DICTAMEN 193 / 2008 Materia sometida a dictamen: Reclamación en materia de responsabilidad patrimonial de la Administración, derivada de la asistencia sanitaria prestada en el Hospital Obispo Polanco de Teruel. ANTECEDENTES Primero.- Mediante escrito de fecha 17.09.07 registrado de entrada en la Generalidad Valenciana el 20.09.07 y remitido por ésta al SALUD con fecha 27.09.07, H.G., formuló reclamación patrimonial ante el Departamento de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón por el daño sufrido como consecuencia de la asistencia sanitaria que le fue prestada en el Hospital Obispo Polanco de Teruel, que concluyó con la amputación de su pierna izquierda por encima de la rodilla, cifrando la reclamación en 150.000,00 €. Justificaba su solicitud en que, al sufrir fuertes dolores en su pierna izquierda en la que se le había implantado una prótesis de rodilla, el 17.10.06 acudió a la consulta de Traumatología del citado Hospital, donde fue intervenida el 20.12.06, con un retraso de un mes sobre la fecha máxima prevista (18.11.06), siendo necesario una segunda intervención que se llevó a cabo el 20.03.07 (también con retraso sobre la fecha máxima garantizada: 28.02.07). En la convalecencia de esta segunda intervención en la que se colocó una nueva prótesis, apareció hematoma de talón, que se achacó al roce de las sábanas, dándose de alta el 30.03.07 y citándose para revisión el 11.04.07. El 12.04.07, en la revisión, se determinó que la pierna estaba gangrenada por lo que el 13.04.07 fue amputada por encima de la rodilla. Como constaban ante el Hospital los antecedentes vasculares de la reclamante, que no fueron tenidos en cuenta al mantenerla más de cinco meses inmovilizada, sin que se tuvieran en cuenta los síntomas de gangrena que ya aparecieron en la convalecencia de la segunda intervención, se considera que se ha producido una mala praxis que exige el deber de indemnizar, determinándose la cuantía por la satisfecha en casos similares por las Comunidades Autónomas de Andalucía y Madrid. Acompañaba a esta solicitud, el registro de demanda quirúrgica ante el Hospital, la contestación garantizando que la intervención sería realizada antes del 18.11.06, informe alta de hospitalización en dicho Hospital de 29.12.06, nuevo registro de demanda quirúrgica, nueva contestación garantizando que la segunda intervención sería realizada antes del 28.02.07, informe de alta de hospitalización de 30.03.07, propuesta de canalización del paciente a otro centro sanitario, informe de alta de hospitalización de 24.05.07, informe de alta del Hospital San José de Teruel de 25.04.07, informe de continuidad de cuidados enfermeros en este último Hospital de 25.07.07 y recortes de prensa sobre casos similares. Segundo.- Una vez remitido lo actuado al Departamento de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón, titular de las competencias en materia sanitaria, por resolución del Director del Servicio Provincial de Teruel de 23.10.07 se acordó la incoación del oportuno procedimiento administrativo, comunicándoselo a la interesada y advirtiéndole del plazo máximo para resolver; requiriéndose a la Inspección Médica la emisión del oportuno informe. También se comunicó la existencia de esta reclamación a ZURICH ESPAÑA, S.A., compañía con la que el Servicio Aragonés de Salud tiene concertado el oportuno seguro para cubrir supuestos de responsabilidad patrimonial. Tercero.- Constan incorporados al expediente, además de los documentos aportados por la propia reclamante, la historia clínica de la paciente, informe del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Miguel Servet de Zaragoza de 6 de noviembre de 2007, consentimientos informados de la interesada para la realización de las tres intervenciones quirúrgicas, informe de patología anatómica de 28 de diciembre de 2006 y el informe de los especialistas en Traumatología de DICTAMED I & I, S.L., de 23 de marzo de 2008, Dres. R., R. y V., entendiendo que el proceso de isquemia que determinó la amputación de su pierna fue ajeno a la actuación quirúrgica para el reimplante y que, por tanto, no existió mala praxis. Por otro lado, también consta en el expediente el informe emitido por la Inspectora Médica J.E. en fecha 24 de enero de 2008, en el que se considera procedente atender a la reclamación formulada dado que, en su opinión, aunque hasta el final de la segunda intervención el tratamiento médico dispensado a la paciente fue acorde a la “lex artis”, como cuando aún permanecía en el Hospital la paciente presentó ulceración en el talón izquierdo, pie izquierdo morado y frío y dolor principalmente nocturno, que son síntomas propios de la isquemia en extremidades inferiores, máxime cuando existían antecedentes de vasculitis leucocitoclástica en la paciente, fue dada de alta hospitalaria, sin someterla a ningún control hasta doce días después, se considera incumplida la “lex artis” al no haberse desplegado todos los medios al alcance de la Administración para garantizar una prestación sanitaria adecuada a las circunstancias del caso, además de existir relación de causalidad entre la actuación de los servicios sanitarios y el resultado dañoso. 2 Cuarto.- Del conjunto de documentación aportada, resultan acreditados los siguientes hechos: - La paciente, cuando contaba con 83 años de edad, con antecedentes de hipertensión arterial y cardiopatía isquémica así como vasculitis leucocitoclástica con afectación crónica de las extremidades y que había sido intervenida en el Hospital La Fe de Valencia en 1996 y 1997 para la colocación de prótesis en ambas piernas, el 17.10.06 acudió al Servicio de Traumatología del Hospital Obispo Polanco de Teruel, en donde se le diagnostico el desplazamiento de los componentes de la prótesis de su rodilla izquierda, con destrucción, por necrosis, de porciones óseas de tibia y rótula. Tras su inscripción en lista de espera fue intervenida el 20.12.06 en dicho Hospital y, al constatarse la destrucción completa de la rodilla afectada, se procedió a la limpieza de la zona y colocación de un espaciador de cemento, posponiéndose el recambio protésico al momento en que hubiera mejorado la situación de los tejidos óseos y blandos de la zona. - Tras el oportuno postoperatorio sin complicaciones, fue citada para nueva intervención en ese Hospital, que tuvo lugar el 20.03.07, con extracción del espaciador de cemento y colocación de prótesis articulada en charnela con apoyo en fémur y tibia. - Aunque la evolución postoperatoria fue buena, realizando la paciente marcha asistida con andador, durante la estancia hospitalaria apareció una úlcera en el talón izquierdo y frialdad y amoratamiento en el pie izquierdo, que se atribuyó a la posición en la cama del Hospital, dándose de alta el 30.03.07, indicándose masajes en el pie y movilización de la rodilla izquierda, siendo asistida en su domicilio de Albarracín por el Servicio de Enfermería hasta el 12.04.07. - El 12.04.07 fue atendida por el Servicio de Traumatología del Hospital Obispo Polanco, apreciándose el aspecto necrótico de su pie izquierdo, por lo que fue remitida al Servicio de Cirugía Vascular del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde le diagnosticaron isquemia irreversible del miembro inferior izquierdo. - Remitida con este diagnóstico al Hospital Obispo Polanco de Teruel, el 13.04.07 se le amputó la extremidad inferior izquierda por encima de la rodilla, reenviándose posteriormente (25.04.07) al Hospital San José de Teruel para rehabilitación, donde permaneció hasta el 27.07.07 en que fue dada de alta. - Por resolución de 26.11.07 del Instituto Aragonés de Servicios Sociales se le ha reconocido una minusvalía del 76% y una situación de dependencia Grado II Nivel 2, a los efectos de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Dependencia. Quinto.- Por resolución de 07.05.08 del Director del Servicio Provincial de Teruel del Departamento se concedió a la reclamante el oportuno periodo de audiencia, en el que compareció representada por su hija, formulando en fecha 18 de mayo de 2008 escrito de alegaciones insistiendo en su reclamación inicial. 3 Sexto.- En fecha 18 de septiembre de 2008, el Secretario General Técnico de Salud y Consumo ha formulado Proyecto de Orden Resolutoria de la reclamación, en sentido desestimatorio, por entender que el proceso de isquemia sufrido por la paciente fue ajeno a la actuación quirúrgica de reimplante en su rodilla y debido a la patología histórica que sufría, además de ser una situación prevista como una posible complicación en los consentimientos informados que figuran en el expediente. Séptimo.- De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 12 del Reglamento de los Procedimientos de las Administraciones Públicas en materia de responsabilidad patrimonial, y en el artículo 12 del Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Comisión Jurídica Asesora, la Consejera de Salud y Consumo ha remitido al Órgano Consultivo el expediente y la citada propuesta de resolución, mediante escrito de 23.09.08 que tuvo su entrada en el Registro de esta Comisión el siguiente día 29.09.08. CONSIDERACIONES JURÍDICAS I El dictamen solicitado, se encuentra dentro del ámbito competencial objetivo que legalmente tiene atribuido la Comisión Jurídica Asesora. Según el artículo 56.1.c) del Texto Refundido de la Ley del Presidente y del Gobierno de Aragón (aprobado por Decreto Legislativo 1/2001, de 3 de julio), cuando el Ordenamiento Jurídico así lo disponga, la Comisión emitirá dictamen preceptivo sobre las reclamaciones de indemnización por daños y perjuicios, precepto que ha de ponerse en conexión con el artículo 12.1 del Reglamento de los procedimientos en materia de responsabilidad patrimonial, aprobado por R.D. 429/1993, de 26 de marzo, y con el artículo 22.13 de la Ley Orgánica 3/1980, de 22 de abril del Consejo de Estado. Y dado su objeto, la emisión del dictamen corresponde a la Comisión Permanente de éste Órgano Consultivo (artículo 64.1 del mismo Texto Refundido de la Ley del Presidente y del Gobierno de Aragón). II La Comisión, a la vista del expediente tramitado, ha de pronunciarse acerca de si procede o no estimar la reclamación de indemnización económica presentada en relación con el tratamiento médico dispensado a la reclamante en el Hospital Obispo Polanco de Teruel, comprensiva de los daños económicos y morales que el mismo produjo en la hoy reclamante. Por mandato del artículo 12.2 del Reglamento aprobado por R.D. 429/1993, de 26 de marzo, se ha de concretar específicamente la existencia o no de relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión producida, con valoración 4 en su caso, del daño causado y la cuantía y modo de la indemnización, considerando los criterios legales de aplicación. A este respecto, el artículo 106.2 de la Constitución, atribuye a los particulares derecho a ser indemnizados de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, y se cumplan los demás requisitos dispuestos en el Ordenamiento Jurídico, constituido a éstos efectos por los artículos 139 y ss. de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común y normas concordantes y desarrolladoras de los mismos. Los requisitos para una declaración de responsabilidad patrimonial de la Administración, según reiterada formulación doctrinal y jurisprudencial del régimen establecido por el Derecho positivo sobre la materia, pueden articularse resumidamente en la forma siguiente: 1º) efectiva realización del daño o perjuicio evaluable económicamente e individualizado en relación con una persona o grupo de personas; 2º) que el daño o lesión sufrido por el reclamante sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos en una relación directa de causa a efecto sin intervención extraña que pueda influir en el nexo causal; 3º) que el daño o perjuicio no se hubiera producido por fuerza mayor; y 4º) que no haya prescrito el derecho a reclamar (cuyo plazo legal se halla fijado en un año, computado desde la producción del hecho o acto que motive la indemnización o desde la manifestación de su efecto lesivo). Además, de acuerdo con la constante jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre el particular, en el caso de responsabilidad patrimonial por funcionamiento de los servicios públicos sanitarios y sus agentes, debe recordarse que la prestación sanitaria es una prestación de medios y no de resultados, que el paciente tiene derecho a que se le dispense una atención adecuada según la “Lex artis ad hoc” y no a obtener un resultado curativo determinado toda vez que la medicina no es una ciencia exacta y que los servicios públicos de salud están obligados facilitar el acceso del usuario a los medios disponibles que hagan posible la protección de la salud, lo que no supone la existencia de un diagnóstico cierto y rápido, una curación sin secuelas o una atención sanitaria en un determinado tiempo y sin esperas. III Sentado lo anterior, debemos adelantar la conclusión de que, a juicio de esta Comisión Jurídica Asesora, en disconformidad con el criterio expresado en la propuesta de resolución dictaminada, sí debe apreciarse la existencia de un nexo causal entre la atención dispensada a H.G. y los daños y secuelas producidos a la misma como consecuencia de la segunda intervención quirúrgica a la que debió ser sometida para la colocación de una prótesis nueva en su rodilla izquierda. Efectivamente, a la hora de determinar la responsabilidad de la Administración Sanitaria, resulta decisivo precisar si hubo una adecuación objetiva entre el tratamiento, los servicios sanitarios dispensados al paciente, y los síntomas de sus padecimientos que 5 pudieran ser detectados por la ciencia médica actual, independientemente de que existan o no conductas irregulares por parte de los agentes de la Administración Sanitaria y del buen resultado o del fracaso de los actos terapéuticos cuyo buen fin no siempre puede asegurarse. (SS.T.S. de 04.04.00 y 04.07.01). Así las cosas, dados los antecedentes de enfermedades vasculares que presentaba la paciente y que eran conocidos por el Hospital Obispo Polanco de Teruel y los síntomas que presentó la reclamante cuando todavía se encontraba en este Hospital, típicos de una situación de isquemia en su pierna izquierda intervenida, no puede considerarse conforme a la “lex artis” la decisión de imputar tales síntomas a la postura de la paciente, remitiéndola a su casa, sin ningún control médico durante doce días; falta de control que resultó fatal puesto que, cuando fue revisada en el propio Hospital Obispo Polanco y remitida de urgencias al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, la situación de isquemia era ya irreversible y produjo necesariamente la amputación de su pierna izquierda. No nos parecen convincentes los razonamientos de los especialistas de la compañía de seguros ni los contenidos en la propuesta de resolución puesto que parece contradictorio, por una parte, entender que la isquemia es ajena a la intervención quirúrgica a la que la paciente fue sometida y, por otra, considerar que tal isquemia es una complicación propia de esas intervenciones quirúrgicas, tal como se manifestaba en el genérico consentimiento informado suscrito por la paciente. La edad de la paciente y sus antecedentes vasculares unidos a los síntomas propios de isquemia que presentó cuando todavía se encontraba ingresada en el Hospital hubieran exigido un mayor cuidado para descartar el proceso de gangrena que ya se había iniciado en aquel momento y, al no haberse hecho así, en nuestra opinión, coincidente con la de la Inspección Médica, se ha vulnerado la “lex artis”, por lo que procede indemnizar a la reclamante. IV Justificada, por tanto, la procedencia de indemnizar a la reclamante por un supuesto de responsabilidad patrimonial de la Administración al haberse demostrado la existencia de nexo causal entre el incorrecto tratamiento postquirúrgico a la que fue sometida y el resultado lesivo consistente en la amputación de su pierna izquierda, por mandato del artículo 12.2 del Reglamento aprobado por R.D. 429/1993, de 26 de marzo, se ha de concretar específicamente la valoración del daño causado y la cuantía y modo de la indemnización, considerando los criterios legales de aplicación. Pues bien, atendiendo al anexo contenido en la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor, Texto Refundido aprobado por Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, a la amputación de una pierna pueden asignársele de 55 a 60 puntos de secuelas, por lo que, considerando que en este caso se deben otorgar los citados 60 puntos, sin factores de corrección, multiplicando los mismos por la cantidad de 777,43 € por punto establecida en el Baremo aprobado por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones el 17.01.08, da un total de 46.645,80 €, a la que debe adicionarse el importe previsto por el concepto de daños morales en las lesiones permanentes para mayores de 65 años en dicha Tabla, esto es, 1.162,69 € más, por lo que procedería fijar la indemnización en la cantidad total de 47.808,49 €. 6 En mérito a lo expuesto, la Comisión Jurídica Asesora del Gobierno de Aragón, formula el siguiente DICTAMEN: Que, en disconformidad con la propuesta de resolución, procede estimar la petición de indemnización por responsabilidad patrimonial formulada por H.G. derivada de daños y perjuicios por deficiente asistencia sanitaria en el Hospital Obispo Polanco de Teruel, en la cuantía de 47.808,49 €. En Zaragoza, a once de noviembre de dos mil ocho. 7