¿Qué es el acoso sexual? El acoso sexual es cualquier tipo de presión o insinuación sexual no deseada. Estas acciones pueden ser verbales, físicas o gestuales, como por ejemplo: 1. Comentarios sexuales o “chistes” no deseados. 2. Hostigamiento sexual en la calle: es decir, que alguien te diga expresiones vulgares, haga señas obscenas o quiera tocarte de forma indebida. 3. Invitaciones o abordajes sexuales no deseados: en buses, ascensores, multitudes, por teléfono (llamadas obscenas). 4. Una insinuación erótica o un contacto físico no deseado. Usualmente el acoso sexual incluye algún tipo de coerción o amenaza. Pues muchas veces existe una relación de poder donde el acosador tiene una posición “superior” a la de la víctima. Como por ejemplo un profesor acosando a un estudiante, o un jefe acosando a un empleado. Por lo cual, la víctima se siente amenazada y obligada a ceder a las peticiones del acosador por miedo a que vaya a ser perjudicada, como por ejemplo una estudiante que tiene miedo a que el profesor la deje en una materia si no acepta sus proposiciones. O también puede suceder que el acosador ofrezca algún beneficio si se le complace, como mejores notas o un ascenso. Muchas formas de acoso sexual también se pueden considerar abuso sexual. ¿Cómo se desarrolla el acoso sexual? Usualmente el acosador comienza su ataque haciéndole insinuaciones eróticas, contando chistes, dando piropos o haciendo comentarios sexuales a su víctima. En este momento es muy importante que la víctima, de inmediato, le señale con educación y firmeza que no le gustan estos comentarios. Algunas veces puede ser que una persona en un inicio se sienta halagada con los comentarios de otra, pero luego se sienta incómoda ya que los comentarios y acciones van en aumento y aún cuando parecen bromas, estas son pasadas de tono. Aún en esta situación se tiene el derecho de poner un alto y mostrarse en desacuerdo y molesto (a) con este tipo de situaciones. Este es el momento para comunicarte de forma efectiva y responsabilizarte de tu vida. Usualmente esto es suficiente. Pero existen acosadores más serios que intentarán además llamadas telefónicas, correos electrónicos, y posteriormente algún tipo de contacto físico, como el beso de cachete, el toque social o el abrazo para ir ganando terreno, hasta hacer su proposición de encuentro sexual, aunque se le haya indicado repetidamente que no se desea estar con él o ella. Por último, vendrá la amenaza hablada o efectiva de pérdida de empleo o nota si no se cumplen sus deseos. Entonces la víctima no debe sentirse atemorizada, ni avergonzada y denunciar al abusador amparándose en la leyes que castigan el acoso sexual. Igualmente una persona debe saber cuándo sus “piropos” hacia otras se vuelven molestos para ellas y debe tener presente que puede meterse en problemas con las autoridades e incluso con la ley, si les acosa sexualmente. ¿Qué consecuencias tiene el acoso sexual? Ya que el acoso sexual tiene que ver con conductas no deseadas, este produce sentimientos desagradables en la víctima. La víctima se puede sentir intimidada, humillada y molesta. En casos extremos puede incluso provocar depresión ya que puede volverse tan molesto que interfiere con las actividades cotidianas de la víctima. Expertos en la materia advierten que el acoso sexual provoca similares consecuencias y trastornos psicológicos que en las víctimas de una violación o abuso sexual. Generalmente las víctimas más frecuentes del acoso sexual son las mujeres, sin embargo también puede existir de mujeres hacia los hombres, entre homosexuales o de homosexuales hacia heterosexuales. El acoso es una conducta criminal, o sea existen leyes que lo prohíben, lo castigan y por ende se puede denunciar. El acoso sexual es una conducta que viola los derechos humanos. Es importante diferenciar el acoso sexual del enamoramiento o coqueteo entre dos. En el enamoramiento ambas partes desean el acercamiento, en el acoso una de las dos personas no lo quiere. En una sana y mutua seducción las personas se sienten bien, con la autoestima elevada mientras que en el abuso o acoso la persona agredida se deprime, siente temor, y angustia. En el coqueteo compartido se participa con gusto, en el acoso sexual, la víctima es sometida. ¿Cómo enfrentar el acoso sexual? El modelo CRECER para SER nos da algunas ideas acerca de cómo podemos enfrentar el acoso sexual: 1. Responsabilízate por tu vida: Al ser responsable de ti mismo/a comprenderás que no eres culpable de lo que sucede y que puedes detenerlo denunciando a quien ha tratado de hacerte daño. 2. Comunícate efectivamente: Se firme y comunícale al acosador que te incomodan sus acciones. Si este continua acosándote, busca a una persona de confianza con la que puedas hablar de lo que te sucede, si es necesario pídele que te acompañe a poner la denuncia ya sea en la dirección del colegio, a tu jefe en el trabajo o a la policía si fuera el caso. 3. Empodérate al trabajar en equipo: si ves que esto le está sucediendo a algún amigo o conocido y deseas ayudar, acércate de forma respetuosa, menciónale que comprendes lo que le está sucediendo y ofrécele tu ayuda para que pueda reportar la situación. Puedes consultar en nuestro sitio “Recursos en tu país” para encontrar otras instituciones que te pueden ayudar en situaciones como esta. Es importante que ejerzas tu derecho a ser respetada/o, sin sentir culpa o vergüenza de contar o expresar lo que sientes. Referencias Gessen, V; De Gessen, M (2003) El Acoso Sexual. Recuperado el 10 de diciembre del 2010 de:http://www.psicologiaparatodos.com/psicologianuevo/post.asp?TID=27 86&PN=9 Instituto Nacional de las Mujeres (2010) Hostigamiento Sexual. Recuperado el 10 de diciembre del 2010 de:http://www.inamu.go.cr/index.phpoption=com_content&view=article&id =55&Itemid=1492%20