GACItf JIJI}¡CIAL

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GACItf
Domingo V,Aez García, Enrique González Villa,
Ma¡io Solórzano, E¡nesto Fe¡nández C., Joaqui¡
Emilio Sier¡a, Marco Tu1io Ceballos M., Gabriel
Castdllón Holguín, Jaime Betancou¡t Cualtas,
Jorge Lalinde Viveros, Jesús Garcia Avendaílo,
J. Antonio Rico, Fabio Na¡anjo Ochoa, .I. Emilio
Duque, José Domingo Penagos E., Alfonso Arbeláez Mad¡id, Eduardo l'etnández Botero, Ra-.
món Quirós Monsalve, Héctor Cuesta Angel, Allonso Galvis R., Jaime Ortiz Restrepo, Alfonso
Uribe Mises, Manuel José Vallejo, Roberr,o Oca¡npo Alva¡ez, Eduardo Castaño E., Jaime Ochoa
A¡ismendi, Jaime Maya M., BenJamín Echevelli
V., José Luis Molina M., Elías U¡ibe U¡ibe, Jorge Mejía V., Emiliano Guzmán Larr-ea, EstanisIao Posada Vé1e2, Ge¡mán Vélez, Gonzalo A¡ango Escobar, Fernando Arango S., Miguel VéIez
Henao, Helj Mejla Gómez. Jorge Prrrir Suár'ez,
José Ma¡ia Madrid, Ricardo González G., Mariano Sanín T., Rica¡do Uribc Escobá¡, Jaime Toro
Oblegón, Gab¡iel Alva¡ez Uribe, F¡ancisco López
de Mesa, Diógenes SepúIveda Mejía, A¡tu¡o Berrío Pa¡¡a, tr'Iancisco E. Tobar, Lázaro Tobón, Al
berto Isaza, Miguel Díaz Mendoza, Eduardo Uribe Botero, Efraím Jaramillo Gutié¡rez, Jaime Isa-
JIJI}¡CIAL
Nos. 2t'fl
--
2.1?2
-
2lf9
?a Cadavid. naúl H. Sánchez M,, Mario Mor€¡o.
I'elDández. Bernardo Valderrama. Héctor Orti¿'
Rest¡epo, José Sanín E.heverri, Gustavo Ruiz
Sánchez, Francisco J. Mcdina V,, Gabliel Zapata..
Cadavid, JoaqujD l,lloreno P¿u'eja, GrNtavo de la'
Cuesta; J. Antonio Caiieve¡a], Luis Angel Gon'.
zá1e2, A¡türo Rodríguez M., Eduardo Isaza Martínez, Alfonso Cuartas Na¡anjo, Mauro Trujillo
T.. Ralael A"3ngo M.. Crijllermo d¡ la CLresrs,
Alfonso Oso¡io V., Rubén Gil conzález, :Ionorio
Airoyave A¡ango, Carlc's Restrcpo Duüil, Aníbal
Vallejo ,{., Francjsco Lrds Girsldo It., custavo
M.jía Ramírez, Le.rardo MoIa l\{ora, Ecnó Arias
l\tontoya, César Montoya, Jesús cómez S¿laz¡r,
Eduardo Cor'¡ea Vi1la, Jaime .Iimónez Ramjrez,.
José Gallo.Gómez, Jaime Molina Mor.cno, Gon,
z¿lo Jiménez M., Jaime Posada Londoño, Fábio
A¡belácz Cifuentes, Humberto Restrepo Ja¡ami,
11o, Lázaro Martínez S., Ile¡Ilár Villegas S., Ho-,1
¡acio Sie¡ra R., Augusto Cor.I.ea Velásqucz, Hernán 'Io¡o Agudelo, Octevio Moreno Quevedo,
Luis Sánchez Pue¡ln, Bernardo Ceballos Uribe,
Alfonso Restrepo Moreno, Ram¡o Piedrahita R.,.
Jai¡ne Velásquez To¡o, Antonio J. Pardo, Joaquin
GLrillprmo P, sfrepo. Adán Bcra||cur
NESPUESTA DDI, PRNSIDENTE
"ISogotá, D. E., septiembre 14 de 1956
"Doctoros Miguel Moreno Jarcmillo, L¡izaro Tobón, Guillermo Járamillo Bar¡ie¡tos, Junta Di,
rectiva del Colegio de Abogados de Medeltín y
Jurisl ¡s dc Antioquia.
"Medel iin.
"Gustoso doy r€spuesta a sus comlrnicaciones del
20 y 24 d,e agosto último, que contienen sus oll,
servaciones al Decreto número l.?62 del 26 de ju_
lio último.
"A pa¡ti¡ del 13 de junio de 1953 cn dive¡sas
opo¡tunidádes he manifestado mi deseo de que
los ciudaidanos, sin distingos de nioguna índole,
manifiesteD lib¡emente sus puDtos ¿le lnconfo¡midad hacia medidas tomadas po¡ .rl Gobierno,
con la sola condición de q1le 10 hagaD en lengu¡re sereno y respetuoso que deben usat con las au_
to¡idades y empleando 1a buena fe de quien se
p¡opone hacer uná crítica constructiva. El Co.
biF¡no aprecjc de vcras esta e.pccie de colabu.
ración, que es de gran utilidad para el Mandatario
que, co¡ro e1 que se di¡ige a ustedes, s(ilo se propone el bien de 1a cornunidad y no 10 mueve sino
un sincoro desco de a..nar.
"Las comunicaciones de üstedes las he leído con
agrado. porquc i Ja ve7 qu. exprcscn ¡us punlos
c¡e visla cn términos y.on propósilos clevador.
reconocen que 1o más importante pa¡a e1 pais y
pa¡Ét todos los ciudadanos es 1a Constitución Na_.
cional, confiamando en esta forma mr c¡eencia
de que en esta ocasión taftpoco anduvo equivocado eI Gobierno al expedir el Decreto Ley 1,?62
dc julio úll imo.
"En cfecfo, es bien clara ta fácultad coDstitü,
.ional del Cobicrno para .ticlarto.
ninguna parte o¡dena la Constitución que
. "trn
la
exequibilidad de 1os decretcs leyes dei,e f¡-
ztTL
-
2L72
-
2173
(;AONl'A
llarsé por 1a Colte en Sala Flena. A1 contrar¡o,
el ¿rticulo i4? dc la Car ta dice cxprcstr:n-n{e
que la Colte Suprema de Jüsticia se compondrá
' del número de Magistrados que dete¡mine la Ley
.y qu€ ls misma Ley dividi-rá la Corte en Salas,
señalaodo a cada una de ellas los asd¡tos de que
debe cnnoceil y dearrI¡¡n:rrá aqutlr'rs el| qu€
debe inlervenir toda la Corte. (Subrayo yo).
I "Po¡ ot¡a Falte el aúículo 214 de 1a misma
. Carta Funclamental, cuando establece que la Cor- te, en guarda de la integridad de ]a Constitución,
decidirá definitivamente sobre la exequibilidacl
de las leyes, no ha dicho quc 1() haga en Sala
Plena, dejando esto al c¡iterio de1 leáislado¡ con'
' forme al citado a¡tículo 14?, legislador que sola^
mentc es en esiado de siiio y no hallándose reunido el CoDgr.eso, el Presidcnte de la Itepública
co1 tcdoi sJs Miniitros,
"Y ¡o se püede afi¡l ar que aI dispone¡ este
precepto que sea ia Corto la que decida sobre las
dem¿ndas de inexéquibilidad, deba entenderse
l¿ Corte {rn pleno, porque 1a Co¡tc es Corte, bjen
se p¡onuncie Dor boc¿ dL" la Sala Plena,
' oseadeque
una Sala especiel, o de u¡1a Sala unitaria.
'Tan cierlo cs ésto que el I-egislado¡, por ejemplo, el1 ]os a¡ticulos 33 y siguientes del Código
Judicial ai desarrüi1ar el artículo 151 de la Constitución qüe se re¡iere dilectamente a las at¡ibucjones de l¿ Corte, distribuyó es¡s fac ltades en
distintas Salas, sin qoe jamás se hayan tachado
lales norrlras de jncoDstitucíonales por ¡o habcr
. conliado dichas ¿llribuciones a l¡ Corte en ple¡o,
.no obslañte que allí la Constitución sólo habla de
"Sugie¡en ¡rstede:i que cl Ejecutivo ha extralinritado sus funcioncs, porque el artícu1o 30 del
Código Judicial suspendido por e1 Decreto núme: ro 1.?62; no es incompatible en concepto cle ustedes con el es{ado de sitio.
. 'rParece qúe los distinguidos fil-mantes de las
¡omuDicccion"s quF conLFsto. parficiparcn dc lF
, arcaica y revaluada teoría de que las facultades
dcl Eieculivo pn , "rsdo dñ sirio es¡á,r , ircuns.rrtas r'igurosa e inflexiblemente a 1as medidas que
se ehcaminén, en forma directa, a repdmir el alzamicñ1o o la conmo.:ón nterior.
"Es oporluno rrar.crihi a .-to rcspc.rú J, :r.
' parte de la doctrina sentada por la Corte Supre,
ma cle Justicia, por unrnimidad de votos, el 28
¡a i"ñi^ irl+i ñ^
, 'r '!n la irlterpretación cle Ios préceptos de lá
úa¡ta l¡urlda¡rental ha de buscarse la reali¿ación
de los fi¡es persegui¿los por e1 constitsyg4te, I
JUD¡CIAL
42t
da¡ cabida, en 10 razonable y en 1o necesariol a
las nuevas conecpciones que desarrollen y vivi
fiquen las:rormas escriras y los princ¡pios que las
informan, adaptando las instituciones a Ia ¡ealidad dé los hechos acfuales. El constituye[te del
Éig1o pasado no previó ni pudo prever la complejidad de los trastolnos políticos, social€s y económicos de nuestros días, pdo el inté¡prete debe
encont¡al en sus ordef¡amientos 1os rnedios adecuados pala salvar las diitcilcs emergencils d quc
se enfrenta el gobernante de hoy, como. que Iá
constituciórl ha sido cxpedida con el fin de aiianzar la unidad ¡acional y asegu¡ar los bienes de
1a just-icia, la libertad y la paz', según lo expresó
sabiamente su preámbu1o. Con este c¡iterio, es
dable admitir que g¡aves pertulbaciones de or_
den político, social o eco!ómico, qüe pongan en
peligro ¡la paz pública, justifican el estado de sitio y la adopción de úedidas propias a tal emerl
gmcia, en la misma forma como fue autorizado
este régimen excepcional para las époc¡s anor¡rales de conmoción inte¡na por alzamiento o insurrecclórr. trin todo caso, desde luego, el t¡astor_
no politico, social o económico debe ser de tanta
e-ntidad que comprometa la paz pública Y de
consiguiente, las medidas iegislativas extrao¡dinarias que el Gobierno dicte entonces pa¡a conjurar la perturbación del orden público, en ejercicio de Ios poderes del artículo 121, se extienden
legítima¡Íenle a las caüsas pollticas, sociales y
ecorlómicas que hayan o¡iginado o mantengan la
anormalidad, pa¡a ataca¡las y dest¡uírlas en cüanto luere necesario para el pronto restablecimienro de la paz',
"Después de esta interpretación de Ia honorable Corte, que co¡responde a la doctrina de to_
dos los expositores moder¡los, p¡egunto yo si está
dentro de las lacultades que €l a¡tículo 121 de
1a Carta da al Ejecutivo en €stado de sitio, la expedición de un Decreto que se dirige exclusiva_
mentc a procurar la mayor agilidad posible a
una de las l¡ás importantes atribuciones del Su_
premo Tribunal de Jtlsticia, y que más se roza
con el orden público, como es lá de {esolver so'
b¡e la constitucionalidad de las leyes, y a todear
esa at¡ibucjón dé una mayor garantía de aci€rto,
como es l¡ espéciali?¿ción de quienes van c ej'-cita.'e.
"Me ¡e{iero ahora a las razones de convenien'
.iá e itreonveniencia del DFcreto.
"Es posible que muchos de ustedes ignoren que
en la horrorable Corte Suplema de Justicia cul_
..!a¡r actuahdente 35 démandas de inexequibilidad
'
42r
y que hay
GACETA
asr¡¡tos cle esta indole que hace diez
años esperan su solució¡ definitiva. Con razón se
p¡omovió el año pasado un movimiento en la
opinión pública, dirigido po¡ ó¡ganos de la prensa y por notables ciudadanos, entre los cuales se
contaban muchos de ustedes, encaminado a pedirle a la Corte que no postergar:a más su pronunciamiento sobre las derBandas de iltconstitrlcionalidad que tenía pendientes.
"La Corte, auDque hacía toda clase de eslucf
zos por ponerse al diá, no lograba hacerlo, pues
psra reunjr la Sala Plena con la frecuencia que
el número y la jmpoltancj¡ de estos negocios requería, debía hace¡lo con menoscabo de las otrar
Salas que verían pafalüada su actividad, con g¡a,
ve pe¡juicjo de la administ¡ación de justicia. Se
c¡eyó convenie¡te €ntoDces ctear la Sala de Ne,
gocios Constitucionales. Dedicada exclusivanenté a coñocer de tales asr¡ntos, les da¡ía evasió¡l
oportuna. Además, una Sala integ¡'ada pol especislistas en la n¡ateria, sería uua ga¡antla de
acieTto..Iuás que una Corte Plena, et ta que por
razones obvias no se pL¡ede aspiral a que cua¡ldo menos la mayoría de los Magist¡ados sea¡r es
pecialistas en derecho constitucional.
"La Sala de Asuntos CoDstitucionales coisagraria de este nodo, en materia tan importante; l¡
acertada y mod€r¡l¿ tendencia de acabar con el
conoci¡niento promiscuo en la adrninistració¡r cle
justicia, canon de los países más adela¡tados v
aspiración permalrente de nuest¡os ¡efc¡madores_
'¡Ustedes consideran sjn embargo que se log¡a
ria un mayor acielto si el fallo de las de¡¡andas
de i¡rconstitucionalidad 1o p¡ofiela la Corte en
Sala Plena, porque no conciben que el parece¡
de ocho Magistrados integrantes de una Sala, pue_
da prevalece!, €n ü¡ momento dado, sobr.e la
opinión de u¡a Co¡te de veinte Magistrados,
"Me parece que este a¡gu¡Dento de ustedes debiera conducir a la abotición de las demás Salas
de la Corte. Po¡qüe si es prefe¡ible la opinión
improvisada de veiote Magistrados a la oDinió¡
,TUDICIAL
No!,
lul *
2u2 +¡l?3
especializada de ocho, sobran tambiéü la Sala Civil y la Sala Penal, y la Sala de Negocibs Gene" .
¡a1es, cuyos asuñtos, no ¡nenos irnportantes que
los de inconstitucionalidad, debe¡ían pasar, en
1a iógica de ustedes, al conocimieDto de l¿ Corte
Plena, puesto que en estas Satas también la opi:'
nió¡ de unos.pocos Magistrados pueale p¡evalece!, ,.
en un momento dado, sobre el c¡lterio de una
Co¡te de veinte Magistrado".
"sostienen usledes, ¿sinrisroo. quc con el dFc¡eto en ¡eJereñcja el Presidente de 1a Rcpriblica
queds habilltado par? srlst¡aer sus actos ¿ toda
¡e,visión, tanto más si se tiene en cuerta que ei
nombrarniento de Magistrados 10 llace el misno
funciollario.
"Este argu¡¡re¡to es absolutamentc inaceptable,
porque es sugerü a priori que lús Magistrados .
so¡ plevaricado¡es y que el Presidente de la Re.
púbiica es abusivo y concusionario.
"No comp¡endo por qué si es el Cor¡greso el
que clige a los Magist¡ados de 1a Corte, v ese
t¡isrno Co¡¡g¡eso ciea 1as Salas y di$t¡ibuye los
asunlos de que debeu conocer, r1o hay petigro de
ningu¡a éspecie, auDque esa ¡nisma Corte vaya a
juzgar actos clel Congreso que la e1ige, y ¡o obslantc quc en los corrgrcsos una exigua minoris
selecta impone su ctiterio a la irme¡lsa mayorla
heterogénea y greg¿lia.
rPero si son el P¡esidente de 1a República y
¿odos sus Ministros quienes, a falta de1 Congreso
hacen esas mism¿s cosas, entonces resulta gravísimo y perjudicial, aunque el P¡€'sidente y sus
Ministros sean tan rcsponsabjes. tan ilustrédos y
t¿ú honestos cono la ¡nirroría selecta dcl congr€so, cuando menos.
"Dejo asi expuestas las razónes que el 6obierno nacional tuvo para expedir. el Decreto 1ey ¡1ú_
mero 1.?62 del 26 de julio ril¿imo, y me suscribo
de ustedes atento compatriota, Gene¡al Jefe Sü.
p¡e¡no, custavo Bojas Finilla, presidente de Ia
Repfiblica".
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