DICK MORRIS LAS ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS: LIGERA VENTAJA DE BUSH Dick Morris, destacado consultor y analista político, nos adelanta algunas de las claves que decidirán el próximo noviembre las elecciones presidenciales en EE.UU. A su parecer, Bush cuenta con una ligera ventaja ante los electores por su determinación en la lucha contra el terrorismo, mientras Kerry debe buscar su oportunidad en cuestiones internas como el empleo o el sistema sanitario. Los debates televisivos serán decisivos, siempre y cuando la oscura mano del terror no empañe la campaña como ocurrió en España. L as elecciones de 2004 en los Estados Unidos no son realmente una contienda entre dos partidos o dos ideologías, ni siquiera entre dos hombres. En esencia, se trata de una lucha entre dos puntos de vista: los que consideran que el terrorismo y la guerra de Irak son los problemas más importantes a los que se enfrentan los Estados Unidos se decantarán por Bush con toda seguridad. Sin embargo, lo más probable es que los votantes que opinan que existen otros problemas más importantes, como la economía, el sistema sanitario, la educación y el medio ambiente, voten al senador demócrata John Kerry. Dick Morris es consultor político y analista. Asesor de Bill Clinton durante 20 años, ha dirigido las campañas de más de 30 senadores y gobernadores norteamericanos. Igualmente, ha dirigido las victorias de presidentes americanos como Vicente Fox, Fernando de la Rúa y Jorge Battle. Comentarista de «Fox News Channel», escribe columnas semanales en «New York Post», «Hill Magazine» y «National Post» (Canada) y en digitales como «NewsMax Magazine» (http://www.newsmax.com) y «FrontPage Magazine» (http://www.frontpagemag.com). Power Plays es su último libro. OCTUBRE / DICIEMBRE 2004 39 Cuadernos de pensamiento político En el electorado estadounidense, aparentemente dividido al 50%, existe un amplio consenso respecto a Bush, al que consideran el hombre adecuado para presidir el país si hay que librar una guerra, mientras que Kerry sería un líder más apropiado en tiempo de paz. El eje de las elecciones residirá en saber si estamos en guerra o en paz. No olvidemos que en el año 2000, Bush no fue elegido por una mayoría, ni siquiera por una pluralidad de votos. El demócrata Al Gore cosechó 500.000 votos más que Bush, pero perdió las elecciones porque Bush ganó por un estrecho margen en Florida, un estado clave, y consiguió la mayoría en el colegio electoral que formalmente elige al presidente. Fue la cuarta vez en la historia de los Estados Unidos que un hombre es elegido presidente a pesar de haber recibido menos votos que su opositor. Cuando se convirtió en presidente, Bush no gozaba de demasiada popularidad. Antes del 11 de septiembre de 2001, los resultados de las encuestas no le favorecían y el descontento con su presidencia iba en aumento antes del ataque terrorista. En los últimos meses del segundo mandato de Bill Clinton como presidente, el país empezó a entrar en recesión y se recordó a los votantes las desdichas que nos habían aportado las políticas económicas de Bush padre a principios de los noventa. «Existe un amplio consenso respecto a Bush, al que se considera el hombre adecuado para presidir el país si hay que librar una guerra, mientras que Kerry sería un líder más apropiado en tiempo de paz.» Sin embargo, cuando los aviones se estrellaron contra el World Trade Center y el Pentágono el 11 de septiembre, acabando con la vida de casi 3.000 personas, los estadounidenses reaccionaron y no dudaron en apoyar sin condiciones al presidente Bush. Su llamamiento a actuar contra el terrorismo tuvo un enorme éxito entre la población y sigue teniéndolo hoy en día. La mayoría de los votantes no creen que la guerra de Irak sea independiente de la lucha contra el terrorismo. Dos tercios de los 40 LAS ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS / DICK MORRIS Cuadernos de pensamiento político votantes estadounidenses opinan que las dos guerras forman parte del mismo esfuerzo por librar al mundo del terror. El hecho de no encontrar armas de destrucción masiva en Irak creó un pequeño problema a Bush, pero no acabó con el consenso nacional respecto a que la guerra contra Sadam Hussein era necesaria e importante. La mayor parte de los estadounidenses consideran al propio Sadam Hussein un arma de destrucción masiva. En un principio, las bajas que sufrió el ejército estadounidense en Irak hicieron que los estadounidenses se preguntaran si la guerra estaba justificada, pero en la actualidad cada vez más ciudadanos piensan que esas muertes son el precio que tenemos que pagar por luchar contra el terrorismo. A medida que disminuye el número de bajas estadounidenses –de 155 en abril a 65 en mayo y a 40 aproximadamente en junio, julio y agosto– los estadounidenses se muestran satisfechos en general con el desarrollo de la guerra. «La mayor parte de los estadounidenses consideran al propio Sadam Hussein un arma de destrucción masiva.» A Kerry le cuesta hablar de la lucha contra el terrorismo porque sus propios votantes están profundamente divididos respecto a este problema. Mientras que prácticamente la totalidad de los votantes de Bush apoyan la invasión de Irak, la mitad de los votantes de Kerry apoyan la guerra y la otra mitad se opone a ella. Casi todos los seguidores de Bush quieren que las tropas estadounidenses permanezcan en Irak hasta que se gane la guerra, pero los votantes de Kerry están divididos. El cincuenta por ciento de los que votarían a Kerry en la última encuesta Rasmussen opinan que debería darse prioridad a traer las tropas de vuelta a casa, mientras que el 37% de los seguidores de Kerry prefieren que los soldados permanezcan en Irak hasta que el país sea una democracia estable. Por lo tanto, diga lo que diga Kerry sobre la guerra o el terrorismo, estará dando la espalda a un número considerable de sus potenciales votantes. OCTUBRE / DICIEMBRE 2004 41 Cuadernos de pensamiento político La mejor estrategia a la que podría recurrir Kerry es hacer hincapié en asuntos de carácter interno, como la economía o el sistema sanitario, en lugar de centrarse en la lucha antiterrorista. Tradicionalmente, los estadounidenses confían más en el Partido Demócrata que en el Republicano para crear empleo y universalizar la seguridad social en Estados Unidos. Kerry le saca mucha ventaja a Bush en esos temas de importancia crucial. Sin embargo, a Kerry le va a resultar complicado utilizar la economía como arma para debilitar a Bush, ya que los Estados Unidos disfrutan de un buen ritmo de crecimiento del empleo. A pesar de que el desempleo aumentó en los Estados Unidos durante los tres primeros años del mandato de Bush, en parte a causa del impacto del 11-M en la economía, en la actualidad el número de puestos de trabajo está creciendo a un ritmo de 150.000 al mes. Kerry cometió un error estratégico garrafal en la Convención Democrática de Boston celebrada el pasado mes de julio. Su discurso se centró en asuntos internacionales, como la guerra y el terrorismo, en lugar de hacer hincapié en temas de carácter interno, en los que tiene ventaja. Se equivocó especialmente al hablar largo y tendido sobre su propio historial como soldado en Vietnam. No sólo consiguió fortalecer la imagen de Bush como el mejor presidente en tiempos de guerra, sino que también abrió la puerta a preguntas sobre la manera en que ganó las medallas de las que tanto fanfarroneó en su discurso. Los veteranos de la guerra de Vietnam que sirvieron con John Kerry realizaron un anuncio criticando las ínfulas de héroe de guerra del candidato demócrata. Por muy injusto que parezca, esta polémica benefició a Bush, que se libró de ir a Vietnam, y perjudicó a Kerry que, al fin y al cabo, se jugaba la vida bajo fuego enemigo en la selva mientras Bush estaba sano y salvo en casa. En la Convención Republicana que se celebró a finales de agosto, Bush subrayó su papel en la lucha antiterrorista y el peligro de que Estados Unidos sea víctima de nuevos atentados terroristas. Por si necesitaba ayuda para luchar contra la benevolencia que muestran algunos estadounidense por el terrorismo, el descubrimiento de los planes de Al Qaeda de volar edificios en Nueva York y Washington, y el arresto de un terrorista que intentaba colar armas por la frontera, proporcionaron al presidente las pruebas que necesitaba para demostrar que la amenaza sigue siendo real. 42 LAS ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS / DICK MORRIS Cuadernos de pensamiento político Al final de la Convención, Bush había conseguido una ventaja de más de diez puntos sobre John Kerry, según las encuestas que realizaron tras la convención dos revistas estadounidenses, Time y Newsweek. Pero la pregunta crucial es: ¿será Bush capaz de mantener esa ventaja? «A Kerry le va a resultar complicado utilizar la economía como arma para debilitar a Bush, ya que los Estados Unidos disfrutan de un buen ritmo de crecimiento del empleo.» Lo más probable es que el aniversario del 11 de septiembre beneficie a Bush, ya que la población recordará el dolor que sintió ese fatídico día y dará las gracias al presidente por haber evitado más atentados. Los estadounidenses no confían en que Kerry pueda aprender tan rápidamente su trabajo como para impedir que los terroristas vuelvan a atacarnos. Los debates televisados entre los dos candidatos llegarán a las pantallas en las dos últimas semanas de septiembre y en la primera de octubre. Estos debates, que siempre han sido muy importantes en las elecciones estadounidenses, obtienen una audiencia que comprende al 60-70 por ciento de los votantes y pueden ser decisivos a la hora de elegir un ganador. En el año 2000, el demócrata Al Gore disfrutaba de una amplia ventaja sobre Bush cuando comenzaron los debates, pero resultó perdedor en las contiendas televisivas, cediendo así el liderato a los republicanos. Bush comete a menudo errores lingüísticos y deja mucho que desear como orador. Sin embargo, se le dan bien los debates y sabe transmitir su punto de vista de forma clara y enérgica. A diferencia de Kerry, cuenta con la ventaja de que sus votantes están de acuerdo respecto a su postura ante el terrorismo y la guerra, mientras que los seguidores de Kerry están divididos en ese tema. Por eso, cada vez OCTUBRE / DICIEMBRE 2004 43 Cuadernos de pensamiento político que Kerry abre la boca para hablar de temas como si hay que revocar o no las leyes antiterroristas promulgadas tras el 11/9 o si hay que traer las tropas de vuelta a casa, pierde parte de sus votantes. Bush, que no tiene ese problema, podrá hablar todo lo que quiera de estos temas y lo más probable es que lo haga bastante bien. Es previsible que Bush conserve la ventaja sobre Kerry tras los debates que se celebrarán en octubre. Sin embargo, todavía faltarán cuatro semanas antes del día de las elecciones en noviembre. En ese período, lo más probable es que Kerry acorte distancias respecto a Bush. «La importancia que se conceda a la lucha antiterrorista será la que determine quién ganará las elecciones.» En Estados Unidos, el Partido Demócrata es especialmente popular entre los votantes más pobres y con menos educación. En general, estos votantes no se interesan por la política hasta que llega la hora de votar. Es posible que declaren a los encuestadores que todavía no se han decidido o incluso que votarán a Bush. El motivo es que apenas saben nada de Kerry e incluso puede que ni siquiera sepan que se presenta a presidente. Sin embargo, a medida que se acerquen las elecciones, empezarán a interesarse por las campañas y a darse cuenta de que hay un candidato demócrata que se enfrenta a Bush. En la mayoría de los casos, este tipo de electores suele decantarse por los Demócratas en los días previos a las elecciones. Por ejemplo, en el año 2000, Al Gore iba cuatro puntos por detrás de Bush en la mayoría de las encuestas que se hicieron en el país los cuatro días anteriores a las elecciones. Sin embargo, resurgió el último fin de semana antes del martes, día de las elecciones, y terminó con una ventaja de 0,5 por ciento sobre Bush. En 1992, cuando Clinton derrotó a Bush padre, el candidato demócrata había perdido el liderato cuatro días antes de las elecciones, pero lo recuperó claramente en esos últimos días y ganó por cinco puntos. Es bastante probable que Kerry se recupere con fuerza en noviembre, a medida que se aproxime el día de la votación. 44 LAS ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS / DICK MORRIS Cuadernos de pensamiento político ¿Le bastará para ganar? ¿Conseguirá dar alcance a Bush? Para responder a estas preguntas, tenemos que retomar la premisa principal de este artículo: la importancia que se conceda a la lucha antiterrorista será la que determine quién ganará las elecciones. Si a los votantes les preocupan los atentados terroristas o si, como sucedió en España, somos víctimas de un ataque la víspera de las elecciones, Bush saldrá beneficiado. Si una amenaza planea sobre el país y la población se muestra preocupada por los atentados terroristas, no hay duda que cerrará filas en torno al presidente. Por el contrario, si no existe una amenaza palpable y la guerra contra el terror parece lejana y distante, Kerry podría ganar. Sin esa necesidad de evitar los ataques de Al Qaeda, los votantes se decantarían claramente por Kerry y no por Bush. Tienen más confianza en él para universalizar y abaratar el sistema sanitario, así como para crear puestos de trabajo estables. Si los estadounidenses se relajan y se preocupan menos por el terrorismo, darán su voto al candidato demócrata. Por lo tanto, y aunque resulte paradójico, si Bush consigue ganar la guerra contra el terrorismo o, al menos, mantener a los terroristas alejados de Estados Unidos, se vería perjudicado. Su propio éxito podría resultarle fatal. «En España, los atentados que tuvieron lugar antes de las elecciones perjudicaron al partido que mostraba más decisión en combatir el terrorismo y beneficiaron al partido que quería que España se retirara de Irak.» Sin embargo, la persona que tiene la última palabra en las elecciones de 2004 es, probablemente, el señor Osama bin Laden. Ahora que se aproximan las elecciones, este fanático podría decidir atacar –como hizo en España– o bien optar por que la situación se calme. Su decisión tendrá mucho que ver con quién gane las elecciones estadounidenses. ¿Qué hará Bin Laden? El caso de España hace pensar en que atacará para intentar desbaratar las elecciones. En Israel los terroristas OCTUBRE / DICIEMBRE 2004 45 Cuadernos de pensamiento político también suelen atacar justo antes de las elecciones con la esperanza de obstaculizar el proceso democrático, y utilizan la violencia en las elecciones como forma de demostrar su fuerza. En España, los atentados que tuvieron lugar antes de las elecciones perjudicaron al partido que mostraba más decisión en combatir el terrorismo y beneficiaron al partido que quería que España se retirara de Irak. En Israel, la violencia ha beneficiado a los extremistas y ha minado la causa de los que abogaban por las negociaciones y por la paz. En los Estados Unidos, los atentados terroristas ayudarían a Bush y surtirán el mismo efecto que los ataques previos a las elecciones en Israel. «Vivimos en un mundo extremadamente peligroso y los terroristas querrán demostrarnos su fuerza realizando al menos un ataque a Estados Unidos antes de las elecciones.» En mi opinión, vivimos en un mundo extremadamente peligroso y los terroristas querrán demostrarnos su fuerza realizando al menos un ataque a Estados Unidos antes de las elecciones. La economía estadounidense mejora cada mes, pero desgraciadamente la amenaza del terrorismo no lo hace a la misma velocidad. Estas tendencias ayudarán al Presidente Bush y, en mi opinión, es probable que gane, aunque las elecciones serán extremadamente reñidas. No obstante, dudo mucho que vivamos otro año 2000. No es probable que el escaso margen de victoria de aquellas elecciones vuelva a repetirse. Lo más seguro es que Bush o Kerry ganen por dos o tres puntos porcentuales y que los extraños cálculos del Colegio Electoral no sean decisivos, como ocurrió hace dos años. Y la mayor democracia del mundo celebrará de forma consecutiva unas elecciones presidenciales libres por quincuagésimocuarta vez en su historia. 46 LAS ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS / DICK MORRIS