INCLUYE ÍNTEGRO EL AS COLOR NÚMERO 76 DEL 31 DE OCTUBRE DE 1972 2ª ÉPOCA • NÚMERO 76 • 5 DE NOVIEMBRE DE 2013 HARLEY EL MITO CUMPLE 110 AÑOS 2 3 HARLEYDAVIDSON 110 DEAÑOS LEYENDA 4 COMO UNA BICI. Los orígines de la marca se basaron claramente en la industria de la bicicleta. AQUÍ EMPEZÓ TODO. En este pequeño cobertizo de madera se inició la producción de la marca. 5 LA PRIMERA. Ésta fue la primera moto que construyó la nueva marca allá por el año 1903. COMPETICIÓN. Desde sus inicios, las carreras estuvieron en el ADN de la marca de Milwaukee. La marca de Milwaukee ha festejado este año la efeméride que la convierte en una empresa única de la industria de la automoción. RAÚL ROMOJARO / S uenan diferentes, se sienten diferentes. Para muchos no es sólo una marca de motos, es casi una religión, una filosofía, un estilo de vida: HarleyDavidson. Una leyenda que se ha forjado a lo largo de nada menos que 110 años de historia, los que está celebrando en 2013 la empresa de Milwaukee (Wisconsin, Estados Unidos) con una serie de eventos repartidos por todo el mundo y en los que ya han participado decenas de miles de sus incondicionales seguidores. Fue en 1903 cuando de un pequeño barracón de madera en esa localidad de Milwaukee salie- SU REVISTA. Harley quiso acercarse a sus clientes con esta publicación exclusiva. UN LOGO INCONFUNDIBLE. El logotipo de la marca, famoso en el mundo entero, se creó así. UN CILINDRO. Los motores monocilíndricos también tuvieron su época en Harley. ron las tres primeras unidades de las máquinas fabricadas artesanalmente por Williams S. Harley y los hermanos Davidson, Walter y Arthur. En los albores del siglo XX, todo un país soñaba con motorizarse, con descubrir nuevos horizontes, y estos precursores creyeron que una motocicleta podría ser el vehículo ideal para recorrer Estados Unidos. El sueño de unos visionarios que, con el paso del tiempo, se convirtió en la marca de motos más famosas del mundo, capaz de sobrevivir a dos guerras mundiales, a difíciles avatares económicos y a la dura competencia llegada desde el exterior, fundamentalmente Japón. Harley-Davidson apostó por construir motos CHASIS RÍGIDOS. Durante muchos años, las motos montaron chasis sin apenas suspensión. con alma y millones de clientes se han sentido identificados con esa experiencia única de ponerse al manillar de una de ellas. Los motores bicilíndricos en V son una de las señas de identidad de Harley desde 1909, cuando se presentó la primera versión de una configuración mecánica capaz de sobrevivir, con las lógicas evoluciones, hasta nuestros días. Knucklehead, Panhead, Shovelhead, Evolution, Twin Cam... El latido de estos propulsores, míticos en la historia de la compañía, han sido el corazón de modelos que también son considerados de culto para los incondicionales de la marca, desde la Sportster lanzada en 1957 como una máquina DISEÑO PROPIO. De la mesa de dibujo de sus ingenieros han salido motos únicas en la historia. 6 7 CONTINUIDAD. Ciertos detalles estéticos de las motos clásicas se mantiene aún en la actualidad. MOTO LIGERA. En 1957 se lanzó uno de sus modelos más populares y exitosos, la Sportster. DE PELÍCULA. La moto de ‘Easy Rider’ es otro de los iconos de la cultura custom. El fenómeno de Harley se estudia en las facultades de empresariales y márketing: es mucho más que una simple marca ligera a la infatigable rutera Electra Glide, pasando por la popular Fat Boy (la moto de ‘Terminator’), la Dyna Wide Glide, la Heritage, la Road King, la V-Rod... Más de un siglo de vida da para mucho en la trayectoria de una gran compañía. No todo han sido aciertos en su historia, e incluso los herederos de los fundadores llegaron a perder su control en la década de los 70. Pero Harley-Davidson es un ejemplo de cómo la fortaleza de una empresa, su tradición, su compromiso con los clientes y una personalidad única se antojan argumentos suficientes para superar escollos que en otros muchos casos podrían resultar fatales. El fenómeno de Harley se estudia en las facultades de empresariales y márketing, ya que se trata de un caso único de cómo una marca puede instalarse de una forma tan sólida en los sentimientos de sus clientes, que dejan de serlo para conver tirse en apasionados que se entregan con devoción a una experiencia de conducción que poco o nada tiene que ver con la de la mayoría de las motos. Las Harley no se caracterizan por ofrecer tecnología de última generación (aunque esta circunstancia está experimentado un giro significativo en los últimos tiempos), tampoco por sus prestaciones o por su ligereza. Son motos simples, robustas, acero puro de RUTERA. La Road King, una de las grandes motos de viajes creada en la factoría de Milwaukee. VARIEDAD. La oferta de modelos disponibles es muy amplia, uno para cada gusto o necesidad. DE VUELTA A CASA. Los empresarios que volvieron a tomar el control total de la marca. ESTILO DE VIDA. Conducir una Harley es mucho más que una forma de desplazarse. Milwaukee creado para resistir el paso del tiempo como ninguna otra. De hecho, cualquier propietario de uno de sus modelos clásicos lo exhibe con tanto orgullo, o quizá más, que el privilegiado comprador de otro de última generación. Algo que influye de forma muy positiva en el valor de reventa de la marca, con una devaluación de los precios bastante inferior a lo que es habitual en el mercado. Una Harley siempre es una Harley, tenga la edad que tenga e incluso los kilómetros que haya recorrido, en realidad son muescas de una vivencia irrepetible. Además, son las motocicletas ideales para la personalización. Se dice que no hay dos Harley idén- AROMA CLÁSICO. Incluso los modelos modernos se mantienen fiel a la tradición Harley. INCONDICIONALES. Los clientes de Harley son seguidores fieles de la marca que les representa. 8 INCONFUNDIBLES. El diseño de las Harley es algo que muchos han pretendido imitar a lo largo del tiempo. PORSCHE. El motor de la V-Rod se desarrolló en colaboración con el fabricante de coches alemán. 9 AVANCES. Nuevos tecnologías están llegando a sus legendarios motores de dos cilindros. PERSONALIZACIÓN. La mayoría de los usuarios adaptan sus motos a sus preferencias. Harley-Davidson es un auténtico fenómeno dentro de la industria: una de cada tres motos en el mundo es de su marca ticas y la afirmación se aproxima bastante a la realidad. Cada propietario la adapta a su gusto, a sus necesidades, a su personalidad y la propia compañía ofrece en la actualidad un catálogo de accesorios con más de diez mil referencias con las que modificar el manillar, el asiento, las estriberas, los faros, la tornillería o las tapas del motor... Todo lo imaginable, y algo más, se encuentra disponible en esa fábrica de sueños que es la customización, completada además por una vasta industria auxiliar que, lógicamente, ha identificado el filón que representan millones de clientes entregados a esa causa que es SU moto, así con mayúsculas. COLORIDO. Muchos las prefieren en el clásico color negro, pero otros apuestan por la variedad... IMAGINACIÓN. Y puestos a personalizar, la imaginación parece no tener límites. NAVEGACIÓN. En sus grandes ruteras no faltan los dispositivos de navegación más avanzados. Todo ha permitido a la empresa no sólo sobrevivir durante este largo siglo, también se ha fortalecido con el paso de los años hasta convertirse en un auténtico fenómeno dentro de la industria de la automoción. Harley-Davidson vendió en 2011 un total de 235.188 unidades, para facturar 3.550 millones de euros en este concepto, a los que se deben sumar otros 816 en piezas y accesorios, 274 en prendas y complementos, más 268 en sus servicios financieros. Se calcula que una de cada tres motos que circulan por el mundo es una Harley, pero la grandeza de la compañía no reside en su éxito, sus cifras o sus productos, radica en sus usuarios, un valor quizá CAMBIOS. Su motos van experimentando pequeños (o no tanto) cambios año a año. más intangible, pero que la ha permitido seguir adelante durante los últimos 110 años. De hecho, Harley-Davidson presume de contar con el club de usuarios más numeroso del mundo, con un millón de personas afiliadas a los Harley Owners Group (HOG). Y es que el poder aglutinador de la experiencia de conducir una de estas motos supera con mucho a la mejor campaña de márketing o comercial que una empresa pueda concebir. Sus propietarios se reúnen para viajar, disfrutar de la música, de las concentraciones o de los más variados eventos, siempre con el nexo común de esa pasión por unas motos tan especiales. SEGURIDAD. La seguridad es otra de las prioridades en los modelos más modernos de la casa. 10 UN ICONO. Para los americanos, Harley es una de sus marcas más admiradas y emblemáticas. 11 EN ROMA. El 110 aniversario de la marca se ha celebrado en varias ciudades, como Roma. ÉXITO. Y en estos eventos han participado miles de ‘harlistas’ de todo el mundo. Son máquinas que invitan a un tipo de conducción bien diferente, lejos de las prisas, el estrés y las preocupaciones DESFILES. En las reuniones de Harley-Davidson no faltan desfiles multitudinarios de motos. Máquinas que despier tan admiración y simpatía a su paso, reconocibles desde Ciudad del Cabo a Oslo, desde Melbourne a París, que invitan a viajar a un ritmo que se aleja de las prisas o el estrés, de las preocupaciones y las obligaciones. Una carretera despejada y una Harley es la ambición de millones de personas de todo el mundo, lo que no deja de producir cierta incomprensión en el resto de la humanidad. Y es que, como la propia marca afirma, a quien no lo entiende no se le puede explicar. Sensaciones, emociones, experiencias, pasión… Simplemente Harley-Davidson. Feliz cumpleaños… y a por otros 110 años de leyenda. SOCIAL. Es una de las marcas de mayores connotaciones de relación con y entre sus clientes. ANIVERSARIO. Éste ha sido el logo utilizado para la celebración de los 110 años de vida de la marca. UNIVERSAL. El fenónemo de la pasión por Harley-Davidson no conoce fronteras. 12 13 EL MILÁN INMORTAL DE ARRIGO SACCHI Aquel equipo marcó una época. El técnico implantó unas ideas revolucionarias: presión, marcaje en zona y el sistema 4-4-2. Ganó, en su primera etapa, un Scudetto, dos Copas de Europa, dos Intercontinentales, dos Supercopas de Europa y una Supercopa italiana. 14 15 REVOLUCIONÓ EL MILÁN Y EL FÚTBOL. Con su ideario provocó que el Milán marcara una época durante la década desde finales de los 80 y los 90. DONADONI. Fue uno de los primeros fichajes que hizo Berlusconi, procedente del Atalanta. El interior fue uno de los jugadores destacados de aquella época. JORGE GARCÍA / A finales de los años 80, el fútbol moderno sufrió una sacudida táctica, una revolución. El Madrid de Di Stéfano, el Santos de Pelé, el Inter de Helenio Herrera, el Bayern de Beckenbauer… Fueron equipos que de una forma o de otra habían marcado tendencias entre sus coetáneos. En Italia, en la Lombardia se fraguó un estilo al que le salieron multitud de imitadores. Su gestor desde el banquillo fue Arrigo Sacchi y ha pasado a la posteridad conocido como el Milán Inmortal de los holandeses, de Rijkaard, Gullit y Van Basten, aunque parcelar sólo en esos tres futbolistas una orquesta tan bien dirigida y con tan calidad en la interpretación sería un análisis cor to de miras. Pocos equipos, antes y ahora, han transmitido al rival una sensación de impotencia tan grande como aquel equipo rossonero de finales de los 80 y principios de los 90. Después, el Milán siguió ganando, con Capello en el banquillo se amplió la lista de éxitos, pero nunca fue igual. Aquellos cuatro años con Sacchi a la batuta hicieron a Europa mirar a Milanello, la ciudad deportiva del Milán, como el centro en torno al que gravitaba el orden del fútbol mundial. Y el inicio no pudo ser más casual. Porque Sacchi ni siquiera llegó a ser futbolista profesional. Sacchi fue un defensa de equipos modestos y con 31 años colgó las botas para empezar como entrenador Nacido en Fusignano el 1 de abril de 1946, no pasó nunca de ser un defensa de equipos modestos, eso sí, con clara vocación para el banquillo. Con 31 años, Sacchi colgó las botas y comenzó su labor de formador en divisiones inferiores. Pasó por Rimini y Fiorentina hasta que le llegó la gran ocasión en el Parma. Fue con el equipo emiliano cuando el camino de Sacchi y el Milán se cruzaron. Fue en la Copa de Italia, en octavos de final, cuando el equipo rossonero caía ante el Parma tras perder en casa 0-1 y empatar en Parma a cero. Era el 8 de marzo de 1987, Berlusconi ya re- SE PRENDÓ DE ÉL. Berlusconi ya preguntó quién era Arrigo Sacchi cuando el Parma al que dirigía eliminó de la Copa de Italia al Milán en 1987. gía los destinos del otrora gigante lombardo y aquella eliminación a manos de un técnico novato le dejó perplejo y lleno de curiosidad. “¿Cómo se llama el técnico del Parma?”, cuentan que Silvio Berlusconi preguntó a un directivo nada más caer contra aquel Parma. “Arrigo Sacchi”, le contestaron. “¿Arrigo qué?”, afirmó perplejo el multimillonario. No olvidaría ese nombre, y es más sería la cabeza sobre la que confiaría la revitalización de un histórico de Italia. Porque el Milán venía de unos años condenado a galeras, tras un escándalo de apuestas ilegales que lo envió directamente a la Serie B. Al acabar la temporada 79-80, Felice Colombo, presidente del Milán, y el portero Enrico Albertosi fueron condenados por par ticipación en un sistema de apuestas ilegales que se conoció en la época como el Totonero (‘Quiniela Negra’). El equipo lombardo y la Lazio de Roma daban con sus huesos en la Serie B. El Milán se rehizo mínimamente y consiguió ascender la temporada siguiente. Con Giuseppe Farina como presidente, el equipo lombardo jugó la campaña 1981-82 en la Serie A, pero descendió nuevamente. Subió al año siguiente y el propio Farina intentó llevar a cabo una reconstrucción. La idea era, de nuevo, acercar al Milán al título, pero no se consiguió. No obstante, el club empezó a incorporar jugadores que después serían relevantes en un equipo que marcaría una época: Mauro Tassotti, Alberigo Evani, Virdis e incluso Paolo Maldini. Sí, el que después fue gran capitán del Milán, debutó el 20 de enero de 1985 ante el Udinese. El equipo crecía, pero no llegaban títulos y la eliminación en la UEFA ante el débil Waregen belga provoca la dimisión de Farina. En febrero de 1986, Berlusconi adquirió la entidad y comenzó la época dorada, no sin esfuerzos, en primer lugar económicos. Llegaban, Donadoni, Massaro, Giovanni Galli, Gaderisi, Bonetti… Pero faltaba algo. Liedholm desde el banquillo no acababa de transmitir lo que Berlusconi reclamaba desde el palco. El dirigente decidió terminar la temporada con un joven Fabio Capello a los mandos y analizó su gran golpe de efecto para la temporada 1987-88. En- DESDE GALERAS. En 1980, el Milán fue descendido a la Serie B tras estar implicado su entonces presidente, Felice Colombo, y el portero Albertosi en apuestas ilegales. Tras la eliminación del Milán de la UEFA ante el Waregen belga, el presidente Farina dimitió y llegó Berlusconi 16 17 UN DELANTERO MÍTICO. Van Basten ratificó en el Milán el gran goleador que demostró ser en el Ajax. En la imagen, junto al sportinguista Joaquín. El equipo rossonero eliminó de la UEFA al gijonés.. tonces Berlusconi se acordó del Parma que le había eliminado de la Copa meses antes… El 27 de septiembre se inició la era Sacchi con el debut en la Copa ante el Bari y la primera victoria por 5-0. En las semanas previas la plantilla había comenzado a descubrir lo que les esperaba. Milanello, tras la llegada de Berlusconi, había sufrido una renovación profunda, encaminándose ya a lo que es hoy: un centro de alto rendimiento a disposición de los jugadores del Milán. Pues ese centro deportivo en una colina cerca de Varese se convirtió en el cuartel general, mañana, tarde y, si por Sacchi hubiera sido, también noche. Eternas sesiones tácticas, correcciones milimétricas y repeticiones. Decenas de repeticiones que llegaban a crispar a los jugadores, pero que ellos mismos reconocerían después que era la clave de aquel equipo. Y un estilo, una impronta única con rasgos definidos: marcaje en zona, pressing en todo el campo, reducción de los espacios al límite, interpretando de manera perfecta el fuera de juego, posesión de balón y el salto de calidad que le daban los tres jugadores holandeses. La apuesta recordaba precisamente al fútbol total de la Naranja Mecánica de Cruyff. “Nunca jugamos un fútbol defensivo, es cierto que en Italia, y no sólo en el fútbol, hay instaurada esa menta- Con Berlusconi, Milanello se encaminó a lo que es hoy: un centro de alto rendimiento, perfeccionado por Sacchi UN ESTILO DEFINIDO. Sacchi implantó unos entrenamientos en Milanello exigentes, milimétricos, con constantes repeticiones, que llegaban a crispar a los jugadores. lidad, pero nadie puede decir que aquel Milán entrenado por mí fuera un equipo más preocupado por su portería que por la contraria”, explica ahora Sacchi, analizando la estela que dejó su equipo. Van Basten y Gullit llegarían en 1987 para ser la guinda del primer proyecto. El primero, desde Amsterdam, tras maravillar en el Ajax, y Gullit, desde Eindhoven. La temporada siguiente les acompañaría Rijkaard, tras cumplir su cesión en el Zaragoza. Sacchi potenció y gestionó de manera brillante para que todo el mundo disfrutara de los ‘Tulipani Rossoneri’, como se les bautizó en Italia. Gullit se con- ANTE EL ESPANYOL. El equipo perico eliminó al Milán en la segunda ronda de la UEFA, tras ganar en San Siro y empatar en Sarriá. Fue el inicio del gran Milán. vertía en el fichaje más caro del Calcio, un discípulo aventajado de Cruyff llegaba a Italia. “A menudo, la gente me recordaba el dineral que yo había costado, pero fue algo que nunca influyó”, explica el Balón de Oro. Pero la máquina tardó algo en funcionar y pocos recuerdan que el Espanyol entrenado por Javier Clemente fue el primer equipo que frenó al Milán de Sacchi. Fue en la segunda ronda de la UEFA, curiosamente los lombardos habían eliminado en la primera ronda al Sporting de Gijón, pero el Espanyol se vengó en la siguiente. Los catalanes ganaron en San Siro por 0-2 y después empataron en la Carretera de Sarrià. Aquella eliminatoria fue un detonante. La máquina comenzó a funcionar y a amargar la vida a los rivales. Por fin llegó el primer Scudetto para Berlusconi. El equipo guiado por Sacchi llevó a cabo una remontada impor tante sobre el Nápoles de Maradona que se culminó con la gran primera victoria por 2-3 en el San Paolo. El Milan terminaba líder de la Serie A, por primera vez desde 1979, y Berlusconi celebraba su primer gran título. Sacchi cerraba el ejercicio doméstico con 17 triunfos, 11 empates y sólo dos derrotas BALONES DE ORO. Gullit alcanzó este galardón en 1987, campaña en la que marcó nueve goles, mientras que Van Bastan le sucedería al año siguiente como mejor de Europa. con 43 goles marcados y sólo 14 en contra. Comenzaba la leyenda amasada a base de horas y horas de trabajo, como el propio Sacchi reconoce. “Supuso un desgaste mental agotador, había que ponerlo todo en marcha en base a una idea: los cuatro de atrás debían ser uno solo cuando había que tirar el fuera de juego y los centrocampistas y delanteros debían también coordinar sus movimientos de presión, había que llegar a conseguirlo con los ojos cerrados”, relata el técnico. Y lo consiguieron. Al grito de “¡Milán!”, voceado por Franco Baresi, la defensa comenzaba un terrorífico achique en el que morían impotentes los mejores ataques, primero de Italia y luego de Europa. El acordeón milanista era perfecto, era casi como si el equipo interpretara una coreografía. Se asfixiaba al rival, se recuperaba el balón en campo contrario y se llegaba muy rápido a situaciones de gol. Eso sí, en Milanello se trabajaba hasta la extenuación. Se llegó a aborrecer el trabajo táctico como han reconocido sus estrellas. “Repetíamos y repetíamos las situaciones hasta que salían como Sacchi quería, se iba al límite, pero después daba sus frutos”, comenta Gullit. Las largas sesiones también tenían un efecto de desgaste tanto en el ánimo como en la relación. Una de las anécdotas más recordadas tiene Gullit: “Repetíamos las situaciones hasta que salían como Sacchi quería; después daba sus frutos” 18 19 GALLI TASSOTTI COSTACURTA BARESI MALDINI DONADONI COLOMBO ANCELOTTI RIJKAARD EVANI GULLIT VAN BASTEN Portero de gran seguridad. Fichado de la Fiorentina, militó cuatro años en el Milán. El lateral derecho fue un duro hueso para sus rivales. Tácticamente perfecto. Excelente en el marcaje y en el juego aéreo, tenía un buen trato con el balón. Rápido, ágil, agresivo y tácticamente extraordinario. Un modelo de ‘líbero’. Fuerza, colocación y difícilmente superable, tanto en el juego por alto como por bajo. Gran regate, velocidad y pase certero desde su banda derecha. El socio perfecto. Siempre a la sombra de Donadoni. Luchador incansable. Pieza clave, daba orden y estabilidad al centro del campo. Todo un carácter ganador. El centrocampista total. Grandes nociones tácticas, muy técnico y letal ante el gol. Rápido, técnico e incómodo en el uno contra uno. Pieza básica en la zona izquierda. Un portento físico. Dominaba los balones aéreos, era rapidísimo, técnico y con gol. Ambidextro, todo elegancia y un goleador nato. Marcó una época en el fútbol. como protagonistas a Van Basten y a Sacchi. El técnico, tras una larga sesión por la mañana, no había quedado contento. Quería repasar con Van Basten algunos movimientos, pero el holandés se encontraba en el comedor. Sacchi se acercó y le interrumpió para corregir algo y el delantero no se cortó: “¡Mientras como, no!” Sacchi llevó al equipo al límite. La temporada 1988-89 comenzó ya con Rijkaard en la plantilla. En la anterior, el equipo se había coronado campeón de liga con 11 goles de Virdis y nueve de Gullit. Van Basten se había quedado sólo en tres debido a una lesión que le tuvo un largo tiempo apartado. En su ausencia, Gullit había sido reconvertido a delantero, un falso 9, una figura muy de actualidad. Gullit ya había jugado en esa posición en el PSV a las órdenes de Hiddink. De hecho, había aterrizado en Milán tras una enorme temporada en el equipo de la Philips, en el que había conseguido ganar la Eredivisie marcando 22 goles. Sus dos años en Eindhoven habían sido memorables y en 1987, recién aterrizado en Milán recibía el Balón de Oro. Fue en Italia donde Gullit comenzó a encontrar sentido a los consejos que Cruyff le había dado mientras compartieron vestuario en el Feyenoord. “Me explicaba cosas, me decía que no sólo debía jugar para mí, también debía hacer mejores a los demás, en aquel momento no lo entendí, pero más adelante me di cuenta”, explica el ex juga- dor. Si Gullit había ganado el Balón de Oro en 1987, su gran amigo y compañero Van Basten le sucedería en 1988, la del bautismo europeo. El Milán no consiguió revalidar el título de liga, ése quedó para el Inter de los alemanes. Sí se había ganado la Supercopa de Italia, pero lo grande estaba por venir. El Vitosha de Sofía, el 7 de septiembre de 1988, era el primer rival en caer en la Copa de EN LA 198889. Después de cumplir su cesión en el Zaragoza, Frank Rijkaard se unió a la disciplina del Milán y a sus dos compatriotas. Europa: 0-2 en la ida y 5-2 en la vuelta. En segunda ronda, los de Sacchi se deshicieron del Estrella Roja. Los serbios, con Savicevic y Stojkovic, estuvieron muy cerca de eliminar al campeón italiano, pero cayeron en la tanda de penaltis. En cuartos de final, el Milán se deshizo del Werder Bremen antes de medirse al Real Madrid de la Quinta del Buitre en semifinales. En el Bernabéu, los rosso- neri tuvieron algo de for tuna. El equipo blanco se fue al descanso en ventaja, gracias a un gol de Hugo Sánchez. Los italianos habían sido superiores, pero les había faltado pegada, algo que se encontraron en la segunda mitad. Van Basten no había tenido su día, había marrado ocasiones claras, pero poco después de la media hora de la segunda mitad remató de cabeza, en postura nada fácil, un centro de Tassotti, el balón se estrelló en el larguero y rebotó en la espalda de Buyo antes de entrar. El 1-1 complicaba mucho al Madrid para el partido de vuelta. Pero lo que se encontró en San Siro, el 19 de abril del 89, superaba cualquier previsión. El Milán fue una apisonadora y aquel día comenzó el calvario madridista con el Milán, aunque también comenzó el particular de Gullit con su rodilla. Ancelotti, Rijkaard, Van Basten, Gullit y Donadoni pusieron los goles para un 5-0 histórico. Gullit acabó el partido, pero antes de conseguir su gol había notado unas molestias en la rodilla que le harían pasar por el quirófano. Pero volvería para la fiesta del Camp Nou. El Steaua de Hagi, Piturca y Lacatus era barrido por 4-0. Dos goles del propio Gullit y también doblete de Van Basten. “Es difícil encontrar a jugadores mejores que esos tres holandeses en su posición en aquel momento. Van Basten y Gullit eran extraordinarios y Rijkaard, como centrocampista por delante de la defensa, era infranqueable y después un magnífico director”, asegura sin dudarlo Baresi, tras el paso de los años. Van Basten y Gullit se encargaban del ataque, con Rijkaard liderando la medular, secundado por Ancelotti, Donadoni y Colombo. Mientras, el propio Baresi lideraba la defensa con Tassoti, Costacurta y un joven Maldini a sus órdenes. Giovanni Galli cuidaba de la portería. Ese equipo se coronó campeón de Europa y repetiría al año siguiente. Es más, conseguiría el Grand Slam, levantando la Supercopa de Europa (ganándole al Barcelona), la Copa Intercontinental y repitiendo con la Copa de Europa. En la liga, Maradona aparecería para llevar al Nápoles al título en vísperas del Mundial de Italia 90. Dos fueron los puntos que separaron a los de Sacchi de conseguir también el título de liga. Pero el 20 21 LA COPA DE EUROPA DE 1989. El Milán demostró con el 5-0 en San Siro ante el Madrid que era el gran favorito: ganó en la final al Steaua 4-0. botín no había sido menor. El 17 de diciembre en Tokio, el Milán superaba por 1-0 al Atlético Nacional del Pacho Maturana para levantar la Intercontinental. En Europa el dominio se hacía incontestable. El HJK de Helsinki fue la primera víctima y el Madrid esperaba afilando el cuchillo en la segunda. Los blancos, a las órdenes de Toshack, querían venganza tras la afrenta en San Siro del mes de abril. Pero el Real Madrid fue la imagen de la impotencia en esa eliminatoria. En la ida, Rijkaard, a los ocho minutos, y Van Basten, de penalti, en el 14’, ponían un 2-0 que había que levantar en el Bernabéu. En el coliseo blanco se preparaba una atmósfera terrible contra los de Sacchi. El Madrid salió decidido a conseguir una remontada histórica, pero se estrelló en Franco Baresi. El capitán del Milán dirigió uno de los espectáculos defensivos más impresionantes de la historia del fútbol continental. Hasta 24 veces cayó el Madrid en la trampa del fuera de juego. Butragueño había conseguido marcar en el minuto 47, pero desde ahí todos los intentos fueron infructuosos. El partido resultó muy bronco y Paco Llorente fue la imagen de la impotencia. El madridista jugó con el brazo izquierdo en cabestrillo tras lesionarse. Todo pundonor, pero el Madrid se quedó en eso. Toshack no pudo con la tela de araña forjada por Sacchi e interpretada En la Copa de Europa de 1990, el Madrid quería vengarse del 5-0 de la temporada anterior, pero se topó con Baresi LA COPA DE EUROPA DE 1990. El Milán se plantó en la final ante el Benfica, tras eliminar a Madrid, malinas y Bayern, y ganó con un solitario tanto de Rijkaard. por Baresi. El Madrid cayó presa de las prisas, los nervios y la táctica lombarda. Tras los blancos cayó el Malinas belga y el Milán se encontró con el Bayern en semifinales. Victoria italiana en San Siro por 1-0 con gol de Van Basten, de penalti. En Múnich, Strunz adelanta a los bávaros, pero Borgonovo replicó para los transalpinos en la prórroga. El gol alemán de Mcinally sería ya inútil. El Milán se encontraba con el Benfica en la final. Los portugueses jugaron mejor, pero el gol de Rijkaard decidió y le dio a Berlusconi su segunda Copa de Europa. El reto era repetir en la cam- LA PESADILLA BLANCA. El Milán se deshizo del Real Madrid en la Copa de Europa de 1989, con aquel 5-0 en San Siro, y al año siguiente, también: 2-0 en Italia y 1-0 en Madrid. paña 1990-91, pero será en Marsella donde, de forma francamente extraña, termine la hegemonía milanista. La temporada había comenzado bien, se había levantado la Supercopa de Europa y se le ganó al Olimpia de Paraguay la segunda Copa Intercontinental. El conjunto lombardo comenzaba su periplo en la Copa de Europa en octavos de final dando buena cuenta del Brujas. En la siguiente ronda esperaba el Marsella. Los franceses con Papin, Abedi Pele y Waddle habían arrancado un empate a uno de Italia. En la vuelta, todo parecía perdido para Sacchi y los suyos. Waddle había adelan- tado a los marselleses y quedaban menos de cinco minutos para el final cuando la luz se fue de una de las torres de iluminación. Los italianos, a petición de Adriano Galliani, abandonaban el campo y no volvieron a pesar de que pasados unos minutos se pudo reparar la avería. Fue una manera triste y extraña de terminar con una hegemonía. La UEFA dio por perdido el partido a los italianos por 3-0 y el Marsella iría avanzando hasta la final, donde caería con el Estrella Roja en los penaltis. En la liga, el Milán se quedó en el segundo lugar, no pudiendo alcanzar a la Sampdoria. Sacchi ponía punto y ABANDONO EN MARSELLA. Se fue la luz y los milanistas dejaron el campo. El partido, por perdido final a su primera etapa en el Milán el 26 de mayo de 1991, en partido en San Siro ante el Parma (0-0). Los roces con las estrellas de su plantilla y la sensación de desgaste hicieron que abandonara el banquillo lombardo rumbo a la selección italiana, a la que guiaría en el Mundial de USA 94. Dejaba detrás un Scudetto, dos Copas de Europa, dos Copas Intercontinentales, dos Supercopas de Europa y una Supercopa italiana. Pero sobre todo dejaba un estilo que después fue copiado. Había revolucionado el fútbol y había sacudido Europa después de más de 15 años sin un equipo con un perfil tan dominador. Sacchi había implantado el marcaje en zona, se olvidaba la persecución al hombre, instauró la presión, el 4-4-2 como sistema y sobre todo en ataque había dado libertad para sus genios. Su legado lo recogió otro ganador: Fabio Capello. El Milán siguió siendo un equipo temible. Capello, con aún los tres holandeses a sus órdenes, consiguió ganar el Scudetto en su primera temporada, sin perder un solo par tido. Pero lo hizo con un sistema mucho más conser vador, más italiano del que había utilizado ‘El Milán de los Inmortales’ a las órdenes Sacchi. “El Milán nunca jugó al Catenaccio, nunca, era un fútbol internacional reconocido por todos, por eso el equipo ganó más que nadie”, sentencia su ideólogo. Sacchi terminó su primera etapa en el Milán en 1991 y el testigo lo cogió Capello, pero su sistema no sería el mismo 22 23 MAESTROS A BALÓN PARADO Assunçao debutó en la Liga con tres faltas al poste. El brasileño es uno de los elegidos del selecto club de jugadores para los que no existían rincones imposibles en las porterías. FRANCOTIRADORES 24 25 MIEDO. Assunçao desataba verdadero pánico en los porteros rivales. JORGE FDEZ. MALDONADO / D e las múltiples y azarosas formas que un futbolista tiene para presentarse en una nueva liga, pocas resultaron tan estrambóticas como la de Marcos Assunçao hace once años con la camiseta del Betis. El brasileño firmó un singular ‘hat-trick’ de faltas al travesaño, con Molina en la portería del Deportivo. Ese día (1 de septiembre de 2002) aterrizó en el fútbol español uno de los futbolistas que ocupa un lugar privilegiado entre los jugadores que mejor han dominado una de las suertes más complicadas: el lanzamiento de faltas. Tal es la admiración que despiertan que algunos tienen un hueco privilegiado en la memoria del fútbol sin haber sido futbolistas de gran enjundia. Para ejecutar con maestría un libre directo se requiere, además de una técnica depurada de golpeo, un cerebro privilegiado que actúe a gran velocidad. Una vez que pita el árbitro, la cabeza del lanzador entra en ebullición para almacenar en unos 40 segundos toda la información posible: localización del balón, distancia de la Maradona combinaba su depurada técnica de golpeo con la certeza de que sus faltas acabarían en la red portería, situación de la barrera, posición de los jugadores a su alrededor, ubicación del por tero, etc. Para finalmente, tras haber procesado todas las variables, optar por una trayectoria y darle forma con un golpeo impecable. Lo dicho, una situación sólo para elegidos del balompié. Los que se saben poseedores de esta habilidad, les gusta rodear sus acciones de cierta mística que acompañan de un ritual previo a cada lanzamiento: “Uno, dos, tres. Doy tres pasos hacia atrás y marco la distancia para no perder potencia y garantizar la rapidez del tiro”, explicaba entonces Assunçao, leyenda del beticismo. A partir de ahí, empezaba el show. “Una vez que decido donde disparar, nunca cambio la trayectoria”. Capaz de chutar a una potencia elevadísima con el interior, sus lanzamientos dibujaban preciosas ‘folhas secas’ en los que el balón subía y bajaba de inmediato a una velocidad endiablada. Así lo aprendió de su admirado Marcelinho Carioca. El exjugador del Valencia ha sido otro privilegiado de las faltas. Le gustaba colocar camisetas colgadas del larguero en las escuadras para descolgarlas al tirar faltas. Le ayudaba el número 34 de pie que calzaba. En el caso de Assunçao, la magia de su pierna derecha iba acompañada de un espectacular trabajo previo de campo. Su eficacia en los golpes francos se apoyaba en el estudio que hacía de los porteros rivales. Le gustaba saber de antemano si se iba a enfrentar a guardametas que optaban por anticiparse un segundo antes del disparo, si eran rápidos de pies, etc. Descartado por Capello en el Roma, España pudo disfrutar en la Liga de un franco- tirador top. Inolvidable la presentación que le dedicaba el speaker del Betis al recitar las alineaciones: “El por tero está ‘asustao’ tira la falta Assunçao”. Sin ningún género de duda, el tirador más extravagante de la historia es Rogerio Ceni, quien ade- lantó a Chilavert (62 goles) como por tero máximo goleador de la historia. Capaz de superar la barrera de los 100 goles lanzando penaltis y faltas, llegó a tan redonda cifra con un libre directo en el clásico ante Corinthians. De sus primeros 100 tantos, 56 fueron De los 100 primeros goles del portero brasileño Rogerio Ceni, 56 fueron de falta y nunca encajó ninguno a la contra 26 27 CHILAVERT. Enfrentarse a potencias de primer nivel como España no intimidaban a Chilavert, habitual lanzador de faltas directas. GOLEADOR. Su facilidad para lanzar los libres directos con una gran precisión le ayudaron para ser el portero más goleador de la historia. de falta. Su manera de ejecutar las faltas prueba que es un consumado especialista: colocación perpendicular a la pelota, escasa carrerilla y cuerpo volcado hacia atrás. Por encima de la barrera, indirectas, al palo del porteros… domina varios registros. Como curiosidad queda que nunca le hicieron un gol al contragolpe por enviar una falta a la barrera (una vez le marcaron por demorarse en la celebración del gol y lanzar el rival desde el centro del campo). Comenzó a ensayar las faltas en los ratos muer tos que disponía cuando era suplente de Zetti en sus siete primeros años de profesional. Jugaba a dar al larguero. Además, en varias ocasiones ha subido a la zona de la falta para lanzarla…¡y la acababa tirando un compañero! Es Rogerio Ceni, uno de los casos más curiosos del fútbol, portero que juega con el número 01 (10 al revés) y que es el máximo goleador de la historia de Sao Paulo en la Copa Libertadores. Más cercana es la figura de Alessandro Del Piero, poseedor de infinitos per files de golpeo. Es imposible resolver si le pegaba mejor de rosca por encima de la barrera o con el empeine total estilo Tomahawk, tan de moda en estos tiempo por lanzadores como Cristiano o Bale. Pinturicchio ya Marcelinho Carioca, que calzaba un 34 de botas, colgaba camisetas del larguero para entrenar las faltas golpeaba así hace años dada su facilidad para aunar potencia y colocación. Tal fue su progresión en la precisión, que ‘La Gazzetta dello Sport’ publicó un reportaje en el que desvelaba que Del Piero marcó desde 2004 hasta 2008 una de cada tres faltas que lanzó (precisión del 34%). Un porcentaje tremendo, ya que hasta entonces su eficacia era del 7,5%. A una habilidad innata, el genial mediapunta añadía horas de trabajo. Hizo que construyeran un campo-laboratorio en la Ciudad Deportiva de la Juventus. Allí, Del Piero dibujaba cuadrículas en el suelo y repartía varias porterías por la línea de fondo y las bandas. Metódico, golpeaba seis balones por cuadrícula modificando efecto, trayectoria y potencia. Así, perfeccionó su leyenda de gran tirador. Sus ganas de buscar los rincones de la portería a balón parado las aprendió en los vídeos que veía de Platini, otro gran lanzador e ídolo juventino. Tras per forar la portería de Casillas con una falta en su último partido en el Bernabéu, el público del Real Madrid le reconoció su categoría con una sonora ovación cuando fue sustituido. Sería difícil no encontrar en el top 5 de lanzadores de faltas de cualquier futbolero a Juninho Pernambucano. Un auténtico francotirador que empezó a calibrar sus misiles en sus inicios en el fútbol sala, donde ganó precisión. Visto su potencial, resulta curioso que Romario no le dejara lanzar golpes francos en sus primeros años en el fútbol en Vasco de Gama. Años después, acabó desatando el pánico en jugadores, entrenadores y aficiones rivales cada vez que PLATINI. Sus colocados disparos de faltas le convirtieron en el ídolo de muchos niños franceses y juventinos, entre ellos, Alessandro Del Piero. su equipo disponía de una falta a favor. Su fórmula de golpeo ha sido objeto de estudios biomecánicos. Un mismo procedimiento: carrera de tres metros, batiendo siempre primero con la pierna derecha para acelerar posteriormente con METÓDICO. Del Piero pidió que construyeran un campolaboratorio para entrenar las faltas. tres pasos. Su última zancada es la más larga. Con ella conseguía situar el pie de apoyo a la altura del balón y equilibrar el cuerpo extendiendo el brazo izquierdo. Entonces llegaba el momento de abrir la cadera y flexionar la pierna derecha. Extendía la extremi- dad del golpeo, se aprovechaba de sus poderosos cuádriceps para patear con fuerza la pelota, siempre en la zona de la válvula del balón con el que incluso, en ocasiones, conseguía un doble efecto: de arriba abajo y lateral. Nunca se podía anticipar si iba a IMPARABLE. Los golpeos de Juninho eran indetectables para los porteros. Capaz de pegarle duro, colocado y con efecto, sus faltas eran pura magia. “Vi a Juninho Pernambucano tirar una falta y desde entonces golpeo así el balón”, dijo Pirlo sobre el brasileño 28 29 ÉXITO. Los lanzamientos a balón parado de Juninho eran conocidos en el mundo entero. “Si no me distraigo con nada al lanzar, el gol está mucho más cerca”. golpear de empeine para buscar una trayectoria recta o perseguiría una de sus imprevisibles efectos metiendo un poco el interior. Era capaz de lanzar faltas directas desde casi cualquier zona del medio campo rival. “Repetición y mucha repetición. Hay que saber golpear bien la bola, pero el 80% del éxito en un lanzamiento reside en la concentración. Si no me distraigo con nada, el gol está mucho más cerca”. Pueden dar fe de estas palabras de Juninho los mejores porteros del mundo (Casillas, Valdés, Kahn..). Ninguno encontró el antídoto al veneno de un lanzador irrepetible, que bebió de los mágicos golpeos de los también brasileños Zico y Gerson. Ahora él es el ejemplo a seguir: “Vi a Juninho tirar una falta y comencé a lanzar así”, dice Pirlo, otro especialista. Parecida legión de seguidores a la de Juninho tiene Sinisa Mihajlovic, serbio nacido en Croacia, al que era casi imposible ver que una de sus falta no acabara entre palos. Lo demostró durante toda su carrera, desde las semifinales El efecto de la ‘Bomba Inteligente’ de Roberto Carlos fue catalogado como “el gol que desafío a la física” de Copa de Europa con el Estrella Roja ante la Sampdoria, hasta sus últimos años. Precisamente a la Sampdoria le hizo un hat-trick de faltas directas con la camiseta del Lazio. El balón siempre cogía una altura considerable para, de repente, caer a plomo en la escuadra. Sus golpeos con la pierna izquierda eran casi perfectos, pues tenía perfecta potencia y colocación. A la hora de golpear, su brazo derecho siempre estaba elevado. Ibrahimovic es uno de los jugadores que se rinde a él: “Solía entrenarme con Mihajlovic. Él sí que sabía cómo tirar una falta. Cuando le veía lanzar, lo único que podía hacer era aprender”. El bombardero de Borovo, para quien no existían las distancias imposibles, marcó 27 goles de falta en Serie A, superando las barreras por arriba o sorteándolas por el costado. A la hora de golpear con el interior por encima de la barrera, pocos futbolistas tenían mayor precisión que Beckham. Siempre con esa forma característica en la que cogía bastante carrerilla con afán de lograr pegarle fuerte y colocado. El periplo de Beckham en el Real Madrid coincidió con su época de menor precisión, pero siempre fue un lanzador de los más bellos estéticamente, genial especialmente con el Manchester e Inglaterra. Inolvidable resulta como arqueaba el cuerpo echándolo hacia atrás para golpear con una posición casi de tobillo de goma. Otro lanzador parecido fue Milinko Pantic, cuyo guante en la derecha guió al Atlético a la conquista del Doblete: “Beckham golpea al balón de forma parecida a como lo TERROR.Sergi, Helguera, Alfonso, Paco y Mendieta muestran el miedo que Mihajlovic infundía. hacía yo. Él toma algo más de carrerilla, pero el golpeo es similar. Tras pegarle, enseguida baja el balón y, si salva en la barrera, es casi gol” afirmaba Pantic. En el caso de Maradona, además de su prodigiosa zurda, inter venía la autoconfianza que ‘El Pelusa’ se tenía a sí mismo. Siempre le pegaba a la pelota con la certeza de que sería gol. Una fortaleza mental que convertía en letales sus lanzamientos. Sus faltas generaban en los rivales pesadillas en formas de caricias al balón, golpeos suaves con el interior Entre 2004 y 2008, Del Piero marcó uno de cada tres libres directos que ejecutó (porcentaje del 34%) 30 TOBILLO. Las posiciones en que se giraban los tobillos de Beckham cuando lanzaba una falta le convierten en uno de los lanzadores más estéticos de la historia. que conocieron todos los ángulos de la portería. El mejor de la historia para muchos. Autor también de goles olímpicos, es inolvidable su libre indirecto a la Juventus dentro del área en el que consiguió, sin apenas espacio, que superara la barrera y bajara sin apenas distancia física para ello. El arte de lanzar faltas no ha escapado del radar científico. Investigadores de Estados Unidos, Gran Bretaña, Bélgica y Japón realizaron un estudio en 2002 para desgranar la técnica en el lanzamiento de libres directos. Utilizaron los túneles del viento, análisis con videocámaras de alta velocidad y simulaciones de efectos y trayectorias por ordenador para recrear lo que ocurre en una falta directa. “Durante el segundo o segundo y medio que el balón permanece en vuelo, la pelota está sometida a fuerzas físicas complejas. Los cerebros de los lanzadores deben analizar cálculos de trayectoria detallados en pocos La privilegiada zurda de Mihajlovic consiguió en un Lazio-Sampdoria un particular ‘hat-trick’ de faltas directas 31 segundos a partir de su instinto y de la práctica. Nuestros ordenadores necesitan varias horas para realizar los mismos cálculos”, dice el doctor Keith Hanna. Y sorprende la conclusión a la que llegó el doctor Carré: “Las pruebas en el túnel del viento concluyeron que un balón de fútbol golpeado sin efecto de rotación se enfrenta a una resistencia similar a la de una pelota de golf y muy distinta de la de una esfera lisa”. Los científicos de Yagamata establecieron que el efecto puede llegar a disminuir un tercio en los días de lluvia respecto a los días secos. “El gol que desafío a la física y a la ciencia” se apodó a la ‘Bomba Inteligente’ de Roberto Carlos a Francia, el 3 de junio de 1997. La curva que dibujó ese disparo antes de entrar en la portería es una huella imborrable de la historia del fútbol. El New Journal of Physics rechazó la hipótesis de que el gol fuera una casualidad. Un equipo de científicos franceses desarrolló una ecuación que describía su trayectoria y por la cual si se golpeara de nuevo con esa fuerza, ese efecto y a esa distancia se podría repetir. El investigador Cristophe Clanet de la Escuela Politécnica de París (que se topó con la falta in- el también brasileño Rivelino. Especialistas de todos los estilos ha habido muchísimos más a lo largo de la historia. Desde aquellos que optaban por el disparo colocado con el interior, como son los casos de Xavi, Schuster, Baggio (capaz de alcanzar cualquier ángulo de la portería). También están los que como Beñat, Ronaldinho (postal futbolística eterna su manera de marcar los pasos hacia atrás) o Pirlo eran capaces de sorprender lanzando por debajo de la barrera. Zurdos eficaces como Messi, Recoba, Rivaldo (cuerpo hacia delante y las dos piernas en el aire al finalizar el golpeo) o el japonés Nakamura. Y pegadores brutales de potencia como Koeman (que generaba broncas entre jugadores rivales por hacer una falta cerca de la frontal) o Branco autores de los golpeos más secos jamás visto, hasta el nuevo estilo de pegadores como Cristiano o Drogba. Francotiradores inolvidables. vestigando sobre balas) describió esa trayectoria como “forma de concha de caracol. Si a la trayectoria de una esfera, se le da efecto es una espiral. Si se dispara con la fuerza de Roberto Carlos, se reduce la fuerza de la gravedad. Después de haber girado en MARADONA. Con sus golpeos de rosca era capaz de mandar el balón donde quisiera. torno a la barrera de manera perfecta, el esférico volvió a coger portería hacia el primer palo sin importar la influencia del viento”. El hecho de disparar a 35 metros permitió que la curva fuera más visible y los aficionados disfrutasen de una falta inolvidable. Menos tiempo de estudio tuvo Barthez, portero que lo sufrió, quien al disparar Roberto Carlos pensó: “Problema finiquitado. Este tiro termina en la luna”. Así se las gastaba un pegador brutal, capaz de chutar a 170 km/hora, aunque lejos de los 200 que llegaba a alcanzar FÍSICA. La Física y la Ciencia sintieron la tentación de estudiar la curva que la famosa ‘Bomba Inteligente’ de Roberto Carlos dibujó en su falta ante Francia. “Nuestros ordenadores tardan horas en hacer los cálculos que realiza la mente de un lanzador”, dice un científico 32 33 BRASILEÑOS BLANCOS Brasil, la pentacampeona del mundo, ha dado muchos talentos al fútbol. Un país con mayoría de raza negra, también ha tenido grandes jugadores blancos. DE ‘TIRO AL BLANCO’ AL ‘PELÉ BLANCO’, LEYENDAS BRASILEÑAS CON ROSTRO PÁLIDO 34 35 res?; ¿Qué me dicen de Roberto Dinamita? Tela. CARLOS CARIÑO / B rasil es un vergel donde conviven muchas razas, culturas y formas de vida que, metidas en una coctelera, han dado como resultado un tipo de futbolista irrepetible. Talento, fuerza, genialidad y una condición innata para el fútbol. Los nativos precolombinos dieron paso a numerosos desplazamientos humanos. Negros procedentes de África, blancos europeos y muchos japoneses. Estos últimos se instalaron, sobre todo, en Sao Paulo. Muchos alemanes se fueron al estado de Paraná y construyeron a su imagen y semejanza la hermosa ciudad de Curitiba. Portugueses, italianos, españoles, irlandeses… El maravilloso resultado se llama Brasil. En el depor te se suele decir que la raza negra es flexible, veloz y ágil, mientras que la blanca ofrece constancia, disciplina y resistencia. Brasil y fútbol son uno. Negros maravillosos como Pelé, blancos increíbles como Zico. Hoy nos detendremos en los futbolistas brasileños de raza blanca que nos emocionaron a lo largo de generaciones. Igual somos ‘partidistas’ y podríamos considerar blancos a jugadores ‘café con leche’ o ‘café olé’ (como más les guste) como Bauer, Roberto Carlos, Romario, Ronaldo, Rivaldo y ahora Neymar. Pero esta bella especie tendrá su capítulo. No se impacienten. No resulta fácil ordenar por categorías a los mejores futbolistas blancos que ha dado este gran país. ¿Sócrates era mejor que Zico?; ¿Branco superaba a Leonardo?; Entre Bebeto y Ademir, ¿a quién escogen?; ¿Laterales como Bauer (hijo de suizo y brasileña, hija de africana y de rasgos europeos) y Jorginho o Carlos Alberto?; ¿Porterazos como Leao, Tafarell, Carlos, Félix o Valdir Pé- ro en irse a felicitarle fue Pelé. A Gerson se llamaban ‘El Papagayo’ por su lengua viperina. Su carácter era difícil de llevar, Tostao era inteligente, pero tosco. El complemento ideal en esa maquinaría que fusionaba la fantasía con los resultados. Se retiró del fútbol en 1972 por culpa de un desprendimiento de retina. Carlos Alberto siempre agradeció el gol que le regaló Pelé en la final de aquel recordado Mundial contra Italia. Con el marcador 3-1, el genio preparaba su obra de arte, pero, estando de espaldas, se percató de que el lateral derecho y capitán de Brasil venía en carrera. Sin mirar, le dio un balón que Carlos Alberto incrustó lejos del alcance de Albertosi, el grandioso portero del Cagliari de Cerdeña, entonces campeón de la liga italiana. Carlos Alber to podría encajar como ‘café olé’. Pero le pondremos en el equipo de los ‘merengones’. Amarildo, parche de Pelé. REYES DE LA CANARINHA. Amarildo y Pelé se abrazan sonrientes con las camisetas de Milán y Santos. Amarildo trata de superar ahora un cáncer de garganta. EL GRAN BRASIL DE 1970. Muchos opinan que la ‘canarinha’ campeona del mundo en México es uno de los equipos más grandes de todos los tiempos. Con Rivelino, Félix, Gerson... Pelé jugó cuatro mundiales y deslumbró por su genialidad. Pero con 21 años se lesionó en el de Chile de 1962 y fue sustituido por Amarildo, que venía de relleno, y salvó a la ‘canarinha’ en un partido contra España que dominaba con un gol de Adelardo y a la que un infausto colegiado chileno, Bustamante, anuló un gol, precisamente de Adelardo. La desgracia para los españoles fue que el señor Amarildo marcó dos goles, el segundo tras una increíble jugada de Garrincha (insisto, para unos blancos, para otros ‘café olé’ y para todos un genio) que se fue de su marcador con velocidad y de manera diabólica, el lateral del Zaragoza Severino Reija. Precisamente Amarildo rompió la férrea disciplina de Checoslovaquia en la final, con su acier to realizador. Brasil obtenía su segundo campeonato del mundo. Y de Amarildo hubo que recurrir cuatro años después cuando entre los por tugueses Coluna y Graça lesionaron de nuevo a O’Rei. El increíble Brasil del ‘70. Muchos especialistas consideran que la selección brasileña que ganó el Mundial de México en 1970 es uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Su alineación se la saben de memoria hasta los más jóvenes. Y eso que han pasado 43 años: Félix; Carlos Alberto, Brito, Piazza; Everaldo, Clodoaldo; Gerson, Rivelino, Jairzinho, Tostao y Pelé. ¡Una salvajada de equipo! Gerson y Tostao eran dos rostros ‘lácteos’, muy apreciados por sus compañeros. Trabajaban tanto para el equipo que ellos mismos se olvidaban de su lucimiento personal. Cuando Gerson por fin abrió la lata con un golazo contra Perú, el prime- HABILIDAD Y FORTALEZA. Tostao en acción; el ingles Bobby Moore contempla hasta admirado la elegancia con que conduce el balón. Ademir y ‘Tiro al Blanco’. ¡ÉSTE ES GERSON!. Increíble partido contra el mejor Atlético de Madrid. Gerson trata de controlar ante un pletórico Luis Aragonés. CARLOS ALBERTO. Maravilloso lateral derecho del mejor Braisl del 70. En la imagen, con la camiseta del Cosmos de Nueva York. ‘QUEIXADA’. Significa ‘mandíbula’. Y era el sobrenombre por el que era conocido el maravilloso delantero Ademir. Ademir Menezes está considerado como uno de los mejores delanteros de Brasil de todos los tiempos. Apodado ‘Queixada’, por su prominente mandíbula que le asemejaba con el hombre de ‘Cromagnon’, era todo un temperamento. Su regate era increíble. Sufrió el trauma de haber perdido aquel Mundial de 1950 contra Uruguay. Lo duro de su caso es que, sin ese varapalo, estaría en todas las hemerotecas como uno de los más grandes. Para que se hagan una idea de lo que supuso semejante mazazo, la selección cambió su uniforme blanco por el actual amarillo con pantalón azul para enterrar para siempre tan dolorosa afrenta de haber perdido con Uruguay por 1-2. Rober to Rivelino fue bautizado como ‘Tiro al Blanco’ por su portentosa facilidad en el lanzamiento de los golpes francos. Se puede decir que su precisión en el 36 37 Mundial de México de 1970 alertó a los entrenadores del mundo sobre la impor tancia de tener a un especialista en el lanzamiento de faltas que combinase la brutalidad en la pegada de Pancho Puskas con el toque ‘con efecto’ que puso de moda Ladislao Kubala para superar a las barreras. Julio Botelho, ‘Julinho’ era sencillamente maravilloso. El regate era su vida. Impresionó en el Mundial de Suiza de 1954 y fichó por la Fiorentina en 1955, tras pagar un dineral al Sao Paulo. Era un extremo derecho soberbio. Perdió la II Copa de Europa en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid. (2-0). Todos los trucos que empleaba en el campo los aprendió en su humilde barrio de Sao Paulo donde se crió. Jugó el famoso Hungría-Brasil del Mundial suizo que está considerado como uno de los par tidos más broncos de la historia. genio irrepetible. Ver imágenes de él es una gozada y un honor para la gente que ame este depor te. ‘Garrincha’ es el nombre de un pájaro tropical brasileño que apodó a Manuel Francisco Dos Santos. Diabólico, enloquecedor y genial, era capaz de sentar al rival más clarividente en un palmo de terreno. Fintas, amagues y quiebros… el espectador se levantaba de su asiento maravillado. Nunca quiso jugar en Europa. Y tuvo ofertas millonarias. Bebía demasiado y murió de cirrosis y en la más absoluta pobreza. De Mario Zagallo podemos decir que ganó tres mundiales, dos como jugador y otro ya como seleccionador. Un caso único el de este extremo, que fue 33 veces internacional con Brasil y era el verdadero escudero de Pelé cuando comenzó a despuntar en el Mundial de Suecia 1958 a la tierna edad de 17 años Altafini, el italo-brasileño. ‘El Pelé blanco’. El caso de José Altafini es muy interesante. Extremo brasileño de velocidad y clase, le llamaban José ‘Mazzola’ Altafini porque le comparaban con Valentino Mazzola, aquel maravilloso extremo del Torino que fue uno de los fallecidos en el terrible accidente aéreo de Superga (su hijo, Sandro Mazzola triunfó en el Inter). Internacional con Brasil, se hizo italiano tras fichar por la Juventus. En Italia dejó de ser ‘Mazzola’ porque los italianos no permitían que nadie llevase el nombre de tan gran jugador. Fue internacional con Italia en seis ocasiones. Uno de los últimos casos antes de que la FIFA prohibiese jugar con diferentes selecciones. Ar thur Antunes Coimbra ‘Zico’ pasó a la historia como ‘El Pelé blanco’. Heredó de Rivelino su maestría en los lanzamientos de falta, en los que prácticamente era infalible. Es conocido también como ‘El Galinho de Quintino’. Fue futbolista sudamericano del año en 1977, 1981 y 1982. ‘Guerin Sportivo’ le designó como mejor jugador del mundo de 1981. Ganó el Don Balón de Oro de 1982 por ser ‘Mejor jugador del Mundo’ y obtuvo el Premio ‘World Soccer’ (mejor jugador del mundo en 1983). Es considerado por FIFA como uno de los mejores futbolistas brasileños de la historia. Ocupa el tercer lugar en el ránking del mejor jugador brasileño del siglo XX y el séptimo en el ránking del mejor jugador sudamericano de dicho siglo, según publicó la IFFHS en el 2004. Zico registra en su trayectoria 406 goles, lo que lo convierte en el mediocam- MAESTRO DE LAS FALTAS. Roberto Rivelino era un maestro en el lanzamiento de los golpes francos y uno de los pioneros en que se diera importancia a este tipo de jugadas. Garrincha. Este futbolista son palabras mayores. Permítanme que le considere como blanco, aunque encaja perfectamente como ‘café olé’ a este JULINHO BOTELHO. ‘Qué bien regateaba! Maravilló en el Mundial de Suiza de 1954. Era puro arte. BRASILEÑO E ITALIANO. José Altafini fue internacional con Brasil e Italia. Se le conocía como José ‘Mazzola’. pista más goleador en la historia de los torneos de primera división en el mundo. Datos tremendos. Y sin embargo dio la sensación de que se quedó, que le faltó ‘algo’ para haber entrado en el póker de ases de Di Stéfano, Pelé, Maradona y Cruyff. También se le conocía como ‘el jugador biónico’ porque mejoró su físico a base de visitas continuas a endocrinos que, unidas a su talento de favela, dio como resultado un futbolista con todo a su favor para salirse del mapa. Leao, ‘piernas bonitas’. Brasil nunca tuvo abundancia de grandes por teros, aunque llama la atención que casi todos ellos suelen ser estupendos expertos en detener penaltis. Leao tuvo mucha popularidad en los años 70 por sus reflejos y carácter extravagante. Sobre él decían las mujeres que tenía “las piernas muy bonitas”. Valdir Peres y Tafarell combinaban la genialidad de su irregularidad con la alopecia que encima acrecentaba su popularidad. Diego Alves ha tenido el honor de ser el primer portero brasileño en fichar por un equipo español. Vino al Almería y ahora pertenece al Valencia. Félix, portero del Brasil del 1970, era víctima de la alegría con la que sus compañeros se lanzaban al ataque. Decían sobre él que transmitía poca seguridad a sus defensas. Pero la verdad es que no necesitaba intervenir. Al fin y al cabo, si Brasil siempre tenía el balón, el rival ni lo veía. Dr. Sócrates y Bebeto. JUGADOR BIÓNICO. Zico, ‘el Pelé blanco’ ,también era conocido como ‘el jugador biónico’ por las veces que pasó por el endocrino. LAUREADO. Mario Zagallo puede presumir de haber sido campeón del mundo con Brasil como jugador y también como seleccionador. ¿Quién no recuerda a Sócrates? Era tremendo. Tenía de pie sólo un 36, pero lanzaba los penaltis y las faltas sin tomar carrerilla. Y casi nunca fallaba. Un caso excepcional. Conocido por su estilo elegante en el terreno de juego y su participación en la política 38 brasileña, Sócrates falleció de un shock séptico debido a una infección intestinal. El capitán de Brasil en el Mundial de España 1982 era un hombre destacado, tanto en el campo como fuera de él. Se convir tió en médico después de retirarse del fútbol y posteriormente fue un popular comentarista de televisión y columnista, siempre con opiniones singulares y polémicas. Sócrates escribió una serie de columnas para ‘The Associated Press’ durante la Copa América de 2011 en Argentina. Y se metía en buenos charcos. “No se trata sólo del juego en sí”, dijo antes del inicio del torneo. “Antes que nada, el fútbol es una batalla psicológica, el aspecto humano tiene un papel significativo”. Reconoció que bebía mucho, incluso durante sus mejores años como jugador en la década de 1980, pero agregó que había dejado de hacerlo a principios de año tras una estancia en el hospital. Un jugador de una personalidad arrolladora, que alucinó cuando el espantoso árbitro australiano Bambrigde anuló a Míchel aquel golazo en México 86. Bebeto formó el ‘Dúo Diabólico’ con Romario en el Mundial de Estados Unidos de 1994, ganado por Brasil tras una tremenda tanda de penaltis contra Italia. Formó parte del gran SuperDepor que perdió la Liga de 1994 por un penalti fallado por Djukic en la última jugada de un partido contra el Valencia. Una historia con mucho por contar... Inteligente, felino y batallador, decía que en España no se entrenaba nada. “En Brasil se trabaja seis horas al día, Eso la gente no lo sabe”. Lloró varios días por la muerte de su ídolo y amigo, el grandioso piloto de Fórmula 1 Ayrton Senna. Su regate era inigualable. Vino al Sevilla ya en el crepúsculo de su carrera. Hoy es representante de jugadores. 39 FUTBOLISTA, MÉDICO Y POLÍTICO. Sócrates ha sido uno de los futbolistas más carismáticos en toda la historia del fútbol. Su personalidad no dejaba indiferente. Falleció recientemente. EL GRAN BEBETO. El exjugador del Deportivo, flanqueado por Mazinho y Romario en la famosa celebración de ‘mecer al bebé’ por el nacimiento de uno de sus hijos, en el Mundial de EEUU de 1994 Cambio de tercio. ¿Se acuerdan de Francisco Marinho? Aquel rubio platino defensa de Brasil que jugó en Alemania 1974. No era hermano de Mario Marinho que después fichó por el Barcelona. ¿Y Leivinha? Vino con Luiz Pereira a un extraordinario Atlético de Madrid con el que fue campeón de Liga en dos ocasiones (1973 y 1977, y una de ellas en el Bernabéu). Leivinha, rubio, es tío de Lucas Leiva, por cierto bastante más moreno. En el Atlético también destacaron brasileños de tez clara como Alemao, llamado así porque tenía pinta de alemán, y Dirceu, un glorioso zurdo que la pegaba que daba gusto. Años después, el Atlético fichó a Juninho Paulista, tras pagar al Middlesbrough inglés 3.600 millones de pesetas (18,5 millones de euros). Menudo y rubito, era buenísimo. Míchel Salgado le lesionó de gravedad en el transcurso de un Celta-Atlético. Se recuperó, pero nunca fue el mismo. Y jamás se habló con Salgado, que después fichó por el Real Madrid. Por cierto, Diego Costa (le podemos considerar ‘café olé’) va a ser el cuarto brasileño en ser internacional con España tras Becerra, Donato y Catanha. Pelotazo. ¿Y Falcao? Nada que ver con el colombiano del Atlético de Madrid. Éste era brasileño, de ensor tijado pelo rubiajo y estupendo chutador. Muy bueno. Subcampeón de Europa con la Roma. Nelinho era un lateral derecho que no era titular indiscutible con Brasil, pero que tenía el segundo disparo más terrorífico de todos los tiempos. Sacaba las faltas con tanta potencia como escasez de puntería. Pero nos dejó para el recuerdo un golazo increíble en un Brasil-Italia valedero para el tercer y cuarto puesto de Argentina 78. Hemos dicho que tenía el segundo disparo más terrorífico. Ustedes se preguntarán ¿quién era el primero? No, no es Eder. La pegaba de maravilla en verdad. Tenía la potencia de Branco, pero no su puntería ni constancia. El cañonero de seda. UN ARTISTA. Leivinha dejó en el Atlético de Madrid la impronta de un futbolista extraordinario. Aquí, remata de rabona. DIRCEU. Otro brasileño que dejó un exquisito recuerdo en el Atlético de Madrid. Tenía un estupendo disparo con la pierna izquierda. JUNINHO. Jesús Gil pagó por él al Middlesbrough 3.600 millones de pesetas. Pequeño, pero con un regate y una visión de juego extraordinarios. GRATOS RECUERDOS. Alemao no paraba de trabajar sin que por ello decayese su buena técnica. Un gran jugador. ¿Si tuvieran que votar a los futbolistas con el disparo más terrorífico de la historia, a quien escogerían? No es fácil. Les pedimos disculpas si tenemos algún olvido, pero ésta sería nuestra lista: Ferenc Puskas ‘Cañoncito Pum’, ‘Macho’ Figueroa, aquel hondureño fichado por el Murcia que destrozó un larguero de un balonazo; Aravena, un chileno que fichó el Valladolid y que era conocido como ‘el cañón de América’, Fernando Hierro, quizá Cristiano Ronaldo o Ronald Koeman, y los mencionados Nelinho y Branco. Branco era un lateral izquierdo por tentoso. Cada vez que se pitaba un golpe franco se hacía el silencio. Se consideraba que era medio gol. Las barreras temblaban, porque nada había peor que llevarse un pelotazo descomunal de este grandísimo jugador del Fluminense que fue 72 veces internacional y campeón del mundo en Estados Unidos 1994, en un equipo, el de Carlos Alber to Parreira (que después fracasó sonoramente en el Valencia) donde destacaban también los ‘rostros pálidos’ de Leonardo, que competía por el puesto con Branco y jugaba en el Valencia; Raí, hermano de Sócrates, fue un centrocampista que ‘las mataba bien muertas’, estuvo a punto de fichar por el Deportivo y triunfó en el PSG; Otro: Ricardo Rocha, aquel central del bigote que daba palos por todas partes y que jugó en el Real Madrid; o Dunga, un centrocampista todoterreno con cara de ser mucho más mayor, pero que era esencial. Era ‘muy poco brasileño’ en cuanto a juego, pero sin él, posiblemente Brasil no habría ganado aquel Mundial. 40 41 De Cacá a Kaká… Aprovechando que vamos a glosar la figura de Kaká, otro blanco brasileño por excelencia, les contaremos una historia muy buena. En 1995, Juan José Hidalgo convenció a Romario para que entrase en el accionariado del Salamanca. Kaká (Ricardo Izecson Dos Santos) despuntaba en el Sao Paulo como un futbolista que podía ser, tranquilamente, el mejor del mundo. La prensa se hizo eco de que el jugador iba a fichar por el Salamanca como puente para recalar en el Real Madrid. El ‘belén’ mediático que se organizó fue colosal. Efectivamente, el Salamanca había fichado a Cacá… pero con dos ‘C’ y no con dos ‘K’. Y su nombre bautismal era Carlos Eduardo Ferrari, que, con el paso del tiempo, demostró que, en efecto, no era Kaká… Llama la atención que no han sido muchos los jugadores brasileños que han jugado en el Real Madrid sean blancos, negros o ‘café olé’. Filipe Luis, que ahora triunfa en el Atlético de Madrid, creció en el Castilla. Savio Bortolini lo tenía todo para hacer algo grande, pero las lesiones le lastraron y se marchó al Zaragoza. Kaká, ‘el de las dos K’, fue comprado por Florentino Pérez al Milán a cambio de 65 millones de euros y con un salario de 10,6 millones de euros anuales. Una salvajada inversamente proporcional a su rendimiento, mediocre y discontinuo. Estuvo más tiempo lesionado que sobre el terreno de juego. Una rémora impensable en un futbolista que vino al equipo blanco con el aval de haber ganado un Balón de Oro gracias a sus éxitos con el Milán. Kaká, que es miembro de la Iglesia Evangélica, siendo uno de los Atletas de Cristo se casó con Caroline Celico el día 23 de diciembre de 2005 en Sao Paulo, Brasil, en una boda donde acu- el equipo de su vida, y se ha dedicado a la política. Es diputado. El jugador con más partidos (1.110) y más goles (702) de la historia del Vasco da Gama. Fue elegido nada menos que ¡diez veces! jugador del año por los hinchas del Vasco de Gama. Llegó al Barça para sustituir al austríaco Hansi Krankl. Helenio Herrera no le daba bola en una temporada complicada para el Barcelona donde sólo marcó dos goles. Recuerdo para Becerra. PAULO FALCAO, EL OCTAVO REY DE ROMA. Artista exquisito. Su estilo ha dejado huella en la Ciudad Eterna. OTRO GRAN BRASIL. Romario levanta la Copa del Mundo conquistada en Estados Unidos. A su izquierda, el gran capitán Dunga. ROBERTO DINAMITA. Un caso increíble. Era un dios en Brasil y fracasó en el Barcelona. NELINHO. Bella estampa de su golazo en el Mundial de Argentina contra Brasil. Grandioso tanto. dieron futbolistas de la selección nacional como Ronaldo, Adriano, Cafú, Dida, Julio Baptista y el entrenador nacional Carlos Alberto Parreira, así como futbolistas internacionales, siendo en total 600 invitados. Su fe religiosa le ayudó a superar un tremendo accidente donde se rompió una vértebra al saltar un trampolín. Es uno de los muchos casos de futbolistas brasileños comprometidos con innumerables ramas de la religión cristiana, en una historia que merece un capítulo especial. Roberto Dinamita. CAÑONERO. Cada vez que Branco lanzaba una falta se hacía el silencio. Era medio gol. Fulminante y efectivo. RAÍ. Lo tenía todo para ser una superestrella mundial. Pudo fichar por el Deportivo y se fue al PSG. Seguro que recuerdan a Roberto Dinamita. Era un delantero con mucha fama en Brasil y ha pasado a la historia por ser uno de los fichajes más fracasados en la historia del Barcelona. Esto fue en la temporada 1979-80. Y eso que en Brasil era (y es) una leyenda. Es el presidente del Vasco da Gama, HERALDO BECERRA. Su fichaje por el Atlético fue un pelotazo en la época. Primer brasileño (y blanco) en ser internacional con España. DE MÁS A MENOS. Kaká arrancó su carrera de manera fulgurante, pero las lesiones le lastraron. El Real Madrid pagó por él 65 millones de euros. Su historia es tan apasionante que merece un capítulo especial. Ahora le dedicaremos unas líneas. Era brasileño y blanco. De melena ensortijada, el Atlético de Madrid le fichó del Newell’s Old Boys adelantándose al Real Madrid y al Barcelona. Todos pensaban que iba a ser uno de los mejores jugadores del mundo y formó una gran delantera con Ayala y Gárate, conocida como ‘los tres puñales’. Fue el primer brasileño en debutar con la Selección española: fue en 1973 contra Turquía en Estambul, en un amistoso que concluyó 0-0. Se dijo que su pasapor te estaba falsificado. Llegó a cantar en un especial de Fin de Año para Televisión Española, donde, por cierto, compartió plató con el paraguayo Lobo Diarte. Lo tenía todo para ser una fugura mundial, pero le faltó cabeza fría. Falleció en un accidente de tráfico en Argentina. Seguro que nos quedamos cortos. Seguro que cuando lean este trabajo echarán de menos a alguien. Normal. ¡Brasil tiene tanta riqueza futbolística! Ahora se nos viene a la memoria que Alber to Benito, actual director deportivo del Almería, recomendó el fichaje de Alexandre Pato cuando estaba en el Cádiz. Se fue al Milán. Otro ejemplo más de que Brasil es el primer país del mundo productor de futbolistas. 42 El documental sobre el esquiador que falleció en Los Dolomitas en 2009 estrenó la sección Savage Cinema del Festival de Cine de San Sebastián. Una película estremecedora de un deportista genial e irrepetible. McCONKEY LA HISTORIA DE UN DEPORTISTA DE LEYENDA JUSTIN JAY/RED BULL HIPNÓTICA. El esquiador Shane McConkey llena la pantalla en el estreno mundial del documental sobre su vida (‘McConkey’) en Tribeca, Nueva York. 43 44 45 ATREVIDO Y GENIAL. Shane McConkey, en marzo de 2002, mientras realiza un salto de esquí libre en Haines, Alaska, durante el Red Bull Snow Thrill. PATRICIA CAZÓN / M cConkey. La primera edición del Savage Cinema (Cine Salvaje) del Festival de Cine de San Sebastián no podía llevar otro apellido. Porque Shane McConkey (Vancouver, Canadá, 1969) cambió la historia del esquí en Estados Unidos. Pionero en el esquí libre, el salto BASE, el wingsuit y la fusión de los tres, vivía en el filo, al límite. A un lado, la adrenalina y el riesgo. Al otro, la tragedia. Y ahí, entre uno y otro, se movía Shane con soltura, convirtiendo fácil lo difícil, hasta el 26 de marzo de 2009, cuando murió mientras grababa en Los Dolomitas (Italia) una película en la que conjugaba sus tres deportes. Ahora McConkey es algo más que un documental de deporte extremo. Es el tributo de una viuda, Sherry McConkey. Esa mujer que se quedó sola con 41 años y un dolor en carne viva; con una niña de tres años (Ayla) y un reguero de críticas en Internet. Unos llamaban “Cuando se estrenó, estaba más nerviosa que nunca en mi vida. Era como ir a una boda y a un funeral al mismo tiempo” a Shane egoísta. Otros se preguntaban por qué arriesgaba tanto casado y con una hija. “¿Cómo iba a ser un buen padre?”. “¿Cómo iba a amarte si hacía eso?”. Esos comentarios aún laten en el reverso de la película. “Con ella quiero demostrar que Shane fue un padre excelente, pero le gustaba esto y no podía alejarse de ello”. Por eso McConkey (mcconkeymovie.com) es su legado. Y el homenaje de una mujer que jamás olvidará. 26 de septiembre, 17:00 horas, San Sebastián. La sala de prensa crepita nerviosa ante el estreno de la nueva sección del Festival, esa dedicada al cine de deportes de acción y aventuras. De pronto, entra ella, Sherry McConkey, y todas las conversaciones se apagan. La rodean los cinco directores de la película, pero sólo se la ve a ella, como si se moviera bajo un foco de luz. Ella y su vestido azul. Ella y su sonrisa dulce. Ella y ese dolor que, cuatro años después, aún puede tocarse. Es la premiere de la película en Europa. Dentro de tres horas volverá a enfrentarse en pantalla grande al recuerdo de Shane (porque para ella McConkey es Shane... Shane esto, Shane lo otro, sólo Shane, siempre Shane). Y de nuevo volverá a formarse esa piedra en la boca del estómago. El lazo que apretó su garganta en el Festival de Tribeca, Nueva York, cuando McConkey se estrenó a nivel mundial. “Me sentí más angustiada, más nerviosa, que nunca antes en mi vida. Era como ir a una boda y a un funeral al mismo tiempo. No sabía cómo iba a responder la gente, si iba a ver a Shane tal y como queríamos que lo hicieran, como un padre cariñoso y un marido increíble”. Su ansiedad entonces la define, exacta, una imagen. Es una puerta de emergencia en un costado. Red Bull Media House, distribuidora de McConkey, le había preparado esa salida por si no aguantaba la presión, los nervios o las lágrimas. Un resquicio para huir del cine si dolía y removía demasiado, por si se venía abajo. “Lo había visto muchas veces, pero siempre rodeada de amigos, en casa, en la intimidad. Podía levantarme e irme en cuanto quisiera... Esta vez era diferente. Lo iba a ver con otra gente, en una pantalla grande y no sabía si iba a aguantar…”. Pero lo hizo. Y hubo un momento, además, en el que miró alrededor y descubrió a toda la sala llorando. “Me emocioné muchísimo. Fue muy duro, pero emotivo”, dice a los cuatro meses, en San Sebastián, Guipuzcoa, a 5.772 kilómetros de esa puerta, mientras una lágrima emborrona sus ojos. Porque McConkey es un re- ULRICH GRILL / RED BULL MCCONKEY’S FAMILY EN FAMILIA. Shane McConkey junto a su hija, Ayla, y su mujer, Sherry en una instantánea durante unas vacaciones de la familia en la playa. 47 ULRICH GRILL / RED BULL CARISMA. Shane posa con sus esquís en Heines, Alaska. Sus saltos locos, su atrevimiento y su aire siempre jovial y bromista pronto le hicieron muy querido entre el público. galo para Ayla y el mundo, una película de esas que te ponen la piel de gallina y te sacuden. Un documental que traspasa su género y se convierte en una gran película a secas, sin más adjetivo que ese apellido, McConkey, que encierra tantas cosas. “Hicimos un test con cinéfilos, con expertos de cine que nada sabían del género de acción y aventuras, en una pequeña sala de Nueva York antes de la premiere mundial... Casi todos la votaron con un 9 o un 10... Tampoco esperábamos un 10, porque no es una película per fecta, pero esto nos demostró que llega a un público muy general”, confiesa David Zieff, uno de sus cinco directores, el único que no conoció a Shane. “McConkey es mucho más que una película de un deportista de acción, es la vida de un ser humano extraordinario” (Un 9, precisamente, también es su nota en IMBd, web de referencia de crítica de cine en la que Toro Salvaje tiene un 8,3 y El Padrino un 9,2). Murray Wais, Steve Winter, Scott Gaffney y Rob Bruce, los otros cuatro, sí le conocieron. Y por eso le han puesto el alma a McConkey. “Ninguno de nosotros lo hacía por sí mismo. Lo hacíamos por Ayla y Sherry. Dejamos el ego fuera. Todos queríamos mucho a Shane y sabíamos que no lo toleraría. Teníamos que honrar su estilo de vida: honestidad, respeto, profesionalismo y siempre un gran sentido del humor”, explica Bruce. “Eso sí, fue un trabajo aplastante”, añade. Shane lo grababa casi todo (“casi siempre era él saltando de algo. O en una boda. O en un cumpleaños”, asiente Zieff). Sus 39 años de vida estaban guardados en cintas. “Y no es fácil crear una historia a par tir de imágenes grabadas”. Para contar la de Shane tuvieron que ver, ordenar y pulir 1.600 minutos... Tar- daron tres años y medio, pero lo lograron. “Shane estaría orgulloso del resultado”, dice Sherry. Porque todo McConkey está ahí. Resumido en cien minutos de imágenes espectaculares y saltos imposibles, barrancos, backflips y algún desnudo, en las palabras de quienes le conocieron. “Ahí está. El hombre, el mito...”. En McConkey vemos al Shane hijo en los recuerdos de sus padres. “Shane es la persona más increíble que he conocido en la vida...”. Al Shane padre y marido en el relato de Sherry. “No sabía qué haría, pero decidí seguirle de cerca porque sabía que sería especial...”. Al esquiador genial y sin miedo en los testimonios de compañeros como Kent Kreitler o JT Holmes. “Lo hago porque así disfruto al máximo de la vida...”. A Shane contado por Shane. En Donosti, después de la proyección, del estreno en Europa, un silencio tremendo se instaló en el cine. Durante una milésima de segundo sólo se escuchó en la sala una nada tejida de pieles como escarpias y alguna lágrima. Después hubo tres minutos de silbidos y aplausos. Eso y una sensación común que recorrió como un calambre la platea, la de haber estado ante una persona única y genial, ante un deportista excepcional. Eso es McConkey. Una película de esas que te destrozan y a la vez te dejan una sonrisa. Exactamente eso. En Tribeca ocurrió algo similar. “Lo que hace especial a esta película es ver el amor, el afecto y la pasión por la vida misma”, dijo la saltadora de BASE Karina Hollekim después de verla. “Necesitaríamos que hubiera más películas así. Con McConkey, todos ganamos. Nos transmite que una vida, cualquier vida, sin pasión, realmente no es vida”, apuntó Cathy Runyan-Svacina, vicepresidenta del Kansas City Women de cine y televisión. “McConkey se hará querer rápidamente, incluso entre aquellos que nunca han oído su nombre”, alabó el ‘LA Times’. “Es una historia humana, inspiradora y hermosa”, ensalzó el ‘Hollywood Reporter’. Una película que grita en cada fo- GENÉTICA. Shane llevaba la nieve en la sangre. Su padre, Jim McConkey, considerado padre del esquí extremo, prácticamente le enseñó a esquiar antes que a caminar. ULRICH GRILL / RED BULL 46 49 YORICK CARROUX / RED BULL PEAK 2 PEAK. Shane, antes de realizar un salto BASE como miembro del Air Force Team, sobre el funicular Peak 2 Peak de Whistler (Canadá), en diciembre de 2008. tograma una consigna: “Sólo tienes una vida. Vívela al máximo”. Vive, eso. La pared vertical y nevada de Los Dolomitas y una fecha, 26 de marzo de 2009. Ésa es la primera imagen de McConkey. La fría inmensidad de la montaña ubica instantáneamente al espectador. Ahí murió Shane. Ese día, en ese lugar. Y sobre esa imagen, alrededor de esa pared vertical de hielo, se vertebra la película, que vuelve una y otra vez a ese día, a ese lugar, a ese momento. De ayer a hoy, el documental cuenta su historia. Ésa que comenzó en una estación de esquí, cuando Jim y Glenn se Le nominaron al Laureus como Deportista Mundial Alternativo en 2005. Ya era el mejor para los lectores de Powder Magazine conocieron. A su padre le consideraban el padre del esquí extremo y, su madre, aunque no le gustara demasiado, tenía unas condiciones innatas para este deporte... Shane ya nació con la nieve en su genética. Y, de hecho, cuando cumplió tres años, y sus padres se divorciaron, Glenn intentó borrársela en vano. Era tarde. Lo llevaba dentro. Era su don, para lo que había nacido. Lo único que, de verdad, le importaba a Shane. Durante la adolescencia, se preparó para formar parte del equipo nacional de esquiadores de Estados Unidos. Pero le rechazaron. A pesar de su talento innato, a pesar de su personalidad hipnótica y sus cualidades, le rechazaron. Fue un golpe seco. Durante un tiempo, de hecho, parecía que su destino sería repartir pizzas a domicilio y vivir de prestado en un garaje el resto de sus días. No sabía que ese revés era, en realidad, una inmensa puerta a un mundo cuyas reglas él mismo escribiría. Con un Me cago en las carreras enterró una noche su sueño de ser esquiador profesional. Acababa de ver la película de esquí libre La ventisca de Ahhh! Había girado el pomo de la puerta. Y ahí enfrente tenía su camino. Ser como su padre y hacer películas de esquí libre. Los saltos más atrevidos. Los más locos. Volar. Eso quería Shane. Eso haría. Las películas se convirtieron en su mejor escaparate. La primera fue Ski Theater, en 1992, y rodaría más de veinte con las principales productoras de cine extremo de Estados Unidos (Scott Gaffney Pictures, Matchstick Productions, Teton Gravity Research y Warren Miller Films). Shane saltaba por donde nadie se atrevía. Desafiaba a la gravedad y a su propio cuerpo. No temía nada. Creaba escuela con sus dobles backflips. Abría bocas. Llenaba portadas. “La gente abigarraba los cines para ver sus películas”, cuenta McConkey. “Los límites de lo posible fueron aplicados en aquella época”, asiente Rob Bruce. Y, entonces, comenzaron a llegar los premios. En 1996 y 1998 ganó el IFSA World Tour de esquí libre. En 1999 fue segundo en los X-Cross de los Winter X Games. Los lectores de ‘Powder Magazine’ le votaban una y otra vez esquiador del año. En 2005 le nominaron Depor tista Mundial Alternativo en los Laureus. Su nombre ya rebasaba los bordes de la competición. Allá por donde pasara, Shane McConkey dejaba huella. Era el esquiador guapo, simpático y rockero. El deportista intenso de pícara mirada azul. “Siempre decía: ‘Hoy es un nuevo día, ¿qué podemos hacer?, ¿qué vamos a explorar?, ¿hasta dónde podemos llegar?”. Porque además de piruetas imposibles, formó la Asociación Internacional de esquí libre, introdujo los esquís con rocker y, en fin, lo revalorizó: “Ayudó a que volviera a ser cool en una época en la que el snow dominaba”. Pero, de pronto, un día conoció a Frank Gambalie y el salto BASE y todo comenzó de nuevo. El salto BASE era, entonces, un deporte extremo casi clandestino: saltar COMO UN PÁJARO. El wingsuit fue otro de los deportes en los que su aportación fue clave. “No creía que pudiera hacerse algo así. Salir volando...”. En la foto, en México. ALFREDO MARTÍNEZ / RED BULL 48 50 51 en paracaídas desde un objeto fijo (Building, edificio; Antenna, antenas; Span, puentes; y Earth, montañas). Caída libre. Casi volar. Shane lo vio, lo probó y, desde entonces, allá donde fuera, llevaba su equipo siempre encima. El edificio Chr ysler. Las montañas de la Antártida. Los tendidos eléctricos. El puente New River Gorge, el único de todo Estados Unidos donde se permite este depor te. Allá donde mirara, Shane veía un salto BASE (hizo más de 500 en su vida). Nadie había muerto aún por practicarlo. De hecho, Frank Gambalie fue de los primeros. Se ahogó en el río, tras saltar, mientras huía de los guardias. Se enredó con su paracaídas y se ahogó. Poco después, en los actos de protesta por su muerte, una mujer falleció. Y esta vez sí fue al saltar. Su paracaídas no se abrió. Se estrelló contra el suelo. Fue entonces cuando Sherr y comenzó a tener miedo. “Siempre estaba esperando la llamada”, dice. Pero Shane la tranquilizaba. “Nunca me voy a hacer daño. Nunca me voy a morir. Lo haré cuando tenga 80 años en la cama, de un orgasmo”, le repetía. Y Sherry le creía. No le quedaba otra que creerle. Sherry que, incluso, llegó a probar el salto BASE para entender qué sentía, qué le enganchaba, por qué no podía dejarlo, en uno de los momentos más emotivos de la película. Su complicidad es brutal. Su amor quema. A Shane sólo se le conoció una mujer y fue esta esquiadora de snow sudafricana de cuerpo envarado y ojos azul cielo. “Nunca vi enamorado a Shane hasta que conoció a Sherry. Estaban hechos el uno para el otro”. McConkey también proyecta su historia. La vida en pareja. La boda en Tailandia. Los vómitos de Sherry embarazada. Ayla... Todo está ahí. Girando alrededor de la pared vertical de Las Dolomitas. Y también la cuenta de las lesiones, que fueron muchas y variadas. Rotura de ligamentos, vértebras, discos, caderas, tobillos, costillas, meniscos y tímpanos... “No es tan fácil como Shane hacía que pareciera”, explica JT Holmes. El que fuera su compañero en los últimos desafíos y estuviera con él aquel día en Italia define su hambre de retos, de más y más: “Llegó un momento en el que siempre teníamos que dar un paso más”. Y el siguiente lo dieron después de que Shane viera La espía que me amó, la película de James Bond protagonizada por Roger Moore en 1978. Una de sus escenas más famosas es la persecución en el monte Asgard (en la isla de Baffin, Canadá). La prota- ULRICH GRILL / RED BULL SIEMPRE AL LÍMITE. Tres imágenes, tres momentos, dos deportes, el salto BASE y el esquí libre, especialidades en las que innovó para convertirse en leyenda del deporte extremo. VETERANO. McConkey realizó más de 500 saltos BASE durante toda su vida. En la foto, en una demostración en Reno, en 2004, junto a Othar Lawrence. 53 CHRISTIAN PONDELLA / RED BULL 52 goniza el escalador y saltador Rick Sylvester, que dobla a Moore. En ella huye esquiando y hace un impresionante salto BASE al llegar a un precipicio. Durante la caída, se desprende de los esquís y abre un paracaídas con la bandera de Reino Unido. “La vi y pensé que era la escena más guapa que había visto hasta entonces en mi vida”, dice Shane en McConkey. El triple mortal, el paso adelante al que se refería Holmes sería imitar a Sylvester, sentirse Moore, ser James Bond. Esquiar, saltar y volar. “Me preguntó cómo había hecho yo en la película para desprenderme de los esquís”, cuenta Sylvester. Era un mecanismo rudimentario. Sujetó una cuerda con velcro a los pantalones para tirar de las Vio la película ‘La espía que me amó’ de James Bond y supo qué sería lo siguiente: esquí, salto BASE y wingsuit fijaciones cuando saltaba al vacío y liberar así sus esquís. Shane lo imitó y mejoró. Fusionó el esquí, el salto BASE y el wingsuit (modalidad del paracaidismo en la que se vuela como un pájaro equipado con un traje especial con alas). Acarició el límite y recorrió los cielos de medio mundo, desde México a Noruega: “No creía que se pudiera hacer algo así. Era como salir volando en el espacio”. “A la gente le impresionan las grandes alturas, pero es al revés. Las montañas bajas son más peligrosas. Tienes menos tiempo para pensar y reaccionar, menos margen. Y aquí, si te equivocas, te matas”. Las palabras de Murray Weis parecen congelarse en la pantalla, mientras los 2.950 metros de la pared oeste del Pass Pordoi, en Los Dolomitas, se alzan imponentes ante el espectador... Ese 26 de marzo se grababa en Italia una película de esquí. A Shane le tocó saltar el segundo... El primero se salvó por un pelo. El suelo estaba demasiado cerca. Habían calculado mal. Pero no hubo tiempo de avisar a Shane, que ya se dirigía al borde del Pass Pordoi, que ya le decía a la cámara por última vez: “Otro salto BASE con Wingsuit y esquís... Allá vamos... ¡See u...!”. “Es desgarrador ver los preparativos para el último salto”, confiesa Sherry. Ése también era el miedo de Ayla, que ya tiene seis años, que ya entiende. “¿Van a mostrar cuando se muere papá?’, me preguntaba. Le daba pavor que lo hicieran”. Obviamente, eso no se ve: “El tema fue tratado con mucho cuidado. Para mí hubiera sido mejor no ver nada, ni la salida, porque esos fueron sus últimos momentos y no es divertido verlo. Soy su esposa y odio ver eso”. Uno de los esquís falló, no se soltó. Shane murió en el acto. Y no hace falta mostrar nada porque todo se ve ya en el gesto descompuesto del cámara que filma desde el helicóptero, en su rostro lívido, en su hablar entrecortado. “Se ha matado... Sha-ne, se ha ma-ta-do”, dice y Los Dolomitas desaparecen en un doloroso fundido a negro. La llamada que tanto temía Sherr y llegó un jueves cualquiera a las cinco de la tarde. Vino de Italia y la hizo JT Holmes. “Ella me cogió el teléfono con una sonrisa: ‘¿Qué tal cabeza de patata?’. Y yo respondí: ‘Muy mal, Sherry. Shane ha muerto’. Fui brusco, sin tacto. Se lo dije así y me arrepiento mucho”. La siguiente vez que Holmes aparece en McConkey es el 3 de octubre de 2009 y lleva a Ayla a la espalda. Camina junto a Sherry, Jim, Glenn y cien personas más hacia la cumbre del KT-22 de Squaw Valley, en el Olympic Village de California. Hacia un pico conocido como Nido de Águilas, que desde ese día se llamará McConkey, McConkey a secas. “Una vez Shane me dijo que, cuando muriera, le gustaría reencarnarse en un águila”, dice Sherry. Y, en parte, lo hizo ese 3 de octubre cuando su viuda y su amigo Scott Gaffney arrojaron desde el lomo de un águila de cobre gigante alzada en su honor sus cenizas al viento. Porque desde ese día, Shane ya nunca jamás ha dejado de hacer lo que más le gustaba. Formar parte del aire, volar. “SÓLO TIENES UNA VIDA, VÍVELA”. Así vivía Shane. Ese es el legado que su viuda pretende que deje McConkey. Impresiona ver su pasión. Contagia. En la foto, el cartel oficial de la cinta. 54 55 STRONG Con el cuarto presupuesto más alto de la liga y media plantilla nueva, John Farrell, como entrenador jefe, y el liderazgo de ‘Big Papi’ Ortiz en el campo, el equipo de Boston se proclamó campeón seis años después. Pero es que no alzaba el título en Fenway Park desde 1918. El atentado en la maratón de Boston ha sido su acicate. LA CONJURA DE LOS BARBUD0S GANÓ LAS SERIES MUNDIALES 56 57 JOSE MANUEL MORENO / E n el último medio siglo del béisbol en Estados Unidos, los únicos equipos que habían ganado tres Series Mundiales en una década habían sido los Dodgers de Los Angeles con Sandy Koufax, Don Dr ysdale y Maury Wills, los Athletics de Oakland brillaron con Reggie Jackson y Rollie Fingers y los Yankees de Nueva York acumularon más victorias a su histórico palmarés con Derek Jeter, Mariano Rivera y Andy Pettitte. El pasado 30 de octubre, los Boston Red Sox se han unido a esta lista de equipos que han do- UN EQUIPO NUEVO. Los Red Sox se renovaron y llegaron 12 jugadores nuevos de los 25 de la plantilla. Y otro entrenador. minado durante una década con un equipo dirigido por David Ortiz y una banda de desconocidos. Los Red Sox del 2013 que han ganado el título contra los Cardinals de St. Louis son un conjunto distinto a las grandes dinastías del béisbol nor teamericano y al que nadie daba posibilidad alguna al comienzo de la temporada para lograr el título que levantaron el miércoles en Fenway Park, el histórico campo de Boston. Después de tres pésimas temporadas, incluida la del 2012 en la que terminaron en última posición en su división con un palmarés de 69 victorias y 93 derrotas, los Red Sox comenzaron los entrenamientos de primavera en Florida con el vestuario cambiado con 12 nuevos jugadores en la plantilla total de 25 y con un entrenador distinto. Solo Ortiz, el ‘Big Papi’ dominicano, quedaba del equipo que ganó en 2004 y luego repitió en 2007. En 2004, Boston terminó con 86 años de sequía que tanto había afectado a los orgullosos aficionados de Massachusetts y de Nueva Inglaterra que vieron como los Yankees, sus más odiados enemigos, acumulaban campeonato tras campeonato en ese tiempo. Durante la mayoría del siglo XX, los orgullosos aficionados donde tiene su sede la Universidad de Har vard terminaban la temporada frustrados, enfadados y seguros de que los Celtics, de la NBA, iban a jugar mejor y ganar más títulos que sus amados Red Sox. Todo cambió en 2004 con el equipo que venció a St. Louis en cuatro partidos y que fue conocido como ‘Los Idiotas’ por lo relajado de su actitud y por la unión que demostraron dentro y fuera del campo. El conjunto que barrió del mapa también en cuatro partidos a Colorado en 2007 estaba formado por ‘Los Fríos’ por su frialdad casi de cirujano con la que jugaban en ataque con los bates como en defensa con los guantes. La banda de ‘Los Barbudos’ es un grupo que ha debido demostrar su hombría, por eso la barba durante buena parte de la temporada. Como en abril, cuando tuvieron que esperar varios días para jugar su primer partido en Fenway Park, mientras que la ciudad lloraba la muerte de tres personas y las horribles heridas a otras 260 en el atentado contra la maratón de Boston del pasado 15 de abril. Cinco días después, Ortiz, el líder espiritual del equipo, dijo a los aficionados que “Boston es una jodida ciudad y vamos a demos- trar a todo el mundo qué tipo de gente vive, estudia y juega aquí”. La ciudad, el equipo y sus aficionados, que les siguen con devoción en los pueblos y ciudades desde Connecticut a Maine, se sintieron más fuertes que nunca y el lema de ‘Boston Strong’ dio a los Red Sox la fortaleza que necesitaban para demostrar a los millones de incrédulos que no creían en ellos en la ciudad, en el estado y en todo el mundo del béisbol, que estaban equivocados. Detrás de las pancar tas de LA BARBA, UN SÍMBOLO. Tras unas temporadas nefastas, se dejaron la barba como signo de hombría de que se podía creer en ellos. 58 ‘Boston Strong’, de la canción “Sweet Caroline”, de Neil Diamond, que se oye en cada partido en el estadio, y de las barbas de los jugadores el equipo ha echado un pulso, que finalmente ha ganado, a los apostadores de Las Vegas que les daban una entre 30 posibilidades de ganar el campeonato. “Creo que en Boston, y después del atentado, había una responsabilidad civil al ponerse el uniforme cada noche, especialmente aquí en nuestra ciudad. Fue algo que nos unió inicialmente con los aficionados y que los jugadores, con su ayuda a los heridos y las visitas a los hospitales para verlos, extendieron de la calle a dentro del vestuario y al terreno de juego. Y a cambio de esa solidaridad, los aficionados nos dieron una energía a todos que nos ha lle- 59 vado al título”, ha reconocido John Farrell, el manager del equipo, en su primera temporada como entrenador jefe. La mayoría de los aficionados locales que celebraron en Fenway Park la victoria ante los Cardinals nunca habían podido celebrar un triunfo en las World Series en su estadio, porque el último equipo que levantó el trofeo delante de los bostonianos fue el que dirigió Babe Ruth en el año 1918. Se lo deben agradecer a Farrell y jugadores como Shane Victorino (uno de los beisbolistas más fallones con el bate de los últimos años), Mike Napoli (con una cadera renqueante y lesionada a perpetuidad), Jonny Gomes (un mal defensor y discreto bateador), Stephen Drew (buen defensor, pero pésimo jugador ofensivo), Koji Uehara (un lanzador japonés de 38 años sin mucha experiencia en las Grandes Ligas nor teamericanas), Ryan Dempster (y sus 35 años de frustraciones con el bate) y David Ross (un perenne suplente en la posición de ‘catcher’) y en los que la dirección del club invirtió 100 millones de dólares. Jugadores en sus últimos años de contrato, obligados a demostrar que merecían más dinero, más años y oportunidades para jugar en las Grandes Ligas y que en otras ocasiones habían fracasado y no cumplido las expectativas puestas en ellos. Fue una apuesta que realizó Ben Cherington, el manager general del equipo, de elegir cantidad en vez de calidad y que le ha salido per fecta en un deporte nacional en el que otros modelos para seleccionar jugadores se basan en su habilidad para lograr ‘homeruns’ o en los gráficos de porcentajes de veces que conectan con el bate, roban bases o realizan una jugada defensiva salvadora. Boston eligió piezas de recambio per fectas, intencionadamente, a diferencia de la gran mayoría de clubes de la Liga que tiene que contratar a beisbolistas sin experiencia y en muchas ocasiones sin brillantez o pasados de años, por falta de dinero. Los Red Sox tienen el cuar to presupuesto más alto de la Liga con 159 millones de dólares de salarios. Casi lo mismo que Filadelfia y sólo superados por los Dodgers y por los Yankees. Los recién llegados, de los 12 nuevos, siete fueron agentes libres, y se unieron a Ortiz, uno de los grandes bateadores zurdos de la Liga, y al diminuto, pero incansable, Dustin Pedroia para ganar esta temporada 97 encuentros y perder 65 y meterse en los playof f por vez primera desde 2009. Estos Red Sox desconocidos han jugado a un gran nivel y no han perdido más de tres partidos consecutivos en todo el año. Durante los playoff, los campeones se enfrentaron con sus bates a algunos de los mejores lanzadores de la Liga, como Matt Moore y David Price, de Tampa Bay; a Justin Verlander, Aníbal Sánchez y Max Scherzer, de Detroit; y a Adam Wainwright y Michael Waca, de St. Louis; y a todos los han vencido, a pesar de que en algunos momentos parecieron estar perdidos con el bate e incapaces para obtener carreras. Pero fue esa paciencia, esa determinación y el deseo de no fallar a los aficionados bostonianos lo que les llevó al éxito final seis años después. Un triunfo del que Boston y sus jugadores se olvidaran difícilmente durante mucho tiempo y que el resto del béisbol estadounidense ya ha pasado página. Porque en 100 días comienza la temporada 2014 cuando suenen de nuevo los gritos de ‘play ball’ y la pelota comience a rodar en los entrenamientos de primavera. KOJI UEHARA Y FARRELL. El jugador japonés, a sus 38 años, ya es campeón en las Series Mundiales, como el manager del equipo como entrenador jefe. LAS VÍCTIMAS DEL MARATÓN, SU MOTIVACIÓN. Sin duda, el atentado terrorista de la carrera de Boston fue otro de los acicates de los Red Sox para llegar al éxito final. 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