, sus funciones y relaciones están predeterminados de antemano por una estructura mayor que la contiene, en este caso, la sociedad. 64 EQUIPO TÉCNICO Desde la década de los ‘60, se observa una importante tendencia hacia el aumento en el número de divorcios, así como también la disminución de los matrimonios y de la tasa de natalidad, paralelamente con el incremento de las “uniones consensuales”, es decir, aquellas relaciones que no pasan por el Registro Civil. Distintos factores intervienen en este cambio drástico de la representación social de la familia, pero sin duda, uno de los más relevantes será el lugar social que adquiere la mujer al acceder a la educación, al mundo del trabajo y al control de la natalidad. Entre las nuevas formas familiares las más frecuentes son las ensambladas también llamadas mixtas o reconstituidas, la monoparental y la homoparental. Las familias ensambladas están formadas por personas separadas, divorciadas o viudas con hijos, en general menores, niños o adolescentes. Era frecuente que alguien que enviudaba volviera a contraer matrimonio en segundas nupcias. Por lo tanto, el o los niños vivían con un progenitor y un padrastro o madrastra (figura basada en una lógica de sustitución del progenitor fallecido). El divorcio y las separaciones de hecho introducen una nueva construcción familiar: la nueva pareja del padre o de la madre no ocupa el lugar del progenitor desaparecido, sino el de un padre o una madre que continúan vivos. Por lo general, los hijos que viven en este tipo de familias corresponden a la madre, que es quien con frecuencia tiene la tenencia de los niños de la pareja anterior. Por otra parte, los hijos pueden disponer, en algunos casos, de dos hogares (familias binucleares) en los que consecuencia lógica- estarán siempre ausente alguno de los padres biológicos. Lo que resulta importante es reconocer que el problema fundamental de este tipo de conformación familiar es la ambigüedad en los roles, llegándose a “negociar los lugares” que los miembros de la nueva familia ocuparán, constituyéndose en nuevas configuraciones familiares, entre las que podemos encontrar: 65 EQUIPO TÉCNICO Familia ampliada o familia comunitaria Cuando por diferentes causas (fallecimiento, alejamiento, abandono o circunstancias forzosas como la cárcel) no existe el núcleo familiar directo, es decir, padre o madre, la justicia dispone la guarda provisoria del menor, constituyéndose, así, una de las formas de conformación de las familias ampliadas o comunitarias. En otros casos, los que se hacen cargo de los niños, son los tíos, abuelos, otros familiares, vecinos, madres y padres de compañeros de escuela, que se encargan de manera provisoria para evitar la institucionalización en hogares o institutos del o los menores. Familia monoparental El término monoparental comienza a utilizarse a partir de mediados de la década del ‘70, para designar a aquellos grupos familiares formados por personas solas, con niños o jóvenes dependientes económica y socialmente. Por personas solas entendemos a aquellas que no tienen pareja sexual estable con la que convivan. Las formas de constitución de las familias monoparentales son múltiples: la viudez, las separaciones y los divorcios, la maternidad solitaria o extra conyugal son algunas de las formas más comunes. En estas familias frecuentemente adquieren importancia en la dinámica familiar otros parientes, como los abuelos y los tíos, así como también la empleada doméstica, los que en la mayoría de los casos tienen un papel protagónico. Familia homoparental La familia homoparental está constituida por dos personas del mismo sexo y por los hijos/as. Se conforman de diferentes maneras: a) Familias integradas con un compañero/a del mismo sexo, luego de una experiencia de unión heterosexual; 66 EQUIPO TÉCNICO b) Mediante acuerdo de coparentalidad en el que gays y lesbianas, solos o en parejas, deciden tener y criar un hijo/a entre las dos unidades familiares, materna y paterna, la primera exclusivamente femenina y la segunda sólo masculina; c) Por medio de la adopción de un niño; d) Por el nacimiento de un niño gestado mediante la utilización de técnicas de procreación asistida. Realizada una breve reseña de los tipos de familias que hoy encontramos en nuestra sociedad, a continuación analizaremos, alguna de las alteraciones que sufrieron los tres miembros de la estructura familiar tradicional: el padre, la madre y los hijos. El lugar del padre Hablar del padre implica hacer referencia al patriarcado. El patriarcado se sostiene en tres fundamentos: La autoridad del padre La subordinación de las mujeres La dependencia de los niños Por lo tanto, cuando hablamos del patriarcado estamos expresando que éste se caracteriza por la autoridad de los hombres por sobre las mujeres y los hijos en la unidad familiar, sin embargo, para que esta función se cumpla se requería que el patriarca –padre- dominase la organización de toda la sociedad. Es decir que la autoridad del padre, en la familia, se apoya y reproduce a partir de lo que sucede en el conjunto de las instituciones sociales. Desde las últimas décadas del siglo XX y en lo que va de este siglo el patriarcado está siendo jaqueado, debilitado por las grandes transformaciones del trabajo y el cambio de posición de las mujeres, y también de los niños. 67 EQUIPO TÉCNICO Manuel Castells, en El fin del patriarcado: movimientos sociales, familia y sexualidad, sostiene que el progresivo debilitamiento del patriarcado se debe a la combinación de cuatro fenómenos: La mutación de la economía y el mercado laboral, en conexión con la apertura de las oportunidades educativas para las mujeres. En los últimos 40 años, los mercados laborales sufrieron profundas transformaciones con la incorporación de las mujeres al trabajo remunerado fuera de su casa. Este proceso tiene consecuencias sobre el patriarcado dado que la contribución financiera de la mujer resulta decisiva para la economía familiar, y, de esta manera, el poder de negociación femenino tiende a aumentar. Los avances tecnológicos en el terreno de la biología, la farmacología y la medicina los que permitieron el control y la reproducción humana por parte de la mujer, otorgándole mayor autonomía y poder de decisión. Con la conjunción de los dos primeros fenómenos (la alteración económica y los avances tecnológicos) toma fuerza y alcanza un crecimiento hasta el momento inesperado el movimiento feminista. Antes de los años 60, las ideas feministas ya circulaban por el mundo, pero sólo a partir de estos cambios se extienden y potencian. La rápida difusión de las ideas en una cultura global e interconectada permitió que las experiencias feministas y homosexuales (que ponen en cuestión la heterosexualidad) circulen y sean conocidas por las mujeres y varones, en general. Las nuevas configuraciones familiares conviven con las formas tradicionales de familia. Entonces, como ya expresáramos, no se trata de que existan formas más tradicionales de familia, sino que incluso en el interior de la familia tipo, se modifican las relaciones de poder entre sus miembros. Es decir, que el agotamiento de la familia moderna significa el agotamiento de una lógica basada en la dominación patriarcal. La inclusión de la mujer en el mercado de trabajo, por ejemplo, no lleva necesariamente a que deje de ser una subordinada. Pero sí introduce una dimensión nueva en la escena: que es su poder financiero, y esto trae consecuencias en las relaciones familiares, en el seno de la cotidianeidad. 68 EQUIPO TÉCNICO El patriarcado, entonces, deja de ser la norma. Y aparecen otros modos de pensar, sentir y actuar lo vincular poniendo en cuestión el rol desempeñado por los padres de familia: la autoridad masculina como práctica dominante. Y si bien esto tiene algunos efectos positivos, al mismo tiempo genera problemas, porque el padre de la familia patriarcal no sólo domina y oprime sino que también construye orden. Entonces, sin patriarcado tenemos que pensar y diseñar instancias de construcción de un cierto orden, por ejemplo, tenemos que pensar la construcción de autoridad, pero ahora en otra clave, en otras condiciones. Si el problema moderno fue el de los padres autoritarios, el problema actual es la dificultad para componer una posición de autoridad frente a los hijos. Si no renunciamos a la autoridad como componente necesario de ciertos vínculos, como el que se da entre padres e hijos, entonces ¿cómo la construimos? Debemos volver a preguntarnos entonces por la construcción de autoridad en estos nuevos contextos. En el entorno familiar actual, la desocupación del padre, por ejemplo, es una condición erosionante de la autoridad paterna. Pero esa destitución social de la autoridad, no impide sin embargo que se pueda forjar un lugar de protección. El punto es que esa posición deberá construir su poder sobre el reconocimiento de la condición de destitución, y no en su desmentida. En la escuela también tenemos el mismo problema (habíamos dicho que la lógica patriarcal se reproduce en el conjunto de las instituciones), docentes, directores, supervisores, por mencionar algunos de los miembros de la estructura del sistema educativo que ocupan una posición jerárquica, no está garantizada la autoridad, es por ello, que se requiere, en un primer momento, dar por supuesto que ésta existe para luego construirla. Ahora bien, ¿Cómo se construye autoridad? ¿Cómo hacer para que sean respetadas las decisiones de la dirección de la escuela? son preguntas que sólo pueden formularse una vez que asumimos que la autoridad no está dada en los roles tradicionales de las instituciones sociales actuales. 69 EQUIPO TÉCNICO El lugar de la madre La institución materna también es una construcción histórica y social (aunque sea más difícil de percibirlo). En la familia moderna, la madre es la encargada de cuidar a los hijos, pero ese cuidado se produce de un modo particular (cabe aclarar que los cuidados no se dieron siempre del mismo modo, y ni siquiera bajo la misma figura a lo largo de la historia). Entonces, en el contexto de la familia tradicional, la madre es la institución de amparo por excelencia. Y para amparar, la madre (como institución) trata al niño como desamparado. Y así se produce un tipo de relación fuertemente asimétrica entre quien cuida y quien es cuidado. Pero, ¿qué pasa por ejemplo cuando la madre tiene que trabajar todo el día y ya no se puede (o ya no quiere) quedar con los hijos en la casa?, ¿qué pasa cuando está separada o divorciada y tiene que negociar o pelear por el apoyo del padre?, ¿o si está casada pero de todas formas tiene que negociar con su marido cómo cuidar a los chicos? ¿Y qué pasa si a esto le sumamos la inestabilidad laboral, la sensación de inseguridad, etc.? Es decir, ¿qué pasa cuando la madre ya no cuenta con las condiciones que le permitían garantizar su función? Ya no se siente tan segura, se siente también desamparada. Esa relación asimétrica del que ampara con el sujeto desamparado se transforma irremediablemente, porque ya no hay uno que sabe cómo cuidar y otro que se deja cuidar. Más bien hay dos que tendrán que buscar el modo de salir juntos del desamparo. La madre tendrá que pensar nuevos modos de ser madre, de cuidar a sus hijos en las nuevas condiciones. Y los niños tendrán otro protagonismo en la construcción de ese vínculo. El lugar de los niños Vayamos entonces a los hijos. Es decir, al lugar de los niños. Últimamente escuchamos hablar mucho sobre la pérdida de la infancia o la muerte de la infancia. Es un lamento que se escucha en los más diversos ámbitos: en la familia, en la escuela, en los medios de comunicación. No hay duda de que 70 EQUIPO TÉCNICO los cambios en la infancia nos provocan a los adultos ansiedad y temor. Pero el lugar que el niño ocupa en esos debates es muy ambiguo. Por un lado, los niños aparecen como seres amenazados y en peligro. Y comienza a tomar difusión el tema del maltrato infantil, los niños abandonados y el abuso sexual de menores. Por el otro lado, los niños también son percibidos socialmente como seres antisociales y violentos. Y circulan noticias sobre la creciente indisciplina de los chicos en el ámbito familiar y escolar, los niños que salen a robar y matar, la drogadicción y el embarazo adolescente. Pero entonces nos preguntamos qué es lo que se pierde, cuál es la infancia que se pierde. Parece que lo que está en verdadero proceso de mutación es esa infancia frágil e inocente, amparada por la intimidad de la familia nuclear burguesa. La infancia es una construcción social al igual que la función paterna y materna, en consecuencia, es también una construcción histórica, social, y por lo tanto está sujeta a mutación permanente. El niño no es una categoría natural ni universal determinada por las marcas biológicas. La representación que tenemos de la infancia, tanto de lo que los niños son como de lo que deberían ser, tiene sus orígenes en la sociedad moderna. La familia moderna, nuclear y burguesa, nació como dispositivo básico de protección de la infancia. No hallamos infancia hasta la consolidación de la familia nuclear burguesa. Cuando se consolida la definición moderna de infancia, durante la segunda mitad del siglo XIX, surgen una variedad de discursos sobre y para la infancia. Un conjunto de instituciones, entre ellas la escuela, pugnaban por controlar el bienestar de los niños. Pero durante estas últimas décadas, se ha producido un cambio radical en cómo la sociedad trata a la infancia y en cómo ésta se comporta. Según el sociólogo inglés David Buckingham, la vida de los niños y los significados que le atribuimos a la infancia han cambiado de modo radical. Y si bien no sostiene, como algunos otros autores, que la infancia está muerta, plantea que la infancia moderna está empezando a mutar, ya que están cambiando las relaciones de poder que se establecen entre niños y adultos. 71 EQUIPO TÉCNICO Para Buckingham, la infancia no sólo es una construcción histórica y social, sino que también es un concepto relacional. ¿Qué significa esto? Que es un espacio de negociación y de lucha de poder entre adultos y niños, que está siempre sujeta a permanentes cambios. Según este autor, las fronteras entre el mundo infantil y el mundo adulto tienden a diluirse, entre otras cosas, con la creciente participación de los niños en aspectos de la vida adulta (sexo, drogas, alcohol, delito, conflictos familiares, etc.). Y este fenómeno, entre muchos otros, hace que se modifiquen las relaciones de poder entre adultos y niños. Ahora bien, ¿Cómo pensamos la relación con los niños? Si la infancia ya no es lo que era, tenemos que aprender a lidiar y construir con esta infancia, con estos niños nuevos vínculos. Debemos encontrar el modo de acompañarlos y relacionarnos con ellos, estén en terreno infantil o adulto. Además, si las fronteras entre adultos y niños se diluyen, no sólo se transforma la infancia, sino también el mundo adulto. Es decir, el lugar del adulto se ve cuestionado, jaqueado. Ante este nuevo escenario, surge la pregunta ¿qué es ser adulto hoy? Es necesario, entonces, empezar a pensar qué nuevas construcciones sociales tenemos que desarrollar para conformar la nueva arquitectura social donde no solo los adultos, sino también niños y jóvenes son los protagonistas. Los profundos cambios en la institución de la infancia, nos confrontan con otro problema, pero esta vez es en la escuela donde impacta más directamente. Los cambios en la infancia se viven en el aula como desacople entre lo que el maestro espera y el modo en que los niños efectivamente se presentan. Y esa incomodidad, que llega a ser fuente de un profundo malestar, muchas veces se “resuelve” a través de la patologización de la infancia. El famoso trastorno por déficit de atención pasa a ser, muchas veces, el modo en que intentamos resolver esa incomodidad. Decir que son los niños los que están “enfermos” es un movimiento que nos contiene a los adultos, ubicando el problema en un lugar ajeno y acotado, donde creemos que 72 EQUIPO TÉCNICO podemos controlarlo, sin embargo, muchas veces, la conducta de un niño al que desde la escuela se le sugiere (o exige) hacer terapia, no siempre cambia la realidad del aula; y sin embargo, el hecho de que siga yendo al psicólogo tranquiliza al maestro. Con esto no queremos decir que los niños que manifiestan un comportamiento desordenado e impulsivo (“no puede parar”) no sufran por eso, sino que en lugar de preguntarnos por qué un niño no atiende, se mueve mucho, es impulsivo, desordenado, por qué no puede parar; lo que hacemos es decir “es un niño con déficit atencional y por eso no atiende, es impulsivo, etc.” Es decir, ubicamos el diagnóstico (que es una descripción psiquiátrica del fenómeno) en el lugar de la causa, y así evitamos la pregunta y todo lo que esa pregunta implica, por ejemplo que el problema es de todos, y no sólo de los niños. Anticipando el diagnóstico evitamos pensar, por ejemplo, en las transformaciones del contexto en el que se crían los niños de hoy. Los chicos han desarrollado una capacidad para habituarse a situaciones en que predomina la velocidad y la hiperestimulación, y no sólo porque sus juegos presentan estas características, sino porque el mundo se ha vuelto más veloz y saturado de estímulos. Pero al mismo tiempo, en la escuela le pedimos a los chicos una atención y una concentración que no han desarrollado, es más, que es incompatible con la atención que deben desarrollar en su vida cotidiana. Entonces lo que hacemos es detectar patologías en lugar de pensar a los niños en las nuevas condiciones, y a nosotros en esas nuevas condiciones. Estas transformaciones en la familia y la infancia se producen dentro de un marco más general, o son parte de una transformación más vasta, que podríamos denominar crisis de la sociedad disciplinaria –como la llama Foucault–, es decir, crisis de esa sociedad sólidamente organizada a través de sus instituciones. El Estado y sus instituciones (la familia, la escuela, el hospital, la fábrica, etc.) garantizaban un suelo común, en que las relaciones estaban más o 73 EQUIPO TÉCNICO menos pautadas, y donde teníamos parámetros para reconocer al otro. Es decir, el vecino, el compañero de trabajo, los niños, los padres, etc. eran reconocibles porque respondían a ciertas referencias estables. Ahora bien, el debilitamiento de esas instituciones, de ese andamiaje estructural implica, según el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, “el fin de la era de la gran vinculación”, el fin de una era caracterizada por la articulación social. Para este autor, la crisis de la sociedad moderna implica el pasaje de la gran vinculación a la gran desvinculación. El Estado operaba como una máquina de construcción social: ligaba, conectaba, enlazaba, unificaba a través de sus instituciones. Pero si esa instancia se debilita, si aquellas instituciones que armaban la coexistencia social pierden capacidad de composición y ya no logran hilar el tejido social, adviene la fragmentación. Y el malestar comienza a ser por desvinculación. Y al mismo tiempo, la construcción vincular cobra especial relevancia. Esa desvinculación, esa fragmentación, esa pérdida de las referencias que nos permitían reconocer al otro, muchas veces es vivida como amenaza y desconfianza. No hace falta estar muy atento para percibir que existe cierto estado de susceptibilidad entre nosotros, entre la gente. Muchas veces tenemos la sensación de que todo puede estallar de un minuto a otro. Nos habita una sensación de peligrosidad ante la presencia del otro, de cualquier otro, diferente, desconocido. Y esta sensación hace que en vez de encontrarnos, “choquemos”. En la misma línea, Bauman plantea que incertidumbre, inseguridad y desprotección son las sensaciones que nos invaden ante la aparición de los conflictos. Y además, el tipo de padecimiento –el miedo, la inseguridad– nos aísla más. En este contexto, se produce una especie de privatización de las preocupaciones. Nos sentimos inseguros. Y si los que nos rodean sufren la misma inseguridad, estamos frente a un gran problema: se nos hace prácticamente imposible juntarnos para combatir ese sufrimiento, es decir, ese sentimiento impide que los solitarios sufrientes nos constituyamos en una comunidad. 74 EQUIPO TÉCNICO Pongamos un ejemplo: sucede algo en el Jardín de Infantes entre algunos chicos, algo que no es lo deseado o lo esperado por la maestra, por la escuela. Una escena sexual entre los chicos. Y ¿qué pasa? Inmediatamente, aparece la sensación de amenaza. La maestra (y la escuela) se sienten amenazadas por las posibles acusaciones de parte de los padres y la comunidad en general. Y los padres comienzan a sentir que la maestra no es confiable, que no puede cuidar bien a los chicos. Aparecen las reacciones en términos de defensa de un ataque. La percepción de ataque nos habla de esa amenaza que está ahí, acechando continuamente. Puede ocurrir que el otro sea percibido como un potencial peligro, puede ocurrir que efectivamente el otro se presente amenazador. En resumen, en situaciones muy cargadas de susceptibilidad a todos se nos dificulta poder contar con los otros, y cada uno se queda bastante solo. Ahora bien, ¿cómo asumir esas condiciones sin caer en las acusaciones, los gritos, las amenazas o en un “sálvese quien pueda”? Parece que cuando se trata de enfrentar problemas, es útil tener en cuenta esta condición, y preguntarnos en qué términos es posible forjar lazos, vínculos. En este escenario, la relación entre la familia y la escuela se ha vuelto un problema. Aquella relación establecida, casi obvia entre la casa y la escuela, en los últimos años, ha comenzado a resquebrajarse. La continuidad que ofrecía el hecho de que el niño criado por la familia era compatible con el niño que esperaba la escuela para cumplir su misión, se ha roto; y esa ruptura se pone en evidencia en la dificultad de vinculación que existe entre la familia y la escuela. Si ya no podemos contar con la existencia de ese lazo. Entonces, debemos comenzar a planear un acercamiento “efectivo” entre padres y maestros. Y para eso es necesario dejar de suponer que existe vínculo, y empezar a pensar que es necesario y hasta imprescindible, hacer un trabajo de construcción de nuevos vínculos. En este apartado analizamos las relaciones vinculares hacia dentro de las familias, las de éstas con la escuela y la sociedad en general. Esta situación 75 EQUIPO TÉCNICO nos desafía a enfrentarnos a fenómenos, nunca antes vividos por la sociedad, y nos reclama la construcción de nuevas estrategias, nuevos andamiajes en los que se asienten los nuevos modelos societales que nos permitan, de alguna forma reducir los niveles de incertidumbre. Las nuevas certezas aparecerán en el momento en que todos los actores sociales, independiente del lugar que ocupen, comencemos a dar indicios reales de que los viejos valores que rigieron nuestras sociedades se actualicen a partir de nuevos contratos que nos permitan redefinir la vida de hoy y del futuro. Actividades: De la lectura realizada hasta el momento habrá recordado o habrá imaginado muchas de las situaciones planteadas, pero ahora, con la intención de continuar estudiando, solicitamos: © Determine algunos indicadores cualitativos que permitan caracterizar la población escolar de los niños que concurren a la institución a su cargo, teniendo en cuenta las nuevas configuraciones sociales analizadas. © Determine algunos criterios que permitan caracterizar los docentes y demás personas que prestan servicios en la institución a tu cargo. © Compare ambas poblaciones desde el punto de vista de las nuevas configuraciones familiares © Los posicionamientos construidos frente a estos temas, discútalos con los participantes de la capacitación y elabore nuevas opiniones en el foro de discusión creado. La intencionalidad de esta actividad es que use la información teórica con el propósito de mirar desde otras perspectivas los nuevos contextos sociales que hoy caracterizan nuestras sociedades e impactan en nuestras escuelas. Entonces, consideramos que es el momento que comencemos a pensar en el impacto de los cambios que se produjeron, desde la década de los ’70 en adelante, desde la dimensión política, económica y social, cambios que 76 EQUIPO TÉCNICO nos provocan e invitan a mirar la educación desde otras perspectivas para responder a las nuevas demandas. Este es el desafío al que hoy se enfrenta el supervisor, esto es, cómo acompañar a las instituciones escolares y a los que en ellas habitan a transitar por nuevos caminos, también implica, por otra parte, -como decíamos al inicio de este módulo- realizar un recorrido desde la incertidumbre sabiendo que las certezas aparecerán, como nuevos modos de hacer educación para nuevos destinatarios en contextos diferentes y de esto se trata el nuevo apartado. 77 EL ROL DEL SUPERVISOR ESCOLAR EN EL EQUIPO TÉCNICO MARCO DE LOS DESAFÍOS ACTUALES. Como expresáramos, a través de los marcos teóricos planteados, intentamos aportar elementos provenientes de distintas corrientes teóricas de modo que se constituyan en ejes de reflexión acerca de los estilos de desempeño del rol del supervisor y los campos de actuación. La tarea del supervisor se desarrolla en instituciones por ello presentamos algunos elementos conceptuales para facilitar un análisis de las dinámicas de funcionamiento así como de la lógica de los actores, es decir, el modo en que se establecen las relaciones entre los individuos y las instituciones. Evidentemente, podemos o no acordar con los conceptos brindados, puesto que precisamente éstos pretenden promover un revisión y reflexión crítica, una interrogación a los marcos de referencia que sustentan las prácticas cotidianas, con la intención de construir visiones, de desarrollar una revisión de la supervisión y de los supervisores como cuerpo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que al hablar de los sujetos y de los lugares que ocupan en las instituciones es posible hacer referencia a la dimensión objetiva y subjetiva en el desempeño del rol, en este caso, haremos referencia al rol del supervisor desde esta doble dimensión. Por dimensión objetiva, siguiendo a Frigerio, diremos que implica hacer referencia al rol supervisivo desde una perspectiva consciente, esto significa que el supervisor desempeña sus papeles –roles- desde lo establecido por la norma. Mientras que la dimensión subjetiva tiene que ver con la forma en que cada sujeto asume y desempeña un rol en función de su interioridad, es decir, de sus motivaciones, y representaciones. Para que una tarea objetiva y concreta pueda desarrollarse eficazmente es necesario que el conjunto de representaciones (eje subjetivo) no se convierta en un obstáculo. Al formar parte de las instituciones educativas, cada uno de sus miembros actúa, no solo, ejerciendo el rol desde la dimensión objetiva sino también desde las representaciones, actuando como “filtros” o “espejos 78 EQUIPO TÉCNICO deformantes” de nuestros respectivos imaginarios. Es decir, que percibimos, descubrimos y aprendemos a través de una trama invisible que a menudo desconocemos. En párrafos anteriores, hacíamos referencias a los desafíos que ustedes, quienes aspiran a ejercer el rol de supervisor, se enfrentan puesto que, hoy la realidad nos demanda desmitificar el rol “tradicional” del supervisor y comenzar a construir nuevos roles, nuevas representaciones, nuevos imaginarios… En el módulo II, presentaremos algunos constructos teóricos que les permitirá comenzar a de-construir y re-construir el o los roles supervisivos a modo de un modelo para armar. 79 EQUIPO TÉCNICO ÍNDICE Introducción………………………………………………………………….Pag 4 La construcción Política de la escolarización……………….Pag 5 Corrientes contemporáneas en la educación…………….....Pag 27 Las transformaciones del presente y su impacto…………Pag 59 Rol del supervisor escolar…………………………………………….Pag 78 80 EQUIPO TÉCNICO B IBLIOGRAFÍA Aguerrondo, Inés: En la nueva sociedad del conocimiento, la educación hace la diferencia. OEI - Programas - Desarrollo y Administración - Sala de lectura. Bs. 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