EL VENDAJE EN EL ARTE 2.- La mano. La mano fue el primer instrumento del hombre y también su primer vendaje. Se empleó para cohibir una hemorragia o para protegerse de una contusión dolorosa. La imagen de este primer vendaje la podemos hallar en las grutas de Gargas, joyas del arte parietal paleolítico, ocupadas por el hombre hace 25.000 ó 30.000 años . 3.- Patroclo. Mucho tiempo después, en el siglo V, el pintor Sosias nos dejó esta hermosísima imagen de Aquiles vendando el brazo de su primo Patroclo. Pertenece a un khilix ó cáliz usado como copa que podemos visitar en el Kunsthistorisches de Berlín. 4.- Esculapio. El arte griego también nos ha legado este espléndido bajorrelieve de la Época Clásica que nos muestra al mismísimo dios Asclepio, atendiendo y vendando solícitamente a un enfermo. 5.- Frescos en el interior de una tumba egipcia. Ningún estudio sobre la presencia del vendaje en el arte quedaría completo sin la referencia al antiguo Egipto. Ellos fueron los primeros en mencionar los principios básicos del manejo de las heridas: lavar, cubrir e inmovilizar. Los vendajes egipcios han llegado hasta nosotros merced a las artes del dios Anubis, cuya técnica de momificación permanece ilustrada en frescos o en el interior de algunos féretros. 6.- Interior de un féretro. En este podemos observar vueltas y vueltas de vendas enrolladas con esmero, que en algunos casos han llegado a emplear hasta 375 metros cuadrados de lino. También se ha podido constatar, pese a que comúnmente imaginamos momias envueltas en vendas blancas o agrisadas por el paso del tiempo, que muchas de ellas estaban teñidas con los colores rojo y rosa. 7.- El hombre invisible. 8.- La momia Boris Karloff. Las momias y las vendas han caminado juntas en la Historia del Arte, uno de sus saltos más conocidos es el paso desde el arte gráfico al cinematográfico. No sabemos si las recientes películas sobre momias serán recordadas dentro de pocos años, hoy es indudable que películas como el hombre invisible y sobre todo las primeras versiones de la momia, a cargo del inefable Boris Karloff son obras maestras del séptimo arte. 9.- Columna trajana. También podemos hallar testimonios sobre el vendaje en la escultura del mundo romano. Es el caso de este relieve, en el observamos como se presta atención a los heridos y un asistente venda a un soldado en el campo de batalla. 10.- Lámina medieval. De la época medieval hemos escogido una imagen llamativa en la que una singular enfermera aplica un vendaje en la cabeza con una técnica, no sabemos si muy eficaz en aquellos tiempos, pero que hoy nos parece poco ortodoxa. 11.- Durero. A continuación tres autorretratos de Durero, a la derecha dibujos en los que se retrata doliéndose de la cabeza. En el primero, una imagen de su juventud, el vendaje apenas se insinúa. En el segundo, una obra del año 1492, observamos una venda a modo de capelina, pero esta obra, paradójicamente, se conoce como retrato con almohada. 12.- Mano vendada. Nuestro camino debe pasar necesariamente por el vendaje de las extremidades tan frecuente en nuestra práctica cotidiana como en el mundo del arte como seguidamente veremos, incluso con ejemplos sorprendentes. 13.- Duchamp: In Advance of a Broken Arm. No es un error. Se trata de una de las obras más conocidas del pintor dadaísta Marcel Duchamp. Su título lo dice todo “Antes de un brazo roto”. Desde el Dadaísmo la coherencia no es importante: hay sorpresa, shock, humor, ironía. Aquí el título es parte fundamental de la obra. Es la obra. 14.- Papa y cabestrillo. Podemos encontrar representaciones de brazos rotos y vendados en muchas parcelas del arte, incluso en el arte religioso. Evidentemente esto solo es una broma. Pero es bien cierto que no es difícil encontrar imágenes de santos relacionados con la salud, es el caso de los santos Cosme y Damián, asociados a una amputación muy particular que yo les invito a investigar por su cuenta. 15.- Nola Meme: Housewife with a broken arm. La mano o el brazo vendados están muy presentes en el arte contemporáneo, es el caso de esta obra que retrata fielmente, ustedes lo podrán confirmar, la realidad actual. Su título “Ama de casa con el brazo roto” al que podemos ver cubierto por unos guantes de fregar. 16.- Helene M Weiss: The broken arm. Esta artista, con un estilo completamente diferente nos muestra de nuevo una mujer y su venda. Ambas pintoras tienen poco en común, sin embargo, viendo y pensando en estas y en otras obras semejantes, hay quienes han querido ver en algunas obras pintadas por mujeres que asocian mujer y vendaje un cierto carácter reivindicativo 17.- Leanne Inwood. Señora tallada envuelta en vendajes pintados. Tal vez, este nuevo ejemplo nos ayude a aclarar este concepto. Se trata de una obra muy sugerente que representa a una mujer tallada y envuelta después en vendajes pintados, en los que la autora ha escrito las limitaciones y ataduras que la retienen en su vida y le impiden hacer aquello que realmente desea. 18.- Dominika Dratwa: Self scars. Selfbandage. En estas dos nuevas obras que asocian heridas autoinfligidas y vendaje de las muñecas, según nos explica la autora en el título de la obras, se camina por el mismo sendero simbólico de mujer-vendaje-dolor-huida. 19.- Frida Khalo: La columna rota. Vemos ahora a Frida Khalo y su columna rota, pintada en 1944. Un vendaje rígido, un corsé de acero, el tratamiento ortopédico que sostiene su columna fracturada es la inspiración de esta obra. El tronco de la artista abierto nos deja ver su columna vertebral idealizada como una columna de orden jónico multifracturada. Su cuerpo desnudo, lleno de clavos simboliza el dolor que la aflige. Sus propias palabras describen la obra “Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”. 20.- Alice Neel: Tuberculosis en Harlem. “Tuberculosis en Harlem”, de la retratista estadounidense Alice Neel. Sus obras destacan por la expresividad y profundidad psicológica. Aquí nos aproxima al trauma y la perdida sentida por el paciente hospitalizado que ella llegó a conocer muy bien durante un largo ingreso hospitalario entre los años 1930 y 1931 21.Napoleón en Ratisbona. Estudiando a los grandes personajes de la Historia podemos descubrir también uno de los secretos de Estado más celosamente guardados en su día: las heridas de guerra del mismísimo Napoleón. 22.- Degas: Mujer con vendaje. Siguiendo la estela que los vendajes han dejado en la Historia del Arte podemos sorprendernos con un pintor al que creíamos dedicado por entero a retratar bailarinas, estamos hablando de Edgar Degas, que encontró un momento para regalarnos esta espléndida mujer con vendaje, tal vez lo hizo por afinidad, pues, el pintor al final de su vida quedó casi ciego, resumiendo su credo en esta frase “el arte es el dominio del dolor por la belleza”. 23.- Eugène Delacroix / Vincent Van Gogh: El buen samaritano. En este caso la inspiración llegó de la mano de un episodio del Nuevo Testamento. El buen samaritano que primero curó y después vendó a un viajero apaleado. A su lado la misma obra reinterpretada por Van Gogh, su título “El buen samaritano según Delacroix”. 24.- “Autorretrato con la cabeza vendada” al estilo de Rodin / Van Gogh. De nuevo una cabeza vendada cuya inspiración proviene de . . . No. En este caso el origen de la obra no hay que buscarlo en la obra de Rodin. El autor bebió de los cuadros de Van Gogh. 25.- Van Gogh: originales. Se podría afirmar, sin exageración que más famoso que Van Gogh, es su oreja. Sus autorretratos más divulgados son aquellos que ilustran al pintor sin su oreja y envuelto en un aparatoso vendaje. . Ambos han dado lugar a una cantidad enorme de secuelas 26.- Van Gogh: copias. Algunos son obra de bromistas, de autores poco conocidos que recurren al humor para su composición, en uno de ellos, se puede reconocer a uno de los mercenarios de la serie de televisión perdidos, también a personajes infantiles. En otros, podemos reconocer la obra de artistas contemporáneos de prestigio, es el caso de Vitali Komarov o Miriam Beerman con obra en museos de todo el mundo. 27.- Van Gogh: Equipo crónica. Sin embargo, destacaremos una obra de autores españoles: Summa Artis, del grupo valenciano Equipo crónica, que hoy se puede visitar en el museo de Bellas Artes de Pau. 28.- Rubens: La muerte de Séneca. Para acabar, dos ejemplos del vendaje paliativo. Primero, en esta obra de Rubens, vemos al anciano filósofo Séneca esperando su muerte después de abrirse las venas por orden de Nerón, a su lado, otro anciano intenta inútilmente cohibir la hemorragia mediante un vendaje a presión 29.- Antonio López: Hombre operado en peligro de muerte. Aquí se dibuja el final, la muerte, la escasa utilidad práctica del vendaje sobre la frente que intencionadamente se ha colocado con vocación paliativa. Para contemplar esta última obra que representa con absoluta verosimilitud a un paciente en sus últimas horas, conviene acompañarnos con unas palabras del propio Antonio López, su autor y, que impregnan la filosofía de toda su carrera artística, tal vez también el modo de hacer enfermería para algunos de ustedes, para el pintor “una obra –el cuidado de un paciente, para nosotros– nunca se acaba, sino que se llega al límite de las propias posibilidades”.