incluye íntegro el as color número 76 del 31 de octubre de 1972

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INCLUYE
ÍNTEGRO EL
AS COLOR
NÚMERO 76
DEL 31 DE
OCTUBRE
DE 1972
2ª ÉPOCA • NÚMERO 76 • 5 DE NOVIEMBRE DE 2013
HARLEY
EL MITO
CUMPLE
110 AÑOS
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3
HARLEYDAVIDSON
110 DEAÑOS
LEYENDA
4
COMO UNA BICI. Los orígines de la
marca se basaron claramente en la
industria de la bicicleta.
AQUÍ EMPEZÓ TODO. En este
pequeño cobertizo de madera se
inició la producción de la marca.
5
LA PRIMERA. Ésta fue la primera
moto que construyó la nueva
marca allá por el año 1903.
COMPETICIÓN. Desde sus inicios,
las carreras estuvieron en el ADN
de la marca de Milwaukee.
La marca de Milwaukee ha festejado
este año la efeméride que la convierte
en una empresa única de la industria
de la automoción.
RAÚL ROMOJARO /
S
uenan diferentes, se sienten diferentes. Para muchos no es sólo una marca de
motos, es casi una religión, una
filosofía, un estilo de vida: HarleyDavidson. Una leyenda que se ha
forjado a lo largo de nada menos
que 110 años de historia, los que
está celebrando en 2013 la empresa de Milwaukee (Wisconsin,
Estados Unidos) con una serie
de eventos repartidos por todo el
mundo y en los que ya han participado decenas de miles de sus incondicionales seguidores.
Fue en 1903 cuando de un
pequeño barracón de madera en
esa localidad de Milwaukee salie-
SU REVISTA. Harley quiso
acercarse a sus clientes con esta
publicación exclusiva.
UN LOGO INCONFUNDIBLE. El
logotipo de la marca, famoso en el
mundo entero, se creó así.
UN CILINDRO. Los motores
monocilíndricos también tuvieron
su época en Harley.
ron las tres primeras unidades de
las máquinas fabricadas artesanalmente por Williams S. Harley
y los hermanos Davidson, Walter
y Arthur. En los albores del siglo
XX, todo un país soñaba con motorizarse, con descubrir nuevos horizontes, y estos precursores creyeron que una motocicleta podría
ser el vehículo ideal para recorrer
Estados Unidos. El sueño de unos
visionarios que, con el paso del
tiempo, se convirtió en la marca
de motos más famosas del mundo, capaz de sobrevivir a dos guerras mundiales, a difíciles avatares
económicos y a la dura competencia llegada desde el exterior, fundamentalmente Japón. Harley-Davidson apostó por construir motos
CHASIS RÍGIDOS. Durante muchos
años, las motos montaron chasis
sin apenas suspensión.
con alma y millones de clientes se
han sentido identificados con esa
experiencia única de ponerse al
manillar de una de ellas.
Los motores bicilíndricos en V
son una de las señas de identidad de Harley desde 1909, cuando se presentó la primera versión
de una configuración mecánica capaz de sobrevivir, con las lógicas
evoluciones, hasta nuestros días.
Knucklehead, Panhead, Shovelhead, Evolution, Twin Cam... El
latido de estos propulsores, míticos en la historia de la compañía,
han sido el corazón de modelos
que también son considerados de
culto para los incondicionales de
la marca, desde la Sportster lanzada en 1957 como una máquina
DISEÑO PROPIO. De la mesa de
dibujo de sus ingenieros han
salido motos únicas en la historia.
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CONTINUIDAD. Ciertos detalles
estéticos de las motos clásicas se
mantiene aún en la actualidad.
MOTO LIGERA. En 1957 se lanzó
uno de sus modelos más populares
y exitosos, la Sportster.
DE PELÍCULA. La moto de ‘Easy
Rider’ es otro de los iconos de la
cultura custom.
El fenómeno de Harley se estudia en las
facultades de empresariales y márketing:
es mucho más que una simple marca
ligera a la infatigable rutera Electra Glide, pasando por la popular
Fat Boy (la moto de ‘Terminator’),
la Dyna Wide Glide, la Heritage, la
Road King, la V-Rod...
Más de un siglo de vida da para
mucho en la trayectoria de una
gran compañía. No todo han sido
aciertos en su historia, e incluso
los herederos de los fundadores
llegaron a perder su control en la
década de los 70. Pero Harley-Davidson es un ejemplo de cómo la
fortaleza de una empresa, su tradición, su compromiso con los
clientes y una personalidad única
se antojan argumentos suficientes
para superar escollos que en otros
muchos casos podrían resultar fatales. El fenómeno de Harley se
estudia en las facultades de empresariales y márketing, ya que se
trata de un caso único de cómo
una marca puede instalarse de
una forma tan sólida en los sentimientos de sus clientes, que
dejan de serlo para conver tirse
en apasionados que se entregan
con devoción a una experiencia de
conducción que poco o nada tiene que ver con la de la mayoría de
las motos.
Las Harley no se caracterizan
por ofrecer tecnología de última
generación (aunque esta circunstancia está experimentado un giro
significativo en los últimos tiempos), tampoco por sus prestaciones o por su ligereza. Son motos
simples, robustas, acero puro de
RUTERA. La Road King, una de las
grandes motos de viajes creada en
la factoría de Milwaukee.
VARIEDAD. La oferta de modelos
disponibles es muy amplia, uno
para cada gusto o necesidad.
DE VUELTA A CASA. Los
empresarios que volvieron a tomar
el control total de la marca.
ESTILO DE VIDA. Conducir una
Harley es mucho más que una
forma de desplazarse.
Milwaukee creado para resistir el
paso del tiempo como ninguna
otra. De hecho, cualquier propietario de uno de sus modelos clásicos lo exhibe con tanto orgullo,
o quizá más, que el privilegiado
comprador de otro de última generación. Algo que influye de forma
muy positiva en el valor de reventa
de la marca, con una devaluación
de los precios bastante inferior a
lo que es habitual en el mercado.
Una Harley siempre es una Harley,
tenga la edad que tenga e incluso
los kilómetros que haya recorrido,
en realidad son muescas de una
vivencia irrepetible.
Además, son las motocicletas
ideales para la personalización. Se
dice que no hay dos Harley idén-
AROMA CLÁSICO. Incluso los
modelos modernos se mantienen
fiel a la tradición Harley.
INCONDICIONALES. Los clientes de
Harley son seguidores fieles de la
marca que les representa.
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INCONFUNDIBLES. El diseño de las
Harley es algo que muchos han
pretendido imitar a lo largo del tiempo.
PORSCHE. El motor de la V-Rod se
desarrolló en colaboración con el
fabricante de coches alemán.
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AVANCES. Nuevos tecnologías
están llegando a sus legendarios
motores de dos cilindros.
PERSONALIZACIÓN. La mayoría de
los usuarios adaptan sus motos a
sus preferencias.
Harley-Davidson es un auténtico fenómeno
dentro de la industria: una de cada tres
motos en el mundo es de su marca
ticas y la afirmación se aproxima
bastante a la realidad. Cada propietario la adapta a su gusto, a
sus necesidades, a su personalidad y la propia compañía ofrece
en la actualidad un catálogo de
accesorios con más de diez mil referencias con las que modificar el
manillar, el asiento, las estriberas,
los faros, la tornillería o las tapas
del motor... Todo lo imaginable, y
algo más, se encuentra disponible en esa fábrica de sueños que
es la customización, completada
además por una vasta industria
auxiliar que, lógicamente, ha identificado el filón que representan
millones de clientes entregados
a esa causa que es SU moto, así
con mayúsculas.
COLORIDO. Muchos las prefieren
en el clásico color negro, pero otros
apuestan por la variedad...
IMAGINACIÓN. Y puestos a
personalizar, la imaginación
parece no tener límites.
NAVEGACIÓN. En sus grandes
ruteras no faltan los dispositivos
de navegación más avanzados.
Todo ha permitido a la empresa no sólo sobrevivir durante este
largo siglo, también se ha fortalecido con el paso de los años hasta
convertirse en un auténtico fenómeno dentro de la industria de la
automoción. Harley-Davidson vendió en 2011 un total de 235.188
unidades, para facturar 3.550 millones de euros en este concepto,
a los que se deben sumar otros
816 en piezas y accesorios, 274
en prendas y complementos, más
268 en sus servicios financieros.
Se calcula que una de cada tres
motos que circulan por el mundo
es una Harley, pero la grandeza de
la compañía no reside en su éxito,
sus cifras o sus productos, radica en sus usuarios, un valor quizá
CAMBIOS. Su motos van
experimentando pequeños (o no
tanto) cambios año a año.
más intangible, pero que la ha permitido seguir adelante durante los
últimos 110 años.
De hecho, Harley-Davidson
presume de contar con el club
de usuarios más numeroso del
mundo, con un millón de personas afiliadas a los Harley Owners
Group (HOG). Y es que el poder
aglutinador de la experiencia de
conducir una de estas motos supera con mucho a la mejor campaña de márketing o comercial que
una empresa pueda concebir. Sus
propietarios se reúnen para viajar,
disfrutar de la música, de las concentraciones o de los más variados eventos, siempre con el nexo
común de esa pasión por unas motos tan especiales.
SEGURIDAD. La seguridad es otra
de las prioridades en los modelos
más modernos de la casa.
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UN ICONO. Para los americanos,
Harley es una de sus marcas más
admiradas y emblemáticas.
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EN ROMA. El 110 aniversario de la
marca se ha celebrado en varias
ciudades, como Roma.
ÉXITO. Y en estos eventos han
participado miles de ‘harlistas’ de
todo el mundo.
Son máquinas que invitan a un tipo de
conducción bien diferente, lejos de las
prisas, el estrés y las preocupaciones
DESFILES. En las reuniones de
Harley-Davidson no faltan desfiles
multitudinarios de motos.
Máquinas que despier tan admiración y simpatía a su paso, reconocibles desde Ciudad del Cabo
a Oslo, desde Melbourne a París,
que invitan a viajar a un ritmo que
se aleja de las prisas o el estrés,
de las preocupaciones y las obligaciones. Una carretera despejada y una Harley es la ambición de
millones de personas de todo el
mundo, lo que no deja de producir
cierta incomprensión en el resto
de la humanidad. Y es que, como
la propia marca afirma, a quien no
lo entiende no se le puede explicar. Sensaciones, emociones,
experiencias, pasión… Simplemente Harley-Davidson. Feliz cumpleaños… y a por otros 110 años
de leyenda.
SOCIAL. Es una de las marcas
de mayores connotaciones de
relación con y entre sus clientes.
ANIVERSARIO. Éste ha sido el logo
utilizado para la celebración de
los 110 años de vida de la marca.
UNIVERSAL. El fenónemo de la
pasión por Harley-Davidson no
conoce fronteras.
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EL
MILÁN
INMORTAL DE ARRIGO SACCHI
Aquel equipo marcó una época.
El técnico implantó unas ideas
revolucionarias: presión, marcaje
en zona y el sistema 4-4-2.
Ganó, en su primera etapa, un
Scudetto, dos Copas de Europa,
dos Intercontinentales, dos
Supercopas de Europa y una
Supercopa italiana.
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REVOLUCIONÓ EL
MILÁN Y EL FÚTBOL.
Con su ideario provocó
que el Milán marcara
una época durante la
década desde finales de
los 80 y los 90.
DONADONI.
Fue uno de
los primeros
fichajes
que hizo
Berlusconi,
procedente
del Atalanta.
El interior
fue uno de
los jugadores
destacados
de aquella
época.
JORGE GARCÍA /
A
finales de los años 80, el
fútbol moderno sufrió una
sacudida táctica, una revolución.
El Madrid de Di Stéfano, el Santos
de Pelé, el Inter de Helenio Herrera, el Bayern de Beckenbauer…
Fueron equipos que de una forma
o de otra habían marcado tendencias entre sus coetáneos. En Italia, en la Lombardia se fraguó un
estilo al que le salieron multitud
de imitadores. Su gestor desde el
banquillo fue Arrigo Sacchi y ha
pasado a la posteridad conocido
como el Milán Inmortal de los holandeses, de Rijkaard, Gullit y Van
Basten, aunque parcelar sólo en
esos tres futbolistas una orquesta tan bien dirigida y con tan calidad en la interpretación sería
un análisis cor to de miras. Pocos equipos, antes y ahora, han
transmitido al rival una sensación
de impotencia tan grande como
aquel equipo rossonero de finales de los 80 y principios de los
90. Después, el Milán siguió ganando, con Capello en el banquillo
se amplió la lista de éxitos, pero
nunca fue igual. Aquellos cuatro
años con Sacchi a la batuta hicieron a Europa mirar a Milanello, la
ciudad deportiva del Milán, como
el centro en torno al que gravitaba
el orden del fútbol mundial.
Y el inicio no pudo ser más casual. Porque Sacchi ni siquiera
llegó a ser futbolista profesional.
Sacchi fue un defensa de
equipos modestos y con 31
años colgó las botas para
empezar como entrenador
Nacido en Fusignano el 1 de abril
de 1946, no pasó nunca de ser
un defensa de equipos modestos, eso sí, con clara vocación
para el banquillo. Con 31 años,
Sacchi colgó las botas y comenzó su labor de formador en divisiones inferiores. Pasó por Rimini
y Fiorentina hasta que le llegó la
gran ocasión en el Parma. Fue con
el equipo emiliano cuando el camino de Sacchi y el Milán se cruzaron. Fue en la Copa de Italia, en
octavos de final, cuando el equipo rossonero caía ante el Parma
tras perder en casa 0-1 y empatar en Parma a cero. Era el 8 de
marzo de 1987, Berlusconi ya re-
SE PRENDÓ
DE ÉL.
Berlusconi
ya preguntó
quién era
Arrigo Sacchi
cuando el
Parma al
que dirigía
eliminó de la
Copa de Italia
al Milán en
1987.
gía los destinos del otrora gigante lombardo y aquella eliminación
a manos de un técnico novato le
dejó perplejo y lleno de curiosidad. “¿Cómo se llama el técnico
del Parma?”, cuentan que Silvio
Berlusconi preguntó a un directivo nada más caer contra aquel
Parma. “Arrigo Sacchi”, le contestaron. “¿Arrigo qué?”, afirmó
perplejo el multimillonario. No olvidaría ese nombre, y es más sería la cabeza sobre la que confiaría la revitalización de un histórico
de Italia. Porque el Milán venía de
unos años condenado a galeras,
tras un escándalo de apuestas ilegales que lo envió directamente a
la Serie B. Al acabar la temporada 79-80, Felice Colombo, presidente del Milán, y el portero Enrico Albertosi fueron condenados
por par ticipación en un sistema
de apuestas ilegales que se conoció en la época como el Totonero (‘Quiniela Negra’). El equipo
lombardo y la Lazio de Roma daban con sus huesos en la Serie B.
El Milán se rehizo mínimamente y
consiguió ascender la temporada
siguiente. Con Giuseppe Farina
como presidente, el equipo lombardo jugó la campaña 1981-82
en la Serie A, pero descendió nuevamente. Subió al año siguiente
y el propio Farina intentó llevar a
cabo una reconstrucción. La idea
era, de nuevo, acercar al Milán al
título, pero no se consiguió. No
obstante, el club empezó a incorporar jugadores que después serían relevantes en un equipo que
marcaría una época: Mauro Tassotti, Alberigo Evani, Virdis e incluso
Paolo Maldini. Sí, el que después
fue gran capitán del Milán, debutó el 20 de enero de 1985 ante el
Udinese. El equipo crecía, pero no
llegaban títulos y la eliminación en
la UEFA ante el débil Waregen belga provoca la dimisión de Farina.
En febrero de 1986, Berlusconi
adquirió la entidad y comenzó la
época dorada, no sin esfuerzos,
en primer lugar económicos. Llegaban, Donadoni, Massaro, Giovanni Galli, Gaderisi, Bonetti…
Pero faltaba algo. Liedholm desde
el banquillo no acababa de transmitir lo que Berlusconi reclamaba
desde el palco. El dirigente decidió terminar la temporada con un
joven Fabio Capello a los mandos
y analizó su gran golpe de efecto
para la temporada 1987-88. En-
DESDE
GALERAS.
En 1980, el
Milán fue
descendido
a la Serie B
tras estar
implicado
su entonces
presidente,
Felice
Colombo,
y el portero
Albertosi
en apuestas
ilegales.
Tras la eliminación del Milán
de la UEFA ante el Waregen
belga, el presidente Farina
dimitió y llegó Berlusconi
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UN DELANTERO MÍTICO. Van
Basten ratificó en el Milán el
gran goleador que demostró
ser en el Ajax. En la imagen,
junto al sportinguista
Joaquín. El equipo rossonero
eliminó de la UEFA al gijonés..
tonces Berlusconi se acordó del
Parma que le había eliminado de
la Copa meses antes…
El 27 de septiembre se inició
la era Sacchi con el debut en la
Copa ante el Bari y la primera victoria por 5-0. En las semanas previas la plantilla había comenzado
a descubrir lo que les esperaba.
Milanello, tras la llegada de Berlusconi, había sufrido una renovación profunda, encaminándose ya a lo que es hoy: un centro
de alto rendimiento a disposición
de los jugadores del Milán. Pues
ese centro deportivo en una colina cerca de Varese se convirtió en
el cuartel general, mañana, tarde
y, si por Sacchi hubiera sido, también noche. Eternas sesiones tácticas, correcciones milimétricas y
repeticiones. Decenas de repeticiones que llegaban a crispar
a los jugadores, pero que ellos
mismos reconocerían después
que era la clave de aquel equipo.
Y un estilo, una impronta única
con rasgos definidos: marcaje en
zona, pressing en todo el campo,
reducción de los espacios al límite, interpretando de manera perfecta el fuera de juego, posesión
de balón y el salto de calidad que
le daban los tres jugadores holandeses. La apuesta recordaba precisamente al fútbol total de la Naranja Mecánica de Cruyff. “Nunca
jugamos un fútbol defensivo, es
cierto que en Italia, y no sólo en el
fútbol, hay instaurada esa menta-
Con Berlusconi, Milanello se
encaminó a lo que es hoy: un
centro de alto rendimiento,
perfeccionado por Sacchi
UN ESTILO DEFINIDO.
Sacchi implantó unos
entrenamientos en
Milanello exigentes,
milimétricos, con constantes
repeticiones, que llegaban a
crispar a los jugadores.
lidad, pero nadie puede decir que
aquel Milán entrenado por mí fuera un equipo más preocupado por
su portería que por la contraria”,
explica ahora Sacchi, analizando
la estela que dejó su equipo. Van
Basten y Gullit llegarían en 1987
para ser la guinda del primer proyecto. El primero, desde Amsterdam, tras maravillar en el Ajax, y
Gullit, desde Eindhoven. La temporada siguiente les acompañaría
Rijkaard, tras cumplir su cesión
en el Zaragoza. Sacchi potenció y
gestionó de manera brillante para
que todo el mundo disfrutara de
los ‘Tulipani Rossoneri’, como se
les bautizó en Italia. Gullit se con-
ANTE EL
ESPANYOL. El
equipo perico
eliminó al
Milán en
la segunda
ronda de la
UEFA, tras
ganar en
San Siro y
empatar en
Sarriá. Fue
el inicio del
gran Milán.
vertía en el fichaje más caro del
Calcio, un discípulo aventajado de
Cruyff llegaba a Italia. “A menudo,
la gente me recordaba el dineral
que yo había costado, pero fue
algo que nunca influyó”, explica
el Balón de Oro.
Pero la máquina tardó algo en
funcionar y pocos recuerdan que
el Espanyol entrenado por Javier
Clemente fue el primer equipo que
frenó al Milán de Sacchi. Fue en
la segunda ronda de la UEFA, curiosamente los lombardos habían
eliminado en la primera ronda al
Sporting de Gijón, pero el Espanyol se vengó en la siguiente. Los
catalanes ganaron en San Siro
por 0-2 y después empataron en
la Carretera de Sarrià. Aquella eliminatoria fue un detonante. La
máquina comenzó a funcionar y a
amargar la vida a los rivales.
Por fin llegó el primer Scudetto
para Berlusconi. El equipo guiado por Sacchi llevó a cabo una
remontada impor tante sobre el
Nápoles de Maradona que se
culminó con la gran primera victoria por 2-3 en el San Paolo. El
Milan terminaba líder de la Serie
A, por primera vez desde 1979,
y Berlusconi celebraba su primer
gran título. Sacchi cerraba el ejercicio doméstico con 17 triunfos,
11 empates y sólo dos derrotas
BALONES DE
ORO. Gullit
alcanzó este
galardón
en 1987,
campaña en
la que marcó
nueve goles,
mientras que
Van Bastan le
sucedería al
año siguiente
como mejor
de Europa.
con 43 goles marcados y sólo 14
en contra. Comenzaba la leyenda
amasada a base de horas y horas
de trabajo, como el propio Sacchi
reconoce. “Supuso un desgaste
mental agotador, había que ponerlo todo en marcha en base a
una idea: los cuatro de atrás debían ser uno solo cuando había
que tirar el fuera de juego y los
centrocampistas y delanteros debían también coordinar sus movimientos de presión, había que
llegar a conseguirlo con los ojos
cerrados”, relata el técnico. Y
lo consiguieron. Al grito de “¡Milán!”, voceado por Franco Baresi, la defensa comenzaba un terrorífico achique en el que morían
impotentes los mejores ataques,
primero de Italia y luego de Europa. El acordeón milanista era perfecto, era casi como si el equipo
interpretara una coreografía. Se
asfixiaba al rival, se recuperaba
el balón en campo contrario y se
llegaba muy rápido a situaciones
de gol. Eso sí, en Milanello se trabajaba hasta la extenuación. Se
llegó a aborrecer el trabajo táctico como han reconocido sus estrellas. “Repetíamos y repetíamos
las situaciones hasta que salían
como Sacchi quería, se iba al límite, pero después daba sus frutos”, comenta Gullit. Las largas
sesiones también tenían un efecto de desgaste tanto en el ánimo
como en la relación. Una de las
anécdotas más recordadas tiene
Gullit: “Repetíamos las
situaciones hasta que salían
como Sacchi quería; después
daba sus frutos”
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GALLI
TASSOTTI
COSTACURTA
BARESI
MALDINI
DONADONI
COLOMBO
ANCELOTTI
RIJKAARD
EVANI
GULLIT
VAN BASTEN
Portero de gran
seguridad. Fichado
de la Fiorentina,
militó cuatro años
en el Milán.
El lateral derecho
fue un duro hueso
para sus rivales.
Tácticamente
perfecto.
Excelente en el
marcaje y en el
juego aéreo, tenía
un buen trato con
el balón.
Rápido, ágil,
agresivo y
tácticamente
extraordinario. Un
modelo de ‘líbero’.
Fuerza, colocación
y difícilmente
superable, tanto
en el juego por alto
como por bajo.
Gran regate,
velocidad y pase
certero desde su
banda derecha. El
socio perfecto.
Siempre a la
sombra de
Donadoni.
Luchador
incansable.
Pieza clave, daba
orden y estabilidad
al centro del
campo. Todo un
carácter ganador.
El centrocampista
total. Grandes
nociones tácticas,
muy técnico y letal
ante el gol.
Rápido, técnico e
incómodo en el uno
contra uno. Pieza
básica en la zona
izquierda.
Un portento físico.
Dominaba los
balones aéreos,
era rapidísimo,
técnico y con gol.
Ambidextro, todo
elegancia y un
goleador nato.
Marcó una época
en el fútbol.
como protagonistas a Van Basten
y a Sacchi. El técnico, tras una
larga sesión por la mañana, no
había quedado contento. Quería
repasar con Van Basten algunos
movimientos, pero el holandés se
encontraba en el comedor. Sacchi
se acercó y le interrumpió para
corregir algo y el delantero no se
cortó: “¡Mientras como, no!” Sacchi llevó al equipo al límite.
La temporada 1988-89 comenzó ya con Rijkaard en la plantilla.
En la anterior, el equipo se había
coronado campeón de liga con
11 goles de Virdis y nueve de Gullit. Van Basten se había quedado
sólo en tres debido a una lesión
que le tuvo un largo tiempo apartado. En su ausencia, Gullit había
sido reconvertido a delantero, un
falso 9, una figura muy de actualidad. Gullit ya había jugado en esa
posición en el PSV a las órdenes
de Hiddink. De hecho, había aterrizado en Milán tras una enorme
temporada en el equipo de la Philips, en el que había conseguido
ganar la Eredivisie marcando 22
goles. Sus dos años en Eindhoven habían sido memorables y
en 1987, recién aterrizado en Milán recibía el Balón de Oro. Fue
en Italia donde Gullit comenzó a
encontrar sentido a los consejos
que Cruyff le había dado mientras
compartieron vestuario en el Feyenoord. “Me explicaba cosas, me
decía que no sólo debía jugar para
mí, también debía hacer mejores
a los demás, en aquel momento
no lo entendí, pero más adelante
me di cuenta”, explica el ex juga-
dor. Si Gullit había ganado el Balón de Oro en 1987, su gran amigo y compañero Van Basten le
sucedería en 1988, la del bautismo europeo. El Milán no consiguió
revalidar el título de liga, ése quedó para el Inter de los alemanes.
Sí se había ganado la Supercopa
de Italia, pero lo grande estaba
por venir. El Vitosha de Sofía, el
7 de septiembre de 1988, era el
primer rival en caer en la Copa de
EN LA 198889. Después
de cumplir
su cesión en
el Zaragoza,
Frank
Rijkaard se
unió a la
disciplina
del Milán
y a sus dos
compatriotas.
Europa: 0-2 en la ida y 5-2 en la
vuelta. En segunda ronda, los de
Sacchi se deshicieron del Estrella
Roja. Los serbios, con Savicevic
y Stojkovic, estuvieron muy cerca
de eliminar al campeón italiano,
pero cayeron en la tanda de penaltis. En cuartos de final, el Milán se deshizo del Werder Bremen
antes de medirse al Real Madrid
de la Quinta del Buitre en semifinales. En el Bernabéu, los rosso-
neri tuvieron algo de for tuna. El
equipo blanco se fue al descanso en ventaja, gracias a un gol
de Hugo Sánchez. Los italianos
habían sido superiores, pero les
había faltado pegada, algo que
se encontraron en la segunda mitad. Van Basten no había tenido
su día, había marrado ocasiones
claras, pero poco después de la
media hora de la segunda mitad
remató de cabeza, en postura
nada fácil, un centro de Tassotti,
el balón se estrelló en el larguero y rebotó en la espalda de Buyo
antes de entrar. El 1-1 complicaba mucho al Madrid para el partido de vuelta. Pero lo que se encontró en San Siro, el 19 de abril
del 89, superaba cualquier previsión. El Milán fue una apisonadora y aquel día comenzó el calvario
madridista con el Milán, aunque
también comenzó el particular de
Gullit con su rodilla. Ancelotti, Rijkaard, Van Basten, Gullit y Donadoni pusieron los goles para un
5-0 histórico. Gullit acabó el partido, pero antes de conseguir su
gol había notado unas molestias
en la rodilla que le harían pasar
por el quirófano. Pero volvería
para la fiesta del Camp Nou. El
Steaua de Hagi, Piturca y Lacatus
era barrido por 4-0. Dos goles del
propio Gullit y también doblete de
Van Basten. “Es difícil encontrar
a jugadores mejores que esos
tres holandeses en su posición
en aquel momento. Van Basten
y Gullit eran extraordinarios y Rijkaard, como centrocampista por
delante de la defensa, era infranqueable y después un magnífico
director”, asegura sin dudarlo Baresi, tras el paso de los años. Van
Basten y Gullit se encargaban del
ataque, con Rijkaard liderando la
medular, secundado por Ancelotti,
Donadoni y Colombo. Mientras, el
propio Baresi lideraba la defensa
con Tassoti, Costacurta y un joven
Maldini a sus órdenes. Giovanni
Galli cuidaba de la portería. Ese
equipo se coronó campeón de Europa y repetiría al año siguiente.
Es más, conseguiría el Grand
Slam, levantando la Supercopa
de Europa (ganándole al Barcelona), la Copa Intercontinental y
repitiendo con la Copa de Europa.
En la liga, Maradona aparecería
para llevar al Nápoles al título en
vísperas del Mundial de Italia 90.
Dos fueron los puntos que separaron a los de Sacchi de conseguir
también el título de liga. Pero el
20
21
LA COPA DE EUROPA
DE 1989. El Milán
demostró con el 5-0
en San Siro ante el
Madrid que era el gran
favorito: ganó en la
final al Steaua 4-0.
botín no había sido menor. El 17
de diciembre en Tokio, el Milán superaba por 1-0 al Atlético Nacional
del Pacho Maturana para levantar
la Intercontinental. En Europa el
dominio se hacía incontestable.
El HJK de Helsinki fue la primera
víctima y el Madrid esperaba afilando el cuchillo en la segunda.
Los blancos, a las órdenes de
Toshack, querían venganza tras
la afrenta en San Siro del mes de
abril. Pero el Real Madrid fue la
imagen de la impotencia en esa
eliminatoria. En la ida, Rijkaard,
a los ocho minutos, y Van Basten, de penalti, en el 14’, ponían
un 2-0 que había que levantar en
el Bernabéu. En el coliseo blanco se preparaba una atmósfera
terrible contra los de Sacchi. El
Madrid salió decidido a conseguir
una remontada histórica, pero se
estrelló en Franco Baresi. El capitán del Milán dirigió uno de los espectáculos defensivos más impresionantes de la historia del fútbol
continental. Hasta 24 veces cayó
el Madrid en la trampa del fuera
de juego. Butragueño había conseguido marcar en el minuto 47,
pero desde ahí todos los intentos
fueron infructuosos. El partido resultó muy bronco y Paco Llorente
fue la imagen de la impotencia.
El madridista jugó con el brazo
izquierdo en cabestrillo tras lesionarse. Todo pundonor, pero
el Madrid se quedó en eso. Toshack no pudo con la tela de araña
forjada por Sacchi e interpretada
En la Copa de Europa de 1990,
el Madrid quería vengarse del
5-0 de la temporada anterior,
pero se topó con Baresi
LA COPA DE EUROPA DE
1990. El Milán se plantó
en la final ante el Benfica,
tras eliminar a Madrid,
malinas y Bayern, y ganó
con un solitario tanto de
Rijkaard.
por Baresi. El Madrid cayó presa
de las prisas, los nervios y la táctica lombarda. Tras los blancos
cayó el Malinas belga y el Milán
se encontró con el Bayern en semifinales. Victoria italiana en San
Siro por 1-0 con gol de Van Basten, de penalti. En Múnich, Strunz
adelanta a los bávaros, pero Borgonovo replicó para los transalpinos en la prórroga. El gol alemán
de Mcinally sería ya inútil. El Milán
se encontraba con el Benfica en
la final. Los portugueses jugaron
mejor, pero el gol de Rijkaard decidió y le dio a Berlusconi su segunda Copa de Europa.
El reto era repetir en la cam-
LA PESADILLA
BLANCA.
El Milán se
deshizo del
Real Madrid
en la Copa
de Europa
de 1989, con
aquel 5-0 en
San Siro, y al
año siguiente,
también: 2-0
en Italia y 1-0
en Madrid.
paña 1990-91, pero será en Marsella donde, de forma francamente extraña, termine la hegemonía
milanista. La temporada había comenzado bien, se había levantado la Supercopa de Europa y se
le ganó al Olimpia de Paraguay la
segunda Copa Intercontinental.
El conjunto lombardo comenzaba
su periplo en la Copa de Europa
en octavos de final dando buena
cuenta del Brujas. En la siguiente
ronda esperaba el Marsella. Los
franceses con Papin, Abedi Pele y
Waddle habían arrancado un empate a uno de Italia. En la vuelta,
todo parecía perdido para Sacchi
y los suyos. Waddle había adelan-
tado a los marselleses y quedaban menos de cinco minutos para
el final cuando la luz se fue de una
de las torres de iluminación. Los
italianos, a petición de Adriano
Galliani, abandonaban el campo y
no volvieron a pesar de que pasados unos minutos se pudo reparar
la avería. Fue una manera triste y
extraña de terminar con una hegemonía. La UEFA dio por perdido
el partido a los italianos por 3-0 y
el Marsella iría avanzando hasta
la final, donde caería con el Estrella Roja en los penaltis. En la liga,
el Milán se quedó en el segundo
lugar, no pudiendo alcanzar a la
Sampdoria. Sacchi ponía punto y
ABANDONO EN MARSELLA. Se fue
la luz y los milanistas dejaron el
campo. El partido, por perdido
final a su primera etapa en el Milán el 26 de mayo de 1991, en
partido en San Siro ante el Parma
(0-0). Los roces con las estrellas
de su plantilla y la sensación de
desgaste hicieron que abandonara el banquillo lombardo rumbo
a la selección italiana, a la que
guiaría en el Mundial de USA 94.
Dejaba detrás un Scudetto, dos
Copas de Europa, dos Copas Intercontinentales, dos Supercopas
de Europa y una Supercopa italiana. Pero sobre todo dejaba un estilo que después fue copiado. Había revolucionado el fútbol y había
sacudido Europa después de más
de 15 años sin un equipo con un
perfil tan dominador. Sacchi había
implantado el marcaje en zona, se
olvidaba la persecución al hombre, instauró la presión, el 4-4-2
como sistema y sobre todo en ataque había dado libertad para sus
genios. Su legado lo recogió otro
ganador: Fabio Capello. El Milán
siguió siendo un equipo temible.
Capello, con aún los tres holandeses a sus órdenes, consiguió
ganar el Scudetto en su primera
temporada, sin perder un solo
par tido. Pero lo hizo con un sistema mucho más conser vador,
más italiano del que había utilizado ‘El Milán de los Inmortales’
a las órdenes Sacchi. “El Milán
nunca jugó al Catenaccio, nunca,
era un fútbol internacional reconocido por todos, por eso el equipo
ganó más que nadie”, sentencia
su ideólogo.
Sacchi terminó su primera
etapa en el Milán en 1991 y el
testigo lo cogió Capello, pero
su sistema no sería el mismo
22
23
MAESTROS
A BALÓN
PARADO
Assunçao debutó en la Liga con tres
faltas al poste. El brasileño es uno
de los elegidos del selecto club de
jugadores para los que no existían
rincones imposibles en las porterías.
FRANCOTIRADORES
24
25
MIEDO.
Assunçao
desataba
verdadero
pánico en
los porteros
rivales.
JORGE FDEZ. MALDONADO /
D
e las múltiples y azarosas
formas que un futbolista
tiene para presentarse en una
nueva liga, pocas resultaron tan
estrambóticas como la de Marcos
Assunçao hace once años con la
camiseta del Betis. El brasileño
firmó un singular ‘hat-trick’ de faltas al travesaño, con Molina en
la portería del Deportivo. Ese día
(1 de septiembre de 2002) aterrizó en el fútbol español uno de los
futbolistas que ocupa un lugar privilegiado entre los jugadores que
mejor han dominado una de las
suertes más complicadas: el lanzamiento de faltas. Tal es la admiración que despiertan que algunos tienen un hueco privilegiado
en la memoria del fútbol sin haber
sido futbolistas de gran enjundia.
Para ejecutar con maestría un
libre directo se requiere, además
de una técnica depurada de golpeo, un cerebro privilegiado que
actúe a gran velocidad. Una vez
que pita el árbitro, la cabeza del
lanzador entra en ebullición para
almacenar en unos 40 segundos
toda la información posible: localización del balón, distancia de la
Maradona combinaba su
depurada técnica de golpeo
con la certeza de que sus
faltas acabarían en la red
portería, situación de la barrera,
posición de los jugadores a su alrededor, ubicación del por tero,
etc. Para finalmente, tras haber
procesado todas las variables,
optar por una trayectoria y darle
forma con un golpeo impecable.
Lo dicho, una situación sólo para
elegidos del balompié.
Los que se saben poseedores
de esta habilidad, les gusta rodear sus acciones de cierta mística que acompañan de un ritual
previo a cada lanzamiento: “Uno,
dos, tres. Doy tres pasos hacia
atrás y marco la distancia para no
perder potencia y garantizar la rapidez del tiro”, explicaba entonces
Assunçao, leyenda del beticismo.
A partir de ahí, empezaba el show.
“Una vez que decido donde disparar, nunca cambio la trayectoria”.
Capaz de chutar a una potencia
elevadísima con el interior, sus
lanzamientos dibujaban preciosas ‘folhas secas’ en los que el
balón subía y bajaba de inmediato
a una velocidad endiablada. Así lo
aprendió de su admirado Marcelinho Carioca. El exjugador del Valencia ha sido otro privilegiado de
las faltas. Le gustaba colocar camisetas colgadas del larguero en
las escuadras para descolgarlas
al tirar faltas. Le ayudaba el número 34 de pie que calzaba.
En el caso de Assunçao, la
magia de su pierna derecha iba
acompañada de un espectacular
trabajo previo de campo. Su eficacia en los golpes francos se
apoyaba en el estudio que hacía
de los porteros rivales. Le gustaba saber de antemano si se iba a
enfrentar a guardametas que optaban por anticiparse un segundo
antes del disparo, si eran rápidos
de pies, etc. Descartado por Capello en el Roma, España pudo
disfrutar en la Liga de un franco-
tirador top. Inolvidable la presentación que le dedicaba el speaker
del Betis al recitar las alineaciones: “El por tero está ‘asustao’
tira la falta Assunçao”.
Sin ningún género de duda, el
tirador más extravagante de la historia es Rogerio Ceni, quien ade-
lantó a Chilavert (62 goles) como
por tero máximo goleador de la
historia. Capaz de superar la barrera de los 100 goles lanzando
penaltis y faltas, llegó a tan redonda cifra con un libre directo en el
clásico ante Corinthians. De sus
primeros 100 tantos, 56 fueron
De los 100 primeros goles del
portero brasileño Rogerio Ceni,
56 fueron de falta y nunca
encajó ninguno a la contra
26
27
CHILAVERT.
Enfrentarse
a potencias
de primer
nivel como
España no
intimidaban
a Chilavert,
habitual
lanzador
de faltas
directas.
GOLEADOR.
Su facilidad
para lanzar
los libres
directos con
una gran
precisión le
ayudaron
para ser el
portero más
goleador de la
historia.
de falta. Su manera de ejecutar
las faltas prueba que es un consumado especialista: colocación
perpendicular a la pelota, escasa
carrerilla y cuerpo volcado hacia
atrás. Por encima de la barrera,
indirectas, al palo del porteros…
domina varios registros.
Como curiosidad queda que
nunca le hicieron un gol al contragolpe por enviar una falta a la barrera (una vez le marcaron por demorarse en la celebración del gol
y lanzar el rival desde el centro del
campo). Comenzó a ensayar las
faltas en los ratos muer tos que
disponía cuando era suplente de
Zetti en sus siete primeros años
de profesional. Jugaba a dar al
larguero. Además, en varias ocasiones ha subido a la zona de la
falta para lanzarla…¡y la acababa
tirando un compañero! Es Rogerio
Ceni, uno de los casos más curiosos del fútbol, portero que juega
con el número 01 (10 al revés) y
que es el máximo goleador de la
historia de Sao Paulo en la Copa
Libertadores.
Más cercana es la figura de
Alessandro Del Piero, poseedor
de infinitos per files de golpeo.
Es imposible resolver si le pegaba mejor de rosca por encima de
la barrera o con el empeine total
estilo Tomahawk, tan de moda en
estos tiempo por lanzadores como
Cristiano o Bale. Pinturicchio ya
Marcelinho Carioca, que
calzaba un 34 de botas,
colgaba camisetas del larguero
para entrenar las faltas
golpeaba así hace años dada su
facilidad para aunar potencia y colocación. Tal fue su progresión en
la precisión, que ‘La Gazzetta dello Sport’ publicó un reportaje en
el que desvelaba que Del Piero
marcó desde 2004 hasta 2008
una de cada tres faltas que lanzó
(precisión del 34%). Un porcentaje
tremendo, ya que hasta entonces
su eficacia era del 7,5%.
A una habilidad innata, el genial mediapunta añadía horas de
trabajo. Hizo que construyeran un
campo-laboratorio en la Ciudad
Deportiva de la Juventus. Allí, Del
Piero dibujaba cuadrículas en el
suelo y repartía varias porterías
por la línea de fondo y las bandas.
Metódico, golpeaba seis balones
por cuadrícula modificando efecto,
trayectoria y potencia. Así, perfeccionó su leyenda de gran tirador.
Sus ganas de buscar los rincones
de la portería a balón parado las
aprendió en los vídeos que veía de
Platini, otro gran lanzador e ídolo
juventino. Tras per forar la portería de Casillas con una falta en su
último partido en el Bernabéu, el
público del Real Madrid le reconoció su categoría con una sonora
ovación cuando fue sustituido.
Sería difícil no encontrar en el
top 5 de lanzadores de faltas de
cualquier futbolero a Juninho Pernambucano. Un auténtico francotirador que empezó a calibrar sus
misiles en sus inicios en el fútbol
sala, donde ganó precisión. Visto
su potencial, resulta curioso que
Romario no le dejara lanzar golpes
francos en sus primeros años en
el fútbol en Vasco de Gama. Años
después, acabó desatando el pánico en jugadores, entrenadores
y aficiones rivales cada vez que
PLATINI. Sus
colocados
disparos
de faltas le
convirtieron
en el ídolo de
muchos niños
franceses y
juventinos,
entre ellos,
Alessandro
Del Piero.
su equipo disponía de una falta
a favor.
Su fórmula de golpeo ha sido
objeto de estudios biomecánicos.
Un mismo procedimiento: carrera
de tres metros, batiendo siempre
primero con la pierna derecha
para acelerar posteriormente con
METÓDICO.
Del Piero
pidió que
construyeran
un campolaboratorio
para entrenar
las faltas.
tres pasos. Su última zancada es
la más larga. Con ella conseguía
situar el pie de apoyo a la altura
del balón y equilibrar el cuerpo extendiendo el brazo izquierdo. Entonces llegaba el momento de
abrir la cadera y flexionar la pierna derecha. Extendía la extremi-
dad del golpeo, se aprovechaba
de sus poderosos cuádriceps
para patear con fuerza la pelota,
siempre en la zona de la válvula
del balón con el que incluso, en
ocasiones, conseguía un doble
efecto: de arriba abajo y lateral.
Nunca se podía anticipar si iba a
IMPARABLE.
Los golpeos de
Juninho eran
indetectables
para los
porteros.
Capaz de
pegarle duro,
colocado y
con efecto, sus
faltas eran
pura magia.
“Vi a Juninho Pernambucano
tirar una falta y desde
entonces golpeo así el balón”,
dijo Pirlo sobre el brasileño
28
29
ÉXITO. Los
lanzamientos
a balón
parado de
Juninho eran
conocidos
en el mundo
entero. “Si no
me distraigo
con nada al
lanzar, el gol
está mucho
más cerca”.
golpear de empeine para buscar
una trayectoria recta o perseguiría una de sus imprevisibles efectos metiendo un poco el interior.
Era capaz de lanzar faltas directas
desde casi cualquier zona del medio campo rival.
“Repetición y mucha repetición. Hay que saber golpear bien
la bola, pero el 80% del éxito en
un lanzamiento reside en la concentración. Si no me distraigo con
nada, el gol está mucho más cerca”. Pueden dar fe de estas palabras de Juninho los mejores porteros del mundo (Casillas, Valdés,
Kahn..). Ninguno encontró el antídoto al veneno de un lanzador
irrepetible, que bebió de los mágicos golpeos de los también brasileños Zico y Gerson. Ahora él es
el ejemplo a seguir: “Vi a Juninho
tirar una falta y comencé a lanzar
así”, dice Pirlo, otro especialista.
Parecida legión de seguidores
a la de Juninho tiene Sinisa Mihajlovic, serbio nacido en Croacia,
al que era casi imposible ver que
una de sus falta no acabara entre
palos. Lo demostró durante toda
su carrera, desde las semifinales
El efecto de la ‘Bomba
Inteligente’ de Roberto Carlos
fue catalogado como “el gol
que desafío a la física”
de Copa de Europa con el Estrella Roja ante la Sampdoria, hasta
sus últimos años. Precisamente
a la Sampdoria le hizo un hat-trick
de faltas directas con la camiseta
del Lazio. El balón siempre cogía
una altura considerable para, de
repente, caer a plomo en la escuadra.
Sus golpeos con la pierna izquierda eran casi perfectos, pues
tenía perfecta potencia y colocación. A la hora de golpear, su brazo derecho siempre estaba elevado. Ibrahimovic es uno de los
jugadores que se rinde a él: “Solía entrenarme con Mihajlovic. Él
sí que sabía cómo tirar una falta.
Cuando le veía lanzar, lo único
que podía hacer era aprender”.
El bombardero de Borovo, para
quien no existían las distancias
imposibles, marcó 27 goles de
falta en Serie A, superando las
barreras por arriba o sorteándolas por el costado.
A la hora de golpear con el interior por encima de la barrera, pocos futbolistas tenían mayor precisión que Beckham. Siempre con
esa forma característica en la que
cogía bastante carrerilla con afán
de lograr pegarle fuerte y colocado. El periplo de Beckham en el
Real Madrid coincidió con su época de menor precisión, pero siempre fue un lanzador de los más
bellos estéticamente, genial especialmente con el Manchester e Inglaterra. Inolvidable resulta como
arqueaba el cuerpo echándolo
hacia atrás para golpear con una
posición casi de tobillo de goma.
Otro lanzador parecido fue Milinko
Pantic, cuyo guante en la derecha
guió al Atlético a la conquista del
Doblete: “Beckham golpea al balón de forma parecida a como lo
TERROR.Sergi,
Helguera,
Alfonso, Paco
y Mendieta
muestran el
miedo que
Mihajlovic
infundía.
hacía yo. Él toma algo más de carrerilla, pero el golpeo es similar.
Tras pegarle, enseguida baja el
balón y, si salva en la barrera, es
casi gol” afirmaba Pantic.
En el caso de Maradona, además de su prodigiosa zurda, inter venía la autoconfianza que
‘El Pelusa’ se tenía a sí mismo.
Siempre le pegaba a la pelota con
la certeza de que sería gol. Una
fortaleza mental que convertía en
letales sus lanzamientos. Sus faltas generaban en los rivales pesadillas en formas de caricias al balón, golpeos suaves con el interior
Entre 2004 y 2008, Del
Piero marcó uno de cada tres
libres directos que ejecutó
(porcentaje del 34%)
30
TOBILLO. Las
posiciones
en que se
giraban los
tobillos de
Beckham
cuando
lanzaba
una falta le
convierten
en uno de los
lanzadores
más estéticos
de la historia.
que conocieron todos los ángulos
de la portería. El mejor de la historia para muchos. Autor también de
goles olímpicos, es inolvidable su
libre indirecto a la Juventus dentro
del área en el que consiguió, sin
apenas espacio, que superara la
barrera y bajara sin apenas distancia física para ello.
El arte de lanzar faltas no ha
escapado del radar científico. Investigadores de Estados Unidos,
Gran Bretaña, Bélgica y Japón realizaron un estudio en 2002 para
desgranar la técnica en el lanzamiento de libres directos. Utilizaron los túneles del viento, análisis
con videocámaras de alta velocidad y simulaciones de efectos y
trayectorias por ordenador para
recrear lo que ocurre en una falta directa. “Durante el segundo o
segundo y medio que el balón permanece en vuelo, la pelota está
sometida a fuerzas físicas complejas. Los cerebros de los lanzadores deben analizar cálculos de
trayectoria detallados en pocos
La privilegiada zurda de
Mihajlovic consiguió en un
Lazio-Sampdoria un particular
‘hat-trick’ de faltas directas
31
segundos a partir de su instinto
y de la práctica. Nuestros ordenadores necesitan varias horas para
realizar los mismos cálculos”,
dice el doctor Keith Hanna.
Y sorprende la conclusión a
la que llegó el doctor Carré: “Las
pruebas en el túnel del viento concluyeron que un balón de fútbol
golpeado sin efecto de rotación
se enfrenta a una resistencia similar a la de una pelota de golf y
muy distinta de la de una esfera
lisa”. Los científicos de Yagamata
establecieron que el efecto puede llegar a disminuir un tercio en
los días de lluvia respecto a los
días secos.
“El gol que desafío a la física y
a la ciencia” se apodó a la ‘Bomba Inteligente’ de Roberto Carlos
a Francia, el 3 de junio de 1997.
La curva que dibujó ese disparo
antes de entrar en la portería es
una huella imborrable de la historia del fútbol. El New Journal of
Physics rechazó la hipótesis de
que el gol fuera una casualidad.
Un equipo de científicos franceses
desarrolló una ecuación que describía su trayectoria y por la cual
si se golpeara de nuevo con esa
fuerza, ese efecto y a esa distancia se podría repetir.
El investigador Cristophe Clanet de la Escuela Politécnica de
París (que se topó con la falta in-
el también brasileño Rivelino.
Especialistas de todos los estilos ha habido muchísimos más
a lo largo de la historia. Desde
aquellos que optaban por el disparo colocado con el interior, como
son los casos de Xavi, Schuster,
Baggio (capaz de alcanzar cualquier ángulo de la portería). También están los que como Beñat,
Ronaldinho (postal futbolística
eterna su manera de marcar los
pasos hacia atrás) o Pirlo eran
capaces de sorprender lanzando
por debajo de la barrera. Zurdos
eficaces como Messi, Recoba, Rivaldo (cuerpo hacia delante y las
dos piernas en el aire al finalizar
el golpeo) o el japonés Nakamura. Y pegadores brutales de potencia como Koeman (que generaba broncas entre jugadores
rivales por hacer una falta cerca
de la frontal) o Branco autores de
los golpeos más secos jamás visto, hasta el nuevo estilo de pegadores como Cristiano o Drogba.
Francotiradores inolvidables.
vestigando sobre balas) describió
esa trayectoria como “forma de
concha de caracol. Si a la trayectoria de una esfera, se le da efecto es una espiral. Si se dispara
con la fuerza de Roberto Carlos,
se reduce la fuerza de la gravedad. Después de haber girado en
MARADONA.
Con sus
golpeos de
rosca era
capaz de
mandar el
balón donde
quisiera.
torno a la barrera de manera perfecta, el esférico volvió a coger
portería hacia el primer palo sin
importar la influencia del viento”.
El hecho de disparar a 35 metros
permitió que la curva fuera más visible y los aficionados disfrutasen
de una falta inolvidable. Menos
tiempo de estudio tuvo Barthez,
portero que lo sufrió, quien al disparar Roberto Carlos pensó: “Problema finiquitado. Este tiro termina en la luna”. Así se las gastaba
un pegador brutal, capaz de chutar a 170 km/hora, aunque lejos
de los 200 que llegaba a alcanzar
FÍSICA.
La Física y
la Ciencia
sintieron la
tentación de
estudiar la
curva que
la famosa
‘Bomba
Inteligente’
de Roberto
Carlos dibujó
en su falta
ante Francia.
“Nuestros ordenadores tardan
horas en hacer los cálculos
que realiza la mente de un
lanzador”, dice un científico
32
33
BRASILEÑOS BLANCOS
Brasil, la pentacampeona
del mundo, ha dado muchos
talentos al fútbol. Un país
con mayoría de raza negra,
también ha tenido grandes
jugadores blancos.
DE ‘TIRO AL BLANCO’ AL ‘PELÉ BLANCO’, LEYENDAS BRASILEÑAS CON ROSTRO PÁLIDO
34
35
res?; ¿Qué me dicen de Roberto
Dinamita? Tela.
CARLOS CARIÑO /
B
rasil es un vergel donde
conviven muchas razas,
culturas y formas de vida que, metidas en una coctelera, han dado
como resultado un tipo de futbolista irrepetible. Talento, fuerza,
genialidad y una condición innata
para el fútbol. Los nativos precolombinos dieron paso a numerosos desplazamientos humanos.
Negros procedentes de África,
blancos europeos y muchos japoneses. Estos últimos se instalaron, sobre todo, en Sao Paulo.
Muchos alemanes se fueron al estado de Paraná y construyeron a
su imagen y semejanza la hermosa ciudad de Curitiba. Portugueses, italianos, españoles, irlandeses… El maravilloso resultado se
llama Brasil.
En el depor te se suele decir
que la raza negra es flexible, veloz y ágil, mientras que la blanca
ofrece constancia, disciplina y resistencia. Brasil y fútbol son uno.
Negros maravillosos como Pelé,
blancos increíbles como Zico. Hoy
nos detendremos en los futbolistas brasileños de raza blanca que
nos emocionaron a lo largo de generaciones. Igual somos ‘partidistas’ y podríamos considerar blancos a jugadores ‘café con leche’
o ‘café olé’ (como más les guste)
como Bauer, Roberto Carlos, Romario, Ronaldo, Rivaldo y ahora
Neymar. Pero esta bella especie
tendrá su capítulo. No se impacienten.
No resulta fácil ordenar por categorías a los mejores futbolistas
blancos que ha dado este gran
país. ¿Sócrates era mejor que
Zico?; ¿Branco superaba a Leonardo?; Entre Bebeto y Ademir,
¿a quién escogen?; ¿Laterales
como Bauer (hijo de suizo y brasileña, hija de africana y de rasgos
europeos) y Jorginho o Carlos Alberto?; ¿Porterazos como Leao,
Tafarell, Carlos, Félix o Valdir Pé-
ro en irse a felicitarle fue Pelé. A
Gerson se llamaban ‘El Papagayo’
por su lengua viperina. Su carácter era difícil de llevar, Tostao era
inteligente, pero tosco. El complemento ideal en esa maquinaría que fusionaba la fantasía con
los resultados. Se retiró del fútbol
en 1972 por culpa de un desprendimiento de retina. Carlos Alberto siempre agradeció el gol que
le regaló Pelé en la final de aquel
recordado Mundial contra Italia.
Con el marcador 3-1, el genio preparaba su obra de arte, pero, estando de espaldas, se percató de
que el lateral derecho y capitán de
Brasil venía en carrera. Sin mirar,
le dio un balón que Carlos Alberto
incrustó lejos del alcance de Albertosi, el grandioso portero del
Cagliari de Cerdeña, entonces
campeón de la liga italiana. Carlos Alber to podría encajar como
‘café olé’. Pero le pondremos en
el equipo de los ‘merengones’.
Amarildo, parche de Pelé.
REYES DE LA CANARINHA. Amarildo y Pelé se
abrazan sonrientes con las camisetas de Milán
y Santos. Amarildo trata de superar ahora un
cáncer de garganta.
EL GRAN BRASIL DE 1970. Muchos opinan que
la ‘canarinha’ campeona del mundo en México
es uno de los equipos más grandes de todos los
tiempos. Con Rivelino, Félix, Gerson...
Pelé jugó cuatro mundiales y deslumbró por su genialidad. Pero
con 21 años se lesionó en el de
Chile de 1962 y fue sustituido por
Amarildo, que venía de relleno, y
salvó a la ‘canarinha’ en un partido contra España que dominaba
con un gol de Adelardo y a la que
un infausto colegiado chileno,
Bustamante, anuló un gol, precisamente de Adelardo. La desgracia para los españoles fue que el
señor Amarildo marcó dos goles,
el segundo tras una increíble jugada de Garrincha (insisto, para
unos blancos, para otros ‘café
olé’ y para todos un genio) que se
fue de su marcador con velocidad
y de manera diabólica, el lateral
del Zaragoza Severino Reija. Precisamente Amarildo rompió la férrea disciplina de Checoslovaquia
en la final, con su acier to realizador. Brasil obtenía su segundo campeonato del mundo. Y de
Amarildo hubo que recurrir cuatro
años después cuando entre los
por tugueses Coluna y Graça lesionaron de nuevo a O’Rei.
El increíble Brasil del ‘70.
Muchos especialistas consideran que la selección brasileña
que ganó el Mundial de México
en 1970 es uno de los mejores
equipos de todos los tiempos. Su
alineación se la saben de memoria hasta los más jóvenes. Y eso
que han pasado 43 años: Félix;
Carlos Alberto, Brito, Piazza; Everaldo, Clodoaldo; Gerson, Rivelino, Jairzinho, Tostao y Pelé. ¡Una
salvajada de equipo! Gerson y
Tostao eran dos rostros ‘lácteos’,
muy apreciados por sus compañeros. Trabajaban tanto para el equipo que ellos mismos se olvidaban
de su lucimiento personal. Cuando Gerson por fin abrió la lata con
un golazo contra Perú, el prime-
HABILIDAD Y FORTALEZA. Tostao en acción; el
ingles Bobby Moore contempla hasta admirado
la elegancia con que conduce el balón.
Ademir y ‘Tiro al Blanco’.
¡ÉSTE ES GERSON!. Increíble partido contra
el mejor Atlético de Madrid. Gerson trata de
controlar ante un pletórico Luis Aragonés.
CARLOS ALBERTO. Maravilloso lateral derecho
del mejor Braisl del 70. En la imagen, con la
camiseta del Cosmos de Nueva York.
‘QUEIXADA’. Significa ‘mandíbula’. Y era
el sobrenombre por el que era conocido el
maravilloso delantero Ademir.
Ademir Menezes está considerado como uno de los mejores delanteros de Brasil de todos los
tiempos. Apodado ‘Queixada’,
por su prominente mandíbula que
le asemejaba con el hombre de
‘Cromagnon’, era todo un temperamento. Su regate era increíble.
Sufrió el trauma de haber perdido aquel Mundial de 1950 contra
Uruguay. Lo duro de su caso es
que, sin ese varapalo, estaría en
todas las hemerotecas como uno
de los más grandes. Para que se
hagan una idea de lo que supuso
semejante mazazo, la selección
cambió su uniforme blanco por el
actual amarillo con pantalón azul
para enterrar para siempre tan
dolorosa afrenta de haber perdido con Uruguay por 1-2.
Rober to Rivelino fue bautizado como ‘Tiro al Blanco’ por su
portentosa facilidad en el lanzamiento de los golpes francos. Se
puede decir que su precisión en el
36
37
Mundial de México de 1970 alertó a los entrenadores del mundo
sobre la impor tancia de tener a
un especialista en el lanzamiento
de faltas que combinase la brutalidad en la pegada de Pancho
Puskas con el toque ‘con efecto’
que puso de moda Ladislao Kubala para superar a las barreras.
Julio Botelho, ‘Julinho’ era sencillamente maravilloso. El regate
era su vida. Impresionó en el Mundial de Suiza de 1954 y fichó por
la Fiorentina en 1955, tras pagar
un dineral al Sao Paulo. Era un extremo derecho soberbio. Perdió la
II Copa de Europa en el Santiago
Bernabéu contra el Real Madrid.
(2-0). Todos los trucos que empleaba en el campo los aprendió
en su humilde barrio de Sao Paulo donde se crió. Jugó el famoso
Hungría-Brasil del Mundial suizo
que está considerado como uno
de los par tidos más broncos de
la historia.
genio irrepetible. Ver imágenes de
él es una gozada y un honor para
la gente que ame este depor te.
‘Garrincha’ es el nombre de un pájaro tropical brasileño que apodó
a Manuel Francisco Dos Santos.
Diabólico, enloquecedor y genial,
era capaz de sentar al rival más
clarividente en un palmo de terreno. Fintas, amagues y quiebros…
el espectador se levantaba de su
asiento maravillado. Nunca quiso
jugar en Europa. Y tuvo ofertas millonarias. Bebía demasiado y murió de cirrosis y en la más absoluta pobreza.
De Mario Zagallo podemos decir que ganó tres mundiales, dos
como jugador y otro ya como seleccionador. Un caso único el de
este extremo, que fue 33 veces
internacional con Brasil y era
el verdadero escudero de Pelé
cuando comenzó a despuntar en
el Mundial de Suecia 1958 a la
tierna edad de 17 años
Altafini, el italo-brasileño.
‘El Pelé blanco’.
El caso de José Altafini es muy
interesante. Extremo brasileño
de velocidad y clase, le llamaban
José ‘Mazzola’ Altafini porque le
comparaban con Valentino Mazzola, aquel maravilloso extremo del
Torino que fue uno de los fallecidos en el terrible accidente aéreo
de Superga (su hijo, Sandro Mazzola triunfó en el Inter). Internacional con Brasil, se hizo italiano
tras fichar por la Juventus. En Italia dejó de ser ‘Mazzola’ porque
los italianos no permitían que nadie llevase el nombre de tan gran
jugador. Fue internacional con Italia en seis ocasiones. Uno de los
últimos casos antes de que la
FIFA prohibiese jugar con diferentes selecciones.
Ar thur Antunes Coimbra ‘Zico’
pasó a la historia como ‘El Pelé
blanco’. Heredó de Rivelino su
maestría en los lanzamientos
de falta, en los que prácticamente era infalible. Es conocido también como ‘El Galinho de
Quintino’. Fue futbolista sudamericano del año en 1977, 1981 y
1982. ‘Guerin Sportivo’ le designó como mejor jugador del mundo
de 1981. Ganó el Don Balón de
Oro de 1982 por ser ‘Mejor jugador del Mundo’ y obtuvo el Premio
‘World Soccer’ (mejor jugador del
mundo en 1983). Es considerado
por FIFA como uno de los mejores
futbolistas brasileños de la historia. Ocupa el tercer lugar en el ránking del mejor jugador brasileño
del siglo XX y el séptimo en el ránking del mejor jugador sudamericano de dicho siglo, según publicó
la IFFHS en el 2004. Zico registra en su trayectoria 406 goles, lo
que lo convierte en el mediocam-
MAESTRO DE LAS FALTAS. Roberto Rivelino
era un maestro en el lanzamiento de los golpes
francos y uno de los pioneros en que se diera
importancia a este tipo de jugadas.
Garrincha.
Este futbolista son palabras mayores. Permítanme que le considere
como blanco, aunque encaja perfectamente como ‘café olé’ a este
JULINHO BOTELHO. ‘Qué bien
regateaba! Maravilló en el
Mundial de Suiza de 1954. Era
puro arte.
BRASILEÑO E ITALIANO. José
Altafini fue internacional con
Brasil e Italia. Se le conocía como
José ‘Mazzola’.
pista más goleador en la historia
de los torneos de primera división
en el mundo. Datos tremendos. Y
sin embargo dio la sensación de
que se quedó, que le faltó ‘algo’
para haber entrado en el póker de
ases de Di Stéfano, Pelé, Maradona y Cruyff. También se le conocía como ‘el jugador biónico’
porque mejoró su físico a base
de visitas continuas a endocrinos
que, unidas a su talento de favela, dio como resultado un futbolista con todo a su favor para salirse
del mapa.
Leao, ‘piernas bonitas’.
Brasil nunca tuvo abundancia de
grandes por teros, aunque llama
la atención que casi todos ellos
suelen ser estupendos expertos
en detener penaltis. Leao tuvo
mucha popularidad en los años
70 por sus reflejos y carácter extravagante. Sobre él decían las
mujeres que tenía “las piernas
muy bonitas”. Valdir Peres y Tafarell combinaban la genialidad de
su irregularidad con la alopecia
que encima acrecentaba su popularidad. Diego Alves ha tenido
el honor de ser el primer portero
brasileño en fichar por un equipo
español. Vino al Almería y ahora
pertenece al Valencia. Félix, portero del Brasil del 1970, era víctima
de la alegría con la que sus compañeros se lanzaban al ataque.
Decían sobre él que transmitía
poca seguridad a sus defensas.
Pero la verdad es que no necesitaba intervenir. Al fin y al cabo, si
Brasil siempre tenía el balón, el
rival ni lo veía.
Dr. Sócrates y Bebeto.
JUGADOR BIÓNICO. Zico, ‘el Pelé
blanco’ ,también era conocido como
‘el jugador biónico’ por las veces que
pasó por el endocrino.
LAUREADO. Mario Zagallo puede
presumir de haber sido campeón del
mundo con Brasil como jugador y
también como seleccionador.
¿Quién no recuerda a Sócrates?
Era tremendo. Tenía de pie sólo
un 36, pero lanzaba los penaltis
y las faltas sin tomar carrerilla. Y
casi nunca fallaba. Un caso excepcional. Conocido por su estilo elegante en el terreno de juego y su participación en la política
38
brasileña, Sócrates falleció de un
shock séptico debido a una infección intestinal. El capitán de Brasil en el Mundial de España 1982
era un hombre destacado, tanto
en el campo como fuera de él. Se
convir tió en médico después de
retirarse del fútbol y posteriormente fue un popular comentarista de
televisión y columnista, siempre
con opiniones singulares y polémicas. Sócrates escribió una
serie de columnas para ‘The Associated Press’ durante la Copa
América de 2011 en Argentina. Y
se metía en buenos charcos. “No
se trata sólo del juego en sí”, dijo
antes del inicio del torneo. “Antes
que nada, el fútbol es una batalla
psicológica, el aspecto humano
tiene un papel significativo”.
Reconoció que bebía mucho,
incluso durante sus mejores
años como jugador en la década
de 1980, pero agregó que había
dejado de hacerlo a principios de
año tras una estancia en el hospital. Un jugador de una personalidad arrolladora, que alucinó
cuando el espantoso árbitro australiano Bambrigde anuló a Míchel
aquel golazo en México 86.
Bebeto formó el ‘Dúo Diabólico’ con Romario en el Mundial
de Estados Unidos de 1994, ganado por Brasil tras una tremenda tanda de penaltis contra Italia.
Formó parte del gran SuperDepor
que perdió la Liga de 1994 por
un penalti fallado por Djukic en la
última jugada de un partido contra el Valencia. Una historia con
mucho por contar... Inteligente,
felino y batallador, decía que en
España no se entrenaba nada.
“En Brasil se trabaja seis horas
al día, Eso la gente no lo sabe”.
Lloró varios días por la muerte de
su ídolo y amigo, el grandioso piloto de Fórmula 1 Ayrton Senna.
Su regate era inigualable. Vino al
Sevilla ya en el crepúsculo de su
carrera. Hoy es representante de
jugadores.
39
FUTBOLISTA, MÉDICO Y POLÍTICO. Sócrates ha
sido uno de los futbolistas más carismáticos en
toda la historia del fútbol. Su personalidad no
dejaba indiferente. Falleció recientemente.
EL GRAN BEBETO. El exjugador del Deportivo,
flanqueado por Mazinho y Romario en la famosa
celebración de ‘mecer al bebé’ por el nacimiento de
uno de sus hijos, en el Mundial de EEUU de 1994
Cambio de tercio. ¿Se acuerdan de Francisco Marinho? Aquel
rubio platino defensa de Brasil
que jugó en Alemania 1974. No
era hermano de Mario Marinho
que después fichó por el Barcelona. ¿Y Leivinha? Vino con Luiz
Pereira a un extraordinario Atlético de Madrid con el que fue campeón de Liga en dos ocasiones
(1973 y 1977, y una de ellas en
el Bernabéu). Leivinha, rubio, es
tío de Lucas Leiva, por cierto bastante más moreno. En el Atlético
también destacaron brasileños de
tez clara como Alemao, llamado
así porque tenía pinta de alemán,
y Dirceu, un glorioso zurdo que
la pegaba que daba gusto. Años
después, el Atlético fichó a Juninho Paulista, tras pagar al Middlesbrough inglés 3.600 millones de
pesetas (18,5 millones de euros).
Menudo y rubito, era buenísimo.
Míchel Salgado le lesionó de gravedad en el transcurso de un Celta-Atlético. Se recuperó, pero nunca fue el mismo. Y jamás se habló
con Salgado, que después fichó
por el Real Madrid. Por cierto, Diego Costa (le podemos considerar
‘café olé’) va a ser el cuarto brasileño en ser internacional con España tras Becerra, Donato y Catanha. Pelotazo.
¿Y Falcao? Nada que ver con
el colombiano del Atlético de
Madrid. Éste era brasileño, de
ensor tijado pelo rubiajo y estupendo chutador. Muy bueno. Subcampeón de Europa con la Roma.
Nelinho era un lateral derecho que
no era titular indiscutible con Brasil, pero que tenía el segundo disparo más terrorífico de todos los
tiempos. Sacaba las faltas con
tanta potencia como escasez de
puntería. Pero nos dejó para el recuerdo un golazo increíble en un
Brasil-Italia valedero para el tercer
y cuarto puesto de Argentina 78.
Hemos dicho que tenía el segundo disparo más terrorífico. Ustedes se preguntarán ¿quién era el
primero? No, no es Eder. La pegaba de maravilla en verdad. Tenía
la potencia de Branco, pero no su
puntería ni constancia.
El cañonero de seda.
UN ARTISTA. Leivinha dejó en el Atlético
de Madrid la impronta de un futbolista
extraordinario. Aquí, remata de rabona.
DIRCEU. Otro brasileño que dejó un exquisito
recuerdo en el Atlético de Madrid. Tenía un
estupendo disparo con la pierna izquierda.
JUNINHO. Jesús Gil pagó por él al Middlesbrough
3.600 millones de pesetas. Pequeño, pero con un
regate y una visión de juego extraordinarios.
GRATOS RECUERDOS. Alemao no paraba de
trabajar sin que por ello decayese su buena
técnica. Un gran jugador.
¿Si tuvieran que votar a los futbolistas con el disparo más terrorífico de la historia, a quien escogerían? No es fácil. Les pedimos
disculpas si tenemos algún olvido, pero ésta sería nuestra lista:
Ferenc Puskas ‘Cañoncito Pum’,
‘Macho’ Figueroa, aquel hondureño fichado por el Murcia que
destrozó un larguero de un balonazo; Aravena, un chileno que fichó el Valladolid y que era conocido como ‘el cañón de América’,
Fernando Hierro, quizá Cristiano
Ronaldo o Ronald Koeman, y los
mencionados Nelinho y Branco.
Branco era un lateral izquierdo
por tentoso. Cada vez que se pitaba un golpe franco se hacía el
silencio. Se consideraba que era
medio gol. Las barreras temblaban, porque nada había peor que
llevarse un pelotazo descomunal
de este grandísimo jugador del
Fluminense que fue 72 veces internacional y campeón del mundo
en Estados Unidos 1994, en un
equipo, el de Carlos Alber to Parreira (que después fracasó sonoramente en el Valencia) donde
destacaban también los ‘rostros
pálidos’ de Leonardo, que competía por el puesto con Branco y
jugaba en el Valencia; Raí, hermano de Sócrates, fue un centrocampista que ‘las mataba bien muertas’, estuvo a punto de fichar por
el Deportivo y triunfó en el PSG;
Otro: Ricardo Rocha, aquel central
del bigote que daba palos por todas partes y que jugó en el Real
Madrid; o Dunga, un centrocampista todoterreno con cara de ser
mucho más mayor, pero que era
esencial. Era ‘muy poco brasileño’
en cuanto a juego, pero sin él, posiblemente Brasil no habría ganado aquel Mundial.
40
41
De Cacá a Kaká…
Aprovechando que vamos a glosar la figura de Kaká, otro blanco
brasileño por excelencia, les contaremos una historia muy buena.
En 1995, Juan José Hidalgo convenció a Romario para que entrase en el accionariado del Salamanca. Kaká (Ricardo Izecson
Dos Santos) despuntaba en el
Sao Paulo como un futbolista que
podía ser, tranquilamente, el mejor del mundo. La prensa se hizo
eco de que el jugador iba a fichar
por el Salamanca como puente
para recalar en el Real Madrid. El
‘belén’ mediático que se organizó
fue colosal. Efectivamente, el Salamanca había fichado a Cacá…
pero con dos ‘C’ y no con dos ‘K’.
Y su nombre bautismal era Carlos Eduardo Ferrari, que, con el
paso del tiempo, demostró que,
en efecto, no era Kaká…
Llama la atención que no han
sido muchos los jugadores brasileños que han jugado en el Real
Madrid sean blancos, negros o
‘café olé’. Filipe Luis, que ahora
triunfa en el Atlético de Madrid,
creció en el Castilla. Savio Bortolini lo tenía todo para hacer algo
grande, pero las lesiones le lastraron y se marchó al Zaragoza.
Kaká, ‘el de las dos K’, fue
comprado por Florentino Pérez al
Milán a cambio de 65 millones de
euros y con un salario de 10,6 millones de euros anuales. Una salvajada inversamente proporcional
a su rendimiento, mediocre y discontinuo. Estuvo más tiempo lesionado que sobre el terreno de
juego. Una rémora impensable en
un futbolista que vino al equipo
blanco con el aval de haber ganado un Balón de Oro gracias a sus
éxitos con el Milán.
Kaká, que es miembro de la
Iglesia Evangélica, siendo uno
de los Atletas de Cristo se casó
con Caroline Celico el día 23 de
diciembre de 2005 en Sao Paulo,
Brasil, en una boda donde acu-
el equipo de su vida, y se ha dedicado a la política. Es diputado. El
jugador con más partidos (1.110)
y más goles (702) de la historia
del Vasco da Gama. Fue elegido
nada menos que ¡diez veces! jugador del año por los hinchas del
Vasco de Gama. Llegó al Barça
para sustituir al austríaco Hansi
Krankl. Helenio Herrera no le daba
bola en una temporada complicada para el Barcelona donde sólo
marcó dos goles.
Recuerdo para Becerra.
PAULO FALCAO, EL OCTAVO REY DE
ROMA. Artista exquisito. Su estilo ha
dejado huella en la Ciudad Eterna.
OTRO GRAN BRASIL. Romario levanta la Copa
del Mundo conquistada en Estados Unidos. A su
izquierda, el gran capitán Dunga.
ROBERTO DINAMITA. Un caso
increíble. Era un dios en Brasil y
fracasó en el Barcelona.
NELINHO. Bella estampa de su golazo
en el Mundial de Argentina contra
Brasil. Grandioso tanto.
dieron futbolistas de la selección
nacional como Ronaldo, Adriano,
Cafú, Dida, Julio Baptista y el entrenador nacional Carlos Alberto
Parreira, así como futbolistas internacionales, siendo en total 600
invitados. Su fe religiosa le ayudó
a superar un tremendo accidente
donde se rompió una vértebra al
saltar un trampolín. Es uno de los
muchos casos de futbolistas brasileños comprometidos con innumerables ramas de la religión cristiana, en una historia que merece
un capítulo especial.
Roberto Dinamita.
CAÑONERO. Cada vez que Branco
lanzaba una falta se hacía el silencio.
Era medio gol. Fulminante y efectivo.
RAÍ. Lo tenía todo para ser una
superestrella mundial. Pudo fichar
por el Deportivo y se fue al PSG.
Seguro que recuerdan a Roberto
Dinamita. Era un delantero con
mucha fama en Brasil y ha pasado a la historia por ser uno de los
fichajes más fracasados en la historia del Barcelona. Esto fue en la
temporada 1979-80. Y eso que en
Brasil era (y es) una leyenda. Es
el presidente del Vasco da Gama,
HERALDO BECERRA. Su fichaje por el Atlético
fue un pelotazo en la época. Primer brasileño (y
blanco) en ser internacional con España.
DE MÁS A MENOS. Kaká arrancó su carrera de
manera fulgurante, pero las lesiones le lastraron.
El Real Madrid pagó por él 65 millones de euros.
Su historia es tan apasionante
que merece un capítulo especial. Ahora le dedicaremos unas
líneas. Era brasileño y blanco. De
melena ensortijada, el Atlético de
Madrid le fichó del Newell’s Old
Boys adelantándose al Real Madrid y al Barcelona. Todos pensaban que iba a ser uno de los mejores jugadores del mundo y formó
una gran delantera con Ayala y
Gárate, conocida como ‘los tres
puñales’. Fue el primer brasileño
en debutar con la Selección española: fue en 1973 contra Turquía
en Estambul, en un amistoso que
concluyó 0-0. Se dijo que su pasapor te estaba falsificado. Llegó a cantar en un especial de Fin
de Año para Televisión Española,
donde, por cierto, compartió plató con el paraguayo Lobo Diarte.
Lo tenía todo para ser una fugura
mundial, pero le faltó cabeza fría.
Falleció en un accidente de tráfico
en Argentina.
Seguro que nos quedamos cortos. Seguro que cuando lean este
trabajo echarán de menos a alguien. Normal. ¡Brasil tiene tanta
riqueza futbolística! Ahora se nos
viene a la memoria que Alber to
Benito, actual director deportivo
del Almería, recomendó el fichaje
de Alexandre Pato cuando estaba
en el Cádiz. Se fue al Milán. Otro
ejemplo más de que Brasil es el
primer país del mundo productor
de futbolistas.
42
El documental sobre el esquiador que falleció
en Los Dolomitas en 2009 estrenó la sección
Savage Cinema del Festival de Cine de San
Sebastián. Una película estremecedora de un
deportista genial e irrepetible.
McCONKEY
LA HISTORIA DE UN
DEPORTISTA DE LEYENDA
JUSTIN JAY/RED BULL
HIPNÓTICA. El
esquiador Shane
McConkey llena
la pantalla en el
estreno mundial del
documental sobre su
vida (‘McConkey’) en
Tribeca, Nueva York.
43
44
45
ATREVIDO
Y GENIAL.
Shane
McConkey,
en marzo
de 2002,
mientras
realiza un
salto de
esquí libre
en Haines,
Alaska,
durante el
Red Bull Snow
Thrill.
PATRICIA CAZÓN /
M
cConkey. La primera edición del Savage Cinema (Cine Salvaje) del Festival de
Cine de San Sebastián no podía
llevar otro apellido. Porque Shane
McConkey (Vancouver, Canadá,
1969) cambió la historia del esquí
en Estados Unidos. Pionero en el
esquí libre, el salto BASE, el wingsuit y la fusión de los tres, vivía en
el filo, al límite. A un lado, la adrenalina y el riesgo. Al otro, la tragedia. Y ahí, entre uno y otro, se movía Shane con soltura, convirtiendo
fácil lo difícil, hasta el 26 de marzo
de 2009, cuando murió mientras
grababa en Los Dolomitas (Italia)
una película en la que conjugaba
sus tres deportes.
Ahora McConkey es algo más
que un documental de deporte extremo. Es el tributo de una viuda,
Sherry McConkey. Esa mujer que
se quedó sola con 41 años y un
dolor en carne viva; con una niña
de tres años (Ayla) y un reguero de
críticas en Internet. Unos llamaban
“Cuando se estrenó, estaba
más nerviosa que nunca en mi
vida. Era como ir a una boda y
a un funeral al mismo tiempo”
a Shane egoísta. Otros se preguntaban por qué arriesgaba tanto casado y con una hija. “¿Cómo iba a
ser un buen padre?”. “¿Cómo iba
a amarte si hacía eso?”. Esos comentarios aún laten en el reverso
de la película. “Con ella quiero demostrar que Shane fue un padre
excelente, pero le gustaba esto y
no podía alejarse de ello”. Por eso
McConkey (mcconkeymovie.com)
es su legado. Y el homenaje de
una mujer que jamás olvidará.
26 de septiembre, 17:00 horas,
San Sebastián. La sala de prensa
crepita nerviosa ante el estreno de
la nueva sección del Festival, esa
dedicada al cine de deportes de
acción y aventuras. De pronto, entra ella, Sherry McConkey, y todas
las conversaciones se apagan. La
rodean los cinco directores de la
película, pero sólo se la ve a ella,
como si se moviera bajo un foco
de luz. Ella y su vestido azul. Ella
y su sonrisa dulce. Ella y ese dolor que, cuatro años después, aún
puede tocarse. Es la premiere de
la película en Europa. Dentro de
tres horas volverá a enfrentarse
en pantalla grande al recuerdo de
Shane (porque para ella McConkey
es Shane... Shane esto, Shane lo
otro, sólo Shane, siempre Shane).
Y de nuevo volverá a formarse esa
piedra en la boca del estómago.
El lazo que apretó su garganta en
el Festival de Tribeca, Nueva York,
cuando McConkey se estrenó a nivel mundial.
“Me sentí más angustiada, más
nerviosa, que nunca antes en mi
vida. Era como ir a una boda y a un
funeral al mismo tiempo. No sabía
cómo iba a responder la gente, si
iba a ver a Shane tal y como queríamos que lo hicieran, como un
padre cariñoso y un marido increíble”. Su ansiedad entonces la define, exacta, una imagen. Es una
puerta de emergencia en un costado. Red Bull Media House, distribuidora de McConkey, le había
preparado esa salida por si no
aguantaba la presión, los nervios
o las lágrimas. Un resquicio para
huir del cine si dolía y removía demasiado, por si se venía abajo.
“Lo había visto muchas veces,
pero siempre rodeada de amigos,
en casa, en la intimidad. Podía levantarme e irme en cuanto quisiera... Esta vez era diferente. Lo iba
a ver con otra gente, en una pantalla grande y no sabía si iba a
aguantar…”.
Pero lo hizo. Y hubo un momento, además, en el que miró alrededor y descubrió a toda la sala
llorando. “Me emocioné muchísimo. Fue muy duro, pero emotivo”,
dice a los cuatro meses, en San
Sebastián, Guipuzcoa, a 5.772
kilómetros de esa puerta, mientras una lágrima emborrona sus
ojos. Porque McConkey es un re-
ULRICH GRILL / RED BULL
MCCONKEY’S FAMILY
EN FAMILIA.
Shane
McConkey
junto a su
hija, Ayla,
y su mujer,
Sherry en una
instantánea
durante unas
vacaciones de
la familia en
la playa.
47
ULRICH GRILL / RED BULL
CARISMA.
Shane posa
con sus esquís
en Heines,
Alaska. Sus
saltos locos, su
atrevimiento
y su aire
siempre jovial
y bromista
pronto le
hicieron muy
querido entre
el público.
galo para Ayla y el mundo, una película de esas que te ponen la piel
de gallina y te sacuden. Un documental que traspasa su género y
se convierte en una gran película
a secas, sin más adjetivo que ese
apellido, McConkey, que encierra
tantas cosas. “Hicimos un test con
cinéfilos, con expertos de cine que
nada sabían del género de acción
y aventuras, en una pequeña sala
de Nueva York antes de la premiere mundial... Casi todos la votaron
con un 9 o un 10... Tampoco esperábamos un 10, porque no es
una película per fecta, pero esto
nos demostró que llega a un público muy general”, confiesa David
Zieff, uno de sus cinco directores,
el único que no conoció a Shane.
“McConkey es mucho más que
una película de un deportista
de acción, es la vida de un ser
humano extraordinario”
(Un 9, precisamente, también es
su nota en IMBd, web de referencia de crítica de cine en la que Toro
Salvaje tiene un 8,3 y El Padrino
un 9,2).
Murray Wais, Steve Winter,
Scott Gaffney y Rob Bruce, los
otros cuatro, sí le conocieron. Y
por eso le han puesto el alma a
McConkey. “Ninguno de nosotros
lo hacía por sí mismo. Lo hacíamos
por Ayla y Sherry. Dejamos el ego
fuera. Todos queríamos mucho a
Shane y sabíamos que no lo toleraría. Teníamos que honrar su estilo de vida: honestidad, respeto,
profesionalismo y siempre un gran
sentido del humor”, explica Bruce.
“Eso sí, fue un trabajo aplastante”,
añade. Shane lo grababa casi todo
(“casi siempre era él saltando de
algo. O en una boda. O en un cumpleaños”, asiente Zieff).
Sus 39 años de vida estaban
guardados en cintas. “Y no es fácil crear una historia a par tir de
imágenes grabadas”. Para contar
la de Shane tuvieron que ver, ordenar y pulir 1.600 minutos... Tar-
daron tres años y medio, pero lo
lograron.
“Shane estaría orgulloso del resultado”, dice Sherry. Porque todo
McConkey está ahí. Resumido en
cien minutos de imágenes espectaculares y saltos imposibles, barrancos, backflips y algún desnudo, en las palabras de quienes le
conocieron. “Ahí está. El hombre,
el mito...”. En McConkey vemos
al Shane hijo en los recuerdos de
sus padres. “Shane es la persona
más increíble que he conocido en
la vida...”. Al Shane padre y marido en el relato de Sherry. “No sabía qué haría, pero decidí seguirle
de cerca porque sabía que sería
especial...”. Al esquiador genial y
sin miedo en los testimonios de
compañeros como Kent Kreitler o
JT Holmes. “Lo hago porque así
disfruto al máximo de la vida...”. A
Shane contado por Shane.
En Donosti, después de la proyección, del estreno en Europa, un
silencio tremendo se instaló en el
cine. Durante una milésima de segundo sólo se escuchó en la sala
una nada tejida de pieles como escarpias y alguna lágrima. Después
hubo tres minutos de silbidos y
aplausos. Eso y una sensación común que recorrió como un calambre
la platea, la de haber estado ante
una persona única y genial, ante un
deportista excepcional. Eso es McConkey. Una película de esas que
te destrozan y a la vez te dejan una
sonrisa. Exactamente eso.
En Tribeca ocurrió algo similar.
“Lo que hace especial a esta película es ver el amor, el afecto y la
pasión por la vida misma”, dijo la
saltadora de BASE Karina Hollekim
después de verla. “Necesitaríamos
que hubiera más películas así. Con
McConkey, todos ganamos. Nos
transmite que una vida, cualquier
vida, sin pasión, realmente no es
vida”, apuntó Cathy Runyan-Svacina, vicepresidenta del Kansas
City Women de cine y televisión.
“McConkey se hará querer rápidamente, incluso entre aquellos que
nunca han oído su nombre”, alabó el ‘LA Times’. “Es una historia
humana, inspiradora y hermosa”,
ensalzó el ‘Hollywood Reporter’.
Una película que grita en cada fo-
GENÉTICA.
Shane llevaba
la nieve en
la sangre. Su
padre, Jim
McConkey,
considerado
padre del
esquí extremo,
prácticamente
le enseñó
a esquiar
antes que a
caminar.
ULRICH GRILL / RED BULL
46
49
YORICK CARROUX / RED BULL
PEAK 2 PEAK.
Shane, antes
de realizar
un salto
BASE como
miembro
del Air Force
Team, sobre
el funicular
Peak 2 Peak
de Whistler
(Canadá), en
diciembre
de 2008.
tograma una consigna: “Sólo tienes una vida. Vívela al máximo”.
Vive, eso.
La pared vertical y nevada de
Los Dolomitas y una fecha, 26 de
marzo de 2009. Ésa es la primera imagen de McConkey. La fría
inmensidad de la montaña ubica
instantáneamente al espectador.
Ahí murió Shane. Ese día, en ese
lugar. Y sobre esa imagen, alrededor de esa pared vertical de hielo,
se vertebra la película, que vuelve
una y otra vez a ese día, a ese lugar, a ese momento. De ayer a hoy,
el documental cuenta su historia.
Ésa que comenzó en una estación
de esquí, cuando Jim y Glenn se
Le nominaron al Laureus como
Deportista Mundial Alternativo
en 2005. Ya era el mejor para
los lectores de Powder Magazine
conocieron. A su padre le consideraban el padre del esquí extremo
y, su madre, aunque no le gustara
demasiado, tenía unas condiciones innatas para este deporte...
Shane ya nació con la nieve en
su genética. Y, de hecho, cuando
cumplió tres años, y sus padres se
divorciaron, Glenn intentó borrársela en vano. Era tarde. Lo llevaba
dentro. Era su don, para lo que había nacido. Lo único que, de verdad, le importaba a Shane.
Durante la adolescencia, se preparó para formar parte del equipo
nacional de esquiadores de Estados Unidos. Pero le rechazaron. A
pesar de su talento innato, a pesar
de su personalidad hipnótica y sus
cualidades, le rechazaron. Fue un
golpe seco. Durante un tiempo, de
hecho, parecía que su destino sería repartir pizzas a domicilio y vivir
de prestado en un garaje el resto
de sus días. No sabía que ese revés era, en realidad, una inmensa
puerta a un mundo cuyas reglas él
mismo escribiría. Con un Me cago
en las carreras enterró una noche
su sueño de ser esquiador profesional. Acababa de ver la película
de esquí libre La ventisca de Ahhh!
Había girado el pomo de la puerta.
Y ahí enfrente tenía su camino. Ser
como su padre y hacer películas de
esquí libre. Los saltos más atrevidos. Los más locos. Volar. Eso
quería Shane. Eso haría.
Las películas se convirtieron en
su mejor escaparate. La primera
fue Ski Theater, en 1992, y rodaría
más de veinte con las principales
productoras de cine extremo de Estados Unidos (Scott Gaffney Pictures, Matchstick Productions, Teton
Gravity Research y Warren Miller
Films). Shane saltaba por donde
nadie se atrevía. Desafiaba a la
gravedad y a su propio cuerpo. No
temía nada. Creaba escuela con
sus dobles backflips. Abría bocas.
Llenaba portadas. “La gente abigarraba los cines para ver sus películas”, cuenta McConkey. “Los límites de lo posible fueron aplicados
en aquella época”, asiente Rob
Bruce. Y, entonces, comenzaron
a llegar los premios.
En 1996 y 1998 ganó el IFSA
World Tour de esquí libre. En 1999
fue segundo en los X-Cross de los
Winter X Games. Los lectores de
‘Powder Magazine’ le votaban una
y otra vez esquiador del año. En
2005 le nominaron Depor tista
Mundial Alternativo en los Laureus.
Su nombre ya rebasaba los bordes
de la competición. Allá por donde
pasara, Shane McConkey dejaba
huella. Era el esquiador guapo,
simpático y rockero. El deportista intenso de pícara mirada azul.
“Siempre decía: ‘Hoy es un nuevo
día, ¿qué podemos hacer?, ¿qué
vamos a explorar?, ¿hasta dónde
podemos llegar?”. Porque además
de piruetas imposibles, formó la
Asociación Internacional de esquí
libre, introdujo los esquís con rocker y, en fin, lo revalorizó: “Ayudó a
que volviera a ser cool en una época en la que el snow dominaba”.
Pero, de pronto, un día conoció
a Frank Gambalie y el salto BASE
y todo comenzó de nuevo. El salto
BASE era, entonces, un deporte
extremo casi clandestino: saltar
COMO UN
PÁJARO. El
wingsuit fue
otro de los
deportes en
los que su
aportación
fue clave.
“No creía
que pudiera
hacerse algo
así. Salir
volando...”.
En la foto,
en México.
ALFREDO MARTÍNEZ / RED BULL
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51
en paracaídas desde un objeto
fijo (Building, edificio; Antenna,
antenas; Span, puentes; y Earth,
montañas). Caída libre. Casi volar.
Shane lo vio, lo probó y, desde entonces, allá donde fuera, llevaba
su equipo siempre encima. El edificio Chr ysler. Las montañas de
la Antártida. Los tendidos eléctricos. El puente New River Gorge,
el único de todo Estados Unidos
donde se permite este depor te.
Allá donde mirara, Shane veía un
salto BASE (hizo más de 500 en
su vida). Nadie había muerto aún
por practicarlo. De hecho, Frank
Gambalie fue de los primeros. Se
ahogó en el río, tras saltar, mientras huía de los guardias. Se enredó con su paracaídas y se ahogó. Poco después, en los actos de
protesta por su muerte, una mujer
falleció. Y esta vez sí fue al saltar.
Su paracaídas no se abrió. Se estrelló contra el suelo.
Fue entonces cuando Sherr y
comenzó a tener miedo. “Siempre
estaba esperando la llamada”,
dice. Pero Shane la tranquilizaba.
“Nunca me voy a hacer daño. Nunca me voy a morir. Lo haré cuando tenga 80 años en la cama, de
un orgasmo”, le repetía. Y Sherry
le creía. No le quedaba otra que
creerle. Sherry que, incluso, llegó
a probar el salto BASE para entender qué sentía, qué le enganchaba, por qué no podía dejarlo, en
uno de los momentos más emotivos de la película.
Su complicidad es brutal. Su
amor quema. A Shane sólo se le
conoció una mujer y fue esta esquiadora de snow sudafricana de
cuerpo envarado y ojos azul cielo.
“Nunca vi enamorado a Shane hasta que conoció a Sherry. Estaban
hechos el uno para el otro”. McConkey también proyecta su historia. La vida en pareja. La boda en
Tailandia. Los vómitos de Sherry
embarazada. Ayla... Todo está ahí.
Girando alrededor de la pared vertical de Las Dolomitas.
Y también la cuenta de las lesiones, que fueron muchas y variadas. Rotura de ligamentos, vértebras, discos, caderas, tobillos,
costillas, meniscos y tímpanos...
“No es tan fácil como Shane hacía
que pareciera”, explica JT Holmes.
El que fuera su compañero en los
últimos desafíos y estuviera con él
aquel día en Italia define su hambre de retos, de más y más: “Llegó
un momento en el que siempre teníamos que dar un paso más”.
Y el siguiente lo dieron después de que Shane viera La espía que me amó, la película de James Bond protagonizada por Roger
Moore en 1978. Una de sus escenas más famosas es la persecución en el monte Asgard (en la
isla de Baffin, Canadá). La prota-
ULRICH GRILL / RED BULL
SIEMPRE AL
LÍMITE. Tres
imágenes, tres
momentos,
dos deportes,
el salto BASE y
el esquí libre,
especialidades
en las que
innovó para
convertirse
en leyenda
del deporte
extremo.
VETERANO.
McConkey
realizó más
de 500 saltos
BASE durante
toda su
vida. En la
foto, en una
demostración
en Reno, en
2004, junto
a Othar
Lawrence.
53
CHRISTIAN PONDELLA / RED BULL
52
goniza el escalador y saltador Rick
Sylvester, que dobla a Moore. En
ella huye esquiando y hace un impresionante salto BASE al llegar a
un precipicio. Durante la caída, se
desprende de los esquís y abre un
paracaídas con la bandera de Reino Unido. “La vi y pensé que era la
escena más guapa que había visto
hasta entonces en mi vida”, dice
Shane en McConkey. El triple mortal, el paso adelante al que se refería Holmes sería imitar a Sylvester,
sentirse Moore, ser James Bond.
Esquiar, saltar y volar.
“Me preguntó cómo había hecho
yo en la película para desprenderme de los esquís”, cuenta Sylvester. Era un mecanismo rudimentario. Sujetó una cuerda con velcro
a los pantalones para tirar de las
Vio la película ‘La espía que
me amó’ de James Bond y
supo qué sería lo siguiente:
esquí, salto BASE y wingsuit
fijaciones cuando saltaba al vacío
y liberar así sus esquís. Shane lo
imitó y mejoró. Fusionó el esquí,
el salto BASE y el wingsuit (modalidad del paracaidismo en la que
se vuela como un pájaro equipado con un traje especial con alas).
Acarició el límite y recorrió los cielos de medio mundo, desde México a Noruega: “No creía que se pudiera hacer algo así. Era como salir
volando en el espacio”.
“A la gente le impresionan las
grandes alturas, pero es al revés.
Las montañas bajas son más peligrosas. Tienes menos tiempo para
pensar y reaccionar, menos margen. Y aquí, si te equivocas, te matas”. Las palabras de Murray Weis
parecen congelarse en la pantalla,
mientras los 2.950 metros de la
pared oeste del Pass Pordoi, en
Los Dolomitas, se alzan imponentes ante el espectador... Ese 26
de marzo se grababa en Italia una
película de esquí. A Shane le tocó
saltar el segundo... El primero se
salvó por un pelo. El suelo estaba
demasiado cerca. Habían calculado mal. Pero no hubo tiempo de
avisar a Shane, que ya se dirigía
al borde del Pass Pordoi, que ya le
decía a la cámara por última vez:
“Otro salto BASE con Wingsuit y esquís... Allá vamos... ¡See u...!”.
“Es desgarrador ver los preparativos para el último salto”, confiesa Sherry. Ése también era el
miedo de Ayla, que ya tiene seis
años, que ya entiende. “¿Van a
mostrar cuando se muere papá?’,
me preguntaba. Le daba pavor que
lo hicieran”. Obviamente, eso no
se ve: “El tema fue tratado con mucho cuidado. Para mí hubiera sido
mejor no ver nada, ni la salida, porque esos fueron sus últimos momentos y no es divertido verlo. Soy
su esposa y odio ver eso”.
Uno de los esquís falló, no se
soltó. Shane murió en el acto. Y
no hace falta mostrar nada porque
todo se ve ya en el gesto descompuesto del cámara que filma desde
el helicóptero, en su rostro lívido,
en su hablar entrecortado. “Se ha
matado... Sha-ne, se ha ma-ta-do”,
dice y Los Dolomitas desaparecen
en un doloroso fundido a negro.
La llamada que tanto temía
Sherr y llegó un jueves cualquiera a las cinco de la tarde. Vino de
Italia y la hizo JT Holmes. “Ella me
cogió el teléfono con una sonrisa:
‘¿Qué tal cabeza de patata?’. Y yo
respondí: ‘Muy mal, Sherry. Shane
ha muerto’. Fui brusco, sin tacto.
Se lo dije así y me arrepiento mucho”. La siguiente vez que Holmes
aparece en McConkey es el 3 de
octubre de 2009 y lleva a Ayla a
la espalda. Camina junto a Sherry,
Jim, Glenn y cien personas más hacia la cumbre del KT-22 de Squaw
Valley, en el Olympic Village de California. Hacia un pico conocido
como Nido de Águilas, que desde
ese día se llamará McConkey, McConkey a secas.
“Una vez Shane me dijo que,
cuando muriera, le gustaría reencarnarse en un águila”, dice Sherry. Y, en parte, lo hizo ese 3 de octubre cuando su viuda y su amigo
Scott Gaffney arrojaron desde el
lomo de un águila de cobre gigante alzada en su honor sus cenizas
al viento. Porque desde ese día,
Shane ya nunca jamás ha dejado
de hacer lo que más le gustaba.
Formar parte del aire, volar.
“SÓLO TIENES
UNA VIDA,
VÍVELA”.
Así vivía
Shane. Ese
es el legado
que su viuda
pretende
que deje
McConkey.
Impresiona
ver su pasión.
Contagia.
En la foto, el
cartel oficial
de la cinta.
54
55
STRONG
Con el cuarto presupuesto más alto de la liga y media
plantilla nueva, John Farrell, como entrenador jefe, y el
liderazgo de ‘Big Papi’ Ortiz en el campo, el equipo de
Boston se proclamó campeón seis años después. Pero
es que no alzaba el título en Fenway Park desde 1918. El
atentado en la maratón de Boston ha sido su acicate.
LA CONJURA DE
LOS BARBUD0S
GANÓ LAS
SERIES
MUNDIALES
56
57
JOSE MANUEL MORENO /
E
n el último medio siglo del
béisbol en Estados Unidos, los únicos equipos que habían ganado tres Series Mundiales en una década habían sido los
Dodgers de Los Angeles con Sandy Koufax, Don Dr ysdale y Maury Wills, los Athletics de Oakland
brillaron con Reggie Jackson y Rollie Fingers y los Yankees de Nueva York acumularon más victorias
a su histórico palmarés con Derek Jeter, Mariano Rivera y Andy
Pettitte.
El pasado 30 de octubre, los
Boston Red Sox se han unido a
esta lista de equipos que han do-
UN EQUIPO
NUEVO. Los
Red Sox se
renovaron y
llegaron 12
jugadores
nuevos de
los 25 de la
plantilla.
Y otro
entrenador.
minado durante una década con
un equipo dirigido por David Ortiz
y una banda de desconocidos.
Los Red Sox del 2013 que han
ganado el título contra los Cardinals de St. Louis son un conjunto
distinto a las grandes dinastías
del béisbol nor teamericano y al
que nadie daba posibilidad alguna al comienzo de la temporada
para lograr el título que levantaron el miércoles en Fenway Park,
el histórico campo de Boston.
Después de tres pésimas temporadas, incluida la del 2012 en la
que terminaron en última posición
en su división con un palmarés
de 69 victorias y 93 derrotas, los
Red Sox comenzaron los entrenamientos de primavera en Florida
con el vestuario cambiado con 12
nuevos jugadores en la plantilla
total de 25 y con un entrenador
distinto. Solo Ortiz, el ‘Big Papi’
dominicano, quedaba del equipo
que ganó en 2004 y luego repitió
en 2007.
En 2004, Boston terminó con
86 años de sequía que tanto había afectado a los orgullosos aficionados de Massachusetts y de
Nueva Inglaterra que vieron como
los Yankees, sus más odiados
enemigos, acumulaban campeonato tras campeonato en ese
tiempo. Durante la mayoría del
siglo XX, los orgullosos aficionados donde tiene su sede la Universidad de Har vard terminaban
la temporada frustrados, enfadados y seguros de que los Celtics,
de la NBA, iban a jugar mejor y ganar más títulos que sus amados
Red Sox.
Todo cambió en 2004 con el
equipo que venció a St. Louis en
cuatro partidos y que fue conocido como ‘Los Idiotas’ por lo relajado de su actitud y por la unión que
demostraron dentro y fuera del
campo. El conjunto que barrió del
mapa también en cuatro partidos
a Colorado en 2007 estaba formado por ‘Los Fríos’ por su frialdad
casi de cirujano con la que jugaban en ataque con los bates como
en defensa con los guantes.
La banda de ‘Los Barbudos’
es un grupo que ha debido demostrar su hombría, por eso la
barba durante buena parte de la
temporada. Como en abril, cuando tuvieron que esperar varios
días para jugar su primer partido
en Fenway Park, mientras que la
ciudad lloraba la muerte de tres
personas y las horribles heridas
a otras 260 en el atentado contra
la maratón de Boston del pasado
15 de abril.
Cinco días después, Ortiz, el líder espiritual del equipo, dijo a los
aficionados que “Boston es una
jodida ciudad y vamos a demos-
trar a todo el mundo qué tipo de
gente vive, estudia y juega aquí”.
La ciudad, el equipo y sus aficionados, que les siguen con devoción en los pueblos y ciudades
desde Connecticut a Maine, se
sintieron más fuertes que nunca
y el lema de ‘Boston Strong’ dio a
los Red Sox la fortaleza que necesitaban para demostrar a los millones de incrédulos que no creían
en ellos en la ciudad, en el estado y en todo el mundo del béisbol,
que estaban equivocados.
Detrás de las pancar tas de
LA BARBA,
UN SÍMBOLO.
Tras unas
temporadas
nefastas, se
dejaron la
barba como
signo de
hombría de
que se podía
creer en ellos.
58
‘Boston Strong’, de la canción
“Sweet Caroline”, de Neil Diamond, que se oye en cada partido en el estadio, y de las barbas de los jugadores el equipo ha
echado un pulso, que finalmente
ha ganado, a los apostadores de
Las Vegas que les daban una entre 30 posibilidades de ganar el
campeonato. “Creo que en Boston, y después del atentado, había
una responsabilidad civil al ponerse el uniforme cada noche, especialmente aquí en nuestra ciudad.
Fue algo que nos unió inicialmente
con los aficionados y que los jugadores, con su ayuda a los heridos
y las visitas a los hospitales para
verlos, extendieron de la calle a
dentro del vestuario y al terreno
de juego. Y a cambio de esa solidaridad, los aficionados nos dieron
una energía a todos que nos ha lle-
59
vado al título”, ha reconocido John
Farrell, el manager del equipo, en
su primera temporada como entrenador jefe.
La mayoría de los aficionados
locales que celebraron en Fenway
Park la victoria ante los Cardinals
nunca habían podido celebrar un
triunfo en las World Series en su
estadio, porque el último equipo
que levantó el trofeo delante de
los bostonianos fue el que dirigió
Babe Ruth en el año 1918.
Se lo deben agradecer a
Farrell y jugadores como Shane
Victorino (uno de los beisbolistas
más fallones con el bate de los
últimos años), Mike Napoli (con
una cadera renqueante y lesionada a perpetuidad), Jonny Gomes
(un mal defensor y discreto bateador), Stephen Drew (buen defensor, pero pésimo jugador ofensivo), Koji Uehara (un lanzador
japonés de 38 años sin mucha
experiencia en las Grandes Ligas
nor teamericanas), Ryan Dempster (y sus 35 años de frustraciones con el bate) y David Ross (un
perenne suplente en la posición
de ‘catcher’) y en los que la dirección del club invirtió 100 millones
de dólares. Jugadores en sus últimos años de contrato, obligados
a demostrar que merecían más dinero, más años y oportunidades
para jugar en las Grandes Ligas
y que en otras ocasiones habían
fracasado y no cumplido las expectativas puestas en ellos.
Fue una apuesta que realizó
Ben Cherington, el manager general del equipo, de elegir cantidad en vez de calidad y que le
ha salido per fecta en un deporte nacional en el que otros modelos para seleccionar jugadores se
basan en su habilidad para lograr
‘homeruns’ o en los gráficos de
porcentajes de veces que conectan con el bate, roban bases o
realizan una jugada defensiva salvadora. Boston eligió piezas de
recambio per fectas, intencionadamente, a diferencia de la gran
mayoría de clubes de la Liga que
tiene que contratar a beisbolistas
sin experiencia y en muchas ocasiones sin brillantez o pasados de
años, por falta de dinero.
Los Red Sox tienen el cuar to
presupuesto más alto de la Liga
con 159 millones de dólares de
salarios. Casi lo mismo que Filadelfia y sólo superados por los
Dodgers y por los Yankees.
Los recién llegados, de los 12
nuevos, siete fueron agentes libres, y se unieron a Ortiz, uno de
los grandes bateadores zurdos
de la Liga, y al diminuto, pero incansable, Dustin Pedroia para ganar esta temporada 97 encuentros y perder 65 y meterse en los
playof f por vez primera desde
2009. Estos Red Sox desconocidos han jugado a un gran nivel y
no han perdido más de tres partidos consecutivos en todo el año.
Durante los playoff, los campeones se enfrentaron con sus
bates a algunos de los mejores
lanzadores de la Liga, como Matt
Moore y David Price, de Tampa
Bay; a Justin Verlander, Aníbal
Sánchez y Max Scherzer, de Detroit; y a Adam Wainwright y Michael Waca, de St. Louis; y a todos los han vencido, a pesar de
que en algunos momentos parecieron estar perdidos con el bate
e incapaces para obtener carreras. Pero fue esa paciencia, esa
determinación y el deseo de no fallar a los aficionados bostonianos
lo que les llevó al éxito final seis
años después. Un triunfo del que
Boston y sus jugadores se olvidaran difícilmente durante mucho
tiempo y que el resto del béisbol
estadounidense ya ha pasado página. Porque en 100 días comienza la temporada 2014 cuando
suenen de nuevo los gritos de
‘play ball’ y la pelota comience
a rodar en los entrenamientos de
primavera.
KOJI UEHARA
Y FARRELL.
El jugador
japonés, a sus
38 años, ya
es campeón
en las Series
Mundiales,
como el
manager del
equipo como
entrenador
jefe.
LAS VÍCTIMAS DEL MARATÓN, SU
MOTIVACIÓN. Sin duda, el atentado
terrorista de la carrera de Boston fue
otro de los acicates de los Red Sox
para llegar al éxito final.
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