CoNSOxTORio Jurídico. Rev. A.E.U., 51:40-59 1965 Consultorio Jurídico de la Asociación DiERECHO INTERNACIONAL PRIVADO. DOMiqíLIO MATRIMO NIÁIS. ORDEN PUBLICO. DISOLUCIÓN DE SOCIEDAD CONYUGAL. SEPARACIÓN JUDICIAI, DE BIENES. PARTICIÓN. RÉGIMEN FIS ERROR DE HECHO. CAL- NULIDADES'. — — — 1. del CCU rige nuestras relaciones, sólo cuando no hay un tra regulando el tema. (Informe del Prof. Dr. Vie:ra). 2. El art. 9 de la ley 10.783 es de orden público internacion-al, en cuanto sus^ tituye la noción le domicilio matrimonial por las de domicilios respectivos de los cónyuges ; por consecuencia, cualquiera de los cónyuges casados en Argentina puede acudir a nuestra judicatura solicitando que se declare disuelta la sociedad! conyugal, — El art. 2397 tado internacional — aún cuando (Id. id ). el marido hubiera tenido allí su domicilio al celebrarse el matrimonio. La partición otórgala en tal caso, en Uruguay se regula por la ley de la situación de los bienes, que decide sobre su procedencia, f"0rm.a y efectos. (Id. ioi.). ^' -^^ ^^^*^ ^^ separación judicial de bienes, al partir los radicados en Uruguay, de cónyuges casados en Argentina, donde (tuvieron su primer domicilio matrimonial, debe hacerse tomando en cuenta uña disolución decretada por jueces argentinos y aplicándose leyes argenfe'nas. No hay, en esto, violación del orden público' inter nacional, (informe de la Prof. Esc. Terra Corbo). 3 CASO N° 1 — . — es pertinente la disolución de una sociedad conyugal decretada por jueces de un matrimonio celebrado en Argentina^ si ninguno de los cónyuges está domiciliado en Uruguay aún cuandb tuvieran bienes en nuestro país, del Prof. Adj. Dr. L. A. Viera). (Informe 6. Cuando en una partiaión extrajudicial en vez de invocar una resolución vá lida de la justicia argenidna, se comete el error de invocar como fundamento una resolución inexistente o nula, de la justicia uruguaya, ese error in 5 — . No uruguayos, estuvo o -rr~ absolutamente afecta para nada la validez del acto jurídico realizado (Id. id.). La dlisolución de una sociedal conyugal decretada por la justicia argentina 7. se rige, cuando hay bienes en nuestro país, en el orden .fiscal, por la fecha en que dicha sentencia extranjera quedó ejecutoriada. (Id. id. ) cidental no — . INFORME DBL PROF. DR. MANUEL ADOLFO VIEIRA Concretamente gentina y con cio argentina se consulta primer : un domicilio matrimonio celebrado obtiene en la República Ar sentencia de divor país, separación de cuerpos y la declaración judicial de disolución de la sociedad conyugal, aprobando el Juez la partición efectuada, incluso la de los bienes ubicados en el Uruguay. Posteriormente y al amparo de la ley 14.394 que consagró temporalmente el divorcio absoluto en la Ar gentina, obtienen la disolución de su vínculo matrimonial. Antes la esposa, en base a la ley 10 783, había logrado en el Uruguay se decretara judicialmente la disolución de su sociedad conyugal, sin es que tar ni ella ni su esposo domiciliados en nuestro país. Ulteriormente, y en ba se a dicha sentencia, los ex esposos otorgan escritura de partición, adjudisu en ese nuestra — — . una — candóse los bienes gentina en 41 — la misma forma que la establecida en la partición ar . en nombre de los futuros compradores de un in partición practicada en nuestro ,país, por entender que la no pudo obtener la disolución de la esposa, no domiciliada en el Uruguay, de nulidad ese procedimiento no se podría en dada la sociedad conyugal, y autorizar escritura de partición. Agre a antecedente base a aquel procederse con el impuesto a los gananciales. Fi relacionadas consideraciones otras ga nalmente indica que de corresponder la disolución de la sociedad conyugal, ello no era posible pues los esposos ya estaban divorciados al finalizar la tra mitación judicial. En la consulta se solicita señalar cual es la función del ar tículo 2397 del Código Civil. El 'Escribano actuante mueble objeta la RESPUEISTA Las observaciones del escribano actuante son de sumo interés, aunque estimo que sus escrúpulos pueden ser desvanecidos en base a las considera ciones que efectuaremos. Para mayor claridad procederemos a analizar los diferentes aspectos de la consulta. En primer lugar, y esto es fundamental,' analizar cuáles son los textos de la disolución de la sociedad y finalmente la validez de la 1 ■ —■ . Textos que regulan legales aplicables a conyugal efectuada partición la materia; luego el valor ley 10.783 al amparo de la efectuada en el Uruguay. las relaciones patrimoniales en el wmtrimonio La celebración del matrimonio, las relaciones patrimoniales de los espo divorcio, la separación de cuerpos, etc., se desarrolló bajo el imperio sos, el de las entró normas del Tratado de Derecho Civil de 1889, pues el de 1940 recién el canje de ratificaciones efectuado por la República Ar regir gentina el 18 de junio de 1956. De no existir capitulaciones matrimoniales ni la fijación de un domicilio convencional, el artículo aplicable era el artículo 42 que regulaba las relaciones entre los esposos por el domicilio del marido al tiempo de la celebración del matrimonio. Esto en cuanto a la ley aplicable. Con relación a la jurisdicción competente para entender las cuestiones entre a con los esposos era la del domicilio matrimonial al artículo 8 era el domicilio del marido. — artículo 62 — que de acuerdo ¿Cuál es entonces el papel que juega en el caso en consulta el artículo Código Civil? En mi opinión ninguno; en efecto el artículo 2397 como las demás disposiciones de la ley 1941 incluida como apéndice del Có digo Civil, están destinadas a regular nuestras relaciones en materia de De recho Internacional Privado cuando no hay un tratado internacional. El Prof. Alvaro Vargas en su exposición de motivos al presentar el 2397 del 42 — — ley, luego de fundar los criterios adopta jurídica de América va hacia soluciones cada ve más sabias lo y perfectas, que no impide que fuera de las disposiciones sancionadas en sus tratados, aplique a las relaciones jurídicas que provienen de los países no signatarios, fórmulas que llegan a inspirarse en el principio de la nacionalidad, etc. ( 1 ) Consagrar el principio de que mediante una norma interna se puede de rogar una norma de carácter internacional, sería aniquilar el derecho inter nacional, y dejarlo a la voluntad exclusiva del Estado. Concretamente: el ar tículo 2397 como las demás normas de derecho internacional privado que puedan encontrarse en nuestras leyes regulan las relaciones jurídicas con los demás estados, cuando no exista un tratado internacional tratando el tema. proyecto que lueg-o se convirtió en dos decía: "... la conciencia . es por otra parte la tesis de la Cátedra de Derecho Internacional Públi de nuestra Facuhad a cargo del Dr. Eduardo Jiménez de Arechaga (2). Esta co 2 —■ . Valor de la disolución de la sociedad conyugal realizada en el Uruguay. La acción se promovió por la esposa durante la vigencia del tratado de 1889 y la notificación del marido se practicó durante el imperio del tratado de 1940. Creemos que el texto que debe primar debe ser el de 1889 por ser el imperante en el momento de iniciarse la acción; los tratados, al igual que las leyes, carecen de efectos retroactivos e iniciada una acción, ya se fija el régi men que la ha de regular. Por otra parte el sistema de la ley 10.783 que de termina que el juez "deberá decretar sin más trámite" la disolución de la socie dad conyugal (Art. 6°) quitaría eficacia decisiva a la notificación. Por lo de más la reserva formulada por el Uruguay al artículo pertinente del tratado de 1940, lo haría inaplicable (3) De sostenerse la privanza del tratado de 1940, . virtud de dicha reserva, entraría a jugar el sistema nacional, esto es el apéndice del Código Civil. Pero sucede que en el año 1946 se sancionó la ley de Derechos Civiles de la Mujer ley 10.783. ¿Qué alcance tiene esta ley? en — Dice AivFONSiN refiriéndose al artículo 9, pero " con argumentos aplicables a judicatura se pronun cie sobre si el artículo 9 de la ley de 1946 es o no de orden público internacio nal. En nuestra opinión lo es. Repugna a nuestra concepción de las relacio nes conyugales que uno de los cónyuges esté sometido a la voluntad del otro ; la potestad marital ha sido abolida como contraria a las buenas costumbies, al orden de la familia y a la igualdad de los cónyuges y no puede ser restautodo el contexto de la 1) 2) 3) Codificación ley : . . . es preciso que nuestra Nacional del Derecho Internacional Privado, Montevideo, p.ll, 1943. Curso de Derecho Internacional, 1 :210 y isig. Congreso Sudamericano de Derecho Internacional tevideo. Ed. Oficial, p.84. PrivcMo, 2?, Acta Pin^l. iMon- 43 — — rada ni por acuerdo de los interesados, ni por efecto de por efecto de una norma material de un Tratado. ." Esta ley — que dicho sea de paso deroga también ley extranjera, una (4) ni . el artículo 2397 del Có digo Civil que menciona el domicilio conyugal y ahora éste siendo sustituido por el domicilio de cada uno de los cónyuges existe más no — es de orden público internacional y tiene vigencia sobre todos aquellos que se encuentran en el país. Es por lo tanto de orden público internacional el derecho que tiene cualquiera de los cónyuges de solicitar judicialmente la disolución de lá so ciedad conyugal. Es cierto que esta disolución por realizarse al amparo de una ley de orden público internacional tendría únicamente valor territorial, pues la judicatura elegida lo fué en contra de las normas del tratado. Sucede aquí algo semejante a la institución matrimonial : cualquier per sona residente en nuestro país puede contraer matrimonio ante nuestros ofi no se precisa domicilio; en cambio para divorciar ciales del Registro Civil se se exige el domicilio en nuestro país por exigirlo así el artículo 2396 del Código Civil. En conclusión: de acuerdo a la naturaleza de la ley 10.783 cualquier cón de solicitar que se de yuge puede acudir ante nuestra judicatura a efectos la sociedad clare disuelta conyugal. — 3. Partición • —■ efectuada en el .Uruguay. Ni el tratado de 1889 ni el de 1940 regularon expresamente la partición necesario pues tanto el artículo 26 del prime y según Alfonsin, ello no era de carácter ro, como el 32 del segundo, establecen que todas las relaciones se regulan entre ellos la partición real de que son susceptible los bienes forma sobre la decide y el efec procedencia, por la ley de la situación, ley que — — la to de partición ( 5 ) . el sistema territorial, régimen una ley extran regularse por mejor partición, que es que se originen choques con la lex reí sitae ley lo más probable jera,, la que a la postre será la que resolverá (vg. formas, garan de la situación la "lex tías, efectos traslativos o declarativos, derechos reales, etc.). Cuando otro celebrarse en ella forma país convencional, podrá reí sitae" admita a la ley territorial, vg. escritura pública, pero ajustándose a lo establecido por Los tratados de Montevideo se aviene con la adoptaron pues de — — instrumentales aunque en este caso las formas celebración. la de gar regularán por la ley del lu Alíonsin, Q. Sistema de Derecho Civil Internacional, (279) :62S. AijPONSiN, Q. Régimen internacional de la partición. La L,ey, Buenos Aires, 7 de de 1959. 4) S) mayo se — 44 — ¿Cómo se ha efectuado esta partición en el caso en consulta? En nuestra opinión la partición ha sido efectuada en forma correcta, en escritura pública y de acuerdo a nuestras leyes. Además, por los antecedentes suministrados, la ley aplicable ha sido aplicada Ella era la ley argentina de acuerdo al tra tado de 1889 artículo 41 por ser la del domicilio conyugal, esto es Bue . — — Aires. En efecto, la partición uruguaya se ciñó estrictamente a la efec tuada en la Argentina recibiendo la Homologación judicial argentina. De nos nuestras leyes en cuanto a la partición, y conforme a las normas ar estimo que la partición puede considerarse como válida. gentinas, admitiendo Y en cuanto al fundamento invocado en dicha partición en hipótesis la invalidez de la disolución de la sociedad con instante un por decretada en el Uruguay. A este respecto me permito formular dos ob acuerdo a — yugal a) El escribano actuante lo hizo en base a una sentencia judi cial de un juez nacional que lo obliga; b) Legalmente válida, y habiéndose aplicado la ley competente, esa presunta irregularidad puede ser considerada como irrelevante, pues ella no puede afectar los derechos emergentes de la partición como ser el de la libre disposición de los bienes que fueron adjudi cados en un instrumento público. servaciones: Dr. Manuee Adolfo Vieyra Profesor de Derecho Internacional Pri vado . Ituzaingó 1309, 4 Montevideo p., esc. 9 . INFORME DE LA PROF ESC. DOBLIA TERRA COREO "Se judicial, 1 . me pide opinión sobre cuando relacionan los se la validez siguientes jurídica de una antecedentes partición extra- : Matrimonio cuyo primer domicilio matrimonial estuvo tina, habiéndose celebrado éste en el año 1935 en la Rep. Argen . 2. Separado la 3. ley del de bienes por un juez del Uruguay y aduciendo la vigencia de 18 de setiembre de 1946, según auto del 26 de marzo de 1953, sin que ninguno de los cónyuges estuviera domiciliado en nuestro país. Divorciado y separado de bienes en la Argentina, por sentencia de los jueces de aquel país y aplicando las leyes argentinas, en fecha 30 de di ciembre de 1953. 4. El 11 de marzo cial, respecto a de la sociedad de 1963 otorgaron los bienes radicados conyugal en en decretada por Montevideo partición extrajudi- Uruguay, en base el juez uruguayo. el a la disolución — En primer lugar, tos de conexión en el cabe 45 puntualizar Uruguay y en la — que es una Argentina,, situación estando jurídica con pun comprendida por lo tanto, dentro del ámbito de los Tratados de Montevideo. Respecto a la jurisdicción competente, se atiende a la fecha en que se procedimientos (1). Estos comenzaron en 1953 o 1954. (no se es pecifica claramente), años en los cuales regía aún el Tratado de Derecho Ci vil de 1889. De acuerdo a su art. 62, el juez competente es el del domicíHo conyugal. Por estar ambos esposos domiciliados en la Argentina, no cabe ninguna duda de que los tribunales argentinos son los únicos que tienen ju inician los risdicción . En cuanto yuges, ciones a rigen los la ley aplicable 40 arts. a a las relaciones patrimoniales entre los cón 43 del Tratado antes citado. A falta de capitula de domicilio conyugal de índole contractual, se apHca la ley del do micilio del marido al tiempo de la celebración del matrimonio (art. 42). o Entiendo que esta última es la situación sometida no hay referencia a pacto contractual alguno. a nuestro examen, pues En el momento del matrimonio, el marido se domiciliaba en la Argen tina, circunstancia por la cual corresponde aplicar el régimen de sociedad conyugal instaurado por la ley argentina. La vigencia de esta ley se extiende desde el momento en que el matrimonio se celebre hasta, inclusive, el momen se disuelve (3). Lo dicho significa que las causales de régimen matrimonial, así como los derechos que cada uno de los cónyuges tienen, por ejemplo, en la sociedad conyugal (caso planteado), se regulan por la ley del primer domicilio matrimonial, en la forma como he mos visto que lo ha determinado el Tratado (4). La ley aplicable a las re laciones patrimoniales entre los cónyuges es inmutable, y en virtud de esa inmutabilidad consagrada expresamente en el art. 43, es que se ha prescripto preceptivamente la aplicación de una sola ley. La partición extrajudicial de los bienes ubicados en el Uruguay debió to en que el matrimonio disolución del de hacerse teniendo cuenta la disolución de la sociedad en conyugal decretada por los jueces argentinos, únicos con jurisdicción para el caso y aplicándose las leyes argentinas ( 5 ) Es evidente que la sentencia a que aludimos debe llenar . indispensables requisitos procesales y formales, para que tenga vigor en nuestro país. La escritura de partición, por cuanto se trata de la adjudicación de bielos (1) (2) (3) Alfonsin, Apuntes de clase. art. 42. TíKRA GoEBO. Las relaciones vado Internacional. páfrimoniales ■Montevideo, Fac. Derecho, los cónyuges en el Derecho Pri (4) arts. 40 (S) AWONSIN. Régimen internacional de la partición. La Ley. Buenos Aires, 1959, t.94. a 43 y de 1960. 8) — 46 — cada uno de los cónyuges debe regirse por la ley territorial, respecto a las formas intrínsecas y extrínsecas. En cuanto a las formas instrumentales, se siguen las prescritas en el lugar de su otorgamiento (7). nes a (6) Consideramos que la solución que precedentemente hemos emitido se ajusta estrictamente al Tratado de D. Civil Internacional de Montevideo, de 1889, que regía con la Argentina en los acos 1953-1954. (8) En el caso, los jueces uruguayos no tienen jurisdicción y la excepción de orden público no procede, como lo veremos a continuación. Esta excepción, según elart. 4 del Protocolo Adicional, sólo funciona para posponer la aplica ción de una ley competente y no para el caso de dejar de lado una jurisdic ción. Dice así la norma: "La<s leyes dé los demás Estados jamás serán apli cadas contra las instituciones políticas, las leyes de orden público o las bue nas costumbres del lugar del proceso". De acuerdo con los datos que se me han suministrado, los cónyuges es taban domiciliados en la República Argentina. Sólo en el caso de que dicho domi cilio estuviera en el Uruguay, y por lo tanto, los jueces uruguayos entendie ran en la disolución de la sociedad conyugal, sólo en ese caso, repetimos, se podría entrar a estudiar la posibilidad de la excepción del orden público. Y en este caso hipotético es que' nos ponemos momentáneamente para disipar toda duda. El orden (9) pasando público ha sido definido por autores de gran valía desde Story, (10) y Mancini (11) hasta nuestros días el Prof. por Savigny (6) art. 32 del Tratado de 1889 y 32 y 36 del de 1940) (7) Sobre un caso con puntos de conexión el Brasil y Uruguay, véase la particulaír opinión de AíPonsin, en La Justicia Uruguaya, Montevideo 1959, t.39. (8) El Tratado de 1940 recién comenzó a (regir, respecto al la Argentina, el 18 de jiunio de 1956. (9) SrtoRY, J. Commentaries, 8* ed. 'par. 25, define así la public policy: "Ninguna nación puede estar en justicia obligada (a renunciar a ^u propia política fundamental y a sus . insltituciones, . favor de las de otra nación. Mucho menos puede una nación estar obligada propios intereses la faivor de los de otra o a dar fuerza a doctrinas que, desde un punto de vista moral y político, son incompatibles con la propia seguridad o feli cidad o consideración concienzuda de la justicia del delber"'. (10) Savigny, F. de i Sistem des hertigen Rómischen Richts, par. 348 y 349. Se puede decir de Savigny, que fué el primer j us-intemacionalista que construyó la icateoría orden pú blico, si bien no le dio esta denominación. "Sería un gran' error creer que baáta la distincióni entre las reglas supletorias y las absolutas... pues no se' puede atribuir a todas las leves un carácter de tal manera positivo y dbiligatorio que se las debiese colodar entre los casos ex "• cepcionales, (par. 349). Relazione Preliminaire, presentada al Instituto de D erecho Interna (11) Mancini, S cional, en la sesión de Ginebra, en 1874, encontramos ya los lincamientos de su doc/trina sobre el particular ;que. nos ocupa. "Relazione Prelimioare in torno alia utilitá de rendere obligaa sacrificar a sus — ■ — . — 47 — Alfonsin dice de él: "Las sociedades nacionales están de derecho organizadas sobre una privado que asientan su individuali y principios dad. El conjunto de estas normas y principios, que varía según el tipo de civili zación, las ideas filosóficas, religiosas y políticas, la idiosincracia particular base de normas en ' de cada sociedad, etc., constituye el orden público de cada Estado" (12). También la ha ocupado de conceptualizar la excepción, aquella contenida en el Reichts-gericht alemán, según la cual se viola el orden público alemán cuando "la diferencia entre las concepciones políticas y sociales sobre las cuales están sentados respectiva mente el Derecho extranjero y el Derecho alemán, es tan sustancial, que la aplicación del Derecho extranjero amenaza las bases de la vida política y so cial alemana". (13) legislación considerando la más se concreta Los conceptos emitidos se refieren al orden público internacional, por al llamado orden público interno o derecho imperativo. Efectiva mente, el orden público nacional desempeña un papel diferente. Normas de oposición orden público interno son que los aquellas particulares no pueden derogar por acuerdo de partes. internacional son Mientras que, como hemos visto, de orden público aquellas leyes nacionales que se oponen a la aplicación, por el Uruguay, de una 'ley extranjera, aún cuando medie un Tratado. Es evidente que el ámbito de estos dos órdenes públicos no es el mismo. Generalmente encontramos que las normas ;de orden público interno no lo ejemplo, son, a en su vez personas, de orden como ser den público interno, decir de la mayoría público la edad en internacional. Por' que se adquiere la ejemplo, el derecho mayoría de edad, es de las de or pues no se puede cambiar por contrato. Lo mismo cabe de las disposiciones de la ley N*? 10.783, del 18 de se tiembre de 1946. Todas estas materias también han sido normatizadas por las leyes extranjeras Evidentemente, sobre ciertos puntos se ¡da la coinci dencia de que las leyes son simultáneamente de orden público interno e in ternacional . La labor del técnico debe concretarse cada que se le plantea a ley extranjera competente, para verificar si llega a en forma tal, de paralizar la norma de D.I.P. Para efectivo este estudio es menester insertar momentáneamente la ley fo en nuestro derecho interno, viendo de esta manera si, en consecuencia en caso realizar el estudio de la afectar el orden público hacer ránea torie per tutti gli stati, soto la forma de uno o piu tratlia.ti ánternazionali aloune rególe generali del dirftto intemazionali privato, par assicurare la dqcizione uniforme dei oooflitti tra le differenti legislazioni civile e criminali" E)sta relación se publicó en su versión fran cesa en revista Clunet, Paris. 1874. Véase también Annulaire de riln|stitu(t de D.I., VIII, 1874. I., VIH, 1875. Véase tiambién Annuaire de ITnstítut de D. (12) (13) (14) AaSonsin. Sistemia de Derecho Civil Internacional. Montevideo, 1961, t.II, p.559. des Reichsgerichts in Zivilsachen, í. 6Q, 300. Es decir, si se configura la excepción de orden público internacional. Entscheidungen 48 — — de tal inserción, la armonía de nuestros postulados jurídicos básicos bados o no (15) y (16). En el caso hacemos la primer lugar orden a son tur excepción de público internacional. En la situación planteada se trata de saber si el art. 6 de la ley 10.783 es de orden público internacional. Esta norma de diso forma una prescribe lución de la sociedad conyugal, no derogatoria del art. 1998 del C.C. El art. 6 de la ley citada, expresa: "En todo momento, cualquiera de los cónyuges o ambos de conformidad, podrán pedir, sin expresión de causa, la disolución y liquidación de la sociedad conyugal". El Juez deberá decretarla sin más trámite. Se aplicarán en lo pertinen te, las disposiciones de la Sección VI, Cap. II, Título VII, Parte II, Libro IV del Código Civil y lo preceptuado en el art. 157 del rnismo Código". Esta norma, como lo hemos dicho, no deja sin efecto la más amplia con tenida en el art. 1998 del C.C, así concebido: "La sociedad conyugal se disuelve : 1*? Por la disolución del matrimonio. 2° Por la sentencia de 3° Por la 4° Por la declaración de S'? Por la declaración de nulidad del matrimonio. En este último caso, el separación de cuerpos. separación judicial de bienes. cónyuge ausencia, que hubiere. . en conformidad. . . . En nuestro país es común que los esposos esperen obtener la sentencia de divorcio para tener así disuelta, en consecuencia, su sociedad conyugal, sin necesidad de recurrir al régimen más ágil del art. 6 de la ley N° 10.783. Por su parte, el art. 1325 del C.C. argentino prescribe: judicial de los bie alguno de los cón "La sociedad conyugal se disuelve por la separación nes, por declararse nulo el matrimonio y por la muerte de yuges" Comparando los conceptos de nuestro derecho civil con los seguidos por el legislador argentino, vemos que no existen divergencias notables entre am bas legislaciones, puesto que las dos coinciden en cuanto a que la sociedad conyugal puede disolverse por la separación judicial de bienes. El procedi-i miento es diferente, pero en D.I.P. debemos aplicar las leyes extranjeras, . aún cuando ríamos (15) (16) 1961, en no coincidan siempre aplicando exactamente las con las locales. leyes territoriales, en De no hacerlo, esta razón de la dificultad de Lezioni di Diritto Intemazionale Privato. Millaino, 1955. Ago, R. Suma del Derecho Internacibnal Privado. 2etd. B'uenos Aires, Gloi<DSCHMiDT, W. especial p.lOl. — — 49 — — reglamentados jurídicamente idénticos, tanto del pun to de vista sustancial procesal. Concluyo afirmando que: el orden jurídico argentino contiene normas tan inspiradas en el mismo principio que el orden jurídico uruguayo y, por lo la disolución de la sociedad normas esas son extranjeras que prescriben to, conyugal, las que deben aplicarse en el caso en estudio". encontrar dos institutos como Esc. Doelia Terra Corbo Profesora de Derecho Internacional Pri vado Gómez Carlos Montevideo Juan 1479, esc. 38 INFORME DEL PROF. AG. DR. LUIS ALBERTO VIERA La consulta formulada A. el 25 de esa marzo de 1935. El resumirse así primer (República Argentina) domicilio matrimonial fué establecido en simple residencia en el Uruguay. 1953 (no se precisa) la esposa inicia ante la "divorcio", tenencia y separación de bienes" 'En el año 1952 —• o Justicia Argentina juicio por En dicho expediente por sentencia de divorcio y : Buenos Aires en Nunca tuvieron domicilio ni ciudad. B. puede Matrimonio contraído — se 30 de diciembre de 1953 declaró disuelta la sociedad conyugal. se decretó el Por otra sentencia de conformidad de partes y a lo dictaminado Fisco, aprueba partición de los bienes de la sociedad conyugal bienes partidos, tanto los existentes en la Ar dentro de los comprendiéndose los los como que esposos poseían radicados en el Uruguay. Por úl gentina 1° de octubre de por el 1954, atento a la la se timo, por resolución de 7 de setiembre de 1955 matrimonial C. —■ en lo Civil de 6° Turno- la el art. 6^ de la sentencia de 26 de parte, ma los autos lución —^ de 1953. respectivos, El 11 de por la ciendo, marzo partición, basada Justicia uruguaya, blica de _ N*? 10.783 a lo que se provee de conformidad por Dicha sentencia recién fue notificada comparecencia de apoderado en a for dándose por notificado de la sentencia de diso . D. 4 ley marzo el 16 de agosto de 1962 por la otra en pide ante el Juzgado Letrado de separación judicial de bienes confor En el mismo año 1953 la esposa 1?- Instancia me con declaró disuelto el vínculo se . en este en de 1963 los ex-cónyuges otorgan escritura pú la disolución de la sociedad de bienes decretada de los bienes existentes en el Uruguay, reprodu aspecto, la partición aprobada por la Justicia Argentina por — so la sentencia de I"? de octubre de 1954 la letra B. a la que se El Esc. Grauert hace estas observaciones otorgada en el Uruguay: a le ha hecho referencia la escritura de en partición a) No tiene jurisdicción la justicia uruguaya para entender en la di solución de la sociedad de bienes de un matrimonio contraído en el extran jero y que nunca tuvo domicilio ni simple residencia en el Uruguay. En con secuencia es nula la disolución decretada por el Juzgado Letrado en lo Civil, (letra D) y estaría igualmente viciada la partición otorgada de 6? Turno el 11 de maro de 1963, en el Uruguay, basada en dicha disolución. La disolución de la sociedad conyugal se habría operado válida mente, por la sentencia de la justicia argentina que así lo declaró el 30' de setiembre de 1953. En esa época regía en nuestro país el impuesto a los ga nanciales. Había que liquidar y pagar dicho impuesto. La parte interesada consultó al Dr. Manuel A. Vieira, profesor de Derecho Internacional Privado quien se expidió en términos que resumo así ; La celebración del matrimonio, las relaciones patrimoniales de los espo el sos, divorcio, la separación de cuerpos, etc., se desarrolló bajo el imperio del b) Tratado de Derecho Civil Internacional de 1889. De acuerdo de dicho Tratado cable era con el art. 42 domicilio convencional, la ley apli la del Estado del domicilio del marido al tiempo de la celebración del a falta de fijación de un matrimonio. De acuerdo con el art. 62 la jurisdicción competente para decla rar la disolución de la sociedad de bienes era la del domicilio del marido. A pesar de ello sostiene que la disolución de la sociedad de bienes decretada la justicia uruguaya es válida porque el art. 9^ de la ley'N*? 10.783 (del por cual resultaría que no existe más domicilio conyugal, si no es de común acuer do, siendo sustituido por disposición de orden el domicilio de cada uno de los cónyuges) es una internacional y tiene vigencia sobre todos aque el país. Por tanto, de acuerdo con la naturaleza de público llos que se encuentran en ley N"? 10.783 cualquier la cónyuge puede acudir ante nuestra judicatura a efectos de solicitar que se declare disuelta la sociedad conyugal. En cuanto a la partición efectuada en el Uruguay es correcta porque este acto jurídico se regula por la ley de la situación de los bienes, ley que decide sobre su procedencia, forma y efectos. proceden las observaciones formuladas al título. La partición otorgada Uruguay se ciñó estrictamente a la efectuada en la Argentina. Se^aplicó, pues, la ley argentina y la pa,rtición se otorgó en el Uru los efectos previstos guay de acuerdo con la forma .(escritura pública) y con se admitiera en hipó en nuestras leyes. A mayor abundamiento, aún cuando sociedad la tesis la invalidez de la disolución de conyugal decretada en el una sentencia judicial de a base en hizo lo Uruguay, el Escribano actuante En conclusión, no en el SI — — Juez nacional que lo obliga. Esa presunta irregularidad sería irrelevante los derechos emergentes de la partición como ser el porque no puede afectar de la libre disposición de los bienes que fueron adjudicados en un instrumen to público. No estando convencido, el Esc. Grauert^ sometió el punto a la decisión de la Asociación de Escribanos del Uruguay, la que lo pasó a informe de la Esc. Doella Terra Corbo,, también profesora de Derecho Internacional Pri un vado de nuestra Facultad. La Esc. DoELiA Terra Coebo opina, también, que la situación jurídi rige por el Tratad O' de Montevideo de 1889 y de acuerdo con el art. 62 son jueces competentes para la disolución de la sociedad conyugal los del domicilio conyugal. Estando ambos esposos domiciliados en la Ar gentina no cabe duda que son los tribunales de ese país los únicos con juris ca en examen se dicción en el asunto. En cuanto la a ley aplicable a las relaciones la del domicilio del marido del patrimoniales entre los cón de la celebración del matri tiempo capitulación o de previa fijación convencional de domicilio conyugal (art. 42). Como el marido estaba domiciliado, en ese tiempo y sigue estándolo, en la Argentina, la ley aplicable es la de este país. Por tanto la partición extrajudicial de los bienes ubicados en el Uru guay, debió hacerse teniendo en cuenta la disolución de la sociedad conyugal decretada por los jueces argentinos y aplicándose las leyes argentinas. No hay en esto violación del orden público internacional por muy bien fundadas razones que expone en extenso y por lo cual me eximo de repetir aquí. Corresponde, ahora, decidir si, a nuestro juicio, el título observado, o sea la partición otorgada en el Uruguay es o no un título bueno en el sentido amplio de la palabra o sea un título que no cree obstáculos a la circulación jurídica del bien a que se refiere. Es evidente, en mi opinión,, que la disolución de la sociedad conyugal decretada por la justicia uruguaya no es pertinente. Ninguno de los cónyu ges estuvo ni está domiciliado en el Uruguay. Si la mujer, que solicitó esa disolución, hubiera estado domiciliada en nuestro país, cabría admitir la opi yuges monio es a falta de nión del Dr. Vieira pero, no siendo así, entiendo que la Esc. Terra Corbo tiene razón y que los únicos con jurisdicción para decretar la separación de bienes eran Pero año los Tribunales se da el por la resulta de 1954, según caso argentinos. que dicha disolución ya había sido decretada, en el con la conformidad de ambos cónyuges, Justicia argentina, antecedentes por lo que el problema de competencia es en que los ex-cónyuges otorgaron la partición el hecho jurídico que constituye la causa (en sentido mate sus taría salvado. En el momento en el rial) Uruguay, del acto, la disolución de la sociedad conyugal, ya se había operado por 52 — la sentencia del — respectivo tribunal argentino. embargo, se puso como antecedente de la partición obser decretada la sociedad de por la Justicia urugua conyugal vada la disolución nulo, o absolutamente vista de el desde jurídico acto inexistente punto Por error sin ya, se quiera. ¿Basta este como para invalidar la partición? En materia de error el Código Civil es bien preciso. el error de hecho recae sobre la especie Sólo se invalida el contrato cuando identidad de la cosa específica que se la o sobre del contrato que se celebra sobre que versa el o calidad esencial del objeto trata o cuando la sustancia se cree. (art. 1271 del Código Civil) contrato es distinta de la que cali artículo: "El error acerca de, cualquiera mismo el Y luego agrega .". dad de la cosa no vicia el contrato. de otorgar la partición, habían disuel Los ex-cónyuges, en el momento la la partición, por sentencia de to la sociedad conyugal, presupuesto para en error Lo que pasa que por única autoridad competente: la argentina. como antecedente, la decré tomaron disolución, lugar de hacer valer dicha un error inciden Se trata, evidentemente, de por la justicia uruguaya. realizado. bondad del acto jurídico tal que no afecta para nada la en examen se haya otorgado de hecho el que la partición Por otra parte, relación a los bienes exisen ciñéndose estrictamente, por ambos cónyuges ei. la por ambos -nyuges en el Uruguay, a lo partido oportunamente dicho pai, decretada por la Justicia de Argentina, en base a la disolución judicial, con la correspondiente homologación contó además, error Entiendo que no. • . _ ^ tala Ltes partición que al error padecido. termina por restarle trascendencia fiscal su solución orden de al En cuanto fecha de la solución de nanciales" ^ esta regida por la problema decreto la di sentencia ejecutoriada de la justicia argentina que a los gael impuesto la sociedad conyugal en cuya época regía . Esc, Dr. Luis Alberto Viera Profesor Agregado de 1338, Montevideo, Madrid ap. Dere'cho Procesal 13 bibliografía iMillaino 1955. Lezioni di diritto intemazionale privato. ,. „^ Buenos Aires, 94: 1 j„ r„ hnrtirión ua La i. Ley, y, la de paittcion. internacional Régimen 2. Alfonsin, Q. 1 X. Ago jn.íM, R. í^. ^ ■ — 3. 4. --'?:'°Í::Í:".; Trecho ---- Pac. de Der., 1961. civil internacional. Montevideo. Montevideo, Pac. de Den, 1940. 352p. Tratado sobre el orden público. 781p.