FILOSOFÍA ANTIGUA WILMER GENARO ROZO VALENCIA 1 MÓDULO 1. Introducción “Llegará el tiempo en que prefiramos para perfeccionarnos en la moral y en la razón, recurrir a las memorables de Jenofonte más que a la Biblia, y en el que nos serviremos de Montaigne y de Horacio Como guías en la senda que conduce a la comprensión del sabio, y del mediador más simple y mas imperecedero de todos, Sócrates.” Nietzsche. La historia de la filosofía antigua es la historia de los orígenes del pensamiento occidental. La humanidad y su exitoso despliegue de curiosidad, la ha conducido de manera ascendente a la construcción de una cultura que en si misma manifiesta el sentido de su búsqueda inmanente hacia las profundidades de su mundo y del sí mismo inmerso en el. Las respuestas a los interrogantes que han sido tema desde la antigüedad; el origen del mundo, lo infinito, los mitos, los dioses, la sustancia primera, la política, el poder, el conocimiento, la razón, la verdad; manifiestan su claro compromiso con su sentido, pero las mismas respuestas han sido base y receptáculo imperecedero de nuevas preguntas para convertirse luego en base de otras nuevas. 2 La filosofía entonces consistiría en esa “insatisfecha búsqueda del saber” (López de Ipiña, 1997, p: 9) que al igual que en las maniobras del amor, busca sin cesar al ser amado que se acerca y se aleja pero que nunca se posee verdaderamente. La filosofía como el amor, es la búsqueda constante de un no se qué que nos aprieta las entrañas y no nos deja reposar en paz. Es la intranquilidad perpetua de la duda que nos insita a “buscar sin saber que es, pero sabiendo de entrada que algo encontraremos.”1 La filosofía no es respuesta, es el placer divino de la búsqueda, es el camino que se recorre lo que cuenta en el quehacer filosófico. (Recordemos a Sócrates en el Banquete de Platón: él se detiene en camino a la casa del Trágico Agatón a “solas consigo mismo” un largo rato a pensar en silencio casi inmóvil, alrededor de un interrogante). Los filósofos no son nada más que los eternos enamorados de la inquietud celeste, son “los eternos exploradores de la realidad, caminantes incansables por los caminos siempre difíciles, a veces áridos, que conducen a esa cima fascinante de la sabiduría”. (López de Ipiña, 1997. P: 10) La historia de la filosofía antigua es la historia de los orígenes de ese amor imperecedero que aun habita entre nosotros. Ya Einstein nos sugería con su calida palabra en que consistía su compleja teoría de la relatividad, definiéndola como una bella carta de amor que él escribió a su amante lejana, el cosmos; el mismo cosmos deslumbrante al que Anaximadro, Tales, Sócrates, Platón o Plotino entre otros, quisieron detener su mirada penetrante y establecer un nexo amoroso e 1 Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires, el 29 de Abril de 1936, en una familia de inmigrantes de europa oriental. Estudió filosofía y letras en la Universidad de Buenos Aires y, más tarde, pintura con Juan Batlle Planas. Entre 1960 y 1964, Pizarnik vivió en París donde trabajó para la revista "Cuadernos" y algunas editoriales francesas, publicó poemas y críticas en varios diarios, tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Cesairé, e Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona. Luego de su retorno a Buenos Aires, Pizarnik publicó tres de sus principales volúmenes, "Los trabajos y las noches", "Extracción de la piedra de locura" y "El infierno musical", así como su trabajo en prosa "La condesa sangrienta". En 1969 recibió una beca Guggenheim, y en 1971 una Fullbright. El 25 de septiembre de 1972, mientras pasaba un fin de semana fuera de la clínica siquiátrica donde estaba internada, Pizarnik murió de una sobredosis intencional de seconal. En: http://www.los-poetas.com/e/biopizarnik.htm 3 infinito convertido en únicas interpretaciones que aun hoy son acicate perdurable de nuestras reflexiones. El estudio de la filosofía antigua, en nada deberá entenderse a nuestro propósito, como un programa simple de historia. Es nuestro deseo, poder brindar herramientas de comprensión e interpretación práctica de ese amor traducido en palabras que los filósofos del mundo antiguo elaboraron como esfuerzo extraordinario y singular en la historia. Así, el programa de filosofía antigua, a pesar de la importancia fundamental de los datos históricos, de sus autores y teorías tendrá una columna vertebral que permitirá dilucidar el SENTIDO de su asidero. Sentido que no puede escaparse porque es la misma esencia de la actividad del filósofo, que responde a los interrogantes que se le presentan en su mundo muchas veces necesitado de sentido práctico. La comprensión de la filosofía antigua es la base primordial del quehacer filosófico en “términos profesionales2”; a pesar de ser una ACTITUD propiamente humana concerniente a la reflexión que no necesita de escuela institucionalmente hablando 3, representa para el filósofo contemporáneo, la base estructurada de su práctica imprescindible en su cotidianidad que fundamenta como sabia su actividad. A si pues, El curso en general se denomina Filosofía antigua y a demás de insistir en los sentidos de su desarrollo, inicia su recorrido en lo que se denomina académicamente Del mito al logos, pasando al estudio de la filosofía Preática acercándonos en este capítulo a los antiguos físicos, Tales, anaximandro, Anaxímenes; a los Pitagóricos, a Heráclito de Éfeso, y a los Heléatas: Jenófanes, Parmenides, Zenón de Elea, y terminando con los físicos recientes: Empédocles, Anaxágoras, Leucipo y Demócrito. Atravesando luego a la filosofía Ática, con los Sofistas y los clásicos: Sócrates, Platón y Aristóteles. 2 Las comillas son por su curioso devaneo histórico que convirtió la filosofía en un oficio profesional pago totalmente extraño a ojos de los filósofos antiguos a acepción de los sofistas que por dinero, enseñaban algunas técnicas lógicas y algunas informaciones científicas dirigidas al buen desempeño del ciudadano político. A lo que posteriormente agregaría Séneca refiriéndose a ellos: “Considero que nadie prestó peor servicio al género humano que aquellos que enseñaron la filosofía como un oficio mercenario.” 3 Recordemos que la filosofía desde Sócrates se nos aparece como un contacto directo definido a través del diálogo presente. 4 Posteriormente, haremos un recorrido en lo concerniente a la filosofía Helenística Romana, con las escuelas y sus representantes directos, Epicureismo, Estoicismo, Escepticismo, Eclecticismo, y terminaremos con las teorías de los Neoplatónicos: Filón de Alejandría y Plotino. Cada autor, cada escuela nos aportará desde la vida práctica lo que los autores modernos como Alain de Botton denominan “las consolaciones de la filosofía”, como herramientas importantes para comprender alguna actividad cotidiana. En cuanto a la tipología del curso, se enmarca dentro de lo teórico por lo cual se referencia con la fase de aprendizaje de profundización, mientras que en el campo de formación es disciplinar y su carácter es básico para los programas de filosofía y licenciatura en filosofía y electivo para los estudiantes de otros programas académicos de la universidad. 1.2. Al Rededor del quehacer filosófico y de los Filósofos. La filosofía es, antes, filosofar, y filosofar es, Indiscutiblemente, vivir; como lo es correr, enamorarse, jugar al golf, Indignarse en política, y ser dama de sociedad. Son modos y formas de vivir. J. Ortega y Gasset Que no nos llevemos a engaños, los filósofos no son iluminados, ni escogidos por los dioses (eso es propio de los héroes de la mitología clásica, acuérdese que, al igual que los nuestros, mueren jóvenes para que su grandeza permanezca en la memoria de las gentes, recordemos a Aquiles y a Marilyn Monroe o Elvis), ni poseedores de verdades ocultas a ojos de “la vulgar multitud”. Tampoco son una zona franca de respuestas a las múltiples preguntas que a la compleja condición humana se le ocurre cada vez que le dá la preguntadera sobre el sentido y fin de sus acciones, de sus pensamientos o de sus deseos. 5 El filósofo no es un comerciante de significados, (a pesar del costo de su bibliografía) ni un médico de pócimas de sabiduría. Para un apéndice existencial que no lo deja dormir: una taza de Platonismo después de la cena, para un dolor de corazón después de una tormentosa relación amorosa: dos cucharaditas cada hora de Epicureismo y un baño cada mañana durante una semana de agua de rosas con una pizca de Cinismo; para la falta de dinero: un Socrático al atardecer. El filósofo tampoco es esa magna figura erudita, rodeada de un velo omnipotente e impotente carente de toda sonrisa, imagen propia e impropia de muchos filósofos de nuestras facultades; no de todas por fortuna. La filosofía es un quehacer; es una forma de vivir de hombres o mujeres, (en los últimos días de niños también, gracias a las afortunadas apreciaciones de Lipman), alegres y sonrientes (por no decir Cínicos, Estoicos o concisos frente a las paradojas de la vida), que piensan sobre las cosas de la cotidianidad, que aparentan ser obvias e indiscutibles incluso frente a la misteriosa e insuperable muerte4 de la que ninguno nos libramos. Los filósofos consideran la idea de pensar por si mismos como lo fundamental de su quehacer, pero también pretenden enseñarlo. Con esto no quiero indicar que la filosofía, es un oficio de personas que no tienen problemas y miran el mundo con sonrisa tonta, lo que me parece es que la enseñanza de la filosofía en los últimos siglos, a estado marcada por un vicio de procedimiento (¿carencia de Marketing tal vez?), entendido para la gran mayoría como un ambiente de desalentados personajes, oscuros, complejos, difíciles y hostiles que parecieran vivir fuera de tiempo y lugar en relación a la realidad.5 4 Recordemos a Sócrates, el infortunado Sócrates que entendió como primera condición filosófica, la aceptación personal de la ignorancia. 5 En las Nuves, obra teatral cómica de Aristófanes representada por primera vez en el año 423 a.C. el personaje que representa a Sócrates “aparecía en escena en una cesta suspendida de una grúa, pues declaraba que su mente funcionaba mejor a gran altura. Se hallaba inmerso en tan profundos pensamientos que no tenia tiempo para lavarse o para ocuparse de las tareas domesticas, por lo que su manto apesta y su casa estaba plagada de bichos, pero al menos podía ocuparse de los interrogantes mas cruciales de la existencia”. En: De Botton, Alain. (2001). Las Consolaciones de La Filosofía. Ed. Tauros. Pág. 22. Madrid. 6 Importante anotación, puesto que, como veremos más adelante, esa imagen lóbrega del filósofo ocupado de las cosas extrañas desde sus orígenes, no es acorde a la realidad, en contadas excepciones claro esta, debido tal vez, a esa normatividad vigente en la Atenas antigua que “declara siempre una escuela filosófica como una asociación religiosa destinada a honrar a las musas, única forma de vivir en paz y de estar en regla con las autoridades” (Sain-Drome. 2003, P: 33). Considero que, iniciar estudios de filosofía antigua recurriendo, antes de abordar los orígenes y desarrollo del pensamiento filosófico antiguo, a algunos prolegómenos6 que nos permitirán iniciar un camino de comprensión a título personal, de lo que entiendo por filosofía y por filósofo, aspirando a una comprensión más cercana de la filosofía en la antigüedad y en nuestros días; puesto que, en muchas ocasiones, por desgracia, los filósofos se confunden con “especimenes raros en vía de extinción” (ob. cit., p: 23), carentes de toda simpatía con el mundo; y a la filosofía, como el producto inagarrable del pensamiento de estos personajes. Si creemos con los griegos y romanos del pasado, que la filosofía es propia de hombres libres y con tiempo disponible para pensar y repensar la vida misma y sus diferentes implicaciones, (los griegos inventaron el término scholé: ocio, de donde se deriva, posteriormente en latín, schola: escuela, como lugar en donde se imparte las primeras instrucciones del niño como del adulto, siendo un espacio de re-creación de la vida misma, el término posteriormente deviene al españolen escuela.) entonces, partiremos en principio diciendo que la filosofía es un oficio de libertad, propio de hombres y mujeres libres, universales, no determinados por ideologías totalizantes y que, como niños, buscan de forma permanente una comprensión satisfactoria de su realidad que gracias a su curiosidad inmanente, (Thaumaxein, también: asombro) a la pasión (Pathos) y al alimento permanente de ellas; desenmascaran lo oculto y a la vez obvio del mundo que los rodea. 6 Diccionario de La Real Academia de la Lengua. Vigésima Primera Ed. Pág. 1188. Prolegómeno, 2. Preparación, introducción excesiva o innecesaria de algo. 7 Agreguemos a lo anterior, la imagen no institucionalizada del filósofo antiguo que, gracias a sus viajes (solo viajan los que tienen tiempo para hacerlo) y a su particular “vagabundeo” objetivo de las cosas que no son de patria, (en griego: Planeta. Savater, Fernando, 1995. p: 12) podemos perfilar un singular carácter de desarraigo (Diccionario de La Real Academia de la Lengua, 1992. p: 490). “porque me parece el mas relevante para comprender en qué consiste la filosofía y también el mas digno de ser recordado hoy por razones de oportunidad moral y política. El filósofo es el forastero por antonomasia, ese extranjero desconocido llegado de tal o cual lugar que aparece en algunos diálogos Platónicos y también en algunas tragedias. Como viene de afuera, no se siente ligado más que prudencialmente por las creencias tradicionales y la autoridad establecida: tampoco pertenece a los clanes en litigio, ni tiene negocios familiares que atender. Mira las rutinas con ojo crítico, pues para él aún no lo son” (Savater, ob. cit., p: 13) Este rasgo del filósofo, “de no ser de estos lados”, es relevante, pues veremos mas adelante que muchos de los primeros pensadores de la antigüedad, eran nacidos, no en Atenas, si no en colonias del Asia menor que, movidos por el rumor de la Atenas democrática y libre para expresar pensamientos propios sin temor a la coerción política, se vieron movidos a establecerse allí. La filosofía antigua así vista, se manifiesta, como una actividad propia de personas con suficiente tiempo, para pensar y para viajar, pero de seguro si en aquella época hubieran contado con afortunados medios tecnológicos y de comunicación como los nuestros, personajes como Tales de Mileto, Anáximes o Anaximandro podrían vía Mail, enviar sus teorías y crear una Web side desde casa: www.escuelademileto.com; sin la necesidad de recorrer tantos caminos. Es evidente claro esta, la diferencia entre conocer un país personalmente y hacerlo desde un computador, los olores, la comida, el idioma, las costumbres, las creencias, las diferentes maneras de pensar, de actuar, de odiar o amar; pero igual, ese carácter de viajero o navegante en busca de lo nuevo está implícito en el filósofo y en la actividad filosófica, y eso es lo que importa para nuestro propósito. 8 Cualquier persona podría realizar una actividad como ésta, las características están implícitas por razones obvias de humanidad que son comunes a todos, lo que sucede es qué, y gracias a nuestras diferencias culturales, educativas y contextuales en particular, unos se ven arrojados al estudio especializado de la filosofía y de su historia, y otros a filosofar desde su propia actividad que no vincula de entrada, elementos académicos o teóricos. Es decir, todos hacemos reflexión filosófica desde nuestro lugar y oficio a si no lo sepa7, pero otros hacen de su trabajo particular tema de reflexión permanente. El filósofo entonces no sería solamente aquel que se dedica a la filosofía profesionalmente hablando; sino también aquel que reflexiona permanentemente sobre las cosas de su diario vivir. En realidad es así. Día a día en nuestras vidas, somos testigos de ese filósofo que llevamos dentro, sobretodo en esos momentos en que nos encontramos “a solas consigo mismo”, y pensamos en la razón de nuestra existencia, del mundo, de nuestros objetivos y sentidos de vida, del trabajo, de nuestro pasado, presente y futuro. Cuando pensamos en las experiencias, en el amor, en nuestras creencias, en nuestros aciertos y errores, es entonces, cuando filosofamos. Así, la filosofía no seria solamente una práctica exclusiva de filósofos, sino una actitud de cualquier persona cuando somete su realidad al porque, al como, al cuando, al a donde y al para qué de su realidad y la de los otros. Dentro de esta perspectiva, la forma de reflexión podría diferenciarse: Unos se conforman a lo Romano, es decir a la reflexión que suscite de inmediato una consecuencia práctica y solucione un problema de inmediato; y otros se avocarían profesionalmente a una reflexión mas intensa, mas honda, mas profunda; Buscando los orígenes, las causas, las consecuencias de los acontecimientos, develando las paradojas, las contradicciones, estableciendo categorías, clasificando los elementos y relaciones con otros hechos. ¿A lo griego tal vez?, Si, esa puede ser una de las magníficas herencias académicas del rigor de la filosofía Griega. ¡Claro!, también de la romana pero con menos intensidad. Recordemos 7 Es como el campesino que aprende en la escuela el verso y la prosa, y descubre que durante muchos años fue prosista sin darse cuenta. 9 que “Roma conquista a Grecia con sus armas y Grecia conquista a Roma con su cultura”. xxx Es por eso, que la filosofía consiste además, en una constante invitación a esa reflexión profunda que suple de entrada las inconsistencias, los absurdos, e irracionalidades de esa reflexión no profunda que no nos deja vivir tranquilos, y como lo anotaba Sócrates en palabras de Platón: “Una vida Examinada es la única que merece ser vivida”. (Marinoff, 2000, p: 9) siglos después, el filósofo Henrry David Thoreau agregaría: “Ser filósofo no consiste en el mero formular pensamientos sutiles, ni siquiera en fundar una escuela (…) Consiste en resolver algunos de los problemas de la vida, no en el ámbito teórico, sino en el práctico;” (Marinoff, ob. cit., p: 15). Expresiones estas, que ratificarían el sentido y objetivo de nuestro trabajo. Es así como, consecuentemente, se consolida la perspectiva de nuestro estudio alrededor de la filosofía antigua, no hablo de cosas nuevas por supuesto, pero si, de la búsqueda de un sentido antiguo que desde sus orígenes a mantenido el quehacer filosófico en manos de los filósofos. UNIDAD 1 En Los Umbrales De la Filosofía Occidental CAPÍTULO 1 El origen, principio y nacimiento de la filosofía como forma elaborada y sistematizada del pensamiento, ha sido uno de los temas más sobresalientes de la historia de la filosofía. En consenso de los historiadores, y gracias a las iniciales ilustraciones de los posteriores (siglo V a.C.) filósofos griegos, se ubica el origen de la filosofía occidental con Tales de Mileto8 alrededor del siglo VII a.C. pero no resulta para ellos necesario someter a estudio las circunstancias históricas que alrededor de Tales antecedieron sus investigaciones. 8 Nació Tales en la ciudad de Mileto, aproximadamente en el 624 a.C., y murió en el 546 a.C. Tradicionalmente se ha considerado a Tales uno de los siete sabios de Grecia, siendo, junto con Solón, de los más citados en las diversas listas en que se los agrupaba. Las referencias acerca de su vida son confusas y contradictorias. Respecto a su propio origen, por ejemplo, unos le consideran de origen fenicio, habiendo sido 10 Fue posteriormente, en el periodo helenístico9, cuando algunos de los filósofos Alejandrinos10 plantearon desde sus análisis, los interrogantes necesarios para la investigación a fondo de los inicios de la filosofía. Fue evidente el común acuerdo entre todos ellos, de entender la filosofía como una nueva forma de pensar la realidad racionalmente; el mundo, sus orígenes y elementos constitutivos, dejando a un lado (no digo superando) las explicaciones de carácter mitológico que acerca del él se entendían como verdad gracias a una tradición oral y posteriormente escrita por Homero11 y Hesíodo12 principalmente. posteriormente hecho ciudadano de Mileto, y otros le hacen natural de Mileto y de sangre noble. En: http://www.webdianoia.com/presocrat/tales.htm 9 El periodo Helenístico (o alejandrino). Término con que se designa el período histórico comprendido entre la muerte de Alejandro Magno en el año 323 a.C. y la muerte de Cleopatra y Marco Antonio, al término de la batalla de Accio, en el 30 a.C. En: Enciclopedia libre universal en español: http://enciclopedia.us.es/index.php/Periodo_helen%EDstico 10 Entre ellos. Amelio, neoplatónico del siglo III a.C., nacido en Etruria. Amonio Saccas, filósofo de Alejandría del siglo III a.C., con frecuencia considerado el fundador de la Academia. Anaxarco, (gr. Ἀνάξαρχος) filósofo del siglo IV a.C. en Abdera. Arcesilao (aprox. 315-240 a.C.) fue escolarca de la Academia platónica. Crantor de Soli (aprox. 340-290 a.n.e.) fue miembro de la Academia platónica. Crates de Atenas (aprox. 270 a.C.) escolarca de la Academia platónica entre 270-264 a.C. Polemón, (aprox. 314276 a.C.) conocido como El Escolarca, fue director de la Academia platónica. Proclo (410-485). Filósofo griego, maestro de la Academia platónica. Defendió un neoplatonismo en el que predominan el carácter y la influencia de Plotino. En: http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Fil%C3%B3sofos_alejandrinos 11 Homero (en griego Ὅμηρος Hómēros) fue un poeta y rapsoda griego antiguo al que tradicionalmente se le atribuye la autoría de las principales épicas griegas —La Ilíada y La Odisea—, la épica menor cómica Batracomiomaquia («La guerra de las ranas y los ratones»), el corpus de los himnos homéricos, y varias otras obras perdidas o fragmentarias tales como Margites. Algunos autores antiguos le atribuían el Ciclo Épico completo, que incluía más poemas sobre la Guerra de Troya así como poemas tebanos sobre Edipo y sus hijos. En todo caso, no cabe duda que es el pilar sobre el que se apoya la épica grecolatina y, por ende, la literatura occidental. En: http://es.wikipedia.org/wiki/Homero 12 Hesíodo. (Ascra, hoy Palaioppanagia, actual Grecia, h. mitad s. VIII a.C.-id?,) Poeta griego. Después de Homero, es el más antiguo de los poetas helenos, y durante buena parte del siglo XIX la crítica llegó a dudar de su existencia real, aunque ésta parece fuera de toda duda en la actualidad. La familia de Hesíodo estableció su residencia en Beocia, procedente de Cumas (Eolia), lugar de origen de su padre. Poco se sabe de su vida; parece que fue fundamental en ella la enemistad con su hermano Perses a causa de la herencia paterna, y este tema abordó en su obra Los trabajos y los días. En: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/hesiodo.htm 11 No fue sino hasta el siglo XX, cuando múltiples interpretaciones, ya sustentadas por investigaciones científicas dieron respuestas mas aproximadas a la realidad, sobre el origen de la filosofía destacándose dos hipótesis principales. La primera, concerniente a los orígenes de la filosofía occidental en oriente, y la segunda, demostrando los orígenes griegos de la filosofía. Es importante a demás, antes de enunciar cada una de estás interpretaciones, tener en cuenta lo siguiente. Alrededor de los siglos VI y V a.C. se consolidaron por todo el mundo antiguo acontecimientos significativos y simultáneos en varias culturas. En China, Lao-Tse y Confucio; En la India, la sabiduría trascendental de Buda sobre el Ser y la Misericordia; en Persia, las profundas reformas a la religión que incluyeron a Ahra Mazda como dios del bien y a Ahrimán como el maligno de Zoroastro, doctrinas escritas en el libro Zend Avesta y, en Israel, las enseñanzas de Jeremías, Ezequiel y Daniel. Estos singulares acontecimientos relacionados directamente con la vida religiosa y espiritual de estas culturas, son el equivalente a la filosofía presocrática en el tiempo; y que dieron siglos después origen a la teoría denominada “tiempo-eje” del filósofo Alemán Jaspers (18331969); en la que sostiene que a lo largo de estos siglos, la humanidad sobrelleva un alto grado de crisis espiritual que la obliga, si se puede interpretar de esta manera, a ubicar sus actividades, sus pensamientos y acciones en general, a una dimensión espiritual, trascendente que la ubicaría en términos de desarrollo interpretativo de la realidad, en una dimensión mística y religiosa, superando una anterior concepción que partía de presupuestos naturales y mágicos del mundo. Según Jaspers, la humanidad despierta de un adormecimiento y padece una conmoción de carácter espiritual y místico13. Sobra decir, que ese extraordinario movimiento histórico no ocurrió en las lejanas tierras de América. Por supuesto que se reconocerían posteriormente las influencias directas de esos cambios, luego del desplazamiento de la cultura Europea hacia las tierras de América. 13 Comentado de http://clientes.vianetworks.es 12 Lección 1 Primera interpretación. Los orígenes de la filosofía occidental, ¿Están en Oriente? Los defensores de esta hipótesis, sostienen que la filosofía griega es producto de una influencia directa y recontextualizada de la cultura oriental; y que a través de los viajes por Babilonia, la India y el antiguo Egipto, los filósofos griegos conocieron de primera mano, las formas y maneras de interpretar el mundo en cuerpo y alma de sus pensadores. Recordemos a Pitágoras que habría ido igual que Platón a Egipto, Demócrito a Oriente; también encontramos como grandes viajeros a Tales, Anaximandro, Anaxímenes, Jenófanes de Colofón, y a Demócrito. Sabemos también de Pirrón, “que llegó a ser uno de los maestros mas respetados de la escuela escéptica, que realizó, un viaje a la India en compañía de un discípulo de Demócrito y que allí conoció a los gimnosofistas, los sabios desnudos del hinduismo (de los cuales ya habían traído noticias quienes regresaron de las campañas de Alejandro magno) cuya imperturbabilidad desafiante precedió y sin duda inspiró al Histrionismo14 de Diógenes” (Savater, 2001, p: 12). La hipótesis de los orígenes de la filosofía en oriente se remonta a los filósofos judaicos de Alejandría, (siglo I a.C.) afirmando que los principales filósofos griegos, a demás de aprender las ciencias (según Heródoto15 por ejemplo, la geometría había nacido en Egipto, a causa de la necesidad de medir la tierra y distribuirla entre sus propietarios después de las periódicas inundaciones del río Nilo. Otras tradiciones nos hablan de la aritmética en 14 De Histrión, 4. Persona que expresa con afectación o exageración propia de un actor teatral. Diccionario de la Real Academia De la Lengua. Vigésima Primera Edición. Madrid. 1992. Pág. 786. 15 Heródoto, (Grecia Halicarnaso 484 a.C. - 426 a.C.) Herodoto es considerado "el padre de la Historia". Su afán por conocer tierras y gentes le llevó a viajar por numerosos países: Egipto, Persia, Libia, la Magna Grecia, la Hélade... Durante dos años vivió en Atenas invitado por Pericles, estableciendo amistad con Sófocles. Su obra maestra es la "Historia" dividida en nueve libros dedicados a las musas, donde narra la historia de Persia y las Guerras Médicas. La obra está basada en la recopilación de tradiciones orales y escritas y en la versión directa de los hechos, interesándose por la observación de aspectos curiosos de hombres y pueblos. En: http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/personajes/4310.htm 13 Egipto, y la astronomía en Babilonia) y técnicas manuales (metalurgia, agricultura etc.), también aprendieron sus concepciones filosóficas personales. La de los filósofos alejandrinos, resulta de la polémica con las escuelas filosóficas griegas qué, con el ánimo de desacreditarlas, colocan en circulación la tesis del origen oriental de la filosofía. Agreguemos a esto, “que la noción, fue sugerida en una edad dominada por el interés religioso, por la creencia de que los pueblos orientales estaban en posesión de una sabiduría originaria y por el deseo de vincular a tal sabiduría las principales manifestaciones del pueblo griego”16. De igual forma, los padres apologistas cristianos17 que, “con intención polémica similar a la de los filósofos alejandrinos, los primeros padres apologistas del cristianismo, airean la hipótesis del origen oriental de la filosofía, hipótesis que posteriormente no será mantenida por la filosofía cristiana occidental”18. Así pues, si pensamos en la filosofía como el resultado de una visión eminentemente racional, salta a la vista, por ejemplo, que la nombrada “astronomía Babilónica decae en astrología como forma de adivinación basada en la lectura sistemática de los astros, y la aritmética Egipcia no supera nunca el estadio de las matemáticas” sistematizadas y racionalmente elaboradas de los griegos. No podemos desconocer los grandes avances de los pueblos orientales ni tampoco los extraordinarios progresos del Antiguo Egipto. Pero resulta inequívoca la influencia directa que sobre estos adelantos se esgrimieron alrededor de la religión y el pensamiento mítico. Es decir, cualquier pueblo o cultura, dispone de un gigante aparato mitológico cuya 16 Gemma, Muños Alonso, (1982) entre otros copiladores. Historia del Pensamiento. Filosofía Antigua. Ed. SARPE. S.A. Barcelona. P: 13-14. 17 Se ha dado el título de «Apologistas» o «Apologetas» a los Padres, en su mayoría griegos, que desde la mitad del s. II hasta entrado el III se dedicaron sobre todo a defender con sus escritos el cristianismo de cara a los paganos. Son una generación que sigue a la de los P. Apostólicos (v. II); pero como género literario la «apología» antipagana sigue despierta durante todo el periodo de las persecuciones aun entre P. que no llevan el título de Apologistas, como Clemente de Alejandría (v.), Orígenes (v.), Eusebio de Cesarea (v.) y S. Atanasio (v.). En: http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=11182&cat=religioncristiana 18 Foros de conocimientos Web. (2006) sep 25. en: http://www.conocimientosweb.net/foros/viewpost.9216.html 14 estructura explicativa es similar. “Un mito es un relato acerca de los orígenes, una narración, no una solución a un problema; puede referirse al origen del mundo, o al origen de un objeto particular, o de una clase específica de animales, etc. Al mismo tiempo que narra, sitúa al hombre en la realidad, le asigna un papel, una función, un sentido, por lo que adquiere también una función social: hacer inteligible el orden social. La existencia de esta forma de pensamiento está atestiguada en todas las civilizaciones, y también, por supuesto, en la griega. De especial importancia para la comprensión de la aparición de la filosofía pueden ser los mitos de Hesíodo que encontramos especialmente en la teogonía. En todo caso, esas explicaciones míticas acerca del origen, comunes a todas las civilizaciones, poseen unas características también comunes que contrastan con las características del pensamiento filosófico: el recurso a entidades sobrenaturales para explicar ese origen, y el recurso a una lógica ambivalente, permitiendo que el mismo elemento o la misma entidad se comporte ya sea como un dios, ya sea como un elemento natural, estarían entre las más significativas. El rechazo de estas características, será propio de la filosofía. Y tal rechazo no parece producirse en la llamada filosofía oriental19. La filosofía entonces así vista, conllevaría desde sus entrañas una postura clara frente, y en contra de las explicaciones de carácter mitológico. Resultaría entonces contradictoria la hipótesis del origen de la filosofía en oriente puesto que ésta, está parada en supuestos religiosos y de tradición. En cambio la filosofía griega sobre supuestos racionales. Desde los presocráticos, la filosofía “nace de un acto fundamental de libertad, frente a la tradición, costumbres y cualquier creencia aceptada como tal. Su fundamento consiste en que el hombre no posee la sabiduría, sino que debe buscarla: no es Sofía, sino filosofía. Amor a la sabiduría. Indagación directa para rastrear la verdad más allá de las costumbres, de las tradiciones, de las apariencias. Con esto, el problema mismo de la relación directa entre la filosofía griega y la cultura oriental pierde todo su significado” 20. (Gemma, Muños, 1982. ob. cit. p: 12) 19 En: www.webdianoia.com/presocrat. Gemma, Muños, Alonso, entre otros copiladores. Historia del Pensamiento. Filosofía Antigua. SARPE. S.A. Barcelona. 1982. Pág. 14 20 15 Lección 2 Segunda interpretación. ¿Fue Grecia la cuna de la filosofía? La filosofía es creación única y exclusivamente del pueblo griego. Dentro de esta hipótesis podemos destacar, tres interpretaciones importantes de teóricos contemporáneos. Para F. M. Cornford, el nacimiento de la filosofía griega es el resultado consecuente de la religiosidad y mitologización del pueblo griego. La filosofía entonces, es solo una etapa evolutiva del mito griego. Para Cornford existe "una continuidad real entre la primera especulación racional y las representaciones religiosas que entrañaba" de tal modo que "las maneras de pensar que, en filosofía, logran definiciones claras y afirmaciones explícitas ya estaban implícitas en las irracionales intuiciones de lo mitológico".21 Cornford, destaca a Hesíodo como el sistematizador de la mitología griega y es basa fundamental en términos estructurales de la filosofía griega desarrollada posteriormente. Homero y Hesíodo son para el autor, los educadores del pueblo griego, y en especial el segundo permite las primeras conceptualizaciones de categorías posteriores utilizadas por la filosofía griega. Moira (hado, destino), diké, (justicia), physis, (naturaleza), nomos (ley) entre otros, que proceden del espíritu religioso y mítico del mundo griego antiguo. La interpretación de J. Burnet, en su libro “La aurora de la filosofía griega”22, el autor destaca la genialidad del pueblo griego en la cual se inscribe el preludio de la filosofía como creación y surgimiento espontáneo, abrupto y radical, obviando el contexto en que se desarrolla. Para J. P. Vernant (1973) en “Mito y pensamiento en la Grecia antigua”23 destaca la importancia contextual del surgimiento de la filosofía en Grecia (desarrollo político, aspectos culturales y cultura). 21 Cornford, F.M. (1984). De la religión a la filosofía. Barcelona. Burnet, J. (1974). La aurora de la filosofía griega. Ed. Argos. México. 23 Vernant, Jean Pierre. (1973). Mito y pensamiento en la Grecia antigua. Ed. Ariel. Barcelona. 22 16 Para Vernant, la no existencia de una casta sacerdotal propia de otras civilizaciones en el mismo tiempo que impiden la instauración dogmática de una entidad religiosa omnipotente, la construcción de la ciudad (polis) como epicentro de las actividades principales a donde se generan las relaciones entre individuos “ciudadanos” que intercambian, a demás de actividades propias de la economía, discursos, ideas e interpretaciones enmarcadas en el juego dialéctico de interpretaciones, y no solamente, dentro de tesis limitadas a discusiones que parten de principios de carácter religioso. El predominio de individuos sabios y libres para expresar sus ideas, que se diferencian de otros individuos porque, además de poseer en su práctica el elemento de carácter místico, también se dedican a la medicina, la música, la poesía, y puede enseñar a otros. El desarrollo de una escritura alrededor del siglo VII a.C. acompañada de una gama de escritores y textos de diversa temática; definen apropiadamente la base para el surgimiento de una nueva forma de concebir el universo y el andamiaje de significados que fueron elaborándose paulatinamente hasta la aparición de los primeros filósofos presocráticos. Para este autor, La estructura del mito hesiódico (en la "Teogonía") sirve de modelo a toda la física Jonia, siguiendo a Cornford. En este entramado mitológico, “en efecto, la realidad se genera a partir de un estado inicial de indistinción, por segregación de parejas de contrarios que interactúan hasta acabar configurando toda la realidad conocida. Existen pues tres momentos fundamentales en el discurrir de la narración: 1) 2) Se parte De él de un brotan, estado por de indistinción segregación, del parejas elemento de originario. contrarios. 3) Conforme a un ciclo siempre renovado se produce una continua interacción de contrarios”. 24 24 En: http://www.webdianoia.com/his_fil/origen.htm 17 Lección 3 El Origen de la filosofía en Grecia. Del mito al logos. Dentro de la diversidad interpretativa que encontramos en la historia de la filosofía, el tema que en particular hace referencia al nacimiento de la filosofía en Grecia, está estrictamente relacionada con la prevalencia25 del logos26 sobre el mito27. En consenso, el nacimiento de la filosofía da sus inicios con la consolidación de una nueva forma de comprender y observar el mundo ya no bajo presupuestos mitológicos que en el caso griego fue organizado en especial, en las obras de Homero28 y Hesíodo como lo enunciamos anteriormente. Homero, en sus poemas épicos, elabora un ordenamiento de la variable gama de divinidades que habitan el cosmos imaginario griego, estructurando de forma poética un 25 Me niego a decir “superación” –del logos sobre el mito-. El mito, como invención natural y manifestación estrictamente humana que prevalece aun según las investigaciones de la psicología, la antropología, la sociología, la psiquiatría; ha estado siempre presente a lo largo de la historia humana. En: May, Rollo, (1984). La necesidad del mito. Ed. Paidòs. 26 Logos. El término en relación con el mito, hace referencia a la razón, al conocimiento, al argumento que habita en el mundo y que debe ser usado por los hombres para debelar la naturaleza de las cosas. “En Heráclito el logos es la Razón que domina el Universo y que hace posible la existencia de orden y regularidad en la sucesión de las cosas; pero es también algo presente en nosotros y que debe servirnos como guía para nuestra conducta y como instrumento para el conocimiento. Los estoicos recogen esta tradición heracliteana al considerar que el Logos es el principio divino que crea, domina y dirige la Naturaleza y el Universo entero. En la misma línea, la teología judía y cristiana enriquece el concepto con características propias. En el Cuarto Evangelio aparece el logos o Verbum o la Palabra, pero atribuyéndole una dimensión personal ajena al concepto griego”. En: http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-lafilosofia/Filosofiagriega/Presocraticos/Logos.htm Para nuestro propósito dentro de una perspectiva no en exceso rigurosa, la palabra logos puede entenderse como razón que permite la organización no religiosa propia del mito. 27 Para una bibliografía complementaria sobre la relación entre mito y logos, ver: Bibliografía sobre los presocráticos. 1. Historia, enciclopedia y repertorios bibliográficos. en: http://www.filosofia.org/cur/pre/pre03.htm 28 Homero (Esmirna 725 a.C.): Nada seguro se sabe sobre su vida. Muchas ciudades se disputaron el honor de ser su patria. Existe una tradición que le supone ciego, pero este detalle es puramente legendario. Fue jonio, es probable que naciera en Esmirna, viviera en Quíos y muriera en Ios. Heródoto supone que vivió hacia 850 a. J.C.; nadie ha rebatido esta fecha. Se le considera autor de la Ilíada y de la Odisea, que suman, entre las dos, 27.800 versos. Los himnos homéricos y la Batracomiomaquia, que también le fueron atribuidos, son posteriores. La gloria de Homero fue inmensa. Ningún poeta ha sido objeto de una admiración tan constante y tan ferviente. En: http://www.mgar.net/docs/homero.htm 18 universo teológico ordenado. La influencia Homérica y la forma de expresar la religiosidad cosmológica, influenciaría de forma directa al pueblo griego. En los diversos episodios Homéricos, es narrado un permanente conflicto entre dos entidades con igualdad representativa: el héroe, por un lado y los dioses que constituyen una voluntad diferenciada y poderosa que recae sobre los mismos hombres. Estos, constantemente expuestos a la sorpresa que suscitan los acontecimientos de la realidad son, para los griegos “títeres de los designios divinos”. Homero describe a lo largo de sus obras normas y deberes que sirven de guía y orientación. Los supuestos, definirán y permitirán la construcción de ejes categóricos sobre los que se enmarcan los presupuestos de una prefilosofía y en especial lo que se ha denominado la formación del espíritu griego. En cuanto a la obra de Hesíodo (las teogonías, o nacimiento de los dioses), se identifica un carácter completamente diferente. Es un racionalizador de los mitos, no hay en él asomo de entusiasmo religioso, y si un afán de sistematicidad y organización genealógica de las divinidades griegas. Los primeros filósofos ordenaron la realidad directamente sobre el modelo hesiódico según Vernant, como lo vimos en el capítulo anterior. Lección 4 La experiencia de lo sagrado en Mircea Eliade Desde un estudio pormenorizado de las religiones a lo largo de la historia, Mircea Eliade avanza en la comprensión del aspecto universal de lo religioso, por cuanto halla en él una manifestación de la unidad de la conciencia humana. Hay un homo religiosus que en la multiplicidad de formas religiosas busca una misma y primordial relación con lo sagrado. Y es más, esta relación manifiesta en parte lo más humano del hombre. La historia de las religiones se convierte así en una fenomenología de la experiencia religiosa y una hermeneútica de las formas en las que se vive dicha experiencia. Las distintas religiones en las distintas épocas de la historia son distintas posibilidades de una misma experiencia de pensamiento. 19 Lo religioso existe porque hay una estructura de la conciencia humana basada en la relación con lo sagrado. No se trata de un estadio más de la humanidad, sino de un constituyente de la conciencia humana. Explicar desde fuera tal experiencia se presenta como tarea imposible, pues no podría dar cuenta de su verdadera razón de ser. La comprensión de lo religioso implica la aceptación de su propia significación: lo sagrado es la dimensión humana -en cuanto experiencia subjetiva y en cuanto relidad objetiva que motiva esa experiencia- de inserción en una totalidad que permite al hombre tomar conciencia de que es tal hombre. El hombre se halla enfrentado a una situación límite que le configura: la historia, el devenir, la fugacidad temporal. Ante esa experiencia límite (limitadora y situadora) el hombre se capta como algo efímero y se ve empuja a salir de esa finitud, superar esa condición histórica. El pensamiento socorre al hombre en su huida hacia delante. Pero el pensamiento religioso da un paso más y afirma al hombre en la existencia por su relación con la realidad de lo sagrado. A través de los procesos de iniciación: mito y rito, el hombre es comprende a sí mismo y su situación en el mundo, sobre la seguridad de que es lo sagrado lo que sostiene toda la realidad. La sacralidad es fuente de lo real, sustrae al hombre y al mundo de un devenir incierto y afirma la existencia sobre un cimiento de realidad que llena de significado toda la experiencia humana. Por eso lo sagrado es ante todo poder (Van der Leew), fuerza que no sólo subsiste como algo diferente, totalmente otro (Rudolf Otto), sino que da consistencia a todo lo demás. Lo que no es sagrado es profano, inconsistente por sí mismo, fenoménico frente a la esencialidad última de lo sagrado. Esta ruptura ontológica entre lo sagrado y lo profano es vivida en las iniciaciones como paso al nivel de lo verdaderamente real. La historia de las religiones estudia las manifestaciones de lo sagrado, las hierofanías, cuya comprensión es vía de comprensión de todo el fenómeno religioso. Hay una dialéctica por la que lo sagrado se manifiesta siempre a través de lo profano, arrancando una parcela de la realidad profana y transformándola sin por ello reducirse a ella. Lo sagrado se muestra en la hierofanía, en la realidad que hace de sino suyo, como presencia significada. Espacios y tiempos sagrados apuntan al centro de todo y al tiempo fundante, ambos esenciales frente a 20 todo lo que no es esencial. Mitos y ritos permiten pasar de nuestra realidad al punto focal de toda realidad. Es el pensamiento simbólico el que permite interpretar el significado de las formas religiosas, de los mitos y los ritos. Pero para ello es necesaria una hermeneútica propia basada en pasar de la explicación -traducción de un fenómenos aun lenguaje común- a la comprensión o captar lo que la cosa es desde ella misma. El símbolo no es un concepto ni una forma de especulación, sino que permite captar directamente el misterio consistente en que las cosas, tienen un comienzo que nos sugiere lo que las precede, algo que concierne de forma fundamental a la existencia humana. El símbolo se dirige pues a la existencia para hacerle reconocer un sentido que sólo ella puede vivir en solidaridad con el cosmos, por eso tiene el símbolo una dimensión religiosa y por eso la experiencia religiosa se expresa y comprende simbólicamente. Como expresión privilegiada del pensamiento simbólico tenemos el mito, cuyas palabras se enraízan en el misterio y facilitan la irrupción de lo divino en el mundo. Las historias que cuentan los mitos relacionan al hombre con lo absoluto y lo sitúan y fundamentan en la existencia, precisamente por su relación con lo absoluto. Los momentos y gestos que trasmiten los mitos (especialmente el momento del origen) son paradigmas, modelos que traspasan la historia. Así las cosas, la historia de las religiones no se puede quedar en contar las variedades de las formas religiosas, sino que ha de ser exploración de la experiencia religiosa del hombre, contribuyendo al conocimiento de las profundidades de la humanidad, donde lo religioso está presente como primera estructura del existir humano en el mundo. Por esa línea, el estudio de las religiones ayuda a comprender qué somos, y en ese sentido forma parte de la empresa necesaria de fundar un nuevo humanismo, basado en parte en el reencuentro con la dimensión de lo sagrado. En historia de las religiones, “toda” manifestación de lo sagrado es importante. Todo rito, todo mito, toda creencia o figura de divina refleja la experiencia de lo sagrado, y por ello mismo implica nociones de “ser”, de “significación” y de “verdad”. Como ya dije en otra ocasión, <<resulta difícil imaginar cómo podría funcionar el espíritu humano sin la 21 convicción de que existe algo irreductiblemente “real” en el mundo, y es imposible imaginar cómo podría haberse manifestado la conciencia sin conferir una “significación” a los impulsos y a las experiencias del hombre. La conciencia de un mundo real y significativo está íntimamente ligada al descubrimiento de lo sagrado. A través de la experiencia de lo sagrado ha podido captar el espíritu humano la diferencia entre lo que se manifiesta como real, fuerte y rico en significado, y todo lo demás que aparece desprovisto de esas cualidades, es decir, el fluir caótico y peligroso de las cosas, sus apariciones y desapariciones fortuitas y vacías de sentido>>{La nostalgie des Origines, 1969}. En una palabra, lo “sagrado” es un elemento de la estructura de la conciencia. En los niveles más arcaicos de la cultura, “el vivir del ser humano” es ya de por sí un “acto religioso”, pues tomar el alimento, ejercer la sexualidad y trabajar son actos que poseen un valor sacramental. Dicho de otro modo: ser -o más bien hacerse- “hombre” significa ser “religioso” {Historia de las creencias y de las ideas religiosas, vol.I, Prefacio, p.15}. Lección 5 Rasgos de la Filosofía Antigua Si hubiera que buscar un rasgo distintivo de la filosofía antigua tendríamos que señalar, preferentemente, la preeminencia del objeto. En el punto de partida de la reflexión filosófica se encuentra, desde Tales de Mileto, la aceptación de que existe algún tipo de realidad objetiva a la cual ha de ceñirse el conocimiento. Dicha realidad puede consistir en un elemento físico, material, como ocurre en la Escuela de Mileto y, en general, entre todos los filósofos presocráticos, (incluyendo el "número" de los pitagóricos, quienes al parecer lo concebían como una entidad material); o puede consistir en un elemento inmaterial, como las Ideas de Platón. Pero sea como fuere, la búsqueda del "arjé", de la primera causa objetiva de la realidad, determinará las subsiguientes interpretaciones de lo real. Todos los demás problemas filosóficos estarán, de alguna manera, subordinados a este. El cambio de orientación en la investigación filosófica que impondrán los sofistas, dirigiendo sus investigaciones hacia al lenguaje, el hombre y la sociedad, no altera la predisposición a aceptar "ingenuamente", como se ha señalado en numerosas ocasiones, la existencia de una 22 realidad objetiva, independiente del hombre que la piensa, y a la que ha de ceñirse todo lo existente, incluido el pensamiento mismo. Capítulo segundo Lección 1 Los primeros Pensadores griegos Es evidente según lo planteado anteriormente, las diversas interpretaciones de carácter mítico que en la antigüedad manifestaban las diversas formas culturales que desde el lejano y próximo oriente hasta las cosmogonías de la Grecia arcaica pretendían responder a las preguntas sobre el origen, desarrollo y fin de las civilizaciones. “Estas diversas teorías, describían la historia del origen del mundo, como una lucha entre entidades personificadas. Eran génesis en el sentido bíblico “libro de las generaciones” destinado a devolver a un pueblo el recuerdo de sus antepasados y a vincularlo con las fuerzas cósmicas y las generaciones de los dioses. Creación del mundo, creación del hombre, creación del pueblo, este es el objetivo de las cosmogonías”. (Hadot, 1998. p: 22) Los primeros pensadores griegos no fueron ajenos a esa forma de interpretación que sucumbía las entrañas de lo originario, de lo primerísimo del cosmos, pero con una gran diferencia: las representaciones de los primeros filósofos y sus explicaciones no partían de supuestos narrativos míticos y de luchas entre elementos personificados (los dioses y divinidades que representaban elementos materiales, el agua, la selva, el sol etc.), sino por el contrario, partían de supuestos racionales en donde la lucha ya no era entre elementos sino entre realidades materiales y “físicas y el predominio de una sobre las demás. Esta transformación radical se resume por otra parte en la palabra griega phusis, que, originariamente, significa al mismo tiempo el comienzo, el desarrollo y el resultado del proceso mediante el cual una cosa se constituye. El objeto de su procedimiento intelectual, procedimiento que llaman indagación, es la historia e la phusis universal. Las teorías racionales, en toda la tradición filosófica griega, serán influenciadas por este esquema cosmológico.” (Hadot, 1998. p: 22). 23 Es así como, los primeros pensadores de la Grecia antigua inician un extraordinario y único aconteciendo en la historia del pensamiento occidental que sería la base, fundamento y estructura discursiva que determinaría la historia de la filosofía. Lección 2 Sobre el término filosofía en la Grecia arcaica. Cuenta Heródoto que el rey Creso al recibir al viejo solón en Sardes, le dirigió las siguientes palabras: “Huésped Ateniense, llegaron muchos dichos a nosotros sobre ti, acerca de tu sabiduría y de tu andar de acá para allá, y que filosofando recorriste tantas tierras por ver cosas” (Savater, ob. Cit., p: 12). Los viajes de Solón29, tenían por objeto conocer tierras lejanas, costumbres diferentes y cosas diversas a su ciudad natal. Es entonces Heródoto uno de los primeros en usar el término philosopheon, para describir una actividad propia de hombres que buscan el conocimiento. . 29 Solón. (Atenas) 639 a.C. - 560 a.C. Miembro de una de las más nobles familias atenienses, la de los Medóntidas, Solón dedicó su juventud al comercio. Gracias a sus viajes consiguió una interesante fortuna y una magnífica formación cultural, lo que le valió el reconocimiento como uno de los Siete Sabios de Atenas. La tensa situación entre Atenas y Megara desencadenó en una guerra abierta cuyos resultados no eran satisfactorios para Atenas. A esta delicada situación exterior debemos unir el descontento popular. Los nobles eligieron a una persona con suficiente prestigio como Solón como arconte (594 a.C.) para impulsar una serie de reformas. Sus primeras medidas fueron de carácter social al condonar las deudas de los campesinos, rebajar los tipos de interés y proteger la pequeña propiedad, evitando la formación de latifundios. La sociedad fue dividida en cuatro clases dependiendo de la fortuna, con el fin de limitar los poderes de la aristocracia. Para fortalecer la democracia se creó un tribunal popular formado 4.000 ciudadanos de todas las clases, al que podían apelar todos los ciudadanos, fiscalizando de esa manera las decisiones de los poderes públicos. Puso en marcha un plan encaminado a fomentar el comercio y la industria, atrayendo para ello a extranjeros, fijando pesos y medidas y estableciendo una moneda estable y fuerte. Cuando Solón abandonó el poder la aristocracia volvió a recuperar buena parte de sus poderes lo que provocó el regreso a la tensión social al reclamar las clases populares sus derechos. Solón también fue poeta, destacando sus elegías de carácter didáctico, como la de Salamina, donde conmina a sus conciudadanos a la conquista de la isla. En: http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/personajes/4224.htm 24 “Es casi seguro que los presocráticos del siglo VII y VI a.C. Jenófanes o Parménides por ejemplo, y hasta quizás, según algunos testimonios antiguas pero muy discutibles, Pitágoras y Heráclito, no conocieron el adjetivo philosophos ni en verbo philosophein (filosofar), y con mayor razón philosophia”. (Hadot, ob. cit., P 27). Pero de igual forma, se venia configurando una actividad que inicialmente caracterizaba a viajeros y errantes “Etimológicamente, la palabra filosofía procede de los términos griegos philein (amar, aspirar) y sophia (sabiduría) por lo que su significado sería amor o aspiración a la sabiduría. Numerosos autores antiguos consideran a Pitágoras como el inventor del término ya que en su viaje por Grecia fue interrogado por el tirano Leonte de Fliunte sobre su profesión a lo que él respondió que no era sabio sino amante o buscador de la sabiduría (filósofo)”30. Lección 3 Los primeros filósofos griegos, los Presocráticos. Fueron denominados por la tradición, filósofos presocráticos (por referencia anterior a Sócrates), aquellos pensadores griegos que como lo anotamos anteriormente, hicieron una ruptura en la forma de interpretar el mundo desde procedimientos racionales en contraposición a los empleados tradicionalmente que partían de supuestos mítico religiosos, alrededor del 640 al 360 a.C. 30 En: www.artehistoria.com/historia/contextos/550.htm 25 Imagen de: http://es.wikipedia.org En términos generales el problema fundamental de los filósofos presocráticos consistió en la búsqueda del arjé (origen, principio) de las cosas que son comunes a todas. “A pesar de la variedad aparente de todos los seres, intuyeron una unidad subyacente y profunda y se dedicaron a buscar la naturaleza y la causa de esa unidad, su preocupación gira en torno a la naturaleza, observan los fenómenos y advierten en ellos ciertas repeticiones, ciertas constantes, que pueden hoy denominarcen leyes”. (Ipiña, 1997. p: 19). Las investigaciones de los presocráticos giran alrededor de la naturaleza exclusivamente, (a pesar de las consideraciones de Tales como lo veremos mas adelante) y por primera vez hacen especulaciones concibiendo las cosas de la naturaleza como una unidad posible (mundo). Podemos agregar que existen problemas comunes en los pensadores presocráticos pero el principal de ellos, sin duda alguna es el problema cosmológico. Es además claro, que fueron los primeros en establecer una diferenciación entre el hombre y la naturaleza he intentaron una objetivación de ella como base y fundamento de la investigación científica posterior. 26 Lección 4 La escuela jónica Aristóteles denomina a los jónicos o físicos a aquellos pensadores que se situaron alrededor de la ciudad de Mileto. Cuyos principales representantes destacados fueron: Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Lección 5 Tales de Mileto (624/23 – 546/45 a.C.) El agua es el elemento original Es considerado por la tradición como uno de los siete sabios de la antigüedad. Contemporáneo de Solón y el rey Creso. Fue político, astrónomo, matemático, físico y filósofo. 27 Muchas son las anécdotas que pueden relatarsen de él, a demás de predecir un eclipse de sol (alrededor del 28 de marzo del 585) y descubrir las propiedades del imán, cuenta Platón que alguna vez por estar observando un eclipse solar se cayo a un pozo. Aristóteles cuenta que su habilidad para negociar le permitió predecir la abundancia de aceitunas arrendando los molinos para posteriormente subarrendarlos a precios más altos de lo normal. No se conocen escritos de él, y lo que nos permite saber de su existencia es la referencia que hace Aristóteles de su obra. Para tales, “el principio es el agua, por el cual afirmaba también que la tierra, se sostiene sobre el agua; quizás sus razones eran que al ver el alimento de toas las cosas es húmedo y que lo cálido se engendra y vive en la humedad; pues aquello de que todo se engendra es el principio de todo. Por eso siguió tales conjeturas y también porque las semillas de todas las cosas son de naturaleza húmeda y el agua es para lo húmedo el principio de su naturaleza”. (Gemma, 1988, p: 27). Para Aristóteles, la creencia que el principio de todo es el agua, dice, es antiquísima presente en la obra Homérica. A lo mejor, agrega, lo único original de él es la idea que toda la tierra es sostenida sobre el agua. 28 Capitulo 3 Lección 1 Anaximandro de Mileto (610/9 – 546/45) El apeirón o lo indeterminado Contemporáneo de Tales. Fue político y astrónomo. Es considerado el primer escritor filosófico de Grecia. Uso por primera vez el término arjé (arché - principio) para referirse a la sustancia que lo origina todo y a diferencia de Tales, lo encontró en el infinito y eterno (apeirón). Este elemento a demás de originar todas las cosas, las contiene (gobierna) y disuelve al final de su existencia. El apeirón es elemento divino y no es compuesto por todos los elementos, en él se concentran todos conformando unidad indiferenciada (aóriston). Para Tales, el elemento original es el agua (materia identificada, observable), El apeirón, no constituye en sí materia, por eso su denominación divina. Para Anaximandro, de él apeirón se separan cada una de las cosas gracias a la fuerza infinita en que se sustenta, cada cosa es creada gracias a la fuerza intrínseca de los contrarios, cálido y frío, seco y húmedo, etc. El apeirón es elemento incorruptible, indeterminado, que a diferencia de Tales, sostiene que el principio de las cosas no puede ser algo que se pueda definir fácilmente. 29 Lección 2 Anaxímenes de Mileto (585 – 524 a.C.) El aire es la sustancia Fue quizás discípulo de Anaximandro, que a diferencia de su maestro concreta la idea del apeirón en un elemento concreto: el aire, del que se desprenden todas las cosas debido a los procesos naturales de condensación y expansiones sucesivas de los elementos de la naturaleza. El aire posee las mismas características del apeirón de Anaximandro, la infinitud y el movimiento perpetuo que animan al mundo cíclicamente haciendo nacer las cosas y, de nuevo conformándolas luego de su desaparición. 30 Lección 3 Heráclito de Éfeso (544 – 484 a.C.) El cambio incesante de las cosas Heráclito, de familia noble, fue contemporáneo de Parménides. Se le atribuye la obra: “Acerca de la naturaleza” elaborada por aforismos y sentencias a veces de difícil comprensión, lo que le dio el sobrenombre del oscuro. Según la historia de la filosofía, la especulación de la escuela jónica, culmina en la doctrina de Heráclito. El principal aspecto de su obra jira alrededor del devenir de las cosas que pasan. “El mundo es un flujo perpetuo: no es posible meterse dos veces al mismo río no tocar dos veces la misma sustancia mortal en el mismo estado; a causa de la velocidad del movimiento, todo se dispersa y se recompone de nuevo, todo viene y va” (Gemma, 1982. p: 30). La sustancia o principio de lo existente es el fuego, que debe explicar en su esencia el inicio y fin de las cosas del mundo. Pero el fuego no debe entenderse no solo como sustancia material, sino como sustancia transformadora. El fuego es “un principio activo, inteligente y creador. Este mundo, que es el mismo para todos, n ha sido creado por ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que fue siempre, es y será fuego eternamente vivo que se enciende según un orden regular. Asi que el cambio es un salir del fuego o un retorno al 31 mismo” (Gemma, 1982, p: 30). La salida y el retorno se producen, según Heráclito a dos situaciones: a. “la oposición de elementos contrarios, que es interpretada por Heráclito como tensión o guerra entre los elementos. ("Conviene saber que la guerra es común a todas las cosas y que la justicia es discordia y que todas las cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad.") Ahora bien, esa "guerra" está sometida a: b. una ley universal, el Logos, (que podemos interpretar como razón, proporción...) que regula todo el movimiento de la realidad conduciéndolo a la armonía, y unificando así los elementos opuestos; de donde se sigue la afirmación de la unidad última de todo lo real. ("No comprenden cómo esto, dada su variedad, puede concordar consigo mismo: hay una armonía tensa hacia atrás, como en el arco y en la lira".)”31 Leccción 4 Fragmentos de Heráclito. Según la ordenación realizada por Marcovich y, la ordenación de G.S. Kirk Frg 1 (1) De esta razón, que existe siempre, resultan desconocedores los hombres, tanto antes de oírla como tras haberla oído a lo primero, pues, aunque todo ocurre conforme a esta razón se asemejan a inexpertos teniendo como tienen experiencia de dichos y hechos; de éstos que yo voy describiendo, descomponiendo cada uno según su naturaleza y explicando cómo se halla. Pero a los demás hombres les pasa inadvertido cuanto hacen despiertos, igual que se olvidan de cuanto hacen dormidos. 3 (17) No entienden los más las cosas con las que se topan, ni pese a haberlas aprendido las conocen, pero a ellos se lo parece. 31 En: http://www.webdianoia.com/presocrat/heraclito.htm 32 26 (50) No escuchándome a mí, sino a la razón, sabio es reconocer que todas las cosas son una. 27 (51) No comprenden cómo lo divergente converge consigo mismo; ensamblaje de tensiones opuestas, como el del arco y el de la lira. 28 (80) Preciso es saber que la guerra es común; la justicia, contienda, y que todo acontece por la contienda y la necesidad. 33 (60) Camino arriba, camino abajo, uno y el mismo. 51 (30) Este orden del mundo, el mismo para todos, no lo hizo dios ni hombre alguno, sino que fue siempre, es y será fuego siempre vivo, prendido según medida y apagado según medida32. Lección 5 Imposibilidad del conocimiento según Heráclito Este dinamismo extremo tiene como consecuencia importante la imposibilidad del conocimiento por dos razones: Todo proceso de conocimiento necesita un período de tiempo, y durante este tiempo el objeto cambia, dejando de ser lo que era. Durante este periodo de tiempo, también el sujeto cambia pasando a ser otro ser. El Logos Dentro de este dinamismo expresado en la lucha de contrarios podemos encontrar la influencia del pensamiento de Anaximandro, y como éste, también necesita la existencia de un elemento que sea el encargado de posibilitar esta lucha de contrarios, así afirma la 32 Según la versión de: Bernabé, Alberto. (1998). De Tales a Demócrito, Ed. Alianza. Madrid 33 existencia del Logos, similar a la Justicia Cósmica de la que nos hablaba Anaximandro. Afirma la existencia de un arkhé, el cual debe ser, naturalmente, un elemento dinámico y lo encuentra en el Fuego, así pues, para Heráclito, la sustancia material que es el origen del universo dinámico es el fuego. Importancia de Heráclito Heráclito será uno de los autores Presocráticos más importantes ya que influirá notablemente sobre Platón, y será uno de los elementos clave de una polémica sobre el movimiento o el cambio, junto con Parménides, polémica que se centrará el pensamiento filosófico cerca de 150 años, y que no será solucionada definitivamente hasta la obra de Aristóteles. Unidad 2 La Escuela Pitagórica Imagen de: http://images.google.com La escuela pitagórica, fue fundada por Pitágoras de samos en Crotona sur de Italia, hacia el año 530 a.C. Es considerada como la primera que sienta las bases para la conformación de las ciencias matemáticas. Alrededor de la escuela pitagórica se han tejido infinidad de comentarios al respecto que van desde un rígido nivel convivencia familiar, con claras normas de convivencia que rayan 34 en el autoritarismo hasta narraciones que vinculan su actividad con elementos místico religiosos. Los bienes de la escuela eran de carácter comunitario, sus miembros, obedecían al rigor alimenticio y selecto de la comida vegetariana; su forma de vestir debía ser sencilla y el tiempo de sus prácticas debía en su mayoría concentrarse en el estudio de los números. “La escuela pitagórica es conocida por el Teorema de Pitágoras, sus conocimientos sobre la armonía musical, los números primos y sus conocimientos sobre astrología. Como no se llevaban actas escritas, solo se conocen los resultados presentados por terceros, de manera que no queda claro si fueron producto de Pitágoras mismo, de otros miembros de la escuela o el resultado de un esfuerzo colectivo”33. Los postulados de escuela pitagórica pueden resumirse en cinco puntos básicos: 1. En su forma más profunda, la realidad es de naturaleza matemática 2. La filosofía sirve para la purificación espiritual 3. El alma puede alcanzar la unión con el divino 4. Ciertos símbolos tienen significado místico y 5. Todos los miembros de la orden deben conservar lealtad y secreto estricto. Debido al reconocimiento obtenido por los miembros de la escuela y su influencia política, la escuela generó muchos enemigos hasta que por el año 500 a.C. fue incendiada. Los miembros de la escuela pitagórica continuaron sus actividades como sociedad secreta hasta aproximadamente el año 400 a.C.34 Capitulo 1 Lección 1 Pitágoras de Samos (582 – 507 a.C.) El número 33 34 Documento en: http://es.wikipedia.org Ibíd. 35 Fue el primero según la tradición en llamarse a si mismo, filósofo. Pitágoras fue originario de la isla de Samos en el mar Egeo, que, bajo el gobierno del rey Polícrates, emigra al sur de Italia estableciéndose en Crotona donde pudo construir su escuela sin la influencia y determinación político administrativa a la que se vio sometido en su isla natal. Hijo de Mnesarco, se dice que fue discípulo de Férices de Siro y de Anaximandro y que viajo por Egipto y los países de oriente. La leyenda representa a Pitágoras con una representación mística, se dice de él que hacia milagros, que era profeta, y que su doctrina fue suministrada por el mismo dios Apolo. Es probable que Pitágoras no haya escrito nada, al igual que Sócrates pero la tradición histórica afirma que la teoría indudablemente propia del pensador giraba alrededor de lo que se conoce como la supervivencia del alma después de la muerte y la transmigración de ella a otros cuerpos. “Según esta doctrina, de la que Platón se apropia (gorgias, 493 a), el cuerpo es una cárcel para el alma, que la divinidad ha encerrado en él como castigo. Mientras el alma se encuentre en el cuerpo, tiene necesidad del mismo, pues sólo por medio de éste puede sentir; pero cuando está fuera de él, vive una vida incorpórea superior. El alma vuelve a esa vida, si se purifica durante la vida corpórea; en caso contrario, vuelve después de la muerte a la cadena de las transmigraciones” (Gemma, 1982. p. 37). La escuela pitagórica poseía un carácter eminentemente religioso lo que permitió el fundamento de sus investigaciones bajo supuestos estrictos, considerando que lo que une a 36 todos los seres en el universo es la relación que entre ellos se establece y esas relaciones se hacen a través de los números que se expresan y manifiestan de forma ordenada y proporcionada. Lección 2 Anécdotas35 1. Después de haber tratado de la Filosofía jónica, dimanada de Tales, y de los varones que se hicieron célebres en ella, pasaremos ahora a tratar de la italiana, cuyo autor fue Pitágoras, hijo de Mnesarco, grabador de anillos, natural de Samos, como dice Hermipo, o bien fue tirreno, natural de una isla que poseyeron los atenienses echando de ella a los tirrenos, según escribe Aristójeno. Algunos dicen fue hijo de Mármaco; éste, de Hupaso; éste, de Eutifrón y éste lo fue de Cleónimo, que es el que huyó de Filunte. Que Mármaco habitó en Samos, de donde Pitágoras se llamó Samio. Que pasando éste de allí a Lesbos, fue recomendado a Ferecides por Zoilo, tío suyo; construyó tres cálices de plata y los llevó en regalo a tres sacerdotes egipcios. Tuvo dos hermanos, el mayor de los cuales se llamó Eunomo, el mediano se llamó Tirreno. Tuvo también un esclavo, llamado Zamolxis, a quien sacrifican los getas juzgándolo Saturno, como dice Herodoto. 2. Pitágoras, pues, según hemos dicho, oyó a Ferecides Siro. Después que éste murió se fue a Samos, y fue discípulo de Hermodamante (que ya era viejo), consanguíneo de Creófilo. Hallándose joven y deseoso de saber, dejó su patria y se inició en todos los misterios griegos y bárbaros. Estuvo, pues, en Egipto, en cuyo tiempo Polícrates lo recomendó por cartas a Amasis; aprendió aquella lengua, como dice Anfitrión en su libro De los que sobresalieron en la virtud, y aun estuvo con los caldeos y magos. Pasando después a Creta con Epiménides, entró en la cueva del monte Ida. 35 Noticias recogidas por Diógenes http://www.webdianoia.com/presocrat/pitagoras_diog.htm Laercio sobre Pitágoras de Samos. En: 37 3. No menos entró en los áditos de Egipto y aprendió las cosas contenidas en sus arcanos acerca de aquellos dioses. Volvió después a Samos, y hallando la patria tiranizada por Polícrates, se fue a Crotona, en Italia, donde, poniendo leyes a los italianos, fue celebérrimo en discípulos, los cuales, siendo hasta trescientos, administraban los negocios públicos tan noblemente, que la República era una verdadera aristocracia. Lección 3 La comunidad Pitagórica Con Pitágoras aparece la nueva forma de vida de una comunidad cerrada, aglutinada por reglas comunes de vida y por las mismas ideas sobre el alma y la sociedad. Pitágoras fue el primero que aglutinó en torno a sí un círculo cerrado de discípulos que participaban de su vida y su doctrina. Es Pitágoras y no los Milesios, el primer fundador de una escuela; es la fe común lo que lleva a una formación común, y no el saber y la investigación objetivos. Sólo posteriormente puede surgir una tarea investigadora común de una comunidad de fe, como pasó en la Academia o en el Peripatos. Esta escuela pitagórica ha sido la primera en dibujar la imagen del maestro, y éste, a su vez, ha tomado parte en el destino de la escuela. La primitiva fundación de Pitágoras pertenece de lleno al siglo VI, y juntaba la móvil espiritualidad jónica con vetas de rigurosidad y extravagancia a la antigua. Al lado de prescripciones dietéticas prácticas se hallan misteriosos preceptos sobre las comidas, y la comunidad actúa mitad como partido político y mitad como secta religiosa Así sigue ocurriendo a lo largo de algunas generaciones. A mitad del siglo V comienza una doble crisis. la nueva democracia derriba los gobiernos aristocráticos establecidos por la liga pitagórica en muchas ciudades de la baja Italia. Al mismo tiempo se hace preponderante la ilustración científica jónica y coloca al pitagorismo en la alternativa de volver a la pura observancia primitiva e irse a pique con ella(o bien sumergirse en el mundo de la superstición de la pequeña burguesía), o modernizar por completo la doctrina a base de enmiendas o interpretaciones exegéticas. No se ha llegado a una solución unitaria. A partir del siglo V hay varios grupos de pitagóricos. Están los “modernos” que han hallado la manera de sintonizar con su tiempo y han producido figuras muy significativas, como Arquitas y Aristoxenos de Tarento. Se les oponen los “antiguos creyentes”, que trataban de 38 propagar únicamente un credo religioso como norma de vida. Pero ninguno de estos dos partidos representan de verdad el pitagorismo auténtico del fundador. La asociación pitagórica original puede ser llamada comunidad religiosa, puesto que probablemente tenía un elemento central religioso en el culto de Apolo, y en cuanto su fin último era la purificación de la vida presente con vista a la vida futura que esperaban. Puede ser tomada también por un partido político por llevar unida a esa forma de vida una determinada doctrina política y porque el antiguo pitagorismo intervino activamente en política. Se supone que la política seguida por ellos era de orientación aristocrática y de la misma tendencia de las asociaciones puramente políticas contemporáneas en las ciudades de la metrópoli helénica. Algunas ciudades de la baja Italia han llegado a ser dominadas durante algún tiempo por los pitagóricos. Arquitas, uno de los jefes de la rama moderna de la asociación, rigió durante años, a principios del siglo IV la ciudad de Tarento como “estrategas”. La Política y la Religión se funden en la comunidad Pitagórica. La acentuación de la amistad entre los pitagóricos parece tener un carácter político. En cambio, el hecho de que las mujeres fueran admitidas como miembros en igualdad de derechos se debe al elemento religioso. Una de las seguidoras más conocidas fue Teano, de la cual se cree que fue esposa de Pitágoras, al que le dio dos hijos y una hija. Hay que asociar al aspecto político de la asociación el esoterismo pitagórico. No sólo la amistad, sino la guarda común de los secretos, han mantenido aglutinados a los asociados. Empedocles expone su doctrina como una doctrina esotérica. Ni él ni Jenófanes citan el nombre de Pitágoras cuando hablan de él. Es difícil decir si entre los pitagóricos era más importante el arcano mistérico o el programa político secreto. Hay un elemento que es extraño en las asociaciones políticas pero fácil de incluir en las comunidades religiosas: se trata de la veneración sin límites a la figura del fundador y maestro. Pitágoras es llamado por la divinidad y está dotado de dones sobrehumanos. Basta recordar cómo habla Empédocles de Pitágoras y se presenta a sí mismo como una especie de “segundo Pitágoras”. Se decía de él que una serpiente venenosa que le había mordido, fue muerta por él de un mordisco. En cierta ocasión, estando de pié en el teatro, se 39 descubrieron sus piernas y apareció que uno de sus muslos era de oro. Otra vez fue visto el mismo día en Crotona y en Metaponto. Los Crotonenses decían de él que era el Apolo Hiperbólico. Todas estas “leyendas” pueden parecer raras, pero nos sitúan en un entorno cercano a Pitágoras, y son cosas tan primitivas y llenas de misticismo, que su interpretación concreta hay que dejarla en manos de la Etnología. Con ellas se demuestra la absoluta autoridad de Pitágoras en su doctrina. Junto a esta singular posición del fundador hay que poner de relieve el carácter comunitario de la fundación. Por más que la figura de Pitágoras haya sido elevada hasta lo sobrehumano, la doctrina no es en modo alguno un dogma escrito y obligatorio. Es cierto que los escritos de Pitágoras contienen los elementos básicos de los que no puede uno apartarse, pero parece sin embargo que cada uno de los pitagóricos - al menos hasta donde llegan sus escritos - ha acuñado a su manera la doctrina común. La tradición de la doctrina pitagórica presenta una considerable falta de unidad en muchos detalles, sin que una rama o variante de ella pueda considerarse más ligada a los orígenes que las demás. Conocemos a muy pocos, ni siquiera de nombre, de los primeros adictos a Pitágoras, ya que había al parecer una regla de secreto en la comunidad, según la cual, de acuerdo con lo que nos dicen autores posteriores, se castigaba severamente la culpa de divulgar la doctrina pitagórica; es por esto por lo que no existen escritos claramente pitagóricos antes de la época de Filolao como fecha más temprana. Era tal el respeto que sentían por su fundador, que no parece que los descubrimientos hechos por miembros de la comunidad hayan sido jamás reclamados como realizaciones personales, sino que directa e indiscriminadamente se le atribuyeron al propio Pitágoras, de donde resulta que muchas de las teorías que difícilmente pueden haber sido obra de Pitágoras, en especial en el campo de las Matemáticas, deben permanecer anónimas. Lo más que puede intentarse es dividir sus doctrinas en tres secciones: las dos primeras abarcan el período comprendido entre su fundador y Parménides y la tercera se ocupa de la generación de los pitagóricos que estuvieron bajo la dirección de Filolao a finales del siglo V. 40 Lección 4 Aspecto Mítico en la Doctína Pitagórica 1. La transmigración de las almas: Se puede admitir que Pitágoras aceptó la doctrina de la metempsícosis. El renacimiento religioso había devuelto a la vida la vieja idea del poder del alma y de que su vigor perdura tras la muerte, en contra de la concepción homérica de las sombras de los difuntos como incapaces de articular palabra. Aquí se presenta Pitágoras con algo inaudito. Lo que permanece fuera del cuerpo no es un resto miserable, sino lo verdaderamente vivo. La vida que sigue a la presente no es un pálido reflejo, sino la verdadera y más intensa vida. La existencia terrena del hombre es sólo una de sus vidas posibles y una de las más pequeñas. El alma es lo más alto, prisionero en el cuerpo. El alma va tomando los más distintos cuerpos de todas las cosas que hay en el cosmos. La forma más alta y propia del alma parecen haber sido los astros, y donde llega la influencia pitagórica hallamos también la doctrina del parentesco del alma con la sustancia de los astros. El alma es eterna por ser semejante a los astros, y tiene en ellos su verdadera morada. 2. Parentesco de todos los seres vivos: El alma va tomando los más distintos cuerpos de todas las cosas que hay en el cosmos. Pero el alma tiene en su mano el decidir la clase de cuerpo en el que va a introducirse, y que puede ser el cuerpo de una bestia o de un dios. Por lo tanto las almas podían reencarnarse en forma de seres vivos distintos del hombre, lo que, a su vez, sugiere el parentesco de todos los seres vivos. La versión de Empédocles incluía algunas plantas entre los seres vivos, y, por esta razón se pedía la abstención de las hojas de laurel y de las habas. Es muy posible que también Pitágoras creyera que era posible la reencarnación en forma de planta Sobre este tema Empédocles escribe lo siguiente : “Lo que sobre él(Pitágoras) dice es lo siguiente: -Dice que al pasar él, en una ocasión, junto a un cachorro que estaba siendo apaleado, sintió compasión y dijo: Cesa de apalearle, pues es el alma de un amigo que reconocí al 41 oírle gritar-. Se piensa que esta doctrina fue aprendida por Pitágoras en el extranjero. Escritores tardíos dicen que visitó a los caldeos, indios brahmanes, los judíos, druidas o celtas. Heródoto sugiere que su teoría proviene de Egipto. 3. Reglas de abstinencia y otras prohibiciones: La metamorfosis del alma se realiza por necesidad, pero es también un camino de la libre decisión del hombre. Al puro se le da una encarnación en lo puro, y al impuro en lo impuro. Es tarea del hombre comportarse de tal modo que, al abandonar la vida terrena, pueda esperar, volver a nacer en una forma más elevada. De este modo el concepto de pureza es una pieza maestra de la vida pitagórica. De el brotan no sólo preceptos prácticos de vida, sino también, en un posterior desarrollo, dos ciencias que han conservado todavía en el bajo helenismo elementos de su origen: la medicina y la música. La práctica del silencio, la influencia de la música y el estudio de las matemáticas se consideran valiosas ayudas para la formación del alma. Sin embargo, varias de estas prácticas tuvieron un carácter meramente externo. Si es que Pitágoras prohibió en verdad comer carne, tal prohibición se debería probablemente a la doctrina de la metempsícosis, o estaría, por lo menos, en conexión con ella. Como también lo estaría la prohibición de ofrecer sacrificios sangrientos a la divinidad. El vegetarianismo en la Antigüedad tiene su origen en el pitagorismo. También prohíbe gustar el vino, las habas , el laurel... Además existen listas transmitidas de preceptos como “no te dejes poseer por una risa incontenible”, “no creas nada extraño sobre los dioses o sobre las creencias religiosas “preceptos. Son en parte preceptos y en parte símbolos que hay que interpretar. Otros símbolos que utilizaban era llamar al mar “las lágrimas de Cronos”, a los planetas “los perros de Perséfone”...y otros tomados y elaborados por el pitagorismo avanzado: la justicia es el número cuatro, la salud o buena fortuna el siete, el matrimonio el cinco. 42 4. Su idea de dios: Protesta contra la imagen de los dioses trazada por la mitología. es el comienzo de una época nueva en la religión griega. Enseña la existencia de un único Dios que mantiene el mundo unido en la justicia. Este Dios no piensa de manera humana ni tiene forma humana. Su cuerpo es una esfera y la divinidad se manifiesta en el movimiento circular del fuego de los astros. Lección 5 Los pitagóricos y la ciencia Pocos rasgos hay, que distingan hasta aquí el pitagorismo de una simple religión mistérica pero los pitagóricos figuraban, en el siglo V, entre los principales investigadores científicos. Pitágoras se interesó tanto por la ciencia como por el destino del alma. La religión y la ciencia no eran para él dos compartimentos separados sin contacto alguno, sino más bien constituían los dos factores indisociables de un único estilo de vida. Las nociones fundamentales que mantuvieron unidas las dos ramas que más tarde se separaron, parecen haber sido las de contemplación, el descubrimiento de un orden en la disposición del universo, y purificación. Mediante la contemplación del principio de orden manifestado en el universo, especialmente en los movimientos regulares de los cuerpos celestes, y asemejándose asimismo a ese orden, se fue purificando progresivamente el hombre hasta terminar por liberarse del ciclo del nacimiento y adquirir la inmortalidad. Como dice Aristóteles los pitagóricos se dedicaron a las matemáticas, fueron los primeros que hicieron progresar este estudio y, habiéndose formado en él pensaron que sus principios eran los de todas las cosas. Tenían el entusiasmo propio de los primeros estudiosos de una ciencia en pleno progreso, y les cultivó la importancia del número en el cosmos: todas las cosas son numerables, y muchas las podemos expresar numéricamente. Así la relación entre dos cosas relacionadas se puede expresar por una proporción numérica; el orden existente en una cantidad de sujetos ordenados se puede expresar mediante números, y así sucesivamente. Pero lo que parece que les impresionó más que nada fue el descubrir que los intervalos musicales que hay entre las notas de la lira pueden expresarse numéricamente. Cabe decir que la altura de un sonido depende del número, en cuanto que depende de las 43 longitudes de las cuerdas, y es posible representar los intervalos de la escala con razones numéricas. Pues bien, lo mismo que la armonía musical depende de un número, se puede pensar que la armonía del universo depende también del número. Los cosmólogos milesios hablan de un conflicto universal de los elementos contrapuestos, y los pitagóricos gracias a sus investigaciones en el campo de la música, tal vez pensasen solucionar el “conflicto” recurriendo al concepto de número. Según Aristóteles, “como vieron que los atributos y las relaciones de las escalas musicales se podían expresar con números, desde entonces todas las demás cosas les parecieron modeladas en toda su naturaleza según los números, y juzgaron que los números eran lo primero en el conjunto de la naturaleza y que el cielo entero era una escala musical y un número. Anaximandro había hecho derivar todo de lo Ilimitado o Indeterminado. Pitágoras combinó esta noción con la de límite, que da forma a lo ilimitado. Ejemplificante esto con la música( y también con la salud, en la que el límite es la templanza, cuyo resultado es una sana armonía): la proporción y la armonía de los sones musicales son expresables aritméticamente. Transfiriendo estas observaciones al mundo en general, los pitagóricos hablaron de la armonía cósmica. Y, no contentos con recalcar la importancia de los números en el universo, fueron más lejos y declararon que las cosas son números. Evidentemente, tal doctrina no es de fácil comprensión. Se hace duro decir que todas las cosas son números. ¿Qué entendían por ello los pitagóricos? En primer lugar, ¿qué entendían por números o qué es lo que pensaban acerca de los números?. Aristóteles nos informa que “los pitagóricos sostenían que los elementos del número son lo par y lo impar, y que, de estos elementos, el primero es ilimitado y el segundo limitado; la unidad, el uno procede de ambos(pues es a la vez par e impar), y el número procede del uno; y el cielo todo, es números”. Los pitagóricos consideraron los números espacialmente. La unidad es el punto, el dos es la línea, el tres la superficie, el cuatro el volumen. Decir que todas las cosas son números significaría que “todos los cuerpos constan de puntos o unidades en el espacio, los cuales, cuando se los toma en conjunto, constituyen un número. La tetraktys, figura que tenían por sagrada, indica que los pitagóricos consideraban así los números. Esta figura demuestra que el 10 resulta de sumar 1+2+3+4,o sea, que es la suma de los cuatro primero números enteros. Por ella hacían el juramento transmitido como pitagórico, hecho 44 en nombre de Pitágoras mismo, pero sin nombrarlo, “por quién transmitió a nuestra alma la tetraktys”. La tetraktys es el número perfecto y la clave de la doctrina. Es posible que jugase también un papel en los distintos grados de la metamorfosis del alma. Eurito solía representar los númeroscon piedrecillas, y por este procedimiento, obtenemos los números “cuadrados” y los números “rectangulares”. En efecto, si partiendo de la unidad vamos añadiendo sucesivamente los números impares conforme al gnomon, obtenemos los números cuadrados; mientras que si partimos de dos y le vamos añadiendo los números pares, obtenemos los números rectángulos. Esta costumbre de representar los números o relacionarlos con la geometría ayuda a comprender por qué los pitagóricos consideraban las cosas como números y no sólo como numerables: transferían sus concepciones matemáticas al orden de la realidad material. Por la yuxtaposición de puntos se engendra la línea, la superficie es engendrada por la yuxtaposición de varias líneas y el cuerpo por la combinación de superficies. Puntos, líneas y superficies son las unidades reales que componen todos los cuerpos de la naturaleza, y en este sentido todos los cuerpos deben ser considerados como números. Cada cuerpo material es una expresión del número cuatro, puesto que resulta como un cuarto término de tres clases de elementos constitutivos (puntos, líneas y superficies). Para los pitagóricos, el cosmos limitado o mundo, está rodeado por el inmenso o ilimitado cosmos(el aire), y aquél lo “inhala”. Los objetos del cosmos limitado, no son, pues pura limitación, sino que tienen mezcla de lo ilimitado. Los pitagóricos al considerar geométricamente los números, los concebían también como productos de lo limitado y lo ilimitado(por estar compuestos de lo par y lo impar). Identificándose el par con lo ilimitado y lo impar con lo limitado. Una explicación complementaria puede verse en el hecho de que los gnómones impares conservan su forma cuadrada fija(limitada), mientras que los pares presentan una forma rectangular siempre cambiante(ilimitada). Cuando se trato de asignar un número determinado a cada cosa concreta quedó campo abierto a cualquier arbitrariedad. Aunque se puede conjeturar fácilmente porque la justicia era el número cuatro, no se comprende porque la salud tenía el siete, o el principio vital el seis. El cinco se adjudicó al matrimonio porque era suma del dos, el primer femenino y el tres, el primer 45 masculino. A pesar de todas estas fantasías los pitagóricos contribuyeron positivamente al desarrollo de las matemáticas. Un conocimiento práctico del Teorema de Pitágoras aparece ya en los cálculos sumerios. Pero fueron los pitagóricos los que rebasaron los simples cálculos aritméticos y geométricos y supieron integrarlos en un sistema deductivo. Resumiendo la geometría pitagórica, abarcaría el conjunto de libros I, II, IV, VI ( y probablemente el III) de Euclídes con la particularidad de que la teoría pitagórica de la proporción fue incompleta, puesto que no se aplicaba a magnitudes inconmensurables. La teoría que solucionó este último punto se inventó en la Academia, bajo la dirección de Eudoxo. Para los Pitagóricos, no sólo la tierra era esférica, sino que no ocupaba el centro del universo. La tierra y los planetas giraban -a la vez que el sol- en torno al fuego central o “corazón del Cosmos”(identificado con el número uno). El mundo aspira el aire de la masa sin límites que lo envuelve y habla del aire como lo ilimitado. También se manifiesta la formación de una especial escuela médica pitagórica. Debemos a los pitagóricos el perfeccionamiento del álgebra y de la aritmética, la clasificación de los poliedros regulares, el teorema de Pitágoras y su corolario, la inconmensurabilidad de la diagonal y del lado de un cuadrado, la doctrina de “Harmonía de las esferas”, trataron de definir los números perfectos, aquellos que son iguales a la suma de sus divisores, idearon una teoría del universo ... Capitulo 2 Lección 1 La escuela Eleática Para los jónicos la idea del devenir de las cosas no era aceptada. El devenir que se sintetiza en el nacer, perecer y mudar de cuerpo se comprendía desde la materialidad de ese proceso. Para la escuela eleática, las cosas del mundo son solo apariencia de un elemento principal: la sustancia, que según la tradición, es introducido desde una perspectiva metafísica. 46 La sustancia entonces es elemento metafísico (mas allá de lo corpóreo o físico) para esta escuela, no se reduce a un elemento material o al número (en el caso de los Pitagóricos) sino a la mera sustancia en cuanto tal que permanece inmutable Esta sustancia representa un carácter normativo en el universo, que antes había sido esbozada por Anaximandro (como lo vimos anteriormente). Para la escuela eleática, “la sustancia, es el ser que es y debe ser: es el ser en su necesidad normativa, en su unidad e inmutabilidad, que hace de él el único objeto del pensamiento, el único término de la investigación filosófica. El principio del eleatismo marca una etapa decisiva en la historia de la filosofía. Presupone indudablemente la investigación cosmológica de los jonios y de los pitagóricos, pero la libra de su supuesto naturalismo, y la lleva por primera vez al plano ontológico en el cual había de enraizarse los sistemas de Platón y Aristóteles” (Gemma, 1982. p: 53). Lección 2 . Jenófanes de Colofón (570 – 480 a.C.) El ser en cuanto tal Lo que sabemos de Jenófanes se lo debemos a los comentarios de Platón (sof. 242 d) y Aristóteles. (Met., I, 5, 986 b, 21). Se dice de él que fue el fundador de la escuela eléata en la ciudad de Elea, pero es algo improbable puesto que su vida consistió en deambular por todos los rincones de Grecia por 47 cuanto es improbable que se haya establecido en un solo lugar para fundar una organización. Jenófanes dentro de sus planteamientos hace una crítica constante al antropomorfismo religioso de la época diseñados y estructurados por Homero y Hesíodo. Para él, la representación de los dioses griegos es una réplica de las virtudes y de los vicios de los hombres, agregando que aquello que es considerado divino es inmutable, eterno, imperecedero y puro. “Los hombres dice, creen que los dioses han tenido nacimiento, y poseen voz y cuerpo semejante al nuestro”. Por eso los etíopes hacen a sus dioses chatos y negros, los tracios dicen que tienen ojos azules y cabellos rojos; también los bueyes los caballos y los leones, si pudieran imaginarian sus dioses a su semejanza” (Gemma, 1982. p: 54). Textos36 - Fragmentos autobiográficos Hace ya Arrastro Desde sesenta y aquí y mi siete años allá nacimiento desde por habían que las el peso regiones pasado ya de la de veinticinco vida Grecia. años. Si es que aún recuerdo bien. Estas son las cosas de las que hay que conversar junto al fuego, en el invierno, Confortablemente "Dime Qué quién edad reclinado, bebiendo eres, tienes, vino amigo, compañero, dulce y y y comiendo de cuántos frutos dónde años secos: vienes; tenías Cuando la invasión de los medos." 36 Textos seleccionados por José Sánchez-Cerezo de la Fuente. En: http://www.webdianoia.com/presocrat/jenofa_text.htm 48 - Sobre cuestiones teológicas: Chatos, De negros: ojos Pero si así azules los ven y rubios: bueyes y los así los etíopes ven a caballos a sus y sus dioses leones dioses. los tracios. tuvieran manos, manos como las personas, para dibujar, para pintar, para crear una obra de arte, entonces los caballos pintarían a los dioses semejantes a los caballos, los bueyes semejantes a bueyes, y a partir de sus figuras crearían las formas de los cuerpos divinos según su propia imagen: cada uno según la suya. Solamente un ni figura en Permanece y no dios es ni el en siempre le supremo, único pensamiento en el conviene entre dioses semejante mismo emigrar a hombres, los lugar, sin un lado de y mortales. movimiento, a otro. Sin esfuerzo hace vibrar al Todo, sólo por medio de su saber y querer. Todo él es ver, todo pensar y planear y todo él es escuchar. - Sobre la naturaleza y el mundo físico: A nuestros pies podemos ver cómo en su límite superior la Tierra Colinda con el aire, mientras que con el inferior desciende hasta el infinito - Sobre el conocimiento humano y sus límites: La verdad segura sobre los dioses y sobre todas las cosas de las que hablo no la Incluso conoce aunque ningún alguien humano anunciara alguna y ninguno vez la la verdad conocerá. más acabada, los mortales, él mismo no podría saberlo: todo está entreverado de conjetura. Desde el principio los dioses no revelaron todo a pero éstos, buscando, en el curso del tiempo encuentran lo mejor. Si Dios no hubiera decidido hacer la amarillenta miel, Más de uno pensaría que los higos son mucho más dulces. 49 Lección 3 Parménides de Elea (540 – 470 a.C.) El ser absoluto Parménides nace en la ciudad de Elea. La tradición histórica dice que perteneció a la escuela Pitagórica cuyo maestro fue el pitagórico Ameinias. Posteriormente se separa de su escuela inicial para fundar otra (posiblemente la escuela de Elea) desarrollando doctrinas no consecuentes con el Pitagorismo. Sobre la obra de Parménides existen 154 versos (hexámetros) conocidos como “En torno a la naturaleza” gracias a las recopilaciones de Simplicio. El poema se encuentra divido en dos partes: a. sobre la verdad (Aletheia) y b. sobre la opinión (doxa). En la segunda parte del poema, Parménides establece un claro dualismo de fuerzas contrapuestas: el límite y lo ilimitado, correspondientes a la luz y a las tinieblas pero, igual establece una diferenciación, tema central de sus supuestos, entre verdad y apariencia. “solo dos caminos de investigación se pueden concebir. El uno consiste en que el ser es y no puede no ser y este es el camino de persuasión, puesto que acompaña la verdad. El otro, que el ser no es y es necesario que no sea; y esto te digo; es un sendero en el cual nadie puede persuadirse de nada” (Gemma, 1982, p: 56). 50 En general, el poema de Parménides, nos permite conocer su doctrina identificando en su primera parte la verdad (Aletheia) cmo la única forma transmisible y el segundo como aquel camino lleno de contradicciones despojado de toda transparencia. Lección 4 Fragmentos del poema de Parménides37 Y mención ya sola de vía 60. Queda la Muchas: todo de que, en que al es. ser entero Mas no igual y por ella nacido, es sin hay puestas ello muda, y señales imperecedero, bien acabado; nunca ni fue ni será pues ahora es todo a la una, uno en sí mismo y continuo. Pues ¿qué nacimiento buscarle?: 65. ¿Cómo concebir es te que antes crecido y dejo no mejor de qué?: ni o decir (que sea; y ¿qué falta que después del de nada ni que sea concebible además no no lo ser nada o decible habría lanzado nada a criarse?; así que lo que es ha de serlo de todo en todo o no serlo) 70. Ni a bien de lo que era una vez habrá fuerza de fe que permita que nazca algo ni perecer mas lo más lo retiene. que ha Y ello mismo. dejado el Por Justicia juicio sobre tanto, nunca aflojando ello está ni hacerse sus hierros, lo siguiente: en o es o no es. Y juzgado, como es forzoso, ya queda 75. Que una es de verdad), y va luego, Y 37 ¿Cómo hay que dejar, la en la sin otra, siendo, nombre como a es, ni idea que morir?, ni así (que esa es ¿Cómo ni vía verdadera. a criarse?: García, A Calvo. (1981) en "Lecturas presocráticas", ed. Lucina, Madrid. 51 si se hizo lo que es, no lo es, y si un día va que es a serlo, tampoco. Conque el nacer queda así y el incierto morir anulado. 80. Ni ni más es divisible por ni por acá así que es tampoco, acá algo todo pues (lo que le peor, sino que continuo: que, igual impidiera es siendo, ser de a todo su entero, uno consigo) ser todo lleno; es sigue junto. lo que el deshacerse Mas luego, quieto y sin muda, en linde de recias prisiones 85. Está, lejos Y, sin se comienzo, sin a perder fue siendo conque lo mismo, firme en allí cese; que y lo lo mismo mismo se ya echó quedando, está: la fe yace en que y hacerse verdadera. sí mismo; necesidad poderosa en las prisiones del cerco lo tiene que todo lo abarca; 90.que es pues nada Y el que no le idearlo pues, es sin falta; es lo de ley y igual que es que si que no, que lo lo no tendría aquello que es de es, en sea falta que lo completo: de ello que es está todo. idea: titulado, no encuentras el concebirlo: que cosa no es ni ha de serlo 95. más que eso es que lo que es, toda vez que su sino lo ha atado a ser total cuanto han lo que de y quieto. convenido nace y Así mortales, perece, que será verdad aquello todo creídos de serlo y nombres que era, no serlo, lo de cambiar de lugar y mudar las espléndidas tintas. 100 Mas, como por doquier, del centro hay un semejante en todo último a sentido la linde, masa igualado: es cabal de pues y acabado bienredonda ello pelota, ni debe 52 ser mayor por acá o por acá menor para nada: que ni nada habrá que, sin ser, pararlo pueda en llegarse 105. a lo mismo, ni siendo lo habrá, para hacer que fuera de aquende más de lo que es o allende menor: que es todo sin mengua: pues, igual por doquier a sí mismo, lo mismo en su límite reina. Aquí te me paro ya en la razón de fiar y la idea en torno a verdad. Lección 5 Zenón de Elea (¿430 – 490? a.C.) La paradoja del movimiento Zenón nace en Elea y fue discípulo de Parménides. Los intereses del filósofo partieron gracias a la obra de Jenofonte lo que le incitó a viajar y radicarse en Atenas. Luego de pasar por las enseñanzas de varios pensadores, Zenón decide fundar su propia escuela llamada "Stoa Poikilé" (La escuela estoica). Se dice de él que, como la mayoría de filósofos contemporáneos participo en política coadyuvando a la buena administración de su ciudad natal, pero, como nos cuenta Platón 53 muere por ciertas conspiraciones que se tejieron por él, en contra de un tirano de Elea. Muere luego de una larga tortura. “La filosofía de Zenón tiene su base en los sentidos, de los que derivan las imágenes y desde donde se alcanza la experiencia. Su física está basada en Aristóteles y Platón, considerando la existencia de lo que puede producir una acción (la razón) y lo que puede sufrir una pasión (la materia)”38. Zenón, es llamado por Aristóteles, el creador de la Dialéctica, dándole especial importancia en la historia de la filosofía por que para él, la dialéctica es un proceso que parte de supuestos probables. Es decir, Aristóteles se refiere a la defensa que Zenón hace a través de su obra alrededor de las teorías de su maestro parménides que estubieron sometidas a constantes ridiculizaciones. Zenón, parte de esas mismas premisas como probabilidades, dejándolas en el proceso de demostración, en consecuente ridículo. La obra de Zenón de Elea puede dividirse en dos partes: la primera parte hace referencia a la negación de la multiplicidad y la divisibilidad de todas las cosas del mundo. La segunda parte establece constante crítica hacia el movimiento de las cosas que representan sus tesis más famosas para la historia de la filosofía. “El primero es llamado sobre la dicotomía: Para ir de A a B, un móvil tiene que efectuar primero la mitad del trayecto A-B; y antes aún, la mitad de esa mitad y así sucesivamente hasta el infinito; de tal manera que nunca llegará a B. El segundo argumento es el de Aquiles: Aquiles (es decir, el más veloz) nunca alcanzará a la tortuga (es decir, al mas lento) pues la tortuga tiene un paso de ventaja. En efecto, antes de alcanzarla, Aquiles deberá alcanzar el punto de donde a partido la tortuga, de modo que ésta siempre tendrá ventaja”. El tercero de los argumentos que usa para negar el movimiento, se conoce como: la paradoja de la flecha. “La flecha, que aparece en movimiento, en realidad está inmóvil: en efecto en todo momento, la flecha no puede ocupar sino un espacio igual a su largura y estado inmóvil con 38 En: http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/personajes/4330.htm 54 respecto a este espacio; y como el tiempo está echo de momentos, la flecha estará inmóvil durante todo el tiempo”. (Gamma, 1982. p: 60). Anécdotas39 1. Zenón, natural de Elea, fue hijo de Pireto, según Apolodoro en las Crónicas; según otros, de Parménides. Otros, finalmente, lo hacen hijo de Teleutágoras por naturaleza, y de Parménides por adopción. De él y de Meliso dice Timón: En una difícil fue sí otra Zenón lengua de de Meliso, las fantasías poderoso, ser vencedor Igualmente todas y todos, que de vencido, supera la mente, y acaso es superado de muy pocos. Zenón fue discípulo de Parménides, y aun su bardaja. Platón en su "Parménides" dice que fue alto de cuerpo; y en su "Sofista" lo llama Palamedes Eleático. 2. Aristóteles dice que fue inventor de la dialéctica, corno Empédocles de la retórica. Fue varón clarísimo en filosofía y política, como vemos en sus escritos, tan llenos de sabiduría. Queriendo destronar al tirano Nearco (o Diomedonte, como quieren algunos), fue aprehendido, como refiere Heráclides en el Epitome de Sátiro. En esta ocasión, como fuese preguntado acerca de los conjurados y de las armas conducidas a Lípara. Dijo que los conjurarlos eran todos los amigos del tirano; con lo cual quiso suponerlo abandonado y dejado ya solo. Después, diciendo tenía algo que hablarle a la oreja tocante a algunos, se la cogió con los dientes y no la soltó hasta que lo acribillaron a estocadas, como sucedió al tiranicida Aristogitón. Demetrio dice en sus Colombroños que la nariz fue lo que le arrancó de un bocado. 39 Noticias de Zenón, contadas por Diógenes en: Diógenes Laercio, Vidas de filósofos ilustres. (1962) traducción de José Ortiz, ed. Iberia, Barcelona. 55 3. Antístenes escribe en las Sucesiones que después de haber citado por cómplices en la conjuración a los amigos del tirano, como éste le preguntase si había otro culpado, respondió: «Tú, oh destrucción de esta ciudad». Y que a los circunstantes habló en esta forma: «Estoy admirado de vuestra cobardía, pues por miedo de lo que yo padezco sois esclavos de un tirano»; y que luego, cortándose la lengua con los dientes, se la escupió a aquél encima. Incitados con esto los ciudadanos, al punto quitaron la vida a pedradas al tirano. Finalmente, Hermipo dice que Zenón fue metido en un mortero y machacado allí. Mis versos a él son éstos: Promoviste, una oh facción ilustre. al a Zenón, Elea querías, antes, sobrecogido mandó ¿qué acabando, libertar no Pero Tú tirano Mas te solicitaste de cautiverio. lo machacar es conseguiste: del en lo tirano, un que mortero. digo? No te machacó a ti, sino a tu cuerpo. 4. Fue Zenón bueno también en otras cosas; pero hombre fastidioso y que se sobreponía a sus mayores, como Heráclito. A su patria (llamada antes Hile y después Elea), siendo colonia de los focenses y ciudad humilde y que sólo solía producir hombres de bien, la estimaba en más que la magnificencia de Atenas, adonde raras veces iba, viviendo siempre en su casa. Fue este Zenón el. Primero que usó el argumento que llaman Aquiles, aunque Favorino dice que Parménides y otros muchos. 5. Sus opiniones son: «Que hay muchos mundos. Que no hay vacuo. Que la naturaleza de todas las cosas proviene del cálido y frígido, del seco y húmedo, conmutándose éstos entre si. Que la generación de los hombres es de la tierra; y el alma una mixtión de todo lo dicho, sin que tenga mayor porción de uno que de otro». Dicen que habiendo sido maltratado de palabras, se indignó mucho; y como uno le dijese por qué se indignaba, 56 respondió: «Si no me indigno y me acostumbro a los ultrajes y desprecios, tampoco me alegraré de los loores». Cuando tratamos de Zenón Citeo ya dijimos que hay ocho Xenones. El presente floreció hacia la Olimpíada LXXIX. Capitulo 3 Lección 1 3.3.13. Meliso de Samos (Siglo V a. C.) La filosofía armada Es poco lo que se conoce de meliso de Samos. Fue discípulo de Parménides y es conocido principalmente por su ejercicio militar que, como general destruyo la flota Ateniense en el 440-441 a.C. gracias a las noticias de Plutarco (Plutarco, Per., 26). “en un escrito en prosa, “Sobre la naturaleza o sobre el ser”, Meliso defendia polémicamente las doctrinas de su maestro Parménides, especialmente en contra de Empédocles y Leusipo. La prueba de la fundamental falsedad del conocimiento sensible, consiste según Meliso, en que este nos atestigua al mismo tiempo la realidad de las cosas y su mutación. Pero si las cosas fueren reales en su multiplicidad no cambiarían; y, si cambian, no son reales. No existen, pues, cosas múltiples sino solo la unidad” (Gamma, 1982. p: 61) 57 Meliso constantemente polemiza las teorías que sobre el cambio se dieron en la época, “si el ser cambiase aunque sólo fuera un cabella en diez mil años, se vería eternamente destruido en la totalidad del tiempo”. (Gamma, 1982. p: 61). Para Meliso, igual que para Parménides y para Zenón de Elea, el camino para llegar a la verdad, difiere si observamos y comprendemos el mundo de las cosas como múltiples. La verdad solo la encontramos, si nuestra experiencia sensible niega la multiplicidad y el cambio. Lección 2 Los físicos posteriores La escuela de Elea, como lo vimos anteriormente, declara la duda que en cuanto a la búsqueda de la verdad, presenta el conocimiento sensible. A pesar de ello, el desarrollo de la filosofía griega no se desprendió de los análisis de carácter natural que venían de la escuela jónica anterior. “La afirmación de que la sustancia del mundo es una sola y ella sola es el ser, no permite salvar la realidad de los fenómenos y explicarlos. Si se quiere sostener que el mundo del devenir es real dentro de ciertos límites, se debe admitir que el principio de la realidad no es único, sino múltiple. En este camino se sitúan los físicos del siglo V, buscando la explicación del devenir en la acción de una multiplicidad de elementos cualitativa o cuantitativamente diversos”. (Gamma, 1982. p: 65) Los físicos posteriores, hacen entonces referencia a aquellos que de nuevo retoman, al igual que los jónicos, el principio de las cosas en entidades materiales. Entre ellos se destacan. Empédocles de Agrigento, Anaxágoras de Clazomene y los Atomistas: Leucipo y de Demócrito de Adera. 58 Lección 3. Empédocles de Agrigento (495/490 – 435/430 a.C.) Los cuatro elementos Nace Empédocles en Agrigento provincia de Sicilia, fue uno de los más reconocidos humanistas de su tiempo. Fue filósofo, físico, poeta y médico, se dice de él que estuvo bajo las enseñanzas de Pitágoras y maestro de Gorgias. Sobre su muerte se cuentan varias anécdotas, siendo una de las más conocidas la de su desaparición arrojándose a las entrañas del Etna, ("Hipoboto asegura que cuando se levantó se encaminó al Etna, y que habiendo llegado, se arrojó al volcán y desapareció, queriendo dejar fama de sí de haber sido hecho dios; pero después fue descubierto, arrojando fuera la fuerza de las llamas una de sus sandalias, que eran de bronce, de cuyo metal solía llevar el calzado.") O la de haberse arrojado al fuego tras realizar una curación milagrosa habiendo sido adorado por sus conciudadanos recogidas ambas por Diógenes Laercio: "... habiendo acometido a los selinuncios un contagio de peste por el hecho de un río cercano corrompido, de modo que no sólo morían, sino que también se les dificultaban los partos a las mujeres, discurrió Empédocles conducir a él a costa suya dos de los ríos más inmediatos, con cuya mezcla se endulzaron las aguas. Cesada la peste, y hallándose los selinuncios celebrando un banquete a las orillas del río, apareció allí Empédocles; y ellos, levantándose, lo adoraron como un dios y le ofrecieron sus votos. Así, queriendo confirmar 59 esta opinión, se arrojó al fuego. Pero Timeo contradice esto, diciendo abiertamente cómo Empédocles se retiró al Peloponeso y ya no volvió; por cuya razón es incierta su muerte."40 En cuanto a sus argumentaciones filosóficas, dice que existen cuatro elementos o principios fundamentales: Agua, aire, tierra y fuego y la existencia de las cosas son el resultado del entrecruzamiento de éstas por dos fuerzas universales que se que se contraponen una a la otra (lucha de contrarios) que son, el amor y el odio. El amor, tiende a unir los cuatro elementos o principios de las cosas; mientras que el odio los separa. En cuanto a la muerte, dice, no existe en realidad, porque las fuerzas que componen las cosas de la naturaleza son eternas, nada nace ni muere. Fragmentos Sobre la naturaleza41 Frg. 7.- Elementos eternos. Frg. 8.- Te diré otra cosa más: no hay nacimiento para ninguna de las cosas mortales; y no hay fin para la muerte funesta; hay solamente mezcla y separación de los componentes del conjunto. Nacimiento, no es más que el nombre que le dan los hombres a ese hecho. Frg. 9.- Cuando los elementos mezclados vienen a la luz del día bajo la forma de hombre, o de bestia salvaje, o de una planta, o de un pájaro, entonces decimos que hay nacimiento; cuando se separan, empleamos la palabra muerte dolorosa. Pero ese nombre no se justifica, aunque también yo siga al respecto la costumbre. Frg. 22.- Pues todos estos elementos: Sol, tierra, cielo y mar, están adaptados en sus diferentes partes para todo lo que anda por el mundo mortal. Y si todo lo que se muestra más propio de la mezcla se atrae recíprocamente, por la acción de la semejanza y del Amor, por el contrario lo que es enemigo de ella se mantiene a gran distancia; naturaleza, 40 41 Disponible en: http://www.webdianoia.com/presocrat/empedocles.htm Documento en: http://www.webdianoia.com/presocrat/textos/empedocles.htm 60 composición, formas que revisten, todo contribuye absolutamente a oponerse a la reunión, bajo el imperio del Odio que le ha dado nacimiento. Frg. 26.- Los elementos predominan alternativamente en el curso de un ciclo y desaparecen los unos en los otros o aumentan, según el signo fatal que les es asignado. Son siempre los mismos, pero circulan los unos a través de los otros, tomando la forma de hombres y de diferentes especies de animales. Tanto, por efecto de la Amistad, se reúnen para no formar más que un solo organismo, tanto por el contrario, por efecto del Odio que les opone, se separan hasta el momento en que la Unidad, realizada anteriormente, ha desaparecido por completo. Así en la medida en que lo Uno y lo Múltiple se constituye, en esta medida aparecen y no duran eternamente. Pero, en la medida en que ese cambio perpetuo no se detiene subsisten siempre en un ciclo inmutable. Lección 4. Anaxágoras de Clazomene actual Turquía (500 – 448 a.C.) El nous o pensamiento Nace en Clazomene Asia menor. Su ciudad natal bajo el dominio Persa le impide desarrollar su vida de estudio. Se desplaza luego a Atenas, haciéndose amigo personal de Pericles lo que le produjo luego su destierro por parte de los enemigos de éste. Diógenes nos narra su vida y las consecuencias políticas personales en su obra “vida de los filósofos más ilustres42. 42 Laercio, Diógenes. (2004). Vida de los filósofos más ilustres. Ed. Grupo editorial Tomo, S.A. de C.V. México. P: 52. 61 Su obra, se reduce a algunos fragmentos denominados “sobre la naturaleza”. La tradición nos cuenta que introdujo la filosofía a Atenas, y que cuando le preguntaban por su patria, él respondía que la amaba mucho, señalando con su dedo el cielo. Anaxágoras como Parménides, defendía el principio de la inmutabilidad del ser; y en c ato a la muerte y el nacimiento, los califica como una simple separación (la muerte) o reunión (el nacimiento). En cuanto a la materialidad de los elementos, Anaxágoras aprueba la distinción entre ellos, pero agrega que están compuestos finita o infinitamente por minúsculas partículas que denomina semillas u homeomerías. Para Anaxágoras, “con la división de las semillas no se puede llegar a elementos indivisibles, como tampoco se puede llegar con la agregación a un todo máximo, que no haya un todo mayor. He aquí el fragmento en que lo expresa: No hay un grado mínimo de lo pequeño pero siempre hay un frado menor, siendo imposible de lo que es, deje de ser por división. Pero en cuanto a lo grande, siempre hay algo más grande. Y lo grande es igual a lo pequeño en composición. Considerada en sí misma, toda cosa es al mismo tiempo, pequeña y grande” (Gemma, 1982. p: 68). Fragmentos43 1. - Todas las cosas estaban juntas infinitas en número y en pequeñez. Pues lo infinitamente pequeño existía también. Y en tanto las cosas estaban juntas, ninguna podía ser distinguida a causa de su pequeñez. El aire y el éter lo ocupaban todo, siendo ambos infinitos; pues, en todas las cosas, son éstas las que predominan por el número y el volumen. 43 En: http://www.webdianoia.com/presocrat/textos/anaxagoras.htm 62 3.- Ya que, en lo que es pequeño, no hay un último grado de pequeñez, sino que siempre hay algo más pequeño. En efecto, no es posible que lo que es deje de ser, (en cuanto a la división). Igualmente, en relación con lo grande, siempre hay algo más grande y es igual a lo pequeño en cantidad y, por relación a ella misma, cada cosa es a la vez pequeña y grande. 4.- Puesto que es así, tenemos que pensar que, en todos los compuestos, hay partes numerosas y de todas clases, semillas de todas las cosas, presentando formas, colores y sabores de todo tipo. Los hombres se han formado de la reunión de esas partes, así como todos los seres vivos que tienen alma. Esos hombres tienen ciudades en las que viven y campos cultivados como nosotros; tienen el Sol, la Luna y todo el resto como nosotros; la tierra les proporciona recursos numerosos y de todo tipo; y llevan a sus casas, para utilizarlo, lo que resulta más ventajoso para vivir. Mi opinión sobre esta separación es que se produjo no solamente entre nosotros, sino también por todas partes. Ante de esta separación, cuando todas las cosas estaban todavía unidas, ningún color, fue el que fuera, se mostraba. Lo que le impedía percibirlo, era la mezcla de todo, del húmedo con lo seco, de lo caliente y lo frío, de lo luminoso y lo sombrío. Además una gran cantidad de tierra estaba allí contenidas, y semillas en cantidad infinita y si semejanza las unas con las otras. En estas condiciones a que admitir que en el todo todas las cosas coexistían. 6.- Y puesto que hay, en la pluralidad, igualdad en la división de lo grande y lo pequeño, puede haber también de todo en todo. Pero no es posible que algo sea aislado y todas las cosas tienen su parte de todo. Tercer momento en que no puede haber un último grado de pequeñez, las cosas no pueden estar separadas ni venir a la existencia. Es necesario que sean ahora como eran al principio, cuando estaban todas juntas. En todas las cosas hay, pues, pluralidad y, a la vez en la más grande y la más pequeña, igualdad en la pluralidad de cosas separados. 12.- Las otras cosas tienen una parte de todo; pero el Nous es infinito, autónomo y no se mezcla con nada; sólo él es sí mismo y por sí mismo, pues, si no fuera por sí mismo y si estuviera mezclado con cualquier otra cosa, participaría de todas las cosas en la medida 63 en que estuviera mezclado con una de ellas. Pues, en todo, hay una parte de todo, como hemos dicho anteriormente. Y lo que estuviera mezclado al Nous le impediría tener poder sobre cada cosa, como lo tiene ahora estando sólo por sí mismo. De todas las cosas es la más ligera y la más pura; posee todo tipo de conocimiento y la fuerza más grande... Lección 5 Los atomistas Algunos autores consideran a Anaxágoras como un Atomista, a lo mejor puede hacer parte de esta clasificación debido al contenido de sus apreciaciones. Para los Atomistas, la materia esta compuesta por diminutos átomos que se diferencian por las diversas propiedades físicas: peso, tamaño y forma. Los dos principales exponentes de esta perspectiva filosófica son, Leusipo y demócrito. Leucipo de Abdera (420 a.C) Las partículas Natural de Abdera. Lo que se conoce de su obra se lo debemos a Aristóteles, Sexto Empírico y a Simplicio. Fue maestro de Demócrito y a los dos se les asigna históricamente la conformación del atomismo, que consiste en que los diversos cuerpos y cosas del mundo están conformados por pequeñas partículas infinitas, “indivisibles, de formas variadas y siempre en movimiento, los átomos ( τομοι, s. τομος, lo que no puede ser dividido), como por el 64 vacío. Así, tal vez en respuesta a Parménides, afirma que existe tanto el ser como el no-ser: el primero está representado por los átomos y el segundo por el vacío, «que existe no menos que el ser» (Simpl., Fís. 28, 4), siendo imprescindible para que exista movimiento. Particularmente, postula, al igual que Demócrito, que el alma está formada por átomos más esféricos que los componentes de las demás cosas. Niega la génesis y la corrupción, formas de cambio que eran aceptadas casi por unanimidad entre los filósofos presocráticos”. Se le atribuyen dos obras: “El gran sistema del mundo” y “Sobre la mente” de las que solo quedan fragmentos. Demócrito de Abdera (460 – 370 a. C.) El bien superior: la razón y la justicia Al igual que Leucipo algunos niegan su existencia (Epicuro). Fue natural de Abdera, se cuenta que viajo por la India y Egipto. Ya instalado en Atenas, conoció las lecciones de Sócrates según cuenta el propio Diógenes: “"parece, dice Demetrio, que también pasó a Atenas, y que por desestima de su propia gloria no se cuidó de ser conocido; y aunque él conoció a Sócrates, Sócrates no le conoció él. Fui -dice- a Atenas, y nadie me conoció." (Diógenes, 2004. p: 310) En Demócrito podemos distinguir una ética diferenciada de una física. Para él, el bien mas alto reside en la pureza del alma y no en las cosas materiales ni en las riquezas. Lo único que hace feliz al hombre es la justicia y la razón, pero a veces la razón no se impone y eso proporciona infelicidad y un gran temor hacia la muerte. 65 Fragmentos44 Frg. 3.- Quien se propone la tranquilidad de espíritu tiene que ocuparse de muy pocos asuntos, tanto a título particular como en cuanto ciudadano; no debe emprender nada que supere sus fuerzas y su naturaleza; debe mantenerse alerta a fin de ignorar la fortuna, incluso cuando le es hostil y parece arrastrarle irresistiblemente; en fin, no debe ligarse más que a aquello que no supere sus fuerzas; la carga que soportan nuestras espaldas es mejor que sea poco pesada a que sea fácil de llevar. Frg. 31.- La medicina cuida los males del cuerpo, la sabiduría suprime los males del alma. Frg. 33.- La naturaleza y la educación son próximas una a la otra. Pues la educación transforma al hombre pero, mediante dicha transformación, le crea una segunda naturaleza. Frg. 173.- Para el hombre los males nacen de los bienes, cuando no se sabe administrarlos ni utilizarlos convenientemente. Sin embargo, no es justo clasificarlos como males, ya que son efectivamente bienes; y se puede, si se quiere, utilizar el bien para defenderse del mal. Frg. 285.- Hay que reconocer que la vida humana es frágil, que dura poco y que constantemente se ve sacudida por los golpes y las dificultades del destino; por lo tanto, no debe preocuparse uno por poseer, más que moderadamente, y medir las miserias según lo que es necesario. Frg. 286.- Es sabio el que no se aflige por lo que no tiene y se complace en lo que tiene. Frg. 297.- Algunos, por causa de la ignorancia en que son respecto a la descomposición reservada a nuestra naturaleza, y como consecuencia también de la conciencia que tienen 44 Disponible en: http://www.webdianoia.com/presocrat/textos/democrito.htm 66 de sus malas acciones, pasan su vida en la duda y la angustia, imaginando engañosas fábulas sobre lo que ocurre después de la muerte. Frg. 582.- Simplicio nos transmite este fragmento (de cáelo 242,21): "... estos átomos se mueven en el vacío infinito, separados unos de otros y diferentes entre sí en figuras, tamaños, posición y orden; al sorprenderse unos a otros colisionan y algunos son expulsados mediante sacudidas al azar en cualquier dirección, mientras que otros, entrelazándose mutuamente en consonancia con la congruencia de sus figuras, tamaños, posiciones y ordenamientos, se mantienen unidos y así originan el nacimiento de los cuerpos compuestos." Unidad 3 El nuevo epicentro del pensamiento filosófico: El hombre. Capítulo 1 Lección 1 La sofística A mediados del siglo V y finales del siglo IV a.C. Atenas se constituye como la capital intelectual y cultural de Grecia. La victoria contra los persas (490 a.C. conocida como la batalla de maratón), la constitución de la Democracia como forma de gobierno y la llegada de Pericles como nuevo gobernante; abrieron las puertas para la formación de una nueva perspectiva de pensamiento que se caracterizo por la libertad de expresión y la representación del hombre de la polis como ciudadano, elemento fundamental de la fortaleza de la ciudad. La democracia ya constituida, desarrolló la base social y política para el advenimiento de las filosofías nacientes, por cuanto permitía mediante la oratoria, compartir los diversos razonamientos e hipótesis sobre cualquier tema en cuestión. Cabe agregar, que la 67 importancia del pueblo dada a la educación de su aristocracia estimaba un futuro y claro desenlace del ciudadano en las labores políticas. El ágora o plaza pública, era el espacio reservado para demostrar las dotes de orador y persuasor de las ideas. Dentro de este contexto, la sofística entendida como aquella forma de enseñar la sabiduría remunerada, encontró su asidero perfecto, ya el interés fundamental no giraba alrededor de la naturaleza de las cosas, de sus causas y principios, de su nacimiento o muerte; sino del hombre. Algunos autores denominan a este periodo como antropológico, otros, como humanismo. Cuando hablamos de sofística, no nos referimos a una escuela en particular, el término era usado comúnmente para designar a una persona dedicada al estudio en el ámbito práctico o teórico. En el caso de Atenas, los sofistas se caracterizaron por ser los primeros en cobrar sus enseñanzas a lo demás, con su ya estigma de sabios, denotaban la importancia de aprender las artes de la oratoria como herramienta fundamental en el nuevo escenario político que caracterizaba a la polis democrática. Los sofistas fueron los primeros en reconocer la formación integral del individuo (Paideia), considerados así, los fundadores de las prácticas pedagógicas en la historia de occidente. Cada uno, ofrecía sus servicios de enseñanza en las diversas provincias de Grecia, la gran mayoría, las impartía a familias ricas (únicas que podían pagar sus servicios) o familias nobles con pretensiones de futuro en la esfera pública. Dentro de los principales exponentes de la sofistica, encontramos a Protágoras de Abdera, a Gorgias de Leontino y a Jenófanes de Atenas. 68 Lección 2. Protágoras de Abdera (485 – 411 a. C.) El profesor de la virtud Protágoras es el primer griego que se hace llamar profesor de la virtud y sofista. Lo que conocemos de él se lo debemos principalmente a Platón y Aristóteles. En el caso de Platón, cuya obra lleva su nombre, nos describe a un hombre mucho más viejo que Sócrates, conocedor, sabio y viajero. Nos narra a demás, que por sus conclusiones sobre ideas ateas, fue acusado y desterrado de Atenas. Dentro de sus obras están: “Razonamientos demoledores” también llamada, “sobre la verdad o sobre el ser”. Otra de sus obras atribuidas a él la conocida como: “Sobre los dioses”. “Según Platón, Protágoras quería decir que: “tal como aparece para mí cada cosa, asi es para mí, y tal como aparece para ti cada cosa, es para ti. Porque hombre eres tú y hombre soy yo. (Teeteto., 152 a) por lo tanto identificaba, apariencia y sensación afirmando que ambas son siempre verdaderas, “porque la sensación es siempre de la cosa que es” (Ibíd., 152 c).” (Gamma, 1982. p: 79) 69 Fragmentos Sobre Protágoras (Fragmento de Protágoras, de Platón)45 Cuando nos hubimos sentado todos, Protágoras dijo: — Repite ahora, Sócrates, una vez que están éstos presentes, lo que poco ha me recordabas en favor de este joven. — Protágoras —repuse—, el comienzo es el mismo que el de antes, por lo que respecta al motivo de nuestra visita: Hipócrates, aquí presente, está ansioso de tu compañía; le gustaría oír decir qué obtendrá si te sigue. Tales fueron nuestras palabras. Tomando la palabra Protágoras, dijo: — Joven, esto tendrás, si me sigues: en cuanto convivas un día conmigo, volverás a casa siendo mejor, y al día siguiente, lo mismo, y todos los días progresarás a más. Al oír esto, repuse: — Protágoras, nada sorprendente tiene lo que dices, sino que es lo más natural; pues incluso tú, pese a los muchos años que tienes y lo sabio que eres, si alguien te enseñase lo que no alcanzas a saber, llegarías a ser mejor. Pero no es esa la cuestión. Supongamos que, de pronto, Hipócrates cambia de idea y desea la compañía de ese joven recién llegado a la ciudad, Zeuxipo de Heraclea, y acudiendo a él, como ahora a ti, escucha de él lo mismo que ha escuchado de ti: que cada día que pase con él se hará mejor y progresará. Si le preguntase: «¿En qué dices que me haré mejor y progresaré?», Zeuxipo respondería que en pintura. Y si frecuentase a Ortágoras de Tebas y, al escuchar de él lo mismo que ha escuchado de ti, le preguntase que en qué iba a ser mejor cada día pasado con él, éste 45 García, Bacca, David. (1981) Platón, Obras completas. Protágoras. (317e 319) Tomo IV. Ed. Facultad de Humanidades y educación Universidad Central de Venezuela. P: 169 - 170 70 respondería que en el arte de tocar la flauta. Respóndenos, pues, del mismo modo a este joven y a mí, cuando te preguntamos: «Si Hipócrates, aquí presente, frecuenta a Protágoras, en cuanto pase un día con él, volverá siendo mejor, y así, cada día, progresará; pero ¿en qué?, Protágoras, y ¿sobre qué?». Protágoras, al oír esto respondió: — Sócrates, preguntas con habilidad y a mí me gusta responder a los que preguntan con habilidad. Si Hipócrates acude a mí, no tendrá que soportar los inconvenientes que soportaría frecuentando a cualquier otro de los sofistas, pues todos ellos causan perjuicio a los jóvenes: éstos huyen de las artes y aquéllos de nuevo les empujan, contra su voluntad, a ellas, haciéndoles aprender cálculo, astronomía, geometría, música (y, al decir esto, miraba a Hipias). En cambio, quien acuda a mí, no aprenderá otra cosa que aquello a lo que viene. Lo que yo enseño es la prudencia: en los asuntos familiares, para que administre su casa perfectamente; y en los asuntos públicos, para que sea el mejor dispuesto en el actuar y en el hablar. — Vamos a ver —repuse— si interpreto bien tus palabras. Me parece que te refieres al arte de la política y que te comprometes a hacer de los hombres buenos ciudadanos. — Esa es, exactamente, Sócrates, la oferta que hago. 71 Lección 3 Antifonte de Atenas (480 – 411 a.C.) ¿Una oficina de consuelos? Comentario sobre Antifonte De: Günter Brus46 Antifonte, De Cómo Ser Medio Afligido ”Cuentan los historiadores de filosofía griega que Antifonte fue el inventor de una técnica similar al psicoanálisis. Según las crónicas de la época, en el despacho que tenía en Corinto, anunciaba que podía curar con la palabra a todos los afligidos. Yo en el psicoanálisis no creo (ni como terapia, ni como ciencia, por eso lo considero una cuestión de fe) pero no dudo del poder sanador de la palabra. Y no dudo, sobra todo, gracias al Gran Crisi. Entre sus múltiples virtudes tiene el don la sanación. Su gramática es liberadora, cuando le cuentas un problema, el siempre lo replantea, y en el replanteamiento opera el primer cambio, el cambio de la primera persona del singular, por la primera del plural. Y el solitario “¿qué hago?” Se vuelve un “pues ya me dirás qué hacemos maja” así de simple, te has liberado de medio problema. No es magia, es Crisi. Pero no todo es así de sencillo, hay veces que es inevitable un estado de “arrojamiento”, de expulsión, y no siempre es sencillo. Hay situaciones que requieren hablar. El otro día se pasó mi cordera a verme al trabajo. Mi cordera lleva un año arrastrando sus dolencias 46 En: http://sugarmay.blogcindario.com 72 cardiacas, y yo lo veo claro “hay que operar”, pero ella, ella no abre la boca. Ella piensa, piensa, piensa, y es una de las personas más fuertes que conozco, pero a veces, contra nosotros mismos, confundimos la fortaleza con el silencio. Ser fuerte no es callar, ser fuerte es decir. Decir “te quiero”, decir “no”, decir “necesito que me ayudes”, eso es lo valiente, callar…. eso lo hacemos todos. Decir “te quiero” sin que nos importe el alcance de las palabras, ni si hay o no respuesta. Y yo me acordaba de Crisi, sentado frente a mí, cogiéndome la mano y diciéndome “maja, tienes que sacarlo fuera, hay que sacar la rabia…… ¿cómo lo hacemos?.... ¡podemos hacer una obra de teatro!” Tendría que vivir ochocientas quince vidas para tener una ocurrencia similar: ¡una obra de teatro!……. Acompañé a mi cordera al parking, me encendí un cigarro y sentí una gran pena por mí, por no saber ayudarla, y le dí un abrazo de los de verdad, de esos que tumban las palabras, y le dije “aprovéchate de mí, joder, que yo estoy fuerte, que yo tiro de ti como tu has tirado de mí” Y sé que no lo hará, y pensará y pensará y me sentiré brutalmente impotente por poder tan poco, con todo lo que ella ha podido. Y hablando de deudas, ¿qué hacemos con Amparito? Como tenemos el turno cambiado, tras comerme mis 6:40, me acerqué a valderas de visita (qué bonito que esto de las visitas, así da gusto currar) Compré una caja de bombones y me fui a por Amparito. Amparito me desarma, durante los cuatro meses que hemos estado juntas no me ha faltado un “te quiero” ni un “tu vales mucho”. Y a ella no le faltaba su carta diaria. Todas las noches a las 21:45 yo le escribía una carta que le dejaba pegada en el mueble. Yo, cruzo los dedos por que no me falten, tengo mis “te quieros” diarios, y ella, claro, ella no tiene ahora sus cartas. Y sé que las cartas son una chorrada, pero hay veces que una notita, una carta, un sms, hace que el negro sea gris. Y el otro día me desarmó. La miré y ni la pregunté, le dije “la semana que viene buscamos ayuda” y me dijo “si, Voy a ir al brujo”. Cojonudo, éramos pocos. La imagen de hoy es de Günter Brus, se llama Werkumkreisung (que quiere decir "te abro la cabeza, cruasán". Como podéis comprobar estoy más que preparada para ir a Berlín).Yo no quería poner esta imagen, quería poner Menschenbeschwoerung, pero no la 73 he encontrado”. Lección 4 Gorgias de Leontino hoy Sicilia (485 – 380 a.C.) Nada existe El retórico Gorgias, fue contemporáneo de protágoras natural de Lentini (Sicilia). Fue profesor en su ciudad natal, luego se traslado a Atenas donde enseño sus planteamientos para luego terminar sus últimos días en Larisa (En Tesalia), muere a los 109 años. Su obra principal llamada “sobre el ser o sobre la naturaleza” y “la defensa de Helena”. “Las tesis fundamentales de Gorgias eran tres, concatenadas entre sí: 1a. Nada existe; 2a, si algo existe, no es cognoscible por el hombre; 3a, aunque sea cognoscible es incomunicable a los demás. 1) sostenía el primer punto demostrando que no existe ni el ser ni el no ser. En efecto, el no ser no es, porque si fuese sería a la vez no ser y ser, lo que es contradictorio. Y el ser, si fuese, debería ser eterno o engendrado, o eterno y engendrado a la vez. Pero si fuese eterno seria infinito y si infinito no estaría en ningún lugar, esto es, no existiría de hecho. Si es engendrado debe haber nacido o del ser o del no ser; pero del no ser no nace nada; y si a nacido del ser ya existía primero, en consecuencia, no es engendrado. 2) Pero si el ser fuese, no podría ser pensado. En efecto, las cosas pasadas no existen; de lo contrario existirían todas las cosas inverosímiles y absurdas que al hombre se la antoja pensar. Pero si 74 es verdad que lo que es pensado no existe, será también verdad que lo que existe no es pensado y que, por tanto, el ser, si existe, es incognoscible. 3) el fin, aunque fuese cognoscible, no seria comunicable. Nosotros, en efecto, nos expresamos por medio de la palabra, pero la palabra no es el ser; asi pues, comunicando palabras, no comunicamos el ser”. Es así como, para la tradición, Gorgias representa el desarrollo lógico de un Nihilismo filosófico. Lección 5 Fragmento sobre Gorgias Sexto Empírico “Contra los matemáticos” 47 “Gorgias de Leontino pertenecía al mismo grupo que aquellos que han eliminado el criterio [de verdad], pero no por sostener un punto de vista parecido al de los seguidores de Protágoras. En efecto, en el libro titulado Sobre lo que no es o la naturaleza desarrolla tres argumentos sucesivos. El primero es que nada existe; el segundo, que, aun en el caso de que algo exista, es inaprensible para el hombre; y el tercero, que, aun cuando fuera cognoscible, no puede ser comunicado ni explicado a otros. Que nada existe es argumentado de este modo. Si existe algo, o bien existe lo que es o lo que no es, o bien existen tanto lo que es como lo que no es. Pero ni lo que es existe, como demostrará, ni lo que no es, como explicará, ni tampoco lo que es y lo que no es, punto éste que también justificará. No existe nada, en conclusión. Es claro, por un lado, que lo que no es no existe. Pues si lo que no es existiera, existiría y, al mismo tiempo, no existiría. En tanto que es pensado como no existente, no existirá, pero, en tanto que existe como no existente, en tal caso existirá. Y es de todo punto absurdo que algo exista y, al mismo tiempo, no exista. En conclusión, lo que no es no existe. E 47 Empírico Sexto, Contra los matemáticos, VII, 64 y siguientes. Disponible en: http://cantemar.com/Gorgias-SextoEmp.html 75 inversamente, si lo que no es existe, lo que es no existirá. Pues uno y otro son mutuamente opuestos, de modo que si la existencia resulta atributo esencial de lo que no es, a lo que es le convendría la inexistencia. Mas no es cierto que lo que es no existe, y, por tanto, tampoco lo que no es existirá. Pero es que tampoco lo que es existe. Pues si lo que es existe, o bien es eterno o engendrado, o eterno e ingénito al tiempo. Mas no es eterno ni engendrado ni ambas cosas, como mostraremos. En conclusión, lo que es no existe. Porque si es eterno lo que es —hay que comenzar por esta hipótesis— no tiene principio alguno. Pues todo lo que nace tiene algún principio, en tanto que lo eterno, por su ingénita existencia, no puede tener principio. Y, al no tener principio, es infinito. Y si es infinito, no se encuentra en parte alguna. Ya que si está en algún sitio, ese sitio en el que se encuentra es algo diferente de él y, en tal caso, no será ya infinito el ser que está contenido en otro. Porque el continente es mayor que el contenido, mientras que nada hay mayor que el infinito, de modo que el infinito no está en parte alguna. Ahora bien, tampoco está contenido en sí mismo. Pues continente y contenido serán lo mismo y lo que es uno se convertirá en dos, en espacio y materia. En efecto, el continente es el espacio y el contenido, la materia. Y ello es, sin duda, un absurdo. En consecuencia tampoco lo que es está en sí mismo. De modo que, si lo que es eterno, es infinito y, si infinito, no está en ninguna parte: y, si no está en ninguna parte, no existe. Por tanto, si lo que es, es eterno, tampoco su existencia es en absoluto. Pero tampoco lo que es puede ser engendrado. Ya que si ha sido engendrado, procede de lo que es o de lo que no es. Más no procede de lo que es. Ya que si su existencia es, no ha sido engendrado, sino que ya existe. Ni tampoco procede de lo que no es, ya que lo que no es no puede engendrar nada, dado que el ente creador debe necesariamente participar de la existencia. En consecuencia lo que es no es tampoco engendrado. Y por las mismas razones tampoco son posibles las dos alternativas, que sea, al tiempo, eterno y engendrado. Pues ambas alternativas se destruyen mutuamente, y, si lo que es, es eterno, no ha nacido y, si ha nacido, no es eterno. Por tanto, si lo que es no es ni eterno ni engendrado ni tampoco lo uno y lo otro, al tiempo, lo que es no puede existir. 76 Y, por otro lado, si existe, o es uno o es múltiple. Mas no es ni uno ni múltiple, según se demostrará. Por tanto, lo que es no existe, ya que si es uno, o bien es cantidad discreta o continua, o bien magnitud o bien materia. Mas en cualquiera de los supuestos no es uno, ya que si existe como cantidad discreta, podrá ser separado, y, si es continua, podrá ser dividido. Y, por modo semejante, si es pensado como magnitud no deja de ser separable. Y, si resulta que es materia, tendrá una triple dimensión, ya que poseerá longitud, anchura y altura. Mas es absurdo decir que lo que es no sea ninguna de estas propiedades. En conclusión, lo que es no es uno. Pero ciertamente tampoco es múltiple. Pues si no es uno, no puede ser múltiple. Pues, dado que la multiplicidad es un compuesto de distintas unidades, excluida la existencia de lo uno, queda excluida, por lo mismo, la multiplicidad. Que no existen, pues, ni lo que es ni lo que no es, resulta claro de las razones expuestas. Y que tampoco existen juntos lo uno y lo otro, lo que es y lo que no es, resulta fácil de demostrar. Ya que si tanto lo que no es como lo que es existen, lo que no es será idéntico a lo que es en cuanto a la existencia. Y, por ello, ninguno de los dos existe. Que lo que no es no existe es cosa convenida. Y ha quedado demostrado que lo que es, en su existencia, es idéntico a lo que no es. Por tanto, tampoco él existirá. En consecuencia, si lo que es es idéntico a lo que no es, no pueden existir el uno y el otro. Porque, si existen ambos, no hay identidad y, si existe identidad, no pueden ambos existir. De ello se sigue que nada existe. Puesto que no existen ni lo que es ni lo que no es ni ambos a la vez y, al margen de ellos, no puede ser pensado nada, nada existe. Y que aun en el caso de que algo existiera, esto es incognoscible e impensable por el hombre, debe ser demostrado a continuación. Efectivamente, si los contenidos del pensamiento, afirma Gorgias, no tienen existencia, lo existente no es pensado. Y ello es conforme a razón. Pues del mismo modo que si se atribuyera a los contenidos del pensamiento la cualidad de la blancura, habría de atribuirse también a la blancura la cualidad de ser pensada, así también, si se atribuyera a los contenidos del pensamiento la cualidad de no ser existentes, necesariamente habría que atribuir a lo existente la cualidad de no ser pensado. Por ello es correcta y consecuente la 77 conclusión de que «si los contenidos del pensamiento no tienen existencia, lo existente no es pensado». Ahora bien, los contenidos del pensamiento, al menos —en este punto ha de iniciarse la argumentación—, no tienen existencia, como demostraremos. De ahí que lo que existe no es pensado. Que los contenidos del pensamiento no tienen existencia es palmario. Pues si los contenidos del pensamiento tienen existencia, todos los contenidos del pensamiento existen, cualquiera sea el modo en que se piensen. Lo cual es absurdo. Pues no por el hecho de que alguien piense a una persona volando o carros corriendo por el mar, al punto vuela la persona o corren por el mar los carros. Por tanto, los contenidos del pensamiento no tienen existencia. Por otro lado, si los contenidos del pensamiento tienen existencia, lo que no existe no será pensado, pues a los contrarios convienen cualidades contrarias. Y contrario a lo que existe es lo que no existe. Y por ello absolutamente, si a lo que existe conviene la cualidad de ser pensado, a lo que no existe convendrá la de no ser pensado. Pero ello es absurdo. Ya que Escila y la Quimera y muchos seres que no existen son pensados. Por tanto, no es pensado lo que existe. Y, al igual que las cosas que se ven son llamadas visibles, precisamente porque se ven, y las que se oyen, audibles, por ser oídas, y así como no rechazamos las cosas visibles por el hecho de no ser oídas como tampoco las audibles por no ser vistas (ya que cada cosa debe ser juzgada por la sensación que le es propia y no por otra), así también los contenidos del pensamiento existirán, aunque no se los vea con la vista ni se los oiga con el oído, ya que son percibidos con su peculiar criterio. Si alguien, en consecuencia, piensa carros corriendo por el mar, aunque no pueda verlos, debe creer que existen carros que corren por el mar. Pero esa conclusión es absurda. Por tanto lo que existe no es pensado ni representado. Y en el caso de que sea representado, no puede ser comunicado a otro. Pues si las cosas que existen, aquellas que tienen un fundamento externo a nosotros, son visibles y audibles y objetos de una percepción universal, y de ellas unas son perceptibles por medio de la vista, otras por el oído, pero no al revés, ¿cómo pueden, en tal caso, ser comunicadas a otros? Pues el medio con el que comunicamos las cosas es la palabra, y el fundamento de las 78 cosas así como las cosas mismas no son palabras. En consecuencia, no son las cosas lo que comunicamos a los demás, sino la palabra, que es diversa de las cosas que existen. Al igual que lo visible no puede hacerse audible ni tampoco a la inversa, así también, puesto que lo que es tiene su fundamento fuera de nosotros, no puede convertirse en palabra nuestra. Y, al no ser palabra, no puede ser revelado a otro. Ahora bien, la palabra, según afirma, se constituye a partir de las cosas que nos llegan desde fuera [es decir, de las experiencias sensibles]. Así, del encuentro con el sabor se forma en nosotros la palabra que hace referencia a esa cualidad y, a partir de la impresión del color, la relativa al color. Y si ello es así, no es la palabra la que representa la realidad exterior, sino que es ésta la que da un sentido a la palabra. Por otro lado, ni siquiera puede decirse que del modo en que las cosas visibles y audibles tienen un fundamento real, del mismo modo lo tiene también la palabra, de forma que, gracias a ese fundamento y existencia, puede también comunicar el fundamento y existencia a las cosas reales. Pues, según afirma, si la palabra tiene también su fundamento, difiere, sin embargo, de todas las demás realidades; y extremadamente diferentes son los cuerpos visibles de las palabras. Pues lo visible es percibido por un órgano y la palabra por otro diferente. En consecuencia, la palabra no da cuenta de la mayoría de las cosas que existen con un fundamento real, al igual que tampoco éstas revelan su recíproca naturaleza. Por tanto, ante tales dificultades planteadas, en la obra de Gorgias, el criterio de la verdad, en lo que de ellas depende, desaparece. Pues que de algo que no existe ni puede ser concebido ni presentado a otro, no puede existir criterio”. 79 Capítulo 2 Lección 1 Los sofistas. ¿Perversos relativistas? La aparición de la democracia en Atenas creó la necesidad de formadores que educaran a los ciudadanos atenienses en los asuntos públicos y de gobierno. Ahí aparecen los sofistas para ocuparse de ello, convirtiéndose en los referentes intelectuales de Atenas del s. V y IV. Los sofistas formaron un amplio grupo de intelectuales, maestros y filósofos griegos, que tuvieron gran influencia y que, más que formar una escuela, compartían unos rasgos comunes como maestros de retórica y de cultura general. De hecho, sería un error pensar que los sofistas fundaran alguna especie de escuela filosófica, ya que la mayoría de ellos, aunque hay notables excepciones, no estaban especialmente interesados por cuestiones filosóficas, sino que su ocupación fundamental era la enseñanza de la retórica y la preparación para el éxito social. Podemos decir, que sofista es sinónimo de sabio. El sofista es aquel que posee un saber general a cerca de las cosas y los asuntos humanos, que se traduce en la capacidad para gobernar y para aconsejar con prudencia y acierto. Fundamentalmente fueron educadores dedicados a la enseñanza de la oratoria y de la virtud, entendida esta última como triunfo personal en la buena gestión de los asuntos de la polis. Su filosofía no es especulativa, sino práctica, y refleja lo que hoy denominaríamos una filosofía de la cultura (política, religión, lingüística, sociología y moral). La crisis de la democracia y sobre todo los fracasos del gobierno de los demagogos, hizo que los sofistas adquirieran una mala prensa, de perversos relativistas, capaces de defender una postura u otra según sus intereses personales, utilizando para ello argumentaciones aparentemente verdaderas (sofismas) para conseguir sus intereses. Si además, los relacionamos con la muerte de Sócrates, tenemos ya creada la leyenda de estos seres perversos. 80 Lección 2 Características Generales A pesar de las mencionadas diferencias, y a pesar de que los diferentes sofistas no forman una única escuela, en general comparten varios rasgos teóricos. Aunque estos no son compartidos por todos y de la misma forma, podemos decir que vienen a representar el punto de referencia de la filosofía sofista. Preocupación por la enseñanza Su principal ocupación es la enseñanza, que efectúan a cambio de una remuneración, ya que consideran que esta tarea es propiamente un trabajo y no sólo una obligación moral (como concebía Sócrates su enseñanza). Son maestros de la virtud (areté) entendida esta como excelencia o plenitud de desarrollo de las las cualidades. En muchos casos, esta areté fue identificada con el concepto de buen ciudadano y éste con el que triunfaba políticamente o tenía éxito social. El convencionalismo de la ley Con anterioridad a los sofistas la ley era concebida como algo creado por los dioses o en dependencia con la naturaleza del Universo. Los sofistas, sin embargo, afirman que la ley es convencional, es decir es fruto de acuerdo hecho entre los hombres, con lo cual la ley pierde su carácter universal y se origina así un relativismo cultural. En relación con este tema se origina una confrontación entre "nomos" (cultura, ley convencional) y "fisis" (naturaleza) que veremos en el apartado posterior. El relativismo del ser y de la verdad Frente a la pretensión de los presocráticos de conocer los principios últimos de la Naturaleza, los sofistas pretenden no rebasar el ámbito de la experiencia humana, ocuparse de las cosas en tanto que afectan al hombre. 81 "El hombre es la medida de todas las cosas" dijo Protágoras. Por tanto, la medida de las cosas es cada individuo o grupo de individuos; con lo cual, se produce una identificación del "ser" con la apariencia, "ser" es lo que a mi me aparece. Esto trae como consecuencia la negación de la distinción entre "ser" y "apariencia de ser" hecha por Parménides. Teniendo en cuenta que las apariencias varían de unos individuos a otros y de unos grupos a otros, todas las opiniones son verdaderas, esto supone una relativización del "ser" y de la "verdad", que utilizando un refrán castellano podríamos traducir diciendo: "nada es verdad, nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira". Lección 3 La paradoja de Protágoras En relación con el relativismo existe una curiosa paradoja denominada tradicionalmente "La Paradoja de Protágoras" «Euatlo era un joven sin recursos económicos que deseaba estudiar con Protágoras con la idea de dedicarse a la abogacía. Protágoras, que apreciaba la inteligencia del joven, le propuso que asistiera a sus clases y que una vez ganara su primer pleito ejerciendo de abogado, le abonara sus honorarios. El joven estuvo de acuerdo en el arreglo. Euatlo, efectivamente, asistió a todas las lecciones pero, cuando acabó su formación, anunció que finalmente no se iba a dedicar a la abogacía, sino a la política, y que, por tanto, no estaba en obligación de pagar sus honorarios, pues jamás ganaría un pleito. Protágoras amenazó al estudiante con un pleito y el joven argumentó: - Si vamos a juicio, Protágoras, y yo gano, por este mandamiento judicial, no te tendré que pagar; si pierdo, dado que aún no habré ganado mi primer pleito, y esta era nuestra condición, tampoco tendré que pagar. Así, pues, Protágoras, no te conviene ir a juicio: seguro que lo perderás. A lo que Protágoras replicó: 82 - Si vamos a juicio, Euatlo, y yo gano, por este mandamiento judicial, me habrás de pagar; si pierdo, tú habrás ganado tu primer pleito y por razón de nuestro antiguo pacto, me habrás de pagar.» ¿Quién tiene razón? Lección 4 El enfrentamiento entre nomos y fisis El término "Nomos" tiene diferentes significados: opinión colectiva (forma de pensar de un grupo), costumbre o uso social y ley de un grupo social (constitución de una polis). Pero en líneas generales se entiende como aquello que se opone claramente al termino "Fisis" (naturaleza) y no es producto de ella. Desde esta perspectiva, se va a analizar el valor y origen de las normas morales, a la vez que se realizará una crítica de la cultura, entendida ésta, como aquello que no es producto de la naturaleza. Los sofistas consideraron el Nomos como creación humana. Esto fue debido a un conjunto de factores. Análisis de estos factores El contacto con otras culturas. En estos momentos, Atenas era una ciudad abierta, que absorvía la llegada de de personas de diferentes lugares. Además su expansión colonial le permitió mantener contactos con otros pueblos. Este hecho permitió conocer diferentes culturas y percatarse de dichas diferencias y con ello tomar conciencia del relativismo cultural. La experiencia ateniense en el cambio de legislaciones, también les permitió tomar conciencia de que las leyes son creaciones humanas. 83 La falta de fundamento natural de las leyes, sobre todo, dada la imposibilidad de hacerlo desde una filosofía mecanicista, como la de los atomistas, dominante en esa época. Desde esa perspectiva, era difícil considerar las leyes como un plan natural, puesto que en la naturaleza no existían planes, ni finalidades. Sin embargo, a pesar de este aspecto convencional de las leyes, los sofistas no presentaron posturas uniformes, respecto a la validez de las mismas. Ya que, mientras algunos defendieron la cultura como un logro frente a los límites de la naturaleza, otros consideraron la cultura como un freno no deseable de las tendencias naturales, es decir como un limitación de la libertad natural. Por otro lado, tampoco estaba claro a qué intereses respondían las leyes y a quiénes beneficiaban. Lección 5 Los Sofistas y la Cultura La cultura como elemento de progreso La cultura no forma parte de la naturaleza humana, sino que surge por la necesidad de sobrevivir, primero solventando las necesidades básicas (saber técnico) y después solventando las necesidades de convivencia (saber político y moral). Sin esta cultura el ser humano no podría sobrevivir. En este sentido la cultura es un elemento de progreso respecto a la naturaleza y que redunda en beneficio de todos. Esta es la postura defendida por Protágoras y una gran mayoría de los sofistas y pensadores del s. V. La cultura como defensa del interés de los más fuertes Es la postura de Trasímaco o de Galucón. Las denominadas leyes justas son las que imponen los poderosos en función de sus intereses. Luego, justo es lo que interesa a los poderosos e injusto es lo que interesa a uno mismo. Por tanto, en muchos casos es más conveniente ser injusto que justo. 84 Por otro lado, las personas no cumplen la ley por justicia, sino por el miedo a ser perjudicado. Y como afirma Glaucón, si un hombre pudiera ser invisible, no actuaría por nomos, es decir cumpliendo las leyes, sino por naturaleza, dando rienda a sus instintos y pasiones. Así, tenemos una clara oposición entre fisis y nomos. Lo que es bueno por naturaleza es injusto por cultura y al contrario, lo que es justo por ley es malo o injusto por naturaleza. La cultura como defensa del interés de los débiles Como afirma Calicles, los que imponen las leyes son la mayoría, es decir, los débiles, ya que así se sienten importantes poseyendo lo mismo que los fuertes, y haciendo que los fuertes se sometan, como ellos, a la ley. La cultura como contraria a la naturaleza Desde el punto de vista de la naturaleza, bueno es lo que favorece la vida y malo lo que le perjudica. El nomos o la cultura establece comportamientos que producen malestar y dolor, y por tanto, son contrarios a la vida y con ello a la naturaleza. Por otro lado, el nomos se presenta como imperfecto, ya que no impide que se produzcan daños en los ciudadanos, como robos, asesinatos, etcétera. Esta es la postura defendida por Antifonte. Capítulo 3 Lección 1 Algunas apreciaciones En su origen, el nombre de sofista no llevaba consigo la idea desfavorable que hoy le atribuimos, puesto que solía darse esta denominación a los que hacía profesión de enseñar la sabiduría o la elocuencia. Sólo a contar desde la época de Sócrates y Platón, el sofista se convirtió en un hombre que hace gala y profesión de engañar a los demás por medio de argucias y sofismas; que considera y practica la elocuencia como un medio de lucro; que hace alarde de defender todas las causas, y que procede en sus discursos y en sus actos 85 como si la verdad y el error, el bien y el mal, la virtud y el vicio, fueran cosas, o inasequibles, o convencionales, o indiferentes. Tales fueron los que en la época socrática se presentaron en Atenas, después de recorrer pueblo y ciudades, haciendo alarde de su profesión y de su habilidad sofística. Por un concurso de circunstancias especiales, Atenas vino a ser el punto de reunión y como la patria adoptiva de los sofistas. La forma solemne, pública y ruidosa en que estos exponían sus teorías, el brillo de su elocuencia, los aplausos que por todas partes les seguían, las máximas morales, o, mejor dicho, inmorales que profesaban, todo se hallaba en perfecta armonía y relación con el estado social, religioso y moral de la ciudad de Minerva. La lucha heroica que había sostenido en defensa de la libertad de los [175] griegos, los nombres de Milciades y Temístocles, las jornadas de Maratón y de Platea, el triunfo de Salamina, excitando maravillosamente el entusiasmo de los atenienses, desarrollando su actividad en todos sentidos, despertando y avivando el genio de la ciencia, de la industria y de las artes, habían hecho de la patria de Solón la patria común y como la capital intelectual y moral de toda la Grecia. A ella afluían las riquezas y tesoros del Asia y la Persia, del continente helénico, de las islas confederadas, derramando en su seno la opulencia y con ella el lujo, la molicie y la relajación de las costumbres públicas y privadas; a ella afluían también los últimos representantes de la escuela fundada por Tales, abandonando la Jonia, amenazada a la vez por el despotismo persa y por las exacciones de los mismos griegos. Afluían igualmente a Atenas los sucesores de Demócrito, los de Parménides y los últimos restos del pitagorismo, atraídos unos por el brillo y cultura de la metrópoli intelectual de la Grecia, y obligados otros por las discordias civiles de su patria. Añádase a esto la supremacía política ejercida por Atenas, el prestigio de la victoria que por todas partes acompañaba sus armas, el brillo esplendoroso que sobre su frente derramaron historiadores como Heredoto y Tucídides, poetas como Sófocles y Eurípides, artistas como Fidias y Praxíteles, y sobre todo téngase en cuenta que era el foco de todas las intrigas políticas, y se reconocerá que aquella ciudad estaba en condiciones las más favorables para ser visitada y explotada por los sofistas, y para servir de teatro a sus empresas. Entre las causas principales que contribuyeron a la aparición de los sofistas en aquella época, puede contarse también el estado de la Filosofía por aquel entonces. La lucha entre 86 la escuela jónica y la pitagórica, entre la eleática y la atomística; la contradicción y oposición de sus doctrinas, direcciones y tendencias; las fórmulas matemáticas, el esoterismo y las doctrinas simbólicas de la escuela de Pitágoras; las especulaciones abstractas y apriorísticas de los eleáticos, a la vez que su negación radical de la experiencia y de los sentidos; la doctrina diametralmente opuesta de los atomistas y Heráclito, junto con las sutilezas dialécticas de Zenón, debían conducir, y condujeron naturalmente al escepticismo a los espíritus en una sociedad predispuesta a prescindir de la verdad y de la virtud, en fuerza de las diferentes causas que dejamos apuntadas. Así sucedió, en efecto, y todavía no se había apagado el estruendo de las luchas entre pitagóricos y jónicos, entre eleáticos y atomistas, cuando ya resonaba en Atenas la voz de Protágoras, la de Gorgias y la de otros varios sofistas que paseaban las calles de la ciudad de Solón, seguidos de numerosa y brillante juventud, ávida de escuchar sus pomposos discursos, y más todavía de escuchar y aplaudir sus máximas morales, las cuales se hallaban muy en armonía con los gustos y costumbres de la sociedad ateniense por aquel tiempo. Sabido es que, a contar desde Platón, el nombre de sofista venía representando para todos los escritores y a través de todas las edades y escuelas filosóficas, inmoralidad sistemática, carácter venal, charlatanismo filosófico, dialéctica y teorías falaces. En nuestro siglo, Hegel, a quien no sin alguna razón se ha llamado por algunos el gran sofista de nuestra época, trató de rehabilitar el nombre y la memoria de los antiguos sofistas, tarea en la cual ha sido imitado y seguido por muchos de sus partidarios y también por algunos otros críticos e historiadores, entre los cuales se distinguen Grote en su Historia de Grecia y Lewes en su Historia de la Filosofía. Posible es que la austera gravedad de Platón, sobreexcitada por la muerte injusta de su maestro, haya recargado algo el cuadro al hablar de los sofistas en sus diálogos, y principalmente al ocuparse de las luchas de Sócrates contra ellos; pero de aquí no se sigue en manera alguna que deban ser considerados casi como modelos y como genuinos representantes de la Filosofía, de su método y de sus principios morales, según pretenden Hegel, Lewes y Grote. Demás de esto, aun suponiendo alguna exageración contra los sofistas en la pintura que de ellos hace el [178] discípulo de Sócrates, no es creíble que esta exageración degenerara en calumnia, especialmente cuando los presenta como corruptores de las costumbres públicas 87 y privadas, toda vez que cuando Platón publicaba sus diálogos, todavía vivían muchas personas que habían conocido y tratado a los sofistas acusados. Lección 2 El lenguaje y sus Objetos La tecnología del leguaje fue muy estudiada por los sofistas. Como parte de la retórica y también el lenguaje en sí, filosóficamente. En particular, la relación entre lenguaje y objeto. Platón atribuye el comienzo de la enseñanza del lenguaje a Protágoras, Pródico y demás. Sofistas. Uso correcto, eficaz y apropiado. El tema clave del Crátilo es la adecuación de los nombres. Hay dos teorías: No hay sino un nombre «natural» para cada cosa; el hecho de que dos personas se pongan de acuerdo en llamar de determinada forma a una cosa no hace que ese sea el nombre. El nombre es simplemente una convención para referirse a una cosa. Se puede ver en el fondo de esta discusión distintos presupuestos epistemológicos: Nomos– Physis. Relativismo, realidad apariencias. Frente a la simple consideración del nombre como etiquetas, Sócrates propone que el nombre las cosas tienen una naturaleza fija, que los nombres son un intento de reproducirla, pero nunca perfecta (imitación) y además alejada de la cosa en si por el uso y el tiempo. Las imitaciones han sido diferentes en diferentes partes del mundo... La resolución, como en tantos diálogos, queda pospuesta para más adelante, como en tantos diálogos. Antístenes, discípulo de Sócrates, consideraba que el fundamento de la educación era el estudio de los nombres. Pensaba como Protágoras que es imposible hablar falsamente. El argumento es parmenideo: Todo enunciado es verdadero, porque el que habla dice algo, el que dice algo dice lo que es, 88 y el que dice lo que es dice la verdad». Si dice que el triángulo tiene cuatro lados, en realidad dice (se refiere) a cuadrado... Igualmente, no se podría a contradecir a quien opina que «un hombre es un animal con plumas» porque dice lo que no es, luego no dice nada. Esto niega la contradicción pero también la comunicación... como Parménides. Cada cosa tiene un logos. Se relaciona con lo anterior. Imposibilidad de definir algo: Según Aristóteles fue afirmado por Antístenes. No se puede definir algo porque para ellos se usan palabras que habría que definir. Solo los compuestos, pero parándose en los elementos. Se puede decir que la plata es como el estaño, pero no qué es la plata. Por ello Grote lo consideró el primer nominalista: Los nombres no definen las cosas solo las nombran como los nombres propios. (Veo un caballo, no la caballeidad). Sin embargo eso no sería cierto, ya que Ant. identifica nombre y cosa: nombre y cosa muestran son afines, si no lo son no dicen nada (como hombre con plumas). Licofrón: Eliminación del «es» copulativo, por considerar que el es no añadía nada. Sócrates es blanco, Sócrates blanco. Para eliminar el uso existencial. Pródico: Sofista peculiar que trató dos temas: el origen de los dioses (objetos útiles, tecnologías, descubridores), y preocupación por la precisión en el lenguaje y las distinción de sinónimos. Sócrates. Su preocupación por la precisión fue objeto de ironías pero influyó posteriormente. Fue un sofista original, opuesto al escepticismo. Demócrito había indicado que las palabras no reflejan la realidad porque (entre otras razones) algunas no tienen objeto distinto. Pródico lo refutó distinguiendo el objeto de los sinónimos. Gramática. No solo las cuestiones semánticas (relación entre signo y objeto) también las gramaticales fueron objeto de estudio. De gran importancia para el discurso. Protágoras fue el primero en clasificar las frases en varios tipos: afirmativas, negativa, preguntas, órdenes... 89 También Platón se refiere a la distinción entre nombre y verbo, probablemente descubierta por Protágoras u otro sofista. Según Aristóteles, fue Protágoras quien notó el género de los nombres: masc., fem., neutro. Lección 3 Generalidades Luego de las Guerras Médicas, que enfrentaron a las ciudades y colonias griegas con los medos y los persas, hacia el Siglo V A.C. varias de esas ciudades adoptaron el sistema político de la “polis”, el de la democracia; que significaba reconocer a todos los ciudadanos libres no ya la posibilidad sino hasta la obligación de participar en el gobierno. Ese sistema - unido a la prosperidad que en general alcanzaron varias ciudades - produjo un verdadero auge de la actividad de los preceptores, ambulantes de ciudad en ciudad, que ofrecían la enseñanza apropiada para el ejercicio de las actividades de la ciudadanía y de los cargos del gobierno - especialmente la retórica, el derecho y la política - a aquellos ciudadanos que estaban en condiciones de pagar a esos preceptores los importantes honorarios que cobraban por sus enseñanzas. Especialmente Atenas - triunfadora principal de las Guerras Médicas - se convirtió en el centro económico, político e intelectual de toda Grecia antigua. Allí floreció especialmente la sofística - denominación derivada del nombre de los preceptores o sophós, sabios doctrina filosófica que, abandonando el estudio de la Physis, se orientó fundamentalmente a los temas del hombre, la organización social, las leyes, y las costumbres. Lección 4 La sofistica como Movimiento El movimiento de la sofística se difundió por toda Grecia, abarcando practicamente a todas sus sociedades. Su orientación general estaba pautada por un gran escepticismo, una inclinación general a someter todos los temas a la discusión retórica, y sosteniendo en 90 definitiva que no había ninguna verdad auténtica, sino que la verdad dependía del poder de persuación con que fuera expresada y la utilidad que tuviera. Lo más caraterístico de los sofistas era el uso del método dialéctico, mediante el cual se pronunciaban extensas argumentaciones que, más que a la búsqueda de la verdad, tenían por finalidad evidenciar las incoherencias de la argumentación del adversario. El máximo grado de habilidad del sofista, consistía en convencer a su auditorio de algo, para de inmediato demostrar lo contrario. Los sofistas cultivaban y enseñaban como un componente fundamental de la educación, la retórica, como arte de convencer mediante la palabra. También daban gran importancia a la eurística o arte de polemizar; llegando en su ejercicio a extremos que llevaban a realizar extensas discusiones sobre asuntos totalmente absurdos, sin el menor objetivo de alcanzar una conclusión acerca de nada. Una de las actitudes más características de los sofistas, estuvo referida a su concepción de la normativa social; considerando que ni la moral ni las leyes respondían a la naturaleza, sino que eran solamente nomos, es decir resultados de las convenciones humanas; por lo cual los hombres podrían establecer un orden social y moral totalmente distinto, sin que con ello lesionaran el orden natural. Con ello, sentaron las bases de la discepancia entre las concepciones del llamado jusnaturalismo que considera que hay reglas jurídicas y morales inherentes a la naturaleaza; y el llamado “positivismo jurídico”, que solamente considera que las reglas están vigentes por imposición humana. Lección 5 Anotaciones importantes En sentido estricto, y debido tanto a su probable gran número como a su método de actuación, no puede decirse que las doctrinas de los sofistas sean conocidas por la posteridad en forma directa, a través de sus expresiones escritas. En realidad, se les conoce principalmente a través de las transcripciones de sus supuestos diálogos, principalmente las 91 contenidas en las obras de Platón. Entre ellos pueden mencionarse a Hipias, Protágoras, Euridemo, Pródico, Gorgias, Antifonte, Licofón, Trasímaco, Critias y Calicles. En realidad el movimiento sofístico puede subdividirse entre el de la primera generación, fundamentalmente integrado por Hipias y Protágoras; y la segunda generación cuyos principales representantes fueron Antifonte, Trasímaco, Critias y Calicles. Todo indica que en realidad, la inclinación al pesimismo y al irracionalismo fue principalmente una característica de los últimos sofistas; ya que los primeros predicaban una doctrina conforme a la cual la posesión de mejores conocimientos permitiría cumplir mejor los deberes del ciudadano. Si bien los sofistas principales - al menos aquellos cuya prédica fue recogida ulteriormente por Sócrates y Platón - actuaron en la Atenas de la segunda mitad del Siglo V A.C., en realidad eran casi todos extranjeros; por lo cual carecían de derechos políticos en la ciudad. Sin embargo, se hacían notar publicamente, porque varios de ellos ejercían funciones diplomáticas como embajadores de sus ciudades de origen, lo que les confería el derecho de hablar en la Asamblea y les facilitaba el trato con todos los hombres prominentes. En este sentido, es preciso tener presente que los sofistas actuaron en la época de oro de Atenas, y que fueron contemporáneos y frecuentaron el trato de hombres como Pericles, Herodoto, Tucídides, Sófocles, Eurípides, de Fidias, de Anaxágoras y de Zenón. Los sofistas recibieron juicios altamente negativos, por parte de Sócrates y de Platón, quienes al parecer los despreciaban principalmente por atribuirles un desmedido afán de lucro. Sin embargo, no puede perderse de vista que si obtenían éxito en su medio, de alguna forma quienes aceptaban pagar por sus servicios habrían de encontrarlos valederos. Al parecer, en su medio y época tuvieron su prestigio; al extremo de que se dice que cuando la ciudad de Atenas 92 resolvió fundar una colonia en la península italiana, en Turos, encargó a Protágoras que redactara su constitución. 93 Bibliografía Botton, Alain De. (2000). Las Consolaciones de la Filosofía. Ed. Tauros. Madrid. Garcia, Gual, Carlos. (1992). 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